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RIEGO Y RIESGOS DE LA AGRICULTURA DE

SECANO EN LOS ANDES DEL PERU

ARMANDO TEALDO ALBERTI


2016

Armado Tealdo
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

RESUMEN

PRIMERA PARTE

1. MARCO GENERAL

2. CARACTERÍSTICAS DEL PAÍS

3. CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTOR


TAMAÑO UNIDAD DE PRODUCCIÓN
TIPO DE PROPIEDAD
INGRESOS

4. USO DE LA TIERRA

5. TIERRAS EN DESCANSO

SEGUNDA PARTE

1. RIESGO

2. PRECIPITACIONES
VARIABILIDAD ANUAL
VARIABILIDAD MENSUAL

3. FERTILIZANTES
USO FERTILIZANTES Y TAMAÑO DE LA UNIDAD DE PRODUCCIÓN
USO DE FERTILIZANTES Y RIEGO
USO FERTILIZANTES POR REGIÓN

4. INSECTICIDAS Y SEMILLA MEJORADA


INSECTICIDAS
SEMILLA MEJORADA

TERCERA PARTE

1. RIEGO COMPLEMENTARIO
OPORTUNIDAD
VOLUMEN
RENDIMIENTO

2. SISTEMAS DE RIEGO
FUENTES DE AGUA
POTENCIALIDADES Y CAPACITACIÓN

3. INVERSIÓN
INVERSIÓN POR HECTÁREA
INVERSIÓN EN MI RIEGO
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Armado Tealdo
INTRODUCCIÓN

El estudio que se presenta está dividido en tres partes. La Primera Parte analiza las
características del país, las del productor desde las perspectivas del tamaño de la unidad de
producción, el tipo de propiedad, y sus ingresos. Asimismo analiza el uso que se da a las tierras,
destacándose las tierras en descanso que caracterizan a los andes (sierra de acá en adelante) del
Perú.

La Segunda Parte examina el riesgo que enfrenta el productor derivado de la variabilidad de las
precipitaciones, y el efecto que tiene sobre el uso de fertilizantes y otros insumos empleados en
la producción agrícola.

La Tercera Parte presenta las características del riego complementario que se emplea en zonas
de secano, y los sistemas utilizados: Además, se analiza la inversión por hectárea tomando como
referencia la experiencia internacional y la nacional que se tiene a través de los proyectos que
han solicitado el financiamiento del programa Mi Riegoi, programa de inversión orientado a
proveer servicios e infraestructura para el uso de recursos hídricos en la agricultura, de tal modo
de reducir la pobreza y pobreza extrema en áreas situadas sobre los 1500 m.s.n.m.

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Armado Tealdo
RESUMEN
Se puede diferenciar la agricultura de riego, la de secano y a mixta. La agricultura de secano
solo depende de las lluvias como única fuente de agua. Según FAO, el 80% de la superficie
sembrada a nivel mundial depende solo de lluvias. El 20% de la superficie restante se cultivaba
bajo riego. En Latinoamérica el 90% de las tierras se cultivan en secano

Es conocido que la agricultura bajo riego tiene un mayor nivel de producción por hectárea que
la de secano: en los países en desarrollo el 47% de la producción se da en el 20% de tierras
irrigadas. Ello significa que las tierras irrigadas tiene una productividad 3.6 veces mayor que
las de secano.

El acceso a riego reduce la incidencia y severidad de la pobreza: la disponibilidad de agua


permite elevar la producción por unidad de superficie, así como cultivar bienes que tienen
mayor rendimiento económico, mejorando y elevando el empleo e ingresos de los pequeños
productores.

CARACTERÍSTICAS DEL PAÍS

Las regiones del país tienen distintas características. La costa es desértica, con temperaturas
templadas, la agricultura se da bajo riego con relativamente bajo riesgo de disponibilidad de
agua. En el otro extremo se tiene la selva, con clima tropical y abundantes lluvias.

La sierra dispone de la mayor superficie cultivada y cultivable, y es una región con altos riesgos
climáticos y con un porcentaje bajo de superficie bajo riego. Las precipitaciones son escasas y
variables, con frecuentes limitaciones para atender las demandas de los cultivos, configurando
elevados riegos para el desarrollo de la actividad agraria.

CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTOR

El tamaño promedio de la unidad de producción es 3.2 hectáreas agrícolas, y el 82% de las


unidades tienen un tamaño inferior a 5 hectáreas agrícolas. Anualmente las unidades cultivan
2.5 hectáreas, el resto (0.7 hectáreas) se encuentra en descanso o no se cultiva. La situación es
más crítica para la sierra, región que concentra el mayor número de unidades y que anualmente
cultivan 1.6 hectáreas en promedio. Ello incide en los ingresos del productor, determinando
altos niveles de pobreza. Así, en el área rural, estructuralmente ligada al sector agrario, la
pobreza alcanza a algo menos del 50% de las familias, porcentaje que se eleva a 60% para la
sierra.

USO DE LA TIERRA

La sierra dispone del 46% de su superficie agrícola nacional, y tiene el 30% de sus tierras con
riego. El 70% restante se cultivan en secano. A diferencia de la costa y la selva, la sierra se
caracteriza por tener 1/3 de la superficie agrícola en descanso: 760 mil hectáreas están en esta
condición, y representan el 14% de la superficie cultivada anualmente.

Las tierras en descanso se relacionan directamente con las tierras cultivadas en secano. Las
tierras en descanso no se trabajan por uno o más años con el objeto de que recuperen
naturalmente su fertilidad, ya que no son abonadas con insumos químicos. La pregunta que
sigue está relacionada con el por qué los productores de la sierra no usan fertilizantes en las
tierras de secano para así no dejarlas en descanso y poder cultivar anualmente 1/3 más de
superficie e incrementar sus ingresos. El tema lleva al análisis del riesgo de la actividad agraria
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en condiciones de secano, problema fundamental para entender la agricultura de la sierra y sus
posibilidades.

RIESGO

Hay dos temas que son de particular preocupación para los agricultores: a) el precio que
recibirían por sus productos, luego de muchos meses en los que solo incurre en gastos y, b) el
clima que tendrán para el desarrollo de sus cultivos.

El riesgo se puede medir a través de los cambios que una variable experimenta en el tiempo. Si
los cambios son pequeños el riesgo es bajo. Por el contrario, si los cambios son de magnitud en
cada periodo, con alzas y descensos pronunciados y frecuentes, el riesgo es alto. El coeficiente
de variabilidad (CV) permite aproximarse a medir el riesgo: un CV elevado está asociado con
situaciones de riesgo alto.

PRECIPITACIONES

Las precipitaciones son variables tanto en sus volúmenes anuales como en los mensuales, hay
años de precipitación abundante y años de lluvias escasas y condiciones de sequía. Lo mismo
sucede a nivel mensual.

La precipitación anual nacional tiene un valor promedio de 1550 mm. El promedio de la sierra
es menor: 600 mm por año (con unos 480 mm disponibles para los cultivos de campaña), con
una variabilidad anual elevada: 36%. Dada esta variabilidad, y si un cultivo requiere 450 mm
de agua, la probabilidad para que el volumen de precipitación sea menor que un valor crítico
(75% del agua requerida) es más del 20%, e indica que en uno de cada cinco años las lluvias
serán deficitarias y los rendimientos bajos.

La variabilidad mensual es mayor que la anual. En papa, para las condiciones de Ayacucho, la
probabilidad de que la precipitación sea menor que el 75% del volumen requerido en los meses
de tuberización es 36% (mes de febrero, 38% de variabilidad) indicando que en uno de cada 3
años la precipitación en este mes será crítica y los rendimientos bajos, pudiendo originar perdida
en los productores, que serán mayores si han comprado fertilizantes y otros insumos. En este
escenario, el productor evitara el riesgo y no utilizará fertilizantes.

Es por ello que en las tierras de secano mayormente no se fertiliza ni se usa insecticidas, ni
mucho menos se usa semilla mejorada. Por el contrario, se observa una relación directa entre
las tierras con riego y el uso de fertilizantes e insecticidas; y el tamaño pequeño de la unidad no
es una limitante para el uso de fertilizantes, existiendo una parte importante de pequeñas
unidades que ya los emplean.

Si las tierras de secano dispusieran de riego se aplicarían fertilizantes, y la productividad se


incrementaría substancialmente, tanto por el efecto de los propios fertilizante y por el efecto de
un abastecimiento oportuno de agua para los cultivos, como por el uso permanente de la
superficie en descanso. Si el rendimiento por hectárea se incremente en un tercio, la producción
total se incrementara en 100%: 33% por efecto de los dos tercios de las tierras anualmente
trabajadas y 66% por efecto del tercio que ya no se dejarían en descanso. El ingreso del
productor se incrementaría aún más, pudiendo más que duplicarse.

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RIEGO COMPLEMENTARIO

Se pueden distinguir dos sistemas básicos de riego: a) irrigación completa, en donde los cultivos
dependen del riego para cubrir la mayor parte, si no todos, de los requerimientos de agua y, b)
irrigación complementaria, para las zonas con lluvias que permiten el desarrollo de la
agricultura, pero con riesgos significativos para el crecimiento de los cultivos. En este último
caso; el riego tiene como objeto evitar carencias ocasionales, disminuyendo el riego por este
factor.

Si en los meses deficitarios se dispone de riego suplementario, el rendimiento de los cultivos no


cae severamente como lo hace en los años con humedad media o, más aun, en los secos. Hay
estudios que indican que la diferencia puede ser cuatro veces a favor de los cultivos conducidos
con riego suplementario. No obstante, los estudios también señalan que el rendimiento con el
riego puede ser menor al que se da en condiciones de un año húmedo. El caso es que con riego
suplementario puede no eliminarse el total del déficit mensual, ya que el con solo cubrir parte
de este se evita la caída severa de la producción. En tal sentido, el objetivo del riego
suplementario es el proveer de un volumen de agua mínimo en el momento de déficit, que
asegure un volumen de producción importante.

En las áreas con riego completo el volumen del agua a aplicar se puede establecer
anticipadamente de acuerdo con los requerimientos temporales de los cultivos. En cambio, con
el riego suplementario no se puede prestablecer, dado que el riego dependerá del agua
disponible en el suelo por efecto de las lluvias, y estas tienen un carácter aleatorio. El problema
que trae consigo esta situación es la determinación de cuando regar y con qué volumen hacerlo,
y para ello requiere capacitar al agricultor en el uso de técnicas sencillas.

El riego suplementario no trata de eliminar totalmente el estrés hídrico de los cultivos, si no de


reducirlo limitando su severidad. La experiencia sugiere que aun aplicando el 50% del volumen
requerimiento, la reducción en el rendimiento no es muy pronunciada y se han registrado casos
en áreas del mundo en donde con limitados volúmenes de riego se obtuvieron incrementos de
producción elevados en granos como el trigo, incrementos que más que duplicaron al volumen
que se obtenía en el sistema de secano. Esa es la razón para que uno de los objetivos del riego
complementario sea el de proveer una cantidad mínima de agua en los periodos críticos de
crecimiento de los cultivos en un escenario de bajas precipitaciones. De allí que se puedan
desarrollar proyectos aún en zonas con escasos recursos hídricos.

FUENTES DE AGUA

Los sistemas de riego suplementario pueden ser los mismos que los utilizados con riego pleno
y, en ambos casos, el sistema más utilizado es el riego por gravedad, que requiere de menores
inversiones y su uso no demanda niveles tecnológicos mayores. Sin embargo su empleo se
limita a suelos nivelados.

La fuente de agua para el riego suplementario es un tema fundamental para el riego. En el país
hay un potencial grande para utilizar aguas de ríos, lagos y lagunas, y aguas subterráneas, en
proyectos de riego suplementario de las áreas de la sierra actualmente conducidas en secano.

Según CENAGRO 2012 el 45% de las unidades de producción serranas con riego utilizaban
aguas de rio, y las potencialidades que tiene la región para el uso de aguas fluviales es
importantes.

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Los lagos o lagunas son otra fuente importante, y las unidades que las usan con más frecuencia
se ubican en la sierran en donde el 7% de las unidades de producción con riego utilizan aguas
lacustres. En el país se tienen identificadas más de 12 mil lagunas y solo se explotaban unas
190, solo 7 más de las que se explotaban en 1980, año en el que se tenían 342 lagunas con
estudios, y 60 lagunas con estudios de pre factibilidad o de factibilidad. El agua lacustre puede
tener ser una fuente importante de riego suplementario para la sierra.

Las aguas subterráneas fluyen, o se encuentran almacenadas, por debajo del suelo. Las que no
subterráneas que no están estacionarias pueden emerger naturalmente (manantiales o puquios)
a la superficie o desplazarse solo por el subsuelo. Para explotar estas últimas (y las
estacionarias) se utilizan pozos a tajo abierto y pozos en donde hay que bombear las aguas
profundas.

En la sierra, el uso de aguas subterráneas para riego es tan importante como las que provienen
de los ríos: casi la mitad de las unidades con riego hacen uso de aguas subterráneas, y hay un
predominio marcado por el lado de los manantiales respecto a las usan agua de pozo, del
universo de las unidades que usan agua subterránea el 96% utilizan agua de manantial y solo el
4% de pozo. La presencia de manantiales sugiere que hay un potencial significativo para ampliar
el uso de agua subterránea en la agricultura de la sierra.

INVERSIÓN POR HECTÁREA

La FAO (AQUASTAT) ha registrado información para proyectos de riego en distintos países


del mundo (incluido el Perú) financiados por instituciones como el Banco Mundial, la Agencia
internacional para el de los Estados Unidos y otras. El universo de la información comprende
desde proyectos muy grandes con tamaños de 700 mil hectáreas (India), o 470 mil (Pakistán),
hasta proyectos pequeños de 20 hectáreas en Colombia o 10 hectáreas en Nepal. La inversión
promedio por hectárea de los proyectos con bombeo de agua es 14 mil Nuevos Soles (5.0 mil
dólares), y en los de agua de gravedad 1.1 Nuevos Soles (3.2 mil dólares). Los proyectos de
riego por gravedad tienen un monto de inversión por hectáreas menor que el riego por bombeo,
diferencia que se acentúa en los proyectos de mayor tamaño.

Los proyectos de Mi Riego cubren tanto nuevas irrigaciones como las existentes
(mejoramiento). Los proyectos que demandan más inversión por hectárea incluyen reservorios
y son, en promedio, 30% más caros que los que proyectos sin reservorio (18.1 mil Nuevos
Soles). Por su parte los proyectos de mejoramiento tienen, en promedio, una inversión similar
a la de los proyectos nuevos sin reservorio.

Si se comparan los índices de inversión por hectárea de Mi Riego con los índices de
AQUASTAT, se observa que la inversión por hectárea es mayor en Mi Riego: 50% más.

Se puede calcular el beneficio anual mínimo que debe generar una inversión para tener un
rendimiento de 9%. Para la inversión por hectárea es 18.1 mil Nuevos Soles, el beneficio anual
debe ser 1.8 mil Nuevos Soles, y si la inversión es 24.7 mil Nuevos Soles (Mi Riego con
reservorio) el beneficio se aumenta a 2.4 mil Nuevos Soles.

La papa es el principal producto con el que los productores de sierra se articulan al mercado. El
remanente de papa depende de los precios y la producción: un incremento de solo el 10% en el
precio de la papa, puede dar lugar a que el remanente lo haga en 50%.

El precio en chacra de papa en fue 57% mayor en el periodo 2008-2011 (0.6 Nuevos Soles/Kg)
que el del periodo 2000-2005. Estos cambios también se observan en la generalidad de los

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bienes agrícolas alimenticios, y respondieron a la elevación del precio de estos productos a nivel
mundial. En Ayacucho el precio en chacra de la papa se incrementó a 0.56 Nuevos Soles por
kilo en 2010 y a 0.65 en el 2011.

El escenario prevalente a partir de 2006-2007 es muy favorable para el productor agrario, ya


que sus ingresos se han incrementado y la pobreza se ha reducido. Asimismo, se ha posibilitado
la realización de proyectos con montos de inversión por hectárea que no hubiera sido viables
en periodos anteriores a los del alza.

Si se tomado el caso de Ayacucho se puede estimar que la situación sin proyecto, secano, está
caracterizada por un rendimiento de 5 Toneladas/hectórea, un precio de papa en chacra igual a
0.55 Nuevos Soles por kilo, y un uso de 2/3 de la superficie. Si el rendimiento aumenta en 38%
y se usa la superficie en descanso, la producción se incrementa a 8.3 toneladas/hectárea y se
genera un beneficio adicional de 1.8 mil Nuevos Soles por hectárea, beneficio que justifica una
inversión de 18.1 mil Nuevos Soles/hectárea (promedio Mi Riego sin reservorio).

Otras regiones de la sierra presentan condiciones similares a las de Ayacucho, y una inversión
de 18.1 puede tomarse como parámetros para evaluar los proyectos utilizando el método costo
efectividad: proyectos con inversiones iguales o menores a 18 mil Nuevos Soles por hectárea
no requerirían una evaluación beneficio costo.

También es conveniente poner montos topes de inversión por hectárea para los proyectos a ser
financiados por Mi Riego. Estos topes permiten: a) evitar la concentración de proyectos en
pocos beneficiarios, b) aumentar, de esta manera, la población atendida, c) mayor eficiencia en
el uso de recursos ya que es muy factible que montos mayores no sean rentables, o que los
beneficiarios no logren el incremento de la producción en los plazos que hacen viable la
inversión. El tope se puede establecer en 24.4 mil Nuevos Soles por hectárea, que corresponde
a una producción de 12 toneladas/hectárea con proyecto. Montos mayores deberían estar
claramente justificados y ser financiados con otras fuentes.

De esta manera el Fondo Mi Riego cubriría demandas que van hasta 24.4 mil Nuevos Soles por
hectárea; y los proyectos menores de 18.1 mil Nuevos Soles de inversión/ha seria evaluados
con el método costos efectividad

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PRIMERA PARTE
1. MARCO GENERAL

Se puede diferenciar la agricultura de riego, la de secano y a mixta. La agricultura de secano


solo depende de las lluvias como única fuente de agua. A diferencia de agricultura de secano,
en la de riego se tienen que realizar inversiones para poner el agua a disposición del usuario.

En la agricultura de riego se puede distinguir:

a. La que utiliza de agua superficial, cuyas fuentes pueden ser ríos, lagos, lagunas y
manantiales.
b. La que utilizan o extrae agua subterránea.
c. La que utiliza fuentes no convencionales: agua tratada, agua desalinizada, agua de
recuperación.

Por su parte, la agricultura mixta es la que utiliza tanto aguas de lluvia como de otras fuentes.
En este caso el riego es una fuente suplementaria al agua de las lluvias.

Según FAO, el 80% de la superficie sembrada a nivel mundial depende solo de lluvias. El 20%
de la superficie restante se cultivaba bajo riego. Es conocido que la agricultura bajo riego tiene
un mayor nivel de producción por hectárea que la de secano. Así, la agricultura irrigada de los
países en desarrollo produce el 47% de la producción en el 20% de tierras irrigadas ii. Ello
significa que las tierras irrigadas tiene una productividad 3.6 veces mayor que las de secano.
1 PAÍSES EN DESARROLLO

IRRIGADA SECANO
PORCENTAJE DE LA SUPERFICIE (I) 0.20 0.80
PORCENTAJE DE LA PRODUCCIÓN (II) 0.47 0.53
RENDIMIENTO RELATIVO POR UNIDAD 2.35 0.66
RENDIMIENTO IRRIGADA/SECANO 3.6

A nivel de cada cultivo se estima que las tierras irrigadas por lo menos producen el doble que
las de lluvia. Ello en un escenario en el que se ha incrementado la producción por hectárea en
las tierras irrigadas y las de secano; los granos cultivados en secano en Latinoamérica y Europa
más que triplicaron su rendimiento en el período 1960 2010iii.

El 90% de las tierras de Latinoamérica se cultivan en secano, para el sur y el este asiático la tasa
es 60%, mientras que para el áfrica al sur del Sahara y el oeste asiático la tasa es mayor 75% iv.

El acceso a riego reduce la incidencia y severidad de la pobreza v: la disponibilidad de agua


permite elevar la producción por unidad de superficie, así como cultivar bienes que tienen
mayor rendimiento económico, mejorando y elevando, de esta manera, el empleo e ingresos de
los pequeños productores. En estos casos se observa que la desigualdad y tasa de pobreza son
consistentemente menores en áreas irrigadas que en las de secano, y el ingreso del productor es
más elevado. Pero no solo se mejora la situación del agricultor, además se tienen efectos
asociados como una mayor demanda de trabajo para atender los incrementos de la producción,
o mayores niveles de empleo por venta de insumos, o mayores requerimientos de transporte etc.
Según algunos estudios el efecto multiplicador podría ser el doblevi.

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2. CARACTERÍSTICAS DEL PAÍS

Las regiones del país tienen distintas características. La costa es desértica, con temperaturas
templadas, la agricultura se da bajo riego con relativamente bajo riesgo de disponibilidad de
agua. Esta región no tiene mayores restricciones para el cultivo de bienes agrícolas.

En el otro extremo se tiene la selva, con clima tropical y abundantes lluvias. Por su parte la
sierra dispone de la mayor superficie cultivada y cultivable, y es una región con altos riesgos
climáticos (disponibilidad de agua y temperatura) y con un porcentaje relativamente bajo de
superficie bajo riego, situaciones que restringen la adopción de tecnologías más productivas.

En consecuencia, el riesgo es menor en costa, dado que dispone de agua de riego; y en selva,
por sus abundantes precipitaciones. En cambio, el riesgo en la sierra es elevado en razón de que
la mayor parte de la superficie agrícola (70%) se cultiva en condiciones de secano, con baja
disponibilidad de agua y precipitaciones muy variables:
2 CARACTERÍSTICAS DE LAS PRINCIPALES REGIONES

TEMPERATURA PRECIPITACIÓN
ALTITUD ETo
REGIÓN MEDIA ANUAL MEDIA ANUAL
(m) (mm)
(° C) (mm)
COSTA 0 - 500 18 a 20 40 1 600
SIERRA 500 - 6 780 8 a 11 600 1 235
SELVA 400 - 1 000 24 3 000 a 4 000 1 265
Fuente: FAOSTAT

El coeficiente ETo es una referencia general que indica la disminución del agua del suelo como
consecuencia de la evaporación del suelo y la transpiración de las plantasvii, y da una idea sobre
los requerimientos de agua para cubrir las necesidades de las plantas y la evaporación del suelo.
Para la costa que el valor del ETo es muy superior (en 40 veces) a la precipitación promedio,
indicando que solo es posible la agricultura bajo riego. En la selva se da una situación inversa,
la precipitación es muy superior al ETo, por lo que los cultivos tienen pocas restricciones. En
cambio, los índices para la sierra sugieren limitaciones y elevados riegos para el desarrollo de
la actividad, ya que la precipitación promedio es la mitad del ETo de referencia.

3. CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTOR

TAMAÑO DE LA UNIDAD DE PRODUCCIÓN

El tamaño de la propiedad del productor agrario comprende las tierras agrícolas, los pastos
naturales, las tierras forestales, y las tierras no apropiadas para estos usos.

Los pastos naturales se concentran mayormente en las zonas andinas altas y, principalmente,
son propiedad de las comunidades campesinas. Solo una fracción menor de productores posee
pastos individuales. Se trata de tierras con poca capacidad de soporte de unidades pecuarias de
allí que, normalmente, la producción pecuaria que se deriva de estas tierras solo aporte una
pequeña parte del ingreso de los productores. Por ejemplo, en el año 2011 la producción
pecuariaviii representó el 41% del valor bruto de la producción del sector. No obstante, si se
excluye la producción avícola (carne y huevos) que tiene características particulares -ya que su
producción no requiere de tierras agropecuarias y básicamente está ubicada en áreas urbanas o
cercanas a estas- la participación baja a 19%. En este escenario el 81% del valor de la
producción sectorial depende de bienes agrícolas.

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Armado Tealdo
Por lo anterior, un parámetro más adecuado para medir el tamaño de la propiedad individual es
la superficie agrícola. En este caso se observa que el tamaño promedio de la unidad de
producción se ha mantenido en las últimas dos décadas: 3 hectáreas agrícolas por unidad de
producción:
3 SUPERFICIE AGRÍCOLA
(MILES HECTÁREAS)

CENAGRO CENAGRO
1994 2012
CON CULTIVO 3277.8 4155.7
BARBECHO 936.2 1431.6
DESCANSO 551.0 762.8
NO TRABAJADAS 711.9 774.9
TOTAL (I) 5476.9 7125

NUMERO PRODUCTORES a (II) 1764.7 2213.6 b

TAMAÑO PROMEDIO (I/II) 3.1 3.2


a
Miles.
b
Unidades con tierras.

Además se observa que el 82% de las unidades tienen un tamaño inferior a 5 hectáreas agrícolas,
situación que se ha agudizado respecto a la que se tenía a mediados de los años 90, cuando el
73% de las unidades se encontraba en este rango:
GRÁFICO 1

Si se toma como universo las tierras cultivadas (con cultivo y en barbecho), que son las que
generan ingreso anual a los productores, la superficie por productor se reduce al 78%: de 3.2 a
2.5 hectáreas. Esta reducción es menor en costa y selva que tienen una relación superficie
cultivada/superficie agrícola superior a 0.80, pero es mayor en la sierra, región que tiene una
relación de 0.67 como consecuencia de las tierras en descanso. El incremento de este índice en
la sierra significaría la elevación de los ingresos y la reducción de la pobreza.
4 SUPERFICIE CULTIVADA POR PRODUCTOR (S/P) Y NÚMERO DE PRODUCTORES (NP)
(CENAGRO 2012)
`
COSTA SIERRA SELVA TOTAL
TAMAÑO/
NP NP S/P NP S/P NP
UNIDAD S/P (Ha) S/P (Ha)
(Miles) (Miles) (Ha) (Miles) (Ha) (Miles)
<5 ha 1.3 269 1.1 1,405 2.7 398 1.5 2,072
>5 ha * 15.3 68 14.8 55 12.7 66 14.8 189
TOTAL 4.1 337 1.6 1,460 4.1 464 2.5 2,261
* En selva el corte es menos de 6 o más de 6 hectáreas.

En conclusión, la mayor parte de los productores tienen pequeñas unidades de producción con
limitadas posibilidades de generar ingresos personales. La situación es más crítica para la sierra,
región que concentra el mayor número de unidades y que anualmente cultivan 1.6 hectáreas en
promedio por productor.

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Armado Tealdo
TIPO DE PROPIETARIO

De acuerdo con el CENAGRO de 1994, el 97% de las unidades de producción eran personas
naturales y solo el 2% sociedades de hecho. El porcentaje de personas naturales se ha
incrementado y actualmente cubre casi la totalidad del universo.

Si se excluye la superficie de pastos, tierras eriazas, y otras tierras que no tienen uso agrícola,
las personas naturales poseen el 92% de las tierras agrícolas:
5 TIPO PROPIETARIO
(SUPERFICIE AGRÍCOLA)

CENAGRO 2012
TIPO PROPIETARIO
% NUMERO % SUPERFICIE
PERSONA NATURAL 99% 92%
SOCIEDADES 0.1% 4%
COOPERATIVAS 0.0% 0.3%
OTRAS 0.2% 3.1%
TOTAL 100.0% 100.0%

Lo anterior permite afirmar las personas naturales son la gran mayoría de las unidades de
producción y tienen en propiedad la mayor cantidad de tierras agrícolas.

INGRESOS

El índice de pobreza es elevado en el área rural, área estructuralmente ligada al sector agrario:
el 75% de la PEA rural es PEA agrariaix, y cada una de las otras actividades rurales (comercio,
minería transporte, etc.) solo representa el 3% o menos de la PEA.

Si bien la proporción de la población en pobreza ha disminuido en los últimos años, de casi la


mitad en el 2004 a un cuarto en 2012, la disminución se ha dado principalmente en el área
urbana, en donde cayó en más de 40%. La pobreza en el área rural registra una diminución
menor (28%), y aún tiene más de 50% de su población en condición de pobreza:

La situación es más aguda para la sierra rural, en donde el 60% de las familias son pobres. En
la selva rural la pobreza alcanza a menos del 50% de las familias. Si bien la costa rural muestra
el menor índice de pobreza, este también es elevado (1 de cada 3 familias es pobre).
GRÁFICO 2

Los productores que se encuentran en pobreza difícilmente acceden al crédito formal o informal.
Asimismo, tiene posibilidades limitadas para poder formar capital de trabajo propio para elevar
la tecnología de producción mediante la adquisición de fertilizantes en mayor cantidad, semilla
mejorada, etc.

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GRÁFICO 3

4. USO DE LA TIERRA

La mayoría de las tierras de la costa se cultivan con riego, ya que las lluvias son mínimas en la
mayor parte de la superficie de la región y las unidades, pequeñas o grandes, deben
necesariamente disponer de agua de riego para producir. En selva, dada la disponibilidad de
agua pluvial de la región, la superficie que tiene riego es solo 6%.
GRÁFICO 4

La sierra, que dispone del 46% de su superficie agrícola nacional, y tiene el 30% de sus tierras
con riego. El 70% restante se cultivan en secano.
A diferencia de la costa y la selva, la sierra se caracteriza por tener en descanso 1/3 de la
superficie agrícola: 760 mil hectáreas están en esta condición, y representan el 14% de la
superficie anualmente cultivada en el país.
En este campo es importante diferenciar las condiciones de secano tropical, con abundantes
lluvias, de las condiciones de secano andino, con bajas precipitaciones.

5. TIERRAS EN DESCANSO

Las tierras en descanso se relacionan directamente con las tierras cultivadas en secano. Como
se sabe, las tierras en descanso son aquellas que se dejan de trabajar por un año o más con el
objeto de que recuperen su fertilidad. Si la misma superficie agrícola se explotara
continuamente sin agregar abonos o fertilizantes, el suelo se empobrecería y su productividad
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descendería substancialmente hasta un nivel marginal. Dada esta situación, la práctica
tradicional universal ha sido dejar parte del suelo en “descanso”, esto es no trabajar esta tierra
para que recupere naturalmente su productividad a través de procesos microbiológicos que
enriquecen el suelo principalmente con nitrógenox. El enriquecimiento se da por la captación
del nitrógeno de la atmosfera, y por la descomposición de los compuestos minerales del suelo
que contienen fosforo y potasio a formas asimilables por las plantas.

Las tierras en descanso representan una parte importante de la superficie agrícola, y son una
característica básica de la sierra: La práctica común del productor de la región xi es dejar en
descanso alrededor de un tercio de las tierras agrícolas bajo el régimen de secano y cultivar los
2/3 restante. Los productores de estas tierras no aplican fertilizantes.

GRÁFICO 5

En la costa no se registra mayor superficie en descaso, las condiciones de aridez determinarían


que la recuperación de la fertilidad se dé en un periodo muy largo. Además, las aguas que riegan
esta región traen nutrientes que se originan en la erosión y el arrastre de minerales de la
cordillera de donde provienen, permitiendo que el suelo recupere su fertilidad por lo menos en
cantidades mínimas. La disponibilidad de agua, y los menores riesgo climáticos determinan que
gran parte de las unidades de producción de esta región apliquen fertilizantes que permiten
recuperar y aumentar la riqueza del suelo, determinando una mayor productividad por unidad
de superficie. En selva, si no se fertiliza y maneja adecuadamente el suelo, las tierras se agotan
en pocos años y el productor las abandona para trasladarse a otras áreas. En esta región solo una
de cada cinco unidades aplica fertilizantes.

La pregunta que sigue está relacionada con el por qué los productores de la sierra no usan
fertilizantes en las tierras de secano para no dejarlas en descanso. Si así fuera la sierra podría
cultivar anualmente 1/3 más de superficie, situación que permitiría incrementar
significativamente los ingresos familiares, particularmente de aquellas familias que se
encuentran en condición de pobreza. El tema lleva directamente al análisis riesgo de la
producción agraria en condiciones de secano. Este problema, es fundamental para entender la
agricultura de la sierra y sus posibilidades.

14
Armado Tealdo
SEGUNDA PARTE
1. RIESGO

Hay dos temas que son de particular preocupación para los agricultores: a) el precio que
recibirían por sus productos, luego de muchos meses en los que solo incurre en gastos y, b) el
clima que habrá para el desarrollo de sus cultivos. En este último caso, la disponibilidad de agua
y la temperatura son factores determinantes, cuyo efecto se plasma en las variaciones de los
rendimientos de los cultivos. Un clima desfavorable se traduce en menores rendimientos por
hectárea, situación que empeora si es acompañada por bajos precios.

El riesgo se puede medir a través de los cambios que una variable experimenta en el tiempo.
Por ejemplo, si el volumen de las precipitaciones tiene cambios muy pequeños de año a año, su
valor será de fácil proyección o predicción, ya que este estará muy próximo a su promedio
observado. Este es el caso el riesgo de una disminución marcada del volumen de precipitación
es muy bajo. Por el contrario, si las precipitaciones muestran cambios de magnitud en cada
periodo, con alzas y descensos pronunciados, frecuentes y aleatorios, sus valores serán de difícil
predicción, y el riesgo de una disminución marcada será significativo.

La desviación estándar es el estadístico que mide la magnitud de las variaciones de una variable
(precipitaciones en este caso). Si se la divide la desviación por el promedio se obtiene el
coeficiente de variabilidad (CV). El coeficiente es una medida dispersión que indica cuan
distantes xii están los valores que se han observado respecto a la media. Como tal, el
coeficientexiii es una medida que permite observar el riesgo de tener una precipitación menor
que la requerida. Un CV elevado está asociado con situaciones de riesgo alto, inversamente uno
bajo está relacionado con ocurrencias de bajo riesgo.

El siguiente cuadro muestra el coeficiente de variabilidad de las precipitaciones anuales para


distintas estaciones de SENAMHI. Para Huaraz, por ejemplo, el coeficiente indica que las
precipitaciones anuales han sido 28% xiv mayor o menor que la precipitación promedio
registrado para el periodo de análisis.
COEFICIENTE DE VARIABILIDAD PRECIPITACIÓN

CUZCO HUARAZ JULIACA CAJAMARQUILLA AYACUCHO


21% 28% 23% 36% 17%
Fuente: “Variabilidad Pluviométrica a Escalas Anual y Cuatrimestral en la Vertiente Peruana del Océano
Pacifico” Berbnard Pouyaud et al, julio 2001, IRD y SENAMHI.

Cuanto mayor es el valor de la desviación, mayor es el del coeficiente de variabilidad, situación


que denota un mayor riesgo: la probabilidad de que un valor sea inferior (o superior) al
promedio será alta. Si, por ejemplo, un cultivo requiere de 450 mm, y si la precipitación
promedio es 470 mm con una variabilidad de 20%, la probabilidad para que en un año las lluvias
sean menores al valor requerido es 40% (en cuatro de cada diez años se tendrán déficits para
atender el cultivo). El siguiente cuadro muestra, para varios coeficientes de variabilidad, la
probabilidad para que en un año las precipitación sea menor que ese valor requerido. La
columna de periodicidad indica, para un periodo de 10 años, en cuantas ocasiones se tendría
déficit; por ejemplo un valor de 3 denota que en 3 de cada 10 años las precipitaciones serían
insuficientes. Se puede observar que a mayor variabilidad mayor la probabilidad de que las
precipitaciones sean insuficientes.

15
Armado Tealdo
GRÁFICO 6

7 COEFICIENTE DE VARIABILIDAD Y PROBABILIDAD


DE UNA PRECIPITACIÓN MENOR A 450 mm

VARIABILIDAD PROBABILIDAD PERIODICIDAD a


10% 33% 3.3
20% 40% 4.0
30% 45% 4.5
40% 46% 4.6
50% 47% 4.7
a
Años.
Precipitación promedio: 470 mm.

Las precipitaciones no solo varían anualmente, también lo hacen a nivel mensual, imponiendo
otro nivel de riesgo: si para un año la precipitación no es suficiente, y si los menores volúmenes
de lluvias se concentran en un mes crítico para el crecimiento, el rendimiento de los cultivos
disminuirá aun cuando en los meses siguientes las precipitaciones sean más que suficientes.
Así, puede darse el caso que el volumen al anual es suficiente, pero se tenga meses con menores
volúmenes que los usuales, meses con mayores volúmenes.

Las situaciones adversas determinan la disminución de los rendimientos de los cultivos y,


consecuentemente, la caída los ingresos del productor. Si el riesgo es elevado, la respuesta del
agricultor será el manejar los costos de tal manera que, ante eventualidades adversas que tienen
una frecuencia alta, las pérdidas no sean elevadas. En estos casos el productor no arriesgará en
la compra de insumos como fertilizantes, ni menos en tecnologías que demandan mayores
gastos como la compra de semilla mejorada y otros medios de producción costosos. Esta
situación es pronunciada cuando se trata de pequeños productores con ingresos bajos, ya que si
compran insumos el riesgo de quedar aún más pobre es elevado.

2. PRECIPITACIONES

Una pequeña parte de la superficie agrícola de la sierra no es trabajada (7%). Si se excluye la


superficie no trabajada se observa que el 30% de la superficie se cultiva con riego. El 70%
restante son tierras de secano que dependen solo de lluvias. Del 100% de las tierras en secano
el 36% se encuentran en descanso. De esta manera, una de cada tres hectáreas trabajadas
anualmente en la sierra está en descanso.
8 SIERRA: SUPERFICIE AGRÍCOLA
(MILES DE HECTÁREAS)

NO
TRABAJADA* DESCANSO TOTAL
TRABAJADA
RIEGO 934 - 55 989
SECANO 1361 763 182 2307
TOTAL 2295 763 238 3296
* Incluye superficie en barbecho

16
Armado Tealdo
La agricultura de secano depende de las lluvias, y estas tienen un comportamiento estacional:
hay mese de mayor precipitación y meses donde esta es mínima o nula. Además, las
precipitaciones son variables tanto en sus volúmenes anuales como en los mensuales: hay años
en donde la precipitación muestra volúmenes importantes y otros en donde el volumen es bajo,
pudiendo dar lugar a la pérdida de cultivo cuando las condiciones son de sequía. Asimismo, las
lluvias son variables al interior de los meses, pudiendo disminuir significativamente en un mes
respecto a los volúmenes registrados para años anteriores, originando estrés hídrico y la
disminución de los rendimientos, especialmente cuando el estrés se produce en los estadios
críticos del crecimiento de los cultivos.

VARIABILIDAD ANUAL

La precipitación anual nacional tiene un valor promedio de 1550 mm. Este promedio está
sesgado por las precipitaciones de la selva (con un valor promedio de 3000 a 4000 mm/año) ya
que en la sierra son menos de la mitad del promedio nacional y las precipitaciones en la costa
son mínimas (40 mm de promedio anual).

A lo largo de la sierra se observan distintos volúmenes de precipitación. El promedio anual de


la región se estima en 600 mm por año, y hay zonas con precipitaciones tan bajas como 301
mm/año, y otras de mayor precipitación (972 mm). La variabilidad anual es elevada y tiene un
valor promedio de 36%, aunque hay estaciones meteorológicas que registran una variabilidad
mayor 50%, y otras en donde esta es el 17%.

El siguiente gráfico muestra la precipitación promedio y la variabilidad para una serie de varios
años de las estaciones meteorológicas de SENAMHI y CORPAC xv ubicadas en la sierra.
GRÁFICO 7

ESTACIONES

1 UBINAS 2 TAMBO 3 SIMBAYO 4 OYON 5 LLAPA 6 LLAMA 7 JULCAN 8 IMATA


9 HUAROCHIRI 10 HUARMARCA 11 EL FRAILE 12 CORA CORA 13 CHIQUIAN 14 CHALACO 15 CARAMPOMA
16 CAJAMARQUILLA 17 ANDAJES 18 JULIACA 19 HUARAZ 20 HUÁNUCO 21 CUZCO 22 AYACUCHO

Riesgo

Para los productos agrícolas de campaña solo es útil la parte de la precipitación anual, ya que
solo interesa la que se da en los meses de cultivo. El resto del tiempo no se siembra y las
precipitaciones son mínimas o inexistente. Se puede estimar que un 80% de la precipitación
anual es útil para estos cultivos. Hay que observar que los cultivos de campaña responden por
la mayor parte de la superficie agrícola sembradaxvi.

Para tener idea del riesgo en la sierra se puede tomar como referencia el volumen promedio
anual de lluvias, 600 mm –con 480 mm disponibles para los cultivos- y la variabilidad
promedio: 36%xvii. Con esta información se puede estimar las probabilidades de ocurrencia para

17
Armado Tealdo
distintos volúmenes de precipitación. El siguiente gráfico muestra los resultados: el eje vertical
registra la probabilidad de ocurrencia para que el volumen de precipitación sea menor que el
volúmenes registrados en el eje horizontal:
GRÁFICO 8

Si se estima que se requiere 450 mm de agua para producir normalmente, se puede calcular la
probabilidad para que el volumen de precipitación sea menor que el 75% del agua requerida xviii
(menor que 338 mm). De acurdo con el grafico, la probabilidad para que el volumen de
precipitación sea el 75% o menos es 21%, indicando que en uno de cada cinco años las lluvias
serán deficitarias para cubrir las demandas de los cultivos.

No obstante, para tener una idea más completa es importante analizar el riesgo que se da a través
de las precipitaciones mensuales.

VARIABILIDAD MENSUAL

Las precipitaciones tienen un carácter marcadamente estacional: hay meses de mayores lluvias
y meses de escasa precipitación: 2/3 del volumen anual nacional se concentran entre los meses
de noviembre y abril.
GRÁFICO 9

Fuente: Banco Mundial, Climate Change Knowledge Portal

La estacionalidad de las lluvias da lugar a la estacionalidad de la producción. Los cultivos de


campaña tienen, en promedio, un periodo vegetativo de 5 meses, y pueden utilizar el agua
disponible de los cinco meses de mayor pluviosidad, así como parte de la humedad que pueda
quedar en el suelo como consecuencia de las precipitaciones de meses anteriores (menos las
pérdidas que en ese periodo se dan por evapotranspiración y filtraciones).

El grueso de las siembras de secano se da entre el mes de setiembre, cuando las lluvias
comienzan a ser significativas, y el mes de diciembre, ya con el periodo de lluvias en pleno
desarrollo. Ello determina la marcada estacionalidad en las siembras y producción de los
cultivos transitorios en condiciones de secano. Los cultivos bajo riego muestran siembras más

18
Armado Tealdo
uniformes, y una estacionalidad mucho menor, especialmente si se excluye el cultivo del arroz
(ver gráfico de la derecha).
GRÁFICO 10

Fuente: CENAGRO 2012

Riesgo

Para observar el riesgo mensual se analiza el caso de Ayacucho xix (2700 msnm), que tiene una
precipitación anual similar al promedio nacional, pero con una variabilidad menor: 17% (versus
36% de la nacional) por lo que los riesgos son conservadores respecto a otras áreas de la sierra.

El 88% de la precipitación anual se produce entre setiembre y marzo. Las lluvias se incrementan
a partir de setiembre-octubre para luego descender, al final de la campaña, en los meses de
marzo-abril.
GRÁFICO 11

La variabilidad de las precipitaciones mensuales es muy marcada, con valores superiores 35%
para los meses de mayor precipitación. La variabilidad mensual, al igual que en las otras áreas
de la sierra, es mucho mayor que la de los volúmenes anuales, indicando que el riesgo a este
niveles es elevado y crítico para la agricultura de secano, por su relación directa con los periodos
de crecimiento y los requerimientos temporales de las plantas. Por ello, si bien es importante el
volumen de precipitación anual, mucho más importante es el mensual.

Riesgo en cultivos

Para ver el riesgo en los cultivos se puede considerar el caso de la papa, producto con el que la
mayor parte de los pequeños productores de la sierra se articulan más al mercado.

En Ayacucho la papa se puede sembrar en noviembre para aprovechar el periodo de mayor


precipitación. El requerimiento total de agua se estima en 410 mm xx para los cinco meses de su
periodo vegetativo; y los volúmenes mensuales necesarios pueden ser cubiertos con las
precipitaciones y la humedad que el suelo retiene de las precipitaciones del mes anterior:

19
Armado Tealdo
GRÁFICO 12

. .

Para los meses críticos de tuberizaciónxxi la probabilidad de que la precipitación sea menor que
el volumen requerido por el cultivo es significativa. Si se toma como parámetro crítico una
precipitación menor que el 75% del volumen requerido, la situación más riesgosa se da en el
mes de febrero con 36% de probabilidad, indicando que en uno de cada 3 años la precipitación
en este mes será menor que 75% del valor requerido por el cultivo.

Los déficits que ocurren en los meses críticos de crecimiento pueden tener un efecto irreversible,
dando lugar a la caída de la producción. Este efecto será más agudo para los cultivos que son
más sensibles a las sequias, como es el caso de la papa y la avena, que para los cultivos que
tienen un grado de sensibilidad menor, como puede ser el trigo.
La variabilidad de las precipitaciones se ve refleja en la variabilidad de los rendimientos. Para
el periodo 2000-2013 los rendimientos de papa en Ayacucho tuvieron una variabilidad de 19%,
en un escenario en donde el 50% de la superficie sembrada cuenta con riego, por lo que la
variabilidad en el área de secano debe ser mayor al 19% registrado.
Es impórtate observar que los cultivos más sensibles a las sequias se cultivan con riego. En
Ayacucho, el 83% de las áreas sembradas con maíz choclo, cultivo muy sensible a la sequía, es
con riego. En este contexto, el riego permite diversificar los cultivos, y posibilita la producción
de otros con mayor valor económico como las hortalizas. Estos cultivos mayormente no son
cultivados en secano por los riegos que se enfrentarían respecto a la disponibilidad de agua.

Impacto
Un pequeño productor de papa en Ayacucho puede obtener un rendimiento de 8.0
toneladas/hectárea con un costo de producción de 3.0 mil Nuevos Soles. Si la producción se
coloca a 0.4 Nuevos Soles/kgxxii obtiene un remanente de 0.2 mil Nuevos Soles. Sin embargo,
si por efectos de una situación adversa no se dispone del volumen de agua requerido, y el
rendimiento descienda en 20%, la pérdida será mayor que el costo de la semilla y fertilizantes,
y significará un menor ingreso para el productor ya que se tendrá que ajustar el costo no
recuperado por el lado del trabajo que él y su familia aportanxxiii.
9 PAPA AYACUCHO (MILES NUEVOS SOLES/Ha)

TIPO PRODUCTOR PEQUEÑO


RENDIMIENTO 8 Tm
INGRESO 3.2
COSTO 3.0
Semilla 0.5
Fertilizantes 0.2
Otros 2.3
REMANENTE 0.2
Fuente: “Conociendo la Cadena Productiva en Ayacucho”,
SOLID Perú 2007.

20
Armado Tealdo
Un pequeño productor que en promedio dispone solo de 2.4 hectáreas agrícolas, y que cultiva
en secano 1.6 hectáreas (1/3 de la superficie está en descanso), difícilmente utilizará
fertilizantes, semilla mejorada y otros insumos si la probabilidad de perder, y reducir sus
ingresos, es elevada. El déficit hídrico en las primeras etapas, durante la formación de estolones,
la brotación de tubérculos y después de la misma, tiene los efectos más adversos en el
rendimiento final. El déficit hídrico que sigue a la brotación de los tubérculos puede reducir el
rendimiento de los tubérculos comercializables de un 90 % a 70 %, o incluso 50 %xxiv.

La variabilidad de Ayacucho representa una situación “conservadora” para la sierra. En otras


estaciones la variabilidad mensual es muy superior lo mismo que el riesgo. De las estaciones
analizadas, solo la de Cuzco tiene una variabilidad algo menor. Ello no hace sino mostrar las
condiciones de alto riesgo en la sierra para los cultivos conducidos en condiciones de secano.
GRÁFICO 13

3. FERTILIZANTES

Uno de los campos en donde se puede observar mejor el riesgo en la agricultura de secano de
la sierra es el relacionado con el uso de fertilizantes y otros insumos agrícolas. En los siguientes
acápites se examina el tema, examen que permite concluir que si el riesgo en la disponibilidad
de agua es menor el pequeño agricultor adquiere fertilizantes para restituir la fertilidad del suelo,
disminuir el área en descanso, y aumentar el rendimiento.

Antes del análisis de la materia, es importante observar que el uso de fertilizantes en el país ha
crecido poco. El Perú ha tenido la menor tasa de crecimiento en el consumo de fertilizantes
nitrogenados respecto a otros países del área andina. En el periodo 2002-2011 el consumo del
Perú solo creció al 2.4% anual, en tanto que Ecuador lo hizo al 3.7%, Colombia al 5.8% y Chile
al 7.6%. Mientras que en el periodo 2007-2011 Chile consumió 4 veces más nitrógeno por
hectárea que el Perú, Colombia lo hizo en casi 3 veces y Ecuador en un 14 por ciento más.
GRÁFICO 14: KILOS DE NITRÓGENO POR HECTÁREA ARABLE Y CON CULTIVO

Fuente FAOSTAT
21
Armado Tealdo
El desarrollo de la demanda por fertilizantes en el país ha sido limitado, a pesar de que los sus
suelos son relativamente pobres.

USO DE FERTILIZANTES Y TAMAÑO DE LA UNIDAD DE PRODUCCIÓN

Un punto básico a destacar es la relación inversa que se observa entre el tamaño de la unidad de
producción (hectáreas de superficie agrícola) y el uso de fertilizantes: a menor tamaño mayor
es la proporción de unidades que usan fertilizantes. Si bien la relación inversa se mantiene
cuando se toma como universo las unidades de producción que afirman consumir fertilizantes
en cantidad suficiente, en este caso se observa un tramo que comprende unidades con tamaños
menores a 5 hectáreas agrícolas, en donde la relación se invierte: a mayor tamaño de la unidad
mayor la proporción de unidades que usan fertilizantes en cantidad suficiente, pasando de un
8% para las unidades más pequeñas, a un 12% para las unidades de 5 hectáreas.
GRÁFICO 15: TAMAÑO DE LA UNIDAD PRODUCCIÓNxxv:

USO DE FERTILIZANTES USO DE FERTIL. EN CANTIDAD SUFICIENTE

La diferencia entre el total de las unidades que utilizan fertilizantes, y las que dicen hacerlo en
cantidad suficiente es apreciable. Por cada cuatro productores que usan fertilizantes, solo uno
dice hacerlo en cantidad suficiente, el resto afirman que los emplean en poca cantidad. Si bien
este último grupo aplica poca cantidad, hay que observar que tiene conocimiento sobre las
virtudes de los fertilizantes y su impacto en la producción, y representan una demanda potencial.
Estos productores podrían ser usuarios del Programa “Buena Siembra”, que tiene por objetivo
mejorar el acceso a los fertilizantes para incrementar la productividad de los suelos, y que ha
focalizado sus acciones, al igual que Mi Riego, en pequeños productores pobres de la sierra.

En este contexto, Buena Siembra podría ser un complemento importante y necesario de Mi


Riego, toda vez que el agricultor beneficiario de Mi Riego podría disponer de un mínimo de
capital de trabajo inicial (fertilizantes) para aprovechar rápidamente el potencial que le ofrece
el tener riego. Si no fuera así, se perdería tiempo en tanto el productor de Mi riego forme capital
de trabajo en un escenario en donde hay marcadas restricciones para acceder al acredito. Las
unidades que han recibido crédito en el país son solo el 9% xxvi, otorgado principalmente por las
instituciones financieras locales y la banca múltiple (80% de los créditos). Este porcentaje se
reduce para AGROBANCO, que no llega a cubrir al 1% de los productores. El crédito en sierra
tiene índices menores.

Relacionado al tema de los fertilizantes se tiene el de la transferencia tecnológica, por el efecto


que puede tener en el uso de estos. Según el CENAGRO 2012, el 7.5% de las unidades de
producción recibieron asistencia técnica en el manejo de sus cultivos, porcentaje que se reduce
a solo el 4% para la sierra. Son varias las instituciones que dan asistencia técnica a los
productores, y el Ministerio de Agricultura y Riego xxvii (MINAGRI) participa con un tercio del
totalxxviii, tasa que se reduce a menos de un quinto si solo se toma en cuenta la transferencia
22
Armado Tealdo
relacionada con cultivos. De esta manera, del 7.5% de unidades que recibieron transferencia
tecnológica, el MINAGRI participo con menos del 1.5%.

Finalmente, es importante a resaltar tres hechos:

a. El tamaño pequeño de la unidad no es una limitante para el uso de fertilizantes. Hay una
parte significativa de unidades pequeñas que ya los emplean.

b. Hay una porción importante de productores que reconocen utilizar fertilizantes en poca
cantidad. Este universo representa una demanda potencial que, de ser cubierta,
permitiría aprovechar mejor la capacidad productiva de los suelos y elevar el ingreso de
los productores. Como se verá, las áreas en cuestión ya tienen riego, por lo que el factor
que limita la demanda sería el acceso al crédito para disponer de capital de trabajo para
adquirirlos.

c. Poco ha influido el sector público para que, a través de la transferencia tecnológica, los
productores usen fertilizantes. Si bien la trasferencia tecnológica que puede dar el sector
público es importante, la experiencia de décadas anteriores indica que tiene un alcance
muy limitado. La asistencia técnica que se da a través de los negocios de venta de
insumos, cuyos aportes no son recogidos en las estadísticas, serían un medio muy
importante en este campo.

USO DE FERTILIZANTES Y RIEGO

Riego

De forma similar a la del uso de fertilizantes según tamaño de la unidad, también se observa
una relación inversa entre la proporción de unidades que tiene riego y el tamaño de la propiedad.
Un 60% de las unidades pequeña tiene riego, porcentaje que se reduce a 20% para las unidades
más grandes.
GRÁFICO 16: TAMAÑO DE LA UNIDAD DE PRODUCCIÓN Y SUPERFICIE CON RIEGO

La disponibilidad de agua de riego permite incrementar significativamente la producción. Por


un lado, en un escenario con menores riesgos por agua, el productor es incentivado para adquirir
fertilizantes y otros insumos para elevar la producción por unidad de superficie. Así mismo, se
posibilita sembrar las áreas de descanso. La disponibilidad de agua de riego también permite
una mejor distribución del agua de acuerdo con las necesidades de las plantas y el estado de su
desarrollo, dando lugar a un incremento de la producción aun cuando el uso de otros insumos
permanezca igual. De esta manera el resultado es una producción mucho mayor por unidad de
superficie en las tierras bajo riego que en las de secano.

23
Armado Tealdo
Esta situación explicaría la relación inversa xxix observada entre el porcentaje de unidades que
disponen de riego y el tamaño de la propiedad, ya que una propiedad muy pequeña cultivada en
condiciones de secano tendría una producción baja que no cubriría las necesidades básicas del
productor y su familia. Hay que señalar que uno de los temas recurrentes en la literatura sobre
la producción agrícola es la relación empírica inversa que se observa entre el tamaño de la
propiedad y la productividad: a menor tamaño mayor la producciónxxx por unidad de superficie.
Estas evidencias son esenciales para el diseño y la aplicación de políticas relacionadas con la
agricultura y el pequeño productor.

Fertilizantes

Hay una relación estrecha y directa entre el porcentaje de unidades que utilizan fertilizantes y
la proporción de las unidades que tiene tierras agrícolas con riego: a mayor la proporción de
superficie con riego, mayor la proporción de unidades que usan fertilizantes. La elasticidad uso
fertilizantes y tierras con riego se estima en 1: si se incrementa el número de unidades con riego
en 10%, las unidades que usan fertilizantes también se incrementa en 10%.
GRAFICO 17: PROPORCION DE TIERRAS CON RIEGO Y USO DE FERTILIZANTES

Situación similar se observa cuando se analiza el caso de las unidades que utilizan fertilizantes
en cantidad suficiente, o el de aquellas que dicen utilizar fertilizantes en menor cantidad: a
mayor riego mayor uso de fertilizantes.
10: USO DE FERTILIZANTES: NUMERO DE UNIDADES TOTAL (MILES)

APLICAN EN CANTIDAD SUFICIENTE 246


APLICAN EN POCA CANTIDAD 725
TOTAL APLICAN (I) 971
TOTAL NO APLICA (II) 1242

% APLICAN 44%

La superficie con riego es el 46% de la superficie cultivada, porcentaje similar al número de


unidades que utilizan fertilizantes. Al respecto hay que reparar que las estadísticas se basan en
preguntas hechas al productor, y la pregunta sobre el uso o no de fertilizantes tiene sentido solo
para la superficie que se cultiva en el año, ya que en la superficie no cultivada (en descanso o
no trabajada) es evidente que no se usa.

La relación estrecha entre el uso de fertilizantes y el riego también se puede observar si se toma
como referencia las superficies implicadas en lugar de las proporciones vistas: hay una relación
directa entre la superficie con riego y la superficie en la que se usa fertilizantesxxxi:

24
Armado Tealdo
GRÁFICO 18

Lo anterior muestra que el riesgo por agua es un factor determinante para el uso de fertilizantes:
básicamente se usa fertilizantes en las tierras que disponen riego. Otras variables, como el
tamaño de la unidad de producción, tienen que ver poco para explicar esta relación.

De esta manera será difícil aumentar la productividad del suelo, y mejorar los ingresos del
productor de la sierra, si no se disminuye el riesgo que representa la disponibilidad de agua.
Con un riesgo elevado, no habrá uso de fertilizantes y de otros insumos, y la productividad del
suelo será baja tanto por el menor rendimiento como por la superficie que se tiene que dejar en
descanso para que el suelo recupere naturalmente su fertilidad.

USO FERTILIZANTES POR REGIÓN

En el ámbito regional destacan dos aspectos: a) el porcentaje apreciable de unidades de


producción que hacen uso de fertilizantes en la costa (72%) y, b) el número significativo de las
unidades de la sierra que se encuentran en esa situación (45%). En cambio, en la selva el
porcentaje se reduce a solo un 20%.
GRÁFICO 19: UNIDADES QUE APLICAN DE FERTILIZANTES
(%)

Costa

La gran mayoría de las tierras de la costa se cultivan con riego, y hay 300 mil hectáreas que no
son trabajadas, la mayoría (210 mil) por falta de agua. Se trataría de superficie que se cultiva
ocasionalmente cuando, en determinados años, se incrementa las disponibilidades de agua
fluvial que permiten el uso de esta superficie. El área cultivada bajo riego representa el 79%,
tasa que se aproxima a la de las unidades que usan fertilizantes (77%). Esta región registra la
mayor proporción de productores (50%) que indican usar fertilizantes en cantidad suficiente.

25
Armado Tealdo
Selva

La región de la selva registra la menor proporción de productores que usan fertilizantes: 20%.
Del mismo modo, la proporción de unidades que tienen riego es bajo: 16%. Una de cada cinco
unidades de esta región reconoce utilizar fertilizantes en cantidad suficiente.

Sierra

La situación de la sierra no se puede comprender bien sin considerar las tierras en descanso. Las
tierras en descanso del país suman 760 mil hectáreas, y se ubican en la sierra. Estas tierras se
cultivan en secano y no se fertilizan, teniendo una baja productividad. El uso continuo determina
su empobrecimiento por las extracciones de nutrientes que realizan los cultivos. Una vez que
baja la productividad, las tierras se dejan en descanso para que recuperen su fertilidad por
medios naturales. Las tierras en descanso representan un tercio de las tierras cultivadas en
secano.

La superficie con riego de la sierra representa el 43% de la superficie cultivada anualmente, y


hay convergencia entre las unidades y superficie que usan fertilizantes, con las áreas que tiene
riego. Por otra parte, solo el 17% de las unidades serranas reconocen usar fertilizantes en
cantidad suficiente.
11 SUPERFICIE Y USO DE FERTILIZANTES EN SIERRA

SUPERFICIE (MILES DE HECTÁREAS) USO FERTILIZANTES (MILES UNIDADES)

SUPERFICIE CULTIVADA 2295.5 UTILIZAN 627


TOTAL (UTILIZAN Y NO
SUPERFICIE BAJO RIEGO 989.5 UTILIZAN) 1347

CON RIEGO/CULTIVADA 43% UTILIZAN/TOTAL 46%

UNIDADES QUE USAN


UNIDADES CON RIEGO (MILES) 753 FERTIL./UNIDADES CON RIEGO 0.83
Superficie cultivada: es igual a la superficie agrícola menos la tierra en descanso y la no trabajada.
La superficie total es 3.3 millones de hectáreas, pero no se cultiva 1 millón ya sea porque están en descanso, o no se trabajan.

Si las tierras de secano dispusieran de riego se aplicarían fertilizantes, y la producción se


incrementaría substancialmente, tanto por el efecto de los propios fertilizante y por el de un
abastecimiento oportuno de agua a los cultivos, como por el uso permanente de la superficie en
descanso. Si el rendimiento por hectárea se incremente en un tercio, la producción total se
incrementara en 100%: 33% en los dos tercios de las tierras anualmente trabajadas y 66% por
el tercio que ya no se dejarían en descanso xxxii. Con un mayor incremento en el rendimiento el
impacto es mayor:
GRÁFICO 20

26
Armado Tealdo
Estos resultados determinarán que el ingreso del productor se incremente substancialmente,
pudiendo más que duplicarse.

4. INSECTICIDAS Y SEMILLA MEJORADA

Insecticidas

Hay una estrecha relación entre las unidades que utilizan insecticidas y las que usan fertilizantes
y, consecuentemente, con las unidades que tienen riego. El 80% de las unidades de producción
con tamaños menores a 0.5 hectáreas que usan fertilizantes también utilizan insecticidas
químicos. Este porcentaje se incrementa en las unidades de mayor tamaño. Los fertilizantes e
insecticidas son los insumos cuyo uso es más difundidos, la semilla mejorada tuene una difusión
mucho menor.
GRÁFICO 21

Semilla mejoradaxxxiii

Las unidades que usan semilla mejorada mayormente disponen de riego ya que se precisa de
agua en volumen y oportunidad para que la semilla muestre sus potencialidades. El uso de
semilla mejorada sigue los mismos patrones que los vistos para el caso de fertilizantes,
observándose una relación directa entre las unidades con riego y las unidades que utilizan
semilla mejorada.

No obstante, el uso de semilla mejorada es muy limitado: en promedio, solo el 13% de los
productores la usan. Esta tasa es menor para las unidades pequeñas, en donde el 10% de los
productores que tienen menos de 3 hectáreas agrícolas usan semilla mejorada. Para productores
con mayor tamaño la tasa aumenta al 17%. Se trata de porcentajes menores, y bajos si se los
compara con el uso de fertilizantes.
GRÁFICO 22

27
Armado Tealdo
Hay que observar que los fertilizantes se utilizan tanto si se cultiva con semilla mejorada como
cuando se cultiva con semilla común, situación que explica el mayor número de unidades que
utilizan fertilizantes versus las que usan semilla mejorada. Por otro lado, cuando se utiliza
semilla mejorada es necesario aplicar fertilizantes para que esta muestre sus bondades
productivas.

Lo anterior permite afirmar que:

a. Los insecticidas, al igual que los fertilizantes tienen un uso difundido en las áreas con
riego, y muy limitado en las de secano. El riesgo por agua es el factor que explica esta
situación.

b. El uso de semilla mejorada se restringe a las áreas con riego, pero la proporción de
unidades que la usan es mucho menor de las que usan fertilizantes. De esta manera la
disponibilidad de agua de riego es una condición necesaria, pero no suficiente, para el
uso de semilla mejorada. Hay que agregar que la semilla mejorada es cara en muchos
cultivos, y requiere de la aplicación de prácticas culturales y paquetes tecnológicos
particulares para que muestre su potencialidad.

28
Armado Tealdo
TERCERA PARTE

1. RIEGO COMPLEMENTARIO

Se pueden distinguir dos sistemas básicos de riego:

a. Irrigación completa, en donde los cultivos dependen del riego para cubrir la mayor parte,
si no todos, los requerimientos de agua. Este es el caso de la costa.

b. Irrigación complementaria, particular para las zonas con lluvias que permiten el
desarrollo de la agricultura, pero con riesgos significativos para que las precipitaciones
permitan cubrir oportunamente los requerimientos de los cultivos. En estos casos el
riego tienen como objeto complementar las aguas de precipitación y evitar carencias
ocasionales. Este es el caso de la sierra.

Con ausencia de riego suplementario en zonas de secano de la sierra, la humedad disponible en


el suelo puede no cubrir los requerimientos de los cultivos en años de precipitaciones medias,
y mucho menos en los años secos.

Normalmente los cultivos requieren menos agua en los primeros estadios de su desarrollo,
cuando la planta aun es pequeña. Las demandas se incrementan conforme se desarrolla el cultivo
y la planta fructifica, para posteriormente disminuir al final del periodo vegetativo, antes de la
cosecha. El grafico siguientexxxiv muestra estas características:
GRÁFICO 23

La línea continua del gráfico representa los requerimientos mensuales de agua que deben estar
disponibles en las proximidades de las raíces de la planta para su normal desarrollo; y el resto
de líneas la disponibilidad considerando tres escenarios: un año húmedo (lluvioso), uno seco y
uno medio. En el año de abundante precipitación (húmedo) no se presentan déficits para las
plantas. En el año seco se tendrán déficits que en el grafico están expresados por el área
sombreada, y son consecuencia de sustraer las disponibilidades de las demandas de la planta.
Para un año medio el déficit está definido por el área comprendida por debajo de la línea
continua (requerimiento) y por encima de la línea discontinua correspondiente (disponibilidad).

Si en los meses deficitarios se dispusiera de riego suplementario, el rendimiento de los cultivos


no caería tan severamente como lo hace en los años medios o, más aun, en los secos. Hay
estudios que indican que la diferencia puede ser cuatro veces a favor de los cultivos conducidos
con riego suplementario. No obstante, los estudios también señalan que el rendimiento con riego
suplementario puede ser menor al que se da en condiciones de un año húmedoxxxv. El caso es
que con riego suplementario puede no eliminar el total del déficit, ya que con solo cubrir parte
29
Armado Tealdo
de este se evita la caída severa de la producción. En tal sentido, el objetivo del riego
suplementario es el proveer de un volumen de agua mínimo en el momento de déficit, que
asegura un volumen de producción importante.
GRÁFICO 24

Nota: para efectos de comparación se ha incluido el rendimiento que se


obtendría en un año húmedo.

OPORTUNIDAD

En las áreas con riego completo el volumen del agua a aplicar se puede establecer con
anterioridad y de acuerdo con los requerimientos temporales de los cultivos. En cambio, con el
riego suplementario no se puede prestablecer, dado que el riego dependerá del agua disponible
en el suelo por efecto de las lluvias, y estas tienen un carácter aleatorio. El problema que trae
consigo esta situación es la determinación de cuando regar y con qué volumen hacerlo. El
problema es más crítico para agricultores que no han tenido experiencia con riego
suplementario.

De forma general se puede indicar que se riega cuando la humedad del suelo desciende a un
nivel crítico, luego del cual se llega a la marchitez peramente de la planta y la pérdida del
cultivo. Para ello es necesario medir la humedad del suelo, pero esta medición no es fácil, y los
instrumentos disponibles normalmente son caros y poco adecuados para ser utilizados por un
agricultor con poca preparación.

De los distintos métodos para medir la humedad del suelo se pueden señalar los siguientes:

a. Tensiómetros, que funcionan bien en suelos con contenido de agua, pero su precisión
disminuye conforme se pierde humedad y las tierras se secan. Normalmente los
tensiómetros no se ajustan bien a los requerimientos del riego suplementario en donde,
además, se acepta cierto nivel de estrés hídrico en las plantas antes de aplicar el riego
(en tanto se confirme la carencia de precipitaciones).

b. Resistencia eléctrica. Método relativamente barato que utiliza bloques de yeso para
medir la resistencia eléctrica: a mayor humedad mayor resistencia. Su uso práctico es
limitado ya que la precisión disminuye cuando la humedad del suelo disminuye, tema
crítico y similar al observado en el punto anterior.

c. El tacto. Consiste en apretar entre los dedos una muestra de suelo para observar sus
características. También se forman bolas o cintas que adquieren rasgos particulares que
dependen de la textura y contenido de agua del suelo. El método requiere de un poco de
entrenamiento y es fiable.

30
Armado Tealdo
d. Uso de plantas como indicador. Radica en la observación de las plantas y su apariencia
para tener idea del contenido de agua en el suelo. Plantas flácidas, cuando la temperatura
no es elevada, es un indicador de falta de agua en el suelo.

e. Otras tecnologías tienen uso limitado, ya sea por el alto valor de los instrumentos o
porque su utilizaciónxxxvi requiere de personal especializado.

Los métodos c) y d) son los más apropiados para los productores de la sierra; sin embargo su
aplicación requiere de capacitación, y ello debe estar contemplado en los proyectos de riego
suplementario que se diseñen.

En este campo, es importante capacitar sobre los problemas que se pueden originar por un sobre
uso del agua ya que cuando el agricultor dispone de agua normalmente la emplea en demasía,
sobre usándola. La experiencia que se tienen en la costa del país es aleccionadora. Se hicieron
grandes y costosas obras de irrigación para disponer de más agua, aun cuando con solo el
adecuado uso de la existente se habría generado volúmenes excedentes importantes en muchos
casos. El uso excesivo de agua dio lugar a problemas de salinización de los suelos,
particularmente en las tierras más bajas. De esta manera se perdieron suelos, o su productividad
cayo sensiblemente, y parte del área que se ganaba con la incorporación de tierras se perdía por
otro lado como consecuencia del uso excesivo de agua de riego.

En la agricultura de secano los productores normalmente siembran sus tierras cuando ha llovido
un volumen suficiente al inicio de la temporada de lluvias, ya que existe el riego de un falso
inicio: sembrar y que las lluvias se retrase. En estos casos el riego suplementario puede tener
un rol importante ya que se podría sembrar tempranamente y aprovechar los precios estacionales
más elevados. Además, en determinados escenarios, cuando las lluvias descienden
marcadamente al final de temporada, una siembra temprana puede ayudar a obtener mejores
rendimientos.

VOLUMEN

En los periodos críticos, cuando las lluvias son escasas, el riego suplementario permite mantener
el suelo con, por lo menos, un mínimo de humedad que asegure una producción mucho mayor
que la que se obtendría en caso contrario. Como se indicó, no se trata tanto de eliminar
totalmente el estrés hídrico, si no de reducirlo limitando la severidad de su impacto en los
periodos críticos del desarrollo de los cultivos.

El volumen de agua de riego a aplicar, una vez detectada la carencia en el suelo, dependerá de
la cantidad disponible que se tenga para regar y los requerimientos adicionales estimados. La
cantidad disponible, a su vez, depende del tamaño del proyecto que dio lugar a la irrigación.
Cuando se analiza la disponibilidad de agua que pueden aportar determinadas fuentes xxxvii a un
proyecto de riego, se repara que esta es variable en el tiempo (hay años con abundantes
descargas, y otros con descargas menores). Para el diseño de un proyecto se estima el volumen
mínimo que estaría disponible dado un nivel de probabilidadxxxviii. De igual forma se estima la
precipitación mínima que se tendría en ese escenario probable. Si, por ejemplo, se utiliza un
nivel de probabilidades de 75% para estimar el mínimo disponible, se está aceptando que en
25% del tiempo los volúmenes serán menores a la disponibilidad mínima estimada.

Los valores de disponibilidad de agua estimados para las precipitaciones son comparados con
los requerimientos de una cedula típica de cultivos para una superficie dada (la del proyecto)
para detectar, de esta forma, el déficit posible. A su vez, el déficit es comparado con las
disponibilidades que existan en las otras fuentes estudiadas (fluviales según el ejemplo) para

31
Armado Tealdo
determinar el tamaño del proyecto (superficie a atender y el volumen de agua a derivar). En
consecuencia se pueden tener los siguientes casos básicos:

a. Que las disponibilidades sean superiores o iguales a los déficit; caso en el que no habría
limitación natural y se procedería a analizar si el proyecto es viable económicamente y
socialmente.

b. Que la disponibilidad no cubra el déficit, lo que lleva al redimensionamiento del


proyecto (menores áreas a atender) y su posterior análisis económico para observar su
viabilidad.

c. Si el proyecto no es económicamente viable puede ser redimensionado para analizar si


con un tamaño menor deviene en viable.

Es normal que se presenten algunos años de bajas precipitaciones en los que el volumen de agua
que pueda aportar el proyecto no alcance para atender los requerimientos de toda la superficie.
En este caso se tienen dos alternativas:

a. Regar parte de la superficie para que esta tenga agua suficiente, en tanto que la restante
se ajusta a las condiciones existentes de carencia de agua o,

b. Regar toda la superficie con un volumen menor que el requerido.

La experiencia que se tiene con riego suplementario sugiere que aun aplicando el 50% del
volumen requerimiento, la reducción en el rendimiento no es muy pronunciada xxxix. Así mismo,
se han registrado casos en áreas del mundo 40 en donde con limitados volúmenes de riego
suplementario se obtuvieron incrementos de producción elevados en granos como el trigo,
incrementos que más que duplicaron al volumen que se obtenía en el sistema de secano. Por
ello es que, uno de los objetivos del riego complementario es el proveer una cantidad mínima
de agua en los periodos críticos de crecimiento de los cultivos en un escenario de bajas
precipitaciones. Los resultados observados también sugieren que se pueden estudiar proyectos
para zonas con escasos recursos hídricos.

RENDIMIENTO

El acceso al riego permite disminuir los riesgos derivados de la precipitación en la agricultura


de secano, y los ingresos de los agricultores se pueden incrementar mediante tres vías que
determinan una mayor producción:

a. El solo hecho de disponer agua de riego permite elevar la productividad. Ello es posible
en razón de que el riego posibilita tener agua oportunamente, especialmente en las etapas
críticas de su crecimiento, impactando positiva y significativamente sobre el volumen
de producción.

b. La disminución del riesgo por agua viabiliza la aplicación de un nivel tecnológico


mayor, a través de la adquisición de fertilizantes, semilla mejorada, u otros insumos.

c. El uso de fertilizantes permite una mayor superficie anual sembrada como consecuencia
de la disminución, y eliminación, de las aéreas de descanso.

El siguiente gráfico permite observar el efecto del uso de agua de riego en la producción de
cereales:

32
Armado Tealdo
GRÁFICO 25: PRODUCTIVIDADES Y REQUERIMIENTOS DE AGUA

FUENTE: “Agua y Cultivos: Logrando el Uso Óptimo del Agua en la


Agricultura”, FAO, Roma 2002 (página 16).
Como referencia se puede citar que el rendimiento promedio de trigo en
el Perú es, en las 2 últimas décadas, ha sido 1300 kg/ha.

Si en los cultivos de secano se hace uso de fertilizantes, semilla mejorada y otros insumos, la
producción por hectárea se incrementa de manera significativa. No obstante, el riesgo de una
precipitación baja puede dar lugar a que el rendimiento sea menor y que el productor pierda la
inversión realizada en los insumos, situación severa si este se encuentra en situación de
pobrezaxl.

El agua de riego permite obtener una mayor producción, incluso con bajo uso de insumos
igualando, o superando, el rendimiento que se obtendría en secano con uso mayor de insumos.
Pero el riego también viabiliza el uso de fertilizantes y otros insumos, aumentando el impacto
del riego sobre la producción.

Una apropiada selección de variedades de cultivos puede tener un efecto importante que mejore
aún más los rendimientos que se puedan dar con riego suplementario. Normalmente en las áreas
de secano se cultivan variedades que resisten a bajas precipitaciones. Si bien estas variedades
producen bien con riego suplementario, su respuesta puede ser menor frente a otras que se
ajustan más al riego.

En consecuencia, el riego suplementario aumenta los rendimientos, pero su efecto económico


puede verse limitado si no se aprovecha las potencialidades que ofrece. En este campo destaca
el uso de fertilizantes, particularmente los nitrogenados por las deficiencias de este elemento
que normalmente se observa en los suelosxli. En este campo el Programa Buena Siembra puede
potenciar a los proyectos de riego para pequeños productores de la sierra.

2. FUENTES Y SISTEMAS DE RIEGO

Los sistemas de riego suplementario pueden ser los mismos que los utilizados con riego pleno
y, en ambos casos, el sistema más utilizado, es el riego por gravedad, que requiere de menores
inversiones y su uso no demanda niveles tecnológicos mayores. Sin embargo su empleo se
limita a suelos nivelados.

En el caso del riego complementario la frecuencia de los riegos se limitada a pocos periodos:
dependiendo del volumen de precipitaciones, dos o tres riegos pueden ser suficientes. Esta
característica puede imponer limitaciones a los sistemas que se pueden usar en el riego
suplementario. Así, puede ser difícil justificar proyectos que utilicen sistemas de presión como
el riego por aspersión, micro aspersión, y goteo solo para unos pocos riegos. Estos sistemas son
caros de instalar, operar y mantener, y su uso no es sencillo. No obstante el sistema que usa
33
Armado Tealdo
aspersores podría estar justificado en el riego de tierras no niveladas, en donde no es
recomendable el riego por gravedad por la erosión y pérdida de suelos a que da lugar. El equipo
de riego de este sistema es duradero y puede ser portable, de tal manera que se cubrir amplias
superficies con equipos de tamaño relativamente menores.

FUENTES DE AGUA PARA EL RIEGO SUPLEMENTARIO

La fuente de agua es un tema fundamental para el riego. En el país hay un potencial apreciable
para utilizar aguas de ríos, lagos y lagunas, y aguas subterráneas, en proyectos de riego
suplementario para la sierra en tierras actualmente conducidos en secano. Estos proyectos
permitirían, entre otros aspectos, la utilización plena de los recursos de esta región a través de
la incorporación de las tierras en descanso a una agricultura permanente.

Aguas superficiales
Las fuentes de agua superficial comprenden los ríos, lagos y lagunas. Los ríos son la principal
fuente de riego en el país, el 46% de las unidades con riego solo utilizan esta fuente. Si además
se supone que las aguas de los reservorios, grandes o pequeños, se alimentan de agua de los
ríos, la proporción aumenta al 58%. Según CENAGRO 2012 el 45% de las unidades de
producción serranas con riego utilizaban aguas de rioxlii.

En el país se reconoce la existencia de tres vertientes: Pacifico, Atlántico y Titicaca; y 159


unidades hidrográficas principales, que se corresponden con los ríos principales. Un concepto
importante en las aguas fluviales es el de cuenca. La cuenca hidrográfica es el territorio avenado
por un único sistema de drenaje natural que va a dar al mar a través de un único río, o que vierte
sus aguas a un único lago tierras adentro. Un rio recibe aguas de otros ríos menores y la cuenca
se ramifica aguas arriba. El número de ramificaciones determina el grado de los tributariosxliii.
También se reconoce el orden de los ríos: el río de primer orden es un tributario pequeño, sin
ramificaciones. Un río de segundo orden es el que solo posee ramificaciones de primer orden,
y así sucesivamente.
Las aguas de las cuencas del país tienen sus orígenes en las precipitaciones y deshielos que se
dan en la sierra y los ríos que por su efecto allí se originan. Si bien los caudales de ríos son bajos
en las partes más altas de la sierra, que son donde se comienza a colectarse el agua, estos se van
incrementado para altitudes menores. Las potencialidades que tiene la sierra para la utilización
de las aguas fluviales en el riego complementario son importantes.
A nivel nacional, solo el 4% de las unidades utilizan agua proveniente de lagos o lagunas, y las
unidades que las usan con más frecuencia se ubican en la sierra. Según CENAGRO 2012, el
7% de las unidades de producción serranas con riego utilizan aguas lacustres. Solo el 1% de las
unidades de costa usa aguas de lagos o lagunas y, en números absolutos, las unidades de la costa
que usan esta fuente representan solo el 1% de las unidades de la sierra en tal situación.
En el país se tienen identificadas más de 12 mil lagunas. En 1980xliv se explotaban 186 lagunas,
y se tenían 342 con estudios. La ONERN xlv sugirió el desarrollo de 60 lagunas que ya tenían
estudios de reconocimiento, de pre factibilidad o de factibilidad. No obstante, en el año 2010 se
explotaba 190 lagunas en todas las cuencasxlvi, solo 7 más de la que se explotaba en 1980. En
todo caso el agua lacustre puede ser una fuente importante de riego suplementario para la sierra.

Aguas subterráneas
Se trata de aguas que fluyen, o se encuentran almacenadas, por debajo del suelo. Estas aguas
pueden emanar naturalmente a la superficie o desplazarse solo por el subsuelo. El primer caso
comprende los manantiales o puquios, cuyo origen son las filtraciones de las aguas de lluvia xlvii
de zonas altas para emerger en zonas más bajas. Para aprovechar las aguas que solo se desplazan
34
Armado Tealdo
por el subsuelo, o se encuentran almacenadas en este, se tiene que intervenir para mediante
posos a tajo abierto, y pozos en donde hay que bombear para extraer las aguas profundas.

Las aguas subterráneas son importantes en el país, el 30% de las unidades de producción solo
hace uso de esta fuente para regar, predominando el uso de agua de puquios o manantiales (27%
de las unidades) sobre las que solo usan agua de pozo (3%).

Las aguas subterráneas están más estudiadas en la costa, en donde existen unos 27 mil pozos
repartidos en 37 cuencas. La mayoría son a tajo abierto y unos 6 mil son tubulares, aunque el
39% esta inutilizado por sobre explotación. Las reservas en la costa se estiman entre 35 y 40
mil millones de metros cúbicos. Se reconoce que los estudios hidrogeológicos son insuficientes
en el país, más aun para las condiciones de la sierra.

En la sierra, el uso de aguas subterráneas para riego es tan importantes como aquellas que
provienen de los ríos: casi la mitad (47%) de las unidades con riego hacen uso de aguas
subterráneas, y hay un predominio marcado por el lado de los manantiales respecto a las usan
agua de pozo: del universo de las unidades que usan agua subterránea, el 96% utilizan agua de
manantial y solo el 4% de pozo.

La presencia de manantiales en sierra sugiere que hay un potencial significativo de agua


subterránea en que se podría utilizar en la agricultura serrana.

Cosecha de agua.

Consiste en la captación de la lámina de agua que circula sobre la superficie como consecuencia
de las precipitaciones pluviales. Las aguas captadas deben almacenarse en áreas superficiales o
en el subsuelo para su posterior utilización. Su uso aún es muy limitado.

Derechos de agua

Para usar las distintas fuentes se requiere contar con un derecho de uso otorgado por la
Autoridad Administrativa del Agua. Asimismo, para realizar proyectos de riego se debe contar,
desde un inicio, con autorizaciones para:

a. Realizar los estudios de aprovechamiento de recursos hídricos, de tal forma de acreditar


la disponibilidad hídrica, el uso de sistemas hidráulicos adecuados, y la no afectación
de los derechos de uso de agua de terceros.

b. Ejecutar las obras y construcciones de la infraestructura para la captación,


almacenamiento, regulación y/o transporte de los recursos hídricos, según sea el caso, a
ser empleados en el proyecto.

Las autorizaciones concluyen con el otorgamiento de:

a. Licencias. Necesarias para el caso de actividades permanentes, y se dan para el uso de


un volumen anual fijo. Las licencias se pueden otorgar a una organización de usuarios
(denominadas licencias en bloque), permitiendo el uso de agua por una pluralidad de
beneficiarios e integrantes de la organización, que comparten una fuente y una
infraestructura hidráulica común.

b. Permisos, también necesarios para actividades permanentes, pero sobre la base de


volúmenes variables mensuales, y previa declaración de superávit hídrico.
35
Armado Tealdo
c. Autorizaciones, para el caso de actividades transitorias.

En el contexto del riego suplementario los derechos relacionados son, básicamente, las
licencias.

POTENCIALIDADES Y CAPACITACIÓN

Los retornos de las inversiones en riego suplementario normalmente son mucho mayores que
los de las irrigaciones convencionales, toda vez que el agua requerida es adicional a la de lluvias,
y se pueden aplicar volúmenes menores a los recomendadosxlviii.

Cuando se analizó la conveniencia de regar solo parte o toda la superficie cultivada ante
circunstancias en las que la disponibilidad de agua era limitada, se observó que lo mejor era
regar toda la superficie ya que la producción que se perdía por unidad de superficie era menor
que la que se perdería si es que se regaba solo parte del terreno. Esta característica representa
una posibilidad importante para dos tipos de situaciones:

a. En áreas donde existan limitaciones de agua se pueden ejecutar proyectos de riego


suplementario aun para cubrir solo parte del volumen recomendado.

b. Si un proyecto no es viable para un tamaño determinado, se podrían diseñar alternativas


de menores inversiones para cubrir los requerimientos con un volumen menor al
recomendado.

De esta manera se podría ejecutar proyectos en zonas de secano que tienen escasez de fuentes
de agua para su aplicación a través del riego suplementario, o limitar los tamaños en áreas donde
la viabilidad económica es crítica.

Los proyectos introducen cambios en las prácticas de los productores, tanto por el lado de las
prácticas culturales y las exigencias que trae consigo el riego, como por el de las obras y equipos
de los sistemas de riego. De esta manera la capacitación debe cubrir las técnicas de riego, la
determinación del momento a regar, y el volumen a aplicar de acuerdo a los parámetros que se
establezcan para distintos escenarios de disponibilidad de agua que se puedan presentar.
Asimismo, se debe orientar para el uso de fertilizante, semillas, y otros insumos de acuerdo a
las características de los cultivos con riego. La capacitación también debe cubrir la operación y
mantenimiento de las obras y equipos que conforman los sistemas de riego.

La mejor aproximación para tratar estos temas es a través de la participación de los propios
beneficiarios. En la práctica, la capacitación se inicia con esta participación. La experiencia
muestra que los proyectos que no dan importancia de la participación de los beneficiarios están
destinados, en el mejor de los casos, a producir beneficios muy limitados. En el peor de los
casos se generaran conflictos y los proyectos pueden fracasar.

Las mejores experiencias se tienen con la participación de los beneficiarios desde un principio,
y ello incluye el diseño del mismo proyecto. Hay gran cantidad de experiencias internacionales
y locales de proyectos deficientes, en donde los recursos invertidos no produjeron el beneficio
que se proyectó. La falta de participación de los beneficiarios determino, en casos, que los
canales fueran dañados por los agricultores para poder regar sus tierras, ya que el proyecto no
identifico la existencia de estos usuarios y no se hicieron las obras (pequeñas) correspondientes.
En otros casos el trazo de los canales no permitió el acceso de potenciales usuarios. La

36
Armado Tealdo
corrección fue costosa, y gran parte del canal original quedó sin uso. Estos, y otros problemas,
se hubieran podido evitar con la participación de los usuarios en el diseño del proyecto.

En otros casos se hicieron proyectos muy caros para atender un número limitado de
beneficiarios (y áreas de riego), y que eran económicamente inviables, pero que con un
equivocado sentido social se llevaron a cabo. Las grandes obras tienen un impacto visual,
emotivo, y político, pero muchas veces no se justifican desde un punto de vista económico.
Estos proyectos demandan recursos financieros de magnitud, normalmente para un número
limitado de usuarios, lo que implica un menor impacto en la reducción de la pobreza.

Finamente hay que señalar las evaluaciones ex post muestran que si un estudio de pre inversión
fue defectuoso pero hubo adecuada participación de los beneficiarios, el proyecto fue mejorado
por los propios usuarios y los resultados fueron positivos. Por el contario, los proyectos estudios
de pre inversión defectuosos, que se elaboraron sin la participación de beneficiarios, fracasaron.
Ello también se observó en otros proyectos en donde no hubo participación de los beneficiarios.

3. INVERSIÓN

No hay mayor diferencia entre los tipos de proyectos de riego total y los proyectos de riego
suplementario. Se pueden distinguir dos tipos básico de proyectos:

- Proyectos de riego por gravedad, que captan y conducen aguas de origen fluvial, lacustre,
o de manantiales. Los proyectos pueden incluir estructuras de almacenamiento
(reservorios).

- Proyectos de riego por bombeo, para la explotación de aguas subterráneas (pozos).

Por el tipo de aplicación del riego en la parcela también se distinguen dos formas básicas:

- Aplicación a lo largo de la superficie (riego superficial), siendo el más conocido es el


de surcos.

- Riego localizado, que comprende el riego por aspersión y micro aspersión, riego por
goteo, y riego por exudación.

Los montos de inversión varían de acuerdo al tipo de proyecto, desde los menos costosos que
comprenden a los de riego por gravedad y aplicación superficial, a los más caros que pueden
involucrar presas y riego por presión.

INVERSIÓN POR HECTÁREA

La FAO (AQUASTAT) ha registrado información para proyectos de riego en distintos países


del mundoxlix financiados por instituciones como el Banco Mundial, la Agencia internacional
para el de los Estados Unidos l , la Fundacional Internacional para el Desarrollo de la
Agriculturali, el Banco Interamericano de Desarrollo. La información distingue:

a. Proyectos de riego por gravedad, que pueden incluir tomas de ríos, reservorios, y otras
obras.
b. Proyectos para el bombeo de agua proveniente de ríos, o de agua de rio o subterránea.

37
Armado Tealdo
c. Proyectos según el tipo de riego que se aplicara en el fundo, como puede ser el riego
superficial o de gravedad, riego por aspersión, y riego localizado (goteo).

En todos estos casos se diferencian los proyectos nuevos y los de ampliación y rehabilitación.
Asimismo, se incluye información sobre el monto de inversión (a dólares del año 2000), sobre
el tamaño del proyecto (número de hectáreas) y, consecuentemente, sobre la inversión por
hectárea.

El universo de la información comprende desde proyectos muy grandes con tamaños de 700 mil
hectáreas (India), o 470 mil (Pakistán), hasta proyectos pequeños de 20 hectáreas en Colombia
o 10 hectáreas en Nepal.

Los proyectos más grandes tienen un menor monto de inversión por hectárea que los más
pequeños, pero en ambos casos la variabilidad es muy alta. Los proyectos pequeños (hasta 5
mil hectáreas) tienen una inversión promedio por hectárea de 3.7 mil dólares, pero pueden llegar
a costar más del doble, o menos de la mitad. En los proyectos más grandes la inversión se reduce
a 900 dólares, pero también muestran una variabilidad elevada:
12: INVERSIÓN POOR HECTÁREA

RANGO INV/HA
VARIABILIDAD
(MILES Ha) (Miles Dólares)
0.-.5 3.7 95%
0.5-1 3.0 157%
.1-10 2.3 113%
10-50 1.6 88%
50-100 1.7 179%
100-700 0.9 86%

Si el universo se restringe a los proyectos nuevos lii con bombeo de agua, la inversión promedio
por hectárea es 5.0 mil dólares. En los proyectos pequeños, con tamaños que van de 20 a 500
hectárea, la inversión se incrementa a 5.7 mil dólares.
13: INVERSIÓN POOR HECTÁREA: BOMBEO Y GRAVEDAD

INV/HA COEF.
RANGO RANGO INV/HA (68%
TIPO (Miles VAR.
(Ha) OBSERVACIONES)
Dólares)
20-50500 5.0 1.4 8.6 73%
BOMBEO
20-500 5.7 1.5 10.0 75%
10-250000 3.2 - 6.8 1.11%
GRAVEDAD
10-600 4.3 1.2 7.5 72%

Si solo se toman en cuenta los proyectos nuevos con agua de gravedad, la inversión promedio
es menor: 3.2 mil dólares por hectárea. Para tamaños menores (10 a 600 hectáreas) la inversión
aumenta a 4.3 mil/ha (30% más). No obstante, al interior de este último rango se observa que
cuanto más pequeño es el proyecto menor es la inversión por hectárea:

Es importante destacar que los proyectos de riego por gravedad tiene un monto de inversión por
hectáreas menor que el riego por bombeo, diferencia que se amplía en los proyectos más
grandes.

38
Armado Tealdo
GRÁFICO 26

De los 248 proyectos que conforman el universo de la información de AQUASTAT, solo 4


tienen riego localizado (aplicación del agua en la planta liii), tres de ellos son proyectos de 18 a
55 mil hectáreas, con una inversión por hectárea alrededor de 1.5 mil dólares promedio. El
cuarto es un proyecto de 2 mil hectáreas con una inversión de 5.9 mil dólares por hectárea.
Mayormente se trata de proyectos de modernización que ya cuentan con infraestructura y con
riego superficial, y se modernizan con un riego localizado.

INVERSIÓN POR HECTÁREA EN MI RIEGOliv

Los proyectos de Mi Riego cubren tanto nuevas irrigaciones como las existentes. En el primer
caso los proyectos contemplan la construcción de canales, y pueden incluir bocatomas y otras
obras de riego. Estos proyectos pueden o no incluir la construcción de reservorios. A la fecha
no se ha registrado proyectos de explotación de agua subterránea por bombeo.
En los casos en donde ya existen irrigaciones, los proyectos están orientados a la rehabilitación
de la infraestructura, a su mejoramiento, a la ampliación del proyecto para atender una mayor
superficie, a la tecnificación del riego, o una combinación de las anteriores. A pesar de esta
pluralidad, la mayoría de proyectos están orientados al mejoramiento de la infraestructura,
particularmente la de los canales principales. Las ampliaciones y rehabilitaciones representan
pocos casos (un 5% del total de los proyectos revisados).
Varios de los estudios de Mi Riego no han registrado el número de hectáreas a atender, o la
información no es clara para diferenciar las nuevas hectáreas con riego de las que ya existían
sin el proyecto. También se observan problemas por el lado de los beneficiarios, ya que en unas
ocasiones se registra el número de familias (valor entendible), y en otras el número de personas
(valor que podría incluir a niños). Estos problemas son más frecuente para proyectos con
elevados índices de inversión por hectárea.
A pesar de ello, se cuenta con un número importante de proyectos con información para analizar
la situación, y estimar la inversión por hectárea. Los proyectos que demandan más inversión
por hectárea incluyen reservorios y son, en promedio, 30% más caros que los que proyectos sin
reservorio. Por su parte los proyectos de mejoramiento tienen, en promedio, una inversión
similar a la de los proyectos nuevos sin reservorio. La variabilidad de las inversiones en Mi
Riego es elevada, especialmente para los proyectos con reservorio.
14: INVERSIÓN POR HECTÁREA MI RIEGO

RIEGO POR INV/HA Miles S/. RANGO INV/HA (68% NUMERO


GRAVEDAD (Miles $)* OBSERVACIONES) PROYECTOS CV
24.7 8.8 40.6 64%
CON RESERVORIO 13
(8.8) (3.1) (14.5)
18.1 8.5 27.6 53%
SIN RESERVORIO (3.0) 38
(6.5) (9.9)
18.8 5.0 32.7 74%
MEJORAMIENTO (1.8) (11.7) 70
(6.7)
* Tasa de cambio: 2.8.

39
Armado Tealdo
Si se comparan los índices de inversión por hectárea de Mi Riego con los índices de
AQUASTAT, se observa que la inversión por hectárea es mayor en Mi Riego. Al comparar los
proyectos de riego por gravedad sin reservorio de Mi riego, y los proyectos de riego por
gravedad nuevos que registra AQUASTAT, los de Mi Riego tienen una inversión mayor que el
promedio internacional (50% más), situación que se hace más crítica para el rango de los
proyectos de menor tamaño, que comprenden el 70% de la cartera de Mi Riego. Se trata de
porcentajes elevados.

Para analizar el valor de la inversión por hectárea en Mi Riego que se realiza a continuación, se
ha estimado:

a. El beneficio que debe producir una inversión por hectárea para que en un periodo dado
(10 a 30 años) tenga un rendimiento mínimo de 9% anual. Esta tasa es el parámetro
mínimo que establece el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) para que un
proyecto sea viable. El SNIP también establece un periodo de análisis de 10 años para
evaluar los proyectos, pero acepta otros horizontes que estén sustentados.

b. La producción que debe tener una hectárea sembrada con un cultivo típico para que el
beneficiolv a obtener por efecto del riego suplementario, descontado del que ya se tiene
en condiciones de secano, justifique la inversión.

Beneficio que debe producir la inversión

El siguiente gráfico y cuadro muestra el beneficio anual mínimo que debe generar una inversión
para tener un rendimiento de 9% considerando tres periodos de análisis de los proyectos.
GRAFICO 27

15: BENEFICIO QUE PRODUCE UN RENDIMIENTO DE 9% DADA UNA INVERSIÓN


(MILES DE NUEVOS SOLES)

BENEFICIO ANUAL POR AÑOS DE ANÁLISIS


D
30 AÑOS 20 AÑOS 10 AÑOS
11.2 (AQUASTAT) 1.1 1.2 1.3
18.1 (MI RIEGO SIN RESERVORIO) 1.8 1.9 2.0
24.7 (MI RIEGO CON RESERVORIO) 2.4 2.6 2.8

Para 30 años de análisis, una inversión de 11.2 mil Nuevos Soles por hectárea (promedio
AQUASTAT) debe tener un beneficio anual de 1.1 mil para rendir 9% al año. Para una inversión
de 18.1 mil (promedio Mi Riego sin reservorio), el beneficio se incrementa a 1.8 mil; y para

40
Armado Tealdo
una inversión de 24.7 mil (Mi Riego con reservorio) el beneficio anual aumenta a 2.4 mil
Nuevos Soles.

El beneficio a obtener debe ser mayor si se toma como referencia menores periodos de tiempo
para el análisis de proyectos. Para 10 años y una inversión de 18.1 mil el beneficio debe ser un
18% superior, y para 20 años un 9% adicional. Periodos de análisis mayores favorecen la
viabilidad de los proyectoslvi.

Beneficio por hectárea

La papa es el principal producto con el que los productores de sierra se articulan al mercado. El
Estudio “Conociendo la Cadena Productiva de la Papa en Ayacucho” lvii, estima los costos de
producción de papa para distintos escenarios que dependen del tipo de productor:
16: COSTOS DE PRODUCCIÓN DE PAPA EN AYACUCHO

PRODUCCIÓN/Ha COSTO/Ha lviii lix


CARACTERIZACIÓN
(Tm) (S/.)
PEQUEÑO PRODUCTOR (1 Ha)TECNOLOGÍA BAJA 60 8 2557
MEDIANO PRODUCTOR (1 a 3 Ha) TECNOLOGÍA MEDIA 20 4986
PRODUCTOR GRANDE (>3 Ha) ALTA TECNOLOGÍA 30 6395

Esta información permite calcular los costos de producción para otros rendimientos.

Los ingresos dependen tanto del volumen de producción como de los precios, y ambos factores
tienen importancia decisiva sobre el beneficio del productor. En Ayacucho, un incremento de
10% en el precio de la papa puede originar un incremento de 50%lx en el remanente.

El Estudio citado considera tres precios en chacra para 2007lxi. No obstante, los precios de la
papa, y los bienes alimenticios agrícolas en general, se han incrementado de manera substancial
a partir del periodo 2006-2007. A nivel nacional, el precio en chacra de papa fue 57% mayor
en el periodo 2008-2011 (0.6 Nuevos Soles/Kg) que el del periodo 2000-2005lxii. En Ayacucho
el precio se incrementó a 0.56 Nuevos Soles/kilo en 2010 y a 0.65 en el 2011lxiii.

Los cambios respondieron a la elevación del precio de los productos alimenticios a nivel
mundial. Por ejemplo, en el caso del trigo importado por el país, el precio registrado en
20072011 (0.31 dólares/kg) fue el doble del registrado en 2000-2005 (0.15 dólares). Situación
similar se dio con los precios internacionales y en chacra de otros productos.
GRAFICO 28

Fuente: FAOSTAT y Banco Central de Reserva para la tasa de cambio.

El escenario prevalente desde de 2006-2007lxiv ha sido muy favorable para el productor agrario,
ya que sus ingresos se han incrementado y la pobreza se ha reducido. Asimismo, se ha

41
Armado Tealdo
posibilitado la realización de proyectos con montos de inversión por hectárea que no hubiera
sido viables en periodos anteriores a los del alza.

El siguiente gráfico muestra la producción mínima de papa que se debe lograr para tener un
beneficio anual adicional que justifique las inversiones promedio de AQUASTAT (1.1 de
remanente adicional) y Mi Riego (1.8 y 2.4 para Mi Riego sin y con reservorio
respectivamente). El beneficio adicional es la situación con proyecto menos la situación sin
proyecto. La situación sin proyecto considera una producción de 5 Tm, un costo de 1568 Nuevos
Soles/ha, y un 1/3 de la superficie en descanso.
GRAFICO 29

Con un precio de 0.4 Nuevos Soles/kilo un proyecto de riego tendría que incrementar la
producción por hectárea en 3 veces: de 5 toneladas (situación sin proyecto) a un mínimo de 14.5
toneladas para tener un remanente adicional anual de 1.8 mil Nuevos Soles, remanente que
justifica una inversión de 18.1 mil Nuevos Soles/hectárea). Con un precio de 0.55, la producción
se tendría que incrementar mucho menos (1.7 veces) ya que se requiere un rendimiento menor
(8.3 toneladas/hectárea) para lograr ese remanente. Hay que recordar que el beneficio con
proyecto incluye aquel que se deriva delas áreas en descanso que se incorporan a una agricultura
permanente.

Lo anterior permite observar que:

a. Los precios anteriores al alza limitaban la viabilidad de los proyectos.

b. Para el tipo de agricultor que quiere atender Mi Riego (pequeño productor) es factible
incrementar la producción a 8.3 tonelada/hectárea, situación que justifica una inversión
de 18.1 mil Nuevos Soles por hectárea.

Otras regiones de la sierra presentan condiciones similares a las de Ayacucho, y la inversión de


18.1 puede tomarse como parámetros para evaluar los proyectos utilizando el método costo
efectividad: proyectos con inversiones iguales o menores a 18 mil Nuevos Soles por hectárea
no requerirían una evaluación beneficio costo. El método costo efectividad es más expeditivo,
y permite dedicar más tiempo a la participación de los usuarios y al análisis del diseño del
proyecto. En este caso la evaluación costo efectividad estaría dada por la alternativa del
proyecto que tiene un menor costo y una calidad mínima.

También es conveniente poner montos topes de inversión por hectárea para los proyectos a ser
financiados por Mi Riego. Estos topes permiten: a) evitar la concentración de proyectos en
pocos beneficiarios, b) aumentar, de esta manera, la población atendida y, c) mayor eficiencia
en el uso de recursos ya que es muy factible que montos mayores no sean rentables, o que los
beneficiarios no logren el incremento de la producción en los plazos que hacen viable la
42
Armado Tealdo
inversión. El tope se puede establecer en 24.4 mil Nuevos Soles por hectárea, que corresponde
a una producción de 12 toneladas/hectárea con proyecto. Montos mayores deberían estar
claramente justificados para ser financiados con otras fuentes.

De esta manera el Fondo Mi Riego cubriría demandas que van hasta 24.4 mil Nuevos
Soles/hectárea. Los proyectos menores que 18.1 mil Nuevos Soles de inversión serían evaluados
con el método costo efectividad. Los proyectos que se ubiquen entre 18.1 y 24.4 mil Nuevos
Soles se evaluarían con el método beneficio costo. Las inversiones mayores a 24.4 mil Nuevos
Soles por hectárea no formarían parte de la cartera elegible del fondo Mi Riego.

i
Ley No 29951, Perú.
ii
“The Estate of the World’s Land and Water Resources for Food and Agriculture Managing Systems at Risk”,
FAO and EARTHSCAN, 2011
iii
En el primer caso el rendimiento de trigo paso de 1 a 3 t/ha, y en el segundo caso de 2 a 5
iv
Ver “Supplemental Irrigation”. International Center for Agricultural Research in the Dry Areas (ICARDA)”, 2 nd
edition 2012.
v
FAO op cit.
vi
FAO, op cit.
vii
Las plantas pueden tener una transpiración mayor o menor que la del indicador de referencia.
viii
Valorada a precios de 1994
ix
Según el censo de población y vivienda de 2007, la PEA rural sumaba 2159.2 miles de personas, y la PEA rural
agraria 1617.1
x
Proceso que es favorecido por las plantas leguminosas que se caracterizan por fijar nitrógeno del aire.
xi
Y otras áreas del mundo
xii
En promedio.
xiii
Determinado por la desviación estándar y el promedio.
xiv
Este es un valor promedio, y los valores reales pueden ser mayores o menores. Como se utiliza la desviación
estándar para calcular la variabilidad, se puede precisar que en el 68% de los años la precipitación anual estará en
un rango delimitado por el promedio más o menos una desviación estándar. Si se toman dos deviaciones el
porcentaje sube a 95%
xv
Fuente: “Variabilidad Pluviométrica, a Escalas Anual y Cuatrimestral, en la Vertiente Peruana del Océano
Pacifico”, Informe IRD-SENAMHI, 2001.
xvi
80% a nivel nacional considerando un universo conformado por las tierras de labranza y los cultivos
permanentes propiamente dichos. El porcentaje es mayor para el caso de la sierra.
xvii
Promedio obtenido para la sierra.
xviii
Se estima que con volúmenes menores del 75% hay un descenso importante de la producción por hectáreas.
xix
Fuente: “Variabilidad Pluviométrica… op cit.
xx
4.1 mil m3/ha. Para los requerimientos mensuales de este cultivo se tomaron los coeficientes de consumo
consuntivo (Kc) del estudio de Oscar Baldomero Garay Canales (Tabla 1).
xxi
La tuberización se iniciaría en enero. Ver Bases fisiológicas del crecimiento y desarrollo del cultivo de papa
Ing. Agr. Luis Aldabe – Ing. Agr. PhD. Santiago Dogliotti.
http://www.fagro.edu.uy/~fisveg/docencia/curso%20fisiologi%20cultivos/materiales%20teoricos/Repartido_Fis
iologia_Papa.pdf
xxii
Ver “Conociendo…”. El precio puede ser un 30% menor.
xxiii
Es costo de oportunidad e ingreso.
xxiv
Ver “Respuesta de los Rendimientos de los Cultivos al Agua”, Estudio FAO: Riego y Drenaje 66, 2014.
xxv
Sólo se ha considerado las unidades que tienen un tamaño menor a las 100 hectáreas.
xxvi
CENAGRO 2012
xxvii
Sus órganos y oficinas regionales y locales.
xxviii
Tanto para la parte agrícola como pecuaria, e incluye comercialización y otros tópicos distintos al del manejo
de los cultivos. También destacan los gobiernos locales (24%) la empresa privada y las asociaciones de productores
(24%), y las ONG (12%)
xxix
Cuando el tamaño de la unidad es inferior a las 300 hectáreas agrícolas.
xxx
Por ejemplo, ver Assuncao, J. J. and L. H. B. Braido 2007. "Testing Household-Specific Explanations for the
Inverse Productivity Relationship."
xxxi
El análisis de la relación sugiere que hay una parte pequeña de unidades de secano que usan fertilizantes.

43
Armado Tealdo
xxxii
Supóngase que los 2/3 de la tierra trabajada anualmente produce 100. Con riego y fertilizantes se obtendría el
un 30% más, haciendo un total de 133.3. A este valor hay que agregar la producción del tercio restante que ya no
se deja en descanso, que es igual a 133.(3/2)=66.6.
xxxiii
Semilla certificada o plantones mejorados de acuerdo con el CENAGRO.
xxxiv
Ver “Supplemental Irrigation, a Highly Efficient Water Use Practice”, Theib Oweis and Ahmed Hachum,
International Center for Agricultural Research in the Dry Areas”. 2012.
xxxv
Ver “Supplemental...” op cit.
xxxvi
Entre estas técnicas se tiene los termómetros de luz infrarroja, la medición de la reflectancia, la capacitancia
eléctrica, y la sonda de neutrones.
xxxvii
Como pueden ser ríos.
xxxviii
O persistencia. En muchos casos se usa el 75%: el volumen mínimo que se dispondría con una probabilidad
de 75%.
xxxix
Menos de 20%. Ver ICARDA (op cit) y “Shaping the Future of Water for Agriculture, a Sourcebook for
Investment in Agriculture Water Management”. The World Bank, 2005. 40 Siria, Turquía, áreas sub saharianas del
áfrica.
xl
Característica que explica su aversión muy marcada hacia el riesgo.
xli
Varios compuestos nitrogenados no son fijados en el suelo (o su fijación es débil) y pueden “lavarse” fácilmente.
De allí que es importante un buen manejo de los fertilizantes nitrogenados.
xlii
Se está incluyendo aquellos que usan agua de reservorios grandes (6%) y pequeños (4%).
xliii
Número que crece aguas arriba, el número uno es el rio que desemboca en el mar o lago.
xliv
“Inventario Nacional de Lagunas y Represamientos”, ONERN Perú 1 980.
xlv
Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales. Operó durante 30 años inventariando los recursos
naturales.
xlvi
MINAGRI, Boletín Técnico de Recursos Hídricos 2010.
xlvii
O de deshielos u otras fuentes.
xlviii
Ver “Shaping the Future of Water for Agriculture, a Sourcebook for Investment in Agriculture Water
Management”. The World Bank, 2005.
xlix
Incluido el Perú con 10 proyectos.
l
USAID, United States Agency for International Development.
li
IFAD, The International Fund for Agricultural Development.
lii
Excluidas las rehabilitaciones.
liii
Incluye riego por goteo, micro-aspersión, tubos porosos, mangas plásticas perforadas.
liv
Para el desarrollo de este punto se ha utilizado la información disponible a marzo de 2012
lv
Ingresos menos gastos con proyecto, menos ingresos menos gastos con proyecto.
lvi
No obstante, periodos muy grandes solo tienen un efecto marginal, ya que los valores actualizados son muy
pequeños.
lvii
Solid Perú 2007.
lviii
No se ha considerado depreciaciones ni alquiler de terreno.
lix
Usa fertilizantes, aunque en menor cantidad que los productores medianos y grandes.
lx
Si el precio del que se parte es bajo, el efecto sobre el remanente es mayor, e inversamente.
lxi
0.4, 0.5 y 0.6 Nuevos Soles/kg. El nivel depende del lugar donde se localiza la zona de producción.
lxii
Y 42% mayor que el precio de 2007, que es la fecha del Estudio citado.
lxiii
“La Papa Principales Aspectos de la Cadena Productiva” MINAG.
lxiv
No visto desde inicios de la década de los años 1970, en donde se registraron incrementos substanciales del
petróleo y de los productos alimenticios.

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Armado Tealdo

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