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Psiquis

Evolución histórica de la Psiquiatría


J. L. González de Rivera

Psiquis, 1998; 19 (5):183-200

Resumen

La psiquiatría sigue en su historia un desarrollo cíclico, desde sus orígenes confundida con la religión y la magia,
hasta su estado actual como especialidad altamente sofisticada de la medicina. A lo largo de los tiempos se entre-
cruzan en ella dos corrientes, una que busca el tratamiento de los trastornos mentales a través de la comprensión
de fuerzas externas inmateriales, y otra que lo intenta mediante la corrección de procesos orgánicos internos.
Desde la teoría de los cuatro humores de Hipócrates a la neuroquímica moderna existe un trayecto similar recorri-
do desde las creencias animistas hasta la psicodinámica de grupo. El reto de la psiquiatría actual es lograr una
formulación integrada del funcionamiento humano y sus alteraciones.

Palabras clave: Historia. Psiquiatría. Tendencias psiquiátricas.

Abstract

The evolution of Psychiatry in History

Psychiatry follows along its history a cyclic pattern, from its origins in magic and religion, to its current status as
a sophisticated and fully developed medical specialty. Along the times, two intercrossing currents alternate its
relative control in the building of the discipline: One that pretends to influence mental disorder through the
understanding of external immaterial forces, other that attempts the same purpose through the correction of
internal organic processes. The path followed from Hipocrates' four humors theory to modern neurochemistry is
similiar to the one from animist beliefs to current understanding of group psychodynamics. The challenge of
todays' psychiatry is to formulate an integrated view of human functioning and its disorders.

Key words: History. Psychiatry. Psychiatric tends.

Catedrático de Psiquiatría. Madrid.

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Los orígenes de la psiquiatría pueden rastrearse mentos teóricos" de la magia, sin tener en cuenta sus
hasta los mismos albores del pensamiento, desde poderosos aspectos prácticos. Incluso hoy en día en-
donde progresa con profundas ramificaciones y des- tre pueblos primitivos, y no tan primitivos, es posible
gajamientos en la religión, la filosofía, la psicología y observar el poderoso efecto de conjuras, encantamien-
la medicina. Como bien argumentan, desde puntos de tos y otros rituales en las personas predispuestas.
vista diferentes, Haggard (1961) y Laín (1969), los pri- Podemos concluir diciendo que, para la mentalidad
meros médicos fueron, psicoterapeutas, más conoce- primitiva, dominada por procesos primarios de pensa-
dores de los procesos mentales que de los fisiológi- miento, la magia constituye la primera manifestación
cos. Gran parte de las curaciones obtenidas en me- de una medicina que es, sobre todo, una medicina psi-
dicina (no sólo en tiempos primitivos sino también cológica o una proto-psicoterapia (González de Rive-
ahora) están relacionadas con la activación de proce- ra, 1986).
sos psicosomáticos mediante técnicas intuitivas cuyo En un sentido más estricto, Morales (1982) consi-
conjunto constituye lo que Zurita (1978) ha nominado dera que la historia de la psiquiatría es "la historia de
"la magia del médico". la interpretación de la locura desde la perspectiva de
A diferencia de los demás seres vivos, el hombre se la medicina". Según este autor, podemos considerar
opone consistentemente a la naturaleza como fuerza, o bien la respuesta que cada etapa histórica ha dado
intentando siempre comprenderla, limitarla y utilizar- al problema de la locura, a manera de cortes históri-
la. Quizá sea ésta la característica esencial de nues- cos transversales, o bien el método longitudinal de
tra especie, que nos ha permitido independizarnos seguimiento de cada una de las doctrinas psiquiátricas
cada vez más del mundo natural, superponiendo un desde sus orígenes hasta la actualidad, observando
mundo creado por nosotros mismos. Tal es el apoyo sus entrecruzamientos mutuos. La aplicación del pun-
que nuestro mundo nos ofrece ante la naturaleza, que to de vista restrictivo nos permite, en rigor, remontar-
nos resulta difícil imaginar las condiciones tan desva- nos solamente hasta los tiempos en que el concepto
lidas en que el hombre primitivo hubo de enfrentarse de enfermedad mental aparece como claramente iden-
a la enfermedad, al dolor y a la muerte. Es obvio que tificable. Las diferencias entre los criterios históricos
buscara ante el sufrimiento el recurso a aliados pode- amplio y restrictivo son, sin embargo, más profundos
rosos. Por eso, siguiendo a los principales historiado- que los relacionados con la mera aplicación temporal.
res de la medicina (por ejemplo, Laín, 1978) debe- En primer lugar, algunos practicantes de la psiquiatría
mos considerar a la religión como el antecedente más según el criterio amplio se encuentran en la curiosa
primitivo de todas las ciencias de la salud. Enfrentado situación de objetos de estudio de la misma según el
ante un poder superior inalcanzable, la astucia huma- criterio restrictivo. Así, los Shamanes todavía activos
na sólo encuentra un recurso, el sometimiento ciego en la costa del Pacífico norte, experimentan un largo
a esa fuerza y la integración en ella. Siendo parte del proceso psicopatológico, considerado como una "ini-
poder superior, súbdito fiel, hijo, etc., existe la espe- ciación" enviada por los dioses antes de iniciar su ofi-
ranza de ser preservado y de sobrevivir. cio de curanderos. Abundantes datos históricos indi-
Alexander (1966) considera que la historia de la psi- can que fenómenos delirantes y alucinatorios eran más
quiatría se inicia en el momento que un hombre inten- bien frecuentes no sólo en sanadores, sino también
ta aliviar el sufrimiento de otro mediante su influencia. en profetas y líderes de la antigüedad (v. por ej. Jay-
Esta es una visión muy amplia, que sitúa a la psiquia- nes, 1976).
tría como precursor de la medicina. El sometimiento y Sin embargo, más grave que estas consideracio-
las súplicas a poderes superiores debieron dejar pron- nes, en cierto modo anecdóticas, es la dicotomía que
to paso en los tiempos prehistóricos a los intentos de entre la enfermedad mental y las demás disfunciones
manipular estas fuerzas y modificar sus efectos. En humanas impone explícitamente el criterio restrictivo.
primer lugar, los individuos considerados como capa- Cierto es que esta dicotomía existe en la historia de la
ces de relacionarse especialmente con las fuerzas de psiquiatría, y constituye, como veremos, el último pa-
la naturaleza y dotados de poderes especiales, ha- radigma cuyo desarrollo podemos considerar comple-
bían de desarrollar de forma pragmática e intuitiva pro- to. La definición de la historia de la psiquiatría en tér-
cedimientos para demostrar su estatus. Pero, mucho minos restrictivos es una interesante evidencia de la
más importante, el instinto de oposición a las fuerzas fuerza paradigmática que trasciende los límites de la
naturales, concentrado por consenso tribal en estos disciplina en que se desarrolla para afectar disciplinas
hombres especiales, es el que sin duda llevó al desa- relacionadas.
rrollo de los primeros rituales mágicos. Oficialmente En el transcurso del tiempo, empiezan a descubrir-
entendidos como procedimientos para congraciarse, se los efectos de las distintas substancias sobre el
influir o dominar a entes suprahumanos, los rituales má- funcionamiento humano. La manipulación quirúrgica
gicos eran en realidad poderosos instrumentos de in- del cuerpo, probablemente encaminada inicialmente
tervención psicológica. al tratamiento de heridas de guerra, se aplica a fines
La primera revolución de la psiquiatría es, por lo menos obvios. Así, parecen existir evidencias de que
tanto, el desarrollo de métodos psicológicos de influen- los antiguos egipcios utilizaban la trepanación (Mora,
cia con importantes efectos psicosomáticos. Es curio- 1970) en el tratamiento de procesos infecciosos ge-
so como la mayoría de los historiadores de la psiquia- nerales. Tanto este pueblo como los asirios poseían
tría y de la medicina, al referirse a este período ini- un bien formado cuerpo de cirujanos mil años antes de
cial, consideran sólo lo que podríamos llamar "funda- Jesucristo. Aproximadamente por esa época se desa-

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rrolla en China la acupuntura, o introducción de agu- rigor científico– la clasificación constituye un instru-
jas en puntos predeterminados del cuerpo para el tra- mento mental cuya inusitada eficacia tardará aún si-
tamiento de las más variadas enfermedades. glos en evidenciarse. La descripción cuidadosa de
Psiquiatría, medicina y religión parecen difíciles de casos clínicos es otra gran contribución de Hipócra-
distinguir en este primer período, que se caracteriza tes a la medicina, ejemplo que no será imitado hasta
más por el desarrollo pragmático de métodos tera- el renacimiento. La exactitud sintomática en la des-
péuticos eficaces que por el interés en elaboraciones cripción de sus casos, junto con la delimitación de
conceptuales. Whitehead (1967) sitúa el comienzo del entidades que ofrece su clasificación, facilita, a pos-
pensamiento científico en la antigua Grecia cinco si- teriori, la dicotomización entre enfermedades psiquiá-
glos antes de Jesucristo. En un punto reducido en el tricas y médicas. De los escritos de Hipócrates, espe-
tiempo y en el espacio, aparece en gran número de cialmente en lo que se refiere a su teoría de los hu-
hombres la mentalidad científica, cuyo deseo es co- mores, resulta evidente que no fue él quien estable-
nocer las normas que regulan el funcionamiento de la ció esta evidencia, sino sus intérpretes posteriores.
naturaleza. Hasta este momento, la mente humana pa- Es la medicina la que comienza a diferenciarse den-
recía ocuparse de tareas puramente prácticas, esta- tro de la profesión de sanador que, como hemos visto
ba al servicio directo de la necesidad diaria. El descu- con anterioridad, era fundamentalmente una psicote-
brimiento del principio de la causalidad por la filosofía rapia primitiva.
griega y el desarrollo de métodos inductivos y deducti- Otros méritos de Hipócrates son la creación de un
vos obedece a una epistemofilia no aparente hasta es- código ético estricto para los médicos, cuyos princi-
te momento en la historia de la humanidad. De he- pios aún son, o deberían ser, observados hoy día, y
cho, florecientes culturas como la China o la India no la definición de la medicina como una actividad total-
desarrollaron nunca esta mentalidad, excepto en los mente independiente de la religión. Su tratado sobre
siglos recientes, y ello por importación y contagio y no la epilepsia (“la enfermedad sagrada") es una maravi-
por desarrollo autónomo. llosa exposición de síntomas, curso, pronóstico y es-
La epistemofilia griega llevó, entre otras cosas, al peculaciones patogenéticas donde las fuerzas de la
desarrollo de la teoría de los cuatro humores y a la razón se oponen a las supersticiones al uso. Es im-
identificación del cerebro como órgano responsable portante destacar que un influyente contemporáneo
de anomalías del comportamiento. Hipócrates de Cos de Hipócrates, Platón (427-374 a. J.C.), todavía con-
(460-377 a J.C.) rechaza las teorías de influencia de tinuaba disertando sobre la “locura divina”, enviada por
espíritus, dioses o poderes no humanos, y las sustitu- los dioses y que no obedece a causas naturales.
ye por desequilibrios humorales. Así, “la melancolía Rechazando totalmente las etiologías celestiales,
responde a un acúmulo de bilis negra que se dirige Hipócrates estableció una clasificación muy sencilla
hacia la inteligencia. Si la enfermedad se dirige hacia de las enfermedades mentales, basada en la obser-
el cuerpo produce la epilepsia” (citado por Pichon, vación clínica y que registramos a continuación por el
1948). Años más tarde, Areteo de Capadocia localiza interés que pueda tener más adelante en nuestra ex-
la melancolía y la manía en el hipocondrio –de ahí el posición:
término hipocondriasis. El delirio, tanto febril como 1. Frenitis: Trastornos mentales agudos con fiebre.
funcional, se atribuía al acúmulo de bilis amarilla en Probablemente el equivalente a nuestro delirium.
el cerebro. En el siglo segundo después de Cristo, 2. Manía: Alteración mental aguda sin fiebre. Agru-
Galeno de Pérgamo establece una curiosa asocia- pando probablemente todas las formas de psicosis
ción entre estómago y cerebro en la patogenia de las aguda no febriles. Las historias clínicas de esta enfer-
alteraciones del afecto y de la ideación. medad no son lo bastante abundantes como para dis-
En las teorías patogenéticas de los clásicos obser- cernir si la fineza diagnóstica de Hípócrates llegaba a
vamos ya el inicio de lo que después comentaremos diferenciar las psicosis de reacción exógena no febri-
con el nombre de "modelo organicista". Básicamente les de las que ahora denominamos psicosis funciona-
especulativas, la patogenia de los griegos no parece les.
radicalmente superior a la de los animistas y creyen- 3. Melancolía: Aparentemente, todas las enferme-
tes en influencias supranaturales. De la teoría de los dades mentales crónicas, no solamente la depresión,
cuatro humores a la neuroquímica moderna existe el sino también las demencias y las psicosis crónicas no
mismo trayecto que de la influencia de los espíritus a agitadas.
la psicodinamia de grupo. El principio sigue siendo el 4. Epilepsia.
mismo –alteraciones en el funcionamiento de substan- 5. Histeria: Caracterizada por disnea paroxística y
cias internas, influencias ambientales inmateriales pe- convulsiones. El diagnóstico diferencial entre histeria
ro con dominio progresivo de los detalles que com- y epilepsia parecía estar bien establecido en la es-
pletan la cadena causal. cuela hipocrática.
La revolución hipocrática consiste en la aplicación 6. Enfermedades de los Escintios: Alteraciones se-
del pensamiento racional a la medicina y en la intro- xuales abigarradas, incluyendo, predominantemente,
ducción de las primeras clasificaciones de la enfer- transvestismo, aparentemente muy frecuentes en la
medad. Aunque sus avances en patogenia no, son región de Escintia.
nada evidentes con relación al periodo animista pre- En lo que se refiere a los avances terapéuticos de
vio –el desplazamiento uterino en la histeria o el acú- la escuela hipocrática, cabe resaltar la gran importan-
mulo de bilis en la depresión no son monumentos al cia que ésta daba a la dieta, baños en aguas espe-

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ciales, aplicación de tierras, y otros remedios natura- dencia más del imperio romano, todos sus sabios, fi-
les; los fármacos, la mayoría de ellos de origen ve- lósofos y en especial los médicos se dispersan, aban-
getal y con propiedades catárticas o eméticas ocupa- donando sus antiguas escuelas y centros del saber.
ban el segundo lugar. Aunque en el corpus hipocrati- Los primeros médicos griegos encontraron gran-
cum no se menciona de manera específica la psico- des dificultades para establecerse, en parte por envi-
terapia, numerosas fuentes (a veces con un tinte satí- dia de sus colegas romanos y en parte por su compli-
rico, como en el Plutus de Aristófanes) nos aportan cidad en intrigas palaciegas.
descripciones de sugestiones catárticas colectivas, Sin embargo, la excelencia profesional siempre aca-
institucionalizadas en la sociedad griega. Parece que ba por imponerse, como lo demuestra la siguiente le-
el culto a la razón, la búsqueda de perfección y la yenda (Garrison, 1921; Alexander, 1966: sobre As-
frialdad distante del Olimpo necesitaba la compensa- clepiades de Bithinia (124-52 a. de J.C.): un médico
ción periódica de dramas, bacanales y, en caso de griego obligado a ganarse la vida como profesor de
enfermedad, la visita de los "Asclepieia". retórica en Roma observó, al paso de un cortejo fú-
Whithington (1894) describe los métodos sugesti- nebre, que la posición del cuerpo no revelaba aspec-
vos e hipnóticos utilizados por los médicos-sacerdo- to de muerte sino de inconsciencia (¿). Deteniendo al
tes en estos centros de curación, junto a la aplicación punto la comitiva, Asclepiades manipuló vigorosamen-
de remedios de la mayor ortodoxia hipocrática. En te el cuerpo del difunto (¿masaje cardíaco?, ¿respira-
tablillas halladas en excavaciones arqueológicas, se ción artificial?) y cuando éste revivió, fue considerado
describen curaciones de múltiples enfermedades, al- un médico milagroso, rodeado pronto de agradecidos
gunas de las cuales parecen tener cierto matiz psi- pacientes y fervientes discípulos.
quiátrico como úlceras, parálisis, etc. En su doctrina patogenética, Asclepiades contra-
Paralelamente a estos desarrollos en medicina, la dijo la teoría de los humores, atribuyendo las enfer-
filosofía griega toma un interés fundamental en psico- medades a desórdenes en las partes sólidas.
logía, debiendo destacar las figuras de Platón (428- El solidismo, después denominado metodismo, con-
347 a de J.C.), creador del concepto de apriorismo, sidera que los excesos de contracción o de relajación
según el cual el espíritu no tiene que adquirir el saber deben ser corregidos mediante medidas, en primer
puesto que lo posee de antemano en su anterior vida lugar, fisioterapéuticas, encaminadas a provocar una
con los dioses. Junto con su idea de la “divinidad de reacción contraria. La sucesión de baños fríos y ca-
la locura”, el apriorismo de Platón no podría por me- lientes, o la ingestión de vino helado con el cuerpo
nos que desanimar el progreso de la psiquiatría, tal sumergido en un baño caliente son dos ejemplos de
como ha sucedido durante siglos. su sistema terapéutico. Según los informes de la épo-
Es a Aristóteles (384-322 a. J.C.) a quien corres- ca, los resultados fueron buenos y, sobre todo, agra-
ponde, por su abundancia en detalles psicológicos, el dables para el paciente.
mayor interés de este período. El sistema de conoci- En el año 100 antes de Jesucristo, continuando la
miento de Aristóteles colocaba el estudio del alma en tradición hipocrática, Celsus describe en su tratado
relación tanto empírica como racional con el estudio de medicina todas las enfermedades conocidas, si-
de los organismos vivos. En su definición de la natu- guiendo un orden topográfico de la cabeza hasta los
raleza del alma y de sus actividades convirtió el alma talones. Entre las enfermedades de la cabeza, enu-
en una expresión de la criatura viva y a la criatura vi- mera enfermedades mentales en el siguiente orden:
va en una expresión del alma, extrayendo cada rudi- 1. Frenesis, correspondiente a la Frenitis de Hipó-
mento del dualismo alma y cuerpo tal y como están crates.
planteados en aquel entonces. Pero sobre todo tuvo 2. Melancolía o depresión crónica.
la enorme virtud de describir en gran detalle la expe- 3. Una enfermedad sin nombre, que reviste dos
riencia humana y el comportamiento en términos con- formas: con y sin alucinaciones, correspondiente pro-
cretos: de esta manera, dio descripción de la juven- bablemente a la Manía de Hipócrates.
tud, de la edad madura, del pasear, del dormir, del 4. Delirium Exmetu, o delirio causado por el miedo,
soñar y de la psicología de los hombres y de las mu- que corresponde posiblemente a una forma de psico-
jeres, y de los procesos de recordar y reconocimien- sis o neurosis traumática.
to. También estudió el mundo de los fenómenos ocul- 5. Cardiacum, sensiblemente similar a las descrip-
tos, de la adivinación y de los sueños proféticos. En ciones modernas de las neurosis de angustia y al sín-
otra parte de su obra trató de las emociones y por fin drome de hiperventilación aguda.
trató igualmente de las relaciones interpersonales, 6. Letargus, o letargo, enfermedad aguda y de pro-
así como también de los problemas de control perso- nóstico gravísimo, acompañada de somnolencia y que
nal. corresponde, probablemente, a la encefalitis.
Aristóteles definió la mente como un proceso, es La epilepsia se describe en un capítulo separado,
decir, en términos de lo que se hace; estudió deteni- sin ligarla específicamente a la cabeza, y la histeria,
damente los sentidos, el aprendizaje y la memoria, la previsiblemente, entre las enfermedades del abdomen.
emoción, la imaginación y el razonamiento. En cuanto a los desarrollos en conceptos psicoló-
A partir del siglo II antes de Jesucristo enormes con- gicos que acompañan a la evolución de la medicina
mociones estremecen la cultura griega, culminando en este período, la situación general de crisis supone
con la caída de Corinto y la derrota definitiva a ma- para los pensadores griegos la necesidad de encon-
nos de los romanos. Grecia pasa así a ser una depen- trar una actitud vital capaz de parar el golpe que los

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acontecimientos externos están produciendo. Así, la apelables sobre todas las materias. Su extensa obra,
primera preocupación está dirigida hacia la definición de la que aún se conservan nueve volúmenes de ana-
de una ética, distinta para cada uno de los grupos en tomía, diecisiete de fisiología, seis de patología, Ca-
su método, pero con un fin común: encontrar un nue- torce de terapéutica, y treinta de farmacología, ejer-
vo camino para la felicidad humana. ció una influencia definitiva durante casi catorce si-
Las corrientes que nacen en este período influyen glos. Hombre genial, que no sólo trataba enfermos si-
poderosamente el desarrollo del pensamiento roma- no que realizaba minuciosas disecciones anatómicas
no, en el que, a partir de este momento, la ética defi- e incluso experimentos fisiológicos, excelente cono-
ne el proceso teórico, las bases del conocimiento y el cedor de los remedios farmacológicos más eficaces
criterio de verdad. Los movimientos más característi- de su tiempo, siempre rodeado de numerosos discí-
cos son el estoicismo, el epicureismo y el escepticis- pulos, Galeno, sin embargo, dejó numerosas "verda-
mo. des a medias". Toda su obra exuda un piadoso mo-
Estoicismo. La palabra que podría definir la actitud noteísmo y una terminología dogmática, más suscep-
ética del grupo es la "apatía". Tratan de llevar a cabo tible de generar el culto a su autoridad que de excitar
un dominio racional de las pasiones, mantener una ac- el trabajo y la experimentación individual. Comparan-
titud conformista y definir una forma de vida de acuer- dolo con Hipócrates, podemos decir que el mejor ma-
do con la naturaleza y la razón, independientemente estro no es el que más descubre, sino el que forma
de las presiones externas. La forma del conocimiento mejor a sus discípulos y despierta en ellos la sed por
es la sensible. Se supone que el alma, limpia en prin- la búsqueda autónoma de la realidad. Su teoría del
cipio, va recibiendo mediante los sentidos impactos Pneuma, fuerza vital que recorre internamente el or-
de las cosas externas, que marcan huellas en ella. ganismo y es responsable de sus estados de salud y
Las representaciones son captadas por el Hegemoni- enfermedad, junto con su continuo reconocimiento a
kón, especie de Logos común, y la verdad es apren- un Dios supremo, creador y fuente de toda vida, ha-
dida en forma cataléptica, es decir, siendo captada por cen a Galeno sumamente agradable ante las autori-
la mente humana de forma imperativa e independien- dades de la futura iglesia cristiano-romana, con pro-
te de la voluntad de ésta. fundas implicaciones en el desarrollo posterior de la
Epicureísmo. La palabra que define su actitud es la psiquiatría y la medicina durante el largo período de
"ataraxia". Se trata de evitar las perturbaciones y los la edad media.
dolores físicos; el placer, lo bueno, es lo que nos agra- En cuanto a las contribuciones más propiamente
da. La fuente del conocimiento es de tipo sensible; psiquiátricas de Galeno, cabe destacar sus descripcio-
los objetos desprenden pequeñas partículas, las cua- nes de las falsas impresiones de los sentidos (Phan-
les llegan al alma y allí toman contacto y se compa- tasis) a las que considera patogenéticas en algunos
ran con partículas similares, de las que está formada casos de delirio; la relación entre estados de miedo y
el alma (considerada materia), por medio de lo cual de desesperación con trastornos melancólicos, de los
se adquiere conocimiento. El criterio de verdad no que describió dos formas: una mental (paranoia) y otra
existe, puesto que el conocimiento, al ser de alguna somática; y, la relación entre la ausencia o insatisfac-
forma material, siempre constituye verdad. Como con- ción en las relaciones sexuales y los sintomas histéri-
secuencia de ello, la justicia en sí tampoco existe, si- cos.
no que se establece simplemente un pacto: no a las En el plano teórico, Galeno consideraba tres subdi-
leyes, no a los dioses, no al estado. visiones en el alma: la racional, la irracional o irasci-
Escepticismo. Su ética queda definida por la acti- ble, responsable de los sentimientos, y la concupisci-
tud denominada "afasia"; esta actitud supone no emi- ble o buscadora estricta del placer.
tir nunca y bajo ningún concepto juicios. Se supone La salud, no sólo mental sino general, dependería
que la verdad no se alcanza nunca y en caso en que del correcto equilibrio entre estas tres secciones, ad-
quizás se alcance, no se sabría cuando (determina- mitiendo la posibilidad de errores de juicio (parte ra-
dos subgrupos insisten en que no se puede alcanzar cional) debidos a exaltaciones en el afecto (parte irra-
nunca). Si la verdad no es alcanzable, no tiene sen- cional). En este caso, era posible la curación median-
tido emitir juicios: “quien se halla en duda, ni se afana te un método educativo, a diferencia de las alteracio-
por nada, ni teme nada”. Sus tesis acerca del cono- nes autónomas de la parte racional (dementia) y de
cimiento postulan la falsedad de lo sensible, ya que los errores de juicio relacionados con la búsqueda
sólo se aprenden fenómenos y no el ser en sí de las consciente del placer, esto es con exacerbaciones de
cosas. la parte concupiscente (¿Un concepto próximo al mo-
El broche final de la medicina de este período (en derno de las psicopatías?). Uno de sus últimos trata-
la cual estaba totalmente integrada la psiquiatría y, en dos, "sobre las pasiones" revela un profundo conoci-
gran parte, la filosofía psicológica de la época) lo cons- miento de la mente humana, y una actitud sumamen-
tituye la magna obra de Galeno (131-201), que agluti- te respetuosa hacia los aspectos psicológicos de sus
na la teoría humoral de Hipócrates, el solidismo, el enfermos.
misticismo de Platón, el estoicismo y, claramente el Mientras que la cultura griega había desarrollado
epicureismo en su metodología terapéutica. confianza en la individualidad y autonomía del ser hu-
Un gran sincretízador, Galeno carecía ciertamente mano, merced a su culto a la razón, la cultura roma-
de influencia escéptica, puesto que toda su obra es na encontraba su seguridad en el estado, la organi-
un continuo dogma, con juicios claros, definitivos e in- zación y la ley. Con la caída del Imperio, todo el com-

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plejo sistema de comercio, comunicación y orden que- conocimiento volviera a Europa donde, sin embargo,
dó totalmente desestructurado, sin que nada similar el interés fue mucho mayor en el tratamiento de las
pudiera reemplazarlo. El resquebrajamiento total de enfermedades somáticas agudas y en las lesiones qui-
una sociedad hasta ese momento coherente en pe- rúrgicas, tan importantes en un período de continuas
queñas naciones y grupos de guerreros, sólo podía guerras, que en las alteraciones del comportamiento.
ser contrarrestado por la única fuerza con poder tota- Nada queda que recuerde la conceptualización unita-
lizador: el Cristianismo (Kroll, 1973). ria de Hipócrates o de Galeno con respecto a la en-
Si el cultivo de la razón era la tarea más importan- fermedad, tanto sean sus manifestaciones psicológi-
te de los griegos, y el poder del estado y el placer de cas o fisiológicas.
las masas la de los romanos, la salvación del alma Estando claro para los pensadores medievales que
constituye la tarea prioritaria en el largo período me- las fuerzas de la naturaleza dependían exclusivamen-
dieval. La medicina, y con ella la psiquiatría, sufrió te de Dios, con la ocasional interferencia del demo-
por el desinterés de la mente medieval en la naturale- nio, la aplicación de métodos psicológicos carecía de
za, mientras que el dogmatismo eclesiástico impedía fundamento, puesto que no había fuerzas naturales
todo ejercicio autónomo del raciocinio. que el hombre pudiera comprender o gobernar. Sola-
Es preciso comprender que la estabilidad de la diez- mente la acción divina, por intercesión de los santos,
mada y desmoralizada población medieval dependía, o la maldición demoníaca eran conceptualmente ad-
no de una ética o de un sistema económico unitarios, misibles en el paradigma medieval. Destaca así la su-
sino de la comunidad de creencias impuestas por la perstición de este período con las supersticiones pre-
iglesia. La rigidez con que el dominio teológico se ex- cristianas, mucho más benéficas, por consiguiente,
tendía a todos los rincones de la vida medieval no era comparables en ocasiones a lo que hemos denomi-
un mero capricho de los tiempos, sino que constituía nado una protopsicoterapia. De hecho, todo intento
el armazón mismo sobre el que habría de desarrollar- de ejercer una influencia terapéutica resultaba sospe-
se todo el resto de la estructura social. choso a los ojos de las autoridades eclesiásticas, y el
Son pocos los historiadores de la psiquiatría que éxito en tales empeños podía fácilmente ser conside-
incluyen un estudio detallado de este período, siendo rado como demostración de contubernio demoníaco.
necesario buscar referencias ocasionales en otro tipo Tal era la intransigencia de la época que el mismo
de tratados como el de Leff (1958), Huizinga (1954) y Aristóteles fue condenado y prohibido en diversas oca-
Cantor (1963). Siendo nuestra ciencia la parte más siones, hasta que Tomás de Aquino (1225-1274) con-
difícil, compleja y susceptible de controversia de toda siguió restaurar su pensamiento, no precisamente pro-
la medicina, es comprensible que su estudio fuera gresista.
abandonado en una época en que ni siquiera las en- Santo Tomás tuvo la capacidad de reconciliar los
fermedades agudas de raíz somática se beneficiaban aspectos de filosofía aristotélica, tales como huma-
de la atención que habían gozado en los períodos an- nidad, urbanidad y naturalismo, con el dualismo entre
teriores. El retorno a una medicina supersticiosa, pre- cuerpo y mente planteado por Platón promocionado
helénica, revistió unos caracteres peculiares y sinies- por los padres de la iglesia. Tuvo la virtud de hacer
tros para el enfermo mental. esta conciliación biológicamente aceptable, integran-
En lugar de la relativamente benéfica superstición do la sabiduría antigua con la doctrina cristiana acer-
animista de los primitivos, la superstición medieval ca de la situación del alma. A partir de este momento,
estaba teñida por una macabra preocupación con el y hasta el renacimiento, la importancia de Aristóteles
demonio, y era fácil para el espíritu de los tiempos se dejó ver por encima de la de Platón u otros filoso-
considerar al enfermo mental como embrujado o po- fos de la época.
seído. En la clasificación de enfermedades psiquiátricas
Perdida la tradición médica de los griegos y roma- de Santo Tomás se consideran, al igual que lo hacía
nos en gran parte de Europa, los enfermos buscaban Platón, dos secciones: condiciones de origen sobre-
la curación del cuerpo a través de la salvación de su natural, producidas por la acción de los demonios, y
alma, acudiendo de manera masiva a los centros ecle- condiciones de origen natural, entre las que se in-
siásticos. Fue así como, progresivamente, los monjes cluían la estulticia o debilidad mental, la epilepsia, la
crearon hospitales junto a sus monasterios e iglesias, frenesis, la letargia, la manía, la melancolía, y la de-
con objeto de albergar y ejercer la caridad entre los mencia. Sin embargo, a diferencia de Platón, las "en-
enfermos que a ellos acudían. El lado bueno del cris- fermedades divinas" no constituían ningún "regalo"
tianismo se evidenciaba, por lo tanto, en la creación de los dioses, ni ningún signo de grandeza, sino todo
de hospicios y de órdenes hospitalarias dedicadas al lo contrario. El diagnóstico diferencial parecía más una
ejercicio de la piedad entre todo tipo de enfermos; el cuestión de suerte o de moda que de criterio psicopa-
lado malo se evidenció en el abandono y la persecu- tológico, aunque se conserva de este periodo un de-
ción de todos aquellos cuya razón alterada los hacía tallado manual sobre brujería, el "Malleus Maléfica-
sospechosos de contacto con las fuerzas del mal. rum", publicado por los monjes dominicos Johann
La medicina de los árabes fue, durante este perío- Sprenger y Heinrich Kramer (1487), en el que se ins-
do, la depositaria del sentido común de los antiguos, truye sobre los signos y síntomas cuya presencia es
destacando entre ellos los nombres de Avicena (980- patognomónica de afiliación demoníaca.
1037), Avenzoar (1113-1161) y Averroes (1112-1198). La influencia del pensamiento árabe, que conside-
Las cruzadas fueron un medio para que algo de este raba al enfermo mental como "niños protegidos por el

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profeta" permitió el establecimiento progresivo de cen- Vives (1492-1540), de Valencia, (De Anima et Vita) en
tros de tratamiento humanitario, donde eran atendi- el cual, probablemente a través de una profunda in-
dos aquellos cuyo diagnóstico diferencial resultaba fa- trospección, describe interesantes aspectos sobre las
vorable. Llegó así a establecerse el primer hospital asociaciones psicológicas, la relación entre cognición
psiquiátrico del mundo occidental, precisamente en la y emociones, el papel del instinto, y la ambivalencia
ciudad de Valencia, fundado en 1409 por Fray Gila- de los afectos hacia determinadas personas, hasta el
bert Jofre (1350-1417), seguido pocos años después punto que algunos autores, como Mora lo consideran
por otro similar en Zaragoza, fundado por Alonso V un precursor de la moderna psiquiatría dinámica. Su
de Aragón en 1425, y posteriormente en Sevilla y en frase "no es importante para nosotros qué es el alma,
Valladolid. La atención dada en estos centros llegó a sino cómo es, cuáles son sus manifestaciones" reve-
ser de excelente calidad, tanto desde el punto de vis- la el inicio de una nueva actitud prometedora de futu-
ta humanitario como médico, muy superior a la que ros progresos.
alcanzarían los centros laicos similares fundados en A esta época pertenece también Juan de Dios Huar-
los siglos XVII y XVIII. te de San Juan (1529-1588), médico nacido en el pe-
España es, justamente, considerada como la cuna queño pueblo de San Juan del Pie del Puerto, en Na-
de la psiquiatría moderna (Bassoe, 1945), probable- varra. Su libro "Examen de los Ingenios para las Cien-
mente porque logró una síntesis entre lo mejor de la cias" (1575) fue un auténtico "best-seller" de su tiem-
caridad cristiana y el conocimiento médico-psiquiátri- po, llegando a tener sesenta y dos ediciones (Ramis,
co de Hipócrates y Galeno, preservado por la cerca- 1943), pudiéndose decir justamente de él que es el pri-
na ciencia árabe. mer tratado de Psicología Médica, en el que se esta-
Aparte de las dos actitudes extremas adoptadas por blece una teoría de la personalidad, una tipología psi-
la iglesia en el período medieval, la reacción popular cológica basada en conceptos fisiológicos, y la posi-
frente a la locura varió grandemente según las épo- ble aplicación de esos conceptos sobre todo en peda-
cas y los lugares. En general, puede decirse que la gogía y sociología. Su base es la observación de la
población medieval era extraordinariamente toleran- naturaleza, un necesario retorno a las fuentes hipo-
te, aunque no excesivamente preocupada, por el pro- cráticas, con un énfasis psicobiológico que marca una
blema de los enfermos mentales. Se les permitía va- neta diferenciación del neoanimismo medieval.
gar libremente por los campos y ciudades, alimenta- Se inicia en este periodo una auténtica revolución con-
dos y albergados por la caridad espontánea y ocasio- ceptual, a la que no son ajenas, en órdenes distintos, el
nal de las gentes hasta que curaban o ingresaban en descubrimiento de América y los descubrimientos astro-
un centro hospitalario o de tortura, según su suerte. nómicos de Copérnico (1543). Es difícil comprender hoy
De excepcional interés es el fenómeno de la ciudad en día como un simple descubrimiento astronómico pue-
de Gheel (Kilgour, 1936) en Suiza, donde desde el si- de alterar todo un sistema de creencias. Sin embargo, el
glo XI los habitantes albergaban y atendían en sus ca- modelo heliocéntrico del universo hacía tambalearse la
autoridad de la iglesia, que sostenía un modelo geocén-
sas a enfermos y retrasados mentales procedentes
trico en base a referencias bíblicas. La demostración ex-
de toda la región. Aunque este caso es único, ya que
perimental de Copérnico era tan aplastante, sencilla y
toda la vida de la ciudad estaba organizada alrededor elegante que hubo de ser aceptada por un número cada
del cuidado del enfermo psiquiátrico –una especie de vez más creciente de mentes brillantes de la época, aun-
"casas a medio camino"–, la mayoría de las ciudades que algunos, como Galileo, no dejaron de tener sus pro-
medievales aceptaban corporativamente cierta respon- blemas con las autoridades eclesiásticas. De hecho, la
sabilidad por estos enfermos. intolerancia religiosa fue probablemente más virulenta
Según los estudios de las cuentas municipales de durante los siglos XVI y XVII, tanto con respecto a las
Hildesheim y Nuremberg, una población media de nuevas ideas científicas como a los supuestos endemo-
ochenta lunáticos era mantenida cada año a expen- niados y brujas, que en los períodos precedentes, como
sas de la ciudad. De estos, muchos eran finalmente últimos coletazos de un monstruo cuyo fin se aproxima.
expulsados de la ciudad, llevados en peregrinación a Así, Johan Weyer (1515-1588), autor de "De Praestigis
centros eclesiásticos donde quedaban internados, o Daemonium" (1563), y resuelto oponente de la "caza de
bien trasladados a otras ciudades más acogedoras, brujas" hubo de asegurarse la protección de gobernan-
como la mencionada Gheel. tes humanitarios e ilustrados para poder continuar sus
Esta tradición de los locos ambulantes continuó has- observaciones sobre los fenómenos psicopatológicos
ta bien entrado el renacimiento. En el año 1500, algu- de presuntas brujas y endemoniados.
nas ciudades alemanas deportaban a sus enfermos Otro buen ejemplo de la transición renacentista lo
mentales en navíos abandonados a la deriva Rhin constituye Theofrastus Bombastus von Hohenheim,
abajo, tradición recogida en algunas historias de la Paracelso (1493-1541), que al tiempo que practicaba
época y, de la manera más dramática, en el cuadro del la astrología y la alquimia desarrolló un sistema de psi-
Bosco “Das Narrenschiff”, en el cual los personajes, en coterapia basado en la sugestión, en el razonamiento
su aislamiento y apariencia animal, en su distorsión y en lo que hoy llamaríamos apoyo, aplicable no sólo
de la forma, en su mutilación, parecen querer simbo- a trastornos psiquiátricos, sino también a patologías
lizar la agonía de la locura. médicas, en lo que podíamos denominar un enfoque
La emergencia del humanismo significó la seculari- psicosomático primitivo. Siguiendo la nueva tónica de
zación de la mejor actitud eclesiástica hacia el enfer- los tiempos, se opuso a las teorías espirituales en etio-
mo mental, apareciendo tratados como el Juan Luis patogenia, declarando que tanto las enfermedades

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que afectan al cuerpo como las que privan del ejerci- síntomas de opresión y dolor en el pecho, y muriendo
cio correcto de la razón o de las emociones tienen un en el curso de pocos años.
fundamento natural. Se vuelve así como vemos a los Describió asimismo los concomitantes fisiológicos
conceptos clásicos, pero con una diferencia: mientras de distintas emociones, notando las variaciones pupi-
Galeno e Hipócrates no prestaban demasiada aten- lares en la cólera y en el amor, las reacciones vaso-
ción a los métodos psicológicos de tratamiento, Para- motoras al miedo y la verguenza, y el proceso psicofi-
celso los consideraba como fundamentales. siológico de la erección.
Tras un largo y lento progreso, se puede conside- En cuanto a los paralelos desarrollos en psicolo-
rar que la moderna medicina se establece hacia la mi- gía, es necesario destacar en todo este período las
tad del siglo XVII con la obra de Thomas Sydenham figuras de René Descartes, Baruch Spinoza y Gott-
(1624-1689), excelente observador clínico que esta- fried Leibnitz. Descartes (1596-1650) fue un experto
bleció la diferencia entre las enfermedades agudas –o en fisiología y en matemáticas, así como en filosofía.
animales– y las crónicas –o humanas– por considerar Como filósofo se preocupó en alcanzar los principios
que las primeras eran similares entre el hombre y los de las cosas, llegando a través de su incertidumbre a
animales, y afectaban fundamentalmente el cuerpo co- la conclusión de que su propia duda, le proporciona-
mo mecanismo biológico, mientras que las segundas ba la certeza de su existencia. Intentó también de-
sólo se daban en el hombre, y se afectaban en toda su mostrar que a través de la reflexión se puede llegar al
biografía. Aunque no estaba particularmente intere- conocimiento de la naturaleza del alma, para él sus-
sado en la psiquiatría, describió en detalle los sínto- tancia inmaterial que interacciona con el cuerpo, el
mas de la histeria y, en general, de los trastornos cual tiene una sustancia física bien definida y locali-
neuróticos, notando que no se hallaban restringidos a zada en el espacio. Descartes distinguía entre el com-
las mujeres, sino que afectaban igualmente a los hom- portamiento humano y el de los animales, mantenien-
bres. Es notable que esta observación clínica tan evi- do que estos últimos eran simples máquinas en las
dente fuera difícilmente aceptada no sólo en los tiem- que los cuerpos estaban controlados por leyes físicas.
pos de Sydenham, sino incluso mucho más tarde has- Afirmaba que las reacciones nerviosas y musculares
ta los tiempos de Freud, demostrando el extraordina- seguían caminos definidos a partir de la estimulación
rio poder de las palabras –histeria igual útero– sobre de los órganos de los sentidos: dichos caminos de en-
los conceptos. trada y salida proporcionaban canales para la activa-
En el orden de las ciencias biológicas, la época se ción del repertorio de respuestas del animal. Esta con-
caracteriza por el retorno a la observación de la natu- cepción está muy cercana a la moderna idea de "re-
raleza, en sustitución de los métodos deductivos o es- flejo" que ha servido para explicar un gran número de
peculativos. La revolución de Copérnico había tenido actividades humanas.
su traducción a la medicina en los trabajos de Andrés Pero mientras que todo el comportamiento animal
Vesalius, que publicó en 1453, el mismo año que apa- era mecánico, tan sólo una parte del comportamiento
reció la obra magna de Copérnico, su "De Humanis humano podía ser interpretado en dichos términos.
Corporis Fabrica" en el que demuestra los errores ana- Los actos humanos que suponen comprensión, pen-
tómicos de Galeno. El nuevo estilo docente de Vesa- samiento, decisiones y acciones racionales necesita-
lius, enseñando la anatomía a través de la disección ban de otro tipo de explicación. De esta manera Des-
del cuerpo humano rodeado por sus estudiantes, se cartes se colocó en la situación de distinguir de forma
ha continuado hasta nuestros días. El magnífico óleo clara la separación entre mente y materia; las dificul-
de Rembrant "La Lección de Anatomía" refleja la difu- tades aparecieron sin embargo a la hora de estable-
sión y aceptación que esta nueva práctica habría de cer las relaciones entre ambas. Descartes resolvió a
alcanzar en la sociedad renacentista, aunque el pro- su manera este problema al descubrir la glándula pi-
pio Vesalius tuvo problemas con sus contemporá- neal a la cual atribuyó las funciones del alma; tal glán-
neos, debiendo abandonar su cátedra en Padua para dula actuaría para transmitir los impulsos a partir del
convertirse en médico de Carlos V. alma hacia el cuerpo. Este dualismo alma-cuerpo que
Las dificultades de los primeros científicos renacen- había ya sido el centro de discusión durante siglos sur-
tistas habían prácticamente desaparecido un siglo más ge aquí con nuevo ímpetu, el cual le llevará hasta
tarde, aunque, siendo generalmente prominentes, con- nuestros días, afectando de forma especial a los sis-
tinuaron siendo perseguidos en las convulsiones re- temas psicológicos.
volucionarias de la época. Este es el caso de William Un aspecto significativo del trabajo de Descartes es
Harvey partidario del rey Carlos durante la revolución el análisis de las emociones. Tales emociones o "pa-
de Cronwell. Recordado sobre todo por su descrip- siones" las trata casi como hechos mecánicos y las
ción de 1628 (De Motu Cordis) de la circulación de la explica a través del comportamiento del cerebro, la san-
sangre, puede ser también considerado como un pre- gre, el "espíritu" y los órganos vitales. La descripción
cursor de la medicina psicosomática por sus anota- que Descartes hace de las "pasiones del alma" redu-
ciones sobre la influencia de las emociones en el mo- ce la complejidad de la vida emocional a seis pasio-
vimiento del corazón, tanto de forma aguda como nes elementales: expectación, amor, odio, deseo, ale-
crónica. Años más tarde de su obra fundamental, des- gría y tristeza. Este proceso de disección de la natu-
cribe un caso clínico en el que "después de una afren- raleza humana en experiencias emocionales elemen-
ta en la que no podía buscar venganza", el paciente se tales o impulsos, los cuales darían lugar a través de
volvió solitario, melancólico e irritable, desarrollando múltiples combinaciones a todas las formas posibles

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de emoción, ha tenido gran influencia en las doctri- mental empieza a interesar a los autores literarios. Así,
nas psicológicas posteriores. Miguel de Cervantes refleja en el "Quijote" un detalla-
Conviene sin embargo aclarar que Descartes des- do caso de regresión psicótica con el cual el lector
cribe las emociones como funciones intelectuales, de puede fácilmente identificarse, puesto que retiene su-
tal manera que el amor dependería de la cantidad de ficientes elementos de contacto con la realidad y una
placer que el objeto pueda proporcionar y el odio de- implícita presentación del largo proceso por el que las
pendería de la cantidad de daño. imágenes del mundo interno pueden llegar a sustituir
Quizás el contrapunto de Descartes tanto por las progresivamente al mundo externo bajo los efectos
coincidencias de tiempo como por la contraposición de extrema frustración de la realidad. El caso de Don
de ideas haya que buscarlo en Spinoza (1632-1677), Quijote presenta cómo elevados ideales, acompaña-
filósofo de los Países Bajos que, sin alcanzar el re- dos de poderosa energía, al encontrarse ante una rea-
nombre del anterior, trabajó durante muchos años en lidad frustrante y gris pueden llevar a una neoforma-
la filosofía de la mente y del cuerpo, aportando ideas ción psicótica destinada a crear una nueva realidad
de una gran riqueza que no encontraron una época más acorde con los elevados deseos del protagonista
capaz de asimilarlas. Spinoza considera la mente y el (González de Rivera, 1993).
cuerpo como aspectos de una misma realidad, lle- Es interesante observar que España, el primer país
vándonos a la fusión entre fisiología y psicología. La occidental donde se construyeron hospitales menta-
memoria sería una secuencia de hechos mentales co- les, y donde se liberó al enfermo mental, sea también
rrespondiente a una secuencia equivalente de hechos el primero que produce una novela psicológica.
corporales, que provendría de las impresiones graba- Recapitulando, podemos decir que, si el período
das en el cuerpo. Las emociones y los motivos de los medieval de la psiquiatría y la medicina constituyen
humanos los considera como profundamente irracio- una repetición, a diferente nivel, del paradigma supra-
nales, operando a menudo a partir del inconsciente y natural y religioso de los tiempos primitivos, el renaci-
confundiendo a la propia racionalidad del ser. Sin em- miento va a marcar el retorno, también a otro nivel, ha-
bargo, las mentes intelectuales de su época no esta- cia el paradigma racional de los clásicos.
ban interesadas en la noción de motivación incons- Aparece así el empirismo inglés, que se puede con-
ciente y Spinoza pasó realmente desapercibido entre siderar como una continuación de Aristóteles, pues él
sus contemporáneos. Curiosa paradoja, si pensamos fue quien expuso la idea de que todo lo que llega a la
en el revuelo que tales ideas han producido en la psi- mente tiene antes que pasar por los sentidos (Saha-
cología del siglo XX. kian, 1975). Su gran impulsor fue Francis Bacon (1561-
A Leibnitz (1646-1716), al igual que a Spinoza, le 1626) que desarrolló las ideas acerca de la observa-
parecía imposible aceptar la doctrina de un alma in- ción paciente de la realidad, recogida de datos, etc.,
material actuando sobre un cuerpo material y aunque hasta poder en última instancia conseguir una gene-
dualista como Descartes, sin embargo eliminó el con- ralización que refleja las leyes de la naturaleza, a tra-
cepto de interacción. Leibnitz consideraba que el cuer- vés de una progresiva inducción. A partir de Bacon
po sigue sus propias leyes, que serían las leyes de la toda la psicología británica estuvo prácticamente con-
mecánica; de esta forma, los actos del cuerpo huma- dicionada por esta concepción del método en la psi-
no serían tan mecánicos como los del animal y se ex- cología. Todos los empiristas ingleses que veremos a
plicarían en términos de leyes físicas. Por otro lado, continuación parten del supuesto de que la psicología
los actos mentales se explicarían en términos de prin- debe empezar observando los hechos elementales,
cipios mentales. El alma lleva a cabo sus actos sin fáciles de constatar y de medir, para después clasifi-
relación directa alguna con el cuerpo; la vida mental carlos cuidadosamente e integrarlos en leyes empíri-
consistiría en una secuencia ordenada de hechos, al cas que no vayan más allá de los datos de los que se
igual que la vida física, pero sin interacción alguna dispone. El resultado de esta actitud fue que la psico-
entre ellas. El cuerpo y la mente interaccionarían sim- logía se centró principalmente en la observación de
plemente a través de una armonía preestablecida en- datos sensoriales y en la formulación de leyes senci-
tre ellos, pero sin relación alguna de causalidad. Los llas de asociación de tales sensaciones. Tal actitud
aspectos mentales serían clasificados por Leibnitz de persiste hoy en día en algunos sectores con pasmo-
acuerdo con el grado de claridad, variando entre los sa ingenuidad e incluso con irritante arrogancia (Gon-
más definidamente conscientes hasta los más vagos zález de Rivera, 1986).
y oscuros. Esto condujo a la distinción que ha perma- A pesar de su sentido aristocrático y reaccionario y
necido a lo largo de la psicología alemana, acerca de de las concepciones que se reflejan en su Leviatán,
la no conciencia de nuestras percepciones oscuras. Hobbes (1588-1679) fue un observador de fina agu-
En contraste existirían las percepciones claras, que deza. Marcó la distinción entre la naturaleza en su for-
se han dado en llamar "apercibimiento". La percep- ma original y el producto de la experiencia: algunos
ción sería la condición interna que representa las co- de los actos humanos los atribuía a la constitución in-
sas externas, mientras que la apercepción sería el nata, pero la mayor parte de las actividades específi-
conocimiento reflexivo de este estado interno, al que cas las consideró como adquiridas. Comenzó a cata-
se daría el nombre de "conciencia". logar las tendencias heredadas, tales como hambre,
En el siglo XVII, la etiología espiritual de la enfer- sed e impulsos sexuales, describiéndolos no simple-
medad mental ha sido ya definitivamente relegada al mente como fuerzas impulsivas sino como consecuen-
terreno de lo supersticioso, y la imagen del enfermo cias motivacionales de la expectación acerca del da-

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ño y del placer. En primer y principal lugar estaba el de ellos; estas ideas son básicas y se adoptaron co-
miedo, el cual era concebido no como un impulso cie- mo doctrina en el pensamiento asociacionista. El aso-
go sino como una percepción del daño inherente del ciacionismo hablaría de que conectamos las cosas
objeto, que hace que éste sea rechazado. Considera en la memoria y en nuestro pensamiento así como en
otro motivo dominante, el deseo de honor, el cual se nuestra vida mental, simplemente por el hecho de
basa en el reconocimiento del placer que significa es- que estaban originalmente conectadas en nuestra ex-
tar por encima de los semejantes. periencia, y puesto que nuestro primer encuentro con
Todo individuo viviendo en sociedad era concebido las cosas es a través de los sentidos, el asociacionis-
en función de las inclinaciones que desea satisfacer y mo mantiene que la complejidad de la vida mental se
los daños que desea evitar. Si no existiera la socie- reduce a las impresiones de los sentidos, es decir a
dad, cada individuo por sí mismo buscaría directamen- los componentes elementales de nuestra conciencia,
te el placer y evitaría el daño; sin embargo, al existir al conectarse durante la experiencia.
los semejantes es necesario luchar para tomar todas Hobbes tuvo por otro lado en cuenta la vital distin-
las cosas que se desean para uno mismo. El hombre ción entre las asociaciones libres e incontroladas por
es competitivo y si se le deja solo se degradaría en la un lado, y el pensamiento directo y cargado de inten-
constante lucha por mantener lo conseguido; la única ción por otro. Dedicó un gran interés al tipo de pensa-
esperanza del hombre consiste en la organización co- miento "regulado" y dirigido, es decir aquél que tiene
munitaria con sus congéneres, a través de la cual a- en cuenta el deseo que guía el proceso, así como a
prende las virtudes de la convivencia. la tendencia a buscar causas en las consecuencias y
Hobbes desarrolló la idea de que el ser humano viceversa. En resumen, Hobbes desarrolló una psico-
actúa a partir de un conocimiento objetivo de la natu- logía empírica en la que tuvo especialmente en cuen-
raleza humana y que el hombre está hecho de tal for- ta las sensaciones como fuente de nuestras ideas y
ma que su análisis hace posible la predicción y el con- en la que nos proporcionó un esquema de las asocia-
trol de sus actos. La sociedad puede de tal manera ciones libres y controladas que sirven para explicar
organizarse para controlar a los individuos y crear un las interconexiones entre los distintos elementos de
sistema complejo pero razonablemente estable de re- la experiencia.
laciones sociales. Evitó por otro lado la idea del inter- Según John Locke (1632-1704), las ideas provie-
accionismo cartesiano formulando un esquema de la nen de la experiencia; la observación nos proporcio-
naturaleza humana como algo puramente mecánico na nuestra comprensión de los materiales que com-
en la que cada pensamiento, sentimiento y propósito ponen el pensamiento. Pero las ideas no surgen ne-
estaba simplemente basado en el "movimiento" interno. cesariamente de las impresiones sensoriales, sino que
Tomó su psicología en gran parte de Aristóteles, y tienen dos posibles fuentes: provienen ya sea de la
en especial los aspectos de naturalismo que tanta in- sensación (el exterior) o a través de la reflexión (el in-
fluencia tuvieron en el desarrollo de su filosofía; sin terior). Nuestras mentes están equipadas no sólo con
embargo, en su visión mecánica de la naturaleza, la ideas derivadas directamente de cualidades senso-
herencia es claramente de Demócrito. En conjunto su riales tales como el color, tono y gusto, sino también
psicología es en gran parte empírica; utiliza el princi- de ideas derivadas de la observación de nuestra acti-
pio del movimiento, fundamentalmente en relación con vidad intelectual.
los supuestos movimientos que ocurran en el cerebro. Este autor distinguía entre cualidades primarias y
Dejando a un lado los aspectos metafísicos de su fi- secundarias. Las cualidades primarias, tales como el
losofía, sus observaciones fisiológicas tienen una indu- tamaño o el movimiento producen en nosotros ideas
dable riqueza de contenido, que proviene en su ma- que se parecen a los estímulos físicos que las excitan.
yor parte de su propio análisis de la realidad. Su tra- Por otro lado, las cualidades secundarias son aque-
bajo se centró en la observación detallada de sus pro- llos aspectos de los objetos externos que producen en
pios procesos mentales, experiencia a la que invitaba nosotros ideas distintas a cualquier cosa con existen-
a sus lectores a realizar. cia real en el mundo, como por ejemplo ideas tales
Para Hobbes, cualquier tipo de experiencia tenía como el color o el gusto. Suponía que algunos aspec-
alguna forma de movimiento, no estableciendo por tos de nuestra experiencia son copias genuinas de
ejemplo distinción entre el deseo de hacer algo y el formas existentes en el mundo externo, mientras que
hecho de hacerlo. A diferencia de Descartes que indi- otras no tienen de hecho parecido alguno con los cuer-
có que en los procesos mentales superiores el alma pos externos.
controlaba el paso de los impulsos por mediación de Las ideas, sin embargo, pueden ser simples o com-
la glándula pineal, Hobbes no requirió la intervención plejas; la mente crea ideas complejas mediante la
del alma, ya que los movimientos del cerebro resulta- combinación de ideas simples. Muchas de nuestras
ban para él suficientes. ideas representadas por palabras simples pueden ser
Dedicó especial atención al "orden de los hechos", de hecho analizadas de tal forma que revelan clara-
es decir, a las "corrientes" de pensamiento o imagi- mente que son combinaciones de constituyentes sen-
nación; tal orden de hechos dependería de la secuen- soriales simples. Aunque el énfasis primario de Locke
cia de experiencias originales causada por la estimu- resida en la capacidad del hombre para alcanzar una
lación proveniente del entorno del mundo. Tales no- comprensión de sí mismo y del mundo, está de acuer-
ciones se suceden inmediatamente una a la otra en do en que las secuencias de ideas que aparecen en
los sentidos, continúan de la misma manera después la mente son a veces irracionales, debido al meorden

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(desorden) en que se hicieron las impresiones origi- la psiquiatría. El mentalismo perceptivo de Berkeley
nales. Tales-conexiones irracionales y fortuitas cons- (1710) que puso las bases del idealismo subjetivo mo-
tituirían las "asociaciones de ideas". derno fue totalmente ignorado. La corriente experi-
Se necesitaban tres cosas para crear a partir de mental propia de la ciencia de la época se tradujo pri-
estos principios una psicología sistemática. Una era mero en el asociacionismo, al cual Berkeley contribu-
la de hacer énfasis y dar contenido a las nociones de yó de manera importante con sus estudios sobre la
"repetición" y de "unión", que constituían las bases percepción visual.
de integración de las experiencias simples en com- David Hume (1711-1776) consideró, al igual que
plejas. La segunda era el demostrar en qué manera Hobbes, que la psicología ha de estudiar la experien-
podría reducirse toda la vida mental a asociación. La cia tal y como nos aparece, sin considerar al obser-
tercera era postular una base física para las interco- vador como entidad separada. De manera muy sim-
nexiones mentales. Locke fue el iniciador de estos tres ple, conjeturó la inexistencia del alma como principio
postulados que fueron pronto tenidos en cuenta y de- organizador de la experiencia, argumentando que las
sarrollados por pensadores ulteriores (Hurphy y Ko- experiencias se conjugan unas con otras siguiendo
vach, 1972). leyes naturales, y que lo que denominamos "perso-
Quizás la mayor contribución de Locke a la psico- nalidad" no es más que el conjunto de las percepcio-
logía reside en el hecho de haber explicitado las po- nes complejas en un determinado momento.
sibilidades de una teoría de asociación que debería La corriente empiricista y asociacionista de la psi-
comenzar con los datos de la experiencia para desa- cología se continuará en el siglo XIX con el desarrollo
rrollar más tarde las leyes que gobiernan las interco- de la psicología experimental, que es inicialmente una
nexiones y secuencias entre experiencias. El germen psicofísica (Weber, Fechnr y, sobre todo, Wundt). La
del asociacionismo estaba ya naturalmente en Hob- continuación en el desarrollo de los principios asocia-
bes, proviniendo a su vez de Aristóteles, pero la expo- cionistas y los experimentos de laboratorio darán lu-
sición de Locke acerca de las implicaciones del empi- gar a la reflexología y el conductismo, con lo que la
ricismo y de la posibilidad de una comprensión más psicología vuelve a entroncarse con la psiquiatría ya
clara, a través del análisis, del origen y organización en el siglo XX.
de las ideas, dio al empiricismo una cualidad atracti- La psicología alemana siguió un camino indepen-
va que contribuyó en gran manera a su fuerza y su diente, preocupada de las distintas funciones de la
influencia. La confianza que Locke tenía en la racio- mente, interpretadas como distintos aspectos de una
nalidad humana se unió a la creencia en la capacidad totalidad. Cada experiencia y cada acto reflejan al in-
de los seres humanos a un autogobierno y a una edu- dividuo total, y el propósito fundamental de la psico-
cación liberal, lo que contribuyó en gran manera al logía es describir las influencias primarias ejercitadas
pensamiento político de su tiempo. por el alma: memoria, razón, deseo, etc. La escuela
La revolución paradigmática del Renacimiento se alemana es una continuación de la tendencia racio-
profundiza en el siglo XVIII, o "de las luces", en el que nalista ya iniciada en el renacimiento, en la que no se
no solamente se acepta el predominio de la razón so- introduce el método experimental, sino que prosigue
bre la tradición y la fe, sino que además se considera con caracteres esencialmente idealistas.
como superior el conocimiento ganado a través de la La psicología alemana, preocupada por las últimas
experimentación con respecto al tributario del razona- consecuencias del funcionamiento psíquico de la per-
miento lógico abstracto. sona, tuvo su expresión máxima en Enmanuel Kant
Los importantes progresos de la medicina durante (1724-1804). Su influencia posterior en algunas co-
la ilustración siguen de cerca el desarrollo de las cien- rrientes psiquiátricas fue de enorme trascendencia, al
cias naturales y de la fisiología. Es en esta época rechazar las aportaciones de la psicología racional la
cuando se inventan el esfingomanómetro y el estetos- enmarcó dentro de las ciencias descriptivas. Proba-
copio, y se refinan y mejoran, en general, los méto- blemente ha sido el filósofo más importante de la his-
dos diagnósticos y terapéuticos. toria. Se ocupó en alguna medida de las enfermeda-
El rápido progreso de la medicina dejó atrás a la des mentales adelantando que éstas son más frecuen-
psiquiatría, que por primera vez se diferencia clara- tes en las personas civilizadas que en las primitivas
mente, debido al contraste en eficacia, del resto de la por ser éstas "más libres en sus movimientos". Con
medicina. Los historiadores de la psiquiatría partida- ello Kant sugiere que las enfermedades mentales tie-
rios del punto de vista restrictivo consideran, paradó- nen algo que ver con las necesidades del hombre y
jicamente, este momento como el de "nacimiento" de las restricciones que le opone el medio. La teoría de
la psiquiatría. Personalmente, nos parece más propio la frustración y del conflicto parece iniciarse.
considerarlo como el inicio del desgajamiento o aban- Mientras todos estos progresos tenían lugar en la
dono de una parte de la medicina, del que todavía no psicología y la medicina de la ilustración, mientras en
nos hemos sobrepuesto. Es obvio que los nuevos ins- los salones de toda Europa se discutían los fenóme-
trumentos científicos, derivados de la mecánica de nos del alma, la situación del enfermo mental era del
Newton, aunque válidos para el estudio del cuerpo más lamentable abandono. Como señala Foucault en
como mecanismo, no constituían el apoyo metodoló- su "Imagen de la locura en la edad de la razón" (1968),
gico idóneo para la comprensión del funcionamiento el culto a la razón exigía el rechazo de lo irracional.
humano. Incluso actualmente observamos el mismo mecanis-
La psicología comienza, a su vez, a separarse de mo, que González de Rivera (1983) ha descrito como

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uno de los factores que impiden la completa integra- (establecimiento para mujeres) después osase desta-
ción de la psiquiatría en la medicina. El terror a lo car aún más en un período turbulento demuestra su
irracional dentro de uno mismo se proyecta en el te- considerable convicción y valor personal. Quizá Pinel
rror a las manifestaciones de los psicóticos, o bien la no fuera consciente en el momento de la repercusión
negación de lo irracional dentro de uno mismo se tra- social de sus nuevos métodos de tratamiento. Elimi-
duce en la negación de humanidad en los locos. Algo nar las ataduras, ampliar los pabellones, facilitar la
de esto último debió de ocurrir en el siglo de la ilus- comunicación social, el entretenimiento y la actividad
tración, en el que, más que temidos, los enfermos formaban parte de un programa terapéutico, "el trata-
mentales parecían ser considerados como auténticos miento moral" y no estaba guiado por principios de
animales. humanidad o benevolencia, como era el caso de los
Hacinados en instituciones desprovistas de toda demás reformistas y de la experiencia española. La
comodidad, atención y cuidados, mal alimentados, en- vida de los enfermos internados debió ser tan agra-
cadenados al menor síntoma de agitación, la crueldad dable, para los estándares de la época, que algunos
no parece tener las connotaciones persecutorias de revolucionarios acusaron a Pinel de albergar entre
la Edad Media. En muchos hospitales psiquiátricos, ellos a nobles perseguidos.
notablemente en el famoso Bethlem Hospital de Lon- Sin embargo, un buen número de expacientes de
dres, se abrían los distintos pabellones al público, ex- Pinel estaban emparentados con gentes que ocupa-
hibiendo a los enfermos por el módico precio de un ban posiciones influyentes, por lo que siempre fue res-
penique, como si se tratara de animales en un zooló- petado. Ninguno de los médicos de la experiencia ita-
gico. Es en esta deplorable situación cuando se pro- liana ni de la inglesa llegó a alcanzar tal popularidad
ducen casi simultáneamente y de manera indepen- ni a ser objeto de tanta controversia. Nótese, sin em-
diente las reformas asistenciales de Chiarugi, Tuke y bargo, que fueron las implicaciones sociopolíticas y
Pinel. no las médico-psiquiátricas las que difundieron la obra
La humanización del tratamiento psiquiátrico ya ini- de Pinel por toda Europa.
ciada en los hospitales españoles en el siglo XV, ha- La segunda gran contribución de Pinel fue la cons-
bía sido ignorada en Europa a causa de nuestro rela- trucción de una nosología basada en conceptos fun-
tivo aislamiento tras el Siglo de Oro. Por razones dis- cionales, que pudiera ser expandida y sirviera de base
tintas, concretamente la aplicación de la razón a la para la explicación de las enfermedades mentales, y
mejora de todos los órdenes de la vida, se inicia a fi- para el desarrollo de la tarea etiopatogénica. Se mar-
nales del siglo XVIII la reforma de la asistencia psi- ca así, con Pinel, un giro importante en el concepto
quiátrica, que tiene como consecuencia una mejora de enfermedad mental, que hasta ese momento había
de las condiciones de los enfermos ingresados y la sido considerado como algo rígido, inmodificable e in-
instauración del "tratamiento moral", o primeros tími- curable. Precisamente de estos conceptos derivó la
dos intentos de socioterapia. Vincenzo Chiarugi (1759- metodología terapéutica que había de conducir a la
1820), director del hospital de Santa María de Bonifa- mejora de las condiciones vitales de los internados.
cio, publica en 1789, bajo la autoridad del Gran Du- Aunque el seguimiento del "Tratamiento Moral" no
que Leopoldo de Toscana, el reglamento que habría dio los resultados esperados, Pinel mismo era consi-
de regir la atención psiquiátrica. En esta obra, y en su derado como un eficaz terapeuta. Desgraciadamente,
"Tratado Médico" se contiene, junto con excelentes carecemos de descripciones detalladas sobre el pro-
descripciones clínicas y criterios diagnósticos, reco- ceso patológico de los enfermos que fueron dados de
mendaciones terapéuticas llenas de tacto y compren- alta y reintegrados a la sociedad gracias a sus esfuer-
sión. zos.
En Inglaterra, William Tuke (1732-1822), un rico co- Aunque las reformas en la asistencia constituyen
merciante, fundó con la ayuda de una secta protes- la característica más llamativa de este período, dos
tante (los cuáqueros) el "Retiro de York", institución fenómenos de signo radicalmente opuesto merecen
donde un pequeño número de pacientes era tratado comentario: lo que Menninger (1969) denomina "la
con confort, benevolencia, y actividades de tipo manual necesidad de clasificar" y el Mesmerismo.
y lúdico. La influencia de este centro, que continuó El auge de las clasificaciones, iniciado con Boissier
siendo mantenido por el hijo y nieto de Tuke, se trans- de Sauvages (1706-1767), puede explicarse, como lo
mitió a los hospitales psiquiátricos próximos, donde hace Menninger, por la necesidad psicológica de la
pronto se eliminaron las ataduras, se amplió el espa- época de introducir método en todos los conocimien-
cio disponible para los enfermos, y se iniciaron tími- tos, especialmente en aquellos que parecían más in-
dos intentos de socioterapia. ciertos. Carl Lineo (1707-1778) desarrolló los princi-
Philippe Pinel (1745-1826) es el tercero de los gran- pios generales de la clasificación en ciencias natura-
des reformistas psiquiátricos de este período, y el que les, aplicándola a la medicina donde distingue clases,
alcanzó mayor fama e influencia. Dos factores funda- órdenes, géneros y especies, igual que en la botánica,
mentales se conjugan para determinar la singular es- como si las enfermedades fueran plagas. La nosota-
tatura de Pinel. En primer lugar, sus reformas institu- xia de Lineo consiste en una mera descripción de sín-
cionales se produjeron en el París de la Revolución, tomas dependiendo las distintas especies en las dis-
en el auge del terror. Que un médico prominente, di- tintas circunstancias en que tales síntomas aparecen.
rector del gran Hospital Psiquiátrico de Bicetre (esta- Su sistema contribuye muy poco a la comprensión de
blecimiento para hombres) primero y de la Salpetriere las enfermedades psiquiátricas, aunque proporciona

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el modelo para los intentos nosológicos del siglo XIX. con abigarrados síntomas, llegando a amasar una gran
Sin embargo, el enfoque superficial de Lineo y sus fortuna. Sus seguidores, entre los que destaca el mar-
seguidores, como William Cullen (1712-1790), no qués de Puysegur, fueron progresivamente eliminan-
constituyen auténticas nosologías, sino meras noso- do la teoría de la transmisión de fluidos del mesme-
taxias, cuyo énfasis en aspectos formales y divisio- rismo, pasando al sonambulismo artificial, denomina-
nes arbitrarias inducen a un falso sentimiento de se- do hipnotismo por Braid (1842) y, finalmente por Bern-
guridad científica, inhiben la creatividad y el ingenio heim en Nancy y por Charcot en París.
necesarios para el descubrimiento de los procesos Dos corrientes coexisten desde este momento cla-
morbosos, y constituyen, en definitiva, la cristaliza- ramente delimitadas e interrelacionadas, todavía apa-
ción de un paradigma que se resquebrajará poco des- rentes en nuestros días. El predominio de una u otra
pués de Kraepelin. según lugares y períodos es más una cuestión de in-
Aunque el retorno al estudio de la naturaleza im- clinación personal del historiador que de análisis ob-
pulsado por el racionalismo dio prioridad al desarrollo jetivo de los hechos. Cabanis (1757-1808) había inten-
de teorías biológicas, constitucionales y degenerati- tado conjugar ambas en su "memoria sobre las rela-
vas sobre la génesis de la enfermedad mental, la in- ciones entre lo físico y lo moral en el hombre", donde
fluencia de principios inmateriales continuó siendo considera cuatro causas de la locura: las sensacio-
considerada, aunque de diferente manera. G.E. Stahl nes procedentes del mundo exterior, las sensaciones
(1660-1734) elaboró la teoría del "flogisto", sustancia procedentes de órganos internos, las impresiones o
sutilísima que impregnaba la materia y era responsa- excitaciones autónomas en la propia sustancia del
ble de su combustión. La pérdida de peso que las ce- sistema nervioso, y los efectos de los instintos o pasio-
nizas de un objeto quemado sufren con respecto al nes demasiado poderosos o demasiado contrariados.
original, fue interpretada como evidencia de que el Pocos intentos de integración le seguirán, tomando
"flogisto" había desaparecido durante la combustión. la mayoría de los psiquiatras, a partir del siglo XIX,
Vemos aquí una interpretación incorrecta de un expe- posturas generalmente extremas y excluyentes. Buen
rimento correcto, que no hubiera causado grandes ejemplo de este fenómeno lo constituye la escisión
problemas si se hubiera mantenido como una hipóte- surgida en Alemania entre la escuela psíquica, cuyo
sis transitoria susceptible de modificación y refinamien- principal exponente fue Heinroth, y la escuela somáti-
to. La traducción biológica de esta idea es lo que se ca, cuyo principal exponente fue Griesinger.
ha denominado "vitalismo"; que considera todo orga- Johann Christian Heinroth (1773-1843), profesor
nismo vivo animado por un principio vital, una fuerza de psiquiatría en Leipzig, aglutinó en sus obras mu-
especial, un impulso, que es responsable de las dife- chos conceptos importantes de la época, y hubiera
rencias de la materia viva con respecto a la inanima- podido llegar a ser una autoridad, al estilo de Galeno,
da. C.F. Wolf (1733-1794) perfeccionó el vitalismo con si los tiempos lo hubieran permitido. Complicaba el
su teoría de la "epigénesis" con la que se intenta expli- problema de la relación mente-cuerpo añadiendo una
car la formación de cada órgano corporal primero, y tercera entidad, el espíritu o alma al sentido cristiano.
de cada función psíquica después, como el efecto de La enfermedad era, el efecto del pecado; esto es, la
las fuerzas de la vida sobre la sustancia protoplasma- razón no podía perderse si el alma estaba pura y en
tica inicial. gracia. A partir de esto, Heinroth consideraba la im-
A pesar de los grandes progresos de la concepción portancia del ambiente y las experiencias vitales, así
racional de la vida durante este siglo, la superstición como de los procesos mentales en la génesis de tras-
y la creencia en etiopatogenias demoníacas, aún per- tornos no sólo psiquiátricos, sino también médicos. A
sistiría de manera operativa. Todavía en 1782 seguía este autor debemos la palabra "psicosomática", y de-
habiendo condenas por brujería, como es el caso de finió al psiquiatra como "el médico del psiquismo", cu-
Ana Goldi en Suiza, y curanderos y exorcistas conti- ya tarea consistía en observar el comportamiento y el
nuaban ejerciendo con aparente éxito. Tal es el caso estado mental del paciente, formulando un diagnós-
de Gassner, un cura austriaco que se consideraba do- tico en base a sus observaciones y conjugando en su
tado de poderes para la expulsión de demonios. Ro- habilidad terapéutica las dotes del clérigo y del edu-
deado por una gran fama, su actividad fue interpreta- cador. La principal crítica que puede hacerse contra
da a la luz de principios racionales, fundamentalmen- esta escuela psíquica es su devoción a las generali-
te el vitalismo, por Franz Mesmer (1734-1815) quien, dades y su cuestionable eficacia clínica. Como diría
en 1775, reprodujo ante una comisión nombrada por Popper, sus argumentos no estaban formulados de
la Academia Imperial los fenómenos producidos por manera que pudieran ser contrastados con la expe-
Gassnér, argumentando que no tenían nada que ver riencia.
con los demonios, sino que eran la manifestación de El movimiento somático tiene su exponente más
un fluido vital o "magnetismo animal" cuya focaliza- representativo en Wilhelm Griesinger (1817-1868),
ción y uso él había descubierto. profesor en Zurich y en Berlín después. La postura de
Es curioso que Mesmer, perseguido y despresti- Griesinger se condensa en la tantas veces citada fra-
giado pocos años después por las autoridades cientí- se de que "las enfermedades psíquicas son enferme-
ficas, debiera el inicio de su propio éxito a ser más dades del cerebro". A parte de la influencia de la he-
"científico" que un sanador de gran fama. De todas for- rencia y de lesiones anatomo-patológicas, alteracio-
mas, los métodos de Mesmer recordaban a los de nes fisiológicas secundarias, a malnutrición, alcoholis-
Gassner, y durante décadas trató con éxito pacientes mo e, incluso, insuficiente desarrollo de la capacidad

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intelectual por falta de educación o por otro tipo de im- cado en la psiquiatría de nuestro siglo, el desarrollo
pedimentos ontogénicos, fueron considerados como de psicofármacos eficaces constituye, sin duda, otra
etiopatogenéticos. González de Rivera (1986) consi- gran revolución terapéutica. En 1952 los psiquiatras
dera que la superioridad de la escuela organicista no franceses, Laborit, Delay y Deniker publican diecio-
está relacionada con una superioridad intrínseca de cho artículos sobre la sorprendente eficacia de la clor-
su dicotomía, sino con una mejor formulación de sus promacina. En pocos años, gracias sobre todo a los
argumentos. Formarse en la escuela organicista no excelentes estudios clínicos de Heinz Lehman, en
quería decir aprender principios más ciertos, sino apren- Montreal, la nueva farmacoterapia de la esquizofrenia
der a pensar y a plantear el trabajo de manera más se extiende por todo el mundo.
operativa, o, como diría Popper (1959), más "falsea- En el curso de una de las muchas investigaciones
ble". Como veremos a continuación, destacados pro- emprendidas para desarrollar nuevos neurolépticos,
pulsores de la corriente psíquica, como Janet y Freud Roland Kuhn descubrió en 1956, las propiedades anti-
fueron capaces de explicitar sus conceptos de mane- depresivas de la imipramina. Dos de las más graves
ra operativa, fundando así doctrinas y métodos de in- enfermedades psiquiátricas tenían ahora un tratamien-
dudable eficacia (no hemos de olvidar que lo que es to farmacológico eficaz; una nueva era empezó para
operativo, eficaz, científico, etc., en un momento his- la orientación biológica, justo en el momento en que
tórico puede no serlo en el siguiente. Asimismo, tam- el desencanto por los pobres resultados de la anato-
bién es posible que quien en su momento se cree un mía patológica cerebral empezaba a ser generalizado,
racionalista organicista, como Freud, será posterior- a pesar de los consistentes hallazgos degenerativos
mente considerado como un visionario psicologista. inespecíficos evidenciados en los esquizofrénicos cró-
Todo es relativo). nicos.
No hemos de olvidar la importancia de lo se llama- Si, antes de intentar un resumen crítico de nuestra
ría la "psiquiatría filosófica", que se desarrolla a partir evolución histórica, recapitulamos el desarrollo del es-
de las ideas de Kant, que llegó a afirmar que las enfer- tado actual de la psiquiatría, podremos añadir, en ex-
medades mentales debían ser tratadas por los filoso- periencia directa, un nuevo dato: ¿qué es lo que están
fos, a menos que hubiera una lesión corporal demos- haciendo, y lo que están sintiendo, los psiquiatras?.
trable, en cuyo caso correspondían al médico. En otro Si aceptamos que las ciencias naturales empiezan
contexto totalmente diferente, Eysenck (1975), consi- con la taxonomía, podemos considerar que la psiquia-
dera que en el futuro las enfermedades psiquiátricas tría merece ser reconocida como una ciencia y una
se dividirán en dos grandes grupos, unas con base especialidad médica después del monumental esfuer-
orgánica, que serán tratadas por los médicos, y otras zo clasificatorio de Emil Kraepelin (1855-1926). Por
con base en aprendizajes erróneos, que serán trata- muy anticuado que su contenido esté, el tratado de
das por los psicólogos. Argumento análogo expone Kraepelin todavía tiene una contribución importante
Torrey (1974), sólo que en lugar de psicólogos, él pre- que hacer: recordarnos que las bases de la ciencia
fiere denominarlos "educadores". Con cierto sarcas- son la observación y la distribución ordenada de los
mo, podríamos decir que, quizás, algunos psiquiatras datos. No una clasificación estéril por criterios exter-
se dedican al estudio de la filosofía para asegurarse nos, como la de Lineo, sino una clasificación auténti-
su puesto de trabajo. Los más importantes exponen- camente nosológica, en la que se implican no sínto-
tes de la psiquiatría filosófica son la Fenomenología y mas ni siquiera síndromes, sino especies morbosas.
el Existencialismo. La historia de la psiquiatría moderna es, como aca-
El desarrollo del conductismo y del neoconductis- bamos de ver, una continua victoria en la compren-
mo, así como la aplicación a la clínica de principios sión de la mente y la conducta humana, y un conti-
de aprendizaje y reflexología es otro desarrollo impor- nuo desarrollo de instrumentos terapéuticos, psicoló-
tante iniciado a finales del siglo XIX, y poderosamen- gicos y farmacológicos, cada vez más eficaces. Pero
te influyente en la psiquiatría actual. Constituye, en también es una historia de luchas apasionadas, de
nuestro criterio un modelo importante en nuestra dis- sectarismo y de confusión.
ciplina, y es en este sentido tratado ampliamente en De manera más significativa que cualquier otra es-
la sección correspondiente. pecialidad médica, existen en el desarrollo de la psi-
El método ideado por Sigmund Freud para el tra- quiatría moderna escuelas de pensamiento conflicti-
tamiento de las neurosis, y considerado inicialmente vas, intolerantes a todo lo que no sea su propio cuer-
como una variante de la hipnosis, se desarrolla a lo po de teoría. Los líderes del descubrimiento psiquiá-
largo del presente siglo hasta constituirse en una ba- trico son, típicamente, innovadores y creativos. Sin
se importante, no sólo de la psiquiatría, sino de toda embargo, sus seguidores tienden a dirigir su atención
la cultura occidental. Tras una primera fase "abreac- más hacia la disciplina, al respeto de la autoridad, y a
tiva", directamente encaminada a la eliminación del la consideración de sus maestros como, siguiendo la
trauma psíquico, como si fuera un cuerpo extraño, el terminología freudiana, figuras transferenciales. No es
psicoanálisis evolucionó hacia una etapa transferen- raro observar cómo en muchas escuelas la preserva-
cial, que estudia las relaciones interpersonales, actua- ción de las teorías fundacionales parece más impor-
les o imaginarias. tante que el progreso de la ciencia. El principio de
Si el auge del psicoanálisis y el estudio objetivo de "plantear a la naturaleza preguntas que ésta pueda
la aplicación clínica de los procesos de aprendizaje responder" es reemplazado por la devoción y el estu-
constituyen dos fenómenos de revolucionario signifi- dio del fundador.

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La fuerte oposición al psicoanálisis en sus períodos siva de las técnicas terapéuticas más apropiadas pa-
iniciales ha sido atribuida a reacciones emocionales e ra cada paciente. El intento de alcanzar una coheren-
irracionales, fundamentalmente el miedo al descubri- cia conceptual desde dentro de esta posición ha de
miento del inconsciente. Es difícil hoy, que la palabra conducirnos a una integración de todas las teorías y
y el concepto han sido incorporados a la vida cotidia- modelos operativos en conceptos de rango superior,
na, comprender la repugnancia de los rígidos racio- cuya formulación demuestre la compatibilidad o com-
nalistas de 1900 a reconocerse como no dueños de sí plementariedad de formulaciones que parecen anta-
mismos. Si se ha dicho que con el descubrimiento de gónicas en el actual nivel de conocimiento.
Copérnico la tierra dejaba de ser el centro del univer- Si, desde la perspectiva actual, recapitulamos la
so, y con el de Darwin el hombre dejaba de ser el cen- evolución histórica total de nuestra ciencia, no deja
tro de la creación, con el de Freud podemos decir que de sernos evidente la repetición periódica de ciertos
la razón deja de ser el centro del hombre. temas. Es costumbre entre los historiadores de la
Todavía hoy en día, sobre todo en las escuelas, psi- medicina considerar cada uno de estos temas por se-
cológicas de orientación conductista, el rechazo a la parado, de manera, con frecuencia, sutilmente tenden-
teoría psicoanalítica es total. ciosa. Así, Zilboorg (1968), en su "Historia de la Psi-
La escuela conductista, por lo menos, reconoce la cología Médica", parece considerar que lo importante
importancia de algunos factores psicológicos. Existen de nuestra historia ha sido el desarrollo de la psicodi-
psiquiatras de orientación biológica que desprecian namia, y que todas las demás tendencias no son sino
totalmente cualquier noción de psicogenicidad, y, obe- resistencias y rechazos de fuerzas regresivas (y psi-
deciendo al dicho Moleschoff: "no hay pensamiento sin coanalíticamente interpretables) de la medicina. Otros,
fósforo" sigue buscando el equivalente moderno del como Ackemecht y el mismo Henry Ey, no ven sino
fósforo, sin preocuparse de ningún otro posible factor un continuo progreso de la concepción biológica, ma-
en la enfermedad mental. tizada, claro es, por un toque psicológico a mitad de
Bien es verdad que la escuela psicoanalítica tam- camino entre lo supersticioso y lo accesoriamente em-
poco ha sido excesivamente tolerante con otras teo- bellecedor. Otros, en fin, como Morales (1982) y Gra-
rías. Incluso Freud, el clínico astuto, el científico deci- cia (1974) sólo se interesan por el desarrollo de las
dido que confrontó al mundo para defender sus des- conceptualizaciones científico-filosóficas y la evolución
cubrimientos, permitió la cristalización de doctrina a de las clasificaciones.
su alrededor hasta el punto de que Bleuler, en su pe- Sin embargo, considerando nuestro desarrollo his-
tición de baja a la Sociedad Psicoanalítica, describe tórico en su conjunto y en su contexto nos resulta evi-
la atmósfera de la sociedad como más apropiada pa- dente que la repetición de los diversos temas reviste
ra sectas religiosas y partidos políticos que para acti- un carácter periódico y alternante, relacionado no só-
vidades científicas. González de Rivera (1980) comen- lo con el espíritu de los tiempos, sino también con la
ta la perpetuación de estos fenómenos como secun- tarea específica que los hombres llamados a focalizar
darios a la exageración que, en el terreno de psiquia- en su persona las corrientes transformadoras de ese
tría, experimentan los normales procesos de identifi- momento debían realizar. Pinel y Kraepelin tenían a
cación del discípulo con su maestro. su cargo manicomios llenos de pacientes severamen-
Al consolidar el movimiento psicoanalítico sus po- te psicóticos o dementes; Charcot y Freud se ocupa-
siciones, se desarrolló un interés cada vez mayor en ban de pacientes ambulatorios con alteraciones "neu-
las ciencias sociales y en los factores interpersonales rológicas funcionales". Es obvio que los resultados ob-
de la enfermedad mental; la importancia de la familia tenidos por estas brillantes y altamente motivadas in-
y de la sociedad en general fue cada vez más evi- teligencias hablan de ser diferentes, puesto que tam-
dente tanto en la génesis como en el mantenimiento bién era diferente la tarea a la que se aplicaba.
de los trastornos psiquiátricos. En otro orden de cosas, Paracelso, el intenso aven-
Siguiendo el despertar de la conciencia social, algu- turero, no podía legarnos las detalladas y pacientes
nos psiquiatras han intentado extender su papel más observaciones de un Carl Wernicke.
allá de las fronteras clínicas, intentando tratar, no so- En un primer momento, cuando Psiquiatría, Medi-
lamente las psicosis y neurosis convencionales, sino cina y Religión eran una misma cosa, tenemos la evi-
la desgracia e infortunio humanos en general. Como dencia de una protopsicoterapia psicosomática. La sa-
la otra cara de la misma moneda, el concepto total de lud y la enfermedad vienen de fuera, mediante sutiles
enfermedad mental ha sido rechazado por los antipsi- influencias animistas. La tarea es dominar esas influen-
quiatras –o politipsiquiatras de López Ibor–, la psi- cias, eliminar las nocivas y potenciar las benéficas. Si-
quiatría ha sido acusada de "instrumento de opresión gue un nuevo período, en el que la búsqueda se sitúa
capitalista" y generaciones enteras se han perdido en en causas naturales, materiales, y la enfermedad y la
vericuetos sociopolíticos, sobre todo en los países me- salud se consideran como alteraciones en un equili-
diterráneos. brio interno. La tarea entonces consiste en regulari-
Como reacción ante tantas tendencias conflictivas, zar el cuerpo. Persisten, sin embargo, restos animis-
muchos psiquiatras han ido desarrollando actitudes tas centralizados en los templos de Esculapio.
conciliadoras, adoptando así posturas eclécticas. En Como en una espiral que se cierra, encontramos la
su modalidad más simple, ésta es una tendencia prag- época medieval, con su neoanimismo, sus creencias
mática, desinteresada en las bases teóricas, cierta- demoníacas y la nueva búsqueda de fuerzas miste-
mente anideológica, interesada en la aplicación exclu- riosas extrahumanas. La superstición medieval es de

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un origen superior, más complejo, más elaborado que amente la psiquiatría clínica y la dinámica, los decu-
la primitiva. Tanto en los hospitales caritativos de las brimientos farmacológicos recuperan el terreno perdi-
iglesias, como en la persecución de las brujas hay un do en la competición terapéutica con el psicoanálisis,
método y una consistencia que no encontramos en y el psiquiatra actual se encuentra en el vértice del
los frágiles rituales prehelénicos. En una nueva vuelta helicoide, que es, justamente, donde debe estar.
de la espiral encontramos el regreso a la naturaleza La proyección de esta imagen visual hace prever
en el renacimiento, la observación de lo tangible, en que existe en nuestro futuro, un punto donde todas
lugar de la especulación sobre lo invisible, el raciona- las corrientes terminen por confluir. Ciertamente que
lismo materialista. las cosas bien pueden ser de otra manera. Sin em-
Progresa la espiral con Mesmer, próximo todavía a bargo, esta es una decisión existencial, un compromi-
los exorcistas, y los inicios de la socioterapia con Pi- so personal, un riesgo inevitable. Sólo creando deli-
nel. En un nuevo giro, el estudio del cerebro descu- beradamente en el interior de nuestro propio conoci-
bre la etiología de la parálisis general progresiva, por miento la espiral que observamos en el conocimiento
la escuela francesa (Bayle, Baillarger, Falret y Kraft- general, podemos aspirar a participar en la fundación
Ebing). Wernicke estudia detalladamente las funciones de la psiquiatría integral del futuro.
cerebrales, y se crea el clima que Griesinger resume
en su famosa ecuación: enfermedades mentales igual
a enfermedades del cerebro.
Casi al mismo tiempo, la hipnosis ha ido desarro- Referencias bibliográficas a disposición de
llándose de la mano de Braid y Charcot. Los aconte- quien las solicite directamente del autor:
cimientos empiezan a precipitarse y la espiral se va Prof. J. L. González de Rivera
cerrando, cada vez más vertiginosamente, Kraepelin Avda. de Filipinas, 52
y Freud, casi contemporáneos, desarrollan simultáne- 28003 Madrid

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