Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Uno de los objetivos de las nuevas tecnologías de conservación de alimentos es que sea capaz
de reducir los microorganismos alterantes y nocivos sin que se vea muy afectada la calidad sensorial
de los alimentos. Por ejemplo, los procesos de esterilización utilizados normalmente suelen utilizar
unas temperaturas muy elevadas y ello afecta a la calidad organoléptica del producto.
Entre los nuevos procesos como las radiaciones ionizantes o las altas presiones hidrostáticas,
también se encuentran los ultrasonidos.
* Colapso de burbujas: Producen extremos incrementos de temperatura (5000 ºC) y presión (500
MPa) en puntos localizados.
Esta técnica cuenta con la ventaja que se le pueden sumar otras tecnologías durante el tratamiento
como el calor y la aplicación de presiones mayores haciendo así más efectivo el proceso de
inactivación.
Dado que las ondas acústicas favorecen la transferencia de masa, reducen la energía del
agua ligada y mejoran la difusión, otra de las aplicaciones importantes de los ultrasonidos
como técnica de conservación es la deshidratación de alimentos. Los primeros estudios se
llevaron a cabo en combinación con aire caliente, pero los mejores resultados se obtuvieron
aplicando la vibración ultrasónica en contacto directo con el alimento y en combinación con
una presión estática. Este proceso llegó a desarrollarse a escala industrial. Se trata de un
método que es de dos a tres veces más rápido que con el aire caliente, mediante el cual se
llegan a deshidratar vegetales hasta un 99% sin modificaciones en la calidad. Las ventajas de
este proceso de deshidratación frente a la deshidratación convencional mediante aire caliente
serían un menor deterioro de la calidad y frente a la liofilización un menor coste económico.