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APUNTES DE PAVIMENTOS FLEXIBLES

Pavimento: es la superestructura de la obra vial, que hace posible el tránsito expedito de los
vehículos con la comodidad, seguridad y economía previstos por el proyecto. Es necesario precisar
qué tan rígido puede ser un pavimento flexible o qué tan flexible puede llegar a ser un pavimento
rígido.

Cuando el transito empieza a tener importancia se hace imperativo recubrir la superficie de las
terracerías con una capa que cumpla los siguientes requisitos:

1. Ser estable ante los agentes del intemperismo.

2. Ser resistente a la acción de las cargas impuestas por el tránsito.

3. Tener textura apropiada al rodamiento.

4. Ser durable.

5. Tener condiciones adecuadas en lo referente a permeabilidad.

6. Ser económica.

Un Suelo cohesivo nunca podrían soportar la acción directa y prolongada de tránsito; los
materiales granulares, tal como se encuentran, a pesar de su mayor resistencia potencial
ofrecerían una superficie inestable por falta de coherencia.

Hay intereses opuestos que es preciso conciliar y dicha conciliación ha tratado de lograrse
siguiendo dos líneas de conductas diferentes:

1. Capa de rodamiento:

Se construye con suficiente espesor y de una calidad tal que se logra que los esfuerzos transmitidos
a la terracería sean compatibles con la calidad de esta. Esta línea de acción lleva a los pavimentos
rígidos, con losa de concreto hidráulico. Cualquier pequeña cedencia permanente de los suelos
bajo la losa es absorbida por la resistencia de la misma a la tensión.

2. La superficie de rodamiento

Se logra mediante una carpeta bituminosa relativamente delgada, de alto costo y alta calidad, pero
entre ella y las terracerías se interpone un sistema de varias capas de materiales seleccionados
cuya calidad, por lo común, va disminuyendo con la profundidad. En rigor el problema de
dimensionamiento consistiría en principio en hacer variar el espesor y la calidad de los materiales
empleados en cada capa de manera que coincidan las dos leyes. Este es el orden de ideas que
conducen a los pavimentos flexibles.
El espesor del pavimento depende fundamentalmente del material de la terracería, que constituye
su apoyo. En algunas ocasiones puede convenir, utilizar en las capas de pavimento, materiales cuya
resistencia a la tensión sea considerable, añadiendo a los materiales térreos porcentajes
apropiados de un aglutinante, como el cemento, el asfalto o la cal. Las capas así tratadas ven
correspondientemente aumentada su capacidad de distribución de esfuerzos, con lo que pueden
tenerse grandes ahorros en espesor. La distribución de esfuerzos y deformaciones no pueden
calcularse en un sistema multicapa constituidos por materiales térreos y sujeto a la acción
dinámica de las cargas impuestas por el tránsito.

Las dificultades de orden específico son de varias clases:

1. La distribución de esfuerzos y deformaciones no pueden calcularse.

2. Dificultad en valuar de un modo razonable la acción de los agentes naturales del clima.

3. La adopción de variantes de posibles criterios a tomar, como ejemplo el tipo y calidad de


materiales, espesores de unos materiales y capas.

4. El tránsito es la carga que ha de soportar el pavimento.

5. Circunstancias en que tal proyecto ha de efectuarse.

Las siguientes características fundamentales de un pavimento flexible, considerado como un


conjunto:

a) La resistencia estructural.

b) La deformabilidad.

c) La durabilidad

d) El costo

e) Los requerimientos de conservación.

f) La comodidad.

La resistencia estructural

La primera condición que debe cumplir el pavimento es soportar las cargas impuestas por el
transito dentro del nivel de deterioro y paulatina destrucción previstos por el proyecto, las cargas
de tránsito producen esfuerzos normales y cortantes en todo punto de la estructura. Los esfuerzos
cortantes son la principal causa de falla desde el punto de vista estructural. Además de los
esfuerzos cortantes actúan en los pavimentos esfuerzos adicionales producidos por la aceleración y
frenado de los vehículos y esfuerzos de tensión que se desarrollan en los niveles superiores.
La resistencia de los materiales que forman los pavimentos interesa desde dos puntos de vista:

1. En cuanto a la capacidad de carga que pueden desarrollar las capas constituyentes del
pavimento para soportar adecuadamente las cargas del tránsito.

2. En cuanto a la capacidad de carga de la capa subrasante, que constituye el nexo de unión entre
el pavimento y la terracería, para soportar los esfuerzos transmitidos y transmitir, a su vez,
esfuerzos a la terracería a niveles convenientes.

Llenar muy satisfactoriamente los requisitos de capacidad para una cierta capa es hasta cierto
punto independiente de su propio espesor, pues este es mas bien necesario desde el punto de
vista de la transmisión de esfuerzos a capas inferiores; una capa delgada puede soportar en sí
misma las cargas impuestas, pero transmitirá altos esfuerzos a las inferiores, tanto que una capa
gruesa, cuya resistencia individual mejora poco con el aumento de espesor, se distinguirá por
transmitir esfuerzos de mucho menos nivel a las capas subyacentes.

En cuanto a costos, los pavimentos rígidos demandan poco gasto de conservación y se deterioran
poco, pero su costo de construcción es alto y están circunscritos a la disponibilidad de los
materiales necesarios y a un equipo de construcción especializado. Los pavimentos flexibles
requieren menor inversión inicial, pero una conservación más costosa. Los pavimentos semi-rígidos
pueden constituir soluciones muy económicas cuando los materiales de que se dispone para la
construcción los hacen convenientes, pues permiten muy apreciables reducciones en los
espesores.

Se ha mencionado también que el color y la naturaleza de un pavimento asfáltico hacen que las
capas de aire más próximas a la Tierra se calienten mucho bajo fuerte acción solar, con lo que el
aire pierde densidad y se dificultan las operaciones de aterrizaje y, sobre todo de despegue de
aviones.

Estructuración de los pavimentos flexibles

CL

BASE

SUB BASE

CAPA SUB RASANTE

TERRACERIAS
La superficie de rodamiento es formada típicamente por una mezcla de agregado pétreo y un
aglutinante asfáltico. Se disponen casi siempre por lo menos dos capas bien diferenciadas: una
base de material granular y una sub-base, formada, preferentemente, también por un suelo
granular, aunque en el requisito obligue menos que en la base, en el sentido de poderse admitir
suelos de menor calidad, con mayor contenido de finos y menor exigencia en lo que se refiere a la
granulometría; la razón es, obviamente, el mayor alejamiento de la sub-base de la superficie de
rodamiento, por el que le llegan esfuerzos de menor intensidad.

Bajo la sub-base se dispone casi universalmente en el momento presente otra capa, denominada
sub-rasante, todavía con menores requisitos de calidad mínima que la sub-base, por la misma
razón, pero cuyo fundamental papel mecánico y económico se discute cada vez menos.

Bajo la subrasante aparece el material convencional de la terracería, tratado mecánicamente en la


actualidad casi sin excepción, por lo menos en lo referente a compactación.

La resistencia de los suelos al esfuerzo cortante no es un requisito fundamental en las terracerías,


los niveles de esfuerzo que a ellas llegan a través de todo el espesor protector que constituye el
pavimento, quedan siempre por debajo de la capacidad de carga a la que falla de cualquier
material de terracería.

Los materiales que predominan los fragmentos grandes y medianos son deformables
estructuralmente hablando, por las dificultades constructivas que suele tenerse para darles el
necesario acomodo, que hacen que en muchas ocasiones se cometan graves descuidos durante la
construcción. También es de notar el problema especial de deformabilidad que se tiene en
terraplenes con grandes fragmentos, cuando aquellos son , en el otro extremo, de muy baja altura,
de manera que los fragmentos quedan cubiertos únicamente por capas delgadas de suelo, en este
caso suelen tenerse espesores de suelo muy poco uniformes. Naturalmente que un terraplén como
sé que se describe será muy difícil de compactar correctamente, siendo esta la razón por la que
este caso puede presentar graves problemas de deformabilidad. SE DEBERÁ APLICAR UN ESPESOR
MINIMO DE SUELO COMO COBERTURA DE LOS GRAMENTOS DE ROCA QUE SE ACEPTAN EN UN
TERRAPLEN.

El otro gran problema que se da con los materiales que constituyen las terracerías se tiene, como
ya se mencionó, cuando estos están formados por suelos compresibles y arcillosos.

Una terracería deformable obligará al uso de pavimentos muy espesos, que logren que los
esfuerzos transmitidos lleguen a niveles suficientemente bajos. La acción climática ha sido
frecuentemente mencionada como el punto fundamental a cuidar para tener una terracería que
tenga un buen comportamiento como apoyo de un pavimento.

En el comportamiento conjunto de un pavimento y su material de terracería, la capa subrasante


parece tener un papel muy importante.
LAS CARGAS DEL TRANSITO, SISTEMAS PARA SU REPRESENTACION

En este libro se distingue el conjunto de factores como los que ejercen influencia dentro del
concepto global denominado “carga de tránsito”. Estos son 4 factores principales y 3 de efectos
más secundario.

Principales: Carga transmitida por la rueda, área de influencia de la carga, número de repeticiones
de la carga, Velocidad.

Secundarios: Área de contacto de la llanta que determina la presión de contacto, El numero de


llantas en el arreglo y el espaciamiento entre ejes.

Existen distintitos tipos de posibles fallas aunque se pueden dividir en tres grupos fundamentales,
de origen bien diferenciado:

1. Fallas por insuficiencia estructural:

Se trata de pavimentos construidos con materiales inapropiados en cuanto a resistencia o con


materiales de buena calidad, pero en espesor insuficiente.

2. Falla por defectos constructivos:

Se trata de pavimentos quizá bien proporcionados y formados por materiales suficientemente


resistentes, en cuya construcción se han producido errores o defectos que comprometen el
comportamiento conjunto.

3. Fallas por fatiga.

Se trata de pavimentos que originalmente estuvieron quizá en condiciones apropiadas, pero que
por la continuada repetición de las cargas del tránsito sufrieron efectos de fatiga, degradación
estructural y, en general, pérdida de resistencia y deformación acumulada.

Tipo manifestación Causas


Fracturamiento Agrietamiento Exceso de carga (Insuficiencia estructural)
Repetición de carga (Fatiga)
Cambios de temperatura
Cambios de humedad (Defecto Constructivo)

Destrucción por Exceso de carga


agrietamiento Repetición de carga
Cambios de temperatura
Cambios de húmedad
Deformación Deformación Exceso de carga (Insuficiencia estructural)
permanente Repetición de carga (Fatiga)
Cambios de temperatura
Cambios de húmedad (Defecto Constructivo)
Consolidación
Expansión
Falla Exceso de carga
Aumento de compacidad
Consolidación
Expansión
Desintegración Remoción Perdida de adherencia en la carpeta Reactividad
(Falla de química Abrasión por efecto del tránsito.
carpeta)
Perdida de adherencia en la carpeta Reactividad
química Abrasión por efecto del tránsito
Degradación de los agregados.
Desprendimiento

Agrietamiento en “piel de cocodrilo”

Esta condición es indicativa de movimiento excesivo de una o más de las capas del pavimento o de
fatiga, muchas veces en la propia carpeta. El agrietamiento en “piel de cocodrilo” es común en
pavimentos flexibles construidos sobre terracerías resilientes o dentro de los cuales, subrasante
muestre resiliencia. También es típico de las bases débiles o insuficientemente compactadas.

Deformación permanente en la superficie del pavimento. (Surcos)

Frecuentemente está asociada a aumento de compacidad en las capas granulares de base o sub-
base, debida, a su vez, a carga excesiva, carga repetida o a rotura de granos; también puede
deberse a consolidación la subrasante o aún en el cuerpo de la terracería.

Fallas por cortante

Están típicamente asociadas a falta de sistencia al esfuezo cortante en la base o sub-base del
pavimento y más raramente en la subrasante. Consisten generalmente en surcos profundos,
nítidos y bien marcados, cuyo ancho no excede mucho del de la llanta.

Agrietamiento longitudinal

Consiste en la aparición de grietas longitudinales de no gran abertura (En el orden de 0.5cm) en


otda el área que corresponde a la de circulación de cargas más pesadas. Se generan debido a
desplazamientos de las capas de pavimento que tienen lugar predominantemente en dirección
horizontal. Estas pueden ocurrir en la base o sub-base.

Consolidación del terreno de cimentación

La consolidación de terrenos de cimentación bandos puede producir distorsión del pavimento,


independemente de los espesores o de la condición estructural del mismo. También se produce
agrietamientos típicos con trayectoria circular, marcando lo que podrá llegar a ser la caeza de la
falla eventual.
PRUEBAS TRIAXIALES

Las pruebas se han aplicado a determinar las propiedades de las subrasantes y de las capas del
pavimento propiamente dichas, incluyendo en algunos casos a las carpetas. La prueba triaxial de
Kansas hecha en la cámara triaxial desarrollada por el estado de Kansas, es la base de todo un
método de diseño de pavimentos, en uso de aquel estado.

La prueba mide el módulo de deformación de los suelos, definido con la pendiente de la curva
esfuezo-deformación obtenida. Para obviar problemas de representatividad de la muestra, el
espécimen utilizado dentro de la cámara triaxial es grande (10cm de diámetro).

METODOS DE DISEÑO DE PAVIMENTOS FLEXIBLES

Aplicación a carreteras:

En principio, el espesor del pavimento puede obtenerse de las gráficas de la Fig IX-26ª,
proporcionadas por la propia institución que propone el método. Las gráficas proporcionan los
espesores para diferentes valores del V.R.S. y distintas cargas de rueda de los vehículos,
seleccionadas con el criterio de la carga equivalente. A parte de usar las gráficas, en combinación
usar el criterio de Mcleod para tomar en cuenta el tipo y mezcla del tránsito.

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