Principios básicos de la cadena de abastecimiento

Los principios operativos son conceptos primordiales que deben ser contemplados
durante la ejecución de las actividades que componen el proceso de administración de la
cadena de abastecimiento.
Principio de interdependencia: las problemáticas que se presenten en los eslabones
operativos de la cadena de abastecimiento deben ser analizadas tomando en consideración
los aspectos estratégicos, tácticos y logísticos; es decir, se debe partir de una planeación
fundamentada que permita satisfacer correctamente las exigencias del mercado, así como
adaptarse y reformularse constantemente, según el patrón que sigan dichas exigencias
Principio de economía: la actividad logística debe desarrollarse con el objetivo de ubicar
un bien o servicio en el mercado cuando el cliente lo demande, garantizando en todo
momento que los costos derivados de dicha actividad no sobrepasen el horizonte de
tolerancia para la oferta.
Principio de simplicidad: todo ciclo PHVA (planear-hacerverificar-actuar) dentro de un
sistema logístico a lo largo de la cadena de abastecimiento debe estar diseñado de la forma
más sencilla posible, de tal manera que los elementos que la integran puedan acoplarse
rápidamente a cada área de trabajo, sin verse afectados por la realización de tareas o
actividades complejas en las áreas que intervienen.
Principio de flexibilidad: es importante recordar que, por definición, la logística trata
sobre la entrega de las cantidades correctas, en el tiempo correcto y al cliente correcto de
un producto o servicio ofertado, el cual, al igual que el mercado, se encuentra en constante
movimiento; de allí la necesidad de desarrollar habilidades y estrategias que permitan
adaptarse a las variaciones.
Principio de coordinación: al igual que los eslabones perfectamente unidos en una
cadena de buena calidad permiten el movimiento de un vehículo de dos ruedas o la
sujeción necesaria para soportar determinado peso o carga, todos los eslabones o
miembros de la labor logística deben estar coordinados de tal forma que los éxitos
particulares contribuyan a alcanzar los objetivos estratégicos de la empresa y sus aliados.
Por lo tanto, los departamentos y su talento humano deben comprender de una manera
clara y concisa la importancia de su rol dentro de la organización, para que se apropien
de sus funciones y las desempeñen de forma eficiente, según lo establecido en el
cronograma o plan estratégico de trabajo, el cual debe ser definido y concertado por los
miembros de los departamentos, puesto que son ellos quienes desempeñan diariamente la
labor en mención.