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LA ULTIMA CENA DE LEONARDO DA VINCI

Leonardo di ser Piero da Vinci nació un 15 de abril de 1452 en Anchiano, Italia Hablar de Leonardo es
hablar de un genio en innumerables áreas de la cultura, fue pintor, anatomista, arquitecto,
paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta
y urbanista. Mucho se ha escrito y se ha dicho de tan insigne personaje, tan es así que en la actualidad
se está llevando adelante lo que se conoce como el “Proyecto DNA de Leonardo”, en base a la utilización
de la tecnología actual, con ADN y usando también huellas dactilares, se pretende autenticar muchas de
las obras que aún se mantienen con cierta duda sobre su autoría, también verificar cuál es el verdadero
lugar donde fue enterrado. Además, estos resultados, de ser posible conseguirlos, servirán para
autenticar documentos, escritos y pinturas del artista para evitar posibles fraudes. Basta decir que del
famoso dibujo de Leonardo en lápiz rojo, donde aparece anciano con larga barba, que se consideraba
uno de sus autorretratos, hoy en día existen serias dudas sobre su origen; de hecho, en una exposición
que se está presentando actualmente en Madrid y que la denominaron “Las caras del genio Leonardo
Da Vinci”, donde el curador de la exhibición es Christian Gálvez, se asegura que utilizando métodos
científicos a la vez que estudio de textos y observaciones escritas desde la época del genio, se concluyó
que el único autorretrato del que no hay dudas de su autenticidad es el que está en la Galería de los
Uffizi en Florencia, se muestra en la figura.
Será interesante ver los resultados que se obtengan con el mencionado proyecto (se incluye en la
bibliografía como información de interés).

La Ultima Cena, obra realizada por este genio entre los años 1495 y 1497, contaba para el momento del
su inicio 42 años y le fue encargada por su mecenas Ludovico El Moro, se encuentra en muy mal estado
de conservación, ya se explicará más adelante la razón de ello.

Matteo Bandello, autor de la novela de Romeo y Julieta sobre la que Shakespeare basó su obra, fue
testigo de las idas y venidas de Leonardo cuando pintó tan extraordinaria obra pues Bandello era
sobrino del prior del Refectorio de Sta. Maria delle Grazie en Milan, lugar donde Leonardo realizó la obra
y que todavía se encuentra ahí. De ese momento, el escritor (afortunadamente para la posteridad era
escritor) escribió lo siguiente: “Él normalmente iba al convento temprano en el alba.; y esto lo vi hacerlo
yo mismo. De manera precipitada se subía al andamio, trabajaba diligentemente hasta que las sombras
de la noche lo obligaban a cesar, nunca pensando en comer nada, tan absorbido estaba en su trabajo. En
otros momentos él podía estar ahí por tres o cuatro días sin tocar su pintura, solamente viendo por unas
pocas horas para permanecer delante de ella, con sus brazos cruzados, mirando sus figuras como si ellas
lo criticaran. Al mediodía, también, cuando el calor del sol en su zenit vaciaba todas las calles de Milan,
lo he visto correr desde la ciudadela, donde estaba modelando su colosal caballo (se refiere al
monumento ecuestre Sforza), sin buscar la sombra, por el camino más corto al convento, donde podía
añadir una pincelada o dos e inmediatamente regresaba”.

Desde el momento en que Leonardo terminó de pintarla empezó a deteriorarse, Leonardo para pintarla
no podía trabajar con la técnica del fresco que era la más adecuada para una pintura en la pared, pues
ello requiere de mucha disciplina y planificación; como se indica en el escrito de Matteo Bandello,
Leonardo necesitaba un sistema de pintura que le permitiera trabajar sin apuro, de manera que la
inspiración se tomara su tiempo para acabar con bien la obra, para ello desarrolló un sistema propio
basado una mezcla de los colores con aceite, el sistema no fue efectivo y con el tiempo, el mismo
Leonardo pudo ver cómo se deterioraba su obra por culpa de la humedad. También en 1652 los frailes
decidieron abrir una puerta en el medio de la pared donde está la pintura, acabando con el pie de Jesús,
porque era una vía más rápida para ir desde la cocina al comedor llevando la comida preparada. Cuando
Napoleón tomo Milán en 1796, el refectorio fue usado como establo de los caballos; el 15 de agosto de
1943, durante la Segunda Guerra Mundial, una bomba cayó muy cerca de la “Ultima Cena”, pero la
pintura sobrevivió por una dosis grande de suerte y porque fue protegida la pared con sacos de arena
colocados a todo lo alto de la pintura usando andamios, después del bombardeo se tapó con una lona.
El tema de la última cena capta el momento en que Jesús, cenando con sus apóstoles, les dice que uno
de ellos lo va a traicionar, con la consecuente reacción de cada uno, hasta la del traidor, ante semejante
noticia, acababa de bendecir el pan y el vino. En la composición de la obra, Leonardo estudió las
escrituras concienzudamente, al igual que lo hiciera en la “Adoración de los Magos” (Galería Uffizi,
Florencia), de manera obtener un ambiente más acorde con lo que se encuentra en ellas. Las
manifestaciones de los apóstoles ante lo que acontecía fue también tema de estudio de manera que
Leonardo realizó numerosos bocetos sobre la disposición y la reacción de cada uno. Estos estudios han
servido para la identificación de los apóstoles.

Estudio de los discípulos en la Ultima Cena de Leonardo

Leonardo sentó a sus discípulos en grupos de tres, además, rompió con la costumbre del momento de
resaltar a Judas sentándolo del otro lado de la mesa, aquí lo resalta colocándolo en la posición más baja
del grupo. El orden que elige para su composición es de izquierda a derecha el siguiente:

Bartolomé, Santiago el Menor y Andrés

Judas Iscariote, Simón Pedro y Juan


Tomás, Santiago el Mayor y Felipe

Mateo, Judas Tadeo y Simón Zelote

Este manejo de los discípulos en grupos de tres sigue el esquema de las “tríadas platónicas” muy de la
escuela florentina de Ficino y Mirandola. Bajo este esquema, Leonardo vuelve a resaltar a Judas al
colocarlo, siendo la figura central, en un plano más cercano al observador de la obra, de alguna manera
se parece a las obras de su tiempo pero sin sacarlo del grupo al otro lado de la mesa.

La figura de Jesús, al que personifica en una actitud reflexiva, como pensando en lo que se le avecina, lo
inscribe dentro de un triángulo equilátero, el símbolo de Dios, además resalta su cabeza al colocarla con
una ventana por detrás.

En la búsqueda de profundidad en la que siempre estuvo inmerso Leonardo, utiliza en primer lugar la
perspectiva lineal, correspondiendo la cabeza de Jesús al punto de fuga, de esta manera convierte a
Jesús en el centro de atracción de la obra cuando todas las líneas confluyen en El.
Además utiliza el color, intercalando claros y oscuros, a la vez que los perfiles más alejados son borrosos
y azulados en el caso del paisaje que se insinúa por la ventana (perspectiva aérea, que ya utiliza en a “La
Virgen de Las Rocas”)

La luz que utiliza llega desde dos puntos, el primero desde el fondo, a través de las tres ventanas (otra
vez una tríada, al igual que los tres verticales claros a la derecha de la imagen) y hay una segunda fuente
de luz, tenue por demás y que solo busca matizar la pintura, desde la izquierda del observador y que
corresponde a la de la verdadera ventana del refectorio. Leonardo está tratando de crear un
trampantojo, al copiar las instalaciones del refectorio, salvo por el nivel del punto de vista del
observador. De hecho, hasta los manteles y la vajilla eran iguales a los del refectorio, como para que los
monjes Dominicos se sintieran acompañados por Jesús al comer.

Hay un aspecto en las pinturas de Leonardo importante de resaltar: las manos de las figuras. Para
Leonardo las manos dicen todo lo que no dice el resto del cuerpo, además las usa como medio de
direccionar la acción y unir a las figuras en un solo tema comunicándolas entre sí; resalta en esta pintura
una mano en una posición extraña, la de Simón Pedro escondiendo un cuchillo, que con la actitud
corporal agresiva, pareciera presagiar el corte de oreja que protagoniza en el Monte de los Olivos,
aunque aquella ocurrió con una espada. Leonardo en esta obra logra con éxito mostrar las reacciones de
sus discípulos con expresiones corporales y faciales que se adelantan al barroco en ese aspecto, logró
estudiar a los principales discípulos basado en las Sagradas Escrituras y colocó a los más conocidos en el
centro de la acción, rodeando a Jesús de manera de darle más peso a la obra.

Mucho que hablar ha dado esta obra, por demás magnífica a pesar de su estado, decenas de amigos de
lo oculto que le atribuyen a la obra cierto nivel de esoterismo, que puede ser verdad, pero no es tema
para un diplomado de arte; Dan Brown con su Código Da Vinci fue quizás el más importante. También se
menciona y es muy posible que esto sea verdad que en la última tríada a la derecha se encuentran a
Platón, Ficino y quizás el mismo Leonardo, se junta a dos famosos filósofos para simbolizar el diálogo
filosófico que lleva a Cristo; hay comentarios también sobre el nudo en el extremo derecho del mantel ,
que cuelga inocentemente pero que le asignan significados de los más variados, unos dicen que con eso
se quiere demostrar que hay una mujer en la mesa (…) y con eso llegan a que el discípulo Juan es en
realidad María Magdalena (como se sugiere en el libro de Don Brown), otros afirman que un nudo
puede ser un vínculo y por ello se refuerza la tesis de la tríada filosófica.
BIBLIOGRAFIA

Jack Wasserman, “Leonardo Da Vinci”, Harry N. Abrams, Inc. New York, 1994, pp 92-103

Vicente Camarasa, blog “Una Mirada artística al mundo”, 20 abril 2013, “Leonardo Da Vinci: La Ultima
Cena. Análisis y comentario”. http://sdelbiombo.blogia.com/2013/042001-leonardo-da-vinci-la-ultima-
cena.-analisis-y-comentario.php

Ana Molinero, 19 enero 2010, “La representación del espacio. Ensayos e investigaciones”
http://yomenosquenadie.blogspot.com/2010/01/la-representacion-del-espacio-ensayos-e.html

Museo de Milán, sin fecha de publicación. https://www.milan-museum.com/es/ultima-cena-


leonardo.php

Juan Ortíz, blog “El Cajón de Grisom”. “Historia de una imagen: El milagro de la Ultima Cena”.
http://www.elcajondegrisom.com/2015/03/el-milagro-de-la-ultima-cena.html

WIKIPEDIA, tema: “La Ultima Cena (Leonardo da Vinci)”. http://sdelbiombo.blogia.com/2013/042001-


leonardo-da-vinci-la-ultima-cena.-analisis-y-comentario.php

Blog Anónimo, “Desde Milán: Cartas de una Española”. “La Ultima Cena de Da Vinci: Origen de MIsterios
y Esoterismo II”, septiembre 17, 2013. http://sdelbiombo.blogia.com/2013/042001-leonardo-da-vinci-
la-ultima-cena.-analisis-y-comentario.php

J. Craig Vener Institute, “Leonardo Da Viinci DNA Project”. Principal Investigator: Karen E. Nelson PhD.
https://www.jcvi.org/leonardo-da-vinci-dna-project
LA ULTIMA CENA DE LEONARDO DA VINCI

FERMIN J. BASTERRECHEA T.

Diplomado “La Historia del Arte Occidental”

Prof. Miriam Berrizbeitia

UNIVERSIDAD METROPOLITANA

Caracas 03 de febrero de 2019

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