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El término Ciclo Biogeoquímico deriva del movimiento cíclico de los elementos que
forman los organismos biológicos (bio) y el ambiente geológico (geo) e interviene
un cambio químico. Gracias a los ciclos biogeoquímicos, los elementos se
encuentran disponibles para ser usados una y otra vez por otros organismos; sin
estos ciclos los seres vivos se extinguirían por esto son muy importantes. Estos son
procesos naturales que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde el
medio ambiente hacia los organismos, y luego a la inversa. Agua, carbono, oxígeno,
nitrógeno, fósforo y otros elementos recorren estos ciclos, conectando los
componentes vivos y no vivos de la Tierra.
Existen varios tipos de ciclos biogeoquímicos como el del fósforo y del azufre que
son de tipo sedimentario (los nutrientes circulan principalmente en la corteza
terrestre) y del carbono, nitrógeno y oxígeno que son de tipo gaseoso (los nutrientes
circulan principalmente entre la atmósfera y los organismos vivos). Para el caso
particular del ciclo del agua o hidrológico, esta circula entre el océano, la atmósfera,
la tierra y los organismos vivos; este ciclo además distribuye el calor solar sobre la
superficie del planeta.
1. CICLO DEL AGUA O CICLO HIDROLÓGICO
Ciclo hidrológico
Así, el agua cae sobre la superficie terrestre en forma de precipitación líquida o
sólida (nieve, granizo, etc.). Parte de aquella puede ser evaporada antes de tocar la
superficie terrestre. Aquella fracción que alcanza la vegetación es parcialmente
retenida por las hojas y cobertura foliar de las plantas (intercepción). De allí, una
parte es evaporada nuevamente hacia la atmósfera o escurre y cae hacia el suelo,
desde donde puede infiltrarse o escurrir por las laderas siguiendo la dirección por
las mayores pendientes del terreno.
Aquella fracción que se infiltra puede seguir 3 rutas bien definidas: una parte es
absorbida por la zona radicular de las plantas y llega a formar parte activa de los
tejidos de las plantas o transpirada nuevamente hacia la atmósfera; puede
desplazarse paralelamente a la superficie del terreno a través de la zona no
saturada del terreno, como flujo subsuperficial hasta llegar a aflorar en los
nacimientos o manantiales y la otra ruta es continuar infiltrándose hasta llegar a la
zona saturada del terreno, donde recargará el almacenamiento de aguas
subterráneas.
Las aguas subterráneas, que se hallan limitadas en su parte inferior por depósitos
impermeables (arcillas, formaciones rocosas, etc.) no permanecen estáticas, sino
que a su vez se desplazan entre dos sitios con diferencias en sus equipotenciales.
No hay que olvidar que la evaporación es un proceso continuo cuasi-estacionario
presente en todos los puntos de la cuenca, el cual va desde la evapotranspiración
en la vegetación hasta aquella proveniente de la superficie del terreno, los cuerpos
abiertos de agua, las corrientes principales y secundarias y las zonas no saturadas
y saturadas del terreno.
Además, el ciclo del carbono tiene procesos muy rápidos, rápidos, lentos y muy
lentos.
El proceso a través del cual circula nitrógeno a través del mundo orgánico y el
mundo físico se denomina ciclo del nitrógeno.
Ciclo nitrógeno
4. EL CICLO DEL OXÍGENO
Al respirar, los animales y los seres humanos tomamos del aire el oxígeno que las
plantas producen y luego exhalamos gas carbónico. Las plantas, a su vez, toman el
gas carbónico que los animales y los seres humanos exhalamos, para utilizarlo en
el proceso de la fotosíntesis. Plantas, animales y seres humanos intercambian
oxígeno y gas carbónico todo el tiempo, los vuelven a usar y los reciclan. A esto se
le llama el ‘ciclo del oxígeno’.
Si los gases de la atmósfera y otros recursos vitales como el agua se usaran solo
una vez, se agotarían rápidamente. Estos recursos han existido y han sido usados
por los seres vivos durante millones de años; esto significa que en este instante
podemos respirar el mismo oxígeno que respiraron alguna vez los dinosaurios.
Los automóviles, muchas industrias, los incendios de los bosques y las quemas de
basuras, producen enormes cantidades de gas carbónico y de sustancias tóxicas
que contaminan la atmósfera. Las plantas son las únicas capaces de transformar el
bióxido de carbono, en el oxígeno que necesitamos los demás seres vivos para
respirar. Por eso, es muy importante sembrar plantas y árboles que absorban este
gas y purifiquen el aire.
Una parte de estos fosfatos son arrastrados por las aguas al mar, en el cual lo toman
las algas, peces y aves marinas, las cuales producen guano, el cual se usa como
abono en la agricultura ya que libera grandes cantidades de fosfatos. Los restos de
los animales marinos dan lugar en el fondo del mar a rocas fosfatadas, que afloran
por movimientos orogénicos.
De las rocas se libera fósforo y en el suelo, donde es utilizado por las plantas para
realizar sus funciones vitales. Los animales obtienen fósforo al alimentarse de las
plantas o de otros animales que hayan ingerido. En la descomposición bacteriana
de los cadáveres, el fósforo se libera en forma de ortofosfatos (H3PO4) que pueden
ser utilizados directamente por los vegetales verdes, formando fosfato orgánico
(biomasa vegetal), la lluvia puede transportar este fosfato a los mantos acuíferos o
a los océanos. El ciclo del fósforo difiere con respecto al del carbono, nitrógeno y
azufre en un aspecto principal. El fósforo no forma compuestos volátiles que le
permitan pasar de los océanos a la atmósfera y desde allí retornar a tierra firme.
Una vez en el mar, solo existen dos mecanismos para el reciclaje del fósforo desde
el océano hacia los ecosistemas terrestres. Uno es mediante las aves marinas que
recogen el fósforo que pasa a través de las cadenas alimentarias marinas y que
pueden devolverlo a la tierra firme en sus excrementos. Además de la actividad de
estos animales, hay la posibilidad del levantamiento geológico de los sedimentos
del océano hacia tierra firme, un proceso medido en miles de años.
El hombre también moviliza el fósforo cuando explota rocas que contienen fosfato.
Pero existe otra ruta para el ciclo del hidrógeno: esta ocurre porque parte del agua
que precipita la lluvia es consumida por los seres vivos. Microorganismos, animales
y plantas toman el agua y la incorporan a sus procesos vitales. El agua se incorpora
a reacciones químicas dentro de los seres vivos, y sus átomos rompen sus enlaces.
El hidrógeno reacciona con otros elementos como el carbono, o el sodio. Estos
enlaces forman otros compuestos, como los carbohidratos, y otros que ayudan a la
construcción de tejido.
Una vez concluido el lapso de vida, ocurre el proceso de descomposición. Las
células de los seres vivos son sometidas a un proceso de descomposición que altera
las moléculas de los compuestos hidrogenados que las forman. Se producen
reacciones químicas que llevan a la formación de algunas cantidades de agua. Esta
agua regresa a sus fuentes originales por la vía del transporte mecánico (lluvia que
lleva el agua al río), o evaporación.
Este ciclo se repite, una vez el agua llega al mar, para reiniciarse de modo
automático y continuo.
Importancia del ciclo del hidrógeno
Dado que el hidrógeno forma, junto con el oxígeno, el agua planetaria en la cantidad
necesaria, está claro que el ciclo del hidrógeno desempeña un papel clave en el
sostenimiento de la vida en la Tierra. Gracias a él, se garantizan los procesos
bioquímicos que aseguran la nutrición y el transporte energético dentro de los
organismos que pueblan la biosfera.
El uso de combustibles fósiles, a base de hidrocarburos, representa también una
influencia en el ciclo del hidrógeno, aunque ésta aún no ocurre a una escala tan
grande como la asociada a los procesos vitales.
8. CICLO DEL BORO
El boro es un elemento con vacantes electrónicas en el orbital; por ello presenta una
acusada apetencia de electrones, de modo que sus compuestos se comportan a
menudo como ácidos de Lewis, reaccionando con rapidez con sustancias ricas en
electrones.
Entre las características ópticas de este elemento, se incluye la transmisión de
radiación infrarroja. A temperatura ambiente, su conductividad eléctrica es pequeña,
pero es buen conductor de la electricidad a alta temperatura.
Aplicaciones
El boro llega a la hidrosfera desde los continentes mediante el ciclo del agua y por
procesos de erosión de rocas, y desde la corteza oceánica por circulación
hidrotermal, además también procede de la precipitación atmosférica.
Las lluvias constituyen un importante componen del ciclo. Las fuentes de flúor en
lluvias incluyen aerosoles marinos, emisiones volcánicas, emisiones industriales de
flúorocarbonos (CFCs), entre otros. Loa aerosoles industriales son especialmente
producidos desde la combustión del carbón, fábricas de ladrillo, fundición de
aluminio. El flúor puede sustituir al grupo hidroxilo (OH -) en minerales y, incluyendo
minerales arcillosos, cuando el flúor hace este intercambio anionico es liberado
posteriormente al ambiente por calentamiento en procesos industriales. Las
concentraciones de flúor en lluvia son bajas. Los aerosoles marinos contribuyen en
el aumento de flúor en el ambiente. Las lluvias en zonas costeras muestran una
composición de elementos volátiles de cloro en 10mgL-1 y flúor de 0.68 mgL-1. En
muchas áreas continentales donde la concentración de cloro en lluvia es cercana o
está por debajo de 1 mgL-1, las entradas de flúor a corrientes y aguas subterráneas
desde estas aguas provenientes de precipitaciones son iguales o inferiores a
0.1µg/l. La concentración de flúor en agua proveniente de precipitaciones tiende a
ser mayor a lo estimado, implicando una mayor adsorción de alguna fracción volátil
de flúor en la atmosfera sobre la superficie del, la relación se incrementa por la
entrada de flúor a la atmósfera proveniente de diferentes procesos.
El flúor tiende a ser liberado especialmente desde estos minerales, donde la biotita
y la anfibolita son abundantes, tal como el granito, una de las mayores fuentes de
flúor en aguas. Otro mineral de flúor formado bajo altas temperaturas es el topacio
que ligeramente soluble. El Apatito (Ca5(Cl,F,OH)(PO4)3), que es un mineral que
puede formarse en bajas y altas temperaturas, es otra importante fuente de flúor, el
apatito sustituido con flúor es más soluble que la apatito puro.
El sodio tiene básicamente tres etapas, en donde existe un flujo interno en los seres
vivos por vía celular y de tejidos y en el agua, tanto marina como de ríos, aunque
en menor medida.
Etapa del agua: ocurre un intercambio del sodio entre las aguas y organismos
vivos que viven en ella, quienes a su vez aprovechan el sodio y lo trasportan
en otras moléculas a otros seres vivos en la tierra.
Etapa atmosférica: el sodio también viaja en el ciclo del agua a través de la
atmósfera. Tanto en las formas sólida, líquida y gaseosa, existen compuestos
de sodio dentro del agua. Estos participan en los procesos de evaporación,
condensación y lluvia, y de este modo es como el sodio fluye en la atmósfera.
Etapa en organismos vivos: el sodio es un componente que se encuentra a
nivel celular y de tejidos de las membranas celulares, en donde participa en
varios procesos intracelulares y metabólicos, como por ejemplo la bomba de
sodio y potasio, que ocurre en la membrana celular de varios tejidos y
órganos del cuerpo.
El sodio llega al organismo vivo a través del agua y de los alimentos, el
equilibrio depende de la forma en que circule el mismo dentro de los
organismos vivos.
El ciclo del sodio contribuye a lograr el equilibrio de los procesos internos y externos
del agua, los organismos vivos y de las aguas marinas. Los organismos acuáticos
en general, sean marinos o de aguas dulces, dependen del sodio, de su cantidad y
su equilibrio para poder permanecer en el agua.
El sodio que llega a los seres vivos a través de los alimentos, ayuda a mantener el
equilibrio del funcionamiento metabólico, del sistema nervioso, vascular y muscular
de los organismos más evolucionados, por lo que se debe mantener un volumen
adecuado en la sangre y a nivel celular.
11. CICLO DEL MAGNESIO
El ciclo del magnesio es el proceso biogeoquímico que describe el flujo y
transformación del magnesio entre el suelo y los seres vivos. El magnesio se
encuentra en la naturaleza principalmente en las rocas caliza y mármol. Por erosión
ingresa al suelo, donde una parte está disponible para ser absorbido por las plantas,
y a través de ellas alcanza toda la trama trófica.
Una parte del magnesio en los seres vivos regresa al suelo al ser excretada de los
animales o por descomposición de plantas y animales. En el suelo, una fracción de
magnesio se pierde por lixiviación, y por escorrentía llega a los océanos.
El ciclo global del carbono puede comprenderse mejor si se estudia como dos ciclos
más sencillos que interactúan entre sí: el magnesio en el ambiente y el magnesio
en los seres vivos.
Magnesio en Ambiente
Esta fracción no está disponible para las plantas, debido a que el proceso de
degradación de los minerales del suelo ocurre en largos periodos de tiempo.
El magnesio absorbido por las plantas del suelo es un catión de dos cargas positivas
(Mg2+). La absorción ocurre a través de dos mecanismos: la absorción pasiva y la
difusión.
El magnesio asimilado por las células depende, por una parte, de su concentración
en la solución del suelo. Por otra parte, depende de la abundancia de otros cationes
como Ca2+, K+, Na+ y NH4+ que compiten con el Mg2+.
Los animales obtienen el magnesio cuando consumen plantas ricas en este mineral.
Una parte de este magnesio se deposita en el intestino delgado y el resto se excreta,
para regresar al suelo.
Esto ocurre al combinar los mecanismos de muffling (el transporte de iones hacia el
almacenamiento o espacios extracelulares) y buffering (unión de iones a proteínas
y otras moléculas).
Importancia
El ciclo del magnesio constituye un proceso esencial para la vida. Del flujo de este
mineral depende uno de los procesos más importantes para toda la vida en el
planeta, la fotosíntesis.
El ciclo del magnesio interactúa con otros ciclos biogeoquímicos, participando en el
equilibrio bioquímico de otros elementos. Forma parte del ciclo del calcio y del
fósforo e interviene en los procesos de fortalecimiento y fijación de los mismos.
Importancia del Magnesio en los Seres Vivos
En esta forma cristalina, el silicio es gris o negro. Ha tenido pocas aplicaciones; sin
embargo, se está empleando como componente de los transistores y en algunas de
las nuevas pilaras solares. Entre los haluros del silicio cabe destacar el fluoruro (Si
F 4?), que se obtiene según la reacción:
2CaF2+Si O 2+4H2SO4 Si F 4+2CaSO4+2H2So4 H2O,