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UNIVERSIDAD DE LA SABANA

INSTITUTO DE LA FAMILIA
MAESTRÍA EN ASESORÍA FAMILIAR Y GESTIÓN DE PROGRAMAS PARA LA
FAMILIA
PROYECTO DE INVESTIGACION.LA PRODUCCIÓN ACADÉMICA EN FAMILIA
GRUPO JUVENTUD
MARCO TEÓRICO
MARIA ELENA ECHEVERRIA E.
OLGA MARLEY GALINDO G.

Si bien para nuestra propuesta resulta necesario contar con un marco que defina tanto
la categoría de juventud, como las edades que comprende (lo cual abordaremos con
detalle en el marco legal), iniciamos compartiendo las perspectivas teóricas al respecto
y las implicaciones que diversos autores mencionan sobre el concepto, como lo
menciona Margulis y Urresti: “La edad aparece en todas las sociedades como uno de
los ejes ordenadores de la actividad social.” (2008, p.1).

Inicialmente los autores consideran que las definiciones, como la de juventud en


nuestro caso tienen un sentido de “categorías imprecisas, con límites borrosos” (2008,
p.1) Nos invitan a revisar desde el marco histórico las diferentes conceptualizaciones
que la juventud ha tenido y a observar los mismos desde las diferentes dinámicas
culturales.

Se constituye entonces en un signo, una forma de referencia de cierto patrón de la


población que desde las edades ha respondido a comportamientos específicos y la
sociedad le abre o cierra espacios de acuerdo con su propia conveniencia, generando
sensaciones de frustración o de desesperanza, así como mayores responsabilidades
para lo cual quizá no se esté preparado para afrontar. “Consideramos que la juventud
es una condición constituida por la cultura pero que tiene una base material vinculada
con la edad.” (Margulis y Urresti, 2008, p.3)
En este sentido es clara la invitación de los autores:

“La juventud, como toda categoría socialmente constituida, que alude a fenómenos
existentes, tiene una dimensión simbólica, pero también debe ser analizada desde otras
dimensiones: se debe atender a los aspectos fácticos, materiales, históricos y políticos en que
toda producción social se desenvuelve.” (Margulis y Urresti 2008, p.2).

Ligado al concepto de juventud está la definición de generación que los autores definen
como “la edad procesada por la historia y la cultura” (Margulis y Urresti 2008, p.3). Y en
este concepto si que hemos visto en los últimos años, frecuentes categorizaciones
para nominar a una población en un rango de 13 años en promedio , a la que se
atribuyen determinadas características, como la generación X, Y, Z, Millenials y
recientemente Centennials. “Los límites de las generaciones son sumamente borrosos,
como los de las clases, que sin el elemento subjetivo no se constituyen como un polo
de atracción, o como una identidad colectiva” (Margulis y Urresti 2008, p.7)

Se comparte de acuerdo con cada generación memorias y códigos que les hacen
particulares y que en la mayoría de los casos desaparecen con la llegada de la próxima
generación. Esto también estigmatiza a quienes siendo jóvenes, (por lo menos por
definición biológica), se marginan de la categoría pues no comprenden sus nuevos
códigos, ni tampoco tienen memoria de los hechos vividos. “Ser joven es un abanico de
modalidades culturales que se despliegan con la interacción de las probabilidades
parciales dispuestas por la clase, el género, la edad, la memoria incorporada, las
instituciones”. (Margulis y Urresti 2008, p.10).

La juventud también está asociada con invulnerabilidad, pues no hay enfermedades o


aparentes riesgos de morir. También se cuenta con un grupo que protege y a veces
incomoda: padres y abuelos. “El rol social y familiar del joven es ratificado
cotidianamente por la mirada de los otros. (Margulis y Urresti 2008, p.4).

Los autores plantean el concepto de moratoria vital, considerando a la juventud “como


un período de la vida en que se está en posesión de un excedente temporal, de un
crédito o de un plus” (Margulis y Urresti 2008, p.4), en otras palabras su capital
energético. También nos animan a tener presente que para definir el término juventud
no podemos desligar el factor cronológico del factor sociocultural, los cuales son
necesarios para llegar a una conceptualización.

Así mismo los autores invitan a considerar el concepto del género, pues el aspecto
biológico entrega particularidades al hombre y a la mujer, siendo la segunda quien lleva
por decirlo de alguna manera, una marcha más acelerada y desgastante; por lo tanto
su “juventud” puede desvanecerse más pronto. “La juventud depende también del
género, del cuerpo procesado por la sociedad y la cultura; la condición de juventud se
ofrece de manera diferente al varón o a la muchacha” (Margulis y Urresti 2008, p.9).

Respecto a la propuesta de los autores concluimos que su visión está expresada en la


siguiente frase: “Las modalidades sociales del ser joven dependen de la edad, la
generación, el crédito vital, la clase social, el marco institucional y el género” Margulis y
Urresti 2008, p.10).

Referencias:

 Margulis M. y Urresti M. “La juventud es más que una palabra: ensayos sobre
cultura y juventud” 2008, Editorial Biblos, Buenos aires. Recuperado de :
https://perio.unlp.edu.ar/catedras/system/files/mario_margulis-la-juventud-es-
mas-que-una-palabra.pdf

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