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Cuidados de Enfermeria Litiasis Vesicular y Renal
Cuidados de Enfermeria Litiasis Vesicular y Renal
CUIDADOS PREOPERATORIOS:
- Preparación psicológica: informar sobre el procedimiento que se va a realizar
con el fin de disminuir la ansiedad y temor que el paciente puede presentar
antes de la cirugía.
- Ayuno, instruir al paciente para que no consuma alimento de 6 a 8 horas
antes de la cirugía.
- Medicación pre anestésica: Existen estudios que recomiendan una adecuada
hidratación durante el preoperatorio para disminuir el dolor y molestias
posoperatorias. Se debe suspender el consumo de ácido acetilsalicílico y
otros antiinflamatorios no-esteroidales una semana previo a cirugía, ya que
podrían aumentar las complicaciones hemorrágicas.
- Vestimenta del paciente
- Vía venosa permeable
- Control de signos vitales.
- Valorar la intensidad del dolor.
- Mantenerlo en posición semifowler.
CUIDADOS POSOPERATORIOS:
- En el posoperatorio inmediato y en el periodo de recuperación es necesaria
la vigilancia continua de enfermería, a causa del riesgo significativo de
hemorragia.
- Disponer de un equipo de aspiración en la cabecera de la cama del paciente
después del procedimiento, en caso de ser necesaria la aspiración debe
evitarse traumatismos en la garganta del paciente.
- En el periodo posoperatorio inmediato la posición más cómoda es el decúbito
ventral, con la cabeza volteada hacia un lado para facilitar el drenaje de boca
y faringe.
- Vigilar las vías aéreas del paciente no se encuentren obstruidas, con
secreciones, como lo son la sangre, ya que esto dificultaría la respiración del
paciente.
- Comunicar al médico de la aspiración, el aumento de la frecuencia cardiaca,
intranquilidad, palidez, deglución, deglución excesiva y hemorragia para que
tome las medidas terapéuticas correspondientes.
- Administrar líquidos vía oral una vez que el paciente este consciente y no
presentes nauseas, y administrar analgésicos antes del primer intento de
deglución (para hidratar las mucosas y prevenir el dolor).
- La enfermera no debe extraer la cánula oral hasta que se restaure el reflejo
de deglución.
- Valoración de la intensidad del dolor.
- Se aplica un collar de hielo al cuello; además, se tiene a mano una palangana
y pañuelos desechables para la expectoración de moco y sangre.
- La sangre suele ser de color rojo brillante cuando el paciente la expectora de
inmediato: sin embargo, es frecuente que la degluta y adquiera coloración
parduzca como resultado de la acción de los juegos gástricos.
- Si el sujeto vomita grandes volúmenes de sangre color rojo oscuro, escupe
sangre roja y brillante a intervalos frecuentes, o aumenta la frecuencia
cardiaca y la temperatura corporal y hay inquietud, debe notificarse de
inmediato al cirujano. La enfermera debe tener a la mano los siguientes
objetos para facilitar la exploración del sitio operado a fin de identificar el
origen de la hemorragia: fuente luminosa, espejo, gasa, pinzas hemostáticas
curvas y palangana.
- En ocasiones es necesario suturar o ligar los vasos sangrantes. De ser así,
se traslada al paciente al quirófano y se le aplica anestesia general. Después
de la hemostasia se requiere vigilancia continua de enfermería y atención
posoperatoria, igual que en el posoperatorio original.
- Administrar el tratamiento farmacológico indicado según la prescripción
médica, contraindicado el uso de AINES ya que aumentan el riesgo de
hemorragia.
- Educar al paciente sobre la humidificación adecuada del ambiente, ya que el
aumento de humedad relativa del aire que rodea al paciente, ya sea mediante
generadores de aerosol o de inhaladores de vapor, disminuyen la
resequedad de la mucosa oral y la multiplicación de bacterias.
- Educar al paciente para que evite hablar demasiado, ya que esto puede
ocasionar dolor.
- Enseñarle a que respire por la boca.
- Cuando no hay hemorragia, se ofrecen agua y hielo triturado al paciente tan
pronto lo desee. Debe indicársele que trate de no hablar, ni toser, ya que
puede generar dolor faríngeo.
INSTRUCCIONES SOBRE LOS CUIDADOS PERSONALES:
Los enjuagues bucales alcalinos son útiles para tratar el moco espeso y la halitosis
que suelen presentar después de la amigdalectomía. Es importante explicar al
paciente que durante las primeras 24 horas se puede presentar dolor faríngeo,
cuello rígido y vomito.
La dieta es líquida o semilíquida durante varios días. Los sorbetes y los postres de
gelatina son alimentos aceptables, se evitan los alimentos condimentados,
calientes, fríos, ácidos o de consistencia dura. Se restringen la leche y sus derivados
(helado y yogur), ya que tienden a dificultar la eliminación del moco. La enfermera
explica al paciente que pueden ocurrir halitosis y algún dolor menor en el oído
durante los primeros días. La enfermera indica al individuo que evite cepillarse los
dientes de forma vigorosa o hacer gárgaras, pues esto puede provocar sangrado.
Al igual que todos los procedimientos quirúrgicos se debe realizar una completa
evaluación preoperatoria con énfasis en la anamnesis y el examen físico, que nos
permitan pesquisar y manejar a tiempo patologías concomitantes que podrían
alterar la correcta evolución tanto intra como posoperatoria del paciente.
FRACTURA NASAL
- Valorar el estado de las vías aéreas.
- Observar a el paciente si realiza esfuerzos inspiratorios sin el
correspondiente movimiento torácico abdominal, aleteo nasal, quejidos
inspiratorios, cianosis y ausencia de ruidos respiratorio
- Aclarar antecedentes exactos de la lesión.
- Evaluar el área nasal en busca de equimosis, sensibilidad, epistaxis y
lesiones del tejido blando.
- Controlar la hemorragia elevando la cabecera de la cama, para fomentar el
drenaje con el objetivo de que el paciente este más cómodo y disminuir el
edema utilizando compresa frías.
- Educar al paciente sobre el posible uso del taponamiento nasal durante 48 a
72 horas con el fin de evitar secreciones, hemorragias, etc.
- No tomar aspirina o cualquier otro medicamento que contenga salicilatos, ya
que estos medicamentos no permiten la coagulación sanguínea.
- Ocho horas antes debe permanecer en ayuno para evitar bronco-
aspiraciones en la intervención quirúrgica.
- Pedirle al paciente que evacué intestino y vejiga antes del procedimiento
quirúrgico para evitar posible estreñimiento o dificultad al orinar por los
efectos secundarios a los anestésicos.