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¿Qué tipos de tejidos pueden dar cada tipo de capa embrionaria?

Durante la gastrulación se forman los primeros tejidos embrionarios, que pueden ser 2
(organismo diblástico) o 3 (organismo triblástico), a partir de los cuales, con el tiempo y
tras la diferenciación celular de miles o millones de células que seguirán las señales de
células vecinas en su entorno, formarán diferentes tejidos que formarán órganos. Este
proceso mediante el cual las células indiferenciadas dan lugar a tejidos específicos se
denomina histogénesis. El primer paso de la histogénesis es la formación de las 3 capas
germinales, ectodermo, endodermo y mesodermo. Cada una de estas capas dará lugar a
diferentes tejidos, según la ubicación y desarrollo de cada capa.
El ectodermo es la capa más exterior del embrión, dará lugar a los tejidos epiteliales, no
solo a los externos (pelos, uñas, plumas, cuernos, pezuñas, etc.), sino también a los
epitelios de revestimiento, que recubren los órganos internos, como el epitelio estomacal
o intestinal, así como las glándulas de estos órganos, como las glándulas sudoríparas o el
páncreas. Además, a partir del ectodermo se formarán el sistema nervioso (médula
espinal, nervios periféricos y cerebro), el esmalte dental, cristalino del ojo interno,
epitelios nasal y olfativo, etc. (Véase fig. 1)
El ectodermo se engruesa sobre la notocorda para formar la placa neural, “los bordes de
la placa neural sobresalen, se pliegan y se unen por encima formando un largo tubo (tubo
neural)” (Hickman & Benito Salido, 2009). En su formación, este tubo tiene un diámetro
desigual; su extremo anterior está dilatado, la cavidad es más ancha y las paredes son más
gruesas que en la parte posterior del tubo. De la parte ensanchada anterior se originará el
encéfalo y los nervios craneales; y de la parte posterior, la medula espinal y los nervios
motores. (Ver fig. 2)
“Las diversas partes del encéfalo (cerebro anterior, cerebro medio, etc.) primero están
indicadas por engrosamientos en la pared del tubo neural, seguidos, especialmente en el
caso de hemisferios cerebrales, por el desarrollo de evaginaciones en forma de bolsa, a
partir de la pared del encéfalo. Alrededor de todo el tubo neural se desarrollan pronto
constricciones poco profundas, lo cual permite distinguir varias vesículas encefálicas”
(Balinsky & Fabian, 1983) que posteriormente darán lugar a cada parte del encéfalo.
Después de que el tubo neural esta cerrado, se alarga paralelamente al embrión; este
alargamiento resulta muy considerable, especialmente en su mitad posterior, y se realiza
a expensas del grosor del tubo, por lo que a medida que el tubo neural vaya alargándose,
existirá una mayor diferencia entre el volumen del encéfalo y el de la médula espinal.
“Las partes posteriores del tubo y de la placa neurales experimentan una transformación
muy peculiar. En esta zona la placa neural llega hasta el blastoporo. Cuando la parte
posterior del tubo neural se alarga, lo hace en mayor grado que la parte ventral del
embrión. El extremo posterior del tubo neural se desplaza, por lo tanto, más allá del
blastoporo. Cuando su extremo posterior está unido al blastoporo, el tubo neural se curva
sobre sí mismo, a cierta distancia del blastoporo. Entonces, el ápice de la curvatura se
convierte en la punta del esbozo caudal.” (Balinsky & Fabian, 1983)
La mayor parte del tubo neural, desde su extremo craneal hasta la punta de la curvatura,
se diferencia formando el sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal). Sin
embargo, la parte curvada del tubo dará lugar al tejido muscular de la región caudal.
En el curso del desarrollo del encéfalo y sus partes, “incluso antes de que el prosencéfalo
este claramente subdividido, aparecen en sus paredes laterales un par de protrusiones en
forma de saco, (…) en esta fase se llaman vesículas ópticas” (Balinsky & Fabian, 1983)
(figura 3). Estas se desplazan hacia fuera hasta que llegan a la epidermis, de manera que
entran en contacto con la superficie interna de la epidermis. Después, la superficie externa
de la vesícula óptica se aplana y se invagina hacia dentro, de manera que la vesícula se
transforma en un órgano de paredes dobles y aspecto de cáliz: el cáliz óptico. La pared
invaginada del cáliz óptico es mucho más gruesa que la pared externa restante. La primera
se desarrolla dando la retina sensorial del ojo y la segunda la capa pigmentaria de la retina.
El borde del cáliz óptico se convierte después en el borde de la pupila. La cavidad del
cáliz óptico es la futura cámara posterior del ojo, que esta llena por el cuerpo vitreo.
La mayor parte del sistema nervioso periférico deriva de las células de la cresta neural,
que emigran antes de que el tubo neural se cierre. “Entre la multitud de tipos celulares y
estructuras diferentes que se originan en la cresta neural están partes de los nervios
craneales, células de pigmento, cartílago y huesos de la mayor parte del cráneo, incluidas
las mandibulas, los ganglios del sistema nervioso autónomo, la medula de las glándulas
adrenales y las contribuciones a otros diversos órganos endocrinos. El tejido de la cresta
neural es exclusivo de los vertebrados y fue probablemente de vital importancia en la
evolución del cráneo y las mandibulas de los vertebrados.” (Hickman & Benito Salido,
2009).
En 1907, el embriólogo Ross G. Harrisom hace el descubrimiento de que se puede
mantener neuroblastos (células nerviosas embrionarias) vivos durante semanas fuera del
cuerpo, luego de observarlos crecer diariamente, comprobó que cada fibra nerviosa
procedia de una sola celula. A medida que las fibras se prolongan, los materiales para su
crecimiento fluyen del centro del axon hacia el extremo en crecimiento, donde se
incorporan en el nuevo protoplasma.
Cuando la epidermis empieza a separarse de las demás partes del ectodermo (placa neural,
cresta neural), durante el proceso de la neurulación, es todavía un esbozo muy complejo.
La mayor parte de este se convierte en la epidermis de la piel, pero además se forman a
partir de ella otros órganos distintos como el cristalino, la córnea y los ganglios craneales.
La misma epidermis da origen a un gran numero de diferenciaciones especiales tales
como las diversas glándulas cutáneas unicelulares y pluricelulares, entre ellas las
glándulas sudoríparas y las sebáceas, los pelos, las plumas y las escamas, y otros varios
órganos especiales derivados de los anteriores.

El endodermo es la capa de tejido fetal más interna y delgada de las tres capas en las que
se divide los tejidos del embrión animal. A partir del endodermo se generarán el sistema
gastrointestinal y el respiratorio, epitelio del tracto respiratorio y urogenital, etc.
A partir del arquenterón, cavidad endodérmica simple, se desarrolla el revestimiento del
tracto digestivo, de la faringe, de los pulmones, de la mayor parte del hígado y el páncreas,
de las glándulas tiroides y paratiroides, y el timo.
En algunos vertebrados, el tubo digestivo se forma a partir del intestino primitivo y
constituye un reborde que sobresale del saco vitelino por crecimiento y repliegue de la
pared del cuerpo. Los extremos de este tubo se abren al exterior y están revestidos de
ectodermo, mientras que el resto del tubo lo esta por el endodermo. Los pulmones, el
hígado y el páncreas surgen del intestino anterior.
El desarrollo branquial surge a partir del tracto digestivo y depende de la cooperación de
partes de distinto origen. En las primeras etapas embrionarias de todos los vertebrados
“La cavidad endodérmica se dilata en dirección transversal. En la fase que sigue
inmediatamente al cierre del tubo neural las paredes laterales de la cavidad faríngea se
hinchan y producen una serie de bolsas dirigidas hacia afuera, en cada lado. Estas bolsas
son las bolsas faríngeas o bolsas branquiales. Estas se desarrollan una después de otra,
empezando por el primer par, que es el situado inmediatamente detrás del arco
mandibular.” (Balinsky & Fabian, 1983). Durante el desarrollo, los sacos faríngeos
endodérmicos interaccionan con el ectodermo que los cubre para formar los arcos
branquiales. En los peces, los arcos branquiales se desarrollan como branquias y
estructuras que las soportan, que sirven como órganos respiratorios. Cuando los
primitivos vertebrados colonizaron la tierra, las branquias no se podían usar para la
respiración aérea y fueron sustituidos por pulmones, desarrollados independientemente.
Hasta aquí se ha hecho una revisión de los diferentes órganos y tejidos que se originan a
partir del ectodermo (tejidos exteriores piel, pelo, uñas, etc.) y endodermo (tejidos
internos hígado, bazo, etc.). Por lo tanto, los organismos que solo tengan esos 2 tejidos
no tendrán músculos, sistema circulatorio, etc.
Existen animales que fabrican un tercer tejido primitivo, el mesodermo, que delimitará
una cavidad llamada celoma. El mesodermo dará lugar a la musculatura, el sistema
circulatorio y a la sangre, los tejidos que consumen y transportan oxígeno. Además, el
mesodermo formara algunas de las vísceras, los huesos, el aparato reproductor y el
urinario.
El mesodermo forma el esqueleto de los vertebrados, el tejido muscular, el sistema
circulatorio, y los órganos urinarios y reproductores. Puesto que los vertebrados han
aumentado en tamaño y complejidad, las estructuras esqueléticas, del movimiento y del
transporte derivadas del mesodermo constituyen una parte aun mayor de la masa corporal.
La mayoría de los músculos proceden del mesodermo, que se extiende a cada lado del
tubo neural. Este mesoderno se divide en series longitudinales de somitos que por
delaminación, fusión y migración se convierten en el esqueleto axial, la dermis dorsal y
los músculos de la espalda, la pared del cuerpo y las extremidades.
El mesodermo primitivo da lugar al primer órgano funcional: el corazón embrionario.
Guiados por el endodermo subyacente, dos grupos de células mesodérmicas precardiacas
se desplazan igual que grupos de células mesodérmicas precardiacas se desplazan igual
que amebas hasta una posición centra, a ambos lados del tubo digestivo primitivo. Estos
grupos celulares se diferencian como un par de tubos de doble pared, que mas tarde se
fusionan en un único tubo fino y sencillo.
“Conforme las células se van agrupando, se hacen evidentes las primeras contracciones.
En el embrión del pollo, el corazón primitivo late hacia el segundo día de los 21 del
periodo de incubación, empieza a latir antes de que se hayan formado verdaderos vasos
sanguíneos y antes de que haya sangre que bombear. A medida que se desarrolla un
primordio de ventrículo, las contracciones espontaneas de las células se combinan en un
latido débil, pero rítmico. Entonces se desarrollan nuevas cámaras, cada una con un latido
intrínseco más rápido que el de su predecesora.” (Hickman & Benito Salido, 2009).

Figura 1: Derivados de las capas embrionarias en los mamíferos. Modificado de Hickman


& Benito Salido, 2009, pag. 179.
Figura 2. Desarrollo del tubo y las crestas neurales a partir de la placa neural ectodérmica.
Modificado de Hickman & Benito Salido, 2009, pag. 180
Figura 3: Vesículas primarias del encéfalo y esbozos oculares de un embrión de pollo de
33 horas. Pros: prosencéfalo; mes: mesencéfalo; romb: rombencéfalo; ves: vesículas
ocaulares. Modificado de Balinsky & Fabian, 1983, pág. 390.

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