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Organización:
1. Oración de entrada
2. Dinámica de introducción al tema
3. Presentación del símbolo
4. Textos Bíblicos
5. Trabajo tema
6. Compromisos “símbolo”
7. Conclusiones
8. Finalización
1. Oración
2. Dinámica
Buscar dentro de la sopa de letras una frase que identificará el tema a tratar, ésta con el fin de
dar apertura al tema:
“EL FUNDAMENTO SOLIDO DE NUESTRA FE CATOLICA ES LA PALABRA DE DIOS”
E L S A F U N D A M E N T O
C R E E R H J S E L O M D I
N S O L I D O C W D E H O T
U G U R F E T A P A R D E S
E F E P A Z R T A J U R V A
S P J U A N P O L U D E S I
T E O L A K E L A N A D I E
R Z T O R T A I B O S I T O
A C A R T G C C R D I O S C
C A T E Q U E A A S I S T I
3. Presentación del símbolo
Catecismo de la Iglesia Católica Numeral 2087: Nuestra vida moral tiene su fuente en la
fe en Dios que nos revela su amor. San Pablo habla de la “obediencia de la fe” (Rm 1, 5; 16,
26) como de la primera obligación. Hace ver en el “desconocimiento de Dios” el principio y la
explicación de todas las desviaciones morales (cf Rm 1, 18-32). Nuestro deber para con Dios
es creer en Él y dar testimonio de Él.
Rm 1, 5; 16, 26
Rm 1, 18-32
Mc. 16,16
Sant. 2, 26
5. Trabajo tema
La Fe, fundamento y fuente de la vida moral
Virtud sobrenatural por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado.
El magisterio son las enseñanzas del Santo Padre, los documentos que escribe él o los
Obispos en cada país. Magisterio quiere decir enseñanza.
Santiago 1, 22- 24 dice: “no solo escuchen la palabra de Dios, tienen que ponerla en
práctica, de lo contrario se engañan a sí mismos, pues si escuchas la palabra pero
no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo, te ves a ti mismo, luego te
alejas y te olvidas como eres”. El que no pone en práctica la Palabra de Dios, en
momentos de dificultad, en lugar de ver qué es lo que enseña la Palabra de Dios toma sus
propias decisiones o hace lo que otros dicen otras personas.
Por ejemplo, el joven agobiado por sus problemas busca el consejo de otro, y éste lo
induce a buscar el consumo de drogas. La diferencia de su futuro está en si sigue ese
consejo o si en cambio ora y busca la guía de la Palabra de Dios para su vida. La Biblia
dice oren, tienen problemas: oren, no se preocupen sino que pongan todo en oración.
No solamente es escuchar la Palabra de Dios, sino obedecerla. Usted tiene una deuda,
tiene dificultades económicas, Usted puede decidir que no paga, al no tener con que
hacerlo, pero si lee la biblia allí dice: “que tu única deuda sea el amor al prójimo”, es
decir no tengas deudas con nadie. Por otro lado los conflictos familiares, dice la palabra
de Dios, que hay que ponerse de acuerdo con esa persona, dialogar, encontrar un acuerdo
mutuo. Si no es obediente, prefiere un conflicto legal, busca un abogado, coloca una
demanda.
Es necesario conocer la Palabra para obedecerla. Hay personas que no son católicas ni
cristianas y han leído la Palabra más de dos veces. Pero de nada le sirve, porque no la
obedecen, no aplican sus enseñanzas.
Y no solo es decir: “tan bonito que me hizo sentir esa lectura”. Es ponerla en práctica. Es
buscar qué enseña la Palabra en cada caso, y cada circunstancia.
Los fariseos sólo escuchaban y enseñaban, pero no la practicaban. El que lee la Palabra,
incluso la enseña pero no la práctica, se puede llamar fariseo. A veces nosotros somos
fariseos: leemos la Biblia, pero no la practicamos. Dice Jesús en el Evangelio en Mateo
23,“Los maestros de la ley religiosa y los fariseos son los interpretes oficiales de la
ley de Moisés, por lo tanto practiquen y obedezcan todo lo que les digan, pero no
sigan su ejemplo, pues ellos no hacen lo que enseñan, aplastan a la gente bajo el
peso de exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la
carga”.
Definición y Naturaleza de la Fe
Las virtudes teologales fundan, animan y caracterizan el obrar moral del cristiano. Le dan
vida a todas las virtudes morales. Son infundidas por Dios en el alma de los fieles para que
por medio de ellas, el hombre sea capaz de actuar como hijo suyo y de ese modo alcanzar la
salvación. Son la garantía de la presencia y la acción del Espíritu Santo en el ser humano.
Por la fe el hombre se entrega libremente a Dios y por ella se esfuerza por conocer y hacer
la voluntad de Dios. Por eso se dice que la fe es el fundamento de la vida moral (Catecismo
No. 2087). Es el don más grande que puede recibir el hombre, es más grande que la vida.
De hecho, la fe da sentido a la vida, enseña a comprender el dolor y el sufrimiento, da
sentido a lo cotidiano, llena la vida con la presencia de Dios.
La fe, que es la virtud sobrenatural por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha
dicho y revelado y que la Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma. Es decir, es la
virtud sobrenatural por la que creemos ser verdadero todo lo que Dios ha revelado.
Es imposible sin tener fe, tener un contacto íntimo con Dios.
Es una virtud que nos viene dada por Dios (virtud teologal) pues casi todas las verdades que
creemos exceden la capacidad natural de la mente humana y hace falta una gracia especial
de Dios para que se pueda dar el asentimiento. Nos es dada en el Bautismo.
Por tanto, en la fe entran la inteligencia y la voluntad; los actos de fe son actos humanos.
Por ello no podemos reducir la fe sólo a sentimientos o a emociones, ni considerarla como
algo irracional o absurdo que simplemente obedecemos sin buscar su significado profundo
o su coherencia interna. La fe es racional aunque a veces al hombre le cueste encontrarle
sentido. La dificultad, en este caso, no es de la fe sino de la limitación humana.
Los deberes que impone la fe al que la posee son: conocerla, confesarla y preservarla de
cualquier peligro.
1. Conocerla
No sólo saber de qué se trata sino que también hay que interiorizarla. Todo hombre
dependiendo de su estado y condición tiene el deber de conocer las principales verdades de
fe. Es un deber gravísimo. Cuando menos hay que conocer:
3. Preservarla
Es obligatorio evitar todo lo que la pueda poner en peligro o debilitarla por ser la fe un don
sobrenatural de inmensa riqueza. Una manera de preservarla es cumpliendo fielmente los
mandamientos y demás compromisos del cristiano. Las crisis de fe son generalmente crisis
de conducta.
Pecados contra la fe
Herejía: es el error voluntario y pertinaz contra alguna verdad definida como dogma de fe.
En realidad, la herejía, al rechazar una verdad de fe, está rechazando toda la fe y está
rechazando implícitamente la autoridad de Dios que revela. Es, por tanto, un pecado gravísimo
pues se rechaza formalmente a Dios. Por eso, la Iglesia denuncia las herejías para proteger
a los fieles.
Dudas contra la fe. Si estas dudas se vencen sometiendo humildemente nuestro
entendimiento a la revelación, a Dios, hacemos un acto virtuoso. Sin embargo, si estas dudas
son admitidas deliberadamente o no se ponen los medios para salir de ellas, se está
incurriendo en una falta contra la fe.
Es el pecado de los que no se apartan de todo lo que puede hacer daño a la fe. Se puede
presentar de muchas formas: conversaciones, lectura de libros contrarios a la fe, películas,
conferencias, negligencia en la formación religiosa, supersticiones (la guija, espiritismo, etc).
Cuando se perciba alguna ocasión de peligro para tu fe, conviene acudir a un director
espiritual o confesor fiel a la Iglesia y consultarle sobre las dificultades o los peligros que
puedan aparecer.
6. Compromisos “símbolo”
En esta parte del compromiso sugiero que pidamos a los chicos que en sus familias pregunten
algún ejemplo de un hecho que lo atribuyan al resultado de la oración y la fe
7. Conclusiones
Para concluir el tema podemos hacer una evaluación jugando tingo tingo tango, haciendo
preguntas realizadas con el tema desarrollado, con ello podemos saber si quedaron dudas o
por el contrario se logró el objetivo.
8. Finalización
Terminar con oración y pasar con 10 minutos al templo para disponerse a la Eucaristía.