Está en la página 1de 10

El oficio

de sociólogo
Presupuestos epistemológicos

por

Pierre Bourdieu
Jean-Claude Chamboredon
Jean-Claude Passeron
M
Siglo veintiuno editores Argentina s. a.
LAVALLE 1634 11 A (C1048AAN), BUENOS AIRES, REPÚBLICA ARGENTINA

Siglo veintiuno editores, s.a. de c.v.


CERRO DEL AGUA 248, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310, MÉXICO, D. F,

301 Bourdieu, Pierre


BOU El oficio de sociólogo / Pierre Bourdieu, Jean-Claude
Chamboredon y Jean-Claude Passeron.- l ä . e d . -
Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2002.
376 p. ; 21x14 cm.- (Sociología)
Traducción de: Fernando Hugo Azcurra y José Sazbón
ISBN 987-1105-10-X
I. Chamboredon, Jean-Claude II. Passeron, Jean-Claude
III. Título - 1 . Sociología

1 - 2 s
T í t u l o original: Le métier de soáologue

© 1973, Ecole P r a t i q u e d e s H a u t e s É t u d e s
[Visection] y M o u t o n a n d C o .
© 1975, Siglo X X I E d i t o r e s , S.A. d e C.V.
e n c o e d i c i ó n c o n Siglo X X I d e E s p a ñ a E d i t o r e s , s. a.

P o r t a d a o r i g i n a l d e M a r í a Luisa M a r t í n e z Passarge
Adaptación de portada: Daniel Chaskielberg

P e d i c i ó n a r g e n t i n a : 1.000 e j e m p l a r e s
© 2002, Siglo X X I E d i t o r e s A r g e n t i n a S.A.

ISBN 987-1105-10-X

Impreso en Industria Gráfica Argentina


Gral. F r u c t u o s o Rivera 1066, C a p i t a l F e d e r a l ,
e n el m e s d e s e p t i e m b r e d e 2002

H e c h o el d e p ó s i t o q u e m a r c a la ley 11.723
I m p r e s o e n A r g e n t i n a - M a d e in A r g e n t i n a
2.2. HIPÓTESIS O PRESUPUESTOS

EL INSTRUMENTO ES UNA TEORIA EN ACTO

Tomada al pie dé la letra, la comparación de las técnicas con


herramientas podría llevar a una crítica puramente técnica de las
técnicas. El análisis que hace E. Katz de la elaboración progresiva
de la hipótesis, según la cual la transmisión de las informaciones
difundidas por los medios de comunicación modernos se efectúa
en dos tiempos, muestra, en cambio, que las limitaciones de las
técnicas constituyen otras tantas incitaciones clandestinas a orien-
tar el análisis en un sentido determinado y que las omisiones son
al mismo tiempo indicaciones. Por eso, el hecho de que el mues-
treo al azar y el sondeo de opiniones aprehenden sujetos separados
de la red de relaciones en que actúan y se comunican hace que
esas técnicas lleven a hipostasiar un artefacto obtenido por abstrac-
ción: al trabajar con individuos de algún modo "desocializados"
la autoridad de los líderes sólo puede explicarse por cualidades psi-
cológicas. Para anular las indicaciones subrepticias que sugieren
los presupuestos de una técnica, no es suficiente el refinamiento
tecnológico: los estudios que se proponen recuperar la red total de
comunicaciones, a partir de las relaciones que unen a los sujetos
de dos en dos, siguen siendo prisioneras de la obstrucción inicial.
Sólo una ruptura con los automatismos metodológicos pudo llevar
a estudiar en una comunidad completa el conjunto de las relacio-
nes sociales, del que se deduce tan cómodamente la red de influen-
cias que ya no es necesario pedir a los sujetos que la determinen
en lugar del sociólogo.

24. E. KATZ

El análisis del proceso de la toma de decisiones en el transcurso


de una campaña electoral condujo a los autores de The People's
LA CONSTRUCCIÓN D E L OBJETO227

Choice 1 a la hipótesis de que las informaciones difundidas por los


medios de comunicación de masa se transmiten quizá menos
directamente de lo que habitualmente se supone. Se puede pensar
que la influencia de los medios de comunicación masivos llega
primero a los líderes de opinión, quienes, a su vez, transmiten lo
que han leído y escuchado a aquel sector de su medio sobre el que
ejercen influencia: tal es la hipótesis de la "comunicación en dos
tiempos".
Teniendo en cuenta el funcionamiento de la sociedad mo-
derna, la hipótesis implica en particular que los intercambios
cotidianos entre los individuos eran los que más influían y que
la influencia de los medios de comunicación de masa, por su parte,
era menos automática y menos fuerte de lo que se suponía. En
cuanto a la teoría social y a la orientación de la investigación
sobre la comunicación, la hipótesis sugería que la imagen de la
sociedad urbana moderna requería una revisión. La imagen del
público como masa de individuos separados, ligados solamente a
los diversos medios de comunicación y sin relaciones entre sí, se
contradecía con la idea de un flujo de comunicación en dos tiem-
pos, pues ésta implicaba que los medios de comunicación de masa
difundían sus informaciones a través de redes de individuos vincu-
lados entre sí.
Si, entre todas las ideas que se encuentran en The People's
Choice, la del flujo en dos tiempos es probablemente la menos con-
firmada por hechos experimentales, es porque el estudio no preveía
la importancia que adquirían las relaciones interpersonales en el
análisis de los datos. Lo sorprendente, cuando se conoce la imagen
de un público atomizado que inspiraba tantas investigaciones sobre
los medios de comunicación, es que la influencia interpersonal
haya logrado atraer la atención de los sociólogos.
[. . . ] Los descubrimientos principales de The People's Choice
se referían a: a) "la acción de la influencia personal, [ . . . ] que se
ejerce más frecuentemente y es más eficaz que los medios de comu-
nicación de masa en la determinación de los comportamientos elec-
torales"; b) el flujo de la influencia personal: "los líderes de opi-
nión se encuentran en todos los niveles de la sociedad y son sin
ninguna duda, muy semejantes a las personas en quienes influ-
yen"; c) los líderes de opinión y los medios de comunicación de

1
P. Lazarsfeld, B. Berelson, H. Gaudet, El pueblo elige. Cómo decide el
pueblo en una campaña electoral, Ediciones Tres, Buenos Aires.
226 E L OFICIO DE SOCIÓLOGO

masa: aquéllos parecen más receptivos a la radio, los diarios, las


revistas, en una palabra, a los medios de comunicación como tales.
Así pues, la hipótesis que se presentaba era que "las ideas
pasan a menudo de la radio y los impresos a los líderes de opinión,
quienes las retransmiten hacia grupos menos activos de la po-
blación".
El método adoptado por el estudio de The People's Choice
presentaba varias ventajas para observar por qué canales sufrian
influencia las decisiones en curso de elaboración. Más particular-
mente, el método del panel permitía localizar los cambios desde
su aparición y ponerlos en correlación con las influencias que se
ejercían sobre el que tomaba las decisiones. Por otro lado, el resul-
tado (la decisión) era un indicador tangible de cambio, fácilmente
registrable. Pero, para estudiar los canales de influencia que son
los contactos individuales, el método se mostraba insuficiente por-
que se basaba en una muestra recogida al azar de individuos des-
vinculados de su entorno social: ésa fue la razón por la cual hizo
falta una ruptura para pasar de los datos disponibles a la hipótesis
de una comunicación en dos tiempos.
Como cada sujeto, en una muestra recogida al azar, no puede
hablar sino de sí mismo, en el estudio de los comportamientos elec-
torales, realizado en 1940, los líderes de opinión debían designarse
a sí mismos, es decir por sus propias respuestas a las dos preguntas
en las que se los consultaba si a veces daban consejos. En reali-
dad, se les pedía simplemente a los encuestados que se declararan
a sí mismos líderes de opinión o no. Además de que esa técnica
de aütodesignación es de validez dudosa, también impide comparar
a los líderes con sus respectivos partidarios y sólo autoriza una
confrontación entre líderes y no líderes en general. En otros tér-
minos: los datos consisten solamente en dos categorías estadísticas:
individuos que declaran dar consejos e individuos que declaran lo
contrario. Por consiguiente, el interés más marcado que los líderes
tenían en la elección no prueba que la comunicación vaya de los
individuos más interesados a los individuos menos interesados, ya
que, con todo rigor, podría ocurrir incluso que los líderes sólo
ejerzan influencia entre ellos mismos, mientras los no líderes no
interesados se hallan completamente fuera del campo de influen-
cia. Sin embargo es muy grande la tentación —y el estudio, a
pesar de muchas precauciones, cede a ella— de presumir que los
no líderes siguen a los líderes. [. . . ] Los mismos autores observan
que hubiera valido más preguntar a cada uno de quién tomaba
LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO 22 7

consejo para luego estudiar las relaciones entre los que daban con-
sejos y los que los recibían. Pero este procedimiento presenta mu-
chas dificultades, dada la improbabilidad de que líderes y "segui-
dores" estén incluidos al mismo tiempo en la muestra: tal es el
problema inicial que los estudios siguientes trataron de resolver.
[El autor presenta a continuación otros tres estudios que
permitieron tratar los problemas que había suscitado la encuesta
de The Veoplés Choice. La primera encuesta, realizada en una
pequeña ciudad, consideraba líderes de opinión a las personas men-
cionadas varias veces en las respuestas de los sujetos interrogados,
"remontándose así de las personas influidas a las personas
influyentes", localizando de esta manera mejor que el estudio de
los comportamientos electorales "que consideraba líderes de opi-
nión a personas definidas solamente por el hecho de dar consejos,
líderes efectivos".
El segundo estudio versaba precisamente sobre la pareja líder-
"seguidor" que el estudio precedente no había determinado, ya que
la muestra inicial de personas entrevistadas servía solamente para
localizar a los líderes.]
Si la pareja consejero-aconsejado podía reconstituirse, yendo
del aconsejado a su consejero, también era posible comenzar por
el otro extremo, interrogando primero a una persona que pretendía
haber actuado como consejero y luego ubicando a la persona sobre
la que éste pretendía haber influido. El segundo estudio trató de
proceder de esa manera. Como en el estudio de los comportamien-
tos electorales se pidió a los encuestados que se designaran a sí
mismos como líderes y se pidió a las personas que se consideraban
influyentes que indicaran, llegado el caso, el nombre de aquellos
sobre los que habían influido. Fue posible entonces no sólo estudiar
la interacción entre consejero y aconsejado, sino también confron-
tar la autoridad que pretendían poseer los sujetos con la que les
reconocían los que ellos decían haber influido. Los investiga-
dores esperaban de esta manera controlar esa técnica de "auto-
designación". Como lo temían los autores de The People's Choice,
fue muy difícil preguntar a las personas de quién tomaban consejos
para luego estudiar la interacción entre consejeros y aconsejados.
Si, a causa de los problemas encontrados en el campo, no se pudo
interrogar a todas las personas a quienes los líderes decían haber
influenciado, y si, por consiguiente, fue a menudo necesario, en
el transcurso del análisis, volver a las comparaciones globales
entre líderes y no líderes —considerándose como más influyen-
228 E L OFICIO DE SOCIÓLOGO'

tes a los grupos que contaban con una mayor concentración de


sujetos que se declaraban líderes—, quedó demostrado, por lo
menos en principio, que un método que tome en cuenta las rela-
ciones personales es a la vez posible y fructífero.
Pero en el momento en que resultó evidente que ese objetivo
era accesible, el objetivo mismo comenzó a transformarse. Se em-
pezó a encontrar preferible tomar en consideración cadenas de
influencia más largas que las implicadas en la simple pareja; y
por tanto, a considerar a la pareja consejero-aconsejado como una
componente de un grupo social más estructurado.
En primer lugar, los descubrimientos realizados a partir del
segundo estudio, y más tarde del tercero, revelaron que en sus
decisiones los líderes de opinión, por propia confesión, recibieron
a su vez la influencia de otras personas, sugiriendo así la existencia
de líderes de líderes. Luego, resultó claro que ser líder de opinión
no podía considerarse un "rasgo" psicológico que ciertos individuos
poseerían y otros no, aunque el estudio de los comportamientos
electorales implicara a menudo esa hipótesis. Pareció evidente, en
cambio, que el líder de opinión es influyente en ciertos momentos
y en cierto ámbito, porque está habilitado para serlo por otros
miembros de su grupo. Las razones de la autoridad conferida a
ciertas personas debían buscarse no sólo en base a datos demo-
gráficos (status social, sexo, edad, etc.) sino también a la estruc-
tura y a los valores de los grupos a los que pertenecían consejero
y aconsejado. Así, pues, la sorprendente promoción de jóvenes
como líderes de opinión en grupos tradicionales, cuando esos gru-
pos enfrentaban situaciones nuevas creadas por la urbanización y
la industrialización, sólo puede comprenderse por una referencia
a los antiguos y a los nuevos modelos de relaciones sociales dentro
del grupo y a los antiguos y a los nuevos modelos de actitud res-
pecto al mundo exterior al grupo.
Por otro lado, al criticar el segundo estudio, resultó claro que,
si se podía estudiar el peso de las diferentes influencias sobre las
decisiones individuales en materia de moda, el método adoptado
no era adecuado para estudiar la evolución de la moda en el grupo
—para seguir la moda como proceso de difusión— mientras no
tuviera en cuenta el contenido de la decisión y el factor temporal:
las decisiones de los "alteradores de moda" estudiadas en el se-
gundo estudio podían equilibrarse: la señora Y podía pasar de la
moda B a la moda A, mientras que la señora X pasaba de la moda
A a la B. Lo que es cierto en cuanto a la moda es válido también
LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO 229

para cualquier otro fenómeno de difusión: para estudiarlo hay que


reconstruir la propagación de un "rasgo" específico en el tiempo.
Este interés por la difusión, al mismo tiempo que por el estudio de
redes de comunicación más complejas, dio origen a un nuevo estu-
dio que se concentró en un "rasgo" específico, estudiando su difu-
sión en el tiempo y a través de la estructura social de toda una
comunidad.
[Este tercer estudio, que analizaba, a partir de índices obje-
tivos (relevamiento de las recetas de los médicos según listas en
poder de los farmacéuticos), la rapidez de adopción de un remedio
nuevo por los médicos de una pequeña ciudad, situaba precisa-
mente a los sujetos interrogados dentro de su red de relaciones. . . ]
De una manera general y comparado con los estudios prece-
dentes, el estudio de la adopción de un medicamento hizo de la
decisión un fenómeno más objetivo, a la vez psicológico y socio-
lógico. Ante todo, el que decide no es la única fuente de informa-
ción concerniente a su propia decisión. Datos objetivos provenien-
tes de las recetas son utilizados concurrentemente. Luego, el papel
de las diferentes influencias es evaluado no sólo a partir de la
reconstrucción que hace de ellas el sujeto sino también a partir
de correlaciones objetivas, las que autorizan conclusiones en cuanto
a los canales por los que se transmite esa influencia. Por ejemplo,
los médicos que primero adoptaron el nuevo medicamento tenían
más oportunidades de participar en coloquios médicos especiali-
zados, lejos de su residencia, que los que lo adoptaron más tarde.
Del mismo modo, se puede deducir el papel que desempeñan
las relaciones sociales en la elaboración de la decisión en un mé-
dico, no sólo del testimonio del mismo médico sino también de la
posición del médico en las redes interpersonales reveladas por las
respuestas a las preguntas sociométricas: de esta manera, se puede
clasificar a los médicos según su grado de integración a la comu-
nidad médica, o según su grado de influencia, medido por el nú-
mero de veces que sus colegas los designan como amigos, como
colaboradores de discusión y como colegas de deliberación. Pueden,
así, clasificarse según su pertenencia a tal o cual red o a tal o cual
camarilla, según la identidad de quien o quienes lo nombran. El
primer procedimiento permite ver si la rapidez de adopción del me-
dicamento está vinculada a la influencia de los médicos. El segundo
procedimiento permite aprender, por ejemplo, si la pertenencia a
un mismo subgrupo implica una identidad en el modo de utiliza-
ción de los medicamentos. Resulta así posible confrontar el testi-
230 EL OFICIO DE SOCIÓLOGO'

monio del médico sobre sus propias decisiones y las influencias que
ha sufrido, con el registro más objetivo de sus decisiones efectivas
y de las influencias a las que estuvo expuesto.
Observemos que, en este estudio, las redes de relaciones socia-
les se establecen con anterioridad a la introducción del nuevo
medicamento, ya que las relaciones de amistad o de colaboración
profesional, etc., se registran independientemente de toda decisión
particular tomada por el médico. El estudio se preocupa del papel
que pueden desempeñar esos diferentes elementos de estructuras
sociométricas en la transmisión de la influencia. Por ejemplo, se
puede considerar que los elementos de la estructura son "sensibles"
a la introducción del nuevo medicamento y describir el proceso de
difusión del medicamento a medida que es aceptado por los indi-
viduos y los grupos de la comunidad. Mientras que el segundo
estudio sólo podía aspirar a examinar la relación cara a cara entre
dos individuos sobre quienes había influido en una decisión dada,
el estudio de la difusión de un medicamento puede situar esa
relación entre la red de relaciones en las que está inmerso el
médico, todas las cuales pueden desempeñar un papel.
[. . . ] Esos cambios sucesivos en el método de investigación
permitieron llegar a resultados que precisan y completan la hipó-
tesis inicial, estableciendo en particular:
— que la influencia personal desempeña un papel mayor que
la influencia directa de los medios de comunicación de masa; por
ejemplo, la integración de los médicos a la comunidad médica
aparecían en el tercer estudio como un factor muy importante;
— que los grupos primarios presentan una gran homogenei-
dad en las opiniones;
— que el papel de los medios de comunicación de masa no es
simple, ya que puede ir desde la "información" hasta la "legiti-
mación" de las opiniones;
— que lps líderes no tienen una autoridad global y válida
para todos los campos, sino que la autoridad que se les reconoce
está limitada a ciertos campos determinados;
— que, por consiguiente, no presentan características sustan-
ciales que los separarían de aquellos a quienes influyen, sino
que se distinguen por las cualidades que se les reconoce (compe-
tencia, etc.) y por su posición social;
— que los líderes de opinión están a la vez más expuestos a la
acción de los medios de comunicación de masa y son más sensibles
a su influencia.]
LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO 231

En cada uno de los estudios que hemos analizado, el problema


metodológico central fue saber cómo tomar en cuenta las relaciones
interpersonales, preservando al mismo tiempo la economía y la
representatividad que otorga la muestra recogida al azar en un
momento dado del tiempo. Las respuestas a ese problema fueron
diversas, desde un cuestionario que pedía a los individuos de la
muestra que mencionaran a aquellas personas con las que man-
tienen relaciones de interacción (estudio inicial) hasta un estudio
por entrevistas que se remontaba desde las personas influidas
hasta los sujetos que habían ejercido la influencia (segundo es-
tudio) y finalmente a entrevistas que abarcaban a toda una
comunidad (tercer estudio). Los estudios futuros se situarán pro-
bablemente entre esos extremos. De todas maneras, para la
mayoría de ellos, al parecer, el principio central deberá ser
construir en torno a cada átomo individual de la muestra molé-
culas más o menos grandes.

E L I H U KATZ

"The Two-Step Flow of Communication:


an Up-to-Date Report on an Hypothesis".

También podría gustarte