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**El principio fundamental de la nueva normativa legal es de carácter formativo, por lo que el

Gobierno regional promoverá talleres orientados a crear el proceso de concienciación que


pretende dicho instrumento.
CIUDAD MCY.- Con la finalidad de garantizar el ejercicio de los derechos de cada persona
y la sana interacción entre los ciudadanos, el gobernador Rodolfo Marco Torres, gestó
la Ley de Convivencia Ciudadana, aprobada por el Parlamento regional el pasado 8 de
enero y publicada en Gaceta Oficial número 2.692.
En este sentido, es importante destacar que la exposición de motivos de dicho
instrumento legal refiere que “el objetivo fundamental de la ley, es crear normas básicas de
convivencia que sirvan de herramienta efectiva para hacer frente a las nuevas situaciones y
circunstancias que puedan afectar o alterar la convivencia pacífica”.
La secretaria general del Gobierno Bolivariano de Aragua, Mary Romero, explicó que
tomando en consideración que la Ley de Convivencia Ciudadana tiene como principio el
carácter formativo, actualmente se está en un proceso de educación de los funcionarios
que tienen las facultades para la imposición de sanciones, de acuerdo con las acciones
contenidas en la normativa.
Igualmente, se está haciendo la hoja de ruta de cuál será el proceso para la aplicación de
sanciones.

“Inicialmente, se trabaja en la flagrancia y cómo será la cancelación de la multa, teniendo en


cuenta que el organismo recaudador encargado es el Servicio Tributario de Aragua
(SETA) que tiene taquillas disponibles en los municipios Ribas, Girardot, Sucre, Mariño y
Mario Briceño Iragorry”, mencionó.

La secretaria general del Gobierno Bolivariano de Aragua, Mary Romero, precisó que la normativa regula,

promueve y consolida las bases de la convivencia ciudadana.

Precisó que la ley se implementará a partir de mañana 1° de marzo en todo el territorio


aragüeño, por lo que reiteró que la misma regula, promueve y consolida las bases de la
convivencia ciudadana, entendida como el comportamiento cívico, el respeto a la vida
pacífica, a los derechos y deberes ciudadanos y su interrelación con los espacios públicos
y privados del estado Aragua.
Romero destacó que la Ley de Convivencia Ciudadana va en consonancia con todas las
acciones que el Gobierno Bolivariano de Aragua ha tomado en los espacios que han sido
rehabilitados y rescatados para el uso, el disfrute y la permanencia de los ciudadanos.

“Depende de la actitud y la conducta de los ciudadanos mantenerlos, en la medida en que


los habitantes tomen conciencia de la conservación de los espacios de uso común, en
esa misma medida, la comunidad gozará de lugares en buenas condiciones”, comentó.

PRESERVACIÓN Y CUIDO DE ESPACIOS PÚBLICOS RECUPERADOS


Es preciso reiterar que con la Ley de Convivencia Ciudadana, el Gobierno Bolivariano de
Aragua aspira promover la calidad de vida de los habitantes de la entidad, así como reforzar
los principios y valores ciudadanos, a los fines de mejorar las relaciones de convivencia,
ofreciendo herramientas para el fomento de comunidades seguras, de una cultura de paz,
de armonía, la prevención del delito, la resolución de conflictos e incentivar el sentido de
pertenencia de cada ciudadano y ciudadana.
La secretaria General de Gobierno indicó al respecto: “Estamos trabajando en la
corresponsabilidad, se refiere no solo a la responsabilidad del Estado en la conservación de los
espacios públicos, sino también a la del ciudadano común”.
Romero destacó que el gobernador Marco Torres ha hecho un gran esfuerzo para el
rescate y la conservación de los mismos a través de los distintos entes adscritos a la
administración regional que, a diario, hacen el mantenimiento de espacios como la plaza
Bolívar de Maracay, la plaza Parque Bicentenario, el parque Felipe Guevara Rojas y el
antiguo Hotel Jardín, de modo que la nueva normativa legal fomenta la corresponsabilidad
de la ciudadanía en el cuidado y mantenimiento de los espacios públicos.
A FAVOR DE LA PAZ
La realidad actual de Aragua sugiere la necesidad de crear disposiciones para reforzar
los principios y valores ciudadanos acordes con el espacio y las condiciones de la región, a
objeto de ofrecer a toda la comunidad una herramienta de ayuda para mejorar las
relaciones entre los particulares y fomentar la cultura de paz, la prevención de la violencia
y el delito, el mejoramiento del medio ambiente y de otros aspectos que afectan su entorno
vecinal.
Asumiendo los retos que se presentan día a día respecto a la problemática de convivencia
entre las personas en los espacios públicos (vialidad, campos abiertos, plazas, centros
de recreación, deportivos, culturales y de esparcimiento, entre otros) y espacios privados
respecto a áreas comunes (canchas deportivas, pasillos, caminerías, parques infantiles,
áreas verdes de conjuntos residenciales de nuevos urbanismos), así como también salas
de fiestas, reuniones; establecimientos de expendios de alimentos y de mercancía seca,
entre otros, es competencia de los distintos organismos de seguridad del estado, hacer
cumplir la ley.

De igual forma, deben velar por el cumplimiento de la normativa legal, el Poder Popular,
los y las funcionarios policiales, jueces y juezas de paz, bomberos, el Seta como organismo
recaudador y funcionarios de vigilancia vial.
Así, en aras de asegurar la paz en la región, la Ley de Convivencia Ciudadana se
fundamenta en los principios democráticos de igualdad, no discriminación, solidaridad,
pluralismo, justicia social, tolerancia y corresponsabilidad.
Asimismo, la ley establece en el capítulo I, referido al comportamiento contrario en materia
de convivencia, la penalización de 1500 unidades tributarias (UT), a quienes arrojen objetos
o sustancias sobre las personas, no preserven el patrimonio público, realicen falsas
alarmas, ocupen de manera ilegal espacios públicos o privados, obstaculicen la vía
pública, no contribuyan con las personas en situación de vulnerabilidad, realicen
necesidades fisiológicas en lugares públicos, ingieran bebidas alcohólicas en lugares
públicos o hagan fiestas y reuniones que perturben la paz y tranquilidad de los moradores.
También registra la ley en su artículo 18, sobre el ofrecimiento del comercio sexual, una
sanción de 3.000 UT, a quienes ofrezcan servicio sexual en vías o espacios públicos,
realicen actos sexuales o que atenten contra la moral y las buenas costumbres.
LA PRESERVACIÓN DEL AMBIENTE ES PRIORIDAD
El capítulo II de la ley está dedicado a la convivencia con el ambiente, por lo que se
establecen sanciones para quienes arrojen basura o desperdicios en lugares o sitios no
destinados para ello; o para quien conduzca un vehículo destinado a cualquier uso y
contamine el ambiente.
De igual forma, regula la tenencia de animales domésticos y los lugares para colocar desechos
de animales. Mientras que el capítulo III contempla las sanciones para quienes
obstaculicen el uso del transporte público u obstaculicen la circulación, así como para
aquellos motorizados que omitan el uso del casco o incumplan las normas de seguridad
en cuanto al traslado de personas.
Adicionalmente, regula el uso de las pasarelas, de las luces de alta intensidad, el uso del
cinturón de seguridad y el cumplimiento de las señales de tránsito.
ES UNA LEY FORMATIVA
La secretaria general de Gobierno, Mary Romero, sostiene que se ha desarrollado a lo
largo de 20 años de la Revolución Bolivariana, esa conciencia de pueblo organizado y
participativo, que debe hacer contraloría social, para la conservación de los espacios, “de
modo que la Ley de Convivencia Ciudadana plasma lo que tanto hemos pregonado”.
Dicho instrumento legal establece que las autoridades competentes para hacerla cumplir
son, en primer lugar, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y los efectivos policiales como
funcionarios actuantes habilitados para la aplicación de la ley y de las sanciones que
correspondan, entre otros actores incluidos.

“La ley contienen sanciones, pero principalmente tiene un carácter formativo, mostrándole al
pueblo en general, cuáles son sus deberes, pero también sus derechos para el disfrute de la sana
convivencia y del rescate de los valores en general y el respeto de la vida colectiva”, argumentó.
En este orden de ideas, informó que a propósito de la implementación del nuevo
instrumento legal, se llevará a cabo un programa de concienciación a través de talleres de
formación, pues el infractor deberá participar en el proceso de trasformación.
“El pago de la multa no trasforma, queremos una sociedad más justa, más humana”,
enfatizó.

Vale resaltar que dichos talleres serán dictados por un equipo multidisciplinario, al que se
incorporarán funcionarios de la Secretaría de Ambiente, de Infraestructura, de la
secretaría de Seguridad Ciudadana y Guardia Patrimonial, entre otras dependencias.

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