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INSTITUCION EDUCATIVA LA VEGA “ÁNGELA MARÍA RODRÍGUEZ JAIMES”

Resolución integración 06729 del 13 de agosto de 2003


Resolución aprobación 468-8 de 22 de noviembre de 2011
DANE: 268547000156 NIT: 804017444-8
PIEDECUESTA – SANTANDER

Grado Octavo GUÍA: 1


TEMA: RESPETO A LA OPINIÓN Y
ÈTICA Y VALORES TOLERANCIA
OBJETIVO:
 Comprender la importancia de respetar y tolerar la opinión del otro.
 Asimilar que la idea y opiniones deben ser construidas desde argumentos y análisis
racionales para su emisión y exposición.

RESPETO A LA OPINIÓN Y TOLERANCIA


Salvador Ignacio Reding Vidaña
La tolerancia y el respeto a la opinión expresada, a pesar de ser temas de siempre, están de
moda. No está mal, pero el problema es que se ha abusado de los términos, para defender lo
que sea, chueco o derecho, distorsionando los conceptos de respeto y de tolerancia.
El respeto a la libertad de opinar, a manifestar las propias ideas, es en principio algo ya
indiscutible: "no estaré de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta con la vida tu
derecho a decirlo".
Está bien, pero lo que no es aceptable es el decir que "todas las opiniones son respetables". No,
no es verdad, no todas las opiniones son respetables, solamente el derecho a opinar es digno de
respeto. Si digo que a los viejos hay que matarlos, para no cargar con ellos, es una opinión
indigna, no merece respeto.
Si alguien opina —y hay millones de ellos—, que tales razas humanas son inferiores, incapaces de
razonar, se trata de una opinión que tampoco merece respeto. Podemos decir que, en principio,
todas las generalizaciones despectivas sobre la gente son opiniones indignas de respeto.
El apoyo al terrorismo, a la guerra, al asesinato político, o a la justicia por propia mano, cosas que
muchos defienden ¿son opiniones respetables? Claro que no.
Quizá por contagio o imitación, hay cada vez más personas que hablan en forma irrespetuosa,
que opinan o más bien se expresan visceralmente, despotricando contra defensores de valores
humanos y reclamando respeto para su manera de hablar y opinar. Pero al mismo tiempo,
agraden a quien reclama esa forma de expresión, pues se trata de una opinión y trato moral o
socialmente inaceptables.
A fin de cuentas, quien falta al respeto a otros, que defienden principios humanos o religiosos,
pide que sin embargo se acepte que su opinión es respetable, solamente por ser una opinión. No,
insisto: no todas las opiniones son respetables.
Del respeto a la libertad de expresión, se pasa al concepto de tolerancia. El caso es muy común;
cuando alguien se expresa en contra de los valores humanos, esos valores o principios que a
través de los siglos la humanidad ha sabido reconocer, como es el derecho a la vida, exige
"tolerancia".
La exigencia es que se debe tolerar lo intolerable, aquello que es en esencia una opinión indigna
de respeto. Sin embargo, lo que estamos viviendo es que quienes exigen respeto, tolerancia
hacia sus ideas desviadas o deshumanizadas, son incapaces de ser ellos mismos tolerantes con
quienes opinan diferente.
En este tenor, cualquier punto de vista distinto al suyo, aunque esté fundado en el valor humano,
es motivo no de la tolerancia exigida, sino objeto de burla, desprecio y agresión verbal, que
incluso puede llegar a la agresión física. Me refiero a aquellos cuyas opiniones son rechazadas por
ser contrarias a la moral o a los derechos humanos. No, los intolerantes no toleran a quienes
defienden lo contrario, exigen respeto y lo niegan en los hechos y en las palabras para los demás.
Pero lo peor es que es que intencionalmente confunden tolerancia con aceptación: si no
aceptas lo que digo, aunque vaya contra tus principios morales, entonces eres intolerante. ¿Fácil,
no?
El mundo está sufriendo una avalancha creciente de posiciones en contra de la vida, de la moral
y de la familia. Es el caso de los partidarios de la matanza de no natos, es decir del aborto
provocado; quieren que se les respete el vociferar en donde sea y como sea el inexistente
derecho al infanticidio. Exigen tolerancia para ellos, pero no están dispuestos a tolerar a los
defensores del derecho a la vida.
El racismo y la xenofobia están al alza, como un problema que crece en Europa, por ejemplo.
Estas posiciones ideológicas contra razas no europeas y los nacidos en otros países y aún contra
sus descendientes, no son respetables, no pueden serlo, puesto que en sí mismas son irrespetuosas
de la dignidad del hombre. Lo mismo pasa en Estados Unidos, en el odio predicado contra los
extranjeros indocumentados, no el simple rechazo a su situación ilegal; son opiniones vergonzosas,
que nada tienen de respetable.
Pero no solamente se abusa de los conceptos de tolerancia y respeto a la opinión ajena. El mismo
derecho a opinar es objeto de abuso. Se puede gritar a los cuatro vientos que a los niños se les
debe enseñar que la homosexualidad "está bien", pero cuando alguien reclama que se debe
respetar la naturaleza biológica, anatómica, fisiológica y psicológica de los dos sexos de la
humanidad, entonces la tolerancia no existe; al moralista no le conceden derecho a expresarlo.
No debemos dejarnos apabullar por gritos, violencia verbal y escrita, de parte de aquellos que
intolerantemente exigen tolerancia para manifestarse contra la naturaleza humana, los derechos
fundamentales de la persona humana y su infinita dignidad y los valores trascendentales.
No se debe ser tolerante —o falso prudente—, sobre lo que esencialmente es intolerable; tolerar la
infamia, el ataque a la vida, a la patria o a la familia no es razonable ni prudente, por someterse a
una torcida interpretación de lo que es la tolerancia. También el derecho a la réplica y la
denuncia es indiscutible. Es legítimo denunciar las opiniones indignas, intolerables.
No se puede confundir el derecho a la libre expresión, con el abuso de este derecho, como
tampoco se puede, por ejemplo, confundir el derecho a la educación de los hijos con el supuesto
derecho a golpearlos "porque son mis hijos". No es aceptable el sofisma de que todas las
opiniones son respetables; eso va contra el mismo concepto de lo que es el respeto en las
relaciones humanas.

Actividad 1.
1. Haga lectura del texto.

2. En la medida en valla haciendo la lectura construya un glosario con las palabras que usted
desconozca en el cuaderno e indague su significado.

3. En el cuaderno extraiga ideas principales y secundarias del texto.

4. Analice en el cuaderno las siguientes frases:


 Los que no quieren que se dispute sobre su opinión, ni que se examine, demuestran que
están convencidos de su falsedad y de la endeblez de su causa.
 No siempre es verdad la opinión popular; los más pueden errar notoriamente como los
pocos.
 Lo que perturba a los hombres no son precisamente las cosas, sino la opinión que de ellas
se forman.
 No hubo jamás en el mundo dos opiniones enteramente conformes, como ni dos pelos, ni
dos granos. La cualidad más universal es la diversidad.
 Las opiniones no se deben combatir sino por medio del raciocinio. A las ideas no se las
fusila.
 La fuerza de una opinión general es irresistible. El que la crea la domina, el que no sabe
crearla debe someterse a ella.
 Ser único en sostener una opinión contra todos, no es prueba de que se esté equivocando
ni presunción de que se piense acertadamente.

5. Consulte el significado de los siguientes términos cuyos conceptos son básicos a la hora de
construir nuestras opiniones y emitir o proyectarlas hacia los demás.

• Analizar • Hipótesis • Crítica


• Analogía • Indagar • Percibir
• Asociación • Inducir • Predecir
• Capacidad • Inferir • Preguntar
• Categorizar • Interpretar • Premisa
• Clasificar • Mediador • Priorizar
• Cognición: • Memorizar • Procesamiento
• Competencia • Observar • Punto de vista:
• Concluir • Opinión • Razonar
• Cualificar • Ordenar • Representar
• Etiquetar • Originalidad • Resolver
• Evaluar • Patrón • Decisión
• Habilidad • Convergencia
• Creatividad

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