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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales


Escuela de Antropología
Materia: Antropología Social I
Alvaro Rodriguez

Un análisis a las nuevas formas de parentesco ante un contexto de un estudiante de


antropología venezolana

Una interrogante existencial con muchísimo peso dentro del consciente humano con
mayor atención y preocupación ha sido el devenir sobre el futuro, el intentar saber que esperar,
pensar o medianamente presuponer sobre éste, ha significado históricamente la evaluación
exhaustiva de las sociedades consideradas por los investigadores de su momento como propias,
en contraposición a las organizaciones sociales vistas alejadas en tiempo y espacio a pesar de
compartir una sincronía histórica. Ya en la búsqueda actual sobre la direccionalidad que apunta
las estructuras y sistemas más modernos (entre comillas) del que podemos concebir el hoy pleno
siglo XXI como participantes de un contexto y complejidad diferenciadas a las sociedades
históricas pertenecientes a los mismos espacios geográficos ajustados a la realidad cultural
desarrollada en una temporalidad. Percatarnos de las nuevas identidades individuales que debate
a las pasadas discusiones sobre naturaleza y cultura han llevado a que los limites conceptuales
hayan sido traspasados y algunos casos superados, el cómo las conclusiones investigativas han
llegado con las nuevas técnicas y tecnologías que afectan directamente a los grupos no tanto
como individuo, sino también en su realidad contextual, en su entorno de sociabilidad y alianza
con su mismo grupo y los externos.

Concretemos la idea central del escrito, la búsqueda de un análisis a las nuevas formas de
parentesco no hallada desde un aspecto generalista, teórico o en sentido de presuponer un acto de
alistamiento a un modelo de decisiones de poder que militariza ante las nuevas discusiones, sino
más bien un simple hecho de análisis y presentación desde la mirada de un estudiante de
antropología venezolana ante algunos fenómenos de complejidad individual como de
estructuración grupal que se pueden considerar como diarias, tales como: las consecuencias de
conformaciones de comunidades organizados bajo un ideal, un ejemplo claro son las
comunidades feministas y las LGBTQ+; Además de los nuevos roles que adoptan tanto el
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hombre como la mujer en las familias modernas; Así mismo la posibilidad y aceptación legal de
familias homoparentales; la formación de las diferentes familias de características binacionales,
interracial o de diferencias socioeconómicas; De igual manera encontrar los nuevos espacios de
análisis para las tecnologías modernas sobre el perfeccionamiento de la inseminación artificial, la
fertilización in vitro y los espacios de discusión dejado por el diagnóstico prenatal. Reducir un
gran espectro a un párrafo sería minimizar un macro problema en el que nos enfrentamos en la
actualidad, pero nombrarlos nos induce a la diversidad que nos compete a los nuevos
investigadores sociales.

El análisis y comprensión de los casos no es para nada sencillo, ni de una respuesta


rápida, partamos la concepción de una nueva antropología, cuyos límites conceptuales se han
ampliado de tal manera que el ahora hallamos una antropología de adjetivos (Stocking,2002),
donde no podemos ya hablar de una antropología que sea una disciplina especializada en las
sociedades tradicionales, sino que esta “…ofrece una panorámica de los cambios en las fronteras
internas y externas de la disciplina en las diferentes tradiciones nacionales” (Stocking, 2002,
p.38). Así mismo al igual que las clásicas concepciones de parentesco, familia y matrimonio han
sido participe de renovaciones teóricas y cambios durante el proceso y desarrollo de las distintas
etapas en la que los grupos humanos se desenvuelven, así como del modo de abordaje a partir de
las diferentes escuelas y disciplinas que lo estudian, en un sentido más claro han aparecido una
cantidad enorme de autores que desechan, formulan y retoman los distintos aportes a la
investigación del parentesco.

Los modos de análisis antropológicos sobre el parentesco se encuentran arraigados en las


evidencias del sentido común y en las experiencias inmediatas de los analistas que tienen de lo
social, Bestard (1998) comenta que “… en la concepción moderna del parentesco, este se refiere
tanto a la naturaleza como a la cultura, es decir, es una forma conceptual que nos permite hablar
tanto de los hechos de la vida como de las relaciones primarias entre las personas” (p. 202). A
pesar de que aún se mantienen vigentes algunos esquemas sociales, las ciencias humanas han
puntualizado dar una mayor relevancia a la identidad, al hecho característico en el que los
individuos se sienten o accionan antes las situaciones cotidianas, esto reordena y reubica los
temas propios del análisis social, siendo que las disciplinas profesionales asociadas han invertido
una irrupción de su tratamiento teórico en los últimos años. De esta manera han caracterizado al
ser humano moderno o postmoderno (Dependiendo del autor o corriente) como un ser

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individualizado, según Bauman (2003) “… la individualización consiste en hacer que la
“identidad” humana deje de ser un 'dato' para convertirse en una tarea, y en cargar sobre los
actores la responsabilidad de la tarea y de las consecuencias (y efectos secundarios) de su
actuación” (p.20). Cargando así al individuo de elementos consecuentes de su accionar durante
su proceso de vida, ya no es visto simplemente como un ser individual pensante, ahora
responsable de sus acciones y sobre todo de su futuro.

Ya sea por los fenómenos de alcance comunicacionales como el internet, la globalización,


u otros fenómenos socio-históricos, las sociedades modernas están caracterizadas por la
búsqueda de sus planificaciones óptimas de su futuro, bien conocida como los proyectos de vida.
Estos modelos de planificación se ha vuelto una línea de estructuración general ante todo
individuo existente en estos medios modernos, la construcción de la mujer moderna en la
sociedad ha sido uno de los elementos de cambio más relevantes tanto en las configuraciones
familiares como dentro de la inmersión socio-estructural, estas nuevas generaciones de mujeres
subyacen bajo nuevas directrices:

El acceso de las mujeres a la educación, su inserción en el mundo del trabajo asalariado, su


presencia en puestos de decisión, las que conducían automóviles y motos, además de las
notas del feminismo (…) iban conformando un tipo de mujer mucho más abierta al cambio
que la mujer moderna, que ya no se limitaba a tecnificar o volver más sofisticada la vida
familiar, sino que podía tomar decisiones clave sobre ella (Felitti, 2018, p. 1376).

Por lo tanto, el hombre en consecuencia adopta posiciones y labores que, bajo la


percepción del hombre machista, era impensable, el hecho de lavar y planchar, realizar
actividades comunes y domésticas, así como el cuidar de los hijos forman parte del hombre
moderno y ante todo forma parte de las organizaciones familiares, cito: “… la mujer no debía ser
la única responsable de la planificación familiar ni de la crianza de los hijos y las tareas
domésticas” (Felitti, 2018, p.1375). A pesar de que se produzcan nuevas posturas de
participación, ciertas sociedades como la venezolana aún mantienen sus cimientos matrisociales
(Hurtado), del cual siendo la mujer epicentro en la forma y funcionalidad familiar no termina de
despojarse de las formas patriarcales de existencia.

Otras de las consecuencias del mundo globalizado, ha sido de una manera evidente las
consecuencias migratorias, ya sean internas o externas desde un ámbito nacional e internacional,

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además de las nuevas oportunidades que apertura los espacios laborales, dispone la posibilidad
de las interacciones y relaciones entre diversas personas de diferentes estratos socio-económicos,
nacionalidades o de carácter étnico, cuyas relaciones aumentan la posibilidad de que la
efectuación de un emparejamiento entre personas que conjeturan estas diferencias, la posibilidad
de matrimonio no es excesivamente alto, pero sí más alta ante una situación cuyos espacios y
culturas eran divididas por una línea de tiza. Estos nuevos fenómenos traen consigo nuevas
conjeturas entre las diversas parejas y matrimonios tales como: ¿Dónde vivirían, si en un país o
el otro? ¿Al tener hijos que cultura va a ser la predominante? ¿Cuál va a ser el idioma en que
enseñaremos a nuestro hijo? ¿Qué costumbres familiares van a adoptar y cuáles no? (Beck-
Gernsheim, 2003). En esencia las familias bi-nacionales o bi-étnicas no representan aparición
moderna, veamos que el antiguo y más conocido Kan entre los mongoles, el gran Gengis Kan en
su abanico de esposas, la segunda seria Yesugen que según los datos fue una noble tártara, donde
claramente ya desde siglos antes se efectuaban estos tipos de uniones, aunque diferenciadas por
tus temporalidades y contexto cultural.

Continuando con las consecuencias del mundo globalizado, es el debate que, aunque no es
ni por lo menos una circunstancia moderna, ha sido las parejas del mismo sexo, estos a pesar que
“… muchos individuos sumamente respetables, de los tiempos antiguos y modernos, fueron
homosexuales, y entre ellos encontrarnos a algunos de los más grandes hombres (Platón, Miguel
Ángel, Leonardo daVincí, etcétera)” (Roudinesco, 2003, p.198). Fueron en tiempos más
recientes sinónimo de encarcelamiento en algunos países o de deshonra familiares, estos han
representado espacios de estudio y debates encontrados como de Historiadores tales como
Michael Foucault, John Boswell, psicoanalistas como Freud, Otto Rank, Lacan, entre otros. A
pesar que cada uno representa una posición discursiva, podemos decir con certeza que la
homosexualidad se ha abierto espacios en la sociedad moderna, tal es el hecho que el pasado 26
septiembre de 2022 se publicaba en la columna informativa del CNN una tabla donde especifica
la aprobación del matrimonio igualitario abarcando una totalidad de treinta y dos (32) países con
representantes de los cinco continentes.

Aunque el fenómeno de la homosexualidad no acaba en la unión en matrimonio, el deseo


de ser padres también es partícipe en la conformación natural de las familias y la búsqueda ser
familias homoparentales no espera ser excepción, esta ampliación del fenómeno también abarca

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su discusión abierta y compleja, ya que uno de los discursos más recurrentes no es el simple
hecho de la existencia de las parejas homosexuales, sino:

Que un hombre ya no quisiera un acto carnal con una mujer para engendrar y que una mujer
ya sólo deseara de un hombre su semen para procrear: en eso consistía la transgresión. Pues
los nuevos padres gays y lesbianas no pretendían cuestionar los dos grandes interdictos
fundadores de las leyes del parentesco: prohibición del incesto y prohibición de la confusión
de las generaciones” (Roudinesco, 2003, p.197).

El cuestionamiento al esquema occidental de la familia nuclear (mamá, papá, hijo o hija)


trae consigo sus defensores, entre estas algunas religiones, durante muchas décadas para la
religión judea cristiana era excusa para la persecución y agresión ya que representaba una
transgresión a las leyes familiares. Aunque actualmente como bien comentado, estas
comunidades se han abierto espacios de negociación y respeto, pero aún existe quienes, a pesar
de no estar en desacuerdo, comentan su preocupación por la crianza de los hijos: “…los mismos
derechos que a los demás padres, pero también reclamarles los mismos deberes” (Roudinesco,
2003, p.210). Ya que no se encuadra a lo que generalmente se habla de la normalidad, no pueden
obligarse a convencer a quienes los rodean de que esos hijos nunca se convertirán en
homosexuales, corren el riesgo de darles una imagen desastrosa de sí mismos. Esto es
representación de un abreboca a una larga y acalorada discusión.

El tema de crianza de los hijos, no solo deja que hablar de los padres homosexuales, sino
también de los padres heterosexuales, el esquema de los proyectos de vida se presenta como un
método en el cual cada mujer y hombre debe (como hecho responsable) planificar la cantidad de
hijos a tener o en el caso contrario optar por no tenerlos. Esto produjo que en las sociedades
occidentales desde hace unas cuantas décadas empezara a disminuir la cantidad de hijos por
mujer bajando de ocho (8) a dos (2) (estos datos pueden ser comprobados en la página principal
del banco mundial). Elisabeth Beck-Gernsheim (2003) llama a este fenómeno como “…las
óptimas posibilidades de arranque para el hijo” (p. 164). La paternidad deja de ser obra del
destino y pasa a ser parte de una serie de planificaciones y decisiones privadas, en el que el padre
va a depositar todos los recursos y posibilidades a su escasa cantidad de descendiente,
heredándole de esta manera una gran cantidad de responsabilidades, a pesar de su corta edad le
inculcan la necesidad de él o ella como ser humano sujeto de derechos inalienables y de
capacidad de decisiones propias, este infante pasa a ser parte de la creación de su exitoso futuro.

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La paternidad también comienza a moldear una responsabilidad máxima ante el hijo, el
deber de formarlo adecuadamente desde un aspecto educativo y cultural, cuya particularidad o
defecto del niño debe ser arreglado, intentando al dominio de la mayor cantidad de cualidades
posibles (clases de música, idiomas, deporte, etc). Además de su educación, la paternidad debe
ser responsable cauto de su salud tanto física, como mental, buscando así una maduración
optima, ya el niño no es tratado como niño, sino de una especie de meta polifacética de
esfuerzos, en el que se construye y se buscan las “oportunidades óptimas de puesta en marcha”
(Beck-Gernsheim, 2003)

La paternidad biológica, también rompe algunas barreras con el implemento de las


nuevas técnicas y tecnologías, la inseminación artificial y los otros métodos hacen posible la
construcción intencionada de la paternidad del cuales sirven para diferentes fines, ya que llega
para resolver el problema de aquellas parejas que no podían anteriormente concebir
descendencia, las familias homoparentales y las parejas heterosexuales con la incapacidad de
procrear le dan una posibilidad de cumplir el sueño de ser tanto padres como madres. Aunque,
las tecnologías no solamente permiten abrir esos caminos, sino también participar en los
proyectos de vida, interrumpir algún embarazo es posible, cuando no es deseado o cuando viene
con alguna deformación genética puede ser descartado, privando la oportunidad de nacer al
futuro ser, entonces nos hace reflexionar ¿en dónde queda la esencia de la paternidad? La
finalidad de la paternidad más pura es la intención de ser padres, por ende, si la intención es ser
padres, el hecho de interrumpir un embarazo ¿no representa un caso contrario? (Beck-
Gernsheim, 2003)

Como característico de este individuo individualizado, las decisiones traen consigo una
carga de responsabilidad. Si de ser el caso que un embarazo contenga a un niño con problemas
genéticos, entonces esto ha de ser determinado por la serie de pruebas que preceden antes
cualquier embarazo, cuyo instrumento ayudará a la toma de estas decisiones, si se decide traer al
niño al mundo a pesar de las claras dificultades que este va a presentar puede verse como una
irresponsabilidad ante la sociedad (Martin Sass). Primero el hecho de hacerse las correctas
pruebas y segundo decidir traerlo, no es simplemente con la sociedad, sino también con la
familia, ya que un padre, hermano o abuelo va a querer presentar con orgullo un hijo sano, bonito
e inteligente. En tercer nivel se le imbuye la responsabilidad al no nacido, ya que si nace va a
vivir con dificultades; es por el bien del niño, de otro modo sino le damos una tortura.

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Ahora que pasa si no son problemas genéticos, sino que no es el sexo esperado o al
momento de nacer es de un color de tez que en ciertas sociedades pueda ser considerada
desfavorable, nacer con esas desventajas étnicas, pregunto ¿el feto o recién nacido aún mantiene
la responsabilidad por el hecho de poseer estas características? Ahora bien, con las nuevas
técnicas de inseminación artificial, se logra un hijo a pedido, donde eliges el color de ojos, la
tonalidad de la piel, el color de cabello. Donde si el niño a pedido no sale como se espera en el
embarazo de prueba, este puede ser interrumpido, entonces siendo así ¿Dónde queda el amor
paternal? Analizando un poco más a fondo estos fenómenos, sin tomar esto como un hecho
podemos considerar que con estas nuevas propuestas tecnológicas estamos in-humanizando el
hecho de vivir, considerando a un ser humano insensible ante toda situación caracterizado por
únicamente la búsqueda del gozo y satisfacción de ser padre o madre, un gozo más bien
comercial y no real, creando así un ser humano sacado de su contexto y enmarcado en nuevos
valores modernos, como un tipo de selección biológica entre los aptos y no aptos para la
existencia, desechando aquellos individuos que no estén enmarcados bajo el esquema normal o
de mayor capacidad.

Estos fenómenos en totalidad es solo un esbozo de lo que las ciencias sociales y humanas
se enfrentan, no desde un simple hecho social, sino ahora de categorías individuales, cuyos
límites aumentan descaradamente, entendiendo así que este esbozo no abarca ni lo menos, en que
es en su totalidad de los eventos particulares a analizar y de las nuevas teorías constituidas sobre
el parentesco como unidad analítica de las comunidades, ya que el parentesco está a la orden de
los estudiosos empeñados que sin necesidad de conocer la lengua, la totalidad vivencial de una
persona o comunidad, acceder al universo de las relaciones interpersonales y estratificadas en los
aspectos consanguíneos o afines del grupo estudiado.

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BIBLIOGRAFIA

Bauman, Zygmunt (2003) Comunidad. En busca de seguridad en un mundo hostil. Madrid,


España: Siglo XXI.

Beck-Gernsheim, E. (2003). La reinvención de la familia; en busca de nuevas formas de


convivencia. In La reinvención de la familia; en busca de nuevas formas de convivencia
(pp. 276-p).

Bestard-Camps, J. (1998). Parentesco y modernidad (Vol. 97). Grupo Planeta (GBS).

Elisabeth, R. (2003). La familia en desorden. Ed Fondo de Cultura Económica.

Felitti, K. (2018). De la “mujer moderna” a la “mujer liberada”. Un análisis de la revista Claudia


de México (1965-1977). Historia mexicana, 67(3), 1345-1393.

Loaiza, M. V. (2022, 26 septiembre). ¿En qué países es legal el matrimonio homosexual?


¿Dónde fue legal primero? CNN. https://cnnespanol.cnn.com/2022/09/26/paises-legal-
personas-del-mismo-sexo-matrimonio-igualitario-union-civil-orix/

Roudinesco, E. (2003). La familia en desorden. Ed. C fe

Stocking, G. W. (2002). Delimitando la antropología: reflexiones históricas acerca de las


fronteras de una disciplina sin fronteras. Revista de antropología social, 11, 011-038.

Tasa de fertilidad, total (nacimientos por cada mujer) | Data. (s. f.).
https://datos.bancomundial.org/indicator/SP.DYN.TFRT.IN?end=2020

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