Está en la página 1de 2

Origen e historia de Heimdal

Don T: Heimdal (hogar desconocido) es el dios guardián en la mitología nórdica,


representado con una resplandeciente armadura blanca, por la que era conocido como el
dios brillante o de la luz. Querido por los dioses por su bondad y belleza, como también por
su inmensa sabiduría. Se le reconocía también por sus dientes de oro, que destellaban
cuando él sonreía, y que le daban el pseudónimo de Gullitani (el de los dientes de oro). Su
nacimiento es por decir menos peculiar y su importancia dentro de Asgard no se puede
dudar ya que de él dependía la seguridad del reino de los dioses.

Es por ello que te invito a conocer el nacimiento e historia de Heimdal.

Logomaquia: En el transcurso de un paseo a orillas del mar, Odín vio una vez a nueve
bellas gigantes, las doncellas de las olas, Egia, Augeia, Ulfrun, Aurgiafa, Sindur, Atla,
Iarnsaxa, Gjálp y Greip profundamente dormidas en las blancas arenas. El dios del cielo
quedó tan enamorado de las hermosas criaturas que, como relatan las Eddas, se desposó con
las nueve y se combinaron, en el mismo momento, para traer al mundo un hijo que recibió
el nombre de Heimdal.

Don t: Las nueve madres procedieron a alimentar al bebé con la fuerza de la tierra, la
humedad del amor y el calor del sol, una dieta que demostró ser tan fortalecedora que el
nuevo dios creció completamente, en un espacio de tiempo increíblemente corto y corrió a
unirse a su padre en Asgard. Encontró a los dioses observando con orgullo el arco iris del
puente Bifröst, el cual acababan de construir con fuego, aire y agua, los tres materiales que
aún pueden verse en este extenso arco, donde brillan los tres colores principales
significativos de estos elementos: el rojo representando al fuego, el azul al aire y el verde a
las frescas profundidades del mar.

Logomaquia: Este puente unía a Midgard con Asgard y terminaba bajo la sombra del
poderoso árbol Yggdrasil, cerca del cual se encontraba el manantial que el gigante Mímir
velaba, y el único inconveniente que evitaba el pleno disfrute del glorioso espectáculo era
el temor a que los gigantes de escarcha llegaran a usarlo para lograr acceder a Asgard.

Al momento de la llegada de Heimdal, los dioses estaban deliberando sobre la conveniencia


de asignar un guardián fidedigno y vitorearon al nuevo recluta como alguien apropiado para
cumplir con las onerosas obligaciones de su cargo. Heimdal accedió con alegría a asumir la
responsabilidad y desde entonces veló día y noche el sendero de arco iris que se adentraba
en Asgard. Es así que edificó su palacio, llamado Himinbjörg, en el punto más alto del
puente, y allí le visitaban a menudo los dioses para beber del delicioso hidromiel con el que
él los agasajaba.

Don t: Para permitir que Heimdal detectara la aproximación de cualquier enemigo desde
lejos, la asamblea de los dioses le concedió sentidos tan agudos que se dice que era capaz
de oír crecer la hierba en las colinas y de ver a cien millas de distancia tan claramente tanto
de día como de noche, y a pesar de todo, necesitaba menos tiempo de sueño que un pájaro.

A Heimdal se le proporcionó además una reluciente espada y un cuerno extraordinario,


llamado Gjallarhorn que colgaba de una rama de Yggdrasil o lo sumergía en las aguas de
Mimir, y los dioses le ordenaron que hiciera sonarlo siempre que divisara que se
aproximaban los enemigos, los gigantes de escarcha, pretendiendo que su sonido
despertaría a todas las criaturas en el cielo, la tierra y Niflheim. Su último terrible sonido
anunciaría la llegada del Ragnarok, día en que la batalla final sería disputada, y en el cual lo
mataría Loki.

No olvides visitar el canal de Don T nuestro colaborador. en el cual encontrarás muchos


vídeos sobre mitología, angeología y demonología que de seguro te van a interesar.
Además no pierdas la oportunidad de suscribirte y activar la campana si te gustó en
contenido y quieres ver más, a través del siguiente enlace, como también ver la siguiente
lista donde encontrarás toda la mitología nórdica que se ha visto en este canal. Esto fue
Logomaquia.

También podría gustarte