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Tema:
“Educacion en contexto de encierro”.
Autoras:
Carrizo Tello Florencia del Valle.
Vera Maria Gabriela.
Equipo de Catedra:
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3.10.1. Ley 24.660 Ejecución de la ejecución de la pena privativa de
la libertad.
3.10.2. El derecho a la educación de los detenidos.
3.10.3. Marco legal internacional y nacional.
3.11. Familia.
3.11.1. Familia.
3.11.2. Experiencia familiar de la reinserción familiar.
3.12. Educación.
3.12.1. Educación.
3.12.2. La institución educativa en la institución penitenciaria.
3.12.3. El estudiante – interno.
3.12.4. Acceso a la educación formal del sujeto privado de la
libertad y la propuesta pedagógica de los centros educativos en
cárceles.
3.13. Rol del Trabajador Social.
3.13.1. Surgimiento del trabajo social e intersección profesión-
prisión.
3.13.2. Actuaciones especificaciones.
3.13.3. El trabajador social, como educador en los centros cerrados.
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3.1.
HISTORIA.
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3.1.1.Origen:
Para hablar de la historia de las prisiones es necesario remontarse al siglo XVI, más
precisamente al año 1.553. En este sentido refiere la autora Martino (2015) que, en esta época a
partir de la muerte del rey Eduardo VI, el gobierno autoriza el encierro de un grupo de
vagabundos en el castillo de Bridwell, ubicado en la ciudad de Londres, que fue construido como
residencia del rey Enrique VIII. El fin de este encierro era de atenderlos, curarlos y que adquieran
el ámbito hábito del trabajo como así también el de la disciplina. Según dicha autora en ese
momento había mucha mano de obra libre que expulsaba el campo y esto originaba una pobreza
muy grande con la mendicidad, vagabundeo y robos como consecuencia de esto. Y toda esta
gente iba a “las casas de trabajo” o “casas de corrección” conocidas como “House of correction”.
Y es así como nace lo que hoy en día se conoce como las cárceles. Se castigaba a todo
aquel que violaba la ley laica, y su pena era proporcionada al daño que había causado, y la
gravedad de la pena se la media por el tiempo que esta persona permanecía privada de su
libertad. A este período se lo consideraba como un tiempo de trabajo productivo.
Desde otro punto de vista, el autor Charni (2018) plantea que las personas que eran
condenadas recibían un tipo y un modo de prejuicio perjuicio corporal de acuerdo al tipo de delito
que había cometido y este procedimiento era llevado a cabo en las calles y/o en las principales
plazas de las ciudades. Un verdugo era el encargado de llevar a cabo el “procedimiento
ceremonial” ante la presencia del pueblo. Y que el ensañamiento con en el que se llevaba a cabo
este acto tenía como objetivo instalar el temor en la población y dejar en claro las consecuencias
que conllevaba cometer algo ilícito.
Esta práctica generó todo tipo de argumentos en su contra. La ejecución pública social solo
reanimaba la violencia.
En relación a este tema, Chavarría (2008) afirma que el sistema de administración de justicia
se basaba en la confesión, como plena prueba, dentro de un proceso secreto. Dicha situación
provoco el uso de la tortura con el fin de que el acusado confesara y poder pudiera así aplicarle
la sanción correspondiente.
La función que cumplía la pena era de ejemplo para que las demás personas no cometieran
hechos de similares características, seria se daba a modo de prevención. Y también para que el
autor de ese hecho se discipline y no vuelva a cometer otro delito.
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En consecuencia Charni (2018) sostiene que en ese tiempo el encierro se realizaba sin
distinguir el sexo, delito y edad. No se representaba ninguna medida de higiene y no se atendía
los problemas de salud. En cuanto a la alimentación, era la necesaria para subsistir hasta que se
efectuara el castigo principal.
El autor Expresa Peña Mateos (1997) indica que “la prisión surgió como un lugar de custodia
y tormento toda vez que estos espacios eran el escenario perfecto para efectuar todo tipo de
tortura con el objeto de lograr una confesión delictual”.
En ese sentido, Charni (2018) afirma que el aumento poblacional y con ello el rechazo social
generalizado, la búsqueda de humanidad y benignidad de la pena, la vergüenza a castigar de
parte de los encargados de conceder la justicia, obligo a un cambio de paradigma y es así como
las prácticas destinadas a generar sufrimiento físico fueron abandonados de manera gradual y
se empieza a instalar la idea de pena como método de corrección y curación. Un procedimiento
para poder recalificar a los individuos como sujetos de derechos. La privación de la libertad se
realzó como la pena por excelencia y con ella una connotación distinta de la prisión, se
estableció una relación entre el delito y la duración del castigo, donde se determinaban en días,
meses o años. El claro objetivo era de lograr que, a través de un tratamiento penitenciario, se
lograra mejorar al individuo que haya delinquido para que recobre su puesto en la sociedad.
Ya en contexto Argentino, la autora Martino (2015) expresa que las cárceles eran un lugar de
espera de los acusados, donde aguardaban la decisión de su castigo como así también la
decisión de ir a una cárcel o a un presidio. Este último era un lugar donde se cumplía la
sentencia alejados de la ciudad; como por ser en la localidad de Lujan, Isla Martin García o
Carmen de Patagones.
Es así que teniendo en cuenta la autoridad que sobrecaía en los jueces, estos podían
sentenciar a cumplir condenas de cárcel, azotes y trabajos de obras públicas y con estos
trabajos los presos fueron encargados de empedrar las calles, iluminarlas y restaurar edificios a
cambio de comida.
La autora mencionada plantea que en el año 1832 en la provincia de Buenos Aires solo existían
cinco cárceles: una para deudores exclusivamente, otra cárcel de los policías destinada al
encierro de delincuentes que infringían los reglamentos, la tercera era para los militares y
marinero, otra era una cárcel pública para acusados y condenados y una última para el presidio
de los convictos y condenados a trabajos públicos.
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Al respecto se tiene en cuenta a Martino (2.015), quien expresa que durante la presidencia
de Justo José de Urquiza, la cual fue comprendió el período desde 1862 hasta 1868, este se
realizó el primer reglamento para las cárceles, e bajo la influencia por de John Howard,
penitenciarista inglés. Dicho Este sistema, creado por Howard, hacía referencia que las bases
partían en separar los presos según la naturaleza del delito que habían cometidos. Y es así, que
el articulo n° 1 creado por Urquiza, en 1855 estableció que “los presos se distribuían de modo
que, en cuanto sea posible, ocupen calabozos diferentes:
Explica la autora que tal separación resolvía el problema que tenían las cárceles del
virreinato ya que en una misma celda se encontraban mujeres, varones y hasta niños. Pero sin
embargo, con esto no se notó ninguna mejoría en el tratamiento carcelario, ya que se establecía
que era obligatoria la práctica religiosa y su aplicación compulsiva en nada se acercaba a los
fines terapéuticos que sostenían los ingleses. la misma tenía en los presos . Este reglamento
no hablaba acerca del estudio y del trabajo. Dicha forma de cumplir la pena se la denominaba
presidio urbano y era cuando los presos solo salían de la cárcel a efectuar algún trabajo público
con la custodia que se requería.
Continúa diciendo que luego en la constitución del año 1853, en el artículo 18 establecía que
“las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá
de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice”.
Con la aprobación del código penal elaborado por Carlos Tejedor, desde el año 1886 se
comenzó a regular la vida carcelaria en Argentina, ya que ese digesto diferenciaba categorías
del delincuente (Martino 2.018). Estaban estipuladas las siguientes penas: de muerte aplicada a
los criminales más violentos; presidio se refería a trabajos públicos en beneficio del Estado,
donde llevaba una cadena al pie, pendiente de la cintura, y serian empleados con trabajo duros,
penosos y en exteriores; penitenciaria era una pena que no descartaba la corrección del
condenado, quien debía cumplir un trabajo que lo readaptara en su beneficio y no del Estado y el
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confinamiento que se aplicaba como encierro, prisión y arresto eran penas menores que las
anteriores, eran plazos breves, y el arresto era confiada a la autoridad policial.
Cuando un preso ingresaba a la penitenciaria era porque tenía una larga condena por
cumplir, ingresaban encadenados de dos en dos. Una vez a dentro se le quitaba las cadenas, se
los afeitaba y les cortaban el cabello, se los bañaba, pesaban y les entregaban un uniforme
conjuntamente con un número, como manera de identificación, perdiendo ya allí a dentro su
nombre. También eran advertidos sobre la regla de disciplina, silencio y castigo. Separándose
siempre varones de las mujeres, pero en algunas provincias esto resultaba imposible, por lo que
en un mismo lugar eran alojados personas de distintos sexos, pero en celdas diferentes.
Revela la autora que en el año 1822, en Buenos Aires se reemplazó la penitenciaria por el
gran presidio de Sierra Chica, a diferencia de la mayoría de las prisiones provinciales las cuales
eran edificios que no fueron concebidos para ese fin. Por ejemplo, en la cárcel de Neuquén
llamada “cárcel miseria”, además del problema de la superpoblación, eran las fugas de los
presos que, al no contar con uniformes, se los confundían con los celadores.
Indica que entre los años 1933 y 1940 se construyeron 11 nuevos establecimientos. En la
década del 30 comenzaron a aplicarse en las cárceles, las torturas. Había de todo tipo como, por
ejemplo: la picana eléctrica, el “gatillo ciego”, que se trataba de cuando un detenido pasaba con
los ojos vendados, entre uno y otro carcelero, le pegaban, los alfileres bajo las uñas, etc. Es por
ello que se comenzó un incipiente cambio carcelario incentivado por Roberto Petinatto quien fue
trasladado a una cárcel del sur como jefe de la sección penal, ya que este consideraba a los
presos como sujetos de derechos, señalado así por Martino (2018).
Dicho autor refiere que hacia el año 1947 se eliminó la utilización de los uniformes a rayas
reemplazado por un traje oscuro. Otro cambio fue la del beneficio de hacer deportes y mantener
lazos familiares, ya que se consideraba que los vínculos familiares permitían la resocialización
del condenado, adoptándose el régimen de visitas para los penados con buena conducta y es
por esto que se crea locutorios sin rejas. En otras prisiones se introdujo las “visitas íntimas” a los
penados con buena conducta. Se quería combatir la homosexualidad dentro de la prisión, por lo
que Petinatto impulsaba las relaciones sexuales dentro de la discreción y la prudencia. Y debido
a esto se construye la casa de visitas con dormitorios preparados para estas ocasiones.
Otra medida puesta en marcha por Pettinato fue el régimen de disciplina, que se le aplicaba
a las personas que se encontraban próximas de recuperar su liberación, con la finalidad de
amortiguar el shock de pasar de estar en prisión a salir en libertad. Para esto se modificaban
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algunos pabellones de la penitenciaria en un modo atenuado de disciplina, las celdas
permanencia con las puertas abiertas durante el día. Los penados comían en un comedor
común, leían, escuchaban radio, jugaban a juegos de mesa en sala de recreación y recibían a su
familia recreando la vida en el hogar.
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3.2.
EVOLUCION DE LAS
PRISIONES
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3.2.Evolución de las prisiones.
De acuerdo con Palma Miguel (2015), la cárcel se considera como una medida de privación
de libertad, una manera de retener al sujeto hasta que se establezca la pena, ya sea de muerte,
de mutilación, azotes o de multa. En el s. XVI, se instaura una correccional que a su vez cumplía
un papel de asilo para huérfanos, ancianos e inválidos. En este hospicio, los delincuentes
aprendían un oficio para trabajar en el día y en la noche permanecían en asilamiento.
Como expresa Rubio Hernández (S.F), el termino prisión, proviene del latín “Prehensio” o
también conocida como cárcel, a la institución donde se encuentran encarceladas las personas
consideradas por la Ley como actores de un determinado crimen. A lo largo de la historia, las
prisiones han ido evolucionando dependiendo de las necesidades económicas y productivas de
la sociedad.
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el mencionado autor, la cárcel proporciona una manera de castigar a un individuo, someterlo a
un trato duro, infringiéndole dolor; la prisión es una forma de violencia sustituta y sutil, Commented [sr2]: Infrigiendole……
3.2.1 El Servicio Penitenciario Federal: Commented [sr3]: Por qué tiene el código del anterior título?
Son dos desarrollos diferentes por lo que debe llevar el
subsiguiente código: 3.2.2. De todas maneras deberán modificar la
La República Argentina, cuenta con un sistema carcelario que está divido en un servicio codificación de acuerdo al modelo que les mencioné.
Commented [sr4]: De donde sacaron esta información? Cuál es
Penitenciario Federal (SPF) que atienden las necesidades de la justicia Federal; y una serie de la fuente?
Servicios Penitenciarios Provinciales, donde se alojan los detenidos procesados o condenados
por la justicia ordinaria de estos estados provinciales. En tales provincias donde no hay unidades
penales federales, la secretaria de Política Criminal y asuntos penitenciarios del Ministerio de
justicia y Derechos Humanos de la Nación es la encargada de establecer los convenios con la
Nación para el alojamiento de internos en unidades de otra jurisdicción. Bajo la órbita de esta
secretaria de políticas criminales y asuntos penitenciarios, se realiza la compilación de
estadísticas nacionales, además de funcionar un Centro de Información sobre organismos
estatales o instituciones privadas. Entre otras actividades que se realizan en se realizan en este
organismo nacional, se pueden citar las pasantías de personal penitenciario, transferencia
internacional de la ejecución, la coordinación de programas del sector, como así también la
reunión anual de los representantes ejecutivos del área penitenciaria.
El SPF fue creado el 16 de julio de 1.943, como una fuerza de seguridad de la Nación,
destinada a la custodia y guardia de los internos de las unidades Federales y a la ejecución de
las sanciones penales de acuerdo con las disposiciones y reglamentos legales, con el objetivos
de realizar lo reinserción social de los reclusos.
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3.3.
DELITO
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3.3.1.¿Qué se entiende por delito?
La definición del delito ha diferido y defiere entre escuelas de distintas disciplinas y Commented [sr5]: De donde sacaron esta información? Cual es
la fuente?
tradiciones. Si bien los términos delitos y crimen han tenido desaficiones en todas las épocas y
como veremos a lo largo del capítulo va impregnando como en capas geológicas el sentido
común hasta la actualidad.
La palabra delito deriva del verbo latino del “linquiere”, que significa “abandonar,
apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley”. El delito, si tomamos una
definición de enciclopedia, es definido como “una conducta, acción u omisión típica (tipificada por
la ley), antijurídica culpable y punible. Supone una conducta que infringe el derecho, es decir, el Commented [sr6]: Aquí está bien usada esta palabra (infringir)
Desde Aristóteles, existieron intentos por establecer una definición universal del delito, Commented [sr7]: Siguen con el mismo autor? Cuál es la
fuente?
en aquel momento a través del concepto del “derecho natural”, este principio se sustenta en la
idea de que los seres humanos compartimos unas características comunes, una “naturaleza” o
“esencia” que se manifiestan en características físicas, biológicas, psicológicas, sociales y
culturales, entre las que se encuentra la racionalidad.
El delito, entonces fue siempre una preocupación central para las teorías sociológicas,
para la política, la filosofía, la psicología. Cada escuela, cada teoría, cada paradigma, trato de
dar su explicación sobre este fenómeno social. Sin embargo, como disciplina Pegoraro (2008)
define que “el delito no tiene esencia alguna, ontológicamente no existe, lo que existe, lo que
existe es la ley que lo crea, define y en algunos casos lo persigue”. Commented [sr8]: Mejorar redacción.
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3.4.
SISTEMA CARCELARIO
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3.4.1. Sistema carcelario y resocialización
reconocido y jurídicamente y por el otro como un aparato técnico y disciplinario, para obtener una Commented [sr10]: Mejorrar redacción.
Según este autor, se trata de llegar a conocer al hombre no como un infractor, sino como
una persona que si bien cometió una acción delictiva, hay que buscar y resaltar sus buenas
cualidades, ver los aspectos de su vida, causas y circunstancias que lo llevaron a cometer tal
delito. Esto constituye una biografía y así saber cuál es el mejor tratamiento para lograr la
recuperación y posterior reinserción en la sociedad.
Postula que la idea de resocialización está atravesada por los polos, el realista y el
idealista. El realista comprende que para el delincuente la pena no representa ninguna
oportunidad, sino solo un castigo que debe cumplir por no actuar acorde a las leyes sociales. La
pena solo puede neutralizar al delincuente y apelar a la teoría del castigo.
Asimismo Sostiene que se deja de lado las dos posturas y se toma a la resocialización
desde el punto de vista de la criminología crítica, y comprender que la cárcel no puede funcionar
tan solo como ente resocializador e inclusive cuenta con elementos necesarios que obstruyen el
camino hacia el objetivo impuesto.
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Propone que la idea de resocialización hay que replantearla desde el análisis de la
realidad social, lo primero que se debe replantear es el tema de reintegración social.
Por último, cabe mencionar que otro tipo de término implantado en el lenguaje carcelario,
es la marginación intra carcelaria, la población proviene de sectores sociales ya marginados
producto del desempleo, el bajo nivel educativo y de la indigencia. La reintegración social,
significa establecer las condiciones para el desarrollo de la exclusión social en donde vivía el
detenido y cuando gozaba de su libertad. Commented [sr12]: Creo que esa no es la idea. No puede
desarrollarse la exclusión social.
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3.5.
CONTEXTO CARCELARIO
Commented [sr13]: Debe ir despues de Politicas
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3.5.1. Relaciones sociales complejas
Al respecto Porpotato (S.F), sostiene que las problemáticas y los conflictos en las
instituciones penitenciarias atraviesan las relaciones sociales complejas de los actores en toda la
unidad penal. La relación interno-agente es compleja debido a sus actores; aquí no tan solo no
se encuentra la igualdad, sino que también se visualizan uno a otro como enemigos, es una
relación de malestar constante, donde existe la contrariedad. La valoración de la libertad de los
agentes penitenciarios es particular, la piensan como un bien privativo de ciertos actores y como
contra referencia, un bien privar a otros y aquí es donde surgen los abusos de poder. Con
respecto a la relación interno profesionales donde encontramos a trabajadores sociales,
psicólogos médicos, abogados, psiquiatras, docentes etc. puede caracterizarse desde otras
posiciones de actores involucrados, pretendiéndose un trabajo de colaboración y
acompañamiento para encontrar objetivos comunes, orientado al mejoramiento de las
condiciones del interno en su cotidianeidad y en la defensa de sus derechos. Buscando el
dialogo, el respeto y el trabajo conjunto resulta fundamental la construcción del vínculo, la
confianza y la referencia del profesional para con los internos. Los internos buscan con los
profesionales la posibilidad de “ser escuchados” o puede que también no se de estas referencias
positivas y trabajo conjunto. Puede penarse a la valoración de la libertad ambulatoria, se busca
trabajar en base a la garantía de otros derechos no quebrantados por la pena, a través de
estrategias que intentan ganar espacios de circulación de los internos dentro de la institución
como talleres y espacios ocupacionales, etc.
La relación internos con otros internos es sumamente compleja en algunos casos como Commented [sr14]: Corresponde al mismo autor?
pares y en pie de igualdad, y en otros desde planes muy distantes. Se trata de vinculaciones Commented [sr15]: Es “planes o planos”?
atravesadas por disputas de poder dentro de los pabellones donde el dialogo y las negociaciones
son cotidianas, pero se desenlazan a través de enfrentamientos físicos violentos. Las relaciones
entre los internos se enmarcan en experiencia anteriores, es decir vinculaciones provenientes de
otras instituciones o sugeridas en la calle, algunas desembocando en conflicto y otras en lazos
de compañerismo, que esta última genera ciertas protecciones dentro de la cárcel habitualmente
en los que ingresan de manera reciente o a la inversa, despertando riesgos de agresiones por
parte de otros internos. Las relaciones en los pabellones son complicadas, sucediendo que en
ciertas ocasiones los mismos internos son los que llevan al retiro de algunos de ellos del mismo
pabellón. Y la relación interno-familia en ciertas ocasiones son relaciones estrechas,
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comunicaciones telefónicas periódicas, visitas habituales y buenas referencias en tanto que en
otra la familia está ausente.
3.5.2. Subgrupos
En este sentido, Martino (S.F) plantea que siempre existieron y existirán grupos dentro de
las cárceles. Hay internos que pertenecen a “la pesada” formada por ladrones profesionales,
aquellos que usan la armas a cargo de un líder. Estos se encuentran lejos de las rejas ya que
cerca de su celda se encuentran los celadores y aquellos presos que se denominan “botón” por
tener contacto con el personal de vigilancia, además estar cerca implica estar cerca de los baños
y percibir su olor. En el grupo denominada “la pesada” también se integran con los “rochos” o
“choros”, con asaltantes primarios y los reincidentes denominados “scruchantes”. “En la pesada”
se exige lealtad, no haber confesado ante la policía o haber delatado a sus compañeros de
grupo, si eso ocurriera es expulsado por traidor debido debiendo ser alojado en otra celda y lo
persiguen por todo el penal, como una especie de condena dentro de la misma cárcel. Se
oponen al grupo denominado “la pesada”, el grupo denominado “la liviana” o “garcas” que está
conformado por estafadores, defraudadores, falsificadores y adictos a las drogas. Es un grupo
más grande y suelen conversar con los celadores. En casi todos los cuadros existe un líder
efectivo que es denominado “grata viejo”, es aquel preso a quien se acercan para pedir concejos,
indicaciones, amparo a jóvenes primarios y se dirigen a él como “don”. Y todo aquel que no
pertenezca a la “pesada” son considerados “logis” incluso los de la “liviana” y los “buenos
muchachos” siendo aquellos que no molestan, no son “botones, ni brigidos”.
Otros grupos son los “parias”, aquellos presos a quienes no llegan alimentos, paquetes, ni
visitas y los “ocho cuarenta” son los perversos sexuales, violadores de menores y tratas blancas.
Es un grupo muy repudiado y muchas veces sufren burlas, humillación, injurias, desprecios,
maltratos, hasta mortificación si los guardias cárceles no lo impiden. Y los drogadictos forman un
grupo llamado “valerios”, son pasivos por aceptación o por miedo. Son el grupo más maltratado
dentro del penal ya que la mayoría son jóvenes.
Al respecto, Martino (S.F), define que los tratos a los internos eran muy violentos no solo Commented [sr16]: Por qué utilizan el tiempo pasado? Ahora
es distinto?
del personal de Servicio Penitenciario sino también de los propios presos. Las cárceles Commented [sr17]: Están hablando de los Guardia Cárcel.?
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generalmente son de origen humilde, mucho de ellos provienen del mismo barrio que los presos,
carecen de todo tipo de especialización y su única calificación es la fuerza física y una psicología
organizada para atacar y reprimir.
Al ingresar al penal del servicio penitenciario, el interno comienza a recorrer un camino Commented [sr18]: Quien es el autor de estas ideas?
de exclusión, que ratifica la situación del marginal que lo llevo a ese lugar, esas condiciones lo
apartan de la posibilidad de reinserción socialmente. El sistema penal podría reconducir esta
situación involucrando a los internos en la actividad laboral y académica convenientemente
planificada. La posibilidad de brindar servicios educativos y medios para el aprendizaje de
oficios, contribuyen a abrir caminos para la reinserción en el mercado de trabajo y es un
instrumento central para cualquier política de integración social.
Se trata de verificar los vínculos que relacionan la conducta delictiva con la exclusión
social laboral para comprender que sin prejuicios de la necesidad de establecer políticas Commented [sr19]: Mejorar redacción.
preventivas asociadas a la inclusión social, cobra sentido la oportunidad para integrar y reinsertar
que le cabe a la pena, por esto se insiste en el desarrollo de actividades educativas y laborales
en el interior de las cárceles.
Si bien las unidades penitenciarias tienen previstos espacios y medios para realizar
actividades educativas y laborales, estas posibilidades no suelen aprovechan o se abandona. No
toda la población penitenciaria está incorporada al sistema laboral o educativo del medio
carcelario, lo ideal es que este tipo de actividades tengan un alcance amplio e incorporen a la
mayor parte de los internos.
3.5.5. Visitas
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En tanto Martino (S.F), las visitas se permiten dos veces por semana y se realizan en el Commented [sr20]: En este sentido Martino (Año), manifiesta
que las visitas….
patio al aire libre y cuando llueve en el pasillo. El sistema penitenciario federal, establece
diferentes formas de visitas, las regulares, intimas, y las de penal entre internos.
Destaca que las visitas regulares se llevan a cabo en salones colectivos o en los patios,
las cuales se encuentran en malas condiciones, se diferencian las visitas según el sexo del
visitante y tiene una duración máxima de 2 a 3 horas con una frecuencia de dos veces por
semana, una de esas visitas es un fin de semana. Además de estos días de visitas, existen días
y horario de recepción de paquetes o depósitos donde un familiar lleva bienes para el detenido
que son entregados al personal penitenciario.
Expresa que la visita antes de ingresar al penal deberá realizar trámites administrativos
para su registro y acreditando el vínculo con el interno. Una vez que el familiar logra ingresar, los
elementos que lleva para el preso no son solo para ese día sino para los días posteriores, las
vistas están sometidas a una violenta requisa. Todos los paquetes y elementos que se llevan se
colocan sobre una mesa y el personal penitenciario abre todos los paquetes clavando un cuchillo
en su interior sin importar si es bolsa o recipiente plástico, así lo hacen con los alimentos y con
los elementos de limpieza e higiene. En cuanto a la vestimenta, está prohibido el ingresar con
ropa de color celeste, negra o gris, ni tampoco pueden ingresar con ropa que para el servicio
penitenciario sea dudosa, provocativa o inmoral. Las mujeres no pueden llevar tacos, ni polleras
cortas o remeras muy escotadas.
El personal del Servicio Penitenciario ante una menor falta del interno, tiene la potestad
de prohibir de forma transitoria o permanente el derecho de visita de ese interno.
Siguiendo a Ordoñez (2016), señala que al ingresar en prisión, la persona constituye una
nueva identidad caracterizada por tres etapas:
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Regregacion a una nueva sociedad (la carcelaria) a la que forzosamente tendrá que
adaptarse.
Es este sentido, Larrad (2011) considera la vida en prisión conlleva en efecto una nueva
sociedad, que supone una necesaria adaptación, que está repleta de rutina y normalidad al tener Commented [sr21]: Mejorar redacción.
que cumplir con unos horarios muy estrictos en el día a día, sin espacios de oxigenación, como
fines de semana o festivos. Por lo tanto, los internos dependen de la estructura y régimen de la
prisión, quedando subordinados al control y la seguridad de la misma y deben compartir con
desconocidos su intimidad en todo momento. Desde el punto de vista legal y constitucional la
principal función de las instituciones penitenciarias radica en la resocialización de la persona. Por
tanto, el intercambio en prisión y la formación de esta nueva identidad carcelaria antes aludidas,
llevan implícita la idea de corrección de la conducta del individuo, para lograr la reinserción
social.
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3.6.
POLITICAS EN LA CARCEL.
Commented [sr22]: Este Capítulo debe ir antes que Sistema
carcelario y después de Delito.
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3.6.1. La política integral penal y penitenciaria
La institución Defensor del Pueblo (2006) de la Nación expone que una política integral
supone la intervención de Estado con un enfoque multidireccional:
Con respecto al orden social, se realiza una labor inclusiva que incorpore a una red de
contención a instituciones como la familia, la escuela, clubes deportivos y sociales.
En tanto que en lo judicial deben atenderse la mora en la administración de justicia y las
inconsistencias administrativas del sistema, que generan impactos psicológicos en los
internos con las consecuencias que ya se conocen y que esto permite en la práctica, la
revisión de principios propios del proceso tales como el principio de inocencia. Un factor
que tener en cuenta a la hora analizar la situación penitenciaria es lo referido a la
demora de proceso judicial.
El servicio penitenciario es otro de los factores sobre los cuales se debe ejercer una
labor transformadora. Hoy en día se trata de uno de los sectores más militarizados.
Estas instituciones privilegian más el factor “seguridad” sobre el factor “integración”. Se
debe integrar tipos de oficinas que atiendan la situación de los derechos humanos de las
jurisdicciones locales y con la justicia de ejecución penal, permitiendo así la sana
articulación institucional con el objeto de preservar al ser humano sujeto de intervención.
Es evidente que la institución carcelaria cerrada y hermética, se transforma en uno de
los tantos aislamientos que tiene la sociedad y reproduce situaciones de tipos violentas y
de degradación humana. Por lo que se cree necesario de sincerar las necesidades de
recomponer vínculos entre el interior y el exterior con instituciones muy bien
monitoreadas y dotadas de mejores recursos laborales y educativos para que
contribuyan a la integración de los internos.
Por el lado del factor político alterna facetas represivas y militarizada en que tiene que
ver con la atención de los internos que conducen a la reproducción de las mismas
diferencias sociales existentes en el resto de la sociedad con discurso garantistas, pero
que se le suma la acción concreta de todos los actores del sistema.
En conclusión, lo que tiene que ver con la responsabilidad de la propia institución que vive el
sistema penal/penitenciario no puede ser atribuida de manera exclusiva a un solo sector del
Estado, sino que debe considerarse la existencia de responsabilidades en materia de política
carcelaria para así profundizar en la problemática con respuestas sustentables y con capacidad
transformadora.
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3.6.2. Políticas sociales en articulación con los centros cerrados.
Los convenios que se realizaron con los distintos ministerios constituyen a acuerdos
políticos, sobre ciertas políticas sociales que incluyen a las personas privadas de su libertad en
los centros cerrados.
La autora Fasciolo (2016) analiza como primer programa el del ingreso social con
trabajo, denominado también “Argentina trabaja”, este adoptó sus objetivos para que los jóvenes
internos pudieran acceder al beneficio, a cambio de que ellos realizaran capacitaciones sobre la
reparación y refacción de edificios dentro de los dispositivos cerrados. Esta gestión estatal de la
fuerza de trabajo, fue duramente criticada por las diferentes organizaciones como los Derechos
de la Niñez, la adolescencia y la juventud, porque consideraban que los internos realizaban
tareas que le correspondía a la institución penal.El segundo programa se denomina “jóvenes por
más y mejor trabajo", se basa en los profesionales y usuarios, constituyan una mediación
importante para definir el carácter que adquiere la asistencia. Esta política social, se observa
como una prestación que se exige a los jóvenes a cambio de un certificado de estudio. Este
procedimiento genera que se siga incluyendo a los jóvenes privados de su libertad, siempre y
cuando cumplan con los requisitos especiales propuestos por el programa. De lo contrario será
dado de baja.
Se sostiene que estas prestaciones otorgadas modifican la vida cotidiana del interno,
direccionada en una función educativa
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3.7.
DERECHO PENAL Y PENA.
Commented [sr23]: Este capitulo tiene que ir despues de
Delito y antes que Política Penal.
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3.7.1. Justificación de la pena. El derecho a castigar.
El ser humano es un ser social por naturaleza es superior a todas las especies animales.
Esta superioridad consiste en el uso de la razón. Esta primacía se ha demostrado en las diversas
formas de agrupación y de asociación. La primera forma de agrupación es la familia,
posteriormente se desarrolló el estado, como consecuencia de la necesidad de resolver las
diferencias producidas por las nuevas sociedades divida en clases. Las tribus primitivas, habían
establecido ciertas reglas de convivencia, fundamentadas en lo religioso y no en lo jurídico. Con
respecto a la legalización del castigo, aparece con la organización político-estatal. Se castigaba
al sujeto cuando el delito tenía que ver con ofender a dios. Esto llevo a la conformación de
“ordalías” o “juicio de dios”, basados en la justicia divina. Era un derecho penal mezclado con el
delito del ejercicio y moral.
Con respecto a las sociedades políticas o civiles tiene su origen en la unión voluntaria de
un acuerdo entre los hombres quiénes eligieron libremente a los gobernantes y determinación su
forma de gobierno, con el objeto de proteger los bienes. Así el Estado tiene el derecho de
castigar a los infractores de la Ley.
La primera, no persiguen un fin alguno, se basan en la retribución, por lo que consideran que
la pena que comete una persona contra la sociedad, esta tiene el derecho de responder con otro
27
mal. Las relativas son doctrinas utilitaristas que justifican la pena, con el fin utilitario de la
prevención de futuros delitos.
Primer momento, tiene que ver con la afirmación por el Derecho siendo este el regulador
del orden social.
Las teorías relativas, asignan a la pena una finalizada determinada, un objetivo que se
busca conseguir por medio de la utilidad social. Por ellos también se las conoce como teorías
utilitaristas y se pueden clasificar en teorías de la prevención general y teorías de la prevención
especial.
Con respecto a la primera teoría se considera la pena cuando tiene como destinatarios a
todos los miembros del conjunto social. La prevención general es negativa, cuando implica una
contra motivación al delito. Lo que causa que la gente se tranquilice y no cometa infracciones.
Conforme a lo interior, se puede asignar los fines a la pena: la retribución de un mal con
otro mal (teorías absolutas), la corrección (prevención especial positiva), la neutralización
(prevención especial negativa), la reinserción del reo en la sociedad (prevención general
positiva) la persuasión de los cuerpos mediante la amenaza.
El estudio de la pena no se limita tan solo a lo que el Derecho Penal presenta. Existen
otras ciencias y saberes que buscan explicar y dar una solución al fenómeno criminal. La
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criminóloga y la penología, son las principales ciencias auxiliares del derecho penal y tiene como
objetivo el estudio, directa o indirectamente, la pena.
La criminología se diferencia del Derecho Penal, por que estudia el delito como un
fenómeno como un fenómeno, es una ciencia causal-explicativa en tanto el Derecho Penal lo
estudia como un ente jurídico, es una ciencia del deber ser, se desarrolla e interpreta
sistemáticamente las normas penales y utiliza el método deductivo o lógico-abstracto.
Se considera al delito como una anomalía bilógica, física y social. Existen factores
criminógenos tanto antropológicos (constitución psíquica y caracteres personales), físicos (clima,
suelo, temperatura), y sociales (población, región, familia).
La penología es una rama de las ciencias penales, tiene como objeto de estudio a los
sistemas de castigo, la aplicación y la ejecución de las sanciones penales a infractores. Dentro
de la penología se encuentra el Derecho Penal, que se encarga de la fase ejecutiva de la pena,
en especial la privativa de libertad.
Se define a la Penología, como la rama de la ciencia criminal que trata o debe tratar del
castigo del delincuente.
Sin embargo, no forma parte de la criminología sin que se nutre de los datos e
investigaciones de esta, se constituye como una disciplina autónoma y tiene como objeto de
estudio, los diversos medios de represión y prevención directa del delito, los métodos de
aplicación y actuación post-penitenciaria.
29
Es considerada una ciencia de “como” cuyo estudio no se basa tan solo en la pena, sino
también el medio en el cuela se cumple.
Tiene como objeto de estudio a las penas de privación de libertad y los sistemas de
ejecución por lo que podría asimilarse al Derecho Penitenciario.
El Derecho Penitenciario, se relaciona con otras ciencias y ramas del Derecho Penal.
3.6.5.Despenalización
30
Dicho término, se va a utilizar dependiendo del tema que se va a tratar y el conocimiento
que se tenga del mismo, aclarando que la legalización y la despenalización, no son considerados
sinónimos entre sí; el primero alude a la imposición de nuevos u ordenamientos jurídicos para
una acción y/o sus efectos, no sean castigados. Pero no necesariamente se encuentra
relacionado con algo que está prohibido, es decir que una conducta que antes estaba prohibida
pasa a ser permitida. El segundo término apunta a suprimir las sanciones de alguna acción que
sea considerada de orden delictivo, por consiguiente, es una operación que consiste en quitarle
a un hecho su aspecto penal. Es abolición de las penas criminales de ciertos actos, de las cuales
se puede o no sancionar, reflejar el cambio de perspectiva social y moral. Evidenciándose una
sociedad que evoluciona hacia la opinión pública que un acto no es dañino social o moralmente
o no tiene la necesidad de estar dentro de un sistema de justicia criminal.
El autor Mario Felipe Dara Pérez, expresa que “la despenalización, es la simple
deslegalización, pero en el campo sancionado, es decir, que ciertas conductas que han sido
tomadas como reprochables dejan de serlo, ya sea por cualquier factor como cultura, porque ya
no protege un bien jurídico importante o tutelado porque nunca ha sido un delito. Todos estos
factores deben tomarse para todos los casos de sancionamiento que realizad el Estado, no tan
solo en el campo penal criminal, sino también en el campo penal administrativo”. (Mario Felipe
Dara Perez, 2015).
No todas las dificultades que presentar los diversos casos son necesariamente
impedimentos para el avance en la progresividad. Esto significa que los casos deben ser
trabajados desde la mirada de “hacía y para la libertad”.
31
3.7.6. Reinserción Social
Términos como:
resocialización
reintegración
rehabilitación
reinserción
A modo general, se interpreta la reinserción social como la forma en que las personas
retornan:
A su familia
Al grupo después a la comunidad
Al espacio laboral
A las redes institucionales
Tomando al autor Villagra, quien define la reinserción social, como el proceso sistemático
de acciones que se inician desde el ingreso de una persona a la cárcel y continúan con
posterioridad y su retorno a la vida libre y este proceso busca incidir en la mayor cantidad de
factores individuales y sociales que puedan haber elaborado con el involucramiento de una
persona en actividades delictivas (Villagra 2008).
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ejerciendo acciones sobre ella, sus familiares siguen en vinculación muchas veces con ellos, si
bien la perdida de lazos puede llegar a ser importante y por sobre todo, el estado a través de la
estructura carcelaria, sigue en una vinculación directa con los detenidos por lo que no puede
hablarse de una “salida” de la sociedad, sino más bien de una restricción de la capacidad de
moverse libremente y de decidir en forma también libre sus acciones.
En este sentido, recurre siempre a la “educación del preso” como una especie de salida regia,
pues se considera muchas veces que el preso delinque por no estar suficientemente adecuado
por no poseer suficiente preparación para realizar tareas socialmente adecuadas, por no poseer
suficiente preparación para realizar tareas socialmente útiles, teoría que por supuesto en relativa.
Desde la criminología se cohíben teorías ontogénicas respecto del delito, se presenta a
continuación lo que dicen algunas de estas teorías:
Es decir, se advierte que este tipo de teorías, que provienen de la línea teórica del
conductismo, sugieren la idea de que la educación del individuo, en el sentido de modelar sus
conductas, pueden dar como resultado la formación de ciudadanos “buenos” y es entonces
cuando se recurre a magnificar el proceso de la educación como método de regeneración del
individuo que pasa por una cárcel. Por supuesto que ayuda que un individuo estudio para
lanzarse de nuevo a la actividad laboral, pero no se debe soslayar que también, además de lo
34
que no sane el sujeto tiene ya incorporadas cuestiones que si sabe, a la manera de hábitos de
conductas, que son las que pueden repetir el fenómeno criminal y son esas determinaciones las
que muchas veces condicionan el fenómeno, con intendencia de las habilidades teóricas o
practicas adquiridas mediante la educación de contenidos.
En la esfera del fenómeno criminal se debe establecer una gran diferenciación respecto
de los móviles, ya que para un mismo delito, son innumerables las causas que lo condicionan.
Por eso, la educación en el sistema de reclusión deberá contemplar esa diferencia, pues son
situaciones completamente diferentes para la misma rotulación judicial y la educación requerida
en cada caso será completamente diferente. Además, el momento en que esa educación se
realiza, cobra especial relevancia, ya que es mucho más difícil educar a un individuo con toda
una trayectoria criminal que hacerlo cuando aún no paso por ningún positivo punitivo.
Esta participación de la sociedad se presenta con una disolución para quienes pretende
buscar la explicación de la criminalidad en sujetos “malvados” o “depravados”, que en cierta
forma presentan algo así como sociópata y por eso delinquen. El papel de las acciones sociales
sobre el individuo, por ejemplo responsabilidad por integrarlo a las redes sociales básicas (del
trabajo, la participación política, de cobertura de salud y educación, etc.).
35
Resulta entonces a veces una postura hipocrática o facilista, el pretender que con la
educación carcelaria post-carcelaria se podrá “regenerar” a un individuo que ha crecido en una
medio indiferente a la acción social. La sociedad termina por padecer en la acción del
delincuente su indiferencia hacia enormes masas de personas que desarrollan excluidas o
ignoradas por la sociedad, cuya expresión concreta es el estado. No se trata por supuesto de
caer en el eterno debate de si el delincuente es víctima o victimario de la sociedad en la que
vive, pero si saber que si la sociedad o el estado, que es su rostro de acción concreta, deja a los
sujetos, en especial a grandes masas de sujetos, librados a su suerte, no debe luego
sorprenderse que un porcentaje alto de los mismos busquen como medio de subsistencia una
actividad por fuera de la ley, por que cabe preguntarse ¿Qué otro medio de vida tienen, para que
rol social se les ha capacitado? ¿Cuál es cual es un su caso, su alternativa a la delincuencia?
La concepción de reinserción social que plantean dichos autores implica trabajar en tres
dimensiones diferentes la cuestión de la educación en cárceles: la dimensión reproductiva, la
dimensión productiva y la dimensión transformativa, altamente relacionadas en lo que concierne
a un proyecto educativo dentro del sistema penitenciario.
Educación carcelaria.
Dimensión reproductiva:
Dimensión productiva:
Dimensión transformadora:
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La educación en cárceles, tomando en cuenta la necesidad de articular; la dimensión
reproductiva y los contenidos procedimentales y conceptuales debe estar orientada hacia la
transformación del individuo y no meramente, hacia la obtención de conocimientos “puros” o de
habilidades laborales o académicas. Es decir la educación del preso en una cárcel busca una
modificación de las actitudes individuales en lo que hace a la posición del sujeto frente a las
normativas básicas aceptadas de modo unánime por la sociedad.
Y por esto es importante considerar la valoración del interno y su entorno familiar y social
sobre el delito y sus implicancias para el encuadre de la intervención social.
Esta persona y su familia son parte de una sociedad, pero cuesta detectar el
compromiso social para acompañar el proceso de inserción del cual se habla.
El tránsito por la prisión, cambia la dinámica, individual, familiar y social y es por esto
que se debe procurar mayor difusión a la acción post penitenciaria para la creación o despertar
habilidades sociales en la sociedad actual.
37
Desde el aporte del T.S. se puede decir que su función está vinculada, relacionada con
el proceso de acompañamiento, seguimiento y contención individual y familiar.
Por ello, la disciplina T.S debe inscribirse en sus requisitos de formulario de objetivos, su
permanente análisis y referencia a esa tal disposición que la sociedad le formula: cuales,
reproducir un sistema de control y permanencia (presencia) de pautas sociales, culturales que
dan sentido y pertenencia a un ser.
Desde el nivel de intervención profesional del T.S y siguiendo el espíritu del artículo
primero de la ley 24.660, donde se plantea como objetivo la adecuada reinserción social y
mencionando que el medio para tal circunstancia sea el tratamiento interdisciplinario, es allí
donde el T.S hace un valioso aporte desde el tratamiento “social”, que incluye viables de análisis
relacionadas a un accionar personalizado, pero por sobre todo desarrolla una modalidad grupal,
familiar e interinstitucionalita.
38
3.8.
CONDICIONES DE VIDA.
Commented [sr24]: Este debe colocarse después de familia y
antes de Educación.
39
3.8.1. Condiciones de Vida
Asimismo, Martino (2015), manifiesta que en la cárcel las ventanas de los pabellones se
encuentran por lo general sin vidrios, el invierno es muy difícil de tolerar allí dentro, por eso la
vestimenta y las mantas para abrigarse corre por cuenta de la familia de los internos. En lo que
respecta a alimentación hay un menú que corresponde con el elaborado y se distribuye sobre los
internos. En relación con el trabajo, no existe labor productiva. A lo largo de todos los censos
realizados a los detenidos, eran muy pocos los que participaban en Programas de trabajo
remunerados y muy pocos en programas de capacitación laboral, aunque creció un poco.
40
detención del país, también distan de estar aseguradas y siguen siendo un problema inherente al
encierro, aún sin solución.
El hacinamiento en las cárceles es una forma cruel de prisión, impone al interno una
serie de restricciones que no están prevista en la pena establecida. Incide de manera negativa
sobre las condiciones básicas de higiene, alimentación, seguridad, educación, visitas, etc. y
conlleva a situaciones de promiscuidad, abandono, abuso, ausencia de control, alteración de
roles, entre otros.
Para la vida dentro del penal, se evalúa el real suministro de sábanas, ropa, calzados,
cama y colchón. Sin embargo, los autores Bergman, Arias y Siano (2015) afirman que es
prácticamente nula la carencia de estos bienes en las cárceles argentinas. El principal proveedor
de la cama y el colchón es el servicio penitenciario, sin embargo, la familia del interno es un pilar
fundamental para la provisión de los otros elementos de uso personal, indispensable para la vida
en la cárcel.
Dentro de los elementos básicos, que provee la familia, el principal es la comida, la vestimenta y
el calzado. Otros elementos, son los medicamentos, materiales de trabajo y dinero, cabe
remarcar que la escasez de estos bienes puede provocar hechos de violencia o robo entre los
interno.
41
3.9.
CARCEL Y
COMUNICACIÓN
Commented [sr25]: Va después de Contexto carcelario..
42
3.9.1. Cárcel, Comunicación y Cultura
En este sentido, Barbero (1987) considera pensar en la comunicación como algo más
que un simple esquema o circuito en el que se transmiten datos e información desde un emisor a
un receptor a través de un canal. Sistemáticamente, podríamos afirmar que el concepto de
comunicación supone la interrelación de dos aspectos: los vínculos y los sentidos. Esto alude,
por un lado a la comunicación como un proceso fundante de las relaciones humanas y por otro
remite a los procesos de significación implicados en ella. Es desde esta perspectiva que importa
pensar a la comunicación más en términos de producción de sentido que de transmisión de
mensajes. En este contexto de educación es importante la cultura y la comunicación, ya que es
la mediación entre el sujeto y el mundo que lo rodea.
Por otra parte los reclusos elaboran para sí mismos una jerga corporativa o argot de
presidiario que funciona como una poderosa trinchera en la prisión. La jerga de los presos les
permite, entre otras cuestiones, identificar jerarquías y estilos dentro de los diferentes grupos que
se conforman durante la convivencia carcelaria, así como también determina el tipo de relación
que los reclusos están dispuestos a establecer con los demás. El manejo de esa lengua
corporativa, por ejemplo habilita a un recluso para intercambiar objetos, acceder a reclusos
escasos, defender un territorio, demarcarse de la autoridad, compartir vivencias, referirse a
situaciones u objetos prohibidos, expresar estados de ánimo. La utilización de ese lenguaje es
considerado un aspecto desfavorable por parte de los equipos técnicos del sistema penitenciario,
especialmente, en el momento de la evaluación del desempeño del interno, en el marco del
tratamiento que se le impone a lo largo de la condena. De ahí que los reclusos desarrollen
asombrosas habilidades relacionadas con el uso estratégico de ese dialecto carcelario.
43
pedagogía eficaz para las multitudes y reclaman mantener un régimen de ejecución de los reos a
la vista de todos .
En el ámbito carcelario, los encuentros entre los reclusos están absolutamente pausados
institucionalmente, por ejemplo, pueden conversar en el pabellón, durante las horas de patio, en
la escuela, la capilla, etc. En los espacios de circulación está prohibido el encuentro ocasional
44
entre dos o más reclusos, salvo que el mismo tenga un propósito explícito y este mediado por la
presencia de un agente de seguridad.
45
3.10.
MARCO NORMATIVO
Commented [sr26]: Debe colocarse este Capitulo despues de
Sistema Carcelario.
46
3.10.1.LEY 24.660, Ejecución de la Pena Privativa de la libertad.
Cabe destacar que dicha ley se presentó primero como la ley nº 27375 de Ejecución de
la Pena Privativa de la Libertad, modificatoria de la Nº 24660, por lo mencionado en el párrafo
primero, ya que la misma se dirige a sujetos privados de su libertada.
En efecto la mencionada ley está conformada por 21 capítulos, de los cuales hacemos
hincapié sobre 3, los mismos son el nº 8 que aborda el tema Educación, el nº 11 se refiere a las
Relaciones Familiares y sociales y por último el nº 12 que se trata sobre la Asistencia Social.
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A continuación el capítulo Nº 11: Relaciones Familiares, organizado en 4 artículos, que
parten desde el 168 ay finalizando en 171, en los cuales se comprende que el interno tiene
derecho a comunicarse con su familia, amigos, defensor/represéntate legal. Aclarando asimismo
que las visitas se ajustaran a las condiciones que determina dicho reglamento. En cuanto al
visitante, este deberá respetar las normas reglamentarias vigentes en la institucion, en lo que
respecta a las pertenencias del mismo por razones de seguridad serán registradas. En caso de
enfermedad, accidentes o fallecimiento del interno, se comunica inmediatamente a su flia y
viceversa. Acto seguido, en caso del que el interno no goce de salidas transitorias podrá recibir
visitas para que afiance sus lazos familiares.
Por último, el capítulo Nº 12: Asistencia social, formado por cuatro artículos , que
brevemente se refieren al tipo de relaciones que tiene el interno con su familia, la cual si es
favorable se deberá mantener y facilitar, fortaleciendo vínculos que puedan beneficiar sus
posibilidades de reinserción social, prestando asistencia moral al mismo, amparando a su familia,
acciones que estarán a cargo de organismos o personal especializado.
Cabe destacar que dicha ley visualiza una instancia de transición, brindandole a la
persona privada de s libertad diferentes tipos de herramientas para disminuir la reincidencia y,
por otro, el poder introducir en la institución una visión humanista de la puesta en práctica del
articulado de la ley. Esto quiere decir que hay marcado un antes y un después.
Para familiarizarse con la institución penitenciaria, es muy importante decir que cuenta
con varias áreas que integradas podrán trabajar para el tratamiento de la persona privada de su
propia libertad. Las cárceles del Servicio Penitenciario Federal, según la autora, tienen en su
estructura secciones como educación, medica, asistencia social, servicio criminológico, división
seguridad interna y la división trabajo.
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Programa de supervisión de salidas transitorias (destinado a acompañarlos, contenerlos
en el proceso de fortalecimiento de lazos familiares y/o sociales para dichas salidas y
mantener bajo el no ingreso).
Ley de educación nacional nº 26.206 fue aprobada por el congreso de la Nación el día 14
de diciembre del año 2.006, promulgada el 27 de diciembre del mismo año.
49
3.10.3. El derecho a la educación de los detenidos
Eventualmente la mayoría de todos los internos dejan de ser delincuentes y son puestos
en libertad en la sociedad que han delinquido. En consecuencia hay motivos reconocidos para
proteger a la sociedad contra nuevos delitos mejorando las oportunidades de reintegración con
éxito. Dejando en concordancia con la caracterización de E.D.H y partir del ejercicio real y pleno
del derecho a la educación de los detenidos se ven satisfechas tales cuestiones:
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Dejándose en claro que el encarcelamiento aunque se considera un castigo justificado
no debe llevar consigo una privación adicional de los derechos civiles, entre los que figura el
derecho a la educación. Es que las minorías más desfavorecidas son las personas que no saben
leer, ni escribir, siendo el conocimiento, lo más elemental como herramienta esencial para el
progreso educacional. La alfabetización es por lo tanto uno de los medios para combatir la
exclusión en la participación de la sociedad.
La mayoría de los países han firmado, ratificando los instrumentos legales internacionales
sobre derechos humanos que garantizan mejores condiciones de detención a los internos de una
unidad penal. Entre ellas están:
51
3.11.
FAMILIA.
3.11.1. La Familia.
52
La familia es considerada un objeto complejo, porque va más allá el triángulo padre-
madre- hijos. Existe variación en el concepto de familia, dependiendo de la mirada
epistemología, desde la cual se sitúa:
Continuando con los aportes de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, la familia
comprende como un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, ya se consanguíneo,
por matrimonio o adopción y que vivan juntos por un periodo indefinido de tiempo, constituyendo
la unidad básica de la sociedad.
Se caracteriza por los cambios que se presenta de acuerdo a la influencia del ambiente
o continuidad, es decir, su viabilidad. Estos cambios que perciben las familias, tiene que ver con
la pobreza, el desempleo, la desigualdad de ingresos, el nivel de escolaridad y la cantidad de
inmigrantes ilegales de un país, lo que influye en los casos de delincuencia.
Las experiencias y las vivencias, son significativas por que conducen la forma de
reacción de las personas entre ellas y con el mundo y a su vez dependerá de la experiencia de la
persona como serán sus vivencias. Al momento de insertarse en la comunidad, las personas
privadas de su libertad, pueden sr particularmente difícil y estresante, ya que la privación de la
libertad causa en sus vidas, el debilitamiento de los lazos sociales, desarraigo de la familia y la
comunidad, además de problemas severos de salud mental. Experiencia de victimización en las
prisiones y en algunas situaciones, la adquisición de patrones de interacción violento producto de
la prisión.
53
54
3.12.
EDUCACION.
3.12.1. Educación
55
La educación dentro de establecimientos penitenciario es uno de los escenarios más
complejos y quizás menos estudiado del campo de la enseñanza en nuestro país.
Es por ello imprescindible definir, en primer lugar que se entiende por Educación y en
segundo lugar Educación en contexto de privación de la libertad.
Los destinatarios de este tipo de educación forman parte de la población a la que está
dirigida la educación de jóvenes y adultos, son sujetos de múltiples exclusiones, por lo cual su
existencia nos revela una realidad educativa.
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3.12.2. La Institución educativa en la Institución Penitenciaria
Al respecto Lewkowicz (1.996), considera que en los contextos de encierro las escuelas
funcionan dentro de otras instituciones, las penitenciarias, cuya lógica de funcionamiento
condiciona a las primeras, no solo en los aspectos pedagógico-didácticos sino en los que se
refieren a la distribución del poder. Además, al responder a distintas dependencias
gubernamentales su comunicación se complica ya que, en general, no funcionan
articuladamente. Las dificultades de comunicación entre el personal de ambas instituciones para
construir acuerdos basados en criterios comunes para el manejo de la educación, derivan en
impedimentos para el normal desarrollo de las actividades académicas por razón es ajenas a
ella, las cuales pueden ser la falta de valoración del espacio educativo, que conduce a la
generación de un clima negativo por parte del personal penitenciario hacia la escuela,
funcionando ésta como premio o castigo hacia los internos; las exigencias para el ingreso de los
docentes a las unidades penales que implican someterse a revisiones y controles; el retraso o la
imposibilidad de asistencia a clase por parte de los internos por requisas, castigos, etcétera.
Estas situaciones hacen que las actividades vinculadas al proyecto escolar se vean reguladas
por la estructura administrativa vertical y rígida de la cárcel, donde el trabajo y la participación
están condicionados por las normas de seguridad. Es decir, a la escuela que de por sí
representa una realidad compleja hay que sumarle la complejidad del contexto.
En tanto Deluze (2.001), plantea que los alumnos que asisten a las escuelas en las
unidades penitenciarias fueron y son sujetos de múltiples exclusiones, a las que ahora se suma
una nueva: la privación de la libertad. Estudiar en la cárcel les permite recuperar al menos un
derecho negado, el de la educación. De esta manera el lugar ocupado puede ser no solo el de
recluso, sino el de alumno en un espacio que abre una posibilidad diferente, radicándose la
esperanza en que estos seres humanos se conecten con su propia potencia y originen acciones
autohabilitadoras que marquen la diferencia entre modos de existencia.
Asimismo, el autor, sostiene que el estudiante preso se resiste a ser tomado como preso en la
prisión; no puede ser capturado integralmente como preso en la prisión en la que está apresado.
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El estudiante preso, si bien está preso, no es preso, voluntad única del actual sistema carcelario-
sino estudiante.
Siguiendo al autor, el filósofo Foucault Michel (1975) quien intenta fijar la época de
nacimientos de las instituciones de castigo entre los siglos XVII Y XVIII y permitiendo a su vez
indagar desde la perspectiva teórica reconstruyendo las condiciones sociales, económicas y
políticas de estas instituciones, que la cárcel surge como consecuencia de la caída del régimen
monárquico en Europa y el ingreso a la economía mundial capitalista respondiendo a
redefiniciones socio-políticas que hacen nuevas demandas de control social. Es en este
contexto que las cárceles vienen a garantizar el ejercicio de las libertades políticas y comerciales
del ciudadano.
En relación a los escritos de los autores Fretjam y Herrera (2.010) se hace notar que la
institución escuela surge casi de modo simultáneo con la aparición de estas nuevas sociedades
modernas mencionando las siguientes características disciplinarias:
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Históricamente, desde el siglo XIX, la educación en cárceles ha sido considerada como
una de las vías fundamentales en la corrección del criminal cuyo discurso era la educación
moral, fuertemente vinculadas con las prácticas religiosas. Sin embargo, a fines del siglo XX
surgieron pocas experiencias que presentaron otras formas de comprender y practicar la
educación en cárceles, tratando de distanciarse de la corrección de un supuesto criminal, que en
sus primeras formas durante el siglo pasado, fueron manifestadas con discursos.
La cárcel como bien enseña Pavarini (1.955) “ha surgido originalmente para satisfacer
una instancia de control disciplinario”.
Y según Fernández (2.012),en su esencia, la cárcel fue concebida como un espacio para
realizar prácticas pedagógicas donde se buscaba “domesticar” a los hombres para que se
pudieran adaptarse a determinados valores sociales de referencia , que no son valores que
reflejen a la sociedad pluralista.
59
3.13.
60
Surgimiento del Trabajo Social e intersección profesión-prisión
Por otra parte, Quiroga (S.F), explica que la modalidad de trabajo del Trabajo Social, se
estructura en: Individual, grupal y familiar. Y tiene dos ámbitos de acción: Institucional y extra
institucional, desde una mirada interdisciplinaria y respetando la disposición del interno y de su
interno cercano, a este abordaje profesional.
61
3.13.2. Actuaciones específicas
Al respecto Quiroga (S.F) expone las actuaciones específicas del Trabajador Social en
el ámbito penitenciario, en ellas encontramos:
Pueden efectuarse de manera grupal lo cual nos permite por un lado presentar el área,
el profesional que va a llevar cada caso y cuales son los criterios de intervención, información
general.
62
grupal, a los fines de poder transmitirles que sus audiencias o demandas serán
receptadas y profundizadas de acuerdo a las posibilidades operativas del área.
SEGUIMIENTO PAUTADOS: ante las situaciones inherentes a la especificidad
profesional, el Trabajador Social establece pautas de abordaje con el interno y su
entorno, utilizando el espacio institucional para entrevistas individuales, familiares,
encuentros con sus familias, entrevistas en domicilio, etc. Movilizando así mismos
recursos comunitarios.
La función educativa del Trabajador Social en los centros cerrados, se configura en tres
dimensiones:
64
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65
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