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En nuestro país, la gran mayoría de la escuela de educación media dan poca o nula

importancia a la educación artística, la mayoría de las veces se encuentra relegada


debido a que se les da más importancia a los campos de formación académica y,
en respecto al programa, si queda tiempo se dedica a actividades referentes al arte.

Es muy poco lo que se incluye y apoya a la educación artística, a pesar que en el


nuevo modelo educativo 2017 se plantea como área de desarrollo personal y social,
siempre está destinada a segundo término en relación a los campos de formación
académica, es considerada como apoyo, de complemento o auxiliar.

Se puede señalar que en el nivel de educación Preescolar es donde recibe el


aprecio predominante, eso en comparación de los demás niveles de educación, es
decir, no existe una continuidad en educación primaria, este es el nivel donde se le
ha dado menor importancia, consecutivamente en educación secundaria se
fragmenta en vez de impartirse integralmente y en los niveles restantes es
muchísimo menor la importancia que se le da.

Por otra parte, se observa que existen docentes que no tienen una preparación es
esta área, son pocos los espacios para docentes que poseen los conocimientos en
educación artísticas. Por esto la danza, la música, la pintura y el teatro queden
limitados a pocos individuos que asisten a institutos o talleres especiales; y aunado
a que no en todas las ocasiones realizan la enseñanza de acuerdo con la pedagogía
que es requerida.

Uno de los propósitos de la educación artística es desarrollar las competencias


auditivas, visuales y corporales, esto para que tenga una formación como
espectador, oyente o una ser sensible a la calidad artística de su contexto cultural y
natural.

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Es un método de enseñanza que beneficia al individuo a regular sus emociones
mediante la expresión artística, y esto contribuye en el educando desde edad
temprana a desarrollar destrezas y habilidades motoras y sensoriales, así como su
desarrollo cultural.

Cuando se pensó en incluir el arte a la educación no se tomó en cuenta al


estudiante, ya sea al niño o al adolescente, si no en aspectos técnicos. En cuestión
de la música se les enseñaba únicamente a cantar o tocar un instrumento, no se les
enseñaba a escuchar, en artes plásticas solo los más dados podían trabajar con
este sistema, porque copiaban las grandes obras ya sea esculturas o estampados,
no se les endeñaba a observar.

Los pedagogos y psicólogos como John Lock, Commenius y J. J. Rousseau, a partir


del siglo XVII , realzaron que el arte podía servir como un componente educativo,
dando importancia con ello a dos valores: el psicopedagógico-expresión-
comunicación y el artístico-creador-emotivo, siendo insistentes en la idea de que
estos son medios de comunicación, deben ser enseñados todos, asi como se realiza
en el lenguaje y comunicación y el pensamiento matemático.

Tanto n la concepción como en la apreciación de una manifestación estética es


cuando realmente da pie a despertar la idea del respeto al desarrollo del individuo
en el terreno educativo, lo que es de más interés, es considerar a esta manifestación
como parte de una expresión libre y no como la recreación innecesaria de cánones
estereotipados.

La pedagogía del arte comenzó a gestarse en la primera mitad del siglo XIX, esto
en base de las ciencias de la educación, da comienzo la producción de programas
partiendo del conocimiento del alumno.

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En cuestión a la enseñanza de la educación artística, se destaca que la educación
en México presenta un enorme rezago histórico. Se comprende con facilidad esta
lamentable situación cuando revisas los planes y programas de estudio de las
escuelas normales y los programas oficiales de la educación básica. En la
educación artística su función asignada, tanto en el tiempo destinado a su cultivo
como en su concepción teórica, ha sido simplemente suplementaria, excepto en la
educación preescolar.

En el nuevo modelo educativo 2017 se reconoció la necesidad que existe en la


educación artísticas de tener sus contenidos bien especificados, mejor calidad y una
mayor cobertura. Y lo que es más destacado es: que eleva a las artes en el círculo
de la educación básica al nivel de la formación matemática, científica y humanística.

Esto no es nada nuevo, recordemos que el sexenio del presidente Vicente Fox
Quesada las redes tecnológicas y programas específicos, funcionaron como
instancias mediadoras, para promover el acercamiento del arte a la educación, en
el 2001 se conformaron, la red de las artes para las teleaulas, el Centro Nacional de
las Artes con sus siglas CENART, se fundó dentro del sistema Edusat, el canal de
las artes con una programación específicamente vinculada con las artes y una de
las barras principales es La formación docente en la educación por el arte, el
Programa Nacional de Educación Artística con sus siglas PNEA, que su propósito
fundamental era estimular la investigación y la educación artística, el Programa de
Apoyo a la Docencia, Investigación y difusión de las Artes con sus siglas PADID y
la creación de una la maestría en Desarrollo Educativo en CONACULTA-CENART.

Las concepciones acerca del arte son muy diversas, la ha explicado psicólogos,
artistas, filósofos y educadores, el arte es considerado como medio para descargar
energías, como una actividad 100% placentera; como una forma de evadir la cida
cotidiana; como la posibilidad de obtener el orden, una integración equilibrada

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yarmoniosa ante situaciones ininteligibles o contradictorias de la realidad; como una
forma de cuestionar lo establecido o como la posibilidad de obtener un aprendizaje
emocional motivante.

El arte y el valor que su práctica cotidiana puede tener en la formación educativa de


cada individuo, ha sido razón de estudio por partes de pedagogos, filósofos,
psicólogos, artistas, terapeutas y educadores. Esa inquietud está presente en la
concepción filosófica de Platón, han sido estudiadas y retomadas por investigadores
de mucha trascendencia: Lev Vigotski, Herbert Read, Viktor Lowenfeld, Rudolf
Arnheim, Bogdan Suchodolski, Arno Stern, Howard Gardner y Rudolf Steiner.

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1- Platón (427 - 347 a. C.)

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Hace veinticuatro siglos, Platón formuló los principios del ideal educativo griego y la
tesis de que el Arte debe ser la base de toda forma de educación natural y
enaltecedora.

Platón propuso una educación estética que brindara armonía tanto al cuerpo como
a la mente, considerando al arte como el mejor instrumento de educación temprana
y el único que puede penetrar en las profundidades del espíritu humano. Para él,
toda gracia de movimiento y armonía de vivir están determinados por el sentimiento
estético, por el reconocimiento del ritmo y la armonía. Estas cualidades intervienen
en la pintura, en la música, en la danza, en el tejido, en la arquitectura, en los objetos
cotidianos, en la constitución de los cuerpos vivientes y de todas las plantas. La
ausencia de ritmo y gracia son consecuencias de una mala formación y de un mal
carácter.

En su obra “La República” manifiesta:

Dado que la armonía lo llena todo, dado que es el principio mismo de coherencia
del universo, este principio debería constituir la base de la educación, de modo que
nuestros jóvenes, al igual que los habitantes de una región sana, puedan sacar
provecho de todo y, sea cual fuere el lugar desde donde la emanación de las obras
bellas llegue hasta sus ojos y oídos, la reciban como una brisa que sopla salud de
tierras salubres y les gana imperceptiblemente desde su más temprana infancia
para la semejanza, el amor y la armonía con la verdadera belleza de la razón.

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2.- Lev Vigotski (1896 - 1934)

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Cuando en 1930, L. S. Vigotski publica su obra “La imaginación y el arte en la
infancia”, presenta en ella una visión muy avanzada de los valores y problemas de
la expresión infantil.

Para Vigotski, es precisamente la actividad creadora del hombre la que hace de él


un ser proyectado hacia el futuro, un ser que contribuye a crear y que modifica su
presente. Por eso, una de las más importantes tareas de la educación es: fomentar
la capacidad creadora para el desarrollo general y la madurez del niño.

Esta actividad creadora se aprecia ya, con todo su rigor, en los primeros años de la
infancia, donde encontramos procesos creadores que se reflejan, sobre todo, en
sus juegos. Allí los niños demuestran ejemplos de la más auténtica y verdadera
creación. Al jugar reelaboran las experiencias vividas creativamente y,
combinándolas entre sí, edifican realidades nuevas acordes con sus aficiones y
necesidades. El afán que sienten de fantasear las cosas es reflejo de su actividad
imaginativa.

Según Vigostki, la imaginación es una función vitalmente necesaria que no aparece


repentinamente, sino que se desarrolla a lo largo del proceso de crecimiento del
niño con lentitud y gradualmente, ascendiendo desde formas elementales y simples
a otras más complejas. Su madurez sólo se alcanza en la edad adulta y su actividad
tiende a ser creadora, dinámica y transformadora.

Es evidente que la capacidad creativa de la imaginación se encuentra en relación


directa con la riqueza y la variedad de experiencias acumuladas. Cuanto más rica
sea la experiencia humana, tanto mayor será el material del que dispone esa
imaginación. Por eso, es necesario ampliar la experiencia del niño si queremos
proporcionarle una base suficientemente sólida para su desarrollo. Cuanto más vea,

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oiga y experimente, cuanto más aprenda y asimile, y cuantos más elementos reales
disponga en su experiencia, tanto más considerable y productiva será su
imaginación, pues la fantasía construye siempre con materiales tomados del mundo
real. Las mayores fantasías no son más que nuevas combinaciones de los
elementos tomados.

Vigotski concede un importante valor educativo a las actividades de expresión


artística. Mediante el dibujo, la pintura y el modelado, el niño y el adolescente
pueden expresar más fácilmente sus inquietudes, adquirir un nuevo lenguaje que
amplíe sus horizontes, ahondar en sus sentimientos y crear nuevas imágenes. A
través de las diversas técnicas artísticas lograrán nuevos hábitos de trabajo y
conocimientos profesionales, aprendiendo a dominar materiales y métodos
especiales de expresión.

Para Vigotski, la creación literaria y el arte del teatro, en combinación con las clases
tecnológicas y los ejercicios artísticos, es lo más valioso de que dispone el profesor
para el intenso desarrollo de la imaginación de sus alumnos.

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3.- Herbert Read (1893 - 1968)

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Herbert Read retoma la tesis planteada por Platón y, en su libro “Educación por el
Arte” considera que el Arte debe ser la base fundamental de la educación, e insiste
en los beneficios educativos que podrían surgir de su práctica.

Para Herbert Read, la educación artística debe abarcar todos los modos de
expresión individual, configurando un enfoque global de la realidad que dé lugar a
una educación estética. Según él, ninguna otra materia puede originar en el niño un
desarrollo tan integral que tenga en cuenta imagen y concepto, sensación y
pensamiento, así como un conocimiento instintivo de las leyes del universo y un
hábito o comportamiento en armonía con la naturaleza. En esta propuesta de
educación cobra una gran importancia la educación de los sentidos que,
relacionados con el mundo exterior, construyen una personalidad integrada.

Para Herbert Read, la finalidad general de la educación, así como la del arte,
debería consistir en fomentar el crecimiento de lo que cada ser humano posee de
individual, armonizando la individualidad así lograda con la unidad orgánica del
grupo social al cual pertenece.

Una manera singular de hablar o de sonreír, contribuye a la variedad de la vida. Una


manera singular de ver, de pensar, de inventar, de expresar pensamientos o
emociones puede ser de incalculable beneficio para la humanidad. Pero la
singularidad carece de valor práctico en el aislamiento.

Una educación dirigida exclusivamente hacia el pensamiento lógico, produce una


incapacidad para la actividad imaginativa y el placer sensorial. Por eso, es
fundamental una educación estética que potencie el desarrollo de las cuatro
funciones principales de los procesos mentales: pensamiento, sentimiento,
sensación e intuición. Además, el equilibrio psíquico, base de toda estabilidad e

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integración intelectual, sólo es posible cuando se permite o se alienta esa
integración del inconsciente, lo que sucede especialmente en todas las formas de
la actividad imaginativa: ensueños, elaboración espontánea de la fantasía,
expresión creadora en colores, líneas, sonidos y palabras.

Estudioso del paralelismo existente entre tipos psicológicos y estilos artísticos,


Herbert Read ve en el arte la mejor guía para un sistema de educación que
considere, en alguna medida, las variedades naturales de temperamento y
personalidad. Uno de los objetivos del profesor debe ser: lograr el mayor grado de
correlación posible entre el temperamento del niño y sus modos de expresión,
puesto que, según el alcance de desarrollo de los procesos mentales y la
combinación de los mismos en un determinado individuo, tendremos los diferentes
tipos de personalidad, que darán lugar a diferentes tipos de arte. No existe un tipo
de arte al que deban conformarse todos los tipos de personas, sino tantos tipos de
arte como tipos de individuos. El arte significa algo más que un reflejo de las
particularidades de cada temperamento individual. Cada tipo de arte es la expresión
legítima de un tipo de personalidad.

El lugar para el arte en el sistema educativo es de vastos alcances, pero hay que
reconocer que, para muchos docentes, es más difícil desarrollar la expresión,
ejercitar la imaginación y estimular la actividad mental voluntaria, que enseñar
mecánicamente. Herbert Read hace responsable al sistema educativo del declive
hacia las actividades artísticas que el niño suele manifestar cuando llega a la
preadolescencia. Considera que recargar el programa de estudios con materias y
actividades lógicas, va en detrimento de las actividades artísticas que podrían
contribuir muy bien al desarrollo integral, a mejorar la sensibilidad y formar personas
que aprecien la belleza y el valor de las creaciones de los demás.

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4.- Viktor Lowenfeld (1903 - 1960)

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Las investigaciones de Viktor Lowenfeld han supuesto una importante aportación a
la enseñanza y, en gran medida, gracias a él la educación artística ha llegado a
conocerse y a ocupar un destacado papel en los sistemas escolares y en la práctica
de cada centro.

Su libro “Desarrollo de la capacidad creadora”, ha sido y continúa siendo la obra


más completa, útil y bien documentada para el área artística desde la educación
infantil hasta la secundaria. Esta obra ha sido completada con las nuevas
aportaciones de W. Lambert Brittain. En ella se ofrece una visión coherente,
innovadora y bien contrastada en la experiencia de lo que debe ser la enseñanza
artística.

Lowenfeld supo combinar una exposición convincente de los argumentos


educativos y estéticos de su teoría de la educación artística con indicaciones
precisas sobre objetivos, técnicas, materiales, actividades y valoraciones
adecuadas a la expresión plástica de los niños. Para él, las actividades creativas
adquieren significado cuando se comprende la relación y dependencia dinámica del
crecimiento, el desarrollo y la creación.

Según Lowenfeld, el arte es una actividad dinámica y unificadora y desempeña un


papel potencialmente vital en la educación. El dibujo, la pintura o las actividades de
construcción plástica constituyen un proceso complejo, en el cual el niño reúne
diversos elementos de su experiencia para formar un conjunto de nuevo significado.
En este proceso de seleccionar, interpretar y reformar esos elementos, el niño nos
da algo más que un dibujo o una escultura, nos proporciona una parte de sí mismo:
cómo piensa, cómo siente y cómo ve.

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Considera que lo importante no es el dibujo sino el niño que dibuja y tiene más valor
el proceso que la obra en sí. La meta no es conseguir obras bonitas, sino personas
seguras de sí mismas, capaces de relacionarse y disfrutar de los demás y de su
entorno, de expresar desinhibidamente sus ideas, sentimientos y emociones.

Es destacable la claridad con que Lowenfeld presenta las etapas evolutivas del
dibujo infantil, considerando que la educación artística debe respetar la evolución
natural del dibujo infantil y que los dibujos que hace un niño sean expresión de lo
que ese niño es, de cómo vive y siente su mundo, que concuerde con su desarrollo
general y con su forma propia de entender las cosas; que no sea una copia o
imitación de modelos de otros ni de los adultos.

Lowenfeld propone una educación artística eminentemente activa, creativa y


personalizada, en la que el profesor sea principalmente un elemento motivador,
capaz de crear un ambiente acogedor y espontáneo en el aula o taller, donde cada
uno se sienta satisfecho de hacer lo que hace.

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5.- Rudolf Arnheim (1904 - 2007)

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Profesor de psicología del arte en la Universidad de Harvard, investigador sobre las
formas y funciones del arte y autor de varias publicaciones entre las que cabe
destacar “El pensamiento visual”, “Consideraciones sobre la educación artística” y
“Arte y percepción visual”.

Para Rudolf Arnheim, el arte es uno de los instrumentos más poderosos de que
disponemos para la realización de la vida. Percibir en toda su plenitud, amar,
interesarse por algo, comprender, crear, descubrir, anhelar o esperar son las
acciones de toda actividad artística y, en sí mismo, el valor supremo de la vida. El
arte es un medio fundamental de orientación, nacido de la necesidad que la persona
tiene de comprenderse a sí mismo y al mundo en el que habita.

Es a través de la práctica de las artes como se potencia el desarrollo de la


percepción, sin la cual el pensamiento productivo es imposible en cualquier campo
de actividad. La percepción y la creación del arte visual serían los agentes primarios
en el proceso educativo y en el desarrollo de la mente, pues no parece existir ningún
proceso del pensar que, al menos al principio, no opere en la percepción.

El acto de pensar exige imágenes y las imágenes contienen pensamiento. Está


comprobado que, sin el uso práctico de las imágenes, apenas se produce
enseñanza ni aprendizaje en ningún campo de estudio. La mayoría de las imágenes
creadas por el ser humano incluyen elementos de expresión artística, aun cuando
no estén hechas para ese fin.

Una persona que pinta, escribe, compone o danza, piensa con sus sentidos creando
belleza, perfección, armonía y orden. Hace visibles cosas invisibles. Da expresión
al placer o al descontento. Desarrolla el sistema sensorial, que es uno de los

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principales recursos de nuestra vida cognitiva, y aprende a usar los sentidos como
condición indispensable para el funcionamiento de la mente en general.

La actividad artística es una forma de razonamiento en la que percibir y pensar son


actos que se encuentran indivisiblemente entremezclados. Las artes en general y
particularmente las artes visuales, atraen la atención del niño hacia las cualidades
específicas de cada objeto, persona, espacio, y, de esta forma, acrecientan su
conocimiento. Los primeros dibujos de árboles, lejos de ser intentos de imitación
mecánica, dan testimonio de la estructura básica de la planta. Su representación
gráfica es merecedora de todo nuestro respeto. Hacer visible un objeto significa
captar sus rasgos esenciales.

Rudolf Arnheim considera que, puesto que la percepción es siempre personal, la


representación de dicha percepción también debe ser particular de cada uno, por
eso no concibe la enseñanza artística como la práctica imitativa o copia de lo que
otras personas han representado. El artista debe ser inmune a la reproducción
irreflexiva. La copia tiende a inhibir una de las respuestas más preciosas de la
mente: conseguir una expresión con significado personal.

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6.- Bogdan Suchodolski (1903 - 1992)

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Autor de “Tratado de Pedagogía”, Bogdan Suchodolski ha sido un destacado
pedagogo y escritor polaco. Uno de sus temas preferentes es la educación que
actualmente precisamos en función de un futuro deseable.

Para Suchodolski, la educación a través del arte tiene una influencia profunda y
perdurable y unas dimensiones diferentes a las de la instrucción. La imaginación, la
expresión, la comunicación y la creatividad son elementos muy importantes,
significativos y necesarios para la vida humana. A través de la actividad artística, la
gente puede crear su propio mundo de formas y colores, sonidos y palabras,
sentimientos personales y sociales, acontecimientos y experiencias.

El arte, para Suchodolski, es el gran maestro de la imaginación y la imaginación es


un factor muy importante del desarrollo de la vida mental. Ayuda a superar la rutina
y los estereotipos, no interrumpe nunca el pensamiento, sino que, por el contrario,
lo hace más fácil y flexible, ya que nos permite superar nuestros límites y ver
aquellos aspectos de la realidad que habrían pasado desapercibidos. El artista da
una forma intencionada al material que ha escogido, descubre nuevas dimensiones
y posibilidades de nuestra existencia. Su obra puede ser identificada de manera
singular como reflejo de su vida mental y emocional.

Suchodolski nos invita a liberarnos de la creencia tradicional según la cual, el acto


de la creación es una actividad insólita que conduce a la producción de grandes
obras y objetos de valor eterno. No debemos considerar la creatividad como la
actividad de un genio, ya que la creatividad es una facultad más general de lo que
pensamos. Su práctica es determinante en la vida mental y emocional, conecta la
habilidad con la inteligencia y con la observación atenta de nuestro entorno.

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El Arte hace posible la libertad y la expresión genuina de las experiencias y los
deseos. Atravesando las fronteras de los países y pasando por encima de los
conflictos, une a personas desconocidas con lazos invisibles y crea comunidades
reales dondequiera que individuos particulares y diversos puedan encontrarse unos
a otros. El arte también crea un nuevo modelo de vida, excluye los estereotipos,
satisface las necesidades de expresión y comunicación de diversas maneras y
sobrepasa los límites de nuestra realidad.

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7.- Arno Stern (1924)

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Escritor e investigador en el campo del dibujo y la expresión infantil, sus
aportaciones son consideradas fundamentales para la comprensión de la expresión
infantil y el dibujo como instrumento de expresión.

Arno Stern se muestra crítico con la cultura actual a la que califica de consumista y
rodeada de objetos impersonales. Ante esta situación, plantea dos alternativas
educativas: o educar para consumir a ultranza o educar para crear. Su propuesta
es desarrollar en el niño un aspecto que considera fundamental para el ser humano:
la expresión y su sorprendente actividad.

Para Arno Stern, la expresión es el eco de las primeras vibraciones del organismo,
la formulación de sensaciones registradas en el interior y que sólo pueden
manifestarse a través del lenguaje plástico. Gracias al lenguaje plástico, a cada
persona le es permitido crear un universo de recambio, de compensación, un mundo
sin contrariedades, hecho y construido a la medida de sus deseos, donde la única
dimensión es la de sus emociones. La expresión en un estado de autenticidad se
encuentra en los niños pequeños, en los primitivos y en los adultos que se han
librado de ciertas influencias educativas represoras.

El acto creador es la función que engendra la expresión y, según Arno Stern, los
actos de la expresión sólo renacen al precio de una lenta regeneración,
reaprendiendo el uso perdido de sus funciones primitivas y el acercamiento a la
expresión supone una trayectoria. Cada sesión o cada proyecto realizado
atestiguan la lenta penetración en las capas profundas de la conciencia de lo que
hemos pensado, experimentado y efectuado.

La expresión se potencia en un espacio forzosamente apartado de la vida cotidiana


y de sus hábitos, donde se olvida para poder recordar el estado anterior a las

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influencias culturales. En ese lugar que Arno Stern denomina “le Closlieu”, se busca
el origen, la esencia de uno mismo y los signos a través de los cuales cada ser
singular se manifiesta mediante su lenguaje plástico personal. Estos signos son la
manifestación de las sensaciones, sentimientos y preocupaciones de cada uno. Se
trata de dar al ser humano la creatividad suficiente para que sea capaz de
construirse un futuro mejor.

No existe expresión sin libertad. La espontaneidad, la originalidad y lo sorprendente


son los procedimientos para escapar de la natural indiferencia y llegar a la calidad
artística. Aquel que se expresa no conoce ni el éxito ni el fracaso, sólo tiene el placer
de crear.

Arno Stern, después de estudiar miles de dibujos y pinturas de niños de diferentes


culturas, pudo comprobar que todos los niños de cada lugar del mundo utilizan los
mismos signos básicos en sus dibujos y por lo tanto su expresión arranca de un
código universal. Para él, la educación creadora es una práctica que desarrolla la
personalidad, es decir, que forma el carácter al mismo tiempo que enseña a vivir
con los otros. El niño que practica el acto creador adquiere una habilidad que le
ofrece seguridad.

La tarea y la eficacia del educador, según Arno Stern, está en incitar al alumno al
acto creador y ayudarle a provocar la más intensa expresión. Cuando su
intervención no va en la dirección natural requerida por el niño, ya no es una ayuda
a la expresión, sino un influjo y entonces se convierte en sugerencia.

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8.- Howard Gardner (1943)

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Psicólogo y teórico de las inteligencias múltiples, Howard Gardner ha estudiado las
capacidades cognitivas del ser humano, prestando especial atención a aquellas que
intervienen en el desarrollo y la habilidad artística de los niños. Sus investigaciones
se centran en el estudio de los códigos simbólicos humanos constituidos por:
lenguaje, gestualidad, pintura, música y otras materias esenciales en el área
artística y en su didáctica.

Howard Gardner, para quien la habilidad artística se enfoca como una actividad de
la mente, sostiene que las facultades sensoriales y perceptivas de los niños se
desarrollan mucho más rápidamente durante la infancia temprana, pues la agudeza
perceptiva del niño de dos años es muy similar al de seis años e incluso a la de una
persona madura.

En la producción de las artes visuales, Gardner valora que las obras de los niños
pequeños son tan artísticas, tan imaginativas o tan características como las
realizadas por individuos adultos; y están quizá más emparentadas con las obras
de los artistas adultos de lo que lo están las obras de los niños un poco mayores,
cuya espontaneidad ha disminuido. Existen bastantes afinidades entre el niño
pequeño y el artista adulto. Ambos desean explorar libremente, ignorar las fronteras
y las clasificaciones existentes y trabajar durante horas sin necesidad de
recompensa o estimulación exterior en un proyecto que se apodera de ellos. En
cambio, los niños no piensan en sus obras de arte del mismo modo en que lo hacen
los adultos. Producen sin referencia al ámbito artístico y están al margen de las
presiones del campo artístico y de sus valoraciones, encontrándose distantes de los
procesos artísticos de su cultura.

Gardner y otros miembros del grupo Proyecto Cero crearon el programa “Arts
PROPEL”, cuyo objetivo es proponer situaciones ricas en las que los alumnos
puedan fácil y naturalmente trabajar entre diferentes formas de conocimiento

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artístico centradas en torno a las artes visuales, la música y la escritura creativa.
Cuanto más fundamentados, ricos y significativos son los proyectos artísticos, más
eficaz será el aprendizaje y resultará más probable que los estudiantes lleguen a
apreciar su actividad.

Una técnica poderosa durante los años de escolarización es, que los niños se vean
involucrados en proyectos de envergadura y que puedan fundamentarse
directamente en las artes. A través de la participación en proyectos vinculantes, los
niños adquieren no sólo habilidades artísticas, sino también conocimiento de lo que
significa llevar una empresa significativa, con apoyo adecuado, pero no con ayuda
excesiva.

Gardner en su libro “Las cinco mentes del futuro”, manifiesta que la desaparición de
las artes en buena parte de los planes de estudio, puede acabar teniendo
consecuencias negativas no deseadas. En un futuro inmediato, aquellas sociedades
que saben nutrir y preservar la creatividad tienen una probabilidad de prosperar
mayor que aquellas otras que desalientan la creatividad, o que se limitan a copiar
aquello que auténticos innovadores ya han logrado y que sus sucesores
probablemente superarán en el futuro.

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9.- Rudolf Steiner

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"La educación no debe ser una ciencia, debe ser un arte. ¿Y dónde está el arte que
se puede aprender sin vivir constantemente en sentimientos? Pero los sentimientos
en que debemos vivir para practicar el gran arte de la vida, el arte de la educación,
sólo se dan vida a través de la observación y la contemplación del cosmos y su
conexión con el ser humano "

En 1909, Rudolf Steiner ya había esbozado los ingredientes esenciales para lo que
entonces se refirió por primera vez como el "arte de la educación". Hizo hincapié en
que el arte de la educación debe considerarse seriamente como una auténtica forma
de arte por derecho propio y no basarse en frases generalizadas, sino en un
conocimiento auténtico y detallado del ser humano.

 El arte de la educación como forma de arte por derecho propio.


 Objetivos y metas del arte de la educación.
 El arte de la educación versus el intelectualismo científico.
 El maestro como artista.
 Sensación artística / estética en el arte de la educación.
 La base espiritual científica para el arte de la educación.
 El papel de las artes en el arte de enseñar.
 El papel de las artes en la formación para el arte de la enseñanza.
 Desafíos sociales en el arte de la educación.

La forma integral en que estos temas se articularon consistentemente en el contexto


de la práctica docente sustenta la premisa subyacente de que educar es
esencialmente una tarea artística. Como con todas las formas de arte, el arte de
enseñar exige una base en las habilidades necesarias para el desarrollo de la
sensibilidad sensorial refinada que puede ponerse entonces al servicio del
pensamiento creativo. Y como cualquier artista auténtico, el educador está

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estrechamente e íntimamente ligado a su medio, pero en este caso aún más, pues
tanto el sujeto como el objeto de su práctica son el ser humano en desarrollo.

El sentimiento artístico como órgano de la cognición; independientemente de lo que


signifique -y tiene muchos matices de significado- la expresión "sentimiento
artístico" implica claramente el ejercicio de una capacidad de percepción y juicio
estético. Sugiere un modo específico de discernimiento elevado, ajustado, a través
de la escolarización de la percepción, a una forma de arte particular. El músico
escucha el sonido y el tono, el pintor ve el color y la forma - de manera aguda y
aumentada cualitativamente diferente al oyente o el espectador inexperto.

Si bien un órgano de los sentidos predominante puede estar involucrado en el


proceso, la participación total de la vida cognitiva, afectiva y volitiva del artista está
implícita. El ser entero del artista está involucrado, con cualidades de atención en
juego que han sido educadas conscientemente para convertirse en órganos
elevados de percepción e intuición. Esto es especialmente cierto en el sentimiento
artístico en relación con el "gran arte de la vida", donde no se puede esperar que un
solo sentido domine; De hecho, todos los sentidos, los del cuerpo, los del alma y del
espíritu, estarán plenamente comprometidos.

Pero, ¿cuál es la base objetiva sobre la cual el maestro de arte puede justificar la
participación de esta cualidad especial de sentimiento? Una condición fundamental
y científica de cualquier juicio cognitivo es el rigor objetivo del proceso involucrado
en su realización. Una característica distintiva de tal proceso es que cualquier
intrusión subjetiva sea sistemáticamente desterrada del campo de la investigación.
Pero los sentimientos son subjetivos. Entonces, ¿cómo puede el estado de ánimo
involucrado en el arte de enseñar ser simultáneamente subjetivo y objetivo? Si los
educadores han de tomar la práctica de la enseñanza y la escolarización de la
percepción sobre la base del sentimiento artístico con cualquier convicción,

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entonces inevitablemente se enfrentan con el desafío de encontrar una explicación
satisfactoria de este dilema para sí mismos.

En el ámbito de la creatividad artística, el logro de tal convicción exige más que la


lógica transparente normalmente requerida para alcanzar tal certidumbre dentro de
un contexto científico. ¿Qué es esto más? Una aproximación a una respuesta es
examinar más detenidamente hasta qué punto cualquier acto auténtico de juicio
cognitivo puede ser considerado como puramente objetivo. A este respecto, los
comentarios de Rudolf Steiner sobre la disputa entre Brentano y Sigwart ponen de
relieve el papel del sentimiento en la formación de juicios. Según Rudolf Steiner,
mientras que la objetividad de tal juicio puede ser vista como manteniendo su
validez dentro del contexto del propio proceso de pensamiento, la interacción de los
sentimientos debe considerarse - dentro del acto del juicio como un todo - como un
elemento necesario pero separado por el cual se confirma la "corrección" del
resultado.

Ahora bien, un proceso artístico combina actividades cognitivas y creativas


simultáneamente en el acto creador, y al hacerlo está totalmente de acuerdo con
los actos de juicio tal como se caracterizan más arriba. Esto es especialmente
evidente en las artes escénicas en la obra, digamos, de un actor, bailarín, cantante
o músico proficiente. La creatividad une un acto de voluntad con un proceso de
pensamiento. Combina la voluntad consciente y el pensamiento viviente en una
interacción con el carácter afirmativo de la "rectitud del juicio" basada en el
sentimiento. Esta capacidad especial para el sentimiento artístico impregna todo el
proceso creativo desde la concepción hasta la representación. Incluso el público no
puede ser concebido como espectadores separados. En muchos aspectos, la
creatividad del intérprete atraerá a la audiencia como co-participantes, intentando
en cierto sentido mantener y conectar su voluntad con el proceso artístico. Sin
embargo, el desprendimiento estético todavía se mantiene en un grado suficiente
para permitir al arte o amante de la música la libertad de ejercer su capacidad de
discernimiento crítico objetivo: un discernimiento que interactúa simultáneamente

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con su propia implicación subjetiva con la voluntad creativa del artista intérprete o
ejecutante; Y, una vez más, a través de un refinado sentimiento artístico.

En una actividad artística auténtica, es sólo a través del desarrollo de un


discernimiento cognitivo consciente, junto con el rigor de un entrenamiento continuo,
prácticamente basado en la voluntad y la escolarización/educación de los sentidos,
que el sentimiento artístico puede ser despertado, nutrido y desarrollado. La
demanda es que los dominios subjetivos y objetivos sean educados
simultáneamente, entretejidos sin fronteras entre los dos. Tales cualidades de juicio
y sentimiento artístico no pueden ser nutridas y desarrolladas a través del
pensamiento reflexivo y el discurso teórico solamente, sino principalmente a través
de un compromiso graduado, permanente y práctico con el medio artístico en
cuestión -en el caso del artista-maestro, los niños.

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10.- María Montessori

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El arte es una de las actividades que más diferencian al hombre del resto de los
seres vivos, siendo una pieza clave en nuestro desarrollo y evolución como especie.
Aunque existieron culturas que no tuvieron la necesidad de crear un sistema
lingüístico o numérico, ninguna ha podido evitar desarrollar su propia visión artística,
pues es mediante el arte, que los seres humanos han sido capaces de expresar la
manera en la que perciben las cosas, sus deseos, temores, creencias y emociones.

El dibujo, la pintura y la escultura llevan a los niños a construir una representación


de cómo piensan y la manera en la que ven el mundo; este es un proceso en el que
el pequeño procesa lo que percibe en su entorno y lo reinterpreta con lo que siente
en su interior. A un nivel emocional, las artes plásticas ayudan a que los niños forjen
su personalidad, desarrollen su creatividad y mejoren su autoestima; haciéndoles
más fácil expresar sus sentimientos, deseos y emociones.

En su libro “The Discovery of the Child”, María Montessori menciona la manera en


la que el dibujo es beneficioso en la formación de los niños: “No enseñamos el dibujo
por el dibujo, sino para proporcionar la oportunidad de preparar los instrumentos de
expresión… Esto es una verdadera ayuda para el dibujo libre, que, al no ser
desagradable ni incomprensible, estimula al niño a continuar”. Su enfoque se
concentra en establecer las bases dentro de cada niño, para que este puede tener
éxito a través de su propia iniciativa, mientras crea en él una conciencia y
apreciación artística de su entorno.

La pintura ayuda a que los pequeños mejoren su psicomotricidad fina, perfeccionen


su habilidad en el manejo de objetos y afinen su noción espacial. Al momento de
pintar, los niños fortalecen los músculos de los dedos y las manos, permitiéndoles
realizar movimientos controlados, mientras estimulan inconscientemente sus
diversas conexiones cerebrales; los conjuntos de todos estos elementos preparan

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al niño para realizar actividades complejas como la escritura, haciendo su proceso
de aprendizaje mucho más sencillo.

El hombre ha utilizado la música como medio de expresión durante siglos y esto no


es una casualidad, pues la música tiene enormes beneficios en el desarrollo
creativo, cognitivo e intelectual, siendo capaz de estimular diferentes secciones del
cerebro, incluso el hemisferio izquierdo, encargado del aprendizaje del lenguaje, los
números y el uso de la lógica.

Los niños que han sido estimulados musicalmente desde sus primeros meses,
suelen desarrollar una mayor habilidad a la hora de resolver problemas matemáticos
y en el aprendizaje tanto de la lectura, como también de la escritura. Aprender a
tocar un instrumento musical, es beneficioso en el desarrollo de la coordinación, la
expresión corporal, la concentración y en la capacidad de comunicarse con otras
personas; permitiéndoles establecer relaciones sociales más fuertes y facilitarles el
trabajo en equipo.

La Dra. Montessori reconocía la música como la llave que logra abrir las puertas del
corazón de los niños y sostener su espíritu. En su libro “La autoeducación en la
escuela elemental”, resalta la importancia de la música en los infantes y el rol que
debe jugar dentro de la educación: “Hoy se busca la forma de poner a la mano del
pueblo la música con conciertos en plazas públicas, acercándola a las masas
sociales; sin embargo, es la educación la que debe realizar este proceso: Sin la
educación musical adecuada, tendremos un pueblo de sordos a quienes les es
negada la posibilidad del regocijo musical”.

A la par de su filosofía, María Montessori tenía un enfoque indirecto sobre la


educación artística, en el cual, las bases son colocadas, brindándole la libertad al

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niño de explorar y encontrar sus propias respuestas. Es importante resaltar que por
más beneficiosa que una actividad artística pueda ser, no hay que imponerles a los
niños realizarla si ellos no lo desean, pues la educación artística únicamente es
efectiva cuando se enseña de manera natural, como parte de una formación integral
y nunca como una obligación.

«El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro


frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los
padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la
educación desde el comienzo de la vida podría cambiar
verdaderamente el presente y futuro de la sociedad. Tenemos que
tener claro, eso sí, que el desarrollo del potencial humano no está
determinado por nosotros. Solo podemos servir al desarrollo del
niño, pues este se realiza en un espacio en el que hay leyes que
rigen el funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo tiene
que estar en armonía con todo el mundo que nos rodea y con todo
el universo».

María Montessori

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11.- Elliot Eisner

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Eisner argumentó que el currículo que incluía música, danza y arte era esencial
para desarrollar habilidades de pensamiento crítico en los niños.

Quien proviene del campo de la plástica y ha profundizado también en el tema de


las artes y la educación. Eisner nos habla de la importancia de los sentidos en la
formación de concepciones, de la transformación de éstas en formas de
representación con las cuales los seres humanos hacen públicas sus experiencias
individuales, y de la necesidad de que la educación procure el cultivo de la
inteligencia en las diversas maneras en que ésta ópera y contribuya al desarrollo
de diferentes formas de alfabetismo.

Para Eisner, uno de los problemas que definen el tipo de educación que predomina
en nuestras instituciones tiene que ver con la forma como es entendida la cognición.
Generalmente se asume una concepción estrecha de la misma, asociándola
solamente con los procesos que implican el conocer. Por lo que Eisner aclara la
necesidad de entender la cognición en un sentido amplio, no disociada de la
afectividad. Cognición y afectividad, nos señala, son dos procesos que ocurren de
manera simultánea y que comparten la misma realidad dentro de la experiencia
humana. Si entendemos la cognición desde esta perspectiva, podemos reconocer
que el sentir forma parte del propio proceso de conocimiento y que “[...] no puede
haber actividad cognitiva que no sea también afectiva”. Una vez que se ubica al
sentir como parte del conocimiento, se abre la posibilidad de considerar la
importante función de los sentidos y su papel en la conformación de la vida
cognitiva.

Para Eisner los sentidos son sistemas de recolección de información y los medios
que aportan el material con el cual se construyen las concepciones. Afirma que:
“Los sentidos proveen el material para la creación de la conciencia.” Eisner coincide
con Arnheim al reconocer que la percepción es en sí misma un hecho cognitivo”

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experimentar las cualidades del sonido, tacto, gusto, requiere atención, selección,
comparación y juicio”.

A través de nuestro sistema sensorial, nos dice Eisner, aprendemos a leer las
cualidades del entorno. La vista, el oído y el tacto no sólo nos permiten leer la
escena; funcionan también como recursos por los cuales nuestras experiencias
pueden ser transformadas en símbolos. [...] Lo que vemos, oímos y tocamos
constituye la materia a partir de la cual se crean las formas de representación.

Eisner define a las formas de representación como los medios expresivos que
sirven para trasmitir a otros las concepciones creadas en la experiencia individual.
Las formas de representación, nos dice, se manifiestan de diversas maneras, por
medio del lenguaje, de los números, de la música, de la danza, de las artes
plásticas, etc. Es a través de ellas que podemos establecer puentes de
comunicación con otros seres humanos y hacer público el conocimiento privado.

Afirma que cada forma de representación es una manera muy específica de decir
y expresar las ideas y los sentimientos. Así también cada forma de representación
posee sus propios procedimientos y técnicas, y sus cualidades únicas para
expresar ciertas ideas que otras formas no podrían expresar. Existen ideas que
pueden ser expresadas de manera muy clara y espléndida a través de la palabra,
pero existen otras que podrían ser expresadas en forma más intensa y apropiada,
por ejemplo, a través de la imagen visual.

La escuela, nos dice Eisner, debiera ser el espacio en donde se brinde la


oportunidad para el desarrollo de las diferentes aptitudes y para la promoción de
las múltiples formas de inteligencia. Considera que la escuela actual limita las
formas de representación a las palabras y los números, lo cual genera

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desigualdades educativas; para él existen otras fuentes de la comprensión humana
como pueden ser la música, la poesía, la danza, la arquitectura, los ritos y rituales
de un pueblo, los refranes, la comida, etcétera.

Eisner hace énfasis en la necesidad de que la escuela promueve la diversidad


curricular y la equidad educativa. El estudiante debe encontrar en la escuela la
oportunidad de experimentar con diferentes formas de representación y la
posibilidad de elegir aquella que corresponda a sus aptitudes y que satisfaga
plenamente sus intereses. “Lo que nosotros buscamos en educación es el cultivo
de la inteligencia en las diversas formas en que es capaz de operar”.

El individuo, afirma Eisner, al desarrollar sus capacidades específicas, contribuye


al bien común, ya que “en la vida real los diferentes individuos representan su
experiencia de diferentes maneras; y porque lo hacen, la cultura en general se
enriquece”.

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La escuela está regida por la prioridad educativa que marca el currículo y el
desarrollo de la sociedad, dándole menos importancia a la condición formadora de
la educación y su misión humanista, dejando un hueco en el que a través de cual
filtra sus engreimientos el modelo empresarial y en el diseño de programas
educativos tiene una influencia muy recalcada. Mediante estas nuevas prioridades
que son el arte, las humanidades y las ciencias sociales cada día pierden más
espacio. Mientras los contenidos curriculares aíslan estos conocimientos y van
fortaleciendo aquellos que se relacionan directamente con las competencias
palpables para los perfiles laborales.

A esto le agregamos la falta de certeza en el porvenir, favorece que uno de los


motivos esenciales para elegir una profesión hoyen día sea el de tener seguro un
empleo para el futuro. Esto genera un rechazo generalizado de los tutores hacia la
inclinación de las profesiones que eligen los jóvenes en los campos de las
humanidades, las ciencias sociales y muy recalcado en el arte.

La perspectiva detallada nos deja ver cómo las condiciones económicas y sociales
determinan de manera importante en el lugar que la humanidad le va estableciendo
a las artes, y esto imposibilita que sean apreciadas dentro del ambiente educativo.

Son muchos y distintos los factores implicados en la problemática de la educación


artísticas y los desafíos que nos esperan como futuros docentes de educación
artística.

La educación artística no es un fenómeno aislado, por el contrario, forma parte del


entorno de la educación media. Se le vincula a este fenómeno a los procesos
políticos, sociales y económicos de México. Es enorme su complejidad y, su posible
avance y desarrollo, esto exige estudios de mayor amplitud y profundos.

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BIBLIOGRAFÍA

Rencuentro (2006) consultado el 26 de junio del 2019. Disponible en:


http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34004611

La mirada ingenua (2011) consultado el 26 de junio del 2019. Disponible en:


http://mirada-ingenua.blogspot.com/p/teoricos-que-sustentan-la-importancia.html

Montessori Lancaster (2018) consultado el 26 de junio del 2019. Disponibles en:


http://blog.montessorilancaster.edu.mx/la-importancia-de-las-artes-dentro-de-la-
educacion/

Recursos Waldorf (2017) consultado el 26 de junio del 2019.Disponible en:


w.waldorf-resources.org/es/art/anzeige-
spanisch/archive/2017/06/27/article/artistic-feeling-in-the-art-of-
education/18ab5a6e488e52d944584e8a7b9d5790/

Eisner, Elliot, Cognición y Currículum. Una visión nueva, Amorrortu Editores,


Buenos Aires, 1994, p.

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