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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA RIOJA

Dpto de Ciencias Sociales, Juridicas y Economicas.

Licenciatura en Trabajo Social.


Seminario de Trabajo Final.

Tema:
“Educacion en contexto de encierro”.

Autoras:
 Carrizo Tello Florencia del Valle.
 Vera Maria Gabriela.

Equipo de Catedra:

Docente titular: Mgter. Maria Eugenia Hourcade.


Docente asociada: Lic. Susana Reynoso.
Docente J.T.P: Mgter. Alejandra Vidal.
Docente Adscritpos: Lic. Ezequiel Zarate.
Lic. David Gonzalez.

Año lectivo 2.019.-


INDICE: Commented [sr1]: Les enviaré un archivo que contiene un
Indice subido por la Profe M Eugenia, para que lo tengan de
 AGRADECIMIENTOS. modelo.
La codificación es diferente.
 DEDICATORIAS.
1. OBJETO DE ESTUDIO.
1.1 Fundamentación.
2. OBJETIVOS.
3. MARCO TEORICO.
3.1. Historia.
3.1.1. Origen.
3.2. Evolución de prisiones.
3.2.1. Introducción
3.3.2. Breve diferenciación entre prisión, cárcel y
penitenciaria.
3.2.3. Servicio penitenciario federal.
3.3. Delito.
3.3.1. Que se entiende por delito.
3.4. Sistema carcelario.
3.4.1. Sistema carcelario y resocialización.
3.5. Contexto carcelario.
3.5.1. Relaciones sociales complejas.
3.5.2. Subgrupos.
3.5.3. Guardia cárcel.
3.5.4. Vinculo e integración de los reclusos.
3.5.5. Visitas.
3.5.6. del contexto carcelario a la realidad social.
3.6. Política carcelaria.
3.6.1. La política integral, penal y penitenciaria.
3.6.2. Políticas sociales en articulación con los centros cerrados.
3.7. Derecho penal y pena.
3.7.1. Justificación de la pena y el derecho al castigo.
3.7.2. Fines de la pena.
3.7.3. Criminología y penología.
3.7.4. Derecho penitenciario.
3.7.5. Despenalización.
3.7.6. Reinserción social.
3.7.7. Concepciones de reinserción social.
3.7.8. El tratamiento social en las cárceles.
3.7.8.1. Inserción social.
3.7.8.2. Práctica de la inserción social.
3.8. Condiciones de vida.
3.8.1. vestimenta, comida y trabajo.
3.8.2. elementos básicos y efectos personales.
3.9. Cárcel y Comunicación.
3.9.1. Cárcel, comunicación y cultura.
3.9.2. El derecho a la comunicación en la cárcel.
3.9.3. Dibujos en el aire y la paloma.
3.10. Marco normativo.

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3.10.1. Ley 24.660 Ejecución de la ejecución de la pena privativa de
la libertad.
3.10.2. El derecho a la educación de los detenidos.
3.10.3. Marco legal internacional y nacional.
3.11. Familia.
3.11.1. Familia.
3.11.2. Experiencia familiar de la reinserción familiar.
3.12. Educación.
3.12.1. Educación.
3.12.2. La institución educativa en la institución penitenciaria.
3.12.3. El estudiante – interno.
3.12.4. Acceso a la educación formal del sujeto privado de la
libertad y la propuesta pedagógica de los centros educativos en
cárceles.
3.13. Rol del Trabajador Social.
3.13.1. Surgimiento del trabajo social e intersección profesión-
prisión.
3.13.2. Actuaciones especificaciones.
3.13.3. El trabajador social, como educador en los centros cerrados.

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3.1.

HISTORIA.

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3.1.1.Origen:

Para hablar de la historia de las prisiones es necesario remontarse al siglo XVI, más
precisamente al año 1.553. En este sentido refiere la autora Martino (2015) que, en esta época a
partir de la muerte del rey Eduardo VI, el gobierno autoriza el encierro de un grupo de
vagabundos en el castillo de Bridwell, ubicado en la ciudad de Londres, que fue construido como
residencia del rey Enrique VIII. El fin de este encierro era de atenderlos, curarlos y que adquieran
el ámbito hábito del trabajo como así también el de la disciplina. Según dicha autora en ese
momento había mucha mano de obra libre que expulsaba el campo y esto originaba una pobreza
muy grande con la mendicidad, vagabundeo y robos como consecuencia de esto. Y toda esta
gente iba a “las casas de trabajo” o “casas de corrección” conocidas como “House of correction”.

Y es así como nace lo que hoy en día se conoce como las cárceles. Se castigaba a todo
aquel que violaba la ley laica, y su pena era proporcionada al daño que había causado, y la
gravedad de la pena se la media por el tiempo que esta persona permanecía privada de su
libertad. A este período se lo consideraba como un tiempo de trabajo productivo.

Desde otro punto de vista, el autor Charni (2018) plantea que las personas que eran
condenadas recibían un tipo y un modo de prejuicio perjuicio corporal de acuerdo al tipo de delito
que había cometido y este procedimiento era llevado a cabo en las calles y/o en las principales
plazas de las ciudades. Un verdugo era el encargado de llevar a cabo el “procedimiento
ceremonial” ante la presencia del pueblo. Y que el ensañamiento con en el que se llevaba a cabo
este acto tenía como objetivo instalar el temor en la población y dejar en claro las consecuencias
que conllevaba cometer algo ilícito.

Esta práctica generó todo tipo de argumentos en su contra. La ejecución pública social solo
reanimaba la violencia.

En relación a este tema, Chavarría (2008) afirma que el sistema de administración de justicia
se basaba en la confesión, como plena prueba, dentro de un proceso secreto. Dicha situación
provoco el uso de la tortura con el fin de que el acusado confesara y poder pudiera así aplicarle
la sanción correspondiente.

La función que cumplía la pena era de ejemplo para que las demás personas no cometieran
hechos de similares características, seria se daba a modo de prevención. Y también para que el
autor de ese hecho se discipline y no vuelva a cometer otro delito.

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En consecuencia Charni (2018) sostiene que en ese tiempo el encierro se realizaba sin
distinguir el sexo, delito y edad. No se representaba ninguna medida de higiene y no se atendía
los problemas de salud. En cuanto a la alimentación, era la necesaria para subsistir hasta que se
efectuara el castigo principal.

El autor Expresa Peña Mateos (1997) indica que “la prisión surgió como un lugar de custodia
y tormento toda vez que estos espacios eran el escenario perfecto para efectuar todo tipo de
tortura con el objeto de lograr una confesión delictual”.

En ese sentido, Charni (2018) afirma que el aumento poblacional y con ello el rechazo social
generalizado, la búsqueda de humanidad y benignidad de la pena, la vergüenza a castigar de
parte de los encargados de conceder la justicia, obligo a un cambio de paradigma y es así como
las prácticas destinadas a generar sufrimiento físico fueron abandonados de manera gradual y
se empieza a instalar la idea de pena como método de corrección y curación. Un procedimiento
para poder recalificar a los individuos como sujetos de derechos. La privación de la libertad se
realzó como la pena por excelencia y con ella una connotación distinta de la prisión, se
estableció una relación entre el delito y la duración del castigo, donde se determinaban en días,
meses o años. El claro objetivo era de lograr que, a través de un tratamiento penitenciario, se
lograra mejorar al individuo que haya delinquido para que recobre su puesto en la sociedad.

Ya en contexto Argentino, la autora Martino (2015) expresa que las cárceles eran un lugar de
espera de los acusados, donde aguardaban la decisión de su castigo como así también la
decisión de ir a una cárcel o a un presidio. Este último era un lugar donde se cumplía la
sentencia alejados de la ciudad; como por ser en la localidad de Lujan, Isla Martin García o
Carmen de Patagones.

Es así que teniendo en cuenta la autoridad que sobrecaía en los jueces, estos podían
sentenciar a cumplir condenas de cárcel, azotes y trabajos de obras públicas y con estos
trabajos los presos fueron encargados de empedrar las calles, iluminarlas y restaurar edificios a
cambio de comida.

La autora mencionada plantea que en el año 1832 en la provincia de Buenos Aires solo existían
cinco cárceles: una para deudores exclusivamente, otra cárcel de los policías destinada al
encierro de delincuentes que infringían los reglamentos, la tercera era para los militares y
marinero, otra era una cárcel pública para acusados y condenados y una última para el presidio
de los convictos y condenados a trabajos públicos.

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Al respecto se tiene en cuenta a Martino (2.015), quien expresa que durante la presidencia
de Justo José de Urquiza, la cual fue comprendió el período desde 1862 hasta 1868, este se
realizó el primer reglamento para las cárceles, e bajo la influencia por de John Howard,
penitenciarista inglés. Dicho Este sistema, creado por Howard, hacía referencia que las bases
partían en separar los presos según la naturaleza del delito que habían cometidos. Y es así, que
el articulo n° 1 creado por Urquiza, en 1855 estableció que “los presos se distribuían de modo
que, en cuanto sea posible, ocupen calabozos diferentes:

 Procesados por delitos graves,


 Los rematados,
 Procesados por delitos leves y detenidos por delito de policía,
 Presos por deudas civiles,
 Mujeres, las que serán privadas de toda comunicación con los demás presos y
guardias de la cárcel.

Explica la autora que tal separación resolvía el problema que tenían las cárceles del
virreinato ya que en una misma celda se encontraban mujeres, varones y hasta niños. Pero sin
embargo, con esto no se notó ninguna mejoría en el tratamiento carcelario, ya que se establecía
que era obligatoria la práctica religiosa y su aplicación compulsiva en nada se acercaba a los
fines terapéuticos que sostenían los ingleses. la misma tenía en los presos . Este reglamento
no hablaba acerca del estudio y del trabajo. Dicha forma de cumplir la pena se la denominaba
presidio urbano y era cuando los presos solo salían de la cárcel a efectuar algún trabajo público
con la custodia que se requería.

Continúa diciendo que luego en la constitución del año 1853, en el artículo 18 establecía que
“las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá
de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice”.

Con la aprobación del código penal elaborado por Carlos Tejedor, desde el año 1886 se
comenzó a regular la vida carcelaria en Argentina, ya que ese digesto diferenciaba categorías
del delincuente (Martino 2.018). Estaban estipuladas las siguientes penas: de muerte aplicada a
los criminales más violentos; presidio se refería a trabajos públicos en beneficio del Estado,
donde llevaba una cadena al pie, pendiente de la cintura, y serian empleados con trabajo duros,
penosos y en exteriores; penitenciaria era una pena que no descartaba la corrección del
condenado, quien debía cumplir un trabajo que lo readaptara en su beneficio y no del Estado y el

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confinamiento que se aplicaba como encierro, prisión y arresto eran penas menores que las
anteriores, eran plazos breves, y el arresto era confiada a la autoridad policial.

Cuando un preso ingresaba a la penitenciaria era porque tenía una larga condena por
cumplir, ingresaban encadenados de dos en dos. Una vez a dentro se le quitaba las cadenas, se
los afeitaba y les cortaban el cabello, se los bañaba, pesaban y les entregaban un uniforme
conjuntamente con un número, como manera de identificación, perdiendo ya allí a dentro su
nombre. También eran advertidos sobre la regla de disciplina, silencio y castigo. Separándose
siempre varones de las mujeres, pero en algunas provincias esto resultaba imposible, por lo que
en un mismo lugar eran alojados personas de distintos sexos, pero en celdas diferentes.

Revela la autora que en el año 1822, en Buenos Aires se reemplazó la penitenciaria por el
gran presidio de Sierra Chica, a diferencia de la mayoría de las prisiones provinciales las cuales
eran edificios que no fueron concebidos para ese fin. Por ejemplo, en la cárcel de Neuquén
llamada “cárcel miseria”, además del problema de la superpoblación, eran las fugas de los
presos que, al no contar con uniformes, se los confundían con los celadores.

Indica que entre los años 1933 y 1940 se construyeron 11 nuevos establecimientos. En la
década del 30 comenzaron a aplicarse en las cárceles, las torturas. Había de todo tipo como, por
ejemplo: la picana eléctrica, el “gatillo ciego”, que se trataba de cuando un detenido pasaba con
los ojos vendados, entre uno y otro carcelero, le pegaban, los alfileres bajo las uñas, etc. Es por
ello que se comenzó un incipiente cambio carcelario incentivado por Roberto Petinatto quien fue
trasladado a una cárcel del sur como jefe de la sección penal, ya que este consideraba a los
presos como sujetos de derechos, señalado así por Martino (2018).

Dicho autor refiere que hacia el año 1947 se eliminó la utilización de los uniformes a rayas
reemplazado por un traje oscuro. Otro cambio fue la del beneficio de hacer deportes y mantener
lazos familiares, ya que se consideraba que los vínculos familiares permitían la resocialización
del condenado, adoptándose el régimen de visitas para los penados con buena conducta y es
por esto que se crea locutorios sin rejas. En otras prisiones se introdujo las “visitas íntimas” a los
penados con buena conducta. Se quería combatir la homosexualidad dentro de la prisión, por lo
que Petinatto impulsaba las relaciones sexuales dentro de la discreción y la prudencia. Y debido
a esto se construye la casa de visitas con dormitorios preparados para estas ocasiones.

Otra medida puesta en marcha por Pettinato fue el régimen de disciplina, que se le aplicaba
a las personas que se encontraban próximas de recuperar su liberación, con la finalidad de
amortiguar el shock de pasar de estar en prisión a salir en libertad. Para esto se modificaban

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algunos pabellones de la penitenciaria en un modo atenuado de disciplina, las celdas
permanencia con las puertas abiertas durante el día. Los penados comían en un comedor
común, leían, escuchaban radio, jugaban a juegos de mesa en sala de recreación y recibían a su
familia recreando la vida en el hogar.

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3.2.

EVOLUCION DE LAS
PRISIONES

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3.2.Evolución de las prisiones.

De acuerdo con Palma Miguel (2015), la cárcel se considera como una medida de privación
de libertad, una manera de retener al sujeto hasta que se establezca la pena, ya sea de muerte,
de mutilación, azotes o de multa. En el s. XVI, se instaura una correccional que a su vez cumplía
un papel de asilo para huérfanos, ancianos e inválidos. En este hospicio, los delincuentes
aprendían un oficio para trabajar en el día y en la noche permanecían en asilamiento.

En Europa s. XVIII, surge la primera ideología moderna penitenciaria, donde filósofos


franceses, buscaban que el recluso no fuera un trabajador explotado, sino un pecador
arrepentido, aislado en su celda, debía leer la biblia y cumplir un trabajo menor. Por lo tanto, fue
el siglo de la cárcel y en el S. XIX, su consagración.

3.2.1. Breve diferenciación entre Prisión, Cárcel y Penitenciaria:

Como expresa Rubio Hernández (S.F), el termino prisión, proviene del latín “Prehensio” o
también conocida como cárcel, a la institución donde se encuentran encarceladas las personas
consideradas por la Ley como actores de un determinado crimen. A lo largo de la historia, las
prisiones han ido evolucionando dependiendo de las necesidades económicas y productivas de
la sociedad.

Según este autor en un principio, se denominaba “calabozos”, donde las personas


aguardaban hasta su sentencia relacionada con un castigo corporal. Es así que a finales del s.
XVIII y a lo largo del s. XIX, la imposición de las penas se vigilaba para evitar que las autoridades
cometieran abuso y se pensó el castigo proporcional al delito. De esta manera, legisladores
europeos y latinoamericanos decretaron códigos civiles, penales, comerciales y procesales. En
esta fase, se entiende a la institución como un “régimen penitenciario”, es decir, como técnica
orientada hacia la corrección del penado, basado en el modelo médico que se extendía en la
cura de enfermedades en el área de los trastornos mentales. Con ello, la sanción penal, es una
medida curativa encaminada a “curar” el comportamiento del individuo, por qué según los
positivistas, el delito era una condición que se encontraba dentro del sujeto. Al respecto Garland
(1.999) plantea que “la prisión”, es parte del entramado de leyes, procedimientos, discursos e
instituciones que integran el ámbito penal, el cual se denomina “penalidad, como un sinónimo de
castigo. En relación al termino cárcel, es considerado parte del castigo, es una institución social
que ayuda a definir la naturaleza de la sociedad”. De acuerdo a lo expresado por Garland (1.999)

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el mencionado autor, la cárcel proporciona una manera de castigar a un individuo, someterlo a
un trato duro, infringiéndole dolor; la prisión es una forma de violencia sustituta y sutil, Commented [sr2]: Infrigiendole……

retribución discreta y negable.

La cárcel legal es el diseño jurídico de cada Estado, orientado a la política criminal,


buscando siempre un medio que legitime el control social. Otro término utilizado como sinónimo
de cárcel, es la penitenciaria; se introdujo en el s. XIX, como una reforma mas humanitaria, que
preveía que el recluso estaba en un proceso de varias etapas, que van desde la prisión rigurosa,
la educación y el trabajo, con el objetivo de restablecer el equilibrio moral del interno y la
integración a la vida social.

3.2.1 El Servicio Penitenciario Federal: Commented [sr3]: Por qué tiene el código del anterior título?
Son dos desarrollos diferentes por lo que debe llevar el
subsiguiente código: 3.2.2. De todas maneras deberán modificar la
La República Argentina, cuenta con un sistema carcelario que está divido en un servicio codificación de acuerdo al modelo que les mencioné.
Commented [sr4]: De donde sacaron esta información? Cuál es
Penitenciario Federal (SPF) que atienden las necesidades de la justicia Federal; y una serie de la fuente?
Servicios Penitenciarios Provinciales, donde se alojan los detenidos procesados o condenados
por la justicia ordinaria de estos estados provinciales. En tales provincias donde no hay unidades
penales federales, la secretaria de Política Criminal y asuntos penitenciarios del Ministerio de
justicia y Derechos Humanos de la Nación es la encargada de establecer los convenios con la
Nación para el alojamiento de internos en unidades de otra jurisdicción. Bajo la órbita de esta
secretaria de políticas criminales y asuntos penitenciarios, se realiza la compilación de
estadísticas nacionales, además de funcionar un Centro de Información sobre organismos
estatales o instituciones privadas. Entre otras actividades que se realizan en se realizan en este
organismo nacional, se pueden citar las pasantías de personal penitenciario, transferencia
internacional de la ejecución, la coordinación de programas del sector, como así también la
reunión anual de los representantes ejecutivos del área penitenciaria.

El SPF fue creado el 16 de julio de 1.943, como una fuerza de seguridad de la Nación,
destinada a la custodia y guardia de los internos de las unidades Federales y a la ejecución de
las sanciones penales de acuerdo con las disposiciones y reglamentos legales, con el objetivos
de realizar lo reinserción social de los reclusos.

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3.3.
DELITO

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3.3.1.¿Qué se entiende por delito?

La definición del delito ha diferido y defiere entre escuelas de distintas disciplinas y Commented [sr5]: De donde sacaron esta información? Cual es
la fuente?
tradiciones. Si bien los términos delitos y crimen han tenido desaficiones en todas las épocas y
como veremos a lo largo del capítulo va impregnando como en capas geológicas el sentido
común hasta la actualidad.

La palabra delito deriva del verbo latino del “linquiere”, que significa “abandonar,
apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley”. El delito, si tomamos una
definición de enciclopedia, es definido como “una conducta, acción u omisión típica (tipificada por
la ley), antijurídica culpable y punible. Supone una conducta que infringe el derecho, es decir, el Commented [sr6]: Aquí está bien usada esta palabra (infringir)

orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad inspirado en postulados de


justicia que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos interpersonales.

Desde Aristóteles, existieron intentos por establecer una definición universal del delito, Commented [sr7]: Siguen con el mismo autor? Cuál es la
fuente?
en aquel momento a través del concepto del “derecho natural”, este principio se sustenta en la
idea de que los seres humanos compartimos unas características comunes, una “naturaleza” o
“esencia” que se manifiestan en características físicas, biológicas, psicológicas, sociales y
culturales, entre las que se encuentra la racionalidad.

El delito, entonces fue siempre una preocupación central para las teorías sociológicas,
para la política, la filosofía, la psicología. Cada escuela, cada teoría, cada paradigma, trato de
dar su explicación sobre este fenómeno social. Sin embargo, como disciplina Pegoraro (2008)
define que “el delito no tiene esencia alguna, ontológicamente no existe, lo que existe, lo que
existe es la ley que lo crea, define y en algunos casos lo persigue”. Commented [sr8]: Mejorar redacción.

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3.4.
SISTEMA CARCELARIO

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3.4.1. Sistema carcelario y resocialización

Al respecto González (2015), considera que la prisión o sistema carcelario, como un


elemento que forma parte del conjunto de instituciones de control social del estado y dentro de
un marco social determinado. Es por ello que la prisión se definió como un castigo legal Commented [sr9]: Mejorar redacción.

reconocido y jurídicamente y por el otro como un aparato técnico y disciplinario, para obtener una Commented [sr10]: Mejorrar redacción.

transformación de un sujeto en prisión. En cuanto al aspecto disciplinario, se observa en tres


elementos: el primero se centra en el hecho que la pena es individual, si bien existe el trabajo en
grupo, se cumple de forma airada para evitar una rebelión. El segundo elemento, determinar
porque el trabajo intracarcelario es poco productivo, en el sentido que no se requiere demasiada
especialización y el detenido no recibe un salario. El tercer elemento, se refiere a que no hay que
tener en cuenta la pena como un tiempo determinado bajo encierro, sino que hay que entender
que la pena debe significar, una transformación positiva.

Los profesionales se encuentran permanentemente observando al detenido, para


conocer la personalidad en su estado presente, y así poder transformar su estado presente su
futuro. Obtienen de cada delincuente, su conocimiento profundo que les permite ejercer un poder Commented [sr11]: Mejorar redacción.

destinado a normalizar la conducta “anormal”.

Según este autor, se trata de llegar a conocer al hombre no como un infractor, sino como
una persona que si bien cometió una acción delictiva, hay que buscar y resaltar sus buenas
cualidades, ver los aspectos de su vida, causas y circunstancias que lo llevaron a cometer tal
delito. Esto constituye una biografía y así saber cuál es el mejor tratamiento para lograr la
recuperación y posterior reinserción en la sociedad.

Postula que la idea de resocialización está atravesada por los polos, el realista y el
idealista. El realista comprende que para el delincuente la pena no representa ninguna
oportunidad, sino solo un castigo que debe cumplir por no actuar acorde a las leyes sociales. La
pena solo puede neutralizar al delincuente y apelar a la teoría del castigo.

Asimismo Sostiene que se deja de lado las dos posturas y se toma a la resocialización
desde el punto de vista de la criminología crítica, y comprender que la cárcel no puede funcionar
tan solo como ente resocializador e inclusive cuenta con elementos necesarios que obstruyen el
camino hacia el objetivo impuesto.

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Propone que la idea de resocialización hay que replantearla desde el análisis de la
realidad social, lo primero que se debe replantear es el tema de reintegración social.

Por último, cabe mencionar que otro tipo de término implantado en el lenguaje carcelario,
es la marginación intra carcelaria, la población proviene de sectores sociales ya marginados
producto del desempleo, el bajo nivel educativo y de la indigencia. La reintegración social,
significa establecer las condiciones para el desarrollo de la exclusión social en donde vivía el
detenido y cuando gozaba de su libertad. Commented [sr12]: Creo que esa no es la idea. No puede
desarrollarse la exclusión social.

16
3.5.
CONTEXTO CARCELARIO
Commented [sr13]: Debe ir despues de Politicas

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3.5.1. Relaciones sociales complejas

Al respecto Porpotato (S.F), sostiene que las problemáticas y los conflictos en las
instituciones penitenciarias atraviesan las relaciones sociales complejas de los actores en toda la
unidad penal. La relación interno-agente es compleja debido a sus actores; aquí no tan solo no
se encuentra la igualdad, sino que también se visualizan uno a otro como enemigos, es una
relación de malestar constante, donde existe la contrariedad. La valoración de la libertad de los
agentes penitenciarios es particular, la piensan como un bien privativo de ciertos actores y como
contra referencia, un bien privar a otros y aquí es donde surgen los abusos de poder. Con
respecto a la relación interno profesionales donde encontramos a trabajadores sociales,
psicólogos médicos, abogados, psiquiatras, docentes etc. puede caracterizarse desde otras
posiciones de actores involucrados, pretendiéndose un trabajo de colaboración y
acompañamiento para encontrar objetivos comunes, orientado al mejoramiento de las
condiciones del interno en su cotidianeidad y en la defensa de sus derechos. Buscando el
dialogo, el respeto y el trabajo conjunto resulta fundamental la construcción del vínculo, la
confianza y la referencia del profesional para con los internos. Los internos buscan con los
profesionales la posibilidad de “ser escuchados” o puede que también no se de estas referencias
positivas y trabajo conjunto. Puede penarse a la valoración de la libertad ambulatoria, se busca
trabajar en base a la garantía de otros derechos no quebrantados por la pena, a través de
estrategias que intentan ganar espacios de circulación de los internos dentro de la institución
como talleres y espacios ocupacionales, etc.

La relación internos con otros internos es sumamente compleja en algunos casos como Commented [sr14]: Corresponde al mismo autor?

pares y en pie de igualdad, y en otros desde planes muy distantes. Se trata de vinculaciones Commented [sr15]: Es “planes o planos”?

atravesadas por disputas de poder dentro de los pabellones donde el dialogo y las negociaciones
son cotidianas, pero se desenlazan a través de enfrentamientos físicos violentos. Las relaciones
entre los internos se enmarcan en experiencia anteriores, es decir vinculaciones provenientes de
otras instituciones o sugeridas en la calle, algunas desembocando en conflicto y otras en lazos
de compañerismo, que esta última genera ciertas protecciones dentro de la cárcel habitualmente
en los que ingresan de manera reciente o a la inversa, despertando riesgos de agresiones por
parte de otros internos. Las relaciones en los pabellones son complicadas, sucediendo que en
ciertas ocasiones los mismos internos son los que llevan al retiro de algunos de ellos del mismo
pabellón. Y la relación interno-familia en ciertas ocasiones son relaciones estrechas,

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comunicaciones telefónicas periódicas, visitas habituales y buenas referencias en tanto que en
otra la familia está ausente.

3.5.2. Subgrupos

En este sentido, Martino (S.F) plantea que siempre existieron y existirán grupos dentro de
las cárceles. Hay internos que pertenecen a “la pesada” formada por ladrones profesionales,
aquellos que usan la armas a cargo de un líder. Estos se encuentran lejos de las rejas ya que
cerca de su celda se encuentran los celadores y aquellos presos que se denominan “botón” por
tener contacto con el personal de vigilancia, además estar cerca implica estar cerca de los baños
y percibir su olor. En el grupo denominada “la pesada” también se integran con los “rochos” o
“choros”, con asaltantes primarios y los reincidentes denominados “scruchantes”. “En la pesada”
se exige lealtad, no haber confesado ante la policía o haber delatado a sus compañeros de
grupo, si eso ocurriera es expulsado por traidor debido debiendo ser alojado en otra celda y lo
persiguen por todo el penal, como una especie de condena dentro de la misma cárcel. Se
oponen al grupo denominado “la pesada”, el grupo denominado “la liviana” o “garcas” que está
conformado por estafadores, defraudadores, falsificadores y adictos a las drogas. Es un grupo
más grande y suelen conversar con los celadores. En casi todos los cuadros existe un líder
efectivo que es denominado “grata viejo”, es aquel preso a quien se acercan para pedir concejos,
indicaciones, amparo a jóvenes primarios y se dirigen a él como “don”. Y todo aquel que no
pertenezca a la “pesada” son considerados “logis” incluso los de la “liviana” y los “buenos
muchachos” siendo aquellos que no molestan, no son “botones, ni brigidos”.

Otros grupos son los “parias”, aquellos presos a quienes no llegan alimentos, paquetes, ni
visitas y los “ocho cuarenta” son los perversos sexuales, violadores de menores y tratas blancas.
Es un grupo muy repudiado y muchas veces sufren burlas, humillación, injurias, desprecios,
maltratos, hasta mortificación si los guardias cárceles no lo impiden. Y los drogadictos forman un
grupo llamado “valerios”, son pasivos por aceptación o por miedo. Son el grupo más maltratado
dentro del penal ya que la mayoría son jóvenes.

3.5.3. Guardia cárceles

Al respecto, Martino (S.F), define que los tratos a los internos eran muy violentos no solo Commented [sr16]: Por qué utilizan el tiempo pasado? Ahora
es distinto?
del personal de Servicio Penitenciario sino también de los propios presos. Las cárceles Commented [sr17]: Están hablando de los Guardia Cárcel.?

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generalmente son de origen humilde, mucho de ellos provienen del mismo barrio que los presos,
carecen de todo tipo de especialización y su única calificación es la fuerza física y una psicología
organizada para atacar y reprimir.

Dentro del personal penitenciario también existen subgrupos. Se encuentra: el personal


de administración (ingreso, judicial, sanitario, cocina, etc), de seguridad externa que se
encuentran armados, vigilando a los presos; los oficiales de planta, celadores y de las requisas.
El personal de requisa es quien controla el lugar donde se encuentran los detenidos y sus
pertenencias y los llevan a la celda.

3.5.4. Vínculo e integración de los reclusos

Al ingresar al penal del servicio penitenciario, el interno comienza a recorrer un camino Commented [sr18]: Quien es el autor de estas ideas?

de exclusión, que ratifica la situación del marginal que lo llevo a ese lugar, esas condiciones lo
apartan de la posibilidad de reinserción socialmente. El sistema penal podría reconducir esta
situación involucrando a los internos en la actividad laboral y académica convenientemente
planificada. La posibilidad de brindar servicios educativos y medios para el aprendizaje de
oficios, contribuyen a abrir caminos para la reinserción en el mercado de trabajo y es un
instrumento central para cualquier política de integración social.

Se trata de verificar los vínculos que relacionan la conducta delictiva con la exclusión
social laboral para comprender que sin prejuicios de la necesidad de establecer políticas Commented [sr19]: Mejorar redacción.

preventivas asociadas a la inclusión social, cobra sentido la oportunidad para integrar y reinsertar
que le cabe a la pena, por esto se insiste en el desarrollo de actividades educativas y laborales
en el interior de las cárceles.

Si bien las unidades penitenciarias tienen previstos espacios y medios para realizar
actividades educativas y laborales, estas posibilidades no suelen aprovechan o se abandona. No
toda la población penitenciaria está incorporada al sistema laboral o educativo del medio
carcelario, lo ideal es que este tipo de actividades tengan un alcance amplio e incorporen a la
mayor parte de los internos.

3.5.5. Visitas

20
En tanto Martino (S.F), las visitas se permiten dos veces por semana y se realizan en el Commented [sr20]: En este sentido Martino (Año), manifiesta
que las visitas….
patio al aire libre y cuando llueve en el pasillo. El sistema penitenciario federal, establece
diferentes formas de visitas, las regulares, intimas, y las de penal entre internos.

Destaca que las visitas regulares se llevan a cabo en salones colectivos o en los patios,
las cuales se encuentran en malas condiciones, se diferencian las visitas según el sexo del
visitante y tiene una duración máxima de 2 a 3 horas con una frecuencia de dos veces por
semana, una de esas visitas es un fin de semana. Además de estos días de visitas, existen días
y horario de recepción de paquetes o depósitos donde un familiar lleva bienes para el detenido
que son entregados al personal penitenciario.

Expresa que la visita antes de ingresar al penal deberá realizar trámites administrativos
para su registro y acreditando el vínculo con el interno. Una vez que el familiar logra ingresar, los
elementos que lleva para el preso no son solo para ese día sino para los días posteriores, las
vistas están sometidas a una violenta requisa. Todos los paquetes y elementos que se llevan se
colocan sobre una mesa y el personal penitenciario abre todos los paquetes clavando un cuchillo
en su interior sin importar si es bolsa o recipiente plástico, así lo hacen con los alimentos y con
los elementos de limpieza e higiene. En cuanto a la vestimenta, está prohibido el ingresar con
ropa de color celeste, negra o gris, ni tampoco pueden ingresar con ropa que para el servicio
penitenciario sea dudosa, provocativa o inmoral. Las mujeres no pueden llevar tacos, ni polleras
cortas o remeras muy escotadas.

El personal del Servicio Penitenciario ante una menor falta del interno, tiene la potestad
de prohibir de forma transitoria o permanente el derecho de visita de ese interno.

3.5.6. Del contexto carcelario a la realidad social

El ingreso en una institución penitenciaria supone, para cualquier persona, un gran


esfuerzo para adaptarse a dicha institución que posee una política, organización, jerarquía y
sistema de relaciones propias. Implicando un gran cambio en la conducta de los internos.

Siguiendo a Ordoñez (2016), señala que al ingresar en prisión, la persona constituye una
nueva identidad caracterizada por tres etapas:

 Separación de la vida social anterior.


 Aislamiento e indeterminación social.

21
 Regregacion a una nueva sociedad (la carcelaria) a la que forzosamente tendrá que
adaptarse.

Es este sentido, Larrad (2011) considera la vida en prisión conlleva en efecto una nueva
sociedad, que supone una necesaria adaptación, que está repleta de rutina y normalidad al tener Commented [sr21]: Mejorar redacción.

que cumplir con unos horarios muy estrictos en el día a día, sin espacios de oxigenación, como
fines de semana o festivos. Por lo tanto, los internos dependen de la estructura y régimen de la
prisión, quedando subordinados al control y la seguridad de la misma y deben compartir con
desconocidos su intimidad en todo momento. Desde el punto de vista legal y constitucional la
principal función de las instituciones penitenciarias radica en la resocialización de la persona. Por
tanto, el intercambio en prisión y la formación de esta nueva identidad carcelaria antes aludidas,
llevan implícita la idea de corrección de la conducta del individuo, para lograr la reinserción
social.

22
3.6.
POLITICAS EN LA CARCEL.
Commented [sr22]: Este Capítulo debe ir antes que Sistema
carcelario y después de Delito.

23
3.6.1. La política integral penal y penitenciaria

La institución Defensor del Pueblo (2006) de la Nación expone que una política integral
supone la intervención de Estado con un enfoque multidireccional:

 Con respecto al orden social, se realiza una labor inclusiva que incorpore a una red de
contención a instituciones como la familia, la escuela, clubes deportivos y sociales.
 En tanto que en lo judicial deben atenderse la mora en la administración de justicia y las
inconsistencias administrativas del sistema, que generan impactos psicológicos en los
internos con las consecuencias que ya se conocen y que esto permite en la práctica, la
revisión de principios propios del proceso tales como el principio de inocencia. Un factor
que tener en cuenta a la hora analizar la situación penitenciaria es lo referido a la
demora de proceso judicial.
 El servicio penitenciario es otro de los factores sobre los cuales se debe ejercer una
labor transformadora. Hoy en día se trata de uno de los sectores más militarizados.
Estas instituciones privilegian más el factor “seguridad” sobre el factor “integración”. Se
debe integrar tipos de oficinas que atiendan la situación de los derechos humanos de las
jurisdicciones locales y con la justicia de ejecución penal, permitiendo así la sana
articulación institucional con el objeto de preservar al ser humano sujeto de intervención.
 Es evidente que la institución carcelaria cerrada y hermética, se transforma en uno de
los tantos aislamientos que tiene la sociedad y reproduce situaciones de tipos violentas y
de degradación humana. Por lo que se cree necesario de sincerar las necesidades de
recomponer vínculos entre el interior y el exterior con instituciones muy bien
monitoreadas y dotadas de mejores recursos laborales y educativos para que
contribuyan a la integración de los internos.
 Por el lado del factor político alterna facetas represivas y militarizada en que tiene que
ver con la atención de los internos que conducen a la reproducción de las mismas
diferencias sociales existentes en el resto de la sociedad con discurso garantistas, pero
que se le suma la acción concreta de todos los actores del sistema.

En conclusión, lo que tiene que ver con la responsabilidad de la propia institución que vive el
sistema penal/penitenciario no puede ser atribuida de manera exclusiva a un solo sector del
Estado, sino que debe considerarse la existencia de responsabilidades en materia de política
carcelaria para así profundizar en la problemática con respuestas sustentables y con capacidad
transformadora.

24
3.6.2. Políticas sociales en articulación con los centros cerrados.

Los convenios que se realizaron con los distintos ministerios constituyen a acuerdos
políticos, sobre ciertas políticas sociales que incluyen a las personas privadas de su libertad en
los centros cerrados.

La autora Fasciolo (2016) analiza como primer programa el del ingreso social con
trabajo, denominado también “Argentina trabaja”, este adoptó sus objetivos para que los jóvenes
internos pudieran acceder al beneficio, a cambio de que ellos realizaran capacitaciones sobre la
reparación y refacción de edificios dentro de los dispositivos cerrados. Esta gestión estatal de la
fuerza de trabajo, fue duramente criticada por las diferentes organizaciones como los Derechos
de la Niñez, la adolescencia y la juventud, porque consideraban que los internos realizaban
tareas que le correspondía a la institución penal.El segundo programa se denomina “jóvenes por
más y mejor trabajo", se basa en los profesionales y usuarios, constituyan una mediación
importante para definir el carácter que adquiere la asistencia. Esta política social, se observa
como una prestación que se exige a los jóvenes a cambio de un certificado de estudio. Este
procedimiento genera que se siga incluyendo a los jóvenes privados de su libertad, siempre y
cuando cumplan con los requisitos especiales propuestos por el programa. De lo contrario será
dado de baja.

La selección de los jóvenes beneficiarios del programa, se basó en diferentes criterios,


como aquellos, interesados en adquirir, quienes llevan más tiempo encerrados, y considerando
que la familia lo requiere por necesidades

Se sostiene que estas prestaciones otorgadas modifican la vida cotidiana del interno,
direccionada en una función educativa

25
3.7.
DERECHO PENAL Y PENA.
Commented [sr23]: Este capitulo tiene que ir despues de
Delito y antes que Política Penal.

26
3.7.1. Justificación de la pena. El derecho a castigar.

El ser humano es un ser social por naturaleza es superior a todas las especies animales.
Esta superioridad consiste en el uso de la razón. Esta primacía se ha demostrado en las diversas
formas de agrupación y de asociación. La primera forma de agrupación es la familia,
posteriormente se desarrolló el estado, como consecuencia de la necesidad de resolver las
diferencias producidas por las nuevas sociedades divida en clases. Las tribus primitivas, habían
establecido ciertas reglas de convivencia, fundamentadas en lo religioso y no en lo jurídico. Con
respecto a la legalización del castigo, aparece con la organización político-estatal. Se castigaba
al sujeto cuando el delito tenía que ver con ofender a dios. Esto llevo a la conformación de
“ordalías” o “juicio de dios”, basados en la justicia divina. Era un derecho penal mezclado con el
delito del ejercicio y moral.

El autor considera que la sociedad se forma por la necesidad de una asociación en


defensa de cada uno de sus miembros y de los bienes. El sujeto en castigo, renuncia a su
libertad natural.

Por ende, se justifica que el derecho a castigar basado en la necesidad de preservar la


sociedad. Estableciéndose el contrato social que implicaba la renuncia de toda la libertad natural
del ser humano. El castigo debía servir para la reparación y represión del culpable.

Con respecto a las sociedades políticas o civiles tiene su origen en la unión voluntaria de
un acuerdo entre los hombres quiénes eligieron libremente a los gobernantes y determinación su
forma de gobierno, con el objeto de proteger los bienes. Así el Estado tiene el derecho de
castigar a los infractores de la Ley.

3.7.2. Fines de la pena

Los fines de la pena, suelen explicarse a través de dos categorías:

 Las teorías absolutas.

 Las teorías relativas.

La primera, no persiguen un fin alguno, se basan en la retribución, por lo que consideran que
la pena que comete una persona contra la sociedad, esta tiene el derecho de responder con otro

27
mal. Las relativas son doctrinas utilitaristas que justifican la pena, con el fin utilitario de la
prevención de futuros delitos.

La pena dentro de la retribución jurídica, está basada en metodología dialéctica,


constituida a su vez por tres momentos:

Primer momento, tiene que ver con la afirmación por el Derecho siendo este el regulador
del orden social.

Segundo momento, se basa en la negociación, lo conforma el delito de violación de


derecho.

Tercer momento, hace referencia a la negación de la negación, es decir a la síntesis


restauradora que corresponde a la pena, con el fin de restaurar el orden quebrantado.

Las teorías relativas, asignan a la pena una finalizada determinada, un objetivo que se
busca conseguir por medio de la utilidad social. Por ellos también se las conoce como teorías
utilitaristas y se pueden clasificar en teorías de la prevención general y teorías de la prevención
especial.

Con respecto a la primera teoría se considera la pena cuando tiene como destinatarios a
todos los miembros del conjunto social. La prevención general es negativa, cuando implica una
contra motivación al delito. Lo que causa que la gente se tranquilice y no cometa infracciones.

La segunda teoría, sostiene que la pena se dirige únicamente al individuo infractor, se


considera prevención especial negativa cuando se neutraliza al delincuente para evitar que
cometa delitos. Es positiva cuando la pena sirve para reinsertar al sujeto a la sociedad.

Conforme a lo interior, se puede asignar los fines a la pena: la retribución de un mal con
otro mal (teorías absolutas), la corrección (prevención especial positiva), la neutralización
(prevención especial negativa), la reinserción del reo en la sociedad (prevención general
positiva) la persuasión de los cuerpos mediante la amenaza.

3.7.3. Criminología y Penología

El estudio de la pena no se limita tan solo a lo que el Derecho Penal presenta. Existen
otras ciencias y saberes que buscan explicar y dar una solución al fenómeno criminal. La

28
criminóloga y la penología, son las principales ciencias auxiliares del derecho penal y tiene como
objetivo el estudio, directa o indirectamente, la pena.

Etimológicamente, la palabra “Criminología”, se compone la Latín “crime” y del griego


“logos” (doctrina). De esta manera se define como “la doctrina del crimen” o “doctrina de la
delincuencia”. Esta ciencia auxiliar es empírica e interdisciplinar cuyo objetivo, es el estudio del
crimen a partir de las circunstancias de la esfera humana y social, de acuerdo con la comisión y
prevención del delito. Como principal característica, se basa en constituir una descripción, es
decir, es una ciencia encargada de describir un fenómeno delictivo.

La criminología se diferencia del Derecho Penal, por que estudia el delito como un
fenómeno como un fenómeno, es una ciencia causal-explicativa en tanto el Derecho Penal lo
estudia como un ente jurídico, es una ciencia del deber ser, se desarrolla e interpreta
sistemáticamente las normas penales y utiliza el método deductivo o lógico-abstracto.

La principal tarea de la criminología, consiste en proveer conocimientos más novedosos


sobre el delincuente y la criminalidad y propones posibles soluciones. Para realizar este proceso,
cuenta con el aporte de ciencias experimentales como la Psiquiatría, la Psicología y la
Sociología.

Se considera al delito como una anomalía bilógica, física y social. Existen factores
criminógenos tanto antropológicos (constitución psíquica y caracteres personales), físicos (clima,
suelo, temperatura), y sociales (población, región, familia).

Además, se clasifica en cinco tipos de delincuentes: el nato, el loco, el ocasional, el


habitual y el pasional.

La penología es una rama de las ciencias penales, tiene como objeto de estudio a los
sistemas de castigo, la aplicación y la ejecución de las sanciones penales a infractores. Dentro
de la penología se encuentra el Derecho Penal, que se encarga de la fase ejecutiva de la pena,
en especial la privativa de libertad.

Se define a la Penología, como la rama de la ciencia criminal que trata o debe tratar del
castigo del delincuente.

Sin embargo, no forma parte de la criminología sin que se nutre de los datos e
investigaciones de esta, se constituye como una disciplina autónoma y tiene como objeto de
estudio, los diversos medios de represión y prevención directa del delito, los métodos de
aplicación y actuación post-penitenciaria.

29
Es considerada una ciencia de “como” cuyo estudio no se basa tan solo en la pena, sino
también el medio en el cuela se cumple.

3.7.4. Derecho Penitenciario

Se define el Derecho penitenciario como el conjunto de normas jurídicas que regulan la


ejecución de las penas y de las medidas de seguridades. Su origen se remonta a las antiguas
penitenciaras que no eran más que cárceles eclesiásticas creadas por la iglesia y de dedicaban
precisamente a la penitenciaria.

Tiene como objeto de estudio a las penas de privación de libertad y los sistemas de
ejecución por lo que podría asimilarse al Derecho Penitenciario.

La ciencia penitenciaria no es Derecho Penitenciario ni Penología, sino una rama de la


criminología en la cual se apoya el Derecho Penitenciario para desarrollar sus investigaciones.

El Derecho Penitenciario, se relaciona con otras ciencias y ramas del Derecho Penal.

3.7.5. Derecho penitenciario y otras ciencias a fines

El derecho penitenciario como la ciencia penitenciaria, el Derecho Ejecutivo Penal y la


Política Criminal, tiene en común, el estudio del delito, desde sus diferentes facetas. Se
diferencia el Derecho Penal que se ocupa únicamente de la pena en prisión y es normativa de la
ciencia penitenciara quien se nutre no tan solo de lo normativo, sino que abarca principios,
doctrinas, sistemas y resultados de la aplicación de la pena de libertad y forma parte de la
criminología. Como política criminal tiene un matiz meramente política en lucrar contra el delito.
Se enfoca en las acciones pre-delictivas con el fin de que la acción delictiva no se realice.

Finalmente aparece cuando el delito se haya consumado, el Derecho Penitenciario, con el


objetivo de impedir la reincidencia.

3.6.5.Despenalización

Según la autor la despenalización difiere de la legalización y es tomada como sinónimo


de diseminación.

30
Dicho término, se va a utilizar dependiendo del tema que se va a tratar y el conocimiento
que se tenga del mismo, aclarando que la legalización y la despenalización, no son considerados
sinónimos entre sí; el primero alude a la imposición de nuevos u ordenamientos jurídicos para
una acción y/o sus efectos, no sean castigados. Pero no necesariamente se encuentra
relacionado con algo que está prohibido, es decir que una conducta que antes estaba prohibida
pasa a ser permitida. El segundo término apunta a suprimir las sanciones de alguna acción que
sea considerada de orden delictivo, por consiguiente, es una operación que consiste en quitarle
a un hecho su aspecto penal. Es abolición de las penas criminales de ciertos actos, de las cuales
se puede o no sancionar, reflejar el cambio de perspectiva social y moral. Evidenciándose una
sociedad que evoluciona hacia la opinión pública que un acto no es dañino social o moralmente
o no tiene la necesidad de estar dentro de un sistema de justicia criminal.

El autor Mario Felipe Dara Pérez, expresa que “la despenalización, es la simple
deslegalización, pero en el campo sancionado, es decir, que ciertas conductas que han sido
tomadas como reprochables dejan de serlo, ya sea por cualquier factor como cultura, porque ya
no protege un bien jurídico importante o tutelado porque nunca ha sido un delito. Todos estos
factores deben tomarse para todos los casos de sancionamiento que realizad el Estado, no tan
solo en el campo penal criminal, sino también en el campo penal administrativo”. (Mario Felipe
Dara Perez, 2015).

Siguiendo la línea de despenalización, se establece la despenalización responsable que


consiste en la responsabilidad del interno, no tan solo por cumplir con la serie de requisitos
determinados por la inclusión en el proceso de autodisciplina sino también para aceptar los
espacios tensiono para el abordaje de variables criminológicas. Asimismo, existe lo que es la
responsabilidad por parte del equipo de intervención en el conocimiento de los casos de los
internos, es decir realizar una lectura del material como el legajo prontuario, etc. A su vez un
acercamiento a la cotidianidad del mismo y de su entorno cercano-afectivo. Esto nos permite
realizar valoraciones científicamente sustentadas y éticamente concretas.

No todas las dificultades que presentar los diversos casos son necesariamente
impedimentos para el avance en la progresividad. Esto significa que los casos deben ser
trabajados desde la mirada de “hacía y para la libertad”.

El tratamiento de los casos de los internos, determinaran si es factible suprimir el


carácter pena de un acto considerado ilegal.

31
3.7.6. Reinserción Social

La conceptualización de reinserción social, según el autor Miguel Andrés Canto


Valenzuela, es un término utilizado en el ámbito judicial.

Términos como:

 resocialización
 reintegración
 rehabilitación
 reinserción

Se utilizan como sinónimos que a su vez dificulta la metodología al momento de


establecer las practicas que puedan o no considerarse reintegradoras.

El termino rehabilitación está asociado al termino en medicina, en la tradición medica en


donde se piensa al sujeto con una problemática p una enfermedad, lo que alude finalmente a la
idea de un criminal como sinónimo de enfermo social sobre el cual se debe intervenir para
regresarlo a la normalidad.

A modo general, se interpreta la reinserción social como la forma en que las personas
retornan:

 A su familia
 Al grupo después a la comunidad
 Al espacio laboral
 A las redes institucionales

Tomando al autor Villagra, quien define la reinserción social, como el proceso sistemático
de acciones que se inician desde el ingreso de una persona a la cárcel y continúan con
posterioridad y su retorno a la vida libre y este proceso busca incidir en la mayor cantidad de
factores individuales y sociales que puedan haber elaborado con el involucramiento de una
persona en actividades delictivas (Villagra 2008).

Este proceso de reinserción abarca la totalidad de las actividades en las cuales


participan voluntariamente los reclusos, las familias y organizaciones públicas, privadas y
voluntarias, tanto a nivel local como central.

En el ámbito judicial, el objetivo es la reinserción social de las personas infractoras de la


ley, sin embargo este objetivo no se lleva a cabo, llegando a tener un efecto contrario en los
32
reclusos, dando así origen al proceso de reincidencia actual. Este proceso se puede medir a
través de los antecedentes de la persona es decir las veces que la persona ha sido
reencarcelada.

No obstante, se plantea ampliar el término reincidencia a un término que incorpore


factores que permitan evaluar si la persona ha alcanzado un cierto nivel de integración en una
vida alejada de la actividad delictiva.

La reinserción social, se aplica a todo tipo de persona vinculado al sistema judicial y el


impacto de este proceso afecta a la vida de la persona en su totalidad y al entorno de esta.

El encarcelamiento suma otro factor de exclusión social cuando en su interior contiene a


la población de los sectores más vulnerables del país.

En el momento de aplicar un programa de apoyo a la reinserción, se debe realizar antes


de que el condenado finalice su causa, a fin de que se pueda establecer vínculos con los
profesionales que apoya esa reintegración social y a su vez reflexione sobre temas relacionados
con el término de su condena.

3.7.7. Concepción de reinserción social:

Cuando se utiliza descuidadamente el término “reinserción social”, se omite de manera


tacita que se está suponiendo que el preso ha “salido” de la sociedad y que debe “volver” a ella,
lo cual es más que una expresión, es una categoría o sistema de pensamiento en el cual están
implícitas parten de la base de que hay un interior de la sociedad y hay un exterior, espacios
simbólicos en donde el sujeto se sitúa en la mediad en que cumpla las leyes vigentes. Los
sujetos que “salen” de la sociedad, son aquellos que no cumplen el contrato social, que implica la
aceptación de las reglas y las leyes comunes a todos aquellos que no cumplen el contrato social,
que implica la aceptación de las reglas y las leyes comunes a todos aquellos que no cumplen el
contrato social, que implica la aceptación de las reglas y leyes comunes a todos y pasan a un
espacio de reclusión externo a la sociedad, que es la cárcel, teniendo luego que hacer el ciclo
externo, ex decir, del exterior social o carcelario a la comunidad nuevamente (Roman S.F).

Pero el uso de la palabra reinserción, no contempla que en realidad la salida de la


sociedad es simbólica, pues el sujeto sigue perteneciendo a la sociedad, mas allá de que
físicamente está confiando a un espacio determinado. Sigue en la sociedad pues sigue

33
ejerciendo acciones sobre ella, sus familiares siguen en vinculación muchas veces con ellos, si
bien la perdida de lazos puede llegar a ser importante y por sobre todo, el estado a través de la
estructura carcelaria, sigue en una vinculación directa con los detenidos por lo que no puede
hablarse de una “salida” de la sociedad, sino más bien de una restricción de la capacidad de
moverse libremente y de decidir en forma también libre sus acciones.

Muchas veces en un facilismo o un mecanismo de defensa social el pensar que el


detenido “está afuera de la sociedad”, lo que deja a sus miembros con la tranquilidad de haberse
desprendiendo de individuos potencialmente peligrosos.

Cuando se piensa la “reinserción”, entonces, se la debe abordar en un marco más


acotado que el hecho de que el individuo preso deba volver a la sociedad, sino más bien que
debe adherir el a un sistema común de valores y de restricciones (por ejemplo, restricción a
robar, a matar a estafar, etc.) y por sobre todo, a obtener un ingreso económico por una vía
legitima y sin el ejercicio de acciones ilegales o violentos por sobre el resto de los ciudadanos.

En este sentido, recurre siempre a la “educación del preso” como una especie de salida regia,
pues se considera muchas veces que el preso delinque por no estar suficientemente adecuado
por no poseer suficiente preparación para realizar tareas socialmente adecuadas, por no poseer
suficiente preparación para realizar tareas socialmente útiles, teoría que por supuesto en relativa.
Desde la criminología se cohíben teorías ontogénicas respecto del delito, se presenta a
continuación lo que dicen algunas de estas teorías:

“… el recién nacido, nuestro bebe, es potencialmente apto para ser un


criminal, un literato, un político, un pastor. Nuestra sociedad es potencialmente
apta para desatar la guerra o para justificarla, para otorgar el premio Nobel de la
paz o para financiar la fabricación de armas el hecho de que nuestro bebe sea
un criminal o un benefactor, un músico o un vagabundo, un hombre honesto o
un hipócrita, se inscribe en la realización ontogenética, es decir, en la dirección
en que se modela la conducta no direccionalmente pautada o nacimiento…”.

Es decir, se advierte que este tipo de teorías, que provienen de la línea teórica del
conductismo, sugieren la idea de que la educación del individuo, en el sentido de modelar sus
conductas, pueden dar como resultado la formación de ciudadanos “buenos” y es entonces
cuando se recurre a magnificar el proceso de la educación como método de regeneración del
individuo que pasa por una cárcel. Por supuesto que ayuda que un individuo estudio para
lanzarse de nuevo a la actividad laboral, pero no se debe soslayar que también, además de lo

34
que no sane el sujeto tiene ya incorporadas cuestiones que si sabe, a la manera de hábitos de
conductas, que son las que pueden repetir el fenómeno criminal y son esas determinaciones las
que muchas veces condicionan el fenómeno, con intendencia de las habilidades teóricas o
practicas adquiridas mediante la educación de contenidos.

En la esfera del fenómeno criminal se debe establecer una gran diferenciación respecto
de los móviles, ya que para un mismo delito, son innumerables las causas que lo condicionan.
Por eso, la educación en el sistema de reclusión deberá contemplar esa diferencia, pues son
situaciones completamente diferentes para la misma rotulación judicial y la educación requerida
en cada caso será completamente diferente. Además, el momento en que esa educación se
realiza, cobra especial relevancia, ya que es mucho más difícil educar a un individuo con toda
una trayectoria criminal que hacerlo cuando aún no paso por ningún positivo punitivo.

“De lo expuesto se desprende que la taza criminal operante, en una


sociedad dada, solo puede tener éxito significativo si con antelación a la
formación de las personalidades con conductas o con trastornos antisociales se
actúa preventivamente”.

Es decir además de diferenciar el tipo de delincuente al que se imparte la educación con


vistas a la reinserción social, es preciso tener muy en cuenta que el esfuerzo privilegiado debe
darse antes de que un sujeto en riesgo, por sus condiciones de vida, etc. Llegue al acto criminal.
Por otro lado, resulta sumamente importante distinguir el papel social en la educación del
delincuente con vistas a considerar el hecho delictivo no como la aparición de un suceso
“espontaneo” del sujeto individual sino como una producción social, en donde el conjunto tiene
una incidencia fundamental en la generación del hecho realizado por un individuo singular. Esto
es lo que afirma el autor Herrera Cesar, al respecto:

“…Hoy, sin embargo no parece dudosa la necesidad de estimarlo (el fenómeno


de la delincuencia) como origen y naturaleza sociales, sin negar por otra parte, su vertiente
individual y personal. El sujeto activo del delito (la persona humana) nace y se desarrolla en
sociedad y por ello sus actos han de estar afectados también por ese entorno”.

Esta participación de la sociedad se presenta con una disolución para quienes pretende
buscar la explicación de la criminalidad en sujetos “malvados” o “depravados”, que en cierta
forma presentan algo así como sociópata y por eso delinquen. El papel de las acciones sociales
sobre el individuo, por ejemplo responsabilidad por integrarlo a las redes sociales básicas (del
trabajo, la participación política, de cobertura de salud y educación, etc.).

35
Resulta entonces a veces una postura hipocrática o facilista, el pretender que con la
educación carcelaria post-carcelaria se podrá “regenerar” a un individuo que ha crecido en una
medio indiferente a la acción social. La sociedad termina por padecer en la acción del
delincuente su indiferencia hacia enormes masas de personas que desarrollan excluidas o
ignoradas por la sociedad, cuya expresión concreta es el estado. No se trata por supuesto de
caer en el eterno debate de si el delincuente es víctima o victimario de la sociedad en la que
vive, pero si saber que si la sociedad o el estado, que es su rostro de acción concreta, deja a los
sujetos, en especial a grandes masas de sujetos, librados a su suerte, no debe luego
sorprenderse que un porcentaje alto de los mismos busquen como medio de subsistencia una
actividad por fuera de la ley, por que cabe preguntarse ¿Qué otro medio de vida tienen, para que
rol social se les ha capacitado? ¿Cuál es cual es un su caso, su alternativa a la delincuencia?

La concepción de reinserción social que plantean dichos autores implica trabajar en tres
dimensiones diferentes la cuestión de la educación en cárceles: la dimensión reproductiva, la
dimensión productiva y la dimensión transformativa, altamente relacionadas en lo que concierne
a un proyecto educativo dentro del sistema penitenciario.

En el siguiente cuadro se tratara de explicar de forma comparativa esta concepción:

Concepto de reinserción social desde la educación:

Educación carcelaria.

 Dimensión reproductiva:

Es función primaria de toda institución educativa lograr la adquisición de las herramientas


básicas del lenguaje y la operacionalidad de los procesos lógicos matemáticos.

 Dimensión productiva:

En esta dimensión hacemos hincapié en la adquisición de saberes, practicas, técnicas


profesiones que permitan al interno lograr una posible inserción laboral.

 Dimensión transformadora:

El acento esta puesta en la educación en valores, en la constitución y apropiación de


pautas de convivencia que posibiliten una reinserción social en el ámbito personal y comunitario.

36
La educación en cárceles, tomando en cuenta la necesidad de articular; la dimensión
reproductiva y los contenidos procedimentales y conceptuales debe estar orientada hacia la
transformación del individuo y no meramente, hacia la obtención de conocimientos “puros” o de
habilidades laborales o académicas. Es decir la educación del preso en una cárcel busca una
modificación de las actitudes individuales en lo que hace a la posición del sujeto frente a las
normativas básicas aceptadas de modo unánime por la sociedad.

3.7.8. El tratamiento social en las cárceles

3.7.8.1. Inserción social.

¿Cómo entendemos la inserción en la sociedad?

Siguiendo a la autora Alejandra Érica Montaña, se lo denomina al proceso individual y


familiar, con el que transita la persona privada de la libertad durante el tiempo que dura su
institucionalización, proceso de inserción social, siendo este proceso dinámico y en el cual sería
posible abrir un camino hacia un mejor desempeño en sociedad dentro de las pautas
restablecidas.

Si partimos de la idea que la inserción social es un proceso que se transita durante el


encierro, se puede ver que es un proceso individual, familiar y social y que cada parte dispone de
tiempos diferentes para vivirlo. Y que no se sabe si el interno tiene interés para vivir este proceso
que lo llevara a modificar algunas pautas de su vida.

Y por esto es importante considerar la valoración del interno y su entorno familiar y social
sobre el delito y sus implicancias para el encuadre de la intervención social.

Aquí nos damos cuenta que la detención, no es competencia de la unidad penitenciaria,


sino que hay otras instituciones que participen del proceso de insertarse en la sociedad y es por
ello que es una cuestión social.

Esta persona y su familia son parte de una sociedad, pero cuesta detectar el
compromiso social para acompañar el proceso de inserción del cual se habla.

El tránsito por la prisión, cambia la dinámica, individual, familiar y social y es por esto
que se debe procurar mayor difusión a la acción post penitenciaria para la creación o despertar
habilidades sociales en la sociedad actual.

37
Desde el aporte del T.S. se puede decir que su función está vinculada, relacionada con
el proceso de acompañamiento, seguimiento y contención individual y familiar.

Por ello, la disciplina T.S debe inscribirse en sus requisitos de formulario de objetivos, su
permanente análisis y referencia a esa tal disposición que la sociedad le formula: cuales,
reproducir un sistema de control y permanencia (presencia) de pautas sociales, culturales que
dan sentido y pertenencia a un ser.

La prisión es el último escalón del proceso de exclusión; en el transcurso de este


proceso hubo otros fracasos institucionales que no pudieron contener a esa persona, que hoy
vive una condena.

Si se considera a la prisión como un sistema dentro de otro sistema que es la sociedad,


podemos observar como la sociedad le atribuye un mandato social a la prisión, “que esta sea
capaz de transformar” a una persona que ha vivido desde la infancia, diferentes instancias de
exclusión social e indiferencia en las respuestas a sus necesidades básicas.

El trabajo social en las prisiones imprime al tratamiento un abordaje socio cultural de


articulación de recursos individuales, familiares, comunitarios e insiticuticonales. Es decir existe
un inerte juego de sujeto, familiar, otras relaciones, trabajo aptitudes y valores para comprender
la reinserción, integración a la tarea grupal, actitud frente al delito y valoración del daño, entre
otra.

3.7.8.2. ¿Cómo llevarlo a la práctica?

Desde el nivel de intervención profesional del T.S y siguiendo el espíritu del artículo
primero de la ley 24.660, donde se plantea como objetivo la adecuada reinserción social y
mencionando que el medio para tal circunstancia sea el tratamiento interdisciplinario, es allí
donde el T.S hace un valioso aporte desde el tratamiento “social”, que incluye viables de análisis
relacionadas a un accionar personalizado, pero por sobre todo desarrolla una modalidad grupal,
familiar e interinstitucionalita.

38
3.8.

CONDICIONES DE VIDA.
Commented [sr24]: Este debe colocarse después de familia y
antes de Educación.

39
3.8.1. Condiciones de Vida

En consecuencia, Valenzuela (2013), sostiene que al momento de que la persona realiza


una actividad delictiva, debe experimentar el proceso de encarcelamiento, también denominado
prisionización, que es conocido como la etapa de asimilación por dolor del nuevo status de
comportamiento dentro de la institución. Uno de los factores causales de la conducta delictiva,
reside en la estigmatización por parte de los sujetos del sistema judicial, produciendo así un
deterioro psicológico de las personas y promueven, por decirlo así, la continuidad con sus
crímenes delictivos. Por lo tanto, la persona privada de su libertad, se enfoca profundamente en
la cultura carcelaria, que resulta incapaz de vivir en libertad con otros individuos, cuando se
realiza el proceso de reinserción social. Es por ello que los centros cerrados cuentan con un
proyecto institucional, en relación a la intervención socio-educativa. También se describe a la
penalidad pedagógica desde dos niveles, el primer nivel, tiene que ver con el joven responsable
del delito cometido, mientras que el segundo nivel, abarca el sistema de normas a obedecer,
cuya violación implicaría una sanción. Ésta programación institucional, establece normas que
regulan el procedimiento de admisión y egreso del interno, como así el sistema de sanciones,
como lo son los premios y castigos.

3.8.2. Vestimenta, Comida y Trabajo

Asimismo, Martino (2015), manifiesta que en la cárcel las ventanas de los pabellones se
encuentran por lo general sin vidrios, el invierno es muy difícil de tolerar allí dentro, por eso la
vestimenta y las mantas para abrigarse corre por cuenta de la familia de los internos. En lo que
respecta a alimentación hay un menú que corresponde con el elaborado y se distribuye sobre los
internos. En relación con el trabajo, no existe labor productiva. A lo largo de todos los censos
realizados a los detenidos, eran muy pocos los que participaban en Programas de trabajo
remunerados y muy pocos en programas de capacitación laboral, aunque creció un poco.

3.8.3. Sobrepoblación y Hacinamiento:

La superpoblación es una de las principales características de las cárceles Argentinas.


La situación de los privados de libertad refleja algunos defectos en materia de derechos
humanos, la ausencia de una política clara y respetuosa de los derechos de las personas
detenidas es una contante. Las condiciones de salubridad e higiene en las cárceles y lugares de

40
detención del país, también distan de estar aseguradas y siguen siendo un problema inherente al
encierro, aún sin solución.

El hacinamiento en las cárceles es una forma cruel de prisión, impone al interno una
serie de restricciones que no están prevista en la pena establecida. Incide de manera negativa
sobre las condiciones básicas de higiene, alimentación, seguridad, educación, visitas, etc. y
conlleva a situaciones de promiscuidad, abandono, abuso, ausencia de control, alteración de
roles, entre otros.

3.8.4. Elementos básicos y efectos personales.

Para la vida dentro del penal, se evalúa el real suministro de sábanas, ropa, calzados,
cama y colchón. Sin embargo, los autores Bergman, Arias y Siano (2015) afirman que es
prácticamente nula la carencia de estos bienes en las cárceles argentinas. El principal proveedor
de la cama y el colchón es el servicio penitenciario, sin embargo, la familia del interno es un pilar
fundamental para la provisión de los otros elementos de uso personal, indispensable para la vida
en la cárcel.

Dentro de los elementos básicos, que provee la familia, el principal es la comida, la vestimenta y
el calzado. Otros elementos, son los medicamentos, materiales de trabajo y dinero, cabe
remarcar que la escasez de estos bienes puede provocar hechos de violencia o robo entre los
interno.

41
3.9.

CARCEL Y
COMUNICACIÓN
Commented [sr25]: Va después de Contexto carcelario..

42
3.9.1. Cárcel, Comunicación y Cultura

En este sentido, Barbero (1987) considera pensar en la comunicación como algo más
que un simple esquema o circuito en el que se transmiten datos e información desde un emisor a
un receptor a través de un canal. Sistemáticamente, podríamos afirmar que el concepto de
comunicación supone la interrelación de dos aspectos: los vínculos y los sentidos. Esto alude,
por un lado a la comunicación como un proceso fundante de las relaciones humanas y por otro
remite a los procesos de significación implicados en ella. Es desde esta perspectiva que importa
pensar a la comunicación más en términos de producción de sentido que de transmisión de
mensajes. En este contexto de educación es importante la cultura y la comunicación, ya que es
la mediación entre el sujeto y el mundo que lo rodea.

Por otra parte los reclusos elaboran para sí mismos una jerga corporativa o argot de
presidiario que funciona como una poderosa trinchera en la prisión. La jerga de los presos les
permite, entre otras cuestiones, identificar jerarquías y estilos dentro de los diferentes grupos que
se conforman durante la convivencia carcelaria, así como también determina el tipo de relación
que los reclusos están dispuestos a establecer con los demás. El manejo de esa lengua
corporativa, por ejemplo habilita a un recluso para intercambiar objetos, acceder a reclusos
escasos, defender un territorio, demarcarse de la autoridad, compartir vivencias, referirse a
situaciones u objetos prohibidos, expresar estados de ánimo. La utilización de ese lenguaje es
considerado un aspecto desfavorable por parte de los equipos técnicos del sistema penitenciario,
especialmente, en el momento de la evaluación del desempeño del interno, en el marco del
tratamiento que se le impone a lo largo de la condena. De ahí que los reclusos desarrollen
asombrosas habilidades relacionadas con el uso estratégico de ese dialecto carcelario.

3.9.2. El derecho a la comunicación en la cárcel

Al respecto, Caimari (2013) considera que en tanto rija el estado de derecho, la


condición de preso implica la restricción de la libertad ambulatoria pero no la restricción de otras
libertades. Para que gran parte de la humanidad concibiera al aislamiento y la reclusión como
forma punitiva por excelencia, tuvieron que quedar atrás otras modalidades de castigo público,
como la tortura y el martirio, la horca, la hoguera, la guillotina y un sinfín de prácticas de índole
similar ideales en distintos tiempos con un único fin que el delincuente expíe sus culpas. En
nuestro país, muchos eran los convencidos de que ver el sufrimiento del condenado era la única

43
pedagogía eficaz para las multitudes y reclaman mantener un régimen de ejecución de los reos a
la vista de todos .

La comunicación es asumida por los presos como un recurso valioso y sumamente


limitado que se encuentra ligado de manera inexorable al sistema de premios y castigos que
constituye la matriz fundamental del régimen de la prisión. Las autoridades están siempre
atentas a las formas de circulación de la palabra dentro de la cárcel y ejercen un control estricto
sobre los modos en los que se establece la comunicación tanto en el interior como hacia afuera
del edificio penitenciario. De manera particular, las autoridades se esfuerzan por vigilar aquellos
espacios que puedan potenciar la expresividad de manera colectiva y por ende generar
condiciones propicias para vehiculizar las demandas del conjunto. A través de un sistema de
observación continua, se controlan todos los espacios y recursos que de algún modo, pueden
otorgarle visibilidad a los reclamos de la población carcelaria o poner en evidencia el mundo de
ilegalidades que conforma la trama oscura de la prisión. Es por ello que en un régimen basado
en el control y el sometimiento como el que se impone en las instituciones penitenciarias, la
comunicación adquiere una relevancia crucial.

El derecho a la comunicación para las personas en situación de encierro constituye un


aspecto fundamental de su existencia, ya que implica, ante todo la posibilidad de establecer
contacto con el mundo exterior.

3.9.3. Dibujos en el Aire y la Paloma

En este particular ámbito, los gestos alcanzan un protagonismo incitando. Los


presidiarios, especialmente aquellos que llevan más tiempo en reclusión, son expertos en
decodificar y reproducir mensajes en base a señas. Al respecto Le Breton(1999) sostiene que,
“el gesto no es una mera gesticulación despojada de sentido, sino que cumple una función
significante y participa en la eficacia simbólica que preside toda acción, la de mover el mundo
con signos” de ahí que para comprender los procesos de comunicación que se desarrollan en
contextos de encierro también sea necesario analizar la manera en que el sujeto participa de ese
proceso con todo su cuerpo.

En el ámbito carcelario, los encuentros entre los reclusos están absolutamente pausados
institucionalmente, por ejemplo, pueden conversar en el pabellón, durante las horas de patio, en
la escuela, la capilla, etc. En los espacios de circulación está prohibido el encuentro ocasional

44
entre dos o más reclusos, salvo que el mismo tenga un propósito explícito y este mediado por la
presencia de un agente de seguridad.

Otro sistema utilizado en la cárcel, además de los gestos y la simbología corporal, es la


usar un transporte aéreo llamada “paloma”, la misma es utilizada por los presos en todos los
pabellones, aunque su uso requiere una relevancia particular, entre los presos que se
encuentran en las celdas de castigo. El recluso pide algo a voz viva y lanza la paloma, el lazo
vuelve siempre cargando con algo, puede ser un bollo de pan, cigarrillos pastillas, una lapicera o
una revista, la paloma puede asociarse con ciertas prácticas que involucran como factores
principales a la complejidad y los lazos de fraternidad entre pares, actitudes que las personas
asumen con asiduidad.

45
3.10.
MARCO NORMATIVO
Commented [sr26]: Debe colocarse este Capitulo despues de
Sistema Carcelario.

46
3.10.1.LEY 24.660, Ejecución de la Pena Privativa de la libertad.

El Poder Ejecutivo de la República Argentina, sanciono La Ley 24.660 Ejecución de la


Pena Privativa de la Libertad el día 19 de junio del año 1.996, promulgada el día 8 de Julio del
mismo año, aprobada por el Congreso de la Nación. Dicha ley orgánica pertenece a la rama a la
rama del Derecho Público y asimismo depende Derecho Penal.Tiene como objetivo limitar las
excarcelaciones y salidas transitorias a los condenados por delitos graves en todo territorio
nacional. Efectuando cambios en cuanto a los beneficios liberatorios, como la libertad
condicional y libertad asistida. estableciendo la obligación de que se elabore un expediente,
también solicitado por parte del interno, en el que se deberá consignar, entre otros aspectos, su
conducta y concepto desde su incorporación al Régimen de Ejecución Anticipada, las sanciones
que posea, un informe de la Sección Asistencia Social sobre la existencia y conveniencia del
domicilio propuesto por el interno y por ultimo un informe del Consejo Correccional acerca de la
conveniencia de su otorgamiento con base en entrevistas previas que sus miembros deberán
tener con el interno.
estos informes harán referencia sobre la salud psicofísica, educación, formación profesional,
actividad laboral, educativa, cultural y/o recreativa , así como las relaciones familiares y sociales
del interno en cuestión y todos aquellos aspectos peculiares que presente el caso como una
sugerencia sobre las normas de conducta que debería observar en caso de que se le conceda la
libertad condicional solicitada.

Cabe destacar que dicha ley se presentó primero como la ley nº 27375 de Ejecución de
la Pena Privativa de la Libertad, modificatoria de la Nº 24660, por lo mencionado en el párrafo
primero, ya que la misma se dirige a sujetos privados de su libertada.

En efecto la mencionada ley está conformada por 21 capítulos, de los cuales hacemos
hincapié sobre 3, los mismos son el nº 8 que aborda el tema Educación, el nº 11 se refiere a las
Relaciones Familiares y sociales y por último el nº 12 que se trata sobre la Asistencia Social.

El capítulo Nº 8: Educación, consta de 10 artículos que va desde el 133 al 142, estos


brevemente garantizan al interno el ejercicio de su derecho de aprender, proceso plenamente
formativo para que el interno comprenda sus deberes y normas que regulan la convivencia en
sociedad, impartiendo enseñanza obligatoria expresamente a los mismos que no hayan
alcanzado el nivel mínimo fijado por la ley. el plan de enseñanza corresponde al sistema de
educación pública cuya certificación de estudio no deberá contener indicaciones de la situación
del interno.

47
A continuación el capítulo Nº 11: Relaciones Familiares, organizado en 4 artículos, que
parten desde el 168 ay finalizando en 171, en los cuales se comprende que el interno tiene
derecho a comunicarse con su familia, amigos, defensor/represéntate legal. Aclarando asimismo
que las visitas se ajustaran a las condiciones que determina dicho reglamento. En cuanto al
visitante, este deberá respetar las normas reglamentarias vigentes en la institucion, en lo que
respecta a las pertenencias del mismo por razones de seguridad serán registradas. En caso de
enfermedad, accidentes o fallecimiento del interno, se comunica inmediatamente a su flia y
viceversa. Acto seguido, en caso del que el interno no goce de salidas transitorias podrá recibir
visitas para que afiance sus lazos familiares.

Por último, el capítulo Nº 12: Asistencia social, formado por cuatro artículos , que
brevemente se refieren al tipo de relaciones que tiene el interno con su familia, la cual si es
favorable se deberá mantener y facilitar, fortaleciendo vínculos que puedan beneficiar sus
posibilidades de reinserción social, prestando asistencia moral al mismo, amparando a su familia,
acciones que estarán a cargo de organismos o personal especializado.

Cabe destacar que dicha ley visualiza una instancia de transición, brindandole a la
persona privada de s libertad diferentes tipos de herramientas para disminuir la reincidencia y,
por otro, el poder introducir en la institución una visión humanista de la puesta en práctica del
articulado de la ley. Esto quiere decir que hay marcado un antes y un después.

La implementación de la ley tiene trascendencia para el Trabajo Social, reconoce en el


profesional una participación en el tratamiento de la persona privada de la libertad, como parte
interviniente con un rol protagónico distante del conocido asistencial.

Para familiarizarse con la institución penitenciaria, es muy importante decir que cuenta
con varias áreas que integradas podrán trabajar para el tratamiento de la persona privada de su
propia libertad. Las cárceles del Servicio Penitenciario Federal, según la autora, tienen en su
estructura secciones como educación, medica, asistencia social, servicio criminológico, división
seguridad interna y la división trabajo.

Ante la posibilidad de trabajar en el área de tratamiento social, poco desarrollada en la


disciplina del Trabajo Social, aquí se formulan, coordinan y llevan a la práctica los siguientes
programas:

 Programa pre-libertad (preparación para el egreso)


 Tratamiento social a internos que abusa de sustancias toxicas

48
 Programa de supervisión de salidas transitorias (destinado a acompañarlos, contenerlos
en el proceso de fortalecimiento de lazos familiares y/o sociales para dichas salidas y
mantener bajo el no ingreso).

3.10.2. LEY Nª 26.206, de Educación Nacional.

Ley de educación nacional nº 26.206 fue aprobada por el congreso de la Nación el día 14
de diciembre del año 2.006, promulgada el 27 de diciembre del mismo año.

Sus contenidos están orientados a resolver los problemas de fragmentación y


desigualdad que afectan al sistema educativo.

Dicha ley regula el ejercicio de enseñar y aprender, consagrado por el 14 de la


Constitución Nacional y los tratados Internacionales incorporados a ella, conforme con las
atribuciones conferidas al Honorable Congreso de la Nación, en el artículo 75, inciso 17,18 y 19.

Asimismo, la ley de educación nacional establece en el capítulo 1, que trata sobre


Principios, derechos y garantías, específicamente en el artículo 3 de este, que la educación es
una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa,
reafirmando la soberanía e identidad nacional, profundizando así el ejercicio de la ciudadanía
democrática, respetando los derechos y libertades, fortaleciendo el desarrollo económico-social.

Es por ello y que de acuerdo a nuestro tema de tesis, analizaremos especialmente el


capítulo 12 que trata sobre educación en contexto de privación de libertad, que consta de 5
artículos que van desde el articulo 55 al 59. Este mismo capítulo comprende que la educación en
contexto de privación de libertad, es una modalidad del sistema educativo destinada a
garantizándola como derecho para todas las personas privadas de libertad. De modo que este
tipo de educación en contexto de privación de libertad, siga distintos objetivos como por ejemplo
garantizar el cumplimiento de la escolaridad obligatoria, ofrecer formación técnico profesional en
todos los niveles y modalidades, entre otros. Razón por la que el Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología coordina acciones, estrategias con las autoridades nacionales, provinciales
y con instituciones de educación superior y universidades.

49
3.10.3. El derecho a la educación de los detenidos

La intención de la pena en la cárcel es privar de la libertad, significando esto muchas


veces la violación y privación de los derechos humanos, incluyendo el derecho a la educación.
La educación de personas adultas en las cárceles debe ir más allá de una simple capacitación la
demanda de oportunidades de aprendizajes en las cárceles debe abastecerse apropiadamente.
Los internos, son quienes se han visto excluidos de manera conscientes e intencionada de la
sociedad, por haber cometido delitos contra las personas, la propiedad y los valores socialmente
aceptados, lo cual no significa que su encarcelamiento sea temporal, sea una respuesta
suficiente al fenómeno de la delincuencia.

Eventualmente la mayoría de todos los internos dejan de ser delincuentes y son puestos
en libertad en la sociedad que han delinquido. En consecuencia hay motivos reconocidos para
proteger a la sociedad contra nuevos delitos mejorando las oportunidades de reintegración con
éxito. Dejando en concordancia con la caracterización de E.D.H y partir del ejercicio real y pleno
del derecho a la educación de los detenidos se ven satisfechas tales cuestiones:

 El hecho de la no discriminación por su condición social, es decir, que el estar


privado de la libertad a ser excluido históricamente en lo económico-social no
constituyen condiciones naturales que permitan la discriminación en el ejercicio
al acceso al derecho a la educación
 Preparar para la participación social, al quedar en libertad de la educación.

La educación como acción de la sociedad y responsabilidad de estado y desde la mirada


de la educación social, significaría un componente de la construcción social ya que ella tramita el
abordaje de conocimientos, distribuye el capital cultural, socializa y asocia saberes, incorpora
actores, teje vínculos con el conocimiento, con el mundo.

Representándose así la educación como un lugar específico donde es posible pensar en


una sociedad más justa más elaborada, más de todos y de cada uno, más solidaria, en definitiva
más humana.

En la confrontación de realidades, se reconoce al sujeto en una realidad inundada de


inequidad social que necesita ser transformada desde abajo implica reconocer donde estamos
parados para poder pensar en un cambio, como empoderar nuestra persona y nuestra sociedad
a partir de lo cotidiano

50
Dejándose en claro que el encarcelamiento aunque se considera un castigo justificado
no debe llevar consigo una privación adicional de los derechos civiles, entre los que figura el
derecho a la educación. Es que las minorías más desfavorecidas son las personas que no saben
leer, ni escribir, siendo el conocimiento, lo más elemental como herramienta esencial para el
progreso educacional. La alfabetización es por lo tanto uno de los medios para combatir la
exclusión en la participación de la sociedad.

3.10.3. Marco legal Internacional y Nacional

La mayoría de los países han firmado, ratificando los instrumentos legales internacionales
sobre derechos humanos que garantizan mejores condiciones de detención a los internos de una
unidad penal. Entre ellas están:

 La declaración universal de los derechos humanos(1948)


 El pacto internacional de derechos civiles y políticos(1966)
 La carta africana de los derechos del hombre y de los pueblos.
 La convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
 Las reglas mínimas para el tratamiento de reclusos de las naciones unidas(1955)

Las mismas garantizan el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo. Sin


embargo es difícil poder realizar un seguimiento de las condiciones de vida de los internos
de dar a conocer las distintas realidades a través del art 6 y otro tipo de organizaciones
internacionales (como Amnesty internacional, reforma penal internacional, ILANUD) que
visitan distintos países del mundo y realizan relevamientos e informes sobre tales
cuestiones.

En el ámbito nacional, la republica argentina tiene incorporadas los acuerdos internacionales


que se plasmas en su constitución:

 Declaración universal de los derechos humanos.


 El pacto internacional de los derechos económicos, sociales culturales.(Francisco
Jose Searje)

51
3.11.

FAMILIA.

3.11.1. La Familia.

52
La familia es considerada un objeto complejo, porque va más allá el triángulo padre-
madre- hijos. Existe variación en el concepto de familia, dependiendo de la mirada
epistemología, desde la cual se sitúa:

Continuando con los aportes de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, la familia
comprende como un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, ya se consanguíneo,
por matrimonio o adopción y que vivan juntos por un periodo indefinido de tiempo, constituyendo
la unidad básica de la sociedad.

El rol de las familias, constituye una importante configuración de espacios para la


construcción de las relaciones con las demás personas y crear las bases para la convivencia y
sobrevivencia. Los sistemas familiares se encuentran transversalmente influenciados por la
cultura, el modelo económico y el sistema político imperante.

La familia como sistema se configura como un sistema abierto, que en su totalidad


conforman los integrantes, las relaciones que se establecen entre sí.

Se caracteriza por los cambios que se presenta de acuerdo a la influencia del ambiente
o continuidad, es decir, su viabilidad. Estos cambios que perciben las familias, tiene que ver con
la pobreza, el desempleo, la desigualdad de ingresos, el nivel de escolaridad y la cantidad de
inmigrantes ilegales de un país, lo que influye en los casos de delincuencia.

3.11.2. Experiencia familiar de la reinserción familiar

La diferencia entre experiencia y vivencia, radica en que la primera se organiza


necesariamente a través del lenguaje, es la anécdota o la práctica significativa, pensada,
configurada y articulada discursivamente y las vivencias son el acontecimiento que sucedió a
nivel individual y quedó inscripto como una marca afectiva.

Las experiencias y las vivencias, son significativas por que conducen la forma de
reacción de las personas entre ellas y con el mundo y a su vez dependerá de la experiencia de la
persona como serán sus vivencias. Al momento de insertarse en la comunidad, las personas
privadas de su libertad, pueden sr particularmente difícil y estresante, ya que la privación de la
libertad causa en sus vidas, el debilitamiento de los lazos sociales, desarraigo de la familia y la
comunidad, además de problemas severos de salud mental. Experiencia de victimización en las
prisiones y en algunas situaciones, la adquisición de patrones de interacción violento producto de
la prisión.

53
54
3.12.

EDUCACION.

3.12.1. Educación

55
La educación dentro de establecimientos penitenciario es uno de los escenarios más
complejos y quizás menos estudiado del campo de la enseñanza en nuestro país.

Es por ello imprescindible definir, en primer lugar que se entiende por Educación y en
segundo lugar Educación en contexto de privación de la libertad.

 Educación: es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para


construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar
el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y
libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico – social de la Nación,
este brindado en artículo 3 de la ley nacional de educación 26.206.
 Educación en Contextos de Privación de Libertad: es la modalidad del sistema educativo
destinada a garantizar el derecho a la educación de todas las personas privadas de libertad,
para promover su formación integral y desarrollo pleno. El ejercicio de este derecho no
admite limitación ni discriminación alguna vinculada a la situación de encierro, y será puesto
en conocimiento de todas las personas privadas de libertad, en forma fehaciente, desde el
momento de su ingreso a la institución, formulado en el capitulo 12 denominado como
educación en contexto de privación de libertad, articulo nº 55.

Los destinatarios de este tipo de educación forman parte de la población a la que está
dirigida la educación de jóvenes y adultos, son sujetos de múltiples exclusiones, por lo cual su
existencia nos revela una realidad educativa.

La institución educativa funciona dentro de otra y supone conjugar prácticas y marcos


normativos entre el sistema penitenciario y el sistema educativo con lógicas de funcionamiento
diferentes: en el primero la del castigo y el disciplinamiento, fundante del derecho penal y las
prisiones; y en el segundo la lógica del desarrollo integral de los sujetos. las ofertas educativas
destinadas a las personas privadas de libertad son heterogéneas y dispares, según el
establecimiento penitenciario del cual dependan, esencialmente se componen de planes de
alfabetización, educación primaria, secundaria y en muy pocas jurisdicciones superior no
universitaria y universitaria; sin embargo, la oferta educativa más difundida es la desarrollada a
través de cursos breves de capacitación laboral, de diverso nivel y calidad. Los distintos actores
que participan de estas propuestas agentes penitenciarios, docentes, internos, funcionarios,
familiares, etc.,. Así, están dirigidas a los mismos sujetos pero cumplen distintos objetivos:
ocupación del tiempo libre, re-socialización, disminución de la agresividad, proyección a la
reinserción laboral, entre otras.

56
3.12.2. La Institución educativa en la Institución Penitenciaria

Al respecto Lewkowicz (1.996), considera que en los contextos de encierro las escuelas
funcionan dentro de otras instituciones, las penitenciarias, cuya lógica de funcionamiento
condiciona a las primeras, no solo en los aspectos pedagógico-didácticos sino en los que se
refieren a la distribución del poder. Además, al responder a distintas dependencias
gubernamentales su comunicación se complica ya que, en general, no funcionan
articuladamente. Las dificultades de comunicación entre el personal de ambas instituciones para
construir acuerdos basados en criterios comunes para el manejo de la educación, derivan en
impedimentos para el normal desarrollo de las actividades académicas por razón es ajenas a
ella, las cuales pueden ser la falta de valoración del espacio educativo, que conduce a la
generación de un clima negativo por parte del personal penitenciario hacia la escuela,
funcionando ésta como premio o castigo hacia los internos; las exigencias para el ingreso de los
docentes a las unidades penales que implican someterse a revisiones y controles; el retraso o la
imposibilidad de asistencia a clase por parte de los internos por requisas, castigos, etcétera.
Estas situaciones hacen que las actividades vinculadas al proyecto escolar se vean reguladas
por la estructura administrativa vertical y rígida de la cárcel, donde el trabajo y la participación
están condicionados por las normas de seguridad. Es decir, a la escuela que de por sí
representa una realidad compleja hay que sumarle la complejidad del contexto.

3.12.3. El estudiante – Interno.

En tanto Deluze (2.001), plantea que los alumnos que asisten a las escuelas en las
unidades penitenciarias fueron y son sujetos de múltiples exclusiones, a las que ahora se suma
una nueva: la privación de la libertad. Estudiar en la cárcel les permite recuperar al menos un
derecho negado, el de la educación. De esta manera el lugar ocupado puede ser no solo el de
recluso, sino el de alumno en un espacio que abre una posibilidad diferente, radicándose la
esperanza en que estos seres humanos se conecten con su propia potencia y originen acciones
autohabilitadoras que marquen la diferencia entre modos de existencia.

Asimismo, el autor, sostiene que el estudiante preso se resiste a ser tomado como preso en la
prisión; no puede ser capturado integralmente como preso en la prisión en la que está apresado.

57
El estudiante preso, si bien está preso, no es preso, voluntad única del actual sistema carcelario-
sino estudiante.

3.12.3. Acceso a la educación formal del sujeto privado de la libertad y la propuesta


pedagógica de los centros educativos en cárceles:

Siguiendo al autor, el filósofo Foucault Michel (1975) quien intenta fijar la época de
nacimientos de las instituciones de castigo entre los siglos XVII Y XVIII y permitiendo a su vez
indagar desde la perspectiva teórica reconstruyendo las condiciones sociales, económicas y
políticas de estas instituciones, que la cárcel surge como consecuencia de la caída del régimen
monárquico en Europa y el ingreso a la economía mundial capitalista respondiendo a
redefiniciones socio-políticas que hacen nuevas demandas de control social. Es en este
contexto que las cárceles vienen a garantizar el ejercicio de las libertades políticas y comerciales
del ciudadano.

En relación a los escritos de los autores Fretjam y Herrera (2.010) se hace notar que la
institución escuela surge casi de modo simultáneo con la aparición de estas nuevas sociedades
modernas mencionando las siguientes características disciplinarias:

 La organización de las personas en el espacio


 El premio y el castigo relacionados al éxito o al fracaso
 Los agrupamientos en razón de edad
 Observación de los resultados y las conductas
 Los espacios homogéneos, jerarquizados y analíticos

En este sentido Aguerronologo (1.999), concluye que el sistema educativo introducido,


se desarrolló sobre la base de un código restringido y de una estricta funcionalidad con
necesidades económicas e ideológicas del país homogenico y se convirtió en una forma
importante para rehacer la realidad educativa en sociedades sometidas y para marginalizar o
destruir las agencias de socialización existente. Los que van a la escuela entonces son los que
llegan a ser “personas educadas”, frente a las “masas inadecuadas”.

3.13.4. El sentido de la educación en la cárcel

58
Históricamente, desde el siglo XIX, la educación en cárceles ha sido considerada como
una de las vías fundamentales en la corrección del criminal cuyo discurso era la educación
moral, fuertemente vinculadas con las prácticas religiosas. Sin embargo, a fines del siglo XX
surgieron pocas experiencias que presentaron otras formas de comprender y practicar la
educación en cárceles, tratando de distanciarse de la corrección de un supuesto criminal, que en
sus primeras formas durante el siglo pasado, fueron manifestadas con discursos.

La cárcel como bien enseña Pavarini (1.955) “ha surgido originalmente para satisfacer
una instancia de control disciplinario”.

Y según Fernández (2.012),en su esencia, la cárcel fue concebida como un espacio para
realizar prácticas pedagógicas donde se buscaba “domesticar” a los hombres para que se
pudieran adaptarse a determinados valores sociales de referencia , que no son valores que
reflejen a la sociedad pluralista.

3.13.5. Sistema educativo carcelario:

Se considera al sujeto de educación privado de su libertad como aquel individuo


dispuesto adquirir los contenidos culturales que lo social le ofrece y a la vez le exige, en un
momento dado, para incorporarse a la vida social, en un momento dado, para incorporarse a la
vida social en un sentido amplio: acceder, permanecer, modificar, circular (Núñez, 2007). Es por
ello que el consejo correccional establece a las personas condenadas determinados objetivos a
ser cumplidos en materia de educación, concurrir a la escuela, aprobar determinados cursos.

En efecto la educación es un componente insoslayable de la construcción social y de la


coproducción de subjetividad que permite el abordaje de conocimientos de diversa índole,
distribuye el capital cultural, socializa y asocia saberes e incorpora actores, permite recordar
mitos, tejer vínculos con lo desconocido, con el conocimiento, con los otros y como el mundo. La
educación es un imperativo para la construcción de identidad, pertenencia y lazos en las
sociedades humanas (Núñez 2004).

59
3.13.

ROL DEL TRABAJO


SOCIAL.

3.13.1 Rol de Trabajador Social en contextos carcelarios.

60
Surgimiento del Trabajo Social e intersección profesión-prisión

Según la Autora Fasciolo (2016), a principios del siglo XX en Argentina, en el contexto


de la fase competitiva hacia la fase monopólica, se sitúa el Trabajo Social como un elemento
principal de las relaciones de clases sociales.

Antes de que se reconociera al Trabajo Social como una profesión institucionalizada,


tuvo su comienzo hacia fines del siglo XIX como proceso denominado “profesionalización del
control de la desviación” con el pensamiento de que no se podía establecer un diagnostico sin
asesoramiento profesional. Al respecto Fasciolo (2016) plantea que entre los años 1950 y 1960
se establecía que en todas las decisiones sobre las condenas, clasificación y la evaluación de
los internos eran tareas específicas únicamente de los expertos penales. Es por esto que el
Trabajo Social junto al derecho, la medicina y la psiquiatría, darán validez al paradigma
correccionalista, llevando un control técnico con el fin de demostrar la práctica terapéutica en la
prisión.

Por otra parte, Quiroga (S.F), explica que la modalidad de trabajo del Trabajo Social, se
estructura en: Individual, grupal y familiar. Y tiene dos ámbitos de acción: Institucional y extra
institucional, desde una mirada interdisciplinaria y respetando la disposición del interno y de su
interno cercano, a este abordaje profesional.

Los Trabajadores Sociales abordan problemáticas de los sujetos privados de su libertad,


que como tales son portadores de experiencias, vivencias, saberes, etc. Las que se intentaremos
conocer, redefinir, dimensionar, develar junto a ellos, reconociendo sus potencialidades,
fortalezas personales y aquellas construidas en la familia y sociedad.

El trabajo social profesiona en el ámbito penal, según Porporato (2011), se enmarca en


los objetivos propuestos legalmente para las unidades penitenciarias: la ejecución de la pena
privativa de la libertad, en todas sus modalidades, tiene la finalidad de lograr que el condenado
adquiera la capacidad de comprender y aceptar la ley procurando su adecuada reinserción
social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la propia sociedad siendo que el régimen
penitenciario deberá utilizar de acuerdo con las circunstancia de cada caso, todos los
tratamientos interdisciplinario que resulten apropiadas para la finalidad enunciada.

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3.13.2. Actuaciones específicas

Al respecto Quiroga (S.F) expone las actuaciones específicas del Trabajador Social en
el ámbito penitenciario, en ellas encontramos:

 ENTREVISTAS DE INGRESO: se realizan desde al momento en que el sujeto es


alojado en un establecimiento penitenciario ya sea como:
-Procesados (es decir que aún no ha ido a juicio y no tiene sentencia)
-Condenados (cuando ya tiene sentencia firme)
-Modalidad disciplinaria o interdisciplinaria (sobre todo con psicológica)

Pueden efectuarse de manera grupal lo cual nos permite por un lado presentar el área,
el profesional que va a llevar cada caso y cuales son los criterios de intervención, información
general.

 ASISTENCIA INMEDIATA: esa primera entrevista al ingreso, con la confección de una


ficha estructurada, nos permite identificar necesidades a las cuales se trata de
responder con acciones claras, asesoramiento, comunicaciones con sus familiares y
derivaciones.
 DEFINICIÓN DE ALOJAMIENTO: se interviene como integrante en cada establecimiento
penitenciario en la propuesta de alojamiento de los internos ingresantes ya sea el
proceso, al periodo de tratamiento, en los traslados a otras unidades, etc. de criterios
criminológicos, los cuales básicamente son: condición etaria, de género, antecedentes
de captaciones anteriores del sistema punitivo, características de vulnerabilidad socio-
psicológica, tipo de delito, parentesco con fuerzas de seguridad.
 ATENCION DE AUDIENCIAS: los internos establecen relación con el área a partir de
audiencias escritas presentadas por canales formales. Esta modalidad permite mantener
una organización de la atención, la cual se va recreando permanentemente,
estableciendo diferentes estrategias de acuerdo al caudal del trabajo existente, de las
características del establecimiento, del perfil de la población penal alojada etc.
Asignando, por ejemplo: días diferenciados para atención por pabellones, por condición
legal, etc.
También se atienden sus demandas espontaneas (es decir cuando se presentan en las
oficinas sin ser convocados; estas situaciones se producen especialmente con aquellos
que tienen permitido por su actividad laboral, deambular por sectores administrativos) y
las derivaciones desde otras áreas y de sus familias. Utilizando la modalidad de atención

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grupal, a los fines de poder transmitirles que sus audiencias o demandas serán
receptadas y profundizadas de acuerdo a las posibilidades operativas del área.
 SEGUIMIENTO PAUTADOS: ante las situaciones inherentes a la especificidad
profesional, el Trabajador Social establece pautas de abordaje con el interno y su
entorno, utilizando el espacio institucional para entrevistas individuales, familiares,
encuentros con sus familias, entrevistas en domicilio, etc. Movilizando así mismos
recursos comunitarios.

3.13.3. El Trabajo Social en las instituciones de encierro de adultos y juvenil

Siguiendo la línea de la Autora Fasciolo (2016), considera que el Trabajo Social en el


marco del sistema penitenciario de adultos tiene la tarea de desconstruir la situación que lo llevo
a esa intervención judicial, trabajando los vínculos internos y externos entre la institución y la
familia. También favoreciendo la comunicación entre el equipo de trabajo, el interno y su familia.
Fasciolo propone un abordaje social, considerando a la familia como el principal espacio de
construcción de vínculos, en constante relación con el medio socio-cultural, por medio de
entrevistas a los jueces y a la familia de cada interno, procurando su contención e integración a
la sociedad, a través de los informes elevados a los juzgados.

En las instituciones donde albergan a delincuentes juveniles, demandan la intervención


del “quehacer” del Trabajo Social, como la contención emocional, como mediador entre la
integración a la sociedad y a la institución.

El Trabajador Social como educador en los centros cerrados

Existen autores que definen al Trabajo Social desde la perspectiva simplificadora,


acrítica, como un educador social, tomando como ejemplo a Ander Egg (S.F), quien establece
que el Trabajador Social es un educador social formal, porque ayuda a la gente para que
aumente sus conocimientos, destrezas y habilidades a fin de que puedan resolver sus
problemas.

La acción educativa es aquella acción intencionada de un sujeto social, que se propone


promover en otros sujetos sociales ciertos y determinados aprendizajes que considera
importante para ellos. Este proceso constituye el momento metodológico, y se desarrolla en el
escenario de una situación de comunicación. Esta acción educativa, también se encuentra
63
dentro del proceso de entrevista que para el Trabajador Social es un instrumento privilegiado de
acción: “el lenguaje”. Para algunos profesionales existe la posibilidad que no se sientan acorde a
su función de educador, lo que esto implica la dificultad en la intervención con los sujetos.

La función educativa del Trabajador Social en los centros cerrados, se configura en tres
dimensiones:

1. El Trabajo Social desarrolla una tarea educativa en el marco institucional, enseñando a


tolerar el encierro. Esta especie de enseñanza constituye el control social. Este último no
puede comprendido tan solo como control gubernamental y/o institucional, sino es
ejercido por el Trabajo Social. Este agente social, tiene el poder de influir sobre la vida
cotidiana de los individuos.
2. La acción educativa en los espacios cerrados, también ser encuentra direccionada hacia
el abordaje del afuera institucional. El Trabajador Social debe socio-educar a los jóvenes
presos para una reintegración y reinserción mediante los tres pilares de la modernidad
basados en la ideología de la normalidad, educación, trabajo, familia.
3. La tercera dimensión abarca la responsabilidad penal juvenil. Existe una falta de criterios
para definir la cuestión de responsabilidad y la manera en abordar la situación. Por
ejemplo, los profesionales sostienen que es totalmente contradictorio que una persona
que no ha sido declarada responsable de un acto delictivo, se culpara así misma. Es en
este caso, donde el trabajo social debe estimular una confesión, no necesariamente
vinculada a la etapa del proceso penal que atraviesa.

64
BIBLIOGRAFIA.

65
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