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Depósito Legal:
Contenido
PRESENTACIÓN ................................................................................................................. VII
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Siempre han existido organizaciones, pues los hombres han abordado con frecuencia
desafíos muy superiores a su capacidad individual. Pero no ha sido hasta más recientemente,
con el inicio de la industrialización y la aparición de las sociedades modernas con la primera
revolución industrial, si se prefiere, cuando se ha ido generalizando su importancia en todos
los campos de la vida. Primero fueron las factorías –el factory system- que durante el siglo
XVIII invadieron el paisaje europeo, dando lugar a un tipo relaciones productivas y sociales
nuevas, organizadas en fábricas y caracterizadas por sus chimeneas. Después fueron
transformándose muchos de estos establecimientos productivos en empresas, donde, tras la
segunda revolución industrial desaparece el taller y se mezcla el capital y el conocimiento
para conseguir la productividad. Tras la revolución informacional nos encontramos con la
pura organización, en la que elementos difícilmente tangibles como la cultura, el
conocimiento, las redes sociales, etc. son los que dan lugar al valor añadido.
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Las organizaciones son un tipo de agrupación de los individuos muy diferente de las
familias o los grupos primarios en general, en los que priman las personas, la afectividad, el
sentido de pertenencia o las relaciones cara a cara. Con la asociación de tipo primario se va
más allá de la capacidad individual, pero los objetivos a conseguir tienen unos límites bien
determinados.
Para alcanzar fines u objetivos realmente difíciles y complejos, se hace necesario tener
unas propuestas racionales en que prima la división de tareas y la coordinación, que viene
impulsada con frecuencia con motivaciones económicas. Lo que supera sin duda de las
posibilidades de los grupos secundarios, que no tienen porque abordar necesidades centrales
o básicas de la sociedad.
El contenido del libro pretende conjugar, desde una experiencia pedagógica, la precisión
teórica con algunas propuestas prácticas. Para ello, después de una breve introducción, en
que se sitúa el estudio de las organizaciones en el amplio campo de las ciencias sociales
abordamos en la primera parte del libro, la historia social de las organizaciones. Se toma
como punto de partida la aparición de las fábricas (factory system) y su expansión en la primera
revolución industrial, para detenerse en el sentido y generalización de las empresas en la
madurez industrial. Se hace una especial referencia a la situación en las nuevas sociedades de
la información, con la aparición de las organizaciones como red.
En una segunda parte, se revisan las teorías de la organización, desde los planteamientos
clásicos a las nuevas teorías institucionales, sin olvidarse de las principales aportaciones, del
descubrimiento de la organización informal y los cambios de sensibilidad que se han ido
produciendo.
Teniendo en cuenta los aspectos anteriores nos hemos propuesto en una tercera parte
revisar los aspectos centrales de la organización: los roles principales de las organizaciones
productivas, la estructura social, la cultura de las organizaciones y la influencia de la propia
estructura material.
A continuación, se repasan los problemas básicos de las organizaciones: las propuestas de
participación, la motivación en el trabajo, y los cambios que están introduciendo las nuevas
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tecnologías en el futuro del trabajo. En todos estos campos las ciencias sociales han ido
aportando durante los últimos años racionalizaciones y propuestas que es necesario tener en
cuenta para mantenernos con una visión clara de la sociedad y del mundo del trabajo.
En esta edición se ha iniciado un nuevo apartado con tres capítulos finales que
corresponde a la gran importancia que han ido adquiriendo en las organizaciones tanto la
comunicación, como la influencia de las TIC. El primero de ellos reflexiona y explica las
propuestas tradicionales sobre la comunicación en las organizaciones y su evolución hasta
nuestros días. El segundo, partiendo de los problemas existentes nos sitúa en la
comunicación digital en las organizaciones. El último capítulo nos acercamos al nuevo
mundo de la Web y las redes sociales desde la perspectiva de la comunicación participativa
en las organizaciones.
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Estamos ante un libro que pretende ser una guía fácil para la comprensión y actuación de
las organizaciones y de los individuos en ellas, siguiendo las pautas evolutivas de la sociedad
y de las nuevas tecnologías, una necesidad para todos en las nuevas sociedades.
La edición se ha preparado para ser fundamentalmente un libro electrónico, para estar
disponible online a todos los interesados en conseguirlo. En esto seguimos el ritmo de los
tiempos, aunque tendremos también una solución adecuada pensando en los lectores más
partidarios de la letra impresa.
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Capítulo 1
IMPORTANCIA DEL ESTUDIO
DE LAS ORGANIZACIONES
Antonio Lucas Marín
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Las organizaciones son, así, grupos o asociaciones de personas relacionadas con las
funciones básicas de la sociedad (comunicación, fijación de fines, producción y reparto de
bienes y servicios, etc.). Aunque pueden alcanzar un gran tamaño las hay también de muy
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
pocos miembros. Los fines propuestos en las organizaciones están determinados con relativa
precisión: así definen el tipo de relación posible en su interior, aunque no se excluyen
secundariamente –pero no por ello menos relevantes- otras formas de interacción social.
Esto significa también la primacía conceptual de los objetivos racionalmente propuestos y
socialmente aceptados, de la planificación –sobre todo en cuanto a jerarquía y división de
funciones- y de la formalización, sobre la espontaneidad. Igualmente, los miembros actúan
cumpliendo roles diseñados –al menos seminalmente- por los que han fundado o dirigen la
organización, y desarrollados en la vida en común de los distintos actores, con unos canales
inicialmente determinados de comunicación para enviar y obtener información. Son estas
características señaladas las que hacen a las organizaciones un tipo de grupo muy diferente de
los grupos primarios (pequeños y con relaciones básicamente afectivas y totalizadoras), las
asociaciones voluntarias o grupos secundarios (centradas más en la participación como
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proceso que como instrumento para alcanzar resultados) o también de la masa (con unos
canales de comunicación unidireccionales, externos y poco formalizados).
Una organización típica es la empresa, en la que los objetivos planteados por las personas
integradas en ella son fundamentalmente económicos. Su génesis y desarrollo, unidos a los
del capitalismo (Weber, 1923), dan origen a una institución distintiva y expansiva de la
modernidad, hasta el punto de que muchas otras instituciones adquieren formas
empresariales. Pero lo más interesante es tener presente el múltiple sentido social que ha
desarrollado, pues permite sin engaño referirnos a ella como una organización compleja,
emblemática de las sociedades actuales. Al acercarnos a su estudio, nos encontramos con la
existencia de una organización formal –orientada racionalmente a fines específicos-, a la que
se superpone una organización informal –en la que priman lazos espontáneos de naturaleza
afectiva. Ambas dimensiones coexisten en una estructura en la que se intentan satisfacer
necesidades individuales y, además, en la que no puede dejarse de tener en cuenta el influjo
del sistema estratificador de la sociedad. Todo ello es la empresa y lo mismo se puede decir,
en cierto sentido, de todas las organizaciones. Se ha señalado con frecuencia que, aunque las
cosas que suceden en las diversas organizaciones son muy distintas entre sí, no es casualidad
el que se haya acuñado un término común –organización- para todas sus variantes. En todos
los casos se dan unas características que definen la realidad común, que hace que
comparezcan una serie de problemas de funcionamiento, de relaciones entre los miembros,
etc., que son similares en todos los casos. Se pueden presentar de formas diversas pero
esencialmente responden a los mismos fenómenos.
En cualquier caso, la existencia de organizaciones es una de las características distintivas
de la sociedad contemporánea, en la que su papel es facilitar la consecución de fines que
superan las posibilidades individuales. Aparecen como actores en la vida social, con sus
propios derechos y obligaciones, lo que nos lleva a hablar fundadamente de personas
corporativas y personas jurídicas. En este sentido –parafraseando a McLuhan en su
referencia a los medios de comunicación-, podríamos decir que las organizaciones son
“extensiones del mismo hombre”, en la medida que encauzan la acción social individual, que
es más eficaz a través de las organizaciones. Se considera de esta manera que las
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ANTONIO LUCAS MARÍN
para que coopere, y la comunicación es una herramienta que ayuda a obtenerla. A través de
la comunicación, la gente recoge información de otros, y se la proporciona a otros. La
información puede determinar el que la gente coopere".
Desde el campo de la teoría económica se ha ido acudiendo de manera creciente a la
ayuda de planteamientos psicológicos y sociológicos que permitieran ampliar los intentos de
racionalización de la conducta de los individuos en la actividad económica, que en nuestras
sociedades raramente es individual sino a través de organizaciones. El enorme desarrollo
económico de algunas sociedades ha agrandado los problemas y ha hecho necesario intentar
su comprensión racional desde diferentes disciplinas. La sociología ha aportado una
importante perspectiva para alcanzar nuevos hitos en esta comprensión.
Al hablar de la aparición de las ciencias sociales en el siglo XVIII es normal hacer
referencia a la toma de conciencia de la sociedad, que se ve como objeto de estudio, en un
ambiente racionalista y positivista y en una atmósfera fundamentalmente liberal. En esta
toma de conciencia, es fácil tener presente que los primeros economistas y sociólogos vieron
a las fábricas nacientes como fermento de la modernidad. En ellas, la división del trabajo
aparece como elemento fundamental, fuente de productividad (Smith, 1776) y de la
necesidad de un nuevo tipo de solidaridad (Durkheim, 1897). A los primeros sociólogos no
pasó en absoluto desapercibido el fenómeno fabril; por el contrario, fue objeto de su
atención minuciosa y de sus afanes de aplicar el conocimiento científico a la sociedad. Así ha
surgido la sociología de la empresa, también llamada –en su versión más moderna amplia y
moderna- sociología de las organizaciones.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
generalizado en las nuevas formas de organización económica y social. Sin embargo, el siglo
del industrialismo fue también un período de profundas convulsiones sociales: los beneficios
de la industria llegaron acompañados de nuevos y dramáticos conflictos sociales. La
sociología, que daba sus primeros pasos, centró su interés en el estudio de las realidades
sociales que surgieron entonces, tanto en su aspecto funcional como en su dimensión
conflictiva. Entre los pocos puntos comunes que tienen entre sí las diversas teorías de la
sociología clásica, se encuentra la importancia concedida a la industria como núcleo de la
organización social, tanto en sus posibilidades de desarrollo y progreso real para las
condiciones de vida de las personas individuales, como en su aspecto de institución que
alberga y genera conflictos nunca conocidos en épocas anteriores. Así, Comte, Marx, Weber,
Durkheim, y otros autores clásicos, oscilan entre el optimismo y el pesimismo a la hora de
evaluar el proceso de industrialización y sus consecuencias para las sociedades europeas de
su tiempo (Aron, 1980).
La sociología industrial se fue configurando poco a poco como la rama de sociología que
se interesó por los problemas específicos de las organizaciones económicas de la sociedad
moderna. Sus temas principales de estudio comenzaron siendo aquellas características que
diferenciaron de una manera radical las sociedades industriales de las sociedades anteriores y
sus consecuencias para la vida cotidiana de sus habitantes. Entre esas características se suelen
destacar las siguientes: el crecimiento de la población, gracias a los avances de la medicina y
de la higiene; la concentración de la población en las ciudades, en busca de puestos de
trabajo en las fábricas; el auge de las comunicaciones; el aumento de la movilidad social; la
expansión de la movilidad psíquica, por la que la gente amplía su mundo desde el ámbito
rural en el que estaban confinados al ámbito de la nación; el progreso acelerado de la
tecnología; la creciente masificación de la sociedad; la aceleración del cambio social. En la
primera parte del este libro tendremos ocasión de profundizar en estos rasgos de la sociedad
moderna. Baste ahora con esta enumeración para indicar cuáles fueron las líneas de fuerza de
la investigación sociológica inicial.
Por otra parte, con el paso del tiempo, la sociología industrial fue prestando una mayor
atención no sólo a las condiciones sociales que hicieron posible la aparición y el desarrollo
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ANTONIO LUCAS MARÍN
del sistema fabril, sino también y, muy especialmente, a lo que ocurría en el interior de las
industrias, consideradas ahora como formas sociales de interacción, dignas de ser estudiadas
en sí mismas. En efecto, la mayoría de las personas en la sociedad moderna emplean la parte
principal de su tiempo en el interior de su lugar de trabajo que es, ahora sí, la organización
industrial. Surge así, una especialidad de la investigación sociológica que comenzó a
denominarse sociología industrial. La denominación de esta rama de estudio no ha estado
exenta de controversias, como reflejaremos en el siguiente apartado, de acuerdo con los
temas específicos que se propuso estudiar o con el ambiente intelectual en el que se
desarrollaron. Sin embargo, lo que sí está claro es que se dio un interés específico de los
sociólogos por estudiar las estructuras, procesos, conflictos y significados acaecidos en el
contexto de las organizaciones industriales. A esta línea de investigación nos referimos
cuando hablamos genéricamente de sociología industrial.
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Conocimiento y acción
Tal vez la diferencia más importante entre la perspectiva sociológica y otras formas de
estudiar la vida en las organizaciones fue la intención con que se llevaron a cabo esos
estudios. En efecto, los problemas asociados a la organización industrial fueron detectados y
analizados desde diversos puntos de vista. Entre ellos, destaca el punto de vista técnico, es
decir, el estudio que los propios encargados de tomar decisiones y asumir responsabilidades
en las organizaciones llevaron a cabo. O el de aquellos que buscaban ayudar a los directivos a
mejorar los resultados de los procesos productivos. El perfil del investigador técnico es,
lógicamente, el del ingeniero que pretende lograr una mayor eficiencia en la producción de
los bienes y en los procedimientos propios de cada fábrica. Un buen ejemplo de esta
perspectiva son los trabajos de F.W. Taylor, a quien dedicamos atención suficiente en la
segunda parte del libro pues su influencia en la organización de las empresas ha sido enorme.
La perspectiva sociológica en el estudio de las organizaciones no busca, sin embargo, de
forma inmediata la mejora de la productividad o de la rentabilidad de la inversión industrial.
Más bien, se interesa directamente por los procesos sociales que ocurren en su interior para
alcanzar una comprensión más completa de la vida organizativa. No significa esto que la
sociología industrial no tenga interés para la práctica empresarial. Muy al contrario, los
principales avances recientes en la forma de gestionar las organizaciones son deudores en
gran medida de planteamientos sociológicos. Es lógico que sea así, pues la perspectiva
técnica tiende a reducir el número de variables o aspectos de la realidad que deben incluirse
en la teoría y, por tanto, en las acciones que recomienda. En cambio, la sociología procura
dar una explicación más global tanto de los problemas como de las oportunidades de acción
que surgen en el contexto de las organizaciones. De todas formas, la intención de la
perspectiva sociológica es fundamentalmente la comprensión de la organización y sólo
secundariamente, la intervención en busca de fines específicos de carácter económico.
La evolución dramática que ha sufrido la actividad económica a lo largo del siglo XX ha
influido, lógicamente, también sobre la industria como centro del proceso productivo. Los
procesos mecánicos han cedido el protagonismo al desarrollo electrónico e informático; los
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
organizaciones.
El interés de la sociología se ha trasladado, por todo ello, de la industria como tema
principal, al análisis de las organizaciones –en cualquiera de sus formas y configuraciones-
como actor colectivo crucial para la comprensión de la sociedad contemporánea. Hay gran
diversidad de organizaciones de acuerdo con los fines que persiguen, con las estructuras
internas que desarrollan, con su capacidad de cambio y adaptación al entorno, etc. Pero
todas ellas tienen en común ciertos aspectos estructurales y significativos que permiten
investigar su funcionalidad y conflictividad de manera, al menos, análoga. El bagaje que la
sociología –como perspectiva particular- desarrolló durante el período industrial ha resultado
tremendamente útil y clarificador para lograr una comprensión atinada y progresiva de la
“vida organizacional” en sus diferentes dimensiones.
La sociología hoy en día se ocupa de las organizaciones en cualquiera de sus
especificaciones concretas. No se limita ya a las organizaciones económicas sino que presta
atención y tiempo al estudio de hospitales, museos, universidades, asociaciones ciudadanas,
etc. Le es lo mismo estudiar una clínica privada (una empresa) que una clínica pública: las
dos son organizaciones. No significa esto que se haya diversificado indefinidamente el objeto
de estudio. Es cierto que ha habido una ampliación de los temas que interesan. Pero significa
también que los diversos tipos de organización social se parecen cada vez más entre sí, al
parecerse todos ellos cada vez a la forma de estructuración de la acción colectiva que
inauguró la industria en los albores de la sociedad moderna. Por ello, la sociología de las
organizaciones es un título que se refiere no tanto a un cambio en el objeto de estudio como
a una evolución del propio objeto estudiado, que se ha convertido con el paso de las décadas
en algo cada vez más complejo y generalizado, configurador no sólo de la dimensión
económica de la vida social sino también de muchos otros aspectos de la vida cotidiana de
las personas individuales. Por eso, la perspectiva sociológica ha recogido el reto del estudio
de la evolución social en el centro de su dinamismo, que es en nuestros días, el estudio de las
organizaciones actuales.
De esta manera, la sociología de la empresa recoge hoy, a la vez que lo amplía y lo
actualiza, lo que durante décadas fue el objeto de la sociología industrial. A continuación
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ANTONIO LUCAS MARÍN
dedicaremos más atención a las cuestionemos terminológicas, pero adelantaremos ahora que
el término “sociología industrial” ha quedado ya algo anticuado pues, aunque sigue
existiendo un gran número de organizaciones esencialmente industriales, con sus
virtualidades y problemas típicos, el tipo específico de agente colectivo en la actualidad ya no
se puede decir que sea la industria, y no sólo por razones cuantitativas sino también
cualitativas. Las organizaciones económicas típicas en la actualidad se configuran de maneras
muy diversas de la que fue común en la sociedad industrial. Qué maneras son estas y que
consecuencias tienen para la vida social es uno de los hilos conductores del presente libro
que se va desarrollando a lo largo de los diferentes capítulos de que se compone.
Por otra parte, a partir de los argumentos desarrollados en el estudio de las empresas
como organizaciones se puede acceder a la investigación social en otro género de
organizaciones no económicas. Renunciar a un campo de estudio tan importante e
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
dar racionalizaciones o consejos prácticos sobre la conducta de los individuos; por eso en
cualquier empresa, sin importar su tamaño, puede ser conveniente contar con la colaboración
de un psicólogo que ayude en los procesos de selección, de adaptación a las tareas y de
solución a los pequeños conflictos cotidianos.
La sociología de las organizaciones tiene más importancia en el contexto de las grandes
empresas o instituciones, donde los procesos de grupos adquieren una entidad difícilmente
abarcable, e incluso inabarcable a simple vista, o por pura intuición. El sociólogo se podrá
ocupar de esta forma de las causas estructurales del conflicto, de las funciones y conflictos del
sistema de comunicaciones, de los grupos informales, de los prejuicios que impiden la
cooperación y otros temas afines, cuya repercusión en la vida cotidiana de la empresa es
evidente. También en la pequeña empresa estos problemas tienen su importancia, con
frecuencia por los condicionamientos externos del entorno sociopolítico en el que se
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encuentran.
En cualquier caso, como indicaba acertadamente Dahrendorf (1974:18), "sería deseable que
todo aquel que ocupa en una empresa o en una agrupación económica un puesto de
responsabilidad se ocupara alguna vez de la problemática de la sociología de la empresa", y es
éste el sentido que tienen los cursos intensivos organizados con frecuencia para directivos o
líderes sindicales. La perspectiva sociológica puede aportar una visión de las organizaciones a
sus direcciones que enriquezca su manera de plantear y enfocar los problemas cotidianos o los
extraordinarios. En este sentido, Morales (1997) aduce algunas razones que hacen convenientes
el estudio de la dinámica de las organizaciones para los responsables de la acción. Esas razones
son: a) necesitan una visión global de las organizaciones, y no sólo un conocimiento específico
de alguna de sus partes; b) una mejor comprensión de los fenómenos organizativos puede
redundar en una mejora de las funciones que desarrollan en su área de responsabilidad; c) si la
innovación técnica es determinante para la competitividad, la innovación organizativa es
imprescindible para una adecuada adaptación al entorno. Se requiere un esfuerzo en el estudio
de las organizaciones para innovar en este sentido.
Pero no debemos olvidar que la sociología de la empresa, como saber específico, no
proporciona a los hombres de acción recetas sino conocimientos; por eso, su tarea no es
determinar qué opción resulta más conveniente en un momento concreto para una empresa
determinada; pero tampoco puede perjudicar a las decisiones prácticas que los que han de
decidir se dejen enriquecer con mayores y pertinentes conocimientos. En este sentido, es
pertinente recordar la distinción que propuso Max Weber (ver Cuadro 1.2.) entre las tareas del
político y del científico (1919-1986), así como el consejo que da al científico de evitar la
tentación de ir más lejos. Para Weber, “una ciencia empírica no puede enseñar a nadie qué debe
hacer sino únicamente qué puede hacer y, en determinadas circunstancias, qué quiere; jamás
puede ser tarea de una ciencia empírica proporcionar normas o ideales obligatorios, de los
cuales puedan derivarse preceptos para la práctica” (1973:44).
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 1.2
Conocimiento teórico y vida práctica
“Ustedes preguntarán, por último: ‘Si todo esto es así, ¿qué es lo que de realmente positivo aporta la ciencia
para la vida práctica y personal?’. Con esto nos encontramos de nuevo ante el problema de su vocación. Por de
pronto, la ciencia proporciona conocimientos sobre la técnica que, mediante la previsión, sirve para dominar la
vida, tanto las cosas externas como la propia conducta de los hombres. Dirán ustedes que por ese camino nos
encontramos simplemente con la verdulera del muchacho americano; esa es también mi opinión. Pero, en
segundo lugar, y esto ya es algo que la verdulera no hace en modo alguno, la ciencia proporciona métodos para
pensar, instrumentos y disciplina para hacerlo. Tal vez me objeten ustedes todavía que aunque eso no son
verduras, no pasan de ser medios para procurárselas. Aceptado; por hoy podemos dejarlo así. Felizmente
tampoco con eso concluye, sin embargo, la aportación de la ciencia y aún podemos mostrar un tercer resultado
importante de la misma, la claridad. Suponiendo, naturalmente, que el profesor la posea. Si este supuesto se da,
nosotros, los profesores, podemos hacer ver claramente a quienes nos escuchan que frente al problema de valor
de que se trate cabe adoptar tales o tales posturas prácticas (les ruego a ustedes que, para simplificar, piensen en el
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ejemplo de los fenómenos sociales). Si se adopta tal postura, la experiencia científica enseña que se han de utilizar
tales y tales medios para llevarla a la práctica. Si, por casualidad, esos medios son de tal índole que ustedes se
sienten obligados a rechazarlos, se verán forzados a elegir entre el fin y los inevitables medios. ¿Resultan o no los
medios santificados por el fin?”
Fuente: Max Weber (1919-1986:221-222)
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I
HISTORIA SOCIAL
DE LAS ORGANIZACIONES
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Capítulo 2
LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Antonio Lucas Marín
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ANTONIO LUCAS MARÍN
sólo surge cuando es posible contar con una mano de obra libre, barata y abundante –aunque
para algunos la experiencia parece demostrar lo contrario-, situación sólo alcanzable mediante
la disolución del orden gremial que enmarcaba las relaciones productivas en la Edad Media.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
capitalismo moderno es la contabilidad racional del capital como norma para todas las grandes
empresas lucrativas que se ocupan de la satisfacción de las necesidades cotidianas. Las
condiciones para que existan esas empresas son:
1. Apropiación por las empresas de los bienes de producción como propiedad de libre
disposición;
2. Libertad de mercado;
3. Técnica racional contabilizable;
4. Derecho racional, calculable, con actuación previsible de los tribunales;
5. Trabajo libre, es decir, personas jurídica y económicamente obligadas a vender
libremente su actividad en un mercado;
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ANTONIO LUCAS MARÍN
inalterables.
4. El impulso inicial. Es el paso definitivo en opinión de Rostow. En esta fase se superan
todos los obstáculos y resistencias contrarios a un crecimiento permanente.
Continuando con el argot de la aviación, Rostow llama a esta etapa take off, el despegue
propiamente dicho. Las fuerzas tendentes al progreso se expanden, de forma que el
crecimiento llega a ser condición normal. El estímulo inmediato es esencialmente
tecnológico ya sea en la agricultura o en la industria; y supone tanto la formación de un
capital social fijo, como la aparición en el poder público de un grupo preparado para
aceptar la modernización económica como asunto trascendental y de gran categoría
política.
5. La aparición de nuevas industrias produce una acumulación de bienes disponibles en la
sociedad. El incremento de ingresos produce un aumento de ahorro (del 5 al 10 por
ciento del ingreso nacional) que al invertirse da lugar a un proceso de crecimiento
realimentado. Con lo que la estructura económica y política se transforma de tal manera
que en lo sucesivo puede sostenerse con regularidad un ritmo fijo de crecimiento.
6. La marcha hacia la madurez. Consiste en un progreso sostenido durante un largo intervalo
de manera que la tecnología moderna empieza a abarcar todo el frente de la actividad
económica de la sociedad. De esta manera, indica Rostow, al reinvertirse del 10 al 20
por ciento del ingreso nacional los incrementos de la producción sobrepasan los
aumentos de población. Históricamente este proceso parece necesitar unos sesenta años
de mejoras permanentes, de forma que: sea posible que crezca el monto del capital, y se
realice la absorción de la tecnología moderna por la sociedad, al menos por tres
generaciones acostumbradas al crecimiento como estado normal; aunque lógicamente es
factible pensar en un acortamiento progresivo de la etapa siguiendo la experiencia de
otras sociedades ya industrializadas.
7. La era del consumo de masas. Esta última etapa está caracterizada porque los principales
sectores productivos se orientan hacia los bienes y servicios duraderos de consumo. En
estas sociedades el alto nivel de ingresos per cápita permite satisfacer no sólo las
necesidades básicas en grado elevado, sino la búsqueda de la seguridad (servicios
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 2.1
Etapas del crecimiento económico, según Rostow
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ANTONIO LUCAS MARÍN
hace necesaria la elección de una entre las distintas medidas posibles, y en segundo
lugar, porque las series de datos disponibles no siempre son muy fiables. Para medir el
grado de riqueza podemos utilizar la renta per cápita, que se acepta normalmente como
índice más común.
En opinión de Deane la renta per cápita de Inglaterra a finales del siglo XVIII podría ser
entre 8 y 9 libras anuales, en 1750 el promedio se situaría entre las 12 y las 13 libras anuales per
cápita y a finales del siglo XVIII había pasado a 22 libras. Las 12 libras anuales de 1750 pueden
equivaler a unas 70 de 1950, cifra superior a las rentas per cápita anuales de muchos países
subdesarrollados, y similar a la que podían tener a mediados del siglo XX muchos países de
América Central y del Sur.
Posiblemente Inglaterra estaría en el siglo XVIII entre los tres países más ricos del mundo –
con Francia y Holanda- y sus habitantes tenían un nivel de vida superior en comida, vestido y
alojamiento que el resto de sus contemporáneos. Pero todavía el nivel de vida era muy
vulnerable a los desastres climáticos y epidemias; con unos excedentes en bienes alimenticios
en circunstancial normales, pero siempre al borde de la catástrofe.
2. El estancamiento. Es ésta una de las características fundamentales de la sociedad
preindustrial, que su nivel de vida está relativamente estancado o estable. Los cambios
económicos se realizan de manera lenta y pueden ser de crecimiento o de decrecimiento.
Como certeramente indica Deane, refiriéndose a los ingleses de principios del XVIII:
“Consideraban que la población, los precios y la productividad podían fluctuar tanto
hacia arriba como hacia abajo, y que no había razón alguna para esperar que fueran en
una dirección y no en otra" (1975:17). De manera que la economía lo mismo decaía que
se desarrollaba, y el crecimiento –cuando existía- era tan lento que el hombre medio no
tenía sensación de vivirlo, pues la mejora conseguida durante un período (nunca
superior al 1 por ciento anual) podía ser destruida por una cosecha, por una epidemia o
por una guerra. Hay incluso indicios para pensar que el nivel de renta del inglés del siglo
XVIII era inferior al de finales del siglo XV, jugando un papel importantísimo las
variaciones en el aumento de la población. En definitiva, el círculo vicioso de la pobreza
es una situación relativamente estable cuya ruptura permite iniciar procesos de
desarrollo socioeconómico (Cuadro 2.2).
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
expansión de los ingresos reales empezó a ser lo bastante importante como para que los
contemporáneos tuvieran conciencia de ella.
Cuadro 2.2
Círculo vicioso de la pobreza y modelo de desarrollo socioeconómico
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En la economía inglesa del siglo XVIII todavía se puede hablar de diversos mercados
donde los precios, niveles de salarios y procesos productivos tienen tendencias dispares. Por
eso, al intentar aunar los diferentes agregados regionales para darse una idea de la cualidad y
ritmo del cambio económico, los resultados pueden no ser significativos. Y cabe pensar que las
posibilidades tecnológicas actuales en este campo dan una cierta ventaja a los países ahora en
desarrollo.
Resumiendo todo lo dicho, puede afirmarse que en la economía británica de mediados del
siglo XVIII se observan rasgos todavía típicos de una sociedad preindustrial, pero los cambios
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 2.3).
Hablar de industrialización es hablar de revolución industrial, pues la experiencia, realizada
en los diferentes países de formas muy diversas, consiste en pasar en unas pocas décadas de
unos niveles de vida estabilizados a otros muy superiores y progresivos en su crecimiento. La
transformación fundamental en la organización económica que supone la revolución industrial
viene definida, en opinión de Deane (1975), por una serie de cambios –interrelacionados entre
sí- entre los que cabe incluir los siguientes:
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 2.3
Ventajas de la división del trabajo
“Las más importantes mejoras en el potencial productivo del trabajo,... parecen ser efecto de la división del trabajo.
Pongamos un ejemplo... de una manufactura sin importancia, pero en la que la división del trabajo ha sido muchas
veces advertida: la fabricación de alfileres. Un trabajador no adiestrado especialmente en este oficio... ni familiarizado
con el uso de la maquinaria empleada en él..., podría apenas poniendo el mayor empeño fabricar un alfiler en un día, y
ciertamente no haría veinte. Pero según la forma en que actualmente se lleva esta industria, no solamente constituye un
oficio particular, sino que está dividido en un número de operaciones, que en su mayor parte son igualmente oficios
peculiares. Un hombre estira el alambre, otro lo endereza, un tercero lo corta, un cuarto lo afila, un quinto lo aplasta en
la punta para recibir la cabeza; el hacer la cabeza requiere dos o tres distintas operaciones; el colocarla es una tarea
particular, el blanquear el alfiler, otra; aun el colocarlos en el papel es una tarea aparte; y así la importante tarea de hacer
un alfiler resulta dividida en unas dieciocho distintas operaciones, que en algunas fábricas se realizan por distintas
manos, aunque en otras la misma persona pueda realizar dos o tres. He visto un pequeño taller de este tipo, en que
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trabajaban solamente diez hombres, algunos de los cuales realizaban, por consiguiente, dos o tres distintas
operaciones.... Estos diez hombres podían hacer, por lo tanto, más de cuarenta y ocho mil alfileres al día. Cada
persona, al hacer una décima parte de los cuarenta y ocho mil alfileres, puede muy bien considerarse que hace cuatro
mil ochocientos alfileres al día. Pero si hubieran tenido que trabajar por separado e independientemente, y sin especial
preparación para este oficio, ciertamente no hubieran podido hacer veinte, y aun tal vez ni siquiera un alfiler en un día;
es decir, no hubiesen podido realizar ciertamente un 1/240 y tal vez ni siquiera la 1/4800 parte de lo que al presente
son capaces de hacer, gracias a una adecuada división del trabajo y a la combinación de sus diferentes operaciones...
Este gran incremento de la cantidad de trabajo que un mismo número de personas es capaz de realizar como
consecuencia de la división del trabajo, es debido a tres circunstancias diferentes: primera, al incremento de destreza en
cada trabajador; segunda, al ahorro de tiempo que se pierde comúnmente al pasar de una especia de trabajo a otra;
tercer, a la invención de un gran número de máquinas que facilita y abrevia el trabajo y capacita a un hombre para
realizar el trabajo de muchos...
Es la gran multiplicación en la producción de las diversas industrias, como consecuencia de la división del trabajo,
lo que ocasiona en una sociedad bien gobernada esta universal opulencia que se extiende hasta las clases más humildes
del pueblo. Cada trabajador puede disponer del resultado de su propio trabajo, en mayor cantidad de lo que necesita
para sí mismo; y como todos los demás trabajadores están en la misma situación, está en condiciones de cambiar una
gran cantidad de sus propios bienes por una gran cantidad de los productos de los demás, o, lo que es lo mismo, por el
precio de una gran cantidad de ellos. El provee abundantemente a los demás de aquellas cosas que les hace falta y ellos
le proporcionan a su vez ampliamente lo que necesita, y así una abundancia general se difunde a través de las
diferentes clases de la sociedad...”
Fuente: Adam Smith, La Riqueza de las Naciones, p.47
Como hemos ido viendo, la revolución industrial supone una acumulación de cambios
económicos y sociales que pueden especificarse analíticamente en cuatro revoluciones
diferentes: demográfica, agrícola, comercial y de transportes. Inglaterra pasa de tener 5,8
millones de habitantes en 1741 a 14 millones en 1831, lo que ha provocado alguna teoría sobre
la expansión de la demanda como causa definitiva del crecimiento económico inglés.
Igualmente, desde principios del siglo XVIII se extienden en Inglaterra nuevas técnicas
productivas en la agricultura, junto al sistema de cercamientos y a cambios en las actitudes
empresariales campesinas que llevan a unas posibilidades de excedentes notables en el sector;
incrementándose la productividad agrícola en el siglo XVIII en más de un 90 por ciento,
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
alcance de las experiencias era limitado. Con el auge del comercio, el desarrollo de actividades
como la textil desde el siglo XII, la acumulación de capital en manos particulares, el desarrollo
de la contabilidad, etc., iba señalando un camino; por eso, la revolución industrial puede
entenderse como término natural de una evolución secular.
Quizás el corte no fue rápido, pero sí radical, por su profundidad, por su extensión y por
sus consecuencias. En efecto, la importancia medular de la producción industrial pasa a
menudo inadvertida, debido a que, con frecuencia, fenómenos obvios de transición se
interpretan precipitadamente como resultados definitivos. Sin embargo, si escudriñamos los
cambios enormes habidos en el siglo XX, a consecuencia de las posibilidades abiertas por la
industrialización, no parece aventurado decir que la revolución industrial representa un corte
que no tiene paralelo alguno en la Historia.
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Extensión de la industrialización
Inglaterra fue el país pionero en el proceso de industrialización. Es donde se da por primera
vez el cambio de una economía de base eminentemente agraria a otra basada en la tecnología
de las máquinas. De todas maneras no es aceptable estudiar el fenómeno inglés aislado de su
contexto internacional. Como indicó Kemp (1976), cuanto más se adentra uno en el estudio
de la Revolución Industrial inglesa, más evidente resulta su ininteligibilidad con
independencia de los acontecimientos que tenían lugar fuera de las islas o sin un estudio más
amplio de los procesos que paralelamente se desarrollaban por doquier. La necesidad para
Inglaterra del comercio internacional y la procedencia de una buena parte de los
conocimientos empleados hacen que no tenga sentido hablar de un proceso autóctono
aunque lo hayamos denominado anteriormente espontáneo.
Más interesante y lógico es percatarse del carácter expansivo de la industrialización, desde
sus inicios. Pasa de una rama de la producción a otra y se contagia de unos países a otros.
Puede decirse que Francia inicia su take off después de las guerras napoleónicas, Alemania
después de 1871, Norteamérica después de la guerra de Secesión y Rusia después de la Primera
Guerra Mundial.
Pero la industrialización europea y americana tiene algunas características que la
diferencia del fenómeno inglés. Comparado con Inglaterra, en ninguna otra parte asumió el
proceso de industrialización el mismo carácter autónomo y orgánico; en ninguna otra parte
fue tan completa –como fenómeno nacional- ni tuvo tanto éxito a la hora de cambiar toda la
estructura social. Se debe ello, en buena parte, a que las nuevas industrias continentales y
americanas surgidas en el proceso tenían un modelo al que seguir, y un poderoso rival
económico y político con quien competir; de aquí la importancia que tienen en todos los
países en desarrollo las disputas entre proteccionistas y librecambistas.
En las industrializaciones que se dan en el siglo XIX tiene un marcado papel el desarrollo
del ferrocarril como medio de transporte. Por otra parte el Estado juega un papel activo, de
promotor del proceso. La ayuda internacional, a través de las inversiones, de los empresarios y
del mismo comercio, es siempre un factor a tener en cuenta. Con todo ello la industrialización
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
fuente de energía lo que posibilita realmente y pone sus límites a la primera expansión
económica significativa.
41
ANTONIO LUCAS MARÍN
las propias manos- como un enemigo que entra en competencia con el hombre en la
producción y la aliena.
Cuadro 2.4
Situación de la clase obrera en Inglaterra durante la primera industrialización
“Las cuatro ramas de trabajo sobre las que se extiende la ley sobre fábricas son las de la fabricación de telas
para vestidos. Procederemos ordenadamente, siguiendo con los obreros que reciben de estas fábricas su material
y, en primer lugar, los fabricantes de medias de Nottingham, Derby y Leicester. De estos obreros, la Agencia de
Empleo Infantil refiere que la larga jornada de trabajo (que es retribuida con un salario bajo) junto con la vida
sedentaria y el esfuerzo de los ojos, requeridos por la naturaleza de este trabajo, comúnmente debilitan los
cuerpos, en general enfermos, y especialmente los ojos. Por la noche no es posible trabajar sin una fuerte luz y,
por esto, los tejedores usan a menudo anteojos para concentrar la luz, lo que debilita mucho los ojos. A los
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catorce años, casi todos necesitan anteojos. Los jóvenes que atienden los husos y están ocupados en coser, sufren
comúnmente muchos daños en su salud y constitución. Trabajan desde los seis, siete y ocho años, de diez a doce
horas, en habitaciones pequeñas y lóbregas. Muchos, en este trabajo, se vuelven impotentes: demasiado débiles
para el más común de los trabajos caseros y tan miopes, que ya desde muchachos deben usar lentes. En muchos
casos encontraron los comisarios todos los síntomas de la constitución escrofulosa y los fabricantes se niegan, en
razón de la debilidad de estos jóvenes, a ocuparlos en sus fábricas. La condición de estos muchachos es calificada
como ‘una ignominia para un país cristiano’, y expresa el deseo de que sea legalmente protegida. El informe sobre
la fábricas añade que los obreros de la medias son los peor pagados de Leicester: ganan 6 chelines y, cuando hay
trabajo urgente, 7 chelines a la semana, por jornadas de 16 a 18 horas. Antes ganaban 20 ó 21 chelines, pero la
introducción de los grandes telares ha perjudicado su oficio; la gran mayoría trabaja aún con viejos y simples
telares, y difícilmente puede competir con el progreso de la máquinas. ¡También aquí todo progreso es, para los
obreros, un retroceso!”
Fuente: F. Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra, p. 179.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 2.5
Marx y la sociedad industrial: conceptos fundamentales
l. La totalidad de las relaciones de producción constituye la esfera más importante de una sociedad y su base
económica. La base económica determina el carácter de la sociedad en su totalidad y la psicología de su
pueblo.
2. El cambio social que una sociedad sufre totalmente está en función de la tensión entre el desarrollo de las
fuerzas de producción y las existentes relaciones de propiedad.
3. El conflicto de clase entre capitalistas y obreros en las esferas económica, política, etc., es expresión del
conflicto objetivo de intereses entre las dos clases.
4. El criterio objetivo de la pertenencia a una clase lo constituye la propiedad o no de los medios de producción.
Los propietarios y los obreros son las dos clases básicas del sistema capitalista.
5. El conflicto de clases es condición inevitable en el sistema capitalista.
6. La explotación, o sea la extracción de la plusvalía del trabajo del obrero, es una condición objetiva e inevitable
del capitalismo.
7. El sistema capitalista tiene la tendencia a la polarización de su estructura de clases en, por un lado,
propietarios de los medios de producción y, por el otro, trabajadores.
8. El avance del capitalismo produciría el creciente empobrecimiento de los obreros.
9. El capitalismo está sujeto a crisis recurrentes de superproducción. Tales crisis cuando se conviertan en
suficientemente destructivas para el sistema y produzcan una gran miseria, pueden constituir la condición
necesaria, pero no suficiente, de la revolución del proletariado y de] cambio del sistema.
10. Como consecuencia de su explotación por los propietarios, los obreros, una «clase en sí misma», se
convierten en una «clase para sí».
1l. A mayor indispensabilidad funcional de una clase en el sistema económico, mayor es su poder político en el
total de la sociedad.
12. En la sociedad capitalista, como en las sociedades clasistas en general, el Estado representa los intereses de las
clases propietarias y les sirve como instrumento coercitivo.
13. La clase obrera se apoderará del poder, pacíficamente o por la fuerza, y establecerá una dictadura del
proletariado, que signifique una fase de transición democrática entre el capitalismo y el comunismo.
Fuente: I. Zeitlin, Ideología y teoría sociológica, p. 107
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
población activa está todavía en el sector primario, con una economía, por tanto,
eminentemente agraria.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Además se ha señalado anteriormente que para el caso inglés algunos autores consideran que la
revolución demográfica es fundamental en su industrialización, tanto por provocar un tirón en
la demanda interna como por crear una fuerza de trabajo abundante (tan importante en los
inicios del capitalismo); aunque Schumpeter ha indicado que la interrelación entre incremento
demográfico y desarrollo puede tomar formas alternativas, dependiendo del tiempo y lugar del
análisis, que van desde el estancamiento a la innovación.
Para saber si el despegue demográfico español está relacionado o no con la industrialización
habrá que ver en primer lugar las características que tiene. En cualquier caso hay resaltar su
importancia cuantitativa pues a lo largo de los siglos XVIII y XIX la población española se
duplica y casi triplica según indican los datos del cuadro 2.6.
Cuadro 2.6
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Años Población
(en millones)
1717 7,5
1768 9,3
1787 10,4
1797 10,5
1860 15,6
1887 17,5
1900 18,6
1910 19,9
1920 21,2
1930 23,4
1940 25,6
1950 28,0
1960 30,5
1970 33,9
1980 37,6
1990 39,2
2000 40,2
2005 44,1
2010 47,1
Fuente: INE, Censos de población y Anuario Estadístico de España
Con los datos aportados es fácil pensar que el incremento de la población española
producido entre 1717 y la mitad del siglo XIX se deba sobre todo a la eliminación de las causas
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
exógenas que durante siglos habían mantenido los recursos humanos españoles por debajo de
sus posibilidades. Por eso, el indicador demográfico constituye en el caso español una falsa
pista, pues los incrementos de población iniciados en el siglo XVIII no van acompañados de
modificaciones cualitativas importantes (tasas de natalidad y mortalidad o esperanza de vida),
que se unan a los cambios económicos fundamentales. En realidad puede hablarse de inicio de
la industrialización sólo a partir de 1830, con la desamortización del suelo, los comienzos de la
industria algodonera, los procedimientos siderúrgicos modernos y la introducción del vapor
para la industria pero, en ningún caso, de madurez industrial.
por la multiplicidad de causas como por su interrelación. Sin embargo, desde el punto de
vista analítico es necesario, para aclarar el proceso, empezar por algún orden, aunque
tengamos la idea clara del carácter parcial y metodológico de esta clasificación, que
intentaremos siempre no desconfigure excesivamente la realidad. Vamos a ver siguiendo el
esquema de Deane (1975) –que distingue en la Revolución Industrial Inglesa los aspectos
demográfico, comercial, de transporte, y la influencia de la industria algodonera y de la
siderúrgica- un análisis de las causas del fracaso de la industrialización española.
a) Fallos en la Revolución Agrícola. Hemos visto anteriormente cómo el cambio en el sector
agrícola suele citarse con frecuencia en la base del desarrollo industrial, llegando incluso
Rostow a sostener que los cambios revolucionarios en la productividad agrícola son una
condición esencial para el despegue con éxito, o lo que es lo mismo que la revolución
agraria debe anteceder en el tiempo a la industrial.
La reforma agraria, que en Inglaterra se había realizado con naturalidad a lo largo del siglo
XVIII, se inició en España en el XIX pero, en lugar de seguir el camino de la vía normal,
precipitó por la vía revolucionaria. Consistió en la desamortización, esto es, en la
nacionalización, seguida de venta, de las propiedades de las manos muertas (la Iglesia, la
nobleza y las instituciones). Es más, esta reforma que en el pensamiento ilustrado de la segunda
mitad del setecientos había sido imaginada como un correctivo de intención económica y social
respondió en la práctica a motivaciones fiscales y políticas (Nadal 1977:54). La incapacidad del
Estado para cubrir sus necesidades financieras, acuciantes con la emancipación de las colonias,
es lo que actuó realmente como detonante de la desamortización. En realidad la
desamortización eclesiástica se llevó a cabo con el doble fin de sanear la Hacienda Pública y de
asegurar en el trono a Isabel II, o en el poder a los liberales. Para alcanzar lo uno se admitieron
los títulos de la deuda consolidada como medios de pago; para alcanzar lo otro se aceptaron
dichos títulos por su valor nominal a pesar de hallarse enormemente depreciados. Con ellos los
especuladores pujaron como quisieron, derrotando en la subasta a los campesinos, que
hubieran querido pagar en largos plazos, pero en efectivo.
De esta manera la desamortización acabó beneficiando a una parte de las fuerzas
tradicionales, a la alta burguesía que se hizo con los bienes de la Iglesia a precios irrisorios. Pero
los perjudicados fueron los campesinos que pasaron de la condición de siervos con tierra a la
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ANTONIO LUCAS MARÍN
de hombres libres privados de ellas. Además los nuevos propietarios, en muchos casos la
antigua aristocracia que tenía unos derechos simplemente jurisdiccionales, subieron las rentas
en detrimento de los campesinos. Esto explica en buena parte el apoyo campesino a las ideas
políticas tradicionalistas y la persistencia de las guerras carlistas.
La reforma agraria así planteada dio paso, en primer lugar, a unos trasvases de capitales de
la ciudad al campo, ante la oferta de tierra en condiciones ventajosas; este proceso es contrario
al de industrialización. El mismo incremento de los ingresos agrarios que caracteriza a casi todo
el siglo XVIII –por aumento de la roturación de tierra y de demanda- no produjo la
acumulación de capitales conveniente, por falta de espíritu de empresa de los receptores.
Solamente en algunas zonas como en Cataluña la renta de la tierra parece haberse trasladado a
la manufactura y el comercio. En cualquier caso, tampoco se introducen grandes cambios en la
productividad.
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Lo que sí logra la reforma agraria es la proletarización del campo, que liberó una cantidad
considerable de brazos tanto para la industria como para la emigración. Se calcula la emigración
transoceánica española de 1882 a 1913 en más de 2.800.000 salidas, de las cuales cerca de un
millón fueron pérdidas netas. Una pequeña parte de los brazos liberados del campo animó la
inicial industrialización vasca y catalana, y el resto permaneció subempleada en el sector agrario
de origen.
En cualquier caso, la revolución agraria española del XIX no presenta las características de
mecanización e incremento de la productividad que sobresalieron en el caso inglés. Por ello, no
encontramos revueltas campesinas con quema de máquinas tan características de otras
latitudes.
b) Fracaso de la Revolución Comercial. Al terminar la guerra de la Independencia, en 1814, se
inició con una fuerza irresistible la emancipación de las colonias españolas. Las pérdidas
para la Hacienda serían irreparables y darían lugar a la situación endémica de deudas y
bancarrotas que caracterizan al Tesoro español a lo largo del siglo XIX. Se pierden con
las colonias americanas sus envíos directos de dinero y las tasas obligatorias sobre el
comercio exterior.
Vemos que mientras en Inglaterra el incremento del comercio exterior colaboró
activamente en el proceso de industrialización desde finales del siglo XVIII, en España la
pérdida de las colonias significa una disminución del comercio y un importantísimo problema
de recursos para Hacienda.
Los apuros de la Hacienda le llevaron a una apetencia monetaria galopante. Y el alto precio
del dinero favorecía más las operaciones especulativas que la industria y el comercio
incipientes. Incluso la creación de las instituciones financieras -el Banco de San Fernando en
1829 al que sucedió el Banco de España en 1874- vino condicionada más por la necesidad
agobiante de recursos por parte de la Hacienda, que por la idea de realizar una política
monetaria. De manera que hasta principios del siglo XX, en que se conceden créditos
preferentes para las empresas, no hay una voluntad de colaboración efectiva en el desarrollo
económico de la nación.
48
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Desde 1820 la Hacienda Pública, que se había contentado para resolver sus dificultades con
dinero casi exclusivamente interior, se ve obligada a operaciones de crédito exterior. Y empieza
así una larga serie de desventuras y endeudamientos progresivos que pusieron muchas
decisiones importantes para el desarrollo económico español en manos extranjeras, llegando a
conseguir que algunos sectores económicos, como la minería, fueran en la práctica simples
enclaves exteriores, e impidiéndose con ello emplear sus riquezas para la producción nacional o
al menos para iniciar la primitiva acumulación de capital (Nadal, 1977:50-121).
c) Revolución inadecuada en el transporte. Se reconoce generalmente que las grandes
diferencias entre los países industriales y preindustriales están en la acumulación de
capital social que caracteriza a los primeros, que hace las inversiones tanto individuales
como colectivas en general más rentables. Y dentro de ese capital social están los
sistemas de transporte –puertos, carreteras, canales y ferrocarriles- que son recursos
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49
ANTONIO LUCAS MARÍN
compañías con capital desembolsado, principalmente extranjero. Los resultados son que en
1864 hay 4.062 km. abiertos al tráfico que pasarán a ser 10.234 km. en 1891.
Pero este nuevo medio de transporte, introducido con recursos foráneos y en la mayoría de
las veces con importación de material extranjero, se mostró enseguida inadecuado para las
necesidades nacionales. Porque la red se planificó teniendo en cuenta el gran negocio que era la
construcción de las líneas, gracias a las generosas subvenciones estatales, con independencia de
la posterior explotación. También porque la rentabilidad era escasa por lo poco que había para
transportar. Todo ello dio lugar a la quiebra de los ferrocarriles en 1866, que siguieron
arrastrando una vida lánguida durante muchas décadas. Puede afirmarse que la colaboración
del ferrocarril al desarrollo económico español fue mínima (Nadal, 1977:47-50).
d) Escasa fuerza de los sectores siderúrgico y textil. Realmente la revolución industrial supone un
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
para el despegue de la industria siderúrgica está la escasez de materias primas, sobre todo de
combustible, la falta de una dinámica empresarial adecuada y la ausencia de una ayuda
decidida del Gobierno. El resultado es que de un valor insignificante en la importación de
maquinaria en 1850, pasamos en 1910 a suponer el 22 por 100 del total; y todo ello con unos
costes de producción superiores al resto de Europa, por la diversificación de productos que
repercutía en las dimensiones de la oferta y por la escasez de combustible. Estamos, pues,
ante un sector siderúrgico muy débil (Nadal, 1977:156-187).
Los cálculos efectuados recientemente nos dicen que en 1913 el producto neto de la
industria algodonera supone un valor de 276 millones de pesetas, frente a 49 millones de la
siderúrgica. Tenemos en esta comparación un índice muy elocuente de la realización de fuerza
entre los dos sectores. La industria algodonera española valía, como mínimo, cerca de seis
veces más que la industria del hierro, pudiendo interpretarse esta situación como un éxito
parcial en la industria algodonera acompañado de un relativo fracaso de la siderúrgica, o como
un fracaso de ambas.
Se ha dicho que el caso español es menos el de un late joiner que el de un intento, abortado
en gran parte, de figurar entre los first commers. Porque, como hemos visto anteriormente, a
principios del siglo XX hay todavía una preeminencia de la industria productora de bienes de
consumo sobre la industria productora de bienes de capital; estamos, pues, ante una situación
de industrialización inicial. El afianzamiento de la industria pesada es una necesidad de
madurez, de demanda de maquinaria moderna para afrontar la competencia, pues en régimen
de economía de mercado se comprueba la existencia de un modelo general de industrialización
caracterizado por un progresivo mejoramiento relativo de la industria de inversión. De manera
que el caso español es el de un país que inició la industrialización tempranamente, en la
segunda oleada de naciones que lo hicieron, pero que se rezagó de sus acompañantes para
seguir las pautas de otras naciones industrialmente más jóvenes. Las causas de esta situación –
de fracaso de la Revolución Industrial en España- hemos intentado exponerlas en todas las
consideraciones anteriores. Como resumen, se puede afirmar que el problema básico de la
industrialización española consistió en la inadaptación del sistema político y social a las nuevas
realidades económicas planteadas después de la pérdida de las posesiones de América.
51
ANTONIO LUCAS MARÍN
52
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
trabajadores por entenderla como una amenaza para el orden no sólo de la propiedad sino
sobre todo de la política de entonces. Poco a poco fueron adquiriendo legitimidad social, tras
una larga lucha por los derechos de sus asociados, que ayudó a configurar la legislación laboral
de las sociedades occidentales (López Pintor, 1993:379-383).
primer día de mayo. La federación actual AFL-CIO agrupa a cien sindicatos nacionales y
más de setecientos sindicatos locales.
La tradición sindical anglosajona tiene un marcado carácter pragmático. Las asociaciones
primitivas y los posteriores sindicatos, son independientes en su origen y en sus objetivos de
los partidos políticos, puesto que sus objetivos se centran en las mejoras progresivas de las
condiciones laborales de sus asociados. En la etapa inicial, las asociaciones de trabajadores
eran pequeñas y poco poderosas en relación con los propietarios de las industrias. Trataban
de prestar ayuda mutua y protección frente a la amenaza del despido. La asociación de los
empleados de una misma fábrica tenía como fin proteger el puesto de trabajo de cada
individuo distribuyendo el riesgo del despido: las protestas y exigencias de mejorar las
condiciones laborales eran más seguras si se realizaban colectivamente. El éxito de la
estrategia colectiva de reclamaciones sociales abrió la puerta a la constitución de asociaciones
sectoriales que agrupaban trabajadores de diversas fábricas dedicadas a actividades
productivas similares. El sindicalismo consiguió, gracias a la lucha sectorial, que los salarios
dejaran de ser una fuente de ventaja competitiva entre las empresas, dando lugar –mediante
la implantación de la negociación colectiva- a la fijación de salarios mínimos y de otros
derechos de los trabajadores.
Con el tiempo, la defensa de las metas alcanzadas y la aspiración a cotas mayores de
igualdad social les llevan a participar en el mundo de la política, no directamente sino mediante
la formación de partidos políticos que representen en las esferas legislativas y ejecutivas los
intereses de los trabajadores. Este es el origen del partido laborista en Gran Bretaña. En
Estados Unidos el movimiento obrero no dio lugar a un partido político distinto sino que se
constituyó –y así continúa en la actualidad- como uno de los lobbies, o grupos de interés, más
influyentes de la sociedad norteamericana. El movimiento obrero anglosajón no ha estado
directamente interesado por la actividad política. Más bien, ha entendido su participación en la
esfera política como un medio, una continuación de su actividad específicamente sindical.
53
ANTONIO LUCAS MARÍN
El sindicalismo continental
En la tradición de la Europa continental, el movimiento obrero surge de otras raíces y se
organiza de acuerdo con otros principios. A diferencia de sus homólogos anglosajones, los
sindicatos europeos tienen su origen en la acción política de carácter revolucionario que creció
en Europa, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Ideológicamente,
dependen en gran medida –aunque no exclusivamente- del marxismo. Fundamentan su análisis
de la sociedad industrial en la teoría de la lucha de clases y del materialismo histórico. Los
sindicatos continentales son asociaciones dirigidas a promover la conciencia de clase y la acción
social entre los trabajadores asalariados. Su origen y sus objetivos están ligados a la iniciativa de
formaciones políticas revolucionarias que buscan la instauración de un nuevo orden legal,
político y social en la sociedad moderna. En este sentido, la acción sindical está supeditada a la
consecución de los objetivos políticos generales perseguidos por el partido político al cual están
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asociados.
De acuerdo con los diferentes partidos políticos, los sindicatos fueron más moderados o
radicales en sus planteamientos y en sus métodos reivindicativos. La historia del sindicalismo
continental así como las vicisitudes de la Internacional Socialista ocupan un papel importante
en la configuración del movimiento obrero, pero resultan demasiado amplias para resumirlas
en estas páginas. Baste decir que en las últimas décadas del siglo pasado y en las primeras del
siglo XX, hay una gran diferencia entre los planteamientos sociales, los métodos de acción y los
objetivos de las tres corrientes principales del sindicalismo europeo: el comunismo, el
anarquismo y la socialdemocracia.
En España tuvieron mayor influencia a principios del siglo XX las organizaciones obreras
anarquistas y socialistas hasta la guerra civil, en la que se convirtieron en las auténticas
contendientes contra el alzamiento militar. Durante la dictadura se instauró un sindicato único,
donde se asociaban trabajadores y empresarios. Con la reinstauración de la democracia, los
sindicatos que más protagonismo han logrado son Comisiones Obreras –herederas de la
tradición comunista y vinculadas al Partido Comunista de España- y la Unión General de
Trabajadores –ligada al Partido Socialista Obrero Español-. Se ha considerado con frecuencia
que los sindicatos fueron los grandes perdedores de la transición democrática, pues actuaron
más como correas de transmisión de los intereses de los respectivos partidos políticos, por
encima de los intereses de los trabajadores afiliados.
Los avances en la igualdad social logrados por la sociedad europea a lo largo del presente
siglo han transformado también el talante y las aspiraciones de los sindicatos. Abandonan las
ideas revolucionarias, por anacrónicas, sus objetivos se centran ahora en el mantenimiento de
las condiciones laborales de los asalariados y en la vigilancia por los intereses de sus asociados.
Las relaciones con los partidos políticos ya no son de subordinación sino de afinidad
ideológica, lo cual explica que los sindicatos se hayan constituido como interlocutores sociales
independientes y participen directamente en el diálogo social con las asociaciones empresariales
y los gobiernos nacionales, como ha venido ocurriendo en nuestro país. Este protagonismo no
oculta, sin embargo, los problemas de baja afiliación y representatividad, de los que nos
ocuparemos al tratar el tema de la participación en el trabajo.
54
Capítulo 3
LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS
Antonio Lucas Marín
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55
ANTONIO LUCAS MARÍN
los oficios. Los mercados no dejaron de crecer, ni tampoco las necesidades dejaron de
acrecentarse. La manufactura resultó insuficiente y el vapor y el maquinismo revolucionaron la
producción industrial. La manufactura cede lugar a los millonarios de la industria, y los jefes de
verdaderos ejércitos industriales a los burgueses modernos.
El término segunda Revolución Industrial se utiliza con un claro sentido analítico y
pedagógico, siguiendo una tradición científica crecientemente difundida, donde se incluyen
sociólogos tan dispares en ideología y procedencia como George Friedmann, Ralph
Dahrendorf y Daniel Bell. Pues, si el capitalismo dio su origen a la sociedad industrial, el
capitalismo de las corporaciones y los directivos se distingue ampliamente del capitalismo
familiar de los siglos XVIII y XIX, también la sociedad industrial del siglo XX, con su
dependencia de la tecnología y la ciencia, se diferencia de la sociedad manufacturera de los dos
siglos anteriores. Por supuesto que este criterio tiene una fuerza relativa y no tendría sentido
centrarse en problemas nominalistas para ver si es mejor considerar tres momentos de
discontinuidad en la historia de la sociedad industrial, cinco o cualquier otra cifra.
Vamos a centrar nuestra atención en el proceso de desarrollo hacia la madurez industrial,
que da lugar a un tipo de sociedad denominado con frecuencia sociedad industrial avanzada,
con unas específicas características económicas y sociales que van mas allá de la forma de
realización del proceso. Sobre estos presupuestos generales, intentaremos una aproximación al
caso español. Terminaremos el tema con algunas referencias a las llamadas sociedades post-
industriales.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
57
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 3.1
Las cinco Revoluciones industriales
Los intentos de sistematizar el proceso de industrialización, señalando los cambios en algunas variables, han sido
muy numerosos. Puede ser instructivo situar las sistematizaciones realizadas con énfasis en la evolución tecnológica,
para dejar claro su carácter relativo.
Así, siguiendo a Akerman, parece más adecuado considerar cinco revoluciones industriales en la civilización
occidental, sobre todo centrándose en el avance técnico. Las etapas que considera son las siguientes: 1. La Primera
Revolución, que tuvo lugar hacia el siglo XII con la invención del reloj mecánico y posteriormente de la imprenta;
con una técnica sin base, basada en la madera; y como combustible el carbón vegetal para los procesos metalúrgicos.
2. La Segunda Revolución comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII con la adopción de la maquinaria y la
transición de la madera al hierro como materia prima; como combustible, el carbón vegetal y el cok para los procesos
metalúrgicos; y con la máquina de vapor como prototipo de técnica industrial. 3. La Tercera Revolución comienza
hacia 1870, que inicia la producción en masa; utiliza energía eléctrica y motores de combustión. 4. La Cuarta
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Revolución puede situarse alrededor de 1920; con la extensión de la dirección científica de las empresas (taylorismo y
fordismo) y la producción en masa; se expande la utilización de la electricidad y la utilización de motores para el
transporte (coche y avión); y gran avance de la industria química. 5. Finalmente, la Quinta Revolución Industrial,
presagiada por la bomba atómica, a cuyas puertas nos encontramos. Estas épocas técnicas que hemos señalado
muestran una transferencia de iniciativa desde el continente europeo a Inglaterra y después a América; y tienden a
señalarnos el avance técnico como impulsor del industrialismo, motivado por el instinto de curiosidad ociosa
(Veblen).
Como vemos, es fácilmente reducible este esquema evolutivo al nuestro; prácticamente sólo es necesario reducir
lo que Akerman llama tercera y cuarta revolución a lo que consideramos nosotros como segunda.
(Akerman,1968:26-32)
La cuestión de la plusvalía
Siguiendo con estos planteamientos clarificadores sobre la sociedad industrial, debemos hacer
referencia a que, contrariamente a lo que indicaba el análisis marxista, la obtención de la
plusvalía es consecuencia de la sociedad industrial, no del sistema capitalista, ya que una de las
características fundamentales de la sociedad industrial es la necesidad de una acumulación de
capital. De aquí proviene la progresividad de su economía, la necesidad de una racionalidad en
las decisiones y en buena parte la aglomeración de mano de obra en torno a los medios de
producción. En efecto, veíamos que para Rostow el take-off supone una capacidad de inversión
del 10 por ciento de la renta percibida por una sociedad y que para llegar a una situación de
madurez industrial todavía este porcentaje de acumulación de capital debe elevarse al 20 por
ciento. De esta manera, el carácter progresivo de las sociedades industriales depende de que la
sociedad no consume todo lo que produce. Esto es así tanto para sociedades capitalistas como
socialistas. La acumulación del capital es un requisito del desarrollo. Por tanto, la conocida
frase de Marx, "acumulad, acumulad, esta es la ley y los profetas", que trata de sintetizar la ley
de gobierno de la sociedad capitalista, pudo ser aplicada también por Lenin a su propia
sociedad; es, pues, una ley de las sociedades industriales.
La teoría marxista de la explotación se basaba en el concepto de plusvalía, que a su vez se
elabora con base en una teoría del valor heredada por Marx de David Ricardo. Según Ricardo,
58
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
las mercancías valen el valor del trabajo que tienen incorporado. Sin embargo, añadía Marx, los
obreros producen con su esfuerzo una cantidad de valor, pero reciben con su salario menos de
lo producido. La diferencia entre lo recibido y lo producido es la plusvalía que queda en manos
del capitalista.
En efecto, tanto el obrero particular con su salario, como la masa obrera considerada
globalmente, reciben un valor de consumo inferior al producido. Pero no puede ocurrir de
otro modo en una economía de tipo moderno. En una economía totalmente planificada había
igualmente una plusvalía, es decir, una fracción del valor producido por los obreros que no les
sería restituida bajo forma de salario sino que revertiría a la sociedad. La colectividad utilizaría
ese valor suplementario en función de su plan y distribuiría dicho valor suplementario entre los
diferentes sectores para invertirlo. Se dieron, pues, dos formas distintas de aprovechar la
plusvalía. En un sistema socialista, la reinversión del excedente la decidía y distribuía el
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59
ANTONIO LUCAS MARÍN
están los motores de explosión y los de aceite pesado, acompañados por nuevos combustibles
líquidos y gaseosos que se unieron al carbón, que había sido el primer "pan de la industria".
Estamos ante fuentes energéticas más ricas. Y todo ello acompañado de un complejo de
nuevas técnicas entre las que destacan sobresalientemente: las máquinas-herramientas
automáticas; revolución en los transportes terrestres, marítimos y aéreos; revolución del
instrumental agrícola; penetración masiva de la química en la industria y la agricultura, y en
particular en los procedimientos de la metalurgia y en la producción de abonos; y el intenso
desarrollo industrial de técnicas de comunicación y de tiempo libre, como telefonía, telegrafía,
radiofonía y cinematografía. Además, puede decirse, este período está marcado por una fiebre
de invención en todos los dominios de la ciencia; se demuestra en el incremento apreciable del
número de patentes registradas. El papel de las "Exposiciones universales", índice del
desarrollo de las técnicas y al mismo tiempo de la difusión de la idea del progreso a través de
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las masas, es enorme, como nos indican los 50 millones de personas en los pabellones de la
Exposición de 1900 en París.
En el aspecto organizativo, la segunda Revolución Industrial se basa en la Organización
Científica del Trabajo y en la experiencia organizativa acumulada en el fordismo ya que no cabe
duda que, con el taylorismo, la división parcelar del trabajo asume carácter riguroso y cobran
fuerza las experiencias organizativas que en las factorías de Henry Ford desembocaron, en
torno a 1913, en el trabajo en cadena. La tarea de Taylor se transformó en el punto nodal de
toda la estructura vital de producción; y en cuanto tal se definió para mantenerse estrictamente
impersonal, intercambiable, fungible: justamente lo que se necesita para garantizar la
continuidad y la regularidad del flujo en cadena. La racionalización de la fase de producción -a
ello podemos reducir la aportación de Taylor y de Ford- surgida en Norteamérica inundó
rápidamente el mundo industrializado dando lugar a un desarrollo de la producción sin
precedentes.
Las ideas de Taylor fueron llevadas a su culminación práctica por Henry Ford. El fordismo
no pretende ser una doctrina formal, que reivindique en su base largas investigaciones
experimentales, que ponga en juego la actividad de todo un grupo de técnicos, y que se discuta
en las revistas científicas de ambos mundos. Más bien se trata de un conjunto de prácticas
extraídas de la más asombrosa experiencia industrial del gran capitalismo moderno y cuyo
héroe, una vez llegado al apogeo, nos comenta la historia del éxito. Para Ford la llave maestra
del sistema económico era la prosperidad global que debe asegurar una producción masiva y
altos salarios; su idea general es prestar un servicio produciendo. La producción, al crear
riqueza, producirá por sí misma la demanda necesaria para alimentar el proceso a la vez que
incrementa el bienestar general de la población.
El mismo sentido de ideología del progreso, se quiso aplicar al stajanovismo. En términos
generales, su papel fue similar al señalado anteriormente por Friedmann a propósito del
fordismo. El “héroe” –Alexis Stajanov- no era, en este caso, un empresario norteamericano,
sino un obrero ruso que, acompañado por unos camaradas, inicia en 1935 una experiencia de
racionalización de la producción que bate los récords productivos conocidos. El hecho sirvió
de acicate a un movimiento de racionalización en toda la Unión Soviética de aquella época.
60
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Señalaba Friedmann lleno de entusiasmo en 1936 que "lo que los stajanovistas ponen de
manifiesto es ese don entusiasta de su experiencia y de sus conocimientos. Muestran también,
en contra de lo que afirmaba Taylor, que para el buen obrero la experiencia inmediata de una
tarea, cuando él tiene verdadero interés en esclarecerla, pensarla y entregarla, es un excelente
punto de partida, sin duda el mejor, para la organización racional de las operaciones. Pero para
que el obrero quiera todo eso es necesario que una Revolución le haya hecho dueño de sus
herramientas y de su maquinaria". Parece claro, que estas afirmaciones sobre el stajanovismo
entran en lo que el mismo Friedmann en 1977 –en el prólogo a la edición española de su libro
citado- tachaba de "exceso de ingenuidad”.
En cualquier caso, no parece muy aventurado afirmar que con la racionalización del trabajo,
introducida en sus diferentes formas, por la segunda Revolución Industrial, hay una
planificación de las tareas en la que los modos de realización y sus tiempos escapan
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irremediablemente del ejecutor inmediato. Se cierra así la época del trabajo artesanal a la
medida del hombre, de sus ritmos naturales únicos, y se abre la época del trabajo racionalizado.
Significaba la conciencia adquirida de una lesión permanente entre tradición y razón, entre
cálculo y sentimiento, destinada a permanecer como característica fundamental de la sociedad
industrial: el precio del bienestar.
61
ANTONIO LUCAS MARÍN
62
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
"la lógica de la industrialización" es conveniente distinguir entre las estructuras formales, que
aparecen unificadas en su propia dinámica, y las conductas, que toman diversa forma según sea
la cultura. Estamos ante una perspectiva que, en la década de los años setenta, distinguía
analíticamente en la sociedad, la estructura social –que se impone en las sociedades industriales-
de la estructura política y de la cultural. O sea, que la industrialización conduce a homogeneizar
las sociedades, pero permitiendo grandes diferencias en lo político y en lo cultural.
Respecto a la diversidad de modelos, indica Touraine (1978) que mientras no conocimos
nada más que un tipo de sociedad industrial, el británico o su imagen manchesteriana, no
hicimos diferencias entre sistema y génesis. Pero al observar una pluralidad de tipos de
sociedades industriales –la revolución soviética constituyó probablemente la principal ruptura-
se hizo necesario establecer diferencias entre el funcionamiento de la sociedad industrial y el
modo de industrialización. Y, así, se pueden distinguir tres formas de pasar de un modo de
producción a otro, dependiendo del grupo dirigente que estuvo al frente del proceso:
Modelo I: capitalista, en que el motor del desarrollo fue la burguesía nacional, como
ocurrió en Inglaterra, en Francia y en Norteamérica, donde el Gobierno apenas
contribuyó con sus esfuerzos.
Modelo II: estatalista, en que el Estado fue el principal protagonista, que pudo contar
con la ayuda de una burguesía débil –como ejemplos Rusia y China-, dando lugar al
socialismo.
Modelo III: populista, en que la ayuda a la industrialización vino de fuera, como el caso
de Argentina o Egipto, y tantos otros países que accedieron tardíamente a la etapa de
industrialización.
65
ANTONIO LUCAS MARÍN
modernización español, que por su aceleración podría ser interpretado como una
acumulación de lo que hemos denominado primera y segunda industrialización.
La modernización de la sociedad española ha seguido una pauta poco convencional en
relación con demás países europeos, debido a las peculiaridades de su historia reciente.
Hemos hablado en el capítulo anterior del fracaso de la industrialización inicial de nuestro
país a mediados del siglo XIX. Trataremos de dar cuenta ahora del proceso por el cual se ha
incorporado al grupo de los países desarrollados. Los cambios que la sociedad española ha
experimentado en las últimas décadas han sido más rápidos y profundos que en cualquier
otro momento de su historia. Es cierto que el proceso de cambio se inició en España
durante el siglo XIX, pero los cambios estructurales que en otros países acompañaron a las
transformaciones económicas se demoraron en nuestro país durante casi un siglo. Sólo a
partir de 1950, el proceso de industrialización se reanima dando lugar a la configuración de
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una estructura social semejante a la de los países que lograron antes su desarrollo industrial
bajo un modelo de economía de mercado.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 3.2
Evolución del PIB per cápita en España (1955-2011)
Fuente: I.N.E.: Contabilidad Nacional de España. Banco de Bilbao para los años anteriores a 1965.
Estos procesos han venido acompañados de una mejora generalizada del nivel de vida y
de un mayor acceso a la educación primaria, media y universitaria, por parte de los estratos
medios y bajos de la sociedad. Muchos de estos cambios han tenido lugar, en la última etapa
de un sistema autoritario de gobierno que fue necesitando modificaciones comparables a las
de la estructura económica y social del país. El mayor éxito de su evolución consistió en ser
sustituido por otro sistema político democrático de manera pacífica. A la luz de los que
sabemos de otras sociedades que han experimentado procesos de cambio equivalentes y de
los propios estudios sobre nuestra situación, estas transformaciones han afectado
profundamente a los estilos de vida y la mentalidad de los españoles. Son muy escasos los
estudios sociológicos sobre actitudes y comportamientos antes de la década de los sesenta.
Sin embargo, los datos de que disponemos en estos últimos cincuenta años indican que
nuestra sociedad ha cambiado drásticamente no sólo en sus actividades económicas sino en
su mentalidad ante la vida. En estos breves comentarios nos limitaremos a estudiar las líneas
principales del cambio económico español hacia una sociedad plenamente industrial.
Aunque la industrialización de la economía española se inicia en la segunda mitad del siglo
XIX, las grandes transformaciones económicas sobre las que se ha construido la sociedad
española actual tienen lugar, sobre todo, en los períodos 1957-1973, 1986-1991, y 1997-2000.
67
ANTONIO LUCAS MARÍN
Son los períodos de mayor crecimiento económico del siglo XX y ambos tienen como
principal protagonista el cambio industrial, aunque en distintos sentidos. En torno a la década
de 1960 se produce el mayor impulso industrializador del país en todos los sectores de la
producción. Algunas variables externas influyeron decisivamente en el despegue económico de
aquellos años: el fin del bloqueo internacional a España, consecuencia de la victoria de los
aliados y la democracia en la Segunda Guerra Mundial; los acuerdos militares y económicos
con Estados Unidos a principios de los años cincuenta; la necesidad de mano de obra de las
economías en expansión de Europa Occidental que provocó el movimiento masivo de
emigrantes españoles; el flujo creciente de inversiones extranjeras en España y el turismo
internacional. El desarrollo industrial español no fue el resultado únicamente de estos factores
pero sin ellos su evolución habría sido, sin duda, diferente.
Por su parte, la etapa expansiva de 1986-1991 estuvo precedida por una política de
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reconversión industrial, que facilitó el crecimiento posterior y se vio favorecida por dos
factores externos fundamentales: la incorporación de España a la Unión Europea y el aumento
significativo de la inversión directa extranjera. La política industrial se concretó en los Decretos
de 1980 y 1981 sobre reconversión de los sectores de electrodomésticos, aceros especiales,
siderurgia integral, textil y equipo técnico para la industria de automoción; la Ley de 1982 que
incluyó a los sectores de construcción naval, componentes eléctricos, calzado y forja pesada,
entre otras empresas.
Como en la década de los sesenta, a finales de los noventa pueden identificarse factores
externos e internos favorables al desarrollo. El cambio operado en la segunda mitad de los
años ochenta puede entenderse como consecuencia de la combinación del crecimiento de la
demanda interna nacional ante las favorables expectativas suscitadas por la incorporación a
Europa, la reestructuración de productos y técnicas llevada a cabo por los empresarios para
afrontar los retos de la mayor competitividad en la nueva situación, las medidas fiscales que
incentivaron la inversión, y la financiación procedente de las inversiones extranjeras. La
insistencia en las mismas políticas, acompañadas de un impulso de liberalización de actividades
que hasta entonces formaban parte del sector público, son las pautas del período de
crecimiento más reciente, cuyo análisis detallado excede los propósitos y posibilidades de este
capítulo.
68
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
una atmósfera cerrada del partido único y una cultura también ensimismada en que se podía
hacer poco más que mirar al pasado.
Cuadro 3.3
El cambio en España durante la segunda mitad del siglo XX
69
ANTONIO LUCAS MARÍN
especialmente intensa a España, al tener que retrasar las medidas de ajuste económico, para
no frustrar el delicado equilibrio de la transición política.
Los ochenta vienen muy marcados por el crecimiento del desempleo que alcanza a mitad
de la década a más del 20% de la fuerza laboral, cifra superada en 1994 en que el 25% de
parados. La venida de una nueva clase política, con propuestas sociales constructivistas, la
continua expansión de los servicios y una peculiar cultura del éxito, da a esta etapa un
especial dinamismo. La adhesión a la Unión Europea en 1985 afianza el cambio hacia un
nuevo tipo de sociedad. Toma importancia la regionalización.
Los años noventa han venido marcados por la toma de conciencia generalizada de las
carencias de una “sociedad civil”, tan desarrollada en los países de nuestro entorno. La
alternancia política ha venido acompañada de una importante expansión económica en el
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exterior y nuevos problemas internos como los migratorios. La tensión entre lo local,
cristalizado en el Estado de la Autonomías, y lo global, patente en la política exterior o las
crecientes salidas turísticas de los españoles, muestra nuevas situaciones a las que
enfrentarse.
Apoyándose en este esquema general de la transición española a la modernidad, hay que
tener en cuenta que entre los factores que han contribuido más significativamente al cambio
económico y social español en la segunda mitad del siglo XX se encuentran: la inversión de
capitales extranjeros, la emigración a países más desarrollados y el fenómeno creciente del
turismo (López Pintor, 1993:129-133). Se ha considerado que estos fueron los tres grandes
pilares del inicial despegue español. La inversión extranjera en España era prácticamente
inexistente a mediados de los años cincuenta. Aun en 1960, el volumen de capital extranjero
invertido en proporción superior al cincuenta por ciento del capital social, ascendía sólo a
135 millones de pesetas. En 1970, la inversión extranjera representaba ya más de 13.000
millones de pesetas y en 1977, más de 110.000 millones. Durante la segunda gran expansión
económica de los años 1986-1991, el volumen de las inversiones extranjeras superó con
mucho los niveles de la etapa anterior, coincidiendo con la creciente internacionalización de
las empresas españolas y del comercio mundial. Los casi 300.000 millones de pesetas de 1985
se incrementaron hasta cerca de 1 billón, en apenas cinco años. Estas cifras resultan
pequeñas en los tiempos actuales de liberalización del flujo de capitales pero, en su
momento, representaron un notable impulso de la actividad económica en nuestro país.
Durante los años sesenta tuvieron un papel importante, como fuente de divisas, los envíos
de los emigrantes españoles en otros países europeos. Se trataba de una pauta migratoria nueva
en el panorama histórico español; diferente de las migraciones tradicionales a las Américas de
la primera mitad del siglo XX. El flujo migratorio hacia otros países de Europa alcanzó su
punto álgido en 1964 con más de 300.000 salidas. Al final de la década comienza a descender y
aun lo hace más bruscamente con la primera crisis del petróleo en 1973. Situación muy
diferente es la que tiene lugar durante la segunda etapa de expansión, en los años ochenta,
cuando se asiste a las migraciones de retorno de aquellos emigrantes. Actualmente, el número
de emigrantes españoles a otros países por razones de empleo es insignificante. Estas
migraciones a los países europeos desarrollados fueron relevantes no sólo desde un punto de
70
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
vista económico sino también, y quizá de manera más importante, desde un punto de vista
cultural. Para grandes sectores de la población, emigrantes y familiares o amigos, hubo un
contacto directo con otras culturas y estilos de vida, a los que la sociedad española se iba
acercando poco a poco.
En relación con el fenómeno del turismo, también hay reconocerle efectos culturales
además de los propiamente económicos. Las masas de turistas extranjeros que acuden a
España en número creciente, representan un factor de acumulación de divisas pero también de
difusión cultural, especialmente en un país que había vivido en el aislamiento internacional
durante décadas. Los flujos turísticos no han hecho sino crecer desde mediados de siglo. Su
importancia económica como fuente de divisas y factor clave en sectores como la construcción
y los servicios –a pesar de la dudosa fiabilidad de las estadísticas sectoriales-, no debe
subestimarse. En 1960 atravesaron nuestras fronteras unos cinco millones de turistas, en 1987
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fueron casi cincuenta millones y a finales de los noventa, el número de turistas superaba ya los
sesenta millones anuales.
Los tres factores mencionados, inversión extranjera, emigración y turismo, aportaron al
desarrollo nacional no sólo capacidad de inversión en forma de capitales, paliando así la
escasez crónica de flujos dinerarios para el desarrollo, sino también –y quizá con una mayor
transcendencia histórica para el cambio social- una nueva mentalidad cultural. La renovada
capacidad de inversión permitió el serio despegue hacia la convergencia en términos
económicos con los demás países industrializados. La aportación de nuevos valores y estilos
culturales facilitó el proceso de cambio político y social que incorporó políticamente a nuestro
país al conjunto de las naciones democráticas occidentales.
71
ANTONIO LUCAS MARÍN
tipo de poder que las domina. Se las denomina “programadas” si se intenta definirlas ante todo
por su modo de producción y organización económica. “Corporativas”, si hacemos referencia
a la hegemonía que en su seno tiene la gran corporación como forma de organización
productiva. “Activa”, para indicar que es dueña de sí misma, en continua dialéctica con sus
resultados. “Tecnotrónica”, por ser una sociedad conformada cultural, psicológica, social y
económicamente por el impacto de la tecnología y la electrónica, en especial en el área de los
computadores y las comunicaciones. “Tecnológica”, por ser su característica fundamental la
automatización progresiva del aparato material e intelectual que regula la producción, la
distribución y el consumo. “Técnico-científica”, por ser la ciencia el factor decisivo en el
crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad. “Post-económica”, porque los costes
cada vez más tienen una menor importancia en las decisiones de producción. También se le
han aplicado otros epítetos como post-capitalista, post-burguesa, post-bienestar y post-
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ideológica.
Quizás la más afortunada de estas calificaciones sea la que inicia Bell (1976) a mediados de
los años setenta al emplear el término “sociedad post-industrial”, que caracteriza de una
manera muy precisa, pues considera que el concepto de sociedad post-industrial es una
generalización amplia. Se comprenderá más fácilmente su significado si se especifican las cinco
dimensiones, o componentes, del término, que son en opinión de Bell:
1. Sector económico: el cambio de una economía productora de mercancías a otra
productora de servicios.
2. Distribución ocupacional: la preeminencia de las clases profesionales y técnicas.
3. Principio axial: la centralidad del conocimiento teórico como fuente de innovación y
formulación política de la sociedad.
4. Orientación futura: el control de la tecnología y de las contribuciones tecnológicas.
5. Tomas de decisión: la creación de una nueva "tecnología intelectual".
Touraine (1973) utiliza también el nombre de sociedad post-industrial, pero cree más
conveniente todavía la denominación de sociedad programada por indicar más directamente la
naturaleza del trabajo y la acción económica. En las sociedades programadas, aunque parezca
paradójico, las decisiones y los combates económicos no poseen ya la autonomía y el carácter
fundamental que tenían en un tipo de sociedad anterior. Esta menor autonomía en las
decisiones económicas va acompañada por una mayor dependencia del conocimiento, de la
capacidad de la sociedad para crear creatividad; por otra parte, las decisiones políticas influyen
crecientemente, hasta el punto de que las grandes inversiones no se tomas habitualmente por
su rentabilidad. En esta situación no tiene tanto sentido hablar de explotación económica
como de dominación social, manifestada en tres formas:
1. Mediante la integración, con una inducción del aparato de producción a aceptar los
objetivos, tanto en el sistema de trabajo como en el consumo en la formación;
2. La manipulación cultural, actuando sobre las necesidades y actitudes ante el trabajo y
ante la vida, los medios de que se dispone conforman una gran "industria de la
conciencia";
72
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
3. El influjo creciente de las grandes organizaciones económicas, que orientan cada vez
más su actividad al control del poder político.
De esta manera la dominación social se manifiesta para Touraine en alienación, o reducción
del conflicto social por medio de una participación dependiente.
Con los dos ejemplos señalados, de Bell y Touraine, es fácil concluir que cada uno de los
nombres adoptados para señalar el tipo de sociedad a que da lugar la Tercera Revolución
Industrial, incluye una fuerte carga teórica e incluso ideológica. Quizás la denominación de
sociedad post-industrial para señalar el futuro que se empieza a hacer presente en los años
setenta, sea la más generalizada y la que implique un tratamiento más técnico y neutro.
73
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 3.4
Evolución comparativa de la mano de obra en distintas sociedades
Estados Unidos
Año Primario Secundario Terciario
1900 38 36 26
1910 31 38 31
1920 27 40 33
1930 21 40 39
1940 17 40 43
1950 12 41 47
1960 8 38 54
1970 5 36 59
www.fragua.es
1980 3 33 64
1990 3 27 70
2000 2 25 73
2010 2 7 91
Unión Europea
1950 38 33 29
1960 23 41 36
1970 17 44 39
1980 10 39 51
1990 8 32 60
2000 2 31 67
2010 5 28 67
España
1900 70 15 15
1950 52 24 24
1960 42 31 27
1970 29 34 37
1980 19 36 45
1990 11 33 56
2000 7 32 61
2010 4 23 73
Fuentes: Para Norteamérica, la Oficina del Censo; para Europa, Eurostat y datos de los cuatro grandes
países de la OIT; para España, INE
4. El afianzamiento de la economía de servicios, manifestado en un rápido crecimiento del
sector servicios, con influencia tanto en la nueva estructura de la población activa como
en su mayor aportación de riqueza. De los datos disponibles se deduce la existencia de
una pérdida de fuerza del sector primario que se transforma en incremento del
secundario y terciario hasta la consolidación como sector preponderante del sector
cuaternario (salud, educación, finanzas y administración estatal). La revolución industrial
supone un aumento de importancia del sector secundario y también del terciario, en
cuanto aumentan, en un primer momento, las necesidades correspondientes a las ayudas
74
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
75
ANTONIO LUCAS MARÍN
aportación de las diferentes partes. Los trabajos de mantenimiento son los que más se
corresponderían posiblemente con los artesanales anteriores a la industrialización,
exigiendo una visión integradora y minuciosa del proceso.
4. Pérdida definitiva de peso del trabajo manual. Tanto en su importancia numérica (ya
vimos las nuevas estructuras de población activa), como en importancia económica
(inversiones que suponen de capital), y quizás menos acusadamente en la valoración
social. El principal recurso de la sociedad post-industrial es su personal científico, esta
"élite científica" es la que escala puestos.
5. Pérdida de importancia del "grupo obrero". No sólo por la misma disminución
porcentual, sino sobre todo porque desaparece la homogeneidad con la creciente
especialización y la aparición de nuevas tareas cada vez más difíciles de encuadrar. Por
otra parte, va desapareciendo la mística del obrero manual explotado. Aparecen,
además, otras fuentes de diferenciación -quizás también en retroceso- más claras: el
sexo, la nacionalidad, la raza, etc.
6. Se desdibuja la lucha de clases. Esto es así, en primer lugar, al nivel de toda la sociedad,
lo que lleva a la desaparición de lo que se ha llamado partidos de clase obrera, que se
transforman en partidos del pueblo en general. También en la misma empresa el
conflicto se establece, no en la propiedad, sino en el poder de decisión, lo que hace que
se valoren más los medios de formación del grupo obrero como forma de asegurar la
continuidad en la lucha por el poder. Puede afirmarse que más que formas de conducta
de clase, las hay quizás de "status" socioeconómico quedando la vivienda todavía como
vestigio principal.
7. Intentos, no resueltos, de superación de la enajenación a que se ha sometido al obrero y
su medio. Parece claro que la superación de la "tristeza obrera", vendrá por la vía del
acercamiento del medio obrero y el medio de decisión, pero en ningún país industrial se
ha conseguido una plena democracia industrial. Los intentos de superación de la
enajenación han venido por parte de algunas individualidades obreras por diferentes
caminos: anestesia de la cultura de masas, donde están expuestos a lo peor por no estar
preparados para lo mejor; la evasión a otros sectores, al pequeño comercio, al pequeño
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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Capítulo 4
DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
A LA SOCIEDAD MÓVIL
Antonio Lucas Marín
www.fragua.es
79
ANTONIO LUCAS MARÍN
perspectiva. De todas maneras, ya empezamos a tener datos para poder pensar que, desde la
aparición y extensión del uso de ordenadores –debido en buena parte a sus posibilidades de
interconexión- ha habido unos cambios de magnitud análoga a los ocurridos al comienzo de
la sociedad industrial. También la aparición reciente de los móviles y su conexión con
Internet ha supuesto un cambio de perspectiva.
Centraremos nuestra atención en el paso de la sociedad industrial a las sociedades de la
información o informacionales, con una progresiva preocupación por el manejo de
información y la comunicación. El cambio tiene que ver con la aparición de los ordenadores
en un desarrollo de interconexiones a través de Internet, las páginas Web y finalmente con la
utilización de los móviles.
80
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 4.1
El cambio hacia la sociedad de la información
PROCESO DE MODERNIZACIÓN
SOCIEDAD SOCIEDAD SOCIEDAD
TRADICIONAL INDUSTRIAL INFORMACIONAL
I. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
POBLACIÓN ESTANCADA CRECIENTE ESTABLE
URBANIZACIÓN MUY ESCASA ABUNDANTE SUBURBANA
EDUCACIÓN MINORITARIA GENERALIZADA ESPECIALIZADA
MODELO FAMILIAR EXTENSO NUCLEAR INFORMAL
EMANCIPACIÓN ESCASA CRECIENTE TOTAL
FEMENINA
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II. CAMBIO
MOVILIDAD FÍSICA POCA: ORGÁNICA CRECIENTE: MUY GRANDE:
MECÁNICA ELECTRÓNICA
MOVILIDAD SOCIAL NULA: ESTATUS POSIBLE: STATUS CRECIENTE: ACCESO A
ADSCRITO ADQUIRIDO LA INFORMACIÓN
MOVILIDAD PSÍQUICA POCA EN EXPANSIÓN GRANDE
ACELERACIÓN NULA GRANDE MUY GRANDE
III. RACIONALIZACIÓN
RACIONALIDAD POCO VALORADA VALORADA SUPUESTA
CAPITALISMO TESTIMONIAL CRECIENTE GENERALIZADO (CRISIS)
BUROCRATIZACIÓN NINGUNA EN EXPANSIÓN FLEXIBLE
DEMOCRACIA INEXISTENTE EN EXPANSIÓN AMPLIÁNDOSE
TECNOLOGÍA ESCASA ABUNDANTE NECESARIA
81
ANTONIO LUCAS MARÍN
Si centramos nuestra atención en el Cuadro 4.1, se puede tener una definición general
bastante precisa de lo que es el cambio de las sociedades tradicionales a industriales y
finalmente a las informacionales, simplemente repasando las calificaciones de las 26 variables
consideradas (primera columna). La segunda columna nos define la situación social de la
sociedad tradicional, la tercera la industrial y la cuarta la Informacional. Así frente a la
sociedad tradicional definida: con una población estancada, una, urbanización muy escasa,
una educación minoritaria etc., la siguiente columna nos señala como es la sociedad
industrial.
De esta manera podemos reflexionar fácilmente sobre la sociedad industrial, que vendrá
definida por la segunda de las columnas, que señala respecto a la evolución demográfica: la
abundante urbanización, la educación generalizada, el modelo familiar nuclear, los
comienzos de la emancipación femenina creciente. En cuanto al cambio, vemos que la
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82
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
4. El poder, que en las sociedades más tradicionales iba unido a la posesión de la tierra, y
en las industriales a la propiedad de los medios de producción, se liga ahora a la
información y al conocimiento necesario para generar innovación y hacer la
producción más eficiente.
5. La inclusión de la mujer en el proceso productivo a todos los niveles. Se ha roto la
tradicional división entre trabajos realizados en la esfera privada y en la esfera pública.
Al valorarse el conocimiento y la inteligencia sobre la fuerza y la resistencia, asistimos
a una creciente incorporación de la mujer a todas las tareas.
6. Adquiere una gran importancia todo lo relativo a las innovaciones, especialmente en la
adopción de las nuevas tecnologías. Frente a la natural resistencia al ritmo de cambio,
aparecen unos innovadores pioneros, seguidos de unos primeros adaptadores. La
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83
ANTONIO LUCAS MARÍN
sitio y tienen un carácter activo. Como indica Castells (1997:47), el término "informacional"
viene a caracterizar “una forma específica de organización social en la que la generación, el
procesamiento y la transmisión de la información se convierten en las fuentes fundamentales
de la productividad y el poder, debido a las nuevas condiciones tecnológicas”.
proceso de modernización. Sin embargo, vamos a limitarnos a un comentario de los cinco tipos
de variables en su conjunto -evolución demográfica, movilidad, racionalización, producción y
consumo, y conflictividad y complejidad- pues muestran suficientemente la importancia que ha
adquirido el manejo de información.
En efecto, aparentemente la situación de la población en las sociedades tradicionales y en las
llamadas inicialmente post-industriales es similar, de equilibrio. La diferencia de la estabilidad y
del estancamiento, que señalamos en el cuadro, está en el manejo de conocimientos e
información, que supone la posibilidad de control con base en el conocimiento. Frente al ajuste
automático de la natalidad y mortalidad tradicional, el manejo de información hace posibles las
capacidades interventoras sobre la natalidad en la modernidad. También la disminución del
crecimiento urbano, que supone la post-modernidad, hay que entenderlo en un entorno de
incremento de la información disponible. También aparentemente, en las sociedades
informacionales el éxodo del campo a la ciudad, típico de los procesos de industrialización
desaparece. Se podría pensar incluso -con los datos estadísticos disponibles- que se vuelve al
campo. Pero la realidad es que crecen las zonas suburbanas, cercanas a la ciudad y caracterizadas
sobre todo por tener una buena comunicación y abundantes servicios disponibles entre los que
debemos destacar, indudablemente, los de información.
De la misma manera, si nos fijamos ahora en la movilidad en sus diferentes facetas, es fácil
deducir que en muchas de las situaciones señaladas en la tercera de las columnas lo importante
es el manejo de información, como cuando hablamos de educación especializada, de gran
movilidad física o psíquica, y todavía más al referirnos a la movilidad social creciente, basada en
el conocimiento. En efecto, el nuevo principio estratificador, más allá de los lazos de sangre y
del tipo de trabajo desempeñado, está –en las sociedades más avanzadas- en las posibilidades
que ofrece el conocimiento, incluso –con más precisión- en la facilidad de acceso a los procesos
de información (nuevas tecnologías, medios de comunicación de masas, conocimientos de
idiomas, etc.).
En cuanto a los avances de racionalidad en términos generales que supone la modernización,
al igual que los más específicos que están implícitos en la ampliación de la democracia, la
burocratización, la producción capitalista o el creciente uso de la tecnología, siempre van
acompañados de más utilización de información. En el caso de las tecnologías, lo importante
84
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
son las propias tecnologías de la información, que mediante la digitalización permiten un uso
extensivo, permanente y sencillo del conocimiento acumulado.
Respecto a la producción y el consumo, la globalización de los mercados es posible por la
difusión de las tecnologías de la información, que definen los bloques por los límites de la
circulación del conocimiento común aceptado. La nueva forma de producción es la obtención,
elaboración y traslado de la información, cuyo tratamiento se va transformando en la principal
actividad económica de la mayoría de las personas.
Lo mismo ocurre con el tratamiento de la complejidad y la consiguiente conflictividad. Se
valora –e incluso se considera imprescindible- el manejo de información, desde luego al abordar
la solución de los complicados problemas sociales o al conseguir una comunicación global. No
es posible plantear una flexibilidad en el aprovechamiento del tiempo sin información más que
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 4.2
Aceleración de los ciclos de innovación
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
aprovechar las bonanzas del nuevo ciclo –la llamada "euroesclerosis”- nos puede ayudar a
entender la situación actual de Europa, intentando mantener a flote y preservar empresas de
la cuarta ola, sin enfrentarse con el futuro con la misma decisión como la sociedad
norteamericana.
La innovación, basada en el conocimiento y en los descubrimientos científicos, se ha
transformado en una carrera donde cuenta la investigación básica y la aplicación industrial de
los hallazgos. Los laboratorios dedicados a la investigación y la universidad se encuentran en
el centro del proceso, y junto a la propia investigación industrial van a la cabeza del cambio.
Este esfuerzo exige inversiones millonarias, más de un 1% del PIB en todos los países
avanzados. Muchas empresas innovadoras emplean para investigación hasta el 4% del
producto de sus ventas y los propios gobiernos tratan de dar suficiente apoyo financiero a
todos los actores implicados.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 4.3
Inversión comparativa en I+D en varios países
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Investigación y desarrollo
Parece oportuno que, para estudiar las nuevas sociedades nos fijemos en el I+D que, con
frecuencia, es considerado como la punta de lanza de la modernización tardía, aunque siendo
conscientes de que este elemento es puramente sintomático. Hoy es un lugar común que, si
la inversión sistemática continuada a unos ciertos niveles, supuso la ruptura del circulo
vicioso de la pobreza y, por consiguiente, una señal clara del proceso de industrialización, la
innovación y el I+D, de cada zona, señalan el grado de adaptación de un país o región a la
nueva Sociedad de la Información y el Conocimiento. Por ello, el ranking de I+D suele
tomarse como muestra de la adaptación de sus estructuras productivas a las exigencias de la
modernización y su riqueza futura. El estudio de estas realidades debe ser considerado, desde
el punto de vista de la respuesta a las demandas del entorno, íntimamente ligado a aspectos
organizativos o estructurales, más que a decisiones voluntaristas o exclusivamente políticas.
Los datos disponibles para las últimas décadas sobre la inversión en investigación de los
países más desarrollados son muy esclarecedores de las exigencias del tipo de sociedad que se va
imponiendo. El Cuadro 4.3 muestra la evolución a niveles comparativos de la inversión en I+D
en diferentes países avanzados, con tendencia al crecimiento en las tres últimas décadas . Así, la
inversión en I+D de Finlandia, Suecia y Japón está próxima al 4% de su PIB; la de Estados
88
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Unidos es superior al 2,5%. Las cifras hablan por sí solas. España se queda con una inversión en
torno al 1,3% de su PIB, lo que sin duda tendrá repercusiones a largo plazo –si no se corrige- en
su nivel de productividad y competitividad. Otras cifras disponibles nos muestran que la media
de la OCDE es del 2,2%. China por su parte invirtió en 2010 un 1,6% y se espera que alcance el
2,5 por ciento del PIB en el 2020.
porcentaje del PIB dedicado. Las cifras manejadas muestran que las 11.566 personas
censadas en actividades de investigación en 1964 se transforman en 222.022, en el año 2010;
el dato es elocuente, 20 veces más. Crecen también de forma decisiva los recursos
económicos empleados en términos absolutos: se multiplican por más de mil trescientos en
términos monetarios, es decir sin tener en cuenta la inflación.
En términos porcentuales de su PIB, medida internacional usada normalmente, el
esfuerzo inversor español en I+D realizado es igualmente evidente. Se multiplica por más de
diez desde 1964 hasta las últimas cifras disponibles. Hay que considerar, además, que son
años de un fuerte crecimiento económico continuo con lo que la dedicación de recursos
debe crecer todavía con más rapidez. Realmente estamos ante uno de los síntomas más
llamativos del proceso modernizador español.
Precisando un poco más lo anteriormente señalado, vemos que en total de 215.079
personas se dedicaron a actividades de I+D, en equivalencia a jornada completa, en el año
2011, lo que representó el 1,33 por ciento de la población total ocupada. Es significativo que
el número de personas experimentó coyunturalmente un ligero descenso respecto del año
anterior, debido a la crisis económica iniciada en el 2008.
Las cifras disponibles muestran el esfuerzo inversor en España llevado a cabo por el
Estado –administración pública y enseñanza superior- y las organizaciones privadas –
empresas y organizaciones sin fines de lucro-. Ambos sectores han tenido la preponderancia
de forma alternativa. Hasta 1970, la inversión tendía a ser mayoritariamente estatal; a partir
de ese momento y hasta nuestros días, prácticamente se iguala con las aportaciones privadas,
aunque parecía que estas últimas iban a ir cobrando más importancia, en los años siguientes.
Concretamente, en el año 2011 –último conocido de la serie- la aportación estatal fue del
48% y el resto de la iniciativa privada.
Es a partir de los finales de los ochenta del pasado siglo cuando se inicia una política más
agresiva dirigida a incrementar la inversión en la investigación. Es llamativo que de 1985 al
2000 se duplica el número de investigadores y también el porcentaje empleado del PIB, que
pasa de ser del 0,55 al 0,94. Se pensaba que como en otros países de nuestro entorno eso iría
89
ANTONIO LUCAS MARÍN
también unido a un mayor crecimiento relativo del esfuerzo empresarial, pero eso no se ha
conseguido.
Cuadro 4.4
El esfuerzo Español en I+D 2
Es a partir de los finales de los ochenta del pasado siglo cuando se inicia una política más
agresiva dirigida a incrementar la inversión en la investigación. Es llamativo que de 1985 al
2000 se duplica el número de investigadores y también el porcentaje empleado del PIB, que
pasa de ser del 0,55 al 0,94. Se pensaba que como en otros países de nuestro entorno eso iría
también unido a un mayor crecimiento relativo del esfuerzo empresarial, pero eso no se ha
conseguido.
Examinando en un gráfico la evolución del gasto en I+D realizado por sectores
económicos (Cuadro 4.5), aunque estamos hablando de cifras absolutas y sin tener en cuenta
la inflación, vemos el crecimiento positivo total, en que se evidencia que el esfuerzo realizado
durante las dos últimas décadas ha sido extraordinario. Crece la inversión realizada, a la vez
que está teniendo lugar un llamativo crecimiento del PIB. De todas maneras, a partir de
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 4.5
Evolución del gasto en I+D por sectores en España
91
ANTONIO LUCAS MARÍN
En este marco, la consideración de las universidades, donde se realiza por definición una
abundante labor investigadora, como motor del desarrollo y del cambio económico y social, está
firmemente asentada. La extensión de la nueva sociedad de la información, con una economía
basada en la ampliación y difusión de conocimiento, tiene mucho que ver con la existencia de
centros universitarios que cumplan con su propia misión de creación y transmisión del
92
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
conocimiento al más alto nivel. El papel de las universidades de Stanford y Berkeley, o del
Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), sin cuya existencia sería difícil entender la
existencia de la sociedad de la información, es paradigmático de la importancia que tienen, en un
momento determinado, las decisiones de los hombres injertadas en relaciones sociales
institucionalizadas. Estas instituciones universitarias han tenido una responsabilidad definitiva
en la creación y difusión de las nuevas tecnologías de la información.
adecuadamente en nuestro pasado más próximo. Para definir estos periodos hemos elegido
las pautas evolutivas de la utilización de ordenadores, pues sabemos que los cambios
tecnológicos son uno de los ingredientes básicos de las grandes transformaciones sociales y
nos las muestran con mucha precisión, hasta el punto de convertirse con frecuencia en su
representación primordial. De esta manera, hablar de la Revolución Industrial nos lleva a
pensar en la máquina de vapor, que se concreta en la hilatura mecánica o en el ferrocarril.
Igualmente, la madurez industrial nos remite a la cadena de montaje para la producción en
serie y al automóvil como su expresión más conseguida. La siguiente revolución –ya no
industrial, como hemos visto-, centrada en el tratamiento de la información, viene
representada por los ordenadores, considerados la máquina por excelencia de la nueva forma
de sociedad.
93
ANTONIO LUCAS MARÍN
hechos por personas que conocían su funcionamiento fueron: el EDSAC (Electronic Delay
Storage Automatic Calculator, dirigido por Maurice Wilkes) en la Universidad de Cambridge,
operativo a partir de 1949; el IAS construido en Princeton por Julian Bigelow siguiendo las
ideas de von Neumann; el Mark-I de Howard Aiken en Harvard, seguido por el Mark-II y el
Mark III; y el Whirlwind, proyecto iniciado en 1947 en el MIT, utilizando ya memoria
magnética.
De todas maneras, lo importante del ENIAC es, más que su operatividad primigenia, su
trayectoria para convertirse en un ordenador comercial. En efecto, a finales de 1946 Eckert y
Mauchly firmaron un contrato con la Oficina del Censo de los Estados Unidos para
construir en colaboración con Remington Rand el primer UNIVAC (Universal Automatic
Computer), que estaría en funcionamiento en 1951, manteniendo su actividad hasta 1963
después de 73.000 horas de uso. Su existencia empezó pronto a ser públicamente conocida,
al ser empleado para hacer predicciones electorales en 1952 por la cadena de televisión CBS,
pues pudo predecir la elección de Dwight Eisenhower con un éxito absoluto, en contra de la
opinión de los especialistas políticos. De esta manera en los años 50 la palabra “computer”
entra tímidamente en el vocabulario público.
La actividad principal de los primeros ordenadores tiene que ver con la tecnología, en
especial para estudiar temas relativos a la naturaleza, la defensa nacional o la exploración
espacial. Los datos disponibles nos muestran que en 1955 la utilización de ordenadores es
básicamente para cálculos de ingenieros (65%), investigación científica (30%) y
procesamiento de datos económicos, aunque ya entonces se pensaba que iría aumentando la
última dedicación. Las grandes instituciones estatales son las que muestran un mayor interés
por su desarrollo, que es visto como una máquina con importante futuro, aunque siempre en
actividades circunscritas a la solución de problemas técnicos complejos y muy concretos. La
extensión del uso de los ordenadores tiene mucho que ver con las aplicaciones iniciadas por
IBM para grandes empresas, que continuó las actividades del UNIVAC con un modelo
inicial de grandes prestaciones como el 701 (en 1953) o más baratos como el 650 (en 1954)
del que llegó a hacer más de 1.000 ejemplares.
94
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
95
ANTONIO LUCAS MARÍN
nave rusa Sputnik, en 1957, y el desafío posterior de alcanzar la Luna en la década de los 60,
lanzado por el Presidente Kennedy, dio lugar a la necesidad de reducir drásticamente el
tamaño de los circuitos eléctricos. Gracias a la nueva tecnología de los transistores y circuitos
integrados, fue posible integrarlos en un chip. De esta manera, se disminuyó el volumen, se
aumentó la capacidad y fue posible reducir los costes y con ellos, el precio al cliente final. En
1970 Intel lanza al mercado los microprocesadores, que suponen un cambio radical en la
arquitectura de los ordenadores. Su modelo Intel 8008 tiene ya 6.000 transistores. Son
interesantes, en este sentido, las palabras de Bob Noyce –cofundador de Intel al señalar en
1977 que un microprocesador de 300 dólares era veinte veces más rápido que el ENIAC,
tenía más memoria, era miles de veces más seguro, consumía la energía de una pequeña
bombilla, ocupaba 30.000 veces menos espacio y costaba 10.000 veces menos, y además se
podía enviar por correo. En efecto, durante esta etapa se hace patente lo que había predicho
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en 1965 Gordon Moore antes de fundar Intel con Bob Noyce: que la capacidad de un chip
de ordenador se duplicaría anualmente, aunque posiblemente no pensaba que duraría tanto
este proceso. Diez años después pensó que su pronóstico era un poco alto y afirmó que se
duplicaría cada dos años, posteriormente se ha visto que la duplicación se está haciendo cada
18 meses: esta es la famosa Ley de Moore.
Es muy importante señalar cómo las posibilidades técnicas abiertas por los
microprocesadores en 1970 conectaron con una amplia demanda social, de personas
“aficionadas” (hobbyists y hackers) a los ordenadores, que los construían ellos mismos
comprando las piezas sin ensamblar. Esta realidad empezaba a ser habitual, sobre todo en el
área de San Francisco y especialmente en Silicon Valley; muchos deseaban tener su propio
ordenador. Esta inesperada demanda social, y el éxito fabuloso que tuvo el Apple II en su
lanzamiento al mercado general en 1977, hizo plantearse a algunos constructores de grandes
ordenadores la necesidad de centrar su actividad en el mercado de los ordenadores más
pequeños. Estamos ya en los albores de la cuarta etapa de la evolución de los ordenadores
Durante toda la década siguió creciendo el número de ordenadores en funcionamiento.
Se calcula que podía haber unos 200.000 en todo el mundo en 1975 y 350.000 al final de los
años setenta. Más de la mitad estaban en funcionamiento en Norteamérica, que era además
el productor por excelencia. Al terminar esa década, la industria de los ordenadores es ya la
décimo segunda más importante de los Estados Unidos.
Los ordenadores personales (1980-1989)
Los años ochenta traen consigo la aparición y difusión de los ordenadores personales, que
empiezan a transformarse en bienes de uso individual generalizado, casi como
electrodomésticos. Esta evolución se impone en contra de las ideas dominantes en los
fabricantes de ordenadores, encabezados por IBM, que pensaban en unas máquinas de gran
capacidad (mainframe computers) para uso de grandes organizaciones, de forma que el uso
individual, cuando pareciera necesario, vendría mas bien por la utilización compartida por
diferentes puestos de trabajo. Frente a esta oferta, la demanda prevalente empezaba a ser de
ordenadores individuales que cada cual pudiera tener en su mesa de trabajo para emplear a su
antojo. A estos ordenadores más pequeños se les denominó inicialmente de muy diferentes
96
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
manera –microcomputer, desktop computer, housing computer o personal computer- pero ha prevalecido
la de ordenador personal e, incluso, la simple abreviatura PC.
Un preámbulo de esta etapa es la fabricación del Altair 8800 en 1975, considerado por
muchos como el primer ordenador personal, aunque por la dificultad de manejo todavía
resultaba un instrumento propio de “entendidos”. Pero lo realmente importante es la
aparición del Apple II en 1977. El éxito de su salida al mercado da lugar a una de las más
prodigiosas aventuras económicas de nuestro tiempo: los 7 millones de dólares de ventas de
1978 se transforman en 48 millones en 1979 y casi llegan al centenar en 1980. En diciembre
de este último año salen al mercado 4,6 millones de acciones de Apple que fueron
arrebatadas por el público en minutos e hicieron millonarios a unos 40 empleados que
habían sido pagados en parte de su trabajo con acciones. Cada uno de los dos fundadores –
Jobs y Wozniak- se encontró de repente con más de 100 millones de dólares en el bolsillo. El
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97
ANTONIO LUCAS MARÍN
Apple de Macintosh incorpora en 1984 un sistema operativo gráfico, en una línea buscada
también por Microsoft, que facilita mucho su manejo.
Se generalizan también en esta nueva etapa algunos de los problemas señalados con la
aparición de ordenadores, como los relativos a la pérdida de intimidad o a la difusión de
informaciones o los temores por la disminución de puestos de trabajo. A la vez se ve clara la
desaparición de muchas actividades tediosas, burocráticas y repetitivas. En cualquier caso, la
experiencia personal generalizada del uso de ordenadores hace que se pueda hablar de ellos
con más propiedad y sea fácil entender sus consecuencias para la vida ordinaria.
La aparición de los LSI (Large Scale Integrated Circuit) es el avance técnico más significativo.
Los circuitos integrados a gran escala son la base técnica que permiten la ampliación de la
capacidad de los ordenadores y la progresiva disminución del tamaño y del precio. El
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
además, es que los nuevos procesadores mejoraron las posibilidades de gráficos en tres
dimensiones y de audio y vídeo introducidas ya por el Pentium II: se van abriendo así
continuamente nuevas posibilidades para el tratamiento y difusión de la información.
El software adaptado a estas posibilidades, como es el caso del sistema operativo
Windows (introducido en 1990) en sus diferentes versiones, permite una gran facilidad de
acceso mediante sencillos “interfaces” (relación hombre-máquina) y aumenta, por
consiguiente, la facilidad de utilización de los ordenadores. El sistema operativo ZP permite
mejorar las prestaciones. Es de señalar la importancia creciente del software respecto al
hardware, como se va viendo cada vez más en su mayor aportación de valor añadido a las
máquinas. La mecánica del proceso de crecimiento continuo iniciado por el nuevo hardware,
seguido por el nuevo software y por la satisfacción de nuevas necesidades, está dando lugar a
un derroche de creatividad que da vida a las zonas económicamente más dinámicas del
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ANTONIO LUCAS MARÍN
de su evolución –ninguno de los dos difiere mucho de lo que eran hace cincuenta años-,
mientras que los ordenadores están empezando. Incluso el ordenador está a punto de
reemplazar al teléfono.
datos y se han transformado en teléfonos inteligentes, en abierta competencia con los PDA
de los que es imposible distinguir.
La principal actividad del ordenador es de esta manera la comunicación, con una
portabilidad máxima, cuando sea necesario. Ya no sólo se conecta a Internet sino cada vez
más el objetivo es la conexión a la Web. Además, progresivamente se ha ido accediendo a
muchos servicios a los que se llega desde la Web, fundamentalmente a los medios de
comunicación. Se puede entrar así a concursos en vivo, a periódicos, a la televisión o a
juegos interactivos.
La ley de Moore ha seguido cumpliéndose, con nanotecnología que continúa
disminuyendo el tamaño de los artefactos disponibles a la vez que se aumenta la capacidad
de tratamiento de la información. En la línea del Duo Core de Intel, un microprocesador de
sexta generación optimizado para las aplicaciones de subprocesos múltiples y para
multitareas lanzado en el año 2006, todavía con posteriores importantes desarrollos (2, 4, 8
núcleos, etc.).
Los video juegos y en general el ocio electrónico ha ido desarrollándose progresivamente
hasta alcanzar unas cuotas de consumo muy altas que hacen casi desaparecer las formas
tradicionales de juego en los países más avanzados. Del mismo modo, el aumento de la
capacidad de almacenamiento de la información, así como de su traslado ha hecho que haya
tomado importancia las redes sociales y las comunidades virtuales (Twitter, Facebook,
Linkedin...). Igualmente, el uso del video se ha ido imponiendo como medio para el traslado
de información. En procedimientos como el utilizado por Youtube hay que buscar nuevas
posibilidades para la docencia presencial y para la expansión de la formación online.
Es fácil hacer seguir estas etapas de desarrollo de la sociedad informacional,
centrándonos en el uso de los ordenadores, que en su conjunto nos muestran una sociedad
en cambio y que en la actualidad está en su momento más dinámico. Lo conseguido en este
proceso ya es mucho y es lógico que la influencia de los ordenadores sea con el tiempo
mayor (Lucas, 2009:51). Podemos pensar que, con palabras de Shurking, “ni la Primera
Revolución Industrial ha afectado a nuestra vida ordinaria lo que la revolución de los
ordenadores. De todos los inventos quizás solo el automóvil y el teléfono hayan tenido una
100
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
influencia similar, pero los dos han alcanzado el fin de su evolución –ninguno de los dos
difiere mucho de lo que eran hace cincuenta años-, sin embargo los ordenadores están
empezando. Incluso el ordenador está a punto de reemplazar el teléfono” (1996:336). Lo que
no está tan claro es si lo que se está imponiendo es el ordenador o el móvil.
Cuadro 4.7
Crecimiento del número de ordenadores en el mundo
1945 1
1950 15
1955 200
1960 9.000
1965 35.000
1970 80.000
1975 200.000
1980 350.000
1985 8.000.000
1990 98.000.000
1995 222.000.000
2000 579.000.000
2005 903.900.000
2010 1.460.000.000
Fuentes: Varias. Para años recientes Computer Industry Almanac
La máquina de la modernidad
La dificultad de seguir el rastro al crecimiento del número de ordenadores es grande, parece
una tarea imposible, tanto por la progresiva ampliación de la capacidad de producir máquinas
en lugares muy diferentes, como por la rapidez con que estás quedan fuera de uso en función
de la Ley de Moore, que comentaremos en su momento. Con las cifras que hemos manejado
anteriormente, intentando cotejar la fiabilidad de los datos con diferentes fuentes, se puede
elaborar el siguiente Cuadro 4.7 que nos muestra el Crecimiento del número de ordenadores en el
mundo.
Es evidente que estamos ante un crecimiento exponencial de la disponibilidad de los
ordenadores, quizás inicialmente inesperado. Hay, por tanto, razones cuantitativas para
101
ANTONIO LUCAS MARÍN
tecnológica que tiene un país. Como puede verse en el Cuadro 4.8: Países con mayor número de
ordenadores. El país con más ordenadores en uso ha sido, desde los comienzos de estas
máquinas Estados Unidos, aunque ha ido disminuyendo su importancia relativa. Los cálculos
realizados para finales del año 2010 apuntan al funcionamiento de más de mil quinientos
millones de ordenadores en el mundo. Todavía en ese momento sobre 20% de los
existentes estaban en Norteamérica, que había tenido casi el 40% en 1995. Sin embargo
China tiene en 2010 sobre el 10%, mientras que en 1995 tenía unos a penas un 1% (unos tres
millones cifra muy similar a la española del momento).
Finalmente, se debe considerar que la utilización de los ordenadores está cada vez más
ligada a Internet. Hasta el punto de plantearse y diseñarse crecientemente estas máquinas
como uno de los instrumentos auxiliares de acceso individual a la red. El siglo XXI es testigo
de la aparición generalizada de otros instrumentos más populares de acceso a la red como la
televisión y el teléfono.
Por otra parte, es necesario insistir en que todas estas cifras que estamos manejando
tienen un sentido principalmente orientativo. Hay que tener en cuenta que la utilización de
pequeños ordenadores se está banalizando, en el sentido de aparecer con frecuencia estas
máquinas como importantes elementos auxiliares en otros aparatos o instrumentos: en
coches, en electrodomésticos de última generación, en juguetes, en televisores, en agendas o
en teléfonos. La tendencia inicial a la síntesis entre los ordenadores y los instrumentos de
telecomunicación ha seguido acentuándose en esta primera década del nuevo siglo. Su
desarrollo lo vamos a ver como una característica fundamental de las nuevas etapas que se
nos avecinan. De esta manera, realmente el número de ordenadores disponible ha ido
perdiendo importancia, es difícil distinguir entre los grandes ordenadores, portátiles,
notebooks, tabletas, o móviles ya casi de pantalla tan grande como las tabletas.
102
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 4.8
Países con mayor número de ordenadores
5 Reino Unido
54.1 3,7 38,6 4,27 26,0 4,49 12,6 4,88
Total mundial
1460,0 100 903,9 100 579,0 100 67,9 100
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ANTONIO LUCAS MARÍN
104
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
2000).
Cuadro 4.9
Evolución de Internet en el mundo
105
ANTONIO LUCAS MARÍN
porcentajes similares en Europa (31%) y Asia (32%), mientras que en menor grado en
América Latina (4%) y África (menos del 2%). Aunque la media europea de utilización de
Internet es inferior a la norteamericana, varios países europeos, en especial los nórdicos,
tienen índices de uso equiparables e incluso superiores a los americanos.
España, que inició el uso de Internet en 1990, ha ido ampliando las instalaciones de la red
y su utilización, aunque ha conseguido unos niveles inferiores a los de la media europea, al
igual que ha ocurrido con los ordenadores. Según los datos del Instituto nacional de
Estadística (Cuadro 4.10), en 2011 el 71,5% de los hogares con al menos un miembro de 16 a
74 años dispone de ordenador y el 61,9% de los hogares españoles dispone de conexión a
Internet.
Cuadro 4.10
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Fuente: INE.
106
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
etc.) con un 26,9% de las viviendas con acceso. A continuación se sitúan la red de cable o
fibra óptica (17,0%) y las conexiones móviles de banda ancha vía modem USB ó tarjeta (en
portátiles, p.ej.) con un 10,4%.
Para situar la realidad de la extensión territorial del uso de las TIC podemos ver los datos
básicos manejados en el Cuadro 4.12, en el que puede verse que el uso entre las distintas
comunidades es pequeña.
La tecnología más utilizada es, en primer lugar el teléfono móvil, en todas las
comunidades, seguida de los ordenadores y finalmente Internet. Aunque el porcentaje de los
que usan las TIC es elevado, tanto en las referencias al ordenador como para Internet en los
últimos meses o en las última semanas y lo mismo para el teléfono móviles. Y Madrid
encabeza el ranking en todas las tecnologías, lo que muestra el mayor asentamiento en esta
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Cuadro 4.11
El uso de las TIC en las viviendas
107
ANTONIO LUCAS MARÍN
fundamentalmente global, por ello quizás estar en un “mercado común” hace necesario
alcanzar unos mínimos estándares tecnológicos.
El informe adelantado por el INE sobre el uso empresarial de las TIC en 2012, nos
señala El 97,5% de las empresas españolas de 10 ó más empleados disponen de conexión a
Internet en enero de 2012. Además, el uso de ordenadores está extendido en la práctica
totalidad de estas empresas (98,7%). Por su parte, el 86,6% tiene instalada una Red de Área
Local (LAN) y el 51,7% cuenta con una Red de Área Local sin hilos. En cuanto a las
comunicaciones, en un 93,8% de las empresas está implantada la telefonía móvil y un 47,2%
se comunica a través de intercambio electrónico de datos. El 71,0% de las empresas con
conexión a Internet dispone de sitio/página web. En las que cuentan con 250 ó más
empleados, este porcentaje se eleva hasta el 93,7%.
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Cuadro 4.12
Porcentaje de usuarios de TIC por comunidades
108
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
de cosas: hacer la lista de la compra, planear inversiones, ayudar en las tareas escolares de los
niños, etc. Pero no llega a pensar en las posibilidades de comunicación abiertas por Internet.
Es capaz de ver un futuro a 25 años vista en que habrá incluso un ordenador en cada casa,
pero ni se le ocurren las posibilidades de interconexión de la nueva máquina, que están
siendo las verdaderamente importantes.
Cuadro 4.13
Uso de TIC’s en empresas por Comunidades Autónomas, en porcentaje
109
ANTONIO LUCAS MARÍN
También conviene recordar previamente dos pequeñas historias que cuenta Bill Gates en
la presentación de su interesante libro The road ahead. La primera hace referencia al profesor
de Oxford que en 1878 desechó la luz eléctrica como un truco publicitario. La segunda nos
recuerda la perspicacia atribuida a la Comisión de Patentes de Estados Unidos, que en el
paso al siglo XX se planteó el cierre de su propia oficina porque “todo lo que podía ser
inventado ya se había inventado”.
Asumiendo, pues, el riesgo que lleva consigo toda predicción, quizás se puede insinuar ya
que los temas de futuro en la utilización de los ordenadores vendrán por la capacidad de
generar y transmitir imágenes en tres dimensiones, el reconocimiento de habla, el
reconocimiento de la escritura y la aplicación de la simulación a la solución de problemas de
muchos tipos, sobre todo en la investigación científica, la educación y en los problemas
sociales. Y que las aplicaciones concretas se van a extender todavía más a todos los campos
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de nuestra vida. Lo más probable, como ocurre con todos los cambios tecnológicos
vertiginosos, es que las proyecciones sobre las nuevas situaciones que se vislumbran se
queden cortas. Tenemos como ejemplo los grandes predictores del futuro que hemos tenido
en la literatura de ficción de nuestra primera mitad del siglo XX. Muchos de ellos han
quedado superados por la realidad al no tener en cuenta los ordenadores. Un mundo feliz, de
Huxley; La guerra de los mundos, de H. G. Wells o la clásica trilogía La Fundación, de Assimov,
han quedado anticuados por no tener en cuenta las posibilidades de las nuevas tecnologías de
la información.
110
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Tecnologías convergentes
Centrándonos ya en las tecnologías de la información, una primera definición es la de
Webster y Rubins (1986) en un libro que pretende ser crítico con estas tecnologías,
Information technology: a luddite analysis, en que después de considerarlas como algo benigno,
neutral, inevitable y parte del progreso, dicen que “tecnologías de la información es un
neologismo acuñado para describir una tendencia de las tecnologías de los ordenadores y de
la telecomunicación a integrarse y converger”. Estos autores hacen a continuación una
descripción amplia de esta tendencia al indicarnos cómo se manifiesta en los procesadores de
111
ANTONIO LUCAS MARÍN
texto, equipos de oficina, correo electrónico, televisión por cable, videotex, robótica, juegos
televisivos, redes de ordenadores, comunicación vía satélite e incluso partes significativas de
electrodomésticos de consumo. En la misma idea de afinidad insiste Burton (1992:2) al decir,
ya con más precisión, que nos encontramos con “unas tecnologías de convergencia entre los
ordenadores y las telecomunicaciones para el manejo de información, aplicables a diferentes
áreas tales como la dirección, la administración, el gobierno o la edición”. En su opinión,
estamos ante unos planteamientos convergentes, más allá de las partes diferentes que puedan
contemplarse (ordenadores, líneas de comunicación electrónica o pura información). Por
eso, palabras como “computación”, “telemática” o “informática” no le dan todo su sentido.
La convergencia ha sido posible en buena parte por la creciente digitalización, tanto en la
producción como en el manejo, almacenamiento y traslado de la información. Ya hemos
visto el aumento de capacidad de los ordenadores y la aparición de las autopistas de la
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112
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
113
ANTONIO LUCAS MARÍN
Los teléfonos de tercera generación, digitales, han permitido también un acceso rápido a
gran cantidad de información multimedia y una buena calidad de sonido, de manera que la
navegación por Internet o las videoconferencias están ya aseguradas. Pero estamos ya en
todos los países avanzados en los móviles de cuarta generación (4G), que hemos señalado en
su momento (Lucas, 2009:117) supone suponen una gran capacidad de acceso a la
información de forma casi instantánea, a una velocidad mayores de 100 Mb/s en
movimiento y 1 Gb/s en reposo, manteniendo una gran calidad de servicio a unos precios
asequibles.
El Cuadro 4.14 nos muestra la reciente expansión del uso de teléfonos móviles en
diferentes países del mundo. En las dos últimas décadas son muchos los países con más
móviles que habitantes. El crecimiento es generalizado, inicialmente mayor en los países
desarrollados, pero progresivamente con un desarrollo exponencial mayor en país en
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desarrollo.
Cuadro 4.14
Países con mayor número de teléfonos móviles
Los datos disponibles sobre la evolución del número de móviles en la última década en el
mundo muestran que su número total se ha multiplicado por seis. Estamos ante una
tecnología muy expansiva en cantidad y calidad. La flexibilidad de su uso ha potenciado su
expansión en ambientes muy diferentes. En los últimos años los móviles se han ido
114
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
transformando en un servicio universal. Son bastantes los países que tienen más móviles que
habitantes y el crecimiento de su uso se ha generalizado por todas partes, más allá de las
identidades nacionales, sin distinción de edad, sexo o status.
Cuadro 4.15
Evolución de los móviles en el mundo por cada 100 habitantes 2001-2011
Como se puede ver en el cuadro 4.15, se calcula que el número de personas que usan
móviles supera el de los que tienen electricidad, agua corriente o acceso al sistema bancario.
Para terminar de situarse en la importancia de los móviles hay que tener presente que su
115
ANTONIO LUCAS MARÍN
crecimiento explosivo es recientísimo, casi se inicia con el nuevo siglo y que su futuro está
lleno de promesas.
Para atisbar el futuro de la utilización de los móviles, hay que tener en cuenta de que no
estamos tan solo ante una posibilidad de comunicación interpersonal con grandes
prestaciones, fácil e incluso posible en movilidad. Continuamente están apareciendo nuevos
usos, que suponen nuevos nichos de mercado: compras y pagos, autorizaciones, reuniones,
publicidad, propaganda. Es significativo el ejemplo de lo que está ocurriendo en algunas
zonas apartadas de África, incluso sin electricidad, donde con mucha dificultad llega el
progreso. Es fácil pensar que este pequeño instrumento digital, tan omnipresente, puede
hacer de punta de lanza de la modernidad. En algunos lugares el móvil, cargado con
artilugios mecánicos o manuales está siendo el instrumento para tener acceso al banco de la
capital, situado a cientos de kilómetros y poder disponer así de una cuenta personal bancaria,
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El nuevo ludismo
Posiblemente la perspectiva reflexiva y crítica sea más necesaria en el tratamiento de las
tecnologías de la información, por el carácter amable y atractivo que presentan, hasta hacer
perder la objetividad. Por una parte, la utilización de lo nuevo se ha transformado en un
componente psicológico más y más acusado de la modernidad. Por otra, hablando de los
grandes incrementos de productividad, la mayor velocidad, la mayor acumulación y
numerosas mejoras cuantitativas, todas importantes o significativas, se ha caído con
frecuencia en un optimismo excesivo. Como ocurrió en sus inicios con la televisión,
destinada por algunos a regir los destinos de la sociedad, las nuevas tecnologías tienen un
cierto efecto narcotizante.
Lo más importante, aunque sea una consideración general, es recordar que no podemos
esperar de la tecnología o de la ciencia la solución de los grandes problemas del hombre,
116
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
como ya planteó Max Weber a principios del siglo XX, en su ensayo La ciencia como vocación.
Lo mismo ha manifestado Roszak (1994:XX) más recientemente, en un ensayo crítico sobre
el papel de los ordenadores, al decir que no deben ser objeto de un especial culto, aunque
estemos en la era de la información: “es importante recordar que la mente humana no ha
necesitado nunca de la máquina para alcanzar sus grandes realizaciones”.
Cuadro 4.16
Penetración de servicios en el mundo
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Uno de los planteamientos críticos recientes sobre las nuevas tecnologías tiene que ver
con el posible desplazamiento del hombre en su trabajo, un nuevo ludismo. Aquí han
predominado los esquemas apocalípticos, que señalan la tecnología como un hecho
económico brutal de la vida actual en el mercado de trabajo, con el argumento de que se
podría generar un mayor número de puestos de trabajo prescindiendo de los ordenadores en
vez de multiplicándolos. Es indudable que la alta tecnología viene rodeada con un aura de
caballo ganador, pues están generando aumentos en la productividad laboral y, por tanto,
permiten obtener los mismos rendimientos con una menor cantidad de horas de trabajo.
Ello ha dado lugar, entre otras consecuencias, a la generalización de políticas de downsizing, es
decir, de reducción en las plantillas de las empresas, generando pérdidas de empleo para
miles de personas. Bien es verdad que las nuevas industrias de la informática y las
telecomunicaciones son los motores de la nueva creación de puestos de trabajo, pero está
aún por ver el efecto neto de las nuevas tecnologías sobre la tasa de desempleo de las
117
ANTONIO LUCAS MARÍN
Merece también la pena considerar que el desarrollo de los nuevos medios –el teléfono
móvil, los ordenadores, los satélites, los CD-ROM, DVD, etc-, es producto de un constante
juego dialéctico entre la aparición de necesidades sociales y las ofertas de sociales de
satisfacción. Se crean tecnologías para satisfacer necesidades al mismo tiempo que se crean
necesidades que pueden ser satisfechas por existir las tecnologías adecuadas. En cualquier
caso, la relación entre las nuevas tecnologías y la sociedad es indudablemente un tema
importante de la historia reciente de la ciencia. Son muchas las preguntas sobre si las
tecnologías crean o responden a las necesidades de la sociedad. Pero la respuesta parece
indudable: la relación entre la técnica y las demandas de la sociedad es circular, pues una
remite a las otras y viceversa. La tecnología es una construcción social y a la vez contribuye a
modificar la realidad social, por eso tenemos que acudir a explicaciones pormenorizadas para
entender su desarrollo.
Es indudable que en el uso y abuso de las nuevas tecnologías hay mucho de búsqueda de
la novedad y de mentalidad tecnológica. La novedad del empleo de estas tecnologías, su
increíble dinamismo, que hace que queden obsoletas en un plazo de meses, hace muy difícil
una medida precisa de su aportación económica real. Sin dudar de su utilidad en términos
generales, es necesario precisar su aportación al proceso productivo y a la mejor utilización
del conocimiento y de los medios materiales disponibles. Con todo ello es posible que el
planteamiento deba hacerse más en términos políticos que económicos.
La brecha digital
Progresivamente va quedando claro que hay abundantes razones para pensar que el gran
crecimiento económico que acarrea la introducción de las nuevas tecnologías de la
información viene acompañado de un crecimiento paralelo de la desigualdad social. Merece
la pena hacer algunas referencias concretas a los planteamientos teóricos subyacentes, como
también a las realidades concretas.
Se puede decir que el cambio tecnológico ha traído un crecimiento económico y una
mejora general del nivel de vida continuados durante los últimos años. En un proceso de
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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II
TEORÍAS DE LA ORGANIZACIÓN
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Capítulo 5
LA TEORÍA CLÁSICA DE LA ORGANIZACIÓN
Antonio Lucas Marín
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ANTONIO LUCAS MARÍN
E n esta segunda parte del libro, vamos a dedicar nuestra atención a la evolución teórica
del estudio de las organizaciones. Comenzaremos, según un orden temporal, por los
inicios de nuestra disciplina, surgida con el desarrollo de la sociedad industrial. En esta,
el principal motor de evolución y cambio ha sido, sin duda, la organización productiva, que
empezó llamándose fábrica o factoría, posteriormente se ha denominado empresa y ahora
puede llamarse, simplemente, organización. Vamos a distinguir cuatro etapas, a cada una de las
cuales dedicaremos un capítulo. Estas etapas constituyen períodos abiertos, de carácter
histórico, pero, sobre todo, de carácter conceptual pues implican diferentes perspectivas o
sensibilidades ante la relación entre el ser humano y la organización.
En este tema nos centraremos en las teorías clásicas de la organización. Partimos de la
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preocupación inicial de las ciencias sociales por la fábrica y la sociedad industrial a la que dio
lugar. Después, explicaremos los esquemas teóricos sobre las organizaciones productivas
implícitos en la teoría de la burocracia de Weber. A continuación centraremos nuestra atención
en las ideas de F.W. Taylor, y en sus críticas, que realmente dieron lugar al comienzo de nuestra
disciplina. Finalmente, atenderemos a los desarrollos posteriores de las teorías de la
organización formal.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
segunda edición de su obra Principles of Political Economy la observación de que "la sustitución del
trabajo humano por la máquina resultaba a menudo muy perjudicial a los intereses de la clase
de los trabajadores". Su aportación teórica sobre el valor-trabajo sería posteriormente recogida
por Marx como fundamento a su teoría de la alienación.
125
ANTONIO LUCAS MARÍN
último término, lo que significa el socialismo es una extensión de la burocracia del Estado al
ámbito económico (Lucas, 1995:128-135).
Los primeros socialistas
También los planteamientos ideológicos sirvieron a los intentos de racionalización del nuevo
sistema productivo –el “factory system”- que se impondría durante el siglo XIX. Vamos a
ver la propuestas de los “luddistas”, Saint-Simon, los socialistas utópicos y Marx. Entre
todos, nos señalan las preocupaciones prácticas del momento y los intereses en litigio.
Los “luddistas”. Se les puede señalar como preámbulo en este apartado, aunque no tienen
nada que ver con el movimiento socialista. De carácter populista, este movimiento -con sus
planes de romper las máquinas- refleja el clima de frustración y desesperanza que en los inicios
del industrialismo se produjo en una amplia capa de la población inglesa. La instalación de los
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primeros talleres dio lugar a un inmediato descenso considerable en los precios de los
productos manufacturados, dejando fuera de competencia a los trabajadores artesanos, que se
veían obligados a dar su trabajo al mercado según la ley de la oferta y la demanda. La fase
culminante del “luddismo”, que tuvo su centro en el Nottinghamshire entre 1811 y 1842,
acabó con la promulgación en el Parlamento (febrero de 1812) de la ley que castigaba la
destrucción de los telares con la pena de muerte (Castronovo, 1974:117-118).
Saint Simon (1769-1825).- Fue maestro de Comte, es considerado por algunos como el
padre del socialismo y popularizó el término "industrialismo". Ve en la sociedad que se inicia
en su tiempo un nuevo tipo de sociedad que se opone a la militar y feudal que le precediera.
Si antes mandaban los clérigos, guerreros y señores feudales, ahora mandan científicos e
industriales. Es consciente de las diferencias que existen en la sociedad industrial entre los
estratos dominantes y los trabajadores, y cree que para conseguir la igualdad es necesario el
"amor al prójimo, como lazo fundamental de unión entre los grupos de la sociedad".
Los socialistas utópicos. Utilizamos este título para referirnos a los iniciadores del socialismo
anteriores o contemporáneos a Marx y que son calificados de esta forma por él, pues, en su
opinión, no proponen una solución científica de los problemas planteados. Miembros
destacados de este grupo fueron Fourier, Owen y Proudhon. La atmósfera en que se mueven
es muy crítica con respecto a las consecuencias sociales de la industrialización. Todos ellos,
luchando como reformadores sociales, propugnan reformas aisladas, en las que realmente
comprometieron sus vidas (Dahredorf, 1965:20). Se ha considerado frecuentemente a los
socialistas utópicos como punto de partida de la investigación sociológica industrial. Algunos
de sus planteamientos entroncan con experiencias anarquistas posteriores, siendo de especial
importancia las realizadas durante la última guerra civil española en muchas localidades de
Cataluña, Alto Aragón y Levante. De modo genérico podemos decir que veían al maquinismo
imponiendo a los trabajadores la miseria en lo económico y la degradación en lo moral.
Fourier (1772-1837). De origen modesto, propugna una vuelta a la naturaleza y para ello
impugna las bondades atribuidas al industrialismo. Tiene una idea muy original de la
organización social, que debe realizarse a través de las grandes comunidades cooperativas,
similares a grandes hoteles, que denomina falansterios, que estarían formados exactamente por
126
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
1620 personas. Hizo una experiencia de falansterio en Guisa que fracasó por falta de ayuda de
los mismos obreros.
Owen (1771-1858). Reformador inglés que inició su trabajo como aprendiz y gracias a su
capacidad llegó a dirigir una fábrica de 500 operarios en Glasgow. Creó instituciones sociales
de ayuda, como economatos y cajas de ahorro, y luchó para imponer numerosas medidas de
protección al trabajador: reducción de la jornada laboral a un máximo de 10 horas, prohibición
del trabajo de menores, etc. En 1924 se trasladó a Estados Unidos donde intentó una
comunidad plenamente comunista en New Armony (Indiana). Vuelto a Inglaterra en 1829
siguió intentando experiencias y alentando la acción obrera y el cooperativismo. Ataca al
industrialismo y considera conveniente la vuelta a la tierra.
Proudhon (1809-1865). De gran influencia en los medios obreros franceses de su tiempo.
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Después de un período de amistad con Marx rompieron las relaciones por discrepancias en la
dirección que debía tomar el movimiento socialista. Su formación artesana y campesina le lleva
a una actitud negativa frente al industrialismo. No acepta la democracia parlamentaria y
desconfía del Estado, centralizador y burocrático, sosteniendo algunas ideas anarquistas,
llegando incluso a pensar que la propiedad individual era la condición indispensable de la
independencia del individuo respecto al Estado.
Karl Marx (1818-1883). Considera, en una primera aproximación, las consecuencias
negativas de la división del trabajo en la línea clásica: pérdida de profesionalidad, pues iguala
a todos, transformando a los capataces en peones. Esta concepción está íntimamente unida a
su socialismo científico que expone en sus numerosas obras, pero de una forma coherente y
sistemática en El Capital, que es su obra de madurez. Este socialismo, superador de los
anteriores, que califica de utópicos, intenta "descubrir la ley económica que preside el
movimiento de la sociedad moderna..., la ley natural con arreglo a la cual se mueve". Marx ve
la sociedad capitalista como cumpliendo perfectamente su papel histórico, con la seguridad
de que se habrá de dejar paso al socialismo del Estado, que a su vez producirá la sociedad
comunista, sin clases. Los aspectos críticos de su obra provienen de su teoría del valor-
trabajo -tomada de Ricardo- según la cual el valor de una mercancía es el del valor del trabajo
que encierra. De aquí se deriva su teoría de la explotación, que explica cómo los capitalistas
se quedan con la plusvalía que es la divergencia entre el valor de lo que el obrero aporta con
su trabajo produce cierta cantidad de valor, recibe una contrapartida inferior a lo que ha
producido y el resto va a los beneficios de los capitalistas. La alienación del obrero proviene
fundamentalmente de esta explotación (Lucas, 1995:90-95).
Intentando ver la aportación global del socialismo inicial a la visión del trabajo industrial,
Dahrendorf (1964) insistía en tres fenómenos:
1. El trabajador se convierte en el apéndice de la máquina;
2. El trabajador se convierte en el esclavo de los productos de su trabajo; y
3. El trabajador soporta de hecho la producción industrial, pero permanece, con todo, en
el estado de desposeído.
127
ANTONIO LUCAS MARÍN
Vemos, pues, cómo se transmite una idea general de la enajenación del hombre por el
trabajo que todavía subsiste en la problemática central de la Sociología de la Empresa. Se ve la
producción industrial en un marco de intereses contrapuesto, de conflicto, en lugar de
cooperación.
ha sido el hecho más notorio del industrialismo, y que en su propia dinámica daría lugar en
buena parte a las demás consecuencias. Las ventajas de la división del trabajo son múltiples:
facilidad de aprender un oficio, ahorro de tiempo, más eficacia en el manejo del utensilio con la
destreza que conlleva la repetición y mejor aprovechamiento de las cualidades individuales de
cada persona.
La deshumanización de las tareas. Puede verse en ella la otra cara de la moneda de la división
del trabajo, que de forma inmediata iguala a todos los trabajadores y hace del producto de sus
manos algo a lo que realmente no aportan nada específico. El nuevo trabajo –“hecho trizas"-
significa una pérdida de profesionalidad y una pérdida de dominio sobre el "proceso total" que
en la fase final –de producción en cadena- llegará a desconocer el operario. Será así el producto
del trabajo algo ajeno al hombre que lo realiza, llegando incluso a oprimirle con las
imposiciones técnicas.
La aparición de la sociedad de clases. Caracteriza al nuevo orden social en el que los factores
económicos adquieren la mayor importancia. El conflicto de intereses –la lucha de clases- será
visto por la tradición marxiana como el auténtico motor de la evolución social, al ser la historia
de la humanidad una historia de la lucha de clases; de forma que frente a la armonía orgánica
que sustentaba el orden social del feudalismo, aparece la contraposición de intereses (entre
empresarios y trabajadores) como nueva dinámica de la sociedad.
Tienen de común también todas las aportaciones vistas la ausencia de investigación
empírica sistemática. Sobre todo se teoriza, y en este sentido es innegable que la investigación
social del siglo XIX nos ha dejado un legado poco satisfactorio por cuanto ha examinado sin
duda la cuestión social desde puntos de vista de la política y las reformas sociales generales y
hasta profundidades metafísicas, pero ha eludido, por otra parte, la investigación a fondo de las
condiciones sociales humanas de tensión en su lugar concreto de origen (Dahrendorf, 1965:
26).
Sólo a finales del siglo XIX se inician estudios empíricos en Francia (con Le Play con sus
encuestas sobre la familia, donde se refiere a las condiciones de trabajo), en Inglaterra (en los
estudios de Booth sobre la vida de trabajo en Londres) y en Alemania (con las Encuestas de
la Unión para una política social, iniciadas en 1872).
128
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Conceptualización de la racionalidad
Para comprender la conceptualización que hace Max Weber de la sociedad que emerge en su
tiempo, hay que detenerse aunque sea brevemente en el concepto y los modos diferentes de
racionalidad de la acción social. Los tipos de racionalidad de acción social que distingue
Weber son los siguientes:
1. Racionalidad práctica: es la forma de vida que mira por la mejor manera de alcanzar los
intereses pragmáticos del individuo. Se aceptan las realidades dadas y se limita a
calcular la mejor forma de tratar las dificultades que se presentan en el momento
actual. Se opone a cualquier cosa que amenace con romper la rutina diaria, desconfía
de los valores poco prácticos o de las utopías, así como de la racionalidad teórica de
los intelectuales. Es el carácter pragmático de los llamados “hombres de acción”.
2. Racionalidad teórica: se refiere al esfuerzo cognitivo para dominar la realidad mediante
conceptos crecientemente abstractos más que a través de la acción. A diferencia de la
racionalidad práctica, conduce al actor a trascender las realidades cotidianas en un
intento de entender el mundo como un cosmos significativo. Es la actitud propia del
científico y del académico, que tratan de comprender las causas y razones por las que
ocurren los diferentes acontecimientos.
3. Racionalidad sustantiva: ordena la acción en pautas con arreglo a conjuntos de valores.
Implica la elección de medios en función de fines en el contexto de un sistema de
valores. Lo que da sentido a un curso de acción según la racionalidad sustantiva es la
coherencia de la conducta con las exigencias de los valores que se admiten como
verdaderos. Es una acción con contenido moral, pues se juzga de acuerdo con un
criterio de valor específico. Para un sujeto concreto, su conducta será racional en la
medida en que tiene el sentido de adecuarse a sus creencias y valores propios, aunque
quizá desde el punto de vista de otros actores que no comparten sus convicciones, la
acción sea absurda o carente de sentido. La racionalidad sustantiva, al igual que la
racionalidad práctica y teórica, puede encontrase en todas las civilizaciones a lo largo
de la historia.
129
ANTONIO LUCAS MARÍN
4. Racionalidad formal: implica el cálculo de medios y fines, pero no referido a los propios
intereses (como la racionalidad práctica) sino en referencia a reglas, leyes y
regulaciones universalmente aplicadas. La forma objetiva, institucionalizada y
supraindividual es común a la racionalidad del capitalismo industrial, el derecho
formalista y la burocracia administrativa; en cada esfera, la racionalidad se incorpora a
la estructura social y los individuos la encaran como algo externo a ellos. La
racionalidad formal se refiere a la adecuación de la propia conducta a aquellas reglas,
leyes y regulaciones que se revelan como más eficaces para lograr un fin determinado.
El capitalismo, lo mismo que el ejército moderno y la administración pública del
Estado, han demostrado ser sistemas mucho más eficaces en el cumplimiento de sus
objetivos que las estructuras sociales que les precedieron en sociedades anteriores. La
experiencia de la eficacia da lugar a una nueva forma de racionalidad que consiste en la
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 5.1
La burocracia como forma de organización:
"Desde un punto de vista técnico la burocracia es capaz de alcanzar el más alto grado de eficacia y es, en este
sentido, formalmente, el más racional de los medios de ejercer autoridad sobre los seres humanos. Es superior a
cualquier otra forma en precisión, en estabilidad, en el rigor de su disciplina y en su fiabilidad. Esto hace posible
un grado de cálculo de los resultados particularmente alto para los jefes de la organización, y para aquellos que
actúan en relación con ella. Es finalmente superior en eficacia intensiva y en alcance de sus operaciones, y es
capaz, formalmente, de ser aplicada a toda clase de tareas administrativas".
“La racionalización burocrática ... revoluciona con medios técnicos, en principio, como cualquier
reorganización económica, ‘desde fuera’: primero cambia los órdenes sociales y materiales, y a través de ellos, las
personas, cambiando las condiciones de adaptación y quizá las oportunidades de adaptación, a través de una
determinación racional de medios y fines”.
“El proceso completo de racionalización, tanto en la fábrica como en cualquier otra parte, y sobre todo en la
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máquina burocrática del Estado, corre paralelo a la centralización de los medios materiales de organización en
manos del señor. Por tanto, la disciplina actúa inexorablemente sobre áreas cada vez más amplias, al mismo
tiempo que se racionaliza crecientemente la satisfacción de las necesidades políticas y económicas. Este
fenómenos universal restringe cada vez más la importancia del carisma y de las conductas individuales
diferenciadas”.
Fuente: Max Weber, 1921-1977:223; 1116; 1156.
2. Cada cargo tiene una esfera de competencias limitada. El cargo implica la obligación
de realizar una serie de funciones, la autoridad para llevarlas a cabo y los medios de
fuerza requeridos para hacer el trabajo.
3. Los cargos están organizados en un esquema jerárquico.
4. Los cargos pueden llevar consigo cualificaciones técnicas que requieren que los
participantes obtengan el entrenamiento adecuado para ejercerlas.
5. El personal que ocupa estos cargos no es dueño de los medios de producción a los
que está vinculado. A los miembros de la plantilla se les suministra lo que necesitan
para hacer su trabajo.
6. Al titular de un cargo no se le permite apropiarse de su posición, que siempre sigue
formando parte de la organización.
7. Los actos administrativos, las decisiones y las reglas son formulados y grabados por
escrito.
La burocracia es una de las estructuras racionales que juega un papel cada vez más
importante en la sociedad moderna. Tal es el potencial de la organización burocrática en el
logro de la eficacia, que se generaliza a lo largo y ancho de la sociedad, apareciendo no sólo
en la empresa industrial sino en todos los ámbitos de la vida social. La conducta social se
hace cada vez más y más burocrática, pues la coordinación organizativa de la burocracia no
es superable por ningún otro principio racional. De esta manera, la presencia de la
racionalidad sustantiva –lo mismo que la acción tradicional o afectiva- va retrocediendo de la
esfera social que se rige ya casi en exclusiva por el criterio de eficacia. La acción discrecional
de los sujetos sociales se ve encorsetada por los reglamentos y normas que determinan el
131
ANTONIO LUCAS MARÍN
132
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Antes de ninguna otra consideración, vale la pena dejar claro que el mérito de Taylor (1856-
1915) ha sido más que su aportación de conocimientos su carácter sensibilizador acerca de los
problemas humanos en la empresa industrial. Sus ideas han dado lugar con más frecuencia a
juicios críticos desfavorables y negativos que a elogios. Efectivamente puede decirse con
acierto que la Sociología de la Empresa se ha desarrollado combatiendo los falsos supuestos de
Taylor.
La figura de Taylor es la de un ingeniero preocupado por solucionar los problemas técnicos
cotidianos del taller, sin grandes inquietudes por resolver problemas sociales o plantear teorías
a gran escala sobre la organización social. Estamos ante un hombre de taller, aunque sus ideas
hayan tenido una repercusión evidente tanto en la Economía como en la Política. Y esto es así
porque el taylorismo es realmente la primera tentativa que, basándose en la ciencia, procura
estudiar los problemas humanos de la gran industria. Estamos, pues, ante un técnico puro,
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creador de un movimiento –la Organización Científica del Trabajo- cuyas consecuencias aun se
advierten en la sociedad occidental.
El punto de partida, que en gran medida posibilita la aportación de Taylor, está en poner en
duda la experiencia del realizador del trabajo, sustituyéndola por el análisis y la observación,
que deberá realizar una persona ajena al ejecutor de la tarea.
El desarrollo de este punto de partida es también posible por la aceptación de unos nuevos
planteamientos psicológicos. Para Taylor, los individuos se mueven por el sencillo esquema:
estímulo-respuesta; y el estímulo es fundamentalmente económico. Parte de la consideración
de que los trabajadores se mueven por una motivación económica, al igual que los empresarios.
En este sentido hay una coincidencia de intereses entre el manager y el obrero, por eso el
"management científico" insiste en que la prosperidad del empresario no es posible a largo plazo
a menos que vaya acompañada por la prosperidad del empleado y viceversa; y que es posible
dar al trabajador lo que más desea –salario elevado- y al empresario lo que más le interesa –un
bajo coste de producción.
133
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 5.2
Rasgos biográficos de F.W. Taylor
Taylor era un buen conocedor del taller, pues después de aprendiz estuvo en la Midvale Steel Co. como peón,
como escribiente, como mecánico, como jefe de equipo de tornos y, finalmente, como ingeniero. Había sufrido en
su propia carne la presión de los compañeros sobre las normas de producción de la que pudo zafarse en buena parte
por su carácter, y fundamentalmente, por no ser hijo de trabajador y por no haber vivido donde vivían sus
compañeros de trabajo. Recorrió todos los escalones de la jerarquía laboral desde peón en la Midvale Steel Company
en 1878, hasta persona consultada en el Congreso en 1911, siendo ya ingeniero de fama internacional.
La imagen de Taylor como adolescente es antipática. De débil constitución física, y con una visión muy
deficiente, no podía participar en los juegos organizados por sus compañeros, juegos americanos típicos: el tenis y el
béisbol. Obligado al degradante, para un muchacho, papel de espectador, dedicó su mente -ya que no su cuerpo, en
forzosa inactividad- a concebir cómo mejorar el rendimiento del esfuerzo físico derrochado por los jugadores
mediante un diseño más adecuado de los instrumentos por ellos utilizados. Así, construyó una raqueta en forma de
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cuchara que, por lo visto, permitía dar más fuerza a la pelota que las corrientemente en uso. Tan considerables
debían ser sus efectos, que la Federación u organismos similar se apresuró a prohibir su empleo. En cuanto al
béisbol, también dibujó un palo más adaptado al fin perseguido: enviar más lejos posible la pelota. Según parece, en
esta ocasión tuvo más suerte, porque la propuesta prosperó y fue aceptada por los organismos rectores de este
deporte, de manera que los palos que hoy en día se ven en los campos donde se practica, responden al diseño de
Taylor. Es fácil suponer que este esfuerzo analítico y racionalizador despertara muy pocas simpatías entre sus
compañeros. Uno de ellos, refiriéndose a Taylor, escribió: "Era un poco latoso. Nosotros no juzgábamos en
absoluto necesario que nuestro terreno de juego fuera un rectángulo perfecto y que una hermosa mañana de sol
fuera derrochada para medirlo en pies y en pulgadas. Era también de una severidad inexorable en la observación de
las reglas del juego. Incluso un juego de criquet representaba para él una fuente de estudio y de análisis; medía los
ángulos de las distintas tiradas, los efectos arriba y abajo, etc.".
2. Los anacrónicos sistemas de gestión que se aplican normalmente y que obligan a los
trabajadores a producir con lentitud para proteger sus legítimos intereses. Pues con los
métodos de pago a destajo, con desconocimiento por parte del empresario del tiempo
verdaderamente necesario para realizar un trabajo, los obreros se ven obligados a
restringir la producción; y la tendencia natural a tomarse el trabajo con calma se acentúa,
más cuando tenemos un grupo de trabajadores, pues el mejor trabajador reduce su
ritmo hasta ponerse al nivel del menos eficiente. En efecto, la razón de este estado de
cosas estriba en que casi todos los empresarios tienen establecido un salario máximo
que consideran justo para cada categoría de trabajadores, ya trabajen a jornal o a destajo.
Cada trabajador se da cuenta muy pronto de cuál es esta cantidad en su caso personal y,
asimismo, comprende que si el empresario llega al convencimiento de que un obrero
puede hacer más trabajo del que venía haciendo, pronto o tarde encontrará una manera
de obligarle a hacerlo sin aumentar su salario o aumentándolo muy poco.Por tanto, es
en el sistema de trabajo a destajo donde el arte de “ir haciendo” sistemático está más
profundamente desarrollado. Cuando un obrero ha visto rebajado dos o tres veces el
precio por pieza de su labor por haber trabajado con energía y aumentado la
producción, es muy probable que deje de tener en cuenta los intereses de su patrono y
tome la firme determinación de evitar nuevos recortes, adoptando para ello la lentitud
sistemática. De esta forma se inician unas relaciones basadas en el engaño y
134
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
En definitiva, el camino del management científico para resolver los problemas que la
producción plantea está en la motivación económica para el aumento de la productividad, y en
la íntima relación entre los obreros y los miembros del management.
135
ANTONIO LUCAS MARÍN
136
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Organización Científica del Trabajo, muchas veces implantadas de forma abusiva. A partir de
1910 sus ideas empezaron a tener resonancia. La virulencia de los ataques, que hizo incluso
necesaria la intervención del Congreso de los Estados Unidos, puede pensarse que aceleró la
misma difusión. En cualquier caso, lo que es indudable es que con la introducción de las ideas
de Taylor se consiguieron unos aumentos de productividad impensables anteriormente.
La difusión en Europa fue rápida. Hay experiencias en Inglaterra en 1905, en España en
1909, en Francia desde 1912, en Alemania desde 1913, iniciándose una serie de campañas en
diferentes países para difundir las contribuciones de Taylor, especialmente por Le Chatelier
desde Francia. A partir de la I Guerra Mundial se dio un fuerte impulso al estudio de los
problemas del trabajo industrial, desarrollando las ideas de Taylor algunos de sus colaboradores
como Barth, Gilbreth, Gantt y Emerson. En numerosos países se crean institutos basados en
estas ideas, como el Fatique Research Bard en Inglaterra (1917) y el Instituto Max Planck de
Fisiología del Trabajo en Alemania. En España tenemos el Institut d'Orientació Professional en
Barcelona, otro similar en Santander, y el Instituto de Orientación Profesional de Madrid, que
daría paso al Comité Nacional de Organización Científica del Trabajo. Igualmente, a partir de
1924 se celebraron numerosos congresos internacionales sobre Organización Científica del
Trabajo, llegando a crearse en Ginebra el Instituto Internacional de Organización Científica del
Trabajo (Tomás y Estivil, 1979:29-43).
Las causas de la difusión del taylorismo y de la organización científica del trabajo hay que
situarlas en el contexto histórico de la época, pues después de la I Guerra Mundial la
confrontación entre los países se llevó al ámbito de la producción industrial. Este es el sentido
más amplio en el que parece que la expansión del taylorismo se explica por las necesidades
internas del capitalismo en los países más avanzados llegados a su fase monopolista, en unas
condiciones en las que la ampliación de los mercados hacía posible las grandes series, de modo
que resultaba posible la introducción de máquinas herramientas especializadas, cuya difusión
masiva provocó el desarrollo numérico de los obreros especializados, todo lo cual colocaba los
problemas de preparación y de organización del trabajo en el centro de los problemas en el
interior de las fábricas capitalistas. Este fue el sentido también del stajanovismo en Rusia.
El posterior freno a la organización científica del trabajo proviene de diferentes factores
externos que pueden resumirse en (Kliksberg, 1979:15-20):
137
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 5.3
Principios ergonómicos básicos
1. Las dos manos deben empezar y terminar sus movimientos al mismo tiempo.
2. Las dos manos no deben permanecer inactivas al mismo tiempo, excepto durante los períodos de descanso.
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3. Los movimientos de los brazos se harán en direcciones opuestas y simétricas y deben hacerse simultáneamente.
4. Los movimientos de las manos deberán limitarse a la clasificación más baja que permita realizar el trabajo
satisfactoriamente.
5. El "impulso" debe ser utilizado para ayudar al obrero siempre que sea posible y debería reducirse al mínimo si ha
de superarse con esfuerzo muscular.
6. Los movimientos suaves y continuados de las manos son preferibles a los movimientos en zigzag o
movimientos en línea recta con cambios bruscos y agudos de dirección.
7. Los movimientos balísticos son más rápidos, más fáciles y más exactos que los movimientos restringidos
(fijación) o "controlados".
8. El ritmo es esencial a la realización suave y automática de una operación, y el trabajo debe arreglarse para
permitir un ritmo fácil y natural, siempre que sea posible.
9. Debe haber un sitio definido y fijo para todas las herramientas y materiales.
10. Las herramientas, materiales y controles deben colocarse cerca y exactamente enfrente del operario.
11. Deberán utilizarse bidones y recipientes conducidos por gravedad para llevar el material cerca del lugar donde se
tiene que utilizar.
12. Dispositivos de caída deben ser utilizados siempre que sea posible.
13. Los materiales y herramientas deben colocarse de manera que permitan la mejor secuencia de movimientos.
14. Deben tomarse medidas adecuadas para una buena visión. Una buena iluminación es la primera necesidad para
una buena percepción visual.
15. La altura del puesto de trabajo y de la silla deben ser tales que, a ser posible, sea fácil estar, alternativamente,
sentado y de pie.
16. Debe proveerse a cada obrero de una silla del tipo y altura que permita una buena postura.
17. Las manos deben dejar de hacer todo trabajo que pueda hacerse más ventajosamente con un utillaje, fijación o
un aparato movido por el pie.
18. Cuando sea posible, deben combinarse dos o más herramientas.
19. Las herramientas y materiales deben colocarse con anterioridad cuando sea posible.
20. Cuando cada dedo realiza un movimiento específico, como cuando se escribe a máquina, la carga debe
distribuirse de acuerdo con las capacidades correspondientes a cada dedo.
21. Las empuñaduras como las usadas en manivelas o grandes destornilladores deben diseñarse de manera que
permitan que la mayor superficie posible de la palma de la mano esté en contacto con la empuñadura.
22. Las palancas, barras de mando y volantes de mano deben situarse en una posición tal que el obrero pueda
manejarlos con el menor cambio de posición del cuerpo y con la mayor ventaja mecánica.
Fuente: March & Simon, 1977:22-23.
138
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Por otra parte la misma dinámica interna del taylorismo le había llevado a una serie de
dificultades derivadas de los siguientes factores: la excesiva preocupación por el incremento de
la productividad del trabajador, elegido como instrumento de producción y unidad de análisis;
no abordar abiertamente las causas del conflicto, que le llevó a la hostilidad con los sindicatos y
a una orientación general conservadora; y unos planteamientos simplistas que se concretan de
una manera definitiva en su "one best way" para realizar cualquier trabajo, sin tener en cuenta
la diversidad de las personas.
procuró implantar en el gobierno de la empresa, que las teorías sobre las que se basaba, en
muchos casos muy poco elaboradas.
Las críticas a las técnicas de dirección propuestas por Taylor han sido numerosas y han
supuesto una aportación decisiva al desarrollo de la sociología de las organizaciones (Bendix,
1966). En términos globales las ideas del taylorismo han sido tachadas de tecnicistas y tienen de
positivo su carácter de proposiciones concretas aplicables, que las hacen especialmente
vulnerables.
139
ANTONIO LUCAS MARÍN
capacidad de esfuerzo físico. Pero no hay ninguna preocupación por la orientación vocacional,
por la formación profesional o por la forma de mejorar las actitudes ante la tarea concreta. La
división es clara, la de los "holgazanes o incapaces" que no son aptos para ese trabajo y la de
los que lo realizan. Como se ve, se está funcionando con vistas a la selección bajo el supuesto
de una oferta ilimitada de mano de obra para realizar un trabajo cualquiera.
Por otra parte, la experiencia aportada por Taylor y sus seguidores en el campo de la
organización fisiológica para conseguir una economía de movimientos es importante, desde el
punto de vista práctico. En el cuadro 5.3 se resumen los principios básicos de la ergonomía
taylorista.
Algunas de estas aportaciones tienen el carácter de definitivas, para la realización eficaz del
trabajo. Pero indudablemente son la medida del trabajo y la valoración de puestos las técnicas
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más genuinas y de más largo alcance de la Organización Científica del Trabajo. A ellas nos
vamos a referir descriptivamente, para centrarnos progresivamente en los aspectos más
criticables de esta escuela.
Cuadro 5.4
Etapas en el estudio de tiempos
1. Elección de la operación y del trabajador a cronometrar
2. Fijación o estabilización del método de trabajo utilizado
3. Descomposición de la operación en elementos
4. Valoración de la actividad
5. Medición del tiempo físico
6. Fijación del número de observaciones a realizar
7. Cálculo del tiempo normal
8. Adiciones por fatiga, necesidades y varios
9. Cálculo del tiempo concedido
Fuente: Vegara, 1971:49
140
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
actividad, como procedimiento utilizado para reducir la variabilidad de los datos debida a los
factores no estabilizados y calcular los llamados tiempos normales. Para saber la actividad
con que se realiza una tarea es necesario tener una referencia a lo que podríamos considerar
actividad normal, de forma que al valorar compararíamos la velocidad del trabajo del
operario con lo que podríamos considerar como normal.
La medida de la actividad
La definición de la actividad normal es enteramente subjetiva aunque, intentando poner un
punto de referencia lo más inamovible posible, se ha dicho que es la actividad que tendría un
individuo andando por un terreno llano a una velocidad de 5 Km. a la hora. Pero en cualquier
caso estamos ante una medida subjetiva, practicada por un patrón de medida también
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141
ANTONIO LUCAS MARÍN
Sea:
An la actividad considerada normal.
Aik la actividad correspondiente a la valoración i de la actividad del elemento k.
Tnk el tiempo necesario a la actividad normal para realizar el elemento k.
Tik el tiempo observado en el i-ésimo cronometraje del elemento k.
Tnk Aik
En estas condiciones: -------- = --------
Tik An
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Tk Ak
T= --------
An
Existen diversos procedimientos gráficos que se emplean comúnmente para simplificar los
cálculos. En cualquier caso, una vez calculado el tiempo normal correspondiente a los distintos
elementos, se determinan los suplementos que se asignan para permitir la recuperación y la
absorción de la fatiga así como atender a las diversas necesidades personales. Dichos
suplementos por fatiga los extraen los cronometradores de tablas en las que se especifica el
porcentaje en el que es preciso aumentar el tiempo normal según las condiciones en las que
cada elemento es ejecutado (posición, esfuerzo, condiciones ambientales, etc.).
El tiempo concedido para realizar la operación cronometrada será, por último, igual a la
suma de los tiempos normales de cada elemento multiplicados por los respectivos coeficientes
correspondientes a los diversos suplementos.
142
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Esta es en esencia la técnica del cronometraje tal y como se practica en las empresas
industriales. Los sistemas de tiempo predeterminados lo que hacen es extremar el nivel de
análisis descomponiendo las operaciones en microelementos, que utilizan como base para
describir cualquier tarea manual.
en unos términos comparativos personalmente abarcables. La gran empresa hace necesario que
se hable de puestos de trabajo, con unas tareas delimitadas, a ocupar por individuos cuya
aportación subjetiva es muy difícil –por no decir imposible- de evaluar. Por eso, se ha acudido
a la técnica de valoración de tareas, que se define como el procedimiento que trata de precisar y
de comparar lo que el desempeño, en condiciones normales de determinadas funciones exige
de los trabajadores, sin tomar en consideración la capacidad individual de los mismos ni su
rendimiento. La evaluación de las tareas valora la actividad a realizar y no al individuo. En
efecto, la valoración del trabajo es un medio para estimar la consideración relativa de los
trabajos de una empresa. Su objetivo principal es la determinación y el establecimiento de unas
bases para una remuneración justa del personal.
Cuadro 5.5
Etapas para la valoración de los puestos de trabajo
1) Determinar una serie de factores comunes a todos los puestos de trabajo y que son considerados como sus
exigencias.
2) Subdividir dichos factores en subfactores de modo que las definiciones de los mismos resulten operativas.
3) Determinar una serie de grados que midan la distinta intensidad de los diversos subfactores.
4) Asignar una ponderación a los distintos factores y subfactores de modo que cada grado de cada subfactor reciba
una puntuación determinada.
5) Determinar un número limitado de intervalos que constituirán las distintas clases que recibirán una remuneración
distinta.
La plasmación de las distintas fases que acabamos de mencionar constituyen, en esencia, el manual de valoración
por puntos. Mediante dicho manual e instrucciones operativas más concretas se procede a valorar cada puesto de
trabajo; para ello se siguen básicamente las siguientes fases:
1) Análisis del contenido de cada puesto.
2) Determinación del grado de cada subfactor al que corresponde las exigencias del puesto.
3) Calcular la suma de puntos que le corresponde.
4) Asignar la puntuación total obtenida a la clase a la que corresponda.
De esta manera llega la asignación del nivel monetario correspondiente a cada clase; se efectúa generalmente
asignando un valor en pesetas por punto y determinando la puntuación media de cada clase.
Fuente: Vegara, 1971:183-186
143
ANTONIO LUCAS MARÍN
144
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
al trabajador individual como unidad principal de análisis, se adopta una perspectiva tan
estrecha que es prácticamente imposible abandonar el modelo mecanicista (Mouzelis,
1975:93).
2. En segundo lugar, existen unas aportaciones científicas, de base rigurosamente
experimental, relacionadas con la fisiología del trabajo y la utilización de herramientas.
Su alcance es muy limitado y superable por la consideración mecanicista del hombre en
que se basó, no siempre admisible. El planteamiento psicológico del hombre que tiene
el taylorismo es muy reduccionista, prácticamente es el "homo economicus", el
operario-mercancía. Como indica Crozier: "los racionalistas de la O.C.T. no consideran
a los miembros de una organización seres humanos, sino como simples engranajes de
una máquina. Para ellos el obrero era solamente una máquina" (1974:19).
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3. En tercer lugar, hay unas contribuciones pseudocientíficas, procurando hacer pasar por
ciencia técnicas útiles para llegar a algunos acuerdos que disminuyan el conflicto. La
ciencia, la teoría, tienen como función principal contribuir a esclarecer las relaciones
existentes entre diversos fenómenos; la ideología, por el contrario, tiene como función
primordial incidir sobre las actitudes y el comportamiento de los individuos y los
diversos grupos sociales. Así pues, al decir que unas determinadas formulaciones, una
disciplina, cumple una función ideológica se quiere indicar que su función primordial no
es contribuir al conocimiento de los fenómenos estudiados, sino contribuir a modelar y
determinar las actitudes y el comportamiento de los hombres a los que se dirigen dichas
formulaciones. El intento de incidir sobre las actitudes y el comportamiento por parte
de la O.C.T., es claro. Con frecuencia, con el adjetivo "científico", se pretende sustraer
del campo de lo discutible y discutido ciertos aspectos de la organización del trabajo; y
sobre todo, reforzar un sistema de autoridad patronal, legitimando las decisiones que
ésta toma en materia de organización del trabajo. Esta es la crítica fundamental al
taylorismo, pues, al insistir en que los conflictos laborales pueden ser resueltos de modo
científico, deja de situarse el problema laboral en su contexto adecuado y se falsea la
naturaleza del método científico (Vegara, 1971:167-170).
En cualquier caso, no puede negarse que la O.C.T. es el primer intento de aportar
racionalidad al estudio de las relaciones de trabajo. Aunque, sobre todo debido a la intromisión
ya indicada de componentes ideológicos (no racionales), las conclusiones sacadas en muchos
aspectos no sean válidas. Pero no es correcta la consideración de algunos críticos de que la
racionalización no es un absoluto sino que hay varias racionalizaciones diferentes, pues es este
caso no tendría sentido el diálogo científico.
145
ANTONIO LUCAS MARÍN
escuela complementaria del taylorismo, pues con ella la inquietud por la racionalidad pasa del
puesto de trabajo a la estructura total de la organización industrial.
Síntesis de su aportación
Entre los exponentes más importantes de estas teorías señalamos, junto a Fayol, a Urwick, que
fue el principal difusor en Inglaterra, y Mooney, que lo fue en Norteamérica. Se les ha llamado
"teorizantes de la dirección administrativa" y "teóricos de la departamentalización", por su
preocupación por la organización formal –la organización propuesta, planeada y realizada por
la dirección- que considera es necesario maximizar para conseguir la eficacia. La coincidencia
con la escuela de la Organización Científica del Trabajo -que también podrían ser llamados
"teóricos de la organización fisiológica"- está en que participan, especialmente en sus versiones
más formales, de una preocupación por las propiedades humanas neurofisiológicas más
sencillas, y las clases más sencillas de trabajos que se manejan en las organizaciones. Tal y como
veremos, sin embargo, los teorizantes de la dirección administrativa tendieron a llevar su
análisis, al menos, a un nivel de conocimiento y comprensión superior al fijado por los límites
de sus modelos formales (March y Simon, 1977:24).
Por otra parte, los teóricos de la organización formal al intentar racionalizar la
administración se basan fundamentalmente en la sistematización de su experiencia como
empresarios, llegando en muchos casos a resumir sus aportaciones en unos principios que
suponen de extensión universal. Estamos, pues, ante unas ideas a tener en cuenta
fundamentalmente por los empresarios para organizar con eficacia las empresas. El propósito
claro es descubrir un cuerpo de principios que puedan hacer al director capaz de construir y
administrar su organización de modo racional.
Fayol en Francia, Urwick en Inglaterra y Mooney en Estados Unidos sistematizaron sus
experiencias personales como dirigentes de grandes empresas (mineras, alimentarias y
metalúrgicas) bajo la forma de teoremas fundamentales. Sus principios básicos se pueden
sintetizar de la siguiente manera (Levy-Leboyer, 1975:20):
1. El principio de jerarquía estricta, según el cual la autoridad y responsabilidad deben
repartirse a lo largo de la organización, de forma que sea intensa la influencia de las
146
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
situaciones en lo alto de la escala, que disminuya a cada grado y que sea débil o nula en
los niveles más bajos.
2. El principio de unidad de mando, que indica que sólo se deben recibir órdenes de un
superior, distinguiendo las personas con mando directo (línea) de las del estado mayor
(staff).
3. El principio de excepción, que señala a cada individuo unos límites a la delegación de
poderes, sólo para lo ordinario, debiendo preguntar lo extraordinario al jefe.
4. El principio de ámbito de control, según el cual nadie tiene capacidad para mandar sobre un
número ilimitado de subordinados, cifrándose el máximo de subordinados directos en 5
ó 6 personas.
Antes de pasar a una crítica a los teóricos de la organización formal valdría la pena estudiar
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más a fondo a alguno de ellos. Hemos elegido a Fayol por ser la figura más representativa y
conocida del grupo. Su influencia ha sido grande, en muchos casos de forma paralela a la de
Taylor.
147
ANTONIO LUCAS MARÍN
Propone Fayol una lista con catorce proposiciones que juzga admitidas, demostradas y de
carácter universal; que elige, fruto de su experiencia, por ser las que ha aplicado con más
frecuencia (Cuadro 5.6). En los comienzos de su carrera como ingeniero de minas de
Commetry en 1860, Fayol tomó la costumbre de anotar diariamente los hechos que llamaban
la atención. De estas notas, su cotejo y sus consecuencias, surgieron las ideas fundamentales de
su doctrina y de su escuela.
Fayol señala, pues, una serie de principios universales, dirigidos fundamentalmente a la
organización de la estructura formal. La visión que supone de la empresa es esquemática, un
tanto rígida y fría. La importancia de su enfoque está tanto en los temas que trata como en los
que, al igual que Taylor, ignora (conflictos, sindicatos, grupos de trabajo, etc.).
Hemos visto cómo los teóricos de la organización formal realizaron un trabajo
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complementario a los estudios de Taylor, intentando también llegar a unas conclusiones muy
concretas, sin tener que abandonar los principios de generalidad y eficacia de sus propuestas.
Las conclusiones a las que llegan son fruto de su experiencia empresarial y responden, como el
taylorismo, a unas demandas de racionalización de la producción.
La primera aportación de esta escuela, que la diferencia claramente del taylorismo, es la
importancia que conceden a la administración en la empresa, que consideran de forma
impersonal sin referencias a individuos concretos. Esclarecen de esta manera la línea seguida en
la práctica por los tayloristas, al diferenciar el puesto de trabajo y la persona que lo ocupa
(Mouzelis, 1975:97). En este sentido puede entreverse un tratamiento más sociológico de los
problemas. Frente a la productividad humana mecánica-fisiológica, subrayan la productividad
humana como consecuencia de una mejor organización de los recursos de acuerdo con los
conceptos de generalidad y eficacia.
En segundo lugar, al intentar asegurar de forma reflexiva y lógica la eficacia de la
organización administrativa, identifican los problemas claves de la empresa. Resaltan el
carácter primario de la organización formal, sobre la que se asientan, en su opinión, muchas
relaciones sociales posteriores. Destacan, por tanto, la importancia de las comunicaciones
como medio de interrelacionar funciones distintas y diferentes niveles de autoridad. Incluso
señalan ya problemas tales como: participación, satisfacción, etc.; que más adelante han sido
las claves a tener en cuenta en cualquier organización.
En tercer lugar, han promocionado hasta extremos insospechados la experiencia individual
de los empresarios como material de análisis. En cierto sentido, mucha literatura posterior
sobre la eficacia en la empresa ha ido en esta línea, sin faltar los que han procurado
compatibilizar conclusiones claras y definitivas con una cierta dosis de humor.
Señalamos en esta línea las leyes de Parkinson, una de las cuales explica que el tiempo
dedicado en un Consejo de Administración a los asuntos es inversamente proporcional a su
importancia. Y el mismo Principio de Peter, que nos indica cómo en una empresa o negocio,
todos siguen subiendo en la escala de responsabilidad y prestigio hasta llegar a alcanzar su nivel
de incompetencia. Son libros, como los de los teóricos de la organización formal, escritos -con
148
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
más o menos humor- por empresarios para empresarios, y fruto de muchos años de
experiencia en la dirección y administración de empresas.
Cuadro 5.6
Principios de la Administración Científica
1. División del trabajo. Es algo implícito en la naturaleza del hombre, pues permite reducir el número de objetos
sobre los que recae la atención y por tanto una especialización, que da lugar a una mayor productividad. Realmente
la idea de la división del trabajo era un lugar común desde los inicios de la ciencia económica y por ello no es una
gran innovación.
2. Autoridad-responsabilidad. Consiste la autoridad en el derecho a dar órdenes, que debe estar siempre acompañado
de la correspondiente responsabilidad, entendida como recompensa o castigo que acompaña al ejercicio del poder.
3. Disciplina. Que es fundamentalmente obediencia a las normas acordadas entre los que mandan y obedecen,
Dependerá de que los jefes tengan capacidad, los acuerdos con los subordinados sean claros y equitativos y las
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149
ANTONIO LUCAS MARÍN
Por otra parte, también en un sentido crítico, podemos afirmar que los teóricos de la
organización formal –como ya hemos señalado- tienen unos planteamientos tecnocráticos, de
aumentar la eficacia. Prescinden o, mejor dicho, no se plantean otras aspiraciones más
profundamente humanas, que quedan ahogadas en la búsqueda continua de una mayor
productividad. Estamos, pues, ante unas suposiciones de motivaciones muy pobres.
Se les ha criticado, por un tercer aspecto, su estrechez de miras, que proviene en buena
parte de una excesiva valoración de la experiencia empresarial. Pero sabemos -ya el mismo
Taylor lo advertía- que la experiencia no es ciencia todavía, y hay un proceso general que debe
seguir cualquier experiencia para dar a una teoría válida.
También se ha criticado a los teóricos de la organización formal por una visión demasiado
formalista de la empresa. Significa esto, lógicamente, una teoría muy del lado del empresario
que es quien planea la organización formal. Por eso se ha dicho que es una visión muy poco
humana, pues todo se ve en términos de jerarquía y de división del trabajo, sin tener demasiado
en cuenta, como han hecho después en la escuela de relaciones humanas, la existencia de
relaciones afectivas y de compañerismo en el interior de la empresa; llegándose incluso con los
principios universales, a prescindir de las influencias del ambiente exterior.
En términos más concretos se ha desdeñado de esta escuela sus planteamientos en todo lo
referente a la autoridad en la empresa, pues como posteriormente se ha visto, no tiene sentido
tomar como punto de partida exclusivamente al empresario. Y todo ello se manifiesta también
en una minusvaloración –por enfoque muy limitado de los problemas- de temas tales como: las
comunicaciones en la empresa, que reducen –como el taylorismo- a unos planteamientos muy
técnicos; la participación; la satisfacción en el trabajo; y la moral de los grupos. Las críticas a
Fayol –y en cierto sentido a Taylor- están, en buena parte, resumidas por March y Simon
(1977:36), al referirse a cinco limitaciones básicas a la teoría clásica de la organización:
1. Las suposiciones de motivación en que se basan las teorías son incompletas y, por tanto,
inexactas.
2. Hay poca apreciación del papel del conflicto de intereses internos en la organización al
definir los límites del comportamiento en la misma.
150
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
3. Las restricciones del ser humano debidas a sus limitaciones como un sistema complejo
de aprovechamiento de la información en la organización al definir los límites del
comportamiento en la misma.
4. Las restricciones del ser humano debidas identificación del trabajo y su clasificación, así
como en la decisión.
5. El fenómeno de elaboración del programa recibe escasa atención.
Igualmente podemos terminar la explicación de las críticas indicando que la utilización de
principios puede ser metodológicamente conveniente, pero introduce unas dificultades claras:
de aceptación unánime de los mismos, de redefinición continua y de método a seguir para
evitar una base empírica excesiva en su elaboración.
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Cuadro 5.7
Concepción de la vida humana en el trabajo según Kilksberg
CORRIENTE CORRIENTE
TRADICIONAL SOCIOLOGICA
CONCEPCION DEL Hombre máquina Hombre unidad
HOMBRE
CONCEPCION DE LA Hombre economicus Motivación compleja
MOTIVACION
CONCEPCION DEL Individuo aislado Individuo socialmente
INDIVIDUO EN LA integrado
EMPRESA
CONCEPCION DE LA Autoridad formal Autoridad como
AUTORIDAD fenómeno sociológico
CONCEPCION DE LA Inexistencia del Importancia
RELACION INDIVIDUO- conflicto determinante del conflicto
EMPRESA
(Actualización del Capitulo 5 del libro: A. Lucas: Sociología de las Organizaciones, Madrid, McGraw-Hill, 2006)
151
ANTONIO LUCAS MARÍN
152
Capítulo 6
EL DESCUBRIMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN
INFORMAL
Antonio Lucas Marín y Pablo García Ruiz
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153
ANTONIO LUCAS MARÍN
empezado a realizarse algunos estudios empíricos sobre la situación de los trabajadores. Sin
embargo, no se advierte una voluntad decidida y esperanzada de llegar hasta las últimas
consecuencias en el estudio del trabajo industrial hasta que en Norteamérica, unas décadas más
tarde, se inician los estudios de Hawthorne. Esta experiencia dirigida por Elton Mayo, y otras
similares promovidas por Warner y la escuela de Chicago, así como las aproximaciones
interaccionistas (Whyle, Homans y Sayles), dan lugar a lo que se ha llamado Escuela de las
Relaciones Humanas, que señalan la importancia del factor humano en la empresa. Vamos a
ver, en primer lugar, las ideas de Mayo y algunos de sus discípulos. Posteriormente, trataremos
la obra de otros autores, como Abraham Maslow, Chester Barnard o Douglas McGregor, que
desarrollaron las ideas seminales de esta escuela hasta constituir un área destacada de la teoría
de la organización.
154
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
económicas y sociales. Las principales investigaciones se realizaron a partir de 1927, hasta que
en 1932 fueron suspendidas debido a la depresión económica.
Las principales etapas del estudio fueron las siguientes:
nueva forma de mando, para acabar con el nuevo sistema de incentivos solamente. En la
segunda etapa la experiencia era sobre la nueva forma de mandar solamente, y, al igual que la
segunda parte del primer experimento, tenía como objetivo complementar y confirmar las
conclusiones sacadas al comienzo del primer experimento, que indicaban que el crecimiento en
la producción observado era un resultado de un cambio en la situación social y no de una
forma directa de lo incentivos salariales, de la reducción de fatiga o de factores similares. Los
dos últimos estudios (etapas III y IV) se basaron en los anteriores y fueron interpretados con
base en la influencia de las necesidades sociales.
155
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 6.1
Períodos principales de los experimentos de Hawthorne (1927-1932)
1º. Duración: dos semanas. Las chicas elegidas trabajan todavía en el taller general, pero se registra su producción
diaria. Se obtuvo una amplia información mediante un examen médico a fondo.
2º. Duración: cinco semanas. Paso al "test-room", sin introducir ninguna otra variación. La producción desciende
(correspondiendo con el recelo inconsciente de las chicas).
3º. Duración: ocho semanas. Se establece un clima de confianza gracias a los buenos oficios del observador. Se
introduce la prima para el grupo. La producción sube.
4º. Duración: cinco semanas. Se introducen dos pausas de cinco minutos, una por la mañana a las diez, y otra por la
tarde, a las dos. Las chicas temen que con esto disminuirá la producción y la prima, lo que no ocurre.
5º. Duración: cuatro semanas. Con dos pausas de diez minutos a las mismas horas que en el período anterior. Las
chicas ya no manifiestan miedo de que su producción disminuya. De hecho, aumenta.
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6º. Duración: cuatro semanas. Seis pausas de cinco minutos, tres por la mañana y tres por la tarde. Las chicas son
claramente hostiles a ellas (“cinco minutos no bastan para descansar”, “tantas interrupciones rompen el ritmo”,
“con tanto tiempo perdido disminuirá la producción”, etc.). La producción permanece estacionaria.
7º. Duración: once semanas. Dos pausas, una de quince minutos por la mañana y otra por la tarde de diez minutos.
La empresa ofrece un desayuno en la pausa de la mañana. Las chicas están muy satisfechas y, a pesar de la
reducción de veinticinco minutos en la jornada normal, la producción sigue aumentando. En este período hay
que sustituir a dos de las chicas, que entran en conflictos frecuentes con las otras y constituyen una amenaza a la
disciplina.
8º. Duración: siete semanas. Las mismas pausas que en el período anterior; terminando, además, la jornada media
hora antes. Las chicas acogen muy bien la novedad, excepto una. A pesar de la reducción de la jornada, la
producción sigue igual.
9º. Duración: cuatro semanas. Las mismas pausas, pero terminando una hora antes (a las cuatro). Las chicas, que por
esas fechas están ya personalmente interesadas por los resultados del experimento, confían en poder mantener la
producción, aunque no lo consiguen. Aumenta la producción por hora, pero no por día. (En este período están
trabajando ochenta y cinco minutos menos al día que el resto de la fábrica y produciendo bastante más que en el
taller general).
10º. Duración: doce semanas. Se vuelve a las condiciones del 7º. período. Quejas de cansancio al final de la jornada.
La integración del grupo va aumentando (las chicas han hecho amistad, van juntas al cine, etc.).
11º. Duración: nueve semanas. Jornada igual a los períodos 7º y 10º y sábados por la mañana libres.
12º. Duración: doce semanas. Se vuelve a la jornada normal en la fábrica y sin pausas. Aunque desde el principio se
había advertido a las chicas que se volvería a las condiciones normales, reciben el cambio con una decepción. Se
quejan de cansancio, hambre, etc. Se les informa que este período durará tres meses. La producción por hora
disminuye, pero la producción por semana aumenta.
13º. Duración: treinta y una semanas. Como en el período 7º: pausas de quince y diez minutos, pero sin que la
empresa ofrezca el desayuno. Durante todo el período, la moral y la producción aumentan ininterrumpidamente
y se alcanzan los rendimientos más altos de todo el experimento.
14º. Duración: nueve semanas. Fue repetición del undécimo período.
15º. Duración: hasta el final. Reimplantó las condiciones del 13º período, y desde entonces, podemos considerar las
condiciones del 7º período como el modelo establecido por el grupo.
Fuente: Mayo, 1972:68-73
156
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
que en el grupo analizado se percibía más satisfacción, menos ausencias al trabajo, más salud,
en definitiva, un clima laboral más positivo.
Señala el mismo Mayo el carácter primordial de la primera etapa del experimento, pues la
cámara de mica -segunda etapa- comenzada en agosto de 1928 estuvo simplemente destinada a
repetir los rasgos esenciales de la encuesta del montaje de relés, con el objeto de ver si se
obtenían los mismos resultados. Y el programa de entrevistas -21.000, que abarcaron a todo el
personal de la fábrica, desde septiembre de 1928 a 1930, de una duración aproximada de 30
minutos- puede decirse que sólo fue una tentativa para extender la investigación utilizando un
método distinto, de forma que su plan consistió en verificar las conclusiones de las dos
anteriores etapas.
Por otra parte, la cuarta etapa señalada -"la habitación de cableado", de noviembre de 1931
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Cuadro 6.2
Notas de campo en Hawthorne
Como ejemplo del "éxito" del experimento, el informe menciona el programa de entrevistas y también el hecho
de que el sistema de pausas de descanso se había extendido a unas 3.000 empleadas en distintas secciones. De las
conclusiones, se pueden elegir los siguientes párrafos:
b) Ha habido una continua tendencia ascendente en el rendimiento, independientemente de los cambios que
conciernen a los períodos de descanso. Esta tendencia ascendente ha durado demasiado tiempo para ser
atribuida a un estímulo inicial, causado por la novedad de empezar un estudio especial.
c) La reducción del cansancio muscular no ha sido el factor primordial para acrecentar el rendimiento. No se ha
observado fatiga acumulativa.
f) Las muchachas que trabajaban en la cámara de ensayo se han sentido mucho más satisfechas.
g) Desde que las obreras empezaron a trabajar en la cámara de ensayo, las ausencias por enfermedad disminuyeron
casi la tercera parte de las registradas entre las operadoras de la sección principal.
v) El rendimiento está en relación más directa con el tipo de jornada de trabajo que con el número de días laborales
de la semana.
y) Las observaciones realizadas indican que la salud de las operadoras de la cámara de ensayo se ha mantenido o
que ha mejorado y que aquéllas han estado trabajando casi al máximo.
n) Las nuevas condiciones de trabajo han inspirado a las obreras un verdadero afán de venir a trabajar cada
mañana.
s) La mayor libertad, una vigilancia menos estricta y la posibilidad de variar un ritmo fijo sin tener que oír las
observaciones de un capataz, han sido factores importantes para crear una mejor actitud mental y un mayor goce
en el trabajo. Las obreras no tienen una idea clara de la razón por la cual pueden producir más en la cámara de
ensayo; pero, como lo demuestran sus respuestas a los cuestionarios... existe la impresión de que el mayor
rendimiento está relacionado, en cierto modo, con las condiciones de trabajo evidentemente más agradables,
más libres y más felices.
El informe hace notar que, industrialmente, puede ganarse mucho teniendo mayores consideraciones personales
hacia los niveles de empleo más bajos.
Fuente: Mayo, 1972:74-75.
157
ANTONIO LUCAS MARÍN
158
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
159
ANTONIO LUCAS MARÍN
problemas, no dan soluciones definitivas. Se pueden resumir en los siguientes puntos las
críticas efectuadas a la tarea de Mayo en los estudios de Hawthorne:
1. La falta de cuidado en los aspectos metodológicos debido a que se enfocaron de
antemano unas conclusiones que interesaba alcanzar. De forma que se valoraron en
gran medida las influencias sociales que incrementan un poco la producción y apenas se
tuvieron en cuenta otras influencias. Así, por ejemplo, apenas se prestó importancia al
reemplazo de dos chicas por otras especialmente motivadas, durante la experiencia en la
cámara de ensayo de montaje de relés, que dio lugar inmediatamente a un considerable
aumento en la producción; mientras tanto, se afinaba en la medida de pequeños
cambios producidos por las pausas de descanso. Y, en el mismo sentido, de rechazo al
método, se puede afirmar que en las dos primeras etapas no se intentó conseguir
muestras representativas con las que experimentar y por eso las generalizaciones no son
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legítimas.
2. Otra crítica aduce que el carácter elemental de los resultados no justificaba una
investigación tan costosa y prolongada. Pues puede afirmarse que prácticamente lo que
hicieron Elton Mayo y sus colaboradores fue más bien hacer de unos nuevos
planteamientos lugares comunes.
3. Se ha criticado a Mayo no tener claro el papel de la teoría en la investigación, de forma
que muchas veces no es fácil saber si en sus estudios estamos ante un enfoque clínico o
ante un prejuicio clínico. Con frecuencia, nos encontramos con juicios de valor, en lugar
de teorías, que subrayan los factores integradores del sistema.
4. Con base en un modelo organicista, en buena parte superado, los teóricos de las
relaciones humanas hacen más bien una sociología de la dirección, que procura
aumentar la productividad y controlar los posibles conflictos. De esta forma
sobrevaloran el papel del empresario que reduce el conflicto y emplea para conseguir los
objetivos propuestos las habilidades sociales.
5. Restringen el ámbito de la observación a la fábrica misma, como si ésta existiera sola;
pues aunque, como hemos visto, Mayo sabe que existen la comunidad, la sociedad e
incluso el área cultural, a la hora de la verdad el análisis que realiza se queda sólo con
factores internos a la organización.
6. Minusvaloran el conflicto en la empresa, quizás por los matices organicistas del modelo
utilizado. Y en ningún momento de su investigación hacen referencia a los aspectos más
inestables de la empresa: a los sindicatos, las huelgas, las negociaciones colectivas, la
distribución del poder, etc. De esta manera todos los problemas quedan reducidos a
problemas de comunicación interna.
7. Reducen las relaciones industriales a relaciones ente personas individuales, entre
trabajadores o entre trabajadores y capataces. Por tanto, hay una fuerte carga psicológica
en los estudios, aunque citen con frecuencia la existencia de los grupos.
8. En definitiva, todo el enfoque del experimento de Hawthorne es conseguir aumentar la
productividad, más que mejorar la satisfacción del trabajo o disminuir su fatiga. Y en
160
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
este sentido, está en la misma línea de la Organización Científica del Trabajo, pues
aunque quizás las relaciones humanas son más naturales, el fin que persiguen es el
mismo: eficacia en la producción.
Mayo, en definitiva, proponía que los directivos diesen cauce de algún modo a los
aspectos informales de la organización, fomentando la creación de grupos donde los obreros
pudiesen participar en decisiones comunales de poca importancia. Por ejemplo, encargarles
la elección del color de las paredes de los lavabos, el tipo de iluminación de los talleres, etc.
Por supuesto, ni siquiera se planteaba la posibilidad de que los obreros pudiesen participar
en las decisiones que afectaban al sentido y modo de llevar a cabo la producción. De lo que
se trataba era de crear “islas de comunidad” en un “océano de individualismo”. En realidad,
las propuestas de Mayo podían calificarse de técnicas de manipulación de los obreros, de
modos de presentar a los directivos con rostro amable, como amigos. De lo que se trataba
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era de hacer posible que las burocracias productivas se convirtieran en comunidades que
otorgasen sentido de integración social. Con palabras de un empresario, se puede resumir de
la siguiente manera el llamado “enfoque de agente comercial” de la política laboral: el
trabajador es un cliente al que hay que vender un producto –el contrato de trabajo-; el sindicato
es un competidor.
161
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 6.3
Jerarquía de las necesidades humanas y de la motivación, según Maslow
162
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Vemos, por tanto, que la motivación puede realizarse a través del salario, pero que una vez
que éste alcanza un nivel adecuado y permanente dejará de ser motivador; pues no ayuda
directamente a satisfacer las necesidades superiores. Esto significa en buena parte el abandono
de las tesis de la Organización Científica del Trabajo, y lleva a la necesidad de nuevas
experiencias de motivación. En este sentido, el movimiento de relaciones humanas ha
desarrollado y popularizado intervenciones destinadas precisamente a permitir que se
satisficieran las necesidades superiores.
En el marco de las teorías de Maslow hay que entender las numerosas experiencias iniciadas
sobre enriquecimiento y ampliación de tareas, los nuevos tipos de mando, y otras similares que
tienen como objetivo la búsqueda genérica de un trabajo más satisfactorio.
Si el paso de las teorías de Taylor a las de Mayo supone el cambio del "homo economicus"
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al "homo social", la aportación de Maslow nos centra en "el hombre que se realiza". Estamos,
pues, ante un nuevo modelo básico del hombre, que fundamentalmente buscará realizarse en el
trabajo. Hemos abandonado la idea del hombre apático, pasivo, indolente ante las necesidades
de la organización, para entrar en una vía en que el hombre busca la satisfacción, que de una
manera definitiva no conseguirá más que con la autorrealización, con la participación.
163
ANTONIO LUCAS MARÍN
Por encima de las dos críticas anteriores a Maslow, difíciles de rebatir, puede afirmarse que
sus teorías tienen el mérito de señalar el origen de algunas motivaciones hasta ese momento
poco antendidas; especialmente el deseo de realización personal. Por otra parte, ha propuesto
un modelo sencillo y universal de las necesidades, aunque demasiado simple y rígido, que nos
señala un camino a ampliar con otras técnicas de investigación.
La crítica al modelo propuesto por Maslow y, en definitiva, por todos los teóricos del
movimiento de relaciones humanas, nos enfrentan con un "hombre complejo" –difícil de
reducir a uniformidad- cuyo estudio resulta necesario para hacerse cargo de la dinámica real
de la dimensión informal de las organizaciones. De hecho, la complejidad de las
motivaciones individuales conduce a un problema de radical importancia: la génesis de la
cooperación, es decir, cuáles son las razones por las que la gente decide trabajar en una
empresa y cuáles son los motivos que le llevan a dar o no lo mejor de sí mismo en su trabajo.
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Según Taylor, los empleados buscan exclusivamente un salario. Cuanto mayor sea éste, más
se esforzarán. Mayo señaló que la productividad era función también de otras variables
sociales. Maslow nos advierte de otras dimensiones importantes de la motivación humana,
que pueden verse satisfechas o no en el propio puesto de trabajo. La gente, pues, no “vende”
sin más sus horas del día a cambio de un dinero. Más bien, busca contribuir con su esfuerzo
a una empresa colectiva a la que vez que recibe a cambio –si todo marcha bien, una serie de
compensaciones que le permiten, mejor o peor, desarrollarse como persona. O al menos,
esta es la perspectiva de Chester Barnard, uno de los primeros autores –y, sin duda el más
influyente- que se interesó por explicar la cooperación entre empleados y directivos en las
empresas industriales.
164
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Sin embargo, hacia mediados de los años treinta aún no existía ninguna teoría académica
de las organizaciones que incluyera en un solo esquema conceptual ambas dimensiones –
formal e informal- de las organizaciones. Es entonces cuando Chester Barnard publica un
libro, Las funciones de los elementos dirigentes, que ha tenido gran repercusión en el campo de la
teoría de la organización durante décadas. En cierto sentido, este libro es una consecuencia
inmediata de la incapacidad de Barnard para encontrar en el paradigma taylorista una
explicación adecuada de su experiencia como ejecutivo. Barnard fue durante largos años
presidente de la Bell Telephone Company de Nueva Jersey, una importante filial de la
operadora telefónica norteamericana AT&T.
Para Barnard, la experiencia fundamental en las organizaciones es la presencia de la
cooperación entre directivos y empleados. Con su énfasis en la importancia de la
cooperación, pretende también recoger el énfasis creciente en la naturaleza cooperativa de
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las empresas dedicadas a los negocios, es decir, la idea que comenzaba a imponerse entre los
teóricos y los hombres de acción, de que el capital, la dirección y los trabajadores tenían que
unirse para bien de todos. Después de años de aplicación rigurosa de los principios de la
administración científica, pensando que de este modo se lograría el pleno control sobre los
talleres, los empresarios y directivos llegaron a constatar con asombro que ese objetivo
nunca se alcanzaba plenamente, que existía algo que quedaba al margen del diseño previo de
la dirección. Se empezaba a hacer cada vez más evidente que el simple diseño científico de la
organización, al menos como la había planteado Taylor, no era suficiente para controlar lo
que pasaba en el interior de fábricas y almacenes.
165
ANTONIO LUCAS MARÍN
166
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
argumentación de Barnard- para lograr sus propios objetivos, los individuos procuran
contribuir a los objetivos de la organización. El éxito colectivo es el cauce a través del cual
pueden lograr su propio éxito individual. De esta manera, la voluntad de cooperación
aparece en el centro mismo de la vida laboral de los miembros de toda organización.
Barnard no renuncia a la planificación formal de las actividades, propia de la
administración científica del trabajo. Es más, la presupone, como el método racional más
adecuado para lograr el máximo de eficacia en la empresa. Precisamente porque las
organizaciones siguen una dirección racional, pueden definir unos objetivos formales que
actúan como catalizadores de la voluntad de cooperación de los empleados. Esta unión de
planificación formal y vitalismo individual en las organizaciones se apoya sobre cuatro pilares
básicos que sostienen el edificio de la cooperación. Estos cuatro pilares son: el sistema de
incentivos, la definición de la autoridad, el papel de los grupos informales y la misión del
directivo. Cada uno de ellos y todos en conjunto son necesarios para que la cooperación sea
una realidad.
Incentivos. Las organizaciones exigen que sus miembros contribuyan en la medida de su
capacidad al logro del propósito común. A cambio, se les ofrecen compensaciones no sólo
en forma de salario sino también de prestigio, de aprendizaje, de realización personal, etc.,
según las diversas dimensiones de la motivación individual. Para que la cooperación se
mantenga, debe haber un equilibrio adecuado entre las contribuciones que cada empleado
aporta –el esfuerzo de su trabajo- y las compensaciones que recibe. Si este equilibrio se
rompe, el sistema de cooperación se desmorona tarde o temprano. La idea de cooperación
que tenía Barnard requería que cada uno de los cooperantes potenciales realizase un cálculo
continuado de la ventaja que le reportaría mantener su decisión de cooperar. El problema es
que para que este cálculo fuera posible, resulta necesario que todos dispongan de
información perfecta y de alternativas de acción. Barnard no contempló estas limitaciones,
entre otras cosas porque nunca terminó de librarse del prejuicio de que la racionalidad
humana sólo era posible en un mundo de información explícita y perfecta.
Autoridad. El fundamento de la autoridad en los sistemas cooperativos ya no proviene,
como en la administración científica del trabajo, de la racionalidad de las decisiones tomadas,
167
ANTONIO LUCAS MARÍN
Grupos informales. Las relaciones informales entre los empleados de la organización eran
percibidas por el pensamiento burocrático fundamentalmente como un problema para la
ejecución adecuada del diseño de las actividades formales. Sólo podían suponer una
interferencia en la comunicación de las órdenes entre la dirección y cada uno de los
empleados. Sin embargo, Barnard destaca los aspectos funcionales de la constitución de
grupos informales en el seno de las organizaciones. Estos grupos son necesarios, por decirlo
de alguna manera, para “engrasar” la maquinaria de la organización formal, para
proporcionar comprensión y motivación en aquellas áreas en las que la organización es
deficitaria. Dicho con otras palabras, tener amigos en el equipo de trabajo siempre es una
ayuda para soportar la dureza de la tarea o el mal humor del supervisor, facilita la creación de
vínculos con la empresa de la que todos son miembros y favorece un clima de actitudes
positivas que, al final redunda en un mejor desempeño del propio trabajo. Los grupos
informales son los responsables de fijar las actitudes, entendimiento, costumbres y hábitos.
Actúan como agentes de socialización para los nuevos empleados y, por eso, resultan
necesarios para el funcionamiento de la organización formal puesto que son auténticos
mecanismos de comunicación, de cohesión y de protección de la integridad individual. Sin
este foco de solidaridad informal, todo intento de organización resultaría no sólo ineficiente
sino también ineficaz. Tanto subrayó Barnard los aspectos positivos de los grupos
informales que descuidó la posibilidad de los efectos negativos de las relaciones informales
como, por ejemplo, la violación colectiva de las normas, la baja productividad consentida,
etc. Lo que sí señaló conscientemente es la insuficiencia de la organización informal para
lograr el propósito común. En su opinión, sin la referencia y dirección de las decisiones y
metas formales, cualquier cooperación espontánea no puede sino debilitarse y desaparecer.
Por eso, el papel de la dirección ejecutiva es clave para la supervivencia de la organización.
Directivos. La dirección, además de las tareas tradicionales de planificación, supervisión y
control, debe ocuparse de aspectos tales como la educación y el mantenimiento de la moral
de los empleados. Ahora, la función principal del directivo es lograr que la organización
informal se integre en el sistema de comunicación de arriba abajo, de modo que la autoridad
sea vigorosa y la empresa llegue a funcionar como un eficiente sistema de cooperación. Sólo
168
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 6.4
Identificación con el propósito de la organización
“Recuerdo una operadora telefónica que estaba de guardia en un lugar solitario desde el que podía ver a lo
lejos la casa en la que su madre estaba enferma en cama. La operadora había empleado su vida en cuidar de su
madre manteniendo su casa durante muchos años. Por esta razón había elegido ese puesto de trabajo en
particular, renunciando a otras inclinaciones profesionales. Un día, la casa de su madre sufrió un incendio pero la
telefonista permaneció delante de su tablero de conexiones. La madre había sido pronto rescatada. No hay
código, público u organizativo, que tenga la validez general suficiente como para imponer una conducta así en
tales circunstancias. La operadora, sin duda, obró en contra de sus personales impulsos y mostró un “coraje
moral” extraordinario al actuar siguiendo el código de su organización: el de la necesidad moral de mantener el
servicio sin interrupción. Su conducta fue una muestra de enorme responsabilidad respecto al propósito de la
organización.
Fuente: Barnard, 1938:269.
169
ANTONIO LUCAS MARÍN
procuró construir un modelo que se hiciera cargo de ese tipo de realidad. Sin embargo,
Barnard estaba interesado en hallar una explicación porque le interesaba básicamente que su
empresa (y muchas otras) funcionaran bien. Si ello exigía mejorar las condiciones de trabajo
o la satisfacción personal de los empleados, tanto mejor para ellos. Pero Barnard no era un
reformador social y no se le podía pedir mucho más en esa línea. De hecho, buena parte de
la investigación sobre la dinámica social de las organizaciones ha sido promovida por
hombres de negocios o profesores de administración de empresas, interesados en mejorar el
rendimiento de las compañías de negocios. La importancia del factor humano, como distinto
de los conocimientos técnicos, ha sido subrayada muchas veces por autores cuyo primer
interés era buscar formas de incrementar la eficacia de las organizaciones o resolver los
problemas con que se encontraban los directivos a la hora de llevar a cabo su tarea. Desde la
sociología, en cambio, se busca no tanto tomar decisiones de negocio sino comprender qué
tipo de relaciones sociales, procesos y transformaciones tienen lugar en el seno de las
organizaciones, puesto que estas son sistemas sociales peculiares. De ahí que perspectivas tan
dispares coincidan en el objeto de estudio que nos ocupa. Unos y otros se han ayudado
mutuamente a mejorar el conocimiento de las organizaciones complejas. Por eso, es preciso
atender a los análisis de diversos autores. Independientemente de su procedencia académica
o de los intereses personales de su investigación. Las aportaciones de unos y otros nos
ayudan a nosotros a conocer con más profundidad el proceloso mundo de las
organizaciones.
La Teoría Y de McGregor
Douglas McGregor fue profesor de administración de empresas en MIT (Massachussets
Institute of Technology) a mediados del siglo XX. Su libro más conocido, El aspecto humano de las
organizaciones, fue publicado por primera vez en 1960. Es uno de los libros más citados en
teoría de las organizaciones quizá porque tuvo el acierto de encontrar una etiqueta sugerente
y atractiva para sus ideas: “Teoría Y”, que contrapone a las propuestas prevalentes en el
momento que el mismo autor denomina como “Teoría X”. Los argumentos principales de
su teoría son una continuación de las aportaciones de Barnard y de su crítica al modelo
cientificista de Taylor. Con todo, McGregor se fija en un aspecto de la acción directiva que
170
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
papel directivo en la organización. El resultado fue una comparación entre las que denominó
Teoría X y Teoría Y (ver Cuadro 6.5).
Esta comparación es una caracterización exagerada de dos actitudes opuestas. La “Teoría
X” representa un modelo puro de las creencias propias de los directivos de las
organizaciones burocráticas que confían su gestión al modelo de dirección y control
propuesto por Taylor y la corriente de la Administración Científica. La estructura burocrática
es el instrumento adecuado para la gestión de las organizaciones porque, en el fondo, se
supone que los empleados odian su trabajo sin hacer nada para evitarlo, son indiferentes ante
los retos de la organización y sólo puede conseguirse su cooperación a través de sanciones
negativas. Obviamente, los directivos no van manifestando abiertamente estas opiniones,
pero su forma de gestión a menudo las supone implícitamente. De hecho, la importancia de
estos supuestos básicos estriba no sólo en los sistemas de gestión –políticas, prácticas y
técnicas de dirección- que fomenta, sino sobre todo en aspectos más sutiles de la conducta
ordinaria que determinan el clima de las relaciones humanas. La “Teoría Y” es también una
caracterización exagerada de los principios sobre los que se asienta la dirección en
organizaciones que pretenden ser sistemas de cooperación. En estas, se parte implícitamente
de que los empleados tienen en cuenta cosas como su potencial de desarrollo, su capacidad
para asumir responsabilidades, la disposición para orientar su conducta hacia las metas de la
organización. Desde este punto de vista, la tarea esencial de la dirección consiste en disponer
las cosas de tal manera que la gente logre sus propias metas al cumplir con las de la
organización.
La teoría X conduce de manera natural al énfasis en las tácticas de control, a los
procedimientos y técnicas para decirle a la gente qué deben hacer y cómo se les premia o
castiga. Como su supuesto básico es que hay que conseguir que la gente haga lo que debe
hacer para el éxito de la empresa, su atención se dirige naturalmente hacia las técnicas de
dirección y control. La teoría Y, por su parte, lleva a la preocupación por la naturaleza de las
relaciones, por la creación de un clima que favorezca el compromiso con los objetivos de la
organización, que cree oportunidades para el mayor ejercicio de la iniciativa individual que
sea posible, así como para el control de uno mismo a la hora de lograr esos objetivos.
171
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 6.5
Supuestos básicos de los directivos
TEORÍA X TEORÍA Y
Perspectiva tradicional de Perspectiva de integración de
dirección y control fines del individuo y la organización
1. A los seres humanos, por término medio, les 1. Las personas son naturalmente activas, fijan metas y
disgusta trabajar y si pueden, evitar hacerlo. disfrutan en sus empeños
6. Necesitan supervisores que les vigilen 6. Las personas próximas a una situación ven y sienten
estrechamente para que el trabajo quede bien lo que es necesario y son capaces de auto dirigirse.
hecho.
7. La gente se preocupa poco por lo que no se 7. Las personas que comprenden y se interesan por su
refiera a sus intereses materiales inmediatos. trabajo pueden idear y mejorar sus propios métodos
para hacerlo mejor.
8. Necesitan instrucciones específicas acerca de lo 8. La imaginación y la creatividad para solucionar
que deben hacer y cómo han de hacerlo; las problemas en la organización es una capacidad
cuestiones de política más general no son cosa ampliamente distribuida entre la gente.
suya.
9. Están naturalmente separadas en categorías; las 9. En las actuales condiciones de la sociedad industrial,
exigencias del trabajo son muy diferentes de sus muchas capacidades de la gente están sólo
actividades en momentos libres. parcialmente utilizadas.
10. Las personas se resisten naturalmente al 10. La gente se cansa de lo rutinario: prefiere disfrutar de
cambio; prefieren seguir por el camino otras experiencias nuevas; todo el mundo es creativo
establecido. en cierta medida.
No pretende McGregor que todas las empresas se vean reflejadas completamente en uno
u otro de estos modelos. Más bien, los define nítidamente como punto de comparación útil
para ir mejorando progresivamente en la medida en que las circunstancias y la naturaleza de
la propia actividad empresarial lo permita. Básicamente, McGregor creía que la mayoría de
las empresas en su tiempo seguían influidas profundamente por el paradigma taylorista y
pensaba que a través de un modelo ideal, como la teoría Y, podría ayudarles a convertirse en
172
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
empresas más cooperativas. Ejemplos de esa influencia no faltaban, así como de la dificultad
para variar el estilo directivo. McGregor, entre otros, cita éste:
“Durante varios meses, un grupo de trabajadores en una fábrica estuvo planteando
multitud de reivindicaciones a la dirección, sobre salarios, condiciones de trabajo y
normativas. La intensidad y frecuencia de las protestas hizo sospechar a los responsables
de personal que en realidad había algún otro problema oculto. De hecho, la auténtica
causa del malestar no era sino la actitud del jefe del departamento, que trataba a su gente
como si fueran estúpidos, “basura inútil”. Los trabajadores reconocieron que difícilmente
se podía expresar en esos términos su disgusto por lo que eligieron algo más tangible para
mostrar su malestar. Cuando se le preguntó al jefe, finalmente reconoció que eso era lo
que sentía respecto a ellos, pero no hacía nada que lo mostrara. Más bien procuraba
esconder sus sentimientos para que no interfirieran en el trabajo” (1960:139).
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173
ANTONIO LUCAS MARÍN
subordinados. Cuando tenían algún problema –tanto si era una cuestión de un poco de
dinero para llegar a fin de mes como si se trataba de una crisis familiar- sabía echarles una
mano sin hacerles sentirse menores de edad. Lo más importante de todo, se sabía que
estaba dispuesto a ir a la dirección cuando veía que a alguno de sus hombres no se les
había tratado con justicia. En dos ocasiones en los últimos diez años había ido a la alta
dirección para pedir con fuerza que se cambiara una decisión porque era injusta con ‘sus
chicos’. Una vez se lo negaron; él dimitió de su cargo sobre la marcha, se puso el
sombrero y salió de la fábrica. Su jefe le alcanzó en la puerta y le dio la razón”.
La génesis de la cooperación mediante relaciones de confianza, conduce a McGregor a
elaborar un concepto de la autoridad coherente con su sistema. La autoridad se debe apoyar
más en la influencia y en la participación que en las decisiones formales emanadas del cargo.
El uso eficaz de la participación es posible en una organización cuando la gerencia confía en
las capacidades de los empleados, a la vez que es consciente de que depende de ellos para
poder llevar a cabo las actividades ordinarias. La participación consiste, para McGregor, en
crear oportunidades bajo las circunstancias adecuadas para los empleados influyan en las
decisiones que les afectan. Se evita así buena parte de las consecuencias negativas de un
énfasis desmedido en el ejercicio de la autoridad personal. De hecho, el solitario ejercicio de
la autoridad formal del cargo es un método inapropiado para obtener compromisos con los
objetivos de la organización. Otras formas de influencia son necesarias para ello. La Teoría Y
apunta a la posibilidad de disminuir el énfasis en formas externas de control, hasta el grado
en que sea posible, para suscitar el compromiso con los objetivos de la organización. Sus
supuestos implícitos enfatizan la capacidad de los seres humanos para controlarse a sí
mismos, y la consecuente posibilidad para la gerencia de usar otros medios de influencia. Sin
embargo, deja claro McGregor que la autoridad es un método apropiado de control bajo
ciertas circunstancias –particularmente, cuando no es posible alcanzar un verdadero
compromiso con los objetivos de la organización. Los supuestos de la teoría Y no niegan la
pertinencia de la autoridad, pero sí niegan que sea el método adecuado para todos los
propósitos y bajo todas las circunstancias. Como dice textualmente el autor (1960:56):
174
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
productivas, modificando sus estructuras y estilos de liderazgo y creando empleos con más
contenido y capacidad de motivar a los empleados para desarrollar sus capacidades. Los
empleados debían ser vistos como un recurso importante para el éxito de la compañía, y no
meramente como un asunto más en la gran rueda de la actividad comercial.
175
ANTONIO LUCAS MARÍN
muestra dos grupos diferenciados: por una parte, las veinte unidades de mayor rendimiento
y, por otra, las veinte de menor rendimiento. Comparó a continuación los estilos de
organización propios de ambos grupos, según la serie de medidas previstas en su teoría. En
sus libros, muestra los diagramas de dispersión que indican cómo las unidades de alto
rendimiento poseían unas características más cercanas al modelo participativo que las
unidades de bajo rendimiento, particularmente en las siguientes dimensiones:
-relaciones de apoyo con el director propietario,
-altas cotas de ventas establecidas por el director,
-metas ambiciosas fijadas por los propios agentes de ventas,
-gran lealtad entre los miembros del grupo,
-actitudes positivas hacia el director,
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La Teoría Z de W. Ouchi
Veinte años después de la publicación de las tesis de Teoría Y, apareció un libro que alcanzó
altas cotas de popularidad: Teoría Z, de W. Ouchi (1981). Como su título quiere indicar,
Ouchi trata de continuar la argumentación de McGregor llevándola un punto más allá. Las
organizaciones de éxito son aquellas que saben constituirse como sistemas de cooperación.
La cooperación, sin embargo, no se explica sólo por la voluntad de sus miembros para
establecer relaciones interpersonales de confianza. Es necesaria también la existencia de una
cultura compartida, una serie de valores igualmente adoptados por los empleados y la
dirección, que incluya la idea de la empresa como una institución de largo plazo, con cuyas
metas se puedan identificar todos los que participan en ella. Sólo una cultura de la
cooperación puede explicar la capacidad de una empresa para lograr un éxito continuado y
estable.
Konosuke Matsushita, el famoso magnate japonés de la electrónica, pudo así retar el
modelo tradicional del capitalismo industrial cuando afirmó (citado en Wheleer y Sillinpaä,
1997:190):
“Vamos a vencer y el Occidente industrial va a sucumbir; y no podéis hacer gran cosa
para impedirlo pues las causas de vuestro fracaso están dentro de vosotros. Vuestras
176
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
empresas están construidas sobre el modelo de Taylor y, lo que es peor, también lo están
vuestras cabezas. Vuestros jefes piensan mientras vuestros obreros portan los
destornilladores, y estáis totalmente convencidos de que esta es la manera correcta para
gestionar un negocio. ... Nosotros hemos ido más allá del modelo de Taylor. Nos damos
cuenta de que los negocios se han convertido en algo tan complejo, la supervivencia de
las empresas tan precaria y nuestro entorno tan impredecible, competitivo y peligroso,
que la existencia diaria de las empresas depende de la movilización constante de cada
gramo de inteligencia”.
Cuadro 6.6
Modelos de liderazgo
MODELO DE
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Intereses Los del líder Los del grupo Individuales Mayoría El grupo
dominantes interpretados por
el líder
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ANTONIO LUCAS MARÍN
178
Capítulo 7
LA TEORÍA DE SISTEMAS
Pablo García Ruiz y Antonio Lucas Marín
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ANTONIO LUCAS MARÍN
A grandes rasgos, puede decirse que, después de las aportaciones intelectuales realizadas
en el siglo XIX sobre el industrialismo (de algunos iniciadores de la sociología, de los
padres de la economía y de los primeros socialistas), nuestra disciplina empieza con los
estudios de Taylor iniciador de la Organización Científica del Trabajo –y más exactamente con
las críticas a que sus teorías dieron lugar. La segunda etapa se caracteriza por las aportaciones
de Elton Mayo y los estudios de Hawthorne, cuya influencia y divulgación hasta dar lugar a la
teoría de las relaciones humanas se debe en gran parte a Maslow. El tercer paso podríamos
caracterizarlo por la visión de la organización como sistema.
Vamos a precisar, en primer lugar, la utilidad del concepto de sistema para estudiar la
complejidad a la que está abocada la sociedad contemporánea, tan relacionada con la misma
existencia y necesidad de las organizaciones. Sólo después atenderemos a las exigencias
prácticas de este modelo a raíz de algunas de las teorías en las que se ha plasmado, como las
www.fragua.es
180
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
repercusiones en toda la organización, porque todas las unidades, humanas y no humanas están
conectadas.
El concepto de sistema
El diagrama de Henderson (Cuadro 7.1) expresa de forma gráfica la situación de
interdependencia en que las partes se encuentran en un sistema. Con esta figura es muy fácil
hacerse a la idea de lo que es un sistema. Scott y Mitchell (1978:30-37) lo explican así: los
cuatro cuerpos rígidos A,B,C y D están unidos a un marco a, b, c, d por las bandas elásticas 1,
2, 3, 4 y 5. A, B, C y D, están unidos entre sí por las bandas elásticas 6, 7, 8, 9 y 10. Aquí las
condiciones de equilibrio estático pueden determinarse matemáticamente, o empíricamente
mediante la introducción de balanzas de resortes en los anexos 1, 2,... 10 y leyendo las balanzas.
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Cuadro 7.1
Diagrama de Henderson
Ahora imaginemos que el punto de unión de 5 con la estructura se desplaza hacia b, y que
todos los restantes puntos de unión permanecen invariables. ¿Qué ocurrirá? Consideremos A.
Habrá acción en A por el camino 5, 9, por el camino 5, 8, 10 y por el camino 5, 8, 7, 6. Pero en
cada caso estos actos no cesan en A, lo mismo que previamente no cesaron en D. El primero,
181
ANTONIO LUCAS MARÍN
por ejemplo, continúa sobre el camino 10, 8, y así retorna a 5. Si intentamos concebir todo esto
como causa y efecto, inevitablemente nos confundimos.
En el sistema humano, al intervenir personas con capacidad de tomar decisiones
impredecibles, la realidad es todavía mucho más compleja y el enorme número de variables
cambiantes en si y en sus relaciones hace difícil la solución incluso mediante complejísimas
representaciones. Por ello, Scott y Mitchell hacen una adaptación de la figura anterior y ofrecen
un modelo general de lo que está implicado en un análisis de sistemas (Cuadro 7.2), para
acometer el estudio de la organización económica.
Cuadro 7.2.
El marco del análisis de sistemas
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182
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
183
ANTONIO LUCAS MARÍN
permiten definirla y la aíslan del medio exterior. Y sistema abierto porque la organización se
adapta conscientemente, según las decisiones tomadas por sus dirigentes y las actividades de
sus miembros, a las variaciones del medio exterior. El entronque por estos senderos con la
corriente básica de la Sociología que se ha denominado análisis estructural funcional es
evidente. Las críticas a este modelo nos señalan igualmente las limitaciones en que nos
movemos.
Estamos, por eso, ante la posibilidad de considerar fundamentalmente diferentes tipos de
variables para el estudio de las organizaciones.
En primer lugar unas variables internas interrelacionadas que forman el esquema básico del
sistema, variables que pueden ser psicológicas, físicas y sociales; son los aspectos más
fácilmente apreciables, como pueden ser el tamaño de la empresa, el grado de satisfacción, el
tipo de trabajo, la existencia de grupos informales, los sistemas de incentivos, la forma de
organización, etc.
En segundo lugar tenemos los inputs, las influencias que, continua e imperceptiblemente en
muchos casos, llegan del exterior. Entre los inputs, están: la materia prima, la tecnología, el
entorno económico, político y legal, los recursos humanos, con sus características psicológicas
propias (actitudes, intereses, motivaciones, etc), y sobre todo, unos valores que se plasman en
normas de conducta y relacionadas con un sistema de premios castigos.
Por último, el sistema da unos resultados al exterior, los propios outputs, que no son sólo
objetos fabricados y unos bienes económicos, sino, sobre todo, unos planteamientos
jerárquicos y una serie de datos psicológicos (las satisfacciones, motivaciones y frustraciones de
sus miembros).
El mérito de este modelo está en que integra en un mismo plano teórico variables físicas,
psicológicas y sociales, promoviendo estudios que analizan las relaciones entre variables de
distinto tipo. Así, permite investigar –entre muchos otros problemas- la relación entre la
estructura formal de la empresa –p.ej., piramidal o plana- y la satisfacción de sus miembros.
Por otra parte, la teoría de sistemas permite, también, estudiar la organización como una
estructura de funciones, lo que hace posible organizar la investigación según un modelo
analítico coherente. Una tercera ventaja del modelo es que potencia la relación con el entorno
184
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
exterior, tan importante en una sociedad como la nuestra que está siempre en continuo cambio
inducido.
El mayor problema con que se enfrenta el modelo de la empresa como sistema abierto es el
de la imprecisión de las fronteras. No es fácil saber si algunas variables son internas o externas,
incluso si estamos ante un input o un output, sobre todo cuando nos referimos a variables
psicológicas. Y junto a esta vaguedad en su propia definición, la crítica —ya tradicional al
análisis estructural funcional— de falta de potencia explicativa, pues muchos estudios en esta
línea pueden quedarse en mero análisis y comprensión del fenómeno sin traspasar la
elaboración costosa de lo ya evidente.
Hemos visto con anterioridad los planteamientos de la organización Científica del Trabajo y de
la Teoría de las Relaciones Humanas, que aportan fundamentalmente la necesidad del análisis
científico de la organización industrial y la consideración del trabajo como actividad del grupo.
Como muy bien señala Estivill, ambas escuelas compartían los siguientes supuestos: "1. Su
investigación trata de encontrar qué factores influyen en la producción y concretamente cómo
se puede aumentar; 2. Conciben a la empresa como una unidad cerrada totalmente válida para
su estudio y de la que se excluyen los elementos exteriores; 3. La organización es vista como
una suma de individuos que pueden tener intereses individuales diversos, pero nunca
antagónicos, y que colaboran "lógicamente" por un engrandecimiento de la misma" (Dunlop,
1979:9).
Pues bien, Dunlop, siguiendo en términos generales la idea de los supuestos ideológicos de
Taylor y Mayo, los aborda en su consideración de las relaciones sociales en la industria como
un sistema. En su opinión, el proceso de industrialización iniciado en Inglaterra a finales del
siglo XVIII, se ha extendido progresivamente por todas partes dando lugar a una forma de
sociedad diferente. De esta manera puede afirmarse que toda comunidad que se industrializa,
independientemente de su forma política, crea obreros y empresarios, en estrecha relación,
cuyas actividades son vigiladas por el Estado; o lo que es lo mismo, "las sociedades industriales
crean necesariamente relaciones industriales, definidas como el complejo de interrelaciones
entre empresarios, obreros y organismos del Gobierno" (1979: 19).
Reconoce en primer lugar Dunlop la conveniencia del concepto de sistema –en aras de la
universalidad que debe tener toda teoría- para el análisis social de las relaciones industriales,
que son tan diferentes entre empresas, industrias y países; y que están definidas por un
conjunto muy amplio de variables. En efecto, un sistema tiene una cierta unidad; los cambios
en una parte del sistema afectan a otras partes de ese sistema más rápidamente que a otros
sistemas; por otra parte la gama de las complejas interacciones entre grupos y personas en
una sociedad industrial moderna no admite descripciones o explicaciones sencillas. De esta
forma, el conjunto de partes interrelacionadas que forman el sistema puede ser objeto de
estudio por parte de la sociología.
185
ANTONIO LUCAS MARÍN
Por este motivo, la aplicación del concepto de sistema a las relaciones de trabajo es clara
para Dunlop. Al igual que los economistas consideran un subsistema económico, que han
extraído del sistema total que es la sociedad, existe un subsistema de relaciones industriales que
es un subsistema analítico de una sociedad industrial, en la misma esfera lógica que el sistema
económico, independiente del subsistema económico y diferenciado del sistema social total, de
cuyos análisis se enriquece y al que aporta también suposiciones.
El estudio del sistema de relaciones industriales se centra en tres problemas analíticos
fundamentales: a) las relaciones de la industria con el conjunto de la sociedad; b) las relaciones
con el subsistema económico; y c) la estructura interna y las características del propio
subsistema de relaciones industriales. De esta manera, las relaciones industriales, al igual que el
conjunto de relaciones económicas, se pueden estudiar como un sistema que, en cualquier
momento de su desarrollo, está formado por ciertos actores, ciertos contextos, una ideología
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que mantiene unido a dicho sistema y un cuerpo de reglas creado para gobernar a los actores
en el lugar de trabajo y en la comunidad laboral. Los actores los hemos señalado de pasada
anteriormente y se reducen directamente a tres: una jerarquía de empresarios y sus
representantes; una jerarquía de obreros (no empresariales) y algún portavoz; y organismos
gubernamentales especializados (y organismos privados especializados, creados por los dos
primeros actores) que se ocupan de los obreros, las empresas y sus relaciones. Con esta
enumeración intenta Dunlop delimitar los factores que intervienen en cualquier situación
industrial, sea de equilibrio o de conflicto.
El contexto o entorno del sistema de relaciones industriales viene dado por el conjunto de
la sociedad y los demás subsistemas, y está definido fundamentalmente por las características
tecnológicas y el lugar de trabajo de la comunidad laboral; por los imperativos del mercado y
del presupuesto que afectan a los actores, y por la situación y distribución de poder en el
conjunto de la sociedad. Estos tres rasgos analíticos del contexto del sistema actúan como
circunstancias que mediatizan de forma decisiva la actuación autónoma del propio sistema,
tanto a escala nacional como en el ámbito de fábrica.
Las reglas establecidas por los actores aparecen como el elemento fundamental para
Dunlop. Los actores, con la influencia del entorno, establecen unas reglas de interrelación, que
incluyen también los procedimientos de hacer dichas reglas. Estas normas constituirán el
núcleo de las relaciones industriales de la misma manera que la satisfacción de deseos a través
de la producción e intercambio de bienes y servicios constituyen elemento fundamental del
subsistema económico. Las reglas establecidas podrán manifestar la preponderancia de alguno
de los actores, o por el tema tratado estarán más influidas por un aspecto u otro del contexto.
Es lógico –como muy bien señala Dunlop- que las reglas de seguridad marítima estén más
influidas por la tecnología mientras que los derechos relativos a los oficiales y a la tripulación
estén marcados fundamentalmente por la distribución de poder en la sociedad. Estas reglas no
son algo estático, tienden a cambiar, y con frecuencia la sociedad crea dentro de cada una de las
jerarquías de actores unos expertos o profesionales, que por tener una comunidad de intereses
actúan como amortiguadores en caso de conflicto.
186
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Finalmente, el sistema de relaciones industriales está definido por una ideología, que es el
conjunto de ideas y creencias compartidas por los actores que contribuyen a mantener unido o
a integrar el sistema según una determinada forma. La ideología será un input, relacionado con
las ideas compartidas en la sociedad en general, aunque puede esperarse una cierta similitud al
referirnos a sociedades industriales desarrolladas cuyas estructuras están imbuidas de un alto
grado de racionalización.
Las ventajas de este modelo vienen, en primer lugar, de su intento de abarcar todo el
sistema industrial, proponiendo una explicación que incluye todos los elementos
fundamentales, sin olvidar variables de influencia desde el entorno. Por otra parte, se puede
adaptar tanto en el ámbito concreto de la fábrica, como en el ámbito más general de los países,
y hace más fácil la aplicación del enfoque interdisciplinar en la consideración de variables tan
diferentes. Los límites del modelo vienen, como en el caso del análisis estructural funcional, del
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ambiente cultural de origen. La insistencia en las reglas de conducta como núcleo del sistema le
da gran validez en el área anglosajona, pero dificulta su aplicación en otras áreas –como la
latina- en que la misma sociedad está menos estructurada y donde las "huelgas salvajes", o la
desobediencia a los mandos o a las reglas establecidas, constituyen una auténtica norma de
conducta. Tampoco queda claro todo lo referente a los outputs que, enviados por el sistema a la
sociedad, pueden volver a ella en un proceso de feed-back. Por otra parte, los supuestos
ideológicos de Dunlop están presentes en el modelo, como puede desprenderse de las
cuestiones que va marginando en su trabajo: absentismo, insatisfacción en el trabajo, frenado
de la producción, el conflicto de clases, autogobierno, la creciente influencia política en las
fábricas, etc. Con todo, no puede dejar de reconocérsele una labor positiva de racionalización
del mundo del trabajo.
187
ANTONIO LUCAS MARÍN
entre la organización formal y la informal era un foco de problemas para las organizaciones de
la época.
insatisfecha de automóviles a comienzos del siglo XX. El problema era que, por aquel
entonces, un automóvil era demasiado caro para la mayoría de la gente. Si él era capaz de
fabricar coches a precios asequibles para la gente de clase media, las ventas estaban
garantizadas. “Construiré un automóvil para la gran multitud –afirmó-; su precio será tan
bajo que ningún hombre que gane un buen sueldo será incapaz de no tener uno. Cuando yo
haya acabado, todo el mundo podrá permitirse comprar un automóvil y todo el mundo lo
tendrá. El caballo habrá desaparecido de nuestras carreteras, el automóvil se dará por
sentado”. El problema de Henry Ford era lograr un proceso de producción tan eficiente que
el coste se redujera en la proporción necesaria. En nuestros días, sin embargo, la eficiencia
sola ya no basta. No se venden sólo –ni sobre todo- los coches más baratos. Tampoco se
venden sólo los coches de color negro (el Ford T sólo se fabricaba en ese color). Las
compañías de automóviles necesitan atender a muchas otras variables distintas de la
eficiencia de los procesos. Deben ser capaces de conocer bien el mercado al que se dirigen
para ser capaces de ofrecer modelos nuevos cada cuatro o cinco años de acuerdo con los
gustos de momento, mejorar la fiabilidad, diseño y seguridad de los productos que ofrecen
las marcas de la competencia, elevar el servicio post-venta, mantener buenas relaciones con
concesionarios, talleres y distribuidores, organizar su sistema de compras y proveedores
internacionalmente para contener los costes de producción, construir una imagen de marca
que atraiga a los nuevos compradores, etc. Y, aunque consigan todo esto, ninguna compañía
tiene ya las ventas garantizadas.
La saturación de los mercados y la creciente competencia entre empresas en la mayoría de
los sectores industriales y de bienes de consumo –primero, en el ámbito nacional y luego, en
el contexto internacional- exige a las organizaciones económicas de la segunda mitad del
siglo XX acometer profundos cambios en su filosofía de gestión, orientados básicamente a
adaptarse a la nueva situación. Entre estos cambios, se sitúa en primer lugar la necesidad de
incorporar nuevas actividades y departamentos, como marketing, innovación, investigación y
desarrollo, calidad, exportación e internacionalización. Como consecuencia directa de este
proceso, las organizaciones se convierten en unidades cada vez más complejas y
diferenciadas. Las necesidades de coordinación y control se multiplican. Las
188
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
recomendaciones de las teorías clásicas para la gestión resultan obsoletas, pues las
circunstancias en que fueron enunciadas ya no son reales.
La gestión de la complejidad
Los problemas que afrontan las empresas ya no se reducen a mejoras técnicas de los
procesos productivos o a problemas de satisfacción o motivación en el trabajo. Aparecen
nuevas dificultades de coordinación entre departamentos y áreas, provocados no sólo por el
mayor número de funciones que se deben cumplir sino sobre todo por la presencia
simultánea de diferentes –y a menudo, contradictorios- objetivos para cada uno de los
departamentos. Así, es clásico el conflicto estructural que surge entre marketing y
producción: desde producción, marketing es visto como un departamento que sólo incurre
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en gastos para emitir informes sobre las posibles demandas futuras del mercado y para
prometer a los clientes productos y servicios imposibles de fabricar; desde marketing,
producción es el departamento que siempre incumple los plazos acordados y que es incapaz
de aportar la calidad necesaria para superar a los productos de la competencia. La
diferenciación de funciones implica nuevas tensiones en el interior de las organizaciones que
ya no se pueden solucionar con una decisión burocrática desde la dirección general.
Los problemas, ahora, pueden surgir también en el entorno de las organizaciones. No se
trata sólo de ser capaces de cumplir los plazos prometidos al cliente o de mejorar la calidad
de nuestro producto estrella. Se trata de que, en el momento menos pensado, otra empresa
del sector puede comercializar una tecnología nueva que convierta en anticuada nuestra
entera línea de fabricación, por muy eficiente que sea. Así los televisores en color
desplazaron a los de blanco y negro, los CD a los tocadiscos, los microondas a los hornos,
los bolígrafos a las plumas estilográficas, y los relojes de cuarzo a los de cuerda. También
puede ocurrir que las autoridades políticas introduzcan regulaciones en el sector, como, por
ejemplo, la prohibición de componentes gaseosos fluorcarbonados para el envasado de
aerosoles, debido a la agresión que suponen para el medio ambiente. La emergencia de
nuevos valores culturales en la sociedad puede provocar el éxito de nuevos productos –
como la etiqueta verde de los envases ecológicos- y también causar el fracaso de otros
artículos, como la corbata o la mantequilla. La dirección de una empresa debe atender, por
todo eso, no sólo al interior de una organización cada vez más compleja, sino que también
debe prestar a los diversos agentes y factores del entorno que pueden influir sobre su modo
de hacer las cosas.
La creciente complejidad en el mundo de las organizaciones hizo necesaria la elaboración
de nuevas teorías que fueran capaces de hacerse cargo de una mayor cantidad de problemas
relacionados entre sí. La teoría de sistemas vino a llenar ese hueco, precisamente porque se
presentó como una teoría capaz de pensar y hacer manejable la complejidad. Con palabras de
Luhmann (1975:93), “el desarrollo de la sociología desde el siglo XIX hasta el presente se
puede formular escuetamente como el tránsito de teorías factoriales a las teorías de
sistemas”. Este desarrollo ha sido necesario porque el mundo social –incluido el de las
189
ANTONIO LUCAS MARÍN
organizaciones- se ha hecho cada vez más complejo y sólo una teoría más compleja puede
ser capaz de dar razón de los cambios importantes que estaban sucediendo.
La teoría de sistemas aporta al estudio de las organizaciones una perspectiva global que
trata de tener en cuenta todas las variables –o aspectos de la realidad- que puedan ser
importantes para su funcionamiento, tanto si pertenecen a la organización como si forma
parte de su entorno. Lo que la teoría de sistemas viene a decir es que no se puede estudiar
aisladamente una parte de la organización (p.ej. el departamento de producción) sin ver
cómo se relaciona con las demás (p.ej., el departamento de recursos humanos, marketing o
investigación y desarrollo). Un cambio en cualquiera de esas partes supondrá una
modificación en las demás. Si esta influencia no se tiene en cuenta, fácilmente se incurrirá en
contradicciones y conflictos.
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Pero –y esta es la segunda idea importante del modelo sistémico- un sistema es más que
la suma de sus elementos. Un ejemplo de esta afirmación lo encontramos en la biología: se
puede experimentar con un animal –digamos, un sapo- en un laboratorio. Una disección
bien hecha permitirá observar las distintas partes de que está compuesto. Sin embargo, si al
terminar la sesión, intentamos reconstruir el cuerpo del sapo, el resultado ya no es lo mismo
que teníamos al principio: el sapo ya no salta, a pesar de que todos sus órganos están de
nuevo unidos. Le falta la vida, que es algo más que la suma de sus elementos corporales. La
vida es una propiedad sistémica y sólo se puede observar globalmente, porque no reside en
ninguno de los órganos diferenciados, sino en el conjunto integrado. De la misma forma, se
pueden identificar algunas propiedades sistémicas de las organizaciones. Estas no residen en
ninguno de sus departamentos, considerados aisladamente, pero son de extrema importancia
para el buen funcionamiento global.
190
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
una serie de medidas adicionales en las demás unidades que la acompañen de forma
consistente.
La consistencia interna se revela más problemática cuando se advierte que hay una serie
de tensiones internas de carácter estructural en todas las empresas, que es preciso manejar
con acierto para lograr su supervivencia. R. Simons (1999) cita entre las principales tensiones
organizativas las siguientes:
- Tensión entre beneficios, control y crecimiento. El crecimiento de una empresa exige
inversiones continuadas, pero todo el dinero que se destina a inversión reduce la
cantidad que se obtiene como beneficio en ese ejercicio lo cual puede perjudicar no
sólo a los accionistas sino también a los empleados; sin embargo, si se frenan las
inversiones, el beneficio a medio plazo será mucho menos seguro, pues la empresa
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191
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 7.3
Tensión entre beneficio, control y crecimiento en AOL
Cuando America On Line salió al público en 1992, siguió una agresiva estrategia de crecimiento. AOL se
dedicó a inundar de disquetes por correo a los propietarios de ordenadores, ofreciéndoles suscripciones gratuitas
a su servicio de conexión a Internet. Distribuyó disquetes gratis en Cds de música, en cajas de cereales Chex, en la
cadena Blockbuster al alquilar un video, e incluso con la comida de los vuelos de United Airlines. El número de
suscriptores aumentó desde 155.000 en 1992 a más de cuatro millones y medio en 1996. Pero este crecimiento se
produjo a expensas de la rentabilidad y del control de la empresa. Los costes por cada nueva suscripción subieron
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a 400 dólares. AOL decidió tratar ese enorme gasto en marketing como si fuera una inversión amortizable en 18
meses. Sin embargo, debido a las críticas por su política contable, decidió reconocer unas pérdidas de 385
millones de dólares, cantidad que excedía con mucho todos los ingresos de la empresa hasta aquel momento.
Además, AOL, cambió su política de precios (cobraba una tarifa por hora de conexión y, a partir de ese momento
estableció una tarifa plana). Sus sistemas se vieron incapaces de gestionar el crecimiento explosivo de peticiones
de suscripción, lo que condujo a los bien conocidos problemas de fallos en el acceso y de demoras excesivas.
En 1997 AOL volvió a dar prioridad a la rentabilidad de sus actividades. Habiendo establecido una marca
bien conocida para el acceso a Internet, la dirección redujo dramáticamente los gastos de marketing. Cada
suscripción costaba ahora unos 90 dólares, y consiguieron más de tres millones de nuevos clientes. AOL supo
explotar su posición dominante como proveedor de acceso a la red firmando lucrativos contratos publicitarios
con compañías de contenidos como N2K de música, 1-800-Flowers, Preview Travel y CUC International. Por
ejemplo, Tel-Save pagó 100 millones de dólares a AOL por la exclusiva de servicios de telecomunicaciones en su
portal. En ejercicio de 1998, AOL anunció beneficios otra vez. Incluso aumentó la cuota de suscripción para los
nuevos clientes, dando así un signo claro de que no estaba dispuesta a sacrificar en adelante rentabilidad por
crecimiento.
Fuente: Adaptado de Simons, 1999:31.
192
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Niveles de análisis
Hasta ahora hemos aplicado el término “sistema” a las organizaciones y a la empresa como
un conjunto. Sin embargo, la teoría de sistemas procura expresar sus ideas en un lenguaje
193
ANTONIO LUCAS MARÍN
genérico, aplicable a diferentes niveles de realidad. Así, la distinción entre sistema y entorno
se puede aplicar no sólo a la empresa y su entorno económico y social, sino a cualquier
unidad dentro de la propia organización. Se puede definir, así, como sistema una unidad o
departamento de la empresa, de manera que su entorno específico quedaría compuesto por
todos los demás departamentos y unidades de esa organización.
Cuadro 7.4
Organización y entorno
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Es una cuestión de enfoque del problema que interese estudiar. Si lo que importa es, por
ejemplo, comprender el auge y evolución de los departamentos de investigación y desarrollo
en las compañías de automóviles, entonces puede resultar útil definir como sistema ese
departamento y como entorno, el resto de las unidades de la organización. De esa manera, se
pueden plantear directamente cuestiones de investigación como la consistencia interna y la
coherencia externa de las políticas de investigación del sector del automóvil. La teoría de
sistema aporta una serie de conceptos básicos que permiten plantear adecuadamente
preguntas relevantes para la investigación, así como aspectos de la realidad que quizá
hubieran pasado inadvertidos sin la aplicación de ese modelo.
En síntesis, la teoría de sistemas aporta al estudio de las organizaciones un cuadro
conceptual que subraya la importancia de las relaciones entre las diferentes unidades que
componen una organización. Desde este punto de partida, hace explícita la distinción
sistema-entorno y plantea la relevancia de los procesos de consistencia y coherencia para la
194
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
vida de las organizaciones. En general, se puede decir, que la teoría de sistemas estructura el
objeto de estudio elegido en tres niveles: entorno, sistema y subsistemas. Para las empresas,
el entorno lo constituyen –como hemos visto- los agentes y aspectos sociales que influyen en
los procesos de la organización y que reciben los resultados de esos procesos. La empresa
misma es definida como sistema, a efectos del análisis global de su coherencia y consistencia.
Los diferentes departamentos y unidades son vistos como subsistemas de la empresa.
Aunque también es posible adoptar otro enfoque en el estudio de los procesos en las
organizaciones y dividir internamente la empresa no en unidades empíricas sino en
dimensiones de actividad o funciones que luego serán desempeñadas en uno o varios de los
departamentos simultáneamente. Así se muestra en el Cuadro 7.5 como los procesos que
configuran la actividad de la organización, tanto internamente como en su relación con el
entorno, responden a cinco subsistemas principales: tecnológico, directivo, estructural,
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cultural y estratégico, que son áreas de actividad interesantes para comprender algunos
fenómenos organizativos particulares. De hecho, la división en subsistemas podría haber
sido otra. Lo importante es que las unidades de análisis respondan adecuadamente al tipo de
problema que se plantee en la investigación.
Así, la teoría de sistemas aparece como un instrumento conceptual útil pero insuficiente.
Útil, porque ayuda a ordenar los problemas y los pasos de una investigación. Insuficiente,
porque es fundamental el papel de cada investigador a la hora de completar el esquema
abstracto que la teoría de sistemas propone.
195
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 7.5
Flujo de recursos y resultados entre organización y entorno
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196
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
(Ilundain, 1986): por un lado, señalan la importancia de advertir la influencia del entorno en
la estructura organizativa según su nivel de complejidad y predictibilidad; por otro lado,
aconsejan estudiar la coherencia interna y la capacidad de resolución de conflictos de ajuste
de cada organización. Con palabras de Lawrence y Lorsch (1967:27), “bajo el concepto de
sistema, el comportamiento de cualquier director puede ser determinado, no sólo por sus
necesidades y motivaciones personales, sino también por la forma en que su personalidad
interactúa con las de sus colegas. Además, esta relación entre los miembros de la
organización también está influenciada por la naturaleza de la tarea a realizar, por las
relaciones formales, las recompensas y controles, y por las ideas existentes dentro de la
organización acerca de cual debe ser el comportamiento correcto de cada uno de sus
miembros”. Asimismo, la diferenciación de tareas y la relación entre departamentos depende
de las circunstancias concretas del entorno en que se encuentra la organización.
197
ANTONIO LUCAS MARÍN
pueden ser muy estables –como en el sector de acero; los adelantos tecnológicos pueden
sucederse vertiginosamente –como en el sector de los microprocesadores- o pueden darse
muy espaciadamente –como en el sector del mueble. Ambas variables –complejidad y ritmo
de cambio- definen la incertidumbre del entorno de una organización (Cuadro 7.6).
Cuadro 7.6
Incertidumbre del entorno de la empresa
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Cuanto mayor sea la complejidad y el ritmo de cambio del entorno de una empresa, más
difícil será predecir qué va a ocurrir en el futuro próximo. Cuanto menor sea el ritmo de
cambio y el número de agentes implicados en el entorno, más previsible será su futuro
próximo. Obviamente, los entornos muy inciertos exigen a la empresa que esté preparada
para cualquier sorpresa por parte de sus clientes, sus proveedores, los mercados financieros,
los diversos grupos de interés, etc. Los entornos inciertos exigen gran flexibilidad
organizativa a las empresas. Quizá sea necesario cambiar rápidamente muchas cosas para no
perder el tren de la nueva tecnología, de la nueva moda o de los nuevos valores culturales.
En cambio, los entornos estables permiten a la organización desentenderse de su entorno –
se tiene la seguridad de que no habrá cambios significativos- y concentrarse en afinar la
eficiencia de sus modos tradicionales de operar.
198
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La comparación entre ejemplos típicos puede ayudar a entender la diferencia entre ambos
tipos de estructura organizativa (Fernández, 1999). La diferencia fundamental es la
flexibilidad, la capacidad de rápida adaptación a los cambios en el entorno de una
organización. Ejemplo típico de estructura mecánica es una planta química que requiere una
gran inversión para producir mediante complejos procesos y maquinarias sofisticadas,
grandes cantidades de sustancias como abonos, ácidos o plásticos. Los roles de los miembros
en este tipo de organización son especializados y están claramente definidos: cada uno sabe
cuál su responsabilidad y todos los demás confían en la tarea que han hecho los demás de
acuerdo con la programación general de las actividades, que aseguran también un estándar de
calidad en cada paso del proceso: no puede haber lugar para desviaciones significativas. La
coordinación y el control son muy importantes, así como la evaluación constante del
cumplimiento de las reglas de funcionamiento. Las órdenes de producción y los posibles
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ANTONIO LUCAS MARÍN
serie de libros infantiles sobre Harry Potter? Por eso, se dice que el entorno de estas
organizaciones es imprevisible, complejo, rápidamente cambiante. La tecnología no es
rutinaria ni las decisiones consisten es adecuarse a un manual de instrucciones. Los criterios
de efectividad responden en las estructuras orgánicas al logro de suficiente creatividad,
innovación y capacidad de adaptación a los cambios del entorno. Por eso, un objetivo clave
es el desarrollo de las capacidades y habilidades de las personas que trabajan en la
organización, así como las relaciones fluidas y espontáneas entre ellas para favorecer el
intercambio de ideas y el aprendizaje colectivo. Volveremos sobre estos problemas en los
temas dedicados a la estructura social y al aprendizaje en las organizaciones.
Así pues, la tesis de la teoría de la contingencia es que cada organización desarrolla la
estructura organizativa más adecuada al tipo de entorno en que se mueve. Hay que procurar
la coherencia entre el entorno y la estrategia de negocio, el tamaño, la tecnología, los
procesos internos, las capacidades de los individuos y de los grupos de la organización. A
cada empresa se le supone un papel activo, para cambiar continuamente lo que sea necesario
para ajustarse a las demandas de su entorno.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 7.7
Estructuras organizativas mecánicas y orgánicas
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201
ANTONIO LUCAS MARÍN
programadores informáticos hay muy pocos en comparación con las demandas de empleo
de las empresas tecnológicas. Algo tendrán que hacer las empresas para asegurarse que no les
falta personal cualificado cuando lo necesiten.
También hay recursos sustituibles y recursos críticos para cada empresa. Por ejemplo, una
compañía de automóviles que produce según el sistema just in time depende totalmente de la
puntualidad de sus proveedores para mantener activa la cadena de montaje. En efecto, han
eliminado los stocks de piezas para incrementar la eficiencia de uso de las instalaciones. El
proceso productivo se alimenta con la entrega de un cierto número de piezas por parte de
los proveedores dos o tres veces al día. Si uno de esos proveedores no puede cumplir con la
entrega por un accidente o por una huelga de sus empleados, toda la cadena de montaje de
automóviles se para. Un fallo en la entrega de piezas es algo que no se puede permitir: la
puntualidad en la recepción de las piezas es un problema crítico. En cambio, un retraso en la
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
por muy importante que sea, sitúa a la empresa mediana en una situación de dependencia
extrema con respecto a ese cliente. Es más, cuanto más importante sea ese cliente, mayor
será su dependencia y menor su capacidad de negociación futura. Por eso, aunque no lo
necesite actualmente y tenga un alto coste, esa empresa pondrá en marcha un departamento
comercial para buscar nuevos clientes o nuevos nichos de mercado, si quiere sobrevivir a
medio plazo.
La gestión de las dependencias críticas explica también la configuración estructural de las
organizaciones (Lawrence y Lorsch, 1967). La integración vertical en un sector industrial
supone una mayor complejidad organizativa y, por eso, mayor dificultad para la gestión de la
empresa que decide, por ejemplo, comprar a sus distribuidores o poner tiendas propias. Sin
embargo, aporta un mayor control sobre toda la cadena de valor del negocio en que se
encuentra. Por ejemplo, Levi’s comenzó vendiendo sus pantalones en grandes almacenes y
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tiendas de moda. Pero esta distribución no le garantizaba un buen lugar en las estanterías ni
la inmediata incorporación de sus nuevas prendas. Por eso, a pesar de la gran inversión que
supuso y de la mayor dificultad de gestionar una red de establecimiento, decidió llegar
directamente al gran público. Así, pudo obtener no sólo que todos sus productos estuvieran
accesibles sino, también –y quizá esto fue más importante para tomar la decisión- obtener de
primera mano la información acerca de los nuevos gustos y tendencias del público, para
reaccionar rápidamente ante los cambios de la demanda. Unos años de retroceso en las
ventas les hizo considerar –acertadamente- que la información acerca de los gustos de sus
clientes es un recurso crítico que no podían dejar en manos de intermediarios.
Las fusiones y adquisiciones de empresas responden también, con frecuencia, al esquema
de la dependencia de recursos. Igualmente, muchas alianzas entre empresas se dirigen a
garantizar el acceso a recursos para las empresas implicadas que están en poder de sus
compañeros de alianza. Así, la alianza entre Telefónica y BBVA en el año 2000 para la
constitución de un banco en Internet condujo no sólo a la constitución de una sociedad
gestora de la nueva actividad, sino al intercambio de acciones entre ambas entidades, con lo
que cada una adquirió un mayor peso en el consejo de administración de la otra. La
explicación se puede comprender a partir del análisis de los recursos críticos respectivos.
Telefónica necesitaba ineludiblemente acceso a grandes fuentes de capital para invertir en las
nuevas tecnologías de telefonía móvil. BBVA necesitaba disponer de las más avanzadas
tecnologías de la transmisión de datos para comenzar la distribución por Internet de sus
productos bancarios. Cada empresa vio en la alianza con la otra la forma de asegurarse el
acceso a aquel recurso que más iban a necesitar en los siguientes años: Telefónica no podía
permitirse perder las nuevas licencias de telefonía móvil en Europa por falta de recursos
financieros. El banco no podía permitirse que su red informática no funcionara bien. La
competencia de unos y otros no desaprovecharía esa debilidad. La alianza fue el modo de
compensar las dependencias críticas que sufrían.
Otra manera de gestionar las propias dependencias –cuando no se puede lograr un
control sobre los recursos críticos- es reducir la incertidumbre del entorno, es decir, evitar las
sorpresas desagradables que los cambios en la conducta de otros agentes pueden acarrear a la
203
ANTONIO LUCAS MARÍN
empresas familiares, de editores, etc., que fomentan las relaciones con instituciones políticas
locales y nacionales, con los sindicatos sectoriales, y otros agentes que controlan recursos
importantes para esas empresas.
El resultado de todas estas acciones e iniciativas es que las fronteras con el entorno se
difuminan y no resulta sencillo delimitar dónde comienza y termina el ámbito de control de
la organización (Hatch, 1997:91-92). Por eso, este tipo de iniciativas reciben en la literatura
especializada el nombre de “boundary spanning”. La gestión de las dependencias da lugar a
la formación de alianzas, colaboraciones, proyectos conjuntos y asociaciones temporales o
estables entre agentes que, en otro tiempo, eran meros competidores, proveedores, clientes o
agencias reguladoras independientes (Daft, 2001:165-172). El mapa de los sectores
económicos se complica y las estructuras organizativas se vuelven más sofisticadas para
responder a este nuevo orden de complejidad. El Cuadro 7.8. muestra esquemáticamente
cómo se introduce una diferenciación adicional en las organizaciones cuando quieren
relacionarse adecuadamente con el entorno, tanto a la hora de asegurarse los factores
necesarios para el proceso de transformación que llevan a cabo, como cuando quieren
adaptar sus resultados a las demandas externas (clientes y otros grupos de interés).
204
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 7.8
Gestión de las dependencias en sistemas abiertos
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205
ANTONIO LUCAS MARÍN
les otorga. Siguiendo con el ejemplo, se pueden estudiar los contenidos de las revistas, su
estructura interna, su compromiso con determinados valores sociales, etc., y advertir cuáles
son los patrones de éxito con relación a estas variables. Así, podría ocurrir que los patrones
de éxito para las revistas en la presente década consistieran en: ocuparse de contenidos muy
especializados (lo que atrae a un conjunto de lectores homogéneo e interesado en esos
temas); esa especialización temática atrae también a los redactores más entendidos en la
materia; a su vez, resulta atractivo anunciarse en sus páginas para las empresas importantes
de ese sector e, incluso, puede justificar subvenciones públicas, si se trata de un tema que
forma parte de las prioridades de acción de organismos públicos, regionales o locales. Podría
ser el caso de una revista sobre turismo rural o sobre cerámica para decoración. Al encontrar
una respuesta positiva por parte de los diversos agentes del nicho ecológico, la revista
consigue crecer y establecerse en su mercado. Ha conseguido ofrecer: a sus redactores, un
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lugar atractivo donde trabajar; a sus lectores, una información que les interesa realmente; a
sus anunciantes, un público objetivo específico para su publicidad; a los organismos
públicos, un cauce de comunicación para promocionar intereses culturales, regionales o
locales. A cambio, recibe talento, financiación por ventas, publicidad y ayudas oficiales, y
también, prestigio; es decir, los diversos recursos que están controlados por los diferentes
agentes de su nicho y de los que la revista depende para mantenerse activa en el mercado.
La secuencia evolutiva de las poblaciones sigue, para las organizaciones, el mismo curso
que para las especies animales, e incluye estos tres pasos:
1. Variación: algunas organizaciones emprenden –intencionadamente o no, es irrelevante
para este análisis- cambios significativos de carácter estructural: comienzan nuevas
actividades de negocio, diversifican sus unidades, crean grupos interfuncionales, etc.
Las variaciones surgen como consecuencia de la iniciativa de los emprendedores, bien
porque comienzan una nueva empresa, bien porque provocan cambios significativos
dentro de una organización ya existente. Las variaciones amplían el rango de opciones
que el entorno tiene para seleccionar entre unas organizaciones u otras, y entregarles
los recursos que controla. Por ejemplo, en la medida en que se abren nuevos
restaurantes “temáticos” –chinos, italianos, japoneses, hamburgueserías, pizzerías,
“bocaterías”, pubs irlandeses, australianos, etc.- el público tiene más alternativas para
ir a cenar una noche.
2. Selección de variaciones: con el paso del tiempo, algunas empresas fracasan y
desaparecen mientras que otras tienen éxito y sobreviven en el entorno; se trata de
determinar qué variaciones son las que comparten las empresas de éxito, para poner
en relación la supervivencia con esos cambios, que dan razón de su mejor adaptación
al entorno competitivo. Siguiendo con el ejemplo, algunos restaurantes se centran en
la rapidez del servicio, otros en la imagen juvenil, otros en la calidad de los productos,
o en la variedad de la carta, etc. Para asegurar esa promesa, se organizan internamente
de diversas maneras: como una cadena de montaje, como un grupo informal y
acogedor hacia el cliente, como un especialista gastronómico. Estas pautas de
organización interna permiten ofrecer al público rapidez, o calidad, o novedades, o
206
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
variedad del menú, pero muy difícilmente permiten ofrecer todas estas cosas a la vez.
El público, a su vez, selecciona el tipo de restaurante que más le atrae y recompensa
con su dinero el acierto de los mejores. De esta manera, el público –agente crucial de
este nicho ecológico- selecciona algunas variaciones otorgándole los recursos que
necesita para sobrevivir en el mercado, y discrimina otras, negándole los recursos de
los que depende para continuar en la existencia.
3. Retención: en este último paso se completa la eliminación de las peores variaciones y
la difusión de los cambios más útiles y adaptativos. Las empresas que introdujeron las
variaciones que explican el éxito son imitadas por las demás, mientras que las
empresas que no son capaces de incorporar variaciones de éxito, terminan por
desaparecer o por buscar otro nicho ecológico en el que puedan obtener los recursos
necesarios para desarrollar su actividad.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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Capítulo 8
TEORÍAS INSTITUCIONALES
Pablo García Ruiz
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Aunque sus preocupaciones principales han sido diferentes, así como los problemas a que
dirigen sus escritos, comparten, sin embargo, algunos presupuestos básicos que resulta
oportuno destacar. Con ello completamos el propósito de dar una visión panorámica de las
principales corrientes de pensamiento que han analizado los fundamentos de la organización
como realidad social.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
211
ANTONIO LUCAS MARÍN
etc. La consideración de los costes de oportunidad del tiempo empleado los intercambios en
el mercado y la complejidad de gestión que el recurso constante al mercado implica, son
otras razones que apoyan la argumentación de la economía institucional.
El recurso a los costes de transacción en Coase está motivado, sobre todo, por la
consideración de la incertidumbre como elemento básico de toda transacción. Organizar las
actividades según un principio de coordinación jerárquica reduce la incertidumbre acerca de
si cada día habrá suficiente gente dispuesta a trabajar en las actividades del negocio; la
acumulación de existencias reduce la incertidumbre acerca de la disponibilidad de materias y
herramientas, la posibilidad de ordenar a cada empleado qué tareas debe desempeñar reduce
los costes de negociación sobre el contenido de los contratos laborales, etc.
Las empresas existen, por tanto, porque son más eficientes que el sistema de precios de
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
como término de la decisión. Es decir, uno nunca puede estar seguro de haber reunido toda
la información existente acerca de un producto concreto: quizá haya alguien que lo vende
más barato y uno no llegue saberlo; no se puede estar seguro de haber considerado todas las
alternativas para tomar una decisión específica, entre otras cosas porque no es posible
anticipar todas las consecuencias futuras que nuestras decisiones presentes van a tener;
tampoco es posible prever todas la contingencias futuras antes de firmar un contrato. Por
eso, el objeto de la decisión no puede ser elegir la mejor de las alternativas o escoger el mejor
de los contratos posibles. Habitualmente, los individuos se conforman con lograr una
utilidad suficiente, es decir, se conforman con una satisfacción razonable de sus deseos o
necesidades. La capacidad del individuo para acumular y analizar información relevante para
sus decisiones no es infinita, como parece derivarse de los supuestos de la teoría económica
convencional. Por eso, dice Simon, ser realista es reconocer que existen límites a la
racionalidad humana, derivados de la incapacidad de la mente para aplicar a una decisión
única todos los aspectos de valor, conocimiento y de comportamiento que pudieran tener
importancia.
La ECT recoge la noción de incertidumbre al estudiar la diversidad de estructuras
organizativas que presentan realmente las empresas. La base del estudio es el análisis
comparativo de los costes de transacción, referidos también a los costes incurridos en el
interior de la organización. Desarrollar actividades coordinadas jerárquicamente también
tiene una serie de costes de transacción al igual que los intercambios en el mercado.
Lógicamente, los costes dentro de la organización son menores –por definición- que los
generados en el intercambio mercantil. Sin embargo, no todas las formas de coordinación
organizativa generan los mismos niveles de coste. Estudiar cuál de las formas estructurales
de coordinación es más eficiente para una determinada empresa es el objeto de atención de
la ECT.
Entre los costes de transacción en el interior de las empresas Williamson se interesa
especialmente por los costes asociados al oportunismo de los agentes implicados en una
transacción. El oportunismo se define como la búsqueda del interés propio con astucia y
engaño. Muchas veces las personas concretas que trabajan en una organización se ven
tentados, por el puesto que ocupan y la información de que disponen, a aprovecharse de su
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ANTONIO LUCAS MARÍN
situación para procurar un interés personal a costa del interés de la empresa. El oportunismo
es posible porque la limitación de la información obtenida implica incertidumbre sea cual sea
la transacción o acuerdo de que se trate. Por ejemplo, una empresa puede ofrecer un curso
de especialización a sus técnicos como forma de mejorar su productividad. Uno de esos
técnicos puede tener ya firmado un precontrato con otra empresa por un salario mayor, pero
no informa de ello a la compañía hasta que termina su curso de formación. La conducta de
este empleado es oportunista, porque media astucia y engaño: la dirección no sabía que
estaba gastando dinero para dar formación a la competencia. En cambio, si ese empleado
recibe una oferta inmediatamente después de terminar el curso y la acepta, no está
engañando a nadie. Sólo aprovecha una situación favorable a sus propios intereses: no es
oportunista. Se podría discutir el compromiso moral de permanecer en la empresa durante
un tiempo razonable, pero legalmente no se le podría objetar nada. El problema es que los
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La teoría de la agencia
La teoría de la agencia se interesa por el estudio de las situaciones en que una parte –el
“principal”- encarga a otra –el “agente”- que realice una actividad en su nombre, en
condiciones de asimetría de información y conflicto de objetivos entre ambos. Estas
condiciones implican la posibilidad de que el “agente” se comporte de manera oportunista,
es decir, que persiga su propio interés en detrimento del interés del “principal”. Aunque el
argumento se ha utilizado en teoría económica desde hace mucho, el interés por estudiar la
empresa como caso particular de la teoría de la agencia es relativamente reciente.
Estas situaciones son frecuentes en la vida de las empresas: por ejemplo, la relación entre
los accionistas y sus directivos (Jensen y Meckling, 1976). Los directivos son contratados por
los propietarios accionistas para que gestionen los recursos de la empresa y logren una
rentabilidad satisfactoria. Sin embargo, los propietarios –con frecuencia- no conocen los
aspectos específicos del negocio ni cuáles son las mejores políticas para lograr esa
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
rentabilidad. Por ese motivo, contratan a expertos como directivos. Sin embargo, estos
pueden tener como meta no tanto la rentabilidad sino otros objetivos, como el crecimiento
de la organización que genera nuevos y más atractivos puestos directivos o, incluso pueden
provocar la depreciación de las acciones de la compañía para comprarlas a precio de saldo y
hacerse con su propiedad y los dividendos futuros. Esta última posibilidad es una de las
variantes del llamado “management buy-out” (MBO) –compra de una empresa por sus
directivos- que puede responder bien a un intento de la dirección por salvar una empresa en
dificultades y mantener así unos puestos de trabajo, incluidos los suyos, o bien a un
comportamiento oportunista, en la medida en que los directivos ocultan a los propietarios
sus verdaderos intereses y el propósito de sus decisiones. El problema está en que, como los
expertos –los que saben el auténtico estado de salud de la empresa- son los directivos, los
accionistas no pueden llegar a saber si aquellos están actuando correctamente o, por el
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ANTONIO LUCAS MARÍN
El incentivo, en todo caso, debe ser lo suficientemente fuerte como para equilibrar los
posibles beneficios de una conducta oportunista.
En definitiva, para la teoría de la agencia, el diseño estructural de las organizaciones –
cómo se divide el trabajo y cómo se coordinan las diferentes actividades- depende
fundamentalmente de los posibles comportamientos oportunistas que se tratan de evitar. Por
eso, es crucial para las empresas identificar las diversas situaciones de agencia y adoptar una
configuración organizativa que minimice sus efectos.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 8.1
El rol directivo: decisiones rutinarias y críticas
Es muy fácil decir que la función del gestor administrativo consiste en realizar una feliz armonización de fines
y medios. Pero no es tan fácil tomar en serio esta idea abstracta y obtener sus consecuencias prácticas. Hay una
fuerte tendencia, no sólo en la vida administrativa, sino en toda actividad asociativa, a divorciar los fines de los
medios, dando más importancia a unos u otros. El culto a la eficacia en la teoría y la práctica de la gestión en
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nuestros días no es sino una manera nueva de hipervalorizar los medios y descuidar los fines. Esto se hace de dos
modos. Primero, al subrayarse la importancia de que “la máquina funcione bien” se está desviando la atención de
los problemas más básicos y difíciles que plantea la definición y salvaguarda de los fines de la empresa. En
segundo lugar, el culto a la eficacia tiende a acentuar la importancia de técnicas de gestión que son esencialmente
“neutras” y, por tanto, valederas para cualquier objetivo, en vez de buscar métodos propios para el especial tipo
de organización que se dirige o para el determinado estado de desarrollo por el que se está pasando en ese
momento.
La eficacia como ideal operativo supone que los objetivos ya están dados y que los principales recursos y
métodos están al alcance de la mano. El único problema reside entonces en adaptar esos medios que ya se poseen
a esos fines que vienen dados. Las decisiones de los problemas que surgen de esta adaptación son las que hemos
llamado rutinarias, distinguiéndolas así de la esfera de las decisiones críticas. Estas últimas ocupan el verdadero
campo de acción del directivo (entendida esta como lo contrario de la gestión administrativa), puesto que afectan
al carácter básico de la empresa. Desde luego, estas decisiones críticas se toman a veces de modo inconsciente, sin
comprender su gran alcance, pero entonces la empresa evoluciona de modo ciego. Lo que debe hacer el directivo
es evitar esta ceguera.
Fuente: Selznick, 1957: 149.
y su relación con la sociedad está informada por valores como fines en sí mismos. Son los
valores y costumbres propias de una empresa lo que explica la definición de sus objetivos, su
configuración interna y sus decisiones, sobre todo cuando se trata de decisiones no rutinarias
sino críticas. Las decisiones rutinarias son aquellas que están determinadas por los procesos
productivos o técnicos y sobre las que cabe poca o ninguna variación. Sin embargo, hay
muchas otras decisiones en la vida de las empresas que no están predeterminadas por ningún
procedimiento técnico sino que pueden adoptar muy diversas formas. Entre esas decisiones
críticas están la selección de una base social –qué clientela, qué mercados-, la selección del
personal central, y la determinación de la formalización de su estructura y sus
procedimientos. Los líderes, lógicamente, juegan un papel crucial en la adopción de estas
decisiones críticas.
La manera de ser de una empresa es, en opinión de Selznick, el resultado de un proceso
histórico constituido por las sucesivas decisiones críticas que ha tenido que adoptar. Para
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ANTONIO LUCAS MARÍN
comprender el estado y los problemas actuales de una empresa hay que atender a las
soluciones que tomó ante los problemas con los que se encontró en el pasado. De esta
manera, la sucesión de decisiones críticas para resolver los problemas que se han ido
presentando a lo largo del tiempo, configura el carácter de cada institución.
Cuadro 8.2
Organizaciones e instituciones
La nota más destacada y obvia de toda organización administrativa es su sistema formal de reglas y objetivos.
En su seno, las tareas, poderes y procedimientos se establecen según un modelo oficialmente aprobado. Tal
modelo o reglamento tiene como finalidad indicar cómo debe realizarse el trabajo en la organización, tanto si se
trata de producir acero como de ganar votos, educar a niños o salvar almas. La organización así estructurada es
un instrumento técnico que moviliza energías humanas y las dirige hacia los objetivos que fija el reglamento,
siguiendo los procedimientos que también determina ese reglamento. Se señalan las tareas, se realizan las
necesarias delegaciones de autoridad, se establecen los canales de comunicación, se encuentra, en una palabra, el
modo de coordinar lo que ha sido previamente dividido y acotado. Se trata de un sistema de gestión
racionalmente establecido y presidido por las ideas de racionalización y disciplina.
Este reglamento de régimen interior es, por tanto, el requisito mínimo para que exista una organización. Es
un instrumento racionalmente ideado, pero es perecedero en el sentido de que puede ser cambiado por un nuevo
reglamento sin que con ello sufra la esencia de la organización.
Una “institución”, por el contrario, es más bien el producto natural de unas necesidades y presiones sociales;
es decir, un organismo que “responde” y se “adapta” a fuerzas externas y no sólo a sus reglas formales (...) Si
decimos que la Standard Oil Company o el Ministerio de Agricultura pueden ser estudiados como instituciones,
queremos dar a entender que vamos a prestar atención a su historia y al modo en que ésta se ha visto influida por
el medio social.
Fuente: Selznick, 1957:17.
“El reconocimiento del medio social en que está inmersa la actividad administrativa –dice
Selznick- es algo más que una política de ‘relaciones públicas’. Las relaciones públicas
sugieren la idea de una serie de prácticas que dejan a la organización intacta, tal como antes
era, usando simples artificios rutinarios para suavizar las dificultades de los grupos sociales
sobre los que actúa” (1957:35). Sin embargo, la cuestión de las relaciones sociales en el
218
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
entorno de la organización significa algo mucho más profundo, que afecta a la esencia de la
organización.
Cuando una empresa empieza a darse cuenta de hasta qué punto depende de fuerzas
externas, es muy posible que incluso la concepción que de sí misma tiene, varíe, y se
produzcan, en consecuencia, una serie de cambios en su sistema de selección de personal, en
su política a seguir y en su organización administrativa a distintos niveles. Así, por ejemplo,
“cuando un negocio, un colegio o un organismo estatal adquieren una clientela bien definida,
ganan con ello estabilidad, ya que se encuentra en posesión de un firme soporte y de un
canal de comunicación sencillo pero al mismo tiempo pierden flexibilidad y libertad en sus
decisiones”. Ya no pueden comportarse de cualquier manera –por muy eficiente que sea
desde un punto de vista económico- porque se arriesgarían a perder sus actuales clientes, el
apoyo de los políticos locales o de las asociaciones ciudadanas que les apoyan. Cuando las
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alternativas estratégicas están limitadas por los vínculos sociales adquiridos, el proceso de
institucionalización ha comenzado.
Las decisiones en las organizaciones las toman, al fin y al cabo, personas individuales.
Pero –y este es el núcleo de la argumentación de Selznick- las personas están sujetas a
lealtades múltiples: son miembros de una empresa pero, al mismo tiempo, son ciudadanos de
una localidad, tienen intereses políticos, familiares, culturales y de otra índole.
219
ANTONIO LUCAS MARÍN
La influencia de todas estas presiones suele dar lugar a una variación en la misión
declarada inicialmente por la organización y en su misma estructura directiva. Selznick (1949)
estudió con detenimiento los avatares de la Tenessee Valley Association (TVA), a raíz de la
aprobación de una nueva regulación estatal para el sector agrícola. La TVA era una de las
organizaciones creadas en los años treinta para promocionar la actividad agrícola
estadounidense. Pocos años después, a raíz de una serie de normas federales de ayuda al
sector, se crearon otras agencias (Extension Services) para prestar asesoramiento y formación a
aquellas otras organizaciones. Sin embargo, la colaboración de los Extension Services dio lugar
a la inclusión de sus representantes en el consejo de dirección de TVA y a un cambio de
objetivos en ésta, que aprovechó la influencia de sus nuevos socios en los organismos
federales para asegurar la distribución de energía eléctrica en su zona, renunciando a
objetivos agrícolas para los que –en principio- había sido fundada pero que, con el paso de
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
concepto de “racionalidad limitada” propuesto por Simon. Al igual que Selznick, parten del
escepticismo respecto al carácter “racional” (es decir, orientado a una posible maximización
de la utilidad esperada) de los procesos de decisión. Este escepticismo se apoya en que no
sólo los decisores tienen intereses contrapuestos –como señalaba Selznick- sino que además,
la manera en que definen y evalúan los problemas tiende a ser diferente según quién sea el
que decide.
El decisor “racional”, según los modelos económicos convencionales, actúa basándose en
un conocimiento total:
a) de las alternativas de acción existentes y de sus consecuencias para sí mismo;
b) de sus preferencias (utilidad) que, por otra parte, son perfectamente consistentes; y
c) de las consecuencias que sus decisiones van a deparar en el futuro.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
los problemas desde el punto de vista del personal, etc. Desde cada una de las perspectivas
se tiende a definir los problemas –y, por tanto, los objetivos y los medios- de una manera
distinta. En la medida en que cada departamento pueda tomar decisiones autónomamente,
cada uno de ellos querrá responder a las demandas del entorno según las perciba. Para lograr
adoptar decisiones colectivas se forman coaliciones entre las personas concretas que tienen
algún papel en la decisión. Estas coaliciones de directivos se agrupan en torno a una misma
manera de entender los problemas y las acciones que parecen ofrecer una salida aceptable a
la situación actual. El cuadro 8.3 muestra un esquema de los procesos de toma de decisiones
en organizaciones sujetas a incertidumbre en el entorno y conflicto de intereses directivos.
Cuadro 8.3
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Los procesos de decisión tienden a lograr soluciones de compromiso más que soluciones
óptimas. En realidad, es frecuente adoptar la primera solución satisfactoria que se presente.
Se entiende que encontrar la solución óptima es imposible, dados los supuestos de la
racionalidad limitada. El proceso de decisión es largo y complejo, pues requiere tiempo y
energías para negociar la formación de coaliciones. Como los problemas suelen ser
numerosos y exigen respuestas rápidas, la tendencia habitual termina siendo la puesta en
práctica de la primera alternativa de acción que resulte aceptable para la coalición, que evita
prolongar el proceso de análisis y de generación de otras alternativas, que implicarían el
riesgo de retrasar demasiado la respuesta o de romper el consenso de la propia coalición.
222
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
llevar a las organizaciones a comportarse de una forma mucho más compleja, que Cohen,
March y Olsen (1972; 1974) denominan como “el modelo del cubo de basura”.
Con esta imagen quieren dar a entender que una organización es como un depósito en el
que cada miembro de la organización, de acuerdo con su capacidad, introduce su propia
visión sobre cuáles son problemas que importan, aporta soluciones o ideas para poner en
práctica y asigna recursos en la medida de sus disponibilidades. Lo que no está garantizado es
que todas estas iniciativas sean coherentes entre sí, ni que las consecuencias de esas
actuaciones empujen a la organización en la misma dirección. Más bien, la situación real de la
organización es un fenómeno emergente, surgido como consecuencia de la amalgama de
todas esas decisiones y actuaciones limitadas.
Este tipo de funcionamiento se da con frecuencia en cualquier tipo de organización pero
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es más común en aquellas que se enfrentan a metas poco claras, problemas no rutinarios,
tecnologías escasamente comprendidas y alta rotación de personal. Es el caso de empresas
que actúan en mercados muy volátiles –agencias de bolsa-, que emplean tecnologías
novedosas –laboratorios farmacéuticos-, que cuentan con personal clave –programadores
informáticos- o que necesitan continua innovación y creatividad –publicistas, cadenas de
televisión. La industria cinematográfica aporta buenos ejemplos de esta forma de acción
colectiva (ver cuadro 8.4).
Cuando la ambigüedad sobre los fines y la incertidumbre sobre los medios más
adecuados es grande, el modelo que mejor parece explicar lo que realmente ocurre en el
interior de las organizaciones es el “garbage can model”. En este modelo, los problemas, las
soluciones posibles, los participantes y las oportunidad para actuar son flujos separados de
acontecimientos que sólo aleatoriamente llegan a cuadrar y hacer avanzar a la organización
en su entorno. Así, ocurre que las empresas e instituciones se comportan como “anarquías
organizadas” que pueden convivir con sus problemas durante largo tiempo; adoptan ideas
nuevas aunque no solucionen sus verdaderos problemas; a veces, las circunstancias les
impiden tomar decisiones importantes y, con relativa frecuencia, las personas que
formularon una política ya no están en la organización cuando ésta, por fin, se puede poner
en práctica.
Son abundantes los ejemplos de organizaciones que se mueven en entornos muy inciertos
y cuyos fines son ambiguos: la universidad es uno de ellos. No es fácil determinar si su
finalidad es hacer avanzar el conocimiento científico, dar formación básica a la población
estudiantil o preparar a los alumnos específicamente para un puesto de trabajo en el mercado
laboral. Si se acepta este último fin, la manera de ponerlo en práctica resulta también
complicada: como las necesidades del mercado laboral son tan cambiantes, los cursos
especializados que debería dar la universidad habrían de actualizarse permanente. Pero el
transcurso del tiempo entre la elección de los cursos, la elaboración de los contenidos, la
asistencia de los alumnos y su llegada al puesto de trabajo puede ser suficiente como para
que los conocimientos necesarios hayan cambiado ya. ¿Merece la pena centrar la educación
universitaria en tecnologías y cursos que pueden resultar obsoletos al cabo de pocos años?
¿Hay que renunciar a este objetivo y centrarse en materias teóricas o clásicas? Estas
223
ANTONIO LUCAS MARÍN
preguntas y otras están en la mente de quienes elaboran los planes de estudio, quienes
imparten las asignaturas, quienes gobiernan y administran las facultades e institutos, y en
aquellos que modifican las leyes para adecuarlas a los tiempos.
Pero qué significa que una universidad tenga éxito o lo esté haciendo bien es una
pregunta difícil de responder, pues puede recibir casi tantas respuestas como personas que
puedan opinar: profesores, alumnos, administradores, políticos, empresas, etc. En estas
circunstancias, tomar decisiones para mejorar el funcionamiento de la universidad es un
proceso que suele parecerse al modelo aquí descrito: los alumnos piden cursos actuales –y
fáciles de aprobar-, los profesores, más cursos de su propia área –para generar plazas de
promoción-, los administradores quieren mantener el control de las decisiones, los políticos
les exigen cumplir los presupuestos, etc. Cada parte implicada toma sus iniciativas de
acuerdo con sus posibilidades reales, y el resultado final, en términos de adaptación y servicio
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 8.4
Casablanca
El público se aglomeró para ver Casablanca cuando se estrenó en 1942. La película ganó varios Oscars de la
Academia y en la actualidad los historiadores del cine y el público en general la consideran como una obra
maestra. Pero incluso en la filmación de la última escena ninguno de los participantes de la producción sabían
cómo iba a terminar la película.
Everybody Comes to Rick’s no era una historia muy buena, pero cuando aterrizó en el escritorio de Hal Wallis, de
Warner Brothers, éste detectó algún potencial en el título; compró los derechos y le cambió el nombre a Casablanca
para aprovechar la mística geografía que ofrecía el lugar. Una serie de negociaciones llevaron al reparto a
Humphrey Bogart, aun cuando Jack Warner, el jefe del estudio, cuestionaba su atractivo romántico. La elección
de Ingrid Bergman como Ilsa fue un hecho accidental. Por casualidad había quedado un espacio en su saturado
calendario de actividades. Todavía no se había escrito el guión.
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La filmación fue caótica. Los escritores modificaban el guión y revisaban la trama todos los días. Los actores
no estaban seguros de cómo caracterizar sus personajes, de modo que hacían cualquier cosa que les parecía bien
en ese momento. Por ejemplo, cuando Ingrid Bergman quiso saber qué hombre debía recibir la mayor parte de su
atención en la pantalla, se le dijo: “todavía no sabemos; sólo muéstrate... indecisa”. A menudo, las escenas se
filmaron a ciegas, sin idea de cómo se suponía que iban a acomodarse en la historia en general.
Sorprendentemente, ni siquiera cuando llegó el momento de filmar la decisiva escena final, nadie parecía saber
quién “se llevaría a la chica”; todavía existe la leyenda de que se escribieron dos versiones del final. Durante la
filmación, Bogart no estuvo de acuerdo con el punto de vista del director Michael Curtiz de que Rick debía dar un
beso de despedida a Ilsa y se pidió a Wallis que interviniera para mediar en el conflicto.
Algunos analistas de la industria predijeron el desastre, pero este arriesgado proceso funcionó bien. Bergman
da el tono de “indecisión” en la medida exacta. La caracterización de Bogart como Rick fue perfecta. Ese relato
de amor, gloria y romance no podía haberse narrado mejor de lo que se hizo en Casablanca. Además, ciertas
circunstancias fortuitas fuera del estudio contribuyeron al éxito de la película. Apenas 18 días antes del estreno,
los aliados invadieron Africa del Norte y pelearon la batalla de Casablanca. Luego, cuando la película se exhibía
en todo el país, Roosevelt y Churchill presidieron la Conferencia de Casablanca, coincidencia que ayudó a la
película a generar casi cuatro millones de dólares de ingresos, cifra récord en su época.
Sin embargo, el modelo del cubo de basura no siempre funciona –en las películas o en las organizaciones. Un
proceso similar durante el rodaje de Waterworld, de Kevin Costner, la convirtió en la película más cara del
momento y en un sonoro fracaso en taquilla para Universal Pictures.
Fuente: adaptado de Daft, 2001:423
Estas circunstancias son, en realidad, más corrientes de lo que parece: qué inversiones se
deben primar, qué tecnología se debe elegir, cuánto personal hay que contratar, etc. son
decisiones habituales en las organizaciones y todas ellas están subordinadas a los resultados
que obtienen en términos de aceptación por parte de los clientes y otros grupos e
instituciones interesadas. Todos estos grupos forman el entorno de cada organización y la
manera en que esta responde a sus expectativas es la llave de su éxito o de su fracaso y
desaparición.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
aceptación este nuevo refresco?”, no tienen una respuesta clara por muchos estudios de
mercado que se encarguen. Quizá la respuesta más apropiada sea abandonar la confección de
ropa y pasarse al diseño de gafas y utensilios del hogar si lo que se quiere es crecer
significativamente. También se puede buscar un nuevo nicho de mercado, pero para eso hay
que predecir que ese segmento existe. Con otras palabras, la respuesta de una organización
depende no tanto de los datos que le llegan acerca de su entorno sino, más bien, de la
interpretación que la organización hace de esos datos, de la manera en que sus directivos
seleccionan la información existente y le dan sentido en su afán de anticipar la respuesta de
los actores que consideran más importantes dentro de ese entorno.
La noción de interpretación está en la base de la perspectiva simbólico interpretativa para
el estudio de las organizaciones, cuyos presupuestos, temas de interés y conclusiones se
alejan notablemente de los principios de la administración científica y de la teoría de
sistemas. Uno de los teóricos más destacados de esta perspectiva es Karl Weick (1969; 2001).
Una de sus ideas principales es que el entorno de las organizaciones no es algo dado de
antemano sino que, por el contrario, es construido por los sujetos que tienen que responder
a sus exigencias. Es la organización, a través de sus directivos, la que construye el entorno al
que busca adaptarse. Las condiciones del entorno no pueden separarse de la percepción
subjetiva que sobre ellas se tiene. Weick pone como ejemplo de la relación entre entorno y
organización el juego de las palabras. Normalmente, en este juego, una persona deja la sala
para que los demás seleccionen una palabra que la persona debe adivinar cuando vuelva a
entrar. La única pista que se le da es si se trata de un animal, un vegetal o un mineral. Quien
trata de adivinar puede hacer hasta veinte preguntas pero sólo se puede responder sí o no.
Cada pregunta se formula para obtener información sobre la palabra en cuestión. Juntas, las
preguntas y las respuestas forman el proceso mediante el cual la persona se hace cargo de lo
que busca.
Las organizaciones, según Weick, juegan al juego de las palabras con su entorno. “Las
organizaciones disponen de tiempo y preguntas limitadas y se esfuerzan por hallar la
respuesta correcta. La respuesta es descubrir qué es lo que quieren los consumidores que
otras empresas no les ofrecen aún. La respuesta es darse cuenta de que existe un mercado
para piedras de compañía, patinetes, grupos de encuentro, bolígrafos con goma o
226
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
crecimiento de la población. Muchas organizaciones creen que hay una respuesta correcta al
juego de las palabras. Entonces inquieren al entorno con muestreos, investigaciones de
mercado y tests de preferencias. Pueden constituir sofisticados departamentos de
información y usar modelos econométricos para obtener respuestas por parte de su entorno.
Esas organizaciones tratan de hallar una respuesta aceptable antes de que sus recursos se
agoten, antes de que los competidores saturen el mercado, antes de que los gustos de la
gente cambien o antes de que oportunidades más atractivas en otros sectores de negocio
comiencen a dominar la búsqueda” (Weick, 2001:241). La relación entre el entorno y la
organización se caracteriza, así, por el flujo de información entre ambos.
La incertidumbre percibida por la organización conduce a un afán de acumular más y más
información. Este proceso de acumulación genera la sensación de un entorno cada vez más
complejo y difícil de dominar. Cuanto mayor es la información disponible para quienes
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tienen que decidir, más compleja resulta la decisión, pues mayor es también la incertidumbre
sobre la respuesta adecuada, y menor el tiempo y los recursos disponibles, que se han ido
agotando en el proceso. Es el caso de la invasión de los ordenadores en la toma de
decisiones. Internet, la facilidad en las comunicaciones y el acceso a bases de datos inmensas,
son novedades que hacen posible recopilar enormes cantidades de información. Parece que
la cantidad de datos que hay que tener en cuenta para no equivocarse es de tal magnitud que
no es difícil sentirse perdido, desorientado e incapaz de asumir el riesgo de decidir ante la
imposibilidad de conjugar todos los datos disponibles. Las organizaciones comienzan a
dedicar recursos crecientes al análisis de la información que llega, constituyen departamentos
especializados y elaboran informes periódicos para detectar cualquier cambio que pudiera
llegar a ser relevante. La organización se hace más compleja y, con ella, la percepción que se
tiene sobre el entorno.
En estas circunstancias, la planificación estratégica deja de tener sentido instrumental.
Como no es posible establecer con claridad un vínculo entre las medidas adoptadas y los
resultados esperados, sobre todo cuando el proceso se demora durante un tiempo
prolongado –como es el caso en las organizaciones complejas- la racionalidad del
comportamiento organizativo queda en entredicho. En realidad, para Weick, la estrategia real
de una organización ya no es formulada por la alta dirección, sino que más bien emerge
como resultado o consecuencia de las acciones adoptadas en un clima de incertidumbre en
cualquier lugar de la organización. La estrategia se convierte así en el conjunto de acciones
que han tenido éxito a través de la experimentación o, sin más, de la suerte. Para ilustrar esta
idea, Weick narra un incidente que ocurrió durante unas maniobras militares en Suiza
(2001:345-6):
“El joven teniente de un pequeño destacamento húngaro en los Alpes envió una unidad
de reconocimiento a la meseta helada. Inmediatamente comenzó a nevar, nevó durante dos
días y la unidad no regresó. El teniente sufría, temiendo que había enviado a su gente a la
muerte. Pero el tercer día la unidad regresó. ¿Dónde habían estado? ¿Cómo consiguieron
encontrar el camino? “Sí –dijeron ellos-, nos sentimos perdidos y sólo esperábamos el fin.
Entonces, uno de nosotros encontró un mapa en un bolsillo. Eso nos calmó. Levantamos el
227
ANTONIO LUCAS MARÍN
campamento cuando terminó la tormenta y con el mapa nos hicimos cargo de dónde
estábamos. Y aquí estamos”. El teniente pidió que le dejaran ver el mapa y descubrió para su
asombro que no era un mapa de los Alpes sino de los Pirineos. Este incidente –concluye
Weick- pone de relieve la inquietante posibilidad de que cuando uno se siente perdido,
cualquier viejo mapa sirve. Llevado al campo de la estrategia, puede ocurrir que cuando uno
se siente confundido, cualquier viejo plan estratégico puede servir”.
Lo que esta historia quiere poner de relieve es que, para lograr el éxito, la primera
condición es actuar, hacer algo, probar, experimentar con diversas formas de comportarse.
Sólo la acción puede conducir al logro de objetivos. Esto es particularmente importante
cuando el peligro que tienen hoy las organizaciones es precisamente la parálisis por el
análisis. Es decir, el peligro de seguir al pie de la letra la secuencia de fases de una plan –
análisis de la información, planificación y puesta en práctica-, puede conducir fácilmente a la
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228
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
escuela de pensamiento surgida en los años ochenta, en torno a los escritos de sociólogos
como R. Scott, J. Meyer, M. Granovetter y otros. Esta corriente reclama para sí el nombre de
“nuevo institucionalismo”, para distinguirse del institucionalismo de Selznick. El libro de W.
Powell y P. DiMaggio, The new institutionalism in organizational analysis (1991) es una buena
introducción a esta perspectiva.
El problema de legitimidad en las organizaciones se podría enunciar –en continuidad con
el trabajo de Weick explicado en el epígrafe anterior- de la siguiente manera: los directivos
muchas veces no pueden esperar a ver el resultado de las decisiones adoptadas para
explicarse a sí mismos –y a otros- por qué las acciones emprendidas han tenido éxito o han
fracasado. En el proceso, hay muchas cosas en juego, de las cuales no es la menos
importante la continuidad en su propio cargo. Efectivamente, las organizaciones están
sometidas a muchas presiones por parte de su entorno: no sólo los clientes, que les dan o les
quitan la razón cuando compran o ignoran sus productos o servicios. También son muy
importantes las expectativas de otros agentes como los mercados financieros, los organismos
públicos o el público en general. Por ejemplo, muchas cosas importantes en las
organizaciones están ligadas a su cotización en bolsa. Por eso, las decisiones y planes de
acción de una organización no pueden esperar a ver sus resultados para obtener justificación:
es preciso que sean consideradas como aceptables, adecuadas, antes de que se comprueben
sus consecuencias. De esta manera, los directivos necesitan que sus decisiones y planes
obtengan legitimidad, aceptación por parte de su entorno específico, en el momento de ser
formulados. Necesitan legitimidad que les provea de confianza por parte de los inversores,
de subvenciones por parte de organismos públicos y privados, de buena reputación entre sus
clientes y proveedores, y de buen nombre ante la opinión pública.
¿Cómo logran legitimidad social las organizaciones? Básicamente, imitando a aquellas
organizaciones que ya han logrado el éxito o la aceptación de la sociedad. Las empresas se
comportan, con frecuencia, de manera poco “racional” desde un punto de vista económico.
Un ejemplo claro fue la ola de adquisiciones de empresas de Internet, en el año 2000, por
parte de grandes organizaciones tradicionales diversificadas. Durante el “boom” de los
negocios “.com”, cualquier tipo de empresa, independientemente del sector económico en el
que operara, debía incluir entre sus actividades el comercio electrónico, la presencia en la red.
229
ANTONIO LUCAS MARÍN
Las empresas que lo hicieron vieron subir su cotización en bolsa inmediatamente; las que lo
evitaron, sufrieron fuertes depreciaciones. La explicación estaba en que, en aquellos
momentos, las inversiones en negocios telemáticos eran consideradas como apuestas por el
crecimiento y el futuro. Quedarse al margen de Internet se consideraba como abandonar las
posibilidades más atractivas de expansión futura. Así, se compraron muchas compañías
pequeñas por precios que luego han resultado exorbitantes. Pero, para las grandes
organizaciones con enorme capacidad de inversión, perder ciertas cantidades en proyectos
pronto fracasados o escasamente rentables no era problema al lado de la imagen de empresa
innovadora y dinámica que querían obtener.
Para lograr legitimidad social, las organizaciones actúan con frecuencia según “mitos
racionalizados”, es decir, según argumentos y razones que quizá no se pueden demostrar
pero que todo el mundo en el sector tiene por verdaderos. Seguir esos mitos racionalizados
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230
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Las organizaciones, por tanto, reciben múltiples presiones sociales por parte de los
diversos agentes de su entorno. Para responder a esas presiones procuran incorporar
prácticas y modos de acción que ya hayan logrado aceptación. De esta manera, las empresas
y organizaciones tienden a parecerse cada vez más entre sí, en la medida en que adoptan un
mismo tipo de prácticas, políticas y modos de actuación. Esta tendencia a la imitación es lo
que Powell y DiMaggio llaman “isomorfismo”.
El isomorfismo, como respuesta ante las expectativas del entorno, puede ser de diversa
naturaleza, de acuerdo con la índole de las presiones recibidas. Estas pueden ser legales,
políticas, sociales o culturales. Los tipos de isomorfismo son los siguientes:
a) Isomorfismo coercitivo: es la consecuencia de presiones formales e informales por parte de
otras organizaciones de las que uno depende. El caso más obvio es la acción de los
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organismos públicos que, mediante leyes que regulan cada sector, obligan a las
organizaciones a adoptar medidas o estructuras similares. Así, las compañías aéreas o
las empresas de seguros, tienen fuertes restricciones respecto a la forma en que
operan, a la trasparencia de sus operaciones y a la estandarización de sus productos.
Pero las leyes gubernamentales no son la única fuente de isomorfismo coercitivo.
También hay otras situaciones en las que una compañía se ve obligada a actuar de una
determinada manera por imperativo de otras organizaciones que así lo demandan. Por
ejemplo, los proveedores de los grandes constructores de automóviles deben adecuar sus
procesos a los dictados de su cliente y, muchas veces, también deben adoptar sus
procedimientos de contabilidad, de control o de inventario para hacerlos compatibles con su
principal cliente. Por otra parte, determinados servicios como la informática, las
telecomunicaciones, el transporte, etc., son gestionados por pocas grandes empresas que
empujan hacia la homogeneidad a sus clientes. Las numerosas fusiones y adquisiciones dan
lugar a conglomerados empresariales con una matriz que, asimismo, tiende a uniformizar
estructuras y comportamientos en sus nuevas subsidiarias.
b) Isomorfismo mimético: en condiciones de incertidumbre en el entorno y de ambigüedad
en sus fines y objetivos, las organizaciones tienden a copiar, a imitar las maneras de
hacer de otras organizaciones de su mismo ámbito que ya han tenido éxito y que son
consideradas como legítimas, aunque la relación entre el modelo imitado y sus
propios fines y objetivos no esté claramente identificada. Es el caso de las prácticas
de gestión que se ponen de moda en una determinada época. Su adopción resulta
poco menos que imprescindible para todas las empresas aunque su eficacia no esté
probada o no sea necesaria para cada una de ellas. De esta forma se generaliza el uso
de herramientas de dirección, como los paquetes integrados de gestión, el modelo de
calidad total, la formación de equipos de alto rendimiento o el propio comercio
electrónico al que antes nos referíamos, al margen de que la organización esté
preparada, o realmente necesite, este tipo de herramientas.
En organizaciones no económicas, el isomorfismo mimético es particularmente activo,
pues el principal criterio de éxito no se puede determinar cuantitativamente. Las hipótesis de
ambigüedad en los fines e incertidumbre en el entorno están aún más presentes en un museo
231
ANTONIO LUCAS MARÍN
o una universidad que en una empresa de negocios. Así, la gestión de un museo fácilmente
puede adoptar como modelo la llevada a cabo en otro similar que tenga ya prestigio y
reconocimiento social a su labor. Se crean, de esta forma, “franquicias culturales” con las que
el nuevo museo pretende lograr rápidamente aceptación y reconocimiento en su propio
entorno social, heredando –por así decirlo- el prestigio de su mentor.
En muchas decisiones, el logro de los objetivos es tan incierto, o los propios objetivos
son tan ambiguos, que el isomorfismo mimético comparece como actitud defensiva ante el
riesgo que la toma de decisiones lleva consigo. Esta es una de las razones por las que IBM
dominó el mercado de los ordenadores durante buena parte de los años ochenta. Siendo una
tecnología poco conocida entonces, el encargado de compras de una empresa podía escoger
entre los aparatos del “elefante azul” o los de compañías alternativas, cuyas prestaciones eran
prácticamente iguales y su precio mucho más reducido. Sin embargo, más del ochenta por
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ciento de los clientes elegían IBM por la razón de que no podrían justificar un fallo de los
sistemas baratos. En cambio, la reputación de la compañía líder hacía que los mismos fallos
se atribuyeran a las limitaciones de la tecnología y no a una mala elección por parte del
encargado de compras. El resultado venía a ser que los ordenadores fallaban casi en la misma
medida, se pagaban mucho más por ellos, pero el encargado de compras salvaba la cara y
conservaba su empleo en la compañía, gracias a la reputación de IBM como líder en el
sector.
c) Isomorfismo normativo: es la tendencia a la homogeneidad de las organizaciones
propiciada por otras estructuras sociales presentes en el entorno. En concreto, Powell
y DiMaggio señalan la importancia de las escuelas de negocios y las grandes empresas
de consultoría. En efecto, los directivos de las empresas importantes han recibido, en
su mayoría, la misma formación en las mismas prestigiosas escuelas de negocios. Se
entiende que ante problemas similares, sus análisis y soluciones serán similares pues
están basados en una misma formación específica. Por otra parte, la rotación de los
altos directivos entre empresas es también alta. Por eso, un directivo que hoy ocupa
una posición de responsabilidad en una compañía, mañana puede desempeñar el
mismo papel en la competencia. Esta le contrata precisamente para que ponga en
práctica las mismas políticas que dieron resultado en su empresa anterior. De esta
manera, las mismas prácticas y estilos de dirección se difunden en cada uno de los
sectores empresariales.
El papel de las grandes firmas de consultoría es también importante para comprender la
tendencia a la uniformidad entre organizaciones. Esas consultoras, como McKinsey, Boston
Consulting Group, etc., elaboran modelos y soluciones estratégicas que luego aplican a cada
una de las empresas que contratan sus servicios. Este es el origen de la diversificación de
actividades, la aparición de la estructura matricial y tantas otras prácticas directivas hoy
comúnmente aceptadas. Las orientaciones de estas consultoras llegan no sólo a sus propios
clientes sino también a otras consultoras más pequeñas que imitan las propuestas de las
mayores por su prestigio reconocido. El prestigio es, precisamente, uno de los argumentos
principales en las actividades de consultoría. Actuar según las recomendaciones de expertos
232
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
es una manera de justificar –legitimar- ante el propio consejo de administración las acciones
estratégicas o estructurales emprendidas. Por eso, aunque la dirección sepa ya cómo resolver
un problema, contrata los servicios de una consultora de prestigio para legitimar sus propias
decisiones ante inversores y accionistas.
El isomorfismo normativo pone, así, de relieve la importancia de las profesiones en el
mundo de las organizaciones, pues en ellas se elaboran y difunden pautas de actuación y
criterios de prestigio, que se introducen abiertamente en la gestión de empresas y otras
instituciones.
El “nuevo institucionalismo” explica, a partir de los conceptos de isomorfismo y mito
racionalizado, la importancia de las razones institucionales para comprender los procesos y
estructuras de las organizaciones. Ya no es viable identificar sólo razones técnicas para
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empresas de negocios y fuerzas institucionales para organizaciones sin ánimo de lucro. Sin
embargo, el análisis institucional no se centra en exponer la ineficiencia de las prácticas
organizativas ni celebra la falta de optimalidad de los acuerdos institucionales. “Somos
escépticos –dicen estos autores- acerca de los argumentos que suponen las organizaciones
que sobreviven representan soluciones eficientes, pues reconocemos que el ritmo de cambio
del entorno con frecuencia es mayor que la capacidad de adaptación de las organizaciones
mismas. Precisamente porque las prácticas subóptimas pueden pervivir un largo período de
tiempo, no esperamos que las instituciones simplemente reflejen las fuerzas económicas y
políticas del momento. El tema no es discernir si las instituciones son eficientes, sino
desarrollar explicaciones convincentes de las formas en que las instituciones incorporan las
experiencias históricas en sus reglas y en su lógica organizativa” (Powell & Di Maggio,
1991:33).
Con todo, la búsqueda de legitimidad no implica necesariamente ineficiencia. El dinero
gastado en ceremonias de legitimación no siempre es puro gasto. Hay que distinguir entre los
procesos por los que la organización hace un cambio, de los efectos que ese cambio tiene:
una empresa puede adoptar una estrategia de diversificar productos porque es aceptada en su
sector y, a la vez, obtener buenos beneficios con ello. Hay que preguntarse también si las
elecciones tomadas por fuerzas institucionales (por ejemplo, constituir un departamento de
recursos humanos) tienen algún efecto en la cuenta de resultados. Hay que advertir no sólo
los gastos incurridos para lograr legitimidad sino también los ingresos que ese
reconocimiento puede generar en el futuro: un museo puede gastar mucho dinero en actos
ceremoniales y obtener como resultado unos ingresos aún mayores. En definitiva, para esta
perspectiva, las organizaciones no son sólo un conjunto de procedimientos instrumentales
para la eficiencia de los procesos productivos. Son también sistemas simbólicos que tienen
referentes de valor no observables, que se concretan en relaciones sociales observables. A
través de estas relaciones sociales concretas, los individuos y las organizaciones procuran
conseguir sus fines, pero a la vez viven una vida con sentido, produciendo y reproduciendo
esos sistemas simbólicos.
233
ANTONIO LUCAS MARÍN
que se fía de los médicos. En la encuesta MORI de 1996, un 66% dijo que las empresas no
prestan suficiente atención a sus responsabilidades sociales. ... La única buena noticia para
los empresarios es que obtuvieron mejor puntuación que la familia real, los líderes de los
sindicatos y los miembros del parlamento, aunque esto no parece ser un gran motivo de
celebración” (Wheeler y Sillanpää, 1997:3).
Cualquiera que sean las causas sociales e históricas de la crisis de legitimidad que afrontan
hoy las empresas, no hay duda de que es un hecho real, que se añade de manera significativa
a las presiones que afrontan los directivos. Por eso, las organizaciones deben buscar una
implicación real en la comunidad de la que forman parte, si quieren recuperar la legitimidad
necesaria para mantener una relación estable con su entorno. La implicación social de las
organizaciones debe fundamentarse en un trato genuino, recíproco, participativo e inclusivo,
que evite tanto la manipulación como el paternalismo. La comunidad debe ser capaz de
articular sus necesidades y desarrollar iniciativas conjuntas de carácter social, ambiental,
económico, etc. La relación con la comunidad ha de convertirse en uno de los temas
importantes para la alta dirección.
Esta preocupación está ya apareciendo en un número creciente de organizaciones, que se
dan cuenta de que sus empresas deben atender a los intereses no sólo del mercado sino
también de un amplio número de grupos de interés (stakeholders), como sindicatos,
asociaciones ciudadanas y de consumidores, clientes, inversores, proveedores, instituciones
locales, etc.
Esta nueva responsabilidad se apoya en las siguientes ideas básicas: el valor que las
empresas crean no es únicamente el económico a corto plazo sino también el valor social,
que además de ser un fin en sí mismo, hace posible una presencia sensata a largo plazo en su
entorno habitual; el valor social y el comercial se refuerzan mutuamente y conducen a una
mayor lealtad de los stakeholders y a una mayor fortaleza de la empresa; la transparencia social
y comercial fomenta una mayor identidad organizativa y, como consecuencia, el compromiso
interno necesario para la mejora continua de la eficiencia; las empresas que incluyen a los
stakeholders en su gestión consiguen mejores resultados que las que no lo hacen y está
diferencia se incrementará en el futuro. Estas son las razones que apoyan prácticas
socialmente responsables en muchas empresas actuales así como la inclusión en sus órganos
234
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 8.5
Escuelas de teoría de la organización
Coherencia
externa
IMAGEN DEL Homo Hombre que se Hombre Homo social
HOMBRE economicus realiza complejo
235
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III
ASPECTOS CENTRALES DE LA
ORGANIZACIÓN
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Capítulo 9
EL SISTEMA DE ROLES EN LAS
ORGANIZACIONES
Antonio Lucas Marín
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9.1. EL ROL DIRECTIVO: La evolución del rol directivo. Estructura del rol directivo.
9.2. EL ROL OBRERO Y SU EVOLUCIÓN EN LA EMPRESA INDUSTRIAL: Un
rol en retroceso. Estructura del rol de obrero.
9.3. EL TÉCNICO EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: Importancia
cuantitativa y cualitativa. Hacia una definición del técnico. Estructura del rol de
técnico. Tensiones del rol de técnico
9.4. OTROS ROLES EN LA ORGANIZACIÓN: MANDOS INTERMEDIOS Y
EMPLEADOS: El rol de mando intermedio. El rol de empleado.
9.5. LA FORMACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES: LA MODIFICACIÓN DE LA
CONDUCTA: Representación de papeles. La técnica de modelado.
239
ANTONIO LUCAS MARÍN
E n esta tercera parte del libro, que lleva por título “Aspectos centrales de la
organización”, vamos a explorar las principales dimensiones que definen los
problemas básicos de todas las organizaciones. En primer lugar, el sistema de roles, es
decir, el conjunto de posiciones ocupadas por las personas que integran la organización. A
continuación, la estructura social que articula la división interna de tareas, así como los flujos
de información y decisiones que esa división origina. En tercer lugar, atenderemos a la cultura
de la organización, como referencia de sentido de acciones, objetos y procesos. Por último,
analizaremos la estructura material de la organización, esto es, la forma en los objetos,
instrumentos y lugares se relacionan con las actividades y propósitos organizativos.
A lo largo de la exposición tendremos en cuenta tanto la dimensión formal como la
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informal, que componen las dos vertientes de las organizaciones reales. Así, atenderemos a la
definición formal de los roles a la vez que tratamos las diversas formas habituales de
desempeño de rol. Igualmente, al exponer los aspectos estructurales, atenderemos tanto a los
flujos formales de comunicación establecida como a los aspectos informales en la transmisión
de información y en la formación de grupos transversales de carácter informal. La
comprensión de las organizaciones desde estos dos puntos de vista ayuda a entender mejor
esta realidad social. La perspectiva formal, como el propio concepto de rol en el que se apoya,
tiene un mayor nivel de generalidad, aunque precisamente su elevado nivel de abstracción
limita su utilidad práctica. La perspectiva informal, en su referencia directa a personas y las
relaciones que mantienen, permite un análisis más cercano a la experiencia cotidiana, aunque
menos extensible a categorías universales.
Comenzamos nuestra reflexión por la consideración de la organización como sistema de
roles, esto es, de posiciones sociales sobre las que existen expectativas sancionadas. El análisis
de los roles en la empresa constituye un patrón extensible por analogía a otros tipos de
organización. Por eso, vamos a dedicar este capítulo a la problemática formal de los roles
empresariales. Señalar el conjunto de deberes adscritos al rol directivo, de obrero, de empleado,
técnico o de mando intermedio, ayuda a conformar una primera imagen de la construcción
social en que se mueve toda organización.
240
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
cuenta el comportamiento de los otros. Con esta visión analítica, los grupos humanos pueden
verse como conjuntos de posiciones o situaciones en que la intervención de individuos se
repite de forma regular en un período de tiempo, de forma que se han podido crear pautas de
conducta, expectativas, derechos y obligaciones. El contenido de una posición social es
enteramente normativo y hace referencia al "debería ser", que puede ir cambiando con el
tiempo según los valores que tenga la sociedad. De esta manera cualquier posición social tiene
dos aspectos que son como el haz y el envés de su realidad: el "status" y el rol. Entendemos
por rol el conjunto de obligaciones adscritas a una posición social, o lo que es lo mismo, el
comportamiento social esperado, o las expectativas de deberes mantenidas por otros miembros
acerca del comportamiento del que tiene una determinada posición.
La importancia del concepto del rol en sociología ha dado lugar a que muchos autores
hayan procurado definirlo con precisión. Así Dahrendorf (1973:70), después de dejar bien
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sentado que los roles son conceptuados como independientes del individuo y que es posible
formular los atributos y comportamientos esperados del padre, del catedrático, del funcionario
del partido y del jugador de cartas, sin pensar en ningún padre, catedrático o jugador concreto,
intenta delimitar sus características. La categoría de rol como elemento de análisis sociológico
se limita por tres consideraciones: 1. Los roles sociales, al igual que las posiciones, son
complejos de comportamiento cuasi-objetivos y, en principio, independientes del individuo; 2.
Su contenido específico no es determinado y transformado por cualquier individuo, sino por la
sociedad; 3. Las expectativas de comportamiento vinculadas a los roles suponen una cierta
obligación para el individuo, que no puede eximirse de ellas sin sufrir daño.
De una forma más precisa podríamos decir que el rol es "el conjunto coherente de
actividades normativas efectuadas por un sujeto". El rol de médico, por ejemplo, es el conjunto
de actividades que agrupamos bajo la expresión "ejercicio de la profesión". El rol de padre es
sencillamente "hacer de padre". En definitiva, los ocupantes de la posición deberán
desempeñar un papel al que nos referimos con el término rol, aunque la analogía escénica en
que está basado el concepto de rol no ha de tomarse demasiado literalmente, pues el
incumbente de un rol en la sociedad no está ocultando su verdadera identidad sino
realizándola. De la misma manera, cuando los trabajadores se hallan realmente ocupados en
cubrir las expectativas de sus posiciones laborales, están desempeñando sus roles profesionales.
El rol laboral es el aspecto dinámico de la posición profesional.
Con estos preámbulos podemos plantearnos el estudio del sistema social de la empresa que,
como institución social que es, estará representada por una cristalización de roles
complementarios en torno a las tareas productivas. Cinco de estos roles parecen tener mayor
relieve y prácticamente cubren todas las posiciones sociales de alguna importancia; son:
directivo, obrero, técnico, empleado y mando intermedio. El paso del mundo empresarial al de
las puras organizaciones ha ido desdibujando esta nítida distinción que, sin embargo, se
mantiene en lo fundamental.
241
ANTONIO LUCAS MARÍN
aquéllas que adoptan la forma jurídica de sociedad por acciones, y finalmente, la multiplicación
de organizaciones, cuyo ámbito de actuación se sitúa en ámbitos distintos del de la esfera
económica.
Al referirnos al rol de directivo estamos intentando generalizar una multiplicidad de
situaciones que van desde el capitán de industria o empresario, a los gerentes, administradores,
managers y directivos, que ya no son sólo de empresas sino también de cualquier otro tipo de
organización. Se ha indicado con frecuencia el sentido equívoco de palabras de uso tan
extendido y moderno como "manager" en los diferentes países y situaciones. Podemos de
todas maneras precisar muy genéricamente que la situación del directivo viene caracterizada
por tener responsabilidad en el trabajo de otros. De manera que las distinciones analíticas entre
empresario (creador de empresas nuevas), socio capitalista (que asume riesgos económicos) y
gerente (que administra empresas ya creadas) no nos parecen relevantes para nuestro estudio, a
la vez que consideramos es muy difícil concretarlas en la práctica. Autores como Schumpeter
nos hacen pensar en la naturaleza del empresario sobre todo como un innovador, más que el
coordinador o responsable de unas actividades. Su consideración como unidad básica de
producción está en conseguir la más adecuada combinación de trabajo y capital.
En cualquier caso la industrialización ha ido perfilando un tipo de organización productiva
donde se hace necesario una actividad directiva no directamente realizadora. La sociedad
industrial moderna, basada en una coordinación de recursos humanos -obreros, empleados y
técnicos- con el capital necesario, no se concibe normalmente sin unas personas que controlen,
dirijan, coordinen los diferentes elementos de un proceso de producción o distribución: es
decir, sin empresarios. Las dimensiones y complejidad organizativa (automatizada,
multinacional, en competencia con el Estado) de la empresa moderna ha ido exigiendo
crecientemente la existencia de unos puestos directivos. En efecto, con el avance de la
industrialización aumenta la cantidad de personas que ocupan cargos directivos, tanto absoluta
como relativamente, en la economía. La coordinación de las organizaciones se hace cada vez
más complicada y hace más necesaria una efectividad de la dirección para reducir fricciones y
dar lugar a compromisos.
242
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
especial cuando haya medios automáticos que permitan conectar varias máquinas de tal suerte
que se elimine la necesidad de gran parte del control humano en el volumen de producción que
nuestro tiempo exige. Eso significa que los directivos de las compañías no necesitarán dirigir
grandes organizaciones humanas, sino que, según la Business Week, manejarán grandes
organizaciones mecánicas que emplearán cada vez menos hombres". Dando lugar a una élite
del poder que gobierna cada vez más los destinos de la humanidad, desde los niveles de
consumo hasta la intervención en una guerra. La ampliación del poder se hace mediante el
dominio de las grandes corporaciones económicas tan íntimamente ligadas en el caso
norteamericano con la política.
Refiriéndose explícitamente al caso norteamericano, intenta también Mills encuadrar a
grandes rasgos su tipología, enmarcada por una ventaja de origen: "Los altos directivos de las
grandes compañías no son, ni lo han sido nunca, una colección miscelánea de norteamericanos:
son un tipo ideal absolutamente uniforme que ha gozado excepcionalmente de ventajas de
origen y educación, y no se ajustan a muchas de las imágenes estereotipadas que corren de
ellos... Los directivos típicos en la actualidad como en el pasado, nacieron con una gran
ventaja: tuvieron padres situados en el nivel de ocupación e ingresos correspondiente por lo
menos a la alta clase media, son protestantes, blancos y estadounidenses de nacimiento. Esos
factores de origen conducen directamente a la segunda de sus grandes ventajas: están bien
educados en el sentido formal de su instrucción universitaria y postuniversitaria" (1963:117 y
118). Situación que en la práctica se concreta en unas cifras llamativas, como que sólo el 35 por
100 de los directivos son de zonas rurales cuando de sus contemporáneos lo son el 60 por 100.
Son protestantes (probablemente episcopalianos o presbiterianos) en una proporción muy
superior a lo previsible aleatoriamente. Sus padres fueron principalmente hombres de empresa:
el 57 por 100 son hijos de hombres de negocios, el 14 por 100 de individuos que ejercían
profesiones liberales, y el 15 por 100 de agricultores, y sólo el 12 por 100 son hijos de
asalariados y empleados modestos. De la misma manera, sólo el 8 por 100 de los abuelos
paternos de los directivos de 1950 fueron obreros o empleados, mientras que lo era el 57 por
100 de la población masculina; y el 54 por 100 de los abuelos, fueron hombres de negocios o
de profesiones liberales, cuando lo era sólo el 9 por 100 de la población masculina.
243
ANTONIO LUCAS MARÍN
El carácter familiar, casi heredable, de la condición de directivo, examinada por Mills para
su país y para las grandes empresas, puede generalizarse a otros países y a empresas pequeñas,
pues Bendix ha llegado a unas conclusiones semejantes en el caso inglés desde sus orígenes y
parece claro que las pautas de conducta que se crean dan lugar a que la dirección constituya un
grupo intensamente autoconsciente y separado profundamente de la masa de la gente...,
consciente de su propia importancia.
Una característica importante del rol directivo es su tendencia a la profesionalización: de la
dirección patrimonial de los negocios se ha ido evolucionando paulatinamente a la gerencia
profesional. Si en un primer momento de la industrialización los intereses familiares y
empresariales coincidían, siendo los directivos miembros de una familia, progresivamente los
puestos directivos empiezan a ser ocupados por personas con capacidad personal y
conocimientos técnicos. El proceso de industrialización tiende universalmente a transformar la
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gerencia patrimonial y política en profesional sustituyendo a los individuos por otros con más
capacidad para cumplir a la perfección el rol de directivo en función de la formación adquirida.
La profesionalización de los directivos ha dado lugar a la consideración de la dirección de
organizaciones como una carrera (al igual que la de médico o de abogado), y a la consiguiente
articulación del sistema educativo para conceder los títulos, acompañándolos de los
correspondientes conocimientos. Podría situarse esta tendencia dentro de lo que ha venido a
llamarse burocratización de la dirección. Paradójicamente, la extensión de la burocracia alcanza
al estamento directivo precisamente cuando las empresas buscan formas organizativas que
superen las limitaciones de la burocratización.
Finalmente, no podemos dejar de referirnos, aunque no nos metamos a fondo en el tema, a
una posible ampliación teórica del concepto de empresa que puede dar lugar a una expansión
del rol de director. En efecto, nos señala Touraine, cabe hablar de que el concepto de empresa
ha ido evolucionando en tres etapas: pasa de incluir sólo el poder económico y el trabajo
productivo, con prevalencia del primero; a una nueva situación con la organización como
elemento fundamental, para terminar -en la actualidad- englobando también un cierto carácter
institucional (la empresa es cada vez más una institución). De manera que el esquema final de
actividades es:
-----------------
Poder económico
-----------------
Institución
-----------------
Organización
-----------------
Comportamientos en el trabajo
-----------------------------
244
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
En esta situación podríamos definir la empresa: como algo que "no es únicamente una
organización, es también un sistema de decisión que a su vez, después del predominio de la
ejecución y la organización, se racionaliza al mismo tiempo que se politiza" (Touraine, 1973:
171).
245
ANTONIO LUCAS MARÍN
de las partes de la empresa está cumpliendo los objetivos previstos con vistas a los fines
comunes.
4. Determinación del esquema ideal de relaciones personales y sociales. Se manifiesta esto
de una manera muy precisa en el organigrama, con base en el conocimiento de las
exigencias técnicas y personales de su propia organización. De esta manera el directivo
planifica las líneas formales de comunicación y autoridad, con independencia de que la
vida misma vaya modificando la situación prevista.
5. Conocimiento técnico. Se manifiesta sobre todo en el dominio de "técnicas de
management". Otros conocimientos técnicos específicos, del tipo de tareas propias de la
empresa, también es esperado pero en un grado mínimo: comprensión genérica,
nomenclatura básica, orientaciones futuras, etc. Esta situación hará posible saber los
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asesoramientos y encargos que debe dar a especialistas y técnicos en cada uno de los
campos de interés.
Todas estas facetas señaladas del rol de directivo favorecen la adaptación del sistema, pero
igualmente existen unas características que son disfuncionales. Las disfunciones propias del rol
directivo pueden resumirse en las siguientes (Castillo, 1976:82-84):
1. Gran responsabilidad y ambigüedad del cargo. Sus decisiones tienen repercusión en el
ámbito total de la empresa debiendo adoptarlas, la mayoría de las veces, en
circunstancias de gran incertidumbre. Sea cual sea su decisión (comercial, financiera,
técnica, de personal), rara vez posee la información adecuada. De aquí que a menudo se
resienta de tan pesada carga, tanto más cuanto que ha de resolver los asuntos en escaso
margen de tiempo. La gran responsabilidad viene siendo actualmente aminorada al ser
compartida crecientemente a través del trabajo en equipo y de la existencia de una
tecnoestructura que mediatiza las decisiones dándoles un carácter menos personal. La
ambigüedad proviene del carácter supervisor del directivo sobre toda la organización, de
manera que lo que no es responsabilidad de nadie lo es de la dirección.
2. La necesidad de mantener una postura de independencia y neutralidad emocional, sobre
la que puedan descansar los demás miembros de la empresa. El trabajo en equipo evita
en buena parte este componente disfuncional del rol, pero siempre es necesario en este
puesto servir de apoyo en los fracasos e iniciativas de los demás. Es más, la expectativa
funcional de dar el espíritu de la empresa se transforma en una pesada carga de la
dirección.
3. La inseguridad del cargo. Lo que se exige a la dirección son continuas realizaciones a las
que no siempre es fácil responder. Esta situación es por supuesto más específica de la
dirección profesional, caracterizada por una constante situación de tensión y ansiedad
para conseguir unos resultados en línea con las exigencias y el momento.
Hasta ahora hemos ido hablando del rol de directivo de una manera impersonal, de los
deberes o expectativas adscritas a la posición social directiva. Pero estas posiciones son
ocupadas por individuos concretos, en función de unas motivaciones, que son parte de la
personalidad. De todas formas la estructura de la personalidad se conforma para estar en roles
246
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
sociales específicos, en este sentido se puede hablar de las motivaciones del rol de directivo
tanto en su vertiente psicológica como sociológica.
Debemos resaltar en términos genéricos que las motivaciones de los directivos no son
instrumentales, al menos comparadas con los otros roles que vamos a distinguir en la empresa.
Tienen un cierto grado de globalidad que hace que en buena parte sus deseos personales
puedan parecer como más concordantes con los de la empresa como organización. De todas
manera, no podemos olvidar que los directivos no sólo tienen una variedad de orientaciones,
sino que se caracterizan –como indica Child (1960:116-124)- por un conflicto entre ellas. Los
motivos que parecen más importantes para que los individuos se sientan atraídos por el rol de
directivo y procuren su permanencia en esta situación, a pesar de las disfunciones que supone
son, básicamente, los siguientes:
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247
ANTONIO LUCAS MARÍN
Un rol en retroceso
Las dificultades de precisar los elementos constituyentes del rol obrero provienen de la
multiplicidad existente de enfoques reformistas y sentimentales. Antes de la revolución
industrial la fuerza de trabajo estaba configurada económica y socialmente a través de los
gremios, que daban lugar a un tipo muy específico de relaciones sociales: el aprendiz se
vinculaba al maestro en unas relaciones de tipo personal y afectivo similares a las existentes en
la actualidad entre miembros de una familia. En el actual sistema de trabajo industrial el obrero
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aporta a la producción su fuerza de trabajo, y sus relaciones con la dirección han ido
reduciéndose a las llamadas relaciones sociales del mercado; esto es, el obrero entrega a la
dirección una cierta cantidad y calidad de trabajo, y recibe, en contraposición, una determinada
cantidad de dinero que le permite satisfacer sus necesidades. Por tanto, las relaciones sociales
de la dirección con los trabajadores se caracterizan por ser eminentemente de carácter
económico, mientras en el sistema gremial el aspecto económico representaba sólo una
pequeña parte.
Los primitivos obreros industriales podrían caracterizarse como trabajadores que aportaban
fundamentalmente una capacidad manual, un esfuerzo físico y una ausencia de conocimientos
técnicos; recibían en contrapartida unos salarios semanales o quincenales, muy inferiores a los
demás grupos y por tanto daban lugar a unos estilos de vida muy diferentes. Pero el incesante
cambio tecnológico a que estamos sometidos, en especial después de la segunda revolución
industrial, ha dado lugar a una rápida evolución del mismo rol, apuntándose cambios
fundamentales que ya estudiamos al referirnos a las características sociales y económicas de la
sociedades industriales avanzadas (pérdida de importancia del grupo obrero, se desdibujaba la
lucha de clases, etc.). Estamos ante un aburguesamiento de la clase obrera o simplemente ante
una nueva clase obrera. Efectivamente, en los países industrializados la vida cotidiana de la
“clase obrera” ha dejado, o está a punto de dejar, de constituir un comportamiento sociológico
especial. Todos los autores están de acuerdo en señalar que, progresivamente, la “clase obrera”
está perdiendo la mayoría de las características externas que había adquirido en su proceso de
formación histórica. También en la actualidad las diferencias del rol fundadas en criterios
tecnológicos, en incentivos, en modos de organización y en forma de sueldo, son arbitrarias.
Por todo ello, indicaba Mallet (1969) hace ya unas décadas que, una vez eliminados los criterios
sociológicos, técnicos y administrativos que pudieran definir a la clase obrera, sólo queda una
posición común a numerosas categorías de asalariados: la de ejercer un papel productivo y estar
excluidos de la propiedad o de la gestión de los instrumentos de producción a los que sirve.
Criterio único que parece que suficiente como elemento de delimitación.
En las nuevas sociedades de la información crece extraordinariamente la formación de los
trabajadores paralelamente a la necesidad de instrucción para el desempeño del puesto de
trabajo. Por eso, muchas ocupaciones que en su día podían ser calificadas como “obreras”, hoy
248
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
en día requieren de un técnico, calificado así en función del conocimiento requerido para su
adecuada ejecución.
Cuadro 9.1
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1. En plan genérico debe destacarse la importancia que para los obreros tiene el entorno
físico, al igual que al estudiar el rol de directivo nos referíamos a su aspecto humano y a
su orientación personal. El rol de obrero viene determinado en su estructura y tensiones
por el tratamiento pretendido de la materia inerte a la que intenta transformar. Esto es
lo que hace su situación muy variable y dependiente de los cambios tecnológicos.
2. Realización de tareas manuales. Se espera de los obreros una manipulación de la materia,
cada vez más unida a unas aptitudes para el manejo de máquinas y unos conocimientos
técnicos. El centro de gravedad va desplazándose paulatinamente hacia realizaciones
basadas en el conocimiento, pues el trabajo se hace en todos los campos una tarea cada
vez más simbólica y documental. Todavía se exige al obrero un gasto importante de
fuerza física y en el mismo taller mecanizado su tarea es de ser hombre al servicio de la
tecnología, ya sea esta productiva o de sistemas de información.
3. Su situación central en el proceso productivo, aunque siendo desplazados últimamente
por los técnicos. El orgullo de sacar el trabajo y de poder entregar una tarea plasmada en
249
ANTONIO LUCAS MARÍN
tanto lo que el obrero debe de hacer como las condiciones en que debe realizar su
trabajo. El rol específico del obrero dependerá mucho de la clase de máquinas con que
opere.
También vamos a señalar algunas características consideradas habitualmente disfuncionales
del rol obrero; es decir, algunas consecuencias de la definición de su rol que difícilmente
pueden ser tomadas como adaptativas, colaboradoras en el buen funcionamiento de la
empresa. Las disfunciones provienen en buena parte de considerar a este rol en una situación
genérica de tensión e insatisfacción, como planteó durante décadas la teoría crítica, de origen
marxista. Para la teoría crítica, la disfunción es esencial, de acuerdo con la tesis de la alienación
del asalariado. Para otros teóricos puede haber también unas disfunciones aparentes debido a
lo que se denomina "falacia de la dimensión dominante", al considerar un factor solamente
para explicar una situación muy compleja; el factor puede ser económico (caso de Marx) o las
relaciones sociales (caso de Elton Mayo), o cualquier otro. Se han considerado como
disfunciones del rol obrero las siguientes:
1. Las circunstancias físicas de una buena parte de los trabajos exigidos por la industria
moderna. Ya hemos ido citando anteriormente alguna consecuencia derivada de la
excesiva división del trabajo (monotonía, fatiga, rutina, aislamiento, etc.), habría que
añadir cambios de temperatura, peligrosidad física, enfermedades, ruidos y en último
lugar fatiga mental.
2. La frustración del deseo de prestigio. En muchas de las tareas es difícil conseguir
situaciones que hagan posible la autorrealización. Los intentos de dar cauce a la
necesidad de logro mediante la ampliación de tareas, el enriquecimiento, la alternancia,
etc., son parciales y limitados.
3. La incapacidad de conseguir una respuesta emocional satisfactoria de los demás, debido
al aislamiento. El trabajo no acaba de ser actividad total de grupo, por más que lo
intenten las técnicas participativas y similares.
4. Frustración del deseo de independencia. La sociedad industrial exige para la eficiencia
productiva el sometimiento inflexible a unas normas, de manera que la única posibilidad
de independencia es fuera de la producción. Los lugares de expansión en la fábrica y las
250
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
experiencias de flexibilidad en el horario han logrado muy poco para evitar esta
ansiedad.
5. Inseguridad. Materializada físicamente en las posibilidades de desempleo, tan normales
en algunos momentos del ciclo económico o ante la turbulencia de los mercados
financieros que conducen a despidos masivos como herramienta aceptada de gestión. Y
junto a esto la inseguridad social, que proviene de la parcialidad de las relaciones en la
empresa, aunque puedan estar reforzadas por relaciones informales. La inseguridad
ambiental, en la sociedad adaptativa en que vivimos, apoya este sesgo disfuncional.
6. Desconocimiento de la tecnología manejada. Incluso en la propia tarea, por hacer un
trabajo reducido y monótono, cuya síntesis con otros no es comprensible. En el ámbito
societario porque no se conocen con certeza las consecuencias de los movimientos
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251
ANTONIO LUCAS MARÍN
252
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
la función social de la propiedad. Con esta perspectiva tiene sentido la idea de que el grupo
principal de la nueva clase emergente es primordialmente una clase profesional basada en el
conocimiento y no en la propiedad.
La aportación de Bell en este campo es muy precisa y como planteamiento de futuro es
muy interesante tenerla en cuenta. En su opinión, la clase profesional -los técnicos- se
compone de cuatro niveles: el científico, el tecnológico, el administrativo y el cultural. Con un
comportamiento común, sin otro vínculo que la defensa de la idea de aprendizaje. El nivel
científico se ocupa del conocimiento básico. El técnico basa su trabajo en un cuerpo
codificado de conocimientos que intenta aplazar en la medida de lo posible. El nivel
administrativo se interesa de la administración de la organización para que cumpla sus
finalidades. El nivel cultural está comprometido con el simbolismo expresivo (práctico o
ideacional). Junto a esta clase está la de técnicos semiprofesionales, la de empleados y
vendedores, la de artesanos y obreros semiespecializados: la organización horizontal; la vertical
será por "situs": empresas económicas, Gobierno, Universidad e investigación, complejos
sociales y ejército. El troceamiento hace difícil la conciencia de estamentos. Y todo ello
controlado por el orden político.
253
ANTONIO LUCAS MARÍN
secas. Con frecuencia se han utilizado diversos vocablos para referirse a la misma realidad, tales
como técnico-científico, tecnólogo, cuadros profesionales, obreros intelectuales, tecnócratas,
etc. Quizá la forma más precisa para nuestro concepto sea la de técnico - científico, aunque una
vez explicado el término nos es más sencillo hablar simplemente de técnicos. La utilización de
los demás vocablos normalmente entraña planteamientos ideológicos.
El punto de partida histórico es la revolución científico-técnica, que anteriormente hemos
denominado segunda Revolución Industrial, indicando que se caracteriza por aplicación de la
ciencia a la producción para lograr su crecimiento intensivo. En la industrialización inicial la
ciencia va a remolque de la tecnología, de modo que, por ejemplo, los hallazgos de Watt no
son producto de la investigación científica teórica, sino que surge primero la máquina de vapor
y sólo posteriormente se llegan a enunciar las leyes de la termodinámica. Después de la
revolución científico-técnica es la ciencia la que lleva la iniciativa sobre la técnica; así, son las
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teorías en el campo de la física del estado sólido las que dieron lugar a los transistores; y lo
mismo podríamos decir de muchos aspectos de la química moderna o de la investigación
biológica o nuclear.
En esta nueva situación no cuenta sólo la experiencia para llegar a resultados satisfactorios,
sino que se hace necesaria la elaboración de modelos teóricos; es más, la ciencia se transforma
en una fuerza productiva directa, en factor de producción. Así comparece la prepotencia del
que domina la ciencia, del técnico, pues la ciencia penetra todo el proceso productivo y se
confunde con él; modifica con su aplicación todas las fuerzas productivas; se convierte en la
fuerza productiva social más revolucionaria y más general y, posteriormente, en fuerza
productiva universal. Estos son precisamente los hechos que constituyen la base de la nueva
posición de la ciencia en los procesos de civilización.
Antes de adentrarnos en la estructura del rol de técnico y de analizar sus expectativas
funcionales y disfuncionales, es interesante repasar someramente las numerosas tareas que
habitualmente realiza. Nos encontramos con técnicos en el desempeño de trabajos muy
diversos, hasta el punto de que cualquier intento de clasificarlos en categorías de actividad
corre el riesgo de quedar estrecho y no dar cabida a toda la realidad. Tenemos técnicos
cumpliendo las siguientes funciones (Schneider, 1966:184-185):
1. Como ingenieros, metidos en el proceso de producción y en su planeamiento y
realización.
2. Como encargados de la administración y organización de las empresas.
3. En las tareas de personal, tan diversas como las directivas, asistenciales, de formación,
valoración de puestos, etc.
4. Ocupándose de los diferentes aspectos económicos de la empresa: financieros,
comerciales, de contabilidad, etc.
5. En actividades de investigación pura o aplicada. Sobre todo en las grandes empresas y
en empresas públicas.
6. Como encargados de las diferentes relaciones exteriores de la empresa, en actividades
jurídicas, de publicidad, investigación de mercado, relaciones públicas, etc.
254
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
255
ANTONIO LUCAS MARÍN
especializadas- en que se aceptan una serie de principios como el del “valor del conocimiento"
que impregnan sus relaciones con el resto de los componentes de la organización. Por otra
parte, los intereses personales –prestigio, poder, libertad, retribución económica, etc.- le llevan
a mostrar de una manera adecuada la importancia de sus servicios (restricciones de
información, evitar el intrusismo, jerga profesional quizás innecesaria). Se manifiesta todo ello
en unas "maneras" de hacer en el trabajo y en el trato personal, que en términos genéricos
podríamos definir como propias de las clases medias. Esta situación no siempre es negativa,
pues puede dar lugar a una lógica de adaptación más amplia y de utilidad a largo plazo.
Se espera, en cuarto lugar, una gran capacidad de compromiso, tanto con la dirección para
conseguir mantener su autonomía, como con los obreros, empleados o mandos intermedios,
que, aunque sea indirectamente, necesita dirigir o, al menos, utilizar sus servicios. Su situación
externa a la línea de mando, sus conocimientos reconocidos y su cierta independencia de
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objetivos, le hacen especialmente apto como consejero o como mediador social en los
conflictos.
Espera, en quinto lugar, la sociedad del técnico que le dé unos modelos para facilitar la
comprensión de los problemas y oportunidades que la realidad presenta. Su formación le
permite atender a las demandas de nuestra sociedad cambiante de representaciones sencillas de
la realidad, en que se resaltan las variables en que el comportamiento pronosticable o
pronosticado se muestra más sensible. La característica fundamental de los modelos
proporcionados por el técnico será su utilidad, para ayudar en el control y administración, para
enseñar y para facilitar el diálogo. Este es el sentido preciso de la consideración de los técnicos
como conciencia de la sociedad del conocimiento.
Hay también, en sexto lugar, unas expectativas de que el técnico dé nuevas soluciones a los
problemas, que provengan de la aplicación de la metodología científica a nuevos campos,
dando lugar a una ampliación de la ciencia, sin dejar de lado componentes imaginativos y
percepciones artísticas más profundas.
Finalmente, no debemos olvidar que el técnico trabaja para una organización. Su situación
profesional de dependencia proviene del enorme encarecimiento de la ciencia, como
consecuencia de su creciente complejidad, que ha hecho prácticamente desaparecer las
profesiones liberales o al menos las ha transformado en un subapartado de los técnicos.
256
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
contradichos por los principios que mueven a las organizaciones, en especial por las de
carácter mercantil. De esta manera, las dificultades a la comunicación científica y la búsqueda
primaria del lucro dan lugar a conflictos permanentes, entre técnicos y organización, incluso
cuando ésta abandona la búsqueda del beneficio siempre queda la secuela de la oportunidad
política que pocas veces conviene con el interés científico.
También la búsqueda del beneficio o el aprovechamiento de recursos escasos, como
objetivos permanentes de la dirección, da lugar a conflictos de los técnicos con la dirección. El
técnico, con visión especializada y objetivos propios, difícilmente llega a comprender
profundamente y en su conjunto los problemas de la empresa y es la dirección la que, con
frecuencia al margen de los consejos recibidos, toma las decisiones sobre los temas
importantes que le afectan. Por otra parte, su situación en "staff" siempre es conflictiva, da
lugar a que sea objeto de críticas por parte de la línea, a la que a la vez intenta controlar para
poder llevar a la práctica sus ideas. Por otra parte, los ocultamientos de información y, en
general, los problemas de comunicación y poder, son frecuentes.
Las tensiones con los obreros, empleados o mandos intermedios, pueden venir también de
la situación en la organización, que hace que sus indicaciones no puedan llevarse a la práctica
sin la intervención de la autoridad formal, influida siempre por la lógica de la eficiencia en la
producción. Si a esto unimos las diferencias de mentalidad por formación, es fácil pensar que
los conflictos son también en este aspecto inevitables.
En general, el problema fundamental del rol de técnico es la falta de una identidad precisa.
Por una parte, están sus obligaciones con la ciencia, y en general con la racionalidad, que actúan
como elementos motivadores distintivos del rol. Por otra parte, comparte un mismo sistema
cultural y de motivaciones básicas con los directivos, a la vez que existe la tentación continua
de situar en la línea de mando, en la dirección, sus posibilidades de ascenso personal. La
superación del conflicto interno deberá venir en cada uno de los que desempeñan el rol por
una ética de servicio, tanto a la empresa de la que forma parte como a la comunidad del
conocimiento en la que se inscribe su actividad intelectual.
257
ANTONIO LUCAS MARÍN
sobre todo, en las empresas industriales- caracterizadas por una ambigüedad básica: al mando
intermedio le corresponde dar órdenes y recibirlas, mandar y ser mandado; estar en la línea de
autoridad, pero con función principalmente consultiva y de supervisión; con deberes de lealtad
a la dirección, pero también a los empleados. En las empresas de servicios también se
encuentra la figura del mando intermedio cuyas funciones se explican por analogía con las del
mando industrial.
La dificultad de la definición del rol de mando intermedio se acrecienta porque es
arriesgado detallar sus funciones, ya que varían en cada organización. Por eso, no parece fácil
unificar lo heterogéneo (Miller y Form, 1969:739). Teóricamente, tan mando intermedio es un
jefe de taller, con responsabilidad sobre media docena de hombres, como el jefe de una sección
con cientos de personas y otros mandos intermedios a su cargo. ¿Dónde se sitúa el límite entre
los directivos o mandos propiamente dichos? Con frecuencia la diferencia entre el mando y la
dirección hay que hacerla con base en las exigencias culturales, y no tanto de formación
técnica, esperada de los puestos.
En cualquier caso, la tarea de los mandos intermedios, de los encargados, de los
supervisores, de los contramaestres, de los maestros de taller, de los jefes de grupo, en
términos generales, de los mandos, es una tarea de supervisión, de seguir la pista al trabajo de
los demás para procurar la eficacia productiva. En este sentido forma parte de la dirección,
aunque por sus planteamientos culturales y estilos de vida se asemejan a los obreros.
El punto inicial para ver su evolución en la sociedad industrial es muy probablemente el
maestro de taller gremial. La revolución industrial, al homogeneizar el trabajo y prescindir en
buena parte de la profesionalidad, hace que sus funciones se refugien en las del artesano. Pero
las grandes fábricas necesitan también personas con una cierta autoridad, capacidad de mando
y conocimientos profesionales más elevados, muy emparentados con la propia realización de la
tarea. De esta manera, aparece en un primer momento claramente situado el rol de mando
intermedio, en el que la aptitud para vigilante o impulsor de la productividad tenía como
fundamento la calificación profesional. Hoy domina esta idea en las grandes fábricas, en donde
el trabajo manual en cadena continúa siendo elemento esencial; aunque la concepción de la
supervisión tiende a desaparecer donde la vigilancia está confiada a medios electrónicos.
258
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
por la evolución de los estilos de mando. Sus expectativas funcionales se pueden reducir
esquemáticamente a las siguientes (Miller y Form, 1969:244):
Cuadro 9.2
Las funciones del mando intermedio: antes y después
259
ANTONIO LUCAS MARÍN
2. Conocimientos técnicos algo más amplios que el obrero, basados sobre todo en la
experiencia, aunque cada vez más en los estudios previos realizados o posteriormente
adquiridos (cursillos).
3. Conocimientos administrativos que permitan resolver los problemas de su sección o
grupo de trabajo.
4. Manejo de personas, que supone unas condiciones personales, una experiencia, una
mayor atención por parte de la dirección para integrarlo en los objetivos de la empresa
(periódicos especiales, cursillos y contactos frecuentes con los directivos) y un repertorio
adecuado de conductas compatible con el estilo de mando que se desee dar a la
empresa.
5. Una cierta comprensión del proceso productivo, al menos a un nivel superior al del
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obrero.
Las disfunciones del rol provienen de algunos de los problemas señalados, en especial de lo
afectado que está por la evolución tecnológica, con las consecuencias nefastas que en su caso le
incumben: pérdida de autoridad, conocimientos insuficientes, pérdida de funciones que
empiezan a realizar otros departamentos o que se subcontratan a empresas especializadas.
También la doble lealtad que se espera de este rol, hacia el obrero y hacia la dirección, ocasiona
no pocos conflictos interiores.
Las motivaciones del rol de mando intermedio pueden reducirse en buena parte a las de los
obreros, con quienes comparten el sistema cultural. Pero cabe destacar un cierto deseo de
logro o de realización personal, incluso intentos de satisfacer la necesidad de poder o de asumir
mayores responsabilidades; en definitiva, todos los motivos importantes que vimos al analizar
la conducta del directivo están ahora implícitos.
El rol de empleado
Estamos ante un rol que se asemeja mucho más al rol de obrero que a ningún otro. Pero hay
una serie de factores objetivos y subjetivos que hacen necesaria la diferenciación.
Subjetivamente, los empleados se consideran más jerarquía que los obreros, por el trato
habitual y personal con los directivos, por la forma de vida más semejante a ellos, y por realizar
con frecuencia tareas en las que actúan en su representación. También los técnicos, los
mandos, los directivos y los obreros se consideran diferentes del empleado.
El trabajo del empleado administrativo está enmarcado en las reglas que, ya vimos, definen
las realizaciones burocráticas. Su desarrollo histórico hay que examinarlo también desde la
perspectiva señalada por Weber de expansión de la burocracia y más estrictamente, como
hemos indicado al referirnos al rol de directivo, en el fenómeno de "burocratización de la
dirección".
Desde principios de siglo el incremento de personal que ocupa la situación de empleado
administrativo en la empresa ha ido creciendo continuamente, a una velocidad mucho mayor –
prácticamente el triple- que el aumento experimentado en los obreros.
260
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
261
ANTONIO LUCAS MARÍN
aplicarse para otros roles. Las bases teóricas coinciden, por eso estudiaremos primero el "role
playing" para terminar con una referencia simple al "modeling".
Los principios sobre los que se basan las técnicas para la modificación de la conducta están
ya bien establecidos. Desde hace algún tiempo, los psicólogos han dirigido la investigación a
demostrar la eficacia de la imitación, del reforzamiento positivo y de la práctica en el
aprendizaje de situaciones. Los psicoterapeutas, de hecho, han tenido recientemente
considerables éxitos en cambiar la conducta usando técnicas que caen bajo el término
descriptivo de "modificación de la conducta". De la misma forma que muchos de los
problemas tratados por los psicoterapeutas llevan consigo dificultades en las relaciones
personales o sociales, ocurre con los problemas de mando o dirección y en la adaptación de
grupos minoritarios en las empresas industriales.
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Por esta razón, la modificación de la conducta parece ofrecer un puente entre las técnicas
de terapia clínica y la práctica de psicología industrial. Un individuo puede apreciar la necesidad
de cambiar y puede desear cambiar, pero puede no saber cómo comportarse diferentemente.
Necesita adquirir un amplio repertorio de conductas, más que adquirir conocimientos teóricos
sobre el tema.
Los intentos de la modificación de la conducta difieren del punto de vista más tradicional
del aprendizaje, pues la característica distintiva de este segundo enfoque no es intentar cambiar
directamente las actitudes de los participantes, sino conseguir la nueva conducta a través de
lecturas sobre los caminos rectos o equivocados de realizar la tarea de mando. En su lugar, el
objetivo de los programas de modificación de la conducta es: implantar respuestas más
adaptables a la variedad de problemas que los obreros y el mando encuentran en su trabajo de
cada día; se intenta obtener directamente cambios en la conducta sin pretender primero
cambiar actitudes. Como la teoría de la disonancia cognoscitiva sugiere, el cambio de actitudes
debería seguir al cambio de conducta. Específicamente, si uno tiene una conducta con éxito,
conduciéndose por un camino que es diferente a su respuesta característica y habitual ante una
situación problemática, sus actitudes tenderán a cambiar para hacerse consistente con su nueva
conducta.
Una relación tan concreta como la que existe entre un director y sus subordinados, aunque
confinada a un planteamiento de empresa, es sobre todo una relación social, que es lo crítico
para un grupo de trabajo afectivo. Un director cualquiera, y por extensión el mando
intermedio, frecuentemente experimenta dificultades para desempeñar su rol, de forma
adecuada, en problemas humanos que implican motivación, comunicación o reconocimiento.
De hecho, muchos jefes con frecuencia actúan de forma poco adecuada con respecto a tales
problemas, lo que da lugar a dificultades crecientes en sus relaciones con los subordinados. Un
buen ejemplo de conducta mal llevada es la del director que, en un intento de motivar a un
empleado se hace incluso menos efectivo y más hostil hacia el jefe.
De la misma manera que los principios de modificación de la conducta están siendo
aplicados con éxito en situaciones clínicas para cambiar conductas desviadas, parece razonable
esperar que la efectividad de un jefe o de un empleado podría ser mejorada. Más que para
tratar de cambiar su estilo de dirección o de obediencia -una tarea muy difícil-, un programa de
262
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 9.3
Descripción de la representación de papeles
Ejemplo. 1 Entrevista en el Despacho del Director.
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Papel 1: Juan Villa, director. Como director de la División de Archivos Centrales de una empresa de servicio
público es usted responsable de los registros de los residentes en la localidad a los que ha de hacerse la facturación de
los servicios prestados por la empresa. Entre los jóvenes administrativos del archivo que usted dirige se halla
Roberto Díaz, uno de los empleados más modernos. Cada vez que le mira está tonteando: discutiendo con uno de
sus compañeros, de charla con su mecanógrafa, yendo a los servicios. Sólo cuando le pide usted que le indique cómo
va su trabajo empieza precipitadamente a tirar de los archivos o a volverlos a colocar. Se pregunta cómo puede
hacerlo bien. Sospecha que Díaz puede estar "cediendo" una parte de su trabajo a los demás cuando no lo ven. Es
muy sociable y popular entre sus compañeros de trabajo, a muchos de los cuales parece que no les importa que se
distraiga mientras ellos están continuamente trabajando de firme. como el presidente de la empresa y sus invitados
vendrán mañana para una visita de inspección, se da usted cuenta de la necesidad de actuar rápidamente. De manera
que le ha dicho a su mecanógrafa que llame a Díaz para que vaya a su despacho. Espera usted llegar al centro del
problema.
Papel 2: Roberto Díaz, administrativo de Archivo. Entró usted en esta empresa hace seis semanas. Como vive
en casa de sus padres y su familia no le pide nada, está usted satisfecho con el sueldo. Siempre ha sido usted rápido y
este puesto ya le resultó monótono desde la segunda semana. Pero con pausas de charla ha logrado usted que la
rutina sea bastante tolerable. De vez en cuando le dan trabajo de otro, además del suyo. Puede correr con el suyo,
porque lo organiza bien antes de empezar cada tarea. Le gusta a usted su jefe, el señor Villa, pero se siente
desconcertado porque siempre parece que le coge a usted desocupado. Está desocupado porque trabaja de prisa y no
hay suficiente trabajo para usted. Tal vez tenga un poco de envidia por la popularidad que usted tiene con su
mecanógrafa y los demás compañeros. Pronto sabrá lo que piensa, porque Susana, su secretaria, le ha pedido que
vaya al despacho del señor Villa.
Representación de papeles
Una de las maneras para explorar, revisar y evaluar las conductas alternativas y más adaptables
de los mandos como respuesta a las situaciones o circunstancias particulares se realiza mediante
representación de papeles (role-playing). Esta técnica se centra en aspectos muy específicos de
la conducta, tales como dar reconocimiento, asesorar a los empleados en un cambio, de
manera que venzan su resistencia a él, enseñar y persuadir a un empleado deficiente a realizar
mejor su tarea, orientación a un nuevo empleado, etc. Las actitudes se espera que caigan en
línea con las nuevas conductas que los jefes desean practicar cuando procuran ser agradables
263
ANTONIO LUCAS MARÍN
en el trato con los subordinados, en un camino que ellos pueden haber aprendido verbalmente
en el pasado, pero que nunca han sabido en realidad cómo llevar a la práctica.
Según Sorcher, los objetivos del role playing en la formación de supervisores son: mostrar a
los supervisores que hay respuestas distintas y más adaptadas a las diferentes situaciones que las
realizadas naturalmente; mostrar la conducta apropiada de liderazgo de los mandos para que
sea consistente con los elementos determinados; reforzar la conducta de adaptación del
liderazgo; dar práctica en conductas de adaptación y así hacer reducir la ansiedad por parte del
mando, que tiene lugar cuando la gente está actuando por vías que no son inicialmente
naturales para ellos; inculcar la relevancia de nuevas conductas, a través de envolvimiento
personal en situaciones reales y críticas con otras personas iguales; demostrar que es posible
generalizar conductas específicas de liderazgo a otros tipos de situaciones, y hacer crecer la
flexibilidad de un supervisor para ayudarle a expandir su repertorio de conductas.
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264
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
En resumen, estamos ante una nueva metodología, para conseguir pasar del modelo
tradicional al de modificación de la conducta. Para ello debemos de tener en cuenta que el
objetivo último de cualquier curso para directivos está, no sólo en dar una información sobre
unos problemas, sino principalmente en conseguir unos cambios en su conducta que den lugar
a unos resultados más positivos en el trato diario con los subordinados. De esta manera,
siguiendo los fundamentos del aprendizaje social (basado en la imitación y repetición) y
numerosas experiencias de psicólogos y sociólogos, se ha visto que, efectivamente, en muchos
casos es más eficiente intentar dar la experiencia de la nueva conducta que transmitir una
información que posibilite el cambio de actitudes y ulteriormente de conductas.
Cuadro 9.4
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Modelo Tradicional
NUEVAS COMPRENSIÓN
CONDUCTAS CAMBIOS DE DE LA TEORIA
APRENDIDAS
RESULTADOS ACTITUDES Y QUE EXPLICA LA
POR EFECTIVIDAD DE
REPRESENTA
SUPERIORES VALORES
LA NUEVA
CIÓN DE CONDUCTA
PAPELES
265
ANTONIO LUCAS MARÍN
En él vemos que se espera una más fácil y más eficaz comprensión de la teoría, partiendo
de la experiencia vivida.
Las dificultades de este segundo modelo son fundamentalmente de orden práctico, pues
conseguir con eficacia una representación de papeles requiere una especial formación y
experiencia de los monitores, a la vez que una preparación más compleja de cada una de las
unidades didácticas. El empleo de medios audiovisuales es una ayuda eficaz para que el modelo
propuesto, al que hay que imitar realizando su papel, sea captado con toda intensidad (es, por
ejemplo, interesante la grabación en video-tape, para reexaminar la propia representación).
Pero el planteamiento teórico no ofrece dificultades.
Cuadro 9.5
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Nuevas Comprensión
Cambios de conductas de la teoría Desarrollo de
conducta en aprendidas por que explica la la comprensión
representación efectividad de teórica
el trabajo
de papeles
la nueva
conducta
La técnica de modelado
En el modelado (modeling) se intenta la modificación de la conducta en la línea hasta ahora
expuesta. La diferencia está en el empleo de medios audiovisuales que hagan más definida las
expectativas del rol que se pretende imitar. Por este motivo la técnica es más radical, pues no es
necesario poseer antes un modelo claro y todo se da muy elaborado. Y la eficacia en el cambio
de actitudes es mayor.
El modelado ahora incorpora representaciones de interacciones por medio de películas o de
video tapes. Aparecen un director y un subordinado, en situaciones que se intenta presentar
como efectivas. Cada secuencia grabada es introducida por una figura ejemplar (por ejemplo, el
mando modelo de la fábrica, o un líder obrero), que define, en términos concretos y
apropiados, el sentido en que las conductas serán modeladas durante la secuencia que sigue. El
personaje modelo hace también unas conclusiones de la situación después de la secuencia de
conducta como un reforzamiento adicional para el modelo de conducta. El uso de una
introducción y conclusión de la grabación por un individuo de reconocido "status" para todos
es un aspecto crucial del procedimiento de modificación de conducta de los participantes. El
modelo de conducta debería ser percibido como deseable y apropiado en la situación descrita y
266
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
es más que probable que se perciba como tal si el director modelo se observa que da un
beneplácito a la conducta.
Una sesión de modelado debe incorporar un cierto número de factores que distinguen este
procedimiento de los tradicionales films didácticos. Por ejemplo, las conductas apropiadas a
adoptar deben ser muy evidentes. También el reforzamiento del modelo es un aspecto
fundamental de este procedimiento, y debe ser obvio.
El guión usado para hacer la grabación para el enfoque de modelado describe típicamente
escenas de trabajo realizado que llevan una cierta carga de ansiedad para el modelo (y para los
participantes en la vida real también). Podrían referirse a situaciones tales como: de qué manera
un mando podría enfrentarse con un empleado insubordinado, o cómo conduce una
realización de entrevista de valoración.
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Capítulo 10
LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LAS
ORGANIZACIONES
Pablo García Ruiz y Antonio Lucas Marín
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ANTONIO LUCAS MARÍN
sobre la utilización precisa del concepto “estructura social”. La sociología, al igual que las demás
ciencias sociales, se caracteriza por una pluralidad de paradigmas y orientaciones teóricas acerca
de la estructura social. Pluralidad de orientaciones que provienen de la diversidad de tradiciones
de análisis teóricos. Sociólogos como Blau, Merton, Homans, Coleman, Parsons, Lenski,
Bottomore, Lipset, Coser, Giddens y Archer, tienen diferentes concepciones de la estructura
social; esto puede verse con claridad al estudiar cuestiones tales como la antítesis del concepto
de estructura, la imagen mental que los autores tienen de la misma estructura, las raíces del
enfoque desde el que estudian la estructura social y el rango de la visión con que estudian el
fenómeno. En este sentido, para Homans y Coleman las estructuras sociales están enraizadas en
el proceso psicológico de la conducta individual, especialmente en las elecciones racionales de
los individuos al buscar cómo maximizar los premios o beneficios esperados a través de su
conducta; para Merton, Blau, Lipset y Coser las características de la estructura social están sólo
en factores sociales; mientras otros autores consideran que las características de la estructura
social vienen determinadas por condiciones externas, bien sean elementos culturales (caso de
Parsons) o del progreso tecnológico (Lenski y Bottomore). Tanto para Giddens como para
Archer, la estructura es un concepto dinámico en interacción recíproca con las prácticas de los
sujetos a los que condiciona y de los que recibe una continua revitalización.
La idea de estructura social ha ido incorporándose a las demás ciencias sociales desde el
campo de la antropología. La utilizaron Murdock y Radcliffe-Brown como tipología
taxonómica, y Levi-Strauss, en su intento de descubrir los universales humanos a un elevado
grado de abstracción. De todas maneras, la tradición central en sociología parece seguir el
sendero marcado por Radcliffe-Brown en 1940 al considerar la estructura social como un
sistema de relaciones sociales entre diferentes partes de la sociedad o del grupo.
En lengua castellana la etimología de la palabra “estructura”, tiene un cierto sentido
constructivo, de disposición de cosas en un orden determinado, pues procede del latín struix,
que significa la reunión ordenada de un conjunto de cosas. Así, una primera aproximación al
concepto de estructura sería "la caracterización de un todo por las relaciones mutuas que indican
la distribución y el orden de sus partes". La estructura social reúne cinco características básicas:
totalidad, interdependencia, permanencia, desigualdad y realidad. Veámoslas separadamente:
270
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
1. Al hablar de estructura social nos estamos refiriendo a un todo identificable, con una
realidad fuera de toda duda, al menos en sus efectos, y con una unidad que no es
reducible a un mero agregado de elementos diversos íntimamente relacionados. La
estructura, al igual que la Gestalt (forma) de la teoría del campo psicológico de Kurt
Lewin, es algo más que la suma de las partes, porque incluye sus relaciones, y esta red de
interconexiones añade un elemento significativo.
2. La idea de totalidad mencionada en el concepto de estructura permite superar los
estudios parciales de causalidad aislada y proceder a análisis generales de interdependencia o
interrelación. La interdependencia surge en la medida en que hay distinción entre
elementos parciales que se necesitan mutuamente.
3. A lo estructural se le concede siempre un cierto grado de constancia o permanencia. En
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consecuencia, el estudio de la estructura social, sea cual fuere el enfoque que se adopte,
lleva la idea de búsqueda de lo persistente, de lo permanente. No es que se consideren las
estructuras sociales como algo inmutable, sino que lo son relativamente; considerándose
que el cambio en las estructuras es un fenómeno histórico que no ocurre continuamente.
Al estudiar estructuras se buscan las relaciones sociales de interdependencia que tienen
un cierto grado de permanencia.
4. Por otra parte, la estructura social se caracteriza por referirse siempre a pautas de
desigualdad, de distinción entre partes, de distribución no homogénea entre los diferentes
componentes del todo. La idea es que existe una cierta persistencia de situaciones
diferenciales, con consecuencias prácticas en muchas manifestaciones en la vida de los
individuos y de los grupos. Por eso, una estructura social indiferenciada es una
contradicción en los términos. Para analizar la estructura social hay que estudiar las
diversas formas de diferenciación entre la gente, sus interrelaciones y las condiciones que
las producen y sus implicaciones.
5. Una última idea sobre lo que se considera que es la estructura social está en su realidad,
en la constante referencia a lo empírico o constatable. El problema está en precisar en
qué consiste la "realidad social", diferenciándola de lo que es simplemente "apariencia
de realidad". En cualquier caso, hay que considerar que tanto la "realidad social" como
la "apariencia de realidad", con frecuencia difíciles de distinguir, tienen consecuencias
reales para el comportamiento de las personas concretas, que orientan su actividad no
tanto según la realidad de las cosas sino según la percepción que tienen de cómo es el
mundo que les rodea.
La aplicación de este esquema conceptual a las organizaciones conduce a la consideración
tanto de su dimensión formal –establecida por la planificación de la dirección- como de su
dimensión informal –resultado de la interacción espontánea entre sus miembros.
271
ANTONIO LUCAS MARÍN
social). Más que las relaciones entre las personas, se debería quizá hablar de relaciones entre
los roles –posiciones y tareas- que desempeñan las personas en el seno de una organización.
De acuerdo con el concepto que se acaba de desarrollar en el epígrafe anterior, las
relaciones estructurales abarcan la totalidad de la organización, en el sentido de que todos los
roles presentes en ella están en mutua interdependencia respecto de los demás. Las
relaciones estructurales tienen cierto grado de estabilidad y muestran las diversas formas de
desigualdad propias de una organización (acceso a información, autoridad, etc.). Las
relaciones estructurales son reales en el sentido de que influyen realmente en el desempeño
de rol por parte de cada miembro de la organización y son imprescindibles para comprender
los procesos que componen la vida organizativa.
La estructura social de las organizaciones surge como consecuencia de la puesta en
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práctica de tres decisiones básicas: la división del trabajo, la jerarquía de autoridad y los
procedimientos de coordinación consiguientes.
a) La división del trabajo significa la distribución de tareas y responsabilidades con la que
surge toda organización. Su sentido reside en el incremento de la eficacia mediante la
especialización. Con la división del trabajo aparece la necesidad de diseñar qué tiene
que hacer cada uno de los miembros de la organización, lo que se conoce
habitualmente como “diseño de los puestos de trabajo”. Este tema fue estudiado con
detalle desde la óptica de la Organización Científica del Trabajo y, más recientemente,
por la llamada “reingeniería de procesos”, que busca dar con la manera más eficiente
de repartir las tareas entre los miembros presentes en un proceso dado. Esta
distribución de tareas entre los miembros recibe el nombre de “diferenciación
horizontal”. Todos tenemos experiencia de las ventajas de la diferenciación
horizontal: cuando queremos apagar un fuego que está lejos de la fuente de agua, es
más eficaz formar una cadena en la que el cubo pasa de unas manos a otras que ir y
venir cada uno de la fuente al fuego. Lo mismo ocurre cuando se trata de enviar una
gran cantidad de cartas: uno se especializa en rellenar los sobres, otro en cerrarlos y un
tercero en poner el sello: así se termina antes la tarea porque cada uno adquiere
rápidamente destreza en su pequeña y concreta misión.
Como consecuencia inmediata de la diferenciación horizontal surge la necesidad de
integración de las tareas individuales. La integración consiste en asegurarse de que cada cual
realiza su actividad de manera coherente con las actividades de los demás: que va a la
velocidad adecuada, que sigue el orden esperado, que no hace cosas que dificulten la tarea de
los demás.
b) Jerarquía de autoridad: consiste en determinar a quién le corresponde tomar las
diversas decisiones. Es la distribución de la capacidad de decisión entre las diversas
posiciones. En una trainera es el timonel quien debe decir cuándo se rema y cuándo se
para. Si cada remero decidiera por su cuenta si avanzar o girar, sería imposible avanzar
con un mínimo de agilidad y seguridad. Lo mismo ocurre en las organizaciones
complejas: debe quedar claro quién puede tomar cada tipo de decisiones para que el
resultado final se alcance con eficiencia. La jerarquía de autoridad establece la llamada
272
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
273
ANTONIO LUCAS MARÍN
La representación gráfica de ese orden da lugar al conocido organigrama. Esta nos ofrece
una perspectiva sinóptica acerca de las relaciones estructurales de la organización de que se
trate. Por organigrama se entiende, pues, aquella representación gráfica –lo más clara, precisa
y sintética posible- de las relaciones estructurales de cada organización. El organigrama es un
mapa, una representación del esqueleto de la organización, una instantánea de su
diferenciación e integración interna en un momento dado. A.C. Morales (1997:45-48)
enumera algunas de sus características y propone un ejemplo (ver Cuadro 10.1.), que
comentamos a continuación.
La información que aporta visualmente el organigrama es la siguiente:
- posiciones o puestos de trabajo.
- relaciones jerárquicas entre los roles y definición de una red de autoridad.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 10.1
Organigrama
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ANTONIO LUCAS MARÍN
espontáneas de simpatía, que dan lugar a una interrelación prolongada, de la que el mismo
grupo no es muy consciente. Estamos, pues, en primer lugar, ante unos grupos primarios, con
un número reducido de miembros, relaciones personales cara a cara y de naturaleza afectiva
duradera. Por otra parte, su creación es espontánea; surgidos de unas relaciones psicológicas y
sociales no previstas, sin objetivos muy definidos, con una estructura elemental en que se
aprecian normas de conducta y situaciones de poder de las que no hay una plena conciencia
individual. Estos grupos dan lugar a la organización informal de la empresa, que debe
entenderse siempre de manera analógica, pues en la esencia de los grupos informales está no
dejarse organizar.
Las relaciones sociales que dan lugar a los grupos informales surgen en la empresa industrial
por múltiples causas. En primer lugar, tienden a crearse alrededor de las relaciones formales,
pues, es lógico que las relaciones de trabajo vayan ampliándose y perdiendo el carácter
impersonal, introduciendo elementos no estrictamente racionales. Igualmente la limitación de
relaciones formales o su excesiva delimitación da lugar a que los individuos busquen
situaciones muy variadas de expansión afectiva, juegos, bromas, con un cierto paralelismo con
las de trabajo.
En el siguiente gráfico –que sigue la técnica de los sociogramas de Moreno- se puede ver un
ejemplo de cómo se distribuyen los grupos informales a lo largo de la empresa. Son
particularmente frecuentes los agrupamientos:
1. Por razón de la permanencia constante en un lugar de trabajo común, por ejemplo,
entre los trabajadores de una línea de ensamblado (Cuadro 10.3-I);
2. Por razón de la igualdad de posición, a pesar de la separación espacial en el local de
trabajo, por ejemplo, entre contramaestres (Cuadro 10.3.-II);
3. Por razón de posiciones de igual prestigio, pese a la separación espacial en el lugar de
trabajo, por ejemplo, entre soldadores y torneros, etc. (Cuadro 10.3.-III), y
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 10.2
Diferencia e integración: Un ejemplo
ILPILSA es una empresa española dedicada a la fabricación y venta de productos derivados de la leche, en
particular yogur y postres (flan y cuajada). Para ello dispone de dos fábricas, situadas en Gerona y Santander;
tiene dos centros recolectores de leche cerca de cada fábrica y seis almacenes distribuidores regionales. Sus ventas
ascendieron a 80 millones de euros en el año 2000. A pesar de que, tradicionalmente, la empresa tenía una
reducida presencia en las grandes superficies, en los últimos años se ha intensificado de forma progresiva su
presencia en este canal. Sin embargo, vende básicamente a comercios detallistas, que representan un 80% de su
facturación.
La empresa cuenta en estos momentos con una plantilla de 500 personas. De la dirección general dependen,
como función de apoyo, el departamento de Control, y como funciones operativas, los cinco departamentos en
que se divide: Compras, cuyo director coordina las dos unidades de compra de Gerona y Santander; Dirección
Industrial, que coordina a los directores de las dos fábricas; Comercial, que coordina las actividades de los seis
almacenes de distribución; Dirección Financiera y Servicios Generales.
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Las funciones del “controller” se centran en coordinar la puesta en práctica del plan estratégico, el
cumplimiento de presupuesto y la información mensual sobre resultados. De él dependen funcionalmente los
administrativos de cada una de las dos fábricas.
El director de Compras se encarga de la realización de las compras a los proveedores, según las
especificaciones, condiciones de pago y características de los materiales indicadas por la Dirección Industrial y el
departamento financiero. De la dirección de Compras dependen los dos centros recolectores de leche.
El director industrial se responsabiliza de la Ingeniería de Calidad, de la Ingeniería de Procesos, de la
programación mensual de la producción y de la contratación de personal en las dos fábricas. Las actividades de
las fábricas son coordinadas por el director industrial, que fija las políticas a largo plazo, aunque hay una cierta
descentralización para determinadas decisiones de inversión. La fabricación está supeditada a las peticiones del
departamento comercial, de manera que se puede cambiar el programa de fabricación si así lo aconseja el director
comercial. En la sede central están los dos departamentos de Ingeniería de Calidad y de Procesos. La
planificación de la producción se hace a nivel nacional mediante un proceso informático que permite optimizar
los recursos. A partir de esta planificación general, cada fábrica y cada centro regional hace la suya propia.
Cada una de las fábricas –de unos cien trabajadores- está dirigida por un director de fábrica, que depende
jerárquicamente del director industrial. En tareas de apoyo, hay un administrativo que depende funcionalmente
del “controller” de la sede central. En ambas fábricas hay cinco departamentos con un responsable al frente de
cada uno de ellos, en dependencia jerárquica del director de fábrica. Además, estos centros disponen de: a)
almacén de materias primas dedicado a la recepción y custodia de ingredientes y materiales de embalaje; b)
departamento de producción, que coordina a los encargados de cada uno de los dos turnos del proceso
productivo; de él dependen las secciones de proceso, envasado y almacenaje de productos acabados; c)
laboratorio, que depende funcionalmente de ingeniería de calidad de la central; realiza el control de calidad de los
ingredientes recibidos, de los productos en curso y de los terminados; d) mantenimiento, que depende de
ingeniería de procesos de la central, y se encarga del mantenimiento de equipo y de la generación de energía para
la fábrica; e) administración, que depende funcionalmente de la dirección financiera central.
La dirección comercial se responsabiliza de la política de precios, de la distribución y la promoción.
Igualmente, tiene a su cargo las negociaciones con las grandes superficies e hipermercados. Del director comercial
dependen los directores de los seis almacenes distribuidores regionales, con los que negocia la política comercial
para cada zona. Cada almacén cubre unas diez rutas de venta y está estructurado en cinco departamentos:
almacén, servicios generales, marketing, administración y supervisores de ruta, de los que dependen los
responsables de ruta (dos personas por cada recorrido). Los responsables de ruta se encargan también de la
recogida de pedidos y, en ocasiones, del cobro a los comercios pequeños.
El directo financiero se responsabiliza de la contabilidad financiera y analítica (ayudado por una asesoría
externa), según las indicaciones del departamento de Control. Igualmente, asume la gestión de cobros y de pagos
a clientes y proveedores, de la relación con bancos y entidades financieras, y de la informática.
Fuente: adaptado de Morales, 1997:45-46
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 10.3
Sociograma: las relaciones informales en la organización
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La empresa industrial moderna presenta estos diferentes universos que hemos ido viendo
desde una situación abstracta, considerando las posiciones sociales. Todavía se amplía y
complica el esquema de influencias, si se considera en cada empresa concreta las necesidades
personales de los individuos que ocupan las posiciones. Pues bien, la "masilla" de toda la
organización está formada por los agrupamientos informales, que familiariza con las tareas,
supera las rigideces de los sistemas de posiciones y da soluciones de compromiso, donde la
jerarquía informal señala situaciones óptimas inalcanzables. Por este motivo, los grupos
informales son el factor de integración más importante de la empresa en general, de aquí la
preocupación de los departamentos de relaciones industriales de las grandes empresas para
promoverlos. Pero no debe olvidarse nunca al estudiarlos, con sus funciones y disfunciones,
el carácter ambiguo -conflicto y cooperación- que corresponde a toda organización humana,
y que su actuación depende de algo tan indeterminado como el espíritu que las anima.
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Complejidad
La complejidad de una organización es el resultado de sus decisiones de diferenciación
vertical y horizontal, es decir, el número de niveles jerárquicos junto con el número de
unidades productivas o de apoyo en que se estructura una organización. Obviamente, una
empresa en la que hay muchos niveles jerárquicos y un gran número de departamentos en
cada uno de los niveles de autoridad, presenta una estructura mucho más complejas que
aquella en que esta dimensión es más reducida. La complejidad de una organización facilita o
dificulta el flujo de información y de decisiones, por cuanto el número de sujetos que emiten
o reciben información y decisiones fluctúa, facilitando o dificultando una comunicación
certera. Siempre es más fácil decidir y actuar cuando son pocas las personas implicadas en un
proceso que cuando hay muchas con voz y voto.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Centralización
La centralización se refiere al nivel jerárquico en el que toman las decisiones. Cuanto más
alto es el nivel donde se toman las decisiones, más centralizada es una organización. Cuanta
mayor autonomía tienen los niveles inferiores de la jerarquía de autoridad para tomar
decisiones por sí mismos, más descentralizada es una organización. Obviamente, la
descentralización significa que las decisiones se toman por aquellas personas más cercanas al
problema que surge, pero también implica una mayor necesidad de integración
(coordinación y control) entre las diversas unidades que toman decisiones.
Volviendo al ejemplo del cuadro 10.1., la decisión acerca de descuentos a las grandes
superficies la puede tomar el director general, el director comercial, el jefe de marketing de
un almacén regional o el responsable de ruta que tenga a ese hipermercado en su recorrido.
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El grado de centralización varía según quién sea el encargado habitual de tomar ese tipo de
decisiones. Si no es la sede central quien toma la decisión, entonces, el jefe de marketing de
una zona deberá intercambiar información con sus homólogos en otras zonas, para evitar
conflictos entre los diversos clientes importantes de la empresa. Si la decisión la toma el
responsable de ruta, deberán actuar coordinadamente con los demás encargados de ruta que
venden a comerciantes al por menor, para no generar situaciones excesivamente
problemáticas. Una política de precios mal coordinada puede dar lugar a perjuicios
comparativos que conduzcan a la pérdida de clientes o al deterioro de la imagen de la
empresa. Para evitar ese problema, se puede centralizar la decisión en un nivel más elevado
de la organización –el director comercial, por ejemplo- pero entonces es necesario que los
jefes de cada zona le informen bien acerca de las demandas y circunstancias de los diversos
clientes para que la decisión pueda tomarse con todos los datos relevantes. Lo que no está
asegurado es que una solución global sea adecuada para todos y cada uno de los clientes.
La centralización de la autoridad implica, por tanto, que las decisiones se toman por
personas que no viven directamente los problemas sino que son informados por otros, lo
cual implica, al menos potencialmente, dos problemas:
1. El proceso de decisión es más lento, pues requiere de una comunicación de ida y
vuelta entre niveles jerárquicos.
2. La comunicación puede sufrir distorsiones, lo cual es más probable cuanto mayor es la
complejidad de la organización, es decir, cuanto mayor es el número de unidades y
niveles jerárquicos implicados en el proceso de decisión.
Formalización
La formalización se refiere al grado en que las normas explícitas y los procedimientos
escritos gobiernan las actividades de una organización. Incluye la existencia de manuales de
actividades, políticas escritas, descripciones de puestos, sistemas de gestión generales (como
los sistemas de evaluación por escrito, los pedidos de producción, los formularios para
información interna, etc). Los programas informáticos de gestión integrada suponen un
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
–en el sentido peyorativo de la palabra- en la organización, pues hay que dedicar tiempo a
rellenar los formularios, impresos y notificaciones que la comunicación formalizada exige;
por otro lado, el mismo tiempo dedicado a tareas burocráticas, hace que las posibles
respuestas de la organización ante problemas o situaciones imprevistas tarden más en
producirse. Además, la comunicación formalizada implica menor riqueza en la información,
pues a veces no es fácil traducir los matices y otros aspectos cualitativos importantes de
muchas situaciones a datos o breves anotaciones en un formulario preestablecido. La síntesis
que exige la comunicación formalizada tiene las ventajas de la concisión y la dedicación de
atención sólo a los indicadores centrales de la gestión; sin embargo, pierde capacidad de
observación de posibles novedades o detalles que no encajan en el esquema formal y que
pueden llegar a ser importantes.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
actividades a las demandas cambiantes de los clientes. Es el caso en el que algunas entidades
financieras dan libertad a los comerciales para fijar el interés al que conciertan préstamos con
otras empresas. La fórmula ha dado resultado para aumentar el volumen de negocio y para
retener clientes importantes. Ahora bien, esta descentralización exige otros mecanismos de
integración (coordinación y control) para que la organización no se deslice hacia el caos.
Otras organizaciones buscan simplificar la complejidad estructural que su historia
reciente o pasada ha generado, y que en la actualidad es más una rémora que un beneficio.
Por ejemplo, muchas compañías de seguros han adoptado estructuras simples en las que
apenas hay dos o tres niveles jerárquicos operativos. Si antes las tareas de dividían por
productos ahora se estructuran por clientes. Antes había un técnico comercial en seguros de
vida, otro en automóviles, otro en riesgos del hogar, otro en accidentes, etc., y un supervisor
por cada seis técnicos, varios coordinadores de área, un jefe para cada área, otro jefe para
cada zona, etc., con la estructura plana se simplifica tanto la diferenciación horizontal y
como la vertical. Ahora, cada técnico conoce y promociona todos los productos entre su
cartera de clientes y opera como agente autónomo dependiente del jefe de zona. Esta
simplificación ha sido posible gracias a la disponibilidad de información, conocimiento y
recursos a través de las redes informáticas internas, que evitan procesos recurrentes y
preguntas repetitivas. Cada técnico dispone de la información en red necesaria como para
gestionar todos los productos disponibles. Cada jefe de zona puede controlar directamente
un número mayor de técnicos y actividades. De esta manera, se eliminan niveles jerárquicos
intermedios, con lo que la organización gana en simplicidad y puede aportar un mejor
servicio al cliente, dispensándole un trato personalizado, sin tener que enviarle de forma
sucesiva a diversas ventanillas y sin tener que explicar sus circunstancias individuales a
diferentes técnicos especializados.
Otra razón que conecta estrategia con estructura es la posición competitiva que una
empresa u organización quiere poner en práctica dentro de su sector de actividad. La
literatura sobre dirección estratégica ha desarrollado diversas tipologías de alternativas
competitivas que no podemos desarrollar aquí (Mintzberg, Quinn y Ghoshal, 1999). Las
alternativas estratégicas consisten en aquellas cualidades del servicio o del producto que
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
energías a actividades muy específicas. Cada una de estas decisiones de negocio influye sobre
el diseño estructural de la organización. Cada una de ellas es importante para poner en
práctica la estrategia competitiva escogida.
La estructura funcional
La estructura funcional es el conjunto de relaciones entre roles y unidades que surge como
consecuencia de una diferenciación interna orientada a la especialización de las tareas en busca
de economías de escala. La organización se estructura en departamentos y unidades que
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ANTONIO LUCAS MARÍN
La comunicación sigue, por eso, un flujo vertical: decisiones desde la dirección a los
departamentos y unidades, e información, desde los niveles jerárquicos más bajos hacia la
alta dirección. La comunicación horizontal es escasa y poco relevante porque, por una parte,
cada departamento está especializado en sus propias tareas y difícilmente podrá aportar valor
a otras actividades; por otra parte, las decisiones se toman en un nivel jerárquico superior,
por lo que la comunicación entre departamentos no tiene carácter vinculante ni decisorio.
Las organizaciones funcionales tienden, por todo esto, a desarrollar estructuras simples,
poco complejas, muy centralizadas y con un grado de formalización relativamente bajo ya
que incluye pocos niveles jerárquicos distintos. De esta forma, está bien diseñada para ejercer
un control efectivo sobre las actividades, tiene una capacidad de comunicación fluida y está,
así, en condiciones de dar respuestas relativamente rápidas a los cambios en su entorno.
Sin embargo, tiene también algunas limitaciones importantes, que se derivan de que su
único elemento de integración es el director general. La capacidad de recibir información y
resolver problemas de una única persona es la principal limitación para el crecimiento de este
tipo de organizaciones. La escasez de tiempo causa la imposibilidad de impulsar nuevos
proyectos, entre otras cosas, porque el director general suele tener que solucionar muchos
asuntos de la gestión diaria que generan fricciones o desencuentros entre los diferentes
departamentos. Además, como sólo el director general tiene la visión de conjunto, no es
fácilmente sustituible cuando se ausenta por alguna razón, por lo que la marcha de la
organización depende excesivamente de su actuación personal.
La estructura divisional
Para poder crecer las organizaciones necesitan un tipo de estructura con un cierto nivel de
independencia respecto de la dirección general. La aparición de este nuevo tipo de estructura
tuvo lugar con el desarrollo de las grandes empresas industriales que notaban las tensiones
que la diferenciación meramente funcional producía.
El criterio de diferenciación que dio lugar a las organizaciones divisionales fue la
multiplicación de unidades funcionales. La organización divisional es un conjunto de
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
estructuras funcionales, al frente de cada una las cuales hay un director general de la división,
que se ocupa de la coordinación diaria de las actividades de los diversos departamentos que
la componen. La dirección de cada división informa a la dirección general (también llamada
ahora “centro corporativo”), que es la responsable de elaborar la estrategia y adaptarla a los
cambios en el entorno. El resultado es un conjunto de estructuras funcionales de un tamaño
asequible. El crecimiento de la organización se debe, no al aumento de tamaño de cada
división, sino al establecimiento de un mayor número de divisiones de tamaño medio.
Los criterios que explican la aparición de nuevas divisiones responden a razones de
especialización, pero ésta puede ser de diversa índole. Las divisiones surgen, pues, para
ocuparse de:
a) Productos o procesos similares. Algunas de las grandes empresas de automóviles
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tienen divisiones diferentes para los diversos segmentos del mercado que quieren
ocupar; así, el grupo Wolksvagen, agrupa en diferentes unidades organizativas los
diferentes tipos de automóviles que quiere introducir en los diversos segmentos del
mercado, bajo marcas también diferentes como la propia Wolksvagen, Audi, Seat y
Skoda.
b) Clientes. Los grandes bancos actualmente están diferenciando sus actividades en
divisiones, de acuerdo con el tipo de cliente al que se enfoca cada una de sus
divisiones: surgen así, la banca comercial para el cliente individual, la banca de
empresas para pymes, los bancos de inversión para grandes patrimonios, el banco por
Internet para clientes sofisticados, etc. Es el caso de BBVA y BSCH que también tiene
nombres distintos para cada una de estas divisiones que forman el grupo, como Banif,
Uno-e, etc.
c) Zonas geográficas. En ocasiones, el criterio más adecuado para facilitar el crecimiento
de la organización y la coordinación de las actividades es el criterio geográfico.
Aparecen, de esta forma, estructuras funcionales completas en cada país en el que
opera una compañía, para facilitar los flujos de información y actividades, así como la
coordinación desde el centro corporativo. Es el caso de muchas multinacionales,
como Coca-Cola o Procter & Gamble, que tienen una dirección general en España,
Francia, Alemania, etc.
d) Fusiones y adquisiciones. Una de las más recientes fórmulas para la aparición de
estructuras divisionales es la adquisición de una empresa por parte de otra, o la fusión
entre dos de ellas. Como los procesos de unificación de estructuras son complicados
y, a veces, generan problemas de cultura y de poder mayores que las sinergias que
aportan, las empresas adquiridas quedan como divisiones independientes dentro del
grupo comprador.
Los criterios de integración se modifican de acuerdo con esta nueva forma de división de
las actividades. La mayor descentralización de las actividades suscita una nueva y mayor
necesidad de coordinación entre ellas. En cada división están presentes y se llevan a cabo las
diferentes actividades funcionales: contabilidad y finanzas, marketing, sistemas de
287
ANTONIO LUCAS MARÍN
información y control, recursos humanos, etc. Es lógico que las pautas seguidas en todas las
divisiones del grupo sean las mismas, para que sea posible la consolidación contable, el
intercambio de información y desarrollos tecnológicos, etc. Esta coordinación requiere la
presencia de un personal de apoyo que, desde la sede central, ayude a poner en práctica en
cada división las políticas generales del grupo. Este es el origen del staff en las organizaciones
divisionales, como departamentos especializados del centro corporativo para ayudar a las
distintas divisiones, y asegurarse de que las cosas se hacen como se ha diseñado en la
planificación central de las actividades.
La comunicación sigue siendo vertical, pues cada división opera con una independencia
relativa, como una estructura funcional estándar. La integración de las divisiones implica
también una comunicación vertical, entre cada una de las divisiones y el centro corporativo,
para el intercambio de información por decisiones. Sin embargo, comparativamente con las
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288
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
289
ANTONIO LUCAS MARÍN
La estructura matricial
Como solución a los problemas de rigidez y lentitud en las estructuras divisionales
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
291
ANTONIO LUCAS MARÍN
corriente que estos formen parte de dos, tres o más equipos simultáneamente. Así, el
directivo funcional se ve privado de sus mejores profesionales casi permanentemente. Si a
este directivo se le evalúa y recompensa por el logro de los objetivos en su departamento
funcional, el conflicto estructural está servido.
Cuadro 10.4
Estructuras organizativas comparadas
Diseño estructural
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Necesidades Dimensiones
básicas organizativas FUNCIONAL DIVISIONAL MATRIARCAL REDES
Divisiones por:
- productos Competencias claves.
Grado de Departamentos Proyectos
- cliente Unidades autónomas
DIFERENCIACIÓN COMPLEJIDAD
- zonas
Precios de mercado,
Director Centro coporativo confianza
Grado de Jefe de equipo
general Staff
INTEGRACIÓN CENTRALIZACIÓN
- Horizontalización
informal Sistema de
Vertical muy
Grado de Vertical forma información
formalizada - Negociación
COMUNICACIÓN FORMALIZACIÓN compartido
vertical
Crecimiento
Problema principal limitado Burocratización Doble autoridad Riesgo
Incertidumbre de
- +
entorno
292
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
fácilmente que un departamento, pues al ser el equipo una estructura añadida o superpuesta
a la organización básica, no rompe ningún cauce de comunicación con otros niveles
jerárquicos.
La experiencia de las organizaciones matriciales, sin embargo, es con frecuencia
desalentadora: la formación de equipos es un recurso fácil del que se termina abusando, da
pie a conflictos no sólo operativos sino también políticos que enturbian las relaciones
personales dentro de la organización. La matriz adquiere pronto una complejidad excesiva,
de la que la alta dirección sabe poco o nada, pues la comunicación importante se queda en
los niveles más bajos de la jerarquía de autoridad. La autonomía de los equipos degenera
fácilmente en desorganización.
293
ANTONIO LUCAS MARÍN
entre sí por acceder a los grandes centros de distribución. Una estructura en red permite la
asociación de cientos de manufactureros de reducido tamaño y miles de comercios
detallistas, unidos por una marca a la que sirven los productores y que distribuyen en miles
de localidad mediante establecimientos franquiciados. El vínculo que une a una red como
ésta se compone básicamente de estos elementos:
a) una logística común, que permite una distribución eficiente entre productores y
puntos de venta;
b) un sistema de información y control compartido, que aporta la información pertinente
sobre las necesidades de fabricación a corto plazo, y transmite experiencia técnica a
los asociados;
c) un esfuerzo comercial central que custodia la marca y provee de orientación al
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294
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
inversión), a la vez que disfruta de las ventajas de ser pequeño (agilidad de adaptación a
entornos inciertos, reversibilidad de las unidades). Al mismo tiempo, evita los inconvenientes
de ser grande (conflictos internos por precios de transferencia o doble autoridad;
burocratización y rigidez) y las limitaciones de ser pequeño (capacidad de crecimiento). Por
otra parte, la relativa independencia en la toma de decisiones permite la experimentación y el
aprendizaje. Cuando se logra, lo aprendido se puede difundir por todas las unidades de la
red, que se benefician así de su inclusión en ella.
Entre los inconvenientes de las redes está el hecho de que incorpora un mayor nivel de
riesgo para cada una de las unidades cuasi-independientes. No se puede garantizar un flujo
de compras a cada productor; los puntos de venta financian individualmente sus actividades:
esto significa que están expuestos a las fluctuaciones del mercado en mayor medida que si
formaran parte de una organización grande. Con todo, las redes funcionan bien cuando su
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vinculación interna va más allá de las reglas del mercado. Se necesita un alto grado de
confianza recíproca y unos valores compartidos que aseguren la cooperación a medio y largo
plazo (ej: proveedores en planta). Muchas de las ventajas de la red residen en la voluntad de
las personas que la componen para trabajar juntos para innovar, resolver problemas
comunes y coordinar sus actividades. Quizá su mayor reto estriba en ser capaces de
desarrollar y mantener una identidad y una conciencia de propósito común, a pesar de la
diversidad geográfica y de que sus intereses y actividades están emparejados de manera poco
estricta.
295
ANTONIO LUCAS MARÍN
que se encuentra; también hay consiguientes cambios en el estilo directivo y los sistemas de
control. Así, las organizaciones pequeñas surgen como respuesta a una nueva necesidad o
para prestar un nuevo servicio a demandas ya existentes. Se caracterizan entonces por su
creatividad, que es el impulso básico de su desarrollo. En esta etapa, la estructura suele ser
muy poco concreta, pues todos los miembros hacen de todo para lograr que las cosas salgan
adelante. Es la etapa pre-estructural, que de “caos creativo” suele derivar hacia un caos
improductivo por falta de liderazgo. La salida habitual es la incluir un mayor orden en las
actividades, asignando responsabilidades desde la dirección: comienza así la estructuración
funcional de la organización. De la misma forma irá ocurriendo en las diferentes etapas, en
las que tienden a producirse –junto con los cambios en las prioridades de la organización-
modificaciones en los estilos de dirección y en los sistemas de control, para hacerlos más
adecuados a la nueva situación.
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Cuadro 10.5
Ciclos de vida y estructura social en las organizaciones
El Cuadro 10.6 muestra las etapas señaladas de desarrollo organizativo en función del
tamaño y edad de la organización. Como hemos visto, la estructura funcional fija un límite al
crecimiento, que se supera cuando se dota de autonomía a diferentes unidades enfocadas a
segmentos particulares de su entorno. Surge, así, la estructura divisional que resulta operativa
gracias a la delegación de autoridad y recursos desde el centro corporativo. La crisis
subsiguiente aparece como consecuencia de la pobre comunicación horizontal que suele
darse entre divisiones, y que degenera en una crisis de control: se reduplican recursos y
esfuerzos por falta de coordinación. Una mayor centralización aporta esa coordinación
ausente en la etapa anterior, pero a su vez, termina por generar una burocratización excesiva,
296
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 10.6
Etapas de desarrollo organizativo
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Capítulo 11
CULTURA DE LA ORGANIZACIÓN
Pablo García Ruiz
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ANTONIO LUCAS MARÍN
A partir de los años setenta la crítica a muchas teorías en boga sobre las organizaciones
fue dando paso a la aparición de un amplio interés sobre la cultura de las
organizaciones, que ha dado lugar a una nueva perspectiva teórica alternativa. Este
perspectiva centra su atención en el origen, difusión e interpretación de los aspectos
simbólicos de la vida organizativa.
Antecedentes sociológicos de la aplicación del concepto de cultura al análisis de las
organizaciones pueden encontrarse en autores ya clásicos, como W. White (1955), en sus
estudios sobre las bandas juveniles. También E. Goffmann (1970), que investigó las
actividades de los internados en hospitales psiquiátricos, y H. Garfinkel (1968), que tomó
como objeto de estudio las normas de un centro para la prevención del suicidio. Estos
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trabajos ya consideraban –aunque de forma implícita- que “los pequeños grupos culturales
tienen las mismas características que los grandes grupos y que la cultura es una variable
influyente en la vida organizativa, al igual que lo es en la sociedad” (Kreps, 1992:125).
Posteriormente, la atención a la cultura organizativa ha ido generalizándose hasta
convertirse en un importante objeto de estudio. En este tema, en primer lugar, vamos a
situar históricamente la aplicación de esta dimensión de la vida social al contexto
organizativo. A continuación, precisaremos el concepto de cultura tal como se ha ido
perfilando en la tradición de las ciencias sociales. Después, veremos diferentes enfoques, no
excluyentes sino más bien complementarios, para el estudio de la cultura en las
organizaciones. Finalizaremos el capítulo atendiendo a las principales funciones que
desempeña.
Un interés renovado
A comienzos de los años ochenta el concepto de moda fue el de “cultura de la
organización”. Presentado como la nueva arma competitiva de las empresas innovadoras,
tuvo una acogida fulgurante tanto en el mundo académico como en el de la práctica de la
300
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
gestión. Las promesas que rodearon a este nuevo actor en el ámbito empresarial no se han
cumplido completamente, pero no cabe duda que décadas después, la atención a la cultura
no sólo no ha disminuido sino que se ha convertido en uno de los temas centrales de estudio
y acción en la vida de las organizaciones.
La preocupación por los aspectos culturales de las organizaciones existe desde hace
mucho tiempo. Los estudios de Max Weber sobre la influencia de las convicciones morales
del calvinismo en la aparición del espíritu capitalista son un ejemplo de ello. También la
Escuela de Relaciones Humanas, tal como hemos explicado en la parte segunda de este libro,
se ocupó de factores no económicos en la motivación y desempeño de los miembros de una
organización, abriendo así el estudio del aspecto informal la dinámica organizativa.
Sin embargo, como explica Gómez Cabranes (1994:133-134), a comienzos de la década
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de los ochenta, la aparición de una serie de factores explica la entusiasta acogida que tuvo la
reflexión sobre la cultura de la empresa de aquellos años.
Factores empresariales
En el ámbito económico-empresarial fueron tres los factores principales que propiciaron el interés
por la cultura de las organizaciones:
a) El éxito de la empresa japonesa en su expansión internacional. Son numerosos los
ejemplos de empresas japonesas que, a partir de los años sesenta, muestran un
comportamiento asombroso en términos de crecimiento y rentabilidad. Honda logró
conquistar, en apenas una década, el mercado de las motocicletas, primero en Estados
Unidos y, luego, en el resto del mundo. Sony en el sector de los aparatos electrónicos,
Canon en fotocopiadoras, Toyota en automóviles y Komatsu en maquinaria de
construcción, son otros ejemplos de cómo empresas japonesas se han impuesto a
tradicionales compañías occidentales en sectores que parecían controlados por éstas.
Cuando se trataba de explicar esta superior capacidad de las empresas japonesas, en
todas las argumentaciones aparecían referencias a la distintiva cultura japonesa del
trabajo.
b) La creciente incertidumbre del entorno competitivo de la actividad empresarial
impulsa la reflexión sobre la identidad corporativa. Durante los últimos veinte años,
las compañías se esfuerzan por adaptarse no ya a nuevas demandas de los clientes y
agentes sociales, sino sobre todo al ritmo de cambio progresivo de las exigencias de la
sociedad. Los cambios de estrategia y estructura, la diversificación hacia nuevos
mercados y productos, la creación de marcas y estilos diversos, son algunas de las
formas de adaptación comunes a las grandes empresas tradicionales. Sin embargo, este
ritmo de innovación y cambio no siempre se ve recompensado por una mayor
eficiencia. La aparición de sucesivas crisis en sectores tradicionales y en compañías
consolidadas, conduce a muchas de ellas a una reflexión acerca de su propia identidad.
Esta reflexión incluye no sólo la cuestión superficial de la elección de alternativas de
301
ANTONIO LUCAS MARÍN
negocio sino también la determinación de la propia misión y valores que den sentido a
su actividad corporativa.
c) La aparición de organizaciones excelentes que han fundamentado su éxito en una
cultura fuerte. Hewlett-Packard, The Body Shop, Mondragón Corporación
Cooperativa son ejemplos notorios de gestión alternativa. Los principios declarados
por estas y otras compañías de éxito en los años ochenta se alejaban de las formas
convencionales de dirigir. La rentabilidad aparece en ellas como un objetivo deseable,
sin duda, pero no como fin primario, sino como consecuencia de la puesta en práctica
de otros valores y modos de hacer que dan sentido de misión a sus respectivas
compañías. Es ese estilo diferencial lo que hace atractivas y dignas de imitación
compañías que se entienden a sí mismas como algo más que sociedades anónimas
para el logro de beneficios económicos. Estas empresas buscan también –y quizá en
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primer lugar- ser comunidades de desarrollo personal y social para aquellos con
quienes se relaciona: empleados, proveedores, clientes, vecinos, etc.
Factores socio-políticos
En el ámbito social y político de los años ochenta hay también cambios significativos que
influyen sobre la dimensión cultural de las organizaciones:
a) La crisis del estado de bienestar favorece el redescubrimiento de ámbitos de
solidaridad primaria en la sociedad civil. La sociedad individualista de entonces se abre
progresivamente a la introducción de nuevas formas de participación ciudadana que,
han dado lugar al crecimiento del asociacionismo en sus más variadas formas. De esta
forma, se potencia la identificación de los individuos con formas sociales más allá de
la familia. El lugar de trabajo se entiende, cada vez más, como ámbito de realización
comunitaria, y no sólo como relación instrumental para el logro de un salario. Para las
organizaciones, esta nueva sensibilidad se traduce en la necesidad de aportar un
entorno de valores y de sentido, acorde con las expectativas de sus miembros.
b) El crecimiento de la tendencia a concebir el éxito personal en términos de calidad de
vida y no sólo según indicadores materiales. La consecuencia de esta tendencia para el
mundo de las organizaciones es que mucha gente ya no entiende el trabajo
principalmente como fuente de ingresos sino también como ocasión expresiva de las
propias capacidades y aptitudes. Las organizaciones deben tener en cuenta este nuevo
reto en su papel como sociedades humanas a escala, en las que la eficiencia no es el
único criterio de juicio. Si los participantes ya no miden su satisfacción en términos
meramente económicos, la organización también debe abrirse a nuevos criterios de
realización.
Todas estas características del entorno socio-económico de las organizaciones dan razón
del interés por el papel de la cultura en el seno de las organizaciones. Desde entonces, las
demandas del entorno mencionadas han acentuado sus exigencias sobre la articulación de las
organizaciones y, con ellas, la importancia de la cultura. Por eso, el estudio de la dinámica
cultural es un capítulo imprescindible para la comprensión de las organizaciones actuales. En
302
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
¿Qué es la cultura?
La sociología, como las demás ciencias sociales, ha utilizado el concepto de cultura como una
característica básica de la sociedad que explica el comportamiento común adquirido por los
miembros de una comunidad, a partir de sus experiencias compartidas de carácter cognoscitivo,
emocional y moral. No es preciso insistir en que la cultura no está formada solamente por las
grandes realizaciones de un pueblo, como la literatura o la música sino también, y
principalmente, por las convenciones que estructuran su vida cotidiana. La cultura incluye tanto
un sistema compartido de respuestas como un diseño social de la conducta individual. Para
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303
ANTONIO LUCAS MARÍN
rodean.
d) El mundo normativo. Se refiere al conjunto de pautas de actuación, normas y sanciones
característicos de cada sociedad. Suele estudiarse como el conjunto de elementos que
facilitan la previsión de la conducta individual de los miembros de una sociedad. De
ordinario, sanciones, normas y valores están relacionados entre sí, en el contexto del
universo simbólico propio de cada sociedad.
La cultura exhibe siempre un cierto grado de permanencia, compatible con una dinámica
constante. Los cambios culturales tienen una distensión temporal propia, diferente de la
dinámica estructural. Los cambios sociales afectan a los contenidos culturales, pero las
transformaciones de la cultura son siempre más lentas aunque también más profundas e
influyentes que los cambios económicos o políticos.
Las organizaciones no son únicamente instrumentos para el logro de una meta. Son también
sistemas sociales en los que sus miembros desarrollan vínculos recíprocos a partir de las tareas
que desempeñan. Por esta razón, las organizaciones se pueden estudiar como comunidades a
escala. De esta manera, se observa cómo en las organizaciones también surgen formas
peculiares de mundos normativos, modelos de la realidad, códigos de comunicación y
desarrollos técnicos propios. En tanto que sistemas sociales, las organizaciones tienden a
desarrollar una cultura propia. La importancia que la cultura tiene para la vida social de las
comunidades humanas se traslada también a la relación entre la cultura y la vida de las
organizaciones mismas.
La cultura de una organización es el conjunto de creencias y valores compartidos, en mayor
o menor medida, por sus miembros. Estos valores y creencias se manifiestan en sus
procedimientos, actitudes y convenciones básicas, que están en la base de sus estructuras y
sistemas de gestión, así como en las actividades propias de la vida cotidiana. La cultura
constituye el estilo propio de pensar, sentir y reaccionar ante los problemas, que comparten los
miembros de una organización y que se transmite a los van entrando a lo largo del tiempo. En
este sentido, la cultura es un factor diferenciador entre organizaciones, pues cada una va
desarrollando su propio estilo acorde con la historia de su nacimiento, crecimiento y evolución.
304
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
regionales explican en buena medida sus actitudes básicas también hacia el trabajo y hacia sus
compañeros de profesión. Esta es la razón por la que las empresas japonesas tendrían una
ventaja sustancial respecto a sus competidores occidentales: los valores y actitudes hacia el
trabajo, la autoridad y la responsabilidad colectiva propios de la cultura japonesa se han aducido
como los factores que facilitan formas de organización más estables y eficaces a largo plazo.
Este es el argumento que desarrolló W. Ouchi en su famoso libro Teoría Z (1981), donde
contraponía los modelos básicos de la realidad hallados en empresas americanas frente a los
supuestos básicos de las empresas japonesas. Para Ouchi, las razones de la mayor
competitividad de estas últimas residían fundamentalmente en sus diferencias culturales, tal
como explicamos en el tema 6.
Las diferencias de mentalidad surgidas del entorno social y cultural han cobrado una especial
importancia con la creciente internacionalización de las grandes compañías de negocios. No se
trata ya sólo de competencia mundial entre empresas nacionales. Se trata de que muchas
organizaciones son realmente plurinacionales porque han crecido en muchos países diversos o
porque, a través de fusiones o adquisiciones, tienen una verdadera red de unidades en múltiples
naciones y áreas del mundo. Ahora, la mayoría de los miembros de una organización –incluidos
los directivos de las empresas japonesas en el extranjero- son nacionales del lugar donde
trabajan. ¿Es posible transmitir a personas provenientes de diversos entornos culturales y
sociales unos mismos valores y actitudes básicas? Que la procedencia nacional es un factor
cultural de primer orden lo muestran muchos ejemplos y anécdotas, como la del escocés que fue
nombrado por Ford para hacerse cargo de las fábricas de la recién adquirida Mazda en Japón.
De acuerdo con las directrices mundiales de la compañía, introdujo prácticas de gestión exitosas
en otras sucursales de Ford, como la formación de equipos de mejora y la reestructuración de la
plantilla, en la que los mejores talentos fueron colocados en lugares de responsabilidad,
independientemente de su edad y antigüedad en la compañía. Estas medidas encontraron fuerte
oposición por parte de una plantilla acostumbrada a un modelo de realidad básico en el que la
antigüedad y la edad acompañan siempre al desempeño de la responsabilidad directiva.
Finalmente, hubo que revocar los cambios propuestos.
G. Hofstede (1980) estudió en un trabajo célebre las diferencias culturales entre las diversas
subsidiarias de IBM en el mundo. Quería mostrar cómo la inserción en diferentes entornos
305
ANTONIO LUCAS MARÍN
culturales tenía un efecto directo sobre la cultura de las organizaciones, a pesar de que todas las
subsidiarias pertenecieran a una misma compañía.
Entre otras estrategias de investigación, Hofstede identificó cuatro variables básicas que
ayudaron a definir las actitudes culturales diferenciales de los miembros de una misma
organización. La idea era que las actitudes básicas de los empleados de IBM en cada uno de los
países en que desarrolla su actividad dependen más de su ciudadanía local que de su pertenencia
a la misma empresa. Para mostrarlo, comparó las diversas culturas nacionales con respecto a
algunas actitudes culturales básicas. Entre esas actitudes se contaban las siguientes:
- Distancia de poder: es la diferencia entre igualitarismo y autoritarismo. Encontró sensibles
diferencias entre las diversas regiones, de manera que, por ejemplo, los empleados de
países como Austria y Dinamarca tenían actitudes mucho más igualitarias que sus colegas
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306
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 11.1
Diferencias culturales entre países: distancia de poder e individualismo
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Esta realidad de las diferencias culturales tiene consecuencias importantes para la vida de las
organizaciones. Por una parte, parece indicar que no existen prácticas universales de gestión que
puedan ser aplicadas a todas las organizaciones por igual. Las prácticas que resultan positivas en
un determinado entorno cultural pueden ser causa de fracaso y desorientación en entornos
diferentes. El Cuadro 11.2 ilustra este punto con un ejemplo concreto. Por otra parte, el carácter
plural de las sociedades contemporáneas también tiene un reflejo en la composición étnica y
cultural de las organizaciones actuales. Los problemas de integración social que sufren las
sociedades avanzadas tocan también al interior de las organizaciones complejas.
Desde el enfoque ecológico también se hace referencia a las distinciones culturales por razón
de pertenencia a determinadas categorías sociales. Así, se estudian los diferentes modelos de
realidad y actitudes personales relacionadas con la distinción de género o con la pertenencia a
etnias, clases o religiones diferentes. Esta es la base conceptual de los numerosos estudios
actuales sobre la diversidad y sus consecuencias para la vida de las organizaciones, de cuya
complejidad no podemos dar cuenta en los límites de este capítulo.
307
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 11.2
Los problemas de la dirección participativa
Muchos expertos advierten la importancia que, para los países en vías de desarrollo, tiene incorporar prácticas
modernas de management. Las agencias internacionales están preocupadas con el modo de elevar el nivel de vida de
esos países. Las multinacionales están ansiosas por elevar el nivel de productividad de sus factorías en esas
naciones. Los líderes de esos países también buscan formas de promover su desarrollo económico. Todos
coinciden en la necesidad de introducir técnicas modernas de gestión. De acuerdo con esto, organizaciones
internacionales, compañías privadas y los gobiernos nacionales han enviado expertos en formación para la
gerencia a diversos países de América del Sur, Africa y Asia.
Las posibilidades de éxito de estos programas parecían bastante grandes tanto por la cooperación
internacional como por la disposición favorable de los gobiernos huéspedes y el fuerte deseo de los destinatarios
por lograr un mayor desarrollo económico. Sin embargo, muchos de los expertos enviados han experimentado la
frustración y el fracaso debido a la sospecha, la falta de respeto y la ausencia de cooperación por parte de aquellos
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308
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
iniciadores de las actividades, que marcan un camino observable para sus seguidores. Edgar
Schein (1985) subraya que una de las tareas del liderazgo consiste precisamente en la creación,
conducción o destrucción de la cultura. Por eso mismo, cultura y liderazgo no pueden
entenderse por separado. Los compromisos asumidos y desarrollados por los líderes definen la
identidad de la organización, y operan al mismo tiempo como factores de adaptación al entorno.
La definición de la misión de una organización cobra una importancia fundamental para la
elaboración de la cultura. En la medida en que son los líderes los que definen el contenido de la
misión, son ellos mismos los que ponen las bases para el desarrollo y difusión de los valores y
actitudes singulares de la propia cultura. Los líderes, además, refuerzan las orientaciones de
acción contenidas en la declaración de la misión cuando ellos mismos se ajustan a esas metas y
actitudes incluidas en el compromiso público de la declaración.
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La misión ejerce una influencia mayor sobre el desarrollo cultural cuanto más concretos y
detallados son los compromisos que enuncia. En general, se puede decir que todas las empresas
tienen un compromiso con los accionistas acerca de la rentabilidad. También todos los museos
tienen un compromiso genérico de promoción de la cultura. Sin embargo, las organizaciones
desarrollan una identidad diferencial cuando asumen objetivos y modos de actuación
específicos, que concretan aquellos compromisos genéricos en un estilo, unos valores y unas
formas de actuación que los distinguen de otras organizaciones de su mismo ámbito.
Las culturas fuertes, con personalidad diferencial, no actúan como cualquier otra de mismo
ámbito sino según un estilo singular que, con frecuencia, es fruto del impulso inicial de su
fundador y de la labor de difusión de sus continuadores. Un ejemplo célebre de misión es la
declaración de Henry Ford, cuando a comienzos del siglo XX afirmó: “construiré un automóvil
para la gran multitud... Su precio será tan bajo que ningún hombre que gane un buen sueldo
será incapaz de no tener uno. Cuando yo haya acabado, todo el mundo podrá permitirse
comprar un automóvil y todo el mundo lo tendrá. El caballo habrá desaparecido de nuestras
carreteras, el automóvil se dará por sentado” (Ghoshal y Bartlett 1999:68). Todavía hoy su
compañía se distingue por la búsqueda constante de precios accesibles al gran público. Otro
ejemplo conocido es el de Akio Morita, presidente de Sony, que afirmaba: “Nuestro plan es
guiar al público con productos nuevos en vez de preguntarle qué tipos de productos quiere.
El público no sabe lo que es posible, pero nosotros sí. Así que, en vez de gastar grandes
cantidades de dinero en investigaciones de mercado, afinamos nuestro pensamiento sobre un
producto y su aplicación, e intentamos crear un mercado para ese producto educando y
comunicando con el público” (Ghoshal y Bartlett, 1999:76). Sony se ha caracterizado por su
carácter innovador, posible por una notable asunción del riesgo en todos los niveles de su
organización.
Uno de los ejemplos más notables de cultura corporativa creada y difundida con éxito
por los líderes fundadores lo ofrece la compañía de cosméticos naturales The Body Shop. Su
fundadora, Anita Roddick, comenzó en 1976 instalando una pequeña tienda en
Littehampton, Inglaterra. En sus inicios, la esencia la compañía se basó en ofrecer productos
naturales a precios razonables, que huían de las grandes promesas de belleza que las firmas
de cosmética utilizaban como reclamo. The Body Shop se basaba en recetas milenarias
309
ANTONIO LUCAS MARÍN
utilizadas por mujeres de todo el mundo, que los Roddick recogían en sus frecuentes viajes
por Africa, Asia y Australia. Uno de sus lemas favoritos es: “de tres mil millones de mujeres,
sólo ocho son supermodelos”. De esta forma, trata de alejarse de la publicidad engañosa
común en el sector y favorecer la autoestima de sus clientes. Esta sinceridad a la hora de
vender cosméticos, unida al talante revolucionario y ecologista de su fundadora, hicieron de
la compañía algo más que un negocio. Conceptos como empresa responsable, comercio
justo y respeto hacia los animales en las pruebas de productos, fueron invento de The Body
Shop, que supo convertir las dificultades iniciales en grandes ideas. Por ejemplo, Anita
Roddick decidió reducir gastos promoviendo que sus clientes utilizasen envases reciclados.
Esta empresa logró un éxito considerable desde el principio. Los valores que defendía
tuvieron una sonada acogida entre el público: respeto por la naturaleza, atención a los
desfavorecidos, sinceridad en la comunicación, información completa sobre los ingredientes,
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etc. Durante veinte años se expandió rápidamente por multitud de países, gracias a una red
de franquicias en constante crecimiento. En el año 2000, tenían abiertas 1900 tiendas en 50
países del mundo, que vendieron más de 250 millones de euros en productos de cosmética
natural. Han empleado muchos recursos en la formación de los nuevos empleados y
colaboradores en los ideales de su cultura. De hecho, los fundadores atribuyen el éxito de su
empresa a la fuerza de su cultura y a la forma en que los empleados han sabido hacerla suya.
Entrar en una tienda de The Body Shop es más que una opción de compra: es una
experiencia cultural de autoestima y solidaridad. En el Cuadro 11.3 se detalla la definición de
la misión corporativa de esta compañía.
El carácter de su fundadora se puede advertir claramente en sus frecuentes declaraciones
públicas. En una ocasión, declaraba en una entrevista: “Odio el comercio de la belleza. La
industria de la cosmética es un monstruo que vende sueños inalcanzables. Miente. Estafa. Y
sus principales líneas de producto son los envases y la presentación”. Para su propia
compañía estima que la mejor manera de dirigir es “buscar el liderazgo a los ojos de los
colaboradores y vivir el mensaje. Lo que he aprendido es que la gente sólo se motiva cuando
se le guía hacia las fuentes de su propia energía, cuando se saca héroes de empleados que
personifican lo que se quiere ver en la organización”. En opinión de su fundadora, el éxito
de The Body Shop reside en la difusión de sus valores centrales y en el compromiso que
tanto los empleados como la dirección han mantenido a lo largo del tiempo. En ocasiones, el
compromiso con su cultura ha supuesto perder oportunidades de rentabilidad. La compañía
también ha pasado por momentos de dificultad, al perder vigor el crecimiento de su negocio.
Anita supo reconocer que tiene más madera de emprendedora que de directiva, cediendo su
lugar ejecutivo a otras personas. Sin embargo, se reservó un puesto en el consejo de
dirección para seguir impulsando iniciativas acordes con su visión de la compañía.
La experiencia de The Body Shop muestra cómo una cultura fuerte puede generar
entusiasmo en una organización y ser, así, un recurso clave para su funcionamiento interno.
Sin embargo, ni siquiera las culturas más compartidas y emprendedoras garantizan que las
cosas marchen bien indefinidamente. Entre los deseos y sueños de los fundadores y los
310
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
resultados finales median otras realidades importantes, entre las cuales se cuentan la
capacidad de difusión de la cultura entre los miembros de cada organización.
Cuadro 11.3.
Misión corporativa de The Body Shop
NUESTRAS RAZONES PARA EXISTIR
(Declaración de misión)
Dedicar nuestra compañía a la búsqueda de la mejora de la sociedad y del medio ambiente.
Hallar un equilibrio creativo para atender las necesidades de nuestros stakeholders: empleados, franquiciados,
clientes, proveedores y accionistas.
Asegurar con coraje que nuestro negocio es ecológicamente sostenible: atender las necesidades presentes sin
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comprometer el futuro.
Contribuir significativamente a las comunidades locales, nacionales e internacionales en las que operamos,
adoptando un código de conducta que asegure el compromiso, la honradez, la justicia y el respeto debidos.
Promover apasionadamente campañas para la protección del entorno natural, los derechos humanos y civiles,
y para evitar los experimentos con animales en el sector de la cosmética.
Trabajar sin descanso para estrechar la distancia entre los principios y la práctica, a la vez que hacemos de la
diversión, la pasión y el cuidado, parte de nuestra vida.
Fuente: The Body Shop. Mission Statement. Memoria ejercicio 2000, pag.2.
(www.thebodyshop.com/global/investor)
311
ANTONIO LUCAS MARÍN
Creencias básicas
Las creencias son los supuestos tácitos, las opiniones, sentimientos y actitudes que los
miembros de una organización mantienen, a menudo de forma inconsciente, sobre la
naturaleza del mundo que les rodea. Son los significados de sentido común, que se dan por
supuestos sin necesidad de reflexión ulterior. Estas ideas suelen provenir tanto del entorno
312
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
como de promover un cambio de actitudes básicas hacia los viajeros. Esa mala disposición
era probablemente inconsciente pero se manifestaba en acciones muy visibles.
Cuadro 11.4
Principios “desorganizativos”
1. Principio de rendimiento mínimo: no trabajes demasiado rápido; te darán más trabajo y ganarás lo mismo.
Además, pondrás en evidencia a tus compañeros ya que demostrarás a los jefes su incapacidad o negligencia y tus
compañeros pueden boicotearte.
2. Principio de resignación máxima (también llamado de obediencia ciega): jamás de te preguntes por qué son así
las cosas o si se pueden hacer mejor. Limítate a cumplir estrictamente tus funciones. Si se equivocan la culpa es
suya: tú obedecías órdenes.
3. Principio de trabajo innecesario: si te aburre tu ocupación, búscate algo en qué entretenerte. El caso es que no
te vean parado.
4. Principio de no-colaboración interdepartamental: pon siempre la colaboración con otros departamentos en
último lugar, ya que siempre reconocerán la labor de tu jefe y no la tuya.
5. Principio de no-colaboración intradepartamental: si enseñas algo a algún compañero hazlo siempre en voz alta,
y si no, no lo hagas: peligra tu puesto en la organización.
6. Principio de equivocación y responsabilidad ajena: pon siempre en evidencia los errores de los demás. Desde
luego, hazlo voz baja y coméntalo sólo con tu jefe. Jamás asumas responsabilidades. Los errores son siempre
ajenos.
7. Principio de aislamiento de la innovación: si deseas frenar iniciativas, pon de responsable a quien las tiene y
déjale solo.
8. Principio de mínima dificultad: si tienes una tarea fácil y otra difícil, comienza siempre por la fácil. Puedes
argumentar que estás estudiando la difícil.
9. Principio de cumplimiento estricto del horario: los horarios son sagrados... sobre todo en desayunos y salidas.
Fuente: adaptado de Morales, 1997:98
313
ANTONIO LUCAS MARÍN
Las creencias, como nivel más alto de legitimación, contienen un cierto carácter general e
intangible, y se relacionan ampliamente con las creencias del entorno sociocultural. Las
creencias suelen estar organizadas en universos simbólicos, como los supuestos científicos o
religiosos, y algo similar ocurre en las organizaciones.
Valores conscientes
Los valores son los principios generales que influyen a la hora de diseñar cursos de acción o
de decidir entre alternativas, primando aquellas que sean más conformes con el concepto de
lo que se considera deseable. Muestran, de manera general, qué es lo importante para esta
empresa. Cuando una empresa declara públicamente sobre el contenido de su cultura y sus
compromisos con sus accionistas, clientes, empleados y otros agentes sociales, suele hacer
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referencia a los valores que conscientemente asume como parte de su identidad corporativa.
Un ejemplo famoso es la ”declaración de aspiraciones” de Levi-Strauss. Parte de su
contenido dice así: “Todos deseamos una empresa de la que nuestra gente se enorgullezca, ...
en la que todos los empleados tengan la oportunidad de contribuir, aprender, mejorar y
avanzar de acuerdo con sus méritos y no con la política ni sus antecedentes. Queremos que
nuestra gente se sienta respetada, tratada justamente, escuchada y que participe. ...
Necesitamos un liderazgo que ejemplifique la franqueza, la apertura al diálogo, el
compromiso con el éxito de los demás, el trabajo en equipo y la confianza mutua. ...
Necesitamos un liderazgo que sea claro acerca de la empresa, la unidad y los objetivos de
rendimiento individuales. Las personas deben saber qué se espera de ellas y recibir
información puntual sobre su actuación y sus aspiraciones de carrera”. (cit. Morales
1997:128).
Por lo general, las declaraciones de valores tienden a mostrar las aspiraciones bien
intencionadas de la dirección de una organización. Sin embargo, los valores como tales son
afirmaciones difusas y, por lo tanto, poco operativas. Necesitan de una mayor concreción,
tanto para ser comprendidos y aceptados por los miembros de la organización, como para
edificar una imagen de cara al exterior. Así, hablar de valores como la pasión por la calidad,
la innovación continua, el compromiso con el empleo, la participación en la gestión, etc.,
dice poco acerca de que lo que realmente ocurre en el seno de una organización. Esas
declaraciones genéricas son susceptibles de múltiples interpretaciones, tanto por parte de la
dirección como por parte de los empleados. En cambio, cuando la vida cotidiana de una
organización responde a patrones, costumbres y modos de hacer, legitimados explícitamente
por valores conscientes compartidos, entonces, esos valores se hacen presentes en sus
manifestaciones visibles. Estas manifestaciones visibles se suelen denominar artefactos
culturales. Una vez concretados en artefactos visibles, los valores actúan como compromisos
reales para los diversos agentes vinculados en una misma cultura.
Normas sociales
Siguiendo la progresiva concreción de los significados culturales, encontramos las normas
sociales, que son manifestaciones visibles de los valores y creencias básicas. Incluyen tanto
314
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
innovación si no se destinan los recursos necesarios para ella o se castigan con dureza
los fracasos.
Por el contrario, los sistemas de gestión coherentes con los valores declarados son
instrumentos poderosos para la difusión de una cultura. Así, a los empleados de 3M se les
permite dedicar un tanto por ciento de su tiempo remunerado a las tareas que ellos
propongan, con la intención de promover la innovación. Al mismo tiempo, los objetivos de
esa empresa contemplan que un alto porcentaje de los ingresos provenga de productos con
menos de cinco años de antigüedad en el mercado. Los bonos y premios a la plantilla
también están ligados a estos objetivos de innovación.
b) Narraciones: Son las anécdotas, chistes, jergas propias, mitos, leyendas, historias de
héroes y villanos, metáforas, etc., que circulan en una organización. Una de las formas
más habituales para la transmisión de la cultura son las historias compartidas, contadas
de generación en generación. Las historias nos hablan de conductas apropiadas e
inapropiadas, de éxitos y fracasos, de buenos y malos; por eso, transmiten con
facilidad los comportamientos y actitudes que se esperan de los nuevos miembros.
Entre los diversos tipos de narración, ocupan un lugar importante los mitos, las sagas y
las leyendas. Los mitos son relatos que explican el presente según sucesos propios de un
pasado remoto y venerado. En las organizaciones también surgen mitos, relacionados con las
propias tradiciones. El código que rige este tipo de narraciones no es verdadero-falso sino
sagrado-profano, en el sentido sugerido por Durkheim. De un mito no se espera que cuente
hechos verificables sino que proponga un criterio que explica y legitima la realidad presente
al vincularla afectivamente al pasado. Las sagas son narraciones históricas que describen los
logros y talentos de un grupo y sus líderes, normalmente en términos heroicos. Las leyendas
son narraciones transmitidas de generación en generación, de algunos sucesos sorprendentes
o asombrosos que están basados en hechos reales, pero que han sido engrandecidos con
detalles ficticios.
Estos diversos géneros literarios tienen también su lugar en las tradiciones de las
organizaciones, que hacen presentes los valores de la compañía, de forma accesible a las
nuevas generaciones, a la vez que refuerza el compromiso de los más antiguos.
315
ANTONIO LUCAS MARÍN
Son muchos de los ejemplos de narraciones asociadas a las tradiciones organizativas. Así,
uno de los instrumentos más importantes para transmitir la personalidad de Hewlett Packard
es contar anécdotas de la compañía. No sólo se cuentan durante los períodos de formación,
sino que se repiten en circunstancias diversas y de forma continua. Por ejemplo, una
anécdota muy conocida es la historia cómo Bill y Dave empezaron el negocio con 538
dólares en el garaje que había detrás de la casa alquilada de Packard, donde Bill había
alquilado una habitación libre. AT&T, la compañía norteamericana de telecomunicaciones,
también tiene sus historias: obreros de línea que trabajaron dos días seguidos en un entorno
gélido, o una operadora telefónica que se quedó en su puesto rodeada de llamas para poder
mantener una conexión vital: estos héroes refuerzan, a los ojos de la audiencia, la visión de
servicio al cliente que tiene la compañía. IBM tiene sus historias de héroes: el almacenero
que percibió un error en el pedido de un cliente y lo corrigió sin pedir permiso; el personal
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de mantenimiento que trabajó toda la noche para reparar los ordenadores de manera que
pudiesen soportar el aluvión de datos de las nóminas a las ocho de mañana; el ingeniero de
sistemas que logró una solución para un cliente después de que la competencia dijera que no
se podría hacer, etc. Una anécdota que se cuenta una y otra vez en McDonald’s para destacar
la importancia que tiene la visión compartida de la limpieza, es la siguiente: de vuelta a la
oficina, después de una importante comida en uno de los mejores lugares de la ciudad, Ray
Kroc pidió a su chófer que pasara por varios aparcamientos de McDonald's. En un
aparcamiento vio que había papeles que el viento había dejado entre los arbustos que había a
lo largo de la verja exterior. Fue hasta la cabina telefónica más cercana y llamó a la oficina, se
enteró del nombre del director local y le llamó para ofrecerle su ayuda para recoger la basura
que había en el aparcamiento. Ray Kroc, el propietario de la cadena McDonald’s (con su
caro traje de negocios) y el joven director del establecimiento se reunieron en el
aparcamiento y se arrodillaron para recoger los papeles (Gómez, 1994:143-145).
c) Acciones: Son las ceremonias y rituales, los estilos de comunicación, las costumbres,
recompensas y castigos, etc., que se dan de forma habitual en el seno de una
organización. Un ejemplo claro son las convenciones de vendedores y comerciales
donde, además de fijar objetivos, se premian públicamente los logros alcanzados. A
veces dan lugar a ceremonias esperadas durante el año, como la declaración del
“supervendedor del mes” en Henkel, que incluye la entrega pública de un premio
importante, o también como la reunión anual de vendedoras de cosméticos Mary Kay,
donde se premia la excelencia con un automóvil de color rosa. Estas ceremonias
tienden a expresar pública y solemnemente algunos de los compromisos asumidos
explícitamente por la dirección. Un ejemplo singular de este vínculo lo ofreció una
asamblea de directivos del banco SCH: en su discurso, el presidente había insistido en
la necesidad de reducir costes para mejorar la rentabilidad en el siguiente ejercicio.
Para que a los asistentes no se les olvidara la nueva prioridad de la organización, se
sirvió lentejas en la comida de aquel día. Las interrupciones para tomar café a media
mañana y a media tarde se han convertido en un rito en Hewlett Packard. Esto facilita
a los directivos y a los que no lo son conocerse entre sí y hablar de sus proyectos y de
316
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
sus problemas de una manera informal. HP intenta con esta práctica materializar el
“espíritu del garaje” que hizo posible el desarrollo de la compañía.
d) Objetos: Son las manifestaciones físicas de los valores de la empresa. Incluye el diseño
no sólo de los productos sino de los edificios, la decoración, los logotipos; también el
modo de vestir y la apariencia externa de la gente, así como la disposición física de los
objetos, son manifestaciones simbólicas de los significados que se quieren promover.
Así, la invisibilidad de los individuos fue un valor importante en la General Motors de
los años sesenta, que se plasmaba en la exigencia de traje oscuro, camisa clara y
corbata discreta. Se quería de esta forma destacar la pertenencia a la empresa sobre la
individualidad de las personas que la representaban. También en IBM lo habitual ha
sido durante mucho tiempo vestir traje oscuro, camisa blanca y corbata estrecha, azul
o negra (Gómez, 1994:143). Lo mismo ocurre en despachos de abogados, firma de
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317
ANTONIO LUCAS MARÍN
así como al grado en que comparten, o no, estos presupuestos culturales con los demás
miembros de los grupos primarios y secundarios de los que forman parte.
Cuadro 11.5
La importancia de la cultura en las organizaciones
“Se pude especular con profundidad sobre la causa de la decadencia y hundimiento de una empresa. La
tecnología, los cambios de gustos y de modas, todo influye. Nadie puede discutir su importancia. Pero pongo en
duda que tales cosas sean decisivas en sí mismas. Creo que la verdadera diferencia entre el éxito y el fracaso de
una empresa puede residir muchas veces en que haya o no sabido aprovechar las grandes energías y aptitudes de
su personal. ¿Qué es lo que hace para ayudar a estas personas a encontrar una causa común por la que luchar? ¿Y
cómo sustentar esta causa común en el sentido de la orientación a través de los muchos cambios que tienen lugar
de una generación a otra? Considérese cualquier gran organización, una que haya perdurado a lo largo de muchos
años. Creo que se descubrirá que debe su elasticidad no a su forma de organización ni a sus habilidades
administrativas, sino al poder de lo que denominamos convicciones y al atractivo que estas ejercen sobre su
personal. Esta es, pues, mi tesis: creo firmemente que cualquier organización, para sobrevivir y lograr el éxito,
debe contar con un sólido conjunto de convicciones en el que basar todas sus normas y acciones. A continuación,
creo que el factor más importante para el éxito de una empresa es la firme fidelidad a esas convicciones. Y, por
último, creo que para que una organización pueda hacer frente al reto que supone un mundo en cambio, debe
estar dispuesta a cambiarlo todo dentro de sí misma, excepto dichas convicciones, a medida que transcurre su
vida empresarial. En otras palabras, la filosofía básica, el espíritu y el impulso de una organización están mucho
más relacionados con los correspondientes logros que los recursos tecnológicos o económicos, la estructura
organizativa, la innovación y el sentido de la oportunidad. Todas estas cosas influyen considerablemente en el
éxito, pero tiene más importancia, creo yo, la firmeza de la fe que el personal tenga depositada en sus principios
básicos.
Fuente: Thomas Watson, CEO de IBM en “A Business and its Beliefs”, cit. En Peters y Waterman, 83:320
318
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
319
ANTONIO LUCAS MARÍN
Para conseguir que los miembros de una organización adopten determinados valores y
patrones de conducta, se suelen poner en práctica sistemas de gestión que fomenten esas
cualidades y refuercen tales características. De esta forma, si se quiere fomentar el trabajo en
equipo lo lógico es vincular la parte variable del salario al logro de objetivos por parte del
equipo y no de cada individuo. Si se quiere fomentar el espíritu innovador y emprendedor, la
promoción a un puesto mejor deberá depender de esta cualidad, y no de la antigüedad
acumulada. Los sistemas formales de gestión no aseguran el desarrollo de pautas culturales
concretas, pero sí ayudan, al vincular sanciones positivas y negativas con comportamientos
esperados por la dirección.
Cuadro 11.6
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De acuerdo con los diferentes tipos de estrategia que una compañía pone en marcha se
pueden delinear también diversos tipos de cultura que resultan más adecuados para cada una de
esas estrategias. Algunos estudios (Denilson y Mishra, 1995; Hooijberg, 1993; Quinn, 1988
cit. en Daft, 2001) han desarrollado esta idea, ofreciendo como resultado una tipología
interesante, donde se distinguen culturas emprendedoras, burocráticas, de misión y de clan.
Estos tipos de cultura surgen como consecuencia de las características del entorno y de las
prioridades estratégicas de la organización. En el Cuadro 11.6 se muestra cómo cada tipo de
cultura responde a diferentes estados del entorno (incertidumbre o estabilidad) y diferentes
prioridades estratégicas (procesos o resultados). Se distinguen, así, cuatro tipos de cultura
organizativa:
- Las culturas emprendedoras facilitan una adecuada adaptación a entornos inciertos, pues
incluyen actitudes de flexibilidad y adaptación ante las cambiantes necesidades de los
clientes. La innovación, la creatividad y la asunción de riesgos son valoradas y
recompensadas. Un ejemplo es la ya citada 3M, empresa cuyos valores promueven la
iniciativa individual y el espíritu emprendedor. Sus nuevos empleados pasan por un
curso de formación donde aprenden a tratar con la incertidumbre y a comprometerse
con sus ideas incluso contra la oposición de sus superiores inmediatos.
- Las culturas de misión son propias de empresas que enfatizan el servicio al cliente pero
320
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
que, para lograrlo, no necesitan afrontar continuos cambios. Por eso, estas culturas se
apoyan en una visión clara y compartida del propósito de la organización. Este se
puede definir con suficiente estabilidad, de manera que los empleados se hacen
responsables –y son recompensados por ello- de objetivos parciales que ayuden al
logro colectivo del propósito estratégico.
- Las culturas de clan ocurren en organizaciones cuya orientación inmediata se centra
más en los procesos internos que en los resultados externos. Empresas como agencias
de publicidad o analistas de software saben que su capacidad competitiva depende del
conocimiento y experiencia de la gente con talento que trabajan en ellas. Por eso, se
busca que los empleados clave encuentren un ámbito adecuado para su desarrollo
profesional pues de ellos depende la eficacia futura de la compañía. Actitudes como
participación y responsabilidad compartida ayudan a crear un sentido de inclusión que
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Dimensión estabilizadora
Por último, hay que advertir que la cultura compartida es un importante factor de cohesión
interna. Contribuye al funcionamiento de la organización y reduce los costes de transacción,
pues favorece conductas útiles para el logro de las metas colectivas. Por ejemplo, una cultura
de misión explica que los empleados alarguen su jornada para conseguir entregar a tiempo un
pedido. En la medida en que la cultura implica valores asumidos personalmente, elimina la
necesidad de supervisión estricta o de continuos incentivos. Pero, por esta misma razón, la
cultura puede convertirse en instrumento de manipulación de los empleados por parte de la
dirección.
Si la dirección da por supuestos, en virtud de la cultura compartida, ciertos compromisos
que exceden los términos del contrato, está creando una situación de desequilibrio que puede
dar lugar a un deterioro del clima laboral. La cultura es un factor de motivación muy
poderoso para los empleados. Pero los compromisos que genera vinculan también a la
dirección. El respeto mutuo es imprescindible para evitar el cinismo de la dominación por
parte de la dirección y la aparición de contraculturas opuestas a una cultura “oficial”
desprestigiada.
La cultura es también un factor de estabilidad en el tiempo: evita la necesidad de repetir
continuamente las normas, procedimientos y modos de hacer propios de cada organización.
321
ANTONIO LUCAS MARÍN
Las creencias y valores compartidos, las narraciones e historias repetidas hacen las veces de
sistema de información básico. Sin embargo –y este es otro riesgo asociado a la cultura-
puede convertirse también es factor de resistencia al cambio. Cuanto más aceptada es una
forma de ver y de hacer las cosas, más complicado resulta cambiarla para adaptarse a las
nuevas necesidades de la organización.
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322
Capítulo 12
LA ESTRUCTURA MATERIAL DE LAS
ORGANIZACIONES
Pablo García Ruiz
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323
ANTONIO LUCAS MARÍN
J unto con la estructura social y la cultura, la estructura material o física compone el tercer
pilar básico de las organizaciones como sistemas sociales. La estructura material consiste
en el conjunto de activos físicos –edificios, instalaciones y objetos- y la forma en que
estos se relacionan entre sí. Incluye, también, por tanto, la infraestructura tecnológica propia
de cada organización. Tanto las relaciones sociales como los significados culturales necesitan
de un soporte físico para existir. Por eso, la dimensión material de los sistemas sociales es
parte esencial de su realidad. No sólo como instrumento necesario per pasivo sino también
como elemento configurador de las propias realidades sociales y culturales.
La disposición física de la organización incluye tanto la distribución interna de los lugares
que ocupa como la determinación de su localización. Por eso, en el tema que comienza
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324
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
subrayaron la importancia de los factores sociales en el lugar de trabajo, con tal acogida que
dieron lugar a una escuela de investigación de la que ya nos hemos ocupado anteriormente.
Otra consecuencia de los estudios de Hawthorne para la historia de la teoría de la
organización fue que el entusiasmo generado por el descubrimiento de los factores sociales
eliminó el interés por la estructura material de las organizaciones. Sin embargo, como señaló
acertadamente Homans en su famoso libro The Human Group (1950), los efectos sociales
hallados en aquel experimento surgieron como consecuencia de un cambio en la estructura
física de la producción: el grupo experimental fue desplazado a una sala singular separada del
resto de la plantilla y alejada del control de sus supervisores habituales. El argumento de
Homans es que la nueva estructura física simbolizó la atención de la dirección hacia esas
trabajadoras y les otorgó un status social especial (Hatch, 1997:241-242).
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Este ejemplo revela que la consideración de la estructura material tiene una gran
importancia para la sociología de las organizaciones, tanto por su relación con la estructura
social, como por su capacidad de generar significados culturales compartidos. Merece la pena
analizar la distribución del espacio y su influencia en las actividades de la organización.
325
ANTONIO LUCAS MARÍN
El layout influye sobre la forma en que las personas y los grupos se comunican y
coordinan sus esfuerzos. El layout determina el desarrollo de canales formales e informales de
comunicación. El ejemplo más obvio es la cadena de montaje industrial, donde la
coordinación viene asegurada por el orden en que se sitúan las personas –y sus actividades
respectivas. Pero también en otro género de actividades la distribución del espacio facilita o
dificulta la coordinación de las actividades. Si el layout está mal diseñado, se introducen
muchas ineficiencias e inconvenientes en el proceso productivo. Una señal de un layout
deficiente es, por ejemplo, la presencia habitual de demasiada gente en los pasillos buscando
las cosas o la información que necesitan para completar sus tareas.
326
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 12.1
Tipos de procesos organizativos
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Desde este punto de vista, una clasificación interesante de los diversos tipos de procesos
en las organizaciones es la que se refiere al grado de interdependencia mutua. Según este
criterio, se puede distinguir entre procesos simultáneos, secuenciales y recíprocos
(Thompson, 1967; Hatch, 1997). Simultáneos son aquellos procesos independientes entre sí
pero que forman parte del producto o servicio que se ha de prestar al destinatario. Por
327
ANTONIO LUCAS MARÍN
intermedio. Recíprocos son aquellos procesos en los que las diversas etapas o actividades que
incluye se necesitan mutuamente, de forma que se requiere una relación continua entre los
diversos agentes que intervienen para garantizar la adecuación del resultado final. Por
ejemplo, una agencia de publicidad o un estudio de ingenieros funcionan habitualmente en
equipos de trabajo, en los que el diseño inicial no es directamente ejecutado sino discutido
internamente, con el cliente y con otros implicados en su realización. Así, se vuelve más de
una vez sobre la etapa de diseño hasta que todos consideran el resultado aceptable. En el
cuadro siguiente se muestran esquemáticamente las diferencias entre los tres tipos de
procesos.
La interdependencia interna de los procesos tiene consecuencias importantes para la
estructura de la organización, desde el punto de vista de las necesidades de coordinación y de
comunicación. La coordinación de los procesos simultáneos exige la existencia de normas y
procedimientos a los que se deben ajustar las actividades. Los procesos secuenciales
necesitan, además, una planificación temporal: como la realización de las actividades
siguientes necesita que las anteriores estén terminadas, es preciso adecuar el tiempo de inicio
y de ejecución de cada etapa; asimismo, el orden de ejecución determina el lugar que cada
actividad debe ocupar para minimizar el tiempo y esfuerzo de traslado de productos en
transformación. Los procesos recíprocos, además de normas, procedimientos y planificación,
necesitan desarrollar ajustes mutuos, pues cada una de las etapas no se considera
definitivamente terminada hasta que el proceso total queda completado; por eso, la cercanía
es importante para facilitar el intercambio de resultados e información necesario en este tipo
de procesos.
Las necesidades de comunicación también son diferentes en cada uno de los tipos de
procesos mencionados. Así, los procesos simultáneos no necesitan comunicación horizontal:
al ser actividades independientes pueden llevarse a cabo aisladamente. Los procesos
secuenciales sí generan necesidades de comunicación por excepción: sólo cuando en una
etapa aparece un problema es preciso corregirlo; así, cuando un resultado se retrasa o llega a
la etapa siguiente sin cumplir las especificaciones necesarias, entonces se hace preciso
advertir a la etapa anterior para que corrija su error y el proceso pueda continuar su curso.
328
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Por ejemplo, piezas recibidas con defectos han de ser rechazadas porque no sirven para el
montaje del automóvil en curso. Los procesos recíprocos, por último, contienen un alto
contenido de comunicación horizontal, propio de los trabajos en equipo. Incluye frecuentes
reuniones donde se modifican los resultados esperados en función de nuevas necesidades u
opiniones de los destinatarios.
En conclusión, la naturaleza de los procesos internos de las organizaciones condiciona su
estructura material así como su estructura social: tanto la disposición de los activos como los
flujos de comunicación guardan estrecha relación con la definición y secuencia de las
actividades que se realizan. Un cambio en cualquiera de estas tres dimensiones –procesos,
estructura material, estructura social- implica una alteración, prevista o imprevista, en las
otras dos.
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329
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 12.2
Imagen corporativa a través de la arquitectura: sede central de BMW en Munich
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330
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
objetivos que fueran esencialmente diversos de los valores, mensajes y objetivos que
internamente se promueven.
Cuadro 12.3
Imagen corporativa a través de la arquitectura: el mundo financiero
Poco después de 1970 El Hongkong and Shanghai Bank encargó a Norman Foster la construcción de su nueva
sede central en Hong Kong. El resultado fue una estructura espectacular, moderna, hermosa y muy cara. Fue
diseñada especialmente para impresionar a quien la viera y mostrar así que el banco es rico y sólido en el sentido
tradicional de la expresión. Por eso, aunque la apariencia del edificio es una obra maestra del arte contemporáneo,
en realidad se comporta –paradójicamente- como un símbolo tradicional de opulencia.
Sin embargo, el mundo financiero se mueve tan deprisa en la actualidad que los bancos, independientemente
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de su tamaño y solvencia, ya no se pueden permitir construir monumentos para sí mismos. Sería casi como tentar
a la Providencia. El edificio central del Bank of America, levantado en los años de su máximo esplendor en el
centro de la ciudad de San Francisco, quiso simbolizar también su posición de primera entidad bancaria mundial.
Años después fue vendido y la sede principal se ha trasladado a un edificio más modesto, que se ajusta a sus
necesidades actuales de espacio. La inestabilidad del entorno financiero exige hoy una imagen más prudente para
seguir infundiendo confianza.
Fuente: adaptado de Olins, 1990:64
Sin embargo, no siempre identidad e imagen coinciden. Varias razones explican esta
posible separación. Por un lado, la imagen ofrecida se construye según el interés o la
naturaleza de la relación que se establece con un público específico. Por ejemplo, la
publicidad es una forma de comunicación persuasiva, no meramente informativa. Por eso,
tiende a mostrar únicamente aquellos aspectos de la identidad organizativa con los que el
cliente potencial pueda identificarse más fácilmente. Los cambios de imagen no suelen estar
motivados por un cambio de identidad sino por un análisis de marketing que recomienda la
búsqueda de otro estilo de comunicación pública. La persistencia de la imagen comercial
trata de mantener una identificación exitosa del producto o servicio ofrecido. La continuidad
de la imagen publicitaria también favorece la inserción en la comunidad de una empresa que
se ha convertido en tradición para un público determinado. Ejemplos hay muchos: Coca-
Cola, Lucky Strike, Merdeces Benz, IBM, etc., han mantenido su logotipo –núcleo de su
imagen comercial- desde hace décadas, actualizando mínimamente el estilo para adecuarlo a
las sucesivas tendencias del diseño, para mostrar una continuidad esencial de sus actividades
y productos. Ahora bien, la continuidad de la imagen puede darse al margen de profundas
transformaciones de la organización misma, como puede verse en el Cuadro 12.4. Una
compañía puede cambiar de dueño, modificar sus sistemas de gestión, cambiar su estructura
social, etc., y, al mismo tiempo, seguir custodiando inalterada una marca célebre.
Por otro lado, la relación entre identidad e imagen depende no sólo de la compañía sino
también de los diferentes públicos que componen su audiencia. Una organización puede
controlar los mensajes que envía. Lo que no puede controlar es la interpretación que los
destinatarios van a hacer de esas señales y mensajes emitidos. Así, una misma imagen puede
331
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 12.4
Imagen corporativa de Shell 1904-1971
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
334
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La respuesta está lejos de ser sencilla. Sin embargo, es necesaria para comprender los
flujos de inversiones físicas y dotación de personas que, en la actualidad, están llevando a
cabo cada vez más empresas de muy diversa procedencia. De hecho, frente a épocas de
crecimiento conocemos también épocas de reducción del tamaño (downsizing) y actividad en
muchas empresas. ¿Qué criterios siguen las organizaciones internacionales para situar sus
actividades en una u otra zona geográfica del mundo?
Las dos razones fundamentales que se suelen aducir desde la perspectiva estratégica son
las ventajas comparativas y competitivas que se derivan de una u otra localización.
- Las ventajas comparativas se refieren a las facilidades en el acceso a recursos que se
obtienen como consecuencia de estar presente en una determinada zona. Por ejemplo,
el coste de la mano de obra es una razón que ha movido a muchas empresas a
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ANTONIO LUCAS MARÍN
productivas tienen una dimensión óptima de eficiencia. Es decir, un excesivo tamaño impide,
en vez de fomentar, un mayor aprendizaje y productividad. Por eso, alcanzado un tamaño
determinado, la empresa debe reproducir en otro lugar su sistema de producción.
336
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
complejidad de la gestión de este tipo de organizaciones es muy grande, pero las ventajas que
se obtienen son enormes, si se logran, al tiempo, adecuados niveles de integración global y
de adaptación local.
Cuadro 12.5
Integración global y adaptación local en corporaciones multinacionales
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ANTONIO LUCAS MARÍN
ámbito de los edificios y se traslada a las redes de comunicación que hacen posible la
coordinación global (Nohria y Ghoshal, 1997). Al mismo tiempo, la competencia entre
subsidiarias para lograr mayor atención e inversiones por parte de la sede central, queda
matizada por la necesaria colaboración para lograr estándares comunes de calidad,
especificaciones y servicios.
Las empresas transnacionales dan lugar a una nueva distribución geográfica de las
actividades en las organizaciones. Esta nueva configuración supone que el ámbito de control
local ha quedado desplazado por la coordinación internacional. Esta coordinación conduce a
nuevas formas de cooperación entre empresas que forman parte del mismo grupo (Roure et
al., 1997). Entrar a formar parte de lo que tiempo atrás fue una empresa local significa hoy
verse implicado en actividades internacionales de competencia y coordinación, aún sin salir
de la misma ciudad en la que se ha nacido.
338
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
para construcción que se instala en Europa. Los ejemplos son muchos. En el cuadro 12.6 se
muestran algunas agrupaciones geográficas por sectores de actividad en España e Italia.
La existencia de este tipo de agrupaciones muestra cómo la globalización de los mercados
y la internacionalización de las organizaciones coexiste con una fuerte localización de
actividades económicas en un número reducido de países y regiones. M. Porter (1990) da una
explicación de esta aparente paradoja al considerar que la concentración favorece el
aprendizaje y la mejora continua. De hecho, los clusters son ámbitos empresariales en los que
competencia y cooperación entre empresas se dan simultáneamente. Las razones principales
que explican la aparición de estas agrupaciones son, en opinión de este autor, los siguientes:
- La presencia en la región de factores importantes para la producción: por ejemplo,
materias primas y personal cualificado; especialmente si estos factores son sofisticados
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ANTONIO LUCAS MARÍN
benefician de la nueva instalación compartida. Además, el gobierno local apoya este género
de acciones que favorecen la actividad económica y la generación de empleo en la zona.
Cuadro 12.6
Agrupaciones de empresas en España e Italia
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Fuente: E. Ballarín, La Unión Europea y la empresa, Cátedra Nissan de Estrategia Corporativa, memo, IESE,
Madrid, 1999.
Como resultado de las fuerzas generadas en los clusters, las empresas allí localizadas
tienden a desarrollar capacidades superiores a los competidores ajenos a la agrupación. De
esta forma, desde una zona relativamente pequeña se puede exportar a los grandes mercados
mundiales productos o servicios altamente desarrollados que apenas encuentran
comparación con los productos o servicios menos sofisticados que pueden generar empresas
aisladas en cada mercado local. Por todas estas razones, a la hora de tomar una decisión
340
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
sobre dónde situar unas nuevas instalaciones, muchas empresas tienen en cuenta la existencia
de clusters sectoriales en diversos lugares del mundo.
La importancia de los clusters y de las organizaciones transnacionales es creciente. El
número y volumen de las agrupaciones sectoriales a escala mundial no ha dejado de crecer en
los últimos años, fomentadas también por los gobiernos locales que quieren asegurarse, así,
el desarrollo económico y humano de sus conciudadanos. El crecimiento de la competencia
internacional induce a las organizaciones a adoptar estructuras transnacionales que permitan
lograr mayores niveles de eficiencia y productividad. Aunque ambas realidades parecen
manifestar tendencias opuestas, sin embargo, comparten también algunos aspectos
importantes. El incremento de la competencia parece generar también nuevas formas de
cooperación entre empresas. Si alguna vez las empresas actuaron como agentes solitarios
frente a sus competidores y otros agentes sociales, la época actual manifiesta una tendencia
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 12.7
Cluster de la motocicleta en el área de Barcelona
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Fuente: E. Ballarín, La Unión Europea y la empresa, Cátedra Nissan de Estrategia Corporativa, memo,
IESE, Madrid, 1999.
342
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
flexibilidad necesaria para adaptarse a los continuos cambios tecnológicos es más accesible si
el tamaño, el ámbito de actuación y la responsabilidad se limitan a dimensiones más
reducidas. La red cuyo centro es Benetton ofrece un buen ejemplo de ello (Hatch, 1997:95).
Cuadro 12.8
Cisco Systems
Cisco Systems fue una de las empresas pioneras en el desarrollo de Internet. Desde entonces, se ha
convertido en una de las empresas de mayor crecimiento de Sillicon Valley y de mayor revalorización financiera.
Pero sus directivos admiten sin problemas que no lo han logrado solos. Cisco ha logrado grandes resultados
gracias a sus relaciones estratégicas con otras compañías.
Cisco fue fundada a mediados de los años ochenta por un matrimonio que desarrolló sistemas para hacer
compatibles redes informáticas separadas en la universidad de Stanford. Una serie de adquisiciones de empresas
emergentes en el sector les permitió ser capaces de ofrecer servicios avanzados de diseño e instalación de redes
informáticas. También suscribió acuerdos con Hewlett Packard para desarrollar y vender sistemas de información
basados en Internet adaptados a cada empresa. Una alianza con MCI le ha permitido ofrecer servicios de
transmisión de datos a través de la infraestructura del gigante de las telecomunicaciones. Microsoft e Intel están
colaborando con Cisco en un proyecto sobre la transmisión, via internet, de voz, video y multimedia interactivo
con la calidad de la televisión digital.
John Chambers, primer directivo de Cisco, considera que elegir a los aliados adecuados es crucial para el éxito
de una empresa. Espera que la alianza con Microsoft e Intel les permita liderar el avance de la revolución digital.
“Siempre hemos reconocido –afirma- que el desarrollo de redes es algo demasiado complejo para una sola
empresa, incluidas MCI, HP, Microsoft e Intel. Ellos lo saben también. Por eso, es mejor asociarse que competir
porque así podremos conseguir que el pastel crezca más rápido para todos”.
Fuente: adaptado de Daft 2001:165.
343
ANTONIO LUCAS MARÍN
estables con mas de veinte empresas del sector, entre las que se cuentan compañías como
Intel o Comcast. Otro ejemplo, entre muchos, es el de IBM, que también comparte
proyectos con empresas como Buy.com, ATH Technologies o AT&T.
Esta cooperación se verifica, habitualmente, en forma de acuerdos entre empresas para
propósitos determinados. La estabilidad del acuerdo se asegura, en ocasiones, mediante una
conveniente participación accionarial cruzada. Estos intereses comunes no impiden que las
mismas compañías asociadas para unos propósitos sean feroces competidores en otros
ámbitos de actividad o nichos de mercado. Por otra parte, también hay que tener en cuenta
que, de hecho, la titularidad de la propiedad de las distintas sociedades es cada vez más
cambiante y confusa, pues la participación inicial en una sociedad compartida da lugar con
frecuencia a adquisiciones y ventas de acuerdo con proyectos a corto plazo. Todo ello hace
que las fronteras de las organizaciones, tal como estamos acostumbrados a imaginarlas, sean
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344
IV
PROBLEMAS BÁSICOS EN SOCIOLOGÍA
DE LAS ORGANIZACIONES
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Capítulo 13
LA PARTICIPACIÓN EN EL TRABAJO
Antonio Lucas Marín
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
individualismo racionalista. Pero no sólo antítesis, también inversión, pues las conclusiones a
las que llegaron los primeros sociólogos con respecto al hombre y a la sociedad descansan
sobre una inversión de las mismas premisas que apoyaban aquella idea” (Nisbet, 1977:121). De
esta manera, al insistir en la creciente deshumanización de las tareas que conlleva el
industrialismo y la correspondiente división del trabajo, se está negando al progreso su realidad
en una consideración amplia de la alienación, que va más allá de la mera desafección hacia el
ámbito social circundante.
Sin embargo, en esta consideración genérica de negación del progreso, todavía se engloban
dos enfoques iniciales básicos de la sociología sobre la ausencia de participación que conviene
diferenciar: el primero se apoya en una concepción alienada del individuo, el segundo en una
concepción alienada de la sociedad. Es decir, se ve, por una parte, al individuo que trabaja en
una organización burocratizada, íntimamente alejado de la sociedad, fragmentado en la
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realización de unos roles mecánicos que está obligado a desempeñar, ninguno de los cuales
interesa a su naturaleza más íntima, sino que, en conjunto, lo apartan de su propio yo,
dejándolo, por así decir, existencialmente extraviado en la acción. Por otra parte, se contempla
un orden democrático industrial, cuyo advenimiento aparece en su totalidad con sus
manantiales de cultura amenazados; pues la autoridad política, lejos de expresarse a través de la
anhelada voluntad general, se manifiesta en un espectro de formas confusas, en uno de cuyos
extremos está el plebiscitarismo y en el otro la burocracia centralizada. La primera sociedad
industrial estaba aún lejos de ser una sociedad verdaderamente democrática.
Pero decíamos de la alienación, que puede ser considerada como la inversión del progreso
así como la antítesis e inversión también del individualismo, que para los clásicos de la
sociología era la verdadera enfermedad peligrosa de la sociedad.
Los primeros sociólogos están entre los que creyeron en el siglo XIX que por uno u otro
medio -el renacimiento religioso, el utopismo, la reforma social, la democracia, la ciencia y la
educación o el espíritu de hermandad secular- sería posible conjurar las tendencias hacia la
desorganización moral, la alienación social y la exaltación del poder político inducidas por las
revoluciones políticas y económicas. La solución a los problemas de la primera sociedad
industrial, según Comte, sólo podría ser aportada por una “física social”, como ciencia positiva
de la sociedad. Según Marx, bastaría con abolir la propiedad privada. Pero cuando nos
volvemos a Tocqueville, Weber y Durkheim, encontramos una descripción de la alienación
demasiado profunda como para ser curada mediante la creencia en esas devociones seculares
hacia la ciencia o la praxis revolucionaria.
Vale la pena repasar la visión que los clásicos de la sociología tuvieron del problema de la
alienación, o dicho de modo más positivo, del de la participación. Vamos a centrarnos
solamente en una breve exposición de las ideas de Tocqueville, Marx, Weber y Durkheim al
respecto. Como veremos, la reflexión de todos ellos es más bien sobre la participación en la
sociedad, en general, más que específicamente sobre la participación en el trabajo, aunque
todos ellos eran conscientes de que la forma del trabajo realizado era la principal causa de la
alienación.
349
ANTONIO LUCAS MARÍN
El planteamiento de Tocqueville
El primer tratamiento sistemático del igualitarismo, de la participación y de la democracia en
las sociedades modernas, corresponde indudablemente a Tocqueville. Este autor tiene como
categoría principal de su pensamiento la idea de participación, especialmente en el orden
político, vislumbrando la extensión creciente e inevitable de la democracia; pero no puede
dejar también de manifestar su temor a la pérdida de significado del individuo como
consecuencia de la secularización, del peso creciente de la opinión pública, de la misma
división del trabajo, de la ruptura de lazos con la comunidad y, en definitiva, de la pérdida de
raíz histórica y social con su secuela de desgaste de valores morales.
En efecto, Tocqueville ve en la democracia un proceso social inevitable, al compás de la
industrialización, que empuja la vida de los pueblos. Los deseos de participación no se reducen
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a un orden político: se dan en todos los órdenes de la vida y en las situaciones concretas en que
ésta se plasma; y es así porque en la sociedad moderna se extiende un cierto sentido de
trascendencia de los propios actos y un sentimiento o deseo de ejercer un control sobre el
propio destino. Esta evolución de los acontecimientos, ya vista en su tiempo por Tocqueville,
la lleva a afirmar que el desarrollo gradual de la igualdad de condiciones constituye un hecho
providencial, con sus principales características: es universal, es duradero, escapa siempre a la
potestad humana, y todos los acontecimientos, así como todos los hombres, sirven a su
desarrollo.
Sin embargo, también es consciente de los efectos demoledores de la división del trabajo,
que al obligar al individuo a especializarse en una tarea mínima, aumenta su destreza y le
enajena: "cada día es más diestro y menos industrioso –dice-; en la medida en que progresa el
obrero se degrada el hombre". En el Cuadro 13.1 se recogen textos seleccionados de
Tocqueville, como muestra de la naturaleza de las reflexiones de esta época sobre la realidad de
la participación.
350
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 13.1
Análisis de la participación en Tocqueville
"Por todas partes se ha visto que los diversos incidentes de la vida de los pueblos se inclinan en favor de la
democracia. Todos los hombres la han ayudado con sus esfuerzos, los que lucharon por ella y los que declararon ser
sus enemigos, todos han sido empujados confusamente por la misma vía y todos han actuado en común unos contra
su voluntad y otros sin advertirlo, como ciegos instrumentos de Dios... El desarrollo gradual de la igualdad de
condiciones constituye pues, un hecho providencial, con sus principales características: es universal, es duradero,
escapa siempre a la potestad humana y todos los acontecimientos, así como todos los hombres, sirven a su desarrollo...
Si prolongadas observaciones y sinceras meditaciones llevaran a los hombres de nuestros días a reconocer que el
desarrollo gradual y progresivo de la igualdad es a la vez el pasado y el futuro de su historia, este solo descubrimiento
bastaría para dar a dicho desarrollo el carácter sagrado de la voluntad del soberano señor. Querer contener a la
democracia, sería entonces como luchar contra el mismo Dios, y a las naciones no les quedaría más que acomodarse al
estado social impuesto por la Providencia".
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"... No conozco ningún país donde haya menos independencia mental y genuina libertad de discusión que Estados
Unidos de América... la razón de que Estados Unidos no haya contado todavía con grandes escritores, la hallaremos
en estos hechos; no puede haber genio literario sin libertad de opinión, y en Estados Unidos no existe libertad de
opinión..."
"... Cuando todos gozan de igual condición social, la opinión pública ejerce un peso enorme sobre el pensamiento
individual; lo rodea, lo dirige y lo oprime; y esto proviene de la constitución misma de la sociedad, mucho más que de
sus leyes políticas. A medida que los hombres se parecen más entre sí, cada uno de ellos se siente más débil con
respecto al resto; al no percibir nada que lo eleve o lo distinga de los demás, pierde la confianza en sí mismo frente a
sus ataques... lo abruma al punto el sentimiento de su propia insignificancia y debilidad..."
"... El obrero consagrado en forma incesante y exclusiva a la fabricación de un único objeto, llega a hacer su
trabajo con destreza singular; pero al mismo tiempo pierde la facultad de aplicar la mente a su tarea. Cada día es más
diestro y menos industrioso; cabría decir que en la medida que progresa el obrero se degrada el hombre. ¿Qué se
puede esperar de un hombre que ha pasado veinte años de su vida fabricando cabezas de alfileres?"
Fuente: Tocqueville, 1980: 12-13; 134; 135; 137.
351
ANTONIO LUCAS MARÍN
evolución en una tiranía más extensa y penetrante que las anteriores conocidas por el espíritu
humano. Por eso quiso estudiar históricamente en las diferentes culturas el concepto de
racionalismo.
En la obra de Max Weber la participación no es una unidad directa de análisis, aunque
dedica en sus estudios muchas páginas a la democracia y al proceso de democratización.
Entiende, incluso, la alienación o ausencia de participación indirectamente, como rebelión
contra los excesos de la racionalización. En todo caso, señala en Economía y Sociedad que la
democracia en cuanto tal, a pesar de fomentar, inevitablemente y sin quererlo, el proceso de
burocratización, es enemiga del dominio de la burocracia, a la que pone sensibles obstáculos e
inconvenientes. Pero lo que le preocupa es la racionalización creciente y el consiguiente
"desencantamiento del mundo" que le parecen una pesada carga difícil de soportar, una “jaula
de hierro", que hace comprensible incluso una vuelta personal a situaciones tradicionales.
La anomia en Durkheim
En Durkheim, finalmente, la ausencia de participación, definida como anomía, es una categoría
básica de análisis social. Toda su teoría debe entenderse desde la obsesión contra el
individualismo que caracteriza a la tradición sociológica francesa desde Saint-Simon y Augusto
Comte. En su opinión, si la sociedad humana es la configuradora del individuo, los procesos
que dan lugar a la ruptura de los vínculos sociales tendrán una repercusión en el individuo. El
incremento de suicidios o la lucha de clases que acompaña el paso de una sociedad tradicional
o mecánica a otra más moderna u orgánica es una manifestación de esta anomía.
La elaboración del concepto de conciencia colectiva, formada por el conjunto de maneras
de obrar, de pensar y de sentir que integran la herencia común de una sociedad, y la confusión
buscada entre lo moral y lo social, son la consecuencia de la búsqueda de elementos
integradores para evitar el desgajamiento del individuo del cuerpo social. En opinión de
Durkheim (1975:106), el instrumento adecuado para luchar contra la alienación es la educación.
Esta es capaz de renovar en la sociedad las condiciones de la propia existencia, inculcando por
adelantado en la mente del niño las similitudes esenciales que supone la vida colectiva, y así
puede crear el ser social en cada uno de nosotros, evitando la anomía.
352
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Estas cuatro líneas de pensamiento muestran diferentes posturas de los clásicos frente al
problema de la participación, que van del pesimismo finalista de Tocqueville, ampliado en
Weber, al optimismo con tintes radicales de Marx, sin faltar posturas intermedias reformistas
como la de Durkheim. En definitiva, la visión de Tocqueville del creciente igualitarismo, la
teoría de la alienación marxiana, el desencantamiento del mundo de Weber y la anomía
progresiva denunciada por Durkheim, son la toma de conciencia desde perspectivas
diferentes sobre el tema de la participación en la sociedad. En todas ellas subyace una
consideración negativa de las consecuencias de la división del trabajo.
De todo lo dicho, cabe deducir, que aunque la especulación concreta sobre la participación
en el trabajo puede inferirse de las iniciales posiciones de los clásicos, la tarea que ellos se
propusieron era más genérica, pues para una reflexión acabada sobre la participación en el
trabajo industrial, era necesaria la institucionalización definitiva de la división del trabajo y de la
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353
ANTONIO LUCAS MARÍN
irresponsabilidad peligrosa, que no es nada más que una abdicación por parte de la dirección de
las responsabilidades que le corresponden. Aun otros ven en la participación un "truco" para
manipular a la gente, para que crean que intervienen en la toma de decisiones; y, en definitiva,
utilizan la participación para conseguir que la gente "se sienta" importante, aunque no lo "sea".
El segundo enfoque sobre la participación, ya tradicional en la óptica empresarial, es su
consideración como delegación de poderes. Su correspondencia descriptiva con la distribución
de poder propia del sistema capitalista parece evidente. En esta óptica, los que tienen el poder
de hecho, los directivos, lo delegan en los que colaboran con ellos en unas realizaciones
concretas. De manera que sólo es posible una participación eficaz si se dan los requisitos
necesarios para la delegación efectiva: por parte de los delegantes, una visión de confianza en
los demás; por parte de los delegados, una capacidad de responder a la confianza depositada.
Estas dos condiciones podríamos resumirlas en dos términos concisos: confianza y formación.
Sin abandonar el planteamiento industrial clásico de la participación como delegación de
poderes, McGregor ha tipificado los dos extremos del continuo en cuanto a confianza, que dan
lugar a lo que llama Teoría X (o punto de vista tradicional sobre la dirección y el control) y
Teoría Y (o planteamiento más evolucionado que intenta la integración de los intereses
individuales con los objetivos de la organización). Estos dos extremos hacen referencia a dos
momentos de evolución de las ideas sobre la organización del trabajo. La Teoría X se
correspondería con los planteamientos subyacentes al taylorismo y la Teoría Y está en
conexión con las aportaciones de Maslow al movimiento de Relaciones Humanas en la
empresa.
Las ideas implícitas en la visión tradicional sobre la conducta humana en el trabajo pueden
sintetizarse, para McGregor, en: 1. El ser humano ordinario siente una repugnancia intrínseca
hacia el trabajo y lo evitará siempre que pueda; 2. Debido a esta tendencia humana a rehuir el
trabajo la mayor parte de las personas tienen que ser obligadas a trabajar por la fuerza,
controladas, dirigidas y amenazadas con castigos para que desarrollen el esfuerzo adecuado a la
realización de los objetivos de la organización; 3. El ser humano común prefiere que le dirijan,
quiere soslayar responsabilidades, tiene relativamente poca ambición y desea más que nada su
seguridad. Este conjunto de ideas prejuiciales, que constituyen la Teoría X, ha ido siendo
354
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
progresivamente abandonado gracias a los avances de las ciencias sociales en el último cuarto
de siglo, dando lugar a la Teoría Y, cuya formulación, aun con carácter provisional, da una base
más aceptable para predecir el comportamiento humano en la industria. Se deja así de lado una
visión de los recursos humanos de la empresa como respondiendo a las características y
capacidades del niño, más bien que del adulto.
La Teoría Y está formada por una serie de principios o generalizaciones que procuran
integrar los objetivos de los individuos con los de la organización, y pueden sintetizarse en los
siguientes:
1. El desarrollo del esfuerzo físico y mental en el trabajo es tan natural como el juego o el
descanso; es decir, al ser humano común no le disgusta esencialmente trabajar.
2. El control externo y la amenaza de castigo no son los únicos medios de encauzar el
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ANTONIO LUCAS MARÍN
sientan movidas hacia una respuesta más plena, comprometida y vital a los problemas que se
les encomiendan; reacciones y abandonos que si parecen bien en empleados con poca
responsabilidad parecerían improcedentes en personal de nivel de formación superior.
En cualquier caso, y en términos generales, puede afirmarse que la formación termina
llevando a la participación, sobre todo en un mundo crecientemente complicado en el plano
técnico, en el que la especialización hace cada día más difícil la supervisión. En este sentido,
cualquier actividad que promueva la formación entre los operarios está conduciendo hacia la
participación, y quizás sea la tarea en que más vale la pena insistir, no sólo en el plano técnico,
sino también en el humano y social en general.
De la crítica a los planteamientos tradicionales vistos sobre la participación en el trabajo se
fue decantando un conjunto de ideas que formaron la base de los primeros esquemas de
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participación. Vamos a reducir estas ideas a tres aspectos: la necesidad de disipar algunos mitos;
su consideración como un compromiso, y su carácter humanizante.
El aspecto inicial a considerar en un enfoque crítico y moderno de la participación es su
aceptación como algo demasiado serio como para dejarla en manos de los ideólogos y los
políticos; de forma que si queremos avanzar en su comprensión será necesario utilizar las
ciencias sociales para disipar los mitos que la envuelven. Un proceso de participación auténtica
debe, por eso, evitar caer en ciertas ideas falaces, como las siguientes (Crozier, 1970: 66-69):
1. En primer lugar, el mito de la edad de oro preindustrial, que tiende a considerar la
participación como un sueño romántico que se vivía en las comunidades primitivas,
donde la fraternidad tribal de los miembros de las comunidades aldeanas, integrados
plenamente en la toma de decisiones, aparecería como un ideal que se debe recuperar.
Se olvida que, en la comunidad tribal primitiva, la participación ahoga habitualmente al
individuo hasta el extremo de imposibilitarle una existencia personal, al ser un refugio
ante la angustia de enfrentarse con la libertad y el riesgo. Por ello debe abandonarse esta
idea como modelo para imitar.
2. En segundo lugar, deber ser superado el mito de la participación afectiva, es decir, las
experiencias participativas que van dirigidas a los sentimientos, a impresionar la
afectividad humana. La participación afectiva constituye un retroceso, una ilusión. Por
eso, la participación aceptable debe basarse en un modelo consciente y racional.
Consciente, porque sólo en esa medida puede tener la participación un sentido
verdaderamente humano; racional, porque únicamente en el mundo de la racionalidad
se puede evitar la manipulación.
3. En tercer lugar, hay que disipar el mito de la participación-regalo, basado en la idea de
que la participación en las decisiones es un regalo de los dirigentes a los subordinados o
bien algo que debe ser arrancado por la fuerza a quienes se adueñaron de ese derecho.
Contrariamente, la participación sólo aparece en su justo término cuando se ve como
una carga, a veces muy pesada. Participar es perder la libertad, la situación favorable del
crítico que se halla cómodamente protegido; es también correr el riesgo de
356
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
riesgos de la libertad, con la idea clara de que el error humano es posible y debe afrontarse.
Sobre estas bases podrá plantearse la participación como algo más que mera información o
diálogo. En este sentido, puede afirmarse, ciertamente, que el primer paso para la participación
es siempre la comunicación, entendida como ida y vuelta de contenido informativo, y que el
inicio de todo plan de participación es un plan de comunicación entre las distintas partes
(Crozier, 1970:71-72).
Otro aspecto importante de la participación es su carácter humanizante, lo que supone
una consideración explícita de objetivos no económicos. En efecto, la extensión de la
participación indica primariamente algo más que la búsqueda de la eficacia productiva. Los
supuestos para conseguir la participación son fundamentalmente políticos, en su sentido
amplio, de concepción del hombre. Por este motivo es un ideal que se debe conseguir, no
una premisa de eficacia (Lucas, 1995:26-29). La situación del hombre en cada momento, su
formación, su capacidad, y las técnicas de producción disponible, podrán insinuar la mejor
forma de participación. El carácter humanizante de la participación va también unido a su
consideración como actividad ejemplar y como hábito contagioso. En efecto, este concepto
de participación consiste en una actividad ejemplar más que coercitiva. En este sentido, la
participación supone siempre un esfuerzo desigual: son los más dotados, los más capaces, los
que tienen que "empujar", más que "tirar" de los demás, situándose respecto a los segundos
en un plano inferior al que por su capacidad les correspondería (en situación de servicio). En
el mismo sentido, la experiencia de iniciativas de autogobierno (muy especialmente
cooperativas y empresas autogestionarias) es que se necesita, al menos inicialmente, un
liderazgo sacrificado (Lucas, 1995:223-224).
357
ANTONIO LUCAS MARÍN
cualquiera que sea el grado que los empleados puedan alcanzar en relación con las materias
sobre las que pueden influir –asuntos personales, sociales o económicos-, y con la extensión
de sus facultades –información, consulta, veto o aprobación. Vemos, pues, que hay una
variedad muy amplia para la manera en que los asalariados puedan tener protagonismo en la
organización en la que prestan sus servicios.
El concepto de participación en las organizaciones se ha ido imponiendo
progresivamente, a medida que evolucionaba la teoría de la organización y que cambiaba el
entorno económico y empresarial de las sociedades avanzadas. Es obvio que en el fondo de
los esquemas de participación hay unos supuestos básicos de carácter antropológico y
sociológico que favorecen su puesta en práctica. Pero también es cierto que la participación
se ha ido generalizando no sólo como una opción moral sino también como una solución
eficaz a determinados problemas organizativos que han surgido en las últimas décadas. Esta
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
a contribuir a la marcha global de la empresa, desde la tarea que a cada uno le corresponde.
A su vez, estos derechos se corresponden con el deber de dar lo mejor de uno mismo para el
logro de los objetivos organizativos.
Desde esta perspectiva se entiende que la relación profesional no es un mero intercambio
de utilidades, de tiempo por salario, sino un compromiso con la acción colectiva, tanto por
parte del asalariado como por parte de la dirección de la organización. Se trata de asumir
como propios los objetivos de la otra parte: de la organización para el asalariado, y del
asalariado para la organización. Mediante el compromiso se reconoce un sentido de
responsabilidad en el progreso de la otra parte que tiene unas exigencias específicas tanto
para la organización como para el profesional. En cualquier caso, lo que se pone de relieve es
que el trabajo es una actividad relacional, en la que cada uno de los implicados desarrolla su
actividad en términos no sólo de sus fines particulares sino también según los objetivos de la
otra parte. Aún más: los objetivos de la organización y del asalariado incluyen como propios
los objetivos del otro. Sólo así se puede lograr una acción realmente colectiva, en la que cada
parte resulta protagonista y no mero instrumento al servicio de otro.
Además, la evolución del entorno en nuestros días aporta otras razones por las cuales se
hace necesario para las organizaciones contar con el protagonismo de todos sus miembros.
Entre los factores que configuran ese entorno están los siguientes (Rodríguez Porras 1991):
la intensificación de la competencia internacional exige a todas las empresas y
organizaciones una mejora continua de la calidad de sus productos y unos precios ajustados;
la creciente complejidad de las tecnologías disponibles, que dotan de una importancia
creciente –no sólo cualitativa sino también cuantitativa- a los empleados como principales
expertos de las tareas que desempeñan; la creciente complejidad de las estructuras
organizativas, que responden al criterio de una progresiva descentralización y autonomía de
las decisiones; la elevación del nivel educativo del personal en todos los niveles de la
organización; la creciente toma de conciencia por parte del personal de su dignidad como
personas, que fomenta el deseo de contribución y de desarrollo personal: tanto las exigencias
de eficiencia en la organización, como la aspiración a una mayor calidad de vida profesional
empujan en la dirección de la generalización de los esquemas de participación en las
empresas actuales.
360
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Tipos de participación
Como ya advertimos al estudiar el carácter orgánico de las empresas actuales, así como los
conceptos de consistencia y coherencia organizativa de la teoría de sistemas y las más
recientes aportaciones de la teoría de la organización, está claro que no existe un solo tipo de
participación que sea adecuado para todas las organizaciones. De acuerdo con su misión, su
estrategia y las características del entorno en que se mueve, cada organización ha de diseñar
un determinado esquema de participación que responda a los supuestos que hemos
enunciado. La forma en que se lleva a la práctica el derecho genérico a la participación ha de
ser coherente con el propósito general de la organización, con los procesos básicos de su
actividad, con su estilo de dirección y con los valores centrales de su cultura.
Cualquiera que sean las peculiaridades de una empresa particular, la participación siempre
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
variable del salario anual- pagas extraordinarias al final del ejercicio cuya cuantía depende del
grado en que se alcanzan los objetivos de negocio, tanto de la tarea individual asignada a
cada empleado, como del grupo al que pertenece, o su departamento, división o, también, de
los resultados globales de la compañía. Mediante estas fórmulas de compensación, se busca
generar en la plantilla un compromiso personal similar al compromiso de la propiedad en la
prosperidad de la organización.
b) La participación mayoritaria en el capital de una empresa por parte de los
empleados suele ser el resultado de una situación de crisis que se ha resuelto con la
entrada de nuevo capital para evitar la quiebra de la sociedad. En este caso, el
capital entrante es aportado por los empleados que intentan, de esta manera,
conservar su empleo, reflotando una empresa que iba a cesar su actividad. En este
caso, los empleados asumen también la responsabilidad de la gestión, al menos en
su condición de socios mayoritarios. Un ejemplo (Bradley y Nejad, 1989) es
National Freight Consortium –hoy Exel-, empresa de transportes del Reino Unido
que en 1982 tenía unas pérdidas acumuladas de veinte mil millones de pesetas y no
parecía económicamente viable, dado el rendimiento ofrecido hasta ese momento.
En esa fecha fue comprada por los propios empleados por apenas quince millones
de pesetas. Los nuevos socios introdujeron una serie de cambios en la gestión.
Desde entonces su éxito ha ido en aumento, obteniendo ya en 1988 beneficios por
valor de unos quince mil millones de pesetas, con un volumen de negocio cercano
a los doscientos cincuenta mil millones de pesetas. Diez años después, más del
80% de las acciones pertenecía al ochenta por ciento de sus treinta mil empleados
junto con unos veinte mil antiguos empleados.
La participación mayoritaria de los empleados en el capital de la empresa es una situación
que no está libre de tensiones. Sin duda, favorece el compromiso de los trabajadores que
son, al mismo tiempo, accionistas. Este compromiso incide positivamente sobre la marcha
de la compañía, siempre que sean capaces de acertar en el modelo de gestión. Esta
suposición no está asegurada, puesto que con frecuencia los empleados que hasta entonces
han se han ocupado de tareas operativas carecen habitualmente de la formación necesaria
363
ANTONIO LUCAS MARÍN
para dirigir una organización. Por otra parte, aparecen fácilmente conflictos entre los
trabajadores accionistas y los que no lo son, pues sus intereses y motivación no coinciden
plenamente. También se suele aducir –entre los inconvenientes de este tipo de esquemas de
participación- que estas empresas están en peor situación que las empresas convencionales
para atraer o ampliar capital por parte de otros inversores, puesto que su modelo de gestión
está lejos de orientarse principalmente hacia el capital y sí más bien al beneficio a corto plazo
de los propios empleados (p.ej., distribuyendo los beneficios en forma de salarios elevados
en vez de en forma de dividendos). Han sido muchas las empresas que han fracasado en su
intento de evitar la quiebra de esta forma, debido principalmente a las tensiones que
acabamos de mencionar.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
seria dificultad a la hora de aumentar capital para acometer nuevas inversiones cuando
sean necesarias. Por esta razón, en las empresas convencionales los accionistas suelen
oponerse a la entrega de acciones a los empleados en proporciones significativas.
Cuadro 13.2
Ventajas del autogobierno en las organizaciones
1. Se consiguen conservar empleos en circunstancias que empresas convencionales cerrarían. Esto significa un
ahorro del dinero público necesario para mantener la política ordinaria de pleno empleo. Significa también evitar
unos costos sociales importantes.
2. Mantienen la estabilidad económica local y el flujo de capitales dentro de la localidad. En definitiva se aleja el
peligro de muchas influencias externas arbitrarias en función de la nueva propiedad de los medios de producción.
Las grandes decisiones están así bajo control local.
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3. Tienden a ser más productivas y eficientes que las empresas tradicionales. Parece lógico por el incremento de la
motivación unido al propio interés. Hay además algunos estudios empíricos que lo prueban de una forma
matizada.
4. Aumenta la satisfacción en el trabajo, disminuyendo las tasas típicamente asociadas con la insatisfacción:
absentismo laboral, cambios de empleo y enfermedades laborales.
5. Contribuyen a la mejora personal de los empleados en el contexto de la comunidad. No sólo hay un ambiente más
cooperativo y de ayuda mutua sino que se gana en libertad, creatividad y eficacia.
6. Se reducen las huelgas y los costos del trabajo. Al disminuir las características tradicionales del conflicto, latente en
las empresas capitalistas, hay una dedicación más eficiente a tareas productivas.
7. Se reducen las necesidades de supervisión. Esto significa tanto eliminación de costos como mejora personal,
enriquecimiento de muchas tareas en sus aspectos más creativos. Se facilita así la aportación -sin límite superior-
de las capacidades individuales, que antes debían ser controladas externamente para obtener unas aportaciones
mínimas. Ahora el supuesto es que todos dan el máximo que su capacidad real les permite.
8. Tienen más flexibilidad y posibilidades de supervivencia en caso de recesión o depresión que las empresas
convencionales. Hay una mayor toma de conciencia de los problemas, que se comparten, de la misma forma que
los beneficios.
9. Se reduce el tamaño y el nivel de la burocracia, al desaparecer buena parte de las existencias de control. Se hacen
así las organizaciones más efectivas y humanas.
10. Se reduce el despilfarro de medios y da lugar a muchos ahorros extras. Ahorros de energía o de tiempo, mejoras de
procesos, aumento del número de sugerencias, son características típicas de los incrementos de participación.
11. Es posible el desarrollo de unas relaciones cooperativas con los sindicatos, que se debilitan de alguna manera en su
tarea reivindicativa. Los conflictos internos se reducen, por consiguiente.
12. Se desarrolla una faceta que puede mas fácilmente, buscar un apoyo de la opinión pública y por tanto dar
lugar a un sistema de relaciones públicas y de aproximación al mercado mucho más efectivo.
366
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
accionistas empleados. Estos últimos tienden a votar salarios altos y dividendos bajos,
con lo que los inversores ven disminuir su rentabilidad y, decepcionados, terminan
por abandonar la sociedad. Esta capacidad de ahuyentar a los inversores supone una
seria dificultad a la hora de aumentar capital para acometer nuevas inversiones cuando
sean necesarias. Por esta razón, en las empresas convencionales los accionistas suelen
oponerse a la entrega de acciones a los empleados en proporciones significativas.
4. Respecto a la participación en la gestión, las dificultades son también numerosas. La
principal es, probablemente, la escasez de tiempo para poner en práctica
adecuadamente los canales de información y comunicación entre los empleados y la
dirección de una manera eficaz. En efecto, se puede promover que los empleados
hagan sugerencias o den su opinión sobre procesos, productos y actividades de la
empresa. Pero eso supone tiempo: se pueden celebrar reuniones y grupos de estudio
dentro del horario laboral –pero entonces se puede resentir la productividad- o fuera
del horario –pero entonces hay que pagar ese tiempo de dedicación como horas
extraordinarias o difícilmente la gente estará dispuesta a ampliar su jornada laboral.
Para que las sugerencias e iniciativas de los empleados tengan éxito es necesario que
los directivos dediquen tiempo a su coordinación, ensayo y puesta en práctica, lo cual
exige múltiples recursos, entre ellos el tiempo directivo que es, con frecuencia, uno de
los recursos más escasos de las organizaciones. Para ilustrar las ideas expuestas, el
Cuadro 13.3 recoge un ejemplo vivo de participación en una cadena británica de
grandes almacenes, que encarna una evolución interesante. A continuación, una
referencia a los grandes modelos y experiencia de participación que se han dado
históricamente nos servirá para completar la exposición del tema.
367
ANTONIO LUCAS MARÍN
intentado especificar las diferentes experiencias socioculturales cinco grandes modelos que
vamos a intentar describir someramente. Son estos: el cooperativismo, la autogestión, la
codeterminación, la participación en la dirección y la democracia económica. Vamos a
repasarlos escuetamente.
Cuadro 13.3
Un ejemplo de participación: John Lewis Partnership
La cadena británica de grandes almacenes, John Lewis Partnership, es un singular ejemplo de participación,
acompañado por un considerable éxito comercial (Bradley y Taylor, 1992). Su fundador, John Lewis, decidió en
1929 trasladar buena parte de la titularidad de la propiedad de la organización a sus propios empleados, inspirado
por los siguientes principios:
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el buen servicio es crucial para el éxito de un negocio como los grandes almacenes;
la satisfacción y motivación del personal está en la base de un servicio de calidad, por eso, es necesario que
la gerencia sea llevada a cabo con justicia y participación del personal;
los beneficios del negocio han de ir a parar no sólo al capital que arriesga sino también a los trabajadores
que cooperan para lograrlos, lo cual se ha de traducir en salarios altos y participación en los resultados del
negocio.
A partir de estos principios organizó su empresa de una manera peculiar. Los empleados son los principales
propietarios de la empresa. Esto les lleva a participar en los beneficios anuales a través de un sistema de bonos,
como paga variable que se añade al salario al final de cada ejercicio y cuya cuantía depende de los resultados del
mismo. Lewis era consciente de los problemas asociados a los esquemas de participación en la propiedad, por lo
que separó la titularidad de la propiedad de la dirección de la organización, para evitar los riesgos de subinversión
y de búsqueda de beneficios a corto plazo. Así, los empleados son los propietarios, pero no tienen poder de
decisión. El órgano supremo de dirección fue estructurado como sigue: un presidente (él mismo y los sucesores
designados por el presidente saliente) y un comité central de once miembros, de los cuales seis son elegidos por el
presidente y cinco por el consejo central. Este consejo central –que es el órgano de representación de todos los
empleados- cuenta entre sus funciones el intercambio de información y opiniones entre la dirección y la plantilla,
así como el poder de veto sobre algunas decisiones del comité central, una de las cuales es destituir al presidente
si obtiene la conformidad del 60% de la asamblea general. En cada tienda hay un consejo de tienda que actúa
como órgano de representación y comunicación, para encauzar las preguntas, quejas y sugerencias de cada
empleado hacia la dirección central, así como para pedir responsabilidades de las actuaciones directivas.
Este esquema persigue la mejora de la gestión global de la empresa mediante la participación de los
empleados en la gestión y en los resultados del negocio. Sin embargo, se limita su capacidad de decisión política.
Los resultados de John Lewis Partnership en las últimas décadas son comparativamente muy buenos dentro de su
sector, tanto en lo que se refiere a la estructura de capital y equilibrio del balance anual, como en los indicadores
de liquidez, beneficios, productividad, rentabilidad sobre activos y sobre el capital invertido. Los índices de
satisfacción del personal así como los bajos niveles de rotación del personal –claves para la continuidad del buen
servicio y del éxito del negocio- no dejan lugar a dudas sobre la aceptación de este esquema societario entre los
empleados.
Ver: www.john-lewis-partnership.co.uk
368
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
El modelo cooperativo
En la experiencia cooperativa se ha intentado la emancipación de los trabajadores por acceso a
la propiedad, tanto en los bienes de producción (cooperativas de producción) como en la
distribución (cooperativas de consumo), o en la obtención de préstamos (cooperativas de
crédito). Desde el inicio, se han respetado cuatro características de las organizaciones
cooperativas: intentar satisfacer necesidades individuales de tipo económico; basarse en la mutua
ayuda; tener en cuenta los intereses generales de la comunidad, y el carácter igualitario de los
asociados. La última de estas reglas –el control democrático- que tiene un especial interés, se ha
procurado mantener en todo momento a pesar de las dificultades prácticas del objetivo
propuesto. De las experiencias históricas sobresalientes que nos interesan desde el punto de
vista de la participación habría que destacar la israelí de cooperativismo integral plasmada en el
kibbutz y el mosav (Lucas, 1995:80-82), más precaria por la situación política de la zona, y el
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369
ANTONIO LUCAS MARÍN
La experiencia autogestionaria
Las experencias de autogestión son otra forma de intentar evitar la alienación, en este
caso mediante la propiedad de los medios de producción. Fueron realizadas básicamente en
los países de economía con planificación centralizada,4 intentando una regulación social del
proceso de producción, es decir, una sociedad administrada por productores libres en la que
los procesos económicos quedaran sometidos a las fuerzas sociales. Como ha señalado
acertadamente Tomasetta (1975:197) el experimento más significativo por su duración y por
ofrecer posibilidades de examinar en detalle todas sus consecuencias se desarrolló en
Yugoslavia hasta 1990.
370
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 3.14
Panorama actual de Mondragón Corporación Cooperativa
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La experiencia autogestionaria
Las experiencias de autogestión son otra forma de intentar evitar la alienación, en este
caso mediante la propiedad de los medios de producción. Fueron realizadas básicamente en
los países de economía con planificación centralizada,4 intentando una regulación social del
proceso de producción, es decir, una sociedad administrada por productores libres en la que
los procesos económicos quedaran sometidos a las fuerzas sociales. Como ha señalado
acertadamente Tomasetta (1975:197) el experimento más significativo por su duración y por
ofrecer posibilidades de examinar en detalle todas sus consecuencias se desarrolló en
Yugoslavia hasta 1990.
371
ANTONIO LUCAS MARÍN
los órganos señalados tenía unas funciones específicas determinadas, al igual que el sindicato
unificado a todos los niveles.
De la crítica realizada en su momento al sistema autogestionario yugoslavo, por autores
como Tomasetta, Kolaja, Rukavina, Massari y Aftalion puede deducirse la dificultad de
conseguir la abolición, de forma efectiva y en todos los órdenes, de la separación de los
dirigentes y los dirigidos. Los problemas a resolver son: 1. La contradicción que significa
autogestión impuesta; 2. Los posibles efectos negativos sobre la productividad, por la falta de
incentivo personal, excesivos repartos, inversión insuficiente, etc.; 3. El efecto “contagio” con
las economías externas que puede llevar a la burocratización del equipo de gestión para adoptar
forma de ejecutivo, o a la dependencia de otras empresas no autogestionarias externas por
necesidades de préstamos, créditos a la exportación, etc.
En definitiva, la experiencia autogestionaria corresponde a un intento típico de los países
comunistas, que sólo ha tenido relevancia social en Yugoslavia –países eslavos del sur- por las
circunstancias de su historia (la expulsión del Cominform en 1949) y una estructura social
compleja (1 país, 2 alfabetos, 3 religiones, 4 lenguas, 5 nacionalidades y 6 repúblicas autónomas),
que dan lugar a una concentración teórica en un punto de referencia utópico: la autogestión. El
sistema autogestionario ha sido aquí la manera de reconocer el mercado de forma diferente al
capitalismo. Las dificultades del modelo parece que han venido, por una parte, por
interferencias de la política en el mercado, que han dado lugar a un deficiente aprovechamiento
de los recursos, por otra, a la falta de cohesión política de las diferentes comunidades étnicas de
la región, que dio lugar a una guerra fratricida. En cualquier caso, estamos ante una experiencia
fallida.
La cogestión o codeterminación
Las experiencias de cogestión –tercer modelo desarrollado- han sido especialmente llevadas a
cabo en el área de influencia germana. Consisten en intensificar el derecho de los trabajadores a
estar debidamente representados en los organismos máximos de gobierno. La forma adoptada
en Alemania, en Austria y en algunos países nórdicos es la de los comités paritarios. La
372
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La participación en la dirección
Este tipo de experiencias va por el lado de participación en la dirección, dejando intacta la
propiedad. Se incluyen en un ámbito teórico de la Escuela de Relaciones Humanas, que, como
hemos visto en otro momento, surge a modo de crítica a la evolución del taylorismo, que en sus
excesos de división de trabajo da lugar a un trabajo robotizado, de poca motivación y
productividad decreciente. Lo que se procura es conseguir la colaboración de los trabajadores:
promoviendo satisfacciones fuera de la empresa; motivándolos mediante una tarea de
comprensión de sus dificultades personales para alentarlos en el trabajo; desarrollando grupos
informales acordes con los objetivos de la empresa, y haciendo de los directores verdaderos
líderes.
La experiencia de participación en la dirección nos enmarca un modelo típico de promoción
de la participación en los países desarrollados. Se ha hablado de experiencias “blandas” de
participación (Lucas, 1995:219-240) . Se considera que lo importante no es la propiedad sino la
organización: quién decide es la tecnoestructura (Galbraith, 1974). En conexión teórica con el
Movimiento de Relaciones Humanas, da una gran importancia a la participación específica en el
lugar concreto de trabajo. Se han considerado que son experiencias blandas, muy poco radicales,
a la búsqueda más bien de la satisfacción para que no se dificulten los incrementos de
productividad. En esta línea están: la ampliación horizontal o vertical de tareas, la rotación de
373
ANTONIO LUCAS MARÍN
La democracia económica
Finalmente, como último de los modelos históricos a que nos referimos, están los intentos de
control de los trabajadores de las organizaciones productivas, que han constituido una
experiencia reciente en los países nórdicos, aunque actualmente se puede hablar de unos
intentos fallidos. Se manifestó, por una parte, en el desarrollo de dos ideas claves: el enfoque
sociotécnico y los grupos autónomos. Por otra, en la búsqueda de la participación a nivel
sindical y político mediante lo que se ha denominado democracia industrial y democracia
económica.
La primera de estas ideas, iniciada por Trust y otros autores en el Tavistock Institute, fue
desarrollada en el plan de Democracia Industrial de Noruega, iniciado por acuerdo del
gobierno, los sindicatos y la organización patronal. Igualmente, incluso más radical, ha sido
la experiencia realizada en Suecia. Pero todo terminó al intentar cambiar la democracia
industrial (codeterminación y acuerdo en las relaciones industriales) por la económica
(apropiación colectiva del capital mediante los fondos de inversión de los asalariados).
La experiencia sueca fue evolucionando de la búsqueda de participación en el lugar de
trabajo a medidas en el ámbito sindical, para aumentar la fuerza en la dirección de las
empresas, y en el ámbito político, para alcanzar una legislación más acorde con los intereses
de los trabajadores (democracia industrial). Pero en 1983 se dio un giro radical al crear desde
el gobierno (socialista) los Fondos de Inversión de los Asalariado (de naturaleza y gestión
social), que se pensaba que sería propietarios en 1990 del 10% del valor de las acciones
cotizadas en el mercado sueco. De esta manera se intentaba alcanzar la democracia
económica. Pero en 1989, tras la vuelta de los partidos burgueses al poder se suprimen los
Fondos y termina la experiencia, a la vez que deja de hablarse de modelo sueco (Lucas
1995:181-217).
374
Capítulo 14
EL PROBLEMA DE LA MOTIVACIÓN
Antonio Lucas Marín
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375
ANTONIO LUCAS MARÍN
la más ponderada. Es normal que las empresas dedicadas a la investigación social o al estudio
de mercados valoren, por ejemplo, dos o tres veces más la situación profesional como
elemento estratificador, que determinados índices de prestigio o de consumo. Por otra parte, la
experiencia cotidiana nos afianza en que la profesión es el elemento aparente más importante
para clasificar a las personas por clases sociales, pues de ella deriva fundamentalmente el nivel
de ingresos.
Tan importante y necesario es el trabajo en la vida del hombre que las diferentes corrientes
de pensamiento se definen de ordinario dualmente en su valoración. Es fácil encontrar que se
le califique de bueno y de malo; de premio y de castigo. Antes de pasar a las teorías
actualmente en boga sobre la motivación laboral vamos a ver qué entendemos por
humanización del trabajo, para que, desde unos planteamientos filosóficos más esclarecedores,
nos acerquemos a los factores motivacionales básicos admitidos comúnmente.
Humanizar el trabajo
Desde hace unos años se ha venido hablando de la conveniencia de humanizar el trabajo,
indicando con esta expresión ambigua la necesidad de que las personas logren en su trabajo
una satisfacción de fondo, no sólo aparente. Pero es necesario dejar claro que el trabajo es,
por lo pronto, intrínseca e inevitablemente humano. El trabajo es algo propio y exclusivo del
hombre. Sólo el hombre trabaja. El animal, en rigor no lo hace; se limita a satisfacer, si
puede, sus necesidades naturales mediante el juego espontáneo entre sus capacidades
orgánicas y las demandas de su medio biológico (Yela, 1979). Tres son las características
sobresalientes del trabajo como actividad intrínsecamente humana:
1. Es un esfuerzo cultural. Cualquier actividad del hombre sobrepasa el esfuerzo
meramente biológico, animal. El trabajo es también un esfuerzo cultural que va
desarrollándose en formas inventadas de saber hacer. Eso es la técnica, y el esfuerzo
por atenerse a la realidad, y de alguna forma conquistarla y disponer de ella, con
arreglo a normas técnicas es precisamente el trabajo. El homo sapiens, por ser animal
cultural, es, inevitablemente animal laborans. En definitiva, el trabajo y sus hábitos son
376
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
con otros. Con eficacia productiva, porque supone siempre una apropiación
progresiva y acumulativa del mundo. Personalmente eficaz porque es posible hacer del
trabajo una vía de apropiación del mundo para el hombre que trabaja. Y socialmente
eficaz en el sentido de favorecer la cooperación y la solidaridad: hacer del mundo una
vía de apropiación del mundo para todos. Así se puede afirmar que sólo se humaniza
el trabajo haciéndolo productivo, personal y socialmente eficaz.
Es indudable que en términos genéricos, cualquier intento de humanizar el trabajo deberá
venir por una atención de todos al sentido del trabajo. Para el hombre y para la empresa no
puede ser suficiente objetivo conseguir un trabajo productivo. Ha de hacerse cuestión del
sentido de trabajo, y conseguir la insoslayable eficacia económica no ha de impedir una
organización del trabajo que aclare, facilite y promueva su valor humano para el hombre y la
sociedad.
En las últimas décadas han sido numerosos los intentos y experiencias que han buscado
armonizar persona y trabajo, con base en los avances de la psicología, la sociología y otras
ciencias del comportamiento, que han estudiado lo que se denomina "organización de la tarea",
procurando hacerla productiva y, al mismo tiempo, socialmente eficaz. Entre los objetivos
pretendidos se cuentan la prolongación del ciclo de realización, para que los operarios pudieran
producir algo completo; la asignación de tareas a grupos de trabajo y no a individuos aislados; y
la división de la empresa en subempresas autónomas y coordinadas.
Pero es importante señalar que una cuestión crucial para conseguir la armonía y la
satisfacción en el trabajo es la organización del poder. En efecto, lo único importante para
humanizar el trabajo no es únicamente la tarea. También es decisivo que el trabajo del hombre
sea verdaderamente suyo, que el sujeto que lo realiza tenga poder sobre él. El problema
consiste en cómo organizar este poder. Son muchos los estudios sobre el poder en las
organizaciones y no es posible dar cuenta en estas páginas de todos sus matices. Para el
presente propósito resulta útil destacar los conceptos –aceptados comúnmente- de fuerza y
autoridad. La fuerza es la que obliga externamente, de manera coactiva, imponiéndose. La
autoridad, es la que potencia desde dentro, la que más que vencer, convence. Pues bien, una
forma de distribuir razonablemente el poder es despersonalizar la fuerza y limitarla al poder
coactivo de las normas, que obligan por igual a todos, y personalizar la autoridad. Que todos
377
ANTONIO LUCAS MARÍN
puedan al máximo de sus posibilidades ser autores y contribuir a potenciar a los otros para la
realización de un trabajo humanamente eficaz. Debe procurarse, por tanto, que existan unas
normas firmes y eficaces por fundarse en la participación de todos en la autoridad, la
información, el conocimiento y la toma responsable de las decisiones.
De esta manera, la vía para conseguir un trabajo más humano incluye la participación en la
toma de decisiones. Es, sin embargo, un camino erizado de dificultades por la necesidad de
mantener la eficacia, por la disparidad de intereses inmediatos, e incluso por los desniveles de
cultura, competencia y desarrollo económico entre los individuos, los sectores sociales y los
países.
Un modelo de motivación
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Puede afirmarse que todo comportamiento humano está siempre motivado, aunque no
sepamos a ciencia cierta cuál es el motivo. En una explicación simplista del actuar humano
podemos acudir a unas ideas generales como: el miedo, la esperanza, el orgullo. Se ha indicado,
por ejemplo, que si miramos a la mente del operario existen en ella estas tres palabras de gran
importancia. La primera es el miedo: se tiene miedo al desprestigio, cuando se ha de realizar
una tarea y se quiere llevar a cabo de manera eficaz; es el miedo a realizarla mal el que motiva.
La segunda palabra clave es la esperanza: se espera y desea la promoción; es un incentivo
constatar que si se mantiene una buena marcha en la realización de los trabajos hay más
posibilidades de promoción. Finalmente, es el orgullo lo que importa, la satisfacción interior
que produce el respeto de sí mismo, como percepción de la estimación y reconocimiento de la
profesionalidad.
Sin embargo, hablar de motivos exige referirnos a algo más concreto. Puede definirse el
motivo como: la causa o razón de ser que mueve a realizar una cosa, o también, toda causa de
orden intelectual que produce o tiende a producir una acción voluntaria. En cualquier caso, el
motivo es el componente teleológico del comportamiento, la finalidad perseguida. Y
motivación es la acción de motivar: dar una finalidad o razón de ser al comportamiento.
El esquema del proceso motivacional puede expresarse de la siguiente manera:
378
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
manifiesta una situación interna difícilmente apreciable desde fuera. Por el contrario, el
objetivo es siempre un enfoque positivo pues se refiere a lo que mueve al comportamiento,
apreciable incluso con una referencia externa; los dos enfoques no están en contradicción, sino
que se corresponden con diferentes maneras de abordar el problema, siendo fácilmente
reducible uno al otro.
Las dificultades de estudiar el modelo de la motivación señalado podrían reducirse a cuatro
(Genesca, 1977:7-8):
1. Los motivos son difíciles de identificar (al igual, en cierto sentido, que las necesidades),
ya que no pueden observarse directamente, sino que se infieren del comportamiento.
2. Raramente se dan solos, aislados, pues normalmente la acción se explica por un
conjunto de motivos.
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379
ANTONIO LUCAS MARÍN
4. Necesidad de autorrealización. Fue detectada de una manera muy precisa por Maslow,
que la define como el deseo de llegar a ser cada vez más lo que uno es. Aparece
mezclada con el proceso de madurez humana que se sigue paralelo al crecimiento
fisiológico, que va aumentando la capacidad potencial de realizar actividades. Pero los
factores que intervienen fundamentalmente en la autorrealización son de carácter social.
5. Necesidad de logro. Puede definirse como un deseo de hacer las cosas bien, de forma
que el logro es un fin en sí mismo. De esta manera, una persona con elevada necesidad
de logro encuentra la recompensa en el éxito alcanzado, en la realización de lo que hace.
Esta necesidad fue detectada de una forma muy precisa por McClelland, que ha
dedicado una buena parte de sus investigaciones a medir su fuerza en los individuos y en
los grupos. Se ha visto que es susceptible de aprendizaje, y por lo tanto puede ser
activada. Para la medida individual de la necesidad de logro McClelland utilizó la
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380
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
jerarquía funcional de las necesidades ya hicimos anteriormente una amplia referencia, pues sus
aportaciones sirvieron en buena parte de fundamento a los teóricos de las relaciones humanas
en la empresa. Veamos ahora las teorías del equilibrio (en especial la de la disonancia
cognoscitiva y de la autorrealización), para pasar finalmente a la del incentivo.
381
ANTONIO LUCAS MARÍN
decir, muy recompensadas anteriormente) tienden más a rendir buscando recompensas que
aquellas personas con un nivel bajo de refuerzo social. Así, resulta que los individuos que
afirman ser incompetentes para rendir en una tarea de la que no tienen experiencia previa,
rinden peor que quienes se consideran competentes. Otros autores de la misma corriente
afirman que en los grupos que han fracasado anteriormente se establecen unos objetivos que
aumentan sus posibilidades de volver a fracasar. Son numerosas las investigaciones cuyas
conclusiones son favorables a considerar que el rendimiento de las personas es coherente con
su autoconcepto.
382
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
383
ANTONIO LUCAS MARÍN
Tipos de frustración
Puede decirse que tenemos una vivencia o estado anímico de fracaso o frustración cuando
alguno de nuestros deseos, necesidades, impulsos o proyectos no alcanza su meta porque hay
un obstáculo o barrera que se interpone entre nuestro deseo y la meta u objetivo a lograr. Es
evidente, por lo tanto, que en una frustración intervienen tres tipos de elementos: un “sujeto”
que desea, necesita, busca, etc.; una “barrera” u obstáculo que impide los propósitos del yo; un
“objetivo” o meta que se desea y busca.
La barrera constituye, en cierto sentido, el elemento más externo y objetivable de la
frustración. Para analizarla e intentar construir una tipología, podemos considerarla: a) activa (si
es capaz de tomar por sí misma la iniciativa) o pasiva (si tan sólo se limita a estar y a impedir
con su presencia nuestra acción), y b) interior o exterior, según el obstáculo esté en nosotros
mismos o fuera. Combinando ambos criterios tenemos la siguiente clasificación (ver Cuadro
14.1), que indica diferentes tipos de frustración (Fernández de Luco, 1979).
Hay que decir de inmediato que, desde un punto de vista psicológico, la intensidad con que
se vive la frustración se presenta, en orden creciente del tipo 1 al tipo 4. De tal manera que
genera más tensión y malestar el fracaso personal (tipo 2) que la avería inesperada (tipo 1), la
lucha y confusión interior (tipo 4: no sé lo que quiero; no hay manera de ser feliz y estar
contento) que la prohibición exterior (tipo 3) y ésta, que los dos supuestos anteriores 1 y 2.
En cuanto a las consecuencias o coste psicológico de la frustración puede decirse que: a)
cualitativamente (es decir, en cuanto a su índole y naturaleza) los efectos psicológicos más
visibles suelen ser: la tensión interior, es decir, la ansiedad que se manifiesta en un estar
nervioso, inquieto y necesitado de descarga; y las conductas imprevistas, sin finalidad aparente
384
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 14.1
Clasificación de los tipos de frustración
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Las reacciones individuales que se desencadenan ante la frustración vienen impuestas bien
por el predominio que tiene en nosotros el tipo de agresividad dominante, o bien por la
preponderancia que ejerce en este momento la presencia dominante del obstáculo, de la
subjetividad o de la meta que se quiere alcanzar.
En efecto, las repuestas que damos ante la contrariedad y el fracaso tienen estos dos tipos
de componentes:
a) Por un lado, un componente de agresividad. Es obvio que la relación más visible en
nosotros y en los demás cuando algo no sale es la agresión. Pero ésta -la agresión- puede
tener dos direcciones: hacia fuera (extrapunitiva), culpamos a los demás, les pedimos
cuentas, etc.; hacia dentro (intrapunitiva), nos vemos responsables de lo ocurrido, nos
culpabilizamos, etc. Sin que falten tampoco ocasiones en las que la agresividad que
desarrollamos es mínima (impunición).
b) Por otro lado, hay en las conductas que comentamos un segundo componente que
puede venir motivado:
1. Por el obstáculo, cuando éste domina el cuadro, atrae hacia sí nuestras reacciones,
concentra nuestra atención, etc., impidiéndonos quizá la búsqueda de otras
alternativas; tal sería, por ejemplo, el caso de quien encontrando una barrera en su
camino se centra en su ataque o en su contemplación expectante, sin que ni en uno u
385
ANTONIO LUCAS MARÍN
otro caso el sujeto tenga flexibilidad para encontrar otras soluciones al caso, otras
alternativas, otros caminos quizás que le lleven a su meta.
2. Por el propio sujeto, en cuanto que, producida la frustración, la tensión que éste vive
le implica en el suceso, siendo de tal modo su protagonista que lo de menos ahora es
el inconveniente surgido y el objetivo que se pierde. Lo importante ahora es la
humillación del yo, la contrariedad surgida, la marginación experimentada, etc. Tal
sería, por ejemplo, el caso de quien habiendo mandado algo, al ver que no se le
obedece, vive con fuerza y ante todo el hecho de no haber sido obedecido, pasando
a un segundo plano de importancia el contenido en sí de la orden. Lo de menos
ahora es la omisión, lo importante es que no se le ha tomado en serio a él. La
necesidad de "defender el propio yo" es lo que ahora domina la escena.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
más eficaz y los IV y V añadirán probablemente a su poca efectividad toda una serie de
cuadros psico-somáticos (desde la úlcera de estómago al asma).
Cuadro 14.2
Reacciones ante la frustración
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ANTONIO LUCAS MARÍN
fundamentalmente las actitudes, creencias y opiniones sobre el trabajo de nuestro grupo social
y, en buena parte, justifica la distribución del poder social.
Por otra parte, tenemos el análisis de la experiencia subjetiva de los roles de trabajo, que
incluye la referencia a temas tales como: actitudes, motivación y satisfacción. Las actitudes ante
el trabajo hacen referencia al enfoque general que la persona tiene ante su trabajo, como
resultado de los valores que comparte con el grupo. La motivación se refiere a los factores que
hacen tender hacia ciertos fines a través del trabajo. Finalmente, la satisfacción, que es
normalmente lo más específico, es función de la discrepancia entre lo que una persona espera o
piensa obtener de la tarea que realiza, y lo que actualmente experimenta en su situación de
trabajo.
Una teoría coherente sobre las actitudes y motivos que hacen superar el fracaso o la
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
localizadas que pudieran influir sobre los dos fenómenos tienen una acción compleja, actuando
sólo en ciertas situaciones, de manera que incluso la negación de la relación entre la
productividad y satisfacción no debe hacerse de una manera tajante.
Nuestro objetivo en este apartado se dirige a conseguir una comprensión suficiente de lo
que es la satisfacción. Es importante esclarecer si existe un tipo único de satisfacción o varios, e
igualmente debemos delimitar si el trabajo produce unas satisfacciones internas o inmediatas (el
trabajo en sí), que podría ser interesante distinguir de otras más vinculadas a las recompensas
obtenidas con el fruto del trabajo.
En cualquier caso, vale la pena insistir en que no debe partirse de una valoración negativa
del trabajo. Existe mucha gente satisfecha con la tarea que realiza. Según una encuesta realizada
hace años en Francia sobre lo que haría un grupo de profesionales en el caso de que estuvieran
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en libertad de tomar el retiro conservando su salario, más de noventa por ciento de los
encuestados respondieron que preferirían seguir desempeñando la misma actividad profesional
(Levy-Leboyer, 1975:79). Es sólo un ejemplo más de que el trabajo tiene unas ventajas
psicológicas profundas, que superan la mera percepción económica.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La crítica a la teoría de Herzberg es, primer lugar, una crítica al método utilizado Como es
fácil de comprender, al referirnos a los buenos recuerdos es lógico que destaquemos nuestra
participación, mientras que en los malos recuerdos solemos poner en primer lugar las
circunstancias externas y la participación de los demás. Por otra parte, los resultados empíricos
obtenidos, incluso por el mismo Herzberg, no son tan claros. También se ha objetado a la
teoría bifactorial de ser excesivamente simplista para estudiar una realidad demasiado compleja;
es difícil reducir a dos categorías tan diferenciadas la satisfacción y la insatisfacción. Por último,
se podría pensar en otros factores motivadores e higiénicos muy distintos para los diversos
entornos culturales.
La aportación fundamental de Herzberg ha sido estimular la investigación sobre el
contenido del trabajo, al resaltar la importancia de los factores internos para los miembros de la
organización. Sus ideas pueden incluirse, en ese sentido, junto a la aportación optimista de
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ANTONIO LUCAS MARÍN
grado esa persona estará también satisfecha. En definitiva, el grado de autoestima y las normas
del grupo son los que delimitan en buena parte el grado de satisfacción.
Cuadro 14.3
Factores de satisfacción e insatisfacción (motivacionales e higiénicos)
Logros
Reconocimiento de méritos
Responsabilidad
Promoción
Política de la Compañía
Vigilancia excesiva
Salario
Condiciones de
trabajo
392
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Son dos las explicaciones más importantes sobre la satisfacción en el trabajo, que pueden
integrarse en un esquema relativamente coherente. Estas dos explicaciones pueden
condensarse de la siguiente manera (Korman 1978:160-172):
3. Teoría de las necesidades saciadas: La satisfacción es una función del grado en que las
necesidades personales del individuo están cubiertas en la situación laboral.
4. Teoría del grupo de referencia social: La satisfacción laboral es función del grado en que
las características del puesto de trabajo se ajustan a las normas y deseos de los grupos
que el individuo considera como guía para su evaluación del mundo y para su definición
de la realidad social.
La integración de las dos teorías puede hacerse si se considera como concepto fundamental
el de coherencia. Según la tesis de la coherencia, las personas parece que se encuentran
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satisfechas con aquellos trabajos que son coherentes con los conocimientos que tiene de sí
misma y de los demás. Por tanto, en el grado en que una situación esté de acuerdo con el
concepto que una persona tiene de sí misma en relación con su capacidad para ser competente
y satisfacer sus necesidades, en ese grado esa persona se considera satisfecha. De modo
semejante, en el grado en que una situación esté de acuerdo con el concepto que el grupo de
referencia tiene de una persona en relación con lo que le es propio y adecuado a ella, en ese
grado esa persona estará también satisfecha. En definitiva, el grado de autoestima y las normas
del grupo son los que delimitan en buena parte el grado de satisfacción.
Las conclusiones empíricas –a las que se ha llegado con frecuencia sin base teórica-pueden
resumirse en las siguientes, que enumeramos esquematizadas en torno a cinco variables, que
podrían denominarse ambientales y tres que llamaremos personales.
Respecto a las variables ambientales, las conclusiones son:
1. Nivel profesional. Puede afirmarse que cuanto más elevado sea el nivel profesional,
mayor es su satisfacción.
2. Contenido del puesto. En la medida en que exista más variación en la actividad (menos
repeticiones) habrá más satisfacción.
3. Tipo de liderazgo. Diversos estudios han concluido que el liderazgo más participativo
produce una mayor satisfacción laboral.
4. Salario y promoción. Ambas variables se correlacionan positivamente con la satisfacción
laboral.
5. Grupo de trabajo. Parece claro que la aceptación por el grupo produce satisfacción.
Menos claro es que la consecución de los objetivos propuestos hace las interacciones
más satisfactorias; y todavía menos, que sean favorables las interacciones con actitudes
semejantes.
393
ANTONIO LUCAS MARÍN
está clara. En contra de lo que podría creerse a primera vista, no es demostrable una relación
directa entre la satisfacción en el trabajo y el rendimiento. Esto es así porque estamos ante dos
conceptos sumamente complejos. Concretamente el rendimiento tiene tal naturaleza que es
muy difícil darle una calificación objetiva e incluso su evaluación actúa como determinante del
mismo rendimiento. También la satisfacción laboral es algo multidimensional, pero hay un
cierto acuerdo de que las dimensiones más importantes de la satisfacción en el trabajo son: 1) la
relación con los superiores, 2) el salario, 3) los compañeros, 4) el funcionamiento de la empresa
y 5) las características del puesto de trabajo.
En 1955 Brayfield y Crockett publicaron un artículo referente a las investigaciones sobre la
relación entre satisfacción y rendimiento, concluyendo que había poca o ninguna relación entre
las dos variables. Desde ese momento la conclusión pasa a formar parte del patrimonio de la
psicología industrial y los argumentos empíricos a su favor han sido numerosos. Se ha ido así
abandonando la intuición instintiva que tiende a esperar una gran relación.
En función de las ideas expresadas sobre la motivación y la satisfacción, concretadas en el
concepto de coherencia, podemos intentar ofrecer una explicación de esta situación. Debemos
de tener en cuenta, en primer lugar, la competencia autopercibida por cada individuo; si es alta,
el rendimiento laboral se considerará como fuente de equilibrio y satisfacción; es decir, en el
caso de personas que se autoconsideran competentes para un trabajo, su respuesta ante la
frustración puede ser aumentar su rendimiento y, al contrario, si la persona tiene una baja
autopercepción del rendimiento. Y, en segundo lugar, si el descenso de rendimiento se
considera legítimo o no, como respuesta a la insatisfacción según las normas del grupo laboral
del sujeto.
394
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Las ciencias sociales, en su proceso de buscar los procedimientos cada vez más exactos,
intentan por todos los medios cuantificar sus resultados, de manera que puedan establecer
comparaciones en la intensidad y generalidad de los procesos que estudia. Estas comparaciones
han tenido normalmente tan sólo carácter estadístico y al referirse a intensidades de los
fenómenos han permitido sólo comparaciones relativas.
En esta línea surgieron los índices sociales, como un paso adelante en la metodología de la
investigación sociológica. Cada índice es una variable unidimensional que nos da una medida
de determinada característica de lo observado; para ello establece una relación matemática
entre diversas variables vinculadas con el fenómeno observado. Y, así, permite cuantificar toda
la información útil sobre un determinado aspecto del fenómeno que estudiamos, resumiéndola
en un número. El problema fundamental de la utilización de índices consiste en llegar a
obtener una medida de una sola dimensión de un conjunto de diversas variables relacionadas,
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de forma que con su aplicación cuantificada podamos abordar una interpretación coherente de
la realidad que vivimos y con un cierto grado de generalidad. La validez de un índice vendrá
dada por la exactitud con que representa a la realidad, teniendo siempre presente que no nos
dará una medida cardinal del fenómeno, sino tan sólo ordinal; esto es así porque no podemos
conocer el nivel cero ni tampoco la unidad de medida. Su utilización –sin embargo- nos
permite economizar y simplificar las investigaciones, dar una mayor claridad a los estudios y
establecer comparaciones de evolución temporal con otros grupos o sobre situaciones
similares.
Un ejemplo claro de la utilidad de los índices comparativos, nos lo ofrece el estudio de la
satisfacción en el trabajo. Sabemos que la satisfacción es un fenómeno complejo que no tiene
una relación causal con la cantidad o calidad del trabajo, pero que influye en la estabilidad de la
organización (absentismo, abandonos, etc.). Por eso, con frecuencia interesa saber el nivel de
satisfacción, aunque no se puedan determinar las causas.
Para estudiar la evolución de la satisfacción en el trabajo y para poder comparar la situación
de las distintas secciones de una organización, e incluso saber la situación relativa respecto de
otras organizaciones semejantes, puede ser conveniente utilizar índices cuantitativos. Con un
índice de satisfacción de este tipo se podrá medir el grado de "satisfacción subjetiva" con el
trabajo en general (ocupación actual) y algunos aspectos de ella: con el salario, con el tipo de
trabajo, con los subordinados, con los jefes y con la organización.
Para esto es necesario conocer la concreción personal de la satisfacción de cada individuo,
que se obtendrá pasándole un cuestionario del tipo del cuadro 14.4.
Con estos datos, se calculan los porcentajes correspondientes al grupo analizado en cada
una de las casillas de clasificación, se multiplican por el número de ponderación asignado y el
total de la suma en cada fila se divide por 300. La fórmula del índice es, por tanto:
395
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 14.4
Cuestionario sobre satisfacción en el trabajo
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Los índices logrados por este medio son: 1. Índice general de satisfacción en el trabajo. 2.
Índice de satisfacción con la retribución del trabajo. 3. Índice de satisfacción con el tipo de
trabajo. 4. Índice de satisfacción con los subordinados en el trabajo. 5. Índice de satisfacción
con los directores o superiores en el trabajo. 6. Índice de satisfacción con los compañeros de
trabajo. 7. Índice de satisfacción con la organización del trabajo.
Con un valor solamente indicativo pueden ser consultados los resultados de las encuestas
realizadas en empresas de Vizcaya y Santander entre 1973 a 1980. Véase: A. Lucas: Una
aproximación sociológica al estudio de la satisfacción en el trabajo en la provincia de Santander
("Revista Española de Investigaciones Sociológicas", núm. 13, enero-marzo, 1981, pp. 65-100).
En sectores, nos referimos a: 1) Primario; 2) Secundario, y 3) Terciario. En sexo: 1) Varón, y 2)
Mujeres. En antigüedad, vamos de 1 a 5 años, a más de 41. En zona, consideramos: 1)
396
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
397
ANTONIO LUCAS MARÍN
empresa o en una comunidad-, con frecuencia difícil de entender para los no especialistas, y
siempre de justificación puramente económica muy dudosa.
398
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
la mayor prima posible, es decir, se preocuparán por acelerar el ritmo de trabajo y de ahí
aumentarán su rendimiento; b) Estímulo de la responsabilidad: esta función es como
complementaria de la anterior, lo que consigue la prima de producción es -aunque en
menor grado y dudosamente- responsabilizarles en otros aspectos, como buen trato de
maquinaria, materiales, etc.
2. Retribución de la aportación personal.- El salario por producción da a los obreros el
sentimiento de ver su valor, su mérito, sus esfuerzos recompensados, al menos
económicamente. Se puede decir por esto que las primas son un estímulo psicológico
importante, sobre todo para los obreros de marcada conciencia profesional y de carácter
individualista.
3. Aumento y control de ingresos.- Es otra de las grandes ventajas. Permite un aumento de
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399
ANTONIO LUCAS MARÍN
y sus cambios. Es decir, resulta muy difícil cambiar algo, sea en métodos o en tiempos,
por la fuerza tan desorbitada que toma el factor económico.
3. Burocratización del mando.- La atención de los mandos se concreta más de lo debido
en ocupaciones de incentivo. Las áreas de trabajo de no-incentivo recibirán pocas
atenciones, ya que el mando tiene que pasar la mayor parte del tiempo en tareas
burocráticas y administrativas.
4. Desequilibrios salariales.- Se producen desequilibrios en la jerarquía salarial
interdepartamental, que se convierten en fuente de reivindicaciones y conflictos dentro
de la empresa. Por ejemplo, hay secciones donde resulta más fácil sacar una prima
superior. También las desigualdades entre los salarios individuales suscitan envidias
entre los trabajadores.
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400
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
sistema de incentivos en marcha: cada día existe menor variación en las primas, los tiempos
muertos se someten a un reglamento cada vez más favorable, el cálculo del rendimiento y del
salario queda sometido a retoques de última hora; es decir, el salario tiende a transformarse en
una cifra fija, con independencia tanto del esfuerzo prestado como del producto económico de
su trabajo. Las primas de producción han tenido por tanto como consecuencia: trabajo a ritmo
lento, normas de producción intocables, insatisfacción general con el sistema de
funcionamiento de la fábrica, conflictos entre departamentos por las diferentes primas y
ausencia casi total de estímulos e interés. Y, ante la dificultad de resolver estos problemas,
puede afirmarse que están en crisis los incentivos por producción.
Cuadro 14.5
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401
ANTONIO LUCAS MARÍN
402
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
producción es cada día algo más colectivo; la iniciativa (influencia del obrero que puede
acrecentar la producción por su sola acción) está retrocediendo; la organización del
trabajo y la conservación de los instrumentos de producción adquieren una importancia
cada vez mayor; los aspectos cualitativos de la producción ceden el puesto en
importancia a los aspectos cuantitativos; el rendimiento es suplantado por la
productividad; debe aumentar la influencia-preventiva, es decir, llevar a cabo las tareas (a
menudo de vigilancia) que le son asignadas de forma que sean respetadas las normas
establecidas, no haya paros, ni accidentes, ni bajas de producción imputables a una
distracción suya.
b) Factores económico-humanos: También ha habido una evolución humana en el aspecto
económico y de autoestima. En el aspecto económico, el progreso ha hecho que los
salarios se eleven. La necesidad individual apremiante de dinero es menor, o al menos la
gente prefiere amoldarse a lo que tiene antes que soportar las ingratitudes del sistema.
Por otra parte, el progreso y la cultura van facilitando la emergencia de las necesidades
de autoestima. Y la satisfacción de estas necesidades encuentra obstáculos en un sistema
en el que el operario se ve excesivamente controlado, al mismo tiempo que instrumento
y factor de producción. Es necesario que se vaya responsabilizando cada vez más.
c) Factores sociales: Después del experimento de Hawthorne se ha visto que el trabajo es
una actividad del grupo. Quizá sea lo importante en todos los factores que hemos visto.
Es decir, la gente procura no destacar en la producción. Todo el mundo hace más o
menos lo mismo, el grupo influye sobre el comportamiento del individuo. En el mismo
terreno, la evolución de las necesidades de los individuos y está estrechamente ligada al
desarrollo de la venta a plazos (hoy se ha conquistado un cierto nivel de renta y es la
estabilidad de la misma lo que pasa a ocupar el primer puesto en las aspiraciones
dominantes de los obreros).
Como confirmación de todo lo dicho, tenemos el dato de que desde 1960 las grandes
empresas de los países más desarrollados están suprimiendo los incentivos de producción e
imponiendo a los operarios un salario fijo por trabajo realizado -"day work" le llaman-. Así, por
ejemplo, en el grupo de General Electric, las cuarenta y dos nuevas plantas que han
comenzado desde 1952, incorporan todas un sistema de salario fijo; de forma que en ese año
403
ANTONIO LUCAS MARÍN
un 48 por 100 del personal de G.E. estaba en un sistema de incentivo, mientras en 1970 sólo
quedaba un 23 por 100, y puede decirse que, en la política de la compañía, los sistemas directos
de incentivos económicos a la producción están en retroceso.
En definitiva, podría matizarse esta evolución prevista de los incentivos, indicando que la
"remuneración por rendimiento en su sentido más estricto tiende a desaparecer, porque está
superada por la evolución técnica, económica y social. Aunque cierto tipo de la remuneración
por rendimiento en sentido amplio (salario por producción, primas de productividad)
subsisten, sea por tradición, sea porque llena funciones nuevas o renovadas" (Bolle, 1973:165).
En cualquier rendimiento personal, con lo que significa de interés por la empresa, compromiso
colectivo, responsabilidad y mejora de métodos.
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404
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
1. Quita el incentivo para trabajar más, que supone cobrar más si se trabaja más. No se
recompensa con el salario un incremento inmediato en la producción.
2. Puede producirse un bajón en la producción como consecuencia de que la gente va a
ganar lo mismo trabaje más o menos. Por tanto, irresponsablemente pueden tender a
una menor producción.
3. La responsabilidad del trabajo de los operarios descansa ahora más en la propia
respuesta personal y en la de su mando inmediato, que tendrá que saber si sus
trabajadores están dando el máximo de sus posibilidades y llamarles la atención si tienen
tiempos muertos en el trabajo.
4. No hay un control claro y directo de productividad a largo plazo de cada individuo,
como antes se conseguía en función de la prima, que es un dato claro tanto para cada
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405
ANTONIO LUCAS MARÍN
Tipos de absentismo
Desde un punto de vista práctico podemos considerar que hay diferentes clases de ausencia al
trabajo, que necesitan un tratamiento distinto de estudio. Se pueden resumir en tres:
1. El absentismo voluntario. Incluye todas las ausencias al trabajo por decisiones
personales: no querer asistir, gestiones particulares, atender a enfermos, problemas
familiares, motivos religiosos, descanso extra, reuniones políticas o sociales, etc. Desde
el punto de vista administrativo, suelen considerarse en esta clase de absentismo
diferentes apartados cuyo tratamiento -sobre todo desde el punto de vista de la
remuneración- es muy distinto, concretamente suele distinguirse: permiso retribuido,
permiso no retribuido, conflictos, sanciones y retrasos. El porcentaje de ausencias por
estos conceptos, sobre horas teóricas de trabajo, es pequeño; no suele sobrepasar el 0,5
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por ciento
2. El absentismo por enfermedad. Se refiere a todas las ausencias en las que se invocan
como motivo las enfermedades normales, o sea, no profesionales. El tratamiento de esta
clase de absentismo ha ido cobrando creciente importancia en los países occidentales,
pues al actuar los mecanismos de seguridad social para cubrir el coste de la asistencia, se
ha transformado en el sistema más habitual de encubrimiento del absentismo voluntario
no justificable, sin sufrir la penalización económica que conlleva.
3. Absentismo por patología profesional. Considera todas las ausencias debidas a
enfermedades propias de la profesión y a los accidentes de trabajo. Suele ser una
constante conocida para cada profesión.
Sea cualquiera el tipo de absentismo al que nos refiramos, el primer problema que se
plantea es su medición. Se emplean diferentes índices cada uno de los cuales nos da una
información que puede interesar desde el punto de vista de la política de recursos humanos,
tanto a las empresas como a los organismos oficiales.
El índice normal que se suele considerar es el porcentaje de ausencias sobre el trabajo
esperado.
Horas reales de ausencias
I = ----------------------------------------- x 100
Horas teóricas de trabajo
406
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Número de días
El índice de gravedad Ig = ---------------------------
nº de empleados
Número de días
Duración media D = ---------------------------
nº de casos
E incluso, puede también interesar otro tipo de datos como: ausencias en algunos días de la
semana, extensión de un determinado tipo de enfermedad en un momento dado, etc.
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Puede decirse que el absentismo es uno de los problemas importantes con los que de una
manera creciente deben enfrentarse las sociedades desarrolladas. Se ha llegado a afirmar que en
el terreno social el absentismo causa unos estragos similares a los de la inflación en el
económico y que también sus soluciones sobrepasan las posibilidades inmediatas de nuestra
sociedad.
Las ausencias al trabajo tienen, obviamente, consecuencias negativas para las
organizaciones. Se suelen citar al menos las siguientes:
1. Pérdidas económicas directas. El coste se puede expresar, en términos generales, en el
tanto por ciento de absentismo sobre el total de facturación, pues supone la ausencia a
la tarea común de un factor clave en la producción.
2. Desorden en la organización. Porque implica la necesidad de adaptarse a unas ausencias
de personal no programadas. Es más, una vez que alcanza un cierto nivel estable y
conocido, obliga a las empresas a mantener una fuerza laboral de reserva, para que no se
colapsen los sectores claves de producción.
3. Desmoralización. Por la evidencia de insolidaridad en la tarea común. Además se hace
patente la necesidad de soportar entre todos la carga de personas no productivas.
4. Pérdida de prestigio. Por el eventual incumplimiento de plazos de entrega, y posible
pérdida de calidad.
5. Trabajo administrativo complementario. Para paliar el desorden introducido en la
administración, controlar las faltas, adaptar los sistemas de remuneración, etc., se hace
necesario dedicar energías a la solución de problemas no directamente productivos.
407
ANTONIO LUCAS MARÍN
resumir los campos de información que nos parecen interesantes, con vistas a buscar relaciones
con el absentismo en los siguientes (O’Muircheartaigh, 1978:9-11):
1. Médico. La enfermedad es, sin duda, la causa más importante de ausencia al trabajo,
aunque existen muchos factores sociales que la condicionan y hacen que no coincidan
habitualmente en una misma zona y época los índices de morbilidad y absentismo.
Interesa conocer los tipos de enfermedad más común en los diferentes tipos de zona,
empresa y categoría individual.
2. Económico. La presión económica individual tiene una considerable influencia sobre
este tipo de conducta. La mayor o menor penalización de las ausencias indudablemente
influirá sobre su frecuencia, que a su vez estará relacionada con el nivel de ingresos del
trabajador ausente. Habrá que considerar también las ayudas que en caso de enfermedad
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
409
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 14.7
Repercusiones sociales del absentismo laboral
-Repercusiones económicas. Genera déficits económicos para las organizaciones, ineficacia en el rendimiento,
retrasos en los plazos, gastos extras por sustituciones
-Repercusiones técnicas. En la organización del trabajo, en el desajuste de los horarios al tener que modificarlos
para adecuar las tareas a las personas presentes.
-Repercusiones sociales. En el grupo formal e informal de trabajo, sobre todo para aquellas personas que deben
realizar la tarea del ausente.
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-Repercusiones éticas y psicológicas. En la moral colectiva genera inquietudes suscitadas por las ausencias, así
como en el posible contagio de los comportamientos ineficaces entre los compañeros, y en el malestar generado
por las causas fingidas para el absentismo.
-Repercusiones políticas y sindicales. En caso huelga o en situaciones de conflicto entre patronal y sindicatos, que
aumenta las horas de trabajo perdidas.
-Repercusiones para la dirección. Implica la infracción de normas y procedimientos, lo que puede generar un
endurecimiento de las mismas, no solo para los más absentistas sino para toda la plantilla.
-Repercusiones médico-sanitarias. Crea situaciones ambiguas para los responsables médicos que deben autorizar
o justificar las ausencias al trabajo
Fuente: adaptado de Martínez, 2001:105
410
Capítulo 15
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y EL
FUTURO DEL TRABAJO
Antonio Lucas Marín
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411
ANTONIO LUCAS MARÍN
P ara terminar haremos una reflexión sobre el trabajo, como elemento fundamental de la
vida de las organizaciones. La actividad laboral ha sido alterada por la evolución de la
tecnología, pero no por eso ha perdido un importante significado, que debemos
precisar, para el mismo análisis de las organizaciones.
A lo largo de este capítulo vamos a estudiar cómo el advenimiento de las sociedades
informacionales está afectando al trabajo humano. Para estudiar la realidad del trabajo en las
nuevas sociedades de la información se hace necesario seguir una perspectiva evolutiva, que
tome como punto de partida la complejidad del tema, la existencia de unas concepciones
generales aceptadas y unos planteamientos existentes en las sociedades anteriores. Sobre estos
presupuestos hay que intentar acercarse a los diferentes esquemas teóricos que se han ido
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construyendo en las distintas ciencias sociales desde sus inicios y que consideran el trabajo –y
su transformación en empleo- como una categoría central de modernidad, hasta el punto de
interpretar las sociedades industriales como “sociedades del trabajo”.
La crisis de estas sociedades, los continuos aumentos acumulativos de productividad y la
expansión natural de algunas de las características del proceso industrializador han llevado a
la aparición de propuestas catastrofistas sobre el trabajo. Al mismo tiempo, han hecho
posible una reflexión teórica sobre esta realidad social institucionalizada y compleja, cuya
racionalización resulta necesaria. Así, podremos ver que los cambios debidos a la
introducción de las nuevas tecnologías de la información resultan matizados por sus
circunstancias como construcción cultural y quizás no sean ni tan radicales ni tan rápidos
como algunos autores han proclamado. Sobre estas consideraciones veremos el sentido que
tiene hablar del trabajo como tarea de creación y tratamiento de la información, y sus
consecuencias para la nueva economía del conocimiento. Igualmente, prestaremos nuestra
atención a dos propuestas teóricas de amplio recorrido, la delimitación del trabajo como
relación social y su consideración como actividad “autoprogramable”. Finalmente, vamos a
dar algunos datos actuales sobre el nuevo trabajo.
412
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
siglos de nuestra era hasta el final de la Edad Media, se ha centrado en la consideración de los
aspectos negativos del trabajo, considerado con frecuencia en clave de fatiga, de servidumbre o
como instrumento por desgracia imprescindible desde el punto de vista material (Donati
2001:118). En esta consideración negativa se ha partido, con frecuencia, de la visión del trabajo
como castigo o maldición de Dios a nuestros primeros padres por su desobediencia, siguiendo la
expresión bíblica al expulsarlos del Paraíso “ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Por otra parte, no hay que olvidar que también en el pensamiento cristiano se ha expresado la
máxima valoración del trabajo como actividad especialmente característica del hombre y de lo
humano. Se podría decir que esta significación positiva del trabajo, al verlo como participación
en el poder creador de Dios, se ha ido desarrollando más recientemente. Al buscar los
antecedentes bíblicos de esta nueva concepción se ha recordado que el mismo hombre fue
creado precisamente en el Paraíso “para que trabajara”, antes de que se planteara su posible
expulsión. Pero ha sido en los preámbulos de este gran intento de aggiornamiento que supuso el
último Concilio, donde se puede encontrar de una manera desarrollada esta nueva concepción
del trabajo, en la que se ve al hombre como colaborador de Dios en la creación. Parece, así,
como si el mundo no estuviera del todo terminado y tuvieran que ser los hombres con su
inteligencia –un chispazo de la divina- y su libertad los encargados de ultimarlo. En la encíclica
Laborens Exercens (1981) se perfilan con precisión estas ideas, siguiendo las líneas propuestas ya en
la encíclica Rerum Novarum (1891), que establecía la prioridad de trabajo sobre el capital, y se
recuerda que el trabajo “constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la
tierra”.
En concordancia con esta dualidad antigua sobre la consideración del trabajo, “la
investigación sociológica ha evidenciado desde hace mucho tiempo una profunda contradicción:
nuestra civilización tiene una actitud fundamentalmente ambivalente –y no pocas veces
contradictoria y esquizofrénica- hacia el trabajo, pues lo exalta y a la vez lo envilece. Lo exalta
cuando ve en él la capacidad del hombre de realizarse a sí mismo, de satisfacer las propias
necesidades de supervivencia, de librarse de ciertos condicionamientos naturales, de construir, en
definitiva –en cuanto homo faber- su vida y la sociedad misma. Lo envilece cuando lo considera
una actividad puramente instrumental, orientada solamente al consumo y cuando, en lógica
413
ANTONIO LUCAS MARÍN
XX.
Pero antes conviene detenerse por un momento en la consideración de que nuestra
concepción del trabajo tiene algo de invención, de construcción humana reciente. En efecto,
buena parte de las ideas sobre el trabajo que hoy manejamos aparecen con el advenimiento
del capitalismo manufacturero. De hecho, antes del siglo XVIII el término “trabajo” se
refería, fundamentalmente, a siervos y jornaleros productores de bienes y servicios, que
exigían ser recomenzados cada día sin producir resultados finales. Los artesanos, en cambio,
creaban objetos durables que podían ser acumulados y, una vez adquiridos, legados a la
posteridad. Estos no laboraban: producían obras, con frecuencia usando en su trabajo la
labor de jornaleros no especializados, a los que encargaban las tareas menores. Sólo los
jornaleros y los trabajadores no cualificados eran pagados por su trabajo. Los artesanos eran
pagados por su obra, según el precio fijado en la lista de precios propia de cada gremio. Los
salarios recibidos por los jornaleros y aprendices eran fijados también por la corporación, sin
posibilidades de negociación (Gorz, 1989:16). Esta situación cambiaría mucho con el
comienzo de la industrialización.
El proceso de industrialización se manifestó a partir del siglo XVIII mediante un enorme
crecimiento de la capacidad productiva. Inmersos en este ambiente los economistas clásicos ven
en el trabajo un elemento fundamental de la generación de riqueza (junto con la tierra y el
capital). A ello se refirió Adam Smith, testigo privilegiado del proceso, en su conocido libro La
Riqueza de las naciones, en el que apunta la división del trabajo como causa precisa del gran
incremento de productividad.
La visión ciertamente optimista de Adam Smith acerca de las consecuencias económicas y
sociales de la evolución del proceso de industrialización deriva de su postura abiertamente
liberal. Pero algunos continuadores de su naciente disciplina consideraron muy pronto que el
indudable incremento de la producción no iba a dar lugar necesariamente a un reparto
equitativo. Por el contrario, había datos para pensar que en las nuevas sociedades industriales
algunos dispondrían de muchos alfileres –por citar el famoso ejemplo que propone Smith-
mientras que otros no conseguirían casi ninguno. David Ricardo, siguiendo la teoría de que el
valor de una mercancía es proporcional a la cantidad de trabajo incorporado, inicia una
414
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
reflexión crítica sobre las consecuencias de la división del trabajo que culminaría en la teoría
marxista de la alienación.
Una visión complementaria de la anterior procede de los primeros sociólogos. Durkheim
dirige su atención a las consecuencias sociales de la división del trabajo. Weber, preocupado
por la expansión de la racionalidad como característica de la modernidad pretende explicar
los fundamentos de las nuevas sociedades capitalistas superando los determinismos
económicos.
Durkheim, inicia el camino que seguirían con el tiempo los funcionalistas al preguntarse
por la función o papel que tiene la división del trabajo en cuanto elemento persistente de
nuestra sociedad, o lo que es lo mismo, a qué necesidad corresponde. La respuesta ordinaria,
casi espontánea, es inmediata: la de aumentar la fuerza productiva y la habilidad del
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trabajador. Sin embargo -en su opinión- la ley se cumple en ámbitos más amplios que el
económico y, por tanto, la respuesta de los economistas y concretamente de Marx, en este
campo no puede ser suficiente. “La función o el rol de la división del trabajo no es que
aumente el rendimiento de las tareas divididas, sino hacerlas más solidarias. La división del
trabajo comenzó para integrar más la sociedad, a fuerza de diversificarla
funcionalmente"(Durkheim 1996:65). En consecuencia, la división del trabajo va más allá de
lo económico, pues estriba en el fondo en los modos de cohesión social que imponen los
diversos tipos de solidaridad.
Por su parte, Weber estudia el capitalismo como la forma de producción propia de las
nuevas sociedades industriales. Destaca su carácter racionalizador, como punto básico o
característica fundamental de la sociedad moderna. Weber coincide con Marx en la
consideración de la esencia del régimen capitalista: la búsqueda de la ganancia por intermedio
del mercado, según la lógica de la acumulación indefinida. Sin embargo, en su libro La ética
protestante y el espíritu del capitalismo, desarrolla una refutación empírica del materialismo
histórico de Marx. En efecto, se plantea algo muy diferente al adoptar como punto de partida
la investigación acerca de “la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de una
mentalidad económica, es decir, de un ethos económico”. Trata, así, de demostrar que “el
espíritu del ascetismo cristiano fue quien engendró uno de los elementos constitutivos del
moderno espíritu capitalista, y no sólo de éste, sino de la misma civilización moderna: la
racionalización de la conducta sobre la base del ideal profesional. Los elementos esenciales de
esa mentalidad que llamamos espíritu del capitalismo, son justamente los mismos que
reconocemos como contenido de la ascesis profesional puritana, aun cuando sea la raíz
religiosa” (Weber 1977:18).
415
ANTONIO LUCAS MARÍN
incluso “se podría llegar así a la idea de marginar el concepto de la sociedad de trabajo por
considerarlo una trivialidad sociológica en la medida en que sólo se refiriera a una necesidad
natural eterna de la vida social (Marx)” (Offe, 1992:18). Pero la experiencia nos dice que, con
demasiada frecuencia, el tratamiento del tema del trabajo es bastante confuso, algo sobre lo
que conviene arrojar claridad.
La revolución industrial, como vimos en su momento, explicita el trabajo a través del
empleo generalizado, y lo hace objeto de valoración precisa a través el salario que se percibe.
De esta manera, resulta factible aplicar una cierta racionalidad a la producción al permitir
conocer el valor de las tareas incorporadas.
La idea de tratar esta forma de trabajo como piedra fundamental de la teoría de la
sociedad se ha basado en el desarrollo de tres puntos que han acaparado la atención de las
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
sociedad de la información. Esta nueva forma de relación económica supone también una
serie de cambios en la idea misma de qué significa trabajo, como puede verse en el Cuadro
15.1 En el siguiente epígrafe se atiende al debate teórico acerca del trabajo en las actuales
sociedades de la información.
Cuadro 15.1
El fin de la sociedad del trabajo
Se han señalado algunos puntos que han ocupado en los años setenta el lugar central de la investigación en la
sociología industrial y que manifiestan un cambio de sensibilidad a la hora de estudiar el trabajo:
1. Son comunes las referencias a diversos mercados de trabajo, no hay uno solo que acapare la atención de los
estudiosos. Se trata de la diferenciación entre mercados de trabajo primarios y secundarios, así como de
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ANTONIO LUCAS MARÍN
418
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Incluso hoy día una buena parte del trabajo realizado en una sociedad se articula fuera
de los límites del mercado.
2. Debe tenerse siempre en cuenta que el trabajo no es una tarea de individuos aislados
que responden a un mercado, sino una relación social entre trabajadores, empleadores
y consumidores. Además, el mercado de trabajo no es un fenómeno natural y
universal sino, más bien, un producto histórico contingente, resultado de la lucha por
el control de las condiciones laborales; las diversas historias que tienen que ver con el
derecho, los recuerdos, las creencias prevalentes, el conocimiento acumulado y las
relaciones sociales existentes, se enfrentan con diferentes formas de cambiar las
organizaciones productivas. Los empleadores, trabajadores y emprendedores crean
nuevas organizaciones productivas, aprovechando retazos de la estructura social
previa, para de esta manera comprometerse ellos mismos inconscientemente en las
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ANTONIO LUCAS MARÍN
420
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
más deseables de trabajo. En este sentido, ha habido algunas propuestas para una nueva
teoría del trabajo (Cuadro 15.2).
Cuadro 15.2
Ideas para una teoría actual del trabajo
Podríamos intentar resumir algunas ideas actuales sobre el trabajo que merecen ser tenidas en cuenta en una
teoría actual del trabajo en los siguientes puntos:
1. Aunque hay una búsqueda de la eficiencia del mercado, no se debe subestimar la aportación de las redes
sociales, la estructura de las organizaciones, la cultura, la historia y la acción colectiva.
2. Habría que seguir investigando en modelo que tenga en cuenta sobre todo las transacciones entre los
individuos más que a los individuos mismos. Tanto el trabajo como otras actividades se hace en función de
unos supuestos sobre las formas posibles de interacción.
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3. Se considera que el mercado laboral funciona con unos empresarios y una fuerza de trabajo libres, sin
embargo tanto los trabajadores como los empleadores crean o incorporan con frecuencia barreras
organizativas que dificultan el libre movimiento del trabajo: monopolios profesionales, organizaciones
artesanales, redes de reclutamiento basadas en tipos especiales de emigrantes, estratos internos en la empresa,
requisitos específicos para ser contratado, y muchas cosas parecidas. Al detectar tales barreras nos damos
cuenta de que empresarios y trabajadores están en una continua negociación con acuerdos relativos a la
organización y que se persiguen múltiples objetivos además de los monetarios.
4. Los trabajadores dedican diferentes grados de esfuerzo, de conocimiento y de aplicación al trabajo en función
de las negociaciones entre trabajadores y empresarios. Aunque muchos de los acuerdos son colectivos y
generales, hay muchos otros que tienen que ver con el tira y afloja del trato diario.
5. La lucha por la calidad y la eficiencia en la producción de bienes y servicios tiene que ver sobre todo con la
cultura y las redes de relaciones interpersonales. No está claro que el mercado competitivo sea la forma
deseable y normal de conseguir la eficiencia.
6. Las remuneraciones recibidas dependen de una amplia serie de factores tales como: el poder de la empresa
en el mercado; la cantidad invertida de capital por trabajador; el control que hayan conseguido los
trabajadores de la empresa; el impacto de lo recibido por los trabajadores en el agregado de resultados de la
empresa; la posible sustitución de ese impacto; la colocación de los trabajadores en las diferentes categoría
más o menos favorecidas; las relaciones de los trabajadores con otros bien situados en algunos de los puntos
anteriores; la naturaleza de las instituciones reguladoras en la empresa, en la rama industrial concreta o en las
ocupaciones; la inercia en muchas de las configuraciones iniciales de los factores señalados anteriormente.
Todos estos factores afectan a las remuneraciones por influir en las condiciones de trabajo en general.
7. Lo que produce la selectividad para la contratación y la promoción es, en primer lugar, la tendencia, dentro de
la empresa, de los directores y de los trabajadores, a crear grupos segmentados de tareas, caracterizadas por
diferentes remuneraciones en función de su relación con el poder. Por otra parte, miembros de algunas redes
transversales que cruzan los límites de la empresa -amigos, grupos de emigrantes o graduados en algunas
universidades- organizan sus propios accesos preferenciales a ciertos grupos de trabajo. La selectividad
interna y externa se conjugan para reproducir la división existente.
8. La segmentación en diferentes mercados de trabajo tiene que ver con la eficiencia, con la historia de las
negociaciones y con la propia inercia. Con frecuencia el traslado de información se reduce a una áreas
residenciales, a unas razas o a unos tipos de emigrantes. La información sobre unos empleos disponibles
llega a unos sitios y no a otros por las redes de relaciones existente.
Fuente: Tilly, 1998:246-260
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Hay que ir, por tanto, hacia una visión del trabajo que tenga en cuenta su propia
complejidad y la de las circunstancias tan diferentes que le rodean (Salais y Storper, 1993). En
este sentido, es acertada la perspectiva cultural, sobre otras que han estado más presentes en
el pasado cuarto de siglo: la empírica, centrada en la investigación de las actitudes en el
trabajo; la marxista; y el nuevo estructuralismo, enfocado sobre la influencia, de la empresa en
la distribución de gratificaciones. Estas nos han enseñado sobre las actitudes ante el trabajo, o
la desigualdad, pero no sobre el feedback con el entorno y el significado del trabajo en nuestras
vidas. En definitiva, puede decirse que “la sociología del trabajo no avanzará hasta que
estemos atentos a los significados con que los trabajadores abordan sus trabajos y los miles
de enlaces entre estos significados, las esferas de no trabajo de la vida y la amplia cultura de la
sociedad” (Fuchs-Epstein, 1990:89-90).
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
se plantea que es posible que asistamos a pocos cambios dado que estamos en una
organización social concreta y compleja cuya realidad es producto de una historia en la que
han influido muy diferentes intereses hasta lograr un equilibrio. En definitiva, el trabajo es
mucho más una construcción social que tecnológica, por lo que su cambio supone unos
acuerdos entre diferentes tipos de intereses.
Cuadro 15.3
Las consecuencias sociales de la productividad
Entre las publicaciones recientes que han conseguido fama y han planteado algunas sombras sobre el porvenir
que le espera al trabajo se puede mencionar el libro de Jeremy Rifkin El fin del trajo. Nuevas tecnologías contra
puestos de trabajo: el nacimiento de una nueva era (v. o. 1995), que ha dado lugar a una amplia polémica cuyos
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De todas maneras, aun valorando esta última reflexión, debemos tener en cuenta que los
cambios realmente masivos en la calidad del trabajo, como los que se dieron a raíz de la
Revolución Industrial, ocurren cuando la mayoría de estas transformaciones organizativas
llegan juntas. La posibilidad de que las nuevas tecnologías de la información sean capaces de
producir cambios transcendentes depende de su utilización generalizada –todavía por ver,
pero cada ver más cercana- y de que todo ello dé lugar a que sus efectos se realimenten. En la
medida en que se asienten estas dos situaciones, será fácil que asistamos a grandes cambios en
el trabajo pero que, en cualquier caso, no van a significar su desaparición.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
unas nuevas tecnologías de la información, esta tiene un papel más decisivo, ya que se
puede procesar, transmitir muy deprisa y con gran flexibilidad, lo que incrementa su
utilidad potencial.
2. La globalización es una de las grandes características de las sociedades informacionales,
aunque esto no debe ser entendido como que todas sus actividades están funcionando
en el ámbito mundial. Más allá de los planteamientos míticos, globalización significa
que una parte nuclear de la economía funciona como una unidad en tiempo real a
escala planetaria. O sea, que las actividades económicas centrales trabajan de forma
simultánea, coordinadas a través de una red de interconexiones mundiales. Esto ocurre
ya con el mercado de capitales y se podría decir lo mismo respecto al flujo de
información, pero no ocurre en todos los campos de la producción y, desde luego, no
en los servicios personales. Se podría decir que la base de mano de obra global no es
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cualificaciones. Lo que importa, más que unas cualificaciones, es una cultura básica, de
capacidad de asociación, de saber cuáles son los conocimientos que se necesitan para las
tareas que hay que hacer, dónde buscarlas, cómo aprenderlas y cómo aplicarlas. Se necesita
un nivel intelectual general, lo cual implica toda una redefinición del sistema de educación,
incluyendo la capacidad social de hacer transferencias entre el trabajo y la educación. Junto a
eso hay, lo que podría llamarse un trabajo genérico, que realiza la gente con un nivel de
educación más o menos elemental: simplemente recibe instrucciones y ejecuta órdenes, e
incluso no le dejan hacer más que eso. Este tipo de trabajo genérico efectivamente puede ser
eliminado fácilmente al ser sustituido por máquinas suficientemente sofisticadas o por el
traslado de la producción a países con salarios inferiores. Por ello, es claro que en las
sociedades avanzadas las formas de trabajo genérico compiten cada vez más con máquinas y
con el trabajo genérico en otros países, que forman ya parte de nuestro mismo mercado de
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trabajo.
En los años sesenta, hablando del futuro del trabajo, ya se anticipaba con acierto que en
las sociedades post-industriales la actividad económica central sería cada vez más una
actividad de tratamiento de la información, “una actividad fundamentalmente simbólica y
documental” (Friedmann y Naville, 1963:368). Así ocurre con el trabajo creativo,
autoprogramable, a diferencia del trabajo genérico, que ya ha dejado de ser central en las
sociedades informacionales. Si la primera revolución industrial en el siglo XVIII inicia un
proceso de desaparición del trabajo agrícola, con la consiguiente multiplicación de las tareas
industriales, los nuevos cambios que suponen la aparición de las sociedades informacionales
dan lugar no sólo a un aumento creciente del sector servicios, sino principalmente, dentro de
este sector, a un tipo de tareas relacionadas íntimamente con la creación y manejo de
información.
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que ver sobre todo con el aumento de tareas relacionadas con la información y el conocimiento.
Así, en estudios realizados recientemente en Norteamérica vemos que la población empleada en
este sector –los llamados trabajadores de la información- es cada vez mayor. Las personas que
trabajaban en temas relacionados con la información eran en 1900 el 12% de la población activa,
se transformaron en 1930 en el 25%, en un 42% en 1960, en 1990 llegaron a ser el 47% y en el
año 2000 se calcula que representaban el 55% del total. La misma situación se puede ver
actualmente en distintos países europeos, con porcentajes de población activa en torno al 50%
en Gran Bretaña, Francia y el 45% en Alemania.
En efecto, podemos decir con Castells (1998:15-20) que vivimos en una economía
caracterizada por cinco aspectos:
1. Las fuentes de productividad están cada vez más en la aplicación acertada de la ciencia y la
tecnología;
2. La producción y proceso de la información es más importante que la producción material
de bienes;
3. La organización del trabajo es cada vez más flexible y adaptable;
4. La globalidad se impone al generar una organización más allá de las fronteras nacionales;
5. El corazón de la economía está formado por las nuevas tecnologías de la información y
sus aplicaciones.
Todo esto va unido a una tendencia creciente a hablar de la “economía basada en el
conocimiento”. Se ha acuñado esta expresión para describir la tendencia de los países de
economía mas avanzada hacia una gran dependencia del conocimiento, la información y altos
niveles de instrucción. Tan sólo las personas con buena formación son capaces de acceder a los
nuevos puestos de trabajo creados. De esta manera, se confirma la expresión de que la
información es poder, pero sólo para los que tienen la capacidad de transformarla en
conocimiento (información organizada). Por eso, únicamente la información bien interpretada –
veraz y relacionada con otras informaciones relevantes- puede ser utilizada con eficacia; pero,
para esto, es necesario una educación previa.
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De esta manera, el empleo, que podría servir como un motor del crecimiento en términos
reales, está relacionado con la producción de bienes y servicios no estandarizados ni habituales,
frente a la idea tradicional, precisamente basada en estandarizar lo que se produce y rutinizar el
proceso productivo. Los nuevos países o sectores que quedan fuera de esta nueva economía
deben conformarse con ir de productos simples a productos complejos, aunque sean
estandarizados (Storper, 1998:14-15).
El objetivo principal en esta nueva economía es albergar el aprendizaje tecnológico. Los
que pueden aprender a hacerlo más rápido, para una calidad dada, o los que pueden mejorar
la calidad, son competitivos. Además, no pueden ser inmediatamente imitados por otros, ni
ver transferida su producción a otras regiones. Lo importante aquí es el aprendizaje, que
permite una economía de creación de empleo con salarios altos y medios. La experiencia nos
muestra que las pérdidas de empleos se concentran en las industrias manufactureras, que
producen bienes estandarizados susceptibles de mecanización y de ser realizados en áreas de
bajos salarios. Estos empleos de bajos salarios se concentran sobre todo en ciertas
ocupaciones que producen artículos y servicios de gran consumo. El crecimiento de empleos
de salarios altos se localiza, en cambio, en aquellas ocupaciones que realizan una tarea
intelectual, distribuidas en diferentes sectores, pero sobre todo en productos avanzados y
servicios financieros, intensivos en tecnología y diseño, o en servicios de consumo con un
alto valor añadido.
En definitiva, la emergencia de un tipo de economía basada en el conocimiento hace
necesario tener algunos criterios para conseguir un desarrollo sostenible, unos altos ingresos y
un proceso de creación de empleo. Recientemente la OCDE (1996:27) ha concretado estos
criterios en:
1. Cambios institucionales y organizativos para fortalecer los incentivos de inversión en
conocimiento:
2. Políticas tecnológicas e industriales que contribuyan a mejorar la eficacia de las
empresas;
3. Asegurar el aprendizaje y la formación de los empleados en las nuevas tecnologías;
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
4. Atención a los mercados emergentes, especialmente a los que proporcionan las redes
de comunicación;
5. Favorecer a las empresas con conductas innovadoras.
Junto a ello se han perfilado diferentes propuestas políticas concretas, que se mueven en
estos objetivos (OCDE 1996:23-25):
1. Aumentar la productividad a través de una mejora en la creación, acceso y distribución
del conocimiento;
2. Promover el cambio en las organizaciones para conseguir una dirección basada en el
conocimiento;
3. Coordinar el desarrollo humano y tecnológico;
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Un estudio necesario
El proceso de industrialización, con la consiguiente división del trabajo, la generalización de
la mano de obra asalariada y la mecanización, dio lugar a grandes aumentos de
productividad. Apareció enseguida, en el mismo cambio de las sociedades tradicionales a las
industriales, una situación de desempleo generalizado. Igualmente se planteó el problema de
la distribución de la nueva abundancia social, centrándose la discusión en la relación entre
cambio tecnológico y desempleo. Por ello se ha dicho que el debate sobre la relación entre
cambio tecnológico y desempleo no es nuevo (Woriol, 1996), aunque se ha acentuado en
diferentes situaciones: en la medida en que las tasas de desempleo crecen más de lo que se
considera conveniente, se hace preciso encontrar explicaciones. En el instante en que estas
tasas disminuyen, o se consideran socialmente aceptables, desaparece el debate.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 15.4
Desempleo y nuevas tecnologías
Tiene especial interés el reciente trabajo de Lucy Channells y John Van Reenen (1999), sobre la relación de la
tecnología con la formación o grado de destreza, los salarios y el empleo, buscando algunas evidencias
microeconométricas. Las conclusiones alcanzadas, analizando mediante una amplia recogida de datos los
numerosos estudios realizados en este campo, las podemos resumir en las siguientes propuestas:
1. Hay una considerable evidencia de una correlación positiva entre las nuevas tecnologías y las demanda de
trabajadores de mejor formación.
2. Hay también evidencia de que los salarios son mejores en las empresas o personas innovadoras, sobre todo
cuando la innovación es continua o a largo plazo.
3. La creación de empleo está también relacionada con la introducción de nuevas tecnologías. Aunque de forma
matizada, se puede afirmar que la introducción de ordenadores es más positiva que los trabajos en Investigación y
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Desarrollo
4. La creación de empleo esta relacionada con la elasticidad de la demanda de los bienes producidos. Cuanto
mayor sea ésta, mayor será la producción y el empleo.
5. La facilidad de sustitución del capital y el trabajo afecta también al empleo. Cuanto mayor sea ésta, más
evidente podrá ser el cambio, para bien y para mal, dependiendo del valor de cada uno de estos factores.
6. El grado de monopolio de la empresa es importante. Si es grande, será difícil trasladar la innovación a precios
más bajos que aumenten la demanda y creen empleo.
7. Si la innovación no se difunde por la industria, la empresa innovadora puede caer en la tentación de sustituir a
la competencia y se aumentará el desempleo.
Hay tres momentos en los que el debate sobre tecnología y desempleo ha despertado más
interés: en los inicios de la industrialización, durante la Gran Depresión de los años treinta y
en la crisis del petróleo de mitad de los setenta. De formas distintas, sus respectivas
conclusiones (Lucas, 2000:131-135) coinciden en afirmar que la aparición de nuevas
tecnologías más productivas hace que sobre mano de obra, que puede absorberse, incluso
con creces, por medio de cinco mecanismos de compensación: 1. la fabricación de nuevas
máquinas; 2. la bajada de los precios, que por consiguiente aumenta la demanda y hay que
aumentar la producción; 3. la acumulación de capital, que permite mejoras en la
productividad mediante nuevas formas de producción, hace posibles nuevas inversiones y da
lugar a una creciente demanda de mano de obra; 4. las nuevas necesidades de
comercialización, que dan lugar a nuevos empleos; 5. la disminución relativa del coste de los
salarios, al aumentar la productividad, hace que aumente la demanda de asalariados (Vivarelli
1995:26-39).
Los estudios recientes sobre la relación entre desempleo y nuevas tecnologías invitan a la
prudencia y a considerar la tecnología más bien como creadora de empleos de calidad que
como productora de paro (Cuadro 15.4). El desempleo es un problema social de gran
envergadura, más relacionado –como la propia consideración del trabajo- con problemas
sociales que con avances tecnológicos.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
De todas maneras, debemos hacer dos precisiones sobre los niveles de desempleo que
caracterizan a cada tipo de sociedad: la primera es que la evolución del desempleo tiene que
ver con la capacidad de adaptación a los cambios en la estructura productiva, lo que esta muy
unido al momento del proceso de desarrollo; la segunda es que hay otras variables muy
importantes, políticas, culturales e históricas, que van a tener como consecuencia un
resultado diferente en la lucha contra el desempleo. Para confirmar estas dos precisiones,
puede ser suficiente mostrar gráficamente, sin entrar en un análisis detenido, la evolución de
los sectores productivos y del desempleo en Estados Unidos, Europa y España (Cuadro
15.5).
Cuadro 15.5
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 15.6
Evolución de la tecnología y el desempleo
Observando los datos empíricos, lo que encuentro es que esta visión parece muy progresista, pero en el
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fondo es muy reaccionaria, porque quiere decir que la tecnología es un fenómeno natural y que nadie más tiene la
culpa. Que los culpables no son las empresas, ni los trabajadores, ni los gobiernos. Que no es culpable la Unión
Europea. Que nadie es culpable de nada. Simplemente hay un fenómeno natural llamado tecnología que llega y
nos quita el trabajo. Tal planteamiento es absolutamente reaccionario, porque pretende hacer una catástrofe
natural de lo que es un fenómeno social, que, como tal, puede gestionarse de forma diferente. Empíricamente, la
mayor parte de estudios que se han hecho –y han sido muchísimos- sobre la relación entre tecnología y pérdida
de empleo, muestran que no hay relación... Tampoco es cierto, como dicen los tecnócratas, que, por definición,
las nuevas tecnologías crean más empleo. No es así. Depende. Depende de qué tecnología, de qué puesto de
trabajo, de qué formación, de qué políticas de la empresa, de qué políticas del gobierno. Depende de todos esos
factores. Para entendernos, el resultado final de millones de estudios empíricos es que no hay relación por sí
misma entre tecnología y empleo. Depende de muchas otras cosas. Hay, pues, que actuar sobre las otras cosas,
porque la tecnología es indispensable para lo que decíamos anteriormente.
Fuente: Castells, 1997
Si vemos los niveles de paro en las sociedades donde las nuevas tecnologías se han
generalizado más, puede reafirmarse que no hay datos para establecer esa conexión entre
tecnologías y desempleo, mas bien al contrario. Así el nivel de paro en Japón y Estados
Unidos durante la década de los noventa es casi la mitad del europeo. En el año 2000 los
datos para Norteamérica dan un 4% de desempleo y, para Japón, un 4,8%, mientras la Unión
Europea sobrepasa el 8%. Los datos de 2002 muestran que, a pesar de la recesión económica
que están atravesando Estados Unidos y Japón, sus niveles de paro son del 5,6% y del 5,1%,
mientras la Unión Europea tiene en este mismo mes un 7,7% de desempleo.
Otro tema diferente es que la introducción de las nuevas tecnologías haya dado lugar a
una mayor polarización social, que parece haberse dado en Norteamérica durante los últimos
años (Lucas, 2000:138-145). Los cambios debidos a la introducción de las nuevas tecnologías
no van a hacer desaparecer el trabajo pero sí van a modificar los relaciones laborales. Por
una parte, la flexibilidad y la individualización de las relaciones afectarán a las formas
tradicionales de trabajar; por otra, van a surgir nuevos problemas en las relaciones laborales
que afectarán no sólo a los trabajadores sino también al pacto social establecido. No hay una
modificación importante en el nivel de empleo; en cambio, lo que sí hay son impactos muy
importantes sobre el tipo de trabajo, el tipo de relaciones laborales derivadas de este nuevo
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
modelo, que es el modelo que se está difundiendo a escala mundial. Es, sobre todo, la
flexibilidad estructuralmente determinada de la fuerza de trabajo y de la relación trabajador-
empresa. Todos los argumentos presentados antes apuntan hacia el hecho de que las
empresas tienen la capacidad y la necesidad –por razones de competitividad- de emplear
trabajadores de distintas formas, en distintos tiempos, con distintas situaciones laborales.
Esta flexibilidad extrema, que permite la tecnología, impone las condiciones constantemente
cambiantes de unos mercados globalizados por vínculos sucesivos. Por tanto, lo que sí se
está produciendo es un proceso de individualización de la relación entre trabajador y
empresa.
Se puede decir que están desapareciendo los empleos considerados ideales en las sociedades
industriales: contrato indefinido, a tiempo completo, en una empresa estable o en la
administración pública, con una trayectoria profesional previsible. Cada uno de estos
factores señalados esta siendo afectado. Así, en 1998 en el Reino Unido, la cuna de la
Revolución Industrial, el 52% de la fuerza laboral no corresponde a este modelo,
corresponde a trabajos a tiempo parcial, trabajadores temporales y autónomos. A comienzos
del siglo XXI casi el 20% de la fuerza laboral en el Reino Unido está formada
exclusivamente por trabajadores autónomos. En Italia, esta categoría representa ya el 25%.
En Francia, el trabajo no convencional significa un 35% del total. En Estados Unidos, es
casi el 40%. El éxito que está teniendo la proliferación de contratos temporales y a tiempo
parcial, para resolver el problema del desempleo, se corresponde con la nueva lógica de la
flexibilidad.
La introducción de la flexibilidad en el contrato laboral facilita la expansión del empleo,
pero también da lugar a una serie de problemas, que deben ser objeto de nuestra atención.
Estos problemas son, fundamentalmente, tres:
1. La pérdida de experiencia que afecta directamente a la productividad;
2. La mayor desigualdad y polarización de la sociedad, y
3. La falta de agregación de las relaciones laborales.
El primero de estos problemas muestra las contradicciones internas entre flexibilidad y
productividad dentro de una organización, e indica que la flexibilidad no puede verse como
la solución a todos los problemas. Gran parte de la productividad de la fuerza de trabajo
depende de la información disponible y de su conocimiento específico de la empresa. Por
tanto, una flexibilidad excesiva da lugar a un descenso de la productividad de cualquier
trabajador: a menor implicación y menor duración en la empresa, menor productividad. Por
consiguiente, aparece una relación inversa entre flexibilidad y productividad.
El segundo problema afecta a la sociedad en general, más que a las organizaciones. La
individualización de la fuerza de trabajo hace que los trabajadores tengan una relación muy
individualizada, en función de sus características, con su empleador. Esto está en la base del
incremento de la desigualdad social que, a su vez, da lugar a una polarización –
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Estado de bienestar, porque en la medida en que la relación del trabajador con la empresa es
individual y las cotizaciones de seguridad social son individuales, hay una relación cada vez
más distante entre la cotización de ese trabajador y el sistema general de seguridad social, con
el riesgo añadido que ello supone para la estabilidad del sistema de protección social.
436
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Decir que el trabajo es, ante todo, una relación social, significa que es preciso atender a
una amplia semántica de la actividad profesional, para comprender su carácter relacional y no
meramente funcional. La lógica funcional subordina cualquier género de actividad humana y
de estructura social a una finalidad unívoca que dota de sentido específico a todos los
elementos del sistema. El sistema económico actual subordina funcionalmente todos los
recursos que emplea a la lógica del crecimiento y la eficiencia, con lo que el trabajo humano
no puede ser considerado más que como un instrumento al servicio del sistema,
funcionalmente equivalente a cualquier otro recurso, como la tecnología productiva o de la
información. No se trata de encontrar culpables a esta realidad, pues la especialización
evolutiva de los sistemas sociales –según el análisis de Luhmann (1991; 1993)- responde más
a una dinámica autopoiética que a una intencionalidad por parte de grupos sociales
particulares.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
De hecho, la lógica relacional por la que se rige el trabajo ya no se limita a la lógica del
capital instrumental. Nuevas formas de capital han hecho su aparición en los sistemas
económicos, hasta el punto de diferenciar internamente las estructuras empresariales. Así,
actualmente, son particularmente relevantes, el capital político –la capacidad de movilizar en
consenso recursos materiales y humanos hacia un proyecto empresarial; el capital social –
redes de acción empresarial basadas en la confianza y la reciprocidad; y el capital cultural (o
intelectual) –las habilidades y capacidades personales de los profesionales. La consecuencia
más sobresaliente de este proceso de diferenciación es la especificación de diferentes lógicas
económicas ya no orientadas funcionalmente hacia los resultados financieros inmediatos,
precisamente porque el intercambio social en cuyo seno se produce y reproduce se guía por
diferentes medios de intercambio –formas de “dinero” no monetario- y por patrones de
valor alternativos.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
El trabajo autoprogramable
Para Manuel Castells la nueva sociedad que sucede a la industrial debería de llevar el título de
informacional pues su principio productivo y distributivo está en la información, lo que va
unido al carácter global de la economía en sus sectores nucleares o básicos. Este tratamiento
de la información como principio productivo viene a subrayar el carácter glocal (global y
local) de nuestros intereses y de la sociedad.
En estas sociedades informacionales una buena parte de las tareas realizadas, es más la
actividad realmente interesante es el trabajo “autoprogramable”, es decir, autónomo,
creativo, nivel intelectual y capacidad de comprensión. De esta manera, la división
fundamental en la “sociedad red” en la que estamos viviendo en los países avanzados,
aunque no la única, es entre trabajadores autoprogramables y trabajadores genéricos
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(Castells, 2009).
Los trabajadores autoprogramables tienen la capacidad autónoma para centrarse en la meta
que se les ha asignado en el proceso de producción, encontrar la información relevante,
recombinarla en forma de conocimiento utilizando el conocimiento acumulado y aplicarla en
las tareas necesarias para lograr el objetivo del proceso. Cuanto más complejos son nuestros
sistemas de información y más interconexiones tienen con las bases de datos y las fuentes de
información, más necesitan los trabajadores utilizar esta capacidad de búsqueda y
recombinación de información. Esto requiere una educación adecuada, no en términos de
habilidades, sino de capacidad creativa y recursos para evolucionar con los cambios
organizativos y tecnológicos y con los nuevos conocimientos.
El trabajo genérico, en contraposición al autoprogramable es una tarea mecánica, que
exige un nivel educativo básico y basado en rutinas. Estamos ante tareas que apenas se
valoran pero que siguen siendo necesarias se asignan a los trabajadores genéricos, que van siendo
reemplazados por máquinas o trasladados a centros de producción de bajo coste
dependiendo de un análisis dinámico de coste-beneficio. La inmensa mayoría de los
trabajadores del planeta y la mayoría en los países avanzados siguen constituyendo mano de
obra genérica. Son desechables, excepto si ejercen su derecho a existir como seres humanos
y ciudadanos mediante la acción colectiva. Sin embargo, en término de creación de valor (en
el campo de las finanzas, la fabricación, la investigación, los deportes, las acciones militares o
el capital política), lo que cuenta para cualquier organización que controle los recursos es el
trabajador autoprogramable.
En cualquier caso, el principal al problema de los trabajadores es la segmentación que por
supuesto Castell considera se suma de la explotación en el sentido tradicional. En la
segmentación hay tres categorías: aquellos que son fuente de innovación y valor, los que se
limitan a obedecer instrucciones y aquellos que, desde la perspectiva de los programas de
obtención de beneficios del capitalismo global, son estructuralmente irrelevantes, bien como
trabajadores (sin formación suficiente, habitantes de zonas sin la infraestructura ni el entorno
institucional adecuados para la producción global), bien como consumidores (demasiado
pobres para formar parte del mercado), bien ambos (pp. 61 y 62).
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ANTONIO LUCAS MARÍN
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 15.7
Cambios generales en el trabajo
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Así, en Estados Unidos, donde hay abundancia de datos, puede calcularse que a finales del
siglo XVIII un 80% de la población activa trabajaba en la agricultura -como en todas las
sociedades tradicionales- y los servicios y la industria se reparten equitativamente el resto de la
población. Ya en 1850 -tras 50 años de industrialización- sólo el 65% labraba la tierra. A
principio del siglo XX el 35% de la mano de obra trabajaba en la agricultura, el 27 % en la
industria y el 48% en los servicios. Podemos ver en el Cuadro 15.8 que hoy menos de un 2% de
su población trabajadora se dedica a la agricultura, y hay excedentes agrícolas, mientras que poco
más del 20% está en la industria y más del 80% trabaja en los servicios.
Igualmente en Europa, como en el resto de los países desarrollados, ha habido una
expansión del empleo en el sector servicios, que no ha podido compensar el descenso creciente
de empleo tanto en la agricultura como en la industria. El descenso de la mano de obra dedicada
a la agricultura ha sido muy similar al norteamericano, aunque con un cierto retraso. La industria
que hasta 1970 todavía creaba empleo, empieza a expulsar mano de obra a partir de ese año.
Mientras el sector servicio es el único en expansión, aunque este aumento no ha sido lo
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ANTONIO LUCAS MARÍN
suficientemente fuerte como para evitar el desempleo que en esta última década ha tendido a ser
el doble que el norteamericano (en torno al 10% de la población activa).
Cuadro 15.8
Evolución del Empleo por sectores en EE.UU.
(Porcentajes)
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Es el sector servicios español el que crece continuamente durante todo el siglo y muy
concretamente a partir de los setenta (768.000 trabajadores más esta década) y especialmente
durante los ochenta (1.674.000 personas más), y más moderadamente en los noventa (similar a
540.000 hasta 1997). Su crecimiento durante los últimos treinta años, del 37,2% al 61,7% de la
población empleada, ha sido en términos absolutos similar a la suma de las grandes pérdidas de
empleo en el sector agrario y a las moderadas del sector industrial. El problema, que veremos en
su momento, del desempleo español reside en buena parte en que la población activa ha crecido
en estas tres décadas en un poco más de tres millones de habitantes, cifra que coincide con el
número de desempleados que tenemos: no se ha creado empleo neto.
Cuadro 15.9
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En definitiva, de la misma manera que al final de la era agrícola en los países occidentales
la gente dejó la tierra y se fue a las ciudades para trabajar en las fábricas, en los últimos años
estamos en un momento de cambio. La era industrial está dando paso a la era de la
información, y esto está produciendo grandes cambios en el trabajo, cuyas repercusiones ya
se empiezan a calibrar. La base agraria de las sociedades tradicionales fue poco a poco
sustituida por otra manufacturera en las sociedades industriales y está siendo ahora sustituida
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Cuadro 15.10
Tendencia Secular
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Una situación similar se evidencia si vemos las cifras correspondientes a otros países
avanzados durante las últimas décadas (Cuadro 15.11), con lo que es fácil deducir el descenso
generalizado. Tan sólo en algún país (caso de Suecia, con promedios de horas anuales
trabajadas especialmente bajos) hay pequeños repuntes de crecimiento. En los demás países
considerados la disminución es clara y en algunos casos muy pronunciada. En España, sin
embargo, la variación ha sido pequeña, aunque significativa.
Es necesario señalar que la disminución de horas de trabajo no significa necesariamente
más tiempo libre. Una de las consecuencias imprevistas de los nuevos modos de trabajo es,
precisamente, que hay un traslado de muchas tareas a horas de ocupación no laborales (los
traslados al lugar de trabajo, las compras semanales o asistir a niños en el fin de semana o a
familiares mayores). Junto a ello, existe otra razón de este hecho: y es que a menudo
actividades que antes delegábamos a los profesionales (comprar un billete de avión o buscar
destinos de vacaciones) las hacemos nosotros a través de, por ejemplo, Internet. Al final,
termina por ocurrir que aunque la jornada laboral se acorta, otras tareas laborales van
llenando ese tiempo que parecía destinado al ocio.
La participación de la mujer en la fuerza laboral
Otro de los cambios ocurrido en el trabajo en los últimos años es la creciente
incorporación de la mujer al mundo laboral. En el Cuadro 15.12 podemos ver la evolución
en algunos países del empleo de mano de la mano de obra femenina. Vemos que, sobre todo
en España, la transición desde los años 60 hasta el 2010 ha sido muy importante, casi
triplicándose en 50 años el número de mujeres trabajadoras.
No es necesario insistir que nos referimos personal asalariado. Decir que las mujeres
ahora trabajan más no tiene ningún sentido. Hay más mujeres empleadas, con salarios, con
los problemas que esto acarrea con frecuencia, al acumular al trabajo familiar que recae por
motivos culturales con frecuencia especialmente sobre ella un trabajo externo.
También hay que señalar que mayoritariamente (como vemos en el Cuadro15.13) el
empleo femenino es a tiempo parcial, puesto que todavía permanece el rol de trabajo
“reproductivo” en la mujer. La razón de que las mujeres trabajen mayoritariamente a tiempo
parcial se debe, por tanto, al hecho de que deben ocuparse de los niños y ancianos y de las
445
ANTONIO LUCAS MARÍN
tareas del hogar. En cualquier caso, es evidente que una de las características más
significativas de las nuevas sociedades es la emergencia de una fuerza de trabajo femenina.
Cuadro 15.11
Horas de trabajo en los países avanzados
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Fuente OCDE
Cuadro 15.12
Fuerza de trabajo femenina (Porcentajes)
446
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 15.13
Trabajadores a tiempo parcial
Empleados trabajando a tiempo parcial, 2011, % total
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Fuente: OECD
Cuadro 15.14
Trabajo a tiempo parcial
447
ANTONIO LUCAS MARÍN
La flexibilidad laboral
Paralelo a la reducción de la jornada laboral y la participación de la mujer en el mercado
laboral, hay un tercer cambio en el trabajo: la flexibilidad. Esta viene medida, sobre todo, por
los índices de trabajo a tiempo parcial. El Cuadro15.14 muestra, sin embargo, que no todos
los países han apostado por una flexibilidad laboral basada en el trabajo a tiempo parcial.
En efecto, vemos que España apenas llega muy recientemente a un 10% de trabajadores a
tiempo parcial, mientras que países como Holanda (que supera el 30%), Australia o Japón,
mantiene elevados índices de empleados parciales. Esto obedece a políticas de empleo
diferentes promovidas desde los gobiernos de los diversos países. En algunos países se ha
buscado el pleno empleo a través de estos trabajos a tiempo parcial, mientras que España no
ha visto en estos empleos más que trabajos precarios. Por otro lado, las personas que más
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dependen de este tipo de trabajo son las mujeres (que en España alcanza el 80% del total),
por las razones antes indicadas.
El trabajo a tiempo parcial ha afectado tradicionalmente en especial a las mujeres. Los
datos del Cuadro 15.15 nos muestran la evolución del empleo a tiempo parcial disgregando
los sexos. Vemos así que aunque ha ido creciendo paulatinamente en términos generales en
número de hombre con empleos a tiempo parcial, este tipo de tareas son especialmente
significativo para las mujeres.
Cuadro 15.15
Evolución del empleo a tiempo parcial en España por sexos
Fuente: OCDE
448
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
que abordar para ser capaces de ayudar a resolver muchos de los problemas sociales
planteados en torno al trabajo.
Cuadro 15.16
Evolución del empleo a tiempo parcial por países
449
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V
COMUNICACIÓN EN
LAS ORGANIZACIONES Y TIC
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Capítulo 16
LOS PROCESOS DE COMUNICACIÓN
Antonio Lucas Marín
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453
ANTONIO LUCAS MARÍN
454
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
luego la imprenta y, en los tiempos modernos, nuestros sofisticados medios electrónicos. Desde
la segunda mitad del siglo XX estamos inmersos en lo que puede llamarse la Sociedad de la
Información. Gastamos más tiempo y energía manipulando símbolos que fabricando cosas”.
La ampliación de la capacidad comunicativa puede verse como una tendencia de la evolución
histórica impulsada por la técnica, con unas etapas claras:
1. La aparición de la ciudad,
2. La difusión de la letra impresa, de los libros, y
3. El empleo generalizado de los medios electrónicos.
No cabe duda de que el paso de la vida rural a la urbana supone fundamentalmente una
multiplicación inaudita de las posibilidades de comunicación en todos los campos de la vida; el
ágora, hasta en sus expresiones más modesta de la minúscula plaza de una aldea tribal, cambia
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las expectativas y costumbres de la vida aislada o en los límite afectivos de la familia. Más
importante es el paso de la Galaxia Tribal –utilizando terminología de McLuhan-, dominada por
los medios orales de comunicación, a la Galaxia Gutemberg con el alfabeto fonético como
nuevo medio de intercambio de experiencias y significados. El advenimiento de la electricidad
hizo posible la Galaxia Marconi, donde primero la radio y el cine y posteriormente la televisión,
que han ampliado nuevamente las posibilidades de comunicación. Ahora estamos
introduciéndonos en lo que podríamos llamar la Galaxia Electrónica, impulsada por el
ordenador y con unas posibilidades de intercambio y acumulación de mensajes casi sin límites.
En este último apartado habría que considerar la Galaxia Internet y más recientemente la
Galaxia Móvil. En definitiva, la comunicación ha ido pasando de ser casi exclusivamente oral
(cara a cara), a admitir mediaciones sencilla como la escritura, más complejas y ricas como la
realizada por los medios de comunicación de masas, y más individualizada, barata y extensa con
calidad cuando se realizan digitalmente, por ordenador (Internet y Web), y más recientemente a
través de esta nueva síntesis que son los móviles.
Se ha considerado que “la historia de la humanidad es la historia de la ampliación de la
capacidad comunicativa” (Lucas 2009:15-17). Podemos ver esta ampliación en sus aspectos más
cuantitativos: mayor número de emisores, un número superior de receptores y muchos más
mensajes. Pero quizás sea más conveniente destacar los aspectos cualitativos de esta ampliación,
concretamente la creciente importancia de la opinión pública y el aumento de la movilidad
psíquica. Es indudable que la diferente situación psicológica que supone la simultaneidad entre
la emisión y recepción de un mensaje, y las posibilidades técnicas que nos permiten la ubicuidad
de los medios en la transmisión informativa con respecto a acontecimientos lejanos, modifican
substancialmente sus posibilidades de influencia. La conciencia de la gran extensión y
permeabilidad de la información hace posible incluso hablar tanto de la "opinión pública
mundial" como de "opinión pública" o colectiva en el interior de las grandes organizaciones.
Pero más importantes son todavía las consecuencias sobre el conocimiento de la realidad social.
Igualmente, es necesario destacar la movilidad psíquica que proporcionan los medios de
comunicación social a los individuos en la sociedad moderna, dando lugar a una enorme
expansión de las experiencias mediadas.
455
ANTONIO LUCAS MARÍN
456
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.1
Etapas y actividades básicas en el proceso de comunicación
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457
ANTONIO LUCAS MARÍN
por los participantes de una lengua o comunidad para despertar significados estandarizados por
aspectos de la realidad. Los símbolos se diferencian de las señales y los signos en su carácter más
abstracto, su sentido depende del acuerdo y su utilización es exclusivamente humana.
La comunicación personal
Con estas ideas, siguiendo las propuestas de Berlo sobre el proceso circular de la comunicación
personal, algunos autores como DeFleur, Kearny y Plax, se han acercado a la realidad de la
comunicación analizando sus componentes, han expuesto un modelo de transacción simultánea
en la comunicación interpersonal (ver Cuadro 16.2), definido por las siguientes proposiciones,
consideradas básicas en la relación (DeFleur 1993:22):
1. La codificación y descodificación al mismo tiempo en las dos partes.
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458
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.2
Modelo de comunicación personal
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459
ANTONIO LUCAS MARÍN
realidades han afectado a toda la sociedad pero de una forma muy específica a las
organizaciones. Es necesario tener en cuenta que la comunicación personal, cara a cara, ha ido
ampliándose, gracias a las nuevas posibilidades abiertas por el desarrollo de la comunicación
mediada tanto personal como social y los medios electrónicos. En efecto, la ampliación física de
la capacidad de comunicación, sólo es posible cuando ésta se realiza a través de unos medios
técnicos que multipliquen o amplíen los mensajes y hagan asequible para más receptores
conectar con un sujeto emisor determinado. Estos medios facilitan los contactos personales o
hacen posible una relación social limitada con una masa de sujetos receptores de la información,
dando lugar a la comunicación de masas
Aunque no es posible en estas páginas entrar a fondo en el estudio de la mediación de la
comunicación, sí es necesario recordar que un medio es simplemente un dispositivo que mueve
la información a distancia, de manera que la gente que está separada se pueda comunicar. Los
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medios modifican más o menos el proceso de comunicación cara a cara. Estos cambios tienen
que ver con la modificación de la relación social que vincula al emisor y al receptor del mensaje.
Es decir, los medios limitan la adecuación efectiva del role-taking y del feedback. La comunicación
natural, en relaciones personales cara a cara, se extiende continuamente mediante los medios o
dispositivos que permiten los avances de la tecnología.
Cuadro 16.3
La comunicación personal mediada
460
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.4
Tipos básicos de comunicación
DIRECTA MEDIADA
Conversación Telegramas
Reunión Teléfono
PERSONAL
Clase Cartas
E-Mail
Conferencia Libros
Discurso Prensa
COLECTIVA
Radio
Televisión
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ANTONIO LUCAS MARÍN
462
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.5
Modelo de la comunicación colectiva
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1. Los efectos a corto plazo o individuales no deben confundirse con los efectos a largo
plazo sobre la cultura y la sociedad.
2. La acumulación produce cambios a largo plazo. Así, por ejemplo, se facilita un
conocimiento generalizado y se facilita la adopción de innovaciones.
3. Existen efectos puramente sociales. Es evidente que los medios ayudan en la
socialización, ayudan en la construcción social de la realidad, y tienen efectos de
delimitación sobre el conocimiento (Lucas, 1999:233-260).
En cualquier caso la tecnología digital, la mediación que supone la utilización de Internet y
muy específicamente las Páginas Web y sobre todo la aparición de los Móviles (incluyendo
tabletas y similares) ha introducido una nueva perspectiva que está cambiando la realidad de los
medios de comunicación de masas y las propuestas teóricas para estudiar y conocer sus efectos.
La comunicación digital: un nuevo modelo
En las dos últimas décadas, la expansión de Internet y más recientemente de los Móviles ha
dado lugar a una nueva forma de mediación que podríamos denominar digital. Partiendo de los
modelos utilizados anteriormente sobre la comunicación, que son siempre ideas generales que
463
ANTONIO LUCAS MARÍN
sirven para dar una primera idea de cómo es un campo de estudio y sus posibilidades de
desarrollo, parece necesario dar un paso más.
Es evidente que en la nueva sociedad de la información y de la comunicación se han
alterado considerablemente los modos de comunicación por el uso intensivo de las nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación. En la actualidad, con la expansión
creciente de Internet, las páginas Web y los móviles, están apareciendo unas nuevas formas
de comunicación más individualizadas, flexibles e interactivas. Se debe ir por consiguiente
hacia un nuevo modelo de la comunicación que tenga presente características tan diferentes
como: 1. La sobreabundancia de información existente, que conlleva importancia del
contenido y potencia ilimitada; 2. La frecuente existencia de muchos emisores diferentes,
pero más fácilmente de uno a uno (Webs, Blogs, Wikis, etc.); 3. La mayor confusión entre
emisor o receptor, con usuarios en entornos conectivos, más que propiamente receptores; 4.
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Los intentos de vuelta a la conversación, con instantaneidad y sin costes, más allá de la
lejanía, considerando que el futuro es el mensaje (SMS); y 5. Que la realidad de la
comunicación no es necesariamente secuencial (hipertexto)
El Cuadro 16.6 nos muestra un primer intento, un esbozo, de hacer un modelo, en el que
se reflejan el modo de funcionamiento y las consecuencias de la comunicación digital, que
puede ser útil como propuesta general o inicial racionalización a completar.
Este nuevo modelo intentar explicar y dar pautas de actuación para elaboraciones
teóricas, que hagan posible integrar con facilidad los cambios en la comunicación como
consecuencia de la aparición de las TIC. El uso creciente de estas tecnologías ha hecho
cambiar las formas de comunicación y nos urge a ir señalando en términos generales las
características de un nuevo modelo comunicativo, que nos sirva de guía para movernos y ser
capaces de elaborar teorías científicas que deductivamente permitan el contraste de hipótesis
y el consiguiente avance del conocimiento en este nuevo campo.
Sobre la base de los modelos de comunicación propuestos, vamos a ver cómo se lleva a cabo
la transmisión de la información en las organizaciones. Este proceso, tiene, como advertiremos,
algunas características específicas que merece la pena destacar.
464
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
funciones básicas para la sociedad. Los fines que se propone la organización están determinados
con relativa precisión y definen, asimismo, el tipo de relación dominante entre las personas que
la componen. Aunque se dan relaciones informales, puede hablarse de una primacía de la
formalización; una y otra son objeto de estudio de la comunicación organizacional. Por otra
parte, también debe considerarse que interesa tanto el estudio de la comunicación externa como
la interna, considerados ambos elementos difícilmente separables de un mismo fenómeno.
Cuadro 16.6
Modelo de comunicación digital
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Su necesidad y estudio
En este ambiente habría que enmarcar los estudios recientes sobre la comunicación en las
organizaciones, que han dado lugar a un campo de investigación y docencia institucionalizado,
denominado organizational communication. Este campo empieza a desarrollarse lógicamente con la
prevalencia de las teorías sistémicas de la organización, que consideran la comunicación como
su elemento fundamental. En la historia de la aparición de estos estudios se tienen como
465
ANTONIO LUCAS MARÍN
importantes, en primer lugar, los trabajos de H.A. Simon, en especial Administrative Behavior
(1945), donde habla de "los sistemas de comunicación de las organizaciones" y considera la
comunicación como absolutamente esencial para la organización. Otro hito a tener en cuenta es
la publicación, por Bavelas y Barret –dos investigadores de orientación matemática-, del artículo
Una aproximación experimental a la comunicación organizacional (1951) donde se consideraba que "la
comunicación es la esencia de la actividad organizada y el proceso básico del que otras funciones
derivan" (Reading, 1989:19).
En esta nueva perspectiva de la organización se asume que hay comunicación humana
cuando una persona responde a un mensaje y le asigna significado, siendo el mensaje: unos
símbolos o cosas materiales a los que la gente está atenta y crean significados en el proceso de
comunicación, sea esta interna (para sí mismo) o externa (para los demás). En el proceso de
comunicación conviene destacar: la importancia del contexto; la idea de que los efectos son
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466
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.7
La comunicación en la Escuelas de teoría de la organización
Prioritaria
Transmitir Interacción entre Mantener, Adaptación con
PROPÓSITO ordenes, iguales, Ajustar, el entorno
Informar Lograr satisfacción, Controlar,
Participación en la Informar,
toma de decisiones Coordinar
Vertical, Horizontal, Todas las Toda
DIRECCIÓN DE Descendente, Admite verticalidad direcciones, Valoración de la
FLUJOS Dar instrucciones ascendente Aparece la exterior,
exterior como En red
Ruptura, Ruidos sociales, Sobrecarga, Complejidad de
PROBLEMAS Ruidos físicos, Rumores, Omisión, las relaciones,
TÍPICOS Salto de nivel Ajuste Emisor- Lentitud, Volumen de
jerárquico Receptor Selección de información,
información Manipulación
MODELOS Lineales, Circulares Doble Transaccional,
Mecánicos circularidad, Instantánea,
Mediación Múltiple
circularidad
467
ANTONIO LUCAS MARÍN
lugar en las últimas décadas en torno a los problemas de la cultura de las organizaciones.
Hablando de la sociedad lo que distingue siempre una cultura es su idioma y en términos más
generales sus modelos y prácticas comunicativas. De la misma manera, si hablamos de la cultura
de una organización, todos los problemas de comunicación de la organización se ponen en
primera línea
influencias o inputs y a la que se da unos resultados o outputs. De esta manera, podemos hablar de
dos procedimientos de relacionarse en las organizaciones: la comunicación interna que hace
referencia a la que mantienen los miembros de la organización entre sí, y la comunicación
externa que nos lleva a ver la transmisión de información con personas y grupos del exterior.
Centremos inicialmente nuestra atención.
La comunicación, que sirve como un mecanismo para que los individuos se adapten al
entorno de la organización, también ayuda a la propia organización a integrarse en su entorno
relevante dentro de la sociedad global. Los esquemas de comunicación interno y externo de una
organización no se pueden considerar como absolutamente independientes. Por eso, es útil el
modelo integrativo de la comunicación organizativa (Cuadro 16.8 Modelo integrativo de la
comunicación organizacional), donde se pone énfasis en la necesidad de alcanzar un equilibrio entre
los canales de comunicación internos y externos para que se produzca la adaptación
organizativa.
Definida de forma simple, "la comunicación interna es el patrón de mensajes compartidos
por los miembros de la organización; es la interacción humana que ocurre dentro de las
organizaciones y entre los miembros de las mismas" (Kreps, 1990:24). El estudio de la
comunicación interna centra su interés en los procesos y subprocesos por medio de los cuales se
procura que los miembros de la organización cumplan las tareas encomendadas. También se
interesa por los canales de información que facilitan la realización de esas tareas, de acuerdo con
los objetivos propuestos para el grupo.
Al estudiar la propia organización suele vérsela como una superposición de planteamientos o
aspectos formales e informales. En efecto, en la realidad de la organización existen unas
relaciones sociales fruto de un plan formalmente establecido para alcanzar los objetivos
propuestos. Estas relaciones son -al menos teóricamente- racional y claramente establecidas por
la dirección o por los fundadores de la misma. Sobre ellas se superponen otras más espontaneas
o informales donde tienen cabida los aspectos más afectivos y difícilmente racionalizables de la
conducta humana. De esta manera, que la organización tal y como la conocemos es el producto
de una organización formal y otra informal.
468
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.8
Modelo integrativo de la comunicación organizacional
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En la medida en que las relaciones sociales se manifiestan y son producto de los canales de
comunicación existentes, en nuestro estudio del flujo informativo en el interior de la empresa
debemos distinguir entre la comunicación que sigue los esquemas formales y la comunicación
informal. La comunicación formal viene inicialmente dibujada en las líneas del organigrama, que
nos da una visión clara del armazón planeado para la empresa. La comunicación informal se
manifiesta fundamentalmente en los rumores que continuamente funcionan en la organización
de manera incontrolada. La definición o el "dibujo" de los procesos de comunicación informal
es difícil de hacer, por definición, aunque podrían insinuarse mediante el estudio cuidadoso de
un "sociograma", siguiendo la técnica de las elecciones personales de Moreno.
Los canales formales de comunicación interna sirven para promover el desarrollo de las
tareas productivas, su coordinación y cumplimiento. "Por ejemplo, los canales de comunicación
interna se utilizan para proporcionar a los trabajadores mensajes con instrucciones y evaluación
de los trabajos; para compartir mensajes acerca de la coordinación de actividades laborales entre
los miembros de la organización; y para llevar retroalimentación de los trabajadores a la gente
que ocupa los lugares más altos en la jerarquía de la organización, como por ejemplo, mensajes
que registran quejas o sugerencias de los empleados en las organizaciones de negocios. Todos
estos sistemas de mensajes de comunicación interna proporcionan a los miembros de la
organización una información relacionada con las tareas que les ayuda a realizar importantes
actividades y procesos organizativos. Los canales formales de comunicación interna son
469
ANTONIO LUCAS MARÍN
470
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
jefe -una sola persona- que lo contrario. Por otra parte, más allá de las propias tareas, la
comunicación desde la dirección tiende a ser considerada más interesante. Por todo ello, un
problema habitual suele ser el exceso de información descendente, sin que se haya realizado la
necesaria selección y adecuación a los receptores.
Cuadro 16.9
Cauces de comunicación en una empresa
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471
ANTONIO LUCAS MARÍN
concursos de ideas, participación en los beneficios de las mejoras, etc. En cualquier caso, se
precisa una filosofía de la dirección participativa para que la comunicación ascendente sea eficaz.
Algunos de los problemas ya señalados explican que los responsables del funcionamiento de
la organización vean la necesidad de plantear una política de comunicación organizativa.
Asegurar la buena marcha del flujo de información es algo de gran importancia, que debe
asegurarse con la dedicación de las personas e instrumentos necesarios: directores de
comunicación con sus departamentos correspondientes, medios disponibles, valoración de cada
proceso, etc. Todo ello manifiesta un aspecto muy importante de la cultura de la organización y
por tanto de su estabilidad.
Los actores de la comunicación interna en una organización típica muy institucionalizada y
estudiada como la empresa son: el conjunto de sus empleados o trabajadores, los propietarios,
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los sindicatos y los representantes de los trabajadores o comités de empresa. En cuanto a los
empleados puede ser suficiente a efectos comunicativos considerar los roles básicos o tipos de
actores de la empresa industrial ya conocidos: directivos, técnicos, mandos intermedios y
empleados. Los papeles directivos son muy importantes en todo el proceso comunicativo
porque crean y manejan toda la red de comunicaciones. A los demás empleados hay que
tenerlos presentes en cuanto tipos de actores, en cuanto a su representación colectiva concreta
(comité de empresa) y en cuanto a su condición de asalariados (sindicatos).
Desde el punto de vista de la planificación de la comunicación es necesario recordar la
conveniencia de tener unos servicios especializados cuyo tamaño dependerá de la dimensión de
la organización, y de la importancia que se le dé para lograr los fines propuestos. Con frecuencia
se ha hablado de la dirección de comunicación en una empresa o del dircom, como servicio
necesario. Las formas concretas y posibles de llevar a la práctica los planes de comunicación
son: personal y en cascada; reuniones de grupo; revistas generales y especializadas; tablones de
anuncio; entrevistas de entrada y salida; el empleo de medios electrónicos.
Cuadro 16.10
Forma de los grupos informales
472
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
comunicación personal (Cuadro 6.10), con frecuencia más consistentes y fiables que los cauces
formales.
Cuadro 16.11
Red de comunicación en la organización
473
ANTONIO LUCAS MARÍN
Los grupos naturales se dan siempre, los familiares con frecuencia, los llamados grupos
organizados es muy difícil que existan si no hay un cierto interés o apoyo por parte de la dirección,
que de alguna manera ve conveniente estar informada por otros cauces diferentes que los
planeados por ella misma. La comunicación informal constituye una autentica red de
comunicación paralela, naturalmente creada y bastante invisible. Saber de su existencia y poder
manejarla, aunque sea solo en parte, es una estimable fuente de poder en cualquier organización.
Muchos de los problemas que se plantean en las organizaciones tienen que ver con los
rumores, que circulan en las organizaciones y pueden dar lugar a mal ambiente, por
interpretaciones exageradas de acontecimientos y realidades existentes de los que no hay una
información suficiente disponible. Hacer oídos sordos a estas informaciones inexactas que
circulan no es siempre lo más oportuno desde el punto de vista comunicativo.
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474
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 16.12
Problemas en un hospital: un caso práctico
Se estaban cociendo problemas en el Glenview County Hospital. La moral de los empleados estaba bajo cero. Varios
miembros clave de la plantilla habían presentado su dimisión, y estaba circulando el rumor de que se estaba preparando una amplia
reestructuración. La baja moral estaba afectando al cuidado médico, debido a la pobre actitud de los empleados y a las peleas
internas. Bob Wilson, administrador jefe del hospital, estaba preocupado. No sabía qué estaba sucediendo en el hospital ni qué era
lo que debía hacer.
Bob Wilson había sido contratado hacía tres meses por el último administrador del hospital, Frank Hyatt, que se había retirado
después de trabajar 14 años en el mismo. Antes de venir a Glenview, Bob había sido administrador ayudante en un hospital cercano
durante algo menos de dos años. Previamente, había hecho un master en administración de salud en la universidad estatal. Ni su
empleo anterior ni su educación le habían preparado para la baja moral de Glenview.
Bob decidió llamar a sus dos ayudantes para discutir la situación moral y encontrar dónde estaba la raíz del problema. Estos
corroboraron el hecho de que había un problema y le dijeron que habían escuchado de varias "fuentes fidedignas" los despidos
administrativos venideros. Cuanto más negaba Bob los despidos, más sospechaban sus ayudantes. Querían saber por qué no podía
confiar en ellos y contarles lo que "realmente" estaba sucediendo. Finalmente, empezaron a asumir que ambos eran víctimas
potenciales de la reestructuración administrativa que estaban seguros sería llevada a cabo.
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Bob estaba si cabe más preocupado acerca de la situación moral después de hablar con sus ayudantes. Parecía que hiciera lo
que hiciera, la gente que trabajaba para él se estaba volviendo cada vez más paranoica. Llamó por teléfono a Frank Hyatt (el anterior
administrador del hospital) y le preguntó si tenía idea de lo que estaba sucediendo en el hospital. Frank le respondió que nunca se
había enfrentado a un problema serio de moral en los años que estuvo de administrador en Glenview; es más, siempre le había
parecido que la moral del hospital era excelente, como la de una gran familia feliz. Esta conversación no sirvió para que Bob se
sintiera mejor.
Desesperado, decidió llamar a uno de sus antiguos profesores de la universidad, que era experto en conducta organizacional y
le contrató como asesor para solucionar el problema de la moral. El profesor empezó a trabajar entrevistando a los miembros de la
plantilla del hospital. Una y otra vez escuchó la misma historia: los miembros de la organización creían que el nuevo administrador
del hospital, Bob Wilson, estaba proyectando una gran reorganización administrativa, que incluía despidos masivos. Cuando se les
preguntó de quién habían escuchado la historia, los empleados mencionaron varios nombres. Sin embargo, uno de los nombres fue
identificado como fuente de información por casi toda la gente con la que habló el asesor: se trataba de Horace Jackson, un conserje
del hospital.
Horace tenía 64 años y llevaba en el hospital más de 30. Caía bien en la organización y pasaba mucho tiempo cada día
empujando un gran contenedor de plástico por todo el hospital y visitando a miembros de cada uno de los departamentos. Cuando
el profesor entrevistó a Horace, éste aseguró que no había oído nada sobre el tema de los despidos. El profesor estudió las
contradicciones entre el informe de Horace y el de otros miembros de la plantilla del hospital, y llegó a la conclusión de que éste era
probablemente la fuente inicial del rumor de los despidos.
Cuando el profesor informó a Bob Wilson de sus hallazgos, éste reaccionó airadamente y quiso despedir a Horace. El profesor
le previno para que no tomara una decisión tan apresurada y le aseguró que despedir a Horace sólo serviría para confirmar el falso
rumor de los despidos. Si Horace, que llevaba en el hospital 30 años, era prescindible, los empleados del hospital se convencerían de
que el rumor era cierto. En vez de eso, el profesor sugirió a Bob que reconociera que Horace era un líder informal de la
organización, a quien podía cultivar como aliado en vez de tratarlo como un enemigo.
Bob llamó de nuevo a Frank Hyatt y le preguntó qué era lo que sabía de Horace Jackson. Este le respondió que Horace había
sido uno de sus empleados de mayor confianza a quien invitaba de vez en cuando a venir a su oficina y le preguntaba acerca de
cómo iban las cosas. Horace le había proporcionado información sobre lo que estaba ocurriendo detrás de los bastidores del
hospital, y Frank le dijo a Bob que normalmente pedía consejo a Horace ante problemas del hospital y decisiones administrativas, y
que éste siempre le había aconsejado bien. Cada navidad, Frank le regalaba a Horace una botella de Whisky.
Bob comenzó a darse cuenta de lo importante que era Horace en el hospital. Recordó lo seco que había estado cuando este se
presentó en su despacho durante su primera semana en Glenview y le brindó su ayuda. Bob estaba ocupado y rechazó
descuidadamente la oferta de ayuda de Horace. Ahora comprendió que probablemente Horace se sintió insultado por la forma
brusca con la que le había tratado, y tomó represalias, quizás inconscientemente, empezando el rumor sobre los despidos.
Bob siguió los consejos del profesor y empezó a alimentar su relación con Horace. Le invitó a comer con él en la cafetería del
hospital y le pidió ayuda para mejorar la moral. Compartió con Horace algunas de sus ideas para mejorar la calidad de la atención
sanitaria y durante el mes siguiente animó a Horace a ir a su despacho para discutir cualquier problema o idea que tuviera. Durante
ese mismo mes, el falso rumor de los despidos comenzó a evaporarse y la moral empezó a mejorar. Horace estaba diseminando
nueva información a través de la organización acerca de cómo había intercedido ante el nuevo administrador en favor de los
empleados. Dispersó por el hospital el rumor de que había convencido al nuevo administrador para que conservara a la plantilla
actual. Y lo que es más, empezaba indicando que Bob Wilson era un hombre prudente y un excelente administrador.
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Capítulo 17
PROBLEMAS Y FUTURO DE LA
COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL
Antonio Lucas Marín y Sergio Llano Aristizábal
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Elementos y límites
Hablar de límites y problemas en la comunicación es referirse a las dificultades para una
transmisión eficaz de información. Siguiendo los modelos ya estudiados, se ha considerado que
los grandes temas de análisis de los problemas de la comunicación en las organizaciones son: el
emisor, el mensaje, el receptor, el canal.
Los requisitos para la eficacia del emisor se plantean de manera especial en los inicios del
estudio científico de la comunicación. La personalidad y características de la persona que envía
el mensaje aparecen como un elemento clave, tanto de la comunicación personal como de la
colectiva. Hay personas con más capacidad de comunicar que otras. Su caracterización es difícil
y sobrepasa nuestros objetivos, aunque sí vale la pena señalar la importancia de elementos
auxiliares como el tono de voz, la capacidad de empatía e identificación con el otro, y en general
un conjunto de elementos que podrían entrar en el apartado de "simpatía". Al mantener
modelos circulares de comunicación, el emisor se transforma simultáneamente en receptor, se
confunden ambos elementos. En cualquier caso, veíamos en el modelo general de
comunicación planteado, que el emisor no debe emitir al vacío, como si estuviera solo en el
mundo, sino que debe de ponerse en el lugar de los receptores. A veces este role-taking no es
fácil, sobre todo en la medida en que la audiencia es dispersa o desconocida, lo que origina
muchos de los problemas de “efecto boomerang”.
La primera dificultad relativa al mensaje es que suele ser complejo. Así, por ejemplo, en un
acto de comunicación fundamentalmente verbal pueden transmitirse con los gestos o con el
énfasis, mensajes complementarios de superioridad o subordinación, que den un sentido
diferente al aparentemente manifestado; esto puede dar lugar a las llamadas "interferencias
psicológicas". En términos prácticos, y con referencia a los aspectos más materiales de la
478
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
comunicación, suele hablarse de dos problemas típicos de los mensajes: conseguir el volumen
adecuado (que no sea ni demasiado ni poco) y la calidad (grado de contaminación).
En cuanto a las limitaciones típicas atribuidas al receptor, debemos de tener en cuenta que ante
un mismo mensaje las percepciones son diferentes, que hay una tendencia a oír lo que se quiere
oír y que debe tener en cuenta que se evalúa la fuente. Por otra parte, es importante considerar
que es normal la existencia de problemas por la falta de coincidencia de los códigos usados por
el emisor y el receptor. El esfuerzo inicial que debe hacerse en el comienzo de toda
comunicación para asegurarse de la coincidencia de códigos no siempre es eficaz, por ello la
atención a la comunicación de retorno, el feedback, resuelve muchos problemas de adecuación.
En términos generales se han enumerado como barreras clásicas a una escucha efectiva: las
condiciones físicas, las diferencias culturales, la existencia de problemas personales entre los
comunicantes, los prejuicios y los significados subjetivos o connotativos dados a los mensajes.
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Todas estas situaciones son directamente aplicables a la eficacia de una comunicación interna o
externa en una organización, aunque la importancia que tiene en ella la planificación puede
amortiguar buena parte de los efectos negativos.
El canal de la comunicación es el vehículo por el que se traslada la información y debe ser
asequible por igual al emisor y al receptor. Con frecuencia se trasladan cantidad de contenidos
informativos adicionales que producen "ruidos" y pueden dificultar la recepción del mensaje
previsto y ocasionar interferencias físicas. Conseguir la utilización del medio general más
adecuado para enviar un mensaje -personal o colectivo- y del medio concreto más eficaz -
entrevista personal o reunión de grupo, prensa o televisión, por ejemplo- es un problema sobre
todo de experiencia, y muchas veces de intuición, que no es fácil resolver.
En términos generales, la importancia de los problemas comunicativos en las organizaciones
proviene de una realidad a tener siempre presente: la comunicación es el único medio para llevar
a la práctica las decisiones, producir realmente los cambios adaptativos e intervenir realmente en
la construcción social de la organización.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
informales. Estos principios han sido concretados en: la prontitud, la objetividad, la utilidad
y la confianza.
1. Por una parte, la pronta recepción del feedback aparece como un asunto crucial, pues el
retraso hace que pierda efectividad. La solución de los problemas es más fácil si se
acomete con prontitud, pero también saber los efectos de una comunicación en el
receptor requiere un tiempo que debe respetarse. Lo importante es tener abiertos
unos canales de recepción, de manera que regularmente se consiga la oportuna
comunicación de retorno.
2. De otra, hablar de la objetividad del feedback es referirse a un imposible, en todo
traslado de información, sea cual sea el sentido, hay una cierta carga subjetiva. La
propuesta es reducirla al mínimo. Para ello, es necesario especificar al máximo el tipo
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Puede decirse, en primer lugar, que se atenúa la tensión por parte del emisor, que puede
ajustar su mensaje para que alcance el objetivo previsto en varias oleadas sucesivas; ésto le da
seguridad, al saber que las oportunidades de retransmisión están abiertas. También el
receptor actúa con mayor tranquilidad al saber que su mensaje de vuelta puede ser atendido y
completar así la primera información recibida. De esta manera, a largo plazo, se facilita una
relación cordial en la comunicación interpersonal, en la que los individuos van aprendiendo
mutuamente y pueden conseguir una relación estable y sin tensiones.
inconvenientes. Es fácil concluir, por tanto, que la selección del medio a utilizar deberá ser
apropiada para el mensaje que se desea transmitir. Con el fin de facilitar esta elección, puede ser
útil la clasificación de los mensajes en las categorías de sensible, negativo, complejo y persuasivo.
En cada una de estas categorías el mensaje puede considerarse en el continuo bajo-alto.
Los mensajes sensibles son los que evocan una reacción emocional del receptor, frente a
otros mensajes en que la respuesta esperada es más intelectual. En tales casos la experiencia
parece aconsejar la comunicación cara a cara. Así, nos parece lógico que el Ministerio de
Defensa comunique personalmente a su familia la muerte de un soldado, con la intención de dar
la forma más completa a las preguntas que se planteen. Si la entrevista personal no es posible,
parece conveniente acudir a un medio lo más rico posible, que permita el máximo de feedback.
El carácter positivo o negativo del mensaje puede influir también en la elección del medio. Si
la noticia transmitida evoca sentimiento de satisfacción o placer será diferente de la que lleve a
sentimientos de abatimiento, enfado o desacuerdo. En los dos extremos parece que la riqueza
del medio es importante, mientras que no lo es tanto en las informaciones ordinarias o
rutinarias. También parece lógico que las buenas noticias se quieran dar cara a cara y las malas se
tiendan a esconder en el anonimato de los medios.
Respecto a la complejidad del mensaje, lo importante es la amplitud y precisión de la
información que pueda manejarse. La propia ayuda de la tecnología (películas, proyecciones,
tablas, etc.) ayudará a que se comprenda con más facilidad el problema. Y en cada caso habrá
que pensar en la adecuación de un medio o de otro.
En cuanto al carácter persuasivo del mensaje, es decir, que se intente o no inducir a una
acción específica en el receptor, debe considerarse la influencia del emisor (factores afectivos o
de confianza en el que envía el mensaje), la forma del mensaje y en el mismo influjo del medio
(presentaciones audiovisuales atractivas).
En el desarrollo de este esquema, Smelzer y Leonard (1994:425-458) llegaron a la conclusión
de que la elección de la tecnología comunicativa debe tener en cuenta, además del tipo de
mensaje que se desea transmitir, siguiendo las categorías vistas, la importancia de la interacción
recíproca, el número de personas envueltas en la comunicación, la valoración del tiempo, la
necesidad de programación y la importancia y el simbolismo que aporte la propia tecnología.
481
ANTONIO LUCAS MARÍN
Por todo lo dicho, parece claro que una de las habilidades requeridas para saber moverse en
cualquier organización moderna es un adecuado manejo de los medios. Se ha llegado a afirmar
que la selección de los medios de comunicación a emplear es una de las destrezas básicas de los
ejecutivos, que deben conocer la relación entre los medios empleados, sus costos y su
efectividad.
En esta línea, Lengel y Daft (1991:202) realizaron una investigación sobre la comunicación
mediada a nivel directivo y llegaron a la conclusión de que había que prescindir de algunas ideas
generales muy extendidas sobre las comunicaciones de las personas que ocupan puestos
directivos, pero de comprobación empírica dudosa e incluso falsa. El primer mito es considerar
que los ejecutivos prefieren las relaciones personales orales siempre que sea posible. El segundo
es pensar que un ejecutivo buen comunicador puede usar para sus mensajes cualquier medio.
Para comprobar estas afirmaciones hay que partir en una clasificación jerárquica de los medios
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en cuanto a su riqueza. Un medio sería más rico en la medida en que permitiera manejar mejor
múltiples informaciones, facilitara un feedback rápido y ayudara a establecer un enfoque personal.
La jerarquía establecida de más a menos riqueza sería en cuatro niveles: la presencia física
(comunicación cara a cara); los medios interactivos (teléfono y medios electrónicos); los medios
estáticos personales (cartas, memoranda o informes enviados por ordenador); y los medios
impersonales estáticos (boletines y hojas informativas enviadas por cualquier procedimiento).
Por otra parte, consideraron los problemas de dirección de dos tipos: de rutina y de no
rutina. Entre estos dos extremos hay un continuo, de manera que las situaciones ordinarias de
trabajo están entre ambas posiciones. Las comunicaciones no rutinarias llevan con frecuencia a
que haya malentendidos y usualmente se caracterizan por una presión por la escasez de tiempo,
ambigüedad y sorpresa; los sentimientos personales y las creencias subjetivas pueden influir
fácilmente en la interpretación de los mensajes. Los mensajes no rutinarios requieren un
intercambio de información rico para superar la ambigüedad y los diferentes esquemas de
referencia, así se consigue la coincidencia de pensamientos entre receptor y emisor.
Las comunicaciones rutinarias, por el contrario, son simples (se han simplificado), directas
(fórmulas muy experimentadas), racionales (se han abandonado los elementos emotivos), lógicas
(se han acumulado razones), y no contienen sorpresa (se han rutinizado). "Los directores han
establecido previamente un marco común de referencia sobre el tema, de manera que la
comunicación de rutina no requiere un intercambio tan rico de información para llegar a
alcanzar la mutua comprensión entre emisor y receptor".
De esta manera, si hacemos una tabla de doble entrada donde, por una parte, distingamos
entre medios ricos y menos ricos, y por otra, entre problemas de rutina y de no rutina, tenemos
cuatro situaciones, como podemos sintetizar en el Cuadro 17.1., que nos da un marco de
selección de los medios.
Vemos así que en los problemas rutinarios emplear medios muy ricos puede llevar a fracasos
en la comunicación, por exceso de información, mientras que en los problemas no rutinarios la
riqueza del medio es muy efectiva. Igualmente en los problemas de rutina un medio que da una
información ajustada, la imprescindible, es de gran eficacia; sin embargo en temas no rutinarios
la información escasa lleva al fracaso, al no poder captarse toda la complejidad del problema.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
En este esquema de razonamiento, frente al mito de que los buenos ejecutivos prefieren
las comunicaciones cara a cara y el teléfono siempre que sea posible, habría que concluir que
el tipo de medio a usar depende del tipo de mensaje que se va a comunicar, y así se ha
comprobado empíricamente. Igualmente, frente a la idea de que los ejecutivos son excelentes
comunicadores, poseyendo una gran habilidad para los medios orales y escritos, puede
decirse que la eficacia de los ejecutivos proviene de saber manejar el medio que conviene a
cada tipo de mensaje.
Cuadro 17.1
Marco de selección de los medios
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Como consecuencia de las ideas planteadas, pueden darse a los ejecutivos los siguientes
consejos en el empleo de los medios: 1. En los problemas no rutinarios las dificultades de
comunicación hacen preferibles medios ricos, si es posible cara a cara. 2. En temas rutinarios es
suficiente la comunicación con un medio no muy rico. 3. Utilice los medios ricos para extender
su presencia en toda la organización. 4. Use los medios ricos para llevar a cabo la estrategia de la
organización. 5. No permita que el medio le censure la información en temas importantes. 6.
Evalúe las nuevas tecnologías de la comunicación como simples canales en el espectro de los
medios (Lengel y Daft, 1991:202-211).
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Innovación y comunicación
Al tratar el modelo integrativo general de la comunicación en una organización (Cuadro 16.8),
nos hemos referido a la necesidad de tener en cuenta la continua acomodación entre
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comunicación interna y externa. Hablar nada más de la comunicación interna nos llevaría a
considerar a la organización como un sistema cerrado, algo totalmente alejado de la realidad. Por
ello nos parece procedente la afirmación clara de que es necesario "coordinar los sistemas de
comunicación interna y externa en las organizaciones. Las funciones de estos dos sistemas
primarios de mensajes están relacionadas, y los canales son mutuamente dependientes. Los
sistemas de comunicación interna y externa deben estar orquestados. Los líderes de la
organización deben propiciar el desarrollo de ambos canales de mensajes y coordinar sus
funciones interdependientes". De esta manera, se consigue tener no sólo una cierta estabilidad
organizativa mediante la comunicación interna, sino también una continua adaptación al
ambiente externo, con lo que "los canales de comunicación internos y externos ayudan a la
organización a mantener un equilibrio productivo entre la estabilidad y la innovación en las
actividades organizativas" (Kreps, 1990:23).
En efecto, la comunicación que interesa a una organización no es solamente la que se
produce entre los miembros de la misma. Hay informaciones compartidas entre diferentes
organizaciones. También hay procesos de comunicación de los miembros de la organización
con el exterior que tienen relevancia para los procesos internos. Para ello es muy importante
localizar el conjunto de actores que hay que tener en cuenta.
Los actores fundamentales de la comunicación externa son los siguientes:
. El Departamento de Comunicación
. Clientes
. Comunidad Local
. Gobierno Central
. Gobierno Local
. Instituciones educativas
. Proveedores: bienes y servicios
. Grupos financieros
. Medios de comunicación social
484
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La idea básica es que una organización no está nunca aislada sino que funciona en un campo
interorganizacional. Debe coordinar, por tanto, sus actividades con otras entidades con las que
comparte algún tipo de intereses. Una empresa productora de determinados bienes, dependerá
de otras empresas que le suministran materias primas, servicios o información, o le
comercializan sus productos, además de otras organizaciones públicas, municipales o del estado
(como las de recaudación de impuestos, Cámaras de Comercio, sindicatos, etc.). Estas
organizaciones e individuos con los cuales tienen contacto directo los representantes de la
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 17.2
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
más influyentes en la propia organización (Rogers y Agarwala-Rogers, 1976), entre los que
posiblemente debamos destacar los individuos representantes de otras organizaciones con las
que se tiene un contacto o comunicación habitual. Porque, como se ha señalado en varias
ocasiones, los entornos relevantes de la organización son, en realidad, ambientes de
información. Los miembros interpretan los mensajes del exterior para obtener información
acerca de las condiciones que le rodean. La información recibida ayuda a identificar nuevas
dificultades a la hora de realizar las actividades previstas. El entorno es también una salida
básica para los mensajes de los miembros de la organización. Los mensajes enviados
proporcionan a los representantes de sus entornos, información sobre las actividades
realizadas. En definitiva, las organizaciones y sus entornos están conectados por flujos de
mensajes que proporcionan a ambos información relevante.
Los sujetos de la organización que tienen el mayor contacto con representantes del
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entorno relevante, son conocidos como "cosmopolitas" y realizan dos importantes funciones
de comunicación externa: envío de información de la organización al entorno, y de
canalización de información del entorno hacia la organización. De manera que representan a
ésta cara a las personas ajenas a la misma, y viceversa.
Las organizaciones tienen unos límites que señalan que personas o actividades son ingroup
y cuales outgroup. Los límites tienen un cierto grado de elasticidad. Todos los miembros de la
organización pueden realizar funciones de expansión de sus límites, son los cosmopolitas los
que las efectúan la mayoría de las veces. Más concretamente los expansores de límites a
menudo trabajan en áreas de la organización tales como relaciones públicas, relaciones con
los medios, ventas, publicidad, tareas de personal e investigación. Se ha señalado una
paradoja común que deben afrontar las organizaciones: los cosmopolitas están, a menudo,
concentrados en la parte superior e inferior de la jerarquía pero no son siempre los mejores
representantes para comunicarse con el entorno relevante. En efecto, los altos ejecutivos
están, con frecuencia, demasiado separados de las actividades diarias de la organización y
puede que, por ello, no representen a la misma ante el entorno de modo preciso. Y los
empleados de más bajo nivel, a menudo, carecen de información acerca de trabajos internos
de la organización y tienen poca autoridad para tomar decisiones concernientes a todos los
miembros.
La dirección de la organización puede mejorar la comunicación externa diseñando
estructuras de apertura, y potenciando la actividad externa de representantes de nivel medio
que están situados en departamentos tales como relaciones públicas, marketing, lobbying e
investigación de mercados. Además, el uso de nuevas tecnologías basadas en los ordenadores
como Internet, pueden incrementar a un bajo coste el flujo de información.
La organización, en cuanto receptora, debe tener en cuenta que la información externa
puede afectar a su cultura y de la necesidad de procurar mantener una actitud adaptadora, al
saber las posibilidades limitadas de la participación de la organización en la dialéctica social
general. Esto no significa que no deba mantenerse más o menos empeño en la defensa de las
situaciones que mejor correspondan con los objetivos de la organización.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Vale la pena hacer algunos comentarios sobre la evolución previsible de los entornos de
las organizaciones, en especial de las económicas. Si nos planteáramos ver esta evolución
respecto a tres variables definidas en las direcciones indicadas por las dualidades simple-
complejo, inestable-estable y escaso-abundante, nos encontraríamos con una tendencia a la
complejidad a la inestabilidad y a la escasez. El Cuadro 17.3 muestra las Tendencias evolutivas
del entorno. El conocimiento de estas tendencias es importante para cualquier organización.
Cuadro 17.3
Tendencias evolutivas del entorno
Inestable
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Abundante
Simple Complejo
Escaso
estables
La comunicación de crisis
Posiblemente uno de los temas de más actualidad desde el punto de vista del estudio de la
comunicación en las organizaciones es la consideración de las actividades que hay que
realizar en momentos de crisis, sobre todo en los aspectos de comunicación externa. En
efecto, las tendencias evolutivas que señalamos en el entorno de las organizaciones están
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
haciendo casi habitual tener que afrontar situaciones de crisis, en las que la respuesta
adecuada es, sobre todo, comunicativa.
Si pensamos en a algunas situaciones críticas atravesadas por algunas conocidas
organizaciones españolas, como Agua de Solares hace unos años o más recientemente la
organización inmobiliaria de UGT, nos lleva a percibir la importancia que ha tenido la
política de comunicaciones a la hora de resolver los problemas. Igual ha ocurrido en todo el
mundo, con problemas como el que tuvo que enfrentar Nestlé a causa de sus alimentos
infantiles, o Nike en Norteamérica, al ser boicoteadas sus zapatillas por las personas de raza
negra, o, más recientemente McDonald en Europa con motivo de las hamburguesas con
carne de vacas locas inglesas. En todas estas ocasiones han surgido graves y urgentes
problemas que amenazan la estabilidad e incluso la continuidad de la organización, y esta
debe reaccionar con rapidez y contundencia, prestando una especial atención a la
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 17.4
Un ejemplo de gestión de una crisis
Johnson & Johnson se enfrentó a una crisis a finales de Septiembre de 1982, cuando un asesino desconocido
rellenó de cianuro las cápsulas de Tylenol Extra-Fuerte, lo que causó la muerte de varias personas en Chicago. El
incidente ocasionó pánico entre el público, y si Johnson & Johnson no hubiera reaccionado con rapidez y
decisión, sus ventas y reputación podrían haberse resentido bastante. Johnson & Johnson, con el consejo de
Burson-Marsteller (una firma de relaciones públicas), respondió a la crisis de la manera más efectiva y expeditiva
apoyando al consumidor. La compañía empezó un plan masivo de márketing y promoción que comunicaba su
preocupación por el bienestar del público y su plena cooperación con los medios para resolver la crisis. La
compañía retiró todas las cápsulas de Tylenol, lo que le supuso un gran coste, y actuó uniendo los 30 mercados
más importantes, vía satélite. A través de conferencias telefónicas, comunicó a los consumidores su nuevo
paquete de triple seguridad para impedir futuros intentos de manipulación del producto y para proteger el
bienestar de los usuarios del producto. El programa de dirección de la crisis de Johnson & Johnson tuvo tanto
éxito que no sólo logró que sus productos Tylenol tuvieran un retorno con éxito al mercado, sino que también se
intensificó su imagen pública como una empresa socialmente responsable. La campaña de dirección de crisis de
Johnson & Johnson fue tan efectiva, que la organización recibió de la Sociedad de Relaciones Públicas de
América un premio especial Silver Anvil.
Fuente: Kreps, 1990:234.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
La comunicación corporativa
Se entiende por comunicación corporativa a la comunicación externa de las organizaciones que
tiene que ver con sus planteamiento globales, con lo que auténtica y realmente es, sea visible o
no. Esto nos lleva a hablar de la identidad corporativa, conjunto de faceta que nos define lo que
es la corporación y es reconocido por los demás. Al igual que se puede decir que la identidad del
sujeto individual es socialmente construida, afirmamos que la identidad de una organización es
un producto social. En efecto, con las organizaciones ocurre como con las persona, aprenden
quienes son como reflejo de quién le dicen los demás, especialmente los otros significantes, de
manera que la identidad "se forma por procesos sociales" (Berger y Luckmann, 1968:216).
La imagen corporativa es la expresión pública de identidad corporativa. Alguna veces se ha
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empleado la formula:
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 17.5
Relación entre identidad e imagen corporativa
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
todos los involucrados en un proceso particular sin importar las tecnologías de acceso y
procesamiento que utilicen, simplemente porque tienden naturalmente a ser tecnologías
compatibles entre sí. La información puede viajar libremente por distintas redes y sistemas
físicos de transmisión pues todos hablan un mismo lenguaje, el digital; la unificación del
lenguaje facilita la comunicación. A diferencia de los medios análogos, la copia y
retransmisión de información no altera la calidad del contenido original, que
tradicionalmente perdía notoria calidad en los medios análogos; mayor disponibilidad de la
información potencialmente ayuda a crear nuevos espacios de comunicación. La información
puede ser manipulada, accedida, publicada, transmitida y modificada sin mayores
restricciones pues el contenido digital es maleable y flexible, con lo cual los medios se
adaptan a las condiciones particulares de cada proceso comunicativo. Y finalmente, gracias a
los costos cada vez menores, el aprovechamiento de los medios digitales no se hace
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exclusivo a las organizaciones más grandes y con mayores recursos. El uso extensivo reduce
los costos de producción y sostenimiento de los medios digitales y comunicar a través de
ellos se convierte en una posibilidad a la que pueden acceder prácticamente todas las
organizaciones.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 17.6
Distinción de las sociedades
masivos
Postindustrial Información Servicios Mediada Medios
interactiva digitales
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Cuadro 17.7
Brecha Mediática
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
idea de dar sentido para Weick implica que las personas comparen sus sentimientos y
pensamientos con los de otros y negocien con ellos para llegar a versiones aceptables sobre
los hechos y la realidad. La tecnología conduce rápidamente a la deliberación sin el debido
proceso de afiliación.
No obstante esta visión en muchos sentidos negativa sobre la comunicación mediada por
ordenador, el avance y penetración de las tecnologías resultó indefectible e imparable, y estas
reflexiones que procuraron alertar sobre los eventuales efectos negativos simplemente
cedieron ante la contundencia de la realidad impuesta. Pero también se dio una postura
intermedia, más flexible, y que otorgó crédito a las eventuales bondades de la mediación
comunicativa que facilitan las nuevas tecnologías. Un interesante ejemplo de la transición en
la postura es la siguiente reflexión de Culnan y Markus (1987:423) que llaman la atención
sobre la ausencia de presupuestos teóricos y metodológicos validos en investigaciones con la
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visión hasta aquí descrita: “es verdad que la interacción cara a cara tiene muchas cualidades
de las que carece la comunicación mediada, también es cierto que los nuevos medios
electrónicos poseen capacidades y funciones que no se encuentran en la comunicación cara a
cara. Los estudios que parten de la premisa de que los medios electrónicos ofrecen nuevas
capacidades son comparativamente raros y, en general, no están tan cuidadosamente
elaborados tanto teórica como metodológicamente”.
Completa el panorama de evolución de las observaciones sobre las consecuencias de
implementar la comunicación mediada con la respectiva reducción de los espacios de
comunicación directa con una posición que llega a considerar como necesaria la decisión de
mediar la comunicación ante la imposibilidad, por la complejidad que han ido alcanzando las
organizaciones, de usar o privilegiar la comunicación cara a cara.
Como ejemplo de esta corriente, podemos considerar que la comunicación cara a cara no
siempre es necesaria e ideal, así, en algunas situaciones, los medios tecnológicos podrían
resultar más eficientes (Lievrouw, 2001). La situación ha llegado al punto de que se da por
sentado que la eliminación de la comunicación cara a cara es un hecho natural, que se
evidencia en cómo un empleado puede realizar numerosas tareas en su trabajo sin tener
contacto con otro ser humano. Simplemente, la complejidad y el tamaño que las
organizaciones han ido alcanzando producen como resultado que la comunicación cara a
cara no sea viable.
En la medida en que la indagación agrupada bajo el concepto de Comunicación Mediada
por Ordenador (CMC) avanza el campo de investigación muestra sus limitaciones de fondo:
se concentra históricamente en comunicación interna, cuando los propósitos de las
organizaciones superan sus fronteras a través de la actividad comercial y la relación con
clientes, proveedores, distribuidores, etc.; la atención se centra en los objetivos estratégicos
del uso de la tecnología, más que en los objetivos de la organización, y CMC es vista como
un sistema aislado que en realidad está incluida en otras formas de telecomunicaciones,
servicios de información y aplicaciones informáticas que están en expansión y que amplían el
concepto mismo de CMC (Steinfield, 1992).
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
En últimas, y como sucede con frecuencia, las posiciones intermedias terminan siendo las
más adecuadas porque reconocen las ventajas y desventajas de los puntos de vista opuestos.
Y es justo aquí a donde llega la discusión. Ilustramos la distinción entre estas formas
opuestas de observar el problema con la revisión que hace Bordia (1997) al revisar una
selección de las evidencias empíricas de 18 estudios experimentales publicados que analizan
las tensiones entre comunicación cara a cara y comunicación mediada por ordenador que
demuestra cómo estos dos tipos de comunicación pueden resultar más eficientes para ciertos
fines. Con esa intención el autor somete a análisis una serie de proposiciones, y establece las
diferencias, según la respectiva evidencia de soporte o negación de las mismas en cada uno
de los estudios. Las proposiciones corresponden a variables que son categorizadas a partir de
los aspectos recurrentes que se observan en los estudios en mención. Algunas de las
conclusiones a las que se llega son las siguientes:
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La comunicación cara a cara resulta más eficiente que la comunicación mediada para
efectuar el trabajo en menor tiempo, excepto cuando hay presión en el tiempo. También es
mejor cuando se requiere de negociación y las tareas son de orden intelectual, y cuando hay
mayores requisitos de interdependencia. Resulta igualmente pertinente en tareas en las que
no se necesita desinhibición en el comportamiento. Por el contrario, la comunicación
mediada tiende a ser más efectiva para reducir los comentarios y anotaciones a una tarea
dada, para generar más y mejores ideas, y para tareas que requieren de una disminución en la
presión normativa social. También resulta más adecuada para mantener o aumentar la
productividad en la medida en que el tamaño de los grupos es mayor, y en los casos en que
es necesario fortalecer la participación a pesar de las diferencias de estatus. Además, hay
situaciones donde los dos tipos de comunicación resultan indiferentes: en ambos el
desempeño general en la tarea tiende a ser similar, así como el intercambio de información
sobre la tarea a ejecutar.
En los últimos años, la tensión entre comunicación directa y comunicación mediada que
propició el desarrollo de la CMC como campo de investigación se ha resuelto parcialmente.
Una parte importante de la comprensión del problema ha sido solucionada de facto, esto es,
por la utilización diaria de los dos tipos de comunicación, pues de algún modo han
aprendido a convivir. El resultado final ha sido el aprovechamiento de la posible
complementariedad entre los dos. Sin embargo, debido a la constante evolución tecnológica
la cuestión fundamental de la favorabilidad de la comunicación cara a cara sobre la mediada,
o lo contrario, encuentra nuevos espacios de discusión, tal como ha sido el caso con la
aparición de los medios y redes sociales, donde el debate se reaviva con nuevos elementos.
Por la importancia del tema, éste se tratará con un mayor detalle al final del capítulo.
Al margen de lo anterior, y a pesar de la vigencia que aún existe en la discusión alrededor
de la confrontación de la comunicación cara a cara con la comunicación mediada, hay otro
punto importante que hoy exige consideración. Desde su concepción original, el concepto de
la CMC resulta ya muy limitado para entender la mediación digital puesto que ésta no se
circunscribe a los ordenadores sino que ha sido trasladada a una amplia variedad de
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normas de uso organizacional de los medios, o las definiciones del comportamiento que es
considerado racional. Por lo tanto, la selección de un medio está influida por factores
sociales y los aspectos racionales resultan estar sujetos a criterios subjetivos (Fulk, 1990). En
pocas palabras, la teoría de la influencia social explica cómo dentro de una organización los
demás y los grupos afectan la decisión de un individuo al preferir o hacer uso de un medio
(Lievrouw, 2001).
El debate sobre estos dos grupos de teorías, las racionales y las que consideran los
factores sociales, ayudó a entender el naciente mundo de la comunicación mediada por las
nuevas tecnologías. Todas ellas, a pesar de la propuesta de teorías más recientes, conservan
vigencia y aún se las cita de manera creciente no obstante que el panorama mediático-
tecnológico se ha hecho más intrincado y complejo. Buena parte de la complejidad surge del
dinamismo con que han aparecido nuevas formas de comunicación mediada y las existentes
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las tecnologías nacientes de hacer posibles las comunidades en línea, las cuales poseen un
enorme potencial para lograr el apalancamiento intelectual que exige el poder influir social,
comercial y políticamente en los ciudadanos comunes y a un costo relativamente bajo
(Rheingold, 1993). No obstante, fue solo hasta 2004, cuando Tim O´Reilly acuñó el popular
término de Web 2.0 (O´Reilly, 2007), que las industrias alrededor de los medios digitales se
percataron de que sólo en la medida en que las tecnologías de información y comunicación,
especialmente el software, facilitaran procesos de interacción social, sus productos y servicios
tendrían un verdadero valor.
Pero el termino Web 2.0, que tiene una connotación más bien técnica, paulatinamente ha
perdido relevancia y ha cedido atención frente concepto de social media, pues este resume en
mejor medida la mayor bondad de los avances mediático-tecnológicos que estaban
sucediendo: los individuos tuvieron por primera vez en sus manos la posibilidad de crear sus
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propios medios de comunicación y romper con el poder hegemónico que hasta el momento
habían ostentado los medios industriales.
Aunque social media a veces es un fenómeno observado sólo desde la popularidad de las
llamadas redes sociales, en realidad constituye una verdadera plataforma de medios y
servicios que incluye a los blogs, el podcast, los wikis, los sistemas de etiquetado social y
agregación de contenidos, y muchos recursos más. Es de anotar, que estas herramientas se
confunden e incluyen dentro de la noción de redes sociales, un término de reciente
adopción. Sin embargo, a pesar de la aparente novedad, la idea que anima a este conjunto de
tecnologías, no está muy lejos de la que en los años 70 llevó a la creación de los Bulletin Board
Systems y de Usenet, los medios primigenios que permitieron algún tipo de socialización
soportada en medios y tecnologías digitales (Kaplan y Haenlein, 2010).
Lo anterior presta una ayuda inicial para entender una dificultad latente sobre el
verdadero significado e importancia de este tipo de mediaciones: la amplia publicidad que
han generado en los medios masivos y la agresiva utilización de estos como herramienta de
mercadeo, a lo cual las organizaciones han respondido con no poco interés. Esto ha
generado una verdadera explosión de atracción popular hacia ellos elevando el fenómeno a la
categoría de moda, y a ser considerado como una revolución, aunque con fundamentos de
poca solidez. Por eso, para abordar este tema, sugerimos la debida mesura. Primero, porque
desde el punto de vista académico es posible establecer una continuidad con las teorías
clásicas de la mediación comunicativa, con lo cual el fenómeno deja de lucir como fortuito, y
además, porque desde un punto de vista práctico, esta nueva generación de medios no está
realmente separada de los medios digitales que le antecedieron, como a veces se plantea.
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que una persona o emisor siente de controlar las impresiones que los demás tienen de ella, lo
cual se da a través de la auto-revelación, que es la declaración consciente o inconsciente de
información que es correspondiente con la imagen que se quiere dar (Cuadro 17.8).
Cuadro 17.8
Clasificación de los medios sociales
Justamente, la no posible separación de los medios digitales usados antes del surgimiento
de los medios sociales está presente en los conceptos de auto-presentación y auto-
develación. Por lo tanto, hacen alusión a medios individuales y grupales, y no a medios
masivos, que entrarían en el grupo de medios por fuera de la brecha mediática propuesta por
Tomita (1980). Así, es posible concebir a los medios sociales como parte de un amplio
conjunto de medios que conforman, cada vez con mayor complejidad, un abanico de
opciones para mediar la comunicación. Por supuesto que esta es una de las muchas
clasificaciones y taxonomías a las que se pueden someter los medios sociales. Pero,
independiente de la validez de cada una, lo que resulta común en ellas es que develan la
variedad de matices particulares de los distintos medios disponibles. Esta reflexión nos lleva
a aseverar que ya no tiene sentido observar a los medios en categorías opuestas y
dicotómicas: medios análogos y medios digitales, medios tradicionales y nuevos medios,
medios 1.0 y medios 2.0, etc. La renuncia a la recurrente división de los medios desde
categorías opuestas al develar sus rasgos intermedios eventualmente ayuda a descubrir la
existencia de un espectro mediático en el que cada medio sirve a fines particulares. Aunque
esta afirmación constituye una hipótesis sobre la que aún hay que avanzar, la evidencia
empírica demuestra que los medios tienden a convivir unos con otros antes que a
desplazarse entre sí. Para las organizaciones, esto implica la disposición de una mayor
504
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
505
ANTONIO LUCAS MARÍN
En primer lugar el modelo de las redes aleatorias, heredado de las matemáticas y planteado
por Erdös y Rényi quienes sugieren que las redes se forman al azar y por ende no existen
leyes que expliquen su comportamiento. En este modelo, que un nodo de una red se llegue a
vincular con otro es una cuestión puramente probabilística. En segundo lugar, el modelo del
mundo pequeño de Watts y Strogatz. A este modelo pertenece la conocida teoría de los seis grados
de separación que sugiere que todas las personas en el mundo están conectadas por no más de
seis vínculos en promedio. Una forma coloquial de explicar la teoría es que a través de mis
amigos, y de los amigos de mis amigos, y máximo a seis grados de separación,
potencialmente podemos llegar a contactar a cualquier individuo particular en el planeta
(Watts, 2004). Uno de los aportes principales de este modelo es la idea de que en la medida
en que los vínculos sociales tienden al agrupamiento se aumentan las posibilidades de
conectividad y relación entre sus miembros, reduciendo así el tamaño para llegar a cualquier
www.fragua.es
506
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
507
www.fragua.es
Capítulo 18
WEB 2.0, REDES SOCIALES Y COMUNICACIÓN
PARTICIPATIVA EN LAS ORGANIZACIONES
Sergio Llano Aristizábal y Antonio Lucas Marín
www.fragua.es
18.1. LA WEB 2.0 Y LAS REDES SOCIALES: La aparición de las páginas Web y su
desarrollo. Definiendo la Web 2.0.
18.2. LA COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE SUS PRINCIPIOS: La web
como plataforma. Aprovechamiento de la inteligencia colectiva. Los datos son el
próximo “Intel inside”. Final de los ciclos de lanzamiento de nuevas versiones de
software. Modelos de programación de peso ligero. Software en un nivel de por
encima de su uso en un único dispositivo. Experiencias de usuario enriquecidas.
18.3. WEB 2.0, REDES SOCIALES Y COMUNICACIÓN: Mapa de la Web 2.0.
Tecnologías principales que soportan la Web 2.0. Aplicaciones informáticas en la Web
2.0. Interacción social en la web 2.0
18.4. FORMAS FUNDAMENTALES DE COMUNICACIÓN DE WEB LA 2.0: Blogs,
fotoblogs, audioblogs, videoblogs y microblogs. Podcast. Videopodcast. Redes
sociales. Wikis.
18.5. RETOS DE LA PARTICIPACIÓN COMUNICATIVA PARA LAS
ORGANIZACIONES
509
ANTONIO LUCAS MARÍN
desarrollos de la Web que han tenido una gran influencia en la comunicación más allá de
exposición pública de la información o de la relación interpersonal, aunque este es el punto
de partida que mantiene una cierta autonomía en su desarrollo, hasta el punto de que se
habla ya de Web.1, Web.2, Web.3 y Web.4.
Pero nos interesa, en primer lugar, nos centrarnos en la definición de la denominada Web
2.0, su origen y la delimitación del enfoque y contexto en el que fue concebido. Abordar
esta cuestión permite clarificar la pertinencia del término en el marco de la comunicación
digital en las organizaciones a fin de determinar más adelante la importancia que puede
suponer en la gestión de la comunicación estratégica. Dado que la proposición del término
Web 2.0 implicó para diversas personalidades del mundo tecnológico un campo de debate
sobre el establecimiento de la validez del concepto también haremos alusión a este hecho. La
definición se completará a continuación explicando los principios y tecnologías sobre los que
se soporta este conjunto de tecnologías y servicios Web.
Tras los aspectos introductorios, desarrollaremos una explicación cada una de las formas
comunicativas propias de la Web 2.0 y sus características. Nos referiremos a los blogs y todas
sus variantes, los wikis y las redes sociales y se planteará en cada una de ellas los elementos
diferenciadores y algunas señales particulares.
Mencionaremos otros componentes de la Web 2.0, entendida como un entorno
mediático que no se limita al conjunto de formas comunicativas. Parece conveniente ilustrar
cómo está soportada sobre una plataforma tecnológica más compleja compuesta por
aplicaciones y sistemas informáticos, algunos de los cuales, como los sistemas de
distribución, afectan a la forma como se accede y se gestionan los contenidos. En esto
radica parte del interés que la comunicación, aunque usualmente pase desapercibido.
Estamos ante un aspecto descrito y analizado para ampliar sus implicaciones en el campo
organizacional y enriquecer el conocimiento sobre ciertos aspectos asuntos relativos a una
mejor gestión de estas tecnologías.
Al final se establecen algunas consideraciones sobre los retos que la Web 2.0 supone para
el entorno organizacional. Haremos énfasis en que no se trata simplemente de acercarse a
este fenómeno como respuesta a una moda o tendencia tecnológica, sino de advertir de los
510
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
retos y exigencias que la Web 2.0 plantea para la transición de la comunicación en las
organizaciones hacia un modelo más abierto y participativo.
(1945, con la parición pública del ENIAC), el de Internet (1969, con el inicio de Arpanet), el
de las páginas Web (1992, cuando Tim Bernes-Lee, cuelga la primera página Web en el
CERN) y el de los Móviles (1987, con el inicio de la experiencia 2G, más allá de las modos
analógicas anteriores como el Hardy Talky de la Armada USA, que facilitaba de forma
todavía bruta la comunicación en movilidad desde 1940).
Pero vamos a centrar nuestra atención en la Web y en especial en la Web 2.0 que
actualmente está dando lugar a utilización de las redes sociales y ha propiciado un desarrollo
más allá de lo esperado en términos comunicativo.
Cuadro 18.1
El comienzo de la Web
A principios de los años noventa, se empezaron a desarrollar en el CERN (Centro Europeo de Investigación
en partículas de alta energía, ubicado en Suiza) algunos procedimientos para ayudar en la comunicación de
numerosos investigadores, que trabajaban normalmente con ordenadores en diferentes lugares. Se pretendía
elaborar un software que permitiera convertir o traducir material desde cualquier ordenador y formato, en un
lenguaje común de palabras, imágenes y direcciones. La consecución de este objetivo supuso una ampliación
inusitada de las posibilidades de la Internet. En efecto, Tim Bernes-Lee creó en 1992 la World Wide Web
utilizando tres nuevos recursos: HTML (un lenguaje con el que se escribirían las páginas Web), HTTP (un
protocolo de transferencias) y un programa llamado Web-Browser para navegar por Internet. Este procedimiento
revolucionó el uso de Internet y promovió su increíble expansión, debido en buena parte a la capacidad de la
WWW para manejar fácilmente documentos multimedia.
Desde la aparición de las páginas Web, que ha sido además la gran novedad tecnológica de los años noventa,
el crecimiento de Internet recibe un fuerte impulso. Este ha sido posible con la ayuda de la funcionalidad de los
navegadores y de los motores de búsqueda. Sin instrumentos como Netscape, Internet Explorer, Yahoo o
Google no podríamos ni pensar en la realidad actual de Internet.
Lucas, 1999:68-70
511
ANTONIO LUCAS MARÍN
una amplia comunidad de investigadores y estudiosos, y empezó, cada vez más, a ser
empleado por otras personas para sus necesidades ordinarias de comunicación. En los años
noventa, la progresiva inclusión del sector comercial en la red trajo una mayor preocupación
por la estandarización de los procesos. Y en 1992 se constituye Internet Society, que
involucra ya al sector privado en el mantenimiento de la red.
De todas maneras, la utilización de la red se habría quedado en un interesante medio de
comunicación de profesores e investigadores, si no hubiera sido por el inicio de las páginas
Web. El cuadro 18.1 no cuenta de forma sencilla el comienzo de la Web
En cualquier caso la explosión de la Web es ya en el siglo XXI. Los pocos miles de
páginas existentes en el año 2000 (quizás unos cinco millones), se transforman en 10.000
millones en 2005, en 50.000 millones en 2008 y en casi un billón en un 2013.
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De todas maneras, debemos considerar que cuando se habla de la Web de los años
noventa del pasado siglo estamos hablando de la Web.1, una red estática que permite
compartir información y navegar de sitio en sitio. Pero la propia Web ha tenido una
evolución que lleva a pensar en una cierta autonomía. A partir de 2004 se empieza a hablar
de la Web 2.0, que nos interesa especialmente, dinámica y especialmente apta para
comunicarse y compartir contenidos de gran calidad y flexibilidad. Se habla también de una
nueva Web 3.0 o semántica, ya cercana, que a veces se denomina inteligente y que según T.
Bernes-Lee utilizará estándares de metadatos y ontologías como mecanismos de estructurar
información, pero es algo por venir. También se vislumbra una Web.4, ubicua, centrada en la
toma de decisiones donde las máquinas podrán intervenir en la red, pero quizás estemos
hablando ya de ciencia ficción. Las dos expresiones gráficas siguientes, Cuadro 18.2 y
Cuadro 18.3, nos muestran desde fuentes diferentes una perspectiva evolutiva muy similar.
En el inicio del siglo XXI la realimentación y el futuro de Internet y de la Web ha venido
sobre todo con los desarrollos que han ido progresivamente facilitando su uso en movilidad.
En este sentido, laa posibilidades que ofrecen los móviles conectados, con lo que supone de
facilidad de acceso en cualquier lugar con un instrumento muy flexible y económico, nos está
llevando por unos senderos que está sobrepasando todas las expectativas.
512
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 18.2
Evolución de la era digital
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Fuente: http://stanford2009.wikispaces.com/7_Recommend+5.18
513
ANTONIO LUCAS MARÍN
suscitado. Aunque es verdad que este hecho no necesariamente implica que exista valor real
en él, al menos conduce a una indagación más profunda para explicar la razón de su difusión,
e idealmente, su verdadera pertinencia.
Cuadro 18.3.
La evolución de Internet en el horizonte del final de la década
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Fuente: http://www.trigent.com/technology/web20/web20-overview.htm
Como se puede entender, es muy difícil en esta maraña de resultados determinar cuáles
son los más relevantes. De todas formas hay algunas ideas de común aceptación que arrojan
luces generales sobre lo que se denomina Web 2.0 y estas tienen que ver especialmente con
la dimensión que podríamos calificar de “social” en estas tecnologías. Una de estas
definiciones es la que alude a la Web 2.0 como la web de las personas, mientras que la web
que la antecedió, era la web de los datos (Fumero, 2007).
También hay definiciones un tanto coloquiales: un artículo publicado en The Weekly
Standard y que aparece de forma recurrente en los resultados de los motores de búsqueda se
refiere a la Web 2.0 como la pesadilla de Sócrates: “tecnología que arma a cualquier
ciudadano para ser un artista o escritor que expresa su opinión” (Keen, 2006).
En la búsqueda de una definición un tanto más precisa, aparece la que sugiere que se trata
de un término que recoge todo lo referente a una segunda ola del desarrollo de la World
Wide Web y que no alude a una tecnología específica. Esta definición de la
TechEncyclopedia se soporta en dos paradigmas principales: contenido generado por los
514
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
usuarios y capacidad de cómputo del lado del cliente. Aquí tenemos una visión que reconoce
el valor de la tecnología y no solo la función de las personas en su utilización.
Por supuesto, estas definiciones y muchas más terminan siendo muy incompletas y
circunstanciales: la Web 2.0 es vista según el fin sea comercial, técnico, humano, o de otra
índole.
Las definiciones de O’Reilly son mucho más elaboradas que las que le preceden en este
documento, y aunque ofrecen más detalles, la mayoría de ellos son alusiones al aspecto
tecnológico subyacente. No hay menciones directas al aspecto comunicativo aunque las dos
coinciden en destacar la participación del usuario y de la comunidad en general en la
construcción del nuevo modelo de web.
www.fragua.es
Cuadro 18.4
Dos definiciones de la Web 2.0
Veamos ahora la definición que podríamos llamar “oficial”, ampliamente citada en la Web, sugerida por el
propio Tim O’Reilly y que él mismo formuló, en respuesta a las permanentes solicitudes que se le hiciera sobre
una precisión resumida del concepto, pero antes de la cual manifestó su poco “cariño” por las definiciones.
“Web 2.0 es la red como plataforma, que abarca todos los dispositivos conectados; las aplicaciones Web 2.0
son los que generan la mayoría de las ventajas intrínsecas de esa plataforma: la entrega del software como un
servicio continuamente actualizado que mejora mientras más personas lo usan, consumiendo y remezclando
datos de múltiples fuentes, incluyendo usuarios individuales, mientras producen sus propios datos y servicios de
una forma que permite que la remezcla de terceros, creando efectos de red a través de una "arquitectura de
participación", y yendo más allá de la metáfora de la Web 1.0 para ofrecer experiencias enriquecidas al usuario”
(O’Reilly, 2005a).
Esta definición fue publicada en O’Reilly Radar, un blog colectivo de O’Reilly Media. Muchas opiniones, en
su favor o en contra, fueron añadidas en los comentarios al post de Tim O’Reilly, lo cual lo incitó a reconsiderar la
misma. Se le criticaba principalmente que no se trataba de una verdadera definición sino de una serie analogías
que empezaron a ser aceptadas por muchos para definir lo que era la Web 2.0. O’Reilly opta entonces por
proponer una segunda definición:
“Web 2.0 es la revolución de los negocios en la industria informática causada por el cambio a Internet como
plataforma, y un intento de entender las reglas para el éxito en esa nueva plataforma. La principal de estas normas
es la siguiente: Construir aplicaciones que propician efectos en red para obtener una mejora en cuanto más
personas las utilizan. Esto es lo que he llamado en otra parte <<aprovechando la inteligencia colectiva>>”
(O’Reilly, 2007).
515
ANTONIO LUCAS MARÍN
la llamada Web 1.0 ya era de por sí un espacio interactivo y participativo, características que
se quieren hacer ver como exclusivas de la Web 2.0. Berners Lee insiste en que la mayor
atribución que se le hace a la Web 2.0, la idea de que ha sido concebida para conectar
personas, más que máquinas, es una afirmación equivocada. Anota además que la Web 2.0
está basada en los mismos estándares de la Web 1.0 (Anderson, 2006).
Y es que la mayoría de los opositores a la utilización del término Web 2.0 insisten en que
no ha claridad total sobre aquellos aspectos que son realmente nuevos, pues el término es
utilizado con diversos enfoques y es muy difícil argumentar que todos son el resultado de un
cambio generacional en las tecnologías y que éstas aparecen en un momento imposible de
ser determinado.
En esta línea se encuentra el artículo Web 2.0: The new Internet boom doesn’t live up to its name
www.fragua.es
516
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Web 2.0 encontró un claro eco como respuesta a la búsqueda de innovación, mayor
competitividad o simple necesidad de supervivencia. El análisis de los fundamentos
subyacentes a esa nueva generación de empresas y la comprobación de su existencia daría
validez a los principios y ayudaría descubrir si han sido difundidos que con un ánimo un
puramente comercial. Recordemos que se critica frecuentemente que la Web 2.0 es
simplemente un producto de la estrategia de ventas de organizaciones como O’Reilly Media.
Cuadro 18.5
La web 2.0 con ejemplos
www.fragua.es
Fuente: http://blog.espol.edu.ec/emoina/tag/2-0/
Quizás en un intento por aclarar y defender el concepto de Web 2.0 y enfrentar a sus
críticos, Tim O’Reilly escribe un artículo en que puede advertirse el verdadero alcance de la
iniciativa liderada desde O’Reilly Media por destacar los preceptos de una nueva Web. Se
517
ANTONIO LUCAS MARÍN
puede concluir en él que la Web 2.0, más que un conjunto de tecnologías, ha pretendido ser
sustentado en una serie de principios, que palpables en la realidad de la web actual, logran ya
amplia difusión y aceptación. Se propone allí una visión de la web que difiere en buena
medida de la visión convencional heredada de las primeras experiencias de navegación e
interacción de la denominada Web 1.0, y corresponde a los modelos de negocios probados
en una etapa post “burbuja” tecnológica del desarrollo de Internet (O’Reilly, 2005b).
Precisadamente sobre este último punto O’Reilly hace alusión a la sacudida producto de
la sobrevaloración de las punto com en el otoño de 2001 y advierte que es el desplome de
estas compañías el que marca un punto de giro en la evolución de la Web hacia nuevos
modelos de negocio. Es entonces en el análisis de estos modelos y en la realidad manifiesta
que han ofrecido las compañías que sobrevivieron y las nuevas que irrumpieron con éxito en
donde se entreven los principios de esta nueva Web.
www.fragua.es
O’Reilly insiste en que la calificación que ha recibido el concepto de Web 2.0 como un
slogan comercial es cierta por cuanto hay organizaciones que lo han usado con ese fin, pero
que en últimas, éstas no comprenden lo que en realidad es y desconocen su verdadero
significado. Propone entonces en respuesta una serie de principios que pueden ser
considerados más desde su comprensión del fenómeno y su reflexión antes que desde su
defensa.
Dichos principios están soportados en una idea fundamental: la Web 2.0 constituye un
simple término definible en pocas palabras y aclara que ésta no tiene un limite determinado
sino un núcleo gravitacional. Los principios y prácticas se unen en un verdadero sistema
solar de elementos que demuestran dichos principios, pero que se encuentran a distancias
variables del núcleo:
518
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
cambió de los avisos “amigables con la publicidad de agencia” a los avisos “amigables con
los consumidores”
Este principio también está presente en las llamadas redes punto a punto, en las que hay
una descentralización (cada cliente es también un servidor) descubriendo otro principio clave
de la Web 2.0: un servicio automáticamente mejora en la medida en que más personas lo
usen. Y esta es la base de otra idea muy popular alrededor suyo: la Web 2.0 promueve una
arquitectura de participación y una ética de la cooperación.
A nivel técnico la web como plataforma sugiere que toda la funcionalidad se de en el
navegador web y propone que no se requieran aplicaciones del lado del cliente. En otras
palabras, la Web actúa como una especie de sistema operativo.
www.fragua.es
519
ANTONIO LUCAS MARÍN
que las empresas que no entren en esta era de colaboración y participación con sus clientes,
empleados y entorno no podrán competir eficientemente.
La dinámica que está tomando la red Internet, hoy prácticamente impulsada por la
llamada Web 2.0, la está convirtiendo en un escenario de excepción para la construcción de
la interacción social del siglo XXI. Como anota O’Reilly en su exposición sobre estos
principios, la Web se ha tornando en una especie de cerebro global, y la blogósfera un reflejo
del pensamiento humano consciente que circula por la red.
fueran más veloces que los de su competencia. No se puede negar que al final los usuarios
fueron los directamente ganadores pues las dos compañías invirtieron cuantiosas sumas en
investigación y desarrollo para llevar sus circuitos integrados al máximo desempeño. Pero en
los años recientes, tal carrera dejó de ser del interés de los medios y el punto de atención se
dirigió a otros lugares.
Hoy en día ha resultado muy interesante el análisis sobre los sitios web más exitosos, que
superan de manera clara a los que tradicionalmente ocupaban esos lugares. La tecnología que
tales sitios utilizan no interesa tanto como sí el impacto social y la forma como éstos
seducen a las masas. Fenómenos como You Tube, Flickr y Wikipedia causan emoción y no
poco espacio en los diarios y noticieros de televisión. Lo importante es entonces el
contenido, la tecnología se da por supuesta.
Las empresas más visibles de esta nueva carrera por los consumidores y usuarios de la
Web se han percatado de que la administración de las bases de datos es una labor vital para
la supervivencia. Y cuando se habla de medios participativos y colaborativos como los de la
Web 2.0 dicha administración es doblemente exigente. Contar con la información y los datos
le permiten a estas organizaciones aprovechar un factor adicional para competir. Son las
personas las que alimentan y validan los contenidos, pero son las empresas quienes deben
saber convertirlos en un modelo de negocios rentable.
Dado que la Web 2.0 se basa en una arquitectura participativa y democrática, y que no
hay un control al acceso dado por una jerarquía, los usuarios proveen información y sacan a
la vez provecho de ella y le añaden valor. Los usuarios son los propietarios de la información
y a la vez ejercen el control sobre ella. Entonces las iniciativas colaborativas para construir
repositorios de datos harán un gran frente de competencia para las bases de datos
propietarias. Las empresas tradicionales deberán aprender a competir con ellas o, por qué no,
incorporarlas dentro de su propia estrategia. Lo cierto es que en este momento el poder
sobre los datos está paulatinamente siendo compartido con la comunidad, y por ende, con
los usuarios finales que participan de los medios colaborativos emergentes.
520
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
A su vez, el uso que las personas hacen del software se convierte en una fuente de
retroalimentación para los desarrolladores, pues resulta fácil determinar cómo son acogidos
los cambios y mejoras que se van incorporando. Nuevamente la “audiencia”, aunque en este
caso de forma indirecta, participa: el monitoreo del comportamiento de los usuarios y las
acciones resultantes de su análisis es tomado como una factor de competencia.
Estos servicios online entran en una era de mejora constante, razón por la cual algunos
de ellos han optado por no abandonar el estado de versión beta aún años después de su
lanzamiento.
521
ANTONIO LUCAS MARÍN
Ya hay muchos ejemplos de esta realidad que se anticipaba en el 2004. Se esperaba, tal
como está sucediendo, que los contenidos fácilmente pudieran accederse desde
reproductores multimedia y dispositivos móviles. Pero este camino aún sigue en
construcción, y las tecnologías que subyacen a la Web 2.0 están en capacidad de hacer un
aporte significativo en este sentido; el software está migrando hacia una realidad más abierta
y lo móvil es fundamental en este movimiento.
522
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 18.6
La transición de la Web 1.0 a la Web 2.0
www.fragua.es
Fuente: http://oreilly.com/web2/archive/what-is-web-20.html
En un intento por identificar elementos relevantes para el análisis de los principios que
subyacen a la Web 2.0 de cara a la comunicación, ofrecemos algunas ideas que ayudan a
identificar algunos puntos de conexión entre las dos perspectivas:
523
ANTONIO LUCAS MARÍN
- El concepto de la Web como plataforma nos sugiere la idea de una web no sólo como
plataforma tecnológica, sino como plataforma comunicativa, es decir, un lugar de
excepción para el encuentro entre individuos que buscan el intercambio de ideas e
información que se plasman en la red misma, con lo cual la red adquiere un carácter
mediático.
- El soporte en la inteligencia colectiva nos habla del poder que ganan los usuarios, que
para efectos comunicativos, constituyen las audiencias (para los medios tradicionales)
o los públicos (para los medios interactivos y los medios organizacionales). Estas
influyen a todos los niveles: en la producción y oferta de contenidos, en el desarrollo y
adopción de lo nuevos formatos, en los formas de distribución de los contenidos, e
incluso en la construcción de mejores aplicaciones y servicios web.
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- Los datos por sí solos son simple información. Su procesamiento en sistemas cada vez
más inteligentes hace que cobren cada vez más sentido. La web es ya un océano
infinito de contenidos que son día a día más visibles y accesibles, pues se mejoran las
formas de búsqueda y acceso, a pesar de que son crecientes en volumen. Sobre los
datos se gestan numerosas experiencias comunicativas, de intercambio y de
socialización.
- El software, su producción, su programación y su uso en múltiples plataformas
evidencia el principal cambio que sufre la industria tecnológica (y que paulatinamente
se está expandiendo a otras industrias): se crea en función del servicio a los usuarios,
se mejora en la marcha y alcanza todos los sistemas de consumo de medios. Esta
industria está soportada en la colectividad y depende de ella. Hay un “diálogo” tácito
entre la industria y los usuarios para construir la plataforma de software, que a su vez,
es la plataforma comunicativa.
- La experiencia final del usuario tenderá a ser cada vez más satisfactoria. La relación
comunicativa entre personas, mediada por interfaces y aplicaciones cada vez más
inteligentes, o soportada por sistemas que entienden mejor las necesidades humanas,
nos mediatizará aún más hacia formas de interacción y comunicación tanto más
efectivas como complejos.
Planteado así, podemos proponer una visión de la Web 2.0 desde el punto de vista de la
comunicación social que nos lleva a hablar de varios impactos: democratización de los
medios; privilegio de los públicos que juegan papel activo y poderoso; intercambio dinámico
del papel de emisores y receptores; rol aún más preponderante de los contenidos en la
comunicación; contenidos construidos de forma colaborativa; formas comunicativas que
abren el espacio para la voz de las minorías; y en fin, toda una suerte de consecuencias,
algunas de ellas no previsibles aun del todo.
Desde esta perspectiva comunicativa de la Web 2.0, consideramos pertinente entonces
realizar un aportación a la comprensión del fenómeno, proponiendo una definición para los
efectos que nos ocupan y dentro de los límites de este capítulo pero susceptible de ser
extensible a otras miradas similares desde la comunicación: la Web 2.0 es la Web que surge
524
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
del desarrollo de una segunda generación de tecnologías, aplicaciones, servicios que a su vez
son el producto de sistemas de programación más ligeros, diseños más simples, sistemas de
actualización más versátiles, destinados a establecer una red de comunicación democrática,
en la que cada persona o usuario está en capacidad de proveer contenidos y someterlos al
uso, edición y juicio de los demás creando así productos que son resultado de la inteligencia
colectiva y que se intercambian a través de formas mediáticas no tradicionales.
Entendemos que la sola delimitación del tema a través de una definición, de la mención
de los principales componentes o de la explicación de los principios subyacentes a las luz de
la comunicación no son suficientes para entender su potencial en el campo de la
comunicación en las organizaciones. Por eso trataremos ahora de ilustrar la Web 2.0 de
forma gráfica explicando cómo interactúan la variedad de elementos a los que hemos hecho
alusión.
www.fragua.es
525
ANTONIO LUCAS MARÍN
Cuadro 18.7
Mapa Conceptual de la Web 2.0
www.fragua.es
Por supuesto que el eje central que nos interesa de lo que se ilustra en el Cuadro 18.5 son
las formas comunicativas y las aplicaciones que permiten interacciones comunicativas
nuevas. Antes de darle un vistazo detallado a cada una de ellas, veremos algunas
características técnicas y sus implicaciones en el campo de lo que podríamos denominar la
comunicación organizacional digital.
Por todo ello se ha cuestionado si la Web 2.0 es simplemente un momento particular en
que las tecnologías han hecho posible un nuevo uso de la Web más interactivo, o más bien
se trata de un proceso de transformación paulatino. Como puede verse en el Cuadro 18.8, la
cuestión terminológica resulta limitante para explicar la complejidad del desarrollo
tecnológico aunque resulta útil para delimitar cuando los cambios han alcanzado un punto
crítico.
526
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
fin filantrópico. ¿Para que pagar por el software si es posible ofrecerlo de manera gratuita? Y
la verdad es que hoy en día prácticamente no hay área de desarrollo de software donde no
haya proyectos de código abierto. Este software entonces es de libre distribución, se puede
obtener de forma gratuita, y evoluciona muy rápidamente producto de que no encuentra
barreras de tiempo, espacio y cultura.
Cuadro 18.8
Aparición de nuevos conceptos
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Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7c/Web20buzz.png
En el entorno Web se destacan proyectos como Apache, Linux y Firefox, para mencionar
sólo algunos de los que han tenido mucho despliegue, han sido desarrollados por
comunidades en línea que no conocen fronteras. En muchos frentes han logrado arrebatar
mercado al software comercial o propietario. La contraparte afirma que el software por sí
solo, sin el respectivo soporte técnico no tiene gran valor y desprecian en buena medida la
filosofía open source. Sin embargo esta filosofía también está muy relacionada con los
principios mismos de la Internet y de los sistemas abiertos. De no existir una apertura de los
estándares en los sistemas, muchas tecnologías estarían en manos de las empresas, y las
iniciativas comunitarias no tendrían ningún eco pues no habría una plataforma de desarrollo.
Internet es hoy lo que es gracias a que nadie es su propietaria y que los usuarios comunes
hace una contribución invaluable a su desarrollo. El software de código abierto es totalmente
“compatible” con la naturaleza de Internet.
Los estándares web. Son un conjunto de normas validadas por el World Wide Web
consortium, un organismo sin ánimo de lucro que propende por la determinación y difusión
de las prácticas más adecuadas para el entorno de la web. Detras de estas normas subyacen
variados desarrollos tecnológicos de diversa índole. Hoy días es posible determinar si un sitio
web está construido bajo estándares o si por el contrario contiene errores de código que
527
ANTONIO LUCAS MARÍN
pueden genera conflictos de acceso y funcionalidad. Los estándares web son una exigencia
de la Web 2.0, una web que es mucho más estricta en requerimientos técnicos, pero a la vez
más flexible en los tipos de servicios que ofrece a los usuarios. La exigencia tecnológica se
traduce en facilidad y versatilidad en el uso.
Xml. Este lenguaje (Extensive Markup Language) es el que recomienda el World Wide Web
Consortium como un estándar para documentos Web. Nace como respuesta a las limitantes
del lenguaje html (Hypetrtext Markup Language) que impedía a los programadores crear su
propias etiquetas personalizadas. Su aparición representa un paso adelante en la evolución
del código sobre el que se consgtruyen las aplicaciones Web.
CSS (Hojas de estilo en cascada, Cascading Style Sheets). Es un estándar Web que asigna el
formato a los objetos, fuentes y elementos principales en un diseño Web. Es también un
www.fragua.es
estándar promovido por el World Wide Web Consortium y tiene la ventaja de que permite el
desarrollo muy versátil de los sitios. Al cambiar una hoja de estilos pueden cambiarse al
tiempo cientos o miles de páginas, pues una hoja está normalmente asociada a todas ellas.
Sirve como un patrón que está vinculado al resto de contenidos.
A pesar de que estas cuatro tecnologías que acabamos de mencionar parecieran no
guardar mayor relación con el tema de la comunicación digital en las organizaciones, en
realidad dan las luces fundamentales para entender las implicaciones de la Web 2.0 en este
ámbito. Por ahora diremos que la Web 2.0 propone un modelo de comunicación de “código
abierto”, es decir, donde lo esencial de la organización sea conocido por todos, sin reservas,
ni secretos. Un modelo donde se reconoce el papel que cada persona juega como actor
comunicativo potencial, y que se aprovecha en la búsqueda de “estándares humanos”, o
cierto tipo de “compatibilidades” o fortalezas que ayuden a entender a la organización como
un todo integrado. La comunicación además debe ser accesible a todos, adaptable, versátil, y
capaz de proveer una visión holística de la organización.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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ANTONIO LUCAS MARÍN
posts) que el autor o autores van añadiendo en el tiempo. Las temáticas son muy variadas y
el estilo de presentar los contenidos muy libre. El blog es un medio que puede ser tan
informal y creativo como su autor (el blogger) lo desee. Un buen blog es una mezcla
equilibrada de oportunidad, relexión e interés en temas que en realidad no tienen límite.
Resulta interesante que un formato tan sencillo y libre como el blog se haya convertido
en un modelo de presentación de contenidos tan exitoso en la web. En realidad las
características del blog son tan básicas que probablemente si alguien hubiera planteado la
idea del blogging en los comienzos de la world wide web pocos hubieran apostado por su
éxito. Pero es posiblemente en esta simplicidad donde radica su nivel de aceptación. Y ha
sido de tal impacto la adopción del formato blog que hoy día muchos sitios web
convencionales han sido rediseñados hacia interfaces de este tipo incoporando algunos de
sus elementos.
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No podemos olvidar de todas formas, que de los factores que ha lanzado a los blogs a la
popularidad ha sido el impacto que este formato comunicativo ha tenido sobre los medios y
el periodismo tradicional, ya que se asocia con el establecimiento de una plataforma para el
periodismo participativo donde los grandes medios pierden poder frente a los medios
hiperlocales emergentes (Varela, 2005). El blog tuvo la fortuna de convertirse en el punto de
inflexión que propició ese cambio.
A fin de establecer la diferencia y caracterizar de la mejor manera posible el blog se
presentan enseguida las cinco condiciones que hacen de este medio ser considerado como
tal. La ausencia de alguna de estas nos conduciría a hablar de un sitio web que ha
incorporado algunas características de blog y no de un blog en todo el sentido del término:
a) Ya decíamos que un blog ordena sus contenidos de manera cronológica. Esto implica que cada
entrada o artículo está identificada con la fecha de publicación. Lo convencional es
que las entradas más recientes aparezcan en los primeros lugares de la página de inicio
y las más antiguas aparezcan en páginas interiores, organizadas en un archivo. La
forma básica en que se navega a través del blog es precisamente desde el archivo
histórico. Este archivo estará catalogado por fechas, ya sea diario, semanal o mensual.
Parte de la relevancia de un blog estará dada por la antigüedad y constancia del
mismo. A mayor antigüedad y continuidad en los contenidos el blog podrá ganar en
reputación y visibilidad. Un blog cuyo archivo alcance ya varios años de publicación y
un considerable número de entradas semanales o incluso diarias resultará más
relevante.
b) Las entradas deben estar etiquetadas con palabras clave. Estas palabras de una u otra manera
expresan los temas centrales sobre los que un blogger escribe. Le dan una identidad
temática al blog y lo categorizan indirectamente en dicha temática. Usualmente los
CMSs incluyen un campo para que el autor escriba las palabras clave con que se asocia
una entrada específica. Un buen blog se concentra en un número no demasiado
amplio de palabras clave. A pesar de la libertad temática de la que se hablaba
anteriormente, tampoco tiene sentido escribir sobre cualquier cosa. Las entradas
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
d) Las entradas o artículos permiten la realización de comentarios. Los blogs ofrecen una
interacción muy fluida, aunque sencilla, con el público, pues los lectores y/o visitantes
pueden dejar sus comentarios sobre el contenido de cada entrada. Probablemente este
elemento sea uno de los más relevantes, pues no es concebible un blog sin un espacio
para establecer el diálogo con el lector. Además el sistema de comentarios también
resulta muy adaptable a las particularidades temáticas y del entorno de cada blog. Así,
los comentarios pueden ser moderados por el autor quien decidirá si se hacen
públicos o no, o requerirá de algún nivel de subscripción al blog o a la plataforma que
lo aloja con lo cual el autor puede mantener cierto control sobre ellos.
e) La plataforma debe permitir la sindicación de contenidos en formato RSS. Como veíamos antes,
RSS es una tecnología de distribución y gestión de contenidos que es transversal a
todas las formas de contenidos Web 2.0. Un blog requiere de un sistema de
suscripción, tanto a las entradas como a los comentarios, con lo cual se facilita que los
lectores se enteren de los cambios y actualizaciones en el blog sin visitarlo
directamente y en el instante mismo en que se realizan. RSS no es exclusivo para
contenidos de blogs, pero a pesar de ello, resulta condición necesaria para reconocer
al blog como tal.
En lo que respecta a los contenidos y al estilo de producción de los blogs, estos llegan a
ser muy variados. La información que corre por la denominada blogósfera abarca los más
diversos temas y enfoques, y está escrita de múltiples maneras y estilos que prácticamente no
hay límites temáticos y estilístico para producirlos. Sin embargo, buena porción de dicho
contenido está representado por opiniones personales, con lo cual puede considerarse como
una especie de medio digital de corte editorialista. así, la mayoría de los blog constituyen
espacios personales (aunque también hay blogs de autoría grupal) y medios con audiencias
que tienden a ser pequeñas.
En este sentido lo blogs aportan su cuota al llamado mundo de los micromedios o
nanomedios, en el que podrían ubicarse la mayoría de las formas comunicativas de la Web
2.0 (Orduña, 2007). Se trata de medios unipersonales o creados en grupos pequeños, con
audiencias limitadas, pero no por ello poco significativas. Audiencias reducidas pero activas
que buscan en estos medios líderes de opinión y contenidos afines para crear pequeñas
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ANTONIO LUCAS MARÍN
comunidades en torno a ellos. Por supuesto que existen notables excepciones: blogs
colaborativos en los que participan un amplio número de creadores de contenidos y
audiencias casi masivas que envidiarían algunos medios locales de reconocido prestigio.
Los blogs originariamente estuvieron centrados casi exclusivamente en la publicación de
textos. Pero paulatinamente se han hecho más y más flexibles para la inclusión de imágenes,
audio y video. Y ha sido tan fuerte este viraje hacia la multimedia que el concepto fue
adaptado al contenido primordial del blog, ya fueran imágenes, audio y video. Los fotoblogs,
audioblogs y videoblogs son entonces la variante multimedia del blogging original. También
hay ciertas variaciones en la terminología de estos blogs: los blogs de audio también pueden
ser llamados musicblogs (cuando su base de contenido es musical) y los videoblogs son
también conocidos como blogs.
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A pesar de que en últimas el concepto de blog es uno solo, identificar estas variantes nos
ayuda a entender la versatilidad del medio y la adaptación que ha sufrido para propósitos
diversos. Sin embargo, en el entorno latinoamericano, los blogs centrados en contenido
multimedia son bastante más escasos que sus correspondientes en texto, aunque
paulatinamente van ganando en reconocimiento y popularidad.
Otro aspecto que es importante mencionar de la realidad blog actual se refiere a las
variantes que este formato ha ido gestando. En primer lugar mencionemos el caso de los
fotoblogs, los audioblogs y los videoblogs. La estructura es prácticamente la misma, al
menos al nivel de cómo se presentan los contenidos y la interfaz de acceso, también en
cuanto a las posibilidades de participación que ofrece a la audiencia a través de los
denominados comentarios. Pero el efecto comunicativo a nivel de contenidos varía por las
características propias de las narrativas multimediales. Sin embargo los blogs que incorporan
multimedia no renuncian al texto por completo. Las imágenes, audio y video son
normalmente acompañadas por descripciones y anotaciones accesorias en texto que sirven
de apoyo. También los elementos multimedia se pueden integrar de formas variadas y
complementarias al texto en un blog convencional, permitiendo así las construcciones de
contenidos muy diversos y flexibles a nivel narrativo.
El mismo principio sobre el que se basan los contenidos de los blogs es aplicable a las
tres variantes en mención, posibilitando así un amplio espectro de formas de expresión que
nuevamente puede llevar a sorprender pues se trata de simples variaciones a las
características ya mencionadas. Imagine por ejemplo un fotoblog cuyas entradas están
compuestas por fotografías tomadas con un teléfono móvil en la calle sobre hechos no
convencionales; O un audioblog que recoje una selección de música medieval digitalizada
por un aficionado que aun conserva versiones ya no accesibles por encontrarse en formato
de larga duración; o un videoblog que reune una selección de videos con una relación
temática concreta obtenidos en Youtube y poblicados bajo el sistema de video embebido en
el que los videos no están precisamente alojados en el mismo servidor en el que se encuentra
publicado el blog. Piense también en estos contenidos acompañados con algunas ideas
propuestas por su autor y luego una serie de comentarios dejados por los internautas que
con intereses similares se han encontrado con esta información relevante. Un blog así
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
pero en realidad el formato difícilmente se agota en formulas precisas, y allí radica el mayor
interés que deberían los blogs generar en las organizaciones.
Finalmente, tenemos otra variante que ha surgido recientemente en el universo blog, el
llamado microbloging. Se trata de contenidos muy cortos, casi en su totalidad limitados a
textos, en los que los usuarios emiten juicios, opiniones y sentimientos conforme se van
sucediendo. A la vez, estos son respondidos o comentados por las personas que forman
parte de las listas de contactos de quien publica el mensaje. El muy popular servicio Twitter
(http://www.twitter.com) es el mejor ejemplo de esta práctica. Pero también se ve integrada
a los servicios de redes sociales a los que nos referiremos más adelante. Los mensajes que se
publican en las plataformas que permiten el microblogging tienden a ser bastante personales,
y son como una especia de pensamiento en voz alta, o pensamientos hechos texto. Esta
práctica que puede parecer banal a simple vista se ha convertido en un interesante fenómeno
de "microcomunicación" que en un entorno de nanomedios resulta interesante prestar
atención. Las organizaciones, han empezado a "escuchar" estos microdiálogos para
identificar comportamientos, posicionamiento, vacíos de servicio, opiniones, ideas, etc.
Podcast
La segunda forma comunicativa que mencionaremos es el podcast. El podcast es un tipo de
programa seriado en formato de audio que se realiza de manera periódica. Las distintas
ediciones del podcast reciben el nombre de episodios. Cada episodio ofrece nuevos
contenidos a la manera de un programa de radio y mantienen como este una identidad a
través de un nombre y una línea temática.
Igual que los blogs, el podcast es muy libre en temas y estilos. Comparte con aquellos la
variedad de temas y enfoques que se pueden abordar. El podcast en su sentido más preciso
es realizado por usuarios de las tecnologías de información con conocimientos básicos de
edición de audio que encuentran en este formato una manera de expresarse con libertad y
que prefieren un recurso multimedia, como el sonido, por encima del texto. Un podcast
puede versar sobre cualquier tema. Su estilo, aunque puede ser formal, tiende a ser lo
opuesto. Para ilustrar mejor esta idea piense en un cibernauta con computador portátil en
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ANTONIO LUCAS MARÍN
sus manos y una diadema con micrófono entrevistando personas y grabando sus propias
ideas sobre la realidad de su interés y convirtiéndolas en un audio que se asemeja a un
programa pregrabado para la radio. Súmele que no tiene límites creativos, los que le
impondría por ejemplo una línea editorial de una estación radial o unos estándares de calidad
o estilo de un conglomerado mediático. Tenemos entonces un medio más natural,
espontaneo y versátil: el podcast.
Es cierto que algunas estaciones de radio en ocasiones convierten las grabaciones de sus
programas regulares en archivos de audio para descarga desde sus sitios web a los que
llaman también podcasts, pero este formato, ya que no nace exclusivamente para la web, es
una variante que se separa de la definición estricta de podcast.
El podcast puede fácilmente confundirse con el concepto de audioblog, y aunque
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guardan relación en cuanto al contenido que ofrecen (audio) puede haber algunas diferencias
significativas: un podcast puede distribuirse a través de una plataforama de blogs. En este
caso el podcast se enriquece con las características típicas de un blog ya vistas: orden
cronológico de las entradas (episodios); archivo de las mismas; etiquetado de las entradas;
categorías de temas de las entradas; sistema de retroalimentación con comentarios; y sistema
de suscripción RSS. De todas formas, es muy frecuente encontrar podcast que se distribuyen
en un página web convencional con inclusión de algunas características pero que al no estar
presentes todas no alcanzan a constituir un audioblog.
Es importante hacer la aclaración que los archivos de audio sueltos, sin ninguna relación
entre sí, simples archivos mp3 con contenidos variados, sean de música o grabaciones de
diversa índole no pueden considerarse como podcast. En tal caso debemos hablar de simples
archivos para la descarga o reproducción de audio en línea (streaming). La continuidad y la
identidad entre las diferentes ediciones son el elemento esencial del podcast.
Para algunos el podcast ha sido un formato que sugiere la reinvención de la radio, pero la
verdad es que esta idea esta lejos de ser cierta, ya que está más soportado en un modelo bajo
demanda y no depende de un momento específico de transmisión. Adicionalmente el
carácter individual, la flexibilidad en el formato y los contenidos, y la misma informalidad
que puede estar presente, los hacen completamente diferentes.
Más bien, el podcast, al igual que los blogs, surge como medio de expresión de corte
independiente, sin mayores pretensiones comerciales, hecho con recursos que tienden a ser
limitados y que no están soportados por un emporio mediático o cadena radial. Otra cosa
sería, sin embargo, que el podcast pudiera ser, luego de cobrar valor en la web, reproducido
como un programa de radio convencional. Esto ha sucedido en numerosas ocasiones y es
más bien producto de la bondad del podcast que permite la flexibilidad de adaptarse a esta
situación antes que ser la herencia o evolución de la radio misma.
A nivel organizacional, por sus características, el podcast resulta un formato muy
adaptable. Podría establecerse además como uno de los recursos multimedia más adecuado a
contribuir con los propósitos de un plan de comunicación. Y eso quizás se deba en buena
medida a que ante la sobre oferta informativa que tiende a primar en las organizaciones
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
actuales, casi toda en formato de texto, el audio puede significar un recurso de mayor
impacto. Además, dado que el podcast permite la descarga y la suscripción a través de
sistemas de sindicación RSS, se añade a su consumo una ventaja adicional de flexibilidad y
movilidad del contenido.
Sin embargo, la implementación del podcast debe considerar que para el caso
latinoamericano, parecieran existir algunas limitantes de tipo cultural o asociadas al consumo
de medios que están por conocerse. El panorama de producción y consumo ha resultado un
tanto austero (Blanco, 2005) si se lo compara con los ejemplos más relevantes a nivel de
blogs.
Videopodcast o videocast
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Este formato es similar al del podcast, pero en este caso es el video el material objeto de
distribución. Constituye también una forma de video on demand, es decir, contenido en video
que puede verse en cualquier momento, y que incluso puede consumirse a través de
reproductores multimedia y todo tipo aparatos móviles, lo cual permite una gran flexibilidad
para su consumo y distribución. Pero en su forma más precisa se refiere a seriados de
programas en video, aunque su contenido puede ser muy variado, y al igual que los blogs, se
está convirtiendo en un medio de exploración narrativa, en este caso audiovisual, que
prácticamente no tiene límites.
El videopodcast comparte con el podcast la característica principal de ser formatos de
distribución multimedia con géneros comunicativos propios de la web muy interesantes.
Hacen una importante contribución al desarrollo multimedial en Internet, que había sido una
promesa de la red desde sus comienzos. Aunque los contenidos de audio y video y otros
formatos multimediales ya existían en la red de tiempo atrás, es en esta época donde toman
nuevo impulso y llegan estar disponibles tanto a nivel de producción como de consumo a
todos los usuarios de la red.
Precisamente por lo anterior, el videopodcast (junto con el podcast) integra lo que ha
sido llamado el personal broadcasting (Tapscott y Williams, 2007). El papel activo que juegan los
individuos, por encima de las tradicionales industrias mediáticas, en la producción de
contenidos de audio y video, llama la atención por el consecuente impacto que supone frente
a los medios tradicionales. Esta cualidad de todas formas es susceptible de ser aprovechada
por las organizaciones. Dado que la producción de este tipo de contenidos no es tan
exigente en conocimiento y recursos, el videopodcast representa una alternativa excepcional
para contar con un medio de tipo audiovisual que hubiera sido imposible imaginar en la era
de predominio de los medios masivos de comunicación. En palabras más sencillas este
formato acerca a la organización, guardadas las proporciones, a poder contar con un “canal
de televisión” o productora audiovisual sin grandes inversiones.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
Redes sociales
El término redes sociales resulta un termino verdaderamente ambiguo y casi redundante. No
se puede concebir una verdadera interacción social si no hay un sistema de interrelación
entre los individuos que integran una sociedad. La existencia de lo social, presupone
entonces algunos niveles de existencia de redes. Pero el concepto de redes sociales ya es de
uso estándar para referirse a un tipo de sitios web que sirven de plataforma para establecer
dicha interacción a nivel de Internet. Son ya muy numerosas las menciones que los medios
de comunicación hacen de fenómenos como Facebook (http://www.facebook.com), Hi5
(http://www.hi5.com), MySpace (http://www.myspace.com) y otros similares.
Pues bien, estos sitios han ganado una visibilidad en la red que envidian numerosas
empresas y medios tanto tradicionales como digitales. Su característica principal, en lo que
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
sitios, pues ya redes de todo tipo: personales, profesionales, científicas, etc. Dependiendo del
tipo de interés que anime a un usuario (amistad, trabajo, investigación y muchos más) las
redes conectarán a las personas unas a otras, conocidas y no conocidas, a través de la red.
Es cierto que la socialización y creación de comunidades en la red no es asunto nuevo.
No obstante, la forma en que aparece en las denominadas redes sociales resulta novedosa. La
plataforma blog que subyace en ellas privilegia los contenidos multimedia y los espacios
participativos para hacer comentarios sobre dicho contenido. Aunque a eso haya que sumar
otras formas de interacción que se integran, no tan novedosas, como los foros, correo
electrónico, mensajería instantánea, etc.
Dado que las redes sociales constituyen los espacios de participación en la red más
asiduos en los últimos años, las organizaciones han puesto sus ojos en ellas especialmente
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para fines de mercadeo. Sin embargo, no solo para estos fines comerciales y de
comunicación externa las redes sociales resultan de interés para las organizaciones. Una
plataforma de red social puede reemplazar a la tradicional intranet ya que privilegia el
intercambio colaborativo antes que la pasiva actividad de obtener y proveer información. La
idea resulta un tanto revolucionaria y compleja de asumir para muchas organizaciones, pero
está claro que al menos la propuesta merece revisión y análisis.
Un último elemento a considerar en torno a las redes sociales es que el concepto ha
eclipsado las plataformas de otros servicios web 2.0 que hoy incluso se los considera
sinónimos de este concepto. Los blogs y las grandes plataformas de publicación de blogs
como Blogger y Wordpress, al igual que sitios de contenidos provistos por los usuarios
como You Tube, o Flickr, e incluso las plataformas de aplicaciones on-line como Google
Drive o Zoho se las considera redes sociales. No nos interesa entrar en el debate de si esta
apreciación es correcta, pero si consideramos pertinente llamar la atención sobre el hecho de
que casi sin excepción los sitios y servicios web más exitosos hoy día se han volcado al
modelo participativo en detrimento de los sitios donde prima la unidireccionalidad en la
información; un factor adicional para el debate de si la Web 2.0 es una simple moda
temporal o representa un paso obligado en la evolución hacia una Web más democrática.
Wikis
Un wiki es un tipo de página web que puede ser editable por cualquier usuario que desee
modificar su contenido. En principio puede parecer una idea absurda pues permitir que un
cibernauta anónimo esté en la posibilidad de cambiar lo que ya ha sido publicado, con un
simple clic y un editor on-line, hace generar automáticamente dudas y rechazo general sobre
los contenidos. No obstante, este sistema colaborativo ha resultado más efectivo de lo que
inicialmente muchos pensaron y paulatinamente los detractores han ido reconociendo el
valor que eventualmente el wiki está en posibilidad de ofrecer. Aunque se trata más bien de
una herramienta colaborativa más que de un medio, ofrece en el proceso de colaboración
singularidades comunicativas que lo hacen digno de atención.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
En la base del wiki se encuentra un interesante software diseñado para actuar como
interfaz web y editor de contenidos a la vez. Veamos algunas de las herramientas que ofrece
para entender mejor el tipo de interacción que esta herramienta permite:
En primer lugar, los wikis ofrecen enlaces de edición a las diferentes porciones de
contenido que los usuarios van añadiendo. Una vez guardados los cambios, cualquiera puede
modificarlos de nuevo. Simplemente hace clic en un botón omnipresente (editar) y una
interfaz de edición on-line le permite hacer los cambios, observar una vista preliminar y
guardarlos.
En segundo lugar, los wikis también integran un historial donde se almacenan todos y
cada uno de los cambios que cada usuario van añadiendo. El historial los guarda en orden
cronológico y los más recientes aparecen en el primer lugar de la listas. Desde el historial se
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puede apreciar con detalles las aportaciones de cada participante, lo que ha añadido y
borrado, y la forma como poco a poco un documento se ha ido construyendo.
Como es posible que en la construcción de un documento de manera colaborativa
surjan inconvenientes para llegar a un acuerdo sobre como presentar los contenidos, algunas
herramientas de software para wikis incluyen un espacio de discusión donde se pueden
debatir los temas que implican algún tipo de debate.
En el wiki no solo es posible editar las páginas existentes, también se permite la creación
de páginas nuevas que se enlazarán a las ya publicadas. Los enlaces deberán ser creados
también por los mismos usuarios. Así pues, el wiki se convierte en un verdadero sistema de
información, particularmente útil para la gestión del conocimiento, pero que en cierto
sentido, está soportado en herramientas de interacción que permiten llegar a acuerdos y
construcciones colectivas que tienen soporte en sutiles actividades comunicativas. Como
sitios web que son pueden logran tanta visibilidad, lecturabilidad, y atención de un sitio
convencional.
Por supuesto, cuando se propone la idea del wiki, numerosas dudas surgen al instante:
¿Quién puede dar fe de un contenidos construido en sistema tan abierto? ¿Quién es el dueño
de los contenidos producidos de esta manera? ¿Cómo se controla el vandalismo con los
contenidos? Aunque no pretendemos abrir un debate exhaustivo sobre este asunto,
proponemos las siguientes ideas:
Los wikis implican un cambio de paradigma sobre la forma como se produce la
información y los contenidos. Es necesario desarrollar habilidades nuevas y aprender la
dinámica de trabajo en grupo que estas herramientas exigen. Como todo contenido, la
fiabilidad del mismo dependerá de quienes participen en su creación. No todos los
contenidos serán de la misma calidad, ni por lo alto ni por lo bajo. De todas formas, al
identificar contenidos de baja calidad, quien los detecta, probablemente un conocedor de los
temas a los que accede, está en la capacidad de poder hacer sus aportes (nuevamente el
cambio de paradigma, que en este caso implica ver los contenidos no como algo externo a él,
sino como algo que le atañe pues están siendo construidos por un conglomerado social). El
Wiki implica entonces alguna forma de filantropía del intelecto puesto que la sola crítica a la
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
calidad no recae sobre nombres específicos o marcas concretas y carece de sentido. También
hay que decir que los wikis abren un espacio para la publicación del conocimiento humano
con menos restricciones y límites. Si entendemos el conocimiento como un constructo
social, no puede limitarse a la labor de las élites intelectuales y científicas, pues el
conocimiento va más allá de este tipo de contenidos. Respecto a la autoría sobre los
productos generados de esta forma de interacción, los wikis simplemente no pertenecen a
nadie en concreto, pero sí pertenecen al colectivo mismo. Aquí se debe entender el mismo
principio sobre el que se construye el software libre o de código abierto, en el que hoy día
hay ya miles de ejemplos de aplicaciones construidas bajo este modelo, como veíamos antes,
tan competitivas como las comerciales. Y respecto al control, aspecto que genera mucha
polémica, los wikis por estar basados en un modelo de construcción colectiva, se aprovechan
de ese modelo para vigilarse a si mismos. Para ello, herramientas como el historial resultan
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muy útiles ya que desde allí es posible deshacer con un solo clic los cambios que un vándalo
pueda realizar en contra de cualquier contenido. También, el software permite moderar la
participación restringiéndola a usuarios registrados o bloqueando las direcciones IP desde
donde se generan ataques. Nuevamente el cambio de paradigma es evidente: existe una
fuerza social inherente al wiki que de forma expresa ejerce un control sutil pero contundente.
Sin duda alguna es Wikipedia el caso más representativo de este tipo de sitios. Se trata de
una enciclopedia colaborativa en la que cualquier visitante puede editar los artículos que ya
alcanzan el número de 3,261,019 en idioma inglés (en otros idiomas exceden esta cifra), y
que contienen 1.74 billones de palabras en 250 idiomas. Se calcula que es veinticinco veces
más grande que la Enciclopedia Británica.
A pesar del interminable debate sobre la calidad de la información publicada en la
Wikipedia, la enciclopedia mantiene una extensa fila de defensores notable. Incluso hay
quienes la han equiparado en calidad con la Enciclopedia Británica. La prestigiosa revista
Nature realizó en 2005 una investigación para evaluar el nivel de calidad 42 temas científicos
publicados en Wikipedia comparándolos con la Británica. Al final el resultado no es para
nada desastroso como los detractores hubieran pensado (Gourdain, 2008:43-53). Con esto se
evidencia que el modelo de construcción colaborativa del conocimiento es tan válido como
el que ha predominado hasta ahora concentrado en manos de algunas élites tradicionales.
Pero hay que mencionar también que Wikipedia es solo uno de los muchos ejemplos de
sitios y proyectos que incorporan el software wiki que permite este tipo de construcción de
los contenidos. Hay numerosos sitios independientes y comunidades que empiezan a ser
visibles y a ganar colaboradores. Wikia y Wikispaces son algunas de esas comunidades. Su
interfaz es muy similar a la que ofrece la aplicación informática con la que se construye
Wikipedia y permite la gestión y creación de contenidos en varios idiomas. También vale la
pena mencionar el grupo de proyectos a los que está asociada Wikipedia. Nos referimos a
Wikimedia que integra además de la enciclopedia sitios de noticias, construcción de libros
colaborativos, diccionarios, materiales académicos, entre muchos otros.
A nivel organizacional, el wiki interesa antes que por sus bondades como medio (que no
lo es directamente), por el tipo de interacción comunicativa que plantea. Una de las
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ANTONIO LUCAS MARÍN
exigencias más evidente que la Web 2.0 hace al entorno organizacional tiene que ver con el
trabajo colaborativo, y es en ese sentido que el wiki aparece como el modelo ideal para el
establecimiento de consensos en el proceso de comunicación. No importa si el fin es
documental, o de gestión del conocimiento, o informativo, la habilidad de construir
contenidos relevantes bajo este modelo, resulta no solo debatible sino también
potencialmente poderoso. Este tipo de construcciones colectivas como las que sugiere el
modelo wiki pueden conducir a impulsar el trabajo en grupo y a la creación de proyectos
empresariales, científicos y académicos muy poderosos. Esta es una realidad que apenas
empieza a tomar forma y desde la comunicación organizacional es imperante considerar la
oportunidad que aquí se sugiere.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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el discurrir de los medios. Sin embargo, puede resultar menos espontáneo. Merece la pena
ver algunos de los retos específicos en cada uno de estos ámbitos.
A nivel externo, la creación de blogs, podcast, wikis, redes sociales, etc., tiene un
potencial enorme y un ámbito de aplicación casi ilimitado. Y son tan disímiles los fines a que
se pueden adaptar estas herramientas que resultan muy maleables para ayudar a resolver
objetivos organizacionales de todo tipo. Recordemos que si hay algo que caracteriza a estas
herramientas es su versatilidad. Sin embargo, esta bondad, luego manifiesta una cualidad
opuesta (a la que también puede sacársele suficiente provecho): la dificultad para encauzar y
controlar el flujo de los mensajes tanto de los medios en sí, como de los que generan los
públicos. En un blog, por ejemplo, controlar los mensajes negativos o insultantes contra la
organización representa un reto en el que hay que optar por un modelo de comentarios
moderados, que le quita espontaneidad al proceso, frente a un modelo sin restricciones que
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resulta incómodo a la mayoría de las organizaciones. El reto estará aquí en educar a los
públicos y conducirlos a un modelo participativo donde prime a la vez el respeto y la
comunicación franca.
A nivel interno, el asunto resulta no menos sencillo, pero la ventaja de que los públicos
sean definibles y, de alguna manera, más susceptibles de alinearse con la organización facilita
parte del trabajo. A ser posible, actividades de sensibilización, capacitación, seguimiento,
medición y corrección son deseables. Aunque pareciera que la Web 2.0 es capaz de crear una
dinámica participativa y colaborativa sin mucha intervención central, a nivel interno de las
organizaciones pueden corregirse errores y vicios producto del desconocimiento y un abuso
de la informalidad natural de estos medios. Acompañar un plan de comunicación bajo un
modelo participativo con algunas normas generales y políticas de comunicación no es
contradictorio con el modelo. Eso, sí, teniendo cuidado de que las normas no coarten la libre
iniciativa de los participantes. Hablamos de control, pero éste hay que entenderlo no como
vigilancia exhaustiva, como tradicionalmente algunas empresas lo hacen con el correo
electrónico y la navegación web, sino como el establecimiento de límites para evitar que
estos medios terminen destruyendo valor en vez de incrementarlo.
En definitiva, la eficacia de la Web 2.0 va a estar en su influjo en el mejor funcionamiento
de aspectos intrínsecos y extrínsecos de la organización, a los que nos referimos en el
Capítulo 16. Como podemos ver en el Cuadro 18.9, la comunicación en las organizaciones
tiene que ver con lo formal y planeado por la dirección y hay que ver en qué sentido puede
ser influido por la utilización de la Web 2.0. Lo mismo pasa con la comunicación informal, la
estructuras profesionales y la utilización de las redes sociales por parte de los individuos. De
la misma manera, con la publicidad, el marketing y la comunicación corporativa habrá que
estar atento a su utilización de diferentes maneras en las redes sociales y más concretamente
en la Web 2.0.
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SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
Cuadro 18.9
Aspectos de la organización: intrínsecos y extrínsecos
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Por la misma naturaleza de la Web 2.0 sería imposible especificar aquí todos los
condicionantes y retos que podrían devenir al momento de pensar una estrategia de medios
participativos. Pero sí hay algunos lineamientos comunes y generales que aplican en todos
los casos. Para terminar, resumimos en cuatro ítems los aspectos principales a tener en
cuenta en la incorporación de herramientas Web 2.0 en un plan formal de comunicación
organizacional. Dependiendo del caso, habrá que privilegiar unos sobre otros aunque
consideramos que todos resultan ineludibles:
- Adecuada planeación que parte de un amplio conocimiento de la organización, por un
lado, y de las posibilidades teóricas, limitantes y elementos característicos de las
herramientas Web 2.0.
- Conocimiento práctico de los medios y herramientas Web 2.0. Esto incluye, pero no
es exclusivo, el conocimiento de los aspectos técnicos generales. Será igual de
imprescindible, sino más, la claridad sobre la dimensión comunicativa de las
herramientas Web 2.0.
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ANTONIO LUCAS MARÍN
544
SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES
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Índice de cuadros
CONTENIDO .......................................................................................................................... V
PRESENTACIÓN ................................................................................................................. VII
7. La teoría de sistemas
Pablo García Ruiz Y Antonio Lucas Marín .......................................................................................... 179
8. Teorías institucionales
Pablo García Ruiz ...................................................................................................................................... 209
18.1. La Web 2.0: más allá de las páginas Web ............................................................................. 511
18.2. La Web 2.0 desde sus principios ............................................................................................ 516
18.3. Web 2.0 y comunicación ......................................................................................................... 523
18.4. Formas comunicativas de la Web 2.0 ................................................................................... 529
18.5. Retos de la Web 2.0.................................................................................................................. 541
Democracia.
6. CEBRIÁN HERREROS, Mariano-FLORES VIVAR, Jesús.- Blogs y periodismo en
la red.
7. FERNÁNDEZ, Maximiliano.-De la tramas contra El Independiente a la concentración
mediática actual.
8. ESTEVE RAMÍREZ, Fco.-FERNÁNDEZ DEL MORAL, Javier.- Áreas de
especialización periodística.
9. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Pilar-PEDRERO GONZÁLEZ, Amalia (Coord.).-
La mujer y la Sociedad de la Información: ¿Existe un lenguaje sexista?.
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