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DERECHO REAL DE HABITACION DEL CÓNYUGE O CONVIVIENTE SUPERSTITE

La protección del derecho a la vivienda, en general, y de la vivienda familiar, en particular, tienen jerarquía constitucional. Así, el articulo 14
bis CN garantiza la protección integral de la familia y el acceso a una vivienda digna. A su vez, los tratados internacionales con jerarquía
constitucional (art 75 inc 22 CN) consagran, en varias oportunidades, el derecho humano a la vivienda.

Artículo 14 bis CN.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones
dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual
remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección;
protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple
inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los
representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad
de su empleo.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el
seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas
por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la
protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.

Artículo 75 CN.- Corresponde al Congreso:


22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa
Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana
sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos
del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su
caso, por el Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.

DERECHO REAL DE HABITACION DEL CONYUGE SUPERSTITE


ARTÍCULO 2383. Derecho real de habitación del cónyuge supérstite. El cónyuge supérstite tiene derecho real de habitación vitalicio y
gratuito de pleno derecho sobre el inmueble de propiedad del causante, que constituyó el último hogar conyugal, y que a la apertura de la
sucesión no se encontraba en condominio con otras personas. Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.

En el CCyC se regula el derecho real del cónyuge supérstite con más amplitud, en respuesta a la protección integral que se brinda a la
vivienda —en el CCyC—, por tratarse de un derecho humano contenido en las normas de validez primaria.

No se exige que se trate del único inmueble habitable que hubiera dejado el causante, sino que será suficiente que constituya la sede del
hogar conyugal y que no se encuentre en condominio a la época de la apertura de la sucesión
La única restricción que se impone a la vigencia de este derecho es que el inmueble no se encuentre en condominio con otras personas, ya
que estos no pueden ver perjudicados su derecho de propiedad a una cuestión a la que son ajenos.

Este derecho no es oponible a los acreedores del causante, quienes podrán ejecutar el bien sin la afectación del derecho de habitación.

Solo puede constituirse a favor de una persona humana y tiene carácter alimentario, siendo su fin asegurarle al habitador y su familia el uso
de la cosa para habitarla.

CARACTERISTICAS
- De pleno derecho: este derecho real nace por voluntad de la ley, y no es necesario requerirlo, ya que surge de pleno derecho. Con la
apertura de la sucesión nace el derecho de habitación sobre el inmueble de propiedad del causante que constituyo el último hogar conyugal.
- Vitalicio y gratuito: el cónyuge supérstite tiene el derecho de por vida, sin que se extinga por contraer un nuevo matrimonio o vivir en
unión convivencial. El habitador podrá vivir solo o con su familia, y el hecho de que sea gratuito implica que los restantes coherederos no
pueden reclamarle el pago de un canon por el uso, como así tampoco a quienes lo ocupen junto con el cónyuge.
- Inmueble de propiedad del causante que constituyo el último hogar conyugal: tiene que tratarse de un inmueble de propiedad del
causante, sin importar que sea propio o ganancial, y que a la apertura de la sucesión no se encuentre en condominio con otras personas.
- Ultimo hogar conyugal: la norma exige que el inmueble en cuestión. Si los cónyuges se mudaron a otro, no se podría hacer valer este
derecho.
- Inoponible a los acreedores del causante: el nacimiento de este derecho se producirá con la muerte del causante, y por tratarse de un
derecho real sobre un inmueble deberá ser inscripto en el Registro de la Propiedad Inmueble. Es oponible erga omnes, incluso a los
acreedores de los herederos; mas no así a los acreedores del causante.
DERECHO DE HABITACION EN UNIONES CONVIVENCIALES
ARTÍCULO 527. Atribución de la vivienda en caso de muerte de uno de los convivientes. El conviviente supérstite que carece de vivienda
propia habitable o de bienes suficientes que aseguren el acceso a ésta, puede invocar el derecho real de habitación gratuito por un plazo
máximo de dos años sobre el inmueble de propiedad del causante que constituyó el último hogar familiar y que a la apertura de la sucesión
no se encontraba en condominio con otras personas. Este derecho es inoponible a los acreedores del causante. Se extingue si el conviviente
supérstite constituye una nueva unión convivencial, contrae matrimonio, o adquiere una vivienda propia habitable o bienes suficientes para
acceder a ésta.

Se trata de una atribución que prevé un plazo máximo de DOS AÑOS, a los fines de que esta persona tenga un tiempo razonable para
reorganizar su vida y situación habitacional.
Esto marca una clara diferencia con lo previsto para el caso del cónyuge supérstite, quien tiene un derecho real gratuito y vitalicio frente a los
herederos (art 2383 CCyC).

Cumplido el plazo, los herederos procederán a decidir el destino de la vivienda. La norma establece de manera expresa, al igual que en el
caso del cónyuge, la inoponibilidad de esta atribución de la vivienda a los acreedores del causante, siendo operativa y oponible frente a los
herederos y a los deudores de éstos.

REQUISITOS
- Que el conviviente carezca de vivienda propia habitable o de medios para solventarla.
- Que el inmueble haya sido ultima sede del hogar convivencial.
- Que el inmueble sea de propiedad exclusiva del conviviente prefallecido, no estando en condominio con terceras personas.

CARACTERISTICAS
- El conviviente debe carecer de vivienda propia habitable o de bienes suficientes que le permitan el acceso.
- No opera de pleno derecho: sino que el conviviente debe solicitarlo.
- No es vitalicio: sino que tiene un plazo máximo de dos años.
- Tiene previstas causales de extinción.

CAUSALES DE CESE DE LA ATRIBUCION DE LA VIVIENDA QUE PUEDEN INTERRUMPIR EL USO ANTES DE CUMPLIDOS LOS DOS AÑOS
PREVISTOS EN LA NORMA
Hay cese de la atribución de la vivienda antes del plazo de dos años establecidos en la ley cuando el conviviente supérstite:
- Constituya una nueva unión convivencial.
- Que contraiga matrimonio.
- Que adquiera una vivienda propia habitable.
- Que obtenga bienes suficientes para acceder a una vivienda.

Estas causas se fundan en el principio general de abuso del derecho, en tanto si la vivienda puede ser proporcionada por la nueva pareja
porque el conviviente supérstite lleva adelante un nuevo proyecto de vida (matrimonial o convivencial) con otra persona (que incluye la
obligación de sostenimiento reciproco) o alcanza por sus propios medios una vivienda.

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