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Bosque Natural El

Cañoncillo
Los reinos moche, chimú, inca, gallinazo y cupisñique eligieron entre sus dominios
una misma tierra, lo que hoy es el Bosque Seco El Cañoncillo, una maravilla natural
que rodea la grandeza de cinco civilizaciones.
“Nos estamos aferrando a la vida”, nos cuenta
Armando Ventura, Presidente del Comité de
Administración de la Cooperativa Tecapa, que tiene el
cuidado del Área de Conservación Privada
Cañoncillo, el único bosque de algarrobo que queda
vivo en el departamento de La Libertad.

La ficha técnica
Personas de Contacto:

Sixto Armando Ventura Reyes


Teléfonos:

044-311226 / 949680835
Correo:

adm_canoncillo@bosquecanoncillo.com / www.bosquecanoncillo.com

Clic aquí para enviar correo


Ubicación:

La Libertad
Extensión:

1,310.90 ha
Norma:

R.M. Nº 0804-2004-AG, Fecha de Publicación 22.09.04


Vigencia:

10 años
Objetos de
Conservación:
 Conservación del Bosque seco costero y sus lagunas Gallinazo y La Larga
 Reforestación de algarrobos a manera de evitar el avance de las dunas y el “arenamiento”
 Preservar los yacimientos arqueológicos de las culturas Moche, Chimu, Inca, Gallinazo y
Cupisnique

Más de cien mil árboles de algarrobo cubren este desierto de arena de mil
trescientas diez hectáreas. Caminar dentro de este lugar es encontrarse con
árboles milenarios con más de veinte metros de altura y de hasta cinco metros
de circunferencia. La fruta que da este árbol le llaman algarroba y es utilizado
para preparar algarrobina y café de algarroba, además de ser muy usado como
alimento de ganado. A pesar de su importancia, son cada vez menos las
personas que se preocupan por él. Actualmente son solo ocho personas que
superan los cincuenta años. Ellos están pidiendo ayuda. El dinero no les alcanza
y cada vez hay más personas que depredan el bosque.
Rico por todos lados
Dentro del bosque, se encuentra una ciudadela de barro con restos pre incas
bautizado como el Complejo Arqueológico El Cañoncillo. Entre a caminar para
apreciar los restos y sorprenderse con lo que fueron grandes muros de barro en
medio de las dunas. En el 2001, el Instituto Nacional de Cultura (INC) lo
declaró Patrimonio Cultural de la Nación. Caminando entre el barro, la arena y
miles de algarrobos, se pueden encontrar al zorro costeño, que antes compartía
este hábitat con la ardilla nuca blanca y el venado costeño, que se han
extinguido. Volando alrededor habrán lechuzas, patos, zambullidores, cuculíes y
demás. Es importante que lleve sus binoculares para no perder de vista a estas
particulares especies.
Nunca te imaginas todo lo que puedes encontrar dentro. Dos oasis de agua
limpia, rodeados de verde, para refrescar el día después de una caminata.
Caballos silvestres dando vueltas y lugares para acampar con la tranquilidad
que te da un desierto repleto de algarrobos. También se pueden encontrar
distintas plantas medicinales. El concuno muy útil para el estreñimiento. El
mestrante muy bueno para los cólicos. La flor de arena para desinflamar los
riñones. Y también el popular y curativo uña de gato. A simple vista un lugar
ideal para curar todos los males.

A unirse
En el año 2000 empezaron a cuidar este bosque de manera formal. Se
formaron brigadas de guardabosques que han ayudado a detener la tala
indiscriminada de algarrobos en la zona. En el 2004 le entregaron su
reconocimiento como Área de Conservación Privada. Sin embargo, la
cooperativa, cada año que pasa, se queda con menos gente. Estaba compuesta
por 170 personas mayores y muchas han fallecido, mientras que unas otras se
fueron del lugar. Los hijos no están interesados en conservar y si no hay más
gente involucrada, este bosque podría no ser cuidado más. Solo quedan ocho y
necesitan de ayuda para seguir conservando este pedazo de desierto que se
sigue aferrando a seguir existiendo. Conozca Cañoncillo y sorpréndase de este
lugar lleno de vida.





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 Visítanos
Para llegar, lo ideal es tomar la carretera Panamericana Norte hasta la ciudad de
San Martín (Km 680), próximo al puente La Libertad sobre el río Jequetepeque y
luego tomar un colectivo hasta el centro poblado menor Tecapa. De allí, camine 20
minutos hasta el mural del bosque natural “El Cañoncillo”. Igualmente para llegar al
bosque en la ciudad de San José se aborda un colectivo a la ciudad de Santonte,
para luego caminar una hora hasta internarse al bosque y encontrar la laguna “El
Cañoncillo”. También se puede llegar en movilidad propia siguiendo las señales
desde la Panamericana y preguntando a los locales.

Para visitar “El Cañoncillo” los mejores meses son de abril a diciembre. Para
apreciar las lagunas son preferentes los meses de julio y agosto pues en esta
temporada están con mayor agua, además se reduce la población de zancudos.

El sitio es propicio para acampar, ya que por el momento no hay cabañas y es una
buena oportunidad para tener en un contacto más profundo con la naturaleza.

 Ayúdanos a Conservar
Hay distintas actividades en las que te puedes involucrar tales como:

- La miel de abejas Aby se produce en Cañoncillo, una vez al año con la floración
del algarrobo, durante los meses de octubre a diciembre y puede prolongarse hasta
marzo. Es durante esta temporada cuando la abeja transforma el néctar de las
flores del algarrobo en miel

- Ser parte de la Asociación de Guardabosques voluntarios de Bosque Seco


Cañoncillo

- Proyecto de construcción de cabañas cerca a las lagunas

- Ayuda para promover prácticas de deportes de aventura, como sandboard y


trekking

- Investigación científica a los yacimientos arqueológicos y a las especies naturales

- Asesoría jurídica en defensa del bosque.


La mejor forma de ayudarlos es conociéndolos. Vaya, tómese unos días y aprenda
con ellos todos los beneficios que la naturaleza nos brinda.

Más información vaya la página web: www.bosquecanoncillo.com

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