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La evolución histórica de juicio de garantías tiene dos vertientes, la relativa al reconocimiento por
parte del derecho positivo de los derechos humanos por un lado, y la evolución de los distintos
mecanismos de protección de dichos derechos por el otro. A su vez, ambos antecedentes suelen
dividirse en internos y externos. Por lo que respecta al reconocimiento en distintos instrumentos
jurídicos de los derechos del hombre y desde el punto de vista externo, los antecedentes más
importantes son:
1. La carta magna de 1215, otorgada por el rey Juan sin tierra, la que buscaba limitar el
poder arbitrario del rey, misma que en su artículo 39 hace referencia a la garantía de
audiencia.
2. El acta inglesa de HABEAS CORPUS, de 1679, que proporcionó un mecanismo efectivo
para proteger la libertad individual.
3. La declaración de derechos inglesa (The Bill of Rights), de 1689 y que consagra los
antiguos derechos y libertades reconocidos por otros documentos, pero que se distingue
aquellos en que en esta declaración esas libertades son consideradas generales y del
ámbito del derecho público.
4. La declaración de independencia de Estados Unidos de América de 1776.
5. La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en 1789.
Por lo que se refiere a los antecedentes internos del juicio de garantías, podemos citar los
siguientes:
1. Constitución de 1824. En el artículo 127 de esta constitución se confirmó la facultad de la
Suprema Corte de conocer de las infracciones a la norma fundamental ni a las leyes
generales.
2. Constitución de 1836. Este ordenamiento es el que establece la institución del supremo
poder conservador.
3. Constitución de Yucatán en 1841. Ordenamiento en el que por primera vez se incorpora la
figura del juicio de amparo a propuesta de Manuel Crescencio Rejón, inspiradas en la
figura norteamericana de la revisión judicial.
4. Acta de reforma de 1847. Éste restablece la vigencia de la constitución de 1824 y en ella el
juicio de amparo surge de manera definitiva, estableciéndose en el artículo 25 que los
tribunales de la Federación ampararán a cualquier habitante de la República en ejercicio
conservación de los derechos que le conceda esta constitución y las leyes constitucionales,
contra todo ataque de los poderes legislativo y ejecutivo, la de la Federación, ya de los
estados.
5. Constitución de 1857. En ella se establece en los artículos 101 y 102 la facultad de de los
tribunales de la Federación para resolver toda controversia que se suscite por leyes o
actos de cualquier autoridad que violen las garantías individuales.
6. Constitución de 1917. El juicio de amparo se funda en los artículos 103 y 107
constitucionales.
EL JUICIO DE AMPARO
Concepto.
La palabra amparo desde el punto de vista gramatical se refiere a la acción de amparar o
ampararse, lo que a su vez significa favorecer, proteger o no valerse del apoyo protección de
alguien o algo. Jurídicamente podemos definir al juicio de amparo como:
Es un medio de control de la constitucionalidad de través del cual los gobernados pueden
impugnar los actos de autoridad de carácter definitivo que estimen violatorios de sus garantías
individuales o que, en su perjuicio, vulneren el régimen de competencias entre la Federación y los
estados, con el objeto de que se les restituya en el goce de sus garantías conculcadas.
A través del juicio de amparo los gobernados pueden defenderse de los actos de autoridad que
vulnera sus garantías individuales, ya que a través de él se pueden impugnar todo tipo de actos de
las autoridades federales, locales o municipales, pero nunca de particulares.
Que se vulneren garantías individuales. Es decir que se violenta los derechos subjetivos públicos,
(facultad de exigir que deriva de la norma), de los gobernados que tienen su origen en la relación
de superar subordinación que existe entre gobernantes y gobernados.
La autoridad responsable. Es todo aquel órgano o funcionario al que la ley otorga facultades de
naturaleza pública y que realizan actos que afectan las garantías individuales de las personas.
El ministerio público Federal. El representante social que vigila el correcto desarrollo del juicio y
puede intervenir si estima que el asunto reviste interés público.
El amparo constituye la instancia final de impugnación de los actos de autoridad que se estiman
violatorios de garantías individuales, por lo que si el gobernador puede obtener la anulación de
dichos actos a través de un recurso o algún medio de defensa ordinario, debe promover estos
previamente a acudir al procedimiento constitucional.
Acciones de
SCJN incosntitucionalidad
Revisión
Revisión
2ª instancia materia de
Amparo
Queja
T.C.C
Amparo directo
La resolución del
1ª Instancia juicios federales otro T. U. C.
admite
JGDZ DE
DTO
1ª Instancia amparo todas
las materias
Competencia en el J. A.
Regla general. El juez de Distrito competente para conocer un juicio de amparo, lo será aquél en
cuya jurisdicción deba tener ejecución, trate de ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el acto
reclamado. Si el acto ha comenzado a ejecutarse en un distrito y sigue ejecutándose en otro,
cualquiera de los jueces de esas jurisdicciones, a prevención, será competente. Cuando la
resolución reclamada no requiera ejecución material, será juez competente aquel en cuya
jurisdicción reside la autoridad que dictó dicha resolución. (Fundamento artículo 36 L. A.). No
obstante los jueces de Distrito pueden estar especializados por materia y en el caso en que se
presente una demanda de amparo ante un juez de distrito especializado por razón de materia, en
la que el acto reclamado emane de un asunto de ramo diverso del de su jurisdicción, la remitirá de
plano con todos sus anexos, sin demora alguna, al juez de Distrito que corresponda, sin resolver
sobre su admisión ni sobre la suspensión del acto, salvo el caso previsto en el segundo párrafo del
artículo 54.
Competencia concurrente. Prevista en los artículos 107, fracción XII, de la constitución y el
artículo 37 de la ley de amparo, consiste en que cuando se trate de violaciones a las garantías
contempladas en los artículos 16, en materia penal, 19 y 20, fracciones I, VIII y X párrafos primero
y segundo de la constitución Federal, el quejoso puede promover el juicio de amparo ante el juez
de distrito que corresponda o ante el superior del tribunal que haya emitido el acto violatorio de
garantías individuales.
Competencia auxiliar. Contemplada en el numeral 38 de la ley de amparo implica que en los
lugares donde no residentes de distrito, los gobernados pueden interponer el juicio de amparo
ante los jueces de primera instancia en cuya jurisdicción radica la autoridad que ejecutó trata de
ejecutar el acto reclamado, los cuales están facultados no sólo para recibir las demandas sino
también para ordenar que se rindan los informes justificados y que las cosas se mantengan en el
estado en que se encuentran (cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la
vida, ataques a la libertad personal fuera del procedimiento judicial, deportación, destierro o
cualesquiera otros de los prohibidos por el artículo 22 constitucional. Hecho lo anterior, el juez de
primera instancia remitirá al de Distrito, sin demora alguna, la demanda original con sus anexos.
III.- Contra actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio o
después de concluido.
Si se trata de actos de ejecución de sentencia, sólo podrá promoverse el amparo contra la última _
resolución dictada en el procedimiento respectivo, pudiendo reclamarse en la misma demanda las
demás violaciones cometidas durante ese procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al
quejoso.
Tratándose de remates, sólo podrá promoverse el juicio contra la resolución definitiva en que se
aprueben o desaprueben.
IV.- Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que sea de
imposible reparación;
V.- Contra actos ejecutados dentro o fuera de juicio, que afecten a personas extrañas a él, cuando
la ley no establezca a favor del afectado algún recurso ordinario o medio de defensa que pueda
tener por efecto modificarlos o revocarlos, siempre que no se trate del juicio de tercería;
VI.- Contra leyes o actos de la autoridad federal o de los Estados, en los casos de las fracciones II y
III del artículo 1o. de esta ley.
VII.- Contra las resoluciones del Ministerio Público que confirmen el no ejercicio o el desistimiento
de la acción penal, en los términos de lo dispuesto por el párrafo cuarto del artículo 21
Constitucional.