Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gaceta PDF
Gaceta PDF
Secretaria General
DEPÓSITO LEGAL:
3-1-336-12P.O.
EDICIÓN:
Nº 2-GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL DE BOLIVIA
DATOS INSTITUCIONALES:
SUCRE
Dirección: Avenida del Maestro Nº 300
Teléfonos: (591 4) 64- 40455
Fax: (591 4) 64- 21871
(591-4) 69- 12683
Email: tribunal@tc.gob.bo
Página web: www.tribunalconstitucional.gob.bo
LA PAZ
Dirección: Calle Potosí esq. Yanacocha (Interior del Tribunal
Departamental de Justicia)
Teléfono: (591-2) 2- 409420
IMPRESIÓN
EDICIÓN DIGITAL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
La Constitución Política del Estado aprobada por primera vez en la historia mediante
referendo nacional y promulgada el 7 de febrero de 2009, dio lugar al nacimiento del nuevo
modelo de Estado Plurinacional.
Una vez posesionados en sus cargos y conformadas las Salas que lo integran, estas
autoridades, tienen el mandato de resolver las causas de reciente ingreso y la obligación
de liquidar las causas pendientes a través de la Sala Liquidadora. El rol de estas
autoridades debe ajustarse al nuevo modelo constitucional, recuperando la credibilidad de
la Justicia Constitucional bajo los principios de pluralismo jurídico, interculturalidad y
transparencia.
Parados de izquierda a derecha: Dra. Ligia Martínez Castaños (Magistrada), Tata Gualberto Cusi Mamani
(Magistrado), Dra. Mirtha Camacho Quiroga (Magistrada), Dra. Soraida Rosario Chánez Chire (Magistrada).
Sentados de izquierda a derecha: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez (Magistrada), Dr. Ruddy José Flores
Monterrey (Presidente), Tata Efren Choque Capuma (Magistrado).
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Parados de de izquierda a derecha: Dr. Macario Lahor Cortez Chávez (Magistrado), Dra. Carmen Silvana
Sandoval Landívar (Magistrada), Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales (Magistrado).
Sentados de izquierda a derecha: Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco (Magistrada), Dr. Ruddy José Flores
Monterrey (Presidente), Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi (Magistrada).
GACETA JUL – AGO 2012___________________GUÍA DE LA GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
CONTROL PREVIO
CONTROL POSTERIOR
Abreviaturas y siglas
I. Textos legales
AC Auto Constitucional
AACC Autos Constitucionales
DL Decreto Ley
DS Decreto Supremo
DDSS Decretos Supremos
DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos
GCP Gaceta Constitucional Plurinacional
NBSAP Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal
NBSABS Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios
OM Ordenanza Municipal
OOMM Ordenanzas Municipales
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
PIDESC Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
RS Resolución Suprema
RRSS Resoluciones Supremas
RA Resolución Administrativa
RRAA Resoluciones Administrativas
RM Resolución Ministerial
RRMM Resoluciones Ministeriales
RDSPN Reglamento de Disciplina y Sanciones de la Policía Nacional
RGCS Reglamento General de la Cámara de Senadores
RM Resolución Ministerial
RPDPJ Reglamento de Procesos Disciplinarios del Poder Judicial
RR Resolución Rectoral
RRCSA Reglamento del Registro de Comercio y Sociedades por Acciones
RTA Resolución Técnica Administrativa
SC Sentencia Constitucional
SSCC Sentencias Constitucionales
TUE Tratado de la Unión Europea
UJC Unidad de Justicia Constitucional
SREF Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras
RAR Resolución Administrativa Regulatoria
GACETA JUL –AGOS 2012_________________________________________________ABREVIATURAS Y SIGLAS
aptdo. apartado
art. artículo
av. avenida
c. calle
Cap. capital
C.I. cédula de identidad
exp. orig. expediente original
fs. fojas
ha hectárea(s)
inc. inciso
m metro(s)
ob. cit. obra citada
pág. página
párr. párrafo
pp. páginas
s/n sin número
s/f sin fecha
ss. siguientes
Vda. Viuda
vta. vuelta
GACETA JUL –AGOS 2012____________________________CÓDIGOS DE ACCIONES CONSULTAS Y RECURSOS
Clasificación de INDICES
1. General de Resoluciones Constitucionales.
2. Por Control de Constitucionalidad Plural.
3. Por Rama del Derecho.
4. Analítico Alfabético de Jurisprudencia.
5. Por Normas Declaradas Constitucionales e Inconstitucionales.
6. Por Resoluciones Constitucionales vinculadas con Pueblos Indígena Originario
Campesina.
GACETA JUL-AGO 2012________________________________________________________________ÍNDICES
JULIO - AGOSTO
2012
GACETA JUL-AGO 2012__________________ÍNDICE GENERAL DE RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES
ÍNDICE GENERAL DE
RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES
JULIO - AGOSTO
2012
GACETA JUL-AGO 2012__________________ÍNDICE GENERAL DE RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES
Pág.
0557/2012 0339
0558/2012 0347
0560/2012 0365
0561/2012 0374
0567/2012 0379
0571/2012 0402
0574/2012 0416
0575/2012 0422
0576/2012 0430
0577/2012 0435
0578/2012 0444
0579/2012 0451
0585/2012 0481
0586/2012 0487
0590/2012 0705
0591/2012 0671
0593/2012 0505
0594/2012 0513
0606/2012 0520
0611/2012 0528
0613/2012 0542
0614/2012 0549
0615/2012 0559
0616/2012 0575
0618/2012 0583
0620/2012 0598
0621/2012 0606
0639/2012 0611
0641/2012 0625
0642/2012 0638
0643/2012 0647
0646/2012 0690
Pág.
0612/2012 0536
0616/2012 0575
0619/2012 0592
0639/2012 0611
0640/2012 0618
0643/2012 0647
Pág.
0480/2012 0887
0481/2012 0894
0482/2012 0903
0483/2012 0910
0488/2012 0923
0490/2012 0929
0491/2012 0937
0493/2012 0954
0494/2012 0960
0497/2012 0966
0498/2012 0975
0500/2012 0982
0502/2012 0994
0504/2012 1000
0508/2012 1005
0509/2012 1012
0511/2012 1024
0512/2012 1037
0514/2012 1044
0515/2012 1053
0516/2012 1060
0517/2012 1067
0518/2012 1073
0523/2012 1082
0524/2012 1091
0525/2012 1099
0526/2012 1106
0539/2012 1126
0540/2012 1134
0542/2012 1151
0543/2012 1161
0544/2012 1171
0545/2012 1177
0550/2012 1184
0555/2012 1205
0556/2012 1213
0562/2012 1221
0563/2012 1235
0564/2012 1244
0565/2012 1250
0566/2012 1255
0568/2012 1261
0570/2012 1268
0572/2012 1275
0580/2012 1283
0581/2012 1288
0584/2012 1294
0587/2012 1301
0588/2012 1306
0592/2012 1313
0595/2012 1328
0596/2012 1335
GACETA JUL 2012__________________________________________________ÍNDICE POR RAMA DEL DERECHO
Pág.
0597/2012 1341
0598/2012 1350
0599/2012 1356
0600/2012 1364
0601/2012 1372
0602/2012 1379
0603/2012 1384
0604/2012 1390
0605/2012 1398
0607/2012 1406
0608/2012 1413
0609/2012 1425
0610/2012 1435
0617/2012 1442
0622/2012 1450
0623/2012 1457
0624/2012 1465
0625/2012 1472
0626/2012 1480
0627/2012 1486
0628/2012 1493
0629/2012 1502
0630/2012 1512
0631/2012 1523
0632/2012 1531
0633/2012 1540
0634/2012 1551
0635/2012 1563
0636/2012 1568
0637/2012 1578
0644/2012 1601
0645/2012 1610
Pág.
S
(JULIO)
GACETA JUL 2012_____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
A
ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
Pág.
ACCIÓN DE LIBERTAD
Pág.
0529/2012 0206
0531/2012 0226
0533/2012 0233
0534/2012 0239
0552/2012 0319
0559/2012 0353
0619/2012 0592
ACCIÓN POPULAR
Pág.
APREHENSIÓN
APREMIO DE DEPOSITARIO
ARRAIGO
Pág.
COMPETENCIA EN ACCIÓN DE LIBERTAD
COSA JUZGADA
DEBIDO PROCESO
Pág.
DERECHO A LA DEFENSA
DERECHO A LA EDUCACIÓN
DERECHO A LA IGUALDAD
DERECHO A LA LIBERTAD
DERECHO A LA SALUD
DERECHO A RECURRIR
DERECHO AL TRABAJO
Pág.
La rescisión del contrato por la materialización de una cláusula
contractual reconocida en forma expresa por el contrato, no
implica la vulneración de ningún derecho ....................................... 0646/2012 0690
DERECHO DE PETICIÓN
Pág.
DETENCIÓN PREVENTIVA
FIANZA ECONÓMICA
INAMOVILIDAD FUNCIONARIA
INCUMPLIMIENTO DE RESOLUCIONES
CONSTITUCIONALES
Pág.
J
JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
Pág.
MEDIDAS CAUTELARES
MINISTERIO PÚBLICO
Pág.
MUNICIPALIDAD
NOTIFICACIONES
PERSECUCIÓN ILEGAL
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Pág.
PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
PROCESO PENAL
Pág.
R
Pág.
Entendimiento ...................................................................................0574/2012 0416
Pág.
No define falta o perdida de competencia prevista por el art. 122
de la CPE, por existir para ello el recurso directo de nulidad ...........0457/2012 0789
0494/2012 0960
ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
ACCIÓN DE LIBERTAD
ACCIÓN POPULAR
Pág.
Ámbito de protección ....................................................................... 0645/2012 1610
ACTO ADMINISTRATIVO
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Pág.
AUTO INTERLOCUTORIO
AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
CITACIÓN Y NOTIFICACIÓN
CONCEJO MUNICIPAL
CONFLICTO DE COMPETENCIAS
COSA JUZGADA
DEBIDO PROCESO
Pág.
Debe existir estricta vinculación entre la valoración de la
prueba, la motivación y fundamentación de toda resolución
administrativa o jurisdiccional ......................................................... 0527/2012 1116
0562/2012 1221
0623/2012 1457
DERECHO A LA DEFENSA
Pág.
DERECHO A LA IGUALDAD
DERECHO A LA SALUD
DERECHO A LA VIDA
DERECHO A LA VIVIENDA
Pág.
DERECHO AL ACCESO A LA INFORMACIÓN
DERECHO AL TRABAJO
DERECHO DE PETICIÓN
Pág.
E
FUNCIONARIO PÚBLICO
Pág.
IMPUGNACIÓN
INAMOVILIDAD FUNCIONARIA
JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
Pág.
Requisitos que debe cumplir el accionante en su impugnación
para analizar la interpretación de la jurisdicción ordinaria ...............0460/2012 0804
LEY DE MUNICIPALIDADES
Pág.
0623/2012 1457
LICITACIÓN PÚBLICA
MENORES DE EDAD
MUNICIPALIDAD
NOTIFICACIONES
Pág.
PUEBLOS INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINOS
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
Pág.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO
PROCESO CIVIL
PROCESO EJECUTIVO
PROCESO PENAL
RECONSIDERACIÓN EN LA LEY DE
MUNICIPALIDADES (ART. 22 LM)
Pág.
REQUISITOS DE ADMISIÓN EN ACCIÓN DE AMPARO
CONSTITUCIONAL
RESOLUCIONES JUDICIALES
SENTENCIAS CONSTITUCIONALES
SILENCIO ADMINISTRATIVO
SOCIEDADES COOPERATIVAS
Pág.
Excepción, cuando se trata de la protección de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales de personas con
capacidades diferentes ..................................................................... 0634/2012 1551
Pág.
TERCERO INTERESADO DENTRO DE ACCIONES
TUTELARES
VALORACIÓN DE LA PRUEBA
Pág.
INCUMPLIMIENTO DE RESOLUCIONES
CONSTITUCIONALES
(JULIO)
GACETA JUL 2012____ÍNDICE DE NORMAS DECLARADAS CONSTITUCIONALES E INCONSTITUCIONALES
- La Ordenanza Municipal
0590/2012 0705
20/07/2012 00147-RTG 202/2011 de 23 de diciembre, y
CVD 0715
consecuentemente la aplicabilidad de
la norma.
- El artículo 81 inc. e) del
0646/2012 23/07/2012 23596-RII Reglamento Interno de Trabajo de 0690
la Caja Nacional de Salud
Normas Declaradas
Sentencia Fecha Expediente Pág.
Inconstitucionales
- La Resolución Ministerial
868/10 de 26 de octubre de 2010.
GACETA JUL 2012___________ÍNDICE DE RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES VINCULADAS A LA JIOC
Partes:
Caso:
0645/2012 1610
23/07/2012 21421-ACU
C/VD 1631
- La Central Indígena de Pueblos
Originarios de la Amazonía de
Pando, a raíz del desalojo de la
Comunidad indígena denominada
“Takana La Selva” plantea Acción
de Cumplimiento por el
incumplimiento de normas
constitucionales, vulnerando los
derechos de los pueblos indígenas a
la consulta, al debido proceso y a la
defensa.
3
4
RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES EMITIDAS POR
LAS SALAS: PRIMERA ESPECIALIZADA, SEGUNDA,
TERCERA Y SALA PLENA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
5
6
CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD
TUTELAR
7
8
Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Revisión de
Acciones de Defensa
9
10
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00755-2012-02-AAC
Departamento: Pando
Por otra parte, si bien la aplicación de la justicia comunitaria está enmarcada en el art. 30 de la
Constitución Política del Estado (CPE), se tiene que en el presente caso, la comunidad Santa
María del km 80 de la carretera Porvenir Puerto Rico del municipio de Bella Flor, no tiene la
condición de pueblo indígena originario, cuya existencia es anterior a la invasión colonial.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 29 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 12
y vta., se produjeron los siguientes actuados:
El Presidente de la OTB de la comunidad de Santa María del km 80, del municipio Bella Flor,
departamento de Pando, Silvio Rojas Chau, en audiencia pública cursante a fs. 12, señaló que: a)
Su comunidad no cuenta con estatuto orgánico, toda vez que se rigen por el de la Confederación
y de las Subcentrales; b) Se habla de la dignidad de Samuel Chávez Achipa; sin embargo, fue
encontrado con la mujer de su primo; c) El accionante intentó asesinar a su concubina con un
cuchillo, razón por la que estuvo arrestado en el puesto policial del km 49; d) Intentó matar a su
hermano y violó a una muda; y, e) El día del desalojo “sacó su escopeta que estaba cargada y casi
le vuela la cabeza al policía” (sic), se tienen testigos en la comunidad de lo señalado y por ello se
procedió a expulsar a esta persona.
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido Mixto de Puerto Rico, provincia Manuripi del departamento de Pando,
constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 01/12 de 29 de febrero de 2012,
cursante de fs. 12 a 14 vta., concediendo la tutela solicitada por el accionante, disponiendo que
pueda ingresar a su comunidad, a su vivienda y parcela de tierra, debiendo adecuar su conducta a
las normas internas, respetando y acatando las decisiones de las autoridades, siempre que no sean
contrarias a los derechos y garantías fundamentales, por lo que se exime de responsabilidad a la
parte demandada por mediar error excusable. Fundó el fallo en los siguientes argumentos: 1) El
accionante es miembro de la comunidad Santa María del km 80, municipio Bella Flor; que por
II. CONCLUSIONES
II.2. Por Resolución de 23 de diciembre (no se especifica el año), la comunidad Santa María del
km 80, municipio Bella Flor, en reunión determinó que Samuel Chávez Achipa y Rosalía Fariña
Cruz desocupen la mencionada comunidad hasta el 24 de diciembre, caso contrario se aplicaría
“la ley comunitaria” (fs. 3).
II.3. Según “Acta de Reunión de Desconocimiento” sin fecha, la comunidad Santa María del km
80, municipio Bella Flor, en la sede social de la misma, se reunió para el desconocimiento
definitivo de Samuel Chávez Achipa por intento de asesinato, destrucción del hogar de su primo
y difamación a las mujeres de las comunidad (fs. 6 y vta.).
Tratándose de la acción de amparo constitucional como medio reparador ante dichas situaciones
excepcionales de medidas de hecho, se debe tener presente que tanto en la configuración de la
abrogada como de la vigente Constitución, ha tenido y tiene una naturaleza subsidiaria, puesto
que la tutela que brinda está sujeta a la no existencia de otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías presuntamente vulnerados, los que deben ser
utilizados previamente hasta ser agotados. No obstante, existen situaciones excepcionales en las
que el agotamiento de tales vías implicaría la consumación irreversible de la vulneración del
derecho, con el consiguiente daño irremediable, en cuyo caso la tutela resultaría ineficaz, en el
que por la existencia de acciones de hecho o justicia directa o a mano propia, que puede ser
proveniente de parte de autoridades o funcionarios públicos, o de particulares, se hace urgente la
tutela inmediata, prescindiendo de las vías legales que pudiesen existir, a efectos de que cesen las
ilegalidades y actos hostiles, con la consiguiente afectación inclusive de otros derechos
fundamentales, por tanto en esos casos corresponde ingresar al análisis de fondo de la
problemática planteada.
En cuanto a los alcances de las medidas de hecho, este Tribunal a través de la SC 0832/2005-R
de 25 de julio, entre otras, señaló que son: “…los actos ilegales arbitrarios que desconocen y
prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda,
realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan frente al agraviado, actos que
resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la gravedad
de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar derechos
fundamentales…‟, y en cuanto a los fundamentos de la prescindencia de la subsidiariedad agregó
que: „La idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso del poder y el de velar
por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano propia, control que se extiende
tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo ejercen de manera arbitraria por
diferentes razones y en determinadas circunstancias…‟, entendimiento que no contraviene el
actual orden constitucional (…).
No obstante, se deja presente que existen requisitos para considerar la situación como medida de
hecho y hacer abstracción de las exigencias procesales, como ser:
1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los medios
o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera oportuna e
inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría la premura ni
gravedad y deberá agotar las instancias jurisdiccionales o administrativas pertinentes según sea el
caso, y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no se
puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a merced
del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el agraviado o
accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto de la presión o
violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y acreditada de manera
objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o medida de hecho, inclusive”
(las negrillas son agregadas).
Del análisis y contrastación de los argumentos y pruebas del accionante, así como por lo
manifestado por la parte demandada, se establece que Samuel Chávez Achipa, fue expulsado por
los miembros de la comunidad Santa María del km. 80, conforme se advierte en la Resolución de
23 de diciembre de 2011, “Acta de Reunión de Desconocimiento” sin fecha, emitida también por
la referida comunidad, debido a que cometió una serie de delitos, hechos que les motivaron a
hacer uso de las medidas de hecho, Fundamento Jurídico I.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional. Sin embargo, dicha organización carece de facultades para decidir
la desocupación de uno de sus miembros y conminarlo a abandonar su vivienda y pertenencias,
lesionándose de ésta manera no sólo su derecho a la defensa, al debido proceso y a la igualdad de
partes, además su derecho a la dignidad, a la libertad, a la propiedad y a la vivienda, mediante
acciones que están al margen de lo que establece la Constitución, los Tratados y Convenios
Internacionales y la ley, situaciones de facto intolerables en el ordenamiento jurídico vigente y
que no pueden pasar inadvertidas para este Tribunal, más si se hace uso de la fuerza publica
art.351 CP.
POR TANTO
29 de febrero de 2012, cursante de fs. 13 a 14 vta., pronunciada por el Juez de Partido Mixto de
Puerto Rico, provincia Manuripi del departamento de Pando; y en consecuencia, CONCEDER la
tutela solicitada.
Por memoriales presentados el 9 de marzo de 2012, a horas 11:50, cursante de fs. 10 a 11 vta., y
ampliación de fs. 14 y vta., el accionante expone los siguientes fundamentos:
El 6 de marzo de 2012, aproximadamente a horas 11:30 fue arrestado en la calle por el personal
de Diprove, quienes le dijeron que lo llevaban simplemente con fines de investigación y que no
tenía nada que ver con la denuncia por la presunta comisión del delito de robo agravado de
vehículos seguido por el Ministerio Público, en el que aprehendieron a muchos delincuentes
donde el accionante refiere, no tener ninguna relación con los sujetos, y fue conducido a celda de
Diprove Santa Cruz, siendo detenido más de setenta horas, sin tener una imputación en su contra,
además estar excluido de la imputación respecto a los demás.
El accionante alega la vulneración del derecho a la libertad y al debido proceso, citando los arts. 22, 23,
115.II y 119.II, de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 10 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 28
a 30 de obrados, con la presencia de Roberto Leocadio Polo Tolava asistido por su abogado;
ausentes las autoridades demandadas, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Remitido el expediente ante este Tribunal y producido el respectivo sorteo, de conformidad a ley,
por AC 0032/2012-CA/S de 20 de abril, se dispuso requerir al Juzgado Quinto de Instrucción en lo
Penal del departamento de Santa Cruz, la remisión de documentación complementaria, así como la
suspensión del plazo para la emisión de la presente Resolución (fs. 33 y 34), habiéndose reanudado
éste, por decreto de 12 de junio de 2012 (fs. 71).
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. El 6 de marzo a horas 11:30 aproximadamente, ante la denuncia sobre un supuesto delito de
robo agravado de vehículo, Roberto Polo Tolava fue aprehendido en el interior del inmueble
ubicado en la Av. Bolivia, barrio San Francisco, zona Los Lotes de la ciudad de Santa Cruz, junto
a otros involucrados del hecho denunciado, conforme el art. 227 numeral1. del Código de
Procedimiento Penal (CPP), según consta en la imputación formal (fs. 3 a 9).
II.2. De acuerdo a la imputación formal de 7 de marzo de 2012, efectuada por Germán Jesús
Quezada Gonzales, Fiscal de Diprove Santa Cruz, indica “Con relación al señor ROBERTO
LEUCADIO POLO TOLAVA no existen elementos que direccionen su participación en el
presente hecho, por lo que de conformidad al art. 228 del CPP es puesto a disposición del Juez
que ejerce el control jurisdiccional a objeto de que defina su situación jurídica” (fs. 3 a 9).
II.3. En audiencia de medidas cautelares de 9 de marzo de 2012, el accionante interpuso
incidente de aprehensión ilegal, el mismo fue declarado improbado. A efecto de control
jurisdiccional y no existiendo indicios que hagan presumir que él ahora accionante sea autor del
hecho delictivo y solo para efectos de control jurisdiccional, se dispone su inmediata libertad;
encontrándose en plena libertad antes de realizarse la audiencia de acción de libertad planteada
(fs. 53 a 66).
Alega que, las autoridades demandadas lesionaron su derecho a la libertad y al debido proceso,
que siendo aprehendido en la investigación del supuesto delito de robo agravado de vehículo, su
privación de libertad se tornó ilegal al haberse extendido ésta por más de setenta horas, cuando
no hubo flagrancia ni mandamiento emitido por autoridad competente. Por consiguiente,
corresponde dilucidar en revisión, si los hechos denunciados son evidentes y si constituyen actos
ilegales que vulneraron los derechos del accionante.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y la libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE,
además el art. 22, de la referida norma fundamental señala que: “La dignidad y la libertad de la
persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la “Libertad”, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro el sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la norma suprema del ordenamiento
jurídico, refiere que “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta
libertad personal “sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”;
entonces, la libertad de la persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no solo
debe ser respetado sino debe ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes (…)”. Así, la Ley Suprema, al tiempo de señalar en el artículo 14.I,
que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece que el
Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa)
del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases
fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la Acción de libertad.
En ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que
es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal,
podrá interponer acción de libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho a
la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, 4)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
De otro lado en nuestro ordenamiento procesal penal, referente a las excepciones e incidentes,
cuyo tratamiento se basa por el art. 314 y ss. del CPP, precisando: 'Las excepciones y las
peticiones o planteamientos de las partes…', por ello dentro de un sentido amplio de
interpretación de las normas analizadas, encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo
legal, el derecho a impugnar resoluciones que resuelvan incidentes al incluirse su trámite dentro
de las excepciones e incidentes, dado que sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto,
correspondería a una interpretación restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la
propia Constitución. Este razonamiento implica un cambio de la línea asumida al respecto por las
SSCC 0731/2005-R, 0265/2006-R, 0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras.
Empero, como todos los derechos, el de recurrir está sujeto a las normas generales que lo rigen,
entre ellos la oportunidad o el plazo, el contenido o expresión de agravios y la forma en que
deban formularse. En cuanto a la apelación incidental se la debe presentar y tramitar en sujeción
a las previsiones de los arts. 404 a 406 del CPP.
En la problemática planteada, Roberto Leocadio Polo Tolava denuncia que sin existir causal
alguna fue aprehendido ilegalmente por el funcionario policial de Diprove por el supuesto delito
de robo de vehículo; éste, conforme a los documentos que informa los antecedentes de la
presente acción, en audiencia cautelar interpuso incidente de aprehensión ilegal el mismo que por
Resolución 88/2012 de 9 de marzo (fs. 55 y 56 vta.), dictada por la Jueza Quinta de Instrucción
en lo Penal, fue declarado improbado; además si el accionante consideró que frente al rechazo del
incidente planteado persistía o quedó latente la vulneración a sus derechos constitucionales,
mismos que no hubiesen sido acogidos y subsanados por la autoridad jurisdiccional, tenía el
derecho a segunda instancia e interponer ante la autoridad de alzada, la apelación incidental
prevista por el art. 403 del CPP y agotar la vía ordinaria, razón por la cual debe denegarse la
tutela solicitada. Asimismo, cabe señalar, llama la atención que el accionante no hubiere
informado sobre el incidente de la actividad procesal defectuosa planteada, hecho que este
Tribunal recién tuvo conocimiento una vez solicitada la documentación complementaria.
POR TANTO
En revisión la Resolución 19/2012 de 20 de marzo, cursante de fs. 300 a 301 vta., pronunciada
dentro de la acción popular interpuesta por Hugo Cáceres Vásquez contra Juanito Félix Tapia
García, Director Nacional a.i. del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
Por memoriales presentados el 8 de marzo de 2012 (fs. 59 a 63), y el 14 de marzo del mismo año
(fs. 104 a 105 vta.), el accionante expuso los siguientes fundamentos:
Manifiesta que mediante Título Ejecutorial 041402 de 18 de mayo de 1964, se consolido a favor
del Seminario San Luis el ex fundo “La Florida” con una extensión de 20.0000 has
posteriormente, Tito Jaime Soliz Ureña y otros iniciaron acción social agraria de reversión de
dicha propiedad contra el Seminario San Luis, proceso que concluyó con la Resolución
Ministerial (RM) 110/90 de 15 de junio de 1990, que dispuso la reversión al dominio del Estado
del ex fundo, para ser entregado en dotación a quienes acrediten derecho preferente a ellas, pero
dicho fallo fue anulado por la RM 123/90 de 9 de julio de 1990, está a su vez mediante recurso
directo de nulidad presentado por Jaime Solíz Ureña fue declarada nula; en tal sentido, tiene
vigencia la RM 110/90, que ordenó la reversión por no cumplir la función social útil a la
colectividad nacional.
Señala que mediante escritura pública 112/88 de 9 de febrero de 1988, el Seminario San Luis
otorgó en venta real una parte del predio referido a favor de Alfonzo Antonio Ángulo Santillán,
pero el 16 de septiembre de 1991, en proceso ordinario de resolución de contrato, se declaró
resuelto el mismo.
Posteriormente, añade que Tito Jaime Soliz Ureña y otros, mediante proceso social agrario
solicitaron y lograron la dotación de 23.1637 has del ex fundo “La Florida”, trámite agrario que
concluyó con el Auto de Vista de 20 de marzo de 1992, pronunciado por el Consejo Nacional de
Reforma Agraria aprobando la Sentencia de dotación a favor de los solicitantes, proceso que fue
anulado en su integridad mediante Resolución Suprema (RS) 216767 de 14 de junio de 1996,
apoyado en el Decreto Ley (DL) 18412 de 16 de junio de 1981, instrumento que aprueba la
Ordenanza Municipal (OM) 1678 de 27 de marzo de 1981, que pone en vigencia el plan director
de la ciudad de Cochabamba, por cuanto el Consejo Nacional de Reforma Agraria hubiera obrado
sin jurisdicción ni competencia, ordenando la cancelación de la partida en Derechos Reales
(DD.RR.).
Concluye que todas esas sentencias agrarias determinaron que son tierras fiscales porque fueron
revertidas a dominio del Estado, pero no fueron debidamente inscritas en DD.RR. de Quillacollo.
Refiere, además, que el proceso de reversión se realizó bajo procedimientos normados por la Ley
371 de 22 de diciembre de 1967 y concluyó con la RM 110/90, adquiriendo la calidad de cosa
juzgada, extinguiéndose legalmente el derecho propietario del Seminario San Luis así como su
inscripción en DD.RR. Por tales razones, corresponde la cancelación de la inscripción del Título
Ejecutorial 041402 conforme se ha denunciado y solicitado al INRA, mediante la Procuraduría
General del Estado.
La Ley 3545 de 28 de noviembre de 2006, que modifica la Ley 1715 de 18 de octubre de 1996,
en sus arts. 54, 55, y 56 señala que la Resolución de reversión pasada en autoridad de cosa
juzgada será título suficiente para la inscripción de la propiedad en el registro de DD.RR. a
nombre del INRA en representación del Estado. Por su parte el art. 14 del Decreto Supremo (DS)
29215 de 2 de agosto de 2007, determina la extinción de derechos personales y reales sobre los
predios que sean restituidos al Estado.
El accionante estima vulnerado el patrimonio del Estado que se encuentra garantizado por los
arts. 339, 348 y 349 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda y se declare probada la acción, ordenando al INRA que proceda de manera
inmediata a la cancelación del Título Ejecutorial 041402 a nombre del Seminario San Luis y a la
inscripción del ex fundo “La Florida” a favor de esta institución procediéndose a la dictación de
medidas precautorias durante el tiempo perentorio que le tome la cancelación e inscripción en
DD.RR.
Celebrada la audiencia pública el 20 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
297 a 299 vta., en presencia del accionante y de los abogados apoderados de la autoridad
demandada, ausentes los representantes del Ministerio Público y de la Procuraduría General del
Estado, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante, ratificó la demanda, y ampliándola señaló que: a) Desde hace mucho
se fue pidiendo al INRA que cumpla con sus deberes, incumplimiento que está tipificado como un
delito, puesto que el 19 de enero de 2009, la oficina de DD.RR. del municipio de Quillacollo solicitó
este instituto informe sobre la cancelación del derecho propietario del ex fundo “La Florida”
Colcapirhua, ubicado en Quillacollo, nota que no obtuvo respuesta, al igual que aconteció con el
requerimiento fiscal de Elmer Villarroel de 24 de septiembre de 2009, sobre cuál la vigencia de la RM
110/90, tampoco se tiene respuesta alguna del memorial de Hugo Cáceres y otro solicitando la
cancelación del Título Ejecutorial 041402 del ex fundo “La Florida”; y, b) En tal sentido, al no haberse
pronunciado esta institución ante varias solicitudes se interpuso la presente acción, buscando
precautelar los intereses colectivos relacionados con el patrimonio, espacio, seguridad y salubridad
pública, medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por la Constitución Política del
Estado, estableciendo la omisión de deberes, al no haber ningún tipo de respuesta, incluso que, ni
siquiera se constató el requerimiento que hizo la Procuraduría General del Estado el 14 de julio de
2011.
Juanito Félix Tapia García, Director a.i. del INRA, mediante informe escrito cursante de fs. 303 a
305, manifestó que: 1) El accionante acudió a la acción popular sin haber agotado otras instancias
administrativas que se encuentran claramente definidas por la Ley 1715, la Ley 3545 y su
Reglamento, como lo son el INRA o los juzgados agrarios; 2) El señalar que habría incumplido
sus deberes al inobservar el tenor de la RM 110/90, emitida por el entonces Ministerio de
Asuntos Campesinos y Agropecuarios y no haber dispuesto la reversión de las tierras de la
propiedad denominada “La Florida” mediante la inscripción del referido actuado procesal en el
registro de DD.RR. es desconocer flagrantemente normas jurídicas que determinan las acciones a
seguir y el procedimiento para sustanciar el procedimiento agrario de la reversión; 3) Por
mandato de la Ley, todos los procesos agrarios tramitados indistintamente ante el ex Consejo
Nacional de Reforma Agraria o el ex Instituto Nacional de Colonización, inclusive aquellos que
se encontraban titulados deben ser objeto de un nuevo proceso de regularización del derecho
propietario mediante la sustanciación del saneamiento de tierras en una de las modalidades del
art. 69 de la Ley 1715, dicho procedimiento puede ser de oficio o a solicitud de parte
considerando los recursos humanos y logísticos disponibles por parte de la Institución y de
acuerdo a la Ley 3501 de 19 de octubre de 2006, que amplía el plazo para la ejecución del
proceso de saneamiento de la propiedad agraria en siete años a partir de la vigencia de la misma;
4) Llevado a cabo el saneamiento se procederá a la conformación del catastro legal de la
propiedad agraria, instrumento que permitirá manejar de una manera adecuada la información
obtenida que llevará a la emisión de un documento de propiedad que resguarde la tenencia legal
sobre la tierra; 5) El art. 11 del DS 29215, no permite ejercer jurisdicción sobre áreas que
pertenezcan al radio urbano de determinado municipio que cuente con su respectiva
homologación, en el presente caso, conforme a las características de la propiedad, la misma
ingresaría dentro de la mancha urbana del municipio de Colcapirhua, aspecto que correspondería
ser valorado a objeto de determinar competencias y en su caso atender el planteamiento del
accionante conforme a derecho, en resguardo de la normativa legal específica que regula la
materia; y, 6) El accionante nunca llegó a encauzar su petitorio de manera correcta, limitándose a
demandar el cumplimiento de la RM 110/90 sin observar el curso a seguir y menos aún prever el
procedimiento más adecuado para materializar su solicitud, estableciéndose la poca
fundamentación de la acción tratando de reflejar incumplimiento de deberes, cuando en realidad
nunca se sustanció procedimiento agrario alguno sobre el predio objeto de la presente acción,
solicitando se declare improbada la demanda con expresa imposición de costas.
En la audiencia, la abogada del demandado, Elvira Lucia Achu, expresó que si bien la RM
110/90, dispone la reversión del ex fundo “La Florida” a favor del Estado, la Ley 1715 dispone
como procedimiento técnico jurídico transitorio el proceso de saneamiento para regularizar el
derecho propietario de los predios que se encuentren en el área rural; en tal sentido, si el
accionante está requiriendo la cancelación en DD.RR. del Título Ejecutorial 041402 emitido por
el Consejo Nacional de Reforma Agraria, proceso en trámite que se encuentra sujeto a proceso de
saneamiento, la misma Ley establecía el plazo de diez años para concluir saneamiento desde
1996 hasta 2006, pero por Ley 3501 del 19 de octubre de 2006, se amplió el plazo para ejecutar
este procedimiento por seis años, es decir hasta el 2013. En éste caso no se hizo ni se sometió el
predio en cuestión a un proceso saneamiento, instancia en la que el INRA revisará los títulos
ejecutoriales, si el proceso se llevó a cabo en conformidad con la normativa.
La abogada copatrocinante, Carla Vargas Mendoza, indicó que no se pueden dictar las medidas
precautorias debido a que la competencia del INRA no fue aperturada, aspecto que también
puntualizo el otro abogado patrocinante quien además señaló que el accionante podía haber
solicitado saneamiento o reversión de tierras acreditando el interés legal correspondiente.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
19/2012 de 20 de marzo, cursante de fs. 300 a 301 vta., denegó la tutela, argumentando que en el
caso se evocó y recurrió a la acción popular, la cual claramente se refiere a la tutela de derechos
colectivos que tengan conexitud con derechos constitucionales, pero en el presente caso, la parte
accionante no demostró que exista vínculo de conexitud o que mínimanente conforme señalan los
arts. 135 y 136 de la CPE, exista amenaza inminente a un derecho o interés colectivo, al
contrario, únicamente demostró aspectos que refieren a un pronto despacho.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. Mediante RS 216767, pronunciada dentro de la solicitud de nulidad del trámite agrario de
dotación de tierras del ex fundo “La Florida” presentado por Jaime Soliz Ureña y otros, se revocó el
Auto de Vista de 20 de marzo de 1992, pronunciado por el Consejo Nacional de Reforma Agraria,
(por el cual se aprobaba la Sentencia de la demanda de intervención, estableciendo a su vez la
extensión de títulos Ejecutoriales), disponiendo la anulación integra del proceso agrario de dotación
de tierras, debiendo procederce a la cancelación de la partida de la inscripción en el registro de
DD.RR. (fs. 4 a 7).
II.3. Por oficio de 31 de julio de 2009, Jaime Copa Jorge, Director Departamental a.i. del INRA
Cochabamba, al haber presentado Hugo Cáceres Vásquez y otros solicitud de cancelación de
registro en DD.RR del predio “La Florida” (fs. 92 a 94 vta.), solicitó certificación al Alcalde
Municipal de Colcapirhua, relativa a que si dicho predio se encuentra dentro del área urbana o rural
de ese Municipio (fs. 205).
II.5. Por nota de 11 de julio de 2011, el Procurador General del Estado, ante la denuncia de venta
ilícita de tierras fiscales presentada por Hugo Cáceres Vásquez, solicitó informe al Director
Nacional del INRA sobre el fundo “La Florida” referido a la RM 110/90, debiendo especificar si
la misma se encuentra vigente y si se cuenta con antecedentes referentes a la inscripción de la
misma en DD.RR. (fs. 67).
II.7. El 15 de febrero de 2012, Viviana Caro Hinojosa, Ministra de Planificación del Desarrollo,
señaló que no existe Resolución Suprema alguna que homologue la OM 025/2003, que aprobaría
el radio urbano en el municipio de Colcapirhua (fs. 24).
El accionante, considera que la autoridad demandada vulneró el patrimonio del Estado; toda vez
que, mediante la RM 110/90, se revirtieron a favor del Estado las tierras del ex fundo “La
Florida”, extinguiéndose legalmente el derecho propietario del Seminario San Luis así como su
inscripción en DD.RR. correspondiendo por ello la cancelación de la inscripción del título
ejecutorial 041402 conforme se ha denunciado y solicitado al INRA. No obstante, la autoridad
demandada cometiendo omisión de deberes, puesto que realizó la correspondiente inscripción en
DD.RR. de Quillacollo. Consecuentemente, atañe analizar, si en el presente caso, se debe
conceder o no la tutela solicitada.
Por otra parte, la Norma Suprema del ordenamiento jurídico, establece que los derechos
reconocidos por ella, son inviolables, universales, interdependientes e indivisibles; teniendo el
Estado el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos. Con relación a tales derechos, el
Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el libre y eficaz
ejercicio de los mismos y para hacerlos efectivos, se ha instituido, además de la acción de amparo
constitucional (antes instituida como “recurso de amparo constitucional) así como otras acciones
de defensa, la acción popular, que procede contra todo acto u omisión de las autoridades o
personas individuales y colectivas que violen o amenacen con violar derechos colectivos,
relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente
y otros de similar naturaleza, de acuerdo a lo previsto por el art. 135 de la CPE.
Igualmente, es necesario señalar que la Constitución Política del Estado, además de establecer
que ella goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa, de acuerdo con lo
previsto por el art. 410.II de la CPE, determina que el bloque de constitucionalidad está integrado
por los Tratados y Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos (además de las
normas de Derecho Comunitario). En ese mismo contexto, de acuerdo al art. 13 de la CPE,
inserto en el Capítulo relativo a los Derechos Fundamentales y Garantías; los Tratados y
Convenios Internacionales ratificados por la Asamblea Legislativa Plurinacional, que reconoce
los derechos humanos que prohíban su limitación en Estados de excepción, prevalecen en el
orden interno y, además, que los derechos y deberes consagrados en la norma referida se
interpretarán de conformidad con los tratados internacionales de derechos humanos ratificados
por Bolivia.
De acuerdo con lo previsto en el art. 136.I de la CPE: "La Acción Popular podrá interponerse
durante el tiempo que subsista la vulneración o la amenaza a los derechos e intereses
colectivos…”. Además -continúa el texto de la citada norma- para interponer esta acción no será
necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir.
En ese contexto normativo constitucional, debe entenderse que si bien los derechos o intereses
colectivos benefician directamente a los individuos o colectividades no tiene por finalidad
proteger derechos subjetivos de interés particular, sean estos de personas, grupos de personas e
incluso colectividades, sino, en general, la tutela material de los derechos de la colectividad,
relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente
y otros de similar naturaleza reconocidos por la Constitución Política del Estado.
Los derechos colectivos son también llamados de tercera generación como diferenciadora de
aquellos de primera generación relativos a la persona (civiles y políticos) y de segunda
generación (sociales, económicos y culturales) que son de compleja naturaleza y algunos casos de
realización progresiva; diferenciación que tiene más bien una connotación teórica doctrinal
descriptiva.
De los derechos colectivos se dice que también son difusos, aunque en estos últimos se entenderá
que existe la vulneración de los derechos de todos sin poder identificar específicamente a
quienes, que no es lo mismo cuando hay la posibilidad de una identificación de colectivos ciertos
y determinados a los que, sin embargo, igualmente hay una afectación de los derechos del
conjunto de ese colectivo. Es pues, uno de ellos, el derecho de los pueblos, cuya protección
prevista se opera en tanto que, además de ser concretos, sean oponibles para quienes lo vulneren
o pretendan vulnerarlos, se abstengan de hacerlo o se creen las condiciones para su realización.
En el ámbito internacional -y mucho tiene que ver con lo se expone- la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, en su artículo primero establece que: “Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de conciencia, de razón, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros”, derechos interdependientes considerados
universales que por lo mismo son aplicables a todos los pueblos y naciones, sea cual fuere su
cultura.
Con relación a los derechos de los pueblos, instrumentos internacionales como el Pacto de
Derechos Civiles y Políticos; y, el Pacto Internacional de Derechos Económicos y Sociales,
afirman el derecho de los pueblos y si bien tal enunciado lo fue con referencia a las colonias, es
más bien en el sistema del derecho convencional de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) que se atendió temas como la discriminación y otros, a tal punto que, mediante el
Convenio 169 abordó aspectos que hoy igualmente están considerados en nuestra Constitución,
que además de declarar expresamente la libre determinación de las naciones y pueblos en el
marco de la unidad del Estado, enumera algunos derechos de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos.
Seguridad pública, con relación a la seguridad física de las personas en prevención, de carácter
general, no solo respecto a los delitos, contravenciones, sino de la amenaza de accidentes
naturales o calamidades humanas; salubridad pública y, el medio ambiente no solo respecto a su
equilibrio y calidad, sino de prevención de elementos químicos, biológicos u otros que afecten la
salud y al medio ambiente.
Al respecto cabe señalar que entre los fines y funciones del Estado está el preservar como
patrimonio histórico y humano la diversidad plurinacional así como, en cuanto a los derechos
de los pueblos y naciones indígena originario, garantizar el uso y práctica de la medicina
tradicional, debiendo protegerse dicho conocimiento como patrimonio de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos que comprende también las cosmovisiones, los mitos, la historia
oral, las danzas, las prácticas culturales, los conocimientos y las tecnologías tradicionales, como
parte de la expresión e identidad del Estado.
También está el patrimonio cultural del pueblo boliviano, entendiéndose por éste, la riqueza
natural, arqueológica, paleontológica, histórica, documental, y la procedente del culto religioso y
del folklore, así como la coca originaria y ancestral. Ciertamente, también los sitios y actividades
declarados patrimonio cultural de la humanidad, en su componente tangible e intangible.
El patrimonio natural que constituyen por una parte, los recursos mineralógicos metálicos y no
metálicos, así como las especies nativas de origen animal y vegetal.
En el contexto anotado, las áreas protegidas constituyen un bien común y forman parte del
patrimonio natural y cultural del país.
Como se tiene dicho por la Constitución Política del Estado en su art. 136.II, refiere que el
procedimiento que corresponderá aplicar en la acción popular será el previsto para la acción de
amparo constitucional; en ese mismo sentido, el art. 61 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP) establece el procedimiento a seguir en las acciones de amparo
constitucional y populares, entre otras.
En ese contexto, cuando se trate de los intereses del Estado deberá citarse a la Procuraduría
General del Estado, pues es en esta fase donde el representante del los intereses del Estado debe
Por otra parte, en cuanto a las disposiciones generales de la acciones de defensa se refiere, el art.
57.III de la LTCP, de manera expresa señala “Cuando se trate de la defensa de los intereses del
Estado, la intervención de la Procuraduría General del Estado en la audiencia es obligatoria,
debiendo pronunciarse en el plazo de cuarenta y ocho horas”, señalando al efecto el Tribunal
Constitucional Plurinacional, de oficio o a petición de parte audiencia para que se fundamente y
alegue sobre la pertinencia de la acción planteada.
Por todo ello, resulta conveniente agrupar los mismos en requisitos de forma y de contenido, de
la siguiente manera:
En tal sentido, los hechos jurídicamente relevantes que sirven de fundamento fáctico de la acción
deben ser, como lo expresa la ley, expuestos con total precisión y claridad, puesto que los
mismos delimitan la causa de pedir y vinculan al Tribunal de garantías; es decir que éste, deberá
resolver la problemática planteada partiendo de esa descripción de los hechos y su calificación
jurídica (derechos lesionados).
Identificar los derechos o garantías que se consideren vulnerados como ya se precisó en el punto
anterior, la causa de pedir contiene dos elementos el fáctico y el normativo, el primero referido a
los hechos que sirven de fundamento a la acción y el otro comprende los derechos o garantías
invocados como lesionados por esos hechos, que deben ser precisados por el accionante. Ahora
bien, es imprescindible que exista una relación de causalidad entre el hecho o los hechos que
sirven de fundamento y la supuesta lesión causada al derecho o garantía, razón por la cual el
cumplimiento de esta exigencia no se reduce meramente a enumerar artículos, sino a dar una
explicación desde el punto de vista causal, estableciendo cómo esos hechos vulneraron el derecho
en cuestión.
Fijar con precisión el acto u omisión que vulnera o amenaza derechos e intereses colectivos,
estableciendo con plena certeza el acto o la omisión que se impugna dentro de la acción con la
correspondiente relación de causalidad, que permita delimitar de esta manera el actuar del juez o
del tribunal de garantías.
Acreditar la personería del accionante, lo que se encuentra vinculado, de alguna manera con la
legitimación activa, por lo que el accionante debe demostrar que es la persona afectada con la
vulneración o amenaza de un derecho o intereses colectivos; sin embargo, como expone la
jurisprudencia constitucional: “…debe aclararse que cuando a través de esta acción se pretenda
la tutela de derechos o intereses colectivos, en mérito a que la titularidad de los mismos
corresponde a un grupo o colectividad, la acción deberá ser presentada por cualquier persona
perteneciente a dicha colectividad o, por otra a su nombre, sin necesidad de mandato” (SC
1018/2011-R de 22 de junio), aspecto este último que precisamente esta referido a la acreditación
de la personería; que debe interpretarse en una acepción más amplia.
En el caso analizado, el accionante, sostiene que la autoridad demandada con la omisión de sus
deberes, lesionó el patrimonio del Estado, ya que a pesar de que la RM 110/90 dispuso la
reversión al dominio del Estado del ex fundo “La Florida”, no obstante de que dicho título es
suficiente para la inscripción de la propiedad en el registro de DD.RR. a nombre del INRA en
representación del Estado, la autoridad demandada no realizó el trámite correspondiente
afectando con ello el patrimonio del Estado.
En el caso de autos, el accionante señala que desde hace mucho se fue pidiendo al INRA
Cochabamba cumpla con sus deberes, ante distintas solicitudes dirigidas a dicha Institución, tendientes
a obtener información sobre la cancelación del derecho propietario del ex fundo “La Florida”, así
también sobre la vigencia de la RM 110/90, como las que realizó su persona solicitando la cancelación
del Título Ejecutorial 041402 del ex fundo “La Florida”, solicitudes que no obtuvieron respuesta,
estableciendo con tal proceder la omisión de deberes de la autoridad demandada, lo que a su criterio
vulnera el derecho al patrimonio del Estado boliviano, motivando por ello a que el accionante
interponga la presente acción.
Por otra parte, en cuanto a la observación realizada por el Tribunal de garantías mediante decreto
de 12 de marzo de 2012, por el cual observaron la demanda de la presente acción, es preciso
recalcar que el art. 61 de la LTCP establece que se deberá disponer la notificación al tercero
interesado que pueda ser afectado en sus derechos e intereses, bajo responsabilidad penal, al
respecto cabe puntualizar que la jurisprudencia constitucional estableció como sub regla la
notificación de los terceros interesados dentro de las acciones de amparo constitucional, situación
aplicable a las acciones populares, buscando precautelar el derecho a la defensa de quienes
podrían resultar afectados con la resolución que pudiera emitirse al efecto. En consecuencia, el
juez o tribunal de garantías está compelido a realizar una tarea verificativa de la observancia de
admisibilidad de la acción tutelar, debiendo inferir de los hechos que motivan la acción, si existen
terceros con interés legítimo y si así fuera, disponer su notificación, situación que no acontece en
la presente acción, por cuanto debió notificarse al representante del Seminario San Luis, situación
que no sucedió. En tal sentido, en cuanto a los efectos de la admisión y resolución de la acción
popular al no haberse observado la notificación al tercero interesado, corresponde emplear lo
establecido por la SC 0814/2006-R de 21 de agosto, que señalo: “En etapa de revisión, si se
advierte que el recurso fue admitido, tramitado y se ha llevado a cabo la audiencia de
consideración, pese a no cumplir con este requisito, da lugar a la improcedencia del amparo, sin
ingresarse al análisis de fondo del asunto”. Jurisprudencia aplicable al caso de autos, por
cuanto, no es posible ingresar al análisis de fondo de la presente problemática, determinando la
denegatoria de la tutela solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 8 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 81 a
84, con la presencia del accionante asistido por su abogado, el Fiscal demandado, ausentes el
Juez demandado y el representante del Ministerio Publico; se produjeron los siguientes actuados:
Daniel Espinar Molina, Juez Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto del departamento de La
Paz, mediante informe escrito cursante a fs. 79 y vta., manifestó: a) El 4 de abril de 2012, a horas
17:05 se procedió a la recepción de antecedentes del control jurisdiccional del caso que nos
ocupa; b) Por decreto de 4 de mayo de 2012, se señaló audiencia de medidas cautelares del
imputado Placido Condori Copa para el 5 del mes y año referido a horas 9:30, no teniendo
conocimiento del recurso de recusación contra el Fiscal de Materia, el mismo que no remitió el
cuadernillo de las investigaciones, a pesar de haber solicitado de manera oportuna e instalado
dicha audiencia, se dispuso entrar en cuarto intermedio hasta el 6 del citado mes y año, a horas
10:00, por la falta de notificación al Fiscal de Materia por la distancia del asiento judicial de El
Alto con la localidad de Viacha; c) El 6 de mayo del año en curso, no se realizó la audiencia
programada, al no contar con el cuadernillo de investigaciones, disponiendo un cuarto intermedio
hasta el 7 del mes y año citados a horas 14:00, donde se hizo presente el Fiscal de Materia,
Humberto Parra Condori, manifestando que fue recusado por el accionante, pidiendo ser
excusado de la audiencia; d) Con la recusación formulada por el imputado, el Fiscal fue
notificado el 4 de mayo de 2012 a horas 16:30 y de esta situación no fue informado, motivo por
la cual no fue resuelta la situación jurídica del imputado; y, e) El 7 del mismo mes y año,
mediante audiencia se dispuso la libertad del imputado aplicando medidas sustitutivas a su
detención preventiva.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Dentro el proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el ahora accionante por el
supuesto delito de robo y allanamiento de domicilio -iniciado en Viacha- por recusación realizada
al Juez de la causa, éste por Resolución 34/2012 de 3 de mayo, remitió el proceso y detenido al
Juzgado de Instrucción en lo Penal de turno de El Alto (fs. 42).
II.3. El 6 de mayo de 2012, instalada la audiencia cautelar se suspendió por los mismos motivos
de la audiencia de 5 de mayo del mismo mes y año, señalándose nueva audiencia para el 7 de mes
y año referidos (acta a fs. 51 y vta.).
II.4. Por memorial de 7 de mayo de 2012 el Fiscal demandado, hace conocer al Juez Quinto de
Instrucción en lo Penal, la notificación de 4 de mayo de 2012, realizada por la Fiscal de
Departamental de La Paz con la recusación efectuada por el accionante (fs. 53 a 55).
La Constitución Política del Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo segundo (Acciones
de Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte
(Bases fundamentales del Estado - Derechos, deberes y Garantías) ha instituido la Acción de
libertad. En ese marco, el art. 125 de la CPE establece: “Toda persona que considere que su vida
está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o
por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho a
El art. 23.I y III de la CPE, prescribe que toda persona tiene derecho a la libertad personal que
sólo podrá ser restringido en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de
la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales; así también, dispone que
nadie será detenido, aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas
establecidas por la ley. Que siendo la libertad un derecho fundamental de carácter primario, su
protección se tutela a través de la presente garantía jurisdiccional, como medio idóneo de carácter
sumario, extraordinario e inmediato.
El art. 178.I de la CPE, establece como uno de los principios que rigen la administración de
justicia a la celeridad, como parte del debido proceso, lo cual se entiende como la prontitud
debida en los actos procesales a objeto de brindar la tutela jurisdiccional efectiva y acceso a la
justicia tal como lo prescribe el art. 115 de la CPE y no situar a las partes en incertidumbre
jurídica durante el desarrollo del proceso.
Cuando la celeridad esté vinculada con el derecho a la libertad, el órgano jurisdiccional tiene la
obligación de tramitar la solicitud sin dilaciones indebidas, aún cuando no hubiere un término
establecido por la ley; al respecto, la jurisprudencia constitucional estableció: “…toda autoridad
que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física,
tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos
razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho, lo
que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva,
pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado que
se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una
solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa
conforme a Ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la
solicitud” (SC 0224/2004-R de 16 de febrero).
Cuando se denuncia persecución ilegal o vulneración a la libertad personal, el art. 125 de la CPE,
señala que, toda persona que esté ilegalmente perseguida o ilegalmente privada de su libertad
personal, podrá interponer la acción de libertad y solicitar al juez o tribunal competente “cese la
persecución indebida o se restituya su derecho a la libertad”.
En el art. 68.6 la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) establece: “Aun habiendo
cesado las causas que originaron la Acción de Libertad, la audiencia deberá realizarse en el día y
hora señalados, a efectos de establecer las responsabilidades que correspondan”. En ese
entendido es claro respecto a aquellos casos que una vez presentada la acción de libertad, después
que tenga conocimiento la autoridad demandada, o persona accionada, con la admisión de la
misma, ésta deja en libertad al accionante o agraviado, ello no impide la continuación del trámite
y la otorgación de la tutela si es que corresponde, a los efectos de la reparación de los daños
ocasionados por la privación de libertad.
En el presente caso que se examina, en cuanto a la inasistencia del Fiscal demandado a las
referidas audiencias programadas para la consideración de medidas cautelares, se debe precisar
que cuando se verifica la notificación legal al representante del Ministerio Público sin que asista
no deriva en su suspensión, debiendo el juzgador asumir lo que corresponda en función a la
valoración de elementos objetivos en apego a los principios procesales en su verdadero contexto
entre otros celeridad y unidad del Ministerio Público por un lado e igualdad de oportunidades por
otro, al margen de la exigencia de formalidad de los actos procesales, como requisito de su
validez y eficacia jurídica, dado que los jueces en el desarrollo de la función jurisdiccional están
llamados a actuar siempre con probidad e imparcialidad frente a la parte acusadora como
imputada, sin que sus actos o decisiones estén comprometidos al interés de una de ellas, de ser así
no sólo los principios de imparcialidad y probidad serían desconocidos sino que se lesionaría
gravemente el valor justicia, cuya consecución es objetivo de las dos partes dentro del proceso
penal, de donde resulta que no es evidente lo indicado por el Juez ahora demandado respecto a
que la ausencia del fiscal a la audiencia, debió provocar la suspensión de la misma.
Con la recusación planteada por el accionante el 10 de abril de 2012, contra del Fiscal
demandado, éste fue notificado por la Fiscal jerárquica el 4 de mayo del mismo año, fecha desde
la cual conforme al art. 73 de la LOMP se apartó del conocimiento e investigación del caso; en
consecuencia, no se comprobó la vulneración del derecho a la libertad del accionante por parte de
la mencionada autoridad.
De los antecedentes que se colige del proceso, se evidencia que el personal de apoyo
jurisdiccional del Juzgado de Instrucción en lo penal de Viacha sólo remitió al hoy accionante
Placido Condori Copa y no así el cuaderno de investigaciones al Juzgado de Instrucción en lo
Penal turno de El Alto, por cuanto dicho legajo se encontraba en el Juzgado de Viacha, conforme
consta en el informe de la Actuaría del acta de fs. 32 a 39 y no en poder del Fiscal asignado al
caso, dicho acto ha constituido un elemento determinante para la decisión asumida por el Juez
Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto para la suspensión de las audiencias de
consideración de medidas cautelares de 5 y 6 de mayo de 2012, teniendo el accionante la vía
llamada por ley para seguir las acciones que corresponda.
Por lo precedentemente señalado, la Jueza de garantías habiendo concedido la tutela con relación
al Juez demandado y denegado con relación al Fiscal, al haber concedido en parte, ha efectuado
una adecuada compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
2° CONCEDER la tutela con relación a Daniel Espinar Molina, Juez Quinto de Instrucción en lo
Penal de El Alto del mismo departamento, sin reparación de daños y perjuicios, y DENEGAR
con relación a Humberto Parra Condori, Fiscal de Materia, sin costas.
En revisión la Resolución 6 de 28 de marzo de 2012, cursante de fs. 129 vta. a 135, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Silvio Flores Adrian contra Marcelo Paz
Soria y Chul Ug Chung, representantes de la Empresa Industrias Belén S.R.L.
El 9 de septiembre de 2005, fue contratado para trabajar en la Empresa Industrias Belén S.R.L.,
en calidad de obrero como ayudante “A”, Empresa que se dedica al rubro de fabricación de una
variedad de artefactos tanto doméstico como industrial; sin embargo, el 25 de mayo de 2011, fue
notificado con un memorándum de despido el cual señala: “despido justificado por atentar a la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 38
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
libertad de trabajo”, emitido por Marcelo Paz Soria, Jefe de Recursos Humanos (RR.HH.) de la
mencionada Empresa, en la cual resuelve, la conclusión de su relación laboral.
El accionante refiere, que a partir de esa reivindicación social llevada a cabo por la Directiva del
Sindicato, empezó la represalia contra todos los trabajadores, asimismo, manifiesta que fueron
despedidos al verse amenazados por las reivindicaciones que le arrancaron a la Empresa, gracias
al sacrificio de todos y cada uno de sus compañeros.
El accionante alega vulneración de sus derechos, al trabajo y a una fuente laboral estable, al fuero
sindical, a la estabilidad laboral, a la inamovilidad laboral, a la vida e integridad física y
psicológica, a la salud y alimentación, contenidos en los arts. 15.I, 16.I, 18, 46, 48.I y VI, 51.VI
de la Constitución Política del Estado (CPE), en concordancia con el art. 11 del Decreto Supremo
(DS) 28699 de 1 de mayo 2006, art. 2 del DS 0012 de 19 de febrero de 2009.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 28 de marzo de 2012, a horas 15:20, según consta en el acta
cursante de fs. 111 a 129 vta. de obrados, estando presente el accionante asistido de sus
abogados, así como el demandado, asistido de su abogado, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Santa Cruz,
constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 6 de 28 de marzo de 2012, cursante
de fs. 129 vta. a 135, por la cual se concede la tutela solicitada, con el siguiente fundamento: 1)
Que el accionante acudió en reclamo ante las autoridades de la Dirección General de Trabajo,
cuyas autoridades dispusieron la reincorporación laboral del hoy accionante, ya que el despido
sería ilegal e injustificado, conminándole a Industrias Belén S.R.L. a la reincorporación
inmediata, conforme la Resolución Administrativa (R.A.) de 12 de agosto de 2011; 2) Violando
sus derechos constitucionales al fuero sindical protegido por el art. 51.VI de la CPE., así como la
normativa del art. 48.VI que prevén la inamovilidad y la estabilidad de la mujer embarazada y de
los hijos menores de un año de edad; y, 3) Así el Tribunal Constitucional ha delineado una línea
jurisprudencial que ha ido cambiando en el tiempo, que inicialmente sólo protegía a la madre que
tenía un hijo menor de un año de edad no pedía ser despedido de su fuente laboral, pero el
trabajador progenitor, si podía ser despedido; sin embargo, la actual Constitución Política del
Estado reconoce el derecho a la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo y de
los progenitores hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
El accionante menciona que fue despedido de forma injustificada, y que no se consideró que goza
de fuero sindical y de inamovilidad laboral por ser padre de un hijo menor de un año; asimismo,
señala que acudió el Jefe Departamental de Trabajo, quien dictó Resolución de reincorporación a
favor del accionante, ya que la Empresa no dio cumplimiento. En consecuencia, corresponde
dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela
impetrada.
Por disposición del art. 128 de la CPE, esta acción se activa únicamente ante la vulneración de
derechos contenidos en la Ley Fundamental y las leyes, perpetrados por actos ilegales u
omisiones indebidas de servidores públicos y/o particulares.
En ese sentido, podemos indicar que el amparo constitucional se constituye como una acción de
defensa de todos los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidos por la
Constitución Política del Estado, la normativa internacional sobre derechos humanos ratificados
por el Estado Boliviano, tal cual lo establece el art. 410.II CPE; por consiguiente su naturaleza es
la de precautelar, proteger y restablecer los derechos y garantías vulnerados por actos u
omisiones indebidas de servidores públicos y particulares; evitando asimismo posibles
consumaciones de actos lesivos de dichos derechos y garantías.
El derecho al trabajo, conforme lo estableció el art. 13.I de la CPE, al indicar: “Los derechos
reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y
progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”, debe
considerarse como un aspecto fundamental dentro el desarrollo de los derechos sociales, toda vez
que el derecho al trabajo asegura para el trabajador y su familia una existencia digna, es decir,
proporciona un sustento diario, que se encuentra al mismo tiempo vinculado con las necesidades
básicas de alimentación, salud y la propia existencia del ser humano, por consiguiente, vinculado
con el derecho a la vida.
Por consiguiente, se puede establecer que un trabajador, puede acudir conforme le faculta dicha
normativa, ante el Ministerio de Trabajo para solicitar su reincorporación, ello concordante con el
art. 50 de la CPE, que claramente expresa: “El Estado, mediante tribunales y organismos
administrativos especializados, resolverá todos los conflictos emergentes de las relaciones
laborales entre empleadores y trabajadores.”
Que, recientemente esta protección de inamovilidad funcionaria -que abarcaba sólo a la mujer
gestante- ha sido extendida hacia el padre del menor hasta que su hija o hijo cumpla un año,
medida progresiva que como no podía ser de otra manera amplía el campo de protección al futuro
capital humano del Estado Plurinacional, que fue positivizado con la promulgación del Decreto
Supremo (DS) 0012 de 19 de febrero, en su art. 2 que señala: “(INAMOVILIDAD LABORAL).
La madre y/o padre progenitores, sea cual fuere su estado civil, gozarán de inamovilidad laboral
desde la gestación hasta que su hijo o hija cumpla un (1) año de edad, no pudiendo ser
despedidos, afectarse su nivel salarial ni su ubicación en su puesto de trabajo” (las negrillas son
nuestras).
Sin embargo, a efecto de consolidar la protección de la estabilidad laboral que rige en el Estado
Plurinacional de Bolivia, a partir de la vigencia de la Ley Fundamental, se hace necesaria la
modulación sobre el tema:
En consecuencia, aplicando las normas legales relativas a la estabilidad laboral descritas, se debe
considerar los siguientes supuestos:
1) En caso de que una trabajadora o un trabajador, ante un eventual retiro intempestivo sin causa
legal justificada opte por su reincorporación, deberá denunciar este hecho ante las Jefaturas
Departamentales de Trabajo; entidades que deberán asumir el trámite previsto por el DS 0495,
emitiendo si corresponde la conminatoria de reincorporación en los términos previstos en esta
norma, y en caso de que el empleador incumpla la conminatoria, el trabajador o trabajadora podrá
interponer la acción de amparo constitucional, misma que resulta más idónea en estos casos por
las razones antes expuestas.
Ahora bien el fuero sindical es una figura que busca proteger dentro de la empresa a los
trabajadores que lideran los sindicatos, se reconoce a los representantes sindicales el fuero y las
demás garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión; asimismo, se denomina fuero
sindical la garantía de que gozan algunos trabajadores de no ser despedidos, ni desmejorados en
sus condiciones de trabajo, ni trasladados a otros establecimientos de la misma empresa o a un
municipio distinto, sin justa causa previamente calificada por el juez del trabajo.
El fuero sindical tiene como finalidad impedir que la empresa “pase cuenta de cobro” a los
trabajadores que organizan y lideran sindicatos, puesto que pocos empresarios desean tener en
sus empresas a trabadores que luchen por mejorar sus condiciones que pueden afectar la
rentabilidad del empresario.
Es por ello que el fuero sindical impide que los trabajadores sean trasladados dentro de la
empresa, o que sean degradados en sus cargos para así afectar sus condiciones laborales, e impide
que sean despedidos sin la autorización de un juez.
Sin duda que sin el fuero sindical, los sindicatos no podrían existir, ya que la “persecución y
acoso” contra sus líderes seria implacable haciendo inútil la finalidad misma de los sindicatos,
puesto que no podrían actuar con plenas garantías laborales.
Al respecto la Constitución Política del Estado Plurinacional en su art. 51.VI textualmente señala:
“Las dirigentas y los dirigentes sindicales gozan de fuero sindical, no se les despedirá hasta un
año después de la finalización de su gestión y no se les disminuirá sus derechos sociales, ni se les
someterá a persecución ni privación de libertad por actos realizados en el cumplimiento de su
labor sindical”.
En el presente caso el accionante como dirigente sindical y Secretario General del sindicato de
trabajadores fabriles Industrias Belén S.R.L., alega la vulneración de su derecho al trabajo y sin
tomar en cuenta que el accionante goza de fuero sindical y su condición de progenitor fue
despedido.
Ante este hecho el accionante denuncia su despido ante la Jefatura Departamental de Trabajo de
Santa Cruz, entidad que aplicando el DS 0495, conmina a Industrias Belén S.R.L., demandado a
la reincorporación del accionante a su fuente de trabajo de forma inmediata; conminatoria que no
es cumplida por la Empresa demandada, hecho que precisamente motiva la presente acción
tutelar. La estabilidad laboral constituye un derecho reconocido por la Norma Suprema y de
aplicación directa e inmediata conforme previene el art. 109.I de la CPE, lo que implica que en el
marco del derecho al trabajo que tiene toda persona, el Estado debe adoptar una serie de políticas
estatales así como medidas de orden legislativo, administrativo y jurisdiccional, tendientes a
garantizar un trabajo estable protegiendo a los trabajadores de un despido arbitrario del
empleador sin que medie circunstancias atribuidas a su conducta o desempeño laboral, así lo
establece el art. 49.III de la Ley Fundamental, cuando expresamente previene que el Estado
protegerá la estabilidad laboral prohibiendo el despido injustificado y toda forma de acoso
laboral. Precisamente dando concreción a la norma Constitucional.
Ahora bien los arts. 48.II y 49.III de la CPE, señalan: “las normas laborales se interpretarán y
aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y de los trabajadores como
principal fuerza productiva de la sociedad, de primacía de la relación laboral; de continuidad y
estabilidad laboral; de no discriminación…” y “El Estado protegerá la estabilidad laboral”.
POR TANTO
En revisión la Resolución 09/2012 de 9 de mayo, cursante de fs. 7 vta. a 9 vta., pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Abraham Quiroga Bonilla contra Nicolás Ramos, funcionario
policial del Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 8 de mayo de 2012, a horas 17:00, cursante de fs. 2 a 3 vta., el
accionante expone los siguientes fundamentos:
El 8 de mayo de 2012 a horas 9:00, en forma sorpresiva fue detenido por el funcionario policial
Nicolás Ramos con mandamiento de apremio por asistencia familiar devengada, pero el Tribunal
Departamental de Justicia se encontraba en vacación judicial, por esa razón el mencionado
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 46
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
El accionante alega la vulneración de su derecho a la libertad y locomoción, sin citar norma constitucional
alguna.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 9 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 7 y
vta., con la inconcurrencia de la parte accionante, demandada y del representante del Ministerio
Publico pese a su legal citación de este último; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, Juan José Paniagua Cuéllar, Juez Cuarto de Sentencia Penal del
departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 09/2012
de 9 de mayo, cursante de fs. 7 vta. a 9 vta., denegando la acción de libertad sin costas, ni
responsabilidad civil por ser excusable, argumentando que el accionante no fundamento en
audiencia su derecho vulnerado, así como tampoco acompaño prueba suficiente y necesaria que
acredite la veracidad de las acusaciones realizadas.
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II. El 8 de mayo de 2012, mediante un mandamiento de apremio por asistencia familiar fue
detenido Abraham Quiroga Bonilla, siendo que el Tribunal Departamental de Justicia se
encontraba en vacaciones colectivas, no “habiendo” donde pueda cancelar esa obligación
alimentaria. Posteriormente fue conducido a la cárcel pública de Santa Cruz, donde el
Gobernador de dicho recinto previa llamada de atención al policía Nicolás Ramos fue dejado en
libertad (según el memorial de demanda de fs. 2 a 3 vta.)
La Constitución Política del Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo segundo (Acciones
de Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte
(Bases fundamentales del Estado - Derechos, deberes y Garantías) ha instituido la Acción de
libertad. En ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho a
la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, 4)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución y la Ley.
La acción de libertad no requiere la observancia de requisitos formales y en caso que exista algún
defecto u omisión de requisitos de contenido o especificación de derechos, estas omisiones deben
ser superadas por el juez o tribunal que conozca el acción y que actúa en el caso concreto como
juez o tribunal de garantías constitucionales.
Por otra parte, respecto al manejo de la prueba en un proceso constitucional, que es la acción de
libertad, la SCP 0087/2012 de 19 de abril, estableció: “…que en base al principio de
informalismo y el principio de verdad material que rige también en la justicia constitucional,
traducido en la prevalencia del derecho sustancial sobre el derecho procesal, debe diferenciarse
“…entre la labor revisora del Tribunal Constitucional y la labor de los jueces y tribunales de
garantías, cuya decisión debe regirse por el principio de inmediación -contacto directo entre el
juez, las pruebas y las partes-…(que exige)… al juez o tribunal de garantías…” (Arias López,
Boris Wilson. El informalismo en la acción de libertad); es decir, que por el principio de
inmediación y la posibilidad de los jueces y tribunales de garantía de acudir a los centros de
detención, el deber de diligencia que deben tener en la recolección de elementos probatorios
resulta mucho más intenso que la del Tribunal Constitucional Plurinacional, que por el
transcurso del tiempo únicamente puede requerir prueba indispensable para la resolución de un
caso en el marco de la facultad conferida por el art. 41 de la LTCP, pese a ello, corresponde
aclarar que el deber de diligencia de los jueces y tribunales de acciones de libertad debe
desarrollarse en el marco de su naturaleza, es decir, que al no constituirse la esta acción en un
proceso de conocimiento carece de etapa probatoria y debe regirse necesariamente por la
celeridad.
Asimismo, la diligencia del juez o tribunal de garantías tampoco excluye la posibilidad de que la
parte accionante aporte elementos de convicción que le permitan obtener una resolución
favorable a sus pretensiones máxime, cuando en ciertas circunstancias es la única que conoce y
puede presentar dicha prueba.
(…)
De lo anteriormente explicado se establece que todo juez o tribunal de garantías, cuenta con la
obligación de remitir al Tribunal Constitucional Plurinacional:
b. La prueba que de oficio pudo producir máxime cuando la misma haya servido para resolver
inicialmente la problemática.
En el presente caso, el acto denunciado por el accionante como violatorio al derecho de libertad
de locomoción en que incurrió el funcionario policial Nicolás Ramos al ejecutar un mandamiento
de apremio, se lo ejecute en vacaciones no es formal para tal efecto.
Al respecto, cabe indicar que de la verificación de los antecedentes que cursan en obrados, se
tiene que al no existir ningún actuado o documento que acredite fehacientemente los extremos
denunciados, puesto que además de no estar aparejada la prueba que acredite la supuesta lesión,
tampoco se presentó el accionante a la audiencia de la presente acción para brindar mayores
elementos probatorios y el Juez de garantías obró válidamente al llevar a cabo dicha audiencia,
pese a la inasistencia de las partes, porque no puede suspenderse bajo ningún motivo, conforme
al art. 68.6 de la LTCP.
Las circunstancias señaladas, le impiden a este Tribunal contar con mayores elementos de
análisis para la emisión del presente fallo constitucional, razón por la cual determinan se tenga
que denegar la tutela solicitada por carencia de certeza ante la absoluta falta de elementos
probatorios.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00408-2012-01-AL
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 01/12 de 16 de marzo de 2012, cursante de fs. 16 a 18, dentro de la
acción de libertad interpuesta por Felipa López Zeballos y Gabriela Elvira López Zeballos
contra José Luis Fuertes Gutiérrez, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal del departamento
de Potosí.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública de acción de libertad el 16 de marzo de 2012, conforme consta del acta
de fs. 13 a 15 vta. de obrados, se advierte la inconcurrencia de la Presidenta de la Sala Penal Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, por aparentes motivos de salud, a fs. 8, cursa una
fotocopia simple de un certificado de incapacidad temporal de Nelma Teresa Tito Araujo, a lo que el
Vocal componente de esta Sala, considerando que no existe impedimento legal para la realización del
acto, arguyendo el carácter sumarísimo de la acción de libertad, y en aplicación a los principios de
celeridad, inmediatez y continuidad, resuelve su prosecución con su sola concurrencia.
El abogado de las accionantes, reiteró los extremos de la acción intentada, y amplió los términos de la
misma arguyendo que, conforme el art. 240.1 del CPP, la autoridad demandada determinó la detención
domiciliaria para ambas, y entre tanto cumplan el trámite del custodio y el certificado domiciliario,
dispuso su detención en “calidad de depósito” en celdas policiales, vulnerándose de esta forma los
derechos constitucionales de Felipa López Zeballos, ya que la misma habría firmado un acuerdo
voluntario para someterse al procedimiento abreviado y lo presentó en la mencionada audiencia.
Hizo mención al “art. 15 de los derechos fundamentales” -art. 15 de la CPE-, señalando que “al
tomar esta medida ya estaríamos incluso sancionando” (sic) -refiriéndose a la detención
domiciliaria-; por último se refirió al art. 232.2 del CPP, aludiendo la “improcedencia de la
detención”, por lo tanto se estaría vulnerando “los derechos constitucionales”, citando las SSCC
1141/2003-R, 0197/2001-R y 0236/2001-R.
El Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, ordenó que el
abogado de las accionantes, aclare si actualmente la imputada Felipa López Zeballos tiene un
domicilio constituido, a lo que éste contestó que no, pero que vive en un inmueble ubicado en la
calle 10 de noviembre de esa ciudad, en alquiler, conjuntamente con su madre y sus dos hijos.
el diferimiento de la ejecución de la sentencia dictada dentro del aludido proceso; petición que fue
aceptada, hasta que desaparezcan los motivos que establecieron ese diferimiento -estado de gravidez
de Gabriela López Zeballos, y la hija menor lactante de siete meses de vida de Felipa López
Zeballos-; 2) En virtud de la sentencia mencionada y para asegurar su ejecución, la autoridad
demandada dispuso la detención domiciliaria de ambas ciudadanas con resguardo policial a su
cargo y su remisión circunstancial a dependencias de la FELCC, hasta que realicen un pequeño
trámite administrativo y puedan obtener un custodio; y, 3) El fundamento de esta decisión, fue que
el juez o tribunal está obligado a aplicar las medidas cautelares necesarias para el cumplimiento de
la condena y evitar una posible evasión, al tratarse de tipos penales considerados de lesa humanidad,
y más aún cuando la condena establecida es de ocho años para “Felipa Zeballos”, y de cinco años y
seis meses para “la hermana”, respectivamente.
Alegó que, la medida de conducirlas a dependencias de la FELCC, se impuso porque las imputadas
no podían permanecer en su despacho hasta que cumplan lo dispuesto “del trámite del custodio”;
siendo este un tramite administrativo que dura una o dos horas, a través de una nota que emite la
autoridad jurisdiccional, y que debe ser cumplida por el Comandante Departamental de la Policía
Boliviana, procedimiento que no fue realizado, por la negligencia de las accionantes el permanecer
hasta la fecha en dependencias de la referida institución.
Señaló que, una vez emitida la Resolución en procedimiento abreviado por los delitos establecidos
en la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas (LRCSC), el Juez demandado ordenó
que “en calidad de depósito” las accionantes puedan ir a dependencias de la policía, con la finalidad
de tramitar administrativamente los custodios policiales, en atención a la solicitud de aquéllas del
diferimiento de la ejecución de la sentencia, ya que una de ellas tiene una menor de seis meses de
edad, en ese marco se ordenó que se remita ante la FELCC mientras tramite los custodios
correspondientes.
Indicó también que, dicha autoridad jurisdiccional refiere que la decisión de entregar en calidad de
“depósito” a Felipa López Zeballos en la FELCC, era con la finalidad de asegurar las medidas
dispuestas; del informe del abogado de la accionante y de la revisión del expediente se tiene que,
ésta tiene domicilio pero no está acreditado, concluyendo que ha existido error involuntario de parte
del juzgador al disponer una detención domiciliaria, sin que exista domicilio acreditado, debiendo el
Juez de la causa haber otorgado un término prudente para la tramitación del certificado
correspondiente.
I.2.4. Resolución
Mediante Resolución 01/12 de 16 de marzo de 2012, cursante de fs. 16 a 18, la Sala Penal Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, constituida en Tribunal de garantías concedió la
tutela a favor de Felipa López Zeballos y denegó la misma con relación a Gabriela Elvira López
Zeballos, manifestando que: i) El Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, consideró a efectos de
imponer medidas cautelares a las procesadas, la solicitud del Fiscal y la sentencia condenatoria; por
lo que, las medidas cautelares no fueron impuestas de oficio; ii) Una vez dispuesta la medida
sustitutiva a la detención preventiva, el Juez de la causa debió otorgar un plazo prudencial a favor
de las imputadas, para que cumplan con los requisitos exigidos; iii) Nuestra legislación procesal en
materia penal, no contempla la figura de “detención en calidad de depósito” de una persona en
celdas policiales, mencionando las “SSCC 466/01; 506/2002-R y 0945/2004-R”; iv) El Juez de la
causa, se extralimitó en sus atribuciones, al ordenar la detención preventiva de Felipa López
Zeballos en “calidad de depósito” en las celdas de la FELCC sin mayores explicaciones; y, v) En
cuanto a Gabriela Elvira López Zeballos, las formas de ilegalidad establecidas con relación a la
imputada Felipa López Zeballos no concurren.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes, y la prueba que cursa en el expediente, se ha llegado a
las siguientes conclusiones:
II.1. Según el acta y por la Resolución de 22 de septiembre de 2011, pronunciada por el Juez Tercero
de Instrucción en lo Penal, la accionante Gabriela Elvira López Zeballos se encontraba con detención
preventiva dentro del proceso penal seguido en su contra (fs. 52 a 57), mientras que según el informe
de la autoridad demandada, Felipa López Zeballos se hallaba con medidas sustitutivas (fs. 17 vta.).
II.2. A través de la Resolución 14/2012, de fs. 94 a 96 de obrados, dictada por el Juez demandado
en procedimiento abreviado, se establece la existencia de la condena de reclusión de: a) Ocho años
para Felipa López Zeballos; y, b) Cinco años y cuatro meses para Gabriela Elvira López Zeballos, a
cumplirse en el penal de “Santo Domingo” de Cantumarca de Potosí, por la comisión del ilícito de
suministro de sustancias controladas previsto y sancionado por el art. 51 de la LRCSC.
II.3. En la intervención del abogado defensor cursante a fs. 95, solicitó la ejecución diferida de la
referida Resolución, en virtud de lo establecido por el art. 431 del CPP, al presentar Gabriela Elvira
López Zeballos un estado de gravidez, y Felipa López Zeballos tener una hija lactante de siete
meses de vida.
II.4. Por el pronunciamiento del Juez de la causa, de fs. 95 vta. a 96, esta autoridad accedió a su
solicitud, y en mérito a lo determinado por el art. 240 del CPP, dispuso la medida cautelar de
detención domiciliaria de las ahora accionantes para garantizar el cumplimiento de la condena
impuesta; a este efecto, y hasta que cumplan con el trámite del custodio y del certificado
domiciliario, ordenando que ambas sean trasladadas en “calidad de depósito” a dependencias de la
FELCC de Potosí.
La libertad de las personas es un valor imprescindible del sistema democrático, pero a la vez un
derecho subjetivo consagrado en la norma constitucional cuya restricción debe responder a medidas
excepcionales y taxativamente dispuestas en el mismo ordenamiento jurídico vigente. Así, la
Constitución Política del Estado establece:
Artículo 23.
I. Toda persona tiene derecho a la libertad (…) solo podrá ser restringida en los límites señalados
por la ley (…)
II. (…)
III. Nadie podrá ser detenido, aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las
formas establecidas por la ley…”.
Bajo estos conceptos, la libertad no cuenta con un carácter absoluto, pudiendo ser objeto de
legítimas restricciones por parte del Estado, en cuanto a las mismas: i) Se encuentren expresamente
establecidas en la ley formal (principio de reserva de ley); ii) Persigan objetivos legítimos -orden
público, seguridad nacional, salud pública, moral pública, y derechos y libertades de los demás,
según los arts. 4, 7, 12, 13, 16 y 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH)-; iii) Sean necesarias para la consecución de tales objetivos; iv) Resulten proporcionales al
fin buscado, o sea que las restricciones no deben ir más allá de lo estrictamente necesario para la
protección de los derechos de otros o del interés público; y, v) El procedimiento y la efectivización
de la restricción se efectúe conforme lo dispone el ordenamiento jurídico y en resguardo a los
derechos constitucionales.
Dentro de esa lógica, el art. 7 del CPP, refiriéndose a medidas cautelares de carácter personal
establece lo siguiente: “La aplicación de medidas cautelares establecidas en este Código será
excepcional. Cuando exista duda en la aplicación de una medida cautelar o de otras
disposiciones que restrinjan derechos o facultades del imputado, deberá estarse a lo que sea
más favorable a éste”, concordante con lo anotado, el art. 221 de la misma norma determina en
cuanto a su finalidad y alcance: “La libertad personal y los demás derechos y garantías reconocidos
a toda persona por la Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados internacionales
vigentes y este Código, sólo podrán ser restringidos cuando sea indispensable para asegurar la
averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la ley”; es decir, todo lo
manifestado debe ser observado -constatable- en la fundamentación de las resoluciones judiciales,
ya que si el derecho a la libertad va a sufrir un menoscabo en su desarrollo, la decisión que dispone
su restricción debe tener una suficiente carga argumentativa que explique la justificación de tal
restricción (las negrillas son nuestras).
Por otra parte y a efectos de resolver la presente acción tutelar corresponde hacer énfasis en la
necesidad de que las restricciones a la libertad se rijan necesariamente por el principio de reserva
legal, así el art. 109.II de la CPE establece que: “Los derechos y sus garantías sólo podrán ser
regulados por la ley” debiéndose entender el término “ley” como la ley en sentido formal; es decir,
emanada de un órgano deliberativo cuya decisión es fruto de un debate público (OC 8/1986 de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos).
En este contexto, al implicar las medidas cautelares de carácter personal, restricciones a la libertad
individual también se rigen por el principio de reserva legal de forma que resultan inadmisibles
aquellas restricciones, no reconocidas taxativamente por la ley, como es el caso del “depósito fiscal”
o de la “detención en calidad de depósito” (SSCC 0466/2001-R, 0506/2002-R y 0276/2003-R, entre
otras).
III.2. De la restricción de la libertad de mujeres en estado de gestación y/o con hijos menores
de un año
En congruencia con el punto anterior, debe hacerse referencia a la protección otorgada por el Estado
a la mujer embarazada y/o con hijos o hijas menores a un año de edad y por ende al ser en estado de
indefensión, establecida primero por el art. 45.V de la CPE, que señala: “Las mujeres tienen
derecho a la maternidad segura, con una visión y práctica intercultural; gozarán de especial
asistencia y protección del Estado durante el embarazo, parto y en los periodos prenatal y
posnatal”, precepto directamente relacionado con la protección al derecho a las familias consagrado
por el art. 62 de la CPE, que precisa: “El Estado reconoce y protege a las familias como el núcleo
fundamental de la sociedad, y garantizará las condiciones sociales y económicas necesarias para
su desarrollo integral…”, extrayéndose de dicha normativa una tutela diferenciada y reforzada para
este grupo considerado vulnerable (las negrillas son nuestras).
Las mujeres en estado de gestación y/o con hijos menores de un año se encuentran entre los grupos
vulnerables o de atención prioritaria que en general son aquellos sectores poblacionales que por
circunstancias de pobreza, origen étnico, estado de salud, edad, género o discapacidad, se
encuentran en un estado de indefensión, respecto de otros grupos societales, en ese sentido, existe
una sospecha de menoscabo en sus derechos fundamentales, habilitando de forma directa su
protección en la justicia constitucional, puesto que si entre iguales es exigible la tutela de derechos
fundamentales, con mayor razón será aquella proveniente de estos sectores vulnerables, dentro de
ellos los niños y niñas, los discapacitados, los indígenas, las personas de la tercera edad, los
migrantes y otros.
La permanencia de mujeres embarazadas y/o con hijos menores de un año en estado de privación de
libertad debe ser excepcional, así el art. 232 del CPP en su último párrafo determina que: “Tratándose
de mujeres embarazadas y de madres durante la lactancia de hijos menores de un año, la detención
preventiva sólo procederá cuando no exista ninguna posibilidad de aplicar otra medida alternativa”,
ello debido a la falta de infraestructura y otras condiciones que responden a las características de
nuestro sistema penitenciario, que en definitiva no garantizan el acceso a una atención especializada
respecto de la alimentación y los servicios médicos necesarios; a ello se suma que, el alumbramiento
en situación de encierro afecta a la madre y por consiguiente tiene incidencia en la salud física y
emocional del niño. En cuanto a las mujeres con hijas o hijos pequeños, el tiempo en reclusión produce
la ruptura del grupo familiar y el aislamiento de las detenidas de sus afectos más primarios; asimismo,
los traumas psicológicos producidos en los menores, situación que aumenta sensible y ostensiblemente
los efectos del encarcelamiento.
Por otra parte, debe aclararse que en atención a la referida situación de vulnerabilidad, el legislador
ordinario diferenció expresamente la ejecución diferida de una sentencia prevista por el art. 431 del
CPP, que se otorga “Antes de la ejecución de una pena privativa de libertad… en los siguientes
casos: 1) Cuando deba cumplirla una mujer embarazada o que tenga un hijo menor de un año al
momento de la ejecutoria de la sentencia…”, y la situación de la mujer que llega a embarazarse
durante la ejecución de la pena privativa de libertad, caso en el cual se aplica el art. 197 de la Ley de
Ejecución Penal y Supervisión (LEPS) establece: “Las internas que se encuentren embarazadas de seis
meses o más, podrán cumplir la condena impuesta en Detención Domiciliaria, hasta noventa días
después del alumbramiento”. Entendiéndose de lo anterior que, en el diferimiento de una sentencia
privativa de libertad la autoridad jurisdiccional puede imponer medidas cautelares, hasta que su hijo o
hija cumpla un año de edad, mientras que cuando el embarazo se presenta en ejecución de sentencia la
mujer embarazada de seis meses o más puede acceder únicamente a detención domiciliaria hasta
noventa días después del nacimiento (las negrillas son nuestras).
Concerniente a la medida de detención domiciliaria con vigilancia policial que a criterio de ambas
accionantes no consideró que eran de escasos recursos económicos, se tiene que el abogado de las
mismas, en audiencia pidió la modificación de la medida cautelar por otras que les resulten menos
gravosas, respecto a lo cual la autoridad demandada de acuerdo el acta de la audiencia (fs. 96) sostuvo:
“No a lugar la solicitud de la defensa conforme ya se ha dispuesto la detención domiciliaria y debiéndose
conducir hasta dependencias de la FELCC en calidad de depósito hasta que se cumplan las medidas
dictadas, trámite del custodio y el trámite del certificado domiciliario; sin embargo, el plazo de apelación
es de 15 días y podrán apelar por lo tanto se dispone el traslado a la FELCC de las dos condenadas”;
omitiéndose la correspondiente fundamentación que justifique esta decisión, vulnerándose en
consecuencia, el debido proceso en sus elementos de la motivación de las resoluciones que incide
directamente en la libertad de las accionantes.
En efecto cuando el art. 431 del CPP prevé la ejecución diferida de una sentencia para lo cual el juez
competente: “…dispondrá las medidas cautelares convenientes que aseguren su ejecución…”
efectuando una interpretación sistemática del CPP y considerando el principio de reserva legal que, en
virtud a los art. 23.III y 109 de la CPE también rigen a las medidas cautelares, conforme lo observado
en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución, debe entenderse que las medidas cautelares
previstas en el art. 431 del CPP, son las que taxativamente reconoce nuestro ordenamiento legal penal,
no encontrándose entre estas la detención en calidad de “depósito”, correspondiendo en consecuencia
concederse la tutela solicitada (las negrillas son nuestras).
Del acta de audiencia de la acción de libertad, cursante de fs. 13 a 15 vta., se evidencia que el Vocal
Julio Miranda Martínez, miembro de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia
de Potosí, fungiendo como Tribunal de garantías Constitucionales, ante la ausencia de Nelma
Teresa Tito Araujo, Presidenta de Sala, y la observación y solicitud del representante del Ministerio
Público de suspensión de la verificada audiencia, decidió llevar adelante el actuado, en atención al
carácter sumarísimo de la acción de libertad.
En este sentido, conforme al art. 125 de la CPE, la acción de libertad puede interponerse “…ante
cualquier juez o tribunal competente en materia penal…”. En el presente caso, esta acción fue de
conocimiento de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, siendo
que existía vacación judicial en dicho departamento en ese momento, y considerando los derechos
fundamentales en vilo tutelados por la acción de libertad -que debe brindar en toda caso una tutela
pronta y oportuna- se justifica la decisión de la mencionada autoridad jurisdiccional de no suspender
la audiencia de acción de libertad, ello en virtud a que conforme el art. 126.I de la CPE, esta acción,
“…tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas de interpuesta la acción…” y que instalada la
misma conforme el art. 126.II de la referida norma “En ningún caso podrá suspenderse la audiencia.
En ausencia del demandado, por inasistencia o abandono, se llevará a efecto en su rebeldía”.
Ello es evidente si se considera que la protección de los derechos fundamentales, requiere una tutela
pronta y oportuna no sólo por parte de los jueces y tribunales de garantías sino inclusive por parte
del Tribunal Constitucional Plurinacional cuando realiza su tarea de revisión de resoluciones
tutelares, de forma que las nulidades son excepciones y únicamente para la tutela del debido
proceso, por ende, la ausencia de la otra vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Potosí, no puede provocar que este Tribunal anule en el presente los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 58
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
actuados, máxime cuando las circunstancias como se vio en el párrafo anterior están debidamente
justificadas.
Con relación a este punto, la SCP 0087/2012 de 19 de abril, estableció que la autoridad demandada:
“…se encuentra impelida por su propio interés en presentar prueba para la desestimación de la
acción de libertad… más aún cuando la acción este dirigida contra un servidor público en cuyo
caso ya no se trata de una carga procesal sino un deber procesal emergente del art. 235.2 de la
CPE que establece que las y los servidores públicos deben 'cumplir con sus responsabilidades, de
acuerdo con los principios de la función pública' y el art. 113.II que refiere: 'En caso de que el
Estado sea condenado a la reparación patrimonial de daños y perjuicios, deberá interponer la
acción de repetición contra la autoridad o servidor público responsable de la acción u omisión
que provocó el daño'. Es decir, en estos últimos casos en el ámbito de sus competencias y bajo
responsabilidad todo servidor público no sólo cuenta con la obligación de presentarse a la
audiencia, sino presentar conjuntamente a su informe la prueba pertinente a la acción de
libertad, de forma que no provoque que el juez o tribunal de garantías e incluso este propio
Tribunal emitan fallos sobre prueba incierta o basados únicamente en presunciones” (el
resaltado nos corresponde).
Por otra parte, los jueces y tribunales de garantías constitucionales, tienen el deber de remitir la
prueba relacionada con el objeto procesal y que utilizaron para resolver un caso (SCP 0087/2012 de
19 de abril); ya que, al encontrarse en una relación de inmediación con las partes procesales deben
procurar la prueba necesaria, con la finalidad de emitir una resolución justa.
En el presente caso, este Tribunal se vio obligado a solicitar documentación complementaria a cuyo
efecto se suspendió el plazo para emitir resolución, desde el 16 de abril hasta el 29 de mayo, de los
corrientes, provocándose retardación de justicia más de un mes imputable al Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal, quien no cumplió con su obligación de remitir su informe y la prueba que
tenía en su poder y al Juez constituido en Tribunal de garantías quien pese a tener acceso al
cuaderno procesal conforme se extrae del acta de audiencia de acción de libertad no remitió copias
pertinentes al objeto procesal.
POR TANTO
de garantías, en sentido de mantener las medidas cautelares existentes hasta el cumplimiento de los
requisitos para efectivizar la detención domiciliaria;
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00239-2012-01-AL
Departamento: La Paz
El accionante mediante memorial presentado el 3 de febrero de 2012 y ampliación del mismo día,
cursantes de fs. 1 a 6 vta. y 8, refiere que:
En virtud a la denuncia verbal de “15 de mayo de 2011” (sic), interpuesta por Antonio Suri Ajno
ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto; señalando que ese día,
Rogelio Fernández Mamani y otros, habían procedido a destechar su casa, robar sus herramientas
de construcción y materiales. En consecuencia, habiéndose formalizado denuncia escrita del caso,
el Ministerio Público el 19 de mayo de 2010, dispuso la realización de las diligencias preliminares
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 60
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
y el 18 de junio del citado año, se emitió el informe técnico de registro del lugar del hecho,
formalizándose la querella el 16 del mismo mes y año, posteriormente, se tomaron las declaraciones
de Rogelio y Félix Fernández Mamani.
El proceso fue sorteado al Juez Primero de Instrucción en lo Penal de El Alto, Enrique Morales
Díaz -ahora demandado-, quién indica que aplicó un procesamiento ilegal e indebido contra Félix
Fernández Mamani -hoy accionante-, en ese sentido manifiesta: a) Dentro del caso 1641/10, el 17
de mayo de 2010, se dió inicio a la investigación y el Juez cautelar admitió únicamente contra
Rogelio Fernández Mamani; empero, aparece un aviso de “complementación de diligencias
preliminares” enunciado por el Ministerio Público; donde la Fiscal de Materia, puso en
conocimiento del Juez referido, que se está procediendo a la complementación de las diligencias
preliminares dentro del proceso investigativo contra Rogelio Fernández Mamani y otros,
ampliándose la investigación preliminar por un plazo de cuarenta y cinco días, a partir del
requerimiento que data de 8 de junio de 2010. Relata que en dicho proceso en ningún momento se
menciona a Félix Fernández Mamani ni a “otros”; y nunca se le ha dado aviso de la investigación;
sin embargo, fue sometido a un proceso sin control jurisdiccional; b) A solicitud del abogado del
querellante el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, dispuso la notificación a la fiscal asignada,
con el objeto de que en el plazo de cinco días se pronuncie y en virtud a ello el 17 de diciembre de
2010, se emitió el requerimiento de imputación formal contra Félix Fernández Mamani, por la
presunta comisión del delito de allanamiento de domicilio y sus dependencias; empero el 6 de junio
de 2011, aparece una ampliación de imputación formal contra Rogelio Fernández y contra Félix
Fernández, por los delitos de allanamiento a domicilio o sus dependencias y robo agravado; por lo
que, el ahora accionante indica que está siendo procesado dos veces por el mismo hecho,
contraviniendo el art. 4 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y vulnerándose el principio del
non bis in ídem; c) Todos los aspectos manifestados, fueron debatidos en audiencia de medidas
cautelares, donde el juez ahora demandado prosiguió la audiencia y dictó Resolución, disponiendo
la ilegal e indebida detención de su representado; fundamentando que Félix Fernández Mamani -
ahora accionante- es autor del delito de allanamiento y más adelante de manera escueta señaló que
también ha incurrido en el delito de robo agravado; al respecto sostiene que, al disponer la
detención preventiva del hoy accionante, se ha infringido el art. 232 inc. 3) del CPP, que establece
que no procede la detención preventiva en delitos sancionados con pena privativa de libertad cuyo
máximo legal sea inferior a tres años.
El accionante estima lesionados sus derechos a la libertad y al debido proceso, citando al efecto el
art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga la nulidad del proceso investigativo contra Félix Fernández
Mamani, por no contar con control jurisdiccional, la anulación de la imputación de 6 de junio de 2011,
correspondiente a una ampliación, disponiendo su inmediata libertad, restableciéndose las
formalidades legales.
Celebrada la audiencia pública el 6 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 11 a
15, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante, se ratificó in extenso en los mismos términos expuestos en la presente
acción.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución 11/2012 de
6 de febrero, cursante de fs. 16 a 19 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo la inmediata
libertad de Félix Fernández Mamani. Asimismo al no haber dado aviso de inicio de la investigación
el Ministerio Público con relación al accionante, el Juez cautelar emita Resolución al respecto; y se
exime de costas a la autoridad demandada. Todo lo enunciado en base a los siguientes fundamentos:
i) Las vulneraciones al debido proceso han sido reclamadas ante el Juez cautelar, quien no ha
remitido resolución expresa sobre los defectos invocados y en consecuencia ha incurrido en
procesamiento indebido, ya que en virtud a su actuar el accionante fue privado de su libertad; ii) Si
bien se encuentra apelado el Auto que determina la medida cautelar de detención preventiva, la
autoridad que ejerce el control jurisdiccional no ha remitido hasta el momento de la presente acción
el proceso en grado de apelación, incumpliendo los plazos procesales previstos en el art. 251 del
CPP, que establece un plazo de veinticuatro horas para su consideración, lo que significa una
dilación injustificada; iii) De la revisión de antecedentes del cuaderno de control jurisdiccional
evidenciaron que se da el aviso de inicio de la investigación -17 de mayo de 2010- dentro de la
denuncia de Antonio Suri Ajno contra Rogelio Fernández Mamani y otros, el Juez cautelar admitió
este aviso sólo con referencia a Rogelio Fernández Mamani y no se identifica a Félix Fernández
Mamani; iv) Una vez iniciada la investigación se advierte que se dicta imputación el 17 de
diciembre de 2010, contra Félix Fernández Mamani, por la presunta comisión del delito de
allanamiento de domicilio o sus dependencias; sin embargo, el 6 de junio de 2011, aparece una
ampliación de imputación en su contra, por el mismo delito; por lo que, concluyen “que en el
mismo proceso se han dictado dos imputaciones por los mismos hechos y delito, sin ser legal una
segunda imputación por idénticos hechos y menos por el mismo delito”; v) En virtud al art. 54 del
CPP, ante la denuncia de alguna vulneración al debido proceso o algún derecho fundamental, el juez
debe resolver, inclusive de oficio; y, vi) El ahora accionante en varias oportunidades reclamó el no
haber dado parte del inicio de la investigación al Juez encargado del control jurisdiccional, aspecto
que conlleva a un procesamiento indebido.
II. CONCLUSIONES
II.2. Mediante memorial de 8 de junio de 2010, Betcy Padilla Rosado, Fiscal de Materia puso en
conocimiento del Juez Primero de Instrucción en lo Penal, la complementación de diligencias
preliminares; es decir que en atención al informe emitido por el investigador asignado al caso, se ha
requerido la complementación de la investigación preliminar en un plazo de cuarenta y cinco días a
partir del requerimiento; es por ello que dicho Juez, por medio de providencia de 16 de junio del
citado año, dispuso que se tome nota en el libro de control de investigación de la etapa preparatoria
del juicio, el requerimiento del representante del Ministerio Público de ampliación del término de
las diligencias preliminares de la investigación por el plazo de treinta días ( fs. 32 y vta.).
II.4. El 6 de junio de 2011, Juan Villarroel Sejas, Fiscal de Materia, amplió la imputación formal
ante el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, contra Rogelio y Félix Fernández Mamani,
por el delito de allanamiento de domicilio o sus dependencias y pidió la aplicación de medidas
cautelares para su detención preventiva, y por medio de providencia de 7 del citado mes y año, se
ordenó la notificación a los imputados nombrados y se señale audiencia pública de aplicación de
medidas cautelares, para el 15 del mes y año antes referido (fs. 86 a 89).
II.5. Por Resolución 392/2011 de 22 de diciembre, el Juez de Instrucción del Distrito Primero, en
suplencia legal del Juez Primero de Instrucción en lo Penal, DECLARÓ la REBELDÍA de los
imputados Rogelio Fernández Mamani y Felix Fernández Mamani, dentro de las
investigaciones que sigue el Ministerio Público contra ellos, por la presunta comisión de los delitos
de robo, robo agravado y allanamiento de domicilio y sus dependencias, previstos y sancionados
por los arts. 298, 331 y 332 del Código Penal (CP); en consecuencia dispone mandamientos de
aprehensión en su contra y la publicación de sus datos y señas particulares en medios de
Del contenido del art. 125 de la CPE, se puede sintetizar que la acción de libertad se constituye en
una acción de defensa oportuna y eficaz que tiene por finalidad el resguardo y protección de
derechos como son la vida y la libertad tanto física como de locomoción, a favor de toda persona
que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, procesada o privada de su
libertad personal.
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir
absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento
de la persecución o la privación de la libertad'” (las negrillas fueron añadidas).
Entonces en cuanto al debido proceso, la jurisprudencia determinó que la protección otorgada por la
acción de libertad no abarca a todas las formas que éste pueda ser vulnerado, solamente se
encuentra reservada para el entorno que concierne directamente al derecho a la libertad y exista
indefensión absoluta, salvo se trate de medidas cautelares (SCP 37/2012 de 26 de marzo); caso
contrario de no cumplirse dichos requisitos agotadas las instancias, deberá ser tutelado mediante la
acción de amparo constitucional.
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando
existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra
privada de libertad” (las negrillas son nuestras).
Conforme se extrae de todos los actuados el objeto procesal de la presente acción de libertad se
constituye por tres problemáticas a resolver: 1) Se comunicó y amplió el inicio de investigaciones
en contra de “Rogelio Fernández Mamani y otros”, pero no contra Félix Fernández Mamani -ahora
accionante-; 2) En dos oportunidades dentro del mismo proceso se emitió imputación formal por el
mismo hecho en su contra vulnerándose en su criterio el nom bis in idem; y, 3) Se dispuso su
detención preventiva sin la debida fundamentación y por el delito de allanamiento a domicilio y sus
dependencias, tipo penal que no amerita detención preventiva puesto que su pena no excede los tres
años.
III.3.1. En cuanto a los dos primeros actos lesivos denunciados por el accionante
Respecto a las dos primeras denuncias; es decir, en cuanto al proceso de investigación instaurado
solamente contra “Rogelio Fernández Mamani y otros”, y no así del ahora accionante, con
referencia, a que se emitieron dos imputaciones formales en su contra, por el mismo hecho,
conforme lo esgrimido en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se advierte que estas denuncias no constituyen la causa directa de privación de
libertad; ni el accionante se encuentra en estado de indefensión absoluta, correspondiendo acudir
con diligencia y en uso a su derecho a la defensa a los mecanismos intra-procesales establecidos por
el legislador ordinario y agotadas dichas instancias recién se podría concurrir a la jurisdicción
constitucional, a través de la acción de amparo constitucional.
En virtud al tercer acto lesivo denunciado dentro de la presente acción de libertad; es decir, que uno
de los dos delitos, por los que se dispuso su detención preventiva, no podía dar lugar a la misma,
puede extraerse que este elemento corresponde ser analizado por las autoridades naturales, mediante
el recurso de apelación incidental referido por el art. 251 del CPP. Dicho entendimiento deviene de
las SSCC 0160/2005-R, 0008/2010-R y 0080/2010-R que se constituye en jurisprudencia reiterada.
Pese a ello cuando un Tribunal de garantías observa dilación en la remisión al Tribunal ad quem de
una resolución que incide de manera directa contra la libertad corresponde conceder la tutela para
dar celeridad al trámite, incluso de oficio, siendo que en la acción de libertad no rige el principio de
congruencia, de forma que el juez o tribunal puede resolver más allá de lo pedido pero en el marco
de los hechos demostrados. En este sentido la SC 0887/2004-R de 8 de junio, señaló: “…si de la
revisión de las actuaciones de las autoridades recurridas el Tribunal Constitucional advierte actos
ilegales que no han sido demandados, pero que suprimen y atentan el derecho a la libertad del
procesado, tiene plena facultad para pronunciarse de oficio sobre los mismos…”.
En el caso concreto en la Resolución 392/2011, el Juez Primero de Distrito, en suplencia legal del
Juez Primero de Instrucción en lo Penal, declaró la rebeldía de los imputados -uno de ellos ahora
representado-, disponiendo el mandamiento de aprehensión en su contra y en virtud a ello el
accionante fue aprehendido el 24 de diciembre de 2011 -sábado-; luego por Resolución 22 de 1 de
febrero de 2012, dictada en audiencia pública de consideración de medidas cautelares, se ordenó su
detención preventiva, que posteriormente fue apelada en la propia audiencia conforme el art. 251
del CPP, debió remitirse en el plazo de veinticuatro horas al Tribunal Departamental de Justicia.
Posteriormente el accionante, interpuso la acción de libertad el 3 de febrero de 2012, celebrándose
la audiencia el 6 de febrero, en la que se dictó la Resolución 11/2012; por lo anotado, se puede
advertir que hasta la fecha de celebración de la audiencia de la presente acción de libertad, todavía
no se había enviado la apelación existiendo una demora en su remisión de más de cinco días a partir
de su interposición; razón por la cual se ha vulnerado el principio de celeridad que sin duda alguna
afecta el derecho a la libertad, conforme el desarrollo del Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia; por lo que, corresponde en este aspecto conceder la tutela solicitada, por la dilación de la
autoridad demandada en cuanto al trámite procesal de la apelación planteada en audiencia.
Pese a ello, no puede dejar de observarse la conducta de los Vocales constituidos en Tribunal de
garantías, quienes dispusieron la libertad del hoy accionante de manera pura y simple y sin mayor
fundamentación.
Al ordenar la libertad pura y simple sin haberse dispuesto se dicte resolución debidamente
fundamentada por la autoridad judicial ordinaria, se afectó la separación entre la jurisdicción
ordinaria y la justicia constitucional dispuesta por el legislador constituyente, máxime cuando la
justicia constitucional no se constituye en una instancia procesal adicional al proceso penal
sobretodo porque éste Tribunal no valora prueba (SCC 0176/2010-R, 0055/2010-R, 0040/2010-R,
0662/2010-R y 2321/2010-R).
III.3.3. Respecto a la omisión de la remisión de pruebas, por parte del tribunal o juez de
garantías
En lo concerniente a las pruebas para resolver el caso en examen se tiene, conforme la SCP
0087/2012 de 19 de abril, la autoridad demandada conjuntamente a su informe debe adjuntar la
prueba relativa al objeto procesal y de no hacerlo el juez o tribunal de garantías no puede guardar
una posición pasiva sino debe de oficio remitir la misma.
La magistrada o magistrado relator, ante la necesidad de contar con mayor documentación, para
emitir un mejor criterio a momento de emitir la Resolución correspondiente, observó la necesidad de
solicitar documentación complementaria al Juez Primero de Instrucción en lo Penal, a través del AC
0028/2012-CA/S; sin embargo, a pesar de que fue notificado mediante fax, el 15 de mayo de 2012 (fs.
24), éste no remitió documentación alguna; posteriormente Antonio Suri Ajno -querellante dentro del
proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el ahora accionante, el 4 de junio de 2012,
presentó a éste Tribunal, fotocopias legalizadas de la documentación requerida.
En ese sentido, a pesar de que en las acciones de libertad no corresponde admitir prueba después del
sorteo, ofrecida por una persona que no se constituya en parte procesal por las particularidades del
caso, conforme al art. 41 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), amerita su
incorporación, tomando en cuenta las siguientes consideraciones: i) La autoridad demandada, en
relación al AC 0028/2012-CA/S, mediante providencia de 16 de mayo de 2012; dispuso: “arrímese a
sus antecedentes para fines consiguientes de ley” (fs. 328); por lo que, es previsible que no se remita la
documentación solicitada evidenciándose que desde la suspensión del plazo y la presentación de las
fotocopias legalizadas por el tercero transcurrió más de un mes de forma que una conminatoria
dilataría más la resolución de la causa; ii) La documentación remitida se encuentra debidamente
legalizada; iii) Dicha documentación concuerda con lo expuesto por las partes en la audiencia de
libertad; iv) Si bien en acciones de libertad no hay terceros interesados (para impedir se obstaculicen
procesos de acción de libertad), ello no impide que en virtud al principio democrático, de verdad
material y de celeridad, se admita prueba idónea presentada por terceros, máxime cuando coadyuva
con la celeridad del proceso; y, v) Una vez recibido el Auto Constitucional, el Juez deberá
providenciar el cumplimiento de éste; sin embargo, al no haber obrado de esa manera, no se considera
obstáculo para que un tercero pueda remitir la documentación solicitada.
POR TANTO
2° Disponer que la autoridad demandada en el plazo de veinticuatro horas remita los antecedentes
de la apelación incidental a efectos de que la misma se resuelva por el Tribunal ad quem dentro del
plazo previsto por el art. 251 del CPP; salvo que con posterioridad a la interposición de la acción de
libertad, exista resolución judicial que hubiese resuelto su situación jurídica en lo referente a las
medidas cautelares solicitadas por el ahora accionante.
3º Llamar la atención al Juez demandado por no adjuntar la prueba pertinente al objeto procesal y al
Tribunal de garantías por adoptar una posición pasiva que desconoce lo establecido por la SCP
0087/2012 de 19 de abril.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00813-2012-02-AL
Departamento: Cochabamba
I.1.3. Petitorio
La Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal, Silvia Jannet Vega Antezana, mediante informe
escrito presentado el 30 de abril de 2012, cursante a fs. 17 y vta., indicó que: a) El 16 de junio de
2011, se imputó a Raquel Flora Ballón Guzmán por la supuesta comisión del delito de
encubrimiento respecto al ilícito de violación de niño, niña, adolescente, actuado con el que no se
la notificó, por el cual la autoridad jurisdiccional dispuso que previamente la Fiscal acompañe
diligencia de notificación; b) Por memorial de 18 de abril de 2012, la accionante solicitó control
jurisdiccional y su “exclusión del proceso”, al asumir las funciones de Jueza Cuarta de
Instrucción en lo Penal el 9 de igual mes y año, atendiendo este pedido, la corrió en traslado a las
partes; c) El 22 de febrero de 2012, se programó audiencia conclusiva contra Jhonny Román
Malatesta, coimputado, quien pese a haber sido notificado no asistió al acto, por lo cual se
declaró su rebeldía autorizando se expida mandamiento de detención preventiva con facultad de
allanamiento únicamente contra el indicando, por lo que, la ahora accionante, carece de
legitimación activa para observar dicho procedimiento; y, d) La imputación formal surte efectos a
partir de su legal notificación, no siendo evidente que se hubiera dispuesto ningún acto que
menoscabe los derechos de la accionante, motivo por el cual no puede alegarse procesamiento
indebido.
La Fiscal de Materia, Ximena Narváez Rivero, haciendo uso de la palabra, en audiencia señaló:
1) A momento de prestar declaración informativa, se puso en conocimiento de la imputada el
motivo de la investigación; 2) La investigación principal se sigue contra Jhonny Román
Malatesta por el delito de violación de niño, niña o adolescente, ampliada la misma contra la
accionante por el delito de encubrimiento, la audiencia conclusiva aludida por la procesada fue
para el principal imputado y no para Raquel Flora Ballón Guzmán; 3) En reiteradas ocasiones se
intentó notificar a la accionante, sin embargo, no fue encontrada, habiendo, el investigador
asignado al caso, procedido al pegado de cédula en la puerta del domicilio de la encausada,
motivo por el cual, al no darse cumplimiento a lo dispuesto por el art. 163 del CPP, se ordenó
practique nueva notificación de manera personal con la imputación formal; 4) La accionante
presentó varios memoriales, de donde se infiere que “resulta incoherente manifestar que se le
negó el derecho a la defensa” (sic); 5) En la fecha de sustanciación de audiencia de garantías, fue
notificada con el control jurisdiccional elevado por la Jueza de la causa ordenando se excluya a la
accionante del proceso en mérito de haberse emitido pliego acusatorio; y, 6) En la acción tutelar
no explica claramente el derecho lesionado, por lo que solicita se rechace el mismo.
I.2.3. Resolución
Por Resolución de 2 de mayo de 2012, cursante de fs. 28 a 30, la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, denegó la
acción de libertad argumentando que si bien contra la accionante se han formulado querella e
imputación formal por la supuesta comisión del delito de encubrimiento tipificado por el art. 171
del Código Penal (CP), con la que aún no fue notificada y que previo cumplimiento de los
procedimientos y plazos legales, deberá finalizar con la emisión de requerimiento conclusivo que
a la fecha no ha sido pronunciado y que el reclamado por la accionante se encuentra en trámite de
resolución, se colige que los derechos de la accionante a la defensa y a la libertad en directa
vinculación con el debido proceso no han sido lesionados, máxime si se considera que la pena
atribuida al ilícito del que se le acusa no excede los 2 años, por lo que, no procede la detención
preventiva; además, cuando la autoridad jurisdiccional emita la resolución que se encuentra
pendiente respecto a la solicitud de exclusión del proceso penal efectuada por la ahora accionante
y que fue corrida en traslado a las partes procesales, la imputada, si lo considera pertinente, podrá
hacer uso de su derecho de impugnación a través de los mecanismos que le otorga el
ordenamiento jurídico; por otra parte, tampoco se evidencia vulneración al derecho al debido
proceso por cuanto existe una investigación iniciada en su contra a raíz de querella formulada que
se encuentra en trámite.
Finalmente, los defectos procesales acusados por la accionante, corresponden ser reclamados ante
la autoridad jurisdiccional, del mismo modo en el que aquella ha procedido mediante memorial
de 18 de abril del indicado año, situación por la que no se abre la jurisdicción constitucional
respecto a estos hechos en mérito al carácter subsidiario de la acción tutelar que se pretende
activar.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. El 31 de mayo de 2011, la Fiscal de Materia, ahora demandada, ordenó la citación a Raquel Flora
Ballón Guzmán a efectos de que preste declaración informativa el 6 de junio del indicado año, dentro
de las investigaciones seguidas por el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de
violación de niño, niña, adolescente en grado de encubrimiento iniciadas a querella de Sharon Marie
Arce Marañón contra la accionante y otro, acto al que la imputada asistió absteniéndose de prestar
declaración (fs. 21 a 22.)
II.2. Mediante memorial de 14 de julio de 2011, Sharon Marie Arce Marañón formuló ante la
Fiscal de la Niñez y Adolescencia, querella contra Jhonny Román Malatesta y Raquel Flora
Ballón Guzmán por la supuesta comisión de los delitos de violación a niño, niña o adolescente y
encubrimiento respectivamente, que fue puesto en conocimiento de la Jueza Cuarta de
Instrucción en lo Penal, dejando sentado que los querellados aún no habían sido debidamente
notificados (fs. 2 a 4).
II.3. El 17 de agosto de 2011, la Fiscal de Materia, Ximena Narváez Rivero, imputó formalmente
a Raquel Flora Ballón Guzmán por la presunta comisión del delito de encubrimiento previsto en
el art. 171 del CP solicitando la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva por
considerar la concurrencia de los presupuestos contenidos en el art. 233 incs.1) y 2) del CPP,
habiendo merecido providencia emitida por la autoridad jurisdiccional disponiendo que
previamente se adjunte notificación con la imputación formal a la ajusticiada. En la misma fecha,
la autoridad fiscal remitió escrito ante la Jueza de la causa, manifestando que la ahora accionante
aún no había sido notificada con la Resolución de imputación, mereciendo decreto de 17 de
agosto de igual año, que determinó “Estése a la providencia de la misma fecha” (sic) (fs. 5 a 8
vta.).
II.5. La Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal, declaró, por Auto de 25 de abril de 2012, la
rebeldía de Jhonny Román Malatesta, disponiendo su arraigo y ordenado se expida mandamiento
de detención preventiva con orden de allanamiento contra dicho imputado, aclarando que lo
dispuesto tiene como única finalidad “proceder a la detención preventiva del imputado” (fs. 24 a
25).
La acción de libertad, consagrada por el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE),
que dispone: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”, materializa la existencia de un
mecanismo constitucional extraordinario de defensa, cuya función esencial se traduce en la
protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física como de
locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o
indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares, así como a la vida, cuando
ésta se encuentra afectada o amenazada por la restricción o supresión de la libertad; esta acción
tutelar, se halla dotada de un triple carácter: preventivo, correctivo y reparador: preventivo: por
cuanto persigue frenar una lesión ante una inminente detención indebida o ilegal, impidiendo que
se materialice la privación o restricción de libertad; correctivo, dado que su objetivo es evitar
que se agraven las condiciones de una persona detenida, ya sea en virtud de una medida cautelar
o en cumplimiento de una pena impuesta en su contra; finalmente, reparador, en el entendido de
que pretende reparar una lesión ya consumada; es decir, opera ante la verificación de una
Entendimiento que siendo afianzado, fue complementado por el razonamiento asumido en la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, que analizando la naturaleza jurídica de la acción de libertad,
puntualizó: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado y en nuestra legislación
abrogada como 'recurso de habeas corpus', encuentra fundamento en innumerables instrumentos
normativos de orden internacional como en la Declaración Americana sobre Derechos y
Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque de
constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y
reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la
libertad física como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o
procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares;
así como a la vida, cuando esté en peligro.
(…)
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el
segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece
que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada
por sus características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación;
procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni
privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
Del contenido del art. 125 de la CPE, se puede sintetizar que la acción de libertad se constituye
en una acción de defensa oportuna y eficaz que tiene por finalidad el resguardo y protección de
derechos como son la vida y la libertad tanto física como de locomoción, a favor de toda persona
que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, procesada o privada de
su libertad personal; asimismo, la Norma Suprema, en sus arts. 115.II y 117.I, reconoce al debido
proceso como un instrumento de sujeción a las reglas del ordenamiento jurídico, en el cual se
debe enmarcar la actuación de las partes procesales, siendo la finalidad de este derecho
constitucional y garantía jurisdiccional, proteger a los ciudadanos de posibles abusos de las
autoridades, que se originen en actuaciones u omisiones procesales o en decisiones que adopten y
de las cuales emerja la lesión a sus derechos y garantías, como elementos del debido proceso.
Cuando se denuncie su vulneración en cualquiera de sus componentes, corresponderá su
impugnación a través de la acción de libertad, cuando esté directamente relacionada con la
restricción de la libertad del accionante y se constate la existencia de absoluto estado de
indefensión; caso contrario, la denuncia por irregularidades cometidas en el proceso (entendidas
como violación al debido proceso), deberán ser reclamadas a través de los medios ordinarios que
el ordenamiento jurídico procesal penal prevé, y agotada la jurisdicción ordinaria, en el supuesto
de persistir la lesión, se activa la tutela de la acción de amparo constitucional.
Los precitados razonamientos, nos permiten colegir que, en cuanto al debido proceso se refiere,
la tutela que otorga la presente acción de defensa extraordinaria, procede únicamente en los casos
en los que está directamente vinculado al derecho a la libertad personal o de locomoción; de no
ser así, las lesiones acusadas con referencia al debido proceso, deben ser reparadas por los
mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, de donde se infiere que la persona que
considera haber sido objeto de lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios
para que aquellos, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, sean quienes lo reparen y
sólo agotados los mecanismo intra procesales idóneos, se podrá acudir ante la jurisdicción
constitucional a través de la acción de amparo constitucional, como medio efectivo para
precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a
consecuencia de las violaciones invocadas, se colocó al accionante en absoluto estado de
indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo
conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad. Un
entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de garantías y el propio
Tribunal Constitucional Plurinacional, asuman una atribución que el orden constitucional no les
otorga, posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso, prospere a
través de la acción de libertad, desnaturalizando la actuación de los jueces y tribunales ordinarios,
que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer el control del proceso, y sólo si
la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
En la problemática que se analiza, la accionante señala que fue imputada por la supuesta
comisión del delito de encubrimiento respecto al delito de violación de niño, niña, adolescente
imputado a Jhonny Román Malatesta, no habiendo sido debidamente notificada; asimismo, en
audiencia conclusiva, respecto al coimputado, la Jueza de la causa, dispuso el allanamiento de
domicilio y la detención de aquel; además, que habiendo solicitado control jurisdiccional y
exclusión del proceso, la autoridad jurisdiccional, a la fecha de interposición de la presente
acción tutelar, aún no ha manifestado criterio, hechos que, a su entender, vulneran su derecho a la
libertad en relación al debido proceso.
Ahora bien, analizado como ha sido el legajo procesal, en aplicación de la jurisprudencia citada en el
Fundamentos Jurídicos III.2, en relación a que puede activarse la acción de libertad cuando existe
vulneración al debido proceso, sólo cuando de manera concurrente, se presentan dos supuestos: i) La
existencia de actos ilegales, omisiones indebidas o amenazas de la autoridad pública, que se
encuentren directamente vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; y, ii) El absoluto estado de indefensión, que en el hecho de que el accionante no tuvo la
oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad, situaciones que no
se observan en la especie, pues, por una parte, respecto a la Fiscal de Materia, Ximena Narváez Rivero,
Por otra parte, la actual accionante manifiesta que la autoridad jurisdiccional demandada, en
audiencia conclusiva, respecto del coimputado, dispuso mediante Resolución la detención
preventiva y orden de allanamiento, situación que considera atentatoria a su derecho a la libertad
en relación al debido proceso, dado que dicha audiencia conclusiva únicamente se refirió al
coimputado, situación que la pone en desventaja ya que el coimputado se encuentra habilitado
para ejercer su defensa dentro del proceso, situación que no acontece con ella; al respecto, cabe
mencionar que de la minuciosa lectura y revisión del fallo observado, se advierte que el mismo,
en su parte resolutiva, textualmente dispone: “A mérito a los fundamentos expuestos se declara
la REBELDÍA de JHONNY ROMAN MALATESTA, se dispone el arraigo del mismo (…), se
ordena que por secretaría se expida mandamiento de detención preventiva con orden de
allanamiento (…) con la aclaración de que la orden de allanamiento tiene como única y
exclusivamente finalidad de proceder a la detención preventiva del imputado” (sic), de
donde se evidencia que, las aseveraciones vertidas por la accionante, respecto a que la autoridad
demandada hubiera dispuesto se allane su domicilio y se proceda a su detención no son ciertas,
concluyéndose en consecuencia que la sustanciación de la audiencia conclusiva a la cual hace
mención la accionante, no se encuentra vinculada con su derecho a la libertad.
En este orden de cosas y de conformidad al Fundamento Jurídico III.2, se tiene que cuando se
denuncia vulneración al debido proceso, la acción de libertad, únicamente procede en los casos
en los que éste se encuentra directamente vinculada al derecho a la libertad personal o de
locomoción; de no ser así, las lesiones acusadas deben ser reparadas por los mismos órganos
jurisdiccionales que conocen la causa, a objeto de que sean éstos quienes lo reparen y sólo
agotados los mecanismos intra procesales previstos en el ordenamiento jurídico, se podrá acudir
ante la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional, como medio
efectivo para precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate
que a consecuencia de las violaciones invocadas, se colocó al accionante en absoluto estado de
indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo
conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad, situación
que no aconteció en el presente caso, toda vez que conforme se ha podido establecer, no se ha
emitido mandamiento de detención o aprehensión en su contra y tampoco la accionante se
encuentra en absoluto estado de indefensión, no pudiendo alegar desconocimiento de la
investigación de que es objeto y a mayor abundamiento, no se encuentra privada de libertad ni
este derecho se encuentra amenazado de lesión.
activado la presente acción tutelar cuando aún se encuentra pendiente de resolución el memorial
citado supra.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00804-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
Sus representados el 3 de febrero de 2012, bajo la Dirección del Fiscal de Materia, Líder
Justiniano Velasco, fueron detenidos por la presunta comisión del delito de estafa, luego de
tomarles declaración informativa, fueron conducidos ante el Juez Décimo de Instrucción en lo
Penal del departamento de Santa Cruz; quién, después de evaluar los antecedentes en la audiencia
de medidas cautelares de 7 del mismo mes y año, dispuso su libertad irrestricta; además,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 77
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
determinó la ilegalidad y nulidad de los actos investigados realizados antes del 2 del mes y año
referidos, por no haber sido realizados bajo el control jurisdiccional.
Arguye que, una vez emitido el mandamiento de libertad a favor de David Ervin Vargas Callaú -
hoy representado-, nuevamente fue trasladado a las celdas de la FELCC, bajo la custodia de la
funcionaria policial, Rosario Álvarez, quien le mantuvo retenido durante veinticuatro horas, con
el argumento que el referido mandamiento no se podía ejecutar sin la firma y autorización del
Comandante de dicha repartición policial; siendo así, que a horas 9:00 del 8 de febrero de 2012,
después de la notificación legal por parte de los funcionarios de la entonces Corte Superior de
Justicia, ahora Tribunal Departamental, se procedió con su libertad.
Refiere también, que a horas 5:30 del 20 de abril de 2012, el Fiscal de Materia acompañado de
policías, ejecutó el mandamiento de allanamiento en los domicilios de sus representados, luego
de ser detenidos, fueron conducidos ante la FELCC, donde realizaron sus declaraciones
informativas sin la asistencia de sus abogados defensores, disponiéndose su aprehensión para
posteriormente ser puestos a disposición del Juez Séptimo de Instrucción en lo Penal. Autoridad
que señaló audiencia para el 21 del mes y año antes citados, que al ser instalada a horas 00:15 del
22 del mismo mes y año, declaró cuarto intermedio mientras celebraba otra audiencia, la que se
prolongó hasta horas 4:30. Que a pesar de haberse planteado la nulidad de actuados por defectos
absolutos, como la denuncia de la aprehensión ilegal, y ante la interrupción del Fiscal de Materia,
el Juez de control jurisdiccional por lo avanzado de la hora y el cansancio determinó suspender la
audiencia hasta horas 10:30 de ese día. Sin embargo, recién se reanudó pasado el mediodía,
prolongando de esta forma la privación de libertad de ambos detenidos por un lapso mayor a las
cuarenta y ocho horas. Al considerar que no se estaba ejerciendo debidamente el control
jurisdiccional respecto a la legalidad procesal, al debido proceso y a los derechos fundamentales,
plantearon la recusación contra dicho Juez, remitiéndose posteriormente obrados al Juzgado
Décimo de Instrucción en lo Penal, por ser quien había prevenido y tenía el control jurisdiccional
del presente caso.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga la inmediata libertad de sus representados, toda vez
que “fueron ilegalmente detenidos por un lapso mayor a las cuarenta horas sin que exista el
pronunciamiento de un juez cautelar, como autoridad competente para resolver su situación
jurídica” (sic).
Celebrada la audiencia pública el 24 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 21 a
32 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Pablo Vargas Pizarro, Juez Séptimo de Instrucción en lo Penal, presentó informe escrito cursante
de fs. 11 a 13, señalando que: a) La audiencia de medidas cautelares fue fijada dentro del término
de ley -21 de abril de 2012 a horas 22:50- a pesar de las diversas audiencias programadas en su
Despacho; b) Una vez instalado el acto, previa notificación a los sujetos procesales con la
imputación formal y a efectos de seguir con la anterior audiencia que se desarrollaba, se declaró
un cuarto intermedio hasta horas 3:30 del 22 del mismo mes y año; luego por cuestiones de salud,
desgaste físico y psicológico, el suscrito juzgador en aras del principio de seguridad jurídica,
debido proceso, igualdad de partes, y por los entretelones que se presentaron por la defensa
técnica de David Ervin Vargas Callaú con el representante del Ministerio Público, procedió a
realizar un cuarto intermedio a horas 4:30, reanudándose conforme consta en actas a horas 12:20
de ese día; momento en el cual, -en vía incidental- planteó recusación contra su autoridad,
manifestando que su persona tendría un interés en el proceso, en base a esos argumentos
infundados y a la sana crítica, decidió rechazar la recusación interpuesta, y en cumplimiento a la
previsión del art. 231 del Código de Procedimiento Penal (CPP), dispuso que el caso sea remitido
ante el Juez Décimo de Instrucción en lo Penal, a efectos de que pueda resolver la situación
jurídica del imputado, toda vez que dicha autoridad previno la causa; c) Como Juez de turno, de
manera sobrehumana el 21 de abril de 2012, pese a haber atendido audiencias desde la mañana y
continuando por la tarde, se extralimitó llevando audiencias inclusive en el horario de la
madrugada del 22 del mes y año señalados, y bajo la previsión del art. 318 del CPP, se remitió
obrados al juez que previno la causa, tomando en cuenta que al día siguiente se encontraría en
funciones el juez natural para la sustanciación del presente proceso; y, d) La audiencia de
medidas cautelares tuvo su continuidad respectiva y no se dispuso ninguna detención contra los
representados, o haberles retenido por más de cuarenta y ocho horas, “sin embargo del propio
accionante ha existido un acto dilatorio, el cual es la recusación, dicho de otro modo es el mismo
accionante que ha originado que los mismos sigan aprehendidos” (sic).
Por su parte, Líder Justiniano Velasco, Fiscal de Materia, en su informe escrito cursante de fs. 14
a 15, indicó que: 1) De acuerdo a los datos fácticos de la presente acción, advirtió que el ahora
accionante, trajo a colación acontecimientos del 3 de febrero de 2012, los cuales fueron resueltos
en su época por el Juez Décimo de Instrucción en lo Penal, quien anuló obrados y ordenó la
libertad del imputado David Ervin Vargas Callaú, ante esa situación el Ministerio Público,
renovando los actos anulados requirió nuevamente la citación al imputado y pese a los avisos e
informes de la asignada al caso, éste no se presentó, el Fiscal de Materia para efectos de no
lesionar el derecho a la defensa, dispuso mediante cédula su notificación y al no haberse
presentado ni justificado su inasistencia, de conformidad al art. 224 del CPP, libró la respectiva
orden de aprehensión contra el imputado antes nombrado, razón por la cual no se cometió
ninguna aprehensión indebida, menos ilegal; 2) Por mandato del art. 180 del CPP, el
allanamiento y aprehensión se realizó en días y horas hábiles tal cual dispone la Constitución
Política del Estado, la ley procesal penal y no así como manifiesta el accionante que fue a horas
5:30 y 6:30 respectivamente, con dichas pruebas se desvirtúan los extremos vertidos, por lo que
conforme a las SSCC 0011/2010-R y 0517/2010-R, se ha establecido que la carga de la prueba
corresponde al accionante para demostrar con prueba idónea que efectivamente existió la
privación de libertad, por consiguiente el hecho de no cumplir con ese presupuesto, es motivo
para rechazar y denegar la presente acción de libertad, en el presente caso no se acompaña prueba
alguna respecto a la aprehensión del “accionante”; y, 3) Si el accionante observó que existía
vulneración a los derechos constitucionales de sus representados como la supuesta aprehensión
ilegal, éste previamente debió acudir ante el Juez del control jurisdiccional, sólo una vez agotado
ante dicha autoridad y de persistir la vulneración se abre al tutela constitucional, contraviniendo
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en
Tribunal de garantías, por Resolución 15 de 24 de abril de 2012, cursante de fs. 32 a 36 vta. de
obrados, denegó la acción de libertad, sin entrar a considerar el fondo de la solicitud, por no
haberse cumplido con el principio de subsidiariedad, en base a los siguientes fundamentos: i) De
acuerdo a la SC 0008/2010-R de 6 de abril, el recurso de hábeas corpus -actualmente conocido
como acción de libertad-, no puede remplazar a los recursos ordinarios, pues en ese entendido el
Tribunal de garantías, también estuviera erogándose facultades que corresponden a los jueces de
conocer y aplicar las medidas cautelares emergentes de una imputación que les fuera entregada;
ii) Asimismo, en base a la misma Sentencia Constitucional es el juez de instrucción en lo penal,
quien debe resolver las violaciones alegadas por los representados a su derecho a la libertad, y en
caso de no ser escuchados y de persistir esa vulneración, recién se abre la acción de libertad,
habida cuenta que de no hacerlo en esa forma, el Tribunal de garantías estuviera incursionando en
la competencia que tienen los jueces cautelares de resolver con antelación los aspectos
denunciados, por los representados; y, iii) Se ha conocido por el cuaderno procesal, que la
audiencia de aplicación de medidas cautelares será llevada a cabo el 25 de abril de 2012, a horas
10:00, y puede ocurrir en esa audiencia que el Juez atienda los reclamos formulados por los
representados, en función de los incidentes que ellos pudieran plantear, en conformidad con lo
establecido por los arts. 167 y 169 del CPP, al considerar que los mismos fueron defectos
absolutos, de modo tal, que el Tribunal de garantías mal hiciera en anticiparse a la resolución que
pueda producirse en dicha audiencia de medidas cautelares, disponiendo la tutela de la solicitud
impetrada por los representados.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa mandamiento de libertad de 7 de febrero de 2012, suscrito por el Juez Décimo de
Instrucción en lo Penal, instruyendo al Director de la FELCC, ponga en libertad irrestricta al
imputado David Ervin Vargas Callaú -hoy representado- (fs. 2).
II.2. El 20 de abril de 2012, mediante memorial dirigido al Juez de Instrucción en lo Penal, Líder
Justiniano Velasco, Fiscal de Materia, presentó imputación formal, solicitando por un lado
audiencia de medidas cautelares de detención preventiva contra David Ervin Vargas Callaú y
Francisco Crapuzzi Castelho, por la presunta comisión de los delitos de falsedad material e
ideológica, uso de instrumento falsificado, estafa y asociación delictuosa (fs. 16 a 19).
II.3. El 24 del referido mes y año, por memorial dirigido al Tribunal de garantías -Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz-, el Juez Décimo de Instrucción en
lo Penal, presentó informe escrito, donde hizo conocer que el 25 del mismo mes y año, a horas
10:00, se reanudaría la audiencia de medidas cautelares del proceso penal que sigue el Ministerio
Público contra los ahora representados por el presunto delito de estafa (fs. 20).
aprehensión, por la presunta comisión de los delitos de falsedad material e ideológica, uso de
instrumento falsificado, estafa y asociación delictuosa, para posteriormente someterlos a una
audiencia de medidas cautelares, la misma que hasta el día de la presentación de la presente
acción de libertad, por varios motivos no se pudo concretizar, tornándose en una detención ilegal
e indebida. Por lo expuesto, corresponde ahora analizar en revisión, si en el caso concreto se debe
otorgar o no la tutela solicitada, tarea que será realizada a continuación.
La acción de libertad es una de las acciones de defensa que contempla la Ley Fundamental,
instituida en el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE), que tiene por finalidad la
protección de los derechos a la vida y a la libertad cuando la persona creyera estar ilegalmente
perseguida, indebidamente procesada o privada de su libertad, o considere que su vida está en
peligro.
En ese entendido, la Constitución Política del Estado vigente es más amplia en cuanto a su
ámbito de protección, pues se extiende al derecho a la vida, la libertad física o personal, el debido
proceso, en lo que se refiere al procesamiento indebido y la libertad de locomoción, ésta última
dada la íntima relación que existe con el derecho a la libertad física, según la interpretación
extensiva realizada por la SC 0023/2010-R de 13 de abril.
Ahora bien, con relación a los alcances de protección que brinda la actual acción de libertad la
SC 0199/2010-R de 24 de mayo, reiterando lo previsto por la SC 0160/2005-R de 23 de febrero,
aclaró sus alcances en el siguiente sentido: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al
constituirse en un mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio
eficaz e inmediato reparador de ese derecho; empero la existencia de esta garantía
constitucional, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus,
actualmente acción de libertad; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de
reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de
dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión
sufrida”.
alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones procesales no queridas por el orden
constitucional…” (las negrillas son nuestras).
Por lo señalado, la acción de libertad, procederá de forma directa, sólo si los medios legales
ordinarios no son los adecuados e idóneos para reparar de forma inmediata y eficaz el derecho a
la libertad ilegalmente restringido.
En ese orden las indicadas Sentencias concluyeron que: “…en caso de existir norma expresa
que prevea mecanismos intra-procesales efectivos y oportunos de defensa de estos derechos
fundamentales, deben ser utilizados previamente antes de activarse la tutela constitucional,
aspecto que se encuentra enmarcado en los mandatos insertos en los arts. 8 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos; y, 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos”
(negrillas agregadas).
Segundo Supuesto: Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una
resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de
locomoción, con carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma,
para que el superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a
través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo
órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa
procesal. Lo propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados
a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe
acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 82
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión
absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción a la
libertad física” (las negrillas nos pertenecen).
Del análisis de los datos procesales que cursan en obrados, se establece que el Fiscal de Materia,
el 20 de abril de 2012, presentó imputación formal ante el Juez cautelar, solicitando por un lado
audiencia de medidas cautelares de detención preventiva contra los ahora representados; el Juez
Séptimo de Instrucción en lo Penal, debido a las diversas audiencias que fueron programadas con
anterioridad en su despacho, señaló audiencia de medidas cautelares para el 21 del mes y año
antes citados, a horas 22:50. Una vez instalada la misma, declaró cuarto intermedio hasta horas
3:30 del 22 del abril de 2012, una vez reinstalada la audiencia, por lo avanzado de la hora, como
el cansancio y los entretelones que se presentaron entre las partes a horas 4:30 se procedió a
determinar un nuevo cuarto intermedio, reanudándose a horas 12:20 de ese día; momento en el
cual, la defensa técnica del imputado David Ervin Vargas Callaú -hoy representado-, en la vía
incidental planteó recusación contra dicha autoridad judicial y en cumplimiento de los arts. 318 y
321, del CPP remitió el caso ante el Juez Décimo de Instrucción en lo Penal, quien con el objeto
de reiniciar y dar continuidad al presente caso, señaló nueva audiencia de medidas cautelares para
el 25 de abril de 2012, y resolver la situación jurídica del representado.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00835-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Por memorial presentado el 3 de mayo de 2012, cursante de fs. 1 a 6 vta., el accionante señaló
que:
Dentro del proceso penal seguido contra su representada, el Juez cautelar le impuso medidas
sustitutivas a su detención preventiva, Resolución que en apelación por fallo 64/2012 de 2 de
mayo, fue revocada por la Sala Penal Primera, ordenando su detención preventiva, lesionando de
esta manera su derecho a la libertad, al debido proceso, al principio de legalidad y otros
principios, toda vez que el Tribunal ad quem pronunció su resolución sin la debida
fundamentación y motivación, pues se limitó únicamente a reiterar los argumentos expuestos por
el representante del Ministerio Público que apeló verbalmente, manifestando que el delito
imputado a su representada es de lesa humanidad, constituyendo un peligro para la sociedad y
que faltaban testigos para que presten sus declaraciones -por lo que a criterio del Fiscal,- existiría
riesgo de obstaculización. Como se puede advertir, los Vocales demandados no hicieron mención
alguna a la prueba, cuáles los motivos o pruebas erradamente valoradas, la razón para que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 84
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
continúen concurriendo los riesgos procesales o de qué manera la Resolución apelada debía ser
revocada, incumpliendo así el mandato de los arts. 124 y 136 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), vulnerando también el principio de presunción de inocencia, por cuanto los Vocales no
actuaron con objetivismo, sino con subjetivismo, al catalogar al “delito de 1008 de lesa
humanidad”, y sin fundamentar debidamente su Resolución, obligación ineludible establecida en
las SSCC 0731/2007-R, 1141/2003-R y 0012/2006-R.
Refiere que, las autoridades judiciales demandadas, no explicaron cuál el elemento de convicción
claro y objetivo que convierte a su representada en un peligro para la sociedad, más aún asegurar
que persiste el peligro de obstaculización, porque supuestamente hay otras personas que no
declararon todavía, lo que es únicamente una presunción, ya que el Ministerio Público tampoco
demostró ni aportó prueba alguna al respecto.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de mayo de 2012, conforme consta del acta cursante de fs. 23
a 24 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante ratificó la acción planteada, reiterando la relación de hechos y las normas
supuestamente vulneradas, pidiendo se conceda la acción constitucional interpuesta.
Los Vocales de la Sala Penal Primera, Virginia Janeth Crespo Ibañez y Ricardo Chumacero
Tórrez -ahora demandados-, en su informe escrito cursante a fs. 10 y vta., manifestaron: a)
Conocido el recurso de apelación, en el cual el Ministerio Público fundamentó que se encontró a
la representada del accionante en flagrancia, ya que estaba en posesión de quinientos veinte
sobres de cocaína, y que al tratarse de un delito de lesa humanidad, señaló que la imputada puede
obstaculizar o influir en los testigos, porque faltaba recibir las declaraciones de los mismos que
son el investigador asignado al caso, así como la perito, lo que conlleva a indicar de manera
indubitable, que no se hubiere desvirtuado lo establecido en el art. 234.10 y 235.2 del CPP; b) A
juicio del Tribunal, es evidente y se ha probado que el proceso se encuentra en la etapa del juicio
oral; sin embargo, tampoco se ha desvirtuado el art. 234.10 del Código antes citado que se refiere
al “peligro efectivo para la sociedad o para la víctima o el denunciante” (sic), que en este caso es
la sociedad, ya que por la existencia de quinientos veinte sobres de cocaína, se infiere que tenían
la finalidad probable de ser distribuidos lo que va contra el ordenamiento jurídico vigente,
además de que en dicha Resolución llama la atención la dificultad que tiene el órgano
jurisdiccional de que se concluya con el juicio oral, al haberse suspendido varios actuados
procesales por causas ajenas a éste, elemento que probablemente sea el que se adecue al peligro
de obstaculización en la tramitación del proceso; y, c) La ahora representada, no actuó con lealtad
procesal, por cuanto el 3 de mayo del año en curso en horas de la tarde, tuvo conocimiento de que
día antes, en el Juzgado Tercero de Sentencia Penal, se dictó Resolución revocando las medidas
sustitutivas determinadas a través de la Resolución 04/2012, disponiendo la detención preventiva
de la imputada, hecho que no puso en conocimiento el abogado de la hoy accionante a tiempo de
realizarse la audiencia de la presente acción tutelar; solicitando por lo expuesto se deniegue la
tutela solicitada.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 45/2012 de 4 de mayo, cursante de fs. 25 a 27 vta., la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, concedió la tutela, determinando se deje sin
efecto la Resolución 64/2012, ordenando que su similar, formule una nueva resolución
debidamente motivada y fundamentada dentro de las cuarenta y ocho horas de concluido el
actuado jurídico procesal; con los siguientes fundamentos: 1) De la revisión de la Resolución
64/2012, emitida por la Sala Penal Primera, se advierte en el segundo considerando que los
argumentos expuestos en los numerales 1, 2, 3 y 4, se constituyen simple y llanamente en una
transcripción de la Resolución 04/2012, y no existe la motivación y valoración de los argumentos
de la apelación, la prueba aparejada por las partes y el análisis de las normas legales invocadas,
por lo que las autoridades demandadas, incumplieron con el debido proceso en su vertiente de
motivación de las resoluciones judiciales; y, 2) El Tribunal de garantías, no se constituye en un
tribunal de instancia o supletorio a los ordinarios, pues lo señalado por la representada respecto a
la aplicación del art. 247 del CPP, sobre lo cual no se hubiere pronunciado el Tribunal ad quem -
demandado-; en ese sentido, de la revisión del cuaderno de control jurisdiccional, se concluye
que lo que se remitió en grado de apelación incidental, fue la concesión de medidas sustitutivas a
la detención preventiva y no así la revocatoria de medidas sustitutivas a la misma, que tienen
naturaleza diferente.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del proceso penal seguido contra María Inés Rojas -representada del accionante-, por
la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas, el Juez Tercero de Sentencia
Penal del departamento de La Paz, por Resolución 04/2012, concedió la cesación de su detención
preventiva, imponiéndole las medidas sustitutivas previstas en los seis numerales del art. 240 del
CPP (fs. 14 a 18).
II.3. La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, pronunció la
Resolución 64/2012 de 2 de mayo, por la que revocó la Resolución apelada, y en el fondo,
dispuso la detención preventiva de la ahora representada (fs. 20 a 21).
Está consagrada por el art. art. 125 de la CPE, cuando dispone que: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez
o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público
o persona particular y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y
resolver dicha acción constitucional, al Juez en materia penal debido al principio de especialidad
reconocido en la Constitución Política del Estado.
En los casos en que un Tribunal de apelación decida revocar las medidas sustitutivas y a la
par disponer la aplicación de la detención preventiva de un imputado, está obligado
igualmente a dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar
dicha medida cautelar de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos
determinados en el art. 233 del CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de
apelación, está obligado a motivar y fundamentar su Resolución, precisando los elementos de
convicción que le permiten concluir en la necesidad de revocar las medidas sustitutivas y
aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe también justificar la concurrencia de los
presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una o varias de las circunsta ncias
señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución debidamente
fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva.
Ahora bien, por regla general, las resoluciones pronunciadas en apelación, en virtud a lo
establecido por el art. 398 del CPP, deben circunscribirse a los aspectos cuestionados en la
resolución. Sin embargo, esta limitación no significa que las autoridades judiciales, en
apelación, deban abstenerse de realizar el análisis sobre los supuestos previstos en el art. 233
del CPP, pues esa obligación les es exigible cuando tengan que revocar la resolución del
inferior que impuso medidas sustitutivas; es decir, los Vocales deben precisar los elementos de
convicción que les permitan concluir en la necesidad de revocar las medidas sustitutivas y
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 125 de la
CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al conceder la acción de libertad efectuó una adecuada
compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado precepto
constitucional.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00505-2012-02-AAC
Departamento: La Paz
Los accionantes mediante memorial de 7 de marzo de 2012, cursante de fs. 14 a 18 vta., refieren
que son anticresistas de un inmueble ubicado en la calle Jorge Carrasco 12, zona 12 de octubre de la
ciudad de El Alto, y que en el mismo se dedican al comercio familiar de una librería denominada
“Librería 16 de julio”, con el Número de Identificación Tributaria (NIT) 4967676016.
Carolina Yenny Tumiri Mamani, argumenta que, el 1 de marzo de 2012, a horas 10:30,
aprovechando que su hermano Hernán Tumiri Mamani se encontraba trabajando solo en su librería,
los ahora demandados junto a un grupo de quince personas desconocidas, procedieron a ocupar
violentamente la misma, señalando que en su calidad de nuevos propietarios del inmueble, estos
abandonen el ambiente; sin embargo, el accionante indicó que se encontraba ahí en calidad de
inquilino, y que no recibió ninguna notificación legal para desalojar el inmueble, además y que
tampoco se le devolvió su anticrético, consistente en la suma de $us26 000.- (veintiséis mil dólares
estadounidenses), posteriormente, entre gritos, amenazas, insultos y empujones, sostiene que lo
echaron por la fuerza, ordenando a la gente que los acompañaba a soldar los cerrojos de acceso por
la puerta principal, consumando con esa actitud una medida de hecho que vulneró sus derechos
fundamentales.
Refiere que, intentando llegar a un acuerdo, el accionante les dijo a los supuestos nuevos propietarios
del inmueble -ahora demandados-, que abandonaría el local siempre y cuando se le devuelva el
anticrético que pagó, así también les suplicó que mínimamente por tres meses le permitan desempeñar
sus actividades con el objeto de que en ese tiempo resuelva su problema de anticrético con las personas
que firmó su contrato -Irma Alejandra Zeballos de Rojas en su calidad de propietaria del inmueble y
Georgina Sánchez Gonzales, en su calidad de apoderada de la propietaria-, pero no hubo posibilidad
de conciliación; empero, el 2 de marzo, de ese año nuevamente intentó resolver el problema, pero no
obtuvo resultado favorable, porque permanece la puerta cerrada, con personas ajenas que montan
guardia en el interior de su librería durante el día y la noche, sin ninguna orden legal.
Por último indica que la librería, es su fuente laboral por la que consigue los principales ingresos
económicos para sustento de su familia, además de ello, este incidente, impide que sus empleadas
Marisol Condori Condori y Karem González, realicen su trabajo con normalidad, vulnerándose su
derecho al trabajo que genera responsabilidades laborales con daños y perjuicios en sus ingresos;
por lo que, se encuentra imposibilitado de cumplir con sus obligaciones y si hubiere algún problema
con el contrato de anticrético, no se le ha otorgado el derecho de asumir su defensa.
Los accionantes estiman lesionados sus derechos al trabajo, al comercio y al debido proceso,
citando al efecto los arts. 46.I y II, 47.I y 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela, ordenando a los demandados que se les restituya la legal y pacífica
posesión del local donde funciona su librería, se proceda a la reparación de daños y perjuicios
emergentes de sus actos ilegales, así como también devuelvan la suma de Bs7 000.- (siete mil
bolivianos) de la caja que es destinado al pago de sueldos y consignaciones de materiales propios de
la librería. Se asuman responsabilidades civiles y penales.
Celebrada la audiencia pública el 21 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 47 a
51, se produjeron los siguientes actuados:
derecho a la propiedad, que no sólo es el hecho de ser propietario sino de usar y gozar de los bienes
que uno posee. Sostiene también que Carolina Yenny Tumiri Mamani, es poseedora legal y tiene el
registro respectivo que le habilita a tener una actividad lícita, como es el comercio de su librería.
Asimismo, manifiesta que hace una semana atrás, los presuntos nuevos propietarios allanaron su
librería y procedieron al traslado de los materiales que se venden en la misma, con el fin de vaciar el
lugar para darle otro uso.
Irma Alejandra Zeballos de Rojas, a pesar de haber sido legalmente citada no presentó informe
alguno y tampoco asistió a la audiencia.
Georgina Sánchez Gonzales, también en su calidad de tercera interesada, en audiencia, expresó que:
1) La Jueza fue a dar posesión a “los señores Barrios”, quienes soldaron candados a la puerta
principal de la galería, y que es ingreso de la misma, lugar donde tiene en anticrético, un restaurant
y un departamento que se constituye su vivienda; 2) No podían acudir a ninguna notaria porque a
momento de soldar los candados ellos se encontraban adentro; por lo que, “el señor Hernán Tumiri”
le comunicó que fue a la Fiscalía y que su abogado se hizo presente en la Policía Técnica Judicial
(PTJ); 3) Cuando habló con la Jueza, afirmó que no dio la autorización para que pongan candados
ni nada, sólo les ministró la posesión; y, 4) Ella también fue allanada y ahora se encuentra en la
calle porque en ese lugar era su vivienda, el problema es con su hermana y eso no significa que
vulneren sus derechos constitucionales.
I.2.4. Resolución
El Juez Tercero de Partido y de Sentencia Penal de El Alto del departamento de La Paz, por
Resolución 83/2012 de 21 de marzo, cursante de fs. 52 a 53, denegó la tutela solicitada, en base a
los siguientes fundamentos: i) No corresponde ampliar la acción de amparo constitucional en
audiencia alegando nuevos hechos o la vulneración de otros derechos a los inicialmente
demandados; por lo que, el Juez de garantías no ingresó a considerar los hechos alegados en la
ampliación; ii) El documento privado de 18 de enero de 2010, no tiene las características propias de
un contrato de anticresis, porque no cumple con los requisitos y formalidades exigidas en el art. 7 de
la Ley de Inscripción de Derechos Reales; asimismo, el art. 4 del Decreto Supremo (DS) 27957 de
24 de diciembre de 2004, concordante con los arts. 1538, 1540 y 1541 del Código Civil (CC),
establecen la inscripción en los registros de DD.RR., con el fin de que ciertos actos y contratos
obtengan publicidad, seguridad jurídica y oponibilidad a través de una inscripción; iii) Con relación
al inmueble, se verificó en antecedentes que se encuentra en trámite un proceso de adquirir la
posesión con oposición de la tercera interesada, cuyos hechos y argumentos expuestos por los
demandados contrastan radicalmente con las actuaciones procesales realizadas el indicado día;
contradicción que inviabiliza la consideración de los argumentos expuestos por la accionante y
tampoco se acreditó la existencia de algún proceso en trámite dirigido contra los demandados y
menos hicieron referencia a la demanda interdicta; iv) No se advierte a que actividad económica se
dedicaban los accionantes y tampoco se acreditó con prueba las personas que trabajaban en esa
librería, habida cuenta de que el NIT solamente refiere a la actividad de comercio minorista; y, v) El
Juez de garantías no ha llegado a determinar la vulneración a los derechos al comercio, al debido
proceso y al trabajo de los accionantes, con el aditamento que loa mismos no acreditaron los
requisitos para la concurrencia de una situación o medida de hecho conforme lo exige la
jurisprudencia constitucional.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 18 de enero de 2010, se suscribió un contrato de anticresis entre Irma Alejandra Zeballos de
Rojas (propietaria) y Georgina Sánchez Gonzáles (apoderada de la propietaria) con Hernán Tumiri
Mamani, por la suma de $us26 000.- (veintiséis mil dólares estadounidenses) respecto a una tienda,
trastienda y mezanine ubicados en la planta baja del inmueble de la calle Jorge Carrasco 12 de la zona
12 de octubre. El contrato refiere que tiene un plazo de dos años a partir de su suscripción,
aclarando que el anticresista conoce los problemas bancarios del inmueble, por cuyo efecto no
ocasionaría problemas adicionales entre partes. En la misma fecha, se realizó el reconocimiento de
firmas de dicho documento privado (fs. 4 y 5).
II.2. En el NIT 4961676016, Carolina Yenny Tumiri Mamani -ahora accionante-, se encuentra inscrita
al Régimen General en la actividad económica de comercio minorista con domicilio ubicado en la
av. Jorge Carrasco 12, edificio Rojas, piso PB, Zona Villa 12 de octubre, El Alto (fs. 6).
II.3. Mediante fotografías presentadas por los accionantes, se advierte que la puerta de la “Librería 16
de julio”, se encuentra cerrada, en otras se observa que una persona se encuentra adentro y también se
aprecia la soldadura de unos candados (fs. 7 a 12).
II.5. Por Resolución 256/2011 de 29 de agosto, el Juez Tercero de Instrucción en lo Civil de El Alto,
declaró improbada la demanda de interdicto de adquirir la posesión interpuesta por Julio
Barrios Huasco y Rosario Paulina Márquez Montes representados por Tomas César Márquez
Tapia; asimismo, declaró probada la oposición interpuesta por Georgina Sánchez Gonzáles y
Enrique Medrano Ramírez, disponiendo que los oposicionistas Georgina Sánchez Gonzáles y
Enrique Medrano Ramírez se mantengan en actual y pacífica posesión en el inmueble ubicado en la
urbanización 12 de octubre, lote s/n, manzano 4, av. Jorge Carrasco 12 de la zona Villa 12 de octubre
de la ciudad de El Alto, por haber justificado y tener mejor derecho de posesión sobre el inmueble
citado anteriormente (fs. 73 a 88).
II.7. Por medio del acta de inspección judicial, se advierte que el 1 de marzo de 2012 a horas 10:30, se
llevó a cabo una audiencia de inspección judicial dentro del proceso de interdicto de adquirir la
posesión seguido por Julio Barrios Huasco y Rosario Paulina Márquez Montes -ahora demandados-,
con oposición de Georgina Sánchez Gonzales y Enrique Medrano Ramírez en el inmueble ubicado en
la av. Jorge Carrasco 12, de la zona 12 de octubre de la ciudad de El Alto, cuya acta de audiencia en su
parte pertinente, hace referencia que Erika Valdez Cuba, Jueza Quinta de Instrucción en lo Civil,
ministró posesión a los hoy demandados, en la librería, sin existir impedimento material de los
dueños; sin embargo, la mencionada Jueza señaló que no es posible ministrar posesión a los nuevos
propietarios, sobre los demás ambientes del inmueble a los cuales se acceden por la puerta central (fs.
39 a 41).
II.8. Según nota de remisión de documentación de 18 de junio de 2012, el Juez Tercero de Partido y de
Sentencia Penal de El Alto, Juvenal López Rocha, remitió las fotocopias legalizadas correspondientes
al proceso civil interdicto de adquirir la posesión caratulado BARRIOS C/ HUASCO tramitado en el
Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal de El Alto; asimismo, aclaró que en el referido proceso no
se ha encontrado orden de desalojo o desapoderamiento hasta el momento de la audiencia de amparo
constitucional (fs. 96).
Los accionantes alegan la vulneración de los derechos al trabajo, al comercio y al debido proceso,
puesto que la tienda denominada “Librería 16 de julio” ubicada en calle Jorge Carrasco 12, de la
que son propietarios los accionantes, fue objeto de una violenta ocupación por parte de los
demandados y otras personas, quienes a título de ser los nuevos propietarios del inmueble,
avasallaron el lugar y de manera arbitraria los echaron.
La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha sido uniforme al señalar que: “…el fundamento
constitucional que sustenta la procedencia excepcional de una tutela ante medidas de hecho, -
ante cualesquier acto- es que en un Estado de Derecho, no es legal ni válido que una autoridad
pública o un particular, invocando supuesto ejercicio "legítimo" de sus derechos subjetivos, se
arrogue facultades y adopte medidas de hecho (justicia directa o justicia por mano propia) para
poner término a sus diferencias o solucionar sus conflictos con otros desconociendo que existen los
mecanismos legales y las autoridades competentes para el efecto” (SC 0534/2007-R de 28 de
junio). (las negrillas nos corresponden)
De ahí que la jurisprudencia constitucional entendió que las medidas de hecho se configuran como
aquellos: "...actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y
procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder
que detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y
que por el daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el
amparo por vulnerar derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el
control al abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por
mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo
ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias…" (SC
0832/2005-R de 25 de julio) (las negrillas son añadidas).
En ese entendido se establece que la acción de amparo constitucional se rige por el principio de
subsidiariedad; sin embargo, ante la presencia de medidas de hecho la jurisprudencia constitucional
ha determinado su procedencia excepcional.
Es necesario precisar que las medidas de hecho deben ser probadas por el accionante, es decir que
para poder conceder la tutela debe existir la certeza de que efectivamente estos actos se cometieron,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 95
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
lesionando los derechos o garantías del accionante, conforme lo señala la referida SC 0374/2007-R
de 10 de mayo, que afirma: “…el recurrente o agraviado al interponer su recurso debe acreditar y
demostrar la existencia del acto u omisión denunciados de ilegales y además de ello, también debe
demostrar que quien cometió esos actos u omisiones es el particular o la autoridad contra quien
recurre de amparo, de esa forma la determinación del Tribunal obedecerá a la certidumbre de que
efectivamente se habría vulnerado o amenazado un derecho fundamental, caso contrario, es decir
de no presentar el recurrente prueba suficiente que demuestre la existencia del acto lesivo, no se
podría conceder la tutela pues se estaría ante un hecho no probado que impide verificar la
existencia de lesión a un derecho” (las negrillas nos corresponden).
a) Que las medidas de hecho denunciadas por lo general deben ser probadas por el o los
accionantes; ya que debe demostrarse con certeza que indudablemente se han suscitado los actos
que lesionaron los derechos y/o garantías denunciados.
b) Para invocar la excepción de la prueba y conceder la tutela solicitada, tendrán que concurrir dos
requisitos: i) La imposibilidad de obtener y presentar la prueba correspondiente; y, ii) La aceptación
de los hechos acusados o que no se desvirtúen los mismos por parte de los demandados.
c) En virtud al principio favor debilis y considerando los supuesto del caso concreto es posible
efectuar la inversión de la presentación de la prueba cuando precisamente son los demandados
poseedores de los elementos probatorios que acreditan la legalidad o ilegalidad de los actos
acusados.
Una vez especificados los requisitos por los cuales se activa la acción de amparo constitucional por
vías de hecho, corresponde dilucidar los hechos denunciados; por lo que, en el caso concreto los
accionantes indicaron que los demandados avasallaron el lugar -tienda en anticrético- donde se
encuentra ubicada la “Librería 16 de julio” de la que son propietarios, con esos antecedentes
manifestaron que bajo amenazas, gritos y empujones les obligaron a desalojar el mencionado lugar,
impidiéndoles su ingreso hasta la fecha, además de soldar un candado y cerrar la puerta de ingreso
principal del inmueble, razón por la cual atribuyen acciones de hecho que no tienen ningún sustento
legal.
Una vez señalado el acto lesivo denunciado, es preciso realizar un análisis de las pruebas aportadas
por los accionantes; por lo que, corresponde referirnos a los siguientes puntos:
b) En cuanto a la afirmación que realizan los accionantes, del perjuicio ocasionado en la devolución
del dinero que otorgaron por el anticrético, se tiene la vía expedita para utilizar el medio idóneo que
consideren conveniente a través de la vía ordinaria.
c) Asimismo corresponde precisar, que si bien existe un derecho controvertido entre los demandados y
las terceras interesadas; es decir, el derecho a la propiedad que supuestamente señalan que poseen los
accionantes con la oposición de que las terceras interesadas interpusieron una demanda de
reivindicación del inmueble y enriquecimiento ilícito; tal situación jurídica no puede incidir en las
medidas de hecho denunciadas por los accionantes, ya que resultan independientes a la situación de los
anticresistas -ahora accionantes-, que corresponde su disolución a través de la jurisdicción ordinaria.
a) En cuanto a las afirmaciones realizadas por los accionantes; vale decir, que ingresaron a su librería
de forma arbitraria y sin orden legal, se puede verificar que en el informe de los demandados
manifiestan que en el acta de inspección judicial que la Jueza Erika Valdez Cuba, a momento de
constituirse en el inmueble con el fin de ministrar posesión a los demandados, sostiene que no ejerció
ningún acto arbitrario que demuestre abuso de poder porque Carolina Tumiri Mamani, fue notificada
para la posesión el 21 de octubre de 2010 (fs. 38 vta.). Asimismo, en el informe presentado por la
tercera interesada -Georgina Sánchez Gonzales- refiere que tuvo una conversación con la Jueza, quien
afirmó que no dió autorización para que se ponga candado ni nada, solamente la posesión a los
demandados; en ese entendido, si bien ambos informes muestran oposición a la situación de acciones
de hecho denunciadas por los accionantes, es evidente que las partes intervinientes en el proceso
coinciden al señalar que ingresaron a la librería.
b) Con relación a las fotografías adjuntadas al expediente, por los ahora accionantes, que se
constituyen como medios de prueba, acreditando la existencia de la “Librería 16 de julio”; por una
parte se observa en una de ellas que existen candados con soldadura en la puerta y otras reflejan que
en el interior se encuentran personas que circulan en ella, si bien no se sabe quién puso dicho
candado y a que título lo hizo y tampoco se tiene conocimiento de qué personas se encuentran
transitando en la librería, los accionantes acreditaron no tener acceso a la misma situación que
además de ser de difícil probanza tampoco fue desvirtuada por los demandados.
c) Por otra parte, ante la solicitud de documentación complementaria emitida por el Tribunal
Constitucional Plurinacional, el Juez Tercero de Partido y Sentencia Penal de El Alto, mediante nota
de 18 de junio de 2012 (fs. 96), aclaró que en el proceso civil interdicto de adquirir la posesión,
caratulado Barrios C/ Huasco, no se ha encontrado orden de desalojo o desapoderamiento hasta el
momento de la audiencia de amparo constitucional; informe que acredita que las medidas de hecho
denunciadas fueron ejecutadas sin orden legal y que en caso de existir otra orden judicial incluso de
otro órgano jurisdiccional correspondía a la parte demanda acreditar este extremo.
Teniendo en cuenta la naturaleza del proceso de interdicto de adquirir la posesión, dicho proceso no
puede concluir con determinación del Juez en una obligación de dar; es decir, no es un mecanismo
para recobrar la posesión o reivindicar un inmueble, es un requisito para su procedencia que el
inmueble no se encuentre en poder de un tercero a título de dueño o usufructuario, conforme lo
determinado por el art. 596 del Código de Procedimiento Civil (CPC), motivo por el cual no puede
haber existido tal mandamiento, conforme lo informa el Juez Tercero de Partido y de Sentencia.
Por lo expuesto los actos denunciados como lesivos se encuentran dentro de los supuestos
excepcionales de probanza, referidos en los incisos b) y c) del Fundamento Jurídico III.2 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional y habilitan a éste Tribunal para concluir en la
ejecución de las medidas de hecho denunciadas sin una orden legal correspondiendo tutelar respecto
a las medidas y vías de hecho.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00843-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución de 5 de mayo de 2012, cursante de fs. 119 vta. a 123, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Wilfredo Juan Rosas Encinas contra Sigfrido
Soleto Gualoa y Edgar Carrasco Sequeiros, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz.
Agrega que en apelación, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz, por Auto de 1 de diciembre de 2011, revocó la Resolución del a quo sin una adecuada
valoración de las pruebas, basando su fundamento en simples dichos e interpretaciones
totalmente subjetivas; señalando entre sus fundamentaciones que hubiera sido declarado rebelde,
cuando en los hechos eso jamás sucedió, ya que su persona durante la publicación del edicto,
voluntariamente se presentó ante el Tribunal de Sentencia, y la afirmación de que se hubiera
ausentado por más de dos años sin saberse sobre su paradero es totalmente falsa, dado que, como
señaló, la Fiscalía conocía su domicilio real, motivo por el cual, no era posible alegar
desconocimiento del mismo. De igual manera, es falsa la alocución de que no asistió a firmar el
libro de control de la Fiscalía con la finalidad de esperar maliciosamente el cumplimiento de los
tres años para pedir la extinción.
Solicita se le conceda la tutela impetrada y se ordene la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso.
En audiencia pública celebrada a horas 16:00 de 5 de mayo de 2012, en presencia del Vocal
demandado Edgar Carrasco Sequeiros; y en ausencia de la parte accionante, del codemandado
Sigfrido Soleto Gualoa y del representante del Ministerio Público; conforme consta en el acta
cursante de fs. 119 y vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Edgar Carrasco Sequeiros, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz, en audiencia, informó lo siguiente: a) No existe legitimación pasiva, dado
que su autoridad no libró ni ejecutó mandamiento alguno contra el presunto accionante
perseguido; b) La extinción de la acción penal por vencimiento del plazo máximo de duración del
proceso, no es causa directa de la revisión del derecho a la libertad; c) La tutela al debido proceso
no abarca a todas las formas en que el mismo puede ser infringido, sino para aquellos supuestos
en los que está directamente relacionado al derecho a la libertad personal o de locomoción por
operar como causa para su restricción o supresión; y, d) Corresponde en los casos no vinculados
a la libertad, utilizarlas vías legales pertinentes “SSCC 0290/2002-R” (sic).
I.2.3. Resolución
Por Resolución de 5 de mayo de 2012, cursante de fs. 119 vta. a 123, el Juez Noveno de Instrucción en
lo Penal del departamento de Santa Cruz, declaró “improcedente” bajo los siguientes argumentos: 1)
La acción de libertad no es la vía idóneo para impugnar lesiones al debido proceso, aspectos que son
resorte de la acción de amparo constitucional una vez agotados los medios y recursos que prevé la ley;
y, 2) La acción de libertad está llamada a tutelar supuestos de hecho que se encuentren directamente
vinculados con el derecho a la libertad, a no ser que se constate que a consecuencia de las violaciones
al debido proceso invocadas, se hubiere colocado al accionante en absoluto estado de indefensión, lo
que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales porque recién tuvo conocimiento del proceso
al momento de la persecución o la privación de la libertad.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del proceso penal iniciado por el Ministerio Público contra Wilfredo Juan Rosas
Encinas, por la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas, se evidencia que
por memorial presentado el 24 de agosto de 2011, ante el Tribunal de Sentencia de Puerto
Suárez, el imputado, ahora accionante, pidió la extinción de la acción penal por vencimiento del
plazo máximo de duración del proceso (fs. 52 a 54 vta.) mereciendo decreto de 25 del mismo mes
y año, disponiéndose poner la solicitud a conocimiento del Ministerio Público así como del
acusado la fecha de juicio oral para el 6 de septiembre de 2011 a horas 9:00 (fs. 55).
II.3. Contra el fallo de 6 de septiembre de 2011, el representante del Ministerio Público, por
memorial de 7 de igual mes y año, opuso apelación incidental (fs. 81 a 82 vta.), resuelta por la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, integrada por los
Vocales ahora demandados, quienes en alzada declararon admisible y procedente el recurso
interpuesto, y deliberando en el fondo, revocaron el Auto impugnado, disponiendo la
continuación del juicio oral (fs. 92 a 94 vta.).
Previo a ingresar al análisis del caso concreto, es necesario referirnos a la naturaleza jurídica de
la acción de libertad. En ese sentido y conforme al nuevo orden constitucional, la SCP 0037/2012
de 26 de marzo, señaló que: “Se trata de un mecanismo de defensa constitucional extraordinario
de carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva
de los derechos fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores
públicos o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el
segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece
que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada
por sus características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación;
procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni
privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
Ratificando esa línea, la SC 0199/2010-R de 24 de mayo, respecto a las acciones del libertad,
concluyó lo siguiente: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al constituirse en un
mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio eficaz e inmediato
reparador de ese derecho; empero, la existencia de esta garantía constitucional, no implica que
todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas de manera
exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus, actualmente acción de libertad; pues no se
trata de una garantía que tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión
a la libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa
sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión sufrida”.
En ese sentido, en la comprensión que las lesiones denunciadas en la acción están referidas a un
posible procesamiento indebido, dado que las mismas consisten en que el Tribunal de alzada,
integrado por los ahora demandados, a tiempo de emitir la Resolución que revoca el fallo
recurrido de apelación incidental, y que ahora se impugna, no efectuó una correcta valoración de
las pruebas basando su fundamento en simples dichos e interpretaciones totalmente subjetivas; lo
que derivó en que su causa no se extinga, sino al contrario, dispone la continuidad del juicio oral
conforme a procedimiento; previo a ingresar al análisis de fondo de lo demandado, es del caso
verificar si es que en efecto, los extremos denunciados afectan o inciden directamente en el
derecho a la libertad del imputado y por tanto, se cumplieron las causales de activación de la
presente acción, o si más bien, correspondía su análisis por la otra vía constitucional como es el
amparo.
en todo caso, sería como resultado de un proceso penal seguido en su contra por determinación
de una autoridad jurisdiccional competente dentro de la etapa o fase correspondiente.
En consecuencia, al constatarse que los supuestos actos ilegales u omisiones indebidas no están
directamente vinculados con una presunta ilícita restricción de la libertad del imputado, ahora
accionante, corresponde denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
Expediente: 00782-2012-02-AL
Departamento: Chuquisaca
Los accionantes, por escrito presentado el 24 de abril de 2012, cursante de fs. 3 a 4 vta.,
manifestaron lo siguiente:
Su representado se encuentra detenido con fines de extradición desde hace más de diez meses, la
misma que fue solicitada por la Embajada de Italia a efectos de que cumpla con dos sentencias
dictadas en su contra, la primera de 2002 con una condena de tres años, dos meses y veinte días
de reclusión y la otra de 2008, con una pena de un año y cuatro meses de reclusión, dicha
solicitud fue autorizada por Resolución 111/2012 de 18 de abril, emitida por la Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia sin considerar que: a) La solicitud presentada por la Embajada de
Italia no adjuntaba la Sentencia dictada en su contra por el Tribunal de Brescia el año 2002, sino
simplemente una fotocopia no autenticada de la Sentencia del Tribunal de Apelación y una
traducción sin nombre ni firma del traductor responsable; b) Ambos procesos fueron seguidos en
rebeldía, siendo por ello nulos de pleno derecho según la legislación boliviana; c) No existe
tratado de extradición vigente con Italia; d) La potestad para ejecutar la pena del primer proceso
ya prescribió de acuerdo tanto a la legislación boliviana como a la italiana, mientras que en el
segundo proceso prescribió de acuerdo a la legislación italiana, y si a la misma se le imputase la
de su detención en Bolivia, quedaría por cumplir un tiempo menor a un año; e) Su representado
está siendo investigado y acusado en Bolivia; y, f) El art. 151.3 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), establece que no procederá la extradición cuando de conformidad a las leyes del
país requerido o requirente, el delito haya prescrito.
Denuncian la lesión de los derechos a la libertad y al debido proceso de su representado, sin citar
disposiciones constitucionales que los contienen.
I.1.3. Petitorio
Solicita tutela constitucional, con el fin de que se restablezcan las formalidades legales, dejando
sin efecto la Resolución 111/2012, emitida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
disponiendo que se emita una nueva Resolución rechazando la solicitud de extradición.
Celebrada la audiencia pública el 25 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 48 a
49 vta., de obrados se produjeron los siguientes actuados:
Los accionantes, ratificaron los términos de la acción, señalando además que: 1) Se enteraron que
la Resolución 111/2012, dictada por el Tribunal Supremo de Justicia fue remitida con un oficio al
penal de Palmasola y en virtud de que la parte accionante no había sido notificada con la misma
consideraron lesiva “a la defensa” por lo que interpusieron la presente acción; y, 2) El 24 de abril
de 2012, se notificaron con la Resolución 111/2012, presentando inmediatamente el recurso de
complementación y enmienda; en tal sentido, al existir pendiente una resolución hace que no
proceda la acción, por lo que solicitan el retiro de esta, pidiendo que se desestime el pedido o se
deniegue la tutela, por cuanto esperan que los presuntos derechos lesionados que motivaron la
acción fueran reparados por la explicación, complementación y enmienda solicitada al Tribunal
Supremo.
Jorge Isaac Von Borries Méndez, Rómulo Calle Mamani, Antonio Guido Campero Segovia,
Pastor Segundo Mamani Villca, Rita Susana Nava Durán y Norka Natalia Mercado Guzmán,
Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, mediante informe escrito cursante de fs. 25 a 28
vta., señalaron que: i) Se tramitó una solicitud de extradición formulada por la Embajada de Italia
en Bolivia, en el marco del Tratado de Amistad y Extradición plenamente vigente, pronunciando
al efecto una Resolución sustentada y motivada sobre dicha petición; ii) Respecto a los derechos
de la persona requerida en extradición, de los antecedentes del proceso se evidencia que desde el
momento que la solicitud de extradición fue presentada Stefano Ferrari se apersonó al proceso
asumiendo defensa y formulando oposición; iii) La valoración efectuada ese Tribunal fue acorde
a la legislación italiana en cumplimiento del art. 149 del CPP; iv) Al no existir proceso penal en
trámite en Bolivia, no fue necesario activar la posibilidad de diferir la extradición dispuesta; v)
La detención de Stefano Ferrari data de 25 de octubre de 2011, es decir, que la Resolución fue
pronunciada dentro de los seis meses señalados por el art. 154 inc. 1) del CPP; y, vi) Stefano
Ferrari fue condenado por la comisión del delito de tráfico internacional, detención y venta de
estupefacientes, recibiendo el 18 de diciembre de 2006, la pena residual de tres años, dos meses y
veinte días que no fue ejecutada y una segunda condena cuya pena residual resulta ser de cuatro
años, seis meses y veinte días, teniéndose en cuenta que la última Sentencia es de 11 de julio de
2008, se concluye que dicha pena no está prescrita, en razón de que el término de la prescripción
sería de más de 9 años, de acuerdo al art. 172 del Código Penal Italiano aplicable al caso en
cumplimiento del art. VI-4 del Tratado de Amistad y Extradición, el cual reconoce el
juzgamiento de rebeldía, por todo ello solicitan se deniegue la tutela solicitada.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
siguientes conclusiones:
II.1. Por mandamiento de detención de 21 de octubre de 2011, emitido por el Juez Décimo de
Instrucción en lo Penal, se dispuso la detención de Stefano Ferrari, en virtud al Auto Supremo
225/2011 de 23 de septiembre, dictado dentro del trámite de extradición solicitado por la
Embajada de Italia (fs. 23).
II.3. El 24 de abril de 2012, a horas 18:00, Otto Ritter presentó memorial solicitando la
explicación, complementación y enmienda de la Resolución 111/2012 (fs. 587 a 590 del tercer
anexo).
la inexistencia de tratado vigente con Italia, aspectos formales de dicha solicitud, ni que ambos
procesos son nulos de pleno derecho al haber sido seguidos en rebeldía, que su representado está
siendo investigado y acusado en Bolivia y además que los delitos están prescritos. Por
consiguiente, corresponde en revisión, establecer si se debe otorgar o no la tutela solicitada.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y la libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la
Constitución Política del Estado (CPE); además que, en su art. 22, expresamente establece que
“La dignidad y la libertad de la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general, como
expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad, la
posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Norma Suprema, refiere que “Toda
persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal…” y que esta libertad personal “sólo
podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la
verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo debe ser respetado sino debe
ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en su
art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece
que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa)
del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases
fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad. En
ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
La acción de libertad, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el que la Norma Suprema del
ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección inmediata tanto del derecho a la vida así
como de aquellas situaciones en las que el derecho a la libertad física de las personas se encuentra
lesionada por causa de una ilegal persecución, indebido procesamiento o indebida privación de libertad;
en este último caso, siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y
expedito para reparar la lesión producida, pues, de existir dicho medio, deberá hacerse uso de éste.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho a
la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad física; y, 4)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o está
siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos, cuando la
persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad física.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente cuando
de las lesiones al debido proceso se trate en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la
libertad física de las personas.
Necesariamente antes de analizar el caso concreto es prudente referirse a lo manifestado por uno
de los accionantes en la audiencia de la acción de libertad, quien señaló que después de
notificarse con la Resolución impugnada interpuso recurso de complementación y enmienda
contra la misma, en tal sentido al existir una resolución pendiente por la cual consideró pueda ser
complementada, modificada la Sentencia, solicitó se desestime la tutela o se deniegue la misma.
Sobre este aspecto, la disposición contenida en los arts. 126.II de la Constitución Política del
Estado (CPE) y 68.7 de la LTCP, establece que la audiencia de la acción de libertad no podrá
suspenderse en ningún caso, aún cuando el accionante no concurriere a dicho acto procesal sea
por inasistencia o abandono de la acción, en resguardo de los derechos que tutela dicha acción,
debiendo el tribunal o juez de garantías continuar con el trámite procesal correspondiente.
En tal sentido, procederá el desistimiento o retiro de la acción de libertad únicamente hasta antes del
señalamiento de día y hora de la audiencia. En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber continuado
con el procedimiento constitucional hasta dictar Resolución, obró correctamente.
Al respecto, es preciso referirnos a dicha Resolución, por cuanto la misma consideró que la vía
ordinaria no había sido agotada, dado que se constató la presentación de la solicitud de enmienda
y complementación de la Sentencia impugnada, en tal sentido, denegó la tutela sin entrar al fondo
del asunto, lo que no correspondía ya que el recurso de complementación y enmienda, sea cual
fuera la resolución que lo resuelva, no cambiará el fondo de la Sentencia, puesto que únicamente
se tocarán aspectos de forma, conforme al entendimiento establecido por la jurisprudencia
constitucional, que sobre el tema señaló que: “A través del recurso de explicación,
complementación y enmienda, la autoridad judicial competente de oficio o a pedido de parte,
puede aclarar expresiones oscuras, suplir alguna omisión o corregir cualquier error que hubiere
cometido en la resolución, siempre que ello no importe una modificación esencial de la misma.
En ese orden, adquiere la calidad de recurso facultativo que puede ser utilizado por las partes
para solicitar la aclaración de algún concepto oscuro, la complementación o explicación
respecto de alguna omisión en la que hubiere incurrido la autoridad, y cuando es utilizado forma
parte integrante de la resolución; sin embargo, por estas características dicho recurso no puede
El indebido o ilegal procesamiento, es la acción por la que un juez o autoridad administrativa, a tiempo
de sustanciar un proceso penal o interno, lesiona la garantía constitucional del debido proceso, exige el
mismo que las personas tengan el beneficio a un proceso justo, equitativo, e imparcial y que sus
derechos se acomoden a lo establecido por las disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar. Estableciéndose que el procesamiento ilegal e indebido
se produce por la infracción de las disposiciones legales procesales y formalidades establecidas por
Ley.
En ese entendido, con relación al indebido procesamiento, este Tribunal, estableció: “Las
vulneraciones al debido proceso y la tutela a través de esta garantía jurisdiccional, se precisó en
las SSCC 0451/2010-R de 28 de junio, reiterada por la 0033/2011-R de 7 de febrero: 'La
Constitución Política del Estado (arts. 115.II y 117.I), reconoce al debido proceso como un
instrumento de sujeción a las reglas del ordenamiento jurídico, en el cual se debe enmarcar la
actuación de las partes procesales, la finalidad de este derecho constitucional y garantía
jurisdiccional es proteger a los ciudadanos de posibles abusos de las autoridades, que se
originen en actuaciones u omisiones procesales o en decisiones que adopten y de las cuales
emerja la lesión a sus derechos y garantías, como elementos del debido proceso. Cuando se
denuncie su vulneración en cualquiera de sus componentes, corresponderá su impugnación a
través de la acción de libertad, cuando esté directamente relacionada con la restricción de la
libertad del accionante y se constate la existencia de absoluto estado de indefensión; caso
contrario, la denuncia por irregularidades cometidas en el proceso (entendidas como violación
al debido proceso), deberán ser reclamadas a través de los medios ordinarios que el
ordenamiento jurídico procesal penal prevé, agotada la jurisdicción ordinaria y en el supuesto
de persistir la lesión, se activa la tutela de la acción de amparo constitucional” (SC 0378/2011-
R de 7 de abril).
En ese entendido, por los hechos denunciados y el informe emitido por los Magistrados
demandados, no se cumplió con ninguna de las excepciones anteriormente señaladas, toda vez
que de los antecedentes del proceso se evidencia por una parte que, Stefano Ferrari se encuentra
detenido por un mandamiento emitido en virtud del Auto Supremo 225/2011 de 23 de
septiembre, dictado por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia y por otra, que desde el
momento en que la solicitud de extradición fue presentada, éste se apersonó al proceso y formulo
oposición, en tal sentido activó en el curso del trámite todos los medios de defensa posibles,
además que sus argumentos fueron considerados en la Resolución ahora impugnada, aspectos
tales que determinan la denegatoria de la presente acción.
POR TANTO
En revisión la Resolución 6/2012 de 11 de abril, cursante de fs. 148 a 151, pronunciada dentro de
la acción de cumplimiento interpuesta por Fortino Jaime Agramont Botello contra Jhon
Villalba Camacho, Director de Recaudaciones del Gobierno Autónomo Municipal de El
Alto; Lusía Escobar Dávalos, Jefa de Asuntos Técnico Jurídicos y Cobranza Coactiva a.i.
de la Dirección de Recaudaciones; Gladys Sonia Tarqui Triguero, Asesora Jurídica de la
Unidad de Asuntos Técnico Jurídicos y Cobranza Coactiva del Gobierno Autónomo
Municipal de El Alto.
Refiere que conforme el art. 104.V de la Ley 2492 de 2 de agosto de 2003, desde el inicio de la
fiscalización hasta la emisión de la vista de cargo, no debía transcurrir más de doce meses, y de
existir una prórroga a solicitud fundada, la misma podía ser hasta seis meses, por lo que ante la
solicitud de ampliación de plazo del proceso de fiscalización por la Jefa de Asuntos Técnico
Jurídicos y Cobranza Coactiva a.i. de la Dirección de Recaudaciones, se emitió Auto ampliatorio
DR/UATJ/2009 de 4 de noviembre, ampliando el plazo un mes, por lo que debió ser notificado
con la vista de cargo máximo hasta el 26 de diciembre del 2009.
Señala que interpuso el recurso de alzada, que fue resuelto por la Autoridad Regional de
Impugnación Tributaria de La Paz a través de la Resolución ARIT-LPZ/RA 0320/2010 de 23 de
agosto, anulando obrados hasta la “VISTA DE CARGO” DR/UF/Nº 330/2009 de 24 de
diciembre, por lo que considera que habiéndose evidenciado que la Autoridad Tributaria fue
notificada el 1 de octubre de 2010, con el Auto ARIT/LPZ-196/2010 de 23 de agosto, dicha
autoridad debió haber emitido nueva vista de cargo en el plazo de dos días a efectos de cumplir
con los plazos establecidos por ley.
Señala que el 20 de enero de 2011, por vencimiento de plazo para emitir vista de cargo, solicitó a
la Autoridad de Impugnación Tributaria dictar Resolución Determinativa de inexistencia de
deuda tributaria en aplicación del art. 104.VI del Código Tributario Boliviano (CTB); mediante
memoriales de 9 de mayo, 5 de julio y 25 de julio todos ellos de 2011, reiteró a mencionada
autoridad dictar la respectiva Resolución; con relación a dichas solicitudes el 16 de agosto de
2011, se le notificó con la Resolución Administrativa (RA) DR/UATJ-CC/0269/2011 de 9 de
agosto, en la que no se resolvieron las cuestiones planteadas y previstas en el art. 68.2 del CTB y
tampoco la aplicación del art. 104.VI del citado código, por el contrario, se instruyó la emisión de
la nueva vista de cargo que se contrapone al referido artículo.
determinar el tributo omitido de las gestiones 2004 al 2006, y que se proceda al desbloqueo
informático de las actividades e inmuebles de su propiedad, el 27 de febrero de 2012, se dictó la
Resolución del recurso jerárquico AGIT-RJ 0114/2012, que confirmó la Resolución ARIT-
LPZ/RA 0600/2011.
El accionante alega que las autoridades demandadas no cumplieron con las normas contenidas en
los arts. 68.2 y 104.VI del CTB, con relación al art. 108.1 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
El accionante solicita se conceda la tutela y se ordene la nulidad del “punto resolutivo 2º” de la
RA DR/UATJ-CC/0269/2011, que dispuso la emisión de una nueva Vista de Cargo, y se
determine la existencia de responsabilidad civil y penal, estimando monto indemnizable por
daños y perjuicios.
Efectuada la audiencia pública el 11 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 138
a 147 de obrados, en presencia de la parte accionante, el tercero interesado y una autoridad
demandada, se produjeron los siguientes actuados:
Mediante informe escrito cursante de fs. 119 a 125, Julio Vera De la Barra, Director Regional de
la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria La Paz, en representación legal de Julia Susana
Ríos Laguna, Directora Ejecutiva General a.i. de la Autoridad General de Impugnación
Tributaria, señaló que: 1) Mediante RA ARIT-LPZ/RA 0320/2010, se dispuso la nulidad de
obrados, hasta la Vista de Cargo DR/UF/Nº 330/2009, debiendo la Dirección de Recaudaciones
del Gobierno Municipal de El Alto establecer los factores existentes en los inmuebles de
propiedad del accionante, así como de la patente de publicidad y propaganda urbana, con el fin de
que el sujeto pasivo presente descargos en sujeción del art. 98 de la Ley 2492, todo en relación a
las gestiones fiscales 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006; 2) La Administración Tributaria debió
emitir la Vista de Cargo estableciendo las obligaciones tributarias contra el Hospital Agramont y
en aplicación del art. 98 del CTB, el sujeto pasivo presentar sus descargos, con la finalidad de
que se establezca la existencia o inexistencia de adeudos tributarios con la emisión de la
Resolución Determinativa; 3) Asimismo, la Resolución del recurso de alzada ARIT-LPZ/RS
0320/2010, no mereció interposición del recurso jerárquico, quedando ejecutoriada mediante
I.2.4. Resolución
Mediante Resolución 6/2012 de 11 de abril, cursante de fs. 148 a 151, la Jueza Cuarta de Partido,
Liquidadora y de Sentencia de El Alto, constituida en Juez de garantías, “denegó” la acción en
base a los siguientes argumentos de orden legal: a) La acción de cumplimiento se encuentra
incorporada en nuestra legislación en el art. 134 de la CPE, y procede en caso de incumplimiento
de la norma por parte de servidores públicos, teniendo relación con los principios de legalidad y
seguridad jurídica; refirió que el cumplimiento del “deber omitido” debe estar establecido de
manera expresa en la Constitución Política del Estado y la ley, y debe ser concreto para constituir
un mandato vigente, cierto y claro; b) El art. 104.VI del CTB, cuyo cumplimiento se exige,
establece que si al concluir la fiscalización no se hubiere efectuado reparo alguno o labrado acta
de infracción contra el fiscalizado, no habrá lugar a la emisión de Vista de Cargo, debiéndose
emitir Resolución Determinativa que declare la inexistencia de deuda tributaria; de acuerdo a los
antecedentes, los elementos expuestos no se adecúan a las circunstancias establecidas por el
referido artículo, en el presente caso, se efectuó el reparo y la emisión de la Vista de Cargo, no
concurriendo los presupuestos para exigir el cumplimiento de la norma aludida; c) Al haberse
anulado esos actos administrativos, no significa que no se hubiere efectuado el reparo de las
diligencias que establecen como presupuesto para dar lugar a la emisión de una Resolución
Determinativa de inexistencia de deuda tributaria como se pretende, cuando la exigencia para el
cumplimiento de la norma en que se establece un deber, corresponde tomar en cuenta su sentido
integral; d) Respecto a la legitimidad pasiva y la notificación de los terceros interesados como
requisitos de forma, se ha procedido conforme señala el art. 91 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), siendo responsabilidad del accionante el señalamiento de
las autoridades demandadas; e) Respecto a la subsidiariedad, el art. 88 de la señalada Ley
establece que, procederá la acción de cumplimiento en caso de incumplimiento de disposiciones
constitucionales o legales siempre que no existan vías administrativas o judiciales para su eficaz
protección, en los procesos administrativos basta el agotamiento de la vía administrativa según
las Sentencias Constitucionales referidas; y, f) Con relación a que el accionante estuviere siendo
lesionado en la libre disponibilidad de su patrimonio, puede hacer uso de las instancias
correspondientes para lograr el resguardo de sus derechos en caso de demostrar que existe
vulneración de los mismos.
II. CONCLUSIONES
II.4. El 3 de enero del 2012, el accionante interpuso el recurso jerárquico contra la Resolución
ARIT-LPZ/RA 0600/2011, la Autoridad General de Impugnación Tributaria pronunció la
Resolución AGIT-RJ 0114/2012 de 27 de febrero, resolviendo confirmar la Resolución recurrida,
que dispuso la nulidad de obrados con reposición hasta el vicio más antiguo; es decir, hasta el
Auto de admisión de 22 de septiembre de 2011 (fs. 26 a 29 y 33 a 40).
El accionante manifestó que fueron incumplidos los arts. 68.2 y 104.VI del CTB con relación al
art. 108.1 de la CPE, toda vez que habiendo vencido el plazo para emitir la Vista de Cargo,
correspondía al Director de la Dirección de Recaudaciones del Gobierno Autónomo Municipal de
El Alto, emitir la Resolución Determinativa de inexistencia de deuda tributaria, por lo que al no
haberse emitido esta Resolución, se lesiona el bien jurídico de la propiedad al no permitirle
disponer libremente de su patrimonio por el bloqueo informático de la mencionada
administración.
Antes de ingresar al análisis del problema jurídico planteado en la presente acción, es pertinente
señalar la jurisprudencia constitucional que hace referencia a la configuración constitucional de
esta acción de defensa; es decir, establecer su naturaleza jurídica, características, para así
delimitar su ámbito de protección respecto a los otras acciones de defensa previstas en la Ley
Fundamental.
señalan como deberes de los bolivianos y bolivianas el conocer, cumplir y hacer cumplir la
Constitución y las leyes, conocer, respetar y promover los derechos reconocidos en la carta
Magna, y la práctica de los valores y principios, así como también consagra de manera expresa
el principio de legalidad y supremacía constitucional en el art. 410.I de la CPE, señalando que:
'Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones públicas e
instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución', añadiendo el segundo
parágrafo que: 'La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y
goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa…'”.
Así, el Tribunal Constitucional peruano, en una primera posición, asumió que la acción de
cumplimiento era un proceso constitucionalizado, `…que prima facie no tiene por objeto la
protección de un derecho o principio constitucional, sino la de derechos legales y de orden
administrativo, mediante el control de la inacción administrativa`, bajo ese criterio, al no
resolverse controversias que versen sobre materia constitucional no se constituiría propiamente
en un proceso constitucional (expediente 191-2003-AC/TC).
Por su parte, la Corte Constitucional de Colombia en la Sentencia C-157/98, señaló que: 'La
acción de cumplimiento está orientada a darle eficacia al ordenamiento jurídico, a través de la
exigencia a las autoridades y a los particulares que desempeñen funciones públicas, de ejecutar
materialmente las normas contenidas en las leyes y lo ordenado en los actos administrativos, sin
que por ello deba asumirse que está de por medio o comprometido un derecho constitucional
fundamental'.
De igual forma se señaló que: “…en Bolivia este proceso constitucional se activa ante el
incumplimiento, por parte de un servidor público, de un deber imperativo impuesto por la
Constitución; entre ellas las normas dogmáticas que consagran derechos sociales de naturaleza
prestacional que para su ejercicio efectivo y goce pleno requieren de un desarrollo legislativo o
de la adopción de políticas administrativas, cuyo incumplimiento podría derivar en una
sistemática violación de esos derechos sociales.
En segundo lugar, aún en el caso de que la renuencia del funcionario público no sea respecto al
cumplimiento de un deber impuesto por la Constitución sino por la Ley, de todas maneras, la
consecuencia de la conducta omisiva será la vulneración de un derecho constitucional; de un
lado, del derecho a la aplicación de la Ley consagrado por el art. 14.V de la Constitución; y de
otro, de aquellos derechos constitucionales que indirectamente podrían ser vulnerados por la falta
de cumplimiento de un deber imperativo impuesto por la ley”.
En el marco de estos dos supuestos, debe establecerse que esa 'construcción colectiva del
Estado', hace que el Estado Plurinacional de Bolivia, asegure una efectiva protección a todos los
derechos con idéntica jerarquía reconocidos por la Constitución Política del Estado; en ese
orden, la protección de la ley y la Constitución Política del Estado en cuanto a la omisión en su
cumplimiento, hace que inequívocamente por su naturaleza, ésta sea una garantía constitucional
diferente y específica a la acción de amparo constitucional y todas las demás disciplinadas por
el Capítulo Segundo de la Primera Parte de la norma fundamental.
(…) entonces, su protección para su cumplimiento, en definitiva responde a una 'construcción
colectiva del Estado', ya que la inobservancia de preceptos constitucionales, no sólo afecta la
vigencia y validez del principio de supremacía constitucional y por ende el derecho a la
igualdad para un individuo en particular, sino que este incumplimiento puede generar una
'irradiación' con efectos en una colectividad, por tanto, la garantía del cumplimiento de la ley,
evidentemente responde a una 'construcción colectiva del Estado' y además resguarda
derechos fundamentales de una manera no aislada, siguiendo así las directrices axiológicas
del nuevo orden constitucional.
Sin perder la coherencia argumentativa, en este punto, es pertinente aclarar que el vocablo 'ley',
debe ser interpretado a la luz de criterios sistémicos y teleológicos de interpretación
constitucional, en tal sentido, de acuerdo al diseño del Estado Plurinacional de Bolivia, la tutela
frente al incumplimiento de la ley, no puede ser reducida a la ley en sentido formal, sino
también a la ley en sentido material, es decir a toda la normativa, que independientemente de su
fuente de producción, tiene el carácter de generalidad'” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, que la tutela frente al incumplimiento de la ley, no puede ser reducida a la ley en
sentido formal, sino también en sentido material.
b) Cuando se alegue lesión a derechos y garantías que puedan ser tutelados a través de las
acciones de amparo constitucional y protección de privacidad, y no exista un deber
constitucional o legal, cierto claro y exigible, en los términos anotados en la presente
sentencia. En el caso de las acciones de libertad y popular, dado el trámite sumarísimo y las
especiales características de estas acciones, así como la naturaleza de los derechos tutelados,
aún exista un deber constitucional o legal cierto claro y exigible, deberán presentarse esas
acciones y no la de cumplimiento para lograr el resguardo de los derechos que protegen esas
acciones.
'1. Cuando los derechos omitidos puedan ser garantizados mediante acciones de Libertad,
Amparo Constitucional, Protección de Privacidad y Popular…
3. Cuando la demanda haya sido interpuesta después de transcurrido el plazo para interponerla.
En el caso concreto, se tiene que el accionante solicita el cumplimiento de los arts. 68.2 y 104.VI
del CBT, dentro del procedimiento de fiscalización que se le inició, toda vez que habiéndose
anulado la vista de cargo por Resolución DR/UF/ 330/2009, y existiendo vencimiento de plazo
para emitir vista de cargo se solicitó a la Administración Tributaria dictar Resolución
Determinativa de inexistencia de deuda tributaria, la misma que no se pronunció en
incumplimiento a lo preceptuado por la norma.
En tal sentido, conforme se tiene desarrollado en el Fundamentos Jurídico III.1.1, esta garantía
constitucional jurisdiccional configurada procesalmente por la Constitución Política del Estado,
cuyo objeto es garantizar el cumplimiento de la Norma Fundamental y la ley, tutelando de
manera indirecta los derechos fundamentales y garantías constitucionales a partir de la existencia
Asimismo, debe entenderse que esta causal de exclusión, que implica que lo solicitado por el
accionante no está dentro del ámbito de protección de la acción de cumplimiento, conforme el
Fundamento Jurídico III.1.3, evidencia la existencia de una causal de improcedencia, por cuanto
se ha alegado la lesión de derechos y garantías que pueden ser tutelados a través de la acción de
amparo constitucional, conforme dispone el art. 89.1 de la LTCP, al señalar que no procederá
esta acción cuando los derechos omitidos puedan ser garantizados mediante acciones de libertad,
amparo constitucional, protección de privacidad y popular, por lo que correspondía al Juez de
garantías disponer la improcedencia in límine de la acción.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 5 de abril de 2012, cursante de fs. 1 a 3 vta., los accionantes, exponen
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
El 21 de marzo de 2012, al promediar las 13:30 horas, en circunstancias que Rosa Magdalena
Gonzales Gonzales, se encontraba en El Prado -av. 16 de Julio- de La Paz, a la altura de las gradas
que une la calle México con la citada avenida, se acercó Tania Bramini Torrez, a objeto de solicitar
la realización de un trabajo de “amarre” o “amuleto de amor”, acordando el pago de $us420.-
(Cuatrocientos veinte dólares estadounidenses), dinero que fue entregado a su persona. Entre tanto
realizaba lo encomendado, apareció la madre de la indicada señora, quien le arrebató sus
instrumentos de trabajo -cartas o naipes- y el dinero, procediendo a llamar a la policía quienes la
“detuvieron”, momento en el cual apareció Carolina Rosa California Gutiérrez, saliendo en su
defensa, siendo “detenida”.
Ambas fueron conducidas a celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC)
ubicada en la calle Sucre, donde permanecieron hasta el jueves 22 del mes y año referido a horas
12:30, para ser llevadas a las celdas de la Policía Judicial, donde estuvieron hasta horas 17:00 del 23
de igual mes y año, para finalmente ser conducidas a la audiencia de consideración de medidas
cautelares en el Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal, programada para horas 14:00; empero,
el Juez reprogramó la audiencia para horas 17:00. En el desarrollo del referido acto procesal, de
manera arbitraria e injusta se ordenó su detención preventiva en el Centro de Orientación Femenina
de Obrajes, sin realizar un análisis y correcta valoración sobre la legalidad material de la
aprehensión de sus representadas, dado que ilegal e indebidamente permanecieron privadas de
libertad por veintiséis horas y veinticinco minutos en celdas de la Policía Judicial Técnica (PTJ),
cuando la ley establece veinticuatro horas. Errores, en los que también incurrió la representante del
Ministerio Público, dado que la imputación formal de 22 del citado mes y año, adolece de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 124
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.1.3. Petitorio
Con estos antecedentes, los accionantes solicitan se reparen y restituyan los derechos a la libertad y
locomoción de sus representadas.
Javier Rolando Chaca Quina, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal -codemandado- no asistió a la
audiencia; empero, presentó informe escrito cursante a fs. 8 y vta., manifestando: 1) El 22 de marzo
de 2012, la Fiscal codemandada, presentó requerimiento de imputación formal contra las defendidas
de los “recurrentes”, en la misma fecha, señaló fecha y hora de audiencia de consideración de
medidas cautelares para el día 23 de mes y año señalado a horas 14:00; 2) En la fecha fijada, se
declaró un cuarto intermedio, debido a que las representadas de los accionantes no contaban con
abogado defensor, difiriendo la audiencia para horas 17:00 del mismo día, además porque se tenía
señalada otra actuación; 3) En el referido acto procesal, se dictó la Resolución 155/2012 de 23 de
María Lilian Villalta Maldonado, Fiscal de Materia, -codemandada- no presentó informe escrito y
en audiencia, indicó: i) Según informe de acción directa, las representadas de los accionantes, tenían
la calidad de aprehendidas, donde consta que un funcionario policial observó que de manera
flagrante se produjo el forcejeo entre dos personas. Al respecto, se tiene en el cuaderno de
investigación, la declaración de la víctima, en la que consta que las dos imputadas se le acercaron a
proponer la lectura de la suerte y un “amarre” por $us420.-, y la tenencia del dinero; ii) En
audiencia de consideración de medidas cautelares se estableció la fundamentación y relación
circunstancial del hecho, por lo que se ordenó su detención preventiva, sin que se haya impugnado
esa decisión a través del recurso de apelación incidental; iii) Sentencias Constitucionales, establecen
que el Ministerio Público tiene la facultad de calificación provisional de acuerdo a los hechos y es
precisamente lo que se hizo; y, iv) Solicitó se rechace la presente acción, por no haberse hecho uso
del recurso de apelación incidental, como carácter subsidiario de la acción de libertad.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 35/2012 de 11 de abril, cursante de fs. 12 a
15, denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: a) Los alcances de la acción de libertad de
acuerdo a los arts. 125 de la CPE y 65 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTCP), es viable cuando: la
vida esté en peligro, en el caso concreto no se demostró dicho extremo; conforme a las SSCC 0836/2011-
R y 0046/2010-R, no se demostró la existencia de persecución ilegal o indebida, dado que producto de
una acción las imputadas fueron aprehendidas, realizada la imputación formal por el Ministerio Público,
el Juez de la causa ordenó su detención preventiva; no existió procesamiento indebido, en el
entendido que la afectación a la libertad de las imputadas es producto de una investigación,
imputación formal y auto de medidas cautelares, además, en ningún momento estuvieron en
absoluto estado de indefensión, prueba de ello es que no apelaron la resolución que dispuso su
detención preventiva SC 0619/2005-R 7 de junio; b) No existió detención ilegal o detención ilegal
o indebida, en razón a que la aplicación de la medida cautelar de última ratio, obedece al
cumplimiento de formalidades legales, como el cumplimiento de una acción directa, que motivó la
realización de investigaciones preliminares por el Ministerio Público que concluyeron con la
imputación formal y la consiguiente remisión ante el Juez competente que ordenó su detención
preventiva en función a los arts. 226, 227, 233, 234 y 235 del Código de Procedimiento Penal
(CPP); por cuanto, no se vulneró el debido proceso SC 1130/2011-R- de 19 de agosto; c) La
investigación se encuentra a cargo del Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, el control
jurisdiccional de la misma le corresponde a esa autoridad, debiendo las representadas de los ahora
accionantes acudir ante esa autoridad, de conformidad al art. 54 del CPP a efectos de denunciar las
presuntas ilegalidades en su aprehensión; de la revisión del acta de la audiencia de consideración de
medidas cautelares de 23 de marzo de 2012, se advierte que no reclamaron dicho extremo y que
ahora denuncian de forma directa. Lo que denota que no agotaron los medios legales a su alcance
antes de acudir a la vía constitucional; d) Si consideraban que la Resolución 155/2012 de 23 de
marzo, que dispuso su detención preventiva, les causa agravios, tenían a su alcance el recurso de
apelación incidental previsto en el art. 251 del CPP; al no hacerlo no pueden acudir de manera
directa a esta acción. Al respecto las SSCC 1134/2011-R y 1182/2011-R, que establecieron el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 126
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II. CONCLUSIONES
II.1. Según refieren los accionantes, emergente de un informe de acción directa, el Ministerio
Público inició proceso penal contra Rosa Magdalena Gonzales Gonzales y Carolina Rosa California
Gutiérrez, -en antecedentes no consta el delito-, en audiencia de consideración de medidas
cautelares, mediante Resolución 155/2012 de 23 de marzo, el Juez Tercero de Instrucción en lo
Penal, ordenó su detención preventiva (fs. 1 a 3 y 12 a 15). Determinación que no fue recurrida de
apelación, conforme informó el Juez demandado y no rebatido por los accionantes (fs. 8 y vta.).
II.2. Por memorial de 27 de marzo de 2012, los accionantes en representación de sus defendidas
solicitaron al Juez demandado la emisión de una “resolución de detención indebida”, petición
negada bajo el fundamento que dicho memorial debía contener la firma de las imputadas -según
consta en memorial de acción de libertad- (fs. 1 a 3).
Los accionantes, denuncian que sus representadas se encuentran ilegal e indebidamente procesadas
y detenidas; por cuanto, fueron aprehendidas en forma indebida, permaneciendo privadas de
libertad por veintiséis horas y veinticinco minutos, para finalmente ser puestas a disposición del
Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, en base a una imputación formal que adolece de
fundamentos relacionados con la individualización y el grado de participación de cada una de las
imputadas. En audiencia de consideración de medidas cautelares, la referida autoridad, no consideró
la ilegalidad material de la aprehensión y tampoco valoró la inexistencia de riesgos procesales; a
efectos de cumplir con el principio de subsidiariedad, solicitaron “resolución de detención
indebida”, negada por falta de firma de sus representadas. Siendo sus representadas de nacionalidad
chilena, se encuentran en situación ilegal en el país, dado que una visa ya expiró y la otra está por
fenecer, por cuanto corresponde su expulsión. Por consiguiente, corresponde analizar, en revisión si
tales extremos son evidentes y si constituyen actos lesivos a los derechos a la libertad y a la
locomoción de las defendidas de los accionantes, a efectos de conceder o no la tutela reconocida por
la acción de libertad.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE,
además que también, en su art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la libertad de la
persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general, como
expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad, la
posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Ley Fundamental, refiere que “Toda
persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo podrá
ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad
histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, luego entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo que debe ser respetado sino
debe ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del art. 23. IV de la CPE, en el sentido que toda persona que sea
encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona, aun sin
mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante la autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, a tiempo de señalar en su
art. 13.I, que los derechos reconocidos, entre otros caracteres, son inviolables, establece que el
Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa)
del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases
fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad. En
ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
El art. 65 de la LTCP, al referirse al objeto de la acción de libertad, señala lo siguiente: “Es una
acción constitucional extraordinaria de tramitación sumarísima que tiene por objeto la garantía,
protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de estos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión”.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o está
siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos, cuando la
persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad personal.
Según se presenten los hechos y se dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente cuando
de las lesiones al debido proceso se trate en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la
libertad física de las personas.
Dada la naturaleza de los derechos que resguarda la acción de libertad y las particulares
características que la diferencian de otras acciones tutelares, justifican su no sujeción al principio
de subsidiariedad, en el entendido que se trata de un medio de defensa, idóneo y eficaz o
inmediato para restituir el derecho a la libertad. Empero, la naturaleza no subsidiaria de esta
garantía jurisdiccional, no puede de manera alguna significar el desconocimiento de aquellos
mecanismos procesales ordinarios de defensa que cumplan la misma finalidad que la acción de
libertad.
orden, en cuanto a la presunta indebida privación de libertad, deberá tenerse en cuenta que la
misma puede producirse, ya por hechos y circunstancias eventualmente no vinculadas a la
presunta comisión de un delito y otras veces, sí vinculadas a dicha presunta comisión de un
delito. En consecuencia, si no existe inicio de investigación y tampoco presunta comisión de
delito alguno, corresponderá a la justicia constitucional conocer directamente y resolver la
acción de libertad que acuse una presunta indebida privación de libertad.
Así, tomando en cuenta que el nuevo orden constitucional es esencialmente garantista de los
derechos fundamentales y de manera especial del derecho a la libertad personal, por lo señalado
anteriormente, es necesario y al efecto, se opera un cambio de línea jurisprudencial y
específicamente del entendimiento expresado en la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, referido a
que: `Si antes de existir imputación formal, tanto la Policía como la Fiscalía cometieron
arbitrariedades relacionadas al derecho a la libertad física o de locomoción, y todavía no existe
aviso del inicio de la investigación, corresponde ser denunciadas ante el Juez Cautelar de
turno´, en razón a que el Juez cautelar no tiene competencia al no haber conocido siquiera el
inicio de investigación y bien podría tratarse de una indebida privación de libertad originada en
una cuestión ajena a un delito, y porque, además, constituye un deber de las personas y
servidores públicos, y en especial de las fuerzas del orden público así como de la autoridad
fiscal, cumplir con la Constitución Política del Estado y respetar en consecuencia, el derecho a
la libertad física de las personas, derecho que sólo puede limitarse en los casos y formas
establecidas por la ley y en virtud de una orden emanada por escrito de autoridad competente;
consecuentemente, no puede considerarse, de ninguna manera, excepto en los casos en los que se
haya dado aviso de una investigación, o si no se dio aviso, que exista vinculación con la presunta
comisión de un delito que la pretensión de tutela al derecho a la libertad personal sea conocida y
resuelta previamente por un Juez cautelar de turno, asignándole a la acción de libertad un
carácter subsidiario que no corresponde a su naturaleza y que, en el caso descrito, carece de
fundamento constitucional y legal.
En ese mismo orden, con relación específicamente a la presunta lesión del derecho a la libertad
personal por causa de una indebida privación de libertad; es decir, cuando la restricción se
hubiera presuntamente operado al margen de los casos y formas establecidas por ley y que, sin
embargo, tal hecho se hubiera dado a conocer al juez cautelar del inicio de la investigación y, en
su caso, de la imputación, resulta indispensable recordar que el art. 54.1 del CPP, establece que
entre las competencias del Juez de Instrucción en lo Penal, está el ejercer el control
jurisdiccional de la investigación, lo que significa, que es la autoridad encargada de resguardar
que la etapa de investigación se realice conforme a procedimiento y en estricta observancia de
respeto a los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las partes del proceso -
imputado, querellante y víctima-. En ese contexto, corresponde al juez ejercer el control
jurisdiccional de la investigación y, por lo mismo, que ésta se desarrolle de manera correcta e
imparcial y no en forma violatoria de derechos fundamentales o garantías constitucionales; es
decir, desde otra perspectiva, cualquier acto ilegal y/o arbitrario durante la investigación en
que incurriere el Ministerio Público como titular de la acción penal o la Policía Boliviana
como coadyuvante, deberá ser denunciado ante el Juez de Instrucción en lo Penal, que tenga a
su cargo el control jurisdiccional de la investigación.
De donde se concluye, que la acción de libertad opera de manera directa, frente a aquellos casos
en los que la restricción a la libertad sea indebida a consecuencia de no haberse observado los
casos y las formas establecidas en la ley y no esté vinculada a un delito o no se hubiere dado
aviso de inicio de investigación. Entonces, si existiendo aviso de inicio de investigación, las
arbitrariedades o ilegalidades en que incurriera el representante del Ministerio Público y la
Policía Nacional, deberán ser denunciadas ante el Juez que tenga a su cargo el control
jurisdiccional de la investigación, en el entendido que tiene por misión resguardar por el respeto
de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las partes del proceso y que la
investigación se desarrolle en observancia del procedimiento previsto en la ley.
Cabe recordar que el proceso penal se divide en tres etapas o partes, la preparatoria, intermedia y
el juicio oral público; a su vez, cada etapa cuenta con fases claramente diferenciadas; así la etapa
preparatoria está compuesta por tres fases, de los actos iníciales o de investigación preliminar, el
desarrollo de la preparatoria -cuyo inicio propiamente dicho se marca a partir de la imputación
formal- y la conclusión de la etapa preparatoria -actos conclusivos o etapa intermedia-. En ese
sentido, existiendo inicio de investigación y consiguiente imputación formal o en su caso
acusación y que por efecto de la imposición de una medida cautelar, pueda producirse la lesión al
derecho a la libertad, la SC 0080/2010-R, estableció situaciones excepcionales en las que a través
de esta acción, no es posible ingresar al análisis de fondo del problema jurídico planteado, así el
segundo supuesto, establece: “Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna
una resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física
o de locomoción, con carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la
misma, para que el superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad
denunciada. Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio impugnativo, precisamente
para que a través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor celeridad se repare en
el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen cometido en dicha
fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos fundamentales
relacionados a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los
cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal,
puesto que el debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos
de indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o
restricción a la libertad física” (lo resaltado es propio).
Bajo el razonamiento que toda decisión judicial, en base al derecho de impugnación -art. 180 de
la CPE-, debe ser impugnado a efecto de subsanar los errores de fondo o vicios de forma en que
hubiere incurrido el inferior para que el superior las repare. En ese sentido, la Ley adjetiva penal,
para el caso de medidas cautelares prevé un instrumento idóneo, eficaz e inmediato para el
restablecimiento de las lesiones o arbitrariedades en que hubiere incurrido el juez o tribunal que
tenga a su cargo la causa a tiempo de imponer una medida cautelar personal o real; es así que el
art. 251 del CPP, al establecer que:
“La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable, en el
efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas.
Interpuesto el recurso, las actuaciones pertinentes serán remitidas ante la Corte Superior de
Justicia, en el término de veinticuatro horas.
El Tribunal de apelación resolverá, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días
siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior”
Conforme se explicó la acción de libertad no puede ser entendida como un medio alternativo o
sustitutivo a los mecanismos ordinarios expresamente previstos en la ley para el restablecimiento
efectivo e inmediato de derechos considerados vulnerados. En el caso en examen, las hoy
representadas, previo a interponer la presente acción, debieron acudir previamente al recurso de
apelación incidental a efectos que se restituyan de manera inmediata, sin demora alguna los
derechos que denuncian como infringidos, considerando que la fecha de imposición de la medida
cautelar de última ratio data de 23 de marzo de 2012 y la presentación de la acción de libertad de 5
de abril de igual año. Por cuanto, corresponde denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00834-2012-02-AL
Departamento: Chuquisaca
Por memorial presentado el 3 de mayo de 2012, cursante de fs. 11 a 14 vta., el accionante expone
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
En el proceso penal seguido en su contra a querella de Anastasio Rosso Padilla, por la presunta
comisión del delito de estafa y otros; por Auto Interlocutorio de 29 de marzo de 2012, el Juez
Primero de Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca, dispuso medidas sustitutivas
a su detención preventiva. Por su parte, el querellante interpuso recurso de apelación incidental,
resuelto por los Vocales ahora codemandados, a través del Auto de Vista 110/“11” de 20 de abril
de 2012, revocando la Resolución impugnada, ordenando su detención preventiva en el penal de
San Roque, por lo que actualmente se encuentra privado de libertad.
Aduce que el citado Auto de Vista constituye un acto indebido, por cuanto: a) El Auto
Interlocutorio que determinó medidas sustitutivas carece de fundamentación, conforme al art. 124
del Código de Procedimiento Penal (CPP), lo que deviene en defecto absoluto al tenor del art.
169 inc. 3) de dicha norma legal, vulnerando el debido proceso, en su vertiente de motivación de
las resoluciones; empero, fue convalidado por las autoridades demandadas sin establecer su
nulidad, toda vez que ingresaron a valorar el mismo, contraviniendo el art. 167 del CPP; y, b)
Los Vocales demandados fundamentaron su decisión de revocar las medidas cautelares en base al
citado Auto Interlocutorio, pese a que constituye un acto con defecto absoluto; además, que no
fue ofrecido como prueba por el querellante al momento de recurrir, ni “incorporado” (sic) en
audiencia de apelación.
El accionante estima lesionados sus derechos a la libertad y a la dignidad; citando al efecto los
arts. 21.7 y 22 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, y se deje sin efecto el Auto de Vista 110/“11”, ordenando su
inmediata libertad.
Efectuada la audiencia pública el 4 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 27 a
30, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante, ratificó el tenor íntegro de la demanda y señaló que al estar detenido
ilegalmente su defendido, se “reponga” justicia y se anule el mandamiento de aprehensión de 12
de marzo de 2012.
Iván Sandoval Fuentes y Sandra Molina Villarroel, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca, pese a su legal citación, no se hicieron presentes a la
audiencia; sin embargo, remitieron informe escrito que cursa a fs. 26 y vta., donde expresan: 1)
Por Auto de Vista 110/“11”, revocaron las medidas cautelares dispuestas por el Juez a quo y
determinaron la detención preventiva del accionante, quien no demostró la manera por la que en
virtud al referido Auto de Vista, esté indebidamente procesado, ilegalmente perseguido o privado
de su libertad, por lo que la presente acción debe ser denegada; y, 2) El Tribunal ad quem tiene la
obligación de revisar el contenido del acta y del Auto Interlocutorio por el que se fijaron medidas
sustitutivas a la detención preventiva.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Por Auto de Vista 110/“11”, dictado por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de Chuquisaca -en audiencia de apelación incidental-, se revocó el Auto Interlocutorio
de 29 de marzo de igual año, pronunciado por el Juez Primero de Instrucción en lo Penal del
mismo Departamento y se dispuso la detención preventiva del hoy accionante -Sixto Calderón
Choque-, en el penal de San Roque de Sucre (fs. 6 a 9).
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y a la dignidad, por cuanto los
Vocales codemandados al resolver la apelación incidental del Auto Interlocutorio que dispuso
medidas sustitutivas a su favor, convalidaron un acto procesal defectuoso, según establece el art.
169 inc. 3) del CPP, cuando debieron declarar la nulidad de dicho fallo; contrariamente,
ingresaron al fondo y por Auto de Vista 110/“11”, determinaron su detención preventiva. Con
carácter previo, dado que la presente acción de libertad, ha sido conocida y resuelta por una
Jueza de Ejecución Penal, corresponde establecer si esta autoridad tiene competencia o no para
conocer este tipo de acciones de defensa.
Al respecto, conviene precisar que del debido proceso en su faceta adjetiva, se desprende uno de
sus componentes esenciales, el del juez natural, que en síntesis constituye la legitimación de una
decisión proveniente de quien la ejerce por mandato legal, en el ámbito de la jurisdicción
constitucional, de la propia Ley Fundamental, por ello coincidimos en afirmar que la
competencia no puede ser prorrogable por la voluntad del juzgador, ni la tolerancia de las
partes, no puede delegarse por decisión personal, sólo es admisible excepcionalmente por
excusa o recusación, tampoco puede ser atribuida o apropiada indebidamente por un juez o
tribunal, de hacerlo, sus actos y decisiones son nulos de pleno derecho, no tienen ningún efecto,
ni causan consecuencia jurídica alguna”.
Precepto que encomienda el conocimiento de las acciones de libertad a los jueces unipersonales,
a los tribunales colegiados de orden superior, o sea a las salas penales de las diferentes cortes
superiores, asumiendo competencia con la brevedad, sencillez y efectividad necesaria en el
resguardo del derecho a la libertad…” (las negrillas son nuestras).
Ahora bien, a partir de este acápite, dicha Sentencia ha sido modulada por este Tribunal
Constitucional Plurinacional, a través de la SCP 0032/2012 de 16 de marzo, bajo el siguiente
razonamiento: “…expresamente la norma fundamental otorga competencia a los jueces en
materia penal, para el conocimiento y sustanciación de la acción de libertad, por cuanto
ningún otro juez o tribunal está habilitado para ejercer dicha competencia, ni siquiera en
suplencia legal, toda vez que si acaso no existiera juez o sala penal en el mismo distrito judicial
que asuma competencia, la acción de libertad debe ser resuelta necesariamente por cualquier
otro juez en materia penal; es decir, por jueces y tribunales de sentencia en capitales de
departamento y jueces de instrucción o mixtos en provincias, exceptuando los jueces de
ejecución penal debido a las atribuciones y competencias específicas asumidas por ley” (las
negrillas nos corresponden).
En la especie, de los antecedentes que cursan en obrados, se establece que la acción de libertad
que se revisa, fue admitida, conocida y resuelta por Vidalia Morales Ávila, Jueza de Ejecución
Penal del departamento de Chuquisaca; siendo así, que de conformidad a lo previsto por los arts.
125 de la CPE y 58.I de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), así como por la
jurisprudencia constitucional precedentemente referida, no tiene competencia para conocer
acciones de libertad; circunstancia que determina la imposibilidad de ingresar a efectuar análisis
alguno de la problemática planteada, únicamente disponer la nulidad de obrados, a fin que se
corrija procedimiento y la presente acción de tutela sea conocida, sustanciada y resuelta por un
tribunal o juez competente en materia penal, tomando en cuenta de ser necesario, los casos de
suplencia en la forma instituida por la jurisprudencia anteriormente anotada.
POR TANTO
2º Llamar la atención a la nombrada Jueza de Ejecución Penal del Departamento aludido, por
haber actuado sin competencia en conocimiento de la presente acción de defensa.
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00695-2012-02-AL
Departamento: La Paz
La autoridad judicial, declaró improcedente las excepciones de extinción de la acción penal, debido
a que el Ministerio Público no fue conminado a presentar requerimiento conclusivo, por lo que no
perdió competencia para la acusación.
Alega también que solicitó la aplicación del art. 169 del Código de Procedimiento Penal (CPP) -
defectos absolutos- por lo que la Jueza cautelar anuló hasta la declaración informativa, siendo que
éste no pidió corrección como pretende hacer ver el Tribunal de apelación.
El accionante estima lesionado su derecho a la libertad, citando al efecto los arts. 13, 22, 23 y 115
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3.Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 13 de abril de 2012, según consta en el acta de fs. 12 de obrados,
ausentes las partes y el representante del Ministerio Público, se produjeron los siguientes actuados:
Mediante informe escrito cursante a fs. 11 Margot Pérez Montaño, Jueza Cuarta de Instrucción en lo
Penal del departamento de La Paz, señaló que el proceso penal de “JOSÉ MANUEL APAZA
CONDORI”, no se encuentra radicado en ese despacho judicial.
I.2.3. Resolución
Nancy Flores Guzmán, Jueza Segunda de Sentencia Penal, en suplencia legal del Juzgado Primero
de Sentencia Penal del departamento de La Paz, por Resolución 007/2012 de 13 de abril, cursante
de fs. 13 a 14, rechazó in limine la acción de libertad, con el fundamento que se halla
imposibilitada de indagar o establecer cuales fueron los hechos que motivaron la acción, ya que a la
demanda no se acompañó prueba alguna.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 13 de abril de 2012, el accionante interpuso acción de libertad, señalando en
su otrosí que proponía prueba pre-constituida, “copias que se adjuntan al presente recurso” (sic) (fs.
4) y por Auto de admisión de la misma fecha, extrañó la prueba indicada (fs. 5).
II.2. Cursan notificaciones a las partes procesales, con la correspondiente acción de libertad y
admisión de la misma, la indicación de hacerse presente en el Juzgado Primero de Sentencia Penal,
el 13 de abril de 2012 a horas 15:30, a fin de concurrir a la audiencia indicada (fs. 6 a 10).
II.3. El 13 de abril de 2012, Margot Pérez Montaño, Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal del
departamento de La Paz, informó que de la revisión de antecedentes tanto del libro de control
jurisdiccional y sistema IANUS, se tiene que el proceso penal de “JOSÉ MANUEL APAZA
CONDORI”, no se encuentra radicado en ese despacho judicial, por lo que se le hace imposible
informar sobre la acción de libertad (fs. 11).
II.4. El 19 de junio de 2012, Margot Pérez Montaño, Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal del
departamento de La Paz, informó que: 1) No se tiene registrado ningún proceso penal contra “JOSE
MANUEL APAZA CONDORI”, en el Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal ni su persona
atendió proceso penal alguno en suplencia contra el accionante; y, 2) En el sistema IANUS no se
tiene registrado proceso penal contra el accionante en ningún juzgado de instrucción en lo penal de
La Paz (fs. 25).
II.5. Cursan carátulas del Sistema Judicial Boliviano, en la que el accionante no figura en ningún
proceso penal, sólo en la presente acción de libertad ante el Juzgado Primero de Sentencia Penal (fs.
26 a 31).
El accionante estima vulnerado su derecho a la libertad, por cuanto en la acción penal que se le
sigue, aplicándose procedimiento inmediato, la acusación por parte del Ministerio Público fue
presentada de forma extemporánea; sin embargo, no perdió competencia; además, se declaró
procedente la actividad procesal defectuosa de la Fiscalía en la investigación por estar ausente a
La acción de libertad es una de las acciones de defensa que contempla el nuevo orden constitucional,
se encuentra instituida en el art. 125 de la CPE, y tiene por finalidad garantizar la protección de los
derechos a la vida y a la libertad, puede interponerse por toda persona que considere que su vida está
en peligro, que es ilegalmente perseguida o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, acudiendo ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal de forma oral o escrita,
por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, todo con la finalidad de
solicitar y obtener la tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades
legales o se restituya su derecho a la libertad.
En este sentido y en virtud a que la acción de libertad se encuentra reforzada por el principio de
informalismo, cuando se interponga ésta, corresponde a la autoridad judicial demandada acreditar o
desvirtuar los hechos alegados por el accionante en la demanda de la referida acción, ello en función
a que: a) En general, dicha autoridad tiene a su alcance la prueba que acredita los hechos y que
informan el proceso; y, b) Por disposición de los arts. 129.III de la CPE y 68.2 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la parte demandada está obligada a presentar un
informe que haga referencia a los hechos y en su caso desvirtúe expresamente los adversos,
debiendo además adjuntar la prueba que respalda el mismo o dar a conocer el lugar donde se
encuentre.
Por otra parte, la propia naturaleza de los derechos tutelados por la acción de libertad, cuya
protección debe ser inmediata, impelen a que el juez o tribunal de garantías no adopte una posición
pasiva sino que debe tener una actitud activa y diligente para así poder verificar y tener la certeza de
que los hechos invocados por la parte accionante son veraces, así se dejó establecido en la SCP
0087/2012 de 19 de abril.
El accionante estima como vulnerado su derecho a la libertad, por cuanto habiendo sido
aprehendido y siendo formalizada la imputación formal, la Fiscal asignada al caso requirió la
aplicación de procedimiento inmediato por la existencia de flagrancia, solicitando el plazo de
cuarenta y cinco días para concluir la etapa investigativa; sin embargo, la acusación por parte del
Ministerio Público fue presentada de forma extemporánea, sin perder competencia debido a que la
autoridad judicial declaró improcedente la excepción de extinción de la acción penal, en razón a que
la autoridad fiscal no fue conminada para la presentación del requerimiento conclusivo.
Del análisis al expediente venido en revisión, se establece que la presente acción de libertad, tiene
como autoridad demandada a la Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal del departamento de La
Paz, pese a ello no es posible efectuar una resolución en el fondo por la falta de identificación del
proceso penal que da lugar a la actual acción de libertad, ello en virtud a que:
1) La demanda no adjunta prueba alguna y hace referencia a que el proceso se encontraría a cargo
de la Jueza y los Vocales demandados, pese a decirse en “OTROSI”, que en calidad de prueba pre-
constituida adjunta las copias.
2) Del informe de la Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal del departamento de La Paz, se tiene que
el proceso penal de JOSÉ MANUEL APAZA CONDORI, no se encuentra radicado en su despacho.
4) De las carátulas adjuntadas por la autoridad demandada, se tiene que no existe proceso penal
alguno contra el accionante, sino únicamente en materia civil y la presente acción de libertad.
5) No existe posterior apersonamiento de José Manuel Apaza Condori u otra a su nombre ante la Jueza
de garantías o este Tribunal y menos se apersonó a la respectiva audiencia de acción de libertad.
Finalmente, cabe aclarar a la Jueza de garantías, que la terminología que debe ser utilizada en la parte
dispositiva de las acciones de libertad, en mérito a la configuración procesal prevista por el art. 126.III
de la CPE, cuando en lo pertinente indica que: “…La sentencia podrá ordenar la tutela de la vida, la
restitución del derecho a la libertad, la reparación de los defectos legales, el cese de la persecución
indebida o la remisión del caso al juez competente…”; a efectos de guardar coherencia en caso de
otorgar la tutela se deberá utilizar el término “conceder”, caso contrario “denegar” la misma; y en los
asuntos en que no se ingrese al fondo de la problemática, se hará constar esta situación.
En consecuencia la Jueza de garantías, al rechazar in limine la acción tutelar, aunque con otra
terminología actuó correctamente.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00797-2012-02-AL
Departamento: La Paz
I.1.3. Petitorio
los hechos.
En audiencia pública celebrada a horas 17:00 del 13 de abril de 2012, en presencia de la parte
accionante asistida de su abogado, del representante del Ministerio Público; y, en ausencia de la
autoridad demandada, conforme consta en el acta cursante de fs. 63 a 65 de obrados, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Mediante memorial de 26 de marzo de 2012, ante el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, Delicia Fernández Herrera, interpuso incidente
de actividad procesal defectuosa, bajo el fundamento que la Fiscal asignada al caso no puso a
II.2. A través del escrito de 5 de abril de 2012, los apoderados de las supuestas víctimas
múltiples, respondieron al incidente de actividad procesal defectuosa planteado por Delicia
Fernández Herrera (fs. 60 a 61 vta.), decretado el 9 de igual mes y año, como téngase por
respondido y se considerará en su oportunidad (fs. 61 vta.).
II.3. Por memorial presentado el 9 de abril de 2012 ante la precitada autoridad jurisdiccional, la
ahora accionante solicitó señalamiento de audiencia para la consideración del incidente
planteado, “…toda vez que las partes fueron debidamente notificadas…” (sic) (fs. 62), pedido
que se atendió a través del decreto de 10 de ese mes y año, fijando audiencia pública a objeto de
considerar el incidente interpuesto por la ahora accionante, para el 7 de mayo de 2012, a horas
16:00 (fs. 62 vta.), extremo corroborado por el registro de audiencias fijadas por el Juez de la
causa (fs. 42).
Previo a ingresar al análisis del caso concreto, es necesario referirnos a la naturaleza jurídica de
la acción de libertad. En ese sentido y conforme al nuevo orden constitucional, la SCP 0037/2012
de 26 de marzo, señaló que: “Se trata de un mecanismo de defensa constitucional extraordinario
de carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva
de los derechos fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores
públicos o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el
segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece
que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada
por sus características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación;
procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni
privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
Ratificando esa línea, la SC 0199/2010-R de 24 de mayo, respecto a las acciones del libertad,
concluyó lo siguiente: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al constituirse en un
mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio eficaz e inmediato
reparador de ese derecho; empero, la existencia de esta garantía constitucional, no implica que
todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas de manera
exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus, actualmente acción de libertad; pues no se
trata de una garantía que tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión
a la libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa
sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión sufrida”.
En ese sentido, en la comprensión que las denuncias de la presente acción están referidas a un
posible procesamiento indebido por una supuesta dilación injustificada por parte de la autoridad
jurisdiccional demandada, en el señalamiento de audiencia para la consideración del incidente de
actividad procesal defectuosa planteado por la ahora accionante, dentro del proceso penal
tramitado en su contra por la presunta comisión del delito de estafa, es necesario verificar previo
a ingresar al análisis de fondo de lo demandado, si es que en efecto, el extremo denunciado,
afecta o incide directamente en el derecho a la libertad de la imputada y por tanto, constituye
causal de activación, o si más bien, correspondería su análisis por la otra vía constitucional como
es el amparo.
En ese orden, en primera instancia es preciso determinar si los defectos absolutos por actividad
procesal defectuosa denunciados por la accionante constituyen una violación al debido proceso
en vinculación con la libertad como causa directa para su restricción o supresión. La SC
0563/2010-R de 12 de julio, al respecto, manifestó: “…los defectos absolutos deben ser
reclamados vía incidental ante el juez cautelar en la etapa preparatoria o ante el juez o tribunal
de sentencia en el juicio oral y en su caso a través del recurso de apelación restringida; de
acuerdo a lo que norma el Código de Procedimiento Penal, por lo que una vez agotadas estas
instancias ordinarias, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional a través de la ahora
acción de libertad siempre y cuando los defectos absolutos que se denuncian estén vinculados
directamente a la libertad del impetrante, caso contrario, deberán ser reclamados mediante la
acción de amparo constitucional”.
En el caso de autos, la presentación del incidente de nulidad por defectos absolutos ante el Juez
de la causa, podría eventualmente dar lugar a la anulación de los actuados procesales y por ende,
también a la disposición de la detención preventiva establecida en su contra, habida cuenta que
los defectos atacados en el citado incidente, tendrían su origen en la primera fase o etapa del
proceso penal, como es la supuesta omisión del Fiscal asignado al caso de informar al Juez de la
causa el inicio de las investigaciones dentro de las veinticuatro horas, conforme dispone la parte
in fine del art. 289 del CPP. En consecuencia, la hipotética dilación en la celebración de la
audiencia, conllevaría en definitiva, al retardo en el trámite del incidente y la resolución que
emerja del mismo, lo que podría provocar que la afectada continúe privada de su libertad, de
manera ilegal; por lo tanto, los hechos demandados, se encuentran directamente vinculados con el
derecho a la libertad de la procesada, y por consiguiente, corresponde ingresar al análisis de la
problemática mediante la presente acción tutelar a efectos de determinar si la decisión de la
autoridad jurisdiccional demandada, constituye un acto ilegal vulneratorio del derecho alegado
por Delicia Fernández Herrera.
El último párrafo del art. 44 del CPP dispone que el juez o tribunal que sea competente para
conocer de un proceso penal, lo será también para decidir todas las cuestiones e incidentes que
se susciten en el curso de su tramitación, así como para dictar las resoluciones respectivas y
ejecutarlas.
En cuanto a su tramitación, el art. 314 del CPP explicita que las excepciones y las peticiones o
planteamientos de las partes que por su naturaleza o importancia deban ser rebatidas o
requieran la producción de prueba se tramitarán por la vía incidental sin interrumpir la
investigación y serán propuestas por escrito y fundamentado en la etapa preparatoria y
oralmente en el juicio, ofreciendo prueba y acompañando la documentación correspondiente.
Planteada la excepción o el incidente, el juez o tribunal la correrá en traslado a las otras partes
para que dentro de los tres días siguientes a su notificación, contesten y ofrezcan prueba. El art.
315 del citado Código, manda que en el caso que el incidente fuera de puro derecho o si no se ha
ofrecido o dispuesto la producción de prueba, el juez o tribunal sin más trámite dictará
resolución fundamentada dentro de los tres días de vencido el plazo previsto en el art. 314 para
responder el incidente.
En el caso que se hubiere dispuesto la producción de prueba, se convocará dentro de los cinco
días a una audiencia oral para su recepción, en la que se resolverá el incidente de manera
fundamentada; y, el rechazo de los incidentes planteados, impedirá un nuevo planteamiento por
los mismos motivos.
En cuanto al plazo para su resolución, el art. 132 inc. 2) del CPP, refiere que salvo disposición
contraria del Código, el juez o tribunal resolverá los incidentes y dictará los autos
interlocutorios dentro de los cinco días de contestada la actuación que los motiva o vencido el
plazo para contestarla. La disposición contraria a la que se refiere esta normativa se entiende
que son los casos antes referidos, en los que se permite la resolución del incidente incoado -
cuando fuere de puro derecho o sin prueba a producirse- al vencimiento de los tres días
disponibles para contestar el incidente, esto es cuando el trámite se desarrolla por escrito y no
en audiencia.
A diferencia de las excepciones, los incidentes son indeterminados, dado que no existe una
norma legal específica que los enumere de manera taxativa, de donde se concluye que
pueden existir tantos como la parte procesal considere conducente deducirlos en la práctica
procesal” (SC 0007/2011-R de 7 de febrero).
impugnación en los procesos judiciales', de donde se deduce que la limitación objetiva a su vez
no es absoluta.
De otro lado el Capítulo IV del Título I del Libro Primero de la Segunda Parte del Código de
Procedimiento Penal, tiene como nomen juris 'Excepciones e incidentes', cuyo procedimiento se
rige por el art. 314 y ss. del CPP, precisando: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos
de las partes…', por ello dentro un sentido amplio de interpretación de las normas analizadas,
encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo legal, el derecho a impugnar resoluciones
que resuelvan incidentes al incluirse su trámite dentro de las excepciones e incidentes, dado que
sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto, correspondería a una interpretación
restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la propia Constitución. Este
razonamiento implica un cambio de la línea asumida al respecto por las SSCC 0731/2005-R,
0265/2006-R, 0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras).
Sin embargo, como todos los derechos, el de recurrir está sujeto a las normas generales que lo
rigen, entre ellos la oportunidad o el plazo, el contenido o expresión de agravios y la forma en
que deban formularse. En cuanto a la apelación incidental se la debe presentar y tramitar en
sujeción a las previsiones de los arts. 404 a 406 del CPP, deduciéndose la imposibilidad de
plantearla directamente dentro del juicio oral, cuyo objeto la averiguación de los hechos, no
permite su sustanciación durante la celebración del mismo, correspondiendo en su caso hacer
reserva de apelación restringida, conforme tiene anotada la jurisprudencia constitucional, entre
otras la SC 0522/2005-R, que al respecto precisa: 'Consecuentemente, la corrección de la
actividad procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la vía
incidental ante el juez cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o Tribunal de Sentencia
en el juicio oral, y, en su caso, a través del recurso de apelación restringida'".
Para impartir justicia conforme imponen los mandatos de la Constitución Política del Estado, las
autoridades jurisdiccionales deben cultivar los valores y principios que son la base del nuevo
documento constituyente, el cual contiene una vocación axiológica, principista y finalista que
configura un Estado sustentado en valores y principios con una convicción progresista en
relación a la clásica confección estatal de tipo positivo; dicho de otro modo, nuestra Carta
Fundamental construye el Estado Plurinacional sobre la base de valores, principios y principios
ético morales, que erigen una sociedad respetuosa de la libertad, la igualdad, la equidad y la
justicia, los cuales se encuentran previstos en muchos de los artículos del texto constitucional,
además del Capítulo Segundo del Título Primero, de la Primera Parte, titulado: “Principios,
Valores y Fines del Estado”.
En ese contexto, de la lectura del texto constitucional, es posible identificar valores y principios
en los arts. 1,2, 11, 178, 180, 186, 190, 196 y otros del documento constitutivo del Estado
Plurinacional boliviano; muchos de esos principios son dedicados con exclusividad a la función
de impartir justicia, siendo imprescindibles en la labor jurisdiccional, por lo que se constituyen en
la dogmática constitucional inexcusable en todo acto judicial. Por ello, este Tribunal afirma que
la labor del juez sólo será acomodada a la Constitución Política del Estado, cuando cada uno de
los actos jurisdiccionales sea ejecutado tomando en cuenta los principios que rigen la función de
En ese contexto, este Tribunal, ya ha identificado ámbitos procesales en los que deben aplicarse
determinados principios rectores de la función judicial; así, respecto al trámite que debe
cumplirse en los pedidos vinculados con el derecho a la libertad personal y libertad de
locomoción, se destacó la presencia del principio de celeridad, ello en resguardo al derecho
primario protegido, como es la libertad, habida cuenta que el mismo ocupa un lugar importante
junto con la dignidad humana, en el catálogo de derechos civiles como parte integrante a su vez
de los derechos fundamentales, por ser la condición natural del ser humano.
Los plazos emergentes de las normas de los arts. 314 y 315 del CPP, como todo plazo perentorio,
es el máximo tiempo otorgado al juez para ejercer su autoridad, por ello su respeto es la única
opción constitucional y legal que sitúa al juzgador en el marco de seguridad jurídica y legalidad
exigible por el usuario del sistema de justicia ordinario y constitucional; dicho de otro modo, en
caso de superar los plazos previstos en las normas descritas, la autoridad jurisdiccional habrá
corrompido el proceso judicial con un execrable acto de dilación no consentido por el orden
constitucional instituido.
El principio de legalidad, también prescribe que “…el ejercicio del Poder Público e incluso de
los particulares, se somete a la Constitución Política del Estado y a las leyes…” (SC 0416/2010-
R de 28 de junio); lo que refuerza la obligatoriedad de cumplimiento de los plazos procesales.
Continuando en el marco otorgado por los principios de seguridad jurídica y legalidad, que exige
el cumplimiento ineludible de los plazos procesales, reprimiendo actuaciones judiciales
posteriores a su cumplimiento, este Tribunal debe precisar que los plazos procesales máximos de
ningún modo evitan actuaciones ágiles y en tiempo menor al otorgado, pues el tiempo límite
otorgado para un acto, tiene por objeto impedir que la actuación judicial se extienda más allá del
lapso infranqueable, empero, no prohíbe actuar con celeridad y eficiencia.
En ese orden de ideas, el principio de celeridad, comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones
de la actuación judicial, y el subprincipio “oportunidad” importa la conveniencia de tiempo y de
lugar del acto judicial.
La citada Sentencia Constitucional, más adelante, unificando las subreglas de subsidiariedad que
rigen a las acciones de libertad, agregó que cuando existe privación de libertad y una evidente
negligencia o dilación en la atención de una solicitud vinculada a ésta, por parte de las
autoridades que rigen la actividad procesal, podrá activarse inmediatamente la acción de libertad
para impugnar esa actitud lesiva a la libertad, sin que sea requisito imprescindible, el agotamiento
previo del recurso de reposición previsto en los arts. 401 y 402 del CPP, aclarando sin embargo
que: “…empero, lo que no está permitido es que el agraviado incumpliendo su deber de actuar
con lealtad procesal, habiendo activado el recurso de reposición y estando en trámite el mismo
en la jurisdicción ordinaria, de manera paralela active la acción de libertad en la jurisdicción
constitucional, en ese caso no es posible ingresar al análisis de fondo” .
ordinaria y la constitucional, porque podría provocarse una disfunción procesal, dando lugar a la
emisión de dos resoluciones que resuelvan el mismo problema jurídico, las que además,
eventualmente podrían resultar contradictorias.
Una vez establecida la vinculación directa entre los hechos demandados y el derecho a la libertad
de la accionante y por ende, las causales de activación, corresponde a continuación ingresar al
análisis de fondo de lo demandado.
En ese orden, corresponde precisar que de antecedentes se evidencia que el 26 de marzo de 2012,
Delicia Fernández Herrera, interpuso un incidente de actividad procesal defectuosa ante el Juez
Quinto de Instrucción en lo Penal, alegando un defecto absoluto comprendido en el art. 169 inc.
3) del CPP, dado que a su decir, la Fiscal asignada al caso, no cumplió con lo preceptuado por la
parte in fine del art. 289 del CPP, al no dar aviso al juez de la instrucción sobre el inicio de las
investigaciones en su contra, dentro de las veinticuatro horas. Incidente que, el Juez de la causa
tramitó conforme al procedimiento señalado por el art. 314 y ss. del mismo cuerpo legal,
corriendo traslado a las otras partes, para que, dentro del plazo de tres días siguientes a su
notificación, contesten u ofrezcan prueba, ello mediante decreto de 27 del indicado mes y año.
Posteriormente, se constata que a través de memorial presentado el 5 de abril de 2012, por los
apoderados de las víctimas múltiples, se dio respuesta al incidente planteado; el cual, fue
decretado por el Juez ahora demandado, el 9 de igual mes y año, como téngase por respondido y
se considerará en su oportunidad.
En virtud a que el Juez de la causa demoró cuatro días en decretar al memorial de respuesta al
incidente, además de omitir señalar audiencia dentro de los plazos legales establecidos en la
normativa adjetiva penal, la imputada se vio obligada a presentar otro escrito, solicitando día y
hora de audiencia para la consideración del citado incidente; dando lugar a que la precitada
autoridad, mediante decreto de 10 de abril de 2012, fijara el verificativo solicitado para el 7 de
mayo a horas 16:00; es decir, para casi un mes después.
De lo relacionado, se puede colegir claramente que en el caso de análisis, existió una retardación
o demora injustificada en el señalamiento de audiencia, puesto que conforme al procedimiento
establecido, correspondía al demandado, cumplir con los plazos legales, lo que implicaba que una
vez recibida la respuesta dentro de los tres días otorgados debió de inmediato fijar audiencia para
la consideración del incidente planteado para su verificativo dentro de los cinco días siguientes
como máximo, como dispone la norma adjetiva penal; lo que no ocurrió, dado que dicha
autoridad se excedió superabundantemente del término, de un lado, porque incumpliendo la
tramitación normal de la causa, omitió señalar audiencia en cuanto recibió el memorial de
respuesta, obligando a la parte a que presentara otro escrito, requiriendo un actuado que debió
haber sido considerado de oficio; y de otro, una vez recibido el innecesario memorial, señaló la
audiencia para casi un mes después. Entonces, al no haber tramitado el incidente dentro de los
plazos legales, incumpliendo los principios de seguridad jurídica, legalidad y celeridad a los que
está obligado en el ejercicio de sus funciones, dilatando indebidamente la situación jurídica así
como la pretensión de la imputada por más de un mes, alegando una causal que desde ningún
punto de vista es razonable, es que se abre la justicia constitucional para otorgar la tutela.
En ese sentido, conviene reiterar que, al ser una solicitud vinculada con el derecho a la libertad de
la ahora accionante, la misma debió ser considerada y resuelta en el marco de los principios,
principios ético morales y valores que la Constitución Política del Estado impone a la función de
impartir justicia; y claro está, cumpliendo a cabalidad los plazos legales dispuestos por la
normativa jurídica; por ello, el órgano jurisdiccional debió compulsar o ponderar los elementos
que la imputada presentó a la brevedad posible, incluso, si hubiera sido posible, antes del
cumplimiento del plazo previsto por las normas legales, porque la situación de privación de
libertad de forma preventiva de la accionante, la ubica en un estado de necesidad de atención
oportuna de sus peticiones e incidentes, no siendo admisible la excusa de recarga laboral de la
autoridad jurisdiccional.
El acto de sustracción de aquello que por derecho le ha sido asignado a una persona, en
términos de los principios éticos morales proclamados por la Constitución Política del
Estado, es vulnerar el principio de “ama suwa”, aplicable también para valorar la omisión de
las autoridades jurisdiccionales de los plazos procesales; por ello, debemos concluir que la
execrable actitud de no cumplir los plazos procesales para resolver los incidentes accionados
por las partes, en la práctica, es una usurpación de uno de los más valiosos bienes que la
naturaleza pone al alcance del ser humano: el tiempo, para vivir, para autorealizarse,
compartirlo con sus seres queridos; y en su caso, utilizarlo para defenderse judicialmente.
Finalmente, se debe precisar que el argumento empleado por el Juez de garantías, quien denegó
la tutela por subsidiariedad no es sustentable, dado que el recurso de reposición, tal como señaló
la jurisprudencia constitucional no resulta idóneo y no es necesario agotarlo previo a acudir a la
presente jurisdicción, en razón a que el derecho protegido requiere de atención inmediata.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al denegar la acción de libertad, no ha evaluado en forma
correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00839-2012-02-AL
Departamento: La Paz
La accionante, interpuso acción de libertad en forma oral, el 4 de mayo de 2012, según el acta
cursante a fs. 1 de obrados, con los siguientes fundamentos:
Se lesionó el principio del debido proceso, ya que no puede disponerse una revocatoria de
medidas sustitutivas si la decisión que ordenó aquellas medidas está en grado de apelación,
vulnerándose “el Principio de Legalidad, el debido proceso, la defensa, a la Igualdad,
Contradicción, la oralidad, y publicidad”(sic), debido a que el Juez Tercero de Sentencia Penal
del departamento de La Paz, decidió la mencionada revocatoria de las medidas sustitutivas a la
detención preventiva establecidas a su favor: a) En ausencia de la imputada y de su defensa,
estando la causa en apelación y no fue notificada; b) Sin haber convocado a una audiencia; y, c)
La Resolución de revocatoria, fue emitida sin observar lo señalado por el art. 247 del Código de
Procedimiento Penal (CPP).
I.1.3. Petitorio
La audiencia de acción de libertad se celebró el 8 de mayo de 2012, según consta en el acta que
cursa en obrados de fs. 40 a 43 vta., en la que se produjeron los siguientes actuados:
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 153
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
El abogado de la accionante sostuvo que el antecedente de la acción interpuesta, es el juicio oral que
se viene sustanciando ante el Juez Tercero de Sentencia Penal, -ahora demandado-, dentro del
proceso penal seguido por el Ministerio Público contra la accionante, por delitos contemplados en la
Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas (L1008), en el cual dicha autoridad emitió la
Resolución 04/2012 de 14 de marzo, que impone a la imputada ahora accionante, las siguientes
medidas sustitutivas a la detención preventiva: 1) La obligación de presentarse una vez por semana
en el Juzgado para firmar un libro; 2) El arraigo; 3) Prohibición de comunicarse con personas
involucradas en el ilícito; 4) Presentar el croquis de su domicilio real; 5) Fianza personal; y, 6)
Fianza económica de Bs6000- (seis mil bolivianos).
Por lo que su defendida recién obtuvo su libertad el 18 de abril de los corrientes, tras haber
cumplido con el último requisito.
Indica también que posteriormente, se realizó una audiencia el 27 de abril de 2012, para la cual la
accionante no habría sido notificada, tampoco su defensa legal, y por ende no se presentaron a la
misma, en consecuencia el Fiscal asignado al caso solicitó al Juez de la causa la revocatoria de las
medidas sustitutivas referidas, precisamente en razón a la inasistencia de la imputada, por lo que la
mencionada autoridad jurisdiccional dispuso en virtud a lo prescrito por el art. 247 del CPP, y
atendiendo la petición del Ministerio Público, la revocatoria de las aludidas medidas sustitutivas -
Resolución 04/2012 de 14 de marzo-, sin fundamentar cual fue la base legal de su decisión. En tal
virtud, la accionante fue detenida debido a que se emitió el mandamiento de detención preventiva
en su contra, considerando a este acto el antecedente de la indebida privación de su libertad.
La autoridad demandada, tenía la obligación de observar que su defendido esté presente en audiencia
del 27 de abril, así como su abogado, en razón a que estaba imponiendo una medida cautelar y no era
simplemente un acto procesal, por lo que debió obrar conforme el art. 87 del CPP, declarándola
rebelde y disponer mandamiento de aprehensión, “la publicación en la prensa y defensor de oficio”; y
no así emitir un Auto de revocatoria sin defensa ni contradicción, donde no se cumplió con el debido
proceso, y que, si bien existió una petición del Ministerio Público, ésta debió ser puesta en
conocimiento de la defensa.
Denunció también que se puede observar del acta de audiencia de juicio inmediato, que la misma no
tiene las características de una resolución, de un auto de revocatoria, no existe vistos, número de
resolución, siendo éste un acto contra el debido proceso, por lo que concluyó solicitando se conceda
la presente acción y se disponga su libertad o en su caso se ordene a la autoridad demandada emita
el mandamiento de libertad de manera inmediata.
El Juez Tercero de Sentencia Penal del departamento de La Paz, mediante informe cursante de fs. 8
a 9 de obrados, manifestó que el 27 de abril del 2012, convocó a audiencia de juicio inmediato, para
lo cual se practicaron las notificaciones conforme a procedimiento, estando presente el
representante del Ministerio Público y no así la imputada, aspecto que fue observado por el Fiscal,
quien pidió se revoque la medida de cesación de detención preventiva por la inasistencia de aquella;
en tal sentido, su autoridad, en virtud de lo establecido por el art. 247 del CPP, y a través de Auto
dispuso revocar la disposición de cesación de detención preventiva del que gozaba la imputada, por
no existir justificativo de su inasistencia a dicha audiencia, considerando esta autoridad que actuó
conforme a procedimiento, sin vulnerar derechos ni garantías constitucionales de la accionante.
La Jueza Quinta de Sentencia Penal, en suplencia de su similar Cuarto, ambos del departamento de
La Paz, constituida en Jueza de garantías constitucionales, por medio de la Resolución 002/2012 de
8 de mayo, cursante de fs. 44 a 45 vta., concedió la tutela, disponiendo que la autoridad demandada,
en el día emita mandamiento de libertad a favor de la accionante y alternativamente fije audiencia
de consideración de la revocatoria instada por el representante del Ministerio Público, en base a los
siguientes argumentos: i) El Juez accionado, sin otorgar siquiera un término para que la parte
acusada justifique su inasistencia, procedió a revocar las medidas sustitutivas dispuestas con
anterioridad; ii) Si bien, la autoridad jurisdiccional tiene a su alcance el art. 122 del CPP -poder
coercitivo para hacer cumplir los actos ordenados-, pudo disponer que la accionante, justifique su
inasistencia, bajo alternativa de emitir mandamiento de aprehensión, o fijar audiencia para la
consideración de petición de revocatoria -de cesación de detención preventiva-, siempre sometiendo
al contradictorio e inmediación; y, iii) No obstante la obligación de la accionante de asistir a todas
las audiencias, al haber determinado la autoridad demandada dicha revocatoria por medio de simple
providencia y sin escuchar a la misma, obró de manera precipitada y con excesivo celo funcionario,
ocasionando se expida mandamiento de aprehensión, lo que produjo su detención.
Finalmente, esta autoridad, pidió que el Tribunal Constitucional Plurinacional se pronuncie respecto
a la aplicación del art. 68.4 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), cuando
hace referencia a las audiencias celebradas en sábados, domingos o feriados por el Juez de
Instrucción cautelar de turno, con relación a la circular 15/2012-P-TDJ de 14 de febrero, emanada
de Sala Plena del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, que dispone que los tribunales de
garantías constitucionales unipersonales o colegiados que reciban una acción de libertad el día
viernes, deben señalar inmediatamente las audiencias y llevarlas a cabo dentro del plazo de
veinticuatro horas, pudiendo para ello habilitarse en su caso días y horas extraordinarias.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra María Inés Rojas por el delito
de tráfico de sustancias controladas, descrito por los arts. 33 inc. m) y 48 de la L1008, el Juez Tercero
de Sentencia Penal, por Resolución 04/2012 de 14 de marzo, ordenó la cesación a la detención
preventiva de la hoy accionante imponiéndosele medidas sustitutivas (fs. 28 a 32).
II.2. Según el acta de audiencia de inicio de juicio inmediato de 27 de abril de 2012, la autoridad
demandada dispuso la revocatoria de cesación de la detención preventiva impuesta a la imputada, en
virtud a su incomparecencia a dicha audiencia y consecuentemente se expida mandamiento de
detención preventiva en su contra para su conducción al Centro de Orientación Femenina de
Obrajes de la ciudad de La Paz (fs. 36 a 37); mandamiento de detención preventiva que fue librado
el 4 de mayo de 2012 (fs. 39).
III.1. El informalismo como elemento esencial que hace la naturaleza procesal de la acción de
libertad oral
El art. 125 de la CPE, determina que toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal: “…podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal…” (las negrillas son añadidas).
El informalismo en este contexto, deviene de la trascendencia de los derechos que tutela la acción
de libertad, de forma que su propósito, es decir, el resguardo de aquellos derechos no se pierda entre
meras formalidades de orden procedimental, lo que además concuerda con el principio pro actione,
el derecho de acceso a la justicia y el principio de verdad material, mismos que impelen a prohibir
todo ritualismo o formalismo en su procedimiento.
. El secretario o actuario del juzgado o tribunal donde se sorteó la acción de libertad, deberá
sentar en acta la demanda verbal de la acción de libertad, haciendo una relación del lugar, hechos,
fechas, nombres, cargos, derechos lesionados, petitorio y demás datos que pudiere dar y/o
identificar en ese momento. No obstante, en caso de que el accionante no proporcione los datos
necesarios, debe labrarse el acta con los datos que se tengan, así sean mínimos.
. A cuyo efecto anualmente, se abrirá un 'Libro de presentación oral de Acción de Libertad', y que
en cada acta constará el lugar, fecha y hora, como también el nombre y la firma del presentante, si
lo hace por sí, o por otro con o sin mandato.
“…a) En provincias y en general en lugares en los cuales exista un sólo juzgado o tribunal
competente penal, la interposición verbal de una acción de libertad, deberá efectuarse
d) Asimismo, a efectos del presente razonamiento debe dejarse establecido que la diferencia entre
acciones de libertad verbales y escritas es material más que formal; es decir, se encuentra en la
posibilidad de identificar: 1) La relación circunstanciada del o de los hechos denunciados; 2) La
identidad del o de la accionante; y, 3) La identidad de la parte demandada. En este contexto, a
efectos de la elaboración del acta de presentación, incluso cuando se presente un documento que
contenga la acción de libertad pero la o el funcionario que proceda a su registro denote la
imposibilidad de identificar alguno de esos elementos, seguirá considerando a la acción de libertad
como verbal por lo que dicho funcionario procederá a efectuar el sorteo para inmediatamente
después el secretario del juzgado o tribunal sorteado levante el acta respectiva que precise o
complemente en la medida de lo posible y en el marco del informalismo dichos elementos, esto con
el fin de notificación y en definitiva preservar el derecho a la defensa de la parte accionada.
e) Ante la interposición de una acción de libertad verbal conforme el procedimiento referido más
adelante, el secretario del juzgado o tribunal penal competente deberá levantar un acta en el
“Libro de presentación oral de Acción de Libertad“ en la cual consigne los datos o en su caso
generales de ley de la parte actora, en la medida de lo posible los datos o en su caso generales de
ley de la parte accionada y la relación circunstanciada de los hechos que no sólo busca facilitar la
labor del juez o tribunal sino preservar el derecho a la defensa de la parte accionada
fundamentalmente en casos de notoria complejidad por la cantidad de detenidos, de temas en
debate, etc. En todo caso, de no ser posible dejar constancia de los referidos datos y de los hechos
circunstanciados, en el acta levantada en el 'Libro de presentación oral de Acción de Libertad'
deberá dejarse constancia de la imposibilidad que impide dicho registro.
f) En todo caso la inobservancia a las reglas establecidas en la presente Sentencia determinará que el
Tribunal Constitucional Plurinacional corrija el procedimiento, salvo que no se hubiere provocado la
indefensión a la parte accionada o cuando este Tribunal, en el marco del informalismo que rige a la
acción de libertad, encuentre que de todas formas procederá la denegación de la tutela,
independientemente de la responsabilidad funcionaria que pueda generar la inobservancia del
entendimiento asumido”.
En este contexto, conforme puede desprenderse de la mencionada SCP 0023/2012, como se mencionó
complementa el entendimiento de la SC 0128/2011-R, no establece un procedimiento sino criterios de
optimización que “…en la medida de lo posible…” y dependiendo de las diferentes realidades de cada
departamento y de las circunstancias del caso concreto deben efectivizarse, es decir las mismas no tienen
por objeto entorpecer el trámite o impedir el cumplimiento de la finalidad de la acción de libertad, sino
más bien resguardar los derechos de las partes procesales involucradas.
Como reafirmó la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, en atención a lo prescrito por el aludido art. 125
de la CPE, se reconoce cuatro presupuestos de activación de la acción de libertad: “…a) Atentados
contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física como a la libertad de
locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que
implique persecución indebida” (el resaltado es nuestro).
Respecto a los presupuestos exigidos para considerar en el fondo la vulneración del derecho a la
libertad personal y/o la libertad de locomoción cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido
la SC 1436/2011-R de 10 de octubre, mencionando a la SC 0309/2010-R de 7 de junio, señaló:
“…a) El acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la
autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión; b) Debe existir absoluto estado de indefensión; es decir, que
el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y
que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la
libertad” (el resaltado nos corresponde), además previamente a la interposición de la acción de
libertad, debe haberse agotado las instancias intra-procesales idóneas contempladas en el ordenamiento
jurídico para resguardar la libertad (SSCC 0160/2005-R, 0008/2010-R y 0080/2010-R).
III.3.1. De la imposibilidad de revocar medidas sustitutivas, en ausencia del imputado y del deber
de fundamentar las resoluciones cautelares
Conforme la reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, se determina que, para efectos de
la aplicación de una medida cautelar de carácter personal debe necesariamente contarse con la
presencia del imputado, esto con la finalidad de garantizar el derecho a la defensa y en resguardo
además de la inmediación y la oralidad. Lo contrario, es decir la inobservancia de esta condición,
implica una lesión y una transgresión a los mismos (SSCC 1601/2003-R y 1307/2005-R, entre
otras).
Por otra parte, de la Resolución contenida en el acta de audiencia de inicio de juicio inmediato -fs.
36-, que sostuvo:“…se establece que evidentemente estando notificada la imputada no se hizo
presente a esta audiencia (…), por lo tanto conforme establece el art. 247 y lo solicitado por el Sr.
Representante del Ministerio Público que refieren a la Revocatoria, al no haberse hecho presente la
imputada María Inés Rojas a la presente audiencia sin que exista justificativo alguno, conforme
establece dicha norma, se dispone revocar la disposición de Cesación de la Detención Preventiva
que gozaba la imputada MARÍA INÉS ROJAS por Res. 04/2012, debiendo expedirse Mandamiento
de Detención Preventiva en su contra para su conducción al Centro de Orientación Femenina de
Obrajes de esta ciudad”, se evidencia una decisión carente de motivación y fundamentación, que se
limita solamente a afirmar un hecho -ausencia de la parte imputada-, sin dar cuenta de las razones y
fundamentos jurídicos valederos que la sostienen y sin la necesaria justificación que establezca un
mecanismo de control sobre la decisión del juez y que a la vez objetivicen criterios de certeza y
previsibilidad del derecho ante la sociedad (SSCC 0404/2003-R, 0405/2003-R y 1735/2003-R).
Corresponde aclarar que, si bien la decisión de la autoridad demandada de revocar las medidas
sustitutivas -fs. 36-, dispuestas a favor de la accionante mediante la Resolución 04/2012 de 14 de
marzo -fs. 32-, podía apelarse de acuerdo el art. 251 del CPP, al respecto, debe considerarse que
conforme se determinó en la SCP 0037/2012, glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia, existe la posibilidad de prescindirse de las vías recursivas cuando el accionante se
4) La Jueza Quinta de Sentencia Penal del referido Departamento en suplencia legal de su similar Cuarto,
indicó que la circular 15/2012-P-TDJ, no puede estar por encima de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional, sin embargo, para no perjudicar a la accionante, fijó audiencia de acción de libertad para el
8 de mayo de los corrientes a horas 15:00.
5) Ante esta situación, la accionante mediante memorial de fs. 14 y vta., solicitó pronunciamiento
expreso por parte de este Tribunal, alegando que la circular 15/2012-P-TDJ, emitida por el Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz es manifiestamente contraria a la Constitución Política del Estado.
Asimismo el art. 68.4 de la LTCP, dispone que: “Si la audiencia tuviera que celebrarse en sábado, el
domingo o feriado, la Acción de Libertad será tramitada ante el juzgado de instrucción cautelar”,
debiendo entenderse en esta última parte que se hace alusión al juez cautelar de turno.
La Sala Plena del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, emitió la circular 15/2012-P-TDJ, -
fs. 13- entiende que: “…los tribunales de garantías constitucionales unipersonales o colegiados que
reciban una Acción de Libertad el día viernes (en resguardo al principio constitucional del Juez
Natural) deben señalar inmediatamente las audiencias y llevarlas a cabo dentro del plazo de 24
horas, pudiendo para ello habilitarse en su caso días y horas extraordinarias para su realización los
días sábados. No corresponde remitir las acciones a otro Tribunal, en razón a que la prórroga de
competencia en materia constitucional no está prevista en la propia Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional”.
Sobre el punto en cuestión, debe considerarse que una circular puede conceptuarse como un acto
administrativo interno que se produce en el seno de las relaciones inter-orgánicas de un determinado
ente. Por lo que, la interpretación del art. 68.4 de la LTCP, contenida en la circular 15/2012-P-TDJ,
emanada de la Sala Plena del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, no es una interpretación
oficial, pese a ello requiere por parte de este Tribunal un pronunciamiento expreso con la finalidad
de que las interpretaciones que puedan suscitarse del precepto legal aludido no tergiversen la
naturaleza sumarísima de la acción de libertad.
En ese sentido, amerita recordar que la Norma Suprema al tenor de sus arts. 256.II y 13.IV, debe
interpretarse conforme a los Tratados de derechos humanos que además integran el bloque de
constitucionalidad (art. 410.II de la CPE), y considerando inclusive el origen histórico de los textos
constitucionales que reflejan una perenne lucha por el reconocimiento o la efectividad de los
derechos, aspecto que sin duda concuerda con la voluntad del constituyente que instituye como uno
de los fines y funciones esenciales del Estado el de “…garantizar el cumplimiento de los…
derechos…” (art. 8.4 de la CPE).
En ese entendido, si bien el art. 68.4 de la LTCP, refiere que: “Si la audiencia tuviera que celebrarse en
sábado, domingo o feriado, la Acción de Libertad será tramitada ante el juzgado de instrucción
cautelar”; queda claro que el propósito del legislador ordinario en el desarrollo del texto constitucional,
es el de asegurar la celebración de la acción de libertad dentro de las veinticuatro horas que establece la
Ley Fundamental y así evitar señalamientos posteriores a este plazo bajo pretexto de existir un día
inhábil, sin embargo, dicho precepto legal de ninguna forma puede constituirse en un formalismo o
ritualismo que impida o entorpezca la tramitación de la acción de libertad.
Por lo mencionado, resulta lógico que a efectos de evitar dilaciones indebidas, el juez que conoce en
día hábil una demanda de acción de libertad debe fijar inmediatamente día y hora de audiencia siempre
respetando el plazo, y dispondrá conforme al art. 126.II de la CPE, que el o la accionante sea
conducida “…a su presencia…”, por lo que no existe prórroga de competencia si resuelve aquella
demanda los sábados, domingos o feriados, sino que, lo que ocurre es que se genera la habilitación de
horas extraordinarias, ello porque su competencia deviene de un sorteo producido para garantizar los
principios de imparcialidad e independencia.
Corresponde precisar que no se constituye en una exigencia procesal que se remita ante los jueces
instructores de turno las acciones de libertad que tengan que resolverse los días sábados, domingos o
feriados, sino que en aras de garantizar los principios que revisten a la acción de libertad y precautelando
los derechos que tutela, deben ser resueltas por la autoridad que conoce y admite la acción; y para los
casos en que las demandas de acción de libertad fueren interpuestas directamente ante los jueces
instructores en materia penal de turno los días sábados, domingos y feriados, dichas autoridades judiciales
pueden a la vez concluir el trámite de la acción en misma instancia inclusive en un día hábil.
En consecuencia, de admitir este Tribunal una remisión de la demanda de acción de libertad de forma
automática al juez instructor en lo penal de turno, o viceversa, podría generarse dilaciones por
remisiones y devoluciones que afectarían no sólo el principio de informalismo, sino la sumariedad y la
debida celeridad con la que debe resolverse la acción de libertad, agravándose en muchos casos con
dicho accionar la vulneración de los derechos que deben ser precautelados.
En el caso concreto, el Juez Tercero de Sentencia Penal el 4 de mayo de 2012, se excusó del
conocimiento de la acción pretendida por la causal contenida en el art. 48.4 de la LTCP, remitiendo a
su similar Cuarto de -fs. 2 y 3- a efectos de su conocimiento; mediante Resolución de la misma fecha -
fs. 4 y vta.- la Jueza Quinta de Sentencia Penal -se entiende en suplencia legal del Juez Cuarto-,
remitió el asunto ante el Juez Noveno de Instrucción en lo Penal -Juez de turno-, no sin antes fijar día y
hora para el verificativo de la audiencia pública; en conocimiento de la acción, el Juez Instructor Noveno
en lo Penal, a través de Resolución y nota también de 4 de mayo de 2012 -fs. 7 y 11-, devolvió obrados al
Juzgado Cuarto de Sentencia Penal, alegando cumplimiento de la circular 15/2012-P-TDJ de la Sala
Plena del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; por último, nuevamente ante la Jueza Quinta
de Sentencia Penal programó día y hora de audiencia de acción de libertad para el 8 de mayo a horas
15:00, es decir, después de cuatro días de presentada la acción de libertad, causando una total
incertidumbre sobre el juez que debe conocer la causa, dilatando la tramitación de una acción
constitucional diseñada procesalmente como sumaria, aspectos que justamente el legislador
constituyente y ordinario pretendieron impedir, correspondiendo en adelante evitar ese tipo de
dilaciones que simplemente generan el desprestigio del sistema judicial por el excesivo ritualismo y
formalismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00829-2012-02-AL
Departamento: Pando
En revisión la Resolución de 28 de abril de 2012, cursante a fs. 101 y vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Dickson Venegas D'Este en representación sin mandato de
Rita Modesta Rueda Garzón contra Ponciano Ruiz Quispe y Germán Apolinar Miranda
Guerrero, Vocales de la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de
Justicia de Pando.
Por memorial presentado el 24 de abril de 2012, cursante de fs. 24 a 27 vta., el accionante -por su
representada- señala los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Primitivo Alameda Ticona, interpuso denuncia contra su defendida, por los delitos de
malversación de fondos, cohecho pasivo y uso indebido de influencias; empero, el Fiscal de
Materia de Puerto Rico, le imputó por los ilícitos de incumplimiento de deberes y uso indebido
de bienes y servicios, sin constar su inicio “al juez natural para que ejerza control”.
Las declaraciones testificales sustentadas en la imputación, indicaron que fueron usados los
motorizados o maquinaria pesada del municipio de Puerto Rico, así como los recursos humanos
(RR.HH.) del “EDIMO” (Unidad de la oficina de proyectos de la Gobernación), para la
construcción de la plaza. No se dio un fin distinto a los bienes del Estado, ya que su representada
no sabe manejar vehículo alguno.
Finalmente alude que, deben existir suficientes elementos de convicción para la detención
preventiva; sin embargo, en el presente caso, no hubo ningún indicio; por el contrario, se
demostró “que son delitos de comisión imposible”. No habiendo los Vocales codemandados
tipificado la conducta de su representada, al no ser su accionar antijurídico; atribuyéndosele
ilegalmente, que se rehusó o retardó las “funciones de Alcaldesa de Puerto Rico” (sic).
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 28 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 99 a
100 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Los Vocales de la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando,
no asistieron a la audiencia pese a su legal citación; presentando informe escrito únicamente el
vocal Ponciano Ruiz Quispe, que cursa de fs. 96 a 98, señalando: 1) La empresa constructora
“Pandina S.R.L.”, se comprometió a la construcción de una plaza en el municipio de Puerto Rico,
mediante la suscripción del contrato con el Gobierno Bolivariano de Venezuela; donde la
Ejecutiva del Gobierno Municipal de esa localidad, no cumplió su rol de fiscalización, porque se
“tedio” la tierra cuando debió compactarla y correspondía ser ripiada; asimismo, de los noventa
postes solamente constan cincuenta y cuatro; los bancos debieron ser empotrados y únicamente
fueron empernados; utilizando las volquetas del Municipio y el personal del “EDIMO”, cuando
la empresa debió proveer esos insumos; 2) La representada del accionante afirmó que ese
instrumento no tiene valor ni eficacia por la “falta de requisitos y formación”; en consecuencia,
debía declararse nulo, pero esa interpretación es errónea porque se están investigando conductas
antijurídicas y punitivas definidas en el Código Penal. “El documento base para la construcción
de la plaza, si cumple o no requisitos, es irrelevante” (sic); 3) El Juez Segundo de Instrucción en
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. El 27 de febrero de 2012, el Fiscal de Materia, Álvaro Pemintel Zárate, imputó formalmente
y calificó provisionalmente los delitos de incumplimiento de deberes y uso indebido de bienes y
servicios contra la hoy representada del accionante, Rita Modesta Rueda Garzón (fs. 3 a 7 vta.).
II.2. El Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Pando, en suplencia legal
de su similar Primero, en audiencia de medidas cautelares de 16 de marzo de igual año, dispuso
la detención preventiva de la ahora representada por el accionante, por el ilícito de uso indebido
de bienes y servicios públicos (fs. 8 a 9 vta.).
II.3. El recurso de apelación incidental interpuesto contra la decisión antes mencionada, fue
resuelto por los Vocales de la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia
de Pando -hoy demandados-, a través del Auto de 23 de marzo de 2012, confirmando el Auto
Interlocutorio impugnado y modificándolo incluyó el delito de incumplimiento de deberes, contra
la ahora representada (fs. 11 a 13 vta.).
existir inicio de investigación, sin juez natural de la causa y siendo delitos de comisión imposible.
Habiendo determinado el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal, en suplencia legal de su
similar Primero, su detención preventiva, por el delito de uso indebido de bienes y servicios;
confirmando en apelación, los Vocales codemandados el Auto Interlocutorio impugnado,
modificándolo incluyendo el delito de incumplimiento de deberes. En consecuencia, corresponde
determinar en revisión, si concierne conceder o denegar la tutela impetrada.
Nuestro régimen constitucional, en su art. 125, instituye la acción de libertad, señalando: “Toda
persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad
procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se
restituya su derecho a la libertad”.
De la misma manera, se estableció que: “…la acción de libertad constituye un medio de defensa
sencillo, oportuno y eficaz para reparar la vulneración sufrida, sin que esto signifique su
exclusividad para tutelar toda lesión al derecho a la libertad; del mismo modo, las SSCC
0498/2010-R de 5 de julio y 0895/2010-R de 10 de agosto, última que además enfatizó que la
protección otorgada por esta acción -específicamente sobre el debido proceso-, '…no abarca a
todas las formas en que el mismo puede ser infringido, sino sólo a aquellos supuestos en los
que está directamente vinculado al derecho a la libertad personal o de locomoción; en los
demás casos (...) deben ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la
causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación a los
jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través de los
medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la jurisdicción
constitucional a través del amparo constitucional, como medio idóneo para precautelar las
lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones invocadas, se colocó al accionante en absoluto estado de indefensión, lo que no le
permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al
momento de la persecución o la privación de la libertad. Un entendimiento contrario,
determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, hoy acción de libertad y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso, por quien se
encuentre privado de libertad, prospere a través de la acción de libertad, desnaturalizando la
actuación de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia,
primariamente, para ejercer el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre
la tutela constitucional…'” (las negrillas fueron agregadas) (SC 2257/2010-R de 19 de
noviembre).
Ahora bien, de la revisión de obrados se constata que el Fiscal de Materia efectuó la imputación
provisional contra la hoy representada del accionante y por su parte el Juez cautelar, conforme a
los testimonios y la prueba documental referida al caso, que fue ratificada por los Vocales ahora
codemandados, le atribuyó además el delito de uso indebido de bienes y servicios públicos, a
pedido del Ministerio Público.
La representada del accionante formuló los recursos pertinentes, impugnando los supuestos actos
lesivos dentro del proceso, alegando un inicio incorrecto de las investigaciones respecto a los
delitos imputados, así como la inexistencia de indicios en el proceso y además la falta de
fundamentación en las Resoluciones; circunstancias que fueron atendidas y resueltas, por lo que
no existió un estado absoluto de indefensión; vale decir, que ejerció de manera irrestricta su
derecho de impugnación, resguardando de esa manera, sus derechos fundamentales y garantías
constitucionales que hacen al debido proceso. Concluyendo que no concurren en el caso presente,
los supuestos aludidos en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional; ya que como se señaló, la agraviada no se encuentra en absoluto estado de
indefensión, por haber utilizado los recursos previstos por ley.
Por otro lado, cabe expresar que, la representada del accionante alega presuntos actos ilegales
relacionados a la falta de fundamentación en ambas Resoluciones impugnadas; es decir, en la
dictada por el Juez a quo y la emitida por los Vocales ahora demandados; sin embargo, de
obrados se constata que el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal, fue quien dispuso su
detención preventiva, por lo que a través de esa Resolución se encuentra privada de libertad, la
misma que apelada y resuelta por el Tribunal superior en grado, fue confirmada, por lo que la
decisión cuestionada dictada en apelación, no es la causa directa para su detención, siendo por
ello que igualmente no concurre el otro supuesto, referido a que el acto ilegal denunciado sea la
causa directa para la restricción del derecho a la libertad.
Consiguientemente, al no concurrir los dos supuestos, concernientes a que el acto ilegal sea la
causa directa de la privación de libertad y la existencia de un estado de indefensión absoluto,
incumbe denegar la tutela impetrada.
Por todo lo expuesto, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela incoada, aunque con otros
fundamentos, efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y de esta acción
tutelar.
POR TANTO
Expresó que, dentro del proceso penal seguido contra su representado, éste fue imputado por la posible
comisión del delito de robo de vehículo, y en audiencia de aplicación de medidas cautelares se le
impuso detención preventiva por decisión “arbitraria” de la Jueza Tercera de Instrucción en lo Penal,
toda vez que el representante del Ministerio Púbico en la Resolución de imputación formal,
únicamente solicitó la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva.
Manifestó también, que el 23 de marzo de 2012, en aplicación del art. 239 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), solicitó cesación a la detención preventiva, cuya audiencia se llevó a cabo
el 10 de abril de igual año, empero la autoridad judicial mediante Resolución 136/2012 de 10 de
octubre, rechazó la misma.
Por otra parte, señaló que el 20 de abril de 2012, el Director funcional de la investigación, presentó
ante la autoridad judicial, requerimiento conclusivo de sobreseimiento por la insuficiencia de
elementos para fundar una acusación; por lo que el mismo día en aplicación del art. 250 del CPP, se
solicitó la libertad del imputado o en su caso se señale audiencia de cesación a la detención preventiva.
Sin embargo, la autoridad judicial señaló dicha audiencia para el 11 de mayo de 2012, extremo que el
ahora accionante considera vulneratorio del derecho a la libertad de su representado, contraviniendo lo
desarrollado por la jurisprudencia constitucional en la SC 1230/2006-R de 1 de diciembre, que
determina que una vez emitido el requerimiento de sobreseimiento, la libertad debe ser ordenada en
forma inmediata, sin esperar la ratificación por parte del Fiscal de Distrito -ahora Departamental.
I.1.3. Petitorio
La audiencia pública se llevó a cabo el 26 de abril de 2012, conforme consta en el acta cursante
de fs. 23 a 25 de obrados, produciéndose los siguientes actuados:
Señaló también que el representante del Ministerio Público, presentó requerimiento conclusivo
de sobreseimiento a favor de Rubén Huaycho Ríos, razón por la que, el 20 de abril de 2012, se
solicitó a la autoridad demandada disponga su libertad o señale audiencia de cesación a la
detención preventiva, fijando la referida autoridad dicha audiencia para el 12 de mayo del citado
año (quince días después), vulnerándose de esta manera el derecho a la libertad del ahora
representado.
Verificado el expediente, se evidenció que no cursa en el mismo ningún informe por parte de la
autoridad judicial demandada; sin embargo, se hizo presente en audiencia, y haciendo uso de la
palabra manifestó haber sido nombrado de manera reciente por lo que desconocía los
antecedentes, no teniendo nada que informar, y solicitó autorización para retirarse de la
audiencia.
I.2.3. Resolución
Por lo que, en el presente caso debe aplicarse ésta última línea jurisprudencial.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. El 20 de abril de 2012, el Fiscal de Materia, José Fernando Villarroel Barrios, presenta
requerimiento conclusivo de sobreseimiento a favor de los imputados Freddy Calle Veliz y
Rubén Huaycho Ríos, por no existir elementos suficientes para fundar la acusación y habiéndose
establecido que los imputados no participaron en el hecho investigado (fs. 18 a 20 vta.).
II.2. Mediante memorial de la misma fecha, el imputado retira el recurso de apelación interpuesto
contra la Resolución que rechazó la cesación a la detención preventiva; y ante la presentación por
parte del representante del Ministerio Público del requerimiento conclusivo de sobreseimiento a
II.3. Mediante decreto de 23 de abril de 2012, Enrique Morales Díaz, Juez Primero de
Instrucción en lo Penal, señaló audiencia de cesación a la detención preventiva para el día viernes
11 de mayo del mismo año (fs. 22 vta.).
El accionante denuncia la vulneración del derecho a la libertad de su representado, toda vez que
dentro del proceso penal iniciado contra éste por la supuesta comisión del delito de robo, el 20 de
abril de 2012, el representante del Ministerio Público presentó requerimiento conclusivo de
sobreseimiento a su favor, razón por la cual el mismo día, solicitó su libertad inmediata o en su
caso audiencia de cesación a la detención preventiva, fijando la autoridad judicial ahora
demandada, audiencia para el viernes 11 de mayo del citado año (quince días después). En
consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
La Constitución Política del Estado instituye la acción de libertad en su art. 125, que señala:
“Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad
procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se
restituya su derecho a la libertad”; norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) que dispone: “Es una acción constitucional
extraordinaria de tramitación sumarísima que tiene por objeto la garantía, protección o tutela de
los derechos a la vida, a la libertad física y a la locomoción, para el restablecimiento inmediato y
efectivo de estos derechos, en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados”.
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona”; y en su art. 8 señala: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y la ley”.
El sobreseimiento constituye uno de los actos conclusivos de la etapa preparatoria, por el cual el
fiscal en uso de las facultades conferidas por ley, suspende el procedimiento penal o decreta el
cese de la persecución penal iniciada contra el presunto autor cuando resulte que el hecho no
existió, que no constituye delito o que el imputado no participó en él y cuando estime que los
elementos de prueba no son suficientes para fundamentar una acusación.
Conforme lo señala el art. 324 del CPP, el requerimiento conclusivo de sobreseimiento puede ser
objetado o impugnado por la víctima o querellante, dentro del plazo de los cinco días de su legal
notificación, en ese caso, una vez recibida la impugnación, o de oficio cuando no se la haya
formulado, el fiscal de materia remitirá los antecedentes dentro de las veinticuatro horas ante el
fiscal superior jerárquico para que se pronuncie en el plazo de cinco días, si el superior revoca el
sobreseimiento, intimará al inferior o a cualquier otro para que en el plazo máximo de diez días
acuse ante el juez o tribunal de sentencia. Si lo ratifica, dispondrá la conclusión del proceso con
relación al imputado en cuyo favor se dictó la cesación de las medidas cautelares y la cancelación
de sus antecedentes penales. El sobreseimiento no impugnado o el ratificado impide un nuevo
proceso penal por el mismo hecho, sin perjuicio que la víctima reclame el daño por la vía civil,
salvo que el sobreseimiento se funde en la inexistencia del hecho o en la no participación del
imputado, en concordancia con el art. 40 inc. 15 de la Ley Orgánica del Ministerio Público
(LMP).
La Convención Americana sobre Derechos Humanos en el art. 8.1, establece que toda persona
tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial. Asimismo, el art. 14.3 inc. c) del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, consagra el derecho de toda persona acusada de un
delito a ser juzgada sin dilaciones indebidas; lo cual es aplicable a nuestra legislación, tomando
en cuenta el art. 410 de la CPE, en relación al bloque constitucional formado por los Tratados y
Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos.
En este entendido, cuando una autoridad conoce de una petición de cesación a la detención
preventiva, dicha audiencia debe ser señalada dentro del plazo de tres días hábiles desde su
solicitud, garantizándose de esta manera que la audiencia donde se determinará la procedencia de
su libertad será atendida con la debida celeridad y dentro de un plazo razonable.
Por lo señalado anteriormente, para que proceda la libertad del imputado a favor del cual fue
emitido el requerimiento conclusivo de sobreseimiento, éste debe ser ratificado por el Fiscal de
Distrito, y siendo que en el presente caso, dicho sobreseimiento no había sido resuelto aún por el
representante del Ministerio Público, no correspondía a la autoridad judicial ahora demandada
disponer la libertad del imputado.
Habiéndose evidenciado la vulneración del derecho al debido proceso relacionado con el derecho
a la libertad del representado del accionante, en la dilación de la fijación de audiencia de cesación
a la detención preventiva, corresponde conceder la tutela únicamente en relación a este extremo;
y no así en cuanto a la libertad solicitada por el accionante, por la emisión del requerimiento
conclusivo de sobreseimiento.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00841-2012-02-AL
Departamento: La Paz
El accionante alega como lesionados sus derechos a la libertad, al debido proceso, a la presunción
de inocencia y a la defensa, citando al efecto los arts. 22, 109, 110, 115, 116 y 119 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se guarde tutela a su vida “dado su estado de salud”, el cese a la persecución indebida y
se restituya su derecho a la libertad, al existir una Resolución de sobreseimiento expedida por
autoridad competente.
Efectuada la audiencia pública el 26 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 57 a
59 vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante ratificó de manera íntegra los términos de la acción de libertad
planteada y añadiendo señaló: a) El Fiscal de Materia asignado al caso, el 12 de marzo del año en
curso, expidió Resolución de sobreseimiento, al no haberse encontrado los elementos de
convicción suficientes que fundamenten una acusación, por lo que conforme a la jurisprudencia
constitucional, después de haberse dictado el sobreseimiento procedía la inmediata libertad; b) A
la fecha, transcurrieron un mes y casi treinta días de haberse pronunciado el sobreseimiento
conforme a los arts. 72 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 5 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público (LOMP), estando su cliente injustamente detenido, pese a que ha sido liberado
de pena y culpa; c) El art. 324 del CPP, establece que si el fiscal jerárquico ratifica el
sobreseimiento, dispondrá la conclusión del proceso en relación al imputado, así como la
cancelación de sus antecedentes penales; es decir, que tiene similares efectos a los de la sentencia
absolutoria, igualmente en el art. 364 del Código precitado, está previsto en ese sentido; d) No se
puede someter al procesado a la espera del trámite de una apelación, cuando se lo declaró
absuelto de culpa y pena del delito por el cual fue investigado; e) El 14 del mes y año
mencionados, a los dos días de haberse emitido la Resolución de sobreseimiento, se solicitó se
expida el mandamiento de libertad, ante lo cual el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El
Alto, ordenó la notificación a las partes para que se pronuncien sobre la misma y al Fiscal de
Materia a objeto que informe sobre el cumplimiento del antes nombrado art. 324 del CPP,
referente a la impugnación que fue presentada de manera posterior; por lo que en forma tácita se
cumplió con lo que solicitó el juez Rafael Alcón Aliaga; y, f) Reiterado el pedido de que se libre
mandamiento de libertad, la parte demandada determinó se señale audiencia de consideración de
incidente innominado deducido por la defensa para el 16 de abril de 2012, que no se llevó a
efecto ante la solicitud maliciosa de la parte querellante de que se fije nueva audiencia
adjuntando un certificado que no es de un médico forense; posteriormente, asumió la titularidad
el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto, a quien igualmente la parte contraria
impetró la suspensión de la audiencia; finalmente, cuando se iba a llevar adelante la misma a fin
de considerar el supuesto incidente, ésta presentó una recusación contra el Juez suplente -ahora
demandado-, Daniel Ángel Espinar Molina; que fue rechazada in límine.
Daniel Ángel Espinar Molina, Juez Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto del
departamento de La Paz, no concurrió a la audiencia de consideración de la acción de libertad
incoada en su contra, pese a su legal citación; puntualizando por informe escrito, cursante a fs. 55
y vta., lo siguiente: 1) Dentro del caso 1958/11-MP, seguido por el Ministerio Público a denuncia
de Toribia Apaza Coyo contra el hoy accionante -Antonio Mamani Calla- y Julia Tórrez Quispe,
por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y otros, en suplencia legal de su
similar Cuarto, el 2 de abril de 2012, fijó audiencia a objeto de asumir conocimiento del incidente
innominado para el 16 del mismo mes y año, habiendo tomado comprensión de la suplencia a
horas 11:30 del 17 del referido mes y año, por lo que la suspensión de la audiencia establecida
para esa fecha, obedece a causas ajenas a las atribuciones conferidas por ley; 2) El imputado
Antonio Mamani Calla, el 17 de abril de 2012, a horas 17:05, solicitó audiencia de resguardo de
derechos y garantías y ante el conocimiento de la Resolución de sobreseimiento, señaló audiencia
pública de cesación de detención preventiva para el 23 de igual mes y año, a horas 9:30; sin
embargo, el día de la audiencia a horas 9:23, Toribia Apaza Coya, formuló recusación en su
contra, que fue rechazada in límine por Resolución 132/2012 de 23 de abril, lo que motivó la
suspensión del citado actuado procesal conforme al art. 321 del CPP; y, 3) El imputado desde esa
oportunidad no requirió su libertad, además que la Resolución de sobreseimiento fue impugnada
por la parte querellante, lo que provocó que fije audiencia de consideración de la situación
jurídica del hoy accionante, no siendo por ello evidente la vulneración de los derechos y garantías
constitucionales invocados; por el contrario, se pretendió reencaminar su estado, señalando
audiencia a la prontitud posible; empero, ello no fue posible, a causa de la recusación planteada
en su contra.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.2. Por Resolución 08/11, el Fiscal de Materia asignado al caso, formuló imputación formal
contra Antonio Mamani Calla y Julia Tórrez Quispe, solicitando la aplicación de la medida
cautelar de detención preventiva (fs. 26 a 28).
II.4. El 12 de marzo de 2012, por Resolución 01/12, el Fiscal de Materia antes nombrado, ordenó
el sobreseimiento a favor del ahora accionante y de Julia Tórrez Quispe (fs. 33 a 36 vta.); que fue
puesta a conocimiento del Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto, según decreto de 14
de igual mes y año (fs. 36 vta.).
II.5. Por memorial presentado el 30 de ese mes y año, el hoy accionante pidió al Juez Cuarto de
Instrucción en lo Penal de El Alto, expida mandamiento de libertad (fs. 40 a 41 vta.); que
mereció providencia de 2 de abril del referido año, por la que dicha autoridad, señaló audiencia de
consideración de incidente innominado deducido por la defensa para el 16 de abril de 2012, a
horas 16:15 (fs. 42).
II.6. En la fecha citada, la querellante Toribia Apaza Coyo, solicitó se fije nuevo día y hora de
audiencia de consideración de incidente innominado, alegando encontrarse delicada de salud (fs.
43 y vta.); emitiendo el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto -ahora demandado-, la
providencia de 16 del mismo mes y año, estableciendo que dicha solicitud “se considerar(ía) en
audiencia” (fs. 43 vta.).
II.7. El 17 de abril de 2012, el accionante pidió al Juez cautelar, señale “fecha de audiencia en
resguardo de (sus) derechos y garantías constitucionales”, haciendo referencia al sobreseimiento
pronunciado a su favor y la suspensión de la audiencia fijada para el 16 de ese mes y año (fs. 51 y
vta.); emitiendo el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal de El Alto, proveído de 18 de igual
mes y año, estableciendo audiencia pública para el 23 de abril (fs. 51 vta.). Posteriormente,
Toribia Apaza Coyo, planteó recusación contra el Juez demandado -en la misma fecha fijada para
la audiencia- (fs. 53 a 54); autoridad que mediante Resolución 132/2012, no se allanó a la
recusación, rechazándola in límine por ser manifiestamente improcedente, disponiendo que el
proceso continúe su trámite (fs. 54 vta.).
El art. 125 de la CPE, prevé la acción de libertad como un medio de defensa oportuno y eficaz,
cuyo objeto está dirigido a proteger los derechos a la libertad -física y de locomoción- y la vida
cuando a consecuencia de la restricción a la libertad sea puesta en peligro, o en los casos en que
el afectado se encuentre ilegalmente perseguido, indebidamente procesado o privado de libertad
personal. Respecto a su finalidad, señala que está destinada a guardar la tutela a la vida,
restablecer las formalidades legales, ordenar el cese de la persecución indebida o en su caso se
restituya el derecho a la libertad.
En este punto, corresponde señalar que a través de la SCP 0068/2012 de 12 de abril, este
Tribunal, moduló el razonamiento asumido por las SSCC 1071/2011-R y 1230/2006-R; y por
ende, el establecido en la SC 0214/2011-R de 11 de marzo, referido a que: “…para la correcta
aplicabilidad de los plazos precisados en el art. 324 del CPP, deben regirse de la siguiente
manera: 1) El fiscal inferior, una vez presentado el sobreseimiento al juez, sea con impugnación
o de oficio, deberá remitir dicho actuado, dentro del plazo máximo de veinticuatro horas ante el
fiscal de distrito a efectos de su revisión; 2) El fiscal de distrito, o superior jerárquico, una vez
recibido el sobreseimiento, emitirá resolución de ratificación o de revocatoria al sobreseimiento,
según sea el caso, indefectiblemente dentro de los cinco días siguientes; es decir, que hasta ese
momento, sólo pueden sumarse seis días; 3) Una vez transcurrido el lapso señalado, computado
desde la presentación del sobreseimiento, sin que el fiscal de distrito se haya pronunciado en
cualquiera de sus formas, el juez a cargo del proceso, dispondrá la libertad inmediata del
imputado sobreseído, porque los motivos que fundaron su detención preventiva, 'suficientes
indicios para sostener con probabilidad que es autor o participe del hecho punible', sostenidos
inicialmente por el fiscal, al momento de la imputación y el requerimiento de medidas de
coerción personal, como efecto del sobreseimiento han desaparecido, o sea, hacen insostenible
mantenerlas; y, 4) No obstante, de ninguna manera podría reputarse, que el sobreseimiento se
hubiese ejecutoriado, dado que la ley así no lo prevé, por ello; en caso de revocatoria al
sobreseimiento, conforme se señaló anteriormente, el fiscal inferior, queda compelido a
presentar acusación ante el juez y o tribunal de sentencia, lo que implica que las medidas
cautelares impuestas anteriormente y que cesaron, de considerarse necesarias, deberán ser
reanalizadas, previa concurrencia de los requisitos para su determinación en base a los nuevos
presupuestos para su fundamentación, porque reiteramos, en el momento de la presentación del
sobreseimiento ante el juez de la causa, el elemento de posible autoría o participación en el
hecho sindicado, desapareció; y si bien el fiscal superior puede revocar el mismo, no será
posible mantener privado de su libertad al imputado si es que previamente, no se volvió a
establecer la existencia de los requisitos exigidos por el art. 233 del CPP con relación al 234 y
235 del mismo cuerpo legal. Es más, en caso que el fiscal de distrito revoque la resolución de
sobreseimiento y disponga la acusación, es lógico suponer, que el fiscal de materia deberá
reconducir el procedimiento, solicitando nuevamente la aplicación de la detención preventiva en
base a la construcción de nuevos elementos de convicción suficientes para sostener que el
imputado es con probabilidad, autor o partícipe del hecho punible, previo cumplimiento de los
demás requisitos que justifiquen la determinación de la medida restrictiva de libertad. Lo que
constituye una modulación de la línea jurisprudencial establecida, entre otras, en la SC
1230/2006-R de 1 de diciembre” (las negrillas son agregadas).
Entendimiento que como se señaló inicialmente, fue modulado por la SCP 0068/2012, la que
reasumiendo la comprensión jurisprudencial de la SC 1406/2005-R de 8 de noviembre, y
conforme al principio de legalidad, determinó que expedido el sobreseimiento por el fiscal de
materia, la resolución debe ser revocada o confirmada por el fiscal jerárquico, no pudiendo el
juez a cargo del proceso emitir el mandamiento de libertad hasta que el fiscal de distrito
pronuncie una resolución, conforme el art. 324 del CPP; señalando igualmente que de existir
dilación por parte del Ministerio Público, podrá acudir ante el juez cautelar para que esta
autoridad inste a sujetarse a los plazos fijados por ley a efecto de pronunciarse sobre la
confirmación o revocatoria del sobreseimiento.
Así, la referida Sentencia Constitucional Plurinacional, refirió que: “…el entendimiento al que se
refiere la SC 1071/2011-R, con relación a la SC 1406/2005-R de 8 de noviembre, es correcto al
señalar: 'cuando el sobreseimiento ha sido ratificado por el fiscal de distrito, el fiscal del caso,
debe poner de inmediato a conocimiento de la autoridad jurisdiccional (…), a objeto de que
ordene se libre el respectivo mandamiento de libertad a favor del imputado detenido
preventivamente, y cesen las medidas cautelares que le fueron impuestas'.
La SC 1071/2011-R, modulando los citados precedentes, concluye que: 'Una vez transcurrido el
lapso señalado, computado desde la presentación del sobreseimiento, sin que el fiscal de distrito
se haya pronunciado en cualquiera de sus formas, el juez a cargo del proceso, dispondrá la
libertad inmediata del imputado sobreseído…'.
De esta manera, (…) concluye que es preciso dejar de lado el entendimiento que sobre el tema
fueron expuestos en las SSCC 1071/2011-R y 1230/2006-R y retomar el entendimiento de la SC
1406/2005-R de 8 de noviembre, en el sentido que la resolución conclusiva de sobreseimiento
emitida por el fiscal de materia debe de manera imprescindible contar con el pronunciamiento
del fiscal de distrito en los casos que dicha resolución haya sido impugnada o, de oficio,
cuando no exista parte querellante; sin que en esos casos le esté permitido al juez tomar la
decisión de disponer la libertad del imputado.
Conforme a los datos del proceso y a efecto de dilucidar la problemática planteada cabe señalar
que, el Ministerio Público inició proceso penal contra el hoy accionante y Julia Tórrez Quispe -a
instancia de Toribia Apaza Coyo-, por la supuesta comisión de los delitos de falsedad material,
falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado; posteriormente, por Resolución 08/11, el
Fiscal de Materia imputó formalmente a los querellados, disponiendo el Juez Cuarto de
Instrucción en lo Penal de El Alto, la detención preventiva del imputado Antonio Mamani Calla,
en el centro penitenciario de “San Pedro”.
elementos probatorios para poder determinar la acusación en el juicio oral y público; decisión
comunicada al Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto, el 13 de igual mes y año.
De lo relacionado ut supra, se evidencia que el Juez demandado no vulneró derecho alguno del
accionante, puesto que si bien esta autoridad conoció de su situación recién el 16 de abril de
2012, el 18 del mismo mes y año, señaló audiencia para resolver su situación jurídica procesal;
sin embargo, dicho actuado no pudo llevarse a cabo debido a la recusación formulada en su
contra, por ello debió suspenderlo; consiguientemente, actúo acorde atingía, por cuanto, ante la
solicitud de que se expida mandamiento de libertad a favor del sobreseído, regularizando
procedimiento fijó nueva fecha de consideración, no siendo imputable a él, no haberse podido
realizar la misma.
Respecto a que el Juez demandado debió librar mandamiento de libertad ante el sobreseimiento
sentado a favor del accionante, como ya se señaló en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, no puede ser viable, toda vez que conforme a la
modulación efectuada por la SCP 0068/2012 y de acuerdo al principio de legalidad, la resolución
de sobreseimiento debe ser revisada por el fiscal jerárquico, quien podrá revocar o en su caso
confirmar la resolución del fiscal inferior, y hasta que dicha autoridad se pronuncie sobre el
sobreseimiento, el juez cautelar no puede emitir mandamiento alguno; en ese sentido, al haber
dispuesto la autoridad judicial demandada nueva fecha y hora de audiencia de consideración de
incidente innominado y no expedir el mandamiento de libertad impetrado hasta que el fiscal
jerárquico se pronuncie, procedió de manera correcta y no cometió acto ilegal alguno ni lesionó
el derecho a la libertad del accionante que amerite otorgar la tutela requerida a través de la
presente acción tutelar.
No obstante lo referido, del legajo procesal arrimado al expediente, se constata que el Fiscal de
Materia asignado al caso emitió Resolución de sobreseimiento el 12 de marzo de 2012, y hasta la
fecha de la presentación de la acción de libertad transcurrió más de un mes sin que se evidencie
que el fiscal jerárquico haya pronunciado alguna resolución; de donde se establece el
incumplimiento de plazos procesales por parte del Ministerio Público -previstos en el art. 324 del
CPP-, lo cual faculta a la parte afectada acudir al Juez cautelar, hoy demandado, para que esta
autoridad inste a esa instancia a observar los plazos procesales establecidos para dictar la
resolución de revisión del sobreseimiento, más aún si al haber rechazado in límine la recusación
planteada en su contra continúa en conocimiento de la causa, debiendo el accionante acudir ante
esta autoridad para que se resguarden sus derechos supuestamente lesionados y se cumplan los
plazos procesales.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00790-2012-02-AL
Departamento: Cochabamba
Por memorial presentado el 24 de abril de 2012, cursante de fs. 9 a 10, el accionante -por su
representado-, expresa los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Alejandro Cosme Ramos, otorgó poder notarial a Marcial Arias Padilla, quien presentó querella
criminal contra su defendido, por la presunta comisión de los delitos de extorsión, estelionato y
estafa. Empero, revisado el mandato, resulta que no tenía facultades expresas para interponer
ninguna acción penal; no obstante, la querella fue admitida, motivos por los que el Fiscal de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 184
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Materia asignado a las provincias de Vinto y Sipe Sipe, dispuso la citación del querellado, que fue
realizada de manera defectuosa, así como emitió la respectiva orden de aprehensión el 13 de abril
de 2012, sin fundamento legal alguno, ejecutada el 19 del indicado mes y año, a horas 8:00, por
efectivos policiales de Quillacollo, para luego ser conducido por agentes de la Fuerza Especial de
Lucha Contra el Crimen (FELCC), a la Fiscalía de dicha localidad; instancia en la que el Fiscal le
recibió su declaración informativa a horas 9:00, ordenándole no abandonar la misma, porque
vendrían por él efectivos policiales.
Agrega que, sin tomar en cuenta las irregularidades cometidas por el Fiscal de Materia
prenombrado, la Jueza codemandada fijó audiencia de medidas cautelares para el 21 de abril de
2012, en la que su representado expresó textualmente: “…se le hace conocer que se tiene
presentad(a) la acción de libertad (que acompaño)” (sic); pero a pesar de las argumentaciones
sobre la ilegalidad de la aprehensión y de diversos actuados procesales, la autoridad
jurisdiccional decidió continuar con la misma, determinando la detención preventiva del
imputado en la cárcel de San Sebastián varones, donde permanece detenido.
I.1.3. Petitorio
Admitida la acción de libertad se señaló audiencia para el 25 de abril de 2012, que fue suspendida
por razones de bloqueo de caminos, luego se fijó para el 26 del indicado mes y año, que también
fue diferida por falta de notificación a las partes; efectivizándose finalmente el 27 del mes y año
referidos, según consta en el acta cursante de fs. 33 a 34, produciéndose los siguientes actuados:
Melvy Camacho Guzmán, Jueza de Instrucción en lo Penal Mixta y cautelar de Vinto del
departamento de Cochabamba, no asistió a la audiencia; empero, después de instalada presentó
informe escrito cursante de fs. 37 a 38, en el que manifiesta: a) Habiéndose presentado ante su
Despacho el 20 de abril de 2012, imputación contra el representado del accionante y solicitud de
aplicación de medidas cautelares; en cumplimiento de los arts. 54 y 226 del CPP, fijó audiencia
para el 21 del indicado mes y año; b) Ordenó la detención preventiva del imputado en el penal de
San Sebastián varones de Cochabamba, en mérito a que dentro de la jurisdicción del asiento
judicial no se cuenta con recinto penitenciario y si no se dispuso su detención en el penal de San
Pablo de Quillacollo, fue porque conoce del hacinamiento existente en el mismo; no siendo
posible aplicar lo previsto por la última parte del art. 237 de la norma adjetiva penal precitada; y,
c) En ningún momento vulneró derechos por cuanto la detención determinada está sujeta a un
Auto de aplicación de medidas cautelares cuyos fundamentos se encuentran en dicha Resolución,
la cual fue sujeta a recurso de apelación de conformidad a lo estipulado por el art. 251 del Código
aludido; pidiendo por ende, se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. A fs. 5, cursa la orden de citación dispuesta por el Fiscal de Materia codemandado, Antonio
Ovando, para que el hoy representado del accionante, Sabio Mejía Ricaldez, se apersone a su
Despacho el 20 de marzo de 2012, a horas 9:30, para prestar declaración en la investigación
seguida en su contra por el Ministerio Público a querella de Marcial Arias Padilla en
representación de Alejandro Cosme Ramos.
II.2. A fs. 6, consta la orden de aprehensión de 13 de abril de 2012, expedida por el Fiscal
codemandado contra el ahora representado.
II.3. A fs. 7 y vta., se adjunta el requerimiento de 19 de igual mes y año, emitido por el Fiscal de
Materia codemandado, ordenando la aprehensión del actual representado del accionante.
II.4. A fs. 8, se acompaña la orden de aprehensión de la fecha antes aludida, librada por el Fiscal
de Materia codemandado, contra Sabio Mejía Ricaldez.
El art. 125 de la CPE, prevé la acción de libertad como un medio de defensa oportuno y eficaz,
cuyo objeto está dirigido a proteger los derechos a la libertad física y de locomoción y la vida
cuando a consecuencia de la restricción a la libertad sea puesta en peligro, o en los casos en que
el afectado se encuentre ilegalmente perseguido, indebidamente procesado o privado de libertad
personal. Respecto a su finalidad, establece que está destinada a guardar la tutela a la vida,
restablecer las formalidades legales, ordenar el cese de la persecución indebida o en su caso se
restituya el derecho a la libertad.
Por lo expuesto, la presente acción de tutela, procede de forma directa, sólo si los medios legales
ordinarios no son los adecuados e idóneos para reparar de forma inmediata y eficaz el derecho
a la libertad ilegalmente restringido. Precisando dicha comprensión, la SC 0008/2010-R de 6 de
abril, sobre la base de la Constitución Política del Estado vigente, precisó que la acción de
libertad se configura: “…como un medio de defensa idóneo para la protección efectiva y real de
derechos fundamentales vinculados a la vida, libertad y procesamientos indebidos que hagan
peligrar, supriman o restrinjan estos derechos…”; añadiendo sin embargo, que: “…en caso de
existir norma expresa que prevea mecanismos intraprocesales efectivos y oportunos de defensa
de estos derechos fundamentales, deben ser utilizados previamente antes de activarse la tutela
constitucional, aspecto que se encuentra enmarcado en los mandatos insertos en los arts. 8 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y 25 de la Convención Americana de Derechos
Humanos” (las negrillas son nuestras).
vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir una persecución o
procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la libertad, cuando de
acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos de protección específicos
y establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser evidentemente inoportunos o
inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se
configura como el medio más eficaz para restituir los derechos afectados; empero, en caso de
existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos
para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser
utilizados previamente por él o los afectados; en estos casos por tanto, la acción de libertad
operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos afectados a pesar de haberse
agotado estas vías específicas.
II. Asimismo, cuando exista privación efectiva de libertad, por ser esta una causal grave, se
entenderá que la vía procesal existente no es idónea, cuando se pruebe que una vez activados
estos mecanismos procesales, su resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo,
por ser irrazonables los plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal para una
rápida decisión o ejecución de la decisión o por no cumplirse con los plazos para la emisión de
resoluciones establecidos por la ley.
Considerando tales argumentos, se concluye que en la etapa preparatoria de los procesos penales,
existen mecanismos de impugnación que cumplen con las características antes anotadas para la
restitución de los derechos y garantías supuestamente restringidos ilegalmente, especialmente el
derecho a la libertad. Efectivamente, de acuerdo a la SC 0181/2005-R de 3 de marzo, es el juez
cautelar, de conformidad al art. 54 inc. 1) del CPP, quien tiene la función de ejercer: “El control
de la investigación, conforme a las facultades y deberes previstos en este Código”; norma que se
complementa con lo estipulado en el art. 5 del mismo cuerpo legal, que señala que el imputado
puede ejercer la defensa de sus derechos y garantías desde el primer momento del proceso, de
acuerdo al siguiente texto: “Se considera imputado a toda persona a quien se atribuya la comisión
de un delito ante los órganos encargados de la persecución penal. El imputado podrá ejercer
todos los derechos y garantías que la Constitución, las Convenciones y los Tratados
internacionales vigentes y este Código le reconozcan, desde el primer acto del proceso hasta su
finalización”.
De acuerdo a las normas citadas, la SC 0181/2005-R, concluyó que todo imputado que considere
haber sufrido alguna lesión a sus derechos fundamentales y específicamente al derecho a la
libertad: “…debe impugnar tal conducta ante el juez de instrucción, que es el órgano
jurisdiccional que tiene a su cargo el control de la investigación, desde los actos iniciales hasta
la conclusión de la etapa preparatoria…”; considerando que dicha impugnación se constituye en
un medio para reparar de manera urgente, rápida y eficaz el derecho a la libertad, pues el juez
cautelar, como contralor de los derechos y garantías, está en la obligación de velar por la
legalidad formal y material de la aprehensión, de oficio o a solicitud del imputado, conforme
precisó la SC 0957/2004-R de 17 de junio.
“Segundo Supuesto:
Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter
previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado
tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada. Puesto que el orden legal penal ha
previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a través de un recurso rápido, idóneo,
efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o
errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a
cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados a actividad procesal defectuosa, o
relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que
conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el debido proceso es impugnable a través
de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto
sea la causa directa de la privación, o restricción a la libertad física”.
En tal sentido, se concluye que la Jueza de garantías al denegar la tutela impetrada, evaluó
correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al caso.
POR TANTO
En revisión la Resolución 01/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 469 a 472, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional presentada por Pablo Vladimir Ovando Cossío contra
Cándida Rodas Torres, René Rivera Rojas, Uvaldina Garnica Padilla, Lucio Ballejos
Calvimontes y Hernán Sanguino Polanco, Concejales del Gobierno Autónomo Municipal de
Villa Serrano del departamento de Chuquisaca.
El accionante, por escrito presentado el 11 de abril de 2012, cursante de fs. 227 a 231, manifestó
que:
Debido a una denuncia injustificada efectuada por el Alcalde Municipal de Villa Serrano, se
inició un proceso administrativo en su contra que concluyó con la Resolución 118/2010 de 22 de
diciembre, emitida por el Concejo Municipal de Villa Serrano, mediante la cual determinó
calificar la existencia de responsabilidad administrativa por actos que cometió en el ejercicio de
sus funciones como ex Alcalde del municipio de Villa Serrano, determinando la sanción prevista
en el art. 36.4 de la Ley de Municipalidades (LM), y remitiendo tal decisión a la Contraloría
General del Estado.
derechos, el referido Concejo Municipal determinó “no emitir ningún pronunciamiento…” (sic),
respecto a su solicitud.
Se señalaron como lesionados sus derechos y al debido proceso, a la defensa, a la honra, al honor,
propia imagen, a la dignidad y a la petición, comprendidos en los arts. 21.2, 24, 115,116 y 119 de
la Constitución política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó que: a) Se disponga la nulidad del proceso administrativo llevado en su contra, hasta la
emisión del Auto de apertura del Sumario Administrativo 001/2010 de 15 de noviembre, o de no
concederse la tutela respecto a este pedido; y, b) Se ordene que el Concejo Municipal de Villa
Serrano de una respuesta motivada y fundamentada a su petición.
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 254
a 257 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante, ratificó íntegramente los términos de la acción tutelar presentada.
Cándida Rodas Torres, René Rivera Rojas, Uvaldina Garnica Padilla, Lucio Ballejos
Calvimontes y Hernán Sanguino Polanco, Concejales del Gobierno Autónomo Municipal de
Villa Serrano, mediante informe escrito leído en audiencia, manifestaron:
Que el proceso sumario administrativo fue sustanciado por la Comisión de Ética del Concejo
Municipal de Villa Serrano, en cumplimiento de la Ley de Municipalidad, que dispone que
conocida la denuncia, esta instancia dispondrá la apertura de proceso administrativo. En este
caso, se dio inicio a la apertura del referido proceso mediante Auto de 15 de noviembre de 2010,
a denuncia del Alcalde Municipal José Luis Canizares Mita; posteriormente, se realizó la citación
del denunciado ahora accionante, quien en forma personal firmó la citación recibiendo copia de
la denuncia y a consecuencia de la misma, presentó su informe a la Comisión de Ética haciendo
conocer los antecedentes y compromisos asumidos en el proceso de contratación para la
construcción del muro de contención de la Sede de la Central Sindical, proponiendo convocar a
ex Concejales, técnicos de la municipalidad, ex dirigentes, miembros del Comité de vigilancia,
representante de la empresa “ACHE” y otras personas para que aclaren al respecto.
En ese entendido, se citó legalmente a los testigos de cargo y de descargo propuestos, de los
cuales algunos no comparecieron a declarar. Asimismo, la Comisión de Ética, procedió dando
cumplimiento a lo establecido en el art. 35 de la LM, aperturando el periodo de prueba,
admitiendo la misma dentro de los diez días hábiles otorgados, y posteriormente elevando el
informe al Concejo Municipal quien emitió la Resolución 118/2010, que fue notificada
personalmente al accionante el 2 de septiembre de 2011, debido a que no fue posible encontrarlo
en su domicilio, donde fue buscado en varias oportunidades en la ciudad de Sucre para dicho
efecto.
En ese sentido, se constata que la Comisión de Ética, procedió de acuerdo a lo establecido por las
normas procedimentales establecidas en la Ley de Municipalidades, dentro de los plazos legales
y haciendo posible la notificación personal del accionante, por lo que no ha vulnerado ni
restringido ningún principio fundamental del procedimiento administrativo, que en conclusión de
la Comisión, estableció claramente el incumplimiento de las normas que incurrió el accionante,
citando el art. 115.III de la LM en relación al art. 12.11 de la misma Ley. Asimismo, manifiestan
que en este tipo de procesos administrativos, no se puede tipificar directamente una falta o delito
debido a no ser la instancia pertinente, pues de haberlo hecho, constituiría usurpación de
funciones, ya que lo que en realidad se hizo, fue analizar si hubo o no alguna omisión u otro que
indique falta y conlleve a un indicio y luego se convierta en prueba plena, misma que será recién
tipificada en el debido proceso y valorada como tal por la autoridad competente, como se tendrá
que demostrar en la vía penal, dentro de la querella presentada por el Alcalde Municipal de Villa
Serrano el 28 de marzo de 2012, ante el Fiscal de Materia de la provincia Belisario Boeto, actos y
hechos que fueron de conocimiento pleno del accionante, de lo que se colige la inobservancia a
los procedimientos legales de la administración municipal.
Por otro lado, es preciso señalar que cumplidos los procedimientos establecidos en la Ley de
Municipalidades para la emisión de la Resolución emanada del Concejo Municipal, se evidencia
el cumplimiento de los derechos y principios constitucionales demandados como lesionados, y al
amparo del art. 74.5 de la Ley del tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), solicitaron se
pronuncie por la improcedencia de la acción, ya que fue presentada después que transcurrieron
más de siete meses desde la notificación con la Resolución, sobrepasando los seis meses que
establece el art. 129.II de la CPE, o en su defecto, se declare la denegatoria de la tutela para que
en definitiva, se mantenga firme el proceso que se encuentra ejecutoriado y la Resolución
118/2010.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, el Juez de Partido Mixto y de Sentencia Penal de las provincias Tomina y
Belizario Boeto del departamento de Chuquisaca, mediante Resolución 01/2012 de 20 de abril,
cursante de fs. 469 a 472, denegó la tutela de la acción de amparo constitucional, con los
fundamentos que: 1) El accionante, al ser ex Alcalde, se encuentra en las previsiones de los arts.
35 y 36 de la LM concordantes con los arts. 139 y 143 ibídem; 2) La acción de amparo
constitucional se sujetan al principio de subsidiariedad, por lo que para ser planteado,
previamente se deben agotar todos los medios ordinarios o administrativos señalados por ley en
el proceso, y debe ser presentado dentro de los seis meses que determinó la jurisprudencia a
través de la SC 1548/2003-R de 30 de septiembre; 3) El accionante aún tiene pendiente la vía
contenciosa administrativa para poder impugnar la determinación asumida por el Concejo
Municipal, tal como expresa el art. 143 de la LM, concordante con los DDSS 23318-A y 26237,
siendo aplicable el principio de subsidiariedad; 4) Respecto al derecho de petición o solitud
realizada por el accionante, se debe entender que de acuerdo al art. 22 de la LM, es inaplicable a
procesos administrativos internos por responsabilidad funcionaria, ya que esta disposición rige
para procedimientos sólo en gestión de administración propia de la institución, por ello que dicha
disposición no es imperativa sino facultativa, que puede ser o no aplicada por el ente deliberante,
de ahí que el legislador introdujo el término de “podrá reconsiderar”, que no condice por su
naturaleza para un recurso de impugnación donde la obligación es imperativa y de cumplimiento
obligatorio para el juzgador. Empero de ello, el Concejo Municipal, aplicando el principio de
informalismo que rige en el derecho administrativo, entendió que se trataba de un recurso de
revocatoria establecido en el art. 140 de la LM, contra la Resolución ahora impugnada, por lo que
dictó el Auto de 26 de septiembre de 2011, con el que se notificó personalmente al accionante y
con ello se dio una respuesta a su solicitud, aun negativa como en el presente caso, pero que
“llena” el derecho constitucional del art. 24 de la CPE, sin que se haya conculcado el mismo;; y,
5) Por último, con relación al plazo para presentar la presente acción, “respecto a los derechos a
la defensa y al debido proceso, ligado con los derechos a la honra, la imagen propia y la dignidad,
desde el auto de apertura hasta la dictación de la Resolución Municipal 118/2010, que esta se
debe computar conforme señala el art. 129.II de la CPE…” (sic); y en el caso de autos, el
accionante fue citado el 2 de septiembre de 2011, y es a partir de dicho conocimiento asumido
que han transcurrido más de los seis meses establecidos por la Constitución Política del Estado.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
conclusiones siguientes:
II.1. A fs. 262, cursa la denuncia de contravención de ex servidores públicos (ex Concejales y ex
Alcalde) realizada por el Alcalde Municipal de Villa Serrano el 10 de noviembre de 2010, ante la
Presidenta de la Comisión de Ética.
II.2. A fs. 9 y 270, cursa el Auto de apertura de proceso sumario administrativo 001/2010, con el
que fue citado personalmente el accionante el 15 de noviembre de 2010 a horas 17:15 (fs. 10 y
271).
II.4. De fs. 454 a 457, cursa el informe final del proceso administrativo de 15 de diciembre de
2010, seguido contra el accionante, que posteriormente dio curso a la Resolución 118/2010 (fs.
458 a 459), emitida por el Concejo Municipal de Villa Serrano, mediante el que se declaró
procedente la denuncia presentada por el Ejecutivo Municipal sobre las omisiones y
contravenciones a la normativa referida al art. 115.III de la LM, relacionada con el art. 12.11 de
la misma Ley, determinando la responsabilidad administrativa de Pablo Vladimir Ovando Cossio
en el proceso de contratación del proyecto Muro de Contención de la Centralía Provincial de
Villa Serrano, disponiendo remitir obrados a la justicia ordinaria a efectos de determinar su
responsabilidad penal por la presunta comisión del delito de incumplimiento de deberes,
remitiendo a su vez la Resolución ante la Contraloría General del Estado para efectos de ley,
Resolución con la que se notificó personalmente al accionante el 2 de septiembre de 2011 (fs.
462).
II.5. Una vez notificado con la Resolución 118/2010, el accionante presentó un memorial el 23
de septiembre de 2011 (fs. 463 a 464), solicitando la reconsideración de la inconstitucional e
ilegal Resolución, memorial que fue respondido mediante Auto de 26 de septiembre de 2011 (fs.
209 y 465), declarando extemporáneo el recurso de revocatoria de la Resolución 118/2010,
habiéndose sobrepasado los tres días establecidos para tal efecto; en consecuencia, quedó
ejecutoriada la Resolución impugnada, Auto con el que se le notificó personalmente el 29 de
octubre de 2011.
II.6. De fs. 467 a 469, cursan las solicitudes de pronunciamiento de 3 de noviembre de 2011 y de
4 de febrero de 2012, presentadas por el accionante, en relación a la ejecutoría de la Resolución
118/2010.
El accionante manifestó que las autoridades demandadas lesionaron sus derechos al debido
proceso, a la defensa, a la honra, propia imagen y la dignidad y a la petición, puesto que: i)
Mediante Resolución 118/2010, el Concejo Municipal de Villa Serrano, determinó calificar la
existencia de responsabilidades administrativas por actos que cometió en el ejercicio de sus
funciones como ex Alcalde del municipio de Villa Serrano, determinando la supuesta ilegal
sanción prevista en el art. 36.4 de la LM y remitiendo tal decisión a la Contraloría General del
Estado; y, ii) Ante dicha Resolución, presentó recurso de reconsideración; empero, no fue
respondido por los demandados, pese a haber reiterado su pedido en varias ocasiones, hasta que
conoció mediante fotocopias legalizadas de las sesiones del Concejo Municipal en las que se
trató su solicitud, que en sesión del 4 de noviembre de 2011, ilegalmente determinaron no emitir
ningún pronunciamiento respecto a su pedido. Correspondiendo analizar en revisión, si tales
argumentos son evidentes y si constituyen actos ilegales lesivos al derecho a la libertad del
accionante, a fin de otorgar o denegar la tutela solicitada.
`…siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados´. De la normativa suprema
señalada, se colige que la acción de amparo constitucional viene a ser en un instrumento
subsidiario y supletorio en la protección de los derechos fundamentales; subsidiario porque no
es posible utilizarlo si es que previamente no se agotó la vía ordinaria de defensa y supletorio
porque viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria. Bajo este criterio, el
carácter subsidiario del recurso de amparo, ha sido ampliamente desarrollado por la
jurisprudencia de este Tribunal. Así a través de la SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, ha
establecido que `…el recurso de amparo se constituye en un instrumento subsidiario y supletorio
en la protección de los derechos fundamentales, subsidiario porque no es posible utilizarlo si es
que previamente no se agotó la vía ordinaria de defensa y supletorio porque viene a reparar y
reponer las deficiencias de esa vía ordinaria”´.
Ahora, se debe dejar establecido que los plazos supletorios contenidos en el art. 71.I del DS
27113 de 23 de julio de 2003, son para la Administración Pública y no así para el administrado,
ya que dicho artículo, expresa actuaciones privativas de la administración pública y no así del
administrado, como pasaremos a citar:
a) Registro de resoluciones, de expedientes y sus pases a oficinas que provean su trámite: 3 días
b) Providencias de mero trámite administrativo: 3 días
c) Notificaciones: 7 días
d) Informes administrativos sin contenido técnico: 7 días
e) Dictámenes e informes técnicos: 10 días
f) Decisiones sobre incidencias de procedimiento: 7 días
g) Decisiones sobre cuestiones de fondo: 20 días.
Estos plazos se computarán a partir del siguiente día al de a recepción del expediente o de la
actuación por el órgano respectivo.
En tal sentido, al no existir un plazo expreso para la presentación del recurso de reconsideración,
se deberá tener en cuenta que la “reconsideración”, al producir efectos inter partes, por analogía,
debe sujetarse al plazo estimado para un recurso de revocatoria o jerárquico, que es de cinco días,
toda vez que realizando una interpretación constitucional de la finalidad de la reconsideración y
sus efectos, no es pertinente sostener que evidentemente existe dicha figura y su presentación a la
voluntad de las partes, para posteriormente pretender acudir a la justicia constitucional haciendo
prevalecer la fecha de notificación con la resolución de la reconsideración. En ese contexto, cabe
señalar que asumiendo el procedimiento referente al recurso de revocatoria, el de
reconsideración, deberá sujetarse a los parámetros de razonabilidad en su presentación y
de celeridad en su respuesta, por lo que el plazo para la presentación de la reconsideración,
se deberá realizar dentro del plazo de cinco días hábiles de notificado con la Resolución
cuestionada, conforme el art. 140 de la LM, ya que de no hacerlo, operaría la caducidad de
su derecho a la presentación del mismo; y en ese sentido, una vez presentado dentro del
tiempo razonable de cinco días hábiles, el plazo para conferir una respuesta por parte del
Concejo Municipal es de veinte días hábiles, conforme el art. 140 de la LM. 71.I inc. g).
En el caso de autos, el accionante manifestó que se lesionaron sus derechos y garantías al debido
proceso, a la defensa, a la dignidad y a la petición, toda vez que se le inició un proceso
administrativo por supuestas irregularidades cometidas en ejercicio de sus funciones cuando
fungía como Alcalde de Villa Serrano, proceso en el que asumió defensa de acuerdo a los
antecedentes expuestos en el expediente. Sin embargo, una vez declarada la ejecutoria de la
Resolución 118/2010, ahora impugnada, y notificado con la misma el 2 de septiembre de 2011,
presentó la reconsideración contra la referida Resolución el 23 de septiembre del mismo año, que
fue resuelta mediante Auto de 26 de septiembre de 2011, siendo notificado con la misma recién
el 29 de octubre del mismo año.
restablecimiento de los derechos considerados como lesionados, no se hizo uso dentro del
plazo razonable, pese a tener conocimiento de todo el proceso y asumir defensa en su desarrollo;
motivo por el cual, sin realizar el análisis de fondo de la problemática planteada, debió ser
declarado improcedente en atención al art. 74.3 de la LTCP.
En tal sentido, se concluye que el Juez de Partido Mixto de las provincias Tomina y Belisario
Boeto del departamento de Chuquisaca, al denegar la tutela, aunque con otros fundamentos, ha
evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00811-2012-02-AL
Departamento: Tarija
Por memorial presentado el 19 de abril de 2012, cursante de fs. 28 a 34, la accionante -por su
representado- expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
El 23 de febrero de 2012, la Fiscal de Materia, Mariana Paz Zamora, formuló imputación formal
contra su representado, solicitando a la autoridad judicial su detención preventiva, señalándose
audiencia de medidas cautelares para el 24 de ese mes y año, notificándose al imputado y a su
abogado defensor una hora antes de la realización de la audiencia, sin entregar copia de la
imputación, vulnerando el art. 166 inc. 2) del CPP, pues por su importancia, este requerimiento
debía ser notificado personalmente. En audiencia, los abogados defensores denunciaron la
ilegalidad de la aprehensión y peticionaron control de legalidad; sin embargo, el Juez cautelar
declaró legales estos actos, cuya Resolución fue apelada; empero, los Vocales codemandados,
incurrieron en los mismos errores validando lo cuestionado. El Juez cautelar, al momento de
resolver la situación jurídica del imputado, omitió nombrar intérprete o traductor del lenguaje de
señas, pese a que en los antecedentes cursa el documento que demuestra su incapacidad,
señalando que tal aspecto debía comprobarse en la etapa investigativa, apartándose así de su rol
principal previsto en el art. 54 del CPP, para luego, basándose en declaraciones testificales y de la
víctima, disponer su detención preventiva.
defectos denunciados no obstante estar sancionados con nulidad conforme establecen los arts.
169 inc. 3) del CPP y 17.I, II y III de la Ley del Órgano Judicial (LOJ).
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el “22” -lo correcto es 21- de abril de 2012, según consta en el
acta cursante de fs. 70 a 72, se produjeron los siguientes actuados:
José Luis Lenz Mamani y Blanca Carolina Chamón Calvimontes, Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, no asistieron a la audiencia; sin
embargo, presentaron informe escrito cursante a fs. 48 y vta., donde manifiestan: 1) Conocieron y
resolvieron la apelación incidental en el proceso seguido por el Ministerio Público contra Jorge
Luis Albornoz Toro, por la presunta comisión del delito de violación, en el que se involucra a una
víctima de quince años de edad, discapacitada, declarando mediante el respectivo Auto de Vista,
sin lugar el recurso; 2) En cuanto a la supuesta aprehensión ilegal del imputado, el Tribunal de
alzada efectuó un análisis de los antecedentes y propiamente de la Resolución de aprehensión,
estableciendo que cumple los requisitos previstos en el art. 226 del CPP, que faculta emitir
directamente la aprehensión ante la concurrencia de los requisitos de probable autoría, peligro de
fuga y de obstaculización y que el mínimo de la sanción a imponerse, en este caso por violación,
es mayor a dos años, siendo que para tener la verdad histórica de los hechos era necesaria la
presencia del imputado, que posteriormente fue remitido a conocimiento de la autoridad judicial
conforme al entendimiento desarrollado en la SC 0347/2011-R de 7 de abril; 3) La denuncia de
Wálter Chumacero Salazar, Juez Primero de Instrucción en lo Penal del Departamento antes
aludido, a través del informe escrito cursante a fs. 47, precisó que se dispuso la detención
preventiva del imputado al existir los riesgos procesales de fuga y de obstaculización,
ratificándose en lo demás en la Resolución que impuso dicha medida cautelar.
Rocío Ortiz Abán, Fiscal de Materia, presentó informe escrito cursante a fs. 50 y vta.,
puntualizando que: i) Se encontraba de turno el 20 de febrero de 2012, tomando conocimiento de
la denuncia presentada por “Rossemary” Villegas Pérez, refiriendo que su hija habría sido
víctima del delito de violación, por lo que ordenó la investigación preliminar; obteniendo a su
conclusión, los elementos de convicción que determinaron la probable autoría en el ilícito y la
concurrencia de los riesgos procesales de fuga y de obstaculización, y amparándose en el art. 226
del CPP, libró mandamiento de aprehensión contra el imputado; ii) A momento de disponer tal
medida desconocía las capacidades diferentes de Jorge Luis Albornoz Toro y menos el grado de
dicha condición; iii) Las autoridades están obligadas a velar por los derechos y garantías de las
víctimas, especialmente de violencia sexual, al considerar el interés superior de los niños, niñas y
adolescentes, conforme ordenan los arts. 13, 15.II y III, 58, 59.I, 60 y 61.I de la CPE; y, iv) En la
aprehensión participó otra Fiscal de Materia; sin embargo, como no existen derechos absolutos,
los reclamos de supuestas vulneraciones de derechos fundamentales debieron realizarse en el
momento procesal correspondiente, de no ser así, quedan convalidados de acuerdo a lo
consignado en el art. 17.III de la LOJ.
I.2.3. Resolución
sin que se le notifique este actuado conforme a procedimiento. A su turno, la autoridad judicial
celebró audiencia sin convocar a un traductor o intérprete del lenguaje de señas, resolviendo su
detención preventiva. En apelación, el Tribunal superior ordenó se acuda a la vía incidental para
reclamar los derechos presuntamente conculcados; b) La acción de libertad no es un medio
alternativo o paralelo que pueda provocar confrontación con la jurisdicción ordinaria; así, de la
revisión de los antecedentes, se tiene que la Fiscal de Materia, a momento de disponer la
aprehensión estableció la relación circunstanciada y los peligros procesales, considerando los
motivos necesarios para la presencia del imputado conforme al art. 226 del CPP; c) La
accionante, a través de sus abogados, denunció que en la Resolución de aprehensión no se
consignó el motivo de la misma; empero, tal aspecto ya fue analizado en audiencia de medidas
cautelares y resuelto por la autoridad judicial; y, d) De la revisión del acta de la audiencia de
aplicación de medidas cautelares, se establece que en dicho acto, el abogado del Comité
Departamental de la Persona con Discapacidad (CODEPEDIS) de Tarija y el defensor particular
del imputado no pusieron en conocimiento del Juez cautelar la falta de un traductor intérprete; de
la misma forma, no se denunció el defecto en la notificación con la imputación formal; por lo
tanto, no se cumplió lo normado por el art. 17.III de la LOJ ni se observó la SC 0024/2011-R de 7
febrero.
II. CONCLUSIONES
II.1. Jorge Luis Albornoz Toro (hoy representado de la accionante), fue aprehendido a horas
22:00 del 22 de febrero de 2012, al haberse formulado en su contra denuncia por la presunta
comisión del delito de violación, en cumplimiento a una orden de aprehensión emanada por la
Fiscal de Materia, Rocío Ortiz Abán (fs. 12 a 13).
II.2. A horas 9:20 del 23 de ese mes y año, se instaló audiencia para recibir la declaración
informativa del representado de la accionante, quien según consta en el acta, se abstuvo de
declarar, encontrándose presentes en el acto la Fiscal de Materia, Mariana Paz Zamora (ahora
codemandada), el Investigador asignado al caso y dos abogados defensores. No consta la
intervención o participación de traductor o intérprete del lenguaje de señas (fs. 14 a 15).
II.3. Cursa certificado único de discapacidad expedido por el Ministerio de Salud y Deportes,
donde se determina que Jorge Luis Albornoz Toro, padece un trastorno del lenguaje receptivo y
expresivo, con una discapacidad grave (severa) en un 55% (fs. 16 vta. y 52 vta.).
II.4. La Fiscal de Materia, Mariana Paz Zamora, el 23 de febrero de 2012, imputó formalmente al
representado de la accionante, por ser probable autor de la comisión del delito de violación y
solicitó a la autoridad judicial la aplicación de la medida cautelar de detención preventiva (fs. 6 a
7).
II.5. Por Resolución de 24 del mes y año indicados, dictada en audiencia de medidas cautelares,
el Juez cautelar -hoy demandado-, ordenó la detención preventiva del representado de la
accionante, en el penal de Morros Blancos; actuado que se realizó sin la intervención de traductor
o intérprete del lenguaje de señas, con el argumento que el imputado tenía únicamente limitación
auditiva y no así retraso mental como tal; sin embargo, dejó sentado que en el curso de la
investigación se determinaría dicho aspecto (fs. 53 a 60 vta.).
II.6. Apelada la determinación, el 13 de abril del presente año, los Vocales de la Sala Penal
II.7. Por Auto de Vista dictado en audiencia de 17 de abril de 2012, los Vocales codemandados
en presencia del imputado, sus abogados, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, la abogada
de la víctima y la intérprete, resolvieron la apelación declarándola sin lugar (fs. 66 a 69).
El art. 125 de la CPE, establece la acción de libertad como un medio de defensa oportuno y
eficaz, cuyo objeto está dirigido a proteger los derechos a la vida, a la libertad física y de
locomoción, cuando aquélla a consecuencia de la restricción a la libertad sea puesta en peligro, o
en los casos en que la persona se encuentre ilegalmente perseguida, indebidamente procesada o
privada de libertad. Respecto a su finalidad, esta acción está destinada a guardar la tutela a la
vida, restablecer las formalidades legales, ordenar el cese de la persecución indebida o en su caso
restituir el derecho a la libertad.
Dentro del régimen constitucional boliviano y conforme la amplia jurisprudencia desarrollada por
el antes denominado Tribunal Constitucional, esta garantía de orden jurisdiccional amplía su
ámbito de protección al debido proceso, cuando su conculcación constituya una causa directa de
la privación de la libertad del individuo y a consecuencia de ello, el titular del derecho se
encuentre en un estado absoluto de indefensión.
antes recurso de hábeas corpus- en cuanto al debido proceso se refiere, no abarca a todas las
formas en que el mismo puede ser infringido, sino sólo a aquellos supuestos en los que está
directamente vinculado al derecho a la libertad personal o de locomoción; en los demás casos,
las lesiones al debido proceso deben ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que
conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación
a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través
de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la
jurisdicción constitucional a través del amparo constitucional, como medio idóneo para
precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a
consecuencia de las violaciones invocadas, se colocó al accionante en absoluto estado de
indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo
conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad. Un
entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, hoy acción
de libertad y el propio Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden
constitucional no les otorga, posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al
debido proceso, por quien se encuentre privado de libertad, prospere a través de la acción de
libertad, desnaturalizando la actuación de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que
tienen competencia, primariamente, para ejercer el control del proceso, y sólo si la infracción no
es reparada se abre la tutela constitucional…” (las negrillas nos corresponden). En ese mismo
sentido, las SSCC 0024/2001-R, 1865/2004-R y 0008/2010-R, entre otras.
El art. 73.II de la CPE, garantiza el derecho de las personas privadas de libertad, a comunicarse
libremente con su defensor, intérprete, familiares y personas allegadas, prohibiendo toda forma
de incomunicación; de donde se instituye que la presencia de un traductor o intérprete en los
actos investigativos y jurisdiccionales cuando las circunstancias así lo demanden, es
imprescindible (art. 115 del CPP). En el asunto en cuestión, de los antecedentes del caso, se
evidencia que la declaración informativa del imputado efectuada en presencia de una de las
Fiscales de Materia, codemandadas, así como la audiencia de medidas cautelares, fueron llevadas
a cabo sin la presencia ni participación de un traductor o intérprete del lenguaje de señas, no
obstante que consta en el expediente certificado de discapacidad, con el argumento que, no
padecería de un retraso mental como tal, sino solamente una discapacidad auditiva, señalando
que dicho aspecto se determinaría con especificidad en el curso de la investigación. Ahora bien,
dado que esta omisión se denuncia vía acción de libertad, corresponde establecer si la misma se
constituye en causal directa para la privación de la libertad del imputado y si por esta
circunstancia éste se encuentra en estado absoluto de indefensión.
La detención preventiva como medida cautelar de carácter personal, busca garantizar la presencia
del imputado en el desarrollo del proceso, la que por su carácter jurisdiccional es impuesta
únicamente por la autoridad judicial, en estricto cumplimiento de los requisitos expresamente
establecidos en la ley. Del análisis de la Resolución de medida cautelar, en el caso que se analiza,
se tiene que la misma contiene los fundamentos apropiados; por lo que al haberse dispuesto la
detención preventiva del representado de la accionante como consecuencia de una decisión
debidamente fundamentada, no existe detención ilegal, al estar los motivos que fundaron la
medida claramente descritos en la Resolución adoptada por la autoridad judicial codemandada,
valorando cada circunstancia y los elementos probatorios aportados.
Por su parte, la inconcurrencia o ausencia del traductor o intérprete del lenguaje de señas en los
actos investigativos y jurisdiccionales, si bien podría eventualmente vulnerar derechos del
imputado; sin embargo, en el caso particular en análisis, la temática en cuestión no opera como
causa directa para la restricción o supresión del derecho a la libertad del representado de la
accionante, por cuanto como se dijo, existe Resolución debidamente fundamentada emanada de
autoridad competente que ordenó su detención preventiva; por lo que el imputado al sentirse
agraviado en sus derechos fundamentales, por la omisión en la intervención del traductor o
intérprete del lenguaje de señas, tenía la opción de acudir a los mecanismos intraprocesales, así
como a la propia justicia constitucional cuando corresponda, a través de otra acción tutelar, como
es el amparo constitucional, solicitando la restitución de sus derechos supuestamente
transgredidos.
POR TANTO
Por memorial presentado el 2 de mayo de 2012, a horas 18:15, cursante de fs. 9 a 11, el
accionante manifiesta los siguientes fundamentos de hecho y derecho.
En mérito a una orden de aprehensión que fue emitida por el Fiscal de Materia, Ángel Álvarez
Banegas el 18 de abril de 2012, se encuentra indebidamente perseguido, siendo que se apersonó
de manera voluntaria para prestar su declaración informativa, al conocer extraoficialmente que
Sonia Gabriela Pinto, pretende involucrarlo en “los hechos denunciados, solo por ser pariente
político del esposo -de su hermana- Georgina Pinto Montaño de Castro”, indica también que
manifestó al fiscal de la causa su disponibilidad a colaborar por lo que considera que la indebida
persecución atenta contra sus garantías constitucionales, y el derecho de locomoción o libre
tránsito.
Efectúa una relación de los hechos, indica que el 1 de febrero de 2012, Georgina Pinto Montaño
de Castro, denuncia por el ilícito de robo de “$us 10 000” (fs. 9 vta.), ante el Ministerio Público,
dicha autoridad señaló audiencia de declaración informativa para el 27 de abril de ese año a horas
17:00, pese a ese señalamiento, el Fiscal libró orden de aprehensión el 18 del mismo mes y año,
razón por la cual interpuso memorial haciendo conocer su presentación espontanea, señalando en
el mismo domicilio donde puede ser habido, refiere que el informe del investigador asignado al
caso se encuentra alejado de la verdad, además que nunca le notificaron en forma personal,
manteniéndose hasta la fecha vigente la orden de aprehensión, por lo que considera encontrarse
perseguido y en cualquier momento puede ser detenido.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la acción tutelar, disponiendo se ordene que se anule y deje sin efecto la
Resolución y el requerimiento de la orden de aprehensión emitido el 18 de abril de 2012, cese la
persecución indebida, y se ordene el restablecimiento del debido proceso.
Celebrada la audiencia pública el 3 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 27 a
28 vta. de obrados, se realizaron los siguientes actuados:
Marcelo Chuquimia Zeballos abogado del accionante amplió su demanda de acción de libertad
con los siguientes fundamentos: a) Acudió ante esa como garante de los derechos fundamentales,
toda vez que los derechos de su defendido están siendo vulnerados a raíz de un mandamiento de
aprehensión emitido el 18 de abril del presente año, por el fiscal Ángel Álvarez Banegas; b)
Considera que es ilegal el mandamiento de aprehensión, ya que se anticipa a los hechos,
existiendo una audiencia fijada para la recepción de la declaración informativa, además indica
que el Fiscal dictó dos Resoluciones contradictorias, en la primera se tiene por apersonado al
accionante y en la otra Resolución emite el mandamiento de aprehensión, lo que solicita cese la
persecución indebida; y, c) Por otro lado manifestó que el 27 de abril del año en curso, presentó
memorial solicitando la suspensión de la audiencia de declaración informativa y recusación del
Fiscal, bajo el fundamento que la autoridad fiscal ya emitió criterio en audiencia de acción de
libertad del otro presunto co imputado, recusación que no fue resuelta, manteniéndose firme el
mandamiento de aprehensión, por lo que considera que su libertad de locomoción se encuentra
coartada.
Ángel Álvarez Banegas, Fiscal de Materia en audiencia manifestó; i) Se inicio investigación ante
la denuncia del robo de la suma de “$us. 300 000” y que de acuerdo al informe del investigador
al caso, se presume que el ahora accionante y otros serian los autores del ilícito; ii) Afirma que
señaló audiencia para el 27 de abril, en ese ínterin y por informe del investigador, no se pudo
notificar al accionante para que se ponga a derecho, por ocultarse maliciosamente, obstaculizar la
investigación y al mismo tiempo existir peligro de fuga, con la facultad conferida por el art. 226
modificado por la Ley 007 del 18 de mayo de 2010, emitió la Resolución de 18 de abril de 2012
y libro la orden de aprehensión; iii) Menciona que el accionante pidió la suspensión de audiencia
y su recusación, misma que fue planteada ante el Fiscal Departamental, y no existiendo una
Resolución que disponga el rechazo o la aceptación de la recusación se continuo con la
investigación; iv) Si existió vulneración al debido proceso y defectos en la investigación, se debió
acudir ante el Juez cautelar, ya que el Juez de garantías no es la vía para subsanar defectos que se
hubieren ocasionado dentro de la investigación, siendo que la SC 0008/2010-R, regula y modula
que se debe agotar todos los mecanismos ordinarios de protección a los derechos fundamentales
antes de acudir a la vía constitucional por lo que solicitó se deniegue la acción de libertad
interpuesta por Juan Carlos Ibáñez Dorado.
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de
garantías, pronunció la Resolución 06 de 3 de mayo de 2012, cursante de fs. 29 a 30 vta.
denegando la tutela solicitada, declarando “improcedente” la acción de libertad planteada.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Requerimiento fiscal de 11 de abril de 2012, por el cual se señaló audiencia para la
declaración informativa de Juan Carlos Ibáñez Dorado, para el viernes 27 de abril de 2012 a
horas. 17:00 (fs. 5).
II.2. Orden de aprehensión de 18 de abril de 2012, librada por el fiscal Ángel Álvarez Banegas
contra Juan Carlos Ibáñez Dorado dentro del proceso penal que se sigue por la presunta comisión
del delito de acción penal pública de robo agravado y otros, a instancia del Ministerio Público y
denuncia de Sonia Gabriela Pinto Montaño (fs. 2).
II.3. Por memorial de 18 de abril de 2012, el accionante hace su presentación espontanea para prestar
su declaración informativa ante el Fiscal de Materia, (fs. 7).
El accionante, sostiene que el Fiscal de Materia Ángel Álvarez Banegas, ahora autoridad demandada,
vulneró sus derechos a la libertad de locomoción, a la igualdad, libertad, a la defensa y al debido
proceso, al disponer se libre orden de aprehensión en su contra el 18 de abril de 2012, estando
pendiente una audiencia de declaración informativa para el 27 de abril del presente año, a horas 17:00.
En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
El art. 13.I de la CPE, dispone que: “Los derechos reconocidos por esta Constitución son
inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de
promoverlos, protegerlos y respetarlos”. En ese mismo contexto el art. 23.I de la mencionada Ley
Fundamental, determina:” Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal. La
libertad personal solo podrá ser restringida en los límites señalados por ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”.
Por otra parte, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona”.
De igual forma, el art. 8 de la misma Declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
La acción de libertad, ha sido instituida como un medio de defensa, para resguardar y proteger
los derechos fundamentales que tiene toda persona, como es el derecho a la libertad, así lo
contextualiza nuestra Constitución Política del Estado en su art. 125, que establece: “Toda
persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad
procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se
restituya su derecho a la libertad”.
En ese entendido, la acción de libertad, se configura como el medio más eficaz para restituir los
derechos afectados; sin embargo, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser activados previamente por el o los interesados o
afectados; en estos casos, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido
los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas, aspecto que se encuentra
En ese entendido siendo la Constitución Política del Estado de carácter garantista de los derechos
fundamentales, ha establecido mediante la SCP 0185/2012 de 18 de mayo, moduladora del
entendimiento expresado en el primer supuesto de la SC 0080/2010-R 3 de mayo lo siguiente:
”….específicamente a la presunta lesión del derecho a la libertad personal por causa de una
indebida privación de libertad; es decir, cuando la restricción se hubiera presuntamente operado
al margen de los casos y formas establecidas por ley y que, sin embargo, tal hecho se hubiera
dado a conocer al juez cautelar del inicio de la investigación y, en su caso, de la imputación,
resulta indispensable recordar que el art. 54.1 del CPP, establece que entre las competencias del
Juez de Instrucción en lo Penal, está el ejercer el control jurisdiccional de la investigación, lo
que significa, que es la autoridad encargada de resguardar que la etapa de investigación se
realice conforme a procedimiento y en estricta observancia de respeto a los derechos
fundamentales y garantías constitucionales de las partes del proceso -imputado, querellante y
víctima-. En ese contexto, corresponde al juez ejercer el control jurisdiccional de la
investigación y, por lo mismo, que ésta se desarrolle de manera correcta e imparcial y no en
forma violatoria de derechos fundamentales o garantías constitucionales; es decir, desde otra
perspectiva, cualquier acto ilegal y/o arbitrario durante la investigación en que incurriere el
Ministerio Público como titular de la acción penal o la Policía Boliviana como coadyuvante,
deberá ser denunciado ante el Juez de Instrucción en lo Penal, que tenga a su cargo el control
jurisdiccional de la investigación.”
manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción a la libertad
física.
III.3. Sobre los actos del Ministerio Público y la posibilidad de reclamarlos ante el juez
cautelar
(…)sin que sea admisible acudir en forma directa a esta acción tutelar si con carácter previo los
hechos denunciados no fueron reclamados ante la autoridad encargada del control
jurisdiccional, que es la apta para restablecer las presuntas lesiones a derechos fundamentales y
-se reitera- sólo en caso de verificarse que existirá una dilación o que esa instancia no se
constituye en la eficaz y oportuna para restablecer esos derechos, es que se abre la posibilidad
de acudir a la presente acción tutelar en forma directa”.
De los antecedentes, se evidencia que el accionante tuvo conocimiento del proceso que se lleva en su
contra, habiéndose realizado inicio de investigación por parte del Ministerio Público, encontrándose el
proceso bajo el control jurisdiccional del Juzgado Quinto de Instrucción Cautelar, el accionante debió
acudir ante el juez cautelar para solicitar se restablezcan sus derechos supuestamente vulnerados y no
acudir a la jurisdicción constitucional directamente, desnaturalizando la esencia de la acción de libertad
que no puede convertirse en un recurso ordinario, consiguientemente el accionante debió agotar todos
mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para
restituir el derecho a la libertad de locomoción, procesamiento indebido y cese de su persecución
indebida que señala.
Por lo que en este caso, la acción de libertad operará solamente si el juez que conoció la causa no
restituyó su derecho afectado, conforme lo establecen los arts. 54.1 y 279 del Código de
Procedimiento Penal que señala: el juez instructor es la autoridad encargada del control jurisdiccional
de la investigación y específicamente, de los actos del Ministerio Público y de los funcionarios
policiales, por lo que el accionante si consideró que las actuaciones del Ministerio Público fueron
ilegales, debió acudir ante el Juez cautelar para restituir sus derechos, en caso de no ser favorable
puede apelar la decisión si éste afecta sus derechos o solicitar la reposición de la medida adoptada si -
reiteramos- afecta a sus pretensiones, por lo que corresponde denegar la tutela solicitada sin
ingresar al análisis de fondo de la causa.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que el Juez de garantías al “denegar” la presente
acción, evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00771-2012-02-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 08/2012 de 23 de abril, cursante de fs. 145 a 155, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Julio César Torrico Salinas en representación
de Gery Tomás Frías Torrico contra Beatriz Cortez Vásquez y Virginia Colque Calle, Vocales
de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro.
El accionante mediante memorial de 29 de marzo de 2012, cursante de fs. 53 a 61, manifestó que:
El proceso penal seguido por el Ministerio Público y la Aduana Nacional, Regional Oruro contra Gery
Tomás Frías Torrico por la presunta comisión de los delitos de sustracción de prenda aduanera y
asociación delictiva aduanera tipificados y sancionados por los arts. 181 ter y 181 quinquies del
Código Tributario de Bolivia (CTB), concluyó con la etapa preparatoria y como emergencia de una
acusación interpuesta por el Ministerio Público -a la presentación de la esta acción- se desarrolla el
juicio oral ante el Tribunal Segundo de Sentencia Penal.
manera personal menos en el domicilio procesal, negándole el derecho de objetar conforme dispone
el art. 291 del CPP; que fue declarada procedente mediante Auto 137/2011, dictado por el Tribunal
Segundo de Sentencia Penal, disponiendo que la autoridad fiscal notifique a su poder conferente con
la querella, conforme la última parte del art. 290 del CPP y alternativamente al Juez Tercero de
Instrucción Penal a los fines del ejercicio del control jurisdiccional. Resolución que se impugnó a
través de la apelación incidental por el representante del Ministerio Público (art. 403.2 del CPP),
que fue resuelta por Auto de Vista 10/2012, revocando la decisión anterior y por ende la
sustanciación correspondiente del juicio, sin tener en cuenta que se realizaría sobre la base de una
querella interpuesta en la etapa preparatoria que jamás se notificó al imputado.
El referido Auto de Vista 10/2012, emitido por los Vocales demandados, carece de fundamentación
porque cita el Auto Supremo 208 de 28 de marzo de 2007, referido al principio de buena fe o lealtad
procesal y las SSCC 1597/2005-R, 1620/2003-R y 1138/2005-R, para concluir que el incidente de
nulidad por defecto absoluto interpuesto en la audiencia de juicio oral, no es tal, sino por el
contrario un defecto relativo, además que hubiera aceptado tácitamente los efectos del acto
defectuoso u omisión (inexistencia expresa de notificación con la querella) porque llegó a su
conocimiento a través de notificaciones con otros actuados que de por sí denotan la existencia de
una querella en su contra, es decir tuvo conocimiento de la misma, por lo que convalidó cualesquier
irregularidad respecto a su notificación con referida actuación.
El Auto de Vista 10/2012 impugnado no tiene en cuenta que: 1) La última parte del art. 290 y 291
del CPP, y las SSCC 0115/2004-R y 0751/2004-R, respecto al derecho de objetar la querella en el
plazo de tres días computables a partir de su notificación, que tiene efectos en la admisión o no de la
misma; 2) Si bien conoció de la existencia de una querella fue al momento de recepcionar y
codificar la prueba de cargo del Ministerio Público en sede del Tribunal Segundo de Sentencia
Penal, es decir en juicio oral; sin embargo, la objeción de querella únicamente se puede realizar
durante la etapa preparatoria; de ahí que aclara que no es un extremo que se reclame en la presente
acción de amparo constitucional, el hecho de la inexistencia de etapa conclusiva, sino que esta
precisamente posibilitaba el planteamiento del incidente de nulidad por defecto absoluto en juicio
oral; 3) La falta de notificación con la querella y por ende, la vulneración del derecho a la defensa
por la imposibilidad de objetar la misma, no puede ser considerado como un defecto relativo,
porque se causó afectación al derecho fundamental de la defensa, debido a que dicha omisión negó
al ahora representado como imputado al ejercicio del derecho a objetar la querella en la etapa
preparatoria; y, 4) El Auto de Vista impugnado no está debidamente fundamentado, en razón a que
sostiene que: a) El hoy representado debió reclamar oportunamente que la omisión respecto a la
notificación con la querella sea subsanada y que al no haberlo hecho aceptó tácitamente los efectos
del acto reclamado, sin tener en cuenta que recién conoció ese acto procesal cuando en juicio oral se
entregó ante el Tribunal Segundo de Sentencia Penal, los medios de prueba documentales, además
que el Ministerio Público, debió cumplir de manera obligatoria ese acto de comunicación, por lo
que no puede exigirse que el imputado haya tenido que solicitar se subsane la notificación con la
querella; y, b) El ahora representado realizó diferentes actos judiciales en la etapa preparatoria e
inclusive en sede fiscal y por ello -se entiende- tuvo conocimiento de la querella, sin señalar qué
actos demostrarían tal situación, lo cual indica que no se realizó la notificación prevista en el art.
290 del CPP, por ello no explican a partir de qué actuado y de qué fecha debería computarse los tres
días que su poder conferente tenía para objetar la querella, de ahí que la falta de fundamentación
contraría el art. 398 del CPP y lo entendido en la SC 0112/2010-R de 10 de mayo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga la nulidad expresa del Auto de Vista 10/2012, que
dictándose nueva resolución resolviendo la apelación incidental interpuesta por el Ministerio
Público contra el Auto 137/2011, pronunciado por el Tribunal Segundo de Sentencia Penal en el
marco de la adecuada diferenciación de los defectos absolutos y relativos, además de la precisión de
sus fundamentos, sea con la imposición de costas, daños y perjuicios.
Celebrada la audiencia pública el 23 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 130 a
144 vta., se produjeron los siguientes actuados:
En ejercicio de su derecho a la réplica, manifestó que: i) El informe emitido por las autoridades
ahora demandadas es una transcripción del Auto de Vista impugnado, porque insisten en que al
haberse copiado en su integridad la querella en el requerimiento que revoca el sobreseimiento fiscal,
la notificación es desde ahí, sin embargo, en el caso de “RMP”, no obstante que a tiempo de tomar
las declaraciones a los imputados se les leyó la querella, las mismas autoridades demandadas
dijeron que la notificación no valía; ii) No puede aseverarse que es el imputado el que tiene que
exigir se le notifique con la querella, debido a que ya no tendría sentido lo dispuesto en el art. 290
del CPP; iii) No existe notificación válida con la querella a través de otras actuaciones o
notificaciones (imputación formal, declaraciones, revocatoria de sobreseimiento, etc.); y, iv) Los
demandados no pueden aseverar en una resolución, bajo similares supuestos de hecho que el
defecto es absoluto y en otro caso, que sólo se trata de defecto relativo, tal como ocurrió con el caso
de Roberto Mier Padilla.
En el informe presentado cursante de fs. 127 a 129, los demandados Beatriz Cortez Vásquez,
Virginia Colque Calle, Presidenta y Vocal respectivamente de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, manifestaron lo siguiente: a) La falta de notificación con la
querella fue convalidada a través de los actos posteriores realizados por el imputado dentro del
proceso penal en su contra, como son, la notificación con el tenor íntegro del requerimiento
jerárquico que revocó el sobreseimiento de 15 de diciembre de 2009, en el que se transcribió la
querella en su integridad, con el que es notificado el 10 de agosto de 2012; no obstante que, el
imputado realizó actos posteriores como la formulación de incidente por defecto absoluto por falta
de fundamentación en la imputación formal, para recién darse cuenta que no había sido notificada
con la querella y la supuesta vulneración a su derecho a objetar la misma; b) El análisis que debe
realizarse del incidente por actividad procesal defectuosa planteado por el ahora representado es a
partir de los principios procesales de lealtad y buena fe, en aplicación del Auto Supremo (AS) 208
de 28 de marzo de 2007 y las SSCC 1597/2005-R, 1620/2003-R y 1138/2005-R, por lo que, “…no
corresponderá aplicar la sanción procesal máxima anulándose actuados, cuando no es evidente que
se haya vulnerado derecho alguno puesto que la ausencia total de pruebas de descargo puede
responder a un acto deliberado y meditado por la defensa técnica del procesado, no siendo posible
equiparar tal situación a una falta de efectividad de la notificación, conforme a la parte in fine del
artículo 166 del Código de Procedimiento Penal, la notificación aunque irregular puede haber
cumplido su objeto”, es decir, el incidente interpuesto por el imputado es solo un defecto relativo
debido a que quedó convalidado por no haber sido reclamado oportunamente, más aun, quien tenía
derecho a pedir sean subsanados -como lo es la parte imputada- ha aceptado tácitamente los efectos
del acto defectuoso u omisión y por último la finalidad del mismo, no habiendo expresa notificación
con la querella, ésta ha llegado a conocimiento de la parte imputada a través de notificaciones con
otros actuados que de por sí denotan la existencia de una querella en su contra; y, c) El Auto
Supremo 453 de 13 de septiembre de 2007, al respecto señala que: “…De ninguna manera puede
atribuirse la existencia de este tipo de defectos (absolutos),que por su naturaleza afectan el proceso
porque impiden su valoración en las decisiones, cuando del contexto procesal llevado a cabo
durante la tramitación del juicio, se advierte que no se incurrió en indefensión y por el contrario, se
verifica que la defensa asumió determinadas actitudes procesales a fin de lograr la resolución de la
causa, en el que voluntariamente y conscientemente admitió y permitió la prosecución del proceso
con las presuntas irregularidades; o que al advertir los mismos, deliberadamente no solicitó que sean
subsanados oportunamente, o por el contrario, que pese a la existencia de dicha irregularidad, se ha
conseguido el fin buscado, respecto de todos los interesados, conforme establece el art. 170 del
CPP”, y al haber el ahora representado realizado diferentes actos judiciales ante el Juez cautelar e
inclusive en sede fiscal, posteriores a la presentación de la querella, se entiende que tuvo
conocimiento de la misma, en consecuencia no corresponde su reclamo como defecto absoluto, ya
que convalidó cualesquier irregularidad respecto a la notificación con la querella.
Alfredo Edwin Santos Canaviri, en representación del Fiscal Departamental a.i, señala que: 1) La
Fiscal de Distrito hoy departamental a.i. de ese entonces, hizo conocer la querella al imputado a
tiempo de notificarle con la resolución de revocatoria de sobreseimiento, es decir, el 28 de julio de
2010; 2) En la imputación de 17 de noviembre de 2008, se hace constar a la, Regional de la Aduana
Nacional de Bolivia como querellante y con dicha imputación el accionante es notificado en forma
personal; 3) Cuando solicitó fotocopias legalizadas conoció entre otros actos procesales la querella,
siendo la discusión la existencia de una nota de solicitud; 4) La SC 0659/2006-R de 10 de julio, de
ninguna manera manifiesta lo que pretende el accionante, que es anular la acusación como
consecuencia de no haberse notificado con la querella, 5) La SC 0553/2005-R de 20 de mayo,
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, por Resolución de 08/2012
de 23 de abril, cursante de fs. 145 a 155, concedió la tutela solicitada y anuló el Auto de Vista
10/2012, disponiendo se dicte nueva resolución en el término de cinco días, en el marco de los
puntos cuestionados por el apelante, con costas. Resolución que se sustenta en los siguientes
argumentos: a) El Auto de Vista 10/2012, no se encuentra debidamente fundamentado y lesiona el
derecho a la defensa y la garantía del debido proceso previstos en los arts. 115.II, 117.I, 119.II de la
CPE, 8.2.a) y b) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y 14.b) del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), debido que se provocó indefensión en el
imputado por falta de notificación con la querella por parte del Ministerio Público, desconociendo
lo dispuesto en la parte final del art. 290 del CPP, impidiéndose con ello el derecho a objetar la
admisibilidad de la querella y la personería del querellante, conforme dispone el art. 291 del CPP;
b) Si bien el representante del Ministerio Público manifiesta que el imputado solicitó fotocopias
legalizadas del cuaderno de investigación e inclusive de la querella, con cuya actuación conocía de
la existencia de la misma, citando inclusive la SC 0553/2005-R, que -a decir del Tribunal de
garantías- señala que la notificación con la querella al imputado no es imperativo y las SSCC
0115/2004-R y 0751/2004-R, sin embargo, debe tenerse en cuenta que a la luz de los nuevos valores
supremos previstos en el art. 8.II de la CPE, pueden ser moduladas conforme ocurrió con la SC
1069/2010-R de 3 de noviembre, en un caso en el que se rechazó la objeción de la querella
aduciendo extemporaneidad, debido a que el cómputo se realizó desde la notificación con la
admisión de la querella pero no así con la querella misma, extremo en el que el Tribunal
Constitucional señaló que no se puede exigir al imputado formule objeción a la querella cuando no
tiene materialmente conocimiento de la misma, por lo que el cómputo de los tres días previstos en el
art. 291 del CPP, es a partir de la notificación con la querella; y, c) Los fundamentos jurídicos del
Auto de Vista 10/2012 impugnado, refieren que de la prueba presentada por las partes procesales de
la presente acción, se tiene que el incidente de nulidad por defectos absolutos no tendría sustento
debido a que el imputado al haber sido notificado con diferentes actuados dentro del proceso penal
seguido en su contra, ya conocía de la querella, sin embargo, el sentido de la notificación prevista en
el art. 290 del CPP, no es conocer su existencia; sino el contenido de la misma, precisamente para
objetarla. Por el contrario, sin ningún fundamento, las autoridades demandadas citando el AS 208
de 28 de marzo y SSCC 1597/2005-R y 1620/2003-R, que refieren a la lealtad procesal, consideran
que el imputado tenía conocimiento de la existencia de la querella por lo que el incidente de nulidad
por defecto absoluto era improcedente, además de ser extremos que no fueron invocados por el
Ministerio Público a tiempo de interponer apelación incidental, por lo que el Auto de Vista
impugnado se pronunció en forma “extra petita”.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se señalan
seguidamente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y la Regional de la Aduana
Nacional de Bolivia, el 25 de febrero de 2008, presentó querella en contra de Gery Tomás Frías
Torrico -ahora representado- por la presunta comisión del delito de sustracción de prenda aduanera
y asociación delictiva aduanera, previsto en el art. 181 ter y 181 quinquies y 181 octies del Código
Tributario y arts. 132, 132 BIS, 154, 224, 332 inc. 2) del Código Penal (CP) (fs. 102 a 106) y por
providencia de 27 de febrero de 2008 (fs. 107) se dispuso se notifique a los demás sujetos
procesales, sin embargo, no consta diligencia de notificación alguna con dicha querella.
II.2. El 17 de noviembre de 2008, el Ministerio Público imputó formalmente al ahora representado por la
presunta comisión -en grado de autoría-, los delitos de sustracción de prenda aduanera y asociación
delictiva aduanera, tipificados y sancionados por los arts. 181 ter y 181 quinquies del Código Tributario
(fs. 1 a 6).
II.3 Por requerimiento de 15 de diciembre de 2009, el ahora accionante fue sobreseído de la causa al
tenor del art. 323 inc. 3) del CPP, con el argumento que los elementos de prueba eran insuficientes
para formular acusación (fs. 8 a 11) y el 28 de julio de 2010, la Fiscal de Distrito a.i., revocó el
sobreseimiento y dispuso que en el plazo máximo de diez días se presente una acusación en contra
del ahora representado (fs. 12 a 14).
II.5. Después de varias solicitudes para el señalamiento de audiencia conclusiva, por Auto
Motivado 174/2011 de 22 de marzo de 2011, el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal en
aplicación de los arts. 45, 54, 168 y 279 del CPP dispuso la remisión de antecedentes ante el
Tribunal Segundo de Sentencia Penal (fs. 24). Antes de la verificación de la audiencia de juicio oral,
se procedió a la recepción y codificación de medios de prueba documentales del Ministerio Público,
constando en la codificación como “MP-D11”, la que correspondía a una querella interpuesta por la
Regional Aduana Nacional de Bolivia, con un requerimiento de admisión de la misma, (fs. 25 a 26).
II.6. En la audiencia de juicio oral, conforme Acta de 3 de octubre de 2011, el hoy representado
interpuso incidente de nulidad por defecto absoluto, denunciando que desde la presentación de la
querella hasta la fecha de la audiencia de juicio oral, no le fue notificada de manera personal ni en el
domicilio procesal, negándole el ejercicio del derecho a objetar la querella conforme al art. 291 del
CPP (fs. 34 y vta.).
II.7. Por Auto 137/2011 de 6 de octubre, el Tribunal Segundo de Sentencia Penal, declaró
procedente el incidente por defecto absoluto y dispuso que el fiscal notifique al acusado con la
querella interpuesta por la Regional de la Aduana Nacional de Bolivia a la brevedad posible
conforme dispone la última parte del art. 290 del CPP y la notificación inmediata al Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal, a efectos de que reasuma el control jurisdiccional conforme a la declaratoria
de procedencia en cuanto al incidente de nulidad por defecto absoluto, sin disponer la nulidad de
obrados, habida cuenta que aún no se puede afirmar si el imputado va a objetar o no la
querella. Resolución que entre sus argumentos manifiesta que la falta de notificación con la
querella al acusado vulnera su derecho a la defensa previsto en los arts. 119.II de la CPE, 8.2 incs.
b), c) y d) de la CADH, 14.3 incs. b) y d) del PIDCP y 8 y 9 del CPP y contraviene la parte final del
art. 290 del CPP, que dispone aquello, por lo que afirmar que el acusado tenía conocimiento de
la querella en el momento de solicitar fotocopias ante el Juez Cautelar o cuando fue notificado
con la revocatoria de sobreseimiento, vulnera el derecho a la defensa, por cuanto no se sabría
desde cuándo se computaría los tres días que permita al imputado a objetar la admisibilidad de la
querella, conforme dispone el art. 291 del CPP, de ahí que es un defecto absoluto conforme lo
dispuesto en el art. 169 inc. 3) del CPP (fs. 35 vta., 37 vta. y 38 vta.).
II.8. Contra dicha Resolución, el Ministerio Público interpuso apelación incidental de 10 de octubre
de 2011, y citando la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, señaló que no estaba debidamente
fundamentada, debido a que no tomó en cuenta que el imputado conocía de la existencia de la
querella a través de la resolución de revocatoria de sobreseimiento, solicitud de fotocopias
legalizadas del cuaderno de investigación donde figuraba la querella presentada por la Regional de
la Aduana Nacional de Bolivia, sin tener en cuenta la línea jurisprudencial sentada en las SSCC
0928/2005-R, 1405/2005, 1404/2005-R y 1715/2004, sobre la validez de las notificaciones cuando
han cumplido su finalidad. De ahí que ese defecto se constituye en un defecto relativo y no así en un
defecto absoluto (fs. 39 a 42)
II.9. Mediante Auto de Vista 10/2012, de, las Vocales demandadas, declararon procedente el
recurso de apelación incidental interpuesto por el Ministerio Público y revocaron el Auto 137/2011,
disponiendo que el Tribunal Segundo de Sentencia continúe con la sustanciación correspondiente
del juicio, con los siguientes argumentos: 1) El incidente por defecto absoluto opuesto por el
imputado debe ser sistemático y que englobe los principios procesales como de lealtad procesal y
buena fe, en estricta aplicación del Auto Supremo 208 de 28 de marzo de 2007, y las SSCC
1597/2005-R, 1620/2003-R y 1138/2005-R, refieren que es obligación de las partes en un proceso
actuar con lealtad procesal evitando los fraudes emergentes de un cálculo meditado y abusivo de las
falencias del sistema procesal; 2) El incidente por defecto absoluto no es tal, sino más bien se
equipara a un defecto relativo en razón de que pueden convalidarse por no haber sido reclamados
oportunamente, más cuando quien tenía derecho a pedir sean subsanados (como es la parte
imputada) ha aceptado tácitamente los efectos del acto defectuoso u omisión y por último la
finalidad del mismo, no existiendo expresa notificación con la querella, ésta ha llegado a
conocimiento de la parte imputada a través de notificaciones con otros actuados, que de por sí
denotan la existencia de una querella en su contra; y, 3) Que el AS 453 de 13 de septiembre de
2007, señala que cuando “…se verifica que la defensa asumió determinadas actitudes procesales a
fin de lograr la resolución de la causa, en el que voluntaria y concientemente admitió y permitió la
prosecución del proceso con las presuntas irregularidades; o que al advertir los mismos,
deliberadamente no solicitó que sean subsanados oportunamente, o por el contrario, que pese a
la existencia de dicha irregularidad, se ha conseguido el fin buscado, respecto de todos los
interesados, conforme establece el art. 170 del Código de Procedimiento Penal” (las negrillas son
Teniendo en cuenta que el problema jurídico planteado a este Tribunal Constitucional Plurinacional
a través de la acción de amparo constitucional se configura sobre si la falta de notificación con la
querella y por ende la supresión del ejercicio del derecho a objetar la misma constituye un defecto
absoluto o, por el contrario, únicamente un defecto relativo, corresponde determinar el marco
normativo aplicable sobre la actividad procesal defectuosa, analizar la jurisprudencia constitucional
sobre el tema y las modificaciones al Código de Procedimiento Penal por la Ley 007 de 18 de mayo
de 2010. En ese orden, corresponde glosar la línea jurisprudencial desarrollada por el Tribunal
Constitucional cuando se denuncia actividad procesal defectuosa.
“…la corrección de la actividad procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede
hacérsela por la vía incidental ante el juez cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o
Tribunal de Sentencia en el juicio oral, y, en su caso, a través del recurso de apelación restringida,
recursos que deberán ser interpuestos con carácter previo, puesto que sólo ante el agotamiento de
los mismos la jurisdicción constitucional, a través del amparo, quedará abierta para el análisis y
consideración de los actos u omisiones que impliquen lesión de los derechos y garantías
constitucionales”.
Por otro lado, respecto a los medios de impugnación contra las resoluciones que resuelven
denuncias de actividad procesal defectuosa, el Tribunal Constitucional anterior, en principio
entendió a través de la SC 1083/2006-R de 30 de octubre, que era inadmisible el recurso de
apelación incidental contra las resoluciones que resolvían incidentes sobre actividad procesal
defectuosa. En efecto, en una acción de amparo constitucional emergente de un caso en el cual el
accionante denunció que los Vocales de la Sala Penal Primera de la Corte Superior-ahora Tribunal
Departamental- mediante Auto de Vista declararon inadmisible e ilegal el recurso de apelación incidental
que formuló contra la Resolución que resolvió el incidente de nulidad por defecto absoluto opuesto por la
imputada, el órgano contralor de la constitucionalidad determinó que la decisión asumida por los Vocales
recurridos no era contraria al orden jurídico procesal penal establecido ni a la línea jurisprudencial
constitucional reiterada respecto a cuáles son las resoluciones apelables a través del recurso de apelación
incidental, entre las que no se encontraba la que resolvía el incidente por defecto absoluto; por lo que
aprobó la resolución que declaró improcedente el recurso, sentando el siguiente precedente
constitucional:
“…la resolución que resuelve un incidente de nulidad por supuestos defectos no es recurrible en
apelación incidental, entendimiento que se sustenta en lo previsto en el art. 394 del CPP, toda vez
que el orden jurídico procesal penal vigente ha establecido en forma expresa cuáles son las
resoluciones apelables a través del recurso de apelación incidental, entre las que no se encuentra
la que rechaza o concede el incidente por defecto absoluto”. Dicha Sentencia Constitucional,
señalaba que: “…solamente podía recurrirse en materia penal, de las resoluciones que están
expresamente señaladas en la ley, así el art. 403 del CPP, establece las resoluciones que pueden
ser objeto de apelación incidental, entre las que no se encuentra la que resuelve el incidente por
actividad procesal defectuosa”.
“El derecho a recurrir se halla establecido en el art. 394 del CPP, adicionando las dos
limitaciones que lo caracteriza, una objetiva y otra subjetiva. Por la primera, no todas las
resoluciones son recurribles, sino aquellas 'en los casos expresamente establecidos…'. Por la
segunda el derecho a recurrir corresponderá a quien le sea expresamente permitido por Ley,
incluida la víctima aunque no se hubiera constituido en querellante. No obstante lo anotado, en
relación a la primera cabe precisar que el art. 8 de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, más conocida como 'Pacto de San José de Costa Rica', lo incluye como un derecho
fundamental, que ahora es recogido por la Constitución Política del Estado vigente en su art.
180.II que señala: 'Se garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales', de donde
se deduce que la limitación objetiva a su vez no es absoluta.
De otro lado el Capítulo IV del Título I del Libro Primero de la Segunda Parte del Código de
Procedimiento Penal, tiene como nomen juris Excepciones e incidentes, cuyo procedimiento se rige
por el art. 314 y ss. del CPP, precisando: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos de las
partes (…), por ello dentro un sentido amplio de interpretación de las normas analizadas,
encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo legal, el derecho a impugnar resoluciones que
resuelvan incidentes al incluirse su trámite dentro de las excepciones e incidentes, dado que
sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto, correspondería a una interpretación
restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la propia Constitución. Este razonamiento
implica un cambio de la línea asumida al respecto por las SSCC 0731/2005-R, 0265/2006-R,
0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras.
Sin embargo, como todos los derechos, el de recurrir está sujeto a las normas generales que lo
rigen, entre ellos la oportunidad o el plazo, el contenido o expresión de agravios y la forma en que
deban formularse. En cuanto a la apelación incidental se la debe presentar y tramitar en sujeción a
las previsiones de los arts. 404 a 406 del CPP, deduciéndose la imposibilidad de plantearla
directamente dentro del juicio oral, cuyo objeto la averiguación de los hechos, no permite su
sustanciación durante la celebración del mismo, correspondiendo en su caso hacer reserva de
apelación restringida, conforme tiene anotada la jurisprudencia constitucional, entre otras la SC
0522/2005-R, que al respecto precisa: 'Consecuentemente, la corrección de la actividad procesal
defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la vía incidental ante el juez
cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o Tribunal de Sentencia en el juicio oral, y, en su
caso, a través del recurso de apelación restringida'” ( las negrillas son añadidas).
“En lo referente a la apelación de los incidentes en materia penal, se debe tener presente, que si
bien estos, no se encuentran previstos en el art. 403 del CPP, y por tal razón los jueces y tribunales,
han venido rechazando los diferentes medios de impugnación que se fueron interponiendo contra
éstos en atención al art. 394 del CPP, a excepción del incidente de actividad procesal defectuosa, el
mismo que si en etapa de juicio oral es declarado improcedente, debe hacerse reserva de apelación
hasta una eventual apelación de la sentencia conforme previene el art. 407 del mismo Código,
resguardando el principio de oralidad, inmediación, celeridad y otros que rige en materia penal;
sin embargo, no es menos cierto que entre ambas terminologías existe una similitud por cuanto los
incidentes son el género y las excepciones la especie, cuestiones accesorias que surgen al interior
del proceso o con motivo de él, con la diferencia de que las excepciones se encuentran
expresamente enumeradas en el Código de Procedimiento Penal (art. 308 CPP), en cambio los
incidentes como tal si bien no se encuentran enumerados; sin embargo, están inmersas en alguno
de sus articulados”.
Concluyendo más adelante que “…todos los incidentes son objeto de apelación, cuyo trámite y
medios de impugnación admitidos se equiparan a las excepciones, por ser ambas cuestiones
accesorias que surgen al interior del proceso o con motivo de él, por ende, en los casos en que son
interpuestos en juicio oral y sean declarados improcedentes debe hacerse reserva de hacer valer el
derecho ante una eventual apelación restringida, en cuyo caso el proceso o juicio oral continúa,
empero en los casos en que sea declarada probada y por tanto como efecto y lógica consecuencia
paraliza el juicio oral, procede la apelación en la vía incidental” (las negrillas nos corresponden).
De ahí que, si no se utiliza dichos medios de impugnación contra la resolución que resuelve un
incidente por actividad procesal defectuosa, la acción de amparo constitucional se denegará por
inobservancia del principio de subsidiariedad que la rige, conforme ocurrió en la SC 1523/2011-R de
11 de octubre, pronunciada por el Tribunal Constitucional en un caso en el que el imputado suscitó
un incidente por actividad procesal defectuosa en la audiencia de medidas cautelares por falta de
notificación de manera personal o en su domicilio real o procesal con la imputación y con la
querella que fue rechazado por el Juez cautelar de la causa, empero, no planteó apelación incidental
contra el rechazo al incidente de actividad procesal defectuosa. Similares resoluciones están contenidas en
las SSCC 1643/2011-R, 1206/2011-R, 1524/2011-R, 1636/2011-R, 1465/2011-R, 1207/2011-R y
1215/2011-R, en las que también se denegó la tutela por inobservancia del principio de
subsidiariedad.
Ahora bien, a efectos de resolver el problema jurídico planteado, corresponde manifestar que este
Tribunal ha evidenciado que el representado no fue notificado con la querella de 25 de febrero de
2008, interpuesta por la Regional de la Aduana Nacional de Bolivia, en ninguna de las formas
previstas por ley, empero, a lo largo del desarrollo de toda la etapa preparatoria, conocía que dicha
entidad se constituyó en querellante a través de los siguientes actos procesales contenidos en las
Conclusiones II.2, II.3 y II.4 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, como son: la
imputación formal de 17 de noviembre de 2008, requerimiento de sobreseimiento de 15 de diciembre
de 2009, revocatoria de sobreseimiento de 28 de julio de 2010, acusación de 3 de diciembre.
No obstante lo indicado, de la premisa anotada, este Tribunal Constitucional, si puede concluir que
el mero conocimiento de la existencia de una querella presentada contra el ahora representado en la
etapa preparatoria -a través de otros actos procesales, como son: la imputación formal de 17 de
noviembre de 2008, requerimiento de sobreseimiento de 15 de diciembre de 2009, revocatoria de
sobreseimiento de 28 de julio de 2010, acusación de 3 de diciembre- obligaba al imputado a:
1) Denunciar ante el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal que conoció -por algunos de los
actuados descritos anteriormente- la interposición de una querella en su contra a efectos de ejercer
su derecho a la impugnación de la misma y solicitar se disponga su inmediata notificación para
efectos del cómputo de los tres días previstos en el art. 291 del CPP, aspecto que por su naturaleza y
vinculación con un derecho fundamental el Juez no podrá negar dicho petitorio y, en caso de
negativa;
2) Suscitar un incidente por actividad procesal defectuosa en esa etapa del proceso penal (desarrollo
de la etapa preparatoria), debido a que fue en esta fase en la que conoció del vicio procesal de
supresión del derecho a objetar de la admisibilidad de la querella y la personería del querellante por
falta de notificación con el contenido material de la misma, extremo que no aconteció, por cuanto se
evidencia que recién en la audiencia de juicio oral de 3 de octubre de 2011 (Conclusión II.6),
después de que pasaron casi tres años, interpuso incidente de nulidad por defecto absoluto
denunciando que desde la presentación de la querella hasta la audiencia de juicio oral no se le fue
notificado de manera personal ni en el domicilio procesal con la querella interpuesta en su contra,
negándole con ello el ejercicio del derecho a objetar la misma conforme dispone el art. 291 del CPP,
afirmando que recién se enteró de la existencia de ese actuado en la audiencia de juicio oral al
momento de la recepción y codificación de medios de prueba documentales del Ministerio Público
(Conclusión II.5), extremo que como se evidenció en el acápite anterior carece de veracidad, por
cuanto si bien no conocía el contenido material de la querella, sin embargo, se enteró de la
existencia de una querella en su contra a través de otros actos procesales contenidos en las
conclusiones II.2, II.3 y II.4 de la presente Sentencia.
En suma, hasta aquí, este Tribunal Constitucional Plurinacional no puede dejar de visibilizar que el
conocimiento de la existencia de la querella interpuesta en contra del hoy representado por la Regional
Aduana Nacional, de Bolivia (se aclara no del contenido material de la querella) fue en la fase del
desarrollo de la etapa preparatoria y no recién en la etapa del juicio oral al momento de procederse a la
recepción y codificación de medios de prueba documentales del Ministerio Público, -como afirma
equivocadamente el accionante-, por lo mismo, la posibilidad de que el defecto que denuncia como
falta de notificación con la querella pudo haber sido corregido en esa oportunidad, es decir, se trata de
un defecto relativo, debido a que no dejó en ningún momento al imputado en estado de indefensión.
Además, de ello se denota que el accionante suscitó el incidente por actividad procesal defectuosa
en el juicio oral, pretendiendo únicamente anular las fases ya concluidas de la etapa preparatoria,
debido a que los efectos de denunciar defectos absolutos, conforme se concluyó en el
Fundamento Jurídico III.1, en el que se glosó la línea jurisprudencial contenida en las SSCC
2823/2010-R, 0659/2006-R, 0233/2010-R y 0600/2003-R, es retrotraer el proceso hasta el punto
original en que se produjo el vicio por la afectación esencial a los derechos fundamentales y
garantías constitucionales, a través de la nulidad de obrados, lesión que en el presente caso no
se dio conforme se tiene explicado.
0233/2010-R que reiteró el entendimiento previsto en la 0600/2003-R, que distinguieron entre los
defectos relativos y los defectos absolutos, se tiene que los argumentos esgrimidos en el Auto de
Vista 10/2012, de ahora impugnado y dictado por las Vocales demandadas, que declararon procedente
el recurso de apelación incidental interpuesto por el Ministerio Público y revocaron el Auto 137/2011,
disponiendo que el Tribunal Segundo de Sentencia Penal continúe con la sustanciación
correspondiente al juicio, tiene motivación suficiente conforme lo dispuesto en el art. 124 del CPP
y se extrae de su contenido, conforme la Conclusión II.9, de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Los accionantes por sus representantes mediante escrito presentado el 26 de abril de 2012,
cursante a fs. 4 y vta., manifestaron que:
Dentro el proceso ejecutivo seguido en su contra por Ramiro Zenteno Miranda, el Juez
demandado libró el mandamiento de apremio 02/2012 de 9 de marzo en su contra, este al amparo
del art. 161 del Código de Procedimiento Civil (CPC); sin embargo, pese a que se les hizo notar a
los funcionarios policiales que es un mandamiento ilegal y nulo de pleno derecho, en aplicación
del art. 122 de la Constitución Política del Estado (CPE), fue conducido al penal de “Morros
Blancos”, donde se encuentra detenido desde horas de la mañana.
Asimismo, no es la primera vez que se emite ese tipo de mandamientos contra su persona, pues,
el 17 de febrero de 2012, ya fue librado el primer mandamiento de apremio y que, habiendo sido
ejecutado, estuvo detenido por veinticuatro horas.
Se señaló como vulnerado el derecho a la libertad física de su representado, sin haber citado
ninguna disposición constitucional.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 27 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 14 a
16, presente la parte accionante, ausentes los demandados y el representante del Ministerio
Público, se produjeron los siguientes actuados pese a su legal citación.
Juan Carlos Acuña Canedo, Juez Cuarto de Instrucción en lo Civil del departamento de Tarija,
mediante informe escrito, cursante a fs. 13 y vta., leído en audiencia, indicó que dentro del
proceso ejecutivo se procedió al embargo de bienes muebles del accionante, quien en calidad de
depositario, pese a ser notificado para la exhibición de los referidos bienes, hizo caso omiso a la
conminatoria. En ese entendido, el demandante solicitó se proceda a cumplir con el art. 161 del
CPC, petición que fue concedida; sin embargo, nunca dispuso su aprehensión y conducción al
penal de “Morros Blancos”, sino, que los formularios de mandamientos de apremio impresos
indican: “una vez apremiado sea conducido a la cárcel pública”, palabras que no fueron excluidas
por el personal de apoyo del Juzgado, quienes tienen la función de llenar los mandamientos, al
parecer por la recargada labor que existe en el despacho; no obstante, luego de haber constatado
tal omisión, ordenó se rectifique de inmediato y se ordene la libertad del accionante, por lo que
no existe ninguna detención ilegal o arbitraria.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. El 9 de marzo de 2012, el Juez demandado libró mandamiento de apremio contra Deterlino
Paredes Romero, conforme a lo dispuesto por decreto de 5 del mismo mes y año, a efecto de que
“sea conducido a la cárcel pública” (sic), hasta que exhiba los bienes que fueron puestos bajo su
custodia (fs. 2).
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y la libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la
Constitución Política del Estado (CPE); además que, en su art. 22, expresamente establece que
“La dignidad y la libertad de la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general, como
expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad, la
posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Ley Fundamental, refiere que “Toda
persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal…” y que esta libertad personal “sólo
podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la
verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo debe ser respetado sino debe
ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en su
art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, indica que son inviolables
y establece que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa)
del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases
fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad. En
ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho a
la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad física; y, 4)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o está
siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos, cuando la
persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad física.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente cuando
de las lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la libertad
física de las personas.
III.2. De las restricciones del mandamiento de apremio en cuanto al cumplimiento del art.
161 del CPC, para depositarios que infrinjan su obligación de exhibir y/o entregar los
bienes otorgados en depósito
La finalidad contenida en el art. 161 del CPC, fue ampliamente interpretada por varias Sentencias
Constitucionales, dentro de las que se pueden citar la SC 1331/2002-R de 1 de noviembre, que
estableció que dicha norma: “…únicamente tiene el propósito de dirigir y conducir ante la
autoridad judicial al depositario desobediente, y para el caso que éste continúe resistiéndose al
mandato de exhibición del bien dado en depósito, el juzgador, dentro de las veinticuatro horas,
debe remitir al depositario ante el juez competente, para que sea juzgado, por una parte, en la
vía penal por la comisión del delito previsto en el art. 345 del Código Penal (CP), dentro de la
que se determinarán las medidas cautelares pertinentes y, por otra, en la vía civil a los efectos de
las previsiones existentes en esta materia. Consiguientemente, en ningún caso podrá mantener la
orden de apremio indefinidamente hasta que el bien dado en depósito sea exhibido, como se
ordena en el caso de autos, por cuanto la facultad del juzgador tiene como límite las normas
constitucionales y legales”.
Por otra parte, se evidencia que una vez librado el mandamiento de apremio, el accionante,
mediante memoriales de 14 de marzo de 2012, solicitó “la nulidad del mandamiento de apremio”
(sic) y se ordene su libertad, petición ésta última, semejante a la que solicitó ya, igualmente, el 17
de febrero de 2012 con relación a la ejecución de un primer mandamiento emitido en su contra.
Así mismo, el 26 de abril del citado año, nuevamente solicitó al Juez, la suspensión del
mandamiento de apremio y “otorgue mandamiento de libertad” (sic).
Al respecto, Juan Carlos Acuña Canedo, Juez Cuarto de Instrucción en lo Civil del departamento
de Tarija, informa que no ordenó el traslado del accionante al penal de “Morros Blancos”, sino
que por error del personal de apoyo se omitió excluir del formulario de mandamiento de apremio
las palabras que indican que Deterlino Paredes Romero, una vez apremiado, sea conducido a la
cárcel pública, explicación que, sin embargo, no excusa al Juez del deber que tiene de ejercer el
control y cuidado a tiempo de emitir cualquier orden relativa a la privación de libertad, así sea
temporal, de cualquier persona inmersa en un proceso a su cargo, en este caso del depositario,
pues en él radica la responsabilidad de los efectos que causan sus determinaciones, más aún
cuando como en el caso de examen se trata del derecho a la libertad física o de locomoción de
una persona, por cuanto lo que correspondía, en caso de disponerse el apremio, de acuerdo a lo
previsto por el art. 161 del CPC, era conducir al depositario ante la autoridad, a efectos de que
exhiba los bienes dejados bajo su custodia.
En ese contexto, en la problemática planteada, por los hechos denunciados, el informe emitido
por el Juez demandado y la Resolución del Tribunal de garantías, pese a encontrarse el
accionante en libertad a tiempo de desarrollarse la audiencia de la presente acción; es decir, luego
de haber cesado la vulneración al derecho a la libertad demandado, por los motivos expuestos y
en pleno cumplimiento de lo previsto por el art. 68.6 de la LTCP, que dispone que aun habiendo
cesado las causas que originaron la acción de libertad, la audiencia deberá realizarse en el día y
hora señalados, a efectos de establecer la responsabilidad que corresponda, por ello y al haberse
demostrado la lesión causada por el Juez demandado, corresponde concederse la tutela respecto
al Juez demandado.
En tal sentido, el Juez demandado ha demostrado una actitud negligente respecto al respeto de los
derechos constitucionales de las personas, ya que no existe justificativo alguno que apruebe la
lesión al derecho a la libertad, situación que no puede atribuirse al personal de apoyo del
Juzgado; en este caso del otro codemandado, Actuario del Juzgado que carece de legitimación
pasiva para dicho efecto, dado que no ejerce función jurisdiccional alguna, tal como establece la
jurisprudencia constitucional, así la SC 1093/2010-R de 17 de junio.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00845-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Por memorial presentado el 25 de abril de 2012, cursante de fs. 7 a 8, el accionante refiere que:
Como emergencia del proceso penal que le fue instaurado por la supuesta comisión del delito de
lesiones, se encuentra detenido en el Penal de “San Pedro” desde el 22 de diciembre de 2011, y a
pesar de haber presentado el 23 del mes y año señalados, solicitud de cesación a su detención
preventiva, el Juez de la causa señaló audiencia; sin embargo, por diversos motivos fue
suspendida en tres oportunidades; la primera, debido a una circular que impidió la participación
de la autoridad jurisdiccional por fuerza mayor; la segunda, porque el Fiscal de Materia, ahora
demandado, de forma maliciosa formuló excepción de incompetencia contra el aludido Juez,
quien se vio obligado a suspenderla; el ahora accionante al considerar que esta actuación era
indebida, en audiencia anunció acciones legales en su contra, y como la autoridad fiscal, persistía
en su proceder, interpuso recusación en su contra ante la Fiscalía Departamental.
Añade que, mediante otro memorial hizo conocer al Fiscal demandado, que su persona lo había
recusado, conforme lo determinado la Ley Orgánica del Ministerio Público; sin embargo, la
autoridad fiscal no se dio por apercibido, apersonándose a la tercera audiencia de cesación de
detención preventiva y sin motivo que justifique, solicitó la suspensión de ese acto procesal,
manifestando que no se iba separar de la investigación, porque el imputado estaba obstaculizando
el proceso con su actuar de “forma misteriosa”, llegando al extremo de señalar que el memorial
de recusación dirigido al Fiscal de Departamental no llevaba su firma y que se hubiera presentado
sin su consentimiento, lo cual es falso por cuanto las firmas de esos memoriales le corresponden.
El accionante señala que se han lesionado sus derechos constitucionales; sin embargo no
menciona y tampoco cita norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 26 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 27 a
32, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Sentencia Penal de El Alto, en suplencia legal de su similar segundo, ambos
del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, a través de la Resolución 95/2012
de 26 de abril, cursante de fs. 33 a 34 vta., denegó la tutela solicitada con los siguientes
fundamentos: 1) La audiencia de 17 de abril de 2012, fue suspendida por encontrarse pendiente
de resolución el recurso de apelación incidental respecto a la Resolución 488/2011, la cual fue
retirada por el accionante en la fecha indicada, dando lugar a que el Juez la tenga por desistida,
motivando que se ingrese a la consideración de la solicitud de cesación de la detención
preventiva presentada por el accionante; 2) La sola presentación de la recusación contra el Fiscal
demandado, no implica su separación del proceso investigativo en forma inmediata, ya que de
acuerdo el art. 73 de la LOMP, el fiscal debe ser notificado de manera inmediata, a efecto de que
presente su informe escrito o en su caso, remita antecedentes a la Fiscalía de Departamental, no
existiendo ningún decreto de admisión de la recusación formulada o solicitud de informe al
fiscal; 3) Las audiencias de medidas cautelares, no fueron suspendidas por motivos atribuibles a
la autoridad demandada, sino porque se encontraba pendiente de tramitación el recurso de
apelación incidental interpuesto contra la referida Resolución, recurso que fue retirado por el
accionante; y, 4) La recusación deducida contra el Fiscal demandado en ningún momento fue
admitida por el superior jerárquico, razón por la que no correspondía su separación; la autoridad
fiscal no vulneró ningún derecho o garantía del accionante, habida cuenta que la suspensión de la
audiencia y el cuarto intermedio fueron dispuestos por el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal.
II. CONCLUSIONES
II.3. Cursa circular 018-P-TSJ de 10 de abril de 2012, por el que la Presidenta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, invitó a Vocales, jueces de tribunales, juzgados de sentencia
e instrucción a un encuentro departamental, a llevarse a cabo el 12 y 13 del indicado mes y año,
razón por la cual, el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, suspendió la audiencia fijada del 13
II.5. En audiencia pública de 25 de abril de 2012, el Juez cautelar dispuso cuarto intermedio de la
misma, hasta el 27 del mes y año señalados, debido a que el ahora accionante, presentó
recusación contra el Fiscal demandado, cuya admisión no fue notificada al recusado conforme
dispone el art. 73 del CPP, por lo que ordenó se notifique al Coordinador de Fiscales del El Alto,
para que se haga presente un fiscal de materia en la audiencia señalada (fs. 16 a 17 vta.).
La Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del bloque de
constitucionalidad, en su art. 8, establece el derecho de toda persona a contar con un recurso
efectivo ante los tribunales competentes, para resguardar sus derechos, criterio también
recogido por el art. 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
En ese sentido el art. 125 de la CPE, determina que: “Toda persona que considere que su vida
está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer acción de libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o
por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad".
Conforme la norma constitucional citada, esta acción ha sido instituida como un medio de
defensa de los derechos y garantías a la libertad y a la vida, resultando ser una acción de carácter
extraordinario, de tramitación especial y sumarísima, mediante la cual, se preserva el derecho a la
vida, se evita una detención ilegal, o se repara la ilegal restricción de la libertad o el
procesamiento indebido, manteniendo las características de inmediatez de la protección,
informalismo, generalidad e inmediación; motivo por el cual se constituye en una acción tutelar
La SC 0080/2010-R de 3 de mayo, señaló que: “…hay aspectos que se deben tener en cuenta, en
los cuales de manera excepcional, no es posible ingresar al fondo de la acción de libertad, a
objeto de guardar el equilibrio y complementariedad entre ambas jurisdicciones, en los
siguientes supuestos:
Primer supuesto:
Segundo Supuesto:
Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter
previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado
tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada. Puesto que el orden legal penal ha
previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a través de un recurso rápido, idóneo,
efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o
errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a
cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados a actividad procesal defectuosa, o
relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que
conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el debido proceso es impugnable a través
de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho
acto sea la causa directa de la privación, o restricción a la libertad física.
Tercer supuesto:
En ese sentido, las SSCC 1651/2004-R, 1803/2004-R y 0807/2004-R, entre otras, han establecido
que: "…para la procedencia del hábeas corpus es ineludible que el recurso sea dirigido contra el
sujeto que cometió el acto ilegal o la omisión indebida, o contra la autoridad que impartió o
ejecutó la orden que dio lugar a la persecución, aprehensión, detención, procesamiento o
apresamiento indebidos o ilegales, su inobservancia neutraliza la acción tutelar e impide a este
Tribunal ingresar al análisis de fondo de los hechos denunciados, ello debido a la falta de
legitimación pasiva, calidad que de acuerdo a lo sostenido por la SC 0691/2001-R de 9 de julio
reiterada en las SSCC 0817/2001-R, 0139/2002-R, 1279/2002-R y otras, se adquiere por la
coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó la violación a los derechos y
aquélla contra quien se dirige la acción…".
Efectuada la revisión de los antecedentes, así como de lo referido por el accionante y el informe
oral del Fiscal demandado, se advierte que dentro del proceso penal que sigue el Ministerio
Público contra el accionante por los delitos de lesiones graves y leves, el Juez cautelar a través de
Resolución 488/2011, dispuso la detención preventiva, del imputado, en el Centro Penitenciario
de “San Pedro”, razón por la cual, en audiencia de medida cautelar, el accionante, interpuso
recurso de apelación; sin embargo, a pesar de que su recurso fue admitido y se ordenó su
remisión a la Sala Penal de turno, paralelamente a través de memorial de 27 del mismo mes y
año, solicitó la cesación de su detención preventiva; señalando el Juez cautelar, audiencia para su
consideración, la cual fue suspendida en dos oportunidades y en una ocasión declaró cuarto
intermedio, suspensiones que según el accionante fueron a petición del Fiscal demandado.
Finalmente, con relación a la falta de legitimación pasiva aducida por el Fiscal demandado, la
misma debe ser entendida como la coincidencia que debe existir entre la autoridad que
presuntamente causó la violación a los derechos y aquella contra quien se dirige la acción, que en
el caso en concreto, fue el Juez Quinto de Instrucción de El Alto, que dispuso su detención
preventiva a través de Resolución 488/2011 de 21 de diciembre y determinó la suspensión de dos
audiencias, declarando cuarto intermedio en la tercera y no así la autoridad demandada,
limitándose a cumplir con su rol de director del proceso investigativo, por lo que la acción de
libertad, debió ser dirigida contra la indicada autoridad judicial, con la finalidad de constatar si
evidentemente existió la vulneración de los derechos denunciados por el accionante.
Por los fundamentos anotados precedentemente se establece que el presente caso no se encuentra
dentro de las previsiones y alcances de la acción de libertad, por lo que el Juez de garantías al
haber denegado la tutela impetrada, ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales y ha realizado un correcto análisis de esta acción tutelar.
POR TANTO
Por memorial presentado el 26 de abril de 2012, cursante de fs. 8 a 9 vta., el accionante expresa
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
El accionante, manifiesta que el 9 de abril de 2012, Emiliano López Moroco -supuesto afectado
por el avasallamiento de su terreno por el ahora representado- solicitó al Ministerio Publico una
citación de comparecencia en su contra, por lo que el Fiscal de Materia -ahora demandado-
emitió una primera y segunda citación de comparecencia, a las cuales el mismo no pudo asistir
puntualmente, emitiéndose en consecuencia, una orden de aprehensión.
Refiere que, el supuesto afectado del avasallamiento, Emiliano López Moroco, hizo mal uso de
dicha orden de aprehensión, convocando al domicilio de su representado a la prensa y a un
contingente de policías, por lo que ante esta situación, el 24 de abril de 2012, su representado
solicitó a la autoridad hoy demandada, señalar día y hora de audiencia de conciliación y dejar sin
efecto la orden de aprehensión emitida; a este fin el Fiscal señaló audiencia para el 26 de abril de
2012 a horas 8:30.
Señala que la audiencia fue suspendida precisamente por ausencia del supuesto afectado -
Emiliano López Moroco-; por lo que, solicitó se deje sin efecto la orden de aprehensión, sin
embargo el Fiscal ahora demandado se rehusó dejar sin efecto la misma.
Por consiguiente, considera que su representado está siendo perseguido indebidamente y por
ende, vulnerado su derecho a la libertad de locomoción.
Solicita que se conceda la tutela y se disponga el cese de la persecución indebida en contra del
ahora representado, se restablezcan las formalidades del procesamiento y se deje sin efecto la
orden de aprehensión emitida por el Fiscal ahora demandado.
Celebrada la audiencia pública el 27 de abril del 2012, según consta del acta cursante de fs. 23 a
27 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante memorial presentado el 2 de abril de 2012, Emiliano López Moroco, refirió que
habiéndose adjudicado un lote de terreno, el mismo habría sido transferido por el representado
del ahora accionante a otras personas, por lo que mediante dicho memorial, solicitó la
comparecencia de este, a objeto de arribar a un acuerdo conciliatorio sobre dicho conflicto (fs.
14).
II.2. El ahora demandado, expide primera citación, ordenando a cualquier autoridad hábil y no
impedida del departamento de Oruro, citar de comparendo a Luis Alegría García, a objeto de que
se presente en su despacho al día siguiente de su legal notificación (fs. 15).
II.3. Cursa memorial de 9 de abril del 2012 por el que Emiliano López Moroco, solicita segunda
citación, alegando que el hoy representado no se presentó a la audiencia de la fecha antes
referida, y segunda citación expedida por el Fiscal de Materia, Jhonny Echalar Ramírez, por el
que se ordena a cualquier autoridad hábil y no impedida del departamento de Oruro, citar de
comparendo al ahora representado a objeto de presentase en su despacho al día siguiente de su
legal notificación (fs. 16 a 17).
II.4. Por memorial de 17 de abril de 2012, Emiliano López Moroco, solicitó se libre
mandamiento de aprehensión contra el hoy representado, a este efecto el Fiscal de Materia
demandado emitió una tercera citación ordenando a cualquier autoridad hábil y no impedida del
departamento de Oruro, conducirlo a su despacho, la referida citación, señala tener fuerza de
orden de aprehensión en vista de su inasistencia a las anteriores citaciones (fs. 18 y 19).
II.5. El ahora representado el 24 de abril de 2012 solicita dejar sin efecto la orden de
aprehensión, solicitando señalar día y hora de nueva audiencia de conciliación con cargo a
realizar las notificaciones; con tal fin, se señala audiencia de conciliación para el 26 del mes y
año referido a horas 8:30, disponiendo la autoridad Fiscal, que el ahora representado notifique a
Emiliano López Moroco en forma personal (fs. 20).
II.6. De la certificación emitida por Lidia Condori Garnica, Fiscal Asistente, se establece que
ante la insistencia del hoy representado a dos citaciones convocadas, en la vía conciliatoria se
emitió tercera citación con fuerza de orden de aprehensión y que la audiencia solicitada por éste
se suspende por inasistencia de Emilio López Moroco, quien no hubiera sido citado de manera
personal.
hora de audiencia por el Fiscal demandado, el mismo se negó a dejar sin efecto la orden de
aprehensión.
Considera con tal fin que su representado se encuentra ilegalmente perseguido e indebidamente
procesado.
El art. 23.I de la CPE, determina: “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal.
La libertad personal solo podrá ser restringida en los límites señalados por ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”; y, el art.
13.I de la Norma Fundamental, dispone que: “Los derechos reconocidos por esta Constitución
son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el
deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
De igual forma, el art. 8 de la misma declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
Por su parte, el art. 125 de la CPE, establece: “Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Los arts. 125 de la CPE y 66 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), tal
como se ha referido en el fundamento anterior ha establecido cuales son las causales de
procedencia de la acción de libertad, para la protección del derecho a la libertad física, señalando
la privación ilegal o indebida de la libertad física, la persecución ilegal e indebida y el
procesamiento ilegal o indebido.
es, “seguimiento del que huye, con idea de alcanzarlo, detenerlo, capturarlo (…) es una
reclamación juridicial..”, se puede afirmar que la persecución ilegal o indebida es la acción de
seguimiento, búsqueda u hostigamiento de una persona que hace una autoridad pública o
funcionario judicial sin que exista un motivo o razón legal.
Ahora bien, a la luz del nuevo diseño constitucional, es imperante definir la persecución ilegal en
sus dos causes configurativos, que dan lugar a la activación de la llamada acción de libertad
restringida y preventiva.
De lo mencionado este Tribunal Constitucional Plurinacional deja establecido que para reclamar
de persecución ilegal o indebida debe concurrir los presupuestos establecidos como la búsqueda u
hostigamiento a una persona con el fin de privarle de su libertad sin motivo legal o por orden de
Con relación a los casos cuando puede ser una persona aprehendida o privada de su libertad la
Constitución Política del Estado ha establecido en el art. 23.I: “Toda persona tiene derecho a la
libertad y seguridad personal. La libertad personal solo podrá ser restringida en los límites
señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las
instancias jurisdiccionales”.
El mismo artículo en su parágrafo III señala: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o privado
de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por ley. La ejecución del
mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido por escrito”.
De lo referido se establece que consagrada la libertad como un derecho inviolable, este solo
puede ser restringido, cuando la ley así lo determine y con el único objeto que es asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica. En este entendido es la ley la que establece los casos y las
formas en las que se aplica una detención, aprehensión o privación de libertad.
Asimismo el art. 226 del CPP modificado por la Ley 007 de 18 de mayo de 2010, señala: “El
fiscal podrá ordenar la aprehensión del imputado, cuando sea necesaria su presencia y existan
suficientes indicios de que es autor o partícipe de un delito de acción pública sancionado con
pena privativa de libertad, cuyo mínimo legal sea igual o superior a dos años y de que pueda
ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar u obstaculizar la averiguación de la verdad, excepto en
los delitos previstos y sancionados o por los Artículos 132 bis, 185, 544, 271 primer párrafo y
331 del Código Penal.
La persona aprehendida será puesta a disposición del juez, en el plazo de veinticuatro (24) horas,
para que resuelva dentro del mismo plazo, sobre la aplicación de alguna de las medidas cautelares
previstas en este Código o decrete su libertad por falta de indicios”.
El art. 62 de la LOMP, faculta realizar la aprehensión a la autoridad Fiscal, también en caso del
testigo renuente, durante la etapa preparatoria cuando señala: “Durante la etapa preparatoria si el
testigo citado no se presentare en el término que se le fije, ni justifique un impedimento legítimo
el fiscal librará mandamiento de aprehensión con el objeto de cumplir la diligencia
correspondiente”.
De lo mencionado se establece que solo en los casos referidos se justifica plenamente la emisión
de órdenes de aprehensión por parte de la autoridad Fiscal.
III.4. La conciliación y los casos en los que el Ministerio Público puede promover la misma.
La Constitución Política del Estado, en su Título V ha establecido cuales son las instituciones que
asumirán las funciones de control, de defensa de la sociedad y de defensa del Estado, así en el
Capítulo Segundo consigna como instituciones que cumplen la función de defensa de la sociedad
a la defensoría del pueblo y el Ministerio Público.
El Ministerio Publico cumple la función de defensa de la sociedad, así está determinado por el
art. 225.I de la CPE, cuando señala: “El Ministerio Publico defenderá la legalidad y los intereses
generales de la sociedad, y ejercerá la acción penal pública. El Ministerio Publico tiene
autonomía funcional, administrativa y financiera”.
La ley Orgánica del Ministerio Público, sobre la finalidad de ésta entidad en su art. 3 señala: “El
Ministerio Público es un órgano constitucional que tiene por finalidad promover la acción de la
justicia, defender la legalidad, los intereses del Estado y la Sociedad, representándolos conforme
a lo establecido en la Constitución y en las Leyes de la República.
En cuanto a las funciones del Ministerio Público el art. 14.1 de la LOMP, también señala: “El
Ministerio Publico para el cumplimiento de sus fines tiene las siguientes funciones: “Defender
los intereses del Estado y la Sociedad en el marco establecido de la Constitución Política del
Estado y las leyes de la República”.
Asimismo, promoverá la paz social privilegiando la persecución de los hechos punibles que
afecten gravemente el interés público.
El art. 45.11 de la LOMP, sobre las atribuciones de los Fiscales de Materia, señala que una de
ellas constituye: “Requerir, de manera fundamentada, la aplicación de alguna salida
alternativa al juicio, cuando corresponda” (las negrillas son nuestras).
El art. 64 de la mencionada Ley refiere en cuanto a las salidas alternativas: “En aquellos casos en
que sea procedente la aplicación de las salidas alternativas al juicio, previstas en el Código de
Procedimiento Penal, los fiscales deberán solicitarlas sin demora, en cuanto concurran las
condiciones legalmente exigidas”.
La Ley Orgánica del Ministerio Público al respecto de esta salida alternativa ha establecido en el
art. 65: “Cuando el Ministerio Público persiga delitos de contenido patrimonial o culposos
que no tengan por resultado la muerte, y siempre que no exista un interés público
gravemente comprometido, el fiscal de oficio o a petición de parte, deberá exhortarlas para
que manifiesten cuales son las condiciones en que aceptarían conciliarse.
Para facilitar el acuerdo de las partes, el Fiscal podrá solicitar el asesoramiento y el auxilio de
personas o entidades especializadas en conciliación, disponer que la conciliación se realice
en centros especializados o solicitar al juez de la instrucción que convoque a las partes a
una audiencia de conciliación.
Si en esta oportunidad o en cualquier estado posterior del proceso hasta antes de iniciarse la
audiencia del juicio, las partes concilian, se declarará extinguida la acción, previa constatación en
audiencia pública del cumplimiento de los acuerdos a los que hayan arribado las partes” (las
negrillas nos pertenecen).
Lo que quiere decir que el Ministerio Público está facultado para requerir la conciliación como
una salida alternativa, concluida la investigación preliminar, la etapa preparatoria, y tratándose de
delitos de contenido patrimonial o culposos que no tengan por resultado la muerte; siempre que
no exista un interés público gravemente comprometido.
Según lo referido en la normativa señalada de oficio o a petición de parte, puede exhortar a estas
para que las mismas puedan manifestar sobre las condiciones en las que aceptarían conciliarse,
pudiendo solicitar inclusive el asesoramiento y auxilio de personas o entidades especializadas en
conciliación o que la misma pueda realizarse en centros especializados en conciliación o solicitar
al juez de instrucción que convoque a las partes a una audiencia de conciliación.
En el caso presente, de los antecedentes que cursan se evidencia que el ahora representado ha
sido citado en dos oportunidades a audiencias de conciliación; y, no habiendo asistido a las
mismas, la autoridad demandada emitió una tercera citación con fuerza de orden de aprehensión,
vulnerando su derecho a la libertad de locomoción, por cuanto, esta acción de persecución ilegal
ejecutada por la autoridad demandada, implica la existencia de los presupuestos previstos en el
Fundamento Jurídico II.2, toda vez que la autoridad demandada pretendió privarle del derecho a
la libertad sin motivo o causa legal por lo que emitió una orden de aprehensión no establecida por
ley o al margen de lo previsto por la ley.
Asimismo se evidencia que existe una persecución ilegal, por cuanto no habiéndose iniciado
ningún proceso penal contra el hoy representado y no teniendo la calidad de denunciado ni de
imputado, no puede constituir motivo justo para esta persecución la negativa a conciliar, más aun
cuando esta debe ser entendida como “un medio alternativo de resolución de conflictos” la
misma no resulta obligatoria sino deviene de la voluntad de las partes de llegar o no a un acuerdo
o posible solución del conflicto; además, habiendo la autoridad demandada emitido una orden de
aprehensión fuera de los casos establecidos por ley, por la no concurrencia del ahora representado
a una audiencia de conciliación, tal como se ha referido en los Fundamentos Jurídicos III.3 y
III.4, se ha apartado de sus funciones, atribuciones y ha vulnerado el derecho a la libertad de
locomoción del representado del accionante.
Por lo expuesto la Jueza de garantías, al haber declarado “procedente” la acción de libertad,
aunque con terminología impropia, obró correctamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00590-2012-02-AAC
Departamento: Tarija
Por memorial presentado el 13 de marzo de 2012, corriente de fs. 65 a 73 vta. de obrados, la parte
accionante precisa lo siguiente:
Mediante convocatoria de méritos 08/2011, para jefes obtar al cargo de interinos de Unidades de
Administración Académica (UNADA), el 28 de octubre de 2011, se convocó al Cargo de Jefe de
UNADA de la Facultad de Ciencias Económicas y Financieras, especificándose entre los requisitos
exigidos, la inexistencia de cargos o cuentas pendientes con la UAJMS o con el Estado. En mérito a la
convocatoria, el 7 de noviembre de 2011, cumpliendo con todos los requisitos establecidos, se presentó
a la referida convocatoria; sin embargo, por nota de 29 de febrero de 2012, suscrita por Robert Jijena
Orrellano, Roxana Alemán Castillo, Nicolás Miranda Méndez, Félix Nelson Checa y Marvin
Alexander García Yanque, se le hizo conocer su inhabilitación para el acceso a la citada función
pública, decisión sustentada en el informe legal 358/2011 de 9 de diciembre, el cual establece el
incumplimiento del numeral siete de los requisitos indispensables para la postulación, es decir, el
relativo a la inexistencia de cargos o cuentas pendientes con la Universidad o con el Estado.
Continúa señalando que frente a esta negativa, el 17 de febrero de 2012, impugnó el fallo de la
Comisión Calificadora sobre “A”; empero, refiere que la Comisión Institucional de Apelaciones, el 29
del citado mes y año, desestimó dicha impugnación en virtud al informe legal 358/2011, emitido por la
Asesora Legal de la UAJMS, Giovana Mariel Camacho Monzón.
En mérito a los antecedentes antes señalados, denuncia el accionante que no existe pliego de
cargo ejecutoriado en contra suya, por lo que la decisión de inhabilitación asumida tanto por la
Comisión Calificadora como por la Comisión Institucional de Apelaciones, lesionan su derecho a
la función pública en su elemento a postular a un cargo público, la presunción de inocencia,
reconocida en los arts. 116 de la Constitución Política del Estado (CPE); 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), el derecho al debido proceso por el art.
116.2 de la CPE y el derecho a la igualdad, invocando en este caso el art. 26 del PIDCP; y 7 de la
Declaración Universal sobre Derechos Humanos (DUDH); asimismo, precisa que las decisiones
antes indicadas vulneran también el mandato del art. 234 de la CPE, que indica que no pueden
acceder al desempeño de funciones públicas las personas que tengan pliegos de cargos
ejecutoriados.
Arminda Flora Casso Lisarazu, demandada, mediante memorial cursante de fs. 148 a 149 vta. De
obrados, establece lo siguiente: a) Que Jaime René Urquiola Cardozo, no cumple con el requisito
indispensable en el punto III.7 de la convocatoria, dado que no se adjuntó la solvencia fiscal en el
Sobre “A”. Además, precisa que se confirmó el resultado de la Comisión Facultativa de inhabilitación
con el sustento del “Informe Legal N° 358/2011, emitido por Asesoría Legal de la UAJMS en base a
la Solvencia Fiscal (formulario 02081) presentada por el Lic. Jaime Urquiola Cardozo”; b) En cuanto a
la denuncia de vulneración del derecho a la presunción de inocencia, indica esta autoridad que el
Dictamen formulado por el Contralor General del estado, deriva de un proceso de auditoría previo,
luego de lo cual, se emite un informe complementario que ratifica indicios de responsabilidad civil,
razón por la cual, el accionante no hubiere cumplido con el requisito consignado en la convocatoria de
no tener cargos ni cuentas pendientes con la Universidad ni con el Estado; y, c) Que si bien los
procesos se encuentran todavía en trámite, este hecho no quiere decir que la deuda no exista, siendo
que ya existiría un documento con fuerza ejecutiva como es el Dictamen del Contralor General del
Estado.
La parte accionante, señala como tercero interesado a Francisca Dina Chávez Ferreyra, quien fue
debidamente citada para todos los efectos establecidos en la normativa vigente.
I.2.4. Resolución
Mediante Resolución 002/2012 de 28 de marzo, cursante de fs. 212 a 218, pronunciada por la
Sala Social y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, constituida en
Tribunal de garantías, se denegó la acción de amparo constitucional con costas al accionante,
argumentándose que éste no cumplió con el requisito inserto en el art. 234 de la CPE, siendo que
existen procesos en su contra.
que los datos contenidos en el expediente no eran suficientes para sustentar el fallo, por AC
0059/2012-CA/S de 3 de mayo, se solicitó la remisión de documentación al Juzgado
Administrativo, Coactivo, Fiscal y Tributario o del departamento de Tarija, así como se dispuso
la suspensión del plazo establecido para dictar resolución; recibida la documentación requerida,
por decreto de 22 junio del presente año, dando reinicio el cómputo, por lo que, la presente
Sentencia, es pronunciada dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.2. Cursa en antecedentes informe legal 358/2011 de 9 de diciembre, suscrito por Giovana
Camacho Monzón, Asesora Legal de la UAJMS, por el cual menciona: “…el Certificado de
Información sobre Solvencia con el Fisco expedido por la Gerencia Departamental de la
Contraloría General del Estado en fecha 3 de noviembre de 2011, acredita que el Lic. Jaime René
Urquiola Cardozo, presenta doce (12) cargos emergentes de procesos coactivos fiscales, civil y
administrativo interpuestos por el Gobierno Municipal de Tarija, SETAR y la CGE, los mismos
que se encuentran en diferentes estados” (sic). En base a estos antecedentes, el informe concluye
en lo siguiente: “…se puede evidenciar que el Lic. Jaime René Cardozo no ha cumplido con el
numeral 7 punto III de la Convocatoria a Concurso de Méritos para Jefes Interinos de UNADAS
para la gestión 2012, establecida como requisito indispensable para la postulación al referido
cargo” (fs. 114).
II.3. Por oficio UNIV. F.C.E. Y F. DEC. OF. 004/2012 de 1 de febrero, dirigida a Jaime Urquiola
Cardozo y suscrita por Bernardo Muñoz Vargas, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas
y Financieras, se comunicó al ahora accionante los resultados de la calificación del Sobre “A”,
especificándose el plazo de cuarenta y ocho horas para cualquier impugnación (fs. 121).
de la UAJMS en base a la solvencia fiscal (formulario 02081) presentada por Jaime Urquiola
(cuya copia sea adjunta al presente)”. Esta decisión se encuentra suscrita por Arminda Casso,
Secretaria Académica; Severino Salvatierra, representante de la (FUD), Omar Pérez Aramayo y
de la (FUI) y Arturo Cuéllar Lora; todos miembros de la Comisión Institucional de Apelaciones
de la UAJMS (fs. 112 a 113).
II.6. Por convocatoria a concurso de Méritos 08/2011 para jefes interinos de UNADAS para la
gestión 2012, por la cual, en el punto III.7, como requisito de postulación se requiere: “No tener
cargos ni cuentas pendientes con la universidad ni con el Estado” (sic). (fs. 145 a 147).
II.7. Mediante certificado de información sobre solvencia fiscal con el FISCO, expedido por la
Contraloría General del Estado el 9 de marzo de 2012, se detalla un total de diez procesos, entre
los cuales ocho corresponden a coactivos fiscales iniciados contra el ahora accionante por el
Gobierno Municipal de Tarija y Servicios Eléctricos de Tarija S.A., los cuales se encuentran “EN
TRÁMITE” (sic); asimismo, según la referida certificación, existiría un proceso civil y otro
administrativo contra el ahora accionante, cuyo estado procesal según esta certificación esta “EN
NOTIFICACIÓN” (fs. 151).
II.8. Por certificación 04/2012 de 26 de marzo, Carla Espinoza Cortez, Secretaria Abogada del
Juzgado Administrativo, Coactivo, Fiscal y Tributario del departamento de Tarija, a través del cual,
textualmente se puntualiza lo siguiente: “…se pudo constatar que existe un proceso Coactivo Fiscal
que siguió la H. Alcaldía Municipal de Tarija en contra de Mario Antonio Burry Colodro y otros, que
fue devuelto de la Exma. Corte Suprema de Justicia de la Nación en fecha 03 de diciembre de 2011,
declarando improcedente el Recurso de Casación en el fondo, manteniendo por tanto firme el Pliego
de Cargo Nº 32/2.001 girado en contra de Jaime René Urquiola Cardozo y Alcides Edmundo Ibáñez
Andrade por la suma líquida y exigible de $us 27100 (Doscientos setenta y uno 00/100 Dólares
Americanos), motivo por el que el Lic. Jaime René Urquiola Cardozo, si cuenta con un proceso
Coactivo Fiscal que se encuentra con Sentencia Ejecutoriada” (fs. 181).
II.9. Mediante Auto de 10 de abril de 2000, el Juez Administrativo, Coactivo, Fiscal y Tributario del
departamento de Tarija, decide girar la nota de cargo 05/00 contra Jaime René Urquiola Cardozo, por la
suma de Bs17 923 (diecisiete mil novecientos veintitrés bolivianos), adeudo solidario con Alcides
Edmundo Ibáñez Andrade, estableciéndose un plazo de veinte días prorrogables a treinta días para la
presentación de descargos, computables a partir de su legal notificación. Asimismo, que a través del Auto
de 10 de abril de 2000, se gira nota de cargo 06/00, contra el ahora accionante por la suma de Bs 17 811
(diecisiete mil ochocientos once bolivianos), adeudo solidario con José Cuchallo Argota. De la misma
forma, por el citado Auto, se gira también contra Jaime René Urquiola Cardozo, nota de cargo 07/00, por
la suma de Bs10 027 (diez mil doscientos setenta y siete bolivianos), adeudo solidario con Alcides
Edmundo Ibáñes Andrade y José Cuchalo Argota (fs. 276).
II.10. Por Resolución de 14 de mayo de 2001, el Juez Administrativo, Coactivo Fiscal y tributario
del departamento de Tarija, establece girar contra el ahora accionante los pliegos de cargo
29/2001, 30/2001; 31/2001, 32/2001 (fs. 266 a 269 vta.).
II.11. Por Auto Supremo 368 de 10 de noviembre de 2011, se declara improcedente el recurso de
casación presentado por el Gobierno Municipal de Tarija, acto con el cual, quedan firmes los
pliegos de cargo antes mencionados (fs. 277 a 278 vta.). Se evidencia también que esta decisión
fue notificada a las partes procesales el 21 de noviembre de 2011 (fs. 279).
II.13. Por memorial de 26 de abril de 2012, Gilda Peñaloza Trigo de Molina, en representación
del Gobierno Municipal de Tarija, presentó ante el Juez Coactivo, Administrativo, Fiscal y
Tributario, el documento de reconocimiento de deuda y compromiso de pago antes referido (304
y vta.).
II.14. Por proveído de 27 de abril de 2012, el Juez Coactivo, Administrativo, Fiscal y Tributario,
admite la personería de Gilda Peñaloza Trigo de Molina en representación del Gobierno
Municipal de Tarija y establece lo siguiente: “La suscrita hace conocer que el reconocimiento de
deuda adjunto no constituye pago de la deuda coactivada y por lo tanto se mantienen
inalterables las medidas precautorias dispuestas dentro del presente proceso…” (el resaltado es
nuestro) (fs. 305).
En este estado de cosas, corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de la acción
de amparo constitucional; en ese orden, se tiene que el objeto de esta demanda, es la petición de
tutela constitucional para el resguardo de los derechos al acceso a la función pública, al debido
proceso, a la presunción de inocencia, a la igualdad, a la motivación, reconocidos por los arts. 14
y 116.2 de la CPE, así como por los arts. 14 y 26 del PIDCP y 7 de la Declaración Universal de
derechos Humanos; asimismo, la causa de la presente petición, es decir el acto denunciado
como lesivo a los derechos de la parte accionante, versa sobre la decisión de inhabilitación al
cargo de jefe de UNADA de la Facultad de Ciencias Económicas y Financieras de la UAJMS,
asumida tanto por los miembros de la Comisión Calificadora como por los integrantes de la
Comisión Institucional de Apelaciones de la citada entidad académica, quienes hubieran
impedido el acceso a la citada función pública al ahora accionante, sin existir contra éste pliego
de cargo ejecutoriado que establezca deuda alguna con el Estado.
Ahora bien, en mérito al objeto y causa de la acción de tutela, con la finalidad de desarrollar una
coherente argumentación jurídico-constitucional, este fallo realizará un desarrollo teórico a
argumentación jurídica que abordará un problema jurídico esencial: La interpretación del art. 234
de la CPE, a la luz del derecho fundamental al acceso a la función pública, utilizando para este
fin, pautas exegéticas, teleológicas y sistémicas de interpretación constitucional.
En el contexto antes señalado, se desarrollarán los siguientes aspectos: a) El rol del máximo
contralor de constitucionalidad para la interpretación de derechos fundamentales y los criterios de
interpretación constitucional; b) El contenido esencial del derecho fundamental de acceso a la
función pública; y, c) El Estado de inocencia y el derecho a un debido proceso como límites
objetivos a las limitaciones o restricciones al acceso a la función pública. En consecuencia, en
base a los aspectos antes señalados y de acuerdo al objeto y causa de la presente petición de
tutela, corresponde desarrollar una coherente argumentación jurídica, tarea que será realizada
infra.
En el orden de ideas señalado, debe establecerse que solamente a través de métodos específicos
de interpretación como los referidos precedentemente, los cuales constituyen aspectos esenciales
de una coherente técnica de argumentación jurídica, la labor hermenéutica realizada por el último
y máximo contralor de constitucionalidad, es decir el Tribunal Constitucional Plurinacional,
asegurará la vigencia material del fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico.
En ese orden y bajo los postulados teóricos antes expuestos, se tiene que los presupuestos para la
configuración del contenido esencial del derecho al acceso a la función pública y los requisitos en
el art. 234 de la CPE, deberán a través de pautas de interpretación constitucional, ser establecidos
en la presente Sentencia, tarea que será realizada infra.
III.2. Los alcances del art. 234.4 de la CPE y los efectos de la existencia de un “pliego de
cargo ejecutoriado”
Con el objeto de desarrollar una coherente argumentación jurídica, es imperante señalar que la
reforma constitucional de 2009, diseña un modelo de Estado, el cual, sustenta y legitima el
ejercicio del Poder, a través de la asunción de la teoría contemporánea de la “fractura del poder”,
en virtud de la cual, la norma suprema en su parte orgánica -que en sus bases ontológicas
responde a la parte dogmática de la Constitución-, distribuye competencias específicas para el
ejercicio del poder entre los cuatro órganos diseñados, por tal razón, la Asamblea Legislativa
Plurinacional, ejerce roles legislativos; el Órgano Ejecutivo, ejerce roles reglamentarios, de
administración y ejecución; el Órgano Judicial ejerce roles jurisdiccionales propios de
administración de justicia y el Órgano Electoral, ejerce atribuciones de índole electoral propias
del sistema democrático imperante.
Por lo mencionado, la función administrativa, debe ser entendida como un rol esencial del Estado
que tiene por objeto el cumplimiento de sus fines y la efectiva satisfacción directa e inmediata de
las necesidades colectivas e individuales en una sociedad. En ese orden, es pertinente indicar que
la función administrativa en el Estado Plurinacional de Bolivia, está destinada a cumplir con los
fines del Estado plasmados en el art. 9 de la CPE y además efectivizar a través de sus órganos el
pleno goce y ejercicio de derechos fundamentales de naturaleza individual o colectiva.
En coherencia con lo señalado, es pertinente precisar que en los niveles de gestión pública
nacional, departamental y municipal, esta función administrativa es plasmada a través del
ejercicio de la función pública, que siguiendo una pauta teleológica de interpretación, presupone
el cumplimiento de requisitos esenciales para que se alcancen en el marco de los postulados
propios de un determinado modelo de Estado, los fines encomendados a esa función pública.
En el orden de ideas referido, del tenor literal del art. 234.4 de la CPE, se tiene que para acceder
al desempeño de la función pública, se requiere entre otros, “No tener pliego de cargo
ejecutoriado, ni sentencia condenatoria ejecutoriada en materia penal, pendientes de
cumplimiento”. En ese orden, bajo una pauta de interpretación exegética, se establece que la
referida disposición constitucional, utiliza el término “pliego de cargo ejecutoriado”, por lo
que en mérito además a una pauta sistémica de interpretación y a la luz del principio de
unidad constitucional, se tiene que la determinación de una deuda contra el Estado en sus
diferentes niveles de administración, debe estar plasmada en una decisión jurisdiccional
con calidad de cosa juzgada, en mérito de la cual, el pliego de cargo, que es un acto procesal
de atribución de deuda a favor del Estado, adquiera ejecutoria.
En efecto, uno de los presupuestos de las reglas de un debido proceso, es la garantía del Estado
de Inocencia, expresamente reconocida por el art. 116.1 de la CPE, en virtud de la cual, toda
persona tiene una situación jurídica inalterable y no puede sufrir por su estado de inocencia una
sanción antes de la emisión de una decisión motivada y definitiva emergente del respeto pleno a
las reglas de un debido proceso. Por lo mencionado, en una interpretación sistémica y
teleológica del requisito inserto en el art. 234.4 de la CPE, se tiene que la exigencia de un
“pliego de cargo ejecutoriado”, tiene la finalidad precisamente de asegurar el respeto a un
debido proceso y a la garantía del Estado de Inocencia, por tanto, mientras no se cumpla
con este presupuesto, no puede limitarse ni suprimirse el derecho fundamental al acceso a
la función pública.
En mérito a las dos subreglas antes señaladas, en una interpretación sistemática y teleológica de
los alcances del art. 234.4 de la Norma Suprema, se tiene que la prohibición establecida por este
precepto constitucional, no es solamente aplicable al acceso a la función pública, sino
también al ejercicio de la misma, previa verificación de la existencia de pliego de cargo
ejecutoriado mediante un debido proceso administrativo, siempre y cuando este pliego de
cargo este pendiente de cumplimiento.
Por lo señalado, al ser evidente que el Estado Constitucional de Derecho, sustenta su estructura
en el respeto a derechos y garantías fundamentales, es precisamente a la luz de éstos que se
establecen las dos subreglas disciplinadas supra, las cuales serán el parámetro objetivo de análisis
de la presente problemática, tarea que será realizada infra.
En la especie, la parte accionante, pide se brinde tutela constitucional para el resguardo de los
derechos al acceso a la función pública, al debido proceso, a la presunción de inocencia, a la
igualdad, a la motivación, reconocidos por los arts. 116.2 y 14 de la CPE, así como por los arts.
14 y 26 del PIDCP y 7 de la DUDH, denunciando como lesivos a sus derechos la ilegal decisión
de inhabilitación al cargo de Jefe de Unidad de Administración Académica de la Facultad de
Ciencias Económicas y Financieras de la UAJMS, asumida tanto por los miembros de la
Comisión Calificadora como por los integrantes de la Comisión Institucional de Apelaciones de
la citada entidad académica, quienes hubieran impedido el acceso a la citada función pública al
ahora accionante, sin existir contra éste pliego de cargo ejecutoriado que establezca deuda alguna
con el Estado.
conformes con el informe de la Calificación de Méritos, dentro del plazo de 2 días hábiles de la
publicación, podrán presentar por escrito, en el formulario respectivo, su apelación ante el
Decano de la Facultad. El reclamo del postulante deberá especificar el (los) puntos observado (s)
con la debida fundamentación. El Decano pasará el reclamo del postulante a Vicerrectorado, para
su revisión por parte de la Comisión Institucional de Apelaciones. La determinación que emane
de esta Comisión, que tienen carácter inapelable, será publicada en un plazo no mayor a los dos
días hábiles posteriores al establecido para las apelaciones por Calificación de Méritos. La cual
deberá pronunciarse dentro de los dos días hábiles de fenecido el plazo para realizar el reclamo”.
Por tanto, en mérito a esta normativa y a los antecedentes de la causa, se colige que el ahora
accionante agotó la vía administrativa, siendo posible el análisis de la problemática a través de la
presente acción de amparo constitucional.
4) Tampoco las decisiones administrativas cuestionadas por la presente acción tutelar vulneran el
derecho de motivación como elemento del debido proceso, siendo que éstas encuentran sustento
en el informe legal 358/2011 de 9 de diciembre, suscrito por Giovana Camacho Monzón, Asesora
Legal de la UAJMS, decisiones de naturaleza administrativa que se remiten al contenido del
mismo.
Ahora bien, considerando que los actos cuestionados invocan el informe legal antes citado y se
remiten en su contenido a éste, se considera que dicho informe forma parte de los actos
administrativos que deciden la inhabilitación del ahora accionante y plasman por tanto la
motivación requerida para que se tenga por cumplido este presupuesto que constituye un
elemento constitutivo de las reglas de un debido proceso.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00823-2012-02-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 7 de mayo de 2012, cursante de fs. 158 a 159, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Reynaldo Choque Lima contra Nuria Gisela Gonzales
Romero y Karen Gallardo Sejas, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba.
Por memorial presentado de 4 de mayo de 2012, cursante de fs. 129 a 138, el accionante señala que
como emergencia de un proceso penal seguido en su contra por Timna Yampara Chipana por la
supuesta comisión del delito incurso en el art. 308 del Código Penal (CP), la Jueza Cuarta de
Instrucción en lo Penal, ordenó se defienda en libertad, imponiéndole las medidas sustitutivas de
presentación ante la autoridad fiscal cada siete días, arraigo y la presentación de dos fiadores,
disposición judicial que fue apelada por la parte denunciante al superior en grado, radicando en la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, quienes previo análisis de la
misma por Auto de Vista de 12 de diciembre de 2011, revocaron las medidas impuestas por el Juez a
quo, determinando su detención preventiva, disposición que tuvo recién conocimiento al momento de
presentar sus dos fiadores y su certificado de arraigo ante el Juez de la causa.
Posteriormente solicitó la cesación de su detención preventiva, por lo que la Jueza de la causa fijó
audiencia para el 9 de enero, celebrada la misma, su petición fue denegada, porque persistía la
concurrencia del riesgo procesal establecido en el art. 235.2 del Código de Procedimiento Penal (CPP).
Señala también que las Vocales demandadas a través de Auto de Vista de 17 de abril de 2012,
declararon la existencia de defectos absolutos y la nulidad de la audiencia de 8 de marzo del referido
año, ordenando a la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal, en suplencia legal de su similar cuarta,
convoque a las partes dentro de las veinticuatro horas a la audiencia de consideración de cesación de
detención preventiva; aspecto que considera una vulneración a sus derechos y garantías
constitucionales, en razón a que las Vocales demandadas, en la audiencia de apelación, cedieron la
palabra al Ministerio Público pese a que no era parte apelante y no podía participar en la misma, y
admitió realizar la fundamentación con respecto a otro Auto realizado con posterioridad, el que no fue
motivo de la audiencia de apelación, además que el Tribunal de alzada realizó apreciaciones fuera de
su competencia respecto a la situación procesal del ahora accionante, y cuando su abogado trató de
explicar el porque estaba libre, fue coartado, aduciendo que no debía apartarse de lo estipulado por el
art. 398 del CPP, sin tomar en cuenta que desde un principio dio lugar a argumentaciones de la
autoridad fiscal, y de la querellante, dejándole en completo estado de indefensión.
Manifiesta también que la Presidenta del Tribunal instó a que se diera un cuarto intermedio para hacer
que la otra apelación se acumule al auto que motivó la audiencia de apelación, para así decidir de
manera conjunta, demostrando animadversión en su contra como prejuzgamiento y un interés directo
en favorecer a la contra parte, sin observar lo dispuesto por el art. 398 del CPP, es decir, de avocarse a
los puntos apelados por la querellante.
I.1.3. Petitorio
Solicita se anule el Auto de apelación dictado por las autoridades demandadas, ordenando la
reposición de la audiencia.
Celebrada la audiencia pública el 7 de mayo de 2012, según consta en el acta de fs. 156 a 159,
encontrándose presentes la parte accionante, las autoridades demandadas, el abogado de la parte
querellante, se produjeron los siguientes actuados:
Por informe de 4 de mayo de 2012, cursante de fs. 153 a 154 vta., las demandadas, Nuria Gisela
Gonzales Romero y Karen Lorena Gallardo Sejas, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, manifestaron lo siguiente: 1) Se dictó el Auto de
Vista de 17 de abril de 2012, ante la existencia de defectos absolutos, por lo que dispusieron la
nulidad de la audiencia de 8 de marzo del referido año, ordenando a la Jueza Quinta de
Instrucción en lo Penal en suplencia legal de su similar cuarta, convoque a las partes dentro de las
veinticuatro horas a la celebración de audiencia de cesación de detención preventiva de Reynaldo
Choque Lima; 2) Indica también que el Auto de Vista de 17 de abril del citado año, no es
arbitrario porque se pronunció en función a una apelación incidental planteada dentro de un
proceso penal que se inició contra el ahora accionante por la presunta comisión del delito de
violación a niño, niña y/o adolescente, y la decisión se sujetó a normas procesales en vigencia; 3)
El referido Auto de Vista está suficientemente motivado, por cuanto los fundamentos del mismo
son claros y están de acuerdo a la exigencia prevista por el art. 124 del CPP, es decir, la
jurisdicción constitucional no puede suplir a la jurisdicción ordinaria en la interpretación de la
legalidad, que dio lugar a la revocatoria del Auto de 8 de marzo de 2012; y, 4) El acto impugnado
no es la causa directa de la restricción a la libertad del accionante, quien ha sido detenido
preventivamente por el Juez de la causa y no por este Tribunal de alzada.
I.2.3. Resolución
de esta acción que es el derecho a la libertad; ii) El Auto de Vista de 17 de abril de 2012, se halla
fundamentado, no se ha lesionado el principio de legalidad, no existe un proceso indebido, tampoco
se lesiona la seguridad jurídica y menos tiene relación con los derechos que se está conociendo; y,
iii) Los delitos por los que se está juzgando al imputado hoy accionante, son delitos de orden
público, y la intervención directa del Estado en la protección y seguridad jurídica, es a través del
Ministerio Público, es decir, no se ha demostrado vulneración de derechos y garantías
constitucionales.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Mediante acta de audiencia de cesación de detención preventiva de 8 de marzo de 2012 (fs.
100 a 101), celebrado por la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal, previa exposición del
solicitante Reynaldo Choque Lima, como del Ministerio Público y la querellante, la Jueza dictó el
Auto de 8 de marzo de 2012 (fs. 101 a 102 vta.), rechazando la petición de cesación de detención
preventiva impetrada por el imputado.
II.3. El acta de audiencia pública de apelación de 17 de abril de 2012, (fs. 147 a 149 ), celebrado por
la Sala Penal Primera, quienes por Auto de Vista de 17 de abril de 2012, (fs. 149 vta. a 152)
declararon la existencia de defectos absolutos, y dispusieron la nulidad de la audiencia de 8 de
marzo del antes citado año, asimismo, ordenaron a la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal en
suplencia legal de su similar cuarta, convoque a las partes dentro las veinticuatro horas a objeto de
considerar la solicitud de cesación de detención preventiva del imputado.
Conforme el art. 125 de la CPE, la acción de libertad procede contra procesamientos indebidos y
conforme la SC 0619/2005-R de 7 de junio, que asumió los entendimientos contenidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, señalando que “…para que la garantía de la libertad personal o
de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de hábeas corpus cuando se denuncia
procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma concurrente, los siguientes
presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las
amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por operar
como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión,
es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro
del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación
de la liberta”, entendimiento ratificado en la SC 0080/2010-R y la SCP 0037/2012.
Por otra parte, la SCP 37/2012 de 26 de marzo, efectuó la siguiente aclaración a la jurisprudencia
constitucional existente en lo referente a la aplicación de medidas cautelares personales:
“…tratándose de medidas cautelares de carácter personal, no es posible exigir la concurrencia del
absoluto estado de indefensión como requisito para activar la acción de libertad, habida cuenta
que, conforme lo establecieron las propias Sentencias Constitucionales citadas, el actor debe
agotar los mecanismos de impugnación intraprocesales previo a la activación de la acción de
libertad. Un razonamiento contrario implicaría exigirle al accionante una situación jurídica
materialmente imposible, porque desde ya, el agotamiento de los medios de reclamación idóneos,
obliga a su participación activa en el proceso. Situación diferente es aquella en la que, al imputado
se lo colocó en un estado absoluto de indefensión, lo que le impidió activar los mecanismos
intraprocesales referidos, circunstancia última en la que la acción de libertad se activará de
manera directa”.
El accionante alega la vulneración de, los derechos a la seguridad jurídica, a la igualdad y al debido
proceso, debido a que las Vocales demandadas se habrían apartado de lo establecido por el art. 398
del CPP, anulándose el Auto de 8 de marzo de 2012, sin una debida fundamentación, además de
que no se permitió la participación de su abogado patrocinante y se habría admitido indebidamente
en la audiencia de apelación la participación del Ministerio Público que no había efectuado la
apelación.
En este marco, debe considerarse que el accionante se encuentra detenido preventivamente por una
orden judicial emanada de autoridad competente que se constituye en la causa directa de la
privación de su libertad.
Este entendimiento ya se estableció en la SCP 0269/2012 de 4 de junio, que sostuvo: “…una vez
rechazada la cesación a la detención preventiva del imputado, el querellante apeló dicho fallo,
conllevando a que las autoridades demandadas, anulen el rechazo de la determinación para que de
esta forma el Juez a quo fundamente correctamente; contexto en el cual su situación jurídica sigue
en las mismas condiciones, o sea, el se encuentra detenido por resolución de autoridad competente
y el hecho de que se anule el citado fallo no constituye en causa directa para la restricción de su
derecho a la libertad, por devenir la misma en virtud de la imposición de la medida cautelar de
detención preventiva impuesta por autoridad competente, aspecto que será dilucidado, de
inmediato por la autoridad a quo, tal cual lo refiere la parte in fine de la resolución cuestionada”.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00798-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Por memorial presentado el 13 de abril de 2012, cursante de fs. 42 a 52 vta., el accionante -por su
representada-, expresa los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Nancy Bertha Mamani
Condori y su representada, por la presunta comisión del delito de uso indebido de influencias y
otros, a denuncia de René Quispe Huanca, Director de Transparencia del Gobierno Municipal de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 263
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Denuncia la lesión de la garantía del debido proceso y del derecho a la libertad física de su
representada, citando al efecto los arts. 23, 125 y 126 de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 88 a
96, en presencia del accionante y del Fiscal de Materia demandado, Genaro Quenta Fernández;
ausentes el Juez y Fiscal Departamental codemandados, Javier Rolando Chaca Quina y Betty
Yañiquez Lozano; se produjeron los siguientes actuados:
El Fiscal de Materia codemandado, Genaro Quenta Fernández, brindó informe oral en audiencia,
cursante de fs. 91 vta. a 92 vta., señalando lo siguiente: a) Efectivamente hubo un memorial de
presentación espontánea donde se decretó “se tomará su declaración oportunamente”; b) Se dijo
en audiencia que su autoridad tendría interés, no siendo así, al estar todas sus actuaciones
respaldadas incluso hizo informe sobre el allanamiento, no existiendo observaciones; c) Nancy
Bertha Mamani Condori, presentó memorial indicando “se abstenga de realizar acto de
investigación por recusación”; a ello dispuso, “estése al art. 73 de la LOMP”, que prevé que
dentro de los tres días de conocida la causal, las partes podrán fundar la recusación ante el fiscal
jerárquico, no “dice” ante el fiscal de materia; además, el parágrafo segundo de la Ley
mencionada determina que la acción penal no se suspende, salvo los casos y formas previstas por
ley; éste es el procedimiento, mientras no llegue la notificación de recusación de la “Fiscalía de
Distrito” (sic), no podía parar las investigaciones; d) La representada del accionante debía prestar
su declaración el 29 de marzo de 2012, a horas 14:30; al no haberse hecho presente, a horas
14:45, se suspendió la audiencia y se libró mandamiento de aprehensión en aplicación del art.
224 del Código de Procedimiento Penal (CPP); e) La “Fiscalía de Distrito” le notificó a horas
15:39, de la fecha aludida, cuando ya había expedido mandamiento de aprehensión con plena
facultad. Además, la Fiscal Departamental rechazó la recusación y le ratificó en la dirección
funcional del caso; y, f) No existe notificación tácita, las formas están en el Código de
Procedimiento Penal; no queriendo las imputadas someterse al proceso estipulado en la Ley 007
de 18 de mayo de 2010, de Modificaciones al Sistema Normativo Penal, donde se establece que
la presentación espontánea por sí sola, no desvirtúa los peligros procesales. Finalmente alegó que
la acción de libertad no es sustitutiva de los recursos.
Por su parte, la Fiscal Departamental -codemandada-, Betty Yañiquez Lozano, presentó informe
escrito cursante de fs. 58 a 59, expresando: 1) René Quispe Huanca formalizó denuncia contra
Nancy Bertha Mamani Condori y otro, por la supuesta comisión del delito de cohecho pasivo
propio y otro “caso 4968/2011”; 2) A su vez, Nancy Bertha Mamani Condori y “Rogelio”
Montes Vargas sentaron denuncia contra René Quispe Huanca, por el presunto delito de
allanamiento “caso 4984/2011”; 3) El 27 de marzo de 2012, Rogelia Montes Vargas, presentó
recusación al Fiscal de Materia, quien remitió informe el 29 de ese mes y año, en cumplimiento
del art. 73 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP). El 30 del mes y año indicados, se
dictó la Resolución 181/2012, desestimando la recusación, ordenando que el Fiscal continúe con
las investigaciones; y, 4) En ningún momento se pronunció una determinación fuera del marco de
la Ley; su autoridad se encuentra habilitada y son falsas las afirmaciones en sentido que tendría
interés en el proceso.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal
de garantías, por Resolución 27/2012 de 17 de abril, cursante de fs. 97 a 98 vta., denegó la tutela
impetrada, con los siguientes fundamentos: a) La defendida del accionante se adhirió al incidente
de actividad procesal defectuosa, que a la fecha se encuentra sin haberse resuelto, lo que impide
se pueda ingresar al análisis de fondo; y, b) La vía constitucional se apertura agotadas las
instancias ordinarias y una vez que el juez de control de garantías hubiese resuelto una pretensión
del accionante; decisión donde tendría que generarse vulneración de derechos y garantías
constitucionales y procesales para que este Tribunal pudiese analizar y resolver.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Por memorial presentado el 20 de octubre de 2011, la hoy representada por el accionante,
Rogelia Montes Vargas, conforme a lo previsto por el art. 223 del CPP, se presentó
espontáneamente ante el Fiscal de Materia codemandado, Genaro Quenta Fernández, solicitando
señale día y hora para su declaración y se mantenga su estado de libertad para ejercer su defensa
técnica y material, dentro del proceso investigativo en su contra. El decreto de 21 del mismo mes
y año de la autoridad fiscal expresa: “Téngase por apersonada…”; respecto a su declaración:
“…se procederá oportunamente a llamarla”; sobre lo demás, “se considerará en su oportunidad”
(fs. 85 y vta.; 86).
II.2. El 25 del mes y año indicados, el Fiscal de Materia Anticorrupción codemandado, pidió al
Juez Tercero de Instrucción en lo Penal del departamento de La Paz, mandamiento de
allanamiento para el registro y secuestro de la documentación y equipos pertenecientes a las
Oficialías Menor de Obras y Medio Ambiente y Administrativa Financiera de la Subalcaldía del
Distrito “3” de El Alto, ubicada en la zona Pacajes Caluyo (fs. 31 y vta.).
II.3. Por Resolución 538/2011 de 26 de octubre, el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal del
Departamento aludido, en suplencia legal, determinó el allanamiento, registro y secuestro de toda
la documentación referente a licitaciones, adjudicaciones, contrataciones, ejecución de obras, así
como de los equipos de computación de las oficinas de las Oficiales Menor de Obras y Medio
Ambiente y Menor Administrativa y Financiera de la Subalcaldía antes nombrada (fs. 33 y vta.).
II.4. Cursa mandamiento de allanamiento, registro y secuestro expedido por el referido Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal, el 26 de octubre de 2011, a horas 10:30 (fs. 34 y vta.); que fue
ejecutado la misma fecha, a horas 15:15, cuya acta refiere que los objetos secuestrados del lugar
donde trabajaba Nancy Bertha Mamani Condori, quedaron bajo custodia del Investigador (fs. 38
y vta.).
II.5. Por memorial presentado el 27 de octubre de 2011, la hoy representada del accionante
impetró al Juez Tercero de Instrucción en lo Penal codemandado, conmine al Fiscal de Materia,
para que dentro de la presentación espontánea que realizó ante dicha autoridad, se pronuncie
sobre su libertad y fije fecha para su declaración informativa. El proveído de 28 del citado mes y
año, del similar Cuarto, en suplencia legal, señala: “Informe el Sr. Fiscal sobre lo manifestado”
(fs. 20 y vta.).
II.6. A fs. 26, consta citación de 21 de marzo de 2012, expedida por el fiscal Genaro Quenta
Fernández, dirigida a Rogelia Montes Vargas -ahora representada por el accionante-, a objeto de
que preste su declaración informativa el 29 de dicho mes y año, a horas 14:30, dentro de la
investigación seguida en su contra por la supuesta comisión de los delitos de cohecho pasivo
propio, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo, negociaciones incompatibles
con el ejercicio de funciones públicas, incumplimiento de deberes y falsificación de sellos, papel
sellado y timbres “reaceptación”; con la advertencia de que “en caso de incumplimiento se
librar(ía) orden de aprehensión en aplicación del art. 224 del CPP”.
II.8. Rogelia Montes Vargas, el 29 de marzo de 2012, presentó memorial al Fiscal de Materia a
cargo de la investigación, solicitándole se inhiba conocer la causa por recusación. El decreto de la
misma fecha dictado por dicha autoridad, señala: “…estése al procedimiento dispuesto” por el art
73 de la LOMP (fs. 8 a 10).
II.9. Por memorial presentado el 30 del mes y año indicados, amplió la recusación contra el
Fiscal de Materia codemandado, exponiendo argumentos adicionales para su procedencia (fs. 7 y
vta.).
II.11. A fs. 87 y vta., se adjunta memorial de respuesta presentado el 29 de marzo de 2012, por el
Fiscal de Materia codemandado, Genaro Quenta Fernández, referente al “incidente de nulidad por
actividad procesal defectuosa” rechazándolo por infundado, puntualizando que las pruebas
ofrecidas son simplemente “como elementos probatorios” y no así “como prueba” y que su
legalidad en la introducción al proceso debería ser versada conforme a la valoración que realice
el tribunal de juicio de acuerdo a lo determinado por el art. 173 del CPP.
II.13. Por su parte, el 11 de abril de 2012, interpuso recurso de reposición contra el decreto de 2
de igual mes y año, solicitando control jurisdiccional adecuado y se motive la resolución
conforme al art. 124 CPP, realizando con celeridad la notificación; sin referir cuál es el memorial
de reposición ni su contenido (fs. 23 a 24 vta.)
II.14. El 12 del mes y año prenombrados, la ahora representada por el accionante, requirió
complementación y enmienda a la Resolución 181/2012, pidiendo explicación sobre su contenido
(fs. 18).
II.15. Se acompaña a fs. 25 y vta., memorial presentado el 13 de abril de 2012, al Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal codemandado, solicitando se “cumpla plazos y labor de control
jurisdiccional” en relación al recurso de reposición interpuesto.
El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad tiene por objeto tutelar los derechos a la
vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y
cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido procesamiento u objeto de privación en
cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona que considere estar en tales situaciones, acudir
ante el juez o tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad.
La acción de libertad se constituye en el medio idóneo y eficaz para restituir cualquier tipo de
lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir una
persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la libertad; con
todo, para que ésta opere, previamente se deben agotar excepcionalmente todos los mecanismos
de protección específicos de defensa existentes en la vía ordinaria, antes de activar la acción
constitucional.
Precisando aún más esta línea jurisprudencial, la SC 0888/2010-R de 10 de agosto, señaló: '…la
existencia de la garantía constitucional en análisis, no implica que todas las lesiones al derecho
a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través
de la acción de libertad; pues no se trata de una garantía destinada a reparar, en exclusiva
todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona de
un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión sufrida (…). En
consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica prevea
medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad supuestamente
lesionado, éstos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la que excepcionalmente el
recurso de acción de libertad operará de manera subsidiaria…'”.
Por consiguiente, de acuerdo a la jurisprudencia glosada, se tiene que, ante una presunta
vulneración del derecho fundamental a la libertad que provenga del fiscal o de la Policía
Boliviana, antes de acudir a la jurisdicción constitucional, se debe en principio denunciar los
actos procesales defectuosos a través del mecanismo citado precedentemente.
Los servidores públicos en todas sus jerarquías, deben adecuar su conducta a los nuevos
postulados establecidos en la Constitución Política del Estado Plurinacional, así precisa el
entendimiento de la SCP 0015/2012, que indica: “De acuerdo al nuevo orden constitucional, el
art. 8.I de la CPE, dentro de los principios y valores del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia,
asume y promueve como de carácter ético-morales de la sociedad plural, el 'ama qhilla, ama
llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón)'; máximas milenarias que
fueron constitucionalizadas y resumen de manera extraordinaria la moral que toda persona,
natural o jurídica debe practicar en todas sus actividades. En ese sentido, se hace énfasis en el
principio del ama qhilla, que establece una conducta de vida diligente que debe observar todo
individuo, con mayor razón un servidor público como es el juez, del cual debe exigirse una
actitud acuciosa en la administración de justicia, sobre todo cuando afecta a un vivir bien, así
como a una vida armoniosa. Los principios ético morales constitucionalizados: 'ama qhilla, ama
llulla y ama suwa', vinculados entre sí, constituyen directrices de obligada observancia por los
servidores de justicia cuando resuelvan derechos y garantías constitucionales, están en el deber
imperativo de impulsar, ser director y promotor del proceso, velando su desarrollo, siendo
responsables de cualquier demora por su inactividad, impulsando la nueva justicia en el nuevo
Estado Plurinacional”. Este razonamiento se aplica de manera especial e imperativa a todos los
operadores de justicia, en cuanto a servidores públicos, sobre quienes están los ojos de la
sociedad y deben contribuir para desarrollar la nueva justicia en la construcción del Estado
Plurinacional Comunitario.
En ese sentido, se tiene que el art. 224 del CPP, prevé que si el imputado no se presenta en el
término que se le fije, ni justifique impedimento legítimo, la autoridad competente expedirá
mandamiento de aprehensión, de donde la señalada conminatoria, no puede ser considerada
ilegal, debiendo en todo caso la imputada comparecer y someterse al proceso.
Asimismo, cursa en antecedentes, que la representada del accionante, dos días antes de la fecha
prevista para su declaración, recusó al señalado Fiscal ante la Fiscal Departamental y el día de la
audiencia, minutos previos a la hora establecida, hizo conocer al Fiscal de Materia que le había
recusado, solicitándole se inhiba del conocimiento de la causa. Según lo informado por el Fiscal
en audiencia, no habiéndose hecho presente la representada a objeto de prestar su declaración,
ordenó como incumbe librar mandamiento de aprehensión de conformidad al art. 224 del CPP.
Al respecto, el accionante considera que por efecto de la recusación, el Fiscal de Materia no
podía emitir mandamiento de aprehensión y que al haberlo hecho, su representada se halla
perseguida ilegalmente; que si bien la recusación fue desestimada, estaría pendiente la
complementación que solicitó de la Resolución dictada por la Fiscal Departamental. Pues bien,
de ser esto así, en los términos que plantea el accionante, respecto a los supuestos actos ilegales
que atribuye al Fiscal de Materia, en cuanto a la orden de que se expida mandamiento de
aprehensión, extremo directamente vinculado con el derecho a la libertad, tenía en todo caso
expedita la vía del Juez cautelar para plantear su denuncia, a los efectos de que la autoridad
judicial, con plenitud de jurisdicción y competencia, adopte las medidas que sean pertinentes para
restablecer el derecho a la libertad de su representada, no pudiendo activar directamente la acción
de libertad, dado su carácter excepcionalmente subsidiario.
Sobre la solicitud del mismo Fiscal al Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, a efectos de que
expida mandamiento de allanamiento, registro y secuestro de la documentación y equipos
pertenecientes a la representada del accionante en su calidad de funcionaria del Gobierno
Municipal de El Alto; la Resolución 538/2011, emitida por el Juez en suplencia legal; la
ejecución del mandamiento y el secuestro de ciertos objetos y que anteriormente dicho acto
habría sido realizado por un funcionario sin jurisdicción y competencia, son aspectos que no
tienen ninguna relación con el derecho a la libertad de la representada del accionante, por lo que
no atañe su análisis por vía de esta acción tutelar.
El accionante, respecto a esta autoridad, denuncia básicamente que no dio respuesta a sus
“innumerables” memoriales donde solicitó control jurisdiccional. Ahora bien, de los antecedentes
que informan el proceso, se establece que su representada, el 27 de octubre de 2011, requirió al
Juez demandado, “control jurisdiccional”, para que se conmine al Fiscal pronunciarse sobre su
presentación espontánea, petición que habría sido reiterada el 30 de marzo de 2012, según lo
informado por el Juez, pues dicha solicitud no cursa en obrados, habiendo dispuesto informe el
Fiscal. Asimismo, se tiene el memorial de 13 de abril de igual año, fecha de interposición de la
presente acción de libertad, impetrando al Juez demandado “cumpla plazos y labor de control
jurisdiccional” y despache los memoriales dentro del plazo estipulado por el art. 132 del CPP, el
cual resulta por demás escueto, pues no da mayores detalles respecto a qué clase de “control
jurisdiccional” se pide, sino que más bien hace alusión a un recurso de reposición.
En consecuencia, lo impugnado contra la autoridad judicial vía acción de libertad, además de ser
poco preciso, no fue debidamente sustentado, menos en cuanto a su correspondencia inmediata y
directa que tuviese con el derecho a la libertad; en todo caso, tales denuncias deberán ser
resueltas a través de los medios legales previstos por ley y en caso de no obtenerse la tutela
requerida, acudirse a la acción de amparo constitucional, al tratarse de cuestiones, si bien
relacionadas con el debido proceso, pero sin ninguna vinculación inmediata ni directa con el
derecho aludido.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00812-2012-02-AL
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 03/2012 de 27 de abril, cursante de fs. 162 a 164, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Juan Luis Coro Sacaca contra José Luis Lenz
Mamani y Ernesto Félix Mur, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija y María Candelaria Peñarrieta Vargas, Jueza Tercera
de Instrucción en lo Penal del mismo Departamento.
El accionante mediante memorial presentado el 26 de abril de 2012, cursante de fs. 145 a 150
vta., refiere que:
En la audiencia de medidas cautelares de 9 de agosto de 2011, de acuerdo al art. 233 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), la Jueza demandada determinó su detención preventiva por la
presunta comisión del delito homicidio y lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito,
ocurrido el 7 del mes y año referidos, aduciendo que su persona no tenía familia, domicilio,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 273
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
trabajo, y que de acuerdo al art. 234.4 del CPP, el abogado de las víctimas Cristian Aragón,
habría sido quien lo aprehendió porque estaba intentando darse a la fuga.
El Auto de Vista 31/2012 de 3 de abril, que ratificó el acta y el fallo de 2 de marzo del mismo
año, también vulneró los derechos y garantías constitucionales como la defensa y el debido
proceso, en cuanto a la valoración de todas las pruebas presentadas, convirtiéndose en
consecuencia su detención en ilegal e indebida por más de ocho meses y sin fundamentación
alguna, vulnerando de esta forma los arts. 124 y 173 del CPP, porque se desconoció el propio
Auto de Vista 144/2011, indicando que no se trata de un caso análogo, como si la ley le
permitiría aplicar la favorabilidad para unos puntos como cierto peligro procesal establecido en el
art. 234.1 del Código antes citado y no para los demás peligros procesales.
Razón por la cual, el accionante, considera que tanto los Vocales y la Jueza a quo-
codemandados-, vulneraron las normas en vigencia, al no considerar la abundante prueba
documental y testifical presentada, desconociendo el Auto de Vista 144/2011, y convirtiendo su
detención preventiva en el cumplimiento de una pena anticipada, sin considerar las Sentencias
Constitucionales, normas y tratados internacionales, mas allá de que se trate de un delito culposo
-ni siquiera doloso-, incriminando doblemente a su persona.
El accionante denuncia como lesionados sus derechos, a la libertad y al debido proceso, sin citar
norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 27 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 160
a 162 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
María Candelaria Peñarrieta Vargas, Jueza Tercera de Instrucción en lo Penal, presentó informe
escrito cursante de fs. 157 a 158 y vta., señalando que: 1) El accionante sostiene en lo
fundamental que la suscrita Jueza, al resolver su solicitud de cesación a su detención preventiva
de 2 de marzo de 2012, no valoró correctamente las diferentes pruebas presentadas que
demostraban la no concurrencia del riesgo de fuga u obstaculización; 2) La justicia constitucional
no puede revisar la valoración de la prueba efectuada por los jueces y tribunales ordinarios, -SC
0560/2007-R de 3 de julio- por lo que no se puede pretender, a través de la presente acción de
libertad, crear otra vía legal no prevista por ley; 3) El Auto interlocutorio de 2 de marzo de 2012,
que dispuso declarar la improcedencia de la solicitud de cesación a su detención preventiva, se
ajusta a derecho; toda vez, que la misma fue ratificada por el Tribunal Departamental de Justicia
de Tarija, mediante el Auto de Vista 31/2012, que resolvió declarar sin lugar el recurso de
apelación incidental interpuesto por el accionante, no resultando una decisión arbitraria, menos
una pena anticipada, sino que deviene a lo dispuesto en el art. 23 de la CPE, que faculta restringir
la libertad de una persona, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación
Por su parte José Luis Lenz Mamani y Ernesto Félix Mur, Vocales de la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, en su informe escrito cursante de fs. 14 a 15,
señalaron que: i) Se ratifican en los fundamentos expuestos en el Auto de Vista 31/2012, porque
luego de la valoración y aplicación de la sana crítica, se dejó establecido que los nuevos
elementos presentados por el imputado no desvirtuaron los peligros procesales de fuga referidos a
los numerales 4, 5 y 10 del art. 234 del CPP, como tampoco el peligro de obstaculización (art.
235.2 del CPP) y la probabilidad de autoría (art. 233.1 del CPP); ii) De la lectura de la demanda,
el accionante pretende que el Tribunal de garantías realice una nueva valoración de la prueba,
como si ésta sería otra instancia de la justicia ordinaria, sin tomar en cuenta que el mismo está
impedido de valorar la prueba por ser ésta de exclusiva competencia de la jurisdicción ordinaria
(SSCC 0880/2011-R, 0871/2010-R, 0797/2007-R, 0965/2006-R, 0873/2004-R entre otros); y, iii)
Como se puede apreciar, la Sala Penal Primera ha resuelto de acuerdo a la normativa procesal
penal -art. 233.1 y 2 del CPP- y no cometió ninguna acto ilegal, ni se vulneró derecho ni garantía
del imputado.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. El 9 de agosto de 2011, la Jueza Tercera de Instrucción en lo Penal, dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público contra Juan Luis Coro Sacaca por el delito de homicidio y
lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito, en audiencia de medidas cautelares
conforme a los arts. 233 y 237 del CPP, se dispuso su detención preventiva en el “Centro
Penitenciario del Penal de Morros Blancos” (fs. 53 a 57).
II.3. El 14 de octubre de 2011, la Sala Penal Primera, conformada por los vocales Heidi Haydee
Calderón Pérez y José Luis Lenz Mamani, en audiencia de apelación de medidas cautelares
interpuesta por Juan Luis Coro Sacaca contra la Resolución del 31 de agosto de 2011,
pronunciada por la Jueza codemandada, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público contra el imputado, por Auto de Vista 98/2011 de 14 de octubre, declaró “sin lugar” el
mismo, manteniéndose incólume su detención preventiva (fs. 28 a 44).
II.7. El 3 de abril de 2012, mediante Auto de Vista 31/2012, la Sala Penal Primera declaró “sin
lugar” el recurso de apelación interpuesto por el hoy accionante, manteniendo la detención
preventiva del mismo, con el fundamento de que el Juez a quo, ha obrado de manera correcta y
aplicó la sana crítica, la lógica y la experiencia, habiendo valorado los nuevos elementos y dejar
establecido que los mismos no desvirtúan los peligros procesales de fuga referido a los numerales
4, 5 y 10 del art. 234 del CPP, tampoco al peligro de obstaculización referido al numeral 2 del art.
235 del mismo cuerpo legal (fs. 2 a 3 y vta.)
El accionante, denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso; toda vez,
que las autoridades demandadas en contraposición a las normas y tratados internacionales en
actual vigencia no consideraron toda la abundante prueba documental y testifical que fue
presentada dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público por el delito de homicidio
y lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito que se sigue en su contra, por lo que
desconociendo el Auto de Vista 144/2011, resolvieron mantener su detención preventiva como
una pena anticipada. Por lo expuesto, corresponde ahora analizar en revisión, si en el caso
concreto se debe otorgar o no la tutela solicitada, tarea que será realizada a continuación.
Teniendo en cuenta que el accionante denuncia lesión al debido proceso, cabe señalar que, la
acción de libertad ha sido instituida por el art. 125 de la CPE, que tiene por finalidad la
protección de los derechos a la vida y a la libertad cuando la persona creyera estar ilegalmente
perseguida, indebidamente procesada o privada de su libertad, o considere que su vida está en
peligro.
En ese entendido, la Constitución Política del Estado, es más amplia en cuanto a su ámbito de
protección, pues se extiende al derecho a la vida, la libertad física o personal, el debido proceso,
en lo que se refiere al procesamiento indebido y la libertad de locomoción, ésta última dada la
íntima relación que existe con el derecho a la libertad física, según la interpretación extensiva
realizada por la SC 0023/2010-R de 13 de abril.
Ahora bien, con relación a los alcances de protección que brinda la actual acción de libertad la
SC 0199/2010-R de 24 de mayo, reiterando lo previsto por la SC 0160/2005-R, de 23 de febrero,
aclaró sus alcances en el siguiente sentido: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al
constituirse en un mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y
medio eficaz e inmediato reparador de ese derecho; empero la existencia de esta garantía
constitucional, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus,
actualmente acción de libertad; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de
reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la
de dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la
lesión sufrida” (negrillas añadidas).
III.2. Sobre la ponderación de los elementos de convicción y la valoración de la prueba
Conforme prevén los arts. 233 y 239.1 del CPP, se ponderan elementos de convicción suficientes
que determinen que el imputado es con probabilidad autor o partícipe del hecho y que no se
someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad; situación que puede ser
modificable y fijar su cesación, cuando nuevos elementos de juicio demuestren que no concurren
los motivos que la fundaron o tornen conveniente su sustitución.
Ahora bien, importa referirse a la valoración de la prueba; aplicable también a en estos casos, al
pertenecer a la jurisdicción ordinaria.
De lo referido, se establece que solo en el caso de cumplirse los presupuestos señalados, puede
operar el control de constitucionalidad para la restitución de los derechos vulnerados, entre tanto,
no concurran los mismos, el Tribunal Constitucional Plurinacional no puede realizar una
valoración probatoria (SC 1926/2010-R de 25 de octubre).
Del análisis de los datos procesales que cursan en obrados, se establece que la Jueza Tercera de
Instrucción en lo Penal, dentro del referido proceso seguido contra el accionante por la presunta
comisión del delito de homicidio y lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito, ha sido
la autoridad que dispuso la detención preventiva del mismo, por ser el imputado con probabilidad
autor del hecho, además de concurrir el riesgo de fuga y de obstaculización en la averiguación de
la verdad, aplicando el art. 233.1 y 2 con relación los arts. 234.1, 235.2 y 239.1 todos del CPP, y
que en base a dicha apreciación emitió el Auto Interlocutorio de 2 de marzo de 2012,
determinando declarar la improcedencia de la solicitud de cesación a su detención preventiva; el
mismo que al ser apelado por el imputado, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Tarija, mediante Auto de Vista 31/2012, declaro sin lugar el recurso de apelación
incidental, manteniendo en consecuencia su detención preventiva, bajo el fundamento que la
Jueza a quo, obró de manera correcta, aplicando la sana crítica, la lógica y la experiencia,
valorando los nuevos elementos y dejando establecido que los mismos no desvirtuaron los
peligros procesales de fuga referido a los numerales 4, 5 y 10 del art. 234 del CPP, tampoco el
peligro de obstaculización referido en el numeral 2 del art. 235 del citado Código.
Por lo que no compete -al Tribunal Constitucional Plurinacional ingresar en el presente caso al
fondo y contenido-, de la decisión asumida en la Resolución de medidas cautelares dentro la
jurisdicción penal ordinaria conforme se estableció en el Fundamento Jurídico III 2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00780-2012-02-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 01/2012 de 26 de abril, cursante de fs. 17 a 19, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Juan Quispe Mamani y Celestina Mamani Aduviri en
representación sin mandato de AA contra Carmen Alexandra Castro Arteaga, Jueza de
Instrucción en lo Penal Mixta de la localidad de Sorata, provincia Larecaja; Luis Ferrufino
Castellón, Fiscal de Materia; y, Lupe Maldonado Tórrez, Directora del Centro de
Orientación Femenina de Obrajes, todos del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 19 de abril de 2012, cursante de fs. 2 a 3 vta., los accionantes por su
representada AA, manifiestan que:
Los accionantes señalan que se ha vulnerado el derecho a la libertad física y la garantía del
debido proceso de su representada, citando al efecto los arts. 58, 60, 115, 116, 117, 125 y ss. de la
Constitución Política del Estado (CPE); y 19.I del Convenio sobre los Derechos y Deberes del
Niño.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 26 de abril de 2012, conforme consta en el acta cursante de fs.
15 a 16, se produjeron los siguientes actuados:
En el mismo sentido, Carmen Alexandra Castro Arteaga, Jueza de Instrucción Penal Mixta de
Sorata, en audiencia informó: 1) Que evidentemente se procedió a la detención de AA, en virtud
a una aprehensión ejecutada por el Fiscal, debido a que la representada, habría producido la
muerte de la víctima conjuntamente su concubino, dejando incluso a su hijo menor en el
vehículo, en el que supuestamente fueron trasladados a Millipaya, siendo posiblemente el móvil
el robo del vehículo y a fin de consumar el delito directamente lo asesinaron; 2) El Código Penal
(CP), establece un máximo de treinta años para este tipo de delitos y en razón a que existía la
I.2.3. Resolución
Clemente Márquez Laura, Juez de Partido Mixto y de Sentencia Penal de la localidad de Sorata
del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 01/2012
de 26 de abril, cursante de fs. 17 a 19, concediendo en parte la tutela impetrada por los
accionantes, disponiendo que la Jueza de Instrucción en lo Penal, deje sin efecto la Resolución de
detención preventiva y la misma remita antecedentes al Juez de la Niñez y Adolescencia de La
Paz, para que determine la sanción respectiva de la presunta infractora, conforme lo establecido
por el art. 233 del Código del Niño, Niña y Adolescente (CNNA); asimismo se oficie al Centro
de Orientación Femenina de Obrajes, para que comparezca la detenida ante el Juez de la Niñez y
Adolescencia; fallo pronunciado de acuerdo a los siguientes fundamentos: i) La menor AA fue
recluida en la cárcel de mujeres de Obrajes, por la presunta comisión del delito de asesinato de un
taxista, ocurrido en “Millipaya” el 7 de abril del 2012, junto a su “concubino”, Juan Quispe
Mamani, sin haber considerado que era menor de edad, asimismo que lactaba a un bebé de siete
meses; ii) Que la aludida jueza actuó sin competencia, toda vez que el art. 233 del CPP, en cuanto
a la detención preventiva determina una medida excepcional que debe ser establecida por el Juez
de la Niñez y Adolescencia, como medida cautelar a partir del momento en que se recibe la
acusación y cuando se presenten cualesquiera de las siguientes circunstancias: “Exista el riesgo
razonable de que la adolescente evada la acción de la justicia”, concordante con el art. 89 del
mismo Código, cuando establece como principios: El juez de la niñez y adolescencia aplicará los
principios enunciados en el art. 215 del CNNA, en los procedimientos vigentes en materia penal,
civil, laboral y las convenciones internacionales, en este caso la Jueza, no procedió conforme a
procedimiento, ni a las normas establecidas en el CNNA, al disponer la reclusión en la cárcel de
mujeres a la menor AA, actuando sin competencia; y, iii) La autoridad demandada, no adecuó su
accionar a la normativa procesal vigente, al haber dispuesto la detención preventiva de la menor
en la cárcel de mujeres de Obrajes, cuando no era su competencia.
II. CONCLUSIONES
II.1 Mediante informe prestado en audiencia de acción de libertad, por la Jueza de Instrucción
Penal Mixta de Sorata, Carmen Alexandra Castro Arteaga, se evidencia que el Fiscal de Materia,
procedió a la aprehensión de AA, producto de una investigación preliminar por la muerte del
conductor de un vehículo; que señalada la audiencia de medidas cautelares, la autoridad judicial
dispuso su detención preventiva mediante Resolución fundamentada, siendo detenidos ambos
“concubinos”, ella en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes de La Paz y él en el penal de
San Pedro (fs. 15 vta.).
II.2. Mediante Of. CITE 37/2012, de 25 de abril, del mismo año, el Juez de Partido Mixto y de
Sentencia de la localidad de Sorata del departamento de La Paz, solicitó a la Directora del Centro
de Orientación Femenina de Obrajes de La Paz, para que conduzca a la detenida AA, al Juzgado
de Partido de la localidad de Sorata a efecto de que asista a la audiencia de acción de libertad de
26 de abril de 2012 (fs. 14).
Los accionantes denuncian la vulneración del derecho a la libertad física y de la garantía del
debido proceso de su representada, debido a que se encuentra detenida preventivamente en la
cárcel de Obrajes de La Paz, por cuanto: a) El Fiscal de Materia, mediante Resolución 12/2012,
dispuso su aprehensión y remisión ante la Jueza de la misma localidad, sin tomar en cuenta que
era menor de edad; b) La Jueza de Instrucción en lo Penal Mixta de Sorata, sin observar su
competencia determinó la detención preventiva de la menor AA, que fue recluida en el Centro de
Orientación Femenina de Obrajes; y, c) La Directora del referido Centro no cumplió con sus
funciones, inaplicando lo establecido en el art. 59 de la LEPS, al no verificar la edad de su
representada, siendo adolescente inimputable y madre con lactancia. En consecuencia,
corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar
la tutela impetrada.
Respecto a la naturaleza jurídica de esta acción tutelar, según lo expresado en la SCP 0003/2012
de 13 de marzo se ha establecido que: “La acción de libertad, es un mecanismo de defensa
constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido para la
protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física como de
locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o
indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando ésta se encuentra afectada o amenazada por la restricción o supresión de la libertad.
Está consagrada por el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE), cuando dispone
que: 'Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o
que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de
Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna
formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que
se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad'.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor
público o persona particular y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer
Las medidas cautelares deberán ser dispuestas con carácter restrictivo, mediante resolución
judicial fundada y sólo durarán mientras subsista la necesidad de su aplicación, debiendo ser
ejecutadas de modo que perjudique lo menos posible a la persona y dignidad del adolescente'.
De manera particular, el art. 234 del CNNA, establece que: 'El fiscal deberá tramitar ante el
juez de la niñez y adolescencia la aprehensión del adolescente, al que se le imputa la comisión
de un delito cuando existan suficientes indicios de autoría o participación en un delito de acción
pública'.
(…)
Ahora bien, sobre el citado art. 308 segundo párrafo del CNNA, la jurisprudencia de este
Tribunal ha establecido en la SC 0685/2004-R de 6 de mayo, cuyo entendimiento también ha
sido asumido en las SSCC 1335/2004-R, 0010/2005-R, 0936/2005-R '…que ante la aprehensión
de un adolescente, éste debe ser remitido ante el juez de la niñez y adolescencia, para que
determine la libertad del recurrente o la aplicación de una medida cautelar; por lo que cuando
el Fiscal solicite al juez de la niñez y adolescencia, la ratificación de la medida de privación de
libertad, el juez debe disponer en forma fundamentada la aplicación de alguna medida cautelar y
no simplemente ratificar la privación de libertad; toda vez que conforme concluyó la referida
Sentencia 'el art. 308 párrafo segundo del CNNA, al disponer que 'si el adolescente se encuentra
aprehendido y el Fiscal considera que debe permanecer privado de libertad, solicitará al Juez la
ratificación de la medida adoptada dentro de las veinticuatro horas de producida la
aprehensión', se refiere a los casos en los que el Fiscal solicitó previamente la aprehensión del
recurrente, como lo señala el art. 234 del CNNA, que determina que 'El Fiscal deberá tramitar
ante el Juez de la Niñez y Adolescencia la aprehensión del adolescente, al que se le imputa la
comisión de un delito cuando exista suficientes indicios de autoría o participación en un delito
de acción pública'; pues, se entiende que sólo en ese caso, el Fiscal puede solicitar la
ratificación de la medida adoptada, ya que no está facultado para disponer la aprehensión del
adolescente infractor sin previa autorización del Juez” (las negrillas son añadidas).
necesario determinar que la subsidiariedad con carácter excepcional del recurso de hábeas
corpus, instituida en la SC 0160/2005-R, de 23 de febrero, cuando existen medios de defensa
eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad supuestamente lesionado, a los
cuales el afectado deberá acudir en forma previa y solamente agotados tales medios de defensa y
ante la persistencia de la lesión, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la
tutela que brinda el hábeas corpus, no es aplicable a los supuestos en los que menores de 16
años, considerados menores infractores, se vean involucrados en la presunta comisión de delitos,
por cuanto en correspondencia con el régimen especial de protección y atención que el Estado y
la sociedad deben garantizar a todo niño, niña y adolescente, éstos se hallan bajo la protección y
regulación de las disposiciones del Código Niño, Niña y Adolescencia, cuyas normas son de
orden público y de aplicación preferente…” .
De donde se concluye que ante el sólo hecho de invocar la minoridad, las autoridades que se
encuentran en conocimiento de una causa, deben presumir la existencia de aquella, lo que
involucra la obligatoriedad de ponerla a conocimiento del juez de la niñez y adolescencia,
como único competente -de acuerdo a la previsión contenida en el párrafo segundo del art. 221
del CNNA, para que asuma competencia y sustancie la tramitación del proceso, conforme al
citado cuerpo legal” (las negrillas son agregadas).
III.5. La aplicación preferente del Código del Niño, Niña y Adolescente para imponer
medidas cautelares a menores infractores
Por su parte, el art. 221 del CNNA, establece que: 'Se considera infracción a la conducta
tipificada como delito en la Ley Penal, en la que incurre como autor o partícipe un adolescente y
de la cual emerge una responsabilidad social. El Juez de la Niñez y Adolescencia es el único
competente para conocer estos casos en los términos previstos por el presente Código'. A su vez,
el art. 222 del mismo Código determina que se aplicará a los adolescentes desde los doce hasta
los dieciséis años, al momento de la comisión de un hecho tipificado como delito en el Código
Penal o leyes penales especiales siendo pasibles a las medidas socio-educativas señaladas en el
Código del Niño, Niña y Adolescente.
En este contexto, el 239 del CNNA, incorpora el principio de proporcionalidad que debe regir en
la decisión del Juez de la Niñez y Adolescencia para aplicar las diferentes clases de medidas que
el mismo Código prevé, estableciendo que 'La medida aplicada al adolescente será siempre
proporcional a su edad, a la gravedad de la infracción y a las circunstancias del hecho',
parámetros que necesariamente deben ser observados por la autoridad judicial para aplicar
alguna medida por la comisión de un infracción.
Con carácter previo al ingresar al análisis del caso de autos, cabe aclarar que conforme estableció
la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, el principio de subsidiariedad no es aplicable a los supuestos en los
que menores de dieciséis años, considerados menores infractores, se vean involucrados en la
presunta comisión de delitos, correspondiendo a éstos el régimen especial de protección y
atención que el Estado y la sociedad deben garantizar a todo niño, niña y adolescente, más aún,
en consideración a que los menores infractores se hallan bajo la protección y regulación de las
disposiciones del Código del Niño, Niña y Adolescente, por lo que los argumentos de las
autoridades demandadas, en el sentido de la no procedencia de la presente acción de libertad en
virtud a la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, no tiene asidero alguno en mérito
a lo anotado precedentemente, en el caso de Autos no se advierten en los antecedentes que cursen
en obrados, documental alguna que acredite la edad de la representada de los accionantes y que
se trate de una menor de edad; sin embargo por disposición del art. 4 del CNNA, se establece que
en caso de duda sobre la edad de los aprehendidos se presume la minoridad de estos mientras no
se demuestre lo contrario.
Refiriéndose a la actuación del Fiscal, los accionantes denuncian que dicha autoridad, no obstante
de haber tomado conocimiento exacto de la edad de su representada, al momento de haber sido
identificada como consta en el cuaderno de investigaciones, dispuso su aprehensión y posterior
imputación formal, solicitando su detención preventiva, sin considerar que es una menor de edad,
vulnerando así su derecho a la libertad y la garantía del debido proceso.
tomar en cuenta la edad de la aprehendida, quien según señalan los accionantes hizo conocer al
Fiscal que tenía quince años de edad; aspecto no desvirtuado por dicha autoridad, que conforme
estableció la jurisprudencia constitucional, debió presumir la minoridad de la imputada y aplicar
las reglas que rigen para el caso de detención de menores. Al no haber procedido conforme
dispone el art. 234 del CPP, concordante con el art 224 del CNNA, vulneró el derecho de libertad
de la menor, así como la garantía del debido proceso, invocados por los accionantes, por cuanto
tal como establece la jurisprudencia citada en los fundamentos que preceden, debió tramitar ante
el Juez de la Niñez y Adolescencia dicha aprehensión; situación que amerita conceder la tutela
solicitada.
Del informe prestado por la Jueza de Instrucción en lo Penal Mixta de Sorata, ahora demandada,
se establece que dispuso la detención preventiva y reclusión de la menor imputada en el Centro
de Orientación Femenina de Obrajes de La Paz, por cuanto fue aprehendida e imputada por el
Fiscal demandado por la presunta comisión del delito de asesinato de un taxista sucedido en la
comunidad de “Millipaya”, por tratarse de un delito con una pena establecida de un máximo de
treinta años y ante la concurrencia de los requisitos de la detención preventiva, no obstante haber
hecho notar la minoridad de la representada de los accionantes, así como la situación de tener un
niño lactante, la Jueza demandada no aplicó en ningún momento la presunción de minoridad de
AA, limitándose a disponer su detención preventiva como si se tratase de una persona mayor,
omitiendo lo dispuesto por los arts. 102, 221, 222, del CNNA, pues teniendo conocimiento de la
causa y los datos del proceso debió direccionar la acción ante el Juez de la Niñez y Adolescencia,
y no disponer su traslado al Centro de Orientación Femenina de Obrajes.
Las acciones y omisiones en las que incurrieron las autoridades demandadas, vulneran no sólo el
derecho de libertad de la menor representada por los accionantes, sino también la garantía del
debido proceso, por lo que corresponde otorgar la tutela solicitada. Todo al amparo de lo
dispuesto por el art. 102 del CNNA (LIBERTAD DE LOCOMOCIÓN), el cual establece que:
“Ningún niño niña o adolescente será internado, detenido, ni citado de comparendo, sin que la
medida sea dispuesta por el Juez de la Niñez y Adolescencia, de acuerdo con lo dispuesto por el
presente Código”, concordante con los arts. 221, 222, 224 (PARTICIPACIÓN DE ADULTOS)
del mismo cuerpo legal. Cuando en la comisión de un mismo delito intervengan uno o más
adolescentes con uno o varios adultos, los antecedentes en cuanto a los adultos se remitirán al
Ministerio Público para la acción penal correspondiente.
Cuando el Juez de la Niñez y Adolescencia determine que uno o varios de los adolescentes son
imputables, remitirán los antecedentes correspondientes de éstos al Ministerio Público para la
acción penal correspondiente. En ambos casos, los procesos se tramitarán separadamente.
Con relación a la denuncia formulada contra la Directora del Centro de Orientación Femenina de
Obrajes, de no haber verificado y menos representado la situación de minoridad de la
representada de los accionantes, ni observado su condición de madre de un niño menor de un año
de edad, admitiendo su reclusión en dicho Centro, se tiene que dicha autoridad no aplicó lo
establecido por el art. 228 del CNNA (COMUNICACIÓN), que textualmente señala: Los
encargados de los centros de privación de libertad deben poner en conocimiento de la autoridad
judicial competente dentro de las veinticuatro horas, la detención de un adolescente y el lugar
donde se encuentra. Asimismo, tienen la obligación de comunicar inmediatamente a la familia
del adolescente o a la persona por él indicada. En caso de inobservancia a estas obligaciones los
funcionarios encargados serán pasibles de sanciones administrativas, sin perjuicio de la
responsabilidad penal correspondiente y el art. 229 del referido Código (PROHIBICIÓN DE
REGISTRO), Los organismos policiales no podrán registrar en sus archivos datos personales del
adolescente que incurra en una infracción, preceptos legales que establecen la no la internación
de menores inimputables en los centros penitenciarios de adultos, vulnerando así el derecho y
garantía invocados por los accionantes, ameritando que se conceda la tutela solicitada.
Por los fundamentos anotados, el Juez de garantías al haber concedido en parte la tutela
impetrada a través de la presente acción de libertad, aplicó parcialmente los alcances de esta
acción tutelar.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00827-2012-02-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 012/2012 de 7 de mayo, cursante de fs. 114 a 116, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Jhonny Javier Rivas Flores contra Julia Parra
Condori, Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal e Isabel Quisbert Rodríguez, Oficial de
Diligencias de la Central de Notificaciones, ambas del departamento de La Paz; y Juan
Carlos Flores Cangri, Encargado de la Dirección Única de Fondos (DUF).
Fue imputado formalmente por la comisión del delito de falsedad material, en grado de tentativa,
y al no tener antecedentes judiciales optó por acogerse al procedimiento abreviado como salida
alternativa al juicio, a fin de retornar al núcleo de su familia, asumiendo con ello, la
responsabilidad y las consecuencias de sus actos, considerando además, que la supuesta víctima,
Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), nunca participó en dicho proceso, que sólo se
presentaba a nombre de esa institución el abogado Juan Carlos Flores Cangri, quien al no ser
funcionario, no tenía interés en la causa; razón por la cual, las audiencias señaladas fueron
suspendidas.
Señaló que se realizaron reiteradas notificaciones tanto a la Dirección Única de Fondos (DUF), al
FNDR, así como al funcionario Juan Carlos Flores Cangri -quién asistió a varias audiencias- y a
pesar de informar que ya no era funcionario, éste se encontraba trabajando en la DUF, evadiendo
de esta forma la obligación de representar a la víctima; por lo que ambas instituciones al no
asumir sus respectivos roles, hicieron que la autoridad judicial dilate la audiencia de
procedimiento abreviado y suspensión condicional del proceso, ocasionando con ello, su
detención innecesaria en el penal de San Pedro por el lapso de casi seis meses.
Arguyó que cuando se notificó al FNDR, el cedulón fue devuelto por los representantes del
Director, Edson Rosas Valda, quien señaló que no era la víctima, sino la DUF, institución que fue
representada por Juan Carlos Flores Cangri, empero, al no apersonarse al proceso, hizo que la
Jueza realice notificaciones innecesarias, obligando a la víctima a “ejercer un derecho que no
quiere ejercer” (sic). Señaló además, que la presente acción de libertad se formuló porque hasta la
En el pretendido propósito de forzar a la víctima para que ejerza su derecho, se fijó audiencia
para el 2 de mayo del 2012, habiendo el Secretario del Juzgado Segundo de Instrucción en lo
Penal, remitido las diligencias a la Central de Notificaciones, que fueron entregadas el 24 y 25 de
abril del citado año, pese al tiempo establecido, la notificadora Isabel Quisbert Rodríguez,
informó que por el feriado no realizó la notificación, cuando tenía la obligación de realizar esa
diligencia con toda prontitud.
Por otra parte, el codemandado Juan Carlos Flores Cangri, a pesar de haberse hecho presente a
varias audiencias que fueron suspendidas, omitió poner en conocimiento de sus superiores del
presente proceso, a efectos de que dicha institución actúe en el mismo, omisión que le perjudica
en cuanto a su restricción del derecho a la locomoción.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la acción de libertad y se ordene que: a) La Jueza fije fecha y hora de
audiencia de procedimiento abreviado, dentro de plazo razonable y sea con las partes que ya
tienen conocimiento del presente proceso; b) La funcionaria de la central de notificaciones,
realice las diligencias conforme a ley, a fin de llevarse a cabo dicha audiencia; y, c) “El
Funcionario Juan Carlos Flores Cangri, el mismo de ser funcionario público de la DUF si tiene
interés asista a la audiencia de procedimiento abreviado y de no ser funcionario público, ponga en
conocimiento de sus superiores el estado de la causa, además de que en caso de notificársele, el
mismo reciba la misma de encontrarse trabajando en la mencionada institución”(sic).
Celebrada la audiencia pública el 7 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 107
a 113 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La autoridad demandada, Julia Parra Condori, Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal del
departamento de La Paz, presentó informe escrito cursante de fs. 68 a 69 y vta. señalando que: 1)
“Como antecedentes en el caso de autos se ha presentado solicitud de aplicación de
procedimiento abreviado a favor del accionante, para la cual, fue señalada la audiencia
correspondiente, misma que se suspendió por falta de notificación al FNDR, toda vez, que
conforme antecedentes, en la imputación formal se identificó como denunciante a Juan Carlos
Flores Cangri y como víctima a la institución del Estado, es decir, al Fondo Nacional de
Desarrollo Regional, y sólo se notificó al denunciante en su domicilio real, no siendo éste en el
domicilio procesal del FNDR” (sic); 2) Se fijó nueva audiencia, ordenándose que se notifique al
FNDR, oficina en la cual señalaron que se encontraba en liquidación, razón por la cual, se indicó
que no se recibiría la notificación, como consta en el formulario de 26 de marzo de 2012; 3) Con
el acta de audiencia de 28 del mismo mes y año, se volvió a notificar al FNDR, el mismo que
devolvió mediante memorial de 11 de abril del año en curso, señalando que existe una confusión
respecto a la parte querellante, anunciando que sería la DUF y no así el FNDR; razón por la cual,
también se suspendió la audiencia con la finalidad de no causar indefensión a la víctima que es el
propio Estado, ni a sus derechos conforme señala el art. 12 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), determinándose nuevamente que se proceda a la notificación correspondiente con nuevo
señalamiento de audiencia, conforme se desprende del acta de 19 del igual mes y año, que ha sido
representada señalando que no se pudo realizar la diligencia el 30 del citado mes y año, por ser
feriado, razón por la cual, se señaló, audiencia de procedimiento abreviado para el 10 de mayo de
2012, a horas 8:45, de acuerdo a la carga laboral del proceso; y, 4) De esta manera se evidencia
que no se vulneró derecho alguno de la parte accionante, tampoco se suspendió audiencia de
manera arbitraria, sino que por falta de legal notificación a la víctima, con la finalidad de
preservar el principio de igualdad que rige por el art. 12 del CPP, y asimismo, tratándose que la
víctima sería un sujeto estatal, se ha suspendido la audiencia, situación de la cual el accionante
tiene pleno conocimiento al haberse suspendido la misma, porque las notificaciones tienen por
objeto hacer cumplir el art. 77 del CPP (información a la víctima), misma que debe realizarse
bajo responsabilidad del juez o tribunal, por lo que no se vulneró, ni se limitó de manera
arbitraria el derecho a la libertad del accionante, razón por lo que solicitó se desestime la acción
de libertad, más aún cuando se ha señalado audiencia de procedimiento abreviado.
Juan Carlos Flores Cangri encargado de la DUF, pese a su legal notificación no se hizo presente
en la audiencia ni presentó informe alguno.
I.2.3. Resolución
imputado, “este profesional abogado en base a principios de ética y lealtad procesal debe aclarar
cual su participación real en este caso, bajo alternativa de poner en conocimiento al Ministerio de
Justicia y del Colegio de Abogados; alternativamente se dispone la remisión de oficios a las
autoridades superiores del FNDR y la DUF para que se pronuncien si asumirán su calidad de
denunciante y víctima, bajo alternativa de declararse el abandono de la acción intentada, y bajo
conminatoria de remitir antecedentes al Ministerio Público por incumplimiento de deberes” (sic),
en base a los siguientes fundamentos: a) Se advierte en principio que la Jueza Segunda de
Instrucción en lo Penal vino señalando audiencias para tratar el caso del accionante, las mismas
que fueron suspendidas, especialmente por deficiencias en la notificación al denunciante y a la
víctima, o en virtud de las representaciones efectuadas, llamando la atención sin embargo, que el
abogado Juan Carlos Flores Cangri, haya estado presente en las mismas, arguyendo no trabajar
ya en la entidad, lo que significa que la labor desplegada por la jueza se ve perjudicada
impidiéndole concluir con la celebración de las audiencias que beneficien o no al accionante y
definiendo su situación procesal, por lo que se advierte que la actuación de la juzgadora se halla
dentro de lo establecido por el procedimiento tomando en cuenta inclusive la carga procesal, al
tener que atender dos juzgados; que en todo caso, si el accionante advirtió demora en los
señalamientos pudo plantear reposición con la misma fundamentación basada en la
jurisprudencia constitucional que hoy se presentó ante el Tribunal, de tal manera que, la
autoridad pueda corregir y enmendar el error, la omisión o tal demora hoy denunciada, al no
haberlo hecho no ha agotado las vías previstas por ley; b) Respecto a la funcionaria de la Central
de Notificaciones, se estableció que el accionante ha recurrido directamente ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional, sin hacer conocer de la supuesta negligencia al encargado de la
Central de Diligencias o recurrir ante el Régimen disciplinario para que previa investigación
determine la veracidad o no de la denuncia, se tiene en cuenta también la jurisprudencia antes
mencionada líneas arriba; y, c) Respecto al abogado Juan Carlos Flores Cangri, al no ostentar
este ningún cargo que le permita tomar alguna determinación atentatoria contra el accionante, se
da plenamente la figura de la falta de legitimación pasiva. Sin embargo de ello, se ha llegado a la
conclusión que dicho profesional, habiendo anteriormente asumido como denunciante y
representante legal de la víctima, no aclara a la autoridad jurisdiccional su situación de ser o no
funcionario y/ó representante legal del FNDR o de la DUF, conforme el poder que cursa en el
expediente, advirtiéndose que lo único que hace es obstruir la celebración de la audiencia que
debe llevarse dentro de los términos previstos por el procedimiento.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 21 de octubre de 2011, mediante testimonio 274/2011, el Director Ejecutivo del Fondo
Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), otorgó poder especial y amplio y suficiente a favor de
los abogados Víctor Hugo Canelas Alurralde y Jhonny Ricardo Barral Vargas (fs. 20 a 21 y vta.).
tentativa, y el 16 de febrero del mismo año, la Jueza referida mediante proveído señaló audiencia
para el 29 del mismo mes y año (fs. 9 a 11 y vta., y 86).
II.4. Cursan notificaciones con acta suspendida de audiencia de 29 de febrero de 2012, emitidos
por el Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal a José Ángel Ponce Rivas, Sergio Rivera
Renner y Jhonny Javier Rivas Flores (fs. 12 y vta.).
II.6. El 28 del mismo mes y año, por acta de audiencia pública de procedimiento abreviado y
suspensión condicional del proceso, al no haberse notificado al FNDR, fue suspendida y por
determinación de la Jueza Segundo de Instrucción en lo Penal, resolvió se notifique mediante
cédula a dicha institución, señalando audiencia para el 19 de abril de 2012 (fs. 15).
II.7. El 11 de abril del año en curso, mediante memorial dirigido a la Jueza Segunda de
Instrucción en lo Penal, Víctor Hugo Canelas Alurralde y Jhonny Ricardo Barral Vargas, en
representación legal del FNDR con la finalidad de no causar indefensión, devolvieron el cedulón
-acta de audiencia pública de procedimiento abreviado y suspensión condicional del proceso-
seguido por el Ministerio Público contra Elías Sonco Azuzena y Jhonny Javier Rivas Flores, por
la supuesta comisión de falsedad ideológica (fs. 22 y vta.).
II.8. El 19 del citado mes y año, por acta de audiencia pública de procedimiento abreviado dentro
del proceso de falsedad ideológica, la Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal señaló nuevo día
y hora de audiencia para el 2 de mayo del año en curso, disponiendo notificar al Director de la
UDF y al FNDR (fs. 18 a 19).
II.10.Cursan notificaciones asignadas a Isabel Quisbert Rodríguez, en la zona tres Oeste, de 19,
20, 23 y 24 de abril de 2012 (fs. 72 a 75).
conocimiento de sus superiores sobre el proceso para que su institución actué en el mismo,
omisión que le perjudica en cuanto a su restricción del derecho a la locomoción. Por lo expuesto,
corresponde ahora analizar en revisión, si en el caso concreto se debe otorgar o no la tutela
solicitada.
En ese entendido, la nueva Constitución Política del Estado es más amplia en cuanto a su ámbito
de protección, pues se extiende al derecho a la vida, a la libertad física o personal, al debido
proceso; en lo que se refiere al procesamiento indebido y la libertad de locomoción, esta última
dada la íntima relación que existe con el derecho a la libertad física, según la interpretación
extensiva realizada por la SC 0023/2010-R de 13 de abril.
Ahora bien, con relación a los alcances de protección que brinda la actual acción de libertad, la
SC 0199/2010-R de 24 de mayo, reiterando lo previsto por la SC 0160/2005-R de 23 de febrero,
aclaró sus alcances en el siguiente sentido: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al
constituirse en un mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio
eficaz e inmediato reparador de ese derecho; empero la existencia de esta garantía
constitucional, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus,
actualmente acción de libertad; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de
reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de
dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión
sufrida”.
De acuerdo al desarrollo jurisprudencial efectuado por este Tribunal, la acción de libertad, tiene
carácter excepcionalmente subsidiario “... en los supuestos en que la norma procesal ordinaria
de manera específica prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho
a la libertad supuestamente lesionado…”, conforme lo ha entendido la SC 0160/2005-R de 23 de
febrero; Resolución que, explicando los motivos de la subsidiariedad, señaló que el ordenamiento
jurídico no” (…) puede crear y activar recursos simultáneos o alternativos con el mismo fin sin
provocar disfunciones procesales no queridas por el orden constitucional…”.
Por lo señalado, la acción de libertad, procederá de forma directa, sólo si los medios legales
ordinarios no son los adecuados e idóneos para reparar de forma inmediata y eficaz el derecho a
la libertad ilegalmente restringido.
Por su parte la SCP 0027/2012 de 16 de marzo, sobre la base de la Constitución Política del
Estado Plurinacional, estableció que:“…la acción de libertad, se constituye en el medio idóneo y
eficaz para conocer y restituir cualquier tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al
derecho a la vida, la libertad o constituir una persecución o procesamiento indebido que atente
o ponga en peligro el derecho a la libertad, empero para ello, previamente se deben agotar los
mecanismos de protección específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para
restituir el derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento indebido, operando la
acción de libertad solamente en caso de no haberse restituido los derechos afectados a pesar de
haberse agotado estas vías específicas” (las negrillas son nuestras).
Segundo Supuesto: Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una
resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de
locomoción, con carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma,
para que el superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a
través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo
órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa
procesal. Lo propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados
a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe
acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el
debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión
absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción a la
libertad física” (las negrillas son nuestras).
En ese sentido, para la procedencia de la acción de libertad es imprescindible que esté dirigida
contra el sujeto que cometió el acto ilegal o la omisión indebida, o contra la autoridad que
impartió o ejecutó la orden que dio lugar a la persecución, aprehensión, detención,
procesamiento o apresamiento indebidos o ilegales; en concreto es la coincidencia que se da
entre la autoridad o persona particular que presuntamente causó la vulneración a los derechos
enunciados y aquélla contra quien se dirige la acción, ahora bien, la inconcurrencia de este
presupuesto neutraliza la acción tutelar e impide a este Tribunal ingresar al análisis de fondo
de los hechos denunciados (las negrillas son nuestras).
Sin embargo y sólo de manera excepcional, es posible ingresar al análisis de esta acción tutelar,
cuando la misma es interpuesta por error en la identidad del sujeto; es decir, sin observar los
términos y parámetros enunciados precedentemente, dicho de otra forma, cuando el sujeto
agraviado -a consecuencia de un error- dirige la acción contra otra persona que no cometió el
acto lesivo; en este caso, se considerará la acción tutelar siempre y cuando la autoridad o
persona particular demandada sea de la misma institución, rango o jerarquía, con idénticas
atribuciones a la que incurrió en el acto ilegal y sólo cuando éste sea manifiestamente contrario
a la ley y existan suficientes presupuestos que lo acrediten; no siendo aplicable a otras
situaciones en las que no se aprecie tal error y se advierta la necesidad de contar con mayores
datos convicticos que acrediten la veracidad de los hechos denunciados. En virtud a este
entendimiento, es imprescindible señalar que el error debe ser evidente y suficiente el
condicionamiento factico para apreciar el acto lesivo denunciado; así, en estos casos este
Tribunal ingresará al análisis de la acción planteada, no obstante que se hubiera dirigido contra
otra persona que no sea el autor de la acción u omisión que se cuestiona. Con similar
razonamiento, las SSCC 0039/2011-R y 1192/2010-R.”
Del análisis de los datos procesales que cursan en obrados se establece que dentro del proceso
penal seguido por el Ministerio Público contra Elías Sonco Azuzena y Jhonny Javier Rivas Flores
por la comisión del delito de falsedad ideológica en grado de tentativa, el Fiscal de Materia, José
Ángel Ponce Rivas, presentó requerimiento conclusivo de suspensión condicional del proceso y
aplicación de procedimiento abreviado contra Jhonny Javier Rivas Flores, ahora accionante.
Siendo así, que a pesar de que la Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal señaló en varias
oportunidades audiencias para dicho cometido; sin embargo, ésta no se concretizó por
deficiencias en la notificación al denunciante y a la víctima, -a pesar de que en la identificación
del proceso aparece como denunciante el nombre del abogado Juan Carlos Flores Cangri,
Coordinador Técnico General de la DUF y como víctima el FNDR como la existencia de los
feriados por el día del trabajador boliviano, la carga procesal de la oficial de diligencias y por no
causar indefensión a la víctima entre otros. Siendo así, que la jueza referida en aplicación de los
arts. 12 y 77 del CPP señaló nueva audiencia de procedimiento abreviado para el 10 de mayo de
2012, a horas 8:45, y resolver la situación jurídica del ahora accionante.
Por otra parte, de acuerdo al Fundamento Jurídico III.3, claramente se puede advertir que la
acción fue interpuesta contra el Abogado Juan Carlos Flores Cangri encargado de la DUF; sin
embargo, éste no se hace presente a los actuados judiciales pese a su legal notificación, por lo que
este hecho debe ser puesto a conocimiento de su superior jerárquico, la amparo de lo establecido
en el art. 235.1 y 2 de la CPE que señala que: “los servidores públicos deben cumplir con sus
responsabilidades de acuerdo a la Constitución y a las leyes”. En consecuencia su negligencia
puede dar lugar a la responsabilidad civil, penal o administrativa.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 20/12 de 4 de abril de 2012, cursante de fs. 508 a 510 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Elizabeth Matilde Anibarro Vera
contra Germán Chacón Rodríguez, ex Sumariante Uno a.i.; Jaime Choque Manzaneda, actual
Sumariante Uno; y, Ramiro Orlando Guerra Beltrán, Director General Ejecutivo; todos del
Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Por Resolución SUM 011/2011 de 3 de mayo, se inicia proceso sumario interno administrativo
contra Oscar Barrios Villa y ella, por ante una supuesta incompatibilidad de parentesco por afinidad,
porque éste se encuentra casado con su hermana Mariela Gonzales Vera.
Indica que ingresó a trabajar al INE de Chuquisaca mediante convocatoria lanzada en la gaceta
judicial el 26 de octubre de 2006, accediendo al cargo de “Técnico en Operaciones de Campo”
desde el 26 de diciembre del mismo año, en tanto que Oscar Barrios Villa ingresó a la misma
institución el 28 de septiembre del citado año, tiempo aquel en el que éste funcionario no conocía a
su hermana, y si bien su hermana contrajo nupcias el 30 de agosto de 2008; aduce que no fue ella la
que generó incompatibilidad funcionaria.
Por Resolución Final de proceso sumario interno SUM-FIN 12/2011 de 13 de junio, se declaró
responsabilidad administrativa de la servidora pública del INE de Chuquisaca, por contravención al
ordenamiento administrativo previsto en los arts. 9 incs. a), k), w), y) y 11 inc. c) del Reglamento
Interno de Personal del INE y 20 inc. j) de la Ley del Presupuesto General del Estado Gestión 2010,
por estar en incompatibilidad para desempeñar funciones de servidora pública, al tener grado de
parentesco por afinidad con Oscar Barrios Villa, disponiéndose su destitución de su cargo.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 299
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Interpuesto el recurso revocatorio por la accionante, éste fue resuelto por Resolución 006/2011 de 8
de junio, así como la Resolución 125/2011 de 17 de agosto, que resolvió el recurso jerárquico
confirmando la Resolución de primera instancia, pidiendo explicación y complementación, mismo
que por Auto de 26 de agosto de 2011, se dispuso “no ha lugar”.
La accionante alega la lesión de sus derechos al debido proceso, al trabajo, a una remuneración justa
y a un recurso efectivo; citando al efecto, los arts. 115.II, 117.I de la Constitución Política del
Estado (CPE), y 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
I.1.3. Petitorio
Susana Irene Miranda Gutiérrez, abogada y apoderada del demandado Ramiro Orlando Guerra
Beltrán, Director General Ejecutivo del INE; en audiencia, manifestó: a) El demandado Germán
Chacón Rodríguez no fue citado debidamente, porque se ha demostrado que no tiene domicilio en el
Instituto Nacional de Estadísticas, por no ser ésta su fuente actual de trabajo; b) Germán Chacón
Rodríguez cesó sus funciones de Juez Sumariante y le suplió Jaime Choque Manzaneda que no
estaba incluido como demandado, siendo admitido como tal después de la ampliación de la presente
demanda, dado que este Tribunal le dio esa opción cuando se le otorgó cuarenta y ocho horas para
subsanar las observaciones a la acción y con la admisión de ampliación, ya se venció el plazo de los
seis meses, porque fue presentada al filo del plazo mencionado; y, c) Solicitó se deniegue la tutela
solicitada.
Marcelo Jhosmar Suazo Fernández abogado y apoderado del demandado Ramiro Orlando Guerra
Beltrán, Director General Ejecutivo del INE; en audiencia, manifestó: 1) No se admitió ninguna
demanda de amparo contra Jaime Choque Manzaneda actual Sumariante del INE, siendo una
obligación de la accionante identificar a los demandados, tanto en sus nombres como en sus
domicilios, dentro la acción no esta demandada la autoridad que podría modificar las Resoluciones
que se observó en ésta acción; 2) En el proceso sumario administrativo instaurado contra Elizabeth
Matilde Anibarro Vera, se respetó todos los derechos y garantías constitucionales que le asiste,
cuando se emitieron sus memorándums de baja a ambos funcionarios, ellos representaron las
mismas, y el Director General del INE dispuso a través de una resolución que se deje sin efecto,
porque tenían derecho al debido proceso que es el proceso sumario dentro de la entidad; 3) En la
Resolución 006/2011, se establece que en el segundo considerando de manera concreta, clara,
precisa textual están desarrollados todos las impugnaciones llamadas por la parte accionante; 4) En
la Resolución 125/2011, que resuelve el recurso jerárquico, que fue observada, esta Resolución al
igual que todas las que emiten no sólo en el INE, sino en diferentes instancias cuenta con la misma
estructura, asimismo tanto en la resolución 006 y 125 se menciona claramente el grado de
parentesco en segundo de afinidad que esta prohibido en el art. 234.5 de la CPE, también esta
prohibido por la Ley del Prepuesto General de la Nación en su art. 20 inc. j), que estaba vigente
cuando se inició este proceso; 5) No se puede entender en el presente caso que dos miembros de una
misma familia, trabajen en una entidad publica percibiendo honorarios, cuando la Constitución
Política del Estado lo prohíbe, de permitirlo se causaría daño público al Estado; y, 6) Se demostró
que la Resolución emitida por el Director General del INE, Ramiro Orlando Guerra Beltrán que
resuelve el recurso jerárquico, está fundamentada, cumple con todos los requisitos y se atendió
todos los motivos de impugnación presentado por la accionante.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 20/12 de 4 de abril de
2012, cursante de fs. 508 a 510 vta., concediendo en parte el amparo constitucional solicitado,
declarando la nulidad de la Resolución Administrativa (RA)125/2011 de 17 de agosto y Auto
complementario de 26 de agosto del mismo año, disponiendo que Ramiro Guerra Beltrán en su
condición de autoridad competente resuelva el recurso jerárquico y dicte una nueva resolución; con
los siguientes fundamentos: a) La denuncia de falta de notificación al demandado Germán Chacón
Rodríguez, se desestima el mismo porque la presente acción se circunscribe a la Resolución
Administrativa emergente del recurso jerárquico, el cual no fue suscrito por la ex Autoridad
sumariante, y a las formuladas en audiencia por la autoridad demandada de acuerdo a la SC
1010/2000-R “los errores de profesionales Abogados contenidos en los recursos en amparo pueden
salvarse incluso por el Juez o Tribunal de recurso”, situación que se da en el presente caso al
emitirse el Auto complementario de 29 de marzo de 2012, que amplia la acción contra de Jaime
Choque Manzaneda; b) La presente acción fue presentada dentro del plazo de los seis meses
previsto por el art. 129.II de la CPE, independientemente de la ampliación de la legitimación pasiva
dispuesta; c) La accionante interpuso recurso jerárquico reiterando los agravios efectuados por la
autoridad demandada y mediante RA 125/2011, resolvió el recurso jerárquico, donde se estableció
que la misma carece de una adecuada fundamentación, por cuanto en el último considerando se
limita a enunciar, argumento que no fundamenta en forma debida las causas de tal conclusión, toda
vez que no se pronuncia respecto a quien habría constituido la incompatibilidad en razón de
parentesco, ni sobre la alegada “omisión” esta referida a la no tramitación de autorización
excepcional para el ejercicio de la función pública, ni su relación con la sanción de destitución; y, d)
La decisión de la autoridad administrativa no sólo debe ser fundamentada en cuanto a la norma
aplicable en el caso, sino esencialmente dar la explicación de la solución que se le da al caso
concreto que se decide, no bastando una mera explicación, sino que consiste en realizar un
razonamiento lógico, debe mostrar tanto el propio convencimiento del juzgador como la explicación
de las razones dirigidas a las partes, explicar el proceso de su decisión y las razones que motivaron
la misma, lo contrario implicaría un ámbito de arbitrariedad.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 3 de mayo de 2011, el Sumariante, Germán Chacón Rodríguez mediante Auto de apertura
inició el proceso interno sumario administrativo seguido por el INE contra Oscar Barrios Villa y
Elizabeth Matilde Anibarro Vera (fs. 122 a 125).
II.2 El 13 de junio de 2011, mediante Resolución Final de proceso interno SUM FIN 012/2011,
resolvió declarando responsabilidad administrativa, por contravención al ordenamiento jurídico
administrativo, disponiendo la destitución del cargo de la accionante y Oscar Barrios Villa, al tener
grado de parentesco por afinidad. Interpuesto el recurso de revocatoria por la accionante, el mismo
es resuelto confirmando la Resolución SUM FIN 012/2011 de 13 de junio (fs. 287 a 292).
Interponiendo el recurso jerárquico.
II.3. El 17 de agosto de 2011, Ramiro Orlando Guerra Beltrán, Director General Ejecutivo del INE,
resolvió el recurso jerárquico mediante la Resolución Administrativa 125/2011, confirmando en
todas sus partes la Resolución que resolvió el recurso de revocatoria SUM 006/2011 de 8 de julio,
quedando firme la Resolución SUM FIN 012/2011, referente a Elizabeth Matilde Anibarro Vera (fs.
328 a 332).
Antes de entrar a la consideración sobre la resolución y antecedentes de la presente acción tutelar elevada
en revisión, es pertinente, referirse a algunos aspectos inherentes a dicha la acción de amparo
constitucional instituida en el Sistema Constitucional boliviano; así, la Constitución Política del Estado,
en la Sección II, del Capítulo segundo (Acciones de Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y
Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases fundamentales del Estado - derechos, deberes y
garantías) ha instituido la acción de amparo constitucional.
En ese marco, el art. 128 de donde establece: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la
ley”; a su vez el art. 129.I de la CPE, determina que: “La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la
autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados”.
En desarrollo de las normas constitucionales citadas, el art. 73 de la Ley 027, del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), de 6 de Julio de 2010, al referirse al objeto de de la acción
de amparo constitucional, “(…) tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos y garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado
y la ley” y que, al referirse el art. 76 de la citada Ley, con referencia a la subsidiariedad e
inmediatez, “La Acción de Amparo no procederá cuando exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
La acción de amparo constitucional, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el que
la Ley suprema del ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección cuyo objeto
es el restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados, a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido y expedito, frente a
situaciones de lesión provenientes de la acción u omisión de servidores públicos o particulares;
siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y expedito para
reparar la lesión producida.
En nuestra Ley Fundamental en su art. 29.II, señala: “La Acción de Amparo Constitucional podrá
interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de notificada la ultima decisión administrativa o judicial”.
es desde la notificación con la resolución o auto de vista que agota la vía, dado que ha sido el
último actuado idóneo. Sin considerar los recursos, incidentes u otros medios no previstos por
ley, o presentados extemporáneamente, aún en los casos de equivocación o error en su
presentación, los cuales se consideran inidóneos. Si es que se hubiese solicitado enmienda,
aclaración o complementación de la resolución principal o auto de vista, que se constituye en
el medio idóneo y que agota la vía, y no hubiesen sido consideradas, por extemporaneidad o el
motivo que fuere; al no tener trascendencia ni efecto en la resolución principal, el plazo de los
seis meses corre desde la notificación con la resolución principal o auto de vista, sin
considerar la solicitud de aclaración, complementación o enmienda. En los casos en que la
solicitud hubiese sido considerada dando lugar a la enmienda, aclaración o complementación, la
misma pasa a formar parte del contenido de la resolución principal, conformando un todo; en
consecuencia, por los efectos o trascendencia, sólo en estos casos, el plazo de los seis meses
corre desde la notificación con la resolución que da lugar a la complementación, enmienda o
aclaración”. Así lo entendieron las SSCC 0521/2010-R y SC 0733/2010-R, entre otras.
POR TANTO
En revisión la Resolución 13/2012 de 13 de abril, cursante de fs. 579 a 583 vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Marco Antonio Montaño Kenning contra Juan
Carlos Maita Michel, ex Director; y, Julia Susana Ríos Laguna, Directora Ejecutiva General
a.i., ambos de la Autoridad General de Impugnación Tributaria.
El 8 de abril de 2010, adquirió en Nueva York-Estados Unidos una avioneta Cessna 172 E, año
1964, efectuando el embarque con destino a la Aduana Regional Santa Cruz para su
nacionalización conforme el art. 118 del Decreto Supremo (DS) 25870 de 11 de agosto de 2000 y
el 8 de marzo del mismo año, solicitó la autorización de internación de la aeronave a la Dirección
General de Aeronáutica Civil, que debía emitir certificado dentro los 5 días, extendiéndose dicho
certificado el 12 de mayo de 2010 y otorgando su no objeción técnica al ingreso de la aeronave.
Habiendo ingresado a los almacenes ALBO S.A. la mercancía, se realizaron los trámites para la
nacionalización de la avioneta conjuntamente el Despachante de Aduana, contando con los
documentos consistentes en factura comercial 11548, emitido por SKI MANOR
AIRCARFTSALES, conocimiento marítimo BL MSCUNK133469, emitido por Mediterranean
Shiping Company S.A., Manifiesto Internacional de Carga MIC/DTA 2010 155515, emitido por
la empresa de transporte ETRAIN, parte de recepción 701-2010-167344 emitido por ALBO S.A.,
documentación con la que se procedió al despacho aduanero de la avioneta con la DUI C-13502
de 17 de mayo de 2010, con el pago de tributos aduaneros de importación, dando lugar a la
nacionalización al cumplir con el art. 110 del DS 25870, documento expedido al aceptar la
declaración de la mercadería; es decir, cuando la Administración Aduanera a través del sistema
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 305
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Por tales motivos, se emitió Resolución Sancionatoria por contrabando contravencional AN-
ULEZR-RS 21/2011 de 4 de febrero, que declaró probada la comisión de contrabando
contravencional contra el ahora accionante y la Agencia Despachante de Aduana “Amazonas”,
que dispuso el comiso definitivo de la avioneta, mismo que impugnó mediante el recurso de
alzada ante la autoridad Regional de Impugnación Tributaria, recurso que fue resuelto por
Resolución de recurso de alzada ARIT-SCZ/RA 0139/2011 de 17 de junio de 2011, que confirmó
la Resolución Sancionatoria.
Contra dicha Resolución, el accionante presentó recurso jerárquico, que fue resuelto mediante
Resolución AGIT-RJ 0553/2011, que también confirmó la Resolución del recurso de alzada,
manteniendo firme y subsistente la Resolución Sancionatoria emitida por la Administración
Aduanera.
Refiere que la Resolución impugnada violó el derecho y garantía al debido proceso strictu sensu
en su vertiente del derecho a la defensa, al confirmar las Resoluciones donde no se consideró las
pruebas que demostraban la legalidad de la importación y la existencia de la autorización previa a
la internación de la aeronave.
Tampoco consta el motivo de la inspección en el acta de intervención que vicia de nulidad dicho
acto y que no fue tomado en cuenta por la Autoridad General de Impugnación Tributaria, que
tenía la obligación de revisar de oficio que los actos se hayan realizado conforme a las normas,
por ende existe violación a los derechos y garantías del debido proceso por incumplimiento de
normas expresas y no existió contravención aduanera, porque se demostró que la avioneta fue
importada al país por vías y horas habilitadas por la Aduana Nacional, por lo que no corresponde
la tipificación realizada. No consideró los alegatos en el recurso jerárquico, violando el derecho a
la defensa, con el comiso de la avioneta que es su instrumento de trabajo por su condición de
piloto civil se atentó su derecho al trabajo, viéndose privado de ejercer la misma y tener ingresos
que sustenten las necesidades de su persona y su familia.
la competencia y plazo, manifestó que la instancia administrativa concluyó con la Resolución del
recurso jerárquico, y al haber sido notificado con dicha Resolución el 20 de septiembre de 2011,
cumplió el principio de inmediatez.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, y se deje sin efecto lo siguiente: a) Resolución de recurso jerárquico
AGIT-RJ 0553/2011; b) Se dicte nueva Resolución; c) Se anule el procedimiento administrativo
hasta el acta de intervención; y, d) Se ordene la devolución de la aeronave.
Celebrada la audiencia pública el 13 de abril del año en curso, según consta en el acta cursante de
fs. 565 a 578 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Por Secretaría de Cámara se informó que se cumplieron las formalidades de ley, estando
presentes el accionante, las abogadas apoderadas de la Directora Ejecutiva General a.i. de la
Autoridad General de Impugnación Tributaria, Julia Susana Ríos Laguna, quienes presentaron un
memorial de apersonamiento con el informe escrito, Jhonny Garnica, representante del Ministerio
Público, estando ausente el tercer interesado; es decir, el Gerente de la Aduana Regional de Santa
Cruz, quien hizo llegar mediante fax su apersonamiento mediante Liliana Ingrid Navarro Paz
apoderada de Willian Elvio Castillo, Gerente Regional de Santa Cruz de la Aduana Nacional.
La avioneta fue importada de los Estados Unidos, conforme los arts. 88 y 82 de la Ley 1990,
cumpliendo los requisitos exigidos por el Reglamento, denominados “Documentos Soporte” que
entregó en audiencia, dicha aeronave fue importada desarmada vía marítima y terrestre con
destino final a la Aduana Interior de Santa Cruz.
El art. 118 del Reglamento de la Ley 1990, establece como requisito la autorización previa para
las avionetas cuando vienen por sus propios medios o volando, pero no dice nada con relación a
las avionetas que vienen desarmadas como es el caso, en barco y por transporte terrestre,
existiendo omisión de la norma, vacio que es subsanado por el art. 14 de la CPE, que establece
“lo que no está prohibido, está permitido” elementos que no fueron valorados ni considerados por
la Administración Aduanera, las Autoridades de Impugnación Tributaria Regional de La Paz y la
Autoridad General al pronunciar Resoluciones Sancionatorias de los recursos de alzada y
jerárquico incumplieron las normas legales tipificadas y sancionadas por el art. 154 del Código
Penal (CP).
El accionante Marco Antonio Montaño Kenning, manifestó que cuando ingresó el avión, uno o
dos días ingresó otro que tenía el mismo problema, pero la Aduana pidió una certificación a la
Dirección General de Aeronáutica Civil, quienes ratificaron que en fecha prudente hizo su
solicitud y no fue respondida por motivos internos de regulación de normas aeronáuticas
bolivianas, el otro avión con la misma certificación fue liberado pese a que no tenía la solicitud a
la Dirección General de Aeronáutica Civil.
una certificación de 11 octubre de 2010, que señala que el 9 de marzo se recibió la nota
presentada por el accionante quien solicitó autorización de ingreso al país de la aeronave Cessna
172E MSN 17251808, a través del cual se comunicó la no objeción técnica por la Dirección
General de Aeronáutica Civil para la internación de la aeronave, reiterando que el accionante
solicitó una autorización de ingreso al país de la aeronave y no una autorización previa, y que
siendo tardía la respuesta se trató de un documento que no constituye autorización previa,
denotando contradicción con la primera nota, y; el tercer documento emitido por la Dirección
General de Aeronáutica Civil es una certificación de 1 de diciembre de 2010, que fue presentada
en el recurso de alzada, indicando que en materia procesal tributaria el art. 98 del CTB, que
practicada la notificación con el acta de intervención por contrabando, el interesado deberá
presentar descargos en el plazo perentorio e improrrogable de tres días hábiles administrativos, y
en los hechos la notificación al accionante se practicó el 27 de octubre de 2010, habiendo vencido
el plazo para la presentación de pruebas el 1 de noviembre del señalado año, el art. 81 del CTB,
dispone que las pruebas ofrecidas fuera de plazo deben ser presentadas con juramento de reciente
obtención, requisito que fue incumplido, por lo que no se apreció como descargo tomando en
cuenta los conceptos de pertinencia y oportunidad en su presentación; asimismo, en dicha
certificación se indicó que el accionante el 8 de marzo de 2010 solicitó autorización de
importación de la aeronave, pero en la fecha de la solicitud se encontraba en trámite la
modificación a la Reglamentación Aeronáutica Boliviana, por lo cual no otorgó la autorización
en el plazo establecido por la norma. Concluyendo, que la avioneta fue embarcada el 2 de abril de
2010, sin autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil, incumpliendo lo previsto
por el art. 118 inc. f) del DS 25870; 4) Señala que el accionante no indicó en el recurso de alzada
los agravios contra la Resolución Sancionatoria, fundamentando la Autoridad General de
Impugnación Tributaria, que de conformidad con el principio de congruencia que debe existir
entre los puntos impugnados en el recurso de alzada y su Resolución, el accionante interpuso el
recurso jerárquico ante esa instancia, expresando los agravios provocados por la Resolución que
resolvió el recurso de alzada; sin embargo, se debe denotar que en la instancia jerárquica tampoco
observó los mismos, sino, que forzadamente los hizo en sus alegatos escritos, por lo que
manifestó que los puntos resueltos por la instancia jerárquica no podían ser otros que los
impugnados en el recuro de alzada, y no se puede pretender impugnar nuevos puntos que no
fueron oportunamente recurridos, ello implicaría iniciar el análisis de un nuevo punto concreto
que no fue conocido ni resuelto en primera instancia, concluyendo que el recurso jerárquico
únicamente es admisible contra la Resolución que resuelve el recurso de alzada, a efecto de
verificar o revisar que dicha instancia se haya pronunciado en respeto a la ley y no cause
perjuicio al accionante, por lo que no puede configurar lesión alguna al derecho a la defensa; 5)
Respecto a que no existían deudas tributarias y los tributos aduaneros de importación fueron
pagados, en ningún momento se observó deuda tributaria alguna; 6) Acerca de la violación al
derecho del trabajo del accionante, el recurso jerárquico se circunscribió a las normas tributarias
aduaneras, y la Autoridad de Impugnación Tributaria no priva de ese derecho, sino que al
ingresar mercancías sin cumplir con el requisito de la autorización previa se establece el comiso,
resultando que es el propio accionante quien se priva del uso de su instrumento de trabajo,
aclarando que dicha autoridad no dispuso el decomiso de la avioneta; y, 7) Finalmente, indica
que se pretende conducir al Tribunal de garantías a extralimitar sus competencias en cuanto a la
valoración sobre la conculcación de derechos para analizar temas que podrían haber sido
considerados si el accionante hubiera presentado la acción contencioso administrativa ante la
entonces Corte Suprema de Justicia, conforme prevé el art. 2 de la Ley 3092; sin embargo, no lo
hizo por lo que no corresponde mediante la presente acción anular obrados; asimismo, que la
acción se encuentra fuera de plazo valorando la fecha de presentación de la acción y la fecha de
notificación con la Resolución jerárquica, debería ser rechazada in limine por extemporaneidad,
solicitando denegar la acción tutelar (fs. 453 a 454 vta. y de fs. 455 a 462 vta.).
Informe que fue desarrollado en la audiencia por Jimena Yascara Bernal Vila apoderada legal de
la Autoridad General de Impugnación Tributaria.
Por su parte Gloria Jiménez, explicó el proceso de importación, y que el canal verde significa que
no hay aforo documental, ni aforo físico, que se puede extraer la mercancía; sin embargo, por la
normativa aduanera la administración tiene la facultad de hacer un control diferido a pesar de
estar autorizado el levante (fs. 565 a 578).
Jhonny Garnica, representante del Ministerio Público, presentó informe oral, manifestando que:
i) El amparo constitucional fue presentado dentro el plazo exacto de los seis meses; ii) Se
constató que al accionante presentó documentación, lo cual no ameritó observación alguna por la
Aduana Nacional de Bolivia, luego de algunos trámites administrativos se dio luz verde para la
importación de la mercancía; sin embargo, simultáneamente solicitó la otorgación de la
autorización previa a la Dirección General de Aeronáutica Civil que no le otorgaron, ya que en la
institución se estaban realizando modificaciones a normas internas de regulación de la
importación de material aeronáutico; c) No existió culpa por parte del importador, la Aduana
estableció la figura de contrabando contravencional, decomisándose la avioneta según
Resolución Sancionatoria 21/2011 de 4 de febrero, solicitando dar lugar a la acción de amparo
constitucional y se proceda a la devolución de la avioneta (fs. 577 y vta.).
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil y Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, dictó la Resolución 13/2012 de 13 de abril,
cursante de fs. 579 a 583 vta., “concediendo” la tutela interpuesta por el accionante, disponiendo
la nulidad de la Resolución de recurso jerárquico AGIT-RJ 0553/2011 de 15 de septiembre,
debiendo el Director Ejecutivo General de la Autoridad General de Impugnación Tributaria dictar
una nueva Resolución respetando el debido proceso y la valoración de las pruebas.
El Tribunal de garantías declaró no ha lugar dicha aclaración y complementación, al ser claros los
términos expuestos en la Resolución.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
conclusiones siguientes:
II.1. Certificación de 11 de octubre de 2010, que refiere que Marco Antonio Montaño Kenning,
solicitó autorización de ingreso al país de la aeronave Cessna 172E, MSN 17251808, matrícula
de origen N7808U, año de fabricación 1964, emitida por la Dirección General de Aeronáutica
Civil (fs. 476).
II.3. Manifiesto Internacional de Carga y Declaración de Tránsito Aduanero (fs. 466 a 467).
II.7. Resolución de 31 de agosto de 2010, emitida por el Gerente Regional de Santa Cruz a.i. de
la Aduana Nacional de Bolivia, que ordenó el inició del proceso administrativo contra Marco
Antonio Montaño Kenning y la Agencia Despachante de Aduana Amazonas (fs. 8).
II.8. Certificación del Director Ejecutivo a.i. de la Dirección General de Aeronáutica Civil de 11
de octubre de 2010, que refiere que el 9 de marzo de 2010, se recepcionó la nota del accionante,
quien solicitó la autorización de ingreso al país de la aeronave Cessna 172E, MSN 17251808,
matrícula de origen N7808U, año de fabricación 1964, en mérito al cual, a través de la nota DSO-
343/AIR-188/10 de 12 de mayo de 2010 se comunicó la no objeción técnica por parte de la
Dirección General de Aeronáutica Civil para la internación de la mencionada aeronave (fs. 7).
II.10.El ahora accionante, interpuso el recurso de alzada contra la Resolución Sancionatoria ante
el director ejecutivo regional de la autoridad de impugnación tributaria santa cruz (fs. 19 a 22).
II.11.La Resolución del recurso de alzada ARIT-SCR/RA 0139/2011 de 17 de junio, emitida por
la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria Santa Cruz, resolvió confirmar la Resolución
Sancionatoria AN-ULEZR-RS 21/2011, emitida por la Gerencia Regional Santa Cruz de la
Aduana Nacional de Bolivia (fs. 27 a 38).
II.12.El accionante, interpuso el recurso jerárquico contra la Resolución del recurso de alzada,
recurso que fue resuelto por Resolución de recurso jerárquico AGIT-RJ 0553/2011 de 15 de
septiembre, que resolvió confirmar la Resolución ARIT-SCR/RA 0139/2011 de 17 de junio de
2011 (fs. 39 a 42 vta. y 43 a 54).
El accionante alega que en la Resolución del recurso jerárquico AGIT-RJ 0553/2011 de15 de
septiembre, dictada por la Autoridad General de Impugnación Tributaria, no se realizó un análisis
previo de todas las pruebas aportadas, cometiendo omisiones ilegales e indebidas, restringiendo y
suprimiendo sus derechos y garantías, ya que a partir de la Resolución Sancionatoria por
contrabando contravencional, por una supuesta falta de autorización previa emitida por la
Dirección General de Aeronáutica Civil para el ingreso a territorio nacional de la avioneta usada
y desarmada marca Cessna 172E, año 1964; se presentó certificaciones que corroboraron la
existencia de la autorización por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil, y al no
haber sido valorados conforme a ley se lesionó su derecho a la petición, al trabajo, al debido
proceso y a la defensa, a los principios de legalidad y seguridad jurídica, dejándolo en
indefensión, causándole graves daños y perjuicios.
El orden constitucional boliviano, dentro de las acciones de defensa, instituye en el art. 128 la
acción de amparo constitucional como un mecanismo de defensa que tendrá lugar contra los
"actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la constitución y la ley".
En ese sentido, podemos decir que el amparo constitucional se constituye como una acción de
defensa de todos los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidos por la
Norma Suprema, la normativa internacional sobre derechos humanos ratificados por el Estado
Boliviano, tal cual lo establece el art. 410.II CPE; por consiguiente su naturaleza es la de
precautelar, proteger y restablecer los derechos y garantías vulnerados por actos u omisiones
indebidas de servidores públicos y particulares; evitando asimismo posibles consumaciones de
actos lesivos de dichos derechos y garantías.
Lo señalado implica que la acción de amparo constitucional forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales.
De las normas glosadas precedentemente, se extrae que, dicho derecho y a la vez garantía
constitucional, debe ser entendido y comprendido como el derecho de toda persona a un proceso
justo y equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas
generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir, comprende
el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales a fin de que las
personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado,
siendo de aplicación inmediata y vinculante para todas las autoridades judiciales o
administrativas.
El derecho a la defensa, como elemento integrante del debido proceso, está regulado como
garantía jurisdiccional por los arts. 115.II y 119.II de la CPE que prevé: “Toda persona tiene
derecho inviolable a la defensa…”.
Se ha establecido que el principio de legalidad como pilar del Estado de Derecho y el principio
de sometimiento de los poderes al orden constitucional y las leyes, es una manifestación del
principio general de imperio de la ley, según el cual todos (gobernantes y gobernados), se
encuentran sujetos a la ley y únicamente en virtud de ella adquieren legitimidad sus actuaciones
(principio de legalidad).
Conforme a esto, en el marco de nuestra Constitución, como en las otras de esta órbita de cultura,
el principio de legalidad se constituye en el pilar básico del Estado de Derecho y soporte del
principio de seguridad jurídica, viene a sustituir el gobierno de los hombres por el gobierno de la
ley, es por tanto, un principio informador de todo el ordenamiento jurídico de la nación.
Así la SC 0685/2006-R de 17 de julio, señala que: "…no puede pronunciarse sobre cuestiones
que son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales ordinarios, y menos atribuirse la
facultad de revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales
competentes, excepto, en los casos en los que resulta evidente que la prueba aportada ha sido
ignorada por el juzgador o cuando la valoración realizada es arbitraria e irrazonable y no
obedece a los marcos legales de razonabilidad y equidad, originando como lógica consecuencia
la lesión a derechos y garantías fundamentales, conforme se ha establecido en la SC 0577/2002-
R, de 20 de mayo, reiterada por las SSCC 1047/2004-R, 0227/2004-R, 0294/2003-R, y
complementada por la SC 0873/2004-R, de 8 de junio, en la que se expresó que: '(...) En los
únicos casos que este tribunal puede intervenir en la revisión de dicho análisis será cuando el
juzgador se hubiera apartado de las previsiones legales que rigen el acto procesal como de los
marcos de razonabilidad y equidad previsibles para decidir, si estos casos no se dan, esta
jurisdicción no puede intervenir para dejar sin efecto la resolución (…)'”.
Por consiguiente, en el caso presente se debe ingresar al análisis del fondo del recurso sin que sea
posible invocar o aplicar el principio de subsidiariedad, puesto que el accionante, agotó todas las
instancias (revocatoria y jerárquico) dentro del proceso administrativo seguido en su contra, en
busca de la reparación de sus derechos fundamentales en el mismo proceso o instancia donde
fueron supuestamente conculcados, siendo el contencioso administrativo una vía judicial distinta.
La autorización previa fue solicitada por el accionante dentro el plazo previsto por ley, la demora
en la entrega fue por parte de la institución de la Dirección General de Aeronáutica Civil;
empero, dicha nota fue refrendada por la certificación emitida por la Dirección General de
Aeronáutica Civil el 11 de octubre de 2010, que tampoco fue considerada.
Cuando se realizó el aforo físico de la avioneta Cessna 172, no existió observaciones en cuanto a
la cantidad y tipo de mercancía, empero, no se realizó el aforo documental que establece el art.
106 del DS 25870, vulnerando el debido proceso.
Conforme el art. 99.I del CTB, no se cumplió con los plazos procesales al dictar la Resolución
Sancionatoria, incluso en la Resolución del recurso jerárquico se omitió revisar los vicios de
nulidad, vulnerando el principio de igualdad y provocando indefensión en el accionante.
Resulta contradictorio, que la autoridad aduanera inicie el trámite y previa validación de las
declaraciones, documentos y pago de tributos aduaneros, autorice el levante de la mercancía; y
posteriormente, tipifiquen de contrabando contravencional la internación de buena fe por parte
del accionante, ya que si faltaba documentación debió seleccionarse el canal rojo, hecho que no
aconteció.
Cabe resaltar, que la jurisprudencia constitucional aclaró que la instancia administrativa concluye
con la resolución del recurso jerárquico, mientras que el proceso contencioso administrativo, es
una vía judicial no administrativa, diferente a la primera, no siendo necesario agotar ésta, para
luego recién interponer el amparo constitucional, puesto que si se constata la infracción de
derechos fundamentales, una vez concluida la vía administrativa, se abre la posibilidad de su
tutela mediante la acción de amparo constitucional, siendo la impugnación judicial mediante el
proceso contencioso una vía diferente y no un prerrequisito para interponer esta acción.
No se constató la vulneración al derecho al trabajo por parte de los demandados; en
consecuencia, no corresponde otorgar la tutela solicitada respecto a este derecho.
POR TANTO
1° REVOCAR la Resolución 13/2012 de 13 de abril, cursante de fs. 579 a 583 vta., pronunciada
por la Sala Civil y Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00838-2012-02-AL
Departamento: La Paz
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 8 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 30 a
36, se produjeron los siguientes actuados:
Abraham Aguirre Romero, Juez Cuarto de Ejecución Penal, en audiencia expresó lo siguiente: 1)
La Sentencia Constitucional a la que hace referencia el abogado de la accionante, refiere que los
beneficios de extramuro, libertad condicional y salida prolongada, para su pronunciamiento no
necesitan señalamiento de audiencia; lo que no sucede con el beneficio de redención, que no está
señalado en el referido fallo; 2) La ratio decidendi de la Sentencia mencionada; es decir el
fundamento jurídico, es una guía, no una imposición de cumplimiento obligatorio, que de
ninguna manera tiene el efecto que la accionante pretende que se le dé; 3) Para el beneficio de la
redención, el art. 138 LEPS, establece los requisitos para acceder a estos beneficios; sin embargo
en el presente caso, la accionante presentó el incidente de redención, sin adjuntar ninguna prueba
de respaldo que acredite el cumplimiento de dichos requisitos, razón por la cual su autoridad
puso en conocimiento del Ministerio Público, conforme establece el art. 70 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), de que debe intervenir en todos los actos relativos al cumplimiento
de la condena; 4) Si bien la redención de la condena, no implica libertad, es un incidente en
ejecución de sentencia, por lo tanto debe ser remitido a “vista fiscal”, ya que el Ministerio
Público al ser contralor de la legalidad y los plazos, debe conocer el tipo de solicitud que hace la
parte accionante, para que pueda pronunciarse; 5) En este caso, al no haberse presentado prueba
de respaldo, el Ministerio Público se pronunció requiriendo que se emitan certificados de trabajo
y estudio, que son pruebas de respaldo para tramitar este incidente, los que deben ser oficiados al
centro penitenciario correspondiente; 6) La acción de libertad interpuesta por la accionante, no
guarda ninguna relación con su situación material, puesto que no se trata de una persona que esté
en riesgo, o que su vida corra peligro, tampoco es perseguida ilegalmente, más al contrario ha
sido condenada por la comisión de delitos relacionados a la Ley 1008 de 19 de julio de 1988,
privación que viene cumpliendo como efecto de un procedimiento abreviado que la condenó a
cuatro años y cuatro meses de reclusión, por lo que se trata de un proceso penal concluido, con
ejecución de sentencia y que se encuentra en etapa de cumplimiento; 7) Respecto al trámite que
se viene realizando, la defensa de la interna, sostiene que no es necesario realizar audiencia;
empero, el art. 432 del CPP, determina que la Fiscalía o el condenado pueden plantear incidentes
relativos a la ejecución de la pena, que deben ser resueltos por el Juez de Ejecución Penal en
audiencia oral y pública, convocada dentro de los cinco días siguientes a su promoción; 8) Si bien
el art. 74 del DS 26715, Reglamento de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión, indica que una
vez recibida la solicitud, debe ser resuelta dentro de las veinticuatro horas, el juez solicitará al
director del establecimiento el informe correspondiente, otorgándole cuarenta y ocho horas y
antes de decidir, podrá convocar al interno y al representante del establecimiento para que
expongan sus posiciones; en este caso, al recibirse una solicitud sin prueba, se puso en
conocimiento del Ministerio Público a efecto de dar cumplimiento al art. 74 del Reglamento
referido, de convocar a una audiencia tanto al interno y al Ministerio Público como representante
de la sociedad, para controvertir y verificar la legalidad del procedimiento y las pruebas que se
presentan; 9) En el caso presente, su autoridad no podía señalar inmediatamente audiencia y
resolver el incidente planteado sin prueba alguna; asimismo la ejecución penal es una etapa
acusatoria en la que se aplican los principios del derecho procesal penal, como son la oralidad,
publicidad y contradicción; 10) Todos los incidentes en ejecución de condena, como la
redención, traslado penitenciario, detención domiciliaria, libertad condicional, extramuros,
prescripción de la pena, perdón del ofendido y todo trámite establecido nominado o innominado
en la Ley de Ejecución Penal y Supervisión, se tramita en audiencia oral y pública, con la
presencia del condenado y su abogado defensor, del Ministerio Público y la parte querellante si
hubiere; y, 11) Por último, hay que recordar que estos trámites son sujetos al procedimiento
establecido tanto en la Ley de Ejecución Penal y Supervisión, como en el Código de
Procedimiento Penal, y de ninguna manera son voluntarios, porque existe controversia al existir
intereses contrapuestos tanto del penado, como del Ministerio Público, que el juez de ejecución
penal debe resolver, reiterando que un incidente no puede ser resuelto cuando es presentado sin
prueba.
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Sentencia Penal del departamento de La Paz, René Delgado Ecos, constituido
en Juez de garantías, pronunció la Resolución 11/2012 de 8 de mayo, cursante de fs. 37 a 44,
denegando la tutela solicitada con los siguientes fundamentos: i) La accionante, interpuso acción
de libertad contra Abraham Aguirre Romero, Juez Cuarto de Ejecución Penal, con el fundamento
de que se le está ocasionando retardación de justicia con el decreto de “Vista Fiscal”, al haberse
planteado incidente de redención, ya que dicho decreto está fuera de procedimiento; ii) El art. 74
del DS 26715 de la LEPS, señala que a los fines de la Redención, se computarán también las
actividades de trabajo, educación, dentro de las veinticuatro horas de recibida la solicitud, el Juez
de Ejecución Penal solicitará al director del establecimiento penitenciario eleve informe,
otorgándole plazo de cuarenta y ocho horas, cumplido este se emitirá resolución en base al
informe recibido; iii) Según señala la autoridad demandada, en la redención planteada no se
acompañan las certificaciones e informes como corresponde, por tal razón puso en conocimiento
del Ministerio Público, por ser titular de la acción penal; iv) El art. 432 del CPP, señala que la
Fiscalía o el condenado podrán plantear incidentes relativos a la ejecución de la pena, que será
resuelto por el Juez de Ejecución Penal en audiencia oral y pública, que será convocada a los
cinco días siguientes a su solicitud, eso significa que dentro de ese plazo, las instituciones deben
remitir los informes y certificaciones para que la autoridad jurisdiccional pueda pronunciarse; v)
El presente caso se encuentra en ejecución de sentencia, donde la condenada viene cumpliendo la
pena impuesta por una autoridad jurisdiccional y, es precisamente el Juez ahora demandado, el
encargado de hacer cumplir dichas disposiciones; y, vi) Se advierte que evidentemente no se
están cumpliendo los plazos establecidos por ley, lo que no implica una retardación de justicia, ya
que existe un justificativo razonable, toda vez que la autoridad espera resultados de informes para
poder pronunciarse y dar curso a lo solicitado, lo que no constituye un procesamiento indebido
como invoca la accionante, para que ocurra dicha situación, debe tener como resultado la
detención, lo que no acontece en el presente caso.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 19 de abril de 2012, la ahora accionante, Paola Felicidad Guachalla Aliaga, presentó
incidente de redención, ante el Juzgado Cuarto de Ejecución Penal, al tener una condena de
cuatro años y cuatro meses de reclusión, y haber cumplido las dos quintas partes de la pena,
solicitó la concesión de la redención de la pena, según lo previsto por el art. 138 de la LEPS; sin
embargo dicho incidente, mereció decreto de 20 del mismo mes y año, que señala “vista fiscal”
(fs. 2 vta.).
La accionante denuncia que el 19 de abril de 2012, presentó incidente de redención, ante el Juez
Cuarto de Ejecución Penal, por haber cumplido las dos quintas partes de su condena; sin
embargo, dicho incidente mereció como respuesta, el decreto de 20 del mismo mes y año, en el
que el juez determinó “vista fiscal”; figura que al no estar establecida en ninguna de las leyes
procedimentales, como son la Ley de Ejecución Penal y Supervisión y el Código de
Procedimiento Penal, vulnera sus derechos a la libertad, la legalidad, su dignidad y la garantía del
debido proceso. Corresponde en revisión, establecer si los actos denunciados son evidentes y si
ameritan otorgar la tutela que brinda la acción de libertad.
III.2. En cuanto al trámite y requisitos del beneficio de redención (art. 138 de la LEPS)
La Ley de Ejecución Penal y Supervisión, establece en su art 138, con relación a los requisitos
que deben observarse para su redención lo siguiente:
“El interno podrá redimir la condena impuesta en razón de un día de pena por dos días de trabajo
o estudio, cumpliendo los siguientes requisitos:
I. Cumplidas las dos quintas partes de la condena, el interno podrá solicitar al Juez de Ejecución
que le conceda la redención por trabajo o estudio y efectúe el nuevo Cómputo de su sentencia.
II. A los fines de la redención se computarán también las actividades de trabajo o educación,
debidamente acreditadas, cumplidas por el interno en calidad de detenido preventivo como las
cumplidas antes de la vigencia de la presente ley.
III. Dentro de las 24 horas de recibida la solicitud, el Juez de Ejecución solicitará al Director del
Establecimiento el informe correspondiente otorgándole el plazo de 48 horas.
IV. Vencido el plazo, dentro de las veinticuatro horas siguientes, el Juez de Ejecución emitirá la
Resolución de Redención y Nuevo Cómputo en base al informe recibido o, en su ausencia, en
base a la solicitud del interno.
V. En caso de existir discrepancia entre la solicitud del interno y El informe del Establecimiento
Penitenciario, antes de decidir, el Juez de Ejecución Penal podrá:
2. Convocar al interno y al representante del Establecimiento a una audiencia pública para que
expongan sus posiciones.
Dentro de la problemática planteada, la accionante refiere que actualmente viene cumpliendo una
sentencia condenatoria ejecutoriada, que le impuso cuatro años y cuatro meses de reclusión en el
Centro de Orientación Femenina Obrajes de La Paz y que al haber cumplido las dos quintas
partes de la condena, el 19 de abril de 2012, interpuso ante el Juez Cuarto de Ejecución Penal,
incidente de redención; sin embargo, el Juez demandado, de forma ilegal e indebida emitió un
decreto señalando “vista fiscal”, cuando dicho actuado procesal era un medio que se usaba en
virtud al Código de Procedimiento Penal de 1972, habiendo quedado inaplicable por las leyes
vigentes, sin proceder según lo establecido por los arts. 138 de la LEPS y 74 del DS 26715,
vulnerando así sus derechos a la libertad, a la dignidad, a la defensa, así como la garantía del
debido proceso y el principio de legalidad.
Por los fundamentos anotados precedentemente, se establece que el presente caso se encuentra
dentro de las previsiones y alcances de la acción de libertad, por lo que el Juez de garantías, al
haber denegado la tutela impetrada, a través de la presente acción tutelar, no ha actuado
correctamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00840-2012-02-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 38/2012 de 19 de abril, cursante de fs. 32 a 34 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Abad Celsa Pereyra Vda. de Balcázar en
representación sin mandato de René Alex Balcázar Pereyra contra José Ayaviri Siles, Juez
Tercero de Ejecución Penal del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
Como su representado cumplía el 16 de abril de 2012, la referida condena, el 13 del mismo mes y
año, presentó un memorial ante el Juez Tercero de Ejecución Penal, solicitando se libre el
mandamiento de libertad correspondiente; sin embargo, el Juez demandado mediante providencia
de 16 de abril, dispuso que se “eleve por secretaría cómputo de la pena cumplida” (sic).
Asimismo, señala que el 17 del mismo mes, se apersonó al Juzgado referido para preguntar del
por qué de la demora en la extensión del mandamiento de libertad solicitado, obteniendo como
respuesta, que posteriormente al cómputo de la pena se realizaría una audiencia, aspecto que
contradice lo establecido por el art. 18 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), en
virtud del cual, el Juez de Ejecución Penal tiene como una de sus facultades controlar la
ejecución de las condenas de las causas que se encuentran radicadas en su Juzgado, debiendo en
consecuencia, de oficio librar el mandamiento de libertad ante el cumplimiento de las mismas,
resultando incomprensible la realización de una audiencia para considerar la libertad de una
persona por cumplimiento de condena, aspecto que no se encuentra establecido en el
ordenamiento jurídico.
Concluye señalando que, su representado se encuentra ilegalmente detenido desde el 17 del mes
y año señalados, en el Centro de Reinserción para menores imputables “Qalauma”.
La accionante considera lesionado el derecho a la libertad de su representado, citando los arts. 23.
I y III de la Constitución Política del Estado (CPE); 9 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (DUDH) y “art. 3” de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(DADH).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 29 a
31, se produjeron los siguientes actuados:
La accionante mediante su abogado refirió que: a) René Alex Balcázar Pereyra, fue detenido el
16 de abril de 2010, conforme lo establece el mandamiento de detención, siendo detenido
preventivamente en la cárcel de San Pedro a partir del 20 de abril del mismo año, que efectuado
el cómputo de la detención, el mismo ha cumplido la condena el 16 de abril del 2012; y, b)
Efectuadas las diligencias por la accionante, ante el Juez de Ejecución Penal, para que sin otra
formalidad se dé la libertad a su representado, debiendo procederse de acuerdo al art. 39 de la
LEPS; así como los arts. 125 y 126 de la CPE, y la Convención Americana sobre Derechos
Humanos que indica “la libertad es un derecho fundamental que tiene toda persona”, mismo que
los faculta a solicitar se restablezca ese derecho restringido, por cuanto hasta el 19 de abril de
2012, su representado se encuentra detenido en el penal de Reinserción para menores en
“Qalauma”, por lo que solicita se disponga la libertad del mismo, ya que por principio general y
del derecho a la libertad una vez concedida por el Tribunal se debe otorgar en el acto.
José Ayaviri Siles, Juez Tercero de Ejecución Penal del departamento de La Paz, en audiencia
informó lo siguiente: 1) El accionante se encuentra con mandamiento de libertad definitiva; 2)
No es evidente que en casos como éstos se dé la libertad pura y simple, porque se trata de una
persona con antecedentes penales no sólo en este caso, sino en otro anterior, razón por la que fue
detenido y estuvo cumpliendo condena de dos años, el accionante tenía derecho a solicitar el
perdón judicial pero tuvo que ir a la cárcel debido a sus antecedentes; 3) La razón por la cual no
tiene beneficios, es debido a una falta disciplinaria dentro del Penal, debe tomarse en cuenta que
el Juez de Ejecución Penal, tiene facultad específica, no solamente de ejecutar la condena, sino
también los beneficios y la libertad, pero cuando se conozca como establece el art. 3 de la LEPS,
que determina cual es la finalidad de la pena, cuando el condenado haya logrado la reinserción
social. El Juez de Ejecución Penal y Supervisión, es un juez de garantías del condenado, pero
cuando éste cumple con el voto de la ley; 4) Para el hecho procedimental que reclama la
accionante -por su representado-, en el marco del art. 73 del Código Penal (CP), que determina
que el juez debe realizar el cómputo de privación de libertad del condenado desde el día de su
detención, es precisamente lo que hizo, puesto que la solicitud se presentó el 13 de abril de 2012,
a horas 15:05, el sábado 14 y domingo 15 de igual mes y año, no trabajaron por no ser día
laborables, el 16 del mes y año señalados, ordenó que se practique el cómputo que la ley señala,
para establecer si se cumplió la condena y si se ha reinsertado a la sociedad; la Secretaria dentro
de su competencia y funciones, presentó el 17 del indicado mes y año, el respectivo cómputo
ordenado, e inmediatamente señaló audiencia para su consideración en aplicación de lo dispuesto
por el art. 432 del CPP, que determina que todo incidente será resuelto por el juez de ejecución
penal en audiencia oral y pública a ser convocada dentro de los cinco días siguientes; en el caso,
se convocó para el 19 del citado mes y año, a horas 14:30, enmarcado dentro de lo que determina
la ley; y, 5) El representado de la accionante se encuentra bajo detención en el penal de
“Calahuma”, que por la distancia y falta de funcionarios no se puede notificar en ese lugar, los
oficiales de notificación van los viernes, pese a ello hizo un esfuerzo por enviar a una funcionaria
del Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES), el comparendo de ley para que sea
conducido y lograr su beneficio de libertad.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal
de garantías, pronunció la Resolución 38/2012 de 19 de abril, cursante de fs. 32 a 34 vta.,
concediendo la tutela solicitada por la accionante, disponiendo que en el día se efectivice el
mandamiento de libertad expedido por el Juez demandado, bajo los siguientes fundamentos: i) El
imputado de acuerdo a Resolución fue sentenciado a dos años de privación de libertad por la
comisión de un delito de orden público, pues una vez cumplida la condena solicitó su libertad y
en mérito a que de acuerdo con el cómputo de la pena se hallaba cumplida el 17 de abril de 2012,
según los datos del proceso, se efectuó una audiencia de consideración de libertad el 19 del
mismo mes y año, emitiéndose la Resolución 134/2012 de 19 de abril, que dispuso la libertad
definitiva de René Alex Balcázar Pereyra, así como el mandamiento de libertad el mismo día; ii)
De acuerdo a los datos del proceso y teniendo el expediente en su poder, como potestad privativa
del juez, quien está ejerciendo el control de ejecución en cuanto al cumplimiento de la pena de
René Alex Balcázar Pereyra, el Juez demandado tenía obviamente todos los datos para poder
ejercer el derecho de revisión; a partir de ese cómputo que exigió por Secretaría generó una
innecesaria formalidad para mantenerlo privado de libertad, toda vez que la Resolución 191/2011
de 6 de junio, tenía una fecha de inicio para poder computar los dos años de condena y cumplida
la misma de manera inmediata pueda disponer la libertad del condenado, tratándose de la libertad
de una persona, bien jurídicamente protegido, reflejado en la propia Constitución Política del
Estado, el art. 410 de la misma, refiere la supremacía constitucional y el derecho a la libertad y a
la vida, que necesariamente debe primar sobre todas las cosas, formalismos y rigorismos y se
debió aplicar el principio de celeridad; iii) La autoridad demandada, no sólo estuvo obligada a
cumplir con el art. 18 de la LEPS, sino también con la aplicación del principio de celeridad
consagrado en los arts. 178 y 180 de la CPE, con relación al art. 3.7 de la Ley del Órgano Judicial
(LOJ), sobre el particular, el Tribunal Constitucional, mediante las SSCC 1042/2005-R y
0110/2004-R, enuncian que la celeridad procesal se vulnera cuando se omite desplegar
injustificadamente la actividad procesal dentro de los términos que el ordenamiento jurídico
establece; y, iv) El Juez demandado, ha incumplido con la normativa establecida en la
Constitución Política del Estado, a partir del art. 8, así como con la doctrina constitucional que
establece tres tipos de acciones de libertad; la correctiva, preventiva o reparadora, en este caso, el
Juez demandado, expidió el mandamiento de libertad el 19 de abril de 2012, cual es el
razonamiento por el que no se ejecutó el mismo,y esperar que el procesado active el mecanismo
de la acción de libertad para poder exigir el cumplimiento de dicho mandamiento, toda vez que la
condena reflejada en la Resolución mencionada hubiese sido cumplida el 16 de abril del 2012,
por ello es viable poder conceder la acción de libertad planteada por la accionante.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por Resolución 191/2011 de 6 de junio, el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal del
departamento de La Paz, dentro del proceso penal, seguido por el Ministerio Público a instancias
del Ministerio de Gobierno contra René Alex Balcázar Pereyra, por la comisión del delito de
robo agravado, dictó Sentencia condenatoria imponiéndole la pena privativa de libertad de dos
años, debiendo cumplir la misma en el penal de San Pedro, remitiéndose actuados al Juez de
Ejecución penal para el cumplimiento de la referida Resolución (fs. 7 y 8).
II.2. Cursa mandamiento de condena de 12 de agosto de 2011, emitido por el Juez Octavo de
Instrucción en lo Penal cautelar, en mérito a la Resolución 191/2011, a través del cual ordenó al
Director del recinto penitenciario de San Pedro, que ponga en detención a René Alex Balcázar
Pereyra, en razón de haberse dictado Sentencia condenatoria en aplicación de procedimiento
abreviado, por el cual fue condenado a una pena privativa de libertad de dos años (fs. 9).
II.3. Por memorial presentado el 13 de abril de 2012, ante el Juzgado Tercero de Ejecución
Penal, se evidencia que René Alex Balcázar Pereyra, solicitó se le extienda mandamiento de
libertad por cumplir su condena el 16 de ese mes y año, y por decreto de la misma fecha, el Juez
demandado dispuso previamente que por Secretaría se practique el cómputo de la pena (fs. 24 y
vta.).
II.5. Mediante decreto de 17 de abril de 2012, el Juez Tercero de Ejecución Penal señaló
audiencia pública para el 19 del mismo mes y año a horas 14:30, ordenando se expida
comparendo de ley para la conducción del representado de la accionante (fs. 25 vta.).
El art. 125 de la CPE, prevé que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer acción de libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquier a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
El extinto Tribunal Constitucional precisó los alcances de la acción de libertad en el nuevo orden
constitucional a través de la SC 0011/2010-R de 6 de abril, concluyendo que: “La acción de
libertad, es una acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer
La SCP 0017/2012 de 16 de marzo, con relación a la premura que se deben observar las
autoridades judiciales en la actuaciones procesales ha establecido que: “El constituyente ha
previsto principios procesales específicos en los cuales se fundamenta la jurisdicción ordinaria,
así se tiene el art. 178.I de la Constitución Política del Estado (CPE), que dispone que la
potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta entre otros principios, en
el de celeridad, norma constitucional concordante con el art. 180.I de la CPE, que determina
que dicha jurisdicción se fundamenta también en los principios procesales de eficacia, eficiencia
y celeridad, entre otros.
En el caso que nos ocupa, la accionante denuncia la vulneración del derecho a la libertad de su
representado, toda vez que el Juez de Ejecución Penal demandado, no emitió el mandamiento de
libertad que debió emitir al cumplimiento de la condena impuesta; sin embargo, a pesar de que la
referida condena fue cumplida el 16 de abril de 2012, hasta la fecha de la interposición de la
presente acción de libertad, su representado continúa recluido ilegalmente en el Centro de
Reinserción para menores imputables “Qalauma” del departamento de La Paz.
solicitado mediante memorial de 13 del mismo mes al Juez demandado, que expida el
correspondiente mandamiento de libertad, mereciendo el decreto de la misma fecha, mediante el
cual ordenó que por Secretaria se efectúe el correspondiente cómputo de la pena, el cual fue
remitido a su conocimiento el 17 del mismo mes y año. La autoridad demandada, en
conocimiento del informe sobre el cómputo de la pena, señaló innecesariamente una audiencia
para 19 de igual mes y año para su consideración, en aplicación al art. 432 del CPP, dilatando así,
la emisión de mandamiento de libertad del representado de la accionante.
La autoridad judicial demandada, no obstante de tener los datos y el informe en que evidenciaban
el cumplimiento de la condena del representado de la accionante, debió ordenar se expida el
mandamiento de libertad extrañado sin mayores formalidades ni dilaciones, pues al señalar sin
justificativo alguno una audiencia para la consideración de la solicitud de libertad, contravino lo
establecido por el art. 178.I. de la CPE, el cual señala que la potestad de impartir justicia emana
del pueblo boliviano, sustentado por el principio de celeridad entre otros, estableciendo la
necesidad procesal de dar una repuesta pronta y oportuna a las solicitudes de aquellos casos
donde esté involucrada la libertad de las personas.
Asimismo, la autoridad judicial debió aplicar los alcances de lo establecido por el art. 39 de la
Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), el cual establece que: “cumplida la condena,
concedida la libertad condicional o cuando cese la detención preventiva, el interno será liberado
en el día, sin necesidad de trámite alguno (…), determinándose incluso responsabilidad penal y
sanciones disciplinarias a los funcionarios que la incumplan” (sic), consiguientemente, el Juez
demandado tenía deber de dar curso a la emisión del mandamiento de libertad, por lo que se
evidencia que la autoridad judicial demoró el referido trámite sin un argumento procedimental
que así lo amerite, provocando una dilación indebida.
Por los fundamentos anotados precedentemente, se concluye que el presente caso se encuentra
dentro de las previsiones y alcances de la acción de libertad, por lo que el Tribunal de garantías al
haber concedido la tutela impetrada, a través de la presente acción de defensa, obró
correctamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00817-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
Por memorial presentado el 3 de mayo de 2012, cursante de fs. 17 a 31 vta., la accionante señaló
que:
a Santa Cruz, donde no fue notificado con la imputación formal por los delitos de secuestro y
asociación delictuosa. Es así que, también su representado observó que la supuesta orden de
aprehensión no se encontraba debidamente fundamentada ni contenía la cita de ninguna
disposición legal que la sustente, como es el art. 226 del CPP, limitándose a señalar que “los
delincuentes al ser citados con seguridad no comparecerían ante la Fiscalía”, por lo cual
determinó la aprehensión.
Expresa que, otro acto ilegal que afectó a su representado, fue el “reconocimiento de personas”,
en el que la supuesta víctima lo sindicó como uno de los autores del ilícito, contrariando su
declaración inicial en la que adujo que no podría reconocer a sus agresores porque estaban
vestidos de policías y encapuchados, acto en el cual no fue asistido por sus abogados,
habiéndosele designado a un desconocido. Por lo expuesto, demuestra que en su caso no ha
existido indicios probatorios, puesto que tanto el informe policial o de inteligencia como el
reconocimiento de personas, no fueron tomados en cuenta por los demandados, quienes -reitera-,
no se pronunciaron al respecto.
Finaliza manifestando que, los extremos fácticos y legales descritos, le permiten sostener que la
Resolución de aplicación de medidas cautelares dictada por el órgano jurisdiccional, al haberse
basado en el infundado requerimiento fiscal de imputación formal, falto de indicios probatorios
suficientes y siendo que la conducta de su representado no se subsume en los tipos penales que se
le imputan, se ha constituido en una Resolución carente de motivación de hecho y de derecho,
misma que reemplazó la fundamentación por la simple relación de documentos o mención del
requerimiento de imputación, constriñendo de esta manera sus derechos y garantías
constitucionales.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de mayo de 2012, conforme consta del acta cursante a fs. 36 y
vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados.
La parte accionante ratificó la acción planteada, puntualizando que el fallo dictado por la Sala
Penal Segunda el 16 de abril de 2012, no reúne los requisitos establecidos por los arts. 124 y 172
del CPP, puesto que la investigación carece de indicios probatorios y se efectuó una aprehensión
en base a un informe policial con referencia a otro nombre, sin los requisitos formales y
materiales pues no hizo mención del art. 226 del mismo procedimiento ni lo fundamentó,
simplemente señaló que si los sospechosos eran notificados no se iban a presentar. Por otra parte,
el reconocimiento de persona se lo realizó “sin defensor”, habiéndole designado a su cliente un
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Emergente de la denuncia presentada por Gerardo Serrudo Roda de haber sido objeto de un
“secuestro express”, se inició la labor investigativa, procediendo a la aprehensión de Carlos
Vicente De Giacomo Callaú, mediante orden emanada por el representante del Ministerio
Público, quien luego de haber dispuesto un reconocimiento de personas y haber sido identificado
el aprehendido por la víctima, presentó la imputación formal en su contra por los delitos de
secuestro y asociación delictuosa.
II.2. Puestos los antecedentes en conocimiento del Juez cautelar, esta autoridad dispuso la
detención preventiva del imputado, como medida cautelar de carácter personal, fallo que en
apelación fue confirmado por los Vocales de la Sala Penal Segunda, mediante Resolución de 16
de abril de 2012 (fs. 2 a 8 vta.).
Está consagrada por el art. art. 125 de la CPE, cuando dispone que: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez
o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público
o persona particular y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y
resolver dicha acción constitucional, al Juez en materia penal debido al principio de especialidad
reconocido en la Constitución Política del Estado.
derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a los medios probatorios, no
pudiendo ser reemplazada la fundamentación por una simple relación de los documentos o la
mención de los requerimientos de las partes. Es así que la aplicación de una medida cautelar
de carácter personal en el ámbito procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez
legal, lo que significa que, la autoridad judicial competente, para adoptar la decisión de
aplicar la detención preventiva, de una parte, está obligado a verificar y determinar la
concurrencia de los requisitos mencionados por el art. 233 CPP, para lo que deberá
contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de prueba
presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas previstas por
los arts. 234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión d e aplicar
la medida cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios
fundamentales inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las
decisiones de las autoridades públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y
de derecho en que se basa su convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos,
así como el valor otorgado a los medios de prueba, esa fundamentación no puede ser
reemplazada por la simple relación de los documentos o la mención de los requerimientos de
las partes; de modo que está obligado a expresar los presupuestos jurídicos que motivan la
medida, con cita de las normas legales aplicables y la descripción clara y objetiva de los
elementos de convicción concurrentes.
En los casos en que un Tribunal de apelación decida revocar las medidas sustitutivas y a la
par disponer la aplicación de la detención preventiva de un imputado, está obligado
igualmente a dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar
dicha medida cautelar de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos
determinados en el art. 233 del CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de
apelación, está obligado a motivar y fundamentar su Resolución, precisando los elementos de
convicción que le permiten concluir en la necesidad de revocar las medidas sustitutivas y
aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe también justificar la concurrencia de los
presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una o varias de las circunstancias
señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución debidamente
fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva.
Ahora bien, por regla general, las resoluciones pronunciadas en apelación, en virtud a lo
establecido por el art. 398 del CPP, deben circunscribirse a los aspectos cuestionados en la
resolución. Sin embargo, esta limitación no significa que las autoridades judiciales, en
apelación, deban abstenerse de realizar el análisis sobre los supuestos previstos en el art. 233
del CPP, pues esa obligación les es exigible cuando tengan que revocar la resolución del
inferior que impuso medidas sustitutivas; es decir, los Vocales deben precisar los elementos de
convicción que les permitan concluir en la necesidad de revocar las medidas sustitutivas y
aplicar la detención preventiva, debiendo justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos
exigidos en el art. 233 del CPP”.
“En cuanto a los alcances del principio de congruencia, en materia penal, la SC 1312/2003-R de
9 de septiembre, señaló: '...a fin de resolver la problemática planteada, resulta menester
referirnos a los alcances del principio de congruencia, que cobra relevancia en cualquier
naturaleza de proceso, en especial en materia penal, pues este marca el ámbito en el que la parte
querellante va a aportar sus pruebas tomando como base los delitos que denuncia, como también
delimitaba el campo de acción en el que el juzgador va a dirigir el proceso y finalmente señala
también de la misma forma que en ese marco ha de asumir defensa el imputado o procesado,
siendo por tanto -como se dijo- de mucha importancia en especial para este último sujeto
procesal, que a tiempo de asumir defensa se le haga conocer por qué delito se le está juzgando,
de manera que sobre esa acusación él pueda desvirtuar la misma, alegando, proponiendo
pruebas y participando en la práctica probatoria y en los debates, para lo que resulta obvio, que
necesariamente debía conocer con antelación suficiente los delitos que se le acusaban, sin que la
sentencia posteriormente pueda condenarle por algo de lo que antes no se acusó y respecto de lo
cual consiguientemente no pudo articular su estrategia exigida, como le garantizaba la ley'.
'Tal razonamiento es perfectamente aplicable a todo órgano, sea público o privado, que tenga a
su cargo el decidir sobre procesos en el que las determinaciones que emanen de sus
resoluciones, sean lo suficientemente motivadas, y sobre todo congruentes, para evitar
confusiones a aquellos que se someten a tales procesos, dentro de instituciones tanto públicas
como privadas, dentro de procesos administrativos como judiciales, por lo que en mérito al
principio de favorabilidad establecido por la Constitución Política del Estado vigente en su art.
256, el derecho a la motivación y congruencia de las resoluciones, como un elemento del debido
proceso, debe tener una amplia aplicación en todo tipo de procesos, en los que los derechos
fundamentales de las personas estén controvertidos'” (SC 1145/2010-R de 27 de agosto).
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 125 de la
CPE, por lo que el Juez de garantías, al conceder la acción de libertad efectuó una adecuada
compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado precepto
constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 3 de mayo de 2012, cursante de fs. 6 a 8, los accionantes exponen los
siguientes fundamentos:
Manifiestan que en agosto de 2011, fueron injustamente imputados por la presunta comisión del
delito de robo agravado, proceso a instancia del Ministerio Público que se encuentra en
conocimiento del Juez Primero de Instrucción en lo Penal, en suplencia de su similar Juez
Segundo. En la última audiencia de cesación de la detención preventiva, pese a haber enervado
todos los riesgos procesales, el juez natural de la causa les negó nuevamente su petición de
cesación, por lo que en base al art. 251 del Código de Procedimiento Penal (CPP), presentaron
recurso de apelación contra la referida Resolución, remitido al Tribunal de alzada, la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de La Paz, concedió la solicitud de medidas sustitutivas a la
detención preventiva, tramitándose sus mandamientos de libertad el 27 de abril de 2012.
Asimismo, señalan que las autoridades suplentes del Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal,
vulneraron gradualmente sus derechos y garantías constitucionales, mediante actos ilegales y
omisiones indebidas, lesionando su derecho a la libertad previsto en los arts. 22 y 23 de la
Constitución Política del Estado (CPE), implicando retardación de justicia al no tramitar su
petición de mandamientos de libertad, citando al efecto las SSCC 0389/2006-R y 0870/2007-R.
Los accionantes consideran lesionados sus derechos a la libertad y la garantía del debido proceso
entendida como el derecho a ser oídos por autoridad jurisdiccional competente, a la igualdad y al
principio de inocencia, citando al efecto los arts. 23, 115.II, 116.I, 119.I y II, y 120.I de la CPE.
I.1.3. Petitorio
En la audiencia pública el 4 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 37 a 39 vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
Añade que, de forma curiosa y extraña el Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal, pese a
haberse cumplido con las medidas impuestas, no ejecutó los mandamientos de libertad,
lesionando los intereses de sus defendidos, por lo que reitera se disponga la inmediata libertad de
los mismos.
Enrique Morales Díaz, Juez Primero de Instrucción en lo Penal, en suplencia legal de su similar
Segundo, en audiencia informo: a) En cumplimiento de la Resolución 49/2012, emitida por la
Sala Penal Primera que, cambió la situación procesal de los imputados de la medida de detención
preventiva a la detención domiciliaria, debiendo verificarse por el Juzgado de origen el domicilio
donde van a vivir, para garantizar que el funcionario judicial o policial asignado al caso puedan
verificar su cumplimiento; b) La devolución del cuaderno de apelación del Tribunal de alzada fue
el 20 de abril de 2012, un día después al nombramiento de su suplencia, decretando al mismo
cúmplase, a lo que los imputados acreditaron con documentación el domicilio de los fiadores
personales, verificación efectuada por Cynthia Delgadillo Aramayo, Actuaria en suplencia del
Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal, y el arraigo; pero la disposición de “obrar” Bs20
000.- (veinte mil bolivianos) por parte de los garantes personales no existe; y, c) Cumplidas las
medidas impuestas, se expidió mandamiento de libertad el 27 de abril del año mencionado a
favor de los imputados, para ser conducidos a su domicilio real por el funcionario policial
asignado al caso, o personal del juzgado como ordena el Auto de Vista, pidiendo se deslinde toda
responsabilidad.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, Juvenal López Rocha, Juez Tercero de Partido y de Sentencia Penal de El
Alto del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, pronunció la
Resolución129/2012 de 4 de mayo, cursante de fs. 40 a 41 vta., por el cual denegó la tutela
solicitada, con los siguientes fundamentos: 1) Se advirtió en el cuaderno de control jurisdiccional
actas de verificación de domicilio y de fianza personal, que se encuentran firmadas por Cynthia
Delgadillo Aramayo, Actuaria en suplencia legal del Juzgado Segundo de Instrucción en lo
Penal; 2) El 25 de abril del año referido, los accionantes presentaron un memorial al Juzgado de
origen, cuya suma indica: Cumple con una de las medidas impuestas; adjuntando dos boletas de
arraigo, dando lugar a que el Juez mediante providencia disponga: Téngase presente y arrímese a
sus antecedentes; 3) Cursan dos mandamientos de libertad a nombre de los dos imputados de 27
de abril del año señalado, y firmado por el Juez demandado, con cargo de recepción en el penal
de San Pedro, que en su parte final dice: “debiendo ser entonces a la Actuaria, Cynthia Delgadillo
Aramayo, en suplencia legal del Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal” (sic); 4) Cursa un
acta de audiencia de medidas cautelares de 25 de abril del año mencionado, en su parte central
señala que los imputados Johony Guarachi Mamani y Nicolás Cruz Machaca se negaron a ser
trasladados del penal de San Pedro a la audiencia señalada, lo que dio lugar que a petición del
Fiscal se declare la rebeldía de los imputados, habiendo cumplido posteriormente mediante
memorial de 26 de abril del año en curso, a lo que el Juez dejó sin efecto las medidas de carácter
personal dispuestas contra los referidos; 5) La determinación final de la Resolución 49/2012, que
dictó la Sala Penal Primera no es precisa, habida cuenta que no hace referencia puntual a la
aplicación de las medidas sustitutivas previstas en el art. 240 del CPP, así como a las formas de
ejecución de las mismas por el juzgado de origen, si la detención domiciliaria es o no con
vigilancia policial, o si los garantes personales deben oblar previamente la suma de Bs20 000.-;
6) De los datos que cursan en el cuaderno cautelar, la Actuaria dio cumplimiento con la
determinación dispuesta por la Sala Penal Primera al recepcionar a los garantes personales y
verificar los domicilios, lo que dio lugar a que el Juez expida los mandamientos de libertad a
favor de los imputados el 27 de abril de 2012, los cuales no fueron ejecutados debido a una
exigencia propia de la medida de detención domiciliaria, referida quién debe proceder a conducir
y trasladar a los imputados a sus domicilios señalados, un funcionario del juzgado cautelar o
eventualmente un funcionario policial del penal; y, 7) Los demandados no vulneraron los
derechos y garantías de los imputados, toda vez que se expidieron los respectivos mandamientos
en cumplimiento a la Resolución emanada de la Sala Penal Primera; y que ante la negativa de
comparecer a una audiencia de medidas cautelares de los propios imputados ante el mismo
Juzgado, dio lugar a que sean inicialmente declarados rebeldes; asimismo, se advierte que no
cursa en obrados ninguna petición ulterior de los imputados solicitando se expidan los
mandamientos de libertad, a los fines de que sea el Juez el que determine qué funcionario va a ser
el encargado de la ejecución de dichos mandamientos, tomando en cuenta la suplencia existente
en el Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal, siendo que el último memorial presentado por
ellos está referido a la presentación de dos boletas que corresponden al arraigo.
II. CONCLUSIONES
II.2. El 4 de abril de 2012, la Sala Penal Primera, revocó la Resolución 228/2011, disponiendo en
su lugar, mediante Resolución 49/2012 de 4 de abril medidas sustitutivas a la detención
preventiva a favor de los ahora accionantes (fs. 16 a 19).
II.3. Por memorial de 25 de abril de 2012, los ahora accionantes mencionan el cumplimiento de
una de las medidas impuestas, presentando boleta de arraigo, providenciando al mismo, se tenga
presente y arrímese a sus antecedentes (fs. 28); asimismo, cursa acta de audiencia de medidas
cautelares y correspondiente Resolución de declaratoria de rebeldía de Johony Guarachi Mamani
y Nicolás Cruz Machaca (fs. 31 a 32 vta.).
II.4. Mediante escrito de 26 de abril de 2012, los ahora accionantes purgan rebeldía, pidiendo
quede sin efecto dicha Resolución, y aceptada la misma mediante providencia de 27 del mes y
año señalado (fs. 34 a 36 vta.).
II.5. Según acta recibida el 26 y 27 de abril de 2012, por Cynthia Delgadillo Aramayo, Actuaria
en suplencia legal del Juzgado de Instrucción Segundo en lo Penal, se tiene la acreditación y
verificación de domicilios de los fiadores personales de los imputados (fs. 20 a 27).
II.6. El 27 de abril de 2012, se libró mandamiento de libertad a favor de los ahora accionantes,
expedidos por los demandados, estableciéndose al final una nota que señala: debiendo ser
entregado a la Actuaria Cynthia Delgadillo Aramayo en suplencia legal del Juzgado Segundo de
Instrucción en lo Penal, con sello de recepción de la cárcel de San Pedro a horas 17:20, del día
señalado precedentemente (fs. 5).
Los accionantes, denuncian que se vulneraron sus derechos a la libertad, la garantía del debido
proceso entendiendo como el derecho a ser oídos por autoridad jurisdiccional competente, a la
igualdad y al principio de inocencia, toda vez que desde el 27 de abril de 2012, hasta la fecha no se
tramitaron ni se ejecutaron los mandamientos de libertad, no obstante de haberse cumplido con
las medias impuestas mediante Resolución 49/2012, emanada por la Sala Penal Primera por
consiguiente, corresponde analizar en revisión, si los hechos denunciados son evidentes y si en el
caso concreto la autoridad y servidora pública judicial demandados vulneraron los derechos de
los accionantes.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE; La
misma que, además, en su art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la libertad de la
persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la “Libertad”, lo hace en su acepción más general
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa el art. 23.I de la Norma Suprema del ordenamiento
jurídico, refiere que “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta
libertad personal “sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”,
entonces, la libertad de la persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo
debe ser respetado sino también protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado art: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o privado
de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley…” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad
física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o
humillantes…”. Así, a Constitución Política del Estado, a tiempo de señalar en el art. 13, que los derechos
reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece que el Estado tiene el deber de
promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa) del
Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases Fundamentales
del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad. En ese marco, el art. 125
establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que
es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir,
de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante
cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
El art. 65 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), al referirse al objeto de la acción
de libertad, señala lo siguiente: “Es una acción constitucional extraordinaria de tramitación sumarísima
que tiene por objeto la garantía, protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la
locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de estos derechos, en los casos en que sean
restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión”.
La acción de libertad, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el que la Norma Suprema del
ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección inmediato tanto del derecho a la vida así
como de aquellas situaciones en las que el derecho a la libertad física de las personas se encuentra
lesionada por causa de una ilegal persecución, indebido procesamiento o indebida privación de libertad;
en este último caso, siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y
expedito para reparar la lesión producida, pues, de existir dicho medio, deberá hacerse uso de éste.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse en cuenta
que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: i) Derecho a la vida; ii)
Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; iii) Derecho al debido
proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, iv) Derecho a la libertad personal,
por haberse privado al margen de la Constitución y la ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o,
está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la amenaza o restricción del derecho a la
libertad personal.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el Juez o Tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 344
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el Juez competente, puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente cuando
de las lesiones al debido proceso se trate, en tanto estén relacionadas con el derecho a la libertad
física de las personas.
Sobre el tema, para hacer efectiva la libertad, bajo medidas sustitutivas a la detención preventiva,
el Tribunal Constitucional en la SC 1242/2011-R de 13 de septiembre, que a su vez cita la SC
1447/2004-R de 6 de septiembre señaló: “...para otorgar la libertad luego de haberse concedido
la cesación de la detención preventiva sólo es exigible el cumplimiento de las medidas
sustitutivas que se hubieren aplicado, pues esa es la única condición que ha previsto el
legislador, lo que implica que no puede exigirse el cumplimiento de otras condiciones,
requisitos o realización de diligencias, como condición previa ha viabilizar la libertad de los
imputados beneficiados con la cesación de la detención preventiva.
En consecuencia, el juez a cargo de la investigación, una vez que se cumplieron las medidas
sustitutivas impuestas, antes de disponer la emisión del mandamiento de libertad, tendrá que
compulsar si efectivamente el imputado dio cumplimiento a las exigencias impuestas por dicha
autoridad a efectos de obtener la cesación de la detención preventiva; y cuando evidencie el
cumplimiento de las exigencias, la decisión lógica será de conceder la libertad, sin mayor
trámite, pues de lo contrario, el rechazo se torna injustificado convirtiéndose en una
obstaculización indebida a la efectivización del beneficio de libertad ya otorgado” (las negrillas
son nuestras).
En ese orden, por ejemplo, el art. 245 del CPP, establece que: “La libertad sólo se hará efectiva
luego de haberse otorgado la fianza”; es más, el art. 246 de la citada norma procesal penal
determina: “Antes de proceder a la ejecución de estas medidas, se levantará acta, en la cual
constará: 1) La especificación de las obligaciones que deba cumplir el imputado y la advertencia
sobre las consecuencias de su incumplimiento; 2) La identificación de las personas que
intervengan en la ejecución de la medida y la aceptación de la obligación que les ha sido
impuesta; 3) El domicilio real que señalen todos ellos; y, 4) La promesa formal del imputado de
cumplir con las citaciones dispuestas”.
Debido a que el personal subalterno de los juzgados, no ejercen facultades jurisdiccionales como
los jueces, carecen de legitimación pasiva para ser demandados en acciones tutelares, su función
se limita a acatar órdenes o instrucciones de su superior. La salvedad a la falta de legitimación
pasiva, se presenta cuando incurran en excesos que signifiquen contrariar o alterar la
determinación de la autoridad jurisdiccional y que implique la lesión a derechos fundamentales o
garantías constitucionales; si el órgano jurisdiccional, conocedor del acto u omisión del
funcionario subalterno, no reconduce el procedimiento y lo convalida, asume la responsabilidad,
deslindando al funcionario (así la SC 1093/2010-R de 17 de junio).
En el presente caso que se examina, de los antecedentes que cursan en obrados, se establece que
dentro del proceso penal seguido contra los ahora accionantes, por la presunta comisión del delito
de robo agravado, al haberse determinado la detención preventiva por el Juez de origen, una vez
interpuesta la apelación y concedida la misma, la Sala Penal Primera por Resolución 49/2012,
dispuso la aplicación de medidas cautelares sustitutivas a la detención preventiva entre ellas: a)
La detención domiciliaria de ambos imputados, debiendo verificarse por el juzgado de origen el
domicilio de los mismos, dando facultades también a los investigadores de la Fuerza Especial de
Lucha Contra el Crimen (FELCC), o del investigador asignado al caso, a que en cualquier
momento puedan apersonarse al domicilio señalado a verificar la estancia o no de los imputados;
b) El arraigo de los imputados, los mismos que deberán cumplir en el plazo de setenta y dos
horas; y, c) La presentación de dos garantes quienes deben “obrar” (sic) la suma de Bs20 000.-,
para el caso que rehúyan los procesados a la presentación de las diferentes actuaciones
procesales.
Ahora bien, en relación a lo aseverado por los accionantes en sentido de que se hubieran
cometido actos y omisiones por los demandados al no tramitar su petición de mandamiento de
libertad; de antecedentes se tiene que este hecho denunciado no es evidente, por cuanto esta
solicitud fue cumplida conforme el informe oral presentado por el Juez demandado, de que el 20
de abril del año en curso, un día después al nombramiento de la suplencia en el Juzgado Segundo
de Instrucción en lo Penal, fue devuelto el legajo del cuaderno de apelación, decretándose al
mismo “Cúmplase”, por otro lado, el 25 de abril de 2012, los accionantes, presentaron un
memorial acreditando el cumplimiento de la medida relacionada con el arraigo; las fianzas
personales y la verificación de domicilios fueron recepcionadas y efectuadas el 26 y 27 del mes y
año señalado, por la Actuaria en suplencia legal del Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal,
así señalada en las conclusiones II.3 y II.5 del presente fallo; asimismo, se advierte que no cursa
en obrados ninguna petición de los imputados solicitando se expidan los mandamientos de
libertad.
En ese contexto, el Juez demandado libró los mandamientos de libertad el 27 de abril de 2012, a
favor de Johony Guarachi Mamani y Nicolás Cruz Machaca, dando fe a los mismos la Actuaria
referida, en cumplimiento a la Resolución emanada de la Sala Penal Primera, así se infiere en la
Conclusión II.6 del presente fallo.
POR TANTO
cursante de fs. 40 a 41 vta., pronunciada por el Juez Tercero de Partido y de Sentencia Penal de
El Alto del departamento de La Paz; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la
aclaración que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
Por memorial presentado el 2 mayo de 2012, cursante de fs. 20 a 25 vta., el accionante por su
representado expuso lo siguiente:
Mediante Resolución de 30 de mayo de 2011, emitido por los Jueces Primero, Segundo y Tercero de
Ejecución Penal, se determinó el traslado de siete internos del recinto penitenciario de “San Antonio” a
“El Abra”, en cuya lista se incluyó ilegalmente a su representado José Abel López Añez.
La señalada Resolución judicial, sustentada en informes emitidos por el Director del penal de “San
Antonio” y la Directora Departamental de Régimen Penitenciario, fue objeto del recurso de apelación
incidental, declarándose procedente por la Sala Penal Segunda, que dispuso la nulidad del Auto
recurrido, determinando se pronuncie nueva Resolución fundamentada.
recibió respuesta negativa, y arbitrariamente señaló audiencia para considerar su traslado para el 30 de
abril de 2012, incurriendo dicha autoridad en actos ilegales, sin que hasta la fecha de presentación
de la acción de libertad se le restituya al penal de “San Antonio”.
I.1.3. Petitorio
El abogado de José Abel López Añez ratificó el contenido de la acción de libertad, puntualizando
que no existe una Resolución firme que establezca el motivo por el que su defendido se encuentre
recluido en el penal de “El Abra”, cuando su detención debió ser en el penal de “San Antonio”.
Con el derecho a la réplica, señaló que la jurisprudencia constitucional tiene carácter vinculante
conforme el art. 8 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), y que el
representado se encuentra legalmente detenido, empero su traslado es ilegal.
Yolanda Ramírez Mendoza, Jueza Primera de Ejecución Penal, ahora demandada, brindó informe
oral en audiencia, señalando que: 1) En mayo del año pasado (2011), ocurrieron sucesos funestos
en el penal de “San Antonio”, viéndose afectada la población carcelaria por los abusos de los
delegados del penal a sus compañeros, inclusive se sospechó que le quitaron la vida a un interno;
2) La denuncia unánime de los internos, determinó que una Comisión Interinstitucional de la
entonces Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, disponga el traslado inmediato de
un grupo de internos; 3) Las autoridades penitenciarias solicitaron el traslado de dichos internos a
objeto de lograr la paz social de la población carcelaria, con esos antecedentes, los Jueces de
Ejecución Penal mediante Resolución dispusieron su traslado; 4) Fallo que fue apelado por tres
internos, entre ellos el representado del accionante, siendo anulado por la referida Corte Superior,
que ordenó se dicte nueva Resolución de manera individual; dictando nuevo Auto que dispuso su
traslado al penal de “El Abra”; obrando de dicha forma, empero, éste volvió a recurrir la
mencionada Resolución, y nuevamente la Sala Penal la anuló, sin considerar lo previsto por el
art. 238 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y el estado de emergencia en el penal; la
Resolución que disponía la anulación, también ordenaba la notificación al interno con los
informes que dieron origen al fallo para su traslado, a objeto de ejercitar su derecho a la defensa;
5) El interno solicitó ser trasladado al penal de “San Antonio”; empero, los delegados del centro
penitenciario enviaron una nota indicando que no se hacían responsables de la integridad física de
José Abel López Añez por ser una persona no grata; 6) Además, el representado del accionante,
no se encontraba legalmente en el penal de “San Antonio”, porque debía cumplir su condena en
el penal de “San Sebastián varones”, quien solicitó que no le trasladaran a dicho recinto porque
su vida corría peligro; 7) Posteriormente presentó recusación contra la Jueza demandada cuando
ésta señaló audiencia para considerar su traslado; y, 8) Finalmente, indicó que el representado del
accionante se encuentra cumpliendo una condena de veinte años por el delito de asesinato y que
en el penal de “San Antonio” su integridad física corría peligro.
Haciendo uso de su derecho a la dúplica señaló que, al disponer que José Abel López Añez no
retorne al penal de “San Antonio” se protegió su vida, ya que su sentencia condenatoria debe
cumplirla en el penal de “San Sebastián varones”.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante orden instruida para la ejecución del mandamiento de condena de 21 de octubre de
2009, expedido por Fernando Villarroel Guzmán, Presidente del Tribunal de Sentencia de
Quillacollo, se ordenó a cualquier funcionario público hábil y no impedido, conduzca al recinto
penitenciario de “San Sebastián sección Varones” de la ciudad de Cochabamba al reo José Abel
López Añez, con el objeto de cumplir la condena de quince años de presidio con la atenuante
prevista por el art. 39 del Código Penal (CP), por el delito de asesinato, al haberse dictado
sentencia condenatoria en su contra el 16 de enero de 2008, que se encuentra debidamente
ejecutoriada, debiendo quedar bajo directa y única responsabilidad del Director de dicho recinto
penitenciario (fs. 30).
II.2. A través del Voto Resolutivo 18/04/2012 emitido por el Consejo de Delegados del centro de
rehabilitación “San Antonio”, rechazaron su reingreso al mismo, deslindando toda
responsabilidad de las agresiones físicas y las consecuencias fatales que pudiera ocurrir contra el
interno (fs. 31).
II.3. Por Auto de 30 de mayo de 2011, pronunciado por los Jueces Primero, Segundo y Tercero
de Ejecución Penal del departamento de Cochabamba, se resolvió autorizar el traslado del penal
de “San Antonio” al recinto de “El Abra” de ocho internos, entre ellos al representado del
accionante (fs. 2).
II.4. La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución 39 de 20 de julio de 2011, resolviendo la apelación incidental presentado por el
representado del accionante contra el Auto que autorizó su traslado, dispuso su nulidad; además,
que los tres Jueces de Ejecución Penal en forma individual dicten una nueva Resolución, con la
aclaración de que los internos trasladados momentáneamente deben aguardar en el penal de “El
Abra” a objeto de garantizar su seguridad habitacional (fs. 3 a 4).
II.5. Por Auto 7/2011 de 22 de septiembre, pronunciado por la Jueza Primera de Ejecución Penal,
se autorizó el traslado de José Abel López Añez del penal de “San Antonio” al penal de “El
Abra”; Resolución que fue objeto del recurso de apelación incidental por parte del representado
del accionante (fs. 5 a 6 y 7 a 11 vta.).
II.6. Nuevamente, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,
mediante Resolución 04 de 17 de enero de 2012, resolvió la apelación incidental anulando la
Resolución recurrida, disponiendo que la Jueza Primera de Ejecución Penal reponga el trámite
legal; es decir, se corra en traslado a la parte afectada con los informes y las solicitudes de las
autoridades penitenciarias a objeto de no lesionar su derecho a la defensa (fs. 12 a 13).
II.7. Por memorial de 23 de abril de 2012, el representado del accionante interpuso recusación
contra la autoridad demandada, quien mediante Auto de 24 de abril del mismo año, rechazó la
recusación planteada; efectuada la solicitud de complementación y enmienda de parte del
accionante sobre el rechazo in límine y lo previsto por el art. 320 inc. 1) del CPP, dicha autoridad
rechazó la misma (fs. 17 y vta.).
El accionante alega que su representado fue ilegalmente trasladado del recinto penitenciario de
“San Antonio” al penal de “El Abra”, pese haber solicitado su inmediata restitución al primer
recinto señalado, la autoridad demandada en forma arbitraria e ilegal en lugar de disponer su
traslado, señaló audiencia para considerar su situación, incurriendo en actos ilegales y lesionando
derechos y garantías constitucionales; en consecuencia, corresponde analizar en revisión si tales
extremos son evidentes y si constituyen actos lesivos al derecho a la libertad.
Conforme previene el art. 125 de la CPE: “Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
constitución o por la ley”.
Los presupuestos a los que alcanza esta garantía constitucional están instituidos en el art. 125 de
la CPE, habiendo determinado la jurisprudencia constitucional su alcance y finalidad del
siguiente modo: “… acción que conlleva un triple carácter: preventivo, correctivo y reparador,
reforzando su particularidad de acción de defensa oportuna y eficaz, no sólo destinada a
proteger los derechos de libertad y de locomoción, ahora también el derecho fundamental a la
vida cuando está íntimamente ligada a aquéllos; entendimiento conforme al desarrollado en la
SC 0023/2010-R de 13 de abril, que respecto al derecho de locomoción, señala: '…dada la
íntima relación que existe entre esos derechos, es posible tutelar también al último de los
nombrados, en aquellos casos en los que el derecho de locomoción está vinculado directamente
con la libertad física o personal, o con el derecho a la vida o la salud…'” (SC 1245/2010-R de
13 de septiembre).
precisando aún más los presupuestos de activación del recurso de hábeas corpus, entendimiento
plenamente aplicable a la actual acción de libertad, cuando se invoca procesamiento indebido o
persecución ilegal, deben influir directamente en el derecho de libertad de la persona agraviada,
es así que la SC 1865/2004-R de 1 de diciembre, estableció que: '...la SC 1688/2004-R de 19 de
octubre, expresó que a través de este recurso no se pueden examinar 'actos o decisiones del
recurrido que no estén vinculados a los derechos a la libertad física como a la libertad de
locomoción, como tampoco supuestas irregularidades que impliquen procesamiento indebido
que no hubieran sido reclamadas oportunamente ante la autoridad judicial competente, pues si
bien este recurso no es subsidiario, no puede ser utilizado para salvar la negligencia de la parte
recurrente'.
En el caso concreto, el representado del accionante solicitó su inmediato traslado del recinto
penitenciario de “El Abra” al recinto de “San Antonio”, al haberse vulnerado sus derechos al
debido proceso y a la defensa vinculada al principio de inocencia, por su ilegal traslado dispuesto por
la Jueza Primera de Ejecución Penal.
De los antecedentes del expediente, se evidencia que el representado del accionante se encuentra
recluido en el recinto penitenciario de “El Abra”, toda vez que a raíz de conflictos entre los internos del
penal de “San Antonio”, la autoridad demandada dispuso su traslado a mencionado recinto
penitenciario penal.
A pesar que no existe Resolución judicial que disponga su permanencia en el penal de “El Abra”, se
evidenció que ese extremo es falso, conforme se desarrollo en Conclusiones II.4 de este fallo, ya que la
Sala Penal Segunda, dispuso la nulidad del Auto emitido por la Jueza demandada; empero, en la
última parte de la referida Resolución se dispuso que José Abel López Añez momentáneamente debe
aguardar la Resolución que emitan los jueces de ejecución, en el penal de “El Abra”, con el
objeto de garantizar su seguridad habitacional.
Conforme se describió en las Conclusiones II.1, el representado del accionante cumple una condena de
quince años de presidio con la atenuante prevista en el art. 39 del CP, por el delito de asesinato,
que debió ser cumplido en el penal de “San Sebastián varones”; respecto a su permanencia en el
penal de “San Antonio”, el Consejo de Delegados de dicho centro de rehabilitación emitió un
Voto Resolutivo 18/04/2012, rechazando su reingreso, deslindando responsabilidad de las
consecuencias fatales que pudiera ocurrir contra éste, debido que en mayo de 2011, causó una
serie de problemas en el penal, originando que las autoridades penitenciarias juntamente los
Jueces de Ejecución Penal decidan el traslado de varios internos al penal de máxima seguridad.
La Resolución que dispuso el traslado de José Abel López Añez a otro recinto penitenciario por
razones de seguridad e indisciplina, fue dispuesta por la autoridad demandada, quien ejercitó sus
facultades jurisdiccionales y dentro de su competencia conforme previene la Ley 2298 de 20 de
diciembre de 2001 y el art. 48 del Decreto Supremo 26715 de 26 de julio de 2002, que autoriza el
traslado de internos de un establecimiento penitenciario a otro.
Estando demostrado que José Abel López Añez tenía conocimiento del proceso iniciado contra
su persona, además, utilizó los medios legales a objeto de impugnar las resoluciones judiciales,
en el caso analizado no se presentan en forma concurrente los dos supuestos reconocidos por la
jurisprudencia constitucional, esto es, la indefensión absoluta y manifiesta, y que dichos actos
sean la causa directa de la privación, o restricción a la libertad física, pues no se evidenció ni se
demostró la mencionada indefensión por lo que no se vulneraron los derechos aludidos.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00611-2012-02 AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 05/12 de 4 de abril de 2012, cursante de fs. 120 a 129, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Felipe Nery Fernández García en
representación sin mandato de René Fernández Mamani contra Alex Antezana Ayala, Juez de
Instrucción Mixto en lo Penal de la localidad de Ascención de Guarayos del departamento
de Santa Cruz.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 353
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Por ese motivo, mediante memorial de 21 de marzo de 2012 (sic), acudieron ante el juez de la
causa, pidiendo se libre mandamiento de libertad y se les otorgue plazo razonable para cumplir
con el depósito judicial, habida cuenta que la negligencia de la actuaria que no cuente con la
orden de depósito, no puede ser atribuida al imputado, adjuntando la prueba de que el arraigo
se encuentra en trámite; sin embargo la autoridad demandada, denegó la solicitud pese a que la
libertad no puede estar sujeta a un trámite administrativo.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de abril de 2012, conforme consta del acta cursante de fs. 114
a 119 vta., se produjeron los siguientes actuados.
I.2.3. Resolución
El Juez Octavo de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 05/12 de 4 de abril de 2012, cursante de fs. 120 a 129 de obrados,
deniega la tutela; en base a los siguientes argumentos: a) Sólo una vez cumplidas las medidas
sustitutivas se materializa el derecho del imputado; b) Es imprescindible la presentación del
certificado de arraigo emitido por la oficina de Migración y el certificado de depósito judicial,
pues sólo estos documentos son idóneos para acreditar que la medida sustitutiva ha sido
cumplida; c) Si bien se puede expedir el mandamiento de arraigo, pero esa actuación no basta
para que la autoridad responsable dé como cumplida su orden, constituyéndose el certificado de
arraigo de máxima importancia para evitar la fuga del imputado; d) Cuando el Juez cautelar pide
las certificaciones de arraigo y depósito, no está trabando la libertad del imputado, sino que
simplemente está cumpliendo con su deber; y, e) La viabilidad de la libertad del representado del
accionante está sujeto al cumplimiento cabal de todas las medidas que se impusieron en la
Resolución.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.2. Por Auto 17/2012 el Juez de Instrucción Mixto de Ascensión de Guarayos, declaró
procedente la solicitud de cesación a la detención preventiva de René Fernández Mamani,
disponiendo como medidas sustitutivas: 1) Presentación al Juzgado una vez por semana para la
firma del libro respectivo; 2) La prohibición que tiene el imputado de ausentarse del
departamento y del país ordenándose el arraigo a nivel nacional; y, 3) Una fianza económica en
la suma de Bs10 000 (diez mil bolivianos) (fs. 149).
II.3. Por memorial de 27 de marzo de 2012, René Fernández Mamani, pide a la autoridad ahora
demandada, se libre mandamiento de libertad y se le otorgue plazo para cumplir obligaciones
cautelares, aclarando que la demora del depósito judicial, no es atribuible a su persona, sino a la
actuaria del juzgado quien no tiene el documento respectivo; (fs. 150 y vta.); Por decreto de 28 de
marzo de 2012, el Juez de Instrucción, Mixto de Ascensión de Guarayos, indicó que:
“Previamente el imputado deberá acreditar la certificación de que se ha procedido al registro de
arraigo…” (fs. 151).
Según señala la SCP 003/2012 de 13 de marzo, entre otras, indica que: “La acción de libertad, es
un mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y
reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la
libertad física como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o
procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares;
así como a la vida, cuando ésta se encuentra afectada o amenazada por la restricción o
supresión de la libertad.
Está consagrada por el art. art. 125 de la CPE, cuando dispone que: 'Toda persona que
considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de
manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal
ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su
vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad'.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor
público o persona particular y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer
y resolver dicha acción constitucional, al Juez en materia penal debido al principio de
especialidad reconocido en la Ley Fundamental.
6. Fianza juratoria, personal o económica. La fianza económica podrá ser prestada por el
imputado o por otra persona mediante depósito de dinero, valores, constitución de prenda o
hipoteca.
En este sentido y como pone de manifiesto Silvia Barona, “la proclamación de excepcionalidad y
del carácter restrictivo que efectúa el Código procesal de la detención preventiva no queda como
una mera declaración programática sino, antes al contrario, lleva pareja una decisión legal de que
así sea”, “estas medidas se convierten en un sustituto de la detención preventiva, son menos
gravosas pero sirven al fin de sujetar al sujeto pasivo durante la tramitación del proceso”
(las negrillas nos pertenecen).
Para ingresar a la configuración procesal del arraigo y su naturaleza jurídica, debemos partir
definiendo lo que se entiende por arraigo y el fin que tiene como herramienta jurídica dentro del
ámbito de las medidas cautelares; así, el Diccionario Jurídico Mexicano, del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de UNAM, Ed. Porrúa décima edición, 1997, considera al arraigo:
“como una medida precautoria dictada por el juzgador, a petición de parte, cuando hubiere temor
de que se ausente u oculte la persona contra quien deba entablarse o se haya entablado una
demanda. Tiene por objeto o finalidad impedir que el arraigado abandone el lugar del juicio sin
dejar un apoderado que pueda contestar la demanda, seguir el proceso y responder de la sentencia
que se dicte”.
Para Alejandro Suarez del Real Gonzales el arraigo: es la situación que deviene de la
permanencia continuada en un territorio durante un tiempo determinado, así como de una oferta
de empleo viable que demuestre la real y efectiva incorporación a su mercado de trabajo, así
como de los lazos familiares estrechados con extranjeros residentes en territorio nacional o con
los propios nacionales.
Para Colín Sánchez: “El arraigo es una especie de medida cautelar personal que puede tener lugar
en la averiguación previa, para que el procurador de Justicia o el agente del Ministerio Público
realice alguna de sus funciones con la amplitud que ameriten, sin hacer objeto al indiciado de
detenciones ilegales; y, además, con la seguridad de que éste no evadirá la acción de la
justicia…”.
En la misma tónica se expresa Marco Antonio Diaz de León al hablar del arraigo, señala que: “el
arraigo, como medida precautoria, sirve para preservar la eficacia de la consignación y, en su
caso, de la sentencia definitiva condenatoria, en tanto permite al Ministerio Púbico tener a su
disposición al inculpado, durante la investigación que realice en la averiguación previa relativa,
lo cual, a su vez, se traduce en una forma de garantizar la seguridad jurídica por lo mismo de que
se impide que el indiciado se dé a la fuga y con ello se propicie la impunidad.”
Por su parte, Jesús Martinez Garnelo, entiende como arraigo: “imponer judicialmente a uno, la
obligación de no salir del lugar del juicio, sino mediante ciertas condiciones.
En este sentido, tenemos que el arraigo efectivamente es una medida cautelar de carácter
temporal, misma que constituye un medio de restricción o limitación al ejercicio del derecho
fundamental de locomoción o de libre tránsito, entendido éste como la libertad del hombre de
poder mantenerse, circular, transitar, salir de su radio de acción cuando él así lo desee; situación
prevista constitucionalmente por el art. 21.7 de la CPE, la cual establece que el derecho “a la
libertad de residencia, permanencia y circulación en todo el territorio boliviano, que incluye la
salida e ingreso del país”. Por ello, es una medida sustitutiva a la detención preventiva que limita
el ejercicio de un derecho fundamental, por eso mismo y a la luz de los valores y principios de la
Constitución que irradian en nuestro ordenamiento jurídico, en el marco previsto por los arts. 7,
221 y 222 del CPP, su aplicación deberá efectuarse con criterio restrictivo y cumpliendo con las
condiciones de validez legal previstas por las normas procesales respectivas. Empero, una vez
aplicada la medida en el marco referido, su cumplimiento es obligatorio para el imputado o
procesado a quien se impone la medida de arraigo.
Bajo este razonamiento, en el ámbito procesal penal constituye una medida restrictiva al derecho
a la locomoción y de carácter temporal -sustitutiva a la detención preventiva- impuesta por el
Juez o Tribunal al imputado o procesado, determinándose así, la prohibición de salir del país, de
la localidad en la cual reside o de un determinado ámbito territorial sin previa autorización
judicial, en el supuesto que haya peligro de fuga; por ello, su finalidad es asegurar la
averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la ley; los sujetos que
intervienen en esta medida, son necesariamente el órgano jurisdiccional competente, el
Ministerio Público y el imputado o procesado que debe quedar arraigado, a no ser en otros delitos
donde el Ministerio Público no participa.
Por tanto y como se dijo, la prohibición abarca la imposibilidad de salir del país, de la
localidad en la cual reside o del ámbito territorial que fije el Juez o tribunal; en este sentido
y desentrañando teleológicamente la figura del arraigo, se tiene que la demarcación
geográfica puede corresponder o no al lugar donde se halle el domicilio del arraigado, pues
de lo que se trata no es simplemente mantenerlo en dicho domicilio, sino mas bien, de que
no salga del área dispuesta como -demarcación o zona geográfica- temporalmente; así
cumplir con la finalidad de la persecución penal y la efectividad en su materialización,
misma que irradia en la justicia y la propia sociedad.
“… el arraigo en el ámbito procesal penal constituye una medida impuesta por el Juez o
Tribunal al imputado o procesado para afianzar su responsabilidad o las resultas del juicio.
En el nuevo sistema procesal penal adoptado por nuestro Código de procedimiento penal, el
arraigo constituye una medida cautelar de carácter personal sustitutiva a la detención
preventiva, cuya finalidad es la de asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del
proceso y la aplicación de la Ley. En efecto, según la norma prevista por el art. 240.3) del CPP,
cuando sea improcedente la detención preventiva y exista peligro de fuga u obstaculización del
procedimiento, el Juez o Tribunal, mediante resolución fundamentada, podrá disponer la
aplicación de la medida sustitutiva de la 'Prohibición de salir del país, de la localidad en la cual
reside o del ámbito territorial que fije el juez o tribunal, sin su autorización, ordenando el
arraigo a las autoridades competentes (..)'.
(…)
'Siendo una medida que limita el ejercicio de un derecho fundamental, en el marco de las normas
previstas por los arts. 7, 221 y 222 del CPP, su aplicación será efectuada con criterio restrictivo
y cumpliendo con las condiciones de validez legal previstas por las normas procesales
pertinentes. Empero, una vez aplicada la medida en el marco antes referido, su cumplimiento es
obligatorio para el imputado o procesado a quien se impone el arraigo”.
Para que el imputado o procesado pueda exigir que se haga efectiva la libertad física, cuando ha
sido cambiada su situación jurídica mediante la imposición de medidas sustitutivas a la detención
preventiva, es imprescindible que se acredite su cumplimiento con la presentación del Certificado
de Arraigo emitido por la oficina de la Dirección Nacional de Migración, pues solo así el Juez
tendrá la certeza de que la medida sustitutiva será cumplida. Así la SC 0575/2007-R de 5 de julio,
citando a la SC 0835/2004-R de 1 de junio, indicó que: “…para alegar el cumplimiento de la
medida sustitutiva prescrita en la norma prevista por el art. 240.3 del CPP; por ende, para
exigir se haga efectiva la libertad física cuando se ha obtenido el beneficio de la cesación de la
detención preventiva, es imprescindible la presentación del certificado de arraigo emitido por la
oficina de Migración, pues sólo ese documento es el idóneo para acreditar que la medida
sustitutiva ha sido cumplida, así en este sentido se dictó la SC 0997/2001-R de 18 de septiembre,
cuya línea jurisprudencial fue recogida y abundada en la SC 1096/2003-R de 7 de agosto que
dice: '(…)la línea jurisprudencial referida sobre la forma en cómo se debe acreditar el
cumplimiento del arraigo tiene su razón de ser y sustento jurídico, puesto que si bien puede
expedirse la orden de arraigo y entregarse a la Oficina correspondiente de Migración, con este
único acto no basta para que la autoridad responsable del control jurisdiccional de una
investigación dé como cumplida su orden, pues es razonable que exija una certificación de que
se ha procedido al registro, de modo que no se deje posibilidad alguna de que el procesado
pueda salir del país, ya que la medida se constituye de máxima importancia para evitar la fuga
del imputado o procesado, pues de existir tal posibilidad sería de responsabilidad del juzgador
por no haberse cerciorado de que el imputado o procesado realmente estaba arraigado, de
manera que, cuando el Juez Cautelar exige la certificación de ningún modo está trabando u
obstaculizando la libertad, sino que simplemente está cumpliendo con su deber de asegurarse
que las medidas que ha impuesto han sido efectivamente cumplidas por el imputado”.
Bajo este marco, la exigencia del cumplimiento de la respectiva certificación, de ninguna manera
constituye una restricción u obstaculización de la libertad, sino simplemente la verificación por
parte del Juez o Tribunal, de que las medidas sustitutivas a la detención preventiva impuestas,
han sido efectivamente cumplidas conforme a lo dispuesto por la norma y la resolución judicial
correspondiente; claro está que, quien conozca de la medida de arraigo impuesta, debe actuar con
la diligencia debida y no pasividad, para que de esta forma cumpla y acredite que la medida
sustitutiva ha sido plenamente cumplida.
Por consiguiente, la referida certificación, constituye una constancia para el propio juzgador de
que su determinación fue cumplida, de esta forma asegurar la presencia del imputado y/o
procesado en el desarrollo del proceso penal; en coherencia con lo referido, el imputado o el
procesado que no ha cumplido con las obligaciones impuestas como es el arraigo (que debe ser
certificado), no puede exigir se le otorgue libertad que se encuentra estrictamente sujeta al
cumplimiento de la medida sustitutiva impuesta para el efecto, por ello, cuando el Juez o
Tribunal exige la certificación de ningún modo está trabando el derecho del interesado, en todo
caso, está cumpliendo con su deber de asegurarse que las medidas impuestas en el marco del art.
240 del CPP, hayan sido plenamente efectuadas.
De la misma forma, debe quedar claramente establecido, que si bien puede existir la orden de
arraigo y el cual ha sido entregado a la oficina respectiva de Migración; sin embargo -con dicho
acto procesal-, únicamente no basta para que el Juez o Tribunal que ejerce el control
jurisdiccional de la investigación y del proceso, de cómo efectivamente cumplida su orden, en
todo caso y bajo una interpretación teleológica y sistemática, se tiene que es imprescindible y
necesario, la materialización de la orden de arraigo reflejada en la expedición de la
certificación correspondiente por el órgano competente de modo que no se deje posibilidad
alguna de que el imputado o procesado pueda salir del país, ya que la medida sustitutiva se
constituye de máxima importancia para evitar la fuga; lo contrario conllevaría a una
responsabilidad del juzgador por no haberse verificado de que el ciudadano imputado o
procesado realmente estaba arraigado, existiendo así la posibilidad de que salgan de la zona o
demarcación geográfica correspondiente; en coherencia con ello y en consecuencia, no resulta
lesión ni vulneración a ningún derecho, el hecho de que el Juzgador en su momento pida o exija
el cumplimiento de lo ordenado, entre estos, el certificado que acredite el arraigo; momento en el
cual, bajo el principio de celeridad y legalidad, deberá expedir el mandamiento de libertad
correspondiente de forma inmediata, tomando en cuenta que se hayan cumplido otras medidas
impuestas a la vez.
El art. 244 del CPP, señala que, “La fianza real se constituye con bienes inmuebles o muebles,
valores o dinero”.
Por su parte, el art. 245 del CPP, determina que: “La libertad sólo se hará efectiva luego de
haberse otorgado la fianza”.
Conforme a dicha norma, para hacer efectiva la libertad, necesariamente debe haberse otorgado
la fianza, sea juratoria, personal o real; sin que posteriormente, el juez o tribunal que impuso esa
medida sustitutiva, pueda establecer otras condiciones o la realización de nuevas diligencias para
dar curso a la libertad, pues ello implicaría el desconocimiento de las propias determinaciones
asumidas por el juzgador y una lesión al derecho a la libertad del imputado.
Conforme a ello, una vez que el imputado ha otorgado la fianza, se materializa el derecho del
atribuido a exigir al Juez su libertad, como también se impone al juzgador la obligación de
concederla sin más trámite (SC 1447/2004-R), y es en ese sentido que debe ser entendida la
norma prevista en el art. 245 del CPP.
Bajo esta interpretación, si bien para dar curso a la libertad es necesario acreditar que
efectivamente se ha cumplido con la fianza económica impuesta en la medida sustitutiva; sin
embargo de ello, no es menos cierto que la tramitación del mismo, debe ser resultado de la
celeridad y la diligencia debida, al encontrarse de por medio justamente el derecho a la libertad y
de locomoción, razón por la cual, todo juzgado en materia penal, debe procurarse con todos los
documentos que sirvan para hacer cumplir y materializar en su caso, toda orden emanada por
autoridad competente dentro del régimen cautelar reconocido en nuestro sistema procesal penal y
de esta forma otorgar seguridad y certeza en las decisiones asumidas en el proceso; pues es
incomprensible que en algunos juzgados no tengan documentos imprescindibles para la ejecución
de algunos actos procesales, demostrando así, desinterés y por ende negligencia en las funciones
que desempeñan, por ello, el hecho de que no existan en el Juzgado documentos necesarios y
precisos para efectivizar o cumplir una medida impuesta por el Juez donde se encuentre bajo
condición la libertad, resulta un acto dilatorio a las pretensiones jurídicas de la parte interesada.
El accionante alega la vulneración del derecho a la libertad de su representado, toda vez que se le
impuso medidas sustitutivas a la detención preventiva, se apersonó ante actuaria del Juzgado
pidiéndole la orden de depósito judicial, pero le manifestaron que no tienen el documento y que
se dirija ante el Tribunal departamental; por ello, mediante memorial de 27 de marzo de 2012,
solicitó a la autoridad demandada, libre mandamiento de libertad, otorgándole un plazo para que
pueda cumplir con el certificado de arraigo, que se encuentra en trámite y el depósito judicial que
no se realiza por causa no atribuible a su persona; agrega que la libertad no puede estar sujeta a
un trámite administrativo.
De los antecedentes que informan el expediente, se tiene que, la autoridad jurisdiccional ahora
demandada, mediante Auto 17/2012, declaro procedente la solicitud de cesación a la detención
preventiva de René Fernández Mamani, disponiendo como medidas sustitutivas: 1) La
presentación al Juzgado una vez por semana para la firma del libro respectivo; 2) La prohibición
que tiene el imputado de ausentarse del departamento y del país ordenándose el arraigo a nivel
nacional; y, 3) Una fianza económica en la suma de Bs10 000.- (diez mil bolivianos).
En este sentido, el imputado a efectos de cumplir la medida y condición dispuesta por la autoridad ahora
demandada, efectivamente inició la tramitación correspondiente para obtener la certificación que
acredite su arraigo y una vez que la misma se encontraba en trámite, procedió a solicitar al juez
que libre mandamiento de libertad adjuntando al efecto, el Talón de Control emitido por la
oficina respectiva de Migración; ahora bien, esta petición fue denegada por la autoridad
demandada con el argumento que “previamente debe acreditar mediante la certificación de
que se ha procedido al registro del arraigo”, situación que conforme se ha desarrollado en esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, no se considera una actuación que lesione el derecho a la
libertad del imputado; pues la autoridad jurisdiccional tiene el deber de verificar y percatarse
sobre el cabal cumplimiento de las condiciones impuestas para efectivizar las medidas
sustitutivas, por lo que -una vez cumplidas las mismas- se entiende que recién se podrá librar el
mandamiento de libertad de forma inmediata al encontrarse el derecho a la libertad
comprometida; lo contrario, no solo recaería una responsabilidad para la autoridad que ejerce el
control jurisdiccional, sino también, repercutiría con el sentido teleológico de una herramienta
preventiva muy importante para la efectividad de la persecución penal y el sometimiento al
proceso del imputado y/o procesado; de esta forma se garantiza la imposibilidad de salir de un
área o zona geográfica determinada.
Empero, a la luz de los valores y principios constitucionales que irradian y sustentan nuestro
ordenamiento jurídico, se aclara que, si bien la efectivizacion de una orden de arraigo se
encuentra sujeta a un trámite previó regulado por el Decreto Supremo 24423, el mismo debe ser
materializado en el menor tiempo posible al encontrarse de por medio el derecho a la libertad y
locomoción del interesado, misma que no podrá ser cumplida en su cabalidad si no existe
celeridad en la referida tramitación.
El accionante alega que, finalizada la audiencia donde se determinó medidas sustitutivas a favor
de su representado, se acerco a la actuaria del juzgado, solicitando que a la brevedad posible se
elabore la orden de depósito judicial, pero los funcionarios manifestaron que no tienen ese
documento y que acuda al Tribunal Departamental de Justicia; por lo que, mediante memorial de
21 de marzo de 2012 (sic.) acudió ante el juez de la causa, pidiendo se libre mandamiento de
libertad y se les otorgue plazo razonable para cumplir con el depósito judicial, al no ser su
responsabilidad el hecho de que el juzgado no tenga el documento para el depósito judicial.
En este sentido, si bien el juzgador no fue quien rechazó directamente la solicitud de la parte
accionante para efectivizar la fianza económica impuesta, sino la actuaria del juzgado de
Ascención de Guarayos, no es menos cierto que esta irregularidad fue denunciada por el
imputado mediante memorial presentado el 27 de marzo de 2012, pero la autoridad demandada
no la atendió como correspondía, limitándose a decretar que: “Previamente el imputado deberá
acreditar la certificación de que se ha procedido al registro de arraigo…”; esta omisión, deja en
incertidumbre la situación jurídica del imputado, pues es el Juez quien ejerce el control
jurisdiccional en la etapa preparatoria y quién garantiza el respeto de los derechos fundamentales
y garantías constitucionales de las partes, razón por la cual, la autoridad demandada, por una
parte debió pronunciarse respecto a la denuncia y por otra, tenía la obligación de corregir o
procesar la petición bajo la facultad y jerarquía que tiene en su juzgado, al no hacerlo, el
imputado no tiene certeza para efectivizar una de las condiciones impuestas al momento de
otorgarle medidas sustitutivas a la detención preventiva, lo cual refleja una inseguridad jurídica
para éste que trasciende y repercute en su libertad; situación que podía haber sido desvirtuada por
la autoridad ahora demandada; sin embargo, no se presentó en audiencia ni hizo llegar su informe
como era su obligación; en merito a ello, sobre esta actuación procesal, la tutela debe concederse,
toda vez que, es obligación del Juzgador tener toda la documentación pertinente y necesaria para
operativizar, efectivizar y ejecutar las órdenes emanadas en los procesos penales y
específicamente en el régimen de medidas cautelares, conservando una actitud activa
promoviendo de esta forma -justicia para todos- a efectos de que los trámites referidos, se
efectúen lo más rápido posible bajo la lupa del principio de celeridad, más aún, si de por medio
se encuentra un derecho primario como es la libertad.
POR TANTO
1º REVOCAR en parte, la Resolución 05/12 de 04 de abril de 2012, cursante de fs. 120 a 129,
pronunciada por el Juez Octavo de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz; y en
consecuencia, CONCEDER, únicamente respecto a la situación en la que se le colocó al
imputado, sobre la falta de documentación para efectivizar la medida sustitutiva prevista en el art.
240.6 del CPP.
2º Disponer que la autoridad demandada, ordene a los funcionarios bajo su dependencia, emitir u
otorgar de forma inmediata la documentación extrañada, para que se cumpla la fianza económica
impuesta.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00830-2012-02-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 61/2012 de 16 de abril, cursante de fs. 471 a 474, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Carlos Nava Rivera contra
Andrei Abruzzese Aguirre, ex Responsable de la Unidad Operativa de Bosques Integrada
Santa Cruz de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT),
ahora Director Técnico de la misma; Ronny Del Castillo Rut, actual Responsable de la
Unidad Operativa de Bosque y Tierra- (UOTB) Integrada de Santa Cruz; y, Cliver Hugo
Rocha Rojo, Director Ejecutivo Nacional de la ABT.
Por memorial presentado el 7 de febrero de 2012, complementado el 2 de marzo del citado año,
cursantes de fs. 298 a 300 vta. y 312 y vta., respectivamente, el accionante, señala que:
En agosto de 2010, Juan Carlos Nava Frías -padre del ahora accionante-, conductor del tracto
camión de su propiedad, fue contratado por Benigna Cervantes Soliz de Mendieta para el
transporte de madera desde la localidad de San Ignacio hasta Santa Cruz de la Sierra.
En virtud a ese antecedente, el 22 de agosto de 2010, cuando el referido vehículo arribó al puesto
fijo de control forestal de El Pailón, funcionarios de la “UOBT-ISC-ABT” (sic), lo decomisaron
provisionalmente, conjuntamente con el producto forestal -supuestamente ilegal- cuyo
Certificado de Origen (CFO) -sostenían-, hubiese sido adulterado, por lo que iniciaron
procedimiento administrativo sancionador contra Juan Carlos Nava Frías, Benigna Cervantes
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 365
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Soliz de Mendieta y José Luis Campos Rojas, ampliándolo contra Pedro Wilber Ibáñez Román,
mismo que concluyó con la Resolución Administrativa (RA) RU-ABT-ISC-PAS-0504-2011 de
16 de febrero, que en su parte resolutiva sexta, dispuso la devolución del motorizado de manera
formal al sumariado, previo pago de la multa impuesta en el citado fallo; sin embargo, su persona
nunca fue procesada ni declarada responsable de infracción administrativa alguna.
Refiere que, por su parte Benigna Cervantes Soliz de Mendieta y Juan Carlos Nava Frías,
presentaron recurso de revocatoria, resuelto por RA ABT 235/2011 de 29 de agosto, confirmando
los actos administrativos, fallo del cual tomó conocimiento recién el 23 de diciembre de 2011; es
decir, transcurridos más de catorce meses desde que su tracto camión fue retenido en los
depósitos de la ABT de forma ilegal, expuesto a la intemperie y condiciones climatológicas,
ocasionando un desgaste irreversible; situación que atenta contra el sustento de su familia por
constituir un instrumento de trabajo que le permite solventar sus necesidades básicas; aun más, si
contrajo una deuda que debe cubrir con el flete que genera el motorizado.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 16 de abril de 2012, cursante de fs. 460 a 471, se produjeron los
siguientes hechos:
inminente y perjuicio irreparable, pues la ABT, tiene retenido su vehículo por más de catorce
meses, expuesto a inclemencias del tiempo y garantizando un préstamo de dinero que obtuvo; y,
5) Juan Carlos Nava Frías, para evitar causar más daño, en virtud del art. 150 del Código de
Procedimiento Civil (CPC), solicitó se designe depositario a su persona, en tanto se tramite el
mismo; o en su caso, se ordene su inmediata devolución; empero, dicha petición fue rechazada
por la instancia ministerial, siendo plenamente viable que acuda a la justicia constitucional para
reparar sus derechos fundamentales.
En uso de la réplica, manifestó: i) No se está “accionando contra los hechos que juzgó la forestal,
sino contra el punto sexto de la Resolución que determinó concluir el proceso administrativo en
primera instancia”, donde refieren que se devuelva el camión de manera formal al sumariado; sin
embargo, nunca tuvo tal condición, pretendiendo el pago de multas impuestas a otros infractores;
y, ii) En el momento que identificaron que su persona era propietario del camión, por qué no
cumplieron con el art. 33.VI de la LPA, en resguardo del debido proceso y el derecho a la
defensa.
Los demandados, mediante sus apoderados Willian Calvimontes Marquez y Jaime Plinio
Martínez Uribe, en audiencia manifestaron: a) En principio, Juan Carlos Nava Frías se apersonó
ante la ABT como conductor y propietario; b) Si bien no se inició procedimiento administrativo
sancionador contra Juan Carlos Nava Rivera, es porque él tuvo la oportunidad de presentarse ante
la ABT -lo que nunca hizo-, y no simplemente activar la presente acción de amparo
constitucional; c) Se sustanció un procedimiento administrativo sancionador que aún se encuentra
pendiente de resolución, en instancia del recurso jerárquico; entonces, no se puede invocar la
subsidiariedad, porque no se está hablando de la vida o la salud de una persona (SSCC
0150/2010-R y 0166/2011-R); d) No detentan la legitimación pasiva, por ende no les
corresponde devolver el camión, toda vez que al haber emitido “la Resolución del recurso
jerárquico” (sic), ya perdieron competencia en el proceso; e) Si bien existen dos o tres instancias
en la tramitación, estas debieron haber sido convocadas, lo que hace que no se pueda ver el fondo
del “proceso”; f) El accionante, teniendo la posibilidad, debió apersonarse a la instancia que
corresponde en la tramitación; es decir, desde que se inició el decomiso (SSCC 1773/2011,
1729/2003-R y 0788/2010-R); g) Fue el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la última
instancia que estaba en conocimiento del caso y la que negó la devolución del vehículo,
autoridades del mismo, que curiosamente no se encuentran en la audiencia para explicar los
argumentos de su decisión; h) En reiterados actuados pretendieron confundir a la ABT,
asumiendo que Juan Carlos Nava Frías era propietario del camión, circunstancia que no ha sido
acreditada; i) Si bien la parte resolutiva sexta de la RA RU-ABT-ISC-PAS-0504-2011, hace
alusión a Juan Carlos Nava Rivera, sin embargo, también especifica a cualquier otra persona que
demuestre derecho propietario, porque precisamente ese elemento no estaba acreditado; j) En
cuanto a la excepción a la subsidiariedad, la SC 0150/2006-R de 6 de febrero señala que,
necesariamente debe existir carga argumentativa, fundamentación y sustento del daño
irreparable; y, k) La atribución conferida por el art. 22 de la Ley Forestal (LF), refiere que el
decomiso de productos ilegales y de medios de perpetración, es precisamente el medio de
transporte, por lo que en previsión de ello, se encuentra como una medida preventiva que asegure
la efectividad del proceso.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 61/2012 de 16 de abril, cursante de fs. 471 a 474, la Sala Civil Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, concedió la tutela; disponiendo: 1) La nulidad
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.3. Juan Carlos Nava Frías, mediante memorial presentado el 5 de noviembre de 2010, se
apersonó y solicitó dejar sin efecto el “Decomiso del Camión Trailer, Marca Scania, Color Azul,
con Placa de Control 2183-AYA”, dispuesto por la Unidad Operativa de Bosque y Tierra
Integrada Santa Cruz (UOBT-ISC) de la ABT (fs. 49 y vta.,).
II.4. Por memorial de 14 de diciembre de 2010, Juan Carlos Nava Frías puso en conocimiento de
la ABT, que el derecho propietario del camión de características ya descritas en el punto II.3 de
la presente Sentencia, corresponde a su hijo Juan Carlos Nava Rivera (fs. 66), adjuntó al
efecto el Registro Único para la Administración Tributaria Municipal (RUAT) 145448,
constando los datos personales del ahora accionante y las características del vehículo en cuestión
(fs. 68).
II.6. En consideración al recurso de revocatoria interpuesto por Juan Carlos Nava Frías, Benigna
Cervantes Soliz de Mendieta y José Luis Campos Rojas; Cliver Rocha Rojo, Director Ejecutivo-
ABT, mediante RA ABT 235/2011 de 29 de agosto, determinó: “Primero: Declarar nulo en parte
el proceso seguido en contra de José Luis Campos, propietario de la 'Barraca Campos', hasta el
dictamen jurídico de fecha 16 de febrero de 2010…; Segundo: Confirmar las demás partes de la
Resolución Administrativa RU-ABT-ISC-PAS-0504-2011 de fecha 16 de febrero de 2011 en
aplicación de lo normado por el inc. a) del Art. 37 del Decreto Supremo Nº 26389 de 8 de
noviembre de 2011 modificado por el Decreto Supremo 27171 de 15 de septiembre de 2003”
(sic) (fs. 276 a 285).
II.7. El 10 de enero de 2012, Juan Carlos Nava Frías, interpuso recurso jerárquico contra la
RA ABT 235/2011 que resolvió el recurso de revocatoria presentado contra la RA RU-ABT-
ISC-PAS-0504-2011, solicitando se revoque parcialmente la misma, eximiéndolo de
responsabilidad administrativa en la infracción de transporte ilegal y “ordenando la devolución
inmediata y sin condición alguna, del Camión tipo Trailer, marca Scania, color Azul, con placa
de control 2183-AYA que es de propiedad de Juan Carlos Nava Rivera” (sic) (fs. 304 a 306 vta.).
II.8. Mediante memorial de 7 de febrero de 2012, el ahora accionante se apersonó ante la UOTB-
ISC-, de la ABT, pidiendo la devolución de su medio de transporte en consideración a su derecho
propietario (fs. 309); pedido que providenciado el 28 de febrero de 2012, determinó no
corresponder a esa instancia manifestarse sobre lo incoado, enfatizando que el proceso fue objeto
de recurso jerárquico (fs. 311).
Corresponde precisar con claridad el objeto y la causa de la petición de tutela; en ese orden, se
tiene que el objeto de la presente acción de amparo constitucional, es la solicitud de tutela para el
resguardo de los derechos a la propiedad privada, a la defensa y al debido proceso; asimismo, la
causa, es decir los actos denunciados como lesivos a los derechos de la parte accionante, versan
sobre la disposición resolutiva sexta de la RA RU-ABT-ISC-PAS-0504-2011 de 16 de febrero,
que dispuso la devolución formal del medio de transporte decomisado en la que además se lo
consigna como sumariado, o a quien acredite tener derecho propietario sobre el mismo, previa
cancelación de una multa establecida en la propia Resolución Administrativa, sin considerar que
su persona nunca fue procesada y declarada responsable de alguna infracción administrativa; y, la
RA ABT 235/2011 de 29 de agosto, que determinó, en su punto segundo, confirmar en sus demás
partes la RA RU-ABT-ISC-PAS-0504-2011. En consecuencia, en base a los aspectos antes
señalados, se analizará si en el caso, corresponde la concesión o no, de la tutela solicitada.
El orden constitucional boliviano, dentro de las acciones de defensa, instituye en el art. 128 de la
CPE, la acción de amparo constitucional como un mecanismo de defensa que tendrá lugar
contra los “actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley”.
Del contenido de la Norma Suprema, puede inferirse que la acción de amparo constitucional es
un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de protección de los
derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección se circunscribe
respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se encuentran resguardados por
los otros mecanismos de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a los
bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento,
etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se dirige contra
aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos,
sino también de las personas individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los
derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico
procesal propio.
Finalmente, cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el
parágrafo I del art. 129 de la CPE que esta acción '…se interpondrá siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados”.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela (SCP
0002/2012 de 13 de marzo).
El art. 128 de la CPE, instituye los alcances y la finalidad de la acción de amparo constitucional
cuando establece que: “…tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
Por su parte, el art. 129.I de la CPE, dispone que: “La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
Dicho de otro modo, para que proceda la acción extraordinaria de amparo constitucional: '...el
recurrente debe utilizar cuanto recurso le franquee la ley, sea ante la autoridad o persona que
lesionó su derecho o ante la instancia superior a la misma en caso que se trate de autoridad y,
en el caso de particulares, acudir ante la autoridad que conforme a la naturaleza del acto ilegal
u omisión indebida le pueda otorgar protección inmediata, y sólo se concederá el amparo, no
obstante la existencia de otras vías, cuando las mismas resulten ineficaces para la defensa de los
derechos, excepción que dependerá de la problemática planteada…' (0643/2006-R de 4 de julio).
Finalmente conviene recordar que además de inferirse la naturaleza subsidiaria del amparo,
también se concluye que este recurso no es un medio paralelo o alternativo de protección de
derechos, en ese sentido la SC 1503/2004-R de 21 de septiembre, sostiene: '…el Tribunal
Constitucional ha establecido que la jurisdicción constitucional no puede operar como un
En ese contexto, se advierte de antecedentes que, el 10 de enero de 2012, Juan Carlos Nava Frías,
sumariado dentro el proceso administrativo sancionador y padre del ahora accionante, interpuso
recurso jerárquico contra la RA ABT 235/2011 que resolvió el recurso de revocatoria
presentado contra la RA RU-ABT-ISC-PAS-0504-2011, solicitando se revoque parcialmente la
citada resolución y se lo exima de responsabilidad administrativa en cuanto a la infracción de
transporte ilegal, además de pedir se ordene la devolución inmediata y sin condición alguna,
del medio de trasporte decomisado considerando que este se constituía en propiedad de
Juan Carlos Nava Rivera.
Ahora bien, desde esa perspectiva, si bien el ahora accionante no fue el titular de la activación del
recurso jerárquico, el mismo fue interpuesto por Juan Carlos Nava Frías conforme se constata de
la conclusión II.7 de la presente Sentencia, por lo que tal situación abre la posibilidad de revisión
de lo dispuesto mediante la Resolución Administrativa impugnada por el ahora accionante a
través de la presente acción de amparo constitucional, por lo que el ingresar al análisis del fondo
de la problemática planteada, conllevaría el riesgo de establecer dos resoluciones contradictorias,
tanto de la jurisdicción constitucional como la administrativa, creando una disfunción procesal no
deseada por el ordenamiento jurídico; en este sentido, será la autoridad administrativa quien en
cumplimiento de sus atribuciones, se pronuncie sobre “el petitorio” del recurso jerárquico, objeto
también de la acción constitucional que se revisa, que de ninguna manera puede operar como un
recurso sustitutivo, ni constituirse en una instancia más dentro de proceso administrativo.
En conclusión, cabe precisar que de acuerdo al marco jurisprudencial y normativo necesario para
el análisis de la presente causa, corresponde puntualizar que en virtud al principio de
subsidiariedad, dicha garantía jurisdiccional no procede en los casos en que previendo la
norma procesal ordinaria medios de defensa eficaces y oportunos para la protección de los
derechos que tutela, estos no fueron resueltos, máxime, si de un razonamiento lógico, y
conforme los antecedentes del proceso administrativo, Juan Carlos Nava Frías- sumariado en el
mismo-, se constituye en el padre de Juan Carlos Nava Rivera, lo que lleva a discernir el
desconocimiento de la demanda; además, llama la atención que el accionante dejó transcurrir el
tiempo que se acusa contra el resguardo de sus propios derechos que ahora alega, no siendo
válidos los argumentos expuestos en cuanto a establecer la excepción al principio de
subsidiariedad, más aún, si pudo apersonarse desde el momento mismo del decomiso del medio
de transporte; empero, no lo hizo, demostrando una actitud pasiva al respecto, correspondiendo
denegar la tutela.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El 8 de mayo de 2012, al acudir a oficinas del Banco de Crédito S.A. en la ciudad de Santa Cruz,
fue aprehendido por efectivos de la Policía Boliviana en cumplimiento de un mandamiento de
aprehensión emanado por el Fiscal de Materia de Yacuiba, Armando Vargas Villagómez, por la
presunta comisión de los delitos de asociación delictuosa, manipulación informática y otros,
situación que le sorprendió puesto que su persona únicamente se dedica a la actividad del
comercio, no tiene grado de instrucción alguno en informática para poder realizar dichas
operaciones y tampoco conoce a los otros sujetos mencionados en dicho mandamiento.
Refiere que el referido mandamiento no es legal, puesto que el 3 de mayo de 2012, el Fiscal
demandado perdió competencia al haber presentado la imputación formal correspondiente ante el
Juez Segundo de Instrucción en lo Penal, por lo que únicamente quien podría haber emitido el
mandamiento de aprehensión era el Juez cautelar y no así el Fiscal señaldo; sin embargo, a pesar
de ello, en cumplimiento dicho mandamiento se procedió a su aprehensión en la ciudad de Santa
Cruz desde las 16:30 horas de 8 de igual mes y año, siendo trasladado a celdas de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Yacuiba el 11 del citado mes y año,
transcurriendo ya cuatro días desde su aprehensión.
El accionante considera que se lesiono su derecho a la libertad, citando al efecto los arts. 73, 109,
110, 113, 115, 116, 120, 122, 125 y 126 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 15,
ausentes las partes, se produjeron los siguientes actuados:
Ausente el accionante se dio lectura al memorial de retiro de acción que presentó el 11 de mayo
de 2012 a horas 17:00.
I.2.3. Resolución
La Jueza Primera de Sentencia Penal de Yacuiba del departamento de Tarija, por Resolución
8/2012 de 11 de mayo, cursante de fs. 16 a 17 vta., denegó la acción de libertad, señalando que:
a) El accionante al haber recuperado su libertad formuló su retiro de la acción, pero conforme
determinan los arts. 125 y ss. de la CPE, tal retiro es inadmisible por cuanto ya fue señalada la
fecha de audiencia; b) De acuerdo al art. 226 del Código de Procedimiento Penal (CPP), el fiscal
puede emitir mandamiento de aprehensión pero sólo hasta antes que la autoridad judicial asuma
conocimiento del proceso con la imputación; y, c) Ante la inasistencia de las partes la Jueza no
puede comprobar ni corroborar los hechos denunciados.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Por Resolución Fiscal de aprehensión de 25 de abril de 2012, el Fiscal de Materia, Armando
Vargas Villagómez, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella de José
Eduardo Eusebio Soruco Sandoval contra el accionante y otros, ordenó la aprehensión de Jhonny
Humberto Párraga Peña y otros, a efectos de recepcionar la declaración informativa conforme
establece los arts. 224 al 227 del CPP (fs. 2 y vta.).
El accionante denuncia que el Fiscal demandado vulneró su derecho a la libertad por cuanto fue
aprehendido con mandamiento emitido cuando éste ya había perdido competencia para librar el
mismo, puesto que la autoridad jurisdiccional ya había asumido conocimiento de la imputación
contra su persona. Por consiguiente, corresponde en revisión, determinar si se debe otorgar o no
la tutela solicitada.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como indica el art. 8 de la Constitución
Política del Estado (CPE), que además, en su art. 22, expresamente establece que: “La dignidad y
la libertad de la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del
Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general, como
expresión normativa del valor de la misma libertad, lo cual supone para cada individuo o
colectividad la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos
sus ámbitos posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en
el sistema normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa el art. 23.I de la Norma Suprema refiere que: “Toda
persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo podrá
ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad
histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, entonces, la libertad de la persona es
aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo debe ser respetado sino también debe ser
protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del numeral IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en el
art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece
que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa)
del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases
Fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad.
En ese marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho a
la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, 4)
derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o,
está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad
personal.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se reestablezcan las formalidades, particularmente
cuando de las lesiones al debido proceso se trate en tanto éstas estén relacionadas con el derecho
a la libertad física de las personas.
En tal sentido, procederá el retiro de la acción de libertad únicamente hasta antes del
señalamiento de día y hora de la audiencia. En consecuencia, la Jueza de garantías al haber
continuado con el procedimiento constitucional hasta dictar Resolución, obró correctamente.
III.2. Obligación de acudir ante el Juez cautelar cuando el mismo ya tiene conocimiento de
la imputación
Las situaciones excepcionales en las que a través de la acción de libertad, no es posible ingresar
al análisis de fondo de una problemática denunciada ya fueron definidas por la jurisprudencia
constitucional en la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, la cual estableció tres supuestos, refiriéndose
en el primero de ellos a situaciones en las que tanto la Policía como la Fiscalía cometieron
arbitrariedades relacionadas al derecho a la libertad física o de locomoción y que: “En los casos
en los que ya se cumplió con dicha formalidad procesal, es decir, con el aviso del inicio de la
investigación, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, es ante ella donde se debe
acudir en procura de la reparación y/o protección a sus derechos. De no ser así, se estaría
desconociendo el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a través del legislador le ha
dado al juez ordinario que se desempeña como juez constitucional en el control de la
investigación” (las negrillas nos corresponden).
competencia puede conocer, compulsar y resolver toda situación que importe vulneración de los
derechos del imputado en esta fase del proceso penal. Por tales circunstancias, el accionante no
podía acudir directamente a la vía constitucional, situación que imposibilita el ingresar a analizar
el fondo de la problemática planteada.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00766-2012-02 AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 047 de 17 de abril de 2012, cursante de fs. 152 a 155 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Secundino Tardío Vela Alcalde
del Gobierno Autónomo Municipal de Lagunillas del departamento de Santa Cruz contra
Jaime Rubén Flores Tórrez, Presidente; Elafio Morón Vélez, Rogelio Cusaire Borora y
Elmer Jesús Guzmán Canido, Concejales del señalado Municipio.
a) Antecedentes fácticos
Expresa que, en los comicios electorales de 4 de abril de 2010, fue elegido en el cargo de Alcalde
del Gobierno Autónomo Municipal de Lagunillas, función pública que cumplía, hasta el 16 de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 379
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
noviembre de 2011, fecha en la cual, los concejales de ese municipio -ahora demandados- y
“gente contratada” (sic), haciendo uso excesivo de la fuerza y mediante atropellos verbales y
físicos, desalojaron violentamente al personal de la referida institución edil, incluida su persona,
incurriendo entre otros tipos penales en las figuras delictivas de amenazas y desacato.
Señala que, los días posteriores a ocurridos los violentos hechos descritos, no le fue permitido el
ingreso al inmueble del Gobierno Autónomo Municipal, llegándose al extremo de impedir su
libre tránsito por el pueblo, situación que le obligó a solicitar la colaboración de la fuerza policial
de Camiri, para frenar la posibilidad de que ocurran graves enfrentamientos, dando lugar a que se
ausente a Santa Cruz de la Sierra, con el propósito de efectuar las denuncias de carácter penal que
correspondían.
Indica que, pese a todo ello, intentó desarrollar sus actividades desde el coliseo deportivo del
pueblo, lugar del cual también fueron desalojados de manera violenta con el riesgo extremo de
ser “victimados” (sic).
Agrega que -los ahora demandados- el 29 de diciembre de 2011, asumieron como centro de
operaciones “sedicioso y conspirativo” (sic), las oficinas del Concejo Municipal, desde donde
emitieron la resolución de destitución en su contra, y de posesión como Alcalde de Rogelio
Cusaire Borora, quien se encontraría realizando los trámites para habilitar su firma en las
instituciones bancarias.
Refiere que, los Concejales ahora demandados cuentan con imputación formal en su contra, por
la comisión de hechos delictivos, sin que hasta la fecha se haya podido llevar adelante la
audiencia de medidas cautelares, llegándose al insólito extremo de que los citados ciudadanos,
intentan procesarle en la vía administrativa supuestamente por inasistencia a la Alcaldía por el
lapso de treinta y seis días.
Indica que, lo acontecido en autos da lugar a afirmar que han concurrido actos ilegales en su
contra y de otros funcionarios del Gobierno Autónomo Municipal de Lagunillas, situación
inaceptable a la luz de la normativa imperante.
Señala por otra parte que, su destitución de facto y posterior posesión de un nuevo Alcalde en la
persona de uno de los ahora codemandados, son acciones que se encuentran fuera de la ley y que
no se hallan amparadas en normativa alguna.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 17 de abril de 2012, conforme consta en acta de fs. 141 a 152,
se produjeron los siguientes actuados:
Mediante informe de fs. 89 a 91, los codemandados Elafio Morón Vélez, Rogelio Cusaire Borona
y Elmer Jesús Guzmán Canido, manifestaron que: i) No obstante que los Gobiernos Municipales
son Autónomos en su gestión, es aplicable de manera supletoria el art. 11.II de la Ley Marco de
Autonomías y Desentralización (LMAD), norma jurídica en base a la cual, los pobladores
originarios que componen las Capitanías Guaraníes, en un Cabildo efectuado decidieron la
suspensión de Secundino Tardío Vela -ahora accionante- del cargo de Alcalde del Gobierno
Autónomo Municipal de Lagunillas, a consecuencia de la mala administración de la entidad edil
y debido a su conducta irresponsable y poco transparente, derivando en el pronunciamiento de la
Resolución 05/2011, que determinó la posesión de Rogelio Cusaire Borora como “Alcalde
Municipal Interino”, hasta la realización del referendo revocatorio; ii) El accionante no hizo uso
de la reconsideración establecida en la Ley de Municipalidades, norma que a su vez pudo dar
lugar a que el hoy accionante pueda interponer los recursos de revocatoria y jerárquico en sede
administrativa, agotando de esta manera la fase previa de impugnación; iii) La OM 06/2011, fue
emitida en razón a que el ahora accionante no ha cumplido sus funciones ediles por más de
treinta días, razón por la cual se vieron obligados a hacer cumplir los mandatos establecidos en
los arts. 28, 29 y 30 de la Ley de Administración y Control Gubernamentales (LACG); y, iv) No
fue notificada al accionante la referida Ordenanza Municipal, por cuanto no pudo ser habido en el
pueblo, debido a que se encontraba amedrentando, procesando y encarcelando a pobladores y
concejales del Municipio.
hallan relacionados con sus continuas ausencias, carencia de obras en el municipio, la compra
innecesaria de ingentes cantidades de combustible cuando no existe maquinaria pesada que
justifique dichos gastos y la falta de descargos e informes de los continuos viajes realizados; y, e) No
existe vulneración o lesión del derecho al trabajo por cuanto existe la correspondiente Ordenanza
Municipal de suspensión que justifica legalmente el actuar de los ahora demandados.
I.2.3.Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. En virtud de los comicios electorales efectuados el 4 de abril de 2010, Secundino Tardío
Vela, fue posesionado el 30 de mayo del mismo año, como Alcalde del Gobierno Autónomo
Municipal de Lagunillas del departamento de Santa Cruz (fs. 6).
II.4. El 13 de febrero de 2012, mediante carta Cite: 07/2012, el accionante solicitó ante el
Presidente del Concejo Municipal de Lagunillas, la reconsideración de la OM 06/2011, ya que
la misma fue pronunciada sin su conocimiento y cuando no existe ningún proceso judicial en su
contra (fs. 16 a 17).
El accionante considera vulnerados sus derechos al ejercicio y control del poder político, a la
organización con fines de participación política, al ejercicio de la función pública, al trabajo y a
la estabilidad laboral, a la “seguridad jurídica”, al debido proceso y a la defensa legal, por cuanto
entiende que: 1) Los Concejales del Gobierno Autónomo Municipal de Lagunillas del
departamento de Santa Cruz -ahora demandados- haciendo uso excesivo de la fuerza y mediante
violentas acciones, en compañía de terceras personas ajenas a la entidad, desalojaron a todo el
personal de la citada institución edil incluyendo a su persona, imposibilitando posteriormente su
ingreso al referido inmueble, coartando toda actividad institucional, llegando al extremo de
impedir su libre tránsito por el pueblo; y, 2) Los demandados intentaron legalizar sus actos,
procediendo a emitir una Resolución y una Ordenanza Municipal, en las que se designa en el
cargo de Alcalde de Lagunillas al Concejal Rogelio Cusaire Borora, al margen de la normativa
vigente y de la jurisprudencia constitucional, contra las cuales presentó el recurso de
reconsideración en virtud del art. 22 de la Ley de Municipalidades (LM).
La SCP 0002/2012 de 13 de marzo ha señalado: “El orden constitucional boliviano, dentro de las
acciones de defensa, instituye en el art. 128 la acción de amparo constitucional como un
mecanismo de defensa que tendrá lugar contra los 'actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley'.
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que
procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la Constitución que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela”.
III.2. El derecho al ejercicio y control del poder político, a la organización con fines de
participación política y al ejercicio de la función pública
“Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación,
ejercicio y control del poder político, directamente o por intermedio de sus representantes, sea de
manera individual o colectiva. La participación será equitativa y en igualdad de condiciones entre
hombres y mujeres”.
Por su parte, el derecho a ejercer la función pública, se encuentra íntimamente ligado al derecho a
la ciudadanía, consagrado en el art. 144 de la CPE, derecho que tiene doble dimensión, por
cuanto por un lado consiste en el derecho de concurrir como elector o como elegible y por otro,
es el derecho al ejercicio de funciones en los órganos de la administración pública, salvo las
excepciones establecidas por ley, sin más requisitos que los contenidos en el art. 234 de la Norma
Suprema.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica, en su art.
23.1, ha señalado:
“Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e
igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, y
Además, la protección a dicho derecho implica que la persona esté en posibilidad de cumplir
una labor en condiciones dignas y justas. Por lo tanto, el impedir desempeñarse a una persona
en el cargo para el cual ha sido electa o designada, o el alterarle de cualquier manera el
correcto desarrollo de sus funciones, afectan gravemente su derecho a ejercer esa función
pública, y también el derecho al trabajo; ya que éste consiste en: '…la potestad y facultad que
tiene toda persona a encontrar y mantener una ocupación que le permita asegurar su propia
subsistencia y la de aquellos colocados bajo su dependencia económica, en sí es la facultad que
tiene la persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual tendiente a generar su
sustento diario, así como el de su familia'” (las negrillas son nuestras).
A decir de Drzewicki: “El derecho al trabajo y los derechos en el trabajo constituyen un núcleo,
no sólo de los derechos socioeconómicos, sino también de los derechos humanos fundamentales.
Un denominador central de derechos relacionados con el trabajo, en términos de su objeto o
contenido, parece ser 'una labor' (trabajo). En su tradicional por estrecho sentido, el trabajo ha
sido percibido como un medio de ganarse la vida, o en otras palabras, sólo un medio de
supervivencia económica. A principios del siglo XX, otra perspectiva más importante y global
empezó a ser discutida: la interdependencia entre las condiciones laborales, la justicia social y la
paz universal. Adicionalmente las percepciones modernas han intensificado positivamente el
concepto del trabajo como valor humano, una necesidad social y un medio de auto-realización y
desarrollo de la personalidad humana”.
"I. Toda persona tiene derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud
ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio,
que le asegure para sí y su familia una existencia digna. 2. A una fuente laboral estable, en
condiciones equitativas y satisfactorias.
III. Se prohíbe toda forma de trabajo forzoso u otro modo análogo de explotación que obligue a
una persona a realizar labores sin su consentimiento y justa retribución".
“Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de trabajo, a condiciones equitativas y
satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.
“Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones dignas y a seguir libremente su vocación,
en cuanto lo permitan las oportunidades existentes de empleo”.
Asimismo, el art. 15.V de la CPE, dispone que: 'Ninguna persona podrá ser sometida a
servidumbre ni esclavitud…'.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, determina que las garantías
inherentes al debido proceso, no únicamente son exigibles a nivel judicial, sino también que
deben ser de obligatorio cumplimiento por cualquier autoridad pública, señalando que: "De
conformidad con la separación de los poderes públicos que existe en el Estado de Derecho, si
bien la función jurisdiccional compete eminentemente al Poder Judicial, otros órganos o
autoridades públicas pueden ejercer funciones del mismo tipo (...). Es decir, que cuando la
Convención se refiere al derecho de toda persona a ser oída por un 'juez o tribunal competente'
para la 'determinación de sus derechos', esta expresión se refiere a cualquier autoridad pública,
sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y
obligaciones de las personas. Por la razón mencionada, esta Corte considera que cualquier órgano
del Estado que ejerza funciones de carácter materialmente jurisdiccional, tiene la obligación de
adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal en los términos del
artículo 8 de la Convención Americana".
El debido proceso es una garantía de orden constitucional, que en virtud de los efectos de
irradiación de la Constitución Política del Estado, es aplicable a cualquier acto administrativo que
determine algún tipo de sanción de ése carácter que produzca efectos jurídicos que
indudablemente repercuten en los derechos de las personas.
El derecho a la defensa irrestricta, que su vez es componente del debido proceso, se halla
reconocido por el art. 115.II de la CPE, cuando señala que: “El Estado garantiza el derecho al
debido proceso, a la defensa… (negrilla añadida)”.
El doctrinario argentino Alberto Binder afirma: “El Derecho a la Defensa cumple dentro del
Proceso Penal, un papel particular, por una parte actúa en forma conjunta con las demás
garantías; por la otra, es la garantía que torna operativas a todas las demás”, concepto aplicable a
los procedimientos sancionadores de esencia administrativa.
El Tribunal Constitucional en la SCP 0002/2012 señaló que: “En el orden de ideas citado
también debe señalarse que la acción de amparo constitucional, encuentra fundamento directo
en el artículo 25.1 de la CADH, instrumento que señala: 'Toda persona tiene derecho a un
recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por
la Constitución, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea cometida por
personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales'. En el marco del citado precepto que
forma parte del Bloque de Constitucionalidad reconocido por el artículo 410 de la CPE, se tiene
que la dimensión procesal constitucional de la acción de amparo constitucional debe ser
estructurada a partir de este marco de disposiciones, siendo evidente que el amparo
constitucional constituye un mecanismo eficaz de defensa para el resguardo de derechos
fundamentales insertos en el bloque de constitucionalidad.
Ahora bien, una vez descrita la dimensión procesal de la acción de amparo constitucional,
corresponde ahora establecer su idoneidad para la tutela de los derechos al debido proceso, a la
defensa y a la impugnación.
En el orden de ideas señalado, se tiene que el derecho al debido proceso, puede ser tutelado a
través de la acción de amparo constitucional, en ese orden, corresponde en este estado de cosas
definir al debido proceso, vinculado con los derechos a la defensa y a la impugnación, por tanto,
es menester señalar que la SC 1674/2003-R de 24 de noviembre, entre otras, define al debido
proceso como: '…el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus
derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado
presentando las pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la
observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas
puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda
afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata,
vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de
legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad
jurídica…'. Debido proceso que conforme ha establecido adquiere una triple dimensión:
principio, derecho y garantía constitucional”.
De acuerdo al nuevo mandato constitucional, la justicia por mano propia está proscrita del Estado
Plurinacional de Bolivia, en razón a que existe un orden jurisdiccional constitucionalmente
constituido, que deberá en todos los casos resolver los conflictos de intereses o las incertidumbres
jurídicas que nazcan del devenir diario y del continuo interactuar de sus habitantes, estableciendo
las responsabilidades o absoluciones cuando correspondan, garantizándose en todos los casos el
imperio del debido proceso.
Cabe dejar claramente sentado que, por más abominables que sean las imputaciones realizadas
contra determinada persona o autoridad, por más dificultades que abrumen al sistema jurídico, la
mal llamada justicia por propia mano, no podrá ser justificada en modo alguno, menos aún los
excesos, arbitrariedades e injusticias que pueden cometerse so pretexto de la voluntad popular,
cual si se tratase de la ausencia del Estado en tierra de nadie.
e) Los casos previstos en la Ley 1178 de 20 de julio de 1990, y en sus reglamentos, cuando
correspondan.
(…) Todos los casos de denuncia contra Alcaldes deben ser sometidos al procedimiento
establecido en las normas previstas por los arts. 35 al 37 LM a fin de imponer la sanción; es
decir, debe sustanciarse un proceso interno, dentro del cual deberá comprobarse la veracidad de
los hechos que originen la causal de suspensión y emitirse la Resolución pertinente (salvo los
casos de suspensión temporal o definitiva previstos líneas arriba, en cuyo caso la suspensión
procederá en forma automática a la sola comprobación de los hechos que la originen y la
resolución será sólo de carácter formal, conforme determina la norma prevista por el art. 36.II
LM…'. Así la SC 0085/2004-R de 14 de enero”.
“El Concejo Municipal, a instancia de parte o del Alcalde Municipal, por el voto de dos
tercios del total de sus miembros podrá reconsiderar las Ordenanzas y Resoluciones
Municipales”.
A su vez el art. 142.2, dispone que la vía administrativa quedará agotada: “Cuando se trate
de Ordenanzas Municipales emitidas por el Concejo Municipal”.
III.5.2.1. Jurisprudencia
1.- En las capitales de departamento ante la sala de turno de los tribunales departamentales de
justicia o los juzgados públicos de materia.
2.- En las provincias se podrá interponer en los juzgados públicos o juzgados públicos mixtos”.
III.6.1. Jurisprudencia
Dentro del marco de legalidad y celeridad, cuando estén ante una situación de evidente error en
la interposición de esta acción tutelar, por la incompetencia territorial, el tribunal de garantías
sin mayor trámite, de manera inmediata y de oficio debe remitir los antecedentes al juez o
tribunal competente del asiento o distrito judicial que corresponda, bajo responsabilidad en caso
de no hacerlo, teniendo el Tribunal Constitucional facultades para remitir antecedentes a la
instancia que corresponda por lesionar el debido proceso, sin perjuicio de las acciones
inmediatas que le corresponda tomar a las instancias pertinentes, dado los efectos de la
resolución del tribunal de garantías.
No obstante, cuando en grado de revisión este Tribunal advierta que los jueces o tribunales de
amparo constitucional, no han cumplido con las reglas de la competencia en razón de territorio;
empero, existan circunstancias que no afectan al fondo, por los principios de economía y
celeridad procesales que son entre otros la base del sistema judicial, no corresponde la nulidad
de obrados, sino emitir Sentencia concediendo o denegando la tutela, esos casos son:
El accionante denuncia que los concejales del Gobierno Autónomo Municipal de Lagunillas,
interrumpieron toda actividad institucional de la entidad edil, impidiendo el desarrollo de sus
funciones como Alcalde, intentando legalizar sus actos al emitir una Ordenanza Municipal,
procedieron a la posesión en el cargo de Alcalde de Lagunillas al Concejal -ahora codemandado-
Rogelio Cusaire Borora, actuados efectuados al margen de la normativa vigente y de la
jurisprudencia constitucional; Ordenanza Municipal contra la cual el accionante presentó el
recurso de reconsideración en virtud del art. 22 de la LM.
No se justifica en modo alguno que los Concejales demandados, respalden su actuar antijurídico,
basados en un supuesto mandato de las Capitanías Guaraníes, instancias de representación
popular, que en un Cabildo efectuado hubiesen decidido respecto a la suspensión de Secundino
Tardío Vela del cargo de Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Lagunillas, motivando
su decisión en una supuesta mala administración y gestión de la entidad y por haber demostrado
conducta irresponsable y poco transparente.
Como ya se analizó en el Fundamento Jurídico III.5 de la presente Sentencia, los arts. 144 y 145
de la LMAD, prevén el procedimiento, para la suspensión y destitución de los alcaldes de sus
cargos, normativa de obligatorio cumplimiento que, en el caso de autos no fue respetada por los
demandados, mejor dicho fue ignorada completamente desconociendo absolutamente la legalidad
que debe concurrir.
Los actos antijurídicos y arbitrarios de los demandados fueron revalidados y agravados, con la
también ilegal emisión de la Resolución 05/2011 de 16 de diciembre y de la OM 06/2011 de 29
de diciembre, documentos por los cuales se procedió a la destitución de facto de Secundino
Tardío Vela y nombramiento de Rogelio Cusaire Borora, transgrediéndose los derechos del
accionante de manera flagrante, amparados en una mal llamada voluntad comunal, actuando con
un profundo desprecio por el ordenamiento jurídico, razón por la cual, corresponde otorgar la
tutela que brinda la acción de amparo constitucional, debido a que efectivamente se dejó al
accionante en absoluto estado de indefensión, al no habérsele siquiera informado respecto a su
destitución, conculcándose el derecho al debido proceso y el derecho a la defensa, toda vez que
no se sustanció proceso alguno.
Con fines aclaratorios y de pedagogía constitucional, cabe señalar que de acuerdo al art. 58 de la
LTCP, el demandante debió interponer su acción constitucional en la provincia correspondiente
al municipio de Lagunillas y no presentar la misma ante el Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz, hecho que generó la obligación de remitir para este cuerpo colegiado, la acción de
amparo constitucional interpuesta ante el juez competente; no obstante de aquello en tanto se
cumplieron los presupuestos establecidos en la SC 0347/2010-R, por cuanto las autoridades
demandadas presentaron informe tanto escrito como en audiencia, se ingresa a analizar el fondo
del caso, a cuyo efecto corresponde pronunciarse al respecto, por cuanto no ha existido
indefensión.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00849-2012-02-AL
Departamento: La Paz
A efectos de recobrar su libertad instó la modificación de las medidas cautelares en mérito a que su
hija de doce años presenta una enfermedad oncológica muy grave, pero sorprendentemente la Jueza
demandada se pronunció sobre su solicitud manifestando que “por existir una acusación, se
considerará en audiencia conclusiva”, por lo que interpuso recurso de reposición recibiendo similar
respuesta, postergando la consideración de su pedido de modificación de medidas cautelares y
manteniéndolo a la espera de una programación de audiencia conclusiva, omitiendo dicha autoridad
considerar que la cesación o modificación de una detención preventiva no es un incidente formal
que pueda estar supeditado a un lapso de espera, ya que una cosa diferente es conceder la audiencia
y no aceptar la petición luego de valorar los elementos de prueba y otra muy distinta imponer el
cumplimiento de aspectos formales que no pueden ni deben afectar el derecho a la libertad.
Expresa también que por las exigencias de informes y otros aspectos que son inherentes al
funcionamiento del despacho de la Jueza demandada, persiste la indeterminación con relación al
plazo, es decir, no se le notificó con un señalamiento de la audiencia conclusiva, además por
imperio de la ley procesal y de las sentencias constitucionales, una cesación o modificación de
detención preventiva no puede ser dilatada en su consideración por más de siete días, sin embargo,
su solicitud de modificación la presentó el 29 de marzo de 2012, y la reposición el 10 de abril de ese
año, por lo que ya transcurrió más de un mes sin que se fije fecha de audiencia conclusiva.
Ante su desesperación, por estar en juego la salud y vida de una menor de doce años, menciona
haber solicitado se señale audiencia conclusiva, pero la Jueza demandada dispuso la notificación
con la providencia donde determina que el Fiscal adjunte la prueba a la acusación sea repetida, pese
al informe evacuado por su personal de que la misma fue dirigida al Fiscal y sin considerar que la
diligencia observa todos los requisitos exigidos por el art. 164 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), empero a ello, indicó que se notifique nuevamente otorgando un plazo de setenta y dos
horas, sumando a las anteriores setenta y dos horas otorgadas, haciendo un total de ciento cuarenta y
cuatro horas para que el Fiscal cumpla con su trabajo, que le perjudica, lo cual hace más de un mes
que pidió modificar su detención preventiva y hasta la fecha aún debe esperar que se cumplan
aspectos que no son de su consideración.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 396
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.1.3. Petitorio
Solicita se admita la acción de libertad y una vez escuchados los fundamentos y ampliados en
audiencia se disponga su libertad.
Celebrada la audiencia pública el 4 de mayo de 2012, según consta en el acta de fs.35 a 37,
encontrándose presente la parte accionante y ausente la autoridad demandada, originándose los
siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
La Jueza Segunda de Sentencia Penal del departamento de La Paz, por Resolución 7/2012 de 4 de
mayo, cursante de fs. 38 a 40, concedió la tutela peticionada disponiendo que la autoridad
demandada en el término establecido por el procedimiento penal, programe audiencia para
considerar la modificación de medidas cautelares, tomando en cuenta que dicha autoridad
debe velar por las garantías y derechos de los imputados, considerando la presunción de
inocencia mientras no exista sentencia ejecutoriada y aplicar la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional en la SCP 0012/2012 de 16 de marzo, en base a los siguientes
fundamentos: i) En el juzgado de turno en lo penal, se presentó imputación formal y solicitud de
aplicación de medidas cautelares por la fiscal María Salome Limachi Nina, contra el accionante por
la comisión de los supuestos delitos tipificados en los arts. 132, 335 y 163 del Código Penal (CP);
ii) Por Resolución 56/2012 de 12 de marzo, emitido por el fiscal Jorge Lisandro Álvarez Arismendi,
dictó sobreseimiento por el delito de asociación delictuosa a favor del accionante y por Resolución
55/2012 de 12 de marzo, acusó por los delitos de estafa y anticipación prolongada de funciones
contra el accionante; iii) A través de memorial de 29 de marzo de 2012, Herlan Ricardo Eid Rivero,
pidió modificación de medidas cautelares mismo que por providencia de 30 del citado mes y año, la
Jueza demandada señaló: “existiendo acusación fiscal se dispone que esté al trámite del art. 325 inc.
b) del Código de Procedimiento Penal; iv) El 10 de abril de 2012, el accionante presentó recurso de
reposición mismo que la Jueza demandada por proveído de 11 de abril del mismo año, manifestó
“…la ley establece el momento en el que se deben resolver las peticiones cuando la acusación fue
presentada, es por mandato de la ley que esta solicitud se deriva a la audiencia conclusiva, por lo
que no ha lugar a la reposición solicitada”; v) Mediante memorial de 11 de abril de 2012, el
accionante pidió se fije día y hora de audiencia conclusiva, y que por providencia de 12 de igual
mes y año, la Jueza demandada indicó “la auxiliar II cumpla en el día con la notificación de 13 de
marzo del presente año bajo responsabilidad funcionaria”; vi) El 16 de abril de 2012, se presentó
memorial instando audiencia conclusiva, el que fue providenciado con el informe de la auxiliar II;
vii) El 20 de ese mes y año, la funcionaria de notificaciones, dio a conocer su informe, y en mérito a
ello la autoridad demandada providenció “se tiene presente el informe que antecede por segunda
vez, notifíquese al Fiscal asignado al caso para remitir las pruebas de la acusación de 12 de marzo
de 2012”; viii) El Fiscal Jorge Lizandro Álvarez Arismendi, hizo conocer que remitió la prueba a
cuyo efecto hizo llegar fotocopia de dicha constancia; y, ix) Al memorial interpuesto por el
accionante de 27 de abril de 2012, la Jueza demandada el 2 de mayo de ese año, convocó a
audiencia conclusiva para el 28 de igual mes y año, a horas 14:30, se tiene que la autoridad
demandada no cumplió con el principio de celeridad, ya que el memorial presentado por el
accionante el 29 de marzo de 2012, debió ser atendido y señalado audiencia en el plazo que
establece la norma penal, vale decir dentro de quince a veinte días, provocando que la detención del
accionante se convierta en una detención ilegal.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.3. Cursa memorial de 10 de abril de 2012, por el que Herlan Ricardo Eid Rivero interpone
recurso de reposición al decreto de 30 de marzo emitido por la autoridad jurisdiccional pidiendo que
reponga la decisión de considerar en audiencia conclusiva su petición (fs. 21 a 22); correspondiendo
el Auto de 11 de abril de 2012, emitido por la Jueza demandada, manifestando “En vía de
reposición, la ley establece el momento en el que deben resolver las peticiones cuando la acusación
fue presentada. Es por mandato de la Ley que esta solicitud se deriva a la audiencia conclusiva por
lo que no ha lugar a la reposición solicitada” (fs. 22 vta.).
II.4. Por memorial de 11 de abril de 2012, el accionante Herlan Ricardo Eid Rivero insta a la autoridad
judicial demandada programe día y hora de audiencia conclusiva. (fs. 23); mereciendo respuesta por
decreto de 12 de ese mes y año, indicando “por la Auxiliar II cumpla en el día con la notificación del
decreto de 13 de marzo del presente año, bajo responsabilidad funcionaria”. (fs. 23 vta.).
El accionante alega la vulneración de su derecho a la libertad, toda vez que: 1) Dentro del
proceso penal seguido por el Ministerio Público a denuncia de Eva Gabriela Machaca Salazar,
contra Herlan Ricardo Eid Rivero, por memorial de 29 de marzo 2012, exhortó a la Jueza Cuarta
de Instrucción en lo Penal modificación a las medidas cautelares impuestas y por proveído de 30
del citado mes y año, la Jueza dispuso que existiendo acusación fiscal, el mismo estése al trámite
conforme el art. 325 inc. b) del CPP, por lo que en mérito a ello interpuso recurso de reposición,
el cual fue resuelto por Auto de 11 de abril de 2012, que rechazó su reposición, habiendo
transcurrido más de un mes desde la petición de modificación a las medidas cautelares sin que
exista señalamiento de audiencia conclusiva; y, 2) Pidió se fije audiencia conclusiva, empero la
autoridad demandada ordenó se notifique al Fiscal con la providencia de 13 de marzo de 2012,
generando una dilación indebida en la programación de la audiencia de solicitud de modificación
de medidas cautelares. En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se concede o no
la tutela.
Así la SC 0337/2010-R de 15 de junio, señaló respecto al habeas corpus traslativo o de pronto despacho
que: “…se constituye en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la
celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retarden o eviten
resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad”, por lo que el habeas
corpus traslativo o de pronto despacho se constituye en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso
de existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones
indebidas que retarden o eviten resolver la situación jurídica de la persona que se encuentre privada de
libertad.
El art. 325 del CPP, modificado por la Ley 007 de 18 de mayo de 2010, señala que: “Presentado el
requerimiento conclusivo en el caso de los numerales 1) y 2) del art. 323 de este código, el juez
dentro de las veinticuatro horas (24) horas siguientes, convocará a las partes a una audiencia oral y
pública que deberá realizarse en un plazo no menor de seis (6) ni mayor de veinte (20) días,
computables a partir de la notificación con la convocatoria”, en este sentido, la audiencia conclusiva
tiene por finalidad la de resolver todas aquellas excepciones e incidentes que no hubiesen sido
planteados con anterioridad, que se fundaren en hechos nuevos o que se encontraren pendientes de
resolución; así también en aquellos casos en los que se hubiesen planteado incidentes de exclusión
probatoria u observaciones relativos a la admisibilidad de la prueba de los cuales las partes deberán
presentar la prueba; concluyendo que la audiencia conclusiva consiste en el saneamiento procesal
que realiza el Juez de la causa y que tiene por finalidad de corregir, subsanar alguna diligencia,
actuación procedimental, o cualquier omisión formal que se haya cometido en la etapa investigativa,
para que el requerimiento de acusación fiscal presentado ante el Juez de instrucción se envíe ante el
juez o tribunal de sentencia totalmente saneado a efectos de que se concentre única y
exclusivamente en la sustanciación del mismo en juicio oral, público, continuo y contradictorio, sin
tener que subsanar los defectos, errores u omisiones antes referidos.
En el caso presente, se evidencia que dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a
denuncia de Eva Gabriela Machaca Salazar, contra Herlan Ricardo Eid Rivero y Otros por la
comisión de los delitos de estafa y anticipación o prolongación de funciones, previsto y sancionado
por los arts. 163 y 335 del CP, el imputado pidió por memorial de 29 de marzo de 2012, se señale
audiencia a objeto de que la medida impuesta de detención preventiva sea modificada por una
medida sustitutiva, y que por decreto de 30 de marzo del citado año, la Jueza demandada le
manifestó que existiendo acusación Fiscal, el mismo estese al trámite conforme al art. 325 inc. b)
del CPP; decreto que fue impugnado mediante recurso de reposición, mereciendo como respuesta el
Auto de 11 de abril de 2012, por el que se le rechazó el recurso interpuesto en razón a que habiendo
una acusación, la solicitud se deriva a la audiencia conclusiva.
En mérito a ello, a través del memorial presentado el 11 de abril de 2012, el accionante pidió se fije
día y hora de audiencia conclusiva y el juez de la causa por el decreto de 12 de abril de 2012,
dispuso que la auxiliar II cumpla en el día con la notificación del decreto de 13 de marzo del
presente año, referido al requerimiento acusatorio presentado por el Ministerio Público y que debe
ser puesto a conocimiento de la víctima para que presente su acusación particular, asimismo que el
Fiscal remita las pruebas ofrecidas en la acusación (fs. 12 vta.); de lo que se infiere que la Jueza
demandada no imprimió una tramitación a la petición de cesación de detención preventiva de
manera inmediata, oportuna y sin dilaciones sino que indebidamente supeditó su procedimiento a la
tramitación de la audiencia conclusiva, aspecto que contradice sus finalidades conforme lo expuesto
en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia.
Debe observarse además que para el supuesto en el que la autoridad demandada entendiera que la
cesación a la detención preventiva estaba sujeta a la audiencia conclusiva, debió imprimir mayor
celeridad a la programación de la misma, sin embargo, en el caso de autos tampoco se cumplió con
lo preceptuado por el art. 325 del CPP, debido a que una vez que el Fiscal presentó la acusación, la
Jueza debió convocar a las partes dentro de las veinticuatro horas, a una audiencia oral y pública,
hecho que no sucedió, por el contrario, dejó transcurrir el plazo hasta que el accionante por
memorial de 29 de marzo de 2012, solicitara la modificación a las medidas cautelares, siendo
rechazadas por la Jueza con el argumento referido que al existir una acusación fiscal se debe dar
observancia al art. 325 inc. b) del CPP, y pese a que se interpuso un recurso de reposición, el mismo
que fue rechazado por Auto de 11 de abril de 2012.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00675-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
Por memorial presentado el 11 de abril de 2012, cursante de fs. 1 a 2, el accionante expresa los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.3. Petitorio
Solicita se declare “procedente el recurso” (sic) y se disponga la remisión inmediata del cuaderno
procesal ante la “Corte Superior del Distrito” en el día.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 402
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 9 y
vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El representado del accionante, Cristian Armando Aparicio Parada, señaló que el 3 de abril de
2012, su abogado presentó excepciones e incidente en audiencia, mismos que fueron rechazados
por el Juez de la causa, por lo que planteó recurso de apelación.
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Sentencia Penal del departamento Santa Cruz, constituido en Juez de
garantías, pronunció la Resolución 06 de 12 de abril de 2012, cursante de fs. 9 vta. a 11,
denegando la tutela solicitada por el accionante, con los siguientes fundamentos: a) El proceso
instaurado se encuentra bajo control jurisdiccional del Juez Cuarto de Instrucción cautelar en lo
Penal, en consecuencia, de acuerdo con el ordenamiento jurídico boliviano, las lesiones al debido
proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la
causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión debe pedir la reparación a los jueces
y tribunales ordinarios, toda vez que el proceso se encuentra en la etapa preparatoria, por lo que
el imputado, asumiendo activamente su rol dentro del proceso debe a través de los medios y
recursos que prevé la ley, acudir a esta instancia; y, b) El accionante pudo haber acudido
oportunamente ante el Juez cautelar para hacer valer sus derechos y observar la situación que
ahora alega con relación a la supuesta detención ilegal que denuncia, dado que conforme refiere
la jurisprudencia constitucional, sólo es posible acudir a la acción de libertad, cuando no existan
medios ordinarios inmediatos, para el resguardo del derecho a la libertad.
II. CONCLUSIONES
II.2. Mediante oficio 254/2012 de 15 de mayo, el Juez demandado remitió en grado de apelación
el Auto de medida cautelar dictado dentro del proceso penal que por la presunta comisión del
delito de tráfico de sustancias controladas que sigue el Ministerio Público contra el representado
del accionante y otros; cuaderno procesal que según el cargo de recepción fue recibido en la Sala
Penal Segunda la indicada fecha (fs. 38, y vta.).
Conforme a la previsión contenida en el art. 251 del CPP, la apelación contra la resolución que
resuelva la imposición, modificación o rechazo de las medidas cautelares, se la plantea en el
efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas, debiendo remitirse los actuados
pertinentes ante el Tribunal de alzada, dentro del plazo de veinticuatro horas y ser resuelto dentro
de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior.
Según dispone el citado art. 251 del CPP, el trámite del recurso de apelación contra las
resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen las medidas cautelares, es sumario, pues una
vez interpuesto, el cuaderno procesal correspondiente debe ser remitido ante la Sala Penal de
turno de la entonces Corte Superior de Justicia en el término perentorio de veinticuatro horas,
siendo obligación del Tribunal de alzada, resolver la apelación en audiencia dentro de los tres
días siguientes de recibidas las actuaciones; constituyéndose este recurso en un medio idóneo,
eficaz e inmediato de defensa previsto por el procedimiento penal que permite a las partes
reclamar las lesiones a sus derechos, posibilitando que el Tribunal ad quem en grado, corrija los
errores en los que hubiera incurrido el juez o tribunal a quo y que motivaron el recurso de alzada,
obligando dicha norma procesal, que el Juez, remita la apelación planteada dentro de las
veinticuatro horas de presentada. En tal sentido, el trámite de concesión, remisión y resolución
del recurso de apelación contra las resoluciones que determinen, modifiquen o rechacen las
medidas cautelares, debe ser inmediato y de ninguna manera, ser objeto de dilaciones indebidas
que demoren la pronta definición de la situación jurídica del imputado, debiendo en
consecuencia, respetarse los plazos perentorios establecidos por la norma adjetiva penal señalada,
pues las dilaciones indebidas en que pudieran incurrir los juzgadores o el personal de apoyo
jurisdiccional, vulneraría el derecho a la libertad.
Asimismo, la diligencia del juez o tribunal de garantías tampoco excluye la posibilidad de que la
parte accionante aporte elementos de convicción que le permitan obtener una resolución
favorable a sus pretensiones máxime, cuando en ciertas circunstancias es la única que conoce y
puede presentar dicha prueba.
De lo anteriormente explicado se establece que todo juez o tribunal de garantías, cuenta con la
obligación de remitir al Tribunal Constitucional Plurinacional:
b. La prueba que de oficio pudo producir máxime cuando la misma haya servido para resolver
inicialmente la problemática.
De acuerdo a los antecedentes que fueron remitidos a requerimiento de este Tribunal, se tiene que
en la audiencia de imposición de medidas cautelares, celebrada el 3 de abril de 2012, como
emergencia de la imputación presentada por el Ministerio Público contra Cristian Armando
Aparicio Parada, representado del accionante y otros, el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal,
ahora demandado, emitió Resolución en la misma fecha, disponiendo la medida excepcional de
carácter personal de detención preventiva en el Centro de Rehabilitación de Santa Cruz
“Palmasola”, al haberse demostrado la concurrencia plena de los requisitos establecidos en el art.
233 del CPP; fallo que fue recurrido de apelación, habiendo la autoridad demandada, remitido los
antecedentes ante la Sala Penal de Turno en grado de apelación, recién el 15 de mayo de igual
año; es decir, después de más de cuarenta y cinco días, tal como se advierte del oficio de remisión
de 15 del señalado mes y año, firmado por el Juez demandado y del cargo de recepción de la Sala
Penal Segunda, que data de la misma fecha, dilación injustificada e indebida que vulnera el
derecho de libertad del representado del accionante, quien debido al incumplimiento de la
autoridad jurisdiccional demandada, de remitir actuados de la apelación que interpuso contra la
Resolución que ordenó su detención preventiva, se encuentra privado de su libertad, sin que su
situación jurídica hubiese sido resuelta oportunamente; aspecto atribuible a la negligencia y
dilación del Juez demandado, que al no cumplir el plazo perentorio de veinticuatro horas para
remitir actuados ante la Sala Penal de turno para que sea resuelta la apelación, vulneró el derecho
a la libertad invocado por el accionante, ameritando que se conceda la tutela que brinda la acción
de libertad.
fundamento de estar el imputado bajo el control del Juez cautelar, sin tomar en cuenta que la
acción de amparo deviene precisamente por el incumplimiento del plazo de remisión de actuados
al Tribunal de alzada en el que incurrió dicha autoridad, obligando al Tribunal Constitucional
Plurinacional a solicitar documentación complementaria al Juez demandado, implicando ello un
costo adicional a la administración de justicia constitucional, además de la dilación en la
resolución de la acción de libertad.
Por los fundamentos anotados precedentemente se confirma que, el presente caso se encuentra
dentro de las previsiones y alcances de la acción de libertad, por lo que el Juez de garantías al
haber denegado la tutela impetrada, a través de la presente acción de defensa, no obró
correctamente.
POR TANTO
2°En mérito de haberse remitido los actuados procesales ante la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, ya no corresponde ordenar su remisión; sin embargo, se
llama la atención al Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal del departamento de Santa Cruz, por
la negligencia demostrada en la tramitación de la apelación objeto de la presente acción,
debiendo remitirse antecedentes al Consejo de la Magistratura respecto a la demora injustificada
en la que incurrió dicha autoridad.
Por tal razón interpuso recurso jerárquico, pidiendo al Alcalde Municipal de Sucre que repare los
agravios sufridos y revoque la RA Tributaria Municipal 057/2012, obligando al Jefe del Departamento
de Ingresos a que resuelva en el fondo el recurso de revocatoria interpuesto; empero, el Alcalde
demandado, mediante la RA de Recurso 07/2012 de 26 de marzo, desestimó el recurso jerárquico
señalando que se encontraba fuera del marco legal, sin especificar a qué normativa se refería,
confirmando de manera ilegal la RA Tributaria Municipal 057/2012, al aplicar de manera preferente la
Ley de Municipalidades sobre la Ley de Procedimiento Administrativo pese a que esta derogó los
recursos administrativos de revocatoria y jerárquico de la Ley de Municipalidades citada, por ser
posterior.
I.1.3. Petitorio
La audiencia pública se realizó el 8 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 72 a
75; produciéndose los siguientes actuados:
El demandado Moisés Torres Chive, Alcalde Municipal de Sucre, por informe escrito cursante de
fs. 65 a 68 vta., refirió lo siguiente: a) Si la accionante consideraba que hubo incumplimiento de
la Ley de Procedimiento Administrativo, debió interponer la acción de cumplimiento y no la de
amparo constitucional; b) No es evidente que el art. 139 de la LM, haya establecido una vigencia
temporal de las normas procesales estipuladas en la misma, constituyéndose la Ley de
Municipalidades en una norma especial de aplicación preferente, por referirse al ámbito
municipal; c) La Ley 2341 reemplaza solamente la aplicación supletoria del Código de
Procedimiento Civil, en cuanto a los vacíos de las normas procesales en el área municipal, pero
de ninguna manera lo establecido por la Ley de Municipalidades en cuanto al régimen de
impugnaciones o norma procesal; y, d) El recurso de revocatoria debió presentarse dentro del
plazo establecido por el art. 140 de la LM y no al noveno día, por lo que no se vulneró ningún
derecho o garantía constitucional de la accionante.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. RA Tributaria Municipal 011/2012 de 24 de enero, pronunciada por Cirilo Bozo Ramírez,
ex Jefe del Departamento de Ingresos del Gobierno Municipal Autónomo de Sucre, por el que
resuelve rechazar el incidente de nulidad planteado y la baja de la licencia de funcionamiento
108-16-0058 del Karaoke Discoteca “Amnesia” de propiedad de la ahora accionante, Blanca
Arriola Saavedra (fs. 13 a 16).
II.5. RA de Recurso 07/2012 de 26 de marzo, pronunciada por el Alcalde Moisés Torres Chive -
ahora codemandado-, por la que resuelve desestimar el recurso jerárquico, por encontrase “fuera
del marco legal planteado”, confirmando en todas sus partes la RA Tributaria Municipal
057/2012 de 27 de febrero (fs. 33 a 35).
La accionante señala que los demandados vulneraron sus derechos a la igualdad, a la “seguridad
jurídica”, a la defensa, al trabajo, la garantía al debido proceso, los principios de legalidad y
favorabilidad, al haberse clausurado su Karaoke y no aplicar la Ley de Procedimiento
Administrativo con preferencia a su similar de Municipalidades, en relación a los plazos
establecidos para los recursos de revocatoria y jerárquico en sede administrativa. En
consecuencia, en revisión de la Resolución del Tribunal de Garantías, corresponde dilucidar, si
tales argumentos son evidentes y si constituyen actos ilegales lesivos de los derechos
fundamentales de la hoy accionante, a fin de otorgar o negar la tutela solicitada.
Antes de ingresar al análisis de fondo es pertinente señalar que por mandato del art. 128 de la
CPE, “La acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a
la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal
propio.
III.2. Las normas administrativas en el ámbito Municipal desde la Constitución Política del
Estado
Por mandato del art. 410.II de la CPE, en aplicación del principio de jerarquía normativa, ocupa
el primer lugar la Constitución Política del Estado, como Norma Suprema de todo el
ordenamiento jurídico del país, de ahí que nace su primacía frente a cualquier otra disposición
legal; en consecuencia las leyes que fueron promulgadas antes de la vigencia de la actual
Constitución Política del Estado y que aún se encuentran en vigencia deben ser interpretadas a la
luz de la nueva Ley fundamental.
En ese marco se tiene que el art. 4 de la LM, establece que: “La autonomía municipal consiste en
la potestad normativa, fiscalizadora ejecutiva, administrativa y técnica ejercida por el Gobierno
Municipal en el ámbito de su jurisdicción territorial y de las competencias establecidas por Ley”,
autonomía que se profundiza más aún con la Ley de Autonomías y Descentralización y la
Constitución Política del Estado vigente, que en su art. 283 determina: “El gobierno autónomo
municipal está constituido por un Concejo Municipal con facultad deliberativa, fiscalizadora y
legislativa municipal en el ámbito de sus competencias; y un órgano ejecutivo, presidido por la
Alcaldesa o el Alcalde”; norma constitucional que claramente reconoce como una de las
facultades de los Gobiernos Municipales Autónomos, es el de legislar; es decir, la capacidad de
darse sus propias normas jurídicas, entre ellas reglamentos que son aprobados mediante
Ordenanzas Municipales de carácter general, de acuerdo a lo establecido por la Ley de
Municipalidades y en otros casos simplemente aplica las disposiciones legales contenidas en
dicha norma; entonces tenemos que la Ley de Municipalidades tiene normas sustantivas que
requieren desarrollo a través de Ordenanzas o Resoluciones Municipales, otras de aplicación
directa y por último normas de carácter procedimental que regulan la actividad de los Gobiernos
Municipales y de las personas comprendidas en dicha administración, de acuerdo a su
jurisdicción y competencia.
De otra parte el art. 61 de la LPA establece que los recursos administrativos previstos en esa
Ley, entre ellos el jerárquico, serán resueltos confirmando o revocando total o parcialmente la
resolución impugnada, o en su caso, desestimando el recurso si éste estuviese interpuesto fuera
de término, no cumpliese las formalidades señaladas expresamente en disposiciones aplicables o
si no cumpliese el requisito de legitimación estableciendo en el art. 11 de la referida Ley.
En cuanto a normas municipales, cabe indicar que el art. 141 de la Ley de Municipalidades
(LM) establece que el recurso jerárquico se interpondrá ante la autoridad administrativa que
resolvió el recurso de revocatoria, dentro del plazo de los cinco días hábiles siguientes a su
notificación. El Recurso deberá elevarse, en el plazo de tres días hábiles de haber sido
interpuesto ante la autoridad jerárquica superior, la misma que tendrá un plazo de quince días
hábiles para su resolución confirmatoria o revocatoria. Si vencido dicho plazo no se dictara
resolución, ésta se la tendrá por denegada, pudiendo el interesado acudir a la vía judicial.
(…)
Ahora bien, teniendo en cuenta el marco normativo referido precedentemente, se tiene que las
normas de la Ley de Procedimiento Administrativo son aplicables a los recursos administrativos
reconocidos por la Ley de Municipalidades, teniendo en cuenta las normas contenidas en esta
Ley, en ese ámbito si bien la Ley de Procedimiento Administrativo establece un plazo de diez
días para interponer el recurso jerárquico, será de aplicación en procedimientos municipales lo
dispuesto por el art. 141 de la LM que establece un término más corto, es decir en el plazo de
cinco días” (las negrillas son nuestras).
De igual modo se constata que contra la RA Tributaria Municipal 057/2012 de 27 de febrero, que
desestimó el recurso de revocatoria interpuesto por la ahora accionante y que además declaró la
ejecutoria de la RA Tributaria Municipal 011/2012, Blanca Arriola Saavedra fue notificada en
fecha 2 de marzo de 2012, por lo que interpuso Recurso Jerárquico el 5 de marzo de 2012, en
contra de la Resolución 057/2012; es decir, dentro del plazo que establece el art. 141 de la LM;
sin embargo, se debe tener en cuenta que la Resolución Administrativa Tributaria Municipal
011/2012 de 24 de enero, ya estaba ejecutoriada, por haberse interpuesto el recurso de revocatoria
fuera del plazo legal establecido por el art. 140 de la LM; consiguientemente, éste Tribunal no
observa que las autoridades demandadas hubiesen vulnerado derechos o garantías
constitucionales de la accionante al aplicar la Ley de Municipalidades, por lo que corresponde
denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Manifiesta que participó del concurso de meritos al cargo de Director de Unidad Educativa
convocada por el Ministerio de Educación a nivel nacional, publicándose los resultados de
evaluación en el orden de mayor puntaje a menor. De acuerdo al art. 32 del Reglamento de
Calificación, Selección y Designación de Director a Unidad Educativa, el Director Distrital estaba
en la obligación de designar a los directores respetando los puntajes de prelación, no establece que
se debe ratificar al Director que hubiere postulado en esa convocatoria al mismo cargo, bajo
denominativo de repostulación y que el Director Departamental como el Distrital efectúen
nombramiento “de forma consensuada”.
Para tener una explicación al respecto presentó varios oficios, solicitando fotocopias legalizadas y
pidiendo la nulidad de designación de Directores, sin tener una pronta respuesta, ocasionándole un
grave perjuicio, no quedando otra vía que recurrir a instancias constitucionales para hacer
prevalecer su derecho, como el de la petición.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela constitucional y que en el plazo de veinticuatro horas los demandados
respondan a los oficios pretendidos, asimismo se extiendan fotocopias legalizadas de todo lo pedido
y se anule la designación de Directores del Distrito de Cobija.
El abogado del demandado Roberto Méndez Chaurara, Director Departamental de Educación a.i. de
Pando, en audiencia manifestó: a) La Ley 070 del 20 de diciembre de 2012 establece una estructura
en la Educación, el Nivel Central, Departamental y Distrital, su Reglamento 813 confirma la nueva
estructura, por el principio de subsidiariedad debe ser negada esta acción porque no se cumplió con
el procedimiento; b) El art. 32 del Reglamento a la Convocatoria establece la competencia exclusiva
del Director Distrital y menciona la forma y procedimiento para la designación, la Dirección
Departamental se rige a una estructura, cumple instrucciones del inmediato superior, simplemente
instruye a los inmediatos inferiores; c) No se efectuó consenso en el proceso de selección, no es
competencia de la Dirección departamental elegir directores de unidades educativas; y, d) Existe
una planilla de nomina del Ministerio de Educación con nombres y apellidos con las calificaciones
correspondientes, la Dirección departamental no puede atribuirse competencias ajenas.
El abogado del demandado Doriam Espejo Espejo, Director Distrital de Educación de Cobija; en
audiencia señaló: 1) El numeral 8 de la convocatoria pública estaba dirigido a las autoridades que
deseen repostularse en el cargo respectivo; 2) El Director Departamental coordina con los
Directores Distritales la lista de los postulantes; 3) Conforme el libro de correspondencia se dio
respuesta a todos los puntos solicitados por el accionante; 4) El accionante pide fotocopias
legalizadas de todos los instructivos, pero no precisa cuales requiere; 5) El art. 32 del Reglamento a
la convocatoria, dice que la designación será realizada por la Dirección Departamental a través del
Director Distrital de acuerdo a la obtención de los puntajes; 6) No se agotaron las vías ordinarias, ni
se cumplió con la subsidiariedad, y, 7) El 27 de marzo de 2012, el accionante pidió al Director
Distrital que se lo designe en el colegio Antonio Vaca Diez, situación que se dio a conocer al
Director Departamental, siendo designado por ello como Director de la unidad educativa solicitada,
de acuerdo a su pertinencia y a su materia.
El abogado de Esnider Velarde Monasterio, Director designado al colegio Antonio Vaca Diez; en
audiencia señaló: i) El proceso de la convocatoria no es jurisdiccional, no se vulneró el debido
proceso; ii) La convocatoria era para cualquiera que podía acceder a un puesto, nadie se postuló a
una unidad educativa específica; y, iii) Conforme pidió fue asignado al Colegio Vaca Diez, por ello
no se lesionaron sus derechos.
Gilbert Ticlla Porco, en audiencia manifestó: a) Haber sido uno de los directores aprobados en ese
proceso de institucionalización y que no se cumplió con la normativa como dice la convocatoria; y,
b) La educación se maneja con racismo, puesto que obtuvo la misma nota con otra compañera, la
cual fue ratificada con el mismo puntaje y él no.
Moisés Escobar Montaño, en audiencia señaló que: 1) Postuló para el área rural, y que se
vulneraron sus derechos puesto que hizo conocer al Director Distrital quien le dijo que solo recibía
órdenes del Director Departamental y que él no podía elegir y se designaron a otros profesores; 2)
Somos cuatro o cinco profesores afectados que no fuimos convocados, hubo discriminación de los
profesores del interior; y, 3) Las designaciones se deben revisar.
Juan Ramallo Gutiérrez, Director designado al colegio Madre Nazaria en la audiencia manifestó que
no hubo racismo, hay varios Directores que son del interior.
Claudia Gerónimo Guarachi, Directora designada al Jardín de niños Casilda Rivero declaró que: i)
Respostuló y fue designado, no vio discriminación alguna; y, ii) El director Guerrero esta
discriminando a la unidad educativa, porque no hay diferencia entre primaria y secundaria.
Alejandro Gonzales Guayao, Director designado a la Unidad Educativa Villa Cruz; en audiencia
dijo: a) Los Directores designados cumplen un proceso de postulación y repostulacion, sería injusto
que nos posesionen hoy y mañana nos destituyan; b) No puede ser que por una persona se
perjudique a todos; c) Se convocó a una reunión pero no para consensuar, nos dijeron a donde
queríamos ir y cada uno eligió su unidad educativa; y, d) El 90% son del interior, no hay
discriminación.
Reynaldo Quispe Mamani, Director designado a la Unidad Educativa Germán Busch manifestó que
se debía respetar el reglamento, aquí solo están velando por sus intereses, no se tomó en cuenta los
meritos.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal, Administrativa, Coactiva Fiscal y Tributaria, del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución
9/2012 de 13 de abril, cursante de fs. 75 a 77 vta., sin incrasar al fondo de la problemática
planteada, concediendo la acción de amparo, contra las autoridades demandadas con relación a la
extensión de fotocopias legalizadas de los instructivos del Ministerio de Educación, responder a las
notas que aun no fueron atendidas y denegando sobre la petición de nulidad de designación de
Directores del Distrito de Cobija, en tanto y cuanto agote todos los recursos administrativos y
jerárquicos; con los siguientes fundamentos: 1) El accionante no agotó previamente los medios
ordinarios como la vía administrativa ni jerárquica, por ante el Ministerio de Educación, conforme a
la Ley de Procedimiento Administrativo, porque se trata de designación al cargo de Director de una
Unidad Educativa, agotada esa vía, recién corresponde la vía constitucional; 2) Las notas
presentadas, no fueron respondidas, sino 5 de abril de 2012; en cuanto a la solicitud de fotocopias
legalizadas no fueron atendidas; y, 3) La nulidad del proceso de designación, debía ser planteado
ante el Tribunal Constitucional en base a la Ley del Tribunal Constitucional, ya que el Tribunal de
garantías, no tiene competencia para conocer y resolver ese tipo de planteamientos.
II. CONCLUSIONES
II.2. El 27 de ese mes y año de 2012, Oscar Guerrero Peñaranda pidió al Director Distrital de
Cobija la designación de Director del colegio Antonio Vaca Diez (fs. 32).
II.3. El 29 de marzo de 2012, mediante nota el Director Distrital de Educación de Cobija responde
al accionante en relación a su designación (fs. 52).
II.4. El 2 de abril de 2012, por memorándum 000520 la Dirección Distrital de Educación de Cobija,
designó al accionante como Director de la Unidad Antonio Vaca Diez Nivel Primario (fs. 34).
II.5. El 3 de igual mes y año, informó Juan Yujra Mamani, Notario de Fe Pública de Primera Clase,
que no existe respuesta alguna a las notas enviadas por el accionante de 30 de marzo y 2 de abril de
2012, donde pide fotocopias legalizadas y la nulidad de designación de Directores (fs. 6).
II.6. El 5 de abril de 2012, mediante nota el demandado Roberto Méndez Chaurara, Director
Departamental de Educación de Pando responde a la solicitud de información y nulidad de
designación de Directores (fs. 39).
El accionante alega la vulneración de sus derechos: al debido proceso, a la petición, por cuanto
las autoridades demandadas no dieron cumplimiento al art. 32.I del Reglamento de Calificación,
Selección y Designación de Director/a de Unidad Educativa y no le dieron respuesta oportuna a
las notas de explicación y solicitud. En revisión, corresponde dilucidar si los hechos expuestos
por el accionante son evidentes.
En ese marco, el art. 128 de la CPE, establece: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá
lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley”; a su vez el art. 129.I de la Norma Suprema, determina
que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada,
por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley” y que, al referirse el art. 76
de la citada Ley, con referencia a la subsidiariedad e inmediatez, “La Acción de Amparo no
procederá cuando exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos
y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
Lo que significa que no forma parte de los recursos o medios de impugnación ordinarios
previstos por la legislación procesal. En referencia, debemos indicar a José Antonio Rivera
Santibáñez, quien cita a Eduardo Cifuentes respecto a la subsidiariedad “la Acción de tutela, en
primer termino, es procedente si el afectado no dispone de otro medio de defensa judicial. Desde
este punto de vista la acción tiene carácter subsidiario”. (Jurisdicción Constitucional, Procesos
Constitucionales en Bolivia. Tercera edición grupo editorial Kipus, pag. 382).
El art. 24 de la CPE, establece: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de
este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario”.
Así, la jurisprudencia constitucional a través de las SC 0962-R de 17 de agosto que a la vez cita a
SSCC 0189/2001-R y 1148/2002-R al respecto estableció: “…debe entenderse el mismo como la
potestad, capacidad o facultad que tiene toda persona de formular quejas o reclamos frente a las
conductas, actos, decisiones o resoluciones irregulares de los funcionarios o autoridades
públicas o la suspensión injustificada o prestación deficiente de un servicio público, así como el
de elevar manifestaciones para hacer conocer su parecer sobre una materia sometida a la
actuación de la administración o solicitar a las autoridades informaciones; en sí es una facultad
o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual o colectivamente, ante las
autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener una pronta resolución,
ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de efectividad el
derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta
resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo, el
sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa
medida podrá ser positiva o negativa” (SC 189/01-R de 7 de marzo de 2001).
En el presente caso que se examina, del informe emanado por el Notario de Fe Pública de
Primera Clase (fs. 6) se evidencia que Oscar Guerrero Peñaranda no obtuvo respuesta de las
autoridades demandadas en su integridad a las peticiones de 30 de marzo y 2 de abril de 2012,
solicitudes realizadas con anterioridad el 28 de marzo del mismo año; el demandado Roberto
Méndez Chaurara informa solo concerniente a la nulidad de designaciones y el otro demandado
Doriam Espejo Espejo informa referente a su designación (fs. 39 y 52) y no a la solicitud de
extensión de fotocopias legalizadas de la documentación requerida.
Las reiteradas solicitudes ya mencionadas no fueron atendidas en forma completa, razón por la
cual el accionante interpuso la presente acción tutelar demandando la vulneración de su derecho
de petición, que se evidencia al constatar efectivamente la recepción de las referidas notas,
prueba de ello, es la firma en constancia que estampo el sello de recibido en los dos documentos
por Secretaria de dichas autoridades demandadas; sin que exista respuesta sea positiva o negativa
de atención a sus petitorios. A lo que se añade lo alegado por el demandado Doriam Espejo
Espejo, en la audiencia de la presente acción, que el accionante no especifica que instructivos
requiere, lo que lleva a la certeza que evidentemente, no fueron entregados oportunamente
cuando se los solicitó, ni se le explicó las razones que impedían dicha entrega, lo que implica que
no se respetó el núcleo esencial de este derecho, el cual, conforme se desarrolló en el
Fundamento Jurídico III.2, supone la obligación de responder en un plazo prudencial, por escrito
y de manera fundamentada; con lo que corresponde conceder la tutela en relación al derecho de
petición.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art.
12.7 de la LTCP, en revisión, resuelve:
En revisión la Resolución de 23 de marzo de 2012, cursante de fs. 124 a 127, pronunciada dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesta por Sergia Carola Ledezma Colque contra Gastón
Martín Osorio Oporto Director del Complejo Hospitalario Viedma del departamento de
Cochabamba.
Por memorial presentado el 23 de febrero de 2012, cursante de fs. 42 a 52, la accionante manifiesta
los siguientes fundamentos de hecho y derecho:
Designada que fue como “Trabajador Manual” a contrato (sic) del Complejo Hospitalario Viedma, por
memorándum JP. HCV.013/06 de 13 de febrero de 2006, prestando servicios con responsabilidad y
honestidad; refiere que hace meses viene siendo víctima de acoso y persecución laboral, habiéndose
inventado un proceso administrativo en su contra, para dejarle sin su fuente laboral, misma que
sustenta a sus hijos.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 422
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Señala que el 21 de julio de 2011, aproximadamente a horas 14:30, por un descuido, quemó cinco
porciones de carne, haciendo un peso aproximado de 500 gr. en total, raciones que correspondían al
almuerzo; refiere que para despegar las carnes del sartén, llenó con agua y detergente el mismo, para
posteriormente colocarlas en una bolsa plástica y botarlas a la basura, mas, por el trajín del trabajo y lo
avanzado de la hora olvidó la bolsa con la carne quemada encima de su gavetero, además no dio parte
de este hecho a la responsable, en razón de que ésta no trabaja sábado ni domingo, razón por la que dio
parte del hecho, el lunes 25 de julio de 2011.
Manifiesta que el 22 de julio de 2011, Edgar Gonzales Pardo, Auxiliar de Jefatura de Personal recién,
se constituyó en los vestidores a verificar una supuesta intención de deschapar los gaveteros de sus
compañeras, situación en la cual encontró la bolsa con la carne quemada; asimismo el 26 de julio de
2011, la Jefe del Servicio de Nutrición y Dietología, Jacqueline Illanes Manrique, elevó “solicitud de
sanción” al Jefe de Recursos Humanos, argumentando que Edgar Gonzales Pardo habría encontrado
bifes en una bolsa que correspondería a la accionante. Manifiesta que trató de explicar lo sucedido
devolviendo de manera voluntaria la carne; sin embargo, el 15 de agosto de 2011, la citaron con el
Auto de Apertura del proceso Administrativo 10/2011 por la comisión del delito de hurto de carne.
Señala que dentro del proceso administrativo se tomó las declaraciones de los testigos, Hilaria
Maldonado, Edgar Gonzales, Beatriz Gutiérrez, Lourdes Marañón y Sandra Lara, quienes
manifestaron que ella no llevó carne a su domicilio, sólo señalaron que su persona quemó las carnes.
Jacqueline Illanes Manrique, en su declaración indicó que sacar alimentos de la institución se
considera una falta grave, pero no indicó en qué momento fue encontrada sacando dichos alimentos.
Interpuso recurso de revocatoria el 2 de septiembre de 2011, contra la Resolución dictada por el Juez
sumariante, resuelta la misma el 13 del mismo mes y año, confirmando la Resolución de primera
instancia, por lo que interpuso el recurso jerárquico el 16 de septiembre de mencionado año, y ante la
excusa de la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE), toma conocimiento del recurso jerárquico la
Gerente Administrativa y Financiera del Complejo Hospitalario Viedma CHV, confirmando la
Resolución 10/2011, que refiere es una copia fiel de los argumentos realizados por el Juez sumariante,
vulnerándose el debido proceso.
I.1.3. Petitorio
2) Disponer la inmediata restitución a su fuente de trabajo del que de manera ilegal e injusta fue
separada.
3) Se disponga el pago de todos sus salarios devengados, de los meses que está sin trabajar, desde
el mes de noviembre de 2011, hasta el presente.
Celebrada la audiencia pública el 23 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
122 a 123, se produjeron los siguientes actuados.
Gastón Martin Osorio Oporto, Director del Complejo Hospitalario Viedma, señaló lo siguiente:
Puso en conocimiento, antecedentes que serán expuestos en audiencia de amparo constitucional,
de los procesos administrativos internos de responsabilidad por la función pública, que fueron
llevados por el citado nosocomio contra Sergia Carola Ledezma Colque, hasta su conclusión con
la Resolución del recurso Jerárquico planteado.
Javier Berrios Uzeda, Autoridad sumariante del proceso administrativo manifestó lo siguiente:
Aclaró que la accionante no ingresó a la institución por concurso de meritos, como señala en su
memorial de demanda, porque esa figura no es usada para ingresar al área de cocina, por otro
lado indicó que los reclamos del debido proceso debió realizarlo en su momento, por lo que
solicitó se declare improcedente la tutela.
I.2.4. Resolución
La Resolución se basa en los siguientes fundamentos: i) El art. 128 de la CPE prevé: “La acción
de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la Ley” concordante con lo
establecido en el art. 73 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP); ii) Dentro la
presente acción el Tribunal de garantías, antes de ingresar al fondo de la problemática, verificó de
oficio la legitimación de las partes; en cuanto a la accionante, comprobaron la identidad plena
mediante su cédula de identidad, que contrasta con los datos del proceso disciplinario; iii)
Respecto a la autoridad demandada, el art. 77.II de la LTCP, prevé como requisito la indicación
del nombre y domicilio de la parte accionada, consignándose como tal a Gastón Martín Osorio
Oporto, Director del Complejo Hospitalario Viedma, de los antecedentes coligen, que el proceso
administrativo ha sido instaurado por la autoridad sumariante, Javier Berrios Uzeda y Jenny
Almanza Arandia, Gerente Administrativa Financiera del Complejo Hospitalario Viedma; iv)
Consiguientemente la vulneración de los derechos constitucionales del debido proceso que alega
la accionante, emergen de los actos procesales dentro del proceso disciplinario y las Resoluciones
dictadas por las autoridades mencionadas precedentemente, que no se encuentran demandados en
la presente acción de amparo constitucional, no existiendo constancia que Gastón Martín Osorio
Oporto, Director del Complejo Hospitalario Viedma, hubiera realizado alguna actuación o
emitido Resolución dentro del referido proceso disciplinario, citando al respecto las SSCC
0258/2003-R, 1740/2004-R, 1445/2004-R, entre otras, por consiguiente al no haber interpuesto la
accionante, la demanda contra las autoridades que tuvieron conocimiento del proceso, por falta
de legitimación pasiva impide que se ingrese al fondo de la problemática.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Memorándum G.G. 003/2010 de 28 de diciembre, por el cual se designa como Autoridad
sumariante del Complejo Hospitalario Viedma para la gestión 2011 a Javier Berrios Uzeda (fs.
4).
II.2. Oficio 125/SND/11 de 26 de julio de 2011, emitido por Jacqueline Illanes Manrique, Jefe de
Servicio de Nutrición y Dietologia, dirigida a Hugo Baldelomar, Jefe de Recursos Humanos del
Complejo Hospitalario Viedma, solicitando sanción contra Sergia Carola Ledezma Colque, por
encontrarse encima su casillero bifes en una bolsa, siendo de conocimiento del personal de
nutrición que está totalmente prohibido, la salida de todo tipo de alimentos sean crudos o cocidos,
y los infractores deben recibir la sanción correspondiente (fs. 5).
II.3. Apertura de proceso administrativo de 10 de agosto de 2011, iniciado por Javier Berrios Uzeda
como Autoridad sumariante del Complejo Hospitalario Viedma, contra Sergia Carola Ledezma
Colque, por el delito de hurto de carne, a denuncia de Jaqueline Illanes Manrique, Jefe de Servicio de
Nutrición y Dietologia (fs. 7).
II.4. Resolución de 29 de agosto de 2011, emitida por la Autoridad sumariante dentro del proceso
de “abuso de confianza”, por retención de ½ kg de carne, contra Sergia Carola Ledezma Colque
servidora pública de cocina del Complejo Hospitalario Viedma, disponiendo la sanción
administrativa prevista de destitución de servidora pública, en merito a lo previsto por el art. 30
inc. b) del Reglamento Interno de Personal del Ministerio de Salud 3ra versión, concordante con
los arts. 28 y 29 de la Ley de Administración y Control Gubernamental, cursa de fs. 22 a 23.
II.5. Recurso de revocatoria de 2 de septiembre de 2011, interpuesta por Sergia Carola Ledezma
Colque contra la Resolución de 29 de agosto de 2011 (fs. 24 a 25).
II.8. Auto de 30 de octubre de 2011, pronunciada por Jenny Almanza Arandia, Gerente
Administrativa Financiera del Complejo Hospitalario Viedma, declarando improcedente el
recurso jerárquico interpuesto por Sergia Carola Ledezma Colque, confirmando en todas sus
partes la Resolución 10/2011 de 13 de septiembre (fs. 34 a 36).
La accionante sostiene que el servidor público demandado han incurrido en flagrante vulneración de
sus derechos constitucionales como el debido proceso, derecho al trabajo y a la estabilidad laboral, al
haber dispuesto en su contra un proceso administrativo por un supuesto delito de hurto, y modificado
en el trámite por abuso de confianza; proceso lleno de vicios de nulidad, que culmino con una
Resolución que no tiene los componentes legales que debe tener todo fallo y por el cual disponen la
destitución de su fuente laboral.
La acción de amparo constitucional, ha sido instituida por la Constitución Política del Estado
Plurinacional en sus arts. 128 y ss., como una medida de defensa de los actos u omisiones
ilegales o indebidos de los servidores públicos, derechos que son reconocidos por la misma
norma Fundamental y que son inherentes a todos los estantes y habitantes del Estado
Plurinacional de Bolivia. Asimismo, están reconocidos por los Tratados y Convenios
Internacionales sobre Derechos Humanos y las normas de derecho comunitario, ratificados por
nuestro país por el art. 410.II de la CPE; de donde se colige que a través de la acción de amparo
constitucional se tutelan derechos civiles y políticos, incluyéndose los denominados derechos
económicos, sociales y culturales, por lo que la protección judicial de las personas está
reconocida por el art. 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que señala:
“Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”.
La amplitud en la protección que brinda esta garantía, se rige esencialmente por los principios de
subsidiariedad e inmediatez, entendiéndose como tal al agotamiento previo de los recursos que la
ley le franquea y no existiendo otras vías o recursos para la protección inmediata de los derechos
denunciados, recién se abre la vía constitucional, para poder reparar los derechos vulnerados, por
servidores públicos o personas particulares; en cuanto a la inmediatez, este recurso de acción de
amparo constitucional se interpondrá en el plazo máximo de seis meses, computables a partir del
conocimiento del hecho o notificación con el acto ilegal.
Cabe señalar que la Constitución Política del Estado Plurinacional en su Capítulo Segundo
acciones de defensa contemplada la acción de amparo constitucional en su art. 128 que indica:
“La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos
de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley.”, asimismo
el art. 129.I señala: “La acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se
crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de
acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados.”, normas concordantes con el art. 73 de la LTCP.
El art. 128 de la CPE, señala que: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de personas individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley” (las negrillas y subrayado son nuestras).
Por su parte el art. 73 de la LTCP, señala: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar
contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos y garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley” (las
negrillas y subrayado son nuestras).
En cuanto a la legitimación pasiva de los terceros interesados, los mismos carecen de ella, ya que
su condición procesal es otra. Los terceros interesados podrán intervenir en la acción de amparo
constitucional, presentando algún informe o procurando proteger algún interés propio, más no
responderán por los supuestos agravios efectuados contra el accionante.
Para que se produzca una relación jurídica procesal válida en cualquier proceso y más aún,
dentro de un amparo constitucional, no basta la interposición del recurso, deben estar presentes
en él, los denominados presupuestos procesales, unos de orden formal y otros de fondo: Los
presupuestos procesales de forma son: a) La forma propiamente dicha de la demanda; b) La
capacidad procesal de las partes; y, c) La competencia del juez; y los presupuestos procesales de
fondo o materiales, son: 1) La existencia del derecho que tutela la pretensión procesal; y, 2) La
legitimidad para obrar. Los presupuestos procesales de forma al igual que los considerados de
fondo, son ineludibles al momento de la interposición de cualquier acción legal, para que se
genere una relación jurídica procesal válida.
De los antecedentes del proceso se establece, que la accionante mantuvo una relación laboral con
el Complejo Hospitalario Viedma tras haber sido designada, mediante memorándum JP. HCV.
013/06 de 13 de enero de 2006, en el cargo de “Trabajador Manual”, desempeñando sus labores
en el área de cocina.
Del proceso administrativo interno instaurado contra la accionante por abuso de confianza, el
mismo fue sustanciado por la Autoridad sumariante del Complejo Hospitalario Viedma, llegando
a dictar la Resolución 10/2011 de 29 de agosto, disponiendo la destitución del cargo, por
encontrar suficientes elementos de prueba que demuestran su culpabilidad, Resolución que fue
emitida amparado en el art. 30 inc. b) del Reglamento Interno de Personal del Ministerio de
Salud tercera versión. Interpuso el recurso de revocatoria contra la Resolución precedente, la
misma fue confirmada, por lo que interpuso el recurso jerárquico ante la Gerente Administrativa
y Financiera del Complejo Hospitalario Viedma, Jenny Almanza Arandia, quien confirmo la
Resolución 10/2011.
De los antecedentes se colige que en el presente caso la autoridad ahora demandada, Gastón
Martín Osorio Oporto, como actual Director del Complejo Hospitalario Viedma, no tuvo
conocimiento del proceso instaurado contra Sergia Carola Ledezma Colque, ni emitió
pronunciamiento alguno en la Resolución 10/2011, que es objeto de la presente acción, por lo que
el presupuesto de la legitimación pasiva no se tiene por cumplido, por cuanto no existe
coincidencia o nexo de causalidad entre la autoridad demandada y la Resolución recurrida.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 2 de mayo de 2012, cursante de fs. 24 a 27 vta., la accionante expuso
lo siguiente:
Refiere que se inició proceso penal en su contra a denuncia de Primitivo Alameda Ticona, por la
supuesta comisión de los delitos de malversación de fondos, cohecho pasivo y uso indebido de
influencias, habiéndose puesto a conocimiento del Juez instructor el inicio de la investigación, pero
que el Fiscal le imputó por los delitos de incumplimiento de deberes y uso indebido de bienes y
servicios, que no fueron objeto de la denuncia, ni del inicio de investigación, colocándole en
indefensión, aspecto que reclamó por memorial de “14 DE MARZO pero que no ha merecido
respuesta alguna hasta la fecha” (sic).
Asimismo, señala que el Juez demandado, Diego Roca Saucedo, de manera ilegal aceptó la
imputación realizada en su contra, por el delito inexistente de incumplimiento de deberes y que los
Vocales demandados, modificaron parcialmente el Auto de medidas cautelares de 23 de marzo de
2012, endilgándole el delito de uso indebido de bienes y servicios públicos, pese a que demostró que
son delitos de comisión imposible por su persona, convalidando una imputación carente de
fundamentación coherente, congruente y veraz, lo que dio lugar a su detención preventiva ilegal, al no
considerar la prueba de descargo y no cumplirse con lo previsto por el art. 233 incs. 1) y 2) del Código
de Procedimiento Penal (CPP), respecto a la autoría y obstaculización en la averiguación de la verdad.
I.1.3. Petitorio
Los Vocales demandados mediante informe escrito señalaron que: 1) Al momento de resolver la
apelación incidental hicieron una valoración integral del Auto dictado por el Juez demandado y
de todo lo acontecido, por lo que el Tribunal de alzada está convencido de la existencia de
suficientes indicios de la probable autoría de la ahora accionante; 2) Se tuvo el convencimiento
que el peligro de fuga había sido desvirtuado, mas no así el de obstaculización; 3) El Tribunal de
alzada no podía valorar la prueba y que tampoco ordenó la aprehensión de la imputada, por lo
que debió plantearse la acción ante el Juez cautelar; y, 4) La accionante no agotó los medios y
recursos en la vía ordinaria, por cuanto existe un incidente por actuación procesal defectuosa
pendiente de Resolución.
Por su parte el Juez ahora demandado, Diego Roca Saucedo, en la audiencia de acción de libertad
señaló: i) El proceso lo conoció en suplencia legal del Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal; el
“14 de febrero” se presentó un incidente de actividad procesal defectuosa, por imputársele otros tipos
penales, de los que fue denunciada en primera instancia, petición que hasta el momento no habría sido
resuelta; y, ii) Que no se encuentra en indefensión, ya que impugnó ante la autoridad jurisdiccional el
supuesto acto lesivo, precisamente a través del incidente que está pendiente de Resolución, por lo que
pide se deniegue la acción.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, los Jueces Técnicos del Tribunal Segundo de Sentencia Penal del
departamento de Pando, constituidos en Tribunal de garantías, pronunciaron la Resolución de 4
de mayo de 2012, cursante de fs. 78 a 80, por la cual denegó la tutela solicitada, con los
siguientes argumentos: a) Bajo ningún justificativo la jurisprudencia constitucional puede inferir
en el criterio de jueces y vocales cuando se debe decidir sobre la culpabilidad o inocencia de la
imputada o los defectos procesales que se invoquen; b) No se puede ingresar a examinar el fondo
de la problemática por no ser de su competencia, porque la acción de libertad “tiene como
función el resguardo del respeto a los derechos y garantías fundamentales, que en el caso de
existir errores deben ser considerados por la justicia ordinaria”, mediante los recursos que
establece la ley; y, c) La acción de libertad no puede ser usada para sustituir los defectos
procesales anotados en la audiencia, “ya que no está ilegalmente perseguida y menos
detenida…”.
II. CONCLUSIONES
II.1. Imputación formal de 27 de febrero de 2012, presentada por el Fiscal de materia, Álvaro
Pimentel Zarate, contra la ahora accionante por los delitos de incumplimiento de deberes y uso
indebido de bienes y servicios (fs. 2 a 6).
II.2. Memorial de 14 de marzo de 2012, interpuesto por la accionante, Rita Modesta Rueda
Garzón, de actividad procesal defectuosa contra la imputación formal (fs. 7 y vta.).
II.3. Auto de detención preventiva dispuesta por el Juez demandado, Diego Roca Saucedo, contra
la accionante de 16 de marzo de 2012, apelada en audiencia por la parte imputada (fs. 8 a 9 vta.).
II.4. Apelación incidental presentada por el Fiscal asignado al caso contra el Auto Interlocutorio
de detención preventiva, solicitando al Tribunal de alzada se pronuncie respecto al delito de
incumplimiento de deberes, que fuera desestimado por el Juez demandado (fs. 10 y vta.).
II.5. Auto de Vista que resuelve la apelación incidental planteada por el Ministerio Público y la
accionante, de 23 de marzo de 2012, por el que se confirma la Resolución de detención
preventiva, disponiendo que el Ministerio Público continúe con la investigación del delito de
incumplimiento de deberes. Complementación y enmienda de mencionada Resolución; de 28 de
marzo de mencionado año (fs. 11 a 15).
La accionante, alega que las autoridades demandadas vulneraron su derecho a la libertad y que se
encuentra indebidamente detenida, por cuanto las Autoridades demandadas convalidaron
ilegalmente la imputación realizada por el Fiscal asignado al caso, debido a que los delitos
imputados no fueron objeto de la denuncia, al no estar debidamente fundamentada y por no haberse
cumplido con el art. 233 incs. 1) y 2) del CPP; en consecuencia, corresponde analizar en revisión si
tales extremos son evidentes y si constituyen actos lesivos al derecho a la libertad.
El art. 23.I de la CPE, dispone: “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal.
La libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”;
asimismo, el art. 13.I de la Ley Fundamental, señala que: “Los derechos reconocidos por esta
Constitución son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado
tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
Por su parte, el art. 125 de la CPE, dispone: “Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Por otro lado en cuanto se refiere a la imposibilidad de activar dos jurisdicciones, en este caso la
constitucional y la ordinaria al mismo tiempo la SC 1789/2011-R de 7 de noviembre, señaló:
“…no es posible activar simultáneamente dos jurisdicciones, para que ambas al mismo tiempo
se pronuncien sobre hechos denunciados como ilegales, pues, esto conllevaría a una disfunción
procesal contraria al orden jurídico; con la posibilidad de que existan dos resoluciones
paralelas tanto de la justicia ordinaria como de la justicia constitucional. En este sentido la SC
0608/2010-R de 19 de julio, señaló: '...para que se abra la tutela que brinda esta acción, es
preciso que previamente se determine si existen los medios de impugnación específicos e idóneos
para restituir el derecho a la libertad en forma inmediata, pero además de ello, se debe
considerar también que cuando quien recurre de hábeas corpus, acciona en forma paralela un
medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico, aún en el supuesto de que dicho medio o
recurso no sea el más idóneo, eficaz o inmediato, es lógico suponer que tampoco procede esta
acción tutelar en aplicación de la excepción de subsidiariedad, ello debido a que el recurrente,
actual accionante, no puede activar dos jurisdicciones en forma simultánea para efectuar sus
reclamos, no siendo admisible dicha situación que de ocurrir inviabiliza la acción tutelar, pues
al activar en forma simultánea la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción constitucional, para
que ambas conozcan y resuelvan las irregularidades denunciadas, se crearía una disfunción
procesal contraria al orden jurídico'”; consiguientemente, no puede el Tribunal Constitucional
Plurinacional conocer una acción de libertad cuando se activó en primera instancia la vía
ordinaria, a través de los mecanismos de defensa que prevé la ley, más aún si la vía de
impugnación no está cerrada; es decir, que existe un trámite pendiente de resolución en otra
jurisdicción, lo cual impide un pronunciamiento al respecto.
De los antecedentes se tiene que la accionante fue imputada por los delitos de incumplimiento de
deberes y uso indebido de bienes y servicios, habiendo dispuesto el Juez demandado, Diego Roca
Saucedo, su detención preventiva, el 16 de marzo de 2012, Resolución que fue apelada y
confirmada por Auto de Vista de 23 del mismo mes y año, disponiendo que el Ministerio Público
continúe con la investigación por el delito de incumplimiento de deberes, respecto a la imputada
ahora accionante-, Rita Modesta Rueda Garzón.
Por otro lado se evidencia que la accionante a través de su abogado, mediante memorial de 14 de
marzo de 2012, cursante a fs. 7 y vta. de obrados, interpuso ante el Juez Primero de Instrucción
en lo Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, incidente de actividad procesal
defectuosa, por lo que corresponde aplicar la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico
III.2, toda vez que el incidente fue presentado con los mismos argumentos de la acción de
libertad, referida a que se presentó imputación formal en su contra, por los delitos de
incumplimiento de deberes y uso indebido de bienes y servicios, sin que exista denuncia por
estos hechos mucho menos control jurisdiccional de la investigación, causándole indefensión,
entre otros argumentos, por lo que pide se anule la imputación realizada en su contra;
presentando la acción de libertad el 2 de mayo del presente año; es decir, cuando el citado
incidente se encontraba en trámite, según lo afirmado por el abogado de la accionante en la
audiencia de acción de libertad; consiguientemente, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal
tiene la competencia en la vía ordinaria para pronunciarse sobre el incidente de actividad procesal
defectuosa interpuesto por la accionante, dentro del proceso penal instaurado en su contra, razón
por la cual éste Tribunal no puede ingresar a considerar el fondo de la presente acción de libertad,
al haber activado la accionante dos mecanismos de defensa, en ese sentido se pronunció la SC
0072/2011-R de 7 de febrero, al señalar: “…el accionante denuncia ante la autoridad ahora
demandada vicios de nulidad que afectaron supuestamente su derecho a la libertad, se
encontraba en trámite y pendiente de resolución, antes del pronunciamiento del Tribunal de
garantías, aspecto que impide a este Tribunal Constitucional ingresar al análisis de fondo, pues
el accionante activó al mismo tiempo en la vía jurisdiccional ordinaria un mecanismo a través
del cual se puede resolver su situación jurídica…”.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00623-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Según “acta de acción de libertad” oral de 2 de abril de 2012, cursante a fs. 6 y vta., la accionante
expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Presentada la apelación, los Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, suspendieron la primera audiencia por ausencia del representante del
Ministerio Público y la segunda por retraso de cinco minutos de su persona; por lo que estas
autoridades codemandadas confirmaron la Resolución impugnada con el único fundamento de la
inasistencia de las partes, incumpliendo lo previsto en los arts. 124 y 236 del Código de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 435
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.1.3. Petitorio
Con esos antecedentes, solicita se conceda la tutela y se ordene la nulidad del Auto de Vista y de
la Resolución “de cesación” (sic), respetando el debido proceso.
Efectuada la audiencia pública el 4 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 19 a
23, se produjeron los siguientes actuados:
Elena Julia Gemio Limachi, Jueza Técnica del Tribunal Primero de Sentencia Penal del
departamento de La Paz, en el informe escrito que cursa a fs. 17, precisó: a) La presente acción
tutelar es la tercera formulada por la accionante en su contra, habiendo sido las dos anteriores
denegadas; b) Rechazó la solicitud de cesación a la detención preventiva, por cuanto la procesada
no desvirtuó con nuevos elementos de convicción la medida cautelar que se le impuso; c) Se
dispuso remitir actuados procesales al Tribunal Segundo de Sentencia Penal, por no haber podido
constituir tribunal con jueces ciudadanos de conformidad a lo previsto en el art. 63 del CPP; no
habiendo infringido el citado actuado procesal los derechos de la accionante; y, d) Las
resoluciones sobre medidas cautelares no son definitivas, por lo que no causan estado;
consiguientemente, la actora tiene modos procesales ordinarios para la lograr la cesación de su
detención preventiva y no puede usar de forma paralela la acción de libertad. Solicitó se deniegue
la presente acción tutelar.
Elías Fernando Ganam Cortez y Félix Peralta Peralta, Vocales de la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, en informe escrito que cursa a fs. 18 y vta.,
expresaron: 1) El proceso que sigue el Ministerio Público a instancia de Aurora Rivas Vda. de
Ortuño contra Virginia Elías Mamani, por la supuesta comisión del delito de robo agravado, fue
radicado en esa Sala, en razón de una apelación interpuesta por la ahora accionante ante el
rechazo de su pedido de cesación a su detención preventiva; fijándose audiencia pública para
considerar la apelación en la que se confirmó la Resolución toda vez que la imputada se
Ernesto Macuchapi Laguna, Juez Técnico del Tribunal Segundo de Sentencia Penal
codemandado, no presentó informe escrito ni asistió a la audiencia de consideración de la
presente acción de defensa, pese a su legal citación.
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Sentencia Penal del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías,
dictó la Resolución 07/2012 de 4 de abril, cursante de fs. 24 a 29, por la cual denegó la tutela
impetrada, con los siguientes fundamentos: i) La acción tutelar emerge de la Resolución 06/2012
de 13 de marzo, dictada por el Tribunal Primero de Sentencia Penal, que rechazó la solicitud de
cesación a la detención preventiva interpuesta por la accionante; fallo aprobado por la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; ii) El Juez de garantías no tiene
conocimiento de la citada Resolución en relación a la ausencia de fundamentación, aspecto que
no permite emitir un juicio cabal al respecto; y, iii) La cesación a la detención preventiva
conforme estipulan los arts. 250 y 251 del CPP, es revocable y modificable en cualquier
momento, aun de oficio, razón por la que ante la falta de documentación en el caso de autos que
permita establecer los hechos que invoca la accionante, el Juez de garantías no cuenta con
elementos para emitir un fallo que se ajuste a la realidad; sin embargo, la Resolución impugnada
se respalda en lo previsto en el art. 250 del CPP.
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante Resolución 06/2012 de 13 de marzo, emitida por el Tribunal Primero de Sentencia
Penal del departamento de La Paz, compuesto por los Jueces Técnicos hoy codemandados, dentro
del proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella de Lucio Ortuño contra Virginia
Elías Mamani y otros, por la presunta comisión del delito de robo agravado, se declaró
II.2. Por Resolución 29/2012 de 26 de marzo, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia de La Paz, confirmó la Resolución dictada por el Tribunal a quo, refiriendo que
instalada la audiencia y a pesar de la legal notificación al abogado de la ahora accionante; no
se presentó a la audiencia para fundamentar los agravios ocasionados con la Resolución
impugnada, por lo que el Tribunal de alzada no puede ingresar a considerar el fondo (fs. 82).
El art. 125 de la CPE, señala que la acción de libertad tiene por objeto tutelar el derecho a la vida
y a la libertad, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y cuando ésta sea objeto de una
persecución ilegal, un indebido procesamiento u objeto de privación en cualquiera de sus formas,
pudiendo toda persona que considere encontrarse en las referidas situaciones, acudir ante el juez
o tribunal competente y solicitar se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad. En desarrollo de la
norma constitucional, el art. 65 de la LTCP, establece que su objeto es la garantía, protección o
tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar, pueden ser apeladas
y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación cuando determine
disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo suficientemente
motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley impone para la
procedencia de esa medida cautelar.
En efecto, el deber de motivación de los fallos supone un elemento fundamental del debido
proceso, conforme ha expresado la SC 0012/2006-R de 4 de enero, al indicar: “La motivación de
los fallos judiciales está vinculada al derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
eficaz, (…) y se manifiesta como el derecho que tienen las partes de conocer las razones en que
se funda la decisión del órgano jurisdiccional, de tal manera que sea posible a través de su
análisis, constatar si la misma está fundada en derecho o por el contrario es fruto de una
decisión arbitraria; sin embargo, ello no supone que las decisiones jurisdiccionales tengan que
ser exhaustivas y ampulosas o regidas por una particular estructura; pues se tendrá por
satisfecho este requisito aun cuando de manera breve, pero concisa y razonable, permita
conocer de forma indubitable las razones que llevaron al juez a tomar la decisión; de tal modo
que las partes sepan las razones en que se fundamentó la resolución; y así, dada esa
comprensión, puedan también ser revisados esos fundamentos a través de los medios
impugnativos establecidos en el ordenamiento; resulta claro que la fundamentación es exigible
tanto para la imposición de la detención preventiva como para rechazarla, modificarla,
sustituirla o revocarla” (las negrillas son agregadas).
III.3. El alcance de lo previsto en el art. 398 del CPP y la exigencia de motivación en las
resoluciones que disponen la detención preventiva
(…) la norma contenida en el art. 398 del citado cuerpo legal, establece que 'Los tribunales de
alzada circunscribirán sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución'.
De la norma legal precedente, de manera general es posible concluir que los tribunales de
alzada sólo pueden resolver y pronunciarse sobre los agravios expresados en la apelación, no
pudiendo ir más allá de lo que la parte apelante no hubiere cuestionado respecto de la
resolución apelada, dado que el ámbito en el que deben circunscribir su actuación es a resolver
los aspectos impugnados de quien tiene derecho de recurrir.
Sin embargo, tratándose de la aplicación de medidas cautelares, dicha normativa no debe ser
entendida en su literalidad sino interpretada en forma integral y sistemática, por lo que también
cabe referirse a lo establecido en el art. 233 del CPP, modificado por la Ley 007 de 18 de mayo
de 2010, cuando señala que: 'Realizada la imputación formal, el juez podrá ordenar la detención
preventiva del imputado, a pedido fundamentado del fiscal o de la víctima aunque no se hubiera
constituido en querellante, cuando concurran los siguientes requisitos: 1. La existencia de
elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad, autor o
partícipe de un hecho punible; 2. La existencia de elementos de convicción suficientes de que el
imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad'.
Finalmente, cabe remitirse a lo previsto en el 236 del CPP, entre cuyos requisitos del auto de
detención preventiva se encuentran: '3) La fundamentación expresa sobre los presupuestos que
motivan la detención, con cita de las normas legales aplicables'.
(…) se establece que el límite previsto por el art. 398 del CPP a los tribunales de alzada, de
circunscribirse a los aspectos cuestionados de la resolución, no implica que los tribunales de
apelación se encuentren eximidos de la obligación de motivar y fundamentar la resolución por
la cual deciden imponer la medida cautelar de detención preventiva, quedando igualmente
obligados a expresar la concurrencia de los dos presupuestos que la normativa legal prevé
para la procedencia de la detención preventiva, en el entendido que ésta última determinación
únicamente es válida cuando se han fundamentado los dos presupuestos de concurrencia, para
cuya procedencia deberá existir: 1) El pedido fundamentado del fiscal o de la víctima aunque no
se hubiere constituido en querellante; y, 2) La concurrencia de los requisitos referidos a la
existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con
probabilidad, autor o partícipe de un hecho punible y la existencia de elementos de convicción
suficiente de que el imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la
verdad; circunstancias que deben ser verificadas y determinadas por el tribunal y estar
imprescindiblemente expuestas en el auto que la disponga, por lo mismo, la falta de motivación
por parte de los tribunales de alzada no podrá ser justificada con el argumento de haberse
circunscrito a los puntos cuestionados de la resolución impugnada o que uno o varios de los
presupuestos de concurrencia para la detención preventiva no fueron impugnados por la o las
partes apelantes.
De los antecedentes que cursan en obrados, se establece que por Resolución 06/2012, el Tribunal
Primero de Sentencia Penal del departamento de La Paz, declaró improcedente y rechazó la
solicitud de cesación a la detención preventiva impetrada por la ahora accionante.
Ahora bien, sobre la valoración y contrastación que la autoridad jurisdiccional debe realizar
respecto a la prueba, la SC 0850/2011-R de 6 de junio, determinó lo siguiente: “…una de las
características de las medidas cautelares, es la variabilidad o provisionalidad; y en ese sentido
su mantenimiento o modificación estará en función de la estabilidad o el cambio de los
presupuestos que hicieron posible su adopción inicial. Así se puede dar el caso de que las
impuestas puedan resultar insuficientes cuando durante la sustanciación del proceso han surgido
En cuanto a que no se habría valorado prueba relativa a la situación social de sus hijos ni el
estado de abandono en el que se encuentran; de la revisión del acta de la audiencia se comprueba
que el abogado de la parte acusada, ahora accionante, solicitó explicación, complementación y
enmienda respecto a los tres aspectos en los que el Tribunal a quo sustentó su determinación, sin
que empero en esa oportunidad, se haya referido a dicha omisión, que de existir, pudo ser
reclamada a través de esa misma vía; no habiéndose acreditado por otro lado, que la presunta
omisión en la valoración de dicha prueba, fuera arbitraria.
Finalmente, por Resolución 29/2012, los Vocales hoy codemandados, confirmaron en apelación
la Resolución 06/2012; no obstante, sin la debida fundamentación que exige la normativa
procesal penal, así como la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.2
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; por cuanto, aduciendo la inasistencia a la
audiencia del abogado de la parte imputada apelante a objeto de fundamentar agravios, se
limitaron a confirmar simple y llanamente la Resolución del a quo “en los términos de su
redacción” (sic); lo que en modo alguno puede asumirse como observancia de la exigencia de
motivación a la que está obligado como Tribunal de apelación, tomando en cuenta que la
fundamentación es exigible tanto para imponer la detención preventiva como para rechazarla,
modificarla, sustituirla o revocarla, como elemento fundamental del debido proceso; y si bien el
tribunal de apelación, conforme a lo establecido por el art. 398 del CPP, debe circunscribir sus
fallos a los aspectos cuestionados de la resolución, no es menos evidente que asumiendo el
Razones por las que los Vocales codemandados se encontraban obligados a precisar los motivos
de carácter jurídico por los cuales disponían la confirmación de la Resolución apelada, y no
escudarse en la negligencia, desidia e irresponsabilidad del abogado de la imputada que no asistió
a la audiencia, pese a su legal citación; falta de motivación que deviene en que el Auto de Vista
dictado constituya una determinación arbitraria, que al estar directamente vinculada con el
derecho a la libertad, amerita tutela por vía de la acción de libertad, correspondiendo conceder la
presente garantía constitucional contra los Vocales de la Sala Penal Segunda codemandados.
Por lo expuesto, el Juez de garantías, al denegar la acción de libertad en relación a todas las
autoridades judiciales demandadas, evaluó en forma parcial los datos del proceso y las normas
aplicables al mismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00774-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Que su representada se encuentra aprehendida y por ser trasladada a la ciudad de Santa Cruz, sin
haber tenido conocimiento del proceso penal seguido en su contra y sin haber sido notificada con la
Resolución de su aprehensión.
Asimismo, refiere que se ejecutó un mandamiento librado por un fiscal de Santa Cruz y por ende sin
competencia en La Paz, por lo que la FELCC, no actuó con un requerimiento dirigido a dicha
institución; sin embargo, se efectivizó tal mandamiento, pese a que la ahora representada demostró que
su cédula de identidad era diferente al de la procesada al interior de la causa penal que originó el
mandamiento de aprehensión.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 18 de abril de 2012, según consta el acta cursante de fs. 31 a 40 de
obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Asimismo los demandados no se tomaron la molestia de verificar sus datos en el I3P, la forma de la
aprehensión fue vigilada y las irregularidades en el mencionado mandamiento debieron dar lugar a
que los efectivos policiales lo observen para que el fiscal emita uno correcto, además de que su
representada padece un soplo cardiaco que no se diagnosticó oficialmente.
Alega que no advirtió maltrato físico, ni verbal, pero la orden no contaba con fecha, que los policías
tenían otra cédula de identidad, con distinta foto y su representada no fue notificada con el
mandamiento de aprehensión.
En la audiencia, la ahora representada, también negó ser la persona que se estaba buscando con el
mandamiento de aprehensión.
El representante del demandado Director Departamental de la FELCC -La Paz-, Roberto Campos
Tus, sostuvo que éste únicamente cumple acciones netamente administrativas y que María
Magdalena Miranda Machaca, fue reconocida por la víctima; alega que no tienen conocimiento si
ella realizó el seguimiento, además que están autorizados para ejecutar un mandamiento y que
existiendo un juez competente, al no ser subsidiario el “recurso”, debe acudirse al mismo.
Por su parte, Henry Pinto Arancibia, manifestó que no puede cuestionar el accionar del fiscal o del
juez, sino solamente debe cumplir la orden emanada de autoridad competente, negó cualquier tipo
de maltrato, aclaró que la fotocopia de cédula de identidad que vieron la estaba manejando la
víctima, de forma que no se está ocultando información y de la revisión del I3P, existen cuatro
procesos penales contra la representada del accionante, existiendo en la actualidad una autoridad
cautelar encargada del caso.
Ricardo Rocha Villegas, sostuvo que no podía juzgar un documento emitido por una autoridad
competente, fue la víctima quien los condujo y la que reconoció a la ahora representada.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso penal iniciado por el Ministerio Público a instancias de Franklin Gerardo
Pérez Farrel, caso FELCC-SCZ1200037 por el delito de estafa en grado de agravada, el Fiscal de
Materia Marcelo Vidal Delgadillo Montellano, libró requerimiento de aprehensión contra María
Magdalena Miranda Machaca y Román Máximo Aguilar Guallpa, fundamentando que el “…ilícito
que ha sido atentatorio a las múltiples víctimas, llegando los mismos a ponerse a buen recaudo al
ocultarse y obstaculizar la investigación al momento de cometer los presuntos ilícitos (…) además
de que los mismos estarían efectuando actos preparativos de fuga…” (fs. 12).
II.2. A fs. 13, cursa cédula de identidad 4262509 LP de María Magdalena Miranda Machaca, en
fotocopia simple (fs. 13).
II.4. Orden de aprehensión emitido por el Fiscal de Materia Marcelo Vidal Delgadillo Montellano
contra María Magdalena Miranda Machaca, por el delito de estafa; documento que no consigna el
número de cédula de identidad, la fecha o lugar de expedición (fs. 11), copia de la orden de
aprehensión con otra numeración de 2796 (fs. 25), copia de la orden de aprehensión con letra
distinta y mismos defectos (fs. 26), copia de la orden del mandamiento de aprehensión en blanco
con la sola firma del citado fiscal (fs. 28 y 29).
II.5. Acta suscrita por Ricardo Rocha Villegas, oficial investigador y Miriam Delma Layva Ticona,
investigadora, por el que, se informa que en inmediaciones de la zona de Villa Copacabana se
procedió a la aprehensión de María Magdalena Miranda Machaca (fs. 11 vta.) concordante con
copia de informe de Ricardo Rocha Villegas como oficial investigador (fs. 30).
El accionante por su representada, denuncia que los policías demandados ejecutaron una orden de
aprehensión en su contra, emitida por el Fiscal de Materia, Marcelo Vidal Delgadillo Montellano; sin
embargo, el mandamiento de aprehensión, no fue debidamente fundamentado, no consta su número de
cédula de identidad, tampoco el lugar ni la fecha de expedición; además que en ningún momento se le
notificó con el mismo, únicamente le fue entregado una copia, que no estaba dirigido a los
funcionarios de la FELCC, quienes a momento de ejecutar el mandamiento referido contaban con una
copia de cédula de identidad diferente a la que posee y el mandamiento emitido en Santa Cruz no
podía efectivizarse en La Paz.
Corresponde analizar en revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos ilegales
lesivos al derecho, a la libertad y si corresponde su tutela a través de esta acción de libertad.
III.1. Procedencia de la acción de libertad, con relación a la aprehensión de una persona que
alega no ser la referida en el mandamiento respectivo
Para que un juez o tribunal de garantías derive una causa a un juez de instrucción en lo penal por
subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, al menos debe existir una denuncia o
investigación penal abierta contra la persona, o que al momento de su aprehensión, haya sido
sorprendida en la comisión de un delito flagrante, así la SC 0957/2004-R de 17 de junio, reiterada
por las SSCC 1009/2006-R, 0639/2007-R y 2548/2010-R, y por la SCP 185/2012, de 18 de mayo,
que reafirmando la línea jurisprudencial sostuvo que: “…la acción de libertad esté fundada
directamente en la vulneración al derecho a la libertad personal por causa de haberse restringido
la misma al margen de los casos y formas establecidas por ley, y no esté vinculada a un delito o no
se hubiera dado aviso de la investigación, la acción es directa contra las autoridades que
violentaron la Constitución Política del Estado y la ley”. Es decir, de constatarse la no existencia de
un proceso penal abierto o la comisión de un delito en flagrancia, se habilita a la justicia
constitucional a ingresar directamente al análisis de fondo de la causa mediante la acción de
libertad, sin necesidad de acudir previamente ante un Juez de Instrucción en lo Penal, justamente
porque el mismo no existe en razón a que no estamos ante un supuesto de procesamiento penal.
2. En el caso de que el juez o tribunal de garantías constata con certeza que la aprehendida no es la
persona en contra de la cual se libró mandamiento de aprehensión o que por diferentes
irregularidades procedimentales no es identificable, el órgano de control jurisdiccional competente y
la misma se encuentra a punto de ser trasladada equivocadamente a otro departamento
presumiéndose que se le producirán diversos perjuicios a la misma.
Desde sus inicios, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional entendió que la legitimación pasiva
en acciones de libertad: “…se adquiere por la coincidencia que se da entre la autoridad que
presuntamente causó la violación a los derechos y aquella contra quien se dirige la acción” (SC
1349/01-R de 20 de diciembre de 2001), en este contexto, si bien por regla general es necesario
demandar a la autoridad responsable del acto u omisión ilegal o indebida denunciada (SSCC
1245/2010-R, 2234/2010-R, 2182/2010-R), la jurisprudencia ingresó al fondo de problemáticas
cuando era constatable un error respecto a la autoridad demanda; así en la SC 0499/2007-R de 19 de
junio, habiéndose planteado una demanda de habeas corpus ahora -acción de libertad- contra un
fiscal, el entonces Tribunal Constitucional concedió la tutela respecto al juez de instrucción en lo
penal no demandado sosteniéndose que la identificación plena de la parte demandada: “...no puede
ser exigible a quienes se encuentran en una situación desventajosa...”, si existía prueba suficiente
sobre los actos u omisiones denunciados y se demandó a una autoridad equivocada pero con rango
jerárquico y competencias similares al de la persona que debió ser demandada (SSCC 0979/2005-R
y 1800/2004-R) o incluso si se denuncien hechos graves (SC 0934/2010-R de 17 de agosto).
Por otra parte, es necesario aclarar cuando una autoridad cumple una orden aparentemente legal, no
cuenta con responsabilidad constitucional sino que la misma corresponde a la que emitió el acto
vulnerador de los derechos, así por ejemplo, un juez que decide una aprehensión en virtud a una
comisión, no tiene responsabilidad constitucional por los actos realizados en la comisión (SC
0027/2010-R de 16 de abril), o que un fiscal libra mandamiento de aprehensión y los policías que lo
ejecutan no cuentan con legitimación pasiva (SSCC 0103/2010-R y 2139/2010-R), pero ello no
implica que las autoridades comisionadas no deban verificar que la disposición se encuentre vigente
y si cumple con los requisitos formales y de contenido mínimos para efectivizarla, de manera que si
existe duda fundada sobre la legalidad o constitucionalidad de dicha orden, la misma debe ser
representada.
El accionante por su representada, denunció que los policías demandados ejecutaron una orden de
aprehensión del Fiscal de Materia Marcelo Vidal Delgadillo Montellano, emitida en su contra,
además de que no se encontraba debidamente fundamentada, adolecía de defectos formales ya que
Pese a ello, la orden de aprehensión emitida conforme el art. 226 del CPP, debe encontrarse
debidamente fundamentada tanto en los supuestos que dan lugar a la misma como en la
identificación de la persona a aprehender, así puede encontrarse ausente el número de cédula de
identidad pero la resolución fiscal que es parte inherente al mandamiento de aprehensión deberá
consignar datos inequívocos que permitan identificar a la persona buscada con el mandamiento de
aprehensión.
Con relación a los policías demandados que procedieron a ejecutar una orden de aprehensión que no
se encontraba debidamente fundamentada con referencia a la identificación de la persona a
aprehender, que adolecía de defectos formales, pues no constaba el lugar y la fecha de su expedición
por lo que tampoco se conocía el lugar a remitir a la accionante, aspectos que conforme lo
desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
en su caso, impedían materialmente ejecutar el mandamiento de aprehensión e impelían a los
policías demandados observarla por la insuficiente identificación de la persona a aprehender.
Respecto a que el mandamiento emitido en Santa Cruz, no podía efectivizarse en La Paz y que el
mismo no se encontraba dirigido a los funcionarios de la FELCC, del art. 1 de la Constitución
Política del Estado (CPE), se extrae que Bolivia se constituye en un “Estado Unitario...” en el cual
la autonomía diseñada por el texto constitucional provoca que el Órgano Judicial, el Ministerio
Público y la Policía se constituyan en instituciones que se encuentran bajo una sola estructura,
reguladas orgánicamente por leyes emergentes del nivel central aspecto que sin duda nos diferencia
de un Estado Federal. En este entendido, no puede exigirse que para ejecutar un mandamiento de
aprehensión de un departamento a otro, se exija orden instruida o exhorto suplicatorio o que el
mismo necesariamente deba efectivizarse por determinado tipo de policía, la búsqueda de personas
procesadas por hechos delictuosos es de orden e interés público lo que no exime del cumplimiento
de formalidades en resguardo de los derechos a momento de efectivizar un mandamiento de
aprehensión.
En cuanto al fiscal referido, quien no fue demandado pero justamente provoca el planteamiento de
la presente acción de libertad mediante la emisión del mandamiento de aprehensión debe observarse
que conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2, puede concederse la tutela cuando
nos encontremos ante hechos de gravedad y exista una razón para resguardar el derecho a la libertad
en su dimensión subjetiva como objetiva.
Por otra parte, la orden de aprehensión ejecutada se encuentra signada con el número 2795 (fs. 11),
existe copia de otra orden de aprehensión que cuenta con numeración diferente, es decir, la de 2796
(fs. 25) que además a fs. 26 tiene otra copia con distinta letra y los mismos defectos y a fs. 28 y 29
existen órdenes en blanco con la sola firma del Fiscal que coinciden con la numeración de las
órdenes mal llenadas, irregularidades que no pueden ser pasadas por alto por el máximo órgano de
control de constitucionalidad, si bien la acción de libertad no fue dirigida contra el Fiscal de Materia
Marcelo Vidal Delgadillo Montellano, por lo que, no es posible imponerle costas pero al tenor del
art. 108 de la CPE, es deber de todo servidor público y ciudadano incluido por supuesto, este
Tribunal remitir antecedentes a las instancias competentes para que determinen la existencia o no de
responsabilidad ello a efectos de evitar la reiteración de la conducta.
Asimismo, corresponde en este punto reflexionar a los operadores de justicia penal de la necesidad
del correcto ejercicio de sus facultades legales para evitar la merma del prestigio del aparato de
administración de justicia y ocasionar perjuicio a las partes procesales de forma que los operadores
de justicia siempre se encuentren moralmente por sobre los procesados o condenados por la
comisión de delitos.
POR TANTO
2º Remitir copia de la presente Sentencia y de las órdenes de aprehensión en blanco de fs. 28 y 29,
11, 25 y 26 del expediente a la Inspectoría del Ministerio Público para que inicie investigación
contra el Fiscal de Materia, Marcelo Vidal Delgadillo Montellano, por las irregularidades
identificadas debiendo informar sobre el resultado de la investigación en el término de seis meses a
esta Sala.
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00487-2012-01-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 9 de marzo de 2012, cursante de fs. 114 a 116 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Richard Iván Montecinos Terrazas contra
Rubén Darío Ustariz Arandia y René Medinacelli, Director General y Director Académico,
respectivamente, de la Escuela Superior de Formación de Maestros “Simón Rodríguez
Carreño”.
a) Antecedentes fácticos
Refiere que, una vez avanzados cuatro semestres en la citada especialidad, comenzó a recibir
maltrato por parte de la profesora Nelly Gonzáles, docente de la materia de Geometría IV, hecho
que fue denunciado ante el Director Académico de la entidad, quien por otra parte le sugirió que
deje las “materias correlativas” (sic), observación efectuada a su traspaso académico que
únicamente era aplicable a su persona y no así a otros alumnos en similar situación.
Revela que, no obstante de haber aclarado su situación, la profesora Nelly Gonzáles continuó con
sus actos prepotentes, reprobándolo en la materia de Geometría Plana 1, por lo cual solicitó la
revisión de su examen, hecho que lamentablemente dio lugar a que la nueva Directora
Académica, Irma Severich, por segunda vez pidiera un informe respecto a su situación académica
y en particular en relación a su traspaso a la especialidad de Matemáticas, motivo por el cual
acudió ante el Director General, quien le comunicó que se formaría una comisión de análisis de
su caso, conformada por personeros de la Dirección General de Formación de Docentes, del
Ministerio de Educación y de la Escuela Superior de Formación de Maestros “Simón Rodríguez
Carreño”, dentro de la cual participaría la profesora Nelly Gonzáles.
Indica que, nunca le fue entregada la información sobre las conclusiones a las que arribó la citada
Comisión de análisis, situación por la que acudió al Defensor del Pueblo, para que le colabore
con la gestión de sus solicitudes, autoridad que a partir del registro de la queja correspondiente y
de algunas actividades realizadas, no obtuvo el éxito buscado.
Expresa que, motivado por comentarios de terceras personas, dirigió una carta al Director
Nacional de Formación Docente, Rubén Ustariz Arandia, dependiente del Ministerio de
Educación, respecto a que existía la intención de traspasar a su persona al sistema de educación
anualizado, situación que en los hechos representaría la pérdida de tres años, debiendo comenzar
nuevamente la especialidad. La carta de referencia no obtuvo respuesta, razón por la cual viajó a
la ciudad de La Paz, habiéndosele sugerido en el Ministerio de Educación la presentación de una
nueva carta al Director Nacional de Formación Docente.
Refiere que, enterado de la llegada de dos delegados del Ministerio de Educación, acudió a la
Escuela Superior de Formación Docente “Simón Rodríguez Carreño”, procurando entrevistarse con
los mismos, no logrando su objetivo, ya que no aceptaron reunirse con su persona, quedando
subsistente la situación de irresolución.
La ausencia de información y respuestas, significó en los hechos vulneración a sus derechos, por
cuanto el estado de incertidumbre ocasionó que su rendimiento y estabilidad académica se vean
afectados.
Indica que, injustamente perdió tres años de estudios, siendo su persona la única que se halla en
esa situación, en una actitud claramente discriminatoria donde fue mellada su dignidad,
encontrando inseguridad jurídica en el tratamiento de su situación académica, perjudicando en
definitiva su formación educativa.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 9 de marzo de 2012, encontrándose presentes las partes accionante
y demandada, acompañadas de sus respectivos abogados, conforme consta en acta de fs. 110 a 113
vta., se produjeron los siguientes actuados:
Las personas demandadas mediante informe de 9 de marzo de 2012, cursante de fs. 61 a 64,
manifestaron: 1) Se han otorgado al accionante iguales oportunidades que a los demás estudiantes
regulares de la Escuela Superior de Formación de Maestros, incluso en relación con su transición
al nuevo sistema anualizado en concordancia con el proceso de transformación al nuevo Estado
Plurinacional; 2) El ex Director General, Jacobo Argandoña y Jorge Quiñones, ex Director
Académico, precisamente como resultado de las irregularidades cometidas en el caso de Richard
Iván Montecinos Terrazas, fueron suspendidos de sus funciones, debiendo ser revisados y
corregidos sus actos conforme a la normativa aplicable; 3) Richard Iván Montecinos Terrazas no
cumplió con el “Art. 5, 11” (sic) y art. 14 del Reglamento de Traspasos y Convalidaciones, que
establece como requisito la convalidación del setenta por ciento de los contenidos académicos
por módulo; 4) La solicitud de traspaso del accionante y su aceptación, fueron realizadas en la
misma fecha, hecho que dio lugar a que existan nueve materias que tendrían que haberse
nivelado, es decir aprobado, en observancia de la correlación y prerrequisitos “sine quanum”,
(sic) que exige la carrera; 5) De acuerdo al art. 8 de la CPE, concordante con la Ley Marcelo
Quiroga Santa Cruz, la situación irregular de inscripción de Richard Iván Montecinos Terrazas,
en el tercer semestre debiendo nueve materias y las otras que se dieron en los siguientes
semestres, debieron ser denunciadas, llegando en el cuarto semestre a deber dieciocho materias;
y, 6) La situación fue agravada cuando se permitió que el ahora accionante, pueda inscribirse en
el quinto semestre, siendo la única salida su asimilación al sistema anualizado.
I.2.3. Resolución
El 20 de junio de 2012, una vez recibida la documental requerida, por Decreto de la misma fecha,
se dispuso el reinicio del cómputo, por lo que, la presente Resolución, es pronunciada dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.2. El 10 de agosto de 2010, Richard Iván Montecinos Terrazas efectuó denuncia contra la
profesora Nelly Gonzáles, alegando mal trato verbal, quien supuestamente le habría indicado que
su persona no es alumno regular de la carrera de matemáticas (fs. 3), dando lugar a la emisión del
informe ESFM-SRD/AS.LEG. 001/2010 de 25 de agosto, por el cual el Asesor Legal de la
Escuela Superior de Formación de Maestros “Simón Rodríguez Carreño” señaló que, los
traspasos y cambios, “bajo estricto cumplimiento y observancia” (sic) de los Lineamientos
Normativos de Traspasos (fs. 11 a 12 vta.).
II.3. El 31 de agosto de 2011, Richard Iván Montecinos Terrazas, presentó al Director Nacional
de Formación Docente, un informe respecto a su situación, solicitando “…reconsideración sobre
el informe de Comisión de Profesores y técnicos de su despacho” (sic), respecto a que su persona
sea asimilada al sistema anualizado (fs. 21 a 23).
II.4. Richard Iván Montecinos Terrazas, el 20 de septiembre de 2011, pidió al Director General
de la Escuela Superior de Maestros “Simón Rodríguez Carreño”, la “regularización” (sic) de su
situación académica (fs. 24 a 27).
II.5. Por informe de 9 de marzo de 2012, el Director General y el Director Académico, ambos de la
Escuela Superior de Formación de Maestros, concluyeron que se aplicó a Richard Iván Montecinos
Terrazas, la asimilación al primer año del sistema anualizado en aplicación del Reglamento de
Transición del Sistema Semestralizado al Anualizado (fs. 61 a 64).
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que
procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la Constitución que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela”.
El derecho a la información implica el acceso irrestricto a la misma sin ningún tipo de reserva, así
como a poder difundirla sin control de ninguna índole. Así, el art. 13.1, de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, indica:
III.2.1. Jurisprudencia
El art. 21.2 de la CPE, instituye dentro de los derechos civiles y políticos, el derecho a la
dignidad; el art. 22 a su vez, menciona que la dignidad y la libertad personal son inviolables y
que el respetarlas y protegerlas son un deber primordial del Estado.
Por su parte, el art. 8.II de la Norma Suprema, indica que el Estado se sustenta entre otros valores
en el de “dignidad”.
El art. 24 de la CPE, establece que: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera
individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta”.
Cabe señalar que, toda solicitud elevada por particulares a las entidades públicas, deberá
necesariamente ser objeto de respuesta satisfactoria, sea ésta positiva o negativa a sus intereses;
es decir, sea cual fuere la institución pública, no puede resolver de manera superficial y mecánica
las peticiones de los ciudadanos, por el contrario, estas respuestas deberán ineludiblemente
resolver lo esencial de la petición.
I. El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color,
edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma,
credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición económica o
social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tengan por
objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
igualdad, de los derechos de toda persona.
II. El Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el libre y
eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y los tratados
internacionales de derechos humanos.
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (...).
Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole (...).
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos
tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y
contra toda provocación a tal discriminación.
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas
y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. Toda
persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria (...).
Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”.
(...) Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los hombres y a las
mujeres igual título a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales enunciados
en el presente Pacto (…).
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de
condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias.... i) Un salario equitativo e igual por trabajo de
igual valor, sin distinciones de ninguna especie.... c) Igual oportunidad para todos de ser
promovidos (...).
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la educación...”.
encaminada a promover, por métodos adecuados a las circunstancias y las prácticas nacionales, la
igualdad de posibilidades y de trato en la esfera de la enseñanza... Hacer obligatoria y gratuita la
enseñanza primaria, generalizar y hacer accesible a todos la enseñanza secundaria en sus diversas
formas; hacer accesible a todos (...) En que la educación debe tender al pleno desenvolvimiento
de la personalidad humana y a reforzar el respeto de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales, y que debe fomentar la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las
naciones (…) En que debe reconocerse a los miembros de las minorías nacionales el derecho a
ejercer actividades docentes que les sean propias, entre ellas la de establecer y mantener escuelas
y, según la política de cada Estado en materia de educación, emplear y enseñar su propio
idioma".
El art. 26 del Pacto sobre los Derechos Civiles y Políticos de 1966, dispone: "Todas las personas
son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley. A este
respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección igual
y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social".
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su art. 24, expresa: "Todas las personas
son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de
la ley".
El art. 59.V de la propia CPE establece: “El Estado y la sociedad garantizarán la protección,
promoción y activa participación de las jóvenes y los jóvenes en el desarrollo productivo,
político, social, económico y cultural, sin discriminación alguna, de acuerdo con la ley', para
luego en el art. 77 disponer: La educación constituye una función suprema y primera
responsabilidad financiera del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla,
garantizarla y gestionarla', señalando finalmente en el art. 82 que: 'El Estado garantizará el
acceso a la educación y la permanencia de todas las ciudadanas y los ciudadanos en condiciones
de plena igualdad'.
señala que: 'Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la
educación. Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la
personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos
humanos y las libertades fundamentales. Convienen asimismo en que la educación debe
capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la
comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos
raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del
mantenimiento de la paz”.
El art. 12 de la Declaración Americana de Derechos del Hombre establece: 'Toda persona tiene
derecho a la educación, la que debe estar inspirada en los principios de libertad, moralidad y
solidaridad humana'.
El derecho a la educación confiere a todo ser humano el acceso a un sistema educativo en todos
los niveles avalando su formación como un alto fin del Estado. En conclusión, el derecho a la
educación, requiere de los poderes públicos acciones reales que garanticen en todos los casos su
efectivo disfrute. El derecho a la educación es un derecho in crecendo en su ejercicio, en tanto
y en cuanto se adquiera una mayor formación en los distintos niveles del proceso de
aprendizaje, mejorando el nivel de vida y siendo útil a la sociedad, fines éstos encaminados al
Vivir Bien (las negrillas nos corresponden).
Este derecho, reconocido por la Constitución Política del Estado vigente, en su art. 17, ha
establecido que: 'Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera
universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación…'”.
Hecha la valoración de antecedentes y considerando que el art. 128 de la CPE, dispone que la
acción de amparo constitucional ha sido instituida como una acción tutelar de defensa contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la misma Constitución Política del Estado y la ley, se concluye lo siguiente:
En cuanto al petitorio efectuado por el accionante, relacionado con la revisión de sus calificaciones
en la materia de Geometría Plana 1, cabe precisar que en la acción de amparo constitucional no se
pueden analizar denuncias respecto a probables equivocadas apreciaciones por parte de docentes o
tribunales de calificación, en pruebas de carácter técnico a las que se hubieren sometido
determinados estudiantes; pues conforme la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.7
(SC 0573/2006 de 20 de junio) del presente fallo, la potestad de valorar el rendimiento académico a
través de cualquier forma de medición de conocimientos, corresponde a los propios evaluadores en
virtud de la discrecionalidad administrativa técnica de la que se hallan facultados, que como
se ha señalado es favorecida por la presunción juris tantum y que únicamente puede ser desvirtuada
dentro de la sustanciación de un proceso contencioso, si se acredita la concurrencia de la figura de
desviación de poder ampliamente desarrollada por la doctrina y la jurisprudencia en derecho
administrativo, requiriéndose a dicho efecto, el pronunciamiento de autoridad competente respecto a
la dilucidación de la controversia surgida en el proceso de evaluación, aclarándose que la acción de
amparo constitucional no es la vía adecuada para dirimir supuestos derechos que se encuentren
controvertidos.
Por otro lado, simplemente con fines aclaratorios corresponde precisar que el petitorio del
accionante sobre este punto no es claro, en razón a que no señala qué instancia académica será la
competente para la revisión de las calificaciones de Richard Iván Montecinos Terrazas,
correspondientes a la materia de Geometría Plana 1.
Por otra parte, no se constata transgresión del derecho a la dignidad humana de Richard Iván
Montecinos Terrazas, en razón a que no se evidencia que los demandados hubiesen atentado
contra su condición moral o de persona, toda vez que no existen actuados o hechos que mellen su
honor o sean irrespetuosos con su persona, por lo cual se infiere que los hechos denunciados no
se encuentran dentro de los alcances del Fundamento Jurídico III.4 de la presente Resolución.
Ahora bien, en lo que concierne al derecho de petición, este Tribunal entiende que el mismo fue
evidentemente vulnerado, debido a que las autoridades de la Escuela Superior de Formación de
Maestros “Simón Rodríguez Carreño”, no emitieron resolución administrativa alguna en la cual
se hubiese dado respuesta a los insistentes reclamos del accionante, definiéndose de esta manera
su situación académica, otorgándole certidumbre respecto a la posición institucional en su caso
específico.
El accionante necesariamente debió contar con una respuesta formal sea positiva o negativa a sus
intereses, a efectos de activar la jurisdicción legal que viere por conveniente.
POR TANTO
1º REVOCAR en parte la Resolución de 9 de marzo de 2012, cursante de fs. 114 a 116 vta.,
pronunciada por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y
en consecuencia;
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El accionante, por memorial presentado el 23 de abril de 2012, cursante de fs. 52 a 58, manifestó
que:
Ante tal acontecimiento, la “trabajadora”, envió dos notas dirigidas al Alcalde Municipal del
Gobierno Autónomo de Caranavi, solicitando se le reincorpore en atención a su estado de
gravidez y se le cancele los subsidios de natalidad. Empero, las solicitudes no fueron
respondidas, de tal manera que dicha actitud originó que su representada denuncie ante la
Defensoría del Pueblo, la vulneración de su derecho a la inamovilidad laboral.
Señaló como vulnerados los derechos y garantías a la vida, la inamovilidad laboral por
maternidad, al trabajo, a una remuneración justa y a la seguridad social de su representada,
comprendidos en los arts. 45.V, 46.I y 48.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
En la audiencia pública celebrada el 2 de mayo de 2012, cuya acta cursa de fs. 82 a 84 vta. de
obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Teodocio Quilca Acarapi, Alcalde Municipal de Caranavi del departamento de La Paz, mediante
informe escrito y por la defensa del abogado del municipio, manifestó: 1) Que la representada del
accionante, no fue despedida intempestivamente, sino que el incumplimiento, negligencia y abandono de
su cargo, condujeron a su despido, puesto que para citar un ejemplo, el 20 de julio de 2011, se le envió un
memorándum de llamada de atención por el Alcalde, debido al abandono injustificado de su fuente
laboral en horario de trabajo, existiendo otro informe de la misma fecha, proporcionado por la Directora
de Recursos Humanos manifestando la negativa de la trabajadora de recibir el memorándum señalado,
asimismo, el 26 de julio de 2011, el Oficial Mayor de Desarrollo Productivo, elevó otro informe contra la
trabajadora, manifestando situaciones de incumplimiento; 2) Posteriormente, el 9 de diciembre de 2011,
la misma autoridad, expresó que la trabajadora no proporcionó los reportes mensuales de los activos fijos
existentes, que se encuentran bajo su responsabilidad; informes que son dirigidos contra la trabajadora
representada por el accionante, demostrando las infracciones a normas y funciones atinentes a su cargo,
como también se efectuó el 15 de diciembre de 2011, por incumplimiento del art. 12 del régimen laboral,
pues se produjeron faltas a su fuente laboral; 3) Por otro lado, el 10 de marzo de 2010, el encargado de
almacenes, mediante informe, señaló que la trabajadora no hizo la entrega de 6 turriles que le fueron
encargados, habiendo pasado más de medio año hasta encontrarlos, siendo utilizados con combustible; y,
4) Por último, el responsable de la Unidad de Patrimonio Municipal, mediante otro informe, de 27 de
enero de 2012, expresó que la trabajadora procedió a la compra de 93 basureros de plástico de 120 lts. sin
haber realizado el descargo sobre dicha compra; sin embargo, pese a los mencionados informes de
incumplimiento de funciones de la trabajadora, a solicitud del Encargado de recursos humanos, el Alcalde
le designó otro cargo similar al que estaba ocupando la representada del accionante, correspondiendo a la
Secretaría de oficina en La Paz, al considerar que su anterior puesto de trabajo era muy difícil para ella, en
ese entendido y en atención de la SC 0771/2010-R de 2 de agosto, se le otorgó un trabajo más
liviano mediante memorándum de designación de 15 de febrero de 2011, el mismo que sigue
firme y subsistente, por lo que no fue destituida de su fuente laboral, sino que fue designada a
otro cargo que le ofrece mayores garantías de cuidado a su salud y la de su niño tal como
manifiesta el art. 60 de la CPE, por lo que la demanda de acción de amparo constitucional, se
encuentra desvirtuada. Asimismo, tal como establece el Decreto Supremo de 12 de febrero de
2009, tenía 5 días para solicitar su reincorporación, motivos por los que debe ser declarada
improcedente la presente acción de amparo constitucional.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, el Juez de Partido y Sentencia Penal de Nor Yungas, con asiento judicial
en Coroico, departamento de La Paz, mediante Resolución de 061/2012 de 2 de mayo, cursante
de fs. 85 a 87, concedió la tutela de la acción de amparo constitucional, disponiendo: la
reincorporación de la accionante a su fuente laboral, con el mismo nivel salarial en el plazo de 48
horas de notificada con la Resolución; más el pago de salarios devengados, así como el subsidio
de natalidad que le corresponde.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
conclusiones siguientes:
II.4. De fs. 9 a 11, cursan las dos solicitudes de 26 de enero de 2012 y del 6 de febrero del mismo
año, mediante la cual la trabajadora pidió los beneficios de subsidio de natalidad además su
reincorporación a su fuente laboral. Asimismo, de fs. 12 a 16, cursan las cartas de requerimiento
de informe escrito de 6 y 28 de febrero de 2012, presentadas por el Defensor del Pueblo ante el
Alcalde de Caranavi, así como la carta de recordatorio de deberes legales que hizo llegar la
misma autoridad ante el Alcalde demandado de 27 de febrero de 2012.
El accionante por su representado, manifestó que la autoridad demandada lesionó los derechos y
garantías a la vida, a la inamovilidad laboral por maternidad, al trabajo, a una remuneración justa
y a la seguridad social de su representada, puesto que: a) Fue destituida de su fuente laboral
debido a una supuesta restructuración administrativa del Municipio de Caranavi pese a
encontrarse con más de 3 meses de gestación; y, b) No se dio respuesta a ninguna de sus
solicitudes de restitución de cargo ni de beneficios de subsidio de natalidad. Correspondiendo
analizar en revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos ilegales lesivos a los
derechos y garantías de la accionante, a fin de otorgar o denegar la tutela solicitada.
La Constitución Política del Estado, en su art. 48.VI manifiesta: “Las mujeres no podrán ser
discriminadas o despedidas por su estado civil, situación de embarazo, edad, rasgos físicos o
número de hijas o hijos. Se garantiza la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de
embarazo, y de los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad”.
Así también, el art. 1 de la Ley 975 de 2 marzo de 1988, dispone:“Toda mujer en periodo de
gestación hasta un año de nacimiento del hijo, gozará de inamovilidad en su puesto de trabajo
en instituciones públicas o privadas”.
Bajo dicho criterio, respecto a la inamovilidad laboral, el art. 2 del DS 0012 de de 19 de febrero
de 2009, manifiesta: “La madre y/o padre progenitores, sea cual fuere su estado civil, gozarán
de inamovilidad laboral desde la gestación hasta que su hijo o hija cumpla un (1) año de edad,
no pudiendo ser despedidos, afectarse su nivel salarial ni su ubicación en su puesto de trabajo”.
Es decir, que expresamente incorpora en el entendimiento de inamovilidad laboral de los
progenitores, una posible afectación del nivel salarial y su ubicación en el puesto de trabajo.
también los derechos a la vida y a la salud del nuevo ser; por cuanto, es menester aclarar que en
el caso de mujeres embarazadas, la medida preventiva de suspensión temporal sin goce de
haberes, al inicio del proceso administrativo, resulta inaplicable, dado que ella sólo podrá darse
cuando exista una resolución firme emergente de un debido proceso que determine su sanción”.
En el caso de autos, el accionante por su representada manifestó que se lesionaron sus derechos a
la vida, a la inamovilidad laboral por maternidad, al trabajo, a una remuneración justa y a la
seguridad social, toda vez que encontrándose en estado de gravidez a más de 3 meses de
gestación, fue destituida de su fuente laboral so pretexto de una restructuración administrativa en
el Municipio de Caranavi; sin embargo, los argumentos expuestos por el demandado, no
demuestran otra situación que no sea la lesión a los derechos de la trabajadora representada por el
Defensor del Pueblo y el incumplimiento de disposiciones constitucionales, de normas legales de
Por otro lado, la supuesta reubicación de la trabajadora despedida, que expresó el demandado, no
tiene una veracidad en su efectiva comunicación a la representada del accionante, pues el
memorándum que emitió el demandado disponiendo la reasignación de funciones de la
trabajadora, no tiene firma de recepción de la misma, es decir, que el sólo hecho de emitir el
memorándum señalado, no constituye la reparación o restitución de los derechos vulnerados.
En tal sentido, se concluye que el Juez de Partido y Sentencia Penal de Nor Yungas, con asiento
judicial en Coroico, del departamento de La Paz, al conceder la tutela incoada, ha evaluado
correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00777-2012-02-AAC
Departamento: Tarija
Por memorial presentado el 5 de abril de 2012, cursante de fs. 43 a 47, “aclarado” el 19 de igual
mes y año (fs. 48); el accionante expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Por los hechos relatados, el 29 de octubre de 2011, junto a representantes del Sindicato de
Trabajadores de IABSA, se reunió con el Gerente General de aquélla fecha, Imar Caucota
Gareca, quien señaló que le “perdonaba” por última vez; posteriormente, el 3 de noviembre de
ese año, los miembros del Directorio, Hernán Vega y Mario Alemán -en presencia de la Asesora
Legal-, instruyeron se emita informe jurídico. El 4 de noviembre del año citado, se entrevistó con
el Presidente del Directorio, Pastor Climaco Ferreira Tórrez, quien habría sido informado por la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 471
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Asesora Legal sobre su despido injustificado. Agrega que recurrió ante las autoridades
administrativas de IABSA, sin ningún resultado; al no encontrar solución, acudió a la Dirección
Regional de Trabajo de Bermejo, solicitando su reincorporación de conformidad a la Resolución
Ministerial (RM) 868/2010 de 26 de octubre; instancia que dispuso notificación para el 13 de
diciembre de 2011, a horas 11:00, donde la parte empleadora no se presentó a la audiencia,
considerándose esta inconcurrencia, prueba plena de despido injustificado; por lo que el Director
Regional de Trabajo, el 19 de igual mes y año, expidió conminatoria de reincorporación a su
fuente laboral, para que se cumpla en el plazo de tres días de su legal notificación. Transcurrido
el término, la empresa no cumplió; al contrario, el 28 de diciembre de 2011, mediante su
abogada, presentó memorial, manifestando “cosas” que no tienen sustento legal.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 25 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 72 a
73 vta., se produjeron los siguientes actuados:
IABSA, por intermedio de sus apoderados Wladimir Faviani Cruz y Darcy Reina Tejerina
Zenteno, en representación de los demandados, presentó informe escrito cursante de fs. 69 a 71
vta., señalando: a) Raúl Paniagua Colque, fue despedido mediante memorándum IABSA-DP-
MLLA-79/2011, por infringir las prohibiciones establecidas en los arts. 42 inc. n) del
Reglamento Interno de la empresa; 16 inc. c) de la LGT y 9 inc. c) de su Decreto Reglamentario,
por consumo de bebidas alcohólicas durante la jornada laboral, poniendo en riesgo la salud e
integridad de su persona y sus compañeros; b) El accionante incurrió en dos infracciones
anteriores por la misma causa, por lo que la empresa emitió los memorándums IABSA-DP-
I.2.3. Resolución
Como fundamentos se señalan: a) El Reglamento Interno define las bases legales para la
aplicación de sanciones a los trabajadores por el consumo de bebidas alcohólicas durante la
jornada de trabajo, cuyo art. 52, instituye que a primera falta corresponde llamada de atención; a
la segunda, entrega de memorándum y multa de tres días de haber y a la tercera falta cometida
durante el año, se debería remitir a la Comisión Mixta de Despidos, como regula en el Capítulo
XII, arts. 53 a 61 del citado Reglamento; b) No se tiene acreditado que el trabajador haya
incurrido en la tercera falta, tampoco se demostró la aprobación del despido del trabajador por
parte de la Comisión Mixta conforme prevén los arts. 52 y 53 del Reglamento Interno, a cuyo
cumplimiento están obligados por el principio de legalidad el empleador y el trabajador de la
empresa; c) Se establece la excepción a la subsidiariedad de la acción de amparo constitucional,
con la finalidad de evitar un daño futuro o perjuicio irremediable, criterio de excepcionalidad que
se encuentra contenido en la RM 611/2009 de 27 de agosto, que aprueba el procedimiento de
adecuación de Reglamentos internos de trabajo y destaca la primacía de la Constitución Política
del Estado y Convenios Internacionales en materia laboral; d) El DS 495 de 1 de mayo de 2010,
que modifica su similar 28699, dispone la conminatoria como obligatoria en su cumplimiento a
partir de su notificación y únicamente podría ser impugnada en la vía judicial, cuya interposición
no implica la suspensión de la ejecución, sin perjuicio de que el trabajador pueda interponer las
acciones constitucionales que correspondan, tomándose en cuenta la inmediatez de la protección
del derecho constitucional de la estabilidad laboral. Asimismo, el art. 3 de la RM 868/2010, prevé
que ante el incumplimiento de la reincorporación instruida, la trabajadora o trabajador podrán
II. CONCLUSIONES
II.3. Papeleta de pago como personal permanente correspondiente al periodo de octubre de 2011,
registrando a Raúl Paniagua Colque, en el cargo de “maestro turno mecánico”, con líquido
pagable de Bs10 338,66.- (diez mil trescientos treinta y ocho con 66/100 bolivianos) (fs. 58).
II.6. Cursa primera citación al Gerente General de IABSA, emanada de la Jefatura Regional del
Trabajo de Bermejo, a objeto de que responda a la demanda del accionante sobre su
reincorporación, con sello de recepción el 12 de diciembre de 2011, a horas 12:00 (fs. 5).
II.7. Acta de audiencia suspendida por el Inspector del Trabajo de Bermejo, de 13 de dicho mes y
año, donde se evidencia la presencia del trabajador y la ausencia de la empresa, suspendiéndose
la misma a solicitud del abogado del accionante invocando el art. 2 inc. 8) de la RM 868/2010
(fs. 6).
II.8. Cursa conminatoria sobre el caso 025/2011 de 19 de diciembre, emitida por el Jefe Regional
del Trabajo de Bermejo, conminando a Imar Caucota Gareca, en ese entonces Gerente General de
IABSA, para que proceda a la reincorporación del accionante en el plazo de tres días y cancele
sus sueldos devengados (fs. 7 y vta.). La conminatoria fue notificada al representante legal de
IABSA, el 23 de diciembre de 2011, a horas 11:41, cuya diligencia registra “rehusó firmar” (sic)
(fs. 8).
II.9. El memorial presentado el 28 de diciembre de 2011, por Darcy Reina Tejerina Zenteno, en
representación de IABSA, al Jefe Regional de Trabajo de Bermejo, justifica el retraso a la
audiencia y hace conocer la existencia de un memorial donde el accionante se habría acogido al
pago de beneficios sociales, por lo que no debería solicitar su reincorporación (fs. 1 y vta.).
II.10. A fs. 9, cursa segunda notificación con la conminatoria 025/2011, emitida por el Jefe
Regional del Trabajo de Bermejo, a Imar Caucota Gareca, antes Gerente General de IABSA, de 6
de febrero de 2012, a horas 10:00. Se registra rúbrica y sello pie de firma del nombrado (fs. 9).
II.11. Informe 002/2012 de 10 de febrero, expedido por Martín Cardozo Molina, Inspector
Regional del Trabajo de Bermejo, evidenciando el incumplimiento de la conminatoria de
reincorporación 025/2011 (fs. 10).
II.12. Memorial de apelación presentado por Darcy Reina Tejerina Zenteno, en representación de
IABSA, al Juez de Partido del Trabajo y Seguridad Social de Bermejo del departamento de
Tarija, el 30 de marzo de 2012, dentro del proceso de impugnación a la conminatoria 025/2011,
reclamando la falta de valoración de la prueba de descargo por el Jefe Regional de Trabajo de esa
localidad y la errónea interpretación del Reglamento Interno de Trabajo (fs. 60 a 62 vta.).
El accionante considera que la empresa IABSA, vulneró sus derechos a la “seguridad jurídica” y
a la estabilidad laboral, toda vez que fue retirado de su fuente laboral sin tomar en cuenta su
condición de trabajador permanente con muchos años de servicio; y pese a que acudió al
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, que conminó a su reincorporación, el
demandado hizo caso omiso de esa determinación. En consecuencia corresponde en revisión,
analizar si corresponde conceder o denegar la tutela impetrada.
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye como una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos,
o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley. Conforme a esta precisión,
se advierte el contenido del art. 73 de la LTCP.
La Norma Suprema enfatiza que esta acción de defensa puede presentarse por la persona:
“…que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados” (art. 129.I).
El art. 1 de la Ley Fundamental, define a Bolivia como un “Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario...”. En ese marco, el Estado tiene la obligación fundamental de
garantizar una tutela benéfica a través de mecanismos eficaces para proteger derechos
fundamentales en situaciones que merecen especial protección, como es el caso de las
trabajadoras y los trabajadores, colocados casi siempre en situación de desventaja frente a las
fuerzas del mercado o del poder económico del empleador; por ello, la Constitución Política del
Estado reconoce dicha protección, a partir de su art. 46, que dispone que toda persona tiene
derecho al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin
discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para
sí y su familia una existencia digna.
También prevé el derecho a una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias,
imponiendo para el Estado, la obligación de resguardar el ejercicio del trabajo en todas sus
formas. Asimismo, el art. 48.I y II de la CPE, prescribe que las disposiciones sociales y laborales
son de cumplimiento obligatorio y que las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los
principios de protección de las trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza
productiva de la sociedad; de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral;
de no discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador. Por su
parte, el art. 49.III de la Norma Suprema, constriñe al Estado a salvaguardar la estabilidad laboral
y prohíbe expresamente el despido injustificado. En este contexto, el despido laboral injustificado
implica la carencia de ingresos para la alimentación y protección del trabajador y su familia, con
la consiguiente lesión de bienes jurídicos de primer orden, como la vida, la salud, la educación y
otros.
Ahora bien, el art. 410.II de la CPE, establece que la Ley Fundamental es la norma suprema del
ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra; por lo que bajo este
entendimiento, las disposiciones constitucionales referidas a los derechos del trabajador son de
aplicación preferente, a lo que se suma la vigencia del principio pro hómine, sobre el que en las
SSCC 0006/2010-R y 0023/2010-R, se ha señalado: “…partiendo del principio pro hómine,
contenido en los arts. 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), 29 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 13.IV y 256 de la CPE, el juzgador debe
aplicar aquéllas normas que resulten más favorables para la persona, su libertad y derechos, así
como interpretar esas normas en sentido más amplio.
El art. 4 del DS 28699, ratifica la vigencia plena de los principios del Derecho Laboral, entre los
cuales destaca: 1) Principio protector, por el cual el Estado tiene la obligación de proteger al
trabajador asalariado, bajo las siguientes reglas: i) In dubio pro operario, cuando en caso de
existir duda sobre la interpretación de una norma, se debe preferir aquella interpretación más
favorable al trabajador; ii) De la condición más beneficiosa, en caso de existir una situación
concreta anteriormente reconocida, ésta debe ser respetada, en la medida que sea más favorable al
trabajador, ante la nueva norma que se ha de aplicar; y, iii) Principio de continuidad de la
relación laboral, donde a la relación laboral se le atribuye la más larga duración imponiéndose al
fraude, la variación, la infracción, la arbitrariedad, la interrupción y la sustitución del empleador;
2) Principio intervencionista, en que el Estado, a través de los órganos y tribunales especiales y
competentes ejerce tuición en el cumplimiento de los derechos sociales de los trabajadores y
empleadores; 3) Principio de la primacía de la realidad, donde prevalece la veracidad de los
hechos a lo determinado por acuerdo de partes; y, 4) Principio de no discriminación, [que] es la
Respecto a los “DESPIDOS”, el Capítulo III del indicado Decreto Supremo, establece un
procedimiento ágil, a los efectos que el trabajador pueda ser reincorporado a su fuente laboral en
los casos en que haya sido objeto de un despido injustificado, sin perjuicio de las acciones que
correspondan en la jurisdicción laboral. Así, se establece:
II. Cuando el trabajador opte por los beneficios sociales, el empleador está obligado a cancelar
los mismos además de los beneficios y otros derechos que le corresponda, en el tiempo y
condiciones señaladas en el artículo séptimo de la presente ley.
III. En caso de que el trabajador opte por su reincorporación, podrá recurrir a este efecto ante el
Ministerio de Trabajo, donde una vez probado el despido injustificado, se dispondrá la inmediata
reincorporación al mismo puesto que ocupaba a momento del despido, más el pago de los
salarios devengados y demás derechos sociales actualizados a la fecha de pago. En caso de
negativa del empleador, el Ministerio de Trabajo impondrá multa por Infracción a Leyes
Sociales, pudiendo el trabajador iniciar la demanda de reincorporación ante el Juez del Trabajo y
Seguridad Social con la prueba del despido injustificado expedida por el Ministerio de Trabajo”.
A continuación, cabe aclarar que el parágrafo III del Decreto Supremo antes citado, ha sido
expresamente modificado por el DS 495, en los siguientes términos:
“ARTICULO ÚNICO.-
I. Se modifica el Parágrafo III del Artículo 10 del Decreto Supremo Nº 28699 de 1 de mayo de
2006, con el siguiente texto:
'III. En caso de que el trabajador opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, donde una vez constatado el despido
injustificado, se conminará al empleador a la reincorporación inmediata al mismo puesto que
ocupaba la trabajadora o trabajador al momento del despido, más el pago de los salarios
devengados y demás derechos sociales que correspondan a la fecha de la reincorporación, a
través de las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo.'
Es decir, aquello que se determine en la conminatoria deberá ser acatado por el empleador
entre tanto se definan los derechos controvertidos en la vía judicial; en consecuencia, la
tutela que obtenga el trabajador o trabajadora en sede administrativa laboral, conforme a
los términos de las disposiciones legales antes señaladas, será siempre de carácter
provisional; interpretación ésta que resulta conforme a los principios de protección a las
trabajadoras y los trabajadores, de primacía de la relación laboral y de continuidad y
estabilidad laboral, consagrados en el art. 48.II de la CPE.
intermedio no mayor a dos (2) días hábiles para la presentación de los mismos; VI.- Expuestos
los fundamentos, en el plazo improrrogable de dos (2) días hábiles de concluida la audiencia, el
Inspector de Trabajo elevará informe al Jefe Departamental o Regional de Trabajo debidamente
fundamentado, recomendando la reincorporación en los casos que correspondan; VII.- Recibido
el informe, el Jefe Departamental o Regional de Trabajo conminará al empleador para que en el
plazo máximo de tres (3) días hábiles improrrogables de recepcionadas la Conminatoria,
reincorpore a la trabajadora o trabajador al mismo puesto que ocupaba al momento del despido,
más el pago de salarios y demás derechos sociales que correspondan a la fecha de
reincorporación; VIII.- La inconcurrencia del empleador o su representante legal a la audiencia,
se considerará como prueba plena y aceptación de despido injustificado, debiendo procederse en
rebeldía conforme a lo señalado en los parágrafos precedentes; IX.- La conminatoria es
obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y no admite recurso ulterior alguno,
pudiendo únicamente ser impugnada en la vía judicial cuya interposición no implica la
suspensión de la reincorporación” (las negrillas son agregadas).
El mismo artículo es complementado por el art. 3, referido a las acciones constitucionales, donde
señala: “Ante el Incumplimiento de la Reincorporación instruida, la trabajadora o
trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan, tomándose en
cuenta la inmediatez de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral” (las
negrillas nos pertenecen).
Revisados los antecedentes y pruebas que cursan en obrados, se establece que el accionante fue
contratado como personal permanente de IABSA, como mecánico encargado del mantenimiento
del Ingenio, cumpliendo sus labores con normalidad; hasta que, por memorándum IABSA-DP-
MLLA-79/2011, fue despedido aduciendo haber “incurrido y reiterado en las prohibiciones
establecidas” en el art. 42 inc. n) del Reglamento Interno de Trabajo de IABSA, relativo a:
“Consumir bebidas alcohólicas u otros estupefacientes durante la jornada de trabajo”, haciendo
alusión además a los arts. 16 de la LGT y 9 de su Reglamento.
Dado que el art. 52 del referido Reglamento Interno, en el que se sustenta la destitución del
accionante, determina que tratándose de la tercera falta cometida por consumo de bebidas
alcohólicas en la jornada de trabajo, durante un año, el caso debe ser remitido a la “Comisión
Mixta de Despidos” y que al accionante se le notificó la decisión de despido siete días posteriores
a la emisión del memorando, el indicado asumió que su despido era “injustificado”, acudiendo en
su mérito a la Jefatura Regional del Trabajo de Bermejo, para que intervenga, y previa valoración
decrete la inmediata reincorporación a su fuente de trabajo de conformidad a la normativa
señalada en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional;
instancia donde se emitió la conminatoria caso 025/2011, de 19 de diciembre, intimando a
IABSA a la reincorporación del ahora accionante a su fuente laboral y la cancelación de sus
sueldos devengados y derechos laborales que le correspondan. Sin embargo, pese a la
notificación a la empresa, ésta según informe del Inspector de Trabajo incumplió dicha
conminatoria, lo que según a lo previsto por el parágrafo V del art. 10 del DS 28699, incluido en
virtud de su similar 495, le habilitaba directamente para acudir a la jurisdicción constitucional por
vía de la acción de amparo constitucional, como lo hizo de manera correcta.
En ese sentido, se tiene que conforme reza el memorando de destitución, el despido se produjo
porque el accionante incurrió en reiteración de la prohibición estipulada en el art. 42 inc. n) del
Reglamento Interno de Trabajo de IABSA, relativa al consumo de bebidas alcohólicas durante la
jornada de trabajo, que al constituirse en una tercera falta durante el año, por disposición del art.
52 del propio Reglamento, ameritaba su remisión a la “Comisión Mixta de Despidos” para que
apruebe la emisión del correspondiente memorando de despido; aspecto que se omitió en el
presente caso, lo que deriva en que el despido del accionante sea ilegal, por inobservancia del
propio Reglamento en el que se sustenta la determinación, acto ilegal que lesiona el derecho al
trabajo y a la estabilidad laboral del accionante y que merece la tutela de la acción de amparo
constitucional, aunque de manera provisional, puesto que el empleador, en uso de la facultad
conferida por el parágrafo IV del art. 10 del DS 28699, incluido por su similar 495, ha acudido a
la vía judicial, impugnando precisamente la conminatoria, instancia donde con plenitud de
jurisdicción y competencia en aplicación de la normativa pertinente, se compulsará con
propiedad los antecedentes y circunstancias del caso, se producirán y valorarán pruebas y se
dirimirán hechos y derechos que resulten controvertidos con motivo de la destitución ordenada,
pudiéndose inclusive, activar las instancias recursivas previstas por la materia; entretanto ello
ocurra y transcurra el tiempo que demande la tramitación de la litis, que puede resultar
prolongado, concierne otorgar la tutela provisional -se reitera- en tanto la judicatura laboral
resuelva la controversia suscitada respecto al despido del accionante, con el objeto de que no se
consume la lesión de los derechos que se tienen invocados, con la afectación inclusive de otros
derechos de primer orden, como emergencia del despido sufrido; aplicando en este asunto los
principios de protección al trabajador, de primacía de la relación laboral y de continuidad y
estabilidad laboral, consagrados según se tiene mencionado en el art. 48.II de la CPE.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00786-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 23 de marzo de 2012, cursante de fs. 145 a 148 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Virginia Condori Quispe contra
Gastón Martín Osorio Oporto, Director del Complejo Hospitalario Viedma.
a) Antecedentes fácticos
Indica que, fue designada mediante Memorándum JP.HCV 183/2006 de 7 de mayo, en el cargo
de “Trabajador Manual” (sic), dependiente del Servicio Interno del Complejo Hospitalario
Viedma, funciones que fueron desarrolladas con responsabilidad y honestidad.
Refiere que, el 4 de agosto de 2011, se les entregó tanto a su persona como a una colega, veinte
kilogramos de carne, hecho que luego fue investigado por Jacqueline Illanes Manrique, Jefa del
Servicio de Nutrición y Dietología, quien estableció un faltante de kilo y medio de carne, que
lamentablemente fue dejado en un “bañador” de su propiedad, motivo por el cual pidió disculpas
que no fueron aceptadas, dando lugar a que la Jefa del Servicio de Nutrición y Dietología la Lic.
Jacqueline Illanes Manrique emita un informe “falseado” y el 4 de agosto de 2011, emita la nota
Cite 126/SND/11, con la referencia “denuncia de fuga de alimentos”, en base al cual se le inició
un proceso sumario, debido a que el mismo contiene afirmaciones contradictorias cuando indica:
“…al pesar el lapinng carne de la cena de personal 20 kg. Se encontró 18.5 Kg., faltando 1,5 Kg.
y al revisar el mueble metálico encontré 2.3. Kg. de peceto muy escondido…”(sic).
Agrega que, el 10 de agosto de 2011, se le inició el proceso sumario con el Auto de Apertura de
Proceso Administrativo 11/2011, bajo el caso “hurto de carne”, documento en el cual el
sumariante incurre en las mismas contradicciones que Jacqueline Illanes Manrique, al citar datos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 481
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
incorrectos no coherentes relacionados con erróneas cantidades de carne y aseverando que tanto
ella como su colega Hilaria Maldonado habrían reconocido que estaban “…llevando carne de
forma muy disimulada escondiéndola de bajo de los peroles…” (sic), vulnerándose de esta
manera con la garantía constitucional del debido proceso y la presunción de inocencia.
Señala que, la declaración informativa de Jacqueline Illanes Manrique contiene los errores de
cantidades que ya se mencionaron precedentemente. A su vez sus compañeras de trabajo
convocadas a declarar, afirmaron que jamás fue vista extrayendo carne del complejo hospitalario,
proceso sumario que finalmente derivó en el pronunciamiento de la Resolución en primera
instancia que le fue notificada el 30 de agoto de 2011, por la cual se dispone su destitución
inmediata.
Indica que, la Resolución final del sumario tiene también varias incoherencias en cuanto a
cantidades y sobretodo ausencia de fundamentación jurídica, por cuanto absuelve a Hilaria
Maldonado en uno de los considerados sin mayores argumentos orden legal, resolución que dio
lugar a la presentación del recurso de revocatoria el 2 de septiembre de 2011, mismo que fue
resuelto mediante Resolución de 13 del mencionado mes y año; es decir dos días después, fallo
plagado de errores y contradicciones, además de contener apreciaciones subjetivas sin valor legal,
pareciendo más bien una carta de carácter particular, basándose en declaraciones con información
discordante, a través de la cual ratifica la Resolución de primera instancia.
Refiere que, el proceso administrativo fue sustanciado sin dar cumplimiento a las reglas del
debido proceso inherentes a los procesos disciplinarios y mediante actuados llenos de
incoherencias y contradicciones.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 23 de marzo de 2012, conforme consta en acta de fs. 143, se
produjeron los siguientes actuados:
En audiencia el abogado del demandado indicó que se han cumplido los plazos procesales,
habiéndose agotados todas las instancias en sede administrativa, concluyéndose que la parte
accionante no pudo desvirtuar las acusaciones formuladas en su contra.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.2. El 29 del mismo mes y año, fue pronunciada por la Autoridad Sumariante del Complejo
Hospitalario Viedma, la Resolución 011/2011, por la cual se establece la existencia de
responsabilidad administrativa de la accionante por la comisión del delito de hurto considerada
falta grave, sancionada con destitución de acuerdo a lo dispuesto en el art. 30 inc. b) del
Reglamento Interno de Personal del Ministerio de Salud (RIPMS) (fs. 40 a 41 vta.).
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que
procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la Constitución que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela”.
El art. 128 de la CPE, señala que: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de personas individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley” (las negrillas y el subrayado son nuestras).
Por su parte el art. 73 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) indica: “La
Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidas de
los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos y garantías reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la ley” (el subrayado y las negrillas nos pertenecen).
La legitimación pasiva dentro de las acciones de amparo constitucional, implica que la parte
demandada sea la idónea para responder por las obligaciones y/o reconocer los derechos que el
accionante procura dentro de la acción instaurada. La persona demandada y aquella que ocasionó
el agravio contra derechos fundamentales debe ser la misma, con la aclaración que de manera
excepcional se podrá iniciar la acción contra la persona que detenta el cargo, cuando la autoridad
demandada ya no sea parte de la entidad (SC 1557/2010-R de 11 de octubre).
Hecha la valoración de antecedentes y considerando que el art. 128 de la CPE, dispone que la
acción de amparo constitucional ha sido instituida como una acción tutelar de defensa contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la misma Constitución y la ley, se concluye lo siguiente:
El presupuesto de la legitimación pasiva en el presente caso no se tiene por cumplido, por cuanto
no existe coincidencia o nexo de causalidad, entre la autoridad demandada Gastón Martín Osorio
Oporto, Director del Complejo Hospitalario Viedma y el pronunciamiento de las resoluciones
emitidas dentro del proceso administrativo, acusadas posteriormente de vulneratorias de
derechos, siendo en todo caso el Sumariante Javier Berríos Uzeda, la autoridad que emitió la
Resolución 011/2011, por la cual se establece la existencia de responsabilidad administrativa de
la accionante y la Resolución “011/2011” (sic), mediante la cual fue confirmada la Resolución de
29 de agosto de 2011, consecuentemente la accionante erróneamente otorgó al Sumariante la
calidad de tercero interesado.
Por otra parte, corresponde indicar también que la autoridad demandada, no ha emitido la
Resolución de 30 de octubre de 2011, mediante la cual la Gerente Administrativa Financiera del
Complejo Hospitalario Viedma, Jenny Almanza Arandia, confirmó en recurso jerárquico la
Resolución 011/2011, motivo también válido para entender que no pudo ser demandado por este
actuado de segunda instancia en sede administrativa.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00918-2012-02-AL
Departamento: La Paz
A horas 15:30, del 31 de enero de 2012, personas del lugar y funcionarios de la Policía fronteriza,
aprehendieron a su representado en la localidad de Sucanavi, por un hecho insignificante, ya que
cuando se aprestaba a buscar desperdicios inservibles botados en las calles, lo acusaron de estar
ocasionando daño, lo que es totalmente falso.
Agrega que la Resolución que dispuso su aprehensión, no cuenta con la suficiente fundamentación;
además que se lo mantuvo privado de libertad por más de veinticuatro horas sin hacerle conocer
ulteriores actuados de ley dentro del proceso, accionar “inquisitiva” del Fiscal a cargo de la
investigación que violentó sus derechos constitucionales.
Finaliza señalando que, el Juez de la causa ahora codemandado no obró de forma objetiva al momento
de la valoración de las diligencias realizadas por el Fiscal, habida cuenta que sin que existan suficientes
indicios de prueba, peor una notificación al procesado, incurriendo en una actividad irregular y
viciando de nulidad, asumió la extrema medida de disponer su detención preventiva en el penal de
“San Pedro”.
I.1.3. Petitorio
Solicita que se conceda la acción y declare sin efecto la Resolución de medidas cautelares de 1 de
febrero de 2012, así también que determina la cesación de la detención preventiva de José Luis
Quispe Paco, disponiendo su libertad inmediata.
En audiencia pública celebrada a horas 15:00 del 19 de abril de 2012, en presencia de la parte
accionante asistida de su abogado y del Juez de Instrucción, Román Castro demandado; y, en
ausencia del Fiscal de Materia codemandado y del representante del Ministerio Público pese a su
legal citación; conforme consta en el acta cursante de fs. 11 a 12, se produjeron los siguientes
actuados:
El abogado del accionante ratificó los fundamentos del memorial de demanda, y en uso de su
derecho a la replica, indico que no presentaron apelación contra la Resolución pronunciada por el
Juez cautelar, debido a la situación económica del imputado y que además se hicieron vencer con
el plazo.
Román Castro, Juez de Instrucción Mixto de Sica Sica, presente en audiencia, informó lo siguiente: a)
Asumió conocimiento de la imputación formal efectuada contra el representado del accionante, por el
representante del Ministerio Público a horas 18:00; sin embargo, dado que éste se encontraba privado
de libertad, se lo condujo al Juzgado a su cargo en horas hábiles, conforme a la circular 04/2012, que
establece los días hábiles y el horario judicial; b) Se convocó a conciliación, para lo cual, se corrieron
las notificaciones respectivas, respetando las formalidades para garantizar el bien jurídico protegido; c)
En la audiencia se dispone medidas cautelares, las que no fueron objeto de impugnación alguna y en
las que se ratifica; d) En el citado actuado, el abogado de la defensa, manifestó que: “Con la intención
de no perjudicar la averiguación de la verdad y habiendo el acusado manifestado haber cometido dicho
acto delictivo, pido que se tenga en cuenta que tiene su esposa y sus hijos” (sic); y, e) El imputado no
desvirtuó los riesgos procesales.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.3. El abogado del imputado, en audiencia de la presente acción, afirmó que por su parte, no
presentaron ninguna apelación por la “…situación económica y además que se habían hecho
vencer con el plazo” (fs. 12). Extremo ratificado por el Juez de Instrucción demandado, quien
señaló que “todo lo que manifestaron actualmente en dicha audiencia, no se dijo absolutamente
nada por el abogado de la defensa…” (sic) (fs. 12).
El accionante alega que las autoridades demandadas lesionaron los derechos a la vida, libertad y
las garantías del debido proceso y celeridad de su representado, habida cuenta que dentro del
proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de robo y otros; se lo
aprehendió por más de veinticuatro horas, procediendo a requisarlo sin advertirle sobre la
sospecha y el objeto buscado; para luego ponerlo a disposición del Juez cautelar, quien dispuso
su detención preventiva sin valorar que el Fiscal a cargo de la investigación incurrió en vicios de
nulidad. En consecuencia, en revisión de la Resolución dictada por el Juez de garantías,
corresponde dilucidar si tales extremos son evidentes y si constituyen persecución, aprehensión,
procesamiento o apresamiento indebidos o ilegales, a fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.
II. Asimismo, cuando exista privación efectiva de libertad, por ser esta una causal grave, se
entenderá que la vía procesal existente no es idónea, cuando se pruebe que una vez activados
estos mecanismos procesales, su resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo,
por ser irrazonables los plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal para una
rápida decisión o ejecución de la decisión o por no cumplirse con los plazos para emisión de
resoluciones establecidos por la ley.
De donde se infiere, que las aprehensiones policiales o fiscales deben ser denunciadas ante el juez
cautelar, y sólo cuando la lesión al derecho a la libertad no hubiera sido reparada por dicha
autoridad, recién es posible acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción de
libertad. En ese sentido, complementando los criterios jurisprudenciales glosados, la SC
0080/2010-R de 3 de mayo, se refirió a las situaciones excepcionales en las que, a través de la
acción de libertad, no es posible ingresar al análisis de fondo de la problemática denunciada,
estableciendo tres supuestos de improcedencia:
“Primer supuesto:
Segundo Supuesto:
Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter
previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado
tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada. Puesto que el orden legal penal ha
previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a través de un recurso rápido, idóneo,
efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o
errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a
cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados a actividad procesal defectuosa, o
relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que
conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el debido proceso es impugnable a través
de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto
sea la causa directa de la privación, o restricción a la libertad física.
Tercer supuesto:
Sólo para fines pedagógicos, a efectos de brindar una información completa sobre la línea
jurisprudencial establecida por la SC 0080/2010-R, cabe señalar que la primera parte del primer
supuesto consignado precedentemente, ha sido modulado por la SCP 0185/2012 de 18 de mayo,
en el siguiente sentido: “En este orden, en cuanto a la presunta indebida privación de libertad,
deberá tenerse en cuenta que la misma puede producirse, ya por hechos y circunstancias
eventualmente no vinculadas a la presunta comisión de un delito y otras veces, sí vinculadas a la
presunta comisión de un delito. En consecuencia, si no existe inicio de investigación y tampoco
presunta comisión de delito alguno, corresponderá a la justicia constitucional conocer
directamente y resolver la acción de libertad que acuse una presunta indebida privación de
libertad”.
Esta modulación a la jurisprudencia nos lleva a comprender que cuando existe inicio de investigación
o el hecho por el que se privó de libertad al afectado revela la comisión de un delito, entonces
corresponderá al precitado acudir ante el juez cautelar a efectos de solicitar reparación de lesiones a
El juez cautelar constituye la autoridad jurisdiccional bajo quien se encuentra el control del
desenvolvimiento de los actos de investigación que realizan tanto fiscales como funcionarios
policiales, desde el primer acto del proceso hasta la conclusión de la etapa preparatoria; conforme
a las previsiones contenidas en el art. 54 inc. 1) concordante con el 279, ambas del Código de
Procedimiento Penal (CPP), normas que le otorgan la facultad para disponer lo que fuere de ley a
efectos de restituir derechos transgredidos en caso de constatarse vulneraciones.
En ese sentido, la SC 0865/2003-R de 25 de junio, reiterada, entre otras, por las SSCC
0507/2010-R y 0856/2010-R, indicó lo siguiente: “Conforme a los arts. 54 inc. 1) y 279 CPP, el
Juez de Instrucción tiene la atribución de ejercer control jurisdiccional durante el desarrollo de
la investigación respecto a la Fiscalía y a la Policía Nacional, por tal razón, la misma norma
legal en sus arts. 289 y 298 in fine obliga al fiscal a dar aviso al juez cautelar sobre el inicio de
la investigación dentro de las veinticuatro horas de iniciada la misma; pues es la autoridad
judicial encargada de precautelar que la fase de la investigación se desarrolle en
correspondencia con el sistema de garantías reconocido por la Constitución Política del Estado,
las Convenciones y Tratados Internacionales vigentes y las normas del Código de Procedimiento
Penal; por ello, toda persona involucrada en una investigación que considere la existencia de
una acción u omisión que vulnera sus derechos y garantías, entre las cuales el derecho a la
libertad debe acudir ante esa autoridad” .
Conforme a dicho entendimiento, se concluye que la impugnación de los actos lesivos a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales, en especial del derecho a la libertad, previo
a la interposición de la acción de libertad, debe denunciarse ante el juez de instrucción, como
medio idóneo, eficaz e inmediato para su protección.
No cabe duda que recurso de apelación aludido, dada su configuración procesal, es un recurso
idóneo e inmediato de defensa contra supuestas lesiones y restricciones al derecho a la libertad
de los imputados, en el que el tribunal superior tiene la oportunidad de corregir, en su caso, los
errores del inferior invocados en el recurso. Es idóneo, porque es el recurso adecuado,
apropiado, establecido expresamente en la ley para impugnar las medidas cautelares que
Conforme a la jurisprudencia glosada precedentemente, para que se abra la tutela que brinda la
acción de libertad, es necesario que las resoluciones que impongan, modifiquen o rechacen la
aplicación de medidas cautelares de carácter personal sean previamente impugnadas a través del
recurso previsto en el art. 251 del CPP, al ser un medio específico, idóneo e inmediato para la
reparación de las lesiones al derecho a la libertad.
Previo al análisis del caso concreto, es preciso realizar algunas consideraciones de orden
constitucional, dado que si bien anteriormente se desarrolló la línea jurisprudencial establecida por el
Tribunal Constitucional respecto al procedimiento determinado para las denuncias sobre supuestas
aprehensiones ilegales por parte de funcionarios policiales y fiscales; así como se explicó que el juez
cautelar es la autoridad a cargo del control jurisdiccional de la etapa preparatoria y que las resoluciones
que dispongan, modifiquen o rechacen medidas cautelares, pronunciadas por éste, admiten recurso de
apelación incidental, conforme dispone el art. 251 del CPP.
No obstante ello, se debe aclarar lo que ocurre en aquellos casos en los cuales, los afectados se
encuentran privados de libertad como consecuencia de una aprehensión que consideran ilegal y acuden
con su reclamo ante el juez cautelar; y a la par, el Ministerio Público presenta imputación formal
solicitando la aplicación de alguna medida cautelar.
En estos casos, al juez de instrucción le corresponderá conocer y resolver las denuncias de aprehensión
ilegal previo a atender la imputación formal y resolver la medida cautelar; por tanto, en la audiencia
señalada al efecto, deberá en primer término, emitir una resolución debidamente fundamentada
respecto a las denuncias de aprehensión ilegal, determinando si ésta se enmarcó dentro de los límites
de la legalidad o la ilegalidad antes de pronunciarse sobre la aplicación de alguna medida cautelar,
dado que a dicha autoridad no le está permitido convalidar los actos que vulneraron derechos, al
contrario, tiene el deber de pronunciarse sobre la legalidad de los mismos; y a continuación, una vez
resuelta la lesión alegada con relación a la aprehensión, corresponderá recién someter a su
conocimiento, la consideración de la imputación formal y consecuente aplicación de la medida
cautelar, si corresponde. Así la SC 0957/2004-R de 17 de junio, reiterada, entre otras, por la SC
0651/2010-R de 19 de julio, afirmó lo siguiente: “…al juez no le está permitido convalidar los actos
en los que se vulneraron esos derechos; al contrario, tiene el deber, impuesto por la norma antes
transcrita, de pronunciarse sobre la legalidad de los mismos; por consiguiente, frente a una presunta
aprehensión ilegal, le corresponde al juez cautelar, conforme lo establece el art. 54 inc. 1) del CPP,
controlar la investigación y, en consecuencia, proteger los derechos y garantías en la etapa
investigativa; por lo que, frente a una petición efectuada por el imputado, en sentido de que se
pronuncie sobre la legalidad de su detención, el juez está impelido, antes de pronunciar la resolución
sobre cualquier medida cautelar, a analizar los siguientes aspectos:
Si del análisis efectuado, el juzgador concluye que tanto el aspecto formal como material fue
observado al momento de la aprehensión, determinará la legalidad de la aprehensión y, con los
elementos de convicción existentes, pronunciará la Resolución mediante la cual aplicará la medida
cautelar pertinente, si es el caso, ajustada a lo previsto por el art. 233 del CPP, definiendo la
situación jurídica del imputado.
Si al contrario, del análisis efectuado por el juez cautelar, se concluye que no se observaron las
formalidades o existió infracción a la legalidad material en la aprehensión ordenada, el juez anulará
la actuación realizada con violación a las normas constitucionales y legales, y pronunciará la
resolución de medidas cautelares, en base a los elementos de convicción existentes, que no hubiesen
sido obtenidos en infracción a los derechos y garantías del imputado, a consecuencia del acto ilegal
declarado nulo…'”.
De ello, se colige que si el juzgador declara la ilegalidad -material o formal- de la aprehensión no está
obligado, a disponer llanamente la libertad del imputado, dado que previo a ello, deberá culminar con
el actuado al que se convocó, cumpliendo con su finalidad; como es la audiencia de medida cautelar,
en la que compulsará los elementos de convicción aportados a efectos de establecer la aplicación o no
de la detención preventiva o en su caso de una medida sustitutiva, realizando una valoración integral
de los presupuestos mencionados en los arts. 233, 234 y 235 del CPP, dado que la aprehensión ilegal
no constituye óbice ni impedimento para realizar el análisis, y tampoco convierte a la decisión
posterior en ilegal porque no guarda necesariamente una relación directa con la misma.
una valoración integral de varios presupuestos determinados en los arts. 233, 234 y 235 del CPP, de
ahí que la sola aprehensión ilegal no determina en forma automática que la detención preventiva
también sea ilegal y que por dicha razón se deba disponer la libertad y dejar sin efecto la medida
cautelar. La ilegalidad de una aprehensión tiene sus propios efectos y determinación de
responsabilidad para reparársela, por su parte, la detención preventiva tiene también su propio
procedimiento y recursos de impugnación, pues responde a otros presupuestos y elementos distintos a
los de la aprehensión…”.
Ahora bien, en la especie se pueden identificar dos problemáticas planteadas, de un lado, las supuestas
actuaciones irregulares del Fiscal a cargo de la investigación, autoridad que a criterio del accionante,
atribuyó a su representado un delito que no guarda consonancia con los hechos ocurridos, que además
lo mantuvo privado de su libertad en calidad de aprehendido por más de veinticuatro horas y no le hizo
conocer las “ulteriores de ley”; y de otro lado, denuncia el accionar del Juez cautelar a cargo del
control jurisdiccional, porque, a su decir, no valoró correctamente las diligencias viciadas de nulidad
que realizó el Fiscal; asumiendo en virtud a lo recolectado hasta ese momento, la aplicación de la
extrema medida de detención preventiva en el penal de “San Pedro”.
Con relación a la primera parte, conforme a lo dispuesto por la jurisprudencia glosada en los
Fundamentos Jurídicos precedentes, se tiene que la acción de libertad, a pesar de no encontrarse
obligada a cumplir con el principio de subsidiariedad; sin embargo, cuando se tratan de denuncias
sobre actuaciones de funcionarios policiales y fiscales que vulneren derechos fundamentales y/o
garantías constitucionales, el afectado, previo a activar la vía constitucional, debe acudir con su
reclamo ante el Juez cautelar a cargo del control jurisdiccional, como medio idóneo, expedito y eficaz
para lograr el restablecimiento de lo vulnerado; y si pese a haberlo hecho, no logra una conducta que
enmiende los derechos que considera violados, entonces recién queda expedito el presente mecanismo
de defensa. Lo que no se cumplió en el caso concreto, dado que cuando el representado del accionante
se vio afectado en sus propios derechos porque a su criterio, tanto la aprehensión como la actuación del
Fiscal fueron irregulares, entonces debió impugnar tal conducta ante el Juez de Instrucción en lo Penal
de Sica Sica, porque la autoridad, como se señaló líneas arriba, tiene bajo su cargo, el control
jurisdiccional de la investigación, desde los actos iníciales hasta la conclusión de la etapa preparatoria;
al no haberlo hecho oportunamente en la etapa procesal correspondiente, y acudir directamente con
dicho reclamo ante esta jurisdicción, cuando el Juez de Instrucción ya le estableció medidas cautelares,
pretendiendo activar la justicia constitucional obviado los canales previos determinados al efecto,
provoca la denegatoria de la tutela impetrada, respecto a las denuncias efectuadas contra el Fiscal
demandado, al no haberse agotados los medios de impugnación intraprocesales.
En cambio, las delaciones efectuadas contra el Juez cautelar, merecen un análisis diferente, empero,
que igual que en caso anterior, ingresan dentro del campo de acción de la subsidiariedad excepcional,
siendo que tratándose de posibles violaciones de derechos cometidos por el Juez cautelar, a tiempo de
establecer la detención preventiva contra el representado del accionante, dicho sujeto procesal debió
interponer recurso de apelación incidental contra la Resolución que le impuso tal medida. Omisión que
impide a través de la acción de libertad, realizar el análisis correspondiente, extremo que se evidencia
de lo afirmado por la propia parte accionante en la audiencia de la presente acción, quien señaló que no
utilizó el medio idóneo, inmediato y expedito para impugnar la Resolución aludida, por la “…situación
económica y además que se habían hecho vencer con el plazo”, como es el recurso de alzada contra la
determinación que disponía la medida cautelar de carácter personal, con la finalidad de modificarla;
mecanismo legal previsto por el art. 251 del CPP, para impugnar las resoluciones que dispongan,
modifiquen o rechacen las medidas cautelares; empero, en vez de acudir a dicha instancia, el
accionante directamente activó la jurisdicción constitucional, intentando mediante esta acción tutelar,
suplir su negligencia.
De otro modo, no cabe duda que el recurso de apelación aludido, dada su configuración procesal, es el
idóneo e inmediato de defensa contra supuestas lesiones y restricciones al derecho a la libertad del
accionante, en el que el tribunal superior tendrá la oportunidad de corregir, en su caso, los errores del
inferior invocados en el recurso. Es idóneo, porque es el adecuado, apropiado, determinado
expresamente en la ley para impugnar las resoluciones sobre medidas cautelares que vulneren el
derecho a la libertad del actor. Es inmediato, porque el recurso es resuelto sin demora, dado que la ley
establece un lapso brevísimo para su resolución (tres días sin ulterior recurso); consecuentemente, no
compete a la jurisdicción constitucional a través de la acción de libertad pronunciarse sobre las
presuntas lesiones al derecho a la libertad, cuando no se agotaron las vías expeditas, eficaces e idóneas
para demandar la tutela del derecho invocado, correspondiendo activar la vía constitucional
únicamente si a pesar de agotada la jurisdicción ordinaria, la transgresión al derecho a la libertad
persiste.
En consecuencia, al no haberse agotado los medios de impugnación idóneos tanto de las actuaciones
del Juez cautelar como del Fiscal de Materia demandados, corresponde aplicar la comprensión de los
supuestos establecidos por las Sentencias Constitucionales glosadas en la presente Resolución, y por
ende, no es posible ingresar al análisis de fondo de lo denunciado.
Entre los argumentos jurídicos empleados por el Juez de garantías para denegar la tutela impetrada por
el accionante, se estableció erróneamente que el campo de acción del presente mecanismo de defensa,
determina y se delimita a la libertad de las personas y que otros temas conculcatorios de garantías y
derechos deben ser dirimidos vía amparo constitucional, extremos que no son evidentes, dado que la
acción de libertad, es un medio de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo,
correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos
fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones,
apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas
particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre
la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto
por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de
esta garantía; es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada
con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la
protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o
persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de
la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen en
cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física como
a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d) Acto u
omisión que implique persecución indebida.
En consecuencia, no es evidente que la acción de libertad hubiere sido instituida con la única finalidad
de proteger el derecho a la libertad, como se analizó, también ingresan dentro de su comprensión los
derechos a la vida, a la locomoción y al debido proceso, claro está que este último sólo en aquellos
supuestos en los que se encuentra directamente vinculado con la libertad. Por lo tanto no es sustentable
la razón jurídica del Juez de garantías, porque en el caso que se analiza se denuncian cuestiones ligadas
al debido proceso que sí se encuentran directamente vinculadas con el derecho a la libertad, como son
la aprehensión supuestamente ilegal por parte del Fiscal a cargo de la investigación y la detención
preventiva dispuesta por el Juez cautelar, las que si bien guardan una estrecha relación; sin embargo,
no pueden ser analizadas en el fondo, por los motivos expuestos en la presente Resolución
(subsidiariedad excepcional).
Finalmente, se evidencia que el representado del accionante se encuentra privado de libertad en virtud
a la disposición pronunciada por el Juez cautelar, en el penal de “San Pedro”, no obstante ello, dicha
instancia no aseguró que el mismo sea conducido ante su presencia. Si bien, a tiempo de indicar día y
hora de audiencia, dispuso que comparezca a la misma, disponiendo que se oficie al Gobernador del
penal de “San Pedro”, cumpliendo lo dispuesto en los arts. 126.I de la CPE y 68.5 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), no existe registro alguno sobre si la solicitud al servidor
público encargado del recinto penitenciario fue cumplida, sólo se cuenta con la información del
accionante -representando al imputado-, quien expresó que el Gobernador de la cárcel pública “…pese
a tener conocimiento (…) no lo hizo presente en audiencia”; extremo que impidió que el afectado
pueda participar del verificativo señalado y/o alegar y sustentar los hechos, infringiéndose con dicha
omisión, el principio de inmediación.
Al respecto la SCP 0059/2012 de 9 de abril, señaló que: “De una interpretación 'desde la
Constitución' (…) se tienen los siguientes presupuestos: 1) El juez o tribunal de garantías, tendrá la
obligación de disponer que la o el privado de libertad sea conducido a su presencia; y, 2) El juez o
tribunal de garantías, acudirá inmediatamente al lugar de detención -sea éste público o privado- e
instalará la audiencia, ante la existencia de peligro, resistencia de la autoridad pública o persona
particular denunciadas u otra circunstancia que a criterio de la autoridad judicial resulte
importante”.
En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la acción de libertad, aunque con otros argumentos,
ha evaluado en forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
2º Disponer que con referencia al Director del Recinto Penitenciario de San Pedro, se remitan
antecedentes ante la Dirección General de Régimen Penitenciario del Ministerio de Gobierno,
para que considere si los motivos o razones por las cuales esta autoridad no condujo al
representado del accionante ante la presencia del Juez de garantías, son o no justificados.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00783-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 30 de marzo de 2012, cursante de fs. 163 a 169, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Noelia Choque Pérez contra Jorge
Villazón Urquidi, Director de la Escuela de Graduados y Educación Continua de la
Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y Vladimir Rojas
Zambrana, Director del Hospital del Niñ@ “Manuel Ascencio Villarroel”.
Por memorial presentado el 19 de marzo de 2012, cursante de fs. 70 a 79, la accionante expone
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Agrega que, el 27 del mes y año precitados -ante la falta de una solución a su pedido-, impetró
nuevamente se deje sin valor legal el memorándum 01/11, al haberse lesionado flagrantemente el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 498
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.1.3. Petitorio
defensa de su trabajo de investigación “Situación Actual del Virus del Dengue en el Hospital del
Niño Manuel Ascencio Villarroel”. Asimismo, en el día se remitan sus notas finales al Servicio
Departamental de Salud (SEDES), a objeto que se le designe un hospital provincial y pueda
trabajar con sueldo; y, b) Cesen los actos ilegales e indebidos plasmados en las notas 177/12 y
66/12, por constituir actos de omisión que violan sus derechos fundamentales, que no merecen
acatamiento.
El abogado de la accionante ratificó el tenor íntegro de la demanda y la amplió con los siguientes
fundamentos: 1) La Resolución de 8 de marzo de 2012, mantuvo la sanción impuesta por el
plantel docente asistencial del Hospital a su defendida; empero, nunca se le notificó, vulnerando
el debido proceso; 2) La sancionan y suspenden funcionarios que no tienen competencia, por lo
que sus Resoluciones no tendrían ningún efecto legal, siendo que de acuerdo al Reglamento del
Sistema Nacional de Residencia Médica, debía impugnarse ante el Jefe de Enseñanza “Rolando
Pinto Quintanilla”, quien es parte del Comité del Infrahospitalario del Hospital del Niñ@
“Manuel Ascencio Villarroel”, conforme señala el art. 42 del indicado Reglamento; y, 3) El
codemandado Jorge Villazón Urquidi, actuó sin tener competencia, además, no existe sanción del
Comité y del Jefe de Enseñanza, según prevé el Reglamento aludido, no habiéndose agotado las
vías administrativas y ordinarias porque nunca le notificaron con la Resolución punitiva; razón
para “la procedencia de la excepción de subsidiariedad”.
Vladimir Rojas Zambrana, Director del Hospital del Niñ@ “Manuel Ascencio Villarroel”,
mediante Resolución Administrativa (RA) 73/12 de 19 de marzo de 2012, dejó su cargo a Freddy
Ferreira; y como primer destinatario a Guido Sánchez Rojas, Director del SEDES (fs. 96 vta.),
quien se apersonó a la audiencia de amparo constitucional presentando memorial; sin embargo, el
Presidente del Tribunal de garantías, señaló que carecía de personería, no siendo parte del
proceso constitucional en virtud al art. 128 de la CPE, por lo que le ordenó que abandone la Sala
(fs. 160).
Asistencial del Hospital; iii) La accionante pidió se señale día y hora de defensa de su trabajo de
investigación, pero al constar una sanción impuesta -que no fue cumplida-, se le negó dicho
petitorio, siendo que según el Comité Docente Asistencial, no debe cursar observación alguna; y,
iv) El médico residente tiene que efectuar sus reclamos de conformidad al art. 58 del Reglamento
del Comité Nacional de Integración Docente Asistencial e Investigación del Sistema Nacional de
Residencia Médica; al no haberse seguido los procedimientos, esta acción de tutela por su
naturaleza subsidiaria debió ser rechazada “in límine”(sic).
I.2.3. Resolución
Resolución dictada en base a los siguientes fundamentos: a) El precitado Director, ante las
reiteradas faltas en que incurrió supuestamente la accionante, la suspendió y sancionó por quince
días a través del memorándum 01/11; alejándose del lineamiento procedimental, al no seguir las
sanciones que establece el Reglamento del Sistema Nacional de Residencia Médica; b) Mediante
PG-MED 134/12, dejaron de tener vigencia las sanciones impuestas; por lo que, la Resolución
02/2012, emitida por el Comité Docente Asistencial del Hospital del Niñ@ “Manuel Ascencio
Villarroel" carece de validez y la ratificación de una sanción, dejó de tener validez; y, c) Las
disposiciones asumidas por los demandados respecto al cumplimiento previo de una sanción
inexistente carecen de respaldo legal.
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante memorándum 01/11, Cinthia Claros Arispe, Docente Responsable de Pediatría del
Hospital del Niñ@ “Manuel Ascencio Villarroel” y Jorge Villazón Urquidi, Director de la
Escuela de Graduados y Educación Continua de la Facultad de Medicina de la UMSS,
sancionaron y suspendieron por quince días a la ahora accionante (fs. 3).
II.3. Por nota DIR.HN@MAV 54/2012 de igual fecha, la Directiva del Hospital del Niñ@
“Manuel Ascencio Villarroel”, comunicó al codemandado Director de la Escuela de Graduados y
Educación Continua, la decisión del Comité Docente Asistencial, de aplicar una sanción más
drástica a la accionante por haber cometido múltiples faltas (fs. 36).
La acción de amparo constitucional, instituida por el art. 128 de la CPE, constituye un medio de
defensa de los derechos fundamentales contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley; es un
medio de tutela de carácter extraordinario, regido por los principios de subsidiariedad e
inmediatez, que tiene por objeto el restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un procedimiento judicial sencillo,
rápido y expedito, frente a situaciones de lesión provenientes de la acción u omisión de
servidores públicos o particulares; precisión que se advierte del contenido del art. 73 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP).
La acción de amparo constitucional ha sido cimentada como la vía tutelar de los derechos
fundamentales de las personas, caracterizada por los principios esenciales de subsidiariedad e
inmediatez; para activar la vía constitucional, primero deben agotarse todas las instancias dentro
del proceso legal sea administrativo y/o judicial donde se acusa la vulneración, dado que donde
se deben reparar los derechos fundamentales es en el mismo proceso o instancia donde han sido
lesionados.
En ese sentido, la accionante ante una supuesta vulneración de sus derechos debió seguir los
procedimientos del indicado Reglamento y efectuar sus reclamos de acuerdo a una cronología,
dirigiéndose primero al coordinador responsable de residentes en la especialidad; segundo al jefe
de residentes; tercero al jefe de enseñanzas de esa institución; cuarto al Comité Docente
Asistencial Hospitalario; quinto y sexto a la Comisión Regional de Postgrado y a la Comisión
Concluyendo por todo lo señalado que, en el presente asunto no se inició la vía administrativa
correspondiente, hecho que dio lugar a que las autoridades administrativas pertinentes no se
hayan pronunciado al respecto; circunstancia que determina que se deba denegar la tutela
impetrada sin ingresar al examen de fondo de la presente acción de tutela, por cuanto en su
oportunidad, la accionante debió agotar previamente dicha instancia.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00792-2012-02-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 003/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 121 a 129, pronunciada dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesta por Edgar Rafael Bazán Ortega contra Beatriz
Cortez Vásquez y Virginia Colque Calle, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro.
Mediante memorial presentado el 9 de abril de 2012, cursante de fs. 97 a 103 vta., el accionante
asevera lo siguiente:
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de falsedad
material e ideológica, contratos lesivos al Estado, conducta antieconómica y uso de instrumento
falsificado, por memorial de 21 de julio de 2011, interpuso excepción de extinción de la acción penal
por prescripción del delito de uso de instrumento falsificado, misma que fue declarada procedente por
el Juez Primero instructor en lo Penal del departamento de Oruro, por auto interlocutorio 777/2011 de
3 de septiembre.
Una vez notificados con la referida Resolución, los apoderados del querellante interpusieron apelación
incidental, especificando agravios a los fines de la concreción de la competencia del Tribunal de alzada
y conforme a los alcances de la previsión legal contenida en el art. 398 del Código de Procedimiento
Penal (CPP).
Por otra parte, el Fiscal de materia el 9 de septiembre del mismo año, también interpone recurso de
apelación incidental contra el Auto Interlocutorio 777/2011, exponiendo cuatro agravios que merecían
consideración en los límites de lo establecido por el art. 398 del CPP.
Las autoridades demandadas después de cuatro meses de radicado el proceso, emitieron el Auto de
Vista 11/2012 de 22 de febrero, y apartándose de los alcances del art. 398 del CPP, no dieron respuesta
absolutamente a ningún agravio expresado por los apelantes, denotándose que se limitan a observar el
aspecto probatorio de la excepción interpuesta por el imputado en su oportunidad, arrogándose para sí
un análisis y un fundamento de aspectos que no fueron motivo de los recursos de apelación.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la acción, dejando sin efecto el Auto de Vista 11/2012, disponiendo que las
autoridades demandadas resuelvan de manera legal y fundamentada las apelaciones incidentales
interpuestas, considerando los antecedentes y los agravios expuestos en los mismos.
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 111 a
120., se produjeron los siguientes actuados:
Con el derecho a la réplica el accionante señaló que el informe de las autoridades demandadas le da la
razón, siendo que se sigue incidiendo en algo que jamás la parte apelante alego como es el tema
probatorio.
Las autoridades demandadas, mediante informe presentado el 20 de abril de 2012, indicaron que: a)
Como punto cuestionado se tiene que la declaración de prescripción de la acción penal mediante la
Resolución impugnada efectuando el computo del plazo previsto por el art. 29.1 con relación al art. 30
del CPP, a partir de 15 de enero de 2002, en el que se hubiese utilizado la auditoría interna descrita,
computo erróneo por cuanto correspondía considerar fecha de inicio de dicho computo el 20 de
octubre de 2003, en el que se pronuncia el auto final de instrucción de procesamiento, por cuanto el
delito de uso de instrumento falsificado tiene el carácter permanente o de tracto sucesivo, entendiendo
que en el caso, el delito imputado se consumó en ésta última fecha; como se puede advertir “los
recurrentes” limitan su cuestionamiento a este resumen, por lo que correspondió pronunciar
Resolución solo en este aspecto; b) Los supuestos agravios descritos entre los fundamentos de la
acción de amparo constitucional no constituyen infracciones reclamados por los “recurrentes”, sino
fundamentos fácticos y doctrinarios expuestos para justificar la pretensión de revocatoria de la
resolución que fue motivo de recurso de apelación; y, c) El Auto de Vista 11/2012 de 22 de febrero,
responde al motivo de impugnación cuando en la revisión de sus antecedentes relativos a la excepción
de prescripción, se advierte la ausencia de base probatoria que permita determinar si la prescripción se
opera desde el 15 de enero de 200, en el que se hubiera utilizado en última oportunidad el informe de
auditoría 20/2000 con lo que se observo lo establecido por el art. 398 del CPP.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil, Familiar y Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro,
constituido en Tribunal de garantías mediante Resolución 003/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 121
a 129 concedió en parte la tutela, ordenando se deje sin efecto el Auto de Vista 11/2012, disponiendo
alternativamente que los Vocales demandados pronuncien en el plazo de setenta y dos horas, nueva
Resolución complementando en la fundamentación lo extrañado, respecto a los puntos cuestionados
por la parte querellante y el Ministerio Público conforme a lo dispuesto por el art. 398 del CPP,
pudiendo mantener, si es que fuere el caso, el argumento o motivación del Auto de Vista, en función al
principio constitucional de verdad material; y deniega la tutela con referencia a la falta de
fundamentación y motivación; en base a los siguientes argumentos: 1) Respecto a la falta de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 506
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
fundamentación del Auto de Vista 11/2012, se constata que el mismo tiene “obiter dictus”, ratio
decidendi y la decisión, y si se realiza una comparación con una sentencia constitucional la cual está
compuesta por tres partes, al igual que la Resolución cuestionada existen los requisitos respectivos,
explicando por tanto los motivos por los que deciden revocar la resolución del inferior,
consiguientemente el Auto de Vista no carece de motivación y fundamentación; 2) Si bien el Auto de
Vista se encuentra motivado y fundamentado apegada al principio de verdad material, empero los
Vocales demandados omitieron dar cumplimiento al art. 398 del CPP, vale decir, si bien en la parte del
“obiter dictus” consignaron los puntos de agravio tanto de la parte querellante como del Ministerio
Publico, pero no se refirieron en la parte de la fundamentación; en la Resolución cuestionada falta la
fundamentación es decir, referirse a los puntos de agravio planteados por la parte querellante y el
Ministerio Público contra la resolución del inferior; y, 3) Los Vocales al no manifestarse en el
contenido de la fundamentación del Auto de Vista aludido sobre los agravios de la parte querellante y
el Ministerio Público en ninguna de las formas, han vulnerado el debido proceso por infracción de la
disposición legal procesal establecida en el art. 398 del CPP, correspondiendo otorgar la tutela.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Mediante memorial de 21 de julio de 2011, Edgar Rafael Bazán Ortega interpuso extinción de la
acción penal por prescripción del delito de uso de instrumento falsificado (fs. 29); Por Auto
Interlocutorio 777/2011 de 3 de septiembre, el juez Primero de instrucción en lo penal, declaró
procedente la extinción de la acción penal por prescripción del delito de uso de instrumento falsificado,
disponiendo el archivo de obrados (fs. 44 a 46).
II.2. Por memorial de 9 de septiembre de 2011, la parte querellante interpuso recurso de apelación
incidental contra la resolución que determina la extinción de la acción penal por prescripción,
argumentando en lo principal, respecto al Informe de Auditoria y del carácter permanente del delito.
(54 a 57).
II.3. El memorial de 9 de septiembre de 2011, Jacinto Aguilar Llave, Fiscal de materia, interpuso
apelación incidental contra la Resolución 777/2011, argumentando entre otras cosas que, los delitos
son de resultado y que debía ser computado desde que cesó su consumación (fs. 69 y vta.); Mediante
Auto de 14 de octubre de 2011, la Sala Penal Primera dispuso la radicatoria del proceso a objeto de
resolver los recursos de apelación (fs. 88).
II.4. La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Oruro, mediante Auto de Vista 11/2012 de
22 de febrero, declara admisibles los recursos de apelación interpuestos por el representante del
Ministerio Público y la parte querellante en merito a ello, revoca la Resolución 777/2011, disponiendo
que el juez de instrucción primero en lo Penal, prosiga con el conocimiento de proceso, argumentando
que: “sin considerar que la imputación formal no constituye elemento de prueba, sino un acto del
Ministerio Público sustentado por indicios suficientes y racionales sobre la existencia de un hecho
punible y la participación del imputado” “ la resolución impugnada mediante el recurso de apelación
incidental, carece de sustento probatorio pertinente y necesario susceptible de valoración que permita
certeza respecto del momento preciso de consumación del delito” (fs. 91 a 93 vta.).
El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso, siendo que, las autoridades
demandadas después de cuatro meses de radicado el proceso, emitieron el Auto de Vista 11/2011 de
22 de febrero, inobservado el principio de celeridad, además se apartaron del alcance del art. 398 del
CPP, al no dar respuesta absolutamente a ningún agravio expresado por los apelantes, denotándose que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 507
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Del contenido del texto constitucional de referencia, puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de protección de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección se circunscribe
respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se encuentran resguardados por los
otros mecanismos de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a los
bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento, etc.
Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos
actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de
las personas individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías
objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no incide en
su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y eficaz
para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su
configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de carácter
autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo menos
con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la protección y
restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a la proveniente del proceso ordinario,
esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y omisiones
ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal propio.
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I del
art. 129 de la CPE, que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de constitucionalidad
o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo constitucional
inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y respeto de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro medio de protección o cuando
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 508
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido el derecho lesionado, lo que
significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede analizar el fondo del problema planteado
y, por tanto, tampoco otorgar la tutela”.
Los alcances de la garantía del debido proceso, fueron desarrollados ampliamente por la jurisprudencia
constitucional, así la SC 0800/2010-R de 2 de agosto, que reiterando la SC 0160/2010-R de 17 de
mayo, señaló que fue: “…entendido por este Tribunal como el derecho de toda persona a un proceso
justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas
generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir, comprende el
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las personas
puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar
esos derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los Convenios y Tratados
Internacionales'.
En ese sentido, el debido proceso, consagrado por el art. 115.II de la CPE, en el art. 8 del Pacto de San
José de Costa Rica; 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), como en la
jurisprudencia constitucional, es entendido como: "…el derecho de toda persona a un proceso justo y
equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar (...) comprende 'el conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales', a fin de que las personas puedan
defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos" (SC 0418/2000-R y 1276/2001-R).
Así también la SC 1674/2003-R de 24 de noviembre, entre otras, define al debido proceso como: "…el
derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo
establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una
situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando las pruebas que estime
convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la observancia del conjunto de requisitos de
cada instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier
tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y
constituye una garantía de legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la
libertad, la seguridad jurídica…". Debido proceso que conforme se tiene definido adquiere una triple
dimensión: principio, derecho y garantía constitucional.
En sentido más restringido, el debido proceso es todo ese conjunto de garantías que protegen al
ciudadano sometido al proceso penal, que le aseguran a lo largo del mismo, recta, pronta y cumplida
administración de justicia; que le posibilitan la libertad y la seguridad jurídicas, la racionalidad y la
fundamentación de los pronunciamientos judiciales y su decisión conforme a Derecho. (GÓMEZ
CASTRO, Yasmin Andrea, El Principio de Presunción de Inocencia, Academia Colombiana de
Abogacía, 2004. páginas 55 ss).
El principio de congruencia adquiere manifiesta relevancia en dos ámbitos, por una parte respecto al
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 509
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
proceso como unidad, a delimitar el campo de acción de las partes y del órgano jurisdiccional en la que
condiciona su desenvolvimiento; por otra, respecto a la estructura de la Resolución, a fin de que
absuelva todos los puntos a consideración del juzgador.
En este sentido, la naturaleza de aplicación y ejercicio del debido proceso, es parte inherente a la
actividad procesal, tanto judicial como administrativa, así la SC 1289/2010-R de 13 de septiembre,
indicó que la Constitución instituye al debido proceso como:
'1) Derecho fundamental: Para proteger al ciudadano de los posibles abusos de las autoridades,
originadas no sólo en actuaciones u omisiones procesales, sino también en las decisiones que adopten
a través de las distintas resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y
que afecten derechos fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las autoridades
a las reglas establecidas por el ordenamiento jurídico.
2) Garantía jurisdiccional: Asimismo, constituye una garantía al ser un medio de protección de otros
derechos fundamentales que se encuentran contenidos como elementos del debido proceso; como la
motivación de las resoluciones, la defensa, la pertinencia, la congruencia, de recurrir, entre otras, y
que se aplican a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, constituyendo las distintas
garantías jurisdiccionales inherentes al debido proceso, normas rectoras a las cuales deben sujetarse
las autoridades pero también las partes intervinientes en el proceso, en aplicación y resguardo del
principio de igualdad.
De esa esencia, deriva a su vez la congruencia como principio característico del debido proceso,
entendida en el ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre lo
peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que
debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y
pertinentes” (negrillas nuestras).
apelación expuestos por la parte apelante, que se entiende deben estar relacionados con lo
discutido ante el juez a quo. Para el mismo objetivo -resolver la apelación-, también el juez ad
quem, si se trataran de varias apelaciones y deba resolverlas en una sola resolución deberá
individualizar a las partes, lo que supone también, la individualización de sus pretensiones y
resolverlas de la misma forma; pues en el único caso que podrá dirigirse en su
fundamentación a dos o más apelantes, será cuando éstos hubieran coincidido en sus
argumentos al presentar su apelación, o varios hubieran presentado apelación en forma
conjunta. Ahora bien, la misma obligación que tiene el juez ad quem frente a los apelantes,
también debe cumplirla frente a la parte adversa, para el caso de que el procedimiento
aplicable admita que la misma pueda responder al recurso, pues omitir las consideraciones a
la respuesta igual que no responder a los puntos de apelación, resulta arbitrario y por lo
mismo, daría lugar a una omisión indebida plasmada en la resolución que resuelve la
apelación (negrillas nuestras).
Lo expuesto, no responde únicamente a un mero formulismo de estructura sino que al margen de ello,
responde al cumplimiento de deberes esenciales del juez que a su vez implican el respeto de derechos
y garantías fundamentales de orden procesal expresamente reconocidos a los sujetos procesales, así
como el derecho de acceso a la justicia, a la garantía del debido proceso que entre uno de sus
elementos, reconoce el derecho a exigir una resolución motivada”.
Ricer puntualiza que: “La congruencia exige solamente correlación entre la decisión y los términos en
que quedo oportunamente planteada la litis, comprende los siguientes aspectos:
c) Aplicación de estas reglas a las cuestiones introducidas al debate por el demandado, ósea resolución
de todas las cuestiones planteadas por el mismo y nada más que ellas”. (Ricer, Abraham, “La
congruencia en el proceso civil”, Revista de Estudios Procesales, N°.5, pág. 15/26).
De otra parte, respecto de la congruencia como principio constitucional en el proceso civil, se indica
que: “…la congruencia ha venido clasificada en diversos tipos o categorías que nos interesa anotar a
los fines que se seguirán, y así es moneda corriente hablar en doctrina de incongruencia `ultra petita´
en la que se incurre si el Tribunal concede `extra petita´ para los supuestos en que el juzgador concede
algo distinto o fuera de lo solicitado por las partes; `citra petita´, conocido como por `omisión´ en la
que se incurre cuando el Tribunal no se pronuncia sobre alguno de los pedimentos que le han sido
planteados, etc.´ (Principios Constitucionales en el Proceso Civil, Consejo General del Poder Judicial,
El deber Judicial de Congruencia como Manifestación del Principio Dispositivo y su Alcance
Constitucional, Madrid 1993, Mateu Cromo, S.A., Pág. 438).
Es decir que, en segunda instancia, pueden darse casos de incongruencia `ultra petita´ en los que el
juez o tribunal decide cuestiones que han quedado consentidas y que no fueron objeto de expresión de
agravios (extra petita); y cuando omite decidir cuestiones que son materia de expresión de agravios por
el apelante (citra petita).
En este sentido, es deber ineludible del juez o tribunal de alzada pronunciarse estimando o
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 511
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
desestimando cada una de las pretensiones de la o las partes recurrentes, exponiendo al efecto los
motivos o razones de la determinación adoptada; además, dejando a salvo la obligación de revisión de
oficio, no es posible pronunciarse sobre situaciones no cuestionados respecto de la Resolución apelada,
dado que el ámbito en el que deben circunscribir su actuación es resolver justamente los aspectos
impugnados de quien tiene derecho de recurrir.
El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso, alega que, las autoridades
demandadas emitieron el Auto de Vista 11/2012, apartándose del alcance del art. 398 del CPP, al no
dar respuesta absolutamente a ningún agravio expresado por los apelantes, en todo caso, indica que se
limitaron a observar el aspecto probatorio de la excepción interpuesta por el imputado en su
oportunidad.
Analizado el referido Auto de Vista 11/2012 de 22 de febrero, emitido por la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Oruro, se evidencia que la misma, no se ha pronunciado sobre todos y cada
uno de los motivos y puntos del recurso de apelación incidental planteados por la parte querellante y
por el representante del Ministerio Púbico, respectivamente; si bien en el segundo considerando de la
Resolución identifica los puntos de agravios de las dos apelaciones referidas, sin embargo, en el tercer
considerando no desarrollan menos fundamentan sobre los aspectos cuestionados de la resolución
apelada como así exige el art. 398 del CPP, consiguientemente, las autoridades demandadas se
encontraban y encuentran en la obligación de pronunciarse respecto a los puntos controvertidos de las
alegaciones efectuadas por las partes en sus actos impugnatorios, según su sana crítica y lo que
corresponda y no así de otras situaciones, pero contrariamente, se evidencia que los vocales de la Sala
Penal Primera, saliéndose del límite que prevé la norma, se refieren a los siguiente: “sin considerar
que la imputación formal no constituye elemento de prueba, sino un acto del Ministerio Público
sustentado por indicios suficientes y racionales sobre la existencia de un hecho punible y la
participación del imputado” “ la resolución impugnada mediante el recurso de apelación incidental,
carece de sustento probatorio pertinente y necesario susceptible de valoración que permita certeza
respecto del momento preciso de consumación del delito”; argumentos que no concuerdan con las
impugnaciones realizadas en las apelaciones, mismas que se constituyen en un agravio al cambiar la
situación jurídica del imputado.
Asimismo, es lógico, si el Tribunal de alzada no se pronuncia sobre los verdaderos aspectos apelados
en inobservancia de la norma, menos podría decirse que la Resolución se encuentra debidamente
fundamentada y motivada sobre hechos que no son objeto de apelación, como erróneamente concluye
el Tribunal de garantías al conceder parcialmente la tutela, si bien, la motivación no implica la
exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, no es menos cierto, que debe satisfacer todos
los puntos de agravio demandados; debiendo el juez o tribunal, expresar sus convicciones
determinativas que justifiquen y razonablemente su decisión, en cuyo caso, las normas del debido
proceso, se tendrán por efectivamente cumplidas; sin embargo, al no haberse cumplido estos
preceptos, ha existido por parte de los Vocales demandados, una omisión indebida al debido proceso,
al incumplir al momento de emitir Resolución, con lo dispuesto por el art. 398 del CPP, que establece:
"Los Tribunales de Alzada circunscribirán sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la
resolución"; norma relacionada con el art. 124 del mismo cuerpo legal, que puntualiza: "Las sentencias
y autos interlocutorios serán fundamentados. Expresaran los motivos de hecho y derecho en que basan
sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba".
En este sentido, se constata que la Resolución no contiene fundamentación y motivación sobre los
aspectos cuestionados por las partes apelantes como tampoco se encuentra en el marco del principio de
congruencia que hace a la garantía del debido proceso, y que marcan a la autoridad jurisdiccional -en
este caso a los Vocales- un camino para poder llegar a la resolución de alzada, de esta forma se fija y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 512
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Con los fundamentos expuestos, se establece que el Tribunal de garantías que conoció y resolvió el
presente amparo, al conceder en parte, no compulsó ni evaluó correctamente la problemática.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00826-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 2 de mayo de 2012, cursante de fs. 239 a 241, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Rosa Celina Rojas Gonzales en
representación de Beatriz Solis Herbas contra Marlene Evelyn Montaño Alcaraz, Gerenta de
la Aduana Regional de Cochabamba y Dirzey Rosario Vargas Amurrio, Administradora
a.i. de la Aduana Interior del mismo Departamento.
Por memorial presentado el 9 de abril de 2012, cursante de fs. 104 a 107 vta., subsanado el 12 del
mismo mes y año (fs. 114 y vta.), la accionante -por su representada- expone los siguientes
fundamentos de hecho y de derecho:
De acuerdo al art. 181 incs. b) y g) del CTB, se considera tráfico de mercaderías las que ingresan
sin la documentación legal y las que no han sido sometidas al régimen aduanero correspondiente;
aspectos que no han concurrido en el caso, por cuanto, el vehículo objeto de comiso, cuenta con
toda la documentación legal, siendo además puesto a un régimen aduanero por ante las instancias
correspondientes, así como se cumplió con las normas insertas en la Ley General de Aduanas,
referente a la importación de vehículos, lo que consolida el derecho propietario de su defendida,
el cual estaría siendo atentado al procederse al trámite para el remate del vehículo.
Finalmente refiere que, ante tal ilegalidad acudió a la vía impugnativa mediante el recurso
“jerárquico”; empero, el mismo fue rechazado.
I.1.3. Petitorio
Solicita se ordene a través de resolución expresa la devolución del vehículo, así como se revoque
la Resolución Sancionatoria AN GRCGR-CBBCI 0640/2011, más costas.
Jorge Fidel Romero Peredo, por Dirzey Rosario Vargas Amurrio, Gerenta de la Aduana Regional
de Cochabamba, en audiencia, manifestó: a) La parte accionante señala que lo accesorio es el
equipo de gas; empero, el aspecto impositivo es muy importante y el pago se hace en base a
tablas arancelarias, según el art. 130 del “Código de Aduana” (sic); b) Dentro del proceso
administrativo la parte tenía dos recursos para objetar la Resolución Sancionatoria, uno el de
alzada y otro el jerárquico, y si bien presentó impugnación ante la Autoridad de Impugnación
Tributaria (AIT), éste fue observado por la falta del original o fotocopia legalizada del poder de
representación con mandato expreso para el recurso de alzada, concediéndose cinco días para la
presentación de dicho documento y al no haberse cumplido con lo observado, se dictó Auto de
rechazo; y, c) Las políticas existentes están para frenar el contrabando y la evasión de impuestos,
así la política aduanera que es parte de la preservación de tributos, que son destinados al Tesoro
General de la Nación (TGN), por ello el art. “125” (sic) de la Constitución Política del Estado
(CPE), sanciona el contrabando, la usura, la evasión impositiva y otros delitos de orden
económico penados por Ley.
Por su parte, Marlene Evelyn Montaño Alcaraz, presentó informe escrito cursante de fs. 120 a
123 y en audiencia, refirió: 1) El art. 181 del CTB, respecto al contrabando establece que comete
dicho delito el que incurra en alguna de las conductas descritas en los incs. b) y g), por no contar
con la documentación legal y desconocer la tasa arancelaria de la mercadería del vehículo
automotor; en el caso, existe contradicción en la partida de “GAS” 87043110200 y
“GASOLINA” 87043110900, dando un cambio de posición arancelaria. Los vehículos a gas son
subsidiados por el Estado, pretendiéndose que el consumo sea a gas y no a gasolina para evitar
costos de subvención de gasolina al Estado; es decir, que el vehículo fue nacionalizado con el
combustible a gas natural vehicular con los beneficios que conlleva esa declaración, como los
descuentos impositivos; y presumiendo el ilícito se lleva al automotor al recinto de la Aduana por
contrabando contravencional; 2) El 18 de agosto de 2011, mediante Resolución Sancionatoria
AN GRCGR-CBBCI 0640/2011, se declaró probado el contrabando contravencional, al
evidenciarse que la posición arancelaria no estaba de acuerdo al vehículo físicamente revisado,
descripción de vehículo a gas, transformado en Patacamaya, donde el cilindro a gas menciona 40
L y la descripción presentada tiene capacidad de 50 L, lo que demuestra que dicho vehículo no
fue transformado a gas; y, 3) El art. 101 del Decreto Supremo (DS) 25870 de 11 de agosto de
2000, Reglamento a la Ley General de Aduanas, indica que la declaración de mercaderías debe
ser completa, correcta y exacta; por su parte, el art. 181 del CTB, refiere que comete contrabando
el que incurre en alguna de las conductas descritas en los incs. b) y g); en el caso, la representada
de la accionante no declaró que su vehículo era a gasolina tal como consta en la DUI,
incumpliendo requisitos esenciales.
I.2.3. Resolución
interpuesto no cumplió con lo previsto por el precitado art. 143 del CTB, al haber sido presentado
fuera de plazo; y, iii) Si bien la accionante formuló alzada contra la Resolución ahora impugnada,
lo hizo de forma extemporánea, provocando que los fundamentos de su recurso no puedan ser
considerados en el fondo, lo que da lugar a la aplicación de la subregla de improcedencia de la
acción de amparo constitucional por subsidiariedad, por cuanto el art. 74 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), establece las causales de improcedencia de esta acción de
defensa, señalando en su numeral 3, que ésta no procede contra las resoluciones judiciales que
por cualquier otro recurso puedan ser modificadas o suprimidas, aún cuando no se haya hecho
uso oportuno de dicho recurso; en el caso, la representada de la accionante gozaba de un recurso
para lograr modificar, cambiar o suprimir el contenido de la Resolución Sancionatoria; empero,
no tomó las medidas legales necesarias para presentarlo a tiempo, dejando precluir su derecho,
por lo que no es viable ingresar al análisis de fondo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del operativo aduanero denominado “Toyota Gris”, realizado el 27 de abril de 2011,
por efectivos del COA, a la altura de Suticollo del departamento de Cochabamba, se interceptó el
vehículo marca Toyota, tipo “TACOMA”, color gris, industria norteamericana, procediéndose a
su comiso preventivo mediante “acta de intervención contravencional y de comiso”, por la
presunta comisión de contrabando contravencional previsto en el art. 181 incs. b) y g) del CTB,
modificado por el art. 56 de la Ley Financial (fs. 10 a 12 y 13).
II.2. Por memorial de 30 de mayo de 2011, Beatriz Solis Herbas, solicitó a la Administración de
la Aduana Interior de Cochabamba y la Gerencia Regional de Cochabamba de la Aduana
Nacional, la devolución del vehículo comisado de su propiedad (fs. 39 a 41).
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye dentro del
nuevo orden constitucional, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales
o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución y
la ley; previsión constitucional desarrollada por el art. 73 y ss. de la LTCP.
“La acción de amparo constitucional tiene por objeto el restablecimiento inmediato y efectivo de
los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un procedimiento
judicial sencillo, rápido y expedito, frente a situaciones de lesión provenientes de la acción u
omisión de servidores públicos o particulares que actúen contra lo establecido por la ley, por lo
que para que se otorgue la tutela del amparo, debe producirse una necesaria relación de
causalidad entre el acto que se estima lesivo y el derecho o derechos invocados como
presuntamente vulnerados, esto es, que la vulneración que se alegue debe provenir de una
conducta ilegal del agente, de modo tal que no habrá lesión de derechos, cuando el demandado
adopte una determinación conforme o en estricta observancia de la ley, aún así resulte
perjudicial a los intereses de su titular” (SC 0152/2011-R de 21 de febrero).
El art. 129.I de la CPE, prevé de manera taxativa el carácter subsidiario de la acción de amparo
constitucional, al señalar que esta acción: “…se interpondrá por la persona que se crea afectada,
por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo a la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados” (las negrillas nos corresponden).
74.3 de la LTCP, prevé que la acción de amparo no procederá: “Contra las resoluciones judiciales
que por cualquier otro recurso, puedan ser modificadas o suprimidas, aún cuando no se haya
hecho uso oportuno de dicho recurso”; y de manera clara el art. 76 de la Ley mencionada, refiere
respecto a la subsidiariedad y la inmediatez que: “…no procederá cuando exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
Naturaleza subsidiaria que fue establecida a través de la jurisprudencia y doctrina emitida por el
Tribunal Constitucional, habiendo sido dicho principio dentro del nuevo orden constitucional,
constitucionalizado, por lo que los jueces y tribunales de garantías, ante la concurrencia de esta
causal de improcedencia deben denegar la tutela solicitada; ahora bien, haciendo referencia a esa
jurisprudencia, cabe señalar el entendimiento asumido por la SC 0622/2010-R de 19 de julio, así:
“…para que los fundamentos de una demanda de amparo constitucional puedan ser analizados
en el fondo, la parte accionante, debe haber utilizado hasta agotar todos los medios y recursos
legales idóneos para la tutela de sus derechos sea en la vía jurisdiccional o administrativa, pues
donde se deben reparar los derechos y garantías lesionados es en el mismo proceso, o en la
instancia donde fueron vulnerados, esto es, que en principio haya acudido ante la misma
autoridad que incurrió en la presunta lesión y luego a las superiores de ésta, y si a pesar de ello
persiste la lesión porque los medios o recursos utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la
posibilidad de acudir al amparo constitucional, el que no puede ser utilizado como un
mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, pues ello desnaturalizaría su esencia".
Por su parte, a través de la SC 1035/2010-R de 23 de agosto -entre otras- que a su vez citó a la
SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, mediante la cual se desarrolló el principio de
subsidiariedad, se precisó que del mismo: “…se extraen las siguientes reglas y subreglas de
improcedencia de amparo por subsidiariedad cuando: 1) Las autoridades judiciales o
administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no
ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) Cuando en su
oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación y b) Cuando no
se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico; y, 2) Las autoridades
judiciales o administrativas pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse,
porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a) Cuando se planteó el recurso pero
de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos extemporáneos o equivocados;
y, b) Cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la defensa de un derecho,
pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la interposición y tramitación
del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la excepción al principio de
subsidiariedad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y garantías
constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en cuya situación
y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios de defensa y
recursos pendientes de resolución” (las negrillas son nuestras).
De la revisión del legajo procesal arrimado al expediente, se evidencia que contra la representada
de la accionante se sustanció proceso administrativo por la presunta comisión de contrabando
contravencional, al haber sido el 27 de abril de 2011, a la altura de la tranca de Suticollo del
departamento de Cochabamba, interceptado el vehículo de su propiedad, por funcionarios del
COA, dentro de sus labores de control aduanero rutinario, donde pudieron advertir de la revisión
física del motorizado y de la documentación presentada, la inconsistencia y falta de coincidencia
respecto al sistema de carburación del mismo, por cuanto si bien la documentación señalaba que
el vehículo era a gas, de la revisión física se evidenció que el sistema de carburación más bien era
a gasolina; lo que suscitó que la Administración Aduanera proceda al comiso del vehículo,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 518
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Ahora bien, dentro de los recursos administrativos establecidos por la Ley como medios
impugnativos contra las resoluciones emitidas por la Administración Tributaria y la Aduana
Nacional, el Código Tributario Boliviano ha previsto los recursos de alzada y jerárquico,
descritos en los arts. 143 y 144; el primero, admisible, entre otros, contra el acto definitivo
relacionado a las resoluciones sancionatorias, que debe ser interpuesto dentro del plazo
perentorio de veinte días improrrogables, computables a partir de la notificación con el acto a ser
impugnado; por su parte, el ya referido art. 144 del CTB, prevé que quien considere que la
resolución que resuelve el recurso de alzada lesione sus derechos, podrá interponer de manera
fundamentada, recurso jerárquico dentro del plazo de veinte días improrrogables, computables a
partir de la notificación con la respectiva resolución; recurso jerárquico que será sustanciado por
el Superintendente Tributario General, denominado ahora como Autoridad de Impugnación
Tributaria, conforme la atribución conferida por el art. 139 inc. b) del CTB.
Finalmente, cabe aclarar que la accionante además de haber hecho mención a la lesión del
derecho a la propiedad privada de su representada, aludió el desconocimiento del principio a la
seguridad jurídica, aspecto que no puede ser dilucidado mediante la presente garantía
jurisdiccional, que ha sido prevista para la protección de los derechos y garantías reconocidos por
la misma Constitución Política del Estado, no correspondiendo a su ámbito de protección la
inobservancia de principios, como en el caso, el de la seguridad jurídica.
Por consiguiente, la situación planteada respecto al derecho denunciado como lesionado por la
accionante, no es susceptible de protección a través de la acción de amparo constitucional; por lo
que la Jueza de garantías, al haber declarado “improcedente” la tutela, aunque equivocando la
terminología adecuada siendo que incumbía denegarla, efectuó una debida compulsa de los
antecedentes del caso.
POR TANTO
El 19 de noviembre de 2011, en forma arbitraria, sin que exista razón justificada, Santiago Sonco
Mamani, Max López Payi, Lucio Huayhua y Primitivo Quispe Suca, miembros del Directorio de la
Cooperativa Minera Aurífera ”Tata Santiago” Ltda., le suspendieron de su condición de socio activo y del
Directorio, privándole de su fuente de trabajo y confiscándole sus dividendos, con total desconocimiento
de la Ley General de Sociedades Cooperativas, y el Estatuto Orgánico de la Cooperativa; ante esos
atropellos, recurrió a la Central de Cooperativas del Sector Cuatro de Tacacoma, solicitando medie para
su reincorporación y pago de los dividendos que ha sido privado; a ese reclamo, el directorio en pleno de
la Cooperativa señalada, envió una carta el 19 de diciembre de 2011, haciendo conocer que fue declarado
como aportista a partir del 8 del citado mes y año, sin habérsele iniciado un proceso administrativo
interno, así como modificando autoritariamente su condición de socio, y restringiendo llevar el sustento
diario a su familia y del derecho al trabajo.
Refiere que, por la documentación presentada, demostró que recurrió ante las Autoridades Orgánicas del
Sistema Cooperativo, siendo así que el 16 de enero de 2012, el Director General de Cooperativas,
dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, envió la carta D.G.COOP.UJ 26/12, a
la Federación de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (FECOMAN), disponiendo que
dicha entidad intervenga como árbitro amigable en los conflictos que surgen entre sus afiliados, en
cumplimiento al art. 122.5 de la Ley General de Sociedades Cooperativas (LGSC), a lo que la citada
Cooperativa “Tata Santiago” Ltda., acordó devolver la acción minera de Juan Carlos Cora Aduviri, en la
suma de dinero que adquirió, en tres pagos, que serán acordados posteriormente, con esta respuesta
los dirigentes de la Cooperativa le excluyeron sin haberle dado la oportunidad de poder asumir
defensa.
Asimismo, manifiesta que ante las reiteradas cartas de reclamo enviadas; la Dirección General de
Cooperativas, remitió un ultimátum mediante D.G COOP.UJ 165/12 de 16 marzo de 2012,
dirigida a la señalada Cooperativa, en apoyo al art. 43, con relación al art. 52 ambos de la LGSC,
para dar solución inmediata al reclamo planteado por Juan Carlos Cora Aduviri, bajo alternativa
de proceder lo establecido por el Decreto Supremo (DS) 29894 de 7 de febrero de 2009, habiendo
transcurrido más de quince días, no se dio cumplimiento, en franca desobediencia a la autoridad
gubernamental del sistema cooperativo, demostrándose con claridad que fue excluido de la citada
Cooperativa, no permitiéndole ingresar a trabajar.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 26 de abril de 2012, según acta cursante de fs. 29 a 33 vta.,
presentes las partes asistidas por sus abogados, se produjeron los siguientes actuados:
El representante del Ministerio Público manifestó: 1) El accionante hace notar que ya no es socio,
y que tampoco se le entregaron sus dividendos de 117.5 gramos; 2) Los demandados indicaron
que no transgredieron los derechos de Juan Carlos Cora Aduviri, ya que debió recurrir a otras
instancias para poder pedir la restitución de sus derechos; y, 3) De antecedentes se tiene que el
accionante ha sido restringido en sus derechos, por lo que pide se reponga, para que siga siendo
socio de la Cooperativa y además se paguen los dividendos que le correspondan.
I.2.4. Resolución
El Juez de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Sorata, provincia Larecaja del departamento de
La Paz, por Resolución 05/2012 de 26 de abril, cursante de fs. 34 a 35 vta., concedió la tutela,
disponiendo se reincorpore a Juan Carlos Cora Aduviri a la Cooperativa Minera Aurífera “Tata
Santiago” Ltda., con todos sus derechos, otorgándole al actual Directorio para su cumplimiento
un plazo de quince días; asimismo, dispone el pago de los dividendos obtenidos por el tiempo de
la suspensión, previa constatación de la producción minera, bajo los siguientes fundamentos: i)
Los documentos originales adjuntos demuestran que el accionante es socio activo de la referida
Cooperativa, que agotó las instancias correspondientes de la vía administrativa; sin embargo, no
obtuvo resultado positivo a su problema, no habiendo desvirtuado dentro de las cuarenta y ocho
horas la originalidad de los documentos presentados por el accionante, los demandados han
ratificado su validación; ii) Si bien no existe un memorándum de exclusión del accionante, la
carta del 19 de diciembre de 2011, de manera tácita establece que Juan Carlos Cora Aduviri, fue
declarado socio aportista a partir del 8 de diciembre de 2011, así como por la máxima asamblea
de socios se acordó devolver la suma de dinero en tres partidas de su certificado de aportación,
por lo que se comprende su exclusión tácita, al respecto el art. 70 de la LGSC, señala que: “La
exclusión de un socio no podrá darse sino en asamblea general, por las dos terceras partes de los
socios” de esta manera se lesionó el debido proceso; y, iii) Si el accionante hubiese tenido
antecedentes negativos en la Cooperativa referida, el Directorio debió aplicar las medidas
disciplinarias de faltas y sanciones, ejerciendo un proceso sumario, donde tenga oportunidad de
asumir su defensa, antes de proceder a la suspensión, por lo que con los actos de exclusión y
confiscación de sus dividendos a Juan Carlos Cora Aduviri, se vulneraron sus derechos
establecidos en los arts. 46 y 115 de la CPE.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. El 25 de agosto de 2010, la Cooperativa Minera Aurífera “Tata Santiago” Ltda., expidió el
certificado de aportación a favor de Juan Carlos Cora Aduviri (fs. 1); en la misma fecha fue
extendido el carnet de socio (fs. 2).
II.2. Mediante oficio de 24 de noviembre de 2011, Juan Carlos Cora Aduviri dio a conocer al Presidente
de la Central Cuatro de Tacacoma, que en una asamblea extraordinaria general, realizada el 19 de
noviembre de 2011, fue privado de su trabajo y dividendos como socio de la Cooperativa “Tata Santiago”
Ltda. (fs. 3).
II.4. El 3 de enero de 2012, Juan Carlos Cora Aduviri, mediante escrito dirigido al Presidente de
Administración de FECOMAN, pide la intervención como árbitro, pidiendo la entrega de sus
dividendos de tres meses, y a la vez se solucione su calidad de socio (fs. 5).
II.5. Mediante informe de 8 de enero de 2012, la Central de Cooperativas Mineras Auríferas del
Sector Cuatro de Tacacoma, hace conocer a las autoridades competentes, que Juan Carlos Cora
Aduviri, por consenso de la citada Cooperativa, es declarado como “aportista” (sic); a ese fin,
refiere que adjunta copia firmada por el Presidente de FECOMAN (fs. 6).
II.6. El 13 de enero de 2012, Juan Carlos Cora Aduviri, impetra al Director General de
Cooperativas, del Vice-Ministerio de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, la intervención
inmediata como árbitro, para que sus dividendos le sean entregados, solucionando además su
condición de socio (fs. 16).
II.7. Por nota de 16 de enero de 2012, el Director General de Cooperativas hace conocer a
FECOMAN, que mediante oficio y con hoja de ruta 267/12, el accionante presentó denuncia
contra la Cooperativa Minera Aurífera “Tata Santiago” Ltda., a ese efecto, amparado en el art.
112.5 de la LGSC, pide que intervenga como árbitro amigable, para dar solución al problema
planteado por Juan Carlos Cora Aduviri (fs. 7).
II.8. El 18 de enero de 2012, el accionante, solicitó a FECOMAN se nombre una comisión para
solucionar su problema de entrega de los dividendos que le corresponden, y que debió ser en el
plazo de tres meses (fs. 8).
II.10. Por memorial de 27 de febrero de 2012, presentado por Juan Carlos Cora Aduviri, al
Presidente de Administración de FECOMAN, pide se conmine a la Cooperativa Minera Aurífera
“Tata Santiago” Ltda., para que cumpla con los compromisos arribados el 17 de enero de 2012,
en el que pidieron un plazo hasta el 10 de febrero del año señalado, para solucionar la devolución
de sus dividendos mencionados (fs. 11 a 12 vta.).
La Constitución Política del Estado, en la Sección II, del Capítulo Segundo (Acciones de
Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte
(Bases Fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de
amparo constitucional. En ese marco, el art. 128 establece: “La Acción de Amparo
Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”. A su vez el art. 129.I de la CPE,
resalta que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea
afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo
con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio
o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos
o amenazados”.
Con relación al derecho al trabajo, el art. 46.I de la CPE, establece que toda persona tiene
derecho: “…al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin
discriminación y con remuneración o salario justo, equitativo, satisfactorio, que le asegure para sí
y su familia una existencia digna”, así como el art. 47, señala que: “Toda persona tiene derecho a
dedicarse al comercio, la industria o a cualquier actividad económica licita, en condiciones que
no perjudiquen al bien colectivo”.
Sobre este punto la jurisprudencia del Tribunal Constitucional estableció como: "…la potestad,
capacidad o facultad que tiene toda persona para desarrollar cualquier actividad física o
intelectual tendiente a generar su sustento diario como el de su familia. (…) la propia Ley
Fundamental establece el límite del mismo al señalar expresamente que tal derecho debe
ejercerse de manera que no afecte el bien común ni el interés colectivo…". (Así la SC
1441/2011-R de 10 de octubre, que cita a su vez la SC 1132/2000-R de 1 de octubre).
Por consiguiente, el derecho al trabajo supone que toda persona goce del mismo en condiciones
satisfactorias, justas, y equitativas, a una remuneración que asegure como mínimo a todos los
trabajadores en condiciones de subsistencia digna y respetable para ellos, sus familias y un
salario equitativo por un trabajo efectuado, sin ninguna distinción.
Al respecto, los arts. 115.II y 117.I de la CPE, señala que: “Ninguna persona puede ser
condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso”, estableciéndose de
estas normas Constitucionales lo que buscan es garantizar que el proceso, judicial o
administrativo, sea justo y que se desarrolle dentro del marco de las normas establecidas en el
ordenamiento jurídico.
Este derecho está igualmente reconocido en el orden internacional de derechos humanos, así se
tienen los arts. 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), 8.2 del Pacto de
San José de Costa Rica, 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En ese sentido la jurisprudencia constitucional señaló al indicar: “Entendido el debido proceso como
`…un instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales, lo consagra como un
principio, un derecho y una garantía, lo que implica que la naturaleza del debido proceso está
reconocida por la misma Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental de los
justiciables, como un principio procesal y como una garantía de la administración de justicia…' (SSCC
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 525
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
0014/2010-R, y, 0068/2010-R, entre otras), se infiere que esos derechos fundamentales subjetivos se
confieren a las partes para que, en igualdad de condiciones y oportunidades, posibiliten la eficacia de su
pretensión dentro del proceso; de acuerdo a la SC 0295/2010-R de 7 de junio, el derecho a la defensa
constituye: «…un instituto integrante de la garantía del debido proceso. Al respecto, ya se ha establecido
que este derecho tiene dos connotaciones: la primera, es el derecho a tener una persona idónea que
pueda patrocinarle y defenderle oportunamente, y la segunda, es el derecho a tener conocimiento y
acceso a los actuados e impugnen los mismos con igualdad de condiciones conforme a procedimiento
preestablecido»”. Así la (SC 2264/2010-R de 19 de noviembre).
En consecuencia, el derecho de igualdad exige el mismo trato para los entes y hechos que se
encuentran cobijados bajo una misma suposición y una diferente regulación respecto de los que
muestran características distintas, conforme a las condiciones en medio de las cuales actúan; los
cuales tienen su origen directa en el valor supremo del Estado, que es el “vivir bien”, valor
inserto en el preámbulo Constitucional, a partir del cual deben ser entendidos los valores ético-
morales de la sociedad plural, plasmados en el art. 8.I.II de la CPE.
de la Cooperativa Minera Aurífera “Tata Santiago” Ltda; y que tras haber recurrido ante dicha
Cooperativa e incluso ante FECOMAN que dispone un instructivo para que se dé solución al
reclamo planteado por Juan Carlos Cora Aduviri; así como a la Dirección General de
Cooperativas, que instó a la citada Cooperativa dar solución inmediata al petitorio de este
accionante, por cuanto no le fueron devuelto sus dividendos, ni fue restituido como socio.
En ese contexto, se evidencia que por una parte, en asamblea extraordinaria de 19 de noviembre
de 2011, los demandados refieren que se declaro al accionante como “aportista” (sic), a partir del
8 de diciembre del año señalado. Por otra parte, el 11 de febrero de 2012, en asamblea máxima se
acordó devolver la acción minera, en la suma de dinero que adquirió, en tres pagos, privándole de
su trabajo y dividendos correspondientes como socio legal reconocido por la Cooperativa; así el
13 de enero de 2012, mediante oficio dirigido al Director General de Cooperativas, solicitó la
intervención inmediata como árbitro para que sus dividendos le sean entregados, y a la vez se
solucione su condición de aportista (sic), aseverando que toda exclusión de socios debe ser
aprobada por dos tercios de votos en Asamblea General y debe darse previo sumario
administrativo interno.
Ante esas decisiones, el accionante efectuó constantes reclamos, tanto a las autoridades orgánicas
del sistema cooperativo, así como a la propia Cooperativa demandada, los que no fueron
atendidos, por lo que se constata que agotó las instancias correspondientes a su alcance.
En consecuencia, se concluye que con tales actuaciones, los demandados lesionaron los derechos al
trabajo, al debido proceso y a la igualdad invocados por el accionante, toda vez que no aplicaron
objetivamente la ley, causándole perjuicio, siendo que autoritariamente modificaron su condición de
socio, privándole a percibir sus dividendos y el sustento de su familia, sin que exista causa justificada, ya
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 527
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
que éste es socio activo de la referida Cooperativa, de acuerdo a los documentos originales adjuntos, lo
que da lugar a su inmediata reincorporación a la misma, mas el pago de sus dividendos, así señalados en
el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución.
En cuanto a la “seguridad jurídica”, es reconocida como un principio constitucional -art. 178.I de la CPE-
y no como un “derecho” fundamental, que pueda ser protegido de manera autónoma por la acción de
amparo constitucional; en ese entendido señaló: “…al presente, y en vigencia de la Constitución Política
del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica, no se encuentra consagrada como
derecho fundamental, sino como un principio que sustenta la potestad de impartir justicia emanada del
pueblo (art. 178 de la CPE); y por otro lado, como un principio articulador de la economía plural en el
modelo económico boliviano (art. 306.III de la CPE). (…). se debe tener claramente establecido que «la
seguridad jurídica» al ser un principio, no puede ser tutelado por el recurso o acción de amparo
constitucional que tiene por finalidad proteger derechos fundamentales -no principios-, reconocidos por
la Constitución, las normas internacionales de derechos humanos reconocidos y/o ratificados por el país
(que conforman el bloque de constitucionalidad) y las leyes…”. (Así la SC 0312/2011-R de 1 de abril).
Por lo fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al haber concedido la tutela invocada, obró
correctamente.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00824-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
Ante tal “ilegal” Resolución viciada de nulidad, por memorial de 7 de marzo de 2007, solicitó
saneamiento procesal, el cual fue rechazado por Auto de 27 de abril del año referido; por lo que
interpuso recurso de apelación y, a tal efecto, la Sala Civil Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de Cochabamba, emitió el Auto de Vista 148/2001 de 27 de agosto, confirmado la
Resolución impugnada; conculcando de ese modo sus derechos y garantías y los de sus
representados.
El accionante estima lesionados sus derechos y los de sus mandantes, a la defensa, al debido
proceso, a la igualdad ante la ley, a la “seguridad jurídica” y a la propiedad; citando al efecto los
arts. 13.IV, 14.III, 23.I, 56.I y II, 115.II, 119.I y II y 120.I de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 52 y
vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
José Eddy Mejía Montaño, Presidente de la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, en el informe escrito cursante de fs. 50 a 51, expresa: 1) De la lectura de
la acción de amparo constitucional, se advierte extrema contradicción entre los fundamentos de
hecho y de derecho; por lo que debió ser rechazada sin más trámite; y, 2) La parte accionante
busca se revise, regularice o anulen actuaciones procesales, equiparando la presente acción de
defensa a un recurso de casación, lo que no es posible, conforme determinó la jurisprudencia
constitucional en las SSCC 0660/2010-R, 1358/2003-R, 0050/2004-R, 0084/2005-R y
0162/2005-R, por lo que solicitó se deniegue la tutela.
El representante del Banco Mercantil S.A. -tercero interesado dentro de la presente acción
constitucional-, aduciendo que “se procedió a la remisión del proceso principal”, indicó que no se
violó ni restringió en momento alguno los derechos de la parte accionante, siendo posible
apreciar el “abuso” del derecho a la defensa que ejercieron.
I.2.4. Resolución
con los derechos que se consideran suprimidos o amenazados, haciéndose mención únicamente a
éstos sin efectuar la relación entre los hechos, derechos y garantías que se indican, solicitando la
vigencia del primer fallo; de lo que se extrae que “la causa de pedir” no se halla claramente
precisada ni delimitada afectando la relación de causalidad entre el hecho que sirve de
fundamento y el derecho en que se funda, reduciendo la acción a la enunciación de los actuados y
Resoluciones pronunciadas en diferentes instancias.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 11 de febrero de 2003, el Banco Mercantil S.A., inició proceso coactivo contra Industrias
Electromecánicas “FEMCO” S.R.L. (fs. 21 a 22). Por Resolución de 10 de marzo de 2003, el
Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Cochabamba, declaró
probada la demanda (fs. 23 y vta.).
II.2. El Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial, en observancia de las SSCC 0136/2003-
R y 0331/2003-R, por Auto de 22 de julio de 2003, anuló obrados hasta que la entidad
coactivante dirija también la demanda contra los garantes Raúl Artero Ardaya, Lila Paz Pereira
de Artero y Raúl Pablo Artero Pereira (fs. 24 y vta.). Posteriormente, mediante Resolución de 2
de octubre de ese año, declaró probada la demanda y la correspondiente ampliación, disponiendo
que los coactivados “FEMCO” S.R.L., representada por Raúl Pablo Artero Pereira, María Elena
Claure Villarroel de Artero, Gerardo Javier Artero Pereira, María Verónica Arze de Artero, Raúl
Artero Ardaya y Lila Paz Pereira de Artero, paguen a favor del Banco Mercantil S.A., la suma de
Bs146 592,04.- (ciento cuarenta y seis mil quinientos noventa y dos con 04/100 bolivianos) y
$us119 561.- (ciento diecinueve mil quinientos sesenta y un dólares estadounidenses), dentro de
tercero día (fs. 25 a 27).
II.3. Raúl Pablo Artero Pereira en representación de “FEMCO” S.R.L., por memorial de 7 de
marzo de 2007, solicitó al Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial, saneamiento
procesal, alegando que al haber anulado ultra petita la Resolución dictada por esta misma
autoridad, cometió una ilegalidad que constituye vicio de nulidad que debe ser corregido (fs. 28 a
30). Lo pedido fue rechazado por Auto de 27 de abril de igual año, determinando la subsistencia
del Auto de 22 de julio de 2003 (fs. 31 a 33).
II.4. Interpuesto el recurso de apelación contra el Auto de 27 de abril de 2007, la Sala Civil
Primera de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, por Auto de Vista
148/2011, confirmó la misma; con costas (fs. 34 y vta.).
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye dentro del
nuevo orden constitucional, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales
o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política
del Estado y la ley; previsión constitucional desarrollada por el art. 73 y ss. de la LTCP.
El art. 77 de la LTCP, prevé que la presente acción de tutela, además de ser presentada por
escrito, deberá cumplir con ciertos requisitos tales como: “1. Acreditar la personería del
accionante; 2. Indicar el nombre y domicilio de la parte demandada, o de su representante legal y
de los terceros interesados; 3. Exponer con claridad los hechos; 4. Identificar los derechos o
garantías que se consideren vulnerados; 5. Acompañar la prueba en que funda su Acción o
señalar el lugar en que se encuentra; en este último caso la jueza, juez o tribunal, al momento de
disponer la citación de la persona o autoridad accionada, ordenará a quien corresponda presentar
la prueba señalada, bajo responsabilidad; y, 6. Fijar con precisión la tutela que se solicita para
restablecer los derechos o garantías restringidos, suprimidos, amenazados o vulnerados”.
Los requisitos de forma y contenido deben ser cumplidos necesariamente a tiempo de interponer
la acción de amparo constitucional, por cuanto del cumplimiento de éstos dependerá su correcta
decisión y compulsa; así lo entendió el Tribunal Constitucional en la SC 0365/2005-R de 13 de
abril, que no resulta contraria al nuevo orden constitucional, puntualizando que: “…deben
observarse inexcusablemente en la presentación de todo recurso de esta naturaleza, por cuanto
del cumplimiento de los mismos, depende que tanto el juez o tribunal de amparo así como el
Tribunal Constitucional, puedan compulsar sobre la base de criterios objetivos, la legitimación
de las partes, así como la veracidad de los hechos reclamados y los derechos lesionados, para en
definitiva otorgar o negar el amparo expresamente solicitado; a su vez tiende a garantizar
también que con tales precisiones puedan estar a derecho para asumir defensa en debida
forma”.
Los requisitos estipulados en el art. 77.1, 2 y 5 de la LTCP, al ser de carácter formal son
susceptibles de subsanación por la parte accionante, antes de la admisión de la acción; en
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 532
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Así: “…en todo proceso judicial o administrativo en el que la decisión final del mismo pudiera
afectar los derechos o intereses legítimos de terceras personas, éstas deben ser citadas o
notificadas, según el caso, a los fines que puedan ejercer, en igualdad de condiciones, el derecho
a la defensa, ofreciendo las pruebas que consideren pertinentes y controvirtiendo las que se
presenten en su contra dentro del proceso, de acuerdo con las formas propias de cada juicio y
conforme a la normativa procesal pertinente" (SC 1351/2003-R de 16 de septiembre). La
citación al tercero interesado evita la afectación de sus derechos e intereses legítimos, debiendo
necesariamente ser citado dentro de la acción de amparo constitucional, como requisito de forma,
que igualmente puede ser subsanado al tiempo de la presentación de la acción.
Como otro requisito de forma se tiene la exigencia de presentación de la prueba en que se funda
la pretensión del accionante; es decir que, a tiempo de formular la acción debe acompañarse toda
la prueba a través de la cual el juez o tribunal de garantías podrá evidenciar la veracidad de los
supuestos actos ilegales, así como la pretensión de la parte afectada; hecho que igualmente será
compulsado por este Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión; y en caso que no se
cuente con prueba pertinente, el demandante debe señalar el lugar donde se encuentre, a efecto
que el juez o tribunal de garantías al momento de disponer la citación de la persona o autoridad
demandada, ordene a quien incumba la presentación de la prueba bajo responsabilidad.
El art. 77.3, 4 y 6 de la LTCP, determina los requisitos de contenido que también son de
cumplimiento ineludible en la presentación de la acción de amparo constitucional; empero, éstos
a diferencia de los nombrados anteriormente, no son pasibles de subsanación; consecuentemente
su inobservancia amerita el rechazo in límine de la acción planteada.
Sobre el requisito de contenido referido a exponer con claridad los hechos, éstos deben ser
descritos por el accionante de manera coherente, relacionando los hechos y las causas que la
motivaron con los derechos supuestamente lesionados, los que a su vez deben guardar
concordancia con la conducta asumida por parte de las autoridades o personas demandadas; es
decir, especificar de manera concreta cómo el demandado con esos hechos conculcó los derechos
invocados, en cumplimiento al requisito descrito en el art. 77.4 de la LTCP, por cuanto la
naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional, está dirigida a tutelar derechos y
garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado y por eso es importante que se
efectúe esa relación de causalidad entre los hechos y los derechos y/o garantías constitucionales;
requisito que no se cumple con la sola mención de los derechos, sino que necesariamente debe
existir un nexo de causalidad, entre los hechos y los derechos. Finalmente, en lo atingente al
tercer requisito de contenido, previsto en el art. 77.6 de la Ley mencionada, de igual forma, se
debe indicar con claridad y de manera vinculada la tutela que se solicita para restablecer los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 533
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
De la lectura del memorial de la acción, se evidencia que el accionante omitió dar cumplimiento
al requisito de forma previsto en el art. 77.2 de la LTCP, así como a los requisitos de contenido
insertos en los numerales 3 y 6 de la misma norma.
Por lo expuesto, el Tribunal de garantías al denegar la tutela incoada, aunque debió determinar el
rechazo de la acción de defensa interpuesta por el accionante, obró correctamente.
POR TANTO
En revisión la Resolución 11/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 185 a 188, pronunciada dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesta por Jorge Luiz Frari y Ricardo Augusto Frari contra
María Dely Atiare Salazar, ex Fiscal de Distrito; y, María Jacqueline Bascopé Gonzales, Fiscal
de Materia, ambas del departamento de Pando.
A mediados del 2005 constituyeron una sociedad de responsabilidad limitada denominada JRR
ELECTRONICS S.R.L. conjuntamente con Raúl Fernando Correa Albarado, a quien otorgaron
un poder de administración y representación. Realizado el informe de auditoria, se concluyó
identificando la falsificación de documentos privados consistente en quince facturas, relacionadas
con sobreprecios de compras, similar informe fue emitido por la Aduana Nacional.
Con esos antecedentes, presentaron denuncia ante el Ministerio Público contra su socio
administrador, por la presunta comisión de los delitos de falsedad material e ideológica y uso de
instrumento falsificado, y posteriormente formalizaron la querella por el delito de estafa.
Código de Procedimiento Penal (CPP) se configuró para dictar la Resolución, la misma que fue
ratificada por la Fiscal de Distrito, quien tampoco efectuó el análisis de las pruebas, provocando
la vulneración de la garantía del debido proceso en su presupuesto de la debida fundamentación.
Aseguró que el 7 de junio de 2011, pidió a la Fiscal de Materia llevar adelante diligencias de
investigación, lo cual fue requerido con “traslado”, solicitud que fue reiterada y negada, alegando
la autoridad demandada que el plazo había vencido cuando todavía estaba vigente, negándose a
efectuar actos investigativos y menos pronunciarse sobre la querella por el delito de estafa.
Finalmente, manifestó que la querella presentada por el delito de estafa, hasta la fecha el
Ministerio Público no emitió Resolución alguna.
Los accionantes alegaron la lesión del derecho al debido proceso, citando al efecto el art. 115.II
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y se deje sin efecto las siguientes resoluciones: a) La Resolución de
sobreseimiento; b) La Resolución de ratificación de sobreseimiento; y, c) Se ordene dictar
Resolución de delito de estafa.
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 182
a 184 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Por Secretaría de Cámara se informó que se cumplieron las formalidades de ley, estando
presentes el accionante, acompañado de sus abogados, ausentes las autoridades demandadas
María Dely Atiare Salazar, ex Fiscal de Distrito, María Jacqueline Bascopé Gonzales, Fiscal de
Materia, así como los terceros interesados, Raúl Fernando Correa Albarado, Claudia Paola
Gómez Téllez de Correa y el Administrador de la Aduana de Pando.
Manifestó que, la jurisprudencia constitucional refiere que las resoluciones deben ser
fundamentadas, y que la ex Fiscal de Distrito a tiempo de ratificar u ordenar a la Fiscal de
Materia que presente acusación, debió analizar el valor de las pruebas acumuladas en la
investigación, vulnerando el art. 73 del CPP, y que los fallos recurridos carecen de
fundamentación y motivación, existiendo incongruencias, solicitando se conceda la acción
planteada.
Nacional estas quedaron anuladas; reiterando, que las facturas falsas no constituyen delito de
falsedad material, ideológica ni mucho menos enriquecimiento ilícito de particulares con
afectación al Estado; 2) Con relación a lo previsto por el 323 del CPP, refirió que el numeral 3
fue explicado en el tercer parágrafo del último considerando de su Resolución y respecto a la
garantía del debido proceso, indicó que en el desarrollo de las investigaciones, debieron haber
acudido al Juez de Instrucción en lo Penal conforme previene el art. 54.2 del CPP; 3) Acerca de
la negación de solicitud de proposición de diligencias, la misma fue presentada cuando el proceso
se encontraba con plazo vencido; y, 4) Respecto a la querella de estafa, la misma se corrió en
“traslado” porque en la suma indicaba Ampliación de Querella, pese a que no existía otra,
posteriormente formalizaron la misma por el delito de estafa cuando la causa se encontraba para
la presentación del requerimiento conclusivo; solicitó denegar la tutela (fs. 164 a 165 vta.).
Alberto Antonio Illanez Herrera, Fiscal de Distrito -ahora Departamental-, mediante memorial
presentado el 20 de abril de 2012, manifestó que el “recurso“, al no ser presentado a la Sala de
Turno del Tribunal Departamental de Justicia, fue direccionado, solicitando se deniegue la tutela
(fs. 166).
Raúl Fernando Correa Albarado, mediante escrito de 20 de abril de 2012, indicó que: i) El
sobreseimiento fundamentó que el hecho no existió y que no constituye delito, siendo falso que
las resoluciones no estén fundamentadas; ii) Si el accionante consideró que se lesionó sus
derechos, tenia la vía expedita para acudir ante el Juez cautelar y solicitar el control jurisdiccional
sobre la actuación irregular del Ministerio Público, y al no haberlo hecho implica un acto
consentido que no puede ser subsanado por este Tribunal; y, iii) Además, que la fecha de
presentación de la acción es extemporánea, solicitando se deniegue la tutela (fs. 177 a 181 vta.).
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil, Social, de Familia, Niño, Niña y Adolescente del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, constituida en Tribunal de garantías, dictó la Resolución
11/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 185 a 188, la cuál “denegó” la tutela interpuesta por el
accionante, en base a los siguientes fundamentos: a) La valoración de la prueba no puede ser
cuestionada por la jurisdicción constitucional, salvo que se violen principios constitucionales
informadores del ordenamiento jurídico; b) No sólo debe existir quebrantamiento, sino debe
explicarse porqué la labor interpretativa resulta insuficientemente motivada, arbitraria,
incongruente, absurda, ilógica o con error evidente, identificando las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo, tampoco se indicó que métodos de
interpretación de la norma jurídica debió utilizarse y no se utilizó, o que sistema de reglas de
valoración de prueba se omitió; y, c) Sobre los actos investigativos, por el principio de
subsidiariedad de la presente acción, debió reclamarse en el proceso de investigación ante el
fiscal de jerarquía superior y ante el juez cautelar, omisión que impide pronunciarse sobre dicho
reclamo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
conclusiones siguientes:
II.1. Resolución de sobreseimiento de 7 de septiembre de 2011, emitida por María Jacqueline
Bascopé Gonzales, Fiscal de Materia Tercera, dentro el Caso FISPAN-1100118 con IANUS
0901199201100299, a denuncia de Jorge Luiz Frari y Ricardo Augusto Frari en contra de Raúl
Fernando Correa Albarado y Claudia Paola Gómez Téllez de Correa, por los delitos de falsedad
material e ideológica, falsificación de documento privado, uso de instrumento falsificado y
enriquecimiento ilícito de particulares con afectación al Estado (fs. 8 a 16 vta.).
II.3. Resolución 06/2011 de 22 de septiembre, emitido por María Dely Atiare Salazar, Fiscal de
Distrito a.i., que ratificó la Resolución de 7 de septiembre del mismo año a favor de Raúl
Fernando Correa Albarado y Claudia Paola Gómez Téllez de Correa, disponiendo la conclusión
del proceso (fs. 18 a 21).
II.5. Copias legalizadas de testimonios 0461/2010 y 0462/2010 otorgados por Jorge Luiz Frari y
Ricardo Augusto Frari a favor de Raúl Fernando Correa Albarado, socios de JRR
ELECTRONICS SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA (fs. 44 a 48).
II.7. Requerimiento fiscal de 19 de agosto de 2011 emitido por María Jacqueline Bascopé
Gonzales, Fiscal de Materia Tercera (fs. 52 vta.).
argumentos son evidentes y si constituyen actos ilegales lesivos de los derechos fundamentales
del accionante, a fin de otorgar o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
Constituyéndose como una acción de defensa de todos los derechos fundamentales y garantías
constitucionales reconocidos por la Constitución, la normativa internacional sobre derechos
humanos ratificados por el Estado Boliviano, tal cual lo establece el art. 410.II CPE; por
consiguiente, su naturaleza es la de precautelar, proteger y restablecer los derechos y garantías
vulnerados por actos u omisiones indebidas de servidores públicos y particulares, evitando
asimismo posibles consumaciones de actos lesivos de dichos derechos y garantías.
Esta acción tutelar no puede ser considerada como una instancia más del proceso para la revisión
o consideración de prueba cuya valoración compete única y exclusivamente a los órganos
jurisdiccionales y/o administrativos, correspondiendo solamente analizar los actos en los cuales
hubiera existido un acto ilegal u omisión indebida que lesione derechos fundamentales del
accionante; es decir que, la acción de amparo constitucional, no puede constituirse en una
instancia de casación, ya que sólo se activa cuando en el proceso de interpretación, la autoridad
ordinaria no cumplió con los requisitos para ello y/o suprimió o restringió derechos
fundamentales o garantías constitucionales.
Para establecer los límites de procedencia de acciones constitucionales contra las decisiones
judiciales, la jurisprudencia constitucional construyó la doctrina de las auto restricciones para la
jurisdicción constitucional, siendo una de ellas la que establece que esta instancia extraordinaria
no puede valorar la prueba por ser esa una actividad privativa de los jueces y tribunales
ordinarios. La SC 0436/2010 de 28 de junio, sistematizó la jurisprudencia previa referida al tema,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 540
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
así precisó: "…La no valoración de la prueba, que fue establecida por la SC 0577/2002-R de 20
de mayo, que dice: "…la facultad de valoración de la prueba aportada corresponde
privativamente a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional
no puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva competencia de los jueces y
tribunales ordinarios, y menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de la prueba que
hubieran efectuado las autoridades judiciales competentes".
A su vez el art. 324 el CPP, refiere a la impugnación del sobreseimiento dictado y cuando éste es
ratificado por parte del Fiscal de Distrito, que dispondrá: “la conclusión del proceso con
relación al imputado en cuyo favor se dictó, la cesación de las medias cautelares y la
cancelación de sus antecedentes penales”.
(…)
Además, “El fiscal se abstendrá de acusar cuando no encuentre fundamento para ello” (último
párrafo del art. 278 del CPP). Por lo que, la autoridad fiscal al concluir la etapa preparatoria, a
tiempo de terminar la investigación de la supuesta comisión del ilícito, cuando resulte evidente
que el hecho no existió, no constituye delito o que el imputado no participó en él; además,
cuando los elementos de prueba son insuficientes para fundar la acusación, deberá decretar el
sobreseimiento, de manera fundamentada, precautelando de esta forma el derecho de las
posibles víctimas (…).
En el presente caso, se evidencia que el accionante solicita dejar sin efecto las Resoluciones de
sobreseimiento y de ratificación; además, se ordene dictar una Resolución de delito de estafa,
aspecto por el cual es completamente incoherente, toda vez que este Tribunal Constitucional
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 541
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Plurinacional, no puede inmiscuirse en una actividad procesal como si fuera parte del proceso
penal, pretendiendo que dicte u ordene dictar una Resolución por el delito de estafa.
Por otra parte, es necesario señalar que en la etapa preparatoria se reconoce la competencia de los
fiscales respecto a la valoración de los elementos de prueba si son suficientes o insuficientes para
fundamentar una acusación, que a criterio del accionante no fueron debidamente valoradas.
El accionante no precisó ni especificó cuáles son esas supuestas -facturas con sobreprecio- que le
causó agravio, adjuntando al expediente tan sólo fotocopias, en algunos casos ilegibles, de
documentos en los cuales se detallan productos y precios (fs. 67 a 100), sin especificar e indicar
las supuestas facturas ilegales, y en su caso contrastar cuales debieron ser los montos reales a su
criterio; es decir, no justificó la supuesta mala valoración de los elementos probatorios que
realizó el Ministerio Público para emitir el sobreseimiento de la causa y tampoco señaló ni
explicó como debió haberse valorado los mismos y que posible resultado arrojaría dicha
valoración y/o interpretación que debió efectuarse según su pretensión.
Con referencia a Jorge Luiz Frari no se hace ninguna consideración, ya que el mismo no firmó la
presente acción y tampoco intervino en la audiencia señalada para el efecto.
POR TANTO
En revisión la Resolución de 27 de abril de 2012, cursante de fs. 128 a 133, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Gustavo Rodolfo González Arauz en
representación de Omar Prado Ortiz contra Edwin Arturo Castellanos Mendoza, Alcalde;
Emilio Cortez Yánez, Intendente y Esteban Mercado Guaman, Responsable de la División
de Moral y Espectáculos Públicos, todos del municipio de Cochabamba.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 542
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.1.3. Petitorio
El accionante solicita se conceda la tutela, dejándose sin efecto la clausura del bar “New Sunset”
- “2000”, y “el cese de los actos hostiles e ilegales de la Autoridad recurrida y la permisión para
que regularice su licencia de funcionamiento bajo el padrón municipal C.M.N. 5-90F-00040 ante
la comuna Alejo Calatayud para desarrollar mi actividad económica” (sic).
Celebrada la audiencia pública el 27 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 125
a 127 vta., en presencia de las partes se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante, ratificó el contenido de la acción, señalando además que los
demandados tienen legitimidad pasiva, ya que en el rótulo principal de las actas de clausura
indican Oficialía Mayor de Desarrollo Económico y Dirección de Intendencia Municipal,
demandando por ello a Emilio Cortez Yáñez, y dado que las barras americanas, así como los
locales de expendio de bebidas alcohólicas, por la estructura ejecutiva están a cargo de del
Director de Eventos Públicos, demandaron a Esteban Mercado y en cuanto al Alcalde fue
demandado por ser la máxima autoridad ejecutiva del Gobierno Municipal, a quien le
correspondería firmar la resolución técnica administrativa al tratarse de clausuras temporales o
definitivas, aunque en el caso no se cumplió con tal procedimiento. Por otra parte, señaló que no
existe subsidiariedad, puesto que se lo dejo sin la posibilidad de ejercer defensa ya que se le
entregó una boleta y si hubieran tenido una resolución técnica administrativa hubieran podido
tener la oportunidad de pedir la revocatoria de dicha resolución o plantear recurso jerárquico.
de amparo constitucional como un acto supletorio; y, 4) El accionante señala que hubiera error en el
objeto, que el lenocinio “Saratoga” no existe y que su representado es dueño del bar “New Sunset” -
“2000”, sin embargo, de la declaración jurada de Gustavo Rodolfo González Arauz, se puede
demostrar que el mismo, es el representante legal del Club “Saratoga”, por lo que pide se declare
“improcedente” la presente acción y se deniegue la tutela por incumplimiento de los requisitos
formales.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por Resolución de
27 de abril de 2012, cursante de fs. 128 a 133, denegó la tutela, argumentando que: I) El
accionante antes de acceder a la vía constitucional debió acudir a los recursos administrativos
establecidos por la Ley de Procedimientos Administrativos y en los reglamentos específicos de la
jurisdicción municipal a objeto de hacer valer sus derechos, agotando los medios de impugnación
previstos; II) Los accionados no tienen legitimación pasiva para ser demandados, al no haber
sido quienes dispusieron las clausuras denunciadas; y, III) Respecto a la confusión sobre la
titularidad y situación anómala en cuanto a la razón social, al tratarse de hechos controvertidos
deberán ser resueltos en la vía administrativa u ordinaria que corresponda, no así en la acción de
amparo constitucional.
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. Mediante acta de clausura de “15 de junio” el personal Técnico de la Dirección de Moral y
Eventos Públicos, se determinó la clausura temporal del lenocinio “Saratoga”, por infringir la
OM 4030/2009 de 18 de diciembre, al no tener licencia de funcionamiento, firmando como
autoridad actuante “Armando Rua…” (fs. 2).
II.3. El 21 de julio de 2011, Gustavo González Arauz, inició trámite de licencia del lenocinio
“Saratoga” (fs. 32 a 34), quien en calidad de representante legal en la misma fecha realizó un
contrato de prestación de servicios con un consultor para realizar el manifiesto ambiental del club
nocturno “Saratoga” (fs. 35 y vta.).
II.4. Por Boleta de multa 53934 de 26 de julio de 2011, emitida por la Dirección de Moral y Eventos
Públicos, dirigida al lenocinio “Saratoga” a nombre del ahora accionante, por incumplimiento de la OM
4030/2009, estableciéndola sanción de Bs1100.- (mil cien bolivianos), (fs. 27). Pago efectuado mediante
Comprobante 0770964 de 27 de julio de 2011 (fs. 28).
II.6. Mediante certificación de 25 de abril de 2012, el Jefe de Ventanilla Única de Trámites del
Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba certificó que revisado el registro de trámites de
las gestiones 2009, 2010, 2011 y 2012, se constató la no existencia de trámite alguno ingresado a
nombre de Omar Prado Ortiz y/o Gustavo Rodolfo González Arauz.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 545
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II.7. El 28 de marzo de 2012, Omar Prado Ortiz hoy representado - canceló el patente de
funcionamiento del bar “New Sunset” - “2000”, correspondiente a la gestión 2010, mediante
formulario único de recaudaciones (fs. 5).
El accionante alega que las autoridades demandas lesionaron los derechos de su representado al
trabajo, al sustento diario, al debido proceso, a la “seguridad jurídica”, púesto que a pesar de
haberle otorgado la entonces Alcaldía Municipal de Cochabamba el padrón municipal de
funcionamiento para un local dedicado a la actividad de barra americana, bajo la razón social
“New Sunset” - “2000”, sin razón alguna -según afirma el accionante- por segunda vez, personal
técnico de la Dirección de Moral y Eventos Públicos del municipio de Cochabamba, procedieron
al acta de clausura temporal del referido local, con errores esenciales insubsanables por cuanto la
clausura recae sobre el lenocinio “Saratoga”, no así sobre el bar “New Sunset” - “2000”, aspecto
que invalida la eficacia jurídica de la supuesta clausura al no haber sido plenamente identificado
el objeto. Por consiguiente, corresponde en revisión, establecer si se debe otorgar o no la tutela
solicitada.
La Constitución Política del Estado, en la Sección II, del Capítulo Segundo (Acciones de
Defensa) del Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte
(Bases fundamentales del Estado - derechos, deberes y garantías) ha instituido la acción de
amparo constitucional; en ese marco, su art. 128 establece: “La Acción de Amparo
Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”. A su vez el art. 129.I de la CPE,
resalta que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea
afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo
con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados” (las negrillas son nuestras).
El art. 77.2 de la LTCP, establece como requisito para la presentación de la acción de amparo
constitucional el indicar el nombre y domicilio de la parte demandada, o de su representante
legal, estableciendo con ello la plena necesidad de identificar al servidor público, o a la persona
individual o colectiva, que a criterio del accionante restrinja, suprima o amenace restringir o
suprimir sus derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado; de tal manera, que con
dicha individualización se podrá establecer la legitimación pasiva la cual se refiere a la
coincidencia entre quien aparentemente lesionó los derechos del accionante y aquella persona
contra quien se dirige la acción.
De los antecedentes que informan el expediente se evidencia que se procedió a la clausura del bar
“New Sunset” - “2000”, mediante actas de clausura dirigidas al lenocinio “Saratoga”,
circunstancias por las cuales el ahora accionante Gustavo Rodolfo González Arauz con poder
suficiente interpone la presente acción a nombre de Omar Prado Ortiz - hoy representado quien
considera que con las clausuras referidas sus derechos fueron vulnerados. Sin embargo el
accionante, no consideró que no existía coincidencia entre quienes cometieron las supuestas
lesiones y los demandados, incumpliendo con el requisito de forma previsto por el art. 77.2 de la
LTCP, dado que en ninguna de las actas de clausura se consignan las firmas o nombres de Edwin
Arturo Castellanos Mendoza, Emilio Cortez Yánez ni Esteban Mercado Guaman; en tal sentido,
no habiendo esa coincidencia entre los demandados y los actos administrativos señalados por el
accionante, los ahora demandados carecen de legitimación pasiva para ser demandados dentro de
la presente acción de amparo constitucional.
Por otra parte y fundamentalmente, es preciso establecer que el accionante acudió de manera
directa a la vía constitucional, sin considerar lo previsto en la Ley de Municipalidades que en su
Capítulo IX “Recursos administrativos, conciliación y arbitraje” que contempla a los recursos de
revocatoria y jerárquico, en sus arts. 140 y 141, estableciendo además que la vía administrativa
quedará agotada con la resolución del recurso jerárquico (art 142 de la LM). En tal sentido, la
acción de amparo constitucional no puede ser utilizada como un mecanismo alternativo o
sustitutivo de protección, por lo que el accionante al interponer de manera directa la presente
acción, desconoció la naturaleza subsidiaria de la misma, al respecto la jurisprudencia
constitucional mediante la SC 1698/2011-R de 21 de octubre citando a su vez la SC 1337/2003-R
de 15 de septiembre, estableció que: “…no podrá ser interpuesta esta acción extraordinaria,
mientras no se haya hecho uso de los recursos ordinarios o administrativos y, en caso de haber
utilizado los mismos deberán ser agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea judicial o
administrativa, salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales
ocasione perjuicio irremediable e irreparable”. Por tales circunstancias, la situación planteada
no se encuentra dentro las previsiones y alcances de la acción de amparo constitucional,
correspondiendo por ello denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
1º APROBAR la Resolución de 27 de abril de 2012, cursante de fs. 128 a 133, pronunciada por
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y, en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración que no se ingresó al análisis de
fondo de la problemática planteada.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Agrega, que el ofrecimiento de cargos de menor jerarquía, en lugares alejados y con un haber por
debajo al que percibía, desconociendo sus derechos adquiridos por los años de servicio, resulta nulo
de pleno derecho. Realizados los reclamos pertinentes, no recibió respuesta alguna.
I.1.3. Petitorio
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 549
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Solicita se conceda la tutela y se disponga su inmediata restitución en el cargo que ocupaba y con
el goce de haberes desde el día de su destitución, en la categoría adquirida durante los años de
servicio.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
El abogado del accionante, ratificó el tenor integro de la acción y la amplió solicitando el pago de
costas, daños y perjuicios.
A las preguntas del Tribunal de garantías, el abogado del accionante, respondió: a) La Unidad
Académica de Tarata, donde fue nombrado, está a una distancia de treinta y cinco kilómetros de
distancia de la Unidad Académica del Cercado; b) La acción de amparo constitucional fue
dirigida sólo contra Luis Fernando Carrión Justiniano, debido a que es la persona que firma las
destituciones y no así contra quien ingresó en el cargo que ocupaba; c) Desde el momento que se
le entregó el memorando de destitución a fines de enero, tenía conocimiento de la convocatoria
de su cargo, al que no se presentó en razón de existir una ley que lo protege y garantiza su
inamovilidad laboral; d) Actualmente se encuentra trabajando en el cargo que le fue asignado
como Técnico II encargado de Archivo y Kardex; e) Hasta febrero percibía Bs4748.- (Cuatro mil
setecientos cuarenta y ocho bolivianos) como salario, posteriormente se rebajó a Bs1565.- (Mil
quinientos sesenta y cinco bolivianos), además de quitarle su categoría. Solicitó se aplique la
jurisprudencia relativa a la nulidad de pleno derecho cuando exista disminución de sueldo y
cargo; y, f) Si bien, en la invitación para la institucionalización del cargo que ocupaba, se
estableció como requisito la presentación de título académico de profesor, ello responde a un
acuerdo con la Federación de Maestros y no así a un decreto o una ley, que son de preferente
aplicación.
Luis Fernando Carrión Justiniano, ahora demandado, presentó informe escrito cursante de fs. 72
a 74 vta., y lo amplió en audiencia, indicando: 1) Mediante memorándum de designación
0000425 de 2 de junio de 2008, se designó al hoy accionante como Director Administrativo del
Instituto Normal Superior “Dr. Manuel Ascencio Villarroel” de la localidad de Paracaya de
Cochabamba, en calidad de funcionario invitado a tiempo completo, dedicación exclusiva y
permanencia sujeta a evaluación de desempeño. Trabajó en esa condición hasta agosto de 2011,
en que se procedió con el proceso de institucionalización, según convocatoria pública 003/2011,
aprobada por Resolución Ministerial (RM) 282/2011 de 19 de mayo; por lo que fue removido de
su cargo, al no haber postulado ni cumplir con los requisitos exigidos; 2) En consideración a su
especial condición, como padre de una persona con discapacidad y en sujeción a la Ley 1678, por
memorando 13975, fue designado Director Administrativo de la Escuela Superior de Formación
de Maestros “Simón Rodríguez”, en calidad de invitado durante la gestión 2011, con dedicación
exclusiva y sujeto a evaluación de desempeño hasta el 1 de septiembre de ese año; 3)
Posteriormente, mediante convocatoria pública 004/2011, aprobada por RM 577/2011 de 30 de
septiembre, se convocaron nuevamente los cargos declarados desiertos, a la que tampoco se
presentó el ahora accionante, por no contar con Título en Provisión Nacional de Maestro
Normalista ni contar con formación académica universitaria para ejercer el cargo convocado,
dado que su formación es de Técnico Superior en Proyectos y Economía de Empresas; 4)
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 550
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Mediante memorando 14108 de 1 de febrero de 2012, se designó a Jesús Gualberto Angulo Díaz,
como Técnico de Archivo y Kárdex en la Unidad Académica “Villa Tunari” dependiente de la
Escuela Superior de Formación de Maestros “Simón Rodríguez”, luego según memorando
ESFM-SR.GRAL.MEMO 16/2012 de 14 de marzo, el Director General de la referida Escuela,
reasignó al accionante en el mismo cargo pero en la Unidad Académica de Tarata, que
desempeñó activamente hasta el 19 de abril del año en curso, dado que mediante nota dirigida al
Director de esa Escuela, solicitó vacación y manifestó su voluntad de renunciar al cargo a partir
del 19 de junio de ese año, por ser el último día de su vacación; 5) La normativa legal, contenida
en los arts. 77.I de la CPE; 2.VII y 35.V de la disposición abrogatoria única y la disposición
transitoria décima de la Ley 070 de 20 de diciembre de 2011, el Decreto Supremo (DS) 156 de 6
de junio de 2009, arts. 1, 2.II y III; Estatuto del Funcionario Público (EFP), art. 3.III; DS 29894
de 7 de febrero de 2009, art. 104; el DS 27477 de 6 de mayo de 2004, art. 5; y la “SC 0479/2010-
R”, establecen el ámbito de ejercicio, regulación de las Escuelas Superiores de Formación de
Maestras y Maestros; y, la protección respecto de la inamovilidad laboral a personas con
discapacidad que presten servicios en el sector público o privado sujeta a las excepciones
establecidas por ley; 6) El accionante, hizo conocer que tiene una hija con discapacidad de un
80%, según Carné de Discapacidad CONALPEDIS 03-19840115MAV, es por ello que a través
de los referidos memorandos, la Dirección General de Formación de Maestros, lo designó en
calidad de invitado como Director Administrativo de distintas Escuelas Superiores de Formación
de Maestros, condición que comunicada formal y expresamente, con cuya aceptación se allanó a
esa modalidad; 7) Creado un nuevo escenario para el Sistema Educativo Plurinacional, a través
de la promulgación de la Ley 070, todos los cargos y autoridades de los subsistemas y niveles del
Sistema Educativo Plurinacional, debieron adecuarse a las estructuras de administración y
gestión establecidas en la citada Ley a través de procesos de institucionalización de acuerdo a los
Reglamentos del Escalafón, en concordancia con la Constitución Política del Estado; 8)
Incumpliendo el accionante con los requisitos mínimos para mantenerse en el cargo de Director
Institucionalizado de Unidad Educativa u otro de igual o mayor jerarquía, velando en todo
momento por el cumplimiento de la inamovilidad por causa de discapacidad, se lo designó como
Técnico de Archivo y Kardex, acomodándolo al cargo al cual sí podía acceder de acuerdo a su
formación académica; 9) En todo momento se observó el marco legal para la institucionalización
de cargos directivos y lo dispuesto por el art. 5 del Reglamento de la Ley de Personas con
Discapacidad, lo contrario implicaría mantenerlo en forma ilegal, en el entendido que para dicho
cargo se exigen requisitos específicos. En consecuencia, no se vulneró ningún derecho del
accionante, distinta es la situación que de “mutuo propio” presentó renuncia a dicho cargo; 10)
La “SC 1351”, establece quienes son terceros interesados, en el presente caso correspondía
citarse a Jorge Verástegui, actual Director Administrativo de la Escuela Superior de Formación
de Maestros de Cochabamba, dado que la decisión de este Tribunal de garantías podría afectar
sus derechos; y, 11) La firma de los tres memorandos y no haberse presentado a las
convocatorias, se convierte en actos consentidos; por lo que, solicitó se deniegue la tutela
invocada.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, constituido en Tribunal de garantías, mediante Resolución 013/2012 de 25 de abril,
cursante de fs. 82 a 85 vta., denegó en parte la acción con relación a seguir ocupando el cargo de
Director Administrativo; y concedió en parte respecto a que la autoridad demandada reubique al
accionante en un puesto con características similares al que ocupaba y se ajuste a sus
conocimientos y a lo que establece la Ley 070, respetando sus derechos adquiridos por la Ley
1678, con los siguientes fundamentos: a) La referida Ley, establece los derechos, deberes y
garantías de las personas con discapacidad, cuyo Reglamento mediante DS 27477, establece en el
art. 3 inc. c) la estabilidad laboral excepto por las causales establecidas por ley -modificado por
DS 29608- relativa a que la inamovilidad laboral beneficiará a los padres o tutores que tengan
bajo su dependencia a personas con discapacidad; b) El art. 2.VII de la Ley 070, señala que el
Reglamento del Escalafón es el instrumento normativo pleno que garantiza la carrera docente
administrativa y al servicio del Sistema Educativo Plurinacional. Por su parte el art. 35.V de la
antes señalada Ley, determina que la gestión institucional de las Escuelas Superiores de
Formación de Maestros y Maestras se realizará a través de los Directores Generales quienes
deberán ser profesionales con grado superior al que otorgan las Escuelas; la Disposición
Abrogatoria Única de la Ley 070, dispone que entre tanto se apruebe la reglamentación para cada
ámbito específico del Sistema Educativo Plurinacional, se sujetaran al marco normativo anterior
a la promulgación de la ley; c) Por otra parte, el DS 156, establece que su objeto es crear el
Sistema Plurinacional de Maestros constituido por las escuelas superiores de formación,
encargada de la formación inicial y la Universidad Pedagógica, responsable de la formación
continua y post gradual para todo el personal directivo docente y administrativo y en su art. 2 de
la referida norma señala que la misma se realizará en función a principios constitucionales; d) La
Ley del Estatuto del Funcionario Público, en su art. 3.III, prescribe que el Magisterio Público se
regirá por su legislación especial; por su parte el art. 104 del DS 29894, refiere que el Ministerio
de Educación tiene tuición en todo el Sistema Educativo Plurinacional, concordante con la
Disposición Transitoria Décima de la Ley 070, respecto a que los cargos y autoridades de los
subsistemas y niveles del Sistema Educativo Plurinacional deberán adecuarse a las estructuras de
administración y gestión establecidas en la ley, a través de procesos de institucionalización de
acuerdo al reglamentos del escalafón y en concordancia a la Constitución Política del Estado; e)
El art. 5 del DS 27477 modificado por el art. 2.II del DS 29608, establece la inamovilidad laboral
de las personas con discapacidad o de aquellas que tengan bajo su dependencia a personas
discapacitadas; f) Según memorando 0000425 de 2 de junio de 2008, expedido por el Director
General de Gestión Docente VEEAA del Ministerio de Educación y Cultura, el accionante fue
invitado en el cargo de Director Administrativo “a tiempo completo, dedicación exclusiva,
permanencia en el INS sujeto a evaluación al desempeño” de la Escuela Superior “Simón
Rodríguez” de Cochabamba, situación por la cual tenía conocimiento, consiguientemente era su
responsabilidad presentarse a la convocatoria pública 003/2011, para continuar en ese cargo;
empero, no lo hizo. Actitud reiterada con la segunda convocatoria pública 004/2011; g) De lo
expuesto por el demandado, el Director Administrativo ESFM “SIMON BOLÍVAR”, Félix
Edgar Verástegui Arandia, es tercero interesado que no fue citado con la presente acción, de
quien tenía conocimiento el accionante; por lo tanto, no se pueden vulnerar sus derechos; y, h) El
accionante, goza de inamovilidad laboral, según lo establecido por la Constitución Política del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 552
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Estado, la Ley 1678 y sus Reglamentos, dado que tiene una hija con discapacidad intelectual del
80%; empero, al no haberse presentado a las referidas convocatorias púbicas y no integrado a la
acción, al tercero interesado que ocupa el cargo al cual solicita ser restituido, imposibilita la
concesión de la tutela en su totalidad.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por motivos de acefalia, el Director General de Gestión Docente VEEAA del entonces
Ministerio de Educación y Culturas, según Memorándum de Designación 0000425 de 2 de junio de
2008, designó a Jesús Gualberto Angulo Díaz, como Director Administrativo del Instituto
Normal Superior “Dr. Manuel Ascencio Villarroel”, en la localidad de Paracaya, como
“INVITADO: a tiempo completo, dedicación exclusiva, permanencia en el INS. sujeto a evaluación
al desempeño” (sic) (fs. 15).
II.3. Mediante memorándum de designación 14108 de 1 de febrero de 2012, sólo por el mes de
febrero, se designó al accionante como Técnico de Kardex y Archivo en la Unidad Académica de
Villa Tunari, Escuela Superior de Formación de Maestros “Simón Rodríguez” (fs. 67).
Posteriormente, por memorándum ESFM-SR-DIR.GRAL.MEMO 16/2012 de 14 de marzo, se le
reasignó con el mismo cargo de Técnico de Kardex y Archivo en la Unidad Académica de Tarata
(fs. 66).
II.5. Mediante oficio presentado el 19 de abril de 2012, el accionante solicitó al Director General de
la Escuela Superior de Formación de Maestros “Simón Rodríguez”, el uso de su vacación y al
mismo tiempo renunció al cargo como Técnico II de la Unidad Académica de Tarata (fs. 65).
II.6. Según Carné de Discapacidad, expedido el 1 de mayo de 2010, por el Comité Nacional de la
Persona con Discapacidad (CONALPEDIS) Mónica Kathuska Angulo Vega, hija del accionante,
consigna como tipo de discapacidad intelectual del 80% (fs. 2).
II.7. Según papeletas de pago de haberes de los meses de enero de 2012, el accionante percibía
un salario mensual de Bs4748.- (Cuatro mil setecientos cuarenta y ocho bolivianos), cuando
ejercía el cargo de Director Académico Administrativo; y a partir del mes de febrero de 2012,
con un salario de Bs1 565.- (Mil quinientos sesenta y cinco bolivianos), como Técnico II (fs. 17).
Precisada así la naturaleza jurídica de esta acción tutelar, la jurisprudencia constitucional -SSCC
0143/2003-R, 0165/2010-R y 0294/2010-R, entre otras-, estableció excepciones al principio de
subsidiariedad en los cuales resulta necesaria la prescindencia del citado principio, con la finalidad
efectivizar o materializar derechos fundamentales demandados como conculcados, frente a aspectos
formales. Así cuando advierta la existencia de un daño irreparable o irremediable, que coloque al
accionante en una situación de necesidad que justifique la urgencia de la protección que brinda este
medio de defensa; cuando, pese a existir medios de defensa, estos resulten ineficaces para el
restablecimiento del derecho; frente a medidas de hecho; y, cuando se trate de grupos de atención
prioritaria, en cuyo ámbito se encuentran las mujeres embarazadas, niños, adultos mayores,
personas con capacidades diferentes y pueblos indígenas.
III.2. Marco normativo de las personas con capacidades diferentes y sus derechos
fundamentales
El marco normativo de protección a este sector de la población, se inicia con el mandato contenido
en el art. 158.I de la Constitución Política del Estado abrogada (CPEabrg), que disponía: “El Estado
tiene la obligación de defender el capital humano protegiendo la salud de la población; asegurará la
continuidad de sus medios de subsistencia y rehabilitación de las personas inutilizadas;
propenderá asimismo al mejoramiento de las condiciones de vida del grupo familiar”, de donde
emerge la Ley 1678 de 15 de diciembre de 1995, desarrollada a partir de la comprensión que las
personas con capacidades diferentes gozan de los mismos derechos y garantías reconocidos por la
Constitución Política del Estado y otras disposiciones legales; cuya finalidad, es normar los
procesos destinados a la habilitación, rehabilitación, prevención y equiparación de oportunidades de
las “personas discapacitadas”, así como su incorporación a los regímenes de trabajo, educación,
salud y seguridad social, con seguros de corto y largo plazo. Estableciendo que las normas y
disposiciones contenidas en la misma son de orden público y social, lo que implica que su
aplicación es imperativa, obligando tanto al sector público, privado y mixto a su estricto
acatamiento y cumplimiento, cuando se acomoden a su ámbito de su protección -arts. 2, 3, 4 y 5 del
citado instrumento normativo.
En ese sentido, establece como uno de los derechos de las personas con capacidades diferentes, al
trabajo remunerado en el marco de lo dispuesto por la Ley General del Trabajo. Para lo cual, se
dictó el DS 27477 de 6 de mayo de 2004, con el objeto de promover y proteger la incorporación,
ascenso y estabilidad de ese sector al mercado laboral, en la prestación de tareas manuales, técnicas
o profesionales; además de promover el surgimiento de sus iniciativas productivas por cuenta
propia. Sobre cuya base y en función al valor igualdad, la jurisprudencia constitucional, se
pronunció, indicando: “Conforme a lo anotado, cuando se denuncie la vulneración del derecho al
trabajo de una persona con alguna deficiencia física, mental o sensorial, que limite la capacidad de
ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que lo situé en condiciones de
inferioridad material, ya sea por ser reconocida como discapacitada o no, con relación a la
generalidad de las personas; adquiere relevancia y debe procurarse la materialización del valor
superior igualdad proclamado por las normas del art. 1.II de la CPE, y reiterado como derecho
por el art. 6.I de la misma Ley Fundamental; por tanto, aún cuando dicho valor superior y derecho
no hubiese sido denunciado de afectado, la jurisdicción constitucional, como guardián supremo de
la Constitución Política del Estado y encargada de la efectivización material de sus normas,
principios, valores y derechos, está en la obligación de verificar que en los actos denunciados no se
vulnere el principio, valor superior y derecho a la igualdad de las personas que sean diferentes por
causas de inferioridad física o psicológica, ya que sólo así se da cumplimiento a los objetivos
proclamados por el Estado Social y Democrático de Derecho, según disponen las normas del art.
1.II de la CPE” (SC 0272/2007-R de 13 de abril).
Posteriormente el citado Decreto Supremo, fue modificado por el DS 29608 de 18 de junio de 2008,
con la finalidad de asegurar que este sector de la población acceda a condiciones dignas y humanas
de trabajo, por ello establece en el art. 2. II la inamovilidad laboral para las “personas con
discapacidad” que presten servicios en los sectores públicos o privados, excepto por las causales
establecidas por ley; ámbito de protección que se amplía al disponer que la inamovilidad beneficiará
a los padres o tutores que tengan bajo su dependencia a “personas con discapacidad”, siendo
aplicable sólo cuando los hijos o dependientes sean menores de dieciocho años, debiendo
acreditarse debidamente, salvo que se cuente con declaratoria de invalidez permanente, contenida
en el Certificado Único de Discapacidad, emitido por el Ministerio de Salud y Deportes, de
conformidad al DS 28521.
En ese orden, corresponde centrarnos en el texto constitucional que rige en nuestro país a partir del
7 de febrero de 2009, que implementa un nuevo modelo de organización jurídico-política o de
Estado, orientada a la construcción de un Estado, Unitario, Social de Derecho Plurinacional
Comunitario, en busca del vivir bien como su fin último, sustentándose en el respeto de valores y
principios para su consecución. Para lo cual, reconoce en el art. 8.II a la igualdad y a la justicia,
entre otros, como valores sobre los que se sustenta el nuevo Estado Constitucional Plurinacional,
que se rige esencialmente por la aplicación de valores y principios que conforman la parte
axiomática del texto constitucional y sobre cuyos parámetros se ejerce la actividad jurisdiccional. El
reconocimiento y aplicación efectiva de los mismos, permite la directa aplicación de los derechos
fundamentales reconocidos por la Ley Fundamental, reforzada por el art. 9.4 del mismo texto, al
disponer que es función del Estado, garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos
y deberes reconocidos en la Constitución Política del Estado.
Ahora bien, en función al marco legal desarrollado líneas arriba, se denomina como “personas
discapacitadas” a aquellas, que de acuerdo a la definición de la citada Ley, posean una restricción o
ausencia, debida a una deficiencia, de la capacidad de realizar una actividad en la forma y dentro del
margen que se considera normal para un ser humano; y que la jurisprudencia constitucional, al
referirse a este sector de atención prioritaria los denominó como personas con capacidades
diferentes, al indicar: “…'Personas con Discapacidad', terminología que resulta inapropiada, si se
tiene en cuenta que lo que se procura es su inclusión e integración social y desarrollo personal en
todos los ámbitos; educativo, laboral, cultural, deportivo, etc., alejada de cualquier tipo de
discriminación. En ese entendido, tendría que partirse por reconocerlos o aceptarlos como
'personas con capacidades diferentes', en estricto cumplimiento del derecho a la igualdad entre
todos los estantes y habitantes de la sociedad civil, sin ninguna distinción, denominación utilizada
por otras legislaciones como la mexicana y venezolana” (SC 0421/2011-R de 14 de abril).
Bajo ese contexto y teniendo presente que en el nuevo modelo constitucional, los derechos
fundamentales, son directamente aplicables por previsión del art. 109.I de la CPE, las personas con
capacidades diferentes, gozan de una protección especial y/o prioritaria en el resguardo de sus
derechos fundamentales y garantías constitucionales. Es así, que en el catálogo relativo a los
derechos sociales y económicos se establece un trato prioritario a las “personas discapacitadas”, con
la finalidad de lograr su desarrollo óptimo, al prescribir en el art. 70 de la CPE:
Mandato constitucional, que reconoce a las personas con capacidades diferentes el derecho a ser
protegidos, primero por su familia y segundo por el Estado, con la finalidad de evitar toda forma de
discriminación sea al interior de su núcleo familiar o por el Estado a través de sus distintas
reparticiones. En ese sentido, obliga al Estado a garantizar la efectiva materialización de sus
derechos fundamentales a través de prestaciones y/o condiciones que le permitan su desarrollo
eficaz en un marco de igualdad (art. 71 de la CPE).
Con relación al derecho al trabajo, el texto constitucional es imperativo al establecer que las
personas con capacidades diferentes gozan del derecho fundamental al trabajo en condiciones
adecuadas, de acuerdo a sus posibilidades y capacidades, subrayando que a cambio recibirán una
remuneración justa que asegure para sí y su familia una vida digna, que implica la satisfacción de
sus necesidades básicas y desde un enfoque intercultural, implica también la no dependencia de
paradigmas, conllevando así al respeto de sus derechos a la práctica de su cosmovisión -su modo de
ver la vida-, el ejercicio de su espiritualidad -práctica de su religión y/o costumbres-, así como a su
soberanía alimentaria -consumo de sus productos-. Lo referido es concordante con el art. 46.I y II de
la CPE, al establecer; por una parte, que toda persona tiene derecho al trabajo digno, con seguridad
industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación y con remuneración y salario justo,
equitativo y satisfactorio, que asegure a la persona y a su familia una existencia digna; instituyendo
al mismo tiempo, que esa fuente laboral sea estable y en condiciones equitativas y satisfactorias. Y
por otra, impone al Estado la obligación de proteger el ejercicio del trabajo en todas sus formas.
En ese orden y teniendo presente que el contenido de la Ley 1678 y de los Decretos Supremos
(DDSS) 27477 y 29608, no son contrarios a los preceptos constitucionales explicados, resulta
conveniente traer a colación la disposición contenida en el art. 2.II de este último Decreto Supremo,
relativo a la inamovilidad laboral para las “personas discapacitadas” que presten servicios en los
sectores públicos o privados, ámbito de protección que se amplía a los padres o tutores que tengan
bajo su dependencia a “personas con discapacidad”; lo que significa, que ninguna persona con
capacidad diferente que preste servicios en una institución pública o entidad privada, podrá ser
removida de sus funciones, al igual que aquellas que tengan bajo su dependencia a personas con
capacidades diferentes. Empero, la norma establece una salvedad a esa protección y/o resguardo a la
fuente laboral, al disponer que la inamovilidad laboral no será aplicable cuando concurran causales
establecidas por ley; de donde se desprenden dos situaciones, primero, que las personas
comprendidas en el ámbito de protección de las citadas disposiciones legales, incurran en causales
establecidas por ley para la conclusión del vínculo laboral previo debido proceso; y segundo, que
por efecto de la ley, la relación laboral ya no pueda continuar en las mismas condiciones, lo que no
significa de manera alguna la conclusión del vínculo laboral, sino su persistencia en otras
circunstancias y/o funciones, sin afectar su escala salarial, que le permita alcanzar para sí y su
familia una vida digna.
Lo precedente, no significa que el padre o tutor de una persona con capacidades diferentes, sea
intocable o impune en su fuente laboral, al contrario, el DS 29608, establece que la inamovilidad
laboral no será aplicable por las causales establecidas por la Ley, cuya explicación se realizó en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia. En el caso concreto, para la emisión de las
Resoluciones Ministeriales y consiguientes Convocatorias Públicas, descritas en la Conclusión II.4
de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, se justifica en preceptos constitucionales y
disposiciones legales de la materia, en función a los cuales se observa que el accionante no cuenta
con la formación profesional requerida para ejercer el cargo de Director Administrativo y
Financiero u otro cargo Directivo para las Escuelas Superiores de Formación de Maestros y
Coordinación de Unidades Académicas; por cuanto, no puede ser restituido al mismo, lo contrario
implicaría desconocer la legislación especial del Servicio de Educación de nuestro país. Empero,
debe considerarse que desde el 2 de junio de 2008 hasta el 1 de febrero de 2012, se encontraba
ejerciendo esas funciones, con un salario mensual de Bs4748.-, lapso de tiempo en el cual la
autoridad demanda ya tenía conocimiento que el hoy accionante, tiene una hija con discapacidad
intelectual del 80%. En consecuencia, el disponer su remoción, primero a un cargo similar al que
ejercía, para posteriormente reasignarle otras funciones en distintas localidades y con un sueldo
inferior al que percibía, constituye un despido indirecto que lesiona su derecho al trabajo y a la
inamovilidad laboral, dado que el traslado de una localidad a otra y la disminución de su salario
agravó su situación. En ese sentido, amerita conceder la tutela solicitada en el entendido que Jesús
Gualberto Angulo Díaz, se encuentra dentro del ámbito de protección que establece la Constitución
Política del Estado y las disposiciones legales desarrolladas en el Fundamento Jurídico III.2 de la
presente Sentencia, que justifican la inmediata tutela a sus derechos fundamentales al trabajo y a la
estabilidad laboral; debiendo en consecuencia, la autoridad demandada reubicar al accionante en
otro cargo, que le permita percibir un salario similar al que recibía en función a la escala salarial del
Ministerio de Educación, sin removerlo del lugar en el cual prestó servicios hasta enero de 2012,
con la finalidad que pueda cubrir las necesidades de la persona con capacidades diferentes que tiene
bajo su dependencia.
Respecto, de la renuncia a la que hace referencia la autoridad demandada, no se considerará ni
efectuará mayor pronunciamiento, en razón a que la interposición de la acción de amparo
constitucional, data de 3 de abril de 2012, cuando el accionante aún se encontraba prestando
servicios en ese sector y en uso de su vacación. Finalmente, los fundamentos jurídicos del Tribunal
de garantías, refieren que Félix Edgar Verástegui Arandia, tendría la calidad de tercero interesado
por ser la persona que ejerce el cargo al cual el accionante solicita ser restituido y no habiendo sido
integrado a la presente acción se le ocasionaría perjuicios; empero, no resulta evidente aquello en el
entendido que la decisión de la jurisdicción constitucional no afectará sus derechos individuales,
considerando que su ingreso al cargo que ocupa se produjo mediante un proceso de
institucionalización, mismo que no puede desconocerse.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber concedido en parte la tutela
invocada, efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes y dio correcta aplicación de los
preceptos que motivaron esta acción tutelar.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00816-2012-02-AAC
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 3/2012 de 30 de abril, cursante de fs. 186 a 187, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por María Teresa Guerra Céspedes contra
Freddy Romay Gonzales y Wilfredo Ramos Quispe, Vocales de la Sala Civil, Comercial y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 559
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Mediante memorial presentado el 20 de abril de 2012, cursante de fs. 125 a 142 vta., la
accionante, señala que:
La accionante alega que dentro del proceso ordinario de división y partición de bienes, seguido
por sus hermanos Miriam, Yolanda y Carlos Edgar de apellidos Guerra Céspedes y radicado ante
el Juzgado Segundo de Partido en lo Civil del departamento de Potosí, mismo que concluyó con
una Sentencia totalmente injusta e irregular, fallo confirmado en apelación por la Sala Civil de
esa época, cuya Resolución fue objeto de Recurso de Casación, retirando el mismo por su
persona de forma obligada, firmando un documento transaccional de 14 de noviembre de 2008,
encontrándose el proceso en ejecución de sentencia.
Refiere que el 16 de diciembre de 2011, Miriam, Yolanda y Rafael Guerra Céspedes, ahora terceros
interesados, solicitaron la transferencia del inmueble, a cuyo traslado respondió indicando que no se
podrá proceder a la venta del inmueble por estar un Recurso pendiente de Resolución, estando presente
su voluntad de adjudicarse el inmueble; emitiéndose precisamente con respecto a la apelación del Auto
de 26 de octubre de 2011, el Auto de Vista 09/2012 de 12 de enero, revocando la decisión del juez, y
disponiendo la vigencia del documento transaccional.
judicial, por lo que el Juez de la causa, ahora demandado pronunció el Auto 06/2012 de 10 de
febrero, disponiendo la transferencia del bien inmueble de la calle Fanola 269, Resolución contra
la cual, el 14 de febrero de 2012, interpuso Recurso de apelación.
Asimismo refiere que las apelaciones interpuestas contra el Auto de 30 de enero de 2012, y 10 de
febrero del mismo año, la Sala Civil y Familiar del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí,
confirmaron las Resoluciones impugnadas pese a la existencia de un Recurso pendiente
ignorando su intención de adjudicarse el inmueble por ser ocupante por más de cincuenta años,
variando el precio de la trasferencia a uno que no encuentra en la sentencia emitida en el proceso,
indicando que el documento transaccional firmado debería cumplirse estrictamente, cuando el
mismo tenía el plazo de un año calendario, desde el 14 de noviembre de 2008 al 14 de noviembre
de 2009, habiendo precluído el mismo.
Respecto al Auto de Vista 072/2012 de 9 de abril, refiere que los Vocales ahora codemandados se
apartaron de la Sentencia, pretendiendo avalar el cumplimiento y ejecución de la misma en
términos que ni siquiera se consideraron, Resolución inentendible, ausente de fundamentación
legal alguna.
Finalmente con relación al Auto de Vista 074/2012 del mismo mes y año, las Autoridades
codemandadas al indicar que los hechos no son reales y que saltan a la vista actuaron de manera
parcializada y favoreciendo a la parte contraria, considerando que su persona no cumplió con el
plazo concedido, dejando preclucir su derecho disponiendo la transferencia del bien inmueble;
Resolución que además carece también de fundamentación legal en la cual los Vocales
demandados sustenten su decisión.
Denuncia la parte accionante como actos lesivos a sus derechos el pronunciamiento del Auto de
30 de enero de 2012, Auto Definitivo 06/2012 de 10 de febrero, emitidos por el Juez Segundo en
lo Civil, y Autos de Vista 072/2012 y 074/2012, ambos de 9 de abril, dictados por la Sala Civil,
Comercial y Familiar, todos del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí respectivamente.
La accionante, alega la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a ser oída por
Autoridad imparcial y los principios de legalidad, verdad material e igualdad y honestidad
citando al efecto los arts. 115.II, 119.I y II, 120.I y 180.I de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 30 de abril de 2012, según consta de fs. 182 a 185 vta., se
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 561
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Freddy Romay Gonzáles y Wilfredo Ramos Quispe, Vocales de Sala Civil, Comercial y
Familiar del Tribunal Departamental de Justicia; y, Rimberty Mamani Herrera, Juez Segundo
de Partido en lo Civil y Comercial, todos del departamento de Potosí, en su informe escrito
cursante a fs. 180 y vta., manifestaron que: a) En ejecución de fallos y para dar cumplimiento
al acuerdo transaccional de 14 de noviembre de 2008, el Juez de la causa amparado en el
principio de equidad e igualdad de las partes en el proceso, pronuncia el Auto de 28 de octubre
de 2011, en el que dispuso otorgar un plazo adicional y fatal de treinta días a las partes para
que de común acuerdo transfieran el bien inmueble de la calle Fanola 629 al mejor postor, bajo
conminatoria de que transcurrido este término sin que se haya procedido de la manera
acordada ”se procederá a la ejecución de Autos con la formalidad prevista en el art. 521 y 533
y ss del CPC” (sic).; b) Contra el citado Auto la accionante interpuso recurso de reposición con
alternativa de apelación resuelto por Auto de 18 de noviembre de 2011, el mismo fue apelado
y resuelto por la Sala Civil, Comercial y Familiar mediante Auto de Vista 09/2012 de 12 de
enero, revocando el mismo y disponiendo el cumplimiento transaccional de 14 de noviemb re
de 2008; c) Luego del decreto cúmplase del Auto de Vista 09/2012 de 12 de enero, el Juez
velando siempre por la igualdad de oportunidades a las partes dictó el Auto de 30 de enero de
2012, que en su parte Resolutiva dispone: 1) Que, María Teresa Guerra Céspedes, formalice en
el plazo de cinco días la intención de adjudicarse el inmueble de la calle Fanola de esta ciudad,
y que de existir acuerdo de los demás coherederos sobre esta transferencia, se perfeccionará la
misma con la suscripción de la Minuta de Ley; y, 2) En caso de no procederse conforme al
anterior punto en el plazo de cinco días y conforme señala la cláusula tercera punto cuatro inc.
1) del documento transaccional de 14 de noviembre de 2008, los señores Miriam Guerra
Céspedes, María Teresa Guerra Céspedes, Carlos Edgar Guerra Céspedes, Rafael Gustavo
Guerra Céspedes y Yolanda Guerra Céspedes conforme a la solicitud realizada en el memorial
de fs. 711 y 715 de obrados (transferir en el precio de $us100 000 (cien mil dólares
americanos) a José Luis Pozo Guevara) deben transferir a título oneroso de compra venta el
inmueble de la calle Fanola a favor de José Luís Pozo Guevara por el precio de $us100 000
(cien mil dólares americanos) y en sujeción a la norma prevista en el art. 32.III de la Ley 17 60
la transferencia debe efectivizarse en el plazo de diez días, bajo conminatoria de otorgarse la
Escritura Pública por el Juez de la causa, independientemente lo dispuesto en el art. 520.II del
CPC; d) Este Auto fue objeto de reposición y consiguiente apelación, el mismo que es resuelto
por Auto de Vista 072/2012 de 9 de abril de 2012, que confirmó totalmente el fallo; e) Ante la
falta de pronunciamiento de María Teresa Guerra sobre el contenido del Auto de 30 de
noviembre de 2011, que facultaba a la misma adjudicarse el inmueble de la calle Fanola, por
memorial de fs. 788, el Juez dictó el Auto Definitivo 06/2012, al no haberse pronunciado
María Teresa Guerra Céspedes sobre la compra del inmueble de la calle Fanola se dispuso que
en estricto cumplimiento del acuerdo transaccional de 14 de noviembre de 2008, se proceda a
transferir el inmueble a favor de José Luis Pozo Guevara en el precio de $us100 000 (cien mil
dólares americanos) suscribiendo para ello la Minuta de Ley; Auto Definitivo que también fue
objeto de “recurso de reposición y apelación alternativa, y resuelto por Auto de Vista
“09/2012”(sic) que confirmó en su totalidad su contenido, estando ejecutoriado; y, f) Por
último el documento transaccional de 14 de noviembre de 2008, está vigente y cons tituye Ley
entre las partes, ninguno de ellos ha demandado su Resolución, recisión conforme señala el art.
519 del CPC.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 562
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, constituida en Tribunal de
garantías, mediante Resolución 3/2012 de 30 de febrero, cursante de fs. 186 a 187, concedió la acción
de amparo constitucional solicitada, disponiendo dejar sin efecto el Auto 06/2012 de 10 de febrero, y
en consecuencia también los Autos de Vista 072/2012 y Auto 074/2012 de 9 de abril de 2012, por no
haber adquirido autoridad de cosa juzgada el Auto pronunciado por el a quo el 30 de enero de 2012,
con costas daños y perjuicios, argumentando que el Juez de la causa al pronunciar el Auto 06/2012 de
10 de febrero de 2012, sin haber resuelto aún el recurso de apelación interpuesto contra el Auto de 30
de enero de 2012, vulneró el debido proceso como derecho fundamental y garantía constitucional.
Con referencia a los Vocales demandados, al pronunciar el Auto de Vista 074/ 2012 de 9 de abril,
confirmando el Auto de 06/2012 de 10 de febrero, sin advertir que el Juez a quo dictó el Auto
impugnado sin haber resuelto aún el recurso de apelación interpuesto contra el Auto de 30 de
enero de 2012, también vulneró el debido proceso como derecho fundamental y como garantía
jurisdiccional tomando en cuenta que el plazo previsto en el primer punto no había concluido,
precisamente como emergencia del recurso de reposición con alternativa de apelación interpuesto
contra el Auto de 30 de enero de 2012.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Por memorial de 16 de marzo de 2004, Miriam, Yolanda, y Carlos de apellidos Guerra
Céspedes demandaron división y partición de bienes comunes, acción dirigida contra María
Teresa y Rafael Gustavo Guerra Céspedes, demanda que concluyó con la Sentencia 276/2005 de
23 de julio, dictada por el Juez Segundo de Partido en lo Civil Comercial del Departamento de
Potosí, declarando probada la demanda, improbada la excepción de falta de acción y derecho e
improbada la demanda reconvencional impetradas, ordenando que en ejecución de sentencia se
proceda a la venta en subasta pública de los bienes objeto del litigio (fs. 40 a 46 vta.).
II.2. Mediante Auto de Vista 204/2005 de 20 de septiembre, la Sala Civil, Comercial y Familiar
del Tribunal Departamental de Potosí, confirmaron totalmente la Sentencia 276/2005 de 23 de
julio (fs. 48 a 50 vta.).
II.4. La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ahora Tribunal Supremo de
Justicia, por Auto Supremo 286 de 26 de noviembre de 2008, acepta el desistimiento del Recurso
de Casación formulado por María Teresa y Rafael Gustavo Guerra Céspedes ( fs. 55).
II.5. Carlos Edgar, Miriam, Yolanda y Rafael Gustavo de apellidos Guerra Céspedes por
memorial de 25 de octubre de 2011, pidieron la ejecución de fallos, en vista al desistimiento al
Recurso de Casación (fs. 64), solicitud resuelta mediante Auto de 26 de octubre de 2006 (fs. 64
vta.); fallo que fue objeto de recurso de reposición bajo alternativa de apelación (fs. 66 vta.),
resuelta por Auto de Vista 09/2012 de 12 de enero, que revocó la Resolución apelada (fs.78 a 79
vta.).
II.6. El Juez de Partido Segundo en lo Civil y Comercial -ahora demandado- mediante auto de 30
de enero de 2012, en ejecución del documento transaccional de 14 de noviembre de 2008,
dispuso: 1) “La Sra. María Teresa Guerra Céspedes, formalice en el plazo de 5 días la intención
de adjudicarse el inmueble de la calle Fanola 269 de esta ciudad, Y QUE DE EXISTIR
ACUERDO DE LOS DEMAS COHEREDEROS SOBRE ESTA TRANSFERENCIA se
perfeccionará la misma con la suscripción de la minuta de ley; y, 2) En caso de NO
PROCEDERSE conforme al anterior punto en el plazo de cinco días y conforme señala la
cláusula tercera punto 4 inc. b) del documento transaccional de 14 de noviembre de 2008, los
Sres. MIRIAM GUERRA CESPEDES, MARIA TERESA GUERRA CESPEDES, CARLOS
EDGAR GUERRA CESPEDES, Y RAFAEL GUSTAVO GUERRA CESPEDES Y YOLANDA
GUERRA CESPEDES conforme a la solicitud realizada en el memorial de fs. 711 y 715 de
obrados deben transferir a titulo oneroso de compra venta el inmueble de la calle Fanola 269 a
favor del Sr. JOSE LUIS POZO GUEVARA por el precio de $us100 000.- (cien mil dólares
americanos) y en sujeción a la norma prevista en el art. 34.III de la Ley 1760 la transferencia
debe efectivizarse en el plazo de diez días, bajo conminatoria de otorgarse la escritura pública por
el juez de la causa, independientemente lo dispuesto en el art. 520.II del Pr. Civil” (sic) ( fs. 82 a
83 vta.), fallo que fue notificado a la ahora accionante, el primero de febrero de 2012, siendo
objeto de Reposición bajo alternativa de apelación mediante memorial de 3 de febrero de 2012
(fs. 91 y vta.).
II.7. Por memorial de 8 de febrero de 2012, Antonio Miguel Castro Murillo, apoderado de Carlos
Edgar, Miriam, Yolanda y Rafael Gustavo Guerra Céspedes, pidieron venta judicial, tal cual se
habría convenido en el Documento Transaccional “cuya cosa juzgada es la que se ordenó se
ejecute mediante Auto de Vista 09/2012 de 12 de enero” (sic) (fs. 94).
II.8. Solicitud que fue resuelta mediante Auto Definitivo 06/2012 de 10 de febrero,
considerando que habiéndose “cumplido el plazo establecido en el punto uno de la parte
Resolutiva del auto de 30 de enero de 2012, sin que la sra. MARIA TERESA GUERRA
CESPEDES haya hecho la propuesta formal de adjudicarse el inmueble (…) dispone la
transferencia del bien inmueble ubicado en la calle Fanola 629 de esta ciudad…” (sic) (fs. 94
vta.).
II.9. La ahora accionante, notificada con el Auto Definitivo 06/2012 de 10 de febrero, interpuso
recurso de apelación (fs. 98 a 100).
II.10. La Sala Civil, Comercial y Familiar del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, por
Auto de Vista 072/2012 de 9 de abril confirmó el Auto recurrido de 30 de enero de 2012,
pronunciado por el juez ahora co demandado (fs. 105 a 106)
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 564
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II.11. Mediante Auto de Vista 074/2012 de 9 del mismo mes y año, emitida por la Sala Civil
Comercial y familiar del mencionado Tribunal de Justicia citada en el punto precedente, confirmo
totalmente el auto 06/2012 de 10 de febrero (fs. 110 a 112).
Corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de la petición de tutela; en ese orden,
se tiene que el objeto de la presente acción de amparo, es la petición para el resguardo de sus
derechos: al debido proceso, a la defensa, a ser oída por autoridad jurisdiccional competente,
independiente e imparcial y los principios de legalidad, verdad material e igualdad y honestidad;
la causa; es decir los actos denunciados como lesivos a los derechos de la parte accionante,
constituye la emisión del Auto definitivo 06/2012 de 10 de febrero, -objeto de recurso de
apelación- sin considerar que el Auto de 30 de enero de 2012 dictado por el Juez de Partido
Segundo en lo Civil - Comercial del departamento de Potosí, se encontraba pendiente de
Resolución, al haber sido también objeto de reposición bajo alternativa de apelación;
Resoluciones apeladas que fueron resueltas por Autos de Vista 072/2012 y 074/2012 de 9 de
abril, confirmando las mismas; empero, con ausencia de una debida fundamentación.
El orden constitucional boliviano, dentro de las acciones de defensa, instituye en el art. 128 la
acción de amparo constitucional como un mecanismo de defensa que tendrá lugar contra los
“actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la Constitución y la ley”.
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc.. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que
procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes
no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o colectivas que
restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta a
la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 565
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe indicar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al mencionar en el
parágrafo I del art. 129 de la CPE que esta acción “…se interpondrá siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados”.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede analizar
el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.
En cuanto a la lesión al debido proceso señalado como vulnerado por la accionante, debemos
hacer referencia a la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional mediante la SC
0371/2010-R de 22 de junio, misma que ha establecido que el debido proceso: ”...constituye el
derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a
lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en
una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando las pruebas que
estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa), y la observancia del conjunto de
requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a
todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad
procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales” (las negrillas y el subrayado nos
corresponden).
Al respecto la SC 2023/2010-R de 9 de noviembre, señaló que: “La garantía del debido proceso,
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que
significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o dicte una resolución
resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la
problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del
juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como
en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a
las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida
por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma
de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió”.
“El razonamiento expuesto, no implica que la exposición deba ser exagerada y abundante de
consideraciones, citas legales y argumentos reiterativos, al contrario, una debida motivación
conlleva que la resolución sea concisa, clara e integre todos los puntos demandados, debiendo
expresar la autoridad jurisdiccional o en su caso administrativa, las razones determinativas que
justifican su decisión, exponiendo los hechos, realizando la fundamentación legal y citando las
normas que sustentan las parte dispositiva de la resolución asumida” (SC1305/2011-R de 26 de
septiembre).
“En consecuencia, excepcionalmente puede analizarse la interpretación efectuada por los jueces
y tribunales ordinarios; empero, es necesario que el accionante a tiempo de cuestionar la
interpretación de la legalidad ordinaria cumpla ciertas exigencias, a objeto de que la situación
planteada adquiera relevancia constitucional, como ser:
2) Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, con
dicha interpretación, y
por lo que la jurisdicción constitucional mediante la acción de amparo constitucional no puede dejar
de lado esa atribución, ya que de hacerlo ocasionaría un desequilibrio entre jurisdicciones.
Si bien esta subregla '…tiene su excepción, cuando en dicha valoración: a) Exista apartamiento
de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsible para decidir (…) o b) Cuando se
haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su lógica consecuencia sea la lesión de
derechos fundamentales y garantías constitucionales…' (SC 0965/2006-R de 2 de octubre)” (las
negrillas y el subrayado nos corresponden).
Se la puede analizar desde dos puntos de vista, tal como se lo hizo en la SC 0217/2006-R de 7 de
marzo, en la que se estableció lo siguiente: '…los efectos de la cosa juzgada se manifiestan bajo
una doble perspectiva: formal y material. Así, la característica o efecto de la cosa juzgada
formal es la de su inimpugnabilidad o firmeza. Producen este efecto cualquier resolución firme o
lo que es lo mismo, cuando frente a ella no exista ningún otro recurso previsto en la ley (la
excepción sólo se presenta cuando existe de por medio una lesión al contenido esencial de un
derecho fundamental), hayan transcurrido los plazos para recurrirla o se haya desistido del
mismo. En este sentido, los fallos del Tribunal Constitucional como los de la Corte Suprema de
Justicia, surten los efectos de cosa juzgada formal (con la única excepción a esta regla antes
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 569
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
referida), en la medida en que no hay ningún órgano judicial que pueda revisar sus decisiones;
empero, al efecto negativo aludido se tiene otro de naturaleza positiva, que se expresa en el
deber jurídico que tiene el órgano encargado de su ejecución de hacer efectiva la decisión
contenida en el fallo en los términos establecidos en ella. Desde su vertiente material, la cosa
juzgada despliega su eficacia frente a los otros órganos judiciales o administrativos, que lleva un
mandato implícito de no conocer lo ya resuelto, impidiendo con ello la apertura de otros
procesos nuevos sobre el mismo asunto (este efecto sólo la producen las decisiones firmes sobre
el fondo); como único medio de alcanzar la paz jurídica, evitando, de un lado, que la contienda
se prolongue indefinidamente y de otro, que sobre la misma cuestión puedan recaer resoluciones
contradictorias, lesionando la seguridad jurídica procesal (así, SSCC 0029/2002, 0094/2002-R,
0554/2003-R, entre otras)'.
En ese sentido determinó que: “Cuando el fallo adquiere la calidad de cosa juzgada formal y
material, no procede en su contra ningún proceso ordinario ni extraordinario de impugnación,
ni otra instancia procesal, y se abre la última fase del proceso como es la de ejecución, que
implica el cumplimiento coercitivo de lo determinado en ella; y se lo hará ante la autoridad que
dictó la sentencia en primer grado, dentro del mismo expediente, guardando una unidad y
continuidad procesal.
Con relación a ello, las normas previstas por el art. 514 del Código de Procedimiento Civil
(CPC), disponen lo siguiente: 'Las sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada se
ejecutarán, sin alterar ni modificar su contenido, por los jueces de primera instancia que
hubieren conocido el proceso'. Previsión concordante con los arts. 1318 inc. 3) y 1319 del
Código Civil (CC)” (las negrillas nos pertenecen).
Por su parte en cuanto a las decisiones judiciales y la calidad de cosa juzgada la SC 2056/2010-R
de 10 de noviembre, reiterando lo establecido en la SC 0668/2010-R de 19 de julio, al respecto
estableció que: “La sentencia es el acto jurisdiccional que sobre la base de la normativa
sustantiva vigente, en mérito a los hechos alegados, negados y probados por las partes y luego
de haber cumplido con las disposiciones adjetivas vigentes, define situaciones jurídicas en
conflicto, sometiendo a su decisión a los justiciables y obligando al respeto de su contenido a la
sociedad en su conjunto.
Toda sentencia, para someter a los justiciables y tener vigencia jurídica en una sociedad política
y jurídicamente organizada, debe cumplir con requisitos de formación esenciales que le darán
validez legal y que la harán inmodificable e incuestionable, dando así seguridad jurídica a las
partes en litigio y consolidando la paz social.
La validez de la sentencia, hace que esa decisión final, surta todos sus efectos y someta a su
decisión a las partes procesales y terceros con absoluta legitimidad, entonces, en tanto y cuanto
se cumplan los requisitos de formación de la sentencia, esta tendrá validez y alcanzará la
autoridad de cosa juzgada material.
Al respecto, el primer requisito de formación de una sentencia, se refiere a la obligación del juez
de verificar el respeto al debido proceso y garantizar mediante criterios de interpretación de la
legalidad ordinaria el respeto a principios y garantías de rango constitucional; por tanto, las
sentencias que cumplan con estos presupuestos serán validas plenamente y en consecuencia,
adquirirán la calidad de cosa juzgada material, aptitud que hace que una decisión sea
incuestionable e inmodificable.
En ese contexto, la cosa juzgada es la aptitud legal que adquiere una decisión jurisdiccional que
hace que esta sea inmutable en el tiempo e impide su revisión posterior, haciendo improcedente
cualquier recurso ordinario o extraordinario”.
Consiguientemente se concluye que contra todo fallo o Sentencia Judicial que adquiere calidad
de cosa juzgada no procede ningún otro recurso que permita modificarla o ser alterada en su
contenido, carácter que implica la irrevocabilidad que adquiere los efectos de la misma,
Sentencia Judicial que debe ser acatada y respetada por todos aquellos vinculados a ella, pues
cuando ésta queda firme adquiere inmutabilidad o inimpugnabilidad, ya que esa firmeza impide
que el fallo sea modificado, revocado o anulado, carácter inmutable que obliga al respeto de su
contenido y en resguardo de la seguridad jurídica y restará únicamente su ejecución.
En ese sentido, Gonzalo Castellanos Trigo, en una interpretación más amplia del art. 518 del
CPC, refiere: “lo que queda claramente establecido en esta norma legal es que toda apelación
promovida contra resoluciones dictadas en ejecución de sentencia, debe ser concedida en el
efecto devolutivo y no así en el suspensivo, ya que la concesión de alzada en este ultimo efecto
provocaría la interrupción del procedimiento de ejecución, situación que es precisamente la
que se quiere evitar.
Esta previsión es, en resumen, una aplicación de la regla general contenida en el art. 517 del
Código de Procedimiento Civil (1976), respecto a que la ejecución de la sentencia no puede
interrumpirse o suspenderse por ningún recurso ordinario o extraordinario, de manera que no se
vea afectada la continuidad del procedimiento de ejecución y no se utilice los medios
impugnatorios (recursos) como mecanismo para dilatar eternamente el cumplimiento de la
sentencia”.
En ese contexto, el Juez a quo por Auto de 30 de enero de 2012, en ejecución de fallos, dispuso
que:
1) María Teresa Guerra Céspedes, formalice en el plazo de cinco días la intención de adjudicarse
el inmueble de la calle Fanola 269 de esta ciudad, y que de existir acuerdo de los demás
coherederos sobre esta transferencia, se perfeccionará la misma con la suscripción de la Minuta
de Ley.
En ese orden de cosas, en observancia al Fundamento Jurídico III.2.2. éste Tribunal ingresará al
análisis de la problemática de fondo en la presente acción tutelar.
instancia procesal constituyéndose en inimpugnable correspondiendo ingresar a una última fase del
proceso como es la de ejecución, que implica el cumplimiento coercitivo de lo determinado en
ella, que conforme la norma establecida por el art. 514 del CPC, las Sentencias pasadas en
autoridad de cosa juzgada serán ejecutadas, sin alterar ni modificar su contenido, por los jueces
de primera instancia que hubieren conocido el proceso.
Por otro lado, se acusa la vulneración al derecho a la defensa; sin embargo, dictadas las
Resoluciones en instancia de ejecución de Sentencia, por parte de la autoridad a quo, se advierte
que los mismos, fueron objeto de Recursos a los cuales el juez accedió conforme a las reglas del
procedimiento civil, por lo que la accionante tuvo la oportunidad de hacer uso efectivo de cuanto
recurso la Ley le faculta (Fundamento Jurídico III.2.1); en consecuencia, en mérito a lo expuesto
se hace inadmisible conceder la tutela en cuanto a esta autoridad jurisdiccional.
Referente al Auto de Vista 074/2012 de mismo mes y año, en coherencia con lo expuesto en el punto
III.6.1. del análisis del caso concreto, la concesión de alzada en el efecto devolutivo de una resolución
emitida en ejecución de sentencia no provoca la interrupción del procedimiento de ejecución;
consiguientemente, los Vocales codemandados en los argumentos expuestos en la Resolución en
análisis asumieron sus actos y decisiones dentro el marco del debido proceso y en cohesión al
principio de legalidad, pues dicho fallo expresa amplia y coherentemente la decisión asumida.
En ese contexto, si bien este Tribunal, efectuó un análisis de la actuac ión del Juez y Vocales,
ahora demandados, en cuanto a la pertinencia de los Recursos interpuestos contra el Auto
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 573
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
En cuanto a la falta de fundamentación legal alegada por el accionante, ello no implica que toda
Resolución en su exposición deba ser exagerada y abundante de consideraciones, citas legales y
argumentos reiterativos (Fundamento Jurídico III.2.1.), en todo caso, deberá ser clara y
suficientemente precisa en su contenido; respecto a la errónea valoración de la prueba efectuada
por los Vocales demandados, la jurisprudencia desarrollada por el extinto Tribunal
Constitucional y también asumida por el constituido Tribunal Constitucional Plurinacional,
conforme el fundamento jurídico III.3, la valoración de toda prueba aportada por las partes en un
proceso, esta corresponde privativamente a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el
Tribunal Constitucional no puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva
competencia de estos.
Finalmente se acusa, la vulneración a otros principios, enunciados por el art. 180.I de la CPE,
como son el de imparcialidad, igualdad, probidad, verdad material, honestidad; sin embargo, pese
a haber invocado los mismos, no refiere en absoluto de qué forma se habrían transgredido los
mismos, por tanto, impertinente asumir consideraciones acerca de los mismos.
POR TANTO
ÍNDICE
ÍNDICE DE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÌNDICE RAMA
JURISPRUDENC CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCION DEL DERECHO
IA NORMATIVO
ALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00653-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
I.1.3. Petitorio
Se conceda la tutela, ordenando al Juez que tiene el control jurisdiccional, llevar a cabo su audiencia
de cesación a la detención preventiva y no suspender la misma por motivos que no son causales,
determinando la existencia de responsabilidad civil y penal de los demandados.
Celebrada la audiencia pública el 8 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 63 a
64 vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de la accionante, ampliando la presente acción, expresó que revisados los dos últimos
cuerpos del proceso, se demuestra que Mariana Molina Santa Rosa, ahora accionante, el 6 de
diciembre de 2011, habría solicitado audiencia de cesación a su detención preventiva, que fue
señalada para el 19 del mismo mes y año, donde el Fiscal no asistió; sin embargo, presentó un
pedido de suspensión de audiencia que fue concedido por el Juez; por lo que, se programó nueva
audiencia para el 28 de diciembre del citado año y volviéndose a suspender porque el Fiscal
continuaba con cursos de capacitación, posteriormente se fijó otra audiencia, para el 11 de enero de
2012, pero se postergó también esta debido a que el Fiscal se encontraba delicado de salud, en
consecuencia se determinó otra para el 19 del referido mes y año y nuevamente se aplazó por la
misma razón; es decir, el Fiscal seguía delicado de salud.
En virtud a ello el representante por la accionante vuelve a pedir audiencia de cesación la detención
preventiva, programándose esta para el 31 de enero de 2012 a las 17:30, a raíz de que el representante
del Ministerio Público reitera la suspensión de audiencia, no se lleva a cabo, siendo que las partes
habían sido legalmente notificadas. En ese entendido, refiere que los Jueces de primera instancia ahora
demandados -Valeria Salas Hurtado y Fernando Orellana Medina- debieron aplicar el art. 4 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público (LOMP), y citando algunas sentencias constitucionales, indica
también que la autoridad demandada al haber aplazado la audiencia de consideración a la solicitud de
cesación a la detención preventiva, por situaciones que no se admiten por ley, incurrió en dilaciones
injustificadas que prolongaron la detención preventiva de la ahora accionante.
La Jueza Octava de Instrucción en lo Penal, Valeria Salas Hurtado, elevó su informe, cursante a fs.
10 y vta., pidiendo denegar esta acción, argumentando que lo expresado por el accionante es falso,
todo ello en base a los siguientes fundamentos: a) En el proceso signado con el número IANUS
701199201108334 seguido contra Mariana Molina Santa Rosa, bajo las causales establecidas en el
art. 316 inc. 9) del Código de Procedimiento Penal (CPP), la Fiscal de Sustancias Controladas,
Mabel Sandra Andrade Molina, presentó recusación contra su persona; por lo que, conforme al
procedimiento el 25 de enero de 2012, remitió el expediente ante el superior en grado, Juez Noveno
de Instrucción en lo Penal; b) Una vez que se remitieron actuados, sostiene que desconoce el rumbo
del proceso, razón por la cual manifiesta que no puede informar al respecto sobre las supuestas
suspensiones que aduce la ahora accionante; y, c) Adjunta copia legalizada del cuaderno de altas y
bajas del Juzgado a su cargo, donde se puede advertir que el 25 de enero de 2012, a horas 11:08, el
cuaderno procesal fue remitido al Juzgado Noveno de Instrucción en lo Penal.
Por otra parte, el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, Fernando Orellana Medina, en audiencia
presentó su informe oral (fs. 63 y 64), manifestando lo siguiente: 1) Su actuación circunstanciada en
dicho proceso, se debió a la existencia de acefalias en el momento que conoció la audiencia; 2) El
30 o 31 de enero del año en curso, debido a la incapacidad por salud del Juez también en suplencia
legal, el Juez Zenón Rodríguez Zeballos, en dicha audiencia procedía a la suspensión de la misma,
ya que el Ministerio Público habría presentado una imputación ante el Juez Noveno de Instrucción
en lo Penal, que le señaló audiencia para el mismo día a horas 16:30, como cursa en el cuaderno
procesal; 3) En virtud a la intervención de la ahora accionante, en la que expresó: “existiendo un
justificativo a la inasistencia del Ministerio Público a la audiencia y apelando al principio de unidad
que rige el art. 4 de la Ley Orgánica del Ministerio Público procederá la suspensión concediendo el
juez un plazo prudencial para designar para que el Ministerio Público designe un Fiscal alterno
dentro de un termino no mayor a 48 horas”, su autoridad cumplió con lo enunciado; por lo que,
suspendió la audiencia y fijó otra para el 2 de febrero de 2012, fecha en la cual tendría que ser
llevada a cabo; y añade que probablemente no sea la fecha exacta porque su participación fue
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 576
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
circunstancial, ya que actuó en suplencia legal del Juez Noveno de Instrucción en lo Penal; 4) Sus
Resoluciones fueron dictadas en la misma audiencia y en caso de que el abogado no esté de acuerdo
con ella apelaría o si es providencia podía solicitar reposición; sin embargo, se retiró de la sala al
concluir el acto; y, 5) Afirma que no cree que hubo dilación; y no conoce de forma continua la
suplencia de dicho Juzgado, su suplencia fue hasta el 31 de enero; y, al no corresponder que la
referida acción haya sido presentada en su contra pide se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez Cuarto de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz, por Resolución 02/2012 de 8
de febrero, cursante de fs. 64 vta. a 66 vta., denegó la tutela, sin costas, ni responsabilidad civil
por ser excusable, en base a los siguientes fundamentos: i) De la revisión del cuaderno procesal,
se evidencia que efectivamente ha existido pedido de cesación a la detención preventiva, por
parte de la defensa, que no pudo llevarse a cabo debido a las solicitudes realizadas por parte de la
Fiscal, presentando en todas ellas un justificativo; ii) En cada suspensión de audiencia los jueces
que se han encontrado en suplencia legal, al ser éste un caso que recayera mediante sorteo de
plataforma ante el Juzgado Noveno de Instrucción en lo Penal y al estar éste actualmente acéfalo,
han llegado a suspender el desarrollo de la misma por un justificativo debidamente documentado
de imposibilidad de asistir a la audiencia de referencia, por parte de la Fiscal que conoce el
proceso, y en todas las suspensiones se evidencia que los jueces que estuvieron en suplencia
legal, han llegado a señalar nuevamente audiencia para que sea considerada la misma; y, iii) Una
vez presentada la acción, ya existía audiencia fijada para la consideración a la cesación de la
detención preventiva, de la representada del accionante, estando presentes todas las partes (el
Ministerio Público y la defensa), notificadas para llevar a cabo el referido acto procesal; por lo
que, la petición realizada por parte del accionante no tendría lugar ni fundamento.
II. CONCLUSIONES
II.1. A través de memorial de 6 de diciembre de 2011, Mariana Molina Santa Rosa, ofreció prueba
y pidió la cesación de su detención preventiva, a la Jueza Octava de Instrucción en lo Penal del
departamento de Santa Cruz (fs. 79).
II.5. De acuerdo al memorial presentado el 19 de enero de 2012, la Fiscal de Materia, Mabel Sandra
Andrade Molina, formuló recusación de la Jueza Octava de Instrucción en lo Penal; por lo que, a
través de Auto de 19 de enero de 2012, dicho Juez, se excusó de oficio de conocer el proceso
seguido por el Ministerio Público contra Mariana Molina Santa Rosa y otros e indicó que se remitan
actuados al inmediato siguiente en número, en aplicación del art. 321 del CPP (fs. 94 y vta.).
II.6. Por memorial de 25 de enero de 2012, Mariana Molina Santa Rosa, solicitó al Juez Noveno de
Instrucción en lo Penal, que se fije día y hora de audiencia para la cesación de su detención
preventiva; sin embargo, la auxiliar del juzgado con una nota devolvió al juzgado de origen por
encontrarse mal foliado. Posteriormente, el Juez Tercero de Instrucción, Fernando Orellana Medina,
providenciando el 25 de enero del mismo año, programó audiencia para el 31 de enero de 2012, a
horas 17:30 y al momento de llevarse a cabo, fue suspendida a efectos de que el Ministerio Público
designe otro fiscal y se presente en audiencia (fs. 95 a 97 vta.).
II.7. De la copia legalizada del cuaderno procesal, se puede evidenciar que el 25 de enero de 2012, a
horas 11:08, el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Penal, remitió el expediente contra Mariana
Molina Santa Rosa -por excusa-, al Juzgado Noveno de Instrucción en lo Penal (fs. 9).
II.8. El 7 de febrero de 2012, el Juez Cuarto de Sentencia Penal, Juan José Paniagua Cuéllar, con
una nota pidió al Juez Noveno de Instrucción en lo Penal del departamento de Santa Cruz, que
informe sobre el caso y ordene por Secretaría la remisión a ese despacho el cuadernillo procesal
signado con el número IANUS 70119920118334 (fs. 15).
El representante alega la vulneración del derecho a la libertad de Mariana Molina Santa Rosa,
debido a que distintos Jueces de Instrucción en lo Penal, que conocieron su proceso, por más de
cinco veces, suspendieron sus audiencias de cesación a la detención preventiva, por la
inasistencia del Ministerio Público, siendo un motivo que no es causal de postergación de dicha
audiencia. En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se debe conceder o no la
tutela solicitada.
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se
encuentra privada de libertad” (las negrillas son nuestras).
En concordancia con esta disposición, el art. 115.II de la Norma Fundamental, determina: “El
Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones” (las negrilla son añadidas); por lo que, se puede
determinar que la administración de justicia debe ser rápida, oportuna y eficaz, tanto en la
tramitación como en la resolución de las causas, ya que las personas que intervienen en el proceso
esperan una definición pronta de su situación jurídica, máxime si está comprometido un derecho
fundamental como es la libertad.
La citada jurisprudencia constitucional, determinó tres situaciones para considerar acto dilatorio, en
el trámite de la cesación de la detención preventiva, señalando: “En consecuencia, se considera
acto dilatorio en el trámite de la cesación de la detención preventiva, cuando:
b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial. Plazo que
puede ser en un límite de tres o cinco días máximo, dependiendo de la particularidad de cada
caso, cuando por ejemplo existan varias partes imputadas o víctimas múltiples que tengan que
ser notificadas, o por la distancia donde se deba efectuar un determinado acto previo y esencial -
como sucede con algunas notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 579
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
única y exclusiva en los casos que exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia
del proceso, como los derechos e intereses comprometidos y relacionados a la petición;
situación que deberá ser justificada por la autoridad judicial competente a momento de señalar
la fecha de audiencia, teniendo en cuenta la razonabilidad.
Por la jurisprudencia citada anteriormente se puede colegir que, todo pedido o trámite en el que
se encuentre involucrado el derecho a la libertad física o de locomoción, debe tramitarse dentro
del plazo de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, más aún tratándose de las
solicitudes de cesación de la detención preventiva, las que deben dilucidarse de forma rápida y
oportuna ya que se encuentra de por medio el derecho a la libertad.
Asimismo, en cuanto a la detención preventiva se establece que al ser una medida cautelar de carácter
provisional, revisable y modificable en cualquier momento, a efectos de considerar la cesación, no es
indispensable la presencia del representante del Ministerio Público, requiriéndose simplemente que se
lo haya notificado para la audiencia; por lo que, su inasistencia no constituye causal de suspensión,
sino más bien, se considera como una renuncia a objetar la cesación.
proceso, lo hace como representante del Ministerio de Público, sea para promover la acción de
la justicia, defender la legalidad, los intereses del Estado y de la sociedad, obligado a ejercer la
acción penal pública en los casos establecidos por la ley con la máxima idoneidad y diligencia.
Bajo el principio de Unidad del Ministerio Público, los fiscales tienen atribuciones para operar
en todo el territorio de la República, sin que por ello se pueda alegar la falta de jurisdicción y
competencia, asimismo pueden asistir a las audiencias no siempre a través del fiscal asignado
al caso sino que como se tiene dicho, ser suplido por otro, en consecuencia, independientemente
de qué fiscal se encuentre a cargo de una investigación o los reemplazos que puedan darse en la
misma, es obligación del fiscal asumir la responsabilidad que conlleva cada caso que se le haya
sido asignado” (las negrillas nos corresponden).
Por lo expuesto, se colige que si el fiscal asignado al caso por alguna razón no pudiere asistir a la
audiencia con la que fue notificado, en virtud al principio de unidad, es posible que asista en
suplencia otro fiscal.
En consecuencia, considerando que Mariana Molina Santa Rosa, el 6 de diciembre de 2011, solicitó
ante la Jueza Octava de Instrucción en lo Penal, audiencia para la cesación a su detención
preventiva, es necesario efectuar la revisión de las actuaciones procesales a efectos de determinar
las supuestas irregularidades cometidas por parte de cada una de las autoridades demandadas y con
ello la vulneración al derecho a la libertad, labor que será desplegada líneas infra:
Por otra parte, se observa en actuados procesales que el 28 de diciembre de 2011, la Jueza Octava
de Instrucción en lo Penal, procedió a la celebración de una nueva audiencia de solicitud de
cesación a la detención preventiva, misma que fue suspendida porque el representante del
Ministerio Público pidió su suspensión, motivo por el cual dispuso otra, para el 11 de enero de 2012
y el 19 de igual mes y año, se excusó de conocer el proceso seguido por el Ministerio Público contra
Mariana Molina Santa Rosa y otros, remitiéndose todos los actuados al siguiente en número.
De las actuaciones mencionadas, se tiene que a pesar de que con anterioridad esta autoridad judicial
dispuso en tres oportunidades la suspensión de la audiencia de cesación a la detención preventiva en
razón de que el Ministerio Público las hizo suspender, con posterioridad se excusó de oficio de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 581
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
conocer el proceso, generando de esa forma una excesiva dilación indebida en la tramitación de la
cesación a la detención preventiva que restringe el derecho a la libertad de la accionante, al no
actuarse con la celeridad que el caso amerita y en el marco de la jurisprudencia glosada líneas
anteriores.
De lo mencionado resulta difícil inferir si existió dilación indebida en la tramitación del pedido de
cesación a la detención preventiva, pues no se constata ningún actuado de esta autoridad judicial, es
más, quien dispuso o propició la devolución del expediente al Juzgado Octavo de Instrucción en lo
Penal, fue la mencionada funcionaria judicial y no así el Juez codemandado.
En virtud a los antecedentes que cursan en obrados, se tiene que si bien el pedido de cesación a la
detención preventiva de 25 de enero de 2012, fue dirigida al Juez Noveno de Instrucción en lo
Penal, quien finalmente procedió a señalar fecha de audiencia para el 31 de enero de 2012, el Juez
Tercero de Instrucción, es quién el mismo día, providenció la petición formulada por el
representante de la ahora accionante; sin embargo, a momento de celebrarse la audiencia, esta
autoridad judicial también procedió a suspenderla, bajo el argumento de que el Ministerio Público,
tenga la oportunidad de presentarse con la designación de otro fiscal, incurriendo en la misma
dilación que la Jueza Octava de Instrucción en lo Penal, pues su actuación no resulta acorde a lo
desarrollado en los Fundamentos Jurídicos III.1, III.2 y III.3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, quedando en claro que las peticiones de consideración de cesación a la detención
preventiva o de otra índole que tengan relación con el derecho a la libertad, deben ser priorizadas y
llevarlas a cabo con la debida celeridad, por lo que con relación a esta autoridad codemandada,
también corresponde conceder la tutela solicitada.
Por otro lado, de conformidad con lo establecido por el art. 126.IV de la CPE, concordante con el
art. 64 de Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), efectuada la audiencia, la
resolución debe ser remitida en revisión, dentro del plazo de veinticuatro horas; empero, de la
revisión de antecedentes, se puede colegir que efectuada la audiencia de consideración de la
presente acción de libertad -8 de febrero de 2012-, dicha Resolución juntamente con el expediente
fueron recibidos por este Tribunal el 13 de abril del año en curso, vale decir, después de más de un
mes de emitido el fallo, lo cual demuestra que el Juez Cuarto de Sentencia Penal del departamento
de Santa Cruz, no cumplió con los plazos establecidos en las normas citadas precedentemente.
POR TANTO
2º Llamar la atención al Juez de garantías por no adjuntar la prueba pertinente al objeto procesal
conforme el entendimiento contenido en la SCP 0087/2012 de 19 de abril, y por no remitir la
Resolución 02/2012 de 8 de febrero, dentro del plazo de las veinticuatro horas establecidas por la
Constitución Política del Estado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00922-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Añade que el 19 de marzo de 2012, solicitó salida judicial por memorial, recibiendo por respuesta
providencia de 20 de igual mes y año, que dispuso “Previamente adjunte la correspondiente
certificación del médico interno de la penitenciaría donde se encuentra privado de libertad” (sic),
cuando en ninguna norma legal se establece el cumplimiento de este requisito, motivo por el cual
interpuso recurso de recusación el 26 del indicado mes y año, mismo que fue rechazado mediante
providencia de 27 de ese mes y año, por causal sobreviniente, adjuntando como prueba memorial
presentado el 19 de marzo de 2012, actuando de manera contraria a la ley, ya que el rechazo de la
recusación debió efectuarse mediante resolución debidamente fundamentada conforme establece
el art. 320 incs.1) y 2) del Código de Procedimiento Penal (CPP), demostrando su parcialización
y manifiesta enemistad con el accionante.
Finaliza manifestando que, la negativa de su salida médica, puso en riesgo su vida y que al no
haber resuelto la recusación por auto, se lo dejó en indefensión al negarse tajantemente sus
peticiones.
El accionante alega la vulneración de sus derechos, a la libertad y al debido proceso, sin citar la
norma constitucional que lo contiene.
I.1.3. Petitorio
I.2. Audiencia
El Juez Técnico y Presidente del Tribunal Séptimo de Sentencia del departamento de La Paz,
Claudio Tórrez Fernández, en audiencia indicó que es evidente que el caso se encuentra radicado
en el Tribunal que preside y que mediante Auto de 16 de marzo de 2012, dispuso la apertura de
juicio contra el ahora accionante, señalándose fecha de sorteo de jueces ciudadanos para el 28 de
igual mes y año; asimismo, menciona que es cierto que el imputado, por memorial de 19 del
indicado mes y año, solicitó salida judicial por encontrase con un fuerte dolor estomacal sin
adjuntar “respaldo de ninguna naturaleza” y sin indicar dónde o ante qué facultativo debía
concederse el permiso, motivo por el cual se vio imposibilitado de atender tal requerimiento,
además, añade que en caso de tratarse de una emergencia vinculada con la salud de los internos,
el Director de la Penitenciaría se encuentra facultado para disponer que el interno acuda ante un
especialista; posteriormente; indica que el accionante, el 26 de marzo de 2012, adjuntando
certificado médico, interpuso recurso de recusación alegando las causales previstas en el art. 316
incs.11) y 5) del CPP, certificado que no determina que la autoridad ahora demandada tuviera
interés alguno en el juicio o enemistad manifiesta contra el enjuiciado, motivo por el cual el
recurso fue rechazado en base a los numerales 1 y 2 del art. 321 del citado Código modificado
por la Ley 007, procediéndose al sorteo de jueces ciudadanos, habiendo el accionante impetrado
corrección de la providencia que rechazó la recusación, determinándose que al amparo del art.
318.”III” del CPP, dicha decisión no tiene recurso ulterior.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 23/2012 de 3 de abril, cursante de fs. 9 a 10, la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, denegó la
acción de libertad argumentando que el accionante no acreditó que existía necesidad para
solicitar su salida judicial y tampoco ha demostrado que su vida se encuentre en inminente
peligro, ya que de ser ese el caso, el Gobernador del Recinto Penitenciario se encontraba
legalmente facultado para disponer su traslado a un centro médico para su pronta atención;
respecto al rechazo de la recusación, el Tribunal de garantías señaló que no corresponde a esa
instancia manifestarse sobre a que dicha decisión fuera asumida mediante providencia o auto.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 19 de marzo de 2012, el accionante pidió salida judicial, mereciendo
providencia de 20 de igual mes y año, que disponía la previa acreditación mediante certificado
médico emitida por el medico interno la penitenciaría; por lo que interpuso recurso de recusación
que fue rechazado in límine mediante “providencia” (fs. 1 a 3).
Mediante la presente acción tutelar, René Flores Condori denuncia que Claudio Tórrez
Fernández, Juez Técnico y Presidente del Tribunal Séptimo de Sentencia, vulneró su derecho a la
vida, al encontrarse detenido preventivamente por la supuesta comisión del delito de tráfico de
sustancias controladas, solicitó salida judicial por enfermedad, habiendo el Juez demandado
dispuesto que previamente presente certificado médico del galeno de la penitenciaría; por lo que,
a su parecer, al encontrarse comprometida la imparcialidad de la autoridad jurisdiccional y siendo
evidente y manifiesta la enemistad, planteó recurso de recusación que fue rechazado in límine
mediante providencia. Corresponde analizar, si en el presente caso, se debe ingresar al fondo de
la problemática planteada.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 585
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Según la SCP 243/2012 de 29 de mayo señala que: “Esta garantía de carácter procesal
constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE, que dispone: 'Toda persona
que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de
manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal
ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su
vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad'. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), que establece que su objeto es la garantía, protección o
tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo,
compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el
contenido esencial de esta garantía; es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra
revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características
de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier
servidor público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que
pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad
física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida” (las negrillas son nuestras).
En orden a resolver el problema jurídico planteado, deberemos referirnos a los derechos que
asisten a los privados de libertad así como a la atención médica que se les debe dispensar a los
reclusos de los centros penitenciarios y carcelarios, para luego abordar el caso concreto.
El art. 74.I de la CPE, determina que es responsabilidad del Estado velar por el respeto de los
derechos de las personas privadas de libertad; de donde se infiere que, la privación de libertad por
causas legales, no necesariamente lleva implícita en su naturaleza la supresión de otros derechos
fundamentales tales como a la vida, a la salud y otros que establece la Norma Suprema, mismos
que si bien, por la esencia misma de la privación de libertad, pueden verse disminuidos en su
ejercicio, no pueden por ningún motivo ser suprimidos, del razonamiento que se vislumbra del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 586
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
entendido de que no obstante que el privado de libertad, por esta misma calidad, se encuentra en
situación de desventaja y en desigualdad de condiciones frente a aquellos sujetos que gozan de su
libertad, no involucra el hecho de que esta disminución en el ejercicio pleno de algunos derechos,
signifique, de ninguna manera, que los otros derechos fundamentales que le son reconocidos
constitucionalmente, no sean, en su caso, pasibles de defensa por parte del interesado y por
supuesto de tutela por parte del Estado.
En este contexto, es imprescindible dejar establecido que los derechos fundamentales, le son
reconocidos a las personas en virtud a esa calidad de seres humanos, concepto dentro del cual no
puede efectuarse discriminación alguna respecto a su situación esporádica de privados de
libertad, esto como consecuencia de que aun cuando se trate de personas privadas de libertad,
conservan su esencia de seres humanos y en consecuencia su calidad de ciudadanos a quienes se
les reconoce los derechos contenidos en la Constitución Política del Estado y que, aún
encontrándose en calidad de sujetos pasivos respecto al ejercicio de su derecho a la libertad y
libre locomoción, no dejan de formar parte de la sociedad y por ende del Estado, gozando, por
tanto, de la protección del aparato estatal con referencia a sus derechos y garantías, los cuales, en
caso de ser lesionados, suprimidos o amenazados, son susceptibles de tutela.
En conclusión, podemos afirmar que independientemente de las circunstancias, todos los seres
humanos se hallan dotados de derechos fundamentales, de los que no se les puede despojar sin
justificación legal; ahora bien, no obstante esto las personas detenidas o encarceladas en forma
legal pierden por un tiempo el derecho a la libertad, llegando a limitarse algunos otros derechos
como la libertad de locomoción.
Los derechos humanos fundamentales han sido incluidos y reconocidos en leyes y normas
internacionales a través de tratados, convenciones, pactos y reglas que han sido ratificados por
muchos estados; entre estos instrumentos internacionales se hallan la Declaración de los
Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención
contra la Tortura y otros Tratos, Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes de las Naciones
Unidas.
Los derechos de los privados de libertad se generan en los derechos humanos generales
universales y se aplican a todas las personas que se encuentran recluidas; en este sentido, los
instrumentos internacionales, que conforma el bloque de constitucionalidad reconocido por el art.
410.II en relación al 13.IV de la CPE, han incluido a las personas sometidas a cualquier forma de
detención, como entes susceptibles de protección; así la Declaración Universal de los Derechos
Humanos expone un catalogo de derechos que reconoce a todo ser humano por su calidad de tal,
de donde podemos colegir que este entendimiento, conforme expresamos supra, incluye a
aquellas personas privadas de libertad; entre los derechos que protege este documento, se
encuentran por ejemplo los derechos a la vida (art. 8), al acceso a la justicia (art. 11), a la libertad
y a la seguridad (art. 3), la prohibición de la tortura y otras penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes (art. 5).
En similar sentido, se expresa la Organización de las Naciones Unidas, al considerar que la salud
se constituye en un derecho humano inalienable, proponiendo que las naciones adapten a sus
realidades las reglas 22, 23, 24, 25, y 26 referidas a los servicios médicos, señalando que en todos
los establecimientos penitenciarios debe disponerse por lo menos de los servicios de un médico
calificado, con algunos conocimientos psiquiátricos para el diagnóstico o tratamiento de
enfermedades mentales. De igual forma los servicios médicos se organizarán íntimamente
vinculados con la administración general del servicio sanitario de la comunidad o la nación; se
establece el traslado de los enfermos cuyo estado requiera cuidados especiales, a establecimientos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 587
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
En este contexto, partiendo de este razonamiento, en nuestro país, de conformidad al art. 23.I de
la CPE, si bien el privado de libertad sufre temporalmente las limitaciones de la ley, no se
convierte en un ser sin derechos, el Estado, de acuerdo al art. 74.I de la Norma Suprema, les
garantizan el respeto de todos aquellos derechos inserto en el texto constitucional, considerados
como fundamentales por diferentes instrumentos internacionales; resulta oportuno, analizando el
derecho a la salud del grupo humano conformado por los privados de libertad, efectuar un
análisis previo respecto a la atención médica que se les otorga durante el período de reclusión.
Ahora bien, a objeto de materializar el ejercicio del derecho a la salud dentro de los recintos
penitenciarios, el ordenamiento jurídico prevé medios específicos para resguardar este derecho
por su directa vinculación con el derecho a la vida de aquellas personas que circunstancialmente
se encuentran privadas de libertad, es así que, la Ley de Ejecución Penal y Supervisión, dispone
en su Título Tercero, Capítulo Segundo, arts. 90 al 93 y 96, concordantes con el art. 2.2 y 11 del
Decreto Supremo (DS)26715 de 26 de julio de 2002 (Reglamento de Ejecución de Penas
Privativas de Libertad), que debe existir en cada centro penitenciario un servicio de asistencia
médica que funcione las veinticuatro horas, encargado de otorgar a los internos, atención básica y
de urgencia, en medicina general y odontología y en caso de tratarse de enfermedades o dolencias
que precisen tratamiento especializado, será el Director del establecimiento el encargado de
comunicar estos hechos a las personas indicadas, pudiendo el interno a solicitud expresa ante el
Director del establecimiento, acceder a su costo, a atención médica ajena a la del establecimiento,
cuya decisión podrá ser apelada ante el juez de ejecución penal.
Del mismo modo, tratándose de casos de emergencia, el legislador ha dispuesto en el art. 94 del mismo
compilado legal que el director del establecimiento penitenciario o quien se encuentre a su cargo,
ordenará el traslado del interno a un Centro de Salud adoptando las Medidas de Seguridad necesarias;
debiendo informar de inmediato, al Juez competente; es decir que, cuando la salud de una persona
privada de libertad se encuentra disminuida, le corresponde en primera instancia al interno dirigirse en
consulta al médico del recinto penitenciario a efecto de sea este quien determine a prima facie la
gravedad del cuadro y adopte las medidas necesarias para asegurar y precautelar el ejercicio de este
derecho y por ende su derecho a la vida, y cuando corresponda, en virtud a una emergencia particular o
la necesidad específica de tratamiento especializado, el galeno del penal deberá poner en conocimiento
de la situación al Director del recinto quien, tomando las previsiones de seguridad necesarias,
autorizará el traslado del enfermo a un centro de salud y pondrá dicha determinación en conocimiento
del juez competente; similar razonamiento ha manifestado esta Jurisdicción mediante la SCP
0257/2012 de 29 de mayo.
supresión; y, b) debe existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la
oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad,
razonamiento que fuera acogido posteriormente por la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, al expresar
que no es posible ingresar al análisis de fondo de una problemática a través de la acción de
libertad cuando aquella está referida “…a cuestiones lesivas a derechos fundamentales
relacionados a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los
cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal,
puesto que el debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos
de indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o
restricción a la libertad física”.
Así, de los antecedentes cursantes en obrados, se tiene que el accionante denuncia que el Juez
Técnico y Presidente del Tribunal Séptimo de Sentencia, Claudio Tórrez Fernández, vulneró su
derecho a la vida al solicitar que con carácter previo a conceder la salida judicial por motivos de
salud, presente certificado médico del galeno del recinto penitenciario, motivo por el cual, añade,
planteó recurso de recusación en su contra que fue rechazado in límine mediante providencia.
En el caso concreto, el accionante se encuentra detenido por la supuesta comisión del delito de
tráfico de sustancias controladas, contando, a la fecha de interposición de la presente acción
extraordinaria con Auto de apertura de juicio y sorteo de jueces ciudadanos; en tal situación,
solicitó al Juez Técnico y Presidente del Tribunal Séptimo de Sentencia le otorgue salida judicial
a efectos de acudir a una consulta médica externa, sin mencionar, conforme manifiesta el
demandado, al lugar donde iba a ser atendido, motivo por el cual la autoridad jurisdiccional, con
carácter previo a otorgar la dispensa, dispuso que el imputado presente certificado emitido por el
médico del recinto penitenciario donde guardaba reclusión, providencia que no vulnera ninguno
de los derechos del accionante, con referencia al derecho a la salud alegado por el encausado,
bien se ha establecido que inicialmente debió acudir al médico del penal, quien en último caso y
tratándose de una situación de emergencia y que represente gravedad para el interno o ponga en
riesgo su vida, podía solicitar al Director del recinto se proceda al traslado de paciente a otro
centro de salud o se lo remita ante un especialista; es decir, el galeno del reclusorio es quien, debe
certificar, con la debida diligencia, la necesidad o no de que el recluso sea traslado o puesto bajo
control de un médico especialista; en consecuencia, la autoridad jurisdiccional ahora demandada,
no ha vulnerado el derecho a la vida como efecto de una supuesta lesión al derecho a la salud del
accionante, sino, más bien, en atención a la normativa aplicable al caso ha dispuesto que sea el
médico del penal quien en primera instancia preste asistencia al imputado y sea quien establezca
con precisión el real estado de salud del interno; motivo por el cual, al no existir vulneración al
derecho a la salud que pudiera poner en riesgo la vida del privado de libertad, no corresponde
otorgar la tutela
Finalmente, con referencia al reclamo efectuado por la parte accionante respecto a que la
recusación interpuesta fue rechazada mediante providencia y no mediante auto debidamente
fundamentado y motivado, si bien este aspecto se encuentra dentro de ámbito que compete al
debido proceso, no corresponde a esta jurisdicción manifestarse o emitir criterio al respecto, pues
la supuesta lesión alegada por el imputado no se halla vinculado con la privación de su derecho a
la libertad; en consecuencia, de acuerdo a lo expuesto en el Fundamento Jurídico precedente,
cuando las lesiones al debido proceso no se hallan en directa relación con el derecho a la libertad
o cuando éstas vulneraciones no han producido la restricción al ejercicio de este derecho, no
pueden ser analizadas mediante la acción de libertad, correspondiendo en todo caso al justiciable
acudir ante las autoridades jurisdiccionales que conocieron inicialmente la causa a efecto de que
sean éstas las que las reparen, y en última instancia, cuando les medios intra procesales han sido
agotados o cuando éstos resulten insuficientes o no sean adecuados para reparar el daño, el
imputado podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo
constitucional, que, en estos casos, es el recurso idóneo para precautelar las lesiones a la garantía
del debido proceso; correspondiendo denegar la tutela.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00893-2012-02-AL
Departamento: Tarija
Refiere que, por Auto de 10 de diciembre de 2011, su representada fue beneficiada con la
cesación de su detención preventiva al haber acreditado tener familia, trabajo y domicilio,
elementos que desvirtuaron el presupuesto peligro de fuga, y en consideración a ser madre de una
hija menor de cinco meses, imponiéndole las siguientes medidas sustitutivas: a) Detención
domiciliaria con vigilancia policial, con salidas en horas de trabajo; b) Presentación ante el fiscal
cada quince días; c) Prohibición de salir del país; y, d) Fianza personal de un garante que en caso
de fuga deposite la suma de Bs10 000.-(diez mil bolivianos), que fueron cumplidas; sin embargo,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 592
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
dicha Resolución fue apelada por el Ministerio Público, instancia en la cual no concurrió a la
audiencia pública al no haber sido notificada para el efecto, y en la que se revocaron las medidas
sustitutivas, argumentando que la posibilidad de autoría no había sido debatida y por tanto era
subsistente respecto a su representada, así también los riesgos procesales de fuga y
obstaculización estaban latentes, además de que en su contra se dispuso su detención preventiva,
por lo que ya no procedía la aplicación de la última parte del art. 232 del Código de
Procedimiento Penal (CPP) en la cesación de detención preventiva, para finalizar señalando que,
en el caso particular, en la ciudad de Bermejo existe una carceleta, por consiguiente los hijos de
la imputada podían visitarla cuantas veces sea necesario, revocando por ello el Auto de 10 de
diciembre de 2011, disponiendo indebidamente su detención preventiva.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 15 de mayo de 2012, conforme consta del acta cursante de fs.
25 a 26 vta.de obrados, se produjeron los siguientes actuados.
La parte accionante ratificó la acción planteada, reiterando la relación de hechos, agregando que
su representada cumplió a cabalidad con las medidas sustitutivas que le fueron impuestas;
inclusive, su detención domiciliaria la cumplió sin la vigilancia policial, quienes únicamente
entre la una y dos de la madrugada verificaban si la imputada se encontraba en su domicilio, no
siendo evidente lo aseverado por los Vocales demandados que la prueba presentada no era
suficiente para desvirtuar el peligro de obstaculización, ya que el mismo nunca existió.
Asimismo, no tuvieron presente que tiene cinco hijos y que la menor de ellos tiene 9 meses de
edad y se encuentra en periodo de lactancia, pidiendo por lo manifestado, se conceda la tutela
incoada a través de la presente acción de libertad.
Los Vocales de la Sala Penal Primera y Segunda, integrada por José Luis Lenz Mamani y Ernesto
Félix Mur, respectivamente, en su informe escrito cursante a fs. 19 y vta., sostuvieron: 1) Ser
evidente que dentro del proceso penal iniciado por el Ministerio Público contra la representada
del accionante y otros, por la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas,
conocieron y resolvieron el recurso de apelación incidental de medidas cautelares, dictando el
Auto de Vista de 12 de abril de 2012, revocando la resolución impugnada, disponiendo su
detención preventiva; 2) Como Tribunal de alzada, se ratifican en los fundamentos expuestos en
el Auto de Vista 33/2012 de 12 de abril, que fue dictado resolviendo el agravio denunciado por el
apelante, previa revisión y apreciación de los nuevos elementos presentados por la imputada y
aplicando la sana crítica, llegando a establecer que el Juez a quo no realizó una cabal valoración
de la prueba, estando subsistentes el peligro de fuga y de obstaculización; así también el numeral
1 del art. 233 del CPP, al no haber sido debatido en audiencia; 3) La accionante está siendo
procesada por la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas, que es
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 593
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 03/2012 de 15 de mayo, cursante de fs. 26 vta. a 30, el Juzgado Segundo de
Sentencia Penal del departamento de Tarija denegó la tutela, con los siguientes fundamentos: i)
Cuando se denuncia lesión al debido proceso, deben presentarse en forma concurrente los
presupuestos siguientes: a) Los actos lesivos denunciados deben estar vinculados directamente a
la libertad por operar como causa directa de la restricción o supresión de la libertad; y, b) Debe
existir absoluto estado de indefensión, supuestos que en el caso presente no concurren; ii) La
valoración de la prueba es facultad privativa de los jueces y tribunales ordinarios, por lo que la
jurisdicción constitucional no puede ingresar a realizar dicha estimación, excepto cuando se
establezca la ausencia de razonabilidad y equidad en la labor valorativa o la actitud omisiva en la
misma, lo que tampoco ha ocurrido en autos; y, iii) Los actos que denuncia el accionante como
ilegales y lesivos relacionados al debido proceso no han sido probados, entonces, no se le
vulneraron su derecho a la defensa, la que ha ejercido plenamente. Con relación al tratamiento
privilegiado que debe recibir el niño y la madre a su derecho a la maternidad segura, está
supeditado a las excepciones que el legislador imponga como restricciones en casos estrictamente
necesarios y que el Tribunal de apelación tomó en cuenta para disponer nuevamente la detención
preventiva.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del proceso penal seguido contra Mavi Daniela Rodríguez Gira de Durán y otros, por
la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas, el Juez Primero de
Instrucción Penal de Bermejo, dispuso su detención preventiva como medida cautelar de carácter
personal (según refiere la demanda y el certificado de la Carceleta Pública de Bermejo de fs. 4).
II.2. La imputada ahora representada por el accionante, invocando entre otros argumentos, ser
madre de cinco hijos entre quince años y cinco meses de edad, solicitó la cesación de su
detención preventiva, que fue concedida por Auto de 10 de diciembre de 2011, imponiéndole las
medidas sustitutivas de: a) Detención domiciliaria con vigilancia policial, con salidas en horas de
trabajo; b) Presentación ante el Fiscal cada quince días; c) Prohibición de salir del país; y, d)
Fianza personal de un garante que en caso de fuga deposite la suma de Bs10 000.-(diez mil
bolivianos) (fs. 5 a 13 vta.).
Está consagrada por el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE), cuando dispone que:
“Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad
procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se
restituya su derecho a la libertad”.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público
o persona particular y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y
resolver dicha acción constitucional, al Juez en materia penal debido al principio de especialidad
reconocido en la Constitución.
En aplicación de la normativa contenida en el art. 232 del CPP, así como la jurisprudencia
constitucional, sobre la improcedencia de la detención preventiva a madres lactantes, conforme a
las disposiciones legales de protección a la mujer embarazada y madres lactantes, la SC
2235/2010-R 19 de noviembre, entre otras, ha establecido:
“…los derechos que se denuncian como ilegales y lesivos a las garantías constitucionales,
fueron cometidos por la autoridad recurrida hoy demandada, toda vez que no ha considerado la
calidad de madre de un niño lactante de seis meses de edad, de la accionante, quien en la
audiencia de medidas cautelares a través de su defensor, ha hecho conocer su condición de
madre de un niño lactante de seis meses de edad, es decir, se ha violado uno de los derechos
fundamentales como es la libertad, de la madre que le afecta también al menor de 6 meses de
edad, ambos protegidos por disposiciones legales en vigencia como el art. 232, última parte del
CPP, (Improcedencia de la Detención Preventiva), que dispone: 'Tratándose de mujeres
embarazadas y de madres durante la lactancia de hijos menores de un año, la detención
preventiva sólo procederá cuando no exista ninguna posibilidad de aplicar otra medida
alternativa'. y el art. 4 del CNNA, que determina la presunción de la edad del menor, en este
caso la presentación de documentos como el certificado de nacido vivo extendido por el Hospital
Arco Iris, la libreta de vacunas de Sebastián Luís García y el informe de ecografía obstétrica que
determinan embarazo de 32 semanas de gestación de Shirley Patricia García Calderón, todos
documentos idóneos, demuestran la edad y la calidad de madre, aspectos que la autoridad
demandada no ha valorado en conformidad a su papel de Juez controlador de las garantía
establecidas en el art. 54 del CPP, además sin considerar que el papel de inquisidor ha queda
atrás y que hoy, la libertad es la regla y la detención la excepción, por ello, el art. 233 de la
misma norma adjetiva penal, en forma clara dispone, que “la detención preventiva procederá ha
pedido fundamentado del fiscal o del querellante, y cuando concurran los riesgos procesales
establecidos por la misma disposición legal”, además se debe tomar en cuenta, la detención de
mujeres embarazadas y madres lactantes, la detención preventiva debe ser excepcionalmente y
bajo circunstancias objetivas, es decir, la existencia de la flagrancia del delito, la objetividad del
peligro de fuga y la objetividad de la obstaculización, que en el presente caso no se ha
evidenciado esas excepcionalidades, se debe también tomar en cuenta, que la imputación de un
hecho punible atribuido a una persona, no es definitiva y puede modificarse la situación de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 596
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
De los antecedentes procesales se constata que, dentro del proceso penal seguido de oficio por el
Ministerio Publico contra la accionante por la presunta comisión del delito de tráfico de
sustancias controladas, ésta solicitó la cesación de su detención preventiva que le fue concedida
por el Juez cautelar mediante Auto de 10 de diciembre de 2011, imponiéndole las medidas
sustitutivas de: a) Detención domiciliaria con vigilancia policial, con salidas en horas de trabajo;
b) Presentación ante el Fiscal cada quince días; c) Prohibición de salir del país; y, d) Fianza
personal de un garante que en caso de fuga deposite la suma de Bs10 000.-(diez mil bolivianos),
medidas que fueron cumplidas por la imputada; sin embargo, la citada Resolución fue apelada
por el representante del Ministerio Público, recurso que fue conocido y resuelto por los Vocales
de la Sala Penal Primera y Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, ahora
demandados, quienes pronunciaron el Auto de Vista 33/2012 de 12 de abril, revocando la
resolución apelada y en consecuencia disponiendo, nuevamente su detención preventiva como
medida cautelar.
Dentro de este contexto, cabe indicar que la denuncia de la accionante en sentido de que no fue
citada con el señalamiento de audiencia de consideración de la apelación incidental planteada por
el Ministerio Público, no constituye un acto ilegal vulneratorio de sus derechos, por cuanto en
esta instancia no es obligatoria una notificación personal, toda vez que el art. 163 del CPP,
establece las formas de notificación personal con las diferentes resoluciones. Es así, que en
ninguna de las disposiciones insertas en el Capítulo I, Titulo II del Libro Quinto del Código de
Procedimiento Penal, relativo a las medidas cautelares de carácter personal, se ha determinado
que con el señalamiento de la audiencia de medidas cautelares en apelación se deba notificar
personalmente a las partes, siendo de aplicación la jurisprudencia citada en el Fundamento
Jurídico III.2. del presente fallo.
Respecto a la detención preventiva ordenada en su contra por los Vocales demandados como
medida cautelar, es menester remitirse al art. 232 parte in fine del CPP, que
establece:”Tratándose de mujeres embarazadas y de madres durante la lactancia de los hijos
menores de un año, la detención preventiva sólo procederá cuando no exista ninguna posibilidad
de aplicar otra medida alternativa”. Disposición legal que ha sido incumplida por el Tribunal de
alzada, a tiempo de resolver el recurso de apelación incidental, no tuvo presente la protección de
la que goza además de la madre embarazada, la madre lactante, pues en autos, se evidencia que la
accionante es madre de cinco hijos entre quince años y nueve meses de edad, por lo cual la
Constitución Política del Estado da preminencia a la protección de la madre lactante y por ende
de un ser en indefensión, como es la menor de nueve meses, al prescribir en el art. 45.V que:”Las
mujeres tienen derecho a la maternidad segura, gozando de especial asistencia y protección del
Estado durante el embarazo, parto, prenatal y posnatal”, lo que no ha ocurrido en el presente
caso, en el cual de acuerdo a lo verificado por el Tribunal de garantías, los Vocales demandados
pronunciaron una Resolución arbitraria, disponiendo la detención preventiva de la imputada, no
obstante que la misma fue beneficiada con medidas sustitutivas que las venía cumpliendo a
cabalidad, entre otras, la detención domiciliaria que le permitía salir para dedicarse a sus
actividades laborales dirigidas a la manutención de sus hijos, toda vez que el esposo también se
encuentra privado de su libertad, además se suma que no contaba con la vigilancia policial en su
detención domiciliaria, demostrando con ello su voluntad de someterse al proceso, circunstancias
que no fueron tomadas en cuenta por los demandados vulnerando de esta manera su derecho a la
libertad, lo que determina se abra la competencia de la acción de libertad para otorgar la tutela
prevista en el art. 125 CPE.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 125 de la
CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al denegar la acción de libertad, no efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales, tampoco aplicó el citado precepto
constitucional.
POR TANTO
1º REVOCAR la Sentencia 03/2012 de 15 de mayo, cursante de fs. 26 vta. a 30, dictada por el
Juzgado Segundo de Sentencia Penal del departamento de Tarija; y en consecuencia,
2º CONCEDER la tutela solicitada, dejando sin efecto el Auto de Vista 33/2012 de 12 de abril,
debiendo los Vocales demandados dictar uno nuevo, manteniendo las medidas sustitutivas
impuestas por el Juez cautelar, sin disponer la libertad de la accionante, al haberle sido aplicada
la detención domiciliaria, con salidas en horario de trabajo.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00126-2012-01 AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 03 de 5 de junio de 2012, cursante de fs. 358 a 361 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Jorge Gemy Sánchez contra Zulema Javier
López, Jueza de Instrucción Mixto de Cabezas, provincia Cordillera del departamento de
Santa Cruz y Freddy Durán Montero, Fiscal de Materia.
Mediante memorial presentado el 14 de febrero de 2012, cursante de fs. 323 a 327, el accionante
indicó que:
El 6 de agosto de 2010, se inició investigación contra su hermano Roberto Gemy Sánchez por la
presunta comisión del delito de lesiones en accidente de tránsito, ilícito del que posteriormente el
fue sindicado. Es así, que su hermano, solicitó a la Jueza cautelar de la localidad de Cabezas para
que conmine al Fiscal, se pronuncie sobre el rechazo de la denuncia o en su caso por una
imputación formal; consecuentemente, el 25 de noviembre de 2011, el Fiscal de Materia,
incumpliendo el principio de objetividad imputó a su persona por la presunta comisión de los
delitos de concurso ideal, encubrimiento, homicidio, lesiones graves y gravísimas en accidente de
tránsito en grado de tentativa y omisión de socorro, demostrando de esta manera notoria
parcialidad con la parte contraria, para luego en la audiencia cautelar efectuada el 23 de
diciembre del mismo año, la autoridad jurisdiccional demandada disponga su detención
preventiva.
El accionante alega la lesión de su derecho a la libertad, citando al efecto los arts. 22 y 23.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 5 de junio de 2012, conforme consta del acta cursante a fs. 357.
I.2.3. Resolución
El Juez Primero de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Camiri del departamento de Santa
Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 03 de 5 de junio de 2012,
cursante de fs. 358 a 361 vta., por la cual denegó la tutela, con los siguientes fundamentos: a)
Con relación a la denuncia de falta de objetividad del Ministerio Público en sus actuaciones,
debió ser reclamado ante el Juez cautelar como controlador de los derechos y garantías
constitucionales; y, b) La suspensión de la audiencia de 19 de enero de 2012, fue convalidada por
el accionante al haber admitido el nuevo señalamiento para el 24 del mismo mes y año, además
de que en el acta de suspensión de dicho actuado procesal no consta el recurso de reposición
aducido en la demanda y de ser evidente tampoco cursa el reclamo oportuno de esa omisión ante
la Jueza cautelar; consiguientemente, al no haber interpuesto los reclamos y recursos en forma
oportuna, ha precluido su derecho de poder reclamar la irregularidad a través de la presente
acción tutelar.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del proceso penal seguido contra el accionante Jorge Gemy Sánchez y otros, por la
presunta comisión de los delitos de encubrimiento, homicidio en grado de tentativa, lesiones
graves y gravísimas en accidente de tránsito y omisión de socorro, la Jueza de Instrucción Mixto
de Cabezas provincia Cordillera del departamento de Santa Cruz, mediante Resolución de 23 de
diciembre de 2011, dispuso su detención preventiva, como medida cautelar de carácter personal
(fs. 221 vta. a 228).
II.2. El imputado Jorge Gemy Sánchez, por memorial de 27 de diciembre de 2011, solicitó a la
autoridad jurisdiccional la cesación de su detención preventiva, señalando audiencia pública para
su consideración el 19 de enero de 2012, que no se llevó a cabo por la ausencia injustificada del
representante del Ministerio Público y no obstante de su legal notificación, fijando nuevo actuado
procesal para el 24 del mismo mes y año, que también fue suspendida por falta de notificación a
la querellante, señalando audiencia para el 26 de ese mes y año (fs. 237 a 238; 286 y vta. y 316
vta.).
II.5. El Juez de Partido Mixto de Sentencia Penal de Camiri, constituido en Juez de garantías,
denegó la acción porque el accionante no agotó los recursos ordinarios previamente a la
presentación de acceder a la justicia constitucional, Resolución que elevada en revisión ante este
Tribunal, mereció la SCP 0127/2012 de 2 de mayo, que anuló obrados, hasta la legal citación de
la demandada Jueza cautelar de Cabezas (fs. 333 a 336 y 338 a 344).
El accionante, alega que se vulneró su derecho a la libertad, toda vez que dentro del proceso
penal seguido en su contra y otros, por la presunta comisión de los delitos de encubrimiento,
homicidio en grado de tentativa, lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito y omisión
de socorro, solicitó la cesación de su detención preventiva, la que debió considerarse en la
audiencia pública señalada para el 19 de enero de 2012; sin embargo, dicho actuado procesal fue
suspendido ilegalmente por la Jueza cautelar de Cabezas, argumentando la inasistencia del
representante del Ministerio Público, no obstante haber sido citado legalmente. Asimismo,
denuncia que el Fiscal de Materia de Camiri lo imputó por una serie de delitos, incumpliendo el
principio de objetividad. En consecuencia, corresponde determinar si los extremos demandados
son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
Está consagrada por el art. art. 125 de la CPE, cuando dispone que: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez
o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público
o persona particular, y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 601
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
resolver dicha acción constitucional, al juez en materia penal debido al principio de especialidad
reconocido en la Constitución Política del Estado.
“Conforme las normas constitucionales que disciplinan la acción de libertad (art. 125 y ss. de la
CPE), la única oportunidad procesal para desistir o retirar la acción de libertad, es hasta antes
de señalado el día y hora de la audiencia pública, es decir, cualesquiera de estas actuaciones
(retiro o desistimiento) serán inadmisibles después de esta actuación procesal (señalamiento de
día y hora de audiencia pública) por las siguientes razones:
a) De orden procesal. Existe mandato constitucional expreso respecto al procedimiento al que debe
sujetarse el juez o tribunal de garantías. Tiene el deber de señalar de inmediato día y hora de la
audiencia pública, la que tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas de interpuesta la acción (art.
126.I de la CPE), y -después de cumplidas las formalidades procesales- ésta (la audiencia pública) no
puede suspenderse en ningún caso (art. 126.II de la CPE), por lo mismo, tiene la obligación de dictar
sentencia en el fondo, incluso bajo responsabilidad (art. 126.III de la CPE), último aspecto que el
legislador constituyente ha decidido incidir -a diferencia de la Constitución abrogada-.
De otro lado, corresponde aclarar que dada la configuración del proceso constitucional de la
acción de libertad, a diferencia del resto de acciones de defensa, por los bienes constitucionales
protegidos y tutelados, no existe una etapa de admisibilidad, por cuanto el juez o tribunal de
garantías, precisamente en razón al principio de informalidad acentuado en el texto
constitucional (art. 125 de la CPE), no está obligado a examinar requisitos de forma y fondo
como ocurre con el resto de las acciones de defensa. De ahí que está compelido a indicar
directamente día y hora de la audiencia (art. 126.I de la CPE). Por lo que, en un uso correcto de
la denominación de los actos procesales en la acción de libertad, no es adecuado sostener que
existe una etapa de admisión”.
“I. El recurso de hábeas corpus, ahora acción de libertad, es el medio idóneo y eficaz para
conocer y restituir cualquier tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida,
la libertad o constituir una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro
el derecho a la libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir
mecanismos de protección específicos y establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten
ser evidentemente inoportunos o inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 602
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para restituir los derechos
afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean
idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o
procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en estos casos
por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos
afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas”.
En cuanto a los medios de impugnación prontos y eficaces a los que el imputado puede acudir en
defensa de sus derechos durante la fase de investigación o etapa preparatoria que se inicia con la
denuncia, querella o noticia fehaciente que reciben las autoridades llamadas por ley (Policía
Nacional-Fiscalía), sobre la comisión de un delito, se tiene que el Código de Procedimiento Penal
ha previsto la figura del juez cautelar como encargado del control de la investigación, autoridad a
la que debe recurrir todo imputado cuando considere que durante el desarrollo de la investigación
se han lesionado sus derechos y/o garantías constitucionales por parte de la Fiscalía o Policía
Nacional, ya que conforme al art. 279 del Código de Procedimiento Penal (CPP), estas
instituciones actúan siempre bajo control jurisdiccional. Así, la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional en la SC 0181/2005-R de 3 de marzo, ha establecido lo siguiente:
“…el Código procesal de la materia atribuye, en el art. 54.1 del CPP al Juez Instructor la
función de ejercer 'el control de la investigación, conforme a las facultades y deberes previstos
en este Código'. A su vez, el art. 54 del mismo Código adjetivo establece que el imputado puede
ejercer la defensa de sus derechos y garantías desde el primer momento del proceso…”.
“De acuerdo al art. 178.I de la CPE (116.X CPEabrg) la celeridad es un principio que informa a
la administración de justicia, cobrando mayor relevancia aún en procesos o solicitudes en las
que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, así lo ha entendido este Tribunal en
su reiterada jurisprudencia relativa al tema, cuando ha señalado que: 'toda autoridad que
conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene
el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos
razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho, lo
que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva,
pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado que
se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una
solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa
conforme a Ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la
solicitud' (SC 0224/2004-R de 16 de febrero).
obstaculización o dilación innecesaria, que originan que el solicitante, no obstante de haber sido
favorecido por un beneficio que le permite obtener su libertad, se ve impedido de accederla,
permaneciendo indebidamente detenido, situación por la cual se abre la protección que brinda el
hábeas corpus ante la ausencia de celeridad en efectivizarse el beneficio otorgado'”.
“Si bien las SSCC 1115/2011-R, 1130/2011-R, 1150/2011-R y 1179/2011-R, entre otras, coinciden
en señalar que las autoridades que conozcan las solicitudes de cesación de la detención
preventiva, tienen la obligación de tramitarlas con la mayor celeridad posible, o cuando menos
dentro de plazos razonables, mas su aplicabilidad en la praxis no ha sido objeto de cumplimiento
de parte de los juzgadores, lo cual amerita que la frase “plazo razonable”, tratándose de
señalamientos de día y hora de audiencia para considerar este beneficio, debe ser conceptuada
como un término brevísimo, de tres días hábiles como máximo, pues el imputado se encuentra
privado de su libertad. En este entendido, el plazo razonable para la realización de la audiencia
de análisis, consideración y resolución del beneficio de la cesación de la detención preventiva,
será el término máximo antes señalado, incluidas las notificaciones pertinentes, lo contrario
constituye vulneración del derecho a la libertad, en el entendido en que los jueces no pueden
obrar contra los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad (art. 73 y ss de la
CPE), bajo el argumento de existencia de 'sobrecarga procesal' para justificar una negligencia e
incumplimiento de un deber de servicio a la sociedad”.
De los antecedentes procesales, se verifica que por Auto 88 de 23 de diciembre de 2011, la Jueza
Mixta de Instrucción de Cabezas provincia Cordillera del departamento de Santa Cruz, dispuso la
detención preventiva del accionante, como medida cautelar de carácter personal, quien al ver
afectado su derecho a la libertad el 27 del indicado mes y año, pidió la cesación de su detención
preventiva, para cuya consideración la autoridad jurisdiccional señaló audiencia pública para el
19 de enero de 2012, actuado procesal que fue suspendido por la ausencia del representante del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 604
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Ministerio Público, fijando una nueva para el 24 del mismo mes y año, que tampoco se efectuó,
actuación que efectivamente vulneró el derecho a la libertad del accionante; toda vez que la Jueza
demandada debió tener presente el tiempo transcurrido desde la petición efectuada por el
imputado, de más de veinte días y resolver su solicitud; empero, actuando contrariamente en los
hechos prorrogó la consideración de la cesación de su detención preventiva aduciendo la falta del
representante del Ministerio Público lo que no era causal para la suspensión por cuanto el Fiscal
fue legal y oportunamente notificado, manteniendo así al imputado en la incertidumbre respecto a
su situación jurídico procesal, pues debió priorizar la petición del imputado que al estar vinculada
a la libertad, mereció ser tratada y resuelta con la celeridad que el caso amerita, de manera, que
las circunstancias anotadas, determinan que sea viable la concesión de la tutela solicitada, en
aplicación de la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico III.4, del
presente fallo, que establece que toda autoridad que conozca de una solicitud en la que se
encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor
celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables establecidos en la norma, pues
de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho, en cuyo caso la acción
de libertad es el medio idóneo, inmediato y eficaz para conocer y restituir cualquier lesión o
vulneración que atente contra el derecho a la libertad, como en el caso concreto.
No obstante lo mencionado, se advierte en obrados que a favor del accionante se libró mandamiento de
libertad de lo que se infiere que fue resuelto su pedido, lo que de ninguna manera constituye un óbice
para conceder la tutela solicitada, al haber sido evidente la dilación en la que incurrió la autoridad
judicial demandada para resolver la cesación de la detención preventiva del accionante.
El accionante alega que el representante del Ministerio Público, ahora demandado, a su capricho
y falsamente lo imputó formalmente por una serie de delitos, actuando con una total falta de
objetividad en la investigación que realiza. Al respecto, los supuestos actos ilegales en que
hubiese incurrido el demandado en su contra, debieron ser denunciados ante la Juez cautelar;
pues como lo señala el accionante existe una imputación en su contra, por la presunta comisión
de los delitos de encubrimiento, homicidio en grado de tentativa, lesiones graves y gravísimas en
accidente de tránsito y omisión de socorro, circunstancia por la que si consideraba que se
vulneraron sus derechos y garantías fundamentales, debió acudir -como se ha referido- a la Jueza
cautelar para que esta autoridad en ejercicio de sus funciones específicas y con plenitud de
jurisdicción y competencia repare las ilegalidades denunciadas y restituya el derecho vulnerado,
corrigiendo o anulando las actuaciones del demandado, para así obtener la tutela que pretende
ahora mediante la acción de libertad, que como se vio en el Fundamento Jurídico III.3 del
presente fallo, no es un recurso sustitutivo o alternativo de los medios ordinarios de defensa que
resultan idóneos para la tutela del derecho a la libertad, activándose únicamente cuando dichos
medios no resultaren efectivos y persista la lesión a este derecho en cualquiera de sus formas, al
no haberlo hecho, no se abre el ámbito de protección de esta acción tutelar, con relación a la
autoridad fiscal demandada.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 125 de la
CPE, por lo que el Juez de garantías, al denegar la acción de libertad efectuó una parcial
compulsa de los antecedentes procesales y aplicación al citado precepto constitucional.
POR TANTO
1º APROBAR en parte la Resolución 03 de 5 de junio de 2012, cursante de fs. 358 a 361 vta.,
dictada por el Juez Primero de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Camiri del departamento de
Santa Cruz, manteniendo la denegatoria de la acción contra Freddy Durán Montero, Fiscal de
Materia; y,
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 2 de abril de 2012, cursante de fs. 316 vta. a 318, dentro de la acción de
amparo constitucional interpuesta por Jorge Ronald Limpias Pinto por sí y en representación con
mandato de Jaime Mauricio Limpias Pinto, Dalcy Pinto Montero de Limpias, Luis Alberto
Limpias Pinto y Elar Limpias Pinto contra Editha Pedraza Becerra y Alain Núñez Rojas,
Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz.
Su padre quien en vida fue Modestino Limpias Roca, inició una demanda ejecutiva contra Juan
Mario Rojo Flores, para el cobro de una letra de cambio de $us67 404.- (sesenta y siete mil
cuatrocientos dólares estadounidenses), ante el Juzgado Quinto de Partido en lo Civil y
Comercial del departamento de Santa Cruz, a su fallecimiento se apersonaron sus herederos a
objeto de concluir el trámite.
Auto de Vista 236/2011 de 14 de octubre, emitido por la Sala Civil Segunda de la entonces Corte
Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, que dispuso anular el referido fallo al no haberse
observado el cumplimiento de las normas procesales, indicando que en la ratificación de la
demanda ejecutiva por parte de los herederos “no es de fs. 8” y que ese folio corresponde a un
mandamiento de embargo y no a la demanda principal.
Refirió que dicho Auto de Vista carecía de fundamentación fáctica y jurídica, siendo ilegal anular
la señalada Resolución por un simple error numérico, ya que el memorial de apersonamiento de
los herederos y su ratificación a la demanda ejecutiva se consignó como fs. 8, siendo lo correcto
fs. 21, también señaló, que la línea jurisprudencial refiere que la adulteración de foliatura no es
causal de nulidad, en virtud de que toda nulidad procesal debe estar determinada por ley.
I.1.3. Petitorio
Señalada la audiencia para el 27 de marzo de 2012, fue suspendida para el 2 de abril del mismo
año, fecha en que fue celebrada; según consta en las actas cursantes de fs. 286 y vta., y 312 a 316
de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Editha Pedraza Becerra y Alain Núñez Rojas, Vocales de la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, presentaron informe escrito manifestando que: 1) El Auto
de Vista 236/2011, que anuló la Resolución 17/2010 de 17 de abril de 2010, se fundamentó en los
arts. 227, 236 y 518 del Código de Procedimiento Penal (CPC), concordantes con los arts. 190 y
192 inc. 3) del mismo compilado legal; además, en el segundo considerando se desarrolló la
inobservancia de las normas procesales por el juzgador de primera instancia, lo cual vició de
nulidad las actuaciones procesales; 2) Los accionantes indicaron que la Resolución carecía de
fundamentación, vulnerando la garantía del debido proceso y la seguridad jurídica; y, 3) La
demanda constitucional, no observó la línea jurisprudencial sentada en las SSCC 0365/2005-R y
0740/2007-R, que determinan la obligación del accionante de no sólo precisar los derechos y
garantías restringidos, sino el de identificar los elementos de la causa como son el elemento
fáctico y específico, solicitando denegar la tutela (fs. 284 a 285).
El abogado de Juan Mario Rojo Flores, tercer interesado, señaló: que, se vulneraron sus derechos,
ya que en la demanda ejecutiva no existía citación formal, dictándose sentencia favorable para el
ejecutante; la misma que fue objeto del recurso de apelación y resuelto por el referido Auto de
Vista, fundamentando que el fallo no puede basarse en un mandamiento de embargo; asimismo,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 607
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
indicó que las publicaciones de edictos vulneraron el procedimiento civil por estar fuera de plazo,
concluyendo que el “recurso de acción de amparo” según el art. 74 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP) no procede contra actos consentidos libres, pidiendo “la
improcedencia del recurso”.
Por su parte, el abogado de José Benjamín Rojo Flores, otro tercer interesado, indicó: i) Que, la
acción de amparo constitucional fue presentada sin poder suficiente, ya que la personería que se
presentó el 2006, fue para presentar un “recurso” y no una acción de amparo constitucional; ii)
Que, la seguridad jurídica de acuerdo a la línea del Tribunal Constitucional dejó de ser un
derecho fundamental, siendo actualmente un principio que no es tutelable; iii) Respecto a la
vulneración del debido proceso, indicó que no se especificó cual de sus elementos se atentó; iv)
La Sala Civil y Comercial Segunda protegió el derecho al debido proceso, porque si se
ejecutoriaba dicha Resolución hubiera sido inejecutable; v) La nueva Resolución dictada, incurrió
en el mismo error del anterior fallo, contra la cual el accionante no realizó ninguna observación;
y, vi) Respecto al principio de especificidad, manifestó que no hay nulidad sin texto expreso,
solicitando denegar la tutela pretendida, con las condenaciones de ley.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 2 de abril de 2012,
cursante de fs. 316 vta. a 318, por la cual denegó la tutela impetrada por el accionante, con los
siguientes fundamentos: a) La Resolución dictada dentro la demanda ejecutiva, fue apelada por el
ejecutado y resuelta por Auto de Vista 236/2011, que anuló el referido fallo; b) Según el informe
de las autoridades demandadas, la Resolución que declaró probada la demanda cometió el error
en señalar el número de folio 8, que se trataba de un mandamiento de embargo y no la del
memorial de ratificación de la demanda; y, c) A la fecha, existe un segundo fallo dictado en
cumplimiento al Auto de Vista impugnado, demostrando un acto consentido, al no haber
solicitado el accionante como medida cautelar o precautoria al Tribunal de garantías, que el Juez
de la causa se inhiba de pronunciar nueva Resolución; al haber sido presentada la presente acción
el 4 de enero de 2012, se ordenó que se subsanen las omisiones observadas y que fueron
cumplidas por el accionante el 5 de marzo del año en curso, cuando ya fue dictada la Resolución
el 22 de febrero 2012.
II. CONCLUSIONES
II.1. Letra de cambio serie “A-2001”, por la suma de $us67 404.- (sesenta y siete mil
cuatrocientos cuatro dólares estadounidenses), de 13 de enero de 2003 (fs. 15).
II.2. Demanda ejecutiva incoada por Modestino Limpias Roca contra Juan Mario Rojo Flores y
auto de admisión del Juzgado Quinto de Partido en lo Civil y Comercial (fs. 19 a 21).
II.7. Resolución 17/2010 de 17 de abril, dentro del proceso seguido por Jorge Ronald Limpias
Pinto, Jaime Mauricio Limpias Pinto, Dalcy Pinto Montero de Limpias, Luis Alberto Limpias
Pinto y Elar Limpias Pinto, herederos de Modestino Limpias Roca, contra Juan Mario Rojo
Flores, dictada por el Juez Quinto de Partido en lo Civil y Comercial, que declaró: 1) Probada la
demanda ejecutiva de fs. “5 a 6” y memorial de apersonamiento de los herederos y ratificación de
demanda ejecutiva de fs. “8 y vta.”; y, 2) Condenó al ejecutado Juan Mario Rojo Flores, pagar a
favor de los herederos del ejecutante Modestino Limpias Roca la suma de $us67 404.- de capital,
intereses, costas, daños y perjuicios (fs. 191 y vta.).
II.8. Por Auto de Vista 236/2011 de 14 de octubre, dentro de la apelación interpuesta por Juan
Mario Rojo Flores, la Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia,
resolvió anular la Resolución 17/2010 de 17 de abril (fs. 272 y vta.).
II.10.Memorial de apelación de 27 de marzo de 2012, interpuesto por Juan Mario Rojo Flores (fs.
330 a 341).
El accionante por sí y por sus representados, alega que el Auto de Vista 236/2011 que anuló la
Resolución 17/2010 de 17 de abril, en el proceso ejecutivo, vulneró la garantía del debido
proceso y el principio de seguridad jurídica, al existir en dicho fallo actos ilegales e indebidos y
que por un error del juez de origen, se consignó erróneamente en la parte resolutiva de la
Resolución anulada la referencia de “fs. 8”, -siendo lo correcto fs. 21-, que correspondía a un
mandamiento de embargo y no al apersonamiento y ratificación de la demanda ejecutiva.
La acción de amparo constitucional, establecida en el art. 128 de la CPE, está instituida por
mandato constitucional como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos
Constituyéndose, en una de las acciones de defensa más amplia en cuanto al alcance de su ámbito
de tutela y protección de derechos, rigiendo para su interposición, los principios de inmediatez y
subsidiariedad, conforme lo establece el art. 129 de la CPE; denotándose de la naturaleza de esta
acción su objeto de protección y resguardo de derechos en el marco de los valores y principios
ético-morales establecidos en la Constitución Política del Estado, contribuyendo desde la justicia
constitucional a efectivizar y materializar esos valores y principios para una vida armoniosa, con
equidad, igualdad de oportunidades y dignidad, entre otros valores, en los que se sustenta el
Estado Plurinacional y que son parte de la sociedad plural.
En el presente caso, el accionante por sí y por sus representados, alega que el Auto de Vista que
anuló la Resolución, constituye un acto ilegal.
Revisados los antecedentes del caso, se evidencia que en el proceso ejecutivo de cobro de letra de
cambio incoado por quien en vida fue Modestino Limpias Roca y continuado por sus herederos,
contra Juan Mario Rojo Flores, se dictó la Resolución 17/2010, conforme se desarrolló en las
Conclusiones II.7, declarando probada la misma, fallo que fue objeto del recurso de apelación por
parte del ejecutado, y resuelto mediante Auto de Vista 236/2011, emitida por la Sala Civil y
Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia que dispuso anular la Resolución
recurrida.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 610
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Dicho fallo, también fue objeto del recurso de apelación por parte del ejecutado Juan Mario Rojo
Flores, el 27 de marzo de 2012, siendo corrido en traslado al accionante, éste contestó el 25 de
abril del mismo año conforme se detalló en las Conclusiones II.9.10.11.
Es necesario aclarar que el tercer interesado (ejecutado), interpuso el recurso de apelación contra
el fallo 8/2012, y que se encuentra pendiente de resolución ante el Tribunal Departamental de
Justicia, a quien le corresponde pronunciarse al respecto, habiéndose formulado simultáneamente
un recurso en la vía ordinaria y activado la presente acción ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional, y que daría lugar a una duplicidad de fallos, lo cual resultaría incoherente.
En ese entendido, se tiene que el accionante a pesar de tener conocimiento de que se había
dictado una nueva Resolución en el proceso ejecutivo, subsanó la acción de amparo
constitucional, sin haber agotado la vía jurisdiccional, acudiendo en forma directa a esta acción
tutelar sin advertir que de acuerdo al ordenamiento jurídico constitucional, de las reglas y sub
reglas desarrolladas en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, esta acción se constituye en un instrumento subsidiario, por lo que corresponde
denegar la tutela invocada, sin ingresar a analizar el fondo de la problemática planteada.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00821-2012-02-AAC
Departamento: Pando
Materia contra Diego Valdir Roca Saucedo, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del
departamento de Pando.
Por memorial presentado el 12 de abril de 2012, cursante de fs. 18 a 20 vlta., subsanado el 17 del
mismo mes y año (fs. 24) el accionante refiere lo siguiente:
El accionante, arguye como lesionado su derecho al debido proceso, sin citar precepto
constitucional alguno.
I.1.3. Petitorio
Con esos antecedentes, solicita se declare “procedente” la acción, disponiéndose que el vehículo
continúe secuestrado para proseguir el procedimiento correspondiente y se pueda entregar el
vehículo a quien realmente corresponda.
Instalada la audiencia pública el 25 de abril de 2012, conforme consta en el acta cursante de fs.
58 a 59 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Diego Valdir Roca Saucedo, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Pando,
no presentó informe escrito y en audiencia señaló: a) Que la presente causa no está cumpliendo el
principio de subsidiariedad, toda vez que la Sentencia Constitucional “del 2004”, señala que no
procede el recurso de apelación contra resoluciones que resuelven incidentes; sin embargo la
jurisprudencia constitucional fue cambiando es así que la SC “636/2010” moduló esta línea,
estableciendo que los incidentes de cualquier naturaleza son resoluciones apelables, por lo que
considera que el Fiscal - ahora accionante- debía hacer uso del recurso de apelación si es que no
estaba conforme con la Resolución que resuelve el incidente, omisión que determina la
improcedencia de la acción; b) Por otra parte, en la demanda no se menciona la vulneración de que
o cuales derechos se hubiesen lesionado, sólo manifiesta que arbitrariamente llevo adelante un
incidente en el cual no había controversia, porque no existe otra persona que reclame el derecho
propietario del vehículo; y, c) En base a la documentación que fue presentada por la incidentista,
como ser: la póliza de internación, certificación de DIPROVE entre otros, es que determinó
devolver el vehículo “parcialmente”, es decir en calidad de depósito judicial hasta que el Fiscal
del caso, disponga lo que fuere pertinente, debido a que es encargado del control jurisdiccional
del proceso, al establecer que la investigación se encontraba con más de seis meses, decidió
conminar al Fiscal para que presente el rechazo o imputación formal.
De acuerdo al acta de audiencia pública de acción de amparo constitucional, si bien se tiene que
la tercera interesada Susana Méndez Gamarra concurrió a la audiencia, sin embargo en el actuado
no se advierte su participación.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.2. El 16 de marzo del mismo año, Juan Lionel Pizarro Fuente, Fiscal de Materia, presenta
memorial. mediante el cual formula respuesta al incidente de devolución de vehículo, solicitando
su rechazo hasta lograr identificar plenamente al verdadero propietario del vehículo, que fue
reportado como robado en Argentina (fs. 3).
II.4. Cursa Auto Interlocutorio 76/2012 de 4 de abril, pronunciado por el Juez de Instrucción
Segundo en lo Penal de Cobija que resuelve el incidente de devolución de vehículo suscitado por
Susana Méndez Gamarra; cuya parte resolutiva establece que la autoridad judicial ahora
demandada dispone la devolución provisional y en calidad de depósito judicial a favor de la
incidentista con la obligación de exhibirlo las veces que el Fiscal lo requiera, así como emplaza al
Fiscal de Materia para que en el plazo de diez días presente el requerimiento que estime conveniente
en aplicación del art. 301 del CPP, bajo su absoluta responsabilidad (fs. 22 a 23 vta.).
El accionante, alega que el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal de Cobija vulneró el debido
proceso, al admitir en forma arbitraria un incidente de devolución de vehículo, sin existir
controversia acerca de la tenencia posesión o dominio del vehículo, disponiendo en audiencia su
devolución a la incidentista en calidad de depositaria y conminando al Fiscal para que en el plazo de
diez días presente el requerimiento conclusivo que corresponda; sin tomar en cuenta que existe una
denuncia de robo en el vecino país de Argentina, contraviniendo además el Acuerdo de Asunción
sobre restitución de vehículos automotores y/o embarcaciones que trasponen ilegalmente las
fronteras de los Estados partes del MERCOSUR.
Los arts. 128 y 129.I de la Constitución Política Estado (CPE), instituyen el amparo constitucional
como una acción extraordinaria para la protección inmediata de los actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos y garantías fundamentales de la persona, reconocidos
por la Constitución y las leyes, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados; infiriéndose de estos
preceptos constitucionales la naturaleza inmediata, no sustitutiva de esta acción tutelar.
Por su parte consolidando la naturaleza subsidiaria de esta acción tutelar, el art. 74 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), determina las causales de improcedencia de esta
acción, entre ellas la prevista en su numeral 3 con relación a las resoluciones judiciales que por
cualquier otro recurso puedan ser modificadas o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso
oportuno de dicho recurso.
De lo expuesto concluimos que la acción de amparo constitucional por constituir una acción tutelar
de rango constitucional, no es sustitutiva de otros medios de defensa, por cuanto la tutela que brinda
comprende en sus alcances aquellos casos en los que fueron agotados previamente los medios o
recursos ordinarios previstos ley para la protección inmediata de los derechos y garantías que se
estiman vulnerados sea en la vía judicial o administrativa.
En este mismo sentido la uniforme jurisprudencia constitucional asentada por el extinto Tribunal
Constitucional respecto al principio de subsidiariedad estableció que: “… el recurrente debe utilizar
cuanto recurso le franquee la ley, sea ante la autoridad o persona que lesionó su derecho o ante la
instancia superior o la misma en caso de que se trate de autoridad y en el caso de particulares,
acudir ante la autoridad que conforme a la naturaleza del acto ilegal u omisión indebida le pueda
otorgar protección inmediata” (SC 0635/2003-R de 9 de mayo).
Criterio coherente que viene siendo asumido por el Tribunal Constitucional Plurinacional,
ratificando el régimen jurídico procesal propio que tiene esta acción tutelar; así como su naturaleza
jurídica; conforme se tiene de la SCP 0002/2012 de 13 de marzo, que concluyo lo siguiente: “
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I
del art. 129 de la CPE, que esta acción “(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”. Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido el
derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede analizar el
fondo del problema planteado y por tanto tampoco otorgar la tutela”.
III.2. Sobre la viabilidad del recurso de apelación contra resoluciones incidentales en materia
penal
En cuanto a la apelación de los incidentes en materia penal, resulta pertinente, aclarar que el
extinto Tribunal Constitucional a través de la SC 0636/2010-R de 19 de julio, ampliando un
entendimiento asumido anteriormente en la SC 0522/2005-R de 12 de mayo, señaló que: “De
otro lado el Capítulo IV del Título I del Libro Primero de la Segunda Parte del Código de
Procedimiento Penal, tiene como nomen juris 'Excepciones e incidentes', cuyo procedimiento se
rige por el art. 314 y ss. del CPP, precisando: “Las excepciones y las peticiones o
planteamientos de las partes…”, por ello dentro un sentido amplio de interpretación de las
normas analizadas, encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo legal, el derecho a
impugnar resoluciones que resuelvan incidentes al incluirse su trámite dentro de las excepciones
e incidentes, dado que sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto, correspondería a
una interpretación restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la propia
Constitución. Este razonamiento implica un cambio de la línea asumida al respecto por las
SSCC 0731/2005-R, 0265/2006-R, 0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras “.
De lo anterior podemos puntualizar, que todo litigante por mandato constitucional tiene
garantizado su derecho a impugnar determinada resolución judicial que le es contraria; en este
sentido, si bien una resolución incidental no define el fondo de la causa; empero por sus efectos
accesorios vinculados al proceso es necesario que el afectado tenga la posibilidad de impugnar
una resolución que le es adversa acudiendo a un tribunal superior en jerarquía, lo contrario
implicaría desconocer los alcances del art. 180.II de la CPE; en consecuencia asumiendo la
interpretación amplia de los alcances del art. 403 del CPP desarrollada por la jurisprudencia
glosada, concluimos que toda resolución de carácter incidental pronunciada en la etapa
preparatoria del proceso penal, es susceptible de impugnación mediante el recurso de apelación
incidental previsto en la norma adjetiva penal antes citada.
En el presente caso el accionante, alega que la autoridad demandada vulneró el debido proceso, al
admitir arbitrariamente un incidente que dispuso la devolución del vehículo en calidad de
depositaria a Susana Méndez Gamarra, sin existir controversia acerca de la tenencia posesión o
dominio de este vehículo, y sin tomar en cuenta que existe una denuncia de robo en el vecino país
de Argentina, contraviniendo el Acuerdo de Asunción, sobre restitución de vehículos
automotores y/o embarcaciones que trasponen ilegalmente las fronteras de los Estados partes del
MERCOSUR.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00476-2012-01-AL
Departamento: La Paz
Que por efecto de las investigaciones que se realizaron desde el 14 de julio de 2010, el 15 de julio de
2011, el Ministerio Público presentó imputación formal en contra de varios ciudadanos, entre ellos de
sus representados, por los delitos de tráfico de sustancias controladas, legitimación de ganancias ilícitas
y organización criminal.
El 16 de julio de 2011, por Auto motivado, el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal del
departamento de Santa Cruz, dispuso la detención preventiva contra todos los imputados.
Manifiesta que subsanado el vicio procesal, por Auto de Vista de 12 de diciembre de 2011, los
vocales demandados señalaron audiencia para el 12 de marzo de 2012, a efectos de considerar la
apelación interpuesta por la representante del Ministerio Público; en esa fecha, los Vocales
pronunciaron una Resolución, revocando las medidas sustitutivas impuestas por el Juez a quo, sin
que se haya fundamentado la existencia de los dos presupuestos establecidos en el art. 233 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), alegando además que dicho Tribunal tampoco motivó su
Resolución precisando los elementos de convicción que le permitan concluir en la necesidad de
revocar las medidas sustitutivas y disponer la detención preventiva.
El accionante, alega que la Resolución emitida por los Vocales demandados, atenta contra el
derecho a la defensa, al debido proceso y a la libertad de locomoción, citando al efecto los arts.23.I,
24,115 y 119 de la Constitución Política del Estado (CPE)
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 14 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 14 a
20 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Los Vocales demandados Edgar Carrasco Sequeiros y William Torrez Tordoya, no asistieron a la
audiencia, ni presentaron el informe correspondiente, pese a su legal citación (fs. 14).
I.2.3. Resolución
El Juez Quinto de Instrucción en lo Penal del departamento de Santa Cruz, por Resolución 05/12 de
14 de marzo de 2012, cursante de fs. 20 a 26, concedió la tutela solicitada y dispuso se deje sin
efecto el Auto de Vista, se emita uno nuevo y ordenó la libertad inmediata de los imputados, en
base a los siguientes argumentos: 1) Los Vocales demandados no cumplieron con su obligación de
circunscribirse en su Resolución a los aspectos cuestionados en el Auto recurrido, tal como manda
el art. 398 del CPP, tampoco argumentaron los riesgos procesales que sirvieron de fundamento para
ordenar la detención preventiva de Wilder Willian Contreras Vilcatoma y Sulema Contreras
Vilcatoma, sino que ingresaron a revisar aspectos no cuestionados por el Ministerio Público en su
recurso de apelación planteado, y por ende, no cumplieron con lo establecido por las SSCC
0089/2010-R y 1301/2011-R; 2) La Resolución emitida por los Vocales demandados no cumplen
con lo exigido por los arts. 124 y 173 del CPP, careciendo de fundamentación legal, aspectos que
constituyen vulneración de los derechos a la defensa y al debido proceso, ya que la decisión de
revocar las medidas sustitutivas a la detención de Wilder Willian Contreras Vilcatoma y Sulema
Contreras Vilcatoma y ordenar su detención preventiva en el Centro de Rehabilitación de Santa
Cruz, “Palmasola”, constituye una decisión ilegal que vulnera indebidamente el derecho a la
libertad de locomoción y lesiona el debido proceso en su componente del derecho a una resolución
motivada.
II. CONCLUSIONES
II.1. De acuerdo a los datos contenidos en el acta de audiencia de 8 de septiembre de 2011, los
imputados Wilder Willian Contreras Vilcatoma y Sulema Contreras Vilcatoma, solicitaron la
cesación de la detención preventiva exponiendo la concurrencia de nuevos elementos, (fs. 43 a 47),
y por Auto de la misma fecha, cursante a fs. 47 vta. a 50, el Juez Tercero de Instrucción, en lo Penal
del departamento de Santa Cruz, ordenó la cesación a la detención preventiva, imponiéndoles
medidas sustitutivas.
El accionante por sus representados alega que los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, vulneraron el derecho a la defensa, al debido proceso y a
la libertad de locomoción debido a que revocaron las medidas sustitutivas impuestas por el Juez a
quo, disponiendo la detención preventiva de sus representados, a través de un fallo que carece de
una debida fundamentación.
El art. 124 del CPP, señala que: “Las sentencias y autos interlocutorios serán fundamentados.
Expresarán los motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a los
medios de prueba. La fundamentación no podrá ser reemplazada por la simple relación de los
documentos o la mención de los requerimientos de las partes”; esta disposición legal guarda armonía
con la norma contenida en el art. 236 inc.3) del mismo cuerpo legal, referido a la forma y contenido de
la decisión, precisando que se debe hacer una “…fundamentación expresa sobre los presupuestos que
motivan la detención, con cita de las normas legales aplicables”.
III.2. Sobre el deber del Tribunal de alzada de circunscribirse exclusivamente a los aspectos
impugnados por el apelante
La norma contenida en el art. 398 del CPP, determina que: “los tribunales de alzada circunscribirán
sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución”; sin embargo, esta limitación no
significa que las autoridades judiciales, en apelación deban abstenerse de realizar el análisis sobre
los supuestos previstos en el art. 233 de la norma adjetiva penal, ya que deben precisar de manera
fundamentada los elementos de convicción que les permita concluir en la necesidad de revocar las
medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva, debiendo justificar la concurrencia de los
presupuestos jurídicos exigidos en el referido art. 233 del CPP, y una o varias de las circunstancias
señaladas por los arts. 234 y 235 del mismo cuerpo legal, aunque las mismas no hayan sido
apeladas, pero hubiesen sido objeto de debate procesal de forma que no exista vulneración al
ejercicio del contradictorio de ninguna de las partes.
En mérito a ello, la SCP 0077/2012 de 16 de abril, ha establecido que: “…el límite previsto por el
art. 398 del CPP a los tribunales de alzada, de circunscribirse a los aspectos cuestionados de la
resolución, no implica que los tribunales de apelación se encuentren eximidos de la obligación de
motivar y fundamentar la resolución por la cual deciden imponer la medida cautelar de detención
preventiva, quedando igualmente obligados a expresar la concurrencia de los dos presupuestos que
la normativa legal prevé para la procedencia de la detención preventiva… por lo mismo la falta de
motivación por parte de los tribunales de alzada no podrá ser justificada con el argumento de
haberse circunscrito a los puntos cuestionados de la resolución impugnada o que uno o varios de
los presupuestos de concurrencia para la detención preventiva no fueron impugnados por la o las
partes apelantes.(…). En tal sentido el tribunal de alzada al momento de conocer y resolver
recursos de apelación de la resolución que disponga, modifique o rechace medidas cautelares,
deberá precisar las razones y elementos de convicción que sustentan su decisión de revocar las
Por lo expuesto, el Tribunal de alzada deberá circunscribir sus resoluciones a los aspectos
cuestionados de la resolución sin perjuicio de que deban fundamentar los presupuestos contenidos
para la procedencia de la detención preventiva previsto en el art. 233 del CPP, como ser la
existencia de suficientes elementos de convicción para sustentar de manera firme, clara e inequívoca
que el imputado es con probabilidad autor o partícipe de un hecho punible, y que existan elementos
de convicción que el imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la
verdad.
Dicho entendimiento jurisprudencial, fue asumido de manera uniforme por las SSCC 0089/2010-R
y 0033/2012, entre muchas otras, a partir de su contrastación con el nuevo texto constitucional.
Con carácter previo corresponde señalar si la acción de libertad en análisis no se encuentra inmersa
en las causales de improcedencia establecidas para los casos en los cuales se alega como vulnerado
el derecho al debido proceso, en concreto, amerita en el caso de Autos determinar si el Auto de
Vista impugnado se constituye en la causa directa de la restricción del derecho a la libertad, pues
debe recordarse que en medidas cautelares no resulta aplicable la exigencia de la concurrencia del
estado de indefensión absoluto según lo dispuesto en la SCP 0037/2012 de 26 de marzo.
Al efecto, según los datos extraídos de la documental cursante en obrados, se tiene que a través del
Auto de Vista impugnado, los Vocales demandados revocaron la Resolución de 8 de septiembre de
2011, respecto a la concesión de la cesación a la detención preventiva de los imputados y
dispusieron su detención preventiva en el Centro de Rehabilitación de Santa Cruz “Palmasola”,
ordenando a Secretaría libre el mandamiento correspondiente.
Conforme a lo expuesto, en el caso presente, se evidencia que dentro del proceso penal seguido
contra los ahora representados por la supuesta comisión de los delitos de legitimación de ganancias
ilícitas, tráfico de sustancias controladas y organización criminal, el 20 de agosto de 2011,
solicitaron al Juez de la causa la cesación a la detención preventiva y por Auto de 8 de septiembre
de 2011, fueron beneficiados con medidas sustitutivas, por lo que la representante del Ministerio
Público apeló dicho fallo de forma oral y una vez fundamentado en audiencia, los Vocales
demandados revocaron la medida impuesta por el juez a quo en el entendido de que los ahora
representados en la audiencia de cesación de la detención preventiva no enervaron lo dispuesto por
los arts. 234.1.2 y 10 y 235.1 y 2 del CPP.
De la revisión y análisis del Auto de Vista 216, se tiene que el Tribunal de alzada, revocó
parcialmente el auto de 8 de septiembre de 2011, respecto a la “otorgación” de la cesación a la
detención preventiva de los imputados y por haber sido revocado el mismo dispusieron su detención
preventiva, argumentando que la carga de la prueba les corresponde a los mismos y una vez
revisada el acta de cesación a la detención preventiva encuentran que contra ellos concurren los
requisitos determinados en el art. 233. incs 1) y 2) del CPP, por lo que la detención se fundó en la
existencia de indicios de responsabilidad que hacen ver con probabilidad son autores o partícipes
del hecho incriminado en su contra y por otra parte, la concurrencia de los riesgos procesales
previstos en el art. 234.1,2 y 10 y 235. 1 y 2 del CPP.
En ese sentido, se tiene que los Vocales demandados no han fundamentado ni motivado
adecuadamente su Resolución conforme a lo dispuesto por el art. 124 del CPP, en concordancia con
el art. 398 de la misma norma, ello debido a que no realizaron una debida argumentación con
relación a la existencia de los dos presupuestos establecidos en el art. 233 del CPP, solo se limitaron
a valorar lo manifestado por el juez a quo, sin especificar cada uno de los riesgos procesales
existentes desarrollando uno por uno e indicando la forma en la que se pudieron haber desvirtuado,
limitándose simplemente a mencionar que los imputados no desvirtuaron el peligro de fuga ni el
peligro de obstaculización, vulnerando así el derecho al debido proceso en su elemento a una
resolución fundamentada y motivada, trascendiendo en la violación del derecho a la libertad.
De lo que se concluye que el Tribunal de apelación al emitir el fallo por el que revoca las medidas
sustitutivas de los representados del accionante, estaban obligados a dictar una resolución
debidamente fundamentada y motivada, observando la concurrencia de los requisitos establecidos
por el art. 233 del CPP y explicando de manera integral cuáles eran los elementos en los que
sustentaban su determinación para revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención
preventiva, sin limitarse a analizar la valoración efectuada por el juez sino también a abocarse al
análisis integral de la prueba adjuntada, citando las normas aplicables y efectuando la descripción
clara y objetiva de los elementos de convicción; por lo que se concluye que los Vocales
demandados no han cumplido con las formalidades exigidas al momento de dictar la misma.
La SCP 0087/2012 de 19 de abril, estableció que la autoridad demandada: “…se encuentra impelida
por su propio interés en presentar prueba para la desestimación de la acción de libertad… más aún
cuando la acción este dirigida contra un servidor público en cuyo caso ya no se trata de una carga
procesal sino un deber procesal emergente del art. 235.2 de la CPE que establece que las y los
servidores públicos deben 'cumplir con sus responsabilidades, de acuerdo con los principios de la
función pública' y el art. 113.II que refiere: 'En caso de que el Estado sea condenado a la
reparación patrimonial de daños y perjuicios, deberá interponer la acción de repetición contra la
autoridad o servidor público responsable de la acción u omisión que provocó el daño'. Es decir,
en estos últimos casos en el ámbito de sus competencias y bajo responsabilidad todo servidor
público no sólo cuenta con la obligación de presentarse a la audiencia, sino presentar
conjuntamente a su informe la prueba pertinente a la acción de libertad, de forma que no
provoque que el juez o tribunal de garantías e incluso este propio Tribunal emitan fallos sobre
prueba incierta o basados únicamente en presunciones” (el resaltado es agregado).
Por otra parte los jueces y tribunales de garantías constitucionales, si constatan que la autoridad
demandada incumplió su deber de remitir la prueba que respalde su informe están obligados a
procurar la misma pidiendo su remisión o acudiendo al lugar donde se encuentre, ello en virtud al
principio de verdad material que también rige a la justicia constitucional para de forma posterior
remitirla al Tribunal Constitucional Plurinacional máxime cuando la utilizaron para resolver un caso
(SCP 0087/2012 de 19 de abril).
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00763-2012-02-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 109/12 de 18 de abril de 2012, cursante de fs. 176 a 179 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Marco Antonio
Martínez Patzi contra Sandra Gladys Aldayuz Avilés, Jueza Segunda de Partido de Familia
y Helga Yovanna Palacios Rodríguez, Jueza Segunda de Instrucción de Familia, ambas del
departamento de Chuquisaca.
Por memorial presentado el 12 de abril de 2012, cursante de fs. 134 a 139, el accionante expone
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
a) En la demanda por violencia psicológica interpuesta por Ángela Carmiña Torres Amusquívar
en su contra, las autoridades demandadas incurrieron en errores de orden procesal que vulneran
sus derechos fundamentales. Así, a momento de su presentación se encontraba en trámite el
proceso de divorcio en el Juzgado Segundo de Partido de Familia del departamento de
Chuquisaca, por lo que la Jueza Segunda de Instrucción de Familia del mismo Departamento,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 625
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
debió inhibirse del conocimiento de la nueva causa, conforme dispone el art. 42 de la Ley Contra
la Violencia en la Familia o Doméstica (LCVFD); sin embargo, pese a que en el memorial de
respuesta se solicitó la aplicación de dicha norma, la autoridad judicial desestimó su pedido,
atentando así contra el principio de seguridad jurídica, estipulado en el art. 178.I de la
Constitución Política del Estado (CPE). En apelación, reclamó nuevamente este aspecto; empero,
la Jueza ad quem extrañó la no interposición del incidente de incompetencia; no obstante que, tal
petición no fue respondida por la Jueza Segunda de Instrucción de Familia; b) Al ser una
obligación de los jueces revisar de oficio su competencia, las autoridades codemandadas no
actuaron acorde con ello, efectuando así un procesamiento indebido en franca lesión de los arts.
46 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 42 de la LCVFD. En audiencia se dispuso la
evaluación psicológica por un profesional de la materia; y, el informe técnico estableció la
imposibilidad de concluir el examen con referencia a su persona, por cuya razón impetró la
designación de un nuevo perito, petición que fue denegada, conculcando así su derecho a la
defensa; c) La Resolución final pronunciada por la Jueza Segunda de Instrucción de Familia, en
desconocimiento de los principios de la Ley Contra la Violencia en la Familia o Doméstica,
impuso una sanción desproporcionada, sin considerar el contenido del art. 2 de la norma
precitada, no obstante que él también constituye un miembro integrante de la familia. La
mencionada Jueza, al imponerle siete días de arresto, desestimó las medidas alternativas previstas
en el art. 11 de la LCVFD, pese a que la naturaleza del hecho es la “conflictiva relación padre e
hijo que lastiman y hieren a ambas partes” (sic). El estudio psicológico ordenado por la autoridad
judicial no fue cumplido, con lo cual se apartó un elemento imprescindible para su defensa por
directa responsabilidad de las demandadas; d) La autoridad judicial de primera instancia, en la
Resolución 28/2012 de 9 de febrero, señaló y elogió su personalidad; sin embargo,
contradictoriamente impuso una sanción completamente desmedida, como si fuera autor de algún
delito, infringiendo así el principio de congruencia de las resoluciones judiciales y el debido
proceso en su componente de motivación entre las distintas partes de una resolución. La solicitud
de una sanción alternativa fue rechazada y al no contemplarse en la norma especial la
impugnación a los actos del juez de instrucción en ejecución de sentencia, no existe otro medio
para reclamar aquéllo; e) Al entenderse el debido proceso conforme al art. 30.12 de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) y la SC 0896/2010-R de 10 de agosto, este “principio” fue vulnerado
reiteradas veces, por cuanto las autoridades judiciales demandadas, omitieron revisar de oficio
sus competencias tal cual prescribe el art. 46 del CPP; y, a la luz del art. 129.IV de la CPE, es
permisible verificar su competencia mediante la acción de amparo constitucional; f) El derecho a
la defensa prescrito y garantizado en los arts. 115.II y 119.II de la Norma Suprema, fue
conculcado al haberse emitido la Resolución final sin que existan los exámenes psicológicos
necesarios, máxime si la petición del nombramiento de un nuevo perito fue rechazada, cuando
este derecho concierne únicamente al imputado, acusado, denunciado y no así a la parte
acusadora o denunciante, según se advierte del entendimiento contenido en la SC 1804/2011-R
de 7 de noviembre, siendo aplicable el debido proceso a todos los procesos -inclusive el
administrativo-; g) El accionar de las autoridades demandadas, es lesivo al derecho a la igualdad
de oportunidades previsto en el art. 119.I de la CPE, por haberse permitido la producción de
prueba de la parte acusadora y no así de su parte, el derecho a la igualdad en el proceso pretende
eliminar cualquier discriminación o trato diferenciado a las partes; sin embargo, al evitarse un
estudio psicológico fue víctima de un trato de esa naturaleza; y, h) Al habérsele impuesto una
sanción sin tomar en cuenta su personalidad, se suprimió su derecho a la dignidad establecido en
el art. 21.2 de la CPE, máxime si en la Resolución no se valoraron las alteraciones y
padecimientos que sufre; al contrario, la autoridad judicial de primera instancia entendió que su
condición de profesional le comprometía a ciertas conductas, por lo que este extremo se
constituiría como una gravante para la sanción; por lo que el arresto de siete días es atentatorio
contra su dignidad.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 18 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 168
a 175 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Sandra Gladys Aldayuz Avilés, Jueza Segunda de Partido de Familia del departamento de
Chuquisaca demandada, presentó informe escrito cursante de fs. 145 a 150, puntualizando: 1)
Sobre la falta de pronunciamiento respecto a la petición de inhibitoria planteada por el
accionante, tal afirmación es falsa, puesto que la Resolución de segunda instancia hace referencia
a este aspecto consignando que, al encontrarse el proceso con autos para sentencia, implica una
clausura de la etapa probatoria, donde los actos incidentales emergentes en esta parte del proceso
quedan al margen, conforme establece el art. 396 del Código de Procedimiento Civil (CPC); por
lo que no existe vulneración alguna al debido proceso, menos la seguridad jurídica; y, respecto al
art. 129.IV de la CPE, que facultaría revisar la competencia vía acción de amparo constitucional,
precisó que dicha afirmación es un absurdo jurídico, citando al efecto la SC 0099/2010-R de 10
de mayo, cuyo entendimiento precisó que el principio del juez natural en su elemento
competencia, tiene un mecanismo efectivo de protección que es el recurso directo de nulidad, lo
que impide protegerla mediante la presente acción de tutela, aduciendo que lo señalado por el
accionante no tiene sustento jurídico alguno; 2) Con referencia al derecho a la defensa y a la
igualdad de las partes, cuando la autoridad judicial de la materia, en uso de la facultad conferida
por el art. 38 de la LCVFD, ordenó la elaboración de una pericia psicológica, las partes no
objetaron esta determinación; en consecuencia, sus observaciones se encuentran fuera de todo
plazo procesal; además, el informe pericial no tiene carácter imperativo para la autoridad
jurisdiccional, por ello la norma precisó que pasados los siete días, ésta debe pronunciar
resolución aunque no se hubiera presentado el informe pericial, infiriéndose así el carácter
facultativo de la misma. Se debe considerar que por disposición constitucional, la minoridad
merece una eficaz tutela, por lo que el nombrado art. 38 de la LCVFD, se debe interpretar “no
con un contenido cerrado”, sino buscando una justicia material para la minoridad; 3) Respecto a
la manifestación del accionante de habérsele impuesto una sanción “draconiana”, sin considerar
la sanción alternativa; el art. 62 de la CPE, establece la igualdad de derechos de los integrantes de
la familia y conforme prevé el art. 106 del Código del Niño, Niña y Adolescente (CNNA), es
deber de todos velar por la dignidad de los niños, niñas y adolescentes; así, es preciso hacer una
ponderación de derechos, más aún si se considera el estado de depresión que atraviesa el menor,
mereciendo una tutela constitucional reforzada; 4) La justicia constitucional no es una instancia
de casación que permita revisar sanciones judiciales, lo contrario significaría una nueva
valoración de hechos, usurpando el rol de los jueces ordinarios, lo que es contrario a lo estipulado
en el art. 196.I de la CPE; y, 5) Con los fundamentos expuestos, solicitó se declare
“improcedente” la acción de amparo constitucional; peticionando la condenación a costas y
multas por la temeridad de la demanda.
Helga Yovanna Palacios Rodríguez, Jueza Segunda de Instrucción de Familia del Departamento
prenombrado -codemandada-, a través del informe escrito cursante de fs. 160 a 166, manifestó lo
siguiente: i) El 17 de enero de 2012, Ángela Carmiña Torres Amusquívar, representando a su hijo
menor de quince años, interpuso demanda de violencia intrafamiliar por reincidencia contra
Marco Antonio Martínez Patzi, aclarando que existe un proceso de divorcio en el cual no es
posible considerar la demanda debido que éste se encuentra en espera de sentencia (autos para
sentencia); a su turno, el demandado respondió reconociendo los extremos de la demanda y
aceptando en forma tácita y expresa su competencia; ii) En la tramitación del proceso por
violencia intrafamiliar fueron recibidas las pruebas de ambas partes, tanto documentales,
testificales y también se nombró un perito para el examen pericial; sin embargo, el demandado un
día antes del vencimiento del plazo para emitir el informe pericial, impetró nueva designación de
perito, petición que fue denegada con suficientes argumentos. El informe pericial da cuenta que
respecto al ahora accionante no fue posible concluir la pericia debido a que éste demostró una
actitud de franca resistencia. Concluida la etapa probatoria se emitió la Resolución final, la que
mereció una “inusual” apelación; empero, la autoridad judicial de segunda instancia, confirmó
totalmente la decisión impugnada mediante Auto de Vista 4/2012 de 6 de marzo. Una vez
devuelto el expediente al Juzgado de origen, el demandado solicitó conversión de sanción en
terapia psicológica, requerimiento que mereció el decreto respectivo; iii) Con relación a la
seguridad jurídica, el accionante confunde como si fuera un derecho, cuando el entendimiento
jurisprudencial a través de la SC 0511/2011-R de 25 de abril, precisó que es un principio y por lo
tanto no puede ser tutelado por la acción de amparo constitucional; similar razonamiento se
desarrolló en la SC 0788/2010-R de 2 de agosto. El proceso de divorcio se encontraba a la espera
de la sentencia, por lo que la autoridad judicial que llevaba dicho trámite no podía conocer la
demanda principal (violencia intrafamiliar), tal cual prescribe el art. 396 del CPC. El demandado
no acudió a los medios legales para cuestionar la competencia de la autoridad judicial como
norma el art. 310 del CPP, ni las reglas de inhibitoria y declinatoria previstas en los arts. 12 y 13
del CPC; en consecuencia, consintió y aceptó la competencia de la misma. Al efecto, es aplicable
la jurisprudencia del entonces Tribunal Constitucional, relacionada a los actos consentidos,
desarrollada en las SSCC 1056/2011-R y 0537/2011-R; finalmente, al tenor de la Constitución
Política del Estado, la falta o pérdida de competencia no se define a través de la acción de amparo
constitucional, existiendo para ello el recurso directo de nulidad; iv) El debido proceso debe ser
comprendido acorde con el razonamiento de la jurisprudencia constitucional mediante las SSCC
0418/2000-R, 1276/2001-R, 0119/2003-R y 0480/2011-R; así, bajo la permisión legal del art. 38
de la LCVFD, se ordenó la realización de la pericia, aspecto que no fue cuestionado por las
partes. Por otro lado, en el decreto de admisión se dispuso que ambas partes ofrezcan y
produzcan las pruebas, pese a ello, el demandado no “se dignó” en producir prueba alguna y de
acuerdo al entendimiento jurisprudencial desarrollado en la SC 0920/2011-R de 22 de junio, las
irresponsabilidades de la defensa no pueden ser atribuidas a la autoridad judicial, máxime si el
informe pericial determina que el propio demandado opuso resistencia a los estudios propuestos
por la perito, de manera que no ejerció su derecho a la defensa; v) Sobre el cuestionamiento de la
igualdad procesal, en concordancia con el entendimiento jurisprudencial sentado en la SC
0501/2011-R de 25 de abril, no se limitó el ejercicio del derecho a la defensa, ni se actuó de
forma parcializada con la parte acusadora; la respuesta a la solicitud extemporánea de la
designación de un perito no constituye lesión de este derecho, porque la misma norma especial
precisa que transcurrido el plazo legal “con o sin el informe pericial, el juez pronunciará
resolución”; vi) Respecto a la supuesta restricción del derecho a la dignidad del accionante, al
habérsele aplicado una sanción desproporcionada omitiendo la solicitud de medidas alternativas -
que con la finalidad de tener una comprensión cabal citó la SC 0296/2011-R de 29 de marzo-;
así, la Resolución final fue dictada previa valoración de las pruebas, también se afirmó en ella sus
cualidades como profesional; sin embargo, la sanción que se le impone “esta dirigida a su
conducta como padre de familia en su accionar con su hijo, y no de profesional médico
especialista” (sic); fue así que bajo el principio de proporcionalidad se le impuso una sanción de
siete días de arresto, al tratarse de un asunto por reincidencia, previa valoración del interés
superior del adolescente conforme a los arts. 58, 59.II, 61.I de la CPE y otras normas de la
materia; y, vii) La acción de amparo constitucional, acorde con el entendimiento de la SC
0150/2010-R de 17 de mayo, tiene su naturaleza esencial cual es la subsidiariedad; sin embargo,
el accionante a través de esta acción de defensa pretende no sólo la valoración de la prueba, sino
también corregir la supuesta vulneración del debido proceso en su componente del derecho a la
defensa, la igualdad procesal y el principio de seguridad jurídica; en lo concerniente a la
competencia no opuso impugnación alguna; de lo contrario, asumió defensa. Con dichos
fundamentos solicitó denegar la tutela impetrada.
I.2.4. Resolución
través de esta acción de defensa, el accionante no acudió a la vía correcta, pues debió activar el
recurso directo de nulidad, conforme estipulan el art. 202.12, en relación al art. 122, ambos de la
CPE; y, c) Respecto a la supuesta sanción desproporcionada, efectivamente el art. 11 de la
LCVFD, faculta a la autoridad judicial aplicar medidas alternativas; sin embargo, dicha
disposición es facultativa y no imperativa, de modo que su aplicación corresponde al juzgador de
acuerdo a las circunstancias. Las autoridades judiciales demandadas velaron por el interés
superior del menor, aplicando los arts. 58, 60 y 61, con relación al art. 256, todos de la Norma
Suprema; de ahí que la Resolución definitiva ordenó una sanción considerando su condición de
padre de la víctima y no de profesional médico, tomando en cuenta además su reincidencia.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 11 de marzo de 2011, Ángela Carmiña Torres Amusquívar, presentó
demanda de violencia física y psicológica contra el ahora accionante Marco Antonio Martínez
Patzi, ante la Jueza Segunda de Instrucción de Familia del departamento de Chuquisaca, quien
mediante Auto de 14 del mismo mes y año, admitió la denuncia (fs. 3 a 5).
II.2. Por Auto Definitivo de 25 de marzo de 2011, la Jueza Segunda de Instrucción de Familia
prenombrada, condenó al demandado a cumplir el arresto de dos días y medio en celdas de la
Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC); y, considerando su personalidad, en
función al examen pericial, dispuso se le efectúe la medida alternativa de terapia psicológica por
la psicóloga dependiente del Servicio Legal Integral Municipal (fs. 6 a 12).
II.3. Ángela Carmiña Torres Amusquívar, a través del memorial de 16 de enero de 2012,
interpuso denuncia por violencia psicológica por reincidencia contra el hoy accionante; admitida
por la Jueza Segunda de Instrucción de Familia, mediante Auto 55/2012 de 19 de igual mes,
disponiendo que las partes ofrezcan y produzcan pruebas conforme a ley (fs. 14 y vta.; 16 vta.)
II.4. Marco Antonio Martínez Patzi -ahora accionante-, por memorial de 25 del mes y año
mencionados, respondió a la denuncia y presentó prueba literal consistente en una revista,
anunciando la producción de más prueba literal y testifical conforme a los arts. 33, 34 y 35 de la
LCVFD (fs. 33 a 34 vta.).
II.5. Por memorial presentado el 3 de febrero de 2012, el accionante solicitó a la Jueza Segunda
de Instrucción de Familia, se oficie al Colegio de Psicólogos para la designación de un nuevo
profesional psicólogo. En respuesta, la prenombrada autoridad judicial a través de decreto de 6
del mismo mes y año, declaró no ha lugar a lo impetrado (fs. 43 y vta.).
II.6. El dictamen psicológico de la fecha precitada, con relación al hoy accionante, señaló que el
psicodiagnóstico no fue concluido al haberse sostenido una sola entrevista; y, ante la posibilidad
de administrar una prueba psicológica (test de colores), el demandado opuso una actitud de
franca resistencia (fs. 47 a 55 vta.).
II.7. La Jueza Segunda de Instrucción de Familia, a través del Auto Definitivo 28/2012 de 9 de
febrero, declaró probada la demanda y resolvió la pena de arresto por el término de siete días para
el ahora accionante Marco Antonio Martínez Patzi, difiriendo la sanción para los fines de semana
(fs. 56 a 61 vta.).
los motivos de su inconcurrencia. La autoridad judicial por decreto de 16 del mes y año
mencionados, señaló: “Estése al estado actual del proceso” (sic) (fs. 64 a 65 vta.).
II.10. El Auto de Vista 4/2012 de 6 de marzo, emitido por Sandra Gladys Aldayuz Avilés, Jueza
Segunda de Partido de Familia del departamento de Chuquisaca, confirmó totalmente la
Resolución impugnada (fs. 93 a 94).
Para la activación de esta garantía constitucional, el agraviado debe acudir previamente a los
mecanismos establecidos en la ley, por cuanto las vulneraciones a los derechos fundamentales
deben ser reparadas ante las instancias donde se produjo el acto lesivo; es decir, ante la autoridad
donde se originó el hecho conculcador; agotadas las mismas y de persistir la lesión, el afectado se
encuentra habilitado para activar la justicia constitucional a través de esta acción tutelar.
Entendimiento que fue desarrollado ampliamente por el antes denominado Tribunal
Constitucional, hoy Tribunal Constitucional Plurinacional, en sus numerosos y uniformes fallos.
El juez natural, como elemento componente del debido proceso, se encuentra integrado por la
imparcialidad, independencia y competencia de las autoridades; así, la Constitución Política del
Estado, en su art. 120.I, prescribe: “Toda persona tiene derecho a ser oída por una autoridad
jurisdiccional competente, independiente e imparcial, y no podrá ser juzgada por comisiones
especiales ni sometida a otras autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al
hecho de la causa” (negrillas adicionadas). A más de los tres elementos enunciados
precedentemente, la autoridad llamada a administrar justicia debe ser creada con anterioridad al
hecho sometido a su jurisdicción. En esta misma línea, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), en su art. 8.1, prevé: “Toda persona tiene derecho a
ser oída con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad por la ley…” (las
negrillas son agregadas).
Dentro de un Estado Social y Democrático de Derecho, debe imperar el respeto a los derechos y
garantías constitucionales, de modo que la vigencia de éstos, y en particular del debido proceso,
debe estar ampliamente garantizada; de ahí la importancia de las acciones de defensa, en
particular de la acción de amparo constitucional, que en el fondo vela por el respeto y vigencia de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales; sin embargo, el entonces Tribunal
Constitucional, en su afán de búsqueda para un acceso pronto y efectivo a la justicia, delimitó el
ámbito de protección del derecho al juez natural a través de esta acción tutelar.
(…)
Las resoluciones judiciales son decisiones de orden jurisdiccional que pretenden implantar la paz
social dentro de un Estado Social de Derecho. Para tener una vigencia plena deben cumplir con
ciertos requisitos de validez, los cuales harán que sean incuestionables, inmutables o
inmodificables, generando así una certidumbre y seguridad jurídica para los justiciables que
luego alcanzará la calidad de cosa juzgada. En su proceso de formación, las autoridades
encargadas en generarlas, necesaria y obligatoriamente, deben observar la vigencia plena del
debido proceso. Por otro lado, los criterios de interpretación de la legalidad ordinaria deben
efectuarse acorde con los principios y garantías constitucionales; es decir, en absoluto respeto de
las garantías y derechos fundamentales vigentes en la Constitución Política del Estado y normas
de orden internacional que conforman el bloque de constitucionalidad, tal como establece el art.
410 de la Norma Suprema.
a) La tesis restrictiva, que rechaza la posibilidad de pedir tutela constitucional contra sentencias
judiciales que vulneran el debido proceso.
b) La tesis permisiva, en virtud de la cual, cuando está de por medio la defensa de garantías
constitucionales, debe proceder el amparo constitucional contra resoluciones judiciales, ya que
más importante que cualquier principio funcional o estrictamente organizativo de la
magistratura, es la vigencia y respeto de los derechos fundamentales.
Por otro lado, la misma Sentencia Constitucional, fijó los requisitos para el análisis de la
resoluciones judiciales a través de la acción de amparo constitucional, bajo los siguientes
términos: “La procedencia del recurso de amparo constitucional contra sentencias judiciales
operará siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos específicos:
a) Que el afectado agote todos los mecanismos internos idóneos para el cuestionamiento a
decisiones judiciales establecidos por ley, observando de forma precisa la vulneración a los
derechos o garantías fundamentales alegados como vulnerados.
Por otro lado, como prescribe el art. 45 de la LCVFD, los aspectos no previstos por dicha norma,
entre tanto no sean contrarios a dicha disposición, son aplicables las normas del Código de
Procedimiento Penal; así, el accionante además del recurso constitucional aludido en el párrafo
anterior, tenía la posibilidad de cuestionar la competencia o no de las autoridades judiciales
codemandadas en función a la reglas de la norma adjetiva penal, lo que no fue observado por el
accionante. En consecuencia, respecto a la cuestión planteada sobre la competencia o no de las
autoridades judiciales, corresponde denegar la tutela incoada, con la aclaración que sobre este
punto en concreto, el Tribunal se ve impedido de analizar el fondo de la problemática planteada.
De los antecedentes del proceso se advierte que, el accionante dentro del proceso seguido en su
contra por Ángela Carmiña Torres Amusquivar, en procura de restituir sus derechos
presuntamente vulnerados, activó en la vía ordinaria el recurso de apelación conforme a las reglas
del Código de Procedimiento Civil, lo que mereció el Auto de Vista pronunciado por la autoridad
judicial de segunda instancia -ahora codemandada-. Este accionar es acorde con el entendimiento
jurisprudencial citado anteriormente; es decir, el accionante activó la justicia constitucional luego
de haber agotado las instancias establecidas dentro del ordenamiento jurídico legal.
El segundo razonamiento radica en que, los actos lesivos a los derechos fundamentales no deben
ser provocados ni consentidos por el agraviado. Al considerar que el accionante estima
lesionados sus derechos a la igualdad de las partes y a la defensa, incumbe examinar los
antecedentes del proceso; así, del decreto de admisión de 19 de enero de 2012, la Jueza Segunda
de Instrucción de Familia del departamento de Chuquisaca, estableció la oportunidad y
posibilidad a favor de las partes para ofrecer y producir toda la prueba que la ley reconoce y que
estimen convenientes en su defensa y acusación, respectivamente.
El accionante, tal como se evidencia del memorial cursante de fs. 33 a 34 vta., ejerció plenamente
su derecho a la defensa, pues ofreció la prueba literal y anunció la producción de prueba testifical
en audiencia.
En mérito a los fundamentos expuestos en líneas precedentes, se llega a la conclusión que, las
autoridades judiciales codemandadas obraron en estricta sujeción a lo dispuesto por la
Constitución Política del Estado y la ley, por lo que no se advierte conculcación de derecho
alguno de parte de las demandadas.
Los términos del informe elaborado por la perito psicóloga constatan que, el accionante demostró
una actitud de franca resistencia a la pericia psicológica dispuesta por la autoridad judicial,
comprobando dicho accionar que el demandado no obstante de tener la oportunidad para producir
prueba pericial, voluntariamente generó su propia indefensión respecto a este punto. Este aspecto
condice con la jurisprudencia citada en líneas precedentes, ya que el actor voluntariamente
inviabilizó la producción de la prueba pericial, lo cual no es atribuible a las codemandadas.
Por las consideraciones vertidas, no se evidencia lesión del derecho a la igualdad de las partes
menos del derecho a la defensa del accionante, atingiendo denegar la tutela impetrada.
El accionante considera que al habérsele impuesto una sanción de arresto de siete días, se vulneró
su derecho a la dignidad, puesto que la parte considerativa de la Resolución emitida por la Jueza
Segunda de Instrucción de Familia, hace alusión de su personalidad como profesional
traumatólogo (profesional “brillante”) y contrariamente impone una sanción común.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 636
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Es importante precisar, que el principio de igualdad ante la ley es incompatible únicamente con
los sistemas de dominación, como el esclavista, la servidumbre o el colonialismo. De modo que,
pretender la aplicación de una norma en función a las cualidades o aptitudes de una persona,
implicaría una franca vulneración a la igualdad ante la ley. En consecuencia, en función a los
fundamentos expuestos precedentemente, la sanción impuesta por la Jueza Segunda de
Instrucción de Familia y el Auto de Vista dictado por la Jueza Segunda de Partido de Familia,
ambas del departamento de Chuquisaca, no conculcan el derecho a la dignidad del accionante,
máxime si él mismo asume el entendimiento de la dignidad conforme a la jurisprudencia
establecida por el entonces Tribunal Constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00788-2012-02-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 11/2012 de 17 de abril, cursante de fs. 127 a 129 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Kazushige Onishi Hara contra
Teresa Lourdes Ardaya Pérez, Editha Pedraza Becerra, Alain Núñez Rojas y Victoriano
Morón Cuéllar, Vocales y ex Vocal, respectivamente, de la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; Merlín Zenteno Gonzales y Deysi Marcela
Sandoval Ramos, Juezas Sexta y Tercera de Partido en lo Civil y Comercial del
Departamento mencionado.
Por documento privado de 7 de diciembre de 2001, con reconocimiento de firmas ante Notario de
Fe Pública, Daniel René Luizaga Zelaya, le transfirió la totalidad de la parcela de terreno de
33.8325 has, ubicada en la “enconada cuarta faja”, comprensión del municipio de San Carlos,
Segunda Sección Municipal de la provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz, en calidad de
venta real y enajenación perpetua.
Igualmente, indica que dentro del fenecido proceso ejecutivo seguido a instancia de Juan Suárez
Vaca y Mercedes Arias de Suárez contra Daniel René y Jorge Ramiro Luizaga Zelaya,
sustanciado en el Juzgado Tercero de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Santa
Cruz; se libró embargos, remates y finalmente se adjudicó el fundo rústico de su propiedad
denominado “cuarta faja” de la provincia Ichilo, de manera ilegal a Juan Suárez Vaca, siendo
inscrito en Derechos Reales (DD.RR.), el 13 de noviembre de 2009; habiendo la autoridad
jurisdiccional que sustanció el proceso ejecutivo, desconocido que el mencionado fundo es
pequeña propiedad agraria, inembargable conforme al mandato constitucional contenido en el art.
169 de la Constitución Política del Estado abrogada (CPEabrg), vigente a tiempo de sustanciar el
caso de autos; así como lo prevé el art. 397 de la Constitución Política del Estado (CPE). Por lo
que la judicatura judicial ordinaria no tiene competencia para conocer acciones personales y
reales sobre propiedades agrícolas o rústicas ocasionando un perjuicio y daño irremediable e
inminente y más aún ante la amenaza de un mandamiento de desapoderamiento siendo esta
competencia de los jueces agrarios; por lo que presentó incidente de oposición al
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 638
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.1.3. Petitorio
Realizada la audiencia pública el 17 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 122
a 127, se produjeron los siguientes actuados:
Merlín Zenteno Gonzales, Jueza Sexta de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de
Santa Cruz, por informe escrito cursante a fs. 119 y vta., indicó lo siguiente: 1) El expediente
156/04, radicado en el Juzgado Tercero de Partido en lo Civil y Comercial, seguido por Juan
Suárez Vaca y Mercedes Arias de Suárez contra Daniel René Luizaga Zelaya, se encuentra en
ejecución de sentencia; 2) La suscrita Jueza asumió suplencia legal a partir del 26 de abril de
2011 hasta el 3 de febrero de 2012, fecha en la que asumió la Jueza titular, Deysi Marcela
Sandoval Ramos, por lo que en el citado proceso ejecutivo ya se dictaron la Sentencia 190/04 de
22 de noviembre de 2004 y el Auto de Vista de 30 de julio 2010; y, 3) Las Resoluciones por las
que se demanda la presente acción de defensa no corresponden al tiempo del ejercicio de la
suplencia legal ejercida en el Juzgado Tercero de Partido en lo Civil y Comercial, por lo que sólo
correspondió la prosecución del proceso en ejecución de Sentencia, conforme lo dispuesto en los
arts. 514 y 517 del Código de Procedimiento Civil (CPC).
Teresa Lourdes Ardaya Pérez, Vocal de la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz, a través del informe escrito que cursa de fs. 120 a 121, señaló lo siguiente:
i) En el caso de autos, la apelación fue remitida a la Sala Civil Segunda el 27 de octubre de 2010,
Juan Suárez Vaca, en su calidad de tercer interesado, por memorial presentado el 17 de abril de
2012 (fs. 130 a 135 vta.), señaló: a) El derecho del accionante, precluyó para la presentación del
incidente de nulidad o de incompetencia dentro del caso de autos; b) Consintió de manera
expresa la competencia del Juez que sustanció el proceso ejecutivo, por cuanto presentó el
referido incidente de oposición al desapoderamiento, ofreció pruebas y formuló recurso de
apelación; c) No acreditó con documentación idónea su derecho propietario debidamente
registrado en DD.RR.; y, d) Por lo expuesto, solicitó se deniegue la acción de amparo
constitucional.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en
Tribunal de garantías, por Resolución 11/2012 de 17 de abril, cursante de fs. 127 a 129 vta.,
denegó la tutela impetrada con los siguientes fundamentos: 1) En ejecución de sentencia, en los
procesos ejecutivos o coactivos civiles, la ley prevé que un tercero que no fue parte del proceso y
que se encuentra en posesión de los bienes que se hubieren subastado y adjudicado dentro de ese
procedimiento de ejecución, pueda oponerse a la entrega o el desapoderamiento cumpliendo los
requisitos establecidos en la norma, por lo que tratándose de bienes inmuebles el título tiene que
estar inscrito con anterioridad al embargo, lo que en caso de autos no ocurrió; el accionante no
tiene título válido, sólo una minuta traslativa de dominio y no cumplió con la publicidad prevista
en el art. 1538 del Código Civil (CC), tampoco existe la constancia de registro de inscripción
anterior al embargo, por cuanto respecto al incidente de oposición en base al fundamento legal
del art. 45 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar (LAPCAF), no existe
vulneración al derecho propietario del accionante; 2) En cuanto a la inembargabilidad de la
propiedad rústica, debió alegarse con anterioridad al remate dentro del proceso ejecutivo; y, 3)
Respecto al principio agrario referente a que la posesión vale por título o que el trabajo es la
forma de garantizar o adquirir la propiedad agraria o garantizar ese derecho, estos extremos
deben necesariamente ser alegados en un proceso de conocimiento sea en la jurisdicción
ordinaria o en la jurisdicción agraria, y no en la jurisdicción constitucional.
II. CONCLUSIONES
II.3. El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Santa Cruz, certificó que el proceso de
saneamiento del predio denominado “Sindicato Agrario Cuarta Faja”, parcela décima registrada a
nombre de Kazushige Onishi Hara, ubicada en el municipio de San Juan, provincia Ichilo del
departamento de Santa Cruz, se encuentra con informe de cierre (fs. 20).
II.4. El INRA, por nota 339/2011 de 20 de diciembre, puso en conocimiento del Juzgado Tercero
de Partido en lo Civil y Comercial, que en el caso de autos, la propiedad embargada objeto de
ejecución, está en proceso de saneamiento dentro del polígono cuarto, Sindicato Agrario cuarta
faja, en la provincia Ichilo (fs. 21).
II.5. Por acta de inspección de 21 de julio de 2010, el Oficial de Diligencias del Juzgado de
Instrucción de Yapacaní de la provincia Ichilo, certificó en cumplimiento de la comisión
instruida de 15 de igual mes y año, librada por el Juez Tercero de Partido en lo Civil y
Comercial; en el proceso ejecutivo seguido por Juan Suárez Vaca y Mercedes Arias de Suárez
contra Daniel René y Jorge Ramiro Luizaga Zelaya; que existe una posesión real, quieta y
pacífica de la parcela de terreno de 33,8325 has por Kazushige Onishi Hara, y que toda la
superficie del terreno está trabajada (fs. 22 y vta.)
II.6. Cursa memorial de ampliación de embargo de 12 de mayo de 2004, dentro del proceso
ejecutivo interpuesto por Juan Suárez Vaca y Mercedes Arias de Suárez, a la parcela agrícola de
33.8325 has, con matrícula 7.04.2.01.0001217, de propiedad de Daniel René Luizaga Zelaya; por
proveído de la misma fecha, el Juez Tercero de Partido en lo Civil y Comercial, ordenó la
ampliación del embargo y la anotación preventiva de la parcela rústica antes referida (fs. 23 y
vta.).
II.7. Mediante acta de embargo de 11 de mayo de 2004, el Oficial de Diligencias del Juzgado de
Instrucción de Yapacaní, procedió a dar cumplimiento a la comisión instruida del Juzgado
Tercero de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Santa Cruz, al mandamiento de
embargo de 10 de igual mes y año, dentro del proceso ejecutivo de autos, de la cuota parte
correspondiente a Daniel René Luizaga Zelaya de una superficie de 33.8325 has (fs. 24).
II.8. Por Sentencia 190/2004 de 22 de noviembre, dictada por Marcelo Barrientos Díaz, Juez de
Tercero de Partido en lo Civil y Comercial, dentro del caso de autos declaró probada la demanda
ejecutiva e improbada la excepción de inhabilidad del título, con lugar al remate de los bienes
ofrecidos como garantía, los embargados o que se embarguen para con el producto del remate se
cancele lo adeudado, más interés legal a liquidarse en ejecución de sentencia; con costas (fs. 29 y
vta.).
II.9. Constan las actas de remate y adjudicación del inmueble rústico ubicado en la provincia
Ichilo del departamento de Santa Cruz, propiedad denominada “La Enconada”, registrada en
DD.RR., bajo matrícula computarizada 7.04.2.01.0001217 a favor de Juan Suárez Vaca (fs. 35 y
36).
II.10. Por memorial presentado el 13 de abril de 2010, Juan Suárez Vaca, dentro del fenecido
proceso ejecutivo, solicitó mandamiento de desapoderamiento para efectivizar la entrega del
fundo rústico ubicado en la localidad de San Carlos, provincia Ichilo, denominado “la Enconada,
cuarta faja”, con una extensión de 33.8325 has, el que se adjudicó y registró su derecho
propietario bajo el asiento A-3 de la matrícula computarizada 7.04.2.01.0001217 (fs. 51 y vta.).
II.13. Por Auto de 30 de julio de 2010, el Juez Tercero de Partido en lo Civil y Comercial del
departamento de Santa Cruz, rechazó el incidente de oposición al desapoderamiento del
accionante; y, conforme al informe de la inspección judicial realizada a la pequeña propiedad, el
desapoderamiento de ésta se suspenderá sólo sobre la parte sembrada hasta que el opositor
coseche su sembrado (fs. 68 y vta.).
II.15. Por Auto de Vista 132/2011 de 18 de julio, la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia del Distrito de Santa Cruz, confirmó el Auto apelado, salvando los
derechos del ahora accionante, con los siguientes fundamentos: 1) Conforme lo dispone la Ley de
Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar, el oponente -hoy accionante- no demostró la
inscripción de su propiedad para determinar su oponibilidad en el caso de autos; 2) Respecto a la
falta de competencia del Juez a quo, debió plantear las excepciones correspondientes, no
pudiendo observar este extremo cuando se encuentra en ejecución de sentencia, por lo que tiene
calidad de cosa juzgada; y, 3) Los hechos contradictorios señalados en sus memoriales de
oposición y de contestación, deberán ser dilucidados dentro de la acción respectiva y no en el
proceso ejecutivo.
El accionante alega que las autoridades demandadas vulneraron sus derechos al trabajo, a la
propiedad privada, a la defensa y a una justicia plural, a la garantía del debido proceso, y el
principio de la seguridad jurídica, manifestando que al ser propietario de una pequeña propiedad,
de manera ilegal ésta fue adjudicada dentro del proceso ejecutivo, sustanciado ante el Juzgado
Tercero de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Santa Cruz, y además se habría
rechazado el incidente de oposición al desapoderamiento, por cuanto el documento de
transferencia a su favor no se encontraría registrado en DD.RR., por lo que no sería oponible ni
surtiría efectos contra terceros; además el Juez de instancia no tendría competencia para la
sustanciación del mismo, por tratarse de materia y propiedad agraria, siendo inembargable, no
correspondería la vía incidental del desapoderamiento; ante lo cual interpuso recurso de apelación
y la Sala Civil Segunda confirmó la Resolución del Juez a quo. En consecuencia, concierne
dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela
impetrada.
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye dentro del
nuevo orden constitucional, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales
o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir derechos reconocidos por la misma Constitución
Política del Estado y la ley. Conforme a esta precisión, el contenido del art. 73 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP).
La Ley Fundamental, enfatiza que esta acción tutelar puede presentarse por la persona: “…que se
crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de
acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados” (negrillas añadidas) (art. 129.I).
(…)
(…) entonces, se tiene que para la esfera administrativa; es decir, para actos administrativos
existen dos supuestos claros para la procedencia del recurso directo de nulidad y la protección
por tanto de la competencia: 1) La usurpación de funciones que no estén establecidas por ley; y,
2) El ejercicio de potestad, se entiende administrativa, que no emane de la ley.
En la esfera jurisdiccional, existen también tres supuestos claros que forman el 'núcleo esencial'
de esta garantía, siendo por tanto nulas las decisiones emitidas por autoridades judiciales en los
siguientes supuestos: i) Resoluciones emitidas en ejercicio de jurisdicción o potestad que no
emane de la Ley; ii) Las resoluciones o actos pronunciados por autoridad que usurpe
funciones que no le compete; iii) Resoluciones pronunciadas por autoridad jurisdiccional que
hubiere cesado en sus funciones.
De los antecedentes que cursan en obrados, se establece que dentro del proceso ejecutivo seguido
a instancia de Juan Suárez Vaca y Mercedes Arias de Suárez contra Jorge Ramiro y Daniel René
Luizaga Zelaya, siendo este último quien transfirió un fundo rústico a favor del accionante; el
citado proceso fue sustanciado ante el Juzgado Tercero de Partido en lo Civil y Comercial del
departamento de Santa Cruz, y ante el mandamiento de desapoderamiento en ejecución de
sentencia, el accionante presentó incidente de oposición, en razón de tener un documento de
fecha cierta de transferencia de la señalada pequeña propiedad agraria, es inembargable conforme
lo prevé la Constitución Política del Estado, la que cumple la función económica social y se
encuentra en posesión quieta y pacífica por más de diez años; además refirió, que el Juez de la
causa no tiene competencia para la sustanciación del embargo y remate de la señalada propiedad
por tratarse de competencia de la judicatura agraria, por lo que solicitó se deje sin efectos los
actuados procesales hasta el vicio más antiguo así como la nulidad de la adjudicación de ésta a
favor de Juan Suárez Vaca; por Auto de 30 de julio de 2010, el Juez de la causa rechazó el
incidente de oposición con la fundamentación que el documento de transferencia no se encuentra
registrado en DD.RR., y no es oponible y que los actos de nulidad no pueden ser considerados ni
resueltos en la vía incidental de desapoderamiento; ante lo cual el accionante presentó apelación
y las autoridades jurisdiccionales codemandadas confirmaron la Resolución del Juez a quo.
En ese entendido, el accionante pretende mediante la presente acción que se tutele y se deje sin
efecto el embargo, remate y la adjudicación de su pequeña propiedad ubicada en la “Enconada-
Cuarta Faja”, con una superficie de 33.8325 has, conforme lo dispone la Constitución Política del
Estado, en su art. 394.II: “… es indivisible, constituye patrimonio familiar inembargable, y no
está sujeta al pago de impuestos a la propiedad agraria…”; asimismo, se declare a las Juezas
codemandadas sin competencia para resolver todas las cuestiones agrarias.
De otro lado, respecto a la falta de competencia del Juez Tercero de Partido en lo Civil y
Comercial del departamento de Santa Cruz, en la sustanciación del embargo, remate y
adjudicación de una pequeña propiedad agraria; en mérito a los aspectos fijados en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución, se colige que la acción de amparo
constitucional no es la vía idónea para restituir supuestos de hecho descritos en el art. 122 de la
CPE, toda vez que existe un mecanismo específico para su resguardo cual es el recurso directo de
nulidad.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00668-2012-02-AL
Departamento: La Paz
El accionante mediante memorial presentado el 10 de abril de 2012, cursante de fs. 2 a 3, refiere que
en más de cinco oportunidades, tres de ellas ante el Juez Quinto de Instrucción Penal y dos veces en
su similar Primero, sin justificativo alguno, se suspendieron las audiencias de consideración de
cesación a su detención preventiva, siendo que el Juzgado Quinto determinó la fecha de las mismas,
olvidó enviar las ordenes de conducción al Reciento Penitenciario de “San Pedro”, a pesar de tener
conocimiento de que se hallaba detenido; sostiene que ha existido negligencia en el cumplimiento
de sus deberes, porque lleva diecinueve meses sin celebrarse la audiencia conclusiva.
Argumenta que él hubiese recuperado su libertad con la prueba que presentaría en la audiencia
tantas veces suspendida; empero, se encuentra sin juzgado donde acudir para recuperar su libertad,
ya que el Juzgado donde se encuentra radicada su causa, con el pretexto de la recusación, no cumple
la norma y no devuelve la causa al juzgado correspondiente; por lo que, su persona se encuentra en
estado de indefensión absoluta desde el “28 de marzo”, día en que se suspendió la audiencia de
cesación a la detención preventiva, sin una razón justificable y hasta el 10 de abril -fecha de
presentación de la acción-, no cuenta con ninguna autoridad que proteja sus derechos y garantías
constitucionales, pues sufre de una dolencia que requiere de supervisión médica y el Juez señalado,
ha omitido sus clamorosas solicitudes de salida médica.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de abril de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 6 y vta.,
refiere que el accionante y su abogado patrocinante, a pesar de su legal notificación no asistieron así
como tampoco la autoridad judicial demandada.
El Juez Primero de Instrucción en lo Penal de El Alto, Enrique Morales Díaz, a pesar de su legal
citación, no se hizo presente en audiencia e informó el secretario del Juzgado de garantías que tampoco
ha remitido el cuaderno de control jurisdiccional.
I.2.2. Resolución
La Jueza Cuarta de Sentencia Penal y Liquidadora de El Alto del departamento de La Paz, por
Resolución 05/2012 de 11 de abril, cursante de fs. 7 a 8, denegó la tutela solicitada, sin costas por
ser excusable, en base a los siguientes fundamentos: a) A pesar de que el Fiscal y las partes, no se
hicieron presentes en audiencia, no se suspendió, conforme el art. 68.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP); b) El accionante de forma imprecisa manifiesta que las
autoridades demandadas suspendieron la audiencia de consideración de cesación a la detención
preventiva y tampoco expuso con claridad los motivos por los cuales se suspendieron las mismas;
por lo que, al no tenerse mayor precisión de los hechos, no se puede considerar si se adecuan al
procedimiento penal o si son arbitrarias; c) La incomparecencia del accionante no constituye óbice
para la consideración de la acción; en ese sentido, cabe indicar en el presente caso, no existe ningún
elemento en el que el expediente que otorgue convicción a efectos de conceder la tutela; d) Dentro
de la naturaleza de la acción de libertad, no está permitida la inobservancia de formalidades;
empero, al no haberse adjuntado elemento alguno de la causa penal respecto a la tutela que pide,
constituye limitante que no genera convicción alguna sobre la vulneración alegada; no pudiendo
aplicarse presunción de certidumbre de verdad en el presente caso, pese a la incomparecencia y
remisión del informe de la autoridad demandada; y, e) No se ha demostrado la concurrencia de los
supuestos del art. 66 de la LTCP, relacionado con el art. 125 de la CPE.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 10 de febrero de 2012, Marco Antonio Trujillo Gutiérrez, ahora accionante, pidió la
cesación de su detención preventiva, ante el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Penal; que mereció
providencia de 13 del mismo mes y año, fijando audiencia para el 22 del citado mes y año, que fue
suspendida en razón de que las partes no han sido legalmente notificadas; por lo que, se llamó
severamente la atención al personal de apoyo para que cumpla con sus funciones específicas.
Asimismo, fijó nueva fecha de audiencia para el 1 de marzo de 2012, ordenando la notificación al
Ministerio Público y a las víctimas, también ordenó que se oficie al penal de “San Pedro”, donde se
encuentra recluido el imputado, para la correspondiente conducción; posteriormente, a momento de
llevarse a cabo la audiencia referida, fue postergada porque a pesar de su legal notificación las
partes procesales no estaban presentes; sin embargo, en la intervención del abogado de la defensa
del coimputado, pidió que se determine la sanción correspondiente al personal encargado de oficiar
al penal de “San Pedro”, para la conducción de su defendido; por lo que, además de señalar las
citaciones para las partes, nuevamente indicó que se oficie al penal de “San Pedro” , estableciendo
una sanción para la Secretaria del Juzgado y fijando en su lugar nueva fecha de audiencia, para el 8
de marzo del referido año ( fs. 22 y vta. a 26).
II.2. Por memorial presentado de 1 de marzo de 2012, el ahora accionante, interpuso recusación
ante el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, a la que no se allanó como se observa en la
Resolución 93/2012 de 2 de marzo, conforme a los arts. 320 y 321 del Código de Procedimiento
Penal, se remitieron las piezas procesales pertinentes ante la Sala Penal de turno, que recayó a la
Sala Penal Segunda, misma que mediante Resolución 44/2012 de 19 de marzo, rechazaron la
demanda de recusación, manifestando que la autoridad recusada continúe con el conocimiento de la
presente causa; por lo que, con nota de 10 de abril, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal del
Alto, remitió antecedentes a su similar Quinto.( fs. 64 vta., 65 y vta., 73 y vta. y 74).
II.3. Cursa escrito de 7 de marzo de 2012, ante el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, donde el
ahora accionante pide la cesación de su detención preventiva, que mereció providencia de 12 del
mismo mes y año, señalando audiencia pública para el 20 de marzo; en virtud a ello el Juez Primero de
Instrucción en lo Penal, mediante nota de 19 del referido mes y año, solicitó al Director del Recinto
Penitenciario de “San Pedro” de la ciudad de La Paz, la conducción del imputado -ahora accionante-.
En consecuencia, el 20 de marzo, se dio curso a dicha audiencia, siendo suspendida con el argumento
de que “lamentablemente no tienen espacio, ya está señalado para cada hora y están programando de
oficio”; por lo que, rectificaron y señalaron nueva audiencia para el 28 de marzo de 2012 (fs. 27 y vta.,
28, 29, 30 y vta.).
II.4. El 27 de marzo de 2012, Amancio Alanes López, dentro del proceso de estafa incoado contra
Marco Antonio Trujillo Gutiérrez -ahora accionante- y otros, solicitó ante el Juez Primero de
Instrucción en lo Penal, la suspensión de audiencia programada para el día 28 de marzo de 2012,
toda vez que su abogado patrocinante tiene otros actos procesales, para el efecto pidió se fije nuevo
día y hora para su prosecución (fs. 47).
II.5. Por medio de acta de audiencia de cesación a la detención preventiva, de 28 de marzo de 2012,
por disposición del Juez Primero de Instrucción en lo Penal, se tiene que se debe cumplir con la
notificación legal para evitar mayor dilación; por lo que fue suspendida la audiencia para el 16 de
abril del mismo año, a horas 9:45 (fs.51 y vta.)
II.7. Según Auto de 10 de abril de 2012, la Jueza Cuarta de Partido, Liquidador y de Sentencia
Penal de El Alto, admitió la acción de libertad interpuesta por el accionante, conminando a la
autoridad demandada hacer comparecer al ahora accionante y a remitir los antecedentes sobre el
presente caso, a ese despacho judicial (fs. 4).
II.8. Con el Auto de Admisión referido anteriormente, se procedió a notificar a las partes
intervinientes en el proceso, en el siguiente orden: a) El 11 de abril de 2012, a horas 9:00 y a horas
10:40, se notificó a Enrique Morales Díaz -demandado- y al Fiscal, Javier Taboada,
respectivamente, en su domicilio procesal (fs. 5); y, b) En la misma fecha a horas 11:45, se notificó
a Marco Antonio Trujillo Gutiérrez -ahora accionante-, señalando en dicha diligencia: “recibiendo
la copia de ley en su domicilio procesal: Edif. Ismar piso 7, of. 703 Dr. Guillermo Llacsa Vargas,
dejando mediante cédula, en testigo de actuación, quien firma en constancia conforme el art. 163
última parte de la Ley 1970, firmando al pie de la presente, Damián Quispe Calisaya con C.I.
2536810 LP (fs. 5 vta.).
II.9. El 11 de abril de 2012, a horas 14:05, en el Juzgado Cuarto de Partido liquidador y de Sentencia
Penal de El Alto, se llevó a cabo la correspondiente audiencia, informándose por secretaría que se habrían
cumplido las formalidades de ley, pero ninguna de las partes se encontraba presente (accionante, abogado
defensor, autoridad demandada y fiscal); en ese sentido, refirió que al no permitirse la suspensión de la
audiencia (art. 68.7 de la LTCP), se dio lectura al memorial de la acción y se emitió la Resolución en
rebeldía de la autoridad demandada, denegándose la tutela solicitada (fs. 6 a 8).
El accionante alega la vulneración del derecho a la libertad, ya que el Juez Quinto de Instrucción en
lo Penal, si bien determinó las fechas de audiencias de consideración a la cesación de la detención
preventiva, éste no envió las ordenes de conducción del imputado al recinto penitenciario;
asimismo, el Juez de la causa, argumentado que existió recusación, no devolvió el expediente al
juzgado y procedió a suspender la audiencia, en virtud a ello refirió que en varias oportunidades las
autoridades demandadas, sin causa justificada, suspendieron la audiencias señaladas. En
consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se debe conceder o no la tutela solicitada.
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se
encuentra privada de libertad” (las negrillas son nuestras).
La administración de justicia se rige entre otros, por el principio de celeridad, establecido en el art.
178.I de la CPE, al referir que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se
sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad,
celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico…”. En concordancia con esta disposición, el art. 115.II de
la CPE, precisa: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia
plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”; por lo que, se puede determinar
que la administración de justicia debe ser rápida, oportuna y eficaz, tanto en la tramitación como en
la resolución de las causas, las personas que intervienen en el proceso esperan una definición
oportuna de su situación jurídica, máxime si está comprometido un derecho fundamental como es la
libertad.
La citada jurisprudencia constitucional, precisó tres situaciones para considerar acto dilatorio, en el
trámite de la cesación de la detención preventiva, señalando: “En consecuencia, se considera acto
dilatorio en el trámite de la cesación de la detención preventiva, cuando:
b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o se fije la audiencia en una
fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial. Plazo que puede ser en un límite de tres o
cinco días máximo, dependiendo de la particularidad de cada caso, cuando por ejemplo existan
varias partes imputadas o víctimas múltiples que tengan que ser notificadas, o por la distancia
donde se deba efectuar un determinado acto previo y esencial -como sucede con algunas
notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción única y exclusiva en los casos
que exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia del proceso, como los derechos e
intereses comprometidos y relacionados a la petición; situación que deberá ser justificada por la
autoridad judicial competente a momento de señalar la fecha de audiencia, teniendo en cuenta la
razonabilidad.
El accionante manifestó como acto lesivo en el presente caso, que en varias oportunidades los Jueces
Primero y Quinto de Instrucción en lo Penal, suspendieron las audiencias de consideración a la
cesación de la detención preventiva; a pesar de que la presente acción ha sido dirigida solamente
contra el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, en base al principio de informalismo que caracteriza
esta acción, corresponde analizar los actos procesales de ambas autoridades, con la aclaración de que
el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, no se le puede atribuir responsabilidad penal a efectos de no
vulnerar su derecho a la defensa.
Por otra parte , el accionante, solicitó el 7 de marzo de 2012, al Juez Primero de Instrucción en lo Penal
-ahora demandado-, audiencia de cesación a la detención preventiva, que fue programada para el 20 de
marzo del año en curso, siendo suspendida en la misma fecha, con el argumento de que no tienen
espacio, fijaron una nueva para el 28 de marzo, que también fue suspendida, disponiendo se cumpla
con la notificación legal para evitar mayor dilación; programando esta vez para el 16 de abril.
De la problemática planteada, se puede colegir que si bien el único demandado es el Juez Primero
de Instrucción en lo Penal, no debe dejarse de lado las actuaciones del Juez Quinto de Instrucción en
lo Penal, debido a que a pesar de no constituirse en autoridad demandada cuenta con legitimación
pasiva en el presente caso; conforme al entendimiento asumido por las SSCC 1800/2004-R y
0979/2005-R, esta última indicó que: “…sólo tiene legitimación pasiva la autoridad que cometió el
acto ilegal o la omisión indebida, por lo que en principio sería la única autoridad contra la que se
podría interponer el recurso; sin embargo, excepcionalmente en materia de hábeas corpus, puede
declararse la procedencia del recurso sin responsabilidad, disponiendo la libertad inmediata del
afectado, cuando por error se dirigió el recurso contra una autoridad distinta pero de la misma
institución, rango o jerarquía e idénticas atribuciones, a la que cometió el acto u omisión ilegal, y
sólo cuando dicho acto u omisión sea manifiestamente contrario a la Ley y existan elementos de
convicción fehacientes que lo demuestren” (las negrillas nos corresponden). En virtud a ello cabe
manifestar que la intervención del Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, en el proceso también
incide en un acto dilatorio que generó retardación de justicia; en consecuencia, al haberse
evidenciado de la revisión de antecedentes que tanto el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal y el
Juez Primero de Instrucción en lo Penal, efectivamente señalaron fechas de audiencias de cesación a
la detención preventiva, sin embargo, no tomaron en cuenta la debida celeridad en la tramitación del
proceso, toda vez que entre la fecha de formulación de la solicitud de cesación a la detención
preventiva y las fechas de audiencias fijadas para su consideración, se observa un intervalo mayor al
de tres días sin que conste justificación alguna; razón por la cual tales actuaciones, se constituyen en
dilaciones por demás incuestionables.
Asimismo, cabe hacer referencia a la injustificada suspensión de las audiencias que incurrieron
ambos Jueces de Instrucción en lo Penal, que conforme a los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, específicamente el inciso c) desarrollado en la SC
1010/2010-R de 23 de agosto, constituye un acto dilatorio que lesionó los derechos fundamentales
del accionante, que se encuentra limitado en el ejercicio de su derecho a la libertad, debido a la
negligencia de funcionarios de dicho juzgado, que no notificaron correctamente a las partes y si bien
en el caso del Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, dispuso que se oficie al penal de “San Pedro”
para la conducción del accionante, éste no remitió la nota para efectivizar el traslado del imputado a
la audiencia, por lo que, ante dichas omisiones causadas por funcionarios del mismo Juzgado, se
han ido suspendiendo las audiencias de manera injustificada y provocada por cuestiones ajenas al
imputado y si bien el Juez Quinto llamó la atención a su personal por su actitud indolente, esto no
repara el tiempo que el accionante perdió al encontrarse detenido; en ese sentido, el órgano
jurisdiccional debe procurar que las notificaciones a las partes del proceso, se realicen con la debida
antelación y diligencia respectiva, con el objeto de que puedan cumplir su finalidad, a los efectos de
que el acto procesal no se suspenda bajo ningún argumento.
Cabe recordar que en virtud de lo previsto por los arts. 126.II de la CPE y el art 61.3 de la LTCP: “En
ningún caso podrá suspenderse la audiencia. En ausencia del demandado, por inasistencia o abandono,
se llevará a efecto en su rebeldía”; consecuentemente al estar de por medio derechos fundamentales
como la libertad y la vida, el constituyente ha establecido la imposibilidad de suspender la audiencia
de consideración de esta acción tutelar, salvo que existieran razones de fuerza mayor que en forma
evidente y justificable imposibiliten la continuación de la audiencia, situaciones que deben ser
excepcionales, analizadas y ponderadas en cada caso concreto.
En ese sentido y como una parte de la tramitación para la celebración de la audiencia dentro de una
acción de libertad, el art. 68 de la LTCP, determina que una vez señalada la audiencia pública, ésta
tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas contadas desde la interposición de la acción, para el
efecto el numeral 3 de dicho artículo, refiere que se debe disponer “la citación personal o por cédula
de la autoridad o persona denunciada, orden que será obedecida sin observación ni excusa, tanto por
la autoridad o persona como los encargados de las cárceles o lugares de detención…”.
Resulta lógico que a efectos de evitar dilaciones indebidas el juez o tribunal de garantías que admite
una acción de libertad, si es que el imputado se encuentra detenido, éste tiene la obligación de
conminar al gobernador de la cárcel pública o director del recinto penitenciario, para que disponga
los recaudos correspondientes a fin de hacer efectiva la presencia del detenido en la audiencia de
acción de libertad; asimismo, el juez o tribunal de garantías en su rol de juez constitucional, es el
encargado de ejercer el control jurisdiccional de toda la actividad procesal dentro de un caso, es por
ello que todo el procedimiento debe ser aplicado sin ocasionar ningún tipo de retardaciones.
En el presente caso, la Jueza de garantías, Patricia Chávez García, si bien no incurrió en ningún tipo de
dilación en el proceso, se puede evidenciar que a través de Auto de 10 de abril de 2012 (fs. 4), admitió
la acción de libertad, conminando en la parte final a la autoridad demandada a hacer comparecer al
accionante y remitir los antecedentes a este despacho judicial; probablemente ni la Jueza menos la
Secretaria del Juzgado, se percataron que el oficial de Diligencias (fs. 5 vta.), el 11 del mismo mes y
año, practicó la diligencia a Marco Antonio Trujillo Gutiérrez -ahora accionante-, mediante cédula en
su domicilio procesal si tomar en cuenta que el imputado se encuentra detenido; asimismo, en ningún
momento la mencionada autoridad solicitó al Director del Recinto Penitenciario de “San Pedro” de la
ciudad de La Paz, la conducción del mismo a la audiencia de acción de libertad; la Secretaria del
Juzgado informó que se cumplieron las formalidades de ley , pero no se encontraban presentes
ninguna de las partes.
Ahora bien, es evidente que no se permite la suspensión de la audiencia; sin embargo, se observa la
incoherencia de la actuación de los funcionarios de dicho juzgado, ya que es lógico que el ahora
accionante no se presente en audiencia, por más que hubiera sido notificado por cédula en su
domicilio procesal, resultando imposible contar con su presencia porque se encuentra detenido y si
no se ha dispuesto su traslado, no habría forma que pudiera hacerse presente; es por ello, que
existen motivos suficientes y razonables para llamar la atención a la Jueza de garantías y con este
antecedente cabe aclarar que las autoridades que ejercen como juez o tribunales de garantías, se
encuentran obligadas a llevar adelante el proceso cumpliendo a cabalidad y razonablemente, con el
procedimiento que establece la norma.
POR TANTO
3º Llamar la atención al Juez Primero de Instrucción en lo Penal -ahora demandado- por no dar
cumplimiento a la conminatoria de hacer comparecer al accionante, ahora detenido, a la audiencia
de acción de libertad.
655
656
Control Posterior
657
658
Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Acciones de
Inconstitucionalidad
659
660
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El 14 de abril de 2009, se promulgó la Ley del Régimen Electoral Transitorio que en su art. 38
detalla la forma de elección de los miembros de las asambleas departamentales por territorio y
por población; sin embargo, el 8 de abril de 2010, Antonio Costas Sitic, Presidente de la entonces
Corte Nacional Electoral, emitió las Resoluciones denominadas Directivas 030/DEP MUN 2010
y 031/DEP MUN 2010, mismas que, en su parte final disponen que “para la asignación de
escaños de asambleístas departamentales por el sistema proporcional, no se aplica los incisos c) y
d) del artículo 38 de la Ley 4021”, lo que significa que el Presidente referido, ha dispuesto que no
se aplique una parte fundamental de la Ley 4021 de 14 de abril de 2009, vulnerado
flagrantemente lo establecido en los arts. 12.I, 26.II.2, 109.II, 122, 145, 158.I.3, 208.I, 278.II y 410
de la CPE.
Agrega, que las Directivas emitidas por el entonces Presidente de la Corte Nacional Electoral,
son contrarios a lo establecido en el Código Electoral, Ley del Régimen Electoral Transitorio y
Ley 002 de 5 de febrero de 2010, y entran en contradicción con los arts. 145, 158.I.3, 278.II y
410 de la CPE, porque el único Órgano con facultad de dictar, aprobar, interpretar, derogar,
abrogar, modificar y sancionar leyes es la Asamblea Legislativa Plurinacional; en este caso, al
emitirse las Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010 ambas de 8 de abril de 2010,
se atenta contra los derechos políticos y de participación consagrados en los arts. 26.II.2 y 109.II
de la CPE, ya que de manera arbitraria interpreta y modifica lo establecido en la Ley 4021, toda
vez que los arts. 145 y 158.I.3 de la Norma Suprema, establecen que la Asamblea Legislativa
Plurinacional es la única que tiene esa facultad de aprobar, sancionar, dictar, interpretar, derogar
abrogar y modificar leyes, para mayor abundamiento, el art. 278.II de la CPE, establece que sólo
será una ley la que determine los criterios generales para la elección de asambleístas
departamentales; sin embargo, con las Directivas emitidas, al disponer la inaplicabilidad de los
incs. c) y d) ha modificado la Ley del Régimen Electoral Transitorio y con esa modificación ha
cambiado también los resultados del voto ciudadano, disminuyendo el número de asambleístas de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 661
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Por los fundamentos expuestos, solicita que previo trámites, se dicte sentencia constitucional
declarando la inconstitucionalidad de las Directivas demandadas como inconstitucionales.
I.3. Alegaciones del personero del órgano que generó la norma impugnada
Por memorial presentado el 31 de mayo de 2012, cursante de fs. 59 a 63, mediante testimonio de poder
150/2011 de 16 de febrero, extendida por ante la Notaria de Fe Pública 8 de la ciudad de La Paz, Luis
Fernando Arteaga Fernández y Jorge Gustavo Fuentes Aspiazu en representación de Wilfredo Ovando
Rojas, Presidente del Tribunal Supremo Electoral, formularon sus alegatos en los siguientes términos:
I.3.1. Fundamentos jurídicos de las Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010
ambas de 8 de abril de 2010
a) La Sala Plena de la entonces Corte Nacional Electoral, aprobó la emisión de las Directivas 030/DEP
MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010 ambas de 8 de abril de 2010, suscrita por su Presidente, en
aplicación del art. 4 del Reglamento para las Elecciones Departamentales y Municipales de 4 de abril
de 2010, elevada al rango de ley mediante Ley 002 de 5 de febrero de mismo año, ante la consulta
promulgada por las desaparecidas Cortes Departamentales de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca,
Potosí y Oruro, sobre la forma de asignación de escaños de asambleístas departamentales por
población en aplicación de los arts. 22 inc. b), 23 inc. b), 24 inc. b) y 25 inc. b) del Reglamento
mencionado.
b) Las Directivas tenían un contenido y alcance meramente explicativo de los arts. 22. inc. b), 23 inc.
b), 24 inc. b) y 25 inc. b) del Reglamento de Elecciones Departamentales y Municipales, no agregaron
ni modificaron el contenido de las mismas.
c) Las disposiciones del Reglamento elevado al rango de ley, señalaban que los asambleístas por
población se elegirían en circunscripciones departamentales por el sistema proporcional en base a la
fórmula establecida en el art. 38 de la Ley 4021, no mencionaba que se aplicaría el art. 38 en todos sus
incisos, sino su formula distribuidora, porque esta disposición legal fue establecida para las elecciones
generales de 6 de diciembre de 2009 y no para las departamentales y municipales de 4 de abril de
2010.
e) Dentro de ese marco jurídico, el principio constitucional del sistema proporcional está establecido
en el art. 146.IV de la CPE, que si bien hace referencia a los diputados, por razones de derecho y de
justicia es extensivo a la elección de toda autoridad representativa que conforme un órgano deliberante
colegiado.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 662
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
f) La única fórmula distribuidora estaba contenida en los incs. a) y b) del art. 38 de la Ley 4021 y los
incs. c) y d), no eran fórmula distribuidora, sino fórmula compensadora que distorsionaba el principio
de representación proporcional establecido en los arts. 126.IV de la CPE y 22 inc. b), 23 inc. b), 24,
inc. b) y 25 inc. b) del Reglamento para las elecciones departamentales y municipales del 4 de abril de
2010.
h) El art. 67.I de la Ley del Régimen Electoral Transitorio (LRET) distribuía los órganos deliberativos
departamentales para Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, consignaba en columnas
separadas y distintas: Escaños por territorios, escaños por población y escaños indígenas, que en
conjunto daban como resultado el total de asambleístas.
b) Asimismo, el art. 14 del Código Electoral (CE) señalaba que, la Corte Nacional Electoral estaba
facultada para conocer y resolver asuntos administrativos-electorales, técnico-electorales y
contencioso-electorales.
c) Los arts. 90 del CE, y 38 de la LRET (ambas hoy abrogadas), otorgaban facultad a la ex Corte
Nacional Electoral, para realizar la asignación de escaños.
1) La asignación de escaños en el proceso electoral de 4 de abril de 2010, se realizó aplicando los arts.
277, 278, 279 y 287.II de la CPE, normas constitucionales que hacían ver sistemas completamente
diferentes para la elección de diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional y asambleístas
departamentales, con la única salvedad de la fórmula distribuidora de los divisores naturales del art. 38
de la LRET que se aplica a ambos procesos, razón por la cual los arts. 21 inc. b), 22 inc. b), 23 inc. b),
24 inc. b) y 25 inc. b) del Reglamento para las elecciones departamentales y municipales del 4 de abril
de 2010, hacen referencia únicamente a la fórmula distribuidora del art. 38 y no a todos los incisos de
esta norma.
LRET para la elección de los asambleístas departamentales por población remitían a la fórmula
distribuidora del art. 38 incs. a) y b) de la mencionada ley y no a los incs. c) y d).
3) La ex Corte Nacional Electoral, al emitir las Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN
2010 ambas de 8 de abril de 2010, ratificadas por Resolución de Sala Plena 188/2010 de 22 de abril,
no vulneró ningún artículo de la Constitución Política del Estado, ni los resultados del voto ciudadano
en el proceso eleccionario de 4 de abril de 2010, ni mucho menos violó los derechos políticos.
Por lo expuesto, pide se declare constitucionales las Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN
2010, observados como inconstitucionales.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. El Presidente de la entonces Corte Nacional Electoral por Directiva 030/DEP MUN 2010 de
8 de abril, dirigido al Presidente de la Corte Departamental Electoral de Cochabamba, instruyó la
asignación de escaños para asambleístas departamentales por población, aplicando los arts. 277 y
278 de la CPE; 38 incs. a) y b) de la LRET y Resolución 045/2010 de 16 de enero, elevado al
rango de ley mediante Ley 002 de 5 de febrero de 2010.- Para la asignación de escaños de
asambleístas departamentales por el sistema proporcional, no se aplicaran los incs. c) y d) del art.
38 de la LRET (fs. 2 a 4).
II.2. El Presidente de la ex Corte Nacional Electoral por Directiva 031/DEP MUN 2010 de 8 de
abril, dirigido a los Presidentes de las Cortes Departamentales Electorales de Chuquisaca, La Paz,
Oruro y Potosí, instruyó la asignación de escaños para asambleístas departamentales por
población aplicando los arts. 277 y 278 de la CPE; 38 incs. a) y b) de la LRET y Resolución
045/2010 de 16 de enero, elevado al rango de ley mediante Ley 002 de 5 de febrero de 2010.-
Para la asignación de escaños de asambleístas departamentales por el sistema proporcional, no se
aplicaran los incs. c) y d) del art. 38 de la mencionada ley (fs. 5 a 7).
II.3. A objeto de contar con los elementos de juicio necesarios para emitir resolución, es
necesario dejar claro que la Ley 4021 de 14 de abril de 2009, ha sido derogada mediante la Ley
del Órgano Electoral Plurinacional y a su vez, abrogada por Ley del Régimen Electoral.
II.4. Las Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010, fueron emitidas para que las
Cortes Departamentales Electorales de Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Oruro y Potosí no
apliquen los incs. c) y d) del art. 38 de la LRET para la asignación de escaños de asambleístas
departamentales por el sistema proporcional.
En consecuencia, corresponde a este Tribunal establecer si las infracciones denunciadas son evidentes.
La Constitución Política del Estado en su art. 132, establece que: “Toda persona individual o
colectiva afectada por una norma jurídica contraria a la Constitución tendrá derecho a
presentar la Acción de Inconstitucionalidad, de acuerdo con los procedimientos
establecidos por la ley”; empero, la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional en su
art. 104 establece que están legitimados para interponer la acción de inconstitucionalidad
abstracta, la presidenta o el presidente del Estado Plurinacional; cualquier senadora,
senador, diputada o diputado; legisladoras y legisladores de las entidades territoriales
autonómicas; máximas autoridades ejecutivas de las entidades territoriales autónomas; y
la defensora o defensor del pueblo; en consecuencia, es conveniente precisar que las
autoridades señaladas son las únicas las que tienen facultad de interponer la acción de
inconstitucionalidad abstracta como es la presente y no así otras que no se encuentra
señaladas en la norma citada.
Esta circunstancia hace innecesario que el Tribunal se pronuncie sobre el fondo del
Recurso por cuanto ya no se da la motivación principal al haber sido enmendada la
norma impugnada por el propio órgano competente de la institución demandada, según
está demostrado en el curso del presente proceso”.
En la especie, se ha impugnado la primera parte del inc.3 del art. 2 del DS 26271 de 5 de
agosto de 2001, norma que ya no se encuentra en vigencia, por cuanto fue derogada por
el artículo único del DS 26528 de 25 de febrero de 2002. Con posterioridad, el 4 de
febrero de 2003 se demanda la inconstitucionalidad parcial de dicho art. 2, cuando el
mismo ya no formaba parte de nuestro derecho positivo.
Por consiguiente, al demandarse de inconstitucional una norma que no está vigente, este
tribunal se encuentra imposibilitado materialmente de conocer el fondo de la acción
extraordinaria planteada respecto de aquélla”.
A objeto de mayor precisión, también es conveniente referirse a las formas de extinción de la ley,
a este respecto la SC 0027/2003 de 26 de marzo, ha señalado lo siguiente: “…entre las formas de
extinción de la ley se tiene la derogación y la abrogación. Con relación a la derogación, la
doctrina la señala como el acto del legislativo o del órgano competente para dejar sin efecto una
disposición o varias disposiciones en concreto que forman parte de un cuerpo legal, vale decir,
que la derogación no alcanza a la totalidad de las disposiciones o artículos de una ley, de
manera que supone una revocación o anulación parcial de la misma, que puede comprender
como ya se dijo, la revocatoria de un artículo, varios o parte de uno o de varios. En cambio,
respecto a la abrogación cabe señalar que la misma consiste en la extinción total de la Ley, es
decir, la revocatoria o anulación de toda la ley o cuerpo normativo”.
Por otro lado, también el Tribunal Constitucional ha establecido, que cuando se ha producido la
sustracción de materia, cuando ha desaparecido una disposición legal que ha sido objeto de
reglamentación por una norma que ha sido objetada su constitucionalidad, por lo mismo esta
norma han dejado de tener efecto y vigencia, por lo que no puede ser sometido a control de
constitucionalidad, así se ha pronunciado la SC 0047/2005 de 18 de julio, que establece: “Ahora
bien, si se considera que los Decretos Supremos impugnados reglamentaban específicamente los
arts. 5 y 24 de la Ley de Hidrocarburos 1689, al haber sido abrogada dicha Ley, se ha producido
la sustracción de materia, lo que implica que han desaparecido las disposiciones legales objeto
de reglamentación, por lo mismo las normas reglamentarias han dejado de tener efecto y
vigencia; más aún, cuando por disposición expresa de la Ley de Hidrocarburos 3058
(Disposición Final Primera), como lo dijimos, se han abrogado y derogado las disposiciones
legales contrarias a ella; entre las que se encuentran los Decretos Supremos impugnados; lo que
significa que éstos han dejado de tener existencia en el ordenamiento jurídico del Estado; hecho
que impide desarrollar el juicio de constitucionalidad y pronunciarse sobre el fondo de la
problemática planteada; toda vez que el control de constitucionalidad se desarrolla sobre una
disposición legal vigente, pues la finalidad del recurso directo o abstracto de
inconstitucionalidad es expulsar del ordenamiento jurídico las disposiciones legales que sean
incompatibles con los preceptos constitucionales, lo que ya se ha producido” (el subrayado nos
pertenece).
En suma, se estable que el control normativo de normas que han sido objetadas como
inconstitucionales, se produce de aquellas que se encuentran vigentes y no a así de aquellas que
han sido derogadas, abrogadas y de aquellas que han dejado de tener vigencia por sustracción de
materia.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 667
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
En el caso presente, las RR.AA. Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010 ambas
de 8 de abril de 2010, emitidas por la extinta Corte Nacional Electoral, impugnadas de
inconstitucionales, instruían a las ex Cortes Departamentales Electorales de Cochabamba,
Chuquisaca, La Paz, Oruro y Potosí, la no aplicación de los incs. c) y d) del art. 38 de la LRET,
para la asignación de los escaños de asambleístas departamentales por el sistema proporcional;
sin embargo, hay que precisar que dicha Ley fue derogada, en parte por la Ley del Órgano
Electoral Plurinacional y abrogada por la Ley del Régimen Electoral, por lo que se ha producido
la sustracción de materia, lo que implica que han dejado de tener efecto y vigencia las Directivas
030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010 ambas de 8 de abril de 2010, en otros términos, han
dejado de tener existencia en el ordenamiento jurídico del Estado Plurinacional, hecho que
impide desarrollar el juicio de constitucionalidad y pronunciarse sobre el fondo de la
problemática planteada, toda vez que, el control constitucionalidad, se desarrolla sobre una
disposición legal vigente, pues la finalidad del recurso directo o abstracto de inconstitucionalidad
es expulsar del ordenamiento jurídico las disposiciones legales que sean incompatibles con los
preceptos constitucionales, lo que ya se ha producido.
Cabe destacar que la presente causa es analizada en virtud de la Ley Tribunal Constitucional
Plurinacional que dispone respecto a los requisitos de admisión de la acción de
inconstitucionalidad abstracta:
Señalando por su parte el art. 107 de la mencionada Ley, que las sentencias declararán la
“constitucionalidad o inconstitucionalidad” de la norma impugnada, no haciendo referencia a
aquellos casos en los cuales habiendo superado la etapa de admisión se denoten aspectos por los
cuales el Tribunal Constitucional Plurinacional, no pueda ingresar al análisis del fondo, como en
el presente caso, en el cual, la norma impugnada fue abrogada, es decir que no se encuentra
vigente a momento de ser resuelta la presente acción, motivo por el cual, no puede declararse la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de dicha norma, toda vez que la misma fue expulsada
del ordenamiento jurídico vigente por otra norma; en tal sentido, se debe declarar la acción
infundada por improcedente, sin ingresar al fondo.
POR TANTO
No interviene la Magistrada, de la Sala Tercera, Dra. Ligia Velásquez Castaños, por ser voto
disidente.
VOTO DISIDENTE
Sucre, 9 de julio de 2012
SALA PLENA
Magistrada: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de inconstitucionalidad abstracta
Expediente: 00233-2012-01-AIA
Departamento: Chuquisaca
Partes: Jaime Rolando Navarro Tardío, Diputado de la
Asamblea Legislativa Plurinacional, demandando la
inconstitucionalidad de las Resoluciones Administrativas
(RR.AA.) Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP
MUN 2010, ambas de 8 de abril de 2010, emitidas por la
Corte Nacional Electoral -ahora Órgano Electoral
Plurinacional-, por infringir supuestamente los arts.
12.I, 26.II.2, 109.II, 122, 145, 158.I.3, 208.I, 278.II y 410
de la Constitución Política del Estado (CPE).
La suscrita Magistrada expresa su disidencia con lo resuelto por la SCP 0532/2012 de 9 de julio, por
los siguientes fundamentos de orden constitucional y legal.
II.2. Con esa premisa, luego de un mediado análisis, debo advertir que en el caso presente, las
Directivas 030/DEP MUN 2010 y 031/DEP MUN 2010, aunque hubiesen tenido una vigencia
temporal, como es el caso, aún mantienen sus efectos, siendo que como denuncia el accionante,
sirvieron para distribuir asambleístas departamentales por población en las últimas elecciones de
dichas autoridades, e incluso dice el diputado Navarro: “…ha hecho perder 33 asambleístas” a
una fracción política; funcionarios que se mantiene en ejercicio de esos cargos; por lo que la
vigencia de los efectos de los instrumentos demandados es innegable. Por ello, la causal de
improcedencia por sustracción de materia no es aplicable al presente caso; dado que aplicar ese
razonamiento sin un debido análisis de la vigencia de los efectos de normas que podrían resultar
inconstitucionales, supone consentir la pervivencia de esas consecuencias inconstitucionales y
con ello la tolerancia de resquicios de inconstitucionalidad, con la consiguiente declinación del
objetivo de un sistema constitucional formal y material.
“…sólo pueden ser sometidas a un control de constitucionalidad las resoluciones que cuentan
con carácter normativo y tienen carácter general; por lo que la Resolución impugnada carece de
dicha característica y por tanto, no puede ser sometida a un control normativo de
constitucionalidad, dado que la misma constituye una decisión que asumió el Concejo Municipal
de … en el trámite de suspensión temporal del Concejal …, como consecuencia del proceso
penal seguido por éste y el Ministerio Público en contra de los ahora incidentistas. Al respecto,
se ha establecido que: “…teniendo en cuenta la naturaleza jurídica del recurso de
inconstitucionalidad que es de control normativo, sólo pueden ser impugnadas por esta vía
aquellas resoluciones que tienen carácter normativo, es decir, aquellas que establezcan normas
jurídicas, pues las resoluciones de carácter administrativo que resuelven casos concretos no
forman parte de las normas objeto de control normativo de constitucionalidad por la vía del
recurso de inconstitucionalidad“ (AACC 305/2004, 306/2004, 307/2004 y 342/2004 entre otros).
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA PLENA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de inconstitucionalidad concreta
Expediente: 00150-2012-01-AIC
Departamento: Oruro
En la acción de inconstitucionalidad concreta promovida por Luis Oswaldo Ortega Patiño, Jefe
Departamental de Trabajo de Oruro, a instancia de Cristian Erick Decormis Chávez y Edgar Luis
Núñez Crespo, en representación de la Empresa Minera Inti Raymi S.A. (EMIRSA),
demandando la inconstitucionalidad del parágrafo II del Artículo Único del Decreto Supremo
(DS) 0495 de 1 de mayo de 2010, que incluye el parágrafo IV al art. 10 del DS 28699 de 1 de
mayo de 2006 y el parágrafo IX del art. 2 de la Resolución Ministerial (RM) 868/10 de 26 de
octubre de 2010; por infringir las normas de los arts. 12.III, 115.II, 117.I, 232 y 410 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
Los representantes de la empresa accionante, razonan que las normas del art. 10.IV del DS
28699, incorporadas por el DS 0495, al igual que las del art. 2.IX de la RM 868/10, son
inconstitucionales, pues disponen que la conminatoria emitida por la jefatura laboral, emergente
de solicitud efectuada por el trabajador para su reincorporación a la fuente laboral, es obligatoria,
sin más posibilidades que la impugnación judicial, pero que esta última no suspende la ejecución
de la reincorporación, lesionando así el debido proceso.
Manifiestan que, por esos mandatos constitucionales, el Ministerio del Trabajo, Empleo y
Previsión Social, no puede aplicar las normas impugnadas por sobre leyes y menos por sobre la
Constitución Política del Estado.
Señalan que, las normas del art. 2 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA), determinan
que el Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social, se somete a las normas de dicha Ley,
las cuales en los arts. 51 y 56, prohíben actos administrativos en única instancia, instituyendo
recursos de revocatoria y jerárquico, así como la posterior revisión judicial; normas legales que
resultan contrariadas por las impugnadas.
Exponen que, Marcelo Roberto Pérez Calle y Héctor Ojeda Garnica, iniciaron procedimiento
administrativo exigiendo reincorporación a su fuente laboral en la empresa, no obstante
habérseles explicado que la situación económica de la misma por baja en la producción y
agotamiento de la veta, obligaba a la rescisión de sus contratos, razón por la cual se depositó sus
liquidaciones en cuentas del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social; tal procedimiento
administrativo dio lugar a la conminatoria de reincorporación 008/11, contra la que accionó
recurso de revocatoria, vía que será resuelta conforme a las normas impugnadas, por lo que las
normas cuestionadas tienen relevancia para resolver la situación jurídica.
Luego de presentada la acción, mediante proveído de 13 de octubre de 2011 (fs. 25), el Jefe
Departamental de Trabajo de Oruro, ordenó que la acción se notifique a Héctor Ojeda Garnica y
Marcelo Roberto Pérez Calle, quienes por memorial de 14 de octubre de 2011 (fs. 27),
manifestaron que la acción tiene por único objetivo dilatar su reincorporación al trabajo que
desempeñaron durante más de veinte años, ya que las normas denunciadas son plenamente
constitucionales; por lo que piden se rechace el incidente por ser infundado.
Por Resolución de 14 de octubre de 2011 (fs. 2 a 5), el Jefe Departamental de Trabajo de Oruro,
admitió y promovió la acción, y ordenó su remisión a este Tribunal Constitucional Plurinacional.
por AC 0486/2012-CA de 27 de abril del indicado año (fs. 69 a 74), la Comisión de Admisión de
este Tribunal Constitucional Plurinacional, conforme la atribución conferida por el art. 4.I de la
Ley 003 de 13 de febrero 2010, admitió el recurso indirecto o incidental de inconstitucionalidad,
ahora acción de inconstitucionalidad concreta, disponiendo poner el mismo en conocimiento de
Juan Evo Morales Ayma, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia; así como de Daniel
Santalla Torrez, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, como personeros de los
Órganos que generaron las normas impugnadas, para la formulación de alegatos; comunicaciones
que se cumplieron mediante provisiones citatorias notificadas el 1 de junio y 31 de mayo, ambas
de 2012, respectivamente, conforme informan las diligencias cursantes a fs. 98 y 101.
Norka Josefa Araujo Mamani y Mariana Caussin Coronado, en representación del Ministro de
Trabajo, Empleo y Previsión Social, en el memorial de 14 de junio de 2012 (fs. 116 a 118 vta.),
ratificado por escrito de 18 de ese mes y año (fs. 127 a 129 vta.), exponen los siguientes
fundamentos: a) El objeto del parágrafo III del art. 10 del DS 28699, modificado por el parágrafo
IV del Artículo Único del DS 0495, así como el art. 2.IX de la RM 868/10, es proteger al
trabajador; b) Las normas cuestionadas, conforme los accionantes lo reconocen, determinan que
antes de cualquier vía judicial, la conminatoria emanada de la jefatura laboral deben impugnarse
por vía de los procedimientos administrativos, previstos por el art. 65 de la LPA; por ello la
presente impugnación constitucional es maliciosa; y, c) Las normas acusadas de
inconstitucionales, al compartir las características de la ley, de generalidad, autoridad y
obligatoriedad, conforme al AC 0479/2012-CA, son leyes materiales, y fueron emitidas en
respeto de los principios previstos por el art. 48.I y II de la CPE; y protegen la estabilidad laboral
consagrada por el art. 49.III de la Ley Fundamental. Culminan solicitando el rechazo de la
acción.
Juan Macelo Zurita Pabón, en representación con mandato del Presidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma, mediante escrito presentado el 26 de junio de
2012 (fs. 288 a 299), expuso los siguientes fundamento de hecho y derecho: 1) La Ley 027 de 6
de julio de 2010, que desarrolla la acción de inconstitucionalidad, aún no se encontraba vigente a
momento de la interposición del presente recurso, por efecto de la vacatio legis resultante de las
normas de la Disposición Transitoria Primera de la referida Ley, arts. 6 de la Ley 003, y 3 de la
Ley 040 de 1 de septiembre de 2010; por lo que este recurso debe tramitarse conforme a las
previsiones de los arts. 59 al 67 de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998, mismos que no disponen la
notificación al órgano emisor de la norma cuestionada en su inconstitucionalidad, en el
procedimiento del recurso indirecto o incidental de inconstitucionalidad, existiendo por ello un
error procesal en el AC 0486/2012-CA, pues una vez admitido el recurso, debe dictarse sentencia
en el plazo de treinta días, sin otro requisito previo, y no aplicar una ilegal combinación de las
Leyes 1836 y 027 de 6 de julio de 2010; por ello, el presente “recurso” debió ser resuelto por la
Sala Liquidadora Transitoria y en el marco de la Ley 1836; 2) La ahora acción de
inconstitucionalidad concreta, ha sido interpuesto con el único objeto de entorpecer el proceso de
reincorporación laboral, iniciado por Héctor Ojeda Garnica y Marcelo Roberto Pérez Calle,
quienes alegando retiro forzoso solicitaron reincorporación laboral; por ello, luego de analizado
el caso, la Jefatura Departamental de Trabajo de Oruro, en cumplimiento del principio de
estabilidad laboral, emitió la conminatoria de reincorporación 008/2011, amparado en las normas
de los arts. 46, 48 y 49 de la CPE y 10 del DS 28699 modificado por el artículo Único del DS
0495, para que la citada Empresa Minera proceda a su reincorporación en tres días; lo que
implica que el procedimiento administrativo concluyó; 3) Fue en ese procedimiento en el que se
accionó el presente recurso incidental de inconstitucionalidad, existiendo ya resolución final, por
lo que no cumple con lo exigido por las normas del art. 59 de la LTC, pues una de las
condiciones que impuso, es que la decisión final dependa de la norma cuestionada en su
inconstitucionalidad; y, en el caso, el procedimiento administrativo tiene por único objeto la
emisión de la conminatoria, lo que ya fue cumplido; de haberse pretendido el control de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 673
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
II. CONCLUSIONES
II.1. El 29 de agosto de 2011, ante la Jefatura Departamental de Trabajo de Oruro, Héctor Ojeda
Garnica y Marcelo Roberto Pérez Calle, presentaron denuncia de despido injustificado de
EMIRSA, solicitando su reincorporación (fs. 31).
II.2. Por medio de memorial presentado el 1 de septiembre de 2011 ante el Jefe Departamental de
Trabajo de Oruro, EMIRSA a través de sus representantes, informó que, por cese de actividad
minera en su área de trabajo, se procedió a la liquidación de beneficios a Marcelo Roberto Pérez
Calle (fs. 47).
II.6. Por medio de memorial presentado el 5 de octubre de 2012, los representantes de EMIRSA,
interpusieron recurso de revocatoria de la Conminatoria 008/2011 (fs. 245 a 249).
En la presente acción se cuestiona la constitucionalidad del parágrafo II del artículo Único del DS
0495 de 1 de mayo de 2010, en su primera parte, la inclusión del parágrafo IV al art. 10 del DS
28699 de 1 de mayo de 2006 y el parágrafo IX del art. 2 de la RM 868/10 de 26 de octubre de
2010, por infringir las normas de los arts. 12.III, 115.II, 117.I, 232 y 410 de la CPE, pues su
mandato instituye una obligación para el empleador sin un debido proceso; aplicando con
preferencia normas reglamentarias a las legales contenidas en la Ley de Procedimiento
Administrativo. En consecuencia, corresponde a este Tribunal pronunciarse respecto a la
impugnación referida.
III.1. Para la resolución del caso y antes de ingresar al análisis de los argumentos de fondo
vertidos por los accionantes, se hace necesario resolver lo observado por el representante del
Órgano Ejecutivo del Estado Plurinacional, quien, ante la notificación con el recurso indirecto o
incidental de inconstitucionalidad que origina esta Sentencia, cuestionó la aplicación de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional, pues según su interpretación de las normas que regulan
la actividad de esta jurisdicción, la confluencia de lo dispuesto por las Leyes del Tribunal
Constitucional Plurinacional; 003 de 13 de febrero de 2010; 040 de 1 de septiembre de 2010 y,
212 de 23 de diciembre de 2010, configuran un esquema normativo que obliga a que el recurso
indirecto o incidental de inconstitucionalidad planteado, sea resuelto conforme a la Ley del
Tribunal Constitucional.
Ante esa necesidad y para develar el contexto normativo en el que éste Tribunal Constitucional
Plurinacional ejerce su función de control, es pertinente precisar que la acción de
inconstitucionalidad consagrada como uno de los mecanismos de defensa instrumentados a favor
de las personas, por la norma del art. 132 de la CPE, encuentra su desarrollo normativo en la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional, vigente desde el 3 de enero de 2012, conforme a las
normas del art. 2 de la Ley 212.
De otro lado, las normas del art. 1 de la Ley 003, señalan que el objeto de esa ley era:
“…disponer el periodo de transición para la implementación del Órgano Judicial, del Tribunal
Constitucional Plurinacional…”; de lo que se colige que instituyen un periodo de transición del
Tribunal Constitucional vigente por la Ley 1836 de 1 de abril de 1998 al nuevo Tribunal
Constitucional Plurinacional; por ello, luego los preceptos del art. 4.I de la misma Ley 003,
dispusieron: “Las competencias y funciones transitorias del Tribunal Constitucional se
circunscribirán únicamente a la revisión y liquidación de los recursos constitucionales
presentados hasta el 6 de febrero de 2009”; norma que luego fue modificada por el art. 3 de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 675
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Ley 040, ampliando las facultades del Tribunal Constitucional Transitorio, a la revisión de las
acciones tutelares presentadas en forma posterior al 6 de febrero de 2009, al determinar lo
siguiente:
“Las Magistradas y Magistrados del Tribunal Constitucional una vez concluida la liquidación de
causas presentadas hasta el 6 de febrero de 2009, conforme se dispone en el Artículo 4 parágrafo
I. de la Ley Nº 003, entre tanto no sean electas y posesionadas las nuevas autoridades del
Tribunal Constitucional Plurinacional, resolverán las acciones de defensa de derechos
fundamentales: acción de libertad, acción de amparo constitucional, acción de protección de
privacidad, acción de cumplimiento, acción popular; presentados a partir del 7 de febrero del año
2009, en estricta sujeción a la Constitución Política del Estado vigente. Las demás acciones y
recursos corresponderán ser resueltas por las autoridades electas por voto popular”.
“La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, constituirá una Sala Liquidadora
Transitoria, conformada por cinco Magistrados Suplentes, elegidos de acuerdo al Artículo 24 de
la Ley Nº 027 del Tribunal Constitucional Plurinacional, quienes serán responsables de la
liquidación de hasta la última acción tutelar ingresada al 31 de diciembre de 2011, en el marco de
la Ley N° 1836, cuyo plazo no deberá exceder de veinticuatro meses”.
Acusada esta desatención, es preciso prever las normas legales bajo cuyo régimen se tramita esta
acción; a ese efecto, de un lado, primero se debe establecer que, el parámetro de
constitucionalidad, es decir, las normas supralegales a las que obligatoria y coactivamente se
deben someter todas las normas legales, sujetas o no a una acción de inconstitucionalidad, son las
de la actual Ley Fundamental y el bloque de constitucionalidad, conforme lo dispone el art. 410
de la CPE; por ello, cuando alguna norma legal es demandada de inconstitucionalidad, debe
verificarse su compatibilidad con ese sistema constitucional, aún cuando la norma legal hubiera
sido emitida antes de la vigencia de la Constitución Política del Estado de 2009, caso en el cual
existirá una inconstitucionalidad sobreviniente.
Ahora bien, respecto al procedimiento que se debe seguir para resolver una acción de
inconstitucionalidad, es evidente que la Constitución Política del Estado no estipula nada al
respecto, remitiendo esa responsabilidad al desarrollo legislativo de las atribuciones del Tribunal
Constitucional mediante ley (arts. 197.III y 202 de la CPE); por ello es que la Ley 027, así como
el Código Procesal Constitucional, establecen las normas de procedimiento que se deben aplicar
para satisfacer la cuestión de constitucionalidad.
No obstante, y pese a la regulación legal del procedimiento a seguir para resolver una acción de
inconstitucionalidad, estas normas no disponen más preceptos de transición que los ya descritos,
que se sintetizan en el art. 20.I de la Ley 212, por medio de la cual se concede ultraactividad a la
Ley 1836, para resolver las acciones tutelares presentadas ante jueces o tribunales de garantías
hasta el 31 de diciembre de 2011; y el art. 3 de la Ley 040, que dispone que todas las demás
acciones de competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, serán atendidas por las
autoridades electas.
En ese orden de ideas, todo recurso de inconstitucionalidad atendido por este Órgano, debe
tramitarse respetando las disposiciones de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional y el
Código Procesal Constitucional, pues conforme a las normas de transición de la jurisdicción
constitucional, las acciones de inconstitucionalidad y todas las acciones no tutelares, fueron
presentadas para ser resueltas por el Tribunal Constitucional Plurinacional, conforme a las reglas
que regulan la actividad de este nuevo Órgano, lo que ya era de conocimiento general; no
obstante, durante el periodo extendido de transición, del 2010 a 2011, en el que se mantuvo la
vigencia de la Ley del Tribunal Constitucional, las personas y representantes de la población,
interesados en accionar los mecanismos de control de constitucionalidad, lo hicieron confiados en
la vigencia de la referida Ley, pues no había norma que se los impidiera; por ello, se debe aplicar
el principio de seguridad jurídica consagrado por las normas del art. 178 de la CPE, que implica
una razonable “…certidumbre y certeza a todas las personas de que todos los actos y resoluciones
serán realizados y dictados conforme disponen las normas jurídicas aplicables a cada caso, sin
que las autoridades puedan actuar a su libre arbitrio ignorando la Constitución y las Leyes…”
(SC 0649/2002-R de 7 de junio), siendo necesario para ello, efectuar el análisis de las acciones de
inconstitucionalidad formuladas durante las gestiones 2010 y 2011, conforme a la Ley del
Tribunal Constitucional, sólo en cuanto al cumplimiento de requisitos y su admisibilidad, toda
vez que la certidumbre en los actos de los Órganos y autoridades públicas, que deben tener las
personas, implica no someter sus acciones a un análisis con normas diferentes a aquellas que les
eran exigibles.
Conforme a todo lo expuesto, la solicitud del representante del Órgano Ejecutivo del Estado
Plurinacional, de nulidad del AC 0486/2012-CA de 27 de abril, no es atendible, porque lo
III.2. Ahora, una vez aclaradas las dudas del Órgano Ejecutivo, corresponde ingresar al análisis
de los argumentos de los accionantes de inconstitucionalidad; a ese efecto, se cuestionan las
normas acusadas de inconstitucionales, por infringir los arts. 12.III, 115.II, 117.I, 232 y 410 de la
CPE por lo que primero se deberán analizar éstas.
Las proposiciones reseñadas son válidas para la comprensión del principio de separación de
funciones dispuesto por la Constitución Política del Estado vigente, ya que el nuevo Estado
Plurinacional de Bolivia ha recepcionado el principio de separación de funciones, proclamándolo
en el art. 12 constitucional; siendo, como ya ha sido manifestado, una de las bases del Estado
boliviano desde su fundación.
“Artículo 12.
El Estado se organiza y estructura su poder público a través de los órganos Legislativo,
Ejecutivo, Judicial y Electoral. La organización del Estado está fundamentada en la
independencia, separación, coordinación y cooperación de estos órganos.
El análisis de las normas enunciadoras del principio de separación de funciones, arroja como
resultado que el Estado Plurinacional de Bolivia instituye cuatro órganos, los cuales son: el
Órgano Legislativo, Órgano Ejecutivo, Órgano Judicial y Órgano Electoral, que se encuentran
impelidos a ejercer las competencias expresamente atribuidas a cada uno de ellos, bajo los
subprincipios de: independencia, separación, coordinación y cooperación.
De otro lado, la nueva ingeniería constitucional del Estado boliviano, ha estructurado también
una distribución territorial de las funciones estatales, al reconocer entes territoriales autónomos,
pues aunque no lo determine expresamente, el reconocimiento de competencias exclusivas a
favor de las entidades territoriales autónomas, importa la distribución del poder y la soberanía
popular también a favor de éstas, de modo que el principio de separación de funciones en Bolivia
avanzó de la clásica división de poderes, a una distribución de las funciones y competencias en
varios niveles y de varias formas.
Las normas previstas por el art. 410.II de la CPE, también acusado de transgredido por las
normas cuestionadas en su constitucionalidad, recepcionan los principios de supremacía
constitucional y jerarquía normativa, al disponer lo siguiente:
“La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía
frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de constitucionalidad está integrado por
Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de legislación
departamental, municipal e indígena
Dicho de otro modo, en armonía con las normas del art. 129 del referido cuerpo legal, que
proyectan el principio de aplicación directa de las normas constitucionales, lo que importa
reconocimiento al texto constitucional de norma jurídica y por ello, con valor jurídico al igual
que cualquier otra norma legal, el principio de supremacía constitucional jurídica y valorativa,
involucra la aplicación material directa de valores, principios, normas y demás preceptos
constitucionales con preferencia sobre cualquier otra disposición legal, de manera que se
garantice la vigencia material de las disposiciones del documento constitutivo.
El valor normativo fundamental y superior de la Constitución Política del Estado, constituye una
de las bases elementales del Estado Social y Democrático de Derecho, que es la forma de
gobierno consagrada en el art. 1 de la CPE, que en sistemática interpretación con los arts. 109 y
410 de la misma norma, proclaman la vivificación de la Constitución Política del Estado por ser
norma jurídica, la primigenia entre todas las demás, la más importante y la más relevante, y por
ello, la que merece mayor atención y cumplimiento, exigiendo acatamiento por gobernantes y
gobernados, ya que cada uno de sus preceptos tienen la cualidad de norma jurídica con mandatos
propios de hacer y de abstención, pues resulta difícil encontrar preceptos constitucionales
carentes de eficacia jurídica; convirtiéndose cada uno de los mismos en parámetros para apreciar
la constitucionalidad de otras normas inferiores y de los actos de gobierno.
"… el principio de la jerarquía, el cual consiste en que la estructura jurídica de un Estado se basa
en criterios de niveles jerárquicos que se establecen en función de sus órganos emisores, su
importancia y el sentido funcional; de manera que una norma situada en un rango inferior no
puede oponerse a otra de superior rango. Ese principio fundamental está consagrado por el art.
228 de la Constitución.
Que, en el marco del referido principio fundamental concordante con los principios de la
soberanía popular y la supremacía constitucional, el Constituyente ha distribuido las
competencias para la elaboración y emisión de las disposiciones legales, habiendo asignado al
Órgano Legislativo, como expresión de la voluntad popular, la potestad privativa de „dictar leyes,
abrogarlas, derogarlas, modificarlas e interpretarlas", así dispone expresamente el art. 59.1ª de la
Constitución; en cambio al Órgano Ejecutivo le ha asignado la potestad de „ejecutar y hacer
cumplir las leyes, expidiendo los decretos y órdenes convenientes, sin definir privativamente los
derechos, alterar los definidos por Ley ni contrariar sus disposiciones..‟, así dispone el art. 96.1ª
de la Ley Fundamental. Conforme a lo referido se establece que existe una clara diferencia, no
sólo formal sino material, entre la Ley y el Decreto Supremo; pues, en cuanto al contenido se
refiere, la primera establece el conjunto de normas generales y obligatorias a cuyo cumplimiento
uno está compelido por la fuerza, en cambio el segundo establece disposiciones legales
específicas que desarrollan, es decir, reglamentan las normas generales previstas por la Ley, sin
desconocer, suprimir, ni modificar los derechos y obligaciones establecidos por ésta; de otro
lado, en cuanto se refiere al lugar que ocupan en la jerarquía normativa, la Ley, como expresión
de la voluntad popular, se encuentra en un nivel superior al Decreto Supremo, por lo que éste
debe subordinarse a aquella" (Criterio reiterado en la SC 60/2003 de 3 de julio).
“El principio de supremacía de la Constitución Política del Estado supone la concurrencia del
principio de jerarquía normativa, pues la supremacía constitucional, supone gradación jerárquica
del orden jurídico derivado que se escalona en planos descendentes. Los más altos subordinan a
los inferiores, y todo el conjunto se debe subordinar a la Constitución Política del Estado...”
(Complementación reiterada en la SC 0075/2006 de 5 de septiembre de 2006).
Ahora bien, las normas del art. 410 de la CPE, a tiempo de recepcionar el principio de jerarquía
normativa, lo proyecta concretizando su ámbito de aplicación, al precisar el orden de prelación o
subordinación en el que se encuentran cada una de las normas jurídicas; así, la Constitución
Política del Estado es la primera y más importante, debiendo subordinarse a ella cada una de las
demás; luego, se ubican los Tratados Internacionales, inmediatamente por debajo las leyes
nacionales, estatutos autonómicos, cartas orgánicas y el resto de la legislación departamental,
municipal e indígena; finalmente, por debajo se encuentran los decretos, reglamentos y demás
resoluciones emanadas de los órganos ejecutivos del gobierno central y de las entidades
territoriales autónomas.
Aquí, conviene resaltar que la voluntad del constituyente, al consagrar el principio de jerarquía
normativa y precisar el orden en el que cada norma debe ser aplicada, es el respeto al sistema
democrático participativo, representativo y comunitario (art. 11 de la CPE), bajo cuya égida, el
órgano legislativo es el único facultado para emitir leyes nacionales, interpretarlas, derogarlas,
abrogarlas y modificarlas (arts. 145 y 158.I.3 de la CPE); por lo que las leyes asumen su cualidad
de preeminencia por sobre otros instrumentos normativos, de su fuente emisora, el Órgano
Legislativo, cuya característica esencial es la de representar a la población y la sociedad, así
como todos los intereses que en ella proliferan.
De otro lado, los decretos y otros instrumentos emanados del Órgano Ejecutivo, carecen de la
cualidad esencial de la ley, ya que no germinan en el órgano representativo de la voluntad
popular, por ello, no representan la voluntad general ni tienen la legitimidad social que otorgan el
necesario debate legislativo; por esa carencia, la Norma instituyente del Estado Plurinacional de
2009, discrimina con precisión los instrumentos emanados del Ejecutivo, postergándolos a su
naturaleza jurídica intrínseca; así, los decretos, tiene por objeto reglamentar las leyes, y tal como
la SC 0013/2003 de 14 de febrero ha señalado: “…existe una clara diferencia, no sólo formal sino
material, entre la Ley y el Decreto Supremo; pues, en cuanto al contenido se refiere, la primera
establece el conjunto de normas generales y obligatorias a cuyo cumplimiento uno está
compelido por la fuerza, en cambio el segundo establece disposiciones legales específicas que
desarrollan, es decir, reglamentan las normas generales previstas por la Ley, sin desconocer,
suprimir, ni modificar los derechos y obligaciones establecidos por ésta…”.
Conforme a lo expuesto, un decreto tiene por objeto primario reglamentar las leyes, más no
puede crear, desconocer, suprimir ni modificar los derechos y obligaciones establecidas en ellas.
Aquí, conviene explicar que si bien la Constitución de 2009, a tiempo de preservar al decreto
como el instrumento jurídico emanado del Órgano Ejecutivo, ya no explica sus límites, tal y
como lo hacía la Constitución Política del Estado de 1967 en el art. 59.1ª, norma que disponía de
forma expresa que el decreto no definía derechos ni podía alterar los definidos por ley, ello no
supone una novedosa comprensión del decreto por nuestro sistema constitucional, puesto que no
se le ha otorgado facultades excepcionales, como ocurre en otros países, en los que el decreto de
forma extraordinaria asume cualidad de ley en ciertas circunstancias debidamente tasadas.
Conforme a lo expuesto, este Tribunal, extrayendo la voluntad constituyente respecto del art.
172.8 de la CPE, arriba al convencimiento de que la interpretación literal de dicha norma, es el
significado del decreto conforme a nuestra tradición jurídica, que lo ha comprendido como un
instrumento del Órgano Ejecutivo suscrito por el Presidente con el refrendo de un ministro,
generalmente el del ramo a que el decreto se refiere, requisito sin el cual carece de validez;
emitido dentro del ámbito de las facultades reglamentarias que incumben al Órgano Ejecutivo
para el cumplimiento de las leyes, y sin que en modo alguno puedan modificar el contenido de
éstas, son el medio de desarrollar la función administrativa que le compete.
Ahora bien, en el caso presente se denuncia que las normas del artículo Único parágrafo II del DS
0495 de 1 de mayo de 2010, que modifica el art. 10 del DS 28699, contradice el principio de
jerarquía normativa, al disponer lo siguiente: “La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento
a partir de su notificación y únicamente podrá ser impugnada en la vía judicial, cuya
interposición no implica la suspensión de su ejecución”.
Para analizar la norma en cuestión, es necesaria su contextualización; a ese efecto, se tiene que
las normas previstas por el art. 10 del DS 28699, establecen una alternativa a favor del trabajador
despedido por causales no contempladas en el art. 16 de la Ley General del Trabajo (LGT), cual
es la de optar entre el pago de sus beneficios sociales o solicitar su reincorporación; en caso de
preferir la reincorporación, podrán recurrir ante las autoridades del Ministerio de Trabajo,
quienes comprobada la ilegalidad del despido, dispondrán la inmediata reincorporación del
trabajador.
A esas normas, el Órgano Ejecutivo adicionó las ahora cuestionadas, que determinan los
siguientes mandatos; i) La obligatoriedad de la conminatoria de reincorporación, emitida por la
autoridad ejecutiva, a partir de la notificación de tal resolución; ii) La imposibilidad de recurrir la
conminatoria de reincorporación por vías administrativas; y, iii) La vía judicial como único
medio de impugnación idóneo de la resolución administrativa.
En ese orden de ideas, analizadas las normas precedentes, se arriba a la conclusión primaria de
que generan la obligatoriedad de reincorporar a un trabajador despedido de su fuente de trabajo
sin que concurran algunas de las causales previstas por el art. 16 de la LGT; es decir, víctima de
una cesantía ilegal; bien, tal como ha sido desarrollado, en aplicación del principio de jerarquía
normativa previsto por las normas del art. 410 de la CPE, un decreto no puede crear nuevos
derechos ni discutir la aplicación de aquellos ya dispuestos por las leyes que reglamenta.
Ahora bien, la Ley General del Trabajo en las normas previstas en su art. 105, disponen lo
siguiente:
“En ninguna empresa podrá interrumpirse el trabajo intempestivamente, ya sea por el patrono, ya
sea por los trabajadores, antes de haber agotado todos los medios de conciliación y arbitraje
previstos en el presente título caso contrario el movimiento se considerará ilegal”.
De la norma en cuestión, se extrae que la Ley General del Trabajo, instituye un medio de
resolución de conflictos laborales, cual es la conciliación y arbitraje ante el Inspector de Trabajo,
al que debe acudirse antes de interrumpir el trabajo en una fuente laboral; de ello se colige que es
una ley, en este caso la Ley General del Trabajo, la norma que instaura un mecanismo
administrativo, tanto a favor del patrono como de los trabajadores; desde otra perspectiva, en una
interpretación desde y conforme a los principios de protección de los trabajadores y continuidad
y estabilidad laboral (art. 48.II de la CPE), así como en aplicación de la obligación estatal de
proteger la estabilidad laboral, prescrito por el art. 49.II de la misma Ley Fundamental, se tiene
que el art. 105 de la LGT, establece como derecho de los trabajadores así como del empleador, el
proceso administrativo ante las autoridades laborales ejecutivas, de forma previa a la interrupción
de la relación laboral.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 684
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Como ha sido explicado, una norma reglamentaria para no corromper su contenido, debe ser
compatible con el texto constitucional, así como con los preceptos legales superiores cuya
aplicación regula, vale decir con las leyes, pues uno de los fundamentos del Estado Plurinacional
de Derecho, es que los decretos tienen por objeto la reglamentación de las leyes, por lo que no
pueden crear, desconocer, suprimir ni modificar los derechos y obligaciones establecidas por las
leyes.
Ahora bien, las normas acusadas de inconstitucionalidad, entre sus mandatos, establecen que la
vía administrativa que desarrollan será en única instancia, lo que el accionante considera
inconstitucional por contrariar lo dispuesto por las normas de los arts. 64 y 66 de la LPA, las
cuales instituyen como mecanismos de impugnación del acto administrativo el recurso de
revocatoria y el recurso jerárquico.
En ese análisis, las normas del art. 2 de la LPA, definen que el ámbito de aplicación de esa Ley es
la Administración Pública, delimitando a ésta al establecer que se encuentran conformada por: el
Poder,-ahora Órgano Ejecutivo-, que comprende la administración nacional, las departamentales,
las entidades descentralizadas o desconcentradas, los sistemas de regulación, los gobiernos
municipales y las universidades públicas.
De otro lado, el art. 3 de la misma LPA, generaliza la aplicación de la ley a todos los actos de la
administración pública, salvo excepción contenida en ley expresa, y exime de sus normas a los
siguientes actos: los de gobierno referidas a las facultades de libre nombramiento y remoción de
autoridades, los del Defensor del Pueblo, del Ministerio Público; los regímenes agrario, electoral,
del sistema de control gubernamental, los procedimientos internos policiales y militares; y
finalmente, los actos regulados por normas de derecho privado, aún cuando fueren de la
administración pública.
Pues bien, de la descripción precedente y resaltando la parte final el párrafo anterior, los actos de
la administración pública no obstante esa calificación, cuando estuvieren sujetos y apliquen
normas de derecho privado, no se encuentran obligados a seguir las regulaciones de la Ley de
Procedimiento Administrativo.
En el contexto precedente, no es atinado afirmar que los actos de las autoridades administrativas
laborales, que resuelven los conflictos emergentes del contrato de trabajo o la relación laboral, se
encuentran sujetos a la Ley de Procedimiento Administrativo, puesto que para resolver esos
problemas, las autoridades administrativas laborales aplican las normas laborales, que aunque
tienen trascendencia pública, son normas de carácter privado; por ello, a esos actos no es
aplicable la señalada Ley.
La cabal comprensión del contexto normativo anterior, induce a esta jurisdicción constitucional,
a concluir en que las normas cuestionadas en su constitucionalidad, no contradicen los preceptos
de la Ley de Procedimiento Administrativo, porque regulan ámbitos materiales distintos,
encargándose la Ley de Procedimiento Administrativo de la regulación de la actividad
administrativa que aplica normas administrativas; mientras que las disposiciones del DS 0495 y
de la Resolución Ministerial 868/10, promueven la normas de la Ley General del Trabajo, que
regulan relaciones entre particulares, por ello no hay relación de dependencia jerárquica entre
ellas, no estando obligado el DS 0495 ni la RS 868/10 a consonar con la Ley de Procedimiento
Administrativo.
Para despejar dudas en el accionante, se debe precisar que las normas del art. 50 de la CPE,
estatuyen que el Estado resolverá los conflictos laborales mediante tribunales y organismos
administrativos especializados, lo que obliga a una jurisdicción laboral especial, pero también a
específicas instancias administrativas, que respeten los principios del derecho laboral y de las
relaciones que emergen en este ámbito; por ello, la interpretación efectuada de las nomas
precedentes, corresponde a una perspectiva constitucional del tema sometido a esta jurisdicción
constitucional.
III.4. Por último, corresponde someter a revisión de constitucionalidad las normas cuestionadas,
en relación al debido proceso, ya que es otro de los cargos acusados.
Para resolver el tema aludido, corresponde primero señalar que el debido proceso proclamado por
las normas del art. 115.II de la CPE, ha tenido un desarrollo progresivo en esta jurisdicción, así la
SC 1491/2010-R de 6 de octubre, ha manifestado:“Respecto al debido proceso consagrado como
garantía constitucional en el art. 16 de la CPEabrg y art. 115.II de la CPE; este Tribunal en la SC
0981/2010-R de 17 de agosto, refiriéndose al debido proceso determinó que „En el ámbito
normativo, el debido proceso se manifiesta en una triple dimensión, pues por una parte, se
encuentra reconocido como un derecho humano por instrumentos internacionales en la materia
como el Pacto de San José de Costa Rica (art. 8) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (art. 14), que conforme al art. 410.II de la Constitución Política del Estado vigente
(CPE) forman parte del bloque de constitucionalidad, y también se establece como un derecho en
el art. 115.II; por otra, al mismo tiempo en el ámbito constitucional, se le reconoce como derecho
fundamental y como garantía jurisdiccional: configuración jurídica contemplada ya por el art. 16
de la CPEabrg, que se ha mantenido y precisado en el art. 117.I de la CPE que dispone: 'Ninguna
persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso'.
inculpado del tiempo y los medios para su defensa; derecho a ser juzgado sin dilaciones
indebidas; derecho a la congruencia entre acusación y condena; la garantía del non bis in idem;
derecho a la valoración razonable de la prueba; derecho a la motivación y congruencia de las
decisiones (SSCC 0082/2001-R, 0157/2001-R, 0798/2001-R, 0925/2001-R, 1028/2001-R,
1009/2003-R, 1797/2003-R, 0101/2004-R, 0663/2004-R, 0022/2006-R, entre otras); sin embargo,
esta lista en el marco del principio de progresividad no es limitativa, sino más bien enunciativa,
pues a ella se agregan otros elementos que hacen al debido proceso como garantía general y que
derivan del desarrollo doctrinal y jurisprudencial de este como medio para asegurar la realización
del valor justicia, en ese sentido la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión
Consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de 1999, ha manifestado: 'En opinión de esta Corte, para
que exista' debido proceso legal' es preciso que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y
defender sus intereses en forma efectiva y en condiciones de igualdad procesal con otros
justiciables. Al efecto, es útil recordar que el proceso es un medio para asegurar, en la mayor
medida posible, la solución justa de una controversia. A ese fin atiende el conjunto de actos de
diversas características generalmente reunidos bajo el concepto de debido proceso legal. El
desarrollo histórico del proceso, consecuente con la protección del individuo y la realización de
la justicia, ha traído consigo la incorporación de nuevos derechos procesales. (…) Es así como se
ha establecido, en forma progresiva, el aparato de las garantías judiciales que recoge el artículo
14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al que pueden y deben agregarse, bajo
el mismo concepto, otras garantías aportadas por diversos instrumentos del Derecho
Internacional'.
Así configurado, es preciso recordar que el derecho y garantía genérica del debido proceso no se
restringe en su aplicación al ámbito jurisdiccional solamente, sino que es extensiva a cualquier
procedimiento en el que deba determinarse una responsabilidad (SSCC 0042/2004 y 1234/2000-
R entre otras).
Resumiendo, podemos decir que el debido proceso ha sufrido una transformación de un concepto
abstracto que perseguía la perfección de los procedimientos, es decir que daba preeminencia a la
justicia formal, a un ideal moderno que destaca su rol como única garantía fundamental para la
protección de los derechos humanos. El debido proceso constitucional no se concreta en las
afirmaciones positivizadas en normas legales codificadas, sino que se proyecta hacia los
derechos, hacia los deberes jurisdiccionales que se han de preservar con la aspiración de
conseguir un orden objetivo más justo, el debido proceso es el derecho a la justicia lograda de un
procedimiento que supere las grietas que otra lo postergaban a una simple cobertura del derecho a
la defensa en un proceso.
Por otra parte, el debido proceso también es considerado como un principio, que emanó del
principio de legalidad penal en su vertiente procesal, y que figura como un principio de
administración de justicia en el art. 180 de la CPE.
Concluyendo este punto, se debe remarcar que, como se aprecia de las citas de los arts. 115.II y
117.I efectuadas anteriormente, la Constitución Política del Estado, en el marco de las tendencias
actuales del Derecho Constitucional ha plasmado de manera expresa el reconocimiento del
debido proceso; derecho-garantía respecto al que existe consenso en la doctrina y la
jurisprudencia en cuanto al contenido e implicaciones referidos por la jurisprudencia glosada, la
que por ello guarda estrecha congruencia con la carta fundamental vigente y es plenamente
aplicable, a pesar de haber sido desarrollada en el marco de la abrogada, resaltando que su
carácter de derecho fundamental lo hace exigible ante cualquier procedimiento, sea público o
privado‟”.
“Al respecto, corresponde señalar que uno de los elementos que compone el debido proceso es el
derecho a la segunda instancia consagrado en normas internacionales que conforman el bloque de
constitucionalidad, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, integrada a la
legislación interna mediante Ley 1430, de 11 de febrero de 1993, que en la norma de su art. 8.2
inc. h) dispone que toda persona tiene „Derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior‟,
garantía judicial que al ser parte del debido proceso, se constituye en irrenunciable para las
personas, pues, sobre la base de la falibilidad humana, constituye la garantía de que la imposición
de una sanción pueda ser revisada, para enmendar los errores de hecho y de derecho que pudieron
haberse cometido, y que en caso de ser imposible su revisión pueden ocasionar daño y afectar los
derechos de las personas.
III.5. Para concluir con el análisis de las acusaciones contenidas en la demanda, respecto a la RM
868/10, se tiene que el indicado instrumento normativo, se acomoda a las previsiones impuestas
por las normas del art. 175.I.4 de la CPE, que dispone que es atribución de los ministros: “Dictar
normas administrativas en el ámbito de su competencia”; ello implica que la Ley Fundamental
prevé una expresa delegación de la potestad administrativa, de modo tal que cada Ministerio en el
ámbito de su competencia, puede hacer uso de la potestad reglamentaria concedida al Órgano
Ejecutivo, con las mismas características y limitaciones que hacen a la potestad reglamentaria,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 688
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
por lo que todo lo aseverado anteriormente en el caso del Decreto Supremo impugnado es
aplicable a la Resolución Ministerial cuestionada.
III.6. Finalmente, siendo evidente que una de las consecuencias de la presente Sentencia es
materializar el derecho al debido proceso en su elemento del derecho a la segunda instancia; es
necesario explorar la situación provocada; a ese efecto, se verifica que si bien la expulsión del
término: “únicamente” de las normas cuestionadas, impide la vulneración del derecho a la
segunda instancia, es también cierto que esa sola acción no materializa el derecho a la
impugnación de quienes accedan al procedimiento administrativo de reincorporación, puesto que
no existe normas que lo regulen de forma expresa, como se requiere conforme a lo explicado en
el Fundamento Jurídico III.3.1 de esta Sentencia, existiendo en consecuencia un vacío normativo.
POR TANTO
No interviene el Presidente, Dr. Ruddy José Flores Monterrey, por no haber conocido el asunto.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA PLENA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de inconstitucionalidad concreta
Expediente: 2011-23596-48-RII
Departamento: La Paz
La accionante mediante memorial presentado el de 29 de marzo de 2011, cursante de fs. 8 a 15, refiere
lo siguiente:
Que dentro del proceso sumario administrativo instaurado por la Caja Nacional de Salud contra su
persona, por supuestas contravenciones a disposiciones administrativas, solicita se promueva el
“recurso indirecto o incidental de inconstitucionalidad” contra el art. 81 inc. e) del Reglamento
Interno de Trabajo de la CNS, aprobado mediante Resolución Ministerial (RM) 324/04 de 29 de
junio de 2004, por considerar que contraviene a los arts. 115.II, 116.I y 117.I de la CPE.
Por otra parte, sostuvo que la norma cuestionada de inconstitucional, sanciona el retiro sin goce de
haberes, por “malversación, robo y hurto”, dando potestad a quien se encarga de aplicar justicia
administrativa, de sancionar por la comisión de delitos, como si la jurisdicción penal estuviera
sometida a la decisión administrativa; por lo que, considera que las sanciones penales sólo pueden
dictarse dentro de un proceso justo, con respeto a todos los derechos y garantías reconocidos a las
partes por la norma, ya que en el presente caso, estaríamos frente a un presunto hecho delictivo que las
autoridades administrativas endilguen la comisión de delitos, como: malversación, robo y hurto, que se
hallan tipificados y sancionados en los arts. 144, 326 y 331 del Código Penal (CP), con sanción de
presidio. Bajo ese entendimiento, la justicia administrativa no podría determinar que el administrado
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 690
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
cometió el delito o no, pues no es su competencia, solamente puede sancionar actos y contravenciones
enteramente administrativas y no así delitos; sin embargo, con la sanción administrativa no existe la
presunción de inocencia, pues condena sin previo juicio, al administrado. También, manifiesta que
“…la presunción de inocencia, determina la exclusión de la presunción inversa de culpabilidad,
criminal de cualquier persona, durante el desarrollo del proceso, por estimarse que no es culpable hasta
que así se declare en Sentencia condenatoria, al gozar, entre tanto, de una presunción iuris tantum, de
ausencia de culpabilidad…”, además refiere que la presunción de inocencia, forma parte del bloque de
constitucionalidad, encontrándose prevista en los arts. 11.1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH) y 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
Por medio de Auto de 31 de marzo de 2011, cursante a fs. 16, el Gerente General de la CNS,
Nicolás Oscar Aguilar Torrez, rechazó la acción de inconstitucionalidad concreta y dispuso se
eleven antecedentes en consulta ante el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Por Auto 0049/2012-CA de 22 de febrero, cursante de fs. 18 a 22, la Comisión de Admisión de este
Tribunal revocó la Resolución de 31 de marzo de 2011, y admitió la acción formulada por Judith
Marlene Herrera Condorcett, ordenando que se ponga en conocimiento del personero legal del órgano
emisor de la norma impugnada, acto que fue cumplido con la ejecución de las notificaciones a Juan
Carlos Alvarado Reyes, Gerente General de la CNS, el 19 de marzo de 2012, (fs. 42) y Daniel Santalla
Torrez, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, el 10 de abril de igual año (fs. 53).
I.4. Alegaciones del personero del órgano que generó la norma impugnada
Por memorial presentado el 3 de abril de 2012, cursante de fs. 89 a 92, Juan Carlos Alvarado Reyes,
Gerente General de la CNS, expuso sus alegatos en los siguientes términos: a) Toda vez que la
accionante, puso en tela de juicio la constitucionalidad del art. 81 inc. e) del Reglamento Interno
de la CNS, precepto legal concordante con los el arts. 16 de la Ley General del Trabajo (LGT) y
el correlativo de su Reglamento; b) Debe considerarse el contexto normativo del Reglamento
Interno de Trabajo de la CNS aprobado por RM 324/04 de 29 de junio de 2004; es decir, Decreto
Supremo de”23.11.38” (arts. 1, 4.10 y 11 y 6), Decreto Ley (DL) de “24.05.39” (art. 16.g), DS
224 de “23.08.43” (art. 9.g), Ley de Administración y Control Gubernamental (LACG) -Ley
1178- (arts. 28 y 29), Decreto Supremos (DDSS) 23318-A de 3 de noviembre de 1992 y 26237
de 29 de Junio de 2001 (art. 1); c) La autoridad sumariante pronunció las “Resoluciones
Sumariales ASOFNAL RS 001/2011 de 4 de enero y del recurso de revocatoria ASOFNAL
RR-001/2011 de 31 de enero y posteriormente la MAE dictó la Resolución Jerárquica 015
de 1 de abril de 2011, ratificando las dos últimas resoluciones, la primera” (sic); d) En el caso
concreto, en la destitución dispuesta por la autoridad sumariante de la CNS, también se considera
las causales descritas en los arts. 16 inc. g) de la LGT y 9 inc. g) de su Reglamento; es decir,
que a pesar de declararse la inconstitucionalidad del art. 81 inciso e) del Reglamento Interno de
Trabajo de la CNS, aún persisten las causales de las normas precitadas; por lo que, señala que la
presente acción carece de fundamento jurídico constitucional; e) Asimismo, refirió que es un
error interponer la actual acción “sobre una norma administrativa, que es el reflejo de la
Por otra parte, Daniel Santalla Tórrez, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión
Social, por memorial enviado por fax, el 27 de abril de 2012, cursante de fs. 148 a 149 y enviando
su original vía courier, el 2 de mayo del citado año, formuló sus alegatos expresando lo siguiente: 1)
El Ministerio de Trabajo, denominado antes así, de acuerdo a lo previsto por el art. 4 del Capítulo I,
Título II de la Ley de Organización del Poder Ejecutivo (LOPE), tenía entre sus atribuciones
específicas: “vigilar la aplicación y cumplimiento de la legislación nacional y de los convenios
internacionales en materia laboral”, cumpliendo dicha atribución la CNS, presentó su solicitud de
aprobación de su Reglamento Interno, conforme lo dispone el art. 1 del DS de 23 de noviembre de
1938, en concordancia con el art. 2 del referido Decreto Supremo y existiendo consenso entre el
empleador -CNS- de Salud- y sus empleados, fue elaborado el Reglamento Interno; 2) El Ministro
de Trabajo se limitó a aprobar dicho Reglamento, en estricto cumplimiento del señalado DS de 23
de noviembre de 1938, procediendo a través de sus funcionarios a revisar de que el citado
Reglamento Interno, contenga las características descritas en los numerales 1 al 19 del art. 4 del
mencionado Decreto; 3) Las disposiciones de los arts. 5 y 6 del DS de 23 de noviembre de 1938,
determinan que una vez aprobado el reglamento, éste debe ser notificado a los trabajadores con un
plazo de diez días anteriores a su entrada en vigencia y además que las infracciones a los
Reglamentos Internos aprobados, se sancionarán en la forma prevista por éstos; 4) Respecto al retiro
sin goce de beneficios sociales, prevé el art. 77 inc. e) del mismo Reglamento, que la sanción
prevista se aplicará previo sumario y proceso correspondiente, ajustándose la disposición legal
acusada de inconstitucional, a la normativa laboral vigente y de ninguna manera vulnera el principio
de inocencia; y, 5) El Ministro de Trabajo, no tuvo participación directa en la redacción del
contenido del Reglamento Interno, extremo que puede ser constatado por la documentación adjunta.
Asimismo solicita se declare infundada la acción planteada.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes, se establecen las siguientes conclusiones:
II.2. Reglamento Interno de Personal de la Caja Nacional de Salud, elaborado por el Departamento
Nacional de Planificación y Evaluación de Gestión, en mes de junio de 2004, en la ciudad de La Paz.
Al respecto, el mencionado art. 81, señala el tema del retiro sin goce de beneficios sociales, indicando:
“De acuerdo con el art. 16 de la Ley General del Trabajo y el correlativo de su Reglamento, el
Trabajador (a) será retirado de su fuente de trabajo, sin derecho a beneficios sociales (solamente
Quinquenios consolidados), cuando incurra en las faltas establecidas en el Art.16 de la Ley General del
Trabajo y Art. 9 de su Reglamento, como también en las descritas en el presente Reglamento.
Constituirán motivos para la aplicación de la sanción prevista en el inciso e) del art. 77 del presente
Reglamento: previo sumario y proceso correspondiente”; por lo que, entre otros, en su inciso e) refiere:
“La malversación, defraudación, robo, hurto o sustracción de dineros, valores o bienes pertenecientes a
la entidad o a los Trabajadores (as)” (fs. 106 a 129).
La accionante cuestiona la constitucionalidad del art. 81 inc. e) del Reglamento Interno de Trabajo
de la CNS, al ser incompatible con los arts. 115. II, 116.I y 117.I de la CPE; alegando que la norma
reclamada permite su juzgamiento por el delito de hurto vulnerando su derecho al debido proceso en
sus elementos del derecho a la defensa y la garantía de la presunción de inocencia pues pese a no
existir sentencia penal condenatoria ejecutoriada puede ser destituida sin derecho a beneficios
sociales.
Por consiguiente, a los efectos de realizar el control de la constitucionalidad que se plantea, es necesario
precisar: i) En lo procesal, la procedencia de la acción de inconstitucionalidad concreta, ii)
Diferenciándose entre disposición y norma corresponde determinar del denominado derecho viviente, es
decir, de la interpretación mayoritaria de la norma impugnada sobre la cual recaerá el control de
constitucionalidad; y, iii) Efectuar la contrastación de la norma impugnada con la CPE.
Dicha clasificación tiene como propósito facilitar el uso de las diversas acciones constitucionales, es
decir, es meramente pedagógica, ello porque en general -aunque no única, ni exclusivamente- el
sentido de la Constitución Política del Estado se orienta a la protección los derechos. Así por
ejemplo, una acción abstracta de inconstitucionalidad, si bien no se encuentra clasificada como una
acción tutelar puede activarse en protección a los derechos en su dimensión objetiva o si se
considera que el recurso directo de nulidad clasificada habitualmente como componente que hace al
control del ejercicio del poder político resguarda en definitiva la garantía prevista en el art. 122 de la
CPE.
En el control de constitucionalidad normativo, la Ley del Tribunal Constitucional respecto a las demandas
de acción de inconstitucionalidad en desarrollo del texto constitucional, diferenció en su art. 53:
“…1) Recurso Directo o Abstracto de inconstitucionalidad; y, 2) Recurso Indirecto o Incidental
de Inconstitucionalidad vinculado a un proceso judicial o administrativo”, diferenciación
mantenida en la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional que en su art. 101, establece: “Las
acciones de inconstitucionalidad proceden como: 1. Acción de Inconstitucionalidad de carácter
Abstracto. 2. Acción de inconstitucionalidad de carácter Concreto vinculada a un proceso judicial o
administrativo” y en el Código de Procedimientos Constitucionales que entrarán en vigencia el 6 de
agosto de 2012, cuyo art. 73, refiere: “Las Acciones de Inconstitucionalidad podrán ser: 1. Acción de
Inconstitucionalidad de carácter abstracto contra leyes, estatutos autonómicos, cartas orgánicas,
decreto, ordenanzas y todo género de resoluciones no judiciales. 2. Acción de Inconstitucionalidad de
carácter concreto, que procederá en el marco de un proceso judicial o administrativo cuya decisión
dependa de la constitucionalidad de leyes, estatutos autonómicos, cartas orgánicas, decretos,
ordenanzas y todo género de resoluciones no judiciales”.
Todo análisis de la acción de inconstitucionalidad concreta debe partir del art. 132 de la CPE, que
establece: “Toda persona individual o colectiva afectada por una norma jurídica contraria a la
Constitución tendrá derecho a presentar la Acción de Inconstitucionalidad, de acuerdo con los
procedimientos establecidos por la ley” (el resaltado es nuestro) y por otra parte, de que las
autoridades cuentan con el deber fundamental contenido en el art. 108.1 de la CPE de: “Conocer,
cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes”.
En este marco normativo, al contener la Constitución Política del Estado las reglas mínimas de
convivencia, derechos, principios y valores fundamentales informadores de todo el ordenamiento
jurídico, las demandas de acción de inconstitucionalidad concreta no sólo comprometen el derecho e
interés subjetivo sino que trascienden el mismo de tal forma que la depuración del ordenamiento
jurídico de normas inconstitucionales es de interés público.
Jueza, Juez, Tribunal o Autoridad Administrativa que, de oficio o a instancia de una de las partes,
entienda que la resolución del proceso judicial o administrativo, depende de la constitucionalidad de la
norma contra la que se promueve la acción”.
Conforme se extrae de manera uniforme en los arts. 59 de la LTC, 109 de la LTCP y 79 del CPCo, la
acción de inconstitucionalidad concreta procede contra normas y/o resoluciones de carácter normativo de
las cuales dependa un proceso judicial o administrativo.
Sin embargo, a efectos del presente análisis debe tenerse en cuenta que el uso por parte del legislador
ordinario de los términos proceso y procedimiento no ha sido, ni es unívoco, así tenemos en el
ordenamiento jurídico vigente al Código de Procedimiento Penal o al Código de Procedimiento Civil,
entre otros que en definitiva hacen referencia a procesos y porque la tendencia del concepto de proceso
contemporáneamente tiende a ser más material que procesal, solo así puede explicarse por ejemplo la
figura del procedimiento abreviado o el procedimiento inmediato para casos de flagrancia regulados
por el Código de Procedimiento Penal.
En este marco, resulta claro que la diferenciación de proceso y procedimiento efectuada por el entonces
intérprete de control de constitucionalidad en el marco del art. 59 de la LTC, era admisible para la
Constitución Política del Estado de 1969, reformada el año 1994 y el legislador ordinario en ese momento
contaba con una mayor libertad configuradora, pero en la actualidad, resulta inadmisible si se considera
que la Constitución Política del Estado vigente, manifiesta expresamente la voluntad del legislador
constituyente de hacer efectiva y real la normativa constitucional de manera que se transite de un estado
legal de derecho a un estado constitucional de derecho, para ello se introdujeron nuevas acciones
constitucionales como la acción popular o la acción de cumplimiento y se vigorizaron las acciones
constitucionales, entre ellas la acción de inconstitucionalidad concreta. Es decir, considerando el nuevo
contexto constitucional cuando se hace referencia a la acción de inconstitucionalidad concreta,
corresponde interpretar el término proceso en su vertiente más amplia que abarca y conglomera a
procesos y procedimientos judiciales y administrativos, ello en razón a que: 1) Si bien el incidente de
inconstitucionalidad proviene de una situación particular, el interés de sanear el ordenamiento
En este sentido, la prohibición del art. 11 de la LTCP, que ha sido también contemplado en el art. 81.I del
CPCo, en sentido de que la acción de inconstitucionalidad concreta debe plantearse hasta “…antes de la
ejecutoria de la Sentencia”, provoca se entienda el término sentencia en su concepción latu sensu ó
genérica entendida como equivalente a resolución -piénsese por ejemplo, que cuando una Sentencia
Constitucional Plurinacional deniega la tutela sin entrar al fondo de la problemática, no por ello deja de
tener ese nombre, entre otros ejemplos-, lo que no implica que mediante la acción de inconstitucionalidad
concreta pueda impugnarse sentencias con calidad de cosa juzgada (art. 46 de la LTCP recogido también
en el art. 81 del CPCo), aspecto congruente con el AC 0435/2012-CA de 20 de abril, que estableció que:
“…planteado el recurso indirecto o incidental de inconstitucionalidad, y ante el posible rechazo del
mismo, no es necesario que el proceso judicial o administrativo, según sea el caso, tenga que paralizarse
toda vez que al no considerarse inconstitucional la norma o normas impugnadas, no tendría sentido la
paralización del proceso, máxime si en grado de revisión, el Tribunal Constitucional, de revocar el
rechazo y admitir el incidente, tendría facultades de anular la Resolución pronunciada sobre la base de
una norma considerada inconstitucional…”, por lo que, no existe la posibilidad de que el uso indebido
del incidente de inconstitucionalidad interrumpa la tramitación de las causas administrativas o judiciales
en perjuicio de la administración de justicia.
III.4. El art. 81 inc. e) del Reglamento Interno de la Caja Nacional de Salud considerado a
partir del llamado “derecho viviente”
El llamado “derecho viviente” hace referencia al derecho vivido en los tribunales, es decir, a la
interpretación mayoritaria y uniforme de una disposición legal y respecto a la cual se efectuará el control
de constitucionalidad, así la Corte Constitucional de Colombia en la sentencia C-569/04, sostuvo que
dicho análisis permite: “…(i) armonizar el carácter abstracto del control constitucional con los
significados concretos y efectivos que adquieren las disposiciones jurídicas demandadas en la
práctica jurídica y social; y (ii) armonizar el reconocimiento y protección de la autonomía de los
funcionarios judiciales en la interpretación de la ley con la función que corresponde a esta Corte
de guardar la integridad y supremacía de la Constitución…”.
En este sentido, el art. 81 inc. e) del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS, tipifica al hurto
como causal de pérdida de desahucio e indemnización, determinado previo proceso administrativo
disciplinario, pero a la vez corresponde el desarrollo del art. 16 inc. g) de la LGT y el art. 9 inc. g)
de su Reglamento, cuyo contenido normativo corresponde determinar.
Las causales del art. 16 inc. g) de la LGT, a más de significar la exención de pago del desahucio e
indemnización que impone la ley y su reglamento a título de sanción, implica además la pérdida del
derecho a la inamovilidad laboral mediante causales previstas por la ley, que dependen
esencialmente de la conducta objetiva del propio trabajador o trabajadora, medida que además,
busca conciliar el derecho al trabajo con otros derechos como la libertad de empresa, ello porque no
resultaría acorde con el valor justicia que una o un empleador deba seguir atado a una o un
trabajador que incurrió por ejemplo en delitos dolosos o lo perjudicó de sobremanera vulnerando los
principios de lealtad y buena fe que también rigen a los contratos laborales.
En este marco, todo contrato, convenio y reglamento interno de trabajo cuenta con cláusulas expresas
y otras implícitas impuestas por la Constitución Política del Estado y la ley a las partes procesales,
encontrándose entre las mismas la prohibición de incurrir en delitos que victimicen a la otra parte
contractual.
La jurisprudencia, en este sentido es uniforme al sostener que, si bien la judicatura laboral y por ende
las instancias administrativas laborales no cuentan con la competencia de juzgar la comisión de delitos,
por lo que, queda claro que cuando se plantea una demanda laboral a tribunales y jueces del trabajo
“…no se ha sometido a su competencia juzgar el delito propiamente dicho, menos la sanción
penal…” (Sala Social y Administrativa, Auto Supremo 068 de 17 de marzo de 2005. Partes: Roberto
Ichazo Fuentes y otros. c/ Banco Económico S.A.), pese a ello, la viabilidad de un proceso laboral no
puede estar supeditado a un proceso penal así el art. 67 del Código Procesal del Trabajo (CPT),
establece: "En los juicios sociales se resolverán las cuestiones propias de la relación de trabajo y no se
admitirá la excepción de litis pendencia; en consecuencia, se aclara que las acciones penales, civiles u
otras iniciadas contra el trabajador, no suspenden ni enervan la instancia laboral", contando los jueces,
tribunales laborales y por ende las instancias administrativas laborales competentes con plena
competencia para determinar el incumplimiento a un contrato laboral.
Este entendimiento es el sostenido uniformemente por la jurisprudencia laboral, así por ejemplo, la
Sala Social y Administrativa en el Auto Supremo 025 de 1 de febrero de 2005, Partes: Freddy Llanque
Ortiz c/ Fábrica Nacional de Calzado & Curtiduría "Zamora" S.A, sostuvo: “Respecto a la
transgresión acusada de los incisos e) y g) del art. 16 de la Ley General del Trabajo, en el auto de
vista, cabe señalar que, por la jurisprudencia sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
es evidente que dicho precepto legal no requiere necesariamente de una sentencia penal ejecutoriada
para su procedencia. Así está demostrado por el informe de auditoría de fs. 141-147 y la prueba
literal de fs. 97 y 241, que el demandante, en el ejercicio de sus funciones, cometió una serie de
irregularidades en perjuicio de la empresa demandada, las que se encuentran tipificadas como delitos
por nuestro ordenamiento jurídico penal, dando lugar al despido del trabajador sin goce de sus
beneficios sociales; por lo cual, la empresa le inició un proceso penal por apropiación indebida de
bienes. Consiguientemente, al haber incurrido el actor en la sanción establecida por aquel precepto
legal, provoca la pérdida de beneficios sociales sólo al quinquenio vigente, vale decir: por 4 años, 2
meses y 8 días, sin afectar los anteriores, conforme determina el art. 2 del Decreto Supremo Nº 11478
de 16 de mayo de 1974…”.
Y, en el Auto Supremo 151 de 17 de mayo de 2005, correspondiente al caso Claudia Bejar Añez c/
KINDER "PASITOS" S.R.L., la Sala Social y Administrativa de la Entonces Corte Suprema de
Justicia de la Nación -ahora Tribunal Supremo de Justicia- sostuvo que: “Que el inc. g) del art. 16
de la Ley General del Trabajo, no requiere necesariamente de una 'Sentencia Penal Ejecutoriada'
para su procedencia; debe observarse que en autos, no se dio cabal aplicación al mismo justamente
porque no se reconoció la falta de la actora -independiente o no que requiera de una sentencia
penal ejecutoriada- la conducta de la trabajadora está enmarcada dentro de dicha causal,
situación que está por demás probada en autos, conforme se tiene de la documental cursante a fs.
7, 41, 42, 59-182, corroborado por las declaraciones testificales tanto de cargo como de descargo (
fs. 192-193 y 196-197) que demuestran que la actora fue suspendida porque la acusaban de hurto
de dinero, apropiación indebida y alteración de recibos y además que el empleador no busca una
sanción penal sino la suspensión de la relación laboral”.
Ambas resoluciones, omiten el fondo de la controversia, tanto el Juez de instancia como el Tribunal
ad quem, argumentan que para que se adecúe la conducta al inc. g) del art. 16 de la LGT, debe,
Que, no puede justificarse la invocación del "Principio del proteccionismo" a favor del trabajador,
sin considerar la prueba aportada por el empleador, pues resulta imprescindible que el juzgador
tenga en consideración, siempre, que el objeto del proceso es el reconocimiento de los derechos
consignados en la ley sustantiva, pero velando porque en tal propósito no se justifique negligencia e
irresponsabilidad en la conducta del trabajador, ni que las partes se sirvan del proceso para perseguir
un fin prohibido por la ley conforme establece el art. 60 del Código Procesal del Trabajo…”.
Ahora bien, mediante memorando S.G. 016/2004, de 11 de agosto de 2004, el recurrido comunicó
al recurrente que en aplicación a la cláusula cuarta inc. f) del contrato, y otras faltas graves
cometidas por su persona, quedaba resuelto el contrato de 15 de enero de 2004 y le agradecían sus
servicios, lo que no implica la vulneración de ningún derecho del recurrente, sino sólo la
materialización de una cláusula contractual reconocida en forma expresa por el contrato que
regulaba la relación entre el SEPCAM…”, dejando abierta la competencia de los tribunales
ordinarios para cuestionar los supuestos que dieron lugar a dicha determinación. Este entendimiento
también es aplicable a las instancias administrativas sancionatorias competentes cuyas decisiones
tengan la cualidad de afectar la continuidad de la relación laboral o de disponer la reincorporación
de un trabajador a su fuente de trabajo como es el caso del Ministerio de Trabajo Empleo y
Provisión Social cuyas decisiones no son ciegas sino que requieren de la valoración de cada caso
concreto aspecto concordante con el entendimiento contenido en las SSCC 0138/2012 y 0177/2012.
Por otra parte, concordante con lo referido en el párrafo anterior, se tiene claro que no resulta admisible
que sea el propio empleador el que verifique el incumplimiento del contrato, ello porque "nadie puede
actuar de juez y parte" (Sala Social y Administrativa. Auto Supremo 022 de 31 de enero de 2005.
Partes: Julieta Morales Marcos c/ H. Alcaldía Municipal Cantonal de El Paso), debiendo en este tipo
de casos, inicialmente determinarse dicho incumplimiento mediante la autoridad y procedimiento
establecido por el reglamento interno, que asegure los presupuestos mínimos del debido proceso y la
aplicación en la vía laboral regida por el in dubio pro operario, o por la autoridad administrativa del
Ministerio del Trabajo Empleo y Provisión Social si estas autoridades no existieren, cuyas decisiones
son de cumplimiento inmediato, pero que pueden cuestionarse ante la judicatura laboral o en la penal
conforme el art. 39 del CPP, que dispone: “La sentencia condenatoria ejecutoriada, dictada en proceso
penal, producirá efecto de cosa juzgada en el proceso civil. La sentencia absolutoria y el
sobreseimiento ejecutoriados producirán efectos de cosa juzgada en el proceso civil en cuanto a la
inexistencia del hecho principal que constituya delito o a la ausencia de participación de las personas a
las que se les atribuyó su comisión” entendimiento aplicable a materia laboral y que puede provocar
que el pago de desahucio e indemnización indebido por parte de un empleador ingresen en el ítem de
daño civil.
III.5. Juicio de constitucionalidad del art. 81 inc. e) del Reglamento Interno de la CNS
“De acuerdo con el artículo 16 de la Ley General del Trabajo y el correlativo de su Reglamento, el
Trabajador (a) será retirado de su fuente de trabajo, sin derecho a beneficios sociales (solamente
Quinquenios consolidados), cuando incurra en las faltas establecidas en el art. 16º de la Ley General
del Trabajo y art. 9º de su Reglamento, como también en las descritas en el presente Reglamento.
Constituirán motivos para la aplicación de la sanción prevista en el inciso e) del art. 77 del presente
Reglamento: previo sumario y proceso correspondiente” y el inciso e), refiere: “La malversación,
defraudación, robo, hurto o sustracción de dineros, valores o bienes pertenecientes a la entidad o a los
Trabajadores (as)”.
Con relación a la naturaleza del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS, se encuentra aprobada
por el entonces Ministerio de Trabajo mediante RM 324/04, alcanzando de manera genérica y
abstracta a todas y todos los trabajadores de dicha institución de salud.
Por otra parte, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia, la acción
de inconstitucionalidad concreta bajo la interpretación del art. 132 de la CPE, que reconoce el
derecho a impugnar normas presuntamente inconstitucionales de naturaleza sustantiva o adjetiva
que puedan en definitiva mermar los derechos; concordante además con el derecho al debido
proceso, que impele a realizar todo proceso o procedimiento con normas constitucionales, procede
contra toda ley, decreto o cualquier género de resolución no judicial de cuya constitucionalidad o
inconstitucionalidad dependa la resolución de un proceso o procedimiento judicial o administrativo,
correspondiendo en el presente caso ingresar al fondo de la problemática en razón a que el art. 18
inc. e) del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS, se utilizó por parte de las autoridades
administrativas de dicha institución para resolver la destitución de la incidentista, sin el
correspondiente pago de beneficios sociales.
Respecto a la presunta vulneración del debido proceso por parte de la norma impugnada, el mismo
cuenta entre sus elementos desarrollados por el art. 8 de la Convención Americana de Derechos
Humanos (CADH), a la garantía de la presunción de inocencia y al derecho a la defensa, los cuales son
aplicables a procesos administrativos sancionatorios. Asimismo, el debido proceso tiene una faz
adjetiva y sustantiva, en el presente caso la solicitud de la promoción de la acción de
inconstitucionalidad concreta, hace referencia a que un juez administrativo no cuenta con la
competencia para conocer el delito de hurto, lo que está relacionado con la faz sustantiva del debido
proceso, pues se afectaría con dicha actuación la garantía de la presunción de inocencia.
Por la disposición del art. 81 inc. e) del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS, resulta claro que
cuando un trabajador tiene una sentencia condenatoria penal ejecutoriada por el delito de hurto
cometido contra su empleador, pierde los beneficios del desahucio e indemnización, además de la
inamovilidad laboral, pero corresponde analizar si la pérdida del desahucio, indemnización y de la
inamovilidad laboral únicamente podría producirse cuando exista una sentencia judicial penal
ejecutoriada o si las autoridades naturales de acuerdo a los reglamentos internos de las empresas o en
su caso el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social tienen competencia para determinar el
incumplimiento del convenio, contrato o Reglamento Interno de Trabajo independientemente que
luego el proceso penal pueda modificar la situación jurídica.
En este contexto, la primera opción interpretativa no resultaría admisible con el valor justicia, pues un
empleador tendría que esperar un periodo irrazonable hasta que concluya el proceso penal cuando
cuenta con elementos necesarios como para calificar inicialmente el incumplimiento al contrato,
convenio o Reglamento Interno de Trabajo por daño ocasionado a sus bienes jurídicos, además no
resulta lógico obligar a un empleador a seguir con una relación laboral que demostró afectarle de
sobremanera en sus intereses, en cambio, la segunda opción interpretativa, concilia los derechos
y valores comprometidos en la medida en la que permite que la constatación del incumplimiento
contractual, se verifique por una instancia independiente e imparcial, regida por los principios
laborales que conducen la materia, decisión que además puede impugnarse por parte del trabajador en
la vía laboral.
POR TANTO
703
704
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Recurso contra tributos, impuestos, tasas, patentes,
derechos o contribuciones especiales
Expediente: 00147-2012-01-RTG
Departamento: Santa Cruz
Por memorial presentado el 23 de febrero de 2012, cursante de fs. 142 a 154, los recurrentes
expresan los siguientes fundamentos de hecho y derecho:
Sostienen que la Asociación de Comerciantes Minoristas “24 de junio” de San Julián, a la que
representan, mediante contrato de usufructo de 9 de octubre de 2011, suscrito con la Alcaldía
Municipal de San Julián, obtuvieron en usufructo el terreno que se encuentra ubicado en la
Unidad Vecinal (UV) 2, manzana 1 de esa localidad, en el que, con fondos propios se construyó
el “Mercado 24 de junio San Julián”; la naturaleza del contrato detallado anteriormente les
permitía ser beneficiados con la exoneración del pago de patentes, entre tanto se concluya con la
construcción del mencionado mercado; sin embargo, su dirigencia con la finalidad de que el
Ejecutivo Municipal les otorgue las garantías necesarias que les permitan desarrollar sus
actividades comerciales con normalidad, el 11 de febrero de 2011, formalizaron una propuesta de
pago de patentes bajo la modalidad de pago único gremial, propuesta que inicialmente fue
aceptada con la única discrepancia respecto al monto propuesto, requiriéndose en aquella
oportunidad que se aumentara el monto económico ofertado.
Ante la falta de acuerdo, respecto al monto ofertado, se decidió la realización de una consultoría,
que tendría que efectuarse con la participación de sus asociados, pero la misma fue llevada a cabo
de forma unilateral, es decir, sin ninguna participación de su parte, teniendo como consecuencia
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 705
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
resultados incoherentes, por lo que observaron los resultados de la misma ante el Ejecutivo
Municipal, comprometiéndose el mismo a corregir el informe de la consultoría realizada con las
observaciones realizadas, sin embargo, después de un tiempo prudencial, solicitaron mediante
cartas y oficios de 25 y 27 de noviembre de 2011 al Alcalde de San Julián que les hicieran
conocer el informe final del consultor, peticiones que no fueron atendidas hasta el 27 de
diciembre del mismo año, fecha en la que fueron notificados con el aviso de entrega del informe
del consultor, situación que vulneró el principio de transparencia y coordinación de la
administración pública; en la misma fecha, además conocieron la OM 202/2011, mediante la cual
se crearon patentes municipales a las actividades económicas dentro del Municipio.
Por lo anteriormente expuesto, interponen recurso contra tributos, impuestos, tasas, patentes,
derechos o contribuciones especiales contra el Concejo Municipal de San Julián, que consta con
los siguientes miembros: Edgar Rengifo Casazola, Carlos Porfirio Valenzuela Paco, Fanny
Ramos Vallejos, Calixta Navia Villca, Quintina Huallpa Mamani de Pérez y Yolanda Cuellar de
Vargas; solicitando que se dicte Sentencia declarándose por la forma, inconstitucional en su
totalidad la OM 202/2011, más sus anexos; y desde el punto de vista material, solicitan la
inaplicabilidad de los arts. 1, 2, 3, 9.1, 13, 21, 22, 23 y 26 de la Ordenanza referida, además de
los montos de las Patentes Máxima Anual, descrito en los códigos CIIU 1.14 Contribuyentes
Minoristas; 1.14.1 Comercio Minorista; 1.14.2 Artesanos y 1.14.3 Vivanderos, del Anexo I de la
citada Ordenanza.
Edgar Rengifo Casazola, Carlos Porfirio Valenzuela Paco, Fanny Ramos Vallejos, Calixta Navia
Villca, Quintina Huallpa Mamani de Pérez y Yolanda Cuellar de Vargas, Presidente y miembros
del Consejo Municipal de San Julián, mediante memorial presentado el 15 de junio de 2012,
cursante de fs. 430 a 434 vta., solicitaron que el Tribunal Constitucional Plurinacional declare la
aplicabilidad de la norma legal impugnada, con costas para los recurrentes, alegando lo siguiente:
c) Respecto al ofrecimiento de pagar una patente única por parte de todos los asociados que
realizan actividades económicas, tal ofrecimiento no es procedente, debido a que precisamente
infringiría los principios de capacidad económica y proporcionalidad que constituyen, entre otros
principios, la base de la política fiscal del Estado y los municipios.
jurisdicción municipal, en mérito a que la propia Constitución Política del Estado, en sus arts.
272 y 283, determinan que la autonomía implica la elección directa de sus autoridades, la
generación y administración de sus recursos económicos, el ejercicio de facultades legislativas y
reglamentarias, por lo que la OM 202/2011 es legal y tiene eficacia jurídica.
e) Sobre la denuncia de que ésta Ordenanza impugnada infringe la ley, al no adecuarse a los
principios de la política fiscal, el art. 160 de la CPE no establece como requisito de validez, ni
asigna a la Cámara de Senadores la facultad de homologar las ordenanzas municipales, mismas
que según lo determinado por los arts. 272, 283, 302.I.19 y 20 y 340.I y II de la CPE, establecen
como facultad exclusiva de los Gobiernos Autónomos Municipales generar, recaudar y
administrar sus propios recursos, tasas y actividades económicas.
f) Los recurrentes también han demandado la derogatoria del anexo I, nombrando tan sólo los
Códigos CIIU y desde los puntos 1-14.1 hasta el punto 1.14.3.9, referido a la determinación de
las patentes para el comercio minorista, artesanos y vivanderos, con el incorrecto argumento de
los gremiales del “Mercado 24 de julio” no tendrían supuestamente capacidad económica para
tributar en los montos señalados en ese anexo, elemento falso ya que la patente no pasa de la
ínfima cantidad de Bs 1.5.- bs (un 50/100 bolivianos) diarios, monto bajo por el pago de patentes
comparando con el valor en dinero de las mercancías que expenden, debido a ni siquiera alcanza
para pagar los salarios mensuales de choferes, personal de limpieza, técnicos, uso de camiones
basureros, adquisición de contenedores para basura y otros gastos que eroga mensualmente la
Alcaldía de San Julián.
II. CONCLUSIONES
II.1. A través del memorial presentado por Lidia García Cazón, Patricio Sánchez Gómez, Justino
Vásquez Molina, Bruno Cruz Chavarría, Hilarión Torrez Aiza, Benito Ramos Barea, Ruven
Fuentes Correa, Francisco Méndez Mamani e Hilda Gladys Colque Laura, en representación de
la Asociación Gremial de Comerciantes Minoristas “24 de junio”, se demanda la
inconstitucionalidad por la forma de la OM 202/2011 de 23 de diciembre, mas sus anexos, por
contravenir el principio de reserva legal municipal establecido en el art. 302.I.20 de la CPE, y el
principio de legalidad establecido por el art. 232 de esta Norma Suprema.
“Artículo 1º. Crear las Patentes Municipales Anuales a las actividades económicas que se
desarrollan dentro de la jurisdicción territorial del Gobierno Autónomo Municipal de San Julián
que regirán a partir de la gestión 2011.
Artículo 3º. Son sujetos pasivos de la Patente Municipal Anual las personas naturales y jurídicas,
públicas o privadas, con o sin personalidad jurídica, incluidas las empresas unipersonales, que
realicen cualquier actividad económica, permanente, temporal o eventual dentro de la
jurisdicción municipal.
Artículo 4º. Por la casa matriz, sucursales o agencias establecidas dentro de la jurisdicción
municipal, el propietario de las mismas, se constituye en sujeto pasivo, debiendo pagar la Patente
Municipal Anual por cada uno de los establecimientos donde se realiza la actividad económica.
(…)
Artículo 9º. Las Patentes Municipales a ser aplicadas por el Gobierno Autónomo Municipal de
San Julián se clasifican en:
1) 'De funcionamiento…'
(…)
Artículo 13º. La Base del cálculo de la Patente de Funcionamiento permanente estará en función
al tipo de actividad económica desarrollada, ubicación y superficie, cuya forma de aplicación será
determinada utilizando factores y parámetros expresados en tablas específicas que se anexa y
forma parte indisoluble de la presente Ordenanza.
(…)
Artículo 21º. El plazo para el pago de la Patente de Funcionamiento Anual por actividades
económicas permanentes vencerá a los ciento ochenta (180) días siguientes al perfeccionamiento
del hecho generador. Por causas justificadas, el Órgano Ejecutivo Municipal de San Julián,
mediante resolución expresa podrá ampliar con carácter general el plazo de pago hasta el 31 de
diciembre.
Artículo 23º. Las patentes establecidas en la presente Ordenanza Municipal, podrán ser
actualizadas anualmente por el Órgano Ejecutivo Municipal de San Julián, de acuerdo a la
(…)
Artículo 29º. Se abrogan todas las disposiciones municipales contrarias a la presente Ordenanza
Municipal de Patentes.
Es dada en la Sala de Sesiones del Concejo Municipal del Gobierno Autónomo Municipal de San
Julián a los veinte tres días del mes de diciembre del año 2011” (sic).
Dentro del presente caso los recurrentes demandan la inconstitucionalidad por la forma de la OM
202/2011 de 23 de diciembre, por contravenir el principio de reserva legal municipal para la
implementación de tasas y patentes establecida por el art. 302.I.20 y el principio de legalidad
establecido por el art. 232, ambos de la CPE; y demandan la inconstitucionalidad en el fondo y la
inaplicabilidad de los arts. 1, 2, 3, 9 inc. 1), 13, 21, 22, 23 y 26 de la Ordenanza citada, además de
los montos de las Patentes Máxima Anual, descrito en los códigos CIIU 1.14 Contribuyentes
Minoristas; 1.14.1 Comercio Minorista; 1.14.2 Artesanos y 1.14.3 Vivanderos, del Anexo I de la
Ordenanza referida.
III.1. Sobre la naturaleza jurídica y los alcances del recurso contra tributos, impuestos,
tasas, patentes, derechos o contribuciones especiales
Si se sostiene que este proceso tiene por objeto o finalidad el someter a juicio de
constitucionalidad una norma legal, entonces se debe concluir que el mismo forma parte del
control normativo de constitucionalidad con carácter posterior o correctivo, en mérito a que a
través de este proceso se procede a un control objetivo de las normas con carácter tributario, para
sanear el ordenamiento jurídico del Estado dentro de esta materia, en la que la jurisdicción
constitucional contrasta las normas legales objeto de impugnación del presente recurso con los
valores supremos, los principios fundamentales, los derechos y garantías constitucionales y
normas orgánico estructurales del texto constitucional, retirando del ordenamiento jurídico en
caso de que la norma impugnada sea efectivamente contraria o incompatible con la Constitución
Política Estado.
En definitiva, se trata de una vía de control normativo de constitucionalidad que tiene por objeto
garantizar el cumplimiento del principio de reserva de Ley en el ámbito tributario, así como los
demás principios sobre los que se configura el régimen tributario del Estado, de manera que, a
través de este recurso, el órgano encargado del control de constitucionalidad procede a la
verificación de compatibilidad o incompatibilidad formal o material de la disposición legal que
crea, modifica o suprime el tributo con las normas de la Constitución y el bloque de
constitucionalidad”. 1
Dentro de ese marco, el recurso contra tributos y otras cargas públicas, establecido en el art. 68
de la LTC, procede contra toda disposición legal que cree, modifique o suprima un tributo,
impuesto, tasa, patente, derecho o contribución de cualquier clase o naturaleza que hubiere sido
establecida sin observar las disposiciones de la Constitución Política del Estado.
Ello implica que el presente recurso se constituye en una acción de puro derecho que forma
parte del control normativo de carácter correctivo o a posteriori, porque tiene por finalidad el
control objetivo de la normatividad, es decir, de la disposición legal creadora, modificadora o
supresora del tributo, para sanear el ordenamiento jurídico del Estado, sobre la base de una
contrastación de las normas de la disposición legal impugnada, con los preceptos de la Ley
Fundamental, con la finalidad de que esa normativa no sea aplicada al caso concreto; es decir,
que sea declarada inaplicable”.
Una vez establecida su naturaleza jurídica y alcances, es claro que este proceso constitucional es
autónomo y separado de la acción de inconstitucionalidad, precisamente por las normas objeto de
control y por las características establecidas por la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional,
que establece una legitimación activa amplia, en la que cualquier persona jurídica o natural que
sea sujeto pasivo del tributo, en cualquiera de sus formas puede impugnar directamente la
disposición legal dirigiendo el recurso contra la autoridad pública que aplique o pretenda
aplicarla. Aparte de lo anteriormente determinado, es claro que la procedencia del presente
recurso no está condicionada a la existencia previa de proceso o trámite administrativo alguno,
por lo que la persona legitimada puede plantearlo aun antes de que se disponga el pago del
tributo; es decir, antes de que aplique la norma legal impugnada.
La jurisdicción constitucional tiene por objeto interpretar y materializar los valores y principios
constitucionales establecidos dentro del texto constitucional, labor transcendental en la que el
Tribunal Constitucional Plurinacional, se intensifica dentro del campo del control normativo de
constitucionalidad, debiendo velar no solamente por sanear el ordenamiento jurídico del Estado,
sino también prever los efectos de sus resoluciones dentro de la sociedad y dentro de la misma
legislación normativa.
Dentro de este razonamiento, la Constitución Política del Estado en su art. 1 textualmente establece
que: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario,
libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías.
Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico,
dentro del proceso integrador del país”; es decir, que determina que las autonomías forman parte de
la estructura del Estado, por lo tanto el materializarlas con sus propias competencias es uno de los
objetivos centrales del Estado.
La Constitución Política del Estado en su parte Tercera concordante con el art. 13 de la Ley Marco
de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez” (LMAD), establece la estructura y
organización territorial del Estado, en la que se reconocen las Autonomías Departamentales,
Regionales, Municipales e Indígena Originaria Campesina, estableciéndose la distribución de
competencias en el art. 297.I, que textualmente expresa: Las competencias definidas en esta
Constitución son: 1. Privativas, aquellas cuya legislación, reglamentación y ejecución no se
transfiere ni delega, y están reservadas para el nivel central del Estado; 2. Exclusivas, aquellas en las
que un nivel de gobierno tiene sobre una determinada materia las facultades legislativa,
reglamentaria y ejecutiva, pudiendo transferir y delegar estas dos últimas; 3 Concurrentes, aquellas
en las que la legislación corresponde al nivel central del Estado y los otros niveles ejercen
simultáneamente las facultades reglamentaria y ejecutiva; 4 Compartidas, aquellas sujetas a una
legislación básica de la Asamblea Legislativa Plurinacional cuya legislación de desarrollo
corresponde a las entidades territoriales autónomas, de acuerdo a su característica y naturaleza. La
reglamentación y ejecución corresponderá a las entidades territoriales autónomas y en su parágrafo
II, establece que: Toda competencia que no esté incluida en esta Constitución será atribuida al nivel
central del Estado, que podrá transferirla o delegarla por Ley.
Las competencias exclusivas de los Gobiernos Municipales Autónomos están detalladas en el art.
302.I.20 de la CPE, en el que la creación y administración de tasas y patentes está reconocida.
Los recurrentes aducen que la tasa o patente, deben ser creadas mediante una ley municipal, es
decir, que existe una reserva de ley municipal para este efecto, extremo que no resulta ser falso, sin
embargo corresponde tomar en cuenta que para que esta condición se cumpla, previamente deben
estar especificadas estas competencias dentro de las cartas orgánicas municipales, las mismas que
están en proceso de creación y consultas previas de constitucionalidad ante la misma jurisdicción
constitucional.
Entonces aquí tenemos un problema que es por demás complejo, en el que si bien la Constitución
Política Estado reconoce competencias exclusivas para las diferentes entidades autónomas; las
condiciones para su materialización dependen exclusivamente de que los estatutos autonómicos y
cartas orgánicas estén previamente vigentes, por lo tanto bajo este criterio la administración y
organización de las entidades autónomas quedan en suspenso por un tiempo indefinido hasta que el
proceso de aprobación y test de constitucionalidad de los mismos concluya, extremo que llevaría a
un vacio y caos jurídico de proporciones difíciles de dimensionar.
Se debe tomar en cuenta que la normas de la Constitución Política Estado por su propia naturaleza
tienen diversas características, mas aun cuando la estructura del Estado está en plena formación y
futura implementación, por lo tanto existen normas de inmediata aplicación y materialización, como
Las autonomías se basan esencialmente en que los órganos estatales autónomos puedan
autonormarse, para poder aplicar eficientemente las competencias reconocidas en el texto
constitucional, el negar tal extremo tendría como efecto el ir contra los valores esenciales de la
propia Constitución Política Estado, por lo tanto las entidades legislativas de las entidades
autónomas deben tener capacidad para poder administrar sus propios recursos.
En el presente caso, los recurrentes sostienen que por diversos acuerdos a tiempo de construirse el
Mercado “24 de junio”, no pagaban tasa alguna, razón por la cual impugnan una norma establecida
dentro de una Ordenanza Municipal arguyendo que esta no fue creada por una ley municipal, como
exige la Ley Marco de Autonomías, por lo que siguiendo ese razonamiento, es claro que no puede
recurrirse al anterior sistema reconocido en la Constitución Política Estado abrogada, porque el
Senado, a la luz de la Norma Suprema vigente carece de la atribución de aprobar las tasas y patentes
de los Gobiernos Municipales Autónomos; mientras que por otro lado, se negaría la competencia
exclusiva de los municipios de crear tasas y patentes establecidos en el art. 302.I.20 de la CPE
porque sus normas estructurales están en proceso de formación; es decir, que el declarar la
inconstitucionalidad formal de la OM 202/2011, llevaría al extremo de que un grupo de ciudadanos
serian injustamente beneficiados con el no pago de patentes ante un vacío jurídico insalvable por un
tiempo aun no determinado, incumpliendo con sus deberes constitucionales de pagar tributos
conforme a su capacidad económica, establecido específicamente en el art. 108.7 de la CPE.
Por los argumentos planteados anteriormente, con el objeto de evitar un vacío jurídico insalvable
que conllevaría a perjuicios para el Estado, es necesario el establecer que los órganos legislativos
municipales tienen la competencia de establecer tasas y patentes mediante ordenanzas municipales
mientras sus cartas orgánicas estén en proceso de formación y sean posteriormente sometidas a un
test de constitucionalidad por parte de la jurisdicción constitucional.
Además de los argumentos señalados, la parte accionante sostiene que la OM 202/2011, no cumplió
con el paso establecido en su Reglamento Interno que determina que para analizar y considerar el
proyecto de tasas patentes e impuestos municipales, el mismo debió ser remitido a la Comisión de
Constitución y Relaciones Interinstitucionales, Economía y Finanzas del Concejo Municipal; ahora
bien, dentro de los razonamientos anteriormente desarrollados, se ha llegado a la conclusión de que
los órganos legislativos municipales tienen la competencia exclusiva de establecer tasas y patentes
mediante ordenanzas municipales dentro de su territorio urbano -mientras sus Cartas Orgánicas
Municipales estén en proceso de implementación- razonamiento que se constituye en una medida de
transición necesaria, mediante la interpretación constitucional que permite a los órganos legislativos
municipales el implementar sus competencias autónomas constitucionalmente reconocidas.
Teniendo en cuenta los argumentos señalados, un régimen de transición, en el que el anterior marco
jurídico legal no puede ser aplicado, por sufrir el efecto de una inconstitucionalidad sobreviniente -
ya que el Senado, como anteriormente se advirtió, no cuenta con la competencia constitucional de
aprobar ordenanzas y patentes; y el nuevo marco jurídico constitucional y legal se encuentra en una
fase de implementación, por lo tanto en los procedimientos para el nacimiento de una norma
municipal que se origina en el órgano deliberante legislativo del municipio respecto a la creación de
una tasa o patente, sin prestar mayor atención a su denominación, sea ordenanza o ley municipal,
sólo debe observarse los requisitos establecidos por la ley, y no así por un Reglamento Interno, que
fue diseñado en observación a un anterior sistema constitucional, ya que el mismo data del 2006 y
en su texto, en el art. 54 inc. y), al referirse a las competencias de la Comisión de Constitución y
relaciones interinstitucionales, economía y finanzas, señala textualmente que: “…debe analizar el
proyecto de tasas, patentes e impuestos municipales presentada por el Alcalde (sa) y presentar sus
recomendaciones al plenario del Concejo, una vez aprobada la misma, iniciar conjuntamente con
el Ejecutivo los trámites para su aprobación por el Senado Nacional” (el resaltado es propio).
Por lo previamente advertido, es claro que la norma del Reglamento Interno del Concejo Municipal
de San Julián, dentro del tema del procedimiento para la aprobación de las tasas, patentes e
impuestos, responde al anterior sistema jurídico constitucional, por lo que es inaplicable para la
aprobación de nuevas patentes, como es el caso objeto de la presente Sentencia Constitucional; por
lo tanto, el Concejo Municipal de San Julián, al ser el Órgano Legislativo de ese municipio, tiene la
competencia de crear patentes, siendo tal interpretación compartida con la disposición adicional
primera de la LMAD, que textualmente establece que: “La creación, modificación o supresión de
tributos por las entidades territoriales autónomas, en el ámbito de sus competencias, se realizará
mediante leyes emitidas por su órgano legislativo. Estas leyes aplicarán todas las disposiciones
tributarias en vigencia sobre sus respectivos dominios tributarios. En ningún caso estas normas
podrán establecer procedimientos jurisdiccionales, tipificar ilícitos tributarios ni establecer
sanciones”.
III.2.3. Sobre la inconstitucionalidad material de los arts. 1, 2, 3, 9.1, 13, 21, 22, 23 y 26 de la
OM 202/2011 de 23 de diciembre
Dentro de este punto los recurrentes sostienen que los arts. 1, 2, 3, 9.1, 13, 21, 22, 23 y 26 de la OM
202/2011, vulneran el principio de capacidad económica, igualdad, progresividad, proporcionalidad
y transparencia, establecido por el art. 323.I de la CPE, además de lo establecido en el art. 108 de la
Norma Suprema, que establece que es un deber de los bolivianos tributar en proporción a las
capacidades económicas, conforme a ley.
Es necesario advertir que dentro del memorial no concurre elemento alguno que compruebe los
extremos denunciados por los recurrentes, debido a que no se establecen datos que claramente
demuestren que la tasa creada por la OM 202/2011 lesione el principio de capacidad económica,
igualdad y progresividad, limitándose a argumentar sin base alguna que los montos establecidos
dentro de la referida Ordenanza impugnada son excesivos y que no se tomaron en cuenta las
diversas actividades económicas de los integrantes de la Asociación Gremial de Comerciantes
Minoristas “24 de junio” al establecer una patente única, sin que exista un estudio pormenorizado
que permita analizar específicamente el porqué de tal aseveración, arguyendo consideraciones
generales y ambiguas que no aportan a vislumbrar la problemática planteada.
Es necesario tomar en cuenta que la parte recurrente cita una numerosa cantidad de artículos de la
OM 202/2011, sin que se den a la tarea de definir el porqué estos artículos se consideran
inconstitucionales en el fondo y qué principio o norma dogmático o estructural de la Constitución
Política del Estado vulnera; solamente los señalan conjuntamente y luego concluyen sin fundamento
alguno que son contrarios a determinados principios y valores constitucionales, dejando de lado una
argumentación adecuada que es un requisito fundamental exigible a todo proceso, acción y recurso
que se plantee dentro de la jurisdicción constitucional, por lo que la consecuencia lógica cuando los
fundamentos presentados son poco claros y confusos, son que la jurisdicción constitucional se
encuentra impedida de analizar y menos aun poder pronunciarse sobre los extremos solicitados por
la parte recurrente, hecho que se presenta dentro del presente recurso contra tributos y otras cargas
públicas.
POR TANTO
No intervienen, el Presidente, Dr. Ruddy José Flores Monterrey y la Magistrada Dra. Neldy
Virginia Andrade Martínez, porque no conocieron el asunto; ni la Magistrada, Dra. Ligia Mónica
Velásquez Castaños, por ser de voto disidente.
SALA PLENA
Magistrada: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Recurso contra tributos, impuestos, tasas, patentes,
derechos o contribuciones especiales
Expediente: 00147-2012-01-RTG
Departamento: Santa Cruz
Partes: Lidia García Cazón, Patricio Sánchez Gómez, Justino
Vásquez Molina, Bruno Cruz Chavarría, Hilarión
Torrez Aiza, Benito Ramos Barea, Ruven Fuentes
Correa, Francisco Méndez Mamani, e Hilda Gladys
Colque Laura; en representación de la Asociación
Gremial de Comerciantes Minoristas “24 de junio” de
San Julián; demandando la inconstitucionalidad formal
de toda la Ordenanza Municipal (OM) 202/2011 de 23
diciembre, mas sus anexos, por lesionar lo establecido
por los art. 272, 283, 302.I.3, 410.II de la Constitución
Política del Estado (CPE); y la inconstitucionalidad
material de los arts. 1, 2, 3, 9 inc.1), 13, 21, 22, 23 y 26 de
la OM 202/2011, por vulnerar los arts. 108.7, 232, 272,
283, 302.I.20, 323.I y 410.II.3 de la CPE.
La suscrita Magistrada expresa su disidencia con lo resuelto por la SCP 0590/2012 de 20 de julio,
por los siguientes fundamentos de orden constitucional.
I. FUNDAMENTOS JURIDICOS
Las normas previstas por el art. 202.4 de la CPE, determinan que es competencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional, conocer y resolver: “Los recursos contra tributos, impuestos,
tasas, patentes, derechos o contribuciones creados, modificados o suprimidos en contravención a
lo dispuesto en esta Constitución.”
Este recurso ha sido recepcionado del sistema constitucional que precedió al actual, la
Constitución Política Abrogada ya lo contemplaba como atribución de la jurisdicción
constitucional, por ese hecho es que ha sido desarrollado por la jurisprudencia del extinto
Tribunal Constitucional; así, la SC 0070/2003 de 30 de julio, estableció la siguiente doctrina:
Es en ese contexto que la Ley 1836 establece la configuración procesal de éste; así la norma
prevista por el art. 68 define que este recurso procede contra toda disposición legal que cree,
modifique o suprima un tributo, impuesto, tasa, patente, derecho o contribución de cualquier
clase o naturaleza, que hubiere sido establecida sin observar las disposiciones de la
Constitución Política del Estado…de lo referido precedentemente se infiere que el objeto de
control de constitucionalidad por la vía del recurso contra tributos y otras cargas públicas es
una disposición legal creadora, modificadora o supresora de un tributo en cualquiera de sus
formas…”.
Ahora bien, la naturaleza jurídica del recurso contra tributos, impuestos, tasas, patentes, derechos
o contribuciones especiales; no ha variado en cuanto al objeto y objetivo del recurso, con relación
a lo dispuesto por la Ley 1836; por lo que la comprensión doctrinal del recuso es adecuada a
como ha sido repuesto por la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional y el Código Procesal
Constitucional Plurinacional (CPCP).
No obstante, existen diferencias en la persona legitimada, así como en los efectos de la sentencia
a que da lugar un recurso contra tributos, impuestos, tasas, patentes, derechos o contribuciones
especiales; las normas de los arts. 128 de la LTCP, determinan que se encuentra legitimada la
persona natural o jurídica que se considere afectada por la creación, modificación o supresión del
tributo, por lo que ya no es necesario para acceder a esta vía de control de constitucionalidad, ser
sujeto pasivo del tributo como anteriormente se prevenía, existiendo un legitimación ampliada
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 716
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
con relación a la configuración anterior del recurso; se encuentra previsto en las normas del art.
128 de la LTCP que dispone:
“El Recurso será planteado por la persona natural o jurídica que se considere afectada por la
creación, modificación o supresión del tributo, impuesto, tasa, patente, derecho o contribución
contra la autoridad que los haya creado modificado o suprimido, acompañando la disposición
legal que así lo disponga; o en su caso, solicitando se conmine a la autoridad recurrida para que
la presente.”
La naturaleza jurídica y configuración procesal del recurso contra tributos, impuestos, tasas,
patentes, derechos o contribuciones especiales, ha sido reiterada con todas sus progresiones por
las normas de los arts. 133 a 138 del CPCP.
II. De otro lado, dado que el caso presente trata de normas municipales que impone obligaciones
tributarias, la SCP0590/2012 de 20 de julio, ha efectuado disquisiciones respecto al ejercicio y
vigencia de la cualidad autonómica concedida por la Constitución a ciertos entes territoriales; así,
el Fundamento Jurídico III.2 refiere que la autonomía forma parte de la estructura del Estado,
luego esboza comentarios sobre la distribución de competencias a favor de los entes
autonómicos, afirmando que el ejercicio de éstas depende de la aprobación de los Estatutos y
Cartas Orgánicas, lo que no es evidente, ya que el art. 11.II de la ley Marco de Autonomías
determina lo siguiente: “Los municipios que no elaboren y aprueben sus cartas orgánicas
ejercerán los derechos de autonomía consagrados en la Constitución Política del Estado y la
presente Ley, siendo la legislación que regule los gobiernos locales la norma supletoria con la
que se rijan, en lo que no hubieran legislado los propios gobiernos autónomos municipales en
ejercicio de sus competencias.”; de igual forma, el art. 61.III de la misma Ley, confirma que las
cartas orgánicas son potestativas, al determinar: “La carta orgánica, que corresponde a la
autonomía municipal, es la norma a través de la cual se perfecciona el ejercicio de su
autonomía, y su elaboración es potestativa. En caso de hacerlo, es el concejo municipal el que
sin necesidad de referendo por la autonomía, seguirá el procedimiento establecido por ley.”.
En conclusión, es evidente que la Ley Marco de Autonomías aclara la vigencia del principio
autonómico a favor los entes autonómicos, en especial de los municipios, los que gozan de la
distribución de la soberanía popular, por mandato expreso de los arts. 1, 270 y 283 de la CPE, por
lo que el art. 49.I de la Ley Marco de Autonomías reconoce esa realidad al disponer: “Todos los
municipios del país gozan de autonomía municipal conferida por la Constitución Política del
Estado.”.
Conforme a lo expuesto, considero que la autonomía municipal puede ser ejercida, debiendo
respetare ésta aún sin la existencia de carta orgánica, y así debe exponerse en la sentencia,
reconociéndose de forma expresa la vigencia de la autonomía municipal.
III. En lo referido a la inconstitucionalidad formal de las normas cuestionadas, se tiene que los
recurrentes argumentan que la OM 202/2011, al no ser ley, incumple el principio de reserva de ley,
requisito indispensable para todo norma impositiva de tributos; al respecto, se debe afirmar que la
denominación del instrumento jurídico municipal de cumplimiento general y obligatorio como
“ordenanza”, deviene de la Ley de Municipalidades 2028, que identifica a los instrumentos
jurídicos municipales de carácter normativo como “ordenanzas”; recogiendo la tradición jurídica
municipal; empero, esa nomenclatura no es óbice para instituir por medio de estos instrumentos
municipales normas tributarias, por ello no es un argumento con relevancia constitucional, ya que
la Ley Fundamental al imponer el principio de reserva de ley tributaria, previsto en el art. 323.II
constitucional, impone la obligación del trámite legislativo para la imposición de un tributo, que
en el caso municipal será ante el concejo municipal, por ser el ente legislativo municipal, más no
existe la obligación de que se denomine “ley”, dependiendo de cada municipio denominar a sus
instrumentos normativos conforme a su tradición jurídica o motivaciones sociales que considere
pertinentes; por ello, el argumento que sustenta la inconstitucionalidad formal de la OM
202/2011, no es atendible.
Al respecto, conviene recordar que la jurisdicción constitucional tiene por objeto proteger la
vigencia material de la Constitución, por lo que exigir demasiados requisitos para ejercer el
control de constitucionalidad, inviabiliza su efectivización, como en el caso presente; de otro
lado, no se debe olvidar que los principios constitucionales son mandatos que impregnan los
actos de todas las autoridades, siendo obligación de este Tribunal revisar su efectivo
cumplimiento; por ello, el Código Procesal Constitucional, próximo a entrar en vigencia,
consagra entre los principios de esta jurisdicción, el no formalismo (art. 3), que destierra
formalismos innecesarios a favor de un control de constitucionalidad efectivo y eficiente; en ese
orden de ideas; la demanda de inconstitucionalidad observa el incumplimiento de los principios
de: capacidad económica, igualdad y progresividad, consagrados por las normas del art. 323.I de
la CPE; por ello, considero que el denunciante cumplió su deber argumentativo al señalar los
principios que asegura vulnerados; siendo así, que debió ingresarse al análisis del respeto o no de
los principios cuya vulneración se demanda.
719
720
Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Recursos
Directos de Nulidad
721
722
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA PLENA
Mag Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Recurso directo de nulidad
Expediente: 2010-22329-45-RDN
Departamento: Cochabamba
El recurso directo de nulidad interpuesto por Gustavo Jorge Germán Urenda Tardío contra
Cándido Muruchi Vidal y María Eugenia Paniagua Gonzales, Director y Sumariante,
respectivamente, del Servicio Departamental de Salud (SEDES) de Cochabamba, demandando
la nulidad de las Resoluciones Administrativas (RRAA) 03/2010 de 30 de julio; 04/07 de 25 de
septiembre; 02/07 de 7 de septiembre, ambas de 2007 y del Auto de inicio de proceso
administrativo interno de 10 de julio del citado año.
Por memorial presentado el 27 de agosto de 2010, cursante de fs. 18 a 25, el recurrente refiere que:
Desde el 1 de octubre de 1987, presta servicios en la Caja Petrolera de Salud (CPS), ente gestor de
la seguridad social a corto plazo, que tiene la calidad de institución pública descentralizada de
acuerdo a los Decretos Supremos (DDSS) 5083 de 10 de noviembre de 1958 y 21637 de 25 de junio
de 1987; teniendo la calidad de médico empleado sujeto a las disposiciones del Estatuto del Médico
Empleado y de la Carrera Funcionaria aprobada por Resolución Ministerial (RM) 0476 de 1 marzo
de 2003, emitida por el Ministerio de Salud y Deportes.
de que el proceso estaba viciado de nulidad por incompetencia de la Sumariante y del Director del
SEDES de Cochabamba, por cuanto se empleó incorrectamente la normativa legal de la que emerge
la supuesta competencia de dichas autoridades; emitiéndose la RA 03/2010, confirmando la
resolución del recurso de revocatoria y en consecuencia la Resolución inicial que dispone su
destitución.
Aclara que en todo momento e instancia del proceso administrativo interno desconoció la calidad de
autoridad legal de la Sumariante y del Director del SEDES de Cochabamba, afirmando que la Ley
del Ejercicio Profesional Médico, no dispone que la autoridad legal competente para conocer,
substanciar y resolver procesos administrativos internos en los que se vean involucrados médicos
empleados de la seguridad social, sea la Suma riante del SEDES o su Director, mas al contrario, el
art. 4 del DS 28562, establece textualmente que es atribución de la autoridad departamental de
salud, en casos de conflictos surgidos de la práctica profesional, respaldar las intervenciones
profesionales realizadas en acatamiento a las normas y protocolos vigentes o sancionar su
incumplimiento conforme mandan las leyes; adviértase que esta norma en su último párrafo sólo
faculta al SEDES, en su calidad de autoridad departamental de salud, ejecutar las sanciones por
incumplimiento, pero no le faculta conocer y substanciar procesos administrativos incoados contra
médicos empleados de la seguridad social, porque existe diferencia entre substanciar y ejecutar las
sanciones que emerjan de un proceso; ya que el primero significa tramitar un juicio hasta dejarlo en
condiciones de dictar sentencia; y el segundo se relaciona con el procedimiento sancionador que
está inspirado en el procedimiento punitivo, así lo establece el art. 71 de la Ley de Procedimiento
Administrativo (LPA), al señalar que las sanciones administrativas que impongan a las personas
deben estar inspiradas en el principio de procedimiento punitivo, que establece que no se podrá
imponer sanción administrativa alguna a las personas sin la previa aplicación del indicado principio
establecido en esta Ley o en las disposiciones sectoriales aplicables (art. 76 de la LPA); por otra
parte, la Ley del Ejercicio Profesional Médico y el DS 28562, no expresan disposiciones que sean
contrarias al art. 42 del Estatuto del Médico Empleado y de la Carrera Funcionaria, cuando
establecen que la imposición de sanciones establecidas en esta norma se aplicará previo sumario,
cuyo proceso se tramitará en la institución donde presta sus servicios el médico empleado con
participación obligatoria del Colegio Médico Provincial o Departamental en calidad de Presidente,
dos representantes del Consejo Médico Técnico y dos representantes del Organismo Gremial
Médico de la institución.
Finalmente, afirma que el conocimiento y substanciación del proceso administrativo interno no era
competencia de la Sumariante ni del Director del SEDES de Cochabamba, porque su persona no se
encuentra dentro de los alcances del art. 67 del Reglamento de la Responsabilidad por la Función
Pública (DS 23318-A, de 3 de noviembre de 1992); por lo tanto el proceso al que fue sometido
debió substanciarse conforme al art. 42 del Estatuto del Médico Empleado de la Carrera
Administrativa en su condición de médico empleado de la CPS, es decir, en el presente caso la
Sumariante y el Director del SEDES de Cochabamba ejercieron una función que está reconocida a
otra autoridad en aplicación del art. 12 del Reglamento de la Responsabilidad por la Función
Pública y art. 42 del Estatuto del Médico Empleado y de la Carrera Funcionaria, lo que implicaría
usurpación de funciones que no compete a los recurridos y en consecuencia se ocasiona la
vulneración de su derecho al juez natural.
Con los antecedentes descritos, interpone recurso directo de nulidad contra Cándido Muruchi Vidal
y María Eugenia Paniagua Gonzales, Director y Sumariante, respectivamente, del SEDES de
Cochabamba, solicitando la nulidad de las RRAA 03/2010, 04/07, 02/07 y del Auto de inicio de
proceso administrativo interno de 10 de julio de 2007, por vulnerar el art. 122 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 724
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
Como efecto de la citación dispuesta a las actuales autoridades del SEDES de Cochabamba, a través
del memorial presentado el 29 de mayo de 2012, que cursa a fs. 162 vta., se remiten antecedentes
del proceso administrativo interno seguido contra Gustavo Jorge Germán Urenda Tardío y otros.
Guido Sánchez Rojas, Ximena Raquel Asillanez Lazcano y Jonathan Edgardo Arce, Director y
Sumariantes, respectivamente, del SEDES de Cochabamba, formulan alegatos mediante
memorial de 29 de mayo de 2012, que cursa de fs. 789 a 797, señalando lo siguiente: a) Fueron
notificados con el recurso directo de nulidad el 21 el primero, el 22 la segunda y el 18 el tercero,
del indicado mes y año, en su calidad de autoridades recurridas del SEDES de Cochabamba y a
objeto de presentar sus alegatos, acreditan su personería acompañando copias legalizadas del
memorando GOB-URH/127/2011 de 26 de enero, mediante el cual el Gobernador Autónomo
Departamental de Cochabamba designa a Guido Sánchez Rojas, Director del SEDES de
Cochabamba; así como las RRAA 06/2012 y 05/2012 de 6 de enero, a través de las cuales el
indicado Director nombra a Ximena Raquel Asillanez Lazcano y Jonathan Edgardo Arce como
Autoridades sumariantes del SEDES para la gestión 2012; b) De los expedientes sobre procesos
administrativos que cursan en archivos de la entidad, se evidencia que el SEDES de
Cochabamba, substancio proceso administrativo interno contra Bernardo Rolando Claure Vallejo,
César Fidel Soria Arce, Gustavo Jorge Germán Urenda Tardío, Jorge Francisco Sandoval
Castellón, José Carlos Gonzalo Vargas y Tito Grageda Soto, por contravención al Manual de
Transplante Renal aprobado por RM 316 de 29 de mayo de 2006, en la cirugía de trasplante renal
realizada a Javier Cartagena Tórrez, en base a la Auditoría Médica Externa 009/2007 de 26 de
febrero e informe complementario de 26 de junio del mismo año, efectuada por el INASES; c)
Dicho proceso fue tramitado de conformidad a lo previsto por la Ley de Administración y
Control Gubernamental, DS 23318-A, modificado por el DS 26237, la Ley del Ejercicio
Profesional Médico y el DS 28562, concluyendo en primera instancia con la RA 02/07, contra la
cual los procesados interpusieron recurso de revocatoria, que es resuelto mediante RA 04/07, de
25 de septiembre, por la misma Sumariante confirmando la Resolución recurrida, razón por la
cual, interponen recurso jerárquico que es resuelto por RA 03/2010, confirmando lo dispuesto por
la entonces Autoridad sumariante; d) Sobre la competencia del SEDES para tramitar procesos
administrativos en temas de mala práctica médica, citan la Ley del Ejercicio Profesional Médico
por cuanto su art. 1 señala que: “La presente Ley tiene por objeto regular el Ejercicio Profesional
Médico de Bolivia”, a su vez el art. 2 determina que: ”La presente Ley se aplicara en el Sistema
Nacional de Salud conformado por los sectores: públicos, seguridad social, privado sin fines de
lucro y privado con fines de lucro legalmente autorizados”; de la interpretación de estas
disposiciones, de manera categórica se infiere que la citada Ley, es la norma específica para
regular la práctica médica en su relación directa con el paciente y por supuesto de aplicación
preferente a cualquier otra norma; por lo que estamos frente a un marco legal que indica de
manera precisa que esta Ley debe aplicarse con mayor preferencia a los Estatutos del Colegio
Médico de Bolivia, toda vez que es un ente gremial, que si bien es cierto que regula la carrera
sanitaria médica, pero de ninguna manera se puede decir que regula o controla el ejercicio
profesional médico, puesto que para ello se ha promulgado la citada Ley; e) Dentro este
entendido, es relevante citar el Reglamento de la Ley del Ejercicio Profesional Médico, el DS
28562, que torga y reconoce a los nueve Servicios Departamentales de Salud a nivel nacional, la
facultad de iniciar procesos administrativos a los médicos que sean servidores públicos en caso
de mala práctica médica en el cumplimiento de sus funciones, es así que el art. 4.9 taxativamente
señala: ”Es atribución de la Autoridad Departamental de Salud, en casos de conflictos surgidos
de la práctica profesional, respaldar las intervenciones profesionales realizadas en acatamiento a
las normas y protocolos vigentes o sancionar su incumplimiento conforme mandan las leyes”;
marco normativo en cuya aplicación el SEDES de Cochabamba substancio el proceso en el que
fue parte procesada el ahora recurrente, a quien se le sancionó por el no cumplimiento de
protocolos vigentes para realizar un trasplante de riñón, concretamente por la inobservancia de un
análisis de arteriografía que no se hizo y que debió haberse realizado, lo que derivo en una mala
práctica médica perdiéndose un riñón sano de la donante (hermana del paciente), hechos que no
fueron desvirtuados por el recurrente, quien mediante el presente recurso pretende invalidar el
proceso, peor aún pretende invalidar al SEDES, institución que como se ha demostrado es la
única legitimada para el inicio de procesos administrativos internos por indicios de contravención
a normas que rigen la función pública; y, f) Otro argumento entre las innumerables razones
porque el presente recurso debe declararse infundado, es la falta de agotamiento de vías; toda vez
que el recurrente, debió impugnar pidiendo la nulidad del Auto de Apertura de proceso
administrativo en base al art. 35 inc. a) de la LPA que estaba a su alcance, el no haberlo hecho
significa que ha consentido en todo momento la competencia de la autoridad sumariante y
posteriormente la competencia de la autoridad jerárquica, motivo por el que corresponde declarar
infundado el presente recurso por la sencilla razón de que el recurrente no agoto las vías que tenía
a su alcance para invocar la nulidad, toda vez que el recurso directo de nulidad no ha sido
instituido para ser alternativo o paralelo a otros recursos sea en la vía judicial o administrativa.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. A fs. 166, cursa nota SEDES DIR. INST. 02/07 de 5 de julio de 2007, emitido por el
Director SEDES de Cochabamba, mediante el que se instruye a la Sumariante de esa entidad,
iniciar proceso administrativo interno contra Rolando Claure Vallejo, César Fidel Soria Arce,
Gustavo Jorge Germán Urenda Tardío, Jorge Francisco Sandoval Castellón, José Carlos Gonzalo
Vargas Rivas y Tito Grageda Soto, médicos de la Caja Petrolera de Salud, en mérito al informe
de auditoría externa e informe complementario efectuado por el INASES, dependiente del
Ministerio de Salud y Deportes.
II.2. De fs. 191 a 196, cursa informe de auditoría médica externa 009/2007 de 26 de febrero,
efectuada por el INASES, a la cirugía de transplante de riñón practicada al paciente Javier
Cartagena Tórrez en el Hospital Setton de Cochabamba el 30 de octubre de 2006, cuyas
conclusiones estableció que en la citada cirugía no se cumplieron dos requisitos mayores
establecidos en el Manual de Trasplante Renal que derivó en una cirugía fallida de trasplante
renal, recomendando en consecuencia que esta auditoría se constituya en el documento técnico
administrativo para la apertura del proceso interno administrativo en el SEDES de Cochabamba,
contra el equipo médico que practicó esta cirugía del cual formó parte el ahora recurrente.
II.3. A fs. 264, cursa Auto de apertura de proceso administrativo interno pronunciado por María
Eugenia Paniagua, Sumariante del SEDES de Cochabamba, Resolución que dispone la
organización de proceso administrativo interno contra los médicos de la CPS, Rolando Claure
Vallejo, César Fidel Soria Arce, Gustavo Jorge Germán Urenda Tardio, Jorge Francisco
Sandoval Castellón, José Carlos Gonzalo Vargas Rivas y Tito Grajeda Soto miembros del equipo
de transplante renal practicado al paciente Javier Cartagena Tórrez, por presumirse la existencia
de indicios de contravención al Manual de Transplante Renal aprobado por RM 0316 de 29 de
mayo de 2006.
II.4. De fs. 268 a 269 vta., cursa memorial de 16 de julio de 2007, presentado por el ahora
recurrente, mediante el que se apersona ante la Autoridad sumariante del SEDES de
Cochabamba, asumiendo su defensa y solicitando se regularice el procedimiento, alegando que
antes de la auditoría externa base del proceso, debió realizarse una auditoría interna en sujeción al
art. 16 del DS 28562; requerimiento que fue rechazado por Auto de 25 de julio de 2007 (fs. 272 y
vta.).
II.7. De fs. 312 a 313, cursa acta de declaración informativa prestada por el recurrente, quien se
limitó a explicar los hechos acontecidos el día de la cirugía, sin cuestionar en ningún momento la
competencia de la Autoridad sumariante; actuado procesal al que concurrió asistido por su
abogada.
II.8. De fs. 359 a 362, cursa RA 02/07 de 7 de septiembre 2007, pronunciada dentro del proceso
administrativo interno, de cuya parte resolutiva se establece que el ahora recurrente fue
sancionando con la destitución de sus funciones como médico del Hospital Elizabeth Settón
dependiente de la CPS.
II.9. Por memorial de 13 de septiembre de 2007, los procesados (entre ellos el ahora recurrente)
interponen recurso de revocatoria contra la RA 02/07, entre cuyos fundamentos se advierte que se
cuestiona la competencia de la Autoridad sumariante del SEDES de Cochabamba entre otros
aspectos de forma y fondo del proceso administrativo. Recurso que es resuelto por la citada
Autoridad sumariante mediante RA 04/07 de 25 de septiembre de 2007, ratificando la Resolución
recurrida (fs. 387 a 394 y. 405 a 406).
El recurso directo de nulidad previsto en el art. 157 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP), ha sido instituido por el legislador para el resguardo de la garantía
constitucional prevista en el art. 122 de la CPE, precepto que establece: ”Son nulos los actos de las
personas que usurpen funciones que no les compete, así como los actos de las que ejercen
jurisdicción o potestad que no emane de la ley”; proporcionando un mecanismo jurisdiccional
reparador contra todo acto o resolución sea judicial o administrativa pronunciado sin jurisdicción ni
competencia. A este objeto el citado art. 157 de la LTCP, desarrolla los presupuestos jurídicos de
este recurso disponiendo expresamente que:
“I. Procede el Recurso Directo de Nulidad contra todo acto o resolución de quien usurpe funciones
que no le competen, así como contra los actos de quien ejerza jurisdicción o potestad que no emane
de la ley.
II. También procede contra las resoluciones dictadas o actos realizados por autoridad judicial que
esté suspendida en sus funciones o hubiere cesado”.
Considerando que la configuración, así como la naturaleza jurídica del instituto jurídico en análisis,
no sufrió modificación alguna en relación al anterior texto constitucional y la Ley del Tribunal
Constitucional; concluimos que el recurso directo de nulidad, se configura como una acción
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 728
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
El art. 35.I de la CPE, establece que: “El Estado, en todos sus niveles, protegerá el derecho a la
salud, promoviendo políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida, el bienestar
colectivo y el acceso gratuito de la población a los servicios de salud”.
A su vez; el art. 36.II de Ley Fundamental, imperativamente previene que: “El Estado controlará
el ejercicio de los servicios públicos y privados de salud, y lo regulará mediante la ley”.
Por su parte, el art. 39.I de la CPE, indica que: “El Estado garantizara el servicio de salud público
y reconoce el servicio de salud privado; regulará y vigilara la atención de calidad a través de
auditorías médicas sostenibles que evalúen el trabajo de su personal, la infraestructura y el
equipamiento, de acuerdo con la ley”. El parágrafo II, determina que: “La ley sancionará las
acciones u omisiones negligentes en el ejercicio de la práctica médica” (negrillas añadidas).
Del marco constitucional desglosado, inferimos que en nuestro ordenamiento jurídico, la salud es
un derecho fundamental que amerita su resguardo prioritario cuando se encuentra en conexidad
con el primigenio derecho a la vida, especialmente en los casos de personas vulnerables de la
población, como son los niños, las personas con discapacidad, de tercera edad y los enfermos
terminales; de ahí que el Estado se constituye en el mayor garante y contralor de este derecho;
en cuya virtud los titulares de este derecho pueden exigir a los órganos del Estado que
establezcan condiciones óptimas para su ejercicio, por cuanto el derecho a la salud no implica
simplemente adoptar medidas o políticas preventivas contra una enfermedad, sino el derecho a la
existencia con calidad de vida. En este entendido cuando una entidad pública o particular tiene a
su cargo la prestación de este servicio se encuentra obligada a ejercer con responsabilidad la
práctica médica, cumpliendo a tal efecto con toda la normativa reglamentaria emitida por la
autoridad de salud, pues con su inobservancia se coloca en peligro otros derechos fundamentales,
como la vida, la dignidad humana y esencialmente la integridad física; por esta razón el Estado
esta impelido a adoptar mecanismos que controlen y sancionen la mala praxis médica.
A su vez, el art. 39.II de la CPE, establece: 'La ley sancionara las acciones u omisiones
negligentes en el ejercicio de la práctica médica'.
Por otro lado, el art. 113.I de la Ley Fundamental manifiesta: 'La vulneración de los derechos
concede a las victimas el derecho a la indemnización reparación y resarcimiento de daños y
perjuicios en forma oportuna'.
Cuando se violan las normas del adecuado ejercicio profesional, queda configurada la mala-
praxis. Bajo dicha premisa, el BlacK´s Law Dictionary define la mala praxis como: 'La omisión
por parte del médico, de prestar apropiadamente los servicios a que está obligado en su relación
profesional con su paciente, omisión que da por resultado cierto perjuicio a este'. Así, la mala
praxis tiene dos partes esenciales: una, que el médico deje de cumplir con su deber, y otra que,
como consecuencia de ello, cause un perjuicio definido al paciente. Resulta difícil involucrar
dentro de una fórmula general toda forma de conducta inadecuada, pero lo cierto es que el no
ceñirse a las normas esperadas derivándose de ello un perjuicio hace al médico legalmente
responsable de su conducta y de los daños ocasionados. Y en esto, la relación directa ejerce
poderosa influencia sobre el paciente ya que, cuanto más estrecha es ésta, percibiendo el
paciente la preocupación del médico por su bienestar, tanto más improbable será que se
demande por daños y perjuicios a pesar de sentirse insatisfecho con el resultado del tratamiento.
En ese entendido, centrando la atención en los centros hospitalarios, sean públicos o privados,
estos se encuentran en el deber de cuidar y otorgar el mejor trato médico especializado y
asistencia general, a los menores de edad, sin distinción alguna, brindando la atención oportuna
y cuidadosa en la salud del menor, lo que implica como se tiene señalado precedentemente que
debido a la relación médico paciente, donde éste ultimo deposita su confianza al médico que
cumplirá su rol a cabalidad, se somete a las recomendaciones médicas, no pudiendo admitirse
que debido a un descuido culposo o doloso del galeno, sobrevenga un perjuicio en la salud del
paciente, toda vez que de darse esta penosa situación estaría incurriéndose en una mala práctica
médica, ya que el médico deja de cumplir con su deber y como consecuencia de ello, deviene el
perjuicio o menoscabo en la salud del paciente'”.
Del razonamiento desglosado, podemos inferir que el Estado boliviano al tener fines, principios y
valores explícitamente determinados en la Ley suprema del ordenamiento jurídico
complementada por el bloque de constitucionalidad que conforman los Tratados y Convenios de
carácter internacional en materia de Derechos Humanos, tiene la ineludible obligación de
garantizar y controlar la salud pública y en su caso sancionar las acciones negligentes de la
práctica médica a través de sus órganos operativos inmersos en este servicio, dotándoles de
instrumentos legales que viabilicen esta función.
Considerando que la pretensión del recurrente, es la nulidad del proceso administrativo disciplinario
al que fue sometido por el SEDES de Cochabamba por contravención al Manual de Trasplante
Renal, alegando falta de competencia de las autoridades ahora recurridas, corresponde analizar y
establecer si estas autoridades tenían o no competencia para substanciar el citado proceso
administrativo interno; a este objeto en principio conviene dejar establecido que el DS 25233 de 27
de noviembre de 1998, vigente por la Disposición Transitoria Décima segunda de la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización, establece el funcionamiento, organización y atribuciones de los
Servicios Departamentales de Salud cuyo art. 3 inc. a), previene que el SEDES en cada
Departamento tienen como misión institucional ejercer como autoridad de salud en el ámbito
departamental.
Por su parte el art. 2 del Código de Salud (CS) establece que: “La salud es un bien de interés
público, corresponde al Estado velar por la salud del individuo, la familia y la población en su
totalidad”; el art 3 de este mismo Código previene que: “Corresponde al poder ejecutivo a través del
Ministerio de Prevención Social y Salud Pública, al que este Código denominara autoridad de salud,
la definición de la política nacional de salud, la normacion, planificación, control y coordinación de
todas las actividades en todo el territorio nacional, e instituciones públicas y privadas sin excepción
alguna”.
El art. 10 del CS, a su vez expresamente señala que: “Toda persona natural o jurídica queda sujeta a
los mandatos de este Código, sus Reglamentos y de las disposiciones generales o particulares
ordinarias o de emergencia que dicte la autoridad de salud”.
Prosiguiendo con el desarrollo del marco normativo en el ámbito de la salud; la Ley del Ejercicio
Profesional Médico que tiene por objeto regular el ejercicio profesional médico de Bolivia; en su
art. 2 determina que: “La presente ley se aplicara en el Sistema Nacional de Salud conformado por
los sectores: Público; Seguridad Social; Privado sin fines de lucro y Privado con fines de lucro
legalmente autorizados”.
Complementando esta disposición el art. 4.9 del DS 28562, precepto Reglamentario de la Ley del
Ejercicio Profesional Médico, previene que: “Es atribución de la Autoridad Departamental de
Salud, en casos de conflictos surgidos de la práctica profesional respaldar las intervenciones
profesionales realizadas en acatamiento a las normas y protocolos vigentes o sancionar su
incumplimiento conforme mandan las leyes” (las negrillas son nuestras).
Del marco legal precedente, se infiere que el SEDES de Cochabamba, es una entidad pública, ahora
dependiente del Ministerio de Salud y Deportes, que se constituye en la máxima autoridad de salud
en este Departamento, por ende sometida a la Ley de Administración y Control Gubernamentales y
sus Decretos Reglamentarios; en este contexto por previsión del art. 9 del DS 28562, el SEDES de
Cochabamba, en su condición de máxima autoridad de salud tiene atribuciones para sancionar el
incumplimiento de normas emergentes de la práctica médica profesional, alcanzando esta atribución
a todo el Sistema Nacional de Salud conformado por los sectores público, seguridad social y los
entes privados con fines de lucro o sin fines de lucro debidamente autorizados, de acuerdo a la
previsión contenida en el art. 2 de la Ley del Ejercicio Profesional Médico; es decir, que su ámbito
de jurisdicción alcanza a toda actividad donde se despliegue el ejercicio profesional médico sea en
el orden público o privado.
los Servicios Departamentales de Salud en mérito a las disposiciones descritas, tienen competencia
para conocer y substanciar procesos disciplinarios por mala praxis médica en todo el sistema de
salud sean estos de carácter público o privado; así como los profesionales médicos inmersos en el
sistema de seguridad social.
En el caso presente, el recurrente acusa de nulidad por falta de competencia, las Resoluciones
Administrativas pronunciadas por el Director y la Autoridad sumariante del SEDES de
Cochabamba, como emergencia de un proceso administrativo interno que substanciaron en su
contra, por la presunta vulneración al Manual de Trasplante Renal aprobado por RM 0316, en la
cirugía de trasplante renal practicada a Javier Cartagena Tórrez, en cuya intervención quirúrgica, el
ahora recurrente, fue parte del equipo.
Precisados los actos administrativos cuya nulidad pretende el recurrente; de los antecedentes
acumulados en el proceso, se puede constatar que en base a una auditoría médica externa realizada
por el INASES, la Autoridad sumariante del SEDES de Cochabamba, por Auto de 10 de julio de
2007, inicia proceso administrativo interno contra los médicos Rolando Claure Vallejo, César Fidel
Soria Arze, Gustavo Jorge Germán Urenda Tardío, Jorge Francisco Sandoval Castellón, José Carlos
Gonzalo Vargas Rivas y Tito Grajeda Soto, por indicios de contravención al Manual de Trasplante
Renal, aplicando a este efecto la Ley del Ejercicio Profesional Médico, el DS 28562, la Ley de
Administración y Control Gubernamentales y sus Decretos Reglamentarios -DS 23318-A de 3 de
noviembre de 1992 modificado por el DS 26237 de 29 de junio de 2001-.
Establecida la normativa legal aplicada al caso por las autoridades ahora recurridas y contrastada
con la desglosada en los Fundamentos Jurídicos III.2 y III.3, se tiene que una vez determinada la
presunta responsabilidad administrativa del recurrente y otros profesionales médicos de la CPS
(traducida en la vulneración del Manual de Trasplante Renal practicada a Javier Cartagena Tórrez),
a través de una auditoria médica externa; se inicia proceso administrativo interno a cargo de la
Autoridad sumariante que fue designada por la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) del SEDES de
Cochabamba, mediante RA 01/07 de 2 de enero de 2007, en aplicación del art. 1 del DS 26237, lo
que permite inferir que esta autoridad al iniciar proceso interno contra el recurrente actuó con la
competencia que le confiere los arts. 2 de la Ley del Ejercicio Profesional Médico; art. 4.9 del DS
28562 y los arts. 12. I inc. a) y 21 incs. a) y c) del DS 23318-A modificado por el DS 26237;
preceptos que le permiten conocer y substanciar procesos internos por mala praxis médica, vale
decir, que el proceso administrativo motivo del presente recurso, fue substanciado por las
autoridades legalmente competentes como son la sumariante y el Director del SEDES de
Cochabamba, sin incurrir en la vulneración del art. 122 de la CPE, como sostuvo el recurrente;
quien en su concepto debió ser sometido a proceso en los alcances del art. 42 del Estatuto del
Médico Empleado y de la Carrera Funcionaria con la participación obligatoria del Colegio Médico
Departamental y en la institución donde presta servicios; precepto que no resulta aplicable, en razón
a los alcances de carácter general que tiene la Ley del Ejercicio Profesional Médico y su Decreto
Reglamentario 28562 de 22 de diciembre de 2005, lo contrario implicaría vulnerar la jerarquía
normativa prevista en el art. 410.II de la CPE; máxime si esta normativa regula el derecho a la salud
que constituye un derecho fundamental cuya garantía es de exclusiva responsabilidad del Estado.
POR TANTO
ambas de 2007 y del Auto de inicio de proceso administrativo interno de 10 de julio del citado año,
dictados por el Director y la Autoridad Sumariante del SEDES de Cochabamba.
No interviene la Magistrada, Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños, por ser de voto disidente.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA PLENA
Magistrada: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Recurso directo de nulidad
Expediente: 2010-22329-45-RDN
Departamento: Cochabamba
Partes: Gustavo Jorge Germán Urenda Tardío contra Cándido
Muruchi Vidal y María Eugenia Paniagua Gonzales,
Director y Sumariante, respectivamente del Servicio
Departamental de Salud (SEDES) de Cochabamba,
demandando la nulidad de las Resoluciones
Administrativas (RRAA) 03/2010 de 30 de julio; 04/07
de 25 de septiembre; 02/07 de 7 de septiembre, y del
Auto de inicio de proceso administrativo interno de 10
de julio del citado año.
La suscrita Magistrada expresa su disidencia con lo resuelto por la SCP 0486/2012 de 4 de julio, por
los siguientes fundamentos de orden constitucional y legal.
El recurrente denuncia que las autoridades recurridas actuaron sin competencia, al sustanciar un
proceso administrativo en su contra, aplicando erróneamente las normas de la Ley 3131 y del
Decreto Supremo (DS) 28562, y que correspondía que sean procesados conforme al Estatuto del
Médico Empleado, así como por las normas que regulan la carrera funcionaria.
I. Ahora bien, ésta jurisdicción constitucional, respecto al recurso directo de nulidad, ha señalado
que para que proceda la impugnación mediante el recurso de nulidad de los actos o resoluciones
de las autoridades, existen dos supuestos jurídicos: “…1) la usurpación de funciones que no le
competen, debiendo entenderse por tal el ejercicio de una función sin tener título o causa
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 733
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
legítima para ello; lo que significa el ejercicio ilegítimo, por parte de un funcionario o
autoridad, de una función que le está reconocida a otra autoridad o funcionario; o estándole
reconocida a él, ya expiró su periodo de funciones o está suspendido del ejercicio de las mismas
por algún motivo legal; 2) el ejercicio de una jurisdicción o potestad no asignada por la
Constitución o la Ley; debiendo entenderse por tal, el que una persona o funcionario asuma una
jurisdicción o ejerza una competencia que no le ha sido asignada por el ordenamiento jurídico,
es decir, ejerza una jurisdicción o competencia inexistente en el ordenamiento jurídico” (SC
0020/2004 de 4 de marzo). Configuración reiterada en las normas del art. 157 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTC).
II. En el presente caso, conforme al Fundamentos Jurídicos III.3. de la SCP 0486/2012, ha sido
determinado que se deberán aplicar las normas del DS 23318-A Reglamento de Responsabilidad
por la Función Pública, modificado por el DS 26237, para la sustanciación del proceso
administrativo seguido contra el recurrente y otros; ahora bien, las normas previstas por el art. 21
del DS 23318-A, prevén que los procesos disciplinarios deben ser tramitados por el sumariante, y
el sumariante de cada entidad es la autoridad legal competente, conforme al mismo artículo.
Lugo, tenemos que el art. 12 del DS 23318-A modificado por el DS 26237, determina que la
autoridad legal competente es la prevista en las normas específicas de la entidad, o el servidor
público designado por el máximo ejecutivo en la primer semana hábil de cada año; sólo en caso
de ciertos funcionarios, esa competencia le ha sido asignada al máximo ejecutivo de la entidad
que ejerce tuición; empero, no es el caso del asunto presente.
En esa perspectiva, aplicando esas normas para el procesamiento del recurrente, por su calidad de
funcionario de la Caja Petrolera, la autoridad sumariante y autoridad legal competente, es la
prevista por su norma específica o el funcionario designado en la primera semana del año por el
máximo ejecutivo de la Caja petrolera; cualidades que no tiene la autoridad sumariante del
SEDES ni su Director departamental, debiendo por ello ser declarada nulas las resoluciones
impugnadas; que fueron emitidas por autoridades, y que no tienen competencia para sustanciar
los procesos administrativos llevados contra los funcionarios de la Caja Petrolera de
Cochabamba.
735
736
Autos de Enmienda, Complementación y Ampliación
737
738
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_____________ENMIENDA, COMPLEMENTACIÓN Y AMPLIACIÓN
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I. Contenido de la Solicitud
La acción de amparo constitucional, fue presentada debido a que la Sala Plena de la Corte
Suprema -hoy Tribunal Supremo de Justicia- a tiempo de emitir el Auto Supremo 102/2011 de 7
de abril, no fundamentó su decisión con el Decreto Supremo 29527 de 23 de abril de 2008, el
cual no crea, ni modifica tributos, pero aclara el alcance de la Ley 843 de 20 de mayo de 1986,
respecto al rubro de transporte de hidrocarburos, omitiendo la aplicación del derecho positivo
pertinente, situación que lesiona el derecho al debido proceso.
En ese sentido, solicita se explique y complemente respecto a la violación del debido proceso en
relación a la aplicación del DS 29527 en el Auto supremo impugnado.
Consecuentemente éste, se encuentra instituida como un medio por el que la parte accionante o la
parte demandada, pueden solicitar al Tribunal Constitucional Plurinacional la explicación de
algún concepto oscuro, corrija errores materiales o subsane alguna omisión de la sentencia,
declaración o auto que hubiere dictado al resolver los asuntos de su competencia, lo que significa,
que no son medios para que este Tribunal cambie su decisión en el fondo tal como prescribe
la normativa constitucional.
Por consiguiente, al no estar contemplada la solicitud del peticionante dentro de los alcances que
prevé el art. 45 de la LTCP, no corresponde realizar la explicación y complementación solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00307-2012-01-AAC
Departamento: La Paz
I. DE LA ENMIENDA
En ese sentido, revisado el expediente 00307-2012-01-AAC, este Tribunal detectó un error involuntario
en la parte resolutiva, al consignar en ésta “Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia del
Distrito Judicial de La Paz”, cuando en realidad corresponde Sala Civil Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz; consiguientemente, este Tribunal de oficio procede a la
enmienda del citado error.
POR TANTO
Se hace constar que el presente ECA, es emitido el 26 de julio de 2012, debido a que la
Magistrada Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez, se encontraba declarada en Comisión Oficial.
743
744
CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD
TUTELAR
745
746
Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Revisión de
Acciones de Defensa
747
748
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 02/10 de 29 de enero de 2010, cursante de fs. 210 a 213, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Adriana Cecilia Morales de
Serrano en representación de la Sociedad Accidental “Consorcio Tiseco” contra José Hernán
Orellana Escalera, Oficial Mayor Técnico del Gobierno Autónomo Municipal de
Cochabamba.
Luego de una convocatoria pública nacional -la tercera- efectuada por el Gobierno Municipal de
Cochabamba, destinada a la construcción del Hospital del Niño en su fase II (obra fina), tras el
proceso de valoración y calificación técnica, por Resolución 15/2008-09 de 29 de julio de 2009,
el Responsable del Proceso de Contratación Hernán Orellana Escalera, adjudicó la licitación en
favor del “Consorcio Tiseco”, disponiendo se proceda conforme a las normas del Decreto
Supremo (DS) 29190 de 11 de julio de 2007, requiriendo el Director de Contrataciones de Bienes
y Servicios de la Alcaldía por nota 208/2009, a la empresa adjudicada, la entrega de toda la
documentación detallada e inventariada en el plazo de diez días, a efectos de proceder a la firma
del contrato, habiendo entregando dicha documentación el 19 de agosto de 2009.
Añade que, el fundamento para dicha anulación, es un informe legal de personal del Concejo
Municipal, que establece la concurrencia de un supuesto impedimento legal, para que el
“Consorcio Tiseco” como sociedad comercial participe en procesos de contratación con el
Estado, óbice previsto en los arts. 22 inc. d) del DS 29190 y 110 del Código Tributario Boliviano
(CTB), normas que restringen el derecho a participar en licitaciones públicas, a quienes tengan
deudas con el Estado.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 749
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Sin embargo, la Resolución anulatoria tendría dos efectos: “1° Que se deje sin efecto la
adjudicación a favor de la sociedad accidental o de cuentas por participación TISECO y que se la
prive de suscribir el respectivo contrato de obra para llevar adelante las obras del Hospital del
Niño. 2° Que en la nueva calificación que surgirá de la ilegal anulación, no se considere a
TISECO en la calificación, bajo el argumento de que el señor AMABLE SERRANO tiene
deudas (supuestas) con el Estado” (sic).
Agrega que, conforme el art. 12.11 de la Ley de Municipalidades (LM), el ente facultado para
aprobar o rechazar la suscripción de contratos es el Concejo Municipal y que tanto los
antecedentes del rechazo como todo lo obrado, no ha sido valorado por el Pleno del Concejo
Municipal, a efectos de pronunciar la resolución anulatoria, constituyendo un acto ilegal esgrimir
una supuesta consideración del Concejo Municipal, cuando éste ni siquiera tuvo conocimiento en
el Pleno la aprobación o rechazo de la suscripción del contrato.
Indica que la aplicación del art. 110 del CTB, constituye un acto ilegal, porque la potestad de
adoptar medidas coactivas corresponde sólo a la Administración Tributaria, no pudiendo José
Hernán Orellana Escalera disponer una medida coactiva; asimismo, al aplicar el art. 22 del DS
29190, se ha arrogado una competencia que no le corresponde, pues conforme los certificados de
solvencia que se adjuntó al proceso de contratación no existen obligaciones tributarias pendientes
por parte del “Consorcio Tiseco” con el Estado, confundiendo la Resolución anulatoria a la
asociación accidental con una persona natural.
Finalmente, señala que los hechos en los que se apoya la Resolución anulatoria no se encontraban
en el proceso de contratación, sumado a que las deudas que tuviese Gonzalo Amable Serrano son
discutidas en proceso contencioso tributario, que no cuenta con sentencia ejecutoriada; en
consecuencia no se ha desvirtuado la legalidad o la validez del proceso de contratación, siendo
sólo una excusa para inhabilitar al “Consorcio Tiseco” sin justa causa y así evitar la suscripción
del contrato.
Señala como vulnerados los derechos a la “seguridad jurídica”, al trabajo, y al debido proceso,
del Consorcio que representa citando al efecto los arts. 9 incs. 2) y 5), 14.IV, 47 y 115.II de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 29 de enero de 2010, según consta del acta cursante de fs. 237 a
238 vta., se produjeron los siguientes actuados:
sobre la solicitud que realizó el Ejecutivo Municipal para la suscripción del contrato; y, c) En
relación a la falta de personería señala que los arts. 365 y 367 del Código de Comercio (Ccom),
establecen que las asociaciones accidentales no cuentan con personalidad jurídica y son los
asociados quienes determinan quien va ejercer su representación, solicitando se declare
“procedente” la acción y se conceda la tutela.
José Hernán Orellana Escalera por memorial cursante de fs. 132 a 134, presenta informe escrito,
el mismo que leído en su integridad en audiencia pública sostiene los siguientes extremos: 1)
Conforme escritura pública de 9 de julio de 2009, el “Consorcio Tiseco”, está conformado por la
“Constructora Tierra C.T.”, “ECOWAZ Ltda.” y la empresa “SERRANO”, luego de haberse
cumplido con los procedimientos que establecen las Normas Básicas del Sistema de
Administración de Bienes y Servicios, se le adjudicó la obra Construcción del Hospital del Niño-
Fase II, restando tan sólo que el Concejo Municipal en cumplimiento del art. 12.11 de la LM,
pronuncie la resolución de autorización para la firma y suscripción del contrato; 2) La Gerencia
Distrital de Grandes Contribuyentes (GRACO) de Cochabamba, del Servicio de Impuestos
Nacionales (SIN) por “CITE SIN/GGC/DTJCC/UTC/NOT/104/2009” comunicó al Alcalde que
al contribuyente Gonzalo Amable Serrano, propietario del 55% de acciones del “Consorcio
Tiseco” debía retenérsele un equivalente de UFV3 721 028.- “tres millones setecientos veintiún
mil veintiocho 00/100 unidades de fomento a la vivienda”, antecedente con el cual la Unidad
Legal del Concejo Municipal emite informe fijando la posición en sentido de que debía
procederse a la anulación del proceso de contratación hasta el vicio más antiguo, ello porque uno
de sus miembros se encuentra impedido de participar en procesos de contratación, por
determinación de los arts. 22 inc. d) del DS 29190 y 110 del CTB, posición que se adoptó a
tiempo de emitir la RA 6/2009-10; 3) Adriana Cecilia Morales de Serrano, acompañando el poder
notarial 482/2008 de 7 de agosto, pretende asumir la representación del “Consorcio Tiseco”, lo
cual no es cierto toda vez que el aludido poder sólo ha sido otorgado por la empresa “ECOWAZ
Ltda.”, afirmando de manera reiterada que la empresa a la que representa seria la empresa líder
del “Consorcio Tiseco”, suponiendo de forma equivocada que al representar a la empresa
“ECOWAZ Ltda.” representa al “Consorcio Tiseco” lo cual es falso; 4) El liderazgo técnico-
administrativo que refiere Adriana Cecilia Morales de Serrano, es sólo un convenio interno
establecido entre los socios del “Consorcio Tiseco”, quienes en la cláusula séptima del contrato
de constitución acordaron que su representación se ejercitaría a través de un poder notariado,
otorgando al efecto el poder 212/2009, el cual no faculta a la mandante interponer recursos
constitucionales, incumpliendo con el art. 129.I de la CPE; y, 5) La empresa “ECOWAZ Ltda.”
representada por Adriana Cecilia Morales de Serrano al solicitar se restablezcan derechos y
garantías, no se refiere a los derechos y garantías del “Consorcio Tiseco” sino a los de
“ECOWAZ Ltda.”, incumpliendo la demanda con los requisitos de forma y contenido que exige
el art. 97 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), por lo que solicita “RECHAZAR y/o
declarar improcedente” (sic) la acción.
Juan Wálter Rocha Anna y Waldo Elvio Guillen Vásquez en mérito al testimonio 29/2010 de 25
de enero, se apersonan en representación de Gonzalo Eberto Lema Vargas, Clemencia Orellana
Vela, Gretzel Guisel Vidaurre Baldiviezo, Paulina Ana Pinto Gonzales, Gonzalo Gabriel
Terceros Rojas, Roberto Carlos Wálter Requena Urioste, José Antonio Molina Zeballos, Mónica
Gamarra Giese, Víctor Calderón Cruz y Francisco Javier Guillermo Cremen Torrico, Concejales
del Gobierno Autónomo Municipal de Cercado del departamento de Cochabamba y por
memorial cursante de fs. 140 a 141, presentaron informe escrito en nombre de sus mandantes,
manifestando: i) El 7 de septiembre de 2009, por Cite 1016/09 el Alcalde remitió al Concejo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 751
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Mario Jorge Jerez Calle, en mérito al testimonio 75/2010 de 18 de enero, se apersona en nombre
de Wálter Saavedra Aracena, representante y Administrador de la Sociedad Accidental S y G, y
en audiencia pública presenta informe escrito, cuyos aspectos relevantes son: a) El “Consorcio
Tiseco” se ha constituido por escritura pública 512/2009 de 9 de julio, estableciendo en su
cláusula tercera el objeto para el que fue creado, en igual forma en su cláusula séptima establecen
que su representación estará a cargo de Adriana Cecilia Morales de Serrano; sin embargo la
apoderada no ha acreditado su personería, ello porque el poder 482/2008 de 7 de agosto, no es
suficiente, sumado al hecho de que la fecha de su otorgación es anterior a la constitución del
“Consorcio Tiseco”; b) La acción de amparo constitucional debe interponerse por la persona que
se crea afectada o por otra a su nombre con poder suficiente, y en el caso Adriana Cecilia
Morales de Serrano como representante de “ECOWAZ Ltda.”, no tiene legitimación activa; y, c)
La RA de Anulación 6/2009 de 12 de octubre, dictada por Hernán Orellana Escalera esta prevista
en el art. 13 inc. g) del DS 20190, que faculta al responsable del proceso de contratación en
licitaciones públicas, anular el proceso en base a justificación técnica y legal, en el presente caso
Gonzalo Amable Serrano como propietario de la Empresa Constructora Serrano, socio del
Consorcio Tiseco, tendría deudas tributarias con el Estado, por lo que la Resolución de anulación
no ha restringido ni suprimido derecho alguno, solicitando se deniegue la acción de amparo
constitucional.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituido en Tribunal de garantías, por Resolución 02/10 de 29 de
enero de 2010, cursante de fs. 210 a 213, concede la tutela demandada, disponiendo la anulación
de la RA 6/2009 y que la Comisión Primera de Desarrollo Económico - Financiero,
Administrativo y Jurídico emita el dictamen que corresponda y ponga a conocimiento del pleno
del Concejo Municipal, en merito a los siguientes fundamentos: a) Respecto de la legitimación
activa observada por la autoridad demandada, el “Consorcio Tiseco” no está sujeto a
formalidades ni requisitos de otras sociedades comerciales, toda vez que no cuenta con personería
propia, pudiendo ser representada por cualquiera de sus socios, conforme los arts. 175, 365, 366
y 371 del Ccom., siendo asociaciones que pueden señalar una empresa líder que las represente, y
conforme a la Cláusula Décima de su escritura de constitución el liderazgo técnico y
administrativo de la sociedad está a cargo de la Empresa “ECOWAZ Ltda.”, la cual es
representada por Adriana Cecilia Morales de Serrano, quien tiene plena facultad para iniciar la
presente acción tutelar; b) La Resolución de adjudicación conforme al art. 12.11 de la LM, fue
remitido a la Comisión Primera del Concejo Municipal, instancia que solicitó el informe técnico
legal, elaborado por los abogados Waldo Elvio Guillen Vasquez y Juan Wálter Rocha Anna
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 752
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Por convocatoria pública nacional el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, emite
la licitación pública 15/2008, cuyo objeto de contratación es la Construcción del Hospital del
Niño Fase II (obra fina), y cumpliendo procedimiento de ley, José Hernán Orellana Escalera,
Responsable de Procesos de Contratación del municipio de Cochabamba, en merito a la
recomendación contenida en el Cite U.C.C. 100/09 de 20 de julio de 2009, evacuada por la
Comisión de Calificación, emite la Resolución de Adjudicación 15/2008-09 de 29 de julio de
2009, por el que se adjudica la licitación pública nacional 15/2008, en favor del “Consorcio
Tiseco”, remitiendo la empresa adjudicada para dicho fin, toda la documentación señalada en el
documento base de Contratación al Director de Contratación de Bienes y Servicios del Gobierno
Autónomo Municipal de Cochabamba, conforme se tiene del “CITE CONTSE 001, recepcionada
el 19 de agosto de 2009” (fs. 39, 40 a 44, 45 a 49 y 53 a 55).
II.4. El 12 de octubre de 2009, José Hernán Orellana Escalera - Responsable de Contratación del
municipio de Cochabamba, emite la RA de Anulación 06/2009-10, por la cual se Resuelve:
“ARTICULO UNICO.- ANULARSE el Proceso de Licitación Pública Nacional No. 15/2008
Proyecto: CONSTRUCCION HOSPITAL DEL NIÑO - Tercera Convocatoria con CUCE
No. 08.1301-00-112598-3-1, hasta el vicio más antiguo (HASTA EL VICIO MAS ANTIGUO
QUE IMPLICA LA INSTANCIA DE LA CALIFICACION)” (sic), Resolución que fue
dictada en mérito al informe U.C.C. 166/09 de 28 de octubre, elaborado por la Comisión de
Calificación y la Comunicación Interna 443/09 dictada por Waldo Elvio Guillen Vasquez con el
visto bueno Juan Wálter Rocha Anna, Director de la Unidad Legal del órgano deliberante, y que
al ser impugnada por la representante del “Consorcio Tiseco” mediante recurso jerárquico, es
rechazada por la Oficialía Mayor Técnica del Municipio de Cochabamba, manifestando que
contra la Resolución de anulación y conforme al art. 41 del DS 29190, no procede medio de
impugnación alguno (fs. 58 al 61 y 62 al 66).
Esta acción tutelar constituye un proceso constitucional de carácter extraordinario, cuyo objeto es
obtener la protección jurisdiccional, cuando los derechos y garantías fundamentales consagrados
en la Constitución Política del Estado y las leyes, son restringidos, suprimidos o amenazados de
restricción y supresión por parte de particulares o funcionarios públicos, siempre que no hubiere
otro medio o recurso legal para su protección.
En ese sentido y precisando sus alcances y finalidad el art. 128 de la CPE, establece que: “La
Acción de Amparo Constitucional, tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de
los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no
exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados".
“Artículo 1. La presente ley regula los sistemas de Administración y de Control de los recursos
del Estado y su relación con los sistemas nacionales de Planificación e Inversión Publica, con el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 754
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
objeto de: …
(…)
(…)
Artículo 27. Cada entidad del Sector Publico elaborara en el marco de las normas básicas
dictadas por los órganos rectores, los reglamentos específicos para el funcionamiento de los
sistemas de administración y Control Interno regulados por la presente Ley y los Sistemas de
Planificación e Inversión Pública. Corresponde a la máxima autoridad de la entidad la
responsabilidad de su implantación. Al efecto: …”
Por otro lado el DS 181 de 28 de junio de 2009, sobre Normas Básicas del Sistema de
Administración de Bienes y Servicios, que abroga el DS 29190 de 11 de julio de 2007, de forma
concreta a tiempo de regular las contrataciones estatales, en su normativa pertinente con relación
al caso en análisis, refiere:
(…)
(…)
a) Que tengan deudas pendientes con el Estado, establecidas mediante notas o pliegos de cargo
ejecutoriados y no pagados” (las negrillas son nuestras).
Del estudio y análisis de la problemática planteada, se tiene que la accionante Adriana Cecilia
Morales de Serrano en representación de la Sociedad Accidental “Consorcio Tiseco”, refiere
como uno de los fundamentos de la acción tutelar lo siguiente: “Conforme dispone el art. 12 inc.
1) de la Ley de Municipalidades, el único facultado para aprobar o rechazar la suscripción de
contratos, es el Consejo Municipal. En el procedimiento de contratación, los antecedentes del
rechazo no han pasado de ASESORIA LEGAL DEL CONCEJO MUNICIPAL…” (sic).
Sin embargo, de acuerdo con los hechos que dieron lugar a la presente acción tutelar, se tiene que
Waldo Elvio Guillen Vásquez y Juan Walter Rocha Anna, Abogado y Director de la Unidad
Legal del Concejo Municipal de Cochabamba, tras conocer información que Gonzalo Amable
Serrano -socio del “Consorcio Tiseco”- tendría deudas tributarias con el Estado, emiten la
comunicación interna 443/09 de 16 de septiembre de 2009, recomendando la devolución del
trámite al Ejecutivo Municipal, para que la Dirección de Contratación de Bienes y Servicios,
proceda conforme a las consideraciones del citado informe, toda vez que, de acuerdo a las
normas previstas en el Código Tributario Boliviano, Ley 1178 y el DS 29190, habría concurrido
un impedimento de continuidad en el proceso de contratación pública por parte de la empresa
adjudicada. Posterior a ello, José Hernán Orellana Escalera, Responsable del Proceso de
Contratación, precisamente en virtud a dicho informe emite la RA de Anulación 06/2009-10 de
12 de octubre, anulando el proceso de licitación pública nacional 15/2008 -Construcción Hospital
del Niño Fase II (obra fina).
Aclarada la entrada en vigencia del DS 181, se advierte que uno de los requisitos para disponer la
anulación de un proceso de contratación pública nacional por licitación, es la de contar con una
Dentro de ese contexto legal, este Tribunal Constitucional Plurinacional, concluye que la RA de
Anulación 06/2009-10, emitida por José Hernán Orellana Escalera no es contraria a la norma
municipal invocada por la accionante, por cuanto fue emitida en el marco de sus específicas
funciones, previstas en el art. 33.a del DS 181, que faculta al Responsable del Proceso de
Contratación de toda entidad pública disponer la anulación del proceso de contratación en base a
justificación técnica legal; es decir, que actuó conforme a las Normas Básicas del Sistema de
Administración de Bienes y Servicios vigentes a la fecha de emisión de la resolución anulatoria,
como resultado de haber advertido la comisión revisora el incumplimiento de normas que regula
los procesos de contratación, la que además contiene fundamentos técnicos y encontrándose
legalmente motivada.
III.4.Otras consideraciones
Finalmente llama la atención a este Tribunal la demora en que incurrió el Tribunal de garantías
constitucionales, en la tramitación de la presente acción tutelar, cuya data de presentación fue el
27 de octubre de 2009, llevándose a cabo su consideración el 29 de enero de 2010, para
finalmente recién dar cumplimiento al art. 129.IV de la CPE, el 15 de marzo del año citado,
olvidando el carácter sumarísimo previsto por el art. 129.III de la CPE, del cual está revestido la
presente acción tutelar.
Debido al tiempo transcurrido -desde la determinación inicial del Tribunal de garantías hasta la
revisión por el Tribunal Constitucional Plurinacional-, y tomando en cuenta la forma de la
Resolución pronunciada inicialmente que concedió la tutela demandada, declarando ha concedido
la acción de amparo constitucional; y la presente Resolución que deniega por los fundamentos
expuestos, obliga a modular los efectos de la presente resolución, en resguardo del principio de
seguridad jurídica, ello por la relevancia social que conlleva el fondo de la problemática
analizada y porque se pudo haber realizado actos o emitido resoluciones en virtud de la decisión
del Tribunal de garantías, que pudieron haber generado efectos jurídicos, los cuales podrían verse
afectados.
POR TANTO
2º Por el transcurso del tiempo, se modula los efectos del presente fallo y se deja firme y
subsistente todos los actos y resoluciones que hubiesen sido realizados y pronunciadas en
cumplimiento de la decisión del Tribunal de garantías constitucionales.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 3/10 de 24 de marzo de 2010, cursante de fs. 428 a 430, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Doris Cinthya Conde Ordoñez
en representación de Bolivian Oíl Services (BOLSER) Ltda. contra Gabriel Loza Tellería,
Presidente a.i. del Banco Central de Bolivia (BCB).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 758
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por memorial presentado el 10 de marzo de 2010, cursante de fs. 191 a 196 vta. de obrados, la
accionante expone lo siguiente:
Refiere que el 6 de junio 2007, la empresa BOLSER Ltda. inició ante la Superintendencia de
Empresas un proceso de reestructuración, con el fin de lograr un acuerdo entre el deudor y los
acreedores; emergente de dicha petición se emitió la Resolución Administrativa (RA) 0059/2007
de 19 de junio, por la que admite la solicitud de reestructuración ordenando convocar a sus
acreedores para que en el plazo de siete días hábiles se realice el registro de sus créditos y se
oficie a las autoridades jurisdiccionales y administrativas, para que suspendan los procesos y se
suspenda el pago de intereses, así como registrar la referida resolución en el registro de comercio.
Agrega que, suscrito el acuerdo transaccional entre el deudor y los acreedores, se procedió a
homologar el mismo mediante RA SEMP 262/2008 de 25 de septiembre, y su posterior
inscripción en el Registro de Comercio, procediéndose a publicar los mismos en un periódico de
circulación nacional adquiriendo la calidad de cosa juzgada y oponibilidad frente a terceros,
conforme establece el art. 17 de la Ley 2495 de 4 de agosto de 2003, que una vez homologado y
publicado el acuerdo de transacción constituye una novación que tiene efectos de cosa juzgada
así como textualmente señala que “una vez homologado el acuerdo de transacción ningún
acreedor incluyendo el Estado podrá modificar por ningún motivo la cuantía de sus acreencias”;
sin embargo, el BCB envía notas aclaratorias, elevando los montos y solicitando una serie de
requisitos no establecidos en el acuerdo transaccional ni en el Decreto Supremo (DS) 27384 de
20 de febrero de 2004, oponiéndose a firmar el contrato de novación, arguyendo que no está claro
el alcance de su acreencia, la transacción debe realizarse en dólares estadounidenses y no así en
bolivianos y se deben adicionar montos que no están insertos en el documento.
Finaliza, expresando que BOLSER Ltda., ha sido afectada y agraviada por el BCB debido al
incumplimiento de un acuerdo transaccional, además de que se adoptaron medidas de hecho al
haberse reportado a la central de riesgos de la Autoridad del Sistema Financiero (ASFI) una
deuda de cartera en dación de pago por Bs13 814 532,82.- (trece millones ochocientos catorce
mil quinientos treinta y dos 82/100 bolivianos), a pesar de la existencia del citado acuerdo que
concluye todas las controversias anteriores a la novación.
Señalan como vulnerados los derechos de la entidad a la que representa a la “seguridad jurídica”,
al debido proceso, al trabajo, a la industria y comercio, consagrado en los arts. 23, 46, 47, 115.II
y 178 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 24 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
421 a 427, se produjeron los siguientes actuados:
Jorge Omar Mostajo Barrios, abogado de la parte accionante -en audiencia-, ratificó el tenor
íntegro de la demanda y añadió: 1) El BCB a través de cartas y no de actos administrativos
expuso su discrepancia respecto al acuerdo transaccional, exigiendo nuevos requisitos y
cambiando la suma de Bs17 000 000.- (diecisiete millones de bolivianos) a $us2 173 000.- (dos
millones ciento setenta y tres mil dólares estadounidenses); 2) El 6 de octubre de 2009, la entidad
demandada intimó a BOLSER Ltda. el pago de una deuda que es superior al establecido en una
Resolución Administrativa y un acuerdo transaccional, desconociendo que es un documento que
tiene la calidad de cosa juzgada; y, 3) Se está vulnerando el derecho al trabajo, a la industria y
comercio de la entidad que patrocina porque remitieron antecedentes a la central de riesgos de la
ASFI, no pudiendo así contratar con ninguna empresa.
A su vez, la hoy accionante, puntualizó que el BCB debe acatar las determinaciones de la junta
de acreedores y dejar trabajar a la empresa, pues beneficia de manera directa a cuatrocientas
familias y de manera indirecta a mil quinientas. Por lo que piden se conceda la tutela y se cumpla
el acuerdo transaccional homologado.
Carlos Zubieta Aguilar, Luís Vásquez Paredes y Marcela Carrasco Villarpando, apoderados del
BCB por memorial presentado el 17 de marzo de 2010 cursante de fs. 255 a 260 vta. de obrados
manifestaron: i) Mediante escritura pública 145/2003 de 6 de marzo, el ente emisor otorgó al
accionante la reprogramación de sus obligaciones, capitalización de intereses, modificación de
tasa de interés, ratificación de garantías y constitución de nuevas cauciones a favor del BCB por
$us2 161 180,70.- (dos millones ciento sesenta y un mil ciento ochenta 70/100 dólares
estadounidenses), estipulándose las condiciones del pago, previniendo en caso de incumplimiento
que el deudor quedará constituido en mora sin necesidad de requerimiento o intimación judicial,
independientemente de haberse suscrito o no convenio; ii) A pesar de los significativos
beneficios concedidos, el ahora accionante ingresó en mora, optando luego al procedimiento de
reestructuración voluntaria previsto por la Ley 2495, luego de ser admitido, concluyó con la RA
SEMP 262/2008, emitida por la Superintendencia de Empresas que homologó el acuerdo
transaccional de reestructuración voluntaria presentada por el accionante; iii) El BCB no
intervino en el proceso de reestructuración -solamente los acreedores privados- tomando
conocimiento recién el 14 de octubre de 2008, mediante nota “SEMP/DGE/N° 741/2008”,
cuando remitieron fotocopias simples e incompletas de los testimonios 344/2008 y 499/2008,
situación que fue reclamada a la ex Superintendencia de Empresas; iv) Por nota de 19 de
En audiencia, ratificaron el citado memorial y resaltaron que el BCB no vulneró ningún derecho
del accionante y que la acción de amparo constitucional no define derechos, ni dirime los temas
que se reclama. En base a ello, pidieron se deniegue la presente acción.
I.2.5. Resolución
La Sala Social y Administrativa Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución
3/10 de 24 de marzo de 2010, cursante de fs. 428 a 430, concedió en parte la acción planteada,
disponiendo el cumplimiento del acuerdo transaccional suscrito por la junta de acreedores,
homologado por la ex Superintendencia de Empresas e instruyó la firma del contrato de novación
entre el BCB y la empresa ahora representada, sin modificación ni adición en el plazo de tres
días, bajo el siguiente argumento: a) No existe otra instancia para exigir el cumplimiento del
acuerdo transaccional suscrito por la junta de acreedores; b) Las consultas realizadas por el BCB
sobre el pago de los intereses no contemplados en el mencionado documento transaccional fueron
absueltos mediante simples notas u oficios; c) El acuerdo transaccional de reestructuración
empresarial, homologado por autoridad competente, tiene la calidad de cosa juzgada desde el 25
de septiembre de 2008, por ende, su cumplimiento es obligatorio incluido para el Estado; d) La
negativa del BCB de firmar el contrato de novación vulnera el derecho a la “seguridad jurídica”
ya que incumple la cosa juzgada y perjudica el desarrollo de la industria y comercio del ahora
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
administrativo se da no en el interés del ente tutelado, sino en función de los intereses públicos,
donde la protección administrativa es una forma de control ejercido por el ente público mayor
sobre los entes públicos autónomos, semiautónomos o descentralizados (interpretación asumida
por Jinesta Ernesto).
En ese entendido, y bajo el principio de una tutela administrativa efectiva, los alcances de la Ley
2495, su Reglamento y la Ley del Procedimiento Administrativo, se tiene que en esencia esta Ley
de Reestructuración Voluntaria busca prevenir la quiebra inminente de una empresa dándole la
oportunidad al deudor de celebrar un acuerdo transaccional con sus acreedores, fijando
Dentro de ese contexto jurisprudencial y legal desarrollado en los Fundamentos Jurídicos III.3.y
en base a la interpretación teleológica de la Ley 2495 al servicio de un fin colectivo y siendo
necesaria su materialización, se establece que corresponde a la Autoridad de Fiscalización y
Control Social de Empresas exigir a la entidad demandada el cumplimiento del acuerdo
transaccional suscrito por el representante de BOLSER Ltda. y los acreedores que conforman la
Junta de Acreedores de la mencionada empresa y adenda, debido a que la justicia constitucional
como institución que vela por los derechos y garantías fundamentales de las personas, no es un
ente ejecutor de resoluciones administrativas, judiciales y acuerdos transaccionales homologados
por autoridad competente, es decir, que la uniforme jurisprudencia constitucional estableció que
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En virtud de tal mandato, en sesión pública llevada a cabo el 4 de octubre de 2005, mediante
Resolución 067/2005 aprobada por el Concejo Municipal, se designó a su persona como
representante titular y como representante alterno a Manuel Ángel Chassagnez Banegas -
Presidente del Concejo-, ambos por el citado Municipio; transcurridos seis meses de dicha
designación, el Concejo Municipal a denuncia del Alcalde de Puerto Suárez, emite la
Resolución 05/2006 de 20 de junio, con base legal en el art. 26 de la LM, que dispone la
cesación de sus funciones como Concejal por renuncia tácita, al haber aceptado la
representación de una empresa pública, determinación que no fue asumida res pecto del
representante alterno, quien debió correr la misma suerte.
Sin embargo, la Resolución 05/2006, incumple el art. 35 de la LM, toda vez que la denuncia
formulada por el Alcalde, debió ser conocida por la Comisión de Ética del Concejo
Municipal dentro de un proceso interno, para luego de los trámites de ley, recién emitir
resolución conforme manda los arts. 35 y 36 de la citada Ley, sumado al hecho de que la
fecha de la resolución, consigna diez días antes de llevarse a cabo la sesión del Concejo,
situación que sería por demás irregular.
Señala el incumplimiento de los arts. 117.I y 119 de la Constitución Política del Estado (CPE), 90
del Código Civil (CC), 20, 35, 36 y 37 de la LM con relación al art. 104 del Reglamento Interno
del Concejo Municipal, finalmente señala el incumplimiento de las SSCC 0890/2004-R de 11 de
junio y 0052/2005-R de 20 de enero, con relación al art. 44 de la Ley del Tribunal Constitucional
(LTC)
I.1.3. Petitorio
En audiencia pública celebrada el 18 de diciembre de 2009, conforme consta del acta cursante de
fs. 102 a 104, se produjeron los siguientes actuados:
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 768
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El abogado del accionante, ratificó los términos expuestos en la demanda, agregando con el
derecho a la réplica, lo siguiente: a) Con relación a la acción de amparo constitucional interpuesta
a raíz de la misma acción ilegal cometida por el Concejo Municipal, debe tenerse presente que
hasta la fecha no se conoce la resolución de revisión; sin embargo, los fundamentos de la
presente demanda son completamente diferentes, pues serían planteados a la luz de la acción de
cumplimiento, prevista por la actual Constitución Política del Estado; y b) El Estado en defensa
de los que han sido sometidos a una violación de derechos, en el “art. 34” de la CPE, ha
establecido la presente acción de defensa que no tiene la misma connotación del “amparo
constitucional”, pudiendo esta última interponerse cuando una autoridad política judicial o
administrativa omita o incumpla el ejercicio de una ley, y conforme se habría demostrado en los
hechos corresponde declarar “procedente” la acción de cumplimiento.
Manuel Ángel Chassagnez Banegas -Presidente del Concejo Municipal de Puerto Suarez-,
por memorial de fs. 90 a 91, presenta informe escrito, el cual leído en audiencia, expresa los
siguientes argumentos: 1) En sesión ordinaria de 4 de octubre de 2005, el Concejo Municipal por
votación designó a Eduardo Enrique Rau Gómez, miembro titular del Directorio de la Empresa
Siderúrgica del Mutún y a su persona como representante alterno -cargo inexistente en el DS
28353-, habiendo éste el 14 de diciembre de 2005, presentado su renuncia a tal designación; 2)
La Empresa Siderúrgica del Mutún, es una empresa pública, y conforme manda el art. 26 de la
LM., el cargo de: “Concejal Municipal es incompatible con cualquier otro cargo público, sea
remunerado o no, su aceptación supone renuncia tácita al cargo de Concejal Municipal, se
exceptúa la docencia” (sic), consiguientemente la Resolución 05/2006 es de mero cumplimiento
de la norma municipal; y, 3) Respecto a la fecha de la citada Resolución, es sólo un error de
“taipeo”; asimismo, refiere que la Resolución impugnada vía acción de cumplimiento ya fue
sometida a la jurisdicción constitucional mediante la acción de amparo y la misma autoridad que
hoy conoce la presente demanda, declaró la “no procedencia”, estando actualmente en revisión en
el Tribunal Constitucional (El subrayado nos corresponde).
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, el Juez de Partido y de Sentencia de Puerto Suárez del entonces Distrito
Judicial de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 15/2009 de 18
de diciembre, cursante a fs. 105 y vta., declarando “improcedente” la acción impetrada, bajo los
siguientes fundamentos: i) Ante el mismo Juzgado se tramitó dos “recursos de amparo
constitucional”, referentes a la problemática planteada, como consecuencia de la Resolución
05/09, fallos remitidos en revisión al Tribunal Constitucional; y ii) Por determinación del art.
96.2 de la LTC, el “recurso de amparo” no procede cuando se hubiera interpuesto anteriormente
otro con identidad de sujeto, objeto y causa, extremo que ocurre en el presente caso.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1. En sesión ordinaria del Concejo Municipal de Puerto Suárez, llevada a cabo el 4 de octubre
de 2005, tras la lectura del DS 28353, en cumplimiento de sus arts. 6 y 8, se designó a Eduardo
Enrique Rau Gómez como miembro titular del Directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún y
como componente alterno a Manuel Ángel Chassagnez Banegas, emitiéndose para dicho fin la
Resolución 067/2005 de 4 de octubre (fs. 3 a 7).
II.2. Manuel Ángel Chassagnez Banegas, por nota de 14 de diciembre de 2005, dirigiéndose
al Pleno del Concejo Municipal, renunció al cargo de miembro alterno por el Concejo
Municipal, al Directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún (fs. 89).
II.3. El Concejo Municipal, mediante Resolución 05/2006, resuelve cesar en sus funciones de
concejal a Eduardo Enrique Rau Gómez, en aplicación del art. 26 de la LM (fs. 8 a 10), siendo
rectificada por Resolución Municipal 036/2006 de 29 de octubre, aclarando que la aprobación fue
por mayoría absoluta (fs. 85). Posteriormente, en sesión extraordinaria de 30 de junio de 2006,
tras concluir que el Concejal Eduardo Enrique Rau Gómez al aceptar la representación del
Concejo Municipal en el Directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún -empresa pública-, ha
renunciado tácitamente al cargo de concejal, invitándolo a abandonar la Sala de sesiones; sin
embargo, este respondió que no se retirará, por cuanto no hizo renuncia tácita y que su caso sea
remitido a la Comisión de Ética del Concejo Municipal (fs. 11 a 16).
El accionante, alega que el Presidente y la Secretaria del Concejo Municipal de Puerto Suárez,
pese a tener conocimiento de la Sentencia absolutoria que se emitió a su favor por la justicia
ordinaria, pronunciaron la Resolución 05/2009, a través de la cual determinaron la cesación de
sus funciones de Concejal por renuncia tácita, en aplicación del art. 26 de la LM; omitiendo
referirse a los arts. 20, 35, 36 y 37 de la LM y 104 del Reglamento Interno del Concejo
Municipal, que prevé el trámite de denuncias contra concejales, así como el 117.I y 119 de la
CPE, con relación a las las SSCC 0890/2004-R y 52/2005-R, que serían aplicables al caso, -sin
mencionar ni citar que derechos o garantías se ha vulnerado o lesionado con el incumplimiento
de dichos preceptos constitucionales y legales-. En consecuencia, en revisión corresponde
dilucidar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
La acción de cumplimiento está integrada por una serie de actos de procedimiento como la
demanda, el informe, la audiencia, la resolución y posterior revisión por el Tribunal
Constitucional, que configuran un proceso constitucional autónomo, de carácter extraordinario,
tramitación especial y sumaria, en el que se reclama la materialización de un deber -
constitucional o legal- omitido, existe en tal sentido una pretensión, partes discrepantes, un
procedimiento específico conforme al cual se desarrolla la acción, y un juez o tribunal que
resuelve otorgar o denegar la tutela.
Cabe resaltar que esta garantía constitucional jurisdiccional está prevista en nuestra
Constitución como una acción de defensa, entendiéndola como la potestad que tiene toda
persona -individual o colectiva- de activar la justicia constitucional en defensa de la
Constitución Política del Estado y de las normas jurídicas, ante el incumplimiento de deberes
concretos contenidos en ellas. Es una acción sumaria, ágil y expedita a favor del ciudadano,
cuyo conocimiento compete a la jurisdicción constitucional, que tiene por finalidad garantizar el
cumplimiento de las normas constitucionales y legales, otorgando seguridad jurídica y
materializando el principio de legalidad y supremacía constitucional; de ahí que también se
configure como componente esencial del subsistema garantista, ampliamente mejorado debiendo
invocarse ante el incumplimiento de deberes específicos previstos en la Constitución y en la
Ley”.
En ese orden de ideas, las decisiones resueltas en revisión en ejercicio del control tutelar,
adquieren la calidad de cosa juzgada material, dicho instituto jurídico, ha sido ampliamente
desarrollado en la SC 0038/2012 de 26 de marzo, refiriendo en su parte pertinente: “La cosa
juzgada en materia constitucional asegura que merced a la identidad de objeto, sujetos y
causa, la decisión no pueda ser modificada ni alterada de manera ulterior; en ese contexto,
para evitar duplicidad de fallos y por ende para prevenir el peligro de alteración de fallos con
calidad de cosa juzgada, en resguardo de una eficaz seguridad y certeza jurídica, existe una
prohibición de activación ulterior de mecanismos de tutela con identidad de objeto sujeto y
causa” (las negrillas son agregadas).
En este sentido, si bien en el caso de autos se trata de una acción de cumplimiento, no es menos
evidente, que asumiendo el razonamiento establecido en la jurisprudencia constitucional citada
precedentemente, que tiene carácter vinculante, se advierte claramente que la jurisdicción
constitucional no puede ser utilizada de forma indiscriminada, peor aún, como en el presente
caso, cuando ya se ha presentado anteriormente una acción tutelar de otra naturaleza -acción de
amparo constitucional- y ésta ha concluido con una resolución firme, convirtiéndose en cosa
juzgada constitucional.
De la revisión del sistema de gestión procesal de este Tribunal, se evidencia que, Eduardo
Enrique Rau Gómez presentó “recurso” de amparo constitucional, ingresado a este Tribunal en
revisión el 17 de noviembre de 2006, con el número 2006-14946-30-RAC, con el mismo
fundamento e idéntico propósito que la presente acción de cumplimiento, -se deje sin efecto la
Resolución 05/2006 y se lo restituya a su curul de Concejal Municipal de Puerto Suárez-
inclusive mantiene el mismo profesional abogado, además de dirigir la presente acción tutelar
contra las mismas autoridades demandadas, Manuel Ángel Chassagnez Banegas y María
Antonieta García en el recurso de amparo constitucional, que mereció pronunciamiento de este
Tribunal, a través de la SC 0659/2010-R de 19 de julio, que en su parte dispositiva resuelve
revocar la Resolución del Juez de garantías y concede la tutela, determinando dejar sin efecto la
Resolución 05/2006, sin disponer la reincorporación por haber fenecido su mandato como
concejal; es decir que ya se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
Efectivamente, el accionante dirigió en ambos casos contra las mismas autoridades del gobierno
municipal de Puerto Suárez, solicitando la nulidad de la Resolución 05/2006 y la restitución a su
cargo de Concejal Municipal; es decir, que interpuso otra acción, donde se confirma que concurre
la triple identidad (partes: demandantes y demandados), objeto (pretensiones del accionante) y
causa (hechos o supuestos fácticos en que se fundó la demanda), advirtiéndose que ambas
acciones de defensa emergen de la misma problemática y conservan en su esencia el mismo
fundamento que a juicio del accionante haría viable su consideración y consiguiente tutela.
Por todo lo relacionado, se concluye, que si bien se trata de acciones tutelares de diferente
naturaleza como son la acción de cumplimiento y la acción de amparo constitucional; no es
menos cierto que ambas demandas convergen de un mismo hecho; no obstante, el fundamento
alegado por el accionante en audiencia, que la presente acción de cumplimiento fue presentada
debido a la demora en la emisión de la Resolución venida en revisión de la acción de amparo
constitucional, y porque hubiera transcurrido más de cuatro años, y so-pretexto de las nuevas
acciones de defensa establecidas en la Constitución Política del Estado; empero, dicho
argumento no resulta válido, por cuanto se advierte que lo hizo en virtud a que la Resolución
del Juez de garantías le era desfavorable.
Es deber de los tribunales y jueces en general, y sobre todo de las autoridades que a su turno
conocen las diferentes acciones de defensa, fundamentar y motivar sus decisiones, en virtud a lo
establecido por el art. 115.II de la CPE., que expresa: “El estado garantiza el derecho al debido
proceso…”, que a su vez ha sido desarrollado ampliamente por la jurisprudencia constitucional,
mediante la SC 0871/2010-R, que entre otras ha definido al debido proceso como: “… Se
entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha
previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la fundamentación o
motivación de las resoluciones judiciales” (las negrillas son nuestras), constituyendo en
consecuencia dicha obligación, un elemento del derecho al debido proceso, toda vez que, quienes
son sometidos a su jurisdicción, tienen el derecho de conocer cuáles han sido las razones de la
decisión adoptada, o qué motivos han conducido al órgano jurisdiccional a tomar una
determinada decisión.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 24 de 6 de febrero de 2010, cursante de fs. 328 vta. a 331 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Pablo Paul Zubieta
Arce, en representación de la Compañía Logística de Hidrocarburos Sociedad Anónima
(CLHB S.A.) contra Daniel Vásquez Orellana, Director Ejecutivo a.i. de la Autoridad
Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 19 de enero de 2010, cursante de fs. 246 a 250 vta. de obrados, la
Empresa accionante expone los siguientes fundamentos:
El accionante señala como transgredidos los derechos a la “seguridad jurídica”, al debido proceso
y a la defensa, consagrados en los arts. 117.II y 120 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se deje sin efecto la Resolución Sancionatoria tributaria expedida en su contra, más la
calificación de daños y perjuicios en los procesos de pago y contrataciones de la empresa ahora
representada.
Celebrada la audiencia pública el 6 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
323 a 328 vta., se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante por intermedio de su abogada, ratificó el tenor íntegro de la demanda, con la
réplica, reiteró sus argumentos.
Constitución Política del Estado, sin usurpar funciones de la Corte Suprema -hoy Tribunal
Supremo- de Justicia para resolver una demanda contenciosa administrativa, ni suplir ultra petita,
argumentos o agravios no expresados, sin que se haya vulnerado los derechos que reclama; d) La
acción de amparo constitucional no es sustitutiva de los recursos que la empresa representada no
activó por propia iniciativa dentro del plazo y formas previstas en la normativa tributaria vigente;
y, e) Todo el argumento presentado está referido al cuestionamiento del acto administrativo
emitido por la Gerencia Sectorial de Hidrocarburos del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN),
y no contra la resolución del recurso de alzada. Por lo que se solicitó se declare “improcedente”
la acción de amparo constitucional.
La Gerente Sectorial a.i. de Hidrocarburos del SIN, Dora Montenegro Caballero, por memorial
de fs. 319 a 322 vta., y en audiencia por intermedio de su abogado, señaló lo siguiente: 1) El
evidente incumplimiento del pago de la deuda tributaria de la Entidad actora relativo al impuesto
sobre las utilidades de las empresas del periodo de diciembre 2007 con saldo a favor del fisco
impago por la suma de Bs 15 839 470.- (quince millones ochocientos treinta y nueve mil
cuatrocientos setenta 00/100 bolivianos), conllevó la sanción prevista en el art. 165 del Código
Tributario Boliviano (CTB), incursa en la Resolución Sancionatoria 001-2009, con la suma de
UFV's 2.362.513.-, frente a ello, la empresa interpuso recurso de alzada ante la Autoridad
Regional de Impugnación Tributaria Santa Cruz, que fue resuelto por la Resolución 0097/2009,
confirmando la Resolución Sancionatoria; 2) La presente acción debe declararse “improcedente”
por dos razones: la primera porque la compañía hoy representada no acudió al respectivo recurso
jerárquico como prevé el art. 144 del CTB, al considerar que la Resolución del recurso de alzada
era dañina a sus intereses; y la segunda porque la empresa hoy representada consintió libre y
expresamente los actos que ahora considera ilegales, al haber reconocido su deuda impositiva y
haber solicitado un plan de pagos a la Administración Tributaria, una vez que se ejecutorió la
Resolución de alzada y ante la ejecución coactiva que ésta inició en su contra, en observancia de
los arts. 108 y ss del CTB; y, 3) No es cierto que la CLHB S.A. accionante haya impugnado en
sede administrativa la resolución de alzada, buscando plantear el respectivo recurso jerárquico,
aunque no lo denominó de tal forma, sino que la citada compañía conciente de sus actuaciones,
interpuso demanda contencioso administrativa indicando que estaba dentro del plazo de noventa
días que norma el art. 780 del Código de Procedimiento Civil (CPC), y más aún indicó que al
haber agotado todos los recursos en la vía administrativa como lo determina el art. 2 de la Ley
3092 de 7 de julio de 2005 (que introduce el Título V al Código Tributario Boliviano (CTB),
referido al procedimiento para el conocimiento y resolución de los recursos de alzada y
jerárquico), en virtud del art. 778 del CPC, interponía la demanda contenciosa administrativa.
Solicitó se declare la “improcedencia” de la acción de amparo constitucional.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 24 de 6 de
febrero de 2010, cursante de fs. 328 vta. a 331 vta., denegó la tutela solicitada, con costas, con el
argumento de que la entidad hoy representada dejó precluir su derecho de reclamo al no acudir al
recurso jerárquico dentro del proceso administrativo del que deviene la presente acción de
amparo constitucional, sin que pueda alegar el principio administrativo de informalidad, porque
el hecho de no haber activado el referido recurso jerárquico, no se equipara a un simple error
formal, sino que constituye una evidente y certera omisión que da lugar a la denegación de la
presente acción, por negligencia en el ejercicio de su derecho de defensa.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.3. A través del memorial de 30 de abril de 2009, la CLHB S.A. interpuso recurso de alzada
impugnando la Resolución Sancionatoria referida (fs. 284 a 291 vta.). Recurso que fue resuelto
por el Sub director Tributario Regional de Santa Cruz, mediante Resolución 0097/2009, que
confirmó la Resolución Sancionatoria (fs. 295 a 308).
II.4. Por memorial presentado el 13 de octubre de 2009, la CLHB S.A. interpuso recurso
jerárquico contra la Resolución 0097/2009 (fs. 212 a 216 vta), correspondiéndole el proveído de
16 de octubre de 2009, por el que el Director Ejecutivo a.i. Regional de Impugnación Tributaria
de Santa Cruz, señaló que ese recurso no era admisible porque fue planteado fuera del plazo
previsto por ley, debiendo el recurrente estar a lo dispuesto por Auto de 29 de julio de 2009
cursante a fs. 84 del expediente administrativo. (fs. 217).
El accionante denuncia la vulneración de los derechos de la CLHB S.A. a las que representa a la
“seguridad jurídica”, al debido proceso y a la defensa, aduciendo, que la Resolución
Sancionatoria emitida en su contra, exigiéndole el pago de UFV's 2.362.513, fue impugnada en
recurso de alzada de 30 de abril de 2009, el cual fue resuelto por Resolución 0097/2009 que
confirmó la Resolución Sancionatoria, acudiendo al recurso jerárquico y a la demanda
contenciosa tributaria; sin embargo, la Autoridad Tributaria dejando de lado el daño económico
que le causó, e ignorando el principio de informalidad que rige en materia administrativa, inició
la ejecución coactiva, ordenando la retención de sus fondos.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada, caso contrario concierne determinar si existió
vulneración de los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La acción de amparo constitucional, comprendida en el art. 128 de la CPE, está instituida como
una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos o
de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
derechos fundamentales y garantías constitucionales.
Se constituye entonces en una de las acciones de defensa más amplia en cuanto al alcance de su
ámbito de tutela y protección de derechos, rigiendo para su interposición, los principios de
inmediatez y subsidiariedad, conforme lo establece el art. 129 de la Ley Fundamental;
denotándose de la naturaleza de esta acción su objeto de protección y resguardo de derechos en el
marco de los valores y principios ético-morales establecidos en la Constitución Política del
Estado, contribuyendo desde la justicia constitucional a efectivizar y materializar esos valores y
principios para una vida armoniosa, con equidad, igualdad de oportunidades y dignidad, entre
otros valores, en los que se sustenta el Estado Plurinacional y que son parte de la sociedad plural.
En el caso que se analiza, y del examen exhaustivo de obrados, se tiene que la Administración
Tributaria Regional de Santa Cruz dentro del Sumario Contravencional que siguió contra la
CLHB S.A. emitió la Resolución Sancionatoria 001-2009, exigiéndole el pago de UFV's
2.362.513 por adeudo tributario; contra dicha Resolución, la Compañía ahora representada opuso
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 779
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
recurso de alzada, siendo confirmado por Resolución 0097/2009, expedida por el Subdirector
Tributario Regional de Santa Cruz; contra esta Resolución de Alzada, interpuso recurso
jerárquico ante la autoridad tributaria antes referida, el 13 de octubre de 2009; es decir, fuera del
plazo de veinte días improrrogables que prevé el art. 144 del CTB, ya que la determinación que
resuelve el recurso de alzada, es de 3 de julio de 2009, en ese sentido razonó el proveído de 16 de
octubre de 2009, por el que el Director Ejecutivo a.i. de Impugnación Tributaria de Santa Cruz,
señaló que ese recurso, no era admisible porque fue planteado fuera del plazo previsto por ley.
Por consiguiente, la CLHB S.A. al no haber activado oportunamente, el recurso jerárquico que
tenía expedito, como segunda instancia de impugnación, dejó precluir su derecho de reclamo que
no puede ser sustituido por la extraordinaria acción de amparo constitucional que procede sólo
cuando se ha acudido en tiempo hábil, y agotado todos los recursos ordinarios o administrativos.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El 6 de marzo de 2008, Dianeth Angélica Flores y otros interpusieron denuncia en su contra, por
la comisión de los supuestos delitos de falsedad material, ideológica y uso de instrumento
falsificado, previstos en los arts. 198, 199 y 203 del Código Penal (CP), hechos por los que se le
imputó formalmente y una vez concluida la etapa preparatoria, el Fiscal decretó sobreseimiento,
mismo que fue impugnado y consiguientemente revocado en parte por el Fiscal superior
jerárquico, quien dispuso se acuse en el término establecido por el delito de uso de instrumento
falsificado. Cumplido aquello, el Fiscal de Materia realizó la acusación formal que radicó en el
Tribunal Segundo de Sentencia, donde se tramitó el juicio oral y público.
Sin embargo, por acta de audiencia titulada “Parte pertinente del acta de registro de juicio”, se
tiene que se instaló audiencia a horas 9:15 del 10 de marzo de 2010, con la presencia de la parte
acusadora y la inasistencia del acusado (hoy accionante) así como de sus defensores; luego de
informes previos de la anterior audiencia y de la lectura de la recusación planteada, procedieron a
rechazar la misma mediante Auto de la misma fecha, y asimismo se dispuso la notificación en el
día a las Juezas Técnicas del Tribunal Primero de Sentencia, para que las mismas resuelvan sobre
la legalidad o ilegalidad de la recusación planteada. En el acta referida se dejó constancia que a
tiempo de dictarse la Resolución mencionada, ingresaron a la Sala las abogadas defensoras,
quienes manifestaron no conocer el memorial de recusación presentado, el cual estaba firmado
por otra abogada.
El 12 de marzo de 2010 a horas 15:00, las Juezas Técnicas del Tribunal Primero de Sentencia
instalaron la audiencia de consideración de recusación, pese a que no tenían competencia para
llevar a cabo la misma, en tal acto, el hoy accionante a través de su abogado reclamó para que se
conforme el Tribunal Segundo de Sentencia siendo que los Jueces que lo integraban, serían los
únicos llamados por ley para resolver la recusación, y que tal conformación requería convocatoria
a los jueces técnicos suplentes, peor aún es que el Tribunal Primero de Sentencia no estaba
conformado por jueces ciudadanos como manda los arts. 52 y 44 del CPP. Frente a ello, el
accionante interpuso excepción de incompetencia, misma que no fue resuelta con el argumento
de no tener competencia para tratar otro tema que no fuera la recusación; esta falta de
pronunciamiento a la excepción de incompetencia vulneró su derecho a la defensa y provocó
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 781
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 24 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 64
a 68 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Edgar Ortiz Caso y Gunnar Gallo Zuleta, Jueces Técnicos; y Leyla Lourdes “Baldiviezo” y
Rebeca Noemí Bejarano, Jueces Ciudadanos, todos del Tribunal Segundo de Sentencia, mediante
informe escrito cursante de fs. 40 a 41 vta. manifestaron: 1) Se ratificaron en todo el contenido de
la Resolución que rechazó la recusación interpuesta; 2) En la audiencia de 10 de marzo de 2010,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 782
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
los Jueces técnicos y ciudadanos del Tribunal Segundo, no hicieron nada más que leer el
contenido del memorial de recusación para de manera inmediata y pública pronunciar el Auto de
rechazo; 3) La presencia de las partes en esa audiencia se debió a que estaba programada la
prosecución de de la audiencia de juicio, por otro lado, la Resolución de allanamiento o rechazo a
la recusación tenía que pronunciarse con o sin la presencia de las partes por cuanto es un acto
propio de los juzgadores, de modo que la ausencia del imputado para nada le causa agravio; 4) Si
bien es cierto que, cuando el Tribunal estaba en pleno pronunciamiento del Auto de rechazo,
ingresaron a la Sala las abogadas del imputado, este hecho no significó haber instalado audiencia
alguna que pueda derivar en nulidad o defecto absoluto ni relativo; 5) Se dispuso convocar a las
Juezas del Tribunal Primero de Sentencia, en estricta aplicación del art. 320 inc. 3) del CPP; 6) Si
las Juezas Técnicas codemandadas, firmaron el Auto de 12 de marzo de 2010 “como Tribunal
Primero”, es porque lógicamente no tienen sello como Juezas del Tribunal Segundo; 7) En el acta
de audiencia de resolución de recusación de fecha 12 de marzo, las Juezas Técnicas aclararon con
carácter previo a la deliberación que: “…el Tribunal Primero de Sentencia ha sido convocado por
el tribunal segundo únicamente para la resolución de la recusación” (sic); 8) El art. 61 y ss. del
CPP, establecen que sólo es posible realizar el sorteo de jueces ciudadanos en dos oportunidades,
las que ya se llevaron a efecto para conformar el Tribunal de la causa, no pudiendo el Tribunal de
recusación realizar otro sorteo. No existiendo acto ilegal alguno, ni omisión indebida que
restrinja, suprima o amenace restringir derechos y garantías constitucionales, pidieron se
deniegue la acción de amparo.
Susana Auad La Fuente y María Isabel Moreno Cortez, Juezas Técnicas del Tribunal Primero de
Sentencia, mediante informe escrito cursante a fs. 43 y vta. manifestaron: i) Fuimos convocadas
por el Tribunal Segundo de Sentencia para resolver la recusación planteada por el ahora
accionante contra la totalidad de sus miembros, siguiendo disposiciones orgánicas y lo dispuesto
por la Corte Suprema de Justicia mediante circular 17/03; ii) Se señaló audiencia únicamente con
el objeto establecido en el inc. 1) del art. 320 del CPP; iii) Como Juezas convocadas, revisaron
las listas de jueces ciudadanos que hubieran quedado sin designar, para la integración del
Tribunal de conformidad con el art. 62 del CPP, no encontrando ningún nombre, lo cual se
confirma del hecho de que el Tribunal Segundo de Sentencia estuvo actuando sólo con dos jueces
ciudadanos sin que haya quedado ninguno en la lista para poder ser designado; iv) Como Juezas
Técnicas tenían competencia para resolver este tipo de incidentes cuyo único objeto es el
pronunciamiento de aceptación o no, de la recusación planteada; v) No resolvieron la excepción
de incompetencia planteada en audiencia por el accionante, por cuanto ello habría significado
usurpación de funciones; y, vi) Ante esta situación y debido a que el accionante no presentó
prueba de su recusación, ratificaron el rechazo de la misma mediante Auto de 12 de marzo de
2010.
derechos del debido proceso, puesto que en ningún caso debe convocarse a jueces ciudadanos
para tener conocimiento de una recusación conforme la SC 0054/2005-R concordante con la SC
1141/2006-R, esa es una mala lectura e interpretación del accionante; por lo que solicitaron que
la resolución se dicte con imperativa interpretación del Código de Procedimiento Penal, toda vez
que, el fundamento del “recurrente” no es pertinente, correspondiendo resolver la presente
acción, rechazándola con costas y multa.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Tarija, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 04/2010 de 24 de
marzo, cursante de fs. 69 a 73, denegó la tutela solicitada, con costas al accionante, en base a los
siguientes fundamentos: 1) En la audiencia de 10 de marzo de 2010, únicamente se dio lectura al
memorial presentado, en atención al cual, correspondía a los “recusados” pronunciarse respecto
de aceptar o rechazar la misma, por lo que en ausencia del imputado no alteró el debido proceso
en mérito a que dicha Resolución era un acto propio de los “recusados” (juzgadores), donde las
partes no hacen uso de la palabra y los jueces deben pronunciarse de manera inmediata conforme
lo exige el trámite legal; 2) Se dispuso el rechazo y la consiguiente notificación con lo resuelto al
suplente legal para que se pronuncie sobre la legalidad o ilegalidad del rechazo, no pudiendo
haber en este punto nulidad alguna, puesto que al rechazar la recusación no se hizo otra cosa que
dar estricta respuesta a su pretensión, descartándose que haya existido injerencia de los
acusadores en ausencia del imputado y sus defensores; 3) Al poner en conocimiento el incidente
de rechazo de recusación ante el Tribunal Primero de Sentencia -similar en jerarquía- para su
consideración, no hicieron otra cosa que dar cumplimiento a lo que manda la ley y la entonces
Corte Suprema de Justicia, pues el trámite no concluye con el pronunciamiento expreso de la
recusación presentada por parte del tribunal que está juzgando, sino que el llamado por ley tiene
la última palabra para pronunciarse al respecto; 4) No es evidente que las Juezas “recurridas” del
Tribunal Primero hayan usurpado funciones, está claro que actuaron asumiendo la suplencia de
los Jueces “recusados” conforme lo establecido por la SC “54/2005”, así consta en su firma y en
la indicación expresa con una “S” bajo su sello; 5) Dicho incidente se encuentra catalogado como
de puro de derecho, aspecto que les permite a los Jueces Técnicos del Tribunal Primero -sin
jueces ciudadanos- actuar con competencia para resolver la consideración de la recusación
planteada, no es de extrañar que en esa condición resuelvan medidas cautelares, incidentes y
excepciones que se les presentan y que merecen pronunciamiento inmediato; y, 6) De acuerdo a
la jurisprudencia constitucional citada, los jueces llamados a resolver la recusación sólo tienen
competencia para dirimir dicho incidente, estando inhabilitados para pronunciarse sobre
cualquier otro aspecto que surgiera dentro del juicio, de lo contrario estarían invadiendo
atribuciones que no tienen.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Mediante memorial de 10 de marzo de 2010, Alejandro Rivera Hoyos planteó recusación
sobreviniente contra el pleno del Tribunal Segundo de Sentencia integrado por Edgar Ortiz Caso
y Gunnar Gallo Zuleta, Jueces Técnicos; y, Leyla Lourdes “Baldiviezo” y Rebeca Noemí
Bejarano Flores, Juezas Ciudadanas (fs. 1 a 2).
II.2. Por acta denominada “Parte pertinente del acta de registro de juicio oral” de 10 de marzo de
2010, suscrita por Edgar Ortiz Caso y Gunnar Gallo Zuleta, Jueces Técnicos; y, Leyla Lourdes
“Baldiviezo” y Rebeca Noemí Bejarano Flores, Juezas Ciudadanas, se transcribió el Auto de 10
de marzo de 2010, que rechazó la recusación dejando constancia que al dictarse el Auto referido
ingresaron a la Sala las abogadas Carola Aguirre, Gina Castellanos y Mónica Ugarte a quienes el
presidente referido les pidió ocupar el lugar de la defensa (fs. 3 a 4).
II.3. Cursa Auto de 10 de marzo de 2010, emitido por los Jueces del Tribunal Segundo de
Sentencia, mediante el cual se rechazó la recusación interpuesta en su contra, disponiendo la
notificación en el día de las Juezas Técnicas del Tribunal Primero de Sentencia para que
resuelvan la recusación formal (fs. 5 y vta.).
II.4. A través de la providencia de 11 de marzo de 2010 emitido por las Juezas Técnicas del
Tribunal Primero de Sentencia, se señala audiencia para el 12 de marzo del mismo año a horas
15:00, a fin de considerar la recusación planteada por Alejandro Rivera Hoyos (fs. 5 vta.).
II.5. Mediante oficio de 12 marzo de 2010, suscrito por el pleno del Tribunal Segundo de
Sentencia, dirigido a las Juezas del Tribunal Primero de Sentencia, hicieron conocer la
Resolución de rechazo de la recusación, con el objeto de que resuelvan la misma (fs. 7).
II.6. Por Auto de 12 de marzo de 2010, suscrita por Susana Auad La Fuente y María Isabel
Moreno Cortez, Juezas Técnicos, se rechazó la recusación interpuesta por Alejandro Rivera
Hoyos y se dispuso continuar en conocimiento de la causa (fs. 6).
El accionante sostiene que las autoridades demandadas lesionaron su derecho al debido proceso
en su componente “seguridad jurídica”, toda vez, que dentro del proceso penal que le siguieron
por los delitos de falsedad material, ideológica y uso de instrumento falsificado, presentó
recusación sobreviniente, minutos antes de instalarse la audiencia de continuación del juicio oral
de 10 marzo de 2010, contra el pleno del Tribunal Segundo de Sentencia -de la causa-, quienes
estando sólo facultados para admitir o rechazar la misma, ese día instalaron la audiencia del
juicio a horas 9:15 en su ausencia; concluyendo con el Auto de rechazo de la recusación,
disponiendo la notificación a las Juezas del Tribunal Primero de Sentencia para que la resuelvan,
quienes a su vez llevaron a cabo la audiencia de consideración de la recusación el 12 de marzo de
2010, donde interpuso excepción de incompetencia ya que no fueron convocados para suplir a los
jueces recusados y por la ausencia de jueces ciudadanos, excepción que no fue resuelta por parte
de las Juezas Técnicas del Tribunal Primero de Sentencia, con el argumento de que no podían
conocer otro tema al margen de la recusación, pasando a emitir el Auto de rechazo de la
recusación, que no firmaron como suplentes del Tribunal Segundo de Sentencia. En
consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
Dentro del orden constitucional del Estado boliviano, se contempla la acción de amparo
constitucional como una acción de defensa que tiene lugar contra actos u omisiones ilegales o
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 785
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
indebidos de los servidores públicos o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman
o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado
y la ley, así se halla consagrada en el art. 128 de la CPE.
(…)
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la CPE, que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos
o amenazados'”.
La acción de amparo, no es una instancia más de un proceso penal para la revisión o anulación de
actuados y resoluciones de los jueces en materia penal, correspondiendo solamente analizar los
actos en los cuales hubiera existido un acto ilegal u omisión indebida que lesione derechos
fundamentales del accionante. La acción de amparo constitucional, para nada puede constituirse
en una instancia de apelación o casación.
Al respecto, es menester referirse que el debido proceso tiene una triple dimensión en el ámbito
normativo, tal entendimiento fue desarrollado por la SC 1053/2010-R de 23 de agosto, al
establecer que: “En el ámbito normativo, el debido proceso se manifiesta en una triple
dimensión, pues por una parte, se encuentra reconocido como un derecho en el art. 115.II de la
CPE, así como por instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos como el
Pacto de San José de Costa Rica (art. 8) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(art. 14), que conforme al art. 410.II de la CPE, forman parte del bloque de constitucionalidad;
por otra, como garantía jurisdiccional, configuración jurídica contemplada (…) en el art. 117.I
de la CPE que dispone: 'Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada
previamente en un debido proceso'; finalmente, el debido proceso también se configura como un
principio que emerge del Estado de Derecho y del principio de legalidad en su vertiente
procesal, que está expresamente previsto -como principio procesal de la jurisdicción ordinaria-
por el art. 180.I de la CPE; (…)”. Bajo ese razonamiento, el debido proceso como una garantía
jurisdiccional fue desarrollado su entendimiento por la SC 0163/2011-R de 21 de febrero, al
referirse: “(…) es entendido como el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en
el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar, es decir, comprende el
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las
personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que
pueda afectar esos derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los
Convenios y Tratados Internacionales”.
III.3. La seguridad jurídica es un principio y por lo tanto no puede ser tutelada por la
acción de amparo constitucional
De la revisión del acto ilegal denunciado por el accionante mediante esta acción tutelar y los
derechos supuestamente vulnerados por las autoridades demandadas, de los cuales se solicita
protección, cabe referir que no corresponde ingresar al fondo; toda vez que, el accionante pide se
tutele el debido proceso en su componente a la seguridad jurídica, el cual no lo integra, lo que
para este Tribunal resulta ser incongruente, ya que aplicando las líneas jurisprudenciales referidas
precedentemente al caso concreto, se establece que dentro de los elementos que integran el
debido proceso e inclusive alcanzando aquellos no enunciados como garantía general y que
derivan del desarrollo doctrinal y jurisprudencial; no encontramos a la seguridad jurídica como
elemento integrador del debido proceso; aspecto que se circunscribe dentro de la jurisprudencia
referida en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, más aún cuando dentro del nuevo
orden constitucional la seguridad jurídica es instituida como un principio constitucional,
conforme el razonamiento de la jurisprudencia mencionada en el Fundamento Jurídico III.3 de
este fallo constitucional, y que por lo tanto no está incluida en el ámbito de protección de la
acción de amparo constitucional correspondiendo a esta acción tutelar el resguardo de derechos
fundamentales y garantías constitucionales dada su naturaleza jurídica, conforme se tiene
desarrollado por la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, por lo que el accionante equivocó su planteamiento,
correspondiendo en consecuencia denegar la tutela solicitada.
Por consiguiente, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, efectuó una
correcta compulsa de los antecedentes y empleó correctamente las normas aplicables al caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Al efecto señala, que desde el 7 de diciembre de 1999, fue designada con el ítem 84 como
auxiliar de la Sala Penal Segunda de la Corte Suprema de Justicia -ahora Tribunal Supremo de
Justicia-, transcurriendo desde su designación nueve años y ocho meses, en los que se desempeñó
con absoluta responsabilidad y apego a la ley a dichas funciones y otras que a su tiempo le fueron
asignadas, hasta el agradecimiento de servicios del 31 de agosto de 2009, fecha en la que
mediante memorándum 62/09, se le comunica que por Resolución de Sala Plena y a pedido del
Ministro, José Luis Baptista Morales se determinó su alejamiento del cargo.
Por estos hechos solicita que el memorándum de despido sea anulado y dejado sin efecto por ser
ilegal, arbitrario y atentatorio a sus derechos fundamentales, en razón de que el memorándum,
constituye una vía de hecho administrativa; por otro lado el art. 54 de la Ley de Organización
Judicial de 1993 (LOJ.1993) señala que los funcionarios serán removidos por Sala Plena si
hubiere causa, cualquier designación al margen de esta previsión será nula, que en el caso de la
accionante; argumenta que no se cumplió, porque no existió proceso ni aviso previo.
Denuncia como vulnerados sus derechos al trabajo, a ejercer la función pública, a la estabilidad
en el empleo, al debido proceso y a la petición, citando al efecto los arts. 24, 46.I, 62 y 115.II de
la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicita se deje sin efecto ni valor legal alguno el memorándum de 31 de agosto de 2009,
disponiendo su restitución al cargo de Auxiliar de la Sala Penal Segunda y el pago de sus haberes
hasta el día de su respectiva reincorporación más costas, daños y perjuicios.
Celebrada la audiencia pública el 12 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
47 a 50 vta., se produjeron los siguientes actuados:
La accionante ratificó los términos de su demanda a través de su apoderado José María Cortez
Vargas, quien acredita esta condición adjuntando el testimonio 2005/2010 de 12 de febrero.
José Luis Baptista Morales Presidente de la Sala Penal Segunda de la Corte Suprema de Justicia -
ahora Tribunal Supremo de Justicia- el 12 de febrero de 2010, presentó ante el Tribunal de
garantías el informe correspondiente por escrito, por el que indica:
Desde el inicio de sus funciones notó un clima de mucha tensión en el personal de Secretaría de
Cámara equivalente a una guerra fría y con el ánimo de solucionar el conflicto que llegó a un
grado insoportable, procedió a un análisis cuidadoso acerca del comportamiento de todo el
personal a fin de no cometer errores que pudieran ocasionar un daño irreparable, efectuando el
examen concluyó que lamentablemente la penosa situación descrita estaba originada en el
temperamento o carácter de la demandante; quien habría manifestado que sufría de un mal de
origen nervioso originado por accidente, circunstancia que dio lugar a una gran dificultad para su
relación con las personas, por cuya razón solicitó a Sala Plena la contratación de otra persona,
para ese cargo, habiendo sido aceptada en la petición.
Señala finalmente, que quienes ejercen como en su caso, funciones de responsabilidad tienen la
obligación de velar por el buen desenvolvimiento de quienes los cooperan, en relación al personal
administrativo de la Corte Suprema de Justicia, al no existir los mecanismos de admisión por la
vía de selección competitiva, ni forma alguna de evaluación de desempeño, es por ello que debe
comprenderse que si uno de los funcionarios jerárquicos con poder de decisión, tomó una
determinación de privar a una persona de su fuente de trabajo, no pudo surgir tal posición sino de
una reflexión seriamente meditada con anterioridad, solicitando finalmente se declare
improcedente la presente acción (fs. 42 a 43).
Por su parte, Beatriz Alcira Sandoval Bascopé de Capobianco, María Cristina del Rosario
Canedo Justiniano, Ángel Irusta Pérez, Hugo Roberto Suárez Calbimonte, Teófilo Tarquino
Mujica y Luis Fernando Díaz Enriquez, Decana en ejercicio de la Presidencia, Ministros y
Director Administrativo y Financiero, respectivamente, autoridades y funcionario público que
fueron demandados; mediante informe de 12 de febrero de 2010, cursante de fs. 44 a 45,
expresaron lo siguiente: 1) La Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia tiene la atribución de
designar en los respectivos cargos al personal administrativo de apoyo, tanto para funcionarios de
carácter general en beneficio e interés de toda la entidad, como para las de exclusivo servicio con
destino a cada una de las Salas especializadas; y como consecuencia de la misma la de disponer
retiros; y, 2) Cada una de las salas, cuenta con un secretario de cámara, tres auxiliares y un oficial
de diligencias, no contándose con el sistema de carrera con las características de estabilidad,
prevista para las entidades estatales, como señala el Estatuto del Funcionario Público, por lo que
no existe la modalidad de contratación por concurso de méritos y examen de competencia, por
ello que las contrataciones y los retiros se rigen por un sistema y práctica desde hace mucho
tiempo atrás; este sistema consiste en una exposición debidamente fundamentada que hace el
ministro en reunión de Sala Plena y en consideración de dicha solicitud cuando resulte aceptable
y convincente se determina el planteamiento respectivo.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Chuquisaca, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 60/10 de 12 de febrero de 2010, cursante de fs. 51 a 56 vta., por la que concedió la
tutela, y dispuso dejar sin efecto el memorándum 62/09, ordenando el restablecimiento de la
accionante a las funciones para las que legalmente fue designada en 1999; por último que la
Decana en ejercicio de la Presidencia de la entonces Corte Suprema de Justicia, disponga de
inmediato el pago de haberes que correspondían a la accionante a partir de su ilegal cesación,
hasta su efectiva reincorporación, así como de otros beneficios que le correspondieren en
derecho, teniendo como fundamento lo siguiente: a) La accionante ingresó a la Corte Suprema
de Justicia como funcionaria por tiempo indefinido, con todos los derechos laborale s que les
reconoce la Constitución Política del Estado y las Leyes en general; b) La reunión de seis
El 20 de marzo de 2012, la presente causa fue sorteada para su correspondiente resolución; sin
embargo, se devolvió a la Comisión de Admisión al haberse excusado la Magistrada, Carmen Silvana
Sandoval Landívar del conocimiento de la causa, al estar comprendida dentro de la causal establecida
en la norma prevista por el art. 34 inc. 1) de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), aplicable al
caso, conforme lo dispone el art. 20.I de la Ley 212 de 23 de diciembre, declarándose legal la excusa
formulada por la Magistrada, mediante AC 0003/2012-CA/S-L de 27 de marzo, en cuya consecuencia
se procedió a un nuevo sorteo el 25 de abril del referido año, pronunciándose Sentencia dentro de
plazo.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 25 de diciembre de 1999, la accionante fue designada auxiliar de la Sala Penal Segunda
de la Corte Suprema de Justicia -hoy Tribunal Supremo de Justicia- con el ítem 84, lo que es
ratificado con el nombramiento firmado por el Presidente de dicho Tribunal Oscar Hassenteufel
Salazar y el acta de posesión firmada por Carlos Peláez secretario de cámara de la Sala Penal
Segunda, esto en fecha 9 del mismo mes y año (fs.1 a 4).
II.2. Por copia legalizada del acta de reunión extraordinaria de Sala Plena, celebrada el 18 de
noviembre de 2009, el Ministro José Luis Baptista Morales propuso el retiro de la accionante y
que en su lugar se designe a otra persona (fs. 6).
(…)
la protección por vía del recurso directo de nulidad. En ese sentido, la aludida Sentencia
estableció lo siguiente: "En mérito a lo señalado, se puede determinar que el antes recurso de
amparo constitucional, ahora acción de amparo, es un mecanismo de protección eficaz y
pertinente para el resguardo del derecho al debido proceso en todos sus elementos incluido el
juez natural, pero, solamente en sus elementos imparcialidad e independencia, en ese sentido,
debe precisarse que la protección del tercer componente del juez natural; el referente a la
competencia en cuanto a los supuestos de hecho antes descritos; es decir, usurpación de
funciones que no estén mencionadas por ley, ejercicio de potestad administrativa que no emane
de la ley, resoluciones judiciales emitidas en ejercicio de jurisdicción que no emane de la ley o
pronunciadas por autoridad jurisdiccional suspendida en el ejercicio de sus funciones o que
hubieren cesado en las mismas; se encuentran resguardados específicamente por el recurso
directo de nulidad”.
De lo invocado, se concluye que el accionante sostiene que las autoridades demandas al haberle
agradecido sus funciones lo hicieron sin tener competencia para ello, siendo en consecuencia,
sus actos nulos de pleno derecho y que además como él fue designado con el respaldo de los 2/3
de votos de la Sala Plena, la decisión de agradecimiento de servició debió contar con ese mismo
respaldo.
Al respecto, es necesario hacer referencia al marco normativo del recurso directo de nulidad,
que se encuentra configurado en la Constitución Política del Estado, en su art. 122 y el art. 79
de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), que establece:
I.- Procede el recurso directo de nulidad contra todo acto o resolución de quien usurpe
funciones que no le competen, así como contra los actos de quien ejerza jurisdicción o potestad
que no emane de la ley.
II.- También procede contra las resoluciones dictadas o actos realizados por autoridad judicial
que esté suspendida de sus funciones o hubiere cesado.
Así también, la jurisprudencia emanada por este Tribunal tal cual se mencionó en el
Fundamento Jurídico III.2, respecto al ámbito de protección de la acción de amparo
constitucional indica que abarca al debido proceso en cuanto al juez natural, pero solamente en
sus elementos de imparcialidad e independencia, dejando el tercer componente “la
competencia” en el supuesto de usurpación de funciones que nos ocupa, dentro del ámbito de
resguardado del recurso directo de nulidad.
recurso directo de nulidad, constituyéndose este medio el idóneo para solicitar la tutela de sus
derechos, de donde la acción de amparo constitucional no puede ser utilizada como mecanismo
alternativo o sustitutivo de protección, ni como instancia adicional en el proceso que de abrirse
la posibilidad resolver mediante este mecanismo los extremos denunciados, se estaría
desnaturalizando su esencia.
Las circunstancias descritas, determinan que se deba denegar la tutela sin ingresar al análisis de
fondo del asunto, por cuanto cuestiones como las planteadas por el accionante corresponde ser
examinadas en el ámbito del recurso directo de nulidad y no por vía de esta acción tutelar...”.
En la problemática planteada, la accionante indica que su despido constituye un acto ilegal por
cuanto se debió únicamente a la decisión del ministro José Luis Baptista Morales, asumiendo esta
determinación con el argumento de que la misma era una persona conflictiva, ocasionando la
emisión del memorándum 62/09, mediante el cual se agradecen su servicios y que esta decisión
se asumió en Sala Plena sin el quórum correspondiente, participando solamente seis Ministros,
cuando debieron ser siete como manda la ley.
Respecto de la tutela concedida por el Tribunal de garantías y los actos que se hubieren
producido como consecuencia de dicha Sentencia, es probable que la accionante se encuentre en
funciones; por lo que corresponde indicar que dada la denegatoria establecida por este Tribunal,
corresponde dimensionar los alcances del presente fallo, esto en observancia de los principios de
certidumbre jurídica y legalidad, establecidos en la SC 0123/2010-R de 11 de mayo, el Tribunal
Constitucional Plurinacional no puede desconocer los efectos del merituado fallo, por lo que es
menester pronunciarse al respecto.
En consecuencia el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela solicitada evaluó de forma
incorrecta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
De conformidad con el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), se dimensionan los
No interviene la Magistrada Dra. Carmen Silvana Sandoval Landívar, por excusa declarada legal.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Como candidato al Gobierno Municipal de Puerto Quijarro, provincia Germán Busch del
departamento de Santa Cruz, en cumplimiento al art. 112 del Código Electoral (CE) y la directiva
EDM-SC 005/2010 de 8 de enero, presentó en fecha 11 de febrero de 2010, toda la
documentación en original exigida por las citadas normas.
Sobre ese particular, la Corte Departamental Electoral de Santa Cruz, emitió la Resolución
023/2010 de 1 de marzo, que es de carácter general para todos los candidatos, donde se enumera
solamente siete requisitos que debían presentar los candidatos y que la falta de presentación de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 796
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
uno de ellos inhabilitaría la postulación del candidato de acuerdo a lo previsto en el art. 112 del
CE.
También menciona que los Vocales de la referida Corte Electoral, obviaron mencionar que
conjuntamente los documentos exigidos por la “Ley Electoral” (sic) presentó además
memorándum 0017/10 de 4 de enero, firmado por Armando Pacheco Gutiérrez, Comandante
General de la Armada Boliviana, por el cual se acreditaba que el ahora accionante es militar en
reserva activa y que pasó a formar parte de la Letra “A” de disponibilidad, por lo que podía
tramitar su jubilación a partir del 31 de diciembre de 2009, al haber cumplido con 35 años de
servicio activo en las Fuerzas Armadas, además los citados Vocales también obviaron considerar
que en la fotocopia de su cédula de identidad claramente se establece que es de profesión militar.
Asimismo, indica que los demandados incurrieron en dos actos ilegales, uno relacionado a la
pérdida misteriosa de documentación original que presentó en instalaciones de la Corte Electoral
mencionada, y otro respecto a la valoración inadecuada de los documentos que presentó y que
acreditaban su condición de militar. Menciona también, que esa irregularidad obedecería a que
Eliane Hinojosa, buscaría con “intereses oscuros” lograr su exclusión, pues con su inhabilitación
esa persona asumiría su lugar.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 19 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 54
a 58 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Las autoridades demandadas, mediante informe escrito, cursante de fs. 42 a 45, que fue
leído en audiencia manifestaron lo siguiente: 1) El 13 de febrero de 2010, en
cumplimiento a directivas emitidas por la Corte Nacional Electoral, la Secretaría de la
Corte Departamental Electoral de Santa Cruz recepcionó la documentación del ahora
accionante como candidato a Alcalde del municipio de Quij arro por el partido político
del “MAS”, habiéndose verificado de la revisión de esta documentación, que el
candidato indicado presentó fotocopias simples de certificado de registro judicial de
antecedentes penales (REJAP), extendido por el entonces Consejo de la Judicatura,
certificado de solvencia fiscal, credencial militar y memorándum DPTO.I -PERS. DIV.
“A” 0017/10 de 4 de enero de 2010 y posteriormente el 18 de febrero, los delegados del
MAS presentaron a esa misma Secretaría certificado de nacimiento or iginal, fotocopias
simples de cédula de identidad y de credencial militar del candidato, así como el
certificado emitido por Juan Macías Ponce, Jefe de la División I -Personal del AN-2
“SCZ”, extendida en hoja sin membrete, certificado REJAP que establece q ue el
candidato indicado cuenta con declaratoria de rebeldía de 22 de mayo de 2003, dictada
por el Juzgado Primero de Sentencia del Distrito Judicial de Cochabamba por el delito
de “cheque en descubierto” (sic), formulario de declaración jurada y certifica do de
inscripción en el padrón electoral; 2) A momento de verificar el cumplimiento de
requisitos y evaluar los documentos antes mencionados, se observó al candidato ahora
accionante, la presentación de fotocopia simple de credencial militar que no sustitu ye a
la libreta de servicio militar, por lo que debía presentar la credencial original a efectos
de su constatación; 3) La exclusión del candidato ahora accionante que se dispuso mediante
Resolución 023/2010, se enmarca en disposiciones vigentes y directivas emitidas por la Corte
Nacional Electoral, donde se constató el incumplimiento de la credencial militar en original, que
fue presentada en fotocopia simple junto a un memorándum, que no permitieron a la Corte
Departamental Electoral establecer el cumplimiento de la prestación de los deberes militares por
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 798
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
1.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa
Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 11/2010 de 19 de marzo, cursante de
fs. 57 a 58, concedió la tutela solicitada, disponiendo que queden sin efecto las Resoluciones
023/2010 de 1 de marzo y la 025/2010 de 11 de marzo, dictadas por la Corte Departamental
Electoral de Santa Cruz, que disponían la exclusión e inhabilitación del accionante, bajo los
siguientes fundamentos: 1) La Sala Plena de la Corte Departamental Electoral dictó la Resolución
023/2010 que resuelve de forma general las observaciones a todos los candidatos, decidiendo
excluir a varios de ellos, entre los que se encontraba el ahora accionante como postulante a
Alcalde de Quijarro provincia Germán Busch, argumentando que este último había presentado
fotocopias simples y certificaciones sin membrete que lo acreditan como Militar, ante lo cual el
perjudicado interpuso reconsideración que fue resuelta mediante Resolución de 11 de marzo del
mismo año, donde se ratifica su exclusión; 2) No existe la subsidiariedad, toda vez que el
Tribunal Constitucional ha establecido que es viable la exclusión de la misma, para evitar la
consumación irreparable de un hecho, frente al peligro de su ejecución y en el presente caso la
proximidad de las elecciones no dan tiempo a formular al accionante el recurso de apelación ante
la Corte Nacional Electoral; 3) La observación realizada por la Corte Departamental Electoral al
candidato ahora accionante, por haber presentado fotocopias y certificaciones que no llevan
membrete de la Institución militar, no es suficiente como para proceder a la exclusión de un
candidato, porque se entiende qué, quien postula como militar, ahora en reserva, cumplió con los
servicios militares, al estar en una institución que tiene a su cargo el servicio militar obligatorio
de todos los bolivianos.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. A través de directiva 015/DEP MUN 2010 de 10 de febrero, emitida por el Presidente de la
Corte Nacional Electoral, se dispone, entre otros, que los candidatos que no presenten los
documentos exigidos por la directiva EDM-SC 005/2010, serán excluidos de las listas en
aplicación del art. 112 del Código Electoral, y será mediante resolución expresa emitida por el
órgano electoral departamental (fs. 41).
II.3. Por directiva 20/DEP MUN 2010 de 13 de febrero, emitida por el Presidente de la Corte
Nacional Electoral, se aclara, entre otros, que en caso que los candidatos no presenten libreta del
servicio militar, la Corte Electoral podrá admitir certificación de autoridad competente, que
acredite que el candidato tiene en trámite de obtención el certificado especial por extravío de la
libreta de servicio militar, siempre y cuando el trámite se haya iniciado con anterioridad al 18 de
enero de 2010 (fs. 39 a 40).
II.4. La Sala Plena de la Corte Departamental Electoral de Santa Cruz, mediante Resolución
023/2010 de 1 de marzo, dispuso la inhabilitación y exclusión de 588 candidatos, entre los que se
hallaba excluido el ahora accionante, por no haber presentado todos los requisitos exigidos en la
directiva EDM-SC 005/2010, además de establecer en su punto Tercero, que las organizaciones
políticas pueden sustituir a los ciudadanos excluidos hasta horas 24:00 del 31 de marzo de 2010
(fs. 3 a 5).
II.5. Como efecto de la Resolución antes indicada, el accionante el 5 de marzo de 2010, solicitó
ante la misma Corte Electoral la reconsideración de la Resolución 023/2010, la cual fue resuelta
por los Vocales de esa Corte, mediante Resolución de Sala Plena 025/2010 de 11 de marzo,
ratificando la exclusión indicada, por cuanto la documentación presentada por el candidato ahora
accionante no sustituye a la libreta de servicio militar (fs. 11 a 12).
II.7. Cursa en fs. 2 el certificado emitido en hoja sin membrete de 1 de febrero de 2011, emitida
por Juan Macías Ponce, Jefe de la División I-Personal del AN-2 “SCZ”, con sello de la Armada
Boliviana, donde se certifica que el ahora accionante es personal militar en situación de reserva
activa, dependiente de esa Armada.
II.8. Cursa de fs. 22 vta. a 24, diligencias de notificación del Auto de 11 de marzo de 2010, entre
las que se halla una con sello de recepción de “DIRC. DPTAL. MAS IPSP” (sic), con firma
ilegible y manuscrito el nombre de “Noemí Macías” quien no se identifica como representante de
la Dirección Departamental del MAS.
A su vez, el art. 129 de la Norma Suprema establece que: “I. La Acción de Amparo
Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder
suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez
o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
El carácter subsidiario del recurso de amparo, ha sido desarrollado por este Tribunal, así la SC
374/2002-R, de 2 de abril, entre otras, sienta la línea según la cual "la subsidiariedad del
amparo constitucional debe ser entendida como el agotamiento de todas las instancias dentro del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 801
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
proceso o vía legal, sea administrativa o judicial, donde se acusa la vulneración, dado que
donde se deben reparar los derechos fundamentales lesionados es en el mismo proceso, o en la
instancia donde han sido conculcados, y cuando esto no ocurre queda abierta la protección que
brinda el Amparo Constitucional".
'(…) de ese entendimiento jurisprudencial, se extraen las siguientes reglas y sub reglas de
improcedencia de amparo por subsidiariedad cuando: 1) las autoridades judiciales o
administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte
no ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su
oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no
se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico: y 2) las autoridades
judiciales o administrativas pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse,
porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a) cuando se planteó el recurso pero de
manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos extemporáneos o equivocados y b)
cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en
su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la interposición y tramitación del
amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la excepción al principio de
subsidiariedad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y garantías
constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en cuya situación
y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios de defensa y
recursos pendientes de resolución'“ (las negrillas son nuestras).
Del estudio de los antecedentes del proceso, se establece que el ahora accionante, con el respaldo
del partido político del MAS, fue presentado e inscrito por esa tienda política, como candidato a
alcalde, para la Alcaldía de Puerto Quijarro, provincia Germán Busch del departamento de Santa
Cruz.
Es así que mediante la presente acción de amparo constitucional, el accionante denuncia que en
los trámites previos a esa elección, las autoridades ahora demandadas, en su calidad de Vocales
de la Corte Departamental Electoral de Santa Cruz, vulneraron sus derechos a la elección y al
ejercicio de funciones públicas, al haber emitido las resoluciones de Sala Plena 023/2010 y
025/2010 de 1 y 11 de marzo, respectivamente, por las cuales dispusieron y ratificaron su
inhabilitación y exclusión de la lista electoral de candidatos a alcalde para la Alcaldía de Puerto
Quijarro, provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz, por no haber presentado su
libreta de servicio militar, que era un requisito documental que debían cumplir todos los
candidatos, donde en síntesis, a criterio del accionante, los demandados no consideraron que la
credencial y un certificado sin membrete que presentó para acreditar su condición de militar en
reserva con 35 años de servicio, sustituía a la libreta de servicio militar requerida.
Al respecto la normativa electoral vigente en ese entonces, específicamente el inc. m) del art. 29
del CE, establece como atribución y competencia de la Corte Nacional Electoral el conocer las
apelaciones y recursos de nulidad a que dieran lugar las Resoluciones dictadas por las Cortes
Departamentales Electorales.
Es así que esta posibilidad de plantear el recurso de apelación antes indicado no era desconocida
por la parte accionante, pues en la audiencia de acción de amparo constitucional que cursa de fs.
54 a 58, ésta literalmente indicó “En caso de haberse presentado el recurso ordinario de
apelación, éste vendría a ser demasiado tardía, porque las elecciones ya pasarían…” (sic). Este
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 802
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
aspecto permite deducir la existencia del pleno conocimiento que tenía el ahora accionante sobre
el medio de impugnación idóneo que debía utilizar contra la Resolución 023/2010, que lo excluía
de la lista de candidatos, sin embargo el mismo, pese a conocer oportunamente el contenido de
dicha Resolución que le causaba agravio, dejó transcurrir el tiempo sin plantear el recurso de
apelación pertinente para reclamar sus derechos contra la exclusión de su candidatura, y más al
contrario planteó otro tipo de solicitudes, como es la solicitud de reconsideración que presentó el
5 de marzo de 2010, cuando ese tipo de solicitud o recurso no se encuentra reconocido en el
Código Electoral vigente en ese entonces ni en sus normas conexas ni reglamentarias.
Por ende el presente caso, de acuerdo al Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia, no se
encuentra comprendido dentro de la situación de excepción al principio de subsidiariedad, pues
antes y a momento de plantear la presente acción tutelar, no existía un inminente perjuicio
irremediable e irreparable sobre los derechos constitucionales que denunció como vulnerados el
accionante, toda vez que esté en su momento podía hacer uso inmediato del recurso de apelación
que posibilita el art. 29 inc. m) del CE entonces vigente, recurso que al no ser utilizado
oportunamente, hace que la presente acción de amparo constitucional deba ser denegada, pues
este mecanismo de protección extraordinaria de los derechos constitucionales no debe ser
utilizado, sin que no se hayan agotado previamente los medios y recursos ordinarios de defensa,
ni menos aún para reparar las omisiones en las que pudo haber incurrido la parte afectada, al
dejar de utilizar oportunamente los recursos o medios idóneos de impugnación que se hallaban a
su alcance para reponer sus derechos.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al conceder la acción de amparo constitucional, no
efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales ni dio correcta aplicación al citado
precepto constitucional.
POR TANTO
2º Al amparo del art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional, debido al tiempo transcurrido
desde la interposición de la acción tutelar hasta la presente revisión, se dimensionan los efectos
de esta Sentencia, dejando subsistentes los actos cumplidos como resultado de la concesión de
tutela dispuesta por el Tribunal de garantías.
En revisión la Resolución 011 de 8 de marzo de 2010, cursante de fs. 120 a 122 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Gustavo Adolfo Saucedo
Almaraz contra Edgar Molina Aponte, Adhemar Fernández Ripalda y Samuel Saucedo
Iriarte, Vocales de la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz.
El accionante manifiesta que, el 23 octubre del 2009 se dictó el Auto de Vista 255 de 25 de
octubre de 2009 emitido por Vocales de la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Santa Cruz -ahora demandados- con el antecedente que el 28 de agosto de 2009, se
llevó a cabo el juicio oral dentro del proceso seguido por el Ministerio Público y la Aduana
Nacional de Bolivia contra el hoy accionante, por la presunta comisión del “delito” de
contrabando sancionado por el art. 181 inc. d) del Código Tributario Boliviano (CTB), con
Resolución 145/2009 de 28 de agosto por haber exportado gasolina blanca sin la autorización de
la Superintendencia de Hidrocarburos; interpuso incidente de retroactividad de la ley más
favorable y excepción de falta de acción, con fundamento en el art. 56 de la Ley Financial 2009,
que reformado el art. 181 del CTB donde configura el “delito” de contrabando al subir el monto
de las UFV's 10000 (diez mil Unidades de Fomento a la Vivienda) a UFV's 200000 (doscientos
mil), con estas modificaciones, el delito de contrabando, sólo se configuraría cuando el daño
económico al Estado sobrepase el tope de lo establecido, el monto en este caso es de $us28620
(veintiocho mil seiscientos veinte dólares estadounidenses) que equivaldría a UFV's 160967, no
alcanzó al monto establecido por la modificación.
Señala el art. 4 del Código Penal (CP) “Si la ley vigente en el momento de cometerse el delito
fuere distinta de la que exista al dictarse el fallo o de la vigente en el tiempo intermedio, se
aplicará siempre la más favorable”, por el principio de legalidad que implica la aplicación de los
arts. 116.I y 123 de la Constitución Política del Estado (CPE), y las líneas jurisprudenciales del
Tribunal Constitucional, la reforma introducida por la Ley Financial 2009 seria favorable
correspondiendo la aplicación retroactiva de la misma a su favor, los vocales demandados al
dictar resolución hicieron una indebida interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico
aplicable al proceso penal de donde emerge la presente acción constitucional.
El accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso a la “seguridad jurídica” así
como la lesión de los principios de legalidad, intervención mínima y proporcionalidad, sin citar
normativa.
I.1.3. Petitorio
El accionante pide dejar sin efecto el Auto de Vista 255, asimismo se disponga: a) que las
autoridades demandadas emitan una nueva resolución debidamente motivada y fundamentada; en
consecuencia, se mantenga vigente la Resolución 145/2009 pronunciada por el Tribunal Segundo
de Sentencia Penal; b) Dejar sin efecto legal todas las medidas adoptadas como consecuencia de
la apertura del ilegal proceso penal; y, c) Asimismo, dejar sin efecto legal todas las actuaciones
realizadas con posterioridad al Auto de Vista 255, sea con expresa prohibición de celebrar otros
actos posteriores.
Celebrada la audiencia pública el 8 de marzo del 2010, según consta en el acta cursantes de fs.
101 a 112 y 116 a 122 vta., se produjeron los siguientes actuados:
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 805
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El accionante amplio la demanda por medio de sus abogados: 1) La Sala Penal Segunda calificó
el hecho como un delito de contrabando, sin embargo esta Sala y el Tribunal Segundo de
Sentencia Penal sostienen que el hecho no constituye delito de contrabando sino contravención
por lo que debería tramitarse y resolverse por la vía administrativa; 2) Tiene una empresa “Alsa
Reserco” registrada en la Superintendencia de Hidrocarburos con “Resolución Administrativa Nº
1836 de 2005” (sic) y que; “para exportar la gasolina blanca tenia la póliza de exportación, la
autorización de sustancias controladas ¿Qué fue lo que faltó? la autorización de la
Superintendencia de Hidrocarburos para que la exportación fuese “legal” ya que se hicieron todas
las gestiones y se obtuvieron todos los documentos necesarios, como podríamos revisar en las
pruebas de la Aduana de las documentación existente, se decide hacer el transporte por un
compromiso firmado con un comprador del Brasil” (sic); 3) La exportación genera divisas y está
exenta de pago de impuestos, por lo tanto, esta exportación no paga impuestos, ya que el daño se
mide por el tributo omitido, de este modo se define si estamos frente a un delito de contrabando o
de contravención; 4) Se vulneró el “principio de la legalidad penal, el principio de seguridad
jurídica y el principio de proporcionalidad”(sic), por haber infringido normas administrativas
establecidas en normas reglamentarias.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, por Resolución 11 de 8 marzo de 2010, cursante de fs.
120 a 122 vta., declaró la “improcedencia” de la tutela con los siguientes fundamentos: a) Los
Vocales “recurridos”, no presentaron ningún informe para esta audiencia, pero sí la Aduana
Nacional de Bolivia -Regional Santa Cruz- donde resalta la salida del país de 90 m3 de gasolina
blanca, sin contar con la autorización de exportación de la Superintendencia de Hidrocarburos; y,
b) En virtud del art. 181 del CTB está claramente establecido que la persona comete “delito” de
contrabando, si no tiene las autorizaciones respectivas para la comercialización del producto
emitidas por esta Superintendencia.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Según acta de celebración de juicio oral del 28 de agosto del 2009, dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público y la Aduana Nacional de Bolivia por el “delito” de contrabando
contra Gustavo Adolfo Saucedo Almaraz, pronunciando la Resolución 145/2009, que declaró
probado el incidente de retroactividad de la ley, así como también la excepción de falta de acción
interpuesta por el accionante, disponiendo el archivo de obrados, dejando sin efecto las medidas
dispuestas en su contra (fs. 8 a 9).
II.3. La Sala Penal Segunda, pronunció el Auto de Vista 255, admitiendo y declarando
procedentes los recursos de apelación incidental deducidos por la Aduana Nacional de Bolivia y
el Ministerio Público, revocando el fallo 145/2009, declarando improbado el incidente de
aplicación retroactiva de la ley e improbada la excepción de falta de acción formulados por el hoy
accionante, con costas (fs. 17).
El accionante alega que las autoridades demandadas vulneraron sus derechos constitucionales al
debido proceso, a la “seguridad jurídica”, así como la lesión de los principios de legalidad,
intervención mínima y proporcionalidad, al emitir el Auto de Vista 255, toda vez que “los
Vocales de la Sala recurrida, para dictar el referido Auto de Vista han hecho una indebida
interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico aplicable al proceso penal de donde trae
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 807
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
causa la presente acción constitucional” (sic), que a lo sumo podría ser calificada como
contravención pero no como delito, ya que no guardaría proporcionalidad con la reacción penal
que se pretende viabilizar ilegalmente. En ese sentido corresponde analizar si en el presente caso
se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
En el caso de autos, el accionante manifiesta que las autoridades demandadas lesionaron sus
derechos constitucionales al pronunciar el Auto de Vista 255, ya que admitió y declaro
procedente el recurso de apelación incidental, interpuesto por la Aduana Nacional de Bolivia y el
Ministerio Público, realizando una interpretación arbitraria de las normas aplicables al caso, toda
vez que “los Vocales de la Sala Recurrida, para dictar el referido Auto de Vista han hecho una
indebida interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico aplicable al proceso penal de
donde trae causa la presente acción constitucional”(sic), en razón a que no se habría hecho una
aplicación retroactiva de la ley mas favorable por parte de los demandados, cuando revocaron el
fallo 145/2009, el cual declaró probados el incidente de retroactividad de la ley y probada la
excepción de falta de acción interpuesta por el imputado por existir un impedimento legal para
proseguirla al no adecuarse en la actualidad la conducta del acusado al tipo penal de contrabando,
por lo que se dispuso el archivo de obrados.
De la revisión de los antecedentes de la acción tutelar que nos ocupa y su petitorio se tiene que, el
accionante pretende que éste Tribunal Constitucional Plurinacional, revise el análisis subjetivo
que según el accionante, realizaron de forma incorrecta los Vocales demandados al dictar el Auto
de Vista 255, ya que habrían realizado una interpretación indebida y una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, aplicable al proceso penal seguido en su contra por que ante una supuesta
lesión de derechos constitucionales en la interpretación efectuada tiene esta que expresar en
forma precisa los fundamentos jurídicos en los que sustenta su posición y principios que no
fueron cumplidos o fueron desconocidos por el autoridades demandadas, ya que resulta
insuficiente la relación de hechos o enumeración de normas legales supuestamente infringidas,
reiterándose una vez más quela acción de amparo constitucional, no puede ser utilizada como un
recurso para impugnar resoluciones dictadas en única y última instancia que resultaren contrarias
al interés del accionante.
POR TANTO
María del Rosario Lazo de la Vega de Domínguez presentó demanda de divorcio absoluto contra
su esposo Casto Domínguez Arteaga el 25 de enero de 1999, causa que fue patrocinada por el
accionante, recibiendo parte de sus honorarios profesionales en pagos fraccionados,
posteriormente frente al incumplimiento del resto, el 11 de julio de 2002 solicitó regulación de
honorarios al Juez de la causa, quien previos los trámites de rigor fijó los mismos en la suma de
Bs3 000.- (Tres mil bolivianos 00/100).
Apelada esta Resolución, la Sala Civil Primera de la Corte Superior -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, mediante Auto de Vista 151 de 31 de marzo de 2004,
revocó el Auto apelado y dispuso la regulación de honorarios profesionales incluyendo el 5% de
la cuantía de bienes a favor del ahora accionante, mismo que señaló que la citada Resolución
alcanzó ejecutoria al tenor del art. 1451 del Código Civil (CC) .
María del Rosario Lazo de la Vega de Domínguez, el 9 de febrero de 2006, interpuso excepción
de prescripción al tenor del art. 1497 del CC, con el argumento que esta norma permite oponer la
prescripción en ejecución de sentencia; fundamentando que el proceso de divorcio que el
accionante patrocinó concluyó el 26 de julio de 1999, habiendo transcurrido más de dos años, por
ello en aplicación del art. 1510 inc. 1) de la norma referida se habría operado la prescripción
bienal; excepción de prescripción que es resuelta por el Juez de primera instancia declarando
improbada la misma. Resolución que es apelada por la excepcionista, y que es resuelta mediante
Auto de Vista 633/2008 de 20 de diciembre, emitido por la Sala Civil Segunda y que motiva la
acción tutelar, esta Resolución no valoró el recibo de junio de 2001, por el que se evidencia que
la prescripción fue interrumpida con el pago efectuado por María del Rosario Lazo de la Vega de
Domínguez.
Por último indica que “el tribunal de apelación no ha efectuado una valoración de la prueba que
cumpla los mandatos establecidos en el Libro V Título I Capítulo II del Código Civil” (sic).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, se disponga la nulidad del Auto de Vista 633/2008 pidiendo se
pronuncie una nueva Resolución efectuando una corecta valoración de los medios probatorios.
Celebrada la audiencia pública el 26 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
55 a 60, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de María del Rosario Lazo de la Vega alegó que la labor profesional del accionante
concluyó el 13 de julio de 1999, por lo tanto transcurrió 3 años y 3 meses que el accionante no
solicitó ninguna regulación, hasta que en fecha 14 de julio de 2002, recién solicita tal extremo.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior -hoy Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 29 de
26 de febrero de 2010 cursante de fs. 60 a 62 vta., por la que concedió la tutela, y dispuso: La
nulidad del Auto de Vista de 20 de diciembre de 2008 y; que, las autoridades recurridas dicten
una nueva Resolución aplicando los parámetros mencionados, de acuerdo a los siguientes
fundamentos: a) Es cierto que la excepción de prescripción puede oponerse en cualquier estado
de la causa, también es cierto que la hoy tercera interesada en su incidente interpuesto, obvió
formular dicha excepción cuando tenía el derecho para oponerla, en consecuencia, su derecho
precluyó cuando se dictó el Auto de 21 de marzo de 2003, y que la no oposición de la excepción
hasta ese estado de la causa conlleva a la aplicación del art. 1505 inc. 2) del CC, el cual es claro
al establecer la interrupción por reconocimiento del derecho y reanudación de su ejercicio,
existiendo un consentimiento tácito del pago de honorarios profesionales; b) Las autoridades hoy
recurridas al dictar el Auto de Vista de 20 de diciembre de 2008, han vulnerado derechos y
garantías constitucionales del accionante como la seguridad jurídica, aplicación errónea de la ley
sustantiva o adjetiva bajo la premisa de haber consentido tácitamente la interrupción de la
prescripción al no haberla opuesto hasta el Auto de Vista del 21 de marzo de 2003; asimismo,
indicó que la misma no puede ser alegada y menos retrotraer al año 1999 como erróneamente lo
hacen las autoridades recurridas; y, c) A partir del Auto de 21 de marzo de 2003, empieza a
correr el período para efectos de la prescripción y no antes, en consecuencia las autoridades
recurridas, en evidencia cierta y plena, a través de las omisiones indebidas, promovieron la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 811
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
vulneración a los derechos consagrados en la Carta Magna como ser el derecho al debido proceso
y a la “seguridad jurídica”.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional(LTC). Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Solicitud de regulación de honorarios profesionales impetrada por el accionante ante el Juez
Quinto de Partido de Familia de 11 de julio de 2002 (fs. 7 a 8).
II.3. Recibos por distintas sumas de dinero, por los cuales el accionante percibe sus honorarios
profesionales de fechas 5 de octubre de 2001, 13 de noviembre de 2001, 20 de noviembre de
2001, 19 de enero de 2002, 4 de enero de 2002, 21 de diciembre de 2001, 8 de diciembre de
2001, 6 de junio de 2001 y 6 de febrero de 2002. Asimismo, cursan tres recibos sin fecha; por lo
que se evidencia que el accionante recibió distintas sumas de dinero por concepto de honorarios
profesionales (fs. 9 a 22).
II.4. Memorial por el que María del Rosario Lazo de la Vega de Domínguez niega las
pretensiones de pago al accionante indicando que resulta inverosímil aceptar el hecho que
después de varios años un abogado se acuerde de cobrar sus honorarios profesionales, que los
mismos han sido debida y sobradamente satisfechos, cuando él mismo reconoce que se le pagó la
suma de $us2 676.43.- (fs. 23 y vta.).
II.5. Cursa Auto de vista 151 por el que la Sala Civil Primera revoca el Auto de 21 de marzo de
2003, disponiendo se regule los honorarios profesionales del accionante incluyéndose el 5%
sobre la cuantía de los bienes (fs. 29 a 30).
II.6. Mediante memorial presentado el 9 de febrero de 2006, María del Rosario Lazo de la Vega
de Domínguez, opone excepción de prescripción, haciendo alusión al art. 1497 del CC, que
menciona que la prescripción puede oponerse en cualquier estado de la causa aunque sea en
ejecución de sentencia (fs. 32 y vta.).
II.7. Por Auto de 21 de enero de 2008, el Juez Quinto de Partido de Familia, declara improbada
la excepción de prescripción (fs. 33).
II.8. Auto de Vista de 20 de diciembre de 2008, por el que la Sala Civil Segunda revoca el Auto
de 21 de enero de 2008, declarando probada la excepción de prescripción y disponiendo en
consecuencia no ha lugar al cobro de honorarios profesionales por haberse operado dicha
prescripción (fs. 40 y vta.).
Planteado el problema jurídico, corresponde verificar si existe una causal que impida ingresar al
fondo de la problemática planteada, de lo contrario determinar si existió vulneración a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales invocados.
Esta acción conforme a lo establecido por la norma constitucional citada, es un medio que tiene
por fin el resguardo y protección de los derechos cuando éstos han sido vulnerados.
“…este Tribunal a través de las diversas acciones tutelares no puede realizar una nueva
valoración de la prueba sobre la problemática de fondo que motivó la decisión judicial o
administrativa impugnada, pues ello seria invadir otras jurisdicciones desnaturalizando la
esencia de esta acción tutelar por cuanto la valoración de la prueba es una facultad privativa de
dichas instancias ordinarias; esa es la regla y la línea jurisprudencial adoptada. No obstante,
como toda regla en ciertos casos conlleva una excepción, de manera muy excepcional el
Tribunal Constitucional, puede determinar si se valoró o no la prueba, si se omitió alguna
valoración pese a la presentación oportuna y conforme a ley o la misma resulta arbitraria e
irracional; sin embargo, no puede sustituir la valoración, sino disponer se emita nueva
resolución con una adecuada valoración probatoria por parte del mismo órgano o instancia
ordinaria.
(…)
Finalmente, se aclara esta subregla '…tiene su excepción, cuando en dicha valoración: a) Exista
apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsible para decidir (…) o b)
Cuando se haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su lógica consecuencia sea la
lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales…' (SC 0965/2006-R de 2 de
octubre). Circunstancias que como se tiene explicado deben fundamentarse, no siendo suficiente
una simple relación o indicar que ha existido agravio...”.
Al respecto, el accionante refiere haber patrocinado, el proceso de divorcio como abogado y que
como prueba de ello este adjunta la demanda y la petición de conclusiones para sentencia de fs. 3
a 5 vta., por su parte la excepcionista a fs. 23 y vta., expresa que al accionante le habría cancelado
la suma de $us2 676.43 y que este extremo habría sido confesado por dicho abogado; al efecto,
indica que este pago sería injusto, porque la demanda habría sido declarada improbada; como
consecuencia se habría suscrito un acuerdo transaccional y que en el mismo no habría participado
el accionante, y que por lo tanto, la participación que cree tener en la comunidad de gananciales
no es correcta.
El accionante manifiesta que con dicha Resolución se habría vulnerado el debido proceso y la
“seguridad jurídica”, particularmente habría existido una valoración errónea e ilegal de las
pruebas y una inadecuada inobservancia de las disposiciones legales referentes a la interrupción
del plazo de la prescripción, por lo que es preciso establecer lo siguiente:
En la especie, el accionante se limitó a expresar que la autoridad judicial no valoró las pruebas,
sin referirse a cuáles ni citar de que forma este accionar vulneró sus derechos; al respecto, se
tiene claro que la jurisdicción constitucional no puede entrar a valorar la prueba menos aún
cuando no se ha identificado la misma con claridad.
Es preciso también señalar que la jurisdicción constitucional, no es revisora de fallos dictados por
los tribunales ordinarios, no es una instancia casacional, por lo que el accionante al pretender vía
amparo constitucional que este Tribunal revise fallos dictados con plena jurisdicción y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 814
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En cuanto a la “seguridad jurídica”, cabe indicar que la misma no se encuentra dentro de los
derechos y garantías constitucionales, sino se constituye en un principio conforme el art. 178.I de
la CPE, y siendo que la jurisdicción constitucional no tutela principios conforme así lo explica la
SC 1063/2011-R de 11 de julio, es que bajo este entendimiento no es pertinente otorgar tutela.
POR TANTO
2º De conformidad con el art. 48.4 de la LTC, por el transcurso del tiempo entre el fallo del
tribunal de garantías y la presente Sentencia, corresponde modular los efectos y actos que se
hubieren producido como consecuencia de la merituada sentencia, manteniéndose firmes y
subsistentes los mismos.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Desde el año 2001, el accionante tramitó un proceso interdicto de recobrar la posesión ante el
Juzgado Segundo de Instrucción en lo Civil de Trinidad contra Marcia Cuéllar Nottu, Jesús
Subirana Vaca y Orlando Sossa Ríos, el mismo que concluyó con la Resolución 015/2002 de 1 de
febrero, dictada a su favor, cuya parte resolutiva ordenaba a los demandados la restitución del
inmueble en litigio; la misma fue confirmada en apelación mediante Auto de Vista 292/03 de 23
de septiembre de 2003. Para cuyo cumplimiento, el 15 de marzo de 2007, se libró mandamiento
de lanzamiento, el que fue ejecutado a horas 10:15 del 18 de abril del mencionado año. No
obstante el acta de ejecución de mandamiento, el 30 de abril de 2007, el Oficial de Diligencias
encargado de ejecutarlo, informó al Juez del proceso que para evitar el daño a la integridad física
de las personas que estaban ejecutando dicho mandamiento, se consideró necesario suspender el
mismo, por lo que no se cumplió con la Resolución que tenía por objeto la entrega del inmueble a
favor del ahora accionante.
El 12 de junio de 2009, reiteró al Juez de la causa, solicitud para que se libre nuevo
mandamiento, toda vez que la Resolución de este proceso no se había cumplido, esta solicitud le
fue negada por Jorge Alberto Suárez Zambrana, Juez Segundo de Instrucción en lo Civil,
mediante Auto 245/09 de 23 de junio de 2009, argumentando que éstos eran hechos nuevos no
sometidos a prueba y que debían acudir a la vía llamada por ley, contra tal auto apeló y mediante
Auto de Vista 28/09 de 5 de noviembre de 2009, José Armando Urioste Viera, Juez Tercero de
Partido en lo Civil y Comercial, confirmó el auto apelado, con el argumento de que la causa ya
había concluido y que se habría desbordado la vía civil, negándole el derecho a que se cumpla
con el fallo emitido en ese proceso, vulnerando sus derechos.
El accionante alega que las autoridades demandadas no cumplieron con las normas contenidas en
los arts. 9.2 y 4, 14.III y 115.I de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 514 y 517 del
Código de Procedimiento Civil (CPC).
I.1.3. Petitorio
como el Auto 245/09, emitido por Jorge Alberto Suárez Zambrano, Juez Segundo de Instrucción
en lo Civil de Trinidad, y se ordene a las autoridades demandadas cumplan con las normas
constitucionales y legales omitidas y, en el día, se emita por parte del Juez de la causa el
correspondiente mandamiento de lanzamiento para que se restituya el inmueble objeto del litigio
a su favor.
Celebrada la audiencia pública el 16 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 73
a 76 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Las autoridades demandadas, mediante informe escrito cursante de fs. 69 a 72, así como en
audiencia manifestaron: 1) Respecto al objeto de la acción de cumplimiento y su procedencia, el
accionante enumeró derechos fundamentales vulnerados de manera directa, cuando se tiene que
la acción de cumplimiento solo se activa para proteger la seguridad jurídica por omisión; es decir,
para exigir el cumplimiento del deber que surge de la ley que es omitida por la autoridad; 2) Se
ejecutó la Resolución dictada por el Juez de la causa, dando cumplimiento exacto a lo
determinado en su parte resolutiva, entregando el bien al actor victorioso que por razones ajenas
al proceso perdió nuevamente la posesión, lo que viene a ser un nuevo hecho que corresponde ser
juzgado, puesto que el proceso se encuentra concluido; 3) La interpretación de la legalidad
ordinaria es labor de la jurisdicción común, en cambio, la jurisdicción constitucional únicamente
verifica si en ella se quebrantó el principio de legalidad, seguridad jurídica, igualdad,
proporcionalidad, jerarquía normativa y debido proceso, por lo que esta acción se halla
erróneamente planteada; 4) El valor supremo de justicia se vincula con el principio de legalidad
al deducir que una norma, resolución o acción es justa si se adecúa a las normas que le son
aplicables; en efecto, la Resolución impugnada se basó en el ordenamiento jurídico que ante un
nuevo hecho sobreviniente, éste no puede merecer una resolución unilateral por lo que deberá en
todo caso ser juzgado; 5) Cumplieron la ley que fue interpretada conforme a la Constitución
Política del Estado y en lo favorable respecto de los derechos fundamentales, principalmente el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 817
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
de “seguridad jurídica”; 6) El accionante actúa con temeridad cuando alega que solicitó “la
ejecución continua de un mandamiento”, aspecto que no fue así, ya que el último mandamiento
de lanzamiento se ejecutó el 3 de octubre de 2007 y la nueva solicitud del mandamiento fue de 12
junio de 2009; 7) La tutela de derechos fundamentales tiene una triple cobertura a través del
amparo constitucional, acción popular y acción de cumplimiento, siendo este último un
mecanismo diferente a los primeros y que para su procedencia debe haber cita de norma expresa,
es decir, señalar el artículo de la Constitución Política del Estado que debió haberse cumplido y
aplicado por el Juez demandado; 8) No hay una normativa en el Código de Procedimiento Civil
que señale que se pueda librar continuos mandamientos de desapoderamiento, caso contrario,
recién se activaría la acción de cumplimiento; 9) El accionante podía pedir al juez de la causa
reforzar el resguardo policial para que se ejecute ese mandamiento, pero pedir uno nuevo vulnera
la seguridad jurídica, el principio de “estado de derecho” y de igualdad, porque no se sabe si los
que entraron al bien fueron otras personas o los terceros interesados; y, 10) En el presente caso,
no corresponde aplicar la ”SC 944/2001” toda vez que, la demanda de interdicto de recobrar la
posesión no reconoce derecho propietario de nadie, lo cual no está en discusión sino sólo la
posesión que tenían los terceros interesados.
El tercero interesado, Orlando Sossa Ríos, en audiencia manifestó: i) Que, como ex Presidente de
la Junta Vecinal “El Carmen”, se dedicó a defender a la gente pobre de su barrio y entre ellos a
Marcia Cuéllar Nottu (también tercera interesada); ii) Al accionante nunca lo vio como miembro
de esta Junta; iii) Ese terreno que fue objeto de demanda de interdicto era del Ministerio de
Agricultura y Ganadería a cargo de Baldemar Melgar; y, iv) El accionante hizo “matufias” para
desalojar a la tercera interesada.
Los otros dos terceros interesados no estuvieron presentes en audiencia, pese a su legal
notificación cursante a fs. 79 y 80.
I.2.4. Resolución
Mediante Resolución 001/2010 de 16 de marzo, cursante de fs. 77 a 78, la Sala Penal de la Corte
Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Beni, constituida en
Tribunal de garantías, denegó la presente acción de cumplimiento, sin costas ni multa, en base a
los siguientes argumentos: a) La ejecución del mandamiento de lanzamiento emergente del
interdicto de recobrar la posesión, fue librado y ejecutado en el mes de octubre de 2007, según
informe policial y la solicitud del nuevo mandamiento de lanzamiento, previo desarchivo, fue de
12 de junio de 2009. Por consiguiente, dicha solicitud se remite a hechos nuevos posteriores a
octubre de 2007, que conforme señalan las autoridades demandadas, merecen su procesamiento y
acreditación correspondiente en resguardo del derecho a la defensa y del debido proceso
señalados en el art. 115.II de la CPE; y, b) El accionante no acompañó prueba alguna que
evidencie hechos de fuerza o violencia que sustenten su nueva solicitud de lanzamiento o que
acrediten que el cuidado policial y amenaza, haya permanecido vigente en forma posterior a la
restitución del inmueble por más de un año y siete meses, sino más bien, la prueba acompañada a
la que se remite Freddy Arancibia Castedo, es sobre la ejecución del mandamiento de
lanzamiento de octubre de 2007.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 818
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante Resolución 015/2002 de 1 de febrero, dictada por Nastia Indira Suárez Ávila,
Jueza Segunda de Instrucción en lo Civil de Trinidad, se declaró probada la demanda de
interdicto de recobrar la posesión interpuesta por Freddy Arancibia Castedo, ordenando a Marcia
Cuéllar Nottu, Jesús Subirana Vaca y Orlando Sossa Ríos, proceder a la restitución del lote de
terreno a favor del demandante y en el plazo de treinta días de ejecutoriada la misma, bajo
apercibimiento de lanzamiento (fs. 4 a 5 vta.), siendo ratificada por Auto de Vista 292/03, dictada
por Jorge Duran Menacho, Juez Segundo de Partido en lo Civil de Trinidad (fs.6 a 7).
II.2. Mandamiento de lanzamiento de 15 de marzo de 2007, suscrito por Jorge Alberto Suárez
Zambrano, Juez Segundo de Instrucción en lo Civil de Trinidad, que ordenó proceder al
lanzamiento de Marcia Cuéllar Nottu, Jesús Subirana Vaca y Orlando Sossa Ríos “o a los
actuales ocupantes” del inmueble urbano situado en la Calle Tacuaral de la Urbanización
“MACA” de Trinidad, con facultad de allanamiento y asistencia de la fuerza pública en caso
necesario, asimismo la intervención de Notario de Fe Pública (fs. 12).
II.3. Cursa en obrados, memorial presentado el 26 de mayo de 2007, por Gerardo Arancibia
Vargas en representación de Freddy Arancibia Castedo, solicitando nuevo mandamiento de
lanzamiento (fs.15 y vta.); mereciendo el Auto de 29 del indicado mes y año, pronunciado por
Jorge Alberto Suárez Zambrano, Juez Segundo de Instrucción en lo Civil de Trinidad, por el cual
se dio curso a la solicitud efectuada (fs. 16).
II.4. Por mandamiento de lanzamiento de 28 de septiembre de 2007, suscrito por Jorge Alberto
Suárez Zambrano, Juez Segundo de Instrucción en lo Civil de Trinidad, ordenó proceder al
lanzamiento de Marcia Cuéllar Nottu, Jesús Subirana Vaca y Orlando Sossa Rios “o a los
actuales ocupantes” del inmueble urbano sito en la calle Tacuaral de la Urbanización “MACA”
de Trinidad, con facultad de allanamiento y asistencia de la fuerza pública en caso necesario, así
como la intervención de Notario de Fe Pública (fs. 18).
II.5. Acta de mandamiento de lanzamiento de 3 octubre de 2007, suscrita por Freddy Hinojosa
Justiniano, Oficial de Diligencias, acredita que a horas 8:40 se dio inicio al cumplimiento del
mandamiento referido, leyéndose el contenido del mismo a los demandados en presencia de
vecinos, policías, así como de la Notario de Fe Pública, realizando esta última el inventario
respectivo de todas las cosas que fueron desalojadas de dicho domicilio, diligencia que duró poco
más de una hora y fue llevada a cabo en forma pacífica (fs. 18 vta.).
II.7. Por memorial de 26 de junio de 2009, Freddy Arancibia Castedo, apeló el Auto 245/09 (fs.
37 a 38), y mediante Auto de Vista 028/2009, emitido por José Armando Urioste Viera, Juez
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 819
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El accionante alega que los demandados incumplieron los arts. 9.2 y 4, 14.III y 115.I de la CPE;
514 y 517 del CPC, toda vez que, habiendo ganado el interdicto de recobrar la posesión contra
Marcia Cuéllar Nottu, Jesús Subirana Vaca y Orlando Sossa Ríos, el Juez de la causa, libró
segundo mandamiento de lanzamiento el 28 de septiembre de 2007, el que hubiera cumplido lo
dispuesto en la Resolución señalada restituyéndole el bien el 3 de octubre de 2007 con resguardo
policial, extremos que se mencionan formalmente en el acta de ejecución del referido
mandamiento (fs. 18) y que no reflejaron la realidad, puesto que en horas de la noche del mismo
día, los demandados y vecinos del lugar volvieron a entrar al inmueble rebasando la vigilancia
policial despojándole de la posesión recobrada; ante esta situación, el 12 de junio de 2009,
solicitó nuevo mandamiento ante el Juez de la causa, quien le negó este pedido mediante Auto
245/09, apelado que fue el mismo, se confirmó mediante Auto de Vista 028/09, con el argumento
de que la causa habría concluido y desbordado la vía civil, con todo ello, le negaron el derecho al
cumplimiento efectivo de la Resolución emitida en este proceso. En consecuencia, corresponde
analizar, si en el presente caso, se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
En ese sentido, para tener más claro el ámbito de protección de la acción de cumplimiento, es
necesario remitirnos a la línea jurisprudencial sentada por la SC 0258/2011-R de 16 de marzo, la
cual estableció: “La acción de cumplimiento, de acuerdo al texto constitucional contenido en el
art. 134 de la CPE, procede en caso de incumplimiento de disposiciones constitucionales o de la
ley por parte de servidores públicos con el objeto de garantizar la ejecución de la norma
omitida. Conforme a dicho texto, la acción de cumplimiento, tiene como objeto garantizar la
materialización de la Constitución y la ley, protegiendo de esa manera el principio de legalidad
y supremacía constitucional, la seguridad jurídica, y a su vez, de manera indirecta, derechos
fundamentales y garantías constitucionales. Cuando la Ley Fundamental establece como objeto
de esta acción el cumplimiento de la Constitución y la ley, hace referencia a un deber específico
previsto en dichas normas, pues como señala el art. 134 parágrafo tercero de la Constitución, el
juez que conozca la acción, de encontrar cierta y efectiva la demanda, debe ordenar el
cumplimiento del deber omitido. Consiguientemente, conforme al texto constitucional, se
concluye que el objeto de tutela de esta acción está vinculado a garantizar el cumplimiento de un
deber contenido en: a) Normas constitucionales, las cuales, como se ha visto, tienen un valor
normativo inmediato y directo y a cuya observancia están obligados los servidores públicos y los
particulares (arts. 9.4, 108 numerales 1, 2 y 3 y 410 de la CPE); b) La Ley, entendida no en el
sentido formal -como originada en el órgano legislativo- sino material, sin importar la fuente de
producción, abarcando, por tanto, a decretos supremos, resoluciones supremas, la legislación
departamental y municipal, a cuyo cumplimiento también se obligan los particulares y los
servidores públicos (arts. 14.V y 108.1 de la CPE). Lo señalado no significa que la acción de
cumplimiento, de manera directa o indirecta, no tutele derechos y garantías; sino que su
propósito concreto es garantizar el cumplimiento de deberes previstos en la Constitución y las
leyes, sin perjuicio que, la omisión del deber -constitucional o legal- se encuentre
indisolublemente ligado al ejercicio -y por ende lesión- de derechos”.
III.2. La acción de cumplimiento con respecto a los procesos y a las resoluciones judiciales
Dentro de los procesos judiciales, las normas procesales establecen los medios de reclamo o
impugnación para las partes y mediante estos se cumpla el determinado deber jurídico por parte
del juzgador; en ese entendido, son esos medios específicos los que deben ser utilizados por los
sujetos procesales dentro de los procesos judiciales y, en su caso, una vez agotados dichos
medios, acudir recién a la justicia constitucional a través del amparo constitucional por omisión
para solicitar la tutela por lesión a la garantía del debido proceso. Aquello no implica que los
Jueces, Vocales y Magistrados del Órgano Judicial carezcan de legitimación pasiva en la acción
de cumplimiento, sino que pueden ser demandadas cuando el incumplimiento del deber
constitucional o legal, cierto, claro y expreso, se de fuera de los procesos judiciales.
El accionante alega que los demandados incumplieron los arts. 9.2 y 4, 14.III y 115.I de la CPE,
514 y 517 del CPC, toda vez, que habiendo ganado el proceso de interdicto de recobrar la
posesión seguido contra Marcia Cuéllar Nottu, Jesús Subirana Vaca y Orlando Sossa Ríos, el
Juez de la causa, luego del primer mandamiento emitido, libró nuevo mandamiento de
lanzamiento el 28 de septiembre de 2007, mismo que hubiera cumplido lo dispuesto en la
referida Resolución restituyéndole el bien inmueble el 3 de octubre de 2007, extremos que se
mencionan formalmente a fs. 18 vta., que no reflejaron la realidad porque en horas de la noche
del mismo día los demandados y vecinos del lugar volvieron a entrar al inmueble rebasando la
vigilancia policial despojándole de la posesión recobrada; ante esta situación, solicitó el 12 de
junio de 2009, nuevo mandamiento ante el Juez de la causa, que le fue negado mediante Auto
245/09, apelado que fue se confirmó el mismo mediante Auto de Vista 028/09 de 5 de noviembre
con el argumento que la causa habría concluido y desbordado la vía civil, con todo ello se le negó
el derecho al cumplimiento efectivo de la Resolución emitida en este proceso.
Aplicando la jurisprudencia del Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, al acto ilegal
alegado por el accionante, se establece que, la autoridad jurisdiccional es la encargada de aplicar
las normas adjetivas y sustantivas para resolver los problemas jurídicos que se le presenten en la
sustanciación de los procesos, para lo cual deben cumplir con los deberes previstos en dichas
normas, previo análisis del caso, determinar la aplicación de una u otra disposición, ya que esa
actividad es propia de su función. En contrario sensu, no es admisible que la Sala Penal del
Tribunal Departamental de Justicia de Beni, constituida en Tribunal de garantías, vía acción de
cumplimiento obligue al Juez Segundo de Instrucción en lo Civil de Trinidad a aplicar o no
determinada disposición del Código de Procedimiento Civil, pues eso implicaría un exceso de la
justicia constitucional. Por otro lado, debe considerarse que dentro de los procesos interdictos, la
norma procesal civil establecen los medios de reclamo o impugnación y mediante éstos las partes
pueden exigir al juez que cumpla determinado deber jurídico; en ese entendido, si el accionante
consideró que con la negativa u omisión de otorgarle nuevo mandamiento de lanzamiento, se le
hubiere causado lesión a sus derechos y garantías, debió utilizar los medios establecidos dentro
del proceso de interdicto de recobrar la posesión y, si acaso con tal impugnación el Juez de la
causa no hubiera atendido tal omisión, recién acudir a la justicia constitucional a través del
amparo constitucional por omisión para solicitar la tutela por lesión a la garantía del debido
proceso. De modo que, lo anotado precedentemente, no implica que los jueces, Segundo de
Instrucción en lo Civil y Tercero de Partido en lo Civil y Comercial, ambos de Trinidad, carezcan
de legitimación pasiva en la acción de cumplimiento, sino que dichas autoridades pueden ser
demandadas cuando el incumplimiento del deber constitucional o legal, cierto, claro y expreso, se
hubiera dado fuera de demanda de interdicto de recobrar la posesión. Por consiguiente, el
accionante se equivocó al presentar la acción de cumplimiento dentro de la fenecida
demanda de interdicto de recobrar la posesión, acción que sólo se la interpone fuera todo
proceso judicial cuando una autoridad jurisdiccional omite cumplir la Constitución y las
leyes que rigen el caso concreto.
Más aun, que la acción de cumplimiento interpuesta por el accionante se basó en los arts. 9.2 y 4,
14.III y 115.I de la CPE, 514 y 517 del CPC alegando que el Juez de la causa omitió cumplir con
su deber de expedir nuevo mandamiento de lanzamiento, pero que de la revisión de dichas
disposiciones se puede evidenciar que éstas son genéricas porque no mencionan que el Juez de la
causa tiene el deber de expedir mandamiento, peor aún de manera continua o discontinua, por lo
que aplicando la parte in fine de la jurisprudencia referida, el deber omitido, por el Juez de la
causa, debe estar establecido de manera clara, concreta y expresa, en los artículos o
disposiciones referidas y no así de manera genérica; por tanto, esta acción de cumplimiento
no acreditó esa característica que debe tener el deber omitido, de modo que, más allá de
otros aspectos, corresponde a este Tribunal, denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
APROBAR la Resolución 001/2010 de 16 de marzo, cursante de fs. 77 a 78, dictada por la Sala
Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
Beni; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada en base a los argumentos expuestos en
esta Resolución.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
resuelto el incidente de nulidad presentado; y a pesar, de que el referido Juez había sido
notificado con la orden de remisión del expediente al Juzgado Quinto de Partido en lo Civil y
Comercial, continuó tramitando el proceso.
Añadió que, la Sala Civil Primera en su condición de Tribunal ad quem, al momento de resolver
el recurso de apelación, dictó el Auto de Vista 428 de 31 de agosto de 2009, mediante el cual
anuló el Auto de adjudicación de 23 junio de 2008, con el fundamento de que el Juez del proceso
coactivo, sin dar cumplimiento a las normas procesales, admitió el incidente, lo corrió en traslado
pero no lo resolvió y se adelantó a aprobar la subasta y remate mediante Auto de 23 de junio de
2008 y en aplicación del art. 252 del Código de Procedimiento Civil (CPC), determinó anular
obrados para restituir la observancia del debido proceso; asimismo, ordenó que el Juez del
concurso resuelva el incidente de nulidad del proceso coactivo.
Asimismo, manifiesta que, la Resolución dictada por las autoridades demandadas es arbitraria e
ilegal, porque: a) Los incidentes no suspenden la tramitación del proceso, además el expediente
“coactivo civil” (sic), se encuentra en ejecución de sentencia; y, b) El incidente de nulidad, al que
hace referencia la Sala Civil -ahora demandada- ya se encuentra resuelto y ejecutoriado en virtud
del Auto de Vista 106 de 9 de abril de 2009, pronunciado por la Sala Civil Segunda.
Finalmente señala, que conforme a las disposiciones legales vigentes, tanto el Juez que conocía el
proceso ejecutivo, como el Juez que conoce la tramitación del “fraguado” concurso necesario de
acreedores, se encuentran impedidos de disponer la suspensión del proceso en estado de
ejecución, máxime si la Resolución se encuentra en calidad de cosa juzgada material; y el
incidente de nulidad planteado, ya fue resuelto como consta en el Auto de 19 de diciembre de
2008, dictado por el Juez Quinto de Partido en lo Civil y Comercial, y el cual fue ejecutoriado en
virtud del Auto de Vista 106, pronunciado por la Sala Civil Segunda.
I.1.3. Petitorio
Con los antecedentes expuestos, la accionante plantea la presente acción solicitando se ordene al
Tribunal ad quem pronuncie una nueva resolución resolviendo el recurso de apelación conforme
a derecho.
planteó un proceso de concurso necesario de acreedores, razón por la cual el referido proceso se
remitió al Juzgado Quinto de Partido en lo Civil y Comercial; y ambas Resoluciones fueron
apeladas, pero la que motiva esta acción fue dictada por la Sala Civil Primera que dispuso la
nulidad de oficio del Auto de 23 de junio de 2008, por el cual se aprobó la adjudicación,
debiendo en el concurso resolver el incidente de nulidad de obrados; 3) La parte ejecutada
planteó un incidente de nulidad del remate, del inmueble que se adjudicó la accionante; y, 4) Los
Vocales ahora demandados anularon obrados señalando que previamente se debía resolver el
recurso de apelación contra el Auto del 19 de diciembre de 2008 y el incidente de nulidad de
obrados, ambos planteados por la parte ejecutada y que hasta la fecha de interposición de la
acción no fueron resueltos. En consecuencia, en el presente caso la nulidad no procede porque no
vulnera ningún derecho de la ejecutante, no suspende la ejecución del proceso y no puede dar
lugar a la nulidad de obrados pues no causa indefensión.
El abogado de Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta, como tercero interesado señaló lo
siguiente: i) Los actuados se originan en el proceso ejecutivo seguido por el Banco Mercantil
Santa Cruz S.A., contra Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta; ii) En la etapa de ejecución del
fallo el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, decretó el Auto de audiencia para el
remate del inmueble del ejecutado, la primera subasta se declaró desierta, en la segunda subasta
no se dio cumplimiento con lo dispuesto por el art. 42 de Ley de Abreviación del Procesal Civil
de Asistencia Familiar (LAPCAF), que señala: “se realizará menos el 25% del valor de la
subasta… ” (sic); puesto que, se ejecutó el remate sobre la misma base de la primera subasta; iii)
El inmueble subastado fue el que se encontraba en la UV 76, manzana 3, lote 2; sin embargo, la
ubicación correcta del inmueble del coactivado es en la UV 76, manzana 3, lote 7, “error
insubsanable y de fondo”; iv) Conforme a los arts. 149 y 155 del CPC, toda cuestión accesoria al
proceso debe tramitarse en la vía incidental, por lo que se tramitó “la nulidad de la adjudicación
del remate” (sic); y, v) El Juez abrió término probatorio de seis días, pero no llegó a dictar fallo
sobre el incidente, advertido de su error, el 23 de junio de 2008, dictó un Auto “único posterior al
remate” y en uno de los considerandos corrigió el número de lote; no obstante, por ese error se
presentó un recurso de apelación, que fue resuelto por la Sala Civil Primera donde anularon
obrados para que la indicada autoridad siga reencauzando el proceso.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental-
de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 20 de 12 de febrero 2010,
cursante de fs. 177 a 179, resolvió declarar “procedente” la acción de amparo constitucional, y
concedió la tutela, declarando la nulidad del Auto de Vista 428/2009, disponiendo además que
los Vocales demandados pronuncien una nueva resolución, con los siguientes fundamentos: a) La
causa deviene del proceso ejecutivo, seguido por el Banco Mercantil Santa Cruz S.A., contra
Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta y Vianca María Pallone Castro; b) Se evidencia que el
incidente de nulidad interpuesto por el tercero interesado Mauricio Francisco Méndez Roca
Peralta, que ha sido extrañado por las autoridades demandadas, ya había sido resuelto, por el Juez
de la causa el 19 de diciembre de 2008, rechazando el incidente de nulidad de la audiencia de
subasta y el remate de 16 de junio de 2008, fallo que fue confirmado por la Sala Civil Segunda
mediante Auto de Vista de 9 de abril de 2009; c) Los Vocales de la Sala Civil Primera al dictar el
Auto de Vista de 31 de agosto de 2009, efectuaron un análisis incorrecto del art. 15 de la Ley de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 825
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Organización Judicial (LOJ.1993); toda vez que, sustentaron su Resolución en base a un criterio
errado, sobre la inexistencia de una Resolución, que en realidad ya existía; y, d) Si las
autoridades demandadas anularon obrados en el entendido de que con carácter previo debía
resolverse el incidente de nulidad de subasta antes de dictarse el Auto de adjudicación, por un
lado el art. 150 del CPC, establece que “los incidentes no suspenderán la tramitación de la causa
principal” y la accionante ha cancelado el monto del remate, razón por la cual el Juez del proceso
no tiene otra alternativa que dictar el Auto de adjudicación, situación concordante con el art. 517
del CPC, en el entendido de que las sentencias pasadas en calidad de cosa juzgada se ejecutan de
manera inexcusable y no pueden ser sujetas a suspensión; bajo ese criterio y ante la existencia de
la Resolución material del incidente extrañado por las autoridades demandadas, les correspondía
que dicten el Auto de Vista resolviendo el recurso de apelación del Auto de adjudicación y no
como erróneamente actuaron.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 9 de junio de 2008, Antonio Roca Cuellar interpuso un proceso ejecutivo
contra Mauricio Francisco Méndez Roca, por el pago de la suma adeudada de $us7000.- (siete
mil dólares estadounidenses), más los intereses legales, solicitando mandamiento de embargo de
sus bienes (fs. 6 vta.).
II.2. Cursa memorial de apersonamiento del representante del Banco Mercantil Santa Cruz S.A.,
ante el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, dentro del proceso coactivo seguido por
esa entidad financiera contra Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta y Vianca María Pallone
Castro (fs. 10 vta.).
II.3. El 18 de junio de 2008, Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta, interpuso incidente de
nulidad de la subasta de 16 del referido mes y año, de su inmueble ubicado en la urbanización El
Remanso, calle “2 este” 22 (porque en realidad es el 8445), UV 76, manzana 3, lote 2 (lo correcto
es lote 7), por la existencia de anomalías en los datos de la publicación del remate (fs. 51 a 52
vta.).
II.4. El 23 de junio de 2008, el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, emitió el Auto de
Vista de adjudicación del remate, a favor de la accionante, y en la misma fecha en consideración
única dictó un Auto corrigiendo el número del lote (fs. 58 vta. a 60).
II.7. Posteriormente, el 15 de enero del 2009, Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta, apeló el
Auto 1042/2008, con el argumento de que al resolver el incidente de nulidad de subasta, el Juez
usurpó las funciones de la Sala Civil de turno, puesto que, se trataba de una apelación contra la
irregular subasta y no de un incidente de nulidad de la misma (fs. 121 a 122).
II.8. La Sala Civil Segunda pronunció el Auto de 9 de abril de 2009, confirmando el fallo
apelado (19 de diciembre de 2008) bajo el siguiente argumento “…el recurso de apelación no se
refiere en ningún caso al auto que es objeto de la apelación sino pide nulidad del acta de la
subasta y como se tiene dicho, para anular las subastas existe un plazo y posteriormente no es
factible la nulidad, por otra parte la nulidad debe estar expresamente determinada como lo
estipula el art. 255-I del Código de Procedimiento Civil…”(sic)(fs. 130 y vta.).
II.9. Los Vocales de la Sala Civil Primera, pronunciaron el Auto de 31 de agosto de 2009,
anulando la Resolución de 23 de junio de 2008, dictada por el Juez Cuarto de Partido en lo Civil
y Comercial, señalando que el Juez del concurso previamente debía resolver el incidente de
nulidad del proceso coactivo y del concurso de acreedores (fs. 140 y vta.).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con relación
a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero, por la
misma naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
abundante jurisprudencia de este Tribunal, así tenemos las SSCC 1089/2003-R, 0552/2003-R,
0106/2003-R, 0374/2002-R, entre otras, que señalan que no podrá ser interpuesta esta acción
extraordinaria, mientras no se haya hecho uso de los recursos ordinarios o administrativos y, en
caso de haber utilizado los mismos deberán ser agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea
judicial o administrativa, salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías
constitucionales ocasione perjuicio irremediable e irreparable.
De la lectura y análisis de la demanda, se concluye que dentro del proceso ejecutivo civil seguido
ante el Juzgado Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial por el Banco Mercantil Santa Cruz
S.A. contra Mauricio Francisco Méndez Roca Peralta se encuentra en estado de haberse
adjudicado el bien inmueble objeto de subasta y remate a favor de la hoy accionante.
Sin embargo; ante la existencia de otros procesos coactivos - civiles en trámite contra Mauricio
Méndez Roca, el Juez Quinto de Partido en lo Civil y Comercial dispuso la acumulación al
proceso concursal, entre ellos el proceso tramitado ante el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y
Comercial; y al considerarse dicha decisión ilegal o arbitraria, la parte accionante debió
interponer el correspondiente recurso de apelación, hasta agotar los medios que la ley le franquea
antes de acudir al amparo constitucional.
En este sentido, por lo determinado en el art. 129.I. de la CPE, se establece que la acción de
amparo constitucional no es la vía indicada para resolver el planteamiento expuesto por la
accionante; asimismo, se encuentra prevista la imposibilidad de ingresar al análisis de fondo por
el carácter subsidiario de la presente acción, de acuerdo a la sub regla 2) inc. b) de subsidiariedad
que fue desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo.
POR TANTO
2º Dimensionar los efectos de la presente Sentencia, en virtud a la facultad prevista por el art.
48.4 de la LTC, disponiendo mantener válidos y subsistentes los actos realizados y las
resoluciones pronunciadas a consecuencia de haberse concedido de la tutela dictaminada
inicialmente por el Tribunal de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 41/2010 de 8 de abril, cursante a fs. 375 y vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Raúl Montero Saucedo e Iris Méndez de
Montero contra Grover Eduardo Núñez Klinsky, Juez Cuarto de Partido en lo Civil y
Comercial del Distrito Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz.
Mediante memorial presentado el 5 de enero de 2010, cursante de fs. 313 a 316, los accionantes
expresan los siguientes fundamentos:
A raíz de un proceso ordinario de prescripción quinquenal incoado por Iris Méndez de Montero
contra Edelmira Vargas Mencías, tramitada por el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y
Comercial, que dispuso mandamiento de desapoderamiento a través del “auto de fs. 532”
(expediente ordinario), otorgándoles noventa días de plazo para que entreguen las llaves del bien
inmueble que se quiere desapoderar.
Los accionantes alegan vulneración de sus derechos al debido proceso, a la seguridad jurídica, a
la defensa, a la igualdad jurídica; al principio a ser oído en juicio y al “derecho a la legalidad”,
citando al efecto los arts. 15.II, 19, 21.7, 62, “63.5 inc. II”, 119.I y II, 128 y 129 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Instalada y celebrada la audiencia pública el 8 de abril de 2010, conforme consta el acta cursante
de fs. 370 a 375 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La autoridad demandada, Grover Eduardo Núñez Klinsky, Juez Cuarto de Partido en lo Civil y
Comercial, presentó informe escrito cursante de fs. 334 a 336, manifestando: 1) En condición de
Juez tramitó un proceso ordinario de usucapión incoada por Iris Méndez de Montero contra
Edelmira Vargas Mencías, causa que mereció reconvención por la demandada por mejor derecho
propietario, entrega de bien inmueble y nulidad de escritura con cancelación en DD.RR., siendo
vencedora del proceso ordinario la reconvencionista por la dictación de “Auto Supremo” a su
favor; 2) En ejecución de sentencia la parte victoriosa solicitó mediante memorial mandamientos
de desapoderamiento en varias oportunidades; 3) Las Resoluciones que emitió en el proceso han
sido objeto de oposición y apelación por la coaccionante; 4) “…no ha librado ningún
Mandamiento de Desapoderamiento simplemente se la conmino para la entrega del bien
inmueble mediante decreto de fs. 278, lo que dio lugar al incidente de nulidad presentado de fs.
284 a 290, que fue resuelto mediante Auto de fs. 314 y vta., dejándose sin efecto los proveídos de
fs. 277 y 278, inclusive se corrigió el procedimiento…” (sic); y, 5) Finalmente refiere haber
actuado con rectitud, transparencia y sindéresis, solicitando se declare “IMPROCEDENTE EL
PRESENTE RECURSO EXTRAORDINARIO DE AMPARO CONSTITUCIONAL”, por no
haberse vulnerado ningún derecho.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia tutelar, Edgar Terrazas Melgar y Osvaldo Céspedes Céspedes, Vocales de
la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental-
de Santa Cruz, constituido en Tribunal de garantías, pronunciaron la Resolución 41/2010 de 8 de
abril, cursante a fs. 375 y vta., que deniega la acción de amparo constitucional, con los siguientes
fundamentos: i) En el proceso de usucapión existieron anomalías en cuanto al derecho propietario
del bien inmueble; ii) Se contrasta el “Auto de 18 de agosto de 2010”, evidenciándose que es una
conminatoria a la parte demandada a desocupar y entregar el inmueble del litigio en un plazo de
noventa días; y, iii) El referido mandamiento de desapoderamiento, cual piden sea suspendido su
ejecución no cursa en el expediente, tampoco ningún incidente de oposición en contra del Auto
de 18 de agosto de 2009, por lo que no puede ingresar a considerar aspectos que recién dieron a
conocer en audiencia.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías, hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC). Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.3. Raúl Montero Saucedo, por memorial de 7 de julio de 2009 (fs. 104 a 108 vta.), se apersonó
al Juzgado en el que se ventila la causa ordinaria, oponiéndose al desapoderamiento, planteando
incidente de nulidad y restitución inmediata de la partida original del derecho propietario,
mereciendo como respuesta al decreto de 15 de julio de 2009, que fue negada con el argumento
que el art. 517 del Código de Procedimiento Civil (CPC), dispone “La ejecución de autos y
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada no podrá suspenderse por ningún recurso
ordinario, ni extraordinario, ni el de compulsa, ni el de recusación ni por ninguna solicitud que
tendiere a dilatar o impedir el procedimiento de ejecución.”, además que no sería parte del
proceso (fs. 109).
II.4. Por Auto de 18 de agosto de 2009 (fs. 132 y vta.), cursa conminatoria emitida por la
autoridad demandada en contra de Iris Méndez de Montero y los ocupantes del inmueble en
litigio con el objeto que desocupen en el plazo improrrogable de noventa días y se entreguen las
llaves del inmueble en litigio, bajo prevenciones de librar mandamiento de desapoderamiento,
disposición que es apelada por los ahora accionantes (fs. 145 a 152)
La parte accionante refiere que se lesionaron sus derechos, al debido proceso, a la “seguridad
jurídica”, a la defensa, a la igualdad jurídica; al principio a ser oído en juicio y al “derecho a la
legalidad” con la dictación del mandamiento de desapoderamiento en su contra, emitida por la
autoridad demandada que no valoró adecuadamente los antecedentes del expediente de
prescripción quinquenal por existir recursos pendientes y una apelación en efecto devolutivo que
resolver. Es menester analizar en revisión, si tales aseveraciones son ciertas y sin dan lugar o no a
conceder la tutela invocada.
La Constitución Política del Estado en su art. 128, ordena los parámetros de casos y formas,
contra: “…actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley…”.
Esta tutela consigna un medio de defensa, instituido como demanda especial y sumarísima con
alcance y objetivo de restablecer o restituir el goce efectivo de las personas en sus derechos
fundamentales y garantías constitucionales, también es preventivo y correctivo, protegiendo de
amenazas, restricciones o supresiones ilegales, arbitrio, decisión, acción u omisión de servidoras
y servidores públicos o personas particulares.
III.2.El amparo constitucional y deber del (os) accionante (s) de aportar prueba sobre el
acto vulnerado
lo que se ha establecido que: “…la exigencia de aportar prueba y demostrar que con el acto
considerado ilegal se produjo la lesión del derecho…”
Requisitos formales que establece la Ley del Tribunal Constitucional, al existir una denuncia de
vulneración de derechos fundamentales y garantías constitucionales, la parte accionante tiene la
obligación como carga de la prueba documental demostrar la lesión “...por lo que es preciso que
el recurrente o agraviado, por una parte, aporte los elementos de prueba suficientes en los que
se acredite y demuestre la existencia del acto y/u omisión denunciado de ilegal, y por otra, ese
agraviado también debe acreditar que en el supuesto acto y/u omisión es responsable la
autoridad o persona recurrida por haber tenido intervención y decisión…” (SC 1651/2003-R de
17 de noviembre y entre otras con esta rectitud también las SSCC 0354/2002-R, 1110/2003-R y
0140/2004-R)
Por lo que imposibilita a este Tribunal, analizar y valorar el aludido reclamo con objetividad y
razonabilidad, por lo que corresponde denegar la tutela en aplicación a la jurisprudencia citada en
el Fundamento Jurídico III.2., de esta Resolución y al no haber ingresado al fondo de la
problemática si existió lesión de derechos fundamentales o garantías constitucionales, por ende la
parte accionante recayó en incumplimiento de requisito formal contenido en el art. 97.V de la
LTC, al no haber acompañado la prueba en que funda su pretensión.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada, evaluó
correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El 9 de septiembre de 2009, la accionante dio a luz a su hija y el 11 de noviembre del mismo año,
fue contratada a plazo fijo, por el Gobierno Municipal de Sucre, hasta el 31 de diciembre de ese
año, para prestar los servicios de odontóloga; sin embargo, el 2 de noviembre del citado año,
afilió a su hija en la Caja Nacional de Salud (CNS), como beneficiaria del subsidio de lactancia,
luego con autorización del Gobierno Municipal, recogió el subsidio correspondiente al mes de
noviembre.
2010, el Director y el Jefe Jurídico, señalaron que la modalidad de contrato a plazo fijo no goza
de inamovilidad, ya que mediante la SC 0109/2006-R de 31 enero, el Tribunal Constitucional
moduló la línea jurisprudencial, estableciendo que la misma no es procedente en el caso de
contrato a plazo fijo y que la solicitud de lactancia se encontraba en trámite.
Por último, el 5 de abril de 2010, volvió a dirigirse al Alcalde Municipal a.i. reclamando su
recontratación y el pago del beneficio de lactancia, sin haber obtenido respuesta alguna hasta la
fecha de interposición de la presente acción.
La accionante señala que fueron lesionados sus derechos y los de su hija menor a la vida, a la
salud, al trabajo, a la seguridad social y a la inamovilidad funcionaria, citando al efecto los arts.
13, 15.I. 45.V, 48.VI y 60 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 13 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 90 a
93, se produjeron los siguientes actuados:
De igual manera, dijo que la norma aplicable en la relación contractual en la vigencia de los
contratos se constriñe a lo establecido en el Estatuto del Funcionario Público, que en su art. 71
establece: “Los servidores públicos que actualmente desempeñen funciones en cargos
correspondientes a la carrera administrativa y cuya situación no se encuentre comprendida en el
artículo precedente, serán considerados funcionarios provisorios que no gozarán de los derechos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 835
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
a los que hace referencia el numeral II del Articulo 7º de la presente ley…”; haciendo un análisis
del citado artículo tenemos en un primer momento, que se hace mención al art. 70 del Estatuto
del Funcionario Público (EFP), en el que precisa los componentes para que un funcionario sea
considerado de carrera, aspectos que no concurren en el presente caso; puesto que, la accionante
ha sido contratada por única vez y por el lapso de dos meses, otro aspecto es que el art. 71 remite
al art. 6, ambos del EFP, que de manera clara dispone que: “No están sometidas al presente
estatuto ni a la Ley General del Trabajo, aquellas personas que, con carácter eventual o para la
prestación de servicios específicos o especializados, se vinculen contractualmente con una
entidad pública, estando sus derechos y obligaciones regulados por el respectivo contrato y
ordenamiento legal aplicable y cuyos procedimientos, requisitos, condiciones y formas de
contratación se regulan por las Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y
Servicios”.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Chuquisaca, pronunció la Resolución 105/10 de 13 de abril de 2010, cursante de fs.
94 a 101, mediante la cual concedió en parte, en relación a los derechos fundamentales
especificados; y en consecuencia, dispuso: 1) La recontratación inmediata de la accionante como
odontóloga; 2) El pago de salarios que no se le hubieren cancelado por la ilegal negativa de
recontratación oportuna; y, 3) La entrega inmediata del subsidio de lactancia correspondiente a la
menor beneficiada. En base a los siguientes fundamentos: i) Mal se puede sustentar una decisión
de no reconocimiento de inamovilidad y negar la recontratación de la accionante, alegando que la
niña había nacido antes de establecerse la relación laboral; y por tanto, no la alcanzan las normas
del Estatuto del Funcionario Público para inamovilidad ni la Ley General del Trabajo, pues las
normas constitucionales abordadas, ”no sujetan el ejercicio de los derechos que reconocen ni a la
naturaleza del contrato” (sic), ni al tipo de funcionario, ni a las normas que regulan la
inamovilidad laboral en la función pública ni en la Ley General del Trabajo, ni que, el hijo menor
de un año haya nacido antes o después de iniciarse la relación laboral, sino que proclaman,
protegen y materializan tales derechos, fundamentalmente vinculados a la calidad de mujer en
etapa de embarazo hasta el post parto y la existencia de un niño menor a un año; y, ii) La
jurisprudencia constitucional, ya ha dejado establecido que, cuando no se respeta la inamovilidad
funcionaria de las mujeres gestantes o madres de niños menores de un año, no sólo se violan los
derechos fundamentales de éstas al trabajo y a tener ingresos, sino también los derechos a la
salud y seguridad social de ella y del hijo.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II.CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. Mediante el formulario AVC-04 número 0096777, se evidencia que la accionante y su hija
se encuentran afiliadas a la CNS, y aun cuando el mismo data de 2 de noviembre de 2011, señala
que la fecha de ingreso al trabajo es el 11 de noviembre de 2009 (fs. 32).
II.3. Por boleta 005791 de 15 de enero de 2008, se verifica la autorización, para la entrega del
subsidio familiar, emitido por Wilfredo Cervantes, Encargado de Recursos Humanos (RR.HH.) y
Recaudaciones del Gobierno Municipal de Sucre (fs. 9).
II.4. A través del acta de petición de informe oral 037/10, de la sesión ordinaria del Concejo
Municipal de 22 de marzo de 2010, se evidencia que en el punto dos se niega la solicitud de la
ahora accionante, manifestando que en ese caso concreto, Ana María Ortuzte Alba tiene un
contrato eventual por dos meses, en ese sentido se han respetado los derechos de la trabajadora, y
que en ningún momento han vulnerado los mismos, simplemente se ha cumplido con lo que la
ley establece (fs. 19 a 26).
II.5. Por certificado de nacimiento y formulario de nacido vivo emitido por Edwin Subirana,
Director del Hospital Gineco Obstétrico, se advierte el nacimiento de Rebeca Luciana Vargas
Ortuzte, el 9 de septiembre de 2009 (fs. 51 y 70).
Sin embargo, la subsidiariedad de esta acción tutelar no puede ser invocada y menos aún
aplicada en el presente caso, que reviste un carácter excepcional en razón de los derechos
invocados y la naturaleza de la cuestión planteada de inmediata y urgente protección en el caso
de la mujer gestante o hasta el año de nacido el hijo, no siendo exigible agotar esos medios de
defensa, pues esta exigencia implicaría un perjuicio que podría ser irreparable, por cuanto el
derecho a protegerse no es solamente al trabajo, sino otros primarios de la recurrente, ahora
accionante, y del ser en gestación de urgente e inmediata tutela como son la vida, la salud y la
seguridad social, que con la medida adoptada por la autoridad recurrida, ahora denominada
autoridad demandada, ponen en riesgo y que no pueden depender de otros recursos o vías
administrativas'…” (las negrillas son nuestras).
El art. 5.I del mencionado Decreto Supremo, (Vigencia del beneficio de inamovilidad laboral),
instituye que: 'No gozarán de dicho beneficio la madre y/o padre progenitores que incurran en
causales de conclusión de la relación laboral atribuible a sus personas…' señalando en su
parágrafo II, no ser aplicable en contratos de trabajo que por su naturaleza sean temporales,
eventuales o en contratos de obra; salvo las relaciones laborales en las que bajo éstas u otras
modalidades se intente eludir el alcance de esa norma. En este último caso corresponderá el
beneficio”.
Agregando la SC 0841/2006-R de 29 de agosto que: '…el Capítulo III del Código de Seguridad
Social, referido a las cotizaciones, en su art. 215 y ss. sobre la obligación del empleador a
cotizar a un ente gestor de salud, a efecto de que los trabajadores y sus beneficiarios por ley
tengan cubiertas las contingencias de enfermedad, maternidad, riesgos profesionales, invalidez,
vejez y muerte, así como de las asignaciones familiares, prescribe lo siguiente: «Todo empleador
sujeto al campo de aplicación está obligado a presentar mensualmente a las Administraciones
Regionales de la Caja doble ejemplar de sus planillas de cotizaciones a los regímenes contenidos
en el presente Código, juntamente con la planilla de pagos directos de Asignaciones Familiares
y de Subsidios de incapacidad temporal con su respectivo resumen. Estas planillas deberán ser
entregadas en un plazo máximo de 30 días de vencida la mensualidad correspondiente»'”.
Primero, que el art. 12 de la Ley General del Trabajo (LGT), establece que el contrato de
trabajo puede pactarse por tiempo indefinido, cierto tiempo o realización de obra o servicio.
Segundo, los contratos a plazo fijo no implican necesariamente que una vez vencido el término
pactado, el trabajador deba indefectiblemente cesar en sus funciones, por cuanto podría suceder
alguna de las situaciones que las siguientes disposiciones prevén: a) el art. 21 de la LGT, prevé
que en los contratos a plazo fijo se produce reconducción cuando el trabajador continúa
sirviendo vencido el término del convenio; b) la RM 283/62 de 13 de junio de 1962, señala que el
contrato de trabajo podrá ser limitado en su duración si así lo impone la naturaleza c) si bien la
RM 193/72 de 15 de mayo de 1972, establecía que los contratos de trabajo pactados
sucesivamente por un lapso menor al término de prueba o por plazos fijos que sean renovados
periódicamente, adquirirán la calidad de contratos a plazo indefinido a partir de la segunda
contratación y siempre que se trate de realización de labores propias del giro de la empresa, no
es menos cierto que el art. 2 del DL 16187 de 16 de febrero de 1979, establece que no está
permitido más de dos contratos sucesivos a plazo fijo, como tampoco están permitidos contratos
a plazo fijo en tareas propias y permanentes de la empresa, en caso de evidenciarse la infracción
de estas disposiciones por parte del empleador, se dispondrá que el contrato se convierta en uno
por tiempo indefinido. Cabe advertir que prevalece lo dispuesto por el DL 16187 -que prohíbe
mas de dos contrataciones a plazo fijo- al tratarse de una norma de superior jerarquía que la
RM 193/72, que determinaba que desde la segunda contratación los contratos a plazo fijo
adquieren la calidad de indefinidos; empero, subsiste la última parte de dicha Resolución
Ministerial, referida a que en todo caso debe tratarse de la realización de labores propias del
giro de la empresa.
Entonces, aplicando las normas legales relativas a los contratos a plazo fijo al trabajo de las
mujeres trabajadoras embarazadas, deben tenerse en cuenta las siguientes sub reglas:
1) Si la mujer fue contratada a plazo fijo, fenecido el término pactado entre partes, se extingue la
relación laboral, con la obligación del empleador de cancelar, si corresponde, los beneficios que
la ley acuerda para tales casos, sin que pueda exigirse al empleador mantener a la trabajadora
en el cargo aunque haya resultado embarazada en el lapso de la prestación de servicios;
2) Si el contrato a plazo fijo se renovó una sola vez, es decir que existirían dos contrataciones a
plazo fijo sucesivas, tampoco corresponde la aplicación de lo dispuesto por la Ley 975, por
cuanto no se ha operado la conversión del contrato en uno por tiempo indefinido, debiendo
actuarse conforme se señaló en el inciso anterior;
3) Si el contrato a plazo fijo fue renovado en más de dos ocasiones, conforme a las disposiciones
anotadas precedentemente, se produce la conversión del contrato en uno por tiempo
indeterminado, de manera que es de ineludible aplicación lo dispuesto por la Ley 975, o sea que
se debe respetar la inamovilidad de la trabajadora hasta que su hijo o hija cumpla el primer año
de edad, además de ser acreedora de las prestaciones y subsidios que la ley establece por la
maternidad”.
Sin embargo, del AVC-04, se evidencia que la accionante el 2 de noviembre de 2009, afilió a su
hija en la Caja Nacional de Salud, como beneficiaria del subsidio de lactancia, y el 28 de
diciembre del citado año, hizo conocer que estaba beneficiada con la inamovilidad funcionaria
porque su hija todavía no había cumplido un año de edad, con ese antecedente el 24 de febrero de
2010, solicitó al Alcalde a.i. del Gobierno Municipal de Sucre, la renovación de su contrato, no
habiendo recibido respuesta; empero, el 22 de marzo de 2010, el Director y el Jefe Jurídico, en
sesión ordinaria del Concejo Municipal, dieron respuesta, señalando que la modalidad del
contrato a plazo fijo no goza de inamovilidad, rechazando su solicitud.
Por lo referido se tiene que la hija de la accionante tenia 2 meses de edad al momento de ser
contratada a plazo fijo, por el Gobierno Municipal de Sucre, por tiempo definido, hasta el 31 de
diciembre de diciembre, de tal manera es preciso establecer los supuestos en los cuales es
aplicable el precepto contenido en la Ley 975 de 3 de marzo de 1988 y el art. 48.VI de la CPE,
reglamentado por el DS 0012, los cuales fueron ampliamente desarrollados en la jurisprudencia
glosada precedentemente, especialmente la SC 0109/2006-R de 31 de enero, que moduló la SC
0587/2005-R de 31 de mayo, por lo que en aplicación a las subreglas citadas, en el presente caso,
corresponde aplicar la primera, en cuanto a contratos a plazo fijo y mujeres embarazadas; toda
vez que, la accionante tal cual ella misma afirma en su memorial de acción de amparo
constitucional, fue contratada una sola vez, no habiéndose demostrado la existencia de otros
contratos que podrían beneficiar a la accionante. En cuanto al derecho a la seguridad social
invocado, este deriva de la relación laboral que podría existir entre la empresa o institución y el
trabajador, respecto al seguro de la Caja, está regulado por el contrato y por el tiempo de
duración de éste, y, en lo concerniente a las asignaciones familiares, relacionadas con el pago de
los subsidios prenatal, natalidad y lactancia el DS 0012, en su art. 5.I, referente a la Vigencia del
beneficio de inamovilidad laboral), instituye que: “No gozarán de dicho beneficio la madre y/o
padre progenitores que incurran en causales de conclusión de la relación laboral atribuible a sus
personas…” señalando en su parágrafo II, que no es aplicable en casos de contratos de trabajo
que por su naturaleza sean temporales, eventuales o en contratos de obra; salvo las relaciones
laborales en las que bajo éstas u otras modalidades se intente eludir el alcance de esa norma. En
este último caso corresponderá el beneficio, de lo referido y en aplicación al presente caso, se
entiende que al existir un contrato sólo por dos meses, éste es de carácter temporal y no existe
evidencia de la posibilidad de querer eludir alguna responsabilidad, por lo que en atención a las
Sentencias Constitucionales, referidas anteriormente y a la normativa legal precedentemente
citada, no corresponde conceder la tutela.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada
no ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes procesales, ni aplicó correctamente
las normas
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 04/10 de 26 de febrero de 2010, cursante de fs. 255 a 257 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ricarda Vinaya
contra Edgar Quinteros Núñez del Prado, ex Gerente; Dirzey Rosario Vargas Amurrio,
Gerente; Luís Enrique Murillo Guzmán, ex Administrador; Marlene Evelyn Montaño
Alcaraz, Administradora; y, Richard Rodríguez Soto, Supervisor de Procesos
Contravencionales y Remates, todos de la Aduana Regional de Cochabamba.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 841
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Mediante memorial presentado el 20 de enero de 2010, que consta de fs. 65 a 71 vta. y escritos de
subsanación (fs. 74 y 76), la accionante expresa los siguientes argumentos:
Alrededor de las 11:30 horas del 6 de agosto de 2009, en circunstancias que el Control Operativo
Aduanero (COA) realizaba una inspección rutinaria de mercancía y vehículos en la tranca de
Suticollo del departamento de Cochabamba, interceptaron un camión marca volvo tipo F-12, con
placa de circulación 1163 DBK de la Empresa Transportadora “16 de noviembre”, procedente de
La Paz, conducido por Federico Velasco Quispe.
De la relación de las normas citadas del Código Tributario Boliviano, la accionante concluye que
la notificación en Secretaría al tratarse de un acto que requiere ser de forma personal, existe la
obligatoriedad de la presentación del interesado a averiguar sobre las actuaciones que se hubieren
notificado; sin embargo, ante la inconcurrencia de éste debe notificarse en Secretaría pero en
presencia de testigo de actuación que de fe del cumplimiento de la diligencia en la fecha y forma
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 842
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.1.3. Petitorio
Con el derecho a la réplica, el abogado de la actora manifestó: 1) El art. 90 del CTB tiene estricta
relación con el art. 84 del mismo cuerpo normativo, señalando este último que en la notificación
debe existir un testigo de actuación; y, 2) A su defendida se le notificó con un contrato de trabajo
y se le exige agotar todos los recursos, pero no toman en cuenta que en el caso presente no existe
ningún proceso.
impugnar, no siendo cierto que se le habría notificado con dicha actuación con fecha anterior para
perjudicarla.
Edgar Quinteros Nuñez del Prado, ex Gerente de la Aduana regional aludida, manifestó: Como
ex funcionario de la Aduana desde el 2 de diciembre de 2009, no tiene conocimiento del caso,
habiéndose enterado recién el día anterior.
Luís Enrique Murillo Guzmán, ex Administrador, indicó que su participación se adecuó a los
preceptos legales vigentes y dejó de ser funcionario de la Aduana desde el 24 de noviembre de
2009.
I.2.3. Resolución
dos codemandadas, Dirzey Rosario Vargas Amurrio y Marlene Evelyn Montaño Alcaraz, en la
época que inició y concluyó el trámite no eran funcionarias de la Aduana Regional de
Cochabamba; en consecuencia, carecen de legitimación pasiva, habiendo sido los ex funcionarios
Edgar Quinteros Nuñez del Prado y Luís Enrique Murillo Guzmán los que estuvieron y firmaron
los proveídos y órdenes en relación al caso planteado por la actora.
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional de 1 de abril de 1998. Con
la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro
de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.3. A través de escrito presentado el 19 de octubre del citado año ante el Gerente Regional de la
Aduana Cochabamba, la accionante devolvió un “cedulón” con la supuesta Resolución inherente
a su caso que le habría proporcionado el “señor Rodríguez” el 24 de septiembre de 2009, la que
resultó ser un contrato de trabajo entre la Aduana de Cochabamba y un Técnico Aduanero, razón
por la cual solicitó nueva notificación con la Resolución respectiva (fs. 61 a 62); sin embargo,
mediante proveído AN-CBBCI 0358/09 de 23 de octubre, Luis Enrique Murillo Guzmán,
Administrador a.i. de la Aduana Interior Regional Cochabamba, le aclaró que el proceso
contravencional del acta de intervención AN/COARCBA C-0195/09, culminó con la emisión de
la Resolución determinativa AN-GRCGR-CBBCI-10/09, que le fue notificada en Secretaría el 9
de septiembre de 2009, en estricto apego al art. 90 del CTB (fs. 63).
“Los actos administrativos que no requieran notificación personal serán notificados en Secretaría
de la Administración Tributaria, para cuyo fin deberá asistir ante la instancia administrativa que
sustancia el trámite, todos los miércoles de cada semana, para notificarse con todas las
actuaciones que se hubieran producido. La diligencia de notificación se hará constar en el
expediente correspondiente. La inconcurrencia del interesado no impedirá que se practique la
diligencia de notificación.
Del análisis de la normativa expuesta, se concluye que, si bien el art. 84 del cuerpo legal en
estudio, reconoce que las resoluciones determinativas -siempre y cuando superen la cuantía
establecida en reglamentación especial- así como los actos que impongan sanciones deben
notificarse personalmente al sujeto pasivo (tercero responsable o su representante legal), de
manera específica y clara, el art. 90 del CTB dispone que tratándose de casos de contrabando, el
acta de intervención y la resolución determinativa serán notificadas en Secretaría de la
Administración Tributaria, para lo cual impone la obligación del sujeto pasivo de asistir todos los
días miércoles de cada semana para averiguar el estado de su asunto para que, en caso de estar
disconforme con la decisión, plantear los recursos o vías de impugnación reconocidos en materia
administrativa tributaria.
Por lo relacionado, la notificación cuestionada por Ricarda Vinaya cumplió con la normativa
prevista en el Código Tributario Boliviano, enmarcándose la actuación de los codemandados a
dicho ámbito legal.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 013 de 17 de marzo de 2010, cursante de fs. 48 vta. a 50, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Raquel Roque Escalera contra
José Miguel Notario Arechavaleta Representante Legal de la Empresa “NEWREST
BOLIVIA SOPORTE” S.R.L.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 848
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En consecuencia, señala que denunció ese despido injustificado ante la Jefatura Departamental
del Trabajo de Potosí, que de acuerdo a los arts. 7 y 8 de la Resolución Ministerial (RM) 551/06
de 6 de diciembre, se realizó la respectiva audiencia entre partes, en la cual los representantes de
la Empresa denunciada no pudieron justificar el despido de su persona, ofreciéndole en esa
misma audiencia su reincorporación con el mismo cargo y salario, pero en otro Proyecto
correspondiente a la Minera Manquiri S.A. en la ciudad de Potosí, en lugar distinto al que
inicialmente trabajaba. Es así que rechazó ese ofrecimiento contrario a la ley, motivo por el cual,
la Jefatura Departamental del Trabajo antes citada, emitió la Resolución Administrativa (RA)
009/2009 de 30 de noviembre, por la cual se dispone su reincorporación en el mismo puesto que
ocupaba antes de ser despedida, o sea en el Proyecto de la Empresa Minera San Cristóbal, más el
pago de salarios devengados y restitución de sus derechos laborales, aspecto acorde al art. 10 del
Decreto Supremo (DS) 28699 de 1 de mayo de 2009.
Asimismo, menciona que si bien la normativa laboral vigente le faculta a iniciar una demanda de
reincorporación ante el Juez del Trabajo y Seguridad Social, en caso de negativa de la empresa a
cumplir la RA 009/2009, esta facultad es voluntaria y potestativa de ser ejercida, pues en todo
caso al haber concluido la vía administrativa definitivamente, se puede plantear la presente
acción de amparo constitucional, no siendo necesario agotar la vía judicial, tal como lo reconocen
las SSCC 0335/05-R y 0684/05-R.
La accionante estima vulnerados sus derechos al trabajo, a una fuente laboral estable, a la
“seguridad jurídica” y a la dignidad, citando al efecto los arts. 22, 47, 48, 49, 109, 110, 113, 115
de la Constitución Política del Estado (CPE).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 849
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 16 de marzo de 2010 que fue continuada el 17 del mismo mes y
año, según consta en actas cursantes de fs. 37 a 48 vta. de obrados, se produjeron los siguientes
actuados:
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. El 10 de febrero de 2009, la ahora accionante fue contratada indefinidamente por la empresa
“NEWREST BOLIVIA SOPORTE S.R.L.” como Nutricionista a cumplir sus funciones en la
empresa minera antes citada (fs. 11 a 12).
II.3. Esta desvinculación laboral fue denunciada por la accionante ante la Jefatura Departamental
del Trabajo de Potosí, donde se realizó la respectiva audiencia entre partes, en la cual los
representantes de la empresa denunciada, ofrecieron reincorporar a la denunciante con el mismo
cargo y salario en otro Proyecto dependiente de esa empresa, oferta que fue rechazada por la
ahora accionante, de cuya consecuencia, la Jefatura Departamental del Trabajo antes citada,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 851
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II.4. Posteriormente y con nota de 4 de diciembre de 2009, la accionante hizo conocer al Jefe
Regional de Trabajo de Uyuni que pese a haberse presentado a su fuente laboral los días 2, 3 y 4
de diciembre, la empresa “NEWREST BOLIVIA SOPORTE S.R.L.” no la reincorporó, ante lo
cual la referida Jefatura Regional emitió conminatoria de cumplimiento de la RA antes
mencionada, para que esa empresa restituya en su fuente laboral a la ahora accionante en el
término de veinte y cuatro horas, bajo alternativa de inicio de de proceso por infracción a la Ley
social sujeta a multa de Bs. 1 000 a 10 000.- (mil a diez mil bolivianos) (fs. 16 y 17).
La accionante afirma que se le vulneró sus derechos al trabajo, a una fuente laboral estable, a la
“seguridad jurídica” y a la dignidad, por cuanto al haber sido despedida de forma injustificada y
pese a haberse ordenado por la Jefatura Departamental del Trabajo de Potosí, mediante RA
009/2009, la reincorporación de la misma a su fuente laboral en la empresa “NEWREST
BOLIVIA SOPORTE S.R.L.”, el demandado no dio cumplimiento a esa Resolución, por lo que
pide que se disponga el cumplimiento de la RA 009/2009 y se proceda a la inmediata
reincorporación mediante la presente acción tutelar. En consecuencia, corresponde determinar, en
revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
A su vez, el art. 129 de la misma CPE, establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
De manera referencial, cabe señalar que la jurisprudencia de gestiones anteriores también tuvo
este entendimiento, al señalar que: “…al Tribunal Constitucional en el marco de las
atribuciones conferidas por el art. 120 de la CPE y la Ley del Tribunal Constitucional, no le está
asignada en ninguna de ellas, la atribución de ejecutar determinaciones o fallos tomados por
otros órganos o tribunales, toda vez que deben ser estas mismas instancias las que con facultad y
competencia propias asignadas por Ley, las que deban ejecutar y hacer cumplir sus
resoluciones; al respecto, el Tribunal Constitucional ha modulado a través de la SC 1911/2004-
R de 14 de diciembre, lo siguiente: 'el carácter subsidiario del recurso de amparo
constitucional, impide conocer un asunto en el que se impetre la ejecución de una sentencia,
resolución o fallo, pues esa labor le corresponde al órgano que lo emitió (…), y sólo si el
órgano omite cumplir su deber de manera reiterada y ostensible, y se han agotado los medios
legales para que tal órgano cumpla con su deber, se abrirá la jurisdicción constitucional, no
para ejecutar las resoluciones, sino para reparar una lesión al debido proceso o a otros
derechos fundamentales, dado que la eficacia de las resoluciones se constituye en un derecho
que emerge de las garantías del debido proceso, y la no ejecución lesiona tal derecho…” (SC
0802/2005-R de 20 de julio)” (las negrillas son nuestras).
De los antecedentes del caso, se evidencia que Raquel Roque Escalera fue despedida de forma
injustificada por la empresa “NEWREST BOLIVIA SOPORTE S.R.L.”, donde cumplía las
funciones de Nutricionista del Proyecto de la Minera San Cristóbal, dependiente de la empresa
indicada, de cuyo efecto, la ahora accionante denunció este despido intempestivo ante la Jefatura
Departamental del Trabajo de Potosí, instancia administrativa en la que inició un proceso laboral
de reincorporación a su fuente laboral, la cual mediante RA 009/2009, ordenó al representante de
esa empresa, ahora demandado, la reincorporación a la misma fuente laboral que tenía ésta antes
de ser despedida, orden que el demandado no cumplió, motivo por el cual planteó la presente
acción tutelar, solicitando se disponga el cumplimiento de la RA 009/2009, y se proceda a su
inmediata reincorporación.
Lo descrito, permite deducir que la ahora accionante ha activado la presente acción de amparo
constitucional, con la finalidad de hacer cumplir la RA 009/2009, emitida por la Jefatura
Departamental del Trabajo de Potosí, utilizándola como un medio coercitivo para lograr su
reincorporación laboral que fue dispuesta por dicha Resolución, con lo cual ha desnaturalizado la
esencia esta acción tutelar, que sólo puede ser planteada como un medio constitucional
extraordinario de defensa de los derechos fundamentales que reconoce la Constitución Política
del Estado y no así para obligar el cumplimiento de resoluciones o decisiones de autoridades
públicas, tal como se ha establecido en los fundamentos III.1. y III.2. de la presente Resolución.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al conceder la acción de amparo constitucional,
efectuó una incorrecta compulsa de los antecedentes procesales y no dio correcta aplicación al
citado precepto constitucional.
POR TANTO
2° Al amparo del art. 48.4 de la LTC, debido al tiempo transcurrido desde la interposición de la
acción tutelar hasta la presente revisión, se dimensionan los efectos de esta sentencia, dejando
subsistentes los actos cumplidos como resultado de la concesión de la tutela por el Tribunal de
garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 014 de 19 de marzo de 2010, cursante de fs. 831 vta. a 833 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Bertina Menacho
Vidaurre contra Alberto Zeballos Aguilera, Juez Sexto de Instrucción en lo Penal; y Raúl
Roca Arteaga Fiscal de Materia.
Por memorial presentado el 17 de febrero de 2010, cursante de fs. 794 a 804, el accionante
manifestó que:
El 25 de agosto de 2008, el Banco BISA Sociedad Anónima (S.A.), formuló querella contra Gary
Henry Soraide Morales, Dorys Barros Rea, Oscar Romero Vargas, Líder Suárez Durán, Selva
Saucedo Saucedo y Mario Peña García, por la presunta comisión de los delitos de falsedad
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 854
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
material, ideológica y uso de instrumento falsificado, por lo que el Fiscal, Raúl Roca Arteaga,
informó del inicio de la investigación al Juez Quinto de Instrucción en lo Penal el 25 del mismo
mes y año, para posteriormente transcurridos diez meses de inactividad, el 23 de junio de 2009,
amplía la denuncia contra la accionante, siendo así que el Banco Bisa S.A. como denunciante
había ampliado el 16 de diciembre de 2008, la misma que fue aceptada por el Fiscal al día
siguiente, omitiendo informar de la misma al Juez cautelar y a la accionante; empero, enterada
que estaba siendo investigada se presentó voluntariamente dicho Fiscal, quien la aprehendió e
imputó el 24 de junio de 2009, y recusada que fue la jueza Quinta de Instrucción en lo Penal en la
audiencia de medidas cautelares de 8 de julio del mismo año, el Juez Sexto de Instrucción en lo
Penal dispuso su detención preventiva, no obstante haber demostrado tener familia, trabajo y
domicilio conocidos.
Refiere que en ejercicio de su derecho a la defensa y ante la actuación parcializada del referido
Fiscal, lo recusó el 29 de junio de “2008”, (lo correcto es 2009) quien no obstante de haber sido
notificado con la Resolución del Fiscal de Distrito el 14 de julio de 2009; es decir, estando
recusado el 8 de julio de ese año, actuó ilegalmente en la audiencia de medidas cautelares donde
se dispuso su detención preventiva. Ante estas irregularidades el 30 de septiembre de 2009,
planteó incidente de nulidad de obrados por actividad procesal defectuosa, reiterando su
consideración en varias ocasiones hasta que por Resolución 03/10 de 5 de enero de 2010, el Juez
demandado rechazó sin hacer una fundamentación legal de hecho ni de derecho para sustentar el
mismo, y actuando contrariamente se limitó a hacer meras referencias, empero, implícitamente
reconoce que el Fiscal no informó sobre el avance de la investigación desde el 26 de agosto de
2008 hasta el 23 de junio de 2009, además, que dicha Resolución de rechazo fue dictada después
de un mes de haber sido elevado el cuadernillo de investigaciones por el Fiscal.
Por otra parte, el Juez Sexto de Instrucción en lo Penal fue obstaculizando maliciosamente su
derecho al acceso a la justicia, toda vez que en ocho oportunidades desde el 28 de agosto de de
2009, solicitó la cesación de su detención preventiva y a pesar de haber señalado en las diversas
peticiones día y hora de audiencia, éstas no se han llevado a cabo porque el Banco BISA S.A.,
maliciosa y reiterativamente ha formulado recusaciones contra los jueces que tenían
conocimiento de la causa, actuando con deslealtad procesal ya que nunca ha logrado probar las
recusaciones presentadas que han sido rechazadas por falta de fundamentos, obstaculizando su
libertad bajo la imposición de medidas sustitutivas y lo que es peor aún, el Ministerio Público a la
fecha presentó acusación sólo en su contra y no así contra los otros imputados. Asimismo; el Juez
cautelar ha vulnerado su derecho de acceso a la justicia, pues del rechazo del incidente no puede
apelar, recurso que no está previsto para este caso de acuerdo a lo prescrito por el art. 403 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), además de validar los actos ilegales del Fiscal que
excedió el plazo establecido para la etapa preparatoria, los que constituyen defectos absolutos, a
lo que se agrega que la Resolución impugnada carece de la debida fundamentación y fue dictada
fuera del plazo legal establecido.
Finalmente señala que, la entidad bancaria, maliciosamente ha formulado recusaciones contra los
jueces que han conocido las ocho solicitudes de cesación de su detención preventiva que ha
presentado, con el propósito de que su persona continúe privada de su libertad, vulnerando
además de sus derechos fundamentales, el principio de celeridad procesal.
(CPE); 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica; y 7, 8 y 10 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 19 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
825 a 833 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de la accionante ratificó in extenso los términos de la acción presentada, y los amplió
manifestando: a) Los incidentes de nulidad por actividad procesal defectuosa no son apelables,
porque no se encuentran comprendidos en el art. 403 del CPP, como lo señalan las SSCC citadas
en el memorial de demanda, por lo cual no es evidente, como asevera la entidad bancaria, que no
agotó los medios o recursos legales, es decir, que ha cumplido con la subsidiariedad; b) En este
caso, se ha actuado casi un año sin el control jurisdiccional, y los casos que se lleven por el Fiscal
sin ese control dentro de la investigación en la etapa preparatoria o preliminar son nulos; por ello,
ha reclamado esa ilegalidad mediante el incidente de nulidad que planteó el cual fue rechazado,
no obstante de existir defectos absolutos, mediante un Auto carente de fundamentación; c) El
Fiscal del caso fue recusado y, sin embargo, participó en la audiencia de 8 de julio de 2009, de
medidas cautelares ya que fue notificado con la Resolución del Fiscal de Distrito cinco días
después de dicho actuado procesal, es decir, el 13 del mismo mes y año, lo que implica que el
representante del Ministerio Público estaba suspendido por la recusación que no estaba resuelta
ni notificada con la Resolución del superior; d) La entidad bancaria, a su cliente, le estaba
obstaculizando el acceso a la justicia, toda vez que al solicitar la cesación de su detención
preventiva en forma reiterada formuló recusaciones a los jueces que han asumido conocimiento
del caso, con el propósito de que no obtenga su libertad, actuando en forma maliciosa, lo que está
plenamente acreditado al haber sido rechazadas sus recusaciones, siendo ello reprochable desde
el punto de vista ético, teniendo presente que su patrocinada desde hace nueve meses, no puede
lograr se realice una audiencia cautelar, no obstante de estar detenida preventivamente, en razón
que se presentó una imputación formal fuera de los términos procesales y donde el Fiscal no ha
cumplido con los plazos legales, a quien le es atribuible el retraso de la investigación, como lo
establece la SC 0101/2004-R; y, e) Ante la existencia de las irregularidades y nulidades descritas,
que no pueden ser legalizadas, solicita al Tribunal de garantías verificar que los plazos están
ampliamente vencidos, solicitando la libertad de su cliente, toda vez que como señaló, la
audiencia de medidas cautelares se realizó con la presencia, de forma ilegal del Fiscal que estaba
recusado.
carácter personal, por existir suficientes elementos de convicción de que sea con probabilidad
autora y partícipe de los delitos imputados y existir peligro de obstaculización, siendo
posteriormente recusado; 2) Con relación al incidente de nulidad, la última notificación con el
mismo es de 22 de diciembre de 2009, a una de las partes querellantes; consiguientemente, el 24
de ese mes y año, por la vacación judicial, se remitió la causa al Juzgado Primero de Instrucción
cautelar por encontrarse de turno, que la radicó por decreto de 28 de igual mes y año, a la vez que
solicitó informe sobre la última notificación a las partes, no habiendo resuelto el Juez de turno
dicho incidente para subsanar el proceso; 3) El 5 de enero de 2010, se radicó en el Juzgado a su
cargo el proceso y en la misma fecha rechazó el incidente de nulidad de imputación y defectos
absolutos interpuesto por la imputada mediante Resolución 03/10, de manera fundamentada y
dando cumplimiento a los plazos establecidos por el art. 123 y 124 con relación al art. 135, todos
del Código de Procedimiento Penal (CPP), el cual no fue apelado por las partes en los términos
que establece la ley, asimismo se conminó al Fiscal para que presente su requerimiento
conclusivo en cumplimiento del art. 134 del citado procedimiento; 4) Su autoridad no se allanó a
la recusación, decisión que fue declarada legal por la Sala Penal, asumiendo nuevamente
conocimiento del proceso; empero, al ser recusado en forma reiterada, en aplicación del art. 320
del CPP, remitió los actuados procesales al Juez Séptimo de Instrucción en lo Penal, quien
asumió el conocimiento de la causa; sin embargo, de acuerdo a la revisión del Sistema IANUS,
se evidenció que formulada la acusación contra la accionante, actualmente el proceso penal está
en trámite ante el Tribunal Quinto de Sentencia; y, 5) Su actuación se encuentra enmarcada
dentro de la ley, solicitando por ello, se declare “improcedente” el “recurso de amparo
constitucional”.
El apoderado legal del tercero interesado, Banco BISA S.A., en el informe escrito cursante de fs.
820 y vta., manifestó: i) La entidad bancaria que representa no puede ser demandada de amparo
constitucional, toda vez que es víctima de los delitos acusados contra la accionante y que a la
fecha se encuentra para juicio oral con acusación formal; ii) El “recurso de amparo
constitucional”, no es subsidiario de los recursos ordinarios que la accionante pudo haber
planteado ante el Juez cautelar que es el controlador de los derechos y garantías de las personas
en el desarrollo del proceso, tanto en la etapa preliminar como en la preparatoria, por lo que
afirma que en ningún momento se violentó los derechos y garantías de la imputada; iii) El 25 de
agosto de 2009, el Banco BISA S.A., sentó denuncia por el delito de falsedad material e
ideológica y otros contra Gary Henry Soraide Morales y otros, toda vez que se encuentra con un
documento transaccional definitivo supuestamente efectuado entre Remberto Vaca Gaythe y
Gary Henry Soraide Morales y otros, que fue adjuntado dentro del proceso civil de interdicto de
recobrar la posesión; iv) El 16 de diciembre de 2009, solicitó la ampliación de la denuncia, ante
la existencia de indicios que demuestran la participación de Bertina Menacho Vidaurre, por lo
cual el 17 de diciembre del mismo año, el Fiscal de Materia informó al Juez cautelar sobre la
ampliación disponiendo el inicio de investigación en su contra, dentro de la que luego de
abstenerse a declarar, esta autoridad en uso de sus facultades conferidas por ley y ante la
existencia de víctimas múltiples que agrava la situación legal de la denunciada, procedió a
aprehenderla, imputarla y pasarla a disposición del Juez cautelar; v) Con relación a la recusación
del Fiscal Raúl Roca Arteaga, se tiene que las recusaciones a los fiscales son diferentes a las
formuladas contra los jueces, ya que en el caso de que los representantes del Ministerio Público
fueren recusados, sus actuaciones deben continuar mientras no hayan sido notificados con la
Resolución final del Fiscal de Distrito que resuelve la recusación, en la que puede disponer se
aparte o en su defecto continúe conociendo el caso, por tanto el ex Fiscal referido, estaba
facultado para estar presente en la audiencia cautelar de la accionante; y, vi) En cuanto al
incidente de nulidad que interpuso contra la imputación formal, es necesario recordarle que no
existe recurso alguno contra la Resolución de imputación, menos aún en los términos en que fue
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 857
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 014 de 19 de marzo de 2010, cursante de fs. 831 vta. a 833 vta. de obrados que
declaró “improcedente” la acción de amparo constitucional, con el fundamento que el presente
caso ha sido remitido y es de conocimiento del Tribunal Quinto de Sentencia, quien ejerce el
control jurisdiccional, y que no han sido demandados en la presente acción de amparo
constitucional, por lo que la falta de legitimación pasiva imposibilita al Tribunal de garantías
ingrese a conocer el fondo del asunto.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. El Banco BISA S.A., el 14 de julio de 2008, formalizó denuncia contra Gary Henry Soraide
Morales y otros por la presunta comisión de los delitos de falsedad material, ideológica, y otros,
que fue ampliada contra Bertina Menacho Viruez, ahora accionante siendo su apellido materno
Vidaurre, de quien al desconocer su domicilio se ordenó su citación mediante edictos; empero el
16 de junio de 2009, se presentó voluntariamente por memorial de la misma fecha ante el
Ministerio Público (fs. 219 a 220 y 237).
II.2. El Fiscal Raúl Roca Artega, presentó ante la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal,
imputación formal contra la accionante por los delitos de asociación delictuosa, falsedad material
e ideológica, uso de instrumento falsificado y estafa agravada, mediante requerimiento de 23 de
junio de 2009 (fs. 303 a 311).
II.3. La imputada ahora accionante recusó al Fiscal de Materia, Raúl Roca Arteaga, por memorial
de 29 de junio de 2009, que fue declarada ilegal por el Fiscal de Distrito a través de la Resolución
de 8 de julio de 2009, que fue notificado al Fiscal recusado el 14 de ese mes y año (fs. 312 a 314;
320).
II.4 La ahora accionante recusó a la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal Cautelar, asumiendo
el conocimiento de la causa el Juez Sexto de Instrucción en lo Penal, quien señaló audiencia de
medidas cautelares, la que en efecto se realizó el 8 de julio de 2009, a cuya conclusión la
autoridad jurisdiccional dispuso su detención preventiva como medida cautelar de carácter
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 858
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
personal, que fue confirmada en apelación mediante Resolución de 21 de julio de ese año (fs. 512
a 521 y 553 vta.).
II.6. El 18 de enero de 2010, el Fiscal de Materia, Oscar Flores Velarde, presentó acusación
contra la imputada -ahora accionante-, por los delitos imputados encontrándose el proceso en el
Tribunal Quinto de Sentencia (fs. 786 a 790).
A su vez, el art. 129 de la misma CPE, establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata
de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II. La Acción de Amparo
Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la
comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial”.
(Las negrillas son nuestras).
III.2. Los incidentes de nulidad son susceptibles del recurso de apelación incidental
Las resoluciones que resuelven incidentes, entre ellos, el de nulidad por actividad procesal
defectuosa, pueden ser impugnadas mediante el recurso de apelación, habiendo establecido así la
jurisprudencia constitucional, cuyo entendimiento desarrollado en la SC 0636/2010-R de 19 de
julio, que es asumida por no ser contraria al orden constitucional vigente, estableció:
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 859
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
“El derecho a recurrir se halla establecido en el art. 394 del CPP, adicionando las dos
limitaciones que lo caracteriza, una objetiva y otra subjetiva. Por la primera, no todas las
resoluciones son recurribles, sino aquellas 'en los casos expresamente establecidos…'. Por la
segunda el 'El derecho a recurrir corresponderá a quien le sea expresamente permitido por Ley,
incluida la víctima aunque no se hubiera constituido en querellante'. No obstante lo anotado, en
relación a la primera cabe precisar que el art. 8 de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, más conocida como 'Pacto de San José de Costa Rica' lo incluye como un derecho
fundamental, que ahora es recogido por la Constitución Política del Estado vigente en su art.
180.II que señala: 'Se garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales', de
donde se deduce que la limitación objetiva a su vez no es absoluta.
De otro lado el Capítulo IV del Título I del Libro Primero de la Segunda Parte del Código de
Procedimiento Penal, tiene como nomen juris 'Excepciones e incidentes', cuyo procedimiento se
rige por el art. 314 y ss. del CPP, precisando: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos
de las partes…', por ello dentro un sentido amplio de interpretación de las normas analizadas,
encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo legal, el derecho a impugnar resoluciones
que resuelvan incidentes al incluirse su trámite dentro de las excepciones e incidentes, dado que
sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto, correspondería a una interpretación
restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la propia Constitución. Este
razonamiento implica un cambio de la línea asumida al respecto por las SSCC 0731/2005-R,
0265/2006-R, 0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras).
Sin embargo, como todos los derechos, el de recurrir está sujeto a las normas generales que lo
rigen, entre ellos la oportunidad o el plazo, el contenido o expresión de agravios y la forma en
que deban formularse. En cuanto a la apelación incidental se la debe presentar y tramitar en
sujeción a las previsiones de los arts. 404 a 406 del CPP, deduciéndose la imposibilidad de
plantearla directamente dentro del juicio oral, cuyo objeto la averiguación de los hechos, no
permite su sustanciación durante la celebración del mismo, correspondiendo en su caso hacer
reserva de apelación restringida, conforme tiene anotada la jurisprudencia constitucional, entre
otras la SC 0522/2005-R, que al respecto precisa: 'Consecuentemente, la corrección de la
actividad procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la vía
incidental ante el juez cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o Tribunal de Sentencia
en el juicio oral, y, en su caso, a través del recurso de apelación restringida"'.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, aunque con otros fundamentos al declarar
“improcedente” la acción de amparo constitucional, en lugar de denegarla efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado precepto
constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 10/2010 de 22 de marzo, cursante de fs. 122 a 124, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Secundino Sanga Silvestre contra
Roner Rivero Antelo, Alcalde; Zenobia Flores Barra, Presidenta del Consejo; Esperanza
Inés Monrroy Apaza; Fortunato Mamani Ramos y Casilda Condori Onofre, Concejales del
municipio de Teoponte de la provincia Larecaja del departamento de La Paz.
Asimismo, mencionó que: “…Ante ese hecho irregular e ilegal de los accionados, mi persona en
fecha 11 de marzo de 2010, en aplicación del Art. 22 de la Ley de Municipalidades interpuse la
RECONSIDERACIÒN de la Resolución Municipal Nº 49/2010, habiendo notar los pormenores
para que los concejales enderezaran sus actos conforme a las disposiciones en vigencia mismo
que no tiene respuesta alguna pese haberse llevado a cabo la sesión ordinaria tal como se acredita
por la Convocatoria HCMT 08/2010 de fecha 10 de marzo…” ( sic).
ejecutoriada con pena privativa de libertad y se tenga pliego de cargo ejecutoriado o sentencia
judicial ejecutoriada por responsabilidad civil contra el Estado.
Respecto a la denuncia que hicieron los dirigentes del Cantón Mayaya, de acuerdo a los arts. 35,
36 y 37 de la LM, así como en conformidad al Reglamento Interno del Municipio, debió ser
remitida a la comisión de ética para que se disponga la apertura de un proceso administrativo
interno debiendo contar con la mayoría absoluta de votos de los concejales.
Refiriéndose a la censura, cita el art. 51 de la LM, señalando que: “Este procedimiento no podrá
ser planteado en el quinto año de gestión municipal” de lo que infiere que tampoco se cumplió
con las particularidades que exige el voto de censura.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 22 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
116 a 121 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El accionante por medio de su abogado ratificó in extenso los términos de la acción presentada, y
los amplió manifestando: 1) El Concejo Municipal de la Octava Sección de la provincia Larecaja
lo nombró Alcalde Municipal por el periodo 2005-2009, conforme a las disposiciones
municipales, y de manera excepcional se prorrogó el mandato para todos los alcaldes,
aguardando la posesión de las autoridades electas hasta el 4 de abril, ejerciendo funciones el
ahora accionante desde el 2 de febrero de 2005 a 10 de marzo de 2010, en cumplimiento de los
arts. 43 y 44 de la LM; 2) El 9 de marzo de manera extraordinaria tomó conocimiento de la
Resolución Municipal HCMT 49/2010, que lo suspendía de su condición de Alcalde Municipal a
solicitud de los comunarios del cantón Mayaya, Resolución Municipal que fue aprobada en una
sesión extraordinaria del Concejo Municipal de Teoponte, por ello formuló el recurso de
reconsideración que ha sido respondido por la Resolución Municipal 57/2010 de 12 de marzo,
que en su parte pertinente dispuso mantener la suspensión del cargo, nombrando como interino a
Roner Rivero Antelo; 3) La denuncia realizada por los dirigentes del cantón Mayaya, debe ser
procesada ante la Comisión de Ética, conforme el art. 37 de la LM, y en caso de existir
responsabilidad debía remitirse los antecedentes al Ministerio Público; y, 4) Con esta actuación
ilegal, se vulneraron sus derechos a un trabajo digno, a la estabilidad, a una justa remuneración y
al ejercicio de un cargo público, previstos en los arts. 46 y 144 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
Roner Rivero Antelo, Concejal Municipal, fundamentó los motivos que llevaron al Concejo a
emitir la Resolución Municipal HCMT 49/2010, expresando principalmente que debe hacerse
una auditoria en un plazo no mayor a treinta días y que el accionante reasumiría sus funciones de
Alcalde en el plazo mencionado, entre tanto, se haría cargo un interino y respecto a su salario
sería igualmente percibido; además de reiterar que la Resolución Municipal HCMT 57/2010, no
se hizo pública por el Concejo Municipal porque se encuentran en feriado y recién se la haría
conocer mediante nota.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1. Conforme al art. 182.2 del Código Electoral, se otorgó la credencial de Concejal Titular a
Secundino Sanga Silvestre, quien a través de la Resolución 002/2005 de 4 de febrero, fue elegido
Alcalde Municipal de Teoponte por el periodo de 2005-2009, tal como se establece del acta de
posesión (fs. 4 a 7).
II.4. El Concejo Municipal, el 12 de marzo emitió la Resolución Municipal HCMT 57/2010, por
la que se abrogó la Resolución Municipal HCMT 49/2010, sobre la suspensión definitiva del
Alcalde Secundino Sanga Silvestre, nombrando como Alcalde a.i. a Roner Rivero Antelo, la que
no le fue notificada al accionante, quien presentó la fotocopia legalizada de dicha Resolución,
con sello de 18 de marzo de 2010, el mismo día en el que se desarrolló la audiencia pública de
amparo constitucional (fs. 62 a 65).
II.5. El accionante a través de su abogado, pidió dejar sin efecto ambas resoluciones, es decir las
Resoluciones Municipales HCMT 49/2010 y HCMT 57/2010, la última que presentó en
audiencia.
El accionante denuncia que los demandados han vulnerado sus derechos al trabajo, al ejercicio de
un cargo público, a la “seguridad jurídica” y a la defensa, toda vez que el Concejo Municipal de
Teoponte emitió la Resolución Municipal HCTM 49/2010, suspendiéndolo en forma definitiva,
como Alcalde de dicho Municipio, sin que existan las causales establecidas al efecto en la Ley de
Municipalidades ni haber sido sometido previamente a proceso administrativo interno ante la
petición de los representantes del cantón Mayaya por supuesto incumplimiento de proyectos del
Plan Operativo Anual. La Resolución Municipal HCTM 49/2010 es abrogada por la Resolución
Consiguientemente, esta acción de defensa tiene por finalidad única el resguardo de los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance en
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales y no así de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia en cada caso concreto, por ende, es viable la
protección de principios constitucionales -vía amparo constitucional- cuando de ella emerjan
lesiones a derechos fundamentales o garantías constitucionales. (En ese mismo sentido las SSCC
0107/2010-R, 0485/2010-R y 0584/2010-R, entre otras)”.
III.2. La seguridad jurídica es un principio y por lo tanto no puede ser tutelado por la
acción de amparo constitucional
En ese contexto, el segundo elemento deviene del primero; es decir, que por efecto del derecho a
ser elegido o designado previo cumplimiento de los requisitos que acrediten la idoneidad y los
procedimientos democráticos, conlleva el derecho a ejercer materialmente el cargo en la función
pública para el que fue electo que satisfaga sus necesidades económicas y laborales. La
interrupción o impedimento de funciones al servidor público electo, implica afectar el normal
desarrollo de su derecho a ejercer la función pública y al trabajo (SC 0980/2010-R de 17 de
agosto)”.
El art. 34.I de la LM, dispone que: 'La suspensión temporal del concejal procede por existir en
su contra auto de procesamiento ejecutoriado en estrados judiciales, con el objeto de que pueda
asumir su defensa o en los casos establecidos en la Ley N° 1178 de 20 de julio de 1990 y sus
Reglamentos, cuando corresponda'. Respecto a la suspensión definitiva, el citado art. 34.II de la
LM, establece que: 'La suspensión definitiva del concejal procede por haber sido condenado con
sentencia ejecutoriada a pena privativa de libertad, tener pliego de cargo ejecutoriado o
sentencia judicial ejecutoriada por responsabilidad civil contra el Estado, o en los casos
contemplados en la Ley 1178 de 20 de julio de 1990 y sus Reglamentos, cuando corresponda'.
En el mismo sentido, el art. 36.I 5 y 6 de la LM, establecen que se aplicará la suspensión
temporal del ejercicio del mandato cuando exista auto de procesamiento ejecutoriado y la
suspensión definitiva en caso de existir sentencia condenatoria ejecutoriada a pena privativa de
libertad, pliego de cargo ejecutoriado o sentencia judicial por responsabilidad civil contra el
estado.
El art. 37.III de la LM, establece que: “El Concejal perderá el mandado siendo destituido y
suspendido definitivamente, cuando exista sentencia corporal ejecutoriada, pliego de cargo
ejecutoriado en su contra o sentencia judicial por responsabilidades en el ejercicio de la función
pública. Procederá su restitución en el cargo de Concejal en caso de sentencia absolutoria o
declaratoria de inocencia”.
Por su parte el art. 48.I de la LM, señala: ”El Alcalde Municipal será suspendido temporalmente
del ejercicio de sus funciones y las de Concejal, por existir en su contra auto de procesamiento
ejecutoriado. La suspensión persistirá durante toda la substanciación del proceso para asumir su
defensa…”.
Normas que actualmente han sido derogadas por la Ley 031 de 19 de julio de 2010, Ley Marco
de Autonomías y Descentralización 'Andrés Ibañez', cuyo art. 144 referido a la suspensión
temporal de autoridades señala que: 'Gobernadoras, Gobernadores, Alcaldesas y Alcaldes,
Máxima Autoridad Ejecutiva Regional, Asambleístas Departamentales y Regionales, Concejalas
y Concejales de las entidades territoriales autónomas, podrán ser suspendidas y suspendidos de
manera temporal en el ejercicio de su cargo cuando
se dicte en su contra Acusación Formal'.
Asimismo, el art. 145 de la misma Ley, instituye el procedimiento para la referida suspensión,
estableciendo que:
Los hechos que motivaron la interposición de esta acción de amparo constitucional, se originaron
en la emisión por parte del Concejo Municipal de Teoponte de la Resolución Municipal HCMT
49/2010 de 9 de marzo, en la que aprobaron la suspensión definitiva de funciones de Secundino
Sanga Silvestre, como Alcalde de dicho Municipio, a pedido de los comunarios del cantón
Mayaya, debido al incumplimiento de la ejecución de proyectos de dicho cantón, sin que se
hayan cumplido con las disposiciones legales vigentes para resolver la suspensión, como se
establece en el Fundamento Jurídico III.6 de la presente sentencia.
Por lo que, se establece que la suspensión del Alcalde, ahora accionante, sea esta definitiva o
temporal necesariamente debía adecuarse a lo señalado por dichas disposiciones legales. Ahora
bien, si se trata de encaminar una denuncia realizada por una comunidad, también la Ley de
Municipalidades señala el camino a seguir, por lo que ante la denuncia realizada por los
comunarios del cantón Mayaya, debió haberse aplicado el procesamiento interno de la denuncia,
conforme el art. 35 de esta Ley.
tenía todo el derecho de ejercer el cargo público al que accedió de esa forma, cargo que además
se constituía en su fuente laboral.
Asimismo, se vulneró su derecho a la defensa, toda vez que al haber sido suspendido el
accionante sin haber sido sometido a proceso legal alguno, menos hubo la posibilidad de que él
mismo pueda hacer uso de este derecho.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Como estudiante llegado de Puerto Suárez con su esposa e hija, accedió a celebrar un contrato de
anticrético con David Martín Tapia Salvatierra, respecto a una casa independiente, ubicada en la
zona de Villa “Busch” s/n de la ciudad de Cochabamba, por el monto de $us25 000.- (veinticinco
mil dólares estadounidenses), el supuesto propietario le explicó que debía dinero a Mirian Leny
Ayala Baldelomar y el capital que él entregaría serviría para cumplir con esa obligación y luego,
él ocuparía el inmueble.
Señala como vulnerados los derechos de su representado al debido proceso, a la “justicia pronta y
transparente” a la “seguridad jurídica” y al principio de legalidad, consagrados en los arts. 115.II
y 116 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto las Resoluciones de sobreseimiento
así como la de ratificación dictadas por las autoridades demandadas, debiendo la Fiscal de
Materia codemandada dictar nueva resolución fundamentada y en su caso acusar a David Martín
Tapia Salvatierra, por los delitos de estafa y estelionato, para que sea juzgado en juicio oral, con
responsabilidad civil y calificación de daños y perjuicios.
Celebrada la audiencia pública el 18 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante a fs. 85 y
vta., se produjeron los siguientes actuados:
El accionante ratificó el tenor íntegro de la demanda, con el derecho a la réplica indicó que el
informe de la fiscal Hilda Beatriz Sánchez Vargas no refería los motivos que hicieron variar su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 872
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
inicial opinión, porque sobreseyó al imputado con las mismas pruebas por las que lo había
imputado.
El ex Fiscal de Distrito, José César Cartagena Miranda, en el informe escrito cursante de fs. 90 a
91 sostuvo lo que sigue: a) Como autoridad fiscal jerárquica superior, actuó conforme a derecho;
b) Ante la eventualidad de una imputación formal, procesalmente es posible que pueda
disponerse el sobreseimiento, siempre y cuando se den las circunstancias para ello, sin que la
imputación formal suponga que el fiscal esté obligado a acusar al imputado, como entiende
erradamente el accionante; c) Remitido el cuaderno de investigación al Fiscal de Distrito como
producto de un sobreseimiento, bajo ningún motivo el mismo podrá ordenar la continuación,
ampliación o complementación de las investigaciones, sino que debe pronunciarse sobre la
ratificatoria o revocatoria de ese sobreseimiento, correspondiendo preguntarse cuál es la
ilegalidad de haber pronunciado una Resolución ratificatoria de sobreseimiento debidamente
fundamentada, más aún si esta Resolución se produjo en estricto apego al art. 324 del Código de
Procedimiento Penal (CPP); y, d) Los fundamentos de su Resolución fueron claros, precisos y
sustancialmente adecuados para el caso, demostrando discernimiento de los antecedentes del
proceso, para llegar a las conclusiones expuestas donde cada proceso merece un análisis
independiente, por el hecho de no ser idéntico a los demás.
La Fiscal de Materia, Hilda Beatriz Sánchez Vargas, en el informe escrito que corre de fs. 83 a 84
vta., manifestó lo siguiente: 1) Los elementos de convicción suficientes para determinar que
David Martín Tapia Salvatierra probablemente fue autor del ilícito imputado, no pudieron
constituirse en prueba que permita sostener con certeza que el accionante haya sido inducido en
error o engañado por el imputado, teniendo como único indicio el contrato de anticrético que por
sí solo no respalda el ardid que manifiesta el accionante porque está limitado por el deber de
cuidado de la persona que interviene en un acto de disposición patrimonial, lo que permite
afirmar que el accionante sabía que el inmueble contaba con dos gravámenes hipotecarios, y que
el monto de anticrético a entregar sería para pagar ésos hasta donde alcanzara, además tenía
conocimiento que el propietario entregaría un poder de parte de la acreedora para que con ese
poder, el anticresista pueda cobrar los dineros, y que al incumplimiento de aquello se someterían
a los tribunales ordinarios; 2) Otro documento tomado en cuenta es el de 16 de abril de 2008,
donde plenamente de acuerdo el accionante firma un documento de devolución por $us2000.-
con el imputado, el que tiene fuerza de ley, lo que considerado en primera instancia (imputación)
no llevó al convencimiento de efectuar una acusación responsable, porque se llegó a la
conclusión de que entre las partes existió un vínculo contractual establecido por ellas, cuyas
emergencias jurídicas relativas a su cumplimiento cabal y efectivo constituyen incidencias
inherentes a obligaciones de carácter civil que no pueden ser penalizadas precisamente por estar
fundamentadas y originadas en un acto jurídico contractual libremente consentido que excluye el
condicionante objetivo del delito de estafa; 3) El accionante no especifica qué elemento del
debido proceso fue inobservado, y si bien es cierto que el Ministerio Público tiene como finalidad
promover la acción de la justicia, defender la legalidad, los intereses del Estado y de la sociedad,
no es menos evidente que no puede actuar como una instancia de presión para el cobro de deudas
incumplidas; que aunque los fiscales son los directores de la investigación, las partes cumplen un
rol importante, no habiendo el accionante colaborado activamente en una acusación responsable;
y, 4) Según la SC 1597/2002-R de 20 de diciembre, la acción de amparo constitucional no
constituye una vía para revisar la valoración de las pruebas que en la etapa preparatoria de la
investigación corresponde a la autoridad fiscal y vía impugnación, al superior jerárquico de la
Fiscalía, que en el caso concreto está contenida en el sobreseimiento que su autoridad decretó, el
que fue ratificado por el entonces Fiscal de Distrito. Por lo que solicitó se declare “improcedente”
la acción de amparo constitucional.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 873
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Con el derecho a la dúplica dijo que: i) La prueba acompañada por el accionante, emerge de
rechazos de proceso cuando ingresan a la unidad de análisis de la Fiscalía de Distrito; y, ii) Existe
doctrina de la Corte Suprema de Justicia que prohíbe al Ministerio Público seguir procesos
cuando existen contratos.
David Martín Tapia Salvatierra, no asistió a la audiencia pese a su legal citación (fs. 61).
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 18 de
marzo de 2010, cursante de fs. 86 a 88 vta., concedió la tutela, dejando sin efecto las
Resoluciones fiscales impugnadas, por lo que dispuso que la Fiscal de Materia dicte nueva
resolución debidamente fundamentada, con los siguientes argumentos: a) Los Fiscales deben
fundamentar sus resoluciones de imputación, sobreseimiento y rechazo, conforme establece la
jurisprudencia en la SC 1428/2005-R de 8 de noviembre y el Auto Supremo 144 de 22 de abril de
2006, lo que no ocurrió en las Resoluciones de las autoridades demandadas; b) El sistema de
valoración de la prueba en Bolivia, es el de la sana crítica racional que debe ser aplicado no sólo
por los jueces y tribunales, sino también por los fiscales a tiempo de emitir sus resoluciones,
valorando los elementos de convicción, y pruebas de cargo y descargo, sujetándose a los
principios de la recta razón, como son la lógica que contienen los principios de no contradicción,
de tercero excluido, de razón suficiente y de identidad; la Fiscal demandada razonó vulnerando
los principios de “no contradicción” y de “tercero excluido”, porque afirmó que no existían
delitos de “estafa y estelionato”; empero, resulta contradictorio que haya sobreseído al imputado
con el fundamento de que “los elementos de prueba eran insuficientes para fundamentar la
acusación”, cuando la doctrina legal aplicable del Auto Supremo 144, no hace alusión a la causal
de insuficiencia de elementos de prueba para fundamentar acusación, que tenga relación con un
conflicto originado en la voluntad de las partes de naturaleza civil; la lesión del principio de
“tercero excluido” señala que cuando dos juicios se contradicen, no pueden ser ambos falsos,
siendo uno de ellos necesariamente verdadero; c) La Fiscal de Materia hizo una simple relación
de los distintos elementos de convicción existentes, sin valorarlos integralmente conforme a la
línea jurisprudencial contenida en la SC 1428/2005-R, lo que importa vulneración al principio
lógico de “razón suficiente” que indica que una proposición es verdadera si ha sido demostrada
con suficientes fundamentos de razonabilidad, lo que implica que los elementos de convicción o
las pruebas sobre las que se basan las conclusiones inmersas en las resoluciones fiscales, sólo
deben dar fundamento a esas conclusiones y no a otras, más aún cuando ésta presentó imputación
formal contra David Martín Tapia Salvatierra por el único delito de estafa, pero en la Resolución
de sobreseimiento, emite juicio de valor también sobre el delito de “estelionato” que nunca fue
imputado; y, d) El ex Fiscal de Distrito incurrió en nuevas y notorias contradicciones e
incongruencias en su Resolución de 30 de septiembre de 2009, sin realizar tampoco una
valoración integral de los elementos de convicción que estaban bajo su consideración. Por eso las
autoridades demandadas deben efectuar un análisis integral de los elementos probatorios de cargo
y descargo para la fundamentación de sus resoluciones conforme a los arts. 173 del CPP, y 45.7 y
61 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP).
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 874
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 11 de agosto de 2008, el representado del accionante formuló querella
contra David Martín Tapia Salvatierra por el delito de estafa y estelionato (fs. 3 y 4 y vta.).
II.3. La Fiscal de Materia, Hilda Beatriz Sánchez Vargas, imputó formalmente a David Martín
Tapia Salvatierra por el delito de estafa, el 28 de noviembre de 2008, señalando que existían
suficientes elementos de convicción para sostener que el imputado era con probabilidad autor del
hecho ilícito, como el hecho de que éste aprovechando la necesidad que tenía el querellante de
adquirir un inmueble para vivienda obtuvo un beneficio económico de $us2000.- mediante
engaños, sin entregar el inmueble en anticrético en el tiempo pactado y tampoco el dinero pese a
existir un documento de compromiso de devolución del mismo (fs. 10 a 11 vta.).
II.4. Por Resolución de 26 de mayo de 2009 la misma Fiscal decretó sobreseimiento a favor del
imputado por los delitos de estafa y estelionato, con los siguientes argumentos: a) No existen
elementos objetivos para una acusación formal, por cuanto no se advierte engaño en la conducta
del imputado, quien suscribió un compromiso de contrato de anticrético el 12 de marzo de 2008,
con el querellante -hoy accionante- lo que denota que éste tenía pleno conocimiento de que el
inmueble a tomarse en anticrético tenía dos gravámenes hipotecarios, que el monto de anticrético
a entregar sería para pagar las hipotecas, y que el imputado entregaría un poder de la ex
acreedora, para que con ese poder, el anticresista pueda hacer la cobranza efectiva de esos
dineros, a más de que al incumplimiento de aquello se someterían a los tribunales ordinarios, por
lo que el accionante tenía la vía legal expedita para hacer cumplir los contratos civiles realizados
con el imputado, que los testigos de cargo no establecen de qué manera el querellante fue
inducido en error, sólo manifiestan que el imputado habría incumplido el pago de los $us2000.-,
b) Tratándose de un vínculo contractual, su cumplimiento jurídico del pago del señalado monto
es de orden civil y no puede ser penalizado, por haberse fundado y originado en un acto jurídico
contractual libremente consentido que excluye el condicionante objetivo del delito de estafa y
estelionato (fs. 14 y 15 vta.).
II.5. El ex Fiscal de Distrito, José César Cartagena Miranda, mediante la Resolución 276/09 de
30 de septiembre de 2009, ratificó la Resolución de sobreseimiento emitida por la Fiscal de
Materia, disponiendo la conclusión del proceso, con estos argumentos: i) Si bien el querellante
tuvo conocimiento sobre el estado litigioso del inmueble, debía interponer de manera inmediata
la denuncia correspondiente en mérito a que su bien jurídico de la propiedad había sido
lesionado; sin embargo, al suscribir un documento posterior aceptando la devolución del dinero,
implícitamente aceptaba estar reparado en su daño y canalizado el cobro del dinero a través de un
documento de orden civil; ii) No puede activarse el mecanismo estatal penal con cuestiones que
aún no han agotado las instancias suficientes que el mismo derecho les proporciona para la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 875
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
“Concebido por la Constitución Política del Estado como una garantía jurisdiccional, principio
constitucional y derecho fundamental, a través de la doctrina constitucional emanada de este
Tribunal, es un instrumento de defensa de derechos fundamentales y garantías constitucionales
durante la tramitación del proceso judicial o administrativo, en el que deberán sujetar sus actos
al procedimiento previsto en la norma. También se precisó que el debido proceso tiene por
objeto la materialización de los valores jurídicos de justicia e igualdad, en el entendido que sólo
a través de ellos se logrará la eficacia máxima de los derechos fundamentales contenidos en la
Ley Fundamental.
De ese razonamiento se extrae que el debido proceso debe ser entendido en sus dos facetas,
adjetiva y sustantiva, que a efectos de resolver la problemática planteada, corresponde
referirnos a la primera, que abarca cuatro elementos; el Juez natural, que a su vez tiene tres
componentes, competencia, imparcialidad e independencia; la fase del juicio previo, que parte
del entendido que nadie puede ser sancionado sino en la forma establecida por la ley, para ello
se deberá observar el respeto del derecho a la defensa -técnica y material-, principio de
contradicción, publicidad, presunción de inocencia y otros; la tercera fase es la relativa a la
decisión que contiene elementos específicos como la motivación, la congruencia y la sentencia
justa; finalmente está el derecho a la doble instancia. A continuación se proseguirá con el
desarrollo de dos de los elementos de la tercera fase del debido proceso adjetivo.
Se refiere a que toda resolución sea judicial, administrativa o de otro ámbito, deberá contener
correspondencia o armonía entre lo peticionado y lo resuelto; es decir, ser concordante entre
la parte considerativa y dispositiva. Principio que se encuentra íntimamente relacionado con la
obligatoriedad de fundamentación y motivación de las resoluciones.
El principio de congruencia es también parte del derecho al debido proceso; por lo que a través
de la SC 1009/2003-R de 18 de julio, se señaló que: '…el juzgador también deberá observar
estrictamente el principio de congruencia, el mismo que no sólo requiere ser respetado en el
transcurso del proceso entre una y otra resolución, sino que también es de observancia en el
texto de una sola resolución, pues como establece el ordenamiento jurídico, toda resolución
tiene una estructura básica que marca la estructura formal que tiene que respetarse. Así, en
toda resolución, deben en principio identificarse las partes, una suma de las pretensiones así
como también el objeto de la resolución, posterior a ello, tendrá que exponerse una parte
relativa de lo demandado, otra relativa a los hechos comprobados por el juzgador, otra que
exponga el razonamiento del juzgador más las normas legales que sustenten dicho
razonamiento y finalmente la parte resolutiva que deberá -resulta por demás obvio- responder
a las partes precedentes, lo que significa, que la decisión debe guardar completa
correspondencia con todo lo expuesto a lo largo del texto de la resolución; si no se estructura
de tal forma una resolución, ésta carecerá de consecuencia, puesto que luego de analizar,
relatar y analizar determinados hechos se llegaría a resultados distintos, que darían lugar no
sólo a la lesión del derecho a la seguridad jurídica que como hemos referido exige en el ámbito
de la jurisdicción judicial en general la aplicación objetiva de las leyes, sino también se tendría
como lesionado el principio referido y por ende el derecho al debido proceso, pues toda
resolución es una construcción jurídica en la que el juzgador debe exponer todo no sólo
guardando la estructura formal sino que el fondo contenido en dicha estructura sea armónico,
de modo que realmente su decisión resulte una unidad emergente del estudio que haga de la
causa'”
Otro de los componentes esenciales de la decisión del órgano jurisdiccional que se materializa
en una sentencia justa, es la motivación que conlleva el deber de exponer las razones o motivos
en que se sustenta y que responde a la correcta ponderación de los hechos y la aplicación de las
normas legales aplicables, cuya finalidad es brindar certidumbre a los administrados que la
decisión dictada es conforme a derecho.
a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales
aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores
supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando
al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos
juzgados sino de la forma en que se decidió. Al contrario, cuando aquella motivación no existe y
se emite únicamente la conclusión a la que se ha arribado, son razonables las dudas del
justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y valores
supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego a la justicia, por lo mismo se
le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para que en búsqueda de la justicia,
acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se observen
sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene la
restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios fallos de este Tribunal,
entre ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio. Asimismo, cabe señalar que la motivación no
implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una
estructura de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente
cumplidas; al contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce las razones o
motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas. Así la SC
1365/2005-R de 31 de octubre, entre otras'
Esta exigencia de fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el juez o
tribunal debe resolver en apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las
autoridades de primera instancia; (…), es imprescindible que dichas resoluciones sean
suficientemente motivadas y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las
sustentan y que permitan concluir, que la determinación sobre la existencia o inexistencia del
agravio sufrido fue el resultado de una correcta y objetiva valoración de las pruebas, del
mismo modo que se exige al apelante cumplir con la obligación de fundamentar los agravios;
por cuanto, en la medida en que las resoluciones contengan, los fundamentos de hecho y de
derecho, el demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada es justa; por lo que no le
está permito a un juez o tribunal, reemplazar la fundamentación por la relación de
antecedentes, la mención de los requerimientos de las partes o hacer alusión de que el juez de
instancia obró conforme a derecho…; con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar con
una resolución debidamente fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la
persona y forma parte del debido proceso…'.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 878
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
(…)
Cabe aclarar, no obstante, que no se puede exigir como fundamentación una argumentación
retórica intrascendente, sino más bien la adecuación de los hechos a la norma jurídica, como
consta y se expone en las resoluciones de las autoridades demandadas, por lo que la motivación
no implica la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino más bien, exige una
estructura de forma y de fondo que permita a las partes conocer cuáles son las razones que
llevaron al juzgador a tomar la decisión” (Las negrillas son nuestras).
Identificada la problemática, se debe señalar por una parte, que no obstante que la denuncia
contra David Martín Tapia Salvatierra fue únicamente por el delito de estafa, y que la imputación
de la Fiscal de Materia codemandada -el 28 de noviembre de 2008- fue también por el mismo
delito; sin embargo, concluida la investigación fiscal -el 26 de mayo de 2009- de manera
incongruente y ausente de debida fundamentación, la Fiscal de Materia sobreseyó a David Martín
Tapia Salvatierra, por los delitos de estafa y estelionato, sin guardar correspondencia entre lo
peticionado y lo resuelto, vale decir, entre la parte considerativa y dispositiva de su Resolución
de 26 de mayo de 2008, puesto que sus argumentos considerativos sólo se refieren a los
elementos del tipo penal de estafa y no del tipo penal de estelionato, lo que lesiona el derecho al
debido proceso del accionante, porque no revela pleno convencimiento en aquel, de que no había
otra forma de resolver los hechos sometidos al accionar de dicha Fiscal en la investigación;
situación que también fue advertida por el propio ex Fiscal de Distrito codemandado, quien
expresó en su Resolución ratificatoria 276/09, que la dirección funcional de la investigación fue
incipiente para establecer la verdad de los hechos con relación al inmueble en cuestión, porque no
sólo habían indicios de la comisión del delito de estafa, sino también de la comisión del delito de
estelionato, como se tiene anotado en la Conclusión II.5 de este fallo.
Por otra parte, y por consecuencia, el ex Fiscal de Distrito también actuó con falta de congruencia
y de adecuada fundamentación, al ratificar la Resolución de sobreseimiento de la Fiscal de
Materia, ya que -como se tiene dicho- él mismo observó que existían defectos del debido proceso
en la investigación fiscal y por ende en el sobreseimiento, y pese a ello, optó por ratificar aquel,
sin tener en cuenta que su determinación no cumple con una estructura armónica que derive de un
estudio integral y completo de la causa que se puso a su consideración con la impugnación del
requerimiento fiscal de sobreseimiento, más aún si fue el propio ex Fiscal de Distrito, quién se
percató claramente de las deficiencias que adolecía el sobreseimiento; lo cual, induce a denegar
la tutela solicitada disponiendo que la Fiscal de Materia emita nueva Resolución respecto a la
conducta de David Martín Tapia Salvatierra, valorándola en su conjunto conforme a los
principios y valores supremos que rigen su función fiscal, las reglas de la sana crítica y su
prudente arbitrio sujeto al rigor de la investigación del caso y a lo fundamentado en esta
Sentencia Constitucional Plurinacional.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Ese mismo día, mientras verificaban el estado del automóvil, Fremioth Ayaviri Ramos -hoy
accionante- recibió una llamada telefónica, indicándole que el motorizado de su sobrino había
sido detenido por los efectivos del Control Operativo Aduanero (COA), por el lugar donde se
encontraban, percatándose en ese momento que una patrulla se acercaba. Se apersonó y preguntó
si su sobrino Prudencio Quispe, se encontraba arrestado y los efectivos de manera agresiva
respondieron que ”no aquí no hay nadie con ese nombre y si no quieres pecar tu más mejor
retírate de este lugar encende tu auto y sin mirar atrás ándate o te vamos a detener como
cómplice“ (sic); en tal sentido, se retiró, pero al llegar al reten los efectivos policiales arribaron
“alborotados” y gritaron para que lo detengan, el accionante preguntó cual era la causa para su
detención y ellos aseveraron que él buscaba ayudar a los detenidos a escapar; fue en ese momento
que le pidieron las llaves de la movilidad antes referida, y procedieron a decomisarla llevándola a
la Almacenera Boliviana (ALBO) S.A. y él fue conducido a dependencias de la ex Policía
Técnica Judicial (PTJ), quedándose en calidad de detenido. Al día siguiente su caso fue puesto
ante el Juez cautelar, quien dispuso su libertad, por no existir imputación en su contra; empero,
no se pronunció en cuanto al comiso de su movilidad, en tal razón el “18 de diciembre“, presentó
un memorial al Fiscal asignado a la Aduana Nacional de Bolivia, a quien solicitó la devolución
del vehículo que se había decomisado, quien dispuso se notifique con la Resolución a la Aduana
Regional Oruro; sin embargo, no dieron cumplimiento a lo dispuesto, ante tal negativa, “el 19 de
febrero”, recurrió ante el Juez de la causa, solicitando de igual manera la entrega del vehículo de
su representado; es así, que también la referida autoridad dispuso la devolución de la señalada
movilidad, y aún cuando la determinación del Juez fue de conocimiento del Gerente Regional de
la Aduana, éste no la cumplió, apersonándose ante el Juez de la causa con el fin de que se deje sin
efecto el proveído de 20 de febrero de 2008; sin embargo, su petición fue rechazada, ordenándose
nuevamente que cumpla la mencionada providencia, lo cual no sucedió.
Finalmente, se presentaron varios memoriales ante el Juez que conocía la causa, quien dio curso a
todos, pero en ningún momento fueron cumplidos por la Aduana Nacional de Bolivia.
I.1.3. Petitorio
Solicita que se conceda la tutela y se disponga: a) La inmediata liberación y entrega del vehículo,
marca Toyota, tipo Ipsum, modelo 1998, chasis SMX107087976, tracción 4x2, de 5 puertas,
color plateado, combustible a gasolina, motor 3S3035118, con código 050532828, y sea sin
cobro del almacenaje ya que no tuvo culpa de este; y, b) Sea con costas, mas daños y perjuicios a
“su favor” por parte del demandado.
Celebrada la audiencia pública el 17 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 43
a 46 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La abogada del Gerente de la Aduana Nacional de Bolivia Regional Oruro, informó en audiencia,
lo siguiente: i) El 16 de diciembre de 2007, funcionarios policiales del COA, interceptaron un
camión con contrabando, conducido por Simón Coronado Méndez y tres personas de sexo
femenino, y tanto la mercadería como el camión eran ilegales, por lo que el chofer y sus
acompañantes fueron detenidos y trasladados a la Aduana Interior de Oruro; ii) Al accionante se
lo detuvo el 17 del referido mes y año, cerca a Pisiga - Oruro, porque conducía con bastante
velocidad, y con premeditación realizó maniobras peligrosas para detener el camión u ocasionar
un accidente y liberar a los detenidos, tal como se evidencia del informe presentado por el Jefe de
Operativos del COA, el mismo que a su vez, señala que el conductor del vehículo continuó
realizando acciones y maniobras con el objeto de obstaculizar el trabajo de los funcionarios del
COA, en tal sentido, se procedió a detenerlo y se lo condujo a dependencias de la Fuerza Especial
de Lucha Contra el Crimen (FELCC); y posteriormente; el caso fue puesto a conocimiento del
Juez Segundo de Instrucción en lo Penal, quien dispuso su libertad por no existir prueba alguna
en su contra; iii) Posteriormente, solicitó al Fiscal de Materia la devolución de su vehículo; sin
embargo, el Gerente Regional de la Aduana Nacional de Bolivia no le entregó el motorizado, por
lo cual recurrió ante el Juez de la causa, quien también ordenó que se devuelva, de igual forma no
se dio curso; iv) Es necesario aclarar que si no se procedió a la devolución del vehículo fue
porque el accionante no aclaró las contradicciones referentes a la placa 1483 ZBS, ya que en el
acta de intervención se consignó como “1486 ZBS”, de ello, se infiere que no se tiene relación
con el importador del vehículo, ni presentó el Registro Único de Automotores (RUA), para poder
efectuar la devolución; v) Posteriormente, el 8 de octubre de 2009, se notificó con el
sobreseimiento y se dispuso también el archivo de la causa, debiendo remitirse los documentos a
la Aduana Nacional de Bolivia; vi) El 14 de octubre de 2009, mediante CITE GROGRULO
1138/2009, se remitieron los antecedentes para iniciar el trámite por contravención, y se notificó
al accionante; vii) El 5 de noviembre del mismo año, se apersonó ante el Administrador de la
Aduana Nacional Regional Oruro solicitando la compulsa y devolución de su vehículo, mismo
que no se hizo efectivo, en sentido de que en base al informe 523/2009, se establece que el
vehículo con placa de control 1483 ZBS, figura como instrumento para la comisión de
contrabando; y, viii) Cualquier actividad de carácter ilícito es sancionada con el 50% del valor de
la mercadería, en sustitución del decomiso del medio de transporte, corresponde establecer que el
presente caso que sigue la Aduana Nacional de Bolivia no se encuentra concluido, y aún esta
vigente ya que el ultimo actuado es de 10 de marzo 2010.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 003/2010 de 17
de marzo, cursante de fs. 47 a 53, mediante la cual concedió la tutela; y en consecuencia, dispuso
que: a) El Gerente de la Aduana Nacional de Bolivia Regional Oruro, proceda a la entrega del
vehículo motorizado reclamado, con placa de control 1483 ZBS, en el plazo de cuarenta y ocho
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 882
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
horas, a partir de su notificación con la Resolución, bajo alternativa de observancia del art. 102
de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC); y, b) No se dio curso a la calificación de daños y
perjuicios solicitada por el accionante; a causa de la falta de fundamentación y por no haberse
demostrado suficientemente los perjuicios que se hubiesen ocasionado; bajo los siguientes
fundamentos: 1) Con relación al derecho propietario, el accionante acompaña la Resolución de
inscripción del vehículo motorizado con las mismas características en la Policía Nacional, y en
las secciones de legalización y recaudaciones, que son referentes a la placa 1483 ZBS, y que
coinciden con el vehículo reclamado, por ello se ha justificado el derecho propietario; 2) Con
relación al trámite administrativo que se encuentra en vigencia, concerniente al sobreseimiento
no implica negar la devolución del motorizado; y, 3) La autoridad demandada al no haber dado
cumplimiento a la Resolución del Fiscal y a la conminatoria del Juez de la causa, en cuanto a la
devolución del vehículo reclamado, vulneró el derecho propietario del representado del
accionante.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 19 de febrero de 2008, Fremioth Ayaviri Ramos, solicitó al Juez Segundo de Instrucción
en lo Penal que disponga la notificación al Gerente de la Aduana Nacional de Bolivia Regional
Oruro con el objeto de que en el plazo de veinticuatro horas, cumpla con la Resolución Fiscal de
20 de diciembre de 2007, entregándole el vehículo motorizado con placa de control 1483 ZBS,
clase vagoneta, marca Toyota, tipo Ipsum, modelo 1998, chasis SMX107087976, motor
3S3035118; por lo que mediante providencia de 20 de febrero de ese año, la autoridad
jurisdiccional dispuso, que en sujeción del art. 54 inc. 1) del CPP, se notifique de forma personal
al Gerente de la Aduana Nacional de Bolivia Regional Oruro, para que se proceda a la
devolución (fs. 4 a 5).
II.3. Por el RUA del motorizado cursante a fs. 10, se evidencia que el vehículo de 4 ruedas,
marca Toyota, tipo Ipsum, modelo 1998, chasis SMX107087976, tracción 4x2, de 5 puertas,
color plateado, combustible a gasolina, motor 3S3035118, con código 050532820, con placa
1483 ZBS, póliza 50532820, es de propiedad de la Carklins Importaciones y Representaciones.
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con relación
a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero, por la
misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de defensa, no
puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios ordenadores de la
administración de justicia.
De lo expresado se colige que, una vez que el agraviado tenga una resolución, ya sea
administrativa o judicial, favorable a sus intereses y esa decisión no sea obedecida por la
persona o autoridad requerida, es el órgano judicial o administrativo, que se pronunció sobre la
pretensión del requirente, el obligado a hacerla ejecutar dentro de los alcances de sus
competencias y para ello es necesario que el agraviado recurra nuevamente a ella para que
utilice los mecanismos persuasivos o coercitivos para el cumplimiento de la decisiones; en tal
sentido, debe señalarse que el ordenamiento jurídico boliviano, reconoce mecanismos idóneos y
eficaces para lograr la efectividad de decisiones judiciales, los cuales deben ser activados por el
afectado en sede jurisdiccional. En virtud a lo expuesto, en virtud a un coherente rol funcional
entre la justicia constitucional y la ordinaria, no puede suplir las atribuciones de este último
para hacer cumplir sus decisiones, por tanto, toda petición de tutela cuya causa verse en el
'incumplimiento de decisiones jurisdiccionales', incurre en la causal desarrollada por el inciso
b) del primer supuesto de la SC 1337/2003-R, razón por la cual, la tutela debe ser denegada en
aplicación del principio de subsidiaridad” (SC 2809/2010-R de 10 de diciembre).
Conforme a lo establecido en el art. 48.4 de la LTC, las sentencias constitucionales pueden ser
moduladas en sus efectos a fin de evitar distorsiones procesales, considerándose la interpretación
previsora.
De conformidad con las líneas jurisprudenciales glosadas precedentemente, las cuales son
aplicables al presente caso, se evidencia que el accionante por su representado, alega la
vulneración de los derechos a la propiedad y al debido proceso; por cuanto, fue detenido bajo el
argumento de encontrarse implicado en un caso de contrabando; pero al haber sido sometido su
caso ante el Juez cautelar, éste dispuso su libertad por no existir imputación formal en su contra;
sin embargo, el 19 de febrero de 2008, solicitó al Juez Primero de Instrucción en lo Penal, la
entrega del vehículo motorizado incautado; quien mediante providencia de 20 del mismo mes y
año, dispuso que en sujeción al art. 54 inc. 1) del CPP, se notifique de forma personal al Gerente
de la Aduana Nacional de Bolivia Regional Oruro, con la solicitud de devolución; empero, a
pesar de que la autoridad demandada tomó cocimiento de su pedido y de la determinación del
Juez de la causa, no efectuó la devolución. Posteriormente, el 17 de octubre de ese año, el
accionante solicitó al Juez cautelar emita una conminatoria a objeto de que se le devuelva el
señalado vehículo; sin embargo, el Gerente antes referido tampoco procedió a devolverle su
motorizado; en tal virtud, pidió nuevamente que se disponga la devolución del vehículo; en ese
sentido, el Juez de Instrucción se pronunció mediante proveído de 18 de octubre de 2008,
determinando que la autoridad demandada se pronuncie sobre la devolución y emita un informe a
partir de su legal notificación, dándose cumplimiento a lo dispuesto por la autoridad
jurisdiccional.
En cuanto al Fundamento Jurídico III.3, este Tribunal se encuentra facultado para poder
dimensionar los efectos de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, conforme a lo establecido
en el art 48.4 de la LTC, en ese sentido se determina dejar subsistentes los actos efectuados como
resultado de la concesión de la tutela por el Tribunal de garantías.
POR TANTO
En las elecciones municipales llevadas a cabo en diciembre de 2004, fue electa Concejala
suplente del Municipio de Waldo Ballivian Tumarapi, conforme acredita su credencial otorgada
por la Corte Departamental Electoral -ahora Tribunal Electoral Departamental- de La Paz y al ser
designado su titular como Alcalde Municipal pasó a ser titular.
En la gestión 2009 cuando ocupaba el cargo de Concejal Secretaria por memorando 001/2009 de
30 de mayo, emitido por Walter Ortega Mollo, Presidente y Adela Mamani Ortega,
Vicepresidenta, ambos del Concejo Municipal aludido, intempestivamente procedieron a su
suspensión hasta nueva orden, en aplicación del “art. 33” de la Ley de Municipalidades (LM).
Los referidos servidores públicos, además de Salvador Ortega Oruño y Lucha Paty Rivas,
Concejales del Municipio referido, emitieron una carta dirigida al Oficial Mayor Administrativo,
en el que reiteran la suspensión de funciones de la hoy accionante, por no presentar informes de
trabajo a las comisiones, los que considera actos contradictorios a la Ley de Municipalidades,
dado que la omisión de entrega de informes no conlleva la suspensión de cargo de servidora
pública electa.
I.1.3. Petitorio
Jovito Oruño Ortega, Alcalde Municipal de Waldo Ballivian Tumarapi, pese a su legal citación
no se presentó a la audiencia.
I.2.4. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías, hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Por memorando cite 001//2009, evacuado por Walter Ortega Mollo, Presidente y Adela
Mamani Ortega, Vice Presidenta del referido Concejo Municipal, dispusieron: “la suspensión
temporal según el art. 33, Numeral 2 de la Ley de Municipalidades…” (sic), en contra de la
accionante y que no asistirá a las sesiones del Concejo Municipal hasta nueva orden, por no
cumplir con sus funciones y ser observada por autoridades originarias y políticas (fs. 5).
II.3. Por misiva de 3 de septiembre de 2009, emitida por Walter Eusebio Ortega Mollo, Adela
Mamani Ortega, Salvador Ortega Oruño y Lucha Paty Rivas -ahora codemandados- hacen
conocer al Oficial Mayor Administrativo que: “…la suspensión temporal de la H. Concejala
Felipa Espinoza Muñoz, que su persona no presentó los informes de los trabajos realizados en el
Municipio…” (sic), solicitándole la no cancelación de sus dietas (fs. 4).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 889
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II.4. Mediante carta de 2 de septiembre de 2009, suscrita por la accionante y dirigida al Concejo
Municipal, cuestionó el basamento jurídico del memorando y la duración de su suspensión (fs.
6); por otra nota de 10 del citado mes y año, dirigida a Saúl Ávalos Cortez, Viceministro de
Autonomías, solicitó que dicha autoridad medie en su reincorporación (fs. 7), a cuya
consecuencia, la Directora General de Autonomías y Acreditación Competencial, dependiente del
aludido Viceministerio, dirigiéndose al Presidente del Concejo Municipal demandado, exhortó la
reincorporación de la Concejala dado que los problemas internos que la originaron ya fueron
superados y el memorando 001/2009 de 30 de mayo no tiene sustento legal (fs. 8).
II.5. Por memorial de recurso de reconsideración dirigido al Presidente del Concejo Municipal, la
accionante cuestionó su suspensión (fs. 9 y vta.) y a través de otro escrito dirigido al Concejo
Municipal, advirtió que el memorando 001/2009, contempla irregularidades legales (fs. 10 a 12).
II.6. La certificación emitida por el Alcalde Municipal de 3 de noviembre de 2009, expresa que:
“A la fecha no se adjunta proceso administrativo en contra la concejal Felipa Espinoza Muñoz,
Resolución Municipal o justificativo que determine la suspensión…” (sic) (fs. 13).
La accionante alega la vulneración de sus derechos al trabajo, a recibir una remuneración justa, a
la defensa y el debido proceso, a “ejercer la concejalía” y la garantía a “ejercer la función
pública”, por cuanto pronunciado el memorando 001/2009 y nota de 3 de septiembre de 2009, los
ahora demandados dispusieron y ratificaron, respectivamente, su suspensión como Concejala
Secretaria del Gobierno Municipal antes referido, con el argumento de omisión de presentación
de informes a las comisiones, causal no reconocida para la aplicación de dicha sanción que
además se efectivizó sin existir un proceso administrativo en su contra, impidiéndole participar
en las sesiones del Concejo Municipal sin goce de haberes. Es menester analizar en revisión, si
tales aseveraciones son ciertas y sin dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, esta instituida como
una acción tutelar, medio de defensa y de trámite especial y sumarísimo, que tiene por objeto
restablecer y restituir el goce efectivo de derechos fundamentales y garantías constitucionales de
las personas con carácter preventivo y correctivo, protegiéndolos de amenazas, restricciones o
supresiones ilegales, arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no sólo de servidoras y
servidores públicos sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el orden
constitucional.
Siguiendo este mismo razonamiento la acción de defensa en estudio constituye una garantía
jurisdiccional mediante la cual la parte accionante hace posible la restitución de sus derechos y
garantías constitucionales, así lo determinó la SC 1390/2011-R, de 30 de septiembre, al expresar:
”…Esta herramienta jurídica que responde a las más urgentes necesidades legales del
ciudadano, denominada acción de amparo constitucional, es un recurso extraordinario y no
subsidiario establecido para proteger y en su caso restablecer los derechos consagrados en la
Constitución Política del Estado cuando éstos son amenazados, restringidos o suprimidos; y
procede contra los actos ilegales y omisiones indebidas de los funcionarios públicos o
particulares que atenten contra los derechos y libertades públicas establecidas por la
Constitución y las leyes y que se encuentra establecido en los arts. 128 y 129 de la CPE.
(…)
La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, ha señalado en esta misma línea jurisprudencial, que: “…el
amparo constitucional boliviano en su dimensión procesal, se encuentra concebido como una
acción que otorga a la persona la facultad de activar la justicia constitucional en defensa de sus
derechos fundamentales y garantías constitucionales… pues se trata de una verdadera acción de
defensa inmediata, oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y
garantías fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un
proceso constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a
las del proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto
específico y diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una
causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o
inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un
régimen jurídico procesal propio”.
El debido proceso reconocido en los arts. 115.II y 117.I de la CPE tiene aplicación en el ámbito
administrativo y judicial, es de esencia constitucional y posee una triple naturaleza jurídica, dado
que está reconocido como un derecho fundamental, garantía constitucional y principio.
III.3.Derecho a la defensa
Constituye una potestad inviolable que posee toda persona que intervenga en un proceso judicial
o administrativo, permitiendo definir sus intereses legítimos ante actos que vayan en desmedro de
sus derechos fundamentales a ser oído en todo momento, impugnar decisiones,
presentar prueba y otras, antes que se emita un fallo o determinación, así lo establece
el art. 115.II y 119.II de la CPE.
También es preciso señalar, que el art. 35 de la LM, en concordancia con el art. 32 de la misma
Ley, establece que el Concejo Municipal, una vez conocido el hecho, de oficio o a denuncia de
parte, contra un Concejal, el Alcalde o un Agente Municipal, dispondrá la apertura de un
proceso administrativo interno a ser sustanciado por la Comisión de Ética, la cual dentro de las
siguientes cuarenta y ocho horas de recibidos los antecedentes, citará en forma personal con la
denuncia y el Auto de apertura del proceso a la autoridad involucrada para que asuma defensa y
presente su prueba de descargo dentro del período probatorio de diez días, a cuya conclusión
elevará un informe final ante el Concejo, el que pronunciará Resolución declarando procedente
o improcedente la denuncia, debiendo contar con el voto afirmativo de la mayoría absoluta de
los concejales, así como con los hechos, pruebas indiciales, los responsables directos o
indirectos, las acciones legales por seguir y la sanción aplicable conforme establece la norma
del art. 36 de la LM, preceptos jurídicos concordantes con los arts. 48 y 49 del mismo
ordenamiento jurídico. Asimismo, el art. 34 al establecer las causales de suspensión temporal y
definitiva del Concejal, señala que la primera procede por existir en su contra Auto de
procesamiento ejecutoriado en estrados judiciales; que la suspensión definitiva procede cuando
el Concejal ha sido condenado por Sentencia ejecutoriada a pena privativa de libertad, tener
pliego de cargo ejecutoriado o Sentencia judicial ejecutoriada por responsabilidad civil contra
el Estado, o en los casos contemplados en la Ley de Administración y Control Gubernamentales
y sus reglamentos cuando corresponda.
En la presente acción de amparo, señaló la accionante que con la emisión del memorando
001/2009 de 30 de mayo, fue suspendida arbitrariamente por los miembros del Concejo
Municipal hoy demandados, en virtud del art. 33.2 de la LM, por la supuesta omisión de tareas
encomendadas por las Comisiones del Concejo Municipal y otras delegadas de forma específica,
no dejándole participar en las sesiones del Concejo Municipal, hasta nueva orden.
Los codemandados Walter Eusebio Ortega Mollo, Adela Mamani Ortega, Salvador Ortega Oruño
y Lucha Paty Rivas, mediante misiva de 3 de septiembre de 2009 dirigida al Oficial Mayor
Administrativo, reiteran la suspensión de la Concejala y adoptan la no cancelación de sus dietas,
siendo reclamadas por la accionante con escritos impetrando la restitución a su cargo de
Concejala Secretaria del Gobierno Municipal demandado, sin tener respuesta alguna.
del incumplimiento de sus funciones tenían la obligación de haber iniciado a la Concejala aludida
una denuncia de parte que disponga Auto de Apertura de proceso administrativo interno por la
Comisión de Ética del mismo Municipio, debiendo concluir con un informe final ante el Concejo
Municipal y este órgano colegiado pronunciar Resolución determinando procedente o
improcedente la denuncia y determinar su sanción que amerite.
Los demandados del órgano colegiado del Concejo Municipal al emitir el memorando 001/2009,
han vulnerado el derecho a la defensa, al debido proceso en su triple dimensión, contraviniendo
el ordenamiento establecido en los arts. 115.II y 119.II de la CPE, puesto que al no darle
oportunidad a la ahora accionante a presentar descargos, pruebas, ser escuchada previamente,
impugnar decisión y otros elementos necesarios, los aludidos han restringido su ejercicio a su
función de servidora pública municipal con este acto ilegal.
POR TANTO
En revisión la Resolución 14/2010 de 7 de abril, cursante de fs. 470 a 471 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Diego Armando Montaño
Gutiérrez en representación de la empresa Juegos y Centros de Entretenimiento “Bahiti” S.A.
contra Leidy Karina Escobar Vargas, Sandra Rosario Ruiz Wayar de Zarate, Wilson José
Encinas Vidal, Miriam Rossi Challapa Escobar y Leonardo Mendoza Rodríguez, Gerente
Distrital, Supervisora de Verificación Interna y Fiscalizadores respectivamente del Servicio
de Impuestos Nacionales (SIN), Regional Santa Cruz.
Por memoriales presentados el 12, 17, 19 de febrero y 6 de abril de 2010, cursante de fs. 58 a 64
vta., 90 a 92 vta., 94 y vta. y 186 a 187, se tiene conocimiento de los siguientes argumentos:
El accionante manifiesta que, el 11 de febrero de 2010, personal del SIN procedió a la clausura
de seis salas de juego de la empresa que representa, en las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, La
Paz y Cochabamba, la razón de esta medida fue la no emisión de facturas, nota fiscal o
documento equivalente de acuerdo con el art. 170 del Código Tributario Boliviano (CTB),
correspondiendo la sanción de clausura del establecimiento prevista por el art. 161 del citado
Código.
Señala que, conforme el Decreto Supremo (DS) 24446 de 20 de diciembre de 1996, “LOTEX”
S.A. en calidad de concesionaria del Estado boliviano, debía abonar mensualmente $us25 000.-
(veinticinco mil dólares estadounidenses), mismo que se incrementaría hasta $us100 000.- (cien
mil dólares estadounidenses), de manera independiente a que el concesionario realice o no su
actividad económica, debiendo pagar en su defecto el 15% sobre el monto correspondiente al
ingreso bruto, conforme se estableció en el contrato de concesión de 2 de septiembre de 2002, el
cual viene cumpliendo a cabalidad a favor del Estado boliviano representado por la Lotería
Nacional de Beneficencia y Salubridad (LONABOL), cancelando un monto promedio mensual
de $us240 000.- (doscientos cuarenta mil dólares estadounidenses), dinero destinado a
beneficencia pública.
Hace referencia que, la base imponible sobre la cual se aplica la alícuota del 15% a ser pagada
por su empresa a favor de la LONABOL, se determina en base al total de los ingresos percibidos
por la empresa concesionaria, menos los premios pagados a los usuarios o jugadores de los
juegos de lotería concesionados, aspecto respaldado por la propuesta económica presentada por la
empresa dentro del proceso licitatorio y por el informe EX/EP06/A07-L1 emitido por la entonces
Contraloría General de la República, referido al control interno emergente de la auditoría especial
practicada al contrato de concesión para operar juegos de lotería, de los cuales se infiere la
imposibilidad de determinar en forma fehaciente y exacta el monto ingresado o apostado por cada
usuario o jugador, en razón a que un jugador podría ingresar o apostar un monto determinado de
manera continua y sucesiva, haciendo notar que además desarrollan actividades secundarias de
servicios gastronómicos, venta de alimentos y bebidas, así como algún auspicio de eventos
sociales, en los cuales si ostentan la calidad de sujeto pasivo del impuesto al valor agregado
(IVA), impuesto a las transacciones (IT) y otros determinados por ley, emitiendo las notas
fiscales correspondientes, cumpliendo obligaciones impositivas en los periodos fiscales
pertinentes; sin embargo, el SIN pretende convertirlos erróneamente en sujetos pasivos del IVA e
IT, obligándoles a emitir facturas por los ingresos de juegos de lotería, habiendo procedido a
clausurar sus locales sin considerar su situación jurídica impositiva.
Alega que, pretendieron dar validez a las actuaciones ilegales realizadas mediante el art. 54 del
Presupuesto General del Estado - Gestión 2010, ya que éste prevé que los juegos de lotería en
cualquiera de sus modalidades -previa autorización legal-, son prestaciones de servicios para
fines de aplicación del IVA e IT, establecidas en la Ley 843, constituyendo su base imponible, el
precio de venta de fichas, monedas, billetes u otro medio utilizado para la ejecución de esa
actividad; por ende, definiendo la actividad del juego como un servicio y creando un tributo, sin
que el Presupuesto General del Estado tenga competencia para hacerlo.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 895
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Refiere que se dedican a la actividad de juegos de lotería y azar reconocidos por el art. 299 de la
Constitución Política del Estado (CPE), actividad lícita que permite el sustento de varias familias,
contribuyendo al bien colectivo al generar empleos lícitos, constituyéndoles un grave perjuicio la
determinación realizada por el SIN, viéndose imposibilitados de trabajar y obtener ingresos,
generando también un daño al Estado ya que se le priva de recibir recursos económicos por los
días que importa el cierre, habiéndose prohibido por las autoridades “recurridas” mediante el DS
29480 de 19 de marzo de 2008, temporalmente y de manera excepcional la exportación de los
productos que elaboran.
Finalmente indica que ese operativo fue diseñado a nivel nacional especialmente contra “Bahiti”
S.A., aunque otros establecimientos también fueron clausurados en forma posterior, señalando
que en ningún caso se dio lugar a la convertibilidad de la sanción de clausura por la de multa,
establecida por el art. 170.II del CTB, existiendo irregularidades manifiestas en las actas
respectivas, contraviniendo la normativa prevista al respecto, denunciando que los testigos de
actuación fueron funcionarios del SIN, refiriendo que en cumplimiento del art. 160 de la citada
norma, realizaron la comprobación de la transacción de la compraventa de un servicio o de un
producto, hecho totalmente errado, puesto que los juegos de lotería, numéricos y pasivos no
constituyen la compraventa de un bien.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 7 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 458 a
470 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El accionante por la empresa que representa, ratificó el contenido del memorial de acción de
amparo constitucional y ampliándola señaló: a) La empresa “Bahiti” S.A. inició su relación
contractual a través de un contrato suscrito con el Gobierno Nacional mediante una licitación
internacional pública, misma que fue adquirida y adjudicada a la empresa Juegos de Lotería
“LOTEX” S.A., siendo protocolizada el 2 de julio de 2003, suscribiendo de manera posterior otro
contrato el año 2008, donde se insertaron los protocolos correspondientes ante la Notaría de
Gobierno; sin embargo, el 1 de diciembre de 2009 “LOTEX” S.A. transfirió la concesión de
juegos y loterías a la empresa Juegos y Centros de Entretenimiento “Bahiti” S.A.; b) Sus
autoridades tienen la posibilidad de disponer la medida cautelar y la suspensión de las clausuras
realizadas por el SIN a la sala de juegos de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y por
consiguiente la reapertura de las mismas, empero, éstos continuaron actuando de forma ilegal y
haciendo caso omiso a esa orden judicial, pretendiendo clausurarlos nuevamente en cuatro
oportunidades, así lo hicieron con las diferentes salas de juego del resto del país; c) El art. 6 del
CTB, señala que sólo mediante una ley se puede crear, modificar y suprimir tributos, definir el
hecho generador de la obligación tributaria, fijar la base imponible y alícuota o el límite máximo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 896
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
y mínimo de la misma y designar al sujeto pasivo, en ese sentido se tiene la “SC 87/2005”, por lo
cual la Asamblea Legislativa Plurinacional deberá establecer el tributo; d) El DS 430 de “10 de
febrero”, señala que sería una reglamentación al Presupuesto General del Estado - Gestión 2010,
por lo que no sería una ley; e) El art. “158.11)” señala que el Presupuesto General del Estado
tiene origen en la Asamblea Legislativa Plurinacional, pero si ésta no se pronuncia en el plazo de
sesenta días pasa al Poder Ejecutivo para su aprobación, siendo que en la anterior CPEabrog, “se
le daba facultad que tenga rango de ley”, en la vigente, este aspecto constituye una “disposición
de orden material”; por tanto, al no ser una ley formal no cumple los requisitos y las formalidades
señaladas por los arts. 162 al 164 de la CPE, es decir, que en vez de estar en una instancia de
origen pasa por una cámara revisora, se la sanciona, se la promulga y se la pública para que tenga
vigencia plena, lo cual se tiene ratificado por la petición de informe que realizó Roger Pinto
Molina, Senador del Estado, ante la Secretaría General de la Cámara de Diputados, mismo que
fue respondido por el informe 002/2010, sosteniendo que el Presupuesto General del Estado -
Gestión 2010 no tuvo un tratamiento a nivel de la Asamblea Legislativa Plurinacional, indicando
que ese elemento presentado a la Cámara de Diputados, no fue considerado y por lo tanto no tuvo
razón ni motivo para ser remitido al Senado, en esas circunstancias es que el Presidente del
Estado, Juan Evo Morales Ayma, lo aprobó, sin las características formales de una ley, por tanto
el DS 430 que en su art. 23 establece el pago del IVA y del IT, no constituirá una ley; f) Por la
Gaceta Oficial de Bolivia se demuestra que no hubo publicación de ningún Presupuesto mediante
ley, por lo que no se cumplió lo establecido por el art. 164 de la CPE, concordante con el art. 3
del CTB; y, g) Solicitan se declare ilegal la clausura de “Bahiti” S.A. y se ordene la abstención de
cualquier acción, mientras no se cumpla el procedimiento legislativo de las normas específicas en
concordancia con el procedimiento legislativo de los arts. 162, 163 y 164 de la CPE.
Haciendo uso de su derecho a la réplica, mencionaron: 1) La cláusula décima quinta del contrato
suscrito entre LONABOL y la empresa Juegos de Lotería “LOTEX” S.A., establece que con
relación a la parte impositiva correrá por cuenta de ésta última el pago de todos los impuestos
vigentes en el país a la fecha de la presentación de la propuesta, por lo que la ley que pretenda
aplicar el IVA y el IT sobre las máquinas no tiene carácter retroactivo de acuerdo al art. 123 de la
CPE; 2) La empresa “LOTEX” S.A. ahora llamada “Bahiti” S.A., dio a través del IVA y el IT al
Estado un total de $us250 000.-; 3) De una carta dirigida al Vicepresidente del Estado enviada
por el representante legal de “Bahiti” S.A., se tiene que aportaron $us33 387 142.- (treinta y tres
millones trescientos ochenta y siete mil ciento cuarenta y dos dólares estadounidenses),
comparado con “HOART” Bolivia, que sólo aportó $us3 750 000.- (tres millones setecientos
cincuenta mil dólares estadounidenses); 4) Respecto a que presentaron un “contencioso” es falso,
ya que “LOTEX” S.A. transfirió su concesión a “Bahiti” S.A., por lo que no tiene ninguna
relación con la empresa que presentó esta acción de amparo constitucional; y, 5) No se están
yendo contra elCódigo Tributario Boliviano, ni la Ley 843, como tampoco desconocen la
aprobación administrativa del Presupuesto General del Estado - Gestión 2010
Los demandados por el informe escrito cursante de fs. 195 a 204 vta., así como en audiencia,
mediante sus abogados manifestaron: i) Respecto a la violación del derecho al trabajo, cabe
mencionar que de acuerdo al art. 5 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), las normas especiales
tienen preferencia sobre la aplicación de las normas generales, por lo que la Administración
Tributaria aplica las normas especiales, tales como la Ley 843, Código Tributario Boliviano y la
Ley del Presupuesto General del Estado, que le otorgan la facultad de controlar y verificar el
cumplimiento de las obligaciones tributarias en cuanto a la emisión de facturas; ii) Sobre la
vulneración a la libertad económica, amparándose en el art. 22 y 56 de la CPE, se hace notar que
de la revisión de esos artículos se tiene que se está frente a los derechos civiles y políticos, en la
sección cuarta del capítulo quinto de los derechos sociales y económicos; sin embargo, con su
accionar mediante el procedimiento de control tributario no se afectó ni la dignidad ni la libertad;
iii) La “seguridad jurídica” supuestamente lesionada y amparada según el accionante en el art. 23
de la CPE, se encuentra directamente relacionada a los derechos civiles de las personas, en el
sentido de que nadie podrá ser aprehendido o privado de su libertad, dejando constancia que no
aprehendieron ni detuvieron a ningún funcionario, no siendo ésta su competencia; iv) La empresa
“Bahiti” S.A. se encuentra alcanzada por el IVA del régimen complementario, el IT de agentes de
retención, impuestos sobre utilidades de las empresas y el impuesto sobre las utilidades de las
empresas beneficiarias del exterior; v) La cláusula décimo quinta del contrato de concesión entre
LONABOL y “LOTEX” S.A., establece que el contribuyente correrá con el pago de todos los
impuestos vigentes en nuestro país, por lo que también adquirió ese compromiso “Bahiti” S.A.,
emergente del contrato de concesión suscrito el 2 de julio de 2003; vi) La empresa “Bahiti” S.A.
estaba pagando el IVA y el IT, “pero de la noche a la mañana” no se sabe cual fue la razón, dejó
de pagarlos, por lo que se procedió con los operativos de clausura en base al art. 4 del DS 24446;
vii) Al no haber pagado los impuestos estableció una conducta que configura un ilícito tributario;
viii) En un caso similar se emitió un fallo en la vía administrativa por la Autoridad de
Impugnación Tributaria, habiéndose procedido a un operativo de clausura en La Paz,
comprobándose que en la venta de servicios de crédito para el uso de máquinas de juegos por un
monto determinado de bolivianos no se emitió factura fiscal o documento equivalente,
constituyendo contravención tributaria tipificada en el art. 160 del CTB, habiéndose dispuesto
como sanción su clausura, por lo que lo acontecido en el presente caso se encuentra avalado por
la Resolución del recurso jerárquico 384; ix) La acción del contribuyente de poner a disposición
de sus clientes sus instalaciones y sus maquinarias para poder ejecutar los juegos y destreza
constituye una prestación alcanzada por el IVA, aspecto que no podría ser discutido por un
tribunal de amparo; x) Si el Tribunal de amparo llegaría a la conclusión de que el contribuyente
no estaría alcanzado por el IVA ejercería un control de legalidad que puede ser practicado
únicamente en la vía jurisdiccional; xi) La empresa “Bahiti” S.A. cuenta con todas las facultades
de iniciar en la vía administrativa demanda contenciosa o tributaria arguyendo que no es sujeto
pasivo de determinado impuesto; xii) “LOTEX” S.A. presentó una demanda contencioso
tributaria, solicitando se resuelva que “LOTEX” S.A. no sería sujeto pasivo del IVA y por ende
tampoco del IT; xiii) Respecto a que la Ley Financial estuviese vulnerando derechos y garantías
de “Bahiti” S.A., existen recursos previstos por la Ley del Tribunal Constitucional, tal como el
recurso directo o abstracto de inconstitucionalidad que podría presentar el accionante para que
sea éste recurso el que declare su inconstitucionalidad; xiv) El contribuyente debe emitir factura a
momento que realiza la compra de billetes, cuando se inserte el billete y también por la compra
de los cartones del bingo; xv) Existe un peligro inminente contra la Administración Tributaria,
por ende contra el Estado boliviano, al pretender mediante este “recurso” limitar las acciones de
las que devienen su administración para proceder a operativos de clausura, ya que lo único que
buscan es que el contribuyente emita notas fiscales para que el Estado pueda recaudar las sumas
que en derecho le corresponde; xvi) La actividad que realiza el accionante está gravada por el art.
4 inc. b) de la Ley 843; y, xvii) El Presupuesto General del Estado - Gestión 2010 y su Decreto
Reglamentario no crean ningún tributo, sólo aclaran que esa actividad estaría gravada,
prohibiendo a las casa de juego utilizar monederos y billeteras dentro de sus equipos y máquinas,
lo que no cumplió el contribuyente.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil y Comercial de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución
14/2010 de 7 de abril, cursante de fs. 470 a 471, declaró “improcedente” la acción de amparo
constitucional, manteniendo firmes las acciones que se hubieren dictado para el cierre y clausura
eventual, sin costas ni responsabilidades, en base a los siguientes fundamentos: a) Se cumplió
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 898
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
con el principio de inmediatez, ya que la presente acción fue interpuesta dentro de los seis meses;
b) La parte accionante tenía libremente la opción de interponer los recursos administrativos o
judiciales, ya sea de alzada o jerárquico o el contencioso correspondiente, no constando que se
hubiera interpuesto alguno de ellos; c) Los arts. 1 y 4 de la Ley 843, establecen la creación del
IVA aplicado a toda persona que se dedica al comercio y el art. 14 de la citada Ley, refiere
quienes se encuentran libres de dicho impuesto, no estando dentro de éstos “Bahití” S.A., sin
existir otras causales de exención, de modo que todos los que se dedican a la actividad comercial
tienen la obligación de pagar impuestos a favor del Estado; y, d) El art. 129 de la CPE, establece
que no procede la acción de amparo constitucional cuando no se hayan agotado los recursos para
la protección inmediata de derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Cursa en obrados acta de verificación y clausura de 11 de febrero de 2010, suscrito por
Leonardo Mendoza Rodríguez, funcionario del SIN, por lo que a horas 16:00 se procedió a la
clausura del establecimiento de Juegos y Centros de Entretenimiento “Bahiti” S.A., ubicado en la
av. Cañoto esquina calle Monseñor Salvatierra s/n, zona Casco Viejo de la ciudad de Santa Cruz
de la Sierra, al no haber emitido factura por el monto de Bs10.- (diez bolivianos), haciendo
constar que el contribuyente no contaba con talonario de facturas dentro de ese establecimiento,
determinándose dicha sanción desde esa fecha hasta el 14 del citado mes y año (fs. 192).
II.2. A partir del acta de verificación y clausura realizada por Sandra Rosario Ruiz Wayar de
Zarate, a horas 17:30 del 11 de febrero de 2010, haciéndose presente en “Bahiti” S.A., ubicado en
la av. Cristóbal Mendoza de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, determinando su clausura desde
esa fecha hasta el 14 del citado mes y año, señalando que el contribuyente no portaba talonario de
facturas por la actividad de juegos (fs. 193).
II.4. El 9 de julio de 2003, ante Notaría de Gobierno, mediante Testimonio 398 se protocolizó el
documento de adenda modificatoria de términos y condiciones de contrato de concesión para la
implementación, organización, administración y explotación de diversos juegos de lotería,
suscrito entre “LOTEX” S.A. y LONABOL (fs. 217 a 224 vta.).
II.7. La Sala Social y Administrativa Tercera de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial
de La Paz, por Auto de 24 de diciembre de 2008, revocó el Auto 04/2008 de 26 de abril, y
regularizando procedimiento, repuso obrados hasta fs. 51 inclusive, ordenando que la Jueza a
quo, observando los arts. 174 y 228 de la Ley 1340, analice la admisibilidad de la demanda (fs.
435 a 436).
II.8. Dentro del proceso administrativo seguido por “LOTEX” S.A. contra GRACO La Paz, por
Auto Supremo 12 de 11 de enero de 2010, pronunciado por la Sala Social y Administrativa
Segunda de la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de Justicia, declaró improcedente el
recurso de casación en la forma y en el fondo, con costas (fs. 437 a 439).
II.9. Se tiene en obrados, matrícula de comercio 00152187 de 9 de julio de 2009, emitida por el
Registro de Comercio a Juegos y Centros de Entretenimiento “Bahiti” S.A. (fs. 445 446).
El accionante por la empresa que representa, alega la vulneración de los derechos al trabajo, a la
“libertad económica”, a dedicarse al comercio y a la “seguridad jurídica”, toda vez que los
demandados clausuraron seis salas de juego en las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, La Paz y
Cochabamba el mismo día, montando un operativo, por la no emisión de facturas, nota fiscal o
documento equivalente, sin considerar su situación jurídica impositiva, habiendo realizado la
comprobación de la transacción de la compra y venta de un servicio o de un producto, sin tomar
en cuenta que los juegos de lotería, numéricos y pasivos no constituyen compraventa de un bien,
pretendiendo convertirlos en sujetos pasivos del IVA e IT, obligándoles a emitir facturas por los
ingresos de los citados juegos, sin que se les de lugar a la convertibilidad de la sanción de
clausura por la de multa establecida por el art. 170.II del CTB, existiendo irregularidades
manifiestas en las actas de verificación y clausura, denunciando que los testigos de actuación
fueron funcionarios del SIN, haciendo mención que quisieron dar por válidas todas esas
actuaciones “ilegales” mediante el Presupuesto General del Estado - Gestión 2010, ya que éste
prevé que los juegos de lotería en cualquiera de sus modalidades -previa autorización legal- son
prestaciones de servicios para fines de aplicación del IVA e IT, establecidos en la Ley 843,
constituyendo la base imponible de éstos, el precio de venta de fichas, monedas, billetes u otro
medio utilizado para la ejecución de esa actividad, definiendo por ende la actividad del juego
como un servicio y creando un tributo, sin que dicho Presupuesto lo pueda hacer. En
consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes a finde conceder
o denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 de la CPE, está instituida por la Ley
Fundamental como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de
los servidores públicos o de personas individuales o colectivas, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Norma Fundamental y las
leyes.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que existen situaciones en las cuales no es posible ingresar
al fondo de la acción de amparo constitucional, a objeto de guardar un equilibrio y complemento
entre las jurisdicciones establecidas en el ordenamiento jurídico.
Ahora bien, del estudio de la demanda y los antecedentes acompañados a ésta, se tiene que la
presente acción de amparo constitucional fue presentada el 12 de febrero de 2010, extremo que se
hace evidente a fs. 64 vta., y el acto denunciado por el accionante fue realizado por los
demandados el 11 del citado mes y año, tal cual consta en las actas de verificación y clausura
cursantes de fs. 192 a 193, lo que demuestra que esta acción tutelar fue interpuesta al día
siguiente de cometido el supuesto acto ilegal, sin que previamente se haya acudido a la vía
correspondiente en procura de la reparación de sus derechos constitucionales, tal como lo
establece el art. 168 del CTB, denotándose que no utilizó los medios y/o mecanismos de defensa
para su tutela, por cuanto la reparación de los mismos le correspondía a la instancia donde fueron
vulnerados; es decir que, debió acudir a la misma autoridad que causó la presunta lesión y,
posteriormente a sus superiores, los cuales conforme a lo dispuesto por el Título III, Capítulo IV
del Código Tributario Boliviano, son competentes el Superintendente Regional y el
Superintendente General respectivamente, de la Superintendencia -ahora Autoridad de
Impugnación- Tributaria; y, siempre y cuando los mismos no hubiesen sido reparados, recién se
abriría la posibilidad de acudir a la jurisdicción constitucional, no pudiendo ser utilizada ésta
como un mecanismo alternativo o sustitutivo, tal como se tiene establecido por la jurisprudencia
citada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, por lo que
corresponde en consecuencia denegar la tutela solicitada, con la aclaración de no haberse
ingresado al análisis de fondo de la problemática planteada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por providencia de 22 de julio de 2009, Guillermo Flores Montaño, Fiscal de Materia, en calidad
de Director de las Investigaciones, dispuso que se ponga a conocimiento de su mandante la
querella presentada por Héctor Vintor Fernández Huanca, por la supuesta comisión del delito de
estafa, previsto y sancionado por el art. 335 del Código Penal (CP).
Uno de los principales argumentos de la querella, radica en el hecho que, debido a la confianza
que Héctor Vintor Fernández Huanca habría depositado en Jesús Marcelo Ortiz Delgado, el 6 de
febrero de 2004, a tiempo de realizar la compra de un lote de terreno, al no contar con su cédula
de identidad, consintió en que la documentación del inmueble adquirido sea puesta a nombre de
su abogado -hoy representado del accionante-, quien le habría manifestado: “NO TE
PREOCUPES HERMANITO SI AHORA TU NO TIENES TU CEDULA DE IDENTIDAD
QUE LA MINUTA SE FACCIONE A MI NOMBRE Y CUANDO SALGA TU TRAMITE DE
INMEDIATO SE CAMBIARA A TU NOMBRE NO TIENES PORQUE DESCONFIAR DE MI
CONOCES MI CASA DONDE YO VIVO ADEMAS DE QUE A MI NOMBRE VA A ESTAR
MAS SEGURO” (sic).
El delito de estafa que se atribuye a su mandante, tiene efecto instantáneo y no efecto continuado,
y que los fundamentos del Auto de Vista al revocar la decisión del Juez inferior, viola los
derechos al debido proceso, juez natural imparcial y la seguridad jurídica de su mandante, al
considerar de manera ilegal que el 6 de febrero de 2004, no hubo sonsacamiento de dineros o
ventajas económicas en beneficio propio o de un tercero, que por el contrario habría primado la
autonomía de la voluntad, siendo la actuación del Tribunal de apelación parcializada, al concluir
que, recién el 2 de agosto de 2008 -momento en que Jesús Marcelo Ortiz Delgado vendió el
inmueble-, se habría configurado el delito.
Señala como vulnerados los derechos al debido proceso, juez natural imparcial, y a la “seguridad
jurídica”, citando al efecto el art. 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 13 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 73 a
76 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Vidal Rollano Vallejo y Freddy Gilberto Romay Gonzales, Vocales de la Sala Penal Primera de
la Corte Superior del Distrito de Potosí, presentan informe escrito, cursante a fs. 54 y vta., en el
que manifiestan: 1) Dentro del proceso penal seguido por Héctor Vintor Fernández Huanca por el
supuesto delito de estafa, han emitido el Auto de Vista 09/2010; y 2) Con los fundamentos
contenidos en la citada Resolución, declararon procedente el recurso de apelación incidental,
revocando el Auto del Juez a quo, disponiendo la continuidad de la causa hasta la finalización de
la etapa preparatoria, ratificándose en el Auto de Vista.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil, Comercial y Familiar de la Corte Superior del Distrito Judicial de Potosí,
constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 2/2010 de 13 de abril, cursante de fs. 77 al
81 vta., complementada por Auto de 14 de abril de 2010, cursante a fs. 82 vta., denegó la tutela
solicitada; con los siguientes fundamentos: i) Si bien el lote de terreno fue registrado a nombre de
Jesús Marcelo Ortiz Delgado, toda la documentación estaba en poder de Héctor Vintor Fernández
Huanca, quién se encontraba en posesión del terreno y que la consumación del delito opera el
momento en que el imputado -Jesús Marcelo Ortiz Delgado-, realizó la venta del inmueble,
obteniendo beneficio económico, naciendo así la causalidad de todos los elementos esenciales
para la consumación del tipo penal; ii) Cuando se realizó la compra del inmueble el año 2004, ha
primado la autonomía de la voluntad y el libre consentimiento, diferente de la suscripción de
venta realizado el 2 de agosto de 2008, por Jesús Marcelo Ortiz Delgado, violando lo acordado;
iii) A la fecha en que el Ministerio Publico presentó la imputación formal -21 de diciembre de
2009-, sólo transcurrió un año y cuatro meses, y bajo el entendimiento establecido en la SC
1036/2002-R de 29 de agosto, no pasaron los cinco años que la ley prevé; consiguientemente, no
ha operado la prescripción de la acción penal; y iv) No es cierto que se haya vulnerado derecho
alguno del accionante, toda vez que las autoridades “recurridas” al haber hecho una apreciación
legal de la prescripción como medio de extinción de la acción penal, al concluir que el delito
atribuido al imputado se ha producido el 2 de agosto de 2008, han enmarcado su actuación a
disposiciones legales aplicables al caso.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. De la relación de los hechos señalados en el memorial de la querella, se advierte que debido
a la confianza depositada por Héctor Vintor Fernández Huanca en Jesús Marcelo Ortiz Delgado,
el 6 de febrero de 2004, realizó la compra de un lote de terreno, consintiendo que la
documentación de dicha adquisición sea puesta a nombre del hoy accionante, debido a que
Héctor Vintor Fernández Huanca no contaba con cedula de identidad; sin embargo, fue quien
realizó el pago de la compra al anterior propietario -Oscar Berazain Muñoz-, así como de haber
entregado otro monto de dinero para el levantamiento de los planos, la aprobación e inscripción
Sin embargo, Héctor Vintor Fernández Huanca, tras la compra del inmueble, tomo posesión del
mismo, procediendo a realizar construcciones, y que a momento de presentarse interesados en
comprar su propiedad, fue a buscar al amigo de su confianza, quién le respondió con evasivas,
indicando que no firmaría ningún poder si antes no cancelaba cuentas pendientes, situación que
se agravó cuando éste, se enteró que el inmueble que fuera de su propiedad, fue vendido el 2 de
agosto de 2008, hecho que lo motivó a interponer la querella penal (fs. 1 a 5).
II.2. Emergente de la querella presentada por Héctor Vintor Fernández Huanca, el Ministerio
Publico emitió la Resolución de imputación formal el 21 de diciembre de 2009, contra Jesús
Marcelo Ortiz Delgado por la comisión del delito de estafa (fs. 7 y vta.). Radicada la causa en el
Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal, el 29 de diciembre del mismo año (fs. 8).
El apoderado del accionante, alega la vulneración del derecho al debido proceso, al juez natural
imparcial y finalmente a la “seguridad jurídica”, por cuanto el Auto de Vista 09/2010 de 16 de
marzo, pronunciado por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior, habría realizado una errónea
interpretación del cómputo de inicio para la prescripción del delito de estafa aplicable al caso
concreto, contrario a lo dispuesto por los arts. 30 y 31 del CPP.
La acción de amparo constitucional, conforme establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá
lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados"; disposiciones que expresamente establecen que las supuestas lesiones a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción
ordinaria, y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el
daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de restricción de los derechos, se otorgue
la jurisdicción constitucional
La libertad es un derecho esencial y natural de todo ser humano, más aún si es considerado sujeto
de derecho, así observamos relaciones jurídicas de diversa naturaleza, que son expresión de
voluntad de los sujetos y se constituyen ejercicio pleno de la libertad dentro de las que destaca el
contrato, como relación jurídica eminentemente patrimonial, que expresa el acuerdo de
voluntades que crea, regula, modifica y extingue relaciones jurídicas, permitiendo el libre
intercambio de bienes y servicios entre los individuos de toda sociedad civil.
El ius puniendi de un Estado, no puede ser un derecho absoluto, mucho menos en un Estado de
Derecho; en consecuencia ese derecho de castigar admite limites siendo uno de ellos el transcurso
del tiempo, pues si el estado que ejercita ese derecho de castigar, deja transcurrir un determinado
tiempo sin iniciar y/o concluir un proceso penal, se entiende que las causas o los móviles que
dieron inicio al proceso, han perdido relevancia social.
Nuestra legislación penal en el art. 29 del CPP, ha establecido plazos para la prescripción de la
acción penal, los que se encuentran vinculados al grado de reproche que la sociedad en su
conjunto le asigna a las conductas tipificadas como delitos, siendo así que su computo depende
de la naturaleza del delito en particular, en virtud a los efectos que conllevan los tipos penales, si
son de efecto instantáneo o si su consumación es permanente y se mantiene en el tiempo. Esos
plazos previstos por la norma penal citada, empiezan a correr, desde la media noche del día en
que se cometió el delito o en que cesó su consumación (art. 30 del CPP).
Este Tribunal, con base en los antecedentes arrimados, lo informado por las autoridades
demandadas, advierte necesaria la identificación de dos momentos históricos en la cronología de
los hechos descritos, sobre cuya base se interpuso la presente acción tutelar, los cuales se
analizan a continuación, con relación a la norma citada y la jurisprudencia glosada en el presente
fallo:
a) El primer momento histórico, radica en el hecho de que Héctor Vintor Fernández Huanca, tras
realizar gestiones para la compra del lote de terreno, signado con el número 10, ubicado en el
manzano 2, ex - Fundo Las Lecheras, debido a que no contaba con cédula de identidad, consintió
de forma voluntaria que dicha compra se la realice a nombre de su abogado Jesús Marcelo Ortiz
Delgado, ello por la confianza que le tenía depositada, dado que este último le hubo asesorado
legalmente en varios temas personales, y que una vez concluidos los trámites para la obtención
de su cédula de identidad, así como su certificado de nacimiento, se firmaría la documentación a
nombre de Héctor Vintor Fernández Huanca.
En ese sentido, el 6 de febrero de 2004, se llegó a suscribir la minuta de compra venta entre Jesús
Marcelo Ortiz Delgado y Oscar Berazain Muñoz, posterior a ello, el 3 de marzo del mismo año,
dicha compra se registró en DD.RR. bajo la matrícula 5011010002310, Asiento A-1, a nombre de
Jesús Marcelo Ortiz Delgado; sin embargo, el pago por la compra del inmueble, fue realizada por
Héctor Vintor Fernández Huanca a su propietario Oscar Berazain Muñoz, bajo diferentes
modalidades, toda vez que, entre estos dos últimos habría existido relaciones laborales.
Estos antecedentes, llevan a la siguiente conclusión: La compra del inmueble realizada por
Héctor Vintor Fernández Huanca a nombre de la persona de su confianza -Jesús Marcelo Ortiz
Delgado-, fue realizada bajo el manto de la plena autonomía de la voluntad y el libre
consentimiento, primando la aceptación en pleno ejercicio de la libre contratación, al permitir que
la compra se la realice a nombre de una tercera persona, transferencia que al estar protegida por
nuestro ordenamiento jurídico, no es contraria al orden público, a la moral, ni a las buenas
costumbres.
En tal virtud en este primer momento histórico, el accionante no tuvo la intención de obtener
beneficio económico indebido, toda vez que la compra realizada a su nombre, no fue mediante engaños
o artificios, que hubiesen provocado error en Héctor Vintor Fernández Huanca, a efectos de que éste
realice un acto de disposición patrimonial en perjuicio propio; es decir, hasta aquí no opera el
delito de estafa.
Es en este segundo hecho, se contextualiza la comisión del delito de estafa, por cuanto, Jesús Marcelo
Ortiz Delgado, al realizar el acto de disposición, obtuvo un beneficio económico en favor propio en desmedro de
otro, atacando la propiedad ajena. Al respecto el Código Penal en su art. 335, es claro al definir al delito de
estafa, de la siguiente manera: “El que con la intención de obtener para sí o un tercero un beneficio
económico indebido, mediante engaños o artificios provoque o fortalezca error en otro que motive la
realización de un acto de disposición patrimonial en perjuicio del sujeto en error o de un tercero, será
sancionado con reclusión de uno a cinco años y con multa de sesenta a doscientos días.”
El concepto de estafa se estructura, pues, con un ataque a la propiedad, consistente en una disposición de carácter
patrimonial perjudicial, viciada en su motivación por el error que provoca el ardid o el engaño del sujeto activo. Es
así que nuestro ordenamiento jurídico ha establecido que el bien jurídico protegido por este tipo
penal es el patrimonio o la propiedad, al encontrarse previsto y sancionado dentro de los delitos contra la
propiedad, y su consumación se produce en el momento en que el sujeto activo obtiene un beneficio o
ventaja económica, ya sea en favor propio o en favor de un tercero; en consecuencia, este tipo penal
conlleva un efecto instantáneo, que se materializa cuando se produce la ventaja económica.
De donde se tiene que, las autoridades demandadas a tiempo de emitir el Auto de Vista 09/2010,
no se apartaron del marco de razonabilidad y equidad, pues interpretaron la normativa aplicable
al caso conforme a los principios de legalidad y seguridad jurídica, pues, al concluir que el delito
de estafa es instantáneo y que en el caso concreto, la fecha de su comisión, radica en la venta
del inmueble sin el consentimiento del verdadero propietario, -2 de agosto de 2008-, y la
imputación formal presentada por el Ministerio Público de 21 de diciembre de 2009,
consiguientemente, y conforme a lo previsto por el art. 29 inc. 2) con relación al art 335 del CP,
no ha operado la prescripción de la acción penal, advirtiéndose que han actuado en apego al
ordenamiento jurídico vigente.
POR TANTO
2º Dejar sin efecto la medida cautelar dispuesta mediante Auto de 14 de abril de 2010, cursante a
fs. 82 vta., disponiendo la prosecución del proceso penal conforme a ley.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Como efecto de una querella iniciada por Eustaquia Mariscal Vda. de Maita en su contra, fue
condenada de manera injusta al pago de costas, daños y perjuicios, que fueron establecidos en
Bs23 000.- (veintitrés mil bolivianos), monto que no pudo cubrir por su condición de persona
pobre y con recursos solamente de supervivencia; sin embargo, para hacer efectivo dicho pago se
procedió el 11 de agosto de 2005 al embargo de sus bienes consistentes en un motocultor, motor
CXF-22274133, marca SHANDONG Juli Co. a diesel, y dos vacas lecheras, citándola en su
condición de depositaria de los mismos para que exhiba los bienes embargados ante cuya
inminencia de este acto, solicitó la exclusión de los bienes por ser los mismos inembargables,
siendo rechazada por Auto de 10 de marzo de 2010, con el argumento que por el transcurso del
tiempo se hubiere convalidado, además que en su solicitud debió ofrecer otros bienes, sin tomar
en cuenta su condición de anciana de ochenta años y que en virtud al art. 179 del Código de
Procedimiento Civil (CPC), que señala cuáles son los bienes inembargables, sustentado en el
hecho de que son necesarios para la subsistencia de la persona.
Refiere que el fundamento del citado Auto radica en que, por el transcurso del tiempo se hubiera
convalidado el acto -es decir el embargo de sus bienes- además este principio no es aplicable a su
caso ya que los defectos absolutos no son susceptibles de convalidación como lo establece el art.
169. inc. 3) del Código de Procedimiento Penal vigente (CPP), que es aplicable en autos por la
permisión del art. 123 de la Constitución Política del Estado (CPE), pues significa que si una
norma es transgredida el paso del tiempo no la legaliza, sino que la norma vulnerada debe ser
reparada y no dar por bien hecho lo que va contra esa norma.
Con referencia a que debió acreditar que los bienes son indispensables para su subsistencia,
aclara que el motocultor, es una especie de tractor pequeño que tiene múltiples usos, sin cuya
ayuda una persona de su edad -protegida por la Ley 1886 de 14 de agosto de 1998-, podría
perecer porque sus fuerzas se han menguado. De la misma manera respecto a las vacas, son la
única posesión que tiene, por lo que es imposible ofrecer otros bienes a efecto de embargo,
quedando claro que son inembargables de acuerdo -reitera- al art. 179 inc. 3) del CPC, y ante la
orden de remate de sus bienes inembargables al existir peligro de un daño irreparable, se hace
procedente la acción de amparo constitucional por la inmediatez en la restitución de sus derechos
fundamentales.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se deje sin efecto el Auto de 10 de marzo de 2010, declarando
inembargable sus bienes, con costas y demás condenaciones de ley.
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 21 a
22 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
los cuales no se ha resuelto el reclamo que efectuaron ante el Juez ad quem y no sabe cuándo va a
ser resuelto y si ello ocurre los bienes ya no van a estar en poder de la hoy accionante, lo que
constituye el riesgo de un daño irreparable, circunstancia por la cual, a través de esta acción de
amparo constitucional, que solicita sea concedida, no para resolver el fondo del proceso, sino que
en tanto no se resuelvan los recursos ordinarios, se deje sin efecto el Auto que concede el
embargo y el remate de los bienes.
La tercera interesada, Eustaquia Mariscal Rocha Vda. de Maita, por memorial de fs. 16 a 19 de
obrados, manifestó: 1) De la documentación adjuntada a la presente acción de amparo
constitucional se evidencia la existencia de un recurso de apelación planteado contra el Auto
ahora recurrido y que se encuentra pendiente de resolución, en consecuencia, no ha agotado las
vías legales ordinarias, por lo que mal puede presentar esta acción; 2) El embargo del motocultor
y los semovientes se efectuó el 2005 al no haber cancelado las costas procesales fijadas en Bs3
295.- (tres mil doscientos noventa y cinco bolivianos), que presentó su memorial de exclusión de
sus bienes en marzo de 2010, con el argumento de la inembargabilidad de bienes, sin tener
presente que el reclamo debió haberlo interpuesto dentro de los seis meses del embargo realizado
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 912
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
y no ahora; 3) Existe una excepción a la regla de la subsidiaridad cuando los actos, resoluciones u
omisiones ilegales que lesionan el derecho fundamental cause daño o perjuicio irreparable, como
pretende argüir la ahora accionante. Por otra parte, manifiesta que existe una orden de remate, la
que no es ilegal, porque se lo hará después de más de cinco años desde el embargo ejecutado,
pues el remate no deja en estado de necesidad a la accionante porque tiene otros muebles e
inmuebles, además de que tenía cinco años para pagar las costas procesales; y, 4) Esta acción de
amparo constitucional es caduca porque no fue interpuesta dentro de los seis meses que se ha
fijado para su interposición. Por otra parte, el embargo data de hace cinco años por concepto de
costas procesales por lo que el objeto es confundir al Tribunal de garantías a fin de no conculcar
el principio de inmediatez y no caer en la caducidad del recurso, ya que aún no se ha ejecutado
ningún mandamiento de embargo, agregando que la accionante solicitó la inembargabilidad de
los bienes, petición improcedente ya que los Tribunales de garantías no pueden ingresar al fondo
de lo que resuelven los jueces ordinarios de acuerdo a la SC 0560/2002-R de 29 de abril,
solicitando por lo expuesto se declare “improcedente” el “recurso de amparo constitucional”, con
condenación de costas procesales.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución
009/2010 de 19 de abril, cursante de fs. 23 a 24 vta. de obrados que denegó la acción de amparo
constitucional, con los siguientes fundamentos: i) La Resolución de calificación de la
responsabilidad civil de 24 de noviembre de 2005, a la fecha está ejecutoriada y el 11 de agosto
del mismo año se procedió al embargo de los bienes de propiedad de la ahora accionante,
designándola como depositaria; ii) La accionante en marzo de 2010, solicitó la nulidad del
embargo (sic), que fue rechazado por el Juez, por Auto de 10 de marzo del mismo año, habiendo
sido apelado el mismo por la accionante, recurso que fue admitido el 8 de abril, por lo que al
estar pendiente de resolución un recurso y no haberse agotado los medios ordinarios de defensa
es de inexcusable aplicación el art. 96.3 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), dado que la
acción de amparo constitucional no puede ser utilizado como sustitutivo, ni alternativo de los
mismos, debiendo ser la autoridad la que en su oportunidad se pronuncie y resuelva sobre los
extremos ahora denunciados; y, iii) Los hechos denunciados como ilegales, se encuentran en las
reglas y subreglas que señalan la improcedencia de la acción de amparo constitucional, no siendo
posible conocer el fondo de la acción por la excepcionalidad a la subsidiariedad.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. El proceso penal seguido por Eustaquia Mariscal de Maita contra la ahora accionante
Sebastiana Solíz Vda. de Verduguez y otros, por el delito de despojo, concluyó con un fallo
condenatorio por el delito de despojo, en el que se efectuó la tasación de costas y regularización
de honorarios que asciende a la suma de Bs3 000.-, conminándose a su pago por Auto de 16 de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 913
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
junio de 2005, y que ante su incumplimiento se emitió orden de embargo contra los bienes de los
condenados, entre ellos la accionante, que fue ejecutado el 11 de agosto del mismo año,
consistentes en una motocultora y dos vacas lecheras, designándole como depositaria de los
bienes (fs. 15 vta.).
II.2. En marzo de 2010, la accionante solicitó la exclusión de los bienes por inembargabilidad, en
virtud del art. 179 inc.3) del CPC, que fue rechazada por la Jueza Quinta de Instrucción en lo
Penal Cautelar y Liquidador, por Auto de 10 de marzo de 2010 (fs. 2).
II.3. Contra el rechazo precedente, la accionante interpuso recurso de apelación que fue admitido
el 8 de abril del mismo año, que se encuentra pendiente de resolución (fs. 5 a 8).
A su vez, el art. 129 de la misma CPE, establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata
de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial” (las negrillas nos pertenecen).
En ese sentido, se pronunciaron las SSCC 0360/2010-R; 0886/2010-R, 1105/2010, entre otras.
En la presente acción tutelar, la ahora accionante denuncia se vulneraron sus derechos al debido
proceso y a la “seguridad jurídica”, respecto a la cual es menester referirse, con carácter
prioritario señalando que cuando se alegue la vulneración de la misma como derecho, no es
posible conceder la tutela, dado que está instituida en la Constitución Política del Estado, como
principio rector de los actos de la jurisdicción judicial o administrativa; sin embargo, por su
reconocimiento constitucional, no puede ser inobservado por las autoridades jurisdiccionales y/o
administrativas, a momento de conocer y resolver un caso concreto sometido a su competencia,
por tanto es de inexcusable cumplimiento.
En el caso de autos, de los antecedentes procesales se constata que dentro del fenecido proceso
penal que se siguió contra la accionante y otros por el delito de despojo, se determinó su
responsabilidad civil que fue calificada en Bs3 000.-, monto que aduce no pudo cubrir,
motivando que en julio de 2005, se proceda al embargo de sus bienes -que en su caso- consisten
en un motocultor y dos vacas lecheras, de los cuales se la designó depositaria.
Ahora bien, después de transcurridos cinco años, al haberle requerido la exhibición de los bienes
y ante un inminente remate de los mismos, argumentando que son necesarios para la subsistencia
de su persona y que tiene ochenta años de edad, solicitando en marzo de 2010 a la Jueza ahora
demandada, la exclusión de los mismos por ser inembargables de acuerdo a lo establecido por el
art. 179 inc. 3) del CPC, que fue rechazada por Resolución de 10 de marzo del mismo año, contra
la cual interpuso recurso de apelación en el efecto devolutivo, que se encuentra pendiente de
resolución y no obstante de ello, presentó esta acción tutelar activando simultáneamente tanto la
vía ordinaria como la constitucional, sin considerar que la tutela que brinda esta jurisdicción está
referida a los casos en que se han agotado los medios que la ley ordinaria prevé para tal objeto, y
que como acción de defensa instituida por el art. 128 de la CPE, tiene como característica
inherente a su naturaleza jurídica, la subsidiariedad, por la cuál no puede ser utilizada como un
mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, porque ello desnaturalizaría su esencia, como
en el caso en análisis en el que paralelamente ha acudido tanto a la jurisdicción ordinaria -que es
la idónea- como a la constitucional, a la que puede acudir una vez agotada la ordinaria y en caso
de persistir la vulneración de sus derechos fundamentales, siendo por ello de aplicación en el
caso concreto, el art. 96.3 de la LTC, que establece que el amparo constitucional -ahora acción de
amparo constitucional- no procederá: “contra las resoluciones judiciales que por cualquier otro
recurso puedan ser modificadas o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho
recurso”, lo que determina se deniegue la tutela solicitada, con la aclaración que no se ingresó al
fondo de la problemática planteada, conforme al entendimiento jurisprudencial citado en el
Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías al denegar la acción de amparo constitucional,
efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado
precepto constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Manifiesta que, desde 1979, prestó sus servicios en el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) S.A., en el
cargo de Auxiliar de Vuelo, pero el 1 de noviembre de 2005, sufrió un accidente estando al borde
de perder su pierna, por este motivo inició los trámites correspondientes para obtener su
calificación de invalidez, con el fin de determinar su grado de incapacidad, en ese sentido se
emitió el dictamen 4574/2008 de 15 de enero, por el cual el Tribunal Médico de Calificación,
estableció su incapacidad en 64% señalando que su invalidez empezaba a correr desde enero de
2007.
Con el resultado del dictamen, el 18 de diciembre de 2009, se apersonó mediante una carta, ante
el Gerente Regional la AFP Futuro de Bolivia S.A., exigiendo el pago de su pensión por
invalidez, dicho reclamo mereció la respuesta de 24 del citado mes y año, en la cual le indicaron
que, primero se procedió con el cobro administrativo y luego por la vía judicial, al empleador del
accionante, por incumplimiento del pago de los aportes para el Seguro Social Obligatorio y una
vez concluido el proceso recién se le cancelaría su pensión por invalidez; siendo este el
argumento que la AFP Futuro de Bolivia S.A., usó para negarse a pagar la pensión de invalidez
en favor del hoy accionante, porque ellos se encontrarían en pleno proceso de cobro al empleador
LAB S.A. dando a entender que, si nunca logran cobrar, no se le pagaría su pensión por
invalidez.
Finalmente indica que, el art. 21 de la Ley de Pensiones (LP), establece que, el empleador actúa
como agente de retención de sus afiliados y por tal motivo se encuentra obligado a depositar las
cotizaciones a las AFP's y el plazo para el pago no puede superar los treinta días, de no hacerlo
en este término el empleador se constituye en mora y deberá pagar los intereses y demás recargos
establecidos por ley, y el art. 23 de la LP, señala que la AFP tiene la obligación de iniciar el
proceso ejecutivo social contra el empleador moroso.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 26 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante a fs. 74 y
vta., se produjeron los siguientes actuados:
Los demandados, mediante informe escrito cursante de fs. 42 a 49, señalaron lo siguiente: 1) El
accionante planteó la acción contra dos personas, pero Julio Vargas León Gerente General de la
AFP Futuro de Bolivia S.A., no ha intervenido en la problemática planteada y al haberse
demandado a dicha persona se ha incurrido en un error; y por lo tanto, existe falta de legitimación
pasiva; 2) El dictamen pronunciado por el Tribunal Médico de Calificación que establece una
incapacidad del 64% del accionante y que empieza a correr desde enero de 2007, fue emitido el
15 de enero de 2008, por lo que se entiende que desde el pronunciamiento de ese dictamen hasta
la fecha de interposición de la presente acción, han transcurrido mas de dos años, sin que el
accionante hubiera hecho uso de algún medio de impugnación ante la supuesta negativa del pago
de su pensión de invalidez, ya que el plazo para interponer la acción de amparo constitucional es
sólo de seis meses; 3) El objetivo de la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros
(SPVS), es de velar por el pago de las prestaciones, la captación, solvencia, seguridad y otras
actividades relacionadas con los fondos de pensiones y si existió una carta emitida por el Gerente
Regional de la AFP Futuro de Bolivia S.A., en la cual se realizó una interpretación errada de la
norma, el accionante debía recurrir ante la autoridad de pensiones, como requisito previo para
agotar la vía administrativa; 4) La falta de fundamentación fáctica y la inexistente explicación de
la causal de cómo se lesionaron los derechos del accionante, hacen improcedente esta acción,
porque no se expone con precisión y claridad los hechos que le sirven de fundamento, ya que el
elemento fáctico aludido y su calificación jurídica, constituyen la causa de pedir, que debe ser
clara, precisa y delimitada; 5) Otro aspecto para declarar la improcedencia de la presente acción,
es que el accionante debía precisar los derechos o garantías que considera lesionados y esta causa
de pedir contiene dos elementos, que son el fáctico y el normativo, de aquí que el cumplimiento
de estos elementos no se reduce a enumerar artículos, sino que se debe explicar cómo esos
hechos lesionan el derecho invocado; 6) En ningún momento la AFP Futuro de Bolivia S.A.,
señaló que al accionante, no le correspondía la prestación de invalidez, ni se le negó el derecho
que le asiste para que goce del Seguro de Riesgo Común, simplemente mediante nota de 24 de
diciembre de “2010”, se le informó de las acciones que realizó la institución en el presente caso;
además la Resolución de su trámite de invalidez esta sujeta y condicionada a que su empleador
pague el recargo generado a su favor; 7) El art. 31 inc. e) de la LP, señala que las AFP's
representan a los afiliados ante las entidades aseguradoras, con relación a las prestaciones de
invalidez, muerte y riesgo profesional, por lo que se puede constatar que la presente acción, está
interpuesta equivocadamente contra la AFP, ya que representa los intereses del accionante; 8) En
ningún momento la AFP negó el pago de la pensión por invalidez, como señaló el accionante,
sino que simplemente verificó que el afiliado no llegó a cumplir con los requisitos exigidos por
ley, debido al incumplimiento de su empleador, entonces se procedió al cobro del recargo contra
el empleador LAB S.A., porque para el pago de este seguro se debe cumplir con los requisitos
exigidos; por lo tanto, esta acción debió ser interpuesta contra el empleador, quien era el
responsable de cumplir con lo dispuesto en la ley; 9) La AFP Futuro de Bolivia S.A., verificó el
cumplimiento de los requisitos establecidos en el art. 8 de la LP, el Decreto Supremo (DS) 24469
de 17 de enero de 2009, debiendo cumplirse los arts. 21 al 34 de dicho cuerpo legal y ante el
incumplimiento de estas normas, se generó el recargo, el cual debe cobrar la AFP mediante un
proceso ejecutivo social, conforme al art. 23 de la LP, por lo que se requirió al LAB S.A. que
proceda al pago del recargo para poder cancelar las prestaciones por invalidez a favor del
accionante; y, 10) Finalmente solicitaron se deniegue la tutela y sea con costas puesto que la AFP
Futuro de Bolivia S.A., no ha cometido ningún acto u omisión indebida contra los derechos a la
vida y a la salud del accionante, por lo que el memorial de acción de amparo constitucional no
menciona ni refiere cual ha sido el acto u omisión que vulnera esos derechos constitucionales.
Con el derecho a duplica los demandados manifestaron que: la AFP no ha vulnerado ningún
derecho, pero los empleados deben cumplir con todos los requisitos establecidos para poder
acceder a una prestación y en el caso concreto el empleador no ha cancelado los aportes para que
se pueda pagar al empleado.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante la Resolución
008/2010 de 26 de marzo, cursante de fs. 75 a 77, concedió la tutela solicitada; disponiendo que
la AFP Futuro de Bolivia S.A., proceda al pago de la pensión de invalidez y sea en el tiempo
inmediato posible, con el siguiente argumento: El hecho de que la empresa empleadora no haya
dado debido cumplimiento del pago de los aportes al seguro social no es motivo para que la AFP
rehúya al pago de las prestaciones que le corresponden al accionante, ya que habiendo realizado
sus aportes de manera mensual a su fondo individual, sin que sea su responsabilidad que el
empleador recayera en mora, la AFP Futuro de Bolivia S.A. debe cumplir con la cancelación de
la pensión de invalidez, ya que el Estado caracterizado por ser social de derecho tiene la
obligación constitucional de proteger el capital humano.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. El 11 de noviembre de 2008, mediante carta dirigida al Gerente General de la AFP Futuro
de Bolivia S.A., el accionante solicitó el pago de las prestaciones que le corresponden (fs. 5).
II.3. Consta carta de 2 de septiembre de 2008, remitida al accionante por el Gerente Regional de
Cochabamba de la AFP Futuro de Bolivia S.A., en la cual se le comunicó que iniciaron por la vía
legal, al LAB S.A. el cobro del recargo correspondiente para el pago de su pensión por invalidez
(fs. 6).
II.4. Mediante nota de 18 de diciembre de 2009, dirigida al Gerente Regional de la AFP Futuro
de Bolivia S.A., el accionante nuevamente solicitó el pago de su pensión por invalidez a
consecuencia del dictamen 4574/2008 (fs. 15).
II.5. El 24 de diciembre de 2009, el Gerente Regional de la AFP Futuro de Bolivia S.A., remitió
una nota al accionante, mediante la cual le informaron que procedieron al cobro del recargo a su
empleador debido al incumplimiento de éste al pago de los aportes al Seguro Social Obligatorio,
primero por la vía administrativa luego por la vía legal y que una vez concluya dicho proceso, se
procedería a pagar la pensión de invalidez (fs. 13).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 919
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El derecho a la vida, ha sido definido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, es así que
en la SC 0687/2000-R de 14 de julio, señaló que: “Es el derecho de toda persona al ser y a la
existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es
decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y
obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su
respeto y su protección. La autoridad estatal está constitucionalmente impedida de hacer cosa
alguna que destruya o debilite el contenido esencial de esos derechos y debiendo crear las
condiciones indispensables para que tengan cabal observancia y pleno cumplimiento. Que de
igual manera se reconocen también los derechos a la salud y a la seguridad social contenidos en
los arts.7-a) y k) y 185 de la Constitución”. Actualmente contenido este derecho en el art. 15 de
la CPE.
Conforme a lo anotado, tanto el derecho a la vida como el derecho a la salud, obligan al Estado a
inhibirse de realizar actos que vulneren esos derechos y a crear los mecanismos y las condiciones
necesarias para que sean respetados y protegidos.
En nuestro ordenamiento jurídico, el derecho a la salud es un derecho fundamental, que debe ser
resguardado con mayor razón cuando se encuentra en conexidad con el primigenio derecho a la
(...)
De la jurisprudencia precedentemente glosada, se puede advertir que los derechos del trabajador
son irrenunciables y de la misma forma, no puede consentirse que bajo el argumento de que el
empleador no ha hecho el pago de los aportes que le fueron descontados al trabajador, ahora
accionante la AFP Futuro de Bolivia S.A., pretenda evitar el pago de la pensión por invalidez que
ha sido solicitada.
En su caso, si bien es comprensible que para la realización del pago de dichos beneficios
garantizados por la Constitución Política del Estado y las leyes, en favor de los trabajadores, debe
existir un sistema efectivo de sostenimiento entre los aportantes y los beneficiarios; es decir, que
debe existir un sistema que contemple el auto sostenimiento a largo plazo del pago de dinero o
pensiones emergentes, como consecuencia de previsiones propias en favor de los aportantes; la
ley, faculta a las entidades aseguradoras de fondos de pensiones a efectivizar aquellas deudas o
aportes impagados por parte de los empleadores a través de procesos judiciales como lo es el
proceso ejecutivo social, en caso de que el empleador no haga efectivas dichas aportaciones
legalmente descontadas a sus dependientes, ya que éstos en su buena fe, supuestamente están
cumpliendo con su obligación de aportar al Seguro Social Obligatorio, pero cuando ocurre algún
siniestro, los trabajadores al cumplir los requisitos exigidos por la Ley de Pensiones, son
informados que su empleador ha incumplido con su obligación de aportar a su cuenta de la AFP
que le corresponde.
En el presente caso, el accionante realizó los pagos al Seguro Social Obligatorio, porque el
empleador al actuar como agente de retención, hizo las deducciones de los salarios del trabajador
para el pago del referido seguro, y si el empleador no ha realizado dichos aportes a la AFP Futuro
de Bolivia S.A., su negligencia no puede afectarle al accionante, puesto que no es aceptable que
se la deje en desprotección al accionante desde enero de 2007, sin que cuente con los medios de
subsistencia necesarios, por el hecho de que el empleador incumplió con el depósito de los
aportes descontados de su salario, vulnerando de esta manera sus derechos constitucionales a la
vida, a la salud y a la dignidad.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 28 del 8 de febrero de 2010, cursante de fs. 19 vta. a 21, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Beatriz Severiche Vargas contra
Rolando Durán Morales, Gerente propietario de “CELUMOVIL”.
a) Fue contratada el 9 de febrero del 2009, de forma verbal por Rolando Durán Morales, para
trabajar como secretaria en la empresa telefónica “CELUMOVIL”, cumpliendo un horario de
trabajo de lunes a sábado de horas 8:30 a 19:30, trabajando diariamente once horas continuas, sin
recibir un pago adicional por las horas extras, ni contar con un seguro de salud; empero, la
necesidad que tenía para su manutención le hizo aceptar y cumplir con las condiciones y horas
estipuladas en su contrato verbal; b) En junio de 2009, quedó embarazada, cumpliendo a enero de
2010 con ocho meses de gestación; sin embargo, el demandado en su condición de Gerente
propietario de la citada empresa, el 13 de enero de 2010 le comunicó de forma verbal que estaba
despedida, desde ese momento por su delicado estado de salud, retiro que se dio sin que reciba
ningún preaviso ni se respete la inamovilidad por su estado de gravidez, ni el pago de asignación
familiar del bono prenatal desde el quinto mes de embarazo correspondiente; c) Señaló, además,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 923
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
que el motivo de su despido fue por encontrarse en estado de gestación y pronta a dar luz,
situación que era de conocimiento de su empleador, por las ecografías que se le presentó el 29 de
diciembre del 2009, cuyo diagnóstico estableció que contaba con treinta y dos semanas de
embarazo; d) El 26 de enero del 2010, señala que presentó un nuevo informe ecográfico
estableciendo un embarazo de treinta y cinco semanas el cual fue realizado en el Centro de Salud
Médicos Cristianos Solidarios; y, e) La contratación y el despido fue de forma verbal, en
consecuencia no tiene documentación que la respalde; sin embargo, pide que se la ampare al art.
48. II de la Constitución Política del Estado (CPE), que señala: “Las normas laborales se
interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y de los
trabajadores como principal fuerza productiva de la sociedad; de primacía de la relación laboral;
de continuidad y estabilidad laboral; de no discriminación y de inversión de la prueba a favor de
la trabajadora y del trabajador”.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 8 de febrero de 2010, según consta en acta cursante de fs. 18 a
21 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La accionante a través de su abogada, ratificó el tenor íntegro del memorial de acción de amparo
constitucional, y haciendo uso de la réplica amplió lo siguiente: i) El estado de ocho meses de
embarazo fue conocido oportunamente por el demandado, pues para realizar el respectivo
examen de ecografía, la accionante fue acompañada por la esposa del empleador, quien asumió
conocimiento de manera oficial de su estado; ii) En su relación laboral hubo vulneraciones a sus
derechos, como el horario de trabajo, que era de horas 8:30 a 19:30, por ende trabajaba once
horas continuas, en el caso de mujeres la ley establece cuarenta horas de trabajo de lunes a
sábado; iii) No contaba con el seguro de salud que corresponde a todo trabajador; más aún, en el
estado de gravidez en el que ella se encuentra; iv) No recibió las asignaciones de lactancia y
prenatal, cuando se reconoce por ley que a partir del quinto mes de embarazo la trabajadora tiene
derecho a percibir las asignaciones familiares y su bono de natalidad; y, v) Pide la
reincorporación inmediata a su fuente laboral con el mismo salario, respetando el derecho al
trabajo como corresponde por su estado de gravidez, aclarando que a partir del séptimo mes le
corresponde su baja médica de la cual no ha hecho uso.
El ahora demandado no presentó informe escrito; sin embargo, explicó en audiencia que no tiene
una empresa, y que solamente es una tienda alquilada y sencilla, en la cual se presta servicios
técnicos de reparación de celulares, donde trabajan la ahora accionante, una empleada y un
empleado -este último- se encarga de la realización de todos los trabajos técnicos y la hoy
accionante solo se encargaba de cobrar. Es así que existían conflictos entre la accionante y el
técnico mencionado, este último que incluso me indicó que si ella seguía trabajando él se retiraría
del trabajo, por lo cual tomó la decisión de retirar a la ahora accionante, pues además la misma
atendía mal a la gente, había varias irregularidades, no cumplía con el horario de trabajo como
manifiesta, y en el estado en el que se encontraba le dije que ya no podía trabajar por lo
problemas internos existentes.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 28 de 8 de
febrero de 2010, cursante de fs. 19 vta. a 21 de obrados, concedió la tutela solicitada por la ahora
accionante, disponiendo la inmediata reincorporación al trabajo que venía desempeñando antes
de su despido, debiendo la misma recibir todos los beneficios que corresponden a su condición de
trabajadora y gestante, bajo los siguientes fundamentos: a) Resulta evidente la vulneración del
derecho a la seguridad social y la especial protección que otorga la Constitución Política del
Estado a la familia, en especial a la mujer embarazada que no puede ser despedida de su trabajo;
y, b) Existe una protección especial a las mujeres embarazadas hasta que el recién nacido tenga
por lo menos un año de edad, y ante esta situación de reconocimiento del demandado, que
despidió a la accionante en conocimiento de su estado de embarazo, resulta evidente la
vulneración al derecho constitucional reclamado.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Cursa en obrados una fotografía tomada donde aparece la accionante en una cena junto a su
empleador y su esposa. (fs. 9).
II.4. De acuerdo a informe ecográfico de 29 de diciembre de 2009, se evidencia que a esa fecha
la ahora accionante contaba con treinta y dos semanas de gestación (fs. 6).
II.5. Por el informe ecográfico del 26 de enero de 2010, realizado en el Centro de Salud Médicos
Cristianos Solidarios, se establece que la accionante se hallaba en estado de gestación de treinta y
cinco semanas (fs. 7 a 8).
II.6. A fs. 5 de obrados cursa tarjetas personales de presentación del ahora demandado, donde
figura como Gerente propietario de “CELUMOVIL”.
El art. 128 de la CPE, ha previsto la acción de amparo constitucional, contra todos los actos u
omisiones ilegales o indebidos cometidos por servidores públicos o personas particulares o
colectivas, que restrinjan, supriman o amenacen restringir los derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado y las leyes, constituyendo una garantía jurisdiccional
extraordinaria mediante la cual el accionante hace posible la restitución de sus derechos y
garantías fundamentales restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión,
obteniendo la tutela y la reposición en el ejercicio de los mismos.
A su vez, el art. 129.I de la CPE, enfatiza que esta acción tutelar puede presentarse por la
persona: “…que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata…”.
En forma previa, cabe establecer que si bien la acción de amparo constitucional, se encuentra
revestida por los principios de subsidiariedad e inmediatez cuyo cumplimiento es indispensable
para su consideración, este Tribunal ha determinado que se puede abstraer su observancia, dada
la naturaleza de los derechos invocados y la naturaleza de la cuestión planteada, ante la
protección de la mujer gestante o hasta el año de nacido el hijo, precisando que en estos casos,
no es exigible agotar los medios de defensa, por cuanto en dichas problemáticas no solamente se
halla involucrado el derecho al trabajo, sino otros derechos primarios de la impetrante y del ser
en gestación o ya nacido, que es la vida, la salud y la seguridad social, cuya tutela no puede
supeditarse a otros recursos o vías administrativas.
De igual manera, este Tribunal en algunos casos, prescindió del principio de inmediatez, dadas
las particulares del asunto, y que si bien la acción hubiere sido planteada fuera del plazo de los
seis meses, se tenía constancia de que la accionante había impugnado su situación, la que no
habría sido considerada. En ese sentido, la SC 0530/2010-R de 12 de julio, precisó: '…en varios
casos se ha excusado inclusive la observancia de los principios de subsidiariedad e inmediatez
que informan el amparo constitucional, a los efectos del ejercicio pleno de este derecho que
asiste a la mujer trabajadora en estado de embarazo, no sólo para la protección de ésta, sino
también y fundamentalmente del nuevo ser…'.
La Ley Fundamental, en su art. 45.V, instituye el derecho de las mujeres a una: '…maternidad
segura, con una visión y práctica intercultural; gozarán de especial asistencia y protección del
Estado durante el embarazo, parto y en los periodos prenatal y posnatal'. Regulando el art.
48.VI de la CPE, taxativamente que: 'Las mujeres no podrán ser discriminadas o despedidas por
su estado civil, situación de embarazo, edad, rasgos físicos o número de hijas o hijos. Se
garantiza la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo, y de los progenitores,
hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad'.
En el contexto normativo, la Ley 975 prevé: 'Toda mujer en periodo de gestación hasta un año de
nacimiento del hijo, gozará de inamovilidad en su puesto de trabajo en instituciones públicas o
privadas”. Por su parte, el DS 0012 de 19 de febrero de 2009, dispone en sus arts. 1 y 2, la
inamovilidad de la madre y el padre progenitores que presten funciones en el sector público o
privado hasta que su hijo o hija cumpla un año de edad, no pudiendo ser despedidos, afectarse
su nivel salarial ni su ubicación en su puesto de trabajo'”.
Sobre el derecho a la vida que es el primero de los derechos fundamentales de los que goza toda
persona desde su concepción hasta su muerte, la SC 1294/2004-R de 12 de agosto, señaló lo
siguiente: “Es el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica
esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el
presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho
inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto y su protección. La
autoridad estatal está constitucionalmente impedida de hacer cosa alguna que destruya o
debilite el contenido esencial de esos derechos, debiendo crear las condiciones indispensables
para que tengan cabal observancia y pleno cumplimiento…”.
Con relación al trabajo que desarrolla la mujer embarazada, la Constitución Política del Estado en
su art. 48.VI le reconoce el derecho a la inamovilidad en su puesto de trabajo en instituciones
públicas o privadas por el período de gestación y hasta un año del nacimiento del hijo(a), en
consecuencia la mujer por su estado de gestación, goza aún más de los derechos a la vida, a la
salud, al trabajo, a la maternidad y la inamovilidad funcionaria.
Asimismo, se halla probado por los estudios ecográficos que cursan en obrados, que la
accionante a tiempo de cumplir sus funciones de secretaria dependiente del ahora demandado, se
hallaba en estado de gestación, evidenciándose también que la misma fue despedida de forma
verbal el 13 de enero de 2010, intempestivamente sin ningún preaviso, pese a su estado de
gestación.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 928
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 5/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 118 a 124, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Rita Antiñapa de Huanca en
representación de la Asociación de Comerciantes Minoristas en Artículos Varios “17 de
agosto” contra Gustavo Adolfo Morales, Roberto de la Cruz Flores, Marco Antonio Cueto
Poma, Marcelo Vásquez Villamor, Efraín Severo Argani Argani, Sarah Laura Arnez Cuentas,
Luis Enrique Ricaldi Zambrana, María Luz Araquini de Ucharico, Martín Apaza Condori y
Wilson Soria Paz, todos Concejales del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto del
departamento La Paz.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 929
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por lo que solicitaron, la abrogatoria de la referida Ordenanza Municipal, que fue producto de un
contubernio entre el Concejo Municipal y la Federación de Trabajadores Gremiales, Artesanos,
Comerciantes Minoristas y Vivanderos de la ciudad de El Alto, a la cabeza de Braulio Rocha
Tapia, por otro lado, extrañamente el Concejo Municipal, aprobó la ampliación de puestos de
venta a favor de la Asociación de Comerciantes “17 de Diciembre” en la Av. Sucre, mediante la
OM 192/2006 de 31 de octubre; vale decir, encima de los puestos de venta de la Asociación “17
de Agosto”, aprobación que se la obtuvo en violación del art. 4 de la OM 106/2004 de 24 de
junio, la cual estableció que una vez que sean aprobadas las solicitudes de asentamiento,
mediante resolución técnico administrativa, la misma será remitida con sus antecedentes al
Concejo Municipal para su aprobación, este y otros requisitos no fueron cumplidas por la citada
OM 192/2006, por lo que en aplicación del art. 22 de la Ley de Municipalidades (LM),
solicitaron la reconsideración de la misma.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 16 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 116
a 117 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Mediante la credencial original, emitida por la Federación de Trabajadores por Cuenta
Propia, Gremiales, Comerciantes Minoristas, Artesanos, Vivanderos y Profesionales
Independientes de la ciudad de El Alto, Rita Antiñapa de Huanca, acredita su condición de
Secretaria General de la Asociación de Comerciantes Minoristas en Artículos Varios “17 de
Agosto” por el período 2010 - 2011 (fs. 16).
II.2. Por fotocopia legalizada de compromiso, se verifica que Fanor Nava, Alcalde Municipal de
El Alto, ”Ricardo Clavijo, Asesor de CODE, y Javier Tarqui, Asesor de Vicepresidencia“ (sic),
ofrecen interponer sus buenos oficios para tratar de resolver los asuntos concernientes a la
referida Asociación (fs. 17).
II.3. A través de las certificaciones originales, emitidas por la junta vecinal Villa Alto Lima,
Tercera Sección, la Federación de Trabajadores por Cuenta Propia, y la Federación de
Trabajadores Gremiales, Artesanos, Comerciantes Minoristas y Vivanderos, todos de la ciudad
de El Alto y los memorándumes otorgados por la Policía Boliviana, se advierten las
autorizaciones para el asentamiento de la Asociación de Comerciantes Minoristas en Artículos
Varios “17 de Agosto” en la Av. Sucre desde la calle Uno hasta la calle Arequipa (fs. 19, 20 y 23
a 40).
II.5. Por fotocopia simple de 8 de junio de 2006, se evidencia que se solicitó el pronunciamiento
y la extensión de una ordenanza, que apruebe el asentamiento de la Asociación señalada (fs. 125)
II.10. Cursa la OM 192/2006 de 31 de octubre, por la que a través de su artículo II, deroga el art.
1 de la OM 106/91 de 23 de octubre de 1991, en lo referente a la cantidad de puestos (fs. 134 a
135).
II.13. Por memorial presentado el 12 de abril de 2010, Rita Antiñapa de Huanca solicitó al
Presidente del Concejo Municipal de El Alto la notificación con la OM 192/2006 (fs. 144).
II.14. Por fotocopia simple de la Resolución Municipal 133/2007 de 2 de mayo, se evidencia que
el 6 de diciembre de 2006, Rita Antiñapa de Huanca, en su condición de Secretaria General de la
Asociación de Comerciantes Minoristas en Artículos Varios “17 de Agosto”, solicitó la
reconsideración de la OM 192/2006, que dispone en su art. 1, “el rechazo a la solicitud de
reconsideración interpuesta a la Ordenanza Municipal 162/2006 de 31 de octubre, por parte de
Rita Antiñapa de Huanca” (fs. 145 a 146).
II.15. Cursa la notificación 051/10 de 23 de abril de 2010, efectuada por el Concejo Municipal a
Rita Antiñapa de Huanca con la OM 192/2006 (fs. 164).
El contenido de las ordenanzas es de irrestricto acceso al público, deben ser dadas a conocer
mediante su publicación obligatoria en un medio de comunicación y mediante una gaceta
municipal que deberá publicarse periódicamente. Cuando no exista ningún medio de
comunicación la publicación se efectuará en lugares públicos.
Toda ordenanza se encuentra vigente mientras no fuera derogada o abrogada mediante otra
ordenanza emitida por el concejo del municipio correspondiente. No existe declaratoria de desuso
de ordenanzas municipales.
Las resoluciones municipales, son notas de gestión administrativa emitida por el concejo
municipal. Las resoluciones a diferencia de las ordenanzas, son normas de gestión administrativa
del concejo municipal y de cumplimiento obligatorio, su vigencia se produce a partir de su
publicación y no necesita la promulgación del alcalde.
El art. 96.2 de la LTC, establece como una de las causales de improcedencia de la acción de
amparo constitucional, cuando se hubiere interpuesto anteriormente un recurso constitucional con
identidad de sujeto, objeto y causa. Al respecto la SC 1251/2010-R de 13 de septiembre,
estableció: “Con relación a la mencionada causal de inactivación reglada o de improcedencia, a
momento de establecer los alcances de la misma, este mismo Tribunal Constitucional precisó
que: `…debe existir necesariamente la concurrencia de las tres identidades indicadas; es decir:
a) de sujetos: que sean las mismas personas que presentan el recurso y lo dirigen contra la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 934
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
misma autoridad o personas particulares contra las que recurrieron antes; b) de causa: que el
motivo (acto o resolución), que da origen al amparo, sea el mismo en ambos casos; y c) de
objeto: que el propósito del recurso, sea el mismo tanto en el primer como en el segundo
amparo´. Así la SC 0115/2003-R de 28 enero” (las negrillas nos corresponden).
La SC 0259/2006-R de 22 de marzo, añadió que también es aplicable esta causal:"…en los casos
en que exista identidad parcial de sujetos, esto es que el sujeto activo o pasivo sean diferentes,
pero que el motivo y el propósito del recurso sea el mismo respecto a una problemática
anteriormente planteada y sobre la cual la justicia constitucional ya emitió pronunciamiento en
el fondo…".
Conforme a lo establecido en el art. 48.4 de la LTC, las sentencias constitucionales pueden ser
moduladas en sus efectos a fin de evitar distorsiones procesales, considerándose la interpretación
previsora.
Municipal 133/2007, bajo el argumento de que la Asociación “17 de Diciembre”, cumplió con
todos los requisitos.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al haber concedido la tutela solicitada no ha
efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes procesales, ni aplicó correctamente las
normas.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 5/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 118 a 124, pronunciada por el
Juez Segundo de Partido y de Sentencia Penal de El Alto del Distrito Judicial- ahora
departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 936
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
2º Dimensionar los efectos de la presente Sentencia, en virtud a la facultad prevista por el art.
48.4 de la LTC, disponiendo mantener válidos y subsistentes los actos realizados y las
resoluciones pronunciadas a consecuencia de haberse concedido de la tutela dictaminada
inicialmente por el Tribunal de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Refiere que el 20 de enero de 2010, sin ninguna razón, orden ni explicación los demandados y
otras aproximadamente doscientas personas más, armados con palos, machetes, y armas de
fuego, de manera violenta entraron en su concesión, amenazando a su familia y trabajadores,
rompiendo e inutilizando maquinaria y material de trabajo; asimismo apropiándose de ripio,
arena y otros; mencionando que estarían actuando en representación de la “Alcaldía", quién sería
la responsable de la administración de la mencionada concesión.
El accionante presentó notas constantes al municipio de La Guardia, reclamando por los actos
sufridos, sin embargo las mismas no fueron respondidas, así que desde la fecha arriba
mencionada no pudo entrar a su concesión, manifestando que le provocaron daños económicos
considerables.
Por último, indica que los demandados irrumpieron en su propiedad sin ninguna autorización
legal, y tampoco demostraron tener algún derecho real sobre la misma, ni posesión alguna y
“hasta ahora” de manera violenta se mantienen en su concesión.
I.1.3.Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 15 de abril de 2010, según consta en el acta corriente de fs. 43 a
45, se produjeron los siguientes actuados:
Juan José Arispe Gutiérrez, Filbert Cordero Arispe y Alberto Duran Soto, pese a su legal citación
(fs. 206 vta.), no se hicieron presentes en la audiencia pública de acción de amparo
constitucional, ni presentaron informe escrito alguno.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituido en Tribunal de garantías, por Resolución 05 de 15 de abril
de 2010, cursante de fs. 45 a 47, concedió la acción de amparo constitucional, ordenando a los
demandados y demás personas que se encuentren ocupando la concesión minera “Rancho
Chico”, la desocupación inmediata de la concesión ya mencionada, de propiedad de Alejandro
Gutiérrez Guaman sin costas, daños ni perjuicios, con los siguientes fundamentos: 1) El
accionante, mantiene en vigencia y cumple la función económico social en su concesión minera,
y al haber ingresado los demandados, de manera violenta, arbitraria e ilegal a dicha concesión,
violaron el derecho a la “seguridad jurídica”, al trabajo y a la propiedad; 2) Que el art. 128 de la
CPE, determina la procedencia del “recurso” de acción de amparo constitucional contra actos
ilegales u omisiones indebidas de autoridades o funcionarios, o de persona individual o colectiva,
que amenacen supriman o restrinjan derechos o garantías reconocidos por la Ley Fundamental; 3)
El Tribunal Constitucional ha señalado claramente que procede la concesión de tutela en caso de
que hubiese sido avasallado por cualquier tercero cuando el derecho propietario se encuentre
demostrado y no haya sido cuestionado y se evidencie que los “recurridos” no estaban en
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 938
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
posesión del bien inmueble sino con las acciones violentas de hecho ocuparon la propiedad
privada de los “recurrentes” (SC 0944/2002-R); y, 4) En caso de negativa de desocupación de la
concesión minera, se librará mandamiento de desapoderamiento.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Alejandro Gutiérrez Guaman, mediante certificado alodial 5747349 de 9 de marzo de 2010,
bajo matrícula computarizada 7.01.4.01.0009021, sin gravámenes ni restricciones existentes de la
concesión minera “Rancho Chico”, ubicada en el cantón la Guardia, provincia Andrés Ibáñez, km
22 carretera a Cochabamba (fs. 2 y vta.).
II.2. Cursa en obrados, formularios de pagos de patentes mineras a nombre del accionante, de 20
de diciembre de 2006, 11 de enero de 2008, 14 de enero de 2009 y 4 de enero de 2010,
depositados en el Banco Mercantil a favor del Servicio Nacional De Geología y Técnico de
Minas (SERGEOTECMIN) (fs. 4 a 7).
II.3. Teresa Jenny Flores de Báez, Notaria de Fe Pública 70, expidió, testimonio original
1665/2004 de 1 de diciembre, de: “Escritura pública sobre transferencia de una concesión minera,
que realizan los señores Néstor Gutiérrez Oliver, Emiliano Roncales Huampo como
representantes legales de la Cooperativa de Ripieros Rancho Chico Ltda., según poder notarial
Nro. 029/04 a favor de los señores Alejandro Gutiérrez de Guaman y Simona Camacho de
Gutiérrez por la suma de diez mil 00/100 bolivianos” (sic) (fs. 8 a 10).
II.4. Testimonio 335/2007, Santa Cruz de la Sierra de 10 de mayo de 2007, Teresa Jenny Flores
de Báez, Notaria de Fe Pública 70, de: “Escritura pública sobre transferencia de una concesión
minera que realiza los señores Néstor Gutiérrez Oliver y Emiliano Roncales Huampo en
representación legal de la Cooperativa Rancho Chico Ltda., en virtud al poder notarial 029/2004
a favor de los señores Alejandro Gutiérrez Guaman y Simona Camacho de Gutiérrez por la suma
de diez mil 00/100 bolivianos (Bs.-10.000.-) impuestos pagados.- Bs 300.- según Form. 430 Nº
00087798” (sic) (fs. 11 a 12 vta.).
II.5. Cursa en obrados plano catastral original firmado por Luis Leyton Duchen, Director
Técnico de Minas, del SERGEOTECMIN, con número de inscripción 19613, padrón nacional
70100366 (fs. 13).
II.6. EL 26 de febrero de 2010, Jorge Morales Encinas, Presidente del Concejo Municipal de La
Guardia, emite oficio 070/2010 a favor del accionante, en el que indica que no se ha emitido
ninguna autorización para la extracción de áridos, ya que la misma no es de su competencia, que
el Concejo Municipal no ha otorgado personalidad jurídica a ninguna asociación o institución (fs.
14).
El art. 47 de la CPE, dispone que toda persona tiene derecho a dedicarse al comercio, la industria
o cualquier actividad económica lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien colectivo
Esta acción, en cuanto al alcance y los requisitos para la tutela ante medidas de hecho, son de
carácter extraordinario, es decir, otorga protección inmediata contra actos ilegales y omisiones
indebidas de autoridades o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
derechos y garantías fundamentales de la persona reconocidos por la Norma Suprema y las leyes,
siempre que no exista otro recurso o vía legal para demandar el respeto de esos derechos,
entendiéndose por ello el carácter subsidiario de la acción de amparo constitucional; pero, se
estableció que de manera excepcional procede la tutela directa e inmediatamente, aún
prescindiéndose de la referida naturaleza no subsidiaria de esta acción, cuando se evidencia que
exista una lesión evidente al derecho invocado o se haya ocasionado un daño irreparable, al
tratarse de medidas de hecho cometidas ya sea por autoridades públicas o por personas
particulares.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no se
puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o medida
de hecho, inclusive'”.
De la atenta revisión de la demanda de la acción de amparo constitucional que nos ocupa, se tiene
que el accionante denuncia que se lesionó los derechos arriba mencionados y a partir de la
jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se afirma que la “seguridad jurídica” al ser un principio, no puede ser tutelado por
esta acción de amparo constitucional que tiene por finalidad proteger derechos fundamentales -no
principios-, reconocidos por la Constitución Política del Estado, las normas internacionales de
Derechos Humanos reconocidos y/o ratificados por el país.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 44/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 388 a 389, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Ivan Oscar Michel Duran en
representación de la Cooperativa de Transportes “Héroes del Chaco” Ltda. contra Paris
Edmundo Farah Paz, Oficial Mayor de Planificación y Jorge Luis Auza Tezanos Pinto, Director
de Tráfico y Transporte, ambos del Gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz de la Sierra.
Con estos antecedentes, el accionante solicitó al Gobierno Municipal de Santa Cruz, se otorgue
un certificado de ruta a la Cooperativa, emitiéndose la certificación 022/2009 de 15 de diciembre;
sin embargo de lo expuesto, fueron notificados el 27 de enero de 2010, con la Resolución DTT
001/2010 de 25 de enero, que deja sin efecto la certificación de ruta 022/2009, acción resultante
de un recurso de revocatoria interpuesto por Dardo Luís Arteaga Saavedra en representación de
las líneas 72 y 73, en tal razón el accionante interpuso recurso jerárquico, indicando que no
fueron notificados con el recurso de revocatoria, dejándolos en estado de indefensión, violándose
el debido proceso y las garantías a la igualdad procesal, a la defensa judicial o administrativa ya
que la referida Resolución carece de fundamentación, a lo que Paris Edmundo Farah Paz, en su
condición de Oficial Mayor de Planificación del Gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz,
confirmó la Resolución impugnada mediante la RA “OMPLA” 001/2010 de 23 de febrero.
El accionante denunció como lesionados los derechos de la Cooperativa que representa al debido
proceso y a la “seguridad jurídica”, citando al efecto los arts. 16, 115, 116, 117, 118, 119, 120,
122, y 123 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita, que se admita y conceda la tutela, disponiendo; a) La nulidad de obrados hasta el vicio
más antiguo, vale decir hasta el hecho de ser notificados con el recurso de revocatoria; y, b) Se
determine la existencia de responsabilidad civil y penal de los demandados.
Celebrada la audiencia pública el 16 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 381
a 388, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del tercero interesado se allanó, a la intervención que efectuó el abogado de las
autoridades demandadas, refiriendo además que como terceros interesados aparecen muy
escuetamente en la acción de amparo constitucional, en la cual lastimosamente no se mencionan
los antecedentes, ya que, el procedimiento administrativo duró más de tres meses, donde los
accionantes pretendieron hacer un alargue de su ruta. La Ley del Sistema de Regulación Sectorial
en su art. 11, establece: “Todo servicio de transporte, tendrá una ruta preestablecida y una
autorización dada previamente por la alcaldía, a través del Concejo Municipal”, estas son
formalidades legales que se deben cumplir y en su momento la Cooperativa “Héroes del Chaco”
Ltda., las cumplió pero solicitó un alargue de ruta mediante una certificación, la que ocasionó que
existiera no sólo un tercero interesado, ya que el alargue de ruta vulneró los derechos de otras
líneas, por lo que se tuvo que presentar el recurso de revocatoria.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial, ahora -Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, pronunció la Resolución 44/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 388 a
389, mediante la cual concedió la tutela; y en consecuencia, dispuso que se anule la Resolución
DTT 001/2010 de 25 de enero, emitida por la Dirección de Tráfico y Transporte, debiendo antes
de resolver la misma, dar cumplimiento al art. 60 de LPA, sin costas ni multas. En base a los
siguientes fundamentos: a) Los socios a través de una asamblea prorrogaron la vigencia de la
Directiva por cierto tiempo; por tanto, los accionantes tienen personería para accionar; b) El art.
69 inc. a) de la LPA, establece: “La vía administrativa queda agotada cuando se trate de
resoluciones que resuelvan los recursos jerárquicos”, en este caso la vía administrativa se
encuentra agotada con el Auto de 23 de febrero de 2010; c) El 25 de enero de ese año, Dardo
Luís Arteaga Saavedra y Víctor Castro Flores, Presidente y Vicepresidente, respectivamente, de
las líneas 72 y 73, presentaron recurso de revocatoria contra la Resolución dictada mediante
oficio 013/2010 de 19 de enero, sobre modificaciones de la ruta mediante certificación, ante la
Dirección de Tráfico y Transporte de la Alcaldía Municipal. El mismo día sin haber notificado al
accionante, se resolvió el recurso de revocatoria a través de la Resolución DTT 001/2010; d) En
el caso de autos la Dirección de Tráfico y Transporte de la Alcaldía Municipal, antes de resolver
el recurso de revocatoria debió haber notificado a los afectados y terceros interesados para que
éstos se apersonen y presenten sus alegatos en los plazos que indica la ley; y, e) En obrados no
consta notificación alguna con el recurso de revocatoria, que se haya practicado a los afectados y
terceros interesados; consecuentemente, al resolver el recurso sin previa notificación se han
violado los arts. 115.II y 117 de la CPE; y, 60 de la LPA.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.5. Por informe técnico 13/2010 de 18 de enero, elaborado por los supervisores y el profesional
del departamento de Transporte Público de la Alcaldía de Santa Cruz, se advierte que se sugirió
mantener la ruta autorizada a la línea de micros 80 con la modificación en algunos sectores (fs.
163 a 168).
II.6. Mediante las notas DTT.OF 012/2010 y DTT.OF 013/2010 de 19 de enero, Jorge Luís
Tezanos Pinto, Director de Tráfico y Transportes del Gobierno Municipal Autónomo de Santa
Cruz de la Sierra, hizo conocer la modificación de la ruta de la línea 80, a Oscar Michel y Jorge
Águila Céspedes, Presidente de la Cooperativa “Héroes del Chaco” Ltda., y Director
Departamental del Organismo Operativo de Tránsito, respectivamente (fs. 170 a 171).
II.7. A través de la nota de 25 de enero de 2010, dirigida al Director de Tráfico y Transporte,
Dardo Luís Arteaga Saavedra y Víctor Castro Flores, Presidente y Vicepresidente,
respectivamente, de las líneas 72 y 73, formularon recurso de revocatoria contra la Resolución
dictada según oficio 13/2010, sobre modificación de ruta, mediante certificación (fs. 178 a 182).
II.9. Por memorial de 1 de febrero de 2010, Iván Oscar Michel Durán en representación de la
Cooperativa de Transportes “Héroes del Chaco” Ltda., presentó recurso jerárquico ante el
Director de Tráfico y Transporte del Gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz de la Sierra,
contra la Resolución del recurso de revocatoria, manifestando que se les dejó en absoluta
indefensión, violentando el debido proceso, las garantías a la igualdad procesal y de la defensa
judicial administrativa, al no haber sido notificados con el recurso de revocatoria planteado por
Dardo Luis Arteaga Saavedra en representación de la línea 72 y 73 (fs. 263 a 264).
II.10. A través de la RA OMPLA 001/2010 de 23 de febrero, Paris Edmundo Farah Paz, Oficial
Mayor de Planificación del Gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz de la Sierra, confirmó
la Resolución 010/2010 de 25 de enero, toda vez que, el interesado no argumentó legalmente ni
demostró la indefensión o en su caso el daño para modificar los actos administrativos, además
que Iván Oscar Michel Duran, no tiene acreditada su condición de representante legal de la
Cooperativa de Transportes “Héroes del Chaco” (fs. 267 a 269).
Esta herramienta jurídica que responde a las más urgentes necesidades legales del ciudadano,
denominada ahora acción de amparo constitucional, por su naturaleza jurídica está orientada a
la defensa de derechos fundamentales restringidos, suprimidos o amenazados de restricción y
supresión por parte de particulares o funcionarios públicos y siempre que no hubiere otro medio
o recurso legal para su protección inmediata; es decir, que esta acción se activa cuando no
existen otros medios o vías idóneas para otorgar la tutela solicitada. En el art. 128 de la CPE, se
encuentra consagrado como una acción tutelar cuando señala: “La Acción de Amparo
Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.
El art. 2.II de la LPA, establece que: “Los Gobiernos Municipales aplicarán las disposiciones
contenidas en la presente Ley, en el marco de lo establecido en la Ley de Municipalidades”
(las negrillas nos pertenecen)
III. La notificación deberá ser realizada en el plazo máximo de cinco (5) días a partir de la fecha
en la que el acto haya sido dictado y deberá contener el texto íntegro del mismo. La notificación
será practicada en el lugar que éstos hayan señalado expresamente como domicilio a este efecto,
el mismo que deberá estar dentro de la jurisdicción municipal de la sede de funciones de la
entidad pública. Caso contrario, la misma será practicada en la Secretaría General de la entidad
pública.
V. Las notificaciones se practicarán por cualquier medio que permita tener constancia:
VI. Cuando los interesados en procedimiento sean desconocidos, se ignore el domicilio de ellos
o, intentada la notificación, ésta no hubiera podido ser practicada, la notificación se hará
mediante edicto publicado por una vez en un órgano de prensa de amplia circulación nacional o
en un medio de difusión local de la sede del órgano administrativo.
VII. Las notificaciones por correo, fax o cualquier medio electrónico de comunicación, podrán
constituirse en modalidad válida previa reglamentación expresa.
(…)
ARTÍCULO 35° (Nulidad del Acto).
I. Son nulos de pleno derecho los actos administrativos en los casos siguientes:
a) Los que hubiesen sido dictados por autoridad administrativa sin competencia por razón de la
materia o del territorio;
b) Los que carezcan de objeto o el mismo sea ilícito o imposible;
c) Los que hubiesen sido dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento
legalmente establecido;
d) Los que sean contrarios a la Constitución política del Estado; y,
e) Cualquier otro establecido expresamente por ley.
II. Las nulidades podrán invocarse únicamente mediante la interposición de los recursos
administrativos previstos en la presente Ley.
I. Serán anulables los actos administrativos que incurran en cualquier infracción del
ordenamiento jurídico distinta de las previstas en el artículo anterior.
III. La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas
sólo dará lugar a la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o
plazo.
IV. Las anulabilidades podrán invocarse únicamente mediante la interposición de los recursos
administrativos previstos en la presente Ley” (las negrillas nos corresponden).
El art. 137.I de la Ley de Municipalidades (LM), dispone que: “Las Resoluciones emitidas por
una autoridad ejecutiva del Gobierno Municipal podrán ser impugnadas mediante los recursos
establecidos en la presente Ley, cuando dichas Resoluciones afecten, lesionen o pudieran causar
agravio a derechos o intereses legítimos de los ciudadanos”.
A su vez el art. 140 de la citada Ley, refiere que: “El recurso de revocatoria deberá ser
interpuesto, por el interesado, ante la misma autoridad que emitió la resolución administrativa,
dentro del plazo de cinco días hábiles, siguientes a su notificación. La autoridad administrativa
correspondiente, tendrá un plazo de diez días hábiles para revocar o confirmar la resolución
impugnada. Si vencido dicho plazo, no se dictase resolución, ésta se la tendrá por denegada,
pudiendo el interesado interponer el recurso jerárquico”.
Además, el art. 141 de la LM, establece: “El recurso jerárquico se interpondrá ante la
autoridad administrativa que resolvió el recurso de revocatoria, dentro del plazo de los (5)
cinco días hábiles siguientes a su notificación. El recurso deberá elevarse, en el plazo de tres
(3) días hábiles de haber sido interpuesto ante la autoridad jerárquica superior, la misma
que tendrá un plazo de quince (15) días hábiles para su resolución confirmatoria o
revocatoria. Si vencido dicho plazo no se dictara resolución, ésta se la tendrá por denegada,
pudiendo el interesado acudir a la vía judicial” (las negrillas fueron añadidas).
El incidente es una cuestión que difiere del asunto principal de un juicio, pero que guarda
relación con él, es un litigio accesorio al procedimiento judicial principal, que el juez o tribunal
deben resolver a través de una sentencia interlocutoria o de un acto; su característica principal es
que se lo tramita de manera paralela al proceso principal.
marco jurídico antes referido, se presumirían legales, legítimas, lo que no es posible, en virtud a
que la estabilidad del mismo constituye una de sus esencias principales.
Por otra parte, es imprescindible también referirse a otro punto alegado por el demandado en su
informe, en sentido que ninguna autoridad administrativa o jurisdiccional estaría facultada para
modificar o anular sentencias o resoluciones administrativas pasadas en autoridad de cosa
juzgada, ejecutoriadas o que causen estado; por lo que, el pedido de la accionante carecería de
justificativo -debiendo tenerse en cuenta sobre ese aspecto, que la jurisprudencia de este
Tribunal determinó que cuando una resolución o acto sea ilegal o arbitrario, afectando el
contenido normal de un derecho fundamental, no se puede sustentar su ilegalidad bajo una
supuesta cosa juzgada-. Motivo por el que, el demandado no puede impetrar la denegatoria del
presente recurso, bajo una supuesta imposibilidad de verificar la legalidad o ilegalidad de las
notificaciones producidas en el proceso de fiscalización, correspondiendo por lo referido,
ingresar al examen de la problemática planteada, a efectos de verificar si los extremos
denunciados por la accionante resultan ser evidentes o si caso contrario, el SIN actuó
correctamente en las notificaciones producidas en el proceso referido” (las negrillas son
nuestras).
La concepción que se ha asumido del debido proceso refiere que es: "…el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo, en el que entre otros aspectos, se garantice al
justiciable el conocimiento o notificación oportuna de la sindicación para que pueda
estructurar eficazmente su defensa, el derecho a ser escuchado, presentar pruebas, impugnar,
el derecho a la doble instancia; en suma, se le de la posibilidad de defenderse adecuadamente
de cualquier tipo de acto emanado del Estado, donde se encuentren en riesgo sus derechos o
corresponda definir su situación jurídica; garantía aplicable en el ámbito judicial en general,
como también en el administrativo" (las negrillas nos corresponden) (SC 0196/2010-R de 24 de
mayo, entre otras).
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada,
aunque con otros fundamentos, ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales, aplicando correctamente las normas constitucionales.
POR TANTO
APROBAR la Resolución 44/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 388 a 389, pronunciada por la
Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz; y en consecuencia, CONDEDER la tutela solicitada.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El 14 de abril de 1998, a través del poder 273/98, otorgó facultades a favor de su hijo Luís
Fernando Gutierrez Flores para que obtenga un préstamo de dinero con la garantía hipotecaria de
su inmueble, desconociendo hasta el 4 de octubre de 2007 si el citado poder fue utilizado, fecha
en la que la Oficial de Diligencias del Juzgado Décimo Primero en lo Civil y Comercial, le
notificó con un mandamiento de desapoderamiento de su inmueble, dentro de un proceso
ejecutivo seguido por Melfy Vargas de Franco contra su hijo.
Con ese antecedente se apersonó ante el referido Juzgado planteando incidente de nulidad,
observando dos actuaciones irregulares: 1) Ella, como “garante hipotecaria”, debió haber sido
demandada para ser vencida en un juicio y tener efecto en su contra la Resolución pronunciada;
y, 2) Las notificaciones irregulares realizadas mediante cédula con la intervención de personas
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 954
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Su incidente fue rechazado por el Juez codemandado mediante Auto de 19 de abril de 2008,
argumentando que las sentencias constitucionales que invocó como resoluciones vinculantes,
fueron dictadas el 2002 y 2003 y que “solo tenían aplicación para lo venidero no teniendo efecto
retroactivo” (sic); con relación a las notificaciones, expresaron ser irrelevantes dado que al no ser
demandada no tenía legitimidad activa para intervenir en el juicio, así como tampoco la
legitimación pasiva para hacerle conocer las actuaciones dictadas. Recurrida en apelación la
aludida determinación, fue resuelta por la Sala Civil Segunda, instancia que confirmó el fallo
apelado, con el fundamento que en el poder notariado otorgado por ella, le reconocía facultades
al mandatario para transferir o hipotecar el inmueble objeto de la litis, razón por la cual no tenía
la calidad de deudora, fiadora ni garante, criterio equivocado al creer que por ese acto perdió su
derecho de propiedad sobre el referido bien.
I.1.3. Petitorio
Solicita la anulación y se deje sin efecto el Auto Interlocutorio de 16 de abril de 2008 y el Auto
de Vista de 31 de agosto de 2009, sea con costas.
Como medida precautoria, pidió se ordene que las autoridades demandadas se abstengan de
continuar con la ejecución de la Sentencia, a efectos de evitar la consumación de la amenaza de
restricción de sus derechos hasta la revisión de la acción de amparo.
Celebrada la audiencia pública el 4 de febrero de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
64 a 67 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Melfy Vargas de Franco, por intermedio de sus abogados, en audiencia alegó: i) La accionante
otorgó un poder, que ella misma reconoce, en el cual cedió facultades para hipotecar y
transferir su inmueble, quien como poderconferente en ningún momento se constituyó en
deudora, garante ni en fiadora; en consecuencia, no debía habérsele dado intervención en el
proceso ejecutivo; ii) Sobre la aseveración de la actora con relación a que recién tomó
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 955
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías,
pronunció la Resolución 31 de 4 de febrero de 2010, cursante de fs. 67 vta. a 69 vta., por la que
denegó la tutela solicitada, sin costas y multas; ni responsabilidad civil y penal, de conformidad
al siguiente argumento: La violación al derecho a la defensa y al debido proceso, no pueden
permanecer o estar invariables en el tiempo, habiendo previsto el “Tribunal Máximo” y la misma
ley dos situaciones: primero, la prescripción de los derechos y segunda, la caducidad, y es
precisamente esta última la que se debe aplicar a los hechos denunciados, dado que la actora tuvo
conocimiento del proceso ejecutivo que se le inició a su hijo Luís Fernando Gutiérrez Flores y
dejó que el mismo llegue hasta su etapa final para plantear incidentes, razón por la cual existen
actos consentidos por su parte, tal como establece el art. 96.2 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC).
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se señalan
seguidamente:
II.3. La determinación descrita, fue apelada por la incidentista, habiendo sido resuelta por
Auto de Vista 208/2009 de 31 de agosto, pronunciada por los Vocales c odemandados,
confirmando el Auto impugnado bajo el fundamento de que al haber otorgado facultades a
su hijo mediante el poder 273/98 para transferir o hipotecar su inmueble, con la finalidad
de obtener un crédito de cualquier institución bancaria o coopera tiva y/o personas
particulares, no tiene la calidad de deudora, fiadora ni garante, razón por la cual no fue
incluida en el proceso ejecutivo (fs. 10 y vta.).
La accionante, alega que sus derechos a la defensa, a la propiedad y al debido proceso fueron
lesionados por las autoridades demandadas, por cuanto rechazaron su incidente de nulidad
planteado en el proceso ejecutivo sustanciado únicamente contra su hijo Luís Fernando Gutiérrez
Flores y no así contra ella, en su calidad de “garante hipotecaria” del inmueble otorgado en
caución, emergente de la falta de pago de un préstamo de dinero que su hijo adquirió en base al
poder notariado 273/98, habiendo asumido conocimiento del proceso recién el 4 de octubre de
2007, cuando la Oficial de Diligencias del Juzgado Décimo Primero en lo Civil y Comercial, le
notificó con un mandamiento de desapoderamiento sobre el predio de su propiedad. En
consecuencia, corresponde verificar, en revisión, si tales argumentos son evidentes y si
constituyen actos ilegales lesivos de los derechos fundamentales o garantías constitucionales de
la accionante, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
“Esta acción de defensa, es considerada como un instituto fundamental, cuya función principal
es el resguardo o protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales a través
de un mecanismo de defensa rápido, expedito y eficaz por cuanto otorga al individuo una
protección inmediata.
Esta herramienta jurídica que responde a las más urgentes necesidades legales del ciudadano,
no es subsidiaria de otros medios de impugnación ordinarios y está contemplada para proteger
derechos y garantías consagrados en la Norma Fundamental, los Convenios, Tratados
Internacionales y las leyes, cuando éstos son amenazados, restringidos o suprimidos; y procede
contra los actos ilegales y omisiones indebidas de los servidores públicos o particulares,
conforme establecen los arts. 128 y 129 de la CPE, concordante con el art. 94 de la Ley del
Tribunal Constitucional (LTC)”. (SCP-0078/2012 de 16 de abril de 2012)
El debido proceso, reconocido en la Norma Suprema como derecho, garantía y principio, está
configurado como derecho en el art. 115.II de la CPE, habiendo sido desarrollado como tal por
Ahora bien, en cuanto al alcance del derecho a la defensa, como uno de los elementos que hacen
al debido proceso, inmerso en el art. 115.II de la CPE, la jurisprudencia constitucional lo concibe:
"…como potestad inviolable del individuo a ser escuchado en juicio presentando las pruebas que
estime convenientes en su descargo, haciendo uso efectivo de los recursos que la ley le franquea.
Asimismo, implica la observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal en las
mismas condiciones con quien lo procesa, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos”
(SC 1542/2003-R de 30 de octubre); sin embargo, debe considerarse que el derecho a la defensa
no podrá tenerse como infringido cuando la parte interesada, a pesar de tener conocimiento de la
causa que se sustanciaba supuestamente en su perjuicio, no activa en su momento los medios o
recursos impugnativos para cuestionar el accionar de las autoridades jurisdiccionales o
administrativas, demostrando una actitud pasiva; extremo que no puede ser solapado por la
jurisdicción constitucional; en ese entendido, la SC 2148/2010-R de 19 de noviembre, estableció:
"Tomando en cuenta que el derecho a la defensa está también sujeto a la voluntad de las partes
en litigio, se ha podido establecer que la ex autoridad, teniendo conocimiento de los hechos que
se le imputan, pues así lo demuestra por el memorial de fs. 370 y vta., presentado ante el Fiscal
General de la República, el imputado por su propia voluntad ha propiciado su indefensión al no
activar los mecanismos de defensa que la ley prevé, pues no es admisible se alegue la falta de
citación del representado del accionante y manifestar el desconocimiento de los hechos que se le
imputan, pretendiendo ser liberado así de la contención, y burlar el mecanismo procesal estatal,
de tal manera que sobre el particular no se evidencia vulneración de derecho a la defensa del
En ese contexto se tiene que, empero de aducir la accionante que las notificaciones efectuadas
por el Juez de la causa a su persona antes del remate de su inmueble se realizaron en forma
irregular, con la intervención de personas desconocidas, sin documento de identidad y en un
domicilio procesal incorrecto, omitió presentar en la demanda tutelar la actuaciones referentes a
dichas diligencias, siendo que la carga de la prueba le corresponde a ella, impidiendo que este
Tribunal forme convicción sobre sus aseveraciones; sin embargo, por las afirmaciones
formuladas por el Juez a quo demandado en el Auto 296, y el Tribunal de garantías, a través de la
Resolución 31 de 4 de febrero de 2010, plasmadas en Antecedentes I.2.4 y Conclusiones II.2 de
este fallo, respectivamente -se reitera: no desvirtuadas por la agraviada-, se concluye que la
accionante tuvo pleno conocimiento del proceso ejecutivo sustanciado contra su hijo y las
consecuencias surgidas, tales como la posible afectación de su bien inmueble, desde antes del
remate y adjudicación del mismo (13 de agosto de 2003), no pudiendo alegar a estas alturas
indefensión dado que la misma no podía tener una actitud pasiva y luego cuando los efectos del
proceso ejecutivo cuestionado resultaron inminentes con la emisión del mandamiento de
desapoderamiento, recién solicitar la reposición de sus derechos.
Por lo expuesto y conforme a los argumentos expuestos en el Fundamento Jurídico III.2 de esta
Resolución, al estar el derecho a la defensa supeditado a la voluntad de su titular, en el caso
concreto se evidencia que la accionante no lo ejercitó en su oportunidad; es decir, antes de la
adjudicación de su inmueble, demostrando una actitud pasiva que no puede ser suplida por este
Tribunal, razón por la cual no se evidencia lesión al derecho al debido proceso de la accionante,
en su elemento de la defensa, y por ende a su derecho de propiedad, cuya protección pretende.
POR TANTO
pronunciada por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz; y, en consecuencia DENEGAR la tutela solicitada.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Añade que, una vez notificado con la referida Resolución de rechazo, nuevamente interpuso
recurso de revocatoria, y ante la falta de respuesta y vencimiento del plazo dedujo el recurso
jerárquico, que hasta la “fecha” no mereció respuesta por parte de la autoridad ejecutiva
municipal, quien rehusa dar cumplimiento a lo previsto por el art. 66.III de la LPA.
I.1.3. Petitorio
Con el derecho a la réplica, indicó que el recurso que presentaron fue al amparo de la Ley de
Procedimiento Administrativo y no así la Ley de Municipalidades.
El Fiscal de Distrito, en representación del Ministerio Público, sostuvo que en el presente caso es
aplicable la Ley de Municipalidades, y no así la Ley de Procedimiento Administrativo; el
contrato es ley entre partes y de conformidad a la cláusula vigésima primera, la solución está
entre las partes intervinientes; el accionante ha recurrido a una vía errada, porque correspondía la
acción de cumplimiento, por lo que “dictamina” para que se deniegue el “recurso de acción de
amparo constitucional”.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal, Administrativa, Fiscal y Tributaria de la Corte Superior del Distrito Judicial -
ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Pando, constituida en Tribunal de garantías,
pronunció la Resolución de 30 de marzo de 2010, cursante de fs. 90 a 91 vta., concediendo
parcialmente la tutela solicitada, en consecuencia, anuló la Resolución de 22 de enero de 2010,
debiendo “dictar otra que remita el recurso jerárquico a la máxima autoridad del Gobierno
Municipal, el Concejo”, con los siguientes argumentos: a) Se debe aplicar el procedimiento
administrativo de la Ley de Municipalidades, donde se establece que el recurso jerárquico se
interpondrá ante la autoridad administrativa que resolvió el recurso de revocatoria dentro del
plazo de cinco días hábiles siguientes a su notificación; b) En el presente caso, la revocatoria no
fue resuelta, por tanto no hubo diligencia de notificación para contar los cinco días, porque no es
posible tomar en cuenta desde la denegación tácita, actuar en contrario es atentar al derecho al
debido proceso en su elemento defensa; c) El Alcalde no debió dictar la resolución de rechazo, no
por la cuestión de competencia, sino porque al no existir una fecha cierta para contar el plazo,
correspondía conceder el recurso; y, d) La falta de Resolución de un recurso de revocatoria
aunque se aplique el silencio administrativo, implica una violación al derecho a la petición, peor
aun denegar el recurso ulterior como el jerárquico.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.2. Ante la determinación asumida por el Gobierno Municipal de Cobija de resolver el contrato
mediante RA 22/2009, el accionante, el 24 de diciembre de 2009, formuló recurso de revocatoria
ante la autoridad municipal, al amparo de los arts. 140 de la LM y 64 y 65 de la LPA, para que se
deje sin efecto la Resolución Administrativa impugnada (fs. 2 a 4). Vencido el plazo previsto en
el art. 65 de la LPA, sin que haya sido resuelto el recurso, el 21 de enero de 2010, dedujo recurso
jerárquico (fs. 5 a 7).
II.3. Sin embargo, el Alcalde Municipal mediante Resolución de 22 de enero de 2010, rechazó el
recurso jerárquico interpuesto por el accionante, con el argumento de haber precluido el plazo
conforme a los términos y plazos previstos por ley (fs. 8). Notificado con dicha Resolución, el 18
de febrero de 2010, éste planteó nuevamente recurso de revocatoria, impugnando el rechazo, toda
vez que, la autoridad municipal no tiene competencia para rechazar un recurso jerárquico y que
dicha impugnación tiene su base legal en la Ley de Procedimiento Administrativo, que en
cumplimiento de lo previsto por el art. 66.III de la LPA, remita el recurso y sus antecedentes al
Concejo Municipal. (fs. 9 a 10).
II.4. No habiendo sido notificado con la Resolución del recurso de revocatoria, en virtud del art.
65 de la LPA, interpuso recurso jerárquico, pidiendo que la autoridad remita en el plazo de tres
días el recurso y sus antecedentes al Concejo Municipal, a objeto de que resuelva ambos
revocando la RA 22/09 (fs. 11 a 12).
El accionante alega que la autoridad municipal demandada vulneró sus derechos, a la defensa, al
debido proceso y a la petición, por cuanto sin tener competencia emitió la Resolución de 22 de
enero de 2010, rechazando el recurso jerárquico y sin que exista una ley que le confiera
atribuciones para ello, por lo que su actuación “cae” dentro de la previsión del art. 122 de la CPE.
En consecuencia, en revisión corresponde verificar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
La acción de amparo constitucional, comprendida en el art. 128 de la CPE, está instituida por
mandato constitucional, como una garantía de los derechos fundamentales cuando son
restringidos, suprimidos o amenazados de restricción y supresión por parte de particulares o
funcionarios públicos y siempre que no hubiere otro medio o recurso legal para su protección; es
decir, que esta acción se activa cuando no existen otros medios o vías idóneas para otorgar la
tutela solicitada.
En tanto que el recurso directo de nulidad, previsto en el art. 122 de la CPE, dispone: “Son nulos
los actos de las personas que usurpen funciones que no les competen, así como los actos de las
que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de la ley”, siendo otro mecanismo de defensa
de derechos fundamentales, su conocimiento y resolución al igual que la acción tutelar de
defensa, corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional conforme al mandato del art.
202.12 de la CPE, concordante con los arts. 79 y ss. de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC),
ahora art. 157 y ss. de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), norma que en su
parágrafo primero, establece expresamente su procedencia y forma de tramitación señalando que:
“Procede el Recurso Directo de Nulidad contra todo acto o resolución de quien usurpe funciones
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 963
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
que no le competen, así como contra los actos de quien ejerza jurisdicción o potestad que no
emane de la ley”. Por otra parte, en su parágrafo II, señala: “También procede contra las
resoluciones dictadas o actos realizados por autoridad judicial que esté suspendida de sus
funciones o hubiere cesado”.
III.2. El recurso directo de nulidad, medio idóneo para impugnar la falta de competencia de
autoridades y funcionarios públicos
Precisado el alcance tanto de la acción de amparo constitucional como del recurso directo de
nulidad, corresponde referirse a este último como medio idóneo para impugnar la falta de
competencia de autoridades y funcionarios públicos.
Dentro de ese marco, es evidente que la acción de amparo constitucional no es la vía idónea para
restituir la garantía prevista en el art. 122 de la CPE, dado que vía control normativo existe un
recurso específico e idóneo para ello, que conforme a su naturaleza y alcance revisa todas las
actuaciones realizadas sin competencia, sin distinción del hecho generador de las mismas.
De la atenta lectura del memorial de demanda de la presente acción tutelar, se evidencia que, si
bien el accionante denuncia varias irregularidades en el cumplimiento de contrato de obra de
“Ampliación y Equipamiento del Centro de Salud Mapajo de la ciudad de Cobija”, que derivó en
la resolución de contrato por parte de la autoridad demandada y a consecuencia de ello, en un
proceso administrativo; empero, toda la fundamentación de la demanda, se refiere a que el
Alcalde Municipal de Cobija, actuó sin competencia al dictar la Resolución de 22 de enero de
2010, a través de la cual rechazó el recurso jerárquico interpuesto por el accionante, es mas en
forma reiterada señala la falta de competencia de la autoridad demandada, e incluso utilizó el
termino “énfasis” para referirse a la incompetencia en que habría incurrido el Alcalde Municipal
y que su actuación “cae” dentro de lo establecido en el art. 122 de la CPE, que prescribe: “Son
nulos los actos de las personas que usurpen funciones que no les competen, así como los actos de
las que ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de la ley”; concluyendo que pronunció la
Resolución de rechazo del recurso jerárquico dentro de un proceso administrativo regido por la
Ley de Procedimiento Administrativo, en el que no tenía competencia para rechazar el recurso.
Precisada la problemática planteada, se advierte que el accionante pretende que mediante esta
acción tutelar de defensa, se revise y determine la competencia de la autoridad demandada,
dentro del proceso administrativo que inició como consecuencia de la resolución del contrato de
obra, confirmándose esa pretensión con el petitorio contenido en la demanda, en el que solicita la
nulidad de las resoluciones asumidas por dicha autoridad, invocando para ello, entre otros
derechos, el debido proceso, a la defensa y a la petición, reiterando siempre en el contenido de su
demanda, que el Alcalde Municipal de Cobija actuó sin competencia.
Por los fundamentos expuestos se concluye que el Tribunal de garantías al haber concedido
parcialmente la acción de amparo constitucional, no evaluó correctamente los datos del proceso
ni las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
2º Se mantienen firmes y subsistentes los efectos de los actos que pudieron realizarse en
virtud de la concesión parcial de la tutela concedida por el Tribunal de garantías, en
cumplimiento del art. 48.4 de la LTC.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 30/2010 de 24 de marzo, cursante de fs. 103 vta. a 104 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Cristian Oliver
Valdivia Balcazar y José Sergio Galdo Balcazar representados por Jorge Ramiro Calvi
Ortuño, Chano Dayke Isnado Balderrama representado por Sara Roberta Camino Rivera,
Esteban Tarquí Laura y Zenón Torrejón Soto contra Javier Timoteo Condori Rojas,
Administrador Aduana Interior Santa Cruz.
Los accionantes, por memorial presentado el 12 de marzo de 2010, cursante de fs. 20 a 22 vta.,
manifestaron:
advirtiendo que se incumplió el plazo establecido para producir el informe técnico, el cual era de
cuarenta y ocho horas conforme al Punto VI de la Resolución de Directorio (RD) 01-011-09 de
junio de 2009, por lo que dicha solicitud no fue atendida de manera específica; y, e) Hasta la
fecha en que interpusieron la presente acción de amparo constitucional no fueron notificados con
la conclusión del sumario contravencional, señalando que es un acto que se debe realizar de
manera previa a un remate, y que además el proceso se prolongó más de los diez días
establecidos para su duración, hasta dos meses.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 24 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
100 a 103 vta., se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante, en forma verbal ratificó el contenido íntegro de la acción; asimismo, amplió
la fundamentación y su petitorio, indicando lo siguiente: 1) Conforme se evidencia en el acta de
comiso cursante a fs. 6 de obrados, fueron remitidos a recinto aduanero ALBO S.A. sus
mercaderías, cuando únicamente observaron 2 ítems, correspondiente a la mercadería de Chano
Dayke Iznado Balderrama, consistente en 8 cajas de perforadoras; y, otra mercadería de “56
rollos de tejido el señor apoderado Calvio Flores” (sic), el resto de la mercadería era diversa y no
estaba consignada en el acta de comiso pero de igual manera se abrió sumario contravencional
por las mismas; 2) En audiencia presentaron al Tribunal de garantías fotocopia simple de la
resolución sancionatoria que se hubiese emitido dentro del sumario contravencional, la cual no la
presentaron en calidad de prueba porque no fueron notificados con ésta; 3) El “viernes” (sic)
concluyó el acto del remate de sus mercaderías vía internet, por lo cual infieren que hasta la fecha
de la audiencia de acción de amparo constitucional hubiesen sido rematadas sin respetar qué,
conforme a la normativa tributaria, tienen el término de veinte días para recurrir en alzada a partir
de la notificación con la resolución sancionatoria, con efecto suspensivo, por lo que argumentan
que se los sancionó sin haber sido escuchados, sin acceso a la información ni al “informe” (sic);
por todo lo señalado solicitan que se ordene dejar sin efecto “ese remate” (sic), así como el
resguardo de sus derechos de acudir al recurso de alzada con efecto suspensivo.
como señalan los accionantes que sólo se observaron 2 ítems; ii) Para evitar el comiso del
motorizado conforme prevé el art. 181.III del Código Tributario Boliviano (CTB), se debe cubrir
el pago del 50% de la mercadería indocumentada, en el caso específico, conforme al informe
técnico de la Aduana, sólo 1 ítem se encontraba “parado” (sic), por lo cual correspondía que el
resto de los ítems sean cubiertos por el motorizado en un 50%; iii) La Resolución Administrativa
evacuada por la Aduana contra los ahora representados se encuentra en el legajo que se realizó a
efectos de esta audiencia, la cual se encuentra pendiente de su notificación a los interesados, para
que en el plazo correspondiente puedan presentar sus recursos; iv) El plazo de cuarenta y ocho
horas para que la Aduana emita informe técnico a que hacen referencia los ahora accionantes sólo
se aplica a procesos que son conocidos por el Fiscal y un Juez Cautelar; en cambio, en la vía
administrativa no corre dicho plazo; v) Respecto al art. y 195 del CTB, conforme al art. 90 del
mismo cuerpo normativo, la Administración Aduanera hoy “miércoles” (sic), puede realizar las
notificaciones en el tablero a los interesados, para que tengan veinte días a objeto de hacer uso
del recurso de alzada; vi) En audiencia se consideró un aspecto de último momento respecto al
remate y adjudicación de las mercaderías decomisadas, extremo que el Tribunal de garantías no
puede considerar porque no fue puesto en discusión de amparo, citando al efecto la modulación
contenida en la SC 0678/2005-R de 20 de junio; y, vii) La violación de plazos procesales ya no
tiene asidero al presente, pues el proceso concluyó; y, pese a que aún no es de conocimiento de
los accionantes la Resolución Administrativa (RA) 066/2010 de 18 de marzo, dispone sobre el
comiso y remate de “esa mercadería” (sic) conforme al detalle que consigna la misma.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, mediante Resolución 30/2010 de 24 de marzo, cursante de fs. 103 vta.
a 104 vta., denegó la tutela demandada, sin costas ni multas, en base a los siguientes
fundamentos: a) En la audiencia se señaló dos aspectos: uno dentro de la acción de amparo
constitucional respecto a la violación de plazos procesales; y, otro en relación al remate y
adjudicación de la mercadería decomisada; b) La RA 066/2010, presentada en audiencia por la
parte demandada dispone la devolución de las mercaderías aforadas en el ítem 2, consistentes en
“tela de color blanco para sabanas de hilo 1,14 metros de ancho por 55 metros” (sic), porque
cuenta con documentación que ampara su legal importación, también dispone el comiso y remate
de la mercadería de los ítems 1,3,4,6,7,8,9,10 hasta llegar al número 68 porque no tienen
correspondencia con la mercadería inventariada; c) Por la mercadería que supuestamente hubiese
sido rematada sin antes haberse notificado a los representados de los accionantes con la
Resolución sancionatoria que disponga su remate, los interesados todavía pueden hacer uso del
recurso de alzada y luego el recurso jerárquico, ambas con efectos suspensivos; d) Pese a los
actos ilegales denunciados en la audiencia, la SC “0678/2005-R de 22 de junio” estableció que
únicamente se pueden considerar en audiencia los aspectos que han sido demandados en la acción
de amparo constitucional; y, e) La parte accionante no demandó lo relativo al remate y
adjudicación de la mercadería decomisada y recién lo hizo en audiencia, por lo que dicho
Tribunal no ingresó a considerar éstos aspectos por tratarse de nuevos elementos.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Mediante el acta de comiso evacuada en la tranca de San Carlos del departamento de Santa
Cruz de la Sierra el 11 de enero de 2010, se evidencia que Ricardo Ramos Mendoza agente del
COA, procedió al comiso preventivo de la mercadería que no contaba con documentación legal
que acredite su legal internación al país, de igual manera fue remitido a recinto aduanero ALBO
S.A. el vehículo que las transportaba (fs. 53 y vta.).
II.5. Los accionantes se apersonaron ante el Administrador de Aduana Interior Santa Cruz, y
presentaron sus descargos dentro del proceso contravencional instaurado, solicitando la entrega
de sus mercaderías, petición efectuada por Zenón Torrejón Soto mediante memorial presentado el
1 de febrero de 2010, Cristian Oliver Valdivia Balcazar y José Fanor Galdo “Araoz Con”
representados por Jorge Ramiro Calvi Ortuño, Chano Dayke Isnado Balderrama representado por
Sara Roberta Camino Rivera y Esteban Tarqui Laura, mediante memoriales de 27 de enero de
2010, conforme a los siguientes datos:
II.5.I. Zenón Torrejón Soto solicitó la entrega de 29 cajas de candados, 4 cajas fluxómetros, 2
cajas de tenazas para cortar alambre y 80 discos diamantados contenidos en 2 cajas (fs. 32 y vta.).
II.5.II. Jorge Ramiro Calvi Ortuño por sus representados, solicitó se le entregue 2 rollos para
revestimiento de pisos y 2 rollos tipo cuerina acolchada (fs. 33 y vta.).
II.5.III. Esteban Tarqui Laura, solicitó entrega de “49 tela poliéster” (sic) (fs. 79 y vta.).
II.5.IV. Sara Roberta Camino Rivera por su representado, solicitó la entrega de 8 cajas de
perforadoras Marca Espiramatic (fs. 61 y vta.).
II.6. Jorge Ramiro Calvi Ortuño, Sara Roberta Camino Rivera, por sus representados Esteban
Tarqui Laura, Zenón Torrejón Soto y, Saúl Velasco López mediante memorial de 26 de febrero
de 2010, dentro del trámite aduanero con acta de intervención COARSCZ “07/20101” (sic),
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 969
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
solicitaron la revisión del “informe técnico” (sic), a cuya petición el ahora demandado indicó que
se procederá de acuerdo a RD 01-011-09 “(Manual para el procesamiento por contrabando
contravencional y remates)” (sic), Punto VI. Aspectos Técnicos (fs. 90 a 91 y 95).
II.9. Los accionantes presentaron sus descargos conforme prevé el art. 98 del CTB, el cual regula
que practicada la notificación con el acta de intervención por contrabando, el interesado
presentará sus descargos en un plazo perentorio e improrrogable de tres días hábiles
administrativos (fs. 32 y vta., 61 y vta. y 79 y vta.).
Los accionantes aducen que se han vulnerado sus derechos a la legítima defensa, por ende al
debido proceso, a la petición, al trabajo y al comercio, toda vez que operativos del COA después
de efectuar el control de sus mercaderías que eran transportadas de Cochabamba a Santa Cruz, a
la altura de la tranca San Carlos, no obstante que contaban con la documentación legal de sus
mercaderías, observaron 2 ítems a las mismas, por lo que fueron sometidos a un proceso
administrativo por contrabando contravencional por la totalidad de sus mercaderías, incluido el
motorizado que las transportaba, sin haber sido notificados previamente con el acta de
intervención dentro de las cuarenta y ocho horas de evacuada, ni atenderse tampoco en el proceso
sus peticiones, prolongando ese proceso por dos meses cuando legalmente sólo podía durar diez
días, donde además no se les notificó con la Resolución sancionatoria hasta el momento de
interponer la acción de amparo constitucional. En consecuencia, corresponde determinar en
revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
El art. 98 del CTB, prevé mediante su último párrafo que: “Practicada la notificación con el Acta
de Intervención por Contrabando, el interesado presentará sus descargos en un plazo perentorio e
improrrogable de tres (3) días hábiles administrativos”, regulación que conforme se evidencia de
fs. 32 a 32 vta., 61 a 61 vta. y 79 a 79 vta. de obrados fue cumplida por parte de los ahora
accionantes en el proceso administrativo, habiendo presentado sus pruebas dentro del plazo
señalado; el art. 99.I del mismo cuerpo normativo regula que: “Vencido el plazo de descargo
previsto en el primer párrafo del artículo anterior, se dictará y notificará la Resolución
Determinativa dentro el plazo de sesenta (60) días y para Contrabando dentro el plazo de diez
(10) días hábiles administrativos, aun cuando el sujeto pasivo o tercero responsable hubiera
prestado su conformidad y pagado la deuda tributaria, plazo que podrá ser prorrogado por otro
similar de manera excepcional, previa autorización de la máxima autoridad normativa de la
Administración Tributaria”, señalando expresamente para el caso en que la administración
tributaria no hubiese dictado resolución determinativa o sancionatoria, dentro del plazo previsto,
no se aplica intereses sobre el tributo determinado desde el día en que debió dictarse, hasta la
notificación con dicha resolución, conforme a los arts. 131 y 143 del CTB, la resolución
sancionatoria puede ser recurrida mediante recurso de alzada.
De conformidad con el art. 128 de la CPE, el amparo constitucional es una acción extraordinaria
que tiene por objeto la protección inmediata de los derechos fundamentales de las personas,
instituida por la Ley Fundamental como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones
ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma
Constitución Política del Estado y la ley; siempre que no exista otro medio o recurso legal para su
protección. De ahí que esta acción tutelar se encuentra regida por los principios de subsidiariedad
e inmediatez, donde corresponde a los accionantes agotar todos los recursos que la ley les otorga
para el reclamo de sus derechos que consideren vulnerados, y de persistir en su lesión, solicitar la
tutela constitucional, cuidando que esta sea realizada dentro el plazo legal de seis meses a partir
de la supuesta vulneración o de la notificación con la resolución judicial o administrativa que se
considere lesiva a dichos derechos y garantías.
acción se interpondrá'…siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados'.
del art. 19 de la Constitución Política del Estado abrogada respecto a las normas que regulan la
ahora acción de amparo constitucional, que es recogida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, ha establecido que no es objeto del recurso de amparo constitucional procurar la
celeridad en los procedimientos judiciales o administrativos; así en la SC 1620/2003-R de 11 de
noviembre, al dilucidar un asunto en el que se pedía la intervención del amparo constitucional
para agilizar un proceso judicial, se manifestó lo siguiente: “El amparo constitucional es una vía
procesal instrumental previsto por el Constituyente como mecanismo de tutela efectiva, idónea y
oportuna de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, frente a los actos u
omisiones ilegales o indebidas que los supriman o restrinjan; de manera que sólo se activa
cuando se presente una situación evidente de lesión de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales, una vez agotadas las vías legales ordinarias previstas para su protección. En
consecuencia, cabe señalar que esta acción tutelar no es la vía para imprimir el impulso
procesal a los procesos judiciales, ni para corregir supuestos actos de los servidores judiciales
que infrinjan el régimen disciplinario, pretender hacer uso para ello resulta un exceso que atenta
contra el principio de la celeridad procesal prevista por la Ley 1836 ya que genera,
innecesariamente, una sobrecarga procesal ante el Tribunal Constitucional poniendo en riesgo
el sistema del control de constitucionalidad.”; luego, en otro caso parecido, resuelto por la SC
1138/2005-R de 19 de septiembre, se expresó: “… en ese razonamiento, el presente recurso debe
ser declarado improcedente también en cuanto al derecho a ser procesado sin dilaciones, porque
el plantear la lesión a ese derecho estando en trámite el proceso, implica utilizar el recurso de
amparo constitucional como un mecanismo de impulso procesal, lo que no condice con la
naturaleza jurídica del amparo”.
Por los datos del proceso administrativo contravencional y el contenido de la acción se evidencia
que el 11 de enero de 2010, agentes del COA a la altura de la tranca de San Carlos carretera
Santa Cruz - Cochabamba, después de verificar si existía o no internación legal de la mercadería
que era transportada por el lugar, dispusieron su remisión, así como del motorizado a recinto
aduanero ALBO S.A., porque la mercadería no estaba acreditada legalmente, existiendo indicios
de contrabando y posible responsabilidad del conductor, por lo cual, fueron procesados por la
contravención de contrabando, conforme al acta de intervención AN-COARSCZ-C-007/2010,
emitiendo la Administración Aduana Interior Santa Cruz el Auto de 27 de enero de 2010, para
que en el plazo de tres días hábiles administrativos, computables a partir de su legal notificación,
los afectados formulen por escrito sus descargos y ofrezcan pruebas en su favor, en cuya
previsión, los ahora accionantes se apersonaron ante la Administración Aduana Interior Santa
Cruz, ratificándose en la documentación de sus mercaderías y presentando mayores pruebas, a
través de los memoriales de 27 de enero y 1 de febrero de 2010, posteriormente en el desarrollo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 973
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
del citado proceso continuaron efectuando peticiones que no serían atendidas de manera puntual,
habiéndose liberado el motorizado en virtud al pago de una multa establecida de manera verbal y
no por disposición expresa dentro del proceso contravencional instaurado; es así que hasta el
momento de interponer la presente acción de amparo constitucional no se les notificó con
Resolución Sancionatoria del proceso a efecto de que hagan uso de los recursos que la Ley les
franquea, no se evidencia en obrados que los ahora accionantes hayan reclamado o solicitado a la
Aduana la emisión de dicha Resolución y su notificación.
De acuerdo a los antecedentes descritos, se establece que los ahora accionantes, en el proceso
administrativo por contrabando contravencional, presentaron pruebas dentro el plazo de tres días,
en aplicación al art. 98 del CTB, tal cual se evidencia de fs. 32 a 32 vta., 61 a 61 vta. y 79 a 79
vta., infiriéndose de la conclusión del numeral II.3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional y de la exposición de las partes en la audiencia de acción de amparo constitucional,
que si la resolución sancionatoria que pudiera ser dictada dentro del proceso administrativo
resultaría lesiva a los intereses de los ahora accionantes, dado que la misma admite ser recurrida
conforme disponen los arts. 131 y 143 del CTB, mediante recurso de alzada; en consecuencia, es
en esas vías recursivas en las que el afectado, por vulneración de sus derechos en un
procedimiento administrativo tributario o aduanero, puede reclamar las posibles afectaciones que
sus derechos hubieren sufrido, y únicamente en caso de no haber sido atendidos, se abre la
posibilidad de recurrir mediante la acción tutelar; empero, los ahora accionantes sin agotar los
medios y recursos en la vía administrativa, plantearon directamente la presente acción de amparo
constitucional, situación que permite establecer que no se agotó las instancias en las vías
administrativas del presente caso, conforme se establece en los Fundamentos Jurídicos III.1 y
III.2 de la presente Sentencia, afectando en consecuencia la naturaleza subsidiaria de esta acción
tutelar.
De manera que, de los argumentos expuestos por los accionantes, y principalmente de la petición
en la acción de amparo constitucional como se aprecia de la demanda de fs. 20 a 21 vta., por la
cual señalan que hasta la fecha de interponer la presente acción no se les notificó ninguna
resolución que concluya el sumario incoado contra ellos, solicitando en consecuencia al Tribunal
de garantías que disponga la emisión de la Resolución sancionatoria dentro del proceso
administrativo, petitorio que permite deducir que la pretensión de los accionantes es que se
imprima celeridad al procedimiento administrativo instaurado; lo cual, como ya fue expuesto, en
el Fundamento Jurídico III.4 de la presente Sentencia no corresponde ser atendida, porque la
finalidad de la acción amparo constitucional no es de procurar la celeridad en los procedimientos
administrativos o judiciales, sino proteger los derechos de las personas que hubieren sido
vulnerados. Lo expuesto, determina que la presente acción tutelar deba ser denegada, aclarando
que este Tribunal Constitucional Plurinacional, por los aspectos mencionados, no ingresó a
analizar el fondo de la problemática planteada.
En consecuencia, la problemática planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128
de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al denegar la tutela solicitada, ha efectuado una
correcta compulsa de los antecedentes.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 16/2010 de 12 de abril, cursante de fs. 147 a 148, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Jhovana Balderrama Soto contra
Rosendo Crespo Apaza, Presidente de la Asociación de Comerciantes Minoristas y Ramas
Anexas “10 de abril” del Mercado Mutualista.
Se dedicó al comercio desde hace aproximadamente dos años y medio, en el Mercado Mutualista
de la ciudad de Santa Cruz, en el cual tiene en calidad de alquiler una caseta designada con el
número veintiocho, la misma que es de propiedad de la Asociación “10 de abril”, en dicha caseta
se realizaba la venta de juguetes y otros objetos de entretenimiento, y desde su llegada no tuvo
problema alguno, logrando salir adelante y obteniendo financiamiento del banco a fin de hacer
crecer su negocio.
El 11 de enero de 2010, se enteró que de manera ilegal la Asociación “10 de abril” habría
alquilado a otra persona su caseta de venta que desconociendo el contrato de alquiler vigente
suscrito con su persona que establecía una duración hasta el 16 de enero de 2010, es así que esa
asociación empezó a ejercer acciones de hecho para intimidarla, con el fin de que ella deje su
única fuente laboral.
Las acciones de hecho cometidas contra la accionante consisten en que dicha asociación le cortó
la energía eléctrica a su caseta, y le puso candados en la puerta de la misma con la finalidad de
impedir su normal ingreso y el desempeño de sus actividades laborales diarias, estas acciones de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 975
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril 2010, según consta en el acta cursante de fs. 139 a
147 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior de Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 16/2010 de
12 de abril, cursante de fs. 147 a 148, concediendo la tutela bajo los siguientes fundamentos: i)
La accionante fue privada de la posesión de la caseta de venta al prohibirle el ingreso y al haberle
cortado el servicio de energía eléctrica; y, ii) Las medidas de hecho fueron realizadas antes que
concluya la vigencia del contrato, lo que constituye una violación al derecho al trabajo y al
debido proceso.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa Personería de la Asociación “10 de abril”, donde se establece que Rosendo Crespo
Apaza es su Presidente (fs. 103 a 120 vta., 121).
II.3. Por comunicado de 12 enero de 2010, Rosendo Crespo Apaza, Presidente de la Asociación
“10 de abril” hizo conocer a la accionante del corte de energía eléctrica de la caseta veintiocho
por no haber desocupado la misma (fs.46).
II.4. Cursa recibos por concepto de aportes realizados por Jhovana Balderrama Soto en favor de
la Asociación “10 de abril” de los meses de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre,
de la gestión 2010 (fs. 26 y 31).
II.5. Por nota de 8 de marzo de 2010, Rosendo Crespo Apaza como Presidente de la Asociación
“10 de abril”, solicitó la desocupación y entrega de la caseta número veintiocho a Jhovana
Balderrama Soto (fs. 47).
II.6. En el contrato de préstamo de la referida caseta se menciona que el titular del derecho
propietario es la Asociación “10 de abril” y Jhovana Balderrama Soto es la arrendataria, donde se
establece que la duración del contrato es de doce meses, computables desde el 16 de enero de
2009, hasta el 16 de enero de 2010 (fs. 122).
A su vez establece el monto del alquiler mensual de Bs400.- (cuatrocientos bolivianos), y la suma
de Bs4 800.- (cuatro mil ochocientos bolivianos), que corresponderían a doce meses de adelanto.
II.7. Por acta de verificación de Notario de Fe Pública de 12 de abril de 2010, se constata que se
colocaron dos candados y una caja metálica sobre la puerta a fin de impedir la apertura del único
ingreso a la caseta de veintiocho (fs. 138).
“I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
medios o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría
la premura ni gravedad y deberá agotar las instancias jurisdiccionales o administrativas
pertinentes según sea el caso, y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no se
puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o medida
de hecho, inclusive…” (las negrillas son nuestras).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 978
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
del inmueble, siendo claro sobre el particular el art. 1282.I del Código Civil (CC), cuyo texto
pertinente establece que: 'Nadie puede hacerse justicia por sí mismo…'" (las negrillas son
nuestras).
La accionante, afirmó que la Asociación “10 de abril”, actuó en forma abusiva y arbitraria,
vulnerando sus derechos constitucionales al haberle cortado la energía eléctrica y al haber
colocado candados a la puerta de acceso a la caseta referida, impidiéndole el normal desarrollo de
su actividad laboral que le asegura a ella y a su familia la existencia en condiciones adecuadas,
hechos que no han sido desvirtuados por el Presidente de la Asociación demandada que
simplemente alegó que el plazo del contrato de préstamo de la caseta señalada habría fenecido y
que constantemente realizó llamados a la ahora accionante para dirimir la controversia de la
caseta, no desvirtuando los extremos denunciados por Jhovana Balderrama Soto.
Es así, que conforme a la línea jurisprudencial citada en los Fundamentos Jurídicos III.2. y III.3.
de la presente Resolución, la actuación del Presidente de la Asociación “10 de abril” configura
una medida de hecho, por cuanto en su condición de Presidente, sin que exista ningún motivo o
causa, mediante carta, determinó el corte de un servicio básico como es la energía eléctrica de la
señalada caseta, afectando la fuente laboral de la ahora accionante, situación que merece tutela
constitucional efectiva, por constituir una medida arbitraria, que afecta gravemente los derechos
constitucionales de la ahora accionante.
En ese sentido, se posibilita dispensar del requisito de subsidiariedad en el presente caso para
conocer el fondo del mismo, toda vez que se hallan configurados los requisitos para considerar la
situación denunciada como medida de hecho, porque existe: desprotección y desventaja al
haberle impuesto a la accionante el corte de energía eléctrica a su caseta de venta, y si bien la
Asociación “10 de abril” es propietaria de ésta no es menos evidente que para exigir el
cumplimiento del contrato tiene las vías legales expeditas y no realizar justicia por mano propia,
privando a la arrendataria de un servicio básico fundamental como es el de la electricidad con la
cual desarrolla su actividad laboral, a lo que se le agrega el haber colocado candados en la puerta
para evitar su ingreso, actos arbitrarios debidamente acreditados; todas las medidas de hecho
realizadas por la Asociación “10 de abril” fueron consumadas como lo demuestra el acta de
verificación del inmueble de 12 de abril de 2010, suscrito por Notario de Fe Pública, suprimiendo
a la accionante de sus derechos constitucionales y conforme al análisis del exordio no existió
consentimiento por parte de la accionante para la comisión de los actos arbitrarios, cumpliendo
con los cuatro requisitos exigidos por la jurisprudencia constitucional para la activación de la
tutela excepcional de la acción de amparo constitucional, frente a medidas de hecho, por lo que
corresponde conceder la tutela solicitada; en cuanto a los derechos constitucionales del debido
proceso y a la defensa, porque la Asociación “10 de abril” no tenía potestad para actuar como
juez y parte y hacer justicia por mano propia, por lo que se advierte la vulneración a los derechos
constitucionales de la accionante, bajo el marco descrito en el Fundamento Jurídico III.4 de la
presente Sentencia Constitucional.
desprotección y desventaja ante la mencionada asociación, por haberle ésta, cortado la energía
eléctrica a su caseta de venta y puesto candados en la puerta por lo qué no le permitieron tener
acceso a su derecho al trabajo y al comercio, por lo que, se le concede la tutela en el marco de
estos derechos constitucionales.
Finalmente, respecto al derecho a la dignidad humana como vulnerado, cabe referir que el mismo
no fue acreditado de manera directa, por lo que no corresponde realizar análisis alguno.
Resuelta la problemática planteada, es preciso aclarar que en la presente acción, se alega que la
persona demandada vulneró el derecho a la “seguridad jurídica”, sin enunciar el precepto
constitucional que -según su criterio- lo consagra, por lo cual es menester señalar que en el orden
constitucional vigente, se reconoce en el art. 178 de la CPE, a la seguridad jurídica como un
“principio” y no como derecho, puesto que el mismo sustenta la potestad de impartir justicia
emanada del pueblo, de manera que no puede ser tutelado por la acción de amparo constitucional,
que tiene como finalidad, la protección de los derechos y garantías fundamentales de las
personas, cuando han sido amenazados, suprimidos o restringidos en su ejercicio.
Por todo lo expuesto, se establece que el Tribunal de garantías que conoció y resolvió la presente
causa, al haber concedido la tutela solicitada, compulsó y evaluó correctamente los antecedentes
del caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 03/2010 de 29 de marzo, cursante de fs. 117 a 119, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ángel Alfonso Bravo Pareja contra
Fride Novoa Rodríguez, Concejal del municipio de San Pedro del departamento de Pando.
El accionante manifiesta que, en las elecciones municipales del año 2004 fue elegido Concejal
del municipio de San Pedro, provincia Manuripi del departamento de Pando.
El 6 de noviembre de 2009, luego de la renuncia de Héctor Bravo Pareja al cargo de Alcalde del
Municipio referido; el ente deliberante, conforme a la Ley de Municipalidades, convocó a sesión
extraordinaria a todos los Concejales para tratar la renuncia referida. Es así que en dicha sesión lo
eligieron como nuevo Alcalde por el periodo 2010, y posteriormente fue ratificado en el mismo
cargo el 8 de febrero de 2010.
Señalo que, el demandado se encontraba fungiendo “de facto”, el cargo de Alcalde del municipio
de San Pedro, producto de que hubiese sido elegido por los Concejales suplentes basándose en un
falso documento de renuncia que hubiera firmado, quien negó categóricamente que nunca
presentó renuncia escrita ni verbal, por lo que dicho documento seria falso, hecho que denunció
ante el Ministerio Público. De esa manera, lograron alejarle de las funciones legítimas de
Alcalde.
El accionante denuncia como vulnerados sus derechos al debido proceso y al trabajo “estable en
la función pública”, citando al efecto los arts. 46.I.2,II y 115.II de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 29 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
114 a 116 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
La Sala Penal y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Pando, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución
03/2010 de 29 de marzo, denegó la tutela solicitada, con costas y multa al accionante, con los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 983
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Mediante certificación de la Corte Departamental Electoral de Pando, suscrito por Kalil
Arab Landivar de 23 de noviembre de 2009, en la que se certifica la nómina de Concejales
Municipales por el periodo 2004-2009 del municipio de San Pedro, como titulares a: Héctor
Bravo Pareja, Fride Novoa Rodríguez, Efraín Ramírez Aparicio, Gabino Achipa Yuma y Ángel
Alfonso Bravo Pareja, y como suplentes a: Elena Nalema Núñez, Amparo Caya Yanamo, Liliana
Cortez Dumay, Rolando Portugal y Sheila Ruth Rojas Suárez (fs. 2).
II.2. Por certificación de la Corte Departamental Electoral de Pando, suscrito por Kalil Arab
Landivar de 20 de agosto de 2009, certificó que Fride Novoa Rodríguez, Pedro Huari Cartagena,
Rudi Maniguari Ruiz, Rolando Portugal Achipa y Gerardo Duri Farfán, fueron elegidos como
Concejales Municipales por el periodo 2004-2009 del municipio de San Pedro (fs. 74).
II.3. Credencial de la Corte Departamental Electoral de Pando, en copia legalizada a través del
cual, Fride Novoa Rodríguez acreditó ser Concejal Municipal (titular) de la Provincia Manuripi
del departamento de Pando (fs. 101).
II.6. Oficio de fecha no legible dirigida a Rolando Portugal Achipa, Presidente del Concejo
Municipal de San Pedro, suscrito por Ángel Alfonzo Bravo Pareja, mediante el cual presenta
renuncia irrevocable al cargo de Alcalde Municipal (fs. 15).
El accionante sostiene que el demandado lesionó sus derechos al debido proceso y al trabajo
“estable en la función pública”, toda vez que siendo elegido como nuevo Alcalde Municipal de
San Pedro mediante Resolución 024/2009-2010 de 6 de noviembre de 2009, emitidas por los
Concejales titulares, fue destituido por los Concejales suplentes quienes nombraron a Fride
Novoa Rodríguez como Alcalde del referido Municipio quebrantando el procedimiento
establecido en la Ley de Municipalidades, quién ejerció esta función de manera ilegal. En
consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
Dentro del nuevo orden constitucional del Estado boliviano, se contempla la acción de amparo
constitucional como una acción de defensa, que tiene lugar contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Norma suprema y la
ley consagrada en el art. 128 de la CPE y que la misma se interpondrá siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata.
jurisprudencia sentada por este Tribunal, precisando que tiene como única finalidad el
resguardo de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de todos los ciudadanos,
que hubieran sido restringidos o amenazados restringir por medio del poder Estatal o por los
particulares” (la negrilla es nuestra).
Es menester referirse a los requisitos de forma y contenido que se debe cumplir para presentar
acción de amparo, y en base ello establecer las consecuencias ante su incumplimiento, al respecto
el AC 0289/2011-RCA de 28 de octubre, estableció el siguiente entendimiento: “Ahora bien, los
requisitos de admisión insertos en el art. 97 de la LTC, responden a una clasificación específica,
estableciendo los de contenido y forma que debe contener la acción; por su parte, la doctrina y
la jurisprudencia constitucional, han configurado los requisitos de contenido y de forma, los
cuales deben ser necesariamente observados por las y los accionantes a momento de interponer
la acción de amparo constitucional, por cuanto del cumplimiento de los mismos depende que
tanto el juez o tribunal de garantías como este Tribunal, en revisión, puedan compulsar sobre la
base de criterios objetivos, la legitimación de las partes, así como la veracidad de los hechos
reclamados y los derechos vulnerados, para en definitiva otorgar o negar el amparo solicitado.
En ese sentido se identificaron como requisitos de contenido los parágrafos III, IV y VI del art.
97 de la LTC, debiendo rechazarse directamente la acción de amparo constitucional ante la
ausencia de los mismos; así también, se identificó los requisitos de forma insertos en el art.
97.I, II y V de la referida Ley, en este caso el juez o tribunal de garantías ante la ausencia de
éstos, deberá disponer que los mismos sean subsanados en el plazo de cuarenta y ocho horas,
de conformidad y en la forma establecida por el art. 98 de la citada Ley, y si pese a ello, el
accionante no subsana las observaciones realizadas, corresponde el rechazo de la acción” (las
negrillas nos corresponden).
de la libre elección del actor, el que necesariamente debe estar determinado por los hechos que
le sirven de causa a su acción, debiendo preguntarse, en cada caso, quienes son los que
asumieron efectivamente la decisión lesiva a sus derechos” (la negrilla es nuestra).
El accionante sostiene que el demandado lesionó sus derechos al debido proceso y al trabajo
“estable en la función pública”, toda vez que siendo elegido como nuevo Alcalde Municipal de
San Pedro mediante Resolución 024/2009-2010 de 6 de noviembre de 2009, emitidas por los
Concejales titulares, fue destituido por los Concejales suplentes quienes nombraron a Fride
Novoa Rodríguez como Alcalde del referido Municipio quebrantando el procedimiento
establecido en la Ley de Municipalidades.
Así también, el accionante al dirigir su acción de amparo constitucional contra Fride Novoa
Rodríguez, incurrió en error puesto que correspondía dirigirla contra todos los Concejales
suplentes que emitieron la Resolución Municipal 026/2009-2010 de 19 de noviembre de
2009,que nombró al demandado como Alcalde Municipal de San Pedro, misma que originó la
supuesta vulneración de sus derechos por lo que aplicando la línea jurisprudencial citada en el
Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el demandado carece
de legitimación pasiva, correspondiendo en consecuencia denegar la presente acción tutelar.
POR TANTO
El día señalado a las 11:45 horas, planteó recurso de queja contra la “ilegal” nota de depuración
fundado en el hecho que para su presentación a las referidas elecciones, exhibió una certificación
de la División de Recursos Humanos de la referida institución por la que acreditó el
cumplimiento del artículo citado, haciendo constar que no tiene relación laboral ni de
dependencia con COTEOR Ltda. en los últimos tres años, conforme exige el art. 1.3 inc. a) del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 988
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El accionante alega la vulneración de sus derechos a la “seguridad jurídica”, a ser elegido a los
principios de legalidad, de buena fe y “debido proceso”, citando al efecto únicamente el art. 7 inc.
a) de la Constitución Política del Estado abrogada (CPEabrg.).
I.1.3. Petitorio
Como medida precautoria impetra se ordene la suspensión del acto eleccionario señalado para el
18 de abril de 2010, para la renovación de los Consejos de Administración y Vigilancia de
COTEOR Ltda.
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
64 a 68 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y Ampliación de la acción
Mediante informe escrito que consta de fs. 56 a 57, Jorge Barrientos Zapata, Paulina Loredo
Churata y Fernando Sandalio Viñola, alegaron: a) El actor fue depurado por el Comité Electoral
por tener parentesco en primer grado de consaguinidad con Rolando Hernán Flores Guzmán,
actual Vicepresidente del Consejo de Administración de COTEOR Ltda., de acuerdo al “art. 1
inc. 11)” de la convocatoria a elecciones, relacionado con el art. 51 del referido Estatuto
Orgánico, lo que demuestra irrefutablemente que su depuración fue legal, si bien es evidente que
no es trabajador de planta de la Cooperativa; sin embargo, en su condición de Vicepresidente de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 989
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
la misma forma parte de la planta ejecutiva, dado que el art. 93 de la Ley General de Sociedades
Cooperativas, dispone que el Consejo de Administración es el órgano directivo y ejecutivo; b) El
certificado de aportación correspondiente a la acción 001715 perteneciente a Yolanda Sánchez
Moya e hijo, fue expedida el 22 de abril de 1996, sin especificar el nombre del “hijo”, por cuanto
no corresponde a la Cooperativa, mucho menos al Comité Electoral hacer averiguaciones sobre
este extremo; empero conforme a la solicitud de 12 de marzo de 2010, realizada por la titular de
la acción aludida por quien solicitó la inclusión del nombre del hijo por Ernesto Guillermo Flores
Sánchez al certificado de aportación, la misma se dio el 13 del citado mes y año, habiéndose
emitido el certificado de aportación el 15 del mismo mes y gestión; y, c) El Comité Electoral por
mandato expreso de la Asamblea General extraordinaria de 10 y 12 de marzo de 2010 convocó a
elecciones generales conforme al art. 57 del Estatuto Orgánico de la referida Cooperativa; en
consecuencia, concluyen que el accionante no cumplió con el art. “1 inc. 1)” de la Convocatoria a
Elecciones Generales, la cual expresa: “Ser socio hábil de COTEOR Ltda. con más de un año de
ejercicio” (sic), habiendo transcurrido sólo unos días desde la convocatoria hasta la fecha de
emisión del certificado de aportación del actor, hecho que lo inhabilita para participar en las
elecciones.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, el Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito Judicial -
ahora departamento- de Oruro, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 01/2010
de 19 de abril, cursante de fs. 69 a 71, por la que declaró “improcedente” la tutela solicitada,
imponiendo el pago de costas, multa y perjuicios ocasionados a calcularse en ejecución de
sentencia, de acuerdo a los siguientes fundamentos: 1) El accionante, de acuerdo a confesión
espontánea, conforme señala el art. 404.II del Código de Procedimiento Civil (CPC), resulta ser
hijo del Vicepresidente del actual Consejo de Administración, Rolando Hernán Flores Guzmán;
en consecuencia, está impedido de postular al cargo de Consejero de Administración, en
aplicación del “art. II inc. 3)” de la convocatoria a elecciones, relacionado con el art. 51 inc. c)
del Estatuto Orgánico de COTEOR Ltda.; 2) El mismo Estatuto Orgánico de dicha la
Cooperativa establece que tanto el Consejo de Administración y los demás cargos dependientes
de la misma constituyen una sola familia y en franca violación a esa unidad, el accionante
demandó amparo constitucional; 3) El cooperativismo es la tendencia o doctrina favorable a la
cooperación en el orden económico y social, de espíritu igualitario, que tiene sus manifestaciones
en el acercamiento de las personas o de grupos de ellas para ejercer una ayuda recíproca en el
cumplimiento y obtención de diferentes finalidades; es decir, no existe división de clases o
jerarquías como entiende el actor. La cooperación emerge de una planta ejecutiva, ejercida por el
Gerente General y los demás órganos dependientes constituyen un organismo; en consecuencia
distorsionar la existencia misma de la cooperativa con argumentos al margen de la ley importa un
desconocimiento absoluto de lo que se entiende por cooperativismo; y, 4) De acuerdo a las
certificaciones presentadas por los demandados, la antigüedad del accionante no alcanza al
requisito establecido en la convocatoria y estatutos de COTEOR Ltda., circunscribiéndose el
Comité Electoral a la aplicación de los Estatutos y convocatoria; consiguientemente, quien
postula a un cargo deberá cumplir con los requisitos y no cuestionar las mismas dado que sus
normas son de obligatorio cumplimiento, razón por la cual -como Juez de garantías- se considera
incompetente para disponer algún cambio en la estructura de la referida Cooperativa o que ésta
por intermedio de Comité Electoral cambie sus determinaciones o resoluciones.
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 990
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
II.2. De acuerdo a nota COMT. ELEC. 072/2010 de 5 de abril, los miembros del Comité
Electoral, le informaron al accionante que fue depurado de la lista de postulantes, debido a su
relación de parentesco en primer grado de consanguinidad, con Rolando Hernán Flores Guzmán,
entonces Vicepresidente del Consejo de Administración, de acuerdo al art. I.11 de la
convocatoria a elecciones, a cuya consecuencia le informaron que tenía hasta el 7 de del citado
mes y año a horas 16:00, para ofrecer sus pruebas de descargo o lo que considere necesario (fs.
20).
II.3. El 7 de abril de 2010 a las 11:45 el accionante planteó recurso de queja ante el Comité
Electoral de la Cooperativa, argumentando que su padre Rolando Hernán Flores Guzmán no es
personal ejecutivo ni trabajador de COTEOR Ltda., dado que conforme al “art. 74” el Gerente
General es el ejecutivo superior, encontrándose en su staff el gerente técnico y asesoría legal; en
cambio el Consejo de Administración es un órgano de gobierno de la cooperativa; en
consecuencia, los consejeros no son dependientes ni trabajadores mucho menos planta ejecutiva
(fs. 21 a 23), impugnación que conforme al acta de verificación notarial de 15 de abril de 2010,
no fue resuelta por el Comité Electoral (fs. 24).
El accionante alega la vulneración de sus derechos a la “seguridad jurídica”, a ser elegido, a los
principios de legalidad, de buena fe y del debido proceso, dado que los miembros del Comité
Electoral 2010 de COTEOR Ltda, ahora demandados, observaron su postulación al Consejo de
Administración, al tener relación de parentesco en primer grado de consanguinidad con Rolando
Hernán Flores Guzmán, entonces Vicepresidente del Consejo de Administración, determinación
que se mantuvo a pesar que presentó su recurso de queja -el mismo que no fue respondido- en el
que argumentó que para su postulación presentó una certificación de la División de Recursos
Humanos de dicha institución, por la que acreditó el cumplimiento del art. I.11 de la convocatoria
a elecciones. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales aseveraciones son
ciertas, y si dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
Política del Estado, Tratados y Convenios Internacionales y las leyes y “…tendrá lugar contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la Constitución y la ley” (art. 128 de la CPE).
Conforme establece la Norma Suprema, el nuevo modelo económico vigente en Bolivia es plural,
orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien de todas las bolivianas y bolivianos,
constituyendo parte de aquél las formas de organización económica comunitaria, estatal privada y
social cooperativa (art. 306.I y II).
Específicamente en cuanto a las cooperativas que brindan servicio público, el art. 335 de la CPE,
dispone que: “…serán organizaciones de interés colectivo, sin fines de lucro y sometidas a control
gubernamental y serán administradas democráticamente. La elección de sus autoridades de
administración y vigilancia será realizada de acuerdo a sus propias normas estatutarias y supervisada
por el Órgano Electoral Plurinacional. Su organización y funcionamiento serán regulados por la ley”
El accionante aduce que a pesar de haber presentado todos los requisitos exigidos en la
convocatoria a elecciones generales para la renovación de los Directorios tanto del Consejo de
Administración como de Vigilancia de COTEOR Ltda., los miembros del Comité Electoral 2010
la referida Cooperativa, mediante nota COMT. ELEC. 072/2010 le informaron que fue depurado
de la contienda electoral por el supuesto incumplimiento del art. I.11 de la citada convocatoria,
razón por la cual le otorgaron el plazo de cuarenta y ocho horas para presentar los descargos que
considere pertinentes.
Habiendo tomado el actor conocimiento de su depuración, el 7 de abril de 2010 a las 11:45 horas,
-dentro del plazo señalado en la nota antes detallada- planteó recurso de queja contra la decisión
asumida por el Comité Electoral, sobre el cual las autoridades demandadas no emitieron
resolución alguna a pesar de la exigencia establecida en el art. VII de la convocatoria, que
determina: “Concluida la fase de atención de Recursos de Queja y Denuncia el Comité Electoral
en sesión emitirá resoluciones expresas”; estableciendo el párrafo tercero de la misma norma, lo
siguiente “Concluida la fase de Resoluciones el Comité Electoral publicará la lista oficial y
definitiva de candidatos habilitados en el diario local de LA PATRIA los días sábado 10 y
domingo 11 de abril de 2010” entendiéndose de tal disposición que la resolución de los recursos
de queja y denuncia debían hacerse efectivas antes de la publicación de la lista de candidatos, que
debía efectuarse en las fechas señaladas; sin embargo, por Acta de verificación notarial de 15 de
abril de 2010, y otra de prensa presentada y detallada en Conclusiones II.4. de este fallo, se
evidencia que al no haber recibido el accionante respuesta del Comité Electoral sobre su recurso
de queja, agotó la vía impugnativa establecida por el proceso eleccionario lo que permite ingresar
al análisis de fondo de la problemática planteada.
En ese entendido, revisado el art. I.11 del Estatuto Orgánico de la Cooperativa, en el que se
dispone que los candidatos a los Consejos de Administración y Vigilancia no deben tener grado
de parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad con la planta
ejecutiva y trabadores de la referida institución, se tiene el accionante arguye haber demostrado el
cumplimiento de la referida exigencia con la certificación de 25 de marzo de 2010, expedida por
la División de Recursos Humanos, que asevera que “NO tiene relación laboral…No es
dependiente de COTEOR LTDA (En los últimos 3 años)” (sic), por el que presuntamente
demuestra que no tiene relación de parentesco con ningún ejecutivo ni dependiente de la
Cooperativa, agregando que si bien su padre es miembro del Directorio saliente del Comité de
Administración, al no constituir un órgano ejecutivo sino de gobierno, no se encontraría dentro
de las incompatibilidades aducidas por el Comité Electoral.
Por lo expuesto, al evidenciarse que los miembros del Comité Electoral 2010 de la aludida
Cooperativa, adecuaron su accionar a la Ley General de Sociedades Cooperativas, al Estatuto
Orgánico de la referida institución y a la convocatoria a elecciones al determinar la depuración
del accionante a las elecciones de los Consejeros de Administración y Vigilancia al tener relación
de parentesco con un ejecutivo de la Cooperativa, no existe vulneración alguna del derecho al
agraviado a ser elegido.
En relación a la seguridad jurídica, legalidad, buena fe y debido proceso, cuya protección invoca
el accionante, también corresponde denegar la tutela, dado que el accionante al interponer la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 993
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
presente acción configuró su petición en principios los cuales no pueden ser tutelados
directamente por la vía acción de amparo constitucional por cuanto la finalidad de esta acción de
defensa es la protección y efectivización de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales reconocidos en la Norma y Suprema y bloque de constitucionalidad.
Con relación a lo argüido por las personas demandadas en el informe a la acción tutelar
interpuesta sobre la supuesta falta de cumplimiento de otro requisito para que el accionante sea
habilitado en las justas electorales de COTEOR Ltda., no haber cumplido la antigüedad de más
de un año de socio, exigida en la convocatoria a elecciones, al constituir un argumento nuevo que
no hicieron conocer oportunamente al interesado para que asuma su defensa presentando los
descargos pertinentes, el mismo no es tomado en cuenta en el pronunciamiento del presente fallo.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 19 de abril del 2010, cursante de fs. 111 a 112 vta., dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Jaime Choque Laime contra María
del Carmen Escobar Ari, responsable del Proceso de Contratación del Gobierno
Autónomo Departamental de Pando.
Señala que la Gobernación del Departamento de Pando publicó una convocatoria para la
construcción de un polifuncional con tinglado metálico para la comu nidad de Santa
Lourdes, dentro la modalidad de Apoyo Nacional a la Producción y Empleo y como
propietario de la Empresa Constructora unipersonal “ESMEMAX”, decidió participar de
la referida convocatoria en la que no calificó, teniendo la mejor oferta en pr ecio, tiempo
de entrega y mejores antecedentes así como experiencia en el ramo, este hecho le llamó la
atención y mediante memorial dirigido a la Autoridad Responsable del Proceso de
Contratación de la Gobernación de Pando -hoy demandado-, presentó impugnación,
mismo que fue rechazado por extemporáneo; motivo por el cual solicitó fotocopias
legalizadas de todo el proceso administrativo de contratación, con el fin de poder verificar
si el proceso se llevó cumpliendo los principios que establecen las Normas B ásicas del
Sistema de Contrataciones, estipuladas en el Decreto Supremo (DS) 181 de 28 de junio de
2009, solicitud que se le respondió “Aténgase a lo principal” (sic), reiteró su solicitud
manifestándole que no sabe si su petición fue ordenada o no, el mis mo que hasta le fecha
no fue resuelto.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril del 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
108 a 110, se produjeron los siguientes actuados:
Por informe INF.U.C. 45/2010 de 19 de abril (fs. 64 a 71), señaló lo siguiente: 1) Si bien el
accionante presentó solicitud de fotocopias legalizadas, éste no se apersonó más desde su
presentación, motivo por el cual no se le entregó la documentación requerida; 2) El agraviado -
hoy accionante-, presentó recurso de impugnación contra el proceso de contratación para la
construcción de un polifuncional, el que fue rechazado por haber sido planteado fuera de plazo;
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 995
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.2.4. Resolución
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 996
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. El 6 de abril del 2010, el ahora accionante interpuso recurso administrativo de impugnación,
contra el resultado del proceso de contratación, el mismo que fue resuelto por proveído de 7 del
mismo mes y año, de manera negativa argumentando ser extemporáneo. En el otrosí primero del
citado memorial, se observa que el accionante solicitó fotocopias legalizadas de su propuesta y de
todo el proceso administrativo de contratación, al que respondieron “Al otrosí Primero.-
Aténgase a lo principal” (sic) (fs. 50 a 52 vta.).
II.3. A través de memorial de 9 de abril del 2010, presentado ante la demandada, el ahora
accionante reiteró su petición de francatura de fotocopias legalizadas, sea favorable o de rechazo,
haciendo notar que su anterior solicitud no fue resuelta (fs. 107).
Establecido como uno de los derechos fundamentales que tiene todo ciudadano a solicitar
información cierta, pertinente, ante cualquier autoridad del Estado Plurinacional Boliviano,
quienes tienen la obligatoriedad de responder en los términos establecidos en nuestro
ordenamiento jurídico.
El art. 24 de la CPE, dispone: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de
este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario.”
Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada ante
autoridad competente o pertinente, se debe precisar que esta no es una exigencia del derecho de
petición, pues aún cuando la solicitud se presente ante una autoridad incompetente, ésta tiene la
obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando, en su caso,
a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario; conclusión a la que se arriba por el
carácter informal del derecho a la petición contenido en la Constitución Política del Estado, que
exige como único requisito la identificación del peticionario, y en la necesidad que el ciudadano,
encuentre respuesta y orientación respecto a su solicitud, en una clara búsqueda por acercar al
administrado con el Estado, otorgándole a aquél un medio idóneo para obtener la respuesta
buscada o, en su caso, la información sobre las autoridades ante quienes debe acudir, lo que
indudablemente, fortalece el carácter democrático del Estado boliviano'.
En ese entendido, cuando la petición es dirigida a un servidor público, éste debe orientar su
actuación en los principios contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el principio de
compromiso e interés social, eficiencia, calidad, calidez y responsabilidad.
'Respecto al tercer requisito, el mismo es compatible con el texto de la Constitución vigente, pues
sólo si en un plazo razonable, o en el plazo previsto por las normas legales -si existiese- no se ha
dado respuesta a la solicitud se tendrá por lesionado el derecho a la petición.
Finalmente, el cuarto requisito, referido a que el peticionante debe haber reclamado una
respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida,
corresponde señalar que dicho requisito es exigible cuando dichos medios de impugnación estén
previstos expresamente en el ordenamiento jurídico con dicho objetivo, es decir, resguardar el
derecho de petición; a contrario sensu, no será exigible cuando no existan esos medios; pues, se
entiende que este derecho -como se tiene señalado- busca acercar al administrado al Estado,
otorgando a la persona de un instrumento idóneo, expedito e inmediato para acudir ante el
servidor público con la finalidad de requerir su intervención en un asunto concreto o de solicitar
una determinada información o documentación que cursa en poder de esa autoridad.
En relación al punto 6 del art. 21 de la CPE, inserta dentro de los derechos civiles, referida como
vulnerada por el accionante, la Norma Suprema, dispone que es un derecho de las bolivianas y
bolivianos a: Acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente, de
manera individual o colectiva.
constitucional boliviano, derecho fundamental que además implica una obligación esencial para
los funcionarios públicos, toda vez que la información es una cuestión de interés público.
Ahora bien, en una interpretación sistémica de estas disposiciones, con el art. 232 de la CPE, se
establece que los funcionarios públicos -como es el caso del Ministro de Gobierno-, se
encuentran sometidos a los principios de compromiso, interés social y transparencia, por tanto,
el cumplimiento de los mismos, está asegurado, en la medida en la cual, el Estado Plurinacional
de Bolivia, garantice a la sociedad un amplio derecho a la información, aspecto a partir del
cual, será además plausible un verdadero control social; por tanto, considerando que el derecho
a la información genera un derecho para todas las personas parte de una sociedad y también un
deber para los funcionarios públicos…” (SC 0215/2011-R de 11 de marzo)
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud a
lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
APROBAR la Resolución de 19 de abril del 2010, cursante de fs. 111 a 112 vta., pronunciada
por la Sala Penal y Administrativa, Coactiva Fiscal y Tributaria de la Corte Superior del Distrito
Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Pando, y en consecuencia, CONCEDER
en parte, solo con relación a los derechos de petición y de acceso a la información y no así
respecto al contenido del art. 26 de la CPE.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 29 de marzo de 2010, subsanado el 1 y 8 de abril de ese mismo año
cursante de fs. 12 a 13, 18 y 21 de obrados, los accionantes exponen lo siguiente:
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela y se instruya a la administración aduanera la suspensión del remate
de la “mercadería” y en su defecto se anule el mismo.
I.2.3. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante
Resolución 027 de 15 de abril de 2010, cursante de fs. 70 a 71 vta., declaró la “improcedencia”
de la acción planteada, por no haberse agotado la vía administrativa, ya que los accionantes
tenían opción de otros recursos para hacer valer sus derechos.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursan impresiones de avisos de remates por internet de la Aduana Nacional de Bolivia, que
evidencian entre otros, la oferta de “1344 MTR.TELA TIPO MEZCLILLA. DIF. COLORES.
MEDIDA 1.70 MTR. ANCHO X 99.905 MTR LARGO PROMEDIO REF LS-CH21 Y LS1385-
1 MARCA LONGSEA. SIN INDUSTRIA” (sic), ubicado en la av. Brasil, tercer anillo externo
ex aduana, “Albo almacén N° 1”, consignándose el cierre como 19 de marzo de 2010 a horas
20:00 (fs. 5 a 10).
Los accionantes arguyen la vulneración de sus derechos al debido proceso y a la defensa por
cuanto la autoridad demandada dispuso el remate de sus mercaderías sin haber notificado a ellos
y a sus mandantes con la resolución sancionatoria en contrabando AN-GRSCZ-AI-SPCCR-
066/2010 ni estar ejecutoriado.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La acción de amparo constitucional, prevista en el art. 128 de la CPE, tendrá lugar contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la ley; esta acción de tutela podrá ser planteada por la persona
que se crea afectada o por otra a su nombre con poder suficiente, ante cualquier juez o tribunal
competente.
El art. 129.I in fine de nuestra Ley Fundamental resalta el principio de subsidiariedad de la acción
de amparo constitucional al establecer que podrá interponerse siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados. La jurisprudencia constitucional, a través de la SC 0863/2011-R de 6 de junio,
señala: “no podrá ser interpuesta esta acción extraordinaria, mientras no se haya hecho uso de
los recursos ordinarios o administrativos y, en caso de haber utilizado los mismos deberán ser
agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea judicial o administrativa, salvo que la restricción
o supresión de los derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio irremediable e
irreparable” (las negrillas nos corresponden).
En el presente caso, si bien los accionantes mencionan la vulneración de sus derechos al debido
proceso y a la defensa, debido a que el Administrador de la Aduana Interior Santa Cruz ordenó el
remate de sus mercancías; sin embargo, olvidan que el art. 131 del CTB prevé que contra los
actos de la Administración Tributaria de alcance particular podrá interponerse recurso de alzada
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1003
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En efecto, de los informes técnicos presentados por la autoridad demandada se evidencia que los
ahora accionantes, el 27 de enero y 1 de febrero de 2010, se apersonaron a la Aduana Interior
Santa Cruz a reclamar la devolución de la mercancía comisada por efectivos del COA, incluso
ejercieron su derecho de queja por la demora en la tramitación de la causa; y toda vez, que la
autoridad demandada dictó la Resolución Sancionatoria AN-GRSCZ-AI-SPCCR-066/2010
corresponde previamente agotar los medios de impugnación administrativos previstos en el
Código Tributario Boliviano -recurso de alzada y jerárquico- para recién acudir a la justicia
constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 104/10 de 12 de abril de 2010, cursante de fs. 126 a 134 vta., dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Julio Gerónimo Valenzuela Eterovic, José
Antonio Rivera Santivañez y Marilyn Carol Rivera Peralta en representación de Julio
Humberto Valenzuela Gonzales contra Teófilo Tarquino Mújica y Ángel Irusta Pérez,
Ministros de la Sala Penal Primera de la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de
Justicia.
Por memorial presentado el 5 de abril de 2010, cursante de fs. 90 a 102 vta., se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
Los accionantes manifiestan que, Luis Oni Torrez Gómez Ortega el 23 de enero de 2000,
presentó denuncia su representado contra ante el Organismo Operativo de Tránsito de la Policía
Nacional, por los supuestos delitos de robo, estelionato, abuso de confianza y apropiación
indebida sobre sus vehículos, maquinarias, bobcat, mixer y otros, explicando que el 26 de mayo
de 1998, debido a una orden del Juez Segundo de Trabajo se dispuso el embargo de dichos
bienes, habiéndose designado depositario a Hermo Medina Alemán, indicando que éstos no le
fueron devueltos después de la finalización del contrato, hecho que no fue probado, ya que Julio
Humberto Valenzuela Gonzales demostró que los mismos fueron objeto del embargo antes
referido y ante la existencia de depositario le era imposible devolverlos.
Señalaron también que, dicha denuncia fue ampliada el 31 de marzo del 2000, por la presunta
comisión del delito de hurto agravado de bienes muebles, instalaciones, computadoras y otros,
por lo que la Fiscal que llevaba el caso presentó requerimiento, motivando que la Jueza Segunda
de Instrucción en lo Penal, dicte el Auto inicial de 15 de mayo del referido año, enmarcando su
conducta en la previsión del art. 326 del Código Penal (CP). Sustanciada la causa, la Jueza
Segunda de Instrucción en lo Penal Liquidadora emitió el Auto Final de 8 de mayo de 2002
acusándolo por el delito de hurto agravado, previsto en el art. 326 inc. 5) del CP. Instalado el
juicio el 24 de junio de 2003 la Jueza Cuarta de Partido en lo Penal Liquidadora, emitió
Resolución declarándolo autor del hecho ilícito de apropiación de los bienes inmuebles del
querellante de los que él habría tenido posesión con la obligación de devolverlos, calificando ese
hecho como delito de apropiación indebida, incurso en el art. 345 de la norma citada,
condenándole a dos años y cinco meses de reclusión por un delito que jamás le fue acusado,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1005
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
absolviéndole del ilícito de hurto agravado; por esta razón, presentó recurso de apelación el 2 de
julio de 2003; asimismo el querellante y el Fiscal hicieron uso del mismo recurso, con los
mismos argumentos, los que fueron resueltos por la Sala Penal Tercera de Cochabamba,
mediante el Auto de Vista de 30 de abril de 2005, confirmando la Resolución de 24 de junio de
2003, con la única modificación que la condena impuesta debería ser cumplida en la cárcel
pública de “El Abra”, por lo que Julio Humberto Valenzuela Gonzales, presentó recurso de
casación y nulidad por memorial de 23 de mayo de 2005, radicado en la Sala Penal Primera de la
Corte Suprema de Justicia, suscitando una excepción de extinción de la acción penal por mora
judicial, con el fundamento que fue iniciado el 30 de noviembre de 1999, por lo que excedió el
plazo de duración máxima, siendo resuelta por Auto Supremo 590 de 14 de diciembre de 2009,
rechazándola señalando que la demora sería imputable a su persona, sin tomar en cuenta que la
retardación sería atribuible al querellante y a las autoridades judiciales que conocieron la causa a
su turno y apartándose de la previsión transitoria tercera del Código de Procedimiento Penal,
habiendo transcurrido mas de diez años desde el inicio del proceso penal.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 118
a 125 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Los accionantes por su representado ratificaron el contenido del memorial de la acción de amparo
constitucional.
Haciendo uso de su derecho a la réplica, mencionaron: 1) Los demandados aducen que debido a
la reconformación de las Salas carecen de legitimación pasiva, por lo que debe recordarse que la
jurisprudencia constitucional establece que por mandato del art.102 de la Ley del Tribunal
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1006
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Ángel Irusta Pérez y Teófilo Tarquino Mújica, Ministros de la Sala Civil de la Corte Suprema -
ahora Tribunal Supremo- de Justicia, mediante informe escrito cursante a fs. 117, manifestaron
que en mérito al acuerdo de Sala Plena 02/2009, se reconformaron las Salas Especializadas de esa
Corte, por lo cual pasaron a conformar la Sala Civil Única, siendo otros los Ministros que en esa
oportunidad conformaban la Sala Penal Primera, razón por la cual no les correspondería emitir
mayores consideraciones.
Luis Oni Torrez Gómez, pese a su legal notificación mediante exhorto suplicatorio cursante de fs.
107 a 109, no hizo llegar informe escrito alguno, como tampoco se presentó a la audiencia.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Chuquisaca, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 104/10 de 12 de
abril de 2010, cursante de fs. 126 a 134 vta., concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto el
Auto Supremo “590/2009” y todos los actos y resoluciones posteriores a él, disponiendo se dicte
un nuevo Auto Supremo subsanando las omisiones establecidas en esa Resolución, resolviéndose
la excepción de extinción de la acción penal planteada en forma inmediata sin necesidad de turno
ni nuevo sorteo, a cuyo objeto, el Presidente de la Sala Penal Primera de la Corte Suprema de
Justicia dispondrá la remisión del expediente del proceso a esa sede del lugar donde se encuentre,
en base a los siguientes fundamentos: i) La extinción de la acción penal por vencimiento del
plazo máximo de duración del proceso constituye una forma extraordinaria de concluir un
proceso, en virtud de la cual y por el transcurso del tiempo reglado para procesos penales,
tramitados dentro del marco que prevé el Código de Procedimiento Penal de 1972 y en la
Disposición Transitoria Tercera del Código de Procedimiento Penal, las causas deberían concluir
en el plazo máximo de cinco años, contados desde el primer acto, por lo que ninguna causa puede
prolongarse indefinidamente en el tiempo; ii) Los procesos están sometidos a un espacio de
tiempo tanto en sus diferentes etapas cuanto en su duración máxima, caso contrario, se activan las
excepciones, mismas a ser tramitadas y resueltas con carácter previo al fondo de la causa; iii) La
ley prevé que la extinción de la acción penal por mora procesal podría ser declarada de oficio o a
petición de parte, siendo de previo y especial pronunciamiento, debiendo emitirse una resolución
debidamente motivada y fundamentada en base a elementos del proceso, en ese sentido también
lo establece la SC 0101/2004-R y el AC 0079/2004-ECA; iv) El considerando tercero del Auto
Supremo “590/2009”, refiere que el proceso penal se hubiere iniciado con la denuncia de 30 de
noviembre de 1999, efectuando una relación cronológica en términos de folios de los actuados
del proceso, vinculados al “incriminado”, por lo que no se hubiere operado la extinción de la
causa; v) En su criterio el Auto Supremo “590/2009” no se encuentra debidamente motivado y
fundamentado conforme al art. 124 del CPP, pese a identificar actos, sin establecer el tiempo
exacto transcurrido para determinar si sobrepasó el límite legal, como tampoco si en el lapso de
tiempo transcurrido hubiesen consumido los actos atribuidos al imputado, sin establecer los actos
del Ministerio Público ni de los órganos jurisdiccionales, exponiendo conclusiones directamente
en las que atribuye toda la responsabilidad del transcurso del tiempo al imputado; vale decir,
especificó sesgadamente las piezas procesales, lo que vulneró el derecho del accionante de
conocer las razones por las cuales no se acogieron los fundamentos ni consideraron los actos en
que sustentó su excepción de extinción de la acción; vi) Si bien en el segundo considerando
párrafo cuarto de ese fallo, el Tribunal comprende que la disposición transitoria tercera del
Código de Procedimiento Penal estableció un plazo de cinco años de duración máxima del
proceso, para cuyo análisis siguiendo lo expresado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, mismos que fueron asimilados en la SC 0010/2004-R de 14 de septiembre y el AC
0079/2004, consideró tres criterios, la complejidad del asunto, la actividad procesal del
interesado y la conducta de las autoridades judiciales, empero en el considerando tercero no se
reflejó la aplicación en términos claros, precisos y objetivos de dichos parámetros, sin que se
identifiquen que elementos fueron considerados para concluir que se trate de un caso complejo,
dado que la cantidad de prueba aportada o la reiterada interposición de incidentes hacen a éste, ya
que esencialmente está vinculada con el número de procesados y los hechos atribuidos y, las
circunstancias en las cuales se desarrollaron; vii) No se individualizó los incidentes planteados
como el por qué se les atribuye la calidad de dilatorios; viii) No se estableció en términos
objetivos si fuere evidente o no lo alegado por el incidentista con relación a los actos del Juez de
Instrucción, del Juez del Plenario y la Corte Superior, si cumplieron a cabalidad los plazos que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1008
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
prevé el Código de Procedimiento Penal, como si concurrió o no dilación indebida, por cuánto
tiempo y por que causas, norma procesal que regía en el tiempo que se tramitó la causa,
pronunciamiento del recurso de casación, análisis que se halla ausente, dejándolo sin conocer
respuesta clara y precisa; ix) Concluye que de todo lo argumentado se tienen omisiones que
devienen en vulneración del debido proceso y la seguridad jurídica consagrados en los arts. 178 y
180 de la CPE; y, x) Respecto a los motivos de infracción a normas procesales y de orden
constitucional alegados por el “recurrente” se relevan de efectuarlas en virtud al nuevo
pronunciamiento previo que respecto a la excepción de extinción de la acción por demora
procesal deben necesariamente emitir las autoridades que conforman la Sala Penal Primera del
Tribunal Supremo de Justicia a partir de cuyo resultado se deberá emitir o no un pronunciamiento
respecto al recurso de casación.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido a denuncia de Luis Oni Torrez Gómez Ortega contra Julio
Humberto Valenzuela Gonzales por el delito de hurto previsto en el art. 326 del CP, a
requerimiento de la Fiscal, Teresa Ferrufino, la Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal
Liquidadora, el 8 de mayo de 2002 pronunció Auto de procesamiento contra el representante de
los accionantes, ante la existencia de suficientes indicios de culpabilidad de la comisión del delito
mencionado, con la agravante contenida en el art. 5 del CP, en cuyo merito dispuso la remisión
del expediente al Juez de Partido en lo Penal liquidador de Turno para el correspondiente
juzgamiento (fs. 8 a 9 vta.).
II.3. Mediante Resolución de 30 de abril de 2005, dictada por la Sala Penal Tercera de la
entonces Corte Superior de Justicia de Cochabamba, se confirmó la Resolución de 24 de junio de
2003, con la modificación de que el procesado deberá cumplir su condena en la cárcel pública de
“El Abra” de esa ciudad (fs. 54 a 57 vta.).
II.4. La Sala Penal Primera de la entonces Corte Suprema de Justicia emitió el Auto Supremo
355 de 31 de agosto de 2006, declarando no ha lugar a la extinción de la acción penal por el
transcurso del tiempo impetrada por Julio Humberto Valenzuela Gonzales, ordenando se prosiga
con la sustanciación de la causa hasta su conclusión (fs. 73 a 75).
II.5. El representado de los accionantes en forma reiterativa pidió a la Sala Penal Primera se
declare la extinción de la acción penal por memorial presentado el 14 de mayo de 2008 (fs. 76 a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1009
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
77 vta.); mereciendo el Auto Supremo 590, emitido por la Sala mencionada, disponiendo no
haber lugar a la extinción de la acción penal debiendo proseguirse con el trámite de la causa hasta
su culminación (fs. 78 a 81 vta.).
II.6. Por Auto Supremo 7, suscrito por Teófilo Tarquino Mújica y Ángel Irusta Pérez, Presidente
y Ministro de la Sala Penal Primera de la Corte Suprema de Justiciarespectivamente, declararon
infundado el recurso de nulidad y casación interpuesto por Julio Humberto Valenzuela Gonzales
(fs. 82 a 84 vta.).
Los accionantes por su representado alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la
“seguridad jurídica”, a ser oído y juzgado, a la defensa, a la congruencia en las decisiones
judiciales y a ser procesado en un plazo razonable, toda vez que las autoridades demandadas: a)
Emitieron el Auto Supremo 590, declarando no haber lugar a su solicitud de extinción de la
acción penal, atribuyéndole la mora procesal y manteniendo vigente la sustanciación del proceso,
sin tomar en cuenta que desde la apertura del proceso transcurrieron casi diez años; vale decir, la
sustanciación de dicho proceso se prolongó por el doble del plazo máximo previsto por la ley
procesal, en franca contravención a la Disposición Transitoria tercera del Código de
Procedimiento Penal, excediendo los límites de la razonabilidad, si considerar que la
responsabilidad de la demora injustificada es atribuible a la parte querellante y a las autoridades
judiciales que a su turno sustanciaron el proceso; y, b) Pronunciaron el Auto Supremo 7,
declarando infundado el recurso de casación y nulidad, confirmando el Auto de Vista de 30 de
abril de 2005, y por consiguiente la Resolución de 24 de junio de 2003, sin corregir las ilegales
determinaciones asumidas en dichas Resoluciones, por cuanto en el fallo condenatorio se
modificaron la calificación legal de los hechos fácticos ilícitos acusados, ya que mediante el Auto
final de 8 de mayo de 2002, lo acusaron de haber sustraído bienes del querellante; empero, en la
Resolución lo declararon autor del ilícito de apropiación de los bienes muebles del querellante,
aspecto por el cual, lo declararon autor del delito de apropiación indebida condenándolo a una
pena privativa de libertad sin que haya asumido defensa por ese hecho. En consecuencia,
corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la
tutela solicitada.
En ese sentido, en cuanto a la coincidencia que debe existir entre la autoridad demandada y la que
efectivamente cometió la vulneración de derechos fundamentales y garantías constitucionales,
cuando no se demanda al funcionario que a momento de la presentación de la demanda dejó de
ejercer las funciones desde las que cometió el supuesto acto ilegal sino al que se encontraba
fungiéndolas a momento de la presentación demanda, el Tribunal Constitucional mediante la SC
1557/2010-R de 11 de octubre, estableció lo siguiente: “…cuando el funcionario o autoridad ya
no ocupa el cargo en el que se encontraba cuando ocasionó la lesión al derecho o garantía; en
estos casos, la demanda debe dirigirse contra la persona que en el momento de la presentación
de la acción, se encuentra desempeñando esa función, a quien sólo le alcanzarán las
responsabilidades institucionales, más no así las personales, si las hubiere. Al respecto la SC
0264/2004-R de 27 de febrero, estableció que: 'La legitimación pasiva es la calidad que se
adquiere por la coincidencia que se da entre la autoridad que causó la violación a los derechos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1010
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
y aquélla contra quien se dirige la acción; empero, debe entenderse que la demanda debe estar
dirigida contra la 'autoridad' que ostente el cargo desde el cual se realizó el acto ilegal o se
incurrió en la omisión indebida, sin que ello implique que, en caso de existir responsabilidades
personalísimas, como la penal, el funcionario que haya accedido al cargo con posterioridad al
acto lesivo de derechos, tenga que asumir las consecuencias únicamente por encontrarse en
funciones al momento de iniciarse la demanda y porque ésta haya sido dirigida en su contra'“
(las negrillas son nuestras).
Los accionantes por su representado presentan esta acción tutelar, alegando que las autoridades
demandadas al emitir los Autos Supremos 590 y 7, vulneraron sus derechos al debido proceso, a
la “seguridad jurídica”, a ser oído y juzgado, a la defensa, a la congruencia en las decisiones
judiciales y a ser procesado en un plazo razonable.
Ahora bien, del estudio de la demanda se tiene que los accionantes en representación de Julio
Humberto Valenzuela Gonzales, interpusieron la presente acción tutelar contra Teófilo Tarquino
Mújica y Ángel Irusta Pérez, como Ministros de la Sala Penal Primera de la Corte Suprema -
ahora Tribunal Supremo- de Justicia, toda vez que fueron estas autoridades quienes emitieron los
Autos Supremos de los cuales solicitan su nulidad; sin embargo, de la revisión de los
antecedentes de esta acción constitucional se tiene conocimiento a partir del informe de las
autoridades demandadas presentado el 12 de abril de 2010, que: “En mérito al acuerdo de Sala
Plena 02/2009 se reconformaron las Salas Especilizadas de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en cuyo mérito, los suscritos Ministros pasamos a conformar la Sala Civil Única del
Tribunal Supremo, siendo otros los Ministros que actualmente conforman la Sala Penal Primera
de la Corte Suprema de Justicia…”(sic) (fs.117), teniéndose constancia que dichas autoridades ya
no formaban parte de la Sala Penal Primera en cumplimiento del acuerdo referido a momento de
la interposición de la presente acción tutelar; en ese sentido, si bien existe la coincidencia entre
las autoridades que pronunciaron los Autos Supremos impugnados, mediante los cuales
supuestamente causaron la lesión a los derechos que pretenden ser tutelados mediante esta acción
y aquella contra quien se dirige la misma; sin embargo, se tiene claramente establecido por la
línea jurisprudencial establecida por el Tribunal Constitucional que la demanda debe estar
dirigida contra la autoridad que funge el cargo desde el cual se realizó el presunto acto
ilegal o se incurrió en la omisión indebida a momento de la presentación de una acción
tutelar, para que la misma pueda subsanarla siempre y cuando así lo amerite, tal cual se
tiene establecido en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución, por lo que la acción
constitucional que nos ocupa debió ser dirigida contra los Ministros que estaban a cargo de
la Sala Penal Primera de la Corte Suprema de Justicia; es decir, contra quienes se
encontraban desempañando esa función, a los cuales solamente les alcanzaría la responsabilidad
institucional, mas no así la personal si la hubiere, por consiguiente, corresponde denegar la tutela
solicitada.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 104/10 de 12 de abril de la 2010; cursante de fs. 126 a 134 vta.,
pronunciada por la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
2º Al amparo del art. 48.4 de la LTC, debido al tiempo transcurrido desde la interposición de la
acción tutelar hasta la presente revisión, se dimensionan los efectos de esta Resolución, dejando
subsistentes los actos cumplidos como resultado de la concesión de tutela por parte del Tribunal
de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 21/2010 de 23 de marzo, cursante de fs. 392 a 393 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Víctor Hugo Guzmán Rueda
contra Edgar Pérez Barrientos, Director, Oscar Chávez Rueda, Presidente de la Comisión
de Régimen Disciplinario, Roberto Guardia Medrano, Morgan Polo Garzón, Daniel Ayala
Yupanqui, Mirko Arturo Burgoa Casas, Vocales de la Comisión de Régimen Disciplinario
todos de la Academia Nacional de Policías (ANAPOL) y Germán Aliaga Taboada,
Vicerrector de la Universidad Policial “Mcal. Antonio José de Sucre” (UNIPOL).
Mediante memorial presentado el 13 de enero de 2010, cursante de fs. 319 a 326 vta. Y el de
subsanación que cursa de fs. 367 a 369, el accionante expresa los siguientes argumentos:
A consecuencia del hurto de un sable y otros enseres de Amalia Medina Arteaga, Oficial
Instructora ANAPOL, hecho ocurrido el 16 de enero de 2009; Morgan Polo Garzón, Oficial
Instructor elevó el informe correspondiente, involucrándolo en el ilícito conjuntamente a Carlos
Yoromir Loayza Ger; el 9 de marzo del mismo año, se dispuso la apertura del sumario
disciplinario, habiéndolo inducido por intermedio Morgan Polo Garzón, a realizar su informe en
el que se auto incriminó, dejándolo en estado de indefensión; informe que sería la base para su
procesamiento, sin considerar la prueba consistente en la Resolución de imputación formal de 3
de marzo del mismo año, por el que el Ministerio Público luego de individualizar la autoría de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1012
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Carlos Yaromir Loayza Ger, prescindió de cualquier acción penal en su contra, a este respecto
indica que si se le hubiera permitido la asistencia de un abogado nunca se habría auto
incriminado.
Al estar viciados de nulidad los actos denunciados, se habría vulnerado el derecho a la “seguridad
jurídica”, por lo que interpuso un incidente de nulidad absoluta, la misma que fue respondida con
un simple “no ha lugar” sin que se haya realizado la motivación jurídica.
En lo referente a la valoración de la prueba ésta fue arbitraria, no obedeció a los marcos legales
de razonabilidad y equidad, a consecuencia de esto, se le sancionó con la baja definitiva de la
ANAPOL, por la transgresión a los arts. 10 inc. “D” inc. 6) “apropiación indebida de cualquier
objeto de propiedad ajena” y 10 inc. “D” inc. 23) “incumplimiento de órdenes e instrucciones
legalmente impartidas por un superior”, ambos del Reglamento de Régimen Disciplinario de la
ANAPOL, como consecuencia de estos actuados el 10 de agosto de 2009, se emitió el Auto
inicial de procesamiento disciplinario en su contra.
Refiere que durante el proceso, también se le vulneró su derecho al debido proceso respecto de la
imparcialidad, toda vez que Morgan Polo Garzón, se constituyó en denunciante y a la vez fungió
como Vocal en el proceso disciplinario; “el Derecho de presunción de inocencia”, establecido en
el art. “117” de la CPE, fue lesionado por que la Comisión del Régimen Disciplinario de la
ANAPOL, por cuanto el proceso se llevó adelante en base a informes y declaraciones falsas de
parte de Carlos Loayza Ger; de igual manera fue sancionado por la falta establecida en el art. 10
inc. “D” inc. 23) cuando esta falta nunca fue acusada en el Auto inicial del proceso.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela ordenando: a) Se deje sin efecto las Resoluciones “042/2007”,
028/2009 y 287/2009; b) Así como la orden del día de 3 de diciembre del mismo año, que
dispone su baja definitiva de la ANAPOL; y, c) Su reincorporación a la ANAPOL y la anulación
de obrados hasta el vicio más antiguo, con costas y reparación de daños y perjuicios.
El accionante luego de subsanar las observaciones del Tribunal de garantías, en audiencia pública
ratificó el tenor de su demanda tutelar.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 21/2010 de 23 de marzo, cursante de fs. 392 a 393 vta., por la que concedió la tutela
en parte, disponiendo: La nulidad del proceso disciplinario hasta la resolución de sanción de
primera instancia, emitida el 31 de agosto de 2009, debiendo el Tribunal Disciplinario emitir un
pronunciamiento sobre el incidente planteado por el accionante en el que denuncia actividad
procesal defectuosa; si correspondiera en función a los medios de prueba a través de un análisis
individual e integral de los mismos, emita resolución final; la decisión descrita se asumió bajo los
siguientes argumentos: a) No existe vulneración al nom bis in idem, al ser distintos los bienes
jurídicamente tutelados en función a los fines administrativos y penales públicos; b) En todo
proceso, sea administrativo o penal, se debe respetar las garantías constitucionales en función del
art. 410 de la CPE, en ese sentido el art. 180 del mismo cuerpo legal, señala que en todo proceso
se debe actuar con transparencia y lealtad procesal, por lo que Morgan Polo Garzón al ser parte
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1014
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998, con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorándum de 30 de marzo de 2009, se designó como Oficial Investigador del caso
029/2009, a Luis Antonio Pérez Loayza, haciéndole entrega de documentos atinentes a la
investigación, mediante acta 054/09, quien presentó informe en conclusiones, determinando que
Carlos Yoromir Loayza Ger y Víctor Hugo Guzmán Rueda, infringieron el Reglamento de
Régimen Disciplinario de la ANAPOL (fs. 26 a 28 y 96 a 104).
II.2. El decreto de apertura de sumario de 9 de marzo de 2009, emitido por Oscar Chávez Rueda
y Oscar López Mariaca, Presidente y Vocal del Régimen Disciplinario de la ANAPOL,
respectivamente, dictado contra de Carlos Yoromir Loayza Ger y Víctor Hugo Guzmán Rueda,
por las faltas establecidas en los arts. 10 inc. “B” inc. 8) “valerse de influencias internas o
externas para obtener beneficios personales”, 10 inc. “D” inc. 6) “apropiación indebida de
cualquier objeto de propiedad ajena” y 10 inc. “D” inc. 23) “incumplimiento de órdenes e
instrucciones legalmente impartidas por un superior”; del Reglamento del Régimen Disciplinario;
informe 018/2009 de 16 de febrero, elaborado por Héctor Illanes Rivero, Asesor Jurídico de la
institución, por el cual luego de valoradas las disposiciones legales atinentes al caso sugirió que
la Comisión de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, instaure proceso disciplinario contra los
dos cadetes mencionados (fs. 3 y 7 a 9).
II.3. En los informes de 7 de febrero de 2009, Morgan Polo Garzón hizo conocer las
circunstancias por las que se produjeron los hechos; Amalia Medina Arteaga, describió los bienes
que le fueron sustraídos; el accionante y Carlos Yoromir Loayza Ger, reconocieron haber
participado en los ilícitos denunciados; de igual manera constan actas de declaración informativa
del accionante y Amalia Medina Arteaga, documentación que sirvió para procesar al primero (fs.
11, 12, 14 a 17, 37 a 39 y 42 a 44).
II.4. Mediante Auto inicial de proceso de 10 de agosto de 2009, decretado por Oscar Chávez
Rueda, Presidente de Comisión del Régimen Disciplinario de la ANAPOL, disponiendo el inicio
del proceso disciplinario contra el accionante, por las faltas establecidas en el art. 10 inc. “C” inc.
1) e inc. “D” inc. 6) del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL (fs. 111)
II.5. Mediante informe en conclusiones emitido por Luis Antonio López Loayza, se determinó
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1015
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
que el investigado infringió los arts. 10 inc. “D” inc. 6) “apropiación indebida de cualquier objeto
de propiedad ajena”; 10 inc. “C” inc. 1) “ocultar información o dar parte falsos en el
cumplimiento de sus deberes o actos de servicio”; memorial presentado el 17 de agosto de 2009,
el accionante planteó incidente de nulidad absoluta, ante el Director de la Academia Nacional de
Policías, debido a las presuntas irregularidades que se habrían cometido durante el proceso
disciplinario, el mismo que fue resuelto con un simple “no ha lugar” (fs. 116 a 119 vta.).
II.6. Por RA 028/2009 de 31 de agosto, emitida por Daniel Ayala Yupanqui, Roberto Guardia
Medrano, Morgan Polo Garzón, Mirko Arturo Burgoa Casas y Oscar Chaves Rueda, Miembros
de la Comisión del Régimen Disciplinario de la ANAPOL, sancionaron al accionante con la baja
definitiva de la institución, por las infracciones establecidas en los art. 10 inc. “D” inc. 6 y 23),
contra la que el actor planteó recurso de revocatoria el 9 de septiembre de 2009, habiendo sido
resuelto por RA 042/2009 de 29 de septiembre, suscrita por Roberto Guardia Medrano, Morgan
Polo Garzón, Mirko Arturo Burgoa Casas y Oscar Chávez Rueda confirmando en todas sus
partes la Resolución cuestionada (fs. 241 a 251, 256 a 261 vta.).
II.7. Por recurso jerárquico interpuesto contra las Resoluciones 028/2009 y 042/2009, el
accionante solicitó que sean revocadas, a cuya consecuencia el Vicerrector de la UNIPOL
mediante Resolución 287/2009 de 18 de noviembre, confirmó su baja definitiva (fs. 268 a 273 y
277 a 284).
Conforme señala el art. 128 de la CPE, la acción de amparo constitucional es una acción de
carácter extraordinario, que tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Norma Suprema y la ley cuya finalidad es la
protección de los derechos fundamentales de las personas.
A su vez el art. 129.I y II de la CPE, establece que: “la acción de amparo constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”. Asimismo indica que, “podrá
interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial”, definición
concordante con la SCP 0002/2012 de 13 de marzo.
III.2. Del debido proceso con referencia al juez natural respecto del elemento imparcialidad
y análisis del caso
El art. 178. I de la CPE, indica que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano
y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad,
probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la
sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos”.
De igual manera SC 0053/2005-R de 20 de enero, señala “En este contexto, el derecho a un juez
imparcial e independiente, prohíbe el juzgamiento por una autoridad que no esté dotada de
independencia e imparcialidad que caracterizan a los tribunales y que se traduce en la falta de
interés del juez en los resultados del litigio desde cualquier punto de vista, esto es, desde el de
los demás órganos que conforman el Estado (independencia externa); desde el de otros jueces,
particularmente de los de grado superior (independencia interna); como desde el de las partes
(imparcialidad), lo que implica, en este último caso, que el juzgador que decida la controversia
judicial sometida a su conocimiento esté exento de todo interés o relación personal con el
problema, manteniendo una posición objetiva en el momento de adoptar su decisión, y por lo
mismo, no puede verse constreñido por ningún tipo de consideraciones que puedan ser
entendidas como un propósito de favorecer a una de las partes en desmedro de la otra; por el
contrario, su objetividad frente al proceso es lo que debe primar.
Para que la protección al derecho a la defensa sea viable en la acción de amparo constitucional
este debe cumplir con ciertas condiciones, toda vez que es uno de los elementos componentes del
debido proceso, en ese sentido la SC 1534/2003-R de 30 de octubre, lo ha definido como la;
“…potestad inviolable del individuo a ser escuchado en juicio presentando las pruebas que
estime convenientes en su descargo, haciendo uso efectivo de los recursos que la ley le
franquea…”.
De igual manera la SC 0932/2010-R 17 de agosto, respecto al derecho en cuestión señala: “La
tutela de cualquier derecho componente del debido proceso a través del amparo constitucional,
está condicionada al principio de subsidiariedad, según el cual todas las vulneraciones deben
ser reclamadas previamente ante los jueces y tribunales ordinarios, a quienes corresponde en
primer término repararlas, y solamente en defecto de éstos y agotados los medios se podrá
acudir a la jurisdicción constitucional; en el caso del derecho a la defensa, como elemento
componente del debido proceso; no obstante que, la jurisprudencia constitucional ha reconocido
su carácter inviolable como se ha señalado anteriormente, además se requiere que su lesión no
sea producto de la propia conducta del demandante (…)”.
española, el principio implica la prohibición de imponer una doble sanción, cuando existe
identidad de sujeto, del hecho y del fundamento respecto a una conducta que ya fue sancionada
con anterioridad”.
El mencionado principio está contemplado por un aspecto sustantivo, es decir, que nadie puede
ser sancionado doblemente por un hecho por el cual ya ha sido absuelto o condenado; y, el
aspecto procesal o adjetivo, esto es, que nadie puede ser juzgado nuevamente por un hecho por
el cual ya ha sido absuelto o condenado.
De las premisas antedichas, se tiene en una cabal dimensión, que se vulnera al “non bis in
idem”, no sólo cuando se sanciona sino también cuando se juzga nuevamente a una persona por
un mismo hecho.
Ahora bien, como se tiene precisado líneas precedentes, se considera en la doctrina al “non bis
in idem” como un principio, sin embargo, tal y como se desarrolló en el Fundamento Jurídico
III.3 de la presente Sentencia Constitucional, el “non bis in idem” viene a constituirse en una
garantía específica del debido proceso, es por ello que en el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, el principio “non bis in idem” está consagrado no como un principio, sino
como un derecho humano que forma parte del derecho al debido proceso; así se tiene por
ejemplo en la Declaración Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica, que lo consagra en su art. 8.4 mismo que dispone: "El inculpado absuelto por una
sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos"; por otro lado,
también se encuentra consagrado en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos,
específicamente en su art. 14 inc. 7) que establece lo siguiente: “Nadie podrá ser juzgado ni
sancionado por un delito por el cual hubiese sido ya condenado o absuelto por una Sentencia
firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país”.
La normativa citada resulta ser aplicable merced a que los instrumentos internacionales que
versan sobre derechos humanos integran el bloque de constitucionalidad según lo dispone el art.
410 de la CPE y tomando en cuenta también el tenor del art. 256 de la misma Constitución, que
indica lo siguiente: “Los tratados e instrumentos internacionales en materia de derechos
humanos que hayan sido firmados, ratificados o a los que se hubiera adherido el Estado, que
declaren derechos más favorables a los contenidos en la Constitución, se aplicarán de manera
preferente sobre ésta”.
significa la prohibición de un ejercicio reiterado del ius puniendi del Estado”. (las negrillas nos
corresponden).
Conforme a esto, no existirá violación al principio “non bis in idem”, cuando alguna de las
identidades no se presenta; por ejemplo, cuando el sujeto a quien se le imponen las sanciones,
administrativa y penal, no es el mismo, o cuando se trata de hechos diferentes o finalmente,
cuando el fundamento de ambas sanciones es distinto.”.
No obstante, como toda regla en ciertos casos conlleva una excepción, de manera muy
excepcional el Tribunal Constitucional, puede determinar si se valoró o no la prueba, si se
omitió alguna valoración pese a la presentación oportuna y conforme a ley o la misma resulta
arbitraria e irracional; sin embargo, no puede sustituir la valoración….
El art. 15 de la CPE, señala que la vida es un derecho fundamental, por lo que prohíbe todo tipo
de torturas, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes contra la humanidad de la
persona.
Respecto al nom bis in idem, el presente caso al tratarse de diferentes bienes jurídicamente
tutelados, y al estar las resoluciones a cargo de autoridades de distintas instituciones, resulta por
demás relacionar los antecedentes de un proceso administrativo con la investigación penal, toda
vez que son procesos que de acuerdo a su naturaleza jurídica tienen alcances diferentes, no
correspondiendo sobre este punto la tutela solicitada.
Por lo expuesto el Tribunal de garantías, al haber concedido en parte la tutela solicitada, con
distintos argumentos ha obrado correctamente.
POR TANTO
No interviene la Magistrada Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por excusa declarada legal.
En revisión la Resolución 130/2010 de 19 de abril, cursante de fs. 353 a 358 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Vladimir Arnoldo Pérez Poma,
Mireya Elena Ortega Irusta y Ruddy Pérez Arias en representación de Camilo Ernesto
Guillen Vargas contra Teófilo Tarquino Mújica y Ángel Irusta Pérez Ministros de la Sala
Penal Primera de la Corte Suprema de Justicia -hoy Tribunal Supremo de Justicia-, Juan
Hugo Mejía Coca y Eloy Moisés Avendaño Menchaca, Vocales de la Sala Penal Segunda de
la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
Cochabamba.
Dentro del proceso penal por el delito de asesinato seguido contra su representado; el Tribunal de
Sentencia Penal de Quillacollo, en la Sentencia 38/05 de 22 de septiembre de 2005, dictada en su
contra omitió realizar el análisis exigido por los arts.37, 38 y 40 del Código Penal (CP),
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1024
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
imponiendo una pena sin considerar las atenuantes; fallo que fue emitido en franca vulneración al
principio de legalidad y a la garantía del debido proceso en su vertiente referida a la motivación
de las decisiones.
Por ello presentó apelación restringida contra la citada Sentencia y su complementario, acusando
el quebrantamiento del art. 370.I del Código de Procedimiento Penal (CPP) y la inobservancia de
los arts. 13. 37, 38, 40 y 254 del CP, ya que señala en la presente acción tutelar que: “para
imponer la máxima sanción, omitiendo considerar que la imposición de la pena solo se considera
legal, cuando previamente se ha realizado una adecuada valoración probatoria de todos los
elementos probatorios introducidos en el juicio oral; esto es, valorando de manera integral, tanto
las atenuantes como las agravantes debidamente demostradas”(sic), aspecto que fue observado y
cuestionado mediante el recurso de apelación restringida, y no fue enmendado por los Vocales de
la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Distrito Judicial de Cochabamba, instancia que no
valoró prueba para determinar el “quantum de la pena” (sic) en la que sin efectuar una adecuada
fundamentación respecto a los aspectos cuestionados, dictó el Auto de Vista de 03 de marzo de
2007, declarando improcedente la apelación interpuesta.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril de 2010, según consta en acta cursante de fs. 351 a
352 vta., se produjeron los siguientes actuados:
El demandado, Juan Hugo Mejía Coca, Vocal de la Sala Penal Segunda, mediante informe escrito
cursante de fs. 347 a 348, señaló que: 1) Carecen de legitimación pasiva, ya que el Auto de Vista
al que hace referencia el accionante es de hace más de tres años, superando los seis meses
señalados por la Norma Suprema en su art. 129.II; 2) El Auto de Vista pronunciado por la Sala
Penal Segunda no vulneró derecho constitucional alguno ya que “…cuenta con la debida
fundamentación y motivación contenida en el considerando III” (sic); y, 3) Se obró conforme al
art. 407 y ss., del CPP;”…no encontrando defectos en relación a la valoración de la prueba” (sic).
Los codemandados Ángel Irusta Pérez y Teófilo Tarquino Mújica, Ministros de la Sala Civil de
la entonces Corte Suprema de Justicia, manifestaron lo siguiente: i) A través de la acción de
amparo constitucional el accionante pretende se dejen sin efecto el Auto Supremo 518, mediante
el cual la Sala Penal Primera de la Corte Suprema de Justicia declaró no haber lugar a la
extinción de la acción penal, así como el Auto Supremo 19, que declaró infundado el recurso de
casación interpuesto contra el Auto de Vista de 3 de marzo de 2007, emitido por la Sala Penal
Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público y la parte querellante contra Camilo Ernesto Guillén Vargas
por el supuesto delito de homicidio por emoción violenta, que declaró al imputado culpable de la
comisión de dicho delito; y ii) En mérito al acuerdo de Sala Plena 02/2009, se reconformaron las
Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia, en cuyo mérito, los suscritos Ministros
pasaron a ser parte de la Sala Civil Única y son otros los que conforman la Sala Penal Primera del
referido órgano de justicia.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Chuquisaca, constituida en
Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 130/2010 de 19 de abril, cursante de fs. 353 a 358
vta., declarando “improcedente” la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: a) Los
Ministros y autoridades judiciales demandadas, no han lesionado derechos ni garantías
contenidas en el debido proceso y el principio de legalidad, ya que el representado de los
accionantes asumió defensa en todas las etapas del proceso penal, en la investigación, en el juicio
oral, siendo oído, y juzgado previamente en el proceso penal en igualdad de condiciones; y b) Al
no haber agotado los recursos ordinarios, por cuanto acorde al art. 421 del CPP, tiene la vía
ordinaria de recurrir al recurso de revisión del proceso penal, que le siguió el Ministerio Público
y Lithcy Krushova Via Rocha y Magda Rocha Torres, por lo que en mérito al principio de
subsidiariedad que se sustenta en la SC 0505/2005-R de 10 de mayo y AC 107/2006-RCA de 7
de abril y conforme al art. 44 de la Ley Tribunal Constitucional (LTC), se hace inviable la
procedencia de la acción.
I.3. Consideraciones de Sala
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1026
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 29 de agosto de 2005, se inició y tramitó el juicio oral seguido a instancias del Ministerio
Público y a través de las acusadoras particulares; Lithcy Vía Rocha y Magda Rocha Torres, y la
Abogada María Amparo Zapata Soliz como “Defensa del niño, niña internacional” (sic) contra el
ahora accionante Camilo Ernesto Guillén Vargas por el delito de asesinato (fs. 3 a 11).
II.2. El Tribunal de Sentencia de Quillacollo, en cumplimiento al art. 365 del CPP, pronunció la
Sentencia 38/05 de 22 de septiembre de 2005, contra el imputado Camilo Ernesto Guillén
Vargas, por el delito de homicidio por emoción violenta, previsto y sancionado por el art. 254 del
CP, con la imposición de pena de ocho años de reclusión. (fs. 12 a 25 vta.)
II.4. Camilo Ernesto Guillén Vargas, mediante su apoderado el 2 de abril de 2007, planteó
recurso de casación, contra el Auto de Vista de 3 de marzo, con el fundamento de que el Tribunal
de segundo grado incurrió en el defecto procesal previsto por el art. 169 adjetivo penal y violó
sus derechos, garantías y principios fundamentales de seguridad, legalidad, igualdad jurídica y
correcta administración de justicia (fs. 103 a 104 vta.).
II.5. La Sala Penal Primera de la Corte Suprema de Justicia, el 11 de octubre de 2007, declaró
admisible el recurso de casación. Posteriormente el 9 de abril de 2008 el ahora accionante con el
fundamento de que la dilación no es atribuible al imputado, presentó ante la Corte Suprema de
Justicia, incidente de extinción de la acción, que corrido en traslado, la Fiscal de Recursos por
memorial de 15 de abril de 2008, respondió negativamente al mismo (fs. 124 a 126 vta. y 130 a
132).
II.6. Por Auto Supremo 518 de 7 de octubre de 2009, la Sala Penal Primera de la Corte Suprema
de Justicia -ahora Tribunal Supremo de Justicia-resolvió “No haber lugar a la extinción de la
acción penal, por duración máxima del proceso instaurado contra Camilo Ernesto Guillén
Vargas”, siendo que el Ministerio Público a través del requerimiento fiscal solicitó se niegue la
extinción penal, puesto que el imputado al haber utilizado equivocadamente los medios
procesales, ha logrado el objetivo de que el tiempo transcurra hasta superar los tres años
establecidos en el art. 133 del CPP. El razonamiento contenido en el Auto Supremo 518,
establece que de conformidad al art. 133 del CPP, SC 0101/2004 y AC 0079/2004 se adoptan tres
criterios: a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado y c) conducta de las
autoridades judiciales.
Y por dilación debe entenderse aquella que contraría los principios de buena fe y economía
procesal, demorando injustificadamente la tramitación del procesos, estableciéndose que la labor
desplegada por los órganos jurisdiccionales no fue negligente y el caso reviste de una
complejidad natural, ya que el autor del hecho punible es el padre de la víctima, circunstancias
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1027
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II.7. Posteriormente por Auto Supremo 19 de 3 de febrero de 2010, declaró infundado el recurso
de casación interpuesto por el ahora accionante, de conformidad al art. 59 inc. 1) de la Ley de
Organización Judicial de 1993 (LOJ 1993) y lo previsto por el art. 419 del CPP, señalando que;
“…al tratar de promover un análisis nuevo de la prueba a efecto de cuestionar la errónea o
defectuosa aplicación de la Ley sustantiva resulta de una errada concepción de la norma
procedimental, siendo el objeto de la crítica relativa a la errónea o defectuosa aplicación de la ley
sustantiva, distinto al enunciado por el ahora recurrente”(sic), bajo esas premisas, el recurso de
casación carece de asidero legal, por lo que deviene en infundada.(fs. 148 a 149)
El art. 128 de la CPE, ha previsto la acción de amparo constitucional, contra todos los actos u
omisiones ilegales o indebidos cometidos por servidores públicos o personas particulares o
colectivas, que restrinjan, supriman o almacenen restringir los derechos reconocidos por la
Norma Superior y las leyes, constituyendo una garantía jurisdiccional extraordinaria mediante la
cual el accionante hace posible la restitución de sus derechos y garantías fundamentales
restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión, obteniendo la tutela y la
reposición en el ejercicio de los mismos.
distintas resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y que afecten
derechos fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción a las reglas establecidas
por el ordenamiento jurídico.
Esta exigencia de fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el juez o
tribunal debe resolver en apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las
autoridades de primera instancia; (…), es imprescindible que dichas resoluciones sean
suficientemente motivadas y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las
sustentan y que permitan concluir, que la determinación sobre la existencia o inexistencia del
agravio sufrido fue el resultado de una correcta y objetiva valoración de las pruebas, del mismo
modo que se exige al apelante cumplir con la obligación de fundamentar los agravios; por
cuanto, en la medida en que las resoluciones contengan, los fundamentos de hecho y de derecho,
el demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada es justa; por lo que no le está
permito a un juez o tribunal, reemplazar la fundamentación por la relación de antecedentes, la
mención de los requerimientos de las partes o hacer alusión de que el juez de instancia obró
conforme a derecho…; con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar con una resolución
debidamente fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la persona y forma parte
del debido proceso…'.
En ese sentido, los tribunales de apelación, al igual que los jueces de primera instancia, deben
garantizar el respeto al debido proceso en todas las etapas y actuados que sean de su
conocimiento, lo cual implica también el respeto a la igualdad, traducido en la emisión de sus
resoluciones debidamente fundamentadas y motivadas, respondiendo a los agravios impugnados
por quien recurre en apelación, puesto que se trata de resoluciones que conocen y resuelven las
decisiones asumidas por los tribunales de instancia. Cabe aclarar, no obstante, que no se puede
exigir como fundamentación una argumentación retórica intrascendente, sino más bien la
adecuación de los hechos a la norma jurídica, como consta y se expone en las resoluciones de
las autoridades demandadas, por lo que la motivación no implica la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino más bien, exige una estructura de forma y de fondo que
permita a las partes conocer cuáles son las razones que llevaron al juzgador a tomar la
decisión”
contrastación entre la interpretación legal realizada por las autoridades demandadas con los
fundamentos expuestos por el accionante, verificando así la labor efectuada en la jurisdicción
ordinaria”.
El debido proceso se sustenta también, entre otros, en el derecho a la impugnación; es decir que,
la parte que se considere agraviada con una resolución, tenga la opción de acudir a otro
tribunal superior en grado, a objeto que la revoque o, al menos la modifique por una menos
gravosa para el apelante, situación que no se da, si la petición de extinción de la acción es
conocida y resuelta por ese alto tribunal, por cuanto las partes no tendrían la posibilidad de
impugnarla, convirtiéndose tal decisión en inapelable, razonamiento que encuentra coherencia
con los derechos a la igualdad de las partes del proceso, a la doble instancia y de acceso a la
justicia.
Ello confirma, como se tiene anotado y virtud a la previsión del citado Art. 50 del CPP, que el
tribunal de casación no tiene competencia para conocer y resolver esa petición, en estricta
aplicación del principio procesal que la competencia jurisdiccional nace de la ley, por lo que esa
labor incumbe a los jueces y tribunales de instancia, no a los de revisión.
Su tramitación se sujeta al art. 314: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos de las
partes que, por su naturaleza o importancia, deban ser debatidas o requieran la producción de
prueba, se tramitarán por la vía incidental, sin interrumpir la investigación y serán propuestas
por escrito fundamentado en la etapa preparatoria y oralmente en el juicio, ofreciendo prueba y
acompañando la documentación correspondiente”; es decir, la extinción de la acción penal, en
sujeción al artículo precedente -al margen de la etapa preparatoria- en juicio sólo puede ser
planteada, hasta antes de dictarse sentencia.
Si se realizaría una lectura parcial de las normas contenidas en los arts. 403.2 y 396 del CPP,
aceptando la posibilidad de que las resoluciones que rechacen excepciones en el juicio sean
apeladas incidentalmente en efecto suspensivo, el juicio tendría que suspenderse, en muchos
casos por meses, desconociendo la previsión contenida en el art. 335 del CPP que establece en
forma categórica los casos en los que el juicio puede suspenderse, entre los que no figura la
apelación de las excepciones planteadas durante esta etapa, atentando contra el propio sistema
acusatorio oral.
(…)
Consecuentemente, al momento de resolver en la audiencia de juicio las excepciones o
incidentes, será suficiente que las mismas, sean resueltas en forma oral, debido a que, conforme
lo determina el art. 371 del CPP en el acta del juicio oral quedan registradas, entre otros
aspectos, las solicitudes y decisiones producidas en el curso del juicio, las objeciones de las
partes y sus protestas de recurrir; lo que abre la posibilidad de que estos aspectos sean
impugnados a través del recurso de apelación restringida, como lo establece expresamente el
art, 407 del CPP´.
(…)
De lo anotado se concluye que en el juicio oral no es posible interponer el recurso de apelación
incidental para impugnar las resoluciones que rechacen excepciones, sino que las partes podrán
reservarse el derecho de recurrir una vez pronunciada la sentencia cuando exista agravio.
Como se tiene dicho, la resolución que resuelve la excepción de extinción planteada en juicio
oral, sólo es impugnable mediante reserva de apelación restringida, que habilita cuestionarla
ante el superior en grado sobre las supuestas irregularidades en la que hubiera incurrido el juez
o tribunal de primera instancia respecto a la excepción planteada.
En los casos en que no se ingresa al análisis de fondo, cabe señalar que si bien de conformidad a
lo establecido por la SC 505/2005-R y AC 107/2006-RCA, la Comisión de Admisión revisa las
acciones de amparo que hubiesen sido declaradas 'improcedentes' o 'rechazadas' por los
tribunales de garantías, existen casos en los que pese a ser admitida la acción tutelar, haberse
llevado a cabo la audiencia y emitido resolución, una vez elevada la causa, en revisión ante este
Tribunal, en forma posterior al sorteo, el Pleno advierte que no es posible ingresar al análisis de
fondo, sea por una de las causales previstas por el art. 96 de la LTC, incumplimiento evidente al
principio de subsidiariedad, extemporaneidad de la acción, u otro motivo, como el
incumplimiento de los requisitos de admisión previstos por el art. 97 de la LTC. Al respecto, este
Tribunal en las SSCC 494/2001-R y 652/2004-R, entre otras, hasta la SC 820/2007-R inclusive;
indicó que en estos casos corresponde declarar 'improcedente' el recurso.
Los accionantes por su apoderado denuncian la vulneración de los derechos al debido proceso, en
su vertiente de motivación y a un juicio sin dilaciones; sin embargo, dentro del contexto
señalado, y de los antecedentes procesales, se constata que el impugnado Auto Supremo 19, ha
sido pronunciado con la exigible e ineludible debida fundamentación, motivación y congruencia
que debe contener una resolución judicial, ya que el accionante reclamo que el Tribunal de alzada
no apreció, ni corrigió el defecto procesal en el que incurrió el Tribunal a quo, en torno a la
aplicación de los arts. 37, 38 y 40 del CP y al no haber subsanado este error cometido por el
Tribunal a quo, el Tribunal de alzada, en el Auto de Vista recurrido habría incurrido en defectos
procesales, establecidos en el art. 169 del CPP, con este argumento solicitó que se deje sin efecto
el Auto de Vista recurrido de casación y se disponga el pronunciamiento de una nueva resolución
de acuerdo a la doctrina legal aplicable, en respuesta a los puntos cuestionados, la Sala Penal
Primera de la Corte Suprema de Justicia ahora Tribunal Supremo de Justicia, estableció que los
defectos absolutos son aquellos de naturaleza procesal esencial y por lo tanto insubsanables
porque constituyen motivo de nulidad expresa, valorando también que a la presentación del
recurso, el recurrente, ahora accionante, se limitó a señalar que el Tribunal ad quen no subsanó la
calificación de la pena, afirmando que por ello ese Tribunal habría incurrido en defecto absoluto;
sin embargo, omitió señalar que numeral del art. 169 del CPP, habría sido vulnerado por el
Tribunal de apelación, asumiendo que la pretensión del accionante era que el Tribunal de
casación revea nuevamente la prueba, consiguientemente esa denuncia formulada sobre la
existencia de defectos absolutos, resulta meramente enunciativa y carece de asidero legal, por lo
que deviene en infundada.
Ahora bien, el accionante también denunció que los Vocales de la Sala Penal Segunda del
Distrito Judicial de Cochabamba hubiesen pronunciado el Auto de Vista, “sin motivar en hecho y
derecho su decisión” (sic), omitió enmendar la ilegal aplicación de la pena dispuesta por el
Tribunal de Sentencia de Quillacollo mediante Sentencia 38/05, porque no consideraron las
circunstancias establecidas en los arts. 37, 38 y 40 del CP, así como que tiene buenos
antecedentes y es una persona dedicada a su hogar e hijos, se hizo acreedor a la penalidad mayor,
sin tomarse en cuenta esas atenuantes, en consideración a que la víctima era su hija por ello
interpuso el recurso de casación, contra el Auto de Vista de 3 de marzo de 2007, al respecto
conforme el Fundamento Jurídico III.3.1. se asume que la jurisdicción constitucional dejó
establecido que no corresponde a esta instancia, valorar la prueba aportada y producida en los
procesos ordinarios, que es lo que pretende el accionante, al pedir implícitamente que éste
Tribunal incurra en valoración de esa prueba que supuestamente no fue considerada en el Auto de
Vista referido. Esta función corresponde única y exclusivamente a la jurisdicción ordinaria,
consiguientemente la acción de amparo constitucional no es un recurso casacional.
Es más atendiendo a que la jurisdicción constitucional, constituye una pretensión errada pues
sólo se puede analizar la interpretación efectuada por jueces y tribunales ordinarios cuando se
impugna tal labor como irrazonable, es necesario que el accionante, previamente cumpla con una
serie de requisitos, establecidos claramente en el Fundamento Jurídico III.3.2, y sólo con el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1035
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
cumplimiento de los mismos se posibilita que esta jurisdicción constitucional pueda realizar la
contrastación entre la interpretación legal realizada por las autoridades demandadas con los
fundamentos expuestos por el accionante, verificando de esta manera la labor realizada en la
jurisdicción ordinaria. Sin embargo, de los antecedentes del proceso se infiere que el accionante
incumplió con los mismos, ya que no expuso con claridad y precisión los principios o criterios
interpretativos que no fueron cumplidos o fueron desconocidos por el Tribunal que efectuó la
interpretación y aplicación de la norma interpretada, así como no expuso que principios
fundamentales o valores supremos no fueron tomados en cuenta o fueron desconocidos por el
interprete a momento de efectuar la labor interpretativa y asumir la decisión impugnada, pues no
es suficiente la sola relación de los hechos o una simple enumeración de las normas legales
supuestamente infringidas, ya que sólo en la medida en que adecuadamente se expresan los
fundamentos jurídicos, la jurisdicción constitucional realizara la tarea de contrastación entre la
interpretación que realizo la jurisdicción ordinaria y la fundamentación expuesta por el
accionante
Por lo expuesto se concluye en que, las autoridades demandadas no tenían competencia para
pronunciarse sobre la extinción de la acción penal, por lo que carece de relevancia que este
Tribunal se pronuncie respecto a si el Auto Supremo 518, se encuentra o no debidamente
fundamentado o motivado.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Asimismo, señala que, dicha Resolución lesionó, afectó y perjudicó sus intereses, por tal motivo
interpusieron en término hail recurso administrativo de impugnación contra esta, acompañando al
efecto la boleta de garantía D301-13126, por la suma de Bs13 366,67.- (trece mil trescientos
sesenta y seis 67/100 bolivianos), y el 8 de mayo de 2009, el Alcalde de ese entonces, mediante
nota le hizo conocer el informe 510/09 de 6 de mayo de 2009, emitido por la Dirección Jurídica,
y amparándose en la misma, desestimó el recurso de impugnación. Posteriormente, a solicitud del
Director de Contrataciones, Bienes y Servicios, se ejecutó la boleta de garantía de impugnación,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1037
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
en franca contravención a lo establecido por el “Art. 39 de la R.M. 397(RSCB)” (sic); por cuanto,
la autoridad que debe ordenar la ejecución de una boleta de garantía es la máxima autoridad
ejecutiva (MAE); es decir, que en este caso es el Alcalde Municipal de Cochabamba.
Finalmente señala que, el Decreto Supremo (DS) 0181 de 28 de junio de 2009, de Normas
Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios en su art. 90.III, indica que no
procede recurso administrativo de impugnación alguno, contra actos de mero trámite, incluyendo
informes; por lo tanto, no existe medio de reclamo, impugnación o recurso ulterior contra
determinaciones asumidas por el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, referidas a la
negativa de restitución de dineros, constituyéndose en un acto ilegal e indebido, pretendiendo el
señalado Gobierno, que de esta manera se consolide dicho monto de dinero a su favor, como
efecto de la anulación del proceso de licitación pública.
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante la Resolución 13 de
15 de abril de 2010, cursante de fs. 60 a 61 vta., denegó la acción de amparo constitucional; y por
tanto, declaró “improcedente” la misma, señalando que no corresponde ingresar a analizar el
fondo de la acción planteada; por cuanto, la vulneración de los derechos constitucionales de la
sociedad que representa la accionante han sido lesionados hace más de seis meses.
De acuerdo a lo previsto en el art. 20.I y II de la Ley 212 “Ley de Transición para el Tribunal
Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal
Constitucional Plurinacional”, se constituyó la Sala Liquidadora Transitoria, a cuyos miembros
se ministró posesión el 15 de febrero de 2012, fecha a partir de la cual asumieron plena
competencia para resolver las acciones tutelares ingresadas a este Tribunal y a los Tribunales de
garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, por lo que realizado el sorteo, la presente Resolución
es pronunciada dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Cursa memorial presentado el 4 de marzo de 2009, a través del cual la accionante, en
representación del “Consorcio ECOWAZ-SERRANO”, interpuso recurso administrativo de
impugnación; sin embargo, no lleva la firma de la representante del “Consorcio ECOWAZ-
SERRANO” (fs. 2 a 4 vta.).
II.3. El 8 de mayo de 2009, Gonzalo Terceros Rojas, Alcalde del municipio de Cochabamba,
desestimó el recurso administrativo de impugnación en base al informe 510/09 de 6 de mayo de
2009, emitido por la Dirección Jurídica, el cual señala, que no lleva la firma de la representante
legal del “Consorcio ECOWAZ-SERRANO” correspondiendo desestimar el recurso y ejecutarse
la boleta de garantía (fs. 5 a 7).
De tal manera que cuando se viola un derecho fundamental en esa instancia procesal sea
judicial o administrativa, deviene en la inobservancia a este principio de orden general y
procesal, es decir, es un efecto o consecuencia; más sin embargo ello no implica que sea
tutelable, precisamente y como se tiene explicado, por no ser un derecho autónomo, como
sostuvo la pasada jurisprudencia de este Tribunal. Por ello, cuando se exigía la tutela en su
generalidad se lo hacía unido a otros derechos como lógica consecuencia, no así de manera
independiente.
Al respecto, en un entendimiento coherente con el presente razonamiento, este Tribunal en la SC
70/2010-R de 3 de mayo, señaló que: 'la seguridad jurídica como principio emergente y dentro
de un Estado de Derecho, implica la protección constitucional de la actuación arbitraria estatal;
por lo tanto, la relación Estado-ciudadano (a) debe sujetarse a reglas claras, precisas y
determinadas, en especial a las leyes, que deben desarrollar los mandatos de la Constitución
Política del Estado, buscando en su contenido la materialización de los derechos y garantías
fundamentales previstos en la Ley Fundamental, es decir, que sea previsible para la sociedad la
actuación estatal; este entendimiento está acorde con el nuevo texto constitucional, que en su
art. 178 dispone que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta,
entre otros, en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, probidad y
celeridad'”.
El art. 24 de la CPE, señala: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de
este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario”.
El plazo de seis meses fue adoptado por este Tribunal, tal como refiere la SC 1214/2010-R 6 de
septiembre de 2010, que reiteró el entendimiento asumido en la SC 1438/2002-R de 25 de
noviembre, en la que se estableció su cómputo desde el conocimiento del acto ilegal u omisión
indebida, siempre que no existan otros recursos o medios para impugnarlos o, si existieran, a
partir del momento en que se agotó la última instancia.
De los antecedentes que cursan en obrados se establece que la accionante presentó una
impugnación, adjuntando una boleta de garantía por la suma de Bs13 366,67.-, y por nota de 8 de
mayo de 2009, pusieron a su conocimiento el informe 510/09 de 6 de ese mes y año, emitido por
la Dirección Jurídica, negando la misma; y por tanto, se ordenó la ejecución de dicha boleta;
posteriormente, a través de la Resolución Administrativa (RA) 05/2009-03, se anuló la licitación
pública nacional 04/2009, hasta el vicio más antiguo, por lo que, la accionante solicitó en varias
oportunidades la devolución del dinero entregado en la boleta de garantía, pero el entonces
Gobierno Municipal, le negó la devolución de su dinero, de tal forma que el 16 de septiembre de
2009, nuevamente pidió, que mediante resolución motivada se dé respuesta a todas sus anteriores
cartas, mereciendo respuesta a dicha solicitud, por nota 0884/09, en la cual nuevamente le
indicaron que no procedía dicha devolución, señalándole que no se le puede devolver el monto
ejecutado.
acción de amparo constitucional dentro del plazo de seis meses, establecido por el art. 129.II de
la CPE.
Por consiguiente, se constata que el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela, aunque
con otros fundamentos jurídicos, ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales del caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 3 de marzo de 2010, cursante de fs. 112 a 114 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Rocío Lizeth Gonzáles Vargas en
representación de Pedro Huaycho Huaycho, Presidente y representante legal de Bolivian Wire
and Cable Company (CABLEBOL) S.A. contra Virginia Rocabado Ayaviri y Renán Jiménez
Sempertegui, Vocales de la Sala Civil Primera y Segunda, respectivamente, ambos de la
Corte Superior del Distrito Judicial-ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
Cochabamba.
Mediante memorial presentado el 21 de enero de 2010, cursante de fs. 86 a 91, la accionante por
su representado, alega lo siguiente:
Manifiesta que, por testimonio 1341/99 de 8 de julio de 1999, el Banco BISA S.A. y la empresa
CABLEBOL S.A. firmaron un contrato de préstamo, detallándose las garantías otorgadas para el
pago de lo adeudado, en la cláusula cuarta y estableciéndose en los puntos 4.1 al 4.14, los bienes
inmuebles dados en garantía hipotecaria de los cuales, doce se encuentran registrados en las
oficinas de Derechos Reales (DD.RR.) de Cochabamba y dos en DD.RR. de Santa Cruz y en el
punto 4.15, se detalla la “garantía prendaria sin desplazamiento”, registrada únicamente en el
Registro de Comercio. Pero por memorial de 26 de noviembre de 2006, presentado al Juez
Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, se observó que la “garantía prendaria sin
desplazamiento”, no se encuentra registrada en las oficinas de DD.RR. y al no cumplir con dicho
requisito de inscripción, la misma no puede ejecutarse por la vía coactiva civil; en consecuencia,
por Auto Interlocutorio Definitivo de 21 de diciembre de 2006, el Juez de la causa, dispuso la
exclusión de la prenda sin desplazamiento dada en garantía.
También señala que, el 13 de enero de “2006”, la entidad bancaria planteó el recurso de apelación
contra el mencionado Auto, radicando la causa en la Sala Civil Segunda de la entonces Corte
Superior, la cual mediante Auto de Vista de 9 de junio de 2009, revocó el indicado Auto
Interlocutorio Definitivo, con el argumento de que, la Resolución de 15 de mayo de 2000,
adquiere ejecutoría, porque las excepciones planteadas por los coactivados fueron declaradas
improbadas por Auto de 5 de junio de 2001; por tanto, el fallo fue declarado ejecutoriado por
Auto de 2 de julio del citado año.
Por otra parte, conforme establece el art. 48.1 y 2 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y
Asistencia Familiar (LAPCAF), para la procedencia del proceso coactivo civil, es necesario el
registro de la garantía en las respectivas oficinas, caso contrario daría lugar a que el Juez en
aplicación a lo establecido por el art. 49.II de la LAPCAF, pueda rechazar el planteamiento de la
demanda coactiva civil, por no cumplir con los elementos que requiere la mencionada norma
legal. Entonces, para que la “garantía prendaria sin desplazamiento”, tenga validez y pueda ser
cobrada coactivamente, debe estar inscrita tanto en DD.RR. como en el Registro de Comercio,
hoy Fundación para el Desarrollo Empresarial (FUNDEMPRESA); sin embargo, el testimonio
1341/99, al no haber sido registrado en DD.RR., en lo que se refiere a la “prenda sin
desplazamiento”, no puede ser ejecutada por la vía coactiva civil, por no contar con la inscripción
en todos los registros tanto en DD.RR. y FUNDEMPRESA, de acuerdo a lo establecido en el art.
48.2 de la LAPCAF.
Finalmente, indica que, en el presente caso sólo se dio cumplimiento a una parte de la norma
sustantiva que regula la inscripción de la prenda sin desplazamiento, por lo que la ley es clara en
este sentido, señalando que dicha prenda debe ser inscrita tanto en DD.RR. como en el Registro
de Comercio, para que proceda al remate de la misma dentro de un proceso coactivo civil; sin
embargo, las autoridades demandadas, desconociendo las normas del Código Civil y del Código
de Comercio, señalaron de forma simple, que en ejecución del fallo, se debía aplicar de forma
preferente lo establecido en los arts. 514 y 517 del Código de Procedimiento Civil (CPC), ya que
la Resolución de primera instancia se encuentra ejecutoriada.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 3 de marzo de “2009”, según consta en el acta cursante de fs.
109 a 111, se produjeron los siguientes actuados:
Carlos Gonzalo López Delgadillo, Gerente Adjunto de Negocios del Banco BISA S.A., mediante
informe escrito cursante de fs. 105 a 108 vta., señaló que: i) La ahora accionante pretendió
acreditar su personería y capacidad legal, con un testimonio de poder totalmente insuficiente y
carente de requisitos legales, exigidos por los arts. 23 de la Ley del Notariado (LN) y 165 del
Código de Comercio (Ccom); ii) El poder presentado por la accionante, fue otorgado por Pedro
Huaycho Huaycho, en su calidad de Presidente del Directorio de la empresa CABLEBOL S.A.;
sin embargo, no tiene acreditada la personería del otorgante; porque, no fue transcrita el acta de la
junta general ordinaria de accionistas que acredita la designación del poderdante; tampoco consta
la nómina de accionistas, ni la inscripción de la sociedad en le Registro de Comercio; iii) Según
los arts. 285 inc. 3) y 308 del Ccom, es competencia de la junta general ordinaria de accionistas,
designar y nombrar a los directores de la sociedad, la calidad de representante legal de Director o
de Presidente, no es atributo propio de ciertas personas, entonces el poder acompañado carece de
éstos requisitos formales que son inexcusables, por lo que el poder no acredita de forma
suficiente la personería del otorgante; iv) Cabe precisar que no corresponde a los tribunales de
garantías constitucionales juzgar el criterio jurídico con el cual los tribunales ordinarios
interpretan las normas para dictar sus fallos; v) Se tiene plenamente acreditado que el
representado de la ahora accionante, fue legalmente citado con la Resolución coactiva civil que
fue declarada probada y ordenó la tasación y evaluación tanto de los bienes hipotecados como de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1046
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
los bienes prendados a favor del Banco BISA S.A.; vi) A pesar de que el deudor -hoy
representado- tuvo conocimiento de la orden de tasación de dichos bienes, jamás opuso
excepción alguna, referida a la exclusión de la prenda del proceso coactivo, es así que la ley puso
al alcance del coactivado, la posibilidad de formular su reclamo oportuno y éste no lo hizo; vii)
Resulta que después de seis años de haber tenido conocimiento del fallo coactivo, la ahora
accionante con absoluta falta de legitimación activa, solicitó mediante memorial de 26 de
septiembre de 2006, la exclusión del proceso de la “garantía prendaria sin desplazamiento”, de
propiedad de CABLEBOL S.A., que de forma inexcusable fue atendida por el Juez de primera
instancia a través del Auto de 21 de diciembre del mismo año, Resolución que fue correctamente
revocada por el Tribunal ad quem, con el fundamento que la orden de subasta de la garantía
prendaria se encontraba ejecutoriada; viii) También debe tomarse en cuenta que la exclusión de la
garantía prendaria sólo podía haber sido solicitada por la empresa CABLEBOL S.A.; única
persona jurídica con legitimación activa y no así un tercero, como la ahora accionante, que no
ostenta la representación legal de la sociedad; y, ix) La pretensión contenida en esta acción
resulta extemporánea, indebida e ilegal, ya que el deudor no puede pretender revertir su omisión
y enmendar su negligencia procesal, olvidando que la acción de amparo constitucional no es un
medio subsidiario para tutelar derechos que pudieron ser protegidos en otras instancias.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante la Resolución de 3 de marzo
de 2010, cursante de fs. 112 a 114 vta., declaró “improcedente” la acción de amparo constitucional;
aclarando que la misma podrá interponerse nuevamente subsanando los defectos del instrumento de
poder. Bajo el siguiente argumento: Verificados los requisitos que debe contener toda acción de
amparo constitucional, conforme manda el art. 97 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), se
establece que la acción solicitada por la accionante en representación de Pedro Huaycho Huaycho,
como Presidente y representante legal de la empresa CABLEBOL S.A., no acredita suficientemente la
personería de la accionante, porque el testimonio de poder que acompañó, si bien le otorga facultades
para presentar la acción de amparo constitucional, ante autoridad competente y proseguir con todos los
trámites en las etapas procesales hasta su conclusión, pero no le confiere poder expreso para dirigir la
presente acción contra los Vocales de la Sala Civil Primera y Segunda de la Corte Superior.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa el testimonio de poder 335/2008 de 31 de diciembre, otorgado por Pedro Huaycho
Huaycho en su calidad de Presidente y representante legal de la empresa CABLEBOL S.A., a
favor de Rocío Lizeth Gonzáles Vargas -hoy accionante-, con el cual se apersonó y planteó la
presente acción de amparo constitucional (fs. 73 a 75 vta.).
II.2. Por fallo de 15 de mayo de 2000, el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial,
declaró probada la demanda coactiva civil, presentada por el Banco BISA S.A. contra Mario
Jaime Jiménez Prudencio por si y en representación de CABLEBOL S.A., ordenando la tasación
y valuación de la hipoteca y prenda ofrecida como garantía, por lo que se debería continuar hasta
hacerse efectiva la suma reclamada de $us3 137 356,12.- (tres millones ciento treinta y siete mil
trescientos cincuenta y seis 12/100 dólares estadounidenses) (fs. 35 a 36 vta.).
II.3. Mediante Auto de 2 de julio de 2001, el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial
determinó que al haber sido declaradas improbadas las excepciones opuestas por la empresa
demandada y al no haberse planteado recurso alguno contra la Resolución de 5 de junio de 2001,
la misma es declarada ejecutoriada (fs. 59 vta.).
II.4. A través del Auto de 21 de diciembre de 2006, el Juez Segundo de Partido en lo Civil y
Comercial, dispuso la exclusión de la “garantía prendaria sin desplazamiento” de ejecución en el
proceso coactivo, salvando los derechos del Banco BISA S.A. de acudir a la vía llamada por ley
(fs. 65 a 67 vta.).
II.5. Por Auto de Vista de 9 de junio de 2009, la Sala Civil Segunda, revocó el Auto de 21 de
diciembre de 2006, rechazando la petición de exclusión de la “garantía prendaria sin
desplazamiento” solicitada por Dory Elena Jiménez Prudencio (fs. 69 y vta.).
de los derechos y garantías constitucionales (art. 196.I de la CPE y art. 1.II de la LTC), no
puede sobrepasar ni suplir la competencia de los jueces y tribunales ordinarios en lo que se
refiere a la sustanciación de los procesos en los que toman prevención, a menos que durante la
tramitación de los mismos se evidencien flagrantes violaciones a derechos y garantías
constitucionales o las expresadas en los instrumentos y tratados internacionales ratificados por
Bolivia.
Por otra parte, la SC 1358/2003-R de 18 de septiembre, indicó que: “…el amparo constitucional
es una acción de carácter tutelar, no es un recurso casacional que forme parte de las vías
legales ordinarias, lo que significa que sólo se activa en aquellos casos en los que se supriman o
restrinjan los derechos fundamentales o garantías constitucionales, por lo mismo no se activa
para reparar supuestos actos que infringen las normas procesales o sustantivas, debido a una
incorrecta interpretación o indebida aplicación de las mismas”. En el mismo sentido las SSCC
0308/2004-R, 0695/2004-R y 1392/2004-R.
Asimismo, la SC 1155/2005-R de 26 de septiembre, refirió que: “En el caso que se revisa, los
vocales demandados conocieron y resolvieron el recurso de apelación formulado por los
coactivados dentro del proceso coactivo seguido por la entidad financiera representada por los
recurrentes dictando el Auto de Vista impugnado con plenitud de jurisdicción y competencia, en
el que haciendo una interpretación de los alcances de los arts. 29.7, 881, 887.II y 900 del Ccom,
establecieron que éstas admiten la aplicación del Código Civil en cuanto a la prenda comercial
que no sean contrarias a las del Código de comercio, concluyendo que el contrato de prenda sin
desplazamiento tiene que inscribirse en el Registro de Comercio y en el Registro de Derechos
Reales. Lo anterior equivale a señalar que los recurridos, en el ejercicio de sus funciones,
realizaron una labor de interpretación de la legalidad ordinaria, sobre la que este Tribunal no
puede pronunciarse ni sustituirla por otra diferente por vía del amparo, pues ello importaría
suplantar una función que las autoridades judiciales la tienen legalmente atribuida, siendo que
en todo caso corresponde a la jurisdicción ordinaria determinar la norma aplicable a la
controversia, pretendiendo en la especie los recurrentes, frente a una decisión adversa, utilizar
este recurso como una instancia adicional o casacional en defensa de los intereses de su
representada, lo que no es posible por cuanto conforme a lo señalado ut supra, el objeto del
amparo es tutelar los derechos fundamentales y garantías constitucionales cuando son
restringidos, suprimidos o amenazados y en ningún caso se activa para reparar situaciones en
las que se aduzca -como en autos- una supuesta errónea o indebida aplicación de la ley”.
Continúa señalando que: “De lo señalado se establece también que corresponde a los jueces y
tribunales ordinarios en la aplicación del derecho común, examinar los documentos presentados
y establecer cuáles tienen fuerza coactiva y cuáles no, labor que por lo demás implica valoración
de la prueba, sobre lo cual este Tribunal tampoco puede pronunciarse, porque ello corresponde
exclusivamente a las autoridades judiciales que conocen del proceso principal. Al respecto, la
jurisprudencia constitucional en la SC 0577/2002-R, de 20 de mayo se ha manifestado en el
sentido de que: 'la facultad de valoración de la prueba aportada corresponde privativamente a
los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional no puede
pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales
ordinarios, menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de la prueba que hubieran
efectuado las autoridades judiciales competentes'. Asimismo, las SSCC 1062/2003-R, 1734/2003-
R y 1901/2004-R, entre otras”.
Las normas del art. 97 de la LTC, expresamente determinan los requisitos de forma y contenido
que deben ser cumplidos al momento de la presentación de todo recurso -ahora acción-,
constituidos por la necesidad de: “…I. Acreditar la personería del recurrente; II. Nombre y
domicilio de la parte recurrida o de su representante legal; III. Exponer con precisión y claridad
los hechos que le sirvan de fundamento; IV. Precisar los derechos o garantías que se consideren
restringidos, suprimidos o amenazados; V. Acompañar las pruebas en que se funda la pretensión;
y, VI. Fijar con precisión el amparo que se solicita para preservar o restablecer el derecho o la
garantía vulnerados o amenazados”.
De la norma transcrita se concluye que, entre los requisitos formales que se deben cumplir a
tiempo de formular las acciones de amparo constitucional, primeramente se debe acreditar la
personería del accionante, lo que significa que se tiene que demostrar la legitimación activa; es
decir, que la presente acción debe interponerse por la persona agraviada o afectada y que
demuestre tener interés directo sobre el asunto y contra quién recaen las consecuencias jurídicas
de la resolución o acto de la autoridad o particulares que se impugnan. Esta persona puede
formular la acción personalmente o mediante apoderado con poder especial, suficiente y
bastante, pues de lo contrario la acción debe ser observada por el incumplimiento del aludido
requisito de forma previsto en el art. 97.I de la LTC.
Primeramente debemos mencionar sobre el requisito establecido en el art. 97.I de la LTC, que
determina que se debe acreditar la personería del accionante, sobre este punto, se puede
evidenciar que la misma, adjuntó el poder 335/2008, por el cual demuestra su personería para
plantear la presente acción, y en el mismo se encuentra inserta la transcripción del acta de
directorio 11/2008 de 12 de noviembre, en el cual Pedro Huaycho Huaycho, asume la
presentación legal de la empresa CABLEBOL S.A.; y asimismo, está trascrita la parte pertinente
del art. 33 de su Estatuto, que señala: “Nombrar y destituir al gerente, subgerente, jefes, factores,
mandatarios, apoderados, etc., fijarles remuneraciones en cada caso, conferirles los poderes y
facultades que sean necesarias (…) Otorgar poderes generales y especiales a personas naturales o
jurídicas, delegando en todo o en parte sus facultades (…) En suma practicar cuantos actos,
gestiones, trámites y diligencias sean del caso para el cabal y completo éxito del presente
mandato, sin que por omisión de cláusula expresa no consignada sea observada de
insuficiente…”; es por tal situación que el poder presentado por la accionante cumple con el
requisito de admisibilidad, para plantear la presente acción, ya que el Directorio de la señalada
empresa en asamblea, designó a Pedro Huaycho Huaycho, como su representante legal, y con
dicha designación -estando dentro de sus atribuciones según el artículo descrito precedentemente-
, puede nombrar al o a los representantes legales de la empresa, es por tal motivo que designó a
Rocío Lizeth Gonzales Vargas, apoderada de CABLEBOL S.A. mediante el poder 335/2008, en
el cual se le indica que tiene facultad para apersonarse ante cualquier autoridad judicial, y entre
otras para presentar la acción que se analiza.
Ahora bien, de la revisión de los antecedentes, se constató que el Banco BISA S.A., inició un
proceso coactivo civil contra la empresa CABLEBOL S.A., por el cobro de la suma de $us3 137
356.12.-, que por Resolución de 15 de mayo de 2000, emitida por el Juez Segundo de Partido en
lo Civil y Comercial, se declaró probada la demanda, ordenándose la tasación y valuación
pericial de la hipoteca y prenda ofrecida en garantía y continuar con la presente ejecución hasta el
pago efectivo de lo adeudado. La representante de CABLEBOL S.A., en ejercicio de su derecho
a la defensa solicitó la exclusión de la “garantía prendaria sin desplazamiento” descrita en la
cláusula cuarta punto 4.15 del testimonio 1341/99, y el Juez de la causa, mediante Auto de 21 de
diciembre de 2006, dispuso la exclusión de dicha garantía, con el argumento de que la misma
debía estar registrada en las respectivas oficinas y que de no estar inscrita en DD.RR., no podía
ser ejecutada vía demanda coactiva civil; ante este Auto, la entidad coactivante, planteó recurso
de apelación, que fue resuelto mediante Auto de Vista de 9 de junio de 2009, por la Sala Civil
Segunda, revocando el Auto de 21 de diciembre de 2006, con el argumento de que la Resolución
de 15 de mayo de 2000, tiene la calidad de cosa juzgada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
La citada Resolución fue objeto de apelación por los ocupantes perdidosos; el representado del
accionante y su esposa, siendo confirmada por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del
Distrito Judicial -hoy Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz mediante Auto de Vista
de 30 de junio de 2005; el recurso de casación que plantearon los mismos ocupantes afectados,
fue declarado infundado por la entonces Corte Suprema de Justicia, mediante el Auto Supremo
77 de 9 de mayo de 2008.
En ejecución del fallo, “QUIMBOL LEVER” S.A. solicitó la entrega del inmueble a efectos de
que la empresa pueda tomar posesión de él, ordenando el Juez Octavo de Partido en lo Civil y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1053
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Comercial, mediante Auto de 18 de junio de 2009, la entrega del inmueble, en el plazo de quince
días bajo prevención de desapoderamiento y lanzamiento, lo que es inconcebible, ya que la
Resolución no ordena la entrega de ningún bien, que conforme a lo establecido por el art. 514 del
Código de Procedimiento Civil (CPC) la Resolución debe ejecutarse sin alterar ni modificar su
contenido, habiendo el Juez extralimitado su poder dispositivo.
La empresa “QUIMBOL LEVER” S.A. a efectos de hacer prevalecer el mejor derecho que alude
sobre el inmueble objeto de la litis, debe acudir a la vía llamada por ley para interponer por
cuerda separada la acción que corresponda; habiéndose sentado abundante jurisprudencia en
casos análogos, ya que los fallos pasados en autoridad de cosa juzgada deben ejecutarse sin
alterar ni modificar su contenido.
El Auto referido fue confirmado en apelación por Auto de Vista de 31 de agosto de 2009, emitido
por la Sala Civil Primera, y como anteriormente interpuso una acción de amparo constitucional
únicamente contra el Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, que fue denegada sin
ingresar al análisis de fondo, por no haberla dirigido también contra dichos Vocales, ahora es
viable la sustanciación de la presente acción.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se anule el Auto de 18 de junio de 2009, pronunciado por el Juez
Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, y por consiguiente, el Auto de Vista dictado por la
Sala Civil Primera de la Corte Superior, dejando sin efecto la orden de entrega del inmueble, con
condenación de costas y resarcimiento de daños en ejecución de sentencia.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 33 de 9 de
marzo de 2010, cursante de fs. 48 a 51 vta., concedió en forma parcial la acción de amparo
constitucional, dejando sin efecto el Auto de Vista de 31 de agosto de 2009, dictado por los
Vocales Hernán Cortez Castillo y Juana Molina Paz de Paz -codemandados-, ordenándose que
emitan nueva resolución con apego a lo establecido en el art. 236 del CPC, absolviendo todos y
cada uno de los puntos, especialmente los puntos cuarto y quinto del memorial de apelación de 1
de julio de 2009; declarando “improcedente” en cuanto al Vocal Adolfo Gandarilla Suárez -
codemandado-, por ser de voto disidente y carecer de legitimación pasiva para ser demandado;
con el argumento de que los citados Vocales, no resolvieron todos los puntos del recurso de
apelación que el representado del accionante interpuso contra el Auto del Juez codemandado, de
18 de junio de 2009, denotando falta de motivación de su fallo por la negligencia y dejadez de los
ahora demandados.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.2. Por Auto de 18 de junio de 2009, el Juez demandado, en ejecución del referido fallo,
concedió quince días al hoy representado y su esposa, como ocupantes y demandantes
perdidosos, para que procedan a la desocupación del inmueble y entreguen a su legítima
propietaria, a “QUIMBOL LEVER” S.A., en la persona de su representante legal, bajo
prevenciones de desapoderamiento y/o lanzamiento. (fs. 16 vta.). Auto que fue apelado por los
ocupantes perdidosos, mediante memorial presentado el 1 de julio de 2009, en el que en sus
cuestionamientos 4 y 5, reclamaron que el Auto constituía una Resolución ultra petita, ya que
indicaron que otorgó más de lo solicitado, buscando desalojarlos ilegalmente; y dado que la
Resolución sólo reconoce mejor derecho propietario a la Sociedad Anónima, no podía ser
modificada en su contenido por mandato expreso de los arts. 514 y 614 del CPC (fs. 17 a 18).
Siendo confirmado con costas, mediante Auto de Vista de 31 de agosto de 2009, por la Sala Civil
Primera, sin ningún fundamento señalando que los apelantes “sólo hacen una exposición del
procedimiento y realizan una relación de lo actuado en el transcurso del proceso, sin expresar y
precisar agravio alguno” (fs. 19 a 20).
II.3. Revisado el Sistema de Gestión Procesal del Tribunal Constitucional Plurinacional, se tiene
que el Tribunal Constitucional emitió la SC 1679/2011-R de 21 de octubre, dentro de la acción de
amparo constitucional identificada con el registro 2010-21117-43-AAC que el representado del
accionante interpuso con identidad de objeto y causa a la presente acción; la citada Sentencia
Constitucional aprobó la Resolución del Tribunal de garantías y denegó la tutela, sin ingresar al
examen de fondo; con el fundamento de que el acto que el accionante consideró lesivo, fue objeto
de un recurso de apelación, resuelto por la Sala Civil Primera donde se confirmó el proveído
apelado, por lo que la presente acción debió dirigirse también contra los Vocales de la referida
Sala que resolvió el referido recurso, y no únicamente contra el Juez codemandado; sin haberse
ingresado al análisis de fondo, conforme expresa la línea jurisprudencial que establece que
ostentan legitimación pasiva para ser demandados en las acciones tutelares todos los
intervinientes en el menoscabo o transgresión de derechos fundamentales, el primero por ejecutar
el acto ilegal y el segundo por no corregirlo.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada, caso contrario concierne determinar si existió
vulneración de los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
En base a ese razonamiento, y cita jurisprudencial respecto al marco doctrinal del debido
proceso y su componente del derecho a la debida fundamentación; concluyó agregando que:
'Dentro de este entendimiento, si la sentencia es una respuesta a la demanda o petición
interpuesta por el litigante, por el cual el juez hace una subsunción de los hechos a la norma,
resolviendo todos los puntos litigiosos puestos a consideración, sin salirse de esos marcos por
cuanto puede que otorgue menos o más de lo pedido, lo cual implicaría una vulneración al
debido proceso en su ámbito de presupuesto de una Resolución debidamente fundamentada,
entonces no es menos cierto que el Tribunal de Apelación y el de Casación, deben
inexcusablemente resolver todos los puntos apelados o puestos en consideración, así como
todas y cada una de las irregularidades denunciadas, pues solo así las partes conocerán los
motivos o razones que llevaron al Tribunal a tomar esa decisión, lo contrario, también
significaría una violación al debido proceso en su componente de la fundamentación jurídica'.
En el mismo sentido, se tienen las SSCC 1369/2001-R de 19 de diciembre y 0752/2002-R de 25
de junio'.
En cuanto a las decisiones de los tribunales de segunda instancia, referente a los puntos que
deben ser resueltos y la fundamentación de los mismos.
Al respecto, la SC 0816/2010-R de 2 de agosto, estableció que: "… se debe tener en cuenta que
la sustanciación de las demandas en materia civil se sujetan a las normas procesales que son
de orden público y cumplimiento obligatorio para las partes, conforme establece la norma
prevista por el art. 90 del CPC. En ese orden de cosas, el art. 236 del CPC, marca el ámbito de
contenido de la resolución a dictarse en apelación, pues estipula que la misma, deberá
circunscribirse precisamente a los puntos resueltos por el inferior y que además hubieran sido
objeto de apelación y fundamentación, de manera que el juez o tribunal ad quem, no puede
omitir pronunciarse sobre los puntos apelados como tampoco ir más allá de lo pedido, salvo en
los casos en que los vicios de nulidad constituyan lesiones a derechos y garantías
constitucionales como cuando la nulidad esté expresamente prevista por ley…" (el destacado
es nuestro).
Dado que el accionante interpuso la presente acción de amparo constitucional subsanando la falta
de legitimación pasiva que observó el Tribunal Constitucional en su SC 1679/2011-R de 21 de
octubre, que se pronunció resolviendo la primera acción, que opuso con identidad de objeto y
causa a la presente, con la aclaración de que al no haber ingresado al análisis de fondo la citada
acción de amparo constitucional, corresponde examinar la problemática planteada.
Estos dos reclamos no fueron resueltos concretamente por el Auto de Vista de 31 de agosto de
2009, expedido por los Vocales codemandados, quienes se limitaron a argumentar que los
apelantes “sólo hacen una exposición del procedimiento y realiza(n) una relación de lo actuado
en el transcurso del proceso, sin expresar y precisar agravio alguno”, cual consta en la
Conclusión II.2 in fine de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, sin realizar ninguna
fundamentación sobre los puntos que apelaron el representado del accionante y su esposa, en
sentido de que el Auto era una Resolución ultra petita y la Resolución sólo reconocía mejor
derecho propietario a “QUIMBOL LEVER” S.A. por lo que no podía ser modificada en su
Por lo que, sin ingresar a otras consideraciones ni analizar el fondo de donde emerge la
problemática planteada, porque no corresponde; sino, ante la constancia de haberse emitido una
resolución sin la debida fundamentación, se debe otorgar la tutela solicitada únicamente en
relación al derecho al debido proceso y respecto de los Vocales hoy codemandados.
POR TANTO
2º Disponer que los Vocales codemandados emitan nuevo Auto de Vista, conforme a los
Fundamentos Jurídicos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 11 de marzo de 2010, cursante de fs. 246 a 249 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por María de los Ángeles
Grossberger de Guzmán y Antonio Luis Fernando Guzmán Torres contra Raúl Pablo
Brañez Galindo, Virginia Rocabado Ayaviri, Vocales y Ángel Montero Montecinos, ex
Vocal, todos de la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba y Mario Jerez Calle, ex Juez Sexto de
Partido en lo Civil y Comercial del mismo departamento.
Por memorial presentado el 27 de enero de 2010, cursante de fs. 134 a 140 vta., los accionantes
manifestaron que:
Los accionantes en su condición de propietarios de dos inmuebles, signados con los “números 2 y
3” ubicados en el área rural de Buena Vista del cantón Vinto, de la provincia Quillacollo del
departamento de Cochabamba, debidamente registrados en las oficinas de Derechos Reales
(DD.RR.), se dieron en garantía hipotecaria los referidos inmuebles para la obtención de un
crédito en el Banco Nacional de Bolivia Sociedad Anónima (BNB S.A.), sin embargo, en
relación a éstos, expresan lo siguiente: a) Desconocían que los inmuebles dados en garantía
tenían la calidad de bienes agrícolas, cuya característica principal es su inembargabilidad; b) Por
cuestiones ajenas a su voluntad no pudieron cancelar el mencionado crédito ante el BNB S.A.,
ingresando en mora, consecuentemente el Banco mencionado les inició un proceso ejecutivo
donde las autoridades jurisdiccionales que conocieron el proceso en sus distintas instancias
dictaron el Auto de Vista de 6 de diciembre de 2008, que confirmó el Auto Definitivo 625 de 16
de julio de 2004, el Auto Definitivo 473 de 2 de junio de 2005, El Auto de 23 de junio de 2006 y
el Auto complementario de 9 de enero de 2009; c) En ejecución del mencionado proceso, se
procedió al remate de sus bienes mediante acta de 19 de junio de 2006, entre ellos el inmueble
“número 2” clasificado como pequeña propiedad, inembargable constitucionalmente, siendo
adjudicado y registrado en DD.RR. a favor del BNB S.A.; y, d) Habiendo sido perjudicados con
el embargo de su bien inmueble de carácter agrícola, presentaron un recurso de apelación ante la
Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Cochabamba, que mediante Auto de Vista de 6 de diciembre de 2008, confirmó los
Los accionantes consideran lesionados sus derechos a la “seguridad jurídica”, al debido proceso y
a la propiedad privada, citando al efecto los arts. 56.I, 115.II y 178 de la Constitución Política del
Estado (CPE); 7 y 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH); y, 23 de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de marzo de “2009” (sic), (siendo lo correcto 2010), según
consta en acta cursante de fs. 242 a 245 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Los Vocales demandados mediante informe escrito de 11 de marzo de 2010, cursante a fs. 145 y
vta., indicaron que: i) La presentación de la acción de amparo constitucional es extemporánea por
que transcurrieron más de 12 meses desde la última notificación a los accionantes en el proceso
ejecutivo y que éste no fue interrumpido con la presentación de una acción de amparo
constitucional anterior, cuya data es de 6 de julio de 2009; ii) La acción de amparo constitucional
interpuesta ya fue analizada y resuelta por el Tribunal de garantías el 20 de enero de 2010; iii) La
acción tutelar debió ser rechazada in límine dado que la Resolución del Tribunal de garantías que
analizó la primera acción de amparo se encuentra en revisión ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional; y, iv) En consecuencia, solicitan en aplicación del art. 96 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC), se declare improcedente la acción con costas y multas.
El demandado Mario Jerez Calle, ex Juez del Juzgado Sexto de Partido en lo Civil y Comercial,
mediante informe escrito cursante de fs. 151 a 152 fundamentado oralmente en audiencia de
acción de amparo constitucional, expresó lo siguiente: a) Los accionantes no interpusieron
ninguna nulidad del acto de remate y por ello, se ha adjudicado el inmueble a favor de la
institución ejecutante y esta omisión significa que se ha consentido libre y expresamente el acto;
y, b) Con el Auto complementario de 9 de enero de 2009, los accionantes fueron notificados el
14 de enero de 2009, y la acción tutelar ha sido interpuesta después de más de un año, aspectos
por los cuales solicita se declare improcedente la acción amparo constitucional.
El representante del BNB S.A., presentó informe escrito de fs. 185 a 186 vta., señalando lo
siguiente: 1) La acción de amparo constitucional fue interpuesta fuera del término establecido por
ley; 2) La presentación de la acción de amparo constitucional por parte de los accionados
desvirtúa el principio de inmediatez y desactiva la garantía que otorga la tutela efectiva; y, 3)
Solicitan se declare improcedente la acción de amparo constitucional por los fundamentos
expuestos.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías,
pronunció la Resolución de 11 de marzo de 2010, cursante de fs. 246 a 249 vta., declarando
“improcedente” la acción planteada, en base a los siguientes fundamentos: i) Si los accionantes
consideraban que dicho inmueble no podía ser sujeto a embargo, debieron ejercer su derecho a la
objeción desde el primer momento del proceso, cuando correspondía hacer valer el derecho de
reclamar la exclusión del bien inmueble; ii) El 11 de noviembre de 2004, es decir después de
transcurridos 8 años desde su citación con la demanda y notificación con la sentencia, uno de los
accionantes presentó solicitud de exclusión, argumentando el carácter de pequeña propiedad,
pretendiendo ahora que la jurisdicción constitucional subsane su propia negligencia demostrada
en el proceso; iii) Los accionantes tenían todas las vías que la ley les reconoce para reclamar sus
derechos; sin embargo, no activaron las mismas consintiendo todos los actos judiciales suscitados
en el mencionado proceso; y ,iv) La acción de amparo constitucional planteada se halla afectada
de causales de improcedencia como la subsidariedad, actos libremente consentidos, y falta de
inmediatez.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso ejecutivo seguido por el BNB S.A. contra Antonio Luis Fernando
Guzmán Torres y María de los Ángeles Grossberger de Guzmán, se dictó la Resolución de 26 de
julio de 1996, por el entonces Juez Sexto de Partido en lo Civil y Comercial, declarando probada
la demanda disponiendo como efecto de ello el embargo de los inmuebles signados con los
“números 2 y 3” de propiedad de los accionantes (fs. 11 a 12).
II.2. Cursa Auto Definitivo 625 de 16 de julio de 2004, donde se declara improbada la excepción
de prescripción interpuesta por María Eugenia Torres de Guzmán (fs. 39 a 40).
II.3. Por memorial de 11 de noviembre de 2004, Antonio Luís Fernando Guzmán Torres, aclara y
pide exclusión de plantaciones y de la pequeña propiedad signada con el “número 2” (fs. 49 y
vta.).
II.4. Cursa Auto Definitivo 473 de 2 de junio de 2005, por el cual se rechaza la exclusión
planteada por Antonio Luis Fernando Guzmán Torres sobre los terrenos hipotecados (fs.50 a 52).
II.5. Mediante Auto de 23 de junio de 2006, se adjudica por compensación de la parte adeudada
los bienes hipotecados a favor de la institución ejecutante (fs. 81).
II.6. Antonio Luis Fernando Guzmán Torres, mediante memorial presentado el 21 de junio de
2006, solicitó la suspensión del remate indicando que el inmueble constituye pequeña propiedad
agrícola. Por decreto de la misma fecha, el Juez Sexto de Partido en lo Civil y Comercial,
dispuso: “Estese al acta de remate de fecha 19 de junio de 2006…” (79 a 80 vta.).
II.7. El Juez Sexto de Partido en lo Civil y Comercial, por Auto de 23 de junio de 2006, dispuso
la adjudicación del inmueble de los ejecutados; citó en la zona de Pairumani, cantón Vinto,
provincia Quillacollo “número 2”, al no haber presentado los ejecutados la nulidad del acta de
remate en el término previsto por ley (fs. 81).
II.8. Los accionantes por memorial de 20 julio 2006, interponen recurso de apelación, contra los
Autos 625 16 de julio de 2004, 473 de 2 de junio de 2005 y 23 de junio de 2006 (fs. 82 a 83 vta.).
II.9. A través del Auto de Vista de 6 de diciembre de 2008, los Vocales de la Sala Civil Primera
de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
Cochabamba, Raúl Pablo Brañez Galindo, Virginia Rocabado Ayaviri y Ángel Montero
Montecinos, confirmaron los Autos de 16 de julio de 2004, de 2 de junio de 2005 y de 23 de
junio de 2006.
II.10. Cursa certificación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), que establece que la
propiedad signada con el “número 2” es una pequeña propiedad de carácter inembargable e
indivisible y es de propiedad familiar (fs. 102).
II.11. Por Resolución de 20 de enero de “2009” (siendo lo correcto 2010), de la Sala Penal
Tercera, de la Corte Superior de Distrito -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
Cochabamba, declara improcedente la acción de amparo constitucional interpuesta con
anterioridad a la presente acción tutelar por Antonio Luis Fernando Guzmán Torres y María de
los Ángeles Grossberger de Guzmán, demandando la vulneración de sus derechos
constitucionales toda vez que dentro del proceso ejecutivo seguido en su contra y en ejecución
del mismo, se procedió al remate del lote “número 2”, considerado como pequeña propiedad
agrícola inembargable, indivisible, y de propiedad familiar (fs. 182 a 184 vta.).
A su vez, el art. 129 de la misma CPE establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
De lo descrito se infiere que los accionantes, sin esperar previamente la revisión de la Resolución
de 20 de enero de “2009” (siendo lo correcto 2010) ante el Tribunal Constitucional Plurinacional,
interpusieron la presente acción tutelar el 27 de enero de 2010; es decir, siete días después de
haberse enterado del resultado de su primera acción de amparo constitucional, duplicando sus
reclamos en forma totalmente ilegal, al seguir dos acciones prácticamente paralelas sobre un
mismo hecho.
Resuelta la problemática, es preciso aclarar que en la presente acción, se alega que las
autoridades demandadas vulneraron el derecho a la “seguridad jurídica”, sin enunciar el precepto
constitucional que según los accionantes la consagran, por lo cual es preciso señalar que en el
orden constitucional vigente, se reconoce en el art. 178 de la CPE, a la seguridad jurídica como
un “principio” y no como derecho conforme lo establecido en el Fundamento Jurídico III.3.,
puesto que el mismo sustenta la potestad de impartir justicia emanada del pueblo, de manera que
no puede ser tutelado por la acción de amparo constitucional, que tiene como finalidad, la
protección de los derechos y garantías fundamentales de las personas, cuando han sido
amenazados, suprimidos o restringidos en su ejercicio.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 19 de abril de 2010, cursante de fs. 146 vta. a 148, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Victor Hugo Cassón Nina, en
representación legal de Rosse Mary Marca Mansilla contra Edgar Azurduy Salinas, Juan
José Ávila, Fernando Antonio Navajas Baldivieso, Rosa Eva Martínez Cavero, Marcos
Miranda Guerrero, Rodolfo Morales Cortez, Sandra Pacheco Márquez, Freddy Martínez
Ovando, Decano en ejercicio de la Presidencia, Sub Decano, Vocales y ex Vocal,
respectivamente de la Sala Plena de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Tarija.
El 29 de diciembre de 2009, la Sala Plena de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial de
Tarija, procedió al nombramiento de Marco Antonio Medina Salinas, como Notario de Fe
Pública de Segunda Clase 1 de Villamontes.
Rosse Mary Marca Mancilla, que vino desempeñando las funciones de Notario de Fe Pública de
Segunda Clase 1 de Villamontes, puso en conocimiento su estado de embarazo y solicitó
inamovilidad funcionaria por estado de gestación, respondiendo a ésta mediante Resolución de
Sala Plena 03/2010 de 2 de febrero que no ha lugar, con los fundamentos de que la solicitud fue
presentada después de haberse realizado la designación respectiva, es un cargo no remunerativo,
se realizó una convocatoria para optar el cargo y que se cuenta con el título de designación del
nuevo Notario que fue remitido por el entonces Consejo de la Judicatura, mismo que fue enviado
a la Contraloría departamental de Tarija para el registro correspondiente.
Efectuada la audiencia pública el 19 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 135
a 146 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Rosa Eva Martínez Cavero, Vocal de la Sala Civil Segunda, manifestó que forma parte de
un Tribunal colegiado, por lo que debió someterse a las decisiones de éste en cuanto a las
resoluciones por mayoría o por dos tercios y con la libertad de hacer constar el voto en caso
de ser disidente. En el caso de la ahora representada del accionante, señaló que votó a favor
de ella, pues consideró que no había razón para designar a otra persona.
Fernando Antonio Navajas Baldivieso, Vocal de la Sala Penal de la Corte Superior de Distrito
Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Tarija, señaló que: i) Cuando se realizó
la designación de los Notarios de Villamontes, no participó pues se encontraba con baja
médica, por ende no tiene legitimación “activa” para ser demandado. Respecto a la
reconsideración que la accionante presenta tampoco vertió opinión alguna; y, ii) El
procedimiento de convocatoria para renovación de designación o de ratificación a algún
funcionario, al tratarse de periodo y no de carrera fue asumido el procedimiento por la
accionante, además que considera que el reclamo es extemporáneo.
Edgar Azurduy Salinas, Juan José Ávila, Rodolfo Morales Cortez, Sandra Pacheco
Márquez, Marcos Miranda Guerrero, Fernando Antonio Navajas Baldivieso y Freddy
Martínez Ovando, Decano en ejercicio de la presidencia sub Decano Vocales y Ex Vocal
respectivamente de la Corte Superior de Distrito Judicial de Tarija, mediante informe
escrito cursante de fs. 118 a 119 señalaron: a) “Que es falso que la Corte de Justicia de
Marco Antonio Medina Salinas, a pesar de la legal notificación cursante a fs. 100 no presentó
informe escrito ni se participó de la audiencia.
I.2.4. Resolución
Mediante Resolución de 19 de abril de 2010, cursante de fs. 146 vta. a 148, el Tribunal de
garantías constituido por Conjueces de la Sala Social y Administrativa de la entonces Corte
Superior del Distrito Judicial de Tarija, denegó la acción de amparo constitucional, con costas y
con relación a la excepción planteada por Fernando Antonio Navajas Baldivieso, se declara ha
lugar, con los siguientes argumentos: 1) La petición fue presentada con posterioridad al acto de
designación, que no es un cargo remunerativo, se realizó una convocatoria por el Consejo de la
Judicatura -ahora Consejo de la Magistratura- y que existe un título de designación del nuevo
notario el mismo fue enviado a la Contraloría Departamental de Tarija para su registro; y, 2) La
Sala Plena, obró dentro del ámbito de su competencia al nombrar al Notario de Fe Pública de
Segunda Clase 1 de Villamontes, cumpliendo con lo establecido en el art. 280 de la Ley de
Organización Judicial (LOJ), una vez que la ahora representada del accionante por voluntad
propia ha omitido ejercer el derecho que le confieren los arts. 48.VI de la CPE y primero de la
Ley 975 de 2 de marzo de 1988, al no haber puesto a conocimiento su embarazo en tiempo
oportuno.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.3. Max Alberto Eguivar Choque, Jefe de División de Recursos Humanos del Consejo de la
Judicatura -ahora Consejo de la Magistratura- a solicitud escrita del accionante, certificó que la
convocatoria pública 009/2009 para Notarios de Fe Pública de Segunda Clase, fue solicitada el
28 de agosto de 2009, para los asientos judiciales de Yacuiba, Villamontes, Entre Ríos, Bermejo
y Padcaya, la misma concluyó el 4 de septiembre del mismo año, cuyas Resoluciones fueron
enviadas a la “Sala Plena de la R. Corte Superior de Distrito” para que se designe y posesione a
los nuevos Notarios. Respecto a los medios utilizados para su difusión se tiene el periódico “El
País” y la página web www.poderjudicial.gob.bo y con relación a las notificaciones a los
postulantes seleccionados no se las hizo de manera personal ya que es obligación del postulante
verificar aquello (fs. 7).
II.5. Cursa copia legalizada de la Resolución de Sala Plena 03/2010 la cual no da curso a la
solicitud de inamovilidad de Rosse Mary Marca Mancilla (fs. 23 a 24).
II.6. Copia legalizada del acta de posesión de Marco Antonio Medina Salinas como Notario de
Fe Pública de Segunda Clase 1 de Villamontes de 4 de marzo de 2010 (fs. 31).
II.7. “Ivonne Ruiz del Castillo, Jefa de Recursos Judiciales del Consejo de la Judicatura-
Tarija”(sic), certificó que, conforme a inspecciones realizadas a la Notaria de Fe Pública de
Segunda Clase 1 de Villamontes, se constató el correcto manejo y archivo de los documentos que
se encontraban a su cargo demostrando responsabilidad en el ejercicio de las funciones que
desempeñó (fs. 42).
El art. 129.I de la CPE, precisa que esta acción tutelar se interpondrá: “…siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados”, estableciendo el parágrafo II de la misma norma que:
“…podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de
la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial”.
Ahora bien, si el accionante ha sido diligente en su solicitud, reclamando el acto ilegal por los
medios ordinarios establecidos en las leyes, y ha presentado su demanda dentro del plazo de
caducidad, sólo podrá aplicarse la causal de improcedencia contenida en el art. 96.2 de la LTC,
cuando el consentimiento sea cierto e inequívoco, emane de la voluntad de la persona y, por lo
mismo la aceptación del acto ilegal -y en su caso, su acatamiento- depende de ella y no de la
imposición de la autoridad o de terceras personas”.
Consecuentemente, para que produzcan las consecuencias jurídicas expresadas en el art. 96.2 de
la LTC, los actos deben provocar en el Tribunal la convicción plena de que el accionante está de
acuerdo con el acto reclamado; dado que la simple presunción del consentimiento por acciones
que no están directamente relacionadas con el supuesto acto ilegal, lesionaría la garantía de la
tutela jurisdiccional eficaz…”'(las Negrillas son nuestras).
acepta libre y expresamente el acto ilegal u omisión indebida, sino que ello podrá deducirse con
los elementos de juicio suficientes del accionar que el titular hubiera tenido a partir de la
supuesta lesión de la que hubiesen sido objeto sus derechos y garantías constitucionales.'; aclara
la norma, en sentido de no ser necesario que mediante textos expresos se demuestre que el
recurrente, ahora accionante, consintió la vulneración de los derechos considerados vulnerados,
es suficiente que demuestre una actitud de consentimiento, libre de coerciones, amenazas y
presiones.
(...)
Entendiéndose entonces, que no toda acción de amparo constitucional será siempre admitida o
en su caso concedida, pues de advertirse la aceptación emitida por escrito con relación a la
supuesta actuación ilegal denunciada mediante la misma, la acción tutelar será denegada.”(las
negrillas son nuestras).
De la revisión del caso en estudio, se tiene que el accionante por su representada alegó la
vulneración de sus derechos fundamentales, por cuanto las autoridades demandadas pese a tener
conocimiento de su embarazo de alto riesgo la destituyeron de su fuente laboral.
Asimismo, de acuerdo a Ley de Notariado y a la Ley del Organización Judicial abrogada, los
notarios de fe pública son funcionarios públicos que tienen periodo de funciones establecido de
cualquier clase que sean, mismos que ejercerán sus funciones durante de cuatro años, pudiendo
ser reelegidos; son funcionarios sui géneris, no forman parte de la Ley General del Trabajo pues
no reciben sueldo ni salario el Estado.
Ahora bien, se evidencia conforme señala el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia la
accionante al presentar su postulación a la convocatoria de manera voluntaria sin que medie
violencia física o moral, consintió libre y expresamente el acto, a sabiendas de su embarazo,
misma que no dio a conocer de manera oportuna, por lo que se considera que si ha sido admitido
y consentido por la interesada en un primer momento, aún cuando después lo denuncie y
pretenda la protección, este Tribunal no puede ajustar sus decisiones al interés de las partes sobre
el resultado de un proceso lo cual crearía inseguridad; así que el ejercicio voluntario de someterse
al acto considerado lesivo, sin objetarlo, tomando una actitud pasiva frente al mismo, o en su
caso, realizando acciones que no tienden a restablecer el acto considerado lesivo es causal
suficiente para no conceder la acción lo que impide analizar el fondo de los argumentos de la
demanda tutelar.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 25 de marzo de 2010, cursante de fs. 434 a 439 vta. pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Jaime Marcial Cardona Ustariz,
José Luís Hernández Medrano, y Javier Daza Benavidez, por si y en representación legal de
Rodolfo García Barraza, Ponciano Revollo Flores, Tito Foronda Saravia, Carlos Eduardo
Rocha Villarroel, Roly Edwin Villarroel Camacho, Trifón Molina Macías, David Marcelo
Torrico Garnica, Wilfredo Vásquez Espinoza, José Luis Corce Ibarro, David García
Buendía, Sergio Gonzalo Torrico Angulo, Jaime Machaca Tola, Luís Alfonso Quintanilla
Torrez, José García Buendía, Froilán Vargas Choque, Carlos Ramírez Almendras, Edgar
Gonzales Salinas, Omar Edson Dávalos Jiménez, Darío Mendoza Villarroel, Luís Ángel
Sahonero Castro, Nilton Aníbal Acochiri Gutiérrez, Juan Guilmar Torres Angulo, Alberto
Coca Serna, Oscar Gustavo Milán Barrón, Néstor Flores Colque, René Orlando Gamboa
Mercado, Julio Bilbaldo Cadima Jiménez, Esteban Jhony Gamboa Sarmiento, Víctor Hugo
Lara Fernández, Vitalia Contreras de Herbas, Ana Beatriz Herbas de Méndez, Demetrio
Cárdenas Huarachi, Zulema Chapi Estrada, Rodrigo Franco Ugarte Zelada, Eva Martínez
Ventura, Constantino Flores Cotari, Prudencio Gonzales Montecinos y Richard Torrico
Mamani contra Tatiana Patricia Rojas Fernández, Julio Orestes Vargas Montaño, Víctor
Hugo Méndez Ugarte, Jashir Amilkar Melecio Enríquez, Alberto Samuel Soria Arze y Juan
Carlos Alfredo Rocha Cuadros Alcaldesa del Gobierno Autónomo Municipal, Gerente
General Ejecutivo a.i. del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado SEMAPA,
Director Representante de la Federación de Profesionales, Representante del Gobierno,
Representante del Gobierno Autónoma Municipal y Director del Ministerio de Agua, en su
condición de Directores del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado
(SEMAPA), respectivamente, todos del municipio de Cochabamba.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1073
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por memorial presentado el 10 de febrero de 2010, cursante de fs. 261 a 271 vta., se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
Los accionantes señalaron que, son trabajadores de SEMAPA, con antigüedad de entre 15 y 20
años, afirmando que pasaron por la institución gerentes que realizaron un mal manejo de los
intereses de la empresa, provocando la actual crisis de SEMAPA; en diciembre de 2008 fue
designado Leonardo Rafael Anaya Jaldín como Gerente General Ejecutivo a.i. por Resolución de
Directorio 66/08 de 22 de diciembre de 2008, extendiendo su interinato desde diciembre ese año
hasta el 26 de noviembre de 2009, violentando lo señalado en el art. 5 inc. e de la Ley del
Estatuto del Funcionario Público así como el art. 21 de las Normas Básicas del Sistema de
Administración de Personal, siendo censurable que los memorándums de despido los emitió fuera
del término de su mandato, avasallando los derechos y garantías constitucionales de los
trabajadores.
Motivo por el cual solicitaron ante la Jefatura Departamental del Trabajo, en la vía administrativa
conforme al DS 28699 de 1 de mayo de 2006 su inmediata reincorporación laboral, sustanciado
el proceso conforme lo previsto por la Resolución Ministerial (RM) 551 de 6 de diciembre de
2006, citando para el efecto a Leonardo Rafael Anaya Jaldín, Gerente General Ejecutivo a.i. de
SEMAPA, quien en las audiencias de conciliación rechazó sus reincorporaciones, con el
argumento de que la Empresa no contaba con presupuesto para sustentar al personal despedido,
es que consideran como hecho falso, puesto que existen otras personas en sus cargos,
pronunciando la Resolución Administrativa (RA) 0045/2009 de 1 de junio, que ordenó sus
inmediatas reincorporaciones por haberse violado sus derechos constitucionales, ya que la causal
de despido no se encuentra enmarcada en disposiciones legales. Leonardo Rafael Anaya Jaldín,
presentó recurso de revocatoria, mereciendo la RA 52/09 de 10 de junio de 2009; que confirmó la
RA 0045/2009 ante lo cual interpuso recurso jerárquico el cual confirmó las Resoluciones
Administrativas (RRAA) 0045/2009 y 52/09 ambas emanadas de la Jefatura del Trabajo
mediante RA 623/09 de 1 de septiembre de 2009.
Leonardo Rafael Anaya Jaldín, se constituyó en la ciudad de La Paz para dicho fin, recibiendo
como respuesta del Ministerio referido que esa instancia no podía disponer la reincorporación u
homologación de ninguna disposición que ordene la restitución de trabajadores del Estado
Plurinacional, siendo la misma institución la que debía disponer de acuerdo a sus específicas
atribuciones y competencias.
Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, sin que hasta la fecha se haya cumplido con la
misma, por lo que interponen la presente acción.
Los accionantes, denuncian como vulnerados sus derechos al trabajo y empleo, “obligatoriedad
de cumplimiento de las leyes laborales”, estabilidad laboral, “violación y desconocimiento de la
función del Estado” citando al efecto el art. 13 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 25 de
marzo de 2010, cursante de fs. 434 a 439 vta., declaró ”improcedente” la acción de amparo
interpuesto, con los siguientes fundamentos: 1) El principio de subsidiariedad implica que no
puede ser presentada la acción de amparo hasta que no se hayan agotado los recursos ordinarios o
administrativos y, en el caso de haber presentado los mismos deben ser agotados; 2) Las reglas y
sub reglas de procedencia de la subsidiariedad no se cumplieron en el presente caso, puesto que
al momento de la interposición del referido amparo este se encontraba pendiente de resolución; 3)
Que los accionantes para restablecer sus derechos que alegan como lesionados debieron acudir a
la vía laboral solicitando su reincorporación a su fuente de trabajo, antes de interponer la acción
de amparo constitucional.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.2. Previo requerimiento del sindicato de Trabajadores de SEMAPA, Giovanna Maldonado Jefa
Departamental de Trabajo a.i. de Cochabamba, citó a Leonardo Rafael Anaya Jaldín, Gerente
General de SEMAPA, a objeto de aclarar los despidos y rebaja salarial de los accionantes por
medio de dos citaciones y de una conminatoria (fs. 23 a 25).
II.3. Cursa la nota de 30 de abril de 2009, que señala “masacre blanca” y el informe sobre actitud
de gerente de SEMAPA, emitida por el Sindicato de Trabajadores en construcción SEMAPA,
dirigida a Giovanna Maldonado, Jefa Departamental de Trabajo a.i. (fs. 35 a 36).
Los accionantes, denuncian que se lesionaron sus derechos al trabajo y empleo al entregarles
memorándums de agradecimiento de servicios el 30 de abril de 2009, a ciento cincuenta y dos
trabajadores, vulnerándose sus derechos y garantías constitucionales al no haber cumplido
SEMAPA con la RA 0045/2009, emanada de la Jefatura Departamental del Trabajo, que disponía
la restitución de cuarenta y tres trabajadores a su fuente laboral, tampoco cumplieron con la
Resolución que resuelve el recurso de revocatoria 52/09, que ratifica la RA 0045/2009, y la RM
623/09, que ratificaba las resoluciones 0045/2009 y 52/09, en razón que la Entidad tenía la
obligación de cumplir con las leyes laborales, garantizando la estabilidad laboral de sus
trabajadores.
El art. 128 de la CPE, establece los alcances y finalidad de esta acción de defensa, estableciendo:
“…tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.
Estando consagrada la acción de amparo constitucional como una acción de defensa de los
derechos fundamentales de todas las personas, el Tribunal Constitucional ha desarrollado la SC
1202/2010-R de 6 de septiembre, que estableció: “Como la Resolución emergente del presente
recurso de amparo constitucional, podría afectar los derechos de terceras personas con interés
legitimo en el resultado, este Tribunal, antes de abordar la cuestión de fondo, debe realizar una
labor verificativa respecto al cumplimiento cabal de los requisitos de admisibilidad, entre los
que se encuentra la notificación al tercero interesado a fin de precautelar el respeto del derecho
a la defensa y al debido proceso de tales interesados.
Para ello, es necesario acudir a los entendimientos jurisprudenciales desplegados por este
Tribunal, en ese sentido en la SC 1351/2003-R de 16 de septiembre, se estableció que: '…en todo
proceso judicial o administrativo en el que la decisión final del mismo pudiera afectar los
derechos o intereses legítimos de terceras personas, éstas deben ser citadas o notificadas, según
el caso, a los fines de que puedan ejercer, en igualdad de condiciones, el derecho a la defensa,
ofreciendo las pruebas que consideren pertinentes y controvirtiendo las que se presenten en su
contra dentro del proceso, de acuerdo con las formas propias de cada juicio y conforme a la
normativa procesal pertinente”. Por determinación de la misma Sentencia Constitucional, el
principio constitucional antes señalado: '…es aplicable a los recursos de amparo constitucional
en los que, para proteger los derechos constitucionales suprimidos, restringidos o amenazados,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1078
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
se enjuician actos jurídicos, resoluciones judiciales o actos administrativos del proceso principal
del cual deriva el recurso, por lo que la notificación a la otra parte de la litis es de rigor
procesal, así no figuren como recurridos; dado que sus derechos pueden resultar afectados con
la resolución del recurso'.
Siendo importante la citación al tercero interesado con la demanda de amparo constitucional, con
el propósito que asuman su derecho a la defensa como al debido proceso, derechos que se
encuentran garantizados por la acción de amparo constitucional.
Bajo dichos entendimientos y con mayor especificidad en relación a la notificación del tercero
interesado, la SC 0814/2006-R de 21 de agosto, estableció como subregla de orden procesal:
'…que cuando un recurso de amparo constitucional es admitido sin que se hubieren cumplido
todos los requisitos de admisibilidad previstos por el art. 97 de la LTC, -del cual forma parte el
necesario señalamiento de domicilio y notificación del tercero interesado-, y así se hubiese
llevado a cabo la audiencia pública de consideración y se hubiese concedido la tutela,
inclusive; estando elevado el expediente en grado de revisión ante este Tribunal, corresponde
la declaratoria de improcedencia'.
Finalmente, la misma Sentencia Constitucional, entre las subreglas que deben aplicarse con
relación al tratamiento de la notificación al tercero interesado, contempló la siguiente: “En
etapa de revisión, si se advierte que el recurso fue admitido, tramitado y se ha llevado a cabo la
audiencia de consideración, pese a no cumplir con este requisito, da lugar a la improcedencia
del amparo, sin ingresarse al análisis de fondo del asunto'”. Así la SC 1202/2010-R de 6 de
septiembre, señaló: “… la notificación al tercero interesado se constituye en un requisito de
admisibilidad del amparo y por disposición de la jurisprudencia constitucional antes citada, de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1079
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En los casos en que no se ingresa al análisis de fondo, cabe señalar que si bien de conformidad a
lo establecido por la SC 505/2005-R y AC 107/2006-RCA, la Comisión de Admisión revisa las
acciones de amparo que hubiesen sido declaradas 'improcedentes' o 'rechazadas' por los
tribunales de garantías, existen casos en los que pese a ser admitida la acción tutelar, haberse
llevado a cabo la audiencia y emitido resolución, una vez elevada la causa, en revisión ante este
Tribunal, en forma posterior al sorteo, el Pleno advierte que no es posible ingresar al análisis de
fondo, sea por una de las causales previstas por el art. 96 de la LTC, incumplimiento evidente al
principio de subsidiariedad, extemporaneidad de la acción, u otro motivo, como el
incumplimiento de los requisitos de admisión previstos por el art. 97 de la LTC. Al respecto, este
Tribunal en las SSCC 494/2001-R y 652/2004-R, entre otras, hasta la SC 820/2007-R inclusive;
indicó que en estos casos corresponde declarar 'improcedente' el recurso.
A fin de unificar y armonizar criterios de orden procesal, se deja constancia, que a partir de la
presente resolución, corresponde utilizar la terminología precedentemente explicada, la cual
será de carácter vinculante conforme disponen los arts. 4 y 44 de la LTC, para todas autoridades
judiciales que actúen como tribunal de garantías constitucionales, como para este Tribunal”.
Los accionantes, denuncian como vulnerados sus derechos al trabajo y empleo, en razón de haber
sido despedidos mediante memorándums de agradecimiento de servicios firmados por Leonardo
Rafael Anaya Jaldín, Gerente General Ejecutivo a.i. de SEMAPA, quien incumplió la RA
0045/2009, emanada de la Jefatura Departamental del Trabajo que dispuso la restitución de 43
trabajadores a su fuente laboral, así como tampoco cumplió con la determinación emergente del
recurso de revocatoria 52/09, que ratificó la Resolución 0045/2009, ni con la RM 623/09 que
confirmaba las RRAA 0045/2009 y 52/09 antes mencionadas.
Conforme se tiene establecido, a partir de la revisión del acta de audiencia de la presente acción
de amparo constitucional los demandados presentaron incidente de falta de notificación al tercero
interesado en razón de no haber sido notificados el Ministerio de Hacienda y Servicios Básicos
del Vice Ministerio de Presupuestos y Servicios Básicos, puesto que emitieron la RM 001 de 30
de diciembre de 2002, donde habrían dispuesto un tope máximo en el presupuesto para el
Servicio Municipal de Agua y Alcantarillado, incidente que el Tribunal de Garantías declaró, “no
ha lugar”, en razón de que, el núcleo fundamental, de la acción de amparo constitucional, que nos
ocupa sería el carácter laboral relativo al contrato y despido del personal de SEMAPA, no
teniendo directa relación con temas de política presupuestaria nacional, por lo que no
correspondía que intervengan como terceros interesados, asimismo se tiene la Nota
MMAyA/DESPACHO/Nº1606/09 emanada del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, que hace
conocer a Leonardo Rafael Anaya Jaldín, Gerente General Ejecutivo a.i. de SEMAPA, que a esas
instancias no les corresponde pronunciarse sobre temas de reincorporación de trabajadores siendo
responsabilidad exclusiva de la entidad el ejecutar de manera correcta los recursos a su cargo (fs.
76 a 77), en ese sentido, no podría afectar los resultados de la Resolución de amparo
constitucional al Ministerio de referencia, corroborando la resolución del Juez de garantías,
empero; de lo referido anteriormente es importante señalar que después del despido de los
funcionarios ahora accionantes, quedaron cesantes los cargos a los cuales fueron reasignados
ciento veinticinco funcionarios de esa entidad, el 30 de abril de 2009, conforme señala Javier
Suarez Angulo, Jefe de la División de Personal de SEMAPA de fs. 298 a 301 de obrados, por lo
que al existir funcionarios en los cargos que dejaron los accionantes, con el propósito de no
dejarlos indefensos, correspondía notificarlos como terceros interesados tal cual prevé el
Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, toda vez que con el resultado de la presente acción
tutelar se podrían ver afectados sus derechos constitucionales.
Finalmente, con el fin de unificar criterios de orden procesal, corresponde utilizar la terminología
precedentemente explicada en el fundamento jurídico III.4, la cual es de carácter vinculante
conforme disponen los arts. 4 y 44 de la LTC, para todas autoridades judiciales que actúen como
tribunal de garantías constitucionales, como para este Tribunal.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 125/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 142 a 144, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Judith Pino Delgadillo y Carla Fanny
Vásquez Flores contra Rossemary Pino Delgadillo de Schayman y Pascual Schayman
Velarde.
Por memorial presentado el 1 de abril de 2010, cursante de fs. 20 a 24, las accionantes
manifestaron que:
Judith Pino Delgadillo, al haber resultado perdidosa dentro de la demanda instaurada contra los
ahora demandados por rescisión por lesión de precio, perdió la parte del inmueble que le
correspondía, por ello con autorización escrita de sus hermanas Elizabeth y Mirtha Pino
Delgadillo ocupó una habitación y cocina en el inmueble que fue objeto de la litis ubicado en la
calle Colón 574 - 598, el que perteneció a sus padres; fenecido el proceso de rescisión, en
ejecución de sentencia los ahora demandados solicitaron el 18 de marzo de 2010
desapoderamiento contra las accionantes y sus familias quienes viven en el inmueble citado en
condición de cuidadoras; asimismo, refiere que el Juez de la causa no dio curso a la solicitud de
desapoderamiento, negada mediante Auto 331/2010 de 24 de marzo, señalando: “Al II. De una
lectura de los datos del proceso, se advierte que existe una sentencia y auto de vista debidamente
ejecutoriada según el art. 514 del CPC, de cuyo contenido no se ha ordenado la entrega de la cosa
por no estar accionada, siendo improcedente desapoderar, no ha lugar a librar el mandamiento
impetrado“ (sic). Ante esta situación el 27 de marzo de 2010, tres días después de emitido el
referido Auto 331/2010, los demandados dieron inicio a las obras de demolición, desatando la
pared principal y el techo de teja de los ambientes utilizados como vivienda, dejando los
escombros en la puerta de su habitación, cortándoles los servicios de agua y luz, extremos que
fueron constatados por Notaria de Fe Pública el mismo día, dejando el inmueble al descubierto y,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1082
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
por la demolición del muro perimetral se puso en peligro su integridad física, conforme se tiene
del acta de verificación notarial de 29 de igual mes y año.
En síntesis, los demandados en su calidad de propietarios, sin tener orden de desalojo, ni otorgar
el plazo para la búsqueda de otra vivienda a las accionantes, demolieron el inmueble y
procedieron al corte de los servicios de agua y luz.
Asimismo, Carla Fanny Vásquez Flores y su familia señalaron vivir en dos habitaciones dentro
del inmueble ubicado en la calle Colón 574-598, en calidad de cuidadores, sin problema alguno,
hasta el 12 de marzo de 2010, fecha en la que los demandados junto con policías las
coaccionaron para que salgan sin haberles exhibido ninguna orden de allanamiento, extremo
denunciado por su hermano Beto Gustavo Vásquez Flores y que pese a la petición realizada a los
demandados para que se les otorgue tiempo para buscar otra vivienda, éstos procedieron a
demoler la pared externa que protege dicho inmueble y las paredes internas de las habitaciones
donde viven ellas y sus familias, procediendo a cortarles los servicios de agua y luz.
Las accionantes consideran vulnerados sus derechos a la dignidad, a la vida e integridad física, a
la salud, a la seguridad personal, a los servicios básicos de agua y electricidad, y a la vivienda en
el marco de los arts. 15, 16.I, 18.I, 19, 20, 22 y 23, de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 16 de abril 2010, según consta en el acta cursante de fs. 138 a
141 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
de Instrucción en lo Civil, se autorizó expresamente para construir la pared divisoria, y con ello
no pudo afectarse el derecho a la salud de las accionantes, respecto a la supuesta vulneración al
derecho a la dignidad señalan que lo que no es digno es que la accionante luego de haber vivido
gratuitamente en el inmueble desde el año 2005, que fue la fecha de la venta, abusando de esa
generosidad se permita alquilar ambientes a la coaccionante Carla Vásquez Flores y familia,
alegando para justificarse que son cuidadores, por lo que respecto a la vivienda, cualquier
persona que ocupe una vivienda, sólo puede hacerlo en condición de propietario, inquilino o
anticresista, por ello se vieron obligados a demandar la entrega y desocupación judicial en
proceso sumario que fue citado a las accionantes el 13 de abril de 2010, es más debido a las
agresiones directas infligidas por Judith Pino Delgadillo, el Juez de la causa dispuso protección
policial por decreto de 31 de marzo de ese año, continúan señalando que la única intención era
ejercer su derecho de dominio, ratificado en dos resoluciones; asimismo, aportan 19 fotografías
que cursan a fs. 136 y el documento de fs. 137 que constituye el formulario de visita técnica de
igual año por el que se autorizó la demolición de la vivienda de una planta que se encuentra en
ruinas, finalmente manifiestan que los servicios de energía eléctrica y agua potable no fueron
cortados por los demandados aportando la prueba respectiva; centrando su petición en la
denegación de la tutela por aplicación del principio de subsidiariedad.
1.2.3. Resolución
La Sala Social Administrativa y Tributaria de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Chuquisaca, constituida en Tribunal de garantías,
pronunció la Resolución 125/2010 de 16 de abril, cursante de fs. 142 a 144, “concediendo
parcialmente” la acción de amparo constitucional bajo los siguientes fundamentos: i) Los actos
de demolición y destechado de habitaciones constituyen amenazas objetivas de restricción al
derecho a la vivienda e incluso a la integridad física; ii) Al demoler la pared que da a la calle
pone en riesgo estos derechos en perjuicio de las accionantes, por lo que las personas
demandadas deben colocar un portón que evite dicho peligro; y, iii) Las detentadoras de las
habitaciones de propiedad de los demandados no tienen derecho a impedir la construcción del
muro perimetral; porque dicha construcción se realiza en cumplimiento de la división y partición
existente así como en ejercicio de su legítimo derecho propietario.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa testimonio de compra venta de un lote de terreno de 450 ms 2, ubicado en el ex fundo
Aranjuez, por el que se acredita el derecho propietario primigenio de Juan Pino Virruta y Silvia
Delgadillo Sanchez de Pino registrado en DD.RR. a fs. 181, 299 de 3 de diciembre de 1949 (fs.
104 a 107).
II.2. Por los planos de propuesta de división y el informe pericial adjuntado se establece que
dicho plano consta de dos fraccionamientos: “…L-1, para Rossemary Eveling Pino Delgadillo y
L-2, para Silvia Mirtha Pino Delgadillo y Elizabeth Pino Delgadillo” (fs. 108).
II.3. Por Auto de 20 de enero de 2010, pronunciado por el Juez Natalio Tarifa Herrera, Juez
Cuarto de Instrucción en lo Civil de la Capital, dentro de la demanda voluntaria de división y
partición de bienes comunes, se aprobó el plano de división y partición e informe pericial, por el
que se dispuso la división y partición del bien inmueble situado en las calles Colón 574 y Raúl
Fernández de Córdova de la ciudad de Sucre, ordenándose consiguientemente la protocolización
ante una notaría y la inscripción en DD.RR. ( fs. 112 a 113 y vta.).
II.4 Cursa una nota suscrita por Mirtha Pino Delgadillo de 1 de marzo de 2010 que autoriza a
Carla Fanny Vásquez Flores y hermanos ocupar dos habitaciones en el inmueble de la calle
Colón 574 de la que sería copropietaria (fs. 1).
De la misma manera, autorizó en el mes de enero de 2009, que su hermana Judith Pino
Delgadillo viva en dos habitaciones del inmueble ubicado en la calle colón 574-598 (fs. 2).
II.6 De acuerdo a la certificación emitida por la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado
Sucre (ELAPAS) se estableció que el medidor con código 200380300 de la calle Colón 574 tiene
vigente la instalación y el consumo es normal (fs. 86 a 87).
II.7. Por certificación emitida por la Compañía Eléctrica Sucre Sociedad Anónima (CESSA), se
conoce que la cuenta 02-025-01900, se encontraría en corte por mora al tener dos facturas
impagas (fs. 88 a 91).
II.8. Cursa denuncia de 12 de marzo de 2010, en fotocopia legalizada realizada por el ciudadano
Beto Gustavo Vásquez Flores, sentada ante la FELCC por el supuesto delito de “allanamiento”
contra Rossemary Pino Delgadillo de Schayman (fs. 39 a 44).
II.9. Los demandados por informe de 16 de abril de 2010, presentados ante el Presidente y
Vocales de la Sala Social y Administrativa de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial de
Chuquisaca establecen que desde el año 2005, permitieron vivir gratuitamente a la accionante
Judith Pino Delgadillo, quien de forma abusiva se permitió alquilar el inmueble a la estudiante
Carla Fanny Vásquez Flores y familia.
II.10. Cursa formulario de visita técnica emitido por el Gobierno Autónomo Municipal de Sucre
por el que se autoriza “…para la demolición de una vivienda de una planta” (sic) (fs. 137).
Las accionantes consideran vulnerados sus derechos a la dignidad humana, a la vivienda, al agua
y los servicios básicos, a la vida, la salud y la seguridad personal, por las acciones de hecho
cometidas en su contra por Rossemary Pino Delgadillo de Schayman y Pascual Schayman
Velarde, tales como el corte de los servicios de energía eléctrica y agua, así como obras de
demolición en el inmueble, dejando al descubierto y sin protección el interior, con el único fin de
que las accionante procedan a desocupar el inmueble. En consecuencia, corresponde determinar,
en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela
solicitada.
“I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
Se infiere que, para la interposición de esta acción no es imprescindible que el accionante agote
las instancias legales a su alcance; pues el riesgo inminente de un daño irreparable e irremediable
de un derecho frente a las medidas de hecho asumidas por una persona particular o autoridad
pública hace que la jurisdicción constitucional prescinda de la naturaleza subsidiaria que
caracteriza a esta acción y otorgue la tutela de forma efectiva e inmediata.
En ese orden cabe aclarar que, conforme ha definido este Tribunal en su jurisprudencia, una de
las características inherentes a la naturaleza jurídica del amparo constitucional es la
subsidiaridad, lo que significa que esta vía tutelar sólo se activa cuando la persona no tiene o no
cuenta con ningún otro recurso o vía legal para la reparación inmediata, efectiva e idónea de
sus derechos fundamentales o garantías constitucionales vulnerados por actos u omisiones
Así en las SSCC 119/2003-R, 864/2003-R -entre otras-, este Tribunal ha establecido la
procedencia del amparo de manera excepcional cuando exista un daño o perjuicio irremediable
no obstante existir un medio de defensa, esto en los casos en los que de no otorgarse la tutela al
derecho o garantía constitucional vulnerados hay inminencia de un mal irreversible,
injustificado y grave, que coloque al recurrente en un estado de necesidad, que justifica la
urgencia de la acción jurisdiccional, ya que de continuar las circunstancias de hecho en que se
encuentra el recurrente, es inminente e inevitable la destrucción de un bien jurídicamente
protegido, lo que exige una acción urgente para otorgar la protección inmediata e impostergable
por parte del Estado en forma directa.
Asimismo, otra excepción a la naturaleza subsidiaria del amparo, surge cuando los medios de
defensa o recursos previstos por ley resultan ineficaces para proteger el derecho fundamental
conculcado o amenazado. Así la SC 367/2003-R, de 26 de marzo, reiterando lo expresado en la
SC 1010/2002-R de 20 de agosto, señaló que 'la inmediatez, -que es una de las características
del amparo junto con la subsidiariedad-, debe ser aplicada cuando, por razones de tiempo, la
remisión a los procedimientos ordinarios resulte claramente tardía para tutelar el derecho
fundamental violado o amenazado de violación; en este sentido, el amparo no sólo procede
cuando no existe otra vía legal para la tutela de los derechos conculcados, sino también, en los
casos en que aquella resulta ineficaz, por tardía, para proteger el derecho fundamental
conculcado o amenazado; asimismo, debe establecerse si el recurrido o sujeto pasivo del
amparo se encuentra por razones de hecho en una clara situación de poder respecto al
recurrente'. (SC 1420/2003-R, de 26 de septiembre). Dentro de esos supuestos excepcionales, en
los que el amparo entra a tutelar de manera directa e inmediata, prescindiendo inclusive de su
carácter subsidiario, está la tutela contra acciones o medidas de hecho cometidas por
autoridades públicas o por particulares, entendidas éstas como los actos ilegales arbitrarios que
desconocen y prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico
brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan frente al agraviado, actos
que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la
gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar
derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso del
poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano propia,
control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo ejercen
de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias. Frente a estas
medidas de hecho, el criterio de este Tribunal ha sido uniforme en declarar la procedencia del
amparo como mecanismo necesario para la protección inmediata de los derechos fundamentales
considerados lesionados. La SC 1420/2003-R, de 26 de septiembre, expresó el siguiente
razonamiento: 'En la problemática planteada, se advierte que en cumplimiento a las RRMM
564/90 y 1554/95, por las que se instruyó al Alcalde Municipal de Cochabamba, el retiro
inmediato de kioscos, módulos y anaqueles, ubicados en plazas, calles avenidas y otras áreas de
uso público, que no tuvieren la correspondiente autorización de construcción e instalación y no
darse curso a ninguna autorización al respecto; el 18 de enero de 2003 se procedió a la clausura
del puesto de venta de la recurrente ubicado en calle Francisco Velarde esquina Punata y el 1 de
febrero del mismo año al retiro del anaquel; si bien es cierto que la recurrente acudió a la
Intendencia Municipal, Alcaldesa y al propio Concejo Municipal que ordenó al Ejecutivo, la
emisión de una resolución en aplicación al reglamento de recursos administrativos, pudiendo en
su caso recurrir al órgano deliberante para el cumplimiento de su determinación; no es menos
evidente que no obstante la existencia de ese medio legal, corresponde otorgar la protección
inmediata y eficaz a la recurrente contra los actos arbitrarios de las autoridades recurridas,
quienes sin un previo procedimiento administrativo, han procedido a la clausura de su puesto de
venta y al retiro de su anaquel, ya que si bien cursa en obrados una papeleta de citación, por la
que se ordenó a la actora el retiro de la estructura metálica, concediendo el plazo de 48 horas
para el efecto, no existe constancia de su debido diligenciamiento, al no constar firma de la
recurrente, tampoco día y hora de su ejecución y menos cursa en antecedentes que se hubiera
desarrollado algún procedimiento que derive en una resolución que autorice los actos
denunciados; por lo que se concluye que los recurridos han privado a la recurrente su derecho
al trabajo y del sustento diario, circunstancia que abre la protección inmediata prevista en el
art. 19 CPE'.
El art. 21.2 de la CPE, establece que las bolivianas y bolivianos, tienen, entre otros, el derecho a
la dignidad; sin embargo, no sólo está concebida como tal, sino también como un valor, en los
que se sustenta el Estado (art. 8.II de la CPE), el que además, en sus arts. 9.2 y 22, obliga a
todos a garantizar y respetar la dignidad de las personas. Así la SC 0096/2010-R de 4 de mayo,
señaló: '…Ahora bien, la dignidad, como valor intrínseco e inalienable de todo ser humano, es
entendida como el derecho que tiene toda persona, por su sola condición de humano, para que
se la respete y reconozca como un ser dotado de un fin propio, y no como un medio para la
consecución de fines extraños, o ajenos a su realización personal. Entonces, se vulnera el
derecho a la dignidad, cuando su titular es tratado como una cosa y no como persona, como
medio y no como fin, en irrespeto a su condición de ser humano, por ejemplo, cuando es
sometido a la esclavitud, o cuando se le aplican tratos o penas degradantes, o se le hace objeto
de discriminaciones o marginaciones por razón de raza, sexo, religión u otros motivos'”.
En el presente caso, se asume que no existe otro medio o recurso legal inmediato para la tutela de
los derechos que se invocan como lesionados, y si bien las accionantes no cuentan con derecho
propietario del inmueble ubicado en la calle Colón 574-598, y los propietarios cuentan con la
aprobación de la división y partición del referido inmueble y con la autorización de Patrimonio
Histórico, por lo que dispusieron la construcción del muro de separación de la parte que les
pertenece, no por ello se puede realizar justicia por mano propia, desconociendo y prescindiendo
de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda.
Por ello de continuarse con la demolición o prosiguiendo con el destechado de las habitaciones
que ocupan las accionantes, se pone en riesgo la vida e integridad física de las mismas, siendo
este hecho el que constituye una amenaza objetiva de restricción al derecho a la vivienda, vida e
integridad física.
En cuanto a la invocación del derecho a los servicios básicos de energía eléctrica y agua, cuya
tutela fue denegada por la Sala Social, Administrativa y Tributaria de la entonces Corte Superior
de Distrito Judicial de Chuquisaca -hoy Tribunal Departamental de Justicia- de Chuquisaca, se
asume que no se demostró que dichos servicios hubiesen sido cortados por los demandados, al
contrario, el servicio de agua tiene un funcionamiento normal y el de energía eléctrica fue cortado
por falta de pago por CESSA, consiguientemente no corresponde la otorgación de la tutela
respecto a estos derechos.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 173/10 de 26 de marzo de 2010, cursante de fs. 157 a 159 vta., dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Rielma Loreta Mencias Rivadeneira,
Defensora del Pueblo en representación sin mandato de Néstor Guillermo Ergueta Chipana y
Fernando Sánchez Peña Cusicanqui contra Rosse Mery Gutiérrez Mamani, Alcaldesa
Municipal; Regoria Quispe Mamani, Elita Huanca Inca, Vilma Vargas Mejillones y
Valvina Illanez López, todos miembros del Consejo Municipal de Mecapaca de la Segunda
Sección de la provincia Murillo del departamento de La Paz.
El 31 de marzo de 2009, sin haber sido legalmente notificados y con conocimiento de la acción
penal, uno de los imputados -Francisco Calle Choque-, interpuso acción de libertad ante la Jueza
Cuarta de Sentencia Penal, misma que fue concedida a través de la Resolución 03/2009 de 31 de
marzo, ordenándose la reposición de las actuaciones realizadas hasta la Resolución 09 de 2 de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1091
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
mayo de 2007; vale decir, “la anulación del proceso para todos”; hecho que dio lugar a que José
Arancibia Quisbert retire la denuncia y la querella presentada contra Mario Rojas Poma, Néstor
Guillermo Ergueta Chipana, Fernando Sánchez Peña Cusicanqui y otros; en virtud de lo cual,
mediante la Resolución 17/2009 de 24 de julio, el Fiscal de Materia adscrito a la División de
Delitos Económicos y Financieros rechazó la querella en cuestión.
Rechazada la querella, Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui
realizaron diversas gestiones para lograr que se los restituya en sus cargos; sin ningún resultado,
solicitaron al Concejo Municipal su reincorporación; intentando la instalación de una audiencia
para tratar su tema, quisieron que se dicte una resolución que los devuelva al cargo, pero no fue
aprobada; y finalmente interpusieron una acción de amparo constitucional, la cual fue denegada a
través de la Resolución 87/2009 de 21 de septiembre, por no haber agotado las instancias
administrativas, instruyéndoles a efectuar los trámites administrativos correspondientes para su
restitución como Concejales
I.1.3. Petitorio
Con los referidos antecedentes, solicita: a) Se conceda la tutela; b) Se disponga que el Concejo Municipal
de Mecapaca, responda de manera escrita y fundamentada a la solicitud de restitución de Néstor
Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui -hoy representados-; y, c) Se ordene al
Concejo Municipal referido, remita copia de la respuesta a la Defensoría del Pueblo.
Efectuada la audiencia pública el 26 de marzo de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
152 a 156, se produjeron los siguientes actuados:
Concejal; puesto que, no interviene en los aspectos netamente del Concejo; por lo señalado,
solicitó se declare improcedente la presente acción; porque la mencionada carece de legitimación
pasiva.
Rosse Mery Gutiérrez Mamani -hoy demandada-, no se presentó a la audiencia; sin embargo,
hizo llegar su informe escrito, cursante de fs. 136 a 137, en el que señala que ante la suspensión
del Alcalde Municipal de Mecapaca -Mario Rojas Poma-, en Sesión ordinaria del Concejo
Municipal de 23 de enero de 2009, mediante Resolución Municipal 007/2009, fue designada
Alcaldesa a.i.; posteriormente, con Resolución Municipal 17/2009, Alcaldesa Municipal titular;
razón por la que no se encuentra facultada para intervenir en las sesiones ordinarias ni
extraordinarias del Concejo Municipal y mucho menos a intervenir en las funciones específicas
de sus miembros, por lo que en su condición de Alcaldesa, no participa de las sesiones del
Concejo Municipal desde el 23 del referido mes y año.
Regoria Quispe Mamani y Vilma Valvina Illanez López -ahora demandadas- a través de informe
escrito, cursante de fs. 130 a 131, refieren que: i) Respecto a la notificación con la Resolución
Municipal de suspensión, la misma fue publicada en el tablero del edificio municipal en
aplicación del art. 20 de la LM; y, ii) Néstor Guillermo Ergueta Chipana -hoy representado-, en
octubre se dio a la tarea de intimidar con la concurrencia de grupos de presión, obstaculizando
que el Concejo Municipal de Mecapaca instale sesiones ordinarias para el cumplimiento de sus
funciones; por esta razón, no pudieron considerar las notas presentadas por los representados de
la accionante; en consecuencia, solicitaron se declare improcedente la presente acción.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de La Paz, constituido en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 173/10 de
26 de marzo de 2010, cursante de fs. 157 a 159 vta., mediante la cual concedió la tutela, en
relación a la Presidenta y miembros del Concejo Municipal disponiendo que las referidas
autoridades se manifiesten en forma escrita, y con esa respuesta se notifique a la Defensoría del
Pueblo; asimismo, denegó la tutela declarando “improcedente”, respecto a la codemandada
Rosse Mery Gutiérrez Mamani, con los siguientes fundamentos: a) Los representados de la
accionante fueron suspendidos de sus funciones de concejales por una denuncia que José
Arancibia Quisbert y el Concejo Municipal de Mecapaca presentaron al Ministerio Público; y en
virtud del art. 48 de la LM, el Concejo Municipal expidió la Resolución Municipal 05/2009; b)
Compulsando los antecedentes que acompañan esta acción tutelar, el Alcalde Municipal a.i., José
Arancibia Quisbert denunció al ex Alcalde Mario Rojas Poma, por peculado y malversación de
fondos; empero, uno de los denunciados Francisco Calle Choque interpuso una acción de
libertad, que fue conocida por la Jueza Cuarta de Sentencia Penal, que declaró procedente y anuló
obrados hasta la Resolución 09/07; c) El denunciante retiró la querella presentada y el Fiscal de
Materia adscrito a la División de Delitos Económicos y Financieros mediante la Resolución
17/2009, dispuso el archivo del caso; d) Los representados de la accionante efectuaron trámites
para su reincorporación con diferentes cartas notariadas, que no fueron respondidas, por lo que
acudieron a la Defensoría del Pueblo que también envió dos notas sin recibir respuesta alguna; y,
e) Las autoridades demandas, al no haber emitido respuesta positiva o negativa incurrieron en la
vulneración del derecho a la petición, previsto en el art. 24 de la CPE, y al no haber
proporcionado a la Defensoría del Pueblo la información solicitada, contravinieron el art. 223 de
la Norma Fundamental, omisión que hace aplicable el art. 128 de la CPE.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1093
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa la Resolución Municipal 005/2009, por la que se determinó suspender de sus
funciones como Concejales Municipales a Néstor Ergueta Chipana, Fernando Sánchez Peña
Cusicanqui y José Arancibia Quisbert (fs. 14).
II.2. Consta la Resolución 03/2009, pronunciada por la Jueza Cuarta de Sentencia Penal
mediante la cual concedió la acción de libertad presentada por Francisco Calle Choque y ordenó
la reposición de las actuaciones realizadas en la etapa preparatoria hasta la Resolución 09/07,
anulando el proceso para todos (fs. 15 a 16 vta.).
II.3. Cursa en obrados la Resolución 17/2009, mediante la que el Fiscal de Materia adscrito a la
División de Delitos Económicos y Financieros, rechazó la querella interpuesta contra los
representados de la accionante y otros (fs. 17 a 22).
II.4. Consta memorial presentado por Fernando Sánchez Peña Cusicanqui y Néstor Guillermo
Ergueta Chipana, el 13 de abril de 2009, solicitando al Concejo Municipal de Mecapaca, su
reincorporación al Concejo Municipal (fs. 23 a 24).
II.5. A través de la Resolución 87/2009, la Sala Penal Tercera denegó la acción de amparo
constitucional, planteada por Mario Rojas Poma, José Arancibia Quisberth y los ahora
representados de la accionante, ya que no agotaron las instancias correspondientes (fs. 25 a 28).
II.7. Consta carta notariada de 5 de octubre de 2009, recepcionada por el Concejo Municipal el
20 del mismo mes y año, por la que Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña
Cusicanqui reiteraron su solicitud de reincorporación al pleno del Concejo Municipal de
Mecapaca (fs. 30).
II.8. Cursa carta notariada de 12 de octubre de 2009, recepcionada por el Concejo Municipal el
20 del citado mes y año, la misma que fue remitida a Regoria Quispe Mamani, Presidenta del
Concejo Municipal, reiterando por segunda vez su solicitud de “restitución al seno del Concejo
Municipal” (fs. 31).
II.9. Mediante carta notariada de 18 de octubre de 2009, recepcionada por el Concejo Municipal
el 20 de del mencionado mes y año, se reiteró por tercera vez su solicitud de restitución a la
Presidente del Concejo (fs. 32).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con relación
a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero, por la
misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de defensa, no
puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios ordenadores de la
administración de justicia.
Respecto al derecho a la petición la Constitución Política del Estado instaura en el art. 24: “Toda
persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la
obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más
requisito que la identificación del peticionario” (las negrillas fueron añadidas).
pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin
embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y,
en esa medida podrá ser positiva o negativa'.
Concordante con lo indicado, el art. 147 de la Ley de Municipalidades (LM), sobre el derecho de
petición, dispone que toda persona natural o jurídica, individual o colectivamente tiene el
derecho de formular peticiones a las autoridades municipales, las que obligatoriamente deberán
ser atendidas.
Es importante hacer notar que no se debe confundir el derecho de petición con el contenido
material que se alega. La falta de respuesta o solución tardía son formas de violación a este
derecho y allí se puede activar la acción de amparo constitucional. La efectividad de la tutela del
derecho de petición reside en la posibilidad de que el ciudadano obtenga una respuesta a su
solicitud, lo que no implica que la entidad pública o privada esté comprometida a pronunciarse
según los intereses del peticionario, caso contrario no tendría que verse afectado el derecho de
petición.
Ahora bien, los accionantes después de haber sido suspendidos por más de un año mediante la
Resolución Municipal 005/2009; privados de su fuente laboral y con la finalidad de lograr su
reincorporación, efectuaron una serie de actuaciones e incluso presentaron una acción de amparo
constitucional que fue denegada a través del fallo 87/2009, emitido por la Sala Penal Tercera,
constituida en Tribunal garantías, pero en la misma se instruía seguir el procedimiento
administrativo para ser restituidos en sus cargos, por lo cual los accionantes en reiteradas
oportunidades solicitaron su reincorporación al Concejo Municipal y remitieron cartas notariadas
al Concejo Municipal de Mecapaca pidiendo que se les restituya como Concejales; toda vez que,
la querella interpuesta en su contra fue retirada y quedó sin efecto; sin embargo, las referidas
notas, no tuvieron una respuesta favorable o desfavorable.
Teniendo en cuenta que cualquier ciudadano puede recurrir a la acción de amparo constitucional
cuando por una acción u omisión de las autoridades o de los particulares que prestan un servicio
público o deben actuar en desarrollo de sus funciones, vulneran o amenazan el derecho de
petición, pudiendo ser reclamada la protección inmediata de su derecho ante los jueces y
tribunales de garantías; siendo por ende aplicable la jurisprudencia glosada en el Fundamento
Jurídico III.2. en sentido de que, las autoridades demandadas vulneraron el derecho de petición
de los representados de la accionante; por cuanto, debido a que se presentaron varias solicitudes
las cuales no fueron respondidas por las autoridades demandadas dentro de un plazo razonable;
asimismo, la Ley de Municipalidades dispone sobre el derecho de petición, que toda persona
natural o jurídica, individual o colectivamente tiene el derecho de formular peticiones a las
autoridades municipales, las que obligatoriamente deberán ser atendidas; por lo que la accionante
por sus representados, acudió a esta instancia en razón a que las autoridades demandadas no
dieron respuesta a sus solicitudes, originando una serie de perjuicios a sus representados.
Conforme a lo anotado precedentemente, se supone que todas las personas tienen el derecho a
pedir una respuesta rápida y oportuna y todos los funcionarios están obligados a dar una
contestación dentro de un plazo razonable, derecho que se encuentra protegido por la
Constitución Política del Estado y los instrumentos internacionales que forman parte del bloque
de constitucionalidad, razón por la que corresponde conceder la tutela.
Con relación a la legitimación pasiva aludida por la demandada Rosse Mery Gutiérrez Mamani,
cabe señalar que la mencionada, fue designada Alcaldesa Municipal, ejerciendo dicho cargo
desde el 23 de enero de 2009; en este sentido, y conforme a lo establecido por la Ley de
Municipalidades, la Alcaldesa no forma parte del Concejo Municipal y cumple distintas
funciones, por lo que no estaba dentro de sus competencias intervenir en temas que son
específicos del Concejo Municipal y no así de la Alcaldesa; por lo tanto, carece de legitimación
pasiva; conforme ha establecido la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento
Jurídico III.4, de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; por cuanto, para que exista
legitimación pasiva, el accionante debe dirigir la acción de amparo constitucional contra la
persona o su representante legal que el accionante considera que lesionaron sus derechos o
garantías constitucionales.
POR TANTO
No interviene la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por excusa declarada legal.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 12/10 de 9 de abril de 2010, cursante de fs. 181 a 183 pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Juana Caillares de Morán contra
Daniel Bustillos Aro, Rosa “Reinaga” Villarroel, Ademar Amilcar y Fernando Daniel
ambos Bustillos “Reinaga”.
A consecuencia de los hechos relatados, interpuso denuncia ante autoridad jurisdiccional por los
delitos de despojo, alteración de linderos, perturbación de posesión y daño simple, el mismo que
radicó en el Juzgado de Sentencia Penal de Quillacollo desde el 28 de diciembre de 2009.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
I.1.3. Petitorio
hecho de que ha sido objeto; b) La restitución inmediata de los muros que los demandados
derrumbaron en su lugar original o en su caso, corran con los gastos por la reconstrucción; c) El
respeto de su derecho a la propiedad privada, ordenando que los demandados acudan a la vía
llamada por ley; y, d) El resarcimiento de daños y perjuicios, con costas.
Celebrada la audiencia pública el 9 de abril de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
179 a 180 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
A través de informe escrito que consta de fs. 61 a 63 vta., los demandados arguyeron: 1) Si bien
existe una Sentencia emitida por el Juez de Instrucción de Quillacollo por el que se ministró
posesión a la accionante sobre un bien inmueble, el mismo se hizo sobre una extensión
superficial de 225 m² conforme a su título de propiedad, dentro del cual no está incluido el muro
supuestamente destruido, dado que el mismo les corresponde desde la compra que les realizó el
vendedor Emilio Reinaga Tordoya en 1978, encontrándose en posesión de una extensión
superficial de 450 m² desde esa fecha, debidamente registrado en la oficina de DD.RR. a fs. 1406,
partida 1841 del Libro Primero de Propiedades de la provincia de Quillacollo de 26 de octubre
del citado año; y, 2) Ante la existencia de una acción penal privada emergente de la supuesta
comisión de los delitos de despojo, alteración de linderos, perturbación de posesión y daño
simple, la pretensión de la actual accionante está sometida a la autoridad jurisdiccional por lo que
corresponde aplicar el principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional, dado
que la jurisdicción constitucional no alcanza a definir derechos ni analizar hechos controvertidos,
a cuya consecuencia, solicitan se declare “improcedente” la presente acción de con costas
procesales.
En audiencia, el abogado de los demandados, arguyó que el plano demostrativo evidencia que la
superficie del inmueble de la accionante es de 230 m², empero en el registro del derecho
propietario se tiene que consta con 225 m², siendo dicho terreno irregular, sobre los cuales
el Juez del proceso del interdicto planteado por la accionante, le ministro posesión, razón
por la cual debió plantear “este recurso” ante aquella autoridad y en el momento en que se
definieron los metros por la aludida autoridad jurisdiccional, y no ahora cuando se
presentó un proceso penal que ya está en etapa de juicio; en consecuencia, los hechos
alegados, corresponden ser discutidos en la vía ordinaria.
I.2.3. Resolución
quince días, bajo sanción de reponerse los mismos por la parte accionante y cargarse a
costa de los demandados el total del valor que represente la restituc ión, sea con apoyo
de la fuerza pública; y, iii) La sanción pecuniaria de Bs. 500.- (quinientos bolivianos), a
favor del Tesoro Judicial.
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se señalan
seguidamente:
II.1. Por testimonio de escritura 107 de 23 de junio de 1973, se evidencia que la accionante,
conjuntamente su esposo Jaime Moran Amurrio, obtuvieron de Emilio Reinaga Tordoya en
calidad de compra venta, el inmueble consistente en una “pequeña casa ruinosa y sitios, ubicados
en el Parque 'Hernando Siles', de esta Provincia de Quillacollo, de la extensión superficial de
DOSCIENTOS VEINTICINCO METROS CUADRADOS” (sic), por el precio libremente
estipulado de Bs7000.- (siete mil bolivianos) (fs. 1 a 2 vta.).
incoada por Daniel Bustillos Aro, ordenando se ministre posesión a la parte demandante sobre el
bien inmueble objeto de la litis (fs. 4 a 7 vta.).
II.3. El 23 de diciembre de 2009, la accionante planteó acusación particular contra los actuales
demandados, por la supuesta comisión de los delitos de despojo, alteración de linderos,
perturbación de posesión y daño simple, debido a que de manera “ilegal e ilegítima”, el 27 de
noviembre y 17 de diciembre de 2009, invadieron su propiedad, destruyendo los muros del lado
oeste, impidiendo restituirlos a su anterior estado, ejerciendo violencia contra ella y sus hijos (fs.
32 a 34 vta.).
II.4. Conforme a muestrario fotográfico presentado por Jhonny Tordoya Orellana, Investigador
Especial de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), de 28 de enero de 2010,
anexo al informe por él elaborado y elevado a conocimiento de la Fiscal de Materia, Varinia
González, se advierte restos de una pared de bloques de cemento destrozada, colindante con el
inmueble de los actuales demandados, observándose también la presencia de una persona
identificada como “Rosa Reynaga de Bustillos” quien afirmó: “YO E HECHO DESTROSAR LA
PARED PORQUE ESTABA DENTRO MI PROPIEDAD Y SEAN ABANSADO ESTOS
MALEANTES” (sic) -extremo aseverado en el informe referido- (fs. 13 a 31).
Esta acción de defensa, es considerada como un instituto fundamental, cuya función principal es
el resguardo o protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales a través de
un mecanismo de defensa rápido, expedito y eficaz por cuanto otorga al individuo una protección
inmediata.
Esta herramienta jurídica que responde a las más urgentes necesidades legales del ciudadano, no
es subsidiaria de otros medios de impugnación ordinarios y está contemplada para proteger
derechos y principios fundamentales consagrados en la Norma Suprema, cuando éstos son
amenazados, restringidos o suprimidos; y procede contra los actos ilegales y omisiones indebidas
de los servidores públicos o particulares que atenten contra los derechos y garantías reconocidos
por la Ley Fundamental, los Convenios, Tratados Internacionales y las leyes, conforme
establecen los arts. 128 y 129 de la CPE, concordante con el art. 94 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC).
“Precedente jurisprudencial: En cuanto a los alcances de las medidas de hecho, este Tribunal a
través de la SC 0832/2005-R de 25 de julio, entre otras, señaló que son: '…los actos ilegales
arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y procedimientos que el
ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan
frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el
daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo
por vulnerar derechos fundamentales…'; y en cuanto a los fundamentos de la prescindencia de la
subsidiariedad agregó que: 'La idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso
del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano propia,
control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo ejercen
de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias'(…)
En ese sentido, la nombrada Sentencia Constitucional, dejó claramente establecido que los
requisitos para considerar la situación como medida de hecho y hacer abstracción de las
exigencias procesales, son:
1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
medios o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional, debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría
la premura ni gravedad y deberá agotar a las instancias jurisdiccionales o administrativas
pertinentes según sea el caso, y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad, es decir, no se
puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vicio su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o medida
de hecho, inclusive.” (SC 0211/2010-R de 24 de mayo).
Al respecto es evidente que la accionante, juntamente con su esposo Jaime Moran Amurrio,
adquirieron el 23 de junio de 1973, un inmueble ubicado en el parque “Hernando Siles” de la
localidad de Quillacollo, con una extensión superficial de 225 m², de Emilio Reinaga Tordoya,
aspecto corroborado por testimonio 107. Por otro lado, también se constata que a consecuencia
de un proceso interdicto de adquirir la posesión promovido por la actual accionante sobre el
referido inmueble, el Juez de Instrucción en lo Civil, declarando probada la demanda e
improbada la oposición incoada por Daniel Bustillos Aro, dispuso se proceda a ministrar
posesión a la entonces demandante.
Por lo expuesto, se tiene que la accionante cumplió con los requisitos exigidos en la SC
0148/2010-R, expuesta en el Fundamento Jurídico III.2, para hacer abstracción del principio de
subsidiariedad en la acción de amparo constitucional, en los casos en los que se denuncia el uso
de vías de hecho que supuestamente causaron lesión a derechos fundamentales, dado que acreditó
fehacientemente la perpetración de medidas carentes de sustento legal contra el inmueble de su
propiedad, a través de actitudes violentas y amenazas ejercidas por los demandados contra su
integridad física y de la de su familia; por otro lado, ante la imposibilidad de restituir el muro con
sus propios medios, debido a la férrea oposición de los demandados, demostró que la situación
puede tornarse irreparable e irreversible, pudiendo llegar a consolidarse mayores daños en su
inmueble o en su persona. Por último, se tiene constancia que el derecho propietario sobre el
inmueble en cuestión está debidamente acreditado en el testimonio 107, a favor de la accionante
y su esposo, encontrándose el elemento posesión también resguardado por la decisión del Juez de
Instrucción en lo Civil, que declaró probado el interdicto de adquirir la posesión en su favor,
evidenciándose también que la agraviada en ningún momento consintió el ejercicio de las
medidas de hecho, por cuanto incluso el 3 de diciembre de 2009, acudió a la vía penal con la
finalidad de conseguir se sancione a los actuales demandados por la supuesta comisión de los
delitos de despojo, alteración de linderos, perturbación de posesión y daño simple, proceso penal
que no constituye un mecanismo célere e inmediato para la reparación del derecho propietario de
la agraviada, como sí lo es la presente acción tutelar, a cuya consecuencia, corresponde otorgar la
tutela provisional, ante el daño producido al referido derecho de la accionante, debiendo el
cuestionamiento aducido por los demandados ser dilucidado en la vía ordinaria civil.
En consecuencia la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, sólo con relación
al derecho propietario de la accionante, evaluó adecuadamente los datos del proceso y las normas
aplicables al mismo.
POR TANTO
2º CONCEDER la tutela provisional solo con relación al derecho propietario del accionante,
hasta que se dilucide el conflicto en la jurisdicción ordinaria.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Sin embargo, se convocó a sesión del Consejo Universitario para el 18 de febrero de 2010 y
supuestamente habiéndose deliberado con la mayoría de los Consejeros y a petición de los
mismos, la Presidenta Docente mediante Resolución 28/2010 de 18 de febrero, dispuso
suspenderle del cargo de Director de la Carrera de Comunicación Social, con argumentos fuera
de lugar; toda vez que, el accionante no tiene conocimiento de que se haya conformado una
Comisión Sumarial y peor aún, no fue notificado, vulnerándose sus derechos a la presunción de
inocencia, a la defensa y fundamentalmente, al trabajo, desempeñando la docencia protegida por
la Constitución Política del Estado.
Finalmente, manifiesta que el 23 de febrero de 2010, presentó una nota al Consejo Universitario
para que se considere su suspensión determinada mediante la Resolución 28/2010, a pesar de que
aún no se había resuelto el recurso de revocatoria interpuesto; además que, los miembros del
Consejo Universitario, al momento de dictar el fallo de suspensión no tomaron en cuenta que
dentro de sus atribuciones establecidas en el Estatuto Orgánico y el Reglamento General de la
UPEA, no figura la de suspender de las funciones a ninguna autoridad de esa casa superior de
estudios, incurriendo en incumplimiento de deberes, y resoluciones contrarias a la Constitución
Política del Estado y a las leyes.
a la presunción de inocencia, citando al efecto los arts.” 46 Num. 1 y 2 parágrafo II” (sic), 48.I y
II, 49.III y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Con los referidos antecedentes, solicita: a) Sea restituido inmediatamente en su fuente de trabajo;
y, b) La reparación y resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados.
Efectuada la audiencia pública el 25 de marzo de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
156 a 160, se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante ratificó íntegramente los términos de la demanda, y ampliándola señaló que:
1) El 20 de enero de 2009, el Consejo Universitario convocó a una sesión para deliberar
problemas académicos; sin embargo, en el orden del día y a solicitud de un Consejero, se insertó
el problema de una supuesta infidencia que habría sido cometida por el accionante, es asi que los
demandados determinaron pasar el caso a la Comisión Sumarial de la UPEA, sin darle derecho a
asumir su defensa, cuando conforme al Reglamento de la Universidad los directores de carrera en
las sesiones del Consejo Universitario tienen derecho a voz y voto; 2) Los demandados emitieron
la Resolución 04/2010, que en sus considerandos contiene acusaciones imaginarias y no existe ni
una prueba contundente; constituyéndose en un fallo “anticonstitucional”; puesto que, se violentó
su derecho a la defensa y a la presunción de inocencia; 3) Dándose por notificado, interpuso un
recurso de revocatoria contra la indicada Resolución y hasta la fecha de interposición de la
presente acción los demandados no se pronunciaron al respecto; 4) La Comisión Sumarial, recién
se conformó el 15 de febrero de 2010, y emitió un supuesto aviso que solamente lleva un sello y
no el nombre del Presidente de la misma, para que se apersone a las oficinas de la Comisión
Sumarial el 1 de marzo de ese año; actitud que se efectúa con el único fin de amedrentar al
accionante; 5) Posteriormente, el “18 de marzo”, se convocó nuevamente a sesión del Consejo
Universitario para deliberar entre otros temas el vinculado con el accionante, y aún cuando el art.
25 del Reglamento del Consejo Universitario, establece que, en la sesión debía participar el 75%
de los consejeros, solamente participaron cinco de los diez Consejeros, que a simple sugerencia
de uno de ellos, la Presidenta del Consejo Universitario mediante la Resolución 28/2010,
arbitrariamente resolvió suspenderlo del cargo de Director de la Carrera de Comunicación Social,
con argumentos fuera de lugar, olvidándose del “principio a la defensa” establecido en el
parágrafo VII inc. 3) de los Principios Fundamentales determinado en el Reglamento de Procesos
Universitarios; además, de su derecho a la inocencia porque se lo acusó directamente, sin esperar
el informe de la Comisión Sumarial; 6) El Tribunal del Consejo Universitario de la UPEA actuó
como juez y parte sin cumplir con lo establecido en el Reglamento Interno, respecto a las
atribuciones que tiene el Consejo Universitario cuando se constituye en Tribunal de apelación,
usurpando funciones de la Comisión Sumarial; 7) Ante la Resolución 28/2010, el accionante
solicitó que ésta sea reconsiderada; sin embargo, hasta la fecha de interposición de la presente
acción no se había respondido a su solicitud; 8) De acuerdo al Reglamento, esa Resolución tenía
que ser extendida en el día, comunicarse y notificarse al suspendido, pero no sucedió así, sino
que el mismo día, pusieron candados a la Dirección de Carrera y al día siguiente con un Notario
de Fe Pública procedieron a la inventariación; y, 9) Finalmente reiteró su petitorio y solicitó que
se anulen las Resoluciones 04/2010 y 28/2010, dictadas por el Consejo Universitario.
Los demandados, mediante informe escrito corriente de fs. 43 a 48 vta., sus abogados indicaron
los siguientes fundamentos: i) Mediante providencia de 19 de marzo de 2010, el Juez de garantías
pidió que el accionante aclare la conformación del Consejo; la cual fue respondida “faltando a la
verdad”, señalando que dicho Consejo está compuesto por un representante de docentes y un
representante de los estudiantes y además de un secretario; sin embargo, es un cuerpo colegiado
conformado de acuerdo al art. 33 del Estatuto Orgánico, por lo que la decisión de suspender a
Cimar Lamberto Chacón Pinto, no fue tomada sólo por los demandados sino por un cuerpo
colegiado; por tanto, la acción de amparo constitucional carece de legitimación pasiva, porque
debía haberse citado a todo el cuerpo colegiado del Consejo Universitario; ii) Por otro lado,
tampoco recae en los demandados la decisión de revocar el fallo por el cual se suspendió al
accionante porque es todo el Consejo Universitario que emitió la Resolución; iii) La serie de
derechos que el accionante señala como vulnerados, no son específicos; además, que la
vulneración de su derecho al trabajo no es cierta porque no existe una resolución de destitución,
sino que está suspendido temporalmente con goce de haberes, en resguardo de su legítimo
derecho a la defensa e inocencia en aplicación del Reglamento de Procesos Universitarios; sin
embargo, el presente caso aún está en proceso de investigación; pero el Consejo Universitario
con el fin de precautelar los intereses de la institución y por existir una evidencia contundente,
procedió a suspenderlo mientras dure su proceso; empero, Cimar Lamberto Chacón Pinto, sigue
percibiendo su salario conforme se evidencia de las planillas de pagos extendidas por la
Dirección Administrativa Financiera; iv) El accionante presentó un recurso de revocatoria y
conforme al procedimiento administrativo si vencido el plazo no se dictare resolución alguna, el
recurso se tendrá por agotado pudiendo el interesado interponer el recurso jerárquico; v) Si
consideró que su suspensión con goce de haberes es una destitución existe la vía administrativa
adecuada pudiendo acudir al Ministerio del Trabajo Empleo y Previsión Social y/o en su caso a
los juzgados contenciosos laborales para establecer una demanda laboral; y, vi) El recurso de
revocatoria no se respondió, porque cuando se inició la sesión del Consejo Universitario, el
accionante agitando a las masas propugnó actos de violencia e impidió la realización de la sesión,
hechos que fueron captados por diversos canales televisivos; y, también ante estos hechos, la
Comisión abrió un nuevo proceso que se encuentra en fase investigativa.
I.2.3. Resolución
El Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial de El Alto del Distrito Judicial -ahora
departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 102/2010 de
25 de marzo, cursante de fs. 161 a 163, mediante la cual declaró “improcedente” la acción de
amparo constitucional, con los siguientes fundamentos: a) La jurisdicción constitucional sólo
puede ser utilizada cuando la persona que se considere agraviada haya agotado previamente todos
los recursos establecidos por el ordenamiento jurídico dado que no le corresponde a la justicia
constitucional pronunciarse sobre aspectos que deben ser reparados en las vías ordinarias,
judiciales o administrativas; b) El accionante aduce que, se vulneraron sus derechos a la
presunción de inocencia, a la defensa y al trabajo al haberse dispuesto su suspensión del cargo de
Director de la Carrera de Comunicación Social de la UPEA, mediante la Resolución 28/2010,
asumida en la sesión del Consejo Universitario, sin que se haya constituido la Comisión
Sumarial; pero no tuvo presente que el indicado fallo que determinó su suspensión fue una
decisión adoptada por la mayoría de los miembros del Consejo Universitario y no fue una
decisión asumida unilateralmente por parte de los demandados; consecuentemente, por ser una
Resolución del Consejo debió interponerse los recursos de revocatoria y jerárquico aplicando el
art. 2.I inc. b), y III de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA), en concordancia con el
Estatuto Orgánico y el Reglamento de la UPEA; c) El accionante no agotó los recursos previstos
por ley para hacer prevalecer sus derechos, por el contrario planteó directamente la presente
acción, extremo que da lugar a la “improcedencia” de la acción interpuesta conforme al principio
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. En la sesión del Consejo Universitario efectuada el 20 de enero de 2010, se analizó una
supuesta infidencia de datos protagonizada por el accionante en la UMSA, emitiéndose la
Resolución 04/2010, por la cual se determinó remitir todos los antecedentes a la Comisión
Sumarial de la UPEA (fs. 8 a 11).
II.6. Cursan notas y planillas que acreditan que el accionante a pesar de haber sido suspendido de
sus funciones se encontraba percibiendo sus haberes de manera normal (fs. 13 a 18).
II.7. El Reglamento del Consejo Universitario en el art. 2, establece que está compuesto por
decanos de carreras, un delegado del centro de estudiantes de cada área; los directores de carrera,
un delegado del centro de estudiantes de cada carrera; un delegado docente de cada asociación de
carrera; un delegado estudiantil de cada carrera; un delegado de la federación universitaria
docente y un delegado de la Federación Universitaria Local, todos con derecho a voz y voto (fs.
11 vta. del anexo).
El accionante considera que los miembros del Consejo Universitario, ahora demandados
vulneraron sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral, a la presunción de inocencia y a la
defensa; toda vez que, emitieron la Resolución 04/2010, remitiendo antecedentes a la Comisión
Sumarial, sin darle opción a defenderse, habiendo presentado un recurso de revocatoria, el cual
no fue resuelto a la presentación de esta acción. Sin embargo, mediante la Resolución 28/2010, se
determinó suspenderlo definitivamente del cargo de Director de la Carrera de Comunicación
Social, con argumentos fuera de lugar. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si
tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con relación
a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero, por la
misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de defensa, no
puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios ordenadores de la
administración de justicia.
El art. 129.I de la CPE, dispone que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la
persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo a la Constitución Política del Estado, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
aclarar que conforme disponen las normas del art. 11 del Estatuto Orgánico de la UAGRM
(texto extraído de la página web www.uagrm.edu.bo): 'El gobierno de la Universidad lo ejercen
los profesores y los alumnos, dentro del régimen paritario de representación, por medio de los
siguientes órganos: a) El claustro Universitario, b) El Consejo Universitario, c) El Rector y
Vicerrector de la Universidad, d) Los Consejos Directivos y e) Los Decanos o Directores y los
Subdecanos o Subdirectores'; luego el art. 46 del mismo Estatuto, dispone que los Consejos
Directivos, se conforman por:
En consecuencia, el recurso debió ser dirigido contra todos los componentes de la instancia
descrita, pues fueron quienes emitieron la Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de
Ciencias Agrícolas 005/04. De las citadas normas, también se extrae la inexistencia del 'Consejo
de Carrera de Ingeniería Agronómica', tal y como denunció el recurrente; en consecuencia, la
decisión por la que fue suspendido correspondió sólo al Consejo Directivo de la Facultad de
Ciencias Agrícolas, que, mediante Resolución 005/04 homologó la Resolución de una instancia
inexistente para suspender al recurrente; en consecuencia la legitimación pasiva le corresponde
a esa instancia como ya fue resuelto.
Al respecto, cabe señalar que si bien nos encontramos ante Resoluciones emitidas por entes
colegiados; sin embargo, específicamente en el caso del Consejo Universitario, conviene
remitirse al Estatuto Orgánico de la UMSS en lo que respecta a su conformación regida por el
art. 31, señala: 'El Consejo Universitario estará conformado por los siguientes miembros con
derecho a voz y voto: a) El Rector que lo preside; b) El Vicerrector; c) Los Decanos y Directores
de Escuela; d) Un Delegado Docente de Base por cada Facultad y Escuela; e) Dos Delegados
Estudiantiles de base por cada Facultad y Escuela; f) Un Ejecutivo de la Federación
Universitaria de Docentes-Central; g) Dos Delegados de la Federación Universitaria Local;' lo
que nos lleva a afirmar que el Consejo Universitario estaría integrado aproximadamente por
más setenta personas con derecho a voz y voto.
Ahora bien, la acción de amparo constitucional posee entre sus características la inmediatez, y
es de naturaleza extraordinaria y sumarísima, pues su objeto es proteger de forma inmediata los
derechos fundamentales de las personas, en consecuencia, su procedimiento es de trámite
sumarísimo, conforme lo dispuesto por la norma prevista por el art. 129.I CPE, por lo que todos
sus actuados se los debe realizar con la celeridad necesaria en cumplimiento de los principios
rectores de la administración de justicia de celeridad y probidad consagrados por los preceptos
del art. 115.I de la misma normativa legal, en cuyo mérito la acción de amparo debe ser
admitida dentro de la veinticuatros horas y la audiencia llevarse a cabo en las cuarenta y ocho
horas siguientes de notificada la parte demandada.
Con estos antecedentes, si bien el Tribunal Constitucional en gestiones pasadas estableció que es
preciso y obligatorio que el accionante deba accionar el recurso contra la totalidad del tribunal
colegiado que asumió la decisión, no es menos evidente que en casos como el presente, cuando
el Tribunal Colegiado está conformado por una gran cantidad de personas, esta obligación se
convierte en una barrera o cuando menos en una limitación a un pronto y oportuno acceso a la
justicia, por lo que sólo a manera de nombrar una de las dificultades que representaría citar a
todos y cada uno de los miembros de entes colegiados de la magnitud del presente caso,
encontramos la obligación establecida en el art. 97.II de la Ley del Tribunal Constitucional
(LTC) que señala: 'Nombre y domicilio de la parte recurrida o de su representante legal', más
aún si tomamos en cuenta que gran parte de los universitarios por sus características no poseen
un domicilio real fijo, ni que decir del tiempo que tomaría citar a los mismos y la dificultad de
recibir el informe de los recurridos, exigencia excesiva que puede incidir directamente en
dificultar un acceso fácil a la justicia y lesionar el carácter sumarísimo e inmediato de la tutela
que brinda la acción de amparo constitucional.
El art. 51 del Estatuto Orgánico de la UMSS, establece entre las atribuciones del Rector la de
representar y dirigir a la Universidad en todas sus actividades; convocar a Consejo
Universitario, presidirlo y ejecutar sus resoluciones; cumplir y hacer cumplir el Estatuto,
Reglamento, Acuerdos y Resoluciones del Congreso y Consejo Universitario; en virtud a esta
norma es que en la firma de la Resolución 3/06 de 16 de marzo de 2006 del Consejo
Universitario, interviene el Rector de la UMSS junto al Secretario General, y es en esa condición
que goza de legitimación pasiva suficiente para ser demandado por actos o decisiones que tome
el Consejo Universitario del que forma parte. En consecuencia lo expresado en este punto
constituye una modulación el razonamiento expresado en la SC 0994/2005-R y otras emitidas en
el mismo sentido, y se entiende que no es necesario demandar a todos los miembros del
Consejo Universitario en su totalidad.
Lo propio debe tenerse en cuenta cuando se trata de actos u omisiones indebidas que emanen de
otros entes colegiados con número de miembros numeroso, por mencionar algunos, asambleas
de sociedades cooperativas, sociedades anónimas, sociedades de responsabilidad limitada,
sindicatos, asociaciones, etc., en cuyo caso la demanda deberá plantearse en contra de su
representante legal o del directorio en su caso” (las negrillas son nuestras).
Se tiene que el accionante, si bien interpuso el recurso de revocatoria, éste fue dirigido contra
Rosio Ovando Tarifa y Elías Reynaldo Ajata Rivera, ambos Presidentes del Consejo
Universitario de la UPEA; al respecto, conforme el art. 2 del Reglamento del Consejo
Universitario de la UPEA, la conformación del mismo es: “Delegados con derecho a voz y voto:
a) Los Decanos de Carrera; b) Un delegado del Centro de Estudiantes de cada área; c) Los
Directores de Carrera; d) Un delegado del Centro de Estudiantes de cada Carrera; e) Un
Delegado Docente de cada Asociación de Carrera; f) Un delegado estudiantil de base de cada
Carrera; g) Un Delegado de la Federación Universitaria de Docentes; y, h) Un Delegado de la
Federación Universitaria Local Delegados con derecho a voz.
b) El Rector y Vicerrector podrán asistir y participar libremente en las sesiones del Consejo
Universitario; b) El Secretario General de la UPEA como personal de apoyo del Consejo
Universitario; y, c) Un representante del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la UPEA”
Asimismo, las Resoluciones aludidas por el accionante, no fueron dictadas solamente por los
demandados, por el contrario el Consejo Universitario está conformado por todo un cuerpo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1114
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Ahora bien, conforme la jurisprudencia descrita en la parte medular del Fundamento Jurídico
III.2, la subregla de improcedencia descrita en el punto “…2 inc. b), el accionante utilizó un
medio de defensa útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo
no se agotó, estando al momento de la interposición y tramitación del amparo, pendiente de
resolución…” ; vale decir, que el accionante si bien interpuso un medio de defensa útil y
procedente para la defensa de sus derechos, en su trámite el mismo no se agotó, estando al
momento de la interposición y tramitación de esta acción, pendiente de resolución, porque el
Tribunal de Procesos Universitarios, aun no se había pronunciado el fallo del proceso sumario el
cual es apelable.
POR TANTO
Por memorial presentado el 26 de enero de 2010, cursante de fs. 287 a 292 de obrados, el
accionante por sus representados expone los siguientes fundamentos:
De la amplia descripción del expediente realizada por el apoderado, se deduce que, el Banco
Económico S.A. instauró proceso ejecutivo contra Mario David López Molina y Teresa Elizabeth
Ortiz de López -hoy representados-, proceso que fue radicado en el Juzgado Quinto de Partido en
lo Civil y Comercial, en el cual se pronunció Auto Intimatorio de pago el 9 de septiembre de
2002, practicándose la citación el 23 de mayo de 2003; sin embargo, la autoridad judicial al
advertir que la citación realizada tendría defectos, por Auto de 31 de mes y año referidos, anuló
obrados hasta “fs. 62”, ordenando al Oficial de Diligencias practicar una nueva citación con la
demanda y Auto Intimatorio.
Refiere que éstos tras enterarse de la existencia del proceso ejecutivo, se apersonaron al mismo y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1116
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
suscitaron incidente de nulidad, el cual luego de los trámites de ley fue rechazado por el Juez de
la causa, mediante Auto de 8 de mayo de 2007, en virtud del art. 196 del CPC, argumentando que
su competencia habría concluido por haber dictado resolución de fondo, rechazo que dio lugar a
que interpusieran recurso de apelación, concediéndose la alzada por el Tribunal ad quem el 14 de
abril de 2009. Posterior a ello la Sala Civil Primera de la Corte Superior, por Auto de Vista de 27
de julio de 2009, confirmó la Resolución impugnada sin emitir fundamentación alguna.
Concluye argumentando que, el Juez a quo, incurrió en actos ilegales al declararse sin
competencia para conocer el incidente de nulidad, atentando al debido proceso; asimismo, el
Tribunal ad quem no consideró ni valoró los fundamentos del recurso de apelación, sumado al
hecho de que dicha resolución no contiene motivación ni fundamentación, incumpliendo con el
principio de congruencia previsto por el art. 236 del CPC.
El apoderado, señala como vulnerado el derecho de sus mandantes, al debido proceso, citando al
efecto el art. 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE); asimismo, en audiencia agrega
la lesión al derecho de defensa y la tutela judicial efectiva, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de marzo de 2010, según consta en acta cursante de fs. 344 a
347vta., se produjeron los siguientes actuados:
El accionante por intermedio de sus abogados, ratificó la demanda, agregando los siguientes
fundamentos: a) En el proceso civil, la institución ejecutante, señaló como domicilio de los
ejecutados, el ubicado en la av. Banzer, calle Motoyoe 50, domicilio en el cual fueron
ilegalmente notificados con la demanda y el Auto Intimatorio, toda vez que los mismos tienen
constituido su domicilio en otra dirección, concretamente en la localidad de San Javier, situación
que es de conocimiento de la institución financiera; b) La Resolución pronunciada por el Juez
Quinto de Partido en lo Civil y Comercial, es contraria al entendimiento sentado por el Tribunal
Constitucional en su SC 0495/2005-R de 10 de mayo, pues pese a que dicha autoridad hubo
dictado el fallo, que se encontraba ejecutoriado, no estaba impedido de conocer y sustanciar el
incidente de nulidad.
Omar Rodolfo Dorado Severiche, Juez Quinto de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito
Judicial -hoy departamento- de Santa Cruz, por memorial que corre a fs. 295, presentó informe
escrito cuyos argumentos esenciales son los siguientes: 1) El Auto Interlocutorio de 8 de mayo de
2007, fue pronunciado por su antecesor, Resolución que fue confirmado por el Tribunal ad quem,
y; 2) Porque no se ha vulnerado derecho alguno, menos se ha cometido actos ilegales o
indebidos, ni producido actuaciones incongruentes, ocurriendo lo contrario, respetando las
normas civiles adjetivas.
Por su parte Adolfo Gandarilla Suárez, Juana Molina Paz de Paz y Hernán Cortez Castillo,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1117
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 34 de 12 de
marzo de 2010, cursante de fs. 348 a 351, denegó la tutela solicitada, declarando “improcedente
el recurso”; sin costas, multas ni responsabilidad, en mérito a los siguientes fundamentos: a) Los
ejecutados a tiempo de suscribir el contrato de préstamo con la institución financiera, señalaron
su domicilio, para cualesquier emergencia de la obligación adquirida, dirección en la que se
procedió a su legal notificación, siendo ilógico que luego de varios años, se apersonen, asuman
defensa y pretendan anular el proceso ejecutivo; y, b) Respecto de la actuación del Juez Quinto
de Partido en lo Civil y Comercial, el mismo tenía facultades para sustanciar el incidente de
nulidad suscitado; sin embargo, a tiempo de resolverse la apelación por el Tribunal ad quem, este
último ha aplicado el principio de verdad material, que deja sin sustento legal alguno el
fundamento de los “recurrentes”, dando respuesta a los agravios y los reclamos efectuados, lo
que acredita la no vulneración de derechos y garantías.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Al haber concluido el plazo previsto por el art. 509 del CPC, el órgano jurisdiccional a
pedido de la parte actora emitió la Resolución 181/03 de 24 de junio de 2003, declarando probada
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1118
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
la demanda, condenando a los ejecutados al pago de $us16 211,81.-( Dieciséis mil doscientos
once 81/100 dólares estadounidenses), quienes son notificados con el fallo el 26 de junio de
2003. Posterior a ello y toda vez que no se interpuso recurso alguno, el Juez a quo procedió a dar
cumplimiento a los arts. 525 al 549 del CPC, adjudicándose el bien inmueble otorgado en
garantía, lote de terreno, signado con el numero 14 y 16, manzano 35, ubicado en la
Urbanización (UV) 68, zona norte, de Santa Cruz de la Sierra, a favor de la institución financiera
(fs. 69 a 71 y 72 a 136).
II.3. Los ejecutados -hoy representados-, por memorial presentado el 16 de agosto de 2006, a
tiempo de apersonarse al proceso promovieron incidente de nulidad de citación, cuyo argumento
fundamental radica en el hecho, de que los mismos, no tendrían constituido su domicilio real en
el lugar donde fueron citados con la demanda y Auto Intimatorio, sino que se encontrarían en San
Javier, provincia Ñuflo de Chávez del departamento de Santa Cruz, incidente que luego de los
tramites de ley, es rechazado por el Juez a quo, por Auto de 8 de mayo de 2007, con el argumento
de que al haber dictado Resolución de fondo, su competencia habría concluido, por lo que no
tendría facultades para considerar la nulidad suscitada (fs. 151 a 176).
II.4. Ante dicho fallo de rechazo del incidente, los ejecutados interpusieron recurso de apelación,
llegándose a radicar en la Sala Civil Primera de la Corte Superior, misma que pronunció el Auto
de Vista 362/2009 de 27 de julio, quienes resolvieron confirmar el Auto apelado con costas,
argumentando que, evidentemente el Juez a quo no tiene facultades para revisar fallos (fs. 210 a
212 y 236 a 236 vta.).
El accionante alega que las autoridades demandadas, han vulnerado los derechos al debido
proceso, a la defensa, y la tutela judicial efectiva de sus representados, por cuanto: 1) El Juez a
quo, no tomó en cuenta el hecho de que sus hoy representados fueron citados con la demanda y
Auto Intimatorio en un lugar en el cual no tienen constituido su domicilio; 2) Las resoluciones
emitidas en ambas instancias, tanto la que rechaza el incidente de nulidad, como la que resuelve
el recurso de apelación; no contienen un pronunciamiento puntual sobre todos los argumentos
expuestos en sus memoriales de nulidad y el de apelación; y 3) Finalmente porque el Auto de
Vista no contiene la motivación y fundamentación incumpliendo con el principio de congruencia,
extremos que han motivado a interponer la presente acción tutelar.
La acción de amparo constitucional, conforme establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá
lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados"; disposiciones que expresamente establecen que las supuestas lesiones a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción
ordinaria, y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el
daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de restricción de los derechos, se otorgue
la jurisdicción constitucional.
El derecho al debido proceso, previsto y reconocido en el art. 115.II de la CPE, ha sido entendido
y definido por el Tribunal Constitucional, mediante SSCC 0418/2000-R, 1276/2001-R,
119/2003-R, 1674/2003-R y 871/2010-R, entre otras, como: “… el derecho de toda persona a un
proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones
jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar,
comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de
que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del
Estado que pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso es de
aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye
una garantía de legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la
seguridad jurídica y la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales…”.
El art. 219 del CPC, refiere: “Procederá el recurso ordinario de apelación a favor de todo litigante
que habiendo sufrido algún agravio en la resolución del inferior, solicitare que el juez o tribunal
superior lo repare…”. Por su parte, el art. 227 del citado cuerpo de leyes, establece que dicho
medio de impugnación, debe ser interpuesto fundamentando el agravio sufrido; condición, que
presupone la precisión de los actos o defectos de la resolución cuestionada que ocasiona
perjuicios o agravios a la parte impugnante, encontrándose los recurrentes en la obligación de
exponer cuales son las razones en las que sustentan el recurso, así como de identificar las normas
jurídicas que hubiese omitido aplicar o que hubiesen sido erróneamente aplicadas a un
determinado proceso.
En ese contexto, el art. 236 del mismo texto legal, respecto al principio de pertinencia, determina
que la resolución que emita el juez o tribunal ad quem, se circunscribirá a la decisión del juez de
primera instancia y a la expresión de ofensas contenida en el recurso; de ello se infiere que, a
momento de conocer y resolver un recurso de impugnación, se dilucidará la expresión de
agravios respecto a la resolución del juez de la causa.
Así el art. 115.I de la CPE, refiere de forma textual “Toda persona será protegida oportuna y
efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos”,
paralelamente a dicho precepto constitucional, el Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 8
expresa: “GARANTIAS JUDICIALES, 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1120
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Las personas naturales, desde el momento en que adquieren personalidad, se encuentran dotados
de atributos propios, que constituyen la esencia de los conocidos derechos de la personalidad, es
así que, uno de dichos atributos es el domicilio, cuya característica esencial radica en su
irrenunciabilidad, toda vez que en sociedad, debido a la dinámica que adquieren las relaciones
sociales, al adquirir derechos y obligaciones, no se puede pretender vivir o actuar jurídicamente
sin tener constituido un domicilio conocido. Al respecto el art. 24 del Código Civil (CC),
establece que: “El domicilio de la persona individual está en el lugar donde tiene su residencia
principal. Cuando esa residencia no puede establecerse con certeza, el domicilio está en el lugar
donde la persona ejerce su actividad principal”.
Con relación al domicilio, aunque una persona tenga su domicilio real o legal, o ambos a la vez
como sucede frecuentemente, puede elegir, además, un domicilio determinado para cumplir una
obligación o exigir el cumplimiento de un derecho, siendo este el llamado domicilio especial, el
cual es convencional y se lo constituye solo para determinadas relaciones jurídicas en el asiento
legal de la persona, su constitución debe ser siempre expresa no siendo presumible, surtiendo sus
efectos para todas las consecuencias accidentales o necesarias de las relaciones para las que fue
constituido.
De las normas sustantivas citadas, se establece que, el domicilio especial es aquel que en el
marco del principio de la autonomía de la voluntad, se lo señala para la ejecución de un acto o
para el ejercicio de un derecho, por ejemplo en los documentos de préstamo de dinero en los que
los deudores señalan un domicilio para la realización de citaciones o notificaciones, con la
finalidad de garantizar por una parte al deudor el oportuno y exacto conocimiento de acciones
ejecutivas u otras y por otra parte, al acreedor contra las dilaciones de los trámites procesales que
pueden producirse por razón de cambios de domicilio real o de residencia.
Nuestro Código de Procedimiento Civil, en el Libro Tercero, Titulo II, Capitulo I, regula el
segundo de los procesos estudiados por el citado tratadista, estableciendo la forma de proceder,
ante el incumplimiento de una obligación contenida en un titulo con fuerza de ejecución. Es así
que los procesos ejecutivos se caracterizan porque no resuelven el fondo del litigio, sino tienen
por objeto el pago inmediato de una deuda o el cumplimiento de una obligación,
consiguientemente en los procesos ejecutivos, preexiste el reconocimiento del crédito en el titulo
convencional suscrito entre el acreedor y el deudor, por cuya razón procede a sola presentación
del referido titulo en el que, consta la obligación de dar una suma líquida y exigible, por regla
general no hay plazo de prueba, no existe contención ni controversia, el órgano jurisdiccional
solo ordena en Resolución el cumplimiento de una obligación de dar, hacer o no hacer.
Así, si se sigue la tesis adoptada por el art. 519 del CC, que otorga a los contratos la calidad de
ley entre los contratantes, en el caso de los procesos ejecutivos -cuya base no puede ser otra que
los títulos ejecutivos previstos por el art. 487 del CPC-, tanto el acreedor como el deudor, están
compelidos a observar y respetar lo acordado en el contrato, máxime si se tiene presente que, una
característica del cumplimiento de la obligación en los procesos ejecutivos, es la de ser una
obligación de tracto sucesivo, que se cumple con el transcurso del tiempo, estando las partes -
deudor y acreedor-, sujetos a las resultas que pueda ocasionar el incumplimiento de lo acordado
en el contrato.
El cumplimiento de deberes, que exige nuestro ordenamiento jurídico, en particular a los jueces y
tribunales de apelación y/o casación, radica en la noción de control en razón de la falibilidad
humana:, siendo así que en aras de un debido proceso, nuestra economía jurídica no concibe la
existencia de ningún acto o resolución judicial, que no pueda ser impugnado, entendimiento
armonizado con lo previsto por el art. 180.II de la CPE, que taxativamente prevé: “se garantiza
el sistema de impugnación en los procesos judiciales” (las negrillas son nuestras).
Es así que, con relación a los deberes que toda autoridad jurisdiccional debe observar conforme al
art. 3 del CPC., la Ley de Organización Judicial (LOJ.1993) en su normativa pertinente, agregaba
una específica obligación, para los jueces y tribunales de alzada, estableciendo lo siguiente:
“ARTICULO 15.- REVISION DE OFICIO. Los tribunales y jueces de alzada en relación con los
de primera instancia y los de casación respecto de aquellos, están obligados a revisar los procesos
de oficio, a tiempo de conocer una causa, si los jueces y funcionarios observaron los plazos y
leyes que norman la tramitación y conclusión de los procesos para aplicar en su caso las
sanciones pertinentes.”
Disposición abrogada, que se encuentra replicada en la Ley del Órgano Judicial, con un
entendimiento más amplio y diferente, sin embargo también tiene por finalidad regular los
deberes que tienen las autoridades jurisdiccionales de alzada, estableciendo así:
“Articulo 17. (Nulidad de Actos determinada por Tribunales).-
II. En grado de apelación, casación o nulidad, los tribunales deberán pronunciarse, solo sobre
aquellos aspectos solicitados en los recursos interpuestos”
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1122
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Así, tomando en cuenta que en nuestro sistema procesal civil, rige el principio de especificidad,
el cumplimiento de los deberes y obligaciones a las que se encuentran atadas las autoridades de
alzada, son en suma relevantes para una correcta administración de justicia, toda vez que, la
decisión que se adopte en segunda instancia, representara la configuración del derecho al debido
proceso, en consecuencia dicha labor no puede apartarse del marco normativo previsto por el
legislador, debiendo incluso observar ciertos parámetros de actuación judicial, así entre algunas
podemos citar: i) Conducta, pues esta debe ser imparcial y objetiva; ii) Motivación, orientada a
asegurar la legitimidad del juez, que garantiza el buen funcionamiento de un sistema de
impugnaciones procesales; iii) Justicia y equidad, pues se debe tener presente que, el fin último
de la actividad judicial es plasmar la justicia por medio del derecho, asimismo la exigencia de
equidad deriva en la necesidad de atemperar, con criterios de justicia, las consecuencias
personales, familiares o sociales desfavorables para las partes en contienda.
Este Tribunal Constitucional Plurinacional, con base en los antecedentes arrimados, identifica
tres momentos en la cronología de los hechos descritos, los cuales se pasa a analizar a
continuación, con relación a la norma citada y la jurisprudencia glosada en el presente fallo.
del juzgado, la institución financiera señaló otro domicilio especial aceptado en anteriores
operaciones financieras, precisamente a efectos de evitar indefensión en la parte hoy
representante.
III.6.2. Actuación del Juez a quo, autoridad que conoció y resolvió la cuestión incidental
La norma prevista en el art. 149 del CPC, dispone que “toda cuestión accesoria que surgiere en
relación con el objeto principal de un litigio se tramitará por la vía incidental”; de otro lado, con
relación a su trámite, el art. 150 del citado Código dispone que “los incidentes no suspenderán la
tramitación del proceso principal, a menos que hubiere disposición expresa de la Ley o que, en
casos excepcionales, así lo resolviere el Juez cuando fuere indispensable por la naturaleza de la
cuestión planteada”. En consecuencia conforme el lineamiento sentado por el Tribunal
Constitucional Plurinacional, se tiene la procedencia de la admisibilidad de las cuestiones
incidentales en ejecución de fallos, habiendo el Juez a quo realizado una interpretación restrictiva
de las facultades previstas en el art. 196 del CPC.
III.6.3. La función contralora del Tribunal ad quem, respecto de la actuación del Juez a quo
y el deber de fundamentación de sus resoluciones
En el caso de autos, la labor contralora del Tribunal ad quem, radicaba precisamente en el deber
de revisar, si el Juez a quo tramitó el proceso conforme a los plazos establecidos o si aplicó
correctamente la norma al caso concreto. Sin embargo la resolución del Tribunal ad quem, se
limita a confirmar el auto apelado, sin expresar cuales han sido las razones de dicha decisión,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1124
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
máxime si se tiene presente que la conclusión arribada por el Juez a quo -no tener competencia
para conocer la cuestión incidental-, no se encuentra enmarcada a procedimiento.
Por otro lado y respecto del Auto de Vista dictado por el Tribunal ad quem, dicha resolución al
margen de carecer de fundamentación y motivación, ha omitido pronunciarse sobre todos los
fundamentos alegados en el recurso de apelación deducido por los ejecutados, omitiendo cumplir
con el principio de congruencia con relación al art. 17 de la Ley de Organización Judicial (LOJ),
situación que también lesiona el derecho al debido proceso, toda vez que, al constituirse en
Tribunal de apelación no sólo se encontraba en la obligación de fiscalizar y controlar la labor
desplegada por el Juez a quo, sino que, conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.2.2, se encontraba en el deber inexcusable de pronunciarse sobre todos los extremos alegados
por los hoy representados en el recurso de apelación, teniendo como base la resolución
impugnada.
En consecuencia este Tribunal, advierte que, durante la tramitación del proceso ejecutivo en el
cual se originó la presente acción tutelar, el Tribunal ad quem, ha incumplido con su especifica
obligación de controlar el proceso que fue sometido a su conocimiento en grado de apelación, en
igual forma no ha realizado una adecuada fundamentación en la resolución impugnada, ni se ha
pronunciado sobre todos los extremos alegados en el recurso de apelación, siendo su accionar
contrario a las normas especificas que rigen la materia, vulnerando el derecho al debido proceso,
así como la garantía constitucional de la tutela judicial efectiva de los ahora representados
previstos en el art. 115 de la CPE, con relación al art. 8 del Pacto de San José de Costa Rica.
Finalmente, si bien el art. 180.I de la CPE, establece como principio jurisdiccional, el de verdad
material, en virtud del cual el juzgador a momento de emitir sus resoluciones, debe observar los
hechos tal como se presentaron y realizar su análisis anteponiendo la verdad de los mismos antes
que cualquier situación. Al respecto, la conducta omisiva en que incurrió el Tribunal ad quem,
con relación a lo actuado por el Juez a quo, no constituye un aspecto formal u omisión de forma,
pues precisamente el hecho de que este último se haya declarado incompetente para conocer una
cuestión accesoria al proceso principal, por haber realizado una interpretación restrictiva de sus
atribuciones, es la que ha generado la vulneración de derechos fundamentales y garantías
constitucionales en el caso expuesto.
planteada', dado que en estos casos el accionante puede nuevamente interponer la acción
tutelar, siempre y cuando, cumpla con los requisitos de admisibilidad”.
POR TANTO
2º Se dispone la nulidad del Auto de Vista 362/2009 de 27 de julio, ordenando a la Sala Civil
Primera, emita nueva resolución, conforme el lineamiento establecido en el presente fallo
constitucional.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTIRUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 025 de 12 de abril de 2010, cursante de fs. 164 a 165 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Gilberto Vaca Arias contra
Juana Molina Paz de Paz, Adolfo Gandarilla Suárez y Hernán Cortez Castillo, Vocales de
la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz; y, Roberto Julio César Pierini de Paulis, Juez
Octavo de Partido en lo Civil y Comercial del mismo Distrito Judicial -ahora
departamento-.
Por memorial presentado el 19 de octubre de 2009, cursante de fs. 120 a 124 vta., se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
El accionante refiere que, el 2 de agosto de 2001, dentro del proceso coactivo civil que siguió en
su contra el Banco Nacional de Bolivia (BNB) S.A., tramitado en primera instancia ante el
Juzgado Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, el representante del BNB S.A., solicitó que
para la realización del avalúo del bien inmueble de su propiedad, se designe como perito a la
arquitecta María Dolores Vivancos Costaleite, quien prestó juramento el 9 de abril de 2008, ante
dicha autoridad; de forma posterior, el 17 de junio de 2008, Roberto Julio César Pierini de Paulis
-Juez del citado Juzgado- expidió comisión instruida que conminó a los moradores del referido
inmueble “para que permitan el ingreso al inmueble a la mencionada perito a objeto de cumplir
su trabajo encomendado” y que en caso de resistencia se disponía “el allanamiento del inmueble
con auxilio de la fuerza pública” (sic), emitiéndose el correspondiente dictamen pericial
presentado por el BNB S.A. el 8 agosto de 2008, por lo cual, el 18 de noviembre del citado año,
presentó incidente de nulidad arguyendo “vicio procesal por defectos absolutos”, manifestando
que la indicada autoridad omitió señalar plazo para la presentación de dicho informe, de
conformidad con lo establecido por los arts. 436 y 437 del Código de Procedimiento Civil (CPC),
ya que dicho avalúo no cumpliría con las formalidades de ley, arguyendo que fue presentado
cuatro meses después del juramento de la mencionada perito.
Refiere que, ese incidente fue rechazado mediante Auto de 18 de noviembre de 2008, siendo
declarado improbado, incurriendo en actos ilegales por no haber valorado ni considerado que
debe regirse a las reglas de la ley adjetiva “aduciendo que si la nulidad no esta prevista según el
art. 251 del Código de Procedimiento Civil, no existe nulidad, ese criterio no solamente es errado
pues los arts. 3 inc I), 90 y 91 del Código de Procedimiento Civil” (sic), establecen que el Juez
tiene que velar por la aplicación de las reglas de procedimiento, por lo que constituiría un acto
ilegal haber rechazado ese incidente, ante lo cual presentó apelación alegando la falta de
motivación en la resolución del Juez a quo, pronunciándose el Auto de Vista 124 que “de forma
precaria” confirmó la resolución de primera instancia, luego de su notificación con este último
fallo, solicitó complementación y enmienda, la cual también fue rechazada declarando “no haber
lugar” a lo solicitado. Con estas resoluciones, tanto los demandados atentaron sus derechos
constitucionales, específicamente la Sala Civil Primera al no resolver los agravios planteados en
el memorial de apelación, ya que si le hubiesen dado lugar habrían ordenado se realice una nueva
pericia, habiendo consentido el acto ilegal del Juez a quo, emitiendo una resolución carente de
fundamentación y motivación, lo cual le impide conocer las razones por las que se confirmó la
resolución del Juez a quo.
I.1.3. Petitorio
El accionante solicita se conceda la tutela, dejando sin efecto el Auto de Vista 124, pronunciado
por los Vocales de la Sala Civil Primera, así como también el “auto de 10 agosto de 2006”,
dictado por el Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial.
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril del 2010, según consta en el acta cursante de fs. 158
a 164, se produjeron los siguientes actuados:
Juana Molina Paz de Paz, Adolfo Gandarilla Suárez y Hernán Cortez Castillo, Vocales de la Sala
Civil Primera; y, Roberto Julio César Pierini de Paulis, Juez Octavo de Partido en lo Civil y
Comercial no se hicieron presentes en audiencia, así como tampoco hicieron llegar informe
escrito alguno, no obstante su legal notificación cursante de fs. 125 vta. a 126 vta..
Silvia Raquel Rodríguez Ibáñez en representación del BNB S.A., mediante memorial de fs. 152 a
157 así como en audiencia manifestó que: i) Las condiciones fundamentales para que proceda la
acción de amparo constitucional se refieren por una parte a la existencia de actos ilegales y la
vulneración de algún derecho constitucional, situación que no ocurrió, ya que la tramitación del
proceso coactivo civil fue llevado con total legalidad sin violentar ninguna norma constitucional;
ii) El accionante, no objetó el avalúo dentro del plazo de tres días que le otorga el art. 535 del
CPC, ya que fue notificado con el mismo, el 21 agosto del 2008, pretendiendo subsanar su
negligencia con la presentación de este “recurso”, ya que el amparo constitucional no es
subsidiario de otros medios legales; iii) Con relación al avalúo, el “coactivado” tiene
conocimiento pleno de cual fue el motivo de la demora en la elaboración del dictamen, ya que fue
el mismo quien se encargó de retrasar el trabajo de la profesional arquitecta, negándole el ingreso
al inmueble en dos oportunidades en que acudió a realizar el peritaje, por lo que solicitó
“mandamiento de allanamiento” para realizar el peritaje; iv) El hecho de que el avalúo lleve la
firma de la perito en una sola hoja y no en todas, no constituye nulidad por mandato del art. 251
del CPC; v) En el caso de autos, se puede establecer con claridad que el “recurrente”, en su afán
dilatorio, no fundamentó sus peticiones, ni explicó donde radica la relación de los hechos
denunciados, con los supuestos derechos que el acusó de vulnerados; y, vi) En su memorial de
demanda, el accionante se circunscribe únicamente al análisis del avalúo presentado dentro del
proceso coactivo civil; sin embargo, en la fundamentación realizada en audiencia, pretendió
modificar esta acción enfocándose además a la prueba presentada dentro del incidente, aspecto
que fue resuelto por el Juez de la causa y no constituye objeto de la presente acción, por lo que no
debe ser considerado, correspondiendo “negar” la tutela solicitada.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante
Resolución 025 de 12 de abril de 2010, cursante de fs. 164 a 165 vta., declaró la
“improcedencia” de la demanda de acción de amparo constitucional, negando la tutela
constitucional solicitada, con el fundamento de que el Juez de primera instancia y los Vocales de
la Sala Civil Primera al dictar sus respectivas resoluciones no conculcaron o violaron ningún
derecho invocado por el “recurrente”.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Resolución 249/2001 de 3 de agosto, dictada por Roberto Julio Cesar Pierini De Paulis, Juez
Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, dentro del proceso coactivo civil seguido por el BNB
S.A. contra Gilberto Vaca Arias por el pago de $us70 793,53 (setenta mil setecientos noventa y
tres 53/100 dólares estadounidenses), en cuya parte dispositiva declaró probada la demanda
coactiva, ordenando la cancelación de lo adeudado a tercero día de su legal citación bajo la
prevención de llevar adelante la subasta y remate del inmueble otorgado en garantía hipotecaria
(fs. 8 a 9).
II.2. El 9 abril del 2008, prestó juramento de posesión la perito designada, Arquitecta María
Dolores Vivancos Costaleite, ante el Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, para la
realización del avalúo pericial en el presente proceso (fs. 42).
II.3. Mediante memorial de 9 de agosto de 2008, suscrito por Mario Gonzalo Solares Sánchez y
Delia Elena Zea Ophelan Salvatierra en representación del BNB S.A., se presentó informe sobre
avalúo de inmueble instruido por el Juez de la causa, respecto del inmueble de Gilberto Vaca
Arias (fs. 55 a 64); mismo que fue notificado al ahora accionante el 21 de agosto del 2008 por
comisión instruida (fs. 70 y vta.).
II.4. Ante la presentación del incidente de nulidad interpuesto en ejecución del fallo por Gilberto
Vaca Arias, por Auto 1054 de 18 noviembre de 2008, se resolvió rechazar y declarar improbado
el incidente planteado por el accionante con costas y multa a hacerse efectiva en el plazo de tres
días, con el argumento de que la pretensión contenida en ese incidente resultó contraria al
principio de especificidad plasmado en el art. 251.I del CPC, el cual determina que ningún acto
será declarado nulo si la nulidad no estuviere expresamente determinada por ley (fs. 96 y vta.);
dicha Resolución es apelada por el ahora accionante, mediante memorial presentado el 27 de
noviembre de 2008 (fs. 98 a 100).
II.5. Por Auto de Vista 124 de 4 abril de 2009, pronunciado por la Sala Civil Primera, se
confirmó el auto apelado con costas, estableciendo que el Juez a quo sometió su actuación a las
disposiciones procesales citadas en el auto recurrido, correspondiendo a este tribunal
pronunciarse en la forma prevista en el art. 237.I inc. 1) del CPC (fs. 114 a 115); presentando el
accionante solicitud de complementación y enmienda, misma que es rechazada disponiendo “no
haber lugar a lo solicitado”, mediante Auto 48 de 22 de abril de 2009 (fs. 116 vta.).
El accionante considera que, los demandados lesionaron sus derechos al debido proceso y a la
defensa, debido a que el Juez codemandado dentro del proceso coactivo civil seguido en su
contra por el BNB S.A., ante el planteamiento del incidente de nulidad, pronunció el Auto de 18
de noviembre de 2008, declarándolo improbado, con el argumento de que su contenido era
contrario a lo establecido por el art. 251.I del CPC, criterio “errado” ya que los arts. 3 inc. 1), 90
y 91 del CPC, prevén que el Juez tiene que velar por la aplicación de las reglas de procedimiento,
por lo que constituiría ilegal haberlo rechazado aduciendo que “no existe nulidad sin que la
misma no diga que existe nulidad” (sic), por lo que presentó recurso de apelación, pronunciando -
los Vocales codemandados- el Auto de Vista 124 de 4 de abril de 2009, confirmando la citada
resolución de primera instancia, donde la Sala Civil Primera no habría valorado ni considerado
los extremos del recurso de apelación, estando ese fallo carente de fundamentación motivada y
congruente, lo cual le impediría conocer las razones por las que se confirmó la resolución del
Juez a quo. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a
fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
El art. 196.I de la CPE establece que: “El Tribunal Constitucional vela por la supremacía de la
Constitución, ejerce el control de constitucionalidad y precautela el respeto y vigencia de los
derechos y las garantías constitucionales”, por su parte el art. 1.II de la Ley del Tribunal
Constitucional señala que: “Son fines del Tribunal Constitucional ejercer el control de
constitucionalidad y garantizar la primacía de la Constitución, el respeto y vigencia de los
derechos y garantías fundamentales de las personas, así como la constitucionalidad de las
convenciones y tratados”; por consiguiente, esa finalidad no debe ser desnaturalizada o
confundida, a través de pretensiones que van contra las atribuciones del Tribunal Constitucional
Plurinacional.
En ese sentido, la SCP 0438/2012 de 22 de junio, relatada por este despacho, señaló que: “…si
bien es cierto que la labor jurisdiccional es transversal, es decir que en el desarrollo de sus
atribuciones aborda diversas temáticas desde la vertiente constitucional cuando se activa una
acción, recurso o consulta constitucional; no es menos evidente que también tiene ciertos
límites, siendo uno de ellos la interpretación de la leyes al caso concreto dentro de los procesos
ordinarios, y otro, la valoración de la prueba en torno a la definición de la situación jurídica de
fondo en el proceso ordinario en cuestión”.
los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés
y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de
resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió. Así las SSCC 0863/2007-R,
0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras".
Ahora bien, del estudio de la demanda y su petitorio, se tiene que el accionante respecto a dicha
autoridad, pretende que este Tribunal Constitucional Plurinacional revise la aplicación de la
normativa en la cual sustentó el rechazo del incidente de nulidad por vicios procesales que
interpuso pretendiendo dejar sin efecto el informe de avaluó realizado por la perito designada
para ese cometido; sin embargo, se constató que no se cumplió con las exigencias o requisitos
para que se lleve a cabo esa labor, toda vez que si bien el accionante hace una relación de los
hechos denunciados, identificando la Resolución supuestamente ilegal de la cual solicita su
nulidad, como también cita los derechos constitucionales que fueron presuntamente lesionados
como consecuencia de esa interpretación, empero no estableció el nexo de causalidad entre estos
y la interpretación impugnada, ya que solo de esa manera la problemática planteada tendría
relevancia constitucional, teniéndose además una fundamentación abstracta, sin que exista una
relación clara; por consiguiente, no es posible ingresar al análisis de la norma legal ordinaria al
caso concreto, por cuanto el Juez demandado lo realizó con plenitud de jurisdicción y
competencia.
Respecto a los Vocales de la Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz
De la atenta revisión del Auto de Vista 124 de 4 de abril de 2009, pronunciado por los Vocales
codemandados, confirmó el Auto de 18 de noviembre de 2008, dictado por el Juez Octavo de
Partido en lo Civil y Comercial, dentro del proceso coactivo civil interpuesto por el BNB S.A.
contra el accionante, argumentando que fue evidente el retraso en la presentación del peritaje (art.
436.II del CPC), como también la imposibilidad de la perito al no haberle permitido ingresar al
inmueble, circunstancias de fuerza mayor que hicieron imposible la realización del acto (art. 141
del CPC); señalando que no se objetó el peritaje en el plazo establecido por el art. 440.II del
CPC, lo conllevaría a entender que el acto fue consentido; sosteniendo que no fue evidente el
quebrantamiento del principio de congruencia por parte del Juez a quo, puesto que dicha
autoridad resolvió conforme a normas procesales vigentes; respecto a la solicitud de nulidad, el
Juez de la causa se amparó en el art. 251.I del CPC, indicando que “…ningún trámite o acto
judicial será declarado nulo si la nulidad no estuviere expresamente determinada por la ley y el
artículo 247 de la Ley de Organización Judicial es puntual al establecer que la nulidad o
reposición de obrados sólo será procedente por falta de citación con la demanda, notificación con
la apertura del término de prueba y notificación con la sentencia” (sic), por lo que la nulidad
solicitada no encajó en dicha normativa.
En ese sentido, se concluye que la Resolución precedentemente citada fue pronunciada con la
debida fundamentación requerida, ya que se expuso con claridad los motivos en los cuales
sustentaron su decisión, habiendo señalado los hechos, realizando la fundamentación legal por
cuanto citaron las normas en las que sujetaron la parte resolutiva del fallo, por consiguiente,
dichas autoridades demandadas no lesionaron de forma alguna los derechos al debido proceso y a
la defensa del accionante, en razón a que dieron cumplimiento a la línea jurisprudencial sentada
por el Tribunal Constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, por lo que corresponde denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
1º APROBAR la Resolución 025 de 12 de abril de 2010, cursante de fs. 164 a 165 vta.,
pronunciada por La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, y en consecuencia, DENEGAR la tutela
solicitada. Continúe
2º Se llama severamente la atención a los miembros del Tribunal de garantías, conformado por
Limberg Gutiérrez Carreño y Edgar Terrazas Melgar, Vocal de la Sala Social y Administrativa y
Vocal de la Sala Civil Segunda, respectivamente, ambos de la Corte Superior del Distrito Judicial
-ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, por haber llevado a cabo la audiencia
de acción de amparo constitucional después de casi seis meses de haberse presentado la
demandada de acción tutelar sin justificativo alguno; así como también por emitir la Resolución
025 de 12 de abril de 2010, carente de la debida fundamentación, exhortándoles a que ejerzan sus
funciones con responsabilidad y eficiencia.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 26/2010 de 23 de marzo, cursante de fs. 185 a 186, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Florentina Rodríguez de Canchi contra
Omar Rodolfo Dorado Severiche, Juez Quinto de Partido en lo Civil y Comercial del
Distrito Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz.
Refiere que por más de veintinueve años vive junto a su familia en un humilde inmueble ubicado
en el “barrio 4 de noviembre, calle 2, s/n, zona Oeste tercer anillo de circunvalación, U.V.ET.
manzana 10”, y a fin de regularizarla inició proceso de usucapión en el Juzgado Primero de
Partido en lo Civil y Comercial obteniendo Resolución a su favor; empero, desde que inició el
mencionado proceso Carlos Vargas Caso y el abogado José Walker Paniagua Castellón
inventaron un documento de venta ficticia a favor de este último iniciando un sin número de
procesos civiles y penales en su contra para apoderarse de su casa.
Uno de ellos, es el proceso ejecutivo de cumplimiento planteado el 2004 por José Walker
Paniagua Castellón contra Carlos Vargas Caso radicado en el Juzgado Quinto de Partido en lo
Civil y Comercial, a cargo de la autoridad hoy demandada, donde planteó oposición al
mandamiento de desapoderamiento expresando que es ella quien está ocupando la casa, pero fue
rechazado el 4 de octubre de 2005, y al ser apelada fue revocada por Auto de Vista de 31 de
mayo de 2007, pronunciada por entonces la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia de
Santa Cruz, que dispone su exclusión del mandamiento de desapoderamiento del bien inmueble
motivo de la litis.
como funcionaria pública, a punta de golpes de combo y otros rompieron la puerta de ingreso de
su domicilio logrando lanzarla a la calle con la ayuda de varios delincuentes traídos por el
ejecutante, sustrayéndose bienes muebles como ser dos cámaras fotográficas, dinero y otros.
Por otra parte, afirma que Antonio Carlos Rico Toro y José Walker Paniagua Castellón, incoaron
en el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Civil interdicto de recobrar la posesión en contra suya,
pero fue declarada improbada por Resolución de 2 de abril de 2003, confirmada mediante Auto
de Vista de 28 de octubre de 2005, revistiendo el fallo de la calidad de cosa juzgada.
Señala como vulnerados sus derechos al debido proceso, a la defensa, igualdad de las partes,
derecho a ser oído, “alcances de la sentencia y cosa juzgada” (sic), consagrados en los arts.
14.IV, 19.I, 108.1, 115, 117.I, 119 y 120.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 23 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
180 a 185, se produjeron los siguientes actuados:
Omar Rodolfo Dorado Severiche, Juez Quinto de Partido en lo Civil y Comercial del
departamento de Santa Cruz, por informe presentado el 22 de marzo de 2010, cursante a fs. 149
de obrados manifestó: 1) En ejecución de fallos, dentro del proceso ejecutivo seguido por José
Walker Paniagua contra Carlos Vargas Caso libró mandamiento de desapoderamiento dando
cumplimiento al art. 517 del Código de Procedimiento Civil (CPC); 2) El acta de
desapoderamiento individualiza a Harold Valda como depositario; 3) El Auto de Vista 245 de 31
de mayo de 2007, dictado por la Sala Civil Primera de la Corte Superior, excluye de la ejecución
del mandamiento de desapoderamiento a María del Carmen Canchi Rodríguez, no así a la hoy
accionante que es una persona diferente; y, 4) Respetó las normas adjetivas civiles y el debido
proceso.
José Walker Paniagua Castellón, mediante memorial presentado el 23 de marzo de 2010, indicó:
i) La accionante no señala el número de inmueble ni tiene registro domiciliario; ii) Los Autos de
Vista no causan jurisprudencia ni acreditan derecho alguno sobre el inmueble de la litis; iii) La
autoridad demandada dio cumplimiento a la entrega del inmueble demandado y declarado
probado en el fallo; iv) La accionante no es propietaria ni poseedora sino una detentadora, ya que
la Resolución de usucapión no está ejecutoriada; v) Florentina Rodríguez de Canchi -hoy
accionante- no es parte del proceso, y el mandamiento de desapoderamiento lanzó a María del
Carmen Canchi Rodríguez, Harold Valda y Vicente Visir Valda; y, vi) Existen recursos
ordinarios e incidentes que aún pueden ser presentados si la accionante se considera
supuestamente afectada. En base a ello solicita se declare improcedente la presente acción por
falta de personería e incumplimiento del art. 129.I de la CPE.
En audiencia, señaló que: a) La acción de tutela no cumple con los requisitos previstos en el art.
97 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), debido a que no precisa los derechos y las
garantías que se consideran restringidos o suprimidos; b) La acción de amparo constitucional
procede contra toda resolución, acto u omisión indebida de autoridad o funcionario; empero, el
mandamiento es una orden no una resolución; c) La ejecución de resoluciones pasadas en
autoridad de cosa juzgada no puede suspenderse por ningún recurso ordinario ni extraordinario;
y, d) Se ejecutó el desapoderamiento con el auxilio de la fuerza pública y de un Notario de Fe
Pública donde no consta la participación de la ahora accionante.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 26/2010
de 23 de marzo, cursante de fs. 185 a 186, concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto el
mandamiento de desapoderamiento librado y ejecutado por la Oficial de Diligencias del Juzgado
Quinto de Partido en lo Civil y Comercial, ordenando que “…en el día libre nuevo mandamiento
de desapoderamiento contra las personas que ocupan actualmente el inmueble y restituya de la
misma forma la posesión del inmueble de la litis a las personas que se encontraban ocupándolo
antes de que ocurra el acto ilegal” (sic) con el siguiente argumento: 1) Existen resoluciones con
calidad de cosa juzgada que demuestran que únicamente se puede librar mandamiento de
lanzamiento contra el ejecutado no así contra otros; y, 2) El desapoderamiento librado contra la
hoy accionante o contra cualquier familiar que habita el inmueble en litigio es un acto ilegal que
amerita conceder la tutela constitucional.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
la Resolución 49/2005 de 18 de abril, emitida por Grover Núñez Klinsky, Juez Cuarto de Partido
en lo Civil y Comercial del Distrito Judicial -hoy departamento- de Santa Cruz de la Sierra, que
la declara probada, concediendo quince días al ejecutado para desocupar el inmueble ubicado en
la zona oeste “UV.ET. Mnza. de equipamiento Terciario Nº 10”, registrado bajo la matrícula
7011990003067 (fs. 3 a 6).
II.5. Luego que el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial se allanara a la recusación
planteada por el ejecutante, el expediente fue remitido al Juez Quinto de Partido en lo Civil y
Comercial, quien mediante providencia de 4 de noviembre de 2009, ordenó librar mandamiento
de desapoderamiento que es elaborado el 12 del mismo mes y año (fs. 2 y 57 vta.).
II.6. Con esos antecedentes, el 2 de diciembre de 2009, la Oficial de Diligencias del Juzgado
Quinto de Partido en lo Civil y Comercial dio cumplimiento a la determinación judicial de
desapoderamiento, designando depositario a Vicente Visir Valda Ascarraga de los bienes
muebles y enseres (fs. 49 a 62).
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La acción de amparo constitucional, prevista en el art. 128 de la CPE, tendrá lugar contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la ley; esta acción de tutela podrá ser planteada por la persona
que se crea afectada o por otra a su nombre con poder suficiente, ante cualquier juez o tribunal
competente.
Cabe mencionar que los derechos fundamentales no son una simple declaración formal sino que
su reconocimiento implica la obligatoriedad de protegerlo de modo que la persona que se
considera afectada pueda acceder a los tribunales a reclamar el cese de la amenaza, de la
restricción o la supresión del derecho invocado como lesionado, es decir, en un Estado de
Derecho no es suficiente que los derechos fundamentales sean reconocidos constitucionalmente y
que existan leyes, sino que se debe proporcionar a sus titulares los medios también
constitucionales para ejercerlos efectivamente.
Según el autor Felipe Tredinnick Abasto en “Derecho Internacional de los Derechos Humanos”,
registra hasta cinco generaciones diferentes y complementarias. Utilizándose frecuentemente el
término de generación con referencia a las diferentes etapas que se van conquistando en materia
de Derechos Humanos.
Dentro de los derechos de la primera generación, están los consagrados en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos que establecen entre otros, el derecho a la libre determinación de
los pueblos, el derecho de los detenidos y condenados, los derechos de niñez, derecho de las
minorías étnicas, religiosas y lingüísticas; sumándose a ello la Convención Americana de
Derechos Humanos o Pacto de San José que agrega entre otros, el derecho a la integridad
personal, el derecho de rectificación o respuesta, protección judicial y la igualdad ante la ley (art.
24).
En armonía con el orden internacional, nuestra Ley Fundamental en su art. 14.III prevé: “El
Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el libre y eficaz
ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y los tratados
internacionales de derechos humanos”.
El derecho al debido proceso, fue reconocido en nuestra economía jurídica como derecho y
garantía a la vez en la SC 0160/2010-R de 17 de mayo, que señala que es: “…el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación
similar; es decir, comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias
procesales, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de
acto emanado del Estado que pueda afectar esos derechos reconocidos por la Constitución
Política del Estado así como los Convenios y Tratados Internacionales”.
En efecto, al ser un derecho universal las autoridades competentes del Estado deben impedir que
terceros coarten el libre ejercicio del derecho a la vivienda, sea de particulares, empresas o
agrupaciones sociales; en la Declaración de Vancouver, adoptada por la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre los asentamiento humanos de 1976, se declaró: “Disponer de una
vivienda y de servicios suficientes es un derecho fundamental del hombre y los gobiernos tienen
la obligación de procurar que todos sus residentes puedan ejercer este derecho” (las
negrillas son agregadas).
Por su parte, el art. 11.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
reconoce “el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia incluso
(…) vivienda adecuada y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados
Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho”.
De igual modo se encuentra reconocido en los arts. 25.1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH); 11.2 y 3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de San José
de Costa Rica; 5.e de la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de
Discriminación Racial; 14 inc. h) de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la mujer; 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño; 43.1 inc. d) de
la Convención Internacional sobre la protección de todos los trabajadores migratorios y de sus
familiares; Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que exigen a los Estados contratantes
que en materia de vivienda entreguen a los refugiados el trato más favorable posible;
Recomendación 115, principio 2 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) respeto a la
vivienda de los trabajadores de 1961.
II. El Estado, en todos sus niveles de gobierno, promoverá planes de vivienda de interés social,
mediante sistemas adecuados de financiamiento, basándose en los principios de solidaridad y
equidad. Estos planes se destinarán preferentemente a familiar de escasos recursos, a grupos
menos favorecidos y al área rural”.
Sin embargo, su análisis y tratamiento no debe circunscribirse sólo a dicho articulado sino guarda
relación con los arts. 20, 33 y 321.II de la propia CPE, que indican que toda persona tiene
derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado,
electricidad, gas domiciliario y a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado,
definiéndose como política fiscal la vivienda.
Concluyéndose así que la naturaleza profundamente humana del derecho a la vivienda, hace que
su alcance sea:
Una institución importante del Derecho Procesal Civil es la cosa juzgada, entendida no sólo
como un efecto natural de la resolución o como la declaración del derecho reconocido sino que
parafraseando al célebre profesor Liebman debe ser concebida como una cualidad que adquiere la
resolución -la inmutabilidad- y como tal proporciona firmeza al fallo respecto a las partes
intervinientes en un proceso y a terceros.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1140
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Nuestro Código Civil en el art. 1319 establece: “la cosa juzgada no tiene autoridad sino con
respecto a lo que ha sido objeto de la sentencia. Es menester que la cosa demandada sea la
misma, que la demanda se funde en la misma causa, que las partes sean las mismas y que se
entable por ellas y contra ellas”, precepto legal del que se establece los límites de la cosa juzgada,
tanto los elementos objetivos (cosa y causa petendi) y los elementos subjetivos (personas y
carácter con que actúan) que son categorías de análisis que sirven para determinar los efectos
previstos en el art. 1451 del citado Código que indica: “lo dispuesto por la sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada causa estado a todos los efectos entre las partes, sus herederos y
causahabientes”.
El art. 180.I de la CPE establece que la jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios
procesales de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad,
legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e
igualdad de las partes ante el juez; y al ser una función esencial del Estado la conformación de
una sociedad justa y armoniosa, con plena justicia social, se ha instituido como rol esencial del
juez la búsqueda de la verdad objetiva.
En efecto, a diferencia del modelo de “juez dictador”, propio de los gobiernos revolucionarios,
que le otorgan enormes poderes frente al ciudadano común o el “juez espectador” que dicta su
fallo -pero alejado de la realidad- el art. 87 del Código de Procedimiento Civil (CPC) establece
que el juez es el director del proceso, dotándole de potestades especiales entre ellas, el deber de
vigilar al personal subalterno para que estos cumplan correctamente las funciones que les
competen y las facultades de mejor proveer, previstos en los arts. 3 inc. 6), 4 inc. 4) y 378 del
Código adjetivo civil con el único propósito de direccionar las actuaciones del juzgado y
descubrir la verdad material sobre lo formal, pues el Estado tiene interés en la resolución de los
conflictos, por más que éstos sean de naturaleza privada, por ende, es deber principal del juez
dictar una resolución justa o lo más justa posible, utilizando los medios que el proceso judicial le
brinda y si bien la carga de la prueba corresponde a las partes; sin embargo, si no está convencido
de cómo ocurrieron los hechos controvertidos, debe procurar el diligenciamiento de los medios
de prueba que considere pertinente para tomar convicción de los hechos litigiosos y pronunciar
una sentencia justa.
Por otra parte, se advierte también que la autoridad demandada no ejerció su rol de director del
proceso que le exige el deber de vigilar las actuaciones realizadas por su personal subalterno,
omisión que ocasionó la vulneración del derecho a la vivienda de la accionante, derecho humano
fundamental que debe ser protegido conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.4; y, si
bien la accionante no expuso concretamente el citado derecho; sin embargo, al haber señalado el
art. 19.I. de la CPE y mencionado en su memorial de acción de amparo constitucional “ME
OBLIGO POR LA FUERZA A ENTREGAR MI INMUEBLE en el cual vivo con mi familia por
casi treinta años” corresponde ser analizado y protegido en la construcción de una sociedad justa
y armoniosa prevista en el art. 9.1 de la CPE.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por último indica que a sus solicitudes de 26 de octubre y de 10 de noviembre de 2009, referentes
a su reincorporación como Concejal titular; y, respecto a la reconsideración de su
reincorporación, respectivamente, el Concejo guardó silencio, asumiendo la ilegalidad,
considerando que agotó todos los medios para reparar el acto ilegal señalado; y, también indica
que pese a la existencia de orden judicial, así como de requerimiento fiscal que dispusieron se le
proporcione las fotocopias legalizadas de la Resolución Municipal 118/2009 y de la sesión de 18
de septiembre del mismo año, pero el Concejo hasta la presentación de esta acción no las
extendió.
El accionante, manifiesta la lesión a sus derechos al debido proceso, al trabajo, a los “derechos
políticos” y a la “seguridad jurídica”, amparándose al efecto en los arts. 22, 26, 47 y 122 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 23 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 56
a 57, se produjeron los siguientes actuados:
De los codemandados, Tomás Reyes Peralta, Bertha Acosta Rodríguez, Isabel Romero, Ruth
Prudencio Vargas, Fortunata Pozo Antezana; y, Marina Camacho Taborga, sólo el primero se
hizo presente en la audiencia, por lo que las codemandadas fueron declaradas rebeldes, pero
mediante su abogado presentaron un informe de 23 de marzo de 2010, señalando: i) La fecha de
la audiencia de acción de amparo constitucional, sus patrocinados tenían sesión ordinaria rural a
horas 9:00, por lo que solicitaron que no se los declare rebeldes; ii) Se está violando el principio
de subsidiariedad, toda vez que no se realizó un proceso interno contra el ahora accionante, quien
incurrió en faltas administrativas; iii) Los servidores públicos, directores, asesores de
instituciones públicas, pueden ejercer el cargo de concejales mientras exista compatibilidad de
horarios, en el caso de Marina Camacho Taborga, no ejerció con dualidad sus funciones porque
contaba con licencia para el cargo de Directora y su reincorporación como Concejal titular se
efectuó en virtud del art. 43 inc. 3) del Reglamento Interno del Concejo de Aiquile, precepto por
el cual, la Presidenta del Concejo puede otorgar licencia a los concejales y autorizar su
reincorporación al finalizar la misma, sin trámite alguno; iv) La Resolución Municipal 118/09,
que reconoció al ahora accionante como Concejal titular es una determinación equivocada
asumida por un grupo de Concejales, que incurriendo en omisión indebida, porque obraron sin
previo proceso y sin documentación probatoria; v) Desvirtúan el silencio o ilegalidad que se les
atribuye, toda vez que las dos solicitudes del accionante, fueron atendidas, en consideración a la
primera se dispuso la abrogación de la Resolución Municipal 118/09, por ser contraria a la
normativa vigente, porque erróneamente se dio al Concejo atribuciones de la Corte
Departamental Electoral “(calificación de credenciales)” (sic); y, en atención a la segunda nota,
se le indicó que agote los recursos “administrativos/legales subsidiarios” (sic) y presente prueba
en relación a la imposibilidad de ejercer funciones por la concejal Marina Camacho Taborga,
para que los antecedentes sean remitidos a la comisión de ética, por lo que señala que el
accionante no agotó la vía administrativa, ni tampoco se apersonó a recoger las fotocopias que
solicito; y, vi) La concejal Marina Camacho Taborga, no incurrió en incompatibilidad de
funciones, porque estaba comprendida dentro de la excepción que señala la norma respecto a la
función y remuneración de los servidores públicos, no desempeñó doble función ni percibió
doble remuneración, pues su horario de Directora en el turno de la mañana, le permitía asistir a
las sesiones en la tarde, por lo que solicita se fije costas y multa.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.4. El accionante por segunda vez, reclamó una determinación efectuada en sesión de
Concejo, a través de la nota de 10 de noviembre de 2009, dirigida a la “PDTE. Y
MIEMBROS DEL H. CONCEJO MUNICPAL DE AIQUILE” (sic), conforme al art. 20 de la
LM, que prevé: “Las Ordenanzas Municipales son normas generales emanadas del Concejo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1146
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II.5. En respuesta a las notas del accionante, precedentemente citadas, el Concejo Municipal
de Aiquile, emitió la nota CMA/OF. EXT. 70/09 de 15 de noviembre, indicando que la
Resolución Municipal 118/09, fue abrogada el 27 de octubre de ese año a través de la
Resolución Municipal 216/09, por constituirse contraria a la normativa legal vigente, por lo
cual, a efectos de garantizar los derechos que le asiste, señalaron que le corresponde agotar
los recursos “administrativos/legales subsidiarios” (sic) a objeto de probar los hechos que
denuncia antes de “iniciar un recurso de amparo constitucional” (sic), evidenciándose que
la nota fue recepcionada del 18 de noviembre del mismo año, con firma ilegible (fs. 48).
“I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
III.3. La reconsideración como una vía impugnativa de los actos del Concejo Municipal
Ahora bien, el silencio administrativo negativo, está expresamente regulando no sólo en la Ley
de Municipalidades (LM), sino también, en la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA) y su
decreto reglamentario; sin embargo la LM no establece expresamente el plazo dentro del cual
debe pronunciarse el Concejo Municipal. En tal sentido, con la finalidad de establecer los plazos
que se deben aplicar para computar el silencio administrativo negativo en el supuesto de la
solicitud de reconsideración disciplinada por el art. 22 de la LM se debe entender que al ser las
Resoluciones Municipales Actos Administrativos idóneos para resolver la reconsideración
planteada, cuya falta de respuesta implica el 'silencio administrativo negativo', en aplicación
supletoria del art. 71.I.g) del D.S. 27113 de 23 de julio de 2003, reglamentario de la Ley de
Procedimiento Administrativo (RLPA), se debe entender que el plazo para que el concejo se
pronuncie sobre una solicitud de reconsideración es de 20 días, tal como señala taxativamente la
citada disposición legal, cuando refiere que las decisiones sobre cuestiones de fondo, deben ser
resueltas en el plazo de 20 días cuando no exista un plazo expresamente señalado.
El ahora accionante refiere que cuando fungía como Concejal titular del municipio de Aiquile
fiscalizaba hechos irregulares del cuerpo deliberante, para evitar que se investiguen, se dispuso su
retiro del cargo de Concejal titular, sin que exista justificativo alguno, más bien señaló que la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1149
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
decisión obedeció a un cálculo político, pese a que dicho cargo lo asumió, en razón a la
incompatibilidad de funciones de la Concejal que la precedió, pero ésta última, en la sesión de
Concejo de 18 de septiembre de 2009 fue reincorporada, pese al impedimento por
incompatibilidad de funciones que la afectaba de acuerdo a la Ley de Municipalidades como
consecuencia de haber aceptado el cargo de Directora de una Unidad Educativa, cuando fungía
como Concejal, no pronunciándose el ente deliberante a sus solicitudes de reconsideración de “la
decisión en sesión de concejo municipal de 18 de septiembre de 2009”, infiriendo que con su
silencio asumirían la ilegalidad, tampoco se le extendió las fotocopias legalizadas de la
Resolución 118/2009, ni de la sesión de concejo referida, pese a la existencia de orden judicial y
requerimiento fiscal al efecto.
A través de éstos elementos fácticos, se establece que el accionante sin agotar los medios y
recursos idóneos en la vía administrativa municipal, planteó directamente la presente acción de
amparo constitucional, en vez de plantear la reconsideración de la Resolución Municipal 216/09
que le afecta, dejando inclusive precluìr el plazo a ese efecto, situación que permite establecer
que el mismo no agotó la vía administrativa en el presente caso, conforme se establece en los
Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, lo cual
determina que la presente acción de amparo constitucional deba ser denegada, aclarando que este
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1150
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
POR TANTO
2º Con la facultad conferida por el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional, que permite el
dimensionamiento de los efectos de la presente Sentencia y en merito al tiempo transcurrido entre
la emisión de la Resolución del Juez de garantías y el pronunciamiento de la presente Sentencia,
se tienen por validos y subsistentes los actos realizados en cumplimiento a la resolución del
Tribunal de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 1 de abril de 2010, cursante de fs. 233 a 234 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Mario Jorge Jerez Calle en
representación de Emilio Espinoza Martínez y Clara Elena Pereira Quiroga contra Leónidas
Rojas Onofre, Sandra Tenorio García, Hernán Claros Montaño, Félix Cadima Sejas,
Alcalde y Concejales respectivamente del municipio de Villa José Quintín de Mendoza “San
Benito” del departamento Cochabamba.
Por memorial presentado el 23 de marzo de 2010, corriente de fs. 146 a 152 vta. de obrados, el
accionante expone los siguientes argumentos:
A pedido del Alcalde demandado, Leónidas Rojas Onofre, y de algunos vecinos de Villa José
Quintín de Mendoza “San Benito”, se logró la aprobación de la Ordenanza Municipal (OM)
036/2009 de 16 de diciembre, emitida en sesión ordinaria del Concejo Municipal, por la que se
autorizó la apertura de una calle de 10 m de ancho, paralelo al norte de la carretera Cochabamba-
Santa Cruz, a una distancia aproximada de 230 m, desde el camino a Sulti-Laimiña, hasta el
colegio “Papa Juan Fe y Alegría”, apertura que afectó los terrenos de propiedad de sus mandantes
en la extensión de 450 m -esos terrenos están ubicados en “Pancho Suyo”, Villa José Quintín de
Mendoza “San Benito”, provincia Punata, y cuentan con las extensiones de 588 m 2, 849.99 m2 y
1484 m2 y sólo favoreció al inmueble de propiedad del Alcalde demandado.
Señala que, por la fuerza de manera violenta se procedió a la apertura de la citada calle por el
Alcalde demandado, como festejo del día de su cumpleaños; es decir, el 8 de febrero de 2010, sin
haber cumplido los trámites legales administrativos para el efecto, de desarrollo municipal, de
ordenamiento urbano y territorial, de expropiación y justa indemnización, y tampoco del estudio
correspondiente para poner desagües y permitir el paso del agua en épocas de lluvia, olvidando la
Ley de Municipalidades, y el Reglamento Interno de la Alcaldía en sus arts. 31 y 109; no
obstante, que sus mandantes opusieron reclamos contra la mencionada Ordenanza Municipal en
tiempo hábil, sin tener respuesta alguna del Alcalde, ni del Concejo Municipal. Por todo lo cual,
considera que la citada Ordenanza Municipal y sesión del Concejo Municipal son ilegales e
indebidas.
Señala como lesionados, los derechos de sus mandantes a la “seguridad jurídica”, a la propiedad
privada y al debido proceso, consagrados en los arts. 56, 115 y 117.II de la Constitución Política
del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto la OM 036/2009, como el acta de la
sesión ordinaria del Concejo Municipal de 16 de diciembre de 2009; así también se ordene al
Alcalde la inmediata reposición del derecho de propiedad de sus mandantes en el estado en que
se encontraba antes de la apertura de la calle, con responsabilidad civil, penal y calificación de
daños y perjuicios en la suma de Bs20 526,25.- (veinte mil quinientos veinte y seis 25/100
bolivianos).
Celebrada la audiencia pública el 1 de abril de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
231 a 234 vta. se produjeron los siguientes actuados:
El accionante, ratificó el tenor íntegro de la demanda, añadiendo que las imágenes satelitales y el
plano de urbanización -aprobado por Resolución Ministerial (RM) 53 de 6 de marzo de 1985-
que adjuntó, demostraban que los terrenos de propiedad de sus mandantes fueron partidos por la
mitad con la apertura de la calle en cuestión, que se ve las urbanizaciones y se evidencia que la
apertura es a 180 m de la carretera Cochabamba-Santa Cruz, y no como se dispuso a 230 m, sin
previo trámite de expropiación ni el pago de justa indemnización como prevé el art. 105 del
Código Civil (CC), incumpliendo la Alcaldía con el art. 122 de la Ley de Municipalidades (LM).
Con el derecho a la réplica, argumentó que sus mandantes en ningún momento se oponen a la
apertura de la calle, lo que denuncian son los derechos fundamentales que fueron lesionados, ya
que no se puede afectar la propiedad privada sin disponer la expropiación y el pago del justo
precio que corresponda, según refieren las “SSCC 436/04, 02/05, 1382/03 y 1812/05”.
El Alcalde y Concejales del municipio Villa José Quintín de Mendoza “San Benito” en el
memorial que cursa de fs. 218 a 220 vta., y en audiencia por intermedio de su abogado,
manifestaron lo siguiente: a) No es evidente que los representados del accionante sean
propietarios de tres lotes de terreno ubicados en “Pancho Suyo”, ni que tengan la extensión
territorial en su frente, cual afirma el accionante; b) Las autoridades demandadas obraron
atendiendo la solicitud de los vecinos al haber considerado en la sesión ordinaria de 16 de
diciembre de 2009, la “apertura de calle en la zona norte”; c) La presente acción de amparo
constitucional se dirige contra cuatro Concejales, no obstante que el Concejo Municipal está
integrado por cinco; d) El accionante falsamente afirma que después de diez días de emitida la
Ordenanza Municipal sus representados se habrían opuesto a la misma, ya que el memorial que
presentaron fue recibido en Secretaría del Concejo Municipal el 29 de enero de 2010; e) Los
terrenos que los accionantes consideran afectados y sobre los que aducen tener derecho
propietario, en realidad es con derecho propietario controvertido, está en plena tramitación ante el
Juzgado Agrario de la provincia Punata, un proceso interdicto de recobrar la posesión entre el
Alcalde, Leónidas Rojas Onofre con Clara Elena Pereira Quiroga, mandante del accionante; f)
Los accionantes presentaron solicitud de reconsideración ante el Concejo Municipal, empero,
ésta se encuentra fuera de plazo legal; y, g) En inmediaciones de la calle existe un
establecimiento educativo que es el más grande de “San Benito”, por donde pasa la carretera
Cochabamba-Santa Cruz, y no existe una calle adyacente en la que puedan circular los alumnos,
también se está construyendo un hospital de segundo nivel, y esa es otra razón por la que el
Concejo Municipal decidió abrir la calle. Por último solicitaron se deniegue la tutela.
Con la dúplica sostuvieron: i) La zona donde se abrió la calle, es rural y no se puede normar la
parte rural; ii) La documentación de derecho propietario de los representados del accionante debe
tenerse presente para la presentación en Derechos Reales (DD.RR.), donde se exige el plano
aprobado, así como la Resolución Técnico Administrativa, y la que acompañan carece de la firma
del Alcalde Municipal, siendo una ilegal Resolución que se estuvo utilizando para hacer valer
derechos que no tienen; iii) Los vecinos que están presentes en la audiencia de acción de amparo
constitucional, son dueños de predios afectados que cedieron voluntariamente para la apertura de
la calle que favorece y eleva el precio de sus terrenos, y como los accionantes no viven en “San
Benito” y vienen quizá una vez al año, no asisten a las reuniones donde se determinan decisiones
en las Organizaciones Territoriales de Base (OTB), conforme a la Ley de Participación Popular;
y, iv) Donde se abrió la calle no existen edificaciones siendo evidente que no se puede abrir una
calle donde existan construcciones, por lo que bajo el informe técnico se recorrió hacia el norte,
donde menos afecte a la propiedad privada, con el antecedente de que desde 1985, se estableció
una posible apertura de una calle paralela a los 180 m de la carretera.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Partido y de Sentencia Penal de Punata del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución de 1 de
abril de 2010, cursante de fs. 233 a 234 vta., declaró “improcedente” la acción de amparo, con
costas; con el argumento de que los representados del accionante tenían la vía ordinaria civil
expedita para hacer valer sus derechos, mediante el proceso civil que correspondiese según la
cuantía, o a través del proceso de despojo contra la Alcaldía de “San Benito”, sin que se advierta
daño irreparable o irremediable que implique excepción al principio de subsidiariedad de la
acción de amparo constitucional.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.2. En sesión ordinaria del Concejo Municipal de Villa José Quintín de Mendoza “San Benito”,
de 16 de diciembre de 2009, se determinó la apertura de una calle de 10 m de ancho, paralelo al
norte de la carretera Cochabamba-Santa Cruz, a una distancia aproximada de 230 m, desde el
camino a Sulti-Laimiña, hasta el colegio “Papa Juan Fe y Alegría”, previo estudio y elaboración
de perfil por la Dirección de Obras Públicas y Urbanismo (fs. 36 a 37). Decisión que fue emitida
oficialmente mediante la OM 036/2009 de la misma fecha (fs. 41).
II.3. Mediante memorial presentado el 6 de enero de 2010, Leónidas Rojas Onofre, dentro del
proceso interdicto de recobrar la posesión, dirigiéndose ante el Juez Agrario de Punata, respondió
al memorial de excepción de incompetencia y contestación negativa a la “falsa demanda de
recobrar la posesión” que opuso Clara Elena Pereira Quiroga (fs. 195 a 196).
II.4. Por memorial de 27 de enero de 2010, Emilio Espinoza Martínez -representado del
accionante- se apersonó ante el Concejo Municipal de Villa José Quintín de Mendoza “San
Benito”, oponiéndose a la apertura de calle y pidió reconsideración de la OM 036/2009 (fs. 45 y
vta.). El Presidente del Concejo Municipal, decretó el 24 de febrero del mismo año, tenerse por
apersonado al representado, e indicando que se remita la documentación referente a la
publicación y notificación de los afectados con la referida Ordenanza Municipal, para procederse
conforme a ley con su resultado (fs. 46).
abierta con violencia y abuso -en criterio del accionante- por el Alcalde demandado, Leónidas
Rojas Onofre, sin el estudio correspondiente para poner desagües y permitir el paso del agua en
épocas de lluvia, afectando a los terrenos de propiedad de sus representados en la extensión de
450 m, no habiéndose observado la Ley de Municipalidades ni el Reglamento Interno de la
Alcaldía, y sin haber cumplido los trámites legales administrativos para el efecto, de desarrollo
municipal, de ordenamiento urbano y territorial, de expropiación y justa indemnización.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada, caso contrario concierne determinar si existió
vulneración de los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La jurisprudencia constitucional ha sido uniforme ante medidas de hecho para hacer abstracción
del principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional, así la SC 1528/2011-R de
11 de octubre, estableció: “El amparo constitucional es una acción extraordinaria que tiene por
objeto la protección inmediata de los derechos fundamentales de las personas, instituida por la
Ley Fundamental como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución
y la ley; siempre que no exista otro medio o recurso legal para su protección, conforme previene
el art. 129.I de la CPE. En tal virtud, esta acción se encuentra regida por los principios de
subsidiariedad e inmediatez.; configuración constitucional desarrollada por la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC) en el art. 96.3, el cual estipula que será improcedente cuando se planteé
contra “…resoluciones judiciales que por cualquier otro recurso puedan ser modificadas o
suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho recurso”; concordante con el
art. 94 del mismo cuerpo legal, que determina la procedencia del amparo constitucional
'…siempre que no hubiere otro medio o recurso para la protección inmediata de los derechos y
garantías…'.
En atención a ello, corresponde a los accionantes, de un lado agotar todos los recursos que la
ley les otorga para el reclamo de sus derechos que consideren vulnerados; y de persistir su
lesión, recién solicitar la tutela constitucional, tal como interpretó la SC 0852/2010-R de 10 de
agosto, que recoge el entendimiento asumido en la SC 0897/2003-R de 1 de julio,:'...por
disposición de la misma Ley Fundamental, el recurso de amparo constitucional es de naturaleza
subsidiaria, de manera que sólo puede otorgar tutela cuando se han utilizado, y además, agotado
todos los medios y recursos que el agraviado tiene a su alcance para hacer cesar el acto ilegal u
omisión indebida que le amenazan, restringen o suprimen sus derechos y garantías
constitucionales'.
públicas o por particulares, entendidas éstas como los actos ilegales arbitrarios que desconocen
y prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda,
realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan frente al agraviado, actos que
resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la
gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar
derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso del
poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano propia,
control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo ejercen
de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias. Frente a estas
medidas de hecho, el criterio de este Tribunal ha sido uniforme en declarar la procedencia del
amparo como mecanismo necesario para la protección inmediata de los derechos fundamentales
considerados lesionados…'.
De lo glosado, se concluye que ninguna persona, sea autoridad o particular, tiene la facultad
para asumir medidas de hecho contra uno de sus congéneres, porque de hacerlo estaría
lesionando derechos fundamentales, sin causal que la justifique y menos aún abusar de la
condición de autoridad, haciendo uso ilegal de su poder”.
administrativo negativo, en virtud del cual, se tiene por denegada la petición del administrado,
activándose a partir de este momento, la vía recursiva administrativa disciplinada por el orden
legal vigente, siempre y cuando exista una instancia para la revisión de la causa.
Ahora bien, el silencio administrativo negativo, está expresamente regulado no sólo en la Ley de
Municipalidades, sino también, en la Ley de Procedimiento Administrativo y su decreto
reglamentario; sin embargo, la Ley de Municipalidades no establece expresamente el plazo
dentro del cual debe pronunciarse el concejo municipal. En tal sentido, con la finalidad de
establecer los plazos que se deben aplicar para computar el silencio administrativo negativo en
el supuesto de la solicitud de reconsideración disciplinada por el art. 22 de la LM, se debe
entender que al ser las resoluciones municipales actos administrativos idóneos para resolver la
reconsideración planteada, cuya falta de respuesta implica el “silencio administrativo
negativo”, en aplicación supletoria del art. 71.I inc. g) del DS 27113 de 23 de julio de 2003,
Reglamentario de la Ley de Procedimiento Administrativo, se debe entender que el plazo para
que el concejo se pronuncie sobre una solicitud de reconsideración es de veinte días, tal como
señala taxativamente la citada disposición legal, cuando refiere que las decisiones sobre
cuestiones de fondo, deben ser resueltas en el plazo de veinte días cuando no exista un plazo
expresamente señalado”.
II. Las expropiaciones requieren de previa declaratoria de necesidad y utilidad pública previo
pago de indemnización justa, mediante Ordenanza Municipal aprobada por dos tercios. En esta
Ordenanza deberá especificarse con precisión el fin a que habrá de aplicarse el bien expropiado
de acuerdo con los planes, proyectos y programas debidamente aprobados con anterioridad a la
expropiación. Una vez concluido el trámite de expropiación, el Alcalde Municipal deberá
informar al Concejo Municipal”.
Por su parte la Ley de Expropiación de 1884, en su art. 2 determina que: “Se entiende por obras
de utilidad pública las que tienen por objeto directo proporcionar al Estado en general, a uno o
más departamentos, provincias o cantones, cualesquiera usos o disfrutes de beneficio común,
bien sean ejecutadas por cuenta del Estado, de los departamentos, provincias o cantones, bien por
compañías o empresas particulares autorizadas competentemente”. A su vez, el art. 3 de la misma
Ley dispone que la declaración que una obra es de utilidad pública, y el permiso para
emprenderla, serán objeto de una ley o de las respectivas ordenanzas municipales, siempre que
para ejecutarla haya que imponer una contribución que grave a una o más circunscripciones. Los
demás casos serán objeto de un decreto del poder ejecutivo, debiendo preceder a su expedición
los requisitos siguientes: Primero, publicación en el periódico oficial, dando tiempo
proporcionado para que los habitantes de las poblaciones interesadas puedan hacer presente a la
autoridad política local lo que tuvieren por conveniente; y, Segundo, que el Concejo
departamental, oyendo a las juntas municipales interesadas en la obra, exprese su dictamen y lo
remita a la superioridad.
En ese sentido, se tiene que el servidor público que con actos de violencia e intimidación, con
abuso de autoridad, organice situaciones de fuerza y vías de hecho, para afectar una propiedad
privada ajena, sin el respaldo de la ley, alegando necesidad y utilidad pública sin seguir los pasos
previstos para una expropiación, comete actos ilegales, y se abre la justicia constitucional a través
de la acción de amparo para la protección inmediata en defensa del derecho a la propiedad
privada, en tanto se diluciden las diferencias en las vías legales correspondientes.
“En ese orden, se debe afirmar que dentro del contenido esencial del derecho a la propiedad, de
manera indubitable se ejercen los derechos de uso, goce y disfrute, los que deben ser ejercidos
en el marco de las directrices y restricciones antes referidas; en ese contexto, la autoridad
pública que ocupe la propiedad privada sometida a expropiación sin haber concluido el proceso
con el pago previo de la indemnización justa y obtenido la escritura traslativa de dominio,
incurre en una conducta lesiva del derecho a la propiedad privada, de manera que su actuación
se convierte en arbitraria dando lugar a la concesión de la tutela por la vía de la acción de
amparo constitucional, por vías o medidas de hecho”, en ese sentido ha razonado la SC
1528/2011-R de 11 de octubre.
El art. 115.I y II de la CPE, establece: “Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por
los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. El Estado garantiza el
derecho al debido proceso…”. En este sentido, el debido proceso, es entendido como el derecho
de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que entre otros aspectos, se garantice al
justiciable el conocimiento o notificación oportuna de la sindicación para que pueda estructurar
eficazmente su defensa, el derecho a ser escuchado, presentar pruebas, impugnar, el derecho a la
doble instancia; en suma, se le dé la posibilidad de defenderse adecuadamente de cualquier tipo
de acto emanado del Estado, donde se encuentren en riesgo sus derechos o tenga que
determinarse una responsabilidad; de donde se entiende que la garantía del debido proceso no
sólo es aplicable en el ámbito judicial, sino también en el administrativo (entendimiento asumido
en la SC 1562/2011-R de 11 de octubre)
En el caso de autos, el accionante denuncia que el Alcalde de Villa José Quintín de Mendoza
“San Benito”, Leónidas Rojas Onofre, por la fuerza y con violencia procedió a la apertura de una
calle, afectando terrenos de propiedad de sus representados en la extensión de 450 m, sobre la
base de la OM 036/2009, aprobada en sesión ordinaria del Concejo Municipal de 16 de diciembre
de 2009, que autorizaba esa apertura, sin que haya una ordenanza municipal que autorice su
expropiación y pago de justa indemnización, además de no contar con los estudios para permitir
el paso de aguas, y sin haber cumplido los trámites legales administrativos para el efecto,
transgrediendo la Ley de Municipalidades y el Reglamento Interno de la Alcaldía, acciones que
ocasionan un daño irreparable a su propiedad privada, por lo que solicita tutela inmediata para su
restitución.
Conforme se tiene constatado, la OM 036/2009, fue emitida en virtud de las solicitudes tanto del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1159
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Alcalde Municipal como de los vecinos de la zona norte de San Benito, sin cumplir con las
normas legales prevista para el efecto; es decir que, no se emitió la ordenanza municipal por parte
del Concejo Municipal que disponga específicamente la necesidad y utilidad pública sobre una
parte del inmueble de los accionantes para que previo al pago del justiprecio, inicien la apertura
de la calle, requisito indispensable conforme se indicó en el Fundamento Jurídico III.4 de la
presente Resolución y tampoco se canceló el justo precio o indemnización; en consecuencia, aún
no se transfirió el dominio del bien al Gobierno Municipal de Villa José Quintín de Mendoza
“San Benito”; por lo tanto, no era posible ingresar al inmueble, y menos perturbar la posesión y
los derechos de uso, goce y disfrute de su titular, más aún cuando a esa fecha ya tenían
consolidado su derecho propietario.
El art. 48.4 de la LTC, establece que las sentencias constitucionales emitidas por este Tribunal
Constitucional Plurinacional pueden ser moduladas en sus efectos, señalando en: “La parte
resolutiva en la que se pronunciará el fallo sobre el fondo del recurso o demanda, en la forma
prevista para cada caso, su dimensionamiento en el tiempo y los efectos sobre lo resuelto…”.
En ese entendido, si bien este Tribunal Constitucional Plurinacional, por los argumentos
expuestos, llega a la conclusión que los representados del accionante, sufrieron la conculcación
de sus derechos y garantías constitucionales, con la apertura de la vía que afectó su derecho
propietario y que se realizó sin iniciar el proceso de expropiación conforme a ley; sin embargo, a
fin de que no se vea afectada la población, obliga a este Tribunal a modular los efectos de la
presente Resolución, en resguardo del principio de seguridad jurídica, tomando en cuenta el
tiempo transcurrido -más de dos años- desde que se cometió el acto ilegal hasta la revisión de la
presente acción de amparo, manteniendo subsistente los mismos, disponiendo que el Gobierno
Municipal de Villa José Quintín de Mendoza “San Benito” inicie el proceso de expropiación
conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.4.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución de 1 de abril de 2010, cursante de fs. 233 a 234 vta., emitida por el
Juez Segundo de Partido y de Sentencia Penal de Punata del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, y en consecuencia, CONCEDER la tutela provisional solicitada.
2º Asimismo, se dispone que el Gobierno Municipal de Villa José Quintín de Mendoza “San
Benito”, inicie el proceso de expropiación conforme a los fundamentos desarrollados en el
presente fallo.
4º El Juez de garantías queda encargado de regular el pago de daños y perjuicios, siempre que el
accionante acredite los elementos constitutivos de dicha pretensión.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 131/2010 de 23 de abril, cursante de fs. 235 a 238 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Roberto Arturo Corrales
Dorado en representación de Juegos de Lotería “LOTEX S.A.” contra Ángel Irusta Pérez,
Teófilo Tarquino Mújica y José Luis Baptista Morales, Ministros de la Sala Penal Primera
y Segunda respectivamente, y Beatriz Sandoval de Capobianco, Ministra de la Sala Social y
Administrativa Primera, todos de la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de Justicia.
Por memorial presentado el 14 de abril de 2010, cursante de fs. 155 a 176, el accionante expone
lo siguiente:
Señala que, el Juzgado Primero del Trabajo y Seguridad Social de Santa Cruz pronunció la
Resolución 33 de 27 de marzo de 2007, declarando probada la excepción perentoria de pago e
improbada la demanda, con costas; la misma que, al ser apelada por la parte demandante fue
resuelta por Auto de Vista 323 de 7 de septiembre de 2007, revocando el fallo impugnado; por lo
que, la empresa a la cual representa interpuso recurso de casación en el fondo y en la forma.
Agrega que, sorteada la causa el 31 de julio de 2009, se designó a Hugo Suárez Calbimonte como
Ministro Relator, quien presentó su proyecto de Resolución dentro de los treinta días de plazo;
empero, la Ministra Beatriz Sandoval de Capobianco, incurrió en actos ilegales y omisiones
indebidas en la tramitación del recurso de casación, al declarar de manera indebida, ilegal y
unilateral el vencimiento del término para dictar el Auto Supremo en la Sala Social y
Administrativa Primera, sin considerar sus viajes del 20 de agosto al 6 de septiembre de 2009 -
que suspendían el plazo procesal-; no obstante de ello, dictó providencia el 10 de septiembre de
2009, afirmando haber vencido el término para dictar Auto Supremo, remitiendo el expediente
“16/08” a la Sala Penal Primera el 14 del mes y año citados; así, el 21 de igual mes y año, Teófilo
Tarquino Mújica, Presidente de la Sala mencionada, mediante decreto dispuso la remisión del
expediente a Secretaría de Cámara de Sala Plena para que se proceda al correspondiente sorteo,
realizándose un nuevo reparto a la Sala Penal Primera.
La Sala Penal Primera, consumando otro acto ilegal, procedió al sorteo del expediente y designó
como nuevo magistrado relator al Ministro, Ángel Irusta Pérez, quien conformó Sala con el
Ministro, José Luís Baptista Morales, emitiendo el Auto Supremo 1 de 5 de enero de 2010,
declarando infundado el recurso de casación.
Concluye refiriendo que, el mencionado Auto Supremo no reúne las condiciones de validez de
una resolución debidamente fundamentada y motivada, porque no se pronunciaron sobre las
denuncias de aplicación indebida de los arts. 19 de la Ley General del Trabajo (LGT), y, 30 y 31
de su Decreto Reglamentario, asumidos en el Auto de Vista impugnado, además de no existir
motivación que justifique el carácter ultra petita del mencionado Auto de Vista.
El accionante, por la empresa a la cual representa alega la vulneración de los derechos al debido
proceso, al juez natural, a la motivación, fundamentación y exhaustividad en los fallos, a la
“seguridad jurídica”, a la defensa y a la igualdad, previsto en los arts. 14.1, 115.II, 119.II y 178.I
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y: a) Se dejen sin efecto ni valor legal alguno, 1) El Auto Supremo 1
de 5 de enero de 2010, así como el Auto Supremo 5 de 11 del mismo mes y año; 2) Los actos
procesales relativos a las actuaciones de los miembros de la Sala Penal Primera, que de manera
Celebrada la audiencia pública el 23 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 231
a 234 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Con el derecho a la réplica manifestó que la única forma de reparar los derechos y garantías
vulnerados es concediendo la tutela solicitada, con el objetivo de lograr una justicia
constitucional material, que haga efectiva la reparación de los derechos conculcados.
Ángel Irusta Pérez y Teófilo Tarquino Mújica, Ministros de la Corte Suprema -ahora Tribunal
Supremo- de Justicia mediante informe escrito cursante de fs. 225 a 230, manifestaron lo
siguiente: 1) Si bien es posible, ante una circunstancia de fuerza mayor, declarar en suspenso los
plazos, esta suspensión debe ser declarada expresamente, si no se lo hizo de esa forma, el plazo
no se suspende; 2) Ante la remisión del expediente efectuado por la Ministra que conformó la
Sala Social y Administrativa Primera, no podían revisar tal determinación, menos aún anular
obrados, ni disponer que la referida Sala retome conocimiento del caso, dado que la pérdida de
competencia asumida fue legal; 3) Si el accionante consideró que se infringieron formas
esenciales del procedimiento, le correspondía formular su observación en forma oportuna, al no
haberlo hecho, convalidó el aparente motivo de nulidad que aduce; y, 4) En mérito a que existen
dos Salas Penales en la Corte Suprema de Justicia, que suplen a las Salas Sociales, el expediente
debió ser remitido a una de esas Salas previo sorteo; siguiendo ese criterio el Ministro, Teófilo
Tarquino Mújica, entonces Presidente de la Sala Penal Primera, dispuso la remisión del referido
expediente para que se proceda al correspondiente sorteo; no existiendo en esa determinación
infracción alguna.
el Auto de Vista que fue recurrido de casación, la Resolución Suprema emitida precisó que, si
bien es evidente que el Tribunal Constitucional emitió múltiples sentencias constitucionales
respecto de resoluciones ultra petitas, cuando se otorgó más de lo pedido, las mismas por su
naturaleza no eran vinculantes al caso analizado, por tratarse de un proceso laboral, en el que en
aplicación al principio proteccionista que reviste la materia, lo dispuesto por el art. 202 inc. c) del
Código Procesal del Trabajo (CPT), concordante con el art. 59 del “Código Procesal” (sic), los
jueces de instancia pueden incluir en su resolución todos los aspectos conexos al derecho
demandado y la relación laboral, teniendo en cuenta que el objeto del proceso es el
reconocimiento de los derechos consignados en la ley sustancial; por ende, resulta infundado el
motivo de impugnación, mas aún si en el recurso de casación y en la presente acción de amparo
constitucional, el accionante no puntualizó las razones por las cuales considera ultra petita el
Auto que fue motivo de casación; iii) Por determinación del art. 48 de la CPE, las normas
laborales se interpretan y aplican bajo los principios de protección de los trabajadores, razón por
la cual las disposiciones contenidas en los arts. 59, 64 y 202 inc. c) del “Código Procesal
Laboral”, no pueden ser interpretados en relación a Disposiciones del derecho procesal civil, en
el que rigen principios ajenos a los de la materia laboral; y, iv) Hay que advertir que el proceso
radica en la efectividad de los derechos reconocidos por la ley sustantiva, por ello el proceso no
es el fin en si mismo, sino el medio a través del cual se logra la realización del derecho
sustantivo, siendo ese el criterio que debe orientar la interpretación de las disposiciones
procesales referidas; correspondiendo al Tribunal de garantías denegar la tutela impetrada.
René Alberto Claros Costas en representación de los terceros interesados David Alfredo Balcazar
Ballón y otros, mediante informe escrito cursante a fs. 223 a 224 vta., manifestó lo siguiente: a)
El recurso de casación impetrado por “LOTEX S.A.” contra el Auto de Vista 323, fue
recepcionado en la entonces Corte Suprema de Justicia el 4 de enero de 2008, y el 17 de febrero
de 2009, la empresa “LOTEX S.A.” presentó memorial complementando y mejorando su recurso
de casación, alegando indebida aplicación de los arts. 19 de la LGT, y 30 y 31 del Decreto
Reglamentario, de manera extemporánea y superabundante; b) No fundamenta de qué manera
han sido conculcados o lesionados cada uno de los derechos que alega como vulnerados, c) La
Ministra, Beatriz Sandoval, no estaba con vacaciones ni licencia, sino mas bien en el ejercicio de
sus funciones, como representante del Poder Judicial boliviano por lo cual no estaba su situación
dentro de las previsiones del art. 31 de la Ley de Organización Judicial (LOJ.1993), es así que, la
pérdida de competencia de la Sala conformada por la Ministra, Beatriz Sandoval de Capobianco
y el Ministro, Hugo Suárez Calbimonte, se operó por el transcurso o vencimiento de los treinta
días para dictar resolución; y, d) Los trámites de remisión a otra sala y Secretaría de Cámara de la
Corte Suprema de Justicia para nuevo reparto son trámites naturales de todo proceso en mérito al
derecho constitucional de la administración de justicia pronta y oportuna, por lo tanto legal;
pidiendo por tanto, se deniegue la tutela solicitada.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Chuquisaca, constituida en Tribunal de garantías, mediante
Resolución 131/2010 de 23 de abril, cursante de fs. 235 a 238 vta., denegó la tutela solicitada con
la siguiente fundamentación: 1) Si bien se puede calificar de irregular la remisión del proceso a la
Sala Penal Primera, en su oportunidad debió interponerse el incidente de excepción de falta de
competencia a la mencionada Sala, más aún cuando “LOTEX S.A.”, estaba haciendo seguimiento
del proceso, calificando dicha omisión como actos consentidos, del mismo modo al solicitar
complementación y enmienda del “AS” de 5 de enero de 2010, no observó la falta de
competencia de ese Tribunal, omisión que también se califica como acto consentido; 2) De la
revisión del “AS 1/10 de 5 de enero de 2010”, se establece que, respecto a que las autoridades
demandadas no se pronunciaron sobre la denuncia de errónea e indebida aplicación del art. 19 de
la LGT, el cual habría sido objeto de reclamo mediante memorial presentado el 17 de febrero de
2009, debe tomarse en cuenta que la congruencia que exige la norma procesal no es respecto de
los memoriales de mejora, como es el caso, sino del recurso de casación interpuesto en el plazo
de ley, no siendo evidente la omisión respecto al pronunciamiento del recurso de casación que se
presentó el 2007; 3) Con relación a la falta de motivación de la denuncia de aplicación indebida
de los arts. 30 y 31 del Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo, que fue presentada
por memorial de 17 de febrero de 2009, de la misma forma sin asidero legal, al exigirse la
congruencia no del recurso de casación sino del memorial de mejora; 4) En cuanto a la existencia
de falta de motivación o fundamentación que justifique el carácter ultra petita del Auto de Vista
recurrido, resulta infundado, pues refiere que de la revisión del fallo se tiene que se ha expresado
el siguiente razonamiento “…el art. 202 del CPT, y considerando el principio proteccionista que
reviste la materia, los jueces de instancia pueden incluir aquello que el trabajador habría omitido
reclamar en la demanda y que en el curso del proceso se hubiera evidenciado” no siendo evidente
la falta de motivación.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Interpuesta la demanda de reliquidación de beneficios sociales, más el pago de horas extras,
dominicales y recargo nocturno, por los terceros interesados ante el Juez de Trabajo y Seguridad
Social de turno de Santa Cruz (fs. 46 a 56), se pronunció la Resolución 33 de 27 de marzo de
2007, declarando probada la excepción perentoria de pago e improbada la demanda con costas
(fs. 60 a 63), en apelación de dicho fallo, mediante Auto de Vista 323 de 7 de septiembre de
2007, la Sala Social Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz,
revocó la Resolución apelada, declarando probada en parte la demanda e improbada la excepción
de pago documentado presentado por “LOTEX S.A.”, probados los derechos a percibir horas
extras de domingos, horas nocturnas y prima para un trabajador demandante, ordenando a dicha
empresa (BINGO BAHITI) en la persona de su representante Marcelo Horacio García Arce, dé y
pague los montos que se establece a “continuación” a cada trabajador retirado de la empresa (fs.
64 a 70 vta.).
II.2. “LOTEX S.A.” representada por Marcelo Horacio García Arce, dentro del proceso de cobro
de reintegro de beneficios sociales que siguieron los terceros interesados, interpuso recurso de
casación en el fondo y en la forma contra el Auto de Vista 323, mencionando que dicha
Resolución refleja flagrantes vulneraciones a la ley en cuanto se refiere a la Ley General del
Trabajo y su Decreto Reglamentario en sus arts. 120 y 163 respectivamente, pidiendo al Tribunal
Superior casen el Auto de Vista impugnado y consiguientemente, se confirme en todas sus partes
la Resolución 33 ( fs. 72 a 77 vta.).
II.4. Por nota de 27 de julio de 2009, Beatriz Sandoval de Capobianco, Ministra Presidenta de la
Sala Social y Administrativa Primera de la entonces Corte Suprema de Justicia, convocó al
Ministro, Hugo Suárez Calbimonte de la Sala Social y Administrativa Segunda, a efectos de
formar Sala para la distribución y sorteo de veinte procesos priorizados, encontrándose entre
ellos el expediente 16/08 cuyas partes eran David Balcazar Ballón y otros contra Juegos de
Lotería “LOTEX S.A.” (fs. 100).
II.5. El 10 de septiembre de 2009, Carlos Bernal Tupa, Secretario de Cámara de la Sala Social y
Administrativa Primera de la entonces Corte Suprema de Justicia, informó a la Presidenta de la
Sala Social y Administrativa Primera, que: i) Habiendo revisado el expediente “16/2008” y los
registros de dicha Sala se advirtió que el mismo fue sorteado el 31 de julio de ese año, y que tocó
al Ministro, Hugo Suárez Calbimonte fungir de relator; ii) El plazo para dictar el correspondiente
Auto Supremo vencía el 30 de agosto; iii) El Ministro Relator entregó su proyecto el 21 de agosto
de igual año; y, iv) Su “autoridad se ausentó de la Corte Suprema el 20 de agosto del presente
año, retornó el 30 del mismo mes y volvió a viajar el 1 de septiembre para retornar el 6 de
septiembre, esto es cuando el plazo para dictar el auto supremo ya había vencido” (fs. 109). En
base a ese informe la Ministra Beatriz Sandoval, ordenó la remisión del expediente a la Sala
Penal Primera a los fines de ley (fs. 109 vta.).
II.6. Teófilo Tarquino Mújica, Presidente de la Sala Penal Primera de la entonces Corte Suprema
de Justicia, dispuso la remisión del proceso a Secretaría de Cámara de la Sala Plena a efectos del
correspondiente sorteo de la causa entre las Salas Penales Primera y Segunda de la Corte
Suprema (fs. 114), asignándose en el reparto a la Sala Penal Primera (fs. 116).
II.7. El 15 de diciembre de 2009, Ángel Irusta Pérez, Ministro de la Sala Penal Primera de la
entonces Corte Suprema de Justicia, convocó a José Luis Baptista Morales, Presidente de la Sala
Penal Segunda a conformar Sala para conocer y resolver la causa correspondiente al expediente
“232/09” del Distrito Judicial de Santa Cruz, en el proceso de beneficios sociales seguido por
David Alfredo Balcazar Ballón y otros contra la empresa de juegos de lotería “LOTEX S.A.” (fs.
124).
II.8. Por Auto Supremo 1 de 5 de enero de 2010, la Sala Penal Primera de la entonces Corte
Suprema de Justicia, con la concurrencia del Ministro de la Sala Penal Segunda, José Luis
Baptista Morales, declaró infundado el recurso de casación interpuesto por la empresa “LOTEX
S.A.”, representada legalmente por Marcelo Horacio García Arce, contra el Auto de Vista 323.
Dicha Resolución, también hizo constar la disidencia de Teófilo Tarquino Mújica, Ministro de la
Sala Penal Primera (fs. 131 a 135).
Justicia, ilegalmente radicó y sorteó el expediente del recurso de casación interpuesto por
“LOTEX S.A.”; y, c) El Auto Supremo 1 de 5 de enero de 2010, dictado por los Ministros
demandados, no fue fundamentado respecto a las denuncias de indebidas aplicaciones de los arts.
19 de la LGT, 30 y 31 de su Decreto Reglamentario; así como tampoco motivó ni fundamentó
sobre el carácter ultra petita del Auto de Vista recurrido. En consecuencia, corresponde
determinar si los extremos demandados son evidentes a efectos de conceder o denegar la tutela
solicitada.
La acción de amparo constitucional, instituida por el art. 128 de la Ley Fundamental, es una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos,
o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley.
Esta acción tutelar, puede presentarse por la persona: “…que se crea afectada, por otra a su
nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,
ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para
la protección inmediata…” (art. 129.I de la CPE).
III.2. Marco legal respecto del plazo, trámite y votos para resolución en el recurso de
casación aplicable al caso de autos
El Código de Procedimiento Civil, en el Libro Primero, Título IV, capítulo III “Plazos para las
Resoluciones”, expresó:
I. Las sentencias, salvo disposición expresa de la ley, se pronunciaran dentro de los plazos
siguientes:
(…)
II. Los autos de vista y los de casación se pronunciarán dentro del plazo de treinta días,
computables desde la fecha en que se sorteare el expediente” (las negrillas son nuestras).
Por su parte, el Título V “De los Recursos” capítulo VII “Trámite del recurso de casación” de la
misma norma prevé su tramitación estableciendo lo siguiente:
En el capítulo VIII “Votos para Resolución” establecidos en los arts. 277 a 279, indica:
“ARTÍCULO 277.- (Número de votos) El número necesario de votos en las Cortes Superiores y
en la Corte Suprema para que haya resolución es el señalado por la Ley de Organización Judicial,
con la excepción contenida en el artículo siguiente de este Código.
,
ARTÍCULO 278.- (Casación en las cortes) En los casos en que la Corte Suprema de Justicia, en
cualquiera de sus salas, casare una resolución por haberse infringido una ley expresa y
terminante, se requerirán tres votos conformes. Igual número de votos se requerirá en los casos
de casación ante las Cortes Superiores cuyas salas estén constituidas por tres o más vocales.
Con relación a la ampliación de plazo para la emisión de un Auto Supremo el Código Adjetivo
Civil dispone:
“ARTÍCULO 207.- (Plazo complementario para tribunales) Cuando en las Cortes Superiores del
Distrito o en la Corte Suprema de Justicia se presentaren casos análogos a los mencionados en
el articulo precedente, los vocales y ministros, los harán conocer a su sala respectiva con
anticipación no menor de cinco días al vencimiento del plazo señalado por el artículo 204,
pudiendo concedérseles un plazo complementario de equidad. (Art. 206)” (las negrillas nos
corresponden).
El debido proceso, está consagrado en la Constitución Política del Estado, a través del art. 115.II,
que señala: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso…”; protección que implica, como
se ha mencionado en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, contenida en la SC
1291/2011-R de 26 de septiembre, que asumió lo señalado en la SC 1369/2001-R de 19 de
diciembre, que el derecho al debido proceso “…exige que toda Resolución sea debidamente
fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente
exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte
dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una
Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma
una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que
permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o
lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión”.
Ahora bien, con relación al plazo para emitir un Auto Supremo, la norma es clara, pues conforme
al Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo, se tiene que el término para emitir un Auto
Supremo es de treinta días computables desde el sorteo, y que el mismo sólo se amplía, a
solicitud del Ministro Relator, de no ser así, los plazos son impostergables; en el caso que se
estudia, no existe solicitud de ampliación de plazo, que haya dado lugar a una eventual
ampliación; por lo que, el cómputo para emitirse la Resolución, se efectúa desde el sorteo de la
causa, que en este caso fue el 31 de julio de 2009, haciendo que su vencimiento sea el 30 de
agosto de ese año; por ende, cuando la Ministra demandada retornó de su viaje, el 6 de
septiembre de igual año, la Sala ya se encontraba fuera de plazo para poder emitir el fallo
respectivo; por lo que, el actuar de la Ministra demandada se encontraba enmarcada a la
prerrogativas existentes, no constatándose que haya habido lesión a los derechos que alega el
accionante.
III.4.2. Respecto al segundo supuesto de vulneración, referente a que la Sala Penal Primera de la
Corte Suprema de Justicia, de manera ilegal radicó y sorteó el expediente del recurso de casación
interpuesto por “LOTEX S.A.”, es pertinente mencionar que, del mismo modo, conforme al
Fundamento Jurídico III.2, se tiene que la distribución de causas se efectúa mediante sorteo, y es
lo que ocurrió con el proceso de beneficios sociales seguido por David Alfredo Balcazar Ballón y
otros contra la empresa de Juegos de Lotería “LOTEX S.A.”, conforme se desglosa en
Conclusiones II.6.; por ello, la Sala Penal Primera de la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo-
de Justicia, al radicar la causa y sortearlo entre los Ministros que conforman la Sala, no se ha
lesionado derecho alguno de la empresa a la cual representa el accionante.
III.4.3. En cuanto al Auto Supremo 1, que también se cuestiona de ilegal por la falta de
motivación y congruencia, es necesario mencionar que conforme se ha establecido en el
Fundamento Jurídico III.2., la motivación o fundamentación y congruencia son elementos del
debido proceso, que en el presente caso no se encuentran vulnerados, pues de la revisión
minuciosa del Auto Supremo cuestionado, se tiene que, dicha Resolución cuenta con una
estructura clara, donde se identifica punto por punto, los cuestionamientos que “LOTEX S.A.”
hace al Auto de Vista 323, precisando las partes y los hechos fácticos; asimismo, en el fondo se
ha expuesto un argumento claro, concreto y pertinente, a cada uno de los puntos cuestionados,
justificando con la debida carga argumentativa su determinación; del mismo modo, lo que
demuestra también que respecto a la supuesta incongruencia tampoco es evidente, pues existe una
relación precisa respecto a cada punto cuestionado.
Por lo referido, no se encuentra que haya habido vulneración al derecho al debido proceso en sus
elementos de congruencia y motivación; así como tampoco, hubo lesión a ninguno de los otros
derechos que el accionante menciona como vulnerados. No obstante con relación a la seguridad
jurídica invocada por el accionante como derecho vulnerado; conforme al art. 178.I de la CPE es
un principio, que no puede ser tutelado directamente por la acción de amparo constitucional que
tiene por finalidad proteger derechos fundamentales.
POR TANTO
No interviene la Magistrada Carmen Silvana Sandoval Landivar, por excusa declarada legal.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
De esta manera, las autoridades demandadas no consideraron, que los profesores pertenecientes a
la carrera docente gozan de inamovilidad, derecho que se encuentra establecido en el art. 96 de la
Constitución Política del Estado (CPE), refrendado por los arts. 3 y 6 del Reglamento de Faltas y
Sanciones Disciplinarias del Magisterio y concordante don el art. 73 del Reglamento del
Escalafón Nacional del Servicio de Educación; como tampoco tomaron en cuenta que sólo se
procede a la destitución cuando “no sea vencida en un debido proceso” (sic).
Por lo anterior, el 22 de febrero de 2010, presentó una carta al Director Distrital de Educación I,
en la cual solicitó su restitución a la Unidad Educativa “Humberto Vásquez Machicado III” y
pese al tiempo transcurrido hasta la fecha de interposición de esta acción no se pronunció, y
tampoco dio respuesta ni solución alguna, manteniéndose en silencio administrativo; en tal razón
el 23 del referido mes y año, volvió a solicitar una justificación para su destitución, pero al no
existir ningún pronunciamiento, el 25 del mencionado mes y año, nuevamente presentó un
memorial al Director Distrital de Educación, a objeto de que se reparen sus derechos, empero, no
existió ninguna respuesta a las solicitudes efectuadas.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 30 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 48
a 52 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de Efraín Moy Pérez, Director Distrital de Educación I de Santa Cruz, informó en
audiencia lo siguiente: i) En ningún momento se vulneró el derecho o garantía constitucional de
Rodolfo Miguel Alborta, Director del ex SEDUCA de Santa Cruz, no se presentó a la audiencia
ni hizo llegar su informe escrito a pesar de haber sido citado legalmente.
Basilio Loza Mendoza, por informe corriente de fs. 35 a 37, indicó: a) La accionante refiere que
hubiera sido “desalojada” y amenazada para desocupar el módulo educativo “Humberto Vásquez
Machicado III”, argumento que es totalmente falso porque la decisión fue tomada en base a una
determinación efectuada por las autoridades demandadas, ya que para beneficio de los alumnos
se debía designar a un sólo Director en cada turno; b) El fue designado Director
institucionalizado de la Unidad Educativa “Humberto Vásquez Machicado III”, tal como se
evidencia de su memorándum de designación, en base a tres parámetros; experiencia, “currículo”
u hoja de vida y por el puntaje obtenido en la convocatoria; c) Además, que la accionante en
ningún momento fue destituida de su cargo ni se la exoneró, ya que sigue percibiendo su salario
como Directora según el reporte de la planilla de 2010; lo único que se hizo fue reubicarla en otra
Unidad Educativa como Directora institucionalizada, lo cual rechazó; y, d) La accionante no ha
agotado la vía administrativa con los recursos de revocatoria y jerárquico, simplemente presentó
dos cartas y memoriales, los cuales no merecieron pronunciamiento alguno.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz pronunció la Resolución 04 de 30 de marzo de 2010, cursante de fs. 52
vta. a 56, mediante la cual denegó la tutela, bajo los siguientes fundamentos: 1) Ante la
existencia de un memorándum signado con el 002390 de 2 febrero de 2009, se designó como
Directora institucionalizada de la Unidad Educativa “Humberto Vásquez Machicado III” a
Maribel Terceros Farell; sin embargo, el Director Distrital de Educación I, a través del oficio del
“mes de febrero de 2010”, ordenó el cambio de turno de la accionante. Ante tal decisión, ésta
presentó varios memoriales protestando por los cambios efectuados, pero no fueron respondidos,
vulnerando de esa manera lo que se establece en el art. 96.III de la CPE, porque no se indicaron
cuáles fueron las causales para determinar su destitución; 2) La accionante no interpuso un
recurso ordinario o extraordinario contra la resolución que se cree atentatoria, debiendo haber
acudido a las instancias pertinentes como ser los recursos de revocatoria y jerárquico; y, 3) Los
memoriales presentados y las notas no significan el inicio de un recurso de revocatoria o
jerárquico por ello no se ha agotado la vía administrativa.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
II. CONCLUSIONES
II.3. A través del memorándum 003/10 de 1 de febrero de 2010, Efraín Moy Pérez, Director
Distrital de Educación I, designó a Basilio Loza Mendoza, Director de la Unidad Educativa
“Rómulo Soruco Suárez” en el turno de la tarde (fs. 24).
II.4. Mediante nota de 22 de febrero de 2010, dirigida a Efraín Moy Pérez, Director Distrital de
Educación I, la accionante solicitó se le dé una justificación por el retiro del ejercicio de sus
funciones como Directora Institucionalizada de la Unidad Educativa “Humberto Vásquez
Machicado III” (fs. 3).
II.6. Cursa memorándum 017/10 de 8 de marzo de 2010, mediante el cual Efraín Moy Pérez,
Director Distrital de Educación I, designó a Maribel Terceros Farell, Directora de la Unidad
Educativa “Humberto Vásquez Machicado III”, nivel secundario, en el turno de la mañana, en el
que consta que la accionante se rehusó a firmar el 9 de marzo del señalado año, a horas 9:50 (fs.
38).
La acción de amparo constitucional, se encuentra prevista en el art. 128 de la CPE, como una
acción tutelar de defensa: “…contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución y la ley”.
Vásquez Machicado III”, del nivel secundario, en el turno de la tarde; sin embargo, el 8 de
febrero de 2010, fue sorprendida por Basilio Loza Mendoza, quien le comunicó que él había sido
designado Director de la misma Unidad Educativa en el turno de la tarde, en tal sentido debía
ocupar ese cargo; ante esta situación, por nota de 22 de febrero de 2010, y memorial de 24 del
mismo mes y año, la accionante solicitó al Director Distrital de Educación I, que justifique cuáles
eran las causales por las que se la había retirado de la Unidad Educativa referida; sin embargo,
sin darle ninguna respuesta, éste dispuso a través del memorándum de designación 017/10, que la
accionante debía ejercer sus funciones como Directora de la Unidad Educativa “Humberto
Vásquez Machicado III” en el turno de la mañana, mientras dure el periodo de
institucionalización, ante este acto la accionante planteó la presente acción tutelar a objeto de que
se repare el daño ocasionado con la emisión del referido memorándum de designación.
Sin embargo, ante la actuación del Director Distrital de Educación I, que la accionante califica
como ilegal, lo que correspondía, era agotar la vía administrativa; puesto que, si bien recurrió
ante las autoridades demandadas fue antes de la emisión del memorándum de designación con el
cual debió acudir a la vía administrativa denunciando la actitud negligente del referido Director
Distrital, reclamando los motivos por los cuales dispusieron su transferencia; por lo tanto, la
accionante debió impugnar en primera instancia el acto que alega de vulneratorio ante la
autoridad que dispuso la transferencia; es decir, ante el Director Distrital de Educación I.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 14/2010 de 30 de marzo, cursante de fs. 235 a 236, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Vicenta Barral Francisco, contra
Roberto Pierini de Paulis Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito
Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz
Por memorial presentado el 15 de octubre de 2008, cursante de fs. 211 a 218, la accionante
manifestó que:
Asimismo manifiesta que Dolly Arredondo de Cortez con una conducta dolosa burlando la buena
fe de su hermana, Eleuteria Barral Francisco falsificó documentación pertinente sobre el terreno
ubicado en el cantón El Palmar del Oratorio de barrio de Villa Fátima II, de la zona los Lotes de
Santa Cruz, signado con el número 5 del Manzana 39 que consta de una superficie de 459.03 m 2.
Mediante Resolución de 5 de enero de 2008, la demanda planteada fue declarada improbada por
no existir despojo violento contra Dolly Arredondo de Cortez, quien bajo esas circunstancias
planteó recurso de apelación contra el falló mencionado, recurso que mediante sorteo fue
radicado en el Juzgado Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, Juez que en su competencia
revocó el fallo de primera instancia mediante Auto de Vista de 23 de agosto del mismo año, sin
previa valoración de las pruebas, no obstante de ello, la referida Resolución, fue pronunciada de
forma ultrapetita vulnerando sus derechos, al haber dispuesto el desalojo de su terreno; cerrando
la posibilidad de restablecer su derecho propietario, con lo cual -la accionante arguye- genero
indefensión así como daños y perjuicios lesionando su derecho a ejercer la titularidad del bien
inmueble, sobre el cual hizo mejoras de consideración.
La accionante manifiesta que se lesionó su “derecho a ejercer la titularidad del bien inmueble”
(sic), citando al efecto los arts. 19 y 22 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Roberto Pierini de Paulis Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, pese a su legal citación
cursante a fs. 230, no se hizo presente en audiencia ni presento informe.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 14/2010 de 30 de
marzo, cursante de fs. 235 a 236., declaró “Improcedente” la acción de amparo constitucional,
con el siguiente fundamento: 1) Tratándose de un conflicto que surge por puntos controvertidos
de hecho y derecho, el mismo no puede dilucidarse en la presente acción tutelar; y, 2) El art. 593
del Código de Procedimiento Civil (CPC), establece un proceso posterior a la sentencia de
interdicto de adquirir, retener y recobrar la posesión, y la accionante no hizo uso de este medio
por lo que existe un recurso o acción pendiente al presente caso; por lo que la acción de amparo
constitucional es improcedente.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
II. CONCLUSIONES
II.2. Por folio real 01.1.05.008212 de 1 de abril de 2003 y formulario de Derechos Reales
(DD.RR.) de 4 de julio de 2007, consta el derecho propietario de Eleuteria Barral Francisco sobre
el lote 5 (fs. 37 a 38).
II.3. Cursa Resolución de 5 de enero de 2008, sobre el lote 5 de 400 m 2, dictada por la Jueza
Sexta de Instrucción en lo Civil, dentro del proceso de interdicto de recobrar la posesión seguido
por Dolly Arredondo de Cortez contra Vicenta Barral Francisco, declarando improbada la
demanda, al incumplir con la carga de la prueba la demandante conforme lo establecido en sus
arts. 1283.I del Código Civil (CC) y el 375 inc. 1) del CPC (fs. 124 a 128).
II.4. Mediante memorial de 13 de febrero de 2008, Dolly Arredondo de Cortez, interpone recurso
de apelación contra la Resolución de 5 de enero del mismo año (fs. 131 a 132).
II.5. Mediante memorial de 25 de febrero de 2008, Vicenta Barral Francisco, contesta el recurso
de apelación interpuesto por Dolly Arredondo de Cortez (fs. 134 a 135).
II.6. Por Auto de Vista de 23 de agosto de 2008, dictado por el Juez Octavo de Partido Civil y
Comercial se revocó la Resolución de 5 de enero del mismo año y se determinó la restitución del
bien inmueble a favor de Dolly Arredondo de Cortez con el consecuente desalojo de Vicenta
Barral Francisco, bajo el fundamento que el Juez de primera instancia no ha hecho una correcta
valoración y apreciación de la prueba aportada conforme lo establecido en los arts. 1286 del CC y
los arts. 397 y 476 del CPC (fs. 195 a 196).
La accionante considera vulnerado su derecho “a ejercer su titularidad del bien inmueble” (sic),
toda vez que el Auto de Vista de 23 de agosto de 2008, sin valorar las pruebas, ni tomar en
cuenta la titularidad del derecho propietario, ordenó injustamente el desalojo de su terreno,
cerrando la posibilidad de restablecer su derecho propietario, generándole a la accionante daños,
perjuicios e indefensión. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos
demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución y la ley.
Del contenido del texto constitucional de referencia, puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que
procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a
la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la CPE, que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos
o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.”
En consecuencia, para que los fundamentos de una demanda de amparo constitucional puedan
ser analizados en el fondo, la parte accionante debe haber agotado todos los medios y recursos
legales idóneos para la tutela de sus derechos sea en la vía correspondiente, en este caso en la
jurisdiccional donde se tramita el proceso administrativo, debiendo ser reparados los derechos y
garantías lesionados en esa instancia, es decir, debe acudir en principio ante la misma autoridad
que incurrió en la presunta lesión y luego a las superiores a ésta; empero, si a pesar de ello
persiste la lesión porque los medios o recursos utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la
posibilidad de acudir a la acción de amparo constitucional, que no puede ser utilizado como un
mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, ni como una instancia adicional en el
proceso, pues ello desnaturalizaría su esencia, naturaleza y objeto.
Por otra parte, de conformidad con lo establecido en el art. 595 del Código de Procedimiento
Civil (CPC), la Sentencia podrá ser apelada en el plazo de tres días en el efecto devolutivo, sin
recurso ulterior, de donde resulta que el recurso de apelación es el medio impugnativo contra la
sentencia pronunciada en el interdicto, que a criterio de las partes resulte gravosa, cuya
resolución se torna en definitiva al no existir otro recurso o mecanismo de impugnación, contra
ella, o lo que es lo mismo, no existe otra instancia en la que pueda impugnarse lo resuelto en
apelación. Es así que de conformidad con lo establecido en el art. 593 del CPC, las sentencias
que se dictaren en los interdictos de adquirir, retener y recobrar la posesión no impedirán el
ejercicio de las acciones reales que pudieren corresponder a las partes, acciones que se refieren
al derecho de propiedad que pudieran tener las partes(…) por la naturaleza de los procesos
interdictos, éstos no causan estado, por ello lo resuelto en estos trámites pueden ser modificados
mediante el proceso pero de conocimiento -ordinario- como lo señala el citado art. 593 del
CPC…”
III.4. Las acciones reales una instancia más de los procesos interdictos
(…)
Resolución que en grado de apelación fue confirmada; sin embargo, dichas determinaciones no
definieron derecho propietario alguno y por lo mismo, no causan lesión definitiva al derecho
invocado por el recurrente; con mayor razón, si se tiene en cuenta, conforme se ha señalado
precedentemente, que el interdicto de adquirir la posesión, no está orientado a definir el derecho
propietario sobre un inmueble; de modo que si existen circunstancias que impiden una posesión
real o corporal de la parte recurrente respecto al inmueble en cuestión, como consecuencia de
las Resoluciones dictadas en el proceso interdicto, le corresponde a aquella ejercer las acciones
reales establecidas por ley, acudiendo a la vía ordinaria en función de lo dispuesto en el Título
Segundo del Libro Cuarto del CPC, en sus arts. 596 al 601, razón por la cual la pretensión
jurídica del recurrente, no puede ser deferida favorablemente a través del presente recurso, en
consideración a su carácter subsidiario que implica conforme a la SC 1300/2003-R, de 9 de
septiembre, que: 'esta garantía constitucional es viable, en la medida en que se han agotado los
medios ordinarios de defensa, conforme establecen los arts. 19.IV de la CPE y 94 de la Ley del
Tribunal Constitucional (LTC)'; en cuyo mérito, no corresponde otorgar la tutela constitucional
solicitada”.
La accionante considera vulnerado su derecho “a ejercer la titularidad del bien inmueble” (sic),
toda vez que el Juez de Partido en lo Civil y Comercial de Santa Cruz, dentro del proceso
interdicto de recobrar la posesión dictó Auto de Vista de 23 de agosto de 2008, sin valorar las
pruebas, ni tomar en cuenta la titularidad del derecho propietario y ordenó injustamente el
desalojo de su terreno, cerrando la posibilidad de restablecer su derecho propietario.
De los antecedentes del proceso se establece que la accionante acude de manera directa a la
jurisdicción constitucional, arguyendo la vulneración a su derecho propietario; en consecuencia
corresponde señalar que los procesos interdictos de recobrar la posesión, por su naturaleza se
fundan como procedimientos donde solo se pueden plantear cuestiones de hecho; y sus sentencias
son de carácter provisional, además que no producen excepción de cosa juzgada material, ya que
una vez resueltos dejan el camino abierto para acudir al juicio ordinario, en el cual se pone en tela
de juicio el dominio de la propiedad; en ese entendido, se puede indicar que el Código de
Procedimiento Civil en su art. 593 establece que: “Las sentencias que se dictaren en los
interdictos de adquirir, retener y recobrar la posesión no impedirán el ejercicio de las acciones
reales que pudieren corresponder a las partes”.
Por lo que podemos concluir, que si bien la demanda de interdicto de recobrar la posesión
instaurada por Dolly Arredondo de Cortez, le fue contraria a la accionante, dicha Resolución
emanada del Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial no causó lesión a su derecho
propietario que acusa como vulnerado en la presente acción tutelar; toda vez que las sentencias
emitidas a través de procesos civiles de naturaleza interdicta, no genera cosa juzgada material
sino formal, al existir otras instancias establecidas por ley, a fin de que la accionante pueda hacer
valer sus derechos como son los procesos de acciones reales, que tienen por objeto garantizar el
ejercicio efectivo de un derecho propietario, como lo establece el Fundamento Jurídico III.4., de
la presente Sentencia Constitucional.
correcta compulsa de los antecedentes del proceso, y una adecuada valoración de la normativa
aplicada al caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 5/2010 de 19 de febrero, cursante de fs. 160 a 162 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por José Grover Saldias Sandoval en
representación de Marco Hernán Arandia Quiroga contra Juan Carlos Rojas, Director
Nacional del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y Jaime Copa Jorge, Director
Departamental a.i. del INRA
Por memorial presentado el 26 de octubre de 2009, aclarado el 10 de noviembre del mismo año,
cursante de fs. 50 a 56 y vta. y 67 y vta., el accionante expone lo siguiente:
conforme consta en el testimonio 31/2005 de 2 de mes y año antes señalados, que pertenecía a
Carlos Haas Coronel.
A fin de demarcar sus acciones con los otros tres copropietarios: Liza Elena, Sonia y Oscar Haas
Coronel, interpuso demanda de división y partición en el Juzgado Primero de Instrucción en lo
Civil de Quillacollo; empero, José Enrique Haas Schilleder, por sí y en representación de Carlos,
Liza Elena Haas Coronel, solicitó la declinatoria de jurisdicción a favor del juzgado agrario
indicando que el 29 de marzo de 2006 inició demanda de saneamiento simple. Agrega, que a
pesar de conocer el derecho propietario de su representado, cursa en el expediente de
saneamiento, una declaración jurada que indica que no afecta los derechos adquiridos de terceros;
sin embargo, ocultaron el proceso agrario y en concomitancia con funcionarios del INRA, en
aparente inducción a error, proceden a realizar una sola publicación mediante edicto el 16 de
junio de 2008 para que se apersonen terceros interesados y sub adquirientes, aún conociendo
perfectamente el domicilio real y procesal de su representado.
Indica que, en el referido edicto se omitió el nombre de su mandante, quien no fue notificado
personalmente, para ejercer la defensa de su propiedad privada y que el INRA no realizó un buen
relevamiento de la información ni exigió la presentación del título de consolidación y derecho
propietario, menos el registro en Derechos Reales (DD.RR.), aceptando simples fotostáticas que
no acreditan por sí mismas la posible posesión legítima y legal del predio.
Sostiene que Carlos Haas Coronel, a través del saneamiento iniciado por su tío José Enrique Haas
Schilleder, pretende reivindicar su derecho propietario que fue rematado, al haberse obtenido la
Resolución Suprema (RS) 00324 de 15 de abril de 2009 que afecta el derecho de su hoy
representado, no siendo admisible que la jurisdicción agraria sea utilizada para burlar los
derechos legalmente adquiridos por su poderdante que emergieron de la venta judicial realizada
dentro de un proceso ejecutivo.
Finaliza expresando que el INRA no hizo nada para garantizar los derechos de terceros y que el
edicto, además de no consignar los nombres de los propietarios, fue publicado en un sólo trámite
para luego dividir el pedido de saneamiento simple en “Haas I” y “Hass II”, no obstante que ese
hecho jamás fue publicado o notificado en legal forma, cohonestando las autoridades
demandadas con José Enrique Haas Schilleder para provocar la indefensión de su representado.
Solicita se conceda la tutela y se disponga: a) La nulidad de obrados hasta que se cite legalmente
a su ahora representado y a los demás copropietarios Liza Elena, Sonia, Oscar Haas Coronel; y,
b) Se decline competencia a favor de los juzgados en materia civil.
Como medida precautoria pide la suspensión de todo acto jurisdiccional de hecho o de derecho
que pudiera modificar o consumar la restricción y supresión del derecho propietario de su
mandante en el saneamiento simple tramitada al margen de la ley y en total estado de
indefensión.
Celebrada la audiencia pública el 19 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
167 a 169, se produjeron los siguientes actuados:
José Enrique Hass Schilleder -a través de su abogado-, en audiencia manifestó que cuando fue
notificado, se apersonó a las oficinas del INRA, al igual que el apoderado de Liza Elena Hass
Coronel y Sonia Hass Coronel, fijando como domicilio el del hoy representado, “nadie más se
apersonó” (sic).
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 5/2010
de 19 de febrero, cursante de fs. 160 a 162 vta., concedió en parte la acción planteada anulando
obrados “hasta el momento de providenciarse expresamente el memorial de fs. 135-137” (sic) por
falta de respuesta a la denuncia de vulneración de derechos y haberse notificado en forma
incorrecta al afectado, con el siguiente argumento: a) La RS 00324, no está ejecutoriada; b)
Marco Hernán Arandia Quiroga -hoy representado- y otros, en sendos memoriales indicaron los
errores producidos en el trámite, denunciando la mala fe de Carlos Haas Schilleder, “cursantes a
fs. 135 y sgtes y 148 y sgtes”(sic); empero, no fueron respondidas por la autoridad competente; c)
Existen informes del departamento jurídico que sugieren la notificación al denunciante, pero no
son actos administrativos propiamente dichos debido a que solo son recomendaciones que
pueden ser o no tomados en cuenta por el ejecutivo con rango de Director; d) De los
antecedentes, debió ser absuelta por Gladis Valverde., Jefe de Región Valles o Norma Rodríguez
Orozco, Directora General de Saneamiento, a quienes estaba dirigido el informe legal “DGS JRV
CBBA Nº 850/2009” de 2 de junio; e) La Distrital de Cochabamba notificó mediante cédula a
Marco Hernán Arandia Quiroga -ahora representado- en la calle Brasil 548 con la RS 00324, en
un domicilio no señalado por éste en su apersonamiento “cursante a fs. 135” (sic); y, f) El 12 de
mayo de 2009, el Director General de Asuntos Jurídicos pidió a la Directora General de
Saneamiento, informe sobre el estado del proceso de saneamiento, y las acciones asumidas
respecto a las denuncias, pero no consta el citado informe.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Asimismo, se arrimaron copias legalizadas de algunas piezas del proceso voluntario de
división y partición incoado por Marco Hernán Arandia Quiroga contra los copropietarios Oscar,
Sonia y Lisa Elena Haas Coronel, tramitado en el Juzgado Primero de Instrucción en lo Civil de
Quillacollo; y, luego de haberse presentado la minuta de división y partición, esta fue aprobada
en audiencia de 27 de octubre de 2007, habiéndose procedido al sorteo de hijuelas por el que se
determinó entre otros, que el lote tres con una superficie de 9 712,75.- m2 corresponde al
accionante, cuyas colindancias son: al norte con la calle Beni y lote cuatro de Sonia Haas
Coronel; al sud, con el lote dos de Liza Elena Haas Coronel, al oeste con la calle Beni y este con
la familia Haas, decisión que se encuentra ejecutoriada expresamente por Auto de 5 de diciembre
de 2007 (fs. 8, 29 a 34 y vta.).
II.4. En el citado trámite de saneamiento, se apersonó Marco Hernán Arandia Quiroga -ahora
representado- a la Dirección Nacional del INRA el 24 de abril de 2009, denunciando entre otros,
la vulneración de derechos constitucionales por no haber sido citado con el proceso agrario y que
él es el propietario por venta judicial del 25% de los predios que se pretende sanear, fijando como
domicilio la Secretaría del citado despacho, mereciendo la elaboración del informe legal “DGS-
JRC CBBA Nº 217/2009” de 18 de mayo de 2009, que dispone que al haberse concluido el
proceso de saneamiento con la RS 00324 existe pérdida de competencia para sustanciar el
petitorio sugiriendo la notificación a “Marco y Harry Arandia Quiroga” a los fines convenientes.
A su vez, mediante nota interna “DGAJ Nº 0828/2009” presentada el 13 de mayo de 2009,
Jhonny Ayala Camacho, Director General de Asuntos Jurídicos, solicitó a Norma Rodríguez
Orozco Directora General de Saneamiento, elevar informe urgente del estado del proceso de
saneamiento mencionando las acciones asumidas respecto a las denuncias efectuadas,
mereciendo la elaboración del informe legal “DGS JRV CBBA. Nº 850/2009” de 2 de junio, que
sugiere la notificación a los afectados con la RS 00324 a fin de evitar su indefensión, ya que la
citada resolución está firmada por el “Excmo. Presidente de la República y Ministra de
Desarrollo Rural y Tierras”, encontrándose facultado para presentar los recursos previstos en la
Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria modificada por la ley de reconducción
comunitaria (fs. 14 a 16, 174, 176 a 177 y 179).
II.5. Finalmente, del proceso de saneamiento simple, también se advierte que la RS 00324, fue
notificada mediante cédula a Marco Hernán Arandia Quiroga el 8 de septiembre de 2009 en calle
Brasil 548 entre 25 de mayo y San Martín, dejando la copia de ley “a su hermana Fabiola
Arandia Quiroga” en presencia del testigo de actuación Ginabel Rocha Núñez (fs. 197).
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La acción de amparo constitucional, prevista en el art. 128 de la Constitución Política del Estado
(CPE), tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley; esta acción de tutela podrá
ser planteada por la persona que se crea afectada o por otra a su nombre con poder suficiente,
ante cualquier juez o tribunal competente.
El art. 397.I de nuestra Ley Fundamental establece que: “El trabajo es la fuente fundamental para
la adquisición y conservación de la propiedad agraria. Las propiedades deberán cumplir con la
función social o con la función económica social para salvaguardar su derecho, de acuerdo a la
naturaleza de la propiedad”; y, siendo que en el presente caso se pide que se decline competencia
a favor de los juzgados en materia civil; en consecuencia, es necesario precisar la naturaleza del
proceso de saneamiento de la propiedad agraria.
El art. 64 de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA), modificada por la Ley
de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria, establece “El saneamiento es el
procedimiento técnico-jurídico transitorio destinado a regularizar y perfeccionar el derecho de
propiedad agraria y se ejecuta de oficio o a petición de parte”, facultando al Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA), en coordinación con las direcciones departamentales, a ejecutar y
concluir el saneamiento de la propiedad agraria (art. 65 de la citada Ley).
Por su parte, el art. 68 de la LSNRA, modificada por la Ley 3545 de 28 de noviembre de 2006 y
art. 76.V de su Reglamento, prevén que las resoluciones emergentes del proceso de saneamiento
serán impugnadas únicamente ante el Tribunal Agrario Nacional -hoy Tribunal Agroambiental-,
en proceso contencioso-administrativo.
El derecho de petición previsto en el art. 24 de la CPE establece que:”Toda persona tiene derecho
a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y la obtención de respuesta
formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la identificación
del peticionario”; y, parafraseando al célebre francés Robespierre: ”el derecho de petición es el
derecho imprescriptible de todo hombre en sociedad”.
Cabe mencionar que el art. 69.I. inc. c) del Reglamento de la LSNRA modificado por la Ley de
Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria establece “las resoluciones que sin resolver el
fondo del asunto planteado o suscitado, merezcan una consideración o fundamentación de orden
legal o técnica previa, se dictarán en el plazo perentorio e improrrogable de diez (10) días
calendario, computables a partir de la presentación de la solicitud o petición, salvo que el
sustento técnico justifique un tiempo mayor que no excederá los cinco (5) días” y ante la falta de
respuesta, el legislador estableció el silencio administrativo de carácter negativo conforme indica
el art. 83 del citado reglamento.
El derecho al debido proceso, fue reconocido en nuestra economía jurídica como derecho y
garantía, a la vez en la SC 0849/2011-R de 6 de junio reiterando el entendimiento de la SC
0160/2010-R de 17 de mayo, señala que es: “…el derecho de toda persona a un proceso justo y
equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas
generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir,
comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de
que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del
Estado que pueda afectar esos derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado así
como los Convenios y Tratados Internacionales”.
impidan o restrinjan su ejercicio, salvo situaciones provocadas por actos voluntarios del propio
imputado” (las negrillas son agregadas).
En ese contexto, el Título III Sección II del Reglamento de la Ley del Servicio Nacional de
Reforma Agraria, modificada por la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria,
establece las normas legales para efectuar las notificaciones y los requisitos que debe cumplir la
diligencia; así, el art. 70 inc. b) del mismo cuerpo legal prevé que las resoluciones finales del
proceso de saneamiento, reversión y expropiación serán notificadas a las partes interesadas en
forma personal.
Por su parte el art. 72 inc. b) de la referida disposición señala que “de no hallarse presente el
interesado en el domicilio señalado, se practicará la notificación mediante cédula que podrá
entregarse a cualquier persona mayor de catorce (14) años que se encuentre en el domicilio. Si no
se encontrara persona alguna en el mismo, se fijará en la puerta en presencia de un testigo del
lugar debidamente identificado, quien también firmará la diligencia” (sic) (las negrillas son
nuestras).
Finalmente, el art. 74 del Reglamento tantas veces mencionado indica: “toda notificación que se
hiciere en contravención de las normas precedentes carecerá de validez. Sin embargo, si del
expediente constare que la parte interesada ha tenido conocimiento de la resolución que la
motivó, la notificación surtirá efectos desde ese momento. Todo ello sin perjuicio de las
responsabilidades en que incurriere el servidor público que la emitió”.
En cuanto al derecho de petición, expresar que si bien es verdad que el ahora representado se
apersonó a la Dirección Nacional del INRA a denunciar la vulneración de derechos
constitucionales el 24 de abril de 2009 y que la mencionada entidad no le dio respuesta pronta y
oportuna hasta el día de la realización de la audiencia de amparo; sin embargo, se advierte que
desde la presentación del citado memorial hasta la presentación de la acción de tutela
transcurrieron seis meses y dos días, más allá del plazo de diez días previsto por el art. 69.I. inc.
c) del Reglamento de la LSNRA modificada por la Ley de Reconducción Comunitaria de la
Reforma Agraria, habiendo operado el silencio administrativo negativo desarrollado en el
Fundamento Jurídico III.3, es decir, la justicia constitucional se encuentra impedida de ordenar a
la institución demandada el pronunciamiento al memorial de 24 de abril de 2009, en razón a los
efectos del silencio administrativo negativo, que por imperio de la ley ingresó en protección del
hoy representado al establecer el rechazo de su solicitud, facultándolo al uso de las vías de
impugnación: revocatoria y jerárquico, con excepción del contencioso-administrativo, conforme
señala el art. 76.IV del citado Reglamento, por ende, no corresponde otorgar protección al
accionante por el derecho de petición como entendió el Tribunal de garantías.
En cuanto al derecho al debido proceso, a la defensa e igualdad jurídica de las partes, expresar
que de la revisión de los antecedentes del proceso de saneamiento simple efectuado por José
Enrique Haas Schilleder y María Teresa Ingeborg Koelbl de Hass, se advierte que debido a que el
mencionado proceso constituye un procedimiento técnico-jurídico transitorio destinado a
regularizar y perfeccionar el derecho de propiedad agraria es necesario que los funcionarios del
INRA velen no solo por el cumplimiento de los requisitos exigidos para el citado trámite sino que
también deben precautelar los derechos adquiridos por terceros que hubiesen dado oponibilidad a
su derecho solicitando informes a la oficina de DD.RR. previo al pronunciamiento de la
Resolución instructoria que intima entre otros a propietarios con títulos ejecutoriales, poseedores
y subadquirentes a la presentación de documentos, máxime cuando, debido al crecimiento
poblacional, las tierras agrarias están cada vez más próximas de las áreas urbanas por la fuerza
expansiva de estas últimas. En efecto, siendo el saneamiento simple el instrumento que regulariza
y perfecciona la propiedad agraria conforme señala el art. 64 de la LSNRA es necesario que en su
trámite, los funcionarios del INRA cuenten con toda la información legal y técnica que permita a
las autoridades competentes pronunciar la resolución final de saneamiento acorde a los principios
de la justicia social y el cumplimiento de los fines esenciales del Estado para la conformación de
una sociedad justa y armoniosa (art. 9.1. de la CPE).
En el presente caso, los funcionarios del INRA no sujetaron sus actos a los principios
constitucionales de transparencia, compromiso, eficiencia y responsabilidad, previstos en el art.
232 de Ley Fundamental, en la sustanciación del proceso de saneamiento simple del predio
denominado “HAAS” con una superficie aproximada de 43 651 ha colindante: al norte con la
propiedad de las familias García y Torric; al sud y al este con la hacienda Tolavi y al oeste con la
av. Reducto, prolongación calle Beni, ya que de haber actuado diligentemente, en apego al
Reglamento de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria modificado por la Ley de
Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria, se hubieran percatado de: 1) La proximidad
del citado inmueble con el área urbana; 2) La inscripción del derecho propietario del 25% en
acciones y derechos de Marco Hernán Arandia Quiroga -ahora representado- en la oficina
registradora sobre el bien inmueble ubicado en la av. Reducto de la zona “La Violeta manzana
FRU jurisdicción de Tiquipaya, registrado bajo el folio 216, partida 700, libro primero de
propiedad de la provincia Quillacollo” (sic) que fue adquirida por venta judicial de César Dávalos
Soria, Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito Judicial -hoy departamento- de
Cochabamba (fs. 160 del anexo); 3) La obligatoriedad de dar respuesta pronta y oportuna al
memorial de 24 de abril de 2009, sin esperar a que opere el silencio administrativo negativo; 4)
Anoticiados de las denuncias realizadas por el ahora representado, hubiesen velado por que la
notificación con la RS 00324, sea correcta apegada a su propio Reglamento; empero, del aviso y
notificación mediante cédula practicado el 7 y 8 de septiembre de 2009 (fs. 197 del anexo), se
advierte que Jhonny Cordero Núñez, Responsable Departamental de Saneamiento a.i. del INRA
Cochabamba, no verificó si la calle Brasil 548 entre 25 de mayo y San Martín fue efectivamente
consignado como domicilio por Marco Hernán Arandia Quiroga -ahora representado- conforme
señala el art. 72 inc. b) del Reglamento a la LSNRA, ya que en el memorial de su apersonamiento
a la Dirección Nacional del INRA se fijó como domicilio la Secretaría del despacho,
practicándose la notificación en un lugar distinto; y, toda vez que la Resolución final de
saneamiento constituye un acto de trascendental importancia debió ser notificada al hoy
representado en forma personal o en su caso por edicto al no estar fijado su domicilio en el
expediente conforme manda el art. 73 del Reglamento tantas veces mencionado; por ende, al no
haberse obrado de esa manera se conculcó el derecho del accionante al debido proceso en su
componente de derecho a la defensa e igualdad por cuanto el derecho inviolable a la defensa
previsto en el art. 115.II de la CPE “…precautela a las personas para que en los procesos que se
les inicia, tengan conocimiento y acceso de los actuados e impugnen los mismos con igualdad de
condiciones conforme a procedimiento preestablecido…” (SC 0849/2011-R de 6 de junio).
Finalmente, en cuanto al derecho a la propiedad, cabe puntualizar que debido a la naturaleza del
saneamiento de la propiedad agraria que se tramita en forma exclusiva en el INRA y a la
existencia de la RS 00324, que no está ejecutoriada, corresponde al representado del accionante
activar la demanda contenciosa administrativa ante el Tribunal Agrario Nacional -hoy Tribunal
Agroambiental- para la defensa del citado derecho, en razón a que, del informe expuesto por las
autoridades demandadas, se tiene que Liza Elena Hass Coronel presentó recurso de impugnación
contra la mencionada Resolución Suprema que está en trámite en la máxima instancia de la
judicatura agraria, corriéndose el riesgo de que exista una dualidad de acciones de tutela, la
ordinaria y la constitucional.
POR TANTO
1º APROBAR en parte la Resolución 5/2010 de 19 de febrero, cursante de fs. 160 a 162 vta.,
pronunciada por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Cochabamba, y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela
solicitada por los derechos al debido proceso en su relación al derecho a la defensa e igualdad
jurídica; y, DENEGAR en relación al derecho de petición y propiedad privada disponiendo:
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 30 de marzo de 2010, cursante de fs. 19 a 24 vta., el accionante por
su representado manifestó:
Se registró la Empresa “IRIARTE” S.R.L. ante la Gerencia Distrital del SIN de Beni a tal efecto,
le otorgaron el Número de Identificación Tributaria (NIT) 1015789024, estableciendo domicilio
fiscal en la calle Cochabamba 7 de la ciudad de Trinidad.
El 26 de junio de 2009, la Gerencia Distrital del SIN de Beni, emitió la Resolución Determinativa
17-0000103-09, imponiendo una sanción impositiva “injusta” por omisión de pago en la suma de
UFV 32 365 816.- (Treinta y dos millones trescientos sesenta y cinco mil ochocientos dieciséis
00/100 Unidades de Fomento a la Vivienda) contra la empresa que representa. Ante ello el 16 de
julio de 2009, presentó recurso de alzada en la oficina del Responsable Departamental contra la
referida resolución determinativa, la cual fue admitida mediante Auto de Admisión de 3 de
agosto de 2009, ARIT-BEN-0006/2009. Días posteriores, se apersonó a la oficina del
Responsable Departamental de Recurso de Alzada de Beni, donde revisó a detalle el expediente,
con el fin de notificarse con la Resolución del recurso de alzada que dictaría la Autoridad
Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz conforme manda el art. 205. II del Código
Tributario Boliviano (CTB); pero nunca logró notificarse porque no encontraba tal Resolución.
La Gerencia Distrital de SIN de Beni mediante proveído de inicio de ejecución tributaria 24-
00293-09 de 27 de noviembre de 2009, pretende iniciar a la empresa que representa, la ejecución
tributaria de la Resolución de recurso de alzada referida a partir del tercer día que le notificaron,
siendo que dicha Resolución fue dictada al margen de la ley y quebrantado derechos
constitucionales.
Con todo ese trámite el accionante refiere que se vulneró el debido proceso, dado que art. 205.II
del CTB establece que la notificación se la efectúa donde presentaron el recurso de alzada, y en
este caso, se presentó en la oficina del Responsable Departamental de Recurso de Alzada de
Beni, de manera que, debieron notificarlo con la resolución de recurso de alzada en esa oficina, a
la cual en reiteradas ocasiones se apersonó con ese fin, pero jamás lo notificaron; sin embargo,
resulta que de manera irregular le habían notificado en el tablero de Secretaría de la Autoridad
Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz, en consecuencia no dieron aplicación
objetiva de la ley respetando la seguridad jurídica. Y, por otro lado al haber emitido el Auto de
declaración de firmeza de la Resolución de recurso de alzada rechazó su recurso jerárquico, sin
que le hayan notificado conforme a ley, dejando a la empresa que representa en total indefensión.
El accionante por la empresa que representada, denuncia como vulnerados los derechos al debido
proceso, a la defensa y “seguridad jurídica”, citando al efecto los arts. 115, 117, 119 y 178 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se deje sin efecto la notificación de la Resolución del recurso de
alzada ARIT-SCZ/RA0165/2009 de 26 de octubre, efectuada en el Tablero de notificaciones de
la Secretaría de Cámara Regional Santa Cruz y se acepte la sustanciación del recurso jerárquico.
Celebrada la audiencia pública el 19 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 64 a
67 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El codemandado Ernesto Natusch Serrano, Gerente Distrital a.i. del SIN de Beni, a través de su
informe escrito manifestó: i) El 26 de octubre de 2009, la Autoridad Regional de Impugnación
Tributaria de Santa Cruz, emitió la Resolución de recurso de alzada confirmando la Resolución
determinativa referida, notificándonos con ello el 28 de octubre del mismo año, en tablero de la
oficina de la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz; el accionante no
interpuso recurso jerárquico dentro del plazo, por consiguiente dictó Auto de declaratoria de
firmeza; ii) El art. 205. I del CTB, es claro al indicar que toda providencia y actuación deberá ser
notificada a las partes en la Secretaría de la Superintendencia Tributaria General o Regional o de
la Intendencia Departamental respectiva “según sea el caso”, como en el presente recurso, se
llevo a cabo ante la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz, siendo su
Secretaría el lugar, donde debió notificarse el accionante; por tales extremos no se vulneró los
derechos alegados sino que a través de esta acción el accionante pretende salvar los plazos que se
le vencieron por su negligencia; iii) A consecuencia de lo mencionado, dictó el proveído de inicio
de ejecución tributaria a efectos de realizar la cobranza coactiva del adeudo tributario al
accionante, porque con la notificación del Auto de declaratoria de firmeza de la Resolución de
recurso de alzada referida, estuvimos facultados para tal cometido, con el cual se notificó al
accionante el 30 de diciembre de 2009 y que actualmente se encuentra en curso el cobro coactivo;
y, iv) Con todo ello, solicitó se declare “improcedente” el amparo constitucional solicitado.
El abogado de Daniel Vásquez Orellana, Director Ejecutivo de la Autoridad Regional de
Impugnación Tributaria de Santa Cruz, manifestó: a) Se ratificó en todo los extremos en el
informe escrito de su representado; y, b) Solicitó que se considere el recurso jerárquico
interpuesto por el accionante, donde confiesa que se apersonó recién el 29 de diciembre de 2009,
en la oficina del Responsable Departamental de Recurso de Alzada de Beni a efectos de conocer
el expediente, después de haber vencido abundantemente el plazo para su presentación.
Mauricio Dellien Montero en representación de Ernesto Natusch Serrano, Gerente Distrital del
SIN Beni, manifestó: 1) Se ratificó inextenso en el informe emitido por su representado; y, 2)
Puntualizó lo mencionado en el informe leído de su representado.
En uso de su derecho a dúplica el abogado de Daniel Vásquez Orellana, Director Ejecutivo a.i. de
la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz, reiteró lo manifestado en el
informe escrito de su representado.
Mauricio Dellien Montero en representación de Ernesto Natusch Serrano, Gerente Distrital del
SIN de Beni, en uso de su derecho a dúplica manifestó que interpretando lo expresado por el
accionante respecto al art. 205 del CTB, este se refiere específicamente a la autoridad a la cual
presentó el recurso -Superintendente de Santa Cruz-, y el hecho que haya presentado en la oficina
de Trinidad es una facilidad que le otorga la ley pero eso no significa que todas las acciones se
hagan en esta ciudad porque esta oficina tiene funciones limitadas en relación a la
Superintendencia.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil y Comercial de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Beni, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 03/2010
de 19 de abril, cursante de fs. 69 a 71, declaró “improcedente” la tutela solicitada, sin costas ni
multa al accionante, con el siguiente fundamento: i) El art. 205.II del CTB, señala que la
conminatoria de concurrencia de las partes para los días miércoles a efectos de notificarse, es en
oficina de la Superintendencia Tributaria donde cursó el expediente de la causa una vez que el
Responsable Departamental de Recurso de Alzada de Beni remitió el mismo; ii) El recurso de
alzada fue radicado mediante Auto de 1 de octubre de 2009, emitido por la Autoridad Regional
de Impugnación Tributaria de Santa Cruz, en el cual se señaló domicilio la Secretaría de su
despacho a efecto de notificaciones posteriores, lugar donde se notificó al accionante a través del
Auto de 7 de octubre de 2009, de ahí advirtió que el accionante supo que las futuras
notificaciones de actuados e incluso de la Resolución de recurso de alzada se haría en esa
Secretaria; y, iii) Entonces, con la Resolución de recurso de alzada ARIT-SCZ/RA 0165/2009 de
26 de octubre, Auto de declaratoria de firmeza de 18 de noviembre de 2009, proveído de 6 de
enero y Auto de rechazo de recurso jerárquico de 12 de enero ambas de 2010, fueron notificadas
al accionante conforme los arts. 90, 140, 200 inc. 1) y 218 incs. e) y c) del CTB, con ello se
desvirtuó los supuestos derechos alegados vulnerados por el accionante.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Por Resolución Determinativa 17-0000103-09 de 26 de junio de 2009 emitido por Ernesto
Natusch Serrano, Gerente Distrital a.i. y Mauricio Dellien Montero, Jefe del Departamento
Jurídico ambos del SIN de Beni, se determinó que las obligaciones impositivas del contribuyente
“IRIARTE” S.R.L. en la suma de UFV 32 365 816.-, otorgándose al accionante el término de
veinte días calendario para que deposite la suma referida, bajo conminatoria de iniciarse acción
de ejecución tributaria (fs. 4 a 22 Anexo).
II.4. En razón del proveído de 6 de enero de 2010, se hizo conocer al accionante que con la
Resolución de recurso de alzada ARIT-SCZ/RA 0165/2009 de 26 de octubre, se le notificó en el
tablero de notificaciones de Secretaría de Cámara Regional Santa Cruz el 28 de octubre de 2009,
conforme el art. 205 del CTB (fs. 15).
II.5.Auto de rechazo de recurso jerárquico de 12 de enero de 2010, emitido por Daniel Vásquez
Orellana, Director Ejecutivo Regional a.i. de la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria
de Santa Cruz, rechazó el recurso de jerárquico interpuesto por el accionante con el argumento de
que presentófuera de los veinte días que prevé la norma legal (fs. 16 a 17).
Es menester señalar que el debido proceso tiene triple dimensión en el ámbito normativo; tal
entendimiento fue desarrollado por la SC 1053/2010-R de 23 de agosto, al referir que: “En el
ámbito normativo, el debido proceso se manifiesta en una triple dimensión, pues por una parte,
se encuentra reconocido como un derecho en el art. 115.II de la CPE, así como por instrumentos
internacionales en materia de Derechos Humanos como el Pacto de San José de Costa Rica (art.
8) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14), que conforme al art. 410.II
de la CPE, forman parte del bloque de constitucionalidad; por otra, como garantía
jurisdiccional, configuración jurídica contemplada (…)en el art. 117.I de la CPE que dispone:
'Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso'; finalmente, el debido proceso también se configura como un principio que emerge del
Estado de Derecho y del principio de legalidad en su vertiente procesal, que está expresamente
previsto -como principio procesal de la jurisdicción ordinaria- por el art. 180.I de la CPE;…”.
Con esa aclaración, el debido proceso como una garantía jurisdiccional fue ilustrado por la SC
0163/2011-R de 21 de febrero, de la manera siguiente: “(…) es entendido como el derecho de
toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo
establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en
una situación similar, es decir, comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en
las instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar esos derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado así como los Convenios y Tratados Internacionales.” (La
negrilla es nuestra).
doctrinal y jurisprudencial de éste como medio para asegurar la realización del valor
justicia….”.
Los elementos del debido proceso señalados en la jurisprudencia referida no son los únicos, pues
a ella se agregan otros elementos que hacen al debido proceso como garantía general y que
derivan del desarrollo doctrinal y jurisprudencial incluso se toma en cuenta como elementos del
debido proceso lo mencionado en el art. 8.2 del Pacto de San José de Costa Rica.
La seguridad jurídica es un principio y por lo tanto no puede ser tutelado por la acción de amparo
constitucional, este lineamiento ha sido desarrollado por la SC 0511/2011-R de 25 de abril, de la
siguiente manera: “(…) en el sentido de que cuando se alegue la vulneración de la seguridad
jurídica, no es posible conceder la tutela, dado que en el nuevo orden constitucional no está
instituido como derecho, sino como principio rector de los actos de la jurisdicción judicial o
administrativa, indicándose en lo pertinente: '(…) al presente, y en vigencia de la Constitución
Política del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica, no se encuentra
consagrada como derecho fundamental, sino como un principio que sustenta la potestad de
impartir justicia emanada del pueblo (art. 178 de la CPE); y por otro lado, como un principio
articulador de la economía plural en el modelo económico boliviano (art. 306.III de la CPE).
(…) se debe tener claramente establecido que 'la seguridad jurídica' al ser un principio, no
puede ser tutelado por el recurso o acción de amparo constitucional que tiene por finalidad
proteger derechos fundamentales -no principios-, reconocidos por la Constitución, las normas
internacionales de derechos humanos reconocidos y/o ratificados por el país (que conforman el
bloque de constitucionalidad) y las leyes; sin embargo, por su reconocimiento constitucional, no
puede ser inobservado por las autoridades jurisdiccionales y/o administrativas, a momento de
conocer y resolver un caso concreto sometido a su competencia, por tanto es de inexcusable
cumplimiento" (la negrilla nos pertenecen)”.
En este nuevo orden constitucional, la seguridad jurídica se constituye en principio, como tal, no
puede ser tutelado por la acción de amparo, porque esta acción protege derechos y no principios
dado su naturaleza jurídica.
El derecho de defensa se encuentra consagrado en el art. 115.II de la CPE, tal derecho abarca
tanto a los procesos judiciales como a los procesos administrativos.
fin que pueda defenderse presentando los descargos que considere necesarios y oportunos a su
pretensión de defensa, lo contrario implicaría ingresar a un régimen totalitario donde se
desconoce el debido proceso en su elemento a la defensa del encausado”.
Ahora bien, no existe vulneración al derecho de defensa cuando por su propia voluntad no se la
asume, este lineamiento fue desarrollado por la SC 0920/2011-R de 22 de junio, al establecer el
siguiente entendimiento: “no se puede exigir que impugne por el sólo hecho de impugnar' por
cuanto también el orden legal y las normas que regulan el ejercicio de la abogacía exige la
conducta ética y la lealtad procesal, de tal manera que cuando la resolución judicial está
conforme a derecho y no se dan las causales o situaciones fácticas y jurídicas para que una
impugnación o recurso prospere, no se lo puede obligar a que haga un uso abusivo e irrestricto
de los recursos; o ante cuestiones evidentes con el afán de contrarrestar argumentos….
'Asimismo, se evidencia que asumió amplia defensa desde el inicio del proceso, derecho que
debió prolongarse hasta el último momento; sin embargo no lo hizo, demostrando con ello una
actitud irresponsable, que conlleva consecuencias jurídicas, …cuando el imputado asume
conocimiento del proceso penal y luego abandona la causa -por el motivo que fuere-, no puede
en forma posterior aducir indefensión y pretender la nulidad de resoluciones judiciales (SC
0984/2010-R)" (la negrilla es nuestra).
Del estudio de los antecedentes de esta acción tutelar se tiene que el accionante en representación
de la empresa “IRIARTE” S.R.L. alega que los demandados vulneraron sus derechos invocados,
al no haberle notificado con la Resolución de recurso de alzada ARIT-SCZ/RA 0165/2009 en la
oficina del Responsable Departamental de Recurso de Alzada de Beni donde presentó el recurso
referido contra la Resolución Determinativa 17-0000103-09 de Gerencia Distrital del SIN de
Beni, siendo que en esta oficina correspondía le notifiquen según el art. 205. II del CTB; sin
embargo, la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz quebrantando el
procedimiento que rige la disposición referida, el 28 de octubre de 2009 le notificó en el tablero
de su Secretaría con la Resolución de recurso de alzada y el 18 de noviembre de 2009 con Auto
de declaratoria de firmeza, lo que impidió le admitan el recurso jerárquico presentado contra la
mencionada Resolución de recurso de alzada.
En relación al derecho a la defensa, según el art. 205. II del CTB, el accionante tenía la
obligación de notificarse con la Resolución del recurso de alzada referido en Secretaría de la
Autoridad Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz, es así, que el 28 de octubre de
2009, le notificaron con ese fallo en esa Secretaría, por lo que a partir de esa fecha tuvo veinte
días para presentar el recurso jerárquico; sin embargo, no ejerció oportunamente este derecho
dentro del plazo señalado. Bajo ese razonamiento, se tiene que el accionante presentó el recurso
jerárquico fuera del término, por ende correspondió su rechazó; a partir de ello, se evidencia que
el accionante asumió amplia defensa desde el inicio del proceso de fiscalización, derecho que
debió prolongarse hasta la presentación y admisión del recurso jerárquico contra la Resolución de
recurso de alzada mencionada; empero no lo hizo, denotando con ello descuido que trajo
consecuencias jurídicas desfavorables, por lo que no pudiendo en forma posterior alegar
indefensión y pretender a través de esta acción de amparo constitucional la nulidad de la
notificación con la Resolución de recurso de alzada referida, por lo que no se vulneró el derecho
de defensa del accionante.
El accionante, cual se tiene establecido desde que fue notificado el 28 de octubre de 2009, con la
Resolución de recurso de alzada ARIT-SCZ/RA 0165/2009 de 26 de octubre, tenía el plazo
perentorio de veinte días para impugnar, y como no presentó el recurso jerárquico en dicho plazo,
la misma adquirió ejecutoria a través del Auto de declaratoria de firmeza de 18 de noviembre de
2009, de modo que, la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria de Santa Cruz, verificó el
respeto al debido proceso y garantizó el respeto a principios y garantías de rango constitucional,
por ende esta Resolución Administrativa cumplió con los presupuestos que dan validez plena y
en consecuencia, adquirió la calidad de cosa juzgada material, acto que determinó una decisión
incuestionable e inmodificable.
En contrario sensu, sí la Resolución del recurso de alzada referido hubiera tenido la calidad de
cosa juzgada aparente y no así la calidad de cosa juzgada material, hubiera procedido su control
de constitucionalidad por este tribunal. En consecuencia, no es viable que el accionante active el
control de constitucionalidad a través de esta acción de amparo constitucional para lograr la
nulidad de la diligencia de 28 de octubre de 2009, respecto a la notificación con la Resolución de
recurso de alzada referida, cuando esta fue realizada en estricto cumplimiento del art. 205.II del
CTB. De modo que, las decisiones emitidas por la Autoridad Regional de Impugnación
Tributaria de Santa Cruz, no fueron emitidas de forma contraria a la Constitución Política, ni
vulneraron los derechos y garantías invocados porque el accionante ejerció amplia defensa y se le
notificó conforme el art. 205.II. del CTB, para que presente los recursos correspondientes si así lo
creía pertinente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 31 de marzo de 2010, cursante de fs. 145 a 147 vta., pronunciada
dentro la acción de amparo constitucional interpuesta por Ramón Rada Velasco en
representación de Antonio Diego Rada Cuadros y José Salomón Daza, representantes legales
de la Sociedad de Responsabilidad Limitada de Carnes del Valle “CARDEVAL” S.R.L,
contra Javier Celiz Ortuño, Juez Noveno de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito
Judicial -ahora departamento- de Cochabamba.
Por memorial presentado el 25 de febrero de 2010, cursante de fs. 104 a 113 de obrados, el
accionante manifestó que:
En representación de Antonio Diego Rada Cuadros y José Salomón Daza, representantes legales
de “CARDEVAL” S.R.L., interpuso la presente acción tutelar contra el Juez Noveno de Partido
en lo Civil y Comercial del departamento de Cochabamba, señalando que por memorial de 16 de
marzo de 2009, la empresa unipersonal denominada Eduardo Rossetti Engineering Services
“E.R.E.S.”, planteó en la vía arbitral demanda de pago de saldo adeudado más daños y perjuicios
por incumplimiento de contrato, frente a lo que “CARDEVAL” S.R.L., en respuesta, contestó
negativamente a la demanda y opuso excepciones previstas por el art. 573 del Código Civil (CC),
además reconvino exigiendo que “E.R.E.S.” cumpla con los términos del contrato.
mediante Auto de 30 de igual mes y año, por supuestamente no haber fundado éste en las
causales establecidas por el art. 63 de la Ley 1770 de marzo de 1997, por lo que interpuso el
recurso de compulsa contra el Auto que rechazó el recurso de anulación y contra el mencionado
Laudo, recurso que se radicó ante el Juez Noveno de Partido en lo Civil y Comercial, autoridad
jurisdiccional que emitió Auto de 11 de enero de 2010, rechazando ese recurso, por ser
extemporáneo, argumentando que el ahora accionante hubiese sido notificado el 11 de diciembre
de 2009, cuando de acuerdo a lo señalado por éste, dicha notificación se habría practicado el 18
de ese mes y año.
Finalmente, manifestó que esta situación lo puso en estado de indefensión del que fue víctima no
sólo por parte de los funcionarios del Tribunal Arbitral, sino también por la autoridad judicial.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 31 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
143 a 144 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La autoridad demandada, fue legalmente citada conforme se tiene a fs. 119, presentando informes
escritos el 30 y 31 de marzo de 2010, que leídos en audiencia fueron ratificados y
complementados, refiriendo que el expediente en el que cursa el recurso de compulsa, ingresó a
su despacho y de la revisión del mismo se tiene que admitida la demanda arbitral, el recurrente -
ahora acciónate en la presente garantía de defensa- la contestó por memorial de 1 de abril de
2009, habiendo el Tribunal Arbitral, por proveído de 13 de igual mes y año, instruido que fije su
morada procesal en los términos dispuestos por los arts. 10.III del Reglamento de Arbitraje y 40
de la Ley 1770, al no hacerlo así el recurrente, el 4 de mayo de 2009, el Tribunal Arbitral
determinó que todas las notificaciones se le harían saber en Secretaría del mismo,
apercibiéndosele a comparecer con la clara advertencia que en caso de no hacerlo, se le tendría
por notificado. De esa forma, se determinó que el domicilio procesal del recurrente sería la
Secretaría del Tribunal Arbitral; es más, los antecedentes del proceso evidencian que toda
notificación practicada a la parte accionante con los actos procesales realizados en ese Tribunal
Arbitral se hizo en esa Secretaría, por lo que concluyó que el domicilio procesal de
“CARDEVAL S.R.L.” se encontraba en Secretaría del Tribunal Arbitral.
Ahora bien, al haberse pronunciado el Laudo Arbitral 004/09 de 7 octubre de 2009, se notificó al
accionante en Secretaría del Tribunal el 14 de octubre de ese año y, como consecuencia,
interpuso el recurso de aclaración y enmienda, por lo que se establece que las notificaciones que
se le hicieron en Secretaría del Tribunal, no le causaron indefensión y cumplieron adecuadamente
con su finalidad. Al interponer el recurso de anulación del Laudo Arbitral el 11 del señalado año,
fue resuelto por Resolución de 30 de igual mes y año, notificada al accionante en Secretaría del
Tribunal, donde se le anotició con todos los actos procesales. Se establece que al pie del
documento aparece una nota en la que se hizo constar que: ”El Sr. Ramón Rada pasó a recoger el
documento hoy 18/12/09 y se rehusó a firmar la constancia de recepción en presencia de testigo
quien firma precedentemente” (sic); datos que se encuentran corroborados por acta notariada,
donde se verificó la entrega con memorial de “responde” de 24 de noviembre de ese año, y Auto
de 30 del indicado mes y año, habiendo el accionante observado la fecha de notificación de data
11 y no de 18 de diciembre de dicho año señalado además que no se podía cambiar la fecha
porque ya se le había comunicado cuando se presentó ante aquel Tribunal el 14 de diciembre “y
no quiso firmar ni recoger las copias” (sic). Por lo anteriormente referido, concluyó que al
presentarse el 18 de diciembre el accionante a Secretaría del Tribunal Arbitral, acompañado de
un Notario de Fe Pública generó la convicción de que ya conocía el Auto de 30 de noviembre de
ese año, cumpliendo la diligencia del 11 de diciembre de igual año su finalidad generando las
consecuencias legales y procesales consiguientes; es más, él mismo reconoce haber asumido
conocimiento del pronunciamiento del Laudo Arbitral el 14 de igual mes y año, no obstante se
apersona con Notario después de cuatro días, consecuentemente, consideró extemporáneo el
recurso de compulsa, lo que impidió su consideración y justificó su rechazo, fundamentando
jurídicamente su accionar en los arts. 40 y 65 de la Ley 1770, y 133, 134, 135, 137 y 285 del
Código de Procedimiento Civil (CPC), solicitando se considere que su actuación no implicó
vulneración a la seguridad jurídica, al debido proceso o a la defensa.
Finalmente, en forma oral manifestó que el expediente del proceso arbitral ya no cursa en su
despacho, y ratificó su informe escrito.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, pronunció la Resolución de 31 de marzo de 2010, cursante de fs.
145 a 147 vta., declarando “improcedente” (sic) la acción de amparo constitucional, sin
perjuicio de que la parte accionante pueda interponer nueva acción de defensa, salvando las
observaciones que sobre la legitimación pasiva realizó ese Tribunal, determinando que la acción
de defensa es improcedente por estar incompleta la legitimación pasiva, por los siguientes
fundamentos jurídicos de la Resolución: a) Debe darse “…la sustancial importancia que adquiere
la legitimación pasiva para la interposición y resolución de la acción de Amparo Constitucional,
al ser esencialmente la concurrencia que debe darse entre la parte accionada, de ser esta la que
presuntamente causó, con sus actos u omisiones, agravios a los derechos fundamentales de la
parte acciónate y además de ser ella contra quien se dirige la acción tutelar” (sic), y la que
presuntamente causó con sus actos u omisiones, agravios a los derechos fundamentales de la
parte demandada y además de ser ésta contra quien se dirija la acción tutelar; b) El hecho
denunciado de ilegal versa respecto al Auto de 11 de enero del señalado año, dictado por el Juez
Noveno de Partido en lo Civil y Comercial que rechazó el recurso de compulsa por ser
extemporáneo y sobre los actos realizados por quien llenó el formulario de citaciones y
notificaciones del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio y Servicios de
Cochabamba -en fechas distintas- el 11 y 18 de diciembre de 2009; y, c) Por ello, el Tribunal de
Garantías no ingresó a analizar y resolver en el fondo la acción interpuesta únicamente contra el
Juez Noveno de Partido en lo Civil y Comercial, ya que de hacerlo se vulneraría el derecho
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Por Laudo Arbitral 004/09 de 7 de octubre de 2009 se declararon probadas parcialmente la
demanda y la reconvención, condenando a “CARDEVAL” S.R.L. a pagar a favor de “E.R.E.S”
una serie de prestaciones y disponiendo a su vez que ésta pague a “CARDEVAL” S.R.L. por la
demora de cincuenta y ocho días para la conclusión y entrega provisional de las obras,
desestimando el pago de daños y perjuicios, sin costas (fs. 41 a 64).
II.3. Ramón Rada Velasco, como representante legal de “CARDEVAL” S.R.L., presentó recurso
de anulación contra el Laudo Arbitral 004/09, ante el Tribunal Arbitral; mismo que fue rechazado
por éste mediante Auto de 30 de noviembre de 2009, con el argumento de no encontrarse
debidamente fundado en las causales que establece el art. 63 de la Ley 1770 (fs. 65 a 67 y 68 a
69).
II.5 Mediante carta de 18 de diciembre de 2009, Ramón Rada Velasco, hizo conocer al
Presidente y miembros del Tribunal Arbitral del Centro de Conciliación y Arbitraje, que el 11 de
diciembre llamó desde la ciudad de La Paz, al mencionado tribunal y fue puesto en conocimiento
de que debía hacerse presente en la ciudad de Cochabamba para ser notificado con el Auto de 30
de noviembre de 2009, que resolvió el recurso de anulación, señalando el ahora accionante “mi
respuesta fue que el día lunes estaría en sus oficinas para ser notificado” (sic) (fs. 94 a 95).
II.6 Al respecto, la Secretaria del Tribunal Arbitral, Doris Laura Veizaga, presentó informe el 15
de diciembre de 2009, por el que señaló que el 14 de igual mes y año el “Sr. Rada”, pasó por la
Secretaria del Tribunal de Arbitraje y cuando vió la fecha consignada en el formulario, manifestó
su desacuerdo y solicitó se consigne una nota indicando la fecha en la que estaba recibiendo el
documento. Luego de conversar con su abogado el “Sr. Ramón Rada Velasco” se negó a firmar
el formulario y a recibir el memorial y el Auto de 30 de noviembre de ese año (fs. 96 a 97).
Señaló también mediante informe de 18 de diciembre de 2009, que esa fecha pasó nuevamente el
“Sr. Rada” acompañado de un Notario de Fe Pública para recoger el memorial “Responde” y el
Auto de 30 de noviembre de 2009 (fs.101).
II.7 Posteriormente, Ramón Rada Velasco, el 21 de diciembre de 2009, frente al rechazo del su
recurso de anulación presentó recurso de compulsa ante el “Juez de Partido en lo Civil y
Comercial de Turno” (sic), en el que pidió se anule el Laudo Arbitral 004/09, y el Auto de 30 de
noviembre de 2009 (fs. 70 a 71 vta.).
II.9. Por nota de 8 de enero de 2010, se remitieron los antecedentes correspondientes al proceso
de arbitraje seguido por “E.R.E.S” contra CARDEVAL S.R.L. al Juez Noveno de Partido en lo
Civil y Comercial de Cochabamba (fs. 102).
II.10. Mediante Auto de 11 de enero de 2010, el Juez referido, rechazó el recurso de compulsa
interpuesto por Ramón Rada Velasco el 21 de diciembre de 2009, con los siguientes
fundamentos: 1) El compulsante, adjuntando en el Tribunal Arbitral, la documentación extrañada
por memorial de 22 de abril de 2009, no señaló domicilio procesal en los términos dispuestos por
los arts. 10.III del Reglamento de Arbitraje y 40 de la Ley 1770, por lo que el Tribunal Arbitral el
4 de mayo de 2009, determinó que todas las notificaciones se le harían saber en Secretaría del
Tribunal referido, apercibiéndosele a comparecer con la advertencia de que en caso de no
hacerlo, se le tendría por notificado; bajo este entendimiento, el domicilio procesal del
compulsante era la Secretaría del Tribunal Arbitral; 2) El 7 de octubre del señalado año, se
pronunció el Laudo Arbitral 004/09 y se notificó al compulsante en Secretaría del Tribunal el 14
de octubre de 2009, el cual planteó el recurso de aclaración y enmienda, así como también
interpuso el recurso de anulación del Laudo Arbitral, resultando que las notificaciones con los
actos procesales que fueron practicadas en Secretaría del Tribunal Arbitral, no merecieron ningún
reclamo, no le causaron indefensión alguna, cumpliendo su finalidad; 3) El hecho de que el
compulsante se haya presentado en la Secretaría del Tribunal referido el 18 de diciembre del
citado año, acompañado de un Notario de Fe Pública generó la convicción de que “ya conocía el
Auto de fecha 30 de Noviembre de 2009, lo que demuestra que la diligencia de notificación de
fecha 11 de noviembre de 2009 cumplió su finalidad (que era la de poner en conocimiento de la
existencia de esa resolución), pues de otro modo no se explica que sólo para hacerse notificar con
ese acto se haya hecho acompañar por el referido Notario” (sic); y, 4) En aplicación del art. 285
del CPC, se asume que el plazo para interponer el recurso de compulsa es de tres días
computables desde que se le hubiere notificado con la negativa; por lo que el plazo para presentar
dicho recurso feneció el 14 de diciembre de 2009 y al interponerlo el 21 de ese mes y año, lo hizo
de manera extemporánea (fs. 73 a 74).
El ahora accionante, afirma que el Tribunal Arbitral del Centro de Conciliación y Arbitraje, al
notificarle irregularmente el 11 de diciembre con el Auto de 30 de noviembre de 2009, que
resolvió el rechazo de su recurso de anulación, provocó que la autoridad judicial ahora
demandada considere extemporáneo el recurso de compulsa que planteó posteriormente, con lo
que considera se vulneró el derecho a la igualdad y no discriminación, a la “seguridad jurídica”,
al debido proceso, a la defensa, a una justicia transparente, y a la garantía de impugnación de las
“resoluciones judiciales”.
“I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
Respecto a este artículo de la Ley del Tribunal Constitucional, la jurisprudencia estableció que
son requisitos de forma los contenidos en los parágrafos I, II y V, cuya omisión o inobservancia
es susceptible de subsanarse en el plazo de cuarenta y ocho horas, sin recurso ulterior (art. 98
de la LTC); así, si el tribunal o juez de garantías, considera que el accionante enmendó estos
errores, decretará la admisión de la acción. Por otro lado, los parágrafos III, IV y VI del mismo
precepto, se refieren a requisitos de fondo de la acción y ante su incumplimiento, sobreviene el
rechazo directo de la acción tutelar. Sin embargo, en caso que pese a lo referido se haya
Al respecto, el ahora accionante planteó el recurso de anulación contra el Laudo Arbitral 004/09
emitido por el Tribunal Arbitral, recurso que fue rechazado mediante Auto de 30 de noviembre
de 2009.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El accionante expresó que, el 15 de febrero de 2002, su representado fue nombrado Director del
Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (SENAPI), y que en tal calidad otorgó memorándum
de agradecimiento de servicios el 29 de abril de 2002, a Silvia Concepción Portal Arduz, hasta
entonces Directora Jurídica del SENAPI, quien realizó representación ante el Ministerio de
Desarrollo Económico solicitando se revoque el referido memorándum, lo cual le fue negado
confirmando la remoción de su cargo.
El 30 de abril de 2002, anoticiada la prensa del cierre de la oficina jurídica del SENAPI, un
periodista de la Red Universal de Televisión (UNITEL), se apersonó ante el referido Servicio,
con el objeto de conocer el porqué del cierre de la mencionada oficina, entrevistando a su
representado para luego difundir dicha entrevista en el referido canal, donde se exhibió la ficha
de kardex personal de Silvia Concepción Portal Arduz, a cuya consecuencia, esta última presentó
querella por varios delitos entre ellos el de revelación de secreto profesional contra su
representado, quién fue sancionado por la comisión del indicado delito mediante Resolución
35/2003 de 21 de noviembre de 2003, imponiéndosele la pena de un año de privación de libertad
más el pago del daño civil ocasionado y cincuenta días de multa a razón de Bs5.- (cinco
bolivianos) por día, concediéndosele el perdón judicial.
El 26 de julio de 2007, Silvia Concepción Portal Arduz, instó demanda de reparación del daño
ante el Juzgado Segundo de Sentencia Penal contra su representado, a cuya finalización se dictó
la Resolución 297/2007 de 14 de agosto, calificando la responsabilidad civil de su representado
en la suma de Bs269 953.-(doscientos sesenta y nueve mil novecientos cincuenta y tres
bolivianos), sin que la referida Resolución explique cuáles fueron los daños causados o las
razones para determinar la reparación en un monto tan elevado, anulándose la misma mediante
Auto de 2 de marzo de 2008, toda vez que su representado se encontraba fuera del país realizando
estudios de posgrado, consecuentemente, se dictó nueva Resolución 123 ”A”/2008 de 7 de abril,
que estableció por concepto de reparación de daño la suma de Bs269 953.- misma que fue
apelada y resuelta por la Sala Penal Tercera que determinó, mediante Resolución 130/2008 de 25
de julio, la anulación del referido fallo, puesto que carecía de fundamentación disponiendo que la
Jueza Segunda de Sentencia Penal dicte una nueva, así se emitió la Resolución 005/2009 de 29 de
enero, donde únicamente se reiteró lo argumentado por el fallo anulado sin ningún aporte
sustancial que demuestre la relación entre causa y efecto y simplemente disminuyó la suma a
Bs268 120.- (doscientos sesenta y ocho mil ciento veinte bolivianos), motivo por el cual apeló
nuevamente, siendo sorteada la causa a la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Superior del
Distrito Judicial de La Paz, pronunciando la misma, el Auto de Vista 55/2009 de 24 de marzo,
que declaraba improcedente el recurso de apelación, confirmando la Resolución 005/2009.
Habiendo solicitado complementación y enmienda, la misma fue rechazada mediante Resolución
17/2009 de 1 de abril.
Señala además, que los Vocales tenían la obligación de hacer cumplir la orden contenida en el
Auto de Vista 130/2008, y anular la Resolución 005/2009, pronunciada por la Jueza Segunda de
Sentencia Penal por carecer de fundamento y no tener justificativo valedero para determinar la
suma de Bs268 120.- como pago por reparación del daño civil ejerciendo el control sobre la
actividad procesal, no así limitándose a observar los plazos, sino las normas que regulan el
procedimiento y son de cumplimiento obligatorio, no existiendo tampoco la debida motivación
en el Auto de Vista 55/2009, puesto que al carecer de este requisito, se constituyó en un acto
procesal con defecto absoluto y viciado de nulidad, ya que el mismo debió haber sido emitido
conforme lo establecido en el art. 124 del Código de Procedimiento Penal (CPP), determinando
el nexo causal para establecer la suma en relación directa con el hecho, puesto que el ilícito,
motivo por el cual se lo procesó no era la destitución, sino la revelación de secreto profesional.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga: a) La nulidad del Auto de Vista 55/2009, dictado por
las autoridades “recurridas”; b) Se dicte una nueva Resolución que se ajuste a los antecedentes
debiendo ser razonable y motivada resguardando los derechos fundamentales y garantías
constitucionales; y, c), Determinar el daño civil emergente del proceso penal.
La tercera interesada presentó recusaciones contra los Vocales de la Sala Penal Segunda que se
resolvió mediante Resoluciones 765/2009 de 13 de noviembre y 002/2010 de 12 de enero, que
dispusieron la continuación del conocimiento de la acción de amparo.
Celebrada la audiencia pública el 25 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
164 a 168 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Armando Pinilla Butrón y Dora Villarroel de Lira, Vocales de la Sala Penal Segunda de la Corte
Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, mediante
informe escrito cursante de fs. 111 a 112 señalaron: 1) Los aspectos demandados por el apelante
se encuentran señalados en la segunda parte del primer considerando del referido fallo, no
reclamándose los argumentos para determinar el monto calificado, pero si la falta al debido
proceso y valoración de la prueba, resolviendo cada uno de los aspectos cuestionados en forma y
contenido en el mencionado Auto de Vista; 2) El accionante no fundamentó jurídicamente la
acción puesto que su pretensión ahora es diferente a los aspectos que cuestionó su representado
en el recurso de apelación incidental; 3) Al existir una sentencia condenatoria existe un obligado,
dándose la norma contenida en el art. 14 del CPP; 4) No lesionaron ningún derecho fundamental,
siendo debidamente motivado el Auto de referencia conforme con lo establecido en el art. 125 del
CPP; y, 5) No se vulneró el derecho a la defensa toda vez que en las apelaciones incidentales se
tomó en cuenta el memorial que contiene el recurso y la resolución cuestionada, de cuya
compulsa surge el principio de contradicción.
I.2.4. Resolución
El Tribunal de la Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución
16/2010 de 25 de febrero, cursante de fs. 169 a 171, concedió la tutela solicitada, con los
siguientes fundamentos: a) La “seguridad jurídica” es la convicción certera, plena y firme, de
modo que un ciudadano al realizar un acto tenga la seguridad de que el mismo será respetado por
lo que las sentencias y autos serán fundamentados expresando los motivos de hecho y derecho en
que basan sus fundamentos y el valor otorgado a los medios de prueba, señalando si corresponde
o no la reparación del daño, y cuál es la situación del daño emergente a través del lucro cesante,
si ello fuere observado por el juez natural; b) Las autoridades “recurridas” deben observar la
admisibilidad o inadmisibilidad de los fundamentos de la apelación conforme la “SC 1523” que
genera “seguridad jurídica”, primero en función de la resolución y segundo a la seguridad que
debe tener el apelante citando las pruebas que aportan las partes y el valor que da a ellas y, luego
del contraste y valoración que haga de aplicación a las normas jurídicas aplicables para resolver,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1215
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Apelación incidental interpuesta por el representado del accionante, dentro del proceso de
reparación del daño, seguido contra su persona con el argumento de falta al debido proceso,
solicitando que se declare improbada la demanda por ser defectuosa y por no haberse aportado
prueba alguna que demuestre la relación causa y efecto entre la comisión del delito de revelación
de secreto profesional y el hecho que haya dejado de trabajar la demandante, disponiendo que se
anule la Resolución impugnada (fs. 16 a 28).
II.2. Por Resolución 005/2009 de 29 de enero, pronunciada por Nancy Flores Guzmán, Jueza
Segunda de Sentencia Penal, dispone el pago por reparación del daño en la suma Bs268.120.-
(doscientos sesenta y ocho mil ciento veinte bolivianos) a favor de Silvia Concepción Portal
Arduz (fs. 37 a 40).
II.3. Mediante memorial sin fecha, el representado del accionante solicitó complementación y
enmienda (fs. 41), que mereció la providencia de 18 de febrero de 2009 que dispuso “No ha lugar
a la complementación y Enmienda por ser claros los términos de la Resolución” (sic) (fs. 42.).
II.4. A través de memorial presentado el 2 de marzo de 2009, Edwin Alberto Urquidi Álvarez
interpuso apelación respecto a la Resolución 005/2009, señalando vulneración al debido proceso
en razón de no expresar los hechos expuestos con claridad y precisión, el derecho expuesto
sucintamente, la cuantía cuando su estimación fuere posible y la petición en términos claros y
precisos (44 a 54).
II.5. La Resolución 55/2009 de 24 de marzo, dictada por Armando Pinilla Butrón y Dora
Villarroel de Lira, Presidente y Vocal de la Sala Penal Segunda respectivamente de la Corte
Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, establece la
existencia de la Resolución 35 de 21 de noviembre de 2003, por la que se declaró a Edwin
Alberto Urquidi Álvarez, autor del delito de revelación de secreto profesional, sancionándolo con
la pena privativa de libertad de un año, más el pago del daño civil, por lo que Silvia Concepción
Portal Arduz interpone demanda de reparación del daño el 28 de julio de 2009, considerando el
representado del accionante que se vulneró el debido proceso por inobservancia del art. 327 incs.
5), 6), 7), 8) y 9) de Código de Procedimiento Civil; advirtiéndose que no se violentó este
derecho, existiendo en el memorial de demanda la expresión concreta y detallada del daño
sufrido así como el fundamento de derecho y petitorio; respecto a la errónea valoración de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1216
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
prueba, la Jueza de la causa establece de manera clara el daño sufrido por la demandante con
relación a su haber mensual no percibido; “respecto a la inexistencia del daño referido por el
apelante, como se tiene dicho quedó demostrado, razón por la cual se calificó el monto
correspondiente” (sic); por lo que dispuso declarar “improcedente” el recurso de apelación
incidental interpuesto por Edwin Alberto Urquidi Álvarez, confirmando la Resolución 005/2009
de 29 de enero (fs. 58 a 59).
Al respecto el Tribunal Constitucional sentó una amplia y reiterada jurisprudencia a través de sus
sentencias constitucionales, entre las cuales la SC 1057/2011-R de 1 de julio, haciendo referencia
a la SC 1375/2010-R de 20 de septiembre, establece: “La motivación de las resoluciones es un
elemento componente del derecho-garantía-principio del debido proceso, así lo ha entendido
este Tribunal que en la SC 0937/2006-R de 25 de septiembre, al señalar que: '…las resoluciones
que emiten las autoridades judiciales, deben exponer los hechos, realizar la fundamentación
legal y citar las normas que sustentan la parte dispositiva de esas resoluciones, exigencia que se
torna aún más relevante cuando el Juez o Tribunal debe resolver en apelación o casación la
impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades inferiores. Este deber de
fundamentación de las resoluciones judiciales, se vincula tanto con la garantía del debido
proceso como con el derecho a la seguridad jurídica. Así la SC 0752/2002-R de 25 de junio,
recogiendo el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, señaló que
toda Resolución ´…debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación
legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que, consecuentemente
cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo suprime una parte estructural de
la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de
manera flagrante el citado derecho [debido proceso] que permite a las partes conocer cuáles
son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio
decidendi que llevó al juez a tomar la decisión'.
(…)
Siguiendo el mismo entendimiento, la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, ha determinado que
cuando las resoluciones no están motivadas ´…y se emite únicamente la conclusión a la que ha
arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no
fueron juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que
ha actuado con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental
le otorga para que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la
misma, a fin de que dentro del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así
pueda obtener una resolución que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, entre los
cuales, se encuentra la garantía del debido proceso, que faculta a todo justiciable a exigir del
órgano jurisdiccional a cargo del juzgamiento una resolución debidamente fundamentada, (...)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a
esta segunda, la motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente
cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce las razones
o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas”.
Este derecho está previsto en el art. 115.II de la Constitución Política del Estado, y es
considerado por la jurisprudencia constitucional estableciendo que: “…El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones”.
segunda es el derecho que precautela a las personas para que en los procesos que se les inicia,
tengan conocimiento y acceso de los actuados e impugnen los mismos con igualdad de
condiciones conforme a procedimiento preestablecido y por ello mismo es inviolable por las
personas o autoridad que impidan o restrinjan su ejercicio…' (SC 1842/2003-R de 12 de
diciembre).
En el caso de autos, el accionante denuncia que las autoridades demandadas lesionaron sus
derechos constitucionales a través del Auto de Vista 55/2009 de 24 de marzo, al declarar
improcedente el recurso de apelación que interpuso confirmando la Resolución 005/2009 de 29
de enero, mediante la cual se dispuso la reparación del daño en la suma de Bs268 120.-;
emitiendo un fallo carente de fundamentación y motivación lesionando sus derechos a la defensa,
a la “seguridad jurídica” y al debido proceso en su elemento esencial del derecho a la motivación
de las decisiones judiciales.
Estableciéndose que el Auto de Vista 55/2009, a más de hacer una referencia de los antecedentes
que originó la Resolución señalada líneas arriba no establece de forma clara como la Jueza a quo,
al momento de calificar el daño debía precisar los elementos de la estructura técnica del hecho
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1219
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
ilícito, tales como la acción u omisión en el que hubiera incurrido el demandado causante del
daño, si fue involuntario o voluntario, si existía dolo o no, estableciendo el carácter objetivo de
dicha acción u omisión, determinando si era patrimonial o moral, si fue emergente o de lucro
cesante, si fue previsto o no y sobre todo, la existencia del nexo causal entre la conducta culposa
del agente y el perjuicio propiamente dicho, aplicando los criterios de reparación en cuanto al
daño emergente, sea este de lucro cesante, patrimonial o moral, no previstos en la mencionada
Resolución.
De esta manera se garantiza el ejercicio libre e irrestricto del derecho a la defensa como potestad
del individuo a ser escuchado y presentar todas las pruebas que considere pertinentes como
descargo, observando que las mismas sean valoradas de acuerdo a la norma y a los principios
constitucionales, a fin de que pueda defenderse adecuadamente de todos los cargos que pesan en
su contra, desvirtuando los mismos si corresponde en derecho.
Con relación a la tutela del derecho a la “seguridad jurídica” invocado por el accionante, no
corresponde ingresar en su análisis toda vez que conforme la base jurisprudencial citada en el
Fundamento Jurídico III.3 de esta Resolución, éste constituye un principio de la administración
de justica conforme el art. 178 de la CPE por lo que la interpretación constitucional es la que
debe orientarse a su protección.
POR TANTO
No interviene la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por excusa declarada legal.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 017/2010 de 29 de marzo, cursante de fs. 278 vta. a 280, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Andrés Serrano Rosado contra
Edgar Peña Venegas, Juez Décimo Primero de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito
Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 24 de febrero de 2010, cursante de fs. 259 a 262 de obrados, el
accionante expone los siguientes fundamentos:
Como resultado de un ilegal acto de eyección realizado por Julio César Rojas Mendieta sobre su
inmueble ubicado en la U.V. 140, Mza. 59, lote 20, zona de Guaracachi, instauró proceso
interdicto de recobrar la posesión, el cual radicó en el Juzgado Décimo Tercero de Instrucción en
lo Civil, proceso en el cual tras haber demostrado el despojo sufrido obtuvo el pronunciamiento
de una Resolución favorable, la cual fue apelada por el “demandado” -Julio César Rojas
Mendieta-, conociendo el recurso de alzada el Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial,
quien por Auto de Vista de 8 de diciembre de 2008, anuló el proceso civil hasta fs. 71.
Al considerar que los fundamentos de dicho Auto de Vista, eran lesivos a sus intereses, y no
existiendo recurso ulterior, planteó “recurso” de amparo constitucional, que llegó a sustanciarse
en la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, como Tribunal de garantías que declaró “procedente” el mismo,
dejando sin efecto y anulando el Auto de Vista referido, ordenando el pronunciamiento de nueva
Resolución de alzada. Posterior a ello, el proceso radicó en el Juzgado Segundo de Partido en lo
Civil y Comercial, despacho que emitió el Auto de Vista de 7 de mayo de 2009, anulando
obrados, con el fundamento que el Juez a quo, pronunció el fallo fuera de plazo, ordenando en
consecuencia la remisión del expediente al juez llamado por ley.
demandado, recurso que llegó a radicarse en el Juzgado Décimo Primero de Partido en lo Civil y
Comercial, a cargo de la autoridad hoy demandada, quien constituyéndose en segunda instancia,
al amparo de los arts. 252 del Código de Procedimiento Civil (CPC) y 115 de la Ley de
Organización Judicial abrogada (LOJabrg), dictó el Auto de Vista 32 de 18 de diciembre de
2009, resolviendo anular la Resolución pronunciada por el Juez Décimo Quinto de Instrucción en
lo Civil, por haber existido retardación de justicia, sin citar la norma infringida u omitida por la
autoridad de primera instancia, extremo atentatorio y lesivo a sus derechos y garantías
constitucionales.
El accionante señala como vulnerados sus derechos a la “seguridad jurídica”, al debido proceso,
así como el principio de celeridad, citando al efecto el art. 115 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 29 de marzo de 2010, según consta en acta cursante de fs. 274 a
278 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El Juez demandado, por memorial de fs. 268 a 269, presenta informe escrito, cuyos argumentos
no son considerados en el presente fallo, al estar impreso erróneamente, situación que no fue
advertida por el Tribunal de garantías, a tiempo de su recepción.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1222
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Julio César Rojas Mendieta, por memorial cursante a fs. 270 a 272, que fue leído en audiencia,
refiere los siguientes argumentos: 1) El Auto de Vista de 18 de diciembre de 2009, impugnado
por el accionante, detecto que el juez inferior emitió sentencia fuera del plazo legal, toda vez que
dicho plazo comenzó a correr desde el 9 de junio de 2009; sin embargo, la Sentencia fue dictada
el 7 de agosto de 2009, ósea transcurridos más de dos meses, habiendo perdido competencia; y,
2) Con relación a los derechos lesionados, denunciados por el “recurrente”, omite indicar en que
consiste la inseguridad jurídica que le hubiere causado el auto de vista impugnado; asimismo, no
especifica qué actos del proceso civil de recobrar la posesión han vulnerado su derecho al debido
proceso y, respecto al principio de celeridad el “recurrente”, se limita a citar normas y tratados
internacionales, sin identificar donde radica la retardación de justicia, por lo que solicita se
declare “improcedente” el “recurso”, con costas y multa al “recurrente”.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante
Resolución 017/2010 de 29 de marzo, cursante de fs. 278 vta. a 280, declaró “procedente” la
acción de amparo constitucional, disponiendo que la autoridad demandada, “dicte nuevo auto de
vista, claro, específico y concreto, con suficiente información en la aplicación e interpretación de
las disposiciones legales, sin espera de turno”; en mérito a los siguientes fundamentos: i) De la
revisión del expediente, no cursa la nota de “pasa a despacho para resolución”, situación que no
fue observada por el “Juez a quo” al determinar la nulidad, y que no se habría establecido el
cómputo de plazos a efectos de establecer si se actuó con competencia o sin ella; y, ii) Al haber
incumplido dicho extremo y no contener la fundamentación necesaria, debe anularse obrados
hasta fs. 244, para que el “Juez a quo”, estableciendo la fecha en que entra a conocimiento de su
despacho, dicte nueva Resolución.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. El accionante tras haber sufrido la eyección de “su” bien inmueble, instauró proceso
interdicto de recobrar la posesión contra Julio César Rojas Mendieta, obteniendo de parte del
Juez Décimo Tercero de Instrucción en lo Civil, el pronunciamiento de la Resolución 42/08 de 21
de agosto de 2008, que declaró probada la demanda, ordenando la restitución del inmueble en
tercero día de ejecutoriada la misma, fallo que fue anulado por Auto de Vista 41/08 de 8 de
diciembre de 2008, pronunciado por el Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial, bajo el
argumento de que el inmueble objeto del proceso, pertenecería a la Empresa Nacional de
Ferrocarriles (ENFE), y que debió integrarse a la litis a dicha institución (fs. 46 a 49, 138 a 144
vta. y 174 y vta.).
II.2. Ante dicho fallo el accionante, demandó acción de amparo constitucional, obteniendo la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1223
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
tutela demandada, dejando sin efecto el Auto de Vista 41/08, ordenando a la autoridad
demandada, pronuncie nueva Resolución; sin embargo, previo a emitirse el nuevo fallo el
demandante ahora accionante, en la vía incidental recusó al Juez Primero de Partido en lo Civil y
Comercial, autoridad que por Auto de 24 de marzo de 2009, se allanó a la recusación, dando
lugar a la remisión del proceso al Juzgado Segundo de la misma materia (fs. 183 a 188 y 190 a
192).
II.4. El Juez Décimo Quinto de Instrucción en lo Civil, por providencia de 4 de julio de 2009,
decreta: “Radíquese con noticia de partes y pase a despacho para resolución”(sic); sin embargo,
conforme nota de 15 de ese mes y año, sentada por la abogada-actuaria del citado juzgado,
debido a que el expediente se hubo traspapelado, recién ingresó a despacho el 16 de igual mes y
año, pronunciándose la Resolución 51/09 de 7 de agosto de 2009, que declaró probada la
demanda (fs. 208 vta., 211 vta., y 213 al 217 vta.).
II.5. Notificadas las partes con el citado fallo, el mismo fue apelado por el demandado, recurso
que fue conocido por el Juez Décimo Primero de Partido en lo Civil -autoridad demandada-,
quién emitió el Auto de Vista 32 de 18 de diciembre de 2009, anulando obrados, debido a que el
Juez a quo dictó el referido Auto con pérdida de competencia, o sea fuera de plazo, ordenando la
remisión de obrados al juez siguiente en número para que emita nueva sentencia (fs. 250 y vta.).
La acción de amparo constitucional, conforme establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá
lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados"; disposiciones que expresamente establecen que las supuestas lesiones a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción
ordinaria, y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1224
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El cumplimiento de deberes, que exige nuestro ordenamiento jurídico, en particular a los jueces y
tribunales de apelación y/o casación, radica en la noción de control en razón de la falibilidad
humana: pues el órgano jurisdiccional puede equivocarse ya sea en la aplicación del derecho, en
la valoración de la prueba o en cualquier otro elemento de su especifica función a tiempo de
conocer un determinado proceso, siendo así que en aras de un debido proceso, nuestra económica
jurídica no concibe la existencia de ningún acto o resolución judicial que no pueda ser
impugnado, entendimiento que se encuentra en armonía con lo previsto por el art. 180.II de la
CPE, que taxativamente prevé: “se garantiza el sistema de impugnación en los procesos
judiciales” (las negrillas son nuestras).
Es así que, con relación a los deberes que toda autoridad jurisdiccional debe observar conforme al
art. 3 del CPC, la Ley de Organización Judicial ahora abrogada, en su normativa pertinente,
agregaba una específica obligación para los jueces y tribunales de alzada, señalando lo siguiente:
“ARTÍCULO 15.- REVISION DE OFICIO Los tribunales y jueces de alzada en relación con los
de primera instancia y los de casación respecto de aquellos, están obligados a revisar los procesos
de oficio, a tiempo de conocer una causa, si los jueces y funcionarios observaron los plazos y
leyes que norman la tramitación y conclusión de los procesos para aplicar en su caso las
sanciones pertinentes.”
Disposición abrogada, que se encuentra replicada en la nueva Ley del Órgano Judicial, con un
entendimiento más amplio y diferente; sin embargo, también tiene por finalidad regular los
deberes que tienen las autoridades jurisdiccionales de alzada, estableciendo así:
II. En grado de apelación, casación o nulidad, los tribunales deberán pronunciarse, sólo sobre
aquellos aspectos solicitados en los recursos interpuestos”.
Dicho régimen normativo que, regula la función contralora de la autoridad ordinaria de apelación
respecto de los de primera instancia y, los de casación respecto de los de apelación, marca el
límite y el alcance sobre el cual deben desarrollar su actividad jurisdiccional, estableciendo si el a
quo, observó el cumplimiento de los plazos procesales inherentes a los procesos que son de su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1225
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En ese contexto, la SC 0863/2003-R de 25 de junio, determinó que: “si bien el art. 15 LOJ,
faculta a los tribunales de manera general a declarar nulos los actos procesales en los que
adviertan vicios, dicha disposición debe ser interpretada en concordancia con otras, pues en
materia civil el art. 251 CPC, dispone expresamente que ningún trámite o acto judicial será
declarado nulo si la nulidad no estuviere expresamente determinada por ley…”.
Asimismo, la citada Sentencia Constitucional señaló que: “…el Juez o tribunal ad quem, no
puede ir más allá de lo pedido, salvo en los casos en que los vicios de nulidad constituyan
lesiones a derechos y garantías constitucionales como cuando la nulidad esté expresamente
previsto por ley”; bajo ese entendimiento, la SC 1800/2011-R de 7 de noviembre indicó que:
“Ahora bien, la nulidad, conforme a lo establecido en la SC 1644/2004, de 11 de octubre,
consiste en la ineficacia de los actos procesales que se han realizado con violación de los
requisitos, formas o procedimientos que la Ley procesal ha previsto para la validez de los
mismos; a través de la nulidad se controla la regularidad de la actuación procesal y se asegura
a las partes el derecho constitucional al debido proceso”.
III.4. Marco normativo que regula el conocimiento de una causa por pérdida de
competencia en proceso civil
Con relación a la pérdida de competencia, que es tema de análisis en el presente caso, el Código
de Procedimiento Civil, ha establecido el siguiente régimen normativo, aplicable al caso:
(…)
"Articulo 208.- (Pérdida de competencia del juez). El juez que no hubiere pronunciado la
sentencia dentro del plazo legal o del que la corte le hubiere concedido conforme al artículo 206,
perderá automáticamente su competencia en el proceso. En este caso remitirá el expediente
dentro de las veinticuatro horas al juez suplente llamado por ley. Sera nula cualquier
sentencia que el juez titular dictare con posterioridad” (las negrillas son nuestras).
“Artículo 210.- (Juez suplente) Las disposiciones de este capítulo solo afectarán la competencia
del juez titular y no la del juez suplente.”
Asimismo, establece la sanción contra resoluciones emitidas por autoridades judiciales que
hubiesen perdido su competencia.
“Artículo 9.- (Nulidad) Las resoluciones dictadas en los casos de suspensión o pérdida de la
competencia del juez serán nulas”.
III.5. Los procesos interdictos, naturaleza jurídica y plazo para emitir sentencia
La posesión, constituye el poder de hecho que se ejerce sobre una cosa mediante actos que
denotan la intención de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro derecho real, dicha
posesión puede ser ejercida por sí misma o por medio de otra persona que tiene la detentación de
la cosa -art. 87 del Código Civil (CC)-. Así, la posesión se encuentra protegida por la ley,
independientemente del derecho de propiedad que pueda tener el poseedor o el detentador, toda
vez que, la protección que el legislador le ha dado a la posesión encuentra su fundamento, en la
paz social, la tranquilidad, así como de preservar las relaciones de buena vecindad -tratándose de
inmuebles-.
En la sustanciación de los procesos interdictos, el debate versa sobre la posesión real y corporal,
toda vez que, en esta clase de procesos no se discute el derecho de propiedad, siendo así que lo
previsto por el art. 607 del CPC, protege a quien se encuentra en posesión por sí o por tercera
persona sin importar si es de buena o mala fe, ello con la finalidad de evitar medidas de hecho
que puedan perturbar la pacífica posesión o la detentación de un bien y consiguientemente altere
la paz social.
Siendo uno de estos procesos el interdicto de recobrar la posesión, que tiene por finalidad la
restitución de la posesión a quien fuere despojado de la misma en forma total o parcial, con
violencia o sin ella, a cuyo efecto, luego del plazo probatorio establecido por ley, la autoridad
judicial declarará probada la demanda ordenando la restitución del bien despojado, bajo
apercibimiento de lanzamiento, el pago de costas, daños y perjuicios y la remisión de testimonio
al Ministerio Público en caso de que el despojo se hubiere consumado con fuerza y violencia; por
otra parte, se declarará improbada para el caso de no haberse probado la eyección.
El art. 591 del CPC, establece las clases de interdictos que podrán intentarse para adquirir, retener
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1227
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
y recobrar la posesión e impedir una obra nueva perjudicial o evitar un daño temido, sujetándose
los mismos a un procedimiento especial, revestido de celeridad, con actos concentrados y plazos
breves, precisamente en razón de su naturaleza jurídica; siendo el único medio de impugnación el
recurso de apelación, que debe ser interpuesto en el plazo de tres días a partir de su notificación,
al no admitir recurso de casación. Su especialidad radica en razón de la concentración de actos
procesales, plazos breves y reducción de medios de defensa, y porque su procedimiento se aparta
del establecido por los arts. 478 a 484 del referido cuerpo normativo, mediante normas
particulares que están previstos en los arts. 591 a 620 del Libro IV del Código Adjetivo Civil.
La norma adjetiva civil, si bien regula el procedimiento para la sustanciación de los procesos
interdictos; no prevé de forma clara, cual es el plazo que tiene la autoridad jurisdiccional para
dictar sentencia; con excepción del interdicto de obra nueva perjudicial o de daño temido, cuya
normativa pertinente señala “vencido el plazo probatorio (…) el juez sin más trámite dictará
sentencia…”; sin embargo, tampoco refiere con claridad en qué plazo. Ante este vacío legal y
tomando en cuenta la naturaleza jurídica de los procesos interdictos se hace necesario por medio
de la jurisprudencia sentar un entendimiento y precisar cuál debe ser dicho plazo, atendiendo a
criterios de orientación relacionados al presente caso, y con la finalidad de contar con una mejor
comprensión se pasa a realizar un análisis en mérito a los siguientes tres criterios orientadores: 1)
Principios generales del derecho aplicables al caso; 2) La diferencia relevante de los procesos
interdictos con los procesos sumarios y, 3) Los nuevos postulados de la Ley Fundamental que
deben tenerse presente en la problemática planteada -plazo para emitir sentencia en procesos
interdictos-:
El principio de celeridad
El art. 178.I de la CPE, establece que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo
boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico,…”, de donde se tiene que la
función de impartir justicia se encuentra regida por estos principios. En concordancia con esta
disposición, el art. 115.II constitucional, establece que: “El Estado garantiza el derecho al debido
proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin
dilaciones” (las negrillas son nuestras).
El principio de razonabilidad
A manera de introducción, téngase presente en primer lugar que, “la razón” como parte del
raciocinio humano, constituye la capacidad y la virtud de crear, establecer o descartar nuevos
conceptos que conduzcan a establecer ciertas conclusiones sobre un tema en particular, es la
facultad en virtud de la cual el ser humano es capaz de identificar conceptos, cuestionarlos, hallar
coherencia o contradicción entre ellos y así inducir o deducir otros distintos de los que ya conoce,
tomando como punto de partida conceptos o premisas predefinidas. Dicha actividad humana es la
que normalmente se conoce con el concepto que expresa el verbo “razonar”.
constituye en una herramienta que permite al ser humano usar la razón en torno al patrón: causa-
efecto-solución, y el empleo de dicho patrón permite descubrir las relaciones que existen entre
los elementos de una estructura que forman parte de un hecho o acontecimiento natural, social o
referente a la naturaleza humana, lo cual nos conduce al entendimiento y a la comprensión del
fenómeno estudiado.
Así, el momento en que los elementos que forman parte de una estructura, son plenamente
identificados y definidos, podemos encontrar valores, que son producto de la razón con el empleo
de la lógica; es así que nuestra Ley Fundamental, toma en cuenta la axiología como ciencia, que
en su aplicación está compuesta de varios y nuevos valores, desde cuyo punto de vista, el
Principio de Razonabilidad, se constituye en el indicador y/o parámetro que se encarga de
adecuar la conducta de la autoridad jurisdiccional a efectos de materializar los valores de
igualdad y justicia.
(…)
III.5.3.2. Los procesos interdictos y su diferencia con los procesos sumarios de conocimiento
proceso sumario, extremo que no resulta ser cierto, toda vez que existe una marcada diferencia
entre ambos procesos, así el Tribunal Constitucional en la SC 1654/2010-R de 25 de octubre, ha
emitido el siguiente entendimiento: “… a) El art. 478 del CPC, expresamente señala que: Los
procesos sumarios, siempre que no tuvieren un trámite especial y propio señalado en este
Código, se tramitarán de acuerdo a las normas del capítulo presente; es decir, que la misma
norma determina que sólo en caso de no existir un procedimiento formalmente establecido para
los procesos de conocimiento, será aplicable el establecido en el Libro Segundo 'De los procesos
de conocimiento', Título III, que resuelven las acciones reales, personales y mixtas sobre bienes
inmuebles, muebles, dinero y valores que por su cuantía este permitido. b) Por otro lado, al estar
dentro del Libro referido a los procesos de conocimiento su característica principal es la
contención entre las partes intervinientes, por cuanto buscan una declaración de derechos por
parte de la autoridad jurisdiccional; en ese sentido, se refirió la SC 0569/2004-R de 15 de abril,
aclarando que con relación a los procesos ordinarios, que al igual que los procesos sumarios
son procesos de conocimiento: '…el proceso de cognición o denominado también de
conocimiento hace referencia a la tramitación del juicio en el que se persigue obtener del juez o
tribunal una declaración de voluntad de la que se derivan consecuencias jurídicas a favor o en
contra de las partes litigantes. Se llama proceso de cognición como término de diferenciación
del proceso ejecutivo, en el cual de lo que se trata es de dar efectividad a la obligación contenida
en el título ejecutivo, en el juicio de conocimiento, se pretende llegar a la verdad sobre un acto
jurídico, determinar su validez o invalidez, su legalidad o ilegalidad, y así establecer los
derechos -u obligaciones- de las partes'”.
De donde se tiene que el Código de Procedimiento Civil, Libro Cuarto, Título II, Capítulo IV, en
sus arts. 607 a 614, establece un procedimiento propio dotado de celeridad para los procesos
interdictos, a contrario sensu resulta impertinente la aplicación de la normativa que regula los
procesos sumarios de conocimiento, cuya característica esencial al igual que los procesos
ordinarios de conocimiento, resulta ser la contradicción, extremo que no se presenta en los
procesos interdictos, los cuales conforme se ha desarrollado tienen un procedimiento propio y
especial en atención a los fines que persigue, cual es el de evitar medidas de hecho,
entendimiento adoptado por el Tribunal Constitucional en la SC 1654/2010-R.
III.5.3.3. Los nuevos postulados de la Ley Fundamental, que deben tenerse presente en la
problemática planteada -plazo para emitir sentencia en procesos interdictos-
refiere:”En efecto, las directrices axiológicas y principistas que sustentan la refundación del
Estado, se encuentran plasmadas en todo el desarrollo de la parte dogmática de la Constitución,
así, los valores tanto ético-morales como los preceptos axiológicos plasmados en los dos
parágrafos del art. 8 de la Constitución, consolidan esa ´construcción colectiva del Estado, de
hecho, el ´suma qamaña` (vivir bien), el ´ñandereko` (vida armoniosa), 'teko kavi' (vida buena),
son axiomas, que mas allá de su trascendencia ético-moral, plasman una visión cuyos horizontes
no se reducen a una concepción individualista aislada de una 'construcción colectiva de Estado'.
Asimismo, en este marco de ideas, los valores de igualdad, inclusión, dignidad, solidaridad,
armonía, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidades sociales y justicia social, destinados
todos ellos a ´vivir bien´, plasman también una visión encausada a esa tan mentada
'construcción colectiva del Estado', aspectos que además consolidan la vigencia de tres fines
plasmados en los parágrafos primero y segundo del art. 9 de la Constitución: la construcción de
una sociedad justa, armoniosa, sin discriminación; así como el bienestar, protección e igual
dignidad de las personas”.
III.5.4. Conclusiones
De los ejes temáticos, desarrollados y analizados a la luz de la Constitución Política del Estado,
la norma adjetiva civil y la jurisprudencia sentada por este Tribunal, se advierte lo siguiente:
i) Los principios generales del derecho, y en particular los abordados en el presente fallo,
constituyen directrices que regulan la actividad jurisdiccional, siendo obligatorio su
cumplimiento a tiempo de conocer y resolver un determinado asunto; así el primer principio -
celeridad- en la solución de casos y el cumplimiento de plazos procesales, sin alegar cuestiones
de otra índole, representan la pronta y rápida aplicación de la ley al caso concreto, siendo ese el
resultado que la sociedad exige a la administración de justicia; lo que da lugar a la configuración
del segundo principio -razonabilidad-, pues a la función de impartir justicia de manera pronta, la
debe caracterizar la aplicación correcta y eficaz de los derechos fundamentales, conforme el art.
109.I de la CPE. Pues no se puede concebir una inadecuada aplicación de derechos; de donde se
tiene que, la armonía y el cumplimiento de los dos primeros predeterminan el cumplimiento del
tercer principio -seguridad jurídica-, pues la pronta y eficaz aplicación del derecho representa el
orden y la seguridad que debe caracterizar a un Estado de Derecho.
ii) Conforme se ha determinado en el presente fallo, los procesos interdictos de posesión están
dotados de un procedimiento propio, diferente al de los procesos sumarios, por tanto no se puede
aplicar el procedimiento de los procesos sumarios a los procesos interdictos; empero por lógica
jurídica, sí se puede aplicar la normativa general contenida en la ley adjetiva, particularmente la
establecida en el Libro I, Título IV, aplicables a los procesos civiles.
iii) Así, relacionando los criterios analizados, con la naturaleza jurídica de los procesos
interdictos, el plazo para emitir sentencia, debe responder a los nuevos postulados que predica la
Ley Fundamental de los bolivianos, siendo uno de ellos el “vivir bien”, pues una persona y
particularmente la que interviene en un proceso, vive bien cuando sus derechos son respetados y
correctamente aplicados dentro de los plazos previstos por ley.
iv) Finalmente, atendiendo a la naturaleza especial de los procesos interdictos, el plazo para
emitir sentencia debe responder a dicha característica, sin que el mismo represente la
inobservancia de normas que regulan el pronunciamiento de los fallos, así este Tribunal
Constitucional Plurinacional establece que al ser un proceso especial, es de aplicación el art.
204.I. inc. 2) del CPC, que prevé un plazo de veinte días, contados según el parágrafo II de
la misma norma adjetiva, desde que el expediente hubiera ingresado en despacho para
resolución, siendo un lapso de tiempo razonable, prudente y moderado que tiene el juez
para fundar su decisión sobre los estados de hecho que tienen las personas sobre los bienes;
De la revisión y análisis del caso y conforme a los antecedentes, se tiene que el accionante
instauró un proceso interdicto de recobrar la posesión contra Julio César Rojas Mendieta,
obteniendo una sentencia favorable; empero, ésta fue anulada por el Juez Primero de Partido en
lo Civil y Comercial mediante Auto de Vista 41/08 de 8 de diciembre de 2008, y habiendo
interpuesto acción de amparo constitucional, se concedió la tutela y ordenó se deje sin efecto el
referido Auto de Vista y se pronuncie nueva Resolución; sin embargo, el accionante recusó a
dicha autoridad, quien allanándose a la misma remitió el proceso al Juez Segundo de la misma
materia, autoridad que pronunció el Auto de Vista de 7 de mayo de 2009, que determinó que el
fallo de primera instancia, fue pronunciado con pérdida de competencia, por tanto resolvió anular
obrados y en cumplimiento del art. 208 del CPC, dispuso la remisión del expediente al siguiente
en número; devolviéndose obrados al juzgado de origen -Décimo Tercero de Instrucción en lo
Civil-, autoridad que acatando el Auto de Vista, remitió el expediente al Juzgado Décimo Quinto
de Instrucción en lo Civil, al encontrarse el Juzgado Décimo Cuarto de la materia, en acefalía.
Finalmente, resulta necesario referirse al Código de Procedimiento Civil, Libro Cuarto, Título II,
Capítulo IV, arts. 607 a 614, que si bien regula el procedimiento para la sustanciación de los
procesos interdictos; empero, no establece plazo para que se dicte sentencia; con excepción del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1232
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
interdicto de obra nueva perjudicial o de daño temido, que señala “vencido el plazo probatorio
(…) el juez sin más trámite dictará sentencia…”; ante este vacío legal y tomando en cuenta la
naturaleza jurídica especial de los procesos interdictos, cuya característica esencial es la de estar
dotado de plazos breves, y conforme lo desarrollado en el apartado III.5.4 del presente fallo
constitucional, se ha establecido un plazo de veinte días calendario, siendo de aplicación el
art. 204.I. inc. 2) del CPC, contados según el parágrafo II de la misma norma adjetiva,
desde que el expediente hubiera ingresado en despacho para resolución, para que la
autoridad judicial que a su turno conozca de un proceso interdicto dicte sentencia.
Así, realizando un análisis de los actuados, con relación a lo desarrollado en todo el Fundamento
Jurídico III.5.4 se tiene lo siguiente: a) El Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial,
pronunció el Auto de Vista de 7 de mayo de 2009, anulando obrados, y ordenó el
pronunciamiento de una nueva Resolución por el juez siguiente en número, remitiendo
antecedentes al Juez Décimo Tercero de Instrucción en lo Civil, el 4 de junio de 2009; b) El Juez
Décimo Tercero de Instrucción en lo Civil, el 9 de junio de 2009, radicó la causa y el 23 de ese
mismo mes y año, en cumplimiento del Auto de Vista ordenó la remisión del expediente al Juez
Décimo Quinto de Instrucción en lo Civil; c) El Juez Décimo Quinto de Instrucción en lo Civil,
radicó la causa el 4 de julio de 2009, y el 16 del mismo mes y año, emitió la providencia “pase a
despacho para resolución”; y, d) La precitada autoridad emitió nueva Resolución dentro del
proceso interdicto el 7 de agosto de 2009.
De la relación previa, se tiene que el Juez Decimo Quinto de Instrucción en lo Civil, si bien no
emitió el fallo dentro de los veinte días, sin embargo, al ser autoridad suplente, ha enmarcado su
decisión dentro de los parámetros que regulan a los procesos interdictos.
Respecto del principio de celeridad, que también es alegado como vulnerado por el accionante,
señalar que la acción de amparo constitucional, no tutela principios; empero el art. 178.I de la
CPE, establece que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en
los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad,
celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico,…”, de donde se tiene que la función de impartir
justicia se encuentra regida por estos principios. En concordancia con esta disposición, el art.
115.II de la CPE, establece que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y
a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”. De donde se
tiene que la administración de justicia, no puede desplegar otro accionar que el que no sea una
actitud encaminada a brindar una justicia, rápida y eficaz, tanto en la tramitación como en la toma
de las decisiones jurisdiccionales (las negrillas son nuestras).
Es deber de los tribunales y jueces en general, y sobre todo de las autoridades que a su turno
conocen las diferentes acciones de defensa, fundamentar y motivar sus decisiones, con base a los
antecedentes que son puestos a su conocimiento, en virtud a lo previsto por el art. 115.II de la
CPE, que garantiza el derecho al debido proceso, que a su vez ha sido desarrollado por el
Tribunal Constitucional, en la SC 0871/2010-R, que entre otras define al debido proceso, a citar:
“(…) Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas
las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal
que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales” (las negrillas son nuestras).
por el 'Juez a quo' al determinar la nulidad de obrados, que no se establece el cómputo de los
plazos a los efectos de determinar si actuó con competencia o sin competencia el juez al resolver
el presente caso…” (sic), sin establecer si dicho argumento constituye el nexo entre la pretensión
del accionante y el otorgamiento de tutela, sumado al hecho de no haber realizado una revisión de
antecedentes, pues conforme se anotó en el apartado de las Conclusiones II.4, el Juez a quo, sí
emitió la providencia extrañada por el Tribunal de garantías, asimismo, se advierte que confunde
la actuación del juez a quo con el juez ad quem.
Del mismo modo, llama la atención la forma en que procedió la autoridad jurisdiccional que
conoció el proceso en primera instancia -Juez Décimo Tercero de Instrucción en lo Civil-, pues
tras ser declarado incompetente y ordenarse la remisión del expediente al juez siguiente en
número, debió limitarse a cumplir dicha orden, sin reparar si el siguiente se encontraba en
acefalía o no, y no remitir de forma directa al Juez Décimo Quinto de Instrucción en lo Civil,
extremo que ha causado confusión en el desarrollo del proceso.
Finalmente, se observa un marcado incumplimiento del art. 3.1 del CPC, por parte del Juez
Décimo Quinto de Instrucción en lo Civil, al disponer qué obrados pasaran a despacho para
resolución en dos oportunidades, debido a que el expediente se hubiera traspapelado,
pretendiendo subsanar con nota de funcionario sub-alterno, sin observar procedimiento, pues
correspondía la aplicación del art. 189 del CPC, mutando la primera providencia, en resguardo
del debido proceso, por cuyo fundamento se hace necesaria la amonestación a las autoridades
citadas.
POR TANTO
2º Se llama la atención a los Jueces Décimo Tercero y Décimo Quinto de Instrucción en lo Civil,
por la forma en que a su turno intervinieron en el desarrollo del proceso; en igual forma, se llama
la atención al Juez Segundo de Partido en lo Civil, así como al Tribunal de garantías -conforme
lo expuesto en el Fundamento Jurídico III.7, todos de la Corte Superior del Distrito Judicial -
ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1234
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
3º Se dispone que por Secretaría General del Tribunal Constitucional Plurinacional, se proceda a
difundir el presente fallo, en los diferentes Tribunales Departamentales de Justicia.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 19 de abril de 2010, cursante de fs. 558 vta. a 559 vta. de obrados,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Lilian Loayza
Montaño por sí misma y en representación de Moyra Viviana Herrera Suárez, Raquel
Martínez Rodríguez, Modesta Ortiz Vital de Mansilla, Sandra Soledad Céspedes Galarza,
Gladis Martínez Rodríguez, Hermógenes Carrasco Choque, Jimmy Albert Andrade
Robles, Jorge Herrera Uriona; Dalcy Claros Carrasco, Erika Peña Escobar, Ema Carrasco
de Medrano, Yaquelín Cuéllar Carrasco, María Magdalena Aguilar Vidaurre, Edith Ávila
de Carrillo, Juana Valderrama Roque, Marilú Arancibia Zambrana, Ruth Solar Torres,
Sandra Wilma Mamani Yucra, Leidy Claudia Ruiz Verazaín, Verónica Montaño Merubia,
María Lili Ozinaga Cuéllar, Delia Choqueticlla Mamani de Fernández, Leona Bustamante
Vargas, Fausto Carlos Villarpando, Fabiola Galvis Calderón, Roxana Trujillo Paniagua,
Graciela Carrasco Bonilla, Juan Carlos Villazón Luján, Ángela Herbas Céspedes de
Fernández, Margarita Merubia Cuchallo, Carlos Luís Caballero Fernández, Francisca
Medina Montenegro, Dora Peredo Tribeño, Lidia Castellón Quiñones, Bethy Valverde
Bonilla, Teresa Bobarín Cerrudo, Mario Fernández Villegas, Viviana Pérez Álvarez,
Justina Cuéllar Ávila, Noemí Osinaga Gonzáles y Mirtha Peña Galvis contra Martha
Ricaldez Pérez, Alcaldesa del Gobierno Municipal de “El Torno” del departamento de
Santa Cruz.
Por memorial presentado el 8 de abril de 2010, cursante de fs. 145 a 149 vta., la accionante, por
si y por sus representados, refirió que:
Son trabajadores que prestan “servicios de Salud” de forma continua en el Hospital Municipal de
“El Torno”; sin embargo, afirma que ese municipio vulneró sus derechos laborales, al negarse a
pagar lo siguiente: a) Aguinaldos de las gestiones 2008, 2009; b) El pago retroactivo del 14% del
incremento salarial al haber básico dispuesto para el sector Salud por el Decreto Supremo (DS)
0013 de “25/02/2009” (sic) -siendo lo correcto 19 de febrero de 2009- , c) Pago de sueldos
devengados de febrero y marzo de 2010, d) Goce de vacaciones, e) Bono municipal, f) El pago
de aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs), pese a que los mismos vienen
cumpliendo sus funciones con honradez y eficiencia, frente a lo cual no reciben una justa
remuneración e incluso no cuentan con seguro de salud, señalando al respecto que: “…en una
actitud por demás injusta e ilegal la H. Alcaldía Municipal de 'El Torno' ha retenido el pago de
nuestros salarios y aguinaldos, pretendiendo obligarnos a firmar nuevos contratos y con ello
hacer renunciar nuestros derechos adquiridos” (sic).
Es así que, consideran vulneradas las conquistas sociales y derechos laborales a los que todo
trabajador tiene derecho a reclamarlos por hallarse reconocidos en la Constitución Política del
Estado, por lo que en defensa de sus derechos realizaron los siguientes actos: 1) Acudieron
directamente y por varias veces ante la misma Alcaldía del municipio de “El Torno” y sus
reclamos fueron rechazados; y, 2) Posteriormente, acudieron en reiteradas oportunidades también
ante el entonces Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, instancia ministerial que conminó a la
autoridad municipal ahora demandada, para que en respeto de nuestros derechos cumpla con las
obligaciones laborales antes mencionadas; sin embargo, las autoridades municipales de la
Alcaldía de “El Torno”, rechazaron la intervención del Ministerio mencionado, indicando que los
ahora accionantes, son funcionarios municipales y que la Ley General del Trabajo no se aplica a
los gobiernos municipales.
La accionante por si y sus representados estima como lesionados sus derechos al trabajo, a
percibir una justa remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, a la vacación y a la
seguridad social; consagrados en los arts. 46, 47 y 48 de la Constitución Política del Estado.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 16 de abril de 2010, según consta en acta cursante de fs. 551 a
559 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante, mediante sus abogados, ratificó el tenor de la demanda y aclaró, señalando
que la Alcaldía Municipal de “El Torno” vulneró sus derechos a una justa remuneración, al pago
de un salario justo, equitativo y satisfactorio; y, a un trato digno, derechos que se encuentran
establecidos en los arts. 46, 47 y 48 de la CPE, solicitando por lo expuesto y de acuerdo al art.
128 del mismo cuerpo legal, y 94 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), se conceda la
acción de amparo constitucional, pues la autoridad demandada, incurrió en abuso de autoridad
negándoles la cancelación de sus sueldos de febrero y marzo de 2010, exigiéndoles como
condición que firmen nuevos contratos por el lapso de cinco meses. Al respecto, señala que
previamente acudieron ante la Dirección Departamental del Trabajo de Santa Cruz, la cual exigió
a la autoridad ahora demandada la liquidación inmediata de los salarios debidos; sin embargo, el
Gobierno Municipal de “El Torno” se resiste ilegalmente a cumplir con el pago de sueldos
indicados, por lo que ahora se acude a esta acción tutelar por ser la vía inmediata para proteger
los derechos conculcados.
La autoridad demandada no presentó informe escrito; sin embargo, mediante sus abogados, en
audiencia adjuntó copias de planillas de sueldos, contratos y planillas de asistencia del mes de
marzo de 2010, señalando lo siguiente: i) La parte accionante, ante un problema o situación
laboral, de acuerdo al art 152 de la Ley de Organización Judicial abrogada (LOJ abrg), debieron
acudir, conforme a procedimiento laboral, ante los Jueces de Trabajo y Seguridad Social, que son
los competentes para resolver asuntos laborales, por lo que no agotaron la vía correspondiente y
plantearon la presente acción tutelar ante la jurisdicción constitucional que no puede definir
derechos ni beneficios sociales, pues eso corresponde a la justicia ordinaria; ii) Los municipios
son entes regulados por la Ley de Municipalidades, misma que en su art. 3.III señala que la
municipalidad es un ente autónomo de derecho público, con personalidad jurídica, patrimonio
propio, que representa institucionalmente al municipio y forma parte del Estado, por lo que los
asuntos o problemas que le atañen deben ser resueltos dentro del marco y derecho administrativo
que corresponde a este tipo de entes, y se halla regulado por la Ley de Municipalidades, Ley de
Procedimiento Administrativo y el Estatuto del Funcionario Público.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 19 de
abril de 2010, cursante de fs. 558 vta. a 559 vta., concediendo la tutela solicitada en la acción de
amparo constitucional planteada en sus seis puntos objeto de la acción, con los siguientes
fundamentos: a) Los trabajadores realizaron varias gestiones para que la Alcaldía Municipal de
“El Torno” realice el pago de los sueldos, aguinaldos devengados y otras peticiones que negó
atender la entidad municipal; b) Todo trabajador tiene derecho a percibir una remuneración justa
y oportuna por el trabajo realizado; c) Los trabajadores del Hospital Municipal de “El Torno”
acreditaron que prestan servicios a la Alcaldía de esa localidad y aunque fueran empleados
públicos tienen derecho al pago de sueldos, al aumento salarial reconocido a los trabajadores del
sector salud, al aguinaldo, vacaciones, bonos y el respectivo aporte porcentual a la
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Los trabajadores de salud del Hospital “El Torno” mediante sus representantes sindicales
acudieron primero ante la Alcaldesa Municipal de de la mencionada localidad y también ante la
Dirección Departamental de Trabajo de Santa Cruz, para solicitar y denunciar respectivamente
sobre el cumplimiento de las siguientes obligaciones laborales:
Todo esto mediante varias notas que cursan a fs. 17, 23, 30, 34, 40, 41 a 43, 46 y 47.
II.3. Cursa de fs. 72 a 73 la nota GMT/OF 0168/08, de 15 de diciembre de 2009 emitida por el
Alcalde Municipal de El Torno, Eduardo Ayala Padilla, misma que fue recibida el 16 de
diciembre de 2008, en la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, por la cual se indica
que no se puede cancelar el aguinaldo de la gestión 2008 a los funcionarios de la localidad
mencionada porque la anterior gestión municipal dejó muchas deudas que ocasionaron el
congelamiento de sus cuentas fiscales del Banco Unión.
II.5. El 17 de diciembre de 2009, los trabajadores del Hospital “El Torno” de manera escrita
nuevamente se dirigieron ante la Dirección Departamental de Trabajo, Higiene y Seguridad
Ocupacional, para informar que desde esa fecha ingresarían a una huelga de hambre como
protesta ante el incumplimiento de las demandas salariales y otros (fs. 24); el 18 de diciembre se
dirigieron ante la autoridad correspondiente de la alcaldía para reclamar el pago del aguinaldo
correspondiente a la gestión 2009 (fs. 22); el 30 de diciembre de 2009, los trabajadores por medio
el Sindicato de Trabajadores Municipales, nuevamente se dirigieron a la mencionada Dirección,
denunciando el incumplimiento del pago de los aguinaldos de la gestión mencionada, señalando
además, que a partir de 4 de enero de 2010, ingresarían en paro de brazos caídos de forma
indefinida (fs. 29).
II.6. Ante las denuncias contra la Alcaldía Municipal, el Jefe Departamental de Trabajo, de Santa
Cruz, citó a Juan Montaño Peña representante del Gobierno Municipal de “El Torno”, a la
audiencia señalada para el 29 de diciembre de 2009, en dependencias de esa jefatura a objeto de
esclarecer las denuncias formuladas por el Sindicato referido (fs. 29).
II.9. La mencionada denuncia por infracciones a las leyes sociales se radicó en el Juzgado
Tercero del Trabajo y Seguridad Social del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, mediante auto de admisión de 11 de marzo de 2010. (fs. 138).
II.10. De fs. 415 a 507 cursan contratos de consultoría de línea suscritos del 1 de marzo al 15 de
abril de 2010, entre la “H. ALCALDESA MUNICIPAL EL TORNO” Martha Ricaldez Pérez y
los ahora representados de la accionante Raquel Martínez Rodríguez, Hermógenes Carrasco
Choque, Jimmy Albert Andrade Robles, Dalcy Claros Carrasco, Leidy Claudia Ruiz Verazain,
Leona Bustamante Vargas, Francisca Medina Montenegro, Bethy Valverde Bonilla, Justina
Cuéllar Ávila y Mirtha Peña Galvis. Dichos contratos en su cláusula sexta se rigen de acuerdo a
los arts. 6 de la Ley 2027 de 27 de octubre de 1998, y 60 del DS 26115 de 16 de marzo de 2001,
además de las normas básicas de administración de bienes y servicios, donde se señala que el
empleador no está obligado al pago de beneficios sociales, aguinaldos ni otra clase de
obligaciones adicionales, como seguros a corto y largo plazo, vacaciones, subsidios, etc.
Los accionantes denuncian la vulneración de sus derechos al trabajo, a percibir una justa
remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, a la vacación, y derecho a la Seguridad
Social, toda vez que, la autoridad demandada no procedió a cancelarles sus aguinaldos de las
gestiones 2008 y 2009, ni al pago de sueldos correspondientes a los meses de febrero y marzo de
2010, ni el incremento salarial del 14% aprobado por DS 0013, pagos de los aportes a las AFPs,
bonos y vacaciones, por el trabajo que desempeñaron en el Hospital “El Torno”, pese a que la
Dirección Departamental de Trabajo en reiteradas oportunidades instruyó a la alcaldía de El
Torno el pago y cumplimiento de estas obligaciones laborales. En consecuencia, en revisión
corresponde verificar, si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.
A su vez, el art. 129 establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá
por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la
autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II. La Acción de Amparo
Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la
comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial”.
Sobre el particular, la naturaleza subsidiaria del amparo constitucional ha sido desarrollada por
la abundante jurisprudencia de este Tribunal, que establece: '...el recurrente debe utilizar cuanto
recurso le franquee la ley, sea ante la autoridad o persona que lesionó su derecho o ante la
instancia superior a la misma en caso que se trate de autoridad y, en el caso de particulares,
acudir ante la autoridad que conforme a la naturaleza del acto ilegal u omisión indebida le
pueda otorgar protección inmediata', así las SSCC 1277/2003-R; 0770/2003-R, 0635/2003-R,
0445/2003-R, 0492/2003-R, 0703/2004-R, entre otras.
Finalmente conviene recordar que además de inferirse la naturaleza subsidiaria del amparo,
también se concluye que este recurso no es un medio paralelo o alternativo de protección de
derechos, en ese sentido la SC 1503/2004-R de 21 de septiembre, señaló que: '…el Tribunal
Constitucional ha establecido que la jurisdicción constitucional no puede operar como un
mecanismo de protección paralelo a los medios de defensa judicial o administrativos que la Ley
dispensa a los ciudadanos dentro de los procesos judiciales; en este contexto, el art. 19.IV de la
CPE establece que se: '.... concederá el amparo siempre que no hubiere otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados...', formulación general que se precisó en el art. 96.3 de la LTC que dispone: 'El
Recurso de Amparo no procederá contra las resoluciones judiciales que por cualquier otro
recurso puedan ser modificadas o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de
dicho recurso'. De donde se desprende que la acción de amparo constitucional es un instrumento
subsidiario y supletorio en la protección de los derechos fundamentales, subsidiario porque no
es posible utilizarlo si es que previamente no se agotaron las vías ordinarias de defensa y
supletorio porque viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria, salvo que la
restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio
irremediable e irreparable.”
demandada, como Alcalde de esa localidad, vulneró sus derechos al trabajo, a percibir una justa
remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, a la vacación y a la seguridad social, al no
haber procedido a cancelarles sus aguinaldos de las gestiones 2008 y 2009, ni sus sueldos
correspondientes a los meses de febrero y marzo de 2010, como así tampoco el incremento
salarial del 14% aprobado por DS 0013, ni haber cumplido con los pagos de los aportes a las
AFPs, bonos y vacaciones por el trabajo que cumplieron dentro del Hospital mencionado. Por
ende, a tiempo de plantear la presente acción de amparo constitucional, la parte accionante
solicitó que se le conceda la tutela, y, en consecuencia se ordene el pago de: 1) Sueldos
devengados de febrero y marzo de 2010; 2) Retroactivo del 14% del incremento salarial al haber
básico dispuesto para el sector salud por el DS 0013 de 25 de febrero de 2009; 3) Aguinaldos
pago doble de navidad de las gestiones 2008 y 2009; 4) Goce de vacaciones; 5) Bono Municipal;
y, 6) Aportes a la AFPs.
Realizado el estudio de los actuados del caso, se evidencia que la parte accionante, mediante sus
representantes sindicales, además de haber solicitado lo demandado en reiteradas oportunidades
ante la autoridad máxima del municipio de “El Torno”, al no haber logrado la atención a sus
pedidos, también acudieron ante la Dirección Departamental del Trabajo de Santa Cruz para
denunciar a la autoridad máxima de la Alcaldía de ese municipio por el incumplimiento del pago
de aguinaldos que se les debe por las gestiónes 2008 y 2009, de cuyo efecto, la Dirección
mencionada emitió respectivamente los memorándums 97/2008 de 23 de diciembre, y 057/09 de
21 de diciembre de 2009, por los cuales en su momento instruyó y conminó a dicha Alcaldía el
cumplimiento del pago de los aguinaldos devengados de esas gestiones, ante lo referido la
entidad demandada negó cancelar los mencionados aguinaldos, argumentando que su cuenta
fiscal del Banco Unión se hallaba congelada.
De la misma forma, los trabajadores de salud del Hospital “El Torno” también reclamaron con
anterioridad, entre otros, sobre el cumplimiento de pago de sueldos devengados de febrero y
marzo de 2010, aumento salarial de sueldos del 14 % dispuesto por DS 0013 de “25 de febrero de
2009” (sic) - siendo lo correcto 19 de febrero de 2009 -, pago de bono municipal, pago de aportes
a las AFPs, pago de vacaciones y afiliación al seguro de salud.
Es así que, como efecto de las múltiples denuncias de los trabajadores de esa entidad, la Jefatura
Departamental de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Santa Cruz dispuso la realización de
una inspección laboral a las instalaciones de la Alcaldía de “El Torno”, de cuyo resultado se
emitió por funcionarios de dicha Dirección el informe de 23 de marzo de 2009, donde se
estableció once infracciones a normas laborales por parte de esa Alcaldía, definiéndose la
aplicación de una multa de Bs88 000.-.
Lo expuesto permite establecer, con relación a los derechos laborales que se denuncia como
conculcados por la parte accionante, que a tiempo de plantear la presente acción de amparo
constitucional, se hallaba en trámite el proceso laboral por denuncia de infracciones a las leyes
sociales antes referidos, que emergió como resultado de las acusaciones realizadas por los
mismos, trabajadores ante esa Jefatura Departamental del Trabajo, proceso que como consta en
obrados ha sido radicado ante el Juzgado Tercero del Trabajo y Seguridad Social del Distrito
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1242
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz, cuyo resultado al presente es desconocido por este
Tribunal, pues en obrados sólo cursa antecedentes de ese proceso hasta su auto de admisión de 11
de marzo de 2010, como se menciona en la conclusión II.9 de la presente Sentencia.
De ahí que al haberse iniciado el proceso judicial laboral antes indicado, emergente de las
mismas denuncias que ahora son objeto de la presente acción de amparo constitucional,
correspondía a la parte accionante estar a las resultas del proceso citado y acudir ante esa
jurisdicción laboral, para reclamar al titular de la Alcaldía de “El Torno” y demostrar las
obligaciones laborales que tiene pendiente de cumplimiento ese ente municipal con cada uno de
los ahora accionantes; más aún, cuando conforme a la conclusión II.10, sólo cursan en obrados
contratos de consultoría individual de línea de diez de los representados de la accionante y, no se
tiene plenamente demostrada la situación de derechos constituidos y dependencia laboral de los
demás. En consecuencia, y en aplicación del principio de subsidiariedad establecido en el
fundamento jurídico III.2 de la presente Sentencia, no es posible conceder la tutela solicitada por
los accionantes, toda vez que los mismos plantearon su acción de amparo constitucional sin haber
esperado a que culmine el proceso judicial que se inició como efecto de sus propias denuncias,
deduciéndose que los ahora accionantes no agotaron la vía ordinaria que utilizaron.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías al conceder la acción de amparo constitucional, no
efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes.
POR TANTO
1° REVOCAR la Resolución de 19 de abril de 2010, cursante de fs. 558 vta. a 559 vta. de
obrados, dictada por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela
solicitada.
2° Al amparo del art. 48.4 de la LTC, debido al tiempo transcurrido desde la interposición de la
acción tutelar hasta la presente revisión, se dimensionan los efectos de esta Sentencia, dejando
subsistentes los actos cumplidos como resultado de la concesión de tutela dispuesta por el
Tribunal de garantías
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 004/2010 de 15 de abril, cursante de fs. 150 a 156 vta., dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesto por Lisbeth Giovanna Tordoya Uribe contra
Ernesto Víctor Zaconeta Quintana, Gerente; y, Daniel Villafuerte Velásquez,
Administrador, ambos de la Aduana Nacional de Bolivia Interior Oruro, y, Richard
Pacheco Alvarado, Víctor Hugo Aliaga Gonzáles y Henry Chávez Chávez, funcionarios del
Control Operativo de la Aduana (COA), todos de Oruro.
Alega que el 19 de febrero de 2010, el vehículo de su propiedad junto a otros tres camiones
fueron contratados por la empresa “Feros SRL”, para realizar el traslado de carga consistente en
ciento ocho toneladas de sorgo con destino a la ciudad de Arica de la República de Chile,
correspondiéndole a su camión veintisiete toneladas; por este motivo se le entrega la siguiente
documentación: “Factura Comercial de Exportación Nº 15, lista de Empaque, DUI C2680,
Fotocopia Certificado de Origen SCZ 08985, Certificado Fitosanitario de Exportación Nº
132277, informe de Determinación de Micotoxinas, Carta Porte Internacional Nº 011/2010”
(sic).
Refiere además que, por situaciones ajenas a su voluntad, el camión se retrasó en salir hasta el 9
de marzo; previamente el conductor verificó si los otros camiones que transportaban el resto de la
carga habían pasado por el control aduanero de Tambo Quemado, informándole que el 5 y 7 de
ese mes y año pasaron sin problemas; es así que, el 10 de ese mes y año, Rolando Urquidi
Hinojosa -conductor-, luego de atravesar territorio aduanero desde Cochabamba hasta Tambo
Quemado, presentó en el recinto aduanero, la documentación respectiva, referida a la exportación
de mercancía, informándole que no podían autorizar la salida de su camión, en cumplimiento al
Decreto Supremo (DS) 0435 de 24 de febrero del 2010, que prohíbe la exportación de sorgo, por
lo que debía devolver la carga. Cuando se encontraba de regreso, en inmediaciones de Tambo
Quemado fue interceptado por Richard Pacheco Alvarado, Víctor Hugo Aliaga Gonzáles y Henry
Chávez Chávez -funcionarios del COA-, quienes decomisaron la mercancía y el camión,
conduciéndolo primero al recinto aduanero de esa localidad, para posteriormente trasladarlo a
oficinas de la Aduana Interior de Oruro; sin darles explicación alguna, les entregaron el acta de
comiso 000190, reteniendo la documentación de la carga.
Al respecto se realizaron constantes reclamos para la devolución del camión, pero todo fue inútil;
desde el comiso, las autoridades aduaneras los mantuvieron en una total incertidumbre, sin dar
apertura de proceso, ni tampoco informar al respecto; ante su silencio, el 19 de marzo de 2010, le
comunicaron que los documentos relativos al comiso de su camión y la mercancía se encontraban
bajo la jurisdicción de la mencionada institución, motivo por el cual presentó memorial ante la
Gerencia de la Aduana Interior Oruro, solicitando la devolución de su vehículo, pedido que no
fue atendido hasta la fecha, vulnerándose su derecho a la petición, previsto en el art. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE), así como sus derechos establecidos en los arts. 2, 5, 6 y
68 del Código Tributario Boliviano (CTB).
Las referidas autoridades tenían cuarenta y ocho horas para remitir a la autoridad jurisdiccional
competente, todos los actuados del comiso del camión y la mercancía, de acuerdo al art. 187
párrafo segundo del CTB, no habiendo realizado ninguna gestión al respecto.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga: a) La devolución inmediata del camión marca Volvo,
color azul combinado, modelo 1993, clase tracto camión, con placa de circulación 1796-YKA,
chasis 4V1WDBL9PN655033; b) Se disponga la anotación preventiva del vehículo y la entrega
en calidad de depósito judicial; c) Que el Gerente y Administrador de la Aduana Interior Oruro; y
los funcionarios del COA, señalen cuáles fueron los motivos del comiso y el estado del proceso;
y, c) Le franqueen fotocopias legalizadas de todos los actuados del presente caso.
Celebrada la audiencia pública el 15 de abril de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
144 a 149 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Ernesto Víctor Zaconeta Quintana, Gerente de la Aduana Interior Oruro -ahora codemandado-,
por intermedio de su abogados, presentó informe escrito, cursante de fs. 54 a 59, en el que
manifiesta: i) El 10 de marzo de 2010, en Tambo Quemado, funcionarios del COA, en un control
rutinario de inspección de mercancía y vehículos indocumentados, interceptaron un camión
marca Volvo, conducido por Roberto Urquidi Hinojosa, identificando que se trataba de sorgo en
una cantidad de veintisiete toneladas, cuyo destino era la República de Chile; y, como la
exportación de mercancías estaba suspendida de acuerdo al DS 0435, procedieron a su comiso;
cuando se intervino el camión, el conductor solo presentó fotocopias simples, de una Declaración
Única de Exportación (DUE) 2680 de 23 de febrero de 2010 y otros documentos afines a la
mercancía, mismos que se encuentran en el cuaderno del proceso administrativo que lleva
adelante la Administración de la Aduana Interior Oruro; ii) Dentro el operativo denominado
“Sorgo”, se procedió a la elaboración de actas de intervención, comiso, valoración y entrega de la
mercancía al recinto aduanero, habiéndose notificado en secretaria con el acta de intervención al
conductor y a los presuntos interesados, para que en el término de tres días, presenten sus
descargos, situación que no ocurrió; iii) El 19 y 29 de marzo de 2010, la ahora accionante solicitó
la devolución de su vehículo y la mercancía que transportaba, presentando al efecto una factura
comercial, certificado fitosanitario y de origen, documentación que era de data anterior al DS
0435, que prohíbe la exportación de maíz y sorgo; iv) El informe de la Supervisora de Remates
de la Gerencia de la Aduana Interior Oruro, señala que la mercancía incautada no presentaba
ninguna documentación de descargo para su consideración y análisis técnico; además, que en el
cuaderno administrativo, se evidencia que la hoy accionante solo pidió la devolución del
vehículo, adjuntando el Registro Único Automotor (RUA) y otros documentos relacionados al
mismo; v) La misma afirma que la documentación de la DUE, -en la cual sustenta su
exportación- estaba inscrita, pero para que sea considerada legal, tiene que ser aprobada por el
Sistema de la Aduana Nacional de Bolivia, es por esta razón que quisieron validarla recién el 10
de ese mes y año antes señalado; posterior al referido Decreto Supremo; vi) Se tipificó este ilícito
como contravención aduanera, motivo por el cual fue de conocimiento de la Administradora de
Aduanas Interior Oruro, como un proceso administrativo y conforme a procedimiento los actos
de notificación se lo realizan en secretaria, y como no presentaron ningún descargo, el 12 de abril
de ese año se emitió la Resolución Sancionatoria ORUOISSPCCR 177/2010, que declara
probada la comisión de contravención aduanera, disponiendo el comiso definitivo de la
mercancía; asimismo, la devolución del camión marca Volvo, previo el pago del 50% de la
mercadería comisada, en cumplimiento del art. 181.III del CTB, con esta Resolución también se
notificó a la propietaria del camión la misma fecha, la cual tenía un plazo de veinte días para
formular recurso de alzada, ante la Autoridad de Impugnación Tributaria (AIT); vii) Conforme
establece el art. 43.II del CTB, el proceso administrativo iniciado por la Administración de la
Aduana Interior Oruro, no concluyó, ya que dicho fallo aun no fue ejecutoriado, por lo que no
agotó la vía administrativa; y, viii) Existe jurisprudencia en relación a la falta de agotamiento en
la vía administrativa, por lo que resulta improcedente la acción de amparo constitucional.
No se hicieron presentes Richard Pacheco Alvarado, Víctor Aliaga Gonzáles y Henry Chávez
Chávez -codemandados- pese a su legal notificación.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, los Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito
Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de
garantías, pronunció la Resolución 004/2010 de 15 de abril, cursante de fs. 150 a 156 vta., por la
que se denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes argumentos: a) La administración de la
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunal de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Cursa acta de comiso 000196 de “horas 19:10 del día miércoles de 10 del año 2010” (sic)
del camión marca Volvo color azul, conducido por Rubén Urquidi Hinojosa, que transportaba
sorgo, cantidad y peso por determinar, con destino a la República de Chile y factura comercial de
exportación, lista de empaque, declaración de exportación, certificados de origen, fitosanitario de
exportación y determinación de micotoxinas (fs. 2 a 8).
II.2. Por RUA, resolución de inscripción del vehículo, póliza de importación y formulario de
registro vehicular, se evidencia que Lisbeth Giovanna Tordoya Uribe -hoy accionante-, es
propietaria del motorizado comisado (fs. 10 a 13).
II.4. Por circular 053/2010 de 25 de febrero, emitido por la Gerencia Jurídica de la Aduana
Nacional de Bolivia, se pone en conocimiento y difusión la suspensión de exportación de maíz y
sorgo, adjuntando el DS 0435 de 24 de febrero de 2010 (fs. 62 al 67).
II.5. Cuaderno del proceso administrativo, en el que consta informe técnico ORUOI SPCCR
378/10 de 12 de abril del 2010, emitido por Sandra Saravia Alanes, Técnica Aduanera, que en sus
conclusiones señala que se notificó a Rubén Urquidi Hinojosa -conductor-, con el acta de
intervención y demás documentación inherente al proceso administrativo, denominado
“SORGO” (fs. 71 al 142).
II.6. Informe ORUOI-SPCCR 378/10, que dentro sus conclusiones afirma que el valor de los
tributos omitidos no supera los UFV's 200 000.-, por lo que la acción incurrida por los
procesados se adecúa a la tipificación prevista en los arts. 160.4 del CTB y 32 del DS 0014,
tipificado como contrabando contravencional (131 a 135).
deficiencias de esa vía ordinaria. En consecuencia, para que los fundamentos de una demanda
de amparo constitucional puedan ser analizados en el fondo, la parte recurrente debe haber
utilizado hasta agotar todos los medios y recursos legales idóneos para la tutela de sus derechos
sea en la vía jurisdiccional o administrativa, pues donde se deben reparar los derechos y
garantías lesionados es en el mismo proceso, o en la instancia donde fueron vulnerados, esto es,
que en principio haya acudido ante la misma autoridad que incurrió en la presunta lesión y
luego a las superiores a ésta, y si a pesar de ello persiste la lesión porque los medios o recursos
utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la posibilidad de acudir al amparo constitucional,
el que no puede ser utilizado como un mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, pues
ello desnaturalizaría su esencia'.
Por consiguiente, se concluye que el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela, efectuó
una correcta compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación a la normativa
aplicable al caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial de 22 de marzo de 2010, cursante de fs. 16 a 21, se tiene conocimiento de los
siguientes argumentos:
A instancias de un proceso penal seguido contra el accionante por la Caja Nacional de Salud
(CNS), fue condenado como autor de los delitos de falsedad material, falsedad ideológica y uso
de instrumento falsificado, Resolución que fue impugnada por recurso de apelación restringida,
mereciendo un Auto de Vista confirmatorio, que a su vez dio lugar al recurso de casación
radicado en la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Suprema de Justicia, la cual a través del
Auto Supremo 259/2009 de 12 de marzo, resolvió declarar inadmisible la referida casación.
Dentro del mismo proceso, la coacusada Nelly Cruz Castro, interpuso “recurso” de amparo
constitucional, el mismo que al concederle la tutela, dispuso la anulación del citado Auto
Supremo, por no estar debidamente fundamentado.
Señala además, que el Auto Supremo 039, conformado por un solo considerando, dividido en
cuatro acápites, desarrolló: Primero, en cuatro líneas los antecedentes de cuando el Tribunal de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1250
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
amparo remitió los legajos de la causa; Segundo, la solicitud de extinción presentada, que al
tratarse de cuestión previa, debía resolverse antes de ingresar al fondo; Tercero, una
rememoración de las indicaciones técnicas que el Tribunal Constitucional sugiere aplicar a los
operadores de justicia en cuestiones similares; y, Cuarto, una relación escueta en la que se
exponen las conclusiones sin explicar razones, calificando el proceso como complejo por ser
varias personas involucradas, entre las cuales algunas fueron declaradas rebeldes, sin referir
quiénes ni cómo ello generó la mora procesal; igualmente, se mencionan varias suspensiones sin
referir en qué fase del proceso se dieron las mismas o si fueran atribuibles a su persona; y, por
último alegan que otra causa importante de la mora es la excesiva carga procesal de las Salas
Penales de la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de Justicia, de lo que se puede inferir que
aún admitiendo que la mora se debía a un hecho no atribuible a los procesados, sino como ellos
mismos lo indican, a las Salas Penales de la entonces Corte Suprema de Justicia, quebrantaron el
requisito de congruencia interior de su contenido, puesto que es sobre este pilar que deciden
declarar “no ha lugar” a su solicitud de extinción de la acción penal. Por otro lado, también
vulneraron otra garantía procesal, cual es la “seguridad jurídica”, ya que esperaba se le dé una
respuesta fundamentada que convenza y no imponga, frustrando su derecho a la certeza de la
resolución y por consiguiente, negándole la posibilidad de beneficiarse de la extinción de la
acción penal por mora procesal.
El accionante alega como lesionada la garantía constitucional del debido proceso en sus
vertientes del derecho a recibir una decisión fundamentada y a la congruencia de su contenido; y
de la “seguridad jurídica”, citando al efecto los arts. 9.2, 115.II., ambos de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 1 de abril del 2010, según consta en el acta cursante de fs. 90 a
93 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Mediante informe escrito cursante a fs. 62 y vta., los demandados señalaron que de un atento
análisis del Auto Supremo 039, se apreciaría que la Resolución estuvo adecuadamente
fundamentada, puesto que: a) Respecto a la complejidad del proceso y el número de imputados
no era necesario entrar en detalles, los acusadores eran la CNS y el Ministerio Público;
particulares, Max Vera Burgos, Juez, Gisela Martha Argandoña Rollano, Notaria; y los acusados,
Edgar Arandia, Antonio Arequipa Ibarra, Nelly Cruz Castro, Abad Enrique Requena Pedroso,
Juan Mario Sossa Rivera y Jaime Luis Burgos Rivera, siendo las posiciones opuestas entre ellos
las que causaron dilaciones; b) Con relación a las vacaciones judiciales colectivas, no era
indispensable mencionar pormenorizadamente las fechas de suspensión de labores, que
interrumpen términos durante veinticinco días calendario cada año; c) El punto referido a la
excesiva carga procesal, tiene relación con la forzosa demora de atención de causas en las Salas
Penales de la Corte Suprema de Justicia, razón por la cual no sería exigible una explicación
minuciosa; d) No existió violación al debido proceso puesto que quienes solicitaron la extinción
de la acción penal por vencimiento del plazo máximo de duración del proceso, no demostraron
que los funcionarios judiciales atentaron contra sus derechos y garantías o de algún modo su
derecho a la defensa; y, e) Las resoluciones judiciales deben ser escuetas; es decir, “exposición
sin adornos”, añadiendo que emitido el Auto que rechazó la pretensión del impetrante, se dictó
otro que declaró inadmisible el recurso de casación que éste y otros imputados interpusieron
contra el Auto de Vista que emitió el Tribunal de alzada, por lo que, solicitan se dicte resolución
que declare “improcedente” la demanda planteada.
Por memorial de fs. 88 a 89 vta., Max Pastor Mamani Callisaya en representación de César Ayala
Gonzáles, Gerente General de la CNS señaló: 1) Se hace notar que el accionante interpuso acción
de amparo con el mismo fundamento de la “co-condenada” Nelly Cruz Castro, incurriendo en
causal de inadmisibilidad prevista en el art. 96.2 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC); 2)
Nelly Cruz Castro, recurrió a la acción de amparo constitucional contra el Auto Supremo 259 de
12 de marzo de 2009 y su complementario, emitido por la Sala Penal Segunda, la cual declaró
inadmisible el recurso de casación, argumentando la recurrente falta de fundamentación debida,
que fue resuelta mediante Auto 114/2009 de 7 mayo, concediéndole la tutela solicitada y
disponiendo que la Sala Penal Segunda emita un nuevo Auto Supremo sobre la admisibilidad o
inadmisibilidad del recurso de casación con mayor fundamentación, quedando firme y
subsistente el Auto Supremo 259 y su complementario, emitidos por la misma instancia; 3) Jaime
Burgos Rivera, dentro del proceso penal de referencia, gozaba de medidas cautelares sustitutivas
a la detención preventiva, entre ellas el arraigo, mismo que fue quebrantado ya que estuvo fuera
del país sin haber solicitado a ninguna autoridad el desarraigo provisional, mostrando total
irrespeto a las leyes del Estado boliviano; 4) El accionante junto a Nelly Cruz Castro, solicitaron
la extinción de la acción penal por vencimiento del plazo máximo de duración del proceso,
actitud dilatoria puesto que estaría ejecutoriada la Sentencia condenatoria dictada en primera
instancia; y, 5) Los hechos delictivos por los cuales Jaime Luis Burgos Rivera y otros, fueron
condenados tenían la finalidad de apoderarse ilegalmente del lote de terreno adquirido por la
CNS de la empresa “Implabol” S.A. en la suma de $us670 000 (seiscientos setenta mil dólares
estadounidenses) cometiendo un delito con grave incidencia a la economía y patrimonio del
Estado Plurinacional y conforme a lo establecido por la Constitución Política del Estado y la Ley
“Marcelo Quiroga Santa Cruz”, por lo que solicitó denegar la acción de amparo constitucional
interpuesta, más el pago de costas y honorarios profesionales.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Chuquisaca, constituida en Tribunal de Garantías por Auto 94/10 de 1 abril de 2010,
cursante de fs. 94 a 98 vta., concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto el Auto Supremo 039
de 17 de febrero de 2010, pronunciado por José Luis Baptista Morales y Ángel Irusta Pérez,
Ministros de la entonces Corte Suprema de Justicia, conforme a los siguientes fundamentos: i) El
Auto Supremo 039 no se halla debidamente motivado y fundamentado conforme manda el art.
124 del CPP, pues expone directamente conclusiones sin identificar la base que lo sustente, sino
también, vulnera el derecho del accionante de conocer las razones por las cuales no se dio curso a
su demanda incidental de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; y, ii) La
Sala Penal Segunda, omitió señalar cuál o cuáles fueron los actos dilatorios del proceso en los
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Auto Supremo 039 de 17 febrero de 2010, dictado por José Luis Baptista Morales y Ángel
Irusta Pérez, Ministros de la Sala Penal de la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de
Justicia, que dispone de conformidad a la SC “0101 de 14 de septiembre de 2004”, la extinción
de la acción penal por vencimiento del plazo máximo de duración del proceso no se aplica de
modo automático por el simple hecho de haberse demostrado el transcurso del tiempo señalado,
debiendo apreciarse otros factores, tales como la complejidad del caso, el número de imputados,
las acciones de ellos que dieron lugar a dilaciones, la excesiva carga procesal, entre otros; y, que
“en el caso de autos, están efectivamente dadas todas las condiciones a que hace referencia la
indicada sentencia constitucional” (sic) (fs. 1 a 2).
II.2. Informe presentado el 31 de marzo de 2010, por José Luis Baptista Morales y Ángel Irusta
Pérez, Ministros de la entonces Corte Suprema de Justicia, en el que se evidencia por el pie de
firma de Ángel Irusta Pérez, que ya no sería parte de la Sala Penal, pues suscribe como
Presidente de la Sala Civil de la referida Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de Justicia (fs.
62 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega que el Auto Supremo 039 del 17 febrero del 2010, pronunciado por las
autoridades demandadas, que resolvió no ha lugar a la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, carece de fundamentación y motivación, lo que conllevó a la vulneración de
sus derechos y garantías constitucionales al debido proceso en su vertiente del derecho a recibir
una decisión fundamentada y congruente, a la “seguridad jurídica” y a ser procesado en un plazo
razonable, toda vez que le atribuyeron la mora procesal manteniendo vigente la sustanciación del
proceso, sin tomar en cuenta que los incidentes planteados por la parte querellante fueron
dilatorios, excediendo los límites de la razón, atribuible también a las autoridades judiciales, no
obstante de que dicha extinción se constituye en un instituto procesal penal que cumplidos los
requisitos de ley previa la comprobación del transcurso del tiempo previsto por la norma,
corresponde la extinción de la acción. En consecuencia, corresponde analizar, si en el presente
caso, se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
Con carácter previo al análisis de la denuncia de vulneración de los derechos invocados por el
accionante, es necesario, referirse a los arts. 128 de la CPE y 97 de la LTC, este último que
establece los requisitos de forma y contenido que deben ser observados de forma inexcusable en
Bajo ese razonamiento, con relación a la legitimación pasiva, la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional ha establecido que toda acción de amparo constitucional, deberá ser interpuesta
contra las autoridades que fungen en el cargo desde el cual presuntamente cometieron la
vulneración de derechos fundamentales para que así estos puedan repararlos; este razonamiento
implica que, en caso de que la persona natural ya no ostente la condición de autoridad, desde la
cual estaría llamada a reparar las presuntas lesiones de derechos y garantías constitucionales, la
demanda deberá dirigirse contra la autoridad que a momento de la interposición de la acción de
amparo constitucional ostenta el cargo, puesto que se entiende que ante una eventual concesión
de la tutela constitucional, es ésta quien materializará la reparación o restitución de derechos y
garantías solicitada a través de esta acción tutelar.
El accionante considera que, el Auto Supremo 039, emitido por los Ministros de la Sala Penal de
la Corte Suprema -ahora Tribunal Supremo- de Justicia, a tiempo de resolver la solicitud
presentada por el ahora accionante, declarando no ha lugar a la extinción de la acción penal por
duración máxima del proceso, demuestran una clara vulneración a derechos fundamentales y
garantías constitucionales como el debido proceso y la “seguridad jurídica”, al carecer -dicho
Auto Supremo- de fundamentación, motivación y congruencia en su contenido, puesto que las
mencionadas autoridades se limitaron a exponer las conclusiones sin explicar sus razones.
Sin embargo, de la revisión de los antecedentes de esta acción constitucional particularmente del
informe de las autoridades demandadas remitido el 31 de marzo del 2010, cursante a fs. 62 y vta.,
se pudo evidenciar a partir del pie de firma del Ministro Ángel Irusta Pérez, que dicha autoridad
ya no funge como miembro de la Sala Penal de la entonces Corte Suprema de Justicia, sino que
formaría parte de la Sala Civil, en ese sentido, si bien existe la coincidencia entre las autoridades
que causaron la supuesta violación de los derechos del accionante y aquella contra quien se dirige
la acción; empero, la demanda de la presente acción tutelar debió dirigirse contra los
miembros de la Sala Penal Segunda de la Corte Suprema de Justicia que al momento de la
presentación de esta acción constitucional ostentaban el cargo desde el cual se realizó el
presunto acto ilegal, ya que son esas autoridades las llamadas a poder reparar y/o proteger los
derechos alegados como vulnerados por el accionante; en ese sentido, corresponde aplicar la
jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución y por consiguiente
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
La comunidad “Tiu Rancho” decidió constituirse en una Organización Territorial de Base (OTB),
al amparo del art. 21.4 de la Constitución Política del Estado (CPE), es así que conforme a la
voluntad soberana de sus habitantes el 6 de junio de 2009, se suscribió el acta de constitución, y
en aplicación de la Ley de Participación Popular se redactó su estatuto y reglamento, los mismos
que fueron aprobados el 20 de junio del mismo año; posteriormente, en el marco de estas normas
se eligió al Directorio, posesionándose a la accionante como Presidenta.
Con toda la documentación antes referida, se apersonó al Concejo Municipal de Sipe Sipe,
mediante memorial de 18 de agosto de 2009, para que, luego de la compulsa de los documentos
aparejados, aprueben mediante resolución afirmativa la existencia de la OTB “Tiu Rancho”,
autorizándole a seguir el trámite de “su personalidad jurídica” ante el Gobierno Departamental de
Cochabamba.
En vista de que su solicitud no mereció respuesta, luego de una espera de treinta días, la reiteró a
través del memorial de 18 de septiembre de 2009, pero al igual que la primera no recibió
respuesta alguna, con este cometido se apersonó en varias oportunidades a la Secretaría del
Concejo Municipal, donde a mucha insistencia se le comentó que su solicitud fue derivada al
Comité de Vigilancia, nuevamente por memorial de 27 de octubre de ese año, y a efectos de
prever cualquier conflicto de sobre posición territorial, solicitó se le otorgué un plano en el que
estén establecidas las delimitaciones territoriales de las OTB's la que también fue ignorada.
I.1.3. Petitorio
Solicita que se admita y declare procedente la tutela, disponiendo que cumpla de manera
inmediata con su deber de responder.
Celebrada la audiencia pública el 19 de mayo de 2010, según consta en el acta cursante a fs. 50
vta., se produjeron los siguientes actuados:
La Presidenta del Concejo Municipal de Sipe Sipe, no hizo llegar su informe escrito, ni asistió a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1256
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
la audiencia pese a su legal citación, tal como se evidencia a fs. 49 vta. de obrados.
I.2.3. Resolución
El Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, pronunció la Resolución 30/2010 de 19 de mayo, cursante de fs.
51 a 53, mediante la cual concedió la tutela. En base a los siguientes fundamentos: a) La
accionante en representación de la comunidad “Tiu Rancho” presentó memoriales o solicitudes
en reiteradas oportunidades al Concejo Municipal de Sipe Sipe, el 20 de agosto, 30 de
septiembre, 10 de noviembre, 26 de noviembre, 8 de diciembre de 2009 y 2 de marzo de 2010,
sin que ninguna de esas solicitudes hayan merecido respuesta o providencia positiva o negativa
de forma oportuna, y tampoco se ha desmentido ni desvirtuado la denuncia; y, b) Conforme al
art. “124” (sic) de la CPE, la acción de amparo constitucional tendrá lugar contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley; asimismo, el art. 24 de la misma norma constitucional, debe entenderse
como la potestad, capacidad o facultad que tiene toda persona para pedir individual o
colectivamente ante las autoridades o representantes la atención o satisfacción de sus necesidades
y sus requerimientos o formular representaciones de actos o resoluciones ilegales o indebidos,
por lo que al no haber respondido a las solicitudes de la accionante, corresponde otorgar la tutela.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.2. A través de memorial de 30 de septiembre de 2009, se advierte que Jackelin Maura Serrano
Apaico reiteró su pedido a la Presidenta del Concejo Municipal de Sipe Sipe, para que se emita
una resolución afirmativa (fs. 18), luego el 26 de noviembre del mismo año, “suplica” se emita la
referida resolución (fs. 19 y vta.).
La accionante denunció como lesionado su derecho a la petición; toda vez que, el Concejo
Municipal de Sipe Sipe, representado por su Presidenta, no dio respuesta a sus reiteradas
solicitudes de emisión de resolución afirmativa de reconocimiento de la existencia de la OTB
“Tiu Rancho” autorizándoles el trámite de su personería jurídica. En consecuencia, corresponde
en revisión, verificar si tales extremos mencionados son evidentes, a fin de conceder o denegar la
tutela solicitada.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1257
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con relación
a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero, por la
misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de defensa, no
puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios ordenadores de la
administración de justicia.
Conforme a la norma constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral
o escrita, sin la exigencia de formalidades en la formulación de la petición, pues sólo se requiere
la identificación del peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace
referencia a una respuesta formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser escrita,
dando una respuesta material a lo solicitado ya sea en sentido positivo o negativo, dentro de
plazos previstos en las normas aplicables o, a falta de éstas, en términos breves, razonables.
estos casos donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se
tendrá como se dijo vulnerado el derecho'.
Congruente con este razonamiento las SSCC 1541/2002-R, 1121/2003-R, entre otras, han
determinado la obligación por parte de los funcionarios públicos de informar sobre el estado de
un trámite a efectos de observar el derecho de petición, señalando que la respuesta por parte del
funcionario 'no puede quedar en la psiquis de la autoridad requerida para resolver la petición,
ni al interior de la entidad a su cargo, sino que debe ser manifestada al peticionante, de modo
que este conozca los motivos de la negativa a su petición, los acepte o busque impugnarlos en
otra instancia que le franquee la Ley'.
Por otro lado, también forma parte del contenido del derecho de petición la respuesta material a
la solicitud, conforme lo estableció la SC 1159/2003-R de 19 de agosto, al señalar '…el derecho
de petición se encuentra satisfecho no únicamente por una respuesta emitida por la autoridad,
sino una vez que dicha autoridad haya resuelto o proporcionado una solución material y
sustantiva al problema planteado en la petición, sin que se limite a una consecuencia meramente
formal y procedimental'.
La SC 1745/2011-R de 7 de noviembre, con relación al derecho de petición señala que: “El art.
24 de la CPE, establece: 'Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de
este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario'.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber concedido la tutela solicitada, ha
efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes procesales, aplicando correctamente las
normas constitucionales.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 004/2010 de 20 de mayo, cursante de fs. 186 a 191 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Germán Cortez Negrete, Jaime
Montaño Vega y Roberto Guillermo Méndez contra Jorge Barrientos Zapata, Paulina
Loredo Churata y Fernando Sandalio Viñola, miembros del Comité Electoral de la
Cooperativa de Telecomunicaciones Oruro (COTEOR) Ltda.
Por memorial presentado el 10 de mayo de 2010, cursante de fs. 38 a 43, se tiene conocimiento
de los siguientes argumentos:
Los accionantes refieren que el 26 de febrero de 2010, fueron posesionados como miembros del
Comité Electoral de COTEOR Ltda., Willy Hugo Gómez Quiroz, Presidente; Jorge Barrientos
Zapata, Vicepresidente; Paulina Loredo Churata, Primera Secretaria; y, Armando Sandalio
Viñola, Segundo Secretario, quienes conforme determina el art. 83 del Estatuto Orgánico de
COTEOR Ltda., presentaron la convocatoria a elecciones, misma que fue aprobada mediante
asamblea extraordinaria de socios el 12 de marzo del mismo año, señalándose la celebración del
acto eleccionario para el 18 de abril de ese año, conforme a la convocatoria aprobada y el
Reglamento del proceso electoral; de manera posterior Willy Hugo Gómez Quiroz, renunció al
cargo de Presidente del mencionado Comité Electoral, asumiendo dicho cargo, Jorge Barrientos
Zapata.
En virtud de la trascendencia del petitorio, el Comité Electoral debió resolver sin excusa la
solicitud presentada, otorgándole el trámite correspondiente y absolviendo de forma positiva o
negativa, previa motivación y justificación a cada una de las denuncias, con carácter previo a la
posesión de los candidatos ganadores, que debería haber sido el 8 de mayo de 2010, en asamblea
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1261
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
de socios de la Cooperativa; sin embargo, pese a la insistencia de que se de respuesta sobre las
denuncias presentadas, no lo hicieron, por lo que atentaron contra su derecho de petición.
I.1.3. Petitorio
Los accionantes piden se conceda la tutela y se disponga: a) Que en el plazo de veinticuatro horas
se dé respuesta pronta, oportuna y motivada a la solicitud de nulidad del proceso eleccionario
presentado el 3 de mayo de 2010; b) Se declare nulo el acto de posesión de los nuevos directivos
del Consejo de Vigilancia y Consejo de Administración de COTEOR Ltda., realizada ilegalmente
el 8 de mayo del mismo año, por Jorge Barrientos Zapata, Paulina Loredo Churata y Fernando
Sandalio Viñola Presidente, Secretaria y Vocal, respectivamente del fenecido Comité Electoral;
y, c) El pago de daños y perjuicios por parte de los “recurridos”.
Celebrada la audiencia pública el 20 de mayo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 179
a 185 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Previsión Social, se envió notas de lo solicitado con los antecedentes, respaldos del acto
plebiscitario, nóminas de los socios postulantes, cronograma inicial, convocatorias, Reglamentos,
listas de habilitados, lista de depurados y las respectivas actas, 6) El 25 de abril de 2010, fueron
visitados por Bladimir Ancieta y Patricia Conde, Veedores del Ministerio del Trabajo, Empleo y
Previsión Social, quienes llevaron la documentación solicitada quedando sin efecto la sugerencia
de que no se efectué ningún acto posterior a las elecciones, continuando el Comité Electoral con
la posesión; 7) No existe prueba alguna que denote que la posesión de los nuevos Consejeros de
Administración y Consejeros de Vigilancia, ocasiona daño a los accionantes, sea éste emergente
o de lucro cesante o si dejaron de percibir alguna suma ocasionando perjuicio; 8) La acción
interpuesta por los accionantes no cumple con los requisitos del art. 128 de la CPE, respecto a su
procedencia; y, 9) Las dos últimas posesiones a los Consejos de Administración y Vigilancia, las
realizó el Comité Electoral sentando “jurisprudencia” al respecto.
I.2.3. Resolución
Los Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -
ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías,
mediante Resolución 004/2010 de 20 de mayo, cursante a fs. 186 a 191 vta., resolvió ”denegar”
la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) La acción de amparo constitucional
protege los derechos individuales de manera preferente, desde esa perspectiva atribuirse los
derechos y garantías de los demás socios no es sustentable puesto que los accionantes debieron
demostrar de qué manera se conculcó sus derechos; ii) Respecto al derecho a la petición
conforme a la prueba presentada por la parte demandada se establece que efectivamente se dio
respuesta a la misma mediante oficio de 4 de mayo de 2010, debiendo los accionantes haber
realizado el seguimiento correspondiente; iii) La posesión por parte del Comité Electoral a los
nuevos Consejeros de Administración y Consejeros de Vigilancia no vulneró ningún derecho o
garantía constitucional de los accionantes, más aún cuando el Comité Electoral ya posesionó en
dos oportunidades a los referidos Consejeros; iv) Con referencia al principio de seguridad
jurídica, la acción de amparo constitucional no protege principios; v) No se ha fundamentado
adecuadamente con respecto al derecho de acceso a las telecomunicaciones y a la propiedad
privada, no explicándose de que forma se hubiese conculcado los mismos; y, vi) El artículo único
inc. 3) del Decreto Supremo (DS) 29108 de 25 de abril de 2007 otorga la facultad de reconocer al
Consejo de Administración y Consejo de Vigilancia, no refiriéndose al acto de posesión.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Por certificados de aportaciones se evidencia que Jaime Montaño Vega, Roberto Guillermo
Méndez y Germán Cortez Negrete, son socios de COTEOR Ltda. (fs. 5 a 7).
II.2. Mediante nota sin fecha, recepcionada por el Comité Electoral el 3 de mayo de 2010,
Germán Freddy Quintanilla Escobar, Miguel Saavedra Ovando, Jorge Bilbao Romero, Jaime
Montaño Vega, Alex Cárdenas, Juan Pablo Churata Colque, Emilio Oquendo Heredia y Germán
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1263
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Cortez Negrete, solicitan la nulidad de las elecciones de 2 de mayo de 2010, indicando que desde
el inicio del proceso electoral el sistema informático presentado por la Universidad Técnica de
Oruro (UTO) presentó varias irregularidades colgándose todos los equipos de forma intermitente
más de quince veces, la impresión de las papeletas impresas no coincidían con la votación en
pantalla, además de salir impresas con un cero, denotándose que el voto “cero” no existe, por otra
parte el hijo de uno de los candidatos del Consejo de Administración se encontraba como jurado
electoral, no existió control en la identificación de los socios votantes permitiendo que emitan su
voto con la presentación de cualquier documento y no así con la cédula de identidad o con
poderes notariados y finalmente el número de papeletas no coincidió con el libro de registro en
varias mesas (fs. 8 a 9).
II.3. Mediante nota DGCOOP/JUL/Nº 275/10 de 6 de mayo de 2010, Juan Gualberto Sejas
Flores, Director General de Cooperativas del Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social,
solicitó al Comité Electoral de COTEOR Ltda. informe del acto eleccionario, resultado e
impugnaciones del mismo (fs. 10 a 11).
II.4. Por reporte de prensa de 9 de mayo de 2010, se evidencia que Consejeros de COTEOR
Ltda. fueron posesionados el 8 de mayo de 2010 (fs. 13).
II.7. Por nota COMT.ELEC. 0125/2010 de 4 de mayo, los denunciados, dan respuesta a la
correspondencia de 3 de mayo de 2010, presentada por: Germán Quintanilla Escobar, Jorge
Bilbao Romero, Miguel Saavedra Ovando, Emilio Oquendo Heredia, Crisolo Bravo Vargas, Juan
Pablo Churata Colque, Jaime Montaño Vega, Roberto Guillermo Méndez, Silvano Ancasi y
Germán Cortez Negrete, señalando que en efecto el sistema informático, al ser una modalidad
innovadora y nueva en los procesos electorales de COTEOR Ltda. Evidentemente presentó
algunas fallas; asimismo, extrañaron la prueba que indicaron presentar (fs. 79).
Los accionantes denuncian que fueron vulnerados sus derechos a la petición, a la igualdad,
“seguridad jurídica”, a la propiedad privada y al acceso a las telecomunicaciones, toda vez que:
a) No dieron respuesta en forma oportuna a la nota de 3 de mayo de 2010, por la cual
denunciaron irregularidades cometidas en las elecciones de COTEOR Ltda., realizada el 2 del
mismo mes y año, por la que solicitaban la nulidad de las elecciones; y, b) El haber posesionado
ilegalmente, sin competencia alguna a la nueva directiva, pese a tener la orden de la Dirección
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1264
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
General de Cooperativas del Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social de no efectuarse
ningún acto posterior a las elecciones. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales
extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
Con carácter previo al análisis de la denuncia de vulneración de los derechos invocados por los
accionantes, es necesario puntualizar que el art. 128 de la CPE, establece que la acción de amparo
constitucional se interpondrá contra los actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley.
En cuanto a la teoría del hecho superado, el Tribunal Constitucional Plurinacional señaló a través
de su SCP 0267/2012 de 31 de mayo, cuya relatoría correspondió a este mismo despacho que
dispone: “En relación a la teoría del hecho superado, el Tribunal Constitucional mediante la SC
1717/2011-R de 7 de noviembre, haciendo cita a la SC 1640/2010-R de 15 de octubre, la cual a
su vez menciono a la SC 1290/2006-R de 18 de diciembre, señaló que: '…corresponde aplicar la
línea jurisprudencial contenida en la SC 0039/2006-R de 11 de enero, que establece que cuando
desaparece el objeto del recurso, por haberse superado el hecho reclamado, el recurso debe ser
denegado', sentando a través de esta decisión la línea jurisprudencial vigente que plasma la
llamada 'teoría del hecho superado'. Entendimiento que además fue ratificado por la SC
1077/2010 de 27 de agosto.
Línea jurisprudencial que fue precisada por la SC 0470/2006-R, de 16 de mayo, que enfatiza:
'(…) Existiendo la respuesta (…) a la interposición del recurso de amparo que ahora se revisa,
este Tribunal observa que se encuentra frente a un hecho superado, toda vez que la respuesta,
embargo, derecho fundamental alguno a favor de los ciudadanos que pueda interesarse en el
proceso constitucional de amparo'.
Asimismo, agregó que: en la '…realidad jurídica nacional actual, se debe tener claramente
establecido que 'la seguridad jurídica' al ser un principio, no puede ser tutelado por el recurso o
acción de amparo constitucional que tiene por finalidad proteger derechos fundamentales -ni
principios- reconocidos por la Constitución, las normas internacionales de derechos humanos
reconocidos y/o ratificados por el país (que conforman el bloque de constitucionalidad) y las
leyes; sin embargo, por su reconocimiento constitucional, no puede ser inobservado por las
autoridades jurisdiccionales y/o administrativas, a momento de conocer y resolver un caso
concreto sometido a su competencia, por tanto es de inexcusable cumplimiento'”.
En el caso de autos, los accionantes denuncian que los demandados vulneraron sus derechos,
puesto que no respondieron oportunamente a la nota presentada el 3 de mayo de 2010, por la cual
denunciaban irregularidades en las elecciones de COTEOR Ltda. de 2 de mayo del mismo año; y
posesionaron ilegalmente, sin competencia alguna a la nueva directiva, de los Consejos de
Administración y de Vigilancia el 8 del mismo mes y año, existiendo instrucción expresa de
suspensión de toda actividad posterior a las elecciones, emanado por la Dirección General de
Cooperativas, vulnerando sus derechos a la petición, a la igualdad, “seguridad jurídica”, a la
propiedad privada y al acceso a las telecomunicaciones.
Al respecto conforme los antecedentes, se tiene que el Comité Electoral contestó la indicada
solicitud por nota COMT.ELEC. 0125/2010 de 4 de mayo, respondiendo los puntos solicitados
por los accionantes, antes de la presentación de la acción de amparo constitucional que nos ocupa
la cual fue interpuesta el 10 de mayo de 2010, es decir, que ya se resolvió el asunto objeto de la
presente acción de amparo de constitucional, antes de que se hubiera presentado la misma, en
consecuencia los demandados, no vulneraron el derecho de petición de los accionantes, siendo
aplicable la teoría del hecho superado conforme establece el Fundamento Jurídico III.1, de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, toda vez que ante la existencia de la respuesta
extrañada por los accionantes, desapareció el objeto de la acción de amparo constitucional,
motivo por el cual, no se concede la tutela solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 10/10 de 23 de marzo de 2010, cursante de fs. 177 a 179 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ricardo Meneces
Mérida contra Marcelo Tito Galindo Gómez, Alcalde del Gobierno Municipal; Oscar
Zamorano Castro Comandante Regional de la Policía Nacional; Alex Zamorano y Félix
Mérida Gonzales; representantes de la Organización Territorial de Base (OTB) Villa
Moderna Sud, todos del municipio de Quillacollo del departamento de Cochabamba.
En este sentido explica que los trabajos arbitrarios de demolición resultan ilegales, por cuanto no
ha existido un procedimiento legal previo para dicho fin infringiéndose lo dispuesto por el art.
122.I de la Ley de Municipalidades (LM) y 57 de la Constitución Política del Estado (CPE) que
disponen el pago previo del justo precio para consolidar la expropiación.
Denuncia a la vez que los actos ilegales lesionan el principio de seguridad jurídica y el respeto a
la propiedad privada previstos por los arts. 56 y 115 de la CPE.
El 17 de febrero de 2009, se dictó la Ordenanza Municipal (OM) 008/2009 por la que se dispuso
la expropiación del inmueble en la superficie de 278,02 m 2 y ante la inconformidad en el precio
de expropiación, mediante memorial de 18 de noviembre de 2009, con el objeto de que se
designe perito dirimidor y se establezca el precio final de indemnización, solicitó que el
expediente sea remitido ante el Juez de Partido de turno en lo Civil y Comercial. Una vez
radicada la causa ante el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial se estableció un precio
de indemnización de $us41 200,81.- (cuarenta y un mil doscientos 81/100 dólares
estadounidenses), informe pericial que fue aprobado mediante Auto de 25 de enero de 2010,
habiéndose notificado a las partes en la misma fecha.
Finalmente indica que todos los demandados en forma coordinada y conjunta procedieron a la
demolición del inmueble, solicitando por lo tanto se declare procedente la acción de amparo
constitucional presentada y se otorgue la tutela a sus derechos y garantías conculcados.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 23 de marzo 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
174 a 176 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido y de Sentencia Penal de Quillacollo del Distrito Judicial -ahora departamento-
de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 10/10 de 23 de marzo de
2010, cursante de fs. 177 a 179 vta., concede en parte la tutela, únicamente contra Marcelo Tito
Galindo Gómez en su condición de Alcalde del Gobierno Municipal de Quillacollo y no así
contra el Comandante Regional de la Policía Nacional y representantes de la OTB Villa Moderna
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1270
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. En el Informe pericial de 12 de enero de 2010, Vittorio Valdez Rocha, hace conocer al
Juzgado Segundo de Partido en lo Civil y Comercial que el precio del avalúo del inmueble es de
Bs291 289,72.- (doscientos noventa y un mil doscientos ochenta y nueve 72/100 bolivianos) (fs.
15).
II. 3. El Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, por Auto de 25 de enero de 2010,
aprueba el informe pericial con la suma referida en el punto anterior, por concepto de
expropiación, a pagar al tercero día (fs. 28).
II.4. Por memorial de 26 de enero de 2010, el Alcalde hoy codemandado solicita al Juez Segundo
de Partido en lo Civil y Comercial, modificar el plazo para la cancelación del monto establecido
por concepto de expropiación, indicando que las entidades públicas no pueden comprometer ni
ejecutar gasto alguno con cargo a recursos no declarados en sus presupuestos aprobados (fs. 29).
No constando en antecedentes la respuesta del Juez de la causa a la petición consignada a la
petición realizada por la mencionada autoridad edil.
El art. 97 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establece los requisitos de forma y
contenido que deben ser observados inexcusablemente en la presentación de todo recurso -ahora
acción- de amparo constitucional, contemplando como requisito de admisibilidad de forma,
señalar el nombre y domicilio de la parte recurrida o de su representante legal; precepto que
permite determinar quién o quiénes son las personas que el accionante considera, lesionaron sus
derechos fundamentales o garantías constitucionales, puesto que de su cumplimiento: "...depende
que tanto el Juez o Tribunal de amparo así como el Tribunal Constitucional, puedan compulsar
sobre la base de criterios objetivos, la legitimación de las partes, así como la veracidad de los
hechos reclamados y los derechos lesionados, para en definitiva otorgar o negar el amparo
expresamente solicitado; a su vez tiende a garantizar también que con tales precisiones puedan
estar a derecho para asumir defensa en debida forma" (SC 0365/2005-R de 13 de abril).
que impugna y, claro está, su derecho supuestamente vulnerado, es decir, que especifique e
identifique claramente a los actores que vulneraron sus derechos y la relación directa entre los
demandados y el acto que haya menoscabado o vulnerado sus derechos fundamentales, por lo que
deberá dirigir esta acción contra todos aquellos que hayan participado de tales actos, de no
hacerlo así, o al no identificar a todos los que cometieron tales actos, o de sólo darse una
identificación parcial a pesar de que pudo identificarse a todos, o al no ser claros tales elementos;
entonces la acción de amparo deberá ser declarada improcedente y se deberá denegar la tutela
solicitada”.
POR TANTO
1º APROBAR la Resolución 10/10 de 23 de marzo de 2010, cursante de fs. 177 a 179 vta.,
pronunciada por el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Quillacollo del Distrito Judicial -
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1274
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 04/10 de 22 de mayo de 2010, cursante de fs. 243 a 244 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Víctor Hugo Aliaga,
Wilson Justiniano Ruíz y Juan Marcelo Aliaga Zamorano en representación legal de Dolly
Montero Montenegro de Cadario, Sidfredo, Erlan y Nair Montero Montenegro contra
Ydelfonso José Ynsua Rodríguez, Alcalde; Fidel Adhemar Santiváñez, Ausberto Aguilera
Albis, Margarita Vaca Diez Zeballos, Sarah Justiniano y Alfredo Condori Limachi,
Concejales, todos de la Alcaldía Municipal ahora -Gobierno Autónomo Municipal- de
Roboré del Departamento de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 1 de abril de 2010, cursante de fs. 96 a 103 de obrados, los
accionantes por sus representados exponen lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Refieren que el 5 de enero de 1965, Wenceslao Montero Durán compró de Darío Ribera Hurtado
una propiedad urbana, a favor de sus hijos Dolly Montero Montenegro de Cadario, Sigfredo,
Erlan y Nair Montero Montenegro, compuesta de una habitación con techo de teja de “50 metros
por cada uno de sus lados” ubicada en la zona sureste, barrio Miraflores “UV. 05 Mz. 79” de la
ciudad de Roboré, sobre las calles Gregorio Reynolds y Pando con una superficie de 2500 m 2 que
cuenta con reconocimiento de firmas efectuado ante Ángel Rosales Andrade, Juez parroquial;
empero, debido a la inundación de 1979, tuvieron que trasladarse del lugar dejando como casero
de la casa a Santiago Rivero.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1275
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Afirman, que con la finalidad de legalizar el título de propiedad, el 30 de abril de 2009, sus
representados se apersonaron a la entonces Alcaldía Municipal de Roboré, Tercera sección de la
provincia Chiquitos para solicitar certificación catastral y la legalización definitiva del inmueble,
cancelando por el trámite Bs 2750.-(dos mil setecientos cincuenta bolivianos) en el Banco Unión
a la cuenta del municipio; pero, fue suspendido debido a que el inmueble referido ya había sido
adjudicado a favor de Asunta Cuéllar de Panozo quien inscribió el mismo en la oficina de
Derechos Reales (DD.RR.) bajo la matrícula 7.05.3.01.0001085.
Señalan como vulnerados los derechos de sus representados al debido proceso en su componente
de “sometimiento pleno a la ley” y a la “seguridad jurídica”, citando al efecto los arts. 9.2 de la
Constitución Política del Estado (CPE) y 4 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA).
I.1.3. Petitorio
Los accionantes por sus representados, solicitan se conceda la tutela y se disponga la nulidad del
trámite de adjudicación realizado por la Alcaldía Municipal de Roboré a favor de Asunta Cuéllar
de Panozo, dejando sin efecto: 1) El Auto de adjudicación 00168/08 y su protocolización
mediante la escritura pública 200/2008 de 24 de junio ; 2) El registro en DD.RR. bajo la
matrícula 7.05.3.01.0001085; y, 3) Las Resoluciones Administrativas (RRAA) 60/09 de 3 de
julio de 2009 y 142/2009 de 22 de octubre de 2009, emitidas por las autoridades demandadas.
Celebrada la audiencia pública el 18 de mayo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 232
a 238 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Asunta Cuéllar de Panozo, mediante memorial presentado el 18 de mayo de 2010, cursante de fs.
228 a 231 vta. de obrados, dijo que: a) Los representados de los accionantes no se encuentran en
posesión del bien inmueble desde el año 1979; b) Reconoce que efectivamente cedió la vivienda
a Wenceslao Montero Durán para que viva con sus hijos el año 1958, pero fue en calidad de
“tolerado” y debido a la inundación de 1979 abandonó el inmueble; c) Los actos de tolerancia no
pueden servir de fundamento para adquirir la posesión y si bien sus hijos -ahora representados-
afirman tener un documento de transferencia a su favor; sin embargo, no realizaron el proceso de
usucapión porque jamás estuvieron en posesión de su casa; d) Los derechos de los ahora
representados han sido interrumpidos cuando ella realizó la inscripción de su derecho propietario
en la oficina de DD.RR. bajo la matrícula 7.05.3.01.0001085 de 15 de mayo de 2009; e) La
minuta tiene validez entre las partes, no así frente a terceros porque no está inscrita en DD.RR; y,
f) El recurso de revocatoria fue presentado después de veintiséis días de su notificación con el
Auto de adjudicación 00168/08, habiendo caducado el mismo. Por ende, solicita se deniegue la
acción de amparo constitucional.
I.2.4. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa testimonio de poder 919 de 1 de septiembre de 1964, conferido ante la Notaría de Fe
Pública de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, por Darío Ribera Hurtado a favor de “Asunta de
Cuéllar” (sic) para la venta al mejor postor del inmueble ubicado en la localidad de Roboré y
documento privado de venta de 5 de enero de 1965, por el que la citada mandataria transfirió el
lote de “50 metros por cada uno de sus lados” a Wenceslao Montero Durán; con las siguientes
colindancias: al norte con la calle Gregorio Reynolds, al este con la calle Pando, al sud y al oeste
con terrenos baldíos; documento, que cuenta con reconocimiento de firmas y rúbricas efectuado
el 7 de enero de igual año ante Ángel Rosales Andrade, Juez Parroquial 1 (fs. 1 a 2).
II.4. Mediante memorial presentado el 8 de junio de 2009, los accionantes por sus representados
a tiempo de darse por notificados con el Auto de adjudicación 00168/2008, plantearon recurso de
revocatoria contra el mencionado Auto señalando las irregularidades cometidas, así como los
agravios sufridos por el trámite de adjudicación; empero, fue desestimado mediante Resolución
Ejecutiva 60/09 de 3 de julio de 2009, con el argumento que fue presentado fuera del plazo de
diez días previsto por el art. 64 de la Ley del Procedimiento Administrativo (LPA), computable a
partir de la dictación del Auto de adjudicación (fs. 79 a 84).
Los accionantes por sus representados alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso en
su componente de sometimiento pleno a la ley y la “seguridad jurídica”, por cuanto al
apersonarse a la entonces Alcaldía Municipal de Roboré para solicitar certificación catastral de su
inmueble se anoticiaron del proceso de adjudicación de sus predios efectuado por el Alcalde
Municipal a favor de Asunta Cuéllar de Panozo y a pesar de haber planteado recurso de
revocatoria denunciando las irregularidades fue desestimado por ser extemporáneo, decisión
confirmada por el Presidente del Concejo Municipal al resolver el recurso jerárquico.
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocados.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1278
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La acción de amparo constitucional, prevista en el art. 128 de la CPE, tendrá lugar contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley; esta acción de tutela podrá ser planteada por la persona que se crea afectada
o por otra a su nombre con poder suficiente, ante cualquier juez o tribunal competente.
A su vez, el art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, estableció los alcances
del derecho al debido proceso al establecer:
“1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o
para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los
mismos hechos.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de
la justicia”.(las negrillas nuestras)
Cabe mencionar que el art. 137.I de la Ley de Municipalidades (LM) prevé que “Las resoluciones
emitidas por una autoridad ejecutiva de Gobierno Municipal podrán ser impugnadas mediante los
recursos establecidos en la presente Ley, cuando dichas Resoluciones afecten, lesionen o
pudieran causar agravio a derechos o intereses legítimos de los ciudadanos”, siendo las vías de
impugnación el recurso de revocatoria y jerárquico establecidos en los arts. 140 y 141 de la citada
ley.
Al respecto, el art. 140 del mencionado cuerpo legal señala “el recurso de revocatoria deberá ser
interpuesto, por el interesado, ante la misma autoridad que emitió la resolución administrativa,
dentro del plazo de cinco (5) días hábiles siguientes a su notificación….”.
En el presente caso, los accionantes sostienen la vulneración de los derechos al debido proceso y
la “seguridad jurídica” de sus representados por cuanto al apersonarse a la entonces Alcaldía
Municipal de Roboré para solicitar certificación catastral de su inmueble se anoticiaron del
proceso de adjudicación de sus predios efectuado por el Alcalde Municipal a favor de Asunta
Cuéllar de Panozo y a pesar de haber planteado el recurso de revocatoria y posteriormente el
jerárquico fue desestimado por ser extemporáneo.
En efecto, a pesar de que la entonces Alcaldía Municipal de Roboré conocía de los derechos
adquiridos por los ahora representados respecto al bien inmueble de “50 metros por cada uno de
sus lados” ubicado en la referida localidad, en razón de la recepción del pago de impuesto a la
propiedad de bienes inmuebles de las gestiones 1998 a 2007; sin embargo, contraviniéndose el
art. 33 de la LPA, que establece la obligatoriedad de la administración pública de notificar a los
interesados con las resoluciones y actos administrativos que afecten a sus derechos subjetivos o
intereses legítimos, se procedió a dictar del Auto de adjudicación 00168/2008, sin notificar a los
accionantes y más aún, se libró la respectiva minuta para su protocolización sin darles la
oportunidad de ser oídos y puedan hacer uso de los recursos legales.
Aclarar que, si bien la acción de amparo constitucional tutela derechos y garantías, el art. 178.I de
la CPE establece que la “seguridad jurídica” es un principio que sustenta la potestad de impartir
justicia; sin embargo, al no ser un derecho, su vigencia se realiza en relación con el derecho al
debido proceso denunciado como vulnerado.
Asimismo, de la lectura del acta de audiencia cursante de fs. 232 a 238 vta., se evidencia que José
Ernesto Saucedo Cardona, Juez de Partido y de Sentencia de la Niñez y Adolescencia de la
provincia San Ignacio de Velasco del distrito judicial -ahora departamento- de Santa Cruz,
constituido en Juez de garantías, dio lectura solo de la parte resolutiva del fallo, reservándose la
emisión de la Resolución final hasta el 22 de mayo de 2010, es decir, cuatro días después de
celebrada la audiencia.
Al respecto, el art. 101 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC) -vigente a tiempo de la
realización de la audiencia de amparo- estableció imperativamente la obligatoriedad del
“recurrido” de comparecer por sí o mediante apoderado y elevar informe sobre los hechos
denunciados en la audiencia fijada al efecto; igual obligación establece el art. 129.III y IV de la
Ley Fundamental, al indicar que la autoridad demandada será citada con el objeto de que preste
información y en su caso, presente los actuados concernientes al hecho denunciado en el plazo
máximo de cuarenta y ocho horas desde la presentación de la acción, debiendo emitirse la
Por otro lado, el Juez de garantías al declarar “improcedente” la acción de amparo constitucional
y al señalar como “recurrentes” y “recurridos” a los accionantes y demandados ha aplicado una
errónea terminología, ya que al respecto la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha
establecido a través de la SC 0071/2010-R de 3 de mayo, entre otras, que: “En consecuencia, la
terminología a utilizarse para referirse a la persona que interpone esta acción tutelar será
'accionante', y con relación a la autoridad o persona contra quien se dirige esta acción
corresponderá el término 'demandado (a)'. De igual manera, en cuanto a la terminología con
referencia a la parte dispositiva, en caso de otorgar la tutela se utilizará el término 'conceder' y
en caso contrario 'denegar' la tutela”.
POR TANTO
3ºEl Juez de garantías queda encargado del cumplimiento del presente fallo constitucional, no sin
antes llamarle severamente la atención por la demora injustificada en la dictación de la
Resolución y la falta de exigencia en el cumplimiento de las normas legales que rigen la acción
de amparo constitucional.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Manifestó que la entonces Corte Departamental Electoral de Santa Cruz dictó Resolución
040/2010 de 25 de marzo que declaró improbada la demanda de inhabilitación de candidatos
interpuesta por el delegado del partido político Unión Cívica Solidaridad (U.C.S.) contra los
candidatos de la agrupación ciudadana Santa Cruz Para Todos (SPT); fallo que no toma en cuenta
lo normado por la Constitución Política del Estado, ya que el mandato establecido en ella “sólo
alcanza para la creación de una Ley Transitoria para las elecciones del Órgano Legislativo y
Ejecutivo del Estado Plurinacional de Bolivia y no así para las autoridades departamentales ni
municipales, por ello, la Ley 4021, no establece la forma especí f i ca de e l e cc i ó n de las
autoridades departamentales ni municipales y cuando regula el ámbito de elección de las
autoridades municipales, meridianamente indica en su art. 71, de que estas se regirán por la Ley
vigente al momento de la promulgación de la Ley Transitoria, vale decir que las elecciones
municipales, se realizarí a n, s e gú n lo dispuesto en la Ley 1984 (C ó d igo Electoral), y en la Ley
2028 de Municipalidades” (sic).
Bajo esta fundamentación, considera que el incumplimiento del art. 238.3 de la Constitución
Política del Estado (CPE), produce ipso facto la inhabilitación de puro derecho de todos aquellos
candidatos que sin haber renunciado a sus cargos, se hubiesen presentado como candidatos para
las elecciones municipales fijadas para el 4 de abril de 2010.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pú b lica el 23 de abril de 2010, según consta en acta cursante de fs. 86 a
96 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La accionante, por medio de su abogado, a tiempo de ratificar su acción aclaró, que la demanda
planteada contra la Resolución 040/2010 emitida por la Corte Departamental Electoral de Santa
Cruz, por la que se rechazó la demanda de inhabilitación planteada contra los candidatos Oscar
Vargas Ortiz, María Desir é Bravo Monasterios, Hugo Enrique Landivar Zambrana y Carol
Genvieve Viscarra Guillén, por ser este fallo atentatorio contra el derecho fundamental a ser
tratada en igualdad de condiciones en una justa eleccionaria y que, “la aplicación del principio de
jerarquía normativa, ya que es un antecedente administrativo para la Corte Departamental
Electoral y jurisdiccional en el entendido de que sin interponer el recurso de inconstitucionalidad
se aplicó la supremacía normativa, situación que no analizó la CDE” (sic).
Finalmente, manifestó que la ahora accionante: debió interponer un recurso directo o abstracto de
inconstitucionalidad, si lo que buscaba era la declaración de inconstitucionalidad de la Ley del
Régimen Electoral Transitorio; señaló también que la accionante ya no tiene legitimidad, y que
no hay una tutela efectiva que se pueda realizar porque las elecciones ya pasaron, solicitando sea
declarado improcedente el “recurso”. Asimismo, la segunda abogada de la parte demandada
manifestó que la acción tutelar presentada es a título personal, y que la accionante no ha recurrido
ante la entonces Corte Departamental Electoral en forma directa, ya quien recurrió ante esa
institución fue el delegado del partido político U.C.S.
La abogada de los terceros interesados Oscar Vargas Ortiz, María Desiré Bravo Monasterios,
Hugo Enrique Landivar Zambrana y Carol Genevieve Viscarra Guillén, señaló en audiencia que
de la lectura del memorial de acción de amparo se establece que el reclamo versa sobre la
inconstitucionalidad de la Ley del Régimen Electoral Transitorio, cuestión que nada tiene que ver
con los hechos que presuntamente estarían vulnerando derechos fundamentales, ya que la Corte
Departamental Electoral de Santa Cruz, lo único que hizo fue pronunciarse sobre una demanda de
inhabilidad de candidatos, sin que ello le haya coartado el derecho a participar como candidata en
dichas elecciones, pues no estableció en que consistió la lesión, ni cumplió los requisitos de
contenido establecidos en los numerales III, IV, y VI del art. 97 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC).
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 18/2010 de 23
de abril, cursante de fs. 96 a 97, denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: 1)
La accionante al solicitar se restituya el derecho de participar en las elecciones municipales en
igualdad de condiciones con relación a los candidatos de la agrupación ciudadana SPT, para
quienes por Resolución 040/2010 de 25 de marzo, emitida por la entonces Corte Departamental
Electoral de Santa Cruz, declarando improbada la demanda de inhabilitación de candidatos
interpuesta por U.C.S.; se asume que no se vulneró ninguna norma legal, menos desconoció el
derecho de la accionante para participar como candidata en las elecciones municipales, ya que la
mencionada Resolución no la nombra, no la incluye ni se refiere a ella en forma particular ni
precisa, por lo que no se le ha lesionado ningún derecho, consiguientemente no hay nada que
restituir; 2) La persona que accionó la inhabilitación es alguien distinta a la que planteó la
presente acción; 3) Ante las resoluciones emitidas por las entonces Cortes Departamentales
Electorales existe el recurso de apelación; y, 4) Desde el momento en que fue planteada la
solicitud de inhabilitación de candidatos, si la accionante consideraba que existía
inconstitucionalidad de la ley, debió interponer el recurso correspondiente.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Roberto Luis Ayala Antezana, en calidad de delegado titular de la agrupación ciudadana
SPT contestó a la demanda de inhabilitación de los candidatos a concejales representantes de
dicha agrupación ciudadana. (fs. 55 a 56 vta.).
II.4. Solicitud de información a la entonces Corte Departamental Electoral, por parte del
delegado titular del partido político U.C.S. respecto a los candidatos habilitados de las diferentes
organizaciones políticas de los municipios de Santa Cruz, por la que se evidencia que la ahora
accionante se encontraría habilitada (fs. 32 a 35).
La accionante denuncia que la entonces Corte Departamental Electoral de Santa Cruz, al haber
inobservado el art. 238.3 de la CPE, emitiendo la Resolución 040/2010 de 25 de marzo, por la
que se declaró improbada la demanda de inhabilitación de candidatos interpuesta por Limberg
Cuellar Coimbra, delegado del partido político U.C.S., contra los candidatos a Concejales por la
agrupación ciudadana SPT, lesionó su derecho a participar en las elecciones de autoridades
municipales en igualdad de condiciones con los otros candidatos.
(…)
nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,
ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para
la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados'
Con relación a la legitimación activa para interponer el amparo constitucional, este Tribunal en
la SC 1844/2003-R de 12 de diciembre, ha señalado que: 'Siendo la regla de que el recurrente
sea la persona agraviada que haya sufrido un perjuicio moral o material con el acto u omisión
denunciado de ilegal, es obvio que la persona que plantee el amparo constitucional sea la
agraviada directamente que es la que está legitimada activamente para interponer la acción de
amparo, legitimación activa que ha sido definida por este Tribunal en SC 0134/2002-R, como
aquella que: '...corresponde al afectado que directamente acredita interés en el asunto y en quien
recaen las consecuencias jurídicas de la resolución o acto de la autoridad que se impugna'.
Siguiendo ese entendimiento, la SC 0468/2006-R de 16 de mayo, señaló: (…): 'El recurso de
amparo se interpondrá por la persona que se creyere agraviada o por otra a su nombre con
poder suficiente…'”.
De la revisión de la demanda y de los datos del expediente, se constata que la accionante expresó
que la entonces Corte Departamental Electoral, al haber declarado improbada la demanda de
inhabilitación de candidatos -interpuesta por Limberg Cuellar Coimbra; delegado del partido
político de U.C.S.-, la agrupación ciudadana SPT, lesionó su derecho a participar en las
elecciones municipales en igualdad de condiciones, con los otros candidatos que no renunciaron
y continuaron ejerciendo el cargo de Concejales.
El derecho que la accionante invoca como lesionado, no es evidente, toda vez que de la
documentación aparejada a la presente acción sostiene que la misma no fue inhabilitada para el
proceso eleccionario municipal, que se realizó el 4 de abril de 2010 (fs. 32 a 35); es más, la
Resolución 040/2010, emitida por la entonces Corte Departamental Electoral, que resolvió la
demanda antes referida, no le produjo ninguna consecuencia, resultado o efecto, que pudiese
lesionar alguno de sus derechos, ya que esa demanda fue dirigida contra los candidatos de la
agrupación ciudadana SPT, Oscar Vargas Ortiz, María Desiré Bravo Monasterios, Hugo Enrique
Landivar Zambrana y Carol Genevieve Viscarra Guillen y no así contra la ciudadana Martha
Cintia Villagomez de Menacho -ahora accionante- en consecuencia, al no evidenciarse que el
fallo emitido por los Vocales hoy demandados le causa perjuicio alguno, dado que la Resolución
señalada declaró improbada la demanda de inhabilitación interpuesta contra otros postulantes a
concejales -y no así contra la accionante-, por lo que ésta no ostenta legitimación activa para
cuestionar la actuación de los Vocales demandados y, al reclamar por los efectos de la
Resolución 040/2010 que no le causa directamente ningún agravio, permite deducir que la misma
carece de titularidad activa para plantear la presente acción tutelar conforme se establece del
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En tal sentido, considerando que la acción de amparo constitucional constituye una garantía
prevista por la Norma Suprema contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de las personas particulares, que restrinjan, supriman o amenacen restringir derechos
que están reconocidos por la Constitución Política del Estado; Ley Fundamental; es necesario que
exista la legitimación como requisito para su procedencia, conforme el art. 129. I de la CPE.
En consecuencia, la problemática planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128
de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al denegar la tutela solicitada, aunque con un
fundamento distinto, ha efectuado una correcta aplicación del precepto constitucional citado
acorde a la compulsa de los antecedentes.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Mediante memorial presentado el 9 de junio de 2010, cursante a fs. 6 y vta., el accionante -de
manera confusa e imprecisa- formula acción de libertad con los siguientes argumentos:
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Publico en contra de su representado, por la
presunta comisión del delito de asesinato, el 4 de junio de 2010, el Juez Cuarto de Instrucción en
lo Penal, notifica la Resolución de la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, que ordena al Juez Primero de Instrucción en lo
Penal de El Alto, devuelva obrados al Juez natural -Cuarto de Instrucción en lo Penal, antes
referido, mandato ejecutado el 5 de junio de ese mismo año.
Esa misma fecha, a horas 11:00, formuló recusación contra el Juez Cuarto de Instrucción en lo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1288
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Penal, en base a las causales contenidas en el art. 316 incs. 1) y 2) del Código de Procedimiento
Penal (CPP); pese a ello, hasta el momento de interposición de la acción de libertad, el Juez
recusado no ha remitido obrados al siguiente en número.
Transcurrieron más de setenta y dos horas, la investigación no está bajo control jurisdiccional y
sin embargo, su representado se encuentra detenido preventivamente, situación que vulnera sus
derechos.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, ordenando al Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, remita obrados
al juzgado siguiente en número, a efectos del control jurisdiccional respectivo.
El accionante por su representado, ratificó los argumentos de su demanda tutelar y amplió los
mismos -de manera igual confusa e imprecisa- manifestando: a) Mediante Resolución 90/2010 de
30 de abril, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz, resolvió la recusación formulada el 15 de ese mismo mes y
año, el cual se notificó al Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal, para que devuelva los
antecedentes a su similar Cuarto; sin embargo, esta última autoridad no tomó en cuenta la
recusación presentada contra el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, quien dispuso la remisión
de obrados a su similar Primero, siendo lógico y legal que los actuados se remitan al Juzgado
Quinto de Instrucción en lo Penal, a efectos de control jurisdiccional y notificar a su similar
primero; b) El Juez demandado obvió el procedimiento, por cuanto al recibir la notificación,
remitió los antecedentes al Juzgado Quinto de Instrucción en lo Penal, pese a la orden de enviar
obrados directamente a su similar Quinto; además, si el Juez Quinto de Instrucción está en
suplencia legal, los mismos deben permanecer en el indicado Juzgado, incumpliendo de esta
manera el plazo de 24 horas de recusado el juez, previsto por el art. 321 del CPP; c) No existe
debido proceso porque el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, aún no envió antecedentes al
juez siguiente en número, es decir, al Juez Primero de Instrucción en lo Penal, considerando que
aún no llegó la notificación con la decisión de la Sala Penal que resuelva la recusación presentada
contra el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal; y, d) Considerando que la causa inició el 24 de
diciembre de 2009, no corresponde aplicar retroactivamente la Ley 007 de 18 de mayo de 2010.
art. 320 del citado Código, se radicó en la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Superior que
rechazó la recusación mediante resolución de 30 de abril de 2010 y se devuelven obrados al Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal el 20 de mayo de ese mismo año, disponiendo la notificación
su similar Quinto para que devuelva antecedentes; 3) El 4 de junio de 2010, a horas 11:55 en
cumplimiento del referido decreto, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, remitió
antecedentes y el 5 del mismo mes y año a horas 10:56, el Juez Cuarto de instrucción en lo Penal
reasumió el control jurisdiccional; 4) En esa fecha, a horas 11:00, con una diferencia de cincuenta
y ocho minutos -momento en que estaba reasumiendo el control de los antecedentes- el
accionante formula una nueva recusación contra el Juez Cuarto de Instrucción Cuarto en lo Penal,
quien pronunció la Resolución 205/10 de 7 de junio de 2010, rechazando la recusación intentada,
conforme a la modificación inserta en el Código de Procedimiento Penal, mediante Ley 007; y, 5)
Ejerció la suplencia de su similar Cuarto del 8 al 14 de junio de 2010, en consecuencia, no podía
remitir antecedentes al juez llamado por ley si no estaba presente, considerando que primero se
debe notificar para el envío y las diligencias se practican a través de la central de notificaciones,
no por el oficial de diligencias del juzgado, por lo que se cumplieron los plazos procesales.
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Partido y de Sentencia Penal de El Alto del Distrito Judicial -hoy
departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 190/2010 de 11
de junio, cursante a fs. 17 y vta., denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i)
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Púbico contra Jhon Ernesto Patty Luque o
José Luis Tucupa Mamani, por la presunta comisión del delito de asesinato, el imputado -ahora
representado formuló recusación contra el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal y una vez
resuelta por la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Superior rechazando la misma, los
antecedentes volvieron a conocimiento del Juez de la causa; sin embargo, posteriormente el hoy
representado plantea una segunda recusación, situación que genera la Resolución 205 “A”/10 de
7 de junio de 2010, de rechazo de la misma en aplicación del art. “231 numeral 1 y 2” (sic) del
CPP, citando además la Ley 007; y, ii) La licencia de la autoridad demandada transcurrió del 8 al
14 de mes y año antes repetido y la acción de libertad se presentó el 9 de ese mismo mes y año;
es decir, cuando la autoridad titular estaba ausente; iii) Las recusaciones, si bien se encuentran
contempladas en el Código de Procedimiento Penal, tienen un efecto dilatorio y no un trámite de
fondo que permita brindar elementos de juicio a la autoridad jurisdiccional sobre la verdad
histórica del caso; y, iv) La investigación en ningún momento estuvo sin control jurisdiccional y
pese a que se presentaron recusaciones estas fueron atendidas, en ningún momento hubo
vulneración al debido proceso.
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. El inicio de investigación, imputación formal y solicitud de detención preventiva, dentro del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1290
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
proceso penal seguido por el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de homicidio
contra el ahora representado, se presentó el 24 de diciembre de 2009 y mediante Resolución
616/09 de ese mismo día, el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto -ahora
demandado- como medida cautelar, ordenó la detención preventiva del imputado -hoy
representado- (fs. 12 y vta., Considerando II.1).
II.3. Mediante Resolución de 17 de abril de ese mismo año, el Juez demandado no se allanó a la
recusación y ordenó la remisión de obrados al superior en grado a efectos de lo resuelto y al Juez
siguiente en número para que prosiga su tramitación (fs. 10).
II.4. La Sala Penal Segunda, mediante Resolución 90/2010 de 30 de abril, rechaza la recusación
intentada, fundamentando que el ahora representado no demostró la existencia de la causal
invocada y dispone que el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, continúe conociendo la causa
(fs. 11).
II.5. El 7 de junio de 2010, el Juez demandado pronunció la Resolución 205 “A”/10, rechazando
in límine la segunda recusación presentada por el ahora representado el 5 de junio de ese mismo
mes y año, en la que argumentaba la existencia de las causales sobrevinientes previstas en el art.
316 incs. 1) y 11) del CPP, haciendo referencia a las modificaciones contenidas en la Ley 007,
que prevé el rechazo in límine de las recusaciones (fs. 12 a 13).
II.6. Por memorándum de 7 de junio de 2010 suscrito por la Presidenta de la entonces Corte
Superior del Distrito Judicial de La Paz, se instruye al Juez Quinto de Instrucción en lo Penal de
El Alto, asumir la suplencia legal de su similar Cuarto, del 8 al 15 de junio de ese mismo año (fs.
14).
El accionante por su representado, señala que la autoridad demandada ha vulnerado sus derechos
a la defensa y al debido proceso, alegando que: a) Formuló recusación contra el Juez Cuarto de
Instrucción en lo Penal de El Alto -resuelta por la Sala Penal Segunda rechazando la misma-; b)
Intentó una nueva recusación sobreviniente el 5 de junio de 2010, ante el interés del Juez en el
proceso y enemistad y sin embargo, mediante Resolución de 7 de mes y año señalado, el Juez
demandado pronunció la Resolución 205 “A”/10 rechazando in límine la misma, en aplicación de
los arts. 54 inc. 2) y 321.1 y 2, ambos del CPP - modificado por la Ley 007 -; y, c) La
investigación carece del control jurisdiccional, situación que imposibilita ejercer su derecho a la
defensa; en consecuencia, corresponde verificar, en revisión, si tales argumentos son evidentes y
si constituyen actos lesivos de los derechos a la vida, a la libertad y a la libre locomoción, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
La SC 0018/2012 de 16 de marzo -entre otras-, precisó que: “La acción de libertad ha sido
instituida por la Constitución Política del Estado en sus arts. 125, 126 y 127, como una acción o
mecanismo de defensa de los derechos y garantías a la libertad y a la vida, derechos que son
reconocidos por la misma Ley Fundamental, cuyos destinatarios resultan ser todos los estantes y
habitantes del Estado Plurinacional de Bolivia, que no pueden ser vulnerados o infringidos sin
una justa razón o previo juzgamiento.
La acción de libertad prevista en el art. 125 de la CPE, tutela el derecho a la vida, a la libertad
personal y a la locomoción, de toda persona que esté ilegalmente perseguida, procesada o presa, y
respecto al debido proceso cuando se alegue vulnerado en acción de libertad, la SC 0021/2011-R
de 7 de febrero -entre otras- indicó que:“Con relación al procesamiento ilegal o indebido, la
doctrina constitucional desarrollada por este Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a
todas las formas que puede ser vulnerado, sino queda reservada para aquellos entornos que
conciernen directamente al derecho a la libertad física; caso contrario deberá ser tutelado
mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante esta acción, no es posible
analizar actos o decisiones demandadas como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados, en razón, que para los demás derechos se tiene expedita la descrita vía del
amparo. Además de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio de
subsidiariedad, de modo que previo a su interposición deberán agotarse los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el
ámbito constitucional cuando los reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta
que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte demandante. En similar sentido se
pronunció este Tribunal en las SSCC 0059/2010-R, 0048/2010-R y 0057/2010-R, entre otras.
de abril, reiterada por las SSCC 0141/2010-R, 0712/2010-R y 0139/2010-R entre otras, afirma:
'…a través de este recurso no se pueden examinar «actos o decisiones del recurrido que no estén
vinculados a los derechos a la libertad física como a la libertad de locomoción, como tampoco
supuestas irregularidades que impliquen procesamiento indebido que no hubieran sido
reclamadas oportunamente ante la autoridad judicial competente, pues si bien este recurso no es
subsidiario, no puede ser utilizado para salvar la negligencia de la parte recurrente” .
A través de la presente acción tutelar, manifiesta que la investigación en el proceso penal seguido
en su contra carece del control jurisdiccional respectivo y que esa situación, imposibilita ejercer
su derecho a la defensa.
En ese contexto, los argumentos expuestos -aunque de forma confusa e imprecisa, tanto en el
memorial de fs. 6 y vta., como en los ratificados y ampliados audiencia pública de consideración
de la acción constitucional-, están relacionados con el derecho al debido proceso en su elemento a
la defensa; empero, no constituyen la causa directa de la privación de libertad del accionante, es
decir, no están vinculados al derecho a la libertad suprimido por el Juez -ahora demandado-
mediante la Resolución que ordenó su detención preventiva; en consecuencia, conforme al
contenido de la jurisprudencia transcrita en el Fundamento Jurídico III.1 y III.2, no es posible
tutelar a través de la presente acción de libertad, los derechos al debido proceso y a la defensa
invocados por el accionante.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 23 de abril de 2010, cursante de fs. 132 a 133 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Casiano Choque Cartagena
contra Lenny Navia Lora, Jueza de Instrucción en lo Penal Mixta de Santivañez del Distrito
Judicial -ahora departamento- de Cochabamba; Ana María Balderrama Torrico, Fiscal de
Materia; y, Mauricio Fernando Julio Quintana, Fiscal Anticorrupción del mismo
departamento.
El 16 de febrero de 2009, Liborio Loza Antezana, Raúl Pablo Vidal Grágeda y Juan Mamani
Marcos, Concejales del Municipio de Santivañez de Cochabamba, presentaron querella en su
contra ante María Luz Pérez Vargas, Fiscal de Materia de Capinota, por la presunta comisión de
los delitos de peculado, malversación, incumplimiento de deberes y conducta antieconómica;
siendo notificado el 6 de marzo del mismo año, de igual manera se informó el inicio de
investigaciones para su respectivo control jurisdiccional a Lenny Navia Lora, Jueza de
Instrucción en lo Penal Mixta de Santivañez -hoy codemandado-.
Los mismos Concejales, el 24 de marzo de ese año, presentaron ampliación de querella por los
delitos de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, siendo radicada en
la misma fecha ante Ana María Balderrama Torrico, Fiscal de Materia, quien dispuso se notifique
al imputado y se informe del inicio de investigación a la Jueza cautelar, a fin que la autoridad
competente asuma el control jurisdiccional de la investigación.
El 4 junio de2009, presentó memorial ante la Fiscal de Materia con el rótulo de presentación
espontánea para su declaración informativa; empero, no recibió respuesta hasta la presentación de
la actual acción de amparo constitucional.
El 1 de octubre del citado año, sin haber sido notificado con la ampliación de querella, ni
informado el inicio de la investigación a la autoridad correspondiente, como tampoco respondido
su memorial de presentación espontánea, Mauricio Fernando Julio Quintana, Fiscal de Materia, le
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1294
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
imputó formalmente por la presunta comisión de los delitos de malversación, uso indebido de
influencias e incumplimiento de deberes, previsto en los arts. 144, 146 y 154 respectivamente del
Código Penal (CP); posteriormente, la Jueza de Instrucción en lo Penal Mixta instaló audiencia
de medidas cautelares, donde tampoco se pronunciaron sobre la ampliación de querella y sus
correspondientes notificaciones.
Ante dichas irregularidades, el 11 de febrero de 2010, interpuso incidente de nulidad por defecto
absoluto, solicitando anulación de obrados ante la, Jueza de Instrucción Mixta, autoridad que
mediante Resolución de 15 de marzo del mismo año, resolvió rechazar el indicado incidente de
nulidad, hechos que lesionaron sus derechos.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública, el 23 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 129
a 131 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Lenny Navia Lora, Jueza de Instrucción en lo penal Mixta -hoy codemandada-, presentó informe
de manera escrita ante el Juez de garantías indicando que: “si la presunta ampliación de la
querella no ha sido notificada al imputado ni ha sido puesta a conocimiento del Juez, es
justamente porque no ha nacido a la vida jurídica, y por lo mismo, no surte ningún efecto
jurídico” (sic), quien considera que no se tendría por interpuesta la ampliación, solicitando se
rechace la acción de amparo constitucional por ser impertinente y no ser la vía correcta; de igual
manera menciona que perdió competencia sobre el caso en cuestión toda vez que concluyó la
etapa preparatoria y el cuaderno de investigación se encontraba radicado en el Tribunal Segundo
de Sentencia Penal.
En audiencia, la Fiscal de Materia Ana María Balderrama Torrico ahora codemandada, señaló
que por medio de la acción de amparo constitucional se pretendió anular todo lo que obró
anteriormente; toda vez que con la querella fue notificado el accionante; asimismo, se puso en
conocimiento de la autoridad jurisdiccional; respecto a la ampliación de la querella, cuando ésta
se habría presentado, el cuadernillo de investigaciones estaba siendo llevado ante el Programa
Especial Integrado; sin embargo, Casiano Choque Cartagena, fue notificado con la orden de
citación para que preste su declaración sobre la ampliación, momento en el que planteó memorial
de presentación espontánea, no habiéndosele dejado en indefensión ya que pudo acceder a otro
recurso ante la Jueza cautelar, ahora que se encontró con acusación, recién acudió ante la misma,
por lo que pide se desestime esta solicitud.
Mauricio Fernando Julio Quintana, Fiscal Anticorrupción hoy codemandado, presentó informe
escrito indicando que la ampliación de la querella fue un acto voluntario de los litigantes, quienes
debieron acudir a testimoniar sobre ese acto, toda vez que, es su deber colaborar con el
esclarecimiento de la verdad, al no hacerlo significó un abandono de la actuación, aclarando que
no hay norma que los obligue a confirmar sobre la ampliación. Por otro lado indica que no se
vulneró ningún derecho ni garantía constitucional, toda vez que no se le imputó por los delitos de
destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, señalados en la ampliación de
querella por lo que dicha actuación no nació a la vida procesal penal, al no haberse exteriorizado
la misma.
I.2.4. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20. I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012 a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. La ampliación de querella presentada el 24 de marzo de 2009, interpuesta por Concejales del
Municipio de Santivañez, contra Casiano Choque Cartagena, -ahora accionante- por la presunta
comisión de los delitos de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional; se
admitió y no se puso a conocimiento del accionante ni de la Jueza de Instrucción en lo Penal
Mixta (fs. 15 a 16).
II.2. El hoy accionante presentó incidente de nulidad por defecto absoluto ante la Jueza de
Instrucción en lo Penal Mixta, el 11 de febrero de 2010, debido a la falta de pronunciamiento
sobre la ampliación de querella (fs. 9 a 13).
II.3. Por Auto de 15 de marzo de 2010, la Jueza de la causa resolvió rechazar el referido
incidente, con el fundamento que si la indicada ampliación de querella no se notificó al
interesado ni se informó para su control jurisdiccional, se la tenía por no presentada, razón por la
cual no se dejó en indefensión al imputado, determinación contra la que el accionante no presentó
recurso alguno (fs. 26 a 27).
Conforme señala el art. 128 de la CPE, la acción de amparo constitucional es una acción de
carácter extraordinario, que tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley,
cuya finalidad es la protección de los derechos fundamentales de las personas.
A su vez el art. 129.I y II de la misma Norma Suprema establece que: “La acción de Amparo
Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder
suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1297
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados” (las negrillas
nos corresponden). Conforme lo establecido por estas disposiciones la SC 1643/2011-R de 21 de
octubre 2011 señala que la acción de amparo constitucional, tendrá lugar: “'…contra los actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley' y 'siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados'; disposiciones que
expresamente establecen que las supuestas lesiones a los derechos fundamentales y garantías
constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción ordinaria, y sólo en defecto de ésta, de
ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el daño emergente de la acción u
omisión o de la amenaza de restricción de los derechos, se otorgue la tutela en la jurisdicción
constitucional.
Una vez planteado un incidente y posteriormente rechazado se cuenta con otra vía expedita a la
que se puede acudir antes de llegar a la acción de amparo constitucional, al respecto la SC
2350/2010-R de 19 de noviembre de 2010 señala: “El Tribunal Constitucional, sentó
jurisprudencia sobre la inadmisibilidad del recurso de apelación incidental contra las
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1298
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
resoluciones que resolvían incidentes, señalando 'que solamente podía recurrirse en materia
penal, de las resoluciones que están expresamente señaladas en la ley, así el art. 403 del CPP,
establece las resoluciones que pueden ser objeto de apelación incidental, entre las que no se
encuentra la que resuelve incidentes'; sin embargo, considerando que dicha interpretación
asumida era restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la propia Constitución, y
al ser universal el derecho a recurrir, se cambió la línea jurisprudencial a partir de la SC
0636/2010-R de 19 de julio, superando el criterio anteriormente establecido, determinando que
son susceptibles del recurso de apelación incidental, las resoluciones pronunciadas en los
incidentes, al señalar que:
'El derecho a recurrir se halla establecido en el art. 394 del CPP, adicionando las dos
limitaciones que lo caracteriza, una objetiva y otra subjetiva. Por la primera, no todas las
resoluciones son recurribles, sino aquellas 'en los casos expresamente establecidos…'. Por la
segunda el 'El derecho a recurrir corresponderá a quien le sea expresamente permitido por Ley,
incluida la víctima aunque no se hubiera constituido en querellante'. No obstante lo anotado, en
relación a la primera cabe precisar que el art. 8 de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, más conocida como 'Pacto de San José de Costa Rica', lo incluye como un derecho
fundamental, que ahora es recogido por la Constitución Política del Estado vigente en su art.
180.II que señala: 'Se garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales', de
donde se deduce que la limitación objetiva a su vez no es absoluta.
De otro lado el Capítulo IV del Título I del Libro Primero de la Segunda Parte del Código de
Procedimiento Penal, tiene como nomen juris 'Excepciones e incidentes', cuyo procedimiento se
rige por el art. 314 y ss. del CPP, precisando: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos
de las partes…', por ello dentro un sentido amplio de interpretación de las normas analizadas,
encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo legal, el derecho a impugnar resoluciones
que resuelvan incidentes al incluirse su trámite dentro de las excepciones e incidentes, dado que
sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto, correspondería a una interpretación
restrictiva en desmedro de una norma internacional y de la propia Constitución. Este
razonamiento implica un cambio de la línea asumida al respecto por las SSCC 0731/2005-R,
0265/2006-R, 0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras).
Sin embargo, como todos los derechos, el de recurrir está sujeto a las normas generales que lo
rigen, entre ellos la oportunidad o el plazo, el contenido o expresión de agravios y la forma en
que deban formularse. En cuanto a la apelación incidental se la debe presentar y tramitar en
sujeción a las previsiones de los arts. 404 a 406 del CPP, deduciéndose la imposibilidad de
plantearla directamente dentro del juicio oral, cuyo objeto la averiguación de los hechos, no
permite su sustanciación durante la celebración del mismo, correspondiendo en su caso hacer
reserva de apelación restringida, conforme tiene anotada la jurisprudencia constitucional, entre
otras la SC 0522/2005-R, que al respecto precisa: 'Consecuentemente, la corrección de la
actividad procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la vía
incidental ante el juez cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o Tribunal de Sentencia
en el juicio oral, y, en su caso, a través del recurso de apelación restringida'. Línea
jurisprudencial aplicable a los casos en que se apela contra una resolución que resuelve
incidentes”.
y la riqueza nacional ante la Fiscal de Materia, quien ordena que se informe a la Jueza de
Instrucción en lo Penal Mixta el inicio de investigación, a la vez se notifique al afectado,
actuaciones que no fueron realizadas; frente a esta situación, el accionante promovió incidente de
nulidad de obrados por defecto absoluto ante la Jueza referida, quien mediante Auto de 15 de
marzo de 2010, resuelve por su rechazo, contra dicha Resolución no se presentó ningún recurso,
llegando directamente a interponer acción de amparo constitucional.
Por lo expuesto, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela solicitada aunque con otros
argumentos, valoró correctamente los antecedentes de la presente acción.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 02/2010 de 31 de marzo, cursante de fs. 120 a 121 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Jorge Lema Morales contra
Arminda Flora Casso Lizarazu, Arturo Leonardo Cuellar Lora, Víctor Hugo Romero
Román y Marcelo Aldapi Cano, miembros de la Comisión Institucional de Apelaciones de
la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS).
Por convocatoria 08/09 de diciembre de 2009, se postuló al cargo de Director Interino del
Departamento Penal de la UAJMS; en cumplimiento al numeral II de la referida convocatoria,
presentó en el Sobre A la documentación de cumplimiento de los requisitos indispensables
(originales) y en el Sobre B, la documentación que respaldaba los requisitos complementarios,
incluyendo más de ciento cincuenta documentos que acreditan su formación y experiencia
profesional pedagógica y académica; además de la producción intelectual y científica.
La Comisión Docente Estudiantil le calificó con un puntaje de cincuenta puntos, mientras que a
otra postulante le asignaron ochenta y cinco puntos, pese a tener menos de dos años de titularidad
en la Universidad, ante tan irregular situación apeló ante la Comisión Institucional de
Apelaciones, la cual ratificó el falló anterior, con el argumento de que no se habría fundamentado
la misma y que no les correspondía revisar la documentación presentada en el Sobre A, porque
así lo señala el art.18 del Reglamento de Admisión Docente.
Alega la vulneración de su derecho al “del debido proceso”, citando únicamente el art. 128.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita que en resolución se deje sin efecto el fallo emitido por la Comisión Institucional de
Apelaciones y se realice nuevamente la apertura y calificación de documentación, contenida en
los Sobres A y B.
Celebrada la audiencia pública el 31 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
112 a 115 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Tarija, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 02/2010 de 31 de marzo, cursante de fs. 120 a 121 vta., por la que se concedió en
parte la tutela, dejando sin efecto la Resolución “019/2010”; disponiendo que la Comisión
Institucional de Apelaciones dicte nueva resolución, resolviendo la apelación efectuada por el
accionante, observando la exigencia de fundamentar conforme lo determinado en el considerando
III; determinación que se realizó bajo los siguientes fundamentos: 1) El accionante se presentó a
la convocatoria 08/09, para optar al cargo de Director Departamental de Derecho Penal de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UAJMS, presentando para el efecto
documentación en los Sobres A y B; 2) La Comisión Docente Estudiantil le otorgó una
puntuación inferior con relación a la otra postulante, fue habilitado en el Sobre A; y en el Sobre
B, le calificaron con cincuenta punto cincuenta y nueve; 3) Apelada que fue la calificación, el
Comité Institucional de Apelaciones a tiempo de resolver la alzada no fundamentó la Resolución
correspondiente, conforme lo peticionado por el accionante, en consecuencia es evidente la
violación al debido proceso; y, 4) La Comisión Institucional de Apelaciones sólo puede conocer
y decidir sobre aquellas cuestiones a las que se limitó la apelación del accionante, no teniendo
más facultades de revisión que aquellas que fueron objeto del recurso.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley del Tribunal Constitucional. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Resoluciones 314/08 y 008/08 de 1 de julio de 2008, por el que se homologan Resoluciones
Rectorales y aprueban la modificación del Reglamento de Admisión Docente de la Universidad
más el instructivo de interpretación de las convocatorias (fs. 21 a 22).
II.3. Convocatoria a méritos y defensa del plan de gestión para directores interinos de
departamento -convocatoria 08/09- a la cual se presentó el accionante, la misma que contiene
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JULIO 1303
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II.4. Memorial de apelación a resultados del Sobre B, interpuesto por Arminda Casso Lizarazu y
otros, cuadro de Resultado de calificaciones del Sobre B, trámites varios y memorial de remisión
y revisión del Sobre A y apelación del informe de calificación de méritos del Sobre B (fs. 77 a
90).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
De acuerdo a lo dispuesto por la Constitución Política del Estado: “La acción de amparo
constitucional tendrá lugar contra los actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir derechos reconocidos por la Constitución y la ley” (art. 128 CPE); debiendo
interponerse por la persona que se crea afectada o en su caso, por otra a su nombre con poder
suficiente o por la autoridad correspondiente, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre
que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados (art. 129 de la CPE).
Esta acción es de naturaleza subsidiaria y extraordinaria; es decir, no forma parte de los recurso o
medios de impugnación ordinarios previstos por la legislación procesal, pudiendo activarse solo
en caso de haberse agotado los recursos o mecanismos de defensa judicial previstos en la
jurisdicción ordinaria, cuya finalidad primordial es evitar la consumación de una amenaza latente
o la restitución de los derechos fundamentales y garantías constitucionales vulnerados por
persona particular o servidor público.
de la CPE al instituir el derecho a la defensa en un debido proceso; de tal manera, que sólo será
posible determinar la existencia o no de un acto lesivo, cuando el funcionario o persona
señalada por el recurrente efectivamente sea la causante del acto u omisión denunciada
Como puede apreciarse, por regla general la legitimación pasiva se constituye en un requisito
de procedencia de la acción de amparo constitucional -antes recurso- siendo el fundamento de
tal entendimiento la materialización del debido proceso constitucional, pues la exigencia de
plena individualización del demandado se orienta a permitir a éste asumir defensa de manera
plena e irrestricta” (SC 1399/2011-R de 30 de septiembre)
El accionante señala que se postuló a una convocatoria para optar al cargo de Director Interino
del Departamento Penal de la UAJMS; sin embargo, tanto la Comisión Docente Estudiantil como
la Comisión Institucional de Apelaciones no obraron correctamente, primero porque no valoraron
adecuadamente la documentación que presentó asignándole una nota mínima y segundo, cuando
apeló ratificaron el fallo anterior con el argumento de que no se habría fundamentado su
apelación y no tenia porque revisar la documentación que se encontraba en el Sobre A, porque así
lo dispone el Reglamento de Admisión Docente.
De los antecedentes se deduce que intervinieron dos comisiones, la Comisión Central Facultativa
de Habilitación que revisó el Sobre A referido al cumplimiento de los requisitos indispensables y
la Comisión Calificadora de Méritos, encargada de la revisión del Sobre B, referida a los
requisitos complementarios (arts.8 y 12 del Reglamento de Admisión Docente); según lo
expresado por el accionante, Esta última Comisión habría cometido una serie de irregularidades,
por lo que se vio obligado a apelar ante el Comité Institucional de Apelaciones, el cual emitió
pronunciamiento ratificando las calificaciones realizadas por la Comisión Calificadora de
Méritos, planteando posteriormente acción de amparo constitucional contra los miembros de la
Comisión Institucional de Apelaciones, pidiendo “…se deje sin efecto la Resolución emitida por
la Comisión de Apelaciones y se realice nuevamente la apertura y calificación de la
documentación contenida en los Sobres “A” y “B”(sic).
Las autoridades que supuestamente vulneraron sus derechos fueron los miembros de la Comisión
Calificadora de Méritos, que no habría valorado la documentación que presento, al respecto la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha señalado que: “…La legitimación pasiva en las
acciones de amparo constitucional la detenta el sujeto que ejecutó el acto ilegal o la omisión
indebida; es decir debe existir coincidencia entre la autoridad que presuntamente causó la
violación a los derechos y aquella contra quien se dirige la acción”. SC 1445/2011-R de 7 de
noviembre, por cuanto debiera demandarse a los miembros de la Comisión Calificadora de
Méritos y por lógica consecuencia a la Comisión Institucional de Apelaciones, por ratificar el
fallo anterior.
Por consiguiente, para que esta acción sea concedida contra determinadas personas; es
imprescindible, que esta se dirija contra todos los que supuestamente cometieron el acto ilegal o
la omisión indebida, hecho que impide a este Tribunal conocer el fondo del asunto.
POR TANTO
1.- REVOCAR en parte la Resolución 02/2010 de 31 de marzo, cursante de fs. 120 a 121 vta.,
pronunciada por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Tarija, y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la
aclaración que no se ingresó al análisis de fondo por la problemática planteada.
2.- En virtud al art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), por el tiempo transcurrido
y por el efecto inmediato de la Resolución del Tribunal de garantías, que dispuso conceder en
parte la acción de amparo constitucional, dejando sin efecto la Resolución 019/2010, se
dimensiona el efecto de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 51/2010 de 23 de abril, cursante de fs. 777 vta. a 778, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Mario Alberto Palma Gómez,
Jaime Avalos Riera, Ana María Saravi Abib y Roque Edmundo Urey Jordan contra Hernán
Cortés Castillo y Juana Molina Paz de Paz, Vocales de la Sala Civil Primera de la Corte
Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz.
Mediante memorial presentado el 29 de octubre de 2009, cursante de fs. 642 a 647 vta., los
accionantes expresaron lo siguiente:
Los accionantes alegan como lesionados sus derechos al debido proceso, a la “seguridad jurídica”
y a ser juzgados en un juicio justo y en un tiempo determinado, citando al efecto los arts. “16
párrafo I y II, 7 inc. 1), 116-X” (sic) de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 23 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 771
a 777 vta., se produjeron los siguientes actuados:
verificar la situación de hecho, sino también verificar la cuestión de hecho, a quien es atribuible
la dilación del proceso, al acusado, al Ministerio Público, al Órgano Jurisdiccional, los jueces y/o
tribunales; y, b) Lo más curioso del Auto 495/2009, es lo señalado con referencia a los
imputados, porque de los actuados que cursan en el proceso penal se puede verificar que no hubo
ni un sólo incidente presentado por los accionantes; además que, el indicado fallo se refirió a que
se debió reparar el daño ocasionado al querellante, aun cuando en materia de extinción no tiene
nada que ver el daño, si se va a reparar o no, no es un elemento para declarar la procedencia o la
improcedencia; empero, en el hipotético caso de que eso fuese así, sus defendidos han sido
absueltos de culpa y pena, no teniendo nada que reparar, pero el Tribunal de Sentencia Penal ha
condenado al pago de daños y perjuicios a los querellantes por la temeraria acusación.
Las autoridades demandadas pese a su legal notificación (fs. 660 y vta.), no asistieron a la
audiencia ni presentaron informe escrito.
El abogado del tercero interesado refutó todos los términos planteados señalando: 1) El proceso
que motiva la presente acción, se encuentra en turno para consideración del recurso de casación,
tal como se evidencia de la certificación 12/2010 de 2 de marzo, expedida por la Secretaria de
Cámara de la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Suprema de Justicia; 2) El juez natural
que debió conocer las pretensiones de las partes, es la Sala Penal Segunda de la entonces Corte
Suprema, porque el proceso se encuentra radicado en la referida Sala; sin embargo, los
accionantes no se apersonaron a esa instancia; 3) La Sala Penal Segunda antes referida tiene
competencia para dilucidar aspectos como ser las incidencias de todas las contingencias y
emergencias que se suscitaron en el proceso, las mismas que están determinadas por el art. 44 del
CPP, que establece que: “El Juez o Tribunal que sea competente para conocer de un proceso
penal lo será también para decidir todas las cuestiones e incidentes que se susciten en el curso de
su tramitación”, de ello, se tiene que el Tribunal de casación una vez que asumió conocimiento
del proceso en lo principal, por vía del recurso de casación, es la instancia competente para
pronunciarse sobre la extinción de la acción penal; 4) La SC 1351/2003-R de 16 de septiembre,
incorporó a los terceros interesados en las acciones de amparo constitucional; en el presente caso
no se puede pronunciar una resolución porque la Sala Penal Segunda de la entonces Corte
Suprema “no ha sido citada como tercera interesada”; es más, pudieron haber ampliado la
demanda pero no lo hicieron; y, 5) Las causales de improcedencia establecidas por el art. 96 de la
Ley del Tribunal Constitucional (LTC), específicamente el numeral 3 ha sido desarrollado por la
SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, con la que se establecen los supuestos de improcedencia
de los amparos constitucionales, y uno de ellos es por no cumplirse con el principio de
subsidiariedad, en el presente caso, no han utilizado los medios de defensa establecidos en el
ordenamiento jurídico, porque no le dieron a la entonces Corte Suprema de Justicia, la
posibilidad de que se pronuncie sobre la extinción de la acción penal, como tampoco esperaron la
resolución del recurso de casación.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial, -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías pronunció la Resolución 51/2010
de 23 de abril, cursante de fs. 777 vta. a 778, mediante la cual denegó la tutela por existir un
recurso ordinario pendiente de resolución. En base a los siguientes fundamentos: i) La Sala Civil
Primera al dictar el Auto de Vista 495/2009, ha dado estricto cumplimiento al art. 124 del CPP;
toda vez que, dicho fallo cuenta con la debida fundamentación y es congruente con los puntos
apelados; y, ii) Respecto a que la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Suprema de Justicia
debió ser demandada como tercera interesada en esta acción, no corresponde debido a que el
expediente original se encuentra pendiente de resolución a consecuencia de un recurso de
casación, conforme se evidencia de la certificación expedida por la Sala Penal Segunda antes
referida.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.2. Por memorial de 15 de junio de 2009, se evidencia que Jaime Avalos Riera interpuso
recurso de casación contra el Auto de Vista, solicitando que el mismo se deje sin efecto (fs. 581 a
587); asimismo, aún cuando no consta memorial alguno en el expediente, y solamente cursa el
comprobante de caja por venta de valores judiciales se advierte que Ricardo Aguilar Quiroz,
también planteó recurso de casación (fs. 604).
II.3. Mediante memorial de 28 de julio de 2009, Mario Alberto Palma Gómez, Jaime Avalos
Riera, Ana María Saravi Abib y Roque Edmundo Urey Jordan, solicitaron a la Sala Civil Primera
la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso (fs. 764 a 770).
II.4. A través del memorial de 1 de septiembre de 2009, dirigido a la Sala Civil Primera, Roque
Edmundo Urey Jordan y Mario Alberto Gómez contestaron al recurso de casación interpuesto por
Ricardo Aguilar Quiroz solicitando que éste sea declarado inadmisible e improcedente (fs. 632 a
633 vta.).
II.5. Por Auto 98 de 12 de septiembre de 2009, la Sala Civil Primera determinó remitir los
antecedentes de los recursos de casación planteados por Jaime Avalos Riera y Ricardo Aguilar
Quiroz a la entonces Corte Suprema de Justicia (fs. 638).
II.6. Por memorial de 8 de octubre de 2009, Roque Edmundo Urey Jordan y Mario Alberto
Palma Gómez, solicitaron a la Sala Civil Primera que se resuelva la extinción de la acción penal
antes de conceder los recursos de casación planteados (fs. 639).
II.7. A través del Auto 495/2009 de 9 de octubre, la Sala Civil Primera declaró NO HA LUGAR
a la solicitud de extinción de la acción penal planteada por Mario Alberto Palma Gómez, Jaime
Avalos Riera, Ana María Saravi Abib y Roque Edmundo Urey Jordan, debiendo proseguir la
causa hasta su conclusión, al evidenciarse que la dilación del trámite no se debía a la negligencia
de los órganos judiciales o del Ministerio Público, sino a los incidentes planteados por los
procesados (fs. 639 vta. a 640 vta.).
Los accionantes denuncian como lesionados sus derechos al debido proceso, a la “seguridad
jurídica” y a ser juzgados en un juicio justo y en un tiempo determinado; toda vez que, los
Vocales demandados mediante el Auto 495/2009, rechazaron la solicitud de extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso, sin la debida fundamentación de hecho y de
derecho. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
(…)
(…)
En ese orden, conforme se encuentra consagrado en el art. 115 de la CPE: 'I. Toda persona será
protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos. II. El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una
justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones'; directamente
relacionado con el principio de economía procesal, deben ser entendidos como derechos
exigibles tanto por la víctima como por el imputado, por cuanto a ambos les interesa la
conclusión del proceso, más aún tomando en cuenta que la víctima en la configuración
constitucional goza de una especial protección, así el art. 121.II de la norma fundamental,
señaló: 'La víctima en un proceso penal podrá intervenir de acuerdo con la Ley, y tendrá
derecho a ser oída antes de cada decisión judicial…', relacionado con el art. 11 del CPP, que
instituye: 'La víctima podrá intervenir en el proceso penal conforme a lo establecido en este
Código, tendrá derecho a ser escuchada, antes de cada decisión que implique la extinción o
suspensión de la acción penal y, en su caso, a impugnarla', razón por la cual su intervención es
un derecho indiscutible que le asiste” (las negrillas nos corresponden).
(…)
Ello confirma, como se tiene anotado y virtud a la previsión del citado Art. 50 del CPP, que el
tribunal de casación no tiene competencia para conocer y resolver esa petición, en estricta
aplicación del principio procesal que la competencia jurisdiccional nace de la ley, por lo que
esa labor incumbe a los jueces y tribunales de instancia, no a los de revisión.
Su tramitación se sujeta al art. 314: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos de las
partes que, por su naturaleza o importancia, deban ser debatidas o requieran la producción de
prueba, se tramitarán por la vía incidental, sin interrumpir la investigación y serán propuestas
por escrito fundamentado en la etapa preparatoria y oralmente en el juicio, ofreciendo prueba
y acompañando la documentación correspondiente'; es decir, la extinción de la acción penal, en
sujeción al artículo precedente -al margen de la etapa preparatoria- en juicio sólo puede ser
planteada, hasta antes de dictarse sentencia.
(…)
(…)
Como se tiene dicho, la resolución que resuelve la excepción de extinción planteada en juicio
oral, sólo es impugnable mediante reserva de apelación restringida, que habilita cuestionarla
ante el superior en grado sobre las supuestas irregularidades en la que hubiera incurrido el juez
o tribunal de primera instancia respecto a la excepción planteada.
De lo anotado precedentemente, es preciso modular la SC 1716/2010-R de 25 de octubre, en
cuanto a la oportunidad de plantear la excepción de la extinción de la acción penal, en estricta
observancia de la previsión legal, en los siguientes términos: Corresponde en forma exclusiva
a los jueces y tribunales de primera instancia conocer la excepción de extinción de la acción
penal, que podrá formularse únicamente en la etapa preparatoria así como en el transcurso
del juicio oral hasta antes de dictarse sentencia. Ante el rechazo de la excepción planteada en
el juicio oral, el agraviado podrá reservarse el derecho de impugnarla como agravio de
apelación restringida” (las negrillas nos pertenecen) (SC 1529/2011-R de 11 de octubre).
De la jurisprudencia precedentemente expuesta se concluye que si bien el art. 27 inc. 10) del
CPP, establece como causal de extinción de la acción penal, el transcurso del tiempo, como ser el
de un máximo de tres años, para su aplicación deben concurrir algunos elementos, entre los
cuales se puede señalar: A quiénes es atribuible la dilación del proceso en su concurso; es decir,
si fuese atribuible a los órganos del Estado, jueces y Ministerio Público procede la extinción de la
acción penal, siempre y cuando esta sea presentada en la etapa preparatoria y no así cuando es
planteada ante un tribunal ad quem, ya que éste, puede conocer el incidente sólo en instancia de
apelación, y no así cuando es planteado en segunda instancia; ya que, no se admite recurso de
apelación; por otro lado, no es aplicable la extinción de la acción penal por el transcurso del
tiempo cuando la dilación del proceso es atribuible al imputado.
Los accionantes denuncian como lesionados sus derechos al debido proceso, a la “seguridad
jurídica” y a ser juzgados en un juicio justo y en un tiempo determinado; toda vez que, los
Vocales demandados mediante el Auto 495/2009 de 9 de octubre, rechazaron su solicitud de
extinción de la acción penal por duración máxima del proceso, prevista en el art. 133 del CPP, sin
la debida fundamentación de hecho y de derecho.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada,
aunque con otros fundamentos ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales, aplicando correctamente las normas.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 22/2010 de 5 de abril, cursante de fs. 231 a 232, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por “Iván Noel Córdova Castillo”, contra
Ángel Aruquipa Chui y Gerardo Tórrez Antezana, Vocales de la Sala Penal Primera de la
Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz.
del departamento- de La Paz, para posteriormente el 29 de agosto de 2005, César Siles Bazán,
Fiscal “Asistente Adjunto”, sin comunicar previamente a la autoridad jurisdiccional el inicio de
las investigaciones en relación a su persona, le recibió su declaración informativa en calidad de
imputado, usurpando funciones del fiscal de materia, a cuya consecuencia, y al haber participado
además de otros ciudadanos en el proceso de recepción y calificación de exámenes para el
ingreso de nuevos alumnos a la carrera de Derecho, Carmiña Llorenti Barrientos, Fiscal Asistente
Adjunta, también usurpando funciones conferidas en el art. 45 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público (LOMP), presentó a la autoridad jurisdiccional, requerimiento ampliando la imputación
formal contra su persona; por lo que ante éstos hechos irregulares, formuló incidente de actividad
procesal defectuosa y excepción de falta de acción, al haber sido ilegalmente promovida por
funcionarios que actuaron usurpando funciones que competen a los fiscales de materia, los
mismos que fueron resueltos por el Juez Sexto de Instrucción en lo Penal del Distrito Judicial -
ahora del departamento- de La Paz, mediante Resolución 31/08 de 9 de febrero de 2008,
declarando procedente el incidente y probada la excepción de falta de acción, instruyendo al
“Fiscal de Distrito” (sic), el archivo de obrados hasta que la acción sea legalmente promovida por
una autoridad fiscal, Resolución con la que fueron notificados personalmente ambas partes, en la
misma fecha.
Refirió, que la entidad querellante (de la UMSA), después que le fue rechazada la
complementación y enmienda que solicitó interpuso recurso de apelación fuera del término
previsto por ley, al igual que el Ministerio Público (MP), que únicamente cuestionó la excepción
de falta de acción y no así el incidente de actividad procesal defectuosa, instancia en la cual, la
Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de La Paz, sin cumplir con el mandato del art. 15 de la Ley de Organización Judicial
abrogada (LOJ 1993), pronunció el Auto de Vista 336/08 de 22 de abril de 2008, admitiendo los
recursos de apelación incidental, por haberse interpuesto dentro del término previsto por ley, y
procedentes las cuestiones planteadas; en consecuencia, revocó la Resolución 31/08 apelada,
declarando improbada la excepción de falta de acción, vinculada a la actividad procesal
defectuosa, Resolución de la que solicitó explicación, complementación y enmienda, que mereció
el Auto complementario de 14 de junio de 2008, declarando no haber lugar a ella.
Ante la evidencia de que el Auto de Vista 336/08, vulneraba sus derechos y garantías
constitucionales y tomando en cuenta que el Tribunal de alzada admitió y resolvió una apelación
que es inapelable (incidente de actividad procesal defectuosa), presentó amparo constitucional
que fue concedido, y en cuyo cumplimiento la Sala Penal Primera, dictó el Auto de Vista 911/09
de 14 de diciembre de 2009, incurriendo nuevamente en violación de derechos y garantías
constitucionales, ya que si bien declaró inadmisible la apelación presentada por la UMSA por
extemporánea, admisible la del Ministerio Público y procedentes las cuestiones planteadas,
revocando la Resolución 31/08, declarando improbada la excepción de falta de acción vinculada
a la actividad procesal defectuosa, empero, dicho Tribunal no hizo una clara especificación entre
la excepción de falta de acción que al haber sido declarada probada es apelable, en cambio, el
incidente de actividad procesal defectuosa lo declaró procedente y de acuerdo a la norma positiva
y a la jurisprudencia no es apelable por no estar previsto en el art. 403 del CPP, además que no
tuvo presente que el Ministerio Público en ningún momento cuestionó sobre la excepción de falta
de acción.
Es necesario resaltar que la interpretación de las leyes para su aplicación debe ser realizada de
forma tal que no vulnere derechos o garantías constitucionales, y en el presente caso, los Vocales
demandados al emitir su Resolución han hecho una interpretación caprichosa y arbitraria de las
disposiciones legales en relación de los recursos, pues al haberse pronunciado sobre el incidente
de nulidad por actividad defectuosa que no es susceptible de apelación de acuerdo a la norma,
han vulnerado la garantía del debido proceso, a lo que se agrega que tampoco cumplieron con el
art. 44 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), referido a la vinculatoriedad de las
sentencias constitucionales, toda vez que existe jurisprudencia que establece que las resoluciones
que resuelven incidentes no son apelables.
Finalmente, el Auto de Vista impugnado vulnera la garantía del debido proceso en su vertiente
fundamentación y congruencia porque no hace referencia alguna sobre el incidente de nulidad
por actividad procesal defectuosa; sin embargo, de manera sorpresiva en la parte dispositiva se
pronuncia en el fondo y resuelve la misma declarándola improbada, sin hacer mención a cuáles
son las razones jurídicas por las cuales se manifiestan en relación a una Resolución inapelable y
tampoco expresan la norma legal en la cual sustentan su determinación, menos hacen referencia a
jurisprudencia alguna que les permita pronunciarse sobre un incidente relativo a actividad
procesal defectuosa, lo que acredita que existe falta de fundamentación y congruencia, accionar
que violenta flagrantemente la garantía del debido proceso en su vertiente falta de
fundamentación y de congruencia.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, dejando sin efecto el Auto de Vista 911/09, ordenando que los
Vocales demandados dicten uno nuevo aplicando la norma positiva y la jurisprudencia
constitucional referida a que un incidente por actividad procesal defectuosa no admite el recurso
de apelación.
Celebrada la audiencia pública el 5 de abril de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 224 a
230 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El accionante ratificó in extenso los términos de la acción presentada, y reiteró que los
demandados no fundamentaron ni motivaron debidamente su Resolución, incurriendo en la
vulneración de derechos y garantías constitucionales, pues por una parte, admitieron un recurso
no previsto por ley sobre el incidente por actividad procesal defectuosa y por otra parte, si bien
admitieron la apelación del Ministerio Público, empero, no impugnó en ningún momento el
incidente de actividad procesal defectuosa sino sobre la excepción de falta de acción, dentro de la
cual no se ha pronunciado respecto a la falta de competencia del Juez de Instrucción referido,
alegada por el Fiscal, reiterando se conceda la tutela.
Los demandados Ángel Aruquipa Chui y Gerardo Tórrez Antezana, Vocales de la Sala Penal
Primera, en su informe escrito cursante de fs. 134 a 137 vta., señalaron: a) En el Auto de Vista
911/09, se compulsaron los actuados procesales y se cumplió con lo que dispone el art. 398 del
CPP, al haberse pronunciado sobre los puntos apelados; b) Se manifestaron sobre la falta de
acción porque ésta no fue legalmente promovida, pues de la compulsa de los antecedentes del
cuaderno principal, se evidencia que la referida excepción y el incidente de actividad procesal
defectuosa, tienen como fundamento único que la acción no ha sido promovida legalmente por la
participación de funcionarios del Ministerio Público, porque quienes dirigieron la investigación
usurparon funciones de fiscales de materia, esto porque habiendo sido designados fiscales
adjuntos se posesionaron como fiscales asistentes, lo cual según lo manifestado por el accionante
en su memorial de demanda de los incidentes planteados señaló: ”…lo que deriva en una falta de
acción vinculada a la actividad procesal defectuosa caracterizada en el inc. 1) del Art. 169 del
CPP.” (sic); c) Por otra parte, en el acta de audiencia de consideración de la excepción de falta de
acción e incidente de actividad procesal defectuosa, a momento de fundamentarla, se indicó:
”…la defensa del Dr. Iván Córdova ha planteado la excepción de falta de acción vinculada a
actividad procesal defectuosa básicamente con relación a la participación de dos funcionarios del
Ministerio Público…” (sic), por lo expresado, se establece que el Tribunal de alzada se
circunscribió a los puntos apelados por el representante del MP y que no se resolvió el fondo del
incidente, sino la falta de acción relacionada a una actividad procesal defectuosa que tenía como
fundamento que ésta fue promovida ilegalmente por fiscales adjuntos que fueron posesionados
como fiscales asistentes, por lo que el mismo imputado a momento de plantear las vinculó, en
consecuencia, no incurrieron en vulneración alguna pues consideraron la excepción de falta de
acción la cual es apelable y se encuentra dentro de las previsiones del art. 403 del CPP; d)
Respecto a la jurisprudencia señalada por el accionante en la acción de amparo constitucional
referida a que los incidentes de actividad procesal defectuosa son inapelables olvida que si éste
considera que existen nulidades, las mismas podrán ser reclamadas incluso hasta antes de dictarse
resolución; y, e) La acción planteada no cumple con los requisitos establecidos, como es no
señalar a todos los terceros interesados para notificarlos, aspecto que no fue observado por el
Tribunal de garantías, pese a que en la acción se hace mención a la UMSA, como víctima, y
habiendo tenido el accionante suficiente tiempo para subsanar no lo hizo, por lo que se debió
aplicar el art. 98 de la LTC, solicitando por lo expuesto, se declare “improcedente” la acción,
teniendo en cuenta además que se presentó un anterior amparo con el mismo fundamento y que
por mandato del art. 96.2 de la LTC, corresponde declarar su “improcedencia”.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 22/2010 de
5 de abril, cursante de fs. 231 a 232 de obrados, que concedió la acción de amparo constitucional,
dejando sin efecto el Auto de Vista 911/09, disponiendo que la Sala Penal Primera dicte nueva
Resolución con apego a las normas contenidas en los arts. 394 y 398 del CPP, sin costas por ser
excusable, con los siguientes fundamentos: 1) Examinado el contenido del Auto de Vista 911/09,
establecen que los Vocales demandados no se refirieron en forma alguna al primer punto
cuestionado; vale decir, a la falta de competencia del Juez de Instrucción; y en cuanto al segundo
aspecto, hacen una fundamentación respecto de los fiscales adjuntos y/o fiscales asistentes.
Asimismo, en la parte dispositiva resuelven revocar la Resolución 31/08 de 9 de febrero,
declarando improbada la excepción de falta de acción vinculada a la actividad procesal
defectuosa; 2) La forma de resolver la apelación interpuesta no condice, primero, con los
aspectos cuestionados y segundo, utiliza una terminología no prevista en el Código de
Procedimiento Penal ya que vincula la excepción de falta de acción con la actividad procesal
defectuosa, generando incertidumbre en las partes, ya que no define en forma clara la pretensión
del Fiscal apelante, de manera que la Resolución en su parte dispositiva es genérica, toda vez,
que revoca íntegramente el fallo apelado que define dos aspectos; el incidente sobre actividad
procesal defectuosa y la excepción de la falta de acción que las declaró probadas; y, 3) En el
presente caso, no existe identidad de sujeto, objeto y causa, por cuanto en la primera acción de
amparo constitucional se cuestionó la Resolución 336/08, en tanto que en la presente, se
cuestiona el Auto de Vista 911/09; con relación a la solicitud del accionante de notificar al Fiscal
de Materia como tercero interesado, se aclara, que si bien es necesaria la presencia del Ministerio
Público para dirigir la investigación y promover la acción penal pública, pero no es necesario
citarlo como tercero interesado ya que no tiene ningún interés directo en el proceso en el qué
desarrolla su actividad investigativa. Al haber ofrecido su alegato, el Tribunal advierte que reiteró
los datos sobre la apelación incidental y la situación de los fiscales adjuntos.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. El 29 de agosto de 2005, el Fiscal Adjunto, César Siles Bazán tomó la declaración
informativa del ahora accionante en calidad de imputado con la presencia de su abogado defensor
(fs. 5 a 9).
II.3. A fojas 16 a 23, el imputado “Iván Noel Córdova Castillo”, el 23 de junio de 2007, planteó
la excepción de falta de acción e incidente de nulidad por actividad procesal defectuosa, que
fueron resueltos por el Juez Sexto de Instrucción en lo Penal del Distrito Judicial -ahora del
departamento- de La Paz, mediante la Resolución 31/08 de 9 de febrero de 2008, por la cual,
II.3.1. Si bien el Auto Supremo 431 de 17 de agosto de 2007, refiere que las funciones de los
fiscales adjuntos son legales y se enmarcan en la Constitución Política del Estado, la Ley
Orgánica del Ministerio Público y el Código de Procedimiento Penal, la Ley rige para lo
venidero, considerando al respecto que la Ley Orgánica del Ministerio Público, vigente en ese
entonces no reconocía a un fiscal adjunto y menos a un fiscal asistente para que realice actos de
investigación, atribuciones que sólo competían a los fiscales de materia, tomándose además en
cuenta que la disposición de Pedro Gareca Perales, entonces Fiscal General de la República,
asumida en la Resolución 115/06 de otorgar a los fiscales adjuntos las facultades de fiscales de
materia es de 31 de agosto de 2006, sin embargo, la declaración informativa del imputado “Iván
Noel Córdova Castillo” data del 29 de agosto de 2005 y la ampliación de la imputación es de 25
de octubre de mismo año citado.
II.3.2. Señaló que el art. 169 inc. 3) del CPP, establece que no son susceptibles de convalidación
los defectos concernientes a actos que impliquen inobservancia o violación de derechos y
garantías previstos en la Constitución Política del Estado y tal como se señaló, César Siles Bazán,
tomó declaración informativa de “Iván Córdova firmando como Fiscal adjunto anticorrupción”
(sic), sin considerar que la disposición cuarta de la Ley Orgánica del Ministerio Público,
establece que los fiscales adjuntos han sido contratados durante la implementación del nuevo
Código de Procedimiento Penal, como apoyo hasta la liquidación de causas según el régimen
procesal anterior y por un tiempo determinado, “…para que actúen como fiscales en las áreas o
casos específicos que demanden prioridad o requieran mayor especialización” (sic) (fs. 27).
También indicó, que no es lo mismo figurar como fiscal adjunto y haber sido posesionado como
fiscal asistente y ejercer funciones de fiscal de materia, pues los fiscales de materia tienen
específicas funciones señaladas en el art. 45 de la LOMP y los fiscales asistentes tienen definidas
sus funciones en el art. 47 del citado cuerpo legal.
II.3.4. Con los conceptos señalados se establece la convicción de que los fiscales, Carmiña
Llorenti Barrientos y César Siles Bazán, han sido posesionados como fiscales asistentes tal como
se evidencia de las fotostáticas de las actas de su posesión presentadas, mismas que tienen
validez y establecen con claridad que los mismos no tenían calidad de fiscales de materia cuando
se realizó los actos de investigación, pues eran fiscales asistentes, por lo que la acción penal no
habría sido promovida legalmente y sus actuaciones se hallan viciadas de nulidad, porque los
mismos no tenían atribuciones para realizar estos actos.
Con la Resolución 31/08 (fs. 24 a 29), fueron notificadas las partes, el 9 del mismo mes y año (fs.
30 y vta.).
II.4. La UMSA, a través de Mariel Vilma Erquicia Dávila, su apoderada, solicitó explicación,
complementación y enmienda de la Resolución 31/08, que fue presentada el 10 de febrero del
mismo año, mediante Notaria de Fe Pública, solicitud que mereció el Auto de 12 del mismo mes
y año, de no haber lugar a lo pedido, auto con el que fueron notificados la querellante y el
Ministerio Público el 22 de febrero de 2008 (fs. 31 a 33 vta.).
II.6.1. Habiendo sido resueltas en revisión las recusaciones interpuestas a su turno por los
sindicados Hipólito Encinas Aldapi y otra, interpuesta por Lorena La Mar Velasco,
respectivamente, mediante la Resolución 25/07 de 25 de octubre, emitida por la Sala Penal
Segunda y la Resolución 1015/07 de 11 de diciembre emitida por la Sala Penal Primera, ambas
de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, el
Juzgado Sexto de Instrucción en lo Penal ya no tenía competencia para conocer la excepción de
falta de acción planteada por el incidentista (ahora accionante), cuyo tratamiento debió ser
remitido al Juez Primero de Instrucción en lo Penal que como efecto de dichas resoluciones
asumió competencia.
II.6.3. La doctrina legal aplicable sentada por el vinculante Auto Supremo 431 de 17 de agosto
de 2007, estableció que en casos similares los fiscales adjuntos tienen plena competencia en el
nuevo sistema procesal penal para conocer la investigación preparatoria e intervenir en la etapa
de juicio (fs. 38 a 39 vta.).
II.7. Sobre los dos recursos de apelación incidental antes mencionados, la Sala Penal Primera de
la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz,
pronunció la Resolución 336/08 de 22 de abril, admitiendo los mismos por haber sido
interpuestos dentro del término previsto por ley, y revocó la Resolución 31/08, declarando
improbada la excepción de falta de acción vinculada a la actividad procesal defectuosa, contra la
que el accionante solicitó aclaración, complementación y enmienda, que mereció el Auto de 14
de junio de 2008, que declaró sin lugar a la misma (fs. 41 a 53).
II.8. Ante la emisión de la Resolución “336/08 de 22 de abril de 2008” (sic) (fs. 89 vta. a 90), y
su Auto complementario de 14 de junio del mismo año, el accionante, a través de Neptalí Aranda
Uzquiano, su apoderada legal, interpuso acción de amparo constitucional contra los Vocales de la
Sala Penal Primera (ahora también demandados), que fue concedida mediante Resolución 02/09-
SSA-I de 23 de enero de “2008” (sic) emitida por la Sala Social y Administrativa Primera como
Tribunal de garantías, misma que dejó sin efecto el Auto de Vista apelado, disponiendo que los
Vocales demandados dicten uno nuevo considerando los aspectos observados en la Resolución
(fs. 54 a 56 vta.).
II.9. Analizado el Sistema de Gestión Procesal del Tribunal Constitucional Plurinacional, se pudo
establecer que elevada en revisión la Resolución 02/09-SSA-I de 23 de enero, este Tribunal
emitió la SC 2861/2010-R de 10 de diciembre, por la cual se aprobó la Resolución del Tribunal
de garantías inicialmente mencionada, por haberse constatado efectivamente que los recursos de
apelación de la UMSA y de la Fiscalía planteados contra la Resolución 031/08, fueron
presentados fuera del término legal establecido por Ley.
II.10.1. El Ministerio Público, acusa al co imputado “Iván Noel Córdova Castillo”, en los
fundamentos de su escrito de excepción e incidente fundamentalmente se refiere a la actuación de
los fiscales adjuntos, pero en audiencia se refiere a la actuación de los fiscales asistentes
infringiendo el art. 314 del CPP.
II.10.2. La excepción planteada, se refiere a que actuaron fiscales asistentes o adjuntos, pero
cursa en obrados a “fs. 471” (sic) certificado que señala que Carmiña Llorenti Barrientos y César
Adalid Siles Bazán, fueron designados fiscales adjuntos el 1 de octubre de 2004, situación
corroborada por los memorándums de “fs. 473, 475, 477 y 479” (sic), y por las actas de posesión
de “fs. 472, 474, 476 y 478” (sic), que demuestran que los mismos fueron nombrados como
fiscales adjuntos y no como fiscales asistentes.
II.10.3. Con relación a los fiscales adjuntos o asistentes, el Juez Sexto de Instrucción en lo Penal,
no consideró el Auto Supremo 431 de 17 de agosto de 2007, que siendo la doctrina legal
aplicable y al ser posterior, la consideró como una Ley que rige para lo venidero, olvidándose
que esa doctrina legal aplicable es de cumplimiento obligatorio por los tribunales y jueces.
II.10.4. La intervención de los fiscales adjuntos se dio con plena competencia de acuerdo al Auto
Supremo 431 de 17 de agosto de 2007.
II.10.5. Los arts. 308 inc. 3) y 312 del CPP, señalan que la excepción de falta de acción procede
cuando la misma no fue legalmente promovida o porque existe impedimento legal para
proseguirla, en el caso, no se evidencia que haya sido ilegalmente promovida ni que exista algún
impedimento. Resultando en consecuencia, atendible los fundamentos expuestos en el recurso de
apelación interpuesto por el Ministerio Público (fs. 57 a 60 vta.).
II.11. La Resolución 911/09, fue objeto de solicitud de explicación y enmienda pedida por el
ahora accionante, a la que no se dio curso por Auto Complementario de 18 de enero de 2010 (fs.
61 a 66).
II.12. Asimismo, cursa en obrados, dos actas de posesión y juramento realizadas por Audalia
Zurita Zelada, Fiscal de Distrito de La Paz el 1 de octubre de 2004, realizando la toma de
juramento de César Siles Bazán y Carmiña Llorenti Barrientos, en calidad de fiscales asistentes,
actuados que corresponden a las fs. 474 y 475 del expediente penal de referencia del Juzgado
Sexto de Instrucción en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz (fs. 76 a 77).
consecuencia, corresponde determinar si los extremos demandados son evidentes, para otorgar o
denegar la tutela solicitada.
A su vez, el art. 129 de la misma CPE, establece que: ”I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.