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AUTOR: BARRIO GUTIÉRREZ, José

TÍTULO: Trasímaco, Licofrón y Jeniades. Fragmentos y


testimonios.
EDITORIAL: Editorial Aguilar
LUGAR Y AÑO: Buenos Aires, 1966
EDICIÓN:
COLECCIÓN: Biblioteca de Iniciación Filosófica N° 101
PÁGINAS: 85
LEÍDO POR ÚLTIMA VEZ: 28 de Abril de 2013

Trasímaco​:

p. 9: “Poco, por no decir nada, es lo que sabemos sobre la vida de Trasímaco. La oscura noche
que, en general, se ha extendido sobre la biografía de los sofistas, se ha acentuado en el caso de
éste. Incluso Filóstrato, que suele darnos abundantes noticias sobre la vida de estos pensadores,
guarda amplio silencio en el filósofo que nos ocupa. Y no es que no alcanzara fama y prestigio
en la antigüedad. Al contrario. Pero la labor de olvido, de oscurecimiento y de preterición de la
sofística, por unas u otras razones, se hizo más acre y sistemática en el caso de nuestro sofista.”

p. 17: “Pero fueron sus doctrinas éticas las que, en la posteridad, han consagrado la fama del
sofista. Hoy día nadie le recuerda por sus aportaciones en el campo de la oratoria. Su nombre
resuena como el creador de la “moral del más fuerte”, de la moral de la violencia, como un
precedente de Nietzsche. Es a ello a lo que ha debido la perduración de su nombre.”

pp. 19: “En cierto aspecto podría decirse que el sofista de Calcedonia fue uno de los primeros
cultivadores del conocido sofisma de “ignorantia elenchi”.”

pp. 21: ​“Pero la mayor aportación de Trasímaco en el campo de la oratoria fue la invención del
“estilo medio”, del “tercer estilo”. Los retóricos griegos distinguían tres tipos de de estilos,
teoría cuya sistematización fue obra de Teofrasto. El estilo solemne (“megaloprepés”),
caracterizado por su ampulosidad. El estilo sencillo (“litós), el opuesto al anterior. El estilo
medio o mixto (“mésos, miktós”), que era una especie de síntesis armónica entre los dos
anteriores, en la que se combinaban los aspectos más favorables de uno y otro. Es este el estilo
cuya creación se le atribuye a Trasímaco. Y fue este estilo el que se impuso en Grecia, hasta el
punto que lo usaron los más prestigiosos escritores, tales como Isócrates, Platón y Demóstenes.
Así al menos nos los dice Dionisio de Halicarnaso (“Demóstenes”,3).”

pp. 21 – 22: “Pero la fama del sofista se habría de cimentar en otro aspecto de su obra: sus tesis
éticas. Es a ellas a las que tendría que deber el que su nombre se rememore y pase por ser el
creador de un singular sistema ético, el de la moral de la fuerza, el del derecho del más fuerte.”

pp. 23: “La ley de la selva es la que impera en la sociedad humana. Si acaso, diría Trasímaco,
con una diferencia: que los animales son, al menos, más sinceros que los hombres, y no han
creado las nociones de justicia y de lo justo para engañar a sus víctimas”

pp. 24: “Pero en modo alguno Trasímaco defiende y justifica este estado de cosas. Cuando el
sofista abandona el campo fáctico del ser, y penetra en la esfera de lo normativo, del deber ser,
repudia la moral y el derecho del más fuerte. Para él, el derecho del más fuerte, la ley de la
selva, es algo que desgraciadamente rige la sociedad humana, pero es un mal derivado de la
condición del hombre.”
pp. 25: “El que practica la injusticia no es un hombre virtuoso, bueno, perfecto, desde el punto
de vista ético; lo que es este hombre es sagaz , habilidoso, ya que en las circunstancias fácticas
de la sociedad lo hábil es practicar la injusticia y abandonar la justicia.”

pp. 26: “Trasímaco no es un apologista del derecho del más fuerte. Nada más lejos de la
realidad. Trasímaco es un pesimista, pero un pesimista porque su deseo de justicia de una
sociedad ordenada según las normas de lo justo, se ve insatisfecho por la ordenación fáctica de
la vida humana.”

pp. 26: “Y precisamente, porque aspira a la justicia y cree que la imperfecta naturaleza humana
es incapaz de practicarla, por eso contempla con mirada pesimista al ser humano y a toda su
organización social.”

pp. 33: “17.- Plat., ​Fedr.​ , 267 C: En el arte de componer discursos que, recurriendo a la vejez y
a la pobreza, provocan compasión, me parece que el vigoroso hombre de Calcedonia ha sido
maestro indiscutible. Ha alcanzado la habilidad de poder provocar la irritación en muchos
hombres y, una vez que estaban irritados, calmarles con su hechizo, según él decía. Era muy
hábil en levantar calumnias y en destruirlas a continuación de cualquier modo.”

pp. 39 – 40:​ “30.- Plat., ​Repub​., 338 D – 339 A:

Trasímaco​: ¿No sabes que unos Estados tienen una forma de gobierno tiránica, otros
democrática, otros aristocrática?
Sócrates​: Claro que sí.
Trasímaco​: ¿Acaso no gobierna en cada Estado el más fuerte?
Sócrates​: Indudablemente.
Trasímaco​: Cada gobierno dicta las leyes en su propio provecho: la democracia, leyes
democráticas; la tiranía, leyes tiránicas; e igualmente los demás. Una vez dictadas, establecen
que lo justo para los súbditos es lo que es útil para ellos, y castigan al que no lo acepta así, como
si fuera un hombre injusto y violador de la ley. Y es esto, precisamente, querido mío, lo que yo
digo, que en todos los Estados siempre es justo lo mismo: lo que es útil al gobierno establecido.
Y éste es el más fuerte, de donde se deduce, para quien razone correctamente, que en todas
partes se identifica lo justo con lo que es útil para el más fuerte.

pp. 41: “Es preciso, por tanto, mi muy ingenuo Sócrates, darse cuenta de que el hombre justo es
vencido en todo momento por el que es injusto.”

pp. 42: “Pues los que censuran la injusticia la censuran no por el temor de cometerla, sino de
padecerla”

Licofrón​:

pp. 47: “Si con respecto a los grandes sofistas, caso de Protágoras, Gorgias o Pródico, ya es
difícil rehacer sus datos biográficos, en el caso de los sofistas menores, y en este caso concreto
el de Licofrón, es totalmente imposible.”

pp. 47: “Por ello hay que renunciar a cualquier intento de reconstrucción, ya que, para que éste
sea posible, es preciso tener algún punto de apoyo, por leve que sea. Y hasta esto nos falta en el
presente sofista.”
pp. 49: “La postura nominalista de Licofrón llevaba, como lógica consecuencia, a la negación
de la atribución judicativa, y esta negación implicaba la imposibilidad de la formulación de
juicios.”

pp. 49: “También debió preocuparse Licofrón por la naturaleza de la ciencia y del saber. Un
texto de Aristóteles y otro de Alejandro de Afrodisias nos dicen que para el sofista la ciencia era
concebida como una comunión del saber y el alma. La ciencia se da en el sujeto cognoscente
cuando el saber ha hecho su unidad con el alma del cognoscente. En cuanto a la naturaleza y
características de esta comunión, nada sabemos”

pp. 49 – 50: “Una interesante aplicación del sofisma de “ignorantia elenchi” la encontramos en
el relato de Aristóteles y Alejandro de Afrodisias relativo al elogio de la lira propuesto a
Licofrón. Como es sabido este sofisma consiste en tratar de una materia distinta de la que se
debe tratar, y esto es lo que hizo Licofrón, que, habiendo sido requerido para hacer un elogio de
la lira, el instrumento musical, y no sabiendo cómo hacerlo, se dedicó a alabar a la constelación
de “Lira”.”

pp. 50: “Una característica de la sofistica fue su tendencia al igualitarismo. Frente a la radical
separación clásica entre hombres libres y esclavos, y entre nobles y plebeyos, los sofistas, por
vez primera en el mundo griego, levantaron su voz proclamando la igualdad de los hombres. En
este aspecto destacaron Alcidamas y Licofrón.”

pp. 53: “5.- Arist., ​Razon​. Sofíst., 15, 174 b 32: A veces hay que tratar de temas distintos del
que se nos pide, gracias a una interpretación del mismo, supuesto que no se pueda tratar del
realmente propuesto. Así lo hizo Licofrón al pedírsele que realizara un elogio de la lira.”

Jeniades​:

pp. 57: “De Jeniades de Corinto puede decirse que nada sabemos. Todo lo que se refiere a su
vida y a sus obras ha quedado en el olvido, los únicos testimonios que sobre él tenemos se los
debemos a Sexto Empírico, que, en dos breves textos de su “Contra matemáticos”, nos ha
dejado unas alusiones a las teorías de Jeniades.”

pp. 58: “La labor más interesante de Jeniades parece haber sido la de sacar con claridad las
consecuencias gnoseológicas implicadas en las doctrinas ónticas de Gorgias. Si nada existe, si el
ser se diluye en la mera apariencia, al no haber un correlato objetivo firme que asegure la
verdad, lo único que nos puede quedar, ante el flujo fenoménico, es la opinión subjetiva y
mudable. Y, dado que todas las opiniones gnoseológicamente son equipolentes, la conclusión
lógica a sacar es la imposibilidad de alcanzar la verdad, es decir, el más crudo escepticismo. Y
esto es lo que hizo Jeniades, al decir de Sexto Empírico.”

Notas​:

pp. 64 – 65:​ Hay una interesante biografía de Isócrates.

pp. 64 – 65:​ Hay una interesante biografía de Cicerón.

pp. 66 – 67:​ Hay una interesante biografía de Demóstenes.

pp. 67 – 69:​ Hay una interesante biografía de Tucídides.


pp. 70 – 72:​ Hay una interesante biografía de Eurípides.

pp. 72 – 73:​ Hay una interesante biografía de Plutarco.

pp. 74:​”Nota 36: Aristóteles está hablando de las comparaciones basadas en los nombres. Y de
este tipo son las dos que cita en el texto. En efecto, hay que tener en cuenta que Trasímaco
significa en griego “valiente luchador” (de “thrasys”, valiente, y “máche”, lucha); Polo, además
de nombre propio, es un sustantivo común (“pólos”) que significa “potro”.”

pp. 75:​ Hay una interesante biografía de Aristófanes.

pp. 78:​ Hay una interesante biografía de Critias.

pp. 81:​ Hay una interesante biografía de Alejandro de Afrodisias.

pp. 82 – 83:​ Hay una interesante biografía de Sexto Empírico.

pp. 83 – 84:​ Hay una interesante biografía de Demócrito.

pp. 84 – 85:​ Hay una interesante biografía de Jenófanes.

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