El texto comienza destacando la importancia de dos perspectivas teóricas dentro de las ciencias

sociales, que son: el positivismo y la postura fenomenológica.

El positivismo busca las causas de los fenómenos sociales independientes a los sujetos
participantes, es decir, la manera en que los hechos sociales influyen sobre las personas. Por otro
lado la fenomenología busca entender los fenómenos sociales desde la perspectiva del actor.
Cada uno al ser distintos los objetivos también lo son los modelos de investigación que siguen: el
positivista busca las causas mediante métodos como cuestionarios, inventarios y estudios
demográficos, los cuales posteriormente pueden someterse a análisis estadísticos; y el
fenomenólogo ocupa métodos cualitativos como observación participante y entrevistas a
profundidad para generar datos descriptivos. Todo lo anterior con el objetivo de comprender lo
que hay detrás de las acciones de las personas.
En lo que refiere a la metodología cualitativa, se busca recoger datos descriptivos (palabras y
conductas) sobre las personas, siempre es observable por lo que requiere de un método:
1. Es inductivo, al ser flexible.
2. Se ve al escenario y a las personas como un todo.
3. Se lleva a cabo una observación participante, siempre procurando reducir sus efectos
sobre las personas al mínimo.
4. Se busca la comprensión de las personas dentro del marco de referencia de ellas mismas,
se identifican.
5. Todo se toma como si fuera la primera vez al apartar sus propias creencias y perspectivas.
6. Al querer una comprensión detallada, todas las perspectivas de las personas son igual de
valiosas.
7. Es humanista, así que el investigador llega a conocer a quienes estudia en lo personal, a
experimentar y sentir lo que ellas mismas pasan.
8. Da énfasis a la validez al comparar los datos con lo que las personas realmente hacen.
9. En este, todos los escenarios y personas son dignos de estudio.
10. El investigador es alentado a crear su propio método, al no ser tan estandarizados los
métodos cualitativos.
La tarea del fenomenólogo es aprehender un proceso de interpretación centrado en dos enfoques
teóricos: el interaccionismo simbólico y la etnometodología.
El interaccionismo simbólico “atribuye una importancia primordial a los significados sociales
que las personas asignan al mundo que las rodea”, parte de tres premisas:
 Las personas actúan en respecto de las cosas y de otras personas.
 Los significados son productos sociales que surgen durante la interacción.
 Los actores sociales asignan significados a situaciones, a otras personas, a las cosas y
así mismos por medio de un proceso de interpretación.
Por otro lado la etnometodología refiere más al objeto de estudio, el cómo las personas mantienen
un sentido de la realidad externa. Examinan la forma en que las personas utilizan reglas y sentido
común para que las acciones aparezcan como rutinarias y carentes de ambigüedad.