Se denominan técnicas del cuerpo1 a las formas, actitudes y posturas, establecidas por
tradición, mediante las cuales los seres humanos, utilizan sus cuerpos para llevar a cabo un
sin número de actividades cotidianas y expresar y comunicar sus sentimientos. El término
fue introducido por el sociólogo y antropólogo francés Marcel Mauss a principios del siglo
XX. El estudio de las técnicas del cuerpo se enmarca en el ámbito de
la antropología y etnografía.2 Estas actitudes y posturas del cuerpo varían según diversos
factores tales como el contexto cultural, el sexo, la ocupación, el estatus social, las
circunstancias y la edad de las personas.
Por ejemplo la posición y balanceo de los brazos al caminar conforman una idiosincrasia
social, las mismas no son el resultado de mecanismos únicamente individuales resultado de
condicionamientos físicos y psíquicos.1 Las técnicas del cuerpo son especialmente
analizadas en estudios etnográficos,3 y como parte de los procesos de capacitación de
futuros actores de teatro,4 como herramienta que utilizan los actores en la composición de
sus personajes y en la forma en que se relacionan con los otros personajes en las obras de
teatro.
Las técnicas del cuerpo hacen referencia a comportamientos que han sido denominados en
sentido metafórico "el movimiento de la vida" o "coreografía vital" y en este sentido se las
puede interpretar como una orquestación de lenguajes corporales de los seres humanos y
en su interacción social.
Es por esta razón que en la formación de actores se presta especial atención a estas
técnicas, para realzar y hacer reflexionar sobre la forma que los diversos modos en que se
configura el cuerpo humano dependen de un sinnúmero de factores y que existen ciertos
patrones de postura y movimiento íntimamente asociados a diversas acciones y reacciones
que llevan a cabo las personas.678 Su consideración contribuye a que el trabajo de los
actores represente en forma cabal las características y vivencias de los personajes que les
toca encarnar.
Una forma de agrupamiento básica de las técnicas del cuerpo es por sexo. Claramente
existen una serie de posturas y formas de utilizar el cuerpo, que son distintas
en hombres que en mujeres. Por ejemplo, la forma de cerrar el puño. En su época, se
esperaba que una mujer por lo general dejaría el pulgar dentro de su puño mientras que un
varón mantendría su dedo pulgar por fuera del puño; o la forma de arrojar una piedra:
mientras que la mujer la arrojaría generalmente en un plano vertical el hombre tendería a
arrojarla en un plan horizontal.1 Hoy los estudios culturales se ocupan de explicar que ciertas
posturas y movimientos se consideran propios del hombre o de la mujer porque los
individuos reproducen lo que socialmente se espera de ellos.10
También es posible organizar un tratamiento de estas técnicas del cuerpo utilizando los
estadios por los que atraviesa el ser humano en su vida; claramente un bebé, un niño, un
adolescente, un adulto joven, un adulto y un anciano, poseen ciertas posturas y formas de
acomodar su cuerpo que son características de la edad.