Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Iconografia de La Virgen en El Arte Biz PDF
Iconografia de La Virgen en El Arte Biz PDF
ISBN - 84-9822-350-4
-1–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Por regla general, se entiende por arte bizantino el que se desarrolla entre los
siglos V y XV en los límites geográficos del Imperio Romano de Oriente. A partir del
siglo XV los turcos toman Bizancio (año 1453) y Rusia, que dependía de la iglesia
bizantina, hereda su tradición artística, tradición que mantendrá –en el campo de la
pintura- sin grandes cambios hasta principios del siglo XX.
-2–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
la influencia bizantina en la iconografía rusa es tal que tanto las imágenes como los
artistas se exportan de Bizancio. Durante los siglos XIV y XV se desarrollan escuelas
propias de producción de iconos, destacando las de Novgorod y Pskov. En el siglo
XVI, con la unificación de los principados rusos, se potencia la producción de iconos,
que se mantendrá hasta las primeras décadas del siglo XX (Revolución Rusa de
1917). Si bien durante este extenso periodo se siguen empleando gran parte de los
cánones fijados en la Edad Media, ya no se puede hablar propiamente de iconografía
medieval.
El arte bizantino es un arte reglado por encima de todo. Hay unas normas
inmutables que debe seguir el artista a la hora de representar la imagen religiosa. La
disposición de las imágenes, ya sea sobre los muros del templo o en el iconostasio,
nunca es aleatoria. Esta distribución está marcada por la jerarquía, es decir por el
grado de importancia de unos temas o personajes respecto a otros. Se sabe que la
-3–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Hermeneia, tratado desaparecido del siglo IX, señalaba cómo debían disponerse las
imágenes en el interior del templo.
Los paramentos interiores del templo se decoran con mosaicos o pinturas
murales que se disponen jerárquicamente, siguiendo habitualmente este orden: en la
cúpula central el Pantocrátor, su corte celestial, los profetas y evangelistas; en el
ábside la Virgen y los apóstoles; en el resto del presbiterio (a veces llamado santuario
o vima) santos y santas; en la nave el Dodecaorton; y sobre la puerta occidental el
Juicio Final. Por tanto, podemos encontrar imágenes marianas en el centro del ábside
(generalmente la Virgen Orante) y en las paredes de la nave (habitualmente escenas
relacionadas con el Dodecaorton). Conviene mencionar aquí que el Dodecaorton, o
Ciclo litúrgico de las doce fiestas, está constituido por la Anunciación, Navidad,
Presentación en el Templo, Bautismo de Cristo, Resurrección de Lázaro,
Transfiguración, Entrada en Jerusalén, Crucifixión, Anastasis, Ascensión, Pentecostés
y Dormición de la Virgen.
En cuanto a la distribución de los iconos sobre el iconostasio (estructura que
separa el santuario de la nave, y que queda plenamente definida muy a finales de la
Edad Media, a partir del siglo XV), es básicamente la siguiente (de arriba abajo): en el
primer registro (o registro superior) la divinidad y los patriarcas; en el segundo la
Virgen y los profetas; en el tercero el Dodecaorton; en el cuarto la Deesis, arcángeles,
apóstoles, mártires y Padres de la Iglesia; en el último (o registro inferior) la Virgen y
Cristo junto a los santos locales; y sobre la Puerta Real o del Paraíso unas veces la
Anunciación, la Eucaristía, y los evangelistas, y otras veces San Basilio y San Juan
Crisóstomo. Así pues, en los iconostasios las imágenes marianas, muy abundantes y
variadas, pueden localizarse casi sobre la totalidad de los registros y también sobre la
puerta del Paraíso.
-4–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
-5–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
-6–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
4.2.1. Blachernitissa
-7–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
-8–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Virgen de la Deesis. Icono. British Museum London. Virgen de la Deesis. Icono. Monasterio de
Siglo XV Bachovo- Bulgaria. 1497
Una vez más es una iconografía mariana que recibe su nombre de un santuario
constantinopolitano, el de Ton Odegon, lugar en que se reunían los guías de viajeros.
Es también una de las tipologías de la Virgen más antiguas (las primeras
representaciones datan del siglo VI) y más repetidas en el arte bizantino, con gran
cantidad de ejemplos especialmente en el ámbito ruso, ya que en este lugar la Virgen
Odigitria fue la que más veneración recibió. Uno de los iconos rusos más conocidos es
el de la Odigitria de Czestochowa.
-9–
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Virgen Odigitria. Icono. Museo vedado de historia de Virgen Odigitria. Icono. Museo estatal ruso. Siglo
arquitectura de Riazan. Siglo XIII XIV
Se trata de la Virgen de pie que con el brazo izquierdo sostiene al Niño y con el
derecho lo señala. La Virgen indica al Niño que es el ‘camino’, por ello es la Virgen
‘guía’. El Niño bendice con la mano derecha y sostiene la Ley con la izquierda. Madre
e hijo suelen tener la mirada fija y frontal, casi nunca entrecruzan las miradas, no
muestran ningún tipo de sentimiento materno-filial.
- 10 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
manos. Sin embargo, María suele aparecer con la mirada perdida en la lejanía, con
una cierta melancolía, tristeza o angustia en sus ojos, previendo la Pasión que sufrirá
su hijo. Entre los iconos más importantes que responden a esta tipología, están la
“Virgen de Vladimir” (s. XI-XII), la “Virgen del Don” (s. XIV) y la “Virgen de Kherson” (s.
XIII-XIV), las tres conservadas hoy en día en la Galería Tretiakov de Moscú.
Virgen de la Ternura de Vladimir. Icono. Galeria Virgen de la Ternura. Icono. Museo Estatal del Kremlin
estatal Tretiakov. Siglo XI de Moscu. Siglos XII-XIII
Al igual que las Vírgenes en majestad, las Vírgenes de ternura pueden recibir
distintos nombres (Glicofilusa, Galactotrofusa, Pelagonitissa), en función de los
detalles iconográficos o las actitudes que presentan. Se las llama Glicofilusa o
“Vírgenes del dulce beso” cuando incorporan un elemento que enfatiza la ternura del
Niño: éste no sólo acaricia la barbilla de su Madre, sino que además esboza con sus
labios un leve beso. Aunque se piensa que las Glicofilusa son una tipología antigua
(anterior a la querella de las imágenes) y de creación constantinopolitana, la mayor
parte de los ejemplos que se han conservado son del siglo XIV.
Reciben el apelativo de Galactotrofusa o “Vírgenes que amamantan” cuando
aparecen dando la lactancia a su divino Hijo, una actividad puramente humana. La
Galactotrofusa es una de las representaciones más antiguas de la Virgen, que puede
rastrearse desde el siglo II en las catacumbas paleocristianas de Priscila, y que pasa
después a Bizancio y también a Occidente.
- 11 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
- 12 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Es una iconografía
que - como otras que se
verán a continuación- se
generó a partir de la
himnografía y literatura
mariana griega, que
otorgaba a la Virgen el título
de “Fuente” (pegé, en
Virgen Fuente de Vida. Icono. Museo vedado estatal de arte, historia griego). María es la ‘fuente
y arquitectura Kolomenskoie. Siglo XVIII de vida’ porque recibe de
Dios la vida (que es Cristo) y permite que ésta se derrame sobre los hombres. La
Virgen es un ‘surtidor vivificante' (Ros Leconte, Iconografía mariana bizantino-rusa,
1984).
- 13 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
número de personajes -de toda índole- que beben de esta agua y se purifican:
patriarcas, miembros de la realeza, enfermos, endemoniados, etc. Estos personajes
que se agolpan para purificarse aparecen en un icono ruso tardío, del siglo XVIII, del
Museo de Kolomenskoie (Klokova, 1991: 218).
Es una iconografía que se desarrolla entre los siglos XIV y XVI, y que al igual
que la de la Virgen Fuente de Vida y la de la Zarza, está estrechamente ligada a la
literatura religiosa mariana.
En lo que respecta a la tipología de la Virgen del Himno Akathistos, ésta deriva
de los himnos que se cantan en la liturgia para glorificar y alabar a María. Se trata de
la Virgen con el Niño que aparece rodeada de una serie de escenas evangélicas
extraídas del Himno Akathistos (como la Anunciación o la Presentación del Niño en el
Templo, entre otras) y rodeada también de todos aquellos que la glorifican y alaban
como Reina y Señora del Cielo (ángeles, sabios, obispos, monjes, vírgenes, etc.) y
que también son descritos en este himno.
Esta iconografía seguramente se corresponda con la que es descrita por el
monje Dionisio de Furna en la Guía de la Pintura bajo el nombre de “Salutaciones”.
Dionisio de Furna describe a la Virgen majestuosa, como Reina y Señora, rodeada
por todos aquellos que la alaban y la saludan (ángeles, santos, profetas, apóstoles,
obispos, mártires, ascetas, reyes, etc.) ensalzando sus múltiples virtudes y cualidades.
- 14 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
- 15 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
- 16 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
- 17 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
hechos previos son frecuentes el anuncio del ángel a Ana y Joaquín, y el abrazo de
ambos ante la puerta; entre los posteriores, el del baño de la Virgen. Además, dado
que no hay muchos detalles sobre este episodio, se efectuó una comparación o
- 18 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
- 19 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
cumplir tres años, Ana y Joaquín llevaron a la Virgen al templo para que fuera educada
allí. La Virgen caminó hasta el templo seguida de las hijas de los hebreos, que
llevaban antorchas encendidas para evitar que la niña tuviese miedo. Para llegar a la
zona del altar, la Virgen subió una larga escalera voluntariamente y sin necesidad de
la ayuda de sus padres. El sumo sacerdote (al que los Padres de la Iglesia llamaron
Zacarías, entendiendo que era el padre de Juan Bautista) la cogió del brazo, la bendijo
y alabó, y la hizo sentar en el tercer escalón del altar. La Virgen no tuvo miedo porque
Dios le infundió su gracia. A partir de entonces quedó en el templo y todos los días era
alimentada por un ángel que le llevaba pan celestial, ya que ella distribuía su propia
comida entre los pobres.
La iconografía de este episodio en Bizancio siempre contiene los personajes
nombrados: el Sumo Sacerdote que recibe y bendice a la Virgen niña (que se
representa como una persona adulta pero de proporciones muy pequeñas que tratan
de reflejar su edad infantil); detrás de la Virgen sus padres, Ana y Joaquín; y por
último el grupo de doncellas que le acompañan y llevan antorchas encendidas. Las
doncellas con antorchas son una reminiscencia del rito nupcial de la Antigüedad.
A veces también aparece, al final de la escalera, la escena en que María,
sentada bajo una cúpula - elemento arquitectónico que potencia la simbología de
María como ‘templo’ o María como ‘Iglesia’- es alimentada por el ángel, que le ofrece
pan. Este episodio es cronológicamente posterior a la presentación en el templo.
Como ocurría con la Natividad de la Virgen, la escena se ve enriquecida con sucesos
que tienen lugar posteriormente.
El templo en el que se desarrolla la escena es de tipo bizantino y por ello, en
función de la cronología, cambiará de aspecto. Hasta el siglo XV el templo no tiene
iconostasio y por ello se ve la totalidad del presbiterio; desde el siglo XVI tiene
iconostasio y por ello el sancta sanctorum queda oculto.
Dionisio de Furna en la Guía de la pintura da unas pautas iconográficas para
este episodio muy similares a las ya vistas, aunque dice también que la Virgen niña
porta un cirio al entrar en el templo, detalle iconográfico que no se halla en el arte
bizantino.
- 20 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Desposorios de Maria y Jose. Fresco. Iglesia de Desposorios de María y José. Icono de Zarzma
Santa Sofia de Kiev. Siglo XI
5.2.1. Anunciación
- 21 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
- 22 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
Esta idea de la “concepción por el oído” fue tolerada por el Concilio de Nicea
(del año 325), ya que no tenía ningún contenido sexual y era simplemente símbolo de
obediencia a la palabra divina. Muchos teólogos orientales y occidentales, entre los
s. V y VIII, defendieron esta misma idea que acabó por incorporarse a la iconografía.
La representación de este tema es la siguiente. El arcángel Gabriel realiza el
anuncio a la Virgen, ésta siempre joven y con la indumentaria característica (túnica
azul y manto rojo o entre rojo y marrón) [ver epígrafe 3]. La Virgen puede aparecer en
actitudes y actividades muy diversas: de pie (y ligeramente inclinada) o sentada
(generalmente sobre un rico trono con baldaquino y con los pies sobre un cojín,
símbolo de su dignidad); levantando la mano (en actitud de saludo o sorpresa),
hilando la púrpura o dejando caer el ovillo de hilo (por lo imprevisto del anuncio), con
un aguamanil en las manos o junto a un pozo/fuente (por influencia de los Apócrifos),
o leyendo las Sagradas Escrituras (rara vez). Un rayo de luz (y a veces una paloma),
símbolo del Espíritu Santo, se dirigen desde lo alto hasta la Virgen, en dirección a su
oído (recogiendo la idea de la concepción por el oído).
Gabriel, a la izquierda del espectador (y a la derecha de la Virgen), de cabello
rubio y rizado y con alas desplegadas, suele vestir de azul-grisáceo (a veces
combinado con rojo-grisáceo), y en raras ocasiones de blanco. Lleva bastón (símbolo
del mensajero) y –alguna vez- un libro (símbolo de que el Verbo se ha encarnado),
extiende la mano derecha para hacer el anuncio y dirige su mirada a María. Pero con
la mano derecha no hace un gesto de alocución, sino que más bien bendice al modo
oriental. El arcángel suele mostrar su perplejidad ante la respuesta de la Virgen (que
se pregunta cómo concebirá si no conoce varón).
A veces aparece una joven en segundo plano que podría ser o bien una dama
de compañía de la Virgen, o bien la joven que aparece en el anuncio del ángel a Ana
(la madre de la Virgen) y que se insertaría aquí por ‘contaminación’ iconográfica.
Puede colocarse también un jarrón de flores, símbolo de la virginidad de María. El
acontecimiento puede desarrollarse tanto en un espacio exterior (si se toma como
base el detalle del anuncio en el pozo) o en un interior (si se toma como base el
episodio de la púrpura del templo tejida por la Virgen).
Dionisio de Furna en la Guía de la Pintura describe la escena más o menos en
estos mismos términos: la Virgen está en un trono tejiendo la púrpura cuando le hace
el anuncio el ángel. Sin embargo Dionisio considera que el ángel de la Anunciación es
San Miguel, en vez de San Gabriel; detalle que no tiene fundamento en los evangelios
canónicos. Evidentemente, Dionisio de Furna comete un error iconográfico y confunde
la Anunciación del nacimiento de Cristo que es llevada a cabo por San Gabriel, con la
Anunciación de la muerte de la Virgen que es desarrollada por San Miguel.
- 23 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
La fiesta de la Natividad de
Cristo forma parte del Dodecaorton. La
fecha de su celebración varió a lo largo
de la historia. En Oriente primero se
festejaba el 6 de enero, junto con la
Adoración de los Magos; lo cual influyó
en la iconografía bizantina que
representó al mismo tiempo la
Natividad de Cristo. Miniatura. Menologio de Basilio II.
Natividad y la Adoración de los Magos.
Biblioteca Apostolica Vaticana en Roma. 985
Pero a partir del siglo VII (Canon de
Jerusalén) empezó a festejarse el 25 de diciembre por influencia de Occidente. El día
25 fue escogido por la iglesia occidental para favorecer la conversión de los paganos,
que festejaban este mismo día a Mitra (el sol invicto).
Si bien éste es un tema cristológico, María juega un papel decisivo, por ello se
trata aquí. Las fuentes literarias de este tema son tanto los Evangelios canónicos
como los apócrifos (de donde se toman gran parte de los detalles anecdóticos y
simbólicos).
La iconografía bizantina fundió en una misma escena todos los temas
vinculados a la Natividad: el nacimiento, el anuncio del ángel a los pastores, la llegada
de los Magos, la duda de José y las dos parteras. El arte bizantino representó la
Natividad en un entorno montañoso, de colinas sinuosas, que permitía fundir todos los
momentos en una única escena. Al igual que el Nacimiento de la Virgen o la
Presentación de María en el templo, el tema de la Natividad de Cristo se vio
enriquecido por los episodios cercanos.
En el centro de la composición y como tema principal el Nacimiento. La Virgen,
generalmente recostada (mostrando con ello que ha llevado a cabo un “parto con
dolor” y recordando por tanto su naturaleza humana), delante de la montaña y en una
cueva, ya que los Apócrifos dicen que dio a luz en una gruta. Cerca de la Virgen el
Niño envuelto en pañales y en una especie de pesebre, subrayando el paralelismo
simbólico entre los pañales y la mortaja, el ciclo del nacimiento y el de la Pasión y
- 24 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
muerte de Cristo. Junto al Niño un buey y un asno, los primeros en adorar al Niño y en
reconocer su divinidad.
A un lado de esta escena, un ángel
celestial envuelto en luz anunciando a los
pastores el Nacimiento, y al otro la llegada de
los Magos (vestidos a la oriental) a pie o a
caballo, guiados por la estrella. Son los que
rinden el homenaje terreno a Cristo.
En la parte superior, el cielo, del cual
sale un haz de luz (símbolo de la divinidad)
que desciende del cielo a la tierra. En el
mismo cielo ángeles que cantan, a veces con
las manos veladas, en señal de respeto. Es el
homenaje celestial a Cristo.
En la parte inferior pueden incluirse
otras escenas complementarias:
• José dudando. Se representa a José, Natividad de Cristo. Fresco. Iglesia de la
pensativo y con bastón, junto a un pastor Odigitria en Pec- Yugoslavia. 1335
- 25 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
apócrifos es muy extenso y está repleto de anécdotas y episodios muy diversos, pero
los acontecimientos principales son los siguientes. El arcángel San Miguel anuncia a
María que su muerte está próxima. María es una mujer de avanzada edad. A
continuación los apóstoles son trasladados en nubes hasta la casa de María para que
se despidan de ella. Los apóstoles lloran amargamente. Hay un gran estruendo.
Cristo y toda su corte celestial bajan a la casa de María. La Virgen pide a Cristo que
guarde su alma y su cuerpo (en el que él se dignó a habitar). Cristo toma el alma de
María y la corte celestial al completo la eleva al cielo. Los apóstoles colocan el cuerpo
sin vida de María en un féretro y lo trasladan al sepulcro, pero por el camino unos
sacerdotes judíos tratan de profanarlo. Primero tratan de prenderle fuego. Después,
- 26 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
uno de ellos, Jefonías, trata de volcar el féretro. Un ángel le corta las manos que
quedan pegadas al féretro. El judío se arrepiente y es curado. Los apóstoles depositan
el cuerpo en el sepulcro y lo vigilan por tres días. A los tres días abren el féretro pero
no encuentran el cuerpo, sólo los lienzos mortuorios. Dios había trasladado el cuerpo
de María al Paraíso donde se había unido con su alma.
La iconografía bizantina de la
Dormición de la Virgen funde en una sola
escena todos los episodios narrados en los
Apócrifos, igual que ocurría con las
representaciones de la Natividad. Aparecen
simultáneamente: el traslado de los apóstoles
en nubes, la muerte de la Virgen, el intento de
profanación del féretro por parte del judío, la
bajada de Cristo para recoger el alma de la
Virgen y la subida del alma al cielo. La
iconografía bizantina sigue un canon fijo más
o menos desde el siglo XI-XII hasta los siglos
Dormicion de la Virgen. Fresco. Iglesia de la
XVI- XVII.
Santisima Trinidad del Monasterio de
Sopocani en Yugoslavia. 1265
En el centro de la composición la muerte de la
Virgen: María tendida sobre el lecho. Por encima del lecho se representa
simultáneamente la bajada de Cristo a la tierra
para recoger el alma de la Virgen y el ascenso del
alma al cielo: Cristo portando el alma de la María
(que se representa como un recién nacido
envuelto en telas blancas, símbolo de pureza, y
alguna vez incluso con alas, símbolo de la
naturaleza espiritual) y ambos rodeados por una
mandorla luminosa, rodeada de ángeles que
conducen el alma al cielo. En la parte superior, en
ocasiones, la Virgen coronada en el cielo.
- 27 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
amplia frente y larga barba, que se inclina sobre el lecho). En la cabecera de la cama
se sitúa el grupo de apóstoles que tiene al frente a Pedro. A los pies del lecho el otro
grupo con Pablo al frente. Detrás del grupo de los apóstoles dos o tres santos obispos
con libros en las manos (Dionisio Areopagita, Hieroteo y Timoteo), que según la
tradición acudieron también a llorar la muerte de la Virgen.
A veces se incluye el episodio del intento de profanación del féretro (posterior a
la muerte): o bien Pablo reprende al judío Jefonías, o bien el ángel le corta las manos
al judío que quedan pegadas al féretro. En ocasiones se representa, en la parte
superior, el traslado de los apóstoles sobre nubes sujetadas por ángeles (momento
anterior a la muerte).
Dionisio de Furna recoge la mayor parte de los detalles iconográficos citados:
los apóstoles trasladados en nubes, la Virgen yaciente, los apóstoles llorando, el judío
profanando el féretro, Cristo recogiendo el alma de María, etc. Dice también que los
apóstoles llevan antorchas encendidas, algo que no aparece en el arte bizantino.
- 28 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com
Irene González Hernando – Iconografía de la Virgen en el Arte Bizantino
BIBLIOGRAFÍA
• Bango, I.- Borrás, G. (1996): Arte bizantino y arte del Islam, Col. Conocer el Arte,
Madrid, Historia 16.
• Dionisio de Furna (1728-1733): Guía de la pintura. [Editado y comentado por
Didron, M (1845): Manuel d’iconographie chrétienne grecque et latine, Paris.]
• Santos, A (1985): Los Evangelios Apócrifos: colección de textos griegos y latinos,
Madrid, BAC.
• Grabar, A. (1966): La edad de oro de Justiniano: desde la muerte de Teodosio
hasta el Islam, Col. El universo de las formas, Madrid, Aguilar.
• Klokova, G (1991): La iconografía rusa, Moscú, Novosti.
• Lafontaine-Dosogne, J. (1964-1965): Iconographie de l’enfance de la Vierge dans
l’empire byzantin et en occident, vol. I, Bruxelles, Académie Royale de Belgique.
• Passarelli, G. (1999): Iconos. Festividades bizantinas, Madrid, Libsa.
• Pijoan, J. (2000): Arte cristiano primitivo. Arte bizantino: hasta el saqueo de
Constantinopla por los cruzados del año 1204, Col. Summa Artis, vol. VII, Madrid,
Espasa-Calpe.
• Réau, L. (1957): Iconographie de l’art chrétien, vol. II- parte II, Paris, Presses
Universitaires de France. [Traducción al español (2000-2002): Barcelona, Serbal]
• Ros Leconte, E. (1984): Iconografía mariana bizantino-rusa, Barcelona, Balmes.
• Ros Leconte, E. (1984): Reflexión sobre el icono sacro bizantino, Barcelona,
Balmes.
• Talbot Rice, D. (2000): El arte de la época bizantina, Barcelona, Destino.
- 29 –
© 2006, E-Excellence –www.liceus.com