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TOMO 1 1·'

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LA REVOLUCION FRANCESA í:
Y EL IMPERIO NAPOLEONICO
POR ANDRÉ FUGIER
Prole1or do ¡, F•culud de Letr" do Lyon

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BIB!i-IOTECA ;CULTURA E HISTORIA


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HISTORIA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES


DlRlOIDA POR

PIERRE RENOUVIN
·;¡ Profesor de l• Sorbona
.Miembro del Instituto

TOMO 1
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Volumen 1
i;. ;:·1¡ LA EDAD MEDIA
') POR FMNc;:ors L. GANSHOF
filSTORIA
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Profesor· de la UnJversidad de Gante DE LAS

11 LOS TIEMPOS MODERNOS RELACIONES INTERNACIONALES


·¡ POR GASTON ZELLER
1
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~ Profesor de la Sorbona
TOMO I
Volum•n U VOLUMEN II
LA REVOLUCI9N FRANCESA Y EL IMPERIO
NAPOLEONICO
POR ANDRÉ FUOIER
Profosor de la Facultad de Letras de Lyon

TOMO 11
Volumen 1
EL SIGLO XIX
r. DE 1815 A 1871: U. EUROPA DE LAS NACJONALIDADES
Y EL DESPERTAR DE NUEVOS MUNDOS

1914: EL APOOEO DE EUROPA


II. DE 1871 A
POR PIERRE RENOUVlN

Volumen 11
LAS CRISIS DEL SIGLO XX
I. DE 1914 A 1929
TI. DE 1929 A 1945
POR PIERRE RENOUVIN

1 ••
La presente obra se publicó originalmente en francés,
por la Li?rairie Hacl1ette, de París, con el título de

HISTOIRE DES
R.PLAT¡ONS
. ;
INTERNATIONALES

INDICES
DEL TOMO I (VOLUMEN II)

S~GUNDA EDICION. 1967

DEPÓSITO LEGAL, M. 10.926.-1967 (!-2)

O AGUILAn, S. A. DE EDICIONES, Juan Bravo. 38, Madrid (Espafia), 1967.

Resuvados todos los derechos.

Printcil in Spain, Impreso en Espnña por Grilficas EMA, Santa Alicia, 25, Madrid.-1967.
INDICE DE MATERIAS

LA REVOLUCION FRA?.¡CESA Y EL IMPERIO NAPOLEONICO


Par /\ND,RE FUGIER

fNTRODUCC!ÓN.-RELACIONES Y CONTACTOS MUNDIALES EN VÍSPERAS DE LA


J¡ CONMOCIÓN ................................... ·...................... , ..... Pág, 795
~ Regiones incxplorndas.-Civilizucionc:¡ ·cerradas: el Islam y el Extri;:mo Oriente.-.
..1, Europa y et mundo: exploración, exo~isrno, capitalismo.-..-Potcncia de Europa·
riqueza, legislación- y ngrupncioncs.-fucr~as francesas en 1789.
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i) LIBRO I.-La conmoción rev.olucionaria:
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1

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CAP. !.-RUPTURAS REVOLUC!ONARlAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 805
l. VIC'.fas y tturnia.r rutas cm Oriente, pás .. 805,-La decadencia turca, tema tradicional
1
de Jos gobiemos europeos: juego cj;lsico de las diplomacias en el conflicto auotro-
,,l lurco de !787-1792.-Inglaterra pe,cibe el impulso ruso hacia Oriente.-Los pueblos
crisl{anos súbditos de los turcos. ~uavampntc conscientes de st mismos.
:I,¡ H. Europa }' "los disturbios de fnwcia'\ pág. 810.-Temn de la Francia impotente.
_,. anulada en el exteríor, paralizada ~n el interior.-Tema de la Francia pcligro.<ii:
!
.r. divagación sobre su cu1tura; pclÍgrps p~ra In Iglesia, para los fundamentos de la
soberanía monárquica, para los prlvil,giados y los ricos.
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I!I. El mundo germánico y la Rerolución, pág. 817.-Reacclones regionales de la
1
hostilidad austríaca a las reservas prusianas y a las simpat!as renanas.-Carencia de
:1 fuerza rcvolucíonarin en el pueblo; una burguesía interesndn, pero pasiva: ia misión
ycrmúnica se sitúa en el dominio dc1 cspírhu.
IV, Declaración de guerra (10 de abril de 1792), pá~. 823.-Prusia y Austria, en el
centro del conflicto; sus fucrzns y sus debilidades: su reconciliación.-Factor.cs de
:1 guerra en Francia. La marcha a la. guerra: táctica de intimidación en Viena y corriente
belicista en París; la guerra de Austria.~ibliogra/ía.

CAP. lf.-EUROPA EN GUERRA 832


I. La guerra de Po/auia (/792), pág. 832.-Bases de la fuerza rusa.-Cata1ína Il, la
Revolución francesa y Polonia; Jas Cortes germánicas y Polonia.-Esfuerzo de rcgc~
ncración en Varsovia; et peligro -ruso; Polonia. ocupada.
JI. El dobic frente ge1·mdnico (1792-enero de 1793), pá~. 837.-Acuerdos austro-pru-
sianos de 1792.-EI frente de Francia: Valmy, el despliegue jacobino.-El frente
1polaco: tratado pruso-ruso y segundo reparto.
III. Inglaterra interviene "' el co11flicto (febrero de 1793), pág. 845.- Fuerza Y
dependencia de Inglaterra; seguridad marítima, dogmas sociales, abaslecimionlo Y
proletariado, banca y marina.-Disputa sobre B¿1gíca; ruptura.
IV. El Continente, en guerra (prl11cipios de 1793), pág. 852.-La expansión revolu-
cionaría: anexiones y programas.-Mentlllidnd española y mentalidad revolucionaria:
frentes de Ja potrtica española; ruptura con Francia.-La primera conlición.-
Bib/iograffa.
1
XI

i
INDICii DE MATEIUAS DEL TOMO I (VOLUMEN {l) Xlll
XII INDICE DE MATERIAS DEL TOMO I (VOLUMEN 11)

CAP. V!.-LAS COALICIONES RUS~S (18¡J3-1807) ............................... .. 954


CAP. III.-LAS LUCHAS DE LA REVOLUCIÓN 860
I. Diplomacia de la gitorra nayal, pág. 954.-La Luisiana, vendida a !os Estados
I. La Europa contrarrevalucionan'a, pág. 860.-Resquemorcs sociales, rctisiosos, Unidos.-Colaboración marítima cspañ.ola.-Repercusiones del conflicto naval en
humanitarios; los doctrinarlos; ,Burke y Gcntz. Hostilidades popujares.-Los ejércitos Italia.
de las monarquías, '
11, R11sla, centro de la tercera coallc/6n, pág. 958.-Cuc·stión franco-rusa. El zar
II. Francia, sitiada, pág. 865.-Irrupción concéntrica de los colígidos; la Revolución tiende in mano a Inglnlerra y ~ Nfpotes. Obliga a las reticentes Suecia y Austria.
"nacionaliza" la guerra: dcfensiv,a de 1793. Contraofensiva del vqrano de 1794.
III. La derrota austriaca (1805}, pig. 964.-Vacilacioncs prusianas. El arma de la
III. G1ietas en la coalició11 (17/}5), pág. 870.-La diversión polaca: la insurrección, prensa y de m propagan¡Ja en la lucha ppr las alianza, aiemijnas.-Trafalgar y Auster-
el tercer reparto.-Las p~cc1 co.q· Fancia: Toscana en~París, Prusiq en Basilca, Halan. litz.-Pnz de Prcsburgo ¡ vigías bi\varo~ e italianos n Jas puertas d.e Austriñ.-
da en La Haya, España.. en B»ilca.
IV. El aplastamiento efe Prusí~ (/806)., pág. 968.-EI bloqueo napoleónico llega al
IV. La paz continental (1797)¿ pág. 875.-Reagrupamienlos.-ltaiia, en el centro estrecho de Mesiaa y at centro- de Alemania. La coalición vacila. ·Prusia, animndn
de la batalla. La viclori.a de Bpnaparte; Austria firma los prcijminarcs de Leobcn por ei zar, se compromete ; cu~rta ! co~lición : Jt:na.
y la paz de Campo-Formjo. ,
V. Repartos franco-rusas: Ti/si( (1807); pág. 973.~Alcrta en los Pirineos. Esclavitud
V. El antagonismo fra~ca-lngl~s•. pág. 882.-Inglatorra y el copflicto; prosperidad, de Prusia.-Frícdland. Doble dcvolució!,l: Tilsit, equilibrio de los imperios.-Biblio-
dificultades de bloqueo y crisis ~octal en Irlanda.-Políllca cconóQlica del Directorio: gra¡;a. " ~
el proteccionismo y la ~onquist~ industrial.-Fracaso de las conversaciones de Lila.
VI. La segunda coalición (17981, pág. 890.-El Directorio y su política de ovasalla-
mlc:::nto ccoQórnico; Suizii.-La >pxpedición de Egipto enciende de nuevo la guerra: CAP. VII.-EL BLOQUEO (1806-1810) 979
turcos y rusos.-Roma ·y Nápplcs, bajo la dominación franccsa.-Austria. en la
coatici6n.-Retirada y d-::tencion~s francesas; regreso y advenimiento (noviembre de I. El derecho de bloqueo, pág. 979.-.):.a flota inglesa ocupa las fuentes de las pro-
1799) de Booaparte .-Bib.fiagra/í~; ductos coloniales, y Napoleón tns cos(fls.-Cnmpaña de opinión en el Continente;
periodistas y economistas nlem~pes; lq_s juristas y los problemas de derecho marl-
timo.-El diálogo de los decret_ps,
CAP. IV.-PACIFICACIONES (180!-1802) 898 U. Economfa británica de bloyueo, ¡:;ág, 984.-Fínanzas, abastecimiento, importa-
ciones.-La cuestión de los n4_utrnles/
I. La paz de Austria (/cbr.ro de 1801), pág. 898.-Dificultadcs económicas y
ambiciones de Austria.. ~u dcrrgta en Marengo; primeras conversaciones. La paz; de III. La estrategia napoleónica <./el blaq¡¡eo, pág. 988,-Economía dominante y ccono-
Luncviilc: arregios itali~aas y ,aiemanes. rofas dominadas; bloqueo y sjstcma.7Aduaneros, adunnns y estrategia nduanern.
U. Can;u11cia11es /rancq-rusas, ·pág. 904.-Los intereses comunes de las '"potencfa~
Porítica de carreteras; circulació"n del ~loqueo.
limítrofes" se separan: .Odcnte 1 Malta. Acción común sobre Pablo I. Colaboración IV. Balances, pág. 994.-En la .esenia ¡Je un continente, España y el bloquco.-Mapa
encubierta bajo Alcjandr.o J; li\ triple paciCicación de octubre de 1801. ,:· del contrabando Inglés. Crisis y ·benefi~!os en Ingluterrn.-Industria. fr:mcesu e indus ..
trias vasallas,-La nueva polítícq <101 bloqueo (1810).-Bib/lograf/a,
UI. Los tronos de los Barbon<S, pág. 909.-Su inmutable po1ítica dinástica: Madrid,
NápoJes y Florcncia.-Espnña y Portugal; a Bonnparte se le escapa ci rehén
portugués.
CAP. VJII.-NAClONALIDADES E IMrER!O ........................................ .. 1003
IV. La t!Conamia inglesa y la pai;, pág. 914.-El capitalismo, Ins jerarquías sodalc:-
y los asuntos poi(ticos. Crisis y deseo de paz. L Resiste11cia de fas naciones ibt!ricas (1808), pá8. 1003.-Napoleón, el hombre de
la Revolución, y los valores ibéricos.-Los Barbones, destronados.-La guerra de la
V. La paz de Amiens (27 de marza de 1802), pág. 919.-El cmpuic de los neulralcs; Península: su impronta en el siglo XIX· español.
su tráfico marítimo: problemas y conílictos.-Prcliminnrcs de Londres. Pnt de
Amicns.-Conclusión.-Bib/io¡¡ra/la. U. Patriotismo austriaco (1809), pág. 1008.-Entrevísta de Erfurt.-Austria organiza
unn propaganda patriótica moderna: órganos y temas.-La guerra y la derrota;
1u paz de Viena.
III. Alemanes e italianos, pág. 1013.-Reagrupamiento de territorios.-Bases sociales
LIBRO II.-La guerra napoleónica: de los nacionalismos.-Ambientes de negocios, de gobierno y oficiales.-Romanticis-
mo, idioma y nacionalidad.-El nuevo patriotismo prusiano.
CAP. V.-Li\S COMPETENCIAS DE LA PAZ (1801-1803) 931 IV. El despertar de Polonia y de los Ea/canes. pág. 1020.-Ducado de Varsovia y
nacionalidad polnca.-Moldo valacos, servios y montenegrinos; guerras rus.o-turcas
00

I. Hacia las compeicndas t!Conómicas, pág. 931.-lngiaterra descam;.:;i.-¿Son aptas (1806-1812); despertar de ms cristianos.
las nuevas estructuras sociales francesas para las rivntida.dcs económicas n que ln.i; V. Unificaciones Imperiales, pág. 1025.-EI territorio napoleónico, acrecentado por
impulsa Bonaparte? el retorno de los suecos y el matrimonio austríaco: estructura político del Gran lm·
II. Nuevas Alcmanias, pág. 935.-El retroceso germánico. Austria, debilitada. El perio.-Fuerzas sociales de unificación y resistcncin.-Constituciones, códigos Y mo-
1dornizacíones.-Bib/iograffa.
zar refuerza sus puntos de apoyo dinásticos. Bonaparte refuerza y agrupa el tercer
partido alemán. Fin de las antiguas jcrarqu(as.
III. Líneas francesas de fuerza 1 pág. 939.-Bonnparte y el concepto de frontera CAP. IX.-VUELTA A LOS EQUILIBRIOS ........................................... .. 1036
cubierta: gobiernos satélites en Italia, Holanda y Suiza. Guarniciones. puertos, rutas;
economías feudatarias. I. La victoria rusa (1812), pág. !036.-Rusio. bajo la "esclavitud de Tilsit'.';
corriente viejo-rusa y nntioccidental.-Oposición franco.rusa ante el bloqueo; Prtl9Ia,
rv, Opo.Jicio11e.J comerciales, pág. 942.-Lucha de la5 industrias por ln!ii salida5;
Po1onin, Oricntc.-Europa, encnrriladn; Suecia, Prusia~ Austria..-El desastre napa ..
protcccionísmo francCs. La carrera por los productos tropicales; problemas de las
Antiilos. lcónico.
V.· Fracaso de la paz (mayo de 1803), pág. 946.-Bonapai·te, visto por los dirigentes
!l. La /iberaci6n germániw (1813), pág. !043.-Desconcicrtos prusiano, austríaco y
y la prensa bdtánlcos.-Rusia se pasa al campo Inglés y modifica Ja bnlnnzn de alemán.-Del Vístula al Rin.
[ucrzas.-Rupturn frnnco-ínglcsa.-Bibliagrafía.
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XIV INDICE. PE. MATEIUAS IJl!L TUMO l (VOLUMl!N. 11)

III. El triunfo do Europa (l~U), pág. 1048.-Conflictos entre los objetivos de


¡¡uerra de los coli¡¡ados.-Caída de Napoleón.-Lo paz de lu legitimidad: París, 30 de
mayo de 1814.
IV. Europa on Viena (1814-1815), pág. 1052.-Inglaterrn se reserva los reajustes
mnrítimoi,-Dc:sde Jos primerps contactos en el acta .final del Cqngreso de Vlena
(9 de junio de 1815); la atmósfera; "Europdertum" y equilibrio. Lo,s agrupamientos:
INDICES DE MAPAS Y PLANOS
saldos de cuentos polacas y plcmanos.
V. La última batalla (1815), pág. 1060.-Nnpoleón regreso de I~ Ma de Elba.-
Austria se aprovecha pnra coqsolidarsc en Itnlia.-Nn.poleón 1 11 fuera de lns re1ncioncs" Testimoniamos aquí nuestro reco¡¡ocimiento a los autores y editores que nos
europeas; Waterloo,-SegundQ tratado de París (20 de noviembre de 1815).-Conclu-
han autorizado a inspirarnos en sus mapas y estudios originales
!ÍÓn.-Bib//ografla.

l
LIBRO III.-Corrientes mundiales: 20. EL RIN EN 1792 ....................... ~ ................................... Pág. 841
21. EL MUNDO DE LAS AN\ILLAS Ef'I }803 ................. '...................... 915
CAP. X.-CORRIENTES EUROPEAS .................................. !••••••••••••••••• 1073
l. Vinculas rspirltuales, pú9, 1073.-Fin de la crislinnú11d corrnda: 'auge de la• 22. Los ALPES, EL Po y EL ADRIÁ,TICO I:N m. VERANO [)f: 1805 .. .. .. .. . .. .. .. 957
misiones europeas. lntensidqd de In centrnllzución en 111 lglesin cntálicn.-Unn corriente
humnniLarfa mundia1: tn JÜct¡a co,ntra Ja trnta de negros.
23. EUROPA CENTRAL Y ORIENTAL Etl 1810 .......................................... 1029
II, Contactos intdectuale{, pág. 1073.-Tierrns cosmopolitas y mediadoras: Alemu- 24. 0RJENTE CERCANO Y 0RIENT!f MEDlO A PRINCIPIOS DEL SIGLO X!X • .• • 1123
nin, Suiza. Roma.-El fr;mcés, vinculo cultural.-La prensa europea, órgano de
unión intemacíonal.-Trasl~dos d~· obras de arte.
IIL Transferencias demográficas, pág. 1085.-Lns moviliznciunes militares; las pór·
didas.-Corrientes de emigfaci6n, fusiones y nmnlgamns.
IV. Trasiegas de la guur.a, pág. 1089.-Cambios e influcncins de tas técnicas mili-
tares.-Los ejércitos fransescs. v,!'hfculo de las ideas de imperio y de igualdnd
social.
V. La economla mropea )' ti mundo, púg. 1094.-Europn impera en el orden del
pensamiento económico: el conocÍmíento cit:ntífico, instrumento de dominio.-Euro~
pn impera en el orden de In acción económicn: cupitnles, compuñíus de comercio.,.:-
Blb/lografín. -·

CAP. XL-EMANCIPACIÓN DEL NUEVO MUNDO 1100


l. Los Estados Unidos, potencía Internacional, pág. 1100.-Fuerza de expansión
de los fütados Unidos.-Las guerras europeas hacen su fortuna: flete y provisiones.-
Beneficios y riesgos de Ja ascensión política : Incorporación de Luislnna (1803), lu
guerra con Inglaterra (1812-1814),
II. Liberaciones en la América espariola, pág. 1107.-Rnzas, ideas e intereses en
las tendencias 1eales, liberal y separatista. La conmoción de 1808.-Los levan!ll-
mientos de 1810: primeras independencias: El Plata. ,,
III. Nuevas corrientes de la economla americana, pág. 1114.-Nuevas rutas en .el
Atlántico Norte.-El tráfico nntillnno y la guerra.-Corrientes nacientes hacin Amé-
rica del Sur.-Blb/iografía. ":!.'

CAP. X!I.-!MPERIO DE EUROPA SOBRE EL VIEJO MUNDO 1119


I. A.frica, pág. 1119.-0cnso del Islam occideatal.-Egipto y In ruta de 1a India.
U. A•ia y el poderío blanco, pág. 1121.-Impulso ruso hacia Persia: reacción
inglcsn.-Ln India es el eje del Imperio británico: consoiidncioncs y conquistas.-
Los blancos y los grnndes Imperios cerrados de Extremo Oriente.
llI. El camerclo de Asia, pág. ll29.-Tráfico ruso-chino.-Competencias en .Jos
mares de China y de fa India.-Corriente de1 metal platn: intcrcnmbios en Cantón,
Java y la India.-Conclusi6n.-Blb//ografla.

CONCLUSIÓN 1135

INDICE ALFABÉTICO DEL TOMO I (volúmenes I y II) . .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. . .. . 1143


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LA REVOLUCION FRANCESA
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Y EL

IMPERIO NAPOLEONICO
POR
ANJ)RE FUGIER
Prof~1or

de l.i. Faculud de lctr:u de Lyon

TR¡\DUCCION DI!
J. A. FONTANILLA

RENOUVIN I.-50 .,
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INTRODUCCION

RELACIONES Y CONTACTOS MUNDIALES


¡
·'I EN VlSPERAS DE LA CONMOCION
·1
:1
Al finalizar el siglo xvru,..,~ún gran _parte.--de,.;.la . :humanidad perma·
11 necía ·aísfücfa. de las· ·corrient~.s Y' fasrélaciones ·intemacionaies, y el -.--....,,;
d mundoyivía dividido en agrµp¡iciones separadas. .. '·
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-c;lJ~ . . . ~lf~9!~.JQ,nid.~[plá·n··et.á;.' co~tiB.lia:ba~:~iendó. ~a bitada•.por,ig~1:1.P.?Sí
~~~~l'fi-.~g~~.i§qs, a l~s_9.~e .. ro~e3.ban · y aislaban; .bá:baramente, los
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11 0 . ol5Stáculos,·naturales: .ocearn;i.s, dt1)1ertoo, selvas y montanas. Tales eran
1 U· 1:~ 111 .. s ~oblaciones de lo~ arcJl!-piélagos oc~ánicos, de inmensas regiones
1
' ., americanas y de la casi tota,1idad del Afnca negra. ----:-- '-·, . . ..::.:.::
! E;ñ.~,t?~os~:Ng~$.;::se hafü~ban1·":P?r· eh-c?ntra~6;(~yilizaéfonfr P_otent~s1
f, q1J~:.;1mpheaban,.grandes~.agl9111er~c1ones"~numanas, pero-,que-pod1an ce·
il (: . Q;,:·M'-"~' rrai,;s~. Y, aislarse a };'.9Jun~d.'·~n .aq.ueU~ ,i;nomentos era cuando:· ~l mun~

.
\''' º t· •1 do 'J!~i)slam,.,;'.··~el;J.~laII1 oq:1cJental, pnnc1pain:ente-sentía, rev1v11::._Y-~-::·~'
/fl:"' v;i el·espmtu de fa. guerra ·santa, \La ola de fanatismo proced1a de r:A:rabia~ ,
'.J.Sv' ·' donde~ Móhamed B. Abd-el-Uahab (y después de su muerte, efi~+792, 1
! \
1\ sus discípulos, los uahabita~) predicó una fe ardiente y conquistadora,
,,¡ -" 1 1
'f<:w-''' ' desembarazada de las idol¡_¡.trías' locales. Argel mantenía ciertas rela·
ciones comercia:les ·con los ip.fieles, pero siempre en un ambiente de

ll
1 ·;.
hostilidad que se manifest,'l.bq, permanentemente, por los corsarios del
Mediterráneo y, a intervalos, por algún bombardeo de represalias rea-
1 ., ,~)izado. por una flota europea (en 1783, por España). La intransigencia . ··;
! í
1 \_,v .. · uahabita penetró en Marruecos, .donde un sultán prudente y deseoso
de engrandecer su imperio por medio de la paz, Sidi Mohamed
B. Abdallah, soñó, hasta el fin de sus días (1790), con un Islam puri-
·f'ficado y fortalecido, y no conservo con los cristianos sino las relaciones
"económicas indispensables. En _1790, su sucesor, Muley Yazid, proclamó
la guerra santa contra España.
Las grandes civilízaciones del Extremo Oriente no mostmban d!spQ-
1·v1·,Ó' siciones inas propicias a: cambios y contactos. ·cierto. es que el0apón'1
( se abría~ más· ari:ir)Jiaril.ente a· las influencias extranjeras . llevadas Por los
comerciantes·.holandeses; pero estos eran los únicos que podían comer·
ciaJI con el imperio y por un solo puerto, en pequeña .e~cala· y con una
severíSíma vigilancia. Del mismo modo regulaba( China) el tráfico que
toleraba con los blancos y con la India. Sus propios· ·barcos eran activos
y numerosos, pero no pasaban del estrecho de Malaca. A partir de las
decisiones, poco acomodaticias, de Roma y de la supresión. de los jesuitas,
a los cuales no podían reemplazar los lazaristas, la influencia de los
795
796 TOMO I.-REYOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO INTRODUCCION.-RE!-ACIONES Y CONTACTOS MUNDIALES 797

misioneros cristianos en los medios gubernamentalc:is chinos había bajado la de Juegos Florales de Toulouse abrieron, acerca de los Estados Unidos:
mucho. Poco antes de la mtj.erte del emperador K'ien•Long, en 1796, así, en 1786, .la de Condorcet: y en 1787, la del marqués de Chastellux,
se inició la persecución ~contr~ las misiones europeas, que no tardó en que fue combatida por Brissot. En 1788, se entabló una polémica en
destniir el mejor lazo iJ.1telectµal y científico que existiera entre las dos torno a los artículos que pu:blicatia Mallet du Pan en el Mercure de
grandes civilizaciones m\Jndiales. France, y en los que criticaba las ip.stituciones de la joven república.
Los abusos a que dio lu~ar, en las· tierras .lejanas, la presencia de
E1!ropa volvía sus ojps, con interés, hacia aquellas comarcas, mal co- !¡¡/ los blancos, parecían intoleraljles .p;:u:a: .una Eu¡opa animada de un deseo
nacidas o deliberadameri,te ce!'radas ; e incluso. durante las grandes gue- i¡ creciente de reforma y regencraciqn.iEn 17J~8;' se fundó en Lóndres la
r:as revol:ti_ci~rias y n~p.oleqnicas, n? _cejaría en su esfuerzo de explora- 1 ¡ 1
Afr_icmz Assodation "Pi!-~~· eo::¡:¡1-o~~r ~1- interior -~e A.frica",_ porque Jos
- a®i<sela..-WstaS?9ese3!ban_coI!QQ"e+-bi~nJá. trata de' negros, para <:_o_mbatírla .
.1<!º1;J.,,A ~ªE:!ª-'> se encai¡:unari;in los via3es de Marchand. (~ ?90-1792~ y los ·
de Entrecasteaux, que en 1792 y 1793 buscaba a la mlSlon La Perouse, Persistía el éxito de la Histq_ire pbilosophiqu.e et politique des Etablis-
desaparecida en 1788. El mapa de las .e_@_~_ a]lstraliaiiM'l fue trazado sements et du Commerce des" Eurqpéens dans les .deux lndes (cuya edi-
por Flinders, en 1798::J.8ü'.2hy por.BaudJJJ, eñ 1800-1804; en 1788, ción definitiva apareció en 1180), ~n que Raynal denunciaba los abusos
Arthur Phillip J.1:1n_dó á._Sidn,ey.) En ~~~pir.i::i.s)y en las costas americanas, del colonialismo, y de la cual se sµcedieron, hasta 1795, numerosas edi- ¡.:.
España impulsó las investigaciones de marinos emprendedores y dotados ciones . unas treinta reimpresiones,' varias imitaciones y traducciones in- :
\•
de una excelente formación científica, tales como Bustamante y Malas- glesas, alemanas y españolas. Condorcet, en sus Réflexions, publicadas t:
.l
pina_ (1789-1794). Apoyado por las autorid<!sJ.C:S y_ __por el vivo interés en 1780, atacaba la esclavitud. Los esclavistas respondieron con las ¡;
de la población LTiolla, José Mutis .expkfró ·los Andes/ en competencia Lettres critiques de Dubuc (1785) y la Mémoire de Malouet (1788).
con Alejandro de Humboldt (1799-1804}~-- En 1798 Mackenzie llegó En 1780 y 1782, Raynal fue refutado por el abate Nuix en La Huma-
al Pacífico, atravesandq América del Norte) Mungo Park, enviado p_Qf nidad de los Espaiioles en Indias; y, en 1788, por el toscano Mazzei,
la African Association en: 1797 y 1805, penetró el misterio deLNígeri en sus Recherclzes sur les Etats Unis.
medio. El-esf1,1erzo de_ contaeto "con·_ el mundO: ªJ:llatillO: foe,-csin-nili:glin No....eran_Ja .. cl,lriusidad~Y..Ja .ss:_n~iQJ_lida,Q.Jqs ~ !ini.cos_ In:otivos . que im- -~r
g_é_l!~ró ae:-:ducra:-·ofaa~ 4~ Rusia, qm:,-por'füeéfíó':áe:-la ruta -aé~;Kíáklita pulsaban a ..E~!'.9P.~ .a... v.olye¡;: Ja -vista hac~)-?,~~;¡.fse§ ~e u~tra111~r.;-. la ·
para.:.:.:(;iiivanas, maiüeri\a comercio con. él, disp.utó · a-_China:Jas":;estepas imp_uls'.1Qig-i,, ::aun. :i1~s.. ~l deseo; ,de. obteni;r~~ll!J?Ba.~ y . l~s. exigencia~ del. _
situadas~ erifre :zungari::i_,y éSemip-álalinsk;. e hizo·· cte· Orénburgo una base · · c~1t_¡:¡.lis.JI12i e)l:;L~l/Ida ex12,ans10n. De las~Cl'J'a.:S procedian los capitales
para vigilar a los kirguises y""un'"centro de informaciones desde donde de que rebosaban las Provincias Uñídas; y que Iés pei:rnitfan i:éalizar -' ·
lanzaba su penetración política y económica hasta Bukara, Kiva y los íifversiones~-ya en.empÍ:éstltÓs del estado (1.500 millones en vísperas de
kanatos del Asia central, así como hacia Persia y la India. la Revolución), ya en empresas particulares en Inglaterra, de 1740 a
Esta curiosidad de Europa por las tien-as lejanas se explica, en parte, 1780; después de 1780, en Francia, Y. <:n 1788; en Rusia. Las colonias
por ia;i tendencias intelectuales del siglo. El entusiasmo por lo exótico eran las :q.ue·~sostenfa-n-.•Ias:-·flnanzas· espiififüas; cuando la terminación
no había dec~fqo-'· de.~de que Yoltaire introdujo en la historia el estudio d~ la guerra de América volvió a abrir el paso de los océanos. se des-
de las civili:Zicfones más lejanas; desde el momento en que a los escri- embarcaban en Cádiz 33 millones de pesos. En 1781, los impuestos
tores se les ocurrió situar a sus personajes en un decorado tropical, y pagados por las posesiones españolas de América ascendían a 18 millo-
a los fisiócratas encomiar la civilización rural de los chinos. Además, nes de pesos; y, en 1800, subieron a 20, de los que 14 se aplicaban
la hostilidad que la opinión europea mostraba hacía sus propias insti- a las necesidades coloniales y seis eran enviados a la metrópoli...f@.ill:.la
tu~iones, redundó en favo.r de las instituciones ajenas. El exotismo sa- eQS_Q_IJ.!m9ª··-e~pl~gciigg_s.. _b,e_n~fi?.ios en el __ trá_fie;o .sil::_ .ult.ralI1ar, . gr.~ciªs:a
tisfacía ·eCdeseo afectado, que suele mostrarse, de huir de los países .sµs.".f~ertcs posiciones. en las_ .esc¡¡,las _de. Leva:p.te, en .Alejanéi.r.ía y_ en
demasiado VIejos y que daba un matiz de significación política a la Malta.~qm:_J~.i~Y.ll!. ..d~ __g_e_p~ito~~!!tI~_QrJ~~.t~~y_Q.~identc:,. Acaparaba,
leyenda del "buen salvaje", que, de este modo, conservaba todo su PQLMª-fs~Jla,_ c¡¡,§i.·tg.Q.q_~lJJ_~fü:;q_,_g_~__T.ur.q.Jlí.a y __de Levante,. que impor-
influjo, aun en vísperas de la Revolución. En 1782, La Découverte taba más de 50 millones. §us islas azucarer?-s,_J:Iaití sq_br~ todo, le pro_-
australe, de Restif de la Bretonne, exaltó la república de los metapa- po,n:ionab¡in.___grand~s. _gap.a,ns;i.;,i.~: en 1785, Burdeos realizó, solo con las
gones; y la Histoire des Révolutions de Tahiti, por Poncelin de la Roche- Antillas, un tráfico de 130 millones, en un total de 250. Inglaterra... vio
Teilhac, las costumbres oceánicas. También era político, y de oposición S:L.I2i.r_§J,l_.<::_()!_11_erciq exterior? de 20 millones de libras que importaba en
rf al espíritu monárquico, el "espejismo americano" que sedujo a Francia. 1782, a cerca de 40 en 1790 ; y_ (!Sto. era debido_, en gran parte, a los
Las .respuestas afluyeron a los concursos que la Academia de Ly.on o b_enefic;jos que le procuraba la .. redistribucíón de los.producios .. coloniales.
~I
798 TOMO l.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
1 INTRODUCCION.-RELACIONES Y CONTACTOS MUNDIALES 799
~

Del<Cana. d.á·''llegaba~Jªf.e!~l~s~.r·~fº~das po_r la Comp~ñía de la ba:~ía llegó, en 1789, a 46.000 toneladas; y la de hulla, en Anzin, a 3.750.000
de. Huds~~el café;·el-azucar y el algodon, afluían de aquellas Indias ~, toneladas. ,A, pal.1ir: de í760, Ip.g,¡t,_t~:r;_r¡¡, ~se-ad~lantó:;much:o- a} cohtinen~
occideiltafos,• hacia las que, en 1792, navegaba ·el. 10 por 100 de los / , ~ · ,t~ YJ~d~~ffiifu,.f!.g.ffi!Ír.irJª"!h..9r.li:·J~~Q!I~~~"'PI:ópofüiones, Capitales abun-
navíos· que salían de los puertos británicos, y cuyas importaciones so· (í ,.,t¡ _1 (''dantes/i'aes·eo:c;general'"de:'dnvertitlo~ . Y., de.-,obtener: un: interés 'elevado,
brepasaban los cuatro D.lillones de libras. Las Indias orientales aparecían
como otro manantial inagotable de riqueza. para aquellos "nababs blan·
~:s~tY~ acti:va~cif~~tl~~i<?~.;"-P.9·~A1*.?:~9:Jª'.f~9i-~:b.~~:Os, Ip_(!~l~:~ .9,3pueneia,. de/sq_9-
.·}- '<. ,. "'· ceses.¡-,~fl.Flandese_s-;i..oabundanc1¡¡. cte· espmtus mgen1qsos, que tendian al
. 1 cos". cuyo poder se extendía rápidamente. .... " .. ,, .•'" · .,:,: e" , ;'<'.• perfecéionamiento ,técnico, cooperando con los maestros de la ciencia ;

~ ~~i:~,~~W!iil;~e
rsaba,;~.º~.su s~~~~~~!;.~~j~~~~~?:~~~IT~~~t:~i':;~;~~~~ -,., \,_;~'' la actividad intelectual de los 4isidentes y de Escocia ; y, finalmente, los
1 ::"
11 .. de
~sgv.1dad0,-su ~fan a~. ~\/entura, 'Su;m~ehgencia, et·... 'tesorQs .de. la hulla y de ultrajna,r,Aueran"'?otros.;¡,,tantos~elS<roentos;0 ..t~;>fpli-.
.. .. ú
,.\ ·"·'" · · \ S!-J._tecmca.y .. C:i:l:~L~~;,qqe;Ja6'<.<iil.'.ª1.i:~.-~€~t]ffijj:l.JJ~g\fr'ª'1~1-;;.puntof;eñ3iJ.q1te,,,;;y:~noía:·<los
I¡ a "'A's1·a;· que tendría, tal"vez;-600 rn1Hones de alrn;is. Los 24 millones de .Il1ltY~2~b~~~;ii;@~~;J::.91n,fi,,~if~culta:9,es 1• para la explotación minera.
'1 americanos, o eran de su raza o le estaban sometidos; los 90 millones falfa"ffe combustible, carenci¡¡, de 'hierro en bruto y escasez de hilo.
: li que constituían la poco densa población de Africa, o los dos millones es- ~;:•P..mQ.J!!,;º~P.;!,~ªpit@s_t~~podW':)ifü~#s~;ºll"lá''.~~[~~-;:--
: il parcidos por Oceanía, .np cqntaban ante ella. Pero en este poderío colaba· EL:ip.a_rco_polí_tico y socmJ ~,sta,b~! frecuente!'Ilente, e:p. discordancia con
q1 raban, en muy desigual prpporción, los países que componían Europa. el_~~~ar~_oll,o 4~Jª rf.ii.~ric:ª~ió11 ·;; )ª' ~ytividad d~l.JE.ter9ambio en. Europa .
·1 1 . En Rusia y Paloma, en las pro-vmcms moldo-valacas del Impeno turco, ¡.
íl En la Europa oriental, las zonas ·de gran producción agrícola solo en los estados de los Habso4rgo ·y, sobre todo, en Hungr.ja y en la
il aparecían excepcionalmente, como, por ejemplo, en las vastas tierras Alemania del Este, constituíaµ una rémora y una tra:ba•''l6s ·derechos-¡ I '
.:.. . "'. í" ~
•I señ6í:fáfes;Ler régimen µe ,gr!lri~..e,~: l~tifundibs~ Iá~~_ser::!dúmbres·-y-:Cüan- J ,,

.. l
de cereales de la gran llanura septentrional, cuya producción era en·
viada por vía fluvial a las regiones inglesas industrializadas. Pero en . do .;.Illenos, Jas presfacioñeffe'JR'efseña_les·foi:ZóSaS:~· loS'''censos:" J;á.--Clivfafón . ~:'!
'·:;:¡·,
:;'1"·<
Qf:(:idente, 'Se aplicaban Jos métodq:; modernos, y se lograban grandes ~rra~-e·n,,estados~y--ia ·'cié· A.1eñiaP.ia... Cieriiro'aer sacró"lmperio .Germá- ,,
"
rendimientos, como en algunas regiones de Francia y, principalmente, nico; oponían al progreso..econóptlco los más -serios obstáculos. Mientras
en las .Provincias UnidasJ. Los Países Bajos austríacos y Lieja llevaban la región renana, con Colonia, Francfort y Mannheim, disfrutaba de
la ,pequeña explotación activa y perfeccionada hasta el extremo de sa· una. intensa actividad industrial y bancaria, el gran río que constituía
cdficarle los bienes comunales. Desde 1775, Inglaterra dejó de exportar su vía natural de salida se encontraba obstruido, entieMaguncia-yno-
granos ; incluso tuvo que importarlos cuando las cosechas eran me· _,.lañaa~ pür-1¡-f!illta.:~:f.fili_e.Y~~J1.~úf.ln;i~~i.':P0Hai:ios~-fiis provincias· 1Je1ias
diocres. Las de 1782 y 1783 ofrecieron un gran déficit; en vista de lo intentaror{airaerse dicho tráfico, construyenéló una carretera desde Aquis·
____________
cual, la Gran Bretaña .. __ -.
se -preocupó
- del mejor a_provechamiento
- - .. .. de- ...su grán a Ostende; pero hallaron el inconveniente de una frontera que >.
suelo ; y, segun decía un contemporáneo, mediante roturaciones y des· asfixiaba a Amberes, dejando a Holanda las bocas del Escalda. El des-
agiles, se ganó más terreno que el conquistado en ninguna guerra desde menuzamiento político no dejó más que un dominio rural exiguo y una
mucho tiempo atrás. Se estudiaron los mejores métodos de cultivo y capacidad nula de defensa a grandes plazas económicas, como la banca
cría de ganado ; con tal éxito, que los agrónomos extranjeros atravesaban de Génova y la de Francfort, y los mercados de Hamburgo, Brema
el Canal de la Mancha solo para conocer una granja modelo o un rebaño y.1.las ciudades hanseáticas. E idéntico peligro existía para las riquezas
seleccionado. artísticas de que se enorgullecían, con razóri, algunas pequeñas cortes
,t
l También la importancia de -las regiones industriales iba ·en aumento italianas. Ni siquiera los estados mejor cimentados tenían suficiente
__ , f ,
en Europa, en sentido de Este a Oeste. Las de Rusia se encontraban protección: Amsterdam y "el tesoro de Berna" estaban a merced de 1
'¡·,
en el Ural y en el Valga. El ilustrado despotismo prusiano sostenía las una invasión. Día llega,ría en que fueran presa fácil para el chantaje
n1anufacturas del Estado, las hilaturas de Silesia y Brandeburgo y los ta- diplomático o el pillaje.
lleres berlineses de lujo. La_~oncentra9,óI} capitalista s~ revela!J_ª• cada Y!?_.Z
más, en las ,_tixtlkSl de Renania, Wéstfalia y Sajonia. Especialmente los LÓs.. medios militares de acc1~m . de..Jas gra!ldes potencias .revelan,
aeGinte y Verviers. la metalurgia de Lieja, las hulleras de Mons, con parciahnente, su fµ~rza económici;. Rusiil,_,pó.díá. dedica~- a su ejército
sus máquinas de vapor y sus grandes sociedades, que, desde 1780, ex- considerables.; recursoª ,,humanos .e .indus~~~a1~(;)'J~í:o~· eíi:'·i:fambio.- la debí·
portaban, incluso a Hungría, eran otras tantas actividades en pleno auge li4a4~SlY,,,§1:1o, Hacienda y laescas'éz;dfsús'·carreterá:s'/hacía ·que· no pudiese
' capitalista. En Francia, el sistema de grandes empresas creó centros pon~dO.. )~Il· acc;:ión rápidam~nt~-,.·L,.a pobreZ<l: del tesoro ¡;,s.p_a._iiol/malo-
! como Saint Etienne y el Creusot (1787). La producción .de hierro. en .bruto graba>él esfuerzo que intenrabá '.J'a ·nación para dotarse de,. una fuerza
1
1 1
¡
INTRODUCCION.-RELACIONl!S .Y CONTACTOS MUNDIALES 801
800 TOMO 1.-REYOLUClON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO

terrestre y, sobre todo, nav¡il,_¡;:n _Gonsonancia con sus responsabilidades Po.r _aquel .. etito11c~,--.~ªdib: h.:t.i.Qi~rn·_-p~nsado &P. _am.ouic al ::reino de
europeas y americanas. E:ir:~~ el desorden de la Hacienda y los
hábitos de derroche, explié1m que, con cien millones de libras que se ~;r;;~t~'.~sf{~k~~~~'.~~ik~i0~::4~;~W-i~~:t~~~~1i~~~i1~~g~~~g:~~-I,~:,,.,.:.
gastaban en el ejército, las tropas recibieran sus pagas con irregulari- dafia: a:Qo_q~ .osc~ll.!e9ªª P()f:.. SJ! ·.ª-c:Wu4:-mdec~s.a,.~a.nte los desórdenés de -
dad y se hallasen mal ali~entadas y descontentas. La llaga económica, Hólan~~~.Y:!I(fi''PaíSes~füflo~:;s-a:ustifafos':: 'a~t ~-omci .-~en· la -guerra ürrca:· ·
incurable en la monarquía ¡rnstríaca, la entorpecería siempre para 'poner La ag1tac1ón ..que acompañó a; la e¡ección de los Estados Generales·: la
en pie de guerra a su~ tronas, y más aún para trasladarlas desde Servia actitud que éstos adoptaron, .desd~ el momento mismo de su reunión,
a Flandes. Pero, de .todos modos, estas consideraciones materiales no en 1789; la prep~nderancia que la asamblea constituyente "adquirió
_!?_~ta'.:_F~~ª--~~p!icar __ ~l-~~pa Il1_ili~ax. de E_tI-ropa-·én:- i789~~gi~t~fra;, sobre la corte; en fm, la tom¡i de ia Bastilla, hicieron creer a los diplo-
que posera todos los recursos precrnos para asegurarse el doniiñici ·de máticos que el gabinete de V~rsall~s iba a quedar relegadéY ¡¡·-unúlli:mo
los mares, había desmovilizado tan ampliamente sus flotas, después de l.Ugar:-Y, sin embargo-;Fiíi.I!-P}.!Ul©i.Q.IITC.Q..~.Jiii.i.Z§{; qú~cllirafilrvejn.-
la guerra de América, que necesitaba muc!J,o_.JJempo para rehacerlas. ttc~co añ.os, habían de tener"Fn jague a las de toda Europa.
P_~r _el contrario_~_pese a su pobreza, .::¡:>_~ªII19_ri.te~sostenía un fuerte '?·La . pmner<lc .qe estéls fuer:f:as e{"!, gi. __p_ol;llª'cj_Qn, . recurso. m~s :...impc;:ir-
e!erc1to. El de <!!~1w pasaba por ser el mas peligroso de Europa; y, -~te:-:c.1;t1~._,.!11.!:r;i<;;a~1l.Il:";ltiJ.-a'S· guerras·;,que·:füan" a:;movilizar;- err escála total- l>JJ ·
sm embargo, el estado se hallaba en necesidad. Los recursos de-Suéci::i:i m~nt.~~,!J,~~~ii4Ifisfgiá!ilis§Jhuriíanas·'·y:"las<-'eco:liomías, .Los 26 millones de -ª-CAÑ-·•
eran reducidos; y su parlamento mostrábase hostil a los arma'iñefüéis, frang_ese;¡, cons_tituían Ja. (lgrupación· .más .. vigorosa d~Í-~ontinente. ia
() Jo que no impidió a Gustavo III multiplicar regimientos y barcos. mo.narqyía habsburguesa contaba con .otros tantos; y los rusos llegaban
__ -La,._:dis~i~_ución .de ·fas.- potencias'· en.. bloques-·idiplomátü:o~;;respondía a 40 millones ; pero el bloqu_e francés era concentrado _y .~ra homogéneo.
C) 3;_, ·la;~:p_r~_(?é};paéign'.:por.- mantep.er, -_entre-e ·ellaS'··un:cequilibrio,.;be!leficioso . Sobrepasaba, con mucho, la potencia __ demográfica de los estados ale-
pap1._.Elir()p8,._l'fo ca.be duda de que tal principio se interpretaba a la manes yla de Italia; y, por muchísimo, la de. Ingl::¡.terra.
luz de -los intereses particulares y de las codicias; pero, en el fondo, Pero:, allii:;.:oculfaba?:la~:liaclón:::francesél ;,.up.a, fuerza~ 1IlUCho .más. temi-
correspondía al cosmopolitisr¡io que dio al sigl<;¡_ de las luceS_J:lilO de sus. l?le. Aq)leL Pl.l:~l?J9:,:h.?-~ía;;;ll~gaqo,~ell:·>~)l:t.cCÍnjunt5;:~'iií~~~~tlidi'.;·de'"Ili~-d~rez.
asp_ectos.. m4.9 C'.fl!~ct~rístic_os.} En una Europa casi ~enterameíite;_j:iionár- l e~.: ~~Jjl:r'iar_G9m~.~a:d'::se:; despierta•.<ante;.sus· ptópi:os"+pi6b.1emas, · adq:ui-.
nensJ.o,_,una.,conc1enc_ia plena de ellos.' Y a la resolución_ de esos pro-
quicá: :1os enla~;;~ dinástlcos . :intervenfan· en la éco:ri.oinúí" gerÍeraI'"<le las
aJíanzas-:~ ér''¡)actq~ de :fimifüf-cde~-17 6F entre·- lbs· Barbones ·de· Versalles b1emás.' Fran,,c!ª: f!pPr!~.Jlí!...~1·Ul-P.~!lsJi;miyp..t2·.;;:J?.Qlí1;i.cg , yígoroso/
--una . real
y ~:fos de. Mádj:í_é(;· fa infl_uencia A~l-Habsbü~go' ei(Nápoles f ertcüversos c01~m::i~ad; de:;i::irras-pes.e ··a· ·1os violentos · remolinos que agitaban su
superficie-y el unpulso vital de un pueblo en plep.a expansión.
es,tf:lcios,it::tli~nos' ;- la. atención con ·q_ue.:Rüsiivs.egüfa ·kis~asuritos 'alemanes
y:'~dane;g_es. El temor a los v.ecinos demasiado poderosos, determinó el L~s·:probleID;as rurale;;,_ pl~mtead9_Ly_cUscutidos ya en los medios es-
juego diplomático de Ja Kleir¡stllateiei gei:mánica, peligrosamente situada clarec1~os, med1ta.dos. P?r una . ~iffeB~~:" que s_e sent(a:- or@"
entre Prusia y Austria, los dos rivales que se enfrentaban con motivo llo.sa:Ae,-;:~:!l ;11rogresa:.s.o.crn.:LJ-;::~ese·osa_; de proseguirlo.; y~ hondamente sen-
de la cuestión alemana: Del mismo modo, la desconfianza. con respecto· t1~?~-~PºX_ .t!.}.lª·~asa de.,22: miµones .. de campesirios;:·Iogi:~r9p.,.,§_oluc~~s
(:r.:-.:.
·~. _,J
) . a@_USia). iil.fluyó ·ei;i la conducta de"Suecia,.--Polonia y· Turquía. En rea-
lid~CC~talina- U- emprend~a-· en. ag_\!_~ome~to 1a-l_a:b~r ·ci~ arruinar ..j.l[:e __ alcanzad ·'-~~~;i~t~~~~~~~t~~~i~~ij~~~ff:~r~,
l ! al imReno o,tomano, y Jose 1I de~lª l~ apoyaba~ sm preocuparse
1
cii::i:nasrado: -por su -alianza con Francia, amiga de Ja· Sublime ..Puerta.
i Desde 1786-17~8, el ejército turco sostuvo;· en el Danubio, el doble
c_1~~'-:_ . daL.-y'.:fa~_yenta ...di::. Jqs .Jüer.ies naéionales crearon ,.
aq_iie'!'fft'~-füerza.'..:b*~i~fü~Sll}~. -~lUl]~a;_'.;'!I!.t~=-W~<!o.•.J,~ .A~_,,ra.·)~:~yolÜc;ió~. ;En -:::· ,
Y P.Er:.J~.~l!l1~;'.~'.~-~:U.~~<!1!W';~1 pu,~~-k> . _de-J~~-·.sa:@P()S _acabó de_ :c~mpié~~er
asalto. Pero,.a retaguardia de· los moscovitas, se desencadenaba un ataque ~).!¡:¡_p,.e.rJ:.~1:'!..~l:fj:':;;i.: '.~~y'lrc1_o_n,_ E~ _ suelo li beradO;"-las" nu~Y.a.~~-ti~~r:-a.,s,....ef:l-9.U.i-
. ~r:1d,-a-5',"''e..F!lll':'~o~ta:s""tanfas·-conqu1stas·;."éujar·defensa se identificaba con la
sueco; y-eii Austria. surgió -una sublevación de los Países-Bajos, mientras
de'1á-.patiiá:>Las antiguas jerarquías de los pueblos eran sustitúidas"-én
Inglaterra.,_confiaba:-en la entente ·que, en 1788, estableció con Jas Pro-
vin_pjas... Unidas-y-Prusia, pará_ s'ervír de contrapeso a un avance ruso cierto modo, por los terratenientes importantes, ya bien establecidos
sobre Constantinopla. Así, pues, una gran agitación se .apoderaba de ... bajo el antiguo régimen, compradores privilegiados de bienes nacionales
rEuropa, o, por decirlo más exactamente, de las cancillerías, que, con..
y capaces de garantizar una administración rudimentaria. El'~ alivio de
· arreg~o a las tradieiones de la diplomacia clásica y de la Kabinettspoli- ~as cargas:.:rµr.a.le~.y .. él aumento de las tierris, poseídas o.-alquiladas,
mcrementaroiL.el rendimiento agrícófa;en propp.r,<:;iqn nafta despreciable.
\-\ tík, urdían intrigas complicada.L}[ maniobras prolijas, sin presentir el
Como parte viva y consciente de la nacióii, ef-~plµIldo.,campésino iba
· huracán que se aproximaba._: la Revolución francesa. -,
RENOUV!N t.-51
t,~;.d \'
. /:-(;' ,':.J;~ .• :~· -, ,.z ,J'
802 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
.,-\

a proporcionar al esf.uerzo francés una .excepciop.al solidez de base, :-::.,;


Al mismo tiempo, el auge de la burguesía proporcionaba elementos LIBRO I
de extraordinario valor. La ascensión social de la clase media, su "mo-
vilidad vertical". se acusaban notablemente, desde hacía unas décadas. LA CONMOCION REVOLUCIONARIA
El· mundo capitalista, activo y emprendedor, animador de un desarrollo
económico, cuyo ritmo acelerado superaba a veces al de Inglaterra, sa-
boreaba el placer del mando, de la iniciativa y de 19s, amplios horizontes. .·-_;'

"La burguesía con ta1ento~', ádmirableIJ1el'l,t~::instrlliA¡¡,._;i~Y,""ufana -de sus


mérítos; ·se·:Seritfa aptlt~atil"'tUd'Ó}·· Pefo,· at-cé)ñti:-aÍio ·'.(fo:lo,~_qUé~;qcu¡;ría
en ·1n,g~aterrafesta'::_~l,éy~~WI1'. se.·:encp.ntraba;~ en:;eh-terreno.~,de la. influencia
P<? líti,~¡r,JC'c:Ié<Tif:jé~a~ql:l!a;r s·oC.tirl;::'fJ!ITªliza.da..,-p or•::univ:;:aiis~9Ci.!l.~Jª-'·: ,para
la.i'cuái~-ni ~e1~iñefo .:.41;.ehtálent69ustiW::aoan ·mejora' a1g6ñii::'·Tál-barrera
res.ülfaba· 'fanto más irritante, cuanto que aquellos· dirigentes se mostra-
ban incapaces de prpporcionar a la producción y al intercambio las
condiciones que recla,maba: el desarrollo del capitalismo. La crisis eq:>-
nómica hac;ía estrago~; las importaciones de algodón bajaron, de 30 mi-
llones de libras, a 16: Jos géneros no vendidos en la feria de Beaucaire
subieron de una vigésima parte a un tercio; en Londres y en Amsterdam
bajó el cambio; y en Lyon, en septiembre de 1788, el paro afectó a la
mitad d~Jo~ pb_~~r,gs,. ___ . .. .. . ·. , . . . ..
· ·· - Los· dos .. Prim,e.r()s. -ªgof "d~ .JA' ~evolució~ frájer'ori · 1á.' :;mtória •de'· la
burguesía·:·':Der~hós::ae1 ·Hombre·>y .<J.ori,stlfoclo1f"d_e:'.179J':?libertad <indi~
viduaLeigualdad,de.(i~i:!lc;hos ;.lioeÍ'áliSmo:ecoiiómiCo; Por fin, se instau-
raba'.·una sociedad abierta. l,as distiriciones --jurfdicas~"desaparécfan; <en
ben~~iqi_C\A1~'.':ux:1Pf~erru,;qufa. econópJ.iGa:que:serfa· implantada· por et mérito
P.~r}()naty .el. espíritu emprendedor. Tanto el individuo como la Hu-
manidad, verían, al fin, la aurora de la felicidad, palabra e idea que ;: ..
habían guiado al siglo y que habrían de iluminar la nueva era. Rege- ['\

neración, renacimiento, resurrección, primavera, renovación; palabras


l' que se repetían y se imprimían sin cesar, y que, por. conducto de las
cla~~ª-···cu.W~s. por la correspondencia y por la prensa, transponían las
fr911teras. :.P.orq).i,e:)loS""1ranceses=os~setifíá'.~eífüladirifos>:dePmundf!>·;.~y~-es~
tabiii.~:iinsiosd's ~7tié':ioJieva,r;;at·::universo, -entero.das· principios- ·que. -l,iabían
de.· haoer:<la Jeliéidatl,:::deh}íofubfe. Ahora bien : . ·al cosniopolítismo:. Í.mían
1,,U! ;ylO_~<:mt0C:'orgiftfo~~tfófi1it·A partir de la guerra de América, se ad-
vertía ya un vfuculo entre patriotismo y renovación, entre prestigio na-
cional y libertad. Entonces, en los orgullos ··y los entusiasmos colectivos
de 1789, los franceses terminaban de darse cuenta '1e su comunidad
nacional; pero también la alzaban hacia un excepcional destino: el de
regenerar a la Humanidad.
M~a..Ia: Eurdpa riioiiárquica.·n<:> queda liber~!ld, ni igualdad ; -XJ-~cha­
;_za,q,g._.,g,q.uella~!,¡::generación; aquella" revóluciótf':'agrariay'áqifullif ·pr~pon-
\d¡;rancia.:'bJ.rrguesa. · · ·
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1 CAPITULO PlUMERO
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i i@ RUPTURA,S REVOLUCIONARIAS
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f:¡i I. VIEJAS Y MJEVAS RUTAS EN ORIENTE


¡·•
+~ Mientras en Europa ocpidental se __n.!~ltiplj_c.a_Qan_ las .señales . que
:1í· ar_p,mciaban una·· ei:a compleiamenJe nueva en las relaciones internaQio-
:~:
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l' l· nf!I.es_,Jos asuntos~del.imperiq_ .tul'..c~relaciones exteriores, gobierno, eco-
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"'! nomía-P.'!-_r_e.c.ían, .!1...9. .. evoluciqnar .~ino: . c_Q!_ljrginit.~-~~J!!~.<f. siguiendo los
viejos caminos. ·
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:•¡ () ··_:!;,l 0J~m,ª-"g_e:-da~;:fi~c_?.t:lep.9~a"'turca€era.-ciasico' en'·Emópa ;••f'éñ'áquélla
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época:::-de'';filiatles;.;-:neF'srgftf"Xvi1r: 'ºgozaoa:;ae"'1füi.s ~ctéui1o que""'ri.unca. El
contras re- entre éF ·c:redente.. progreso técnico --del· mundo -- occidentaky la
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3! iil.erciar..=otomaiúl', se''acent:m:tba•por- días. Allí donde se observaba alguna
·~ t

¡'.~;J actividad de producción e intercambio (como, por ejemplo, en los puer-


tos del. mar Negro, en Esmirna, en las escalas de Levante, o también
:f'¡l r.::~::
\:!.:..;:>' en ciertos distritos de Mesopotamia) aquella relativa prosperidad se de·
.i ~ bía a los técnicos, los capitales y los barcos de las casas de comercio
!~J
occidentales, o de armenios, judíos y griegos. El cónsul francés y el
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,,., 'i
inglés, "factores" de las grandes empresas extranjeras, eran los que allí
privaban, salpicando con su lujo a los funcionarios del sultán y honrán-
:f,: dolos con sus obsequios. Fuera de tales zonas de excepción, la"YGonqmía

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turca se content,'lba. con producir los bienes. elementales, por .uiiii:fade3'
geográficas .. aisladas. Un ejemplo,· cada vez más frecuentemente invo-
cado, a medida que esas comarcas, próximas a Rusia y Austria, se
hacían más accesibles y mejor conocidas, era el de la miseria econó-
I'.
liüca de los principados del Danubio y el contraste entre su riqueza
t () natural y la pobreza de sus habitantes; El gobierno había continuado
degradándose desde que, en 1775~"eTrepresentante de Francia escribía
[:jíl' de él: "Lo absurdo de su administración no permite ninguna esperanza
I''
:j: ,. de que pueda mantenerse." Abd-Ul-Hamid I (1774-1789) se había mos·
lt tracto ignorante y débil ; Selim III (1789-1807), muy superior· a él,
f; habrfa de ser desbordado. El tipo de alto funcionario seguía siendo
li
"¡t el que tradicionalmente describían en sus relatos los embajadores ex-
,¡ tranjeros: hombres astutos y a veces capaces, pero que no ponían sus
cualidades al servicio del estado, sino de sus intereses personales y de
~
1;
1
...í
sus dispendiosas aficiones al lujo o al arte. En medio de todo, los menos
malos solían ser aquellos rudos "hijos de la montaña", que en algún
1'.
puesto de mando se habían sabido procurar una semiindependencia,
'.i y que. muchas veces, se rebelaban «biertamente contra el representante
I~ .

f'rl de la Sublime Puerta, pero que solían ser respetuosos con el sultán e
¡1 805
806 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO !.-RUPTURAS REVOLUCIONARIAS BU'/ I··:
1 ••
1 - .,.

incluso le ofrecían, en· ciertos momentos difíciles, una· ayuda de la que eLcJiaLto.do.s .. lQs ..nwdi.Qs•.eran...buenos : .. Thom y__P_a.nzig. ~G.LtanJ.Q,_~ani~.
podía fiarse. Tales fuero.1.1 Ali de Tebelen, instalado; en Janina desde m@a_.a .... P.olonia....cQl!t!'!lJQS rusos~ excitaba contra: Austria a los· turbu-
1788 y que luchó desp~és contra los franceses ; el bosniaco Djazzar lentos h4_pga,ros__ y .aJqs_ b_elgas sublevados;. y, por Último, Íntentab·a CDID""
Pachá, que había de defepqer su Siri,'l contra Bonaparte; y, desde 1791, promeiél:..a.TngJaterra--y-a. Hqlanda/
su compatriota Paswan Oglu, ,en su feudo de Vidin, en el Danubio. Pronto José II, sintiendo a sµs ,~spaldas el peligro prusiano, in!~D.:!ó
poner ftn a. Ja.~_,guerra -turcaül:.Cµando.-IDm:jó;:-en;":febre-ro":.'de'.'::'T790, su

~
Ese cuadro tradicional de una Turqufa:;11trasada,)inmóvil; ·desligada
!

J -de· lá civilización cristiaña, .. era el que:-las potencias vecinas tenían sti¿es6r~~I~(;'pbldó•;: e:rp.pleó tod.a."sU"·diplomacia. -en . liquid¡ir·Ja·aventura. _,,,.
',¡

i máximo interé~ea~tir/ &us masas populares, austríacas, húngaras
·y,,.so\:ire todo; rusas, coµtjn. uaban saturadas de viejos odios e incluso
Ya veremos cómo, mediante la convención de Reichenbach- (27 ..de...h1Uo ,;
de J790), consiguió alejar el peligro de.Ja Europa centraLinm.edia_ta- :!

de ~n,tiguos te s~,.f:f',!!~te-:¡,al turco, se podía h~qla_!~ c9n éxito de i11ente, _s_e concertó un armisti.cio ... con. la...-Sublime. Puerta ;....y ,__ é.l .4 de_ 1.
il
.i "opinión nacional". :ta~;ilt&.~füa'~dé2lblL . .cri~ti.a,n9s;,bájÓ HL-·P:offi.iP.a.cjón- ._
mus.µWiana>fii:Ustificaba~p¡;qy,~ctoo: políticos,-·en. ·1as -que'' el "'h'Uimi:nitarismo
servía···ae"fu"1í.'scáia"a.· liLcpdfoia¡: Rusia:>:niimtenfa··su "ptOpósitor;de~;~xp}'cgar
eb4~;t ~gumdo:en~Kll:~a:'djF.en'•1774) sle~J>I'Qteg~ a)os ortodoxos
agosto de 1791, en la.paz de.Siatov_a.. A,ustria se.conform.ó cQ_n __ ¡ilgunas ~'
rectifif¡i,c,igp.es_de. fronteras, '@.iis~qüéaába . sola; percf~süs éxítos-eil Jl<...:.
elJla.nubfo-fo.~peflnitf~~; ser in;M éxigent?. Si los preliminares de Galatz
(11 de agosto de '179!} y l~. pª'z. d_e.Jass1 (9 de. enero de 1792) echaban. 1ei:.J:,..i
I•. ';' r _'
-_- : E~!~E~, 1 ~RC!ª:'.·el!11J.o~~ plan_es.:p¡j.ra_..;;.ehre'pi\:ffó 'tfü''Turquíai".iGil:fiJ..li!!_á I~ .'¡ por _tjerra ~11$fan proyecto griego, .en cambio .le as~~raban. _d.ef.ini~_iva- J~ ,
,¡ ideó.:"urf; . 1Ft~Et:9·~.eH9,,"jsA!lgq~'.;y'.11·,qµe,~.~, ~~i;}~éc. :n ,de::;.;;~stria.1 fl f:¡. mente,_ a Catalma II, Otchakof.y:Ja frontera del Dwester.. R:u~.ui,_s.t\,en- · , ,
Las. -~~.~~W.d!id.es:.cqm~~t.i1WI1t pfi,c1alme~te,;'.~l-'Z,,4e agosto--de-'llJ.~.i·: pa~~ ..... ,, c."'.~ coiitraba.sólidamenfü~esfibleci411. .··en: ta,fos.tietra,s/ci.íyo.: trigq no·__ta~daría ',

,J r
los ¡ru~~); a fines de~· para"los·~ustnacos! . ti\,': ,.,,,,<i· eñ~;:intervériir·en;;-ia~ebon~rriía:C¡ifope~,; es
decir; en aquél litor~l_d~lmar ~¡-ec·.: '
El ejército otomano ,era ppco numeroso, porque los nusmos func10-- l'''"·.:,
nan1>S'''-Qff'Estadu-se-SU.stt¡ifa1f zrsus~aelfer:ES militares: un gobernador, -.¡;- L¡' -.
~~l~f;,t~:ftt~~:~~~~~~:Í~~:.poyada en una bueñá frontera \
por ejemplo, no mosfr~ba gran entusiasmo p~r ~onerse al frente de la~ j(i.i $ii¡ ·. -No cabe duda de que, en las fases del conflicto oriental, más de
pocas tropas de que disponía y que le eran md1spensables para defen· f\-usíJ2.tP.,) un diplomático no vio otra cqsa que los episodios ordinarios y clásicos
derse de sus administrados, de los bandidos de la montaña y del bajá - · l) de la Kabinettspolitik. Sin embargo, encerraban mucho más.
vecino. Los contingentes que se pudieron reunir en 1787, eran hetera-
géneos,. de todas las razas, con armamento arcaico y sin disciplina. Los
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No era frecuente que la diplomacia francesa se eclipsara de aquel
1 jenízaros mismos ya no representaban más que una especie de andra- modo. Según veremos, sin emb~rgo, la Revolución nos lo explicará, así
/ josa gendarmería. De este modo, y a pesar de su lentitud; los cristianos como también, ella y el conflicto polaco, nos harán comprender la prisa
\ avanzaron. Los austríacos tomaron Belgrado y las plazas servias ; y de Austria por desentenderse de la guerra turca.
'I Suvorov llegó hasta el bajo Danubio. La política_ inglesa' debiO'"aF cohllicto oneñtal: . üna· notable . ámplia ·
: Las complicaciones del conflicto fueron, también, las habituales. ciQQ:•i:d.e ;-horizontes; ~NliJJiamfP.itt;· -~pfuñef::::--'mífilsfro.':::aesae :''dkiemóre de
:J Una vieja experiencia indicaba la energía guerrera de que, inopillada- -'l7.8.~_;_~"yerdadero _amo _d~,;~8:, diplomacia·-ª•· r~íz-cde :Ja~,recie»t~ __crisis
'1 mente, podían dar prueba los musulmanes. En 1788, pasaron el Danubio, ID3?!'.!JaL.~~:¡J,011ge 0 ~IIT);'"n<J _tenía.iñteñeión::de emprender- una política -de
1 1
\ invadieron el Banato, devastándolo, según era su costumbre. Entre rusos ' a-y~:t;i!:t!P!S. No .. obstante, la expansion del poderío ruso le inquietaba. 1
1-
y austríacos tuvieron lugar los forcejeos usuales. No había enlace entre Temía que Catalina II dominase aquel mar Báltico, de dondeJos navíos
1 amb~-~~r.~~~os _1li irifo_~i:~ión d~-~11 gabinet_e ajñrg~Enjuníode-178-8";" británicos traían 'eltrigo~ el pescado-salado y, sobre todo, los productos
1 1
¡ !Gürutz escnbfa al representante de su monarca en San Petersburgo: necesarios para la flota~· madera, cáñamo, hierro y cobre. No se equi-
1; --· __ "El emperador, cansado de guerrear solo, desde hace más de cuatro vocaba la zarina al adivinar, en la ofensiva que Gustavo III de Suecia'
,:¡ ~v . __ meses, está decidido a no arrimar más el hombro hasta que no ern,- 1
lai;i..~.é.~. s.pn..~ra "S. an ~.,Pet~. ~squrgo.,'c..~·~a,-:. fl-·).}~~i.t!}_~,,;.f,Jº.~lN~~. .,~~.,eI_. ·.h.~r:?_ªn.~ J_orge'.\

~
1
Kov._F '.:' "piecen a arrimarlo ellos." A espaldas de las cortes imperiales, así enzar- /,f¡ ~Y:-lo~·9.ue_ a~~aba:·:aun •. J?á~:;3;;·~Et,5[}~,~~.:~~ar,;g;t!~}~~FC.~5.~.::~~-~us1a
. •¡' --~ ¡:_,' .;.. .,, za?~s, las can~~er.fas euro~eas aplicaban: diligentemente, ei principio 1 :t. sobre':..'los-~turcos;'-1a:·"pusreron· en· condic10nes •. de . .amenaza:r:--::-1¡:¡:~-ruta de
. ~ clas1co del eqmhbno ; y mientras ios beligerantes se preocupaban por '--'-;: ~á'i1llélia.. --
, 1 Uu.~ ,./· engrandecerse, ellas se cuidaban de abastecerse. EJ l.º de julio de 1_788, P.it~,_
empezaba a adquirir conciencia del lugar que la India iba a
! 1 .:~1-1-i, 'º gus~".'.<:_1_:_ II~A~"-~~}11: sacó ~esueltamente la.esp_~di~an:iep.azañao~a'-~~n· ocupar en la política inglesa. Los clarividentes informes que el gober-
! 1 Petersburgo:··.Prus1ayestaba dispuesta a prender fueg9 a Europa entera, nador Comwallis enviaba desde Cá.lcuta, insistían en el importantísimo
. ~ " ,, . .".!·' ·t··añtes-tle ·retirarse.Sin haber sacado d~ aquel asunto el medro para lograr
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1 papel que haq~ía de representar Bengala en un conflicto armado. Los
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808 TOMO J.-REVO~.UC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLUOON!CO 1.-RUPTU_RAS RpYOLUCIONARIAS 809

problemas indios se disc;utían, con frecuencia, en el -parlamento y en el arcaico y reducido marco eje fa tribu no podía suscitar), al- menos
la prensa, a propósito del prq'ceso en el que Warren liastings defendió una 1erdadera autonomía.
su gestión durante ocho ,años.' La política europea mái; inmediata a Pitt ____!-_a~ gu~rr~~.• ,!f~.?.R.~ftÓ a.•1os·~íse~·5;.ser:vi~ Guarniciones. de jenízaros
lleva la marca de estas -preocµpaciones. Si, en 1788, consiguió, a costa recaudadóres ae unpuestos gua,rdiib¡m nrmemente los ca¡nmos: el Save
de grandes esfuerzos, s1Jstituir en Holanda la influencia francesa .por con Belgrado en la confluenci,fl- del' Danubio, y el Morava, que, conti·
la inglesa y -firmar con !as P~ovincias Unidas y con Prusia.una alianza nuado por el Vardar, conduce a .S<tlónica. Pero ep. la montaña boscosa
defensiva, fue; sin duda;· para, proteger_ a los Países :(l·ajos/ vecino apa- y abrup~a vivían, gracias a su~ huertos, a su maíz y a sus man_?.das de
cible y nada peligroso b,¡¡_jo l<!, dominación austríaca; -pero· también fue, cerdos, pequeñas democracias ~ampl!sinas que el sultán gobernaba desde
para ·_poner la bellísima P,osesi9n holandesa de Ceilán y su preciosa base muy lejos. Un censo fijo al b;;tjá, 19-s impuestos tradicionales a los spa- S::vGl!l_ ._-
naval de Trincomale, a ~alvo ·de la ocupación francesa; ocupación que, his, y eso era todo. A~ll;ii._d:.errk.-ºr'Acias__§~__ ~g_!taron con la gµerra,
cuando las t[_qp,a,s,_ .al, pasar;,_.'. robq,-_ban..., -y____devastal::ian,:. o_-- los jenízaros . "- ;i,,_·w-~
efectivamente, Castries a~consejaba por entonces a su 'corte. Y resultaba
coJJraOandos _yt:ces _los impµesto;;;;.:(.~usia<-Flas:''iliipulsa:ba, a .Ja, .suble- :_,e ,- . ,,_
ahora que Rusia· se lanzaba l:¡~acia las rutas de la India, a través de Asi,
vac;ión,,y,,,.en:-1788;'-lanzó un lJa¡Üaip.iento::~a fos'-~~~ntiguos,:miem_bros del .e" - - -
por el Cáucfü;o, el C,<ispio y Persia. Sus victorias sobre los turcos iban
glófióso' pueblo e8favo','.-Austdá; m~s próxima. y muy codiciosa de, estas
a __ ayucl,arla podero-samel).te -~ ¡aquel avance; y Constantinopla parecía
regiones, las excitab_a a Ja rel,>elión.· En 1790 pérmitió gue se reuniera
ser _una etapa hacia la' Indi~.i. Efectivamente, en 1791 se discutió, en en -Tenrésvai' ·un congreso .naciianar sem6i'Eñ. Kustna se ná:bíán-· íñsfo. ·
San Petersburgo, una expedic~ón contra la India, a través de las regiones lii.ao, Tos', éeriftoi:r religiosos s~rvfo~;--qüe. conservaban el recuerdo del
del Caspio. . . _. _ ' · • glorioso imperio medieval. Eq 178~. uno de sus discípulos dirigió "a la
Eri""l79t;·'-Pftt-creyó' pod~r contener. el peligro: que_ se cernía sobre muy gloriosa ágµila austríaca~· ·1a invocación mesiánica: "V eni ergo, o
Constant}n,opla, _(y cuya_ enor~e gravedad comprendía) mediante. et re- Rex gentium, veni ad liberartditm ~nos!" A tales exhortaciones respon·
querimiento_,,qµe!, ..en ..uW.ón. \Je Prusia, dirigió a-Catalina -II,. pidiendo dieron los servios enviando a los ¡mstro-r_usos varios miles de volunta-
que:,se concediese al sultári14 ·paz 'sií:l:aneXión. Pero en Inglaterra había rios que se instruyeron para 1~ gue~a. Los tratados c!_e_Jl_aZA!'!l791-El92
muchas personas hostiles a los turcos, "salvajes destructores,;>imperio abandonai:on., a los ·cristianos.) a su, suerre;:-.::JJaJd'.'.{lfofüesa de . amnistía ;
'.._-} cruel y devastador", como decía Burke. En cambio, Rusia, según co- P~rg.~c_u'!J..!1_ª~'.)c;>s-~füf~J<·:ioJY:í~rQp:~a:;,ócli:Pai:·ei--1iaí~;'.Hüíaro1Ffüeñ-·er-cam.-
mentaba Fox, parecía "una aliada natural", un útil contrapeso a Francia bio. Un bajá le preguntó al oficial austríaco que hacía desfilar arifo él
en el Levante. Ante Ja -actifod:'~Q§.'ª-:~~c!.~:Jlj.t.t, el·gábinete '~ecc;l:ivi<lió;;.:y uñ' regimiento de auxiliares servios: "Vecino, ¿qué habéis hecho de
el -P~famento~se·.:o;iostró;pocQ'¡Segµro:··~a~ opinión'''era~'.l:ii:isti};. y en las nuestros súbditos cristianos?"
pareí:l.es se leí~n i~scripciories coi;no, _ést~: ··'.'No. queren:os . luchar cont~a _ .: .Q En los principados danu'Q!ª11os g_e_ _M91d_ayl1!__ y___ Valaquia, la con-
los rusos." PJ.tt-d10. marcha·....atras. - Pero,.··fa diplomacia ,mglesa:. b.abna 1 1 _.!> , r,,_ .moción Ueía-güerra-füe ruda. Las operaciones_ los hwbían devastado.
de50II1prpbar, ?i.~1+.JlI/?.PJ<?'.,;gy_~.,et~tiY;~mente, -¡a~~di,'l.·'te~í':~.q.ue .defen- 11 -t'\f Cl{!, Restábfoeida- fa -paz; el sultán rehizo su propi_o tesoro a expensas de
j'
derse_ ~~-éc~l_-~',t!_~~+p~~; ·, y-·;~a-_~~~ra-_:_ :de_. ~)<?s ·_·acontecimientos; de: :.·l7~7~ 1792 ck tr 'JJ. - ellos-;-a~eÍff@doles ef tributo legal, y los fundonarios, el suyo, du-
unoc;de lo§ Pnnc1p10s.: fup,_cféj,mi?P.tales:..._·qu~.; desde-entonces, le -s1rv1eron· TNt1 A. pflcando el impuesto de los peajes .. El trigo y el ganado, que con ante-
de:g_uía;. ' -- -- - -- riorídad a 1783 suministraba \C:;rimeai ar ÍIÍlperio otomano, lo exigió éste
...,.Menos tumultuosa (incluso podríamos decir que muy modesta) fue en fo sucesivo de las llanuras :riima:iias:i
la aparición, en el· conflicto oriental, de un elemento que, pese a su Y; sin embargo, en.ffiJ!dio_~él:Er __t@_t¡t ll1ise_ri(l._ lél_s _ ideas nuevas con-
humildad, llegaría a ser esencial en las cuestiones balcánicas: aun cuan- ' tÍ'.!."!1.~ban, .§~sar,r:Q!lál;ld_o_s_e___. Aunque la masa campesina. pennanecfa indi-
do la dqJI1inacipn....otomana
-. ..... -- 1
.fuese más• tolerante y menos insoportable •
\l , e·"! "'¡ ' ferpnt({?·/ ~.ºJ'. púeblos. ·conservaban su;; ªn:1P!i.?-:;'auton?m(~i-adrriinistratiy,a
que lo que daban a entender las cancillerías europeasrk>s,:;.puel?,los'<f::JJS- 1\ ~3-: \:r,._ ·" aq9st~mbrada .. ~a vida urbana segu1a siendo reducida, y la burgue~ia
: ~:'~'., ,_: "i:,, • .v,n se hallaba casi siempre en la escasez;
t_) tianos .sometidos. a ,ellaYreco_braban la concie~cia de--shnismos.·' "'· - · 1 pero se encontraban muchos gne-
En realidad, los montenegrinos, bajo el rrianao del- príncipe-obispo gos cuyos vínculos familiares o comerciales con los negociantes y arma-

• .J Pedro I Petrovich, el hábí1CiiiTciillo que, desde 1784, extendía su auto- dores de Esmirna o de Constantinopla ensanchaban el horizonte. Los
ridad sobre todos sus clanes, estaban ahora menos sujetos que nunca boyardos. verdadera armazón de la sociedad, se mostraban a veces cu-
a los turcos. En-la- guerra--de· l 187=I792; rusas·-yaustríacos----se-dlspü- riosos de: conocer -las. n~vedades. Los _:_príncip~~,;_9.!:1~-Tuf;q11ía __ _colocaba
Ta,foii su ·a.uanza. Luego, al llegar la paz, los dejaron solos ante los a la cabeza de los prmc1pados eran ávidos gnegos fananotas (1), pero
turcos ; pero, protegidos por los escarpados riscos de la Cerna Gora, -~
resistieron con un vigor que mantuvo, si no una idea nacional (que (1) De Fanar, el barrio griego de Constantinopla.
_\, j, .
,,
810 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO r.f-1l.UPTUltAS RE.VOLUCIONAJUAS tlJl

que habían tomado, en Constantinopla, múltiples contactos con la civili· TQd.MJas:J;;anciJ1~:.;;..d.~"~I9P.fl&O..ID.P-~.s<nJ].ian.""la,.ii®,pote:D:s!a .J1.·que
zación helénica y fran9esa. Por Austria, fa. cultura· germánica se intro- la diplomac.ia-.-;f1'¡itl®S-8,0">spi;v~fP:i~QI\~e11ad~?;P...gf:,Ja:~~),'olu9óg;!::i'Lno er_~n·
ducía más libremente, representada por médicos y técnicos. Moldavia s1l§..~fü1.d9§,f.:gspJiñ-ª'::Y~'.'A11sfr[~;~·ql!i~n~s?;;,,J~i;'_dli.jj1111~~m~P--Cl_s.,._:IlJ1.l?.~f..!él~c~.
recibía directamente la influencia de una Polonia en pleno esfuerzo de ¡-Ya en la primavera de 1790, ·;tvfadnd hab1a de ~tnbmr a debilidad la
renovación y abierta a las ideas occidentales. Iassi era un centro cul· / negativa francesa a apoyarlo e¡:i un conflicto surgido con ,Ingl~terra,-.::-en
tural más activo que J;3i.¡carest. De las costas llegaban, llevados por los : la bahía. califerni.an:a:•fü:'liNbotk\1-, S.ol,\nd .. M~.,,41r9!l~.J9,,_<¡l.,~v_i,¡¡.,.,V iena con-
marinos griegos, los eco~ de Trieste, de Venecia y de Italia e Inglaterra. 1""'sidér6 ql'Íe la anulación: p.e:cJ?rruJ.g¡aá.elajaba-los ··compfoffii.sos· _de'"Iil:'-<alían-
También por la costa· llegaban los de Francia. En 1804, una misión '"Zíf:C: y;:-en"'1Jusc~~·de'-"ufl:~inuev()':equil,ib~o •. se .deciªi.ó, ;p9r. liLpaz con'· los
de boyardos fue enviaga a París. Muy vagamente aún, iba esbozánd,ose ur°&~~'El lúich'o;"Jle~.:que-los .g:,i.ginet,esr}:onsiderf}.,~en las _,~qs~s t~n-·super­
un¡¡, nacionalidad ruma.nq. D;n grupo de boyardos valacos pidió, en 1791, . icittllñetité;· se-;¡•explicar,.porJ~§ ·'ii.Q'tici~s,,que· se ~~?lWfl:n._de..f;ranci~. Raros
a los príncipes autóctoijos un ejército formado ppr elementos loca.les ,_fueron los estadistas de gran }qteligencia que ·supieron discermr en lo
y µn territorio neutralizado. También. allí, enJn~_ :!}L_!!l!i~i~Q~§.~ox ..d.5J J.a nuevo lo que había de ser el porvenir. · .
fatropa oriental, empezaba a sentirse el rumor de un despertar. Sin embargo, al principio ~e la Revolución, e incluso en el ~obier_no
!....----. ~

de la estática Austria, hubo quienes percibieron, en~r~ los distur?ios


de Francia los elementos di:i vigor y de regeneracion. El canciller
11. EUROPA Y f'LOS DISTURBIOS DE FRANCIA" Kaunitz, fi;do en el prestigio qu~ le¡ conferían tantos triunfos en la diplo-
macia clásica, se permitió deoJarar; "Desde luego, no todo es malo en
~··A principios de 17'.89, e\ conde de Montmorin-Saint-Hérem, ministro lo que la Revolución nos ha tfa{do.r Y Leopoldo, el heredero del ~º?-º·
de Asuntos Exteriores desde febrero de 1787, reseñaba así la situaciión en el momento en que se inaµgUraban los Estados q_ener~les, escnb16:
d~ f rancia, en una m~mori~ destinada al rey: "Holanda se nos ha esca· "Si todo esto se consigue de llna manera estable, .t<rancra se conver-
· pado; Dinamarca perlep.ece a Rusia; Suecia Y?- no merece confianza, tirá en la nación más poderQsa de Europa. Por fin habrá una patria:
y, por añadidura, no podría ser más que de utilidad secundaria en el y esta regeneración de Franqa no tardará en ser un ejemplo que, de
continente. Prusia. se ha. amalgamado con Inglaterra, convirtiéndose en grado o por fuerza, todos los soberanos de Europa se verán obligados
enemiga nuestra ; el imperio no es sino un compuesto de piezas que no ·~_._.
a aceptár para sus propios pueblos." Pero era demasiado ~de .el pre-
, combinan,· y, además, sus principales miembros están ligado~. a Prusia. juicio que identificaba, sin matices: el orden absoluto en .el mtenor c~n
·'' , Por tanto, sglo nos queda el igipeno ruso ; y su alianza es la,que hemos la fuerza en el exterior. Los representantes de las ~otencias. en .Francia
i i1 buscado.'.' - .....---- - ...-- -
1 fueron, con demasiada frecuepcia, observadores s.m -perspicacia, más
1
_,;;.... Por si no le bastara aquel pesimismo, Montmorin hubo de compro- escandalizados por los disturbios y los excesos que atentos a Jas nuevas
bar, bien pronto, que no había de realizarse la entente deseada con la fuerzas, y que se inclinaban, indudablemente, a informar a sus cortes
zarina. lJ!!Q_de. los obstáculos casi .in_superables___era_Ja__a~J§!!lª que en el sentido que les era más grato. La tribuna de la Asamblea Cons-
F.ranciq..!Ilantep.ía conJ9_s.J1m:os... entonces en plena guerra con Rusia:, tituyente, con todo el prestigio de la novedad-y de una novedad escan-
y su teñior·~~de· que un enfriamiento con ellos pudiese perjudicar su dalosa-, encontraba en los gabinetes europeos un au.ditorio ·y un cré-
comercio con Levante. Por otra parte, siendo, -como era, aliada de dito muy amplios; y los discursos de los diputados aristócratas que de-
Austria, no podía dejar de preguntarse si su amistad con San Peters· hunciaban los disturbios, pesaban más en el extranjero que de~tro de
burgo dificultaba sus relaciones con Viena ; y pese a la reciente tirantez la nación. 1~nemosque insistir, también, en la actu~d~_Jo.~ emigra-
con Suecia, el mismo problema se planteruba en lo concerniente a esta
nación. Además, Necker, cuya hija había contraído matrimonio con el
embajador sueco, barón de Stael-Holstein, se esforzaba por hacer pre-
ferir la tradicional entente con Suecia a la amistad rusa. Así, pues, solo
l
(. dé\~:.'.-'Y: .. en.~los\118.liiamiep.Jos- de·Luis · XVI y "de''lác tefüa~ ··que·· exageraoan
\ --=- ·.
el -p~lig¡¡Q~
--··
=-·'" 'De todos los desórdenes que conmovieron,. CJ.___ J}--ª!;l~i~,__19.§.,~qg,e..u ~ª-!l.:
tras muchas vacilaciones, y ya en marzo de 1789, le fueron enviadas ~~r9..il'.~ii}.~~gti;~pa m~y_qr impresf~,g~J!1~ron.L.9:E.~fte~<:l~.::1a.~.::k:1.q~1i.1:(r;i_~:. ...1.ªs
instrucciones a Ségur, embajador en la corte de Catalina II, para que pres¡ones_;..e.::.imp.asicl.o.nes:....materiáki...é.j.é.rc.418 s sobre el reJ. Más :que la
tratase de obtener una alianza defensiva. Pero había pasado la oportu- victoria de la as_amblea; .ep. j-gni9:~ 'iij,as: ·que la toma de la Bastilla, las
nidad. La zarina afectó despreciar las vacilaciones de aquellos "infelices" ; jornada:s;ae;·o~tuore~de i189, con el, cuad.ro de, los .alborotadores ·lleván-
y Potemkin aconsejaba en estos términos: "Habida cuenta del estado dose por la fµ~rza . ala-familfa real a París; parecieron anunciar que
a que los disturbios reducen a Francia, es conveniente tratar con mira- ~lJ!.Ilfü.rúo-_régimen, en su .. mismo·, principió; · habJ.ª· . -fénetido. J2?sde en-
mientos a Inglaterra." tonces:· cri el lenguaje diplomático, 1::~~.?SVI~~-J..1~-~~.d~_. clásicamente,

1 1
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8!2 TOMO I.-RJ,f.YOLU(,ION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO

el .'.'~f;:irtuna~? monai;ca". Al mismo tiempo que Francia perdía su jefe,


parecio . taIIl.~ien gue fiab,~!!-:::Perdido...su" ejército ; y los motines militares
!.-RUPTURAS 11.EVOLUCIONARIAS

pote:J!.~Í~" le;jn~eresa.rámGompromisqs:>:t~n· ,pi:ecarios~~Y, ¡id~fu¡Í,;~: 'tC~roo


813

...
negtfoia,,t:;:~ue-g.dg: ~l,..secreto -a~~·Ias- 4 cónferencias· ,,,:Quede·'.·sepreveHi0.-0~ ·:~-n·· T¡
lli'tripüna?", El hecho es qúe, en agosto de 1790, Montmorin, con gran ! '
1

@
_qµi'rf~1!1?"~~··~! TléífüP~ñiflil)r'ero:ri'mucho en Ia opinión que el extranjero escándalo de los gabinetes, }eyó ii. los diputados los despachos del ' 1
fo~o 0 de·:.swdecadenpa. ·'Fales levantamientos fueron ya serios a fines embajador en Madrid. El Comité diplomático de seis miembros, al
de. 1789 ; pero .. en 1?pO se agravaron de manera alarmante. En Tolón que el ministro de Negocios E¡ctranjeros debía comunicar. toda lac.i::.orres-
un .almir~r;ite fue heci10 prJsionero por su tripulación. En el Mediodía, pondencia, no era tampoco uiia g¡i~antía de discreción. Para "lfis~cancr- ;.?;
vanos oficiales fueron· asesip.ados ; un regimiento se sublevó en Perpiñán, lleríS;s.: ~nátic_á.s.td&;;lilt-::-cteséori~ánzafo.y~údel-.secreto ;· ·Franéia: ya'.:i:no·~terifa
Y otros, después, en f.Iesdiú, Steny, Metz y Nancy. La Asamblea··Cons· dipfomaéiá. ., · -- · · · · -
títuyente iba, por deqirlo ~sí, informando a Europa, por medio de sus
d.e~ates, de todos estps in~identes, mostrándose indulgente en un ..prin-
c1p10, alarmada y adi.¡sta h~ego; y, por último, después de los combates , Mejor dicho: tenía otra diplo¡:nacia, tan inquietante como nueva.
en las calles de Nancy, vá,cilante acerca de las _responsabilidades: 'J;iai"a:.. hech,~cp.~r.él .trastornar las cosa¡;. t._rándi.'a;''l:IfatenaTuié't(fé:.;jjnp':Q.t911te.;:J:_esul-
las·: G<;>rtes,, extranjeras, ;resultaba. evidente ·qye el--ejércitó'·se'·'-estaba: dis" ta~~eli.Bf??ª,.Pºr. los princ!gi9s F-1j~filQL:.Q~; s}l'LR~v.olitciónl'~j ..por .. la
':gi:~gañda~
prS)_paga:CJQ!l' d~fellQ.s. ' ~
· También la dirección de la política exterior francesa era ajena al Esta- .pr0Ilag¡11;:ión :~rgi.· facqitaf!~::.P,<Jf~ :lª-*uación· prijlJ.egia!:l_l!:_q~~ _que_
rey;. y se pronosticó que pesaría sobre ella una asamblea inexperta y goz¡¡,_bá'USLJUltJ.i,ra: ~j.Q.--~er _\J!},Í_yei.;~ªli:_:_COipQ_fi~_nci-ª. S.~- complacía. en
febnl. En mayo de 1790, en presencia del Cuerpo diplomático que se decir...: s1Lici~9m~-:s.egún. la expresión ·de ·una:: me.rnori¡_i ·. prisentada eñ .el
ag~lpa~a, at:nto, en las tribunas, la Constituyente. d~SclJ:tió~·el·derecho\i
concurso de la Acad~~ia .de Berlín, "consÚtuía:::pir~' las Cort~;- "y"p~ra
~e. paz_,.y..,d~guerra. El ongen se remontaba a un mc1dente anglo-espa-1¡ _una·~:gtan:ó::paite:::.de_]a : tiQ.bl~ta:._ 'C._ufpp~:a;·:::u.tL pyiit<f]~ncfar.,..de~Já: · é'dliéa -
.ciói:J.~'. J;>or medio de las obras· traducidas o por los diarios internacio-
nol:: ui:-os navíos de guerra españoles habían capturado, en la bahía l
califorruana. ~e Nootka S~und, varios barcos británicos; y Londres exigía nales, cqmo las gacetas de Aillsterdam y de La Haya, Le Courrier de ·
una reparac10n que Madnd se negaba a dar. Carlos IV, ligado a Francia l' Euro pe, que se publicó hasta 1792, o, desde 1783, el poderoso Joumal
por el pacto de familia. apelaba a su aliada. ¿Podía Luis XVI compro- de Littérature fram;aise et étrangere, el francés servía de vínculo a los
mete~ª- pol}_tjca_francesa si~:;;ntimiento . de ~jifil~l~i?--be- que intelectuales. Ahora bien: era cosa admfüda que dicha inffüeñciacultíiraT
la-"'CUesüon ap·asióñal5ayae que existía una potente opinión, decidida e.staba-ngád'a, desde que fue creada por Luis XIV, a la influencia polí-
a exigir el. uso i;:leno de los derechos que la Asamblea podía adquirir, tica, o, por lo menos, que podía serle extraordinariamente útil. Rivarol
se persuadieron mmediatamente los espectadors extranjeros, al observar lo decía en su Discurso sobre la universalidad de la lengua francesa,
la fiebre de las tribunas, la excitación de la enorme multitud que llenaba que, en 1784, ganó el premio de la Academia de Berlín: "La simpatía
la sala y que vociferó contra "la gran f.raición del conde de Mirabeau" que en Europa se sentía hacia los franceses, era inseparable de la que
cuan~o lo vio defender su "partido medio", en realidad favorable al rey. se tenía por su idioma... La estimación de que gozaba este idioma era
En fm de cuentas, fue la posición de Mirabeau la qµe Jriunfó.-en,..ehde- i1i\'eparable de la que se sentía por la: nación." Aquel auditorio constituía
cret?:voy:glo et.22 ;I_e ipay,9:ci~.),'.Z90. Si:el 4er~h.,o,.'cie.:p¡iz y:.,de,_guerra UÍl.poderoso medio de propaganda política, sobre todo para un pueblo
pertenec1a"a. 1a' nacwn, era:._n~~·eÍ~i;.i,,.¡i. una propos'lcioíf'foimal _del rey a- cordial y con sentido de los contactos, como era el de los franceses ,a
la,j\~~_gi.b~~~)p_f:irª-. ci:;;.s¡uar la· guerra. Sin embargo, en caso de evidente la sazón.
urgencia, la·s hostilidades podían romperse sin autorización del poder , El peligro revolucionario saltó inmediatamente a la vista para. las
legislat~vo, a reserva de que, si éste juzgara que tal necesidad no existía, Igl~~ias crfoti¡u¡as; par¡¡,_ la. católica, en .Particular. Jto:illif':ng.;;;J:in:dqsen
se pudiese acusar como culpables de lesa m,':l.jestad a los ministros res· consi(;lé;r_?i~que'1fa:Je;:~.tJl.b;a·éii.ipelfgr{(,~)l::;Btancia; No cabe~ duda de que
ponsables. Lo.'<ttatados de ,paz,,, alianza- y.- coni..ercio, eran concertados \\ algo pesabá-eneffo!aainargura por las pérdidas materiales sufridas:
por .el- rey; pero7'1sometidos·a"'la ratificación de-'la'As;imqlea. '\ Aviñ~.~k-ªi:;.~,~~ta.do a la Santa Sede; y los bien(;ls eclesiástíco5 confisca-
r Así, p~:§, la izquierda no ~onsiguió obtener, para los repr~ª'e~1antes
\ de la nac1on, el_,derecho exclusivo de paz y de guerra. Pero, -a: -los ojos
d9s. l.'eto .:IJ,l~~,•• P!~!undas étan. l,e.s-al~F~e orden ~!ti!!:i,tual:AEstas- se
despertar,orien· la '.misma·.Francia,· ya (L .. principiósc-de· '1'790; ºa_I'.},r~_r~:cóino
·1éC;C<?11sHtuyente;· eii~-fo.;,i;eforma de-ras- ótéienes religiosas, ;:traspasaba
! de Luis-XVI y de- las cancillerías europeas, la. política exterior· francesa. los .límiteif'''de su ~:~i,Ilpefencfa-aF!tocai" =1a· disc~.P®i¡/i'ClWiiá'stica: ;. ,.Y: sé
, YP:::J:!Oe~t~i;tía:jefe. El rey mism<Ylo expliéó a·sí en el:m,anifiesto..,que.. redac-
-tó';'·en· junio de 1791, cl1ando intentó· ábané:fona:f ·e1·p·aís. "Sabiendo i=i.~~cif~?l~;.![.!1~.@p'!:ªS:.L!~lJ~.c.,ten'denciá .efl: "'ra:-1egislación de ásuntos .
eq!es~~tl~t_>~. ª.§.! como cuando, el ·12--de-Jtilio ·de 1790, fue ·votada la
-dijo-=que-tcl'do 'trafa&:Fa~b'e ser'riitifícáao'.po~ la Asam?lea, a ninguna
814 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO Ni\POLEONICO I.-RUPTµRAS REVOLUCIONARIAS 815

coristitución civilA~k;,p}e¡:o. Por otra parte, era t~ cITTande ·el temor de siroplemeJ:!.te,-;',d_el~gii.)!P?!é'•~.!1~ 0 ~1,,,r.ey.""''~_o ,.existe en Francia autoridad
Ropia,,,a?hem~at~1ª".'Jg)#$i~~l!h. 1t@d::.elosa·.de,,,.sus····lilbertad~7que:~el;-papa suf>erior''ana:J~y~;;é·LreYe"s.Ql<?,·:,creina·. por ;·e1Iagc;~yc _era. predso · qué ]urara
tarüó .º~ho ,:.meses,,,·en-,,c.end.en¡i-r: 19 .,que,. desde: luego,. -cónsideraba como ser,,'.:fiel~áJ.JiünadórUy;:3..,>fa:ilef\.fF4cil _les ~r\J..ª. lás~cortes negar.aquella
__ ;;Una-:tintol~~a'blef,mtrorpisióq, De todos modos, es fácil comprender la ·rrinsferencia-..de~~sob_eranfa: ,y' sÜbráyar .sii ñegiüva?'cofi: 'iííddeiltes de
hostilidad que los asuntos propiamente franceses despertaban en Roma p.i;_gt_g:f:.916: Así ocurrió: por ejemplo, en Viena, donde, en enero de-i 792-
contra la Revolución. --cvefdad es que en plena cri.sis-,; Kaunitz se negó a recibir el pliego
La que provocaban los principios generales de ilos renovadores iba en que Noailles le hacía entreg¡L de un decreto de la legislativa contra
más lejos aún; afectabfl. a casi todas las confesiones cristianas. "lt is a los emigrados, so pretexto de que "las formas diplomáticas empleadas
Revolution of doctrin~ (lnd theoretic dogma." Esta frase de Burke exte- generalmente hasta entonces para las comunicaciones de corte a corte,
riorizó un sentimientQ gem¡ral en la Iglesia establ~cida en Inglaterra; y entre Francia y las potencias extr:anjeras, no conocían más que a la
era frecuente en las dJversas doctrinas. Los pietist¡¡s alemanes adoptaban persona del Rey Cristianísim~ .. ; L,a desviación de estas formas supone
la actitud que defifilrí~ Jung-Stilling: "Libertad, ig1aldad; no puede con- su reconocimiento y ollservan9ia por todas las Cortes". Pero ·et~:prittéi'pio
cebirse nada más insepsato; No cabe duda de que:ese espíritu es el más planteaéló por.Ja~.~Constitu:yerj:t&· á{acaba, .•en -sus-"'.mismas, ·bases, a 'fas
poderoso y nocivo que.¡;)ii.t,áp__,h;i.._J1odido enviar a la tierra para cortom· J monarquías .c~ntinehtales. . .. ~:: ..,
pe,r a los hombres." $}e IQ: cl~~;m¡µ-zo:-,c:le 1791, al conden~Tin:5ofiltitü.:•·· ---'='1 Este"_¡ií::i¡iclpio,,,transformaba:·:profundamente ;-el derecho •internacional.
ci9ncivll;_~ío_·VI ,;sé-'~xi?i'~s'&~.it.1L1a,~ni1Sma:;f9_gna::~:_,.,'.¿.Qu~,podría·.existir. La. dJ~·q:~~I9.!i;,i!iisi~4~~-d:i:pP;,a#i sobre.,,_el)ncident~ .~d.e::N ootka, SQund. ~Y la
más insensa;to7 q11e: .eh:~ta·):ileéer. elí'tie -loiiJiombi:~s\ésá Tgualdad y . esa apefa~i.2~ esp'añola ·al "'pacto · deJamj.}.i_a:,;, ::;lo~-9.ex:riqsµ:q,_;_c_y.a._no -era.. sufi-
¡li,pe~t~füdeserifrenada; que,,~a~~C:~l!,_ag_\)ga_¡: •. ~ J~,rn~8h:?;i;{;·::~PB~ j~_ás' é'ón-~ , ~ten,f~,'~~1?lelf~jiJ;:.'1~~~tí:~\a'.~.O.Cfüi::~~xiz:a.~ ,. s(Je-'s;:~fidían. c.ondici¡me_s
1 ·~
: ~ap9 .a los'~~r~c~os~4"1I:¡10s;~c;re¡¡_dor;;q~e,,~_tB)a_,yb~~ta~;de~ fi?_ni~r~-\
; por la ·prohlb1~tón:,d~J,p;!aJ.. "Hu:e 1:'.Sa, li~rt~-~ -A~.,g~_ns~~:)'._¡1.g9,~:i,;. S~~ ,la 1
· ,+,samblea,Nac!Oll.~.1 c;,qp.ceqe _aLhombre social como un éierecho'unpres- ! ·
*
'\{\0 ~{j.ffil<fS{l;:;; "Ntiesftas fuerzas ,tuivalt:s-decfa Lecouteülx' de Canteleu a
Espá:fta~stán a vuestro Iádé:t sf VU:es.tras ·pretensíones son justas ... Serán -
ero.plea_i:l_!i_s -~C>ñ'~~- :Vosotros si vj.lesµ-as reclamaciones no son fundadas."
. C!f}ptible_de Ja. Naturl}.leza?t'~ •.,:... J ~t.~?J:>ierno . d~j._Ma4ft~·~,~~~?;:,~!_le:fe~eéant!<~-'fügla'ferra ¡:"telf'i:iá.étó' de
' '.' Semejante actitud se explica, por parte de la Iglesia católica, ·sobre ~¡;w~·~ ira so.~~~~l .mJsmo -ipocl,o'. ,un .nue~?.:4.e~.c~g::p~g1a,)os>,'es~at1:1tos
todo, si se piensa en lii mentalidad a que había dado lugar el transcurso tf?~!"}.:19.. : ;;J}}EWW~~· En la cuestion de Avmón y en la de los prmc1pes
qe casi un siglo de batirse en retirada. Acorralada, de reducto en reduc- que pose ari'.·a.,;·:Afsacia (cuyos deta,lles examinaremos después), los prin-
1 tp, por la filosofía, la Iglesia solo había sabido recurrir, medrosamente, cipios invocados en .Prancia no horrorizaJbp.n menos que los actos. Los
.¡ '(, 1) " al brazo secular; y acalorarse en insípidas refutaciones sobre puntos se- papas-declaraba Petion-no ¡:¡ueden conservar Aviñón "en contra de
,\,(• ':i.ui, &. cundarios. La explicación y la excusa invocadas ante aquellos retrocesos la voluntad del pueblo. Aviñónxa~nq,.,e~"4e1,papq.~ puesto__ qµeéno.quj.ere

,j ~'¡~' ~;~~1t.:'!ii~~~=~~t.:"~;~lf~fKrt~ 1
. \ ,,11:_. y,,,
JJAi,,.\f~t;ti;;:;
frecd~~:nt~mi:::J!f é*'.énip:;;?ªt~de"~fPl'~~~~ .:~gp-llt~_itrr::,v?l~f~?~~~}:~~-,piiso·:':tl·ll!-"
se~~ir J~~~p~~l~,,~SkJ~flJ;~:,t.:1.X~.<?Ii: perte?ece · a Fra~éii;"'puesttf"'qfü~li'Os
. :'-ll;:'AA9l1és-es;.fü~s'ean"'Ser 'ftañééses": Y Merlin de Doua1, en 28 de octubre
de 1790, refiriéndose a los tratados relativos a Alsacia, dijo: "Hoy,
1
e;..c,,~ me iatamenre:ren;:a~.:.~ñ;fconti:¡¡.:: as-.1uea:; . amauas''nuevas; sm ·qüe11'a: te cuando la soberanía de los pueblos ... se halla, por fin, consagrada bri-
: ~,; .,t,« , _,.,,t,, se. :preguriJai:a~.~·h'.:e1ier~sti~Rlsmo"fa§~;~~b~f~:7!e,y,~~~~- añtafio· ~c?nsigo .. Per.o llantemente ... , ¿qué le importan al pueblo alsaciano, qué le importan
el hecho es que,. confjpna,9:a~pr9nfo<-en'.·o:Sl!:~Pºs1c1on' por ~lrnv-luchas · -reli- ~l pueblo francés, los convenios que, en tiempos del despotismo, tuvieron
giosas. .de .F raiídá~- lá ·Bi,fréipat'deFr.'=iirifigub:.:.fégllil'éi:f'-.SosfiiVO: ''(cc:iilVit:ción por efecto la unión del primero con el seguncio? El pueblo ,de Alsacia
1: sincerq., $1!.. J.!llOS -Y .•afri-Iúacion. táctica°' en:' ófros )' 'que"efü{,'dereiidía;'Jfeiite se ha unido al pueblo francés porque así lo ha 'querido ... "
1 ! a-1ii~Révolúción,7;las· baseS;.Iiiisriiá:staé'.nfu:cNilliliéi'óil':.Cnroaha:. ''Allí donde Así, Merlin afirmó que "no __sm1. lo§'.·tr8=tai:lo$;~tj.e: los ··príncipes-los, que
'
·¡
'
. _..:t"':··~ _.. :-·· .. ,.. <· - --••
--·~¡··,···~·

penetrañí>lds~"P'riílC'ípíOs 'del jacobinismo-había de declarar Burke, en su


Tercera carta sobre una paz regicida-todo se derrumba: buen gusto,
regu~~_,l,g;~,.A~ms:J;\s,i~,;iY:,Jas:.nacioñe'Si>o;:E,t~dere~ho:yúblic_o· áritiguo:no.~se
basaba, )P.!;l~ .que;: :en JaJ-µ1;¡:z_¡¡,,~ _y_ que .no ..:vengan ,aJ1abl¡gnos .c1e orden so-
costumbres, moral y religión." cia1¡respectQ.·a;~e[te~aii!iif9::Jíeiloñ decía~ " ¡Qui orcfeli.· s~to Dio~: "efque ·
.\ Las bases de la soberanía, tal como las profesaban las cortes y los trastoma'todá.inoraly toda justicia!" No les sería difícil a los gobiernos ¡
¡,·

! gabinetes de Europa, más o menos confundidas con lo religioso, no comprobar múltiples contradicciones entre estos principios y los actos
dejaban de quedar peligrosamente quebrantadas. "La sob~r¡mía perte- que les siguieron; pero eso no invalidaba la sinceridad de los innovado-
l .. neoo~aAa''llaeién~? •. declar-0 la. Constitución ·:francesa en 179L~De:.ella res¡ como otras dislocaciones semejantes no invalidaron la indignación
"emanantodos)os ..I'P~(!~~s", y ~I ejecutivo en,primer tllgar;:.,Y,~ ..qu~ es, que se apoderó de la vieja Europa al oír tales máximas. Contentémonos

·.
_."-.¡
'
¡}
816 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
I.-RUITURAS REVOLUCIONARIAS
~ j '817
aquí con dos citas .. Una. de ellas, en hermoso fatín, es la protesta que rápida evo~ución de la técnipa, l~ situación de Inglaterra era compa-
el arzobispo de Maguncia dµigió a la curia, el 22 de marzo de 1791: rable, en cierto modo, a la que pi;oducía. su paralización en el exterior.
Quippe nulla ibi antiq¡dtatis1 nulla veneratio legum; neque ullus honos En 1'.1 Europa central y oriei).tal, ¡,a rutina agrícola y la deficiente pro·
armis nec juri PC!ftoque sµa 9onstat auctoritas. Unde soluta freno procax ducc1ón mantenían una inestitbilid.ad social análoga. Allí era la revolu-
licentia cuneta miscere: cun.c;_'ta pessumdare, lubidinem faciendi quaecun- c~ón agraria. francesa y el G¡;an 'I¡error del campo lo que constituía un
que velis pro libertate, aud(J.Ciam pro magno .animo habere. Hacia la e¡emplo peligroso para los siervos· o seudosíervos. En resumen: fueron
misma época-según un diplomático francés-, si en Francia "se cree mucho.s, en Europa, los priviJegiaqos y los ricos que siguieron la misma
que todo lo que se h~ce er~ nombre de la nación está permitido y es evolución que el patricio de '.Bern~. Fellenberg, quien, después -de haber
justo, legítimo e inclufo n~esario ... , en Alemania, esta dilapidación se aplaudido la revolución naci~nte, escribía en 1794: "Lo que principal-
considera como un insplto Jiecho al Emperador y a ;todas las naciones", mente debe asustar a 'los ptopietjtrios europeos; es el cariz, cada vez
Más compleja era Ja op,osición de carácter social que levantó a la m~ acentuado, que va toma11do fµera de Francia la guerra de los opri-

l u¡ Europa del antiguo réuilnen contra la Revolución. ¡Cuántos aristócratas m1.dos contra los opresores. ft1erac de Francia es, sobre todo, donde esa
'·' (@) cultos, que no lamentab¡in yer cómo en Francia se venía abajo el des- pugna se convierte en guerra;de los que no tienen nada contra las clases
: 11 (j} potismo, se aferraban,.' sin ~mbargo, a sus privilegios mundanos y eco- más acomodadas."
fl nóini.cos ! Y el mismo obstáculo solía alzarse en la burguesía acomo- 'fa,~, e,;:i; --~!;~~µ~o-.que --lltfgaba~,de,.,.Erancia-, ,. 0; :pa:ra llamarlo :con. las
0
'i dada. En la hostilida& al n~evo orden social intervenían, también curio- p~@~.¡;..a~~~~~~fJ:_l?petidá:s?nto~~e~~-~l~~~i~-e~a",Mar1~t~;'•el::~~>ntagi6~­
~\
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't.)
o-, sos escalonamientos eii -el ~íempo, diferentes, según la proximidad geo- Llillpiar -se~e1ante foco~de·ºMlfecqon; pared<!; 99.,r_a..de.:.sa,neanu_~p.to. So-
gráfica a Francia y la penn~abilidad de las clases populares a sus ideas.
1
meter a un país paralizado 'por ~us desórdenes, parecía tarea fácil. El
i r
... l Y, .por último. hemos de c9ntar, asimismo, con la extraordinaria varie· provecho vendría después. ppr añ~didura.
·1
dad de estructuras soc.iales ;que presentaba Europa, con las que venían
l tf} a encajar o a fonnar gontra.~te las estructuras mentales.
¡·" '
.
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Sin embargo, algurios rasgos aparecían claramente en la aristocracia
europea, sobre todo en la del centro y del Este. Muy apeg__ada a su
ID. EL MUNDO <fE~ANICO Y LA REVOLUCION

wr 'c:-0~! papel de representación y a sus privilegios honoríficos, y fanto más L~s p<ríses germánicos serían los que iniciasen el conflicto entre
cuanto que su influenci& política decrecía, aquella aristocracia profesaba Francia Y Europa. Su estructura social e intelectual explica, más pro-
JI '9
fi 1
una fútil y tenaz animosidad. contra una revolución que le negaba tales
privilegios, o, algo peor aún, que los transfería a unos advenedizos. Y,
fundamente que la actu~ció~ de los diplomáticos, su comportamiento
con respec~o a la Revoluc1ón,.r eomportamiento tan variado, por lo demás,
~¡ i (j caso de establecer alguna distinción entre éstos, era acaso para detestar, como podia esperarse de ,aquel mundo de territorio vasto y desmem-

~/!O
aún más que a los nuevos ricos del capitalismo, a aquella burguesía brado, de pobl~ción numerosísima: el Sacro Imperio tenía, aproxima-
modesta, pero inteligente, capaz para desempeñar los cargos y ansiosa damente, 30 millones de habitantes, en 660.000 kilómetros cuadrados
de conquistarlos. Contra aquellos advenedizos que constituyeron los pun- repartidos entre 360 estados. '
!
l " ..;:.
tales de la Revolución y del Imperio, y contra el más grande de todos r. Vi~~~;~~~:.PJ;.~p!li~i;fEPftp~~fo0ntr<i@~f11umorutrio?esenefat Tal im-
porta~a·· .u.eb1d~ ~él.-J?.9_cl~!"9.§_a ~~p._c_e_!ll:f2-~ión ~ªii-iif (350.00oaI:·
!1
•¡ l(d ellos, que fue Napoleón, se alzó, especialmente en los círculos aristo-
tíi :!"'::''
(-,,. cráticos europeos, una enemiga incansable, aquel poder del siglo XVIII, m,:_.~.,......~ s1gnif1caba lé!. capital de los lliosourgos; a:I--prestigio de ~
/C1i11liz~~ que ha.fiL4~_.fl1Jit_~~}~o de la ~l1~11ra aermánica en las
1 . /__,

' .Y
destronado en Francia, _m:m jnfluyente en las sociedades de jerarquías
!~
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de corte y mundanas : fa mujeÍ\ con su gran instrumento de predominio: ~.!<?_~--~J?-__~).l!<JQ~_s_!!done!!@I;- ·a su reputación de ciudaa·ín-
l: los salones. ·-"- -- - ternac1?E-~!_1. agradable, que atraía a los anstocratas rusos y polacos
r () Aristocracia y burguesía acomodada se aliaban, con frecuencia, para y~·ros ~e;iós -nééesifados de los emigrados franceses. Las·~fuerzas- de·c
r
1
defender, contra la Revolución, las distinciones jurídicas que fundaban antiguo. .. regunenr'' qoi:t~;;,sa:lones;;~r de?PªªP.o.s,:.:Q..ominaban,-,allí;._indíscuti-
b~,~p~~t~~'J!.n¡t:~}5,f4'.gl)~,sJ~.~:~:~)!!' -qu~,:-pcii-· fo :demás,. el -elemento. germá.
en_ la economía su situación privilegiada. También aquí el cuadro re-
!
1~}., r quiere ser descrito con minuciosidad. En Inglaterra, la_ revolución indus- mCO'.;y;;'0CCideiital::::segtiííi'''sieña6" relá:-Uvámeíifo' "ilébil. En ella se encon·
traban, sobre todo, griegos, inmigrados de las regiones macedónicas,
Ll trial había desarrollado el proletariado urbano en una forma· que muchos
eslavos . o rumanos que se hacían ·pasar por griegos, algunos boyardos
éon~ideraban peligrosa para el orden social. A estos, lo que más les
(~_j de Iass1 o de Bucarest, todos ellos más preocupados por sus fortunas
preoctip_aba de los sucesos de Francia era la revolución urbana Y. el
t~~;:} que por los ecos de <?ccidente. La Iglesia, tradicionalmente poderosa,
ejem.plo que daban los motines de los parados en París. Debido a la
'<'.,:,,_~

se hallaba entonces ammada por un renacimiento espiritual, inspirado,


1:b "./ RENOUV!N I.-52
818 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO ;1. -RUPTIJRAS ftEVOLUCIONARIAS

principalmente, por Diessbach. Desde los comienzos de la Revolución, taba, en absoluto. Rec.onocía!]. los principios del' Aufk/iirung en los que
Díessbach identificaba el di<spertar del catolicismo con la lucha contra fueron. pr9clamad9s,J~- nocfie. d~I _4 .ele . agos_to. Hertzber¡t'apróbaba>'la"' · -
el jacobinismo; y el grupo ·"prerromántico", que, a partir de 1795, ex- G(í~~-~~§i9.~0:~(J79:J:)f~~]~·:s?$1Jitffci~e-~m¡;;í!aha-~J?ºr __ '~nsfo~- ias
1 tendería su acción, er¡t fogpsamente contrarrevoludionario. Cuando, en m_-~7_1<;:;:~s,..,,q~c~d.~!1.taj.~-~~-~:an,9' e~:;; 1J9!•'.;·dana;c,cuna_¡espec~e ~e sistemati-
''f~'?!!C.l~!J.-:,~g~: )~!J.:{)9.,,\1ra; . ~~~~n~n~.-e,n su, teoría:):del":~:eehtstaat; ~según'' fa
1
1791, el gobierno tomó en consideración la idea de poner término a los

·~:~~:~~~~ii,§~[ii16i2i&i:::~~}.~of1~:s~:bra~:e~e~~á l~~e~!~~fi:~!io~
pellgrosos extremos de la confusión parisiense, confió el aspecto idedló-
gico de la lucha a una revista nueva, Die Wiener Zeitschrift, que, bajo
la dirección de Hoffmann, combatía, a la vez, el• jacobinismo francés de Francia, aprobaban, a la par, eJ esfuerzo constructivo y la violencia
y el Aufkliirung alem{µJ., Incontestablemente, los re11ccionarios del Adel- de ciertas demoliciones. En Prusia, la hostilidad contra el catolicismo
'.,

1
spartei, denominados qspura,ntistas, podían más que los del Aufkléirung- solía ser grande. Se id~ntific~b¡¡ cÓ}l la que se sentía hacia uná Austria
11 spartei, a quienes se consideraba jacobinos. Tres 1 o cuatro años más envidiosa y temible, y rcon el j:le~precio que se manifestaba por la. aletar-
'I . tarde, cuando la guerra y los complots hubieron sobreeitcitado al pú· gada Alemania del Sur. Pero, de manera general, el racionalismo y el
!1 ¡: bJ¡co, resultaba peligrosq hablar francés en las calles de Viena. critieismo del Aufkliirung se resistieron cuando Federico-Guillermo II,
~ i
.., _ _ ·La actitud que ante las_ revueltas y los disturbios parisinos adoptó
la pequeña y brillante'.corte de Weimar, resultó menos hostil que escan-
impulsado por los Rosa-cruz, pretendió, én 1788 y 1789, imponer la
interpretación tradicional de !a Biblia. Pastores, magistrados y espíritus
'11 da,lizada. Allí, "al ab¡igo <le discordias y de polémicas, una pléyade ilustrados, reaccionaron violep.tam~nte. Tales medios no se asociarían,
r1 dft hombres eminentes,, tigrµpados en tomo a un ilustre mecenas, pare· en modo alguno-, a los pietist~s, qu:e criticaban en los jacobinos la idola-
cían realizar aquel estado humanista definido por Lessing" (J. DROZ). tría de la razón; ni tampoco ª' los católicos, que denunciaban los ataques
.¡ Eh' 1792, Humboldt señaló. "los límites del estado", contra la violencia hechos a la autoridad de Roµia. Muy al contrario : más de un burgués
jáq'pbina. Schiller reco¡claba, que la libertad se funda, primeramente, en prusiano sentía simpatía por los revolucionarios, al verlos atacar y que- f· -
brantar a la Iglesia gala.
:j lll-: elevación de alma; 'Qoethe (sin desconocer que de una brusca ruptura
p1Jede nacer un mundp meior) afirmaba su ideal de orden y de cultura. Entre los hamburgueses, ~quellos sentimientos se exponían sin rebo-
1 ' Up. sentimiento análogo de superioridad intelectual explica la posición zo; fieles al espíritu de tciler,atjcia de Lessing, consideraban los aconte-
-,J
aqoptada por algunos· ciudadanos de Hannover, en su mayoría profe- cimienfos de Francia como l<i victoria de las ideas libres sobre el fana-
"..!• sores de la Universidad de Gottingen, tan renombrada por sw enseñanza tismo. Lo mismo que en BreJlla, ríos encontramos aquí en un ambiente
j sól,ida y liberal. Súbditos del rey de Inglaterra, "orgullosos-dice uno de armadores, negociantes y ·bªnqueros instruidos, emancipados y enri- ,.
L/
1
de ellos-de ser medio ingleses", se complacían en oponer la autoridad quecidos por los grandes negocios internacionales, influyentes y con-
y la reconocida cordura de las instituciones británicas a los vastos planes vencidos de su valor, que c011sideran con benevolencia el ejemplo de
pplíticos forjados en París. Los "whigs de Hannover", Brandes y Reh- la burguesía francesa. De este JllOdo, los acontecimientos del Oeste en-
b¡::rg, entre otros, se basaban en las ideas de Burke para hacer una· aguda cuentran ,_el! ,f;!l E,11:>~ ;un .eco, clamoroso inclusive, en ocasiones ..
Cfítica del racionalismo francés. .. _ ,_ L,a§E,l'..9&.iWJIJ!!!,gypgi¿@s~.;~xpgC:á;· en· parte;· él 'que fa revolución des-
0 ,,: :A 'las;;..~eformas de, ;e,sfrJJct~i:a.. realizadas por la Constituyent~. los Be..nwa,: f'.n; la Alemania~ cicéiueri.tal. De Estrasburgo, gran -centro de
p~Ji~~~~Mf.fuiínicos f-;:teifovados- -poi'~'e1'~~tiespótismcr·1°iJ.ustrad~~· .. co:m,p~taban. ~ropaga:nda'para:·Gert:n:allia;"llegában con facilidad periódicos y folletos,
cifrt~rg¡illo,!ia~f1}rópias,; y, lo hacían, insistiendo s0bre"e1 vaiór ·del prin- Íhformación verbal e incluso emisarios. Pronto se entusiasmó Wurtem-
cipió'"autoritarjp que Tas' había concebid() ,'·:;:,.~eje,9.JJt,ado. En el liberal du- berg por aquellos franceses que hicieron de sus Estados Generales arcai-
,¡ cado de Brunswick, uno de· los periódicos más abiertos a las luces, Das cos la base de instituciones modernas. También el ducado poseía los ;

Braunschweiger Journal, defendía, con convicción, la teoría de la auto- ~tiinde, contrapeso teórico del despotismo-, al que se quisiera regenerar
cracia como fuente de los verdaderos progresos. Prusia insistía en el sm atropellar el "viejo derecho". Una prensa activa y casi libre; y gran
mismo sentido. El estado moderno y eficiente en que se ha convertido cantidad de publicistas y pensadores políticos, seguían, apasionadamen-
-dice-es obra del gran Federico, de esta monarquía autoritaria; pero, te, 11l experiencia francesa. Y lo mismo ocurría en el Rin, donde la
según el ministro Hertzberg, "libre y moderada", que se diferencia del acentuada dispersión política era poco favorable al despotismo. Además,
despotismo por la majestad de sus leyes fundamentales, su justicia inde- los soberanos gustaban alardear de espíritus ilustrados y se jactaban de
pendiente y sus cuerpos consultivos intermediarios. Francia no tenía, favorecer el desarrollo de universidades, colegios y escuelas. Se discutía
pues, nada que enseñar a los prusianos. a diario la política en los gabinetes de lectura, en las "sociedades de
Pero el hecho de que se les imitara en sus reformas, no les disgus- hombres reflexivos", en las logias masónicas y en "el nuevo partido".
!
820: TOMO I.-REVOLOCION. FRANCESA B IMPERIO NAI'OLEONICO
1.-RUPTU¡tiS· REVOLUCIONARIAS 821
1 de Francia y Holanda, tambiéq. muy. informadas, por cierto, en lo refe-
1 El ejemplo de Francia s.~ría tanto más poderoso cuanto q~e las rela-
ciones sociales y económi~as cqn ella eran c9ntinuas·: · y_pg~ ~_Es tía, ·contra rente a l~ Revolución. Entre la juve.ntud burguesa se pusieron de moda
1 los estud10s de carácter polítjco, s9bre todo los de derecho, que se
ellas/ -:ajrlgana;:;aversión,n~:<;ionaJ .ni•.unitariw alemana. Después :·dec la-<nQche.

1 C) deC;(de. agostq.•.se~alzaroiiJa;.~)ls~ble¡¡,s: de;estado de Colo~a..;..rde:'fré.;· .. orientaban, entonces, con nuevii: aten5:ión, hacia ios problemas de gobier-
veri§~.:cQii.tra ~Ja~MsigJ:i.a).d~cf:;fi§cát· La...Qu_!.guesía ~ J):~y~ns__ lª _d<!clª-W. no. Halle, la más importante ~e la§ universidades prusianas y la rival
.() de Gottingen, contaba en 1798-179~ con más de 300 juristas. Al no
abolida::Los camp_e.§t!!_os 1fer S~i:re y del Palatill'.1~() r~~haz~!'.9.D,:.lQLº-e.P.Jlos
C) feudálés. La brusca reacción dITosgubietiióS,-censura, destituc10nes Y des- encontrar las salidas que cor,i:espop.derían a su esfuerzo, muchos de
tierrós, exasperaron. aún_ Jn.ás ..~ Jo~ _cl~rri.ó«ra.:~~~ a>'._anzad?s· Cuañdoo: lle.ga·:. estos titulados pensaban, con ~margura, en los horizontes que abría en
@
ron~las' 1 tropas.~gegc:;,epfi.%·~-éi;i;.t;7'~:2i(~~soJ;J.p:~(on:·.·ap~y~ ...··spi·-~n.:i1Ja.tgo;'-'P;ilrli._ Francia la nueva igualdad. •; '·
entonces·Ji:inayoría · .deJa\P.91:il(l.~~§¡:(~ha.b1a ~re?;c.c1()nado .~de ,su. :ent1ma.s;,, Muchos fi:_e.!'~!!_los -~eman«?S qu~ atrave§~!Qn__el Rin para ir a ver,
mo;· al verse ·en,'PÍil;Úera/Ünef::P.¡ífi:)íace¡:: fi:eiik: al ·choque de:i~· ~~y_()- ' H9r. ~l1S PFópios ojos. ~q~f]{~'ffs é:fiie -üno de ellos describía como "lU-
lución... ~ it~la•-in;va,s.i?n• y.ª los •.ti.asto~nos. sociales. ~os. ~aíses ~ ren~~~s;;>eran.. ,
pues;. una -región mdecisa, q:Q,Y:·Y~cilaba _ent~e l~ mqn:etud y.. fa,:.Sll!lJ?ªtía !
Ji ~iente l.__ ~!_r~~e.EJEo_pq~)~--~pJ:~_io#''~ Les ·gustaDá, pnñélpalmente~·· fie-·
';-;ientar fos ~mbientes grro~dinos, sintiéndose atraídos hacia ellos por
por ,Francia, que dur.¡_mte ,yemticmco anos sena duena de sus destinos. J perta comunidad de cortes1a y cultura, de atrevimiento en las ideas y
de cordura s.ocial. A veces, las observaciones que hacían eran agudas,
como, por e3emplo, las que Oelsner envió a Minerva; y otras estaban
"El canto de Allons, ·enfants de_lfi_l!.fl!r~I,?, __!!o_.le§ ¡;:onvien~. en ~gún
idiomi;-alas-geiités ácoroodadas-:--Fue escrito Y se l~JJUSO_lll~s!~a__~ojo deformadas por el entusiasmo o la antipatía. Pero ya sus autores las
difundieran verbaimente, a su regreso a Alemania, ya .fas public,aran en
pata.- consolar y animar a los pobres dfa'5Tós."" ~if'l<:>s países a~em.a~~s_,
revistas especializadas, como, por ejemplo, aquella Minerva que fundó
esos ·pobres diablos eran lo suficientemente ~:u:r:i-~rOS?S. paré!. JUS~ficar
Archenholtz. en 1792, podían tener la segllridad de contar con· un público
el tenfür que se adivinaba a través de tan significativa ocurrencia de
numeroso e mteresado. Ante~el espectáculo de la·RevolucfóiJ.~'1ós'"eStutlios
'.Goeilie>En las grandes aglomeraciones urbanas, los problemas de abas-
politi:c,()~<a;!~á,~árpl,1~!,~~~Jgs~p-~íses.:·.cgermá.nic~s-'\'i:rñ.';,auge ··increfble ;-··y .los
tecíroiento podrían desencadenar, como en París, crisis políticas. En
mayo de 1791. se reunieron en Viena 700 revendedoras, para pro~~~tar. i~t~l~~áie~;;;te~an,~gr-an~;,;interés;· :en- · fóriíiafse-:'.' ú.Íia'-'6pinión · · so br_y_·, los
asuntos.franceses· · -··
ante J!kBr.ú:;s:íP.~.Ji,~redero;i;:gI).,traJa escasez d~ viver~s. ~n--~er~ID,;~f1udad · r solo:-:fos'-_
Pero', futelectuales, -'Y •úni~éñté éli'''él 'aspeetcPintelectual;
de .. :MO;OOO.··Ifa:bitaíite,s~•,eri.1-11.7,9.$;.,:Jª...!;'cqnsunc1ón'.~,yt'.1a'•·~'misena··0•flieron~·"·
causa'.'btftÍab~cÍé'.·r.sdo:':Ctifootfones; y la "casa de trabajo'..'..,..,fundada ~, n aqlJ.f ..~~.; §.yi,í~l~"c pr,()f.~dam:ente, ei. ,diyc)f~~?0flfi~;".''éi(:e1~'espllifü ·germánico,
Lseparaba: ·a11µ,,.fl~p~nsam1e;n.tQ..,;Q..e,)a, acción. Ya podían los burgueses
en 1785 para los mendigo~!- ~lbergaba ~ 1.250 ac~~dos. El p~uperismo
~informarse, con exactitud e interés, de las reformas occidentales; ya
se .a,gra:val:JéJ:;' :?-},Q~e.ce.r-i"'·PC>C.':1~ª:; ..c~ntm~a ~levac1on de p~ec1os Y por
w:fa ·'crisis profunda .de las v1e1 as oQ~~~~~},2~~~;;:-~~rnPr~g'i'iJ!,s~~....Jos
podían lamentarse de estar confinados dentro de· su casta, despreciados
medios rurales., .•la. vida era dura. En Prusia persistí~ la ser~1d1.~mbr~. por una nobleza que, cuanto más se atenuaban las separaciones materia-
a, pesat:fd~'.~1:a:i·/callfg~jfa,~ é_liípl;eli'Clida~eif confrii' ·'de" ella·''póY lós ·medfos I~s. más se distanciaba; ya podían compartir la amargura de sus hijos,
uñ.iversitá.rios:,:déKorrlsb~rg>A desJ.Je~ho 9:~ _edic~Qs~_p¡¡_tr1J,llas y '.'casas dlpiomados sin empleos ... No se les ocurriría, ni remotamente, concertar
de los pobres", los mendigos pululaban por doqu~e~'. En el Rm, en una· acción común en país alemán. Los cuadros del Aufkliirung no
Sajonia y en Silesia estallaron di.Stúrbfos-agrariós:·Pero la fuerza.r~v~-T t~ndrían más utili~ad que la puramente intelectual; ningún vínculo polí-
lucionari_a de: aquetejéroito de -desharrapados; er.a. ~ula . 'Lo~ precep~os reli- : tico se establecena entre los centros del pensamiento. Ni siquiera se
giosos ··Y' sociales Jes"habfan.haJ:lit~ado'a la obed1enc1~ --c1ega?"El"pueblo ·r \ornaría e,n consider~ción la acción inmediata y local. Et'éspú:itú\a,lemáa~
era «fiel~' i'"'Y·'la burguesía: se: r~goc11aba de aquella·_cualidad que. declar.aba i ~y, :má.s"'auµ;.;el,. ·. qL§l~'t• ~sta,ba_n,:d~¡¡,~ta.dg Jnarcados por .,el :·sigilo ·~lufo-
(_.) ser pr0rtmdariíente::alemana,,j.ues.Ja. bur~esía. n?)e~f~ naqa, del. dma· \ ·!~l:.~~~~!lif'd. -, 1:ª;:cdstj'ªniJ.Y~''7Pntíci~~:.:imriili.l~;stmüsit?µ.~ füdetiquiana«
mismo _que~'en-Francia·,bizo del estado llano ilustrado el·'marco de la ~· · at :&Jh'&l~~;.~;i - 0,:,-.Jf:~.~ñ?f~esra-é?~~inua~~.~~~[a~_:--~¿~p~Cqe~illiir
su~. ~~Pl.(~~1en:,. . qla:s~ra ..,.una Nolunta(i 'de "'ttatlsfotmac1ón· política ; ·· y
acéiófr"'popu:tar.
Sin embargo, no quiere esto decir que se desinteresara de la Revo- ;<,.üo<d.iSp!J.!-ª-'!1ª:.:1%tP.ªftJ9iP'!.éiól! en. los asúri'tos del ESfa.do a aquella nobl~za
lución francesa, como se comprende solo con darse cuenta de la mul- =-de'~euyas-vej'acioiieif' se' resentía. e..Kant·· lQ. hace constar así: "De todos
tiplicación de los periódicos; en 1790, Alemania tenía 247; Y. de 1779 los pUeQlOS civilizados, el alemán· es ef'más coñstánte V fácilmente
a 1799, el número de publicaciones especializadas en información polí- gooerñabfo: Es enéº1Jgg !fj Jª~ novédades y de la resistentia al orden
tica pasó de siete a 24, a lo que hay que añadir las gacetas que llegaban establec1~0. '' Además; ·" las-<":·-ciaS'e~:"'niétl'ms°"germáñicas-. -clependfatt·:: derna-
822 IOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NABOLEONICO I.-KUl"lUM\:l li.LYUL>UVJ.V¡'\;U."\UlV

siáñ<údel: príncipe-f"pórt!'su·-"'Fiqueza ~•y · stc~prospetidad~···para'7~1évantarse •. ·i· ,·,

conli:a ..'él. ··"Prusia significa despotismo ilustrado y economía dirigida" IV. DECLARACION DE GUERRA (20 DE ABRIL DE 1792)
~(H. BRUNSCHWIG). La burgµesía. de los países alemanes, muy distinta
i de ·las clases medias ip.gles~ y francesa, tan emprendedoras y con un
diJ1ero tan atrevido, p~l"Jil~ecía severamente s~juzg~da-salvo, t~l vez,
"Habiendo subido al trono en las circunstancias más difíciles del
mundo, ha preferido ceder a erguirse contra dificultades cuyas conse-
en' los grandes puerto.s~al Estado y a sus directrtces económicas, Y cuencias tuvo el buen criterio de captar en seguida." No cabe duda de
j
1 apegada, además, a un arcaico sistema de corporaciones y cofradías. que Leopoldo II tuvo ocasión de poner en juego esa flexibilidad que
La libertad del trabaj9 individual, tal como la Revolución la ~plantó le atribuye el embajador de Fnincia en Viena, en medio de los peligros .-.' .. :"
1 en Francia, con sus p,_osibilidades y sus riesgos, la asustaba. S1 tocase que amenazaban a los estado~ {le los Habsburgos cuando, a la muerte
i la armazón estatal, creería . quebrantar su propia prosperidad. . de José II (20 de feb.rero de_ J,790), se hizo ~a_rgo _de ellos. ba guerra
'I
1, De este apolitisch estado de ánimo, participaban los más altos n~ge­
•j
c.on -Turq u íª;:.::aLiadó'•de ,Catflliiia,JI¿era :"agótifdóra=;y ''ae ·problerri.ático
niqs; y lo hacían sin qµe s:e les forzara y sin sen9rse h~illados, pues
;I ~ pata ellos la misión pundlal de Ja cultura. ~l~~a'na s~ situaba en un
plano muy distinto y lflµch9 más alto~ La dms;oD: política. de los países
prov~epg<?,::::f:rusia:cs.e.'rmostrabiii~t(),~·m_a~'.,7:,am~nazaclota·_:cµanto:·'1 que,,.veía
a-'N1:fs~#;r:déreúbierta:•por"eJ;'~steF·'y~ en etretó"'üe'l 790~"se alió éon lbs -
tur'cos::'.'La"•-nobleza húngara; -:ÍlllpuJsada por: elfa· y descontenta por _las
;1 germánicos debía ser ~ceptapa como un hecho sm ~converuentes graves;
re.crentes -refüri:has, se., subJev~])¡i., .• pn _Hungría~~~e :· haofübii "üe' ·eiegh- á
j y 'como el precio deéresc3,te de Ja verdadera grandeza. Grandeza del
pasado, respeto que ¡n$pir¡¡.bá. la venerable antigüedad del Sacro fm- ·tin riU:évtr-iéy:·-En elJrente tl\rcpd~eserfaoaii'fos~:'.foidados.
7

'.¡ perio. Grandeza de una. política de paz, ya que, al lado de la fuerza También se debían, en parte, a Prusia los disturbios que, en 1789,
;1 de que se enorgullec~ el patriotismo prusiano, existía (y Wieland lo estallaron en los Países Bajos aústríacos. Allí los estatistas, partido
;j afirmó, aún, en 1791) la belleza de tal conducta pacífica impuesta :por conservador que, dirigido pot el abogado van der Noot y el canónigo
·¡

:~
la división en pequeños estados, la Kleinstaaterei. Grandeza de la· vida van Eupen, defendía a las co¡;-poraciones de oficios y a las ricas abadías
contra las reformas josefistas, se unieron, por un momento, a los par-
intelectual, ya que süs ntimerosas capitales eran otros t~tos centros
'! ' vivos para el espíritu. Todos estbs valores se reunían y co~bmaban para tidarios de Vonk, cuyo prtjgrama era democrático y constitucional.
Exputsa:das--··las -tropas ..austría:qas; '-10·3~·. E_stados"'''Geiiéralés;>•treur¡:idos""en
':•

constituir el más noble ideal humano, que Goethe defme, en 1797:


"Alemanes: vano es que esperéis formar una. ~a~~ónL :~P:,,,~~~()!,~~~ Brusefa.'s;:o .recláni'aton; .•a 1:. d¿ 'eneró., de~'r790;'~'1ós~~Estados : Belgas~' Ufil':;"
~ será. más. _fácil ~~~,eEos. hombr~s." _L.ª _.J1lfaión a~-~ell1ªÍl1i¡;,,er~-Ja_--de­ .dos.<.:,Los estatistas. desconfiando de Francia (que, por lo demás, se
1
cpnverµrse, por el 'desarrp]lo_§.<fl~<?~Y!rit.i·Y::1a:'expans1on de una· Cúltura mostraba reservada), se apoyitban preferentemente en Ing~aterra, en
~up"i;ior;,·-e~ '.ef'-órg:UUo··a¿;~1a.-·:~ipp.¡¡;n.i~.!!'.d.;-:;.eJ-mi.s~9:~ti~NPC:2,.qr¡.1L~n, .. .s.11 fas Provincias Unidas y, sobre todo, en Prusia, ya que esta, para debi-
·1 tjiod~lo,-'~\~}l::,1ui;~~9f~:}t~füía d~ .. ?-~º1?;e~~e -~l espíritu occ1dent~l! fun- litar a Austria, apoyaba al nuevo Estado, intentando hacerlo reconocer
.. ¡ y enviándole oficiales.
•J Q~entc;i')narenalí~,a~rígrdamente-,nacmnail,._;;;~L..trª'-~ía el beneficm de ,.,. '"
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1
far••fosas'~sahtas'!';ª'tie'."lá':-éulturá:"hutoanista ·y morat En 1791, Herder, Comprometido, de este modo, en los extremos opuestos de sus in-
·¡
(; ..
que en la parte cuarta de. sus l~eas muestra .P?r Francia una simpatía mensos dominios, el Habsburgo lamentaba más que nunca los incon·
~ompletamente nueva en él, consideraba la mmórt alemana como mun- venientes de la dispersión geográfica que caracterizaba a sus estados,
1 dial. F. Schlegel exclamaba: "Por Alemania corre el manantial de la la cual entrañaba dtfo.dcmcs sin fin y enotrrics gástos para trasladar
1
1 nueva era." HOlder:lin -sustituyó la. patria de la tierra por la del espíritu: 1tropas de un frente a otro. También había diversidad de lenguas, pese
¡'
\
"Alemanes: hac~os semejantes a los griegos y .t~np!'_éi_s i.giJ:..J?.atr~a- aJe.- a los esfuerzos de José II por hacer del alemán la lengua ofieial de
' mana." Fiéiitif'á'Ja~e:volµción. .!francesa, -el peñs-amfonto · germáñko '"iba enlace. Su majestad apostólica era sostén del catolicismo; pero tenía
! elaboranao·1a suya~- ''eF~ómahticisma·: bajo su cetro a tres millones de protestantes. Civilizaciones muy diver-
',,.
í:
l.
La Revolución francesa sería poco contagiosa a1 otro lado del Rin. sas, cada una de ellas se apoya:ba .en ciudades populosas y brillantes, 1 ~.

Profundidades del espíritu y actitudes políticas o sociales, en su con- como Viena, con 350.000 habitantes; Milán, con 120.000; Bruselas,
junto, el mundo que allí encontró estaba más a1ejado de ella de lo con,110.000; Praga, con 75.000. Dificultad para realizar un plan racional , ~:
'que imaginaba y más también de lo que daba por seguro. de reformas, administración insuficientemente formada y finanzas incu-
rablemente deficitarias. Frentes diplomáticos demasiado numerosos, y
algunos de ellos, especialmente el prusiano, peligrosos y sin proveer; los
¡
otros (el turco, el polaco y tal vez, antes de mucho, el francés) que


ofrecían a la antigua tradición habsburguesa de los repartos sus tenta·

. '!-
824 TOMO l.-RBVOL'C!CION ~NCESA E IMPERIO NAPOLEO!'ITCO !.-RUPTURAS 1rnyoLUCIONARIAS 825
'
ciones, irrazonables, sin dµda; un sentimiento nacional apenas conscien- día sin cesar su radio de acció~1. La nobleza, empobrecida pGr la evo-
te; y, para hacer Sus veceq, el ÍI,lstinto familiar en el soberano y la lealtad lución económica general, acudí¡i cad!l vez más al ejército o a la admi-
dinástica en una corte, en 1:1na alta administración y en un alto ejército. nistración, ora para servir durarj.te .u:r}os años, ya para seguir la carrera.
plagados de polacos, flam~ncos, lombardos, loreneses y otros extranjeros. El Estado continuaba siendo la poten5;ia suprema, en beneficio de la cual
Cierto que el HabsbÚrgo pooía considerar, como compensación. a . se organizaba todo; jerar.quía spcial ,en la que cada clase estaba prote·
todo esto, la extensión de:: sus ~ominios y el número de sus súbditos (20 gida, en la medida que necesitaba, dirigentismo mercantilista incorpo-
. a 25 millones); la consolidaci!Jn que, pese a muchos fracasos, habíílll rado al sistema político y ajus~ado ~ las necesidades del ejército y del
obtenido las reformas de,l siglp xvm ; una fuerza militar considerable, tesoro. La población de los 19p.OOO'kilómetros cuadrados que contaba
a pesar de su desgaste eú el ~¡:ente del Danubio; y, acaso, el prestigio el reino, había de subir, desde· 1786 a .1805, de 5.400.000 a 6.250.000
diplomático, aún brillant~, del'. viejo Kaunitz. La corona imperial con- habitantes. Berlín adquiría empaque de: ciudad de las luces, de capital
servaba mucho de su anJiguo esplendor. En el Sacro Imperio, la casa alemana del Aufkliirung. ·
de Austria tenía 10 millones de almas ; mientras solo contaba con Sin embargo, en la opinión JnteIT\acional, el prestigio de Prusia baja-
2.500.000 su antiguo ad~ersario prusiano; había dos millones en Ba- ba, pues se veía que sus neces~dad~ seguían siendo las mismas, y que
viera y en Sajonia; tre$, dis~minados por las tierras eclesiásticas; y sus medios disminuían. De me\liocrci riqueza natural, el reino se esfor-
700.000, repartidos por SO citjdades libres. En la Dieta de septiembre, zaba por colonizar y poner ~n explotación sus , adquisiciones del si-
de 1790, el colegio de elCc:tores había colocado, una vez más, la corona glo XVIII, ·sin conseguir aún sa¡:ar dp ellas verdadero provecho. Econó-
en la cab~za. de un. Habs,bl:lrgq~ micamente, le resultab,a de una yerda~era necesidad anexionarse las tierras
1:-eúpol~o .sup.c>: T~F~~:!::..'·~º.~º-s _--~s~_o~:--lJi~f·%• :qes~ré~1l1é~d'Ose';:cde' · de trigo y los bosques de Polot}ia. T¡as el agotador esfuerzo exigido por
la ciénaga:· ·t)lrc;aúp.ron,to~'neg~i;}?'.'·_q9¿t~}f,;,~S,1f,;t)Mm.e ·Puerta,:~fFando ,con Federico el Grande, la opinión se p:ermitía un respiro, que se reflejaba
ella,.:(4 de agosto de 1791) l<).."paz: Cl~ ..Srstova. En ~ngna, ~9__1~ en la licencia y el lujo de Bet;lín, JI cuyo síntoma más inquietante era
inquietud que provocaban entre los nobles las noticias de la revolución la indiferencia de la minoría< intel~ctual con respecto al Estado. De
agrana· ·rra:n:cesa:--sus¡;romesas-a:e·respct~~1iS._JeYeS: particulares-. de ·1a Federico Guillermo no podía ~sperarse más. Aquel gigante obeso ("con
nacfó1cy· stis concesiones -a los protestantes, calmaron la agitacióp.. El 2 la estatura y la fuerza de un c§nten~r de suizos", decía un diplomático),
d¡n:nárzo de 1790, ofreció a los estados de Brabante uii acuerdo, pro- místico y sensual a la vez, vivía, bajo: la influencia, sucesiva o simultánea,
bablemente sincero, pero que la obstinada desconfianza de los estados de consejeros tales como Hertzherg, ambicioso, complicado e ignorante;
rechazó. En vista de ello, las tropas de Leopoldo avanzaron; y, ayu- del "beato" Wollner y del charlatán rosa-cruz Bischoffwerder. De sus
dadas por las discordias de los belgas, sometieron el país (diciembre intriga y de los "secretos" del ~ey, salía una diplomacia cínica, inco-
de 1790). Pero no cabe duda de que, si Leopoldo pudo dominar tan lierente y sospechosa. N
bnllantemente la situación, fue gracias a que se había reconciliado pre· Sin embargo, Prusia, tal cual era, constituía una peligrosa amenaza
viamente con Prusia. para Leopoldo, comprometido desde Bruselas a Belgrado y no igno-
La empresa fue difícil, pues el··antagonismo::·austro-pr_usiano .. tenía rante de que en el juego de compensaciones que estaba fraguando Berlín,
caus¡ts más hondas que: eL .recu~rdo ,de las 'recientes.-mw.rs.a.~:'.:!N.rahte _ él perdería la Galitzia, y los polacos, Thorn y Danzig. Con meritoria
los períodos·''cie'recoiicilia:ció!l;;-m_ás 'º";rn~IJ.9.~·:J.?rolongados)'.~sfncercfs.:· que perseverancia, intentó un acercamiento, a la vez que disponía un ejér·
la lucha:· éonfra>lá?revolucióri:-y' eriinperio.h8:bíá:r:f•ck"'prtivocá:f';""§'uosis~ 1.-ito, frente a las concentraciones prusianas. Felizmente para él, los in-
tiríaisiempre-18: intifil[<f9posiCión entre· germanos del Norte y ctér·sui; gleses deseaban vivamente la terminación de la guerra con Turquía,
entr~ ·católicos· y-:-pI'otestantes ;··oposición agravadl!i. a la ·sazón'; )'a que Jo que él mismo esperaba con no menos afán. Por tanto, pudo contar
el Aufkliir-ungc;,h\l-,bJ.a:cf:l.fl.<.l_o a ;·P.nisia un protestantis,D:io ~!amplio; liberal con su apoyo, y también con el de sus aliados, los holandeses. Polonia
y despectivo paráJa Igie'sia; y úiúi. armazcfü''roodefaa '}'"'i:acional, des· ~;e revolvía contra la idea de "cambiar" Thom y Danzig. Por último,
deñosa de: la:vieja~monarquía, de,-los1.Habsburgos.- En Alemania conti- Federico Guillerno se encontraba bajo la influencia de Bischofwerder,
·n:iiáha ·fa rivalidad por la supremacía entre Viena y Berlín; y también, partidario de Austria, que, en el momento preciso, supo hacer intervenir
con motivo del botín, en Polonia y Francia. las órdenes del mismo Dios, transmitidas por boca de una jorobada
Desde la muerte de Federico el Grande, en 1786, las bases del sonámbula. Así, pues, el 27 .de jUlió ·de 1790, Viena y Berlín;. llegaron
poder prusiano no parecían quebrantadas. El ejército conservaba su a los acuerdos de ~Reiéhen15acli: 'Aust'ría habría de 'retirarse de la guerra
" prestigio y lo mismo ocurría con la administración, integrada por fun· con · Tutqµía; ·-sin· eXigir más ' que ~ligeras· rectificácibnes de fronteras.
11
¡,· cionarios "ilustrados" y mejor dotada cada día, ya que el Estado exten- Prusia dejaría de ·respaldar a los ·refugiados húngaros, y· al lado de las
¡; 1

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826 TOMO 1.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAl?OLEONICO

potén9ii3,{ mai11Wias.".g_a¡:antizabE-::' la.·:restitucfoií' ae~'liis . ·:provincias belgas 1791), prestar 15 millones (aprjl). En respuesta le llegaron vagas·--pala>
i· ·",_a~AU'strfa. Ademásrapoyaría la:.eleeción d'e Leopold~Fen el:- SacrC?;)inp_~~­ bras, .''.b@naé.~Y:oh1ntad;\.;;.¡_,amistadc:'-a.;;,.tcida·•11rueba'?. (enero de· 1791) ... ,
rio'. De_ ~~J~;.mod:o.~:Jp;g¡~~,ra quedábii{:satisfechry ·Austria .sa~a"~e· su·· q:f:ma'fi~más>:"'"·
¡: atollittlero... }'rusia no· qacaba··nada "de .•tantas ~amenazas' y, tantas. mtngas ; ., ~1 verg,ri2, gt?,.,.J Jn,""&!?.~J~+'-~~~~,:i..,-~.ª·.;Y~It<~?~~-:..,~;,)a_dec~aración, ... de.
:!
:r p~~9;~~~)l{!úerdc:f con :Vi!ma'.;Je;.at)rfa- nuevas-perspectivas hacia el· Vístula Pillmtz, y el ..otpñg,,_co,n,Ja;,,rellblón de la Leg1slativ.a; ;produieron .en. la
i y· ei.:run;. . opiniÓii'{#~b~es0:'"~1}t'fápiCÍ~.*;~VQl]lSifiil. )':q1.<~ncima-..de.:.l~s1;,cons~4era­
.! cioñ14.:geaefcifo§'~?ol)tiB:~~}·Üueyo 'derecho internaci~n.a:t~ la liiberación: de
los· ·pfi~blos;~=~:~:'.~eX.ii;iiiino·i 1a: :P.oáibiliéliid füF'úllá!' glietra::- Lo hicieron sin
c~~i~~"!\t~~r·:~~:~jf~~~~~~~~~·-':~;~i~¡::~~;-~!~~l~~:~o~~r~d~~
'1
; 1
¡\ ( pestañear, y con una ligereza (la palabra, clásica, es dura, pero exacta) (.
'..
\ Jip~füié:t)l¡i.,jiillgµn:·p~efüq~'.'«Dé''"ésta afirmación de pritisiJ?icis.•~·_procla•
1:l
l) que parece asombrosa~ Hay qtie reconocer, desde luego, que -no puede
¡¡

l
.! j;tja,c;fa ··P:or;;Ji:·:<~~opstiajy~nti.: 1e1 ;:2.2,2c,t~:.;maY;()"~.e: :1~?9!jC'I~"'declaración aplicarse a la masa de la nai::ión, la masa campesina sobre todo, poco
-~ .i. / de guerra del 20 de a,)Jpl qe 1792 no medió müc'ho"tiempo; aficionada a correr aventura~, pero que no podía exponer su opinión.

¡ .., La guerr8:.. e_r.a .!Í,y~~,a..cl-ª'. por la :-alta. emigraci.ón.; Sus ·~puros", .sus
!'integrales''/ sólicitabii.n"'uná. intervención ..ex;tnmjera,, ,que los restable-
En cuanto a los que estabaµ en condiciones de hacerlo, no se daban
cuenta de lo que representaba una guerra "nacional", según la nueva
'\ ci~se en, su -grandeza,~.1••yicil~s•:devolvieiir·'süS' privilegios.· 'Después d1~ la expresión, y la violencia inusjfada y terrible que había de alcanzar.
~¡ i!
toma de la Bastilla, Q' Artqis y Condé se instalaron en Turín, e hicieron Finalmente, el aspecto iij.temo de los problemas internacionales y
un; llamamiento a los ~jércitps monárquicos; pero fue tan poca su influen- también de los problemas militare_s, sobresalía porque era el má§_inme-
o¡á en los gobiernos, qµe pronto se dieron cuenta de la mediocridad de diato, más personal y más aM.sionante. _En !<>s ·ctali.fr,.1tliiiqui]o-s,,trfam 7
s,u juicio y de sus informaciones. El número de ·''·pequeños emigrados" viros'':·se·~'dal:fan":ctlerita''.del'~ppligro p61íffccr de una conflagración,," Ja
llegó, a ser. i;r.iuy.eleyaclo (un total aproximado de 130.000) ;'s;;•aunque m~J;@fü1;:;{~~.lr~tiJ:J?iSm!~f,ei;,+eyfv_ol:y.i,~~a>¡ü::asuilli~. el ma:ncl_o del ejército.
muchos'de'"céllos'':i,íivierÓn< discretamente en' SUS· refufilós;{sú' raccióri con- y .·que :Bifáyéttél'se::pónd.Ha?~f"frenfe de' fa' ·guafdia :~nacional. pensaban
trárr~voluciónaria, en. SU· -~írqufo' ·futill10!-~ no :'.:füe~:ae<'d~~pr~cfür, Las ¡igru- como L'Ami du Roi del 15 de enero de 1792: "La guerra es un reme-
paciones de emigrados .militantes que;:d_éS.pué~_,,-~tf;.V¡írénnes, sól:i~e tgdo, dio necesario." Por lo visto, los patriotas, en su energía, en su fe y en
S~c formaron en: CogJenza, wórns y Treveris, deseinpeñaroifc'uñ 'papé1 su ign"orancia, estaban sincera¡nente persuadidos de que el torrente de
í{fterna:cionªtunP,oii~nte. Sus cuerposc:apnadOs.''buenas'tropas;~:que·luéha- '. fuerzas nuevas barrería los ejércitos mercenarios de los reyes ; de que
..baif ·c0it."<lenueéio; r.eran;:niun;~.ñc~e4le:C:d~füles~.,(9,ooo~ entrarón ~n Fra_n- la propaganda abría y abriría el corazón de los pueblos ; y de que, en
cia_. en .1792) ; ·~pero .SU P.te_s.eJÍcfa;:J~C'q~: ;los herinanoS:«:del re)' '-y 'la/ él,el
tomo a Francia, los esclavos aspiraban a la libertad. En el interior, el
gobierno -que)1abí¡iiü::bnstitüício':~eij'._C~fotlp:~.·-~ ..dos pasos de Ja frontera,
conflicto obligaría a Luis XVI a quitarse la máscara o dejar actuar a
era :un reto a la ~egisl¡¡.t~ya, y ,e~rf;.gier.on'.t'peligrosam{!-1;,te.Aa ,atmósfera.
:·..,Luis,;X\IT,, al mismo tiempo ·que censuraba en sus hermanos aquella un ministerio dispuesto a tomar importantes medidas. Y a todo esto
había que añadir las excitaciones belicosas de los refugiados extranjeros
ácÜniíi :frisólenfodrlle,. le~con\Pro~etf~_,..:<cJl~WP.~Jti~.':s11~~1'.lnvic:é.ión ...c!e, :que influyentes, como el renano Cloots y el ginebrino Claviere; las maniobras
era,Jfoito .. el· llattiarritento' áf·eidraiijer&'.•contta·:.u!la;.;reyolucipn e!lemiga
~ie -~U$.; f:le:i;echos'..legítímos 'y· de::lá ',tellgión.:Matia.'';f\ñfríñietá:' síénéfó~ como de los negociantes, que veían en una crisis general soluciones y ocasiones
era, hermana de :José:'Y''dé -Leopo1do~~de 1a regente de 1os Países Bajos monetarias y económicas; la emulación y la competencia entre periódi-
tcos y clubs, y el desasosiego de París. La voz de Robespierre, que pre-
austríacos,,y cde-:fa· reina 'de Nápoles.;. ~du9a<;1~..:9°9JTI9.·1o ;lta,.b.fa:;;.s.~ª().!.. en
la corte .de Yiena;;1dentrcHdehexclúsivo ·sep.tiiiíi~nJq,.4ffi.~sti99. Y.Jªizjiliár, decía un desastre, quedaba ahogada por la de los girondinos belicistas
y habíerido-;permahec\elo~'-'indusf!;~.e11,.,V.eFsalles?ó.!ljcf·1a•·º]jediericfa'1te·su (Brissot, Vergniaud, Mme. Roland) y por los clamores de los clubs ja-
madr~;¡;]v.farfa?'<1'etesa~ ''que rt'í:eccimendaba qtie iicf'Sé. afr.8,.n~~sase, con- cobinos de París y de provincias.
~ideral:Ja perfectamente ,fundado que_,,se llanms~:én: su. ajucfa' á·'fa "familia
..;~e:;.¡OS'.:;reyef'/ Por lo demás, mujer de· impulsos afectivos, bonita y mi- 1, Par~ ~~g1;*·-·}fl.,::!s~rs.,~~:;~,~~: :~~.:~~~-ér~,~::~~s¡,z;'~s.ur::t:em911t~f~~·:w;~11po:
1 niáda, lo mismo ponía mal gesto a los emigados, "esa mala raza", que ,. ) EJ,1J~rrl~Of!P;:pontific10,)le ·_ Avmon,· despues''ide haber dernbadJT,;,-a:'.SU
.,_) · gs;iJ:i~!!i?;~niiillíi't:~~9fó';j.~J:'itl~:;•,d9':Juµi?;~:,sl:f?'jírii;c):gt;;~ffj",¡;W,~iª'~ú~-J~Jas
1
1 : a los de los clubs, "esos mendigos,,, y a los jacobinos, "esa horda. infa-
i .:me". A ;fines.,.,deó.'17.90,.•Luis-XVI acreditó secretamente a Breteuil ante protestas .deCpap·a: ·y· tambierna-.:tta:ñsgreSió:ti!'del,,derecho interiíacioriat
la ~onstituyente vaciló: "Esto sería una verdadera agresión a las poten-
1
las cortes, empleando como intermediarios, en París y Bruselas, al sueco

~.
¡Fersen y al embajador imp~ñal Mercy-Argent~au. Sus llamamientos':se cias extranjeras", advertía Malouet. Pero el 13 de septiembre, la Cons-
dirigieron, princjpalp:¡.ente,., á Leopoldo: C()nCeJ:Ltrar.·:tropaF(mario' ·ae tituyente decretó la anexión de Aviñón y del Condado. Problema análogo
828 TOMO I.-REYOLQCION JffiANCESA E IMPERIO NAPOLEOffiCO I.-RUPTU~S REVOLUCIONARIAS 829

se planteó .en_ el asunto df! los príncipes con posesiones' en-Alsa-cia; que• lonne, "dar a la reclamación nacional .un apoyo y un punto de contacto".
ocupaban :·dominíos---en tier:ra'. frfÍn_cesa y ,negaban a. la Asamblea la facul· E~t.\??10.SiFm:i;te~~ra~;.~~,medio<::r~ :éra '.fa ·iriformacióq- de los gábinetes y
tad -de .abo:J.ir-J9s~ d~re~hos<foüd~les; para -defender, a la vez, sus intereses cuán;,,deficierite~?o/'"P.~i9qlo_gía. L~ Le&islativa, joven, ardiente,- tumultuo-
en la orilla iZquierda del I.liP- e:impedir que se extendiese el movimiento sa, sensi]?l.~- aJa~elocuencia>cade_p.\liosa y vibrante de los oradores_ giron-
a- sus feudos de la orilla-_qerecha. _P.resentaron,.sus- reqlamaciones a. la dirl_os,, orgullosa. de.Ja .obra.revqlucioparia y-llena qe fe en el porvenir,
Dieta ·del Imperi~; pero Merlih cíe· boúai la cÍeclar6"1ñcÓfup€tente, en se a]_zó,-.indignada, _an,te la teht~.tiva µe intimidación ·e intrusión del ex-
nombre "de los derechos sagra~os e inapelables de las .naciones" (octu- tr1anjero-;;,, :::: "' ...__,, ___ ,,, · · - ' - 1 -· - • ·-- - -'·

bre de 1790). · Peto esta indignación anturbi.ó su visión de las cosas; y no compren-
El emperador tenía q-¡1e ªRoyar a la Dieta; pero se le veía reacio dió dónde radicaba realmente el peliJlfO. Este no estaba en aquel con-
a comprometerse. Se da1.ia cu,"enta de que los gobiernos protestarían cierto general de las grandes polencizj; con la que Austria le amenazaba,
contra semejantes atentafüis al ·derecho internacional, pero que no esta- pues, con prudencia y habilida~, se hubiese conjurado tan improbable
ban. dispuestos a ir más 1~jos. pustavo III de Suecia era el más sip.cero unanimidad. Ahora bien: sin t~.1 acuerdo-bien claro lo decía la decla-
en su indignación, y tal "l:'.ez inJ-ervendría Cerdeña; pero las declamacio- ración de Pillnitz-, Leopoldo 'no ~abía de atacar. "Para hacer algo
nes de la zarina y de Pru~ia na'. significaban nada ; y España e Inglaterra bueno-escribía en julio de 17Ql-, ~s preciso no seguir las ideas par-
se reservaban. En consec:Uenci<J-, ~.QRQl<iq _se limitaba a responder cop. ciales, el ímpetu de los príncipes (e,Ínigrados) ni, para decirlo de una
evasivas a lo~JlamamientQs de J.,uis XVI,_ de la refüa:-y d~ 1ºª~-elllj_gr~gg_ª. - vez, de los imprudentes alocadqs quª les rodean y aconsejan... Es pre-
- ,_ · · :r:,a huidaé:a ~Vareri.ri~'li:ha±Ji;S-toiiio'.ú&I~:::o:cuañdo las cortes',supforbn ciso actuar mediante un concierJo pr~parado y convenido entre las prin-
que _los-'.soberan<'.ls ::fiance~~s~intentando llegar -a· 1a -frontera,, ha,Jfüw -sido cipales cortes para obrar todo!¡ de 'acuerdo, mediante declaraciones y
bru tal.1ilen:te detenidos_ en,. una-:laldea- d'f -.Arg_ow1. (21 de juriio' · de" 1791) peticiones, apoyadas después ppr la. fuerza." Era, pues, inútil que la
y restituidos ·a París; se si-tbleva..ron ante aquel'_insulto a lá' mafésfud real. ,. ; Asamblea Legislativa respondii;:se p,or intimaciones imperiosas a una
A partir de-,aquelémomentó, cieyeron :mecfu:~Qdgsi'los."P,eligr()S que _ame- amenaza ilusoria. El peligro se !iallalia más bien del lado prusiano, pues,
nazaban::a :L1iis ·xVI; --Y. se. qlarmaron-por-:él-ejemplg da9:g,_ S~omo el preciso es 'decirlo, Berlín se ac~rcab~ a Viena, en espera del botín co-
emperador añadía;ca. estos ·sent-imienfós;'·erafoétO-obligado- a su hermana . mún ; y había que darse cuenta, ele que atacar a Austria sería lo mismo
María:_:'Antonfota; ;Se"·decii:lió. Y·-desde•,,Padua,--·el 6 de julio ·ac·J;:79:i-:;-'"t que atacar a Prusia. Desde luego, en Francia se sospechaba aquella
propuÚ~ ,!!)as...potencias~una -acd6n.. ionjunta ,.~'P.ªEª J?C?.ll._er., !~rll.iino-a .. los colusión entre las cortes germánicas ; y se intentaron gestiones (por medio
peligig}sos, extremos de ·-la Revolución francesa": .. Esto era plantear el _ de Petion, en París; por Ségur y Francisco de Custine, en Berlín) para
prillcipió; t.erriblemente grave,, ¡le una "iiiforv:ención .en-. los asunto_s"inter- congraciarse con Federico Guillermo. Pero la cuestión no se puso bien
nos' franceses, _lleva,¡::la_.~a:cabo.~p_or una ,coalición de tronos, en nombre en claro; con respecto a la Prusia protestante e "ilustrada", las simpa-
de'·'li;'Sólfd~Htti:idc;;üionárquica;- La misma norma quedó afirmada en la tías eran demasiado vivas para que no velaran la realidad de las cosas.
declaración que, el 27 de agosto de 1791, lanzó Austria conjuntamente En l~_pr,*~t~~li~. se -procedió cpmc;>_:s.i,;Au~_tria-·hubier~: de- qüedar.,aisláda-;":
con Prusia, desde el castillo de Pillnitz, en la que, dichas naciones Y-m~_~h.os,,;;iiój:ieyer§Ji''.eif fa· alianza, -llásH!:-;-qüé s'é'pusieron -en· marcha
"consideraban la situación en que se encuentra actualmente S. M. el rey los .~jétéitos;;,prusiidios:'':--,.--
de Francia como objeto de un interés común a todos los soberanos de La crisis belicista la inició Brissot, quien, el 10 de julio de 1791,
Europa". Otras notas austríacas ulteriores fueron tan rotundas como pronunció en los jacobinos un vibrante discurso de desafío: "¿Acaso
esta; por ejemplo, ila del 21 de diciembre, en la que Kaunitz advierte pueden creer los reyes que sus soldados no oirán estos sublimen cán-
a Francia que toda acción contra Tréveris provocaría la réplica "de los ticos? La Revolución francesa será el fuego sagrado de que brotará la
demás soberanos, reunidos en concierto para el mantenimiento de la chispa que abrase a todas las naciones cuyos amos se atrevan a acer-
tranquilidad pública_ y de la seguridad y el honor de las coronas". carse a, ella." El 20 de octubre, en la Asamblea Legislativa, dirigió el
_ 'Esta táctieá' de intimidación se basaba _en el convencimiento, difundido ataque contra los grupos de emigrados de Coblenza. El 29 de noviem-
por Jos_ en;iigrados, de que lcíª•jac;o_bii:iqs.,se.. llJ,Q¡¡tr_ab_?lL atrevidos porque bre, la Asamblea pidió que se dirigiera al elector de Tréveris un reque-
se i::'reÍan a salvo; peroJ11.le céderían pronto ante las-amenazas : "Nuestros rimiento de que los dispersara. En diciembre, Montmorin cedió la carte-
demagogos_:.:;afúmaba Calonne en 1790-, siempre prestos a hacer már- ra de Asuntos Exteriores a Delessart, ·que era pacifista; pero Narbonne,
·::: ¡ •)
tires; no .están, en modo alguno, dispuestos a convertirse ellos en tales." que pasó a Guerra, puso su influencia personal al servicio de la política
Y, según noticias del mismo origen, los amigos del rey solo esperaban belicista. En la Legislativa, en los jacobinos, en las co1umnas del Pa-
un apoyo del exterior para recobrarse. Bastaría, según el mismo Ca· triote fran~ais, Brissot "enciende la tea", predicando "una guerra de
830 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO !.-RUPTURAS IUlYULUG!UN/\IU/\~ 0~1

los patriotas contra los reyes". En cuanto a Luis XVI, espetaba ·que un R. CAILLET-Bors: La Controversia del A. VON VIVENOT: Quel/en zur Geschich-
¡ cciriflictoJeJiqe~~se ; . :Y.'.excifa ba ,.a,-Leópoldorbajo ·cuer.da...
Nootka Sound y el Rfoi de la Plata,
en Humanidades, 1929. . ,
te der deutschen Kaiserpolitik CEster-
1 reichs, t. I y II (1790-1793). Wien,
Cierto es que el eli::ctor de Tréveris accedió al requerimiento ; pero J, DRoz: L' Allemagne et la Révolution
l el 21 de diciembre, Kau¡lltz acompañó esta noticia con una nota fuerte. franr;aise. París, 1949.
H. BRUNSCHWIO: La Crise de l'lttat
1873-1874.
N. IOROA: L'Esprit fran(:ais au XVJJJ•
siecle en Autriche, en Revue Histori- ;
·¡ y g,ue resultaba atrevida. A consecuencia de esto, el diálogo se hizo
prussien ti la fin du XVIII• siecle, pa- , que du Sud-Est européen, 1938. ·
agr¡:sivo. La réplica (25 de enero de 1792) era un ultimátum: el empe- rfs, 1947. W. C. LANGSAM: Emperor Francis 11
rador tenía que declarl1r, antes del l.º de marzo, si renunciaba a todo G. P. GoocH: Germany and the Fre11ch and the Austrian "lacobins", en Ame-
concierto dirigido cont_ra. Francia. Una vez más la respuesta austríaca Revo/ution. Londres, 1929. ; rican Historical Review, 1945.
fue aceptable en el fondo; , pero tan descortés en los términos, que el
ga,binete francés, acusa,do de debilidad, no pudo sobrevivir a ella. Los
fogosos girondinos se apoderaron del ministerio (marzo de 1792), po-
niemdo en Asuntos Exteriores a Dumouriez, activo' enemigo de Austria.
En. aquel ·preciso mom,em0. en .Viena,'"hubo.1'°un:· golpe teatrai·:'"'Le'ópófüo

,, ~~ql;!'~~~:~:~~~;~;~~i~~~d,a.~~~·d;0~~!2)~~~:!t~IT~~~:~:c~~6~r::c;~i
l. cipórtunidad:-:,un"_emisaliO, de Marü1_ A.ntonieta .para solicitar una·fater-
1 Vf:nción; llµp.¡;gi~t_¡¡.~.' Ad.~más,· Kaunitz podía pretextar el ostensible arma-
1 mento de Franda.
Se cruzaron propo~icion.i::s : desmovilización austríaca, a cambio de
sa'tisfacción a los príncipes con posesiones en Alsacia. En• el'·con.Sejo
del 18 de, al;lril,_!od9s los }I¡.jjtistr_o_s: ~e.,,adhi!i~~on,,aj., par.~ce.r' de--Dumou-
riez: pr9pon:~J:"Jt,la.~1}.sáhible_¡¡.: la:. guerra:,con,-Austria. El 20 se reunió
la Asamblea L~gishi,tiya.-:;Gon· voz.·;apagada,,;,),-uis-'.XVI -l¡:yó, -ek:texto
1
¡, decisivo: ··Las ~mociones de reconciliación'. ·foerón · acogidas, cóñ: silbidos ; .
y, ;p9r..illiani.rriidad .. :,ni~no.s:~~i~~;~votos',!•se:i•!dfi~retó-·la guerr~, contra el
rey de HÜngrfa Y de Bohemia":-' · .. ,._ ·

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1
1:
....
...;·
833

réducido por la enfermedad, la f.alta de honradez y el desorden adnu·


nistrativo, los efectivos seguí¡m .sitjndo muy numerosos; en 1796, pasaban
de 400.000 hombres.
CAPITULO II La dirección de la dipl9mac\a estaba confiada a una comisión de
asuntos exteriores que, en 14 prá~tica, seguía dócilmente a su presidente
EU,ROPA EN GUERRA o canciller y a su vicepre.~iden~e. Pero, incluso en estos cargos, un
Ostermann veía sus atribué).ones' reducidas a la representación oficial,
ya que todo se hallaba en :manqs .de quien gozaba del favo_r personal
I. LA GUERRA DE POLONIA (179Z) de la zarina. Bezborodko lo acaparó, casi sin interrupción; y, como era
un ucraniano servil y· astutq, lo empleaba para orientar la política rusa
En el final del siglo )\VIII, la fuerza y la expansión rusas se convir· hacia el mar Negro. Poteml{in era también un favorito con la suficiente
tieron en factores ptunorqiales de las relaciones europeas. influencia para acariciar vaªtos propósitos que, partiendo del "proyecto
Como no existíaii prqgresos notables en la técnica de las comuni· griego", comprendían a Uq,rania3 y a Polonia, y le proporcionaban el
caciones, la inmensidad J,iel imperio moscovita seguía siendo la más poder y casi la independentia di; un rey.
eficaz de sus defens~s. s~lvo un punto: San Petersbmgo se hallaba ¡tl Sin embargo, Catalina seguí~ siendo el centro de todo, decidida
alcance de una ofensiva sueca. En 1788, cuando Gustavo III atacó a y emprendedora, llena de s,onfia:Pza. en la joven fuerza rusa ; pero no
Catalina II, aprovec}landq la guerra turca; la zarina pudo oír el cañón ignorante de sus debilidad~s gepgráficas y sociales. De las primeras,
desde su capital. En:los d~más frentes, incluso la infiltración que estudió no consiguió eliminar la ~ás p~ligrosa : la proximidad de la frontera
Prusia, en 1790, pai.;a lle~ar hasta Riga, con ayuda de la flota inglesa, sueca. La paz. que firmó el' 14 c\,e agosto de 1790, en Verela, con Gus-
no pasaría de ser u:r¡. con\ratieropo. Cierto que subsistía la contrapartida tavo III, mantenía el statu qua territorial, pues la guerra turca no per-
militar, que radicaba en fa lentitud de las concentraciones y en los des· mitía hacer el esfuerzo qu~ exigiría la conquista del escudo finlandés.
plazamientos de un· frenfe a otro. Y lo mismo ocurría en el terreno Catalina tenía perfecta con9ienci~ de los fallos de orden social que en·
económico: la población total ¡¡ lcanzaba, tal vez, los 40 millones de trañaba su poder; sabía lq peligrosos que los nobles podían ser para
habitantes ; pero al estado le costaba gran trabajo extraer ;recursos de el trono, si se tocaba a sus priviiegios, principalmente a la servidumbre.
una. humanidad desperdigada, de un mundo esencialmente campesino, En consecuencia, adoptó, con respecto a la Revolución francesa, la
de una economía atrasada, donde la evolución de la técnica solo penetra· actitud que se imponía. Recibió acogedoramente a los "grandes emi·
ba en algunos grandes dominios o en regiones privilegiadas. Aunque grados", y les declaró muy alto: ~'Sin nobles no hay reino." La antigua
Moscú tenía 300.000 habitantes y San Petersburgo 270.000, después ¡¡.miga de los filósofos deseaba, sinceramente, que Europa aniquilase a
ya no había más que siete u ocho ciudades que pasaran de las 20.000 aquella "canalla jacobina" que, con sus principios y con la revolución
almas. rural francesa, daba tan mal ejemplo al mundo campesino. La zarina no
Sin embargo, la producción industrial dirigida por el Estado era im· juzgaba necesario comprometerse I?ersonalmente; pero, siguiendo la in·
portante: y el ejército disponía de un material notable. La gran me· ~linación rusa del momento, se esforzaba por dar a la cruzada contra·
talurgia del Ural proporcionaba hierro en lingotes; y también cobre, rrevolucionaria una base jurídica internacional y por sentarla sobre los
aunque a fines de siglo su producción disminuía. Los metales llegaban principios universales del derecho de gentes.
a los centros de transformación, principalmente a las fábricas Betaschev, Con respecto a Polonia, Catalina también se dejó guiar, en parte,
en el Valga medio, transportados, en invierno, por medio de trineos
por una consideración de orden social e interno. Cierto que la Serení-
y, en verano, en barcazas. La producción de material de guerra era par·
sima República presentaba una estructura social que no difería en nada
ticulannente activa. La artillería poseía, sobre todo, material de buena
calidad y abundante, cuyo empleo intensivo caracterizaba la batalla rusa. de la rusa; pero las ideas del Aufklarung habían penetrado en ella, y en
La caballería acababa <le ser reforzada por grandes levas de cosacos, el e~fuerzo de •renCJiVación que allí se intent8!ba, ocupaba un lugar el
hechas por Potemkin, con fines particulares ; y disponía de una remonta proyecto de Ia liberación campesina. Por tanto, existía peligro de con-
inagotable. Las masas de infantería estaban ya provistas de un equipo tagio, oposición con los intereses y la mentalidad de los viejos rusos,
que les permitía soportar las campañas de invierno. En la guerra turca, y también rivalidad en el terreno. religioso. Polonia contaba con buena
Suvorov instruyó al soldado de infantería, tan pesado antes, en el com· cantidad de rutenos ortodoxos, por los que se interesaba el Santo Sínodo,
bate de tirador, en la iniciativa, en 1a prontitud del ataque a la bayoneta En 1785, creó éste una diócesis para encuadrarla en ella; y, por inter·
y en la persecución tenaz. Aunque el número de hombres en filas se veía medio de su obispo, procuraba rusificados. La dieta polaca, inquieta
832 RENOUVrN 1.-53
834 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAl'OLEONICO 11.-EUROPA EN GUERRA 835
i

por ello, hizo detener a1 prelado y, en mayo de 179Z, concedió a los or- república de nobles que tenían· siervos", como ·diría de ella, ,en 1810,
todoxos polacos un estatuto, fundado en la autocefalia. Y, por último, Dupont de Nemours, quien, después del primer reparto, fue secretario
los. ¡ipetitos territoriales influían poderosamente en la política de Cata- de la comisión polaca de educación. Más de siete millones de siervos


lina; en Varsovia. Era :歭.tural que codiciase muy especialmente la Ucta-
niii,, polaca, aquella avii.rlzad.a de las fronteras de república h~cia el
Sudeste, en el Dnieper, casi tocando a Kiev y flanqueando, peligrosa-
estaban dominados por cien mil nobles, algunos tan inmensamente ricos
como para desequilibrar toda la economía. Había un palatinado en el
que un solo magnate, Félix :Potocki, poseía 18;000 kilómetros cuadra-
m~rite, las valiosas adqµisiciones hechas a los turcos, a lo largo del mar dos de terreno y 130.000 siervos.
Negro. En tal región, l¡i ampición de Potemkin preparó el terreno, pues Sin embargo, se realizaba. un vigoroso esfuerzo de regeneración. En
so4aba con anexionar aquell9s palatinados' a su fut~ro "reino de Dacia". quince años, la reforma fiscal duplicó las rentas. En 1786, ~l ejército
CGJmpró posesiones inr]l.ensas, se atrajo a' los ortddoxos; en previsión estaba formado por 1~.000 hql!lbres bien instruídos. En materia de en-
i de :Un golpe de mano, se aseguró la buena disposición de los cosacos señanza, se llevó a cabo un tra.bhjo inmenso, pues se intentó, sistemática-
f en las fronteras; y en Varsovia negoció con la oposición·un movimiento mente, "crear una nación por n¡edio de la instrucción pública", y se ha-
separatista. Después de su muerte, ocurrida en octubre de 1791, Zubov, bía comprendido que, según l¡;¡. expresión de Dupont de Nemours, "para
el' nuevo favorito, facilitaría tambien a Catalina , una intervención en aglutinar una nación compues~a de elementos tan heterogéneos... es pre-
Pólonia, intervención de la que esperaba grandes beneficios particulares. ciso recurrir a la ilustración'?. Desde 1773, fa comisión de educación
, Las cortes .germánícas, 'aunque unidas a la ¡¡azón, no oponían a nacional renovó el personal dpcente, reformando las universidades de
t: 'r,' tales ambiciones una go]ítica común. A Prusia le había costado bastante Cracovia y de Vi1na creandq 'escuelas y, sobre todo, inculcando a la
trabajo digerir lo que tomó de Polonia en el primer reparto. Para hacer enseñanza un espíritu nuevo; de ·educación cívica. La Dieta, que se
contrapeso al elemento católico anexionado, tuvo que reforzar en el reunió en 1788, se mostró di~pµesta a hacer profundas reformas.
~te el personal eclesj,ásticq protestante. Por débiles que fuer~n l_as in- A este espíritu de renovac~óµ se oponían los partidarios de Rusia, el
demnizaciones a los g_r¡¡.njeros polacos expulsados, la germaruzac1ón le partido conservador o de los lzetmans, que, dirigido por los más podero-
','
rqsultó muy cara, pues de 1772 a .1786 estableció en Polo,~ia a 3.200 sos magnates, tales como Félix Potocki, acaparaba todos los altos car·
familias alemanas. Adt!más, fue preciso costear toda una poht1ca escolar. gos, contaba con numerosos npbles ·entre sus afiliados y ponía su influen-
Pyro, precisamente en llerlín, se esperaban de tales anexiones los re?ur- cia a disposición de la zarina y de Potemkin. El partido "patriótico" se
sos para compensar todos aquellos gastos. Las estipulacione~· comerda• inclinaba del lado de los prusianos ; y uno de sus miembros más destaca·
les impuestas por Federico lI obligaban ya, prácticamente, al expofta- dos, Ignacio Potocki, soñaba eón ofrecer la corona a un Hohenzollern.
dor polaco a reservar a las agencias prusianas sus maderas Y su .tqgo. En las filas de la juventud y de la burguesía culta, muchos miraban hacia
Y como en el pedir no hay engaño, sería conveniente conseguir, por, Francia, cuya lengua, modas e ideas habían contribuído tanto a su des-
1o menos, el gran puerto de Danzig, en el que se cargaban los cereales pertar intelectual. Las primeras noticias de la Revolución hicieron apa-
con destino a Europa, y añadir el de Thorn, para controlar el Vístula recer gran cantidad de folletos, a veces violentos; y en 1791, La Gaceta
medio. A estos aumentos territoriales se oponía Austria, impulsada por nacional y extranjera traía, periódicamente, noticias de París e iniciaba
su vieja rivalidad con Prusia, y dirigida por anti prusianos, como Kaunitz; la lucha contra la influencia moscovita.
y, a partir de marzo de 1793, como Thugut, que detestaba la "ralea Polonia no podía prescindir de una alianza. Francia se mostraba
1
1'
¡ infernal" de Berlín. Pero los asuntos franceses atraían cada vez más su poco dispuesta a concertarla, pues la estimaba comprometedora y sin
l atención, ya que se encontraba más comprometida que Federico Gui- utilidad. Catalina Il se mostró también reticente al principio. En 1787,
:¡ Uermo. cuando Estanislao le pidió ser admitido al reparto del botú1 turco, se
negó, temiendo disgustar a Prusia. Esta, que tenía interés en que Rusia,
:l.• i·i¡ , El desastre del primer reparto (1772) agobiaba aún a Polonia. Los comprometida en el Danubio, no pudiese protegerse por retaguardia,
,: ...

rusos habían conservado fafluencif!. decisiva sobre su gobierno: tenían ofreció a Varsovia su alianza para impedirlo. Además, contaba con ob-
tener un buen precio, consistente en Panzig y Thom. La proposición
\¡ tropas en su territorio; y su embajador, Stackelberg, apodado el virrey fue tlel agrado de la Dieta, que era antirrusa, en su mayoría, y que, in-
de Varsovia, parecía manejar completamente al rey Estanislao Augusto
~¡ mediatamente, le habló claro a Catalina, rogándole que retirase las tro-
'
y al consejo permanente adjunto, compuesto de treinta y seis miembros. pas que tenía estacionadas en el territorio de la república (noviembre de
San Petersburgo velaba por el mantenimiento de las disposiciones cons- 1788). Federico. Guillermo apoyaba la petición; y como la ofensiva rusa
titucionales, que hacían ingobernable el país en momentos de crisis. So- eu Oriente iba mal, la zarina se vio obligada a ceder (24 de mayo de
'
cialmente, Polonia seguía estando mal asentada. Continuaba siendo "una 1789). Aquella altanería resultaba imprudente; pero en Varsovia había
i
J.
836 TOMO I.-REYpLUCiqN FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO Il.-·EUROl!A EN GUERRA --.837

muchos que daban por segur.a la ayuda de Prusia. En realidad: esta, que ga'rantizado la precedente. Su espíritu liberal, sus mismos términos, per
necesitaba a los polacps para sacar el mayor provecho posible de la mitían a la zarina invocar, t(fllto para la política interna como para la
cruerra turca, que tenfa·· atad~s de pies y manos a las cortes imperiales, exterior, el peligro revolucion~rio, 1, asegurar que combatía por principios
firmó con ellos, el 29 .de m!trzo de 1790, una alianza de garantía recí- al destruir "la }acobinera va):soví~na". Al mismo tiempo, otros cruza-
proca, que hacía, exp~~sam~nte, un casus foederis .de toda intromisión dos aplastarían la de París, qejand.p en libertad de movimientos a Cata-
extranjera en los asuntos pplacos. Asf, pues, la Dieta podía creerse a lina, dentro de su sector. Era fáciUograr que una facción polaca hiciese
cubierto. En realidad úo lo' estaba, ya que se había negado a entregar un llamamiento al ejército ru~a. pues Félix Potocki y otros magnates se
Danzia y Thom a los prusianos, como pago de su ayuda. Aún lo estuvo encontraban en San Petersburgo, cJ.onde pretendían defender las liberta-
menos"' cuando, el 27 ~de jqlio de 1790, los prusianos renunciaron, en des "republicanas", en confqhnid'!d con la vieja tradición sáñnata. Ei
Re~chenbach, a su pol{.tica ~ntiaustríaca; y dejó de estarlo, en absoluto, 27 de abril de 1792, proclatP.aro~ una "confederación", cuya acta fue
cuando, en abril de 1191, habiéndose esca bullido Pitt, abandonaron por hecha pública en mayo, en 'fargo.wica. El 18 de mayo, los rusos cru-
COD.fpleto el proyecto, ~caricjado en su día, de atacar a Rusia, de acuer- zaron la frontera, El día 4, 'Rusia había advertido a Varsovia que el
do con Inglaterra. - : casus f oederis no tenía vigen~ia ; el 8 de junio confirmó que no estaba
En el Oeste, el peligro aumentaba; pero los patriotas polacos activa- ~ispuesta a ~ef~nder un~ co!\:stituc!ón "que la república había adoptado
ban la obra de recreneración. Entre ellos empezaba a ocupar un nuevo sm su conocuruento y sm s~ conqurso".
lugar aquella burg;esía instruída a la que hasta entonces se había venido . La campaña fue .br~ve. S~ apr~ció pronto una fisura entre polacos y
apartando de los asuntos de Estado, y formada por hombres de leyes, lituanos: el 14 de JUillO caxó Vi)na. Kosciusko resistió aún cinco se-
banqueros de Varsovia y académicos de Cracovia y Vilna. La reforma manas. El 23 de julio de 1792, Estanislao Augusto accedió a la confede-
constitucional del 3 de mayo de 1791, fue obra común del rey, de los ración de Targowica, que, in.mediatamente, y en pos de sus amigos ru-
nobles patriotas y de la burguesía. Tal reforma afianzaba el poder real, s?s, .extendió su poder por todo el país, restableciendo las antiguas ins-
haciendo la corona hereditaria en la casa de Sajonia. Abolía los liberum tituc10ne8 y esforzándose por atraerse a los pequeños nobles. Los jefes
veto; y creaba dos cámaras. Ampliaba los derechos de la clase media, , patriotas se refugiaron en Sajonia.
y concedía a los siervos garantías legales. El ejército era aumentado hasta Mientras tanto, en la frontera flamenca se habían producido los pri-
100.000 hombres; y los estudiantes tenían que hacer la instrus;ción. Las meros encuentros entre franceses y austríacos. ¿En qué medida podrían
fuerzas militares y los recursos financieros de Polonia y Lituania fueron las cortes germánicas hacer en el Oeste la guerra contra la revolución,
declarados unidos, en octubre de 1791. 11!-ientras en sus. fron~eras ,orientales t::staban en juego sus intereses prin-·
c1pales, Y Catalina dispoma, por sí sola, de la vencida Polonia? De este
Este esfuerzo renovador fue acogido con simpatía en Inglaterra. En modo se concretaba la doble preocupación que había de ser, oara Viena
Francia, aristócratas y jacobinos criticaban la constitución, y los mode- y para Berlín, la acción de las "potencias que ocupaban sus flancos":
rados la aprobaban. El representante de Francia en Varsovia, Descor- Francia, en revolución; y Rusia, en expansión.
ches de Sainte-Croix, intentaba una alianza; mas el ministerio se negaba
a ella. Leopoldo, deseoso de evitar un nuevo desmembramiento, se es-
forzaba por conseguir que Berlín garanti:z·,g,·se el territorio polaco; pero 11. EL DOBLE FRENTE GERMANICO (1792·ENERO 1793)
los asuntos franceses le absorbían cada vez más; y cuando, en marzo
de 1792, le sucedió Francisco II, la política austríaca se comprometió
Los ~suntos de Polonia, como los de Francia, movían en Prusia y
imprudentemente en el Oeste. Por el contrario, Federico-Guillermo, vien- en Austria. bastantes !nterescs comunes para incitar a un arreglo a las
do a los ingleses renunciar a toda acción an?moscovita, maniobraba d?s potencias gennárucas. Al Este, las dos temían que la zarina resol-
ahora para colocarse al lado de los rusos el d1a en que atacasen a su ~1~ra, sola y .en be~eficio propio, la cuestión polaca. Al Oeste, la hos-
aliado oolaco. En enero de 1792, comunicó a Austria que no estaba tihda~ que Viena alimentaba contra el jacobinismo hallaba cierto eco en
dispuesto a garantizar la nueva constitución de Varsovia; y se dedicó a Berlín; pero._ .sob~~ todo, existía la idea común de aprovecharse de la
vürilar el Vístula, al mismo tiempo que el Rin. supuesta ~~b1l.itac10n franc~sa para una redistribución territorial y un
"'Entre tanto, Catalina II se preparaba. Desde que, el 9 de f~brero de nu~~o equiltbno. Ya en septie~bre de 1790, Prusia había pensado en una
1792, firmara en Iassi la paz con los turcos, tenía las manos libres. En ac.c1on concertada qu? le pudiera valer algunas adquisiciones en el bajo
la primavera, llamó a 60.000 hombres del bajo Danubio. Potemkin, pri- Rin, y o~as. a Austria en Flandes y Alsacia. En Viena, desde que, en
mero, y después Zubov, eran partidarios de la intervención. La nu~va mayo o JUillO de 1792, Kaunitz había, prácticamente, abandonado la
constitución polaca proporcionaba el casus belli. ya que los rusos habian política, los consejeros de Francisco II, Spielmann y Felipe Cobenzl,
838 TOMO 1.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO II.-EUROPA EN GUERRA

acariciaban el sueño de una amplia salida al alto :Rin; y albergaban, en nes de abril de 1792, intentó invadir los Países Bajos austríacos, habían
mayor grado aún, la idea de dar realidad al antigl.!o proyecto de. qu9 el a.umentado la desconfianza de los patriotas hacia los generales,· y su con-
Elector de Baviera se instalase en Bruselas, cedit}ndo, en cambio, sus vicción de que en las, Tullerí'!-s existía un "comité austríaco", en comu-
estados al Habsburgo. Los recientes· levantamiento~ belgas y las "dispo- nicación con el enemigo. Para obligar al rey a quitarse la careta, la
siciones desafectas" de la población, les impulsaban, cada vez más, a Gironda hizo votar, en mayo y junio, medidas excepcionales, que provo-
abandonar los Países Bajos. Por otra parte, semejante trueque parecía caron, efectivamente, una crisis ministerial (Dumouriez dimitió el 15
el ,mmmum bonum, no solo para la monarquía, sino para Europa, ya de junio), seguida, el 20 de junio-, de una revuelta sin consecuencias, pero
quy establecería en Bélgica ."u~a potencia de conv~niencia común", que que podía reproducirse de un momento a otro. Sin embargo, Luis XVI
a todos les interesaba constitmr, a poco que se mtrase el futuro. y la reina conservaban sus il.usíones con respecto al alcance de la inti-
En el primer mom~nto, Austr~a había encontrad+>. par~ el acerca~ien­ midación extranjera; y suplicaban a los coligados que lanzasen una pro-
to a Prusia el obstáculo de la alianza francesa. Pe:i:o Noa1lles, embaJador clama terrorífica para! infunqir miedo a los jacobinos. La idea no era
de Francia' en Viena,· pudo comprobar pronto ql¡'le a dicha alianza le nueva; Calonne, por ejemplo. la había sostenido, a principios de 1791,
qµedaba poca consiste:qcia. "Quiera Dios-escribía, en septiembre de pidiendo que se amenazase a los re.volucionarios "con el filo de la espada
I7!H-que nuestros trastornos internos no den pie a las potencias rivales y con el postrer suplicio". T~l fue el tono del manifiesto, que el duque
de Francia y no hagaú unirse a aquellas que parecen tener intereses más de Brunswick, que rnandab~ Jas fuerzas de la coalición, firmó el 25
e¡:icontrados." Las dificultades entre Viena y Berlín habían de proceder de julio de 1792. Anunciaba:'eµ él que, de un insulto hecho al rey, to·
más bien de las amargas rivalidades entre los clanes que en cada c:orte maría "una venganza ejemplar y memorable para siempre, entregando
oponían sus diploma~ias secretas, así como de la profi:nda y tfadi- la ciudad de París a la ejecui:ión militar y a la subversión total". La
cional desconfianza q\le separaba a los dos estados germámcos. Una roa· réplica fue la jornada del 10 de agosto, la invasión de las Tullerías por las
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niobra conjunta en lo~ dos'frentes, oriental y occidental, tendría que. ser secciones parisienses, secundaq¡i.s por los federados de provincias : y la
infinitamente delicada.~ suspensión de las atribuciones del' rey. El 21 de septiembre, la Conven-
A las proposicio~es prusianas de septiembre de 1790, Leopoldo ción, elegida a toda prisa pá'r~ reemplazar a la Asamblea Legislativa y
respondió evasivamen}e, ptfeS se encontraba todavía empantanado en la reunida desde la víspera, abo1ió la monarquía. Tenía razón el viejo Kau ..
guerra de Turquía; y esp~ra?a ci,ue la revolui;i~n cond,~jera, por sí s?l~, nitz cuando, en julio, había ~consejado que no se obstinasen en reducir
y ventajosamente, "al aruquilamiento del credito político .4e Francia . por la fuerza externa la Revolución: "Aun suponiendo que fuera posi-
Pero, en mayo de 179l, la reforma de la constitución polaca hizo pre- ble-que no lo es-, el remedfo no sería mejor que la enfermedad."
sagiar una próxima intervención rusa en Varsovia; y, en junio, el fracaso Que el sistema era malo, lo demostraba él fracaso que en aquellos
de la huida a Varennes alarmó seriamente a las cortes. El enviado pru-
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si,ano, Biscboffwerder, eneontró, p<Ues, mejor acogida en Viena; y el 25
mismos momentos estaba sufriendo la coalición; fracaso tanto más gra-
ve, cuanto que no estaba motivado por la inferioridad técnica. Había
de julio se firmó un tratado preliminar que consagraba el cambio diplo-
¡ mático y comprendía alianza defensiva, garantía territorial, política co-
causas mucho más profundas y que resultaron más duraderas, ya que
la Europa coligada tardó veinte años en ponerles remedio. Consistían
\ mún en los problemas de Francia y apoyo a la constitución polaca. La en la discordancia entre los fines de guerra y los fines políticos. El plan
·1 amenaza rusa, que se acentuaba en el Vístula, y la tensión creciente con prusiano de indemnizar a Austria en Alsacia no agradaba del todo en
París, hicieron que Leopoldo instase a los prusianos para ir más lejos, ·T' Viena, donde algunos tenían la sensatez de comprender que eso serfo.
a cambio de dejarles .las manos libres en Polonia; Entonces se firmó el ··depositar allí un activo germen de guerra. HabJa. ..todo un clan que
·; tratado del 7 de febrero de 1792, en el que se prnmetían 20.000 hombres consideraba oportuna la ocasión para ejecutar el ,famoso proyecto de
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a aquel de los signatarios que fuese atacado. Más tarde, se pensó en una cambio de los Países Bajos por Baviera. Sin embargo, el beneficio de
ofensiva común contra Francia, con 50.000 hombres cada uno. Decla- este trueque no se consideraba suficiente; y se pedía que se le añadiese
rada la guerra por la Asamblea Legislativa, el 20 de abril de 1792, algo. Había quienes opinaban que ese algo debía estar en Alsacia; y
Prusia movilizó el 4 de mayo. El 18 del mismo mes, las tropas rusas otros, que en Polonia o en los territorios de Anspach y Bayreuth, recien ·
invadían Polonia. Se iniciaba, para la alianza germánica, la prueba del temente adquiridos por Prusia. Pero a ésta le costaba trabajo cederlos ; .,.•,
doble frente. y, además, dedicaba cada vez mayor atención a las oportunidades en
Polonia. El día 12 de mayo de 1792, reunidas en Sans-Souci las dos
En el del Oeste, pronto se hizo patente el fracaso político : lejos de cortes germánicas, trazaron un plan de operaciones contra Francia, acor-
consolidar el trono de Luis XVI, la intervención extranjera lo ponía en dando que entrarían en línea 42.000 prusianos y 100.000 austríacos,
1 í · mayor peligro. Las derrotas sufridas por el ejército francés cuando, a fi-
! los cuerpos de emigrados y el contingente de Hesse-Cassel. Pero Viena

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840 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO


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/' rt~ reclamó un plazo para cpncentrar sus tropas; y las conferencias decis1·
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vas fueron aplazadas ha~ta er mes de julio, fecha en que la elección MAR .DE.L NO.[?.TE
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@ y coronación del emperador reunirían en Francfort a todas las persona·
(y lidades. Sin embargo, ali~ no s~ decidió nada; y en septiembre aún con·
tinuaba discutiéndose. V~rdad·: es que estaiban confiados. Los coligado~
@ pasando, por fin, la froi}tera francesa (19 de agosto de 1792), habían
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1,_;_y tomado Longwy y Verdúú, cruzando el Argona. Cobenzl escribía a Spiel ·
mann (acompañante de fas trQpas), que esperaba recibir pronto un des·
..' (] pacho suyo, fechado en París.'
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Ahora bien: aquellas~ dilaciones habían dado al ejército francés tiem-
:'[t;; po pára recobrarse. Sus ti)lldad~s fueron reformadas con celeridad y acier-
to ; y el 20 de septiembré de i 792, con Dumouriez al frente, presentaron
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combate a los prusianos~ en Walmy. Después de un cañoneo que dur.ó
varias horas, Brunswick abandonó la lucha. La fuerza militar de la Re-
volución acababa de surgir. "Vais a ver-escribía un oficial prusiano--

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cómo' estos gallitos se yerguen sobre sus espolones. Ya han recibido el
1 v:;J bautismo de fuego. Lo que hemos perdido es más que una batalla. El
i 20 de septiembre ha cambiado el cariz de la historia; es el día más im ·
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fI portante del siglo."

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La flojedad poco frecuente con que se habían batido los prusianos
se explica por la repugnancia de muchos oficiales a colaborar con el
austríaco, por las simpatías a Francia, que el partido influyente no di-
'-·::..] simulaba; y por la inquietud que producían los apetitos rusos en Polonia.
., A estos sentimien.tos respondía en París toda una tradición pro:·Prusia,
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representada ampliamente entre los patriotas, favorable al foco germá-
nico de luz, de reformas y de filosofía, representado por Berlín. Así,
pues~ se juzgó posible separar a Federico-Guillermo de su aliado, el
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t» ¡ Habsburgo. A raíz de la batalla de Valmy, Dumouriez entabló con


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Brmiswick conversaciones que recibieron la aprobación del consejo eje·
cutivo creado con posterioridaj al 10 de agosto, y de Danton, muy in-
!~ 1 fluyente en el consejo, prusófilo y aficionado a la diplomacia secreta.
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Estas conversaciones obtuvieron un doble y feliz resultado: el ejército /lat'hy

() prusiano se retiró con diséreción; y se ensanchó la fisura existente entre


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Berlín y los austrfr:¡.cos, que habían tenido noticias de las "desvergon·
·'! zadas mentiras" que se propalaban con respecto a ellos. Con el mismo
) espíritu, Danton se esforzaba por impedir una ampliación de la coali- F R
ción; e hizo redactar, por Talleyrand, una circular diplomática que daba
las explicaciones más tranquilizadoras acerca del 10 de agosto. 1
Pero las palabras oficiales y los actos visibles del Gobierno francés ELl<!N (1792)
1i11:i!1f Po.sesiones,orusianas
no eran para tranquilizar a nadie. Danton mismo, mientras negociaba mi id de Íos Habsburga
entre bastidores, se cubría con la violencia de sus declaraciones verbales, ,_J lfmite del Sacro Imperio
incluso con respecto al gabinete de Berlín y de sus "hondas perfidias". Escala
Deseosos los girondinos de una tregua en el interior, e intentando salvar o 50 too
!- ·' al rey, continuaban, sin embargo, para mantener su declinante prestigio.
haciendo coro a los temas de la propaganda y de la guerra contra los MAPA 20.-El Rin en 1792.

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842 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO 11.-EUROPA EN l:iUl:.KKJI
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. !; tiranos. Y de Dunkerque a Niza, los ejércitos de la joven república ocuparse del segundo :frente,; de Polonia, y mano a mano con Rusia,
atravesaban las fronteras. sin el terzo incommodo austriaco. '
·Víctor Amadeo III ·de Cerdeña había mostrado a la Francia revolu-
cionaria una hostilidad deciarada, dando asilo a los emigrados, elabo- Como eran las tropas de Catalina las que ocupaban Polonia, ella
rapdo proyectos de invasión del Delfinado y empleando formas y proce- hubiera preferido, tal vez, reservarse todo el botín. La forma de hacerlo
dimientos descorteses. Pero faltando a la prudente política de equilibrio, hubiera podido ser la que preconizaba la tradición rusa, forma aceptada
habitual en su casa, no había obtenido de Austria más que un apoyo por un poderoso clan polaco: µna independencia, más o menos oficial,
insuficiente (siete batallones); y, sobre todo muy tardío, ya que el mismo encubriendo un vasall¡¡.je de h,echo. Se hubieran llevado a cabo rectifica-
;: 1..
día 21 de septiembre ~e 1792, en que fue firmado este acuerdo, 18.000 ciones de fronteras, sobre toclo en ·el Sudoeste; pero siempre limitadas.
.1 í l l
f~anceses, mandados ppr MÓntesquiou, invadían Sabaya, la cual fue con- Ahora bien: semejante rupt,ura del equilibrio diplomático presentaba
¡ !' quistada en pocos días, y Niza que ocuparon al imomento. La actitud riesgos muy perceptibles.
[i del príncipe-arzobispo; qe fyfaguncia no había siclo menos hostil, pues Francia intentaba suscitar )á agitación de los polacos patriotas. Aquel
'11 apogió a los emigradp~ más alborotadores y prestó asilo al congreso era uno de los aspectos del pJa!l c9ncebido por Dumouriez y por el mi-
que, en julio de 1792, celepraron los jefes de la coalición. La com~rca nistro Lebrun-Tondu para alzar, contra Rusia, a la clásica coalición
era rica, contaba con, alm:;i.cenes bien abastecidos, en previsión de la Suecia-Polonia-Turquía, aum~ntada¡, a ser posible, con una Prusia re-
campaña de Francia, y- estaba mal defendida. En resumen: era un es- conciliada. Se entablaron conyersaciones entre París y los jefes refugia-
pl~ndido camino abieyto p.ara la invasión de la Alemania occidental. dos en Sajonia. El 30 de d¡ciembre de 1792, la Convención admitió
En septiembre y octubre d~ 1792, Custine se lanzó por él; y ocupó1 sin a su presencia a Turski, el cuahequirió la ayuda francesa y recibió calu-
esfuerzo, Espira, Magupcia y Francfort. rosas promesas de Treilhard y qe Barbaroux.
,, En cuanto a la conquista de Bélgica, Dumouriez la había convertido La opinión inglesa había ,Illirado con indignación la entrada de los
eri unfi cuestión personal, porque allí se trataba de atacar al ener:nigo rusos en Polonia. La prensa' ,,Yhig. y Fox se mostraron particularmente
principal o más bien al único : los austríacos. La Revolución-al menos violentos; y el embajador Si!llon Norontzov los apoyaba, sin recatarse
~ ¡ en su5 principios-había sido acogida favorablemente en Brabante por demasia~o: "Esto parte de ljn principio de justicia que es privativo de
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l'os medios cultos. Los dominios de la iglesia y los de la casa de Austria esta nación; todo lo que tiene aspecto de opresión, la subleva." Induda-
eran vastos, la región opulenta y el numerario abundante:.JAllí se en- blemente, Pitt no tenía interés en intervenir solo, ni tampoco en invitar
contraría provisiones para el ejército ·francés, medios para reanimar el a Prusia a una nueva actuación contra los moscovitas ; pero Catalina no
asignado y para sostener los asuntos por los que Danton había de in- respiró tranquila hasta verle empeñado en una guerra contra Francia.
teresarse. El general que procurase todas aquellas ventajas a la Repú- Del reparto del botín, tal vez se .pudiera .descartar a Austria, pues
blica, ocuparía en ella un puesto de primera fila; y Dumouriez ambicio- su política polaca era insegura. Un sector de 18. opinión hubiera querido
naba esa gloria. Consiguió plenos poderes y cerca de 80.000 hombres, dejarle a la Serenísima República una apariencia de fuerza, pues la exis-
contra 26.000 austríacos. El 6 de noviembre, en Jemmappes, el número tencia de aquel Estado intermedio era útil a todos; y, sobre todo, había
y el ímpetu de los republicanos lograron rebasar los reductos de los que impedir el crecimiento de Prusia. Otros sectores no veían incon-
uniformes blancos. Cuatro semanas más tarde, Bélgica estaba ocupada. . ,veniente en tomar de allí el excedente necesario para que el cambio de
Así, pues, en tres .meses, la situación había evolucionado de manera Í.los Países Bajos por Baviera fuera una operación lucrativa. Pero la
desconcertante: Francia, a la que se creía desorganizada por la anarquía, Hofburg empezaba a comprender que, de todos modos, la guerra en
se revelaba como dotada de una temible fuerza de expansión : fuerza el frent~ occidental le ataba las manos, y a sospechar que los rusos la
militar, por la guerra de masas; fuerza de propaganda política, demos- habían rmpulsado a ella maquiavélicarnente. Ya en abril de 1792, Felipe
trada por las ovaciones de la asamblea nacional, de los Alóbroges en Cobenzl se preguntaba: "¿Será cierto que Rusia no haya intentado siño
Chambéry, de los Amigos alemanes de la Libertad, con Forster en Ma- comprometemos hasta el máximo en los asuntos franceses, sin haber
guncia, y del Comité de belgas y liejeses unidos en Bélgica. Pero Aus- teniPo nunca intención de secundamos y con el oculto propósito de
tria era la que se encontra~ más directamente expuesta a ese peligro aprovecharse de ello para ejecutar quién sabe qué designios en Po-
francés. Su Milanesado dependía de un fracaso en el monte Cenis ; el lonia?"
imperio estaba invadido y Bélgica perdida. En cambio, Prusia no se Prusia hubiera podido abandonar el frente en el Oeste. Pero su
encontraba en primera línea. Sabía que París estaba dispuesto a enta· amor p~o~i? quedó malparado en·la campaña de Valmy, y había sacado
ji b1ar negociaciones y a tener miramientos con ella. Por tanto, podía la conv1ccwn de que los jacobinos no permitirían fácilmente que se ga-

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1
844 TOMO I.-REYOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO 11.-~;:CTROP~ EN GUERRA -845
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nasen indemnizaciones a sus expensas. Por tanto, se volvió hacia el Vís-


.
invocaron las exigencias del qrden y la tranquilidad pública. Según de-
tula; y el 25 de octul;>re d~ 1792 advirtió a su aliado- austríaco que cían, los principios de la Rev{?lución francesa estaban echando raíces en
estaba decidida a "redondearse" inmediatamente, a costa de Polonia. Varsovia y sus proclamas dela.tabar( a los jacobinos franceses tanto como
Solo con esta condición participaría realmente en una segunda campaña a los perturbadores polacos, y':el "d~lirio desnaturalizado de aquella secta
en el frente francés. Dci. este' modo, Federico-Guillermo se aprovecharía, impía, sacrílega y absurda". Manipbra de objetivo interno, en primer
sin más dilación, eri t¡i.nto que Francisco II veía cómo los franceses lugar, destinada a tranquilizar a las· clases nobles sobre la defensa de sus
conquistaban aquellos Países.' Bajos, a cambio de los cuales había pen- privilegios sociales. Maniobra diplotnática por parte de Catalina, ya que,
sado obtener Baviera. Por s1¡ parte, Catalina se decidía, comprendiendo basándose en aquellos principios, P,rusia tuvo que comprometerse a pro-
que no podía adjudicarse er botín polaco en su totalidad. Las intrigas seguir la guerra contra· 1a hi4ra. r~volucionaria, lo cual convenía, sobre
francesas estaban obteniendQ un éxito inquietante en Suecia; e Ingla- todo, a los intereses rusos. Pqro, a]mque no llegase a lo que pretendían
terra se intereswba demª'siadq por la suerte de los polacos. Estos, repues- los partícipes en el reparto, Ja 'relación entre la aventura polaca y la
tos de la postración en :que l)!s sumiera la invasión, se agitaban y comen- a
francesa era muy real, e imponía las potencias centrales aquella ma-
taban febrilmente las ~ictori~s que en Valmy y Jemmappes había con- niobra en dos frentes, con e! pelipro de que el éxito en uno de ellos
seguido un pueblo lib.fe, Cprría el rumor de unas pr.óximas vísperas se pagase con el fracaso en ~1 otrp.
sicilianas. Era preciso resoh'.er la cuestión; y Catalina no podía hacer
esto sin la ayuda de 1,in có!Ilplice. Como Austria era demasiado lenta
y siempre estaba recrinünan¡;io, la emperatriz escogió a Prusia. El 5 de lli. INGLATERRA JNTEJ.tVIENE EN EL CONFLICTO
diciembre de 1792, Iµzo lJegar un proyecto de reparto a Federico (FE)lREIW DE 1793)
-· ~

Guillermo, quien, loco'· de alegría, se avino a todo lo que ella quiso.


El 23 de enero de 17¡J3, Goltz. Bezborodko y Ostermann firmaron el Pocas clases sociales har¡ ¡no~trado más tranquila seguridad, más
acu~rdo. · ~ plena aprobación del presentl%, má~ serena confianza en el porvenir que
Polonia perdía así la mit¡id de su población y casi la totalidad de su los roed.íos dirigentes inglese~. en:: vísperas de la Revolución francesa.
territorio. Rusia se adjtÍdical:la más de tres millones de almas, o~.sea toda Pocos países han sido tan cel~bradps por su belleza, su gloria y sus des-
la parte oriental, con unos límites que seguían aproximadamente el me- tinos como la Gran Bretaña i,le enJonces. Pero ll\ armazón capitalista en
que se fundaba aquella prosgerida:Ü, estaba basada en interdependencias
ridiano de Pinsk. Se apropiaba, principalmente, la Ucrania polaca, con
múltiples y sutiles. Inglaterra, en la celosa vigilancia que ejercía sobre
sus ricas tierras de trigo, y así ampliaba cómodamente las bases de su
el mundo, manifestaba una sensibilidad extremada para todas las trans-
expansión hacia el mar Negro y los Balcanes. Prusia se incrementaba en formaciones sociales, económicas y políticas que pudieran poner en pe-
un millón de habitantes; y sus nuevas fronteras hacían de ella, como ligro su posición. ;,
decía alegremente Goltz, "un reino coherente'', pues suprimía aquella Militarmente, apenas corría riesgo alguno. En los veinticinco años
enorme cuña de Polonia hacia el Oeste. Esto garantizaba a los Hohen- de lucha que iban a iniciarse, ningún factor excedía en importancia a las
zollem las riquezas agrfoolas-trigo y madera-que habían de sufragar dpras corrientes de agua espumosa 'Y gris que separan a Dover de Ca-
los. gastos de la costosa colonización germánica; y la posesión de Danzig, la.is. A su abrigo, y mediante los débiles efectivos que exigía '1a Marina
el gran puerto de comercio de cereales. de guerra, un país que en 1801 apenas contaba nueve millones de ha-
En Viena se desencadenó la tormenta. El emperador había sido des- bitantes en Ing1aterra y 1.600.000 en Escocia, se sentía seguro frente
cartado, de manera insultante, de las negociaciones y de los beneficios. a la población más que doble que tenía Francia. Podía conformarse con
La expansión rusa se convertía en un peligro de primera magnitud, un ejército muy reducido en un principio y que, aun incrementado para
pues los batallones moscovitas se habían adelantado extraordinariamen- la guerra de España, habría de dejar en la Península, en siete años de
te hacia la Europa central y se encontraban ahora en contacto con la comb,3.te, menos de 40.000 muertos. Cierto era que la misma debilidad de
Galitzia austríaca. El escandaloso crecimiento de Prusia comprometía su protección militar hacía a la opinión muy sensible ante el menor peli·
el equilibrio de ..fuerzas en la cuestión alemana, y ponía en peligro la gro de desembarco. En febrero de 1797, habiendo desembarcado en el
alianza austro-prusiana. cuya ·piedra angular era la simultaneidad y la país de Gales 1.200 hombres de una fragata francesa, se produjo en Lon-
paridad de engrandecimiento. El carácter de Thugut, que reemplazó a dres tal pánico financiero, que estuvo a punto de hacer saltar el Banco
Cobenzl y a Spielmann, caídos en desgracia en marzo de 1793, no era de Inglaterra. Por eso el almirantazgo dedicaba gran atención a los
el más a propósito para restablecer una colaboración confiada. puertos continentales más inmediatos; y menos a los franceses del ca-
Para justificar su agresión a Polonia, la zarina y Federico Guillermo nal de la Mancha, cuya capacidad no era muy grande, que a los del
II.-EUROPA EN GUERRA 847
846 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPpLEONICO

Escalda. Es interesante el hecho de que Amberes continuara en el me- des heredados, pues, según afüma Burke, "cuando los pobres se alzan
1

diocre estado en que lo dejó Austria, sin dique ni' almacenes que sir- para destruir a los ricos, obran :en su propio interés tan sensatamente
vieran para algo. Intere¡;aba, también, conservarlo en estado de asfixia, como si quemasen los 111olinos y ·tirasen el trigo al rfo para tener el pan
manteniendo la desembocadura de su río bajo el dominio de las Provin- barato". Ahora bien: la Revólqción francesa socavaba ese saludable
cias Unidas, pues de esta& Inglaterra se sentía segura desde la alianza de pri~cipio. Al~no~ constituyentes ·proyectaban un procedimiento de vo-
1788. No sería el estatúder quien dotara a Flessinga y a las bocas del tación no cens1tano. y Arthur Young exclamaba: "Si son las personas
Escalda de las instalaci:ones _necesarias para rápida salida de una flota las que están represe1;1~das, la, propiedad ya no existe." En Francia,
con 'tropas de desemba~cp. durante las grandes cns1s, se tasl!-pan las mercancías y se incautaban las
pn el interior, la arillazón social ofrecía una fuerza tranquilizadora. cosechas. La igualdad, en su ~mo principio, e:¡taba en oposición con

.i
l La ¡alta aristocracia continuaba poseyendo fortunas sólidas. Era pqco
numerosa, porque la tr~nsmisión de los títulos no iba muy lejos; pero
la propiedad. Así, una 'de las ¡i.cµsaciones lanzadas más frecuentemente
contra ,ios ja~o.binos, fue. la d~ saqueo y robo; uno de los apóstrofes
er~ .respetada y, ademá~. poco tiránica. La Gentry campesina encuad.~a­ que mas se dmgía a los mgleses · era el llamamiento a la defensa de sus
ba~ 'convenientemente, eJ ¡nm;1do rural. 1..a burguesía no tenía cerrado' el b!enes: Young quisiera, incluso, que. en la milicia que proponía no pu·
~ª~9 a ~a mejora social! pue~. e~ d~ero era un medio de elevación, le~í­
dieran entrar más que propietarios. Y esto no era compreñder la revo-
til:l;).o, ef1caz y acatado. Las y1e1as libertades se hallaban defendidas por lución de la burguesía francesa.
la ,'tradición y la costumbre. 'Jorge Ill, después de la crisis mental que Inglaterra se mostraba or~osa ·de su prosperidad. "Nuestra buena
tuyo en 1788-1789, mqstrab¡,¡. menos afición al poder personal, ya que Y vieja i~~a-escr.ibe lord, Au?,kland, en 1792-posee actualmente una
se; preocupaba de su salud; y, además, Pitt había obtenido su confianza. acumulac10~ de nqueza~ sm e1~mpla en la historia del mundo." El que
A~í; pues, la constitución inglesa parecía inquebrantable ; y tan perfecta,
fuese la primera potencia económica del globo, constituía, con su insu-

lr que, ni siquiera se atrevía nadie a proponerla como ejemplo, para el ex·


trtinjero.
Pero tales riquezas habían ·de ser defendidas ; y de la ·Revolución
laridad, el rasgo más importante de su actuación internacional; ya colo-
cara aquella f:-rerza en la balc:nza, ya velase para protegerla.
. L?s estudios de los técrucos, las inversiones de los capitalistas, el
!:¡ francesa podía venir un terrible contagio, que era de temer, principal· mteres general que le otorgaba, hacían que la agricultura inO"lesa fuese

1 mente, por la impiedad que denunciaban los relatos de los .~migrados. l~ más perfec~i~nada qu~ existía, Los grandes rendimientos q;e propor·
\
De 1789 a 1799, gran cantidad de sacerdotes franceses (más de 10.000) c10naba, penmtian al remo salvi\¡: los años de restricciones, cuando los
pidieron hospitalidad a Inglaterra, y se les concedió generosamente. Lle· ~provisionamientos llegab~n difícilmente del exterior, ya que, en rea·
ri
gaban, sobre todo, del Oeste, pues por ellí era fácil el paso por la escala lidad: Y aunque la población creyera bastarse a'sí misma, dependía del
exter~o_r, Y no tan sol? en productos coloniales, aun cuando éstos hubieran
l
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de Jersey, donde, en octubre de 1791, se aglomeraron 4.000 emigrados,
de los que 3.000 eran sacerdotes. Sus relatos referentes a los estragos
del ateísmo jacobino tuvieron fácil acogida y asustaron terriblemente
adq~mdo un lugar 1.ll1portantísimo en. la alimentación (Inglaterra con-
sumra 150.000 toneladas de azúcar y 13 millones de libras de té). Pero
a las personas acomodadas. Claro es que, desde un punto de vista no el suelo nacional no daba suficiente madera para los usos domésticos
simplemente cristiano, pues lo que en tales ambientes se admiraba más e industriales, ni suficiente trigo par~ los consumidores, ya que se habían
del Evangelio era el precepto de sumisión que impone a los humildes. a~ostumbrado al pan blanco. La patata, de la cual se vivía en Irlanda
"Respeto al soberano, obediencia a los amos", dijo el Apóstol; y Arthur 1 el ~ancashire, e~a de cosecha insegura. En 1798, Malthus hizo notar el
'' Young, en 1798, lo interpretaba: "Hacer de esta sumisión un manan· i' peligro de penuna por superpoblación. A partir de 1783 el sistema co-
tial de satisfacción e incluso de alegría para los desgraciados." Este era i mercial inglés se modifi<:ó, p~r. el creciente desarrollo ~ue adquiría el
el prisma a través del cual las clases superiores solían aprobar las pre- transporte de artículos alimentlc10s. Estos eran el azúcar el café el ron
dicaciones de wesleyanos, evangelistas y cuáqueros a las clases misera· de las islas occidentales, el trigo del Canadá: y también ei trigo, l~ harina
bles. Se esperaba que la impied.ad francesa no fuese a entorpecer tan Y. e~ ~on, qu7. desde 1790, sobre todo, enviaban los Estados Unidos. Re·
buenos consejos. c1b1a as1 rmsmo los cereales de los países bálticos, de la gran llanura
A los ojos de los conservadores, el dogma de la propiedad era casi polaco-alemana, y, más cerca todavía, de los Países Bajos. En éstos, la
divino. Hacían de ella la pnmera condición de la libertad, pues solo el mala cosecha del lluvioso verano de 1792 creó entre compradores in-
hombre que poseía algunos bienes podía resistir al tirano ; la garantía de gleses Y franceses una gran competencia ; y así se confirmó, una vez más,
la prudencia política, porque el mísero no tenía por qué pesar las con· el, lugar c¡.ue aquel país ocupaba en la economía británica. De manera
secuencias de sus actos ; en fin, la base de la existencia incluso de los mas amplia, cualquier coalición marítima europea y, principalmente, una
1i 848 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAfOLEON!CO II.-ElJROPA EN GUERRA 849
!
l @) intervención francesa yn Holanda, sería considerad<:\ principalmente bajo aútor:iz~ción del Par.lamento! perq que podía emitir bonos del Tesoro.
1:
el aspecto de las temibles repercusiones que tendría sobre el abasteci· Llego, .lllcluso, a emitir dem¡=tsiados; pero en 1798 una reforma del sis-
miento de la isla. · tema fiscal aumentó los. ~gi;esos; y, con ayuda de los empréstitos, In·
La potencia indusµial :británica era enorme. Las ciudades fabriles glaterra se puso en cond1c10:qes de financiar, durante veinticinco años su
se habían hecho gigantescas, Londres tenía 800.000 pabitantes ; Manches- guerra Y la de la coalición, lo que le costaría 830 millones de libras' de
ter y Glasgow, 80.000 ¡ l3irmingham y Liverpool, 70.000; Leeds, 50.000; l~s cuales 52 y medio se inyirtlerpn en subsidios a sus aliados. Se ~on­
'f © el Lancashire, que hacia 1700 tenía 160~000 alm¡:¡.s, cuenta, en 1801, c~be que la Revolución frai,icesa,' y más tarde Napoleón, consideraran
695.000. Las exportaoiones· de géneros de algodó1'. han aumentado de siempre este esfuerzo como in~ostenible, y tal situación comQ malsana.
@ 20.000 libras, en 1741, a 1.660.000 en 1790. La industria de la lana Y que esperasen que el crédi,to :ell' que se fundaba acabase por hundirse~
tiene aún más importa,ncia rural y fabril a la vez. La era del hierro y del "?dem~s, en ~ 792.' se ·sabía en P,arís la inquietud con que los medios
carbón va a iniciarse para. unas fábricas metalúrgicas gigantescas en el fmanc1eros bntárucos seguíaµ la piarcha de un ejércíto jacobino sobre
País Negro del Staffofdshire y en el Este de Escoqia. El capitalismo in· ~sterdam, centro bancariq 111 que estaban muy estrechamente aso-
dustrial inglés puede ~ncargarse de abastecer de armas, uniformes y equi- ciados. ·
pos a los regimientos "de to;das las coaliciones. A partir d~ 178~, el COID;~rcio marítimo se convirtió en base esencial
Pero también aqu{ depyndía todo de la Marina. ·Para que los tejidos de la. prospend~d mglesa. Jmport:aciones y exportaciones pasaron, de
y la ferretería pudier,lln exportarse, para que llegasen el carbón de las 20 llll~ones de libras en 17,~2; a casi 40 en 1790. Por el Atlántico se
Antillas y de los Estqdos Unidos, la madera y el hierro canadienses, es· ext~ndia profusa~ente el t~áfico directo con el Canadá, los Estados
candinavos y bálticos/era cpndición imperativa la supremacía naval. Aquí Urudos Y las ~tilla~, y to~Q. tul~ red de relaciones triangulares. La po-
se planteaba de nuev9 la questión de los Países Bajos y, principalmente, derosa compama de i~s Ind1~s on~ntales animaba, con sus pesados brdia-
del libre ,'l.cceso a Ostendt'._, gran puerta del continente. La escasez o el men, el Ca~~· las Ind1~s, ~· ~esde que, en 1784, se les unieron los holan-
paro crearían un graye peligro social en estas comarcas manufactureras, d~ses, ~amb1en,Ia Insulindra ?: el sµr de China. El Mediterráneo no se les ':'..

míseras y duras, en ~as qU,e el industrialismo, en su peor período, en el d1sp~to demasiado duram~nie a !o~ navíos marselleses, pero su impor·
de los comienzos, congregaba y amontonaba a verdaderas multitude~ tanc1a de enlace c~n l~ India se h¡¡.cia cada vez más patente. Er ventajoso
embrutecidas por el agotamiento y el alcohol. Londres no .poseía más tratado de comerc10, finnad0 en 1786, abrió el mercado francés. El mar
que una policía arcaica e ineficaz ; y aún no se había desvanecido el re· del Norte Y el Báltico as.egurapan el aba~tecimiento del reino en trigo y
cuerdo de los motines de 1780, en los que la plebe atacó la prisión de pescado salado y proporc10naban el matenal para las construcciones nava-
Newgate, y por dos veces, asaltó durante la ·noche el Banco de Ingla- les, madera, ~lquitrán, cáña~o y lino. Tal comercio era una riqueza in·
terra. El relato de las jornadas revolucionarias parisinas avivaba tales mensa, una nqueza en movuniento, cuya seguridad exigía una flota de
temores, que explicaban el encarnizamiento con que hubo de conducirse, guer,r~ bastant~ fuerte para desafiar incluso a las potencias occidentales
en el interior la reacción antijacobina, y en el exterior la lucha contra mant1mas reurudas-España, Francia y Países Bajos-, y suficientemente
la Revolución. numerosa para proteger, en cualquier momento, el Támesis contra un
La armazón financiera del capitalismo británico era poderosa y vul- ataq~e procedente d~l próxim? Es~alda. Pero Pitt no estaba dispuesto
nerable a la vez. En 1.781, el Banco de Inglaterra hizo renovar su pri· Íi de1ar que la Francia revoluc10nana les creara tal peligro.
vilegio hasta 1812. En todo el reíno se habían 'fundado bancos provín·
ciales (existían 12 en 1750 y 400 en 1793), que proporcionaban a la Si es cierto ~ue. la opinión capitalista inglesa no comprendió lo bur-
tierra y a las fábricas capitales abundantes. Sin embargo, muchos de ellos,
de poca base y escasas reservas, no podrían sobrevivir a las crisis pro-
guesa q~e segma. siendo 1~ Francia ?e 1789-1792, París, por su parte,
sobreestunaba la llllportancia de las Slillpatías halladas en ciertos medios
vocadas por la guerra. La deuda pública era grande. Pitt, al hacerse al otro lado ?e la Manc~a .. El error era disculpable, verdaderamente,
cargo de ella, encontró que excedía de los 238 millones de libras; y dada, la magrutud del movllD1ento provocado en Inglaterra por el ejem-
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consiguió, mediante un esfuerzo de rigurosa amortización, reducirla en plo de la Revolución.
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4.750.000. Pero la situación internacional le obligó a suspender aquel Este m~vímiento se manifestó, sobre todo, entre los disidentes de las
esfuerzo; y, en 1793, la deuda volvió a subir a 244 millones. Los ingresos clases medias u!banas, en las que se despertó el antiguo espíritu de
del Estado fueron reducidos, pues la opinión detestaiba el impuesto di- reformas y ?e
libertad. S? reanudaron las c,:unpañas para la supresión
recto,, como atentatorio a la propiedad, y, por tanto, a la libertad. En ~e la esclavitud, _Para n;ie1ora~ l~ costumbres electorales y parlamenta-
consecuencia, Pitt se vio obligado a recurrir al Banco de Inglaterra, cu~a nas Y para abo!1\ ~as mterdicc10nes . de base religiosa. Por influjo de
Carta constitucional prohibía, realmente, todo préstamo al Estado sm Wolfe Tone, se Iruciaba en Irlanda cierta agitación, creándose la Socie-
Rrnouvm 1.-54

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dad de los Irlandeses Unidos. Las Sociedades de la' Revoluci6n celebra· de cuya doctrina hemos de volver a hablar más adelante : e hiéforon
ron el centenario de 16S8. La de Londres tenía en sus filas a los partida· urr recibimiento entusiástico a sus Reflections on the Revolution, publica-
rios de las reformas y ~l ala avanzada de los whigtt. Su asamblea gene· das en noviembre de 1790 y de. las que en un año se vendieron 32.000
ral de noviembre de 1789, causó gran sensación con un audaz discurso ejemplares. En enero de 1791, tuvo un éxito análogo su Letter to a
de Price y la aprobacióq de una moci6n en la que se felicitaba· a la Member o/ the National Assenibfy. La Revolución-exclamaba Burke-
Co~stituyente francesa y se exigía la abolici6n del Test y la reforma de "abre, para tragamos, las fauces qel gran abismo", y la gente estaba dis-
la r~presentación parlarqeP.taria. Se fundaron numerosas sociedades "cons· puesta a creerlo. La caída de .l~ monarquía en Francia y las matanzas
titucionales" o "de coi;respondencia". En 1792, aparecieron dos clubs de. septiembre de 1792, acabaron de replegar a la opinión dirigente en un
¡ obreros, uno en una taberna de Westminster y el otro en Sheffield. La odio frío. El pueblo era fácil. de excitar contra el extranjero y poco

!
propaganda democrátic~ y r~dical se hacía activamente, por medio de sensible a las homilí,as jacobiqas dé los no conformistas, a quienes no
folletos. Habiendo Burlce atacado en sus Reflections al jacobinismo, le quería. En Birminghar:ii se alió contra los propagandistas al grito de
respondieron más de cµarenta publicaciones, de la1 cuales las más des· "¡Abajo los filósofos l 'i Vivan la Iglesia y el rey I" En todo el reino, los
ta~adas fueron dos: fündiciae Galliae. de Mackintosh, y, sobre todo, amigos de la Revolución perdíªn terreno, y los whigs se iban debilitando
The Rights of Man, de ;Paine. A e<:ta. última, la celebridad del autor, en la cámara.
el vigor del estilo. la audaci~ de las ideas y la baratura a que las socie· Pitt, sensible a. este profun,do movimiento de opinión y persuadido,
dades "constitucionales," velfdían el folleto (6 peniques), le valieron, a además, de que ciertos desórd~nes eran de origen francés, se encontraba
primeros de 1792, un t;norm~ éxito. A la cabeza del movimiento figura· plenamente dispuesto a actuar con energía, cuando se acentuó en el
ban nombres ilustres, científicos como los del economista Price y del continente la amenaza franc~a. El Foreign Office consideró como el
q1Jímico Priestley, políticos como el de Sheridan y, sobre todo, el de anuncio de una jacobinización general y acaso como una alusión a Ir-
Fo;i::, que arrastró tras~ sí a buena parte de los whigs y que aclamaba landa, el decreto de la Convención, del 19 de noviembre de 1792, que
en fa toma de fa BastilJa "e~ acontecimiento mejor y más grande que ha prometía ayuda a todos los pueblos deseosos de recobrar su libertad.
tepido lugar en el ·muµdo", y en la constitución de 1791, "el más sor· Y, sobre todo, al darse cuenta de que los franceses estaban decididos
pi/endente y glorioso ei,l.ificio de libertad que se ha elevado en todos los a permanecer en Bélgica, Pitt ~e irguió.
ti~mpos y en todos los países". Se explican, pues, las esperanzas que la La ocupación de Bélgica l\abía sido motivada, en su origen, por las
diplomacia francesa tuvo. durante mucho tiempo, puestas en Inglate- ambiciones personales de Dumouriez, la necesidad estratégica de limpiar
ri,4. el éxito que esperó ife las misiones confiadas a Talleyran'd en 1792, aquella base de partida austríaca y el impulso instintivo de la propagan- .,,"·..'
l~ convicción de muchos de que, a pesar del incidente belga, todo- habría da. Pero ahora predominaban las consideraciones económicas-que, por
de arreglarse con Londres ; y también la re,'3.cción brutal que siguió a las lo demás, nunca habían faltado-; y éstas aconsejaban la ocupación
desilusiones. definitiva. El asignado, reanimado un momento por los éxitos militares,
Además, Pitt fue, durante mucho tiempo, sinceramente pacifista, y continuaba sin adquirir estabilidad (en febrero de 1793 había de bajar
se preocupaba. ante todo, del comercio, de las finanzas y de la amorti- extraordinariamente). Ahora bien: . algunos opinaban que en Bélgica en-
zación de la deuda. En febrero de 1792, anunció una reducción de ar· contraría, merced a los bienes de la Iglesia y de Austria, una garantía __ .;:·:

mamento. Parecía compartir la opinión general de que la revolución es- estimada en los dos tercios de las emisiones totales, y que se evaluaba
taba debilitando a Francia: y pensaba que no ha!bía más que dejar que en uno, dos e incluso en tres mil millones. El 15 de diciembre de 1792,
las aguas siguieran por sus cauces. Esto no obstó para que, en 1790, Cambon propuso destruir todo resto de feudalismo en los países ocu-
pensase en declarar la guerra a España, a causa del comercio en el Pa- pados e introducir en ellos el asignado-lo que él llamaba "ofrecerles
,¡ cífico ; y en 1791, a Rusia, para proteger los accesos a la India, lo que parte de nuestros tesoros". Así, los bienes pertenecientes a los cómplices
IÍ nos da una idea clara de cómo reaccionaría ante cualquier ataque a los de la tiranía, garantizarían papel moneda francés. La Convención aprobó
intereses marítimos y coloniales ingleses. Cuando la entrada de los fran· el decreto, colocó Jos bienes "bajo la salvaguardia francesa" y envió a

1 ceses en Bélgica, seguida de la ocupación de Amberes, planteó esa ame-


naza, vino a conjugarse con la que se venía sintiendo, desde tiempo atrás,
de que se produjera un grave desquiciamiento social, por infiltración
Bélgica comisarios encargados de ejecutar las disposiciones y de nom-
brar: por elección, funcionarios administrativos provisionales.
Inglaterra consideró que estas medidas equivalían a una anexión y
de los principios jacobinos. que Amberes estaba en manos de Francia. Además-y esto aumentaba
Las clases acomodadas eran, en su gran mayoría, antirrevoluciona· la gravedad de la amenaza-, la Convención, por sus decretos de 16
rías e impermeables a la propaganda de las sociedades constitucionales. y de 19 de noviembre de 1792, hábía anulado las disposiciones interna-
Habían encontrado su pensador y su orador en Edmundo Burke, acerca cionales que hacían a Amberes menos peligroso para la seguridad bri-
852 TOMO l.-REVOLUCION FRANCESA E JMPERIO NAPOLEONICO II.~EUROPA EN GUERRA 853

tánica. Se declararon ¡¡.biertas las bocas del Escalda; y el día 22 dos na- h~,~Í[lJ?,.,,sicio,.,,bien.:;a.cogidás p~r lo~ mineros', ·10s-'atill:Úos 'y los fabl"ican-
~1~~; víos franceses exigieron y obtuvieron de los holandeses el paso por ellas. t~s- d~ clavo~, de- Lieja. así c(imo ~or los pañeros de Verviers, aglomera-
@ Fácil era adivinar el peligro que amenazaba a las Provincias Unidas, y, ció°; mdustnal de .tipo y espíritu· nuevos. Allí, incluso algunos nobles
en realidad, en el mismo momento el Consejo ejecutivo admitía que debia? ~us tendencias liberal?!s a ~os contactos que con el ambiente de
@ Dumouriez se metiesi; allí, si la situación militar lo exigiese. El Banco las ~abncas les procuraban ~us cti:-sos. señoriales y los dividendos que
@ de Amsterdam y, lo i:J.ue era peor todavía, la flota y los puertos holan- percibían de sus empresas cprnanp1tanas,. La Revolución se"· ganó ·ami~
deses. podían, de un jllOménto a otro, caer en poder de los republicanos. ??s--en. . ~ivo.pequeña"':ofilguesí~, ·de' lq_~-:Pá,{~_¡_::§ .. -Bajos~:austrfacos-~ · entre los
© Al lado de las c¡¡.usas 'profundas, sociales, económicas y marítimas, jO,V.ei;l.~S:·W:frl~W·?-1~.Y;-,entre·,tos-vqnckisüü;;,,Respaldados por ella y agru-
los episodios diplom4ticos de la ruptura no tienen importancia. Pitt se pados en cuerpos de descaiy.isadqs", propugnaban las reformas sociales
@ mostró más inexorable de lo que convenía: y William Wyndham Gren- (co~o la tasa de! ~an): y podí~- creerse que no se opondrían a una
() vi.J.le, que ocupaba desde 1791 el Foreign Office, estuvo altivo, glacial fusión con la republica.
¡,; '
y desprovisto de tacto, Bl representante francés, Ohauvelin, desconcer- J?el :nismo modo, enconlniba apoyo la causa de la libertad en los
lt) tado e inhábil, no logró ninguna consideración personal; y Maret, con- med10s,, mtelectuales de Renania, especialmente en Maguncia, "la Atenas
: 1i
1 o ! ciliador por naturaleza y por orden, llegó demasiado tarde para poder
influir. En cuanto al embajador británico en París, lord Gower, había
renana . No todos, desde luego, admiraban ciegamente la Revolución;
:É o sido llamado, a raíz del 10 de agosto. En contraste con la anglofilia de
y, comprobando lo dura que resultaba la ocupación por los uniformes
a~ules, Forst~r se preguntaba si los mismos franceses eran realmente
~
¡f (~)
los filósofos, desde la guerra de América, se haibían extendido enorme- dignos de la. libertad qu~ !raían consigo. Pero, desviándose del carcomido
[ mente en Francia sentimientos hostiles a Inglaterra. Los fisiócratas o Sacro Imp~:10 y del asfix~ante .régimen eclesiástico, para tender la mano
~' neofisíócratas reprochaban a la economía inglesa su mercantilismo. Los a la r~pubuca, ~odos c:eian ejercer el derecho absoluto del hombre a
f
l.
patriotas denunciaban la influencia de la aristocracia en el parlamento,
tanto más, cuanto que los monárquicos preconizaban, por el contrario,
e~cammarse hacia el bien. En octubre de 1792, Forster declaró que el

! t~.8 el principio de una alta cámara hereditaria. Esta anglofobia hallaba eco
en los jacobinos y en la asamblea. El 1 de enero de 1793, el marino
R;m era la frontera hasta la cual debía extenderse Francia. El 15 de no-
viembre, e::i el club de Mag~mcia, pidió que la orilla izquierda pasase
~~! ba¡o l~s leyes republicanas; el 17 de marzo de 1793 consiguió
€@ brntón Kersaint reclamó la guerra de corso y colonial. El 28,,de diciem-
1
r! o
\
bre de 1792, Burke había exhibido en los Comunes un puñal, que, se-
gún decía, era el arma de fos asesinos franceses emboscados en el reino.
de la con~ención reno-germánica, reunida en Maguncia, una votación
en tal senti::J,º ; Y el 30 de marzo, en París, presentó dicho proyecto ante
la Convenc1on.
~
L~
i
r) Se adoptaron, simultáneamente, por ambos lados, medidas militares.
En diciembre, Pitt hizo equipar 25.000 hombres. El 10 de enero de
1793, el Consejo ejecutivo decidió la entrada en Holanda. Los vínculos
, El 12 de agosto de 1792, en (Sab~~) fueron aprobadas mociones
an~logas por las asambleas popula'Tes-ae 583 municipios de los 658
~f, existentes, r,~ª-~ tarde, por la Asamblea nacional soberana de los Alló-
~; establecidos por los tratados se rompieron. Un Aliens Bill, aprobado
~roges. En\~!za,,,,:una r~?nión de cuerpos administrativos envió a París,
f:~ el 31 de diciembre de 1792, restringió la circulación de personas y ce- en octubre, una diputacion encargada del mismo mensaje.
lft reales, lo que era contrario a los acuerdos de 1786, que Chauvelin de-
~,; r: El hecho de que la opinión genéral de las regiones interesadas estu-
claró caducados para lo sucesivo. Inglaterra se dispuso a "proteger" a Viese o no verdaderamente representada por aquellas manifestaciones
11, los plantadores franceses de Santo Domingo. Al recibirse en Londres la era asunto que muchos convencionales no tenían interés en dilucidar'
C~) noticia de que Luis XVI había sido ejecutado, la multitud se agrup.ó
f\. alrededor del palacio, pidiendo la guerra. A Chauvelin se le rogó que El "contagio:' d~ la Revoluci~~ a ~os países vecinos respondía, a la vez:
¡C.:º'¡ a. las conve~1encias de ~a pohtica 1?terior, que aconsejaban a los giran·
ki¡;· i! ',~,)'
abandonase el reino. En camino hacia Dover, se cruzó con el correo de
París que iba a llamarlo. El 1 de febrero de 1793, la Convención decla- dm.os no dejarse aventa1ar por nadie en celo revolucionario y a las ne-
cesidades, d~ las finanzas, que difícilmente logra~an sostene; (por Jo me-
,;. l. j

ró la guerra a Inglaterra y a Holanda. nos en Belg1ca y en Saboya) a las tropas de ocupación. El 19 de noviem-
' :__)
bre de 1792: la Convención prometió "fraternidad y ayuda" a los pue-
1 j blos .que qmsieran recobrar la libertad: y encargó a sus generales que
IV. EL CONTINENTE EN GUERRA (PRINCIPIOS DE 1793) acudiesen en su apoyo. E~ 2_?_,__x__ ~~ -~e~p~~t_a._a los__A,~~~os que manifes·
-..

taban .~?_s ?.el~?,ª~?.-~-,d~ SalJoya, f~e anex1onaéfa. dicha p-roviiiciü~ -EI"15


En los países ocupados por los ejércitos franceses, una parte de la ~d!c1emñrc; •. s~, dt? el. de~reto ,de 51-ue ya hemos :hablado, a propósifo, ,de
población se esforzaba, por convicción. en implantar las innovaciones B~l~1ca~-,abo~1~nqg,,~L ant1gµo,.rég1men, secuestrando- los bienes, de los
revolucionarias. En,,.,SJLavance hacia el Norte, las tropas republicanas prrvilegiados Y poruendo a expensas del país ·,et sostenimiento de las
- :i
J;
;1
854 TOMO I.-REYOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAI'OLEONICO II.-EUROPA EN GUERRA 855

tropas. El 31 de enero de 1793, se invitó a la población a emitir su arcaísmo de la vida exterior subs~stía en la etiqueta de la corte, en el
voto sobre la forma de gobierno que deseaba. El número de votantes 1ugar tan destacado que se concedía a la Iglesia, y en las costumbres
fue escasísimo en Bélgica, ínfimo en algunos lugares ; pero no por eso populares. En España, al menos en la España .de la meseta, permanecía
dejaron de ser admirab,le¡nente acogidas por la Convención las mociones intacta la mentalidad castellana, sµ estilo de vida, orgullosamente igno-
pr~sentadas en pro de la incorporación a Francia; y, en consecuencia, rante de los conceptos burgués y capitalista del siglo, y que prefería
durante el mes de mar?o fueron anexiom1c1os el _m1ís de Franchimont, el lo libre, lo gratuito y lo tradicional, a lo productivo, lo eficaz y lo pro-
Hainaut-najoel noñipre· dé- départall1e11to de..Jeµiffiappes-, Bruselas, -- vechoso. A fines del. siglo X;Vm, la sociedad terrateniente era un tenaz
Gante; Lovaina, Ost~n,d~ y1 füá$_fa_rde, Lieja, etc· También en ·marzo, ejemplo de ello. Pes~ a los ~¡;fuerzas de las Sociedades Económicas de
y· en condiciones análogas. se realizaron TaS anexiohes e~!:~~Pf!C> :r_e_n..ª-- Amigos del País, de 'las Juntas- de Comercio y Agricultura pa,ra difundir
no, mediante la votaciqn de· ~os_ municipio5y-'éíñejla· Convención que se la devanadera de Vaucanso:q, el arado inglés, los abonos y la sembra-
reunió en Maguneia;-h).erced a la actívidacl'ainos Clubistas y de Forster. dora mecánica, los aldeano~. indjferentes, seguían empleando el huso,
Las tropas francesas 9cup~ron, en el principado episcopal de Basilea, la pala y los procedimientos' tradü::ionales. El concepto de lo útil seguía
la región de Porrentruy y sµs importantes pasos jurasianos. Aquel pnn: también siendo ignorado pqr una espiritualidad y una intelectualidad
!.
cipado se convirtió en :república de Rauracia; y algo más tarde, en 1793, poco penetradas por el afát{ ele las luces. "T~ntas cátedras creadas por
'' 'l pasó a ser un departamento francés. Niza .. fue incorporada por decreto doquier para enseñar el latín y esa vieja filosofía absurda, que no sirven
de; 31 de enero de 1793. ::.:.-- más que para crear una superabundancia de· capellanes, frailes, médi-
'_.: Al mismo tiempo que se: enteraba de estas anexiones, Europa se veía cos, abogados, escribanos y'. sacristanes, mientras se carece de arrieros,
altaneramente inform~da d~ los principios que las habían determinado. de marinos, de artesanos y de labradores. ¿No sería mejor suprimir mt¡-
Al de la voluntad popular,'proclamado ya, mucho tiempo antes, se aña~ chas de esas cátedras?" Est\J, ~xclamación de Jovellanos no conmovió 'a
día "áliora,"(ltúñifiíe-cqnfradjciendo, a veces, el verdadero deseo de las nadie; como tampoco conve:ncía la inscripción que, en 1794, colocó en
poblaciones interesadas) el· de las fronteras naturales, reivindicadas, en el instituto que fundó en Gijóii para la formación de pilotos y mineros:
nombre de los antiguos derechos históricos, o ateniéndose a la geogra- Quid verum. quid utile. Le sjguieron un Cabarrús y un Campomanes:
: fía, que eran las únic~s qt{e debían fijar un límite a la extensión de la pero ·la mayoría de las pen¡o¡ias cultas compartían la opinión popular.
' República: "Sus lúnites están marcados por la Naturaleza-declaró Dan- En resumen: un potente bloque de resistencia a las ideas revolucionarias.
tón-. Llegaremos a ellos por los cuatro confines del horizonte, por la Al norte de los Pirineos, el espíritu filosófico se vengaba de España
parte del Rin, por la del Océano, y por la de los Alpes." Y un informe mediante un desprecio que, muy extendido entre los medios gubernamen-
cie Carnot expresaba: ''Los límites antiguos y naturales de Francia son tales, perjudicaba extraordinariamente las relaciones internacionales en
el Rin, los Alpes y los Pirineos." lI!l:§.ta,_ lqsrexifanjei:os,:nn~.p.o_s· ,p¡:edis- que intervenían Iberia y la América española. Sin ignorar la Península
eu,~s.tq~;:en:L99,-';l;~ra~:'q~ -~a _R.evoluci_ÓIJ., jµzgaron:" esto.s, :.ppnpipfos-· tan::discu· (entre 1780 y 1790 se publicaron ocho relatos de viajes, entre ellos 'el
tl_bles·.corim 'inquietantes.· · de Bourgoing), se la conocía mal; no se la comprendía y se la despre-
:r-:-· Paf último, la ejecución de Luis XVI. el 21 de enero de 1793.• tras- ciaba. "¿Qué se le debe a España?", preguntaba, en 1782, la Enciclope-
tornó a toda Europa, El motivo de Ja sentenci~, "~onspiración'.contraJa.
dia metódica, de Morvilliers. A pregunta tan impertinente, dio una ré-
~~guridadiael¡;·.Es·f~clo;;;· no .podía ,cony,e_n.9.~~ ~a·:~oi5~pi;n;eréisó'f ~spJ~i_tus,:~ . .
los .·que; la: c1iscipJ.iAa:,,ni.On:4fqµis;a. -~afüfi:; en§eñado ·_a: ítlentifiCar a1 'rey "éon
t· plica la Oración apologética de Forner: réplica que no convencía a los
'"elpropio•iBstado: La opiili.ón europeá-acudió, casi unánime, en apoyo de ·filósofos, así como los filósofos no habían convencido a los castellanos.
los Gobiernos del antiguo régimen, en la lucha que emprendieron contra Estos puntos de vista explican los conflictos que, por lo demás, no po-
la expansión de la Revolución, contra sus principios y contra su pro- drían faltar, ya que los dominios de España eran inmensos y sus inte-
grama. reses se hallaban muy extendidos.
Uno de los frentes de la diplomacia española era América; y ya vere-
mos el trabajo que le costaba mantenerlo contra ingleses y norteame¡i-
,,........J~!--!?jemplo más . típi:? de mentali~ad contrarrevolucion~ria lo dio cahos. Las comunicaciones, dentro del Imperio, exigían el mantenimiento
(Españ~l con determmac10n ~ constancia. tales, que, a pa~tir de 1808,
'1morfün de tener consecuencias muy prorundas. A su subida al trono, de una Marina muy fuerte. En marzo de 1790, contaba con cuarenta y
en 1788, Carlos IV, encontró un reino esclarecido por su despotismo seis fragatas y unos sesenta navíos de línea, más o menos utilizables.
ilustrado, con once millones de habitantes y sostenido por un esplén- y entre los que había algunos barcos gigantescos, que aventajaban a los
dido comercio colonial. A pesar de todo, el país seguía siendo indife· mayores navíos ingleses de tres puentes. El Imperio hispánico, con Mé-
rente a las corrientes europeas de la economía y del pensamiento. El jico y el Perú, era el más poderoso productor de oro del mundo, y más

l 1
856 TOMO I.-REYOLUc;ION FR_ANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO II.-EUROPA El':! GUERRA 857
,
aún de plata. Sus pesos cor!stituí~n una verdadera moneda internacional, dor vigiló muy de cerca la situación; y Aranda consignaba, en sus des-
y la fama de riqueza que le valían a España, atraía a ella a multitud pachos, detalles anatómicos muy "crud9s. A partir de 1793, al ver diez·
de aventureros, dispuestos -.a hai:;er su agosto. Pero el reino no sabía mada a la familia real, volverían a reávivarse tales cálculos. Y El Esco·
emplear la técnica modero<¡, ni ~doptar la organización bancaria que le ria! continuó basando sus relaciopes c9n la Francia de la Constituyente,
hubiera permitido cimentar: ep. Sl!S tesoros coloniales una circulación roo;, en el vínculo dinástico, materiali,zado 'en el pacto de Familia, hasta el
netaria abundante y firme, El 'Banco de San Carlos, creado en 1782, momento en que la Asamblea, ~l tra\.ar del conflicto hispano-inglés de
estaba mal concebido; y 111s cri?is de 1790, 1796 y 1799, lo quebranta· Nootka Sound, se negó a concedi::r ·Ja ·ayuda que estipulaba el texto del
ron duramente. La emisión de papel moneda-los vales reales-comen· tratado (1790). Finalmente, los v{nctilos familiares fueron el motivo ofi·
zó en 1780, degenerando ~ rápi4amente en inflación, pues de 1780 a cialmente invocado para las inte(vencipnes que España intentó en favor
1808 se imprimieron por .:valor: de 2.300 millones de reales y solo se de Luis XVI, después del suceso'.cle \farennes. En julio de 1791, dirigió
amortizaron 421 millones. En 1800, los vales llegarían a perder cerca a la Constituyente consejos de D]oden,i.ción, que se recibieron con frial-
del 71 por 100 de su valor. · dad. En octubre, se trató de un plan ·para que el rey se estableciera en
Italia era considerada por la diplomacia madrileña como un país de los Pirineos, de modo que garqntizara su completa libertad. Después
gran interés, que emanabi;i, prip.cipalmente, de la tradición histórica y del 10 de agosto, España manife~t6 oficialmente el interés que le inspi·
del sentimiento dinástico. E¡¡tre los Barbones de El Escorial, los de Par· raba la vida de. Luis XVI, y, coj1 oc~sión del proceso, intentó comprar
ma y los de Nápoles, habfa es~echos vínculos familiares. Si .Italia fuera votos. -
dominada por una gran pqtenci~. ésta tendría en ella un poderoso medio En el terreno de las ideas se produjo un choque de mentalidades .. La,
de acción sobre S. M. Católica.· hostilidad hacia Ja '.¡impiedad~' -.W,vohifioriaria .se. facrem¡;ntó por la lle·~
Con respecto a t•PórtugaJ¡ lits preocupaciones españolas eran inme· gada de 6.000 sác.erdotes frances~s eIJiigracfos,_ cuyos infortullio y digni-
diatas ; y el viejo su'tm-o-d~ Ía linidad ibérica seguía teniendo actualidad. dad atráían Jas _sii:npatí¡is po.pJil.?J¡;s. La profunda desconfianza guberna-
En el orden dinástico, las persP,ectivas parecían favorables a él, pues los mental se excitaba eon-las manifj:stacíones jacobinas de algunos jóvenes
vínculos entre Bra:ganzas y Bo:t:bones, se estrecharon más por el matri· afrancesados de la aristocracia, y,, sobi·e todo, por temor al impulso quél
monio del príncipe- Juan con Carlota, hija de Carlos IV. Ahora :bien: las ideas nuevas pudieran infundií:, en las provincias .fronterizas, a las ten·
como la reina María estaba loca, en Lisboa fue Juan el que, desde fe. dencias separatistas. Por ello se tomaron precauciones, inmed~atamente,
brero de 1792, gobernó el Estado, convirtiéndose en Regente en 1799. contra la _i.11ti:,9ducción de escritos políticos franceses. En diciembre de
Carlos IV se preocupó de hacer que, en 1789, las Cortes modificasen la 1789,(l'iCinquisición prohibió la entrada de treinta y nueve obras, diarios
ley de sucesión para permitir la unión de las coronas. Pero, lejos de es· ~ros-éffiIIeslrabía-a:lgunos-l:ffüos ~a.itlamentaCiones. coíno
cuchar el llamamiento que le llegaba de la meseta castellana, Portugal eI-COurrier;- de Gorgas, y Les Revolutions de París, de Prudbomme.
(como en la propia España hacía la periferia que iba oponiéndose a Por lo demás, la mejor censura era que la masa no sabía leer, desconocía
Madrid) miraba hacia el mar, hacia su vieja tradición nacional, hacia el el francés y detestaba al extranjero. No hay seguridad de que se tradu-
imán de amplia economía de intercambios con su imperio del Brasil y jera al castellano el Appel, escrito por .Condorcet. Además, como trata·
sus factorías de Africa o de la India. Su vida dependía del Océano: abas- ba dbn miramientos a la Iglesia, al Trono y a la nobleza, estaba en
tecimiento de trigo de Berbería ; producción de oro brasileño; pingüe . contradicción con el del refugiado español Marchena, que era más ra-
redistribución de los azúcares, cafés y algodones ; compra de mercan- dical. Aun después del 10 de agosto, el esfuerzo jacobino de propaganda
cías inglesas ; exportación de frutas, aceite y cada vez mayor cantidad allende los Pirineos siguió siendo mucho menor que, por ejemplo, en
de vinos de Oporto, de los cuales la Compañía General embarcó, de Bélgica.
1779 a 1810, como término medio, unos 220.000 hectolitros por año. Desde los primeros momentos se pensó en la intervención militar :.'
i!! '•i r.'
Tráficb marítimo y tradición histórica, orientaban ai Gabinete de Lisboa contra la, Revolución, tanto más cuanto que podía proporcionar algunas 1
H :.:
hacia:Inglaterra, con la que, en 1781, firmó nuevos acuerdos económi- vi:ntajas. Incluso aquellos que se creían obligados a devolver a Luis XVI

;¡ ¡·

cos. Allí era donde había de encontrar apoyo contra la presión española. su reino intacto, consideraban que se podría exigir la parte francesa de !I t.
Y le quedaba a Madrid el cuarta frente diplomático, el de Francia. Santo Domingo. Sobre la conveniencia de una guerra solo existían di·
(

Allí, también las tradiciones dinásticas ocupaban el primer plano: y, vergencias de detalle entre los tres ministros consecutivos: Floridablan· 1 1 '
muy principalmente, la secreta y tenaz esperanza de que, algún día, los ~ ;
ca, que gobernó hasta febrero de 1792, Aranda hasta el 15 de noviero·
Barbones ·de España pudieran suceder, en Versalles, a sus primos. Mien- bre del mismo año, y por último, Manuel Godoy, que, durante quince
tras se creyó que el futuro Luis XVI no podría tener hijos, el embaja- años iba a ser el dueño del reino. Generalmente, todos estaban de acuer·
: ¡.!
,
1 858 TOMO J.-RE\'.OLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO l!.-EUROPA EN GUERRA 859
i
'
do en no dejarse arrastrar, a tontas y a ~cas, por la insistencia de los venio que ~L 25. de márzo firmó, con Londres;-no- se comprometía más
emigrados franceses. Pcir lo demás, empezaron a causar cierta inquietud, ... ,_-·,:q~~'-~l~pJapla¡:.,c9nv.ersaciones ;rY, a_eso .se- limitó. . . ,
pues, concentrados, como estaban, en Cataluña (h¡i.sta el punto de que Brissot lo proclamó~ "Es a Europa entera, o, meior dicho, a todos los
' ' erp.pezaba a hablarse 4e una Coblenza del Sur) se corría el riesgo de tiranos de Europa, a quienes ahora tenéis que combatir, por tierra y por
' qi;te pudiera ser un acic,:ate para el separatismo catalán. Por tanto, se les mar."
dfapersó, trasladándolo~ y h-asta expulsándolos, repetidas veces, sin gue
,1. .
í
! debamos ver en tales medidas concesión alguna á. la Revolución .. J~as B+BLIOGRAFIA
Casas, que como embq,jador. en Venecia. se hallaba ·en contacto con to-
'1
dos los jefes de la cpntrarrevolución (entre otros, con d' Antraigues), Tite Cambridge History of Pqfond, J. H. RosE: Pitt and the _Great War.
i
J piqió insistentemente i1na r~pida intervención militar. Por el contrario, t. II (1697-1935). Cambridge, 1941.. Londres, 1911.
i L!acy, gobernador de Cataluña, no quería desencadenar la ofensiva mien- R. H. LORD: The Second Partitilm of D. G. BARNEs: George 111 and Willz'am
Poland. Cambridge (Mass.), 1915, Pitt. Londres, 1939.
tras las fuerzas :francesas :no.se vieran requeridas en el Rin por un ataque A. JOBERT: La Commission d'Éducation P. MAGNUS; Edmw1d Burke. Londres,
1 --',

¡ germánico. Aquellas dos influencias triunfaron, alternativamente: la pri-


mera, muy en particular a :raíz de la invasión prusiana, y la segunda,
después de Valmy.
11ationale en Pologne (1773-1794). Pi-
jon, 1941.
J. GROSSBART: La Politique polcmaise
1939 ..
Catalogue of Political Personal Satires
preserved in the British Museum (1792-
1819), t VIÍ·IX. Londres, 1946-1949.
La~.ejecución.,de, Lµis.. XYL borró ,,todas:;:las"'vacilaciones,. por·-la·; siñ;··; · de la Révolution fran9aise, 1929r1930. J. CHAUMIÉ: La Correspondance des
H, PrRENNE: Histoire de Belgique, t, V
ci::i,:a"j~:i:l,igp,ación,;dfüá.itica_ qu~:despértó, .. porla. hostilidad-- qüé reavivó. y VI. Bruselas, 1921-1926.
Agents diplomatiques de l'Espagne en
France pendan! la Révolution, en Bu/·
CQ,.tttr~)aj;>rQpaganM-J!i.có.Jiina:·:y 'p_or ser ~1:_pre_sagio.:de·rn;ia: intervención, P. VERHAEREN: La Belgique sous la po- letin Hispanique, 1935-1936.
er:iLmasa,.de las p:lon~rquí~.s. La. 1Convendón.. tomó-".la:, pelª-n,t\;ra,;,-·Y~·"el 111inatio11 fran9aise. (1792-1814), 5 ip.-8. B. F. HYSLOP: French Jacobinism and
1, ae ·m.arto'"ae~J'Z9:úd.ed1útY1a'.j~uerra·á"ESpaña,''"" - · · Bruselas, 1922-1929. Spain en Nationalism and Internatio- ,.
' Portu.gal se adhirió1'iÍ.. la~éoaliCÍon,'pÓr do5 convenios de aiyud¡.¡. mutua S. TASS!ER: Histoire de la Belgique sous nalism, Essays ... Nueva York, 1950. ¡
l'Occupation fram;aise en 1792,-1793. E. CoRONA·BARATECH: losé Nicolás de 1
cOntra Francia, que fi.m:ió, con Madrid, el 13 de julio de 1793 ; y con Bruselas, 1934. Azara. Zaragoza, 1948.
Londres, el 26 de sepJ.iemb¡:e. Desde el 13 de enero de 1793, en que el 1'/ie Cambridge History oJ :fir/tish R. KoNETZKE: 'Die Politik des Grafe¡¡
populacho romano asesinó al Secretario de Legación De Bassville, que Foreign Policy, t. I (1783-1815). · Cam- Aranda. Berlín,. 1929.
bridge, 1922. C. E. KANY: Life and Manners in Ma-
qstentaba la escarapela tricolor, se consideraba a la Santa Sede en estado TEMPERLEY ANO PENSON: Foundat/OllS drid (1750-1800). Berkeley, 1932.
de guerra con la República. El 25 de abril, el rey de Cerdeña llegó a of British Foreign Policy (1792-1902). J. SARRAILH: La Routine rurale ... y La
Notion de l'Uti/e dans la Culture es-
!-
un acuerdo con Inglaterra, comprometiéndose a proporcionar 50.000 Cambridge, 1938. 1

E. P. LIPSON: The Economic History of pagnole a la fin du XVIII' siecle, en


piamonteses en armas, a cambio de 200.000 libras al año y la promesa
ele una flota británica en el Mediterráneo; También se debió a la inter-
Eng/and, t. II. Londres, 1931. Bul/eti11 HfSpanique, 1948.
-..
1 vención inglesa en la guerra y al apoyo naival que Inglaterra podía pres-
'j tar, el hecho de que Nápoles pudiese unirse a la coalición. Cierto que
'1 no les faltaban deseos de hacerlo ni a Fernando IV ni a su mujer, la
terrible María Carolina, hermana de María Antonieta, ni a su ministro
favorito, Acton; pero; hasta entonces, el temor y, no hay que decir, la ¡..
Y.isita de la escuadra de Tolón. los había contenido. Por fin, el 12 de
julio de 1793, un tratado secreto prometió a Inglaterra 6.000 soldados,
cuatro barcos de línea y cuatro fragatas. El gran duque de Toscana se
resistió por mucho tiempo a la amenaza que los cruceros británicos ha·
cían pesar sobre el tráfico de Liorna; pero, en octubre de 1793, tuvo
que romper toda clase de relaciones y todo comercio con Francia'. _En
icuanto a ,Catalin.á"Jfl, ~s.igµ¡~n,g_q .,,s,u_ táctica,,. acostumbrada; .. demostró' elo--~-~­
'cuentem.en!~-~-g.µ_e,,:1aJiichak'eontra:.:;los'.'JMq'Q~µos~.;ei;a~rnna;c.exigencia' del····
derecha "de-'gefüeiCProhibió el comercio con Francia, incluso por medio
de'fi'.áf.C:ó's-·neutrales; e impuso a los franceses residentes en Rusia un ju-
ramento, que prestaron 1.450 de los 1.500 que había. Pero- en· el con-

'.
i.
III.-LAS LUCHAS DE LA REVOLUCION 861

tomó caracteres demoníacos a lqs ojQs de Europa, desde que en Francia


se practicaba la descristianizaciqn. Y ;lo que causó más impresión fueron
.os matrimonios y "abdicacion~s'' p\}blicas de sacerdotes ; y, más aún,
CAfITULO III las fiestas de la Razón. a las que l¡.i propaganda antijacobina atribuyó
el carácter de obscenas bacanal~s, E~ diez años, la emigración arrojaría
al extranjero no menos . de 3Q,.OOO :eclesiásticos, que primeramente se
LAS I,UCHAS DE LA REVOLUCION instalaron en países limítrofes, de· 10.¡; que fueron expulsados más tarde
' por el avance de los ejércitos revofücionarios. Pío VI acogió muy ge-
nerosamente a todos los que sus ~stados podían mantener. Pero no
I. LA EURqPA cpNTRARREVOLUCIONARIA eran siempre los países católico:¡ Jos nue se mostraron más caratitativos ;
y allí donde se abrían las puert~s, sqrgían pronto disensiones con el cle-
Estas expresiones de qoalic(pn, coligación .y coligarse, derivadas del ro local. Hay un hecho significj_ativoi y es que se solía echar en cara a
vocabulario político inglés! pasáron entonces a la lengua francesa. ¿Res- los refugiados el no despotricaí· con' suficiente energía contra la impie-
pondían, acaso, en las :gotencJas aliadas de antiguo régimen, a una
unidad verdadera? En el 'aspeqto de la acción política, indudablemente dad de sus compatriotas. No s~ dab<;i. cuenta la gente de los argumentos
no, ya lo hemos dicho; pero, .en el militar, correspondían a una agru- que la política religiosa de Fra!!cia pj:oporcionaba a la contrarrevolución,
pación de fuerzas que podía s~r temible; y en el terreno de la opinión sobre todo en los países que fueron~ ocupados por las tropas republica-
pública, expresaban una real comunidad de sentimientos. nas. Un representante, que de§e¡npf(ñaba una misión en el extranjero,
No quiere esto decir que los juicios formados sobre los jacobinos llegó incluso a escribir: "Sabe~, ciui:ladanos colegas, que los tiranos no
no hayan sido diversos en Europa ni aun en el paroxismo de la cólera. han reclutado sus ejércitos m~s qu¡:: por las extravagancias cometidas
Por ejemplo, la lentitud con que se propagaban las noticias, esfuminó contra el culto." ' ·
en el tiempo la indignación que produjo la ejecución de Luis XVI. En No produjo menos horror ~Il Evropa la sangre vertida en Francia,
una región española, y por cierto bastante próxima a la frontera, en principalmente la de Luis XVL En -realidad, la significación del 21 de
Asturias, la nueva tardó más de dos meses en llegar a las remo!as pa- enero de 1793 fue muy profunqa, pues en él podía verse la negación
rroquias de la montaña. La expresión pública del antijacobinismó belga del derecho divino en favor de µna organización completamente huma-
varió según el color de los ·uniformes de las tropas ocupantes, el cual na, fundada en la razón. Despüés del 10 de agosto de 1792, Suiza,
cambiaJba con frecuencia. En marzo de 1793, ,:t la v:uelta de los unifor- centro de opinión de alcance internacional, se indignó al enterarse de que
mes blancos, la reacción, moderada en los Países Bajos, fue dura en la varios centenares de hijos suyos habían caído defendiendo las Tulle-
región de Lieja; al año siguiente, reaparecieron los azules; y, con ellos, rías ; y algunos, asesinados después de la rendición. Tanto es así, que en
un terror inverso. Pero, pese a tales fluctuaciones, en 1793 se pudo com- la frontera del Jura no resultó fácil esquivar los disparos. Los extran-
probar, en la Europa monárquica, una mentalidad antijacobina casi ge- jeros abandonaban a París llenos de pánico; y más aún, cuando comen-
neral y cuyos rasgos esenciales variaban poco. zaron aquellas matanzas que, en las .cárceles de .la capital, causaron de
Las acusaciones de principio, lanzadas desde el primer momento con- 1.!PO a 1.400 muertos. Después, Europa se estremeció ante las ejecu-
tra lá. Revolución, en nombre de la propiedad, se fortalecieron enton- ciones del Terror, ante el funcionamiento de la guillotina, aquella nueva
ces, á la vista de los saqueos franceses en países conquistados. En Bél- máquina de matar, que desconcertab,'l por su carácter de cosa mecánica
gica, ·las más grandes fueron las de la segunda invasión, en 1794, cuando infatigable y a la que se atribuían hecatombes increíbles. Cuando fue
el Comité de Salvación Pública ordenó que se despojara a la comarca tomada la Bastilla, se citaba en Europa la frase de Burke sobre la "vieja
de "todo lo que pueda ser útil para nuestro consumo" y que se "incau- ferocidad parisina" ; ahora se maldeciría, con él, a "la República ca-
tase todo el dinero posible". Tanto es así que, al año siguiente, los re- níbal".,
presentantes comprobaron que "Bélgica estaba exhausta y sus habitantes Burke proporcionó a la contrarrevolución. no sólo el vocabulario,
abocados a la desesperación''. En Renania, en cuanto aparecieron, en sino también las ideas. Otros la servirían, tal vez, .con pluma más de-
1792, las tropas de Custine, empezaron las requisas, las contribuciones licada ; por ejemplo, Frascis d'Ivernois y el mismo Rivarol, que en la
y los hurtos. Cuando los clubistas invitaron a la población a acudir a emigración continuaba puliendo sus. "frases". La elocuencia de Burke
las urnas, se manifestaron los sentimientos mediante una abstención qu~ era irlandesa; y había quien decía que olía a patatas y a whisky; pero
alcanzó a casi 800 municipios, de 900. Y lo mismo ocurrió en Niza, arrebataba por su colorido, por su ritmo de repeticiones insistentes.
saqueada por bandas marsellesas. Además, estaba al servicio de ideas firmes. En sus Reflections on the
La impiedad, reprochada desde el primer momento a la Revolución,
860
TOMO !.-RtVOLUClON i'RANCtSA t lMl1l;IUU NA!'LILHUNIUI lit.- l.All LUt:llAfl 111: 1.A llli\1111.lll:IUN tHiJ
862

Revolution (1790) y en su Appeal ... to the Old Whigs (1791), Burke de cuarenta y ocho horas (marzo de 1793). La Inquisición redobló su
acucl¡illó a su viejo adversario Rousseau. Atacaba la, ''.filosofía de la va· vignancia y denunciaba, llegado el caso, a afrancesados e intelectuales,
nidad", del autor ginebripo, y su piimera ~onsecuenc1a, aquella nefasta arzobispos y obispos a ~eces, SÍJ,1 conseguir medidas demasiado graves.
doct¡'jna de la bondad or:iginal del hombre, que env!;Jlentonaba contra la Pero tampoco eran necesarias ; la mentalidad general mostrábase enton·
sociedad a los jóvenes locos ; y todas aquellas teorí&s "t~nto más ,f~ls~~ ces más xenófoba que nunca; y, lejos de abrirse a la propaganda re-
mol,'al y políticamente, cu,anto más verdaderas son eill sentido metafiSlCO . publicana-por lo demás muy mediocre-, los ejércitos españoles lleva·
Les' oponía el sólido empirismo político inglés, el cual de'.11ostraba qtle ban la propaganda contrarrevolucionaria al Rosellón y al país vasco
los hombres necesitan de las sujeciones externas e incluso tienen derec~io francés. : .
'
En Austria, el pueblo detes~apa a los jacobinos. La nobleza afian- ·.,.
a ellas, eficaz pragmatismo q1,1e asegura la continuidad de las generacio· -

nes en el edificio que ellas van construyendo lentamente. A la sazón, zaba sus privilegios, por ejemplq, en aquellos Estados de la Baja Austria
aqt~el edificio llegaba a '.la perfección en la constitución inglesa, "forta- que reprochaban al Gobierno s;ui¡ ideas avanzadas. Francisco II estaba
lez~ y templo a la vez''., donde la "disci'plina de la naturaleza" hab~a obsesionado por el espectro de, Ja Revolución, el Revolutionsgespe11St.
colivcado "una aristocracia verdaderamente natural..., que conduce, guia Las instrucciones del 5 de abril ne 1795, declararon fuera de la ley a los
y gobierna" y que const~tiúa la .. representación virtual" del pueblo. ' innovadores "cegados por el orgi.¡llo o el interés personal resultante de
El "Burke gennánico'' es el apodo que ·se .b;:l. dado algunas ve~es conocimientos teóricos". El 3 de enero de 1793, se creó una oficina de
a Friedrich von Gentz. Qµe Gentz debía mucho a Burke, como también policía, la Polizeihofstelle, cuya:, llabilidad llegaría a hacerse célebre. La
a Mallet du Pan, era, ¿f~tivamente, incontestable ; pero su espíritu se censura, era, tal vez, menos sutil: tenía fuertes sospechas de que en la
mostraba mucho más l~gico y racional; y al historicismo del irlandés, Flauta encantada de Mozart, n;presep.tada en 1791, la hija de la Reina
1:°
este asociaba las exigen~ias de la razón y de los principios .. ~sencial de la Noche simbolizase a la libertad nacida del despotismo... Fueron
era el equilibrio. En el faterior de un Estado debía haber eqmlibno entre expulsados ayos y preceptores f~ances.es, y se acogió mal a los emigrados.
los poderes, de manera' que· evitase, a la vez, ..el imperio del dinero" En 1794, se detuvo a los propftganqistas jacobinos, que eran, más que
y "la tiranía de los sofistas". La revolución no supo hacerlo así en la nada, oficiales descontentos de ".sus i¡etiros, y ocho de ellos fueron con-
"novela política" que elaboró. Y equilibrio también en el exterior con- denados ·a muerte. En 1796, se iµici9 una lucha tenaz contra las socie-
forme al precepto de la diplomacia clásica, de tal modo que el orga- dades secretas, especialmente cor¡tra la masonería.
nismo europeo siguiera siendo estable, al mismo tiempo que -continmlse Lo mismo ocurría en Inglaterr{i. Las protestas que se elevaban contra
vivo. En nombre de tal principio, guerra, pues, a la hegemonía jacobina. las medidas reaccionarias, no podían hacer olvidar que la masa de la opi· - I·.

Con pluma ágil y convincente, Gentz desarrolló estas ideas a lo l.argo nión se hallaba bajo el imperio de su vieja animosidad contra Francia
de una carrera flexible y brillante, hasta llegar al Congreso d~ Viera, y que aprobaba al Gobierno. A pesar de tales circunstancias desfavora-
en el que, por su influjo, Metternich se apoyaría, para reconstruir Eum- bles, se intentó un esfuerzo por parte de las tres. grandes sociedades que -, ::
pa, en el postulado del equilibrio. pedían la reforma: The Society far Promoting Constitutional Information,
The London Corresponding Society y The Society of the FT"iends of the
:'; En aquel año de 1793, el movimiento de opinión antijacobino era People, que organizaron una campaña de mítines, hasta que, en octu-
demasiado profundo y general en la Europa monárquica para que a los br,e y noviembre de 1793, se reunió en Escocia una British Conven-
Gobiernos les costara mucho trabajo contener a las oposiciones. Cier- ti'on. Se pensó luego en convocar otra en Inglaterra; pero Pitt reac-
to que la Revoluci.ón contaba siempre con partidarios, incluso entre los cionó. Los tribunales habían condenado ya a trabajos forzados a los
espíritus más distinguidos ; pero iban en contra de la corriente. A. su lado, tres principales miembros de la convención escocesa, y se iban a pedir
y a veces confundidos con ellos, se hallaban aquellos para quienes tal al Parlamento las posibilidades de hacer una represión más amplia.
actitud era ante todo, la traducción de algún separatismo, húngaro en Fox y sus wihgs se hallaban en estado de inferioridad aplastante. Sus
el imperio de los Habsburgos, irlandés en Inglaterra, vasco y catalán en proyectos de paz con Francia habían sido rechazados el 18 de febrero
España. En Bélgica, el sentimiento antia,ustríaco había de. persi~tir, a y el 17 de junio de 1793, así como el 6 de marzo de 1794, por mayo- '_:!

través del vaivén de los ejércitos, sin ser una prueba de slillpatia por rías de 270/44, 184/47, 138/26. El 17 de mayo de 1794, Pitt hizo
la Revolución francesa. aprobar la suspensión del Habeas Corpus, por 146/28. A fines de 1795
Las medidas de policía que adoptó Carlos IV de España se dirigían se obtuvieron, en condiciones análogas, medidas contra asambleas sedi·
contra los franceses residentes en el reino y que se habían negado a ciosas, actos de traición y publicaciones subversivas. Suspendidas de este
prestar el juramento que se les exigía. Fueron expulsados, en un plazo. modo las libertades individuales (excepto la de prensa}, el movimiento
..·
-~. ' III.-LAS LUCHAS DB L~ REYOLUCION 865,
864 TOMO I.-REVOLUC[QN F1'f.NCESA E IMPERIO NAPOLEOtHCO

radical se hundió, bajo el rigor ~e las leyes, al mismo tiempo que por tan pintoresco ni en los dibujos ql~e el ¡:apitán Cook trajo de los mares
del Sur. Los laureles de los prusi}mos '.estaban ya un poco marchitos ;
repulsa de la opinión. '
perq eran los de Federico, y su ejército tenía fama de ser el mejor del
¡nundo. Se elogiaban en él la reg1Üarid~d de la administración, ei rigor
El odio que alzaba a tqda la Europa monárquica contra ~a ~evolu­ de la disciplina y, sobre todo, el 4diesqarniento de las tropas y la pre-
ción, se sostenía por la certidun;bre de la victoria. La supenondad de ,cisión de sus ejercicios. En las ·Jnani9bras de otoño, en Berlín, fue
las fuerzas coligadas parecía, en ·efecto, irresistible. . , admirable el espectáculo de los bjitalla:Ues cerrándose, desplegándose y
Por el mar, Nápoles, P9rtugql y Holanda proporc10naban navios en convergiendo, como en un bailabk rápi4o y exacto. ¿Resistiría el nuevo
cantidad apreciable; y, sobf,e todp, excelentes puntos, de ap~yo, como son ejército francés frente a aquellos ~oJda~os profesionales, mandados- por
las radas de Sicilia, Lisboa' y los puertos de los Paises Ba¡os. Las bases un aristócrata cuya justificación ~pcial :era la guerra'? Indudablemente,
españolas acababan de asegµrar 41 Mediterráneo ; y, en América, facilita- Burke se maravilló después de '(aJmy de ver salir victoriosa "a una
rían· extraordinariamente la¡¡ ope(:aciones contra las Antillas francesas. La banda de cómicos ~bul~tes. d~pda por r:n I'.ªYa.so". Pe~~ los coliga-
Marina española adolecía, ¡;amo' todo el reino, de falta de dinero;. y, a dos no captaban aun la mfenond¡¡.d de. las mstituc10nes nnlitares, y las
pesar de una buena organi~ació~ del a~starniento. -:narítimo! las tnpula- "tropas reguladas" (expresión quq se repetía con insistencia) parecían
ciones eran poco numeros¡is, E¡i. cambio, los oficiales teruan fama de tener que llevar en su concepción mism.i,t la garantía del éxito.
ser muy instruídos; y, enti:e los" 60 navíos que se hicieron a la mar en En tales condiciones, se levant11ron ;contra Francia los gobiernos del
1793, se hallaban los más podeFosos del mundo. colosos de l?O, cons- antiguo régimen. Tenían a su favor iec-y.rsos inmensos, el primero de los
truídos con magníficas maderas .:'tropicales. Inglaterra puso rápidamente, cuales era la aprobación casi un(nime:'de sus pueblos. Apoyándose en
en campaña, 113 navíos, Xª qur Pitt, aun cuando es~viese re.alizando ella, hubiesen podido, en aquel n,\omer¡to, promover un esfuerzo gigan-
las máximas economías, nq se qlvidó nunca de tener bien provistos sus tesco y decisivo por parte de las ri,J.asas: Pero fueron incapaces de actuar
arsenales. Pero, en 1783, sce_Jic6,,nciaron las tripulaciones, como de cos- rápídamente, porque estaban diviq_iclos, eran tardos por naturaleza y no
tumbre, y se tardaría un año en añadir 56.000 hombres a los 16.000 comprendían que fuera indispen~able tal firmeza ni tal rapidez. El
marinos que quedaban. Francia, con sus 76 navíos y su oficialid.ad tiempo actuó contra ellos, pues l!is ur¡animidades de la opinión duran
menguada por la emigración, no tenía, realmente, posibilidad algupa en poco ; y, además, la estructura spcial .'en que se fundaban las manar·
cl~ - quías mostra:ba ya un desgaste qu~ la gperra (la de las ideas y la de los
El mismo pronóstico puede hacerse sumando los efectivos que los ejércitos) acentuó aún más. El momento de la contrarrevolución pasó
coligados alistaban en las oficinas de sus ejércitos. Gracias al sistema rápidamente; y, mientras tanto. la República afianzaba su fuerza.
de "cantonistas", mejorado por el reglamento de 1792, y al alistamien-
to de extranjeros, Prusia disponía de 190.000 hombres, de los que la
mitad eran nacionales. El sistema de quintas, implantado en 1771. II. FRANCIA, SITIADA
permitió a Austria acumular en el Danubio, después de la guerra turca,
~erca de 200.000 hombres. España disponía, en 1793, de 73.000 in- El asalto concéntrico lanzado contra >la Fr,¡mcia revolucionaria, y
fantes y 27.000 soldados de caballería. En Italia se contaba con 30.000 ciertatsimultaneidad en los ataques iniciales, dieron a los coligados, en el
sardos y otros tantos napolitanos. Inglaterra no tenía en la metrópoli primer momento, la ventaja que suele acompañar, en principio, a tal
más que 15.000 soldados, y otros 30.000 prestaban servicio en ultramar, maniobra. Los españoles, mandados por Ricardos, entraron en el Rose-
pero agregó a ellos 14.000 hombres de Hannover y 8.000 asalariados de llón; y de mayo a septiembre de 1793, en una serie de vigorosos empu-
Hesse. Los contingentes que podían reclutar los demás Estados alemanes jes, llegaron hasta los muros de Perpiñán. Proyectaban apoyar su ofen-
eran difíciles de calcular. siva por medio de desembarcos; pero a fines de agosto su flota tuvo
Algunos de aquellos ejércitos poseían una experiencia reciente de que dirig¡rse hacia Tolón. para prestar ayuda a los monárquicos que
la guerra. En los cuerpos que Pitt envió a Bélgica, había gran número de aca•baban de recurrir a la escuadra inglesa. Esta dejó, pues, de apoyar
veteranos que hicieron la compaña contra los insurgentes americanos. a los sardos en su contraofensiva contra Niza; pero, por la Tarentaise
Muchos austríacos acababan de batirse en el Danubio y su caballería y la Maurienne, intentaron bajar a Saboya y luego a Lyon, que estaba
ligera supo hacer frente a las cargas rápidas y audaces de los spahis. sublevado contra la Convención. Cuarenta mil prusianos pasaron el Rin,
Pusieron en campaña unidades, más o menos regulares, con fama de te- llevaron a Custine hasta la frontera y cercaron a la guarnición que había
rribles cortadores de cabezas y cuyos uniformes a la oriental producían quedado en Maguncia. Los austríacos hicieron un valeroso esfuerzo para
asombro. Sus aliados ingleses decían que no habían visto nunca nada reconquistar los Países Bajos, pues Thugut no perdía de vista al Gobier-
RENOUVIN I.-5S
866 tUMU i.-ltl!VULU<eltlN tltANL:l!M ll IMl'l!lUU HAi'iJLllUt·Hl:U llL-LA!i LUl:llA!i Ull LA IH!VULUl:IUN tlU/
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l Los contactos que los coligados podían mantener con el campo - con·
no de Berlín y sus maquinaciones en el Vísttila; y, para tener las manos
,! libres en Polonia, quería recuperar Bélgica, lo más 1Jronto posible. Pre- tfario reforzaban sus esperanias. En el Comité de Salvación· pública,
cisamente, Dumouriez acababa de aventurarse en: Holanda, viéndose creado el 5 de abril de 1793, Danton era el que dirigía la política ex·
sorprendido, a su derecha, por la salida de Coburg; retrocedió hacia tranjera; sus gestos de violencia y desafío habían sido reemplazados por
1 Am'Qeres y Bruselas; y el 18 de marzo de 1793 perdió la batalla de una actitud de conciliación pacificadora. Pedía a la Convención que hi·
1 Nee.r,winden. Lo peor de todo era que, como desde bacía mucho tiempo ciese saber a las potencias "qµe ella sabía aliar la política con las vir-
¡
¡, estaba en profundo desacl¡erdo con la Convención, y acariciaba el pro- tudes republicanas" ; y el 13 de abril consiguió' se diera un decreto de-
pósito de marchar con su ejército sobre París para1 hacer la contrarre- clarando que "la Convención no se inmiscuiría,, en ninguna forma, en
volµción, inició con Copl.Jrg :un armisticio que le permitiese llevar a el gobierno de los demás pueblos". Por medio de agentes en_ Londres,
1'
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cabo su proyecto. Pero lqs soldados se negaron a seguirle ; y el 3 de abril buscó contacto con Inglaterra; y en el frente renano trató, insistentemen·
se pasó al enemigo. - te, de atraerse a Prusia, con lq. que siempre había contado. En este 1}.lti·
'•.Invasíón, traición y, P.ara colmo, guerra civil, pues la Vendée se mo ,punto, los pasos de Danton, 110 dejaron de resultar útiles, ya que man-
habfa levantado en armas, en marzo de 1793, y Lyon se sublevó a fines tuvieron una tradición de negociaciones subrepticias y de guerra suave.
de p;iayo. Los coligados podían ya soñar con el reparto del botín ; y ese No obstante, dichos progresos' solo sirvieron, en general, para aumentar
fue ;el tema principal de la conferencia que se reunió en Amberes, a la confianza de Jos victoriosos coligados.
prindpios de abril. Desqe el primer momento, prescindieron de toda in- Pero la lentitud del ataque monárquico había dado a Francia tiempo /J
útil , hipocresía: "Cada '4lla 'de las potencias coligadas-declaró lord para rehacerse; y, a partir del otoño de 1793, ~l viento cambió. La re,
:¡ Au'c,kland-debe procura,r hac.er conquistas, para quedarse luego con lo suelta ofensiva de los ejércitqs republicanos de socorro desbloqueó las
que 'haya conquistado." Para Inglaterra, el beneficio tenía que ser, prin- plazas. Dunkerque se Eberó ~n la jornada de Hondschoote (6 de sep-
,¡ cipalmente, colonial; y de sus 81 batallones de infantería, 17 se encon- tiembre); Maubege, por la qe Wattignies (16 de octubre), y Landau
traban ya en las Antillas, dispuestos a terminar la ocupación de las islas mediante las operaciones en las líneas de Wissemburgo (diciembre). Se
francesas del azúcar. Pero Jo~ge III ambicionaba también Dunkerque, detuvo la marcha de los sarC;ios contra Sabaya, así como su tentativa
que".ilería una buena puerta de entrada al continente, sin contar con que de socprrer, por Niza, a los angl~·monárquicos de Tolón, que sucum-
\ bieron a fines de año. Los espafíoles se vieron 'detenidos en el Rosellón.
:¡ la destrucción de aquel provocativo nido. de corsarios resultaría agra-
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.. ¡ dable a la City. Thugut reclamaba ~ompensaciones .al acrecéntamiento En el interior, se sofocó la insµrrección federal; Lyon quedó sometido i:
.1 prüsiari~ en Polonia; Pitt le hizo ver .que las podía conseguir muy ven- a primeros de octubre; y desq~ otoño a diciembre, las derrotas de la
tajosas· en· el norte de Francia, solución que tenía, para Whitehall, la Vendée marc;uon la terminacióij de la guerra e4 aquel frente.
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ventaja de incrustar a los austríacos en Flandes, desviándolos así de su Las causas de este resurgimiento merecen 'ser estudiadas detenida- ;
,;¡ desventurada idea de cambiar los Países Bájos por Baviera. Así, pues, mente, pues en aquel .momento se veían precisarse los factores que du· ·•..•. , !.
......:,:
en aquel frente, que era el más próximo a Pads, y el más peligroso para rante largo tiempo habían de asegurar la superioridad de Francia. La :-.,¡:.
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Francia, la guerra iba a consistir, primera y esencialmente, en sitiar y revolución "nacionalizó" Ja. guerra; la palabra era nueva en el idioma
tomar las plazas que cada coligado deseaba anexionarse. -se debió a Desmoulins-. Y el hecho, en tal escala, también lo era.
En ello se pasó todo el verano. El duque de York, con sus contin- La nacionalizó en cuanto a los efectivos. Los coligados apenas sostenían
gentes ingleses y de Hesse, sitió a Dunkerque. Coburg tomó Condé, f.los suyos, pues no se decidieron, hasta que fue demasiado tarde, a sacar-
los -de las milicias que reforzaban los ejércitos inglés,. español y sardo.
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Valenciennes y Le Quesnoy; y el 23 de septiembre se atrincheró frente a
Maubeuge. En el Rin, los prusianos hacían capitular a Maguncia, el 23 En febrero de 1794 resolvió Pitt la incorporación de 52.000 milicianos
de. julio, bloqueaban Landau y hostilizaban las líneas de Wissemburgo. solamente, cuyo reclutamiento e instrucción se llevaron a cabo con un
1
.I Mientras tanto, el Foreing Office firmaba los tratados que, generalmente desorden espantoso. Las tropas regulares carecían de hombres, hasta el
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por dinero, le d~b~n ventajas sobre los Estados continentales y asegu- punto de que los reclutas eran enviados al frente de Flandes sin saber
raban el abasteclIIllento de los frentes. El 14 de julio de 1793, se firmó manejar un fusil. La revolución, por el contrario, movilizó sistemática·
1
1 el primer convenio con Prusia ; y los príncipes alemanes, Hesse, Badr,n, mente.· a las masas quéf la favorable situación demográfica ponía a su
Wurtemberg y Baviera se comprometieron de manera análoga. Thugut disposición. En junio de 1792, el ejército en campaña contaba ya con
retrasó, durante bastante tiempo, la firma, por sus exigencias, a la vez, 84;000 voluntarios, junto a 92.000 soldados de línea; en julio se tomaron
sobre Bélgica y Polonia ; y el. acuerdo no se concluyó hasta el 30 de medidas para llegar a los 450.000 hombres, más 33.000 de reserva. El
agosto. 24· de. febrero de J 793 se llamó a filas a 300.000 hombres, y el 23 de
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868 TOMO I.-REVO~,UCIO!'{ FRANCESA E IMPERIO NAPOI,,EONICO m.~LAs L"l¡:;HAS pB LA RBvowcroN '869

agosto el "reclutamiento en m¡isa" se llevó a' todos lo' solteros o viudos listas militares procedentes de 1a "purgues fa del talento", desconfianza
sin hijos, de dieciocho a veinticinco años. En teoría, ~os efectivos llega- de la tropa y del pueblo haci¡¡, los jefes ; repugmi.ncia, por parte de los
ban a 645.000 hombres, y a '1.169.000, en septiemb11e de 1794 (cierto, capitalistas, a una marcha den:iasiaqo enérgica de las operaciones. Pero,
que solo se hallaban pr\[Sente~ 750.000), esto es, un 4,17 por 100 de la en 1793, se llegó a la época ~11.qm; la evolución interior barría proble- ·
población, a comparar. é.,on Ul:l 0,65 por 100 que ha't>ía en 1789. Pero, mas y vacilaciones. El Terror tmponía silencio; y con el gran Comité se
además, aquellas masas ·no eran simples mµltitudes. El reglamento de sabía dónde radicaba la:autorigad. ~n agosto de 1793, ésta acogió a dos
combate de 1791. fruto .de la notable capacidad militar del antiguo ré- organizadores geniales, :Prieur '' dc;i l~ Cote d'Or y, sobre todo, Carnot.
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gimen, era excelente. D91 viejo ejército subsistían unas tropas admira- Procedente de la pequeña bm;guesí~, formado eq el cuerpo técnico de
blemente formadas que, jnczcl\i.das con las demás, servían de eficaz apo- ingenieros militares, revolucioniuio J.; hombre de ciencia, capacitado para
i ¡ ,,_,,
yo al ardor de los biso4os. Quedaban también gran número de oficia- la acción política, Camot se hi.zo. cargo de la dirección de la guerra, con
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:1; les ~ompetentes. Los de ~recieqte promoción se instruían y se batían con energía, lucidez y método. en :'el mpmento mismo en que se había for-
.. el entusiasmo de la fe reyaluci,pnaria, y con el de un mejoramiento social jado el instrumento de las gr¡µtdes~: operacfones.
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que ,ilos había elevado a lo~ puestos de los altan~ros nobles. Entre Mientras tanto. las relaciop.es qjplomáticas oficiales se encontraban
:
los coligados, por el con\nirio; era frecuente que carecieran ya de. mérito reducidas a bien poca cosa. F,or d§creto del 16 de diciembre de 1793,
profesional, ya de convkción. 'En el primer caso estaban muchos Jóvenes quedaban limitadas a los dos ':país~s neutrales importantes, los Estados
oficiales ingleses, ricos, i~oraP,tes y de8preocupados. El segundo se solfa Unidos y Suiza. Con esta últiipa er~ indispensable mantener una buena
dar en los prusianos, eI!,emigqs de Austria, que no aprobaban la cola· amistad. Aquella mole monta¡losa .-resultaba valiosísima, porque partía
boración con ella, espíritus c~,ltos que luchaban a disgusto contra la re- en dos el empuje austríaco, qljedanfl.o ambos frentes, el renano y el al-
volución y desearían m~~ biei.1 aliarse con ella. pino, prácticamente aislados l)no gel otro. Los cantones proporciona-
Con buena oficialida'.P,, suJicientemente instruídas y bien equipadas ban abastecimientos, tejidos, qobre 'y pólvora, que sacaron primero de
entusiastas y resueltas, Ias tr9pas francesas eran casi irresistibles en el sus -reservas y compraron iuegp en los países germánicos o en Hungría
ataque. El mando austrJaco ¡!Staba siempre renegando contra aquellos e Italia. 'Los gobiernos coliga,,O.os liacían la vista gorda, por miedo a
"locos furiosos", contra 'aquellas "masas nacionales" que acom1;1~ían sin producir en Suiza una crisis econóinica que hubiera favorecido la pro-
preocuparse de las pérdidas. "Tel'.!emos frente. a nosotros-ex~licaban, paganda jacobina. Como bases de observación europeas, Ginebra y Ber-
en noviembre de 1793-a un enemigo que sustituye a una multitud que na eran incomparables ; y en ellas pululaban los espías a sueldo de uno
ha perecido o se ha dispersado, por otra multitud." Pero este enemigo o varios partidos. Barthélemy montaba su red en favor de Francia, con
no atacaba a ciegas. Los generales franceses se acostumbraban al nuevo ayuda del agente Bacher; por parte de Inglaterra, Wickham establecería
instrumento de combate, delicado pero eficaz, de la agrupación por di- pronto contacto con los monárquicos de París. En cuanto a los suizos,
visiones ; y lo manejaban y dirigían cada vez mejor. En Hond?choote to- unos eran contrarrevolucionarios exaltados, sobre todo en Berna, con
davía lanzaban sus divisiones, en asaltos brutales y desperdigados; en Steiger ; y otros, principalmente en Zurich y Basilea, se decían neutrales
Wattignies, maniobraban ya por un ala; en Wis~emburgo, desbor~aban ,Y y aconsejaban que se tratase con miramiento al vecino francés.
rodeaban. Así, pues, en la escala de la estrategia general, Francia sabia t Inglaterra resaltaba cada vez más como potencia dirigente de los
responder a los ataques concéntricos que sufría por ~fectos de la mani- coligados ; y contra ella dirigían sus principales ataques Robespierre
obra en líneas exteriores: Landau fue liberado, gracias a los refuerzos y Barere, tan influyente entonces en la Convención. Barere decía de
que llegaron rápidamente, del Norte. . . , . , Inglaterra que tenía a sueldo "el asesinato, el veneno, el incendio y todos
La dirección interna de las operaciones se afianzo. El nuevo CoIDite los crímenes por el triunfo de la tiranía y el aniquilamiento de los dere-
de Salvación pública-el de 10 de julio de 1793-del que fue excluído chos del hombre". La Convención declar.ó a Pitt "enemigo de la especie
Danton y en el que la influencia de Robespierre no tardaría en ser de- humat¡.a"; y, el 30 de enero de 1794, Robespierre proclamaba: "Odio al
cisiva, llevó a la lucha la energía de la Montaña. Hasta entonces, el es- pueblo inglés." En las medidas adoptadas contra el comercio británico,
fuerzo se había ·visto coartado por la oposición, abierta o sorda, entre se anunciaba ya el bloqueo continental. Pitt, por su parte, hablaba de
ministros y generales, entre jefes políticos-poco competentes en maten.a "una horda de bandidos ... , una conspiración que. quiere borrar de la faz
militar-y hombres de guerra, con prejuicios personales. En la reorgani- del mundo el honor, la justicia y la ·religión". Ahora bien: el punto por
zación del ejército, las repercusiones de la revolución tardaron en des- donde los ejércitos republicanos podían herir a la moderna Cartago era
tacarse y convertirse en instituciones. Se ~rodujeron antagonismos ~a­ sobradamente conocido. Se formó un plan para reconquistar a Bélgica.
ciales, ataques dirigidos, en nombre de la igualdad, contra los especia- Nadie ignoraba que esto equivalía a disipar la esperanza de una paz en
_.:,

870 TOMO l.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLl!ONICO

la que hubiera podido pensarse, .una vez rechazada,la invasión. Danton ción del·· desmembramiento, o, por 1b: menos,· ·un silencio :que: p'i.idiera
y ~os Indulgentes creían posib~e esta paz, y también én la terminación· del equivaler al consentimiento. :Era también preciso po'Q.er en. 'nfarcha·: fa
Terror. Pero el 22 de febrero de 1794, Barere exclamó, amenazador: germanización de los nuevos territorios·. Se quiso actuar rápidariient·e ; y
'"¿Quién se atreve a ha,blar ~e paz? Los· aristócratas, los modernistas, se molestó a los privilegiados; por medidas toi;nadas, apresuradániente;
los~· ricos, los conspiradqres, los falsos patriotas ... " Mezclados unos con en favor de los campesinos;· y luego, se descontentó a los campesinos,..ál
otrqs, los "agentes del pi\µanjero", los Exaltados, Danton y los Indul- inve:tir. la m~niobra .. ¡Todo ello costaba muc~os esfuerzos y . se llevilfüi
geµtes, todos subieron a la guillotina, en marzo o en abril. Ya se reatrn- mucnísuno dmero, siJ1 contar que las operaciones, en el Oeste; habíáñ
daban las operaciones en el Norte, donde Carnot p'reparaba una amplia costado cuarenta millónes de táJeros en 1792 Y• 1793. ··· ·· ·· , · · ···· ,
maniobra de tenaza contra Bélgica. El 26 de junio: de 1794, la victdria Las preocupaciOnes en Po¡onia y los apuros financieros, »pesaroif eri
de ·Fleurus rechazó a Coburg y, el 27 de julio, los franceses entraron en la guerra con Francia y en las relaciones con Viena. Cierto ·:qüe·· en· ·1793
Amberes y Lieja. Aquel mismo día, 9 de termidor, cayó Robespierre. los prusianos habían reconquisü¡.do ·la orilla izquierda del ·Rih ;-:púo sfü : .....
poner en ello demasiado entusiasmo; y, prácticamente, en ~sepiíem9:r¡:;.~de~
jaron de respaldar a las trop~s austríacas. Tod¡1 sil ·atención estabat.fija
ID. GJ.µETAS EN LA COALICION (1795) en la Dieta de Grodno. Al mi~mo t;iempo, ·se hizo evidente que ño ..pód.(a
sostenerse por más tiempo el ~esfuei;zo económico del réilld; los'·iinpues~
'. Los asuntos de Austria ~ban mal y, desde septiembre de 1793, los los provocaban disturbios en;.r~ los tejedores :de Silesfa. -Por 'ello:· ·~n:
Ulfp~es de sus financ~eros, diplomáticos o militares no eran más que noviembre de 1793, Prusia <i,irlgió a Londres; a Víena .y .SatF;Petéts~
la;Pientacfones. En el frerite-confesaba Mercy-"las hordas de forajidos burgo· una petición de subsicl.io, cpnsistente en 22 millones ~de ·táler6s
noa· hacen las conquist{ls tan, penosas de obtener· como difíciles de con· para 1794, pues, de no ser a~í-;: el ejército en campaña·· seríi·'reduCido -_·á
servaf'. Eri Italia, Austria s~ lamentaba de las libertades que las escua- !o q;ie exigía- la letra de los tratados: 22.000 hombres; '~PtopóSici6íi·ta.1i
di'iis inglesas y españolas se. tomaban con la neutralidad de Génova, y musitada como extravagante~/, ·ex<¡famó_:fa Hofburg. Pero··no··éahfa:-lq:
al¡;¡gabif qüe los jacobinos encontrarían en ellas pretexto para la inva- menor duda de que los prusiap.os e~taban deéididos a negociar: cnn ·Fran:
sión; ·pero, en realidad, lo que quería era conservar para sí sola el domi- cia si ,no se accedía a- sus. requerimientos. Enlel frente de ·Aisacia;: s11s
nio de la pequeña república: En Turín, su ministro deploraba las ilusio- oficiales se permitían .inquietantes fratemizacicmes, con los "patriotas" ;
nes del rey, que, creyéndose gran general e imaginando tener en filas Y _llevaban las ?peraciones muy blandamente. En marw de 1794; cuandq
60.000 hombres, atribuía todos sus fracasos a los uniformes blancos; Viena respondió con firmeza a sus pedigüeñerías, retiraron sus tropas
Aunque los capitalistas sardos se refugiaban aún bajo el ala del águila hasta Colonia; en vista de lo cual, Inglaterra se decidió a abrir la bolsa;
austríaca; varios ministros y los medios captados por el contagio jaco- y el 19 de' abril, en La .Haya, prometió 300.000 libras para gastos:::de
bino pensaban en ·una paz por separado. Holanda reservaba demasiado movilización, y 50.000 al mes, mediante lo cual Federico Guillermo
a· los 20.000 hombres que tenía en filas, en su mayoría mercenarios sui- había de mantener en filas 62.000 hombres. Era dinero perdido de . '.···
zos o alemanes; y, sin embargo, reclamaban enérgicamente-apoyada por ant~ano, porque a los prusianos no les preoeupaba ya más que Var•
Londres-una mejora territorial en caso de que el Habsburgo se apro· sovia. •!'

piase el Flandes francés. Más· concretamente: pedía volver a sus r:ron- La insurrecc10n de los patrioías polacos, ·preparada por ofiCiales,
teras de 1715; y había sido necesario prometérselo, más o menos vaga- !.'académicos, burgueses y gente joven, estalló en marzo y abril .de 1794;
mente. Por último, la actitud· de Prusia justificaba las más serias inquie- Los rusos fueron expulsados de Cracovia y de Varsovia; y, caso ·inaudi~
tudes; pero, por aquel· lado, Thugut vigilaba, con todo su odio hacia to, el pueblo se sublevó en las ciudades y en el campo. Pero Kosciuszko;
Berlín, con su avidez sin escrúpulos, con aquella indiferencia 'por los jefe del movimiento; se daba cuenta de su debilidad y de la necesidad
principios y por los sentimientos, que acorazaba a la diplomacia- austríacá de una ayuda exterior. Se la pidió al Comité de °Salvación pública. La
y que dejó insensible, por ejemplo, a la corte de· Viena ante la suerte de respuesta fue muy fría; y se le negó el dinero solicitado. Saint-Just alegó ·-·,'
María Antonieta; y de hielo, ante la noticia de su éjecución._ · qu~ los insurrectos seguían vinculados con estructuras aristocráticas y
En el segundo reparto de Polonia, Prusia había conseguido descartar conttarrevolucionarias; pero lo que el Comité sospechaba era que no
1
del botín al Habsburgo y atribuírse ii. sí· misma ·una espléndida parte~ querían enemistarse con Austria. Efectivamente, Kosciusko . intentaba
1
por el tratado del '23 dé enero de 1793. ·Pero tardó bastante tiempo :·en conciliarse el favor de Viena, protestando que no pensaba ·imitar .la
1 ocupar militarmente las zonas anexionadas· y en obtener después ·(23 ·ae '.'anarquía francesa" y que la constitución polaca .de 1791 no tenía nada
1: septiembre de 1793) de la Dieta polaca, reunida en Grodno, la .ratifica, de· jacobina, llegando casi a excusarse de haber armado .a. Jos. campesi,
1:
:!
1

i:
m.-i.AS LUCHAS DE LA REVOLUCION 873
872 TOMO l.-1!.EVOLUCION .FRANCESA E IMPER10 NAPOLEONICO

mostraciones de ~mistad (30 de' julio de 1795). Pero, para entonces, ya


nos. Todo en vano, porqtie los ejércitos austríacos, como los prusianos se había conseguido un resultaqp de más alcance.
y los rusos, se le venían ~ncim¡i. · . En B~rlín era muy fuert~ el. partido francófilo, dirigido por el prín-
Thugut no podía por ineno~ de buscar allí un consuelo a sus sinsa-. cipe Ennque-al que Catalina II llamaba "el ciudadano Enrique"-y
bares y un desquite frent~ al Qobierno de Berlín. Mostró tanta más de- i::or Mollendorff •. que mandaba 9n la región del Rin. Su argumento, con-
cisión· cuanto que ya las j:rop~ prusian.'ls se habían lanzado sobre Cra· tmuamente repetido ante el rey,;era que la hacienda no permitía sostener
cavia, y que al dejarlas 41Ií ec¡uivalía a renunciar a toda esperanza de la gu~rra en los. dos fr~ntes, p11es el traslado continuo del ejército entre
dominar, estratégica y politican}ente, el alto Vístula y sus accesos. Feliz· Francia y Poloma, y Vlceversa, .costaría dos millones de táleros al mes.
mente, Catalina II no est~ba tiimpoco de acuerdo en dejar que se rom- Verdad es que Pitt pagaba·; p~ro, eli octubre de 1794, desconfi;ndo de
piese de tal modo el eqt_i.illbrip: y, además, necesitaba de Viena para Prusia, suspendió las entregas.: Fue una estupidez enorme ; Grimm se
sus p~~y~ctos sobre Turqµía. :Militarmente, el ama era: ella, pues fueron dio ~uenta, en seguida, de que Erusia iba a hacer "su paz particular, para
sus e3ercitos los que, dewirés ·del fracaso de los prusianos .durante el castigar a Inglaterra, por habeJ des11iado hacia Viena las piastras que
verano, sofocaron, en octubre y noviembre, la insurrección polaca. El
a~tes iban hacia Berlín". "Ant~s de. arruinarse guerreando contra Fran-
3 de enero de 1795 se firmó la entente austro-rusa, en la cual se sen-
cia-argumentaba Wollner, y J:!uts a.un Lucchesini-, Prusia debía vol-
taban bases del desmemqrami~nto definitivo, y se aseguraba a los rusos
la ayuda austríaca en ca;so d~ guerra contra Turquía. Prusia corría el ver los, ojos hacia Oriente, que qra su' verdadera vocación, hacia Polonia."
Ad~mas, a~ desentenderse de ~a colaboración con Austria, recuperaría
peligro de verse excluida:· del t.~rcer reparto, como Austria lo había sido
del segundo. Cedió, puei;;, en <lo concerniente a Cracovia; y el 24 de su mfluenc1a. sobre los Es~ado~ alem~nes, que no pensaban más que en
octubre de 1795, se firmó el ¡i.cuerdo en San Petersburgo. Polonia des- la paz=. B~v1era, que temia a ~u vepno Habsburgo; Hessel-Cassel, que
aparecía del mapa. Aus~ria r§!cibía., además de Cracovia, Sandomir y estaba mtrigando en París ; y zyfagupcia, que preveía una mediación es-
candinava. Ante la clásica opclóp. eµtre el Este y el Oeste, que la geo·
Lublfn, las ricas mesetas::cenagosas del Vístula subcarpático, y una por·
ción ·de la gran llanura del 1jorte. La parte central de ésta, o sea un grafía planteaba a Prusia, Feflericq Guillermo vacilaba, así como su
ministro Haugwitz. Pero se incjinó l!). balanza por el peso de la aventura
millón de habitantes, cori Vaqovia y Bialystok, pasaba a Prusia. Rusia,
corriendo de golpe su frontera doscientos kilómetros hacia et Oeste, polaca y también por la evidpnte )1ecesidad de hacerse fuertes en eI
ocupaba toda la zona oriental. - · Vístula, si querían ser admitdos al tercer reparto. En noviembre de
179~. los pr,usianos empezaron l~s conversaciones con la República, en
Por tanto, cuando en Occidente una diplomacia nueva pretendía ba·
sarse en la voluntad de los pueblos e iniciaba la era de las nacionalida- Basllea. Afü fue donde sus enviados-Hardenberg, en último lugar-
des, en Oriente, una de esas nacionalidades sucumbía a la codicia de la discutieron con Barthelemy el espinoso acuerdo. La Convención exigía
más clásica Kabinettspolitlk. Pero, al atraer sobre sí el esfuerzo pru· que le dejasen las manos libres en la orilla izquierda del Rin, prometien-
siano, Polonia había dislocado la coalición. do c?mpensacione~ en la derec~~· Federico Guill~rmo, por su parte, pre-
Después de la caída de Robespierre, se manifestó en Francia un tend1a colocar ba30 su protecc10n a la Alemarua del Norte, incluso a
ansia profunda de paz, tanto interior como exterior. Como indicaba Hannover, neutralizándola con su g¡¡.rantía. Ambos se avinieron a las
Mallet du Pan, "la pasión más ardiente y generalizada es la de llegar a mutuas exigencias: el tratado se firmó en Basilea, el 6 de abril de 1795;
un término cualquiera de la Revolución y verse libre de la guerra". Los y el convenio sobre la Alemania meridional, el 17 de mayo.
termidorianos centristas y jacobinos deseaban, desde luego, conservar las La paz de Prusia dejó a Holanda al descubierto. Al penetrar en Bél-
fronteras naturales; pero otros hacían caso a los reaccionarios y monár- gica, los franceses se habían visto algún tiempo detenidos por el labe-
quicos, que aconsejaban dar por terminada la lucha, para volver a los rinto de ríos y canales que rodea las plazas. Pero al helarse el agua, pa-
antiguos límites. El ejército estaba cansado, peor abastecido cada día, saron, tomaron centenares de cañones, rechazaron a los ingleses hasta
a medida que iban aflojándose los resortes del Gobierno, y se disolvía Alem~nia; y ocuparon todo el país (enero de 1795). Su avance se vío
por la deserción. Ahora bien: el gran duque de Toscana y su ministro facilitado por los clubs jacobinos locales, disfrazados de sociedades de
Manfredini, hartos de una ruptura que era una rémora para el comercio lectura, y que dirigidos por el hábil abogado Schimmelpenninck, revolu-
de Liorna, hacían, al través de Génova, proposiciones de paz. El 9 de cionaron las instituciones municipales y provinciales, así como los Esta·
febrero de 1795, se concertó en París una paz que, firmada por un prín- dos Generales; y proclamaron la República de Batavia. Pero esta colabo-
cipe de _la casa de Austria con una república regicida, causó gran sen- ración no impidió que la paz con Francia fuese dura. El tratado firmado
sación en Europa. Venecia, que se había limitado a una neutralidad en La Haya, el 16 de mayo de 1795, anexionó a Francia Maestricht
armada, mandó a París un delegado, que fue recibido con públicas de· Venloo y el Flandes holandés; impuso una indemnización de 100 mi:
874 TOMO l.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO 111.-LAS LUCHAS DE LA REVOLUl,;IUN

llones de florfn~ y cargó sobre el país el sostenirniepto de 25.000 fran- ñola de Santo- Domingo; Godoy,.· momentáneamente consolidado, ·fue
cese~. <?1~ª perdida fue la d~ las .colonias. purs Guille'111o de Orange, que nombrado príncipe de la: Paz.. ·· · - · ,
huyo rap1damente ante la mvas1ón, ordenó a los gqbernadores que las
i entregasen a los ingleses.
Por -dichos tratados quedabat¡. neutralizados grandes sectores de las
fronteras francesas ; y disponibles el ejército de los Pirineos y gran parte
1 La fuerte presión exterior incitaba a España a parlamentar. Sobre de los del Norte y del Rin. Por ~mar, la retirada del adversario español
1
todo, la que ejercía el comercio británico sobre la economía de las ·co- y la colaboración holandesa, per¡nltirí\in obtener, local y temporalmente
"
j lonias americanas, aunque pacífica, le preocupaba mucho. Las tropas por lo menos, un equilij:>rio de fu~rzas que despejara el cam~D:º a los
francesas habían liberadq su propio territorio y pe~traron en Navarra convoyes de trigo americano. Graq1as . a las grandes zona.s p~cific~das a
:.\ Y C11taluña •. i~troduciend9 en ellas la propaganda republicana, distribu- su alrededor, Holanda iba a pqder restaurar su potencia financiera y
yend~ su diano.' L'Avanf-Garde de l'Armée des Pyrénéés-Orientales, y bancaria, que afianzaría útilmente la economía francesa. En París_. centro
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~1
,¡ de "contagio" revolucionario, re~ictía ahora un cuerpo diplomático bas-
¡¡ orgaruzando sociedades d~ descamisados. Esto constituía un peligro. Ver-
dad era que la población' no se había curado, de la noche a la mañana tante numeroso. Francia no era ya la~ plaza sitiada de 1793.
(j de su antigua xenofobia~ tanto más cuanto que ni en San Sebastián ni
en Figueras los jacobinos se habían comportado precjsamente como libe-
1\ r~d?res. Pero su. propaganda h.acía un peligroso llaqiamiento a los sen- IV. LA PAZ CONTINENTAL (1797)
!
timientos separatistas. En c¡1mb10, en 1808, el nombre de José Bonaparte,
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1
que significaba centralización, habría de poner fuera de sí a los vascos y ¿Era posible una paz gener,al? pn todas partes la opinión la deseaba :
1
catalanes. Más aún: en el interior, el descontento se iba haciendo. in- y durante el invierno de 1795-1196 hubo en Basilea algunos cambios de
:¡ quietante, y los observadores de la policía indicaban, como de costum- impresiones entre Barthelemy y Wickham, así como en Viena y en Italia.
bre, sus causas material~: crisis de abaste.cimientos y baja del p~p~l
IJ Nada salió de todos ellos, porque· la situación militar no era aún sufi-
cientemente ~!ara. Además, la coalieión se preguntaba si fos dirigentes
mo!feda. Pero n() se atre',\íar a decir con claridad. que el reino, que había franceses querían y podían negq,ciar. Si lo querían, porque todo el mun-
'.1
! cref~o a Europa comprq111etida como él en una ·lucha sagrada, ahota do estaba persuadido de que ci:>llseryaban el poder únicamente por las
la yeía desunida y llena efe bajas ambiciones. Y se guardaba bien de violentas medidas que permite la guerra. Si podían, porque Europa mi-
., confesar que todo esto no tendría importancia-como nada la tuvo des-
.1'
raba con inquietud el nuevo fe¡iqmeno de ios inmensos ejércitos nacio-
J pués en la guerra de la Independencia-si la oposición al gobierno no nales ; y dudaba que el Directo~.io p~diese desmovilizar: "¿Qué va a ser
1 alcanzara el carácter apasionado que puede revestir en tierra ibérica -escribía Catalina II--'-<le todos esos bandidos, de esos criminales con- ! ...
cuando se ponen en juego los sentimientos de honor y de desprecio, y tra Dios, contra su rey y su nación, cuando llegue el reflujo (sic) de los
l cuando el objeto de aquella es un hombre. Este hombre era el ministro ejércitos hacia el interior?... Desde el mismo momento en que ya no
de Estado, Manuel Godoy; y la causa de este odio se fundaba en gue
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era el amo de España, por ser amante de la reina, tal vez a sabiendas
tengan enemigos que combatir en las fronteras, esos ejércitos serán sus
árbitros y no pueden desear más que sembrar la discordia, derribar todos
.\ de Carlos IV, al que, cuando menos, le resultaba muy cómodo dejar los estados y todas las autoridades establecidas, desquiciar a Europa ... "
'I en manos de su ministro todas las preocupaciones del Estado. Esta situa- Que tanto el Directorio como la Convención (a la que aquél sucedió a
! ción h~bía de durar quince años; y en todo este tiempo, la nación la fines de octubre de 1795) temían el. creciente poder de los generales, lo
aborreció con un sentimiento universal, como podía serlo en una sociedad &JD.uestra el hecho de que asociasen a ellos, en los ejércitos, a un co-
en la que burocracia y ejército formaban un solo cuerpo con la masa, con misario que los vigilase. El rápido fracaso de tal institución prueba
públicas y temibles crísis de violencia. Contra una guerra que había sido que. dichos temores no eran infundados. Sin embargo, la fuerza militar
acqnsejada y era dirigida por el favorito, no tardó en alzarse una oposi- y la victoria seguían· siendo necesarias, desde el momento en que se de-
ción que pronto se hizo peligrosa. Pero Godoy era hábil en los cambios claraban· intangibles "los lílnites ·constitucionales", que comprendían la
de frente: el 24 de julio de 1794 entabló negociaciones con la República. Bélgica incorporada a la República, el 1 de octubre, e integrada por
fueron largas, porque a Ios problemas franceses se unieron los de nue:v.tr departamentos.' Además, la orilla izquierda del Rin era reivindi-
Itaµa, los de ·Portugal y los de América; y la Convención se mostraba cada· con energía por un partido poderoso, ·que veía en el "sistema. del
exigente. Comprendió, por fin, que se podía sacar partido de Espafla, Rin'~:.eL·objeti:vo 'Y Ja -culminación de 1a política revolilcionaria. Sus ¡efes
sfu necesidad de imponerle condiciones abusivas. El 22 de julio de 1795, fueron;: en:Renania, -.el ..gen:enil 1foche,·y, en París, el abogado alsaciano
Barthelemy e Iriarte firmaron la paz en Basilea. Fue una paz casi blanca. Réubell; uno. de lbs Cinco directores y el más prestigioso en cuestiones
con la tínica condición de que la República se anexionaba. la .parte espa- diplomáticas,. ho¡µbre de. carácter firme e inteligencia vigorosa.
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LUC~S
I!
876 TOMO I.-REVOLU~,!ON FJ}ANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
IJl.-LAS DE í-A REYOLUCION 8TJ 1;
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En torno a Francia, q]Je ha~ta e.ntonces estuvo totalmente aislada, tantas veces reanudados y jamás ~er:miJ.iados ; ni la esterilidad de las re-
i~a efectuándose un agrupa¡nientp. La alianza de la República de Bata· gio?-es abru~tas siempre secas. Pqro er~n célebres algunas de sus explo- 1

via era un hecho, al que ep. agqsto de 1796 había de sumarse el acon- tac10nes agr1colas, las sedas de Eiamo11te, el arroz de Lombardía y las 1
tecimiento, más sorprendente aúii. de la alianza con el Borbón español: frutas de Toscana. Génova, con ~u bol¡;a y el Banco de San Jorge; Ve- :l
En efecto: en todos los frejJ.tes de su diplomacia, el Gabinete de Madrid
adivinaba peligros 'que su jlislawiento no le permitiría evitar. En Amé-
necia, con sus instituciones de cr~dito y su cequí, que servía de moneda
internacional en todo el Orient~; y Liorna, con la actividad de sus

rica se trataba de Ias con\inuas _usurpaciones de los negociantes ingle- banqueros judíos, eran importantf;s 'plazas financieras. Por el Mediterrá-
1
ses ; y del tratado de J ay¡' conc;ertado por Inglaterra, en noviembre de ne~ se. exportaban, en gran can(idad, • productos textiles y géneros co- :l
1794, con los Estados Uitidos. Portugal deseaba hacer la paz con la lomales de Génova, así como opjetoli de lujo y cristales de Venecia.
República; y, siendo el regente yerno de Carlos IV, y habiendo sabido Aunque ya hacía mucho tiempo ql.le los diversos estados habían tomado 1
i 1
granjearse, por el momen(o, el favor de Godoy, se le ofrecía aquí a cart~s en este asunto, el públicc? segµía creyendo que el producto de '1
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España un papel de medi~dor. En Italia, los éxitos de Bonaparte im· los impuestos pontificios de toqa la;' Cristiandad afluía a Roma. La ! ¡

ponían una misión análog~ en ,favor del papa y del duque de Parma, Península deslumbraba a los vfajero~ extranjeros con un asombroso
hermano de la reina. Incl~so ep. Madrid, Godoy, que pronto se había despliegue de riquezas, orfebrería; obj~tos de arte y antigüedades. Desde
vuelto a hacer impopular, 'sentí~ la necesidad de un apoyo exterior; y, tfompa inmemorial, el invasor s~ vení)l sintiendo tentado por una opu-
volviendo la mirada a París, ini<;iaba la política de ayuda francesa, que, lenc1~ q,ue la fama exageraba cop.side{ablemente, y por aquellos tesoros
había de conducir a la hecatombe de 1808. Casi simétricamente, el que mellaban al saqueo. Animad a poi: Thugut, Austria, en crisis finan-
0

Directorio deseaba asegurarse en América la Luisiana; en la Península, ciera casi crónica, con sus arcis vaéías por una guerra que duraba
dar impulso a su política comercial; y, en las costas italianas, conquistar ya cerca de diez años, con su base pe partida dispuesta ya en Lom-
la preponderancia marítima. Tras unas negociaciones muy enrevesadas, bardía, volvía los ojos hacia aqÚ..eUas tcompensaciones". En Francia el
se llegó (18 de agosto de 1796) al tratado de alianza de San Ildefonso, Comité de. Salvación pública había · recomendado, en septiembre ' de
que implicaba colaboración militar y garantía recíproca con respecto a 1793, la explotación a fondo de los países ocupados, así como el me-
las posesiones. -..
tódico traslado de sus riquezas a Francia. El Directorio, que ya había
Por su parte, Pitt hacía grandes esfuerzos para compensar la" defec-
ción de Prusia, mediante un concurso más efectivo de Rusia y una ac- sufrido sucesivamente los efectos :; de la inflación y del retorno a la
ción militar más vigorosa de Austria. En mayo de 1795, Thugut pro- moneda metálica, había de considerar la guerra ultramontana como una
metió 200.000 hombres para aquel año, a cambio de un empréstito de operación financiera de primer orden.
Menos cercanos a los intereses terrenales, aunque no totalmente des-
4.600.000 libras y mutua garantía territorial. A esta última estipula-
ción, que se refería a todo .lo que cada uno de los firmantes hubiera prendido de ellos, era el deseo que se manifestaba en Viena y en París de
podido ocupar hasta el día de la paz, se adhirió también Catalina, por influir en el papa como jefe espiritual. En los Estados austríacos no
el tratado triple que se firmó en San Petersburgo, el 28 de septiembre había acabado la querella del josefismo. En 1790, ·Leopoldo se quejaba
de 1795; se comprometía.ª proporcionar 30.000 hombres y tenía ya de l~ corte pontificia, que "ha enarbolado públicamente y sin reparo la
unos diez barcos en el mar del Norte. En el país renano y en el ger- bandera negra contra mi familia y contra mí", y que combatía la in-
mánico, la zona de acción militar estaba extraordinariamente reducida fluencia habsburguesa en Hungría, Polonia, Alemania, Bélgica e Italia.
por la neutralidad de la Alemania septentrional. En cambio, en otro En Francía, la crisis religiosa resultaba cada vez más pesada para la
campo de operaciones, el de los Alpes, adquiría nueva importancia, de vida nacion~l. Algunos dirigentes, principalmente La Revelliere, Reu-
lo que Thugut se regocijaba, pues de Italia y del Mediterráneo esperaba bell y también Barras, deseaban la descristianización, tan violentamente
posibles beneficios. Ya el tratado que firmó con Rusia, el 3 de enero de como la habían deseado los Exaltados. De la invasión de Italia esperaban
1795, preveía que pudiera obtenerlos a expensas de Turquía y de Ve- la ruina 1de la Santa Sede; y este fue uno de fos objetivos principales de
necia. Ahora bien: en aquel mismo teatro entraba en escena Bonaparte; 1á. marcha sobre Roma, ordenada a Bonaparte: "Haréis que se tam-
y este también tenía sus apetencias. -· balee la tiara del (sic) pretendido jefe de la iglesia universal." Otros,
Que Italia inspirase codicias no es de extrañar, pues tenía fama de como Carnot y Le Toumeur, prestaban oídos a las sugestiones de Ca-
rica. No es que se ignorase la miseria del Sur, con los inmensos latifun~ cault, que, hombre entendido en estas cuestiones, aconsejaba se pusiera
dios incultos de los barones y fa abrumadora maraña de derechos feuda- la influencia pontificia al servicio de la República tanto en el interior
les; la pobreza de los estados pontificios, con sus trabajos de desecación como en el extranjero. De este carácter son las instrucciones a Bona-
878 TOMO I.--REVO¡:_UC!Ol'l FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO lll.-LAS LUCHAS DE LA REVOLUCION 879

parte, del 8 de agosto d,e 17Q6 : imponer a Pío VI "rogativas públicas la disciplina poco rígida y en el saqueo, tanto como en la ofensiva-rá-
por la prosperidad y el éxito de la República francesa". pida y feliz. Desde los primero~' días, marchas agotadoras y vi:ctorias.
.Italia solo podía ofrecer muy débil resistencia al pillaje y a la suje- Los austríacos fueron derrotados en Montenotte, la primera batalla na-
ción, Sus diecisiete millones de habitantes proporcionaban pocos s_olda- poleónica (12 de abril de 1796). Separados de sus aliados, los sardos se
dos: 30.000 napolitanos 'Y, en'la práctica, otros tantos piamonteses, apro· replegaron; y el 28 firmaron el arrnisticio de Che:rasco. El 15 de mayo
ximadamente; y, estos últimos, pese a su verdadero valor militar, can· de 1796, en París, concertaron l.fi paz: Niza y Sabaya fueron cedidas
sados por una larga guerra en plena montaña. Algunos Gobiernos se a Ja República ; y las fortificaciones de los grandes puertos alpinos serían
mostraban enemigos declarados de la Revolución; en primer término, desmanteladas. De tal modo, las media-brigadas tendrían, en lo suce·
los Barbones de Nápole~. Fernando IV, y, sobre todo, su temible esposa, sivo, el paso libre para bajar a las llanuras italianas; y éstas volvían a
Maliía Carolina; el papa, de.spués de Basilea, ·~abfa rechazado despee· su destino tradicional de territorfo abierto a los dos adversarios, ae zona
tivamente la mediación espaíj.ola. Pero Turín esta~a cansado; Venecia de nadie. en la .que se puede gl,ierrear, sin miramientos, y saquear sin
ha\:!fa proposiciones, G~nova se aferraba ,a su neutralidad y Toscana tasa. En manos francesas, el reijio de Víctor Amadeo III quedó como
se, 1,1.abía esquivado de la co¡ilición. Los intelectuales estaban divididos garantía política y tierra de explptación. Pero Bonaparte, atravesando
y, ·además, eran íncons\antes: Ya con anterioridad1 a 1789, algunos de el Po y el Adda, había entrado ya en Milán. Parma y Módena firmaron
ello¡; protestaban contra la tiranía del pensamiento. y de las letras fran- armisticios el 9 y el 17 de mayo; los napolitanos, en Brescia, el 5 de
cesas. Los acontecimientos políticos los exaltaron: Monti celebró el ~se­ junio; y la Santa Sede, en Bolon,ia, el 23. Con esta seguridad por el Sur,
sinato de Bassville en Roma, y Alfieri compuso los sonetos galófobos el ejército pudo dirigirse hacia Austria. Mantua le cortó el paso. Co- ._:_,..
del. Misagallo. Otros pocos, ~bre todo napolitanos, genoveses y milane· menzó un sitio que duraría seis meses.
se.s, profesores y leguleyos, a,cogían bien las nuevas ideas. El clero era, A medida que ascendía su ¡!strella, Bonaparte iba tomando en las
por instinto, contrarrevolµcionario. Las tendencias antirromanas, m~­ relaciones internacionales el car;í.cter de factor aparte del Directorio, y
fe'stadas en Toscana, en 1786, por el sínodo jansenista de Pistoia, fueton cada vez más independiente de él, En el mismo París su influencia cre-
sofocadas por la acción pontificia. En cuanto a las de las universida¡ies cía con cada victoria. Se chismotreaba que las finanzas gubernamentales
lombardas, había de ser (he~ho paradójico) la invasión jacobina la que no se m~ntenían sino gracias a las contribuciones de guerra que él en-
les privase de su mejor tlpoyo, que era el de Austria. El pueblo bajo ví;iba. "Vosotros hacéis con vuestras bayonetas cien veces más nume-
se mostró capaz de org!lnizar temibles sublevaciones contra;unos libe· rario que nos~tros con todas las leyes de hacienda imaginables", escri-
radores demasiado galantes y saqueadores: pero Ja propaganda jacobina bía La Revelliere. Al Museo llegaban convoyes de cuadros y estatuas.
Je dejó frío. Por lo demás, si existe en el plano político un rasgo verda- La tribuna de los. Co~sejos, el Diario de Defensores de la Patria y toda
deramente común a poblaciones muy diversas, aisladas por el sist(!ma la prensa daban d1fus1ón a las cartas que el triunfador dirigía al Gobier· -1··
geográfico, Jos dialectos y el espíritu de campanario, es, desde luego, la no y publicaban sus proclamas al ejército. El estilo no tenía aún la "
docilidad a los poderes, un indiferente poder de adaptación nacido de soberana energía que adquiriría más tarde; .pero era ya el de un amo.
antigua prudencia; y una especie de modestia ante Jos problemas inter- En Italia no había más que abrir los ojos para ver a quién iba pasando
m¡.cionales. Mme. de Stael había .de comprobarlo: "Se trata de una na- el poder. Las tropas, que desde el 20 de mayo se hallaban a media
ci6n tanto más acogedora para Ja distinción literaria cuanto que jamás p~ga en numerario sólido, y a las que no se tiraba demasiado de las
p6P,rá vanagloriarse de .conseguir otra alguna... Si se precisa una hora de riendas, halagadas y mandadas ·a la vez, empezaron a no hacer caso
atención para gobernar a Francia, cuatro minutos bastan para gobernar más que a su general. Aquellas tropas se convirtieron en las más fuertes
a Italia." de la República. Agobiando al Directorio con sus. peticiones de refuer·
zas, Bonaparte, que en junio de 1796 tenía en filas .. unos 46.000 hom-
Bonaparte llegó de Savona a primeros de abril de 1796. Su plan bres, llegó a .tener 65.000 en abril del 1797, habiendo conseguido, en
Y: su doctrina de guerra habían sido largamente meditados y madurados. particular, 30.000 hombres retirados del Rin. En el verano de 1796 se ·
En cuanto a Ja preparación de su ejército, hizo cuanto pudo, que no vio que los comisarios de ejército puestos a su lado por el Directorio
fue gran cosa. Toda aquella campaña, por no hablar de las siguientes, retrocedían ante su ascendiente. El 25 de octubre les quitó, de un plu-
iba a ser una improvisación material de cada día, una serie de combi- mazo, la administración de Lombardía, y el 6 de diciembre el Gobierno
naciones y de expedientes. En realidad, el joven general se ganó bien el suprimió tal institución. En fin, hasta en las negociaciones diplomáticas,
sobrenombre de "improvisador de la victoria". (REINHARD). Pero el se adivinaba cercano el día en que Bonaparte sería el único que contase.
ejército, audaz, ágil y despreocupado, se complacía en la aventura, en En Cherasco y en Brescia no consultó a nadie para firmar. Ante una
880 TOMO I.-REYO.L.UCION FRANCESA E IMl'ERIO NAl'OLEONlCO lll.-LAS LUCW.S o,¡::; LA RE':IOLUCION ss1
reprensión de los directqres np tuvo más remedio que dejar a los comí· fuera un. asilo Rara ias letras y el pensamiento sereno, ejerciendo en
sarios del ejército que di§ciitiei·an con la Santa Sede; pero entonces triun· ella una influencia que compens¡iba la del Habsburgo en el Sur, Wurtem-
faba con su fracaso. En ·.este t~rreno, como en todos los demás, se eman- berg Y Baden, lo mismo que P_rusia, .habían salido de la coalición (agos-
cípa~ía rápidamente; y la. paz de Austria sería la paz de Bonaparte y to Y octubre de 1796), despue~ de algunas victoriosas campañas fran.
no la del Directorio 1 y. t~ndrí~ su eje en Italia y no en el Rin. ce_sas .. Austria veía con dis~sto :aqueUos. progresos de Berlín ; y sus pole-
Desde agosto de 1726 a ~enero de 1797, cuatro ejércitos austríacos mistas, tales c?i::1,º Juan Muller1 den~nciaban la paz prusiana de Basilea
desfilaron, sucesivament~. tratando de romper el bloqueo de Mantua. como una . tra1c10n al Imperio. Francia podía aprovechar tal resquicio (
Los cuatro fueron derrptado~. el último de ellos en Rívoli, ei 14 de p_ara mane1ar a Thurgut, ya aqienaz?.ndole con entenderse con los pru- l.
1
enero de 1797. El 2 de~febr~ro. Mantua capituló. El 10 de marzo, Bo· sianos (a lo que estos se negaron), 'Yª ofreciéndole excluirlos de todo i':·
na.parte se dirigió hacia el Este, con las miras puestas directamente en beneficio en el Rin (lo que ace1)tó). ¡·,:,
Austri,a. A primeros de¡ abril, llegó al paso del Semmering, y el 18 de En Italia, FraD;ci~ consolid~ba ~u posición para que esto pudiera
abril de 1797 se firmarpn e1{Leoben los preliminares de paz. pesar en las negocrn·c10nes. El .10 d~ octubre de 1796 había concertado r:··
Conclusión rápida e inesperada para muchos; pero, de haber con· con Nápoles una pa~ b_enigna; lj el ~ de noviembre concluyó con Parma ¡. -,
,e\
<U tinuado la lucha, los tj,esgos' por una y otra parte resultaban mortales. º.t:a más dur~. ~n ¡uruo de 17~7, Q~nova se constituyó bajo su protec- \''
t·»
Bona.parte estaba comp!etamµnte en el aire, en esa situación en que un c10n ~n Repubhca d~ Liguria. ::con jla parte de Lombardía cedida por
fracaso local puede de~enca~enar el desastre. En la capital austríaca A~stna, Bona.parte hizo la re¡:¡úblic~ Cisalpina (mayo 1797), a la que L''
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amenazada, la gente hlÍía, pi;.esa de pánico; el Banco de Viena cerraba uruó a Mó~ena, ~ornada por lqs arn;¡as a su duque, y Ferrara, Bolonia i·'..
sus ventanillas, las turbas SQ dirigían contra el hotel de Thugut, y "el ~ .Ja Romana qmtadas al papq, con Ancona, por el tratado de Tolen- ¡·· __ -

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espectro de la revolucilSn" amenazaba ya, desde las primeras cargas de tmo, de ~9 de febrero de 1797. El 1§ de mayo de 1797, pretextando un
los húsares franceses. Por otra parte, a los dos adversarios se les ofrecía levantamiento en Verana, se &presijró a ocupar Venecia, víctima que
una solución ventajosa, c·onsistente en ponerse de acuerdo, a expensas de había de ser sacrificada en aras de la· paz.
un tercero, que era Venecia. No hemos olvidado que Thugut soñaba Esta paz, que se denominq de Campo-Formio, se firmó el 18 de
_) con esa "compensación". Bonaparte, desde primeros de abril, había oct~br~ de 1797. De los despoio11 de; Venecia, el Habsburgo recibía los
tenído buen cuidado de ir atirantando sus relaciones con Venecia. Por terntonos del este del Adigio. b misma Venecia, Istria, Dalmacia y Cat-
tanto, sí en Leoben renunció el emperador a Bélgica y a Lombardfa, ' taro. En compensación de sus concesiones renanas, se anexionaba a
recibió, en cambio, Dalmacia, Istria y la parte de tierra firme limitada Salzbur~o. Pero, e~ t~tal, la bah¡nza resultaba desfavorable para él, ya
por el Po y el. Oglio, desp~jos todo ello de la República Serenísima. que. c~dm sus provmcia_s belgas. s~s pequeñas posesiones a Ja izquierda
En cuanto a la orilla izquierda del Rin, el texto, contradictoriamente, del Rin Y la Lombardia (reconocida como República Cisalpina, y que
proclamaba la· integridad del Sacro Imperio; y reconocía las fronteras Bonaparte s~ !lpresuró a. redondear con los países ex venecianos del
francesas, "decretadas por las leyes de la República", lo que parecía oeste ?el Ad1gi~). Ren~nci~ndo_ a la integridad del Sacro Imperio, le re-
referirse a las anexiones de 1793. co~ocia a Francia la onlla 1zqwerda del Rin, al sur de una línea que iba
Aquellas cláusulas renanas eran débiles; y, en París, el "partido del desde el río, por más abajo de Coblenza, hasta Venloo, en el Mosa. De
Rin" se indignó por ello. Pero podía reforzárselas en las conversaciones este modo, Campo Formio compensaba las insuficiencias de Leoben.
q11e habían de transformar los preliminares en paz. Tales negociaciones Del imperio marítimo veneciano, la República recibía a Corfú, Zante y
se celebraron en la región de Udine, y fueron esencialmente llevadas las demás islas Jónicas.
por Bonaparte y Cobenzl, ambos tenaces y duros. Lateralmente, Aus· Las adquisiciones belgas y rcnanas de Francia eran enormes Las
tria intriga•ba en París, aprovechándose del desacuerdo entre Bonaparte y Victorias. ~e Italia .c,oronaban P.ºr fin el avance tenaz y sangriento ·de la.
Reubell, y de las negociaciones francoinglesas entabladas en Lila. Pero Revoluc10n. Tamb1en era considerable la expansión al otro lado de los
el golpe de Estado del 18 de fructidor, apoyado por Bona.parte, atenuó el Alpes. Resultaba expuesta y comprometedora, sin duda alguna; pero ya
desacuerdo y rompió las negociaciones. Bona.parte, para sostener el "sistema italiano", cuya política naCional
En las discusiones sobre la orilla izquierda, Viena se presentaba entorpecía, empezaba a contar con la fidelidad de la victoria. Además
' _____:.1 para justificar su implantación en la Cisalpina, podía invocar el prin:
como adalid del Imperio y de Europa; pero tal pretensión chocaba con
la cr~iente importancia de Prusia. Esta, parapetada en una neutralidad, cipio revolucionario de la voluntad de los pueblos, ya que la dominación
que hizo más firme por un convenio del 5 de agosto de 1796, alardea- fra~cesa, por dura ~ue fues~,, les. autorizaba a pensar en un porvenir
ba de sustr,aer de la .guerra a toda la Aleroanía del Norte, como si nacional. Pero el rehen de M1Ian liberado, era Venecia sojuzgada. No 9e
RENOUVrN r.-56
i' 882 TOMO l,-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO ·-LAS LUC!lAS lJll LA lU'.VULUClON 883
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hil,bían tenido en cuenta los deseos de los¡ veneciaoos, como tampoco se zas de recuperar su ventaja. En 1800, dichas pérdidas llegan a 81 bar-
habían considerado los de lps belgas y 1os renaitos, que, en general, dos de línea (de los c¡iales 70 ;eran franceses o 1bátavos y 11 españoles),
seguían rechazando la anexión decretada ya por Fi:ancia en 1793, y que 187 fragatas y 248 sloops. As[, pues, a medida que el poderío fr.ancés
Campo Formio ratificaba, ' se extendía por el continente, el de Albión se afirmaba en los mares ;
'Al menos territorialmentf?, parecía haberse establecido un equilibrio Y 1~ se vis~umbraban las con~iciones generales que en la época napo-
continental. Las mir,'ldas se volvieron hacia Inglaterra.. leomca habm de presentar el duelo entre la tierra y el Océano.

¡1 Sin ~mbargo, Inglaterra no. estaba exenta de preocupaciones.


¡¡ V. EL ANT~GONISMO FRANCO·INGLES En tierra, sus tropas expepmentaban fracasos. Aún no habían com-
! !
1 prometido grandes efectivos ~n el, continente; pero cuando, en 1794-
La economía ingles¡¡. se a,daptaba a la guerra con flexibilidad, sacan- 1795, hicieron el excepcional ,esfuerzo de concentrar 35.000 hombres en
do buen partido de ella, Lá fabricación de armas y de uniformes des· Holanda, 6.000 perecieron en él desastre que se' produjo, las nueve déci-
tinados a las tropas b!itánieas o aliadas, el aumento de la marina. de mas partes víctimas de enferrn~dad y frío. En las Antillas, donde, con de-
guerra, el retroceso de l& co¡npetencia francesa en: importantes merc~Ldos trimento ~e la guerra.en Eurqpa, h,abía Inglaterra trasladado la mayoría
europeos, estimulaban a la industria. Entre 1785 y 1797, la producpión de sus disponibilidades militares, sufrió un grave fracaso. Los colonos
de hierro se duplicó; y aún había de volver a quplicarse en los ocho franceses de Santo Domingo., ~premiados ya, en 1791, por la sublevación
años siguientes, llegando eij 1805 a las 250.0oo: toneladas. Al fin se de ~os. esclavos: y animados, adeJlfáS, desde hacía mucho tiempo, por
producía el gran arranque '.del capitalismo industrial, preparado en el sentinuentos mas o menos separatistas, habían apelado a las tropas bri-
transcurso de década~ prei;edentes y desencadenado por el conflicto tánicas en 1793. Diezmadas 'por la fiebre amarilla y los ataques de
europeo; y la economja inglesa iba a tomar considerable ventaja sobre Toussaint-Louverture, las casac&s rójas se embarcaron para Europa, tras
la del continente. El cqn:¡ercio colonial prosperaba; los productos extraí· haber sufrido enormes pérdidas.
dos de las Indias occil:lentales aumentaron en valor de 4.180.000 Übras
en 1791, a 5.410.000 eq 1798. Pese al cierre de los grandes mercados La, rnis~a Royal Navy causó ~erias inquietudes. Su administración
continentales, las exportaciones de productos manufacturados o colo- resulto med10cre; y el alto m.ando ·tardó en organizarse. Entre los gran-
niales vinieron a mantenerse aproximadamente lo mismo, -mediante el des almi~antes del si~o xvm. y la generación de los Nelson y los J ervís,
tráfico directo o el contrabando. En 1792, el tonelaje total que salió se produJ? una es.pec1e de hiato. Las tripulaciones es.taban mal pagadas
de los puertos fue de 1.560.000 toneladas ; entre 1797 y 1799, de tone- -19 chelines al mes-; se las trataba con dureza, se las reclutaba por
'ó i ladas 1.250.000 por término medio, y en 1800, de 1.445.000. el revolucionario procedimiento de la "prensa", y comprendían un 10
por 100 de extranjeros y un 10 por 100 de irlandeses, no muy seguros.
j El elemento primordial de tal prosperidad era la marina de guerra,
que garantizaba la seguridad militar. triunfo indispensable para Ingla- En la primavera de 1797 se produjeron algunos motines araves. Los cor- •• , r

terra. La marina de guerra era la que en las colonias acumulaba fructí· sarios Y las fuerzas regulares enemigas hacían mucho d:ño. Una íncur-
1 sión francesa por el Atlántico capturó 70 "mercantes", y otra se apode-
' feras conquistas, como las Antillas francesas en 1794; el Cabo holan-
ii dés, en 1795; y la Trinidad española, en 1797. De 1794 a 1795, sus ró de todo un convoy de Levante., con 31 velas, lo oue conmovió extra·
tripulaciones· aumentaron de 85.000 a 120.000 hombres. Las pérdidas tordinariamente a '1a City. Los navíos de Su Majestad tuvieron que dar
eran escasas, porque en el mar el material humano es reducido, y una ,1
escolta al comercio, tarea interminable y poco grata.
franca superioridad de tiro y de maniobra economizaba mucha sangre Tampoco el bloq1;1eo .d~ las costas enemigas era labor agradable para
ínglesa. Para poner un ejemplo posterior, pero de importancia, diremos 1 la flota Y causaba mil dificultades al Foreign O/fice. Lo justificaban las
que en Trafalgar los vencedores tuvieron 449 muertos, por 1.028 de los concepciones mercantilistas, o sea impedir que el enemigo exportase su.>
españoles y 3.370 de los franceses. En todos los grandes combates, la prod,uctos y que recibiese materiales estratégicos e incluso trigo. Pero a
flota, sin llegar a destruir la potencia naval contraria, obtuvo ventajas trayes de las mallas se filtraban muchísimos barcos, y además protesta·
sobre ella. El 1 de junio de 1793, en los mares de Bretaña, derrotó a ban los neutrales. Inglaterra se incautaba de sus barcos en nombre de
1: los franceses (que, sin embargo, consiguieron pasar su convoy de trigo); su Rule of the war de 1756; pero ellos sostenían que el pabellón cubría
"ji el 14 de febrero de 1797, en el cabo de San Vicente, a los españoles, a la mercancía: y negaban el derecho de visita que se arrogaba la Navy
1
los que tomó cuatro navíos; el 7 de octubre de 1797, a las bátavos en para recuper,ar sus desertores y a;>mprobar la naturaleza del ca'I'gamento.
:Camperdown, capturándoles siete barcos de línea. Las pérdidas infli- Al frente de los adalides del derecho íntemacional, se situaba Rusia.
i'1i ;gidas al adversario eran tales, que éste no tardó en perder las esperan- Era más o menos aliada de Inglaterra; pero su sistema tradicional, lógico
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884 TOMO 1.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPEBJO NAPOLEJNICO

en una potencia completa1.11ente continental y que entonces poseía sólo


!ll.-LAS LUC\!AS DE LA REVOLUC!ON

en diciembre de 1796, los 45 t¡avíos de Roche, que conducían 15.000


885
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25 navíos de línea, era el· de sostener, con toda exactitud, los derechos hombres, no hubieran sido di!ipersados por la tempestad, tal vez se il¡ !··_>·.:
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de los; neutrales. En 1780 habí~ proclamado la inmunidad del pabellón produjera allí otra Vendée. Pero ·1os· irlandeses no vieron abordar más .1·.·.

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neutral. la inviolabilidad que é~te garantizaba, incluso para las mercan- que mil uniformes azules (agqsto c,ie 1798), que llegaron cuando el 1
1
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cías de los beligerantes ; y ~u derecho a fondear en las costas de los países levantamiento intentado en may9 bab.ía sido sofocado ya.
La escasez de importacione,s de víveres y las malas cosechas de !
en guerra. Suecia sostenía enérgicamente aquellas teorías ; Prusia les era
favoraible y, por tanto, po~ía fqrmarse, como antaño, una coalición nór- 1795 y 1796 produjeron. la catestía.. El pan, base de la alimentación
popular, subió a un chelín la ll,ogaz'l: de cuatro libras. Cierto que, des- '
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dica. Sin hablar de las rep~rcusipnes militares, esto hubiera sido un desas-
de 1795, l?s condados, especialip.ente los del Sur, .pagaban a los pobres 1
tre económico. Suecia con\¡:olab¡¡. una gran parte del mercado báltico. Los ¡·.·
navíos ingleses estaban ep. mayoría entre los 1.200 g_ue, en 1796, an- de solemrudad un complementQ ¡:le ,salario ; pero esta asistencia resul- f:.
claron en Cronstadt y en 'San fetersburgo, sobre todo, como comprado- taba insuficiente. Y, sin embargo, e.q 1803 sería el doble de lo que fue
res (en 1797, su "pasivo" fue de 14 millones y medio de rublos). Prusia en 1784, cons'llmiendo bajo múl,tiples formas· más de cuatro millones de
regulaba la salida de cereales polacos, vigilaba a Hamburgo, por el que libras. Las regiones índustriales: resuHaron muy castigadas. El desarrollo
los íngleses tenían un gran íntt;rés, que explica, en parte, sus miramien- intensivo de la producción atr'}Ía rn,~s que nunca hacia ellas las mul-
tos con respecto a Berlín; Ifa~ía que guardar también muchas conside- titudes de campesinos convertidos e:q obreros, a quienes la brusca evo-
raciones a los Estados Unido$, a causa del trigo que proporcionaban. lución de la técnica arrancab~ bn.iJalmente de su tradicional género
Los gastos militares iban iomando enormes proporciones. Costa?a de vida. La rápida expansión de las' fábricas creaba todos los días con-
100.000 libras votar un r(avío ¡ie línea. Con grave perjuicio del cambio, diciones de vida improvisadas, 'huras y de difícil adaptación, alojamien-
el dinero-subsidios a los a.lia,dos y gastos de guerra-salía a raudales to, comida, duración del trabajo y paro forzoso debido a las violentas
del. reíno: 8 millones de' libras en 1794, más de 11 millones en 1795. fluc~uaciones ~e. la economía P.e g4erra. ?n las masas populares de-
A la City, estrechamente relacJonada con la poderosa plaza de Amster- crec1a el mov1m1ento de lealta4 y x~nofobia que, a raíz de la declara-
dam, le afectó mucho la ocup.~ción de ésta por los franceses. En 1795, ción de guerra, los hizo alzar~e cqµtra los partidarios de la Revolu-
Pitt emitió empréstitos por qtsi 20 millones de libras. Los adelantos ción. A partir de 1795, solicitqdes, pítines de pobres de solemnidad y
hechos al .Estado por el Bancu de Inglaterra llegaron a 8.075.000 libras, de parados, reclamaron la paz,· ·
entre, 1795 y 1797; y el }3anco estuvo a punto de zozobrar. En 1796 Entre las clases instruídas se reanudaba la propaganda "jacobina".
tuvo que restringir las facilidades de descuento; y muchos· de los Coun- Pese a las leyes de represión, los manifiestos y los libelos se multipli-
try Banks que.braron. Las reservas en metálico dimninuían. En febrero caban. El Morning Chronicle, el Monthly Magazine, se inclinaban a
de 1797, un pequeño desembarco francés desencadenó un alud en las las ideas francesas. El Dictionnaire politique, de Charles Pigott, publi-
ventanillas para el reembolso de billetes. La reserva oro descendió a cado en 1795, no retrocedía ante el más violento sarcasmo. En enero
un millón de libras. El 3 de mayo, el Bank Restriction. Act dispensó al de 1797, Thomas Erskine, amigo de Fox, publicó su Coup d'oeil sur les
Banco de reembolsar. Los consolidados bajaron a 48. Pitt estabilizó la cawes et les coméquences de la guerre actuelle avec la France (Ojeada
situación, recargando los impuestos y gravando en un 10 por 100 toda a 'las causas y las consecuencias de la actual guerra con Francia), de
renta que excediera de 200 libras, logrando de este modo que los íngre- la que se hicieron 48 ediciones inglesas y 23 francesas. Erskine sos-
sos públicos subieran de 20.655.000 libras en 1797, a 35.230.000, en tenía que la intervención extranjera contra la Revolución era la verda-
dera causa del conflicto europeo y de su prolongación y que Inglaterra
1799.
Con respecto a Irlanda, existían preocupaciones muy fundadas. Des- no conseguiría la paz si mantenía su actitud de insultante desdén. Fox
preciando a su Parlamento fantoche, ejercían allí una oposición vio- y el duque de Norfolk se atrevieron a pronunciar brindis "por nuestro
lenta, aunque no concertada, los reformadores ulsterianos disidentes, Soberano, La Majestad del pueblo".
simpatizantes de la Revolución francesa, y los ca~pesinos c~tólicos, Las clases adineradas se alzaron, resueltamente, contra las conse-
que desconfiaban de ella, pero que detestaban el diezmo anglicano Y cuencias sociales de aquellas opiniones. En el jacobinismo inglés veían,
al terrateniente. Las escaramuzas, los incendios y las emboscadas esta- esencialmente, la reivindicación de los misérrimos: "La sociedad de
ban a la orden del. día. El verdadero peligro de un desembarco fran- estudios constitucionales-decía el Times del 5 de mayo de 1794-.
cés residía en aquellas costas irlandesas, en las que pocos hombres ha celebrado el viernes una reunión, en la cual se han pronunciado
hubieran bastado para hacerlo, y no en la misma Inglaterra'., d~nde l~ palabras par las que se debiera enviar a sus autores a Botany Bay.
Revolución no tuvo medios de introducir un verdadero e¡erc1to. S1, De las trescientas personas que asistían a esta sesión, no había más
·1 1
·I 886 TOMO I.-REVOLUqON FRANCESA E IMPERIO ÑAPOLEONICO 111.-LAS LUl:ltAS lJI! LA lWVULUClUU llll'/
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1
'/ ! de tres que poseyeran una fanega de tierra." Uno de los temas predi· .flota mercante y su sistema bancario. Entre el proteccionismo empírico J
al que de este modo se volvía, y el liberalismo económico, que repre-
Iectos de la caricatura antifrancesa, la de Gillray, por ejemplo, era el
saqueo y la insubordinación social, en los países ocupados por los sentaba una de las grandes conquistas revolucionarias, la burguesía ne-
descamisados. La gran liga antijacobina, que tenía su sede en la ta- gociante no apreciaba grave, contradicción. Los intereses de la indus-
berna "Crown and Anchor", se denominaba Saciety far preserving tria parecían superar a todos los demás, por sus repercusiones en el
ltberty and property against Republicans and Ifevellers. Cuando The equilibrio social. enjla march<l de la guerra e incluso en el comereio
1
True Briton aparecía :bajo el epígrafe "Nolumus. leges Angliae mutari" exterior. ·
se refería principalmeµte a la inamovilidad soci¡¡.l. Los motines de la Ya las tarifas de 1791, forzadas a respetar el tratado de 1786, in-
flota hubieran causadp, indudablemente, menos alarma si algunos de cluían en los límites de aqu~I cierto número de prohibiciones absolutas
lR,s levantiscos no hubj.esen constituído "comités". a bordo, si no hubie· de entrada, como para los hilos de cáñamo y lino, y los barcos en
$en declamado en estjlo nwolucionario y hablado de hacer un llama- general, al mismo tiempo que derechos elev(l.dísimos sobre los .paños,
miento al país de los Derechos del Hombre. lanas. muselinas, telas pintadas, etc. La guerra con la Gran Bretaña
Se adivina, por tanto, cuál había de ser el argumento opuesto proporcionó a los proteccionist;is la máxima libertad de acción: "Fran- -·~: ·. ·, :
a' toda idea de paz. Burk~ lo desarrollaría en sus Lettres sur la paix cia-declaró Barere-ha adquirido el derecho a sostener con sus ca-
avec le Directoire régfcfde (Cartas sobre la paz con el Directorio regi- ñones y sus bayonetas la anulación del tratado de comercio y la im-
cida), y, el 30 de di~icmbje de 1794, Windham declaró ante el Par- plantación de un Acta de :qavegación." El decreto . de 1 de marzo ele
lamento : "Tan pronto con;to se concertase la paz, los franceses circu- 1793 prphibió la importaciqn de toda clase de objetos fabricados ·irn
larían entre nuestros mendjgos, nuestros trabajadores y nuestros obre· países enemigos, lo que af~taba principalmente a los paños y tercip-
ros, para enseñarles la do~trina de la libertad y de la igualdad. Les pelos de algodón, bonetería, géneros de punto y algunas lanas. El 21
señalarían con el dedo los dorados palacios de los ricos, diciéndoles de septiembre de 1793, un Acta .de navegaci6n excluyó de los puertos
que era preciso saquearlos y destruirlos, en beneficio de los pobres.' nacionales a los navíos no fraµceses, o que no llevasen, al menos, mer·
1 "Si hacéis la paz: con, Inglaterra, ¿en qué situación se encuentra cancías de la misma nacionalidad que su tripulación; la tarifa de adua-
'' esta? ¿En qué situación nos encontramos nosotros? Inglaterra tiene to- nas habría de ser adaptada a las nuevas normas. La ley del 9 de
das sus manufacturas en marcha, porque no ha sufridQ' durante la octubre de 1793 proscribió ~odas las mercancías fabricadas o manufac-
guerra. El mar ha estado cubierto por los pabellones de sú comercio ... turadas en territorio británico: quienquiera que hiciera uso de tales ob-
' Con la paz, sus exportaciones se duplicarán... Todas las manufacturas jetos, s~ría inscrito en la lista de sospechoso-s y "castigado como taf".
¡ de Francia están paradas. El tiempo que Francia haya de emplear en El proteccionismo aduanero y el monopolio de navegación se combi-
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d'J
componer su maquinaria, lo empleará Inglaterra en exportar los objetos
fabricados por la suya. No tenemos .pabellón mercante... Hasta dentro
naban en un nacionalismo económico intransigente.
Cierto es que, más adelante. y sobre todo bajo la reacción termido-
de algunos años no nos será posible exportar objetos manufactura- riana, se suavizaron estos rigores. Pero en octubre de 1795, al ser .im-
,.,:I dos ... " Mangourit, autor de esta nota, dirigida a Reubell, no tenía la plantado el Directorio, éste mostró tendencia a volver a ellos. El aspec-
1 '.::abeza muy firme. Pero Barthelemy, mucho más sensato v de tenden- to económico de la política ext~rior adquiría, a sus ojos y a los de la
cia pacifista, escribía! por la misma época (1795) : "Cuando la gÚ.erra r· burguesía de negocios que le apoyaba, una importancia grandísima.
haya terminado, hemos de ver la inmensidad de recursos y artificios Era preciso procurar a la industria nacional una posición privilegiada
que empleará Inglaterra para llegar a impedir que nuestra industria dentro de Europa; y la victoria brindaba 1a ocasión de lograrlo. "Des-
se rehaga." de este aspecto, nada ha de serle imposible a la República fr;:mcesa,
' Este aspecto desde el cual se presentaba para muchos franceses que ha conquistado por las armas una importancia única; importancia
. la perspectiva de la paz, se explica, en parte, por los recuerdos que había que no tardarán en alcanzar también su navegación, su comercio y su
; dejado el tratado de comercio firmado con Londres en 1786. Cabría ÍJidustria." El autor de estas lineas, extraídas de un informe, redactado
discutir si este tratado fue tan funesto nara las fábricas francesas como en mayo de 1797, era el ministro de Relaciones Exteriores, Delacroix,
; se pretendía. Pero no se quiso considerar más que un balance con 53 espíritu presto a transformar en sistema aquella tendencia, y que pre-
ó 54 millones de déficit en 1787 y 1788. De entonces procede la idea paraba el plan de una verdadera colonización industrial de los países
-que tanto entorpeció, y durante tanto tiempo, las relaciones con In- vasallos, sobre todo de aquellos en que la industria estaba todavía
glaterra-de que era indispensable una protección contra la superio- poco desarrollada.
ridad que representaban para nuestros contrincantes, sus máquina,s, su La ocupación militar ofrecía los medios, muy discutibles, desde lue-
'--~:: j

888 TOMO r.-REY0¡:,uc10!'! FRANCESA E IMPERIO NAP(JILEON!CO Ill.-LAS LUCHAS DE LA REYOLUC!ON 889

go, pero a los que no siempre se renunció para cj.estruir las fabrica- la ley del 29 nivoso del año VI (18 de enero, de 1798) declaró que
ciones rivales. Para de~emba~razar a las sederías lipnesas de la com- debía ser capturado todo barco, al!nque fuese neutral, que transportase
petencia que les hacían: los telares de Constan.za, en agosto de 1796 mercancía inglesa. Pan¡ impecfü que los buques norteamericanos-a los
se ordenó a las tropas .de Of::Upación que enviasen· a Francia las má- que se apuntaba muy. especialrpente-fuesen a Liverpool o a Londres
quinas más perfecciona~as y destruyeran las demás, demoliendo, in- a tomar un cargamento que Juego introducirían, de modo fraudulento,
cluso los edificios. Con: respe.cto a los aliados y a Jos vasallos, el sis- en el continente, se cerraroR los puertos franceses a todo barco ex-
tema era el tratado de c;.omercio de cláusulas draconianas. De tal modo tranjero que hubiera tocado e11 Ip.glaterra. Quedaba libre el camino
se esperab,'!. conseguir d~ España, a cambio de los tejidos franceses, la para el bloqueo total, para el p.~l cqntinente.
lana necesaria para las· fábri¡;as de Francia y el dinero indispensable, Así, pues, el Gobierno bijtánko sabía que la paz no pondría fin
en el terreno monetario ; de ·Portugal, la compra de paños y la igual- a la lucha económica.; No ppclía ¡gnorar tampoco que la política del
dad con Inglaterra en n).ateri'.l aduanera ; de los Estados italianos, seda Directorio implicaba el mant~nimiénto de la ocupación holandesa por
para Lyon, trigo para \os dqpartamentos meridionales, quesos, arroz y Francia. En los medios parí~iepse~ de negocios no se disimulaba. La
la ~ustitución de los prqducto,s manufacturados ingleses por los de Fran- evacuación de la República 4e B~tavia y su independencia entrañaría
cia. En realidad, en tudos los mencionados asuntos, el Directorio no la caída de los patriotas y d~l paitido industrial, cuyos intereses coin·
consiguió gran cosa, s¡(lvo rpediante la paz que Bon.aparte impuso a cidían con los franceses ; llev~rfan 'al poder a la burguesía bancaria de
Panna, en noviembre d~ 17~:6, y que estipulaba importantes privilegios Amsterdam, que tanto dinerq había prestado al tesoro inglés y a la
aduaneros. Pero la ins~lació)J. en Bélgica y en Holanda ofrecía vastas City, y que inmediatamente yofverJa a abrir los puertos al tráfico por
perspectivas a los proyectos: de hegemonía económica. Allí se encon- el Támesis. En consecuencia, las' probabilidades de un arreglo entre
traba el arma decisiva·· contra la competencia inglesa. "Diez años de Londres y París eran verdadeKame11te insignificantes.
paz-predecía Sieyes, e,n ab¡·il de 1795-, con la posesión de Ambe- Sin embargo, se intentó l~ paz. Pitt no podía desoír las adverten-
res, del Escalda y de ~lessil}ga, y veréis a Londres y al Támesis más cias de las crisis internas.Er Piri;.ctorio, poco afianzado en el terreno
abatidos que por diez' años de victorias y veinte batallas ganadas." electorai. y combatido por !Os monárquicos, se hubiera visto con.so·
En estas comarcas, el Direciorio consiguió la prohibición de:· las mer· lidado por un tratado ventajnso, e incluso por unas negociaciones que
cancias fabricadas en Inglaterra. El 30 de enero de 1796, la obtuvo evidenciasen la mala fe del adversario. El 23 de octubre de 1796,
también en los territorios ocupados por Alemania; poco después, en los Ma1mesbury llegó a París ; mas esperó hasta el 17 de diciembre para
puertos belgas; y el 16 ele septiembre de 1796, en la República de Ba- presentar sus condiciones, que no eran aceptables; y emprendió el re-
tavia. greso el 20. La creciente tensión interior y el armisticio de Leaben
Leyes y tarifas aduaneras acusaban la orientación directoria!. El (que el 18 de abril de 1797 separó a Austria de la contienda) induje-
19 de terrnídor, del año. IV (6 de agosto de 1796), los derechos fueron ron a Pitt a reanudar las conversaciones. Se negoció en Lila, desde
calculados de manera que constituyeran un incentivo para una solida· julio hasta octubre de 1797. Pero la recíproca desconfianza era dema-
ridad continental contra Inglaterra. La gran ley del 10 de brumario ~tado fuerte. Por un lado, la mala voluntad del rey, de Grenville, y
del año V (31 de octubre de 1796), publicó una larga lista de mercan· de los antijacobinos a lo Burke; la de los capitalistas interesados en
cías que se "reputarían procedentes de fábricas ingle5¡a.s" cualquiera conservar las conquistas coloniales; la de los círculos de negocios,
que fuese su origen y que, por ende, estaban prohibidas. Su venta po· profundamente inquietos por la política directoria! de expansión eco-
día castigarse con la confiscación, una multa del triple de su valor nómica; la significativa ley del 10 de brumario del año V; y las pre-
y un encarcelamiento que podía durar tres meses. En las fronteras te- tensiones mantenidas por los plenipotenciarios franceses, de trastornar
rrestres y marítimas, los aduaneros quedaban autorizados para efectuar el tratado de comercio de 1786. En el campo contrario, existían temo·
visitas domiciliarias. El 10 de noviembre se impuso la fijación de una res ~or las posiciones comerciales adquiridas, especialmente por Ho-
marca distintiva en los productos de fabricación francesa, quedando landa, la voluntad de proteger la industria nacional; el trastorno que
obligados los vendedores a la demostración del origen francés y a su suponían los cientos de miles de desmovilizados a quienes habría que
justificación, mediante factura. En enero de 1797 se creó una nueva reintegrar a la vida civil; una anglofobia virulenta, o, por el contrario,
tarifa, que tendía a estimular las exportaciones. Después del 18 de secretos vínculos con Londres; las intrigas de Talleyrand, que se ocu-
fructidor, sobre todo, el Directorio la emprendió con los neutrales. Tra· ' paba a la sazón en los asuntos exteriores y, sobre todo, la inestabilidad
tábase ·de reprimir el contrabando que se hacía por su mediación, política. Cuando el 18 de fructidor del año V (4 de seotiembre de
sobre todo en las fronteras holandesas. Así, mencionaremos ya que 1797) el Directorio, sostenido por el ejército, aplastó a ia oposición
890 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICLI
!11.-LAS LUCHAS OE. LA !1.EVOLUClON BY!
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monárquica, deteniendo o eliminando a diputados y, atacando a los sacer- proveedores y. abastecedores d~ las tropas, quienes exigían que se 'man-
dotes y a los emigrados que habían vuelto a la patria, se produjo in- tuviesen y extendiesen- las ocupaciones de territorios, y que se' los explo-
mediatamente la ruptura en Lila (septiembre-octubr~). tase a fondo. . · ·
El 18 de octubre dé 1797, Austria firmó la paz de Campo-Forinio. Por otra parte, el !Directorio, después del 18 de fructidor, prosiguió
Inglaterra ya no podía hacer otra cosa que luchar, y luchar sola. Pero y extendió aún su política de hegemonía económica. Del sistema de las
su aislamiento duró prn~o. negociaciones comerciales con las potencias vecinas (que no ·había pro-
..
i ducido gran cosa) se \pasaba a la amenaza, a la presión directa; y se
"revolucionaba" a los satélite~ recalcitrantes. De este modo se llegó a
VI. LA SEGUNDA COALICION (1798) ver un fructidor bátavo y lo· menos cuatro crisis en Milán. Delacroix
fue enviado a Holanda para i'solicitar'' la exP,ortación de dós millones
En los pueblos de la Europa monárquica s~ había apagado todo de florines. Los tratados arrap.cados a la república Cisalpina, el 21 de:
entusiasmo contrarrevolqcionario. Muchos de los Gobiernos no esta- febrero de 1798, le impusier,on la obligación de sostener un contin-
ban dispuestos a entrar en liza. En Berlín, por ejemplo, el nuevo rey, gente de 25.000 franceses; la, entrega de un subsidio de 18 millones;
F¡ederico Guillermo I~. honrado y sensato, se mantenía tímidamente la limitación de sus derechos de aduana al 6. por 100 ; el empleo ex~
de' acuerdo con Haug'wltz, en una política de fructífera neutralidad. elusivo de los puertos franceses; la prohibiC~ón de dejar pasar nada
Pero el mundo temblcj,b¡i.. aún por la conmoción revolucionaria; y la por Génova, así como que s~ cer.i:ase a las zjiercancfas inglesas y qm(I
guerra continental no :Parecfa estar acabada totalmente. En Viena, en adoptase los principios del Acta fr:ancesa de navegación. Cierta presión
el partido de Thugut, ardía el deseo de desquite; y lo mismo ocurría económica no fue, sin duda; extr_aña a los -Votos, formulados por Ja
en Nápoles, donde con femando IV, María Carolina y su amiga lady ciudad libre de Mulhouse, d.e · ser anexionada. a la República, deseos
Hamilton, se reanudaba11 los armamentos y se mantenía la inteligencia que fueron satisfechos el 28 de enero de 1798.,
con Londres. · La intervención del Directorio en Suiza 'produjo gran revuelo en
En todas partes, la política violenta del Directorio mantenía un Europa, especialmente en Iii,glaterra, donde se manifestaba un cons-
sentimiento de inquietµd e inseguridad. Orgulloso de la victoria alcan- tante .interés por los asuntos helVéticos. Es absolutamente exacto que
zada por la "gran nación" y del cinturón de repúblicas hermanas que
los cantones ocultaban toda Ul}a organización de espionaje inglés, diri-
le rodeaba, y por influjo de los generales que habían sido_:los artífices
gida por Wickham; pero los franceses también tenían la suya. Ade.-
de sus triunfos, el Directorio endurecía aún más su actitud. Después
de haberlos introducido en la política, imitando a la Convención, a par- más, con ocasión de la campaña de Austria, les había sabido mU¡Y
tir del 18 de fructidor se hacía todo lo posible por limitar su actua- bien que la neutralidad suiza dividiese la ofensiva enemiga. En la paz.
ción, y especialmente por combatir su indisciplina y su espíritu de el Dkectorio exigió la expulsión de Wickham ; y Bonaparte concedió '~'.

independencia en las regiones ocupadas. "Podéis estar seguros-escri- la Valtelina a su República Cisalpina. Luego, en febrero de 1798.
bía el comisario civil Faitpoul-de que si vuestros generales reinan en bajo la influencia de Ochs y Laharpe, llegaron tropas francesas a "n;-
el exterior, serán siempre en el foterior ciudadanos peligrosísimos." generar" el país, y a publicar la constitución unitaria de la República
Pero el alto mando había conquistado posiciones demasiado sólidas en helvética, firmándose el 19 de agosto una alianza ofensiva y defensiva.
,¡,
la jerarquía de los poderes. Se veía cómo se iba realizando la predic- t· Los "tesoros" suizos, especialmefite el famoso que se escondía en las
ción hecha por RÓbespierre-mezclada con otras muchas, erróneas- " ·cuevas de Berna, fueron incautados, así como cajas públicas, fábric~s
en vísperas del conflicto: aquella en que anunció la dictadura militar. de moneda y montes de piedad, que proporcionaron diez millones. La
A veces se hace responsable de esta situación a Bonaparte, acusán- contribución de guerra aportó cuatro millones, a los que hay que aña-
dole de contagiar por el mal ejemplo. En realidad, los generales hu- dir unos seis millones en equipos confiscados ; en total, más de veinte
bieran llegado por sí solos a cansarse de la obediencia a los "paisanos" millones. Otro punto interesante de la ocupación de Suiza era el faci-
y a aspirar a la emancipación política. Lo explican la misma guerra, litar las comunicaciones con Italia. El tratado de alianza impuesto a la
la gloria de los triunfos, los inmensos servicios prestados a la patria República helvética, el 19 de agosto de 1798, la obligó a construir una
salvada. En cuanto a su afición a las fructíferas requisas y contribu- carretera en dirección al Simplón, y otra, desde Constanza a Italia, por
ii: ciones-que, por lo demás, compartían con los políticos-era, en cierto el Rin superior. El deseo de dominar el Simplón fue una de las razones
modo, consecuencia de la incertidumbre material de funciones mal re- invocadas para anexionarse Ginebra (26 de abril de 1798), cuya in-
glamentadas aún, y sin normas. La influencia de fos jefes militares se dustria relojera habría de servír, además, para hacer la competencia
ejercía, pues, con fuerza y en el mismo sentido que la de los insaciables a las fabricaciones similares de Inglaterra. Todo lo que ocurría en
892 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO Ill.--LAS LUCHAS i;_>E LA REVOLUCION

Suiza tenía demasiada resonancia para que no lo supiera Europa en d~struida p~r una derrota frru;tcesa en Egipto. Bonaparte hubiera po-
pleno y se escandalizar:a,. por eµo. dido d:spedir la flota que le pabía llevado y ponerla a buen recáudo
Fue en Oriente donqe volvió a estallar la guerra. Las guerras - de en T?lon o en Malta. Desde ~sta última base, sobre todo, desde aquel
desgaste llevan, generaln,iente, consigo la prolongación de los frentes ; r:fug10 c?locado en las mism¡is líneas de comunicación inglesas hu-
y Bonaparte llegó hasta Bgip~,o en busca del punto preciso para atacar biera podido molestar muchísinio a Nelson; pero Bonaparte la ma~tuvo
a In~laterra. A esta decfsión no fueron ajenas las consideraciones eco- en aguas egipc.ias. El 1 de a&osto de 1798, Nelson la sorprendió an-
nómicas. Desde que, en: 1774, la victoria sobre Turquía abrió ai co- clada en. Abukir y la destruyó; Desqe entonces, el ejército francés pare-
mercio ruso la navegaci9n d~l mar Negro y el paso de los Estrechos, ~fa perdid~, a~nque ya había conqµistado el delta. La diplomacia in-
una parte de la Europa cent¡:al :;e orientaba hacia el Sur y hacia los .,,lesa actu? ?!1!1ante~ente en Con~tantinopla, pues el 5 de enero de
puertos mediterráneos. y¡¡. sefbemos la importancia del comercio que 1799 consiguio la alianza; el 9' de septiembre de 1798 el sultán había
sostenía Marsella con h:¡s esq"¡i.las de Levante. Resultaban significativas declarado la guerra a la Repúb,lica.
la instalación francesa é,'n las" islas Jónicas y la insistencia con que el Le siguió Rusia. Catalina lr h¡¡.bía muerto, el 7 de noviembre de
Dire,c~orio sol.icitaba de Nápples ventajas comerciales. Una expedición 1796. De su sucesor, Pablo I, no sabemos más que las declaraciones
mantima hubiese puestq en wanos de la República la base de Malta, de los ~obles? de quien.es se qurlab~ y contra los cuales defendía a los
donde ya tenía preponderanqia, económicamente, y que los caballeros campesm?s, 1mprude~cra que' le _c;ostó muy cara. Le hicieron pasar
de la Orden de San Juaji de Jerusalén no estaban decididos a defender. por loco, y, ~~ realidad, su poltt¡ca extenor solía llevar el sello de
H~cía ya mucho tiempo: que Francia tenía sus miras puestas en el Bajo al~una excentnc1dad, aunque tamb,ién presentaba éxitos singulares, el
Nilo, adonde su cónsul_ en ~l Cairo la estaba llamando precisamente pnmero de los cuales fue Sl_\ 111ia~1za con Turquía. La influencia de
entonces. Y, por últimq, má~ allá de Egipto, se encontraba la India, Kotchubef, su ~rr:~ajador en. ~onstantinopla, condujo a Pablo a dar
a la que tal vez pudier,a lle~ar alguna expedición, y la India era una de l~do la tradicron de hostt.Udad ' y de conquista con respecto a la
fuente esencial de riqu~za p¡¡.ra Inglaterra. Si, al parecer de algún es- Sublllll?, Puerta. Obtuvo su re.compensa-ayudado por una buena con-
pecialista militar de nu,cstros días, semejante proyecto rayaba en locu- centracion de tropas en la fro.p.tera.;..el día en que se dio el asombroso
ra, Nelson lo juzgó eJ:1tonce~ "no tan difícil, ni mucho menos, como espectác1:1lo de 1:1na escuadra ·rusa anclada en Constantinopla, oficial-
puede éreerse a primer.a visia". Nosotros nos limitaremos a decir las ~ente bien acogida, y .que se, u.nió a una división turca, para expulsar
inquietudes que la ten~ativa-= francesa despertó en Calcuta. Talleyrand a los franceses de las. islas Jon¡cas. Los rusos se fortificaron en aque-
dio impulso a la avenfora egipcia, tal vez por tener allí intereses per- llas bas~s, que consoh~a_ron aún más por la alianza que consiguieron
sonales ; quizá por proteger la paz, alejando de Europa a un hombre del sultan, el 23 de d1c1embre de 1798. Se realizaba así uno de sus
que, en aquellos momentos, tenía necesidad de guerra. En efecto, en grandes sueños: el de instalarse en el Mediterráneo. Con respecto a
París, el vencedor de Italia se sentía ocioso, se desmoralizaba, era en· Eur?Pª" t;i~ , vez :1. zar pensase e~tonces en constituir una vasta liga
vidiado y temido. "Necesito marcharme-decía a Barras-. Voy a aca- ~e mspirac10n rehg10sa contra la impía Francia. Pablo profesaba una
bar por hacer que me detengan. Todas las noches sueño que estoy en el s~ngular simpatía por el catolicismo.; y, en 1797, había dotado esplén-
¡: l
11 Temple." El 19 de mayo de 1798 zarpó de Tolón, con rumbo a Ale- dídamente a la Orden de Malta, de la que, en octubre de 1798 se
f~,I: () jandría, llevando consigo a 40.000 hombres. hiz~ elegir Gran Maestre. En todo caso, hizo que -salieran tropas ;ara
¡g ; Egipto era posesión del sultán. Sin embargo, Bonaparte afirmaba !taha, refuerzo apreciable para la coalición; y, sobre todo símbolo de
¡j· 1
fµ i que, al invadirlo, no rompería con los turcos, pues el país se encon- 1~ participación de Rusia en las cuestiones occidentales. Esta interven-
l¡[I..¡- (·"·)
~. traba en poder de mamelucos reacios a su autoridad; y Selim III se c1ó~, retrasada durante tanto tiempo, había de ser en lo sucesivo muy
activa ; y muy pronto se convertiría en esencial.
I¡í: ·i'
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enteró, con satisfacción, de que, a su paso, la escuadra francesa había
tomado a Malta, nido de los viejos enemigos de la Media Luna. Pero
en Constantinopla no se ignoraba que Bonaparte proyectaba desmem- En Italia (como había de reconocer Reubell, el gran adversario del
brar el Imperio. Desde que ocupó Ancona y las islas Jónicas, no se "sis,t~maitaliano", en ~na ~emoria ji.Jstificativa redactada en 1799) la
recataba de decirlo. En el Peloponeso, los funcionarios turcos presen- pohtica francesa parec1a su1eta a un engranaje. Génova, proclamada
tían un desembarco francés ; en la abrupta región de Magna, los jefes en junio de 1797, Repüblica de Liguria, estaba totalment~ sometida'.
griegos. prometían a Bonaparte 35.000 hombres armados; y se canta- Para consolidar las comunicaciones alpinas, se ocupó Píamonte en
ba, con la música de La Marsellesa, "¡A las armas, hijos de Grecia!". junio de 1798. El rey abdicó en diciembre; y el país fue anexiodado,
La última probabilidad de una entente con la Sublime Puerta quedó en marzo del año siguiente. La República Cisalpina se hallaba agobiada
894 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO Ill.-LAS LUCHAS DE LA REVOLUCION 895

por el peso de las obligaciones contraídas con su protectora. Su presu- en enviados especiales, que no consiguieron más que repulsas Y eva-
puesto del año VI presentaba un déficit que pasaqa de treinta y tres sivás ; pero su insistencia daba la impresión de qu,e ~l reino se e~c.on­
millones de liras. Ni préstamos ni ventas de bienes nacionales eran traba amenazado de caer en un yasallaje tan econom1co como político. '¡
suficientes para pagar el subsidio prometido y calmar la avidez de los La derrota de Abukir fue decisiva. Cuando el mismo Nelson llegó
geneples o de los proveedores. En Milán, el elemento "descamisado" a Nápoles y confirmó que Bonaparte había caído en la trampa. de
Y ~os patriotas, que llegaban de todas partes, querían hacer de la E!lipto y prometió el apoyo británico, Femando IV, el 22 de nov1em-
Pen.ínsula una sola República italiana; y tramaban, por doquier, sus b~ de 1798, declaró la.guerra a la República romana. Sus tropas en: •::_-¡'

com~rometedoras intrigas. Militares y banqueros pr:edicaban la marcha traron fácilmente en Roma. P~ro, quince días· después., contraataco
contra los tesoros de Roma; y Haller, hombre de· negocios suizo, de- Championnet y volvió a conqui~t~r fa ciudad, continuando hacia N~:
clar<\.ba: "Esta Babilonia, P:híta de los despojos del Universo, debe ali- poles. Después de luchar tres dí~s en las c~lles (20-23 de ene:o)'. venc10
mentarnos y pagar nuestriis deudas." La opinión anticlerical, reanima· la valerosa resistencia del puebl9. Así nació una nueva Republica .her-
da ;a partir de fructidor, y muy fuerte en Milán, en los medios extre- mana, la partenopea, con su co*ejo ~e éforos, sus árboles de la liber·
mistas, hallaba magnífica; la ocasión para "derribar el trono de la ton- tad y sus reformas. · · • ,.
J ,, .
t ~-. . '
La Península entera estaba en manos de los franceses y e1 espmtu
El 28 de diciembre de 1797, en una algarada ocurrida en las calles de la Revolución encontraba eco en sus nuevas conquistas. En Nápo-
de ),loma, resultó muerto c:l general Duphot. El 9 de febrero de 1798, les, la joven República se apoyaba en la burguesía .m~desta, médi~os
un: 1cuerpo de ejército entraba en la ciudad, que desde 1527 no había y. sobre todo, gentes de leyes r¡.e.cesita.das e in~luso mdigente~; en JÓ- .
visto tropas extranjeras. '"El papa-escribió .Berthier al Directorio-no venes nobles hastiados de una e;nstencia mezquma ; en las logias masó-
se 'li;a movido de Roma, lo cual me estorba mucho." Se le trasladó a nicas y en l~s intelectuales, que se reunían en la Acaden::ia. de qu~i­
Fd41.cia: y, en agosto de 1799, murió en Valence. Se proclamó la ca. En Roma, algunos eclesiásticos, impulsados por sentl!mentos ¡an-
Rep¡lblica romana, con cónsules, tribunos y senadores, y en la que el senistas, que tenían estrechos víl)cµlos con el jacobi;:iismo, se adhir.ieron
P.º?~r ejecutivo recibió upa, fuerza muy significativa de las tenden- al régimen francés. En San Ped¡:o, se cantó un Tedeum en p:es~ncia de
cia~· que entonces se desarrollaban en Francia. Pero tales instituciones catorce cardenales. Algunos mi~r:qbros de la alta nobleza s1gmeron el
no ; ~ignificaban la indepe:qdencia, ya que el general que mandaba las
1
mismo camino; y la burguesía-abogados y médicos principalmente-:-
tropas francesas nombrab¡¡. a los funcionarios y ejercía, prácticamente, particip,6 en la nueva administración, buscando instintivament~ el med10
la 'autoridad política. Así, pues, el saqueo pudo llevarse a cabo con de emplear" los valores que en ella había. Tomaba cuerpo la idea de un
toc:j'a comodidad y a fondo. Hubo- también contribución de guerra; y gobierno completamente laico, liberado de la Cu~ia y de ~~ Ig~esía: Y
lu~go un convenio que imponía la entrega de treinta y cinco millones bajo la presión de los acontecimientos, el pe~samiento po}1t1co iba des·
de 1francos, el traslado a Francia de las colecciones valiosas, la venta de prendiéndose del pasado, en el amanecer del siglo que hab1a de ser el de .. "
-, ~

los' bienes eclesiásticos y las requisas sin control. "Se destruye hasta la cuestión romana.
las' ruinas", escribía Paul-Louis Courier. "El pa.pa-decían los roma- Sin embargo, Ja mayoría de la población era en toda Italia prof~n-
no~-nos tenía encadenados por los pies : y los franceses nos han echa- damente hostil a los giacobini. "Preferimos el yugo turco al frances",
do la soga al cuello." escribía un romano, mientras otro se lamentaba: "Sin visitantes extran-
1Nápoles se alarmaba por aquel descenso de los jacobinos hacia el jeros, sin embajadores, sin cardenales, sin pa:p&, ¿cómo se va a poder
Sur. Al odio dinástico y social que animaba a su gobierno, se añadía vivir en Roma, o más bien, cómo se va a comer?" El Transtevere se
el despecho de ver al extranjero instalarse en los Estados de la Iglesia, sublevó; las campiñas vecinas y las de Nápoles, e incluso _las de la
desde tanto tiempo atrás codiciados por él. También causaba inqllie- Cisalpina, se agitaban. A los intelectuales que seguían a los franceses
tud la presión que, en materia comercial, ejercía el Directorio. In- se oponían los que protestaban contra el robo de .obra_s de ~rt~, cua-
glaterra proporcionaba a las Dos Sicilias casi todos los productos ma- dros y antigüedades: los que aplaudían las tragedias ae Alflen. para
nufacturados que estas importaban; y poseía, en Nápoles, casas bien proteStar contra el apasionamiento por todo lo francés: los .que no en-
instaladas, perfectamente provistas y que estaban de moda en los me- salzaban la libertad cívica más que confundiéndola con la mdependen·
dios cortesanos y entre el público. Para hacer la competencia a tan cía política e incluso ya con la idea de una unidad nacional. Para la
fructífero negocio, el Directorio deseaba ventajas aduaneras; y había Península, la presencia de las tro¡>as republicanas no era más que la
tratado de obtenerlas, cuando Bonaparte negoció la paz con los ple- ocupación extranjera. . . .,
nipotenciarios napolitanos. Más tarde, delegó, con la misma intención, Austria tardó un poco en umrse a la coahc1on. En el congreso pre-
1 ~ '

1
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896 TOMO I.-REYOLIJCION í'RANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
lll.-LAS LUCIJAS Df;i LA REYOLUCION
897
visto por los tratados y c1ue s~ estaba celebrando en Rastatt, el empe-
rador negociaba con la Repúqlica las cuestiones alemanas ; y Cobenzl
esperaba recuperar el terreno perdido. Sin embargo, no por eso dejaba
Viena de conferenciar cón"Loncfres; y al presentarse Jos rusos de Suvorov,
en marcha contra Italia, les fu~ franqueado el paso. El 12 de marzo de
1799, el Directorio repliq) me~Há.nte un manifiesto de ruptura; y cuan-
do, el 28 de abril. por u~ i11cr~íble atentado contra el derecho de gentes,
unos húsares austríacos ·asesiqaron a los representantes franceses que
abandonaban Rastatt, an\lnció 'una guerra a muerte.
La mejor fuerza militar de la República se hallaba bloqueada en
Egipto. La ley de reclutamiento, aprobada el 2 de septiembre de 1798,
no engrosaba aún los ejércitos. El Directorio no tenía en filas más que BIBLIOGRAFIA
170.000 hombres, mientras los coligados contaban con 300.000. Ya se M. RE!NHARD: Le Grand Carnot. Pa-
presentaban en Italia los rusos, corpulentos infantes cuyos largos capotes rís. 1950-1953, 2 t. CORONEL CARRIAS: La Pensée milítaí-
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refluyeron hacia Génova y los Alpes. Afortunadamente para ellos, los u Dwectmre. París. 1951. A. M: GHISALBERTI: Glí Albori del Ri·
B. NABONNE: La Mémoire ¡usttf¡'catif de sorg1me11to italiano (1748-1815) R 0 _
coligados habían olvidado las lecciones, tanto políticas como militares, R~ubell au Directoire, en Revue d'His- ma, 1931. ·
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extensos, preocupándose más de ocupar territorios y de obtener garan- Tire c;ambridge History of the British 1748-1815). Milán, 1924.
tías que de aplastar a las tropas contrarias. Thugut, que preteñdía que- Empire, t. Ir (1783-1870) Cambridge
1940. . ' C. ZAOHI: Bonaparte, il Direttorio e ¡{
darse como único dueño de Italia y alejar de ella a los rusos, consiguió f~~tema polirico del/'lralia. Ferrara,
que Suvorov subiese a Suiza. Inglaterra se preocupaba, principalmente,
Y-(. F. GALP!N: The Grai11 _Supply dur-
mg the Napoleonic Period. Nueva G. B. Mt.CLELLAN: Ve11ice cmd Bo11a-
de los Países Bajos y de Bélgica; el 27 de agosto de 1799 realizó un York. 1925, parte. Londres, 1931.
desembarco en Helder y persuadió al zar para que lo reforzase. J. DECHAMPs.: Les /les Bn"tanniques et
la Révolut1on fran¡:aise (1789-1883) G. Nuzzo: Austria e Governi d'Italia
Así las cosas, los franceses pudieron recuperarse. En octubre, Brune Bruselas, 1949. · nel 1794. Roma, 1940.
obligó a los anglo-rusos a que reembarcasen. En septiembre, Masséna E. :SoNJOUR: Histoire de la Neutrafité V:· ~· GIUNTELLA: La Giacobína Repub-
derrotó a los rusos en Suiza, en la región de Zurich; y Pablo I, furioso, smsse. Neuchatel, 1949. ohca romane¡ (1798-1799). Roma, 1950.
retiró sus contingentes. La invasión había sido evitada ; pero había mu- H. ?uFFER: Quellen zur Geschichte des _G; HA_NOTAUX: Histoíre de la Nation
Z~ita(ters ~er franzosichen Revolution. egyp!ienne, t. V, L'Egypte turque por
cha distancia entre aquello y la paz que deseaba una Francia asqueada I. Teil, Kriege 0799-1800), 2 t, 1900- DEHERAIN. París, 1931. '
del régimen y de su personal, trastornada aún por recientes golpes de I90l; II. Teil, Verhandfungen (1797- P: G. ELoooo: Bonaparte's Adventure
Estado, pronta a cambiar de instituciones, con tal que éstas garantizasen 1798), 2 t. Viena, 1907. m Egypt. Oxford, 1936.
A. ERNSTBERGER: CEsterreich-Preussen
·las conquistas sociales de la primera Revolución, profundamente can- van Base! bis Campo-Formio (1795- F. ~~~RLEs-Roux: L'Anglaterre et ['Ex-
sada del caos económico y de la maraña administrativa, y abrumada por 1797). Praga, 1932. f ;t~~1on frall(;aise en Egypte. París.
la guerra. El país creyó encontrar la reorganización sin reacción, el /"!
orden interior y la paz victoriosa en un hombre providencial: Bonaparte, ¡:,
abandonando Egipto y pasando entre las fragatas inglesas, había des- i'
embarcado en Fréjus, el 9 de octubre. De allí a París fue aclamado con ¡;
locura; y aquel entusiasmo expresaba las esperanzas que en él cifraba la ¡·
nación entera. Del 18 al 19 de bmmario del año VIII (9 y 10 de noviem- !¡:
bre de 1799), derribó al Directorio.
El 25 de diciembre, una nueva constitución, la del año VIII, orga- !'
Í·
nizó el régimen del consulado. Consultado el pueblo francés, la aprobó '1
RENOUVIN !.-57 !
¡

f
lV.-PACIF!CACIONES

en el comercio con Génova;. y menos aún para el zar, que tradicional-


mente protegía a Cerdeña.
¿Moderaría Su Majestad Apostólica tal ambición territorial en con-
CAPITULO IV sideración a la Santa Sede? En realidad, como era orácticame~te dueña
de Italia, la tenía en su poder; y aquella era una magnífica ocasión de
PACIFICACIONES demostrar la sinceridad de sus exaltados llaniamientos en defensa de
(1801-1802) la Iglesia contra los jacobinos. Pero los pocos que conservaban piadosas
dudas ~?bre esta cu~stión, las perdieron bien pronto. Austria ejerció
la pres1on menos delicada sobre el conclave que se reunió para elegir
el sucesor de Pío VI, muerto en su cautiverio de Va!ence, el 29_ de agosto
L LA PAZ DE AUSTRIA (FEBRERO DE 1801) de 1799. Podía hacerlo tanto más fácilmente cuanto que los cardenales
se reunían en Venecia, que era territorio impe1:íal. El cardenal Herzan;
"·· A raíz de sus victori~s en Italia y en Alemania, el Gabinete de Vie- representante suyo cerca de lps Pa,dres de la Iglesia, hizo todo cuanto
na, quitándose la careta, demostró que las pruebas pasadas no le habían P1:1do para. que de la elección saliese un ·papa favorable a 1a corte de
¡:nseñado bastante y que su política seguía siendo dura, estrecha y limi· :V17n~ Y .dispuesto a .empezar i:l cederle las Legaciones. El esfuerzo de
tada únicamente al aspecto territorial y político. mtumdac1ón fue tan md1screto, que produjo un resultado contrario: el
f La ruina de la ecmwmía austríaca hubiera aconsejado un plan de 13 de I"?arzo de .1800, principalmente po~ el influjo que supo ejercer.
paz, orientado hacia futt¡ras reconstrucciones. La llaga del papel moneda Consalvi, secretano del concla:ve, fue elegido el cardenal Chiaramonti ·
/, v de la inflación, se iba extendiendo. La provocaban, como en todas par· y e~ ~quella elección vio casi todo ~1 mund.o una derrota de Thugut ~
tes, el estado rudimentario de la técnica monetaria y la insuficiencia un exito francés. Torpemente, Austria se dio por ofendida. El día en
de capitales de cobertura; pero allí estaba agravada por la escasez de que fue coronado Pío VII en una Venecia iluminada, los edificios oficia ..
las aportaciones externas. La guerra con los turcos (1787-1791) había les fueron los únicos que no se engalanaron, alardeando, adustamente, ·t'
:
agudizado esta deficiencia, pues, sin proporcionar ningún beneficio po- de la reprobación con sus sombrías fachadas. Por lo demás Thucrut no
lítico, desorganizó el tr&fico por tierra y mar con los Balcanes y el Asia renunciaba a adjudicarse las Legaciones. Su ministro en 'el Q;irinal
Menor. El florín se iba depreciando peligrosamente, mo".'.imiento que marq_ués. Ghislieri, las pid~ó s_in am~ages; . y, sin dejarse desanimar po;
se acentuaba por la especulación a la bája, a la que eran -los primeros una indignada repulsa, reitero sus mstanc1as, hasta que Marengo vino
en entregarse los funcionarios de Hacienda. Para estos males, Thu~ut no a zanjar la ci;estión. Roma difícilmente olvida. Además, Ia grosera avi-
veía otros remedios que los más simplistas y destructores : ricas pfovin· dez. de Austria con~rastaba con los avances que Bonaparte hacía a fa
icias italianas ocupadas o anexionadas: y luego, una vez allí, el estable- Cuna desde su subida al poder, con el formal ofrecimiento de concor-
cimiento de impuestos, requisas y contribuciones sin miramiento alguno, dato, que present? on~e días después de Marengo. Así, pues, resultaba \.:
: para sacar todo lo que fuera posible en países por donde ya habían qu~ no er~n los J.acobmos los que querían expoliar a la Iglesia; y r~
!.. ·

pasado los franceses. estimable mfluencia que en •Europa podía ejercer la Santa Sede iba a
·. En ei plano político, es decir, conquistas o zonas de influencia, que cambiar de dirección.
era lo más importante a sus ojos, Austria, al día siguiente de la victoria, r,· A;r~tria se e:i-contraba peligrosamente aislada para seguir una política
·¡
¡nostraba un apetito ·inquietante para sus vecinos. A Maximiliano José, tan ngida. H~cia mucho tiempo que el Zar, su aliado, se indignaba por
1 " nuevo Elector bávaro, le dirigía reproches que acrecentaban la tradicio- su egoísta avidez; y amenazaba con retirar del frente las fuerzas rusas.
¡j nal desconfianza de Munich. El pretexto era que aquel había parlamen- Lo~ ?,esastres que sufrió su ejército en Suiza, le decidieron ; y Suvorov
1 li tado con Francia; y de poco le servía responder que volvía a la coali- rec1b10 la orden de abandonar, m:ne~atamente, el teatro de operaciones
1 1 !: ción y que estaba negociando con Inglaterra. El tratado se concertó el Y de volver con sus tropas a terntono ruso. Este cambio de frente era
~ 11
16 de marzo de 1800. Con respecto a Nápoles, a pesar de tratarse de irrevocable. Y como el archiduque austríaco, José, que se encontraba
1 ;< una Corte de la familia y aliada, Thugut afectaba un frío mutismo, que
¡' ·:;1 entonces en San Petersburgo, tratase de paliar sus efectos Pablo I se
i causaba alarma. El rey de Cerdeña temblaba, pensando en tener que negó terminantemente a recibirlo. El 22 de octubre de 1799 escribía a
r
ceder a Austria una p,<J.rte del Piamonte, pues no confiaba en su palabra Francisco. II: "Yiendo n;is tr_opas abandonadas y entregadas al enemigo
de concederle, en cambio, a Niza y a Saboya. La justificación que Thu- por su ali~d?, viendo el mteres de Europa sacrificado a los proyectos de
guL daba para tal cambio (la de alzar en los Alpes una "barrera" contra engrande~11Illento de vuestra monarquía, declaro a Vuestra Majestad,
Francia) no resultaba muy convincente para Inglaterra, muy interesada con la misma lealtad que me hizo volar en su socorro, que desde este
898
900 TOMO I.-.REVOL.UC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO IV.-PACIF.ICACIONES '901

momento abandono sus in.tereses, para ocuparme únicamente de los míos." al valor de los vencidos, con, muc¡ho respeto por los intereses de la
La partida de defunción de la" coalición continental estaba firmada. Iglesia, y más aún por el eqµilibrio europeo, la misiva de Bonaparte
Ante aquel conflicto !'!ntre sus aliados, Inglaterra vacilo largamente, ofrecía la paz sobre las bases qe Ca¡npo-Formio, a reserva de reforzarlas
preglintándose a cuál de ·1as c!os ayudaría a levantarse, para lanzarlo a con garantías suplementarias p¡ira lqs pequeños Estados. El choque pro-
nuevos combates.. Se qec\dió, p,or fin, a abrir su bolsa en favor de Aus- d~cido por la derrota del 14 de jµnio había resultado tan duro para
tria; y el 20 de junio de' l 80Q se concertó en Viena un tratado de sub- Viena, que se aceptó la propue.sta; y aquel efecto psicológico fue el que
sidios, negociado por lorci Minfo. Las negociaciones fueron difíciles, pues, dio a Marengo su· gran impo.(tllnci~, más diplomática que militar. Pri-
durante algún tiempo, T.hugu( había estado también en conversaciones meramente, hubo negociacionep .de prueba y reconocimiento, que tuvie- "\"'
con Francia. Tal vez teriía la··esperanza de que los nuevos gobernantes ron lugar en París, en el mes qe julio. Luego--muy pronto--, se precisa- i '
de París, deseosos de eiftabifü;arse en la paz, se conformaran . con sus ron las dificultades. · · - ):'.
ambiciones territoriales, 'o tar vez quería, al negociar con ellos, hacer Para el Primer Cónsul, la& conpesiones que había de arrancar a la
presión sobre Londres, Y. a la inversa. Pero tantas maquinaciones no le corte de Viena estribaban, píincipitlmente; en Italia. Indudablemente,
favorecieron. Cierto que 1 por el tratado del 20 de junio, obtuvo de Su su pensamiento empezaba a <feslig~rse del mundo mediterráneo; y se
Majestad británica un ac,lelantp de dos millones. de libras, que le serían volvía, frecuentemente, hacia 91 RUi: pero aún seguía siendo profunda-
entregados con breves in~ervalps (el primero de los tres plazos se pagaría men~e el hombre de la penínsu!a; y;- a los ojos de la opinión, Marengo lo
en julio), y no devengar!a int~reses hasta seis meses después de Ja paz, confirmaba como tal. Además,-y rpás adelante hemos de insistir sobre
con amortización, bastarite cqmedida, de 20.000 libras anuales. Pero el ello-, Bonaparte relacionaba .allí, y como después haría tan a menudo,
inglés exigió que, hasta' el 2~ de febrero de 1801, ninguno de los sig- los asup.tos de Italia y los de Espajía. Desde abril, estaba en tratos con
natarios pudiese concertar un11 paz separada, y que si uno de ellos en- Madrid, que. el 1 de octubre de 1800, terminaron con el convenio de
traba en negociaciones co11 Francia, tendría que advertir al otro. Cláu- . San Ildefonso, con el que, a catnbío de la Luisiana, prometía al duque
sula prudente y que resultó útil; pues en el momento en que les pleni- de Panna, cuñado de Su Majestad Católica, un aumento de 1.200.000
potenciarios ultimaban en Viena la redacción final, en Italia los austría- almas en Italia. Este aumento pensaba, naturalmente, tomarlo de los
cos fugitivos de Marengo corrían por todas partes. Y si, después__ de aquel / territorios austríacos (de derec;Jlo o~de influencia).
desastre, Francisco II no hizo la paz inmediatamente, obstinándose aún Según la entendía Bonaparte, h táctica de las negociaciones tenía
durante siete meses y agravando así su situación, fue, entre otras razo- como base el aislamiento completo, el campo cerrado. No quería a nadie
nes, porque Ja 'Promesa hecha a Inglaterra constituía un obstáculo que, a su lado. Algunas veces llegó a. apelar a la mediación amistosa de los
sin ser insuperable, no dejaba de resultar molesto. . prusi~os o de los rus?s; pero 11? fue más que en trances difíciles y para
La derrota de los austríacos había sido rápida. Estratégicamente, el renunciar a ella al pnmer soplo favorable. En cuanto al adversario le
defecto de su posición era aquel saliente suizo que estaba en manos de negaba aún más severamente el derecho a todo segundo en el encuentro.
sus adversarios, que se metía en sus líneas y por el que Bonaparte podía No quería cu~rpo germánico~ ni In~Iaterra, ni congreso europeo, sino,
infiltrarse muy profundamente en sus flancos, ya por Alemania, ya por por el contrario-y mucho mas fruct1feras-, Ja paz separada con Viena,
Italia. Hubiera convenido vigilar muy de cerca todos los pasos. Por el Y,. después con Londres. "Estoy persuadido casi por completo-escribía
contrario, en Italia, Melas se trasladó al otro extremo del campo de ope- Thomas Grenville-de que su verdadera intención es, ante todo, la de
raciones a sitiar Génova; y cuando se enteró de que aparecía Bonaparte llevar a Austria a una paz separada, y luego. aprovecharse de nuestro
por el Gran San Bernardo, ya lo tenía encima. La brecha que intentó aislamiento en el conflicto y de la presión que ejercerían sobre nosotros
hacer, fracasó en Marengo (14 de junio de 1800); y, por el convenía 1~ penuria y el peligro, para imponernos condiciones análogas." Al prin-
de Alejandría, se vio obligado a evacuar el Piamonte, Liguria y Lom- c1p10, Bonaparte tuvo que ceder a las reclamaciones de los austríacos
bardía. En el frente de Alemania, los austríacos, maltrechos, firmaron, (9 de agosto de 1800), que invocaban la palabra dada a su aliado; pero
el 15 de julio, el armisticio de Parsdorf. se las arregló para soslayar esta negociación inglesa. Otto, representante
Pocos días después de Marengo, Francisco II recibió una carta de suyo en Londres, presentó unas b,<lses inaceptables, exigiendo el derecho
su vencedor. En realidad, esta carta iba destinada, tanto como a él, al a reforzar y abastecer las unidades francesas que, en Malta y en Egipto,
mismo pueblo francés. Sus términos eran claros y francos, altivos, pero sucumbían a causa del bloqueo. El 26 de septiembre, se rompieron las
corteses; y, sobre todo, sus proposiciones de paz conciliaban el orgullo conversaciones franco-inglesas. tal como se deseaba.
que los franceses experimentaban por la victoria, con sus deseos expre- . Austria se encontraba sola y su posición era débil. El 20 de sep-
sos de descansar. Para Austria, la carta era un mensaje que no se debía t1embre de 1800, para conseguir que el armisticio, próximo a expirar,
despreciar. Con gran comedimiento en la forma y un cab11lleroso saludo fuese prolongado cuarenta y cinco días, tuvo que entregar a las tropas
¡ 902 TOMO l.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NA;POLEONlCO

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francesas Filipsburgo, Ulm e Ingolstadt. Además-:-otro fracaso para la
guerra a ultranza-, el favor de Thugut decrecía. Rusia y el archiduque
conde de Cobenzl no ha hecho' más que preguntar al Gobierno cuál sería
la cuantía del aumento que se proponía conceder a Austria en Italia,
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1
! Carlos, que aconsejaban una paz inmediata, lo .combatían duramente. como precio de su defección a la alianza inglesa; si se pensaba detenerlo
Sus adversarios consiguieron de Francisco II que el convenio referente en el Mincio, sus compromisos con ¡a corte de Londres le irnpdían traen-
al armisticio se firmase, sin su conocimiento. El congreso en que Thugut sigir a solas con Francia; pero si ·se qui-si era permitirle extenderse hasta
pidió explicaciones, invocando los compromisos contraídos con Inglate- el Adda, tales compromisos empezarían a relajarse ... " Por último, se
rra, fue muy agitado y terminó con la dimisión del "barón de la gue- planteaban los problemas italianos, el de Toscana primeramente. Bona· '.--

rra" (25 de septiembre de 1800). No cabe duda· de que conservó un parte la reclamaba, pues allí era donde, sin duda, pensaba encontrar el
gran ascendiente, pues ~eµía mucha influencia con Colloredo, quien asu- aumento ofrecido al duque de, Parma a cambiq de la Luisiana española.
mió, conjuntamente con Cobenzl. nombrado vicecanciller, la dirección De julio a octubre de 1800 s,u¡¡ tropas la ocuparon, sofocango la insu- _,J <

de asuntos exteriores. Pero el golpe dado a la personalidad más rele- rrección de los campesinos. Cobenzl protestó, interminablemente, contra jJ
vante del partido belicista a~stríaco tenía un significado europeo. aquellas violencias perpetradas contra "súbditos fieles". Austria tenía
· Al mismo tiempo que su nombramiento, el conde Luis Cobenzl re- extraordinario interés en sost~ner ~n Toscana al gran duque o, por lo
cibió la difícil misión ide marchar a Francia para dirigir las negocia· menos, en compensarlo con las Lt:gaciones pontificias. Lo deseaba por
;'. cíones. Se contaba con las d,otes diplomáticas de que diera pruebas con espíritu de familia y: también por ponservar en la Italia central una in-
.:! motivo de los repartos polacps; y, en realidad, sabía contemporizar ma- fluencia que, unida a sus vínculos con Nápoles, hubiera contenido a
J r~'Villosamente y era up. ma~stro en el arte de emplear marrullerías, al l
1 Bonaparte en la región del Po. E incluso en é,sta última tenía intención,
mismo tiempo que su bµen humor y su ingenio le hacían captarse las r·
naturalmente, de mantener s~ frontera lo más al Oeste que pudiera, en
simpatías. Sin embargo, carecía de visión de conjunto y de energía. El
el Adda a ser posible, o por lo mep.os en el Mincio.
:/ ¡
11\gar escogido para la.s conferencias era Luneville, pero Bonaparte in-
tentó, primero, llevarlas en' París, adonde hizo llamar a Cobenzl. Allí
Su derrota en los dos fr,entes-:-el de Alemania .y el de Italia-re-
1 tendría una acción directa sobre él, y, atemorizándolo un poco, esperaba solvió todos aquellos .probleIPllS. ~n el primero había realizado un ~~
! arrancarle, insolentemente, la firma. El austríaco no se dejó manejar ; fuerzo excepcional: 66.000 hombres ; pero se 1os confió a un archiduque
. ' .y el 5 de noviembre salió de París para Luneville, donde podría discu- de dieciocho años, entusiasta y seguro de sí mismo: el archiduque Juan .
tir más tranquilamente frente a José Bonaparte, designado como pleni- que fos metió en el bosque de lfol¡.enlinden. Moreau tomó todas las sali-
. potenciario francés. Pero se había perdido todo el mes de·; octubre; y, das y los puso rápidamente 'ep. desbandada (3 de diciembre de 1800) .
\con él, la esperanza de llegar a una solución antes de la expiración del El 25 del mismo mes, Francisco II, con la caballería francesa a 75 ki- 1
¡mnisticio. El 28 de noviembre de 1800 se reanudaron las hostilidades ; lómetros de su capital, firmó el armisticio de Steyer: las plazas y fortifi·
y, en lo sucesivo, el desarrollo de las operaciones iba a marcar el ritmo caciones entregadas en Franconia, en Baviera y en el Tirol dejaban Vie¡ia
de las negociaciones celebradas en la pequeña ciudad de Lorena. a merced del adversario. En Italia, operando en plena montaña y crµ-
' Esta ciudad fue considerada poco acogedora. "Pocas ciudades habrá zando los ríos, Brune y Mac Donald impusieron el armisticio de Tre-
tan pobres, tan arruinadas, tan mendicantes-observaba un diplomáti- viso (15 de enero de 1801); los austríacos se retiraron detrás del Ta-
oo---,. Carece de diversiones casi en absoluto." Consistían estas, exclu- gliamento.
sivamente, al menos para el vulgo, en visitas instructivas, realizadas bajo A medida que estas noticias. llegaban a Luneville, Cobenzl iba ce·
</•
la lluvia, a granjas modelo y a fábricas. diendo terreno. Después de Hohenlinden, consintió en tratar sin Ingla· !.·
En espera de los correos del frente, cuyos comunicados desbarata- terra; después de Steyer, en fijar la frontera italiana en el Adigio; desp~és
pan sus posiciones, los diplomáticos se adiestraban en tres puntos perma- de Treviso, en concertar en nombre del Imperio germánico y renunciar ¡:
ip.entes de controversia. ¿Firmaría Cobenzl en nombre del Imperio ger- a Toscana. Se firmó el convenio el 9 de febrero de 1801, a las cuatro
mánico? Se negaba a hacerlo mientras no recibiese de la Diet;i poderes de la tarde. Luneville nos muestra, ante todo, en Bonaparte, al hombre '·
1 l-:
especiales con plenipotenciarios que le respaldasen. Pero Bonaparte y de Italia. A Austria se le confirma Ja posesión de Istria y de Dalmacia,
1
, Talleyrand estaban decididos a zanjar de una vez todas las cuestiones cc¡tn su cordón de islas antes venecianas, la· de las bocas de Cattaro y
¡, ' alemanas y a "no dejar nada pendiente" en los problemas germánicos. de una parte (limitada por el Adigio) de lop territorios que dependían
í' ¡; ¿Sería invitada Inglaterra para que acudiese a Luneville? Los austríacos de la Serenísima. En compensación, y en cláusulas especiales perfecta-
~ lo reclamaban enérgicamente, invocando su tratado de alianza. Pero mente claras, Viena reconoce las repúblicas cisalpina y ligur, bases del
Talleyarnd sabía muy bien que aquella fidelidad estaba deseando ven- poderío francés en el norte de. Italia. Más aún: acepta que el duque
·derse. "Durante su última estancia en París-decía irónicamente-el de Toscana pierda sus estados en beneficio del duque de Parma, al que
904 TOMO l.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEO'.'l!CO IV.-PACff!CA\'.:IONES 905

protegen la República y E:¡paña, Por este lado, la influencia francesa franceses, a quienes al principio re,cibiera con entusiasmo, y que ya resul-
gana terreno hacia el centro ·de la península. . taban agobiantes. El favor de los ~alon~s no alcanzaba ya más que a los
Al mismo tiempo, Luneville nos revela en Bonaparte preocupac10· enemistados con Luis XVIII (refugiado en Mittau) y coi¡ su represen-
nes orientadas hacia el Rm y Alemania. Austria renueva la cesión a tante, Caraman. El embajador wglés 'Whitworth declaraba que· en la
Francia de las "hasta ahor4 proyincias belgas". Reconoce las Repúbli· Corte se ponderaban "las virtude~ ele B,onaparte", y Rostopchin, jefe del
cas de Batavia y de Helveci¡i (ést¡i. recibirá el Frickthal, al este de Basi• · Colegio de Relaciones Exteriores, decí¡i del Primer Cónsul: "Todos se
lea), que refuerzan la línea .del !}in en s~s dos extremos. A~ept~nd~ el inclinan ante él; todos le respet~n y esperan de él la paz; el porvenir
·~: río como límite entre Francüa y ~l Impeno, abandona la onlla 1zquier· de todos se ha suavizado." '
·' ' -
f... da cediendo el condado de· Falkenstein, a la altura de Worms. Francia Para hacer una jugada· a Luis XVIjl, uno de los emigrados-que no
~ ev~cua algunas plazas· de Ja or{lla derecha, como Düsseldorf, Ehren·
l
'ñ'i
breitstein, determinados fuertes de· Maguncia, Kehl y Vieux-Brisach; pero
se le conceden derechos más íwportantes en país germánico. Por ser
estaba en muy buenas relaciones con ~l y que contaba con el apoyo de
Rostopchin-, el marqués de B«llega~de, hizo advertir de tales díspo·
sí'ciones a Bourgoing, ministro ,e~~ Fn¡,ncia en Hamburgo. Al infonnar
;~i¡ parte en el tratado, interven~rá en la ejecución de las cláusulas en virtud éste a Talleyrand, le aconsejaba qqe "engatusase" al Zar, devolviéndole
·.·:~·'\, de las cuales se indemnizará, en el seno del Imperio, a los príncipes los 7.000 soldados rusos captu+~dos ~n Suiza. Decidido a intentar la
~ hereditarios de dicho Imper¡o, di:i'sposeídos en la orilla izquierda (y taro- maniobra, Bonaparte hizo que a(1qellos prisioneros emprendiesen el ca-
~~ bién al gran duque de Tosé.,ana). 'Esto equivale a poner los cimie~~os de mino de sus hogares, con armas y ba¡1deras; y, el 21 de diciembre de
:'f grandes transformaciones et} AleJilania, que Austria teme se verifiquen, 1800, escribió a Pablo, comunicáµdole ~su convicción de que, si se unie-
r~ · .-)· en detrimento de sus intereties. ·
"Tratado abominable" l{ubierµ dicho Cobenzl. Thugut era el respon-
sen "las dos naciones más poderosas del mundo", impondrían la paz.
"Heme aquí dispuesto a escucharos y-; a conversar con vos", respondió
f' ./ sable; pero ya había pagado su" fracaso: el 16 de enero de 1801 se le el zar, que, al mismo tiempo, ;;¡,rmó ·las costas del Báltico contra la
Í · rogó que presentase la dimisión y saliese de Viena, lo más rápidam~ntc escuadra inglesa, rogó a Caraman~que ;;atiese de San Petersburgo y acon-
l C:,J posible, sin darle siquiera un plazo para arreglar sus asuntos part1cu- sejó a Luís XVIII que marchas~ :i Iqel a reunirse con su esposa, a la
l.¡•l.·· i:~j=) lares. Hacía ocho años que dirigía la política y la guerra en Austria; ocho que había dejado sola demasiado tiempo.
años que lanzaba los ejércitos a la manera antigua y ~u~ conducía la En París, todos aquellos pasos parecieron merecedores de grandes
C) diplomacia según los principios del si_gl~ XVIII,, tenaz y hm1t~d?, cerra~o sacrificios. Sin embargo, las bases que, para uri acuerdo, presentaba
'Jll
'.

a las nuevas formas humanas y econom1cas, stmbolo de la v1e1a Austria


del pasado, que en Luneville se inclinaba ante la Revolución francesa.
Rostopchin, primero por medio de notas, y luego por boca de Kalyt-
chev, resultaban duras. Algunas eran la expresión de la postura personal
~~ ' ;, del zar, de su simpatía por el catolicismo y de su orgullo por haber
n!t ·1
1
n~. J sido elegido Gran Maestre de la Orden de Malta: Bonaparte debía re-
¡J,
lll II. CONJUNCIONES FRANCO-RUSAS constituir los estados de la Iglesi~. devolver Malta a los caballeros y
!~ i hacer que España reconociese al nuevo Gran Maestre. Otras, mostra-
Se cuenta que, poco después de Luneville, al recibir el zar Pablo I ban,.. actitudes rusas menos transitorias, en las que las consideraciones
.1 i c.J una proposición de amistad .de Bonaparte, cogió un mapa de Europa y, pl!rs'onales cubrían otros objetivos: no perjudicar a Baviera ni a Wur·
l C)
¡k-
doblándolo por la mitad, declaró: "Solo de este modo podremos ser temberg, a Cerdeña ni a las Dos Sicílias. La orden expresa de no ocu-
ami"os." El dominio conjunto del continente repartido; tales podían ser parse de Polonia era de interés puramente moscovita. Para Bonaparte,
IN los ~fectos de un acuerdo entre lo que las cancillerías germánicas llamaban evacuar Italia, como se lo pedía Pablo, explícitamente, era algo incon-
las potencias que cubren los flan~os. Hasta la caída de. 1:'f~poleón, la cebible. Pero el zar cambiaría de opinión: Cobenzl, a quien preocupa·
¡r diplomacia continental habría de girar en torno a esta pos1bíhdad. . ba mucho un acercamiento que había de ser desastroso para Austria,
!if;· Pablo I, cuyos sentimientos personales de autócrata ocupaban el pri- no dejaba de ponderar ante el primer cónsul el carácter fantástico de
:; mer lugar, estaba dispuesto al acercamiento a París; experi:nenta~a des- Pablo. En este entusiasmo por Ullas negoci¡1ciones tan difíciles, se vislum-
/' pecho contra la coalición, después de las derrotas de Smza; v10lento braba, desde luego, un interés común: Malta. Así, pues, a raíz de las
rencor hacia Thugut; admiración sincera por Bonaparte, cuya valía había primeras gestiones (21 de diciembre de 1800), Talleyrand declaró: "Las
comprendido inmediatamente aquel hombre, al. que se tenía por lo~o. bases contenidas en la nota de Su Excelencia han parecido justas y con-
En los medios cortesanos se esbozaba un partido favorable a Francia. venientes, en todos sus puntos; y el Primer Cónsul las acepta."
Se ponía cierta confianza en aquel Primer Cónsul dispuesto a den:ibar la Como el zar estaba coqueteando con los jacobinos, ya no enviaría
hidra revolucionaria. La gente empezaba a cansarse de los emigrados sus ejércitos para apoyar a los ingleses en Holanda ni a los austríacos
906 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO !V.-PACIF!ChClUN1'S

en Suiza. Y siguiendo una polftica que, desde luego. no era la de un loco, cáreas y desnudas de Cerna Gqra. E,ste era el sentido de la súplica que,
concentraba más bien sus esfuerzos en dos frentes específicamente ru- a. fines de 1799, el obispo hizp llegar a San Petersburgo. La .escuadra
sos: el Báltico y el Mediterráneo. Tanto en el primero (del que volve- rusa visitó aquella costa amiga. desembarcando en ella armas y muni-
rel:p.os a hablar) como en el segundo, sus intereses presentaban más de ciones.
U!l)punto común con los de _Francia. El único obstáculo a tal estrangulamiento de Turquía, tan admira-
En los cí:rculos de las Tullerías, se decía que el primer cónsul estaba blemente planeado, era Inglaterra, que, lo mismo que en 1791, protege~
persuadido de que la disolución del Imperio otomano se hallaba pró- ría al Sultán, para salvaguardar la India. Allí era donde los intereses
xima; y que se disponía a reclamar, por su parte, Egipto, Palestina y franceses convergían más evidentemente con los rusos. Para que se pu·
. ;. 1
Siria. Bonaparte invitaba a Austria al reparto de a.Huel botín, intentando diera desmembrar al hnperio oto¡nano, era necesario cerrar el Mediterrá-
1 ro a las fuerzas británicas; y ,para eso no era suficiente la hase de las
demostrarle a Cobenzl gue ppdría reparar sus pérdidas, si llegaba hasta
e1 mar Negro; y que saldría de su aislamiento al encontrar en aquel islas Jónicas. Rusia necesitaba, además, Malta,' cerrojo del estrecho del
réparto el principio de µna pplítica conjunta de París contra San Peters- Mediterráneo central.. Y Malta se encontraba en poder de los ingleses,
burgo. · a quienes el general Vaubois pabía tenido que devolver la isla, el 4 de
1 Pablo I se mostraba clispµesto a tan fructífera operación. Cierto que, septiembre de 1800. El Foreign Office habló,. en principio, de restituir
1 desde diciembre de 1798, era aliado de los turcos ; pero los viejos odios a los caballeros de la Orden. de San Juan, su antigua fortaleza; pero,
l subsistían. Un almirant~ otomano se negaba a fondear junto a los navíos
moscovitas ; y en las calles !fe las ciudades turcas. multitudes fanáticas
ante las ambiciones mediterráneas que adivinó en el zar, decidió inme-
cliatamente conservarla. Además, la¡flota rusa no tomó parte en la capi··
;_ . '

;1
asalta<ban a los represent&nt~ del zar. En octubre de 1800, Pablo había tulación de los franceses ; y la bandera rusa ~10 había ondeado en los
j1 aprobado el primer .plan de reparto, preparado por Rostopchin. A Rusia baluartes de La Valetta . .A!horá. !pien.: el zar er~~ Gran Maestre de la Qr..
le corresponderían Mold11vi~. Bulgaria, Rumelia y Constantinopla; a den, dignidad que tomaba m~y en serio; y. como tal, reclamó las antir
:'ll
• 1i
Austria, Valaquia, Servia y Bosnia; a Francia, Egipto; y Prusia recibiría,
en compensación, Munster, Paderborn y Hannover. ·
guas murallas, asilo de la cruz de ocho puntas:, La negativa recibida fo
dolió mucho, tanto por lo que tenía de afrenta personal como por ser un
~ i1 Entre tanto, los ru&os se; fortificaban en las islas Jónicas, en aquel
Heptanesos (Corfú, Zante, etc.) antes veneciano, y recuperado de los
golpe que venía a entorpecer ~us proyectos sobre Turquía.
Bonaparte se aprovechaba~'de esto para azuzar la discordia y excitar
• / 1 franceses en 1799. Convenía darles a aquellos griegos "liberados" un al violento autócrata contra '\la arrogancia y la insol'encia de los ingle·
'1 estatuto que pusiese término a las querellas entre aristócratas· a la vene-
. : 1 ses". Le impulsó, pues, a que en presencia de los mismos navíos britá-
ciana y demócratas a la francesa. Esto se hizo por el convenio que nicos, ordenase medidas navales provocativas, tales como cerrar sus
1: Rusia y la Sublime Puerta firmaron, en Constantinopla, el 21 de marzo puertos, ocupar bases en Sicilia y cruzar las desembocaduras del Elba y
r
:_·~_-.]; !
de 1800, y que instituía la república de las Siete Islas Unidas, de acuer·
do con el modelo de Ragusa. Su soberanía se atribuía al sultán; y, para
del Weser. Podía esperarse. así, que cualquier·:alférez joven, excitado por
el whisky o el vodka, disparase un cañonazo que pusiese en marcha todo
reconocerla, una -solemne embajada llevarf0'l., cada tres años, a Constantl· el tinglado. Al mismo tiempo, Bonaparte intentaba despertar en el zar
'• !· nopla, un tributo de 75.000 piastras. Pero en las dependencias de tierra deseos de expansión en Asia, a expensas lejanas de las posesiones ingle·
j \ :' firme-Prevesa, Parga, etc.-quedaba una grieta por la que habría de sas. A estas instigaciones se debió, en parte, que el 12 de enero de 1801
'1 ;¡ poder introducirse la intriga rusa. Al hacerse cargo de ellas, Turquía t Pablo ordenase a Orlof, atamán "de los cosacos del Don, que concen·
; ¡

·.!
concedía a la población cristiana ciertos privilegios, a los que daba el · -trase en Orenburgo a 22.000 hombres, y que, con ellos, marchase, por
Zar una inquietante garantía. El artículo 5.º, sobre todo, admitía que Khiva y Bulchara, sobre el Indo. Orlof tuvo que ponerse en camino
los rusos pusieran guarnición en las islas. Cierto que esto sería conjun- inmediatamente, en pleno invierno. Cuando sus columnas recibieron or·
tamente con el sultán y mediante su asentimiento ; pero, en la prá1~tica, den de regresar, habían perdido ya fa mitad de sus caballos, y el zar
habrían de introducir todas las tropas que quisieran, fondearían s-qs es- había muerto. ·
cuadras, y tendrían allí un magnífico punto de apoyo al otro lado del Por su brutalidad y sus extravagancias, Pablo había alzado contra él
Bósforo. a la taimada y peligrosa nobleza que lo rodeaba. El partido anglófilo
~ Se les ofrecía otra base en la costa del Adriático, en Montenegro. seguía siendo muy influyente en la Corte. La tensión con Londres y la
l
¡
!•
Para defenderse de la peligrosa vecindad de Austria, el Metropolitano
Pedro I Petrovitch pedía la protección del Zar, al mismo tiempo que
orden que intimaba a Whitworth a que se retirara, lo decidieron a actuar
antes que estallase la guerra. Alejandro, el hijo del Zar, dio su aproba-
un aumento de territorio, consistente en la llanura de Zupa, que procu- ción para que una noche se sorprendiese a su padre, con el fin de arran-
raría recursos agrícolas y comunicación con el mar a las montañas cal· carle la abdicación, pero sin violencias. Tales matices resultaban difí-
~,¡ !

¡!¡.!'
.i'
¡ lV.-PAGlFICACIONES 909
r .·:·~
r·:-:-.
908 TOMO I.-REVOLt¡CION fRANC_ESA E IMPf!RlO NAP0400NICO

¡¡
i
dentes en alejar a los ingleses del Mediterráneo oriental, tal vez se uniera
/ ,.~

ciles de hacerlos observar a in"dividuos excitados por' el odio y por el


!:
¡ miedo, borrachos, por añadidura. como lo estaban lo~ oficiales que, en
la noche del 23 de marz9 de 1801, invadieron la alooba de Pablo. El
Rusia para conseguir la evacuacióq de f¡falta, clave de sus planes.
En las negociaciones de paz qu~e se 1:levaron, simultáneamente, a fines
1 zar se resistió; y le e5trangtilar9n. •
de 1801 en Londres, entre frances~s e ingleses, y en París entre france- !'
i ses, rusos y turcos, se mezclarnn -todas' las mencionadas cuestiones. Es
Cuenta el enviado pru_siano que al enterarse Bonaparte de la muerte significativa la coíncidencia crono19gica ·que hizo que terminaran las tres
del zar, en el que tantas esperp.nzas fundaba:, lanzó "un grito de deses· en los nueve primeros días de octubre. .
peración". En realidad, l?- polftica franco-rusa de acercamiento parecía El día 9, Francia devolvió al'sultáp. un Egipto que, prácticamente,
haber muerto también. La corrí.ente antijacobina recupcrró, en San Peters- ya no era suyo. Reconoció la soqeraní~ turca en las islas Jónicas y su
burgo, toda su fuerza. Y en ~l mismo París se sentía que dicha ten· nuevo estatuto de república de la;¡ Siet~ Islas.
dencia había animado si~mpr¡{ a los representantes rusos. Kalytchef y ~l ~: Bonaparte ~º. amplias.·conc~siones a Rusia (solo le negó la
Markof, viejo diplomátic9, amanerado y sutil. Los ipgleses triunfaban. res~c1on de los temtonos de P1¡up.onte). Al renunciar a aquellas islas
Más adelante veremos cqrrio, ~n el momento en que Pablo I moría, la Jórucas, a las que en 1797 atribuí~ tanfo valor, reconocía tácitamente su
·flota británica bombardea_ba. a popenhague, destruyendo, de tal modo, la :nueva organización. Aceptaba .la 'llledi~ción del zar entre los turcos y
liga de los neutra.les, en' la q,ue Pablo, con una maniobra típicamente él, .admitiendo así su preeminencil}. en {:onstantinopla. Prometía respetar
rusa, había agrupado a s.u alr~edor a Dinamarca, a Suecia y a Prusia, la mtegridad de Nápoles. A prim,~ra. vista, podía creerse que el Primer
en contra de la tiránica Albió,j:¡.. El nuevo zar, Alejandro I, liquidó in- Cónsul acababa de inclinarse an\e el poderío ruso; pero, en realidad,
mediatamente aquella di{erenc¡a con una nación a la que tanto debía la promesa referente a Nápoles ~ignifi!;:aba bien poco, ya que Francia
su subida al trono. Del S:al 17' de junio, se firmó un convenio marítimo, conservaba el de7echo, adquirido 'en el· tratado de Florencia, de ocupar
cuyas cláusulas conocereiuos i_llás adelante. l;>s puerto napolitanos, en los qve tegdría, frente a Egipto, bases tan
Bonaparte, sin embargo, np se dio por vencido. Pese al cambio de utiles como aquellas islas Jónicas: a qu_p renunciaba.
postura de Alejandro I, fos poJíticos franceses y rusos tenían demasiados l• sobr~ todo, este último safrificip había obtenido ya su compen-
intereses comunes para volver;Ge la espalda. En el aspecto pers.onal, el sac1on. Ale3an?ro ~· volviendo a la política de su padre, porque tal era
Primer Cónsul disimuló su resentimiento hacia el nuevo zar y sus corte- su verdadero mteres, y porque Boµaparte le ofrecía una ocasión macr-
sanos. Hizo saber a Alejandro el "consuelo" que le proporcionaba su nrfica para hacerlo, había reclamaclo a Londres la devolución de Malta
advenimiento al trono; y envió a San Petersburgo a Duroc, delegado de á los caballeros de San Juan. En aquel asunto, Inglaterra se vio presio-
confianza, con buena provisión de adulaciones, agasajos y promesas n.ada por el concierto de las potencias mediterráneas; y comprendió que,
(abril 1801). Por otra parte, imprimió a su política oriental la dirección s1 quería conservar su reciente amistad con el zar, tendría que hacerle
más aproximada a los intereses rusos. No cabía duda de que el ejército concesiones iguales a las que iba a firmar el Primer Cónsul. El 1 de
francés de Egipto estaba perdido; pero, por lo menos, era necesario im- pctubre de 1801, en los preliminares del convenio de Londres con Fran-
pedir que los ingleses se aprovechasen de su victoria, aunque fuese a cia, Inglaterra prometió evacuar a Malta.
costa de implantar en el Mediterráneo la influencia rusa en lugar de tIJe este modo inauguró Bonaparte su colaboración con Rusia aque·
lla unión de las "potencias de las alas", que, hasta su caída h~bía de
() la suya. pr~~cuparle, ya por esforzarse. en establecerla, ora porque la rompiese,
Dos potencias mediterráneas podían ayudair a Francia. Hacía mu-
exigiendo demasiado de ella, bien porque trabajase por restablecerla.
cho tiempo que España, por razones religiosas e históricas, pedía que se
devolviese Malta a la Orden de San Juan. En aquella cuestión, como en
otras muchas; podían ir de acuerdo Madrid y París, acerca de la presen-
cia inglesa en La Valetta. Por otro lado, Turquía anhelaba una paz que lli. LOS TRONOS DE LOS BORRONES
alejase de ella la pesadilla del desmembramiento. Con tal intención,
i() solicitaba la mediación de Prusia, una de las pocas potencias que no Ya, frente a la energía y a Ja rapidez revolucionarias, más de una
¡,. ' soñaban con su desaparición. Selim ponía dos condiciones a la pacifica· dinastía se reveló vencida por la edad y el tiempo. El advenimiento
1 \ ...
ción: que se reconociese como nueva súbdita suya a la república de de Bonaparte dio más fuerza a esta impresión, sobre todo cuando com·
! las islas Jónicas, y que se obligase a las tropas inglesas que operaban en paramos con el joven héroe a las ramas de los Barbones, a las que vino
Egipto a embarcarse y zarpar. En efecto, era de temer que se instalasen ~ re~mplazar e~ Fra.:icia. El senti~ento de apiastante superioridad que
allí indefinidamente; y, en el terreno religioso, la presencia de sus cipayos el mismo exper~mento desde los pnmeros momentos, había de tener leja-
musulmanes les permit(a peligrosas maniobras. A tantos intereses coinci· nas consecuencias.
910
1 TOMO 1.--REyOLUCION FRANCESA E lMl'ERIO NAl'OLEONICO

1: ~uando los Borbo~es de España a¡>laudieron:-por cierto, muy os· objeto de aumentar los Estados que poseía en Italia su cuñado y her-
¡·

tensib~emente-la llega.da de Bonaparte, indudablemente no imaginaban rg.ano, el duque de Parma. AÚ!f. más que por el duque, se interesaban
!i. la sene de aventuras a que su nuevo vecino y aliado les lanzaría algún por su hijo Luis, que se había casado con la hija de Carlos y vivía en
día. Solo apreciaban en él e~ genio militar que debía garantizar la victo- su corte ... y a sus exp<(nsas. Colocar al yerno: he ahí el objetivo que Su
ria común, Y con ella, ia paz, que España tanio necesitaba. Siete años de Majestad Católica asignaba a su política, en vísperas del día en que iba .-_1,
wierra Y cuatro de interrupción en el comercio con las colonias ailleri· a ser concertada la paz, que fijaría, tal vez por mucho tiempo, el mapa
1· canas, habían agotado su hacienda. El papel moneda, al que, en julio de Europa. ·
¡ eje 1799, se pretendió dar, una cotización forzada, llegó a tener, en
junio de 1800, una deprj::eiación del 70 por 100. Se ocultaba la moneda
A las insinuaciones españolas, Bonaparte respondió favorablemen-
te. Como ponía sus miras en Parma, no tenía inconveniente en transferir
l al duque un patrimonio más vasto; y, en camb}o, Madrid daría, como
l. . en ~etálico., ~~e a lqs imp,"uestos excepcionales ~ a las tasas extraordi·
nanas, el déficit aum~!l~b!,l. Los contribuyentes catalanes no pagaban compensación, el precio que se; k pedía: la Lu1siana. El ministro Ur·
': pus cuotas. En el mai;, la guerra contra Inglaterl!a· s.olo producía sinsa- quijo se decidió pronto a sacrificada: "Nos cuesta más de lo que vale ... "
¡. 1 . bares, como el de los· q~n~e barcos españoles, mandados por Mazhrre- El 1 de octubre de 1800 se 4izo la transacción: en los p-reliminares
l:
do, que se habían dejadp bloquear en Brest. Carlos IV era, pues, sincero, de San Ildefonso, la República prometía al duque de Parma l.200.000
lj' !
cuando, a la notificac~ÓJl de,l nuevo régimen francés, respondió que espe- almas en Italia; y España ent~egaba a Francia seis barcos, de 74, y la
1
¡
faba ~e su aliado "ui¡ia paz sólida, cuya necesidad se hacía sentir más Luisiana. '
' l.Illpenosamente cada día" .. Este acrecentamiento parmesano había de ltacerse en Toscana, se-
1 Pero, ya que Bo!JaplU\e, seguramente, conseguiría que dicha paz gún los planes de Bonaparrte. IJ::qponiendo allí al duque o a su hijo, su
1.
fu~e victoriosa, los B;orbones de España esperaban de ella algunas ven- propia influencia penetraría ha~i& el 'centro de Italia ; controlaría el gran
¡; ta1as, cuya naturaleza. :cn.uestza bien a las claras, el carácter de pocos al- puerto de Lioma, en el que los ingleses fondeaban sin recato sus es-
ji cances~ que, incluso en'las horas más importantes de la política europea, cuadras, y por el cual introducíiin en Italia sus algodones y su ferrete-
caractenzó a su diplo111acia. Los beneficios que d8!ban por desconta- ría. Cierto que Austria apoyaba al Habsburgo que reinaba en Florencia;
!:j· dos, eran exclusivamente dinásticos, en el sentido más e.,.ofsf:i de la pero ya hemos visto de qué manera se vio obligada, en Luneville, a
expr_esión, es decir, aquel en que el interés familiar no se c~nfunde con dejar Toscana a disposición de Bonaparte.
¡;
!!
el bien de la nación. Se referían a territorios en los que, indudablemen- Faltaba conseguir que España aceptase el acrecentamiento que se le
¡· te, España había deselllpeñado un papel en el transcurso dy. la hi.Storia, ofrecía: y también que consintiese en una nueva sustitución. Porque
pero en los cuales, entonces, por la tiranía de la tradición, no hacÍ!). otra Bonaparte ya no quería instalar en Florencia al duque viejo, sino a su
cosa que agotarse para buscar intereses meramente imaginarios: f talia. hijo Luis, al que consideraba más seguro. Tal negociación, un tanto de-
Los Vínculos dinásticos que unían El Escorial con Nápoles eran es· licada, se confió a Luciano Bonaparte, entonces embajador en Madrid.
trechos, ya que los reyes eran hermanos. Ahora bien: habitualmente es-
taban re~dos: "Nuestros peores enemigos, los españoles", escribía Ma· A su disposición se ponía un argumento que tenía su precio: .una corona
¡' ría <?arolína, en mayo de 1799. Madrid no hizo nada por suavizar los real. En efecto, la República francesa, después de haber derribado mu-
! térmrnos d~l armisticio, ~ de la paz que su aliada, la República, impuso chos tronos, quería erigir uno nuevo en Toscana, para el yerno de su
a los napolitanos, en Foligno, el 18 de febrero de 1801; y en Florencia, riel aliado, el Barbón madrileño. España aceptó; y, el 21 de marzo de
1 1801, se firmó el convenio llam~do de Aranjuez, que confirmaba la
el 29 de marzo del mismo año, María Carolina no escatimó epítetos
contra dicho tratado, "infame, fatal, execrable, monstruoso ... " Tal vez t cesión de la Luisiana a Francia.
la.mentó menos las pérdidas materiales que la humillación de ver cómo Los nuevos soberanos de Etruria (este término prevaleció pronto
1 sobre el de Toscana), pasaron por París para ir a ocupar su trono, pues
'.j i los presidios de Toscana, que acababan de serle arrancados, pasaban
¡ a ma~os d.el re~ de Etru.ria, yerno de su cuñado español. Nápoles perdía
también P10mbmo y la isla de Elba, y aceptaba una condición compro-
Bonaparte quería que los papanatas franceses viesen a unos Borbones
convertidos en protegidos suyos. Aunque Luis I tenía fama de tonto,
iÍ metedora, por la cual los franceses tenían derecho de guarnición en se organizaron en su honor visitas a establecimientos científicos ; y para
:1 Pescara, Brindisi y Otranto. la reina se celebraron bailes, aunque era jorobada y coja. Para evitar
1
1
l. . Pe~o el sa~sfacer los odios de familia no era la única preocupación
dm~tica ~ue impulsaba a los Barbones españoles a volver sus miradas
toda manifestación monárquica, se prohibió que se recitasen versos en
el teatro; y se tuvo buen cuidado en hacerles , salir de Francia antes de
i haci~ Italia. En efecto, Car-los IV (y aún más que él la reina) insistían las fiestas del 14 de julio. El 10 de agosto de 1801, hicieron. su entrada
:1 obsunadamente en la maniobra, ya esbozada bajo el Directorio, con en Florencia, siendo aclamados,. como era de rigor. Los Barbones de

11
¡:
1.'
1

912 TOMO I.-REYOl.-UCION FRANCESA E IMPERIO NAPOJ..EONICO


IV.-P~CIF!Ct,C!ONES 913 ,,
i •.
España habían demostra¡io la limitación y la miopía de s~ política! Y Cabía preguntarse qué interés tenía Bonaparte en una operación bas-
Bonaparte se convenció 'ento:o,ces de que, apelando ª. sus mtereses ita- tante difícil y geográficamente ta11 exc~ntrica, Su objetivo era el que se
lianos y a consideracionl;!s de familia, podría conseguir de ellos cuanto proponen los adversarios cuarido; después de años de una lucha· inde-
se propusiera. , . , . . . cisa, sienten próxima la paz: con ··vista~ a las negociaciones y a las discu-
Si las relaciones de la España borbomca con Napoleon se Ifilciaron siones diplomáticas, cada uno s.c;. ptq~ura todas las garantías posibles.
en aquel tono, tan característi~o. la política de Portugal _en 1801 demo~­ No cabe duda· de que, entonces, :\fl. má9_ preciosa de tales garantías, a los
tró. por el contrario, ha~ta q}lé punto el factor geográfico puede serv:r ojos de Bon.aparte, era Egipto, que aiín estaba en sus manos. Pero si L,,
de contrapeso a las alia\JZas y las obligaciones dinásticas. ~ortugal, pais había de perderla, s~ volvería cop.tra ~l último aliado que le quedaba a I·
atlántico raza de marinos y i:le colonizadores, dueñ(l del inmenso Bra· Inglaterra en el continente. Así, pnes, li;l suerte de ·Lisboa y la de El Cai-
sil, podí~, en tiempo de· ctisi; en el continente, encontrar en el Océano ro se correspondían extrañament~ En ~spma de noticias de Egipto, Bo-
su riqueza y su segurid¡q, A;'.unque estorbado por los corsarios france- naparte retrasó mucho su march~ sobre el Tajo, sirviéndose de la pan-
ses (que muchas veces ·se refugiaban en puertos esp~ñoles, y que, de t~lla portu~esa para disimular lqs expediciones que preparaba con des-
1794 a 1801, :hicieron p~esas por valor de unos 200 millone:'.): el co~er~ tmo a Ale1andrfa. Pero cuando :com¡;>rendió que el ejército del delta
cio con el Brasil no se iptemJ,mpió durante la guerra: tamb1en continuo estaba perdido, por falta de refµerzos, se decidió'. El 16 de abril de
el comercio con los pue[tos b.ritánicos. Inglaterra parecía ser la llamada 1801, el cuerpo auxiliar francés _pasó ~l Bidasoa ; y el 19 de mayo los
a garantizar la seguridad de "su antiguo aliado; y, de 1796 a 1801, le españoles cruzaron la frontera p{}rtugtíesa.
envió material y municiones ·por valor de 183.000 libras. Además, sos- Si Inglaterra no los sostenía, 'Jos portugueses no' podían resistir. In-
tenía en Lis boa fuerzas l:le capaJ.lería, suizos y emigrados franceses ; Y se glaterra los abandonó,. como haQfa de volver a hacerlo en 1807. El 22
confiaba en que, en casq ele P:~ligro, reforzaría aquellas tr~pas. . de marzo, una nota de Grenviµe mvitó al regente a firmar la paz,
A Portugal le era ilfdispe¡isable este apoyo. En teona sus efectivos en los mejores términos posibles~ En 'tales condiciones, las operaciones
militares eran relativamente elevados: de 35.000 a 42.000 hombres para tenían que ser breves y el nombre que se les dio, de .Guerra de las Naran-
2.900.000 ha·bitantes. P~ro. ~'ese al oro del Brasil, la haciend!l se en· jas, a causa de unas ramas que l¡¡. irifantería española cogió en la ex-
contraba en situación tan precaria que, práctícamente, no llegaban a planada . de .una fortaleza enemiga, no ev~ terribles matanzas. Los
20.000 los hombres qu~ hatila en filas, y esos mal equipados. Mien- contingentes franceses no tuvieron ni siquiera, tiempo de llegar. Se quería
tras Francia tuvo que h1.1cer frente a la coalición, Portugal no se preoc~­ terminar el asunto sin esperarlos, para, de este modo, poder guardar
TJÓ de su debllidad ; púo, a partir de Luneville, no tuvo más remedio ciertos miramientos a los vínculos dinásticos ·que unían a las dos cortes,
que darse cuenta de que }e llegaba Ja hora; y, en realidad, hasta 1807, y tal vez también a la idea remota de la unidad ibérica.
deoendería de la ayuda británica frente al .peligro francés. De .SUS conquistas en territorio portugués, España conservó Oliven.za.
' Peligro no pequeño. Efectivamente, el Portugal atlántico tenía una A Francia, el tratado firmado en Madrid, el 29 de septiembre de 1801,
retaguardia de país continental, hundida en la península Ibérica y cuya como continuación··del concertado en Badajoz el 6 de junio, solo le con-
extensísima frontera con España era vu1nerable en todos sus puntos. Con cedió un aumento en la Guayana, una· indemnización de veinte millones
res'Pecto a tan poderoso vecino existía una antigua tradición de descon- de . libras y facilidades para introducir paños en Portugal. Bonaparte
fianza ; pero los vínculos familiares eran estrechos. Ya sabemos que el estaba muy lejos de conseguir la gran ocupación territorial que daba
príncipe Juan, regente del reino, desde 1799, estaba cas~do con Carlota, por descontada; y, por tanto, las garantías que esperaba para poder
hija mayor de los soberanos españoles. Estos eran aliados de Bona-
ejercer presión sobre Inglaterra. Resultaba evidente que .el plenipoten-
parte. ¿Qué triunfaría? ¿La política atlántica, que empujaba al reino
ciario-su hermano Luciano-no había salido malparado en cuanto a
hacia Inglaterra, o la alianza dinástica y, por su mediación, la presión
comisión, pero las cóleras ·consulares no sirvieron ya para nada. La
francesa? Jurídicamente, Bonaparte tenía fundamento para atacar a los
Guerra' de las Naranlas no influyó en las negociaciones de la paz gene-
portugueses,_puesto que, después de las hostilidades de 1793, no se había
ral, En cambio, presenta el interés de caracterizar, desde el primer
concertado la paz. Si tenía interés en llevar adelante la cuestión y en
momento, las relaciones entre Napoleón, Portugal e Inglaterra, relacio-
marchar sobre Lisboa, a través de España, su aliado Carlos IV no se lo nes determinadas por la situación en que ·la geografía y la política colo-
impediría. En efecto, el 29 de enero de 1801, Luciano Bonaparte con- caban al ,pequeño reino, y que uno de sus. diplomáticos definía así: "En-
siguió de Madrid un convenio, por el cual el Barbón se asociaba a una tre el yunque y el martillo."
acción contra Portugual: si Su Majestad Fidelísima no se decidía a rom-
per con los ingleses, 15.000 franceses se unirían a los españoles.
llENOUVrN 1.-58
914 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERlq NAPOLEONICO

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IV. LA ECONOMlA INGLESA Y LA PAZ
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:r
"Es imposible tratar con esta aristócracia nueva, impía, y que se ha
constituido por sí misma." Así se expresaba Jorge III, después de leer ''
) ! el mensaje en el que ·Bonaparte, el día de Navidad de 1799, ofreció ''1
\
1 la paz a Inglaterra. 'En el Parlamento, Pitt encarecía: "¿Acaso ha des- ''1
:¡ J:
¡
aparecido el jacobinismo. de Robespierre, de Barere, del Triunvirato, ,_I
1
de los cinco Directqre,i;, porque se haya concentrado en un hombre, que 'S\
1 ! j C\
~ 1• se creó en su seno, c'µya reputación ha sido ganada bajo sus auspicios, ti•1
" y que ha sido, a Ia vez, hechura y adalid de todas sus atrocidades y de .g\
1 todos sus errores?" La forma de la respuesta que se dirigió a Bonaparte s'
·al
·. 1 fue lo más vejatoria posible; Grenville, hombre altisonante, de carácter
altivo, escandalizado tanto como el rey de que "el tirano corso" hubiera
terminado su carta· con fórmulas de escasa cortesía, se esmeró en su
redacción. El fondq csra Piás despectivo todavía: Francia no recobraría
la confianza de Europa mientras no hubiera restaurado a los Barbones.
·.1
1 Solo un motivo de esta insolencia es ocasional: maniobra de hombres
politicos, que estab,an entonces en tratos avanzados con los emigrados
.i
1
.
., franceses, y deseosos de• tranquilizar a las monarquías absolutas. Pero,
¡ sobre todo, semejante política revela la ignorancia de lo que era Bona-

·. i
'I :i_
parte y de los recur¡;os que la nación francesa ofrecía a su genio, y
también la tenacicl;id y la violencia de la aversión social que las clases
dirigentes británicas sentían hacia el jacobinismo igualitario.
~"'
"
"O
o
"O
i::
También continuaba destacándose marcadamente el otro factor esen- ::l
cial del comportamiento inglés: el poder mantenido y· l!cri<centado del El
capitalismo comercial, financiero e industrial, que dictaba a la diploma·
cia sus exigencias, pero también le proporcionaba medios de acción am-
plios y eficaces, en vivo contraste con los mqvimientos lentos y las pre-
1
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N
¡·

ocupaciones agobiantes que imponía a los rusos y a los austríacos la ¡;;


...
atrasada situación de su economía . ;;. ;
Se sucedieron las conquistas provechosas. El 5 de septiembre de
1800, los ingleses conseguían, por fin, la capitulación de la guarnición
francesa de Malta, que cedió a la presión del bloqueo y al hostiga-
miento de los malteses, a quienes Sicilia proveía de municiones. Allí
se fijó un eje fundamental de estrategia marítima. El primer resultado
es que sería ya más fácil expulsar de Egipto a los 25.000 franceses
mandados por Menou. Sin embargo, Londres vacilaba : ¿Sería prudente
volcar en Egipto toda la fuerza, cuando, en el canal de la Mancha,
Bonaparte se preparaba abiertamente para pasar a Inglaterra? Pero Dun-
das, ministro de la Guerra, viendo el valor que el adversario concedía
a Egipto, comprendió la importancia del delta y convenció a sus colegas.
Así, pues, las casacas rojas desembarcaron; y primero los franceses de
El Cairo, luego los de Alejandría, tuvieron que capitular Gunio y agosto
de 1801). Pronto se inició, o más bien se reanimó, el comercio britá-
nico que, pasando por el mar Rojo, llegaba a: la India y cuya importan-
,¡,'
916 TOMO l.-REVOL\:JCION ,FRANCESA E IMPERIO Nhl'OLEONICO IV.-:l'hClFIChCIONES 917 .¡¡,.

cia veremos al estudiar el tráf~co indio. Estratégica y económicamente, c10, de 50 millones de libras, 1c1 73 y medio. En cambio, mientras en ~ '.

los países del Nilo, ruta y defensa avanzada de la India, empezaban a 1787 salían de los puertos fr!(nces~ 455.000 toneladas, el año VIII t
ocupar un lugar preferen\e entre las preocupaciones inglesas. solo salieron 104.000, y no se impor~ó de las colonias más que millórr "i!_.
i
En el Atlántico norte, "fos sipte años de guerra ·no habían hecho mella y medio de mercancías, por 2~6 que se importaron en el año 1789. !:
en los beneficios. Las exp9rtacipnes a las Indias occidentales, de 2.185.000 El balance de la guerra econóI),iica ~s indiscutible.
libras por término mediq en ~l período 1790-1792, llegaron, en 1799- Sostenida por la producción·y el ~intercambio, la hacienda soportaba
1801. a los J.561.000, y :1qs ilpportaciones correspondientes pasaron de sin demasiada dificultad el peso de la lucha. El empleo del papel moneda
3.877.000 libras a 5.101.\)00. Dichas islas proporcionaban, especialmen- se generalizó lo bastante. para facilitar los negocios particulares y dar
te, algodón bruto, cuya ~einatjda aumentaba a medida que en el Lan- margen al Estado; pero no tap.to que produjera alarma. La crisis de
cashire se perfeccionaba!} y m,ultiplicaban las máquinas; de 33 millo- 1797, durante la cual hubo que susp~nder el reembolso de billetes, pro-
nes de libras que representaba' en 1792, el consumo británico se acercó, dujo una impresión muy supegicial; y no. dejó recuerdos. El uso de
en 1802, a. los 57 millones, Sin embargo, surgió una competencia. Aun- billetes de una y de dos libras ·segefi.eralizó; y, a fines .de 1800, circu-
que las Antillas inglesas enviaban aún a la metrópoli el 35 por 100 del laban por un valor de 2.100.00p libias, y por valor de 13.400.000, los
algodón que ésta empleaba, el 24 por 100 procedía ya de los Estados de cinco libras y superiores. :Qesde 1798, se suspendió, prácticamente,
Unidos. Estos. en compensación, compra:ban amplia y regularmente ar- la acuñación de oro ; rara vez se veíftil circular las guineas ; pero el oro
tículos manufacturados, y en 1805-1807, absorbían ya casi una tercera no tenía demasiado premio sobre la moneda. La política de emisión
parte de las mercancías que exportaba el Reino Unido. que practicaba el Banco de Londres le valió, desde luego. algunos ata-
En una gran parte de Europa, el comercio inglés era más intenso ques y partictifarmente, en 1801, el violento libelo de Walter Boy; pero la
que nunca. Las ventas que con anterioridad a 1789 hacía Francia a los institución conserv.ó su solidez. En febrero de 1800, hizo renovar por
países germánicos. comprendían una gran porción de artículos colo- anticipado su carta de concesión, por otros doce años. El nuevo impues-
niales .. Con la guerra y el bloqueo, el azúcar y el café de las Antillas to, llamado income tax, aumentaba considerablemente las contribucio-
francesas fueroff reemplazados por los de las Indias occidentales ; y con nes directas, que en ~801 pasaron de los 10 millones de libras. La po-
el cacao y algunos otros productos tropicales hubieron de llegar;c·a cons- tencia del capitalismo finaneiero era una de las mejores cartas que la
tituir las dos terceras partes de las ventas británicas. En 1798, Hannover Gran Bretaña podía jugar en la guerra.
recibía: cargamentos de café, por valor de 46 millones de libras-peso.
Si a fos géneros de ultramar añadimos los productos manufacturados, Sin embargo, es dificilísiino que el panorama de un país en lucha
encontraremos que, de sus ventas en Alemania, Inglaterra obtenía, en durante siete años sea favorable en todos los aspectos; y, en 1800, In-
) 1800, once millones y medio de libras, esto es, seis veces más que en glaterra no podfa ocultar su cansancio.
1792. Y aún hay que añadir a esto el beneficio que obtenía al comprar El coste dela vida aubfa. El papel moneda, emitido tal vez con exce-
y revender las mercancías alemanas; en 1800, compró por valor de 23 so, la crisis de los fletes y la carestía de los seguros marítimos, que
millones y medio de libras. en 1797 acompañaron a las dificult¡¡,des de la Royal Navy, añadidos a
Su' comercio encontraba medios de ejercerse incluso en la misma dos malas cosechas en 1799 y 1800, con la consiguiente adquisición de
Francia. Compraba de contrabando cereales franceses ; los de Picardía víveres en el extranjero, provocaron el alza, que fue continua a partir
se enviaban hacia Amberes, donde se les reunían los de la orilla izquier- de 1790, con tan solo un breve descenso en 1797. Si· tomamos el índice
da dei Rin, salvo los que iban a Brema. En cambio, las telas inglesas 100 para 1790, se llega en 1801 a 166. Esto significaba un máximo que
entraban °por fardos. "En la ciudad de Ruán existen depósitos continua- no se repetiría hasta 1808; pero la baja producida por la cosecha de
mente. llenos", hace notar el prefecto. Desde luego, estaban prohibidas 1801 se limitó a 143.
por la' ley del 10 de brumario del año V y por reglamentos posteriore~ ; Aquellos años de 1799-1801 dejaron el duro recuerdo de. la vida
pero los fabricantes franceses se apresuraban a marcarlas con su prop10 cara llcompañada de escasez. En el trigo, por ejemplo, el reino consumía
marchamo, y en París apenas se ocultaba el origen de los tejidos pro- anualmente un promedio de 7 millones de quarters (el quarter vale 2.9
hibidos. hectolitros). Ahora bien: en 1799, las llU'vias y las heladas redujeron
En total. las exportaciones inglesas subieron de 18.335.000 libras, considerablemente· 1a cosecha, tal vez a la mitad. En 1800 no se reco-
en 1793, a 25.699.000 en 1801. En 1800, el movimiento de los puer- gieron más que cinco millones de· quartiers. Los precios subieron. En
tos brit:;ínicos sobrepasaba en un 42 por 100 al de 1789; cierto es que noviembre de 1798, el quarter valía por término medio 47 chelines' y
la parte correspondiente a los neutrales había aumentado mucho. En 11 peniques ; en diciembre de 1799 se vendió a 93 chelines 10 peniques,
''·.;- ..:· los tres últimos años del siglo, el valor anual del comercio exterior ere- y a 137 chelines en diciembre de 1800; en febrero de 1801, subió a
¡i1·¡,
918 TOMO 1.-RBVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
,¡. 1
Pitt hizo promesas a los católicos, que desde aquel mc:mento se ..presta
·.•_.¡·

! 144 chelines 10 peniques, y en abril · a 148 chelines 6 peniques. La


11 • ron. atolondradamente, a la 'maniobra. Castlereagh ·hizo un. detalladc
l. buena cosecha de 1801 le hizo bajar a 75 chelines 2 peniques; compa- presupuesto de inde~aciones por valor de 1.455.000 libras, sin contat
¡:¡; rado con 1798, no cabe duda de que seguía cai:ísimo.
Se produjo tambi~n el clásico cortejo de expedientes y restricciones.
los títulos irlandeses e mgleses. Tras esto, la ley fue aprobada en Du·
blín por 158 votos contra 115, Westminster la ratificó. El 1 de enero
Se prohibió, por edicto, destilar el trígo, la cebada y toda clase de cerea- de Í80l, Jorge III iba a convertirse en ";:ey del Reino Unido de Gran
les, fabricar almidón y vender pan tierno. Se reglamentó la elaboración Bretaña e Irlanda". Sólo faltaba cumplir las promesas hechas a los cató-
¡ de pastas y pasteles. Se estudiaba el empleo de sucedáneos ; se protegía licos principalmente la de supresión de las fo.capacidades políticas que
·I' ' ' el cultivo de la patata y se incrementaba la pesca. Pero el gobierno re- aún pesaban sobre ellos. Para l9grarlo, el prilner ~bstác1;1lo era el rey Y
currió, especialmente. 11 las importaciones: pescado del Canadá, aren- sus profundas convicciones protestantes. ¿Consegurría P1tt sobre.
.. i ques de Suecia, arroz de la India (20.000 toneladas), centeno, avena y, a ellas? En realidad, ni siquiera es seguro g.~e esp~rase consegu1rl.o. ~.l

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lii'. '
sobre todo, trigo. :ai;t~ venía, principalmente, de los Estados Unidos,
a los que, en 1800, se pidieron 580.000 quarters,· pero también se recu-
hecho es que Jorge III escribi~: "Un cambio semejante falsearía mev1·
tablemente nuestra magnífica'. y feliz constituc¡ón y seguiría exactamente
( . 1 a
rría al Canadá. a Sícilla, los Estados berberiscos, a los países del Bál- las huellas de la Revolución francesa." De 1,aquí se derivó una crisís i'

{' 1
tico e incluso a la mir¡ma Francia. confusa, agravada por un ataque de .lo'cura del Rey. El 3 de febreio
11 r '
La situación alin,iep.ticia del reino pesó mutho en su política y en de 1801, Pitt presentó la dimisión, que le fue aceptada dos días despu~s;
su diplomacia. A pes~r d~ los esfuerzos de Ja .caridad ·privada, movida y, el 14 de mayo, hizo entrega de los sellos en roanos del Soberano. ·
! por la Iglesia y por la pre_nsa, y también a pesar de las soup-hozúes, las
·¡
1
No por eso se pasaba Pitt a la oposición. :i;:or el contrario, su suceso,r,
¡ masas populares que la µidustrialización había acumulado en las ciu- Addington, fue elegido principalmente por ser hombre de su agrado;
H dades, se quejaban. 'Ei¡tall¡uon desórdenes que se dijo estaban organiza- aceptó a instancias suyas y :repibió la promesa de su apoyo. Pero Pitt
J:
1 dos por agentes franceses, y se distribuían pasquines escritos a este tenor: estaba cansado; después de la última audiencia real se abandonó a una
\. !
Peace and large bread, or a ¡nin:ce withoud a head. Las tropas tuvieron emoción y a unas lágrimas que no eran habituales en él. Addington era,
0

\:-1.1 que intervenir contra los revoltosos. La inquietud cundió incluso entre simplemente, una buena persona. Aun cuando. llamó a lord i::awk~sbury
; las clases acomodadas. A:µnque no se había recurrido a la importación para desempeñar la cartera de Asuntos Extenores, a lord ~~mt Vrnceli~
j! en cantidades enorn:¡es, como el ciudadano inglés había vivido siempre pará el Almirantazgo, y a lo;:cl Hobart para Guerra, su Gaomete resulto
'
i!
1 !,.~ : en la convicción de qiie, en materia de alimentación, podí¡¡. contar con
su self-sufficien:cy, desde el momento en que vio que sú suelo no le
débil. Se decía que solo le Ialtab.an tres cosas: cerebro, sangre y oro.
Como es natural. se inclinaba a no poner en peligro las ventajas con-
--.. "'...

i quistadas por su predecesor y a firmar una' paz honorable con Boo,a-


1'
! alimentaba por completo, le pareció que el hambre llamaba a sus puer-
) 1 tas. Desde aquel momento, se volvió de una sensibilidad extraordinaria parte, aprovechando la oportunidad que se le ofrecía. ,1

·~ l con respecto a cualquier cosa que pudiera impedir a los convoyes de


trigo entrar en sus puertos: :la atribuía a ligas de los neutrales o a mani-
! obras de los Estados Unidos. Tanto en los medios influyentes como en los V. LA PAZ DE AMIENS (27 DE ~O DE 1802)
! ¡
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••••••
ll barrios obreros, se propagaba una opinión que el cónsul americano
H en Bristol definía asf: "Mucho me temo que la guerra se extienda más Bonaparte se daba perfecta cuenta de cuál era el medio que debía
1'
1 aún y que una gran penuria obligue a este gobierno a solicitar la paz." emplear para poner coto a la superioridad de la escuadra británica y
¿Era ese el proyecto de Pitt? En el Parlamento tuvo el descaro de aumentar las dificultades de aprovisionaroiep.to de_ su adversario: una
pretender que las dificultades para el abastecimiento no provenían de acción concertada de los neutrales. Una de' sus primeras preocupacio-
[ la situación exterior y que "la guerra tenía tendencia a hacer bajar el nes consistió en atraérselos, atenuando las medidas adoptadas contra
precio del trigo". Pero, en el fondo, cabe preguntarse si no pensaba en su comercio marítimo. En diciembre de 1799 abolió el principio, apro-
la paz, y si. al dimitir, el 3 de febrero de 1801, no quiso, ante todo, bado el 29 nivoso del año IV (18 de enero de 1798), por el que un
1
, dejar a otro el cuidado de concertarla. El origen de la crisis fue la cues- barco neutral cargado con mercancías inglesas podía ser capturado.
tión irlandesa. Los movimientos separatistas a que dio lugar la relativa ' Al mismo tiempo, se esforzaba en granjearse una actitud amistosa
autonomía de la isla hermana habían suscitado tales inquietudes, que de los Estados Unidos, al que algunos incidentes marítimos habían
Pitt resolvió unir Irlanda e Inglaterra y Escocia. El parlamento de Du- llevado a una situación de casi guerra con Francia. Más adelante veremos
blín tenía que votar la ley de reunión; pero no accedería a ello sin pro- cómo. el 30 de septiembre de 1800, firmó con ellos el Tratado de Morte-
mesas políticas e indemnizaciones personales a. los intereses perjudicados. fontaine. Lo que ahora nos importa es examinar las cláusulas de derecho
920 TOMO I.-REYOLLIC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO IV.-l'AGIFICAl;':IONES 921

marítimo que implicaba. Bona parte consiguió lo que deseaba: estable- la neutralidad armada y asegurar así l¡i.. libertad de los mares". Y, para
cer, con gran ·amplitud, e1 e~tatuto de los neutrales, para entorpecer dar ejemplo, embargó los barco~ ingíeses que se encontraban en sus
con ello el bloqueo ing~s. L_ibertad, para cada parle, de fondear en puertos. · ·
cualquier puerto perteneéiente. al enemigo de la otra parte, y comer- La cómunidad de intereses no ofrec{a dudas ; y no era ésta la primera
ciar en él; la úníca exc~pción, a esta facilidad sería el caso de que un vez que se constitufa semejante a.soci\).ción. En noviembre de 1800, se
puerto estuviese realmente blo11ueado, no solo nominalmente: principio comprometió Prusia: habiendo ll!do c~pturado por los ingleses uno de
de que el pabellón cubre)a m~rcancía; lista, muy restringida y reducida sus navíos, ocupó Cuxhaven, en lii des¡::mbocadura del Elba, que era po-
al mínimo, de las mercaJ;J.cías gue podían ser consideradas como contra- sesión de Hamburgo. A fines d~ dici~mbre, las potencias del Norte se
bando de guerra; prohi~ición; de visitar los "mercantes" escoltados por decidieron a firmar con San Pe(ersblifgo diversos convenios de neutra-
un navío de guerra, debiendo contentarse los cruceros de vigilancia li.dad armada, que adoptaban, ~prox\madamente, los principios emrn-
con una declaración, hecha por el comandante de la escolta, de que el ctados por Bonaparte en su trat¡j_do cqn los Estados Unidos. En la pri-
barco estaba en regla. Todas estas cláusulas hacían de Bonaparte, a los mavera de 1801 pasaron a los h9chos ¡ los daneses ocuparon Hamburgo
ojos de los neutrales, el adalid de la libertad marítima. y Lübeck; y, en abril, 24.000 pnjsiano,s invadieron el electorado de Han-
Inglaterra no podía, en modo alguno, admitirlas íntegramente. So- nover, propiedad del rey de lng~aterrá. Esta intervención de Prusia col-
bre todo, la prohibición de visitar los navíos ·le resultaba inaceptable, maba los deseos de Bonaparte, 'temeioso siempre de que, por su des-
i;:onfianza característica, no se co¡npr'ometiese más que a medias. En
por considerar que eso sigruf.icaba abrir la puerta a todos los fraudes.
consecuencia, encargó a Lucchesini, representante suyo en Berlín, que
Este punto fue el que dio lugar a los incidentes decisivos. En diciem- hiciese saber a su majestad prusiana "que Europa veía con placer cómo
bre de 1799, cerca de Gíbraltar, la fragata danesa Haufruen disparó seguía las gloriosas huellas de su tío abuelo Federico".
contra las chalupas de la Flora· y de la Emerald, que pretendían visitar
su convoy, pese a las seguridades dadas por su comandante. El 25 de Para Inglaterra la cosa se ponía grave. Nada más que grave; sería
julio de 1800, en el canal de la ·Mancha, 1a fragata danesa Freya se lan- exagerad<;> decir, como algunos historiadores, que estaba entre la espada
zó, en las mismas condiciones, en defensa de sus seis barcos mercantes, y 1a pared. Pero, en realidad, Europa parecía coligarse contra ella. De
contra una división inglesa; hubo combate, y muy violento, pfir cierto. repente. dos golpes de fuerza la sacaron de aprietos.
La Freya tuvo que arriar su bandera. El 10 de agosto de 1800 fue pre- Bonaparte la acusó de haber tenido parte en uno de ellos: el asesina-
to del zar Pablo ; pero, por lo que se sabe de la tragedia del 23 de marzo
sentada en Capenhague una nota británica exigiendo satisfacción y re- de 1801, sólo puede decirse que ei embajador Whitworth, después de su
paraciones ; iba apoyada por una escuadra que fondeó a tiro de cañón de expulsión de San Petersburgo, mantuvo relaciones muy estrechas con
la ciudad. El 29, los· daneses tuvieron que ceder. individuos muy inclinados a 1as medidas extremas. En cuanto al brutal
Al enterarse del. incidente. de la Freya,. Bonaparte manifestó extra- ataque inglés contra Copenhague, hay que reconocer que era algo que
ordinaria alegría. "Ha visto en él-cuenta el enviado prusiano-el ori- se imponía en el terreno económico. La navegación mercante en el
gen de una liga del Norte contra Inglaterra." No le faltaba razón. In- Mediterráneo se iba haciendo difícil, pues la flota no era suficiente para
mediatamente, el zar Pablo .tomó. partido. por los daneses, efecto sin gá'rantizar esco~t~s. Era de todo punto imposible aceptar que la liga de
duda de· los vínculos dinásticos y familiares, y repercusión de una animo- los neutrales hiciese perder los mercados báltico y alemán. El abasteci-
sidad contra Londres, alimentada sin cesar por las cuestiones de Oriente miento del Reino Unido en trigo y pescado salado provenía, en parte.
y Malta, y que Francia procuraba excitar; pero también reflejo profun- de allí; y ya sabemos lo sensible que era la opinión a cualquier cosa que
damente ruso. Para que San Petersburgo tolerase a Londres que, a las amenazase su aprovisionamiento. También de allí-del Báltico sobre
mismas puertas del Báltico, Inglaterra· amenazase con emplear sus ca- todo;-llegaban la mayor parte de los materiales navales, cáñamo y lino,
ñones sin preocuparse de las reacciones moscovitas, que se desentendiese alqmtrán y pez, y, sobre todo, madera. En 1799, Inglaterra compró en
de la solidaridad natural entre los ribereños bálticos y el guardián de los países bálticos las cuatro quintas partes de sus maderas de cons-
los Estrechos, y que pretendiese controlar tan de cerca un comercio en trucción, mástiles y berlingas (el resto lo recibía del Canadá). De con-
el que aquéllos encontraban una de sus principales riquezas, eran pre- f01m~rse con la actitud de. los neutrales, pronto hubiera tenido que re-
cisos vínculos mucho más fuertes y más provechosos que los que había nunciar a botar nuevas umdades y, lo que era peor aún, a efectuar las
por el momento. Pablo I vio llegado el inst,3.nte de dejar sentada la pre- reparaciones indispensables y continuas que exige la navegación a vela.
ponderancia rusa en el Norte; y el mismo· 27 de agosto, aun antes de la En vista de lo cual, el 2 de abril de 1801, Parker y Nelson abrieron el
capitulación danesa, invitó a Copenhague, Estocolrno y Berlín a que se fuego contra Copenhague. Así, atacados aisladamente, no pudiendo re-
asociaran con él "para restablecer en toda su fuerza los principios de cibir ayuda de las escuadras amigas, retenidas aún ·por los hielos en el
922 TOMO 1.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NA,OLEONICO

Báltico, desconcertados tal vez por la noticia de la muerte del zar, y considerándose desligado de todo compromiso con un aliado que le ti,a-
quebrantada su entereza por la hábil moderación d~ las condiciones que bía1engañado en la cuestión portuguesa! no vaciló, y fue la Trinidad 1a
Nelson presentaba, los daneses cedieron; y, por el convenio del 9 de que pasó a poder de Inglaterra.
abril, se separaron de la liga. Pero el problema más delicado era el de Egipto. En él residían, a un
Los acontecimientos de San Petersburgo y de Copenhague ponían tiempo, la fuerza y la depilidad de la posición inglésa. La fuerza, porque
t~múno a la crisis. Del 5 al 17 de junio de 1801, Rusia fumó un acuer- los batallones británicos~ iban ocupando progresivamente el bajo Nilo,
do marítimo con Londres, en el cual se admitía, aunque con estrictas y Hawkesbury tenia a su favor l.a marcha de la guerra; la debilidad,
re~ervas, el derecho a vis1tar los navíos escoltados. En todo lo demás porque entonces Addingtoi; conced,f¡¡. tal ~portancia a.Egipto, al comer-
~mercancías transportadas por los neutrales, definición del contrabando, cio naciente en el mar Ro10, a la protecc10n de la India, que, para estar
C1ondiciones de un bloqueo efectivo-los ingleses se mostraron magná- seguro de que los franceses habí;ui de evacuarlo (no se enteró de su
nimos. Tenían enorme in~erés en apaciguar a los, neutrales, ahora que capitulación en Alejandría hast~ después de. firm~dos los pre~ares),
.i habían ganado la batalla del trigo, del pescado y de la madera. Había
que dejar las roanos libres a los diplomáticos, pues ya estaban iniciadas
estaba dispuesto a hacer conces10,nes amplísunas, mcluso excesivas. Por
su lado, Bonaparte esperaba que Menou resistiese tres semanas más. de
l~.s negociaciones de paz con Francia.
las que resistió; pero sabía qu~, desde luego, Egipto estaba perdido.
Ahora bien: quería, por lo men~s, impedir que se quedasen con él los
En febrero de 1801, A.ddington esbozó los preliminares. Para con- ingleses, y expulsarlos igualment(\ de Malta. Este aspecto de las nego-
ducir estas conversaciones, ctue iban a ser ·en gran parte de orden eco- ciaciones lo conocemos ya; cómo :Tµrqµía perseguía los mismos objetivos
nómico, Bonaparte escogj,ó a Luis Otto, badenés muy versado en estas que el Primer Cónsul; cómo España. que tenía que recuperar Mahón en
'cuestiones, que fue enviado a Londies con el pretexto de negociar un las Baleares, estaba al lado de 'I;urquí,a en las cuestiones mediterráneas,
c¡mje de prisioneros. Las negociaciones duraron siete meses, y se lleva- y sobre todo, cómo el zar Alcj8.Jldro.. aun mostrándose muy frío con JI
r?n confusamente y con ritmo irregular. Dependían en gran parte de Bonaparte, se hallaba también interesadísimo en la evacuación de Malta.
operaciones navales y militares, desarrolladas en un espacio muy vasto,
Afiadamos a esto que Francia ~staba, al mismo tiempo, en negocia-
y la desigual rapidez de los correos podía proporcionar a una u otra ciones con el dey de Argel y con el bey de Túnez. Ante esta común insis-
1 de las partes un adelanto de información, muy importante; sobre las
":f operaciones de Egipto parecen haber sido los franceses los que. tuvieron Jencia de las potencias mediterrá.Jl,eas, Inglaterra aceptó el artículo 4.º
del convenio : sus tropas saldrían ~e Malta, que habría de ser devuelta
lnformación más rápida. Las negociaciones se mantenían en el más rigu-
roso secreto, cosa que la opinión parlamentaria no le perdonó a Ad- a los cabaJleros, bajo garantía de üna tercera potencia.
l
!
l dington.
1
Tales son los preliminares que Hawkesbury y Otto concertaron en
Londres, el 1.0 de octubre de 1801.
1 Acerca de algunos dsuntos, apenas hubo discusión. Resultaba evi-
i dente que no se podí&. desarraigar a los ingleses de la India, ni a los
,¡ franceses del Piamonte ni de los Países Bajos. Incluso la cuestión holan- "Estory convencido-escribió Hawkesbury, después de firmar-de que
-1 desa-tan importante, sin embargo, para su país-apenas fue tocada por si continuase la guerra .en el actual estado de cosas, no podríamos es-·
.j' Hawkesbury más que por fórmula. En cambio, se escurrieron de entre perar razonablemente nada que nos autorizase a rechazar estas condi-
los dedos de los negociadores algunas garantías territoriales. Es sabido ciones." La masa inglesa pensaba lo mismo; y se felicitó sin más ca·
que Bonaparte, engañado por su aliado español, no consiguió apoderarse }:ilaciones por librarse así del octayo invierno de guerra. En Londres,
de Portugal. La misma decepción experimentó con respecto a Hannover. la. multitud se enganchó al coche de Otto, con tanto entusiasmo, que
El Primer Cónsul pidió a Prusia, que acababa de ocuparlo, que se lo estuvo a punto de volcarlo. Aquella noche, que fue clara y hermosa,
cediese a cambio de importantes concesiones en Alemania; pero Prusia las fachadas de las casas estaban resplandecientes con las luminarias,
se neg6 a jugarle esa pasada a Inglaterra, de quien ya tenía bastante que a los tradicionales G. R., mezclaban nuevos F. R., o trazaban dos
que hacerse perdonar. "Los beneficios ofrecidos a P.i:usia por el general palabras bien características: Peace and plenty, paz y abundancia. Las
Bonaparte-respondió--le resultarían tan peligrosos como su enemis- provincias, informadas mediante las diligencias, cuyos postillones iban
tad." coroµados de laureles, manifestaron la misma alegría, ante la idea de
En las colonias, puede decirse que Jos ingleses lo tenían todo. ¿Qué que pronto iban a desaparecer la vida cara y la escasez. El Times y el
dejarían? En este punto, sus concesiones fueron muy amplias. Se queda- Szm encomiaron las condiciones obtenidas: y la Cámara de los Lores.
ron con Ceilán, a expensas de Holanda. En las Antillas, reivindicarbn la arrastrada por Saint-Vincent y Nelson, las aprobó por 105 votos con-
Martinica francesa o la Trinidad española, a elección de Bon.aparte. Este, tra 20.
924 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPCILEONICO
IV.-1.'ACIFICACIONES 925

caballeros y que, si bien había renuncü1do al gran maestrazgo, lo hacía


Pero tampoco faltaron las críticas. Las de Pitt, que censuraban, sobre suplir por un gran capítulo que reuniría bajo su vigilancia el gran priora-
todo, la restitución del Cabo~ eran moderadas, ya que se sentía obli- to de Rusia. Pitt aconsejaba que no se insistiese, que "no se hiriese
gado a apoyar a su sucesor. Grenville fue durísimo: ni en los peores sin necesidad los sentimientos ni l¡i digµidad del adversario". Así, pues,
días de 1797, afirmó, habían podido imaginar semejantes· concesiones; Inglaterra prometió que, dentro d~ los tres meses siguientes a la ratifi-
devolver El Cabo era una ¡¡.menaza para la India ; abandonar Malta com- cación, sus fueJ:Za.S evacuarían la isla, Be>naparte hizo añadir que la Orden
prometía toda la política meliiterránea. El Marning. Post y el Morning sería reorganizada bajo la garantfa colectiva de seis potencias, y que,
Chronicle dirigían al gobiern9 estos mismos reproc]les : y con ellos, en entre tanto, Malta tendría una gy.arniqión napolitana. -
gran parte por lo menos, los Piedios de comercio y fie negocios. Se cen- En cuanto al resto, poco se a,ñadió a los prelim.inares de Londres.
suraba también que, con uni;ts concesiones tan amplias, no se hubiera No hubo reconocimiento,· por I~gl¡¡.terra, de los cambios territoriales
hecho un convenio comercial, No se tenía confianza en Bon.aparte, que acaecidos en Europa, ni acuerdo comerclal.
solo pretendía, según asegurapa el secretario de Guerra, "destruir nues- El 27 de marzo de 1802, fui! firmado el tratado de Amiens por
tro ejército". Se decía tamb{én que Inglaterra había conseguido "una Cornwallis y José Bonaparte; y ~µego por Azara, en representación de
paz de la que todo el mundp se alegraba, pero de la que nadie podía España, y por Schimmelpenninck !en la de la República de Batavia. El
estar orgulloso". · · 18 de abril se cambiaron las ratificaciones.
;. '
La transformación de Jos preliminares en tratado definitivo no calmó
estos descontentos. Fue discutida en Amiens ante José Bonaparte. Ingla- A primeros de julio de 1800, Bona.parte ha:bfa dicho a Sandoz Rol-
terra ·estaba representacia po;r Lord Comwallis, mentalidad poco indi- lin. representante de Prusia: "Setún i)J.i modo de ver, la paz se hace
cada para estas grandes negpciaciones, Los trámites fueron largos (di- cada día más necesaria para Euro:v.a, Las gentes no se dan cuenta de que
ciembre 1801-marzo 18Q2) y i=i. veces agrios. Porque Bonaparte reforzaba la Revolución francesa no habrá?. ff!T'mfnada mientras dure el azote de
su ocupación en Holanda y "en la república Cisalpina; se aprovechaba la guerra, y de que esta Revolución puede todavía trastornar y derribar
de la tregua marítima para lanzar su escuadra hacia Santo Domingo; y, en su marcha a muchos estados. Yo deseo la paz, tanto para cimentar
cuando los ingleses expresaban su ·asombro y su inquietud•.)es hacía el régimen francés actual, como µara s~lvar al mundo del caos."
saber cuánto le desagradaba "aquel tono de amenaza y de bravata". Al cabo de aquellos nueve años de luchas, ¿se identificaba verda-
En las estipulaciones ·que iban a discutirse en Amiens, el gabinete deramente la Revolución con la gqerra, como afirmaba B_onaparte? A
británico seguía poniendo en primer plano las cuestiones comerciales. los ojos de Europa, indudablemente, Todo espíritu sensato se daba cuen-
El aspecto militar le preocupaba mucho menos; así, por ejemplo, se ' ta de la profundidad que alcanzaban las causas íntimas del conflicto.
mostraba poco sensible a las críticas que se le habían hecho con motivo En todos sus grados, la opinión pública comprobaba, con aterrado es·
de la evacuación de Malta. Para él, el poderío británico permanecía tupor, los caracteres que, por su misma naturaleza, había da:do la Re-
indemne mientras se pudiera contar con la flota de guerra, y ésta era volución a la lucha, su encarnizamiento, su universalidad. Incluso des-
como una emanación del tráfico marítimo, garantizado por un tesoro provistos de toda animosidad nacional, los pueblos de los países ocupa-
bien provisto, tm magnífico e inagotable reclutamiento de marineros y do~~ por las tropas republicanas confunClieron pronto el jacobinismo con
un abastecimiento seguro. · un sistema de pillaje militar, que les pareció su esencia y su condición
En consecuencia, Comwallis luchó, sobre todo, por aumentar las ven- de vida.
tajas comeciales. A la Trinidad, que proporcionaba azúcar y las ganan- Un corresponsal de Talleyrand escribía, en 1798: "En Italia se nos
cias del contrabando, intentó añadir Tabago ; pero Bonaparte se negó execra, no porque Ja hayamos conquistado, sino porque la hemos des-
rotundamente. Inglaterra tuvo, incluso, que efectuar un retroceso, reco- pojado inicuamente." Esta misma identificación de la Revolución con
nociendo a los bátavos la plena soberanía comercial sobre El Cabo, que la guerra se difundió en Francia, a medida que el esfuerzo militar se
les había sido restituído ; inexplicablemente, Nelson consideraba bastante prolongaba y que el régimen parecía incapaz de sustraerse a la fatalidad
débil el valor de "la posada de los mares". de una lucha sin ·fin. Si .las poblaciones, cansadas primero y ;Juego exas-
Malta, puesto que se la juzgaba exclusivamente desde el punto de peradas, olvidaron los beneficios recibidos y entregaron a Bonaparte lo
vista comercial, parecía que era también de poca importancia. "No que les quedaba de libertad, fue porque, al aceptar un amo, esperaban
es una plaza de comercio, ni de riqueza", sostenía Hawkesbury. Otra conseguir la paz. ·
extravagancia: Nelson llamó la atención sobre lo dispendioso que re- No es posible disociar la guerra revolucionaria del auge del capita-
sultaba el sostenimiento de su guarnición. Los políticos no querían dis- lismo. De una manera general, la una favorecía al otro, difundiendo los
gustar al zar, que continuaba pidiendo que se devolviese la isla a los principios sociales y económicos de la Revolución burguesa. Las fabri-
926 TOMO 1.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO JNAPOLEONICO IV.-l'ht..:1J'H... 1u.... 1u1·u.:.~

caciones militares impulsaron el industrialismo; su urgencia y sus bene· el conflicto suscitó los contraste() que la habían de formar. Oposición en
ficios inspiraron a la· clase patronal el deseo, Y' muchas veces también 1Ps principios mismos, del derec:ho internacional ; antagonismos ·sociales
el medio, de concentrar, administrar y vigilar a las masas acrecentadas de de jerarquías y estruduras ; rupturas, incluso en ·las formas exteriores.
mano de obra. En Francia, en los círculos de negocios, se tendió a pues también en ellas tenía el interés de afirmarse la nueva personalidad
¡,
orientar la política exterior de acuerdo con los intereses propios : ya y el estilo de -vida, que se había hecho heroico, de un pueblo regenerado. .-.-
sabemos cuál fue la influencia del comercio y, sobre todo, la de la in- Los diplomático:; de escarapela tricolor hablarolil. a las cortes europeas '. i

dustria sobre J.a dipl0:macia del Directorio. Y, más definitivamente aún, con rudeza sonora y altiva ; los representantes arengaron, a za romana,
en Inglaterra. Allí, la gran aceleración econórrµca, y con ella la ver- a los pueblos conquistados ; y 'los te,nientes cit¡¡;ban a Bruto y a Catón
dadera revolución iI¡.dustrial, había comenzad<} hacia 1785; pero el ante los carreteros alemanes movilizados.
conflicto la acentuó, h11ciendo que el ca.pitalisnio comercial se aprove- Más claramente a*1. la opó~sición entre la Revolución y Europa fue ·
chase de las conquistas hechas en las colonias ; la City y sus bancos, la de las armas ; y el' ejército se convirtió en el intérprete más fiel y el
'
de la ruina de Amsterdam ; y la actividad industrial, de los pedidos más eficaz instrumento del sentimiento nacional. Con respecto a la .
¡.
1 militares, que, sin n:¡.ecanizarla demasiado todavía, ni lanzarla ¡¡. toda época monárquica, su mentalidad se había transformado. Ya no había -. ;'
''
'! velocidad, la sostuvierqn muy eficazmente. , ni huellas de. la comunidad grofesional que antaño acercaba, incluso
En Europa, 1a idita 'nacional no recibió del contacto con los ejércitos entre campos opuestos, a las tropas profesíonale;s, sino., por el contrario,
revolucionarios un tinpulso marcado. Cierto que en algunos sitios se la convicción profunda, en el ~oldadci, de que, puesto que la nación lo
reforzó, al oponerse a la intrusión extranjera; mientras que en algunas decía, él representaba a la Ju¡itjcia y, por tan.to, el adversario era el
repúblicas-hermanas se fortificó por el apoyo republicano; pero estas Mal. Tampoco existía ya nada de lo que bajo la monarquía fue la base
influencias fueron ibreves.. En el plano de las nacionalidades, como en del espíritu militar, o sea la fidelidad personal, el servicio prometido
tantos otros, sería la Buerra napoleónica la que terminase la obra de al rey y la palabra a él dada. Aquel deber de antaño, borrado para lo
aquella Revolución q"Qe :aonaparte pretendía querer cerrar por medio sucesivo, ya no vivía más que en él cmazón de unos emigrados que,
de la paz. teniendo que elegir entre los 'compromisos feudales y la defensa del
I.
1 En Francia, por el contrario, fue en estos años cuando, afirmándose suelo patrio, eligieron del moqo que nos dice Chateaubriand: "Se ate-
ante Europa, se acabaron de formar, por transmutación de viejos va- nían a los antiguos ejemplos, y el hm).or contabci. tanto como la patria. En
lores e incorporación de valores nuevos, ese conjunto· y esa comunidad 1792, 'la fidelidad al juramentci aún se consideraba un deber." A partir
a los que, en el alba de la Revolución, se denominó, coJ!. emoción re- de entonces, el ejército luchó por otra cosa: por un territorio y por
ligiosa, la Nación. - una comunidad. Lo que ahora le animaba era el nuevo orgullo de un
El pueblo francés se sintió nación libre desde el momento en que heroísmo que se ofrecía y se pedía a todos los ciudadanos, la em-
llegó a ser el amo de sus relaciones con el extranjero. En un consejo briaguez de las masas solidarias, la consoladora igualdad del campo de
de ministros celebrado en Versalles, en vísperas de los Estados genera- batalla, el orgullo de la libertad que iban a llevar a los esclavos. La na·
les, como se discutiese una alianza con Rusia a la que algunos se sen- ción acab.ó de fundirse en las filas de los regimientos.
tían inclinados, La Luzerne objetó: "La opinión nacional será contraria De este modo, la Revolución francesa, arrastrada y difundida por la
a la alianza; se producirán con este motivo interpelaciones molestas y guerra, había consumado las grandes rupturas, asimilándose las fuerzas
desagradables en los Estados generales." A lo que respondió Montmorin: nuevas. Que ahora se firmasen los tratados de paz no significaba, como
"Por lo que se refiere a las interpelaciones en los Estados generales, me t· pretendía Bon.aparte, que la Revdlución hubiese llegado a su término,
complazco en creer que no habrá tal cosa, pues por UDJi parte la inten· " pues las energías por ella creadas daban a Francia un temible aseen·
ción de Vuestra Majestad no podía ser la de iniciar a esa asamblea diente en toda Europa. El mundo se daba claramente cuenta de que
en el conocimiento de sus intereses políticos; y, por otra, no me imagine podía reaparecer la faz de la guerra. La gran crisis había despertado
que dicha asamblea lo pretenda, y menos aún que se permita, motu pro· en el corazón del hombre un sentimiento que la filosofía de la felicidad ¡/J
prio, preguntas y comentarios sobre este asunto." Ahora bien: pocos y de las "razonables" seguridades del siglo XVIII tenían embotado:
me.ses después hacía su entrada en la diplomacia francesa un factor, el de la incertidumbre. Aún temblaban las naciones al recuerdo de la
si no completamente nuevo, por lo menos de una fuerza totalmente nue- guerra revolucionaria, y ya la napoleónica iba a reanudarla y a pro-
va: la opinión pública. Tres años más tarde estallaba la lucha contra longarla.
1 Europa, desencadenada, principalmente, por la acción de la asamblea,
i de los clubs, de la prensa y de la calle.
Al levantar a la nación frente a las potencias del antiguo régimen,
TOMO I.-REVOLVC!ON FRANCESA E IMPERlO NAPOLEONICO
928
LIB.lf.0 II
BI]3LIOGRAFIA
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reina María Luisa y de <{011 M_pnuel se, en Revue d'Histoire diplomatíque,
Godoy. Madrid, 1935. · 1947.

b:
'

f'

RENOUVl.N t.-59
~ . •'

.·.. 1

CAPITULO V

LAS COMPETENCIAS DE LA PAZ


.,!
(1801-1803)

l. HACIA LAS COMPETENCIAS ECONOMICAS

Una vez firmada ·la paz, Iµglaterra se abandonó a un relativo des-


canso. Desmovilizó, tal vez m~ a fondo de lo que aconsejaría la pru- ¡/J
¡.-.

dencia; desarmó sus navíos, li,cenció las tripulaciones, y puso a los ofi- ' ....
ciales a media paga. En tal pacificación ,general, las masas veían, ante
todo, el retomo a la abundajicia. Un caricaturista representó a J ohn
Bull, acogiendo jubiloso la reaparición de sus viejos amigos: la man-
tequilla fresca, el pan blanco, Ja cerv:eza fuerte y el ron de Jamaica.
Millares de turistas visitaron Francia, la enemiga desconocida. Aunque !·'.'

es cierto que muchos ·de ell9s-Fox el primero--se escandalizaban a


la vista del "despotismo milit~r'', aunque los versos de Wordsworth in-
famaban a aquellos esclavos que hincaban la rodilla; si Talleyrand: y
Fouché no despertaron más qué antipatías, en cambio, muchísimos in-
gleses veíanse seducidos por la acogida de Bonaparte, por el esplendor
de la vida parisiense, por una abundancia inesperada y por el amistoso
recibimiento de la población. Las batallas se olvidaban y las energías
se relajaban en el habitual fenómeno de aflojamiento de las posguerras.
Bonaparte no podía permitirse esa tregua. A su poder, demasiado
reciente, le eran necesarios nuevos éxitos. Sabía muy bien que el mo-
mento en que un caudillo firma el armisticio de la victoria suele ser
aquel en que se inicia su ocaso : ha terminado su tarea y alcanzado su
meta ; por tanto, su esplendor resulta ya inútil, molesto, sospechoso.
Así, pues, Boruuparte no se abandonó a la inercia del éxito. El 2 de
agosto de 1802, fue nombrado cónsul vitalicio; y su carrera inició una
nueva ascensión.
t La situación política era favorable a la autoridad que necesitaba
para dirigir las luchas internacionales de la paz. La oposición, riguro-
samente frenada, retrocedía. A raíz del 18 de brumario, había persístído
durante algún tiempo, más potente y activa de lo que generalmente
se cree. De la violencia que a la llegada de Bonaparte conservaban las
pasiones de partido, poseemos un amplio y valioso testimonio en la
gran encuesta realizada por el Primer Cónsul con objeto de elegir el
ooevo personal de funcionarios y magistrados. En las respuestas en-
tonces recogidas, se revelan omnipotentes las viejas solidaridades polí-
ticas, los bloques de partido, las consignas de exclusión y depuración.
Pero en 1802 se inician el apaciguamiento y la indiferencia. Thibaudeau,
por ejemplo, confiesa, sin rebozo, que, si las ideas de la Revolución se
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932 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMP.EIUO NAPOLEONICO
: ; V,-LAS COMI'ETENGIAS DE LA PAZ 933
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i;~j pierden, él se consolará cpu t~l que Bonaparte continúe protegiendo de los campos de batalla, desd~ 179~. provocaron una descongestión Y
r¡! A a los hombres de la Revqlucióµ. "No se puede acusar de exaltado a atenuaron una presión demográ(ica, qüe en el siglo xvm pesaba mucho
¡~ ¡
·:-;.-.':!'
ese sistema", responde m~dame' de Stael, a quien se hacía esta con- sobre la oferta y la demanda, ~n un sentido desfavorable para· el pro-
@) fidencia. · letariado. Los salarios subían. Eutre 1789 y 1801, ese aumento llegó,
i:
·fr!
Incitando al olvido y a la unión, el gobierno se granjeó fuertes para los jornaleros urbanos, al {Ü pq¡: 100; y el movimien~o proseguía.
apoyos. Constituyó cuer.pos de ~µnciona:rios nacionales, cuya solidez ex.-
l'iJ ~} plica ampliamente la obediencia: de la nación en las luchas que habían
de venir. Para escoger sus 'magü¡trados, por ejemplo, Bon.aparte no hizo
Verdad es que, continuando eF alza -prolongada que se hizo notar de
1734 a 1817, el precio del trigo aumpntaba, también, en un 27 por 100
entre 1785-1789 y 1'797-1803: pero 1~ diferencia en favor del trabajador
li ningún caso de las denunci¡is seqtarias. Actuó como árbitro entre monár- seguía siendo apreciable. De q89 a 1820. el salario real subió un 25
.=-:.~
.;,_;;¡ quicos y revolucionarios, S:onta:p.do entre estos últimos a hombres de por 100; expresado en artícul{>s de consumo, se liberaba de aquella
1i
'" 1789;' de 1792, termidorianos, e?incluso "anarquistas". Llegó a dar car-
!10 larga baja que experimentó en'' el siglo XVIII, iniciándose la tendencia
:~ ¡'.~\
'·.-_J
gos a algunos de sus adv4rsariqs. Naturalmente, se le acusó, a la vez. inversa. Sin embargo, el precio del pan continuaba inestable, pues con
:~ de poblar la magistratura de. ''bandidos realista:s" y de elevarlos a "los
·1e los transportes lentos y caros ·ei·a di~fcil prevenirse contra una mala co-
(;) canonicatos del jacobinismo". Pero, al obrar de este modo, calmó las secha. De 0,275 francos en 1&00 (precio medio para Francia, en un
:J (1~f~
oposiciones, sobre todo las más violentas, las que nacían de intereses año), la libra de pan subió, en!I802~ a 0,397 francos. Pero el gobierno
amenazados. Dio su forma moderna a una antigua fuerza, de la que tomó las medidf;ls oportunas; :.¡_, sobfe todo, Ceres se tornó propicia de
1 (:'> hizo un sistema coherente de intereses poderosos-los de los funciona-
rios-y los puso a su servicio, sólida estructura gubernamental de una
nuevo. En 1804, el precio desc,¡ep,diq a 0,267. Difundi.óse el remunera-
dor cultivo del trigo. El precio de arrendamiento de la tierra y su be-
~ nación destinada a la guerra por mucho tiempo todavía.
La masa sigue a Bonaparte. Aprueba el 18 de brumario, por
neficio aumentamn; de 1798 a 1820, la renta de la tieura subió en un
50 por 100. El trigo candeal viv.o a mejorar Ja tradicional .aJimenta-
CS! 3.011.000 votos a favor contra 1.562 en contra: y, en el plebiscito
,:;':..">~ ci.ón del campesino-<:ebada, centeno y alforjón-y también se exten-
,._;-_-,:¡
~~ij sobre el consulado vitalicio, da 3.569.000 síes contra 8.374 noes. Y era dió la costumbre de comer carne; y 'Se atenuaron los fenómenos del
que se hallaba hastiada de lo que se llamaba libertad; y también se daba sub-consumo, tan onerosos para la economía. Desde el punto de vista
Cf) cuenta de que con Bonaparte conservaría los beneficios de la Revolu- de la mano de obra, se podía abordar la competencia con Inglaterra.
ción más valiosos para ella : la igualdad y los bienes nacionales. Veía En la lucha económica internacional que Bonaparte había decidido
que el primer cónsul le procuraba lo que tan ardientemente deseaba: entablar, el capitalismo industrial representaba un arma decisiva. El
la paz religiosa, por el concordato; la exterior, por los grandes tratados. Primer Cónsul orientó hacia la gran producción, hacia el industrialismo
A estos motivos de adhesión, la burguesía añadía otro: el de conservar que había de conquistar los mercados mundiales, a una burguesía hábil
o recuperar la gran conquista de la Constituyente, la libertad económica, e inteligente, trabajadora y decidida,. a la que el nuevo régimen tran·
la libertad de empresa. De tal modo, "el gobierno regenerador", como quilizaba, tanto en el plooo social como en el político; burguesí¡¡. que
entonces se complacían en llamarlo, lo era a la vez, por su propio creía firmemente en el valor económico e inclusó moral de la competen-
mérito y porque conservaba el contenido vivificante de la Revolución. Sia y de Ja libertad.
La nación salía de los años revolucionarios rejuvenecid;i. y vigorosa, La breve paz de Amiens ayudó poderosamente a lanzar la gran pro-
instrumento flexible y poderoso, en manos de Bonaparte, que ya había ducción de manufacturas. Los tejidos nos ofrecen el ejemplo más claro.
probado su .fuerza en la guerra, y pensaba sacar de ella el mismo partido Las cantidades de materias primas que exigían eran elevadas: en la
en la lucha que ahora emprendía-la competencia económica con Ingla- feria de Beaucaire-barómetro de la actividad del Sudeste y del Medio-
terrn-para la cual, sin tregua ni descanso, quería mantener en tensión día-, se registraron en las ventas de lana y algodón (representando
todas las energías. la primera los 9/10 de los totales) 450.000 libras durante el año de
desotganización, que fue el de 1798, 1.900.000 en 1801 y 1.750.000 en
En estas reacciones internacionales que ~e m1ciaron con la paz, la 1804. En 1789, el peso de los algodones brutos importados por Fran-
estructura de la producción francesa pemitía dar por descontado que cia era de 4.770.000 kilogramos: en el año XII (1803-1804) era casi
afrontaría con éxito la competencia británica. de once millones de kilos. Una buena parte de este aumento se de·
La mano de obra básica presentaba condiciones más favorables, en bía a la facilidad de los transportes marítimos, garantizados por los
cierto sentido, que en 1789. No cabe duda de que las pérdidas causadas preliminares de Londres. La ruptura de la paz de Amiens no los su-
por la gu'erra la había reducido: pero si nos limitamos al futuro inme- primió instantáneamente. Una variedad de algodón que llegaba por mar,
diato y a la aridez de los números, comprobaremos que las hecatombes el pernambuco, bajó de precio desde 1.060 en 1799 a 618 en 1803. El

. -.·.··.-··.-.··.·..··.--·.-------.---.---.--.-----.-:----···--.---
V.-LAS t.:UMl'J.::.lt:.rt\...ll\.i:> uu ~·•
934 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAP?LEONICO
... _..

algodón de Levante, poco expuesto a los riesgos del mar, bajó, desde
la paz continental, de 1.316 en 1799 a 670 en 1801. Il. NUEV~ ALEMANIAS · I
La paz con Inglaterra desarrolló en gran' medid'1' el maquinismo en
Francia. Tan pronto como quedó abierto el paso de Calais, muchos El tratado de Lune~ille estipulaba, en su artículo 7, que I~ pr~­
hiladores y tejedores contiJlentales marcharon a la Gran Bretaña, obte- cioes hereditarios del imperio germánico, desposeídos en la orilla iz·
nirl}.do a veces autorizaci9n para visitar aquellas fábricas modelo, a las qUierda del Rin, recibirían una compensación, que se tom~ría d.~:. "seno
q:qe en plena guerra se ~forzaban por sustraer máquinas y mecánicos. de dicho imperio". También había de tomarse de Alemama la n;d~m­
Dµrante la paz, incluso después de terminada ésta, 1 se prosiguió la im- nización plena y total" debida al $r¡m l;l.ug.ue de Toscana, por la perdida
plaµtación del maquinism,o inglés. Bauwens, después de peripecias ver- de sus estados. Así, pues. al este del Rm estaba en proyecto un ver-
daderamente novelescas,: <¡onsiguió hacer salir, fraudulenilamente, del dadero trastrueque terri¡toriai. ¿éóni.o habría. de :realizarse? ¿A_ exp~n­
Lancashire, algunas mule"jennys de 216 prendedores, telares de lanzadera sas de quién se harían todas esta~ compensa~iones? Los dos adversarios
volante y sistemas de est~Jt1par; adquirió de Watt la máquina de vapor de Luneville discutían de nuevo ·tales· cuestiones, atentos a defender Y ¡, ·.
w:oesaria para montar un taller. Mecánicos del otro lado del canal de la a aumentar su influencia sobre 19s' países germánicos.
El sur de Alemania podía 9frecer a Bonaparte puntos de apo~o .¡: ,.it
Mancha instalaron en las fábricas de Richard Lenoir mule-jennys y
.te:lares para telas de hilo y de algodón. Los ingleses Douglas y Cockerill, útUes. Según una expresión empleada: por Talleyra_nd. en 1781~, Francia
cqri el gran manufacturex:o Ternaux, perfeccionan notablemente el trata- tenía interés en constituir, como !o había hecho casi siempre, ~~ tercer
miento mecánico de la l:jn¡¡., riiodernizándofo con sus máquinas de lim- partido cuya influencia en el imperio podría contrarrestar tan utilmente
pieza, carda, hilado y peiiuldo. Verdad es que los grandes progresos en el la de l~s dos cortes que hoy en gía. son dueñas d!~ Alemania". De sobra
tqj¡do de la seda se debffill al francés Jacquard, que presentó su primer sabían los pequeños príncipes al~manes que nece¡;itaban el apoyo de la
n;¡odelo en noviembre de 1800. De una manera general, la influencia República ; y por algo colmaban de regalos a Talle~rand, par~ que Jos .. · '.
tratase bien. En este sistema sudalemán la clave debia ser Bav1era. Ver- .
,,..,.-~ ~::
inglesa, muy grande en 'etitos años de paz, hizo que el empleo de la
m4quina penetrase en las costumbres de la Europa occidental, y dejara dad es que no· hacía mucho ~e Iia~ía alia~o co~ Austria para inclinar~e
de: ser considerada como un procedimiento secreto y un tanto diabólico. después hacia Prusia, más bien que h.acia Pans. _P~r? Marengo habia
abierto los ojos y los corazones a Muruch. Y Maximiliano José, Elector
1 Bonaparte sentía un interés apasionado por aquella gran industria que
desearía suplantase a la de Inglaterra. Estaba decidido a liberarse de los desde Ú99, que había pasado Il).UY alegremente su juventud en la corte
técnicos británicos: y, en 1803, organizó la escuela de Compi~e. cuya de París y en el ejército francés, se inclina:ba, naturalment~, por Fran-
primera promoción proporcionó 503 técnicos. Intentó hacer aún más cia. En cuanto a su niinistro, el barón de Montgelas, de ongen saboya-
perfectas las máquinas que admiraba en Lyon, Ruán, en la hilatura de no, ameno y elegante, perezoso y escéptico, parecía un cortesano de
Bauwens de Passy, en los talleres de hilado, tejido y blanqueamiento Versalles y hacía de la amistad coil Francia el principio y la base de la
químico de Richard Lenoir, en el arrabal Saint-Antaine. En 1801 y política bávara. Lo mismo pensaban los partidarios de las "luces", '.11u-
1802, celebró concursos para las primeras máquinas de cardar, peinar chos oficiales y todos los que se sentían temerosos de las rec_onoc1das
y tejer. La atención gubernamental se dedicó a Ja .información y a los apetencias austríacas. El 24 de, agosto d~, 1801, la pa:: de P~ns. ~olo:;5 ,
enlaces. Los prefectos proporcionaban cifras y estados ; Chaptal, ministro a Baviera en el campo frances, prometiendole una mdemruzac10n a
del Interior, creó una sección de estadística: las cámaras consultivas su conveniencia, dentro de lo posible", a cambio de lo que abandonaba
dieron a conocer (1803) "las necesidades y los medios de mejorainiento 1'en la orilla izquierda del Rin: Jufiers, Deux-Ponts y bailíos palatinos.
q,e las manufacturas". El Primer Cónsul era jefe en la paz, como lo fue Estas compensaciones, que después detallaremos, fueron precisadas en
el tratado del 24 de mayo de 1802. El 20. el duque de Wurtemberg
en la guerra.
· Pero ¿acaso se trataba verdaderamente de la paz? Ohapta.l confiesa había recibido también promesa de indemnización, a cambio de su re-
qpe en esta actividad económica, Bonaparte se ve impulsado, sobre todo, nuncia al principado de Montbéliard, a Héricourt y a varios senon?s·
por su "aversión a los íngleses y por el deseo de perjudicar su industria". alsacianos en su mayor parte. Por último se establecieron convemos
Así concebida, la competencia industrial condujo lejos y a buen paso, análogos con el landgrave de Hesse-Cassel y eón el margrave de Ba.den.
pues el Primer Cónsul ponía en juego, con la misma pasión, todos los Asíl pues, en la Alemania central y meridional. Francia agrupaba mte-
medios de lucha de que disponía, como la expansión de ultramar y la reses en tomo suyo Y. enfrente de Austria.
influencia o el dominio político en el continente. Con los industriales Prusia, ambiciosa y timorata, vaciló durante mucho tiempo, dando
entraron en acción los marinos y los diplomáticos: más tarde, los sol- muestras de .esb. "carácter de indecisión y debilidad" que le reprochaba
dados: y, poco después, los aduaneros del bloqueo continental. Bonaparte. Antes de Marengo no había querido comprometerse. Des-
936 TOMO I.-REVOLJJCION FRANCESA· E· IMPERIO .NAPOLEONICO V,-LAS COMJ!ETENCIAS DE LA PAZ 937

pués; se mostraba más dispU'\e'Sta; pero el vencedor le respondió que Austria consiguieron el conclus11,1n del 8 de septiembre de 1802, que
"eso era no definirse ha,sta ·deimués d~ Jos ..acontecimientos". Sin embar· aceptó el conjunto del texto. A'. la :qieta solo Je. quedaba últimar los
go, no podía permanecer al m~rgen de la gran reorganizació~ ~ermánica. detalles, esto es, repartir los desI.Jojos,:· lo quo se llevó a cabo en medio
Contaba, además, con el ?-poYQ :ruso ; y la. tentaban los ofreclDllentos que de ruidosos altercados. .. ,
le hacía Bonaparte, para oponerla a Viena. El acuerdo se realizó en Cobenzl comprendió que no tenía :giás remedio que doblegarse; pero
París, el 23 de mayo d~ 180.Í. y sus 'cláusulas no eran desventajosas eso sí, después de haber vendido,,su ra,tificación lo más cara posible. Bo-
para Berlín. Bonaparte hii:bía:~ adquirido, ..·sin que le costase nada, un naparte estaba dispuesto a hacer fillgun!j.s concesiones aunque no en- Italia,
nuevo triunfo en .su. juego alepián... donde, una vez más, Viena ped{a, co,11 insistencia demasiado sospecho-
Pero era otra su jugada i,naestra:, :Le resultaba imposible. reformar sa, que fuese repuesto el archiduque. P;or -el convenio de 26 de diciembre
los. países gennánicos, sobre tmJo en un sentido desfavorable para Austria, de 1802, Cobenzl consiguió el 'trentu¡ó, buena barréra estratégica para
sin el asentimiento y ·el ~poyq ~lel. zar. Ya hacía tiempo que Bonaparte proteger a Venecia; y el obisp;!do b.¡ívaro ·de Eischstadt que, unido a
venía esbozan,do .la mai1.iobra; Si desde . que Alejandro subió al trono Salzburgo, serviría para indemnii:ar al despojado gran duque de Toscana.
no hacía más que colm~rle. dp. lisonja·s; si, en abril' de 1802, le había Ratificado de este modo por el Emperador el conclusum de la Dieta,
enviado a Duroc, era •..de.scle· lijego, para tenerle a su lado en los asuntos se llegó, por fin, al texto definitivo, ·firmado el 25 de febrero de 1803.
mediterráneos y. orien~le:¡.¡· J)ero también para . congraciárselo en los Se esbozaba la efigi:e de una Alemania nueva.
de Alemanfa ..Con objet9 de flnenii.star al .zar con los austríacos, Duroc El primer hecho concreto fue la simplificación del mapa. Se reducía
le reveló las proposicfones ~e ,.alianza que éstos habían hecho al Primer considerablemente el número de estados germánicos, e implacables secu-
,i Cónsul y le prometió ampUas concesi,ones. en favor de. aquellas pequeñas larizaciones hacían desaparecer todos los principados eclesiásticos, con
cortes alemanas por las que. los ROJ;nanov se interesaban, obedeciendo a
l
1 vínculos de familia, . y de ;las cuales eran protectores por tradición. Era
una sola excepción. En efecto: el arzobispo de Maguncia, Carlos Teo-
doro de Dalberg, que había ayudado mucho a Bonaparte, sa:lió del paso
sencillo deslumbrar al· joven autócrata: con el papel de árbitro que se le con ser µ-asladado a Ratisbona. Se trataba de hombre de gran influen-
(1~ rogaoba desempeñase en. las 01~ones del continente. Alejandro pareció cia y talento; y sería poco sensato convertirlo en jefe de los eclesiásticos
aceptar .francamente la. ·asodación ; ,y. más .oficialmente que lo ;hizo con despojados. Las mediatizaciones no fueron menos rigurosas ; gran can-
. t:D ocasión del arreglo .. mediterráneo. Aun antes que estuviese concertada tidad de prfucipes, caballeros y ciudades que dependían directamente
la paz· con Inglaterra, rogó ... a .. Markof que discutiera . con Talleyrand del imperio, perdieron su autonomía. Cuarenta y cinco ciudades libres
la transformación del Sacro Jmperio. Francia: y Rusia, como amas y se- fueron así sacrificadas, conservando únicamente su estatuto Augsburgo,
ñoras, se disponían a, resolver .el problema alemán. Nüremberg, Francfort y las tres ciudades hanseáticas: Lubeck, Brema
Sin embargo, la entente fue .. labo.riosa.. Markof no. estaba bien dis- y Hamburgo.
puesto; y el zar :se. mostraba tanto más quisqµfüoso y exigente cuanto En el reparto salían beneficiados los pequeños estados del centro y
que por entonces recibía: las primera .proposiciones inglesas, a las que del sur y Baden, más aún que los otros. La nieta del margrave de Baden
prestaba una atención creciente..Por .. fin, el .3 de junio de. 1802, se se había casado con el Zar, y por unQs 30.000 habitantes que perdía, se
redactó un proyecto comú.Ii.' Aprobado por Alejandro el 4 de. julio, se ler,·concedieron 240.000 aproximadamente, con Heidelberg y su univer-
le envió a Uña de caballo a Ratisbona, donde fue presentado inmediata- sidad, Mannheim y Bibera-ch. En total, el Estado se extendía ahora
mente a la diputación de la,Dieta imperial. .por toda la orilla derecha del Rin medio, desde Basilea hasta Mannheim.
Austria no había podido romper. el cerco .formado en torno suyo. El duque de Wurtemberg era también de los privilegiados. En realidad,
Sus representantes no .conslguieron nada ni. en San Petersburgo ni en Federico Guillermo tenía a ·su favor su parentesco con el zar y con
Berlín ; y su embajador· en París había consentido que lo dejasen ridícu· Adam Czartoryski, sin contar la ventaja de ser luterano y, por tanto,
lamente al margen. Cuando se .. conoció. en la Hofburg el proyecto. fran· apto para reforzar en el colegio electorll'l los votos antiaustríacos. Por
co-ruso, que modificaba Alemania d~ manera. que hiriese mortalmente la consigWente, se le atendió bien: 120.000 almas, nueve ciudades libres,
influencia austríaca. fue .tan grande.Ja indignación. que, de no estar ex· algunas tierras eclesiásticas y principescas ensancharon sus fronteras
hausto el tesoro y agotado el ejército, ,se ·hubiese reanudado la guerra: Se (Heilbronn por el Norte, Hall por el Noroeste, Gmünd por el Este y
le pasó un p·oco Ia .. úbieta: -ocupando Passau, que le correspondía a Rottweil al Sur) o hicieron desaparecer las cuñas que tenían metidas
Baviera. En Ratisbona;· el plenipotenciario imperial hizo todo cuanto en su territorio (Esslingen, Reutlingen). En la parte baja del Rin, el
pudo para que foese rechazado globalmente el·plan franco-ruso. Pero los landgrave de Hesse-Darmstadt, que podía convertirse en un eje de
escaños estaban distribuídos· y. las posiciones tomadas de modo que los cristalización de la Renania baja y central, recibió diecisiete bailíos de
. tratados firmados con :-Bonapar.te, la influencia del zar ·.Y. el miedo a Maguncia o palatinos; y, además, por el Norte y un poco separado del
,,
¡- V.-LAS COMPETENCIAS DE LA PAZ 7J7
!?38 TOMO 1.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO

río, el ducado de Westfalia. En esa misma orilla, frente a Maguncia escapar, como lo hicieron los. cantones suizos, a las formas de. absolu-
y Coblenza, las tres ramas de la casa de Nassau 'vieron ventajosamente tismo .y de centralización. Pero el porvenir que había de conocer la
¡igrupadas sus posesion~. Francia le quitaba al príncipe Nassau-Dietz Alemania moderna qüe despertó en 1803, era, si no mejor, al menos
o de Orange su estatudi,rato en Holanda; y su política bátava fue la que muy distinto.
orientó alli Jas confiscaéiones e indemnizaciones.
Baviera cedía, en tot~l. 12.000 km.z y 700.000 almas; pero las. in- m. .LINEAS FRANCESAS DE FUERZAS
demnizaciones se elevaban a 17 .000 km.1 y 900.000 habitantes. Pre-
laturas en Franconia {WUrzburg y Bemberg con Freising y Passau); ába- Ni política, ni económica, ni .estratégicamente pensaba Bonaparte
días en Suabia y qump, ciudades libres (Ulm, Ratisbona), eran otras encerrarse dentro de las fronteras que la paz asignaba a Francia. De
tilntas anexiones que s~pfin:úan lo desagradable .de las cuñas y acrecen- conformarse con su trazado estricto, hubiera dado un mentís . .a lo que
taban el Estado, en ambps ~entidos del curso deV Danubio. ¡Espléndida era su mismo ser: el instinto de ofensiva. Militarmente, una linea de
: 1 oompensaci.ón a unas pos~ioµes desperdigadas y en constante peligro! La defensa no tenía valor a sus ojos ¡nás que por la:s posibilidades que ha-
aliada de Bonaparte se·, consolidaba eficazmente frente a Austria. bía· de atacarla, ya fuese por una cabeza de puente al otro lado del
Al abandonar algunos territorios, especialmente al oeste del Rin río, ya por un desfiladero en la montaña. Diplomáticamente, necesitaba
(Güeldres, Cfoves), Prusi~ perdía 125.000 súbditos: pero recibía, en cam- un cinturón de estados enfeudados, que le per:rnitiesen maniobrar. Eco-
bio, más de 500.000 y en regiones muy bien distribuidas, además de nómicamente, exigía vecinos adaptados con docilidad a sus necesidades,
rectificaciones de front~rps o posiciones avanzadas, que servirían de base abastecedores o clientes a su capricho. No quiere esto decir (no sería
a futuras expansiones.' Erfurt le abrió la Turingia; Hildesheim, Pader- posible averiguarlo), que desde el primer momento pensase en desbordar
bom y Munster le facilitaban el paso del Elba al Rin y podían contri- y modificar los limites fijados. Pero quería una frontera cubierta, cubier-
buir a la ocupación de Ffannover. ta ampliamente. Lo mismo que había procedido en Alemania, pero de
Para Austria eran, todos estos, adversarios favorecidos. Le fue posible manera más directa, actuó en Holanda, en Italia y en Suiza.
hacer que se indemnizase al gran duque de Toscana: pero, con objeto Afianzar la influencia francesa .sobre los gobiernos era tarea tanto
de obtener compensaciones· para el duque de Módena, tuvo que ceder más fácil cuanto que la ocupación militar era más severa. En Piamon-
.' el Brisgau y el Ortenau. Y lo que era más importante: perdía una qlien- te fue _tan extraordínariamente rigurosa, y los soberanos legítimos (Car-
tela. enorme, especialmente la de los territorios eclesiásticos. El régi· los Manuel IV, refugiado en Cerdeña, y luego Víctor Manuel I) tan
men electivo ·del imperio se modificó en perjuicio suyo, pue¡:; los protes· impotentes para defender su herencia, que la anexión no ofreció difi-
.. ,
< i tantes eran los que tenían ahora la mayoría, ya que al recibir Bá.den, cultades. En 1801, Piamonte se convirtió eni división militar y sus
Wurtemberg y Hesse-Cassel, el derecho al voto, de diez electores, seis tropas se fundieron con las francesas. El 11 de septiembre de 1802,
1
eran protestantes. En el colegio de los príncipes, lo eran 70 votos, contra formó seis departamentos franceses; La República de Liguria recibió
54; y en los de las ciudades, tenían casi la unanimidad. su nueva constitución, el 24- de junio de 1802: dux, Magistrato supre-
. Así, pues, Bonaparte hizo tascar el freno a Austria, tanto en Ale- mo y Asamblea Consultiva por elección. El territorio era una división
mania como en Italia. Es más : organizó contra ella un sistema de es- militar francesa; y Saliceti, representante del Primer Cónsul; lo vigilaba
! tados secundarios, mucho más eficaz que aquel en que se apoyaba todo. Para la República Cisalpina, hija predilecta de Bonaparte y res-
antaño el gabinete de Versalles. Tales estados, antes desperd~gados, sin taurada por él con anterioridad a ~arengo, la Consultiva encargada de
fronteras y sín recursos, se hallaban ahora concentrados, reumdos, aptos r,revisar la constitución, redactada por Melzi, Talleyrand y Roederer, se
para una organización y una explotación moderna y aliados utilizables, reunió en Lyon; y el mismo Primer Cónsul fue a clausurar las sesiones
;·.
en cuanto se les agrupase. (enero de 1802). El texto instauró tres asambleas: la de los propietarios,
Las víctimas de aquella confusión, mediatizadas y expulsadas, va- la de los comerciantes y-disposición interesante que hubiera podido ser
. •,
gaban en busca de pitanza y de una nueva organización. Los alemanes fecunda-, la de los dotti o intelectuales. Bonaparte fue el presidente, !
las compadecían: pero, dóciles, dejaban hacer: eran cuestiones de los y Melzi su vicepresidente. La Cisalpina se rebautizó como "República
príncipes y no atañían a. los súbditos. Y, sin embargo, las entidades des- italiana", nombre que suscitó un entusiasmo síncero, aunque vago e ins-
hechas, tales como lealtades locales, clientelas de iglesia y tradiciones tintivo aún. -.· !

urbanas, solían ser algo más que pintorescas antigüedades. Representa- En 'Batavia resultó menos fácil organizar la vigilancia. Cierto que
ban modos de vida perfeccionados por el tiempo, adaptados, al cabo de el directorio holandés propuso a la nación que se modificara la consti-
muchos años, y que al espíritu alemán le parecían. muy razon~bles. _T:al tución en el sentido deseado; pero, la respuesta reveló poco entusiasmo:
vez en el Sur o, por lo menos, en Renania, hubieran merecido vivir, 16.000 votos a· favor, 52.000 en {:ODtra y 350.000 - abstenciones. Se

l
:!!
1,1
940 TOMO !.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO V.-LAS COMPfilENCIAS DE LA PAZ 941

contaron las abstenciones como votos a favor, y la República bátava se por los desfiladeros del Delfinado y de Sabaya. En tales momentos, las
encontró con .un cuerpo legislativo y una regencia de doce miembros miradas de Bonaparte estaban puestas en el Cenis. Pero el eje del sis·
(6 de octubr_e de 1801). . tema era Suiza. Es un hecho signJ.ficatiyo que el acta de mediación de
El caso de Suiza presentó aún. más dificultades, pues los cantones 1803 pusiera la vigilancia de las ~arret~ras, e incluso su sostenimiento,
disponían de una fuerza militar apreciable, que más de una vez había en caso de necesidad, en manosº ele fa. autoridad federal, controlada,
entrado en acción en los conflictos interiores. Pero la opinión estaba prácticamente, por el Primer Có119ul. Entre los ejes' de circulación que
cansada e inquieta por la lucha entre unitarios, liberales, federales Y ofrecía la red, bien articulada, de los valles suizos, los que conducen a
aristócratas. Escribía Mme. de Stael, desde Coppet: "Nuestra pobre Hel- Italia eran los que atraían toda lii atención de Bonaparte. Recuerdo
vecia no es feliz. Se propaga continuamente la especie de que este país tal vez, de la campaña de 1800, ~ie 1a sorpresa estratégica que le valió
correrá la misma suerte que Polonia ; y este temor aflige a todos los el paso del San Bernardo, y tam~ién gel trabajo que le costó llevarlo
parados, pero no los une." .El 19 .de febrero de 1803, Bonaparte im- a feliz término. El Simplón es el ::más ·'.importante de esos desfiladeros,
pu:i-o el acta de mediación, 4ec1arando a Suiza "federal por na~uraleza", porque conduce a Milán. Hacía y~ nmc,ho tiempo que Bonaparte estaba
y restituyendo casi todos lo.s poderes a los cantones, cuyo numero se preparando este itinerario. "Es alfí donde debemos tener puestos nues-
fij.ó en diecinueve, pue$ a 10,s trece primitivos se añadían los países que tros ojos. En caso de guerra, es9 camino es el único que nos puede
antes fueron aliados o súbditos. Cada uno de ellos sería dueño de sus garantizar Milán. ya que por él n\1estras tropas de Borgoña y del Fran-
asuntos interiores. La autigu:a Dieta ejercería la autoridad federal, esen- co-Condado se ahorran muchas marchas." En septiembre de 1802 con-
cialmente en política e;icterior. El ·presidente del cantón en que ésta tenía cedió a su Cisalpina los pasos meri~iona:les del puerto, y ordenó que entre
su sede, presidía tarnbipn 1a ~confederación, con el título de _Landamann. í)rigue y Domossola se construye(µ. un~camino practicable para carrua-
Por .su mediación, y ~acia¡¡ a la división cantonal, ~l Pnmer Cónsul j~s. En agosto de 1802, se reservq los ~ccesos sept~trionales, ocupando
ejercía una vigilancia b~stant,e estrecha de los asuntos suizos.
el valle superior del Ródano, con· el qve se constituyó la república del
Valais, independiente y separada ¡Je la helvética. Independencia relativa,
Rodeado de gobiernos clóciles, Bonaparte podía pergeña~. las bases pues un tratado de garantía conc~día 4 Francia todos los derechos de
y posiciones que cubrfm a distancia las fronteras francesas. " . p?so, fortificación y guarnición. Lis vía~ de acceso que se dirigían hacia
Militarmente, era dueño de dejar estacionar sus tropas en las nac10· el Franco-Condado se trazaron po.r el Jura y Ja Faucille. De este modo,
nes sometidas, ventaja ¡¡. la vez estratégica y financiera. La catga era la vieja Francia veía sus fronteras cubiertas por ta:les arterias, por las
pesada: a principios de 1802, tenía 11.000 hombres en Holanda y que circulaban cómodamente sus soldados y sus convoyes.
30.000 en la Cisalpina. Los gobernantes no cesaban de protestar; pero Por tanto, el papel de aquellos países vasallos era el de apoyar la
Bonaparte los dejaba que gritasen. Aún consiguió más, pues sacó de economía francesa .en las competiciones y conquistas a que Bonaparte
sus satélites contingentes nuevos. En junio de 1800 exigió 7.000 bátavos. los invitaba. Este aspecto se nos hará aún más evidente cuando 1a po-
En 1802 se implantó en la Cisalpina el reclutamiento por quintas, que lítica económica .de Napoleón se halle más elaborada. Sin embargo,
sostendría un ejército de 24.000 italianos. Helvecia tenía. que propor- ya r:;,ora podemos citar un ejemplo: el del norte de Italia. La anexión
cionar hasta 16.000 hombres; y 8.000 más, en caso de peligro. La ac-
tividad marítima, que "recobró todo su interés con la pacificación de los del Piamonte a la república aseguraba al abastecimiento .francés elemen-
mares, aumentaría extraordinariamente, a expensas de los recursos de tos muy útiles, como ganado, maíz y, sobre todo, la cosecha de arroz,
los vasallos. A los puertos holandeses les estaba reservado un papel cuyas dos. terceras partes atravesaban los Alpes. La industria textil fran -
de máxima importancia ; y en Flessinga era donde se prepara•ban los cesa también se proveía allí de cáñamo y principalmente de seda, de la
embarcos de tropas para Santo Domingo. Génova, que estaba obligada qpe. hacia 1789, el Piamonte exportaba unos 17 millones de libras,
por su constitución a sostener dos navíos de 74 y dos fragatas, recu- de los cuales 10 iban a las fábricas frances·as, principalmente a las de
peró su antigua preponderancia: "Génova tiene doble número de mari- Lyon. Estaba, pues, bien claro el papel que Bonaparte asignaba al
neros que Provenza", afirma Bonaparte. El sabía que los arsenales ge- Piamonte en la economía francesa; el de proporcionarle materias primas.
noveses estaban bien provistos de cáñamo piamontés y de madera de La República italiana demuestra la segunda función que París imponía
construcción. a sus satélites: absorber los productos fabricados por las industrias na-
La penetración de los macizos alpinos-una de las principales cues- cionales. El ·principal agente de esta política fue la tarifa aduanera de
tione& militares y comerci3!les-se simplificaba extraordinariamente, una 1803, que instituía tasas muy pequeñas para la exportación, y el 5 por
vez se poseyera la supremacía polítio. La posesión de Piamonte permi- 100 ad valarem, por término medio, para la importación, favoreciendo
tía elaborar, en inmejorables condiciones, los proyectos de carreteras así, de una manera aplastante, a los tejidos franceses, en relación con
,. 942 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E !Ml'ERIQ NAPOLEONICO
'.:
- .,,.
l las sedas, terciopelos y paños lombardos. De tal modo,. el balance co-
gen de superioridad de aquella industria, sacaba en conclusión ~e un
1
1• derecho de un 12. por 100 sería suficiente para proteger la~ manufa?-
mercial de Francia conseguía fácilmente un gran superávit. que en 1805
'turas francesas, lo 9-ue permitiría, al mismo tiempo, un mt~rcamb10
llegaría a los diecinueve o veinte millones de francos. , , fructífero. Pero la administración se mostraba francamente hostil a todo ¡}
Tal era la organización, general de que Bonaparte doto a los paises convenio de este tipo. Collin, nuevo director .de Aduanas. era protec-
vasallos. No cabe dudq d"~ que la pacificación había aligera?o. sus ~ar· cionista, como es de· rigor; La1.1sel, jefe de la segunda sección del mi-
gas, y el espíritu de .organización consular empezaba a proa.ucrr felices nisterio del Interior, no pens&bq. más que en . la protección de las fá-.
resultados en la marc4a de sus instituciones. Pero su papel en la ~om­ bricas francesas; y jp mismo 90urria con t~os los jefes de negociado,
petición económica que sucedió a la de las armas no había cambiado
(de artes mecánicas\ y de co¡:n~rcio), funcioll.arios ~uyente~ .P.or9-ue
en absoluto: seguían teniendo que cubrir la frontera francesa. Los estaban bien informados, tenían ideas claras y .no carecian de llllciativa.
' \ publicistas ingleses se prermtaban si aquello podía llamarse un verda- Los industriales de Ruán, Amjens y Sedán auguraban en sus-memorias,
. j dero estado de paz. o por mediación de los Consejos de comercio, "el aniquilamiento total 1: ...

; : de nuestras manufacturas" si ·se abría la puerta a un competidor que


disponía de grandes ~apitales ·:.:¡, era ·capaz de qonseguir gr~ndes créditqs 1
IV. OPOSICIONES COMERCIALES y que, gracias a su mano de obra barata y a sus máqumas, producf::i:
muchísimo y podía lanzar sobre· el continente inmensos stocks que tenía
"Nuestro comercio penetrará profundamente en Francia y filo~ec~rá acumulados. '
en París", había profetizado lord Minto, con ocasión d~ las ne~ociac10- Inglaterra no pudo vencer esta resistencia; y tuvo que ver cómc;i
ne8 de paz. Muchos :de sus compatriotas lo creían también, confiados en Bonaparte, a quien Ja ley del '.29 de .floreal del año X autorizaba a resol;·
la potencia del cap,italismo comercial británico y recordando de qué ver por simple decreto cualquü;r cuestión de aduanas, gravaba duramente
manera se había maqifesJ:ado su sup~rioridad :1- raíz de la guerra de (decreto del 3 de temridor de~ año X) los artículos coloniales, la mita<!
América, aprovechando el tratado de mtercamb10 concertad~ con Fran- de los cuales procedían de posesiones británicas. La tarifa aduanera de
cia en 1786. La decepción fue rápida y p;ofun.da,. producida .de m~­ 1803 fue aún más dura, pues .;cuadruplicó los derechos sobre el azúcar,
nera indiscutible. por las cifras, cada día mas baJas, del comercio mari- elevándolos a 30 francos ; y cargó los tejido¡; con tasas elevadísimas :
timo: 1.958.000 toneliidas salieron del Reino Unido en.1801; 1.895.000, 30 francos el quintal para los :de algodón, 800 para los no trabajados y
en 1802, y 1.789.000, en 1803. Los partidarios de Pitt, l?s q~e co~o 1.000 para las telas blancas. Al mismo tiempo. la City se enteraba, con
Cannincr y Castlereagh habían denunciado en la paz de .Aijiiens la ruma ilidignación, de la negociación de convenios · comerciales entre Francia
total d; Inglaterra", podían triunfar. . y gran número de países. Cierto es que, en fo que a España se refiere.
Algunas de las causas de est~ r~troceso no tenían. remed10. Era tales conversaciones abortaron, a pesar del interés de Napoleón por equi-
imposible volverse atrás de la restitución a Hol~da ~e islas como i;>e- librar la balanza de cambios con: un aliado que le vendía por valor de 289
merara y Essequibo, en las Antillas, que, en seis anos_ de ocupa~ió~ millones de reales de mercancías y no le compraba más que por unos
inglesa, habían visto que sus expoi;taciones a Gran Bretana, se n:¡.ultipli- 217 (esto es, 54.250.000 francos). En cambio, con Portug,al, antiguo roer·
caban por seis, en cuanto al algodon, y por doce, en e~ azucar. l'e~o la cado británico, las estipulaciones impuestas por Francia entraban e+i
economía británica, con solo que un tratado de comercio, por medioc~e viigor el 29 de septiembre de 1801: régimen de nación más favoreciqa
que fuera, le abriese las puertas, un poco, pensaba ganarle la parti- e introducción inmediata de los paños franceses. Con Rusia, la paz del
da al bloque francés. Estos arreglos se habían dado por descontados 1: 8 de octubre de 1801 preveía la adopción de acuerdos comerciales. L,a
después de los preliminares de Londres, cu~ndo las ge~tes de neg?- paz que se hizo con Argel, el 17 de diciembre de 1801, restituía a
cios .se daban ya cuenta de que, como escnbfa Otto: el monopolio Francia sus factorías y concedía exenciones de derechos a la Compañía
del comercio del· mundo se iba escapando gradualmente de las manos de Airiéa. La de Túnez, del 23 de febrero' de 1802, rebajaba los ~­
del negociante ávido". Hawkesbury insistió para que, por lo menos, puestos en un 3 por 100 para las mercancías francesas. La de Turquía,
se intentase la prueba: "Hagamos Ja prueba durante seis meses o un del 25 de junio de 1802, intercambiaba las ventajas de potencia más
año. Tal vez la experiencia nos dé resultados más seguros que todos favorecida v restablecía los antiguos privilegios de las Capitulaciones.
los cálculos." 1
Contra ·estas últimas concesiones, hechas al enemigo de la víspera,
Por entonces, Bonaparte no era hostil, en principio, a esa política. el ministro de Inglaterra en Constantinopla protestó, en términos casi
Chaptal le aconsejaba que volviera ai tratado de .1786, asegurando que
amenazadores: "Las naciones europeas se verán autorizadas a creer que
la competencia sería un estímulo para los fabricantes frru:ceses. Co- es más ventajoso hacer la guerra a la Sublime Puerta que actuar de
quebert de Montbret, técnico enviado a Inglaterra para apreciar el mar-
·¡.:¡
1
944 TOMO L-REVOLUC[ON F~NCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO V.-LAS COMPETENCIAS DE LA PAZ 945
concierto con ella; persuasión qµe solo podría acarrear consecuencias En el Mediterráneo, a consecuencia de una ofensa al pabellón francés
muy enojosas para la Sub.IiJ:q.e Pu\!rta." En Inglaterra había mucha gente (enero de .1~~2), Bonaparte se in:(p¡mó, por Jean Bon Saint André.
¡
que estaba convencida de q11e cistas competencias comerciales podían de las pos1b1hdades de atacar Argel. El punto de desembarco indi~ ij,
originar conflictos muy graves. Cpmo eran muy sensibles a to~o ~o que ca~~ fue Sidi Ferruch: pero el dey consintió en dar fas reparaciones
amenazaba la superioridad d6 la' marina y de las finanzas bntámcas, y e~1gidas. El coronel Sebastiani reco~T{ó Tripolitania, Egipto y Siria. Vi-
su sensibilidad se había acbntua:cj.o con los inviernos de penuria, pres-
taban oído a los pittistas, ~que pretendían recuperar la prosperidad a
~ilando la ~~trada del golfo P~rsi~q, Mascate le pareció un buen punto :r¡,+
pe á?s.ervac10n, por lo que,. en Juruq de lpOl, se encomendó a Cavaignac .,
¡:-
cañonazos. ' ,la misión de dar realce al conslfladp francés. En enero de 1801 la roa- ¡I
,,
fin~ recibió la orden de hacer un:: recofl.ocimiento en Madaga;car. En !/.
Muchos economistas fra:µceselj esludiaban entonces los problemas de Jumo de 1802, el general Decaen fµe nombrado capitán general de las I¡
;,:;
comeÍ'cio marítimo, basándbse eP, los artículos tropicales. Un espíritu faetonas francesas en la India, coP;sistie~do sus instrucciones en "com-
comprensivo como el· de Cpllteu.lx de Canteleu, a:l comparar, en el as- portarse con dulzura, disimulo y seii.cUle~"; observarlo todo dar cueuta
pecto .,de la prosperidad na9iona1; la posesión de Egipto con la anexión .en un plazo de seis meses; y mante',ÍJ.erse'presto a la acción. '
de Bélgica, ponía muy por ¡:ncim;a de la riqueza industrial belga el delta · Por muy molestas que a los ingleses 'les resultasen estas actividades
del Nilo, "donde podremos:c1JJltiyar con éxito el azúcar y el añil". Para no les inquietaban tanto como las '.iiespl~gadas en las Antillas o en su;
la clase acomodada, que dµrant~ muoho tiempo se había visto privada proximidades. Bu el continente am!!rlca~o. la Guayana podía constituir
de los productos co1oniales, o. por lo menos, muy limitada en su con- un buen punto de apoyo bajo la ac~Jva a~stración de Víctor Rugues,
sumo, su aparición en el u~e¡:caqo representaba una de las mejoras .que que volvía a poner las plantacione¡íl en .estado de producir y que pre-
se esperaban de la paz. Ei). efeqto, los productos empezaron a afluir .Y paraba fa guen-a ~n coi;so. La Lui~i<ina ~e iba organizando y Martinica
los. precios a bajar. Entre f799 y 1802, en París, el kilo de azúcar ba¡ó y ?uadalupe ?abian sido recuper~ctas. 'En Santo Domingo, desde la
de 4,40 francos a 2,60, el de Wé de 6,10 a 3,26 y el de cacao de salida de los mgleses, eu 1798, Tp11ssaint-Louverture al frente de los
4,85 a 3,38. Fuentes de l}na abundancia que satisfacía a la opinión, negros, se había hecho el amo de .¡~ jsla~ La parte ori~utal, antiguamen-
bases de un comercio remµ:nera<¡ior, proveedores de las materias ..;primas te española, había sido invadida pgr do§ columnas suyas que, el 26 de
de mayor necesidad para la lucha industrial, posiciones indispensables enero de 1801, ocuparon Sauto Domingo: hecho important" para las
a la estrategia naval, los paí~es cálidos y las regiones tropicales de ultra- relaciones. u~t~r~o~e~ de Haití. y Santo Domingo, ya que realizaba, de
mar atraían la permanente atención de Bonaparte. facto, la md1vlSlb1lidad de la isla, q11e el tratado de Basilea había esta-
Hay que reconocer que Napoleón se encontraba mal equipado para blecido jurídicamente. Bonaparte vaciló un instante sobre la conducta
una política cofori.ial de altura. Primeramente, su marina era demasiado que debía s?guir con respecto al grau jefe negro. De primera intencióu.
débil: en junio de 1804, después del gran esfuerzo de la reanudación no estaba dispuesto a emplear la fuerza ; pero los negociados de Marina
de l¡¡. guerra, no contaba más que con 70 navíos de línea franco-bátavos. tendían, con todo su poder, a realizá'r una expedición que restableciera
Carecía en absoluto de experiencia personal, excepción hecha de los pro- el régimen i;.ntiguo con el exclusivismq y la esclavitud. Sus consejos,
blemas mediterráneos. Asysores insuficientes, pues, en general, no eran -ytpus mamobras (parece ser que retrasaron el envío de dos .cartas con-
otros que el alto personal colouial del antiguo régimen, aferrado a sus ciliadbras)-con.siguieron la decisión. El 11 de diciembre de 1801 Le-
opiniones de antaño, partidario de la esclavitud y del exclusivismo; muy clerc embarc~ con 2~.000 hombres para Santo Domingo; y, en mayo de
influyente siempre, muy inmediato al Pri?Jer Cónsul, por J o~efina y su.> 1802, Toussamt se vio obligado a capitular.
amigos, vigilante por mediación de Br~ y La~ouche-Tréville, el, alto ¿Pero ª~ª?? era fa represión de '.la revuelta negra el único objetivo
mando naval; y por último (tal vez debiera decir ante todo), tema de de la exped1c10n? Esto se preguntaba Inglaterra, llena de inquietud, al
su parte la administración de la marina. Probablemente, Bonaparte s,e yet aquellas, enormes fu?rzas que, a .do~ pasos de Jamaica y de las 'J
daba cuenta de lo unilaterales que eran sus informes. En todo caso,· ~l islas del1 azucar, base prunera del capitalismo comercial británico ocu-
1
!
intentaba activamente ponerse al corriente. Si exceptuamos a las Ant.J.- paban la mejor posición estratégica y el puerto más hermoso dei mar ;¡
llas, su enorme actividad en el mar y en ultramar desde 1801 a 1803, Caribe. ~~,Londres, la ~larma no d~apareció, ni siquiera después que
consistió, principa:Imente, en. reconocimiento .e i~orn:ación. Sin embar- la exped1c10~ f~ese vencida por la .fiebre amarilla (1803). Las deman-
·¡

go, es comprensible que la Royal Navy estuviese mqu1eta, al encontrarse das de explica01ones presentadas en lás Tuilerías no recibían más res- /¡
en todos los mares a las fragatas francesas. En este terreno, como en pttesta que notas impertinentes o la seguridad de que la expedición I¡1
el econórico, hubieran sido, precisas una flexibilidad y una confianza francesa que luchó contra la barbarie de los ·negros servía a la civiliza-
j;
de que, ni en un lado ni en otro, estaban sobrados. ción y a "la nueva Argelia que se eswba fundando en medio de Amé- ¡,:
RENOUVIN ¡,-{;O

/:
946 TOMO 1.-lUlVOLUCION fltANCl!.$A I!. IMl'l!.ltlU ~Al'UL13UHICU V, 1.All ('llMl 1 lllllHl'IAl-l 111\ u, l'h'T. "1"11

·.·'.
rica", así como la amenaza de desencadenar a los antiguos esclavqs y seguido como tal jacobino", escribía el.mismo Malmesbury. En Ingla··
abandonar en sus manos "el cetro del Nuevo Mundo". Argumentad.ón terra, igual que en las monarquí¡ts absolutistas, Bonaparte fue combatido,
poco convincente para ·los cpmerciantes, los plantf!.dores y los armadores desde el principio :hasta el fin, domo el jacobino coronado, como el jefe de
amenazados en la fuente principal de su fortuna: había que inducir a aquella doctrina de la revoluciqn soc.ial. que el Morníng Post del l.º de
Addington a que responcliera como fuera preciso. febrero de 1803 definía como "ulia usurpación violenta del poder y de
la propiedad, en detrimento de los grandes y de los ricos, por hombres
de la hopa y de la cuerda".
V, FRACASO DE LA PAZ La prensa propag¡i.ba extensap:lente estas acusaciones en los diarios
~
y revistas. Los años ¡de paz incrementaron su poder. En 1802 se fun.
Bonaparte y los ditjgentes británicos no es~ban llamados a com- daron dos revistas q(ue habían qe ejercer seri¡i. influencia política: el
prenderse. Los principiO!l de gobierno y de política interior los oponían Weekly Political Regíster de Cobbett, destinado a la clase media; y fa
tanto como los asuntos exteriores. A los ojos de los 'liberales ingleses Edinburgh Review, de carácttlr whig. En 1803, el empleo del vapor
e incluso de los tories, el Primer Cónsul era un dictador que manejaba permitía las grandes tiradas· de Qiarios, como el Times, Marning Chro-
con el látigo a un rem.ño de esclavos. El ejército constituía el instru- nícle y Morning Post. El estatuto qu~ la costumbre otorgaba a la prensa
mento de esta tiranía; y semejante estratocracia-término que gustaban era, si no la independencia, podo menos la tolerancia. Sus ataques contra
de repetir las menta:).idades alimentadas de helenismo-chocaba vio- el Primer Cónsul alcanzaron una violencia crniiparable a la que :ha-bían
lentamente con una éipinión tradicionalmente recelosa de la opresión mostrado bajo la Revolución las hojas frances~s más furibundas. "Ente
militar. "Tiranía militár en· el corazón de Europa; tiranía basada en la . inclasificable, medio africano, rp.~io, europeo, Jµufato del Mediterráneo:·~
opresión de los principios Q.el régimen civil por el triunfo del ejército ... Estas líneas, impresas en el Morning Post del 1. 0 de febrero de 1803;
Lo que estaba en m~roha no era un ejército: era un régimen militar, no. son, ni con mucho, las más violentas. :i
parecido a aquellas legiones romanas de la peor época de Roma, la Bonaparte era. y siguió si~ndolo siempre, extraordinariamente sen~
Itálica y la Rapaz,· tr~pas sin ley, sin responsabilidad ante Dios ni ante
los hombres." Estas · palaljras, pronunciadas por el diputado irlandés si:ble a estos procedimientos. U:lla cie las causas primeras' de la reanu~
Grattan en la cámara de los Comunes, en mayo de 1815, son caracte- dación de las hostilidades, de sll violencia y de su duración, fue el en·
rísticas, tanto por su fecha como por su claridad, y pueden aplicarse, carniiamiento de los periodistas ingleses en; denigrarle. El embajador
tanto a las medias brigadas revolucionarias, como a los regimientos. na- Whltworth, aunque muy mal dispuesto hacia el Primer Cónsul, advertía .:~: ·~.. ¡ '.
'
poleónicos. a su gobierno que semejante manera de proceder conducía inevitable~ ~-
/:'

'! Para la iglesia anglicana-toda ella tory en sus altas jerarqufas-Bo· mente a la ruptura. Bonaparte iµtentó contener esta ola de insultos ; y
naparte era el hombre que había restablecido en Francia el vergonzoso envió a Fiévée a Londres con 1,a misión de Cromprar algunos silencios,
papismo. Para lvs metodistas, en las prédicas al aire -libre de sus pas- Fue un fracaso. El ministerio de Relaciones Exteriores dirigía a Hawkes-
tores y en los libelos de Hannah More, el Primer Cónsui representaba bury queja sobre queja. En vano. El gobiem<} invocaba la libertad de:
el espíritu de irreligión y desenfreno ; propagaba la rebelión, incitando a prensa. Addington sancionó apenas a algún libelista y moderó leve-
los cristianos a salir de ia condición en que Dios los. había colocado. mente el True Briton, que era el diario de su propio partido, amenazán-
Este último juicio no resultaba tan alejado del de las clases conservado- dole con retirarle los subsidios. !3onaparte no podía comprender esto ;
ras. Ha podido pretenderse que éstas impulsaban a la guerra, con ob· t' y es que el principio mismo del régimen político inglés era incompren-
jeto de hacer posibles algunas tranquilizadoras medidas de comprensión sible para él. En toda discusión un poco acalorada en los Comunes,
con respecto a la plebe. No cabe duda de que estaban asustadas de la en toda batalla electoral, Napoleón creía ver, según expresión que le
gran cantidad de pasquines sediciosos, de ia persistencia de las socieda- gustaba repetir, a "Inglaterra desgarrada por los partidos". Cuando, du-
des secretas y de la conspiración tramada por el coronel irlandés Despard, rante el verano de 1802. Addington convocó nuevas elecciones que
que; en 1802, reunió 300 afiliados en un solo ba:tallón de la guardia real. fueron un triunfo para él, d Monüeur recalcó, sobre todo, que el Mid-
"En realidad, el jacobinismo se nos viene encima con toda su pujanza". dlesex había nombrado, a los acordes· del <;a ira y de La Marsellesa, /J
aseguraba Malmesbury. Pero el temor que en estos medios se alimen- ai extremista Frnncis Burdett, y que el ''populacho enajenado" le
taba con respecto a la contaminación jacobina no era solo ocasional. había aclamado bajo las mismas ventanas del palacio real. Las es·
Si siempre y en todas partes detestaron a Napoleón, era porque para tructuras políticas y sociales, diferentes y diferenciadas aún más desde
ellos siempre fue el hijo de la Revolución, y la Revolución misma, "jefe 1789 y 1793, seguían siendo lamentablemente desconocidas la una para
jacobino que ha logrado su objetivo y que ejerce el poder absoluto, con- la otra. ·

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¡ 948 TOMO r.-REVpLUCIO,N FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO V.-LAS CO~ETENC!AS DE LA P.AZ 949


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Los sucesos del co~tip.en!e proporcionaban, ad~más, otros disg~stos. 1802, hizo que le fuera presentaqa por el embajador Warren una oferta
'
Los ingleses no había:4 quejiado nada satisfechos· a~ ten~r que fumar categórica de alianza, con gara1itías territoriales respectivas, ayuda recí-
en Amiens una paz qu~ gua[daba silencio sobre lll situación de los es- proca contra toda agresión y 1'4cuerdo sobre los medios más eficaces
tados vasallos de Franciia; CJ.Iando el embajador allstríaco le ponderaba de prevenir otras innovaciones en el sistema europeo".
los peligros de la don:iiriacign jacobina en Italia, Comwallis no podía Al principio, Vorontzov lo e,ludía, pues la reconstrucción de Alemania,
hacer más que contestar: "Ya lo sé~ pero ¿qué p~o hace! yo? ,~omos realizada de común acuerdo COJt Fra,ncia, no hiabfa producido aún todos
completamente incapaq:s de ,hacer 1a men?r cosa eµ el contmente. Pero sus beneficios. Por fin, Hawk~bury, a fuerza de buscar, logró~ dar con
Bonaparte consideraba que, con su mutismo, Inglaterra habf~ recono- la llave que servía pata aquellª cerr,adura: era preciso llegar a una co-
cido implícitamente la ~ituación; y que, además, era natural. Y JUSto que munidad de miras en Oriente. En l.° de febrero. de 1803, indicó a Wa-
la República ejerciese :Seme¡ante influencia ~obre unos vecmos creados rren que propusiese cie nuevo lq. aUanza; pero esta vez limitándola a
por sus armas y proteg:i_dos ppr ellas. Aho~a bien: ::{nglaterra alzaba Yª. la una acción común para proteger al imperio turco. Mostraba así gran
voz e incluso habló mpy fu9rte con ocasión de l<;>ll ~esórdenes en S~a sutileza o estaba muy bien ~form¡¡.do, pues, precisamente en aquellos
y de las amenazas de fepr~ión francesa, que s~ msmuaron en el otono momentos, el zar se hallaba p~·eocupadfsimo por los proyectos que Bo-
de 1802. Con más decisión fle lo que se ha cre1do, Hawkesbury ~doptó naparte le sometía para llevar'.a capo el desmembramiento de Turquía,
'inmediatamente medidÓS paf<¡. proteger el derecho de self-det,ermznatz_on de acuerdo con él. El 8 de feQI"ero,'Hawkesbury tuvo la prueba de que
de un pueblo libre y, ~1 mis,mo tiempo, salvaguar~ar a un pats tan. bien los intereses británicos empezap¡¡n a, marchar para'lelamente con los de
situado-por su cont~to cpn e~ mun?? gen;nánico-para operac10nes Rusia: el zar le aconsejaba qU:e no ~vacuase Malta. El 14 de abril llegó
financieras calladas y ~ontacJos cliplomaticos discretos. Mas, ~~n la ame- la respuesta al segundo ofrecimiento de alianza. Si Turquía se viese
naza de guerra, soio s~ consjguió excitar a Bonaparte; Se env1? a Moore amenazada, Alejandro actuaría;' qe a-cuerdo con Gran Bretaña; y volvía
a Suiza; pero llegó de.masi¡(do tarde; Austria, cuya mtervención se ~re­ a aconsejar a Hawkesbury qu~ con::¡evvase Malta. Decididamente, el zar
sentía, se negó a compwpiet~se; y las tropas de Ney, entrando en SUlza, se pasaba al campo de Inglate(rci. Este cambio en la relación de fuerzas
resolvieron bruta:lment~ el p¡oblema (octubre de 1802). lo trastornó todo. · ·
Por lo menos-y Addi.J;lgton daba por descontada~ estas repercu-
siones:-, semejante proceder provocaba en Europa reacciones s~ludables. Hasta fines de 1802. el ritwo de la discusión franco-inglesa fue
L.as más importantes a aus ojos eran las del zar; y n<: _se equtvocó, en bastante lento. Por ambas partes hubo quejas sobre cuestiones de pren-
cuanto a su significado, ni sobre su alcance. Aquel go01emo, al. que se sa, comercio y ultramar. El 14 de noviembre, Hawkesbury había man-
ha acusado de blandura e indecisión, reanudó en seguida la clásica ma- dado severas instrucciones a Whitworth, nombrado embajador en París.
niobra inglesa frente a las hegemonías continentales; Y con ~ pe~s­ En el discurso al nuevo Parlamento (23 de noviembre), el rey ha-
picacia, fue a Rusia a quien recurrió para restablecer el eq~bno. bía recomendado vigilancia. Los debates que le siguieron provocaron
Ya tendremos ocasión de explicar la razón de que el zar respondiera a discursos, bastante agresivos, de Sheridan, Windham y Thomas Gren-
estas insinuaciones y de que se separara de Francia, con la cua:l había '1"ville. A pesar de todo, la atmósfera no estaba aún demasiado cargada ;
colaborado en las cuestiones mediterráneas y cooperaba ahora en la ··y, el 20 de noviembre, Addington tuvo un verdadero gesto de conci-
reforma de Alemania. 'Pero su paso al campo británico hace compre~der liación: de acuerdo con los compromisos contraídos, dio la orden de
la intransigencia inglesa y, por ende, la ruptura de ~a paz de ~miens. entregar El Cabo a las tropas holandesas.
Las primeras insinuaciones de Hawkesbury a Rusia se produ1eron el El 30 de enero de 1803 estalló la bomba. El Moniteur publicó el
30 de marzo de 1802. Como eran vagas y ~rematuras: n? fueron toma· informe presentado por el coronel Sebastiani al regreso de su misión en
das en consideración. En septiembre, Dowrung Street mvitó a su er;iba· Oriente, y en el cual, en tono insolente y fanfarrón, el joven oficial pa·
jada a orientar a los rusos hacia un ace~ci:miento coi: Londres Y Vien~. recí¡:i trazar el plan para arrebatar Egipto a las tropas inglesas que lo
A primeros de octubre se tuvieron noticias de ~ importante c~b10 ocupaban todavía. ¡De manera que Bonaparte volvía a pensar en El Cai-
en la dirección de la diplomacia moscovita, que iba a . serle confiada ro, y presumía O.e ello! En realidad, antes de publicar el informe, había
al conde Alejandro Vorontzof. Se sabía del nuevo canciller l? mucho tachado más de un párrafo virulento ; pero no pudo resistir a la indig-
que desconfiaba de Bonaparte y que deseaba apartar a !'rancia de las nación que acababa de producirle. un artículo del Times, en el que se
cuestiones orientales. Además, era hermano del emba3ador ruso en encontraban, corregidas y aumentadas, las páginas más desagradables
Londres, Simón Vorontzov, anglófilo declarado. Como es natural, Haw- de un libelo, recientemente publicado, sobre la expedición a Egipto.
kesbury llevó adelante su plan, poniendo al zar en el secreto de las ges- Aunque excusable por esta razón, el arrebato de cólera del Primer Cón-
tiones que se hacían en defensa de Suiza. Después, el 27 de octubre de sul no dejó de producir un efecto desastroso. "Londres se estremece
950 TOMO I.-REVOLUCION FRANCI!SA E IMPERIO NAPOLEONICO !1 l~/HI ~"llf'"'''' .....

de. indignació1;1 por el iµ.forme de Sebastiani sobre Egipto", escribió lord necesaria para mostrarse conciliador en el exterior. Puede asegurarse
Minto. También en San Petersburgo hubo repe~usiones; y Constanti- que la paz hubiera estíado meno~ expuesta si, frente a Bonaparte, se hu-
nopla estaba escandalizada: "¿Es posible? ¡Sebastiani, a quien hemos biera encontrado Pitt bn personá, en lugar de un Addington que conta~
recibido tan bien 1" ba y recontaba su débil mayoría en los Comm¡es.
Pero, en aquellos momentos, Ad<lington empezaba a recoger los fru- Los franceses mostrábanse moderados. Unós, porque lo eran por
tos de sus insinuaciones al zar. Ya sabemos que el 8 de febrero de naturaleza, como, por ejemplo, Andréossy, que en Londres luchaba
1803 tuvo noticia de qub A]ejandro deseiaba quo los casacas rojas per- tenazmente en defensa de la pai; otros, tal vez por razones menos con~
¡.naneciesen en Malta . .Mí respaldado, el mismo ~ía 9 disparó la réplica fcsables: en marzo de 1803, e~ gabinete britán¡ico había puesto a dis·
!l. Sebastiani: Inglaterra 'p.o -evacuaría Malta sino 'a cambio de una com- posición de Whitworth 100.000 'liptas para comprar- complicidades entre
pensación, o si Europ~ volvía al mismo estado; en que se encontraba los allegados al Primer Cónsul. Por medio del aventurero suizo Huber,
a raíz de la paz de A.tniens. se había llegado hasta Malouet, que, como plantador en Santo ·Domingo,
Vemos, pues, que ;::1 ·peñasco mediterráneo se encontraba en el cen- deseaba una tregua; después a Regnault de ~aint-Jean-d'Angély, por .¡
_-.-'·¡·:
tro del conflicto. Sin ~m~rgo, Londres, que ahora lo reivindicaba con último a José Bonaparte y, na.turaJmente, a T\illeyrand. No es posible : '·,

tantos bríos, en los d(a11 dé la pacificación no le había concedido sino saber con seguridad si efectivam~11te recibieron dinero; pero, desde luego,
un interés muy moderl}do. ~l motivo de este call1bio se encuentra en los todos estos señores se entrevistaioti secretamente con Whitworth, buscando
asuntos de Holanda Y.. ~1 Cabo. Cuando, en 1801-1802, Inglaterra res- el camino y los medios de asegl,l!ar la paz.
tituyó El Cabo a los hala,_ndeses, podía esperar que, con la paz, los Al leer las condiciones inglesas del 9 de febrero de 1803, Bonapar·
Países Bajos quedaríaj:l. libres de la influencia francesa; que El Cabo te notó un endurecimiento en la actitud del adversario que, sin ningún
·no sería un protectoraj:lq de Bonaparte; y, por tanto, que la ruta de las género de dudas, no esperaba p<1ra tan pronto, y al que su posición le
Indias seguiría libre. P~ro ahora, la permanencia de las trapas fran- impedía responder. En el terrena diplomático, aunque estaba mal infor"
cesas en el territorio c}.e la ,República bátava y la prolongada ocupación mado por Hédonville, su embajador en San Petersburgo, se daba ahora
de sus puertos demostriih~. por el contrario, que los holandeses conti- cuenta de que su aliado ruso le estaba engañando. Militarmente, no
nuarían siendo súbditos de las Tullerfas y que, prácticamente, El Cabo estaba preparado. Como había- lapzado sus escuadras por todos los océa-
sería casi francés. En cpnseouencia, el valor de Malta como ruta de la nos, pagaba ahora el precio de tal audacia y se encontraba cogido--19,
India se multiplicaba por diez. A fines de noviembre de 1802, aun antes que rara vez le ocurrió-en flagrante delito de dispersión. y con tan ..
de que se hablase de los nuevos proyectos franceses respegto a Egipto, , ..
peligrosa estrategia no había conseguido- siquiera crear en las Antillas -:t:_ :'·'
el gobierno inglés ya estaba decidido a no abandonar la isla de - los la tan soñada base, pues la expedición de Santo Domingo, diezmada por
caballeros si no era con importantes garantías. Su nota del 9 de febrero la fiebre amarilla, se estaba convirtiendo en un desastre. Además, ni allil
de 1803 acababa de explicar cuáles eran éstas. reunidas todas fas escuadras francesas, hubieran sido suficientes. Cons~
truyendo a marchas forzadas, podrían conseguirse, para septiembre dt?
1804, 56 navíos de línea, la tercera o }a cuarta parte de lo que tenían kA :,_
La situación se iba haciendo tanto más peligrosa cuanto que en In·
glaterra los belicistas eran cada vez· más ;fuertes. Los principales em· ingleses en la época de la paz de. Amiens. Así, pues, no había más reme• '
bajad?res hab~an sido siempre partidarios de la intransigencia: Paget, dio que ganar tiempo. El Exposé de la Situation de la République (1),
en Viena, Elgm en Constantinopla, y, sobre todo, Whitworth en París, publicado el 20 de febrero de 1803, le tentó: con respecto a Inglaterra. . ~ ,.. \ :;'
9:ue, con. su empaque, sus desdenes mundanos y los de su mujer, y sus f' unas cuantas fanfarronadas, pero un deseo de paz; para el zar, la -? '.'

informac10nes tendenciosas, hizo cuanto pudo por atirantar las relaciones. seguridad de que el Primer Cónsul sólo deseaba el bien de la Sublime
Hacia noviemb~e de 1802; Pitt se pasa:ba decididamente al campo de la Puerta. Pero la desconfianza rusa no se disipaba tan fácilmente. Eµ ¡;'
1·:.
guerra. Sus liID.lgos no cesaban de repetirle que él era el único capaz de cuanto a Addington, se estremecía solo de pensar que en fos Comunes . ;,'!
pudiesen creer que se dejaba engañar por estas maniobras dilatorias. Ade,- f;
enderezar los asuntos de la .nación, ·que tan mal llevados estaban. El
escuchaba esto complacido, pues también ·tenía la idea de que la polí- más, se sentía apoyado por los rusos; y el 14 de abril tuvo la seguridad
tica del gobierno era deplorable ; pero no se decidía a entrar en él ni de que así era; y se decidió. Comenzaba la era de las provocaciones
a hacer una oposición abierta a su runigo Addington. Sin embargo, éste públicas y tumultuosas, que tan rápidamente .conducen a los ultimátums.
sentía su situación en peligro, atacado como estaba ahora por dos lados: A partir de la primera quincena de marzo de 1803, de una y otra
por la "Vieja oposición" de Fox y del Morning Chronicle, y por la parte, se ha<bía hecho dificilísimo volverse atrás. El día 8, Jorge ill
"Nueva oposición" de los pittistas Grenville y Windham. En el interior
su crédito se había reducido, de tal manera, que no poseía ya la fuerza (1) Informe sobre la situación de la República.

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¡f, ~ 952 TOMO I.-REVOLt{ClON f,RhNCES/I. E IMPERIO Nhl'OLEONICO V.-L/l.S COMl'ETENCihS DE LA l'/l.Z, 953

!f ® denunció al Parlamento unos sµpuestos armamentos navales de Francia S. WILKINSON: The Rise of general Bo- l'Activité. économique en France de
@ y Holanda: y recomendó· que ~e completasen los efectivos. Como Lon· 11aparte. Oxford, 1930. 1798 d 1820. París, 1949.
dres podía esperar-y tal V<::Z. ·lo deseaba-Bonaparte protestó violen- M. REINHARD: L'Hislor/ographie mil(- H. C. DEurSCH: Tht: Gcncsis o/ Napo-
1¡' {~ tamente con palabras exaHadfsi¡p.as, dedicadas directamente a Whitworth, taite officielle sous Napoléon, en R~­ leonic lmperialism (1801-1805). Cam-

l ·t'
·~ .
F.=71
''°±:t
ei día 13, en pleno círcul\} dipl_pmático de 1a:s Tullerlas. En Londres co-
menzó la leva de marinerps ; y: en Cherburgo y Dunkerque, la construc·
ción de barcazas de desémbar;co. Pero el Primer Cónsul estaba pesa-
vue Hlstorique, 1946.
J. BOURDON: La Réforme fudlclaire de
l'an VIII. Rodez, 2 t., 1941.
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'

·
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maintain the Peace. o/ Amiens, en Ame-
rican Historica! Review, 1943.
J. DECHAMPS: La Rupture de 1a Paix
roso de su arrebato, poco, en consecuencia con su táctica del momento;
¡ E~ e inducido por José y ior T~lleyrand, se mostraba dispuesto a hacer ce. París, 1943. · d'Amiens, en Revue des Études Napo-
léoníennes, 1939.
:¡ concesiones, mientras qu~. poi' el contrario, Downing Street mostraba A. CliAflERT: Le Mouvement des Prjx
¡::
® cada vez más frialdad. El 3 !:le abril de 1803, los: ingleses definieron en France de 1798 a 1820. París, 194.f;
PRÍNCil'E J.-E. n'AlmNENBERO: Les Prin-
ces du Saint-Empire d l'époque napo-
Le Mouvement des Reve11us et qe léonienne. Lo".aina, 1951.
(~J su postura: su dominio :del Mediterráneo a cambio de su instalación
·E en Malta; y el equiii.bri9 en ~l continente, por la renuncia de Francia
a Suiza y a los Países },¡ajos." El 13, ofrecieron que no permanecerían
r~ en Malta más que diez 'alíos, o sea, el tiempo preciso para fortificar
...::-~:. Lampedusa; pero eso fpe toga. El 23, remataron la jugada con un
~'¡s) ultimátum, que Whitworj,h pr~entó el 26 verbalmente, pues se negó a
.~·l.
1
escribir nada. ·
La respuesta francesQ. coil.}.portaba ta1es concesiones, que, una vez
¡:.;o expirado el plazo, el emliajadór se quedó en París: Bonaparte acepta:ba
'ª1j;}
la instalación de los ingleses" en Malta, por tres o cuatro años. Los
¡r ~ pittistas no lo tuvieron ~:n Cljenta: o capitulación total o ruptura. El
.
@" 7 de mayo, el ministerio censirró a Whitworth por su debilidad; exigió
;····1
los diez años y rechazó ~a idt;¡i. de entregar la isfa a Rusia. Ante la ne-
t:_;~) gativa francesa, el 12 de ·mayo: el embajador salió de París. En el ú'ltimo
.momento había recibido del ministerio de Relaciones Exteri01"es una
oferta de mediación rusa, que acababa de llegar; pero se obstinó en no
ver en ella materia para nuevas conversaciones. Después de su partida,
Talleyrand hizo llegar a Londres una nueva proposición: lo!; ingleses
(D- seguirían, por diez años, en Malta ; pero los franceses estarían el mismo
tiempo en Otranto y Tarento. Fue rechazada; el partido de la guerra
O había triunfado.
(~!) EJ 18 de mayo de 1803, se cruzaron en aguas de Ouessant los r,,:
meros cañonazos.

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L
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VI.-LAS COALlt;lUN,,,; i<u'"""

la reina a la amistad df!Jl rey ; pero deseaba también el apoyo de Napo-


león. Y es que se daba cuenta de que le detestaba la nación,· y, más
directamente, del odioi con que: ie perseguían el príncipe here~ero, Fer-
,CAPITULO VI nando, y su mujer, María Anto;iia. Estos. sentimientos· e:an bien. excu·
sables en el primero, y se expltcaban fác1~ente en la JO~en pnncesa,
hija de María Carolina de Napples, la i;nu1er .9-ue :i;nás ~dio tuvo a .la
LAS COALICIONES RUSAS Revolución y a Napoleón. Para ganarse ia amistad llllpenal, el favonto
(1803-1807) tuvo, ante todo, que hacer pasar de la neutralidad a la guerra a un país
que no lo deseaba, en absoluto. I;-o consiguió el 14 de diciembre de
1804: Ja torpe severidad de Jos m~eses, al capturar 9u,atro ~~gatas
I. D,IPLOMACIA DE LA GUERRA NAVAL españolas que. según decían, ~Y&pan los peso~ ~el s.ubs1d10, .facilit_ó Ja
maniobra. La condición para e¡ apoyo napoleo~co fue que i:unediat~­
Bonaparte no había ocµltado nunca que pensaba vencer mediante mente se hiciera ai mar la flota; y Godoy se propuso conseguirlo. Esti·
un desembarco en las islas Británicas. Las divisiones se concentraban mulado por las severas exhortac~ones :y las promesas que llegaban de las
en el campo de Bolo~a ; en la costa se construían barcazas y barcos Tullerías : a:rrastrado también-eoroo: solía ocurrirles a los que se acer- .:: .. :·,"··
planos. Si el ejército cop.seguía atravesar el Paso de Calais el éxito no caban al emperador-:por la em,briag1;1ez de la actividad, el favorit;:i :ea-
dejaba lugar a dudas. :Tpdo dependía del mar; ' lizó verdaderas maravillas. "To<;lo respira espeqmza, todo es movmuen-
Las operaciones m¡1.v11les en las Antillas no podrían disfrutar de las to ... -escribía a París-. Ya nq ~stingo a Ing}aterra en el mapa." En
oondiciones que el Prin¡er Cónsul había querido procurarles. El desas· los planes de estrategia naval · qµe Napoleón elaboraba, las escuadra,s /'
tre de Santo Domingo eliminaba una base esencial. La Luisiana no es- españolas ocupaban cada día mayor espacio ; y, finalmente, el gran pro·
tab~ todavía en condiciones de defenderse; y ya veremos cómo, el 30 de yecto de marzo de 1805 prev~ su total entrada en acción. Tomarían
abnl de 1803, Bonaparte se la vendió a los Estados Unidos. parte en el ataque simulado a lflS ~tillas, que despejaría el canal de la
En compensación, 'el aliado español a:portaba a fa guerra naval una Mancha. Cuando, en abril de 1805, Villeneuve zarpó de Talón con rum·
c?ntribudón important~, Esta ayuda no fue inmediata, porque el go- bo a la Martinica, le siguieron' cinco navíos que estaban en Cádiz; y
bierno de J'v'.adrid no quería lanzarse a la contienda. La paz de Amiens en los puertos de la Península, 23 b~rcos de línea esperaban su regreso'.
le había valido una tregua muy necesaria; y, sobre todo, fa posibilidad Se ha dicho muchas veces que; Napoleón. no esperó nunca seria-
. de comerciar con sus colonias de América. Los pesos fuertes habían mente desembarcar en Inglatem~. En tail caso, el campo de BoJonia
vuelto a emprender el camino de Cádiz. y de Sevilla ; solo Méjico envio no hubiera sido más que un sip:¡ple pretexto para reunir un ejército
45 millones. En tres años había podido dedicar a la amortización cerca y lanzarlo, de golpe, sobre la Europa central. Semejante afirmació~
de 57 millones de francos; y la pérdida del papel moneda se había re- resulta desmentida, categóricamente, al estudiar el juego que Bonaparte
ducido, de un 65 a un 21 por 100. Por el tratado del 19 de octubre llevaba entonces con Austria; y, más claramenre aún, si se examina s~
de 1803, España pidió y consiguió permanecer neutral, mediante un política española. Nada demuestra de manera tan terminante la seriedad
subsidio a Francia de seis millones de libras al mes. de los planes ·formados sobre la ba:se del paso del Canal. como los in~
Pero en la primavera de 1804, Napoleón cambia de parecer. Ya no mensos sacrificios que consintió en hacer en España: gastos increíbles
era dinero lo que quería de España (que siempre pagaba mal), sino flo· t de esfuerzos y de energías para gilvanizar a un.a aliada, lenta y pesada ;
ta.~. pues-ahora se· daba cuenta de ello--los barcos planos no podrían renuncia a las preciosas piastras que ·recibía d1~ América, y cuya supre·
atrnvesar por sorpresa el Paso de Calais. Era preciso que los navíos sión estuvo a punto de arruinar el armazón bancario francés ; compro-·
de gran calado les abriesen camino. Comenzaba la gran guerra de escua- misas diplomáticos que, como veremos más adelante, fueron contraídos
dras ; y España podía aportar a ella un refuerzo decisivo. En. aquella con España, a cambio de sus barcos. La diplomacia que Napoleón
ocasión, la armada real declaraba 57 navíos y 38 fragatas. Desde luego, siguió entonces fue, desde luego, la de la guerra naval.
estas cifras eran falsas, como las de todos los estados militares ; pero
Il:º .~abía duda de que España y sus colonias poseían considerables po- 1 En Italia, la actuación imperial ofrecía una relación menos estrecha,
s1b1lidades navales, tanto en material como en marinos. Faltaba hacer aunque clara, con las necesidades· de la lucha marítima. En Nápoles ,¡

pasar a la realidad todas estas virtualidades. Ahora bien: el hombre fue directa. El tratado de Florencia concedía a Francia el derecho
más poderoso del reino le ofrecía a Napoleón encargarse de ello. de establecer guarnición en algunos puertos meridionales del reino ; lo
Manuel Godoy, Prfucipe de la Paz, continuaba reuniendo el amor de que hizo desde 1803. Esto inquietó a los ingleses, por Malta e incluso
954
Vl.-LAS co~pcmNES RUSAS 957
956 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO

por Egipto, haciéndoles distraer sus escuadras en tal dirección. Pero lo


o
o
i' (f) indudable es que aquello e¡cqspe¡:aba el odio volcánico de María Carolina,
que llegó al paroxismo cuandq, en mayo de 1804, Napoleón despidió l!l
~
a su favorito Acton. El einpera4or replicó a sus alfilerazos, a sus insultos a ~
públicos y a sus intrigas ~en 1-i{ corte española, con amenazas furiosas: o~
"Si· continúa así, la manqaré a· que mendigue el pan con sus hijos por :::>
toda Europa" (mayo 1805.). o
La anexión de Génov~ resipondía también, en parte, a preocupacio- en
nes marítimas. Desde 1a ·reanudación de la guerra, la República de Li- <
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gµria había aportado ya 10,000 marineros y armado ocho navíos, cuan· <ll~ ¡¡¡
do, en Junio de 1805, Napoleón fue· persona:lmente a sancionar la in· ~ Pl .,.;
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corporación al imperio de Jos tres departamentos genoveses. Sus planes o
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tendían, evidentemente, a utilizar ante todo la potencia naval del país. ~


La adquisición de Spezzia le prop01donaba una nueva base magnífica. 4.,
Sin embargo, las miradas imperiales rebasaban el marco de los acon· ·~ J:
tecimientos inmediatos. Si Napoleón quería resucitar la grandeza marí- .... ~o
tima de "la Soberbia", era mediante un proyecto a largo plazo. La ane- (1). -<t
xión de Liguria respondía a los esfuerzos realizados para trazar la ruta -'
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del Simplón, que trataba ahora de prolongar hasta el Mediterráneo acon- o ~ ~ lll
dicionando los pasos de los Apeninos, de manera que Génova quedase _¡
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convertida en la desembocadura marítima de la gran diagonal París- . [J -
Milán. Esto era también luchar contra Inglaterra: pero, en ref!lidad, la (}
lucha era más contra sus mercaderes que contra sus abnirantes::-
La instauración del reino de Italia se alejaba más aún de las con-
sideraciones puramente estratégicas : pero no dejaba de estar enlazado
con el plan militar general. Si se lograba el desembarco en Inglaterra,
podía, por· su mismo éxito, provocar un peligro gravísimo. En efecto;
tan pronto como el dios de la guerra y su ejército hubieran puesto el
pie en Dover, se verían, indudablemente, aislados de Francia por la es-
cuadra inglesa, que se concentraría rápidamente. Y entonces, ¿qué ac·
titud adoptaría el continente? Tenemos la impresión de que toda la
reformp. del norte de Itillia (así cama la campaña diplomática en Ale·
mania) se enfrentaba con esta hipótesis y tendía a cubrir la retaguardia
del gran ejército.
· Melzi, vicepresidente, en Milán, de la República italiana, carecía de
energía; y estaba, además, coartado por el cuerpo legislativo y el con-
sultivo. Era, por otra parte, poco seguro, pues había barruntos de que
mantenía relaciones secretas con Austria. El ejército italiano era aún
muy joven; la indisciplina, crónica, y las fortificaciones y rutas estraté-
gicas, insuficientes. Los piamonteses no estaban muy orgullosos del ho-
nor de ser franceses: ni los lombardos del de servir y pagar. ¿Resistiría
Italia ante un ataque austríaco? Por lo menos, sería preciso dotarla de
institutjones más fuertes. En consecuencia, Bonaparte, el 7 de mayo de
1804, había sugerido a Marescalchi que levantase un trono en Milán. Aco-
gida la proposición como convenía, presentada la súplica de los interesa-
958 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO

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dos, otorgado el consentimiento del amo, el senatus-consulto del 18 de escuadra rusa en Corfú. A principios de 1804, ·a aquel "viejo ruso" le
marzo de 1805 proclam~ a Napoleón rey de Iúj.lia. El 26 de mayo de sucedió m::. polaco, el P1¡ÍllCÍpe Adam Czartoryski, del que escribía Jbsé
1805, en el Duomo de Milán, el nuevo soberano colocó sobre su cabeza la de•Maistre, embajador $ardo: "Es a!lto, hipócrita y bastante repelente.
corona ~e ~ierro de los. lombardos. Al mismo tiempo, la posición de co· Dudo que un polaco pueda ser buen ruso". En walidad, la gran obse-
bertura italiana estaba siendo febrilmente puesta en ·condiciones de defen· sión de Czartoryski consistía en conseguir la resta'llración de Polonia,
s~. Al frente d~ ell~ se situó Eugenio de Beauharnais, algo joven para bajo la égida del Zar; y ta:l era el eje de -los vastos planes de recons-
i ~ey, pero activo, fie~ ;y, buen soldado. Se aceleró la construcción de ca· trucción europea que sometió a la aprobación ,de su amo. Estas re-
1 minos estratégi~o:i· ~e\lialmente el de~ ~ont Ce.nis; y se dio la última distribuciones daban por descontado que Francia volvería a sus anti·
; :J mano !!; la:'. fortific~c1oµqs. Las clases dmgentes ftieron captadas ; y si ·no guos límites. Alejandro los acogió gustoso.
1 se consigmo conqwstar &: la opinión, por lo menO¡S se la deslumbró. Mili· Por su lado. Bona:parte, sospe\Jha~do que San Petersburgo había
'1 tarmente, Austria iba a encontrarse ante una nación extraordinariamente sostenido a Londres con ocasión de 1a ruptura, pasó de las obsequiosi- ..:·-·:··

reform~a; y, diplom~ti~mente, ante un hecho consumado. Esta parece dades a la adustez. Una. vez empezada la guerra, el 29 de agosto de
:J haber sido la conclus~óq sacada por Napoleón en su viaje de retomo, 1803, rechazó una mediación proéedente de Rusia, aunque sus cláusu-
1 cuando cruzó los Alpes para ir a Bolonia, a esperar, con el regreso de las las no diferían mucho de las qu~, meses antes, había estado decidido
escuadras que debían ~a.rrer el Paso de Calais, aquel gran día del desem· a aceptar. Sin duda opinaba que, &hora que la guerra inglesa fo había ·.·.''.:•
barco, a cuya preparación se había supeditado todo. infligido ya todo el daño que, de buena;¡ a primeras, podía causarle-cap-
tura de barcos mercantes y sacrilicfo de colonias-más le valía conser-
var, por lo menos, las compensacJ011es tomadas en el continente, o sea,
II. RUSIA, Cf!NTRO DE LA TERCERA COALICION
los puertos napolitanos y Hannover. ¡,uego empezaron las heridas de
amor ipropio, muy sensibles para :'aquellos dos temperamentos nerviosos.
Rusia, que, animaµdo a Inglaterra, había. contribuido a que se rea- Bonaparte pidió la retirada de M,ai:ko'\'., por malintencionado v desagra-
nudase el conflicto, cqntlnuaba aproximándose a Londres. De Ja corrien- dable; y exigió de Sajonia que expulsase a:l emigrado D'Ántraigues,
te que, en detemtlnad,o roo.mento, parecía haber arrastrado hacia Fran-
cia a ciertos círculos, pqco quedaba ya. La anglomanía estaba de moda · agregado a la legación rusa. A la protesta del Zar con motivo de la
Y la. aversión que la "aocied:ad" experimentaba por el jacobinismo, I~ ejecución del duque de Enghien, repliCó con alusiones sangrientas a la
do~aba todo. El ~ Ale1andro sabía perfectamente que no podía
muerte í:le Pa:blo l. Empezaba la discordia.
desdenar aquel estado ~e ánimo; y, .además, había quien -~e lo hiciese En adelante fue todavía peor, porque los cuatro años s~guientes se-
n?tar. "E:l zar tiene su opinión particular, y Jos rusos la suya'', se atre- rían los de las coaliciones rusas. Purante aquella época, Rusia iba a
VlÓ ~ decir Markov en París. Pero las tendencias persona.les de Alejandro
ser el principal promotor de agrupaciones contra Francia. Su papel ha-
hubiesen basta~o par~ oponerle ·a Bonaparte, a quien por aquel enton- bía de ser más importante incluso que el de Inglaterra, pues estaba
ces detestaba. Rivalidad de coqueta, con respecto a una rival", decía en contacto más directo con los continentales y suficientemente cerca de
U: _gente. En r~ali?ad, vanidad y deseo de ser el primero, envidia y ellos para poder actuar con amenazas; porque. además, a los ojos de las
d1smmlo, consciencia d~ su encanto físico y deseo de ponerlo en juego; monarquías, era la más representativa de la contrarrevolución, y porque
!. : desde luego, características de mujer coqueta. Sin embargo, hemos de ponía directamente en campaña a sus ejércitos, y en masas que daban
dejar ya sentado que el joven zar había de madurar y de formarse, re- la impresión de ser irresistibles.
velando grandes dotes para la guerra y el gobierno ; y que se le ha juz- t A fines de 1803. San Petersburgo propuso a Londres actuar de con-
gado demasiado a la ligera y con excesiva rotundidad por la feminidad cierto, en caso de que Bonaparte atacara a Egipto. Sin más dilación po·
de S'US sonrisas y la dulzura de sus ojos azules. dían hacer en Corfú preparativos comunes. Los ingleses, que no con·
La aversión de Alejandro por el héroe occidental se había hecho fiaban en los moscovitas (pues temían sus ambiciones en el Mediterráneo
ya patente en la desgana con que colaboró en la política de sus intereses y sus habituales cambios), no .se mostraban demasiado entusiastas. Pero
comunes en el Mediterráneo y en Alemania. Los sucesivos consejeros del en abril de 1804 cayó el gabinete Addington, minado por la oposición
zar le impulsaban a enfriar su actitud. Vorontzov, el hombre de Orlen· de los pacifistas, de los belicistas, de Pitt y del príncipe de Gales. El
te, en &us lentos y alambicados discursos, exponía cuán inquietantes eran 10 ele mayo, Pitt formó gobierno, poniendo en .el almirantazgo a Dun-
los planes que llegaban de París para un reparto del imperio tur~o; y das, ya vizconde de Melville, y en la Foreign' Secretary a Harrowby,
cuán desa_gradable resultaba el contrapeso que la ocupación de los puer- que el 15 de enero de 1805 sería reemplazado por Mulgrave. Inmedia·
tos napolitanos por fos franceses representaba para la presencia de la tamente, la política británica recuperó su ímpetu. Sin perder tiempo,
960 TOMO J.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO Vl.-LAS COApCIONES RUSAS 9.61

ofreció a los rusos un subsidio de un millón de .libras, que fue conside- un desembarco de las tropas rusa¡;, les· daría sueldo y las incorporaría
rado irrisorio ; pero que penníti.ó entablar el diálogo. a su ejército .
.Las conversaciones llegaro:p. pronto a las altas esferas, P1;1es en- Al mismo tiempo, el zar ejercía ep. Suecia una vigorosa presión,
tonces se reveló un rasgo. nrny •característico del carácter de. Ale1andro: en la que participaba Inglaterra. sµ propósito era conseguir, en la costa
:m entusiasmo por las íd~as n9bles y generosas, ~u tendencia a formar meridional del BMtico, la libre di~posicjón del puerta de Stralsund, en
vastos plane.s- de reformas internacionales. Mediante not3;8 de Czar- la Pomerania sueca. De tal modo,' qesembarcando allí un ejército ruso,
toryski y por boca de su envia}l.o Novossiltzov, pr~puso a P1_tt fortalecer se hubiera despejado Hannover, Ji:beraélo Holanda y amenazado- a la
"el orden social interno"' ele ~uropa, fundándolo en 'lllla lib~i;tad sen- misma Francia. Pero un importa~·le partido de Estocolmo, el del can-
sata que consolide los gqbiern~s y los prot~ja''. ;. y establecer las. rel~; ciller Ehrenheim y de los dos prin~i:pales consejeros del rey, Lagerbjelke
ciones de la federación europea, sobre pnnc1p1os claros Y pr~crsos ' y el general Toll, se negaba a eimpre!Ider semejante aventura. Ahora
oreando "una liga cuyas estipulaciones formarían un nuevo. código d~l bien: el reino se encontraba cogigo eru una tenaza, a la que no podía
derecho de gentes". Pitt no era hostil a un sistema de segu~dad ~olecti- sustraerse. Por un lado, estaba Rjlsia, _que ambicionaba apoderarse de
va, cuyas bases venía vislumbrando desde 1792._ Adoptó l~ idea de ~~ Finlandia, que acumulaba sus tronas en la frontera y hacía que se mul-
acuerdo y una garantía generales para la '.Protección Y segundad mutuas · tiplicasen los incidentes; por otro; la Jllarina inglesa, dueña de detener
En cuanto a los objetivos inmediatos de la _guen;a. el 19. de enero de la corriente vital de las exportaciones bálticas: arenques, hierro en bruto
1805, sin preocuparse demasiado de las nac10nalida?es. ru de sus ?en- y cobre, mástiles, tablas y maderos. Además, Gustavo IV estaba siem-
timientos, Pitt propuso realizar unos cortes de terntonos . extraordma- pre dispuesto a sacar la espada en favor de los Barbones, "esa respeta-
riamente pragmáticos, cuyo objetivo era mantener a Francia dentro de ble e infortunada familia"; detestaba personalmente a Bonaparte; y,
sus antiguos límites, por medio de las sólidas barreras de Holanda, Pru- como duque de Pomerania, le echaba en cara el haber aniquilado el
sia, Austria y Piamonte. , . 1:¡acro Imperio.
Aunque se armonizaban mal, todos estos puntos de v15ta iban mez- El tra~ado sueco con Rusia se concertó, en San Petersburgo, el 1.0
clados en el tratado de alianza firmado en San Petersburgo, el 11 ~e de marzo de 1805. Con Inglaterra, las negociaciones fueron más largas,
abril de 1805. Se decidía establecer, en todo el contorno de;:·~ranc1a, pues, después de los convenios del '.l de diciembre de 1804 y del 31 de
un sistema de Estados-centinelas. Inglaterra pagaría,, 1.250.?00 libras . al agosto de 1805, no se firmó hasta el 3 de octubre ,de 1805, en Beckas-
año "por cada 100.000 hombres de tropas r:gulares , ~us1a proporc1.o- kog. Era que Gustavo IV había presentado, 'llll banquero de las coali-
rniría 115.000 hombres. Había que conseguir la adhes.1,6~ de Austria. ciones, audaces exigencias pecuniarias. El sabía que no iba a conseguir
La ideología anglo-rusa ;:;e. revelaba en el plan de un s1st~a federa- ningún crédito militar de su parlamento-el Riksdag-con el cual, como
tivo europeo" y de una "liga general de Estados de Europa , con un buen absolutista, se hallaba siempre en conflicto. Por tanto, estaba de-
congreso encargado de fijar el nuevo derecho de gente~'. En 1814, .ª~ue­ cidido a hacer la guerra "siempre y cuando no cueste ni un céntimo".
lla idea había de influir en Castlereagh, heredero e.51J?mtual de P1tt , Y como decía uno de sus diplomáticos. Así, pues, se discutió ásperamente
sería recogida, de nuevo, por Alejandro, en la Santa Alianza. la cantidad que Londres había de pagSir, anualmente, por cada soldado
sueto que entrara en filas. Fue un verdadero regateo entre oha:Ianes.
El zar tenía extraordinario interés •por que entr:1sen en la coalició~ Aunque no fuese más que por evitar reclamaciones de los demás pro-
las Dos Sicilias guardianas del estrecho del Med1terráJ;teo. Su asenti- veedores, Pitt se negaba a pasar del standard rate británico de 12 libras
miento hubiera 'asegurado la expulsión de fas guarniciones francesas y 10 chelines por cabeza: el sueco protestaba, sosteniendo que sus infan-
que ocupaban los puertos napolitanos haciendo contrapeso a las fuerzas tes valían más. Por fin, se decidió poner un tape de .12.000 hombres
rusas de las isfas Jónicas ; y proporcionado. ª. Alejandro un. pretexto al standard rate,· pero con un plus secreto de ocho mensualidades su-
para reforzar sus efectivos navales y sus regim1entos del Mediterráneo. plementarias.
Por su parte, Inglaterra deseaba ·poner la ba:rrera napolitana. e;itre los Rusla no podía limitarse a aquellas colaboraciones : necesitaba la
franceses y Oriente. En cuanto al interesa~o, e~ odio qu,e ex1~tla en la de Austria.
corte de Nápoles contra Bonaparte y los Jacobmos, hacia olvidar toda Pero la Monarchia austriaca se daba cuenta de su debilidad. Una
prudencia. En julio de 1803, l?s ingleses fID:1a_ron con Fern~ndo IV un experiencia, larga y generalmente penosa, había podido proporcionar
convenio secreto que, a cambio de un sub~1d10, les garantizaba, eve~­ ai1gunas luces a la mente de Francisco II ; ipero no dotar de energía a
tualmente, la base de Mesina. El 10 de sept1~mbre d~ 1805 se concerto. su carácter. "El emperador-escribía Gentz, en 1804--debe ser con-
también el tratado con San Petersburgo. En el se estipulaba una garan- siderado como un territorio neutral que pertenece al que, de momento.
tía territorial a Nápoles, que, en compensación, abriría sus puertos para tiene la suerte o la habilidad de ocupado." Lo mismo decía, con cierta
!UliOUVIN I,-61
962 TOMO L-.REVOLÚCION FRANCESA E IMPERIO NAfOLEON!CO

' '
injusticia, de Colloredo y de Cobenzt En' 1801. se ;había intentado con- viese absolutamente cubierta. Ante su amenaza de enviar 40.000 hom-
!/ tiar la alta dirección de los asuntos a un 1"m.inisterlio de Estado y Con- br9s a Munich, Cobeil2íl se volvió atrás (abril 1804). Eso sí; para lo
ferencia", dividido en tr:es secciones-Interior, Guerra y Asuntos Ex- sucesivo, ambas partes '.sab(an a qué fitenerse: Austria sabía que en
1 teriores-, cuyos miembro¡¡ hubieran tenido cierta iniciativa y poder de Alemania encontraría siempre a Francia, cerrándole el paso ; y Bona-
!
decisión. Pero Francisco II, que no se fiaba de ningún funcionario, quien- parte, que Viena no abdicaba.
quiera que fuese, lo sometió todo a su propia firma; y un año más tarde. El título de emperador de los franc~ses, que Napoleón adoptó el 18
Iµ¡,bía 2.000 decisiones ru:µontonadas esperando eS;lJ. firma. -La adminis- de mayo de 1804, satis!lizo a fa corte qe Viena, porque abolía en Fran-
tración media siguió siendo lo que era: un hormiguero de consejeros mal cia la detestada fonna 1de régimen -rep;Ublicano ; ipero escandalizó e in-
pagados, indiferentes y 9.e una ignorancia e1éplica91e por la decadencia quietó, por la competencia que juiídicamente implicaba con el Sacro
cjé fas universidades y la rusticidad de la noble~. "Austria-decía a Imperio germánico. Solo tras interminables negociaciones, vejatorias
!Íl.j. imperial hermano el juchiduque Carlos-no tiehe peor enemigo que para Napoleón, reconoció Francisco II ).a nueva dignidad. Aun ásí, tuvo
su propio gobierno." En l802, el déficit llegaba a! 27 millones de füori- buen cuidado de resta:b1ecer el equjlib;'io, atribuyéndoselo también, he-
;: µ.es ; la especulación a ".OSta del Estado, aspiraba capitales de que care- reditariamente, a la M_onarchia ~ áu~tri(ICa (11 de agosto de 1804). El
'
'
cían la industria y el corµercio ; el cambio exterior ·se hundía. El carácter emperador de Austria tomó por ap:nas un águila negra, bicéfala, en cam-
;.' heterogéneo de los dominios habsburgueses, "mezcla de tantos pueblos po de oro.
diversos e ineducados", :como decía el archíduque Juan, no se atenuaba Rusia pedía una respuesta más categórica. Geográfica. y militarmente,
en nada. Hungría, especjalmente, conservaba en materia militar sus necesitaba la colaboración de Austria; e hizo cuanto pudo por obtenerla,
privilegios exces~vos. En r~umen-deducfa Carlos~, el retraso con rela- pues únicamente sus intrigas y sus amenazas arrastraron a Francisco II


ción al resto de Europa era de un siglo ; la desorganización, "total" ; y
inercia de los dirigentes, "asombrosa".
No por eso dejaba 1a Hofburg de alimentar sus tradicionales ambi-
ª. la coalición. La intimidación se ejerció sobre Cobe!l1Jl, que así pre-
sionado, se tesignó a firmar un· convenio secreto (6 de noviembre de
1804). Hizo notar a su amo el carácter 'Principalmente defensivo de
ciones. Le pareció que la concentración del ejército francés en el canal este acuerdo ; pero de él nacía un doble temor. Si Austria desanimaba
de la Mancha y los proyectos de desembarce> acapai:raban la atención al zar, ¿no se reconciliaría este con lqs .franceses, dejándoles las manos
de Bonaparte lo suficiente para permitir que Austria tendiera, discreta- libres ~n Alei;iai~ia .Y en Italia? Y si ~e quedaba sin aliados, ¿no sería
mente, la mano hacia Al~mania. Haciendo valer la antigua costumbre l~ víctima mas mdicada. para N(lpülC?n, en caso de que éste, no pu-
del derecho se>bre bienes mostrencos, . Cobenzl confiscó los· _pertenecien- diendo vencer a Ingilaterra intentara _desquitarse en el continente? El
tes a instituciones ·secularizadas y que se ence>ntraban situadas en te· partido ruso, dirigido ipor Jcan St-c¡{líon y Metternich, contrapesaba con
rritorio austríaco. La Dieta protestaba ; pero Bonaparte, demasiado ab- estas. amenazas la influencia, ya lI\UY reducida, del arohiduque Carlos,
sorto en sus proyectoo marítimos, no dije> nada. Cobenzl, envalentonado, que mvocaba el deplorable estado pn que se encontraba el ejército.
intentó afianzar su posición en Alemania, por medio de la orden ecuestre La actitud de Napoleón reforzaiba Ios argumentos rusos. "La suerte
o nobleza inmediata. Aquellos Reichritter, que dependían del em,pe· futura de la República italiana-había escrito Cobenzl, en septiembre de
radar, le eran adictos y le proporcionaban funcionarios, oficiales y só· 1804-nos parece la piedra de toque de lo que Europa tendrá que temer
lidos suboficiales, que tenían la ventaja de saber leer. Ahora bien: los o esperar de las miras ulteriores del nuevo emperador de los france-
caballeros veían sus territorios anexionados por los príncipes, bajo el ses." Ahora bien: el l.º de enero de 1805, Napoleón informó a Aus-
pretexto de que una orgaitizadón tan arcaica no tenía derecho a la tria de que. había decidido hacer rey de Italia a su hermano José. El
existencia. Baviem, p·or ejemplo, había llegado a apoderarse incluso del 17 de mano, ante la negativa de José, anunció que tomaba la corona
principado de Oberhausen, en la misma frontera austríaca. Viena apro- para sí mismo. El 18, concedió a su cuñado Bacciochi el principado de
vechó la ocasión. A petición suya, el 24 de enero de 1804, un conclu- Piombino: el 4 de junio, aceptó la instancia por la que Génova solicitaba
sum del consejo áulico condenó el procedimiento; y se concentraron su anexión a Francia; el 23, entregó Luca a Bacciochi y Elisa.
tropas austríacas en fos confines de Baviera. Esta vez, el caso era ya Austria veía, pues, cómo se vio1aban abiertamente los tratados fir·
demasiado grave para que Napoleón se callara. Baviera, su principal mad?s por ella J:?Ísma, y, por tanto, .la soberanía del Sacro Imperio des- ;·'>
apoyó a!l sur de Alemania, podía_ escapársele si él no mostraba su fuerza. preqada; Venecia, tal vez amenazada; el poder de Napoleón, en vísperas
Peor aún; como él dijo muy claramente en Viena, presentía que se estaba de extenderse ª. toda la península; y la divisa que se atribuía al nuevo
preparando a sus espaldas una guerra, pronta a desencadenarse en cuan· soberano de Miián, Rex .totius ltaliae, pronta a convertirse en realidad.
to él atravesara el canal de 1a Mancha. Ahora bien: el punto en que "No .cabe duda-escribía Cobenzl el 7 de abril-de que es una dura
se hallaban sus preparativos marítimos exigía que su retaguardia estu- necesidad la de oponerse a sus proyectos; pero si no lo hacemos, deja-

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FRANCESA E IMPERIO NAf.'OLEONICO VI.-LAS RUSAS

1 ~i1 remos de existir." Por otra pa¡:te, la presión de los rusos s~ ~ba hacie~do mándose emperador, Napoleón hitbía halagado sus instintos de orden y
l ?:'::'.} violenta, pues Pitt no tj.taba jiispuesto a pagarles el subsidio promet~do jerarquía. Ya no se oponía, a pri<f!'i, a ¡iquella política (que cada vez era
··;,,;¡
más que si Austria se .adhe(ía a la coalición, antes de 1805 .. Cogida más la de Francia), a la idea d~ 11n iercer partido o de una "tercera
1 d<:."-;; entre las amenazas fra~.cesas· y las intimaciones del zar, Austna con- Alemania", que constituiría, frente a ;Austria y a Prusia, una liga de
·~ (0, sideró que tenía que ele¡µr en,\re batirse ella sola, a:l cabo de unos me~es. príncipes, un Fürstenbund. Tal idpa er~ activamente impulsada por Big-
o inmediatamente, pero' aconwañada. En el fondo, la segunda solu~1ón non, ministro francés de: Hesse, <J.e actj.erdo con el Elector Guillermo y
~:
::.;:~-:..1
¡·..-,'
era la más fácil. El l~ de 'junio, un convenio, tinnado por Stad1on,
·~¡ G1
su ministro Waitz. El archicanciper Qarlos Teodoro de Dalberg,. tenia, k!....·.
Czartoryski y Leveson-<;Towei:. registró la adhesión. ~e Vie!1a al tratado sobre este punto, como sobre otrqs mw:hos, ideas brillantes y variables; ¡:,::,
~¡ anglo-ruso del 11 de ai:?ril. ~e la voluntad rusa habm nacido la tercera
coalición. :
pero, en generaJ, sostenía un pro.yecto.,en el que su patriotismo alemán
y sus intereses personales resultap&n l;¡eneficiados. Con ocasión del en-
cuentro que, en septiembre de 18p4. hpbo en Maguncia entre Napoleón tfü
f
'.1
;.¡ m. L~<\. DElJROTA AUSTRIACA (1805) y cierto número de príncipes aleriJa¡les,' se trató de. esta cuestión; y Car- ¡::.t;.
; 1 ¡.:·,.,
·(. los Federico de Baden y Dalberg que,daron conquistados por los pro-
t:::{
~.
,".'·)
\.:.;.-;.J Prusia vacilaba enti:e ambos campos. Haugwitz había soñado con yectos y los ofrecimientos franej!ses. En realidad, no se decidió nada k,,,
entenderse, a la vez, cop. Frapcia y con Rusia. de manera qu~ asegur~se con respecto al Fürstenbund. El ~-0bjet{vo de Napoleón no era, todavía,
r' ! :\:'\
'\,.::/

,-~-~
al norte de Alemania ~:na p~ove.chosa neutralidad, bajo la '.é~da .prusm,-
na; pero el zar se negó,, a ellp; y Haugwitz aban~onó el IIllll:1steno. As1,
más que el de seducir y atraerse¡¡. Ja c).ientela a.Iemana.
Pero,. en lo referente a fos ~st11dqi¡ del Sur, 'Francia se vio pronto
p;'
!,\~
~ ;
!f ! pues, era preciso esco!5er U{lO de los dos partid?~· Francia hacía la obligada a actuar, pues sus rela~ione:{ con Austria iban haciéndose ti-
ií 1 ._...,'1 tentadora promesa del ¡eparlp de una presa magm~ca: Hann?ver, ~ue rantes. Si se producía choque, el 'prim~r campo de batalla sería el terri-
n l~\<:
ti :):') Bona.parte venia ocupaI!do d~de la firma del convemo de Suhlingen Gu· torio de aquellos príncipes; y su. &ctitj.Id podía dar considerable ventaja
nio de 1803). Se tratab4 de ~a pDSición excelente para e~torpecer ~esde a ·cualqu,iera de los ejércitos. Mp.x·Jo~é de Baviera se ha'CÍa cargo de
{j allí aiJ. comercio inglés pll el ;mar del Nol'i:e y en ~emarua, garantia. de ello; y renunció pronto a la eng~ñosa:' esperanza de permanecer neutral.
futuras negociaciones "i cebQ para atr~erse a Prusia. ~st~, ;:onvenc1da Le torturaba la ansiedad de decidir el partido que había· de tomar; por
por las promesa:s del Primer Cónsul, deJa:ba hacer y se i~c~naba a acep- fin, aconsejado por Montgelas, se decidió a escoger; y aceptó la respon-
tar los ofrecimientos de ¡tmistad que los franceses le dmgían, como a sabilidad. El 25 de agosto de 1805, se firmó la alianza franco-bávara;
su única aliada posible. Pero compartía el temor, común a todos los y, desde aquel momento, a Talleyrand le resultó más fácil activar las
estados germánicos, de que Bonaparte, si no conseguía desembarcar en negociaciones con Baden y Wurtemberg. Presentáridoles a Francia como
1nglaterra, se desquitru;e en ·el continente, caso. en el cual Hannover le exenta de toda ambición territorial con respecto a ellos, y dispuesta, en
ofrecería una espléndida base para atacar a Prusia. - , cambio, a hacerles partícipes del fruto de una posible victoria, les exi- nt
r;.~~~
Si miraba hacia los rusos, Federico Guillenno ID se sentia con ellos gió el derecho de paso militar por sus territorios. El 30 de agosto Wur- 1~·~
de corazón. La reina Luisa experimentaba por el Zar una viva Y corres- temberg, y el 5 de septiembre Ba:denJ dieron las seguridades requeridas. ~~~~~
pondida simpatía El 24 de mayo de 1804, un convenio secreto había t Por tanto, el sur de Alemania se colocaba al lado de Francia. Cam-
bio significativo por su parte, ya que representaba su separación de las
·,¡;~
unido a fos ·dos estados, para el caso de una incursión francesa en e1
coaliciones antirrevolucionariru;. Pero también elemento esenciail de de- ~i~
norte de Alemania. Pero Rusia no podía ofrecer nada determinado; Y
en sus exigencias mostraba una brusquedad inquietante. ~i se acercaba
demasiado a ella, se vería arrastrado a la guerra, por e¡emplo, en el
cisión militar, porque en aquellas regiones difíciles, de configuración
accidentada y bosques espesos, las fronteras quedaban abiertas a los
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franceses por acuerdo de fos gobiernos ; y los pasos a los caminos, en
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caso de que solicitase para sus tropas la autorización de atrayesar el
territorio prusiano. El consejo priv¡ido del rey vac1laba, oomo siempre; sus manos. Napoleón podría ganar así las· dos preciosas semanas que le
y Hardenberg, nuevo titular de Asuntos extenores y .uno de ~os m~J~res permÜían establecer contacto con los austríacos, antes de que llegasen
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cerebros de Alemania, vacilaba también; y aún contmuaba sm dec1d1rse los rusos. El 6 de septiembre de 1805, Viena conminó a Baviera a adhe-
cuando Napoleón volvió la vista hacia el continente. rirse a fa coalición; pero el ejército del ·campamento de Bolonia, re-

l'Í
· En general, los pequeños E.st.ados alema~es estaban n;iás francamen- nunciando a cruzar 'el canal de la Mancha, llegaba al Rin el día 20.
te decididos a adoptar una posición. Se sentian poco atra1dos por Ingla· Espías, periodistas y diplomáticós, desempeñaron en la derrota de )¡\
terra perturbadora del comercio neutral y cínica compradora de merce- los coligados un papel tan importante, que sería completamente imposi-
nari;~ alemanes. Por lo que a Austria se refiere, la temían ell;~rmemente,
sin que esto les impidiera ponerse a su lado, llegada la ocasion. Procla·
ble estudiar la campaña de 1805 exclusivamente desde el punto de vista
militar. El admirable servicio de información de que disponía fue el ~\
M
966 TOMO I.-REYOLUCION l'RANCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO
11 roe y Laforest sostenían una dura batalla; pero la ganaron. Federico
que permitió a Bonaparte conocer la posición de los austríacos-que
11 1
1! 1
1 entraron solos en Baviera-,-, con la suficiente exactitud para poder sor-
prender su retaguardia y obligarles a la capitulación de Ulm (15 de oc-
Guillermo, exasperado por el descaro de las unidades francesa'S que,
·para acortar marchas, violaroJ! en Anspach la neutralidad de su terri-
torio, había firmado: con el Zar el convenio de Potsdam (3 de noviero·
!:¡ tubre de 1805). El servicio de publicidad francés supo orquestar estos
primeros triunfos de manera impresionante para los oídos neutraJes, es- bre de 1805), en que se prometía 180.000 hombres para el 15 de di-
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pecialmente para los de los prusianos, a. quienes era de capital impor- ciembrn si Napoleón rechazaba las condiciones de paz que le propusie-
tancia mantener todavía algún tiempo en la abstención. Ejercer esta sen, y que, en realidad, no podía aceptar. Pero Haugwitz, que ocupaba
acción sobre la opin).ón extranjera era, y fue siempre, uno de los prin- de nuevo el ministerio, era muy prudente; y esperó que los azares de
cipales objetivos asignados por Napoleón a sus Bulletins de la Grande la guerra hubiesen decidido. Austerlitz transformó la hostilidad hacia
Armée, cuyos fantáspgos relatos divertían o irfitaban de ta:l modo a los Francia en una amistad, que fu~ selláda el 15 P,e diciembre, por el tratado
combatientes. "Los P1;1lle~ins--h.rubía :de decir'. Stendhal-eran m¡Íquinas de Schonbrunn. Prusia recibí~ Hapnover-r~galo peligroso-"-, y cedía
de guerra, trabajos .UG ca¡npaña y no piezas 1históricas." Como tales y Neuchatel y Anspach. ·
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reforzados por las gacetas francesas y por la propaganda hablada, ofi·
cial u oficiosa. tuvi~ron una eficacia extraordinaria en 1805, sobre todo Después de la derrota de J.Jl¡n, la misma 'Austria estuvo a punto de
en Prusia. Metternich, destacado entonces en Berlín. ;Jo reconocía: desligarse de la coalición. Talleyrand aconsejaba al emperador que le
"Los boletines diaripll del ejército francés, con los que se inunda Ale· ofreciese un puente para su rytirada; y un puente de oro, facilitándole
manía y toda Europi\. son un· invento nuevo y merecen la más seria buenas compensaciones en Tt1rqufa y abriéndole la puerta de los Ba,l-
,,,'' atención... Las gac;¡::tf!s }e valen a Napoleón lo que un ejército de canes. Napoleón no veífl. con malos ojos la idea de atraerse a Viena. í·

! i 300.000 hombres ... 1-.f¡, opinión pública es la más poderosa de las pa- Si de esta manera conseguía asegurarse la retaguardia en Europa, tal vez
1
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:¡ lancas." ·
El gobierno prusiano se daba ahora cuenta de ello. En su afán de
fuera posible insístir en el proyectci- de desembarco· en Inglaterra, único
medio de terminar verdaderamente la guerra. Las escuadras de cober-
: ·1 neutralidad, habla r.educido la prensa a una insignificancia tan absoluta, tura estaban intactas; y en Cherbqrgo y Amberes· las chalanas estaban
que no podía tener.. lnflu,encia alguna como arma diplomática. Apenas dispuestas ... Pero ·Una noticia' qesa.8trosa vinci a desvanecer todos estos
"1 si se puede citar un intento que hizo entonces el publicista y crítico sueños: el 21 de octubre de 1605~ en el cabo de Trafalgar, cerca de
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'1,.1 Merkel para crear un diario capaz de actuar sobre los medios influyentes Cádiz, Nelson había destrozaP,q la~ escuadras de combate franco-espa·
'!t en materia de política exterior ; y la tentativa no sabrevj,yió a la derrota ñolas. A causa de su misma amplitud, los enormes preparativos maríti-
1 austríaca. Las hojas vo'lantes que en Prusia se imprimían, más o ·menos mos terminaban en la catástrofe, pues aquellas escuadras que España
'1
clandestinamente, solo tenían un público muy restringido. había improvisado, por iinpulsQ de Godoy, carecían de la práctica y la
;¡ Es superlluo decir que Austria no presumía siquiera que la prensa solidez necesarias; y, por su pa_rte, la flota francesa, demasiado nutrida,
"1 pudiera ser un arma. Disponía, sin embargo, de la mejor pluma que no hubiera podido ex:ponerse en una gran batalla. Por consiguiente, ya
1 1
había entonces en Europa, la de Federico von Gentz; que dejó en 1802 no era posible soñar con el paso del Canal; y la guerra se volvía por ·-- t ·

el :servicio de Prusia por el de Austria, y a quien ya Francisco II había completo hacia el continente. Desapare,cía una poderosa razón de tratar
nombrado Kaiserlicher Rath "por los buenos escritos que ha hecho lle- con miramientos a Austria, que, además, tampoco se dejaba engañar
gar al público" (sic). Pero Gentz estaba en desacuerdo con Cobenzl sobre por el cebo balcánico.
la política que se debía seguir con respecto a Berlín y Londres ; de Napoleón la derrotó en las espaldas de los rusos, que por fin habían
manera que aquél periodista de tan enorme talento no fue apenas utili- llegado. El 2 de diciembre, en Austerlitz, consiguió obligarlos a hacer
zado. El Hofburg ni siquiera enviaba a su embajador en Prusia la in· un peligroso movimiento envolvente ; luego, lanzó de golpe su masa de
formación necesaria para la más indispensable propaganda ; y Metternich ruptura contra el eje de conversión, pieza esencial· y frágil; y la línea
comprobaba, con tristeza: "Nos condenan porque nos callamos." rusa se rompió. Abandonado por el Zar, que huyó vergonzosamente,
Así respaldados, los diplomáticos franceses en Alemania llevaron Francisco· II solicitó el armisticio; y concertó la paz, en Presburgo, el 27
con éxito su campaña, manteniendo dentro de la alianza a Max-José de de diciembre de 1805.
Baviera, a pesar de lo angustiado que se encontraba ante la invasión 1 Austria quedaba expulsada de Italia; perdía Venecia y la parte que le
pertenecía de los antiguos Estados venecianos, siendo todo ello transfe- .. ·;
austríaca. Su ministro Gravenreuth supo replegar a tiempo el ejército,
librándolo de caer en la red. Para asegurarse de la fidelidad de Fede· rido al reino de Itailia, que ella reconocía. Así consolidado en el AdriáJt
rico de Wurtemberg, fue preciso que el mismo Napoleón se entendiese tico, Napoleón quiso afianzarse todavía más, instalándose en la costa; I"
con él; su habitual fascinación obtuvo el efecto deseado. En Berlín; Du- oriental. Exigió, pues, la cesión de Istria y Dalmacia, que anexionó

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968 TOMO I.-REYOLf.lCION FRANCESA E IMPERIO NAl'~LEONICO VI.-LAS COfLIC!O\ffiS ·RUSAS 969
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también a su reino milal,lés, y. que le proporcionaban excelentes bases nando ·1v: "¡Soldados l ¡La din!.lstfa fie Nápoles ha cesado de reinar!
navales. La avanzadilla italiana mantendría al Hapsburgo· alejado de Su existencia es incompatible con el r_eposo de Europa y el honor de
la penínsufa. . ·· . mí corona ... " Brillante fue tamqién, por el carácter fulminante de la
Austria quedaba también ~xcluida de Alemani11-, donde sus restos marcha de José a la capital que' se l~ prometía y por la trágica prisa
sirvieron para recompens¡u:, pqr su adhesión a la causa francesa, a los de los Barbones por escapar a Sicili.a (febrero de 1806). Verdad es
tres Estados meridionale~. qué. fueron investidos dq soberanía plena Y que después el drama se hizo m¡ís leI;lto, pues se tardó mucho tiempo
total, y desligados para lo sri¡;esivo de todo vasallii.je con re~pecto ~l en limpiar a Calabria qe los caµ¡pesiµos sublevados y de los ing:leses
Imperio germánico. Los Elect.ores de Wurtemberg y de Bav1era re::1- que habfan desembarcado ; y nq- se ¡:judo nunca pasar a Sicilia. Pero
bfan la corona real; Bad~11 se· anexionaba el Ortenaµ, así como el Bns- si se exceptúan los débiles Esta4os d9 Etruria y los pontificios, desde
gau austríaco y Consta~a, lo, que suponía una. notable ampliación de los Alpes a Mesina toda la península era napoleónica, directamente o
su parte meridional. Wui:tem~rg recibía un aumento de 200.000 almas, por obediencia, sumisa o prome\lda., <i- una acción diplomática común,
cinco ciudades sobre el D.vmljio y parte de Brisgall y de Suabia. Pero, a los mismos códigos, a un plan g,°b11erai de redes de carreteras, a las mis-
aún más importante que~ la in,l:posición de estas cuñas territoriales Y la mas ideas económicas. Con aquelJos ej~rcitos, que las viejas monarquías
regularización de estas frpnter¡J.s, era el enOTlile acrecentamiento bávaro. calificaban aún de jacobinos, pr:9gres~ban las unificaciones imperiales.
"Redondeaclme bien", hqb(a spplicado Max-José; y, desde luego, le re- Lo mismo ocurría en Alemaaja, Stii embargo, los resultados, aunque
dondearon, ya que, media:qte {a cesión de Berg y de Wüzburgo, ganaba más sólidos y duraderos, fuero~ 11llí" menos extensos, pues Napoleón
27.000 kilómetros cuadra.dos y 600.000 súbdi~s. Hermosas ciudades an- tropezab-d con gobiernos antigu!!n:íent~ instaurados y poco dispuestos
tiguas, como Augsburgo y ¡.,in!,Iau, así como el principado de Eichstadt Y a dejarle hincar el cliente en su' sob~ranía interior. No cabe duda de
de Anspach, proporciona).·on aJ rudo país montañoso tesoros de arte, de que solían estar de acuerdo con ·él so,bre los principios del despotismo
vida intelectua:l y bancarja y, ·10 que era más importante a los ojos de ilustrado, y sobre la necesidad y !El-sentido de reformas modernizadoras;
Napoleón, Baviera recibi_ó los grandes desfiladeros a1pestres: el Vora~l: pero se daban demasiada cuenta i:le lo":'Peligroso que resultaba abrirle la
berg, que la .conducía al iilto Rin, y. sobre todo, el Tiro], que le abno puerta. El más reacio de todos t¡m. Federico de Wurtemberg, más iras-
las puertas de Italia. Ext,endidti ahora. en una franja que de No/te a Sur cible y terco que nunca. Seis meses se pasaron en discusiones, al cabo
iba desde el Mein al lago de Garda, teniendo en su mano los pasos de los cuales, Napoleón, al que apremiaban las complicaciones europeas.
y las rutas, la "tercera potencia alem~a" mont.a~a la guardia .para no tuvo más remedio que dejar -para más tarde el hacerse dueño y señor
separar a Austria de los países germánicos mend1onales, del. mismo de los asuntos interiores de sus amigos del otro lado del Rin. Incluso
modo que el Reino le im)?edía el acceso a las llanuras de Italia. Para en materia de política exterior, no consiguió ir tan lejos como había pen-
aumentar la eficacia de tal vigilancia, fos dos centinelas se aliaron: sado durante rulgún tiempo; y renunció a colocar en su cabeza la corona
Eugenio de Beauharnais se casó con la hija del rey de Baviera. imperial de Alemania. "No quiero ni pediiré nunca ser empe~dor de
Tal fue el castigo de los Habsburgo por su alianza con Rusia. Alemania", aseguró a los bávaros. En resumidas cuentas, se atuvo a
la misma táctica que habían seguido los Barbones : tutela y clientela.
Et' acta de 16 de julio de 1806 le adjudicaba el título, bien modesto, de
IV. EL APLASTAMIENTO DE PRUSIA (1806) protector. Y aún se preocupó de disminuir su alcance geográfico: el
nuevo organismo recibió, simplemente, el nombre tradicional de Con-
Austerlitz; y Presburgo apresuraron las unificaciones en Italia y Ale- federación del Rin, Rheinbund. Comprendía los tres grandes Estados
mania. del Sur; luego, una hilera de territorios al este del río y de Holanda:
"Ya no es ,posible tener parientes en la_ obscuridad-:--escribió ·Napo- Hesse-Darmstadt, Francfort, Nassau, Berg, etc. En total, dieciséis con-
león a su hermano José-. Los que no se eleven conm.1go, ya no per- federados. La Dieta tendría su sede en Francfort Cualquier guerra con-
tenecerán a mi familia. Quiero hacer de ellos una familia de reyes, o tinentál serfa común a todos los signatarios, que proporcionarían al Pro-
más bien de virreyes." Así nada la idea del Imperio-federación dinás- tector 63.000 hombres (de los cuales 30.000 serían bávaros).
tica y de parentesco, a la que dio forma jurídica y ampliada el estatuto Así, pues, el poderío francés había sobrepasado con mucho el pro-
del 31 <le marzo de 1806. Napoleón nombró a su hermano Luis rey de grama revolucionario del Rin como límite natural, e incluso la idea con-
Holanda (5 de junio de ·1806); a su cuñado Murat, gran duque de Berg; sular de la frontera cubierta. Ahora se instalaba en plena Alemania.
y adoptó a su hijastro, Eugenio de B~auharnai~. Pero el ascenso má~ bri- Esta bisagra de Europa no era una conglomeración de minúsculos
llante foe el de José al trono de Napoles. Brillante por la soberbia al- principados impotentes y a veces irrisorios, en los que las influencias
tivez de la proclamación que destronaba a· María Carolina Y a Fer- de los vecinos poderosos venían a est?.r equi.libra<las. El Rin, incompa-
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1:
970 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPE~IO NÁPOLEONICO
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/, rabie elemento de dominio estratégico, económicff y cultural, se hallaba murmuró: "¡Oh! ¡En: qué estado dejo mi patria:!" No es muy seg;uro
¡· en manos de una sola potencia. El equilibrio europeo estaba roto. que la frase sea exacta; pero, verdaderamente, Inglaterra, aunque desde
Si tantos príncipes alemanes se habían decidido, como decía Max- Trafalgar s.::: hallaba at abrigo de' todo peligro directo, podía desesperar
J osé, a "agarrarse al r¡.tbo del diablo", era porque agarrados a él se de sus aliados continentales. Las circu.nstancias se presentaban tan gra-
subía alto y de prisa. Prjmeramente, títulos altisonantes: Daiberg se con- ves, que el rey no pudo mantener el· veto que. oponía a la subida de
vertía en Príncipe pri.maqo de la Confederación, =con ia calificación de Fox al poder. Este ~cibió el Foreign Department; con él entr_aron
Alteza Serenísima, que le daiba preferencia sobre los cardenales : el Grnnville en Hacienda; Windham, el). Guerra; - Grey, en el Altruran-
~lector de Baden, el dúque de Berg y el landgrave de Hesse-Darmstadt tazgo, y Addington recibió el Sello priyado. Fue el "ministerio de todos
eran nombrados Grand~s Du,ques. Luego, las ve\'1tajas territoriales· eran los talentos". Fox se encontraba en co1,1diciones de ensayar la politica de
c¡onsiderables. En efectQ, i:n beneficio de fos conffjderados era sacrificada conciliación con Francia, que h~b!a preconizado cuando se hallaba en
toda aquella caballeriEJ, de 'imperio, aquella orden ecuestre, aquellos la oposición. En febrero de 180(), impulsado a la vez por la ·gravedad ·
Reichsritter que habían' ;formado la clientela austríaca; y también todos de las circunstancias y por un sincc;ro idealismo, dio los primeros pasos ;
los dominios de los ocupantes que no habían sido mediatizados aún. en junio, !lord Yarmouth llegó a París con plenos poderes.
El "hormiguero"-como solía llamársele-de autonomías microscópicas El zar seguía el mismo camino. De momento se encontraba has- ·
que cubrían el imperio. germánico, desaparecía, por fin, sacrificado en tiado de estas guerras, de las que él era el pagano; y recordaba, con
aras de las unificacionfis ''fllodernas. desagrado, cuán poco lúcidamen.te ha.bía quedado el día, y sobre todo ¡ ,-.
Con este motivo (y,. wediante ailgunos convenios suplementarios), se la noche, de Austerlitz. Veía a 'Austj'ia fuera de juego. A Prusia, que
pperaron nuevas anexiqn~s y el mapa fue simplificándooe. Dalberg reci- pese al desastre ruso, se mostr<J:ba muy animosa, el mismo Alejandro
bió la magnffica presa 9.e Francfort. Wurtemberg obtuvo a Ulm. Baviera le aconsejó que se entendiese con ·Napoleón. Ahora, animado por Czar-
consiguió la ciudad de Nµre~burgo, adquisición valiosa. El apoyo francés toryski, que le hacía ver cómo l~s ap~tencias francesas se dirigían hacia
1. le va;lía ahora fo que ::d~sd~ hacía tanto tiempo estaba disputándole a Oriente, él también se volvía dé ese lado. Napoleón, como ahora tenía
Prusia, la posesión qu~ llabr,ía de contener el descenso de los prusianos Istria y Dalmacia, se hallaba en eontacto con c::l imrerio turco; y era,
hasta Franconia. Nure,inpurgo, tanto como Augsburgo, eran elementos pues, en ese terreno, donde se h&cía preciso derrotarle o negociar con
inestimables de civilización: riquezas y patricias tradiciones de arte, él. En maiyo de 1806, el plenipotenciario Oubril salió para París.
vínculos y relaciones CQIDerciales de iargo acance, actividad bancaria Si los tres grandes ;beligerantes se .ha·blasen cara a cara, 1a paz gene-
(inmediatamente se instaló allí el Real Banco de Baviera); ..Y población ral no sería imposible ..Pero para eso necesitaban estar un poco más can-
activa e incluso bulliciosa. Orgullosa de su flamante coroná (la palabra sados. Napoleón intentó, ante todo, engañar a los ingleses valiéndose de
j Rayal campaba, con ufa:hía, en todos los rótulos de Munich), de su es- Rusia. Fox se resistía en la cuestión de Sicilia, la que por desconfianza
carapela blanca y azul, recientemente adoptada, de sus inesperadas fron- hacia los franceses quería dejar a su rey Borbón; mientras que el em-

l teras y de sus tres millones de habitantes, Baviera se sentía verdadera-


mente una fuerza afomana llena de juventud.
Desde el momento en que algunos príncipes adquirieron aquella
"plena soberanía'', que era la meta secular de sus sueños, el Sacro Im-
perador estaiba decidido a adjudicársela a José. Oubril, engatusado por
las concesiones que Talleyrand le ofrecía en Oriente, se inclinaba del
lado de Francia. Por un momento, se creyó que: la paz estaba ya hecha.
Oubril firmó, el 20 de julio: y Yarmoufu., al quedarse solo, cedió en la
perio Romano Germánico ya no signüicaba nada. El 6 de agosto de cuestión de Sicilia. Pero a•l llegar el momento .<de las ratificadones, todo
1806, el Habsburgo restgnó, sin gran resistencia, la corona. Hacía mu- 1· volvió a ·enredarse. Alejandro, repuesto de su.cansancio, y olvidado de
cho tiempo que la Europa central esperaba ese gesto. Los intelectuales "sus enojosos recuerdos, negó su asentimiento después de despedir ,a J
alemanes, fieles todavía durante algún tiempo a su idea de una misión Czartoryski para reemplazarlo por Budberg, partidario de la politica con- : '

germánica limitada al mundo del espíritu, se habían consolado de ante- tinental. En cuanto a Fax, que sabía cuánto se indignaba la oposición
mano. "¡Incluso si lanzáis al imperio a:lemán entre las llamas. de la contra su política de paz, y que llegaba incluso a acusarlo continua-
guerra-escribía Sohiller en 1801-, la grandeza alemana queda en pie!" mente de estar pagado por Francia, rompió también el proyecto de
Y, sin embargo, al enterarse de la noticia, más de un corazón e~peri­ Yannou.th. No cedería en fo concerniente a Sicilia. El 7 de septiembre
mentó un dalor que ya tenía a·lgo de nacional. de11806, momentos antes de caer con un ataque de parálisis, la consig-
na que dio fue la de conservar SicHia y la alianza rusa. Falleció el 13.
Ante los triunfos napoleónicos, lo que quedaba de la coalición va- Su desaparición hubiera heoho muy difícil· la pacificación, aun cuando
ciló un instante. en este preciso momento Prusía no hubiera dado impulso a la guerra,
Pitt murió el 23 de enero de 1806. Parece ser que en su agonía adhiriéndose a la coalición.
972 TOMO I.-REVOLUCION F.ltANCESA E IMPERIO NAHJLEONICO
VI.-LAS COALICIONES RUSAS , 973

Dominado de nuevo por su belicismo, el zar se esforzaba por atraer y olvido de la realidad. No cabían flacos más peligrosos para· enfrentarse
con Napoleón. '
a Prusia a su campo. Tenía verdadera influencia sobre la reina Luisa,
Bajo la influencia rusa, el g¡¡.bim~t\! prusiano se decidió a la guerra.
que le escribía: "Creo ~.n ti ~orno en Dios." Bella, ardiente y animada
con gran ligereza, ante el sim'[l'le '.nnnqt de que Francia iba a quitarle de
a mezclarse en política por las adulaciones de los cortesanos en ello nuevo Hannover. Esta misma íµipru\lencia engañó al emperador, que
interesados, Luisa era fe,rozrnente antijacobina. Bl "caiballeroso Afejan- hasta el 3 de septiembre no se' <lio cuenta de que estaba amenazado.
dro" tenía otros muchQS corji.zones femeninos encadenados al palacio "En la obstinada ceguera del enl!mígo,-escribfa, jubilosamente, Gentz-.
real. Como era el único: que ~onservaba la espada en la mano, contaba en la ventaja incakuQable que h¡i. daqo a Prusia, al dejarle tiemrpo para
con las simp;üfas de lo:¡ jóvi,nes oficiales de la aristocracia, insolentes terminar sus preparaitivos, veo ~l p-r~agio de los mayores éxitos~" El
e intrépidos. En resume1J.: un_' partido ruso de Corte, con fos caracteres l.º de octubre, Federico Guillenno conminó a los franceses a volver a
propios del antiguo régfi.nen, ~turdido e influyente. Pero los argumentos
de San Petersburgo hacíiu\ su· efecto también en espíritus más sensatos;
pasar el Rin: Estaba formada la cuárta coalición.
Seis días desipués de la entr~da ep contacto, no quedaban ya en el
muchos habían que se alitrinal,¡an por las falsas maniobras de 1805, por el ejército prusiano unidades constituída~. a no ser algunos cuerpos en pre·
descrédito en que caía I!msia~ a la que en el extranjero se motejaba d.;: surosa retirada, y las guarnicitjnes wjanas. Jena y Auerstaedt (14 de
cobarde: y por los eno):mes ·progresos de Na,poleón en Alemania. Con octubre de 1806). hahfan echadQ por'tierra la fe de sus estados mayo-
aquellos elementos asust~clizo~. no les era difícil a los rusos hacer resal· res en las virtudes del orden q,bhcuo. A fines de noviembre, el reino
tar la brutalidad con qtie Fn¡ncia había obligado a Federico Guillermo estaba ocupado hasta el Vístula; y Napoleón era dueño de Alemania
a substituir el tratado de. Sch,onbrunn por el de París (15 de febrero de entera. Fa1taba por domar la f~erza rusa.
1806). Si Prusia haibía Qop.sei,uido que se le confirmase por él la pose-
sión de Hannover, en ca¡nbip también había sacado de allí la guerra
(j con Inglaterra y la pérdiu11 ele 300 barcos mercantes. El rey era el que V. REPARTOS F'Rlµ'(CO;RUSOS: Tll.SIT (1807)
~
~~, más vacilaba. Unas veces se acusaba a sí mismo de debilidad y de llevar .{

el Estado a la ruina, por pusHanimidad: "Muchos reyes-decía-han Napoleón fue duro con fos ·¡encidos, sobre todo después de encon-
(') caído por su amor a la gl1erra; yo caeré por mi amor a la paz" ; otras, trar en Berlín las pruebas de su larga colusión con Rusia. Les negó la
pensaba, que, después d'e todo. había conseguido el tan ambicionado paz y solo les concedió un a:rmisticio que, por lo demás, fue rechazado
Hannover; y, como era perspicaz y tenía sentido crítico, se daba cuenta por Federico Guillermo. Estaba ·profundamente resentido con ellos-y el
de que los valores humanos con que contaba el reino eran insuficientes alcance de este sentido personal fue grande y duradero-; por su agre-
para resistir a Napoleón. sión imprevista y gratuita: por aquella guerra que él no había deseado,
Sin embargo, parece que también él, como todo el mundo en Prusia, y, sobre todo, par la situación difícil en que se encontraba, a pesar de
tuvo confianza en el ejército. No se trataba únicamente, como sucede su triunfo. Por el frente llega:ban los rusos ; por; el flanco derecho, Aus-
tantas veces, de la perezosa creencia en las viejas glorias. Sus efectivos tria representaba un peligro serio; y, por 1a retaguardia, España había
eran importantes, pues. llegaban a 193.000 hombres, una vez hechos los é'stado a punto de traicionarle.
llamamientos a filas. En la tropa había buena voluntad, trabajo y una Austria pudo ser contenida ·fácilmente, pues Stadion, que gobernaba
instrucción constante, que llevaba a la perfección el adiestramiento de entonces, no tenía interés en enrtrar en la contienda. Representar un
las pequeñas unidades. Entre los oficiales reinaba verdadera actividad papel, hallarse presente a la hora de la paz, pero sin ex;ponerse; fue todo
intelectual. En la sociedad militar que Soharnhorst había fundª'do en cl objetivo de la mediación que ofreció, tras interminables trabajos de
Berlín, se promovían exaltadas discusiones; y se publicaba gran número acercamiento, el 7 de abril de 1807.
de obras doctrinales. Lo que le faltaba a aquel ejército-pocos se da- Que Austria estuviese en dudas, era naturaJ. y estaba previsto. Pero
ban cuenta de ello-era el sentido de la realidad y el gusto por ella. la sdspechosa actitud de España, del viejo aliado, hasta entonces fiel,
Para sus estados mayores. la historia militar, de estudio tan formaitivo, del hermano de armas en el mar; la posibilidad de un segundo frente,
se convertía en una recopilación de teoremas. Obras como las de Hein- ' abierto inopinadamente en la misma frontera francesa y alimentado por
rich von Bülow· (1799), reducían las guerras de Federico a trazados contingentes ingleses: éste fue para Napoleón un choque durísimo, por'
geométricos. Las "cabezas mecánicas" cifraban la estrategia en evitar la lo inesperado. En aquella ocasión, Napoleón tuvo que purgar el desen·
batalla.; y reducían la táctica, si verdaderamente no había más remedio fado con que había tratado a la corte de Madrid. El favorito Godoy
que afrontarla, a atacar en cualquier circunstancia, mediante el choque seguía trabajando, por mediación de Izquierdo-su agente secreto en
de un ala, -reforzada con arreglo al famoso orden oblicuo. Pedantería París-. la ejecución de un proyecto que acaricia·ba desde junio de 1804:
974 TOMO I.-!'.EVOLU~ION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO YI.-LAS COALIC!ONES RUSAS

hacer la guerra a Portugal y fabricarse a sus expensas un cómodo prin· Napoleón comprendió ::admirablemente el pr;ligro de que había esta·
cipado. Incluso había dado ya una garantía en la escuadra que fue ani· do '!menazado. Aunque juzgó que, en público, lo mejor era negar des·
quilada en Trafalgar. Ahora bien: Napoleón permanecía sordo a aque· deñosamente su existencia, en cambio, sus palabras a:l embajador espa-
llos deseos ; y dejó entrar en las negociaciones a Talleyrand que, pagado ñol en Berlfu, Figueroa, fueron clarísimas.. La alarma en los Pirineos,
por Portugal, pronto enre~Q tactos los preliminares. Durante el verano unida a la actitud dudosa de Austria, pernos.traban la urgencia de la vic·
de 1806, Godoy empezó a ::preocµparse y acabó por sentir enfado. ¿Dón- toria militar ; pero ésta parecía difícil de conseguir en aquellas llanuras
de estaba el premio a su fidelidad y a su ayuda? : palacas, a las que estaban llegandor.los rusos. El frío, y, lo que es aún
Desde luego, ·seguía reqhazando las insinuaciones de Prusia, pues no peor, el deshielo y el bario, lo diseiµinadp de la población, la exigüidad
se fiaba de ella; pero aho¡¡¡. se 'acercaba a Portugal y, sobre todo, pres· de recursos, los pantanos y los bqsciues, eran otros tantos obstáculos
ta9fi. oídos a .Jos ofrecimiep.tos de Rusia, a la que vo1vemos a encontrar poco conocidos hasta entónces por; ~o& franceses. Sobre todo, en aquellos
cq~o infatigable instigadqr~ de coaliciones. Desde' que subió al trono
confines de Ja Europa oriental, aparecía el enemigo invencible pára los
Alejandro, que comprendíc¡. pon perspicacia las ventajas que este segundo ejércitos de entonces, el que falseab1,1. los pálcuJ.os de las marohas, el que
.' freute representaría para µqa coalición, trabajaba sin descanso por se· hacía inútiles los pianes de converg~ncia y de movimientos envolventes ; ,.. :'
:l el adversario de'l que niri.gún gener!il :puede triunfar, mientras Ja eta:pa
parar a Madrid de la alían~ francesa. El cebo que ofrecía a los espa·
ñoles era la restitución de Gibraltar. Stroganov, min.i,stro ruso en Madrid, media de sus divisiones se limite a¡ 25 kilómetros : el espacio. Aquellas
llevaba con entushi.smo la, maniobra; y Godoy, a medida que crecía su unidades francesas, perdidas en el 111apa, de Qfueas de comunicaciones
.J resentimiento contra Bona.parte .. se prestaba más gustoso a ella. En sep· tenues y continuamente prolongadas, a 'las que era preciso abastecer.

¡
tiembre de 1806, llegó a: qfreeer 180.000 hombres; (que por lo demás La base de operaciones tenía que ser completamente segura y plegarse
np tenía) para atacar por }011 Pirineos. A fines de mes, una desalentadora a todas las exigencias. En otros térm,illos: Prusia había de ser tratada sin
noticia le alejó más aún :de su a-liado francés: una escuadra británica la menor contemplación. Tuvo que p!j.Sar. por el imperio rubsoluto de las
~utoridades militares, por las contri,buciop.es onerosas y por las requisas
h¡i.bía tomado Buenos Ai_re$ (27 ·de junio .. de 1806). Esto era una catás·
tJ;ofe para el imperio cc4011ial; español: sus últimas relaciones con la implacables, sin mencionar los exce~os. cqmetidos por soldados a quienes
metrópoli, cortadas; un pqertq espléndido abierto- a la invasión de las la miseria convertía en bárbaros. J;n d ~orazón de los prusianos se iba
1
'\ mercancías inglesas : y Ja pP,ertá. del continente americano- de par en par formando un odio que había de tener graves consecuencias.
'i ~te el enemigo. Para salvar a América, solo quedaba el recurso de Durante todo el invierno, el ejército realizó marchas, sufrió y luchó, .·',"

Pultusk se dio el 26 de diciembre ~de 1806; Eylail, el 8 de febrero de


i h¡¡.cer la paz con Inglaterra, El 5 de octubre, Stroganov envió· ~·Londres,
~fresuradamente, a un secretario de la embajada, portador de las propo·· 1807. Mientras tanto, los diplomáticqs negociaban. Ante tantas dificul-
1 siciones españolas. tades, Napoleón hablaba con Prusia.: pero ésta firmaba con Rusia, el 23
1 Jena cortó de raíz estas conversaciones. Pero Godoy dejaba un rastro de abril, el convenio de Bartenstein. l.,a mediación austríaca hacía correr
terriblemente comprometedor de sus veleidades: el 5 de agosto había mucha tinta diplomática ; y la idea de celebrar un congreso estaba en el
lanzado una proclama llamando a España a aas armas. Se guardó mucho aire. Pero llegó 1a primavera: se secaron las pistas; los caballos encon-
de decir contra quién, esperando que Napoleón creyera que sus exhor- traron hierba nueva: las operaciones. se animaron; y el 14 de junio, en
;¡ taciones iban dirigidas contra Portugal, y los coligados pensaron que Friedlan, sorprendió Napoleón a1 ejército ruso de espaldas al Alle y
lo destrozó.
1
se referían a Napoleón; de este modo, esta garantía ofrecida a los dos
partidos le permitiría e&perar el resultado de la campaña. Desgraciada· f' Rusi~ p~día continuar la guerra:· y Bennigsen, el general vencido,
mente para él, la opiriión pública, poco preparada para tales sutilezas, era . part1dano de hacerlo así; pero los jefes militares, muy deprimidos,
solo vio la última interpretación. En todo el reino se creyó en fa guerra exigían, por lo menos, un armisticio: y muchos oficiales se declaraban
con Francia : y como estaban hartos de las exigencias imperiales, la públicamente por la paz a toda costa. Se veía nacer una corriente que,
acogieron con gusto. En París, así como en Btruria, donde había guar· desde hacía largo tiempo estaba agitando a aquel ejército, valeroso, sin
nición de tropas españolas, la conmoción fue tremenda. Lisboa y Viena duda 8.'lguna, pero resentido cruelmente por la inmficiencia de su alto
no vacilaron ya ante el sentido que había de darse a la proclama. n:ando, y que ya ni siquiera tenía confianza en la lea[tad de su jefe (Ben-
La unanimidad de la interpretación decía lo bastante y expresaba el mgsem era de Hannover). Este descontento encontró un alto intérprete
sentimiento, cada vez más claro en Europa, de que la alianza francesa de una gran franqueza verdaderamente soldadesca, en Constantino, el
era agobiante: y que, si era cierto que las coaliciones estaban mal ci· propio hermano del zar. Ahora bien: Alejandro sabía so-bradamente
mentadas, el bloque napoleónico presentaba, por lo menos, grietas c¡_ue cómo había muerto su padre por atreverse a contradecir a su oficiali-
tal vez ni la misma victoria permitiera cerrar. dad. Czartoryski, Novossiltzof y Stroganov, los más íntimos consejeros
976 TOMO r.-REvo¡~uCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO
VJ.-LAS COfLicrmp;s RUSAS 977
de sus primeros años, li< ani~1aban también a fa paz. El zar, ner~oso
de julio de 1807, con el zar, y el 9, con Prusia. Esta, terriblemente
y versátil, detestaba ahÓrit al inglés, a qi;i~n echaba. en. cara la msu- mutilada por el Este y el Oeste, :perdía cinco millones de habitantes de
ficiencia de su ayuda. :lloco ¡:mtes, al rec1brr en aud1enc1a a Leveson- cada diez, además de todas las po~esíon,¡!s de la izquierda del El?a y. sus
Gower enviado británico, le ljabía dirigido ios más violentos reproches: adquisiciones polacas (salvo una e~trecha franja que unía la Prusia onen-
el crablnete de Londres fi.qbieia debido enviar tropas por el Blba o por tal con el resto del reino). Teníá.' qud cerrar su territorio al comercio
Str~•lsund ; poner en moji¡niei1to las que tenía en Sicilia; prestar el di- y a la navegación británicos. Las 'tropas francesas la ocuparfan hasta ~1
nero que se le había p1dido, .. A ~ª. respuesta ~e. <;J.Ue Inglaterr~ tenía pago de una indemnización de gm:rra; y, además, consentía en construir
pocos soldados: "¿Por y_qé no enVIá1s vuestra milicia? ¿Por que no la un camino militar que uniese a Sajonia con Varsovia. Bl rey de Sajonia
volcáis en el ejército regu}ar?"-le replicó el zar a iLeveson, qu~ estaba
realmente escandalizado ante tamaña indiscreción. Después de Fnedland, recibía los territorios polacos tomaclos a los Hohenzollem y que forma-
este rencor personal tuvo. mucho peso ; y en el mismo sentido actuó ban el ducado de Varsovia (por cortesía, solfa decir el Gran Ducado),
otro factor, también personail y de primer orden para un au~ócrata: que pasaba así a la Confederación del Rin. En cuanto a lo que Prusia
la fascinación que sobre él ejerció Napoleón durante la entrevista q1:e perdía al oeste del Elba, Napoleón, incorporándolo a otros territorios
tuvieron, el 25 de julio de 1807, en la famosa balsa anclada en medio que más adelante detallaremos, constituía el reino de Westfalia, para
del Niemen. . su hermano Jerónimo.
También Napoleón quería la paz. Tenía respeto por un advers~no Rusia no dejaba de experimentar algunas pérdidas. En Oriente tenía
tenaz y va:liente, visión clara de sus propios recursos y de su agotailllen- que retroceder mucho, cediendo en el Mediterráneo las islas Jónicas y
to · ta1 vez deseo de arreglar las cuestiones de España de manera que no Cattaro y evacuando, en el Danubio, Moldavia y Valaquia (que acababa
qu~ase un peligro a sus espaldas ; y todo esto influía. Pero había aún de conquistar de Turquía). Verdad es que, en cambio, si el sultán no
más: el 21 de noviembre, por el decreto de Berlín, el emperador haib~a aceptaba la paz, se le quitarían sus posesiones de Europa. El zar había
deolarado a las islas británicas en estado de bloqueo. Una vez consegui- de proponer su mediación a Inglaterra; y si ésta la rechazaba, Portugal
da la victoria continental, pasaba a primer plano la q~e. era . P;~iso y los reinos escandinavos serían requeridos a adherirse al sistema del
obtener sobre Inglaterra. En el sistema de guerra econom1c_a: m1c1ado Continente.
por el decreto de Berlfu, era necesaria la paz; aún más : la alianza con En un tratado separado y secreto, de nueve artículos, se estipuló
Rusia. la alianza del zar con Napoleón.
El Primer Cónsul había deseado esta a:lianza desde su llegada al Consumado el cambio de Rusia. terminaba la era de las coalicio-
poder, y la había reafüado a medias, lo suficiente para comprobar su nes. En Europa se instauraba un equilibrio nuevo: el de dos masas
eficacia. A partir de la ruptura de la paz de Amiens y a pesar. del simétricas, la moscovita y la napoleónica: arquitectura continental mag-
mal proceder recíproco, tal vez no la había perdi~o ni;:ica .de vista. nífica de amplitud y sencillez, ordenación de gigantes, de orgullosa indi-
A raíz de Austerlitz, Napoleón confiaba en Haugw¡tz: Rusia ha de ferencia hacia aquellos que quedaban aplastados por los bloques en equi-
estar conmigo no hoy, pero dentro de un año, de dos o d~ tres. El librio.
tiempo borra todos los recuerdos ; y ésta sería tal vez la alianza que De la ·distribución dinástica e incluso feudal, o de las agrupaciones
más me conviniese." · vetustas y privadas de vida, el Continente pasaba a las estructuras im-
Siendo dueña de las costas esta entente, lo sería también de Europa. periales. Pero a estas aJturas sobrehumanas, aquella alianza hubiera
Recordemos cómo, en 1802 y 1803, ha:bía decidido la .reorganización de exigido una sabiduría y una fuerza de dioses. Y ha:bía un tercer imperia-
Alemania. Ahora una acción conjugada de las potencias ~e los fl~ncos lismo, fuera de su alcance, y que se alzaba frente a ella: el imperialismo
-angustia constante de los germano~-:-· reduciría a la impotencia. al del océano.
Habsburgo y al Hohenzollern. Este uituno se druba cuenta de ello. Y
se agarraba, desesperadamente, a su aliado ru.so •. al que veía írsele de BIBLIOG RAFIA
las manos, esforzándose en entrar en las negociaciones. Hardenberg pr~­ H. BUTIERFIELD: The Peace Tactícs of R. CAR.R: G11stavus IV a11d the British
ponía un "plan gigantesco" para reformar Europa entera y ponerla b~Jº Napo/eo11 ( 1806-1808). Cambridge, Gavernment (1804-1809), en Eng/ish
la dirección de un triunvirato franco-pruso-ruso. Pero Napofoón no qmso 1929. Historica/. Review, 1945.
ni oírlo; exigió el alejamiento de Hardenberg y, a pesar. de todas las E. DARo; Napo/éon et Tal/eyrand. Pa- N. BRLl.N"ÚU.NINOV: Alexandre ¡er et la
intercesiones de Alejandro-desde luego, cada vez más débiles-¿n favor rís, 1935. Paix, en Revue d'Hístoire Diplomati-
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de su antiITTia aEada, dejó a Prusia a la puerta de la conferencia. Siege (1801-1808). Parfs, 1935. B. MIRICJNE·GUBTZÉVITCH: Un Pro/et de
En co;secuencia, el tratado que se firmó en Tílsit fue doble: el 7 J. H. ROSE: Pitt and Napoleon. Lon- Fédératíon europée1111e en 1804, en Mé-
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llENOUVIN 1.-62
978 TOMO I.-REvo:¡,.ucION FRANCESA E IMI'ERIO NAPOLEONICO

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J. EL DERECFJO DE BLOQUEO

Ahora, cuando Inglaterra hal)í¡¡. d~struido las flotas francesas, pero


perdido todos sus aliados en Europa, ·la guerra económica se convertía
para el gobierno de Londres en la forma esencial de lucha. En sus ma-
nos tenía la voluntad y los medios de emprenderla.
Después de muertos Pitt y f ox, se continuó hablando de pittistas
y foxistas ; pero los dos partidos Sf desmenuzaron, formando numerosos
grupos mantenidos por considera.done? persona'les. Casi todos ellos per-
,, .terrecían a esa indecisa "fuerza ·flota:Q.te" a que recurren los ministros
para completar su mayoría. El giibb::!ete de "todos los genios" se iba
gastando rápidamente; y ya en mar.:?<o de 1807 cayó por un incidente
irlandés. Los tories tomaron .ent9nces el poder y 1o conservaron durante
cinco años, dirigidos por el duque ~e :Portland, hasta septiembre de 1809, J
y luego por Spencer Perceval, ha&ta mayo de 1812. Con ellos se veía,
al fado de personalidades mediocres, ;a dos hombres de tafonto y deci-
sión, que alcanzaron los cargos pfÍllcÍpales : George Canning, que diri-
1
gía la política extranjera, y Castlpreagh, que reorganizó el ejército. La
lucha contra Napoleón recobraba la energía por un instante olvidada.
1
La marina, victoriosa, dominaba los siete mares. De año en año, sus
efectivos iban aumentando, pues de unos cincuenta barcos con que con-
taba en 1803, pasó a 240 en 1814. Su consumo de madera de construc·
1 ción era enorme. La mayor parte de las exportaciones noruegas
(1.250.000 metros cúbicos en 1805) y las dos terceras partes de las
'!'suecas, iban a Inglaterra. En estaS" arribadas, la Rayal Navy tenía prio-
" ridad absoluta y de algunas calidades especiales, como de madera curva,
por ejemplo, apenas dejaba nada a la construcción. mercante. Compró
al precio que hacía falta; en 1808, cuando estuvo á punto de cerrarse
el Báltico, el abeto de Memel, que servía de. patrón en el mercado de
Londres, subió a 17 libras 1a tonelada y durante cuatro años rara vez -. '
--¡ '

bajó a menos de 10; durante la paz caería a tres.


1 El gabinete británico sacrificaba a la supremacía naval, tan fácil-
mente como su dinero, todas las consideraciones de moderación e in-
cluso de humanidad. Poco después de la entrevista de Tilsit, recibió
aviso de que Napoleón y Alejandro iban a movilizar la flota danesa
Temiendo de que Dinamarca se pasara a Francia, Canning hizo bombar-
979
!~:?:~;
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¡ @ 980 VII.-EL BLOQUEO

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TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO 981
! ,:~
r.-;;:,,7 dear Copenhague: durante tre,s días la ciudad ardió bajo las balas al timiento contr~ Inglaterra. El ll}ismo ·. Gentz reconocía que había sido
rojo y los cohetes incenºdiariq's (2 de septiembre de 1807). Esto sig- muy poco hábil con respecto a ellos: 1'Mr. Pitt no conocía el Continente
® nificaba hacer tan poco G.aso d,el derecho. que en el mismo Westminster 1 Y, ~?r tanto, ~o sabía ~at~rlo." No lQs apoyó a tiempo: "Los ingleses
tZJ ·' -diJo Haugw1tz-llegáis s1empr~ con· dos meses de retraso." En cues-

J• '~-=- los whigs echaron en cara. a Canning su "piratería" y este tuvo que
,.-:·"' escuchar sus sarcasmos ~obre la "nueva moral". Pero el caso es que tión de rel~ci~n~ comerciales~ Jnglaterra hacía gala de un tranquilo
r;:~.-J
fueron capturados 18 barpos daneses ; y nada amenazaría ya el paso de e~oísmo y 3ustilica:ba sus med1d¡u¡ de noviembre de 1807 por la nece-
'I las provisiones . navales .Pcl:ltiq1s-madera, cáñamo. alquitrán, cobre y sidad ~e "c?nservar ~se pode~í~ ii:m~ítimo que, por favor espécial de
l~ Providencia, Su Ma¡estad recib,,e del .valor de su pueblo y cuya existen-
l ·~
hierro-a través de los Estrechos.
A cambio de esta solicitud, la marina de guerra prestaba a la econo·
mía británica un servicio que no tenía precio, pues año tras año llegaba
cia no es menos esencial para Iii: felitjdad del género humano que para
la seguridad y prosperidad de lo.S Est~dos de Su Majestad".

;.: @
a poner en sus manos todas las fuentes de productos coloniales del mun·
do. Desde antes de Trafalgar, el Almirantazgo consideraba esta labor tan
A ~uchos econoini~tas, .tal tieguripa~ les parecía poco justificada;
se consideraba que la situación de la hacienda inglesa no era muy sana
:¡« importante casi como la protección de las costas ; y Napoleón estaba ':j que estaba ~enazada, principa:l¡nente, por el abuso del crédito. Es-U:
~ en lo cierto al dar por seguro que una amenaza a las Antillas llevaría idea ?e fortaleció por la poléinica iniciada por el Instituto, a principios
~· a toda vela los navíos de Nelson a aquel centro vital de la riqueza del SJglo, ·planteando este problema del crédito. Las obras de Saladin,
~ inglesa. Después de la derrota de ia marina francesa, solo le faltaba Inglaterra en, 1800 (1801); de La.salle, De las fina1Zzas inglesas (1803);
~· a la tlota ocupar las tierras del algodón y del azúcar del adversario. En de ~turo O Co;inor, Estado actual de la Gran Bretaña (1804), predicen
l ..
J 1808, cayeron la Deseada y la María Gafante; en 1809, la Martinica, la ruma de Albión y denuncian el "sistema antieuropeo y antisocial" de
~ la Guayana y el Senegal; en 1810, la Guadalupe, las Seychelles y las "esa potencia engreída".
:¡ ~J islas de Francia y Barbón: par último, en 1811, Java, las Mdlucas y La idea de .abatir el orgullo de tales mercaderes hacía muchos adep-

!
Tamatave. Generalmente, la resistencia fue honrosa : y enérgica en las tos en .Alem.ama como puede verse en gran cantidad de periódicos, en
; í t~~~ Mascareñas, bajo el mando de Decaen; pero, en todos los J;asos, sin las r~v1st~s mfl;u~entes de Econor;iía política, en los Anales europeos.
' . grandes esperanzas. A 'Partir de entonces, los productos tropiéales des• en H1stona pobt1ca, en el Mercurw del Norte. Casi todo el público in-
!; '
tinados a la exportación se encontraron todos prácticamente a disposi· telectual aprobaba los ataques que Buchholz lanzaba en 1805 desde
u:~.. ' ! ción del consumo, de la industria, del comercio y de fa banca de In· El Nuevo Leviathan y, en 1806, desde Roma y Landr;s contra ~l "des-
potismo marítimo" de Albión; los que en 18.00 iprodig~ Fichte en Der
,,,1, 1; ·----··; glaterra; riqueza multiforme. potencia que contrapesaba la fuerza mi-
geschlossene Hand~lsstaat, y repite. en 1806, en Fundamentos de la Epo-
¡ti. litar del Continente.
l:.~i. > f Napoleón replicó haciendo entrar en su plan de guerra económica ca actual. En Muruch, la anglofob1a se une a la clásica austrofobia bá-
Jl a todos los estados a los que imponía su yugo o su a1lianza.. Ya hemos v?"a ; un public~sta ac?nseja a Napoleón que al cierre de los puertos
,¡~ dicho, o diremos más adelante, las circunstancias diplomáticas y mili- anada la guerra mdustrial llevada por el Continente entero.
!"
11 () tares de estas sujeciones. Limitémonos ahora a trazar el mapa de aque- ·" Calculand<;> muy sensatamente .fa·importancia· de la opinión pública
en. esta cuestión, el emperador procuraba presentar a los hombres de
lla Europa en armas para la lucha comercial. Después de Jena fueron
¡1 ,\ ¡:Z) pluma y de negocios objetivos de guerra econóinica sencillos y rotundos.
.1 •. ·•c,;;.,J ocupados Hamburgo y Brema, .esl/;i:bleciéndose un cordón aduanero
!J : en toda la costa del mar del Norte. En diciembre de 1806, Holanda Uno de ellos, clásico, era imponer a Inglaterra que respetase los de-
l prestó su adhesión al sistema imperial : Dinamarca la dio en octubre de rechos ~e los neutrales. En aquel embrollo jurídico en que se enredaba
~ 1807: Rusia, en noviembre, y Pmsia, en diciembre del mismo año. Aus- la propiedad del cargamento y la nacionalidad del barco, las discusiones
i1 tria, en febrero de 1808. En Italia, José tomó en marzo de 1806 las me- fueron interminables. En 1812, Maret declaró "ley <:omún de las nacio-
didas que le habían sido ordenadas y Eugenio lo hizo en diciembre. nes" la norma que en 1713 sentaron los tratados de Utrecht: el pabellón
En agosto de 1807 se ocupó Liorna y en noviembre la costa adriática cubre la mercancía; el pabellón neutra:! es libre.
del Estado pontificio. España dio su aquiescencia en febrero de 1807. Juristas Y poleinistas son invitados a exponer su opinión sobre el
Portugal fue invadido y Lisboa tomada en noviembre. "¡De manera derecho d? los navíos de guerra a capturar barcos mercantes. Según los
-'.escribe Napoleón al zar-que tenemos a .Jos ingleses en guerra con usos en vigor en. las guerras marítimas, no se. respetaban ni cargamen-
todo el mundo l" En efecto: el Continente parecía unido en una lucha tos particulares ni marinos mercantes: "Se puede-expone Rayneval-,
económica común contra los "oceanócratas". apresar: e! ba~o mer?ante enemi.go y hacer prisionera a la tripulación...
Al ·principio, la opinión intelectual europea no fue hostil a esta La practica mtemaciona~ autoriza al ~eligerante captor a que reten-
guerra comercial. Los antiguos coligados conservaban un vivo resen- ga a los oficiales y marineros de la tripulación del navío capturado."
'I'•
J!:
1~
:1,
982 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E IMl'Elt.10 NAl'OLl!ONH:o

. n' A estas reg11as, tan evidentemente favorabies 4 a Inglaterra, Napoleón práctico; yo cojo los acontecimientos y los llevo a ·empujones todo lo
oponía la idea que la escuela política italiana~ llevaba m&s de treinta lejos que puedan llegar."
años sosteniendo, basada en aquella que el Derecho público europiro de
f: Mably proponía a los beligerantes en 1748: "Prohibir E. sus barcos
agredir a los navíos mercantes y capturarlos." Es preciso aplicar en el
Después de la ruptura de la paz de Amiens, los beligerantes iban
tomando posiciones. El 20 de junio de 1803 y el 13 de marzo de 1804,
mar las reglas de1 derecho terrestre, que deja en paz a los negociantes Bonaparte prohibió que se recibiesen en Francia productos coloniaJes
tranquilos. Bl decreto de Ber.lín proclamaba, pues, que serían tomadas u ob1etos manufacturados de origen ing¡lés ; los cargamentos neutrwles
represalias "hasta que Inglaterra haya reconopido que el derecho de solo serían admitidos mediante, un certificado- que atestiguase que no
guerra es uno y el n:ús:qio en tierra que en el mar ; que no puede exten- pertenecían a tales categorías. En junio y julio de 1803, Londres :de-
derse ni a las propie4ades privadas, cualesquiep que sean, ni a la per- claró en estado de bloqueo las bocas del Elba y las del Weser. El 9 de
sona de individuos aje~os a la profesión de las armas". agosto de 1804, la medida se hizp extensiva a: los puertos franceses del
Otra conquista jui.fdica que se buscaba atañía al derecho de bloqueo. mar del Norte y del canal de l¡¡. Mancha; y qespués, en abril de 1806;
Todo barco neutral que ~tentara forzar un bloqueo, se exponía a ser a las .d~embocaduras del"Erns_' y del Trave. Bl 16 de mayo de 1806,
echado a pique o ca.ptura~o. Ahora bien, Inglaterra, para tener sujeto se notificó que el J;>Ioqu~o ,,empieza el'. el río El~ y llega hasta el puerta,
al mayor número posible ~e neutrales, deiclaró: bloqueados, como le re- de Brest, ambos molus1ve con medidas · espec1rulmente rigurosas entre:
prochaba el decreto de Berlín, "plazas ante fas cuales no tiene ni un Ostern:ie y el Sena. '
solo barco. de guerra~'. De· este modo, su Almirantazgo creaba, por sim- Aplicada a semejante extensión de costas y fuera cual fuere· Ja füer··
ple advertencia, per rumficationem, bloqueos ficticios o de gabinete. Ya za de 1~ !D;arina británica, esta idecis~ón era ctlsi completamente ficticia.
Catalina n. en su debla.ración de neutralidad armada de 1780, protestan- Los pru1J1lic1stas franceses y alemanes encontraron en ·ella un excelente
do contra semejante pretensión, exigió, para que se considerase bÍoquea- motivo de polémica. Por otro lado, .la victoria sobre ·Prusia le abría .a
do un puerto, la presencia de "navíos de guerra detenidos y suficiente- Napoleón nuevas perspectivas. "Una vez llega.do a Berlín-escribía . eú
mente próximos". Pero cuando, después de fa muerte de Pablo I, 1810-el Emperador se dio cuen,t!l del poder que le había dado Ja victoria
Inglaterra se reconcilió con Rusia, corrigió dicho texto sustituyendo la >' de J~na. ·~ra el poder· de responp.er a ~ bloqueo de mar por un. bloqueü'
por una o, lo que equivalía a dar el nombre de bloqueo a un simple de tierra. El decreto que Bonaparte d10 en BerJín, el 21 de noviembre
crucero realizado desde bastante lejos por unas cuantas fragatas, buenas de .1~~6. respondía por igual al· deseo de propaganda y a las ·nuevas'
andadoras. Por el contrario, Napoleón sostenía la fórmula de la Me- pos1b1~1dades que proporcionaba la 'victoria. Era un verdadero llama-
moria soáre los neutrales, de 1800: "El derecho de blóqueo no ·puede miento a la opinión europea lo q~e contenían fos considerandos de aquel
referirse más que a puertos efectivamente bloqueados." Este plinto de tex!º· En fórmulas del más vigoras efecto, anunciaoban que iban a ser
vista: tiene de tal modo a su !favor la _equidad y fa razón, que habfa. ~plicados a Ingilaterra l?s pro~;<iimientos_ que ella misma empleaba. Idén-
de ser adoptado por la declaración de París, en 1856. tico deseo de causar 1Illpres1on se adVIerte en fa redacción categórica
Estas disposiciones de principio procuraron al Emperador buenos del artículo primero : "Las islas británicas sor¡. declaradas en estado de
apoyos en ·la opinión continental; y, en este período de iniciación del bloqueo."· En cuanto a las medidas de aplicación, destinadas .a impedir
sistema, puede proclamar que lucha en beneficio de todos por la libertad todo coID:erci? con Inglaterra; no eran nuevas en sí; pero verían aumen;-
de los mares. tar su eficacia con el triunfo militar que ha:bía de difundir- sus efectos
Pero no cabe duda de que los objetivos. reales y las maniobras prác- por una zona tan vasta del Continente. ··
ticas de ambos beligerantes se cuidaban poco de doctrinas. En materia t Al principio, Londres protestó débilmente, limitándose a prohibir a
de comercio neutral, Inglaterra siguió siendo esencialmente utilitaria. Jos neutrales el cabotaje entre puertos franceses (7 d_e enero de 1307).
Procuraba vender a su adversario todo cuanto podfa, para irle sacando así Pero cuando los tori~s subieron al poder, tirarori con bala explosiva.
sus riquezas básicas. Después de haber adoptado la misma actitud, Napa-- Del 11 al 25 de noviembre de 1807, aparecieron nueve órdenes dadas
león volvía en 1806 a la otra táctica francesa: la de bloqueo hermético o en Consej?· ~e estilo turbio y enrevesado, oscurecido aún más por las
de guerra, que establecía, en torno al continente, un "cordón de repul- notas explicativas: pero cuyas intenciones generales eran muy ciaras. To-
sión", con objeto de privar de sus salidas a fa industria británica. Luego dqs los países que excluyeran el pabellón británico, esto es, práctica-
adoptó, como ya se verá, una posición mixta, permitiendo determinado mente toda Europa, qu,edab~~ _declarados en estado de bloqueo. Los
comercio, por medio de licencias. No caibe duda de que era el mismo barcos neutra~es n~ pod1an. dmgrrse a un puerto bloqueado, ni venir le-
hombre que en 1806 dijo a Daiberg: "Vosotros, los ideólogos, obráis galmente de el, mas que s1 tocaban en Inglaterra, pagando los mismos
con arreglo a sistemas preparados de antemano. Yo soy un . hombre. derechos que si fuesen a importar su cargamento (un. 25 ~por 100. apro-
!"''
li
!Ú: 1

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: 9 T0).10 ¡.-REVOLt:CION FRANCESA E nrPE?..m :-!A?:JLEONICO
l'll.-EL BLOQUEO 985
'
@ carta. al Moming Chr.oniclc, ~~cía ¡:¡otar que, paralelamente a .estas exa·.
ximadamcnl!,!) .Y-l:iPJll¡/JilJJ.dQ allí una licencia. _De es'.~ ma_n~ra, el tráfi_co
gerac10nes, se observo una b¡¡¡a en ei valor de la libra esterlina en 1as
1 {t)
.
....umtm1-.fil2iumadó por tales cargas. retroccd1a en c•enef1c10 de los ¡n-
P}ª~as extranjeras, y ac~sa'.ia' de ello a la inflación. Pero resultaba muy
¡
gkses ; y la{mate'nas primas que aún pudieran llevar a los paises e?- ~l:ie-
!i 1
1@ . diencia nap;Jicóni;:a serían gravadas con tales gast.::•s que las fabncas facil respo~der que era md1s11ensabJe comprar trigo al exterior y mandar
,¡ oro a Wellmgton, que estaba· luch¡:¡ndo en España.
IX
() continenta-le~ no iardarían en cerrar. A.demás e:,;jsr'~ 1m ~ El Reino Unido sabía. ppr la experiencia de las auerras revolucio-

t
l no debería ~ntrar~ jamá.s en los puertos. bloquead.os:. el alf<odon: ;ar t11·
narias, que los éxitos frances9s en ~l Continente podía;, llegado el caso.
' 1 ~~=)
.,.;;, y> timo. a su paso :¡;¡or Inglaterra, los nemrales senan oduc;dos facumep.tll entorpecer considerablemente "su abiistecimiento. En consecuencia, una de
1 ~ \:7•~<.P ;'.- a introducir' de cqntrabando en el Continente las mer·:::anc1as que abarro· .
las preocu~a.ciones e_r~ l_a de favorecer Y, aun de restaurar, si era posible,
1: (;¡
-111
1..:J . \.J-.!'.?(7
u-,_)~
taban los almacei.).es británicos. .
El 23 d~ novi9.mbre de _1_807, antes de conocer la~ Order~ ui Cowz~1/,
.. la self-suff1c1ency bntaruca. E.p. este: sentido se aplicaba la Enclosure Ac!
~Z) de 1801, que, al disminuir lo~ gastps y las formalidades, permitía poner
f
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ii '
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r:)
• Napoleón, c:on objeto de d1f1cultar el contrabando. deo el pnmer decr..to.c;.._
. í.!;\;de Milán: :todo parco neutral que hubiera tocado en Inglaterra se l!X-~
1
1 en cul~ivo los barbechos y 'las ¡:\ropiedades comunales; en 1815, se
_, -~~.,,_~v>f ·, p ar es e so.o ecno a ser cap ra o; 'º o g::;:i_ero co om~ sepa · otorganan 1.483 enclosure ac{s que. afectaban a un millón de acres. Los
LP -''-"'~'J\0/' consideradq" j¡1glé~ §!!_ cuant~ e em~er~ or se. eme:~s v10le11~a@
agrónomos trabajaban, Y sus· r¡otaples descubrimientos eran difundidos
¡ CD .J-"-' -t · ado adá or los tones, su re lica fue mme-,;:¡¡ata y estruendvsÓ a. . por diarios y revistas técnici,ls, Ante la seo-uridad de obtener buenos
beneficios, los capitales se inclin~ron haci~ las inversiones agrícolas .
.2 c;onsistió en el s'e do decreto ?e 1 an . . .e. uc1em~r~ .de 1.~ /).
·--....; yodo barco que f;e hubiera soin,etido a las imc?s1c1c-:es bntamc~s sf-ni Aumentó ,el rendimiento genúiil. La producción nacional de trio-o o-a-
\, '"l\z.::.i:~ declar¿do desnacionalizado, perderá la. garantia de su pabellon .~:.Se rantizarfa ampliamente el cqnsumb durante cuarenta y tres s~a;as
~-:J '<., l ,...
~ ·{::"'\' c..'"'
habrá com±rtido ''en prgpiedad imdesa:' Por tanto. p-¡;ede ser captura~
lo .mismo en puerto que en alta mar. Esto equivalía a. de:::Iarar la gut1,rrn
del año.
~ara comp~~tarla, er:i preqiso r~currir a las importaciones; y en ese
económica total. Era evidente que los neutrale~-sal·;o, tal vez, los nor· ser¡t1do la aCCion enemiga p<,id(a rpsultar enojosa. Entre 1800 y 1892,
teamericanos-sc verían obligados a plegarse a la,; di;p~siciones .bri· los cargamentos de trigo env\iidos por el Canadá y los Estados Unidos
tánicas; por tiránicas que fueran. Pero, de rechazoy q_uedanan .excluidos representaron un millón y medio de quarters (de 2.9 hectolitros). Mucho
de los puertos continentales, por !o que Inglat_e~ no podna \·ender más importantes aún eran los cnvfos que procuraban las grandes llanu-
sus artículos coloniales ni los productos de sus fabnC'"'....s. Para su derrota ras de _la Europa septentriona. Lanchas y almadías, cargadas de cerea-
total faltaba solo una condición: que Europa entera se sometiera o fue~ les. ba1aban por los deltas del Pregel, del Vístula y del Elba, con
ra sometida a la voluntad del Emperador. d;-:stino a los puertos británicos, concentrándose en Konigsberg, en el
gigant&Sco mercado de Danzig y en Hamburgo. Pero aunque, durante
los años de 1800-1812, su peso total fue triple de lo que enviaron Ca-
JI, EC0'.'."011-IlA BRITANICA DE BLOQl.-::EO
nadá y los Estados Unidos, aquel tráfico se hallaba sometido a causa
de la presión francesa, a peligrosas fluctuaciones. '
Los cargamentos de víveres de·los países tropicales lleo-aban en gran-
La violencia del conflicto en que Inglaterra se e;:¡contraba encerra- ... des convoyes. ~as Indias. orientales proporcionaban, princlpalment;, té,
dQ.; las conexiones que ello establecía en.tre te?:;-: 12.s categorías de la
- activídad nacional; las intervenciones de impos1c1on gubernamental que
" que se consum1a en el rrusmo Reino Unido, pues el Continente lo pedía
poco._ En esto los beneficios de redistribución"' eran exiguos ; pero, en
provocaba, impedían la aplicación, en la economía <le g;ierra británica.
cambio, podían resultar enormes en el azúcar, pues los contrabandistas
del juego libre de un gran capitalismo y de sus leyes. Sm embarg?, n.º
lleg~ban a venderlo, a holandeses y a alemanes,. a cinco y a seis chelines
dejaba de ser cierto que, en contrast~ con las norm~ de econoi;ii1a di-
l~ hbra que los plantadores de la Trinidad habían cedido por cuatro pe-
rigida que Napoleón se esfuerza por impo~er en el. SlStema continental,
ruques. Este azúcar llegaba en- cantidades considerables de las Indias
ei Reino Unido se nos .presenta como el pa1s de la lib;e empresa.
El capitalismo financiero conservaba sus característi~as. La pai;te que «iccidentales brit.ánicas, que j?stificaban bien, por su riqueza, las atencio-
concedía al crédito era tan amp1ia, que de ella se denvaban peligrosas nes 9-ue les dedicaba la manna de guerra, Eran casi las únicas en pro-
repercusiones internacionales. En 1806 y 1807, el Banco de Ing!aterr_a porc1onarlo: pues la América latina puede decirse que no contaba. En
se limitó a hacer emisiones moderadas (16.800.000 Y 17.100.000 li- 1812, Jamatca exportó más de un millón de quintales (de 51 kilos).
bras); pero en 1810 llegó--ya a 22. millones y medio. En 1809, si:s des- . Al abastecimiento de víveres siguió el de materias primas para las
cuentos subieron enormemente y 10> de los bancos locales exced1an de hilaturas. Con respe~to al algodón, la región del Caribe perdió en abso-
los límites razonables. El 29 de agosto de 1809, David Ricardo, en una luto el lugar preemmente que ocupaba en los pedidos del Llincashire,
986 TOMO r.-RE\'jJLUC!O!f FilA!<CESA E nirrn!o N1POLEO~.·o · VlI.-.tL BL.Cl'.JL'EO 9S7

pues .aunque Ja calictaq. seguía siendo excelente, en aquellas islas tan suya propia, lo:; piantadores de las .-'-...ntiJJas britanicas se indignaban
~strecnas, el terreno er¡i demasiado restringido para procurar las can· de que el azúcar y el café de las col:·nias que eran todavía francesas,
tidade~ c~da vez i_uayores que ·exigían las fábricas. En cambio, los Es· transportados ·por Jos neutrales, pudi;;:rnn zarpar hac_ia los . mercados
tactos Umdos contmuaba¡¡ progresando; y lo miSrno ocurría en Ja India, europeos. Los mismos industriales ing:-eses no estaban satisfechos más
i aunque su algodón era µe fibra corta y basta. que a medias. En efecto: si muchos de los barcos neutrales volvían
,! En total, las hilaturas inglesas estab,,m suficientemente abastecidas en lastre de las costas francesas, a las que habían llevado Jos géneros
Y habían de resentirse más de ia guerra con Jos. Estados Unidos, en coloniales, y se dirigían a Inglaterra p2.ra disponer su flete de regreso
1812, que de las medidas nappleónicas. Con respecto a la Jana, se podía con objetos manufacturados 'britiolcos, ou-os (y cada vez más numero:
i
'11
contar, desde Juego, co~ la p¡-oducción nacional, que seguía siendo im· sos) cargaban en Ja misma Francia vir.::is y aguardientes, así como gé-
portante. La de. los farµosos- merinos españoles 1a desembarcaban coi;t neros de algodón y de seda . .De este medo, los neutrales, no solo hacían
j bastante regulandad 'los navíos que regresaban de llevar a la Penfnsulá al enemigo el importante sérvicio de· e;:portá,r su producción, sino que
J r~f.uerzos Y ma~erial de' &"Ue~a. los cuales la reco~an, según las posi~ también alimentaban fa actividad de 51.1s fábricas, proporcionándoles
,)
bilidades, en Bilbao o en Portugal. Desde 1800, Inglaterra compraba productos de tintorería y, _¡:irincipalmer..:e., algodón. Dicho algodón Jle-
4.00? toneladas. Adem4s, apareció entonces otra fuente de aprovisio- rraba de los Estados Uoldos y también dc:l Brasil-especialmente la ca-
nanuento, pues el vellón del carnero de Australia era tan fino y sedoso fidad magnífica llamada pernambuco--. Transportado a Lisboa y a
como el espaiíol; y, a pr,-ll¡cipips de siglo, se hicieron los primeros envíos. Oporto, pasaba de allí a Jos puertos L.-.:.llc~s~s. En 1807, al presumirse
. ' · / que Napoleón iba a ocupar los puertos Jus1tapos: los telares normandos
En aquel mmenso tráfico marítimo, el tonelaje neutral participaba . ..:; renanos hicieron tal cantidad de peé.idos ,que, dura,nte varias quin-
en forma que planteaba delicados problemas. i~~~~enas, las ventas de algodón portugués 'fueron ocho veces mayores que
. ·~os_:_~~~ neutra¡cspres:taban a Ja economía británica servicios ~a·:P.": 'f1e costumbre. Incluso para uria mente i::Jglesa, existían en todo esto de-
mcontestables~:Cos gr1e¡;oS!e1 proporc10ITirJm::gjgm.!tm=:tlH:evIDrre, v V ')...z-"3' masíadas contradicciones. · ··
'i !"1as1a, · 1807. 1;650 navíos,· q11e representaban unas 180.000 ·toneladas,~ 1.''i .'":$ ·· :sometida a ·tan diversas influencias, "ia activi~ad dél gobierno britá-
! Je traia~. de los pu.i;rtos n_oruegos, maderas y pescado. El gabellón suecq ~ 1 nicp con respecto a lc;s neut~ales, _fluct=)Ja contmuamente. ?n algunos
.1 mantema las· relac10nes, mcluso después de la ruptur~on Estocolmo _ momentos era la esencia ?el liberalismo.~ Qrden del Conse10 de 16 de
{1809-1810)., "f. transportaba buena arte de las ventas in!!le . de • mayo de 1806, no consideraba capturc.'jles los cargamentos neutrales
.lli:!!Jps que,! incluyendo el azúcar, pasaban de 34.000 libras, en 1805. - más que si circulaban entre puertos enercigos. Ahora bien: esta -cláusula
1 a ~84.000, ~ 1812. asta 1807 -el intercambio con Portuo-aJ fue muy finaf era fácil de burlar, bastando con n~cio~alizar com_I) norteamericano
i
~YO, ya por tonelaje propiamente. portugués, ya por .Jos 1.5 arcos el azúcar de la Martinica, por el pr~edinuento de ~esembarcarlo du-
1 rnercantes que en 1_807 poseían las factorías británicas de Lisboa y Opor- rante unos días en cualquier. rada de los Estado? U111dos o. de no fle-
!º· Inglaterra vend1a, por ·va.Jor de 1.550.000 libras, bacalao salado, pa- tarlo directamente a Nante.s, smo a un p12.e.~o danes. En cambio, en o~ras ¡_

l nos Y ~erretería; y compraba, por valor dr. más de dos ºmillones de Ji-
bra~. vmos de Oporto, lana y aceite. J;ero eran, sobre todo, Jos Estados
ocasiones, los armadores mgleses conseg-21an q_ue se abrumase con i:n-
puestos el cargamento neuty~l. Y ya heiJJ.?S v1sto ~ue tal er~ el prm-
Umdos. los que aportaban el socorro de su flota mercante y. entregaban 'cipal objetivo de las sevens1ma~ Order:;. u.z .council 9e n?v1err:bre de
'11 a Jas hilaturas su mamffico algodón¡ y los que compraban a Inglaterra 1807.. !'or otra parte, las autondades bntamcas vendia~ 11cenc1.as. que
sus productos manufacturados, con la misma regu1aridad que en la épo- penn1tian franquear el blo~eo y trans?.º:tªr meronc1as proh1b1das:
!
ca en que eran súbditos suyos. Desde 1803 a 1805, cargaron Ja tercera los neu~rales quedaban autorizados a adq::u_nrlas; pero unas veces· ~e les
parle-en valor--de lo que exportaban sus· fábricas y en 1810, por valor pr~p.orc1onab:n y otras se les ne~ban: segun ?e. d~mde sopla.se el. viento.
í de 2~.600:000 libras, sobre un total de 45.800.000. ~m~til es decir que. todo esto ~10 onge~ .ª i~fm.1d~d de d1scus;ones e

·I
Sm embargo, en el Reino Unido se quejaban algunos de aquella ac- mc1dentes,_. en especial con los .::.stados Ü:illdos: , ) ) a veremos corno '.os
tividad ·de" los neutrales. Inglaterra, que ya con anterioridad a 1793 n?rteamencanos llegar~m por ahí a Ja de:::l_ai:ic1on de guer;a (19 de JU·
1 ve~a interesándose c_ada vei. más por ·1as ganancias que proporci_onaba mo de 1812). ~ cornpr.end~ que los put-~:1stas· del <;ontmente d~nu~·
. 1 el armamento; despues de ·fa. guerra se hii:o muy sensible a la seguridad ciasen, .~n-?eme1an~e ~rb1tranedad con res;>~to a Jos n~utr:ales, la _tirama
de ~b1on; y que mVItasen a Europa a lu·::har, al lado de.Napoleon, por
l.,'
1
que procuraba contra' la ·escasez una potente flota mercante; y escuchaba
con interés· fas recriminaciones de sus armadores· contra la. competencia
norteameriéana. ConSiderandci la exportación de artículos· coloniales
la 11 bertad de. los mares.

como condición imprescindible para Ja prosperidad nacional y para la


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m·. l.._.:::'J

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lij¡._. ·:§) 983 TO~to í.-REVOLt:CfON FIL\NCESA !:?: lMrERIO NAPOLEONt"B Yll.-EL 3LOQt:E.:J 939

\~'
¡.
¡¡; ® bastante grande para hacerpos temibles. ·:: hemos de aumentarla _aún
para fonnar !in sistema d<; r:ostas más c:ompleto." Después de Jena,
¡~ 1
e:§ m, L..\ ESTRATEGIA NA.POLED:t'.1CA DEL BLQQJ.!E.O...... el 5.º Blllletin de la Grande Armée predijo: "Est:i próximo el tiempo en
·~ CD que se podrá declarar a lrJgJaterra en estdo de bloq!leo continental."

rt
i
El 17 de diciembre de 180J, en vísperas c=:l segundo decreto_ de Milán,
(]} La prim,era preocupación de Napoleón, al enfrentarse con la tarea Gaudin expuso el. objeto a qúé se tendía: ''El estancamiento de géneros
que se habí¡¡. impuesto de organizar al Continente en economía de b1°· y mercancías que :constituyef! ).a "4nic3. riqu~:n de Inglaterra, Je ocasiona,

'¡4' queo, fue J;;¡. información. Los. órganos de estadística (o aritmética P.O• desde hace algún .tiempo, UJJa molestia que se acentuaría, en proporción
iítica) creadVi bajo el consulado, se esforzaban por procurársela. Ana. incalculable, si en el contin~nte desaDareci.e:c:in tcdos los medios de sa-
fl les (o archi)!O$) estadísticos, anuarios d<ipartamentales, memorias de los . ·.1.idll. de tales artículos." · · ·
I! l ~,
pref:ctos, le propprcionaba_n es~s. cifras, abundantes Y minuci?s.~ •. si no ' (1,JEI otro aspecto de la política imperial se refiere a la organización
·íÍ:~ i '{j
precisamente; exactas, que el e~g1a en tod?s los terrenos .. Se dmg:¡? ta~./?\~~ económica de 1:.uropa; y esto es. lo aue m"' s exactamente debiera cono·
;~ bién a las r.:~rpara.s de comercw, restablecidas en 1802, Y a las camar0¿,,:~<'?)_cerse con el nombre de Sistema continent2. En algunas mentalidades,
~.-:-...

.::;_:)
;~ ¡
,i'
!
()
consultivas. de la~ m~nll:factura.s. constituí?as desde 1803, en la.s c~u·
dade; fabrili:s; pqr seis mdustnales, escogidos por su comp~tencia. ~,,-e
::J\
' .
suizas y alemanas princi!iali!Jente; Ja extens:ón del poderío francés hizo
nacer grandes e_speranzas~e que. m1 día, Ja Europa occidental y central
1
() ag:ada~a h.¡¡,bJar ~on Jos grande~ patronos, en lo?. que a~r~~ab.a la IJl· ~<---! '~~ ,, cQnstit~Yera yn inmepso bloque•. eso~ómic?, fertili~~do por corrientes
tehgencia f1p11e, 1:¡rec1sa y expenmentada, el ·espmtu de 1ll1C1at1v~ Y el ,i</f' ~ comerciales Irbres y bienhecl10ras. La idea e.e tal umon aduanera estaba
carácter arr~esgad9. A su alr::c1edor, minisi:-os Y ~!tos fu°:cionanos .§e 0-'.l{','\ desarrollada en la _obra Du_ t¡omm{!T'c!! fram;ds dans l'étar act!lel de I'Eu-
l enfrentaban, <C v~es. en conf!Ictos de doctrinas e mformaciones de 1p· ~,.¡:.~·· rope (Del Comerc10 frances· en el estado ac:::ual de Europa), en la que,
) terés para ilustrar'. a su jefe. En 1809, Fouché se complació en hacer en 1806. J. B. Dubois prop~nfa que el "sis::ema federativo continental"
resaltar una' depre~ión, cuya próxima desaparición estaba continuamenFe se. extendiese a la Economl,a: "FI comerc: o puede esperarlo todo de
(.)
.._._.,• anunciando lvfplli~n. en el Tesoro. En 1810, el ministerio del Interiqr. esta revolución en la política,' de l'ls nacione::." El mismo año; Coquebert
con Cretet, Juego 'con Montalivet, preconizó Ja real),udación del tráfi~o de Montbret, director de la secció.n de EstaC:ística del millisterio del In-
t~~® con los Esti\dos Unidos. que Collin de Sussy-en Aduanas-desaconsc· terior; lamentaba la existencia de barreras z.duaneras entre Estados de
¡;.::i
--·~_-,,
jaba. Esta documéintación económica, recogida por todas partes y con- obediencia imperial, "muro de separación Je';-antado entre pueblos a Jos
firmada. siempre que ello era posible, por Ja inspección personal. fue que tantos intereses reúnen". El quisiera ut:2S aduanas "comunes a Ja
la base y el fundamento de una actividad imperial que causa asombro, federación entera". En 1807, Champagny pri}puso un acuerdo de reci-

~
por su precisión, su competencia y su ingeniosidad. procidad con los confederados del Rin, par.3. establecer unos derechos
~'
Pero, en éste como en todos los demás terrenos, la mat~ria era moderados. En 1811. Catineau-Laroche Janz6 la idea de una confedera-
·~ demasiado vasta para que el genio pudiera dominarla. Además, sm llegar ción comercial continental. Pero no era ese, .ni mucho menos, el plan
j~ a decir, como Metternich: "No entiende absolutamente nada de relacio- .1 de Napoleón. A un carácter tan ajeno como el suyo a toda noción de
~ }~ nes comerciales", es preciso darse cuenta de que la mentalidad de Napo- colaboración dentro de la igualdad, solo po<l.ia ocurrírsele una idea: Ja
león era demasiado autoritaria para hechos tan flúidos. Del mismo modo de un predominio y una subordinación. Había una economía dominante:
!'
1
..-.,
í~~J que en estrategia naval-según 18: frase de J.. H. Rose-:-"era .~ema-
1'.'
Ja francesa; y unas economías dominadas: ill de los vasallos. La pri·
siado César para ser un buen marmo", y fracaso cuando pretend10 do- mera fabricaría, perfeccionaría y vendería sus productos acabados. Los
~D minar los vientos, las mareas y las olas, también hubo de conocer la otros Je proporcionarían abastecimientos y m:3.terias primas; y compra-
desilusión de no poder lograr que la economía marchase a su compás. rían sus mercancías. De este modo. la domin::=.ción política se ,afianzaría
La producción industrial y las corrientes de cambio, obedecían a otras con Ja económica; y las victorias de lqs ejérci:os imperiales harían afluir
leyes que la voluntad imperial; y acabarían por sobrepasar .el pqder .de ese oro en que el mercantilismo cifra toda dqueza: "Mi objetivo--es-
sus funcionarios y de sus aduanas. como las llanuras de Rusia vencenan icribe Napoleón· en 1810-es favorecer las exportaciones de artículos
la resistencia de sus infantes. . franceses y la importación de numerario e;i:tr>-njero."
e. a económica ue ideó el Em erador existe .r,., · Los principios sobre los que había de og:anizarse la economía do-
Q; diale ':t no de ellos-expuesto ya-era la voluntad <.:y . minante eran, como es natural, muy generales y de aplicación que varía
de excluir de Europa el comercio inglés, v constituye lo que, hablando3'1c;!(' hasta la contradicción. En la base, dos preocu:paciones sociales: satisfa·
coc propiedad llamamos el bloqueo continental. Bonapa~~ lo anunció .b::,~ ""\ cer ·los deseos del campesino francés, logranco que pudiera vender el
ya en mayo de 1803: "Hemos adquirido ya una extens1on de costas · trigo y el vino incluso en años de superproéucción, y dar de comer
990 TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E JMl'Ef:IO NAPOLEON!CO VJl.-EL BLOQUEO !191

al pueblo de las grandes ciud~des, asegurándoles el pan. Ülcluso en c<J.;b y en Italia, una cinta de costas imperiales bajab::. hasta cien kilómetros
de mala cosecha. En c,uanto a las índustrias, sus preferencias le incli- de Nápoles. En el Adriático, a cuya entrada• hc.·:·ian ·centinela las islas
naban. a aquellas que, por el origen de sus materias primas, eran más Jónicas, la fachada litoral francesa se e~:tendía d:::;de Trieste a Cattaro.
auténticamente nacional,es, co¡no la del lino, aún más ·la de la lana; y, Los estados feudatarios aumentaban tan inmensc· "sistema de costas';.
sobre todo, :la de Ja Sf;da. C,ierto que esta última se ·proveía, en parte En· el Báltico, cien kilómetros de las d~ Meyl::le=iburgo-Schwerin, con-
del exterior de Francia-; perq, por su belleza, su precio y su poco vo· federado del Rin; en España, las que controlab::;. José; en Italia. bajo :~· .
lumen, sus productos eran el tipo de aquellos cuya exportación resultaba Eugenio y Murat, todo el resto de la tierra firme.
fácil y productiva. Tal es Ja explicación del· favor que Napoleón concedió A lo largo de aquellas orillas, montaban su g-uardia los aduaneros;
siempre a Lyon y de la solicitud que mostraba por aquella ciudad du- que, en 1809, llegaron a 27.000. Hasta 1811, fue su director general el
rante la crisis de 1811, cuando puso de nuevo en marcha los telares activo y severo Collin de Sussy, que era uno de ks más grandesjefes de
sederos, haciendo encargos de telas de tapicería e impoillendo en la Ja guerra. económica. Al final del imperio, el dire,::wr general tenía bajo
corte los trajes de seda. El emperador mostraba un interés .menos vivo sus órdenes, a lo largo de costas y fronteras, a cuE..:enta directores, distri-
por las industrias del algodón, ·pues sus materias primas: llevaban con- buidos en cuatro sectores: Francia meridional, Francia septentrional,
sigo salidas de numerario. Sin embargo, eran tan importantes y, al mismo Italia-Suiza y Holanda-Alemania. El emperador exigía de sus vasallos
tiempo, tan frágiles, que no las perdía nunca de vista; su diplomacia y su que dejasen plena libertad de acción a sus nduar:::ros dentro de su te-
estrategia para buscar rutas en Orienle tendían, principalmente, a Ja , rritorio. El 14 de enero de l 8JO, cuando J eróni::no se hizo cargo de
búsqueda del algodón. Harmover; aquella limitación de soberanía figuró, con todas sus letras,
Las pugnas de influencia que se establecían en torno a una política en el tratado. Cuando, en Holanda. Luis se de::laró adversario inco-
que afectaba a intereses tan vastos y que era susceptible-según el rregible del bloqueo, perdiendo por esa razón lz. corona, uno de los
humor del amo-de rápidos cambios, resultaban, como es natural, en- principales artículos del decreto de incorporación ?. Francia (9 de julio
carnizadas. Las empresas de .rodaje, poco concentradas, solo intrigaban de 1810) fue el que establecía la amalgama de la.; aduanas y su subor-
en el terreno local. Pero el comercio y la industria, ·cuyos puntos de· dinación al director general francés.
vista divergían, e\identemente, estaban fuertemente representados en La voluntad de excluir del continente los proc:xtos ingleses, explica
las camarillas de los ministros. Entre industriales, los intereses se en- en gran parte, la actitud observada por Napoleón, hasta julio de 1810,
fn:ntaban con aspereza. Las hilaturas de algodón, por ejemplo;· insistían. con respecto al tráfico marítimo neutral. El decreto de 20 de julio de
desde 1803, para que se prohibiera por completo fa entrada- de hilos in- J803 admitía los cargamentos neutrales, mediace un certificado de
gleses, comprometiéndose a reemplazarlos y a proporcionar a la indus- origen, expedido ,por uno de los agentes comerciales franceses. Pero
tria francesa todas las cantidades y calidades que exigiese. Los tejedores más de un norteamericano-por ejemplo-iba de·rechamente a Ingla-
no los creían, e insistieron en que se les permitiera comprar los hilos terra, a comprar tejidos y quincalla con los herr::osos napoleones que
del Lancashire, tan económicos y finos; en cambio, reprobaban la entra- acababa de embolsarse: lo que constituía UIJa tr2..:l.Sferencia inadmisible
da de los tejidos de algodón, llegados de Inglaterra o de la India. cuya del oro. Y sobre todo, más de uno llevaba a FI".mcia un carn:amento
competencia los arruinaba. Los fabricantes de telas pintadas exigían, que, a pesar de tener los papeles muy en regla, p:ocedía de u~ puerto .... '.
con Oberk:ampf. que se abrieran las puertas a los algodones británicos, enemigo: "No tienen de norteamericano más que el gall,ardete del palo
materias primas que necesitaban baratas. El 22 de febrero de 1806; rnayq.r y el pabellón de popa", dice Mdntgaillard de un convoy que
Napoleón prohibió la importación de telás de algodón y agravó fuerte- llegó "a Burdeos. A esto se debían, en !!I'an parte, b.s medidas contra lo:>
mente los hilos y el algodón en bruto. Todo el mundo estaba des- ba~cos neutrales que se habían so~etido a -la visiu de los cruceros in-
contento y las campañas se sucedían. gleses o tocado en un puerto del Reino Unido. A los decretos de Berlín
y Milán, siguieron el de Bayona (17 de abril de J80S) y el de Rambouillet
· En manos de Napoleón, el instrumento esencial de esta a (23 de marzo de 1810). ·
..sl corooñiiauanero. n , e mapa del imperio mostraba. con plena Las tarifas aduaneras tenían. corno primer o'Jjetivo, constituir la
e\•idencia, hasta qué punto influyó en la política imperial el afán de .. economía francesa en economía dominante, en relación con Jos Yasallos
cerrar Europa a la marina mercante inglesa. A lo largo de las . costas Un proteccionismo, cada vez más señalado, Ja rode2ba' con sus murallas.
que se trataba de cerrar, se extendían largos tentáculos de ·territorios De 1803 a 1806 .los derechos de aduana aument2ban todos los años.
franceses. El del Norte, abarcando Holanda y las desembocaduras de Los géneros coloniales se veían gravados más en cada nueva tarifa; y el
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los ríos alemanes, iba hasta Lübeck, en el Báltico. En el Mediterráneo, l.º d°é agosto de 1810, el decreto del Trianón Jos aruquiló. La canela
Barcelona, la gran puerta marítima de España, fue anexionada en 181'.!; fina tenía que pagar' 2.000 francos por ·quintal; el cacao, 1.000, ·y el

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~ \ vn,-EL BLOQUEO
992 TOMO J.-REVOL!;CION FR.\NCESA E IMPERIO N.'--"OLEOSICO 993

azúcar en brnto, 300. Ni siquiera perdonó las IT..3.terias primas de la sustraer a los cruceros británicos el tráfico de puerto a puerto, se intento· .
industria; el µJgodón en bruto que la tarifa abnl3.adcra de 1806 gra- un esfuerzo para establecer rel;:iciones interiores, por medio de canales.
vaba en 60 francos por quintal, pagaría 800 fr::.:::cos para las largas A este respecto es característicq el senatus-comu/to del 13 de diciembre
fibras del Brasil o de Georgia, tasa que se redujo ;;. 200 para el de Le- que sugería el enlace de Lüb,eck y Harnburgo, entre el Báltico y eÍ
vante que llegara por tierra. Los artículos manufacturados, sobre todo mar del Norte, y luego, la co.ntinuación del canal hasta el Rin. Erao
lm textiles, ta'mbién sufrieron .aumento. En el año ::;a:rr, las muselinas y proyectos de coloso q,ue no foibfan de perderse para el porvenir, pero
las telas de ajgodón fueron sobrecargadas. En 1806, se prohibió su en- a los que no respondieron los resultados.
trada, cualquiéra que fuera su procedencia, así como la de los algadónes ~n el Imperío, la carreteq reemplazó, pues, al mar. Francia dís-
gruesos hilados, de los que se hacían las mechas de lámparas y velas; a poma de un excelente cuerpo pe iugeuieros, que habían sido formados
los demás hilados se les puso una tarifa de 700 fr2:lcos por 100 kilos ; con arreglo a las tra~ciones µel antiguo régimen y de los Trudaine,
las cintas y otras telas que no fuesen de algodón pagaban hasta 275 po~ la Esc~ela de Cammos, fundada en 1791. La amplitud de los terri-
por 100. tonos dommados, permitía un<i; visión de conjunto de los grandes pro-
, Los acuerdos comerciales iban entregando las e-.::onomías dominadas blemas: tales como la perforacioq de los Alpes. La doctrina general es-
a una industria francesa protegida de semejante oodo. Toda ocasión taba bien fundamentada y se resumía en el decreto del 24 de febrero
era buena para ünponé.rsela, o, por lo menos, ¡;::~ra sentar el prin- de 1811 sobre "las gr~ndes comunicaciones del Imperio", que tendía a
cipio; ya en el tratado 'de paz finuado en París con Suecia, el 6 de enero crear alrededor de Pans una red en estrella que irradiaba hacia Holan-
de 1810, o en ia subida de José al trono de Es¡::'3.ña, por el tratado da, Al~ma;11ia, los Ali:;es. Y. Esp~ña. Esto equivalía a llevar al mapa de
de Bayona de 5 de julio de 1808. Además, no se necesitaban pretexto comumcac1?nes l.os pnnc1p:os mrsmo_s de Ja politica económica. A mayor
ni ocasión. En 1810, la España de José tuvo que sacrificar sus manu- o menor distancia de Pans los rad10s de la estrella se ramificaban en
facturas catalanas a los paños del mediodía francés. En el reino de las grandes encrucijadas históricas.. La carretera que bordeaba el Rin
Italia, que compraba sus tejidos en Moravia, Bohecia, Sajonia, Suabia, Y en' la que se trabajaba activamente, estaba cortada en Colonia po;
Basilea y Zurich, primeramente 'éstos fueron arrincc·n.ados por la mer- Ja que se diri¡pa a Hamb~go y, cerca de Francfort, por Ja de Maiu y
cancía francesa. cuyos derechos de 1803 se redujeron, en 1808, a· la de. la Alemania central. Gmebra, que antes miraba más bien hacia el
mitad; y después, se les expulsó rotundamente, por el d~creto de 10 de 'lv!o~te Cenis, s~ :onvirti~ en la ciudad del SinlpJón y en el interme-
octubre de 1810, que prohibió la entrada de todo tejido que no fuera diano entre fa vie¡a Fra;11cia y el reino de Italia. Aprovechando el eclipse
francés. La seda en bruto del reino se mandaba a }os telares lioneses, de Marsella, Lyon constituía ahora la cabeza de línea en dirección a Italia
suprimiendo sus derechos ; mientras la del Piamonte, que sería necesaria Y su~ fuertes empresas ?e transporte encaramaban por el Cenis las mer-
en las fábricas lombardas, se les hacía inaccesible, al ~r gravada con ca~c1as ~ranc~sas y tra1an de regreso Ja seda transalpina, asegurándose
un derecho de entrada de 40 francos por kilo. Si d;:¡s estados satélites as1 Ja pnma~1a de las sedas frente a la industria italiana. Los Alpes ha·
intentaban concertar directamente sus economías, N3poleón vigilaba Ja bían s1d? ab!ertos y eran ya !ranc;ueables, para los carros más pesados,
prueba~ y. en caso de necesidad, la detenía, pues tales intercambios in- po~ el Sunplon, el, Monte Ceros e mcluso el Genevre (aunque por aquí Ja
mediatos producían un cortocircuito en el sistema. En enero de 1807, el t ba¡ada al Po s~gma estando. mal). Se trabajaba para hacer un cuarto paso,
gran ducado .de Berg consiguió poder vender al reino de Italia su quin- , el d~ la Comisa, cada vez más importante a los ojos de Napoleón a
calla, tejidos de algodón y géneros de punto. Pero algunos franceses medida que sus proyectos económicos y militares se volvían hacia Ori~n­
se quejaron de aquella competencia; y, en el mes d.e diciembre, ya se te. A tra~és de_ la P7nínsu'.a, se c~ns~fa una gran diagonal que, siem-
revocó la autorización. Se estaba lejos del inmenso mercado abierto, pre por ~erras lIIlpenales, ma h~c1a Napoles, en' busca de los convoyes
de Ja unión aduanera europea con que algunos soñaban todavía. de algodon. Ei; el norte de Italia una carretera. hermosísima conducía
desde. las averudas ~r~ncesas hasta Trieste, donde recogía y traía hacia
A este reajuste de las corrientes 'comerciales tenfa que responder la ~r¡mcia parte del trafico que antes iba hacia la Europa central. Lo más
red de comunicaciones adaptada a las condiciones n~evas y, principal· u_nportant~. era que se, enco~traba allf ~on la gran ruta de las provin-
mente, al hecho cumbre: la creciente paralización de las relaciones ma- c¡as de Ilina, por donde verna de Salomca el ,n,Jgodón .Jevantino. Cuando
rítimas. Estas no contaban ya mis que en el terreno del cabotaje local, C!805 Y 1809) Nap~león arrebató esos territorios a Austria, lo hizo, prin-
que el bloqueo inglés no llegaba a paralizar por comp:eto; pero que re- cipalmente, con ?bJeto de asegurarse tales aprovisionamiento y contacto.
sultaba débil. En Jos ocho principales puertos del reino de Italia, duran- La red que se 1ba a crear en la vertiente oriental del Adriático era
te el segundo trimestre del año 1810 y el de 1811, reunidos, hubo un vital para los textiles franceses ; y Marrnont Ja llevó con una celeridad
movimiento de entradas y salidas de 322.000 tonelad:;.s. Con objeto de que asombraba a las gentes. "Mannunia montó a caballo-dice un pro-
RE>lom1'1 r.-SJ
994 '
TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E ·IMPERTO NArOLEONICO
:1'!1.-EL BLOQUEO 995

\'erbio dálrr;ata--y cua~~o se apeó, Ja carretera estaba .te.rminada." Del ciosos para los franceses. Levantado el bloqueo ing)és para la España
I~onzo part;a. una arlena que llevaba a Ljubljana y, desde allí, hacia las libre, esta recibía fácilmente los géneros de sus colonias americanas. En
pistas. ~a;~amcas. _Otra, más b!en estratégica, llamada "el camino de Ja.> Baleares se amontonaban tejidos y quincalla británicos. En el suelo
Napolwn , comurucaba ~on el litoral, hacía Dubrovnik y Cp.ttaro.
ibérico se entrecruzaban tráficos muy complejos. Los ingleses introdu·
!ales eran las dire,:cjones preferidas, principalmente transversales cían furtivamente sus mercancías en las costas jo~efistas. Por los desfila-
~ d1~gonales.- Las br~c~¡is que abrían y ~os ejes que indicaban, modi- deros de Cerdaña se volcaban sobre el país de Fox las expediciones
f1cana~ la vida econom1ca de Europa ha~ta la era idel ferrocarril y re- españolas, que introducían Íos géneros coloniales y volvían llevando
co:ctunan •. durante. mucl¡o tie1ppo, a Jos 'aduaneros de Napoleó~ y Ja
efunera vida del Sistema: continental. cereales y ganado. Con curiosa facilidad, Jos convoyes de las grandes...
empresas de transporte del Rosellón (:ir¡:ulab¡¡n entre los dos campos,
trayendo a Francia azúcar y café y llevar.ido hasta Ja España libre trigo,
IV. BALANCES paños y dinero, todo e.Jlo utilísimo paríl las juntas insurrectas. Napa-
. leó.µ quería abastecer de lana y algodó1;1 sus manufacturas, y deseaba
! ~n la guerra económica, tal como él la llevaba, Napoleón encontraría -yis\ .... -c;.,.. atraerse a Barcelona-que era. el punto estratégico esencial-proveyén-
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i ' el mismo adversario gue en sus campañas milita e d p 1 . R • . c...:>....J. .,'2.~-\-aola de cereales, de lo que siempre estaba escasa. En .1811, una de-
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condiciona la vida moderna: Ja de las comuni'cac'iones E t' L , . ="~<!ICon.secuencia, el emperador hacia la vista gorda; y as1, 1os convoyes
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neladas; mientras que; por un buen camino y en país llano, un coche 1 ~l~~ sed~s lionesas. La co'.31ple¡a s1tuacio!1 de Cataluna explicaba la po-
de r~eda cargado con itna 'tqnelad::i no pasaba de los 35 kilómetros ! Iitiea reticente de Napoleon a su respecto; el J~rgo plazo transcum~o
por JOrn~da, además,,de q1.1~ ci.en convoyes destrozaban un camino. 1 de~de. e! momento en que le fue qmtad,a a ~ose, :( su transforma~ion
Por berra, a partir de ¡:1erto .PULio, Ja distancia se convertía en un 1 (pnpcip10s de 1812) .en cuatro departamqnios ~mpenales; y las parucu-
obstáculo insupe~able para e~ rendimiento financiero de un tráfico que 1 Jaridades que aun ento~7es subsi~tieron ep ma~eria d~ ~P. ortación. y
alcanzara. deternu~ado tor¡ela¡e., ~uen ejemplo de ello era el transporte
de algodon levantmo, desde Salornca a Francia : Balas reventadas en los
bastes de las mulas o robadas por los bandidos 0 por la escolta mis-
¡ ~e .ª?uanas .. Pero tam~1:n, fa ruma que seme3a~t~ d1v1s10? , produjo,
1ustif1ca Ja v10lenta hostilidad de Jos catalapes al regu:nen franees.
El contrabando inglés,,:empezó a. insínµarse a través de las líneas
ma; pago de derechos de peaje a todos Jos beyes; semanas enteras aguar- 1 de aduaneros que vigilapan )as costas imperiales. Sus bases a Ja entrada
dando en l~s puertos alpinos y, en total, quince meses esperando tumo ! del Báltico eran Gotebor¡¡¡. y el islote de Anholt, en el Cattegat. En
a ~ue ter".1unase la operación, ya era bastante para desanimar a cual- f cuanto al mar del Norte, el Gobierno británico gastó en Heligoland
quier fabncante normando. También Ja distancia paralizaba a los direc- , medio millón de libras para habilitar un puerto y almacenes. En el
tores de ~du~nas, desesperados de que nunca acabasen de llegar de Parfa Mediterráneo, el primer ·lugar correspondía a Malta, donde funcionaban
1
'\ l~s autonzacwnes Y los certificados periciales que les exigía Ja minu- de 30 a 40 firmas inglesas y que, en· 1813, recibió algodón por valor de
1 ci.osa reglamentación. _Ello contribuía a corromper a Jos aduaneros que, 2.400.pOO libras, sin mencionar las sedas en bruto y en rama; seguían
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1 1 sp~rsos. ):. veces sm control alguno, abrían la mano con demasiada Gibraltar, con 2.000.000 de libras, y las Baleares. En 1809, Ja flota bri-
acili~ad · yuestros aduaneros acabarán por ser banqueros", auguraba tánica tomó a Jos franceses fas Jónicas (salvo Corfú),, que se convir-
~d ~plomatJco. Tampoco se ganaría gran cosa sustituyéndolos por tieron así en preciosas bases para los cargamentos claI!destinos de los
s~ .~ ~s, P?rq;ie el r~clutamiento local favorecía demasiado las com- griegos. En el Adriático, ocupó Lissa, por donde Jos audaces marinos
p ci, ~ esd. ¡,l Como se ba a esperar que Jos bremeses que formaban el
i. dálmatas harían pasar las sedas, ·que cambiaban en Italia por rnercan-
d epos1to e 128 d e l'mea d etuv1eran · •
las lanchas de contrabandistas cías inulesas
bremeses tamb'é ·.-/ 1
1 n, que se · d eslizaban por el Weser? · Un;a."' vyz · desembarcados los fardos en el continente, los contraban-
distas no corrían ya ningún riesgo, a no ser que quisieran introducirlos
· En el sistem~ napoleónico, España (a Ja cual veremos. arrasada por en la misma Francia. Allí, la frontera estaba bien Yigilada y. en 1809,
la guerra, a p~r de 1808) ocupab3 un lugar mal definido. La lana de la prima del seguro que cubría el riesgo de captura llegó hasta un
su. ganado mermo. Y el algodón andaluz de Motril habían de ser pre- 30 por 100. Pero en Jos estados feudatarios. el peli.;ro ern pequeño, a
¡,,
994 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAl'OLEONICO
Vll.-EL BLOQUEO 995 1

verbio dálmata-ji' cuando se apeó, la carretera estaba terminada." Del ciosos para los franceses. Levantado el bloqueo inglés para la Españl.i 1
Isonzo partía una arteria que llevaba a Ljubljana y, desde allí, hacia las libre; esta recibía fácilmente los génerns de sus colonias americanas. En !J
pistas balcánicas. Otra, m4s bien estratégica, llamada "el camino ·de
·Napoleón"., comunicaba con el· litoral, hacia Dubravnik y Cattaro. las Baleares se amontonaban tejidos y quincalla británicos. En el suelo !¡
ipérico se entrecruzél!ban tráficos muy complejos. Los ingleses introdu-
Tales eran las direcciones preferidas, principalmente transversales
o diagonales. Las brechas que abrían y los ejes que indicaban, modi-
c:¡fan furtivamente sus mercancías en las costas josefistas. Por los desfila-
ficarían la vida económica ~fo Eúropa hasta la era del ferrocarril, y re-
qeros de Cerdafia se volca:ban sobi,e el país de Fox las expediciones
cordarían, durante mucho tiempo, a los aduaneros de Napoleón y Ja espafiolas, que introducían los généros coloniales y volvían llevando
efímera vida del Sistema continental. cereales y ganado. Con curiosa facilidad, los convoyes de las ·grandes
.empresas de transporte del Rosellón circulaJban entre los dos .campos,
trayendo a Firancia azúcar y café y llevando hasta Ja España libre trigo.
IV. BALANCES paños y dinero, todo ello utilísimo para lás juntas, insurrectas. Napo-
león quería abastecer de lana y algodón sus manu;facturas, y deseaiba
~n la guerra e~onómíca, tal como él la llevaba, Napoleón encontraría atraerse a Barcelona-que era el punto estratégico · esencial-proveyén-
el mismo adversano que en sus campañas militares de Polonia y Rusia: dola de cereales, de lo que siempre estaba escasa. En 1811, una de-
la distancia. Y su genio. se adelantó a la técnica que más estrechamente legación del gran comercio catalán le expuso sus quejas en París .. En
condiciona la vida moderna: la de las comunicaciones. En su tiempo, el consecuencia, el emperador hacía la vista gorda: y así, los convoyes
transporte por mar, más perfeccionado y menos costoso, daba a las que llevaban a Barcelona el trigo del Mediodía francés, volvían car-
economías mairít.imas una ventaja sobre 1as terrestres. Cien hombres de gadüS de algodón y de algunos géneros coloniales, sin pagar más que
tripulación traían en cien días de las Indias un Indiaman de 1.200 to- unos derechos moderados y sin verse obligados a exportar fas inevita-
neladas.; mientras que, por un buen camino y en país llano, un coche bles sedas lionesas. La compleja situación de Cataluña explicaba la po-
de rueda cargado con una tonelada no pasaba de los 35 kilómetros lítica reticente de Napoleón a su respecto; el largo plazo transcurrido
por jornada·, además de que cien convoyes destrozaban un camllio. desde el momento en que le fue quitada a José, y su transfom;iación
·Por tierra, a partir de cierto punto, la distancia se convertía en un (principios de 1812) en cuatro departamentos imperiales; ·y las particu-
obstáculo insuperable para el rendimiento financiero de un tráfico que laridades que aun entonces subsistieron en materia de importación y
alcanzara determinado tonelaje. Buen ejemplo de ello era el transporte de aduanas. Pero también, fa ruina que semejante división produjo,
de algodón levantino, desde Sé!!lónica a Francia: Balas reventadas en los justifica la violenta hostilidad de los catalanes al régimen firancés.
bastes de las mufas o robadas por los bandidos o por la escolta mis- El .contrapando inglés empezó a insinuarse a través de las líneas
ma; pago de derechos de peaje a todos los beyes; semanas enteras aguar- de aduaneros que vigilaban las costas imperiales. Sus bases a la entrada
dando en los puertos alpinos y, en total, quince meses esperando turno del Báltico eran Goteborg y el islote de Anholt, en el Cattega,t. En
a que terminase la operación •. ya t!ra· bastante para desanimar a cual- cuanto al mar del Norte, el Gobierno británico gastó en Heligoland
quier fabricante normando: También la distancia paralizaba a· Jos direc- medio millón de libras para habilitar un puerto y a1macenes. En el
tores de aduanas, desesperados de que nunca acabasen de llegar dé París Mediterráneo, el primer lugar correspondía a Malta, donde funcionaban
fas autorizaciones y los certificados periciales que les exigía la minu- de 30 a 40 firmas inglesas y que, en 1813, recibió algodón por valor de
ciosa reglamentación. Ello contribuía a corromper a los aduaneros que, 2.400.000 libras, sin mencionar las sedas en bruto y en rama; seguían
dispersos y a veces sin control alguno, abrían la mano con demasiada Gibra:ltar, con 2.000.000 de libras, y las Baleares. En 1809, la flota bri-
facilidad: "Vuestros aduaneros acabarán por ser banqueros", auguraba tánica tomó a los I:ranceses fas Jónicas (salvo Corfú), que se convir-
j¡-
íi un diplomático. Tampoco se ganaría gran cosa sustituyéndolos por tieron a~í en preciosas bases para los cargamentos clandestinos de los
soldados, porque el reclutamiento local favorecía demasiado las com- griegos. En el Adriático, ocupó Lissa, por donde los audaces marinos
plicidades. ¿Cómo se iba a esperar que los bremeses que formaban el dálmatas harían pasar las sedas, que cambiaban en Italia por mercan-
11 depósito del 128 de línea detuvieran las lanchas de contrabandistas. cías inglesas.
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11 bremeses también; que se, deslizaban por el Weser? U~ vez desembarcados los fardos. en el continente, los contraban-
distas no corrían ya ningún riesgo, a no ser que quisieran introducirlos
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En el sistema napoleónico, España (a la cual veremos arrasada por en la misma Francia. Allí, 1a frontera estaba bien vigilada y, en 1809,
1 Ja guerra, a partir de 1808) ocupaba un lugar mal definido. La lana de
su ganado merino y el algodón andaluz de Motril habían de ser. pre·
la prima del seguro que cubría el riesgo de captura llegó hasta un
30 por 100. Pero en los estados feudatarios, el peligro era pequeño, a
'!ii 996 TOMO I.-REVOJ.,UCION FRANCESA E IMPERIO NAI'OLEONICO
., Vll.-r.L p&..V\{VúV

pesar de que podía hab!;:r sorpresas, como el establecimiento repentino vendía· lo que recibía. fraudulentamente del Adriático, del BálticQ y
de un cordón aduanero," o alguna redada camo la que, en octubre ·de dvl mar del: Norte. Friincfort del Odet: garantizaba el contacto con el
1810, se hizo en tomo a Francfort. · mundo eslavo.
Por tanto, podía orgaruzarse, a través de Eúropa, una circulación
clándestina bastante n01:mal, 'que se alimentaba en las discretas . abras Así, pues, los lazos entre 1a economía británica y la del Continente
de los smogglers; en loll, puei;tos neutrafos, principalmente en Salónica; no estaban rotos, ni mucho menos. La solidaridad financiera seguía
en los de Crimea, desp-y.és de finalizar el año 1~09 y en todos los de !<ÍendD estrecha; y el éxito de una redada realizada por fos aduaneros
Rusia, a partir de 1811. ~asta 1810, aproximadamente, partían de napoleónicos en el Adpático o .en el ~lba, repercutía en toda la banca
Holanda y, principalment~. de Amsterdam, que. era aprovisfonado por internacional, desde la· City hasta .Amsterdam y Francfort. En tal con-
Inglaterra o por "HeligaJapd, grandes líneas de dlstribución. Desde alli, tinuación de las .relaciones económica~. en aquellas exportaciones ·que
los géneros prohibidos p&saban a Francia. El riesgo era grande ; ·pero subsistían, a pesar de todos los Q.ecretps imperiales, Inglaterra -encontr9
los departamentos esta\mn plagados de traficantes clandestinos y de su salvación y con ella aumentó sµ fortuna. En 1805, fos ingreso~· to-
aseguradores. Otras vece¡¡ remontaban el Rin en lanchas, llegando al ta·les del Reino Unido eran de 103 JD.illones de libras. En 1808, subieron
norte de Alemania por :el gr~n ducado de Berg, o penetrando en Suiza a 120; en 18Ú, a 131, y llegaron ep. 1~14 a los 162 millones.
;1 que, de tal modo. prov~Íll s-qs hilaturas de algodón.. Hasta 1810 existió A esto no se pudo llegar sin alguna crisis. Dada la importancia que
¡,.
'!' también otra red: la dQ la Trieste, ya que esta ciudad, con sus m.agní· ocupaban en la economía las Iµdias; occidentales, cuando el blo~ueo '>

ficas carreteras a travéS de Jos Alpes austríacos, proporcionaba desde na,poleónico logró impedir la distribuci,ón de sus. cargamentos, el peligro
la revolución estupend~ co¡p.unicaciones con Suiza y Baviera. A los adqui.tjó gravedad. El de 1806 fµ~ ~ año de inquietudes. Sólo de las
¡.!
algodones de Levante q-qe, ~omo es natura:!, entraban allí, se añadían entradas de 1805 y 1806 llegaron entonces a acumu!larse en los depó-
:·' ahora los de América, rabauJizados como levantinos ; y todos los pro- sitos cerca de cinco millones de q_uifttales de azúcar, sin vender. De enero
ductos coloniafos. Tules productos subían hacia Basilea, Estrasburgo, de 1805 a enero de 1807, el pre<}iQ bajó de 55 a 38 chelines el quintal.
11:¡r Munich y Leipzig. ' Los plantadores de las-Antillas clJlIP.abá.n pm su dinero y redoblaban ·sus
'l.
Cuando, en 1809 y 1810, Napoleón se anexionó el litoral adriático quejas; pensando que podían coritrlbu\r a paralizar .la campaña de Wil"
1
¡· de Austria y sistematizó el bloqueo, la circulación se hacía con dificul· berforce .en pro de la abolición de ·la esclavitud. Pedían que se rebajasen
1 .'!
1ad y disminuyó sensiblemente. Dando marcha atrás ·ante la· extensión los dérechos de entrada. y que los azi¡cares y las melazas pudieran sus·
del Imperio, volvió su eje hacia el Este. Viena se convirtió· en el gran tituir a· los cereales en fas destilerías. 'Por fin, las licencias y el contra-
mercado del algodón, que llegaba clandestinamente' por Trieste y la bando consiguieron desipejar el mercado, y las exportaciones de azúcar
costa dálmata. Procedía de ·salónica, donde se encontraban los carga- aumentaron su va:lor oficial desda 784.000 libras en 1809, a 1.713,000
en 1810 y a 1.471.000 en 1811. Pero, de una manera general, las
mentos ingleses, y del Asia Menor; luego, .las balas pasaban por Sara· ventas a Europa .representarían siempre, por sus violentas variaciones, J
jevo y Brod, navegando por el ·Save; o bien por Vidin ·y Orsova, por
una temible incógnita. En 1808 y 1811 se produjeron retrocesos muy
aguas del Danubio. La competencia de los comerciantes franceses· se
sensibles. Las exportaciones de café y aiill, que de 1809 a 1810 habían
veía fácilmente superada por los austríacos, que hacía ya mucho tiempo pasado, respectivamente, en su valor oficial, de 1.840.000 libras a
comerciaban allí, y sabían a quién pagar el bakschiche y dónde reclutar 5.845.000 y de 323.000 libras a 637.000, bajaron en 1811 a 1.450.000 ,'',
sus "caravaneros". En este· último período del Sistema, Odesa aumentó t y .a 491.000.
constantemente su importancia co"ino encrucijada cosmopolita, en la " . La estructura -financiera sufrió una violenta sacudida. Ante el im·
cual, lejos de las fragatas inglesas y de los aduaneros de Francia, es· perativo de las necesidades gubernamentales y sociales, el Banco con-
lavos, germanos, franco-italianos y ·levantinos trocll!ban a placer. ti.irnó emitiendo demasiados billetes, descontando demasiado papel co-
En el cruce de :fas corrientes interiores desarrollaban ·su :actividad mercial; aceptando demasiados bonos ·del tesoro, a instancias de Perceval
grandes centros en los que el contrabando se distribuía casi abierta· y luego de Vansittart. Había muchas cosas que solo se sostenían gracias
mente ; mercados históricos o ciudades situadas en ia conjuncióll" de a é1. Se propagó una especulación malsana:; en la que procuraban lu-
¡: ambas Europas, la .que estaba sometida por completo a Napoleón y la crnrse "gentes· que no poseen en realidad propiedad ninguna". Todo
que éste vigilaba desde más lejos. Estrasburgo, punto oficial ·de entrada el mundo se deshacfa, abiertamente, del papel moneda, para acaparar
lI'. para los algodones levantinos, era una ciudad importante en el contra· oro. La ley Stanhope prohibió dar más de 21 chelines por una guinea.
( bando; y lo mismo ocurría con Francfort del Main y Basilea; lúg11.res Desde luego, no era ésa la tasa obligatoria;. pero ¿cómo no evocar por
J tradicionales de intercambio. En sus cuatro ·ferias .anuales, Leipzig re~ lo ·bajo los. asignados franceses?;· "La producción y el comercio. se ·re"
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998 VU.-EL· llLOQUl!O
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~0 TOMO 1.-REVOLUCION FltANCl!SA E IMPERIO NAPOL!!ONICO

. t¡~ sentían. En' Glasgow y en Lancashire se cerraron muchas fábricas; los al enterarse. de que en Lyon y Ruán recibían con desconfianZa.- su ex-
(@ parado::¡ se agitaban· y ·algunos llegaron a destrozar la maquinaria. Del perimento de billetes emitidos por st1s cajas regionales; y, bruscamente,

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5 ~e octubre de 1810 al 5 de abril de 1811 pudieron contarse 1.257
qmebras y 2.030 en 1811.
Ya era hora de que acabase la guerra.
restringió las facilidades que venía concediendo. Inmediatamente, en
Lübeck y Amsterdam se produjeron. quiebras que afectaron a la plaza de
París y, sirnultáneamente-'por su¡¡_ repercusiones en el contrnbando-,
también a la de Londres. A partir de .septiembre 4e 1810, en Francfort,
en Hamburgo, en Holanda y tm. lfl;_S grandes ciudades francesas, algunos
f @ La índustria propiarnen~e francesa, a la que Napoleón quería en-
tr.ega~ _los m~rcad.o~ de Eurppa, se agotaba .por conquistarlos. Su meca·
bancos corrieron inminente peligr9. Los industriailes se hundieron, es-
pecialmente los algodoneros que se P.abían comprometido ·en la compra
1,¡

J ruzac10n era msuf1ciente.: y 1mnque el herramentail del algodón era mejor,


hasta. 1812 no apareció, pn una hllatura de Mhrlhouse, la primera
máqu1D:a de vapor. La máczyína de Girard para tejer el lino, no estuvo
de máquinas costosas.
Además de las crisis de materias primas y de crédito, la gran con-
r:ff) perfecc10nada hasta 1811. Unicamente en las sederías, el telar de Jac- moción industrial de -1811 fue también una crisis de clientela. Af prln·
quard Y Breton permitía sostener la competencia de los algodones. cipio, la industria francesa, convertida por los privilegios de la victoria
() Además, escas~ban las Il:laterias primas. El contraibando inglés abas- en fa producción dominante del continente, pudo exportar sin trabas.
Los que mejor aprovecharon la ocasión ·fueron los ailgodoneros, dotados
() tecía mal a la misma Francia, que estaba demasiado vigi!lada. Costaba
de equipo moderno. Poco trabajo les costó apoderarse del mercado de
trabaj~ conseguir de España los vellones de merino, de los que, en 1803,
(".'') países vasallos, cmno Italia, por ejemplo, que en 1807 trabajó apenas
se recibí~ 12.000 balas. Se los reemplazó, principalmente, con lana
f de Renarua, y se ~ºID:Praron más las "lanas el:ectora;les" de Moravia y, 30.000 quintailes de algodón. En 1806 se registraron de 20 a 30 millones
de pedidos. Normandía y el Norte colocaron fácilmente sus novedades
~
sobre todo, de SaJº?-1ª· En lo que al algodón se refiere, Francia lo
h.a:bfa ailmacenado rmentras llegaron cargamentos brasileños o norteame- en terciopelos de algodón. La venta de sedas de Lyon. subió, de· nueve
millones .de francos en el año XI, a 52, en 1811. En total, el reino de
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ricanos ; pero después ya no recibió más que el algodón de Nápoles ·
el de Levant~, que llegaba por. Ili~a, y el de Andalucía. De lo gue entrÓ Italia, cuyas· compras- a Francia··eran en 1809 de ·43· millones de liras, 11¡{
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en 1811, Napoles le. P.roporc1ono un 42 por 100, aproximadamente; las elevó a 80 millones en 1812. · ¡

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Y. de L~vante. solo. r~c1b1ó un 50 por .100 en 25.000 balas. Aquel aprovi·
s10nanuento msufic1ente y ·lbs precios subieron. El kilo de pernam-
Pero se produjeron ·resistencias, ya que las industrias vasallas eran
demasiado fuertes para que se las pudiera ahogar así. En el. gran ducado ..
buco, que en 1806 va:lía 6,50 francos, llegó a los 20 francos. Las fábricas de Berg, con una población de 900.000 almas, se contaban 75.000
1 se cerraron. Rudo golpe para la economía francesa. pues la industria al- obreros, proporción enorme en aquella época y que anuncia el coloso
L 1: ·:':
' godonera ocupaba, en 1810, a 265.000 personas y producía 14.000 to- del Ruhr: 20.000 personas trabajaban en el algodón; 8.000, en la seda; ¡;
~ri· 6.000, en 1a lana, y 5.000, en la metalurgia. En Suiza y en Sajonia, 1a
neladas ·de hilo y cinco millones de piezas de tela. , ¡,
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Para algunos géneros se encontraron sucedáneos de los que se es· industria de los hilados era sólida. En 1806, la de la lana daba· trabajo "
11
en Italia a 79.000 personas y a 70.000 la de la seda, que. en 1812
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peraba que prestasen poderosa ayuda en la guerra económica. En 1802
en la baja Silesia, Achard sacó de la remolacha "el azúcar continen: Vf:ndería i::erca de 60· millones de lira"s de productos brutos o acabados. ...j;!
I'

En: esf;ls zonas industriales los tejidos franceses no podían presentarse:


G1) tal". Napoleón aseguraba a Ternaux: "No hace falta ni la extensión
en 1807, las tiendas de Berg y las de Sajonia vendían los hilados locailes
1
de terreno del bosque de Fontainebleau para recoger todo el azúcar
,f¡
() necesaria para el consumo de Fr,ancia." Pero no se trataba más que de un 20 por 100 más •baratos. Pero a los industriales franceses les costaba 1
.. un ensayo; y en esto también le faltó al emperador lo que le faltó para trabajo la lucha, inoluso en las grandes ferias alemanas. De 1807 a 1810,
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todo: el tiempo. llevaron la ventaja en telas de Picardía, lanas del Rin, y en las preciosas ;/
-----
.La cri~is del . crédito se unió a 1a de materias primas y conmovió sedas de Lyon; pero, en cambio, apenas. colocaron algodones, lencería
la mdustria continental. Los beneficios que permitían las bruscas alzas
de los .géneros coilo?íailes inci~ban a la e~eculación, principalmente por
fina :mi pañería y sedas corrientes. En resumen: pasados los primeros
años del Sistema, el comercio exterior francés perdió terreno. Podemos
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aceptar, por lo menos en lo que a proporciones se refiere, los números
c:--l ~perac1ones a térmmo o por saldo de diferencia". Al empezar, ·la can-
tidad que se exponía solía proceder· del crédito bancario. El mismo redondos según los cua!les su:bió de 550 millones en 1799, a 933 en 1806,
'-. ~_,) banquero especulaba· con el· corretaje del papel. ¿Que se hallaba en un para bajar en un 35 por 100 hasta 1813.
apuro? Se dirigía al Banco de Francia..Pero este, se inquietaba pronto,
al ver como crecía el importe de los adelantos que concedía: los de Parecía haber una solución: hacer extensivas las exportaciones fran-
1:810 excedieron en 172 millones de los de 1809.. El Banco se alarmó, cesas al adversario mismo. Inglaterra fue la primera en dar ejemplo· de
1000
.
TOMO 1.-REVOLUC,:ION FMNCESA E IMPERIO NAP(JLEONICO VII.-EL BtDQunO

aquel tráfico con el enemi~o. Ya en 1803 · entregó licencias y permitió puerto de des·tino podría ser inglés. De este modo, el enemigo recibiría
remesas de la misma Fra!fcia. ~i en 1807· su bloq11eo había intentado trig¡;i francés; pero sin que ello tuviera jmportan~ia, pues las ventajas
matar la viticultura france?a, en cambio en 1809 y' 1812 toleró el trá- de la nueva política eran ínmensas. · .
fico con amplitud y sobre todo el de vinos y aguardientes. Napoleón Primeramente, los géneros colonJales que entraran en Francia e;nri-
esperaba obtener varias ventajas, imitándolos. Vender trigo a Inglaterra, quecerían el Tesoro, ya que los decretos de Trianón y de Saint Cloud
que lo necesitaba, era aym¡lar al campesino francés, que maldecía la. su- (5 de agosto y 12 de septiembre de. 1810) ios gravaban de una manera
perproducción, pues el het;tQlitrq bajaba, de 24,55 jjrancos que valía en enorme. Y, sin embargo, al consumidor no .le resultarían más caros,
1803, a 14,86 en 1809. Vir.nper a los ingleses los mnos y las sedas de Y'il que desaparecería el contrabando intermediario. Por Jo demás, cons-
que siempre fueron entusjastas! era salva;!' a:l vitic:ultor bordclés que, titui.dan una fortuna para el có¡p.ercio ~e exporta:ción francés, puesto
desesperado, abandonaba ~u vii\edo, así como el seP.ero lionés, a quien que los barcos neutrales o con: 4ccnciá las llevaban de modo casi
un u/case del zar priVB.?ba pe su mejor salida. Si se' vendíap. "permisos" ~xclusivo, a puertos propiamente franc~es. Si el continente deseaba
a los norteamericanos, llegarían sus barcos cargados .del algodón que tener parte en ellos, no tendría' má,.s re~edio que dirigirse a Francia ;
hacía tanta falta. Si :las lic{eilcias se vendían muy caras, sería una ayud;i. y Francia se los distribuiría, comó· ·es p.atural, cobrando la· comisión
para el Tesoro. · de intermediario. De este modo, a:l casi~monopolio que pretendía ase-
Esta nueva política se·iwpl~ntó con bastante rapidez. En 1808 Bo· gurarse para su industria, el Empir.r&doi trataba de añadir ahora este
na.parte solo tenía Ja inteI).ción ¡fe dejar que sus mercancías se filtrasen .otro de la distribución de géneros cplcmiiiles. Dable cadena para la eco·
en terreno enemigo, valiép.qose' de las discretas emba.rcadones de los nomia continenta:l y doble compet~ncia ;para la británica. El Havre y
.~mogglers,· pero, en abril de 18Q9, ya autorizó a sus barcos para que se ~antes se enfrentarían ahora con lp~ pu.ertos ingleses distribuidores de
dirigieran a Inglaterra balo p,a.llellón neutral {principalmente p.rusiano). azúcar y café, como Ruán, Roubabf y Cj:efold se enfrentaban con ·Man-
En noviembre, amplió ex1,raordjnariamente la lista de las exportaciones ~hester y Leeds. · =
e importaciones que les p~tí~. Pero los resultados fueron inesperados. Todas estas disposiciones iban acompañadas de medidas rigurosas.
La flota mercante fran~¡¡. se aprovechó del permiso, encantada de ,Por decreto de 9 de octubre de 1810 s~ ordenó ·quemar públicamente
.echar a~ mar barcos que C{>Qllbaq. pudriéndose en los astilleros ; pero, una todas las mercancías de origen inglés. En" torno a fas piras donde ardían
vez salidds, se guardl!lban JDUY bien de regresar, temerosos de verse las muselinas se elevó el consa:bidó inci~nso oficial: "En todas partes
condenados de nuevo a su ruinosa y melancólica inmovilidad. Bajo el -claman los negociantes de Bvreux-, se enciende el fuego vengador,
pabellón neutral que el mJsmo Na.palón les había proporci9nado, se para reducir a cenizas esas telas que una criminal avidez había osado
dedicaron a navegar por fuera del bloqueo, esto es, al serviéio de In: introducir en el suelo que las rechaza." Pero la burguesía capitalista se
glaterra. De 300 barcos que salieron con licencia, en 1809, solo 34 indignó y se irritó : y fue ll!partándosa de un régimen al que tanto debía.
habían vuelto en junio de 1810. De los estados soberanos, se sometieron aquellos que se hallaban a mer-
Pero ya Napoleón, aconsejado por Montailivet, ampliaba el proce- l:ed de una acción militar, como Baden, Baviera y Prusia. Pero el Zar,
dimiento: y el año 1810 aplicó una nueva concepción del Moqueo y indignado, abrió sus puertos a los neutrales (31 de diciembre de 1810)
de su política. Puesto que Francia no podía prescindir de los artículos y gravó los productos franceses. Ni el bloqueo ni el Sistema podrían
coloniales, organizaría, abiertamente, ;un gran sistema de importaciones, sobrevivir a tal golpe; ni la alianza franco-rusa, tampoco.
bien valiéndose del tonelaje norteamericano, bien de barcos provistos La aventura del bloqueo fracasó, tal vez esencialmente, por ser ana-
de licencias. Eil 5 de julio de 1810, se autorizó a 30 navíos de los Es· ci;P.nica por anticipación, por estar en desacuerdo y discordia con la
tados Unidos para que cargasen en Nueva York y en Charleston mer· época. Exigía estructuras sociales y técnicas de comunicaciones que aún
cancías certificadas como americanas, ipara transport3.l'las a Francia. No no habían nacido; su.ponía una unificación del continente, mucho más
deberían hacer escala en Inglaterra; y la fecha de las gacetas que profunda que la que se logró en el gran Imperio : contaba con una dis·
trajeren de América permitiría comprobar si haibían dado ese rodeo. c~plina colectiva que destruía la noción del mercado abierto y del be·
En cuanto a las licencias, el decreto de Saint Cloud, de 3 de julio de neficio individual. La economía organizada, reglamentada y dirigida que
1810. dio nuwas normas para su empleo, que fue decliirado obligatorio soñó Napoleón, iba contra fa corriente de un siglo que burguesía y
por otro decreto del 25 del mismo mes. Veintinueve puertos se bene- capitaJismo hacían suyo. Como conquistador, Napoleón se quejó algu-
ficiarían de ellas, a razón de 200 licencias cada .uno. Los cargamentos na vez de haber nacido demasiado tarde. Para dirigir la economia, y
de salida estarían integrados por mercancías francesas, y compr7mderían, por ella ·dar forma a las masas humanas, no cabe duda de que nació
obligatoriameote, cierta proporción de vinos y, en ¡¡¡\gunos casos (1811). demasiado pronto.
sedas. El pal;iellón podría ser neutral y, en el canal de la Mancha, el
1002 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NAPOLBONJCO

BIBLIOGRAFIA

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vie et de vins franr;ais en Grande- Attack upan Copenhaguen in 1807, en nadas pudieron, sobre todo después de Tilsit, despertar en éil cierta
Bretagne pendant le Blacus continen· English Historical Review, 1953.. secreta veneración; pero para esta raza no tuvo nunca más que la actitud
tal en Annales du Midi, 1953. F. L'HUILLIER: Le, Biocus contmental
M.-Á.. SA.DRAIN: La Réunion du Valais 1 dans le Grand-Duché ·de Bade. París, del jaoobino, mezcla de desprecio y de odio. A Metternich se lo dijo:
a la France (1810). Bourges, 1936. 1951. . "Son mis enemigos persona.oles." Desde luego. enemigos lo eran, en el
terreno "polftico, por los insultos de la rama napolitana, por la obstina·.
da reivindicación del pretendiente Luis XVIII, por la traición preparada
en Madrid en 1806. Lo eran en el sentido corso de ias animosidades
entre ·f.ami'lias; y lo eran por el odio que el revolucionario profesa al no-
ble a quien ha expulsado y reemplazado.
Ante aquella España, en la que veía o creía ver tantas riquezas dor-
midas, Napoleón fue plenamente el genio de la Revolución y del si-
glo XVIII, enamorado de la industrialización y de los despertares eco-
nómicos, de las reformas útiles, de ]as actividades ordenadas y creadoras.
La soñolienta opulencia de fa Península era en Francia una creencia
preconcebida, que ex,plicaba que tantos aventureros y estafadores pasa-
sen los Pirineos 'Y que tantas poderosas influencias-las de Murat y
Talleyrand sobre todo--aconsejaran la aventura de 1808. Dinero y bar-
cos; esto era, principalmente, lo que, según opinaba Napoleón, hubiera
hecho surgir de España una administración moderna y activa. El dinero.
eran fas. piastras de América. La fuerza naval, era preciso movilizarla
en 1807, lo mismo que en 1805, pues de. nuevo lo exigían los grandes
planes marítimos y orientales. "Todos los esfuerzos deben tender hacia
el mar", escribía Napoleón poco después de Tilsit; y sus grandiosos pro-
yectos. ya estuviesen seriamente meditados o fuesen simples juegos de
imaginación, apuntaban a Corfú, a Sicilia, a Egipto y a la India :misma.
Le era indispensable el concurso vigoroso de aquella España tan rica
aún en materiailes y en gentes de mar. Pero, como hacía notar Cham-
pagny, "el paf~ de Europa que más medios marítimos ofrece es aquel
i
i l;.
que menos posee". De· sus 30.000 marinos, solo estaba disponible una
1003

l . . . .·. ·. ·. · · · . . ' . . . . . . . .
1004 TOMO 1.-REVOLUCJION ~CESA E IMPERIO NAPOLl!ONICO

tercera parte y de sus 31 ó 33 .na.vfos solo de 14 q. 17 podían prestar se le entregaría a España; por últilpo, llpgar incluso a derribar a los
algún servicio. A esta sitWtcióne Bonaparte no le encontraba más que B,orbones.. 1 • ·'
una causa: "el desorden y el tj.erroche". Una administración enérgica, Racfa meses que Napbleón vacilaba entre esta3 , soluci9nes, cuando,
a la francesa, hubiera hecho- a .:la mar los 33 bari;os necesarios. Sólo de repente, las circunstancias pareciei;on ref>olverlo todo. El 19 de marzo
se trataba de organizar a tspañfi. En Santa Elena, Napoleón diría más d~ 1808 un motín. popular que se grodujp en Aranjuez derribó a Go-
tarde que quería regenerar/p, co:q.cepto menos egoísta y resultado que no dpy :( el rey a?cticó en favo~ de Fery.ando; Era el camino expedito y la
cabe duda deseaba tambi~n. Pqo, en 1808, lo que dominaba y lo que s9'lución prefenda: el cambio de dmastía, El 27, el destronamiento es-
incitó a la intervención era: desde luego, la voluntad de conseguir mayor t¡.ba decidido. Los Barbones, tontam~nte, cl.ejaron maniobrar a Napoleón,
1
rendimiento financiero y, SQbre' todo, madtimo, de: la vieja áliada, de P,,asaron a ~erra francesa, a encontr.arse ~n Bayona con su demasiado
'! que ya se había sacado ta,íitas ~sas, pero siempre ·despacio y con mu- _Roderoso aliado : perdieron Ja cabpza lplte las amenazas, a1xlicaron
(¡na:yo) Y aceptaron un destierro do:radci en Francia. José recibió Ja
cho trabajo, y que podía dár tl1J1tfsimo más.
A raíz de Tilsit, las circunstancias vinieron a confirmar al empera- Qrden de acu~ en seguida para ocuinu s4 trono. Pero ya,. el 2 de mayo
rador en su desprecio pol' los B.orbones de Madrid y a hacerle vislum, de 1808. Madnd se ha,bía sublevado con!:ra Ja intrusión extranjera: el
~ueblo· español entraba: en liza. ·
brar el medio de tomar el reinq en sus manos. Y a sabemos que, desqe
1804, la corte de Españ~ cori' una imprudencia inaudita, animaba a
Napoleón a intervenir co4tra Portugal, para destroZllr a este aliado de Lo 9ue p~mero. causó .la indign,a:ción de Ja nación española fue el
Inglaterra. En su ciego ~goísll}o, Godoy continuaiba pensando en una ~espreé10 del ¡acobmo hacia su rey. Carlps m y,,por instinto, también
expedición que le asegura,r& mi' cómodo principado lusitano, aunque 1a ~l obtuso Ca_rlos IV, habían vivid? ¡,le m~era tan acorde con el tempe-
entrada en 1a ·Península d~ Jas !tropas imperiales pusier¡¡. a todo el rcino r,~ento ~c10na1, que entre la dmastfa y la masa no se había abierto
a merced de Napoleón. Q01110 fortugal se nega,ba a aiplicar el bloqueo, ~mguna fisura. Los escándalos de paliicio no alteraban Ja lealtad que se
Napoleón se decidió a a9tuar: y el 29 de octubre de 1807 el tratado ~ontentaba con depositar todo su C\l.tiñO en Fernando. Al ver la mano
franco-español· de Fonta~eplea.!l decidió el· reparto. Godoy recibiría Ia !;Iel. extranjero acercarse, con arrogancia y~ deslea.Jmente, al trono, se pro·
parte sur; el centro, con Lisbo;,i, quedaría reservado, y a 1a infanta rema f}UJO una conmoción. Hasta encontrarse ,en Santa Elena, no llegó Na-
de Etruria se le concederíi¡. ef norte. borrando de este modo de Italia poleón a comprender q1Ue aquel serftido <Je antigua régimen pudiese to-
aquella molesta "deformid¡¡d" (Toscana fue, efectivamente, a.tlexionada Clavía rponer en pie a las masas . .Qe n:qmento, esto no le preocupaba
al imperio el 24 de mayo (le 1808). Se envió a Junot sobre ·Lisboa, en gran cosa. Cuando Dupont. que se h11b1a aventurado en Andalucía, ca-
pituló en B:i-ilén (22 de julio de 1808), creyó que con una campaña
donde entró el 30 de noviembre de 1807. Juan, el príncipe regente,
~o recuperana todo. Llegó, desbarató tres ejércitos ; recuperó a Madrid ;
se había embArcado para ei Brasil sin pensar en aponer resistencia. De
mstaló allí a José; lanzó al mar a los ingleses, que. habían desembarcado
rechazo, y por culpa de la locura de. los Borbones españoles, tomó forma y, en enero de 1809, se volvió a Francia creyendo, de buena fe, que tod;
ien el alma de Bonaparte una primera tentación: prácticamente, las tro- qu~daba an;eglado. Nada lo estaba: nobles, grandes propietarios, clero
pas francesas ocupa·ban el noroeste de la Península, a pocas jornadas bajo ~ med.io, campesinos, todas las clases sociales formaban las juntas
'de Madrid. El emperador, por si aquello podía servirle de algo, hizo de resistencia y reclutaban a Jos guerrilleros.
que sus tropas ocupasen· discretamente encrucijadas estratégicas, ciuda- El empe:~dor contaba con atraerse partidarios con sus promesas
des e incluso ciudadelas. d~ regenerac10n a_ la .francesa. Demostraba conocer muy mal a España ;
La segunda tentación no era menos 1Jeligrosa: la familia real, di·vi- pero N~poleón, ~rgmendo en esto una comente del siglo XVIII, tenía
dida por los odios, pedía· la mediación del emperador. Entre Femando, tenden"<?ia a cons1derru; a todos los pueblos como equivalentes, esto es,
prfucipe heredero, y Godoy, el favorito de la reina, la hostilidad· era ª. medrrlos po:; el Illlfililo rasero. Aquel cerebro ávido de resultados
creciente, si es que aún podía crecer. Hl 27 de octubre de 1807, en El c~dos ,Y gráficos ni; concedía, en a.bsoluto, ninguna importancia a fo
Escorial, el príncipe y sus amigos fueron detenidos y. sometidos a juicio, ps1colog¡a de las naciones, a los matices de mentalidades ni a los va-
por orden del rey. Todo terminó en un no ha Jugar, pues Napoleón lores _cualitativos. Y menos aún que cualquier otro pafs Íe preocupaba
intervino a favor del príncipe, con amenazas: ¿acaso no le pedía este, Espa.n,a. a la que, desde _su altura de espíritu "ilustrarlo", despreciaba
para resguardarse con su poder, Ia·mano de una Bonaparte?· Las disen· profuridamente. Jamás se informó acerca de ella (todos sus embajadore:o.
siones internas acababan por 'hacer factible oualquier maniobra: por en Madñd ruero~ ver~~deras :iulidades) y tampocO' tuvo afán :por cono·
ejemplo, asegurarse el reino por el matrimonio ·francés de Femando y ceda:. De Pradt dice: Se habia eiaborado una España ima·ginaria", una
adelantar hasta el Ebro fa fron1era francesa, a cambio· de Lisboa~ que Espaua a ·Tu; francesa, a la europe~ pudiéramos decir. Merece citarse
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1006 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO Vll!.-NACIONAL!DADES E IMPERIO
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1007
iif .·~ su tan conocida frase a Jerónimo, el 15 de noviembre de 1807: "Los ni siquiera de repartirlos a este ejército de 40 000 h b
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~=~;> pueblos de Alemania, Italia, Francía y España desean la igualdad y l~ tropas inglesas necesitan tener asegurada ia tirar;;
res ... , Por t.anto,
@ quieren ideales liberales." Ahora bien: la civilización ibérica, basada en tiene que ser el mar " La flota les . , re ª a, Y esta retirada
¡~ la espiritualidad y de mentalidad poco capitalista, se mostraba impermea- abierta y también lo .que aun' , g:irantizana aquella salida siempre
· ' - es mas llllportante · u
·.~ ble a las ventajas de una "regeneración" contra la que, además, se magotahle, superioridad capital en estos
· ·
, . . b n aprov1s1onanuento
.

.g:~j rebelaba el orgullo nacional. De todos modos, nunca se hubiera podido P?der desplazar su base con ligereza, tr~f;~~~Jo~are;¡ -~la ventaja de
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reclutar suficiente personal; 'los afrancesados eran. muchas veces, per-
sonas distinguidas ; pero siempre fueron poco numerosos.
Lisboa· a la costa vasca, si fuera necesario eu·á
d p1 am~nte,_ desde
1 a osa e mteligente-
·-'2:J· mente instruido el eJ"ército llego' ·;
i! : a ser exce1ente, más ágil· .
¡¡ Lo mismo que aquellas conquistas coloniales con las que presentaba Y.~.~obrero de
·~
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algunas analogías, la dominación napoleónica en la 'Península solo podía
iograrse mediante una ocupación territorial completa, que sofocase el
lo que ·se podia esperar. Su punto débil
~fectivos: en Vitoria (21 de junio de 18;;~aba
mgleses, con 27.000 portugueses y
.
e:
la exiipndad de sus
. , no abfa mas que 40.000
;~ ardor nacional ha'Sta su último reducto. Los franceses, dueños de casi obligaba a escatimar los refuer~ es que en Lo:i;idres fa oposición whig
todo el Norte y de la meseta central, se dirigían hacia la periferia. Pero pérdidas sufridas "Toda . t . os•. c~n sus contín'llas denuncias de las
Cádiz, último refugio de la independencia, se resistió siempre. Portugal, · v1c ona-senalaba el ¡ d 'fUÍ •
es otra cosa que una carnicería hum n epe ent Whzg-, no
gracias a su tenacidad y con ayuda de los desembarcos ingleses, se man- s.pleen ami vindictive rapacity of the 8;~ti~er_1;j!"Gfed t,or the personal
1 'i
tuvo libre en su mayor parte. Los ibero-británicos, cuando tenían la ini-
ciati.va, intentaban converger sobre Madrid, u obligarlo a rendirse, ame-
nazando sus comunicaciones con los Pirineos. Operaciones monótonas
c1das, aquellas fuerzas mantenían 1
p eria:l e iban f or3an
· d
d. znzstry. Aunque redu-
ª
guerra, esgastaban el ejército im-
o un nuevo eleme t . •
glaterra en el Continente; elemento q. n:hob.r;arad ,1a mterv:e~c1ón de In-
,:·-. e interminables. B1 segundo frente, que no se cerraba jamá:s, minaba la Waterfoo. ue a: ia e ser dec1s1vo el día de
~~:::)
fuerza imperial.
r:·:·:\
:.::;;..¡ De este modo, Napoleón se encontraba sujetcr en España, fo que ex- Por fin, derrotados en Vitoria el 21 d . .
plica claramente, en el terreno diplomático, las esperanzas y 1a actitud ron España. Abandonaban un paí ás h e¿:io, los franceses evacua-
,/ rD de sus adversarios del Este, Austria en 1809 y Rusia desde 1811. Mili-
rra que ningún otro de Euro a s m on. , ente facerado por la gue-
tarmente, solo el desgaste ·de las idas y venidas entre la Europa central do; sufrió fuertes pérdidas en fos. f~~~~gi;áf\camente, quedaba desangra-
¡' y los Pirineos bastaba para destrozar a las tropas. Cuando llegaron los hecatombes causadas por la mise . i' me uso entre la población civil;
r aquel país situado crónicamente ~ad a enfermedad y el hambre, en
¡ días sombríos y se hizo preciso realizar sacrificios en todos los fren-
tes, Napoleón no supo resignarse a hacerlos suficientemente amplios en ahora. por las requisas, Ja táctica de ~er%ªs~s d~ la escasez, agotado
i;
!~
1 el Sur, y los desastres de Alemania y de España se explican recípro-
camente. La Penínsuila exigió en todo momento efectivos cuantiosos,
cuenc1a de las guen:illas, el incendio ~ I ar as tierras y, como conse-
los campos. Durante los años en e os pue~Ios y el abandono de
imperio colonial, España careció Jeueh~:~ba en Juego .el destino de su
:1.
"considerando, explica Mavmont, la espantosa manera de vivir que uno
(;] se ve obligado a adoptar en este país, que. obliga al ejército a disper- nuria y la secesión americana le uitar res. E~o~m1camente, su pe-
() :¡
sarse; considerando la imposibilidad de procurarse noticias, a causa de ~tura a las condiciones del n~evo :.1~ª t~s1bihdad. de adaptar su
rr G la tlesaparición de los habitantes ; .considerando la facilidad que. tiene el
ejército inglés para. encontrarse siempre reunido en masa". Durante el
invierno de 1808, Napoleón tuvo en España 320.000 hombres, en sep-
¡
1 rusmo agotado, así como en 1814 1 . .
b,ajo inculpaciones políti~as
.cansancio de un orga-
nacloei frnnconamrento de to~a :UUª élite
burlona y triste a la vez, haJa las ~~~::gen~~ron unoa mdiferencia.
tiembre siguiente tuvo 240.000 y 370.000 para las ofensivas de. prima- el conflicto--desde entonces crónico s pu ca~. . tra secuela fue
·~
vera de 1810. E inclliso después de tener que retirar fuerzas para lle- ciai!es que, durante toda la guerra J:~t;e ei prer civil Y aquellos ofi-
¡/ vadas a Rusia y Alemania, aún tuvo 290.000 y 224.000 en marzo de ses de fas juntas locales y contra' lo: ian . uc ado contra los burgue-
1812 y marzo de 1813. Las pérdidas eran grandes, debido tal vez, sobre 1;-a evolución social y la adaiptació d m~gistrados ~e las Audiencias.
todo, a fa dureza del olima, peligroso para tropas poco alimentadas y lizadas. n e ª econom1a quedaron para-
muy trabajadas; en el otoño de 1809, la sexta parte de las fuerzas es- En fas relaciones con "'l exterio 1 t d" .~·
era ~á:s violenta que nun;a. En a:rii ªae r~81~ona.J xenofobia española
1 taba en el hospital.
Cuando los ingJe:ses desembarcaron en Portugal, en agosto de 1808, volYio de su cautiverio en Francia los liberales Í cu~do Fernando VII
eran. soldados poco eX!perimentados. "No le ocultaré-escribía Wellesley q;ie , UJ:pulsara las reladones inte:nacionales . e p1~1eron, desde luego,
a Castilereagh-que nuestra gente es tan nueva en la guerra, que no ru o1r nablar de extran1"eros ru' de los fr , pe~o a masa no quería
1 conozco a nadie que sea capaz de llevar a cabo los aprovisionamientos, ' anee.ses ru de 1 · gI
aquellos portugueses que reclamaban Olivenza 'r ., dos mfr. eses, ru de
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· rguren ose ente a Na-

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1008 TOMO L-REVOLUCION FRANCESA E IMPERJO NAPOLEONICO Vill.-NACIONALIDADES E lMPEll.10 lUUO'

po-león, frente al hom:bre de la revolución francesa y oponiéndole sus vicio de honor como espectador '.l}rivilegiado y muy atento ; pero en Eu-
pro:p10s vrulores, España: había salvado su independencia, agotado sus ropa esta actitud produjo, principalmente, inquietud y alarma. .En el
fuerzas y completado su 'aislamiento. terreno de eso que los diplomáticos llaman artículos reser.vados y secre-
tos, Napoleón llevó las de perder. Tuvo que prometer al zar que ali-
viaría las cargas de Prusia; autorizarle a mantener sus tropas en Mol-
ll. P ATRIOTIBMO AUSTRIACO (1809) davia y Valaquia y comprometerse a hacer salir 'las suyas de Polonia.
Y, sin embargo. no consiguió lo que para él resultaba esencial, en aque-
Cuando, después de Tilsit, Austria quedó totalmente aislada, se llos momentos, en que se disponía a meter el gran ejército en España: __:--

dio cuenta de que su porvenir dependía de la manera en que los rusos la garantía de fos rusos contra una agresión austríaca. Por el contrario.
interpretaran y consideraran su alianza con Napole-On. .M cabo d¡: un se negaron a toda entrada automática en la guerra, y ni siquiera acce-
año casi se había tranq~ilizado. dieron a efectuar concentraciones en Jas fronteras de Galitzia. Este fra·
Cierto que el 7 de noviembre de 1807 Alejandro había declarado la caso_- se debió, en parte, a las intrigas de Talfoyrarnd, imprudentemente
guerra a Inglaterra, invocando los principi<is de neutrailidad armada que asOCJ.ado por Napoleón a :las negociaciones y que operaba en el tercer
el .bombardeo de Copenhague acababa de violar. Cierto también que plano habitual de estas reuniones: el :plano subterráneo. El mismo alar-
el conde Nicolás Rumiantzw, viejo diplomático inteligente y djstinguido deó de que las negativas rusas se debieron a su actuación y a la de
a quien el zar había nombrado, en septiembre de 1807, canciller de Callilaincourt. Lo que parece más probable es que él pusiese al corriente
Asuntos exteriores, estaba considerado como "francés de corazón". Cier- de estas negativas rusas al general barón Vincent, observador austríaco,
to también, en fin, que Rusia era sensible a las ventajas que le suponía que le llamaba su '{}rDvidencia. De regreso a París, también advirtió a
la alianza francesa, la cual le ipermitió, en enero de 1808, atacar a Suecia Metternich de que su gobierno podía estar tranquilo con respecto a San
-que seguía siendo "coolicionaria"-, para arrancarle Finlandia. Petersburgo. "Solo la íntima unión de Austria y R'llsia puede salvar
Pero entre el zar y Napoleón existían muchas diferencias acerca de lo que resta de la independencia europea." Por tanto, Viena ya estaba
Polonia, Prusia y Oriente. Austria estaba aJ. tanto de ellas, gracias a enterada de que no tendría que luchar a 1a vez contra las dos "poten-
Metternich-embajador suyo en París desde septiembre de 1806-y a cias de los flancos".
las confidencias que recibía de Talleyrand. Desde el día en que tuvo
que abandonar la cartera de Asuntos exteriores (9 de agosto de 1807) Ni siquiera la ejecución de Luis XVI puede decirse que produjera
Talleyrand no ocultaba a los austríacos su opinión sobre la marcha de sobre las viejas monarquías lli7.S. impresión muoho más honda que el
la política ni su convieción de que la megalomanía imperial condu- destronamiento de los Borbones españoles. El acontecimiento era menos
ciría ail desastre. Según· Mettemich, Talleyrand y Fouché eran los cau- trágico; pero la amenaza estaba más próxima. Las cortes se conmovie-
dillos del partido de fa paz, el cual comprendía toda la masa de l~ na- ron, sobre todo por la ra..pidez, la sencillez de medios. "La caída de
ción, a "las personalidades civiiles más eminentes... y a todos aquellos uno de los primeros tronos de Buropa--escribe Metternich-no l.e cuesta ,
que tienen fortunas que preservar"; en tanto que [os militares formaban a Napoleón más que un sencillo ·artículo en la gaceta; éil está por en-
"el partido de la destrucción universal". Para aponerse a esta catástrofe. cima de los manifiestos y de las comunicaciones d1plomátlcas ... Ni si-
Talleyrand tenía sus ojos puestos en Austria, y no tardó en darle prttebas quiera vale fa pena de enemistarse con los príncipes a quien se despoja
de esta inclinación. "Talleyrand todavía no hace traición", escribía Met- de la herencia de sus padres." Considerando evidente el peligro, añadía:
ternioh, el 24 de septiembre de 1808; a los pocos días ya la había hecho. "Existen circunstancias incompatibles entre sí; la del poder actual de
Cuando, a fines de septiembre se reunieron en Erfurt el emperador Francia lo es con la consewación de ningún trono de Europa." Ante
y el zar, con objeto de revisar el funcionamiento de la alianza, el con- esto, Francisco II de Austria despertó un poco del sopor en que se había
greso se desarrolló conforme a las tres directrices habituales en tales sumido, después de algunas veleidades de reforma, a raíz de Austerlitz.
solemnidades. Sobre el espectáculo que se ofrece a la opinión, Napo- Su joven esposa-la tercera-María Ludov:ica de Este, bella, inteligente
león puso empeño en demostrar su ommpotencia, tanto por el fausto de y muy popular en Hungría, no pensaba ·más que en re.formas del im-
las ceremonias, como por 1a soberana indiferencia que mostró con res- peno y en hacer la guerra a los jacobinos. A su alrededor se reunía todo
pecto a los símples reyes: "No podéis imaginaros la poca ceremonia un partido de cortesanos. El canciller Juan Felipe de Stadion, que des-
con que NaipoJeón trata a los cuatro reyes que están en Erfurt", es- p_ués . de la derrota fue ~amado a ;\suntos exteriores, había tenido pa- -_-./

cribía una princesa alemana, que los veía "hacer antesala durante una ciencia durante mucho tiempo, cediendo en los Balean.es ante 1a ambi•
hora antes de la comida". Este proceder parece haber halagado el ción rusa y concediendo a Napoleón la supresión del Sacro Imperio.
viejo instinto revolucionario del ejército francés, que prestaba el ser- Aunque no pilaneaba reformas de estructura, comprendía que una po-
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1010 TOMO I.-REYOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO VIII.-NACIONALIDADES B IMPERIO 1011
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t lítica enérgica en el exterior exigía que en el interior se revisase Un ciales y el archiduque Juan propusieron a los pintores asuntos inspirados
poco . la vieja máquina. En ello estaba· de acuerdo con el archiduque en Plutarco, sistema de propaganda que, más disimulado, había de so-
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Canlos, que pedía .algún tiempo para llevar a buen término el perfec- brevivir a la derrota. También en la música hubo de intervenir el pa-
triotismo. En contra de la ópera italiana, adoptó el ipartído de Glück,
cionamiento del ejército. Pero a Stadion le parecía demasiado oportuna 1
la. ocasión. que brindaba el levantamiento- español; y, además, se·veía que mantenía la dignidad del poeta frente a la tiranía del músico. El 'iI¡
arrastrado por la corriente de opinión que él mismo había contribuido l.º de enero de 1807, la representación en Viena de Ifigenia en Táurida
a crear. inició de manera resonante una lucha que llenaría todo el siglo XIX. 'I
.!
En el funesto año de 1805, el gabinete de Viena no había sabido Esta llamada a la opinión, que revelaba una nueva manera caracte- :!
sostener su causa, ni por la prensa, ni por la información oral, ni ante dstica de la pol:ftica exterior austríaca, encontró en los asuntos de Es- 'I
las cancillerías extranjeras,. ni ante la nación. Entonces comprendió la paña un tema de actualidad. En la España libre se publicaba toda una
lección que Metternich le repetía sin cesar: HSe ha :considerado como literatura acusadora, verdadero ar.sena! antinapoleónico que, a princi-
inútil, indigno de la buena causa e .jncluso peligroso-, hablar con el pú- pios de 1809, penetró en .Alemania, donde fue traducida por un judío
blico, decirle la verdad y repetírsela continuamente. Y, sin embargo, de Hamburgo. En 1808, el cónsul de España proporcionó los folletos
esta· necesidad no se hace nunca tan evidente como cuando se tiene a originales al archiduque Juan, de paso por Gratz, quien, haciéndose
los franceses por adversarios. Ellos han sabido valerse de la opinión ... cargo de su alcance, los hizo traducir inmediatamente.. Otras adapta-
A la posteridad le costará trabajo creer que nosCJ<tros hayamos consi- ciones fueron hechas por Arndt y también :QOr Federico Schlegel, a re-
,-····)
(~ .
. derado . el silencio como arma eficaz frente a los clamores de la parte querimiento de Stadion. Cuando los franceses, ·!'llltraron en Viena, la
eontrari.a, y que hayamos obrado así precisamente en el siglo de la ciudad estaba plagada de tales escritos. '. ,' :
•_) pa:lá.bra. . . Lu~hemos con las armas del enemigo ; devolvámosle sus pro- La propaganda ·patriótica austríaca disponía c,:le un tema menos tran-
pias granadas." Así, pues, incluso el inconmovible Hof.burg se abría a sitorio y de resonancias hondísimas, porque estliha en consonancia can "
l
las nuevas ideas ; admitía que la opinión pública pudiese contar al lado la amplitud y esplendor del joven movimiento ,romántico. Apoyándose d
'j
de .la. opinión- de las. cortes; ·consentía -en dirigirse-a los medios intelec• en fas ideas del historiador suizo Juan Müller, qüe fundaba en el pasado
tuales e incluso, hasta cierto punto, a las masas. Esta característica. unida el amor a .Ja patria, e inspirado por la boga de que disfru:taban los l1
a:l interés que se concedía a las cuestiones económicas, distinguía a la dramas medievales de Kalchberg, el barón de Hormayr concibió el pro-
¡¡
.1
q
nueva. diplomacia, y. hasta a la misma Viena. yecto de apoyar "la idea nacional austríaca" en la historia, de hacer
.En cuanto a la propaganda oral, uno de los. grándes centros fue el surgir una consciencia colectiva clara y una lealtad dinástica sólida de
salón· de Carolina Pichler. Carolina, ipatriota y habsburguesa, se dedi- un pasado exaltado en sus vafores comunes. En consecuencia, propuso
'e,) caba a cantar las. hazañas de sus príncipes, en bailadas que eran aplaudi- a escritores y artistas los abigarrados y pintorescos temas de la edad
das. A su casa acudían, a invitación de su jefe, el barón tirolés Hormayr, media habsburguesa. Con más fervor que espíritu crítico, Austria fue
los .escritores jóvenes que loaban las gft:orias austriacas. Por sus saJones enSll!lzada en su función histórica de "nobleza de Europa ... , centinela
desfilaban huéspedes de altura, como los Sohlegel y fyfme. de Stael, que avanzado hacia el Este... , elemento estable, fuerza reguladora". Miras de
no hacían un .misterio de su manera de pensar: "Que Dios os proteja corto alcance, ipurament.e dinásticas, sin va:lor alguno más que para los
.,_ij_e escribía a un austríaco al ir a empezar la guerra-a vosotros y a países alemanes, y que, incluso en aquellos momentos, daban de lado
vuestra patria ... En ello va interesado el destino.del mundo." las reticencias de Hungría; pero ideas que imprimían un maitiz román-
Por. consejo de Gentz, se vi:dió .a fa prensa que desempeñase un tico al patriotismo austríaco de la época y que anunciaban ya la in-
paipel en fa tarea. En 1808, Stadion publicó los Vaterliindische .Blatter, fluencia que la historia y fa universidad habrían de tener en el auge de
cuya. redacción confió a J ean Michael Armbruster. Una vez declarada las nacionalidades.
la guerra, editó, bajo la dirección de Frederic. Schlegel, el Oesterreichis• Los principioo de la reorganización militar, inspirados en los de la
che Ziitung, que no llegó más que hasta 52 -números ; pero que fue sus- Revolución francesa, no fueron menos nuevos. Se decidió que Ja ·masa
tituido, en 1810, por el Oesterreichischer Beobachter, que continuó sien- debía entrar en juego. Carlos sofü1,ba con movilizar 700.000 hombres.
do, hasta 1848, el único periódico político del Imperio. En las librerías A Jos reclutas más recientes les asigna;ba tareas secundarias y los des-
aparecían obras de inspiración anáiioga, de las cuaJ.es vemos, entre tinaba, principalmente, a engrosar los efectivos del ejército regular, úni-
1807 y 1814, los veinte tomos del Plutarco austríaco en el que Hor- co apto para el combate. El 9 de junio de 1808 fue creada una landnri-
'_:) mayr adapta a las necesidades de .Ja propaganda las "Jecciones de la his- liz aún bastante redu'Cida y, de&pués, una la11dwehr que c01I1prendía a
toria". En' el teatro resuenan las tiradas patrióticas que Hormayr y los hombres de dieciocho a cuarenta y dos años no incorporados a filas.
Collin prodigan. en sus dramas antiguos y medievales. Los medios ofi- a los que se darían breves períodos de instrucción.
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1012 TOMO I.-REVÓLUC!ON fl\ANCESA E IMPElU:O NAPOLEONICO
• ¡~ • VIII.-NAÓONALIDADES E IMPERIO 1013

Stiidian cometió 1a equivocación de cree-E que esta breve; prepara- díllados por un simple hostelero llamado Hofer, abandonad?s .por su
1 1
ción moral y material era suficiente, y dio de ~ado las negociacione.<i di- señor, ol Ha:bsburgo, aniquilados a fines del 1809, habían de de1ar una
/'(¡' plomáticas. Su enviado en Londres, el conde de Walrnaden, no consiguió, leyenda de larga resonancia. Pero si fueron ensalzados por poc-tas y
en la alianza de 24 de abril de 1809, más qu;:; un subsidio mediocre y grabadores románticos, no fue solamente por la grandeza salva1e de sus
i'.I.' parsímoniosamente escalo.nado. Los ingleses prometían su intervención ;
1 . montañas ni por lo pintoresco de sus trajes. Es que e°: aq~ella r~vuelta
; .1 pero, en lugar de desembarcar en la costa alemana, con el fin de auas- de campesinos había vibrado el aJ.ma ipopular; y se qmso slfilbolizar en
:·if trar a Prusia, iban a hacerlo en el Escalda, para ocupar Amberes. ella aquel patriotismo austríaco que por un momento ha.-bía levantado
Stadion había esperado demasiado de Alemania: ayudado por el Tu-
f¡ {:e11dbund, entonces naciente, requería a Prusia; pero esta, advertida por
el mismo zar, se dio cuenta de que podía perderlo todo. Mientras pro-
metían maravillas los patriotas germanos-entre ellos el abate Stadion,
a la vieja monarquía.

hermano del canciller y que inundaba Afemania con sus intrigas-, no se ID. .ALEMANES E ITALIANOS
¡i i producirían más que levantamientos muy límitados. Pero, desde febrero
En Alemania y en Italia, las victorias napoleónicas c~ntinuaban
de 1809, la guerra estaba resuelta. El 10 de abriJ, Carlos pasó el Inn.
1·: reagrupando territorios y simplificando el maipa poilitico, romp1endo par-
:¡ Napoleón no le esperaba hasta fines de mes ; y sus 300.000 hombres
estaban todavía dispersos. Sorprendido estrategícamente, lo superó todo ticularismos y abriendo- camino a sentímientos más amiplios.
í' En .Jos países germánicos, el imperio 'francés comprendía, desde
¡
en 1a campaña de Eckm.ühl: del 19 al 23, en cinco combates, elíminó
"
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a 60.000 enemigos y dejó abierto el camino de Viena. Pero el ejército 1811, el litorrul del mar del Norte, con una punta hasta el Báltico. La
! confederación del Rin se extendía a todas las regiones del Oeste del
'1 se había mostrado inferior aiL de 1805; se notaba que en. sus dos ter-
i ceras partes estaba formado de extranjeros y reclutas. El 21 y el 22 de Elbi Más allá del gran rfo eje de Alemania, compr~rnlia, también, 1por
1
el Norte, los dos MeckJemburgos; por i;l Sur, el resto de Sajonia; y, al
1 mayo, en A.spem-Es&ling, no se pudo pasar el Danubio. El 5 de julio
de 1809 se dio la :batalla de Wagram, que duró doce horas. y Carlos Este, el gran ducado de Varsovia. Su piedra dave era, en el Norte, el
reino de Wem:falia, bajo el cetro de Jerónimo. Fue creado el 18 de
fue derrotado por el choque brutal de formaciones compactas, más que
por las maniobras. Francisco II conservaba todavía ánimos para conti- agosto de 1807, con los territorios prusianos de Brunswíck y Hess~­
!:' Cassel, y, en 1810, la anexión del Hannover meridional fo redondeo.
nuar la guerra. Pero los· ingleses se estaban embarcando en el Escalda
1' para regresar. Prusia no- se movía y el zar que, cumpliendo sus prome- Paralelo al Rin medio, se extendía Hesse Darrnstadt, aumentado hasta
1
'' 600.000 almas y ascendido a gran ducado. Después_ de J;na, Sajoni17 se
í sas a Stadion, se había mantenido fuera de la lucha, lanzaba ahora
convirtió en reino, encargándose de contener a Prusia, as1 como Baviera
1'
• 1
codiciosas miradas a Galitzia. La exaltación patriótica 'Se hahía derrum-
vigilaba frente al Habsburga. De las victorias de 1809, el gobierno de
bado ante el espectáculo de Napoleón., entrando una vez más en el palacio Munich sacó Bayreuth, Ratisbona y Salzburgo. En compensación dev~i­
de los Habsburg-0s. El emperador, fa. emperatriz y Gentz se resignaron vió a Italia el Tiirol meridionaJ y a Wurtemberg UD,'i parte de Suabm,
a pedir la paz, que fue fumada en Viena, el 14 de octubre de. 18~9. con Ulm. Wurtemberg se corrió, además, hasta el lago de Constanza.
La monarquía se vfo obligada a hacer grandes cesiones de temtonos con objeto de quitar a Austria aquel acceso a Jos países renanos, que
en· fos tres frentes que estaban en contacto con los napoleónicos. A con tanta paciencia había conseguido Jograr. . . _
sus expensas, se pagó fa ayuda del ducado de Varsovia y la de Baviera, En Italia, unificaciones análogas iban venciendo localismos y cac1-
con parte de Galitzia y Cracovia al primero, y con Salzburgo y el sector cazgoo. El l.º de mayo de 1806, el reino se incoqioró las p-rovi;Jcías
1
del :fun a la segunda. Rusia, que en realidad no había merecido ninguna venecianas tomadas a Austria. El 11 de mayo de 1808, Napoleon le
recompensa, recibió, sin embargo, Tarnopol. . . . adjudicó los territorios pontificios del Adi:iático, con .~cona, esto. e;i.
Por la parte del Adriático, el bloqueo y sus eXJgencias explicaban unos 700.000 habitantes. El año 1809 ·perdió sus adqms1c10nes de Iliria
la despiadada amputación de Austria, que perdió todo acceso al. mar, y Dalmacia; pero recibió, en. cambio, 264.000 tiroles~, con Trent? Y
teniendo que abandooar Trieste, la región de Carniola,. Villach, Fiume, BotZ'en, que Baviera fo devolvió. Bl tratado franco-espano~ ~e Fontame-
la Istria austríaca y el litoral húngaro. A pesar de la paz, había un frente bleau (29 de octúbre de 1807) llevaba consigo la desapancion de ~1!11-
que seguía resistiendo. El fiel. Tirol, viejo territorio austríaco, se había ria anexionada a<l Imperio y que el 24 de, mayo de 1808 fue engida
sublevado contra su nuevo dueño bávaro, que le imponía levas de sol- en·gran ducado, que Napoleón adjudicó a su hermana Elisa (2 de marzo Ji>
dados, aumentaba los impuestos, hería el orgullo histórico de los natu- de 1809). El 2 de febrero de:1808, Roma fue ocupada por las tropas
railes y, principalmente, ii:nportunaba al clero. Pobres montañeses acau- francesas; y el 17 de mayo de 1809, los Estados pontificios quedaron
r
1 ·VIII.-NACIONALIDADES ·E- IMPERIO - 1015
l 1014 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO

¡ incorporados al Imperio.' En el Sur, ni José ni luego su sucesor, Murat.


consiguieron conquistar Sicilia ; pero poco a poco fueron pacificando su
.reino napoliiano.
que an,tes proporcionaban Inglaterra o sus intermediarios hanseáticofü
Además, aquellos. mismos· fabricantes sajones y lombardos eran· menos
sensibles a las ganancias obtenidas que a fas que Napoleón. les ·im-
pedía conseguir. El reino de Italia soportaba mal estar tan claramente.
Entre los países ensanchados de este modo, fas opos1c1ones seguían tan cínicamente subordinado a la industria francesa. Nápoles luchaba
siendo tan violentas como en la época en que estaban dispersos, y el pot prese:rv-ar su escasa mdustria de lana y seda. Baviera retrasaba .todo
recurso al arbitraje del amo solo los pacificó durante algún tiempo. Así, lo posible el momento de adherirse· al bloqueo continental. En 1808,
por ejemplo, Murat hizo suyas las viejas pretensiones napolitanas sobre casi se había resignado a ello•. engofosinada '11,0r un tratado de comercio
los territorios pontificios. En Alemania había coÍnpetencims ásperas e con Italia, que .Je-hubiera proporcionado trigo, ganado, frutas, aceites y
incluso :rencorosas: "Es difícil-escribe Oñto, desde Munich-describir seda, ·-a cambio-de tejidos, quincalla· y -tapices. Pero pronto se biza atrás,
; . el grado de envidia y de hostilidad que reina entre los diversos reinos ante la perspectiva de intromisión. ·francesa que la adhesión al sfafem,a
de Ja confederación." Los medios intelectuales no se libraban de estas hubiera representado para ·su economía.
características. En Italia, los puris1¡1s toscanos pretendían someter el Los medios ·políticos y_ militares alemanes experimentaban hacia la
idioma a ia dictadura absoluta de la Academia de Fiorencia; y miraban soberanía napoleónica una frialdad que iba en aumento,. Cierto que los
por encima del hombro a :J.os escritores del Norte. El gobierno de Ba· soberanos abundaban en· protestas ·de fidelidad; pero, en tomo· a sus
viera, en su celo p,or la instrucción, había puesto en sus universidades tronos; se iba formando una· atmósfera de · reticencia y desaprobación.
maestros procedentes de otras regiones. Su valía era indiscutible, pues Un diplomático francés llamó la atención sobre ello: aun ·en medio de
entre ellos se eµcontraban Hegel, Schelling, Jacobi, los juristas Feuer- su corte se sentían tan aislados como lo estaban en sus legaciones los
\,) representantes. del· Emperador. Según. costumbre. los· príncipes -here-
, bach y Savigny: Pero, camo eran "hombres del· Norte" y protestantes,
aburrían pronto, con su pedante a'1tanería y sus despectivos juegas de deros· censuraballl y probestaban : el de Wurtemberg, poco discret,'lmente ;
palabras sobre la Barbarie bávara o Barbaria-bavaria, a sus colegas de el· de Bayiera, -haciendo a ·los . austríacos-._cql;lfide,ncias muy· ·atre.vidas :-
@y , .Munich y Landshut. ''.Preferiría· oem;rrbatir contra -los· azules a· luch,ar por .ellos .... Detesto. a
(Jj)¡ ,~ Así, pueS, subsistían las subdivisiones del pasado. Pero des<pertaba los franeeses, pero :ellos me pagaQ. en la misma moneda. ¡Si' él ·fracasase
,·un nuevo patriotismo, que se extendía hasta las nuevas fronteras e in- en E:spaña!'' Entre Jos propagandistas antifra:ñceses más activos-figura-
cluso llegó, a veces, a ,traspasarlas, uniendo a vasallos, protegidos y ban las ·víctimas de las mediatizaciones ; · a:Jgünas' de ellas continuaron
vencidos en una común hostilidad a la dominación francesa. en· sus dominios privados ; otras, que se habían pasado- al servicio ·de
. Las recriminaciones económicas eran iguales en todas · partes ; las Austria, habían tenido que a:bandonarilo, llamados por sus príncipes. a
mismas acusaciones y los mismos rencores. Alemanes e italianos se Ia- requerimiento de Nap·oleón. .
;mentaban, a oeoro, viendo cómo les eran robados sus tesoros artísticos A partir de. 1809 sobre todo, -los militare~. a quienes se hubiera po-
'y sus capita!les. En Iti!!lia. pobre en numerario, fueron, principalmente, dido ·creer ganados al emperador por una gloria común, se volvieron
las obras de arte y los objetos preciosos los que emprendieron el camino reticentes. La fuerza de los· ejércitos germánicos confederados era ·muy
de Francia. De los países germánicos, se dice que Napoleón sacó, entre variable, desde los 40 húsares, que con un batallón de retirados· forma-
. contribuciones y confiscaciones, 723 millones, desde 1805 a 1809 (de ban el contingente de Sajonia-Weimar, hasta. los 27.000 hombres que
ellos 483 durante la 4.ª coalición). De todo aquel dinero, 357 millones constituían el de Westfalia y a los 63.000 con que el bávaro contaba
pasaron a aument-a:r-·su fortuna; 100 miJlones, -a sus generales, y el resto en 1309.- En generrul, parecía que los oficiales, al principio sobre tcido;
_se gastó· en necesidades del momento. estaban orgullosos de servir a las órdenes de-Na;poleón, y conscientes de
Las ruinas producidas por el sistema continentail no pueden evaluar- la· formación profesional que -adquirían. en su escuela; pero, al mismo
-se. Sin embargo, hay que darse cuenta de que, lo mismo que ocurría tiempo, sentíanse vejados. por su situación subalterna. Los generales
en Francia, estaban repartidas con mucha desigualdad. En las regiones franceses solían tr.atH:rles con altanería e incluso con brusquedad, como
1 costeras alemanas e italianas; en los puertos de Prusia y en Hamburgo; Bernadotte a los sajones y Lefebvre a los. bá'Varos. Así, pues 1 los me-

i
/;
en -Venecia y en Génova, fueron espantosas. Las industrias textiles de,
Silesia, de Renania y sobre ·todo de Sajonia, y las ·de: Lombardía en-
contraron cierta compensación en el debilitamiento de fa competencia
dios dirigentes, por dóciles que pareciesen, no ·obedecían sino pcrrq:ue
Iio podían hacer otra cosa. Como el abate· Stadion escribía en Munich:
"Tiemblan bajo la vara de hierro que los doblega, pero que c0I1Stituye
l
l inglesa. Pero, incluso en las zonas favorecidas, para poder superar las su único apoyo." En la casi unanimidad de ·este sentimiento antifran-
liü dilicultades· era preciso hacer -esfuerzos constantes y desesperados, como cés .taJ vez existiera ya 'Ull. asomo de unidad -alemana.
los realiz,'l¡;:on. los tejedores alemanes y suizos para procurarse el hilo .En Italia,. la· situación del. reino de N¡]poles era bastante parecida

1
1016 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMÍ'ERIO NAPOLP.ONICO VIII.-NAC!ONALIDADES E !Ml'BRIO 1017

a la de los vasallos germánicos. Murat, espíritu vanidoso, mteligencia aovaban fas peregrinaciones a los viejos burgos y a Nuremburgo. Se
limitada Y voluntad vacilante, se cansó proñta de la situación de vasa- releían las páginas de Chrétíenté et Ei1rope (Cristiandad y Europa) en las
,,llaje en que lo habían puesto; de la influenr~a que su esposa Caiulina que Novalis exaltaba la unidad orgánica medieval. Fervientes camuui-
quería acaparar, como hermana del emperadot : de las exigencias finan- darles intdectuales, como la de J ena, la que formaban, en un marco
cierlli!, económicas y navales que le imponía Francia, y de las tajantes de exuberante romanticismo (Heidelberg), Garres, Arnim y Brentano-, se
advertencias que le prodigaba su cuñado. Se la subieron a la cabeza los entr~gaban a tales estudios. De ruinas, de archivos, brotwban lamentacio-
humos de independencia, los proyectos vastísimos que se extendían a nes ; la nostalgia de la antigua unidad imperial ; 1a esperanza de que
Italia entera, para 'la que soñaba despertar un sentimiento nacional en- un día habría de despertarse el viejo emperador germánico, dormido
carnado en él. Intrigaba\ en consecuencia, a su manera ingenua y sola- en su torre; la impaciencia que provocaba la dominación extranjera; en
pada. A su alrededor, 'animándole y explotándole, se iba formando un fin, un sentimiento nadonail. ·
partido itálico, reclutado entre burgueses, francmasones, carlxmarios y El idioma constituía otro factor del nacionalismo cultural, cuya im-
funcionarios distinguidos ; el doctrinario Cuoco ; Zurla, el hábil ministro portancia iba haciéndose notar. "En Italia..:..escribe _Monti-él forma
del Interior, y Maghella. jefe de la policía, que era el más flexible. Aun- el único lazo de unión entre fos míseros restos de fos antiguos amos del
que los oficiales se adhlrieron en buen número a dicha tendencia, el mundo... Pese al destino, conitinuamos siendo, gradas al idioma, una
ejército en conjunto representaba más bien un apoyo para la dominación familia enteramente italiana." Se emprendió. una cruzada en pro Q.el
,., napoleónica, porque estaba muy mezclado con unidades francesas o man- idioma .. Cesari depuró de términos eK.tranjeros ~l vocablllario ; y Angelori.i
;
1
·/ dado por oficiaJ.es franceses, quienes, en 1810, constituían la mayor parte sentía el mismo odio por los ·galicismos que por Napoleón. El Instituto
1 de la guardia real. del reino editó indispensables obras de lingüística. "A partir de 1808
En el Estado de Milán, el ejército contribuía más a fortalecer la -comprueba Giordani-, el toscano gana· claramente terreno al fran-
idea nacional; pero lo hacía pasando pot el ja:lón previo : la lealtad cés." También los alemanes lucha:ban en aquel sentido. Lo mismo que
imperial. Sus efecti<vos eran muy importantes : 80.000 h01n:bres, en 1812. Campe, Jahn se dedicó a germanizar el vocabulario. Para ellos también
Par.a mandarlos, Eugenio recurrió, casi exclusivamente, a italianos. Eran era el idioma el lazo visible de la unidad, sobre todo desde la desapa-
jóvenes nobles o burgueses que se ganaban sus charreteras como guar- rición del Sacro Imperio. "Uns knü[l/t der Spraf:he heilig Band", habrá
dias de honor, como soldados o siguiendo estudios en las escuelas. En de escribir Korner; y Arndt lanzaría los famosos períodos: "So weit
aquel país sin tradición militar ninguna, surgieron, sin embargo, nume- die deutsche Zunge klingt ... " Pero muchos iban máG lejos. Augusto
rosas vocarciones bélicas; y los servicios de guerra SOllían ser brillantes. Schlegel difundió la idea del pueblo-jefe, el que había sabido conservar
La camaradería en los combates, las mezclas y los roces durante los el primer mensaje y cuyas instituciones se enlazaban con los orígenes
traslados, hicieron nacer entre estas unidades un alma común. En gene- por una cadena continua. Ahora bien: a aquel pueblo primordiall.-Ur-
ral, la adhesión al emperador seguía siendo profunda ; pero entre aque- volk-, Fichte lo caracterizaba por e1 idioma, y reconocía en el alemán
llos jóvenes oficiales había algunos que soña:ban con la futura indepen- un idioma primordiai-Ursprache-. Nunca falseada por la dominación
dencia de una patria que comprendiera toda la península italiana; en de una jerga extranjera, esta lengua podía encerrar un pensamiento
una palabra: con la unidad italiana. verdaderamente fuerte y estar al servicio de una vida social realmen-
El romanticismo comunicaba a la idea naciona'l una fuerza que ya te sólida~ Por eso-iprocla:ma Fichte en su octavo Discurso (1808}-
vimos en Austria, explotada por Hormayr: la afición a la historia, o la nación ailemana "constituye un ipueblo auténtico y primordial...
lo que tal vez sería mejor denominar: el histarismo. Contrariamente al el pueblo en sí".' Del cosmopolitismo, Alemani,'i pasó al nacionalismo
hombre del siglo de las luces, el romántico poseía el sentido del tiempo; ~~ #
se da:ba cuenta de cómo se deslizaba este, de su duración; y aspiraba La prensa no era aún más que un mediocre elemento de expresión
a huir de la existencia presente a través de los siglos pasados ; sentía la de la idea nacional alemana o italiana. En Alemania, periódicos y re-
continuidad de la vida y goza:ba de la ·belleza de las cosas que se han vistas se hallaban sometidos a minuciosa cen~ura. de la que dilicilmente
modelado durante . largo tiempo. Mucho antes que Ja ola romántica se libraban, por ejemplo, las ipatrióticas Berliner Abenddllitter que fundó
llegara allí, ya Ita1ia. había pensado en su viejo suelo, henchido de Amim, en 1810. En Milán, Cuoco dirigió, desde 1804 hasta 1806, e]
historia ; encontraba en él füs más altos motivos de un orgullo nacional. Giornale Italiano. en el que se dedicaba a formar e'l espíritu nacional
Etruria y Sicilia se pr66.la11'.laban cunas ·de fa arquitootura.: Venecia rei· de sus compatriotas, propoméndoles los grandes modelos de su historia.
.:.'.. , vindicaba esta primacía para la obra moimmentall de Palladio; y de sobre todo Dante y el filósofo napolitano Vico. También se sirvió de
! aquel pasado ascendfa.•.11Il orgullo italiano común. Alemania profundi- su nove:la Pfatone in lta'lia, destinada a "formar Ja moral pública de los
zaba en el descubrimiento de. su. Edad Media. Jóvenes entusiastas re· italianos, a hacer nacer en ellos el espíritu de unión, el amor a Ja patria
(:§
•.:.'"~
!~~:f;~ 1013 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO VIU.-NACIONALIDADES E IMPERIO 1019

{;~ . y a la guer,ra, que hasta· entonces les había faltado". Fóscolo, el cantor siaíl.os, ·como el renano Stein, el ·sajón GnJisenau, los Hardenberg y
(9 , de la patria,_ expresaba, a voz en grito, el deseo de independenéia y el Scharnhorst de Hannover. Pero al mismo tiempo que se atrae de este
,,......,.,., serrtimienfo de fa italianita. Los poetas alemanes hacen vibrar sus liras modo las energías a[emanas, sél!be conservar,. su ·cohesión y su fuerza
\:'3 al socaire P.e la hospitailidad austríaca o ·con la sordina de la clandesti- política,. por medio de una de esas transacciones que, como país de con-
nidad. Su tema más frecuente es el odio a Na.poleón, "principio de todo tactos y de centro, realiza con tanta frecuencia.
() mal y fin de todo bien-proclamaba Kleist-, pecador para acusar al La fuerza esencial de su armazón es el .sentimiento dinástico. En la
(2J cual no tiene bastantes palabras el lenguaje de los hombres; los mismos derrota, este sentimiento fo ha evitado una de las peores desgracias :
,.,-:-, ángeles se desgañitarán acusándolo el día del juicio finaJ". Kleíst y la división nacional. El rey, humillado y esolavizado, forzado a some-
) Jahn, Amdt y Komer canta:ban a la ·libertad que ha'Y que conquistar. terse a1 doble juego de los vencidos y de los ocupados, criticado y com-
() a los héroes ·germánicos que deben ser imitados; y a la liberación; batido, pero nunca repudiado ni negado, ·ha seguido siendo la patria
misma. En el Estado, la estructura feuda:l de:la sociedad continúa pro-
.-~~
'--·'}
El sentimiento nadonaI prusiano añade a estas fuel'Z3.s las que en- porcionando mandos administrativos y :militares fieles a la tradición pru-
cuentra en su propia tradición, exace:ribadas por la derrota y el vasa- siana. Los hidailgos rurailes descubren, desde el primer momento, cual-
lf _.-~...._

\<.:·/}
llaje. Entonces se imprimen en él los rasgos que han de caracterizarlo en
los días de la unidad alemana.
quier imitación de lo occidental. En materia agraria combaten el edicto
de Hardenberg, que libera a los campesinos. Luchan por mantener la

~ ~.
En su esfuerzo por elevarse, Prmsja no busca apenas apoyo en las preponderancia de esa nobleza rura:l que, según ellos, es la única que
/i ideas occidentales. Cierto que sus reformadores se oyen llamar ·muchas se sacrifica por el rey mit Gut und Blut, que protege a sus vasallos Y
l ') veces jacobinos o plagiarios de Adam Srníth ; que Hardenberg ha de que, pensando en las generaciones futuras y no en el prove'Cho ~e­
·i fundar su gran reforma aigraria de 1811 sobre el iiidividualismo. revo- diato, cuida de no fatigar la tierra. En esta defensa de una sociedad
~ :·º~)
lucionario y sobre la idea inglesa· de una agricultura orientada princi- jerarquizada y tradicionalista, encuentra el apoyo del romanticismo de
~ ·:<.•
il palmente hacia el rendimiento capitalista. Pero .la originalidad del genio la segunda generación (que actúa aquí como ·movimiento social), ape-
~~~) germánico-como la origina.lidarl ·de España-es demasiado profunda g,.'l.do a las estructuras que la historia ha ido moldeando lentamente. Así,
')) para qu:e pueda vivir·de préstamo;' y el espíritu alemán se apartá en't:fJ'n, por ejemplo, aquella "Sociedad de mesa cristiana· alemana", fundada en
'
1: ces del esfuerzo de síntesis 'Con el Oeste que ha intentado realiZar. Los Berlin por Arnim, en 1811, y que no admite "ni judíos, ni franreses,
r¡ ..¡

1 románticos maldicen ahora los va!lores de la cultura occidentail, su· indi-


., .·:;,..·/ ni filisteos", es a la vez un movimiento romántico y feudal, contrarrevo-
¡~

¡~
.. . vidualismo, que rompe la ·comunidad, su racionalismo y su utiilitaris'mo, lucionario y antinapoleónico. Los Berliner Abendbliitter son su porta-
·•
que agostan fas fuerzas nuevas de la vida. voz y en ellos lanza Kleist fa divisa: "Por Dios, por el rey y por fa
M··
~1{·
¿Se inclinará hacia Austria la mentalidad prusiana? Así pudo creerse patria."
·por un momento, cuando fona tesol'Vió en favor del Habsburgo el viejo A las antiguas fuerzas, otras fuerzas nuevas se oponen y se unen, a
i',,
ff¡ 'LY antagonismo por la primacía alemana. Más de un patriota prusiano la vez. Los mismos románticos que defienden los grupos "naturales"
~' ·' transfiere entonces a Viena su acción y sus esperanzas ; más de un es- del pasado, preconizan el Estado orgánico. Desde ahí, fácil es deslizarse
[1 critor exalta la misión histórica de aquellos Habsburgos en los que Kieist, hacia ese poder totaJlitario él!l que ya Adam Müller, en los Elemente
"" : en La Batalla de ArminÍus, ve a los futuros liberadores. Unos austríacos der Staatskunst (1809), subordina al individuo. MU1Chos son los refor·
1~~ u1 -·.~.
responden a estos sentimientós fratema:les. En 1809, el archiduque Car-
los· lanza un llamamiento a la nación alemana,. que ha ·sido redactado
madores que sueñan con transformaciones sociaJes. Stein no ve simple-
mente en la derrota un motivo· para reparar y reconstruir, sino más bien
t' por Federico Schlegel: "Combatimos para devolver a Alemania su inde" una ocasión en cierto modo providencial pa:ra proseguir, a fondo, una
pendencia y su honor nacional" Pero Wagram y :la alianza matrimonial obra de reforma ya comenzada, hasta modificar los mismos cimientos.
con Napoleón rechazan de nuevo hacia Beulín a 1os decepcionados pa· En esto, veremos que los obreros revolucionarios toman como norma
J•! ~~. , Ja revo1ución francesa, en ·fo que se refiere a buscar en las masas los
Así, pues, Prusia es la que· ahora ·encarna fa idea nacional ailemana. recursos humanos que se pierden insospechados: "En el pecho de milla-
l Sin embargo, tal vez esto representa para ella un péligro. Esos valores res y millares de hombres-dice Gneisenau,;,,,...fo1:bita un gran genio,
culturales e ideológicos qúe afluyen a ella desde los países germánicos al que una condición inferior paraliza las ailas desplegadas para volar."
~
¡¡
¿no hundirán su tradición política, no falsearán la organiza:ción estatal
que los Hohenzollern 1e han dado?· Prusia se da cuenta de que se· ex-
Pero ¿cómo integrar las energías nuevas de la comunidad nacional, y
cómo galvanizar las fuerzas tradiéionales? Stein opina que lo primero es
pone á ser· sacrificada en aras del Reich, y as'í se ·impone la' tarea de levantar la moral del individuo. Siguiendo Ga antigua tradición pedagó-
escoger y· asimilar. Confía las .reformas esenciales a elementos no. pru- gica prusiana, aún reformada en la época de las luces, este levanta-
1

!li _,
'r'"
1; vur.-NAc10NALIDADEs E IMPEiro 1021

i¡L 1020 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO

preparó urr levantamiento para el día en que Nap01león atravesara el


¡. .,
miento se hará por medio de la educación. Fichte contribuye con aquellas Niemen, y foe enviada a Tilsit una diiputació'P. para ofrecerle , ayuda.
iJ· conferencias de enseñanza que fueron, en su origen (1807-1808), sus
u La paz de 1807 puso fin a estos sueños; pero el gran ducado de Varso-
H
1\ Discursos a la Nación alemana,· Arndt lanza las ideas del sabio mili- via se converHa. para eil pueiblo lituano, en un centro permanente .~e
!!· tante y entusiasta; Jabn, las del lústoriador al servicio de la patria y del
¡; atracción nacional. No hacía falta tanto para despertar la tenaz hostili-
· idioma; Humb01ldt fmi¡da la universidad de Berlín y, por último, con- dad rusa.
siderando el ejército <'Como "la escuela de la nación", SchamJ:iorst, Dentro deil ·mismo estado de Varsovia, había hombres que no es-
Gneisenau y Boyen po:B.en en él "los lazos ·espirituales". taban desligados de sus vínculos con los ocupantes de la víspera. ·"L.a
¡; último elemento del clima en que Prusia se va rehaciendo, y no desgracia de los polacos-confiesa Poniatowski-es que se ven obli·
!. ~
menos importante por ser el último: la ocupación y la Vigilancia fran- gados a tener, por decirlo a~í. ~os con~i~n~ias.".. Y_ escribía al empera· -
cesas. De esta presenqia · det . extranjero nacen el misterio y la clan- dor, que le encargaba de reorgaruzar el e1erc1to: ! Senor, ¿acaso no estoy
destinidad, las socieda9.Fis secretas del tipo Tugenbund, la atmósfera de yo mismo en ia escala de oficiales como generá.l ruso, austríaco y pru-
!..
conspiración, las rivaíli~~es y luchas subterráneas entre distintos clanes. snmo?" Lubienski y ?s:trovski, a quien~ se ib~ a confiar la _jefatura dE!:
' Incluso en el momentg!jmismo en que los patriotas se ~taban preparan- policía y la presidencia d~l Senado, ha~11'.Il ap?yado, en I~ epoca, de la,,
.l ' do, metódica y minuciqsamente, desde el punto de vista materiail., viven Polonia prusiana, el partido que Radziv11I onentaiba hacia Berlm. En,, .
en estado de tensión,~·'!fn espera de un prodigio, acechando Ja llegada San Peters.burgo, ila gens Czartoryska, que a pesar de la retirada del
del milagro que ha de.'.producirse súbitamente. Este ambiente profunda- príncipe Adam había conservado gran influencia, tendía siempre hacia
mente romántico, muy a,leimán también, acaiba por dar su carácter al una Polonia autónoma dentro de la órbita rusa; ahora bien: en todo el
sentimiento nacional en la Prusia de la derrota y de la ocupación. gran ducado tenía. hombres suyos en J.os cargos importantes. Ya en
1807, el residente francés Vincent había denunciado ¡a· "conducta am-
bigua" de los gobernantes, su "especi~ de dup~ci~ad''.;. y e:x,P'licaba:
:j .
. 1
IV. EL DESPERTAR DE POLONIA Y LOS BALCANES "Sus bienes, sus parientes. están en Rusia, en GalitzJa. .. .
!
¡ "No debí pasar el Vístula-confesará Napotleón en Santa Ele-
El sentimiento p;i.triótico polaco, aun cuando era puramente nac10nal,
,;¡ y por el hecho mismo de s·eri!o, solía alzarse contra la influencia napo·
na-... ¡Hice mal! !Eso me obligó a sostener guerras terribles. ¡Pero la leónica. Era muy duro de admitir que es~viera al frent~ del Estado
~ idea de restaurar a Polonia era tan hermosa!" A decir verdad, no fue el el rey de Sajonia y que todos los asuntos nnportantes tuvreran que ser
'¡~
.!l
aspecto sentimental de la restauración polaca lo que en Tilsit impulsó
al emperador a crear el gran ducado de Varsovia. El ya veía entonces
resueltos en Dresde. Rey, además, poco interesado por la obra de re·
constitución: "El médico a 'palos", decían de él sus súbditos. Y poco
¡¡ el germen mortal que jntroducía así en la alianza con el zar. De nada capaz: "Un saberano ocasional-dec!arab~ Napol~ón, en 18}~-. un
j
habían de servir los n;¡:,iramientos de forma, ni siquiera el de no pro- hmnbre sin energías; en fin, un pobre diabla. Los em~grados. políttcos que
!, nunciar el nombre de Jfplonia. Pero Napoleón pretendía debilitar a Prusia
tí volvían a su patria solían ser afectos al emperador, pero esto no con-
¡; cercenándola por el Este, cuando tal ve-z la hubiera desgastado más de-
j ~ tribuía a atraerle simpattías, pues generailmente eran ma:l mirados. Ade-
1 jándole el pesado fardo de aquellas provincias inasimilables. A la crea- más ·había entre ellos ailgunos elementos que seguían siendo· republica-
1
!'
1'
ción del gran ducada de Varsovia lo impullsaron también la dificultad
de utilizar de otro modo los despojos de Prusia, la influencia de ciertos
y
nos soñaban con un golpe de Estado militar contra el déspota. La Ql¡JO-
sición. a la obra social napoleónica, que más adelante estudiaremos,
polonófilos de su corte, el vago sentimiento de que debía hacer algo 1
venia a unirse a los sentimientos antífra:nceses. ,,
/; por aquel pueblo al que, sin embarga, tuyo buen cuidado de no pro- )
¡· meter nunca nada, y eil instintivo pensamiento de que había de tomar
precauciones para el caso de que volweran Jos rusos. Error•. como . ~l 1·
A pesar de todo, el emperador no vaciló ·en dar al gran ducado
una constitución. Hemos de hacer notar que consideraba estas institucio~
nes modernas como un medio excelente .de atraerse a un pueblo y de·
1' mismo reconoció más tarde, 'Y tal vez: uno de los mayores que cometio. 1
fortalecer un Estado. No era su intención hacer renacer viejas costum-
¡:· Inmediatamente, Austria se inquietó por las provincias polacas que
¡: bres poilacas. ya que sentía hacia su carácter semirrepublicano una a;er-
se había agenciado en ,;Jos repartos. Acto seguido. Rusia temió también sión no disimulada: "En cuanto a sus asambleas deliberantes, su llbe-
por su Lituania. La actitud bastante generosa que había observado en rum veto y sus dietas a caballo con el sable desenvaina<lo, no quiero ni
Vilna, disminuyó la antipatía que la nobleza lituana sentía por ella., Pero
¡¡'!
11
ll oír hablar de todo ello." El Estatuto constitucional. que les concedió,
en v:í&peras de Friedlaµd, cl avance de los franceses h~cia eil .N1emen el 22 de julio de 1807, en Dresde, tendía a renovar y a encuadrar al
ha:bía despertado viejas esperanzas. Numerosos voluntarios se mcor-po- mismo tiempo: poder ejecutivo fuertemente cunentado en manos del rey.
.J raton a J.as legiones pO'lacas organizadas bajo las águilas imperiales, se

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~4 1022 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMl'ElUO NAFOLEONICO


VIII.-NACIONALIDADES E IMPERIO
1023
1 @ si~te ministros res.po.nsa:bíes a.nte él, un Consejo de· Estado a discreción
1 ¡~~) suya, un Senado nombrado por él y una Dieta elegida por. las asambleas,
nobles de distrito y por lps municipios (actuó, en efecto, en 1810, 181 l
Pobladas por 800 ó 900 mil habitantes la primera y por 500 ó 600 mil
~~ segunda, .per~ que tan solo son consideradas por los furcos como
dos yasta.s gran1as que se trata de explotar y no de cultivar .... Se cose-
® y 1812). Estas instituciones,. tafos como eran, representaban un apoyo cha sm sembrar y se corta 1a rama del árbol para coger la fruta". Los
útil para la. renovación naoional. . hQspodars que el Sultán coloca a:l frente de los principados, dependientes
@ El ejército era otro. La fuerza militar que podría sacar de Paloma suyos Y qne. tembla.ban en su presencia, intrigab,an con el extranjero
había infiluido mucho en .Ja política de Napoleón: "No me interesa Po- para prepararse. un aipoyo o un refugfo. Austria volvía fa mirada hacia
lonia más que como fuerza disciplinada, para. llenar un campo &: ba- las pr~VIncias en cuya dirección la orientaba naturalmente el curso del
talla." Pero tenía siempre el recelo de la pospalite o levantaIDiento Danubio. En si:s instrucciones de febrero de 1808, Stadion las desig-
en masa y de las partidas de campesinos armadas por los nobles. Po- naba a Mettemtch como la parte corre<lpondiente al Habsburgo si se
niatowski fue encargado de organizar buenas tropas de línea. Cuando, ~esme~braba Turquía. Pern los rusos ~ciaban aún·más aquefu con-
en 1809, hubo de ha'Cer frente a los austríacos, se disponía de 56.000 tinuacm11; de las grandes llanuras ucraruanas que abrían el camino de
hombres, de l'Os que estaban en filas las 'dos terceras <partes. En 1812, Con_stantmopla. En 1802, consiguieron el derecho a 'Vigilar Ja adminis-
el gran ducado proporcionó 95.000 soldados. Desde iluego, esto cost_ó tración: Jos. hosp,adars no podrían ser destituidos siJJ. su consentimiento
mucho trabajo, porque exi:stían rivalidades vivísimas y el elemento antt- Y. los. cargos habnan de da.ne con preferencia a los moldo-valacos '
francés no era de .despreciar; 1as cargas financieras (50 millones en El primer ·1ev~nta.miento en .masa tnvo lugar en Ios países ~ervios, [
de· e~tructura . soc1~l tat~e~te .r;iraJ y democrática. La insurrección,
1811) eran abrumadoras, y, aunque Napoleón pagaiba parte de fos gas- ·¡

tos, también tomaba. pretexto de elfo. para enviar a España grandes agrana, en.. pnnc1p10, se llllCio primeramente (1804) contra los recauda-
contingentes. A pesar de todo, el viejo :instinto militar vibraba y, en el dores del llI!puesto rural, -aquellos jenízaros que. estaban de guarnición 1
entusiasmo de las tradicionales rev.i,st:as de caballería, el ejército parecía en lo~ grandes centros como Be1grado. Como el mismo sultán deseaba 1
la patria misma rediviva. reducir. a estos ~oidados indisciplinadas, se urdió, una maquinación lo- 1
cal, actn:a Y suill, ei:tre I'?s mi:mtsis o partidarios; Jos bajaes de Bosnia 11
Los cristianos de los Balcanes se hallaban lejos de formarse ideas Y Rumelia y l~s dahzs o jefes 1enízaros. Luego, Ia'.insurrección se volvió !¡
tan preci:ia--s de naoionrulidad y patria; pera la dominación turc:,¡. se franci;mente antiturca. E~ 1804, su jefe Karageorge buscó el apoyo de
les hacía .insoportable. Durante si~os había esta dado pruebas de to- A;istria, que había sosterudo ya otras muchas sublevaciones. Pero Aus- !I
lerancia religiosa y de habilidad para lograr la convivencia de elemen- tria se. enco~tra1?a ahora en situación demasiado difícil, y estaba también ~i
tos distintos. Pero ahora que pasa:ban hálitos de libertad y que en Cons- demasiado mqweta. co~ respecto a Francia para comprometerse ·en los
tantinopla la fuerza militar y gubernamental se iba debilitando, sus súb- l;fa.Ic!1!1es· Solo el archiduque Carlos aconsejó que se aprovechase la '
ditos ya no podían soportarla. En 1807, Selim. ID emprendió la mo- OC'.1610n para ~up~r Bel~ado. Entonces, los servios (guiados por su 1
dernización del ejército con el concursa de instructores franceses. Je- obISpo Strat?IDJioVltch, residente en Hungría, que proyectaba un pro- ·¡
nízaros ·y albaneses vieron en ello un sacrilegio ; marcharO'll sobre la tectorado :rru:ct~ ;ruso-turco) se volvieron hacia .Rusia (noviembre de !
capital y, en mayo de 1807, con la a.probación de Jas autoridades re~­ 1804). ~ p~c1p10, el zar los desanimó; pero habiendo· reflexionado.
g;iosas, depusieron al SuJ.tán, que más tarde fue estrangulado en su pn· fo sedu10 1a idea de a:rrvbatar a Austria aquellas regiones reservadas
sión. Su sucesor, Mustafá IV, fue derribado también, en agosto de 1808. hasta 1?nto?ces a ¡¡u influencia, y <f'.Stablecer, por los principados y Servia, !I
q
Por fin, Mahmud 1I pudo mantenerse en el trono, prometiendo dejar comurucac1ón con 'las bases rusas mstaiadas en el Mediterráneo en Mon- :¡
a las tropas tal como estaban, sin disciplina, sin instrucción Y sin ar- tenegro y en las islas Jónicas. '
i
mamento. Montenegro te~día, en_ efecto: la ~ano al Zar, pues su príncipe-obis- '
1'
En Grecia, algunos dlanes del Norte y del Epiro habían conquisgu:Io po, Pedro I Petrovitch. veia con mquietud la nuwa vecindad que le· valía
UTia independencia local, y se dirigieron al zar y, después de Tilsit, a Na- fa paz de ~resburgo: los franceses ocupaban Dailmacfa y estaban en
poleón, numerosos llamamientos; algunos notables y jefocillos locales marcha h'aCia la posición más importante del Adriático, las bocas de
ofrecieron al Emperador, en pequeñas· entregas, 47.000 hombres arma· Cattaro. Pedro I se uii.ió a los rusos, lo mismo que había hecho má..'>
dos. Sill embargo, no llegó a hacerse nada. ., d" una ve~ contri'.-,los austríacos. Con ellos, y adelantándose a las tropas
En cambio, los principados del Danubio a.traían la atenc10n de l~s franc7~a~. irrump10 en Cattaro Ci;narzo de 1806). La furia de Nlllpole6n
potenqa.s, que ponían una ·insi-stencia interesada en .exagerar los desagw- le de10 lmJ?erturbabie, pues. -::on~aba en el apoyo del zar, a quien pro-
sados de la. administración turq1. Un infol'Ill.e .francés redactado en 1807 po~a reunrr en un vasto 1mpeno esilavo a montenegrinos, dálmatas y
para Na.poleón, decía a.sí: Valaquia y Moldavia, "tierras magníficas"; serv.ros ...
,¡... :

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1024 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA E IMPERIO NhPOLEONICO

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De este modo, .Alejandro podría establecer, directamente o por sus presentaba para elpoderfo otomano un peligro temible, pero que n-0 era
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¡ pro-tegidos, una gran transversail. eslava, desde' el Dniester a C..attaro. Cor· el que las cancillerías habían presentido. Cuando estas profetiz?-ban las
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tanda la penfnsula balcánica, comunica.ría U.:;rania con los puestos avan-


zados del Adriático y, aislando a Turquía, la convertir.fa en presa pro-
ruina del imperio turco, la concebían corno un derrumbamiento que sería
causado por choques externos. DeJ mismo modo, ignoraron casi siempre
l· • .-
picia y fácil. Desde luego, el añadir a la ~ue:rra con Francia una ruptura lo que en la Polonia vencida y desmmnbrada podía representar el sen-
' timiento nacional y, sin embargo, la sola proximidad de Napoleón hizo
con la Sublime P.uerta era condenarse a luchar en dos frentes, pero la
puesta merecía ia pena. En agosto de 1806, los moscovitas invadie.ron los salir de su tumba a 1a pama poilaca. También en fa Europa central se
principados. Al mis~? tiempo, los servios derrotaban a los turcos en veía. surgir la nueva fuerza de las naciomulidades.
Michar; en diciembr~': tomaron Belgrado ; en julio de 1807 estaiblecieron
/.:· oontacto ron los rusos y en diciembre de 1808, Karageorg:e se proclamó
!,
jefe supremo hereditario. Inglaterra, esperando una parte del botín, lle- V. UNIFICACIONES IMPERIALES
!: gaba en su auxilio. En 1807. sus barcos aparecieron frente a O>ns-
tan.tinop-1.a.
Pero estaba escrito que Santa Sofía seguiría perteneciendo a los cre-
En una Europa del 167 millones de habitantes, el imperio francés pro·
píamente dicho cantaba, en su apogeo, con 44 millones de súbditos. L:is
yentes. Como Napoleón apoyaba al sultán, Sebastiani, representante Estados vasallos que con. él formaban él gran imperio;. sumaban 38.
suyo en Constantinopla, puso a la ciudad en un estado ·de defensa tan La mitad de Europa estaba agrupa.da bajo el mismo dueño. que hizo
imponente, que :la escuadra británica tuvo ~ue volverse, siendo dura- cuanto pudo por llevar su autoridad más allá de la sencilla do!lDÍTiación
mente hostilizada al arravesar de nuevo los Dardanelos. Una tentativa política, hasta la fusión. Además, detrás de los países oficialmente so-
inglesa para arrebatar Egipto a los turcos, fracasó. Por último, en junio metidos. .se encontraban Suecia y Austria, hasta las cuaies irradiaban
y julio de 1807, Friedland y Tilsit sacaron de. apuros a Turquía, que las líneas de fuerza Mpoleónicas.
firmó con los rusos, el 24 de agosto de 1807, el armisticio de Slobodzié, Tilsit había CO'locado a Gustavo IV de Suecia en 1a más comprome-
siendo un gran alivio para ella las cláusulas de Tilsit, que transferían a tida de las situaciones.' pues su temi!la irliada Rusia se convmió, de la
Napoleón las poderosas bases rusas en. el Adriátito. noollii a :ia mañana, en enemiga, hasta e:l punto de que en febrew de
El :zar había aba:iJ.donado a los servíos y. si los socorrió de nuevo, 1808 invadió Finlandia. Cauning, desde que tenía, en el continente el
como se verá, reanudando Ja guerra con la Sublime Puerta en abril de p1111to de apoyo esipañal, no se ocupaiba de sus amigos escandinavos
1809, fue para sacrificarlos por segunda vez firmando con los turcos y se negaba a aumentarJes el subsidio. El partido de Ja :paz crecía tam-
la paz de Bucarest (28 de IDao/º de 1812). Fiándose en vagas promesas 1 bién en EstOCO'Jmo, reclamando fa. vueilta a la antigua a:lianza "na:tura,1"
de amnistía y reforma, los insurgentes no se quedaban siquiera con con Francia. El 13 de marzo de 1809, un galpe de Estado destronó
algunas fortrulezas de seguridad, de modo que el reflujo de los antiguos ,1 al rey. y Suecia se deeidió .por eí campo naporeóllico, ·rompiendo con
opresores fue salvaje. Sin. embargo, quedll'ba una esperanza. En e>l plano Inglaterra en septiembre deil mismo año y fumando en París la paz con
europeo y diplomático, el nombre de Servia había aparecido en un tra- Francia. el 6 de enero de 1810. A pesar de todo tuvo que renunciar a
tado. Las fuer:zas servias, con ayuda del exterior, habían logrado revivir Finlandia, con la que el zar se quedó por el tratado de Friedriohsham
un instante, apoyadas en 'Uila larga tradición religiosa, imperial y gue- (17 de diciembre de 1809). El zar se veía o:J;>ligado a realizar esta con.-
rrera. . quista para cubrir a Petersburgo, tan peligrosamente próximo a la fron-
También la naci9,nalidad rumana v:olvía a surgir. Cuando, en 1812, tera; pero no se 1ra1aba de una verda:dera ventaja, ya .que las nuevas
después de firmada \~ paz de Bucarest, los rusos evacuaron los princi- provincias eran de difícil absorción. El nuevo rey de Suecia, Carlos XIJI,
pados para retirarse más allá del Pruth., 'los seis años de ocupación des- no tenía heredero y, como era viejo, tuvo que dOOicarse a buscar
pertaron, por reaccióh, cierto sen.iimiento nacional Aquellos liberadores i' un sucesor a quien adoptar. La nobleza apbyaiba a un príncipe danés
i
' se habían conducido con dureza, quintuplicando los impuestos en Vala- ¡ protegido: de Rusia, pero ail ejército y ~ pu?bl<: no Ie:i agradaba aquel ~.-. 1

quia. requisando hombres y géneros, cohechando con la justicia y fa- hambre peligrosamente emparentado y·sm mngun ménto personal des-
ff voreciendo al elemei:j.to griego. La desconfíenza. y el rencor persistían. 1 tacado; preferían "un hombre y un soldada'?. Se propuso a Bemadotte, . j

1 Además. los vínculos~ con Turquía estaban relajados. los príncipes fana- bearnés astuto que se dejó ilevar, ccmsiguió: que el emperador tolerase
! riotas se inclinaban '#iás a gozar de alguna in.dependencia, los boyardos su candidatura-<para jugarle una malla pasada a los mgleses-, llevó
se hallaban menos ll;lquietos por sus fortun.as, y las masas. más resentidas con ex:traordinru:i;l habilidad la campaña eJ.ectoral y, el 20 de agosto
·1
de 1810, fue elegido por la Dieta príncipe heredero de Sueci.~. Napoleón
r
:. 1
por el carácter extrii:Iljero de la administración griega.
Este despertar que se manifestaha en las poblaciones cristianas re·
1
no confiaba deil todo .en él; pero, de momento, la presenma éD. E9to-
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IOZ6 TOMO 1.-REVOLUClON F.11.ANCES!I. E IMl'ERIO NAPOLEONlCO V1U.-N11C!ONALIDAIIES E ·IMPERIO 1027 ,,
1 ® ¡
colmo de un marisca:l del imperio-que pronto se hizo popular e in- mucho tiempa y que atañía. al conmpto mismo dt<l imperio y de su
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e:) tluyente-extendfa la Europa mpoleónica hasta Laponia.
¡ estructura. En la primera época, a NapC1le6n. Je hal?fa :parecido naituraI
® Al mismo tiempo, el matrimonio de Napoleón con María Luisa in- distribuir entre su familia lm reinos conquistadas o µea:doo, pues debía
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cluía en ella a Austria. ·que se resignaba .sin exces:ivas protestas. BI
patriotismo de 1809 se ba:bía ido. a pique con la derrota. con las irri-
tantes disensiones entre el emperador y Hungría. y 1;on las preocupa-
mucho a la ayuda que sus ]hermanos ile habían prestado en :;us princi-
pios. Era corso; ha;bía nacido aristócrata y no renunciaba del todcf a
@ la idea de que el nacimiento fü:me enorme importan.oía. y de que. si es
ciones que creab:,i. la crisis económica y financiera, qne era verdade_ra- noble, garantiza, si no todas las competencias, por lo menos todas las
mente crónica. Del desastre a que con sus consejos había condumdo .¡
aptitudes. Así. pues, en aquel momento concebía el imperio bajo la
. ®
a la nación, Metternich, investido ya del cargo de canciller. el 7 de
octubre de 1809, hab[a sacado, poi lo .menos, una lección de prudencia:
forma de distintos patrimonios · que fonnaban una especie de confede-
ración familimr. Pero pronto: se acusó una doble evolución. Su familia
1
!
"Nuestro sistema consistirá exclusivamente en escunirnos y evitar todo mostró que los :tronoo le ven!an anchQ8. Por su misma categoría, sus
t@ compromiso ... No encontraremos nuestra seguridad má<i que adaiptán- disensiones crónicas alcanzaron una resonancia desagradable y sus fan-
donos al .triunfante sistema francés." De este modo se manifestaba el tasías. las de Jerónimo sobre todo, tuvieron exc~va publicidad. Y lo
realismo palítico de aquel aristócrata formado ipor el siglo de las luces qúe es peor, fa fu.n:iilia se rnbeJa.ba: Luis, Mumt Y. José se negaban a
e impenetrable al romanticismo, gran admirador de Kaunitz, con cuya "servir" y a rebajarse a. iJ.a función de "prefectos cói:onados". Por otra 'l
nieta había contraído matrimonio, amigo de Talleyrand y confidente parte, el mismo Napoleón cambiaba. y B:US aliados y vasallos se daban
suyo, en fo que cabía; re~o en estado puro ipor entonces, que fos éxi- cuenta de ello: "Ya no es el mismo hombre". hacía notar en 1806 Fe-
tos de su larga carrera y ante todo la victoria so'bre Napoleón habían
,D de colorear después con cierto espírltu de sistema y adornar con una
derico de Wurtemberg y, en 1809. Gentz, repitiendo ·:ias impresiones de
uno de 11us confidentes, observaba: "Se ha vuelto mucho menos fami- .¡
vaga a:dhesión a ciertos principios casi morales. liar, ha:bladbr y comunicativo. tanto ¡mm bipn COJ]J.(} ipara ma'.l, y se está
Inmediatafilente después ·cte la derrota, Metternioh había encontrado
un medio de resurgimient0 .. Napoleón busca:ba es.posa entre la.if,,.viejas
haciendo, por el contraria. mucho más ·gran señor, buenazo e. impe-
netrable. Nadie conoce su secreto." En él se desarrollaba el instinto del
il
1:
¡:
familias de estirpe real, pues quería substituir a Jooefina (el divorcio poder. No podía ser de otro modo en un hombre a quien uñ testigo ,.•"
fue dictado el 16 de diciembre de. 1809) por otra que le proporcionas~ describe así, en el centro de una corte de reyes: ''Todoo estos.. sobera-
:.conexiones dinásticas en ei exterior, y que en el interior produjese im- nos esperan sus órdenes, conio espera un cabo las de su coronel." Af 1:
' presión y contribuyese a· dar impulso a su tendencia hacia la forma principio, el matrimonio austríaico tnvo su influencia en esto, por lo que
.;monárquica, hacia la que. cada día se sentía más inclinado por su es- añadió al sentimiento de triunfo, al orgullo y al convencimiento de in-
,píritu de dominio y j¡U afición a las jerarquías definidas. En ello pesaba falibilidad. Cuando el nacimiento del rey de Roma hizo de Napoleón '•
también esa evolución que experimenta el hombre al llegar a la cua- el fundador de una 1:epa soberana'., todó el imperio hubo de organizarse
rentena, y que hace resaltar. los rasgos profundos del carácter de cada en tomo a esta "cuarta dinastía". Ya no se trataba, de Jos her:maI1os.
uno fas orientaciones recibidas de la fainilia y las linpresiones de los sino ;'del hijo. De los patrim.cm.ios carolingios, se pasaba a la idea del
p~eros años. A fines de 1809, AuStria hizo proposiciones matrimo· imperio a la romana, en su estructura de majestuosa unidad.
Dial.es, Af mismo tiempo, Nrupoleón se las hacía a Rusia; pero al dll!fSe
cuenta de que esta fo estaba "dando largas" con mucha habili~ad, se En esta obra unificadora, la modificación de las fonnas pü'líticas
volvió bruscamente hacia Austria. El 6 de febrero de 1810, FrancISco II no es el único método de·reagrupación y simplificación. Incluso· llega a
le concedió, pues, la mano de su hija María Luisa, "javen, bonita, bue- · ocurrir que, si las circunstancias parecen opanerse a ello. Napoleón re-
na e inocente", al decir de una de sus tíos. El matrimonio se celebró nuncie a 1emplearlo. En las· conversaciones que se. entwblar:on a raíz de
el 2 de abril. Austria espera:ba obtener de esta alianza la v.entaja in- Tilsit para da,r .a fa Corufederación del Rin una. estrucrnra más sólida,
mediata de Ja ;restitución de Iliria, pues su comercio se resentía por haber su actitud es característica. Dalberg tenía emipeño en que· se llegara
perdido toda salida .nJ. Adriático. Naipoleón se negó a ella, ya que no a un u:esultado positivo y acrívaba los proyectos de reorganización, con
entraba. en sus planes agasajar de se_mejante ~anera a un .s.uegro .qll:e: vistas a la "tercera Alemania",,con mediatización de los pequeños prín~
a sus OJOS, no pasaba de ser un vencido. El vmculo de familia le srrv10 cipes, división del territorio en círculos y cooperación militar reforzada.
más bien como nuevo medio de acción sobre Viena. El espacio Il\l.PO-· Pero el emoerador se hizo cargo de la repugnancia de los confederados
· leónico se extendía ahora a los dominios de los Habs.burgo. y, sobre toao, de la de B<i.v.ioca: "No es éste el momento", le dijo a
El rey de Roma nació el 20 de marzo de 1811, y desde entone~ Dailberg, y no dio un paso ;nás. · ,. ~1
fue acelerándose una reacción que se estaba fraguando desde hacia Es que para unificar el inmenso· imperio, Napoleón cuenta con otros
1028 TOMO 1.-llEVOLUClON FRANCESA E IMl'EruO l:'!Al'OLEONICO
EUROPA CEN
ORIENTAL EN
medios. Está persuadido, como hemos Vista en España, de: que el an- . ~ Imperio lfancé.s l
tiguo régimen y, sobre :todo, la desigualdad, son &borrecidas en todo ' . IZ222ZJ Estados i~a_lianos i_asalh" .t&-u~..
el mundo. "Hace muchos años que rijo los asuntos de ·Europa-le es- lf,ib';-,.c:i!iJ ConfedcrtJCIOfla'd!f1rr. f,.~===...,,...¡- ~Kewf
cribe a Jerónimo-y he podido convencei.me de que el zumbido de los =Ruta mifi/,;rSgjonia-6ran0{fQJtliJtff!lé)loyr.',,_ _ __,. q
pri'Vilegioo era contrario a la .opinión general." Los ánimos no resistirán
a! atractivo de 'la igualdad civil, da una reorganización administrllltiva
Escara >---~---..~__, tl 1o
racionad, de una modernización a la francesa,, lógica, en una palabra, al
Vemunftstaat, y se integrarán para siempre en iel ·g¡ran conjunto. En
e5ta renovación, los príncipes enco'lll:rarán 'lo que necesitan por el im- P E .R · - ¡ O
..-'.
pulso que .recibirán la administración, las finanzas, fa economía. el Es- oOii(liiávrg·
tado entero. "Es preciso-continúa diciendo Napoleón a su hermano--
,
KoYn"
que vuestros pueblos disfruten de una libertad, de una igualdad, de un
ºflt1na \
bienestar desconocido de los ·pueblos de Ge:rmania... Esta. manera de
gobema.r será una barreµ. más poderosa... que el Efüa, que las plazas ITUANlA oAf~
fuertes y que !la .protección de Francia." Así, pues, .en el momento mi&mo '170~~
en que su.autoritarismo'. se exasperaba, Napoleón pretende sembrar p01' D E
toda Europa Jos principios eon que se hacen las dem.oqracias. Despo-
tismo, dicen fos republicanos; jacobinismo, dice la aristocracia. Más bien,
cálculos e ·instintos mtjj;;Jadas y opuestos, y quién sa:be si, muy hondo
dentro de él, un impufuó irresistible de . fuerza ordenadora. "Cada re-
volucionario tiene su ltjµ:la~ribe Bailzac-. Por ejemplo, organizar es
un lema del emperador')' contiene todo entero a Napoleón."
La influencia unificooora del imperio encuentra en Europa apoyos
muy útiles. El espmtí1'5Clásic(} que :la. penetra, representa demasiado ~a r.L
¡· esencia del siglo de fas luce$, pertenece demasiado a la Europa deil si-
glo xvm, para no enC9Iltr¡¡.r jilOr doquier medios que lo cam,Q&YDdluL Los
déspotas ilustrados habían preparado a fondo la. moderníZlíción ·impe-
ria:l. En la misma &paña, las reformas inteintadas por José ·son apro-
badas por algunos oopíritus •distinguidos, que buscan por este camino
el resurgimiento de su patria. En las juntas y comisiones de Bayona,
j· Urquijo presenta un plan de reforma a Ja francesa. muy estudiado. El
norte de Italia ha comisionado una fielección de ministros y altos fun-
oionarios, entre lo;; que se encuentran Melzi. Prina en Hacienda y Sco-
1'
pO'li ~ Instrucción pública. •que llrabajan con gusto para fu. ada'.Ptaoión
¡'' ! de las instituciones revolucióna.rias y consulares. En Polonia, las ideas
francesas enouentran entusiastas partidarios entre los antiguos emigrado~
¡' o legionarios, y l!1l Gaceta d'e· Varsovia preconiza la imitación más exa-
¡

gerada de los códigos yi,las instituciones napoleónicas. Lo que Reinhard
llama la Alemania fral'if;esaj distinguiéndola de Ja Francia alemana u
! oiilla 'izquierda Íll'COJ.1POrada .ai 1mperio, cuenta con déspotas iJ.ustrados,
con ministros que no piden otra cosa que proseguir una obra reforma-
/, dora, iniciada hace mucho tiempo. Las enseñanzas de Francia ¡es agra-
!.:; dan en más de un sentido, pues esas trath'lformaciones all.Illentarán su
i
:-. autoridad y sus recursos y, además. si· ellos no las llevan a ca:bo, Na-
¡; poleón lo hará en su lugar. Así, puelS, :ponen en mov!in:tlento sus equipos
/ ,.¡ <le funcionarios preparados y decididos, ajenos a la provincia e :inoluso Ml.l'A 23.-Europa central y oriental en 1810.
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1030 TOMO I.-REVOLUC!ON FRANCESA. E IMPERIO Nil'OIEONICO '
VID.-NAC!ON.l.LIDADES E IMPERIO 1031
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E~j al reino y, ipor tanto, sin otras contemplaciones que aquellas, siempre concediendo demasiada impocta:n:cia a J.os "jacobinos". Además. es in-

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toleradas, que se consiguen mediante una buena propina. Su actuación,
violenta cuando es preciso que lo sea, rompe los viejos moldes. Federico
de. Wurtemberg dirige personailmente fa empresa, con rudo entirniasmo
Reitzenstein en Baden, Max-José y Mon.tge'las en Bavíera. son hombres
de Occidente. La WestfaJia de Jerónimo es, par derecho propio, el Es-
dudable que no dispone de suficientes hombres de confi¡mza para des·
empeñar todos los cargos en que serían necesarios. Por tanto. los mag·
nates conservan muchas posiciones, la gens, Cza.rtm:iyska sobre todo, que
tiene en todas parres hombros suyos, como: Matuszewicz, el culto y muy
infiluyente ministro del Tesoro. Bignon lo 'JIBce notar: "Casi todos los
1
·1 tado de vanguardiá y, con elementos esenci~lmente alemanes, lleva a hombres de algún ffrlento están como vendidos de antiguo a las grandes
1
1
il toda marcha la' reforma a la francesa. familias." En cierta medida, la aita aristocracia suspende sus tra.dici0>- 1
1
La modernización mi:.pel'ial da el asalto a los baluartes aún sólidos nales disensiones para iresistir, tanto a 1a ·medí.a y pequeña nobleza como
''J.) del antiguo régimen. Pero lo hace con vigor desigual. En España, sin a Ja burguesía. Sin embargo, aún se erntiende con fa szlachta ¡para luchar
cJ) miramiento alguno. El duiro carácter de aquella guerra los hace difíciles contra la emancipación campesina y agraria. Para dar impulso a S'll obra
if ()
'{
y, además, al sur de los Pirineos más que .en nin~ parte, Napoleón
'ha querido mostrarse como el hombre de Ja Revolución. Desde los pri-
social; Naipaleón no puede contar siquiera; con: los hombres que ha si-
tuado en los altos cargos: PoniatowsJd, francés, con todo su corazón de
@ meros meses (1808-1809) José ha'C'e llover los edictos destinados a que- soldado, sigue siendo, sin embrurgo, amigo lile los Czartoryski, y ed conde
1~, 'ÍJ brantM el poder del -clero y principa,lmente de los frailes_ Se suprimen
las órdenes regulares, se confiscan los bienes de fos conventos, y queda
Potocld, presidente del Consejo y hombre ilustritdísirno, se ve atado por
el lastre de su nombre, sus inmensas posesiones y su parentesco con la
Familia. El alto clero continúa siendo profundamente hostil a Gas trans-
-·,, en suspenso el pago de las ren1as a ellas destinarlas. Los religiosos habrán
:j
1
t de vestir trajes ¡¡eglares, y volverán a su pafu de origen, donde, sin formaciones socia!les y ail. código civil; Ignacio Raczynski, su caudillo,
(2) poder predica!l' ni confesar, vivirán de una peru;íón, en espera de que se es rígido y poco enterado. Todas estas resistencias que el emperador
··:·Y
les asignen funciones en a.Jguna. parroquia. La a,lta nobleza, considerada no puede o no se atreve a ;reducir opondrán un dique al este del gran
1;) hostil a las ideas francesas, se ve,,castigada con la supresión de los gran· imperio, ante la corriente unificadora.
des Consejos de Indias, de Guerra, ,<;le Marina, de las Ordenes, etc.•
@ innecesarias después de la creación de un Consejo de Estado ad. esti!lo Las constituciones de estilo napoleónico pla.n.tean, en sus pomposos
! !
i
@¡ napoleónico. Desapaa:ecen también 1as antiguas órdenes militares. Los preámbulos, los principios saciad.es y políticos de la nueva E'lll'opa. En
grandes mayorazgos quedan reducidos a 20.000 pesos aJ. año. De un mayo y junio de 1805, tres estaitútos constituciona:les modifican las ins-
plumazo, José pone fin a la existencia de fa grandeza y de los títulos titucione9 otorgadas en Lyon, en enero de 1802, a la República ita;liana.
nobiliarios, reservándose eil privilegio de restablecerJos en los antiguos El 22 de julio de 1807, en Dresde, Napoleón dicta el estatuto constitu-
tituilares a quienes juzgue dignos ·de ellos. cional del ducado de Varsovia. Westfalia recibe su constitución el 15 de
Así como en España fustiga duramente a las viejas fuerzas sociales, noviembre de 1807. En diciembre del mismo año y marzo dcl. siguiente
N apa1eón fos gua.rda, ~ ·deJa que les guarden, consideraciones en otros se orea en Milán un senado cansul'livo. fü l.º de mayo de 1808, Max-
paises. Más adelante ver001-0s que los golpes asestados en lta!lia y Alema- José de BaViera pramuil:ga una constituci6n. En Bayona, se otorga el 20
nia a los privfilegios feudailes--flea directamente a por medio del código- de junio de 1808 la constitución del refuo de Nápoles, y el 6 de julio,
son fortísimos ; pero a la nobleza considerada camo ta;l no se fa ataca la de España.
seriamente. La de NáipO'les y de Roma es demasiado .influyente, y ha con· Entre estos diversos textos se observan· .wlgunas diferencias. El voca-
seguido acercamientos demasiado ostentosos. En los países germánicos, bulario difiere porque conserva fos témrinos tradicionales y nacionales :
la mayoría de los príncipes tiene interés en conservar una sólida jerflr· Cortes o lwitas de la Nación, estamentos,. en España; Dieta, Dietinas,
quía socia'.!. y no penrigue a la nobleza como tal arden, contentándose mariscal y nuncios, en Polonia. En VarsoVia y en Nápoles la influencia
con privarla, en 1beneficio del! Estado. de sus princiipailes privilegios y, de la llllta cámaira es mayor. La parte que :se adjudica a las profesiones
la mayoría de fas veces, .siJilplemente de catafogar sus títulos en una es- liberales y a 'los inte1éctua!les (sabios en E;9paña, dotti en Miilán y Ná-
cala de subordinación. Tanto ilas mediatizaciones como las constituciones poles) en las asambleas representativas varía notablemente según Ja,,;
nueva:s, con los principios que plantean, ofrecen magníficas ocasiones paises. Lo mismo ocurre con loo principios y formas de 1a:s elecciones.
· para ello. De este mod<;> se establece cierta semejania con la nobleza Esta diversidad halaga en todas partes el· orgullo local; a los constitu-
'napoleónica. . cionalistas bá:va:ros, por ejempló, les gusta demostrar que Max-fosé no
En Polonia 1as cosas ocurren de distinto mod-0. El emperador co- ha copiado servilmente ,e'; precedente westfaliano. En ·realidad, las di·
noce, e· incluso exagera, la influencia de las grandes familias. Es po- feren.cias fueron menos en los textos que 'en la manera de ser aplicados
, sibie que no desee ofender a Alejandro hiriendo a sus amigos polacos o y esenciailmente en el hecho de que aJgunas de estas asambleas, en el
1032 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO
' ~·

reino de IWia, en ~Westfalia y en PoloBia liega.ron ei.fectivamente a toda prisa, para eil reino de Italia es "bárbara. y a veces inexacta", y 1a
actuar, .míe~ otra~/ en España, Nápole.s y Ba:viera, por ejempfo, no polaca es tan insegura que e.I ducado no ha de llegar nunca a adoptarla
se reurueron Jamás. ·;. · oficiahn.ent~. Finalmente y sohi:e todo, el código civH es rechazado por
Pero todos estos 'ilSpectos locales no ti.ener.a, en realidad, importancia los privilegiados por antiaristocráticG e igualitario, y por el clero, por
ante el acusado. carácter general de un sclfo napOileónico romún, que comprender disposiciones cont!"arias a las foyes de la Iglesia, en primer
aparece en el extrnrn:ilinar.io cuidarlo con el que, cuando se halla en lugar e!1. divorcio.
rulgún trono un miembro de 1a familia :imperia!I, se preivén todas sus En algunos países, entre ellos España, Baviera y Wurtemberg, el
1 obligaciones y el a<rden de sucesión. Se observa:n también en la. seme- código no pue<le penetrar. Los esta.dos que io adopt$ suelen hacerlo
jama. entre fos órganos de gobierno que son creados. Af Consejo de Es- demasiado tarde, con salvedades y aplazamientos. En, 1tailia, en principio,
tado se 1e a1ribuye siempre una función de primer plano, reflejo de la el Reino lo adopta el l.º de enero de 1806, Toscaria el l." de mayo de
importan-da de es.te Consejo en Francia; eil Cansejo español está cal- 1808, Nápo1es cl l.º de enero de 1810. El 1.0 de enero de 1812, es
cado casi del de París ; el colegio de auditores italianos, con sus asisten- introducido en las provincias de Niria. En Afemania da ejempla W estfa-
t~. asume ooa misión anáfo·ga para la formación de los cueripos S'llpe- lia el l.º·de enero de 1808, y el duque de Aremberg fo sigue el 1.º de
nores. Además, en estos dos reinos, el Senado, como dice José, "es etI febrero de 1809; Baden y el gran ducado de Be:rg, el l.º de enero
fiador de :la libertad individual, el. sostén del trono en los momentos crí- de 1810, el gran ducado de Francfort, con Dalberg, el l.° de enero de
ticos y un honroso retiro por los servicios eminentes". Por último, ·estas 1811. En Polonia, :los jacobinos o radicales del ejército, de fa adminis-
constituciones deil g¡r¡tn. imperio Jfovan, más claramente todavía, una tración y de la burguesía aprueban con entuBiasma las innovaciones
huella común, por f'.li beoho de que, en fórmulas expilícitas o por sus jurídicas ; pero la alta nableza y el tipiscopado fos hacen 1a oposición,
¡. disposioíones, proc~an km :Principa'1es principios xe;v(JIJucionarios y na- protegidos por la constitución de 1791 y por fas costumbres nacionailes.
\ poleónicos, de g:eorganización judicia:l y social. Se ve perfeotamenre que no se trata 'Sólo de reformar Ias leyes, sino de
En 1806, el Emperador escribía a José: "Instaurad en Nápofos el
ji código civil, pues, de este modo, todo lo que no os sea afecto será
la tomil. modernización del gran ducado. Como el estatuto de D:resde

¡;
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destruido en breves años y fo que queráis conse:rvar · se coosolidará.
He ahí la. gran ventaja. del código civil." La i!egisillci6n consulair, má-
quina de guerra confta ooa. aristoomcia a la que rara vez se ataca de
frente, sin mido y como automáticamente, irá despojándola de sus pri-
exige, en su títu!l.o IX, iia imp1antación del Código, como Federico Au- ¡.
gusto insiste, y con 61 Lubienski, hábil e influyente ministro de Justicia ;
en fin, como Napoleón aproo:üa, e1 l.º de ,'l.bril de 1808, salvas de arti-
llerfa, cortejos y discursos anuncian que el :Código se ha convertido
en· ley de'! ducada. Queda por dar la batalla: en cuanto a su forma de
ih v:ilegios, desmenuzando su riqueza rural y libe:randfr al Clli.lilpesino. Por aplicación. ·
!¡';
1.
esta razón, Bonapar.te insiSte, desde el primer momento en Italia, a La unificación ímperia:l en materia social progresa aipmximadamente
¡l partir de 180~ en Memania y Polonia y en 1808 en España, por que se en la medida que el Código es admitido y puesto realmente en vigor.
a.cep_te el código. En~uentra el apoyo de Jos espíritus "ilustirados", que En fa. orilla izquierda del Rin, que es nueva Francia, los privilegioo y
1
corunderan como posible y deseaible lo que los revolucionarios franceses derechos señoriales son totaJmente suprimidoo sin indemnización allguna.
han llamado ya. "un código del género humano... una especie de cato- La sociedad se va ordenando en lllla forma nueva, iguafüaria e indivi-
~cidad", Y que opinan, con el pGlaco Kollontai, que; "Siendo las nece- dua:l:ista. Entre :las campesinos iliberados, los más ricos adquieren tal im-
sidades, los derechos y los deberes de los pueblos casi fos mismos, la portancia que Garres IJ!reYé -el advenimiento de un orden ITITal. La bur-
justicia debe ser también la misma. para todos." guesía se apega profundamente a una estructum sovial en la que ocupa
Muchas y fuertes son ílas objeciones que podrían hacerse a esta asi- un ipuesto preponderante. En Westfalia y Berg se suprimen los derechos :-.·
¡· milación. Algunos jefes- de Estado, como Federico de Wurtemberg, que
1 feudailes personailes, pero los derechos reales son única:menrte rescata-
¡·· no la aceptairá jamás•.temen perder en ella parte de su soberanía. Italia, bles. Lo mismo sucede aproximada.mente en las prO'V:i.ncias ilirias. Ná-

J patria de Beccaria, pide que no se echen en olvidO' ras opiniones de sus


grandes juristas. Muchos son los que permanecen fieles al derecho con-
poles suprime igurulmente fos derechos personailes, pero indemniza a sus
propietarios si los han obtenido a título oneroso ; también allí fos dere-

ir
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suetudinario, ya por costumbre, ya por la in:filuen.cia del romanticismo
Y de w. predil~c~ón por ~as instituciones modeladas por 1a historia .. En
Alemarua, el codígo prus1ano de Federico Il pau:ece un modelo mejor
a~~ptado. A 1a inrtroducción de· la ley francesa se aponen también las
ohos roa:les son solamente rescatab]es.
En otras regiones, la liberación de fa tierra a Ja . manera francesa
progresa mucho menas. El diezmo subsiste · en Hoilanda y en el gran
ducado de Franofo.rt. Baviera ·libera a los siervos, pero solamente limita
!W dificul~es que se e.q~ue.ntran para hacer una buena traducción. Aunque la pre$Íación personail forzosa y concede algunas exenciones con res-
Mi' AJemama. posee una ~xcelente desde 1805, en cambio, Ja que se hizo. a pecto al diezmo. Diezmos, censos y prestaciones personales conünúan

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1034 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E Illil'ERIO NAl'OLEONICO VIII.-N!.CIONALIDADES E IMPERIO 1035
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intactos C[l Wurtemberg y en E arlen. En oua.ntc> a Polonia,· el ejempfo y BlllLIOGRAFIA
11 la influencia dci .imperio son allí casi insensibles. El estatuto ha tradu-
!: ® cido la pa:!abra francesa cit¡yyen por obywatel, que. más bien significa P. Co.NARD: Napalécrn et la Catalagne. Staatsarcliíven, t. XCill y s.ig. Leipzig,
J @
propietario. ¿Cómo iba a ser posible que un noble considerase como tal
a un silru¡Jile campesino o a uno de sus siewos, que el artículo 4 de fa
París, 1931.
A. FuGIER; i'{apalécrn et l'Espagne
1931-1938.
G. Wmrat: Al/gemeine Venvaltungsre-

l
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l f'.il~
coIISltitución acaba de liberar? Incluso restringiendo el a1cance de esta
emancipación personaJ, ed decreto del 21 de diciembre de 1807 decide
que si un campesino abandona a su amo, éste último conserva. en ple.na
propiedad Ja tierra, la casa y los instrumentos de labranza. Decir liber-
tos es como dec~ pordioseros: "Se Ies quitan das cadenas, pero se les
quitan también las botas." Los hacendados toman ila ofellliva contra
(1799-1BqBJ, 2 t., París,.1930; ,La l!fn·

War, 7 t. Oxford, 1903-19.30.


1
te supéneure des Astunes et • Jnvas1a11
franr;aise (1810-1811). París, 1930.
C!r. ÜMAN: A History of the Peninsular

C. BEJRAo; D. Maria 1ª. Lisboa, 1934.


farm, 1931, y R. VAlll.'EL: Das preus-
sische fleei" 193!!
' • ·
G. RrrmR: Siem, 2 t. Ber!fn, 1931.
R. C. Et'iOEUIRl!cn:r: Ftchte. Nueva
York, 1933.
A. FERRAD: A Primeira 1nvasa0' france-1 W. Ko:ePEN: Geschichte des Rheinbun-
sa (1807-1808). Coimbra, 1925. des. Hamburgo, 1937.
:~
·~ los '.Puntos débiles que en materia de rlereoho rurail presenta el código C. DE· GrumwAt.D: Mettemich ii Paris A. SoLMr: Eldea dell'unitd ltaUrma
(1808-1809), Mémoires, en Revue de nell'etii napoleonica. Módena,. 1934.
\!
~.
() civil; y poco trabajo [es cuesta demostrar que cil régimen hipotecario París, 1937. C. SPELLMlZoNI: Staria del Ri:rorflimento
prusiano o fas normas tradicionaJes sobre deslinde de tierras eran muy
,,~ t8 superiores a las inncwaciones francesas. En la atmósfera de hostilidad
R. Rossum: (Esterreichs Kampf um
Deut.rchlands Befreiung (1805-1815),
e deU'unitd d'Italia, t. I (1748-1821).
Milán, 1933.
,1
que la rodea, fa refunna agraria de modelo napoieónico no progresa. 2 t. Hamburgo, 1940. A. Fuonm:: Napoléan et I'ltalie. Pa-
~· A. RoBBRT: L'1dée nationale aufrichíen- rfs, 1947.
ne et les Guerres de Napolécm. Pa- A. PJNGAUD: Le Premier Royaume d'Ita-
~
) El París de Na:¡J{)lleón noo o<frece indudablemente el símbolo de lo
~ ris, 1933. lle, 5 artículos en Rtn>ue des Etudes
que 1a unificación :ii'nperia!l tuvo de inacabado, pe.ro también de sus rea-
~ ,-_A lizaciones efectivas y de su grandiosa concepción. París, capita:l de Eu-
W. C. LANoSAM: Tlu: Napoleonir: Wars
and German Natianalism in Austria.
napoléo11iennes, 1923-1925; 14 artfcu-
los en Revue d"Hfstoire dfplomatique,
¡¡ ·::.;-;..~

ropa, debía, según el pensamiento de su señor, brillar con todas las Nueva York, 1930. 1926-1934.
(0 glorias eurapeas a un tiempo. En .cuanto a magniiícencias artísticas, ya H. ffiMMER: <Esterreichs Propaganda
zum Feldzug 1809. Municb, 1935.
A. VAI.ENIE: Murat e l'Italia meritliona-
{ le. Turín, 1941. ·
Ver=t-OS cómo afluyeron a sus museos fas obras maestras de España,
1 <2J de r.talia y de Alemanja. Si de grandeza del pasado se trata. "en un solo
P. RA.ssow: Die Wirku11g der Erhebung S. AsB:ENAZY: Le Prince Joseph Ponia·
Spanirns a¡if die deutsche Erhebrmg ge- towsky. París, 1921.

'~
cuerpo de arohivos" fueron reunidos los más venerables docmnentos gen .. Napoleon 1, en Historische Zeit- R. GRINW.ASBR: Le Code Napoléon dans
¡.f
schrift, 1943. le Grand-Duché de Var.rovie en Revue
históricos deil Sacro Imperio., · de Simancas y dt:Jl papado. Su prestigio J. ~m: Wien irn Zeitalter Napaleims. des Etudes napoléoniennes, '1917.
polfüco resalta ·en Jas, frecuentes visitas de soberanos. 'Tuisten circuns- Viena, 1940. F. PRAT: Napoleone e FOriente, 1945.
if t!.ancia'S-dice Napodeón en 1806-en fas que pueden reunirse doce re· H. HAusHl!R: Der Kampf um die D11rch· G. CAssr: Les Populations j11líermes-
r:f yes." El decorado monumental fue concebido de acuerdo con esta fun- führung des Til'IJiter Friedens (1807- · illyriennes (1806-1814), en Revue des
¡i 1.808). Hamb?I'g?, 1936. Études napoléa11iennes, 1930.
ción de capitail del continente ; y se erigió una nueva Roma, con templos, Die Rearganrsatzon des Preussischen N. loRGA: Penseurs révalutionrraires rou-
arcos de triunfo, colllillilJls conmemorativas y proiacios. El tema centra1 Staates unter Stein. und Hardenberg, en • main:r de 1804 a 1830 en .Revne histo-
de gloria y de victoria .inspiró lf:odas Jps artes, inclusá fas má8 :frágiles y Publikationen- aus den Preus.Yischen 1 rique du Sµd-&t eur;,pée11, 1934.
delicadas: 1a :Porcelana y el biscuit de sevi:es se :realizamn. OO. compo-

f,,
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~fr
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siciones amplias, eiitudiadas y 'Severas. Austev:Litz, por ejemplo. dia ori-
gen a to<lo un .juego de conjunto: jarrón de Austerlitz y mesa de los
mariscales ejecutada por Sevres, glorifioa'CiO'Iles pictóricas, como ia de
' Gerard, que decoró eil Consejo de Estarlo, Arco deil Cairrousel, cuyos
cfilúentos pusieron en 1_806 Pe.rcier y Fontaine, coilumna en bronce del
Gran Ejército, inau,,,onrada i7l día de San Napoleón de 1810. Pero al caer
el régimen, el a:i;co de la Estrella, el templo de Ja Gloria, cien proyectos
/1
más de prestigio o de utilidad quedaiban inacll!bados, como inacabada
quedó la transformación política y sociai/, por medio de fa cua!l Napo-
león hubiera querido imprimir a Europa su sello revolucionario e im-
~rial.
1
~

1
JA.-VUELTA A LOS EQU!LIDRIOS 1037

pués. lo~ utensilios nava:les: madera, hierro. lienzos para velas, cáñamo.
estopa, rordeler:ía. También ocupaban buen lugax eil. .sebo, el lino y las
pides. Ahora bien: a quien más le :interesaba este comercio de eX:por-
CAPITULO IX taci<Sn era a la allita. nobleza. ,A partir del filg!lo xvru, sus dominios,
1
sobre todo fos grnndes, se. orientaban hacia la producción industrial y
VUELTA A LOS EQU!!JLm:ruos más aún hacia la producción agrícola especia:Iizada con miras a la ex-
portación. El bloqueo trajo consigo J.a baratura. El sisrema de licencias,
que daba ventaja a [os negocios franceses :ii:tcluso denl!ro de il.os puer·
L LA VICTORIA RUSA (1812) tos rusos, cootribuyó a aumentar el descontento. Rumiantzov se !imi-
taiba. a declarar a los ministros de los Bstados ; Unidas : "En materia de
A.raíz de Tilsit. Afojandro. con la a:fogría de esta solución inespertuln eomercip, N!llpdleón ea 1in chiflado." Perq la nobleza protestaba a voz
que anulaba la derrq/;a.. conquistado personailment¡:¡ por su antiguo ad· M grito contra "la esc]a;vitud de¡ Tilsit".
versario y seducido por las nuevas perspectivas de la alianza. francesa, se Napoleón no se compadecía demasiado de ,1-0s mailes de sus aliados,
entn}gó con entusiasnl(} a una tarea de occidenta.lización. Su níi:nistro pues estaiba convencido de que se de&qUitaban con cil. contrabando. Les
Spocanski dirigió fas ·reformas. Se introdujo en la administración eil sis· inculpaba la mayor parte del :inmenso tráfico que se realizaba en el
tema de solección. por medio de exámenes ; se reemplazó p<>r Iiüniste- Bál.tico con .el apoyo de las :fragatas inglesas; aunque en realidad era
rios ila organización coleg:i!rl, y se creó un Conseje> consultivo del imperio. casi todo sueco. Naipoleón pensó hace.rilo desarrollando sus intercambios
Pero, en conjunto. líi· nobleza rusa se mcooaba en dirección toWme.nte directos con Francia.. a cuyo fin se propoo.fa comprarles en giran cantidad
opuesta. Más sensible que el zar a la derrota de 1807, inquieta sobre material para la marina que esta:ba rnformandp, ofret.iéndoles, en. carn-
todo por el gir& social que amenazaban. tomar las reformas, y a[[annada .bio. vinos, paños, sedas y artfcuilos de :lujo. :Pero la crisis del cambiio
por el ejemplo de PrtiS,ia. que estaba emancipando a sus siervos, reaccionó ruso coroplicwba Ja operación; el rublo, al que perjudicaban la inflación
vigorosamente contm·i:la ocriidentaliza.oión. En la nobleza rusa Si' des- y la detención de las ex:porliacioneis, no yalfa ya más que el 45 por 100;
pertaba eil patriotIBmo a la antigua. Si comprobaba profundas clli'eren· de su va'lor a la prur. Se pensó en instalar en Parfs una oficina de
cías entre Europa y Rusia, fo hacía s1n e:xiperimentar humillación ailguna, compensación, en practicar el intercambio y en centrailizar toda el co-
y no se avergonzaba de considerarse indiferente a fa ci~ión occi-
moccio en una fll'Ct-Oria deil Nvrte. Todo en vano: ed. mercado francés
dental "Peca.roo:¡ por exceso de hmniildad en lo que atañe .a n'llestra
no podía alivia¡ i!a econom.fa rusa. y las quejas de la n~bileza moocovita
dignidad nacfonm", ·había escrito ya Karamzin en 1802. El centro de
esta reacción fue Moscú. aa 811!1igua capital tradicionalista y patriota,
conitra la alianza. no se calmaron. . .
revoltooa y bastante libre <le expresión, envidiosa. además de su joven Una brusca medida del emperador vino a hacer aún más tensas las
rival San Petersburgo. A oídos del zar llegaban, sin paliativos, estas relaoiones con San Petewburgo. Las exigencias deil bloqueo le indu-
voces ; nada más claro que ila M emaría sabre la /111tigua y la nueva Ru- jeron, el 13 de diciembre de 1810, a anexio=se el litoral ademán dei
sia que Karamzin le dirigió en 1811. En la nobleza influían el Merrsajera mar del Norte. Af hacarfo ocupaba-y así lo confirmó por decreto el 22
Ruso de G~ y Pensamientos en voz alta sobre In escalirrata raja de de febrera de 1811-el principado de Oldenburgo, perteneciente al
Rostopchin. E&te patriotismo conservador, xenófobo y a veces fanfa· cuñado de Alejandro-, y que ha:bía sido creado por los tratnrlos de 1766
rrón, levantaba el ÍJ:Th.perio de la santa Rusia con.tra el que acababa de. y 1773 y garantizadO' por el artfculo 12 de TJlsit. El zar protestó ante
elevarse en Occidente. todas las cortes: "¿Qué vaJor tienen las llilianzas si no se observan los
Si los nobles reclliizaban de este modo la amistad francesa, se debía, tratados en que se fundan?" A1 mismo tiem![JO iba :fraguan<lo la réplica.
en parte, a que le~¡ disgiustaba extraordinaciamen.te las consecuencias que fue inmediata: el 31 de diciembre de 1810, tomando comCY pretexto
económicas que ésta :traía consigo. Bl bloqueo los arruinaba. Lo más Ja caída 'del rublo, prohibió iprácticamente la entrada por tierra de mer-
fuerte del comercio exterior ruso se hacía por mar; en 1805. los puer· cancías. e8pecia!lmente de !las sedas, y abrió sus puertos a los neutrales.
tos habían registrado 4.491 entradas y 2.125 sailidas. Entre estos barcos. Una inmensa parte de Europa se evadía del Sistema.
el pabellón inglés ocupaba ei primer puesto: 961 de 3.720 en. 1~1 afio
1802. El cOlilercio por tierra se efectuaba, en su mayor parte, con la ·'
En el interés que demo91:raba por fa venc:¡ida Prusia, se veía qu~
Euro.pa cenl:ncl, a .la que, en 1802, vendió Rusia por vaoJ.or de cuatro
milloneis y medio de rublos. El primer lugar de l.<?.s exportaoianes fo Aleja:ndro no consideraba imposible un nuevo co~cto ~on Franci.~ -
ocurpll!ba e>l trigo, que salía poc el Báiltico y. l'.1mbién. por Odesa; des- Sin embargo, aunque ]a amistad del zar con la rema Luisa se enfrio
10~6
1038 TOMO f.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEON!CO IX.-,-VUELTA A LO~ EQUILIBRIOS 1 1039
L
mucho después de Ti'.lsit. en la prot:ección qrue dis:peusaba a su antigua taba~ 50 millon:s. Se trabajaba eu las fortaleiSs, parti.Oll!lannente en
aliada se discernía una parte de fidelidad sentimental. Claro es que tam- M~dJin, q~e domwaba ei Vísmla y el Nairew. Además se hizo de todo el
bién se patentizaba así ese !instinto de ¡progresión hacia Occidente que prus un gigantesco ~cén de. víveres, pues era preciso que, en caso
la diplO!l1lacia rusa ailentaba wladamente. Pero-, además, Alejandro se de guerra,_~~ prOVlSl!Ones, llilldas a Jas de Prusia. pudiesen mantener
daba cuenta de la ve.o.taja estratégfoa que, en caso de guerra- con Jos , al. gran. e::.ierc1to durante toda la oonce.ntración, prov<:erlo de viveres
francesos, le podía prapo:rcionaa:· el apoyo de Federico Guillermo. Una para veinte días curu;i<l~ llegase e_I momento de su partida y formar Jos
Prusia aliada o sencillamente neutrail, que aislase del gran ejército al convayes que ~e envianan a 1:lmaa. ~esde fines de 18ll y, s-obre todo,
ducado de Varnovia, hubiera permitido a los rusos apod«arse rápi- cuando en wbru de 1812 llego Jerórumo a Varsov:ia como jefe del aila
der~a del ej~to-,. se rea.lizó un refue.rzo fmproho.
da.mente del dep6sitq de armamento que Napaleón estaba formando
en Polonia, y avanzar. siguiendo el curso dcl. Odei-, y a'CaSo también dei
Elba. Por tan(o; era ca.nvenien<te ccmseguír que Napoleón eva'Cuase Pru-
1 Aun yreve~a Afe1andro otro IJJelimro que procedía de Vrursovia. Sabía
que su :mpen_o esta!x'- ll!llenaz.ado :por fum:ias disyuntivas muy pode-
rosas. ~lllandia, recientemente anexmnada, podía causar serias inquie- 1
sia, además de que esta cuestión se relacionaba también con el pago
tudes s1 Jos suecos volvían a ocuparse de ella.. Rusia había intentado
de la indemnización de guerra que Berlfn no había abanado aún.
El zar no cejaba en sus :instancias a su aliado; pero Napoleón, que
se daba petlecta cuenta de fu. importancia militar dei fa Alemania cen-
con?™a_;rse. a la población creando un giran ducado de Fill'.landia, dotado
de mstituciones bastante !liberales, pero de todos modos Ja integrnción i
¡
trail y ariental frente a .Rusia· y Austria, respondía que no abandonaría no. era ~uy ~e. También U~. si a!lgún <lfu veía eJl imperio en
Prusia nrient;ras J.os rosos no se .refuasen de Moldavia-VaJaquia. "Si yo peligro, mtell:.itar.ía taJ v_ez 'U1la ·secesión. Napoleón, bien informado de
evaouara las P'lazas dei Oder-argumentruba en ·Erfurt-, tendríais vos· 1 i:stas tend~c.taS s.eparattstas, estaba. <;Iispues!o a explotarlas. Pero el pe-
-ligro má:xfu;io :resuifa .en las tendencias anÍl!ITUSas de gran cantidad de
otros que evacuar las del Danubio ... Por tanto, Ja ocupru:;ión que me
e~emento:i li~os, acentuado ~esde 1807 por fa resurrección de Palo-
interesa es más bien en provecho. vuestro que en el mfo... " .Afejandro ma. Lo lIDlllll.ente que Je parecra. al zar esa amenaza se comprende por
consiguió algunos paliativos de orden :ffinanciero. La deuda prusiana de la QlJ1lpaíía de :Propaganda que, desde fines de 1809, realizó en Vilna
guerra., que el convenio de Ktinisherg había fijado el 12 de julio de con objeto de a;raerse ª. ~os Jituanos con promesas y dádi'W!S.. Se llegó
1807 en 154 m11lones, fue reducida a 140 por el de París cl 17 de sep- a conceder reba1as y facilidades de pago en cuestión de impuestos. Un
tiembre de 1808, :pagaderos mitad en metáilico o en. sólidas letras de
cambio, mitad por cédulas territoriales h~poteca.rias con privilegio· sobre
el patrimonio· tle ila corona. Por último, mediante conciliaciones llevadas
1 nobl~ d~ V:tlJ;m, el _conde Ogi:nski. elaboró un proy~a. :imitado de Ja
C0n_i3titución finlandesa, para .cre,ar un gran ducado de Lituania que go-
zaru: de _verdadera autonomía dentro d{]l marco del imperio. con sw;
a cabo en Erfurt el 14 de -Octubre y en Berlín eil 5 de noviembre de funcionarios Y sus. ~eYe:1· Se habló -de emancipar a }os siervos, siempre
1808, dicha. deuda quedó reducida a .120 millones. En 1811. Níijialeón respetando sus pr.ivilcgms a la nobleza.. Durante su Jaa:ga estancia en
aceptó como prestaciDnes en especie las mexca:ncías in~e:ias confiscadas. Vtlna., en abril de 1812, Alejandro puso en juego todo su atractivo
Pero, en cuanto a 1a evai:ua.ción, aunque los acontecimientos de España personail para concfiliarse a Ja aristooracia.
le obligaron a ordenarla, conservó en su poder, por el CO'!l".'enio del 8 La cuestión de. Oriente, como la de Polonia, mtroducfu. en 1a alianza !
1
de septiembre de 1808, las fortalezas de Stettin, Custrin y Gloga.u. Con franco-rusa Ja acntud y Ja desconfianza. Alejandm continuaba s.intién-
sus 10.000 hombres de guarnición, .rodeadas de atJ1'1?1ias _zonas desmi- dooe atraído por .h!. tradición_ ~resentada por Rmníantzov y que ci- 1
litarizadas y elJ!lazrudas por· carreteras e11traté(9icas, estas posiciones .man- fmba en Constantinopla el objetivo de Ja santa Rooia. Pero, además, en 1

tenían sólidamente la línea del Oder. Por lo demás. el ejército prru;ia:no aquel ter.reno. resailtaba el aspecto más delicado de fa rivalidad pemo-
se veía reducido a 42.000 hombres. · nail que oponía sn vanidad a da grandeza de Naipdleón. · Precisamente
Más initante aún para Alejandro era el apoyo que su aliado obtenía alli f'.3 dond~ quería no serle ~erior en nada. y donde, reunidos eil amor
del gran ducado de Varsovia. Ya había visto con muy poro agrado el pr~p10 y el mterés, hai~fa dec~d~do compensar pm un avance suyo cuail- ./11
engrandecimienta que ail nuevo estado le va'lió ·en 1809 on ·pairticipación q111er avance que _su aliado !lliic1era en cualquier otro punto deil mundu. ¡¡
en la guerra contra Austria, consiistente en aquella Ga!litzia occidental En. tOO.:S. ilas cuestiones n:~J~ba el problema. .turco" lo que no coiltribu:ía ,,i ~
con la cual reunía. cuatro millones .,de habitantes. Desde entonces. Na- a 'S:znpliftcarfo. Desde P°;fic1pms de 1808 no dia Napoleón un solo paso ¡¡
poleón hizo de Polonia una base militar. Empezó por introducir en ella hacia adelante en E~a. Fortugat España, Roma o Alemania que
i
fusiles-,PDT Sajonia y díscretamente-eon el fin de "1'1!má'Cenar una re- no provcrca;;e una petJ.'ClOD de equivalentes par parte de su a:Jiado. Al
serva de 200.000 a 300.000 armas paira Jas guardias naciona:les y los zar le hubiera d?lido muoh~ menos que se le negara CQnstantinopJa
campes.inos. En 1811, el ejército contaba .con 60.000 hombres, que cos- cuando se le nego en 1808. s1 el Emperador no hubiese tomado R(}ma.

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1040 TOMO I.-RÉVOLUCIOM FRANCESA. E IM!i'ERIO Nf\POLliONICO

Para Napoleón. Jas'. cuestiones orientales representaban m buen me- Cua;:;do los dos imperialismos continentales sentían próxima la mp-
dio para asegu.rarse a Rusia. En Tilsit, h.iza promesas a e~te respecto, tura,. qmedaban aún tres potencias a las que podían colJlprarneter en
que fueron registradas en el artículo 2 del 0:·21.tado: si la Sublime Puerta la C01ltielilla.
1
rechazaba. la mediación francesa, no se fo dejarla en Eun:pa más que Desde que Bemadorte .dirigía la política sueca, sus . reilaciones con
Const.antinapla y Rumeil.ia. En febrera de 1808, cwmdo Alejandro em- Napoleón se habían agriado. No cabe duda de que se trataba de una
l; pezó a reclamar sus equiwdemes, el emperador, que deseaba conser.var cuestión persomcl, por no avenirse el bem:nés a ser" nn ""p-reifecto co·
L
i'Q 13-8 manos libíí:s 0.l empezar loo asuntos de España, intentó desviar su r<mado" y aJardear demasiado de su independencia.. Pero de una cues-
J;''~ a:tención con vastos proyectos sobre Cowtan.tinopla, el Bufrates y la tión diplomática.· también, ya que Bernadotte se proponía compensar
í• India. Pero el zar, muy positivo-, reclamó los estreohos y, en octubre. la pérdida de '.Finfandia quitando Noruega a Dinamarca, y Napole-On
( en Erfurt, Bonaparte se vio obligado a hac~ una com.:esión pur Ia
cual Alejandro se quedaba coo los principados del Danubío-, que, de 1 no podía consentir que se despojase de ese. modo al Vllllioso aliado que
dominaba el ac=o aJ. Báltico. Cuando ·SU if:ensión con Francia se con-
acu~o con ol amús.ticio de Slobodzié, hubiera debido- evacuar. Na- firmó, el zar Júzo proposiciones a Bstocolmo. Así, pues, Suecia se en~
p01león, que hmbfa envti.ado a un técnico sabre el tooreno para a.preciar contra.Iba una vez más cogida por la tenaza anf'jlo-rusa, por las presio-
el valo:r del regafo que, iba.. ia hacer, pensó ~rue su contrim:ante quedaría nes militares y económix::as conjugarlas. Afejandro encontró buenas dis-
satisfecho para 'IIIla ~efnporada, pero no füe así; y, en abril dEi 1809, posiciones y supo explotar la indignación de Bernadotte, cuando, en
aprovechando que su alí.ado estaba entendiéndo.setla.s con Austria, AJ~­ enero de 1812, Napoleón hizo ocupar Ja Pomorania sueca, con el fin
jandro reanudó 1as ihostilidad<:G contra los tun:os. de ref.ornur el bloqueo; y consiguió fácilmente llegar a un tratado (9 de
Mienkas tamo, eil Bmpei.radox maniobraba en Oriente por su cüenta. ahcil de 1812). Rusia daba mm:ho: 35.000 hombres destinados a con-
En aquellas regio-nes encontraba ailgunas de sus mejores armas contra quistar Noruega. :pero, en cambio, ha:bía puesto- a San Pete:mbmgo al
los ingleses. Allí !los cruceros británicas perdían parte de su eficacia, el abrigo de un ataque de flanco. Bmnadotte- se ponía deil lado de los mos-
algodón de Asü.a Menor pasaba a ·Salónica para ir a Iai fábricas fran- coVlitas; y este hecho en un hombre que debía ct>noceir bien eil. verdadero
cesas, y Ja naveigación en el mar Negro ofirecía pocas dificu;ttades. Para va;Jor de la fuerza napoleónica, da mucho que {Jensrur, aunque· en parte
amenazar a Egipto-, y kas Egipto a la India. NaPoleón poseía bases se debiera a la pasión y al temor. ·
exceilentes, como Tareii.to, Cattaro y las :iEilas Jónicas, adquiridas en Por su parto, Napoleón se 4':lbía asegurado fa aJianza. de Prusia.
Tilsit. De estas, los ingleses pudieron quitarle la mayor parte; pero,
gracias a fos inmensos esfuerzos que se· llevaron a caibo- para proveer y
1 Federico Guillermo intentó defenderse. per-0 los "llamamientos que diri-
gía a San Petersbll!"go y a Viena na obtenían respuesta concreta. ¿Re-
abasteceir a Corfú, el águila imperiail" resistió en e:."ia isla hasta. el último sistir? Gne.ísenau proponía un. •lewantami.ento nacional, pera al margen
ffi{)lilento. Vordad es que entre los puntos de itpoyo nwporleónicos fal- de este proyecto el rey se .,fu:rliitó a es.crrbir: "Corno poesía, está bien."
taron siempre los puertos de Sicilia. rpues solo- una vez se trató de pasar Davaat y Poriiatowski estaban a fas puertas, dispuestos a ia ejecución
el estrecho de Míesina;y fue sin convicción. Pero, desde 1807 hasta 1812, militar. Bl 24 de febrero de 1812, in articulo mortis, Prusia cedió .por
}a escuadra de Tol&n no- tuvo momento de respirn, y se recogió cuida- fin y concertó una ailianza afensiva y defensiva. pra.merió 20.000 hom-
dosamente toda clase de informaciones referentes a aquellas partes de bres. que se inco:rporarian rul gran ejército, admitió la ocupación del
Turquía en !las qoo se •tenían puestos iloo ojos para el día del reparto.
Inglaterra protestaba. El 5 de enero de 1809, había heoho la paz con
1 reino por los !franoeses, se comprometió a enormes aprov:isiOI1Jl11Jientos
de vfveres, convoyes y municiones, y aceptó .qm' las requisas fuesen pa-
los turcos ; y ali-0ra que se da:OO. cuenta de que el zar podía .venirse gadas en bonos va:Iederos a descontar de la contribución. de guerra que
a su campo, intenl:a'ba alivtiarle de la guerra lenta y !l!brumarlor.a que: en 1 aún debía. ,
el Danubio reñía con la Media Luna. DUTante mwilio tiempo, fas ten- En cuanto a Austria, casi supo contenta;r a los dos a:dve:rsarios a
tativas de a.cB.rcamiento continuaron siendo jnútiles, porque ol orgullo la vez. Con Na:poleón fumó, cl 14 de ma:rzo. ere 1812, el tratarlo de
i y la energía' de Mahmud no se doblegaban, ya que veía muy bien el París. Daba poco : un contingente de 30.000 hombres. Peiro TI(} recibía
l objeto de mediación tan amistosa. Por fin. el hábil Stratfürd Canning, 1 nada: ita perspec>tiva de reCll'.Perrur Iliria.:. en el caso de que algún día
revelando a 1a S'Ubllihe Puerta que Austria estruba dispuesta a unirse la Ga:litzia austríaca fuese concedida a Polonia; -además-y esto iba
r a los moscovitas, la d~cidió a la paz. El 28 de illl!l!yo de 1812, el tratado diirigido contra Ja:s ambiciones rusas-una garantía de fa integridad del
de Bucarest adelantóc;fa frontera rusa desde el Dniester hasta el Pruth. · imperio otomano. Aunque estas oláusulas eran muy moderadas, <"l caso
1: El sultán calroó sus odios haciendo decapitar a su pri..ncipal negociador; " es que Metterni'oh tenia. un pfo eu el campo :fu:ancés. Para tener el otro
pero Napoleón se enteró, estupefacto y furioso, tle que ya no podía wn.- en el lado ruso envió a Lebz-eltern. al zar, con el fin de convencer a este
tar con la diversión ti.µ:"ca. de las simpat:fas qu~ese a las apa:r:.i-encias-'-su Maje51tad apostólica
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1042 l"OMO I.-RF.VOLUCION l'lL\NCESA. E IMPERIO ·NAPOLEONICO lX.-VUELTA A LOS :EQUILIBRIOS 1043
f seguía teniendo por -la justa causa. Después de haber escuchado furiosos ruso, en r.ealizaoión de un bárbaro "plan escita"? En todo caso, fue tam-
reproches, Lebzeltern consiguió hacerse oír. y fue con.venido que la bién la venganza. desespemda de los campesinos. que huían ante unas.
guerra austro-rusa sería llevada. como en 1809, fo más blandamente que· tropas a las que el ~bre convertía en saJvajes. Aquellos soldados,
fuera pos1hle. . que apenas se alimentaban. sucumbieron pronto al cansancio. En aque-
Con buena part:e de Europa a su lado-, Napo!J.eón pudo- presentarse llas llanuras :infinitas, [as marchas eran superiores .a las fuexzas humanas,
como adalid de la civifu:ación. La tesis oficial fue 1la lucha con los tanto más cuanto que se aceilemban las etapas para tratar de :ilcanzar
"bán:baros del norte", contra 1)1 salvajismo de: :la estepa que amenazaba a un adversario que, por instinto más que por plan preconcebido, se.,:
la cultura europea. La guerra de los occidentales mantendría un. carácter retiraba continuamente. Cuando, por fin. el 7 de septiembre de 1812~
civ.ilizado. El emperador renunciaba al arma temible -que, una vez en- K:ntusof hizo frente en. el iMoskowa, fue tan duro el asalto de aquellas
trado en Rusia, tendría entre sus manos ; al arma social, la .insurrección empailizada.s defendidas por a.rtille:ros e infantes, obstinados, que se pro-
de loo siervos. Con -esto tráuquilizaba a las cortes y también a la noble- dujeron· hecatombes nunca vistas. Una vez· tomado Moscú, el descanso,
za rusa. "Haré Ua. guerra a Alejandro con a.muas nobles, con ·2.000 ca-· intelTllIIlpido par el incendio de ]a ciud!ad, !fue demasiado breve para.
ñones y 500.000 soldados, sin insurrección alguna." permitir 'UD.a recupera.ci6n fisiológica. ruficiente. Cuando. et 19 de octu-
El l.º de junio de 1812, cuando Alejandro obtuvo la seguridad de bre de 1812, se inició la gran retirada, no se contaba más que con
que Austria solo- se comprometía por salvar las apariencias, Napoleón 100.000 verdaderos cOIJ.J!batientes. · -
se disponía a pasar la frontera. El casus belli directo era el ultimátum El .inv;ierno- acabó con fll ejército. El calzado estaba deshecho, y
mediante el cual, el 8 de abril, Rusia había conminado al emperador tenían que camilla.r sobre la nieve y la escaircha o entre el barro de los
a ocetirar sus tropas hacia detrás del Blba, conmánación a ·la que Napo- deshielos; los uniformoo estaban des-1ñnados a una campaña de verano.

1 león ni siquiesra había contestad-o. En readidad, desde aquel abril de 1811


en que se había- enterado por Poniatowskí de que los rusos se prepa-
raban a atacarle par sorpresa, eil duelo de ambos imperios estaba ;ya
y en fos vivaques hacía una temperatura de 25 grados bajo cero; el ali-
mento se reducía a ca.me oo caballo; los <:a.mpemnos rusos no cesaban
de hostilizar. Af Ilegar de .regreso a Afemani.a. en diciembre, del cuerpo
decidido "en la me:nte de Naipoleón. Desde aquel momento, Ja guerra ita.fumo, por tjemplo, que .aD. ponerse en campaña contaba 27.000 hom-
de notas diplomáticas y de espías no haobfa cesado, y ·en el ministerio bres, .se presentaron a .lista 223 'Sllpervivientes....
de Re:Iacfones Exteriores. Maret, sucesor de Cb.amtragny, no- hada nada Se había. invertido de repente el equiklnio ·de fas fuerzas europeas,
para frenarla. El 24 de junio de 1812. -las primeras colu.mnas imperiales y la potencia mifüar caanbfaba de campo.
cruza.ron eil Niemen.
El ejército de las veinte naciones, cl de los doce idiomas-como
decían los rusos--qne· Napoleón. había concentrado en Polonia, contaba, . H. JLIBERACTON GERMAN!!CA (1813)
675.000 hombres y 1.350 cañones. Con fos wfuerzos ulteriores, fueron
620.000 J.os hombres que penetraron efectivamente en Rusia. Seis meses El triunfo de Rusia era tota'.l. Sus 100.000 ó 200.000 muertos de-
después .solo voly.ieron 100.000, y muchos de ellos tan agotados que no bilitaban poco al imperio. Contrariamente a los temores d-e los noble,s,
tardaron en :mÓrir. De Ja artillería, de Ia.s carruajes y de los. caballos la .inviasión no había perturbado su estructura social; en fa misma Li-
no se encOI;J.tró. nad.i.. Las pérdidas de oficialidad eran irreparables. tuania, Napoleón, corubido por sus promesas, no se atrevió a dirigir a
La caTISa deil desastre no fue el fuego del enemigo. Nadie negaba que los siervos un llamamiento general a la libertad. Además, un profundo
los ejércitos del zar habían mejorado mucho- desde· 1807, pero- en con- sentimiento religioso, xenófobo y en cierlo modo nacionru1, haibfa gaJ-
junto sólo la quinta parte de ilas pérdidas napoleónicas se debieron a vanizado al pueblo. El zar ihabía demostrado en fa prueba su valor,
bat.allas o escaramuzas, y todas las demás al hambre, a la fatiga y al hasta -entonces paco apreciado; vacilante e in~uso enfeiiIIlo ailgunas ve-
frío. Desde que eil ejército entró -en Rusia, faQtaron fos vívm;s. El abas- ces, rechazó todas las proposiciones enemigas ;·::militanmmte, él fue quien
tecimiento de partida había sido inferior a Io previsto. porque Napoleón planeó Ja magnífica maniobra de tena.za que; .estuvo a punto de .darle
quiso -Organizarlo sin más recursos que 1os de PJ:IISia y Polonia. Ciar-o la victoria en -el Beresina. Europa se volvía haoia él. En noviembre de
está que fu. cosecha no se ha:bía i"ecogido aún, eil país estaba ya agotado, 1812, Stein le .pidió que liberase a Alemania., , que eliminase a ros prÍn-
los caminos eran ma'lüs. la dirección. fusuficien.te (sobre todo la de fo.. cipes -vasallos de Naipaleón y que constiituyera un EsmdCl' unitario. B1
rónimo), los ánimos hostiles en Prusia, la opinión. cansada e incluso nuevo canciller, Car.los de Nesselr-0de, de extracción renruna y muy anti-
huidiza en Polonia; todo ·contribuyó a trastorrnur los cáJ.culo-s de la in- francés, animaba al zar a. continuar. Alejandro se vio liberando glo-
tendenda. Una vez pasada la frontera. todos los recursos ·que se ha- riosamente a los pueblos, regentando fa Europa centrad y adjudicándose
llaban estaban destruidos. ¿Se trataba de una orden del- Estada Mayor Polonia. A pesar de los corrsejo-s de Kutuso{ y de los antioccidentales,
1044' TOMO L-:RI!VOLUCION FRANCESA E IMl'ER!O NAPOI.EONICO IX.-VUBLTA A LOS EQUILIBRIOS

qne vacilaban en adentrarse en aquella extro:.ña y pérfida Europa. me- cortes tenía lugar entre .partidarios y enemigos de Fnmoia como, por
tió sus tropas en Alemania, en un frente de extensión inusitada. ejemplo. en Baviera, entre Montgelas y el príncipe Luis. Por ú1tímo,
d Loo países germánicos, en pleno desconcierta, podxían .haber repe- / l:aSÍ todos los -confederadas del Rin enviaron a Napdleón los contin-
tido con SchWM?.enberg: "¡Cuán pesada es la caída de un gran hombre J" gentes que erigía. El levantamiento de Alemania se redujo, práctica-
:¡il Tan honda era ila creencia en fil inv.ancibilidad di;:: Napoleón, que se 1 mente. a las provincias prusianas y a ailgunas regiones al:sladas, como
1 mdó mucho tiempo en comprender fa extensión del desastre francéll. Hamburgo. cuando los cosacos hlcieron una breve irrupción.
1
Ca:s.i todo el mundo se burlaba del primer mensajero ruso que: llevó La docilidad d1' los corifederátlos se explica mando se cansidera
la noticia a Viena. Metternich no se rindió a la evidencia hasta mediados· la rapidez mágica con qne Na:poleón .reconstruyó su ejéxciro. Que: fuese
de diciembre de 1812, y, aun entonces, él y con él gran cantidad de ale- menos resratente o estuviese menos preparado es cosa que sola se com-
manes, conñinuaron 'temiendo hasta eil último momento el myo que ed probó después, pero-· los hombres afluían a él De septiembre de 1812 a
' ddos de la guerra ha!bria de enriar para res.tablecer repentinamente su .a'f?rlI de 1813 fueron :llamados a filas 630.000: quintas adelantadas y de re-
''
~· ' poder. Esre tea:noc explica muchas situaciones ambiguas. serva, guardias nacionales pasados a servicio activo, guardias de honor, etc.
En Prusia, fos ánimos tomaroo 'las direcciones más diversas. Un En total se incorporaron 540.000. Con los supervivientes de Rusia,
aristócrata de alta cuna, Johann Yorck. adversario de las reformas y las tropas de España y de doscientas a doscientos cincuenta mil aJiados,
fa.náitlco monárquico. fue el primera en cometer un acto de indis- se pa:saba del millón. Prusia, que solo disponía de 56.000 saldados, mo-
ciplina ailtamento siignificativo: e>l 3H de 'diciembre de 1812. en Tau- vilizó a sus reservistas, fos Krümper, que fuer{JIIl instnúdos precipitada-
rnggc, retiró de la lucha el cuerpo auxiliar que traía de Rusia. En 1a mente. Sohaml:mmt, :reallizando por fin sus sueños de una nación armada,
Prusia oriental invadida, Stein organizó en nombre del zar el gobierno creó una landwehr de 120.000 fusiles. formada. por hombres de ilie-
provisional. El ¡peligro :& semtjante. preponderancia rusa :resultaba evi- cisiete a cuarenta años, agrupados en brigad,'JE regionales, y luego una
dente, pero a la mayoría de los patriotas prusiana& les importaba poco. lmt&turm no armada, para las tareas de retaguardia. Los cazadores vo-
Eron ronchas ya los que se .resignaban ·a abandonar a los moscovitas luntru;ios, jóveues y entub1iastas, proporcionaban fa oficialidad. Los pru-
aquellas tierras polacas' que amenazaban esilavizar ail reino. Lo esen- sianos se batier-Oil rabiosamente y con hB!bilidad también: "Esos ani~
cial era exaltar a loo ge:rmanos y provocar, a estilo romántico, un gran males han aprendido algo", reconoció Napoleón. Pero derrotados en
impulso· liberador. "Est una cruzada, es una guenra santa". o:laniaba Lützen y en Bautzen (maya de 1813), recibieron con ailivfo el a.rrrnisticio
Korner. En cambio, Federico Guillt~rmo, amante de su PoJo.uia, fome. que el emperador cometió el err-0r de fumar el 4 de junio, e:n Pleiswitz.
roso de que fuera a ireBµzarse a sus expensas IIrul, súbita reconciliación Las fuerzas parecían equilibrarse. ¿A qué Jado se pondúa Austria?
do los adversarias y un nuevo Tilsi>J:, vacila:ba doilomsarnente. Triunfó
la energía de aos patr.i9tas como Stein, Scharnhorst y Gneisenau. El 27 Mettenrich iba a hacarse más acreedor que llUU\;R a su -apodo de con-
de febrero de 1813 se :l:¡bnó en Kalisch'Ia aliam;a con Rusia, y el 16 de •de dvl Equilibrio. Consideraba a todos sus conmncantes como igualmen-
marzo se declaró ·la gherra a Francia-"Guerra de independencia"-, te antipáticos y sospechosos. Hacia Naipo1eón experimentaba el rencor
proolamó eil rny, a quien no agradaba la expresión "guerra de libertad" del venoido y ol desvío del aristóorata ; .a Prusia fo consa:gra:ba una vieja
que .se había tmlpleado primeramente. y sólida enemistad; a fos patriotas a·lemanes, el rencoroso desprecio que
En el resto dei Alemania, la exrultación patriótica se extendía en se debe a toda revolución: el zar le resultaba altamente inquietante, ipor-
diversos ·grados. En el seno de ;ras universidades se expresó de manera que ocupaba la Galitzia ·austríaca. y aos ingleses Je exasperaban por su
rotunda, pero mientras las de Giessen, Lei:pz:ig y Westfalia · apenas se pertinaz insistencia. Estos sentimientos follllilban con respecto a EurQ'!;>a
movieran. las de Jena y Heidelberg vibraron de entusiasmo. "Aquí es una especie de equilibrio moral. Devolviéndole a Au's1ria sus antiguas
donde se comprendo--dijo un ag¡mte francés-ilo naitural que es la fronteras. se ronsegni:r.fa arlmnás un foliz equilibrio terntoriail, pero era
exaltación en fos profesores a.Iemanes:" Las príncipes vacilaban, pues preciso hacerlo ccm el menor gasto posible, porque el tesora ya no
en principio Afejamlro no eira su enemigo. Stein le echaba en cara el podía. más.
haberse portado ibien eón ellos por razolle\!: dinásticas, con objeto de El primer paso era romper la ailianza francesa, lo que se llevó a
reservar para su familia pos1ble<i enlaces matámonlrules en "fa yegnada cabo, según expresión de Jpbwl<tem. "con haibilidad y discreción". Bl
alemana". El zar estaba de acuerdo con la ma'.Yoria de los patriotas, 30 de enero de 1813, ~l contingente austríaco concertó con los rusos
como por ejempilo Gn~ísenau, dispuestos a combatir po<r "la seguridad el convenio de Ze;Yez. que obligó a Eugenio a retroceder hasta cl Oder.
de los viejos tronoo", tfil:lto romo "por la independencia naciorutl". :Pero Luego, habiendo pedido Napdle6n a su suegro una ayuda suiplementaria,
Alejandro amenazaba eón "el exitenninio que merecen" a los solienJ;nos esta solicitud, que oex-ced1a de Jos límites de la alianza, fue considerada
que permanecieran fieles a Naipoleón. Así, pues, '!la lucila en todas las ¡. crono si la rompiese. Pero ¿hasta dónde convendría llega:r? Desde luego,

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1 ~~ 1046 TOMO L-REVOLUCION fll.ANCESA E lMPEl.UO NAPOLEONICO IX.-VUllLTA A LOS EQUILIBRIOS 1047
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¡ \')
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Mettemich estabá decidido a limarle las g.a.rras ail. yemo- de su amo. y La segunda parte de la guerra aoentuó las características de la pri- 1
pl.aneó :r.q¡eti4as veces ha~ede retr~eder hasta ·el R<in y los Alpes, pero· mera: encarnizamiento en 'las interminables batallas y enCJ>Illies pérdidas
1 (}) por el fuego. "Un buen granadero no duraba se:is meses." Siniestra elo-
J
---·º'
;:0
no llega:ba a· desear la caída. de la dinastía napoleóni-ca. Como decía
José de Maistre, "Austria, que ha entregado a una princesa suya, ahara cuencia la de este dioho de .go[dado que BaJ.zac nos transmite. Los efec- ¡.
que ya ha apurado la vergüenza hasta Jas heces, según la expresión co- tiv.os eran mons1Jruosos. Entre Bautzen y Lcipzig, Nap11león ,i:eclutó
f!) nriente, quisiera, por :lo menos, mantener esa sangre mixta en. el trono 310.000 hombres, y en agosto de 1813, -dispo*, incluyendo los cvnti.u-
11
de F.nmcía. cuya posesión puede resolver .tantas cosas." Pero Napoleón gtmtes aliados, de 550.000 hombres -en filas. Péro su ceservas eran dé-
1
J f)
{;'e'[)
·~- no se pres.raba. a :las ooncesiones. Af principio se lililli.taba a ceder es-
trictamente Iliria y mi trozo de Polonia. "En eil fond-o--dice más ade-
lante--, Austria :ha de pensarlo un poco antes de desenvainar la espada
biles y la fidelidad de :los confederados dudosa. fu.ientras que los afectivos
de sus adversarios, que en agosto eran casi -e(iuivalentes a los suyos,
no cesaban de aumenta<r; Principfilmente hay que contar a Bernadotte.
!)
11
!!
contra mí, pues se da euenta de que, aunque al león se fo )layan h-elado que aplazaba a disgusto ·ia cO'Jlquista de Noruega y buscaba el me-

1 i:)
:!

1
las orejas, -todavía no· esitá muerto." Por tanto, era preciso- hablar más
a:lto y pensar en da fuerza ; para peder aclíivar sus preparativos rniili-
tares, Viena aceleró la inflación, y, eil 14 de abril de 1813, proclamó
dio de vencer a sus antiguos compatriotas sin hacérseles demasiado
odioso, por si acaso :llegaba el día en que le quroiesen por ;:ey. La du-
rísima campaña de otoño demostr.ó lo mucho · que h&bfan perjudicado
su mediación armada.. ' al ejército fram:és las pérdidas de oficialidad ' y caballería que sufrió
,--::-..._
.·l Inglaterra intervino a prop.ósito para enlazar los intereses de Jos en. Rusia. Puso -tll!mbién de manifiesto 1o rápidamente que las tropas
·--"'
contimmtwles. Por influjo dcl príncipe de Gales, proolamado .regente jóvenes sucuml:te.n al cansancio. Después de la victoria de Dresde (27
(febrero de 1812) ahora que el rey estaba decidiidamente loco. los pa- de agosto-), malograda por :las d=otas de sus subordinados. Napoleón
•"""- cifistas wihgs na pudieron hacerse con el poder, por a.a formación (junio) no pudo reunir más que 160.000 hombres oontra 32-0.000, para dar en
~-:~~~ de un gabinete bastante s&lido ;presidido poc Liverpool. polemmta hábil. Leipzig "la batalla. de las naciones". Su derrnta (16-18 de actubre) le
t:S:~ A Guerra. fue Bathurst, administrad-0r eficaz, y en Asuntos ex:teriores costó otros 60.000, y la espll!lltosa rntirada bajo la lluvia, hasta llegar
':.;~;;i
entró Castlereagh, carácter entero. de poderosa y ágil inteligencia, digno al Rin. agotó al ejército. En Renania, el tifus causó 100.000 muer-
2) de Piitt, con q_uien se había forma.do. Cuando los rusos entraron en tos. En total, solo volvieron a ·Francia menos de 200.000 hombres: Sin
Alemania, a I:ngla1terra i!e inquietaron aquellos gmves acantecimientos en hablru: de los muertos y de los desertares, el gran ejérdto dajaba en Ale-
los que ella no ha:bía intervenido, temió que. se hiciera una paz con- mania a 150.000 de los ruyos bloqueados en ias plazas, 100.000 enfer-
tillenta!l a espa[das suyas, y tembló po:r Ha.nnO'Ver. El 14 y el 15 de junio mos en los ho&pitales y 100.000 prisioneros.
de 1813, sir Charles Stewart conferenció en Reichénbach con Prusia La Alemania napoleónica se derrumbó. Los confederados se afanaron
y Rusia, conviniéndose que Inglaterra da.ria un subsidio de dos millones por librarse de sus compromisos. sin perder :Por ollu las Ytmtajas que
de libras y la prom~a de restaurar a Prusia. a cambio de una garantía hablan obtenido a!l conhnelllos. Precisaban negociar con Austria. 1o que
para Hannover. El 27, también en Reichenbach, Rusia, Prusia y Austria tranquiliza:ba poco a MDntgelas, que sa:bfa que- Mettemich tenía buena
firmaron un tratado de alianza redactado par Lebzeltem. La víspera, en memoria. Los tratados que comigui,eron de ella fueron ambiguoo. ga·
Dresde, Meittemich había manifestado a Napoleón lo que le exigían las ranitiza.ndo lo's tc.rr.itorios a. la vez que pr-eveían rectificaciones de fron-
potencias: disolución del l§faJ1 ducado de Varsovia y de fa Confederación teras. Por otro lado, pmnun'Ciaban la disOilución de la confederación
del Rin, restablecimiento de Prusia en sus límites de 1806, e Iliria. para y fijaban los contingentes mi.lita.Tes ; taies fueron .fos -convenios firmados
Austria. El emperador reaccionó furiosamente, y el austríaco había de por Ea.viera, en .Ried, el 8 de octubre de 1813; por Wurtembe.rg, en
1T
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ccmtar con orgullo toda su vida 1a entereza con que le hizo cara. Por últi- Fulda, el 2 de noviembre; por Baden, en Francfort, el 20. Por el tratado
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¡: mo, con'VJnieron en que se celebrm:fa un congreso en Praga, aprovechando Je Fr.ancfort (2 de diciembre) eil H~se elecl'Oral recobró .inmediata-
no
[ el armisticio, el Cllil:l -expiraría hasta el 10 de agosto. Por la cólera de
Alejandro al enterarse" de este aplazamiento se advierte lo desconfiada que
era ti.a :recién nacida coa;lición. Trató a Metternioh de cri.ado de los fu:ance-
mente las pro-vincias que hrubía oedido a Westfallia y a Da-lberg. Las
ciudades hanseáticas y Fmncfort recuperaron sus libertades perdidas. Sí
bien es cierto .que los mediatizados qmldaron frusfu:ados, los antiguos
1
·ses e insinuó que Austria estaJba buscando alguna esca.pato-ria. El congreso ...
1 soberanos volv.ieron en genernl a sus tronos, y más de uno se dedicó
de Praga se celebró, pues, en una atmósfera tensa, en fa que cada uno de inmediatamente a de5truir la obra de modernización napoleónioa. Por
los a;Jiados estaba vigilando a 'los demás, Afortunadamente para ellos, Na- lo dcm:iás, todo esto era un poco pravisiona1, pues quedaban por con-
poíl.eón. se mo&tró i.n.bfrbil e inflexible, y cuando, ya eil día 13, llegó su certar las conveniencias de Jos grandes estados, y failitaba también yence:r
respuesta, el plazo haibfa pasado. el congreso estaba clausurad(} y Aus- a Napoleón en tierra de F:ancia. ',
. tria había deolarado la guerra a Francia (11 de agosto de 1813). -
1048 TOMO J.-REVOLUCION FRANCESA ll IMFERIO NAroLEONICO

yeron que te.nía.u Ja paz a:l alcance- de la mano, y empezaron a plantear


IDf. EL 'IlfilJNFO< DE EUROPA (1814) sus intere.ses, que eran contrapueiitos.
Como aquellos comodoros suyos que desde la toldilla de su navío
Anro las ·derrotas de Napoleón, se encendió en Europa el espíritu de de dos puentes habían escrutado toéla:s :ras costas de Europa, pem sin
represalia y en tooa'S partes se e:xigfa el aplastamiento tati!.. Rese11M.- distingui..- otra cosa de todo e:J. continente, el gobierno ;iiig,lés sólo veía
miento personal en Alejandro, que; pretendía vengar la toma de Moscú la situación íntemacional desde el mar. En los preliminar-es de la paz,
por la toma de París. Espíritu de desquite militar en el cuartel general Jo principal para ila. Gran Ilretafia era que el derecho mtemao.ional ma-
de Blücher. que dura.rite, las indecisas semnnas de: la campaña no ce- rítimo continuase conforme a las n.ormas británicas, tan favorables a
saba de a!Coruejar fa ojpnsiva. Abooredmiento sociail, que ardía impla- 1a. preponderancia de la Royal Navy. Era preciso debilitar a Dinamarca,
cable en aquellos pallacios de Viena en los que ha.bitaban las a.llÍB'tocracias ( cancexbe.ro del Báltico no siem[Jre muy acogedor: su Noruega se le había
prometido ya a Bernadotre. La marina brJtánica se instaiJ.aria en Helí-
austriaca y rusa, y donde, oomo decía Naipol.eón, "se exa:cerbaiban. las golsnd, magnífica base pata Vi:gifar los estrechos bálticos y ,Hannover. Era
v.anidades de salón, las belicooas fantasías de ila.s grandes damas". Sen- preciso separar las grandes potencias del mar del Norte. Una IDfluencia
timiooto nacional que animaba ·al romanticismo alemán. cada vez más conlinentai pr~011de.rant.e en La Haya ten(ltia tamb,ién 11111a peligrooa
unitario y reiv".ndicarlor; su profeta era Garres, que, en su Rheinlsche prepondenuroia en w colonias h()1andesás, fo. que aconsejaba dar fume
Merkur, CO'.l.IStrnfa d mito del :Rin, símbolo de la unid.ad gexmá.nica, y consistencia a fas Provincias Unidas. Aniberes no podía ser para Francia,
afirmaba el Deutschtam de Ja orilla izquierda; en el Volkstunr engloba.ha por fo que convenía negar a esta .el principio de "front.e.éa.s naturales".
a Suiza. y como esta se deelarase neutral, la prensa alemana le re- que la hubieran llevado al Esca:lda.. Como es natunrl, Inglaterra conser-
procllitba ~ ·pérdida del sentido bélico, esta. "neutralidad podrida". vaba Malta. En Sicilia, los Barbones haibían praparc:ionado, aunque de
En Inglaterra, loo metodistas maldecían a Boney en términos bíblicos mny mala gana, vwliooísimos puertos, y era preciso conservar el dereoho
y exigían que se cumplfose hasta el fin. Ua justicia de Dios. a ellos. Como compensación del de Nápoles-su antigua capita1-Fer-
Pero- a <>rilla:s del :gin más de una vacilaba. ante Ia pers-pectiva de: nando IV recibiría la Toscana can 1a wla de Elba, que para el comercio
una nueva campaña.. El ejército- rus(), que ya en. Alemarua no había fug::Iés es el comp1ernooto de Liorna. ·
luchado con 1a mi.sma ene.rigía que en el terni:torio nacio.nat se mostraba Una cuestión capitai era fa deil tráfico con la América latina, que
reacio a internarse mfrs hacia Occidente. Aunque el re'./ de PruBia se- en vfsperas de fa paz era necesario aibrir ampliamente a la economía
guía a .Afejand.rn. no lo hacía con demasiados bríos, y Hardmberg hu- británica.. Alli los grandes competidores eran. los Estadoo Unidos, que,
biera :riegooiado de buena gana. Metf:el:pich estaba aferrado a su pian en aquel momento-, estaban en guerra con Inglaterra. En esa contienda
y en los convenios que le diesen fin, nadie debía, entremeterse, a la som-
de dar a Euxopa .un equilibrio, de no dejar que Francia se disminuyese
bra da ningún congreso europeo. Bl Pareign Office deseaba también ;
demasiado ante una Rusia excesJ:vamente fuerte y rle mantener en :las conservar una, influencia predominante .en Madrid, pues de momento
Tulforfas 1a "sangre mixta". En cl frente de los Pirineos, España e;;taba pensaba valerse de Femando VIl para ccmsegÚir, de acuerdo con él,
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liberada. pero se hallaba demasiado cansada para parti.dpar enérgica- que se abriese al inmenso mercado del Nuevo Mundo.
mente en nna. ofensiva en territorio fumcés. .Además, había recobrado Los ru::reg!los continentales habían de estar 'SUpeditados a estos prin-
a su rey Femando VII, a quien Napoleón devolvió la libertad por el . dpios, dando por descontado, desde luego. que Frnncia quedaría enér-
trata.do de Valeni;:ay (11 de. diciembre de 1813). se sentía dolida ru gicamente contenida en el Norte, oo el Rín y en los Alpes, y que las
ver cómo la daban de lado- los coligados que tanto fo debían, y se pOO:encias se equilibrarían de manera que ninguna de -0llas pudiera hacer
enx:erraba en un aislamiento lastimado y ailtivo. Al. cansancio de los renacer el imperiaJ.ismo napoleónico. TaJes eran los intereses por los
aJiarlos respondía cl d-e la nación francesa. El cuerpo .fogislalivo inten- que había de velar CastJ.ereagh, llegado en ¡persona al continen:te, y que
ta-ha poner fin a la guerra, los monárquicos se agitaban y Caulainc(}nrl:, unía a. su haibilidad di. atractivo de Jos subsidios que estaba aut-0rizado
sucesor de Maret en RelacioTies Exteriores, era considerado coom el a -consentir: cinco millones de libras en 1814.
hombre dei la·pa.z. ¿Tenía Rusia el proyecto primordia.'l de -aponerse a la supremacía
· Entrei tanto, el 7- de Qctubre de 18l3, Wellington cruzó el Bidasoa. naval :inglesa? ¿Deseaba, ante todo, establecer un sistema de equilibrio
con 70.000 hombres, inoluidos los po;rtugueseG. A fines de diclerb.hre en Joo mares, y proteger :loo derechos de los· ne,utra1es que tantM veces
los· coliga.dos se pusieron en mov.imiellto en el füru. y en Suiza, Por había -apoyado? ¿Femaba ya en aquellos roo.memos en agrupar las po-
primera Ví2 desde la Revolución, la tierra francesa volvfa a ver al ene- tencias maritimas, España, Holanda y (ya) Francia r Desde luego, hacía
migo. Mientras a-vanzaban cómodamente por Lorena, los aliados ere- fa corte a 1a fuerza navaol mpresentad:a por los Estados Unidos, procu-
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¡ @ 1050 TOMO I.-11.EVOLUClON BlANCESA E IMPERIO NAl'OLE<JNICO IX.-'-VUELTA A LOS EQUil.IDRIOS · :f
1051
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l @ raba intensificar sus relaciones comerciafos ron ellos, y había.· mten.tB.do c!er~o m_odo Io.s -derechos legítimos de los Borrones napolitanos, con.-
l

:i
@ interponer entre Londres y Washington una mediación, que fue ;recha- s1gmó .Viena una ayuda decisiva contra fa I!talia napoleónica. En efecto.
zada .el 21 de julio rle 1813. Más que nada, hace el efectO' de qire bajo Eugemo, que en octubre de 1813 había tenido que evacuar· lliria, se ¡ f
® su desconfianza hacia la. mruina británica, los moscovi<tas ocu:ltahan ya encontró cogido de flanco por Mural;. y el 17 de abril do 1814 firmó

1 por .entonces sus proyectos sobre Turqnfa, sobr.e aquellos estrechos de


los que ya nadie habla:ba, pero que, como pronto se demostrará. no
estaban olvidados.
Mucho más pró:ximo esta:ba, sin embargo, el ·provecho continental
que el zar podía esperar de una victoria total sobre Napoleón. Polonia,
i:;l convenio de Schiarino-Rizzi:no, por el cuail. las tropas francesas tenían
que volver a pasar los Alpes. Por consiguiente, Alllitria era práctica-
mente dueña de toda Ja Italia se]!tentrional, Y" estaba bien decidida a
quedarse con buena parte de ella. .
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1[

La profunda oposición que existía entre los intereses de los coli-


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restaurada y unida, pero bajo fa égida rusa, no salamente hubiera sido
pam. 61 un. inmenso acrecentamiento material,. sino también la gloria
con que soñaba, a principios de sn reinado, en sus conversaciones con
gados, unida al genio de Napolleón y a fa abnegación de su ejército
hizo indecisa hasta el final wa focha. que en el primer momento hu~
biera parecido desespero.da. a juzgar por Ja enorme desproporción de //,
() Cza.rtoryski, e'l prestigio de liberador de pueblos que ie estaba embria- fuerzas. :El emperador no :había tenido tiempo de dar instrucción a sus ~(
gando desdei 1813, osa aureola de generosidad protectora con que, en recluta~, ni contabara con .aficialidad para mandarlos. Su ejército de ¡¡¡
aquellos rni-smoo momentos, intentaiba cubrir la amenazada neutralidad 0<peracmnes no excedió de 60.000 hombres. Pero, situado entre los sec-
:.3 de Suiza. tores de invasión, m:miabró sobre las líneas interiores con :tal actividad JI

1
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Y a Prusia haibía tenido que ceder a su presión. El tratado de ailianza
que el 27 de febrero de 1813 había fumado en Ka'lisoh, ll't'Waba entre
líneas fa renuncia a Varsovia. En cambio, redhiría fas COl1Ilpensa.oíones
que los coligados tardaron muoho tiempo en darse cuenta de su de:
.bilidad. Desconcertados, recellosos entre sí, los unos exaJtadmi y timo-
ratos íos otros, no cesaban de pelearse entre ellos Jamentabfomente.

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adecuadas para devolverle su poderío de 1806, qued,ando ".restituida a
sus próporcioneis estatales, geográficas y fina.nicier&S". A partir de en-
tonces, Federico Gnillerma, subordinado a Rusia por esta indemniza-
ción, y .además débil de carácter, caminaba siguiendo- la estela del zar.
Castlerea-gh fue q:uien salvó Ja unidad con su sangre fría, su ascendiente
y el ruido de guineas que sonaba a su paso. En las primeras semanas
de la invasión. el 19 de enero de 1814. consiguió se llegase a un acuerdo
sobre el protocolo de La.ugres, por el que se ofrecía a Francia sus fron-
,,

El Ha:bsburgo no podía m:hruti:r Jos 'PI-Oyectos rusos sabre Polonia. teras de 1792. Más tarde, en Troyes, cuando vfo a los d6.lllás enloque-
r' "Si dejamos-dirá Gen.tz-que se establezca en plena Europa semejante cidos por las victorias de Napoleón en M'Dnilmiraiil. y Monterea11, se
potencia moxovita, no habremos hecho 8'.Í110< ica:mbiar de azote, de tras- a.provoohó de su pánico para hacerles fumar ]a alianza de Chaumont
tomos y de opresores." ¿Padrfa Austria recuperar por lo menos Galitz.ia, que se hizo públie'a el 9 de marzo: ni negociaiciones ni paz por separado:
que había perdido en 1809? En la solución de la cuestión polaca se contin?entes .respectivos de 150.000 hombres como mínimo-, y alianza
encontraba. también inteiresada su antigua lucha· con Prusia rpor fa pre- defensiva por veinte añus. Paralelamente a las conversaciones :interalia~
ponderancia aiemana, la deutsche Frage, pues as( el Hohenzollem sería das, se desarrollaban en <Tuatillon fas que com=uron el 5 de fubrero
compensado de sus sacrificios en eil Vístula con adquisiciones a costa de con Francia. Pendientes de fos partes militares-tanto Napoleón como
los países germánicos, en Sajonia o hacía el Oeste, y el equilibrio alemán sus adversarios se volvían reticentes o enmudecían en cuanto Jes favo-
se ver.fa comprometido. Al entrar en la guerra, al adherirse a .Ja alianza recían las a:crn.as--fracasaron definitivamente el 19 de marzo. El 30.
e-0ntinenta1, Austria. no había planteado condiciones con ;respecto a Po- capituló París. El 6 de abril abdicó el emperador.
lonia. Las . con.secuencias de esta 01nisión iban a tener difícil arreglo. Un problema .que estuv-0- pronto resuelto fue el del gabiemo que
La casa de Austria esperaba. ventajas ·en Italia. No tenía tropas que había· de tener Francia. Mettemich renunciaba ahora a mantener en
enviar contra el reino napoleónico de MiJl.án ; pero pam a~darla a las Tullerías ''la sangre mixta",. y el zar abandonaba Ja candidatura de
expulsar a .Eugenio se le brindH:ba un aliado magnifico, Mumt. que, su amigo Berna.dotte. El regente de Ing.laterra: hlzo suya la causa de
aconsejado por Carolina, su mujer, al día siguiente de Leipzig se había la. restauración d~ los !Boi:bones. Deseoso de conciliarne ce>n la opinión
decidido a lanzar a fos napolitanos contra su cuñado y sus rompamo- francesa, Alejandro declaró q1Ue dejaba al país la ili.bertad de elección.
ias, y que, a pesar de todo. para a'livia:r su conciencia, se negaba a Ahora ~ien : prácticamente, él era el amo de París. Así le quedó el
invadir tenitorio fra:JJ.cés. El 8 de enero de 1814 prometió 30.000 hom- campo libre a Talleyrand, que pudo realizar :rus maniobras meditadn:s
bres. Austria, en cambio, le gamntizaba sus Estados y le aseguraba y flexibles. El 6 de abril de 1814, los senadores 11amarcm. ·al trono a
"una buen;i.. frontera geográfica". Para. Murat, esta significaba la exten· Luis XVIII. '
sión de Nápoles hasta el Pa, pero Metremi:ch, al ratifiror, precisó que
el pago no excedería de 400.000 almas. A este precio, y lesionando en
- Con él entraba en Jas contiendas europeru; el principio de la legiti- /,
midad francesa. Salvo entre algunos d.iS'cípulos de Burke, esta idea .no I"
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¡¡
1052 TOMO !.-IUlVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAl'OLEONlCO OC-VUI!LTA A LOS EQUILIDRIOS
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había contribuido a dovolver el ·trono a loo B0I1bones. pero una yez De los asuntos de América nos oouparemos más adelante; ahora
admitida :por los ooligados, una vez proclamada por ellas ante- Francia. so1o consignaremoo que hasta que Londres hizo fa rpaz con los :bstados
los compromet!ió más de lo que habían iprevisto~ ya que en el terreno
de ao prác:tico, al formar Jos Borbones el diq1l!e; que· había de oponerse ! Unidos, el 24 de diciembre de 1814, en Gante, sus negociaciones di-
ficirlta;ron más de una vez las de Castlereagh en Viena, y le incitaron
a todo regreso del bonapatTh<mlo, em preciso asegura:rles ante la nación a apresurar fas cosas. En 1o referente a la. América españvla, el mal
e;l crédito de una actuación honrosa; ahora bien: ellos rcivindica.ban .fa talante de España en el congreso y su negativa a ac1herixse al Acta final.
misión de pmf:ectores en,1momen.tos de pall:g:ra. En el terreno de los fueron en parte consecuencia <le que el tratado que había fumado en
ptincipios se había puesto en manos de Tallt'JJ!and y de Luis xvilr Madrid con la Gran Bretaña. el 5 de juli-0 de 1814 no le vailió toda la
un arma de fa que ellos se serv:fun con desf.:re.2!a. Desde su residencia ayuda que esiperaba contra su colonias insm:rectas.
inglesa, el rey :repuefilo afirmaba enérgicaµiente la antigüedad y el ca- La paz añadía importantes adquisioiones · a las bases navales de
rácter divino de sus derechos; rruego--ronclusión muy ¡>ráctica y opor- que disponía Inglaterra. En Mailta consiguió la pfona soberanía y que
' tqna-, ante los vencedores, proclamaba. intangible fa. herencia de sus se considerasen. extinguid'Os fos derechos de Nápales sobre la isla. En
~' : padres. También Talleynmd negociaba sobre el principio del derecho kl:s islas Jónicas se implantó el proteotorado 'británico y, el 5 de no-
restablecido en su plenitud, es decir. sobre la base de; los ilimites que viembre de 1815, las potencias ratilicamn esta ocupación de un punto
tenía el reino bajo el antiguo 1'.égimen. Esta. sutileza. se vio fla.vorecída de apoyo tan útil para dominar el Mediterráneo oriental. De las pose-
por la prisa que tenían los roligados 'Pºr fumar con F.raru:ia, para siones que se le quitaron a Francia, Tfrbago- y Santa Lucía eran dos
poder sostener mejor su propias reivindicaciones, cuya discusión había pequeñas Antillas, solamenre codiciables por su riqueza ; pem el interés
estratégico que tenían en el océano Indiw fa. isla de Francia, Rodr.ígucz
sido a'P'lazada.
Ad, pues, el tratado se concertó ;ráipidamente: y en condiciones cuyas y :las Seychelles em muy grande. '
ventajas no supo nunca apreciar en todo su vailor la opinión francesa, El estatuto del mar del Norte ofrecía más ·importancia aún, y el
como tampoco se .dio cuenta de lo pO'CO vengativas que eran con re.~­ Foreign Ofü'ice se :reservó cuidadosauwnte, frente a 'los diplomáticos vie-
neses, el derecho a ocupa.me d~ él. Dinamarca resultó ptzjudicarla, como
pecto a una potencia, que a:unque no llll!bía monopolizado el espíritu
estíl!ba previsto, pues cedía Heligoland a Inglaterra y además-por el
belicoso y agresivo. supo ;atraerse muc.hos odios en los últimos veinti-
tratado de Kiel del 14 de enero de 1814--Noruega. a Suecia. Fue fácil
cinco años. La paz de Paiís, firmada el 30 de; mayo de 1814, no exigfa de dominar la resistencia de fos noruegos, que hii.bian proclamado su
ninguna :indemnización ~'.:guerra. Francia volvía a sus Jí:mites de 1.0 de independencia en Eidsvold. Pero lo más importante para Londres era
enero de 1792. Con res¡{ooto al antiguo régimen, aún salía ganando lia. cueati6n de los Países Bajos. Desde iJa campaña de Francia, Castle-
Philippeiville y Marienbui:go, Sarrebmck y algunos temtorios akededo!l'. reagh ha:bía heoho acepi'll.r las bases de un arreglo! según Ios principios
de Landau, MuiJhouse y .i:l\fontbéliard, Chambéry y .Annecy, Avifíón y antaño sentados por Pitt: un estado e:rtensfr y fuede, colocado como
el Condado. En 'llllt:rama:r/ireeuperaba su colonias, excepto Tobago, Santa centinela en la frontera francesa. Serla formado por Ja creación, bajo
Lucía, la isla de Francia~'i sus dependencias, que pa.saban a Inglaterra, el feudo del princ.ipe de Orange, de un reino de fos Países Bajos que
y exceptuando también la parte de Santo Domingo adquirida en la comprendería Bélgica y Holanda. Al no oponer Austria ninguna dificuJ.-
paz de Basilea, que volvía ahora a España. tad a renunciar a sus posesiones. de Brabante, la solución fue adoptada
Fuera de ílos 1fmi1es indicados, Fr·ancia renundruba a "todos los deri<- en principio ;por el primer tratado de París, y más tarde ~on ultima-
chos de soberanía de feudo y de posesión". Sobre Ja suerte: de loo te- dos los detalles en fos "ocho artículos" de:J. 21 de julio de 1814. Cuando
rritorios que, ipor tanto, ha:bía de dejar, sólo s~ pianitea:ban a~gunos se hubo decidido a los prusianos a f:Vacuar fa linea del ~.fosa;, fos nueve
· pr.incipios ; pero se pensaba convocar. en Viena un congreso general que antiguos departamentos franco-beil.gas se encontraron incorporados en ·:..-.
decidirla su destino. La mitad de Europ,a iba a ser desarticulada y bloque al nuevo reino. Se cubrió el ·territorio de :fortalezas por tod:a la.
vuel1:a a organizar en un inmenso carro en que se enfrentarían todos costá. en el Mosa y en el Escalda así como en 'la frontera francesa, y
los principioo y todos los apetitos. Europa no ocultó que allí se encontraba com-0 en oo. propia casa. Loo
belgru¡ refunfuñaían: "An irascible peaple", decía de ellos Castlereagh,
W. EUROPA :EN VIBNA (i314-13i5) con el cua1, como advertía Liverpool, seria pr.ecisfr "tener los mayorns
mkamientoo y· emplear mucha indulgencia" si se le querfa llevar a "una
Mientras los representantes de Europa se reunfun en Viena, Ing,la- amaJgama perfecta" con Holanda. Se confiaba en que la libertad reli-
terra arreglaba por sí Sfr:ki. ·los asuntos ·que únicamente a ella le con- giosa y fa igualdad econ6m:i'Ca prometida por }a ley fundamental revi-
cemían. .,,. sada cailmarían fos ánim-0s.
1i
1
DC.-VUELTA A LOS l!QUlLUIRIOS 1055
TOMO L---itEYOLUCION' FRANCESA E JMI'ERIO NAPOLEONICO
t@ 1054
el ~quilibrio COlltinenta.J. que hubiera quedado doolruiÍdo por una ocu-
f!I Desde el roO!filento en que los Países Bajos no ccmían ya el peligro pación rusa de toda Polonia, sino también ·su propia. suprcrnacía de
de caer bajo la iIÍ.fluencia francesa, el gabinete ·británico estaba dispuesto los mares.
c{t) a permitirles amplias retrocesiones colonia.les. <J.Ue ~J:n:!an. de contri~uir
a ccm.soilidar el nuevo E~tado. En realidad. este ofruumento fue acogi¡do
(~
con extraña indiferencia; una importante fra~ón. de la opinión ho1;;n· Cuando, a ful.es de septiembre de 1814, acudieron a Viena los !fe-
desa e incluso su ministro de Asuntos extenores, wn Nagel, no ve1an presenta.ntcs q;ie Europa enviaba a:I congreso de Ja paz general. Aushia
iIJ:te:rés alguno en el hecho de recuperar aquellos lejanos territorios, Y pudo ser cons1d~a como el centr-.J del mundo, :flolítico y la auténtica
hubieran proferido una indemnización pecuniaña. De todos. modos, In- venc~ora de la mmensa guerra. Para los hmnbr~ deil antiguo :régime:n,
especia:lment'?· que. esperaban. su ~quite de aqúelloo conveniol;, ~ten·
glaterra estaba decidida a quetlarse con El Cabo. que COOS:tderaba v1ta:l
para ia India. Además. los plantadores británicos. pidieron que se con- taba la glona única-que Mettermch supo hacer resaltar habilidosa-
servase 1a parte noroeSte de Ja Guayana holandesa, en ila que habían meute-de haber contribuido de manera decisiva a 'la cafda de Na-
poleón, sin que para ello hubiera puesto en juega¡.fas pasiones nacionales
;:
.¡ invertido _15 millones de libras en plantadones de algodón, azúcar Y y popula;res.

café. Por tanto, el cooveni.o firmado en Londres el 13 de agosto de 1814 A este rrerugio político añadió el de una .awgida fastuosamente
retuvo esta región, además de Bl Ca:bo. Per.o. en cambio, Gran Bretaña gene~a_:_ ciíl.culo y prop~ganda, sin duda ailguna. pero también instinto
entr.,gaba a su protegido la fuerte indemnización de cinco millones de Y trad1c10n de anstocrac1a. Los miembros de fus familias reales-de
libras, uno de ios cuales representaba la compi:msación que-caso cu- los que. concttrr.!ero~ .unos quince-, ios jefes de casas principales y
rioso--tenía Holanda que pagar a Suecia, bajo pretexto de que esta, p~rSOnaJ~S de pnm~o plano ~yo número pasaiba de doscientos, los
que e:i;i 1813 había recibido la isla de Gnadailupe, ·terJ!a ahora. que de- ?íPlomá.ticos, y ffi: 1!1-ultitu_d de oficioo:is y aventureros. se vieron agasa-
volvérsela a Jos franceses. El resto serviría. para consolid,ar la zona con- J~dos por el OOIDlté • de fiestas con dfutraccíones y festejos ininterrum-
tinental situada frente a Inglaterra y comtruír plazas fuertes, y permitiría• pidos. Estas mundarudades, awque cost'Osas y a Ja larga wburridas, eran
ciertfil liberaciones que teruan por ubjeto engatusar a 'los brabanzones. del agrado de Metternich, muy dado a este género de placeres. Ade-
Los Países Bajos :recuperaban el resto de sus co~onias : parte de_ J;a. Gua- más, esto creaba. un ambiente general de intriga, que era su elemento
yana, las Antillas y. sobre todo, la fnsuiindia, con Java.. Ambo:ma, Ter· Y,. que .f8;vore;,Ia la. acción de su há:biil policía. Por el procedimirnto de
nate, et::.• de cuyo enoi.tne valor no se daban cuenta todavía. ~ten:tp1eren l~s .. cartas y de va~ar if.as cestas de los pa:peles. el ga-
En estas-- ouestiones de mar o de ultramar que el Foreign Office arre- 1 bm~te. negro <P?dicamente denommado ila Manipn:Iación) y la Oberste
glaba a solas con los. .interesados, continuamente estaha encontrando Polizei, descubrieron muchas ammtades en 1a.s que e;l cornzón no sabía
a su paso a la diplomacia rusa. Tropezruba. can ella en sus relacicmes guardrur Jos secretos de la polítii::a.
con Es:paña, que continuaba siendo una gran potencia americana. Ta- Sin embargo, este ambiente d-e fiestas, de gailanteda y de espionaje
tisch.eff adquiría ro Madrid una :influencia inquietante, y prO!ptrl:saba el no podía afectar .a. Ja grandiosidlid d.,l Congreso. Los prnblemas políti-
antiguo proyecto de casar a Ferna.J!.do VII con la grBll duquesa Ana. cos. se p~teaban en una escala jamás a:!Cl!IlZad-a. Jnnt-O" a ellos, también
A Londres le inqlli.etaban las miras moscovitas sobre Turquía, apoyadas ~l IDgent? des~p~ba &U papel. Nada menos que Humbol.dt. con su
ya en concentraciones :marítimas.. Se veía que Ca.po d'Istria, el· nuiwo 1 mdep?Hdiente r.;fignxdad, representa-ba a nn mismo tiempo a Prusia y
a !ª. ~telectualidad ~.apea. El edit?I' Catt_a. de Augsburga, no estaba
consejero del zar, orientaba abierta.mente ..su política hacia los Balcanes. 1
¡

Castlereagh fracasó cuando quiso contrarrestar. dioha politica incluyen- alh uruc~ente :Pc:ir :intereses . ~omerciales. S1 muohos de 'los festejos re·
do el imperio otomano en una. garantía general de las d~~osicio1!-~ .rultaban ms~s1an~1ailes, tambi~ _Pudo. verse a BeethCJ1Ven dirigiendo en
concertadas en Viena. En Persia, apwvechando que. la 1Illll1Ón mili- peiwna la e1~ución de fa Septtma Smfonfa. Al lado de sus evidentes
tar británica había sido :retirada. los rusos extendían su influencia por
aspectos matemtles, la luoha por conseguir fa ·prohibición de la trata
toda la costa del mar CaIDio.. Alejancko traraba también de inmis- de n~os ~a, por parte de a:lgunos, una pura -0b.ra de caridad.
cuirse en el conflicto· armado entre Inglaterra y los Estados Unidos. Es cunoso _observa!f ~ómo entre adversarios de la vfupera y que
En París recibió a La Fayette, a quien prometió apoya -para su viejos du:ante tanto tiempo hab1an estado frente a frente, eiistían muy pocos
' '~
.,
_,J odios. No cabe duda de que l!Ilucillis veces se tra:taiba tan solo de la
aimigos norteamericfillOS: y, en efecto, en una visita que hizo a Londres
impas~bilidad fotbitu.a:l entre diplomáticos, que también puetle ser incli-
intentó actuair en este sentido por medio de los whigs, indfocrooi6n que
fue mqy ma:l vista y contribuyó a la mediocre impresión. que aquel es- ferenCJa ante el dolor y Jos rencores de los :hombres ; además, en las
menta~dades de_l -antiguo régimen, ~quello no era más que aposición
lavo demasiado sonriente produjo en los ingleses. La Gran Bretaña, al a fas ideas nac10na,les y a sus pas10nes. Como .sínrbolo de semejante
oponerse al zar en Viena, se daba cuenta de que defendía no solo
1056 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E IM.J?ElUO NAPOLEONICO IX.-V!JELTA A LOS EQUILmRloS lU:Jf

fuialdad podríamos cit,álr a aquella comisión de estadística, que Íljlper· ·el segundo, como su maastro Pitt, abría a los. uniformes blancas las
turbablemente traducfa! por almas las indi..:aciones que se le daiban ~obre puertas de Italia, libre ya de los azules. Ambos; negaban Poloiiía a los
los cambios de territ()rio prnyeotados, y canjeaba "alma p&r ailma, Y moscovitas. El zar, e.<icoltado por Nesselrode. Qapo d'fstria~ P<Y.lZO di
milla cuadrada por milla cuadrada", crzantitativamente y sirr preotjipar· Bargo y otn:os "rusos", negociaba en persona. y e¡cplotaba con gran habi-
se de sentimentalismdi nacionales. Pe.ro en esta mdiferencia a los ren- lidad fu turbación que producía ·este :insólito proceder, mostrándose tan
cores y resentimiento{de fos pueblas no había salo sequedad. Muchos pronto encantador como '.Ímponente de majestad, o como pre-0eupado
de aquellos hombres ;"Q.j!seaban sinceramente la paz. Para establecer esta. tan solo por las mujeres. En representación ile Prusia, Humboldt asistía
seguridad, de Ja que '&1 congreso hablaba continuamente. se remontaban a Haa:denberg, a ·quien la socdera impidió mostrarse en todo su valor.
a un principio superior, el de Europa-Europliertum-, al concepto, Obedientes a su soberano-aunque no siempre lo aprabaran-, apoyaban
razolll!!ble y sentimental a fa vez. de una Europa equilibrada. Y pacifi- al zar casi continuamente.
cada por t>5e equilibria. Un Metternich hrubía podida en los años de la Los Oua'!!m, como firmantes de la Cuádruple ailianza v leading po-
derrota a'USl!ríaca haiblar y obrar con rea:JiSino egmsta, pero ahora; wers, ?2bían decidido en un J?~.PÍO dejar a Francia aJ -mllirgen, y en
las responsabi:lidades del triunfo le hacían volver a aquella idea de co.· los pnmeros momentos ila posición de Talleyrand res\)itó difícil, mcluso
munidad intfilllaciona:l en que el siglo XVIII le había educado. La di- desde el punto de vista mundano. Pero él supo captarse a los sub-aJia-
plomacia olásica creía en Europa, y en Viena mten.tó organizarla. dos, como se llaJ:n1l!ba a España. Portugal y Suecia, y, por otro lado,
La tarea fue larga: el Ama final no se fum6 basta el 9 de junio poner en juego grandes principios. E1 consejo de los Cuatr0o se convirtió
•"
'
¡, de 1815. Durante aquellos .ocho meses. las neg-0ciaciones no ·se llevaron en el consejo de Jos Ooho; y como las pequeñas potencias raras veces
siempre febrilmente. El período de trabajo intenso y de .disensiones ~o-­ eran convocadas, en realidad fue un consejo de los Cinco el que dirigió
lentas carrespoodió al principio. El 14 de febrem de Hl15. cuando el Coogp:eso.
Castlcroogh abandonó Viena siendo reemplazado por Wefüngron, la cri.- · Si Talleyrand consiguó allanaxse el terreno, fue a favor de las in-
sis polaco-sajona es12;ga yp.. solucionada. y 1a cuestión de Nápo1es d01ill1Í- quietantes tensiones q;ue suscitaron entre los <loo bloqnes las cuestiones
taba. Vmo después Ja::;demora en las cuestiones de detalle, hasta aquella de 'Sajonia y Polonía. ¿Hasta qué punto era conveniente ceder al deseo
mañana del 7 de mí:liro en la que nn correo trajo la n()ticía de que que devoraba. al zar de adjudicarse el gran, ducado de Varsovia? ¿Y de
Bonaparte se había escaipado de la isla de Elba. El congreso. así des- d6nde podrían sacarse. las indemnizaciones y compensaciones? Los pe-
l'i pertado. se apresuró a so1rrcionar todos ·ilos asuntos que era posible queños Estados que habfan sido satélites de Na,poleón podían prop0:r-
¡•
dM por terminados, y eil 9 de junio de 1815 los representantes de las ' . cionanlas. Además resuíltaba necesario rehacer sus fronteras de manera
: siete potencias pusieron "el sello de sus armas" debajo del acta final (1). que quedase desbaratada ila · clásica pcilitica francesa, tan partidaria de
Más adelante fueron adhiriéndose los pequeños Estados. El Acta conte- apoyarse en fos · príncip!!S secundanos agrupados en pequeñas .intereses
nía 121 artículos, a los que iban UJlidos, como partes integrantes, 17 docu- locailes. Entre fas víctimas hiLbía una que parecía iba a ser la primera
mentos, tafos como tmtad()j) particufares, convenios o w::reglos. . ofrecida al verdugo. Era SajGnía. porque, en i!a :persona de su rey, que
En el congreso no tardaron en formarse dos grupos: !ngilaterra- permaneció individualmente fieil · a Bonwparte, .había "traicionado" a la
coailición. Los prusianos pretendían a:djudicárseila por completo, para . /
Aust:ña y Rusia-Prusia. Castílerea:gh y Me.tternich reanudamn. en segui!1a "

la amistad entah1ada, durante la. campaña de Francia. G()Zll!ban de m- compensar lins renuncias en Polonia.
fi11encias personales ~emejantes. Apoyado. en gentmrl, por su soberano. Castlereagh vislumbró en seguida una so.lución 'Consistente en eo;ns-
ostentando, como anfitrión del congreso. una autoridad particular "! asis- tituir :una barrem germánica que contuviese a fa vez a Francia y a
tido muy eficaroiente :por Gentz, el austríaco desplegahi con éxito aque· Rusia, arercando. para· fo.r:ma:rla, ail Hohenzollem y al Habsburgo a ex-
Da "virtuosidad en el empleo de .frases vagas y 'VllCÍas de sentido" que pensas de los pequeños Estados. Hannaver, dependiente dinásticamente
sacaba de quicio a Talleyrand. Con toda la confianza de>l regente Y de de Inglaterra, apeyó la mru:úobra. Los prusianos se prestaron también
Liverpool, apoyadO' por el Courier e inclnso .por el Times y contando cuando Metternich les prometió Sajoma, aunque fo hizo muy a d~a.
can una mayoría tory orgullosa de arbitrar las contiendas de los con- y a cambio deil predominio to<ta:l de Austria sobre loo E.sita.dos secunda-
tinentales, Casttereagh se ,imponía por su distinción y sus méritas. El rios. Pero ilos Mittelstaaten, apoyados :PDr Francia, se resistieron furio·
primero abandonaba los Países Bajos a. fas reconstrucciones inglesas; saimente. Y cuando la asociación anglo-austro-prusiana llegó a rogar a
Alejandro que pusiera nn '.límite a sus ambiciones en Polonia. el a.utó-
cr~ se entregó a ta! acceso de furor. que Metternich, .que no eta de-
(1} Ocho potencias habían firmado el tratado de París, pero en Viena se
absruvo España, descontenta principalmente por los arreglos italianos. No con- masiado susceytibfo, no olvid6 nunca lo que >ha:l:J'fa ofdo aquel día. ya que
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descendió al acuerdo general hasta el 10 de junio de 1817, en Pario. el rey de Prusia, despavorido, volvió definitivamente al ll!poyo ruso: "X.o
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1- Cléveris, resultando por el Oeste vecino de Francia Luxemburgo y los
() haré siempre lo que ha-ga eil emperador Afejandro." Esta frase fue todo
Países ~ajos y llegando por el Este hasta el Weser. De este modo, frente
10- que se pudo sacar de él en fo sucesivo.· . .
~~ Aunque fallida. esta maniobra no careció ~e consecuencias., ~ustna l
a Francia, _P::USia se hacía cargo de montar Ja guardia en el Rin, ail. que
aiban.donó su actitud inquietante para los príncipes ~lemanoo,_ habil m~­ un rmnanticwmo exaatado proclamaba el rfo 11agrado de Gennania. Es

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danza cuyo f.ruto recogió ouando fue creada Ja· confed~rac16n gerrna-
nica. Castlereahg, ante el fracaso de su proyecto, .se resignó a oponer ! po~ib!e que si, en. lugar de _esas provincias lejallru; y sepa.radas del cuerpo
pnnCipal, se hubiera anex10nado toda Sajonia, se hubiese "am:mdiert"
al peligro ruso el apoyo ·francés. Esto, desde luego, e~ ofrecer al ve~7
'"'-
de mru;iera más satisfactoria geográficamente; pero el hecho de ser de-
() cido de fu. víspera una ocasión :ino:uxliata y acaso peli?'osa de,re~~­ mgnada para centinela de los países alemanes del Oeste le confería un
miento ; pero el m.inistro inglés tenía. prisa. Su presencia se ~i:ia mdis- prestigio de mucho más va!lor.
~0
1
i,
' pensahle en el Parlamento, donde Liverpoal tropemba con .dificultades, , , Mettemi~h int<;ntó no. dejarle el mono:PlJ1lio de _la vigilancia. Tam-
fiJ y Ja. .próxima· paz con ·las Estados Unidos exigía cra,e -se ocupase_ ~e la bien. él hubiera tleseado lllJJpWsax a la Manarchia Austriaca hacia las
América española. Además, T;illeyrand le hacía habiles proposiciones regiones renanas, recuperar Brisgau,. adquirir el Pala>tinado e inoluso Ma-
CB re&pecto a Ja trata de negros, asuntó de extraordinaria resonanci~ en loo guncia: Pero F:ra;icisco II y 1?5 m1-litares n~,, .iJenían mir~ tan amplias.
Comunes. En la cuestión de Sajonia, Francia -0&ecía. a Mettennch una Por tanto, Austria se contento en Alemania-. con recuperar d-e Bavfora
@ ayuda utiJ oponiéndose a que el rey, primo de Luis. XVill, fuesg- d~- y después de combinaciones -que duraron muoh'o tiempo: fa orilla derech~
. tronado en provecho de Prusia. Esta respondió con amenazas tan ;io- dal Inn inferior, Salzburgo, el Tiwl y el Voral'lberg, mientras Maximi-
C8 l=ms que se creyó inminenite ;¡a, guerra. Aprovechándose del pánico-, liano José se c-011solaba con el Mein medio y el Padatiiiado en la orilla
Talley.ranrl. propuso a Castlereagh '!, a 1':1ettemicb. ~ tratada _seareto; izquienla de1l Rin. Hannover ganaba 250.000 hrubitanrtes y se convertía
y el 3 de enero de 1815 fo consiglllo: alianza defensiva Y conting-entes en reino. Por compra .y {;3.Jlje, la Pomerania escandinava y Rügien pa-
t}.J respectivos de 150.000 hombres. Así, ipues, se forma.Iba :un nuevo frente, saron a Prusia.
al mismo tiempo que Francia siailfu de 'SU ostracismo. De este modo A pesar de que .se volvían a est.aiblecer aJganas d\yisiones arcaicas,
® S'e introdujo Talleyrand en el consejo de los Cuatro.. Alemania -se simpfüi'Ca:ba, continuando el 'Congreso y la Kabinettspolítik
() &ta agrupación deil 3 de erre!:'o de 1815 taJ vez no fuese muy te- la unificación napO'leónica. Pero ¿resultaría conveniente conceder al te-
[: mible roilita.r:nrente, pero en el campo contrario, .Afejandro estaba can- rritorio germánico un armazón y -directrices únicas. y dar así nueva
(~) vida al Sacro fm'Perio? En Alemania ase era el anhelo de todos. vago y
¡.
...,,. sado, ·saibía·que su ejército se ballaiba ma!I. prepa:rado Y. fi:tigadfilim!', Y la
"''f cuestión de" Oriente :le preocupaba cada V'e'L más. Prusia aba ca.Jmandose; sentimentail en los románticos, ·expresado -en gran .número de memorias
¡:~~
t[ ante la promesa de sustanciosas compensaciones por lo que no tomara por las imaginaciones exaltadas ; pero las cabezas sentadas, como Stein
¡¡L ;;l.) en Sajonia. Para ;procurársclmi, Castlereagb. se decidió a cercenar un poco
la parte de Hannover. El 11 de febrero de 1815 se llegó a:l a-cuerdo
y Humboldt, veían la dificultad de concfilar en '"ell problmna alemán"
la coexistencia -de Austria, Prusia y los Estados secundarioo. Allí se
ID, @ genera:l, que me ratificado por un prot-0cofo-. · · encontraba '\,l nudo gordiano-". La tendencia'.<general era la ·de cortarlo

[
Se había llevado a cabo .un. nuevo reparto de Polonia que duraría sacrificando a Jos d6b.hles, eon el pretexto de q-Üe habían sid01 dóciles ser-
(5) ~dores de Na.po~n. Ya sabemos que Mdifemich, por el contrario,
un. siglo. El zar renunciaba a una gran parte del gran ducado napoleó-
() nico, Prusia conservruha Posrumia, con Tharn, -que cer;ra,ba el .paso ~el v10 -en ellos una olioote1a a la que convenía:: atraerse. Se acercó, pues,
Vístula, Austria .recuperaba Galit:zia; y Cra-cav:ia, dotada de ·un pequeno a los Mittelstaatrm, y en la Germanía del sígld' XIX esta agrupación había
~) territorio, se convertía en una ciudad libre y neutnrl. En cuan~o a!l ~est~, de constituir nn fuctor poderoso_ ·
[,rf el antiguo gran ducado pasaba a ser dominio del zar, que e~ 20. de JlllllO El .regreso de Napoleón a Francia y fa· cea,paricíón de Ja guerra
! de 1815 lo declaró :reino de Po.kmia. .con garantías constituc10naJes Y en perspectiva propo.rdonaron a la tendencia austríaca la ocasión fa-
() cierta independencia, pero ligado a Rusia ipor una unión personal. vorable. Los renanos, · ~onvertidos a Ja fuerza.. en prusianos, se agitaron,
y Prusia, inqmeta, hizo concesiones. Los :prfuCípes 'Y las ciudades libres
() Prusia recibía gr,andes compensaciones .por lo. que perilla en el Vís- no. prometieron su ayuda mifüar contra NapO'león, hasta que obtuvieron
tula. De Sajonia se - anexiCl'lla:ba .Ja '.Parte i;Onoáda por ducado de Sa- la promesa de que la consti.tuoión federativa _l'lería igualitaria y sus re-
jonia, que comprendía todo el Norte del_ reino y· las dos quintas ~artes presentanfos fueron admitidos en las negociaciones. Cuando se vio Ja
campaña próxima a empezar, se activaron los tratos ; y el 8 de junio de

1) de su territorio. con 850.000 almas y ciudades como Torgaru, W1ttem-


ber.g y Me.rseburgo-. En la. Alemania. occidental, y mediante un comp-li~
cado sístema de recuperaciones, anexiones y cambios cO!Il Hannover, el
Hohenzollem se encontraba a caballo . sabre el Rin, ·desde Coblenza -a:
1815 se firmó el acta co-nstit'lltiva de la Confederación germánica. En
los artíouilm 2 y 3 se proclamaban da independencia y la Íll'Violmbilidad
de -loo confederados, así como Ja igualdad de sus derechos. Los 17 votos

1lL .....
1060 TOMO L-REVOLUGION 1'11.ANCBSA E IMPERIO NAI'OLEONíCO
'.'{

las Legaciones. El Papa, qne regresaba dio su cautiverio- co.n una amargura
'1 con que contaiba la Dieta en Consejo reduck.J>, estaibau repartidos entre bastante comprensible, e;tigfa, por el contra.rio, 1a initegritl:ad" de .sus po-
los 39 miembros de ila. Confederación en fo.n:rra bastante iguw:ttaria, pues sesiones. Pero po:r mucha actividad que Consailví despleigara en Viena,
Prusia. por ejemplo. sola tenía uno, y el grujx7 de cuatro ciudades libres, el cong.reso no hacía caso de reivindicaciones tan mrul sostenidas ma-
uno también. Austria prtjidfa la Dieta, y en la .infiluencia que esperaba terialmente, y ·los 18.000 napolitanos de Murat; que ocupaban varfas
ejercer en Ailemania ·pensaba encontrar un contrapeso a. las grandes" ad- provincias pontificias, no habfaibm de aban.i:Ionarlas.
quisiciones territoriales de Prusia. Pero estos resultados podían con- Murat seguía si:endo la barrera que impidió a:Austria. dominar desde
siderarse bien .precarios, porque'· Na:poleól.l ha:bia vueilto, y tornaba a eil Po hasta el estrecho de Mesilla con anterioridád a!l. regreso de Ja iSla
tronar el cañón. de Elba. Después de haberle halagado clla.ndo 1o nece,sitaba conitra Na-
poJ..eón. Viena se apresuró a abandonar a aquel adve~i.zo que hablaba
de pamotismo itwliano y de llllidad italiana. En enero de 1815, se enten-"
v. LA UL'lrn.W.. :BA'Ji'MLA. (1815)
dió, en. contra suya, con Luis xvm, enemigo natural de todos los na-
Una vez vencido, Naipolleón hrebía llegado a la .isla de Elha, cuya pole6nicos, y que, vislrn:nbrando un cam.ino· ·de resurgimiento- naciana:1
saberanfa, con dos milloneis y medio de dotación anuaA, re fue concedida en la 1ll1Íón con sus primos Borbones, aipO'Ja:ba a !la :rama de Jas Dos Si-
por el tratado de Fontáineibl.eau el 11 de rubril de 1814. Solución im· cilias. Madrid fo :imitó. Murat ·no tenía a su favo.r más que a los whigs
prnderrte la de dejar a1 demonio de il.a acción y de fa aventura a la y la intimidad de su mujer con Mettemich. ¿Le dejaría en el trono sin
vista de su Córeega. y de su 1itniia y al a.lcance de fu. VG'L de sus leales, las mejoras· prometi&w en 1814? ¿Le quitaría de allí coilocándOile en las
cuyos llamamientos llegaban hasta éL Se evadió el 26 de febrero de Legaciones pontificias? El se temía algo peor.
1&15; el l.º de :marzo desemibarcaba en Francia, y el 20 entraba en las El regreso de la isla de Elba le imptnlsó a fa. aventura. Temiéndolo
Tullerfas. El 7 !Pºr la mañana, Metternich abció en Viena !?l pliego tado de sus· antiguos comparsas, puso su reinO' napolitano de<l lado de
que contenía. .Ja noticia. Una hora d~ués habfa. coofereno.iado con Napoleón, decfar.6 Ja guerra a · Austcia y, por iiá proclama. de Rimini;
loo soberanos de Amtria, Rusia y Prusia, y tla guerra es<taba decidida. hizo 'llil llamamiento a la rpenfnsu'la entera en pi:o de la independencia
A dos ojos del· austríaco, este confilicta füa a pennitír primeramente. (15 de marzu d'e 1815). Pero Italia, cansada y de.sco!lifiada, no se mo-
como contrapartida de muohas emociones y muchos riesgos, dar una vió. Vencido en Tolentino por los austriacos, el· 2 de mayo de 1815,
S()lución discreita. y ven:tajosa a los asuntos de Italia. que ~ún estaban Murat pasó a Francia. Femando IV de Borbón, regresó a Nápoles, ·de
ein. :resolver. donde haihía huído en 1806. Antes prometió a Austria ei'V'.itar toda "im-
El Habsburgo '5e hallaba ya sólidamente instalada en el Norte italia- prudente innovación" eonsti:tucional. Me<liru:J.te este derecho a velar por
no, y se había decidido,qiie se le concediese Venecia.. En cuanto a Lom- loo asuntos :ua;politanos, extendía· el Habsburgo su .influencia ha.'ita el
banlía. ha:bíase pensado entregámela por torla su vida ail rey de Piamonte, extremo de ItaJia.
que se la dejarla a Fran,cisco de Este. al Habsburgo de Módena~ Pero el
reg¡reso de Naipü'león indujo a esita.blecer fo antes. posible: una situación Napoleón huibie.rn prescindido gustoso de Ja ayuda que Murat había
estable, es decir, [a anelción pura y simple. El 7 de abI'il de uns. una querido prestarle, pues rea1miente no deseaba 0.lJll1U' tanto ruídO'. La
carta 'Patente anlUJ.ció que Austria organizaba sus posesiones italianas mejor de sus iprobabilidades consistía en mantener la paz, y por eso
bajo el nombre de Reirló lombardo-véneto. Viena e8peraba. ejercer sobre mulfiplfoll!ba itas gestiones pa;ra con.serva:rJa. Por eil Monitor, por los di- Ji
los piamonteses Bllficieiiie .infiluencia,. pues se ile.s había dado GénO'Va, a P'lomáticos franceses que continuaban. en sus cárgoo, en cartas perso-
pesar dei aa repugnancia.::9e iloo whígs a sacrificar a un viejo Estado libre. nales ·a su suegro· y al zar y en circulares a los :soberanos y a la5 can-
En cl. gran ducadoii'de Toscana volvía a rein'ar un Habsihurgo, el cillerías, Napaleón prodigaba. 1as ió.rrou1as pacificadoras, "honrosa tran-
aroh:iduqne Fernando dd Austria. Francisco II rpodfa. considerarse como quilidad...• feliz tranquilidad ...• calma. del.mundo". A Vuma envió tres
el .!l.!lllO de loo ducados de Pa:rma, Plasencia y Gu;mtalla, pues el tratado emisarios, de· los que solo drn pudieron pasar. En Basilea, 'un envia-
de Fontainebleau se los había adjudicado a su hlja. María Luisa, cuyo do oficioso consiguió llegar a. un agente de Mt:!iternicl:t; .pero todo fue
duelo conyuga:l por la ausencia de Napoleón había sido efímero. Como en· vano. Las corres no respondían. Fra-ca.so en Viena. ,el vacío en Ba-
es naturail.. los Borbones franceses y españoles reivindicaban aquella an- síilea y únicamente, aJ parecer, un billet.e dictado por Alej~dro y trans·
tigua. posesión de su familia, y el 10 de junio de 1817 obtu.víeron .la m1tido por HOil:temlia : ''Ni paz, ni tregua ; nooa. de i:tconciliación con
eX'_pectai"l!iva de Parun.a. Austria haibía presidido fa restauración de Pfo VII, ese hOillbre." ·'"
que hiw s.u entrada en Roma entre dos hileras de uniformes blancos Así. pues, Europa se atenía a 1a hostilidad ma.nifestáda el 7 de
y escoltado por escuadrones húngaros. Por haber devuelto de este modo marzo a aquella· ;Francia "turbulenta" que de nuevo aolamaba a su cau-
a Su Sll.lltidad aJ. amor de sus pueblos, Su Maj~tad Apost&lica fo pedía
1062 TOMO f.-REVOLUCION FRANCESA E IMl'.EIUO NAl'OLEONICO IX..-VUELT/I. A LOS EQUILIBRIOS 1063
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dillo guerrero. En este 'SOO.tiroíento se observaban rolo ciertos matices ; <lamente.y romper ·el conta.oto. Entonces, Gneis~a'll. en. una deliberación
en los prusianos. :una aniimooidad :esp~díail. alguna.s vacQaciones en w
que, según testimonio de ellington, fue "el momento. decisivo del siiglo".
Inglaterra. dividida entre el cansancio- y fil odia a los golpes de Estado decidió, a pesar ·de sus pérdidas, .acudir en so:c;orro de sus aliados. Su
milita.res ; en el zar, ef despertar de una rivalidad personal y, por último, vanguardia llegó en el momento en que los iiigleses, furiosamente ata-
temor por el equilibrio continentaJ. en Mettemicb. y Talleyrand, los más cados en Waitrrloo (18 de junio), iban perdiendo- pie de manera. :inquíe-
europeos. La declaración que publicó t'Jl congreso. cl 13 de marzo de t:a.JJ.te. Napoleón creyó tooer tiempo de acabar con WellingtO'll, y empileó
1815, fue aceptada por unanimidad: ''Bouaparte se ha colocado fuera de sus reservas. Mientras ta:ruto, llegó Blücher por uno de sus filarJ¡Cos, lo
la:s relaciones civiles y sociales." El 25, los Cuaitro renmraron la a!lianza envolvió y penetró en su fren<te. Por la noche, todo haliía terminado.
de Chaumont. El 22, el emperador firmó su segunda abdicación.
Sin embargo. esta unidad ocultaba las acostumbradas fisuras. El zar
no. ha,bía. podido por menos que ver con agrado- cómo el golpe teatral Para Francia, de nuevo vencida y ocupada, e>l peligro era mucho
de Naipoleón echa.ha por ti.erra aquella coalición franco-austr<J'-'británica, mayor que en 1814. En vano Luis XVIlI, de regreso en París, hacfu que
=te 'l.a cual él, en febrero, se había visto obligado a .retroceder, y hacía Talleyrand abogase pox su lealtad. su beligerancia jurídica rontra el
lo posáble por CCIIlS~ir que el acontecimiento redundaise en beneficio _asnpador y suo derechos intactos ; muchos de Jos caligados s'e negaban
p.rapio. Tomando partido por la nueva restamración de Luis XVIII. hacía ahora a dfatinguir entre la cuilpabilidad de la nación y Ja.de Napoleón.
a es.te insinu.ax:iones que, en su retiro de Gante, el Bor-bón destronado Los pequeñas Estados exigían indemnizacio-nes y anexiones verdadera-
a:preciwba tanto más, cuanto que fas otras cortes imputaban a su errores menre extravagantes. Prus.ia se mostraba despiadada ; particularmente
el nuevo conflicto. Alejandro estrechó fa alianza con Prusia. Con Polonia, Gne:iseuau· ilifli.z'a¡ba el odio :hacia Francia, viendo en él el sentimiento
mostró. disposiciones liberales. A los Esta.dos Unidos. la segunda po- más propicio para asimilar rápidamente las recfonteis adquisicíone8 rena-.
(J tencia marítima del mundo, el zar le ofreció un tratado de comercio. nas. A'l.lBtria. quería anexionar Saboya al Piamonte, eflJlOrand-0 q11e. a
1 Inquieta rpor tares aotiV'idades, Inglaterra incitó a las .patencias a estabili- través de este, ella. podía .controlar cómodamente los desfiladeros alpi-
l ®' zar y agru,par los beneficios adquiridos ; y ya saJb6.Illos que los reglamen- nos. Entre 'Íll.lltv, ·mcrement;iba m inEJ.uencia en. Suiza, a favor de las
' tos loe.a.les fueron renrridos ;el 9 de junio de 1815, en una transacción ge- discusiones a'Ce:rca de 1a neutralidad de fa confederación halo/ética. En
neral, por .infiluencia brit.á.nica y contrariamoote ai deseo de los rusos. este aspecto, las negociaciones, llevadas muy hábilmente por Picquet
Teniendo en cuewta todas es.tas disen.siooos, una victoria iniciai de de Rougemont, .dieron. par resultado, el 20 de. ;noviembre de 1815, una
Napoleón podía llevar 1.ejos. P.ero Francia, rpese a sus aclamaciones, es- declaración en fa _que las potencias reconocían la neutralidad suiza como
taba cansada. Aun miando Napoleón se ib.11:biera presentado en plan un hecho histórico y Ja praclamahan confor.me a los interes.es de Europa
jaco-bino, corno parece mostró Vt5leidades de haicer, y hubiese heoho lla- entera. Por último-, Liverpool, ba-stante subido de tono, exigía de Francia
mamiento a la energía de 1793, no es muy seguro que consiguiera. gran enormes sacrificios territoriailes y reclamaiba también una fuerte indem-
cosa. Flandes, NOT.Illandía, Bretaña y Póitou, Aquitania, Languedoc y liización de gum:ra, pues el Tesoro filaqueaba y 13.l'l operaciones contra
Provenza, es decir, todas las regiones monárquicas ~ue forman una. gran el Nepa.1 y los ma:hratas en la India causruhan gastos enormes.
media luna del Norte ail Oeste ·y a1 Mediodía, manifestaban reserva y .Castlereagh flre el que comenció pronta a Wellington, y en quien
hootilidad. De los 57Q.000 ha.m!bres que se confilguió reunir a prime- las vencidos encontraron serenidad y comprensión, pues se dio cnenta
ros de junio, sdlo 270.000 eran tropas de línea, aptas para entrar de los fonnentos. de guerra que :representarían las cooiones de territorio
en combate. demasiado onerosas, sobre todo si se hacían en favor de pequeños Es-
Frente a ellos, un millón de soldados que formaban seis ejé.FCitos tados. "Cuanto más lo pie.DSo, más .desapruebo el sistema que conslste
de operaciones dispuestos a invadir Francia a fines de junio. Por un en dar arañazos a una poteincia tan grande." Para garantizar la seguridad
momento N;¡.poleón .se preguntó si no seda lo mej~r aceptar fa in~sión, de Europa bastaría anexionar algunas fortailezas, construir a expensas
dejar sólidaJJ gumniciones en París y Lyon y repetir ahora su m.amobra de Francia adgunais plazas fuertes en :los Países Bajos, restaurar la ha-
sobre posición ·central de 1814, corriéndose de un enemigo .a otro. cienda de los coligados mediante una ind'emnización razonable y ooupar
Pero sabía que en. Bélgica n.o había más que 110.000 anglo-holandeses Y' durante aJgtmo.s años el país vencido-. Esta pofüiea <ea-incidió con la
lJ 130.000 ipr.usianos. ¿No conseg;uirfa derrota:r por separado a estas dos del zar-extraña conjunción.:.....:, que esperaba asegurarse por la mode-
tJ maisas con 1os. 125.000 hombres que ét podía reunir ·en aquel frente? ración el suficiente crédito en Francia para poder oponer.la a Inglaterra.
1 Lo !intentó. Tanto fa concentración como da Sllllida a:l Sa.mJbre fuéron
de Uila precisión admirafhle; pero olas prusianos, a quienes sorprendió
A Alejandro ·le facilitó mucho la maniobra el hecho de que Talleyrand
1

dimitiese 131 20 de septiemb-re de 1815 y fuese reemplazado por el rusó-


y derrotó eh Ligny, el 16 de junio de 1815, pudieron retirarse ordena- filo Richelieu. El.zar ·consiguió calmar un poco a Prusia, prometiéndole

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L 'd·----·---------.-.-.-.-.-.,--
1064 TOMO I.-·llEVOLUCION FBANCl.!SA E ll\U'E!Í'.10 NAPOLEONICO
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lnde.mn.izacio;tes pecuniarias. incu.Icó a Federico Guillermo cfo1ia energía 1¡· e! hombre de. la guerra. Pero los acantilados <le Santa Elena :wrisiooa-
~nte a Gnel:Se~u y los generaJ.es. Contra las apetencias lrlpims de Aus- ban. para siempre al vencido que al día -siguiente de Watetloo -aún de-
tria, no tuvo dificultad para pone>r de acuerdo a Londres con Berlin. El cía; "¡Ya. veremos!", y q'lle parecía entonces, según cuenta un testigo,
:q traitado fue, <pues, menos abrumador de 1o que cabía esperar. un. alférnz de artillería dispuesto a rehacer su vida; aquellos acanti-
Fue :firmado en. París, el 20 de noviembre de 1815. Las c~fones lados i.mnovilizaban al hombre a quien, si nos es dado servirnos de
1
'íl de térritorios que imponía .reducían a Francia a sus fronteras de 1790 un verso de Verln.ine, llevó en sí
Y: en .alg:unos puntos a un poco menos. La cesión de Philippeville. Ma:
nenb~go X Landau respondía á ill. idea de dejar· nna. brecha abierta la maldición de no cansarse nunca.
a .J.a mvaswn ; la d-el San::e, conseguida por los herreros prusófilos, im-
plicaba, ad1'ID.ás de Sarrebruck, iia vieja ciudad francesa de Sarrelnis. No Europa no prodiujo nunca un hombre que se :aproximase a su talla.
se rupre:ciaba 1a importancia económica de la región, las 28.000 toneladas AJej¡mdro podría comparárse:Je muy de lejos pCJr la variedad de sus
de hull8: que. de ella s~ ''extnJJan. no inspiraban interés, y los diplomáti- dotes, como gene!<lil. hombre de Estado y diplomático, y también por-
coo no_ .zn;iagim~ ;ta _JIDP~ncia que su decisión iba a tener para el que, como él, supo resi&l:ir tanta ti~po en Ja brecha. Pitt, Castlereagh,
p~erur mdustria:l de ?JI.rancia. Himingue, cuyos ca.ií0:11es dominaban a Mettem:ich, Hardenberg, no necesitaron mostrarse tan tenaces ni tan
Bruii1ea, ~o q~1e ser.i;pesmantelada. La porción de Saboya que en completos.
1814 cootinuó s1e.ndo francesa, fue restituida aJ Pi.amonte. Al mismo Verdad e'l q:ue a todos ellos les faltó la suprema fortuna que le
~clo de seguridad respondía, en parte, la exigeilCÍli de 'llDa indemni- cupo a Napoleón. y que fue la de coincidir con la mentaili.dad profunda
zación. de guerra. D~ los 700 millones de francos a que ascendía. 137 de una. nación y ·con BUS posibilidades del mame.ato, de llegar en el
Y rmed1-0 estaban destin~dos a levantar forta!Iezas que vigNasen la frontera instante en que, !Para Ja opinión CaJJSada de desórdenes, suena 1a hora
francesa : de ellos. 60 iban a los Países Bajos. A estas cargas financie- del jefe y de que esa nación fuese precisamen.rte 1a más perfecta. herra-
ras ~bria que añadir aJgunas compensaciones particul:ares. Francia de· mienta de do.minio. El Primer Cónsul reoibíó de Ja, Revzylución un
vaIVJa las obras de: arte quitadao a sus vecinos. Teniendo en cuenra "el pueiblo renovado, aidiente y fuerte, que se reconocía en .él . y en él se
estado de inqui~d y efervescencia" en que se encontraba, 51IS forta- hacía comciente, que proporcionó para la ad:mfui:stradón, fa gwerra y
lezas serían_ ocupadas dllillllte un período de itres a cinco años por Ja empresa 'eConómica, elementos exceipciona1es a aquel cuy-0 genio era
150.000 coligados. El resto del territorio debfa. ser ovacuada :inmedia- vencer, organizar y animar.
tamente por ;ta enormes masas (I.226.DOD hombres el 7 de sep1úembre Pero debemos insistir también en que Napoleón encontró con lar-
de 1~15) que se habían precipitado en él de&pués de Watedoo. Los gueza el apO}"O de Europa. Aipoyo indu<labfoment.e muy variable en el
e.mba1adores de fos Cuatro, en· París, conferenciarían reimiannente con tiempo. y muy di:verso en un continente ca;yas distintas regiones se situa-
Wellington, jefo del ejército de ocupación. - ban en .edades históricas muy esoolonadas ; iiero apoyo eficaz hasta que
La importancia que;•esra ú~rt:i:ma cláusula iba a dar a la agrupación la derrota del amo obligó a Europa a retirárselo y negársela. El siglo xvm
de los Cuatro, se puso de manifiesto -el mismo día en que se fumó el había .formado en toda Eur~a espíritus acogedores de "las luces" y
segund-0 tratado de Paris, por renovación solemne del pacto concertado amigos de ]as reformas ; el despotismo iiustra:do había formado ya a
en Chaumont. Bl efecto continuaría aun después. de evacuada F.rancia, aquella aristocracia. de funciones coherenres en sus intereses, orgullosa
J' las reuniones periódicas pennitirían mantener una línea común. Esia de depender directamente del SO'berano, competente, lógica y actirva. Bajo
asociación no era lo más conveniente para el zar, ya que no compi;-en- la Rerolución y en iJa época ~ofoónioa, fas -oficinas de los paúres · aue-
día a :ninguna de las potencias occidcntaile;s cuya fue:rza navaJ hubiera xionados o vasaJios estuvieron plagadas de cofaboradores abnegados,
pennitido enfrentarse can Inglaterra. B. interés ruso- se observa. mucho que lo eran porque se -sen1:fan convencidos. Y a saibemos cuán1as· sim-
más claramente en W. concepción de aquella, 'Santa Alianza que nació patías entusiastas y leailes suscitó · én el mundo ila fe · reva]rrcionaria.
bajo Ja égirla de Altjandro, el 26 de septiembre de 1815: abierta de Muchas de estas simpatías las heredó Napoleón, lo mismo que en sus
par en par a los soberanos. equilibraba a In}91a.terra por las fuerzas viejos soldados el culto del emperador coexistió con el de 1a libertad y
marífu:nas y coloniaJes ,de los occi<lentaJes; resenrada a los cristlanos, CQD. el odio a loo reyes. Después de su caída, muchos liberales habían
descartaba a los turcos: de su fraternidad y de su protecdón. De este de ser fervientes admiradores de su 'leyenda y de · repetir las estrofas
medo se iban acusando las nuevas pugnas mundifiles. en que, en 1820, Shelley mostraba al emperador "donnido con los días
muertos, pero no Oilvidados. cuyo e-spectro causa e&pllllto a la& reyes
~entras tanto, Eur()pa. cansadfsima, saboreaba la ;paz. Las pueblos victoriosos en sus torres ancesf:nl.'les".
continuaban pensmdo, todavía con sabrnsaito, y ya con admiración, en En Europa, los sentimientos pronapoJeónicos emanaban a1 mismo
.;
1066 TOMO I.-.llliVOLUCION FRANCESA- E IMl'ERIO NAl'OLEONICO IX.-VUBLTA A LOS EQUILIDRlOS
. -·{;
1067

tiempo df) una .fuente completamente distinta: deil alivio· agradecido: con del sistema bancaria~ no hubiesen asegurada al-capitalismo británico la
! que o.reencias· e illtere8es vieron al Primer Cónsul "cerrar el abismo de la victoria sobre fa. economía dirigida del continé'tite· ooropeo, si este, en la
.¡ clase ac001odada y del comercio no -hubiera -.~ido íntimamente opuesto
Revalución". El concordato y la consagración no fueron acontecimien-
j tos franceses, sino cató'licos. Al lado de fos .que rwlamaban la instau- aíl sistema napoleónico. En la misma Fnmcia le fueron hostiles di-
ración del código, fos mismoo que lo :rechazaban para sus :Paises, no chas clases en los grandes sectares que no resultaban beneficiadas por
negaban que en FrlllllCia fuese tranquilizador y constructivo. Los carde- él. Fuera de Francia lo fueron {;asi siempre.. Al reglamentar ila econrnnía,
na:les italianos que acompañaron a Pío VII a París, temblando de ante- Napoleón se enajenaba Ja gran fuerza de ·la Revolución burguesa, oon la
mano a la idea de lj.venturarse en aquel "desfiladero del lllfiemo", se que. sin embargo, tantas afinidades tenfu, y eri_ más de un punto volvía
quedaron asombrados' al ver a 1a multitud tan campechana -y las calles a adoptar la política de los descamisados, a ·qnienes mbominaiba. Pero
tranquilas. Tampoco se puede S'll'bestimar .}a impre.9ión de ·seguridad y fa. guemi, su mstinto de organización, la convícci-On de que de esre modo
solidez que eJl matrimonio con María Luisa produjo en Europa, espe- poseería el munqo más profundamente que por intermedio de sus sol-
cialmente en Alemania, en el reino de ltailia y en Nápoles. Y por últi- dados, le habían lanzado por aquel cwmino. En la lucha contra co-
mo, e induda.blemente y sabre tado, Na'l?Oleón contó con eJ apoyo, rriente del desarrollo capitalista que caracterizaba a la época, sus fuer-
o por lo menos con la neutralidad, de grandes sectores europeos, por· zas tenían que :irse desgastando. ·
que se 1e creía invencible;. En reailidad, todo estaba ahí. Más profundos aún que las animosidades de orden material. eran
los odios nací-anales, que la pasión y el espíritu de venganza afünenta-
Para edifücar y mantener el gran imperio-el de Occidente o de ban contra Ja damin?Ción imperial, y ºresu1ta:ban talÍ peligrosoo como
Europa-no es suficiente, sín embargo, semejante acumulación de me· aquellas, porque seguían Ja inclinación del siglo. fuerza cireciente y pro-
dios y recursos. gresiva. hostil a una noción de imperio supemacionaJ que llegaba de-
Emapa era demasiado extensa para que desde París se la pudiese masiado pronto o demasiado tarde, pero. desde luego, anacrónicamente.
administrar a vighlar. El telégrafu Chappe, que era ráipido, se utilizaba Las páginas .precedentes han dicho en qué grados muy diferentes se
poco, porque era indiscreto. Los correos de gabinete tardaban ocha días robustecía o se d~pertaiba en fas .masas el se¡:rtimiento nado-na.J. Pero
desde Madrid a París, on'C'e desde Lisboa, siete u ocho desde Nápoles; siempre .Ja Jeceión napoleónica influyó en ello de· algún mado, ya pu-
por el Este y con mal tiempo fu. duración de su recorrida a:mnentaba siese a los pueblos en pie por Ja invasión o par la ofensa. ya chocase
considerablemente. Una columna de infanteria hacía veinticinc0< lcilá· contra sus intereses por avasallamiento econónúco. ya les ~yudase a con-
metros diarios, y eso n'O indefínídanlente. sol:m~ tado si t<eaia que pro- sideraISe a sí mimnos, dotándolos de administración e instituciones pro-
curarse sus propios víveres. Las diligerroias .invertían cinco días en el pias: El papeil de Napoleón _fue tan pronto el de un resorte que pone
trnyecto de París a Magunda o a Amsterdam, y seis en el de París en libertad ilas. füerzas preeXIStentes, como el de un excitante que llega
a Basillea o Ginebra. Toda actuación arlrninistrativa o similar lejana casi a crear :l!uerzas nuevas. En todas partes, y en este terreno como
implicaba una irunensa pérdida de fuerzas, y fas probrebilidades de error en tantos otros, él fue el acon~imiento q'l!-e precipitó las rupturas. ac-
se multiplicaban. No se puede negar que Napoleón dio un traspié en tivó· 1os creoimientos y precipitó lus desarrollos. Fue por doquier eil gran
España, a pesar de ~tar tan próxima (mal conocida y paco penetrable, aceilerador de la historia. Pero esto füa en detrimento de la idea imperial,
sin 'embargo). Pero no deja de ser significativo que su política fra- pues el hombre del mievo sigilo iba a ser nacionailista. El imperio se
casara tanto más rol!Unrlamente cuanto más distante era oo aplicación: agotó contra fa repulsa de fos pueblos, y las mirunas naciones que él
con respecto a los turcos, actuación codiciosa y sin medios, que fo dis- había fovantado y ayudado, como Ja pola:ca y la italiana, sólo -le servían
trae de Ja guerra con Rusia ; solución pala:ca comprometedora y sin efi- pensando en el día de Ja independencia totail. '
cacia; ignorancia del verdadero purnto débhl de Prosia, esto es, Ja asimi- La lucha rle Ja viej¡i. Europa contra Napoleón fue profundamente
lación de los · eslavos.; en Rusia, fracaso de Ja ailianza, y el desastre soda:l: El odio del armador h811llburgués en qlliebra '°eJ. del guerrillero
debido al enorme territorio. Toda esta Europa quedruba fuera de la in- e&pañol :pueden parecer benévoilos ante el que· una gran dama austríaca
foJ!II!ación útil y de -la acción efücaz. Demasiado ilejos. pudq profesar al jacobino coronado. Y eso que ilos grandes privilegiados
En ·la luolra ·económica dcl bloquea, la foerza marítima inglesa re- de la nableza europea sato podían ver en parte la obra de demolición
presentaba, por el contrario, una técnica del tramporte de renilir:niento revolucionaria q'lfe aoampañaiba al avance de ·las águilas; los .aJtos car-
muy superiür y -una facuJtarl de interverroión ·mucho más manejable. gos ocupados •por mm nuoeva aristocracia de funcionarios, las fortunas
En esto, el imperio- maútimo poseía una ventaja definida sabre el lin- ancestrales eo1ipsadas po:r enriquecimientos burgueses, ºlos doIDinfos se-
periailismo oontinental. La deiiantera que .su industria baibía· tornado ñoriales quebrantados. pbr la emancipación campesina. Y Jo que todaivía
. y que aumentaba ráipidamente, las ganancias.del contrabando, la.eficacia no podían comprender, fue. la brecha, la rlllptura que produjo el presti·
1068 TOMO L-iIBVOLUCION FRANCESA B lldl'ElUO NAPDLEONICO
1 OC-VUELTA A LOS EQCT!LIDRlOS 1069
j
gio personal de Napoileón, entre· los tiempos nuevos y eil antiguo régimen,
en ·uno de sus vadores básicos, en Ja lea.liad monárquica. Este valor, IC. GRIEWANK: Der Wiener Karzgress C. CAPASSO: L'Unione europea e la
und -die Neueordmmg Eurapas. Leip- Grande Alleam;a del 1814-1815. Flo-
Napoleón lo· aniquiló más totalmente que los conveooiooales ail deca- , rencia, 1932.
zig, 1942.
)!itar a Luis XVI, porque una re no muere mientras no está. reempla- 1 IL C.. SCBENIC: The Aftermatli of the
H. NICDLSON: Le Congres de Vienr.e,
zada. y el emperador füe-sofo por un instante, pero instante que no
puede olvidarse-fa nueva ·fe. Por Ja fascinación que perso-naimente ejer- ! París, 1947. . . .
J.-IL PlllI!NNE: .La Samte-Al/1ance, t. J
Napoleonic War.J. Landres, 1947.
C. K. W.E!ISlÉR: The Foreign Policy of
Catlereagh (1815-1822). Londres, 1925.
oió sobre sus. contemptlráneos y que b:ll!bía de prolongar su leyenda., (1814-1815). Gmebra, 1947. 1 D. SP.ADONI: Per la Prima Guerra d'ln-
sustituyó en el ánimo de fos franceses a la cons~ación real, emanaila C. K. WEBSTER: The Cangress af Vim- dt:pendenza italiana nel 1815. Pavfa,
de la gracia de DiO'S, por fa que procedía del vailor de un hombre, deil na. Londres, 1934. 1929. ,
hombre más :innegll!ble:cnente nacido para. mandar que; había conocido la
tierra. El gesto que llevá a término fa Revolución al acabar con el antiguo
régimen, fue el de Napoleón en Notre Dame, -co:locándose él mismo
la corona sobre ila cabeza_ Era !!!lgo definitivo, alga ir.reversible. la rup-
tura con un pasado muerto aquel mismo día. La ilictadura militar, tan
temida por la RevoluC!ón, le hizo e1 mayor de los servicios ru::a:bando
con la !legitimidad. Lüis xvm podía VOllV'er, pero ya no podía ser oJ
rey doude. hab.\a estado' el emperador. ·
Repitamos que, all 'ibrir así dclini.tivamente el Clllllino a la Re:valu-
oión. Bonaparte no comprendió cuá!les eran todas las consecuencias ni
cuáles serían el día de mañana Tanto el capitalismo en manos de Ja
viotoriosa burguesía. ·como las nacionalidades e-uro.peas ex!l!ltadas por la
guerra y por el llamamiento de los pueblos, fueron fuerzas desconocidas
para éL o..más ibien. tal vez trató de negarlas, porque escapaban a su
dominio o S'e CJ:POnían a sus pwyectos impería!les. Parque él a-xigía que
el siglo girase en tomo a su genio; y fa palabra. ambición, que· tanto
se prodigaba a su- intención, es débil y mei:quina '.Para designar aquella
necesidad y aquel esfuerzo de dominio su¡:xnllllo, que por :un: instante
confundieron con lflÍ suyo el destino de Europa.

DIBLIOGRAFIA

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·¡
1
1
:

... --· .....


.- ~ ~. ~. -.... ··~··. -. '
-.-~-.- .-.-.---.- -· --· .. ·:- -.- - - -- .. ------~ ·.- - .. -
LlBRO lll

CORRIENTES MllNllJKA.LES

; ._ - - -.-7.--:.---.-:--:-:-;-.-.:--~-.-.-.;-.--~.-.-.-.-.- :·.--~ -------.-----.-.·.-..•-.·-.·-- - -.- .


·-::-·

¡·1
CAPITULO X ,
!:
COJUUENTES EUROPEAS

··.-: ¡

Las corrientes que menen su origen. en la fe reli¡yiasa o en la creen -


cia de la fraternidad humana, llegan fác.iJmeD1te a ser importantes fac-
i. tores en las relaciones internacionales. Bastante paradójicamente, el largo
'· período de guerras iniciado en 1792 vio cómo se robustecían tales
vínculbs a través del m'l.lllda. En este terreno, Ja función dkectora per-
/: tenecía a esta Europa que. aun desgarrada por sus contiendas, no
t· olvidaba ni su largo pasado cristiano, ni 'f.ll amor de -los hombrf!ll, predi-
cado por el siglo de las auces.
Las misiones cristiana.s. que iban a deseÍDipeñrur un papel tan ll:u-
partante en fa expansión europea del siglo XIX, apenas existían al ini-
¡: ciá'.rse Ja. era :revolucionaria. Los protestantes no tenían más que 190
misiooeros, de los que 173 pevtenedan a Ia1 oomi.mi.dad de hermanos
1 moravos y sus esfuenos estaban sostenidos lsoJamente ;püT cuatro- so-
¡ ciedades. La Ig¡les.ia romana tampoco da.ha gran impuilso a la evan-
j 1 gelización: en China haibrfa, -según Maca:rtney, unos 150.000 cató-
licos ; en las diócesis portuguesas, y en las misiones de India, medio
millón, esto es, oinco veces· menos que 'l11l si.¡W.o antes; en el ·Orie:nte
mrurulmán. algunos millru:es, y 50.000 en Africa, donde las conquistas
espirituales de ilos portll!gueses se esta:ban viniendo abaje
Pero en !los países anglo-sajcmes se anunciaba ya el renacimiento
.m.isionail, fruto de los resurgiimientoo; religiosos y consecuencia de una
' expansión colonial. cuyas responsabilidades morales había muchos que
est:atban decididos a aceptar. en ¡re]ación también con el moWmiento
que se iniciaba en va.rins naoiones para comener la trata y mejorar la
/i suerte de los esclavas. En 1792, William Carery inició, en Nottingham, la
acción que condujo rálpidamente. a Ja fundación de la Baptist Missionary
/ Sodety y a fa sailida del mismo Carey ;para Beng~la. En 1799, fa :inicia-
tiva. de David Ba:own, -que ya había predicado en Calcuta, y la de Wifüer-
forne. creó il.a Society far Missions to Africa and The East, o Clmrch
1 Missionary Saciety. También fue Wilberforce eil que organizó,_ en 1803,
1 1a. British and Foreign Bible Society. La Londan.• Missíonary Society
1 nació en 1795-1798. Los metO'distas tenían su -campo de acción en }as
Antillas, en el oeste de Africa y en Oceanía. En 1810 se fundó la
American Board for Fareign Missions. Los p!O'g:r-esos de la Iglesia ca-
tólica fueron mucho menos -señalados. Napoleón extendía, desde Juego,
su protección a las órdenes misioneras, de cuya importancia internacio-
1073

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1074 TOMO L-REYOLUCIOlf FRANCESA B IMl'ERIO NAl'OLEONICO

nal se daba perfectii cuenta, y a pesar de su aversión al clero regular,


auto-rizó las Mis-iones Extranjeras, los Padres del Espíritu Sama y los
LazaristaS. Mas el bloqueo ing\lés dificultaba extraordinariamente las
sailidas; desde 1799 a 1815, las Misiones extranjeras no pudieron en·
viar a sus puestos s.i:na a siete de sus s<rCerdotes. Pero, por lo menos,
.x:.--CORRIENIES EUROl'EAS ·

toriales, como en el caso de Fernando de Náipoles ad rechazar la teórica


soberanía ponti:filoia sobre su. reino; y al e.l!l¡Julsar al nuncio en ·1788; o
el de Aus.tria, favu.reciendo ·e11. josefümo en sus posesiones· lombarda~i· e
:infestando do él las universidades. Pew era muoho más de temer aquella
fo:a:na teológica del jansenisnm italiano que, :. difusa y suficientemente
1075

' la gran conmoción política y <:11Piótual den:i:OO }os obstá~os qu~ los matizarla. puede, .stln embargo, r~irse en fu. acción de Ricci. ubispo de
'
f' oEfü
' patronatos reai!es .y 1ás rivalidades entre las órdenes opon.tan anta.no a
la Congregación de ia. Propaganda.: y el gran impUiso misional católico
quedaba preparado. Si en muohos puntos, como, por ejemplo, en Ja.
Pistoia, en .contra de Roma, "esa Ba>bilcmia e&píritual", y en contra del
p~pa, ~e no era a llr!s ?íos 1!1ás. siue un simple jefe mÍni8terial y admi-
rustraitívo. En. 1786, Ricc1 coIIS!gruo hacer: aprobar ésta actitud por el síno-
rfif
~:1· ~ica, los iwangelizadores protestmtes tropezruban siempre con los plan· do diocesano reunido en 1lU ciudad episcopail.
tadores, inquietos acerca de la d-0cillda.d d\} sus esclavos, en cambio en Al finalizar el Antiguo Régimen, la adhesión de la Iglesia galicana
e;f) la India la. hostilidad: a la Compañía se iba atenuando. De este modo, a 1a Santa. Sede era sooda. en el fondo. Bl olem se formaba cáda vez
acabando de romper el concepto de una civ:iliza:cióri. cristiana encerrada
11 ¡.:::-0,
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en sí misma, se desarroiraba da red de lazos espirituales, pcxlíncos y
más en semínarios de los q"Ue ha<bfan sido excluidos fas tesis jansenistas:
los decretos de Trento eran acéptados ; Jas deoisíoues pontificias en mil.·
t[f} también económicos, entre· Jás · metrópolis y· Jas regiones de e:x:pansión terii1; ~ei dogma sólo encontraiban ya una débil· .oposición ; · y ihtraristas y

~
blanca. sulp1Clllllos eran los soportes de Roma. En resumen, el clero "en cues-
..
Gºi;i tión de gail.icanismo, llegaba, por Jo generail, a .una especie· d~ equilibrio
) La IÍ?;lesia católica, wliversaíl en el terreno esp.irilillal por su dogma, entre '1a Santa Sede y 1a corona... La San<ta Sede iparec:fa. resignada a
aceptado par todos llos fieles, estaba lejos de representar, en vísperas escuchar un ilenguaje .fradícionaJ. que no comprometía 'llila fidelidad :fiut.

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de Ja Revolución, las. mismas disciplina y uniformidad en sus relaciones
entre Rama y las igilesias nacionales. Los príncipes oi!;ñsipos de la· región
renana-Tréveris, Maguncia, Colonia-, jefes espirituales a la ~ qrn:
soberanos laicos, tendían a confundir en su persona ese doble poder,
clamen.tal" (LATIUllLLH). Pero no era menos cierto, que muchas veces
las con~endas j~enistas roncedieron ail gabiemo el paJlcl de árbitro
en cuestiones e9pmtua:les, .que fos patlamentos se aiprovecharcm. de ello,
Y que el soberano pontífiice tuvo que tolerar ciertas introonisiones. Con
haciéndose casi independientes de la Santa Sede. S11 doctrina era la for· ei;to, fa doctrina gadicana. -se veía robustecida; negaba todo carácter aibso-
mulada. en 1743 ipor Hontib.eim, conocido par Febronius, quien denun- Juto al poder legislativo del papa y toda garantía de infalibilidad a su
ciaba el de:;potimno :religioso y administrativo de la Curia ; sus mante- primada. La Curia mira:ba siiempre con cierta ailanna hacia Versalles
nedores eran !los profesores de universidad, ios luteranos y los .fil-Osofos; '! P'.1fÍS. Diez o doce años más tarde. todas aquellas inquietud~ parecían
mIS reivindicaciones, las fo.anularon, en 1786, con el nombre de "pun· Justificarlas, y destrozada para síomp.re la autoridad de Ra.ma sobre <las
tuaciones de Eros" y pretendían quitar al Papa todos sus medios d~
gobierno eclesiástico. Bl 14 de noviembre de 1789, Pío VI condenó
su aotitud; pero :persistía una agitación casi cismá<f:ica. Aún era más
grave para da Ig1:esia cl peligro que amenazaba a los Estados de los
católicos ,Ha:bsburgos, en los que José lI personificaba el regalismo· en
cuanto este tiene de más imperioso. Supresión de toda comunicación
Igles.~. En 1799. Pío VI ~ó en Ja cautividad y el exilio. Las tropas
republicanas OCUipalxm fa Cmdad Eterna. & :la Penínsnila, los gobiernos
que ellas habían -implantado se !hallaban e:ii' manos de hombres imbuidos
de dos principios josefistas y jansenistas, y dispuestos a li!berar al 1!.st:ado
de ·toda tra:~ .Los que haJbfan adquirido los •bienes eclesiásticos, pref.e-
l
1
rfan Ja ruptura con Roma a la restitución. En F.rancia aquello era más
directa 'del papa con· los fieles de Austria, a no ser mediante el plctcet acentuado tmla.vja. Ade:nás: alli había podido iormar.m-ejemplo ne-
gubernamental; supresión de toda corres.pandeiroia directa de fos ecle· fastC>-lllla Iglesia constitucíomcl que contaba con hombres de mérito 1
siásticos con Ja Cur.ia; mpresión de los poderes espirituales del nuncfo: Y que había p~do.í; defendiénd-0~ y sobrev.ivír ail Terror mismo, ace<p~ 1
la enseñanza de fos seminarios había de ser ajustada a los programas tando ~a oobordlnac1on de la Igiles1a y Ja preeminencia del Estada!'; pero
impuestos por el srrberano; las órdenes .religiosas,· reformadas o. snpr:i- separada de 1n. Santa· Sede.. En fa desmembrada Polonia una inmensa 1
midas par éil: la liturgia, sometida a su caprioho: las obras de teología
que le disgustaiban, eran. quemadas. En una· paü.ábra, un concepto com-
pletamente estatista de 1a Igilesia.. Pese a fa deferencia superficicrl que José
1
1
multitud de católicos podía, de la noche a la mañana, a uña señal hecha
por.?1 sober~o ortodoxo, ver~e privada de todo enlace con sU: jefe
espmtuaiL Basilea, Campo-Fo!'Illlo y eil congreso de Rastadt habían plan·
·/1
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le demostraba., el pontificado podía te.rn.eir cua!lqu.ier cosa por su parte. teado para Alemania cl principio de que las indemnizaciones pmmeti- ;
En Italia, le afligían e inquieitaban especialmente varios esfuerzos enca- ·das se conseguirían mediante fa secular.ización de Estados eclesiásticos.
minadoo a debilitar los vínculos con la Santa Sede. Verdad es que. gene-
l
En el Recez de 1803 ·se llevó esto a Ja :práctica, y Ja ruina de Ja Jg)esia
raJroente, se tratruba de [11anes puramente pailíticos o de apetencias terri- alemana quedó consumada, pues perdió territorios iruuensos y 3.160.000

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1076 rollro L--REVOlJUClON FRANCESA E IMeERI!> NAPDLEON'ICP

almas. Los Esita.dos protestantes se aprovechaon de Ja ocasión para dar


X.-CORRIENIBS· EUROPEAS

i>illas episc::ipales. El. clero francés buscaba a su jefe en Savona mucho


lUII

1
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l. UD!pulso a :la influencia de su burocracia, e insta:Iarla en il.a administración
de fas Iglesfas. R01Il.a 'hubo de presenciar cómo- se dispersaban congre-
más que err 18.s· Tullerías; y se '.Producía un "frenesí ultramontano". En.
Bélgica, Ja oposición se hacía manifiesta: en 181~. no hu~ ei; Gan~e
1 gacio-nes religiooas que eran su apoyo más eficaz; lo que se había hecho más que 30 sacerdotes, entre 1.200, que reconocieran ~ v1cario cap1""
1
1· evidente cuando, en Has "puntuaoione:s de Ems", il.os obispos rebeldes di- tu1ar impuesto por el gobiemo. ·Desde 1810, las aiutondajes de toda

rigieron sus amenazas · contra Jos regnla:res. Desaparecían d~ reipen~e Jtailia do-portaban a fos eclesiásticos en masa, basta 40Ci en un solo
centros célebres de esmdios: dieciocho- univeirsid,ades- y valiosas bi- convoy. Pero a su llegada a Fnmcia, aquellas J.ll!lllentaibles hileras de pri-
bliotecas monásticas qub eran focos de teoilogía ortodoxa. &ioneros enccmtraron más de lllla vez en fas poblaciones una ay.uda. Y
Pero, doo o tres lilstros después, eil aparato romano de mando y
en:lace esta:ba restablecido, e inoluso reforzad(), en un sentido suprana-
cional La Iglesia se ,:¡o debió todo a !la. política de concordatos que
·¡ ·una compasión significativas. Y d paso del papa'.por las ciudades. triun-
fal cua.IJ.do la coruiagraci6n, furtivo después .de s·u arresto, provocó una
•' emoción hondísima y fortaileció extraordinariamente fos sentimientos µ!-
'' siguió inmediatamente i¡a ia · RevOllución. BB ciertG que en más de 'llil tramontanos. ·De este modo, se -operó, en pocos años, en el espíritu de
' punto perdió terreno attte el autOTitar.imno de Jos. .Estados, SUS tenden- los fieles, Ja evolución que favorecían las estipulaciones d.Bl concordato
cias josefistas, il.a .prisa qoo a veces se dfo el otero (en el n,orte de Ita- y se mbusteció de manera not!l!b}e el carácte.r direct:Ct de la autoridad
lia, por ejemplo) en inclinarse hacia. ellos y la despreocupación con. q:ie que Roma propagaba, atravesando fronteras, por todo el mundo ca·
Napoleón corrigió a posteriori el concordat0< francés del. 16 de JulIO tólico.
de 1801, por Joo nrtícnlos orgánicos de 1802 y Medri, el concordato
itaJ.iano del 16 de septiembre de 1803, por sus decretos de 23 de enero
de 1804. También hay que tener en cuenta que la Curia no- llegó a Las corrientes intemacionailes de opinión que en if815' consig;IJ.ieron,
firmar ningún concordato ailemán. Pero un resonante a:vance de Rama por fm, :ia. condena de aqne:l reto a 1a humanid;~ que se llama trata
lo compensaba todo: en F.rancia y en ItaAia. la jurisdicción pontificia· de negros, se situaron también en eil orden del es:r~tu. ,
impiantBJba definitivamente .su supremacía sobre el cuerpo episcopafl. Desde los Estados Unidos al Plata. en Aménca habia por entonces
El texto firmado en París tenminruba, prác:ti.camente, destituyendr:> a tados buena cantida:d de esclavos negros. Según una estadfutica de 1798, lle-
los obispos; y declÍt.ra.ba. que el pa:pa hacía una nueva. delimitación de garían en el BiasiJ, a aJgo más de Ja mitad de 1a. pohlación, que era
diócesis. En eil. Pirunonte se suprimían nueve sedes episcopales; Y en la de 3.250.000 habitantes. Según Humboldt. en ]res posesiones espaií.o1las
República itlldiana., dos. Jamás había. realizado Ja Santa Sede un acto había 800.000. Como estas carecían de mano de obra, en 1789, Car-
semejante de autoridad'. con respecto a los obis.pos, Un diplomática iran- las IV autorizó por dos años, que; p~ont~ se aumentaron a _seis, }~ impor-
cés decía del Concocdilta: ''Ha de verse toda la. inmensidad de ru im- tación de negros ·bajo cuailq:uie:.r paioollon. Aunque Espana utili.za,ba el
trabajo dé ]os esclavos, solía dejar a otras nacion::s 1a responsaibilidad
portancia y el poder qll'e da a Roma sobre el episcopado de todo el
y :/.a ganancia de 1a trata: y en los horrores cometidos por los negreros
mundo." En realidad. supGilÍ.IL en ]a Iglesia' una. victoria: (a larga. fooba,
entontraba una buena réplica para loo ,extranjeros que a.taraban su paií-
pero decisiva) de Ja monarquía y de la .;:entralización sobre las a.gru-
tica· indígena en América; después ·de "haber V:7nrudc: Jos negros. dice
paciones nacionales ; la afirmación, en el mundo entero-, de la autoridad CadaJso en sus Curtas marrueca.y (1789): "Toman el dinero, se fo llevan
emanada de Roma, hecho de pmfundo significado internacional. , a sus humanísimos países, y con el producto de oota venta :imprimen
Fue ratificado :por 1a. aquiescencia de 1-0s fieles, y no porq;ue la :zpasa libms llenos de elegantes invectivas, retóricos in&ultas y elocuentes ID.ju-
comprendiese la evolución que se enc~l:ª en aquellos textos~ µ;ies rias contra Hernán Cortés pGr la que J:ú.zo."
continuó confiando en sus jerarquías tradicmnales; y alguruu: .Iglesias, Pero; mclUl!O en los países -culpables de la trata, la opinión e~ba
como 11l auslrlaca y ila portuguesa, oontinnaron desconfiadas y rebeldf!IS indignada. Hacía ya mucho tiempo que se elevaban protestas; y eil fina1
con respecto a Roma. Lo que actuó fue la emoción que experimenta- de il.a. guerra de América señaló el principio de aquel gran mo'V:imiento.
ron. los católicos ante Ja detención y la deportación de Pfo VII por las En efecto desde 1783, il.os .ingilesoo no tenían ya que temer que una cam-
autoridades francesas ü:ulio-agosto- de 1809) y su internamiento en Sa- paña contra los negreros pudiera aumentar el sentimiento separatista en
v-0na hasta 1812. Esta emoción nació muy lentamente; la excomunión sns colonias de esclavos. Los principales argumentos contra Ja bárbara
de Napoleón por el papa. que tardó en conocerse, causó poca alarma institución eran, evidentemente, de carácter religioso y humanitario,. y se
y no impidió que Su Majestad Apostólica concediese su hija en ·ma- relacionaban con el resurgin:riento de Ja.s misiones y con los temas 'litera-
trimonio a aquel sO"bre·quien ha:bfa recaído la -sanción de la bula Quum rios en bo!!a ca.m.o el exotismo y el salvaje bueno. Además, desde que
memoranda. Sin embargo, poco a poco. las noticias fnercm. filtrándose; Adam Smith declaró W1economical el trrubajo servil, se comprende la
la conmoción aumentó, al ver cómo se muJóplica.ba:n las vacantes <le ineficacia. práctica ·de la insfi.tución. La: táctica·1varía, según ]ns países.
!
1078 TOMO 1.-REVOLUCION 'FltANCESA E ·IMl'ERIO Nil'OLEONICO X.-CORRIENlllS llUROPEhS 1019

En los Estados Unidos cabía esperar ·que, mediarrte decisiones locales. por' hi.una.illdad y, al mismo tiempo, para no dejar a sus Antillas una
se consiguiera inoluso ila a:bolición de Ja .esclav.itud; y de hecho, aquella
nación ya emprendió ese camino en. 1780. L<Jü Amigos de los Negros
1
~
ventaja decisiva en lo referente a: la mano de obra.. El 8 de febrero de
1815. el congreso de Viena, a petición británica, conden.6, en principio,
franceses, procedieron, al principict, con prudencia, puCIS los obstáculos la trata. Al regresar de Ja :is.la de liba, Na:paleón la mi.primió (29 de
eran grandísimos. Sin embargo, los principios re.valucionarios y éil pe- marzo de 1815) con el fin de demostrar a il.os libé.rales y a Inglaterra
ligro que representaban en Santo Domingo fos negros msnrrectos. indu- su bue.na. voluntad; y Luis xvm. repuesto en .su trono, confu:mó esta
jeron a la Convención a dar el decreto derl 16 pluvioso del año II, abolición. .
aboliendo la esolavitud. En Inglaterra. fos mismos jefes del movimiento Desde luego, este es un resultado internacional en el orden legisla-
comprendieron que .fos sería imposible derribar de un sofo golpe tal ins- tivo e internacional también, por sus consecuencias inmediatas sobre
titución. Por ·tanto, limitaban sus ataques y se contentaiban con reclamar la demografía y- la econ<Jl.IIlfa africana y antillana, consecm.mcias que
Ja supresión de la trafa. ¡ fueron debidas a un anhelo de humanic:Ia:d colliún. a Europa entera.
Los intereses ameD.llZados reaccionaron violentamente en todas par-
tes. Los plantadores obtenían o imponían, ya fuera en Jamaica, ya en
Santo Domingo, Virginia o MaryJand, 'llila. solidaridad, casi abso1uta, lL CONTACTOS iNTELEC'IUAJLES
de todos los blancos, propietarios, jueces o administradares. En. Ingla-
ter:ra. y en F~cia ha'bía un.· Yeirdadero mundo, influyente y complejo, ·En el orden de las .relaciones intelectuales entre países europeos,
que vivía del comercio calo.nia:l. como armadores, negreros, negociantes
y cargos marítimos. En Londres actuaba 1lll West lltdían. Party; y en
París, :Ja sociedad correspondiente de colonos franceses, conocida por
1 fa crisis política y ,lJéJica que caracterizó la época fue. evidentemente,
responsable: de muchas rupturas y barreras, de severos nacionalismos
cultµrales y d,e estrechos confo.I!ll1Í&mos nacionales. En la mayoría de
el club Massiac. Tados in:vocwban la imporlancia financiera de las isfas, 1 laB cuestiones el cosm,opolitisrÍJ.o del siglo xvru dio .nn paso atrás..Sin
(
que .exigía- que fueran pr6&peras y est:uvieran bien cultivadas. En 1798, embargo, subsistieron algunos contactos entre campos adversos, y. por
Pitt declaró que, de todos los ingresos procedentes .de ultramar. las cua· ¡ eso, algunos· ter.rito.tíos continuaron durante mucho tiermpo desempeñan-
tro qirintas partes los proporcionaban las Inilias Occidentales. Tambjén do. su. P!LPe.l de vfnorilo,. .iildil'erentes. ~ las fluctuaciones. de fronteras y a
St' empleaban .CQ!ll1o argumentos más o menos contradictori.:1s las nor- lo~. nu~vo~ comprommos del espúitu.
mas del" exclusivismo; fos derechos locaiJes de las colonias y 'loo peligros 1
1 Desde el principio de Iii. Revolución, muchos pensadores germáni-
del separatismo ; Jos horrores de las insurrecciones de esclavos en Santo i cos--Kant el primero--, adoptaron una posic:ión. El nacionalismo y el
Domingo ; los beneficios O'btenidos por el comercio, y la utilidad, para romanticismo se adelantaron ipronto a la fürmiiila de_ Herder: "El patrio-
las flotas de guerra.!de un tráfico que fonnaba marinos audaces. tismo del alemán consiste en ser cosmopolita. y la misión de .Alemania
Las campañas de iJ.os a:balicion.istas intentaban respaldarse de un es c.ultivar la filos<>ffa." Lo que se dio en llamar "]a clase de los sa-
país a otro. En 1787, Pitt se. puso en contact.o con Versan.es; en 1792, bios" adquirió uua importancia política; y Napoleón '.lo sa1bía muy l>ien.
la decisión . de Dinam.a:rca de abolir :la trata en nn período de diez Por eso, en octubre de 1808, en Erfurt, hizo. tan.tos arrumacos a Goethe
añoo, resultó un argumento valioso. En 1789, Clarkson, delegado del y a Wieland, con objeto de horrar iJa imprésión qué ha:bía causado en
Abolition Comittee,! v.isitó a Co.ridorcet y a los Amigos de los Negros. aquellos medios la ejecución del librero Paili:n. Pero muchas ciudades
·Pero la guerra diV:idió estos esfuerzos y los debilitó; Brissot fue acu· i
estudiosas. la corte de Weimar, las univernidades de Gotinga y de
sado de revoílucionar las Antillas, para entregárselas a Inglaterra; y Wil· Lanoohut, pasaban todavía por focos de pllta intelectualidad. El 4 de
berforce, de· seguiir Jos nefastos principios jacobinos, que ensangrentaban eneró de 1804, Mime. StaéL en W eimar, escribía de los eruditos alema-
a ··santo Domingo. Así, pues, los primeros. resultados fueron nacionales.
La campaña admirable de fe y tenacidad que, después de Wilberforce,
1 nes: "En Jena, aquí cerca, viven como mi::mjes en la filosofía, enc1>-
rrados en su casa y estudiando a los antiguos día y noche... Están
Sharp y CJarkson, realizaron los que fuerón conocidos por el nombre metidos en Ja seriedad de fa metafísica. como Arquímedes, que no se
de la secta de Clapham y-medio en serio,· medio en broma-por los daba cuenta, mientras resolvía Til1 problema, de que estaiban tomando Si-
santas, consiguió el acta del ·25 de<:marzo de 1807 que abolía fa trata. racusa. No reciben· ni siquiera el Journal des Débats; y, llenos de fe en
bajo pena· de una mu.Ita: ·de 100 libras por esclavo transportado. En los ¡ la perfect.ibili,dad d,e la especie: humana, no se: preocupan por el mo•
Estados Unidos la obstinada nc~ción de los cuáqueros arrancó la mis- i¡. mento presente."
ma medida. ! Suiza, fiel a su :misión de mediadora europea, continuaba, a pesar
En 1802, Bonaparte. hábía restablecido :la trata y· la esdavitud. En de sus crisis poHticas y económica.B, estableciendo contactos. ·en el orden
1814, Londreil invitó a· los franceses a 'adoptadas prohibiciones inglesás. intelectual lo. rolsmo que en el de Ias finanzas y de la intriga ínter-
1080 TOMO L-REVOLUCION FRANCESA E lMPEllIO NAI'OLEONICO X.--CO.lUUENIES EUROPEAS- 1U01

nacional. Laharpe, en Rusia; los historiadores Jean de Milller, en Al6- las salones. Simón Vorontzov, que fue embajador de Rusia en Londres,
mauia, y Sismondi, en ]a Toscana; el polemista d'Ivernois, en Inglaterra; desde 1785 hasta 1806. y que odiaba a los jacobinos, nD' por eso re-
y aún más, en su fiebre de viajes y de correspondencia, los suizos Ben· nunciaba al francés; y lo empleaba, exclusivamente ~¡:mes, además, aquel
jamfu. Constant y Mme. de Stael (nacida en París, pero cuya madre era anglófilo furibundo no sabía :inglés), en las relaciones diplomáticas, sin
de Vaud, y Necker de Ginebra). llevaban, recibían y transmitían. las in· eJCperimentar la menor preocupación. y, en las mundanas, casi sin incon.- ·
fluencias. Helvecia contaba con· las simpatías de los países liberales y veniente. En. Rusia, los ukares no llegaron a impedir nunca que, en los
protestante&, de Inglaterra en. particular, pues segiiía siendo. a sus ojos daminios de la alta nobleza y en la corte misma, s.e representasen co-
ef lugar sagrado de donde irradió Crulv.ino. Reemplazando a Holanda medias en francés : ni q'1e se confiara a los emigrados. ilustra.dos Ja tarea
como tierra clásica de Ja libertad, era famosa por abrigar en S'IIS mon- cle enseñar los modailes ·versallescos. Los 'Colegios estahlecidos por fos
tañas la independencia que el hombre debe a la naturaleza. En 1814, "emigrantes" (en Weim.ar, por Mounier; en Odesa y San Peternburgo,
Alejandro I, a;lumno de Laharpe, úrVo- a gala extender a ella su pro- por el abate Nicole ; en Bpson y en Reading por sacerdotes, el de: Iassi)
tección; y muy al final del período- na:poleónico, los libérales encon- tenían una. clientela escogida. Los refugiadas ip,ublicaiban muchos perló·
traban todavía un refugio dentro de sus fronteras. En Coppet, ma- dicos en su idioma, com<>, por ejem:¡>lo, Le Courrier de Londres.
dame de Stae1 reunía en tom(;) suyo ·a Constant, a Augusto Guillermo El conocimiento del francés hacía progresos en los países ocupados
Schlegel, a Sismondi, al ensayista BoDStetten, y· recibió de· paso a Vi- por las tropas republicanas <> naipoleónicas. Esto se explicaba por las
cente Monti, a madame de Krüdener y a madaane Récamier, "seiscien· comodidades de Ja vida corriente. Así, en ila. Italia del general Bona-
tas personas de ·1as n;iás distinguidas de Eurnpa~tende Stendhal-, parte, 1os avisos de :]as autoridades al ipúblico eran redactados, exclusi-
Jo::, Estados generales de 1a op.inión europea". Entre 1811 y 1812, 1a vamente, en. francés. Pero si esia expansión lingüística se debía, en gran
sweridad y ]as provocaciones de Napoleón dispersaron aquel centro de par.te, a las necesidades práctica¡¡ impuestas por la ocupación, induda-
oposición. Pero a la. caída del imperio se pudo- advertir, tanto en 1a blemente también contribuía iia habitual conexión entre la :influencia
política francesa ·como- en ·tos as1111tos .intemacionales, la. importmcia cultural y el ascendiente político y militar. Los comienzos de la Revolu-
que adquirió el grupo de Coppe4:, que pudo vivir gracias a la hospita· ción determinaron .un avance consideraible del idioma entre los in-
lidad suiza. numerables -simpatizantes extranjeros que respondían al esfuerzo de la
El clasicismo era aún ttan vigoroso en Europa que, a pesar de ·:las propaganda impresa, o que hacían prop6sito de visitar el país de la
crisis internacionales. Itrulia. y Roma en particular, continuaron atra- libertad. El Terror y ila· política de conquista enfriaron más de un en-
yendo a fos artistas y a los viajeros cultos de todas ¡partes. Querían ver tusiasmo; pero los exa.tltaba de nuevo el prestigio, verdaderamente .in-
las excavaciones, que dlllban. vida y presencia a. la historia antigua; ilas menso, de Napoleón. Así oourrió en Suecia con el poeta Tegner, ja:cobmo
conmovedoras 11linas, tan exaltadas por el espíritu romlÍntico del sigJ.o ; de corazón, en 1789, que des.pués renegó. a la vez, de tales ideas políticas
Ja sencilla y ;purfs.im.a arquitectura de aquel Pa1Iadio, del que dijo Goethe, y literarias.; pero no '.Pudo desprenderse de su adn:úración . por el héroe
en 1786 : "Me ha abierto el .cam.ino de todo arte y de toda vida." La cuyas "grandiosas hazañas están .inscritas entre las sublimes estrellas".
Sehnsucht nach Italien de Jos germanos. el ROl'TUJ!m quaero de los anti- Por lo derruís, en las zonas de instalación o de influencia se solía
qu:rzantes, forn1a.ban parte de la sens1bi:1idad internacional. La ciudad ejercer, sistemáticamente, una política lingüística !francesa, que mar-
acogía a mu!!titud de :turistas, aitqueólogos y artistiw que, en fa. medida chaba sobre ruedas en los departamentos belgas, donde, a pesar de todo, \.·
que permitía Ja situación política, pertenecían a todas las nacionalidades. resuJta:ba el esfuerzo escolar .úlsuficiente para hacer rntroceder sensib'le-
Ocupantes franceses. como Toumon y Denon, ayudados por Canova, mente el idioma flamenco ; y en los países il:enanos, en los que Ja. vecind1:1.d
consideraban e-0mo un deber sagrado y superior la exaltación de fos y Ja mediación de Nsacia permitían sensfüles progresos. Dependía, ade"
valores y Ja protección de los monumentos. antiguos, en homenaje a más. del celo q;ue emplearan :los aiiministrad.ores. El teatro parecía lli1
aquel neoclasicismo que, ipor encima tle Ja guerra, unía a todos los instrumento útil. Elisa en sus dominios y J.osé 6n Nápoles, hacían reipre- ·
espfritus. sentar comedias, la primera "para que mis franceses de Lucca aprendan ·
perfectamente el· francés''; el segundo, "para· hacer sentir a estoo pueblos
También, a pesar;\1de la guerra, 1a lengua francesa co-ntinuaba des" nuestra superioridad sobre los :ingleses, Jos rusos y los demás pueblos
empeñando activame,íite el papel de. yfnculo ín.temacional entre am· que han conocido". La República envió a Bélgica Ja compañía de tea-
b.ientes cultos. Aunq* se hallaba poco difundida en los Estados Uní~ tro Montausier; el emperador mandó a · Italia a Mlle. Rauc.ourt. Se
dos. ·salvo entre fos que rodeaiban a Jefferson y a. Hamfüon, en la Amé- protegía a la prensa escrita en francés. En Mmrnheim aparecía. Le Jour·
·rica. latina servía de .intermediaria con el ;pensamiento poJitico anglosajón. nal politique; la Gazme ·du Grand Duché de Francfort, el Moniteu:r
En Euwpa. mantenía su ventaja CO!illO idioma de la diplomacia y de westphalien. y el Giomale del Campidagfia eran bilingües; Nápoles tenia
¡ 1082 . TOMO I.-REVOLUCIDN FRANCESA E· JMI'EIUO NAPOLEONICO 1083

¡ @, su Jaurnal franfais; Roma. su Joumal décadaire; Li~ •. su 1oumal


de Génes. Los periódicos de Piamcmte descono~í~n el italiano-., E~ es-
gel.ás; se indignaron grandemente por · aquella. ejecución. Así ·circulaba
también por el campo napoleónico Ja literatura de oposición. tal como
l
j
pañol. el alemán y et italiano se plagaron de galicw!11os. Ya hacia,-tiem.-
po que, en Madrid, Cadalso- ridiculiza;ba las expre610nes !oaleta, oone~e
protestas católicas contra el cautiverio de Pío VII, chispeantes polé-
micas de Ivemois sobre el fracaso del bloqueo, o de Gentz, acerca de
de noche, media día, y media y hacer un toirr. ·En WeJJilar se publi- la esclavitud de Germ.a:nia; revelaciones españolas sCJ1bre las pérdidas
cruba, desde 1786. un Journal des Luxus und der Moden. En Náipoles del Gran Ejército; y los alegatos, falaces, pero muy bien acogidos, que
se decía &ura; y en Turín. f are bambar:e. publicó Pedro Ceballos, ministro de Estado en 1808, acerca de la tram-
No es difícil imaginar la viofonta. reacción de los letrados contra pa de Bayona.
tamaños barbarismos. Cesari y Angeloni, por ejemplo, emprendiemn La prensa periódica. contribuyó muchísimo a mantener los lazos in-
con. verdadera pasión xenófoba ]¡L luoha para depUlCa:r el "dulcfuimo temacionailes, amenazados por el confliot-0-. Contaba con medios mate-
idioma" italiana. Por lo demás, muchos hombres de fotra.s defendían, riales para ello. Sus tiradas empezaron a adquirir cierta importancia,
en realidad sus dereéhos de autor .al combatir aquella literatura extran- que habfa de aumentar aún, cuando se diwlgase la mejora técnica que
jera que ~ebataba Jos lectores, ya d001.asiado escasos, a los escritores Walter introdujo, por entonces, en los talleres del Times, consistente
nacionales, ya demasiado numerosos. Se dice que•. ~n: 1787, Jia:bfa 6.o_oo en la utiliza.ci6n del vapor para aplicar la hoja sabre Ja forma. En tanto
escritores de Jengua alemana, de los cuales 79 VlVlllll en Gatinga, cm- que a fines del siglo xvm .un gran periódico inglés tiraba 2.000 ejeni-
dad de 8.000 habitantes. Pero es evidente que la hostilidad que se mos- plares, el Times pasó entonces a 5.000; y el Courier llegó, a veces, a
traba hacia el !francés era principalmente de natu.raileza · nacional "'! polí- 10.000. Con e;Ilos, el Moming Cfrranicle; el Moming Post; el Maming
tica.. Según las épocas y las opiniones se le reprocJm:ba el ser el idioma Herald; el Allgemeine Zeitung, del editor wurtemburgués Cotta; el
de J.os descamisados o el del déspota. En el círculo liberal que Mm.e. de Correspandant de et pow· l'Allemagne; el ·Correspondan!, de Hambúr-
Stae1 u:eunió en tomo suyo en Coppet, se illl.blll!ba, desde luegv;.ó:ancés, go; la Freitagzeitwzg, de Zürich; el Journal des Déba~s et des Décre:ts
y un francés obispeante; pero se adardea:ba de ~O: in.te~esar~e en abso~ tuvieron también una notable difusión~ Numerosas 'hojas provincianas
luto ·pór su littlra.tura. En los salones de la. coalición 'Vl.etonosa .se ate• tomaban ·de ellos .Ja información general. En 1815 había en Inglaterra
ruan al afomán, aponiendO' a1 idioma ·del usurpador "una especie de 250 periódicos; 15- :millones de ·ejempll!Ies. en 1792; ·y 16._ en 180L
dique y de liga", según decía ~l príncipe de Lign.e, que aseguraba, en pagaiban impuestos a1 timbre. Alemania poseía, en 1790, 247 perió-
1814, que ya no sería posible encontrar un aolo libro francés en manos dicos. En el año 1789 aparecieron en Francia 150. Verdad es también
de una mujer bonita. Resmniend.o-: a fines del :Ílllperio, aquel vínculo que Napoleón limitaría la prensa parisiense a trece hojas ; después. a
que establecía el idioma francés entre lo más ·granado de Ja cultura. se seis, y, por último, a cuatro, en 1811.
relajó notablemente. El Estado inglés na podía ejercer sobre los periódicos una acción
demasiado visible ni excesivamente directa. Las gacetas británicas po-
En Ja Europa en guerra, folletos y li'belos consti~yeron un. instru- dían adoptar un tono muy violento, a riesgo de contrarrestar. la acción
mento de enlace intelectual que tal vez no cedía ~n unportancia a 1f1 del Foreign Office y de exasperar a. Jos gobiernos extranjeros. ce>mo
prensa periódica. Dentro de un mismo biloque polítioo y con I_a c?nd1· ocurrió en la época en que zozobró Ja paz de'' Amíens. Algunos carica-
ción de expresar dócilmente las miras del ipoder, ta:les publicact~)lles turistas, como Gillray y después Cruikshank. enm de una ferocidad pe-
circulaban con facilidad y proliferaban; 'bástenos recordar Ja fecundidad ligrosa. Pero, en los demás países, las crisis exteriores e interiores iban
de .los polemistas continentales acerca de la cuestión ~e~ 'bloquoo. Tam- dando, gradualmente. fin a todo liberalismo. Af principio de la Revolu-
bién consiguieron, mediante algunas estratagemas, infiltra:se de uno ción, los periódicO's franceses podían publicar los más duros ataques; pero,
en ofro campo, como .fos escritos jacobinos que se in~odu1erou en Es- a partir del 10 de a:gosto de 1792, la libertad de· preooa quedó prácti-
paña. Aunque solo pasa:ba un ;pequeño n;ímero de e1en:1plares, ~o qi:e ca:mente snp.rimida; y no sería precisamente Napoleón quien fuese a
hacía que sus efectos fuesen mediocres, s1 no encon~aba. despues--ch· resucitirJa. "En ·1789, Federico Guillermo Il de Prusia se apartó de Ja
fícílmente cuando se trataba de propaganda revoluc1onana-, un tra• tolerancia, admitida hasta entonces ; .y pronto los gacetilleros famélicos
ductor, y, sobre todo, una imprenta, clandestina que g~ranUz:ise la si:- de toda .A:lemama repetían, con Hegel, su· -ocasional · colega. que la
ficiente diflusión. Bajo el dominio ·mlfpoleónico, fue Afemarua el pais P1·esse--Freiheit no era más que la Fress-Freiheít:' la libertad de comer.
de, estas ediciones o reediciones secretas. Esta guerra de "gacetilleros" Lo que ocurrió en Austria, lo sabemos ya. En Ja Italia de los ·napo-
tenía .importancia a los ojos del ~mpe:rador; y Jo demos~ó naciendo fa- leónidas, el Mimitore Napolitano y el Carrieri di Napoli vigilaban tan
"Silar, el 26 de agosto de 1806, al impresor nnr.emburgues Pah:h. Tam- estrechamente su crónica local, que .llegaron, a veces, a no .dar ninguna
bién la tenía para los intelectuales ·germánicos, que, según cuenta Mont- noticia de Nápoles.
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'TOMO f.-H.EVOLUCION FRANCESA E lilll'ElUO NAl'OLE!ONICO
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X.-CORRIENfES EOROF.EhS JVOJ

Pero aun coartada de este modo, Ia prensa seguía siendo en toda Eu- Las victorias francesas. se tradujeron, pues, en ·un inmenso movi-
ropa un medio de unión que tenía su va.Jar. El Moniteur Officiel creaba, miento desde fos .países ocupados hacia París. de cuadros y esculturas,
en todo el territorio na.pa1eónico, relacio-nes adminiirtrativas y guberna- medallas y manuscritos. En 1794, Amberes vio cómo se 1e marchaban
mentales que no son de despreciar para la .historia del pensamiento. En tres espléndidos Rnbens. En el mrsmo aií.o se quitaron de Ja, catedral
cuanto a las orientaciones que intentó imprimir a Ja opinión pública. se de Aquisgrán los pilares de mármo.1 que C~lomagno había llevado de
descubrió tau fáciJmente su carácter que, en Jugar del Monitor Oficial, Ravena, así como el sarcófago de· Proserpina, conocido- con el nombre
dio en llamácsele el Mentid.ar oficial; de todos modos, de Madrid a Var- de tum·ba de Carlomagno. En 1802, en Rerumia, les tocó el turno a
sovia se .fofan sus artículos ; se analizaban y se interpretaban. La ·prensa los manuscritos e incunables. Desde 1806 hasta 1809, Denon, Director
.inglesa parece ha!ber entrado en el continente durante mucho tiempo y general de Museos, y Darn,. ayudados ambos pctr Stend.hal, escogieron
sin dificultad, y solo tras. un período prolongado de ocupación o de in-
Lluencia francesa llegó .ª ser casi eliminada. As{. pues, informaba a los
l en Cassel, para ser transportados, 299 :lienzos; gran cantidad de cuadros
de Ja¡¡ colecciones del duque de Bnmswick; 60 lienzos, acompañados de
continentales sabre el r~to del mundo; pero, además, informaba admira- medallas y alhajas. en BerJ.ín; 209 en Schwerin y:250 en el Belvedere de
blemente a los ingleses'. sabre el campo contrario. En este aspecto, las Viena. En Italia, dice Arthur Young, fos á!l'vasores demostraron casi
revistas eran fundamentales; como Political Register, de Cobbett; Exa- · 1 tanto in.terés por los Apolos .muertos como por las Venus vivas. Habien-
minar, de Hunt; Quartály y, más que todas estas, la Edinllurgh Revfew. do ordenado el Directoño a Bonaparte que "uniese al brillo de los trofeos
Esta publicación, ;reflejo de la interu;a actividad intclectuaJ de la capital
escocesa. se mantllvo muy al corriente de todo lo que se publicaba en. 1 militares el encanto de las artes benéficas y consoladoras", Jos tratados
de 1796-1797 dieron lugar ·en Turfu, Milán., Módena, Panna y Roma,
Francia.; y daba sustanciosos extractos de fas producciones más notables.
Desde abril de 1803 :basta a:bril de 1805, se analizaron en ella veinte
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a un verdadero saqueo. Cuando en 1810 ¡¡e suprimieron los conventos
en Jos departamentos italianos reunidos, Denon acudió en persona., y se
obras importantes, publicadas en francés: poemas del a:bate Delille; Del- llevó cuanto quiso. En España, se focorporó a Ja. expedición de Anda-
fina (madame de Stae(eta uer•ona grata a.i fundador); recuerdos rnvolu~ lucía un perito, .Qnilliét, que redactó un minucioso inventario; en abriI
cionarios de Puisaye y de Bailly; viajes espafio1es de Bourgoing; geología de 1811 salió para Madrid un enorme convay. Estas riquezas, las que·
do Dolomieu. Añadamos a estas traducciones, en fas .que el francés re- se cagieron en El Escorial y en el mismo Madrid, constituyemn el fondo
presentaba su papel habitual de idioma intermediario-, trabajos de Spel- de que se echó mano para llevar a efecto el decrete> de 20 de diciembre
lanzani, de Bentham y del mineraJogista Werner. de 1809, que ofreda nl Louvre 50 obras maestras de la escuela espa-
La prensa anunciaba. así el papel que desempeña.ría en la coalición. ñola, así como para hacer regalos a Soult, Sebastiani y otros. A todo
en ocasión <le la victoria y después de esta, cuando Napoleón. vencidct, este botín hay que añadir las compras y los encargos hechos fuera de
llamaría al Rheinische Merkur, fundado en contra suya por Garres, "la Francia y pagados normal e incluso generosamente, entre ellos las anti-
quinta gran potencia" de Europa. güedades de la coJeccióD Borghese, en Roma, y Jos mármoles ejecutados
Despojar a un pá.ís de sus ob-ras de arte, ya sea descaradamente por Canova para el emperador y los napoleónidas.
por la fuerza, ya simulando una compra, .no se juzgaba entonces cosa En 1815, los coligados recuperaron la mayoría de estos tesoros. No
::ensurable. Una gran nación victoriosa estaba calificada, por. su mii:mo todos, sin embargo. Algunos se quedaron. en Francia. Si Alejandro se
poder, para reunir -las obras maestras; garantizarles protección y conser- negó a asociarse a las reclamaciones <le Jos aliados, es porque le ba:bía
vación adecuadas y exponerlas a Ja admiración de un público más nume- comprado a Josefina, en cerca de un millón, aJgunas· '.Piezas hermosísimas.
roso e ilustrada. En 17~8, un poeta aseguraba: sobre cuyo- origen no se quiso insistir, y -que se quedaron en el Errnitage.
La gliptoteca de Munich recibió algunas cosas procedentes de la villa
Las artes buscan la tierra. en que crecen los laureles,
y si decoran la cúpula de sus palacios Albani. Así se fue desperdigando la inmensa y transitoria exposición que
·es por derecho de virtud, na. por derecho de conquista. las conquistas francesas crearon en París, y que merece ser citada entre
]a-s cx;'L'liones y los medi-0s de cctntacto intelectual que toleró. e incluso '•··
En 1802, lord Elgin no experimentó el menor escrúpulo aJ hacer procuró paradójicamente, la guerra en Europa.
quo -se transportara a Londres el friso del :Partenón. Desde Egipto, los
franceses enviaron a. su ~airia. eolecciones espléndidas; y los ingleses. la
piedra de Rosetta. Lejos de disimular 1a llegada a Paris de Jos objetos lll. TRANSFERENCIAS DEMOGRAFICAS
de arte ·cagidos en Italia por- Bonapa...-te, el Directorio Jos recibió solem-
nísimamente en el Campo- de Marte (27 de julio de 1798), en urui larga Los desplazamientos <le masas humanas, la Ínodilicación proporcio-
procesión. ·al frente de la cual figuraiban los cuatro caballos de bronctJ; nal de nacimientos y defunciones, los trastornos en las actividades a que
arrancados de San Marcos, <le Venecia. dieron lugaI fos veinticinco años de guerra europea, determinJlron pro-
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t 1086 TOMO I.-REYOLUCWN ERANCESA E IMPERIO NAI'OLEONICO 1087
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1' fundas modificaciones en :la relación de .las fuerzas demográficas na- zo paralelo de Ja movilización industrial, tenía que ser un freno para ese
¡ © mismo progreso.
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cionales.
En ·el siglo :xvm, el temor a la superpoblación. y la preocupación por
el nivel de vida y el bienestar. se habían: apuesto a la. tendencia popu-
1
1
El nlÍIIlero de soldados muertos se ha exagerado, durante mucho
tiempo, por una tradición que se hacía eco deil aterrado estupor de la
{fj lacionis ta, tan extendida entre los Gobiernos. En 1793, Malthns señaló 1 opinión pública contemporánea. Es imposible conocer la cifra con cierta
el peligro que representaría que fa población se dui>licase cada veinti- . precisión: docll!ll?entación inexistente o perdida y siempre muy -sospe-

1 CD(} cinco años ; 'Y el triste sino .que le estaba reservado a "un hombre que
nace en un mundo- ya ocupado". Pero. de todos modos, la gran lucha
entre las ideas y las armas, iniciada en 1792, parece haber encauzado
chosa ; casos ambiguos, como el de los ]icenciados muertos después de
1815. de resultas de sus heridas. o antes de 1815, por enfermedad que
nada tenía que ver con ellas. En todo caso. el total es muy elevado.
() principalmente la atención hacia la fuerza que a. un Estado le procura Respecto a Francia, tal vez pueda calcularse durante todas las guerras
il una población numerosa, lo que puede considerarse, si se quiere, como
una victoria más de fa filosofía de la energía sobre ila filosofía de la feli-
del período 1792-1815, entre 1.300.000 y 1.400.000 hombres perdidos.
De ellos habría unas 800.000 pérdidas debidas al fuego enemigo o a
cf) cidad. Como dice una memoria -de 1793, la F.rancia revolucionaria tfuba enfermedad, oficialmente comprobadas. El resto-algo más de 550.000
/f-~
por descontado el éxito. porque era "una gran nación que desplegaba hombres-viene a ser el nlÍIIlero .de desaparecidos. Este término excluye
'8 todos los recursos que le proporcion&ban su valor y su población". Fran- a los desertvres en el interior, y designa más 1bien a loa prisioneros que
cia, que en 1789 tenía 26 millones de ha:bitantes. contaba, en 1800, 28 se establecieron en el extranjero y no volvieron a dar noticias suyas, así
1J
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·.. ,;,¡ millones, lo que representaba el 15 por 100 de los europeos a comparar como a '.los desertores que se pasaron al enemigo, y que, después de la
con 'llllos 40 en Rusia, 28 de los Ha:bsburgos, 23 en los países alemanes, guerra, ya no se atrevierO'.ll a volver; pero sobre todo corresponde, y en
16 en_ilas Iseyr Británicas, 18 en Italia y 14 en la Península Ibérica. una mayoria enorme. a las defunciones que, pm falta de pruebas, 110
(~:} Re:cordemm¡ que, en una Europa· de 167 millones de almas, el imperio fueron inscritas roglamentariamcnte en los estados de bajas, tales como
francés contaba, en su apogeo, con 44 millones y el gran imperio, enfermos o heridos abandonados,. prisioneros que perecieron. en convo-
E::~ con 82. yes o en el campo y cadáveres no identificados. Al período 1.792-1800
Pero, a Ja larga, la fuerza representada por unos ejércitos inmensos corresponde el mayor número de fallecimientos debidamente registrado
supone debilidad, por la esterilización económica de esas fuerzas jóve- (¿460.000?). En aquellos momentos resulta:ba menos difícil comprobar los
nes. Si Inglaterra pudo efectuar, a fines del siglo XVIII, un extraordinario muertos después de los combates desarrollados: en territorio nacional, o
avance en materia industrial y comercial, y si, en cambio, en el conti- en las oficinas de aquellos hospitales, abarrotados por fas levas enormes
mmte no se hizo patente esa aceleración hasta después de 1815, dicho y apresuradas. En cambio, el període> de 1800-1815 comprende. sin
fenómeno se -explica, en parte, por el !heoho de que la Gran Bretaña du?a, m~ des~arecidos {¿ 440.~00'l) que el precedente: campañas en
movilizó más tarde, y, en relación con su población, en menor medida. pruses Ieianos, mmensos y hostiles ; y grandes retiradas, en las que,
Cs- Sus presupuestos militares (aún más ' difíciles de interpretar que los co- implacablemente, iban quédando rezagados los débiles.
rrientes, a causa de los mercenarios extranjeros y de los voluntarios, que, Aún resulta .más difícil determinar el nlÍIIlero de personas civiles
() estando inscritos, se quedaban en sus casas) llegaron, con muoho- trabajo, muertas por acción directa· de 1a guerra. Aumentó considerablemente, con
@ a los 200.000 hombres, en 1807, y a los 250.000, en 1812. Francia. su relación a las contiendas del siglo xvrrr. porque los ejércitos. mucho más
contrincante económico de entonces, tenía al terminar el antiguo régi- numerosos, banían zonas más extensas. Este número fue muy grande,
men 160.000 hombres en armas; en 1793 esa cifra pru;ó a 230.000. y proporcionalmente, en fas regiones de población diseminada y alimenta-
en septiembre de 1794. a 1.169.000, de los que 750.000 estaban en filas ción precaria, pues las requisas que las tropas en marcha llevaban a ca:bo
De.sde que, en septiembre de 1798, se implantó el reclutamiento, hasta en cosechas. provisiones ry ganado, creaban, acto seguido, fil escasez y
1807, fueron llamados a filas cerca de un millón de muchachos ; y el hambre. Además, sobre esas regiones se cemía una amenara wmble:
1.542.000, desde 1807 hasta 1814. Las movilizaciones. de 1813-1814 la mediocridad de recursos hacía .que fue8e aplicable, y militarmente efi-
dieron 343.000 reclutas, y 375.000 las .de hombres de veintidós a treinta caz, la táctica de la tierra quema:da ry la evacuación de poblaciones. Este
y dos años. Además, a dicho total de 718.000 hombres hay que añadir procedimiento se aplicó ampliamente, y provocó una mortalidad espan-
600.000 "viejos franceses", En 1813·1814, con los 285.000 guardias na- tosa. América e&pañola, Portuga,l y España, Polonia y Rusia pasaron por
cionales movilizados que se mandaron al frente, Francia tenía 1.221.000 ·esas destrucciones con •grandes repercusiones económicas y las pérdidas
hombres en armas, cuyas tres cuartas partes eran ..viejos franceses". El de vidas humanas que determinaban.
sosteriimiento de tales efectivos solo era posible gracias al progreso ge- La natalidad se vio afoctada en distinta proporción según las regio-
neral de la economía francesa en cl siglo xvm; pero, a pesar del esfuer- nes. En Inglaterra sr; mantuvo aproximadamente igual; y la grnn morta-
108!! TOMO L-REVOLUCION f'lWiCESA E l:Ml'EBIO NAPOLEON!CO
1
1idad descendió pronto sensiblemente. En Francia. la proporción de na- general antes de fa Revolución, siguió estando muy extendido en .Prusia,
talidad inició durante Ja Revolución su mov:imientó descendente, pues donde, en 1807, foimaiban el 43 por 100 de los efectivos. La marina
era de 37 a 39 por 1.000 a fines del reinado de Luis XVI, y pasó al. 1 in!!jlesa tenia 11Il 10 por 100 de ellos: La compra de soldados alemanes
33.1 en 1801-1802. Pyro. como unas veces condicionalmente y otras sin por el. gabinete. británico fue uno de !os !Principales argumentas de los
reservas, el matrimonié> dispensaba del servicio militar, ;las guerras esti- polemistas germanos, ya contnt' Nbión, ya contra los príncipes que
mulaban la nupcialidíid,. Esta fue particularmente muy elevada en Jos ponían a ·su disposición tales coñtingentes. En 1800 algunos libelos acusa-'
años 1809 y 181$. Desde 1811 hasta: 1&15, alcanzó una media de han a Maximiliano fosé de Ea.viera de "infame tráfico de sangre" y de ha-
-17,l por 1.000; y en 1814 se regis{raron cerca de ·un millón de naci- ber vendido· 12.000 hombres a faglaterra, "como si fuera un rebaño de
mientos. En total, 1a natalidad francesa compensó .las causas de despo- bueyes". La República empezó pronto a emplear tropas liejesirn, belgas,
hlaci6n hasta el punto de que, en Ja medida en que puede deducirse de
las dudosas estadfsticrui. Francia. en sus limites de 1792, debió ganar 1 polacas e :italianas;. y Napoleón desarrolló este ,,sistema en gran :escala.
En 18,03, Francia tenía a sueldo a 16.000 italianós, 13.500 suizos, 10.000
aproximadamente 1.652.000 hll!bitantes entre el afü> JX (1800-1801) y polacos y 7.000 malteses, griegos, coptos. smosi etc. En 1807, contaba
1814. Pero Jas incidencias de unas variacfones demográficas tan amplias con 46.000 hombres de tropas escogidas, todos' ellos· suizos, germanos
Y brusc.a& no se reducen a cálculos aritméticos; 'Y. existe :la impresión de diversas procedencias, irlandeses, etc.; y. al año siguiente, cuatro re-
de que la sangría revolucionaria y napoleónica hirió Ja vitalidad francesa. gimientos "extranjeros", cuatro suizos, seis croatas, uno ilfrio. llilo espa-
gravemente .y para mucho tie.mpo. ñol, cuatro legiones deJ Vístula y tres portuguesas. Los ejércitos de los
estados· feudatarios del Imperio soiía:n estar encuadrados por oficialidad
La guerra europea"dificultó Ja emigración a ultramar por la moviliza- francesa; en .NápoJes. en 1810, eran. franceses diez generales de cada
ción de los hombres y ios oustáculos que se oponían a las travesías, pero catorce, y todos los coroneles y 1a mayoría rle los oficiales de la guardia
la alentó, provocando deseos de expatriación que se realizaron al llégar " rea1. En cuanto al trasiego por combinaciones de contingentes aliados,
la paz. Desde 1790 hasta 1815. a los Estarlos Unidos llegaron 25.000 puede decirse que era incesante. Algunos frentes de los coligados en
emigrantes .fugleses, irlandeses y franceses, y 100.000 desde 1&16 a 1819. 1793 y los ejércitos napoleónicos de España. eran una verdadera mezcla
Un caso particular fue Ja salida de portugueses parn el Brasil, huyendo de tod.as las nacionalidades de Europa.
de fa invasión francesa, pues aunque los emigrantes fueron poci:is (el Resultaría muy difícil estudiar cómo a favo~ de invasiones y ocupa-
primer y principal convoy que salió de !Lisboa, el 29 de noviembre de ·ciones la natalidad pudo mezclar sangres de procedencias tan lejanas.
1807, estaba. formado por 36 velas), entre ellos estaban iucluidos el Pero a ese trasiego étnico no le faltó, por parte de Jos militares, ni 1a
Gobiemo y las jerarquías sociales. buena voluntad .que ponen siempre en ella. ni tiempo. ni efectivos.· Los
En el interior del continente europeo. Jas crisis políticas provocaron franceses permanecieron en Bélgica y Renania tinos veinte años ; y die-
varios movimientos de la población civil, que también fueron más im- ciséis o diecisiete en el 'norte de :Ctalia. Después de Waterloo, ocuparon
portantes por la calidad que por la cantidad de las personas desplazadas. el .País vencido 1.200.000 eX!lranjeros, de los. que 430.000 eran ale.ma-
El París revolucionarig vfo afluir a los refugiados políticos simpatizantes nes; 320.000, austríacos; 250.00D, .rusos ; 128:000. ingleses y aliados,
de casi todas las nac;íones europeas. En vísperas dcl derrumbamiento
napoleónico, :ta:mbién,,1,buscaron refugio en Francia los que se h¡¡.bían
comprometido por et ejército ocupante. principalmente italianos, en 1814;
1 suizos, españoles y daneses. Muchos prisioneros :franceses fijaron: su resi-
dencia en el extranjero, en Rusia, en Polonia; · nnos 400, en Menorca,
y 500, en las Canarias. Hasta en la composición. étnica de Jas poblacio-
y, en 1813. españoles· afrancesados o caragirats, como decían en Cata- nes, y, de manera muy profunda, en sus variaciones numéricas. y en Ja
luña. Lugar destacado corresponde a la emigración francesa, de la que relación internacional de las fuerzas demográficas actuales y futuras. se
ya hemos hecho varias veces mención.. Para resumir aquí sus caracterís- manifestaba la ínfluencia .de 1as corrientes h11IÍ1anas más extensas que
ticas, digamos que, desde 1792 al 9 de termidor, principalmente, aban- Europa conociera desde mucho tiempo atrás.
donaron el país unas ''130.000 personas, correspondiendo el máximo de
estas salidas al año 1793. Socialmente, esta emigración se componía de
un 60 por 100 de bru;gueses y gente modesta ; geográficamente, su gran
¡ W. TRASlliGOS DE LA GUElffiA
mayoría procedía de.::zonas fronterizas. Tal vez Ja décima parte de
ellos murió en el destierro; y casi todos los restantes volYieron. a Francia En veinticinco años de, batallas, los ejércitos europeos intercambia-
hacia 1800. 1 ron; no solamente golpes. que son su razón de ser, sino también técnicas,
Dentro de los ejércitos, o por medio de ellos, los rrasiegos fueron ideas e .influencias.
mucho más importantes. El empleo de mercenarios extranjeros, que era .Los ingleses, maestros incontestables y muchas veces imitados en la
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i· 1090 TOMO 1.-.REYOLUCIOJ:i FRANCESA. E IMPERIO NA.l'OLEONICO 1091
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() guerra marítima, en cambio, en tierra, sufrieron aJ. principio los peores Prusia se alzasei en 1813, la guerra de Austria en 1809 y la de Rusia
reveses. Cuando en 1793, mtervinieron en Flandes, nada estaba como en 1812 habían llevado ya a la práctica estas lecciones.
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.._. era debido en su ejército: y cuando, en 1807, desembarcaron en Portu- El nuevo ejército francés, muy discutido en sus principios, e mcluso

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gal, el alto mando y Ja mtendencia estaban aún. SÍil organizar. Pues bien :
ya en 1809 los británícos llamaban la atención en la Península. no sólo
por SUB propios progresos, SÍlla también por lo bien que ÍllStnlÍllll. y en-
cuadraban a los portugueses. Este resultado se debía a W ellington y a
después de Ya1my, no tardó en adquirir un prestigio que las victorias de
Napoleón hicieron inmenso. Un síntoma completamente externo, pero,
por lo demás, muy característico .Y clásico, es la Illll11era. en que fueron
imitados, e incluso copiados, sus uniformes en todas partes. hasta el punto
n~ su exigente severidad; ,pero también al espúitu inglés: observación, ádap- de que en España, a las patrullas francesas e inglesas de caba11erfa ligera
¡1 tación minuciosa a lo real, entusiasmo por cl esfuerzo físico bien encau- llegaba a veces a costarles trabajo reconocerse en el campo. Y fo mismo
,. @ zado, y tenacidad en el entrenamiento. Por métodos nuevos y ·directos, ocurría ·con la forma de articulación. y con. la táctica de las unidades.
se dio flexibilidad a las tropas ligeras; y se consiguieron tiradores admi-
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rables, oficiales preparados y recorrls en las marchas. Las tropas portu-
guesas, desorganizadas por el largo éxodo de la nobleza al Brasil estaban
En 1792, el sistema divisionario no era privativo de Francia, ni mucho
menos, pero los éxitos de Jos republicanos fueron los que lo divulgaron ;
sin embarga, P:rusia esperó para adoptarlo Ja movilización de 1806,
1~ o .
faltas de oficialidad. Loo británicos se la proporcionaron, y pronto la com-
binación. produjo excelentes tropas, notables en el ataque; "mis gallos
cuando e.i:a demasiada tarde para que produjera otra cosa que desorden.
En la reglamentación de las pequeñas unidades Ja imitación fue servil.
de combate", decía de ellos Wellington. Hasta en La Plata se introdujo, en 1812. con San Martín, la táctica de
() Hasta 1806, el prestigio del ejércitó prusiano irradió a toda la Europa escuadrón y la de .infantería, que inspiró los textos argentinos de 1811,
·~) central y oriental. Los laureles de Federico no elltaban marchitos toda.vía. 1813 y 1817. La estrategia y la táctica napoleónicas fueron minuciosa-
Monarcas y aristócratas encontraban admirable y tranqu.ilizadora aque- mente estudiadas. En resumen, hacia el final del Imperio, los coligados
C'-') lla disciplina rigida y sólida, en armonía con la estructura psicológica habían adap.tad(} y copiado tan bien, que sus tropas resultaban tan buenas
y. sociaJ. Las estados mayores de los ejércitos monárquicos respetaban como las napoleónicas, tanto más cuanto que estas habían perdido su
@ aquella Methodik, tan segma en sus .cálculos y teoremas. Cualquier mejor oficialidad y, echadas a perder por ·SUS propios éxitos, ya no se
GD viajero podía comprobar en la tropa una compostru:a y una prestancia
magníficas, factores que entonces eran. reilmente importantes y eficaces.
molesta:ban en ¡¡¡prender, ni casi en aplicar lo que sa:bfan.
Más importante aún que las influencias técnicas fueron las de orden
Los austríacos, tal vez menos por inclinación natural que a fuerza de político ·y social que los ejércitos franceses ejercieron a través de toda
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observar al detesta-do adversario prusiano, iinitaban su pedantería y su
suficiencia. También. :las guerras turcas, en las que, hostigada por Ja
1 Europa. Los contingentes aliados no siempre estaban bien dispuestos
para acogerlos ; y muchais veces sus relaciones con los franceses consis·
Íili.
r.") ca:ballería rápida,. su irrfantería. se ba:bía. acostumbrado a las formaciones tieron principalmente en burlas recíprocas, rencores pagados con. des-
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compactas y a las :buenas empaliza.das, fueron para fos austriacos una precios, malas jugadas en el campo de batalla y riñas en las tabernas.

\:¿;) desastrosa lección de ;pesadez y lentitud. En cambio, los rusos, en las A pesar de todo, la comunidad de destino influía, así como también el
mismas operaciones aprendieron, bajo la dirección de Suvorov, el va- atractivo de las ideas igualitarias, el prestigio del emperador y la flexi-

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lor de la ofensiva. Además. poseían una tradición nacional y sentían bilidad de unos oficiales que padecían 1a fiebre del ascenso. Sobre el
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dentro de sí valores militares propios. Pero ante Ja geometría y las ali-
neaciones prusianas, recabraban el sentimiento de su inferioridad con
respecto a la ciencia germana. Oscilaban entre dos tendencias ; y, bajo
1
1
ejército del reino de Ita.lia el influjo fue profuiidísimo; y, sobre la que
de él subsistía después de 1814, tenemos el teiifunonio de Stend:hal y de
otros muchos. Los voluntarios .que se alistaban para servir a sus patrias
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o Pablo I particularmente, su ejército siguió la escuela de Potsdam..
Jena influyó profundamente sobre las tendencias militares austríaca.
cautivas, como los polacos del ejército de Italia. o aquellos griegos que
canta:ban en Egipto: "¡Ya no más distinciones entre griegos y franceses !
~· y rusa. Se comprendió que al pensamiento prusianD le habían frutado ¡Formemos un solo pueblo, la Greco-Francia", eran especialmente
el sentido y el gusto de la realidad. "Las armas relucían-escribe Clau· .permeables a la influencia francesa. .
!) Cv sewitz, joven oficial ;por entonces-; el cañón y Ja ·baqueta estaban cui- Entre las poblacicínes civiles de los países ocupadas, los campesinos
o dadosamente b~ñidos, y la madera se barnizaba cada dos años ... ; pero
los fusiles eran!'las peores de Europa;" Cuando el romanticismo, en su
estaban, como es natural, más qne prevenidos por el pillaje y el merodeo
. que, desde 1792, hacf[lll las veces de íntendencia para los soldados fran-
\;j impulso de Vida, iniciaba ya la crisis de un. Estado mecanizado, los cesoo. Pero estos respondían con su dicho comente: "La guerra debe
1
i cerebros del ejercito se hallaban todavía.en el polo opuesto, en la actitud dar de comer al guerrero." Regiones que se encontraban. bien situadas
para poder comparar, juz;ga:ron que, al fin y al rabo, aquel :invasor era
totalménte racional y en la Methadik, descuidando las fuerzas vitales de
la guerra, que están en la acometividad y en la flexibilidad. Antes que el menos dura. En España, los uniformes rojos. aunque pagaban en
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1
10.9r TOMO I.-REVOLUCfüN· FRANCESA :C. IMFEIUO NA.POLEONlCO

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liih.rmosl:l!J duros, eran tan detes.tados como él. Entre .una burguesía sen- algunos sargentos llevaban colgada de la .bocamanga:.de. :li;J. :casaca, _para
·I sible al prnstigio- francés de cortesía e ilustración, los numerosos oficiales mejor poder servirse 'de ella. La Revolución se · li~eró~. no sin ·tra,.bajo,
que ·pretendían no ser menos en estos aspectos que sus :huésped<:s. for 4 del desprecio en que se tení¡i. al mercenario. El ejército :i;eflejó el nuevo
zosos, abrieron a veces _camino a las ideas. · · estado social; y· recibió la. estimación que merecía . el carácter :universal
·Cuando aparecieron· Jas ·medias brigadas republicanas, las doctrinas y desinteresado dél servicio. La idea del honor; con .su recompensa y
políticas de la Revolución estaban ya difundidas en sectares muy exten- sus deberes, se ex'tendió dé los oficiales y la bandera a los hombres de
sos. A fa vista de lbs bicornios· aumentaron •las conversiones. A conti- filas. Múltiples eran fas manifestaciones externas de este verdadero as-
nllifoi~n;_ ·la. ·evoluCión fue por partida dO'ble: entre las poblacione1i se censo; además, se observaban.rigurosaml,'!nte, y estaban bien. ca.lcu1ad~s
r~~Cl0Il3!ba, -~ la yez, i;:ontra _las tropas acantonadas y contra los ¡1rin- para que llamasen la. atención· ·en- países en. los 1qi.;e ~l. .~old.a,<l.o :-IJarecía.
cl!p1<:5 revoluc10nanos·; :·entre los sO-ldados franceses se ptod!lcfan 'distintas nacido para recibir los pajos: frecuencia fomentada d¡:- Jos duelos .. entz:e
comentes políticas, que'· a unos regimientos les valieron el renombre de la tmpa, y e.rtupefaccióri que producía" ver a·un simple soldado de.mfan-
exa~tad?s !' a otros el de aristócratas. En la 6pcica napaleóniea,. la idea tería jugarse la vida.por vengarse de un simple· bofetOn:;-..altiv:ez ·en todos
d~l. Im~eno" fue· extensame~te propagada en· Europa. por lá. ocupación los grados de Jos cu~os eseagidos;· como. por' ejemplo, -.en. lós ·grana•
~tar. Na cabe duda: '.·de· que donde se manifestó más la devoción ·-a deros de· la Vieja Guardia, que, siendo- de reclutamientQ .plebeyo, no "Se
Nap'óleón-fue" en el ej~cito-,"El empera:dar utilizabá Ja fraterriida.d de rebajaban a: sujetar las ·bridas. del caballo. de :un oficial ;: hombres -.de
arm_as para.~ consolidar las Unificaciones. O.iando unió· Caia.tuña a Fran- tropa. que· llevaban en el pecho la .misma ·legión ,de honcrr.-qué ·gen.erales
cia, prdenó, el 8 de fo'(}rero ile 1812, que se reclutase 1IIDl: nui;va unidad y ministrós y, en fiµ~ elocuencia oficial ·abunda.Ilte y'.·tebuscada;···recor-
que lle<Vase eséampela's,y lliliformes franceses, añadiendo esta frase carac- dando al último .récluta que en J,<J. g:Ioria de su ':bandera>estaba. la. suya
~r.ística.: , "Este nuev.? ;_regimiento se crea para :la ·unión." Poco después, propia. Palabras. ritos, orgullo, reservados antes al hcmor,:.de·ios, nóhles;
al aconse1ar que se mc¡onporasen soldados españoles al ejército- alemán, s<r extendían. ante los ojos de 'los ·demás: pueblos. al pueblo francés- .que
declaró: "'Me atrae¡ja1C'a la. población española, pues, habiendo lu.chaüo llevaba el ·uniforme.. ' · ... · · '. · .:
una. v~ junto a los ·franceses, se sentirían ·completii.mente franceses."
. En ~os ootados .vasallos, .el paso repetido ·de tropas "innumerables· y
1 En el terreno d'el iprogreso««social, ·la igualdad revolu'cionaria· se .con-
cretaba, para las multitudes apiñadas al paso de fas =:tropas .. ·frau.cesas;
gl,9{'.iosas. pr~ucía la: iÍ:nptesión de una solidez .imperial inquebrantable. en la suerte de los oficiales plebeyos. A la parsimonia coµ que la mayoría
Bn· 1,\J~IlJflllia, en Jos :medí~ gunernamentales ry adníin.istrativos, muchos de los viejos ejércitos administraban .los grados a los hombres del pueblo
ii.\:k ci'eye.ron en, el d.t?rrum~mientq hasta que lo vieron en su propio 1 (el 9 por 100 fü~"fos·"ofi'cráie8.prusianos .. en ·1806),;. sh¿~15 en Ja nación
S'il!flo Y con sus mism.oo ojos. La mezcla de- contingentes abigarrados, pr{r'. en armas un amplio llamamienta a todas Jas competencias, a Ja voca-
cedentes de toda Eilropa., hacía tangibles la inmensidad del Imperio y ción ·y Jas. ambieianes. La ..fa1ta de.. oficialidad era,. enorme;. desde· 1.802
la comunidad de acción y de intereses. Entre los factores de Ja idea 1 hasta 18U se· nombraron 14.000 aliéreees; . en 1811 había .30.000 ofi·
.µn_perial bay que colocar, al .lrufo de las actas constitucionales, de fos ciales, y· dci;rle 1806 hasta 1814 perecitJron de- 15.000. a: 20.000. Gran.
códigos, de Jos' repjlamen~os de aduanas !Y de tráiJsitó, las águiia!l de los
~egfu:iientos desfü¡mdo por .JBs ciudades.
/' parte de ellos eran nobles, oficiales antiguos que continuaron · en su
puesto, .o jóvenes alistados que ascendieron ráipidamente. Pero eL'gran.
.. ·En todos loo. grupos soCiales o geogtáfi.cns hrubo mentalidades· que moY:imientn de' ascenso· fue· .el del pueblo y 1a burguesía. Esta, desde
J?lin:Illl.:Uecieron jµ:¡.penetr.ables a Ja influencia social que ejercían los ocu-
1 mediádos de Ji'. época imperi&l. se vio favorecida· por eI desarrollo. de
pan,tes franceses; perq!fsectores extensísimos se abrieron a ella. ·gentes escuelas militares en ..las que. Ja ·admisiOn · solía concederse a-. Ia:s :influen~
deJ pueblo-, 'de espíñtll '1Óibservadór y realista; y l;urgueses .jóvenes- de ·am- 1 eias de familia,. y cuyos estudiós teórfoos se .intensificaban.· con. objeto .de
bición despierta. Es que.las columnas 're;pu(Jlicanas e imperiales llevwban garantizar la :preparación intelectual. La pensión era costosa ·{3.20(} fran-
consigo un factür poderoso de liberación interna y de progreso'. sociaL cas en Saint-Germaín). Fontáineb1ean y Saint-Cyr proporcionaron·-4:101
Por,aJga se ha dicho de .ellas q11e eran .fa igilaldad en movímienta. · . · oficiales; y· Saint-Oetmaili:ae· ·1.000 a 1:500: Este sfo~elna ,fue. imitado
. )3n ef:aspecto sentimental y mor¡¡], esta nueva igualdad. estaba rep:i:e~ fuera,.de"Francia;~.e1 Kudettehkorps bávaro formó"a' 400. alféreces ;·:,fa
sentada de. IIlll.llern .asombrosa 'a las. miradas de los puebfos. en. el con.' Anminziatelli · y--Capuá. cubrieron. las nece.sidadés- naipoliiana.S;"así comó
ceptq del. hon,or y ~;n Ja ;palabra misma aplicada al. s.imple s9Idado. En Módena, Pavía, :Bolonia y Lodi las del Reino. El éxito· de· estás escU:cla:s
! J;llena..~crazada'.'. antirrevolucionaria, los defensores. de Ja Euró-pa monár- fue: en.or.ñ:i.ei entre ·Jos l:mrgúeses 'jóvenes, incluso -en regiones coroo la
quica,. estaban aún sometid(}S a los castigos corporales más humillantes : napolitana, en que]a.tradición- ri.b los inclinaba' haciá. la:s ai:maS; O CUY,ÍlS
el soldado. inglés conocía el g¡i.to dé nueve colas ; el t;spañriI. Ja~ baque- instii;llcioneil .guerielJl.S .. eran-.. muy :i:ecientés, como· en· Ja :.álta :Italia:.: Des:'.
tas; eí prusiano. el· bastón'; y el austríaco._ cierta vara de avellano que pués dé "1807.·:y, · sGbre- todo, «éu: :18'12'; .Prúsia:.:.conv.írtió:· ell':.·teníén:í!Ss;.:a
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@ 1094 TOMO J.-JU!VOLUCION FJlANcl!SA E IMPERIO NAPOLEONICO X.-CORRlENIES lWROl'Ei\S 1095

@ muchos estudiantes plebeyos. La burguesfa .europea, siguíendo ei ejem. vacilar las fórmulas en que se apoyaba su colonialismo y su explotación
plo francés, podía. pues, llegar a la función noble de caudillo en la de ultramar. En tomo a fos 'Conceptos de Exclr,isivo y de Pacto colonial.
@ guerra. Aquellas esferas "inteligentes" de las que salió, por ejemplo. el de libertad comercial o de monopolio de las grandes compañías, alrede-
@ capitán de ingenieros Camot, parecfan irreemplazables en .los cuerpos dor del derecho marítimo y de las modalidades del bloqueo, con respecto
técnicos y en la organización general. Se ofrecían. muchas salidas de por· a la trata de negros y de la esclavitud, en Europa se practiCll!ba la polé-
@ venir a ·una clase llena de ambición y que mejoraba sin. cesar. mica violentamente, por cierto, dentro de una gran confusión, ;porque
A los muchachos del pueblo que se sentían atraídos por las armas todos esos elementos estaban enlazados muy complejamente; y, al atacar
-~
:.-,; el contacto con. el ocupante francés les :infundía· una mentalidad nueva. a uno de ellos, ocurría, a veces, que se llegaba a otro al que no se quería
:t Durante la República, el reclutamiento de oficiales en las mismas filas tocar. En el transcurso de los años, la paz o la guerra, Jas medidas y
'1 @@ había sido casi ~1 único procedimiento; y aunque iba.jo el Imperio fue
reg1amentado cdn mucha severidad (el decreto del 2 de agosto de 1811
contramedidas marítimas de los beligerantes, hinchaban o reducían el
torrente de las publicaciones. Llegó a su máximo en el período siguiente
i @
exigía ocho' años de servicios para comegair la hombrera). continuó
efectuándose' con largueza. Todo el ejército quedó impregnado de un
espíritu igualitario y democrático que no se borró nunca.. Los regimien-
a: la ruptura de la paz de Amiens, con 1a toma de posición casi general
de los publicistas alemanes, a la cabeza .de los cuales estaba Cotta con
sus Anales Europeas contra el "despotismo marítimo, el mercantilismo,

1o --~
tos recibían con frialdad a los jóvenes nobles nO'lll'brados directamente
y a los alumnos de Saint-Cyr "que no dudaban de nada y presumían
la tiranía." de los oceanócratas. Se levantaron entonces, casi unánimes,
los escudós contra ese pueblo que, según Sobiller, en 1800, "extien-
~- <"\
)
de aristócratas del saber". Un muchacho salido del pueblo pudo siempre
esperar alcanzarlos y adelantarlos. Hubo "hombreras" <procedentes de la
de ávidamente sus flotas de comercio, como los· tentáculos de un pulpo ;
y pretende cerrar. como si a él le perteneciese, el reino de la libre
11 granja y del mfl(lo; OOilla.ntes generales que habían sido pasantes de abo- Anfitrite". A los adversarios de los monopolios estrechos y de las pro-
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gado ; y, ya casi en el mundo de los sueños. una corona sobre la frente hi:biciones rotundas; a los que deseaban que se liberase el comercio de
@ de un Murat; tales ejemplos concretos de elevación social fueron la viva ultramar y que, incluso, quisieran, como Turgot; considerar a las colonias
lección de igualdad que los ejércitos franceses dieron a los pueblos, inclu- como "provincias aliadas y no sometidas a la metrópoli", The W ealth
.f:~
\-¿) so a los enemigos. of the Nations, de Adam Smith, les ofrecía, desde 1776. UD arsenal de
argumentos, a decir 'Venfad, rpara postur;ls muy distintas. Juan Bautista
CD Say (que denominó a dicho libro "llil vasto caos de ideas justas"), en su
V. LA ECONOMIA EUROPEA Y EL MUNDO Tratado de Economía política, publicado en 1803, lo sistematizó, con-
cediéndole un valor positivo de -construcción, sosteniendo- que cuanto
Las grandes luchas militares y polífü::as que caracterizaron la época, más numerosos fueran los productores más vastas serían las salidas, y
y que influyeron prol,'undamente sobre Jas relaciones y los intercambios q_ue un· activo comercio ·marítimo valía más que la posesión territorial
económicos mundiales, tuvieron. por primera consecuencia. la de dismi- de las colonias. Germán Gamier, en su Economía política de 1796,
nuir, en cierta medida, la omnipotencia que Europa. y muy especial- mezcló, en. -este' puntó, la doctrina de Smith con la de fos fisiócratas.
mente la Europa occidental, ejercía en este aspecto. Retrasaron el mo- Roederer, y a partir de. 1794 los ambientes de la Década, fueron hacia
mento en que los barcos de los blancos hubieran de obligar al BlCtremo el .industrialismo, con fa necesidad que este implicaba de intensificar la
Oriente a abrirse a un comercio remunerador: desarrollaron la fuerza producción y el comercio de :ultramar.
joven. de los Estados Unidos, hicieron de cllos, por -un momento-, la se• Sin embargo. la utilidad de -los grandes intercambios mundiales con-
gunda potencia marítima del globo; estaiblecieron. entre ellos y Asia o la tinuaba siendo contestada. ;por una idea, indudablemente antigua. pero
América latina, relaciones y circuitos que, en muohos casos, no pasaban que entonces se renov6: la de un estado que redujera al mínimo sus
ya por los puertos ·de las antiguas metrópo-lis. · re1aciD.nes -con el exterior para asegurarse una economía autónoma. Así,
Sin embargo, Europa conservó una vitalidad tal y unos medios de por ejemplo, Hamilton, en los Estados Unidos. al escribir, en 1791. su
acción tan poderosos que, a pesar de la guerra que la desgarraba, con- Informe sobre las Manufacturas. o al inpirar ª' Wa.sirington su Mensaje
tinuó siendo el centro en el cual convergían las grandes corrientes de despedida, ponderaba fos beneficios tle una actividad nacional diversi-

y el mando que las ordenaba. - ficada que disminuyera la dependencia con respecto al extranjero y, por
Ante todo, era el centro ro el dominio del pensamiento y de Ja doc- ende, fos riesgos de guerra. Pero lo hacía moderadamente; y era Europa
trina (fconómicos. Esas Américas que iban desprendiéndose de ella, lo la que iba a renovar la teoría de la a.u.tavquía absoluta. En su obJa Der
hacían eu nombre de los principios que,. como en politica, había plan- gleschlossene Hcrndelsstaat, editada en Tubinga, en 1800, Fichte reiv:in-
teado Europa. Fueron sus mismos filósofos y escritores los que hicieron dicaiba. para el ciudadano la "verdadera :igualdad". construyendo la teoría
1096 TOMO L-RBVOLUCION FllANCESA E IMPERIO J>iAPOLEDN!CO X.--CORll!ENITS EVROI'EM

de· que el .Estado la garnntizase. Pero "la guerra ·podía éobar- abajo· aquel comercio colonial-'-el antillano en. ..Particular-'-,. qué· .continuaban· -.siendo
hermoso edifiCio. Ahora bfon.: el origen de hs contiendas era económico~ invertidos, con largueza, ·en ultramar. Ya· llemos indica:dcfsu· .abllll.dancia
"La oposición de los inter:,eses comercíales suele ser Ja verdadera causa en. Inglaterra, y' Jos progresos de·la emisión ·bancaria. Durante la según.da
de las guerras a las que nos esforzamos por hallar otros motivos." Por mitad del ·siglo, en. Hola.ñda, abundaban eñ. la plaza .fte. Amsterdam, de-
tanto, nada. más peligroso- que .los cambios internacionales: era conve- bido a que. después de la guerra de. América; los holandeses perdieron
niente suprimirlos, constitqyendo el Estado comercial cerrada, separado una parte de los .beneficios que representaban para ellos los fletes ·y· fos
(abgesondert) del mundo exierior, de una mllllera ab.soluta, prescindien" depósitos de almacén, porque las marinas rivales se habían desarrollado
do de toda lo que antes se compnrba fuera. Principalmente, sería con- y estableci<rl.o relaciones di.rectas. A pesar de todo. mostrá:banse reacios
veniente renunciar al uso- de productos exóticos. Pero no- cabía duda de a" invertir sus capitales .en la industria nacional. Les resultaba más fácil,
''.¡ que, empleando- los mej&rci; investigadores y la mejor maquinaria, habría y aparentemente más ventajoso, hacerlos producir en 1a banca, :Pfinci~
de conseguirse descubrir. 51.lCedáneos muy satisfactorios ; y que, por ejem- palmente por medio de. préstamos al· exterior. Habían colocado mucho
plo, se llegaría así a cosed1iar .en Prusia aJguna fibra tex;til que equivaliese en Inglaterra; pero. desde Ja independencia americana, orientaban m.á's
al algodón. Y a conOc~mos el auge que alcanzaria_:_.i:nspirado o no en bien sus iriY.ersiones hacia Francia y, sobre todo, hacia los Estados
Fichte----el ~adonalisnio económico ; y, en el ·as.pecto negativo, hasta qué Uri.idos. Estos, ya. en 1778, se dirigieron a las Prov.incias Unidas pidiendo
punto y cuán. frecuentemente hubo de ser atacada la teoría de· 1os inter- un présta.mo,·en namt.re de los prií:tcipios comunes a las dos repúblicas;
cambios mundiales libres, valiéruiose de los argumentos que Fichte alzó .Jlliís tarde, prome:tieron buenos intereses, argumento que ·obtuvo mejor
contra. ella. · acogida. De3de 1782 se sucediefon 'los· empréstitos desti.Ílados a los esta-
El conocimiento cientffüco- sería. una de Jii.s ·armas más eficaces para dos, a las ciudades~ a la especulación territorial, a lbs canales, a las ca-
abrir a fa expansión europea los países lejanos, encauzando los avances rréteras y· a· diversas fá,bricas. En 1796; la deuda dé los Estádos Unidos
comerciales, políticos y militares. Dicho conocünienta 'se desarrolló .así a Holanda ascendfa. a· 12 millones de dolares. ' ·
notablemente por el efecto conjugado del negocio y de la investigación · Gran parte de los· capitales europeos· se emplearon· eri las grandes
desinteresada. En Oriente.: sobre todo, se veía cómo el tráfica y la con- compañíai ·de comercio, de mouopo-lio o con privilegios, cuyos. "metcan-
quista sei acompafütban. deJa erudición e iban abriéndose canl.ino- mutua:- tes" rocorrían Jos in.ares· lejanos. ·Suecia· tenía Ja· Osiíridiska- Kompániet;
mento. Bonaparte llevó a Egipto una comisiQn de ciéncias y artes, for- Holanda: las Compañías· de fas Indias Occidentales y de ·ias ·Indias· Orien-
mada por 143 miembros:: fundó~ en. El Caico, el Instituto de Egipto, y tales. En Ja América española, fa Compiñ.ía de Caracas, con capitales
los trabajos de los sabios· franceses formaron la Descripcián de Egipto y personal vasco, era Ja· dueña del monopolio- de exportación ·del cacao,
.,i (1808-1823). obra en mmv:e volUm.enes de .texto y doce de lD.8.pas y dibu- i
al qué .no tardó en· unir el tabaco; el cÚero lo_s ·~egtos ; · pat_a prnfoger
jos. En 1799, fue descubierta la piedra de Rosetta; y eil. 1802 se empezó s.u privilegio contra el con.trabando, ·sostenía una "flotilla· a.miada,;· de 12
l a. trabajar para descifrarJa. La contienda diplamática que se entabló en navíos~· tripulados_· por~ 600 marinos. En 1185 se .fundió ca.u "Ja ReaJ
Teherán entre Francia e fuglaterra, por las 'riqueZ!l$ de la India, reunió Compañía ·de fas Filipinas, qll:e fue ri:organizada·:en 1793. La· nuevá
allí, como negociadores, a Malcom y- a Ouseley, que desde 1799 hasta Compañía france~a de Indi.as se ere?. ·en '.1785, por los esfoerzos con-
1812 hicieron notables ob~ervaciones sobre· la Persia antigua y 1n ·co-n- jugados de ."CaloUÍle, Vergennes y Castries. Prj.m.ero se pensó confiarle
temporánea. El afianzamiento militar y económico de los in~eses en la un papel político ; pero finalmente siguió s~endo u:iia simple· empresa de
India ]es permitió dar impulso a la investigación. científica. En 1784 se negocio de mori.opolio,_ sin ningún d,er,echó de. '.sóberanfa so-b:te·· 1os terri.~
fundó en Calcuta .Ja Sociedad Asiática de Bengala. Los trabajos, edicio- torios ·franceses:situados en iµ. zona. dé.. actjón,' que coniprey.día la parte
¡ nes y traducciones de Janes (1783-1794) provocaron. en Europa las am-
¡ de ~-ás allá de· El Ca.i6o;· ¡;xcepto. l;is islas Francia y Borqón. El c¡¡.pitaJ
t• biciosas hipótesis de ·Federico Schlegel sohre La· Lengua y la Sabiduría inicial· era dé 20.000 acciones de 1.000 libras. Las oficinas se instalaron
1 de la India (1808) ~ y, en 1816, las. conquistas filológicas de -Bopp. Si en Páris, y los: diques y depósÚos, e.n· Lorient; de "donde, en· l_os 'é:uatro
fracasó Macartuey, enviado ·a Pekfu para entabfa.r.relaciones comerciales primeros años; zárparon para.las Indias .Y Glii:iIB. unos 40 baréos.
/. con China, en cambio, sµs. observacione¡;, .publicadas por. Staunton en
1797, constituyeron up·punto de partida. para:la .sinología inglesa. ..
Las compañías iriglesas eclipsaban· ·á ·sus· riviles: por. Tu.. amplitúd de
sus negocios y por Ja continuidad de su tráfico, que estii:l:ia protegido por
l· una fuerte marina de guerra. La East India C~mpany era una verdadera
I '.:1 Europa, centro intelectual· de ·la economía mundi~ por. fos' descubrí•
mientas· de sus· sabios y los trabajos· de sus economistas~· regulaba. los
potencia. mumlirul. Potencia en la India, lo veremos en fo referente a los
asuntos políticos. Potencia en los medios financieros de Londres, que se
' '.!"
g_randes in~ercambios por los inmensos mºateriales de. qúe díspo-nía.. . . disputaban los escaños de la Court of Directars, .menos por su sueldo
-,.,, . · 'l'.enía .1L su. disposícion ..capj_tale.'J acumulados. en ..gran.. parte, por· .el de 300 libras al año .que por la.influencia que proporcionaban; potencia
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¡~ 1098 TOMO J.-REVOLUCCON FRANCllSA E IMPERIO NAPOLllONlCO X.--COIUUENfES EUROl'E/\S 1099
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en el puerto de Londres, donde, en 1806, Ja. Eost India Docks Campmry


construyó la East India Daclcs, con sus inmensos diques; y potencia, BlBLIOGRAFIA
1 también. en el mercado mundial de productos tropicales, sobre todo
E. WJNrBR: Der Josep/iinismus. (1740- , O. M. QUYNN: TÍle Art Confiscations
desde que, en 1786, llevó a fefu; ténniuo el viaje inaugural del primer 1848). Viene.. 1943. of t/Je Napoleonic Wars, en American
lndiaman gigante, el Notl!ingliam, de 1.152 toneladas y 104 hombres de DESCAM:PS: Histoire gé11érale camparée Historical Review, 1945.
tripulación, que volvió de Cantón con un colosal cargamento de té. Di- des Missions, 1932.. M. Rlimn:IARD: Histoire de la Popu[ation
chos enormes tonelajes eran la especialidad de la Compafüa; fuera de GASroN-MARnN; Hístoire de l'Esclavage mondrale de 1700 a 1948. París, 1949.
dans les Colonles franfaises. París, O. GREElt.: The Emigratian during the
ella, no se encontraba, en toda la flota mercante inglesa, ni un solo barco 1948. French Revolution.. Cambridge {Mass.),
de 1.000 toneladas ; y únicamente había 20 buques que pasasen de
las 600.
El sis.tema. de fas grandes compañías, majestuoso instrumento de
P. V.Mf TJEGEIBM: Le Pré-Romantisme:,
2 t. París, 1924-1931.
p_ Bmmor: Histoire de la Langz1e fran-
¡ 1951.'
G. V.ALLÉll: Populatíon et Conscription
(1798-11814). Rodez, 1939.
<;aise, t. VIII-XL París, 1936 y sig. A. MEl'.NlER: uvées et Pertes militaires
dominio, era, sin embargo, considerado por- muchos como arcaico e in- M. Gruwnm.: Tegn~r et la F,rance. Pa- en France '0793-1815), en Bulletin de
eficaz;. Lo atacaban. los adversarios· de la "santa voluntad" nrinisterial rís, 1943. _ la Société d'Histoire moderne, 1938.
y real; y aquellos que, como Fox. en 1783, acusaban a la institución A. ST!!RN: Der Einfluss der franzosi- J. U. NEF: War and Human. Progress.
.Illisma de "un despotismo opresor, sin normas, -caprichoso, inconstante, sc!1e11 Revolutíon auf das deutsche Cambridge (Mass.), 1950•
Geistesleúen. Berlín, 1927. E. KEsSEL: Die Wandlung der Kríegs·
rapaz y ávido", así como a sus competidores J.os armadores libres y las A BoUCHl!R.: Le Sen.timent national en kinst : im Zeitalter der franziisischen
plazas de comercio-. El 3 de abril de 1790, la Constituyente suprimió Allemagne (1750·1815). París, 1947. Revolution, en Hi.starische Zeit.schrift,
el privilegio de la Compañía de Indias, que se salvó .bajo forma de sim:- R. Arus; Hlstary of Political thought in 1933.:
ple sociedad comercial comanditaria. Los negociantes de Giasgow y Li- Germany (1789-1815). Londres, 1936. J. W. FoRTESCUE: A Hi.story of the Bri-
Madame de SIA:l!L: Lettres d'Allemag- Jish Army, t. V al X. Londres, 1921-
verpool criticaban a la East1ndi'a Comparr:y. Los .ingleses que en CaJcnta 11e et d'Italíe, en .R.evue de Puris, 1949. / 1923.:
y Bomba.y ejercían. acti'Vidades libres-armamento y seguros, principal- F. V.ALJAVEC: Der deutscl1e Kulturein· E. voz.t FRAu:ENHOLZ: Entwicklurigsges-
men~se quejaban de su monopolio. que les impedía repatriar sus ga- fluss im mahen Südostett. Munich, chichte des deutsdren Heenvesens, to-
nánci;Is. Los contrabandistas -armados en Filadelfia. Copenhague y Ham- 1940. mo N y V. Berlín, 1940-1941.
L. DE BOUllSlAC: Un Essayiste familier C. JANY: Gescliic/1te der preussisc/ren
burgo se filtraban por las costas de la India, bUl'landa a la marina de la de Coppet, Bonstetten. París, 1940. Armee, t. ill y N. Muuich, 1929·193.3.
compañía, que los perseguía al mismo tiempo que a los piratas. En 1793, W. RAI'PARD: Cinq Siei:les de Sécurité. - Gescf1ichte der Kiimpfe CE.sterreichs,
se invitó a la Compañía a poner a disposición de los :particulares 3.000 collective, les Expériences de la Suisse. Krieg gege;n die fran:zfüisclie Revalu-
toneladas de: flete; pero tal cesión seguía siendo insuficiente; y, en 1813, Parfs, 1945. tian, t I. Viena, 1905.
A. OMODEO: ·un Reazionario: il can- BownEN, KA:n:PaVUCH Y UsHER: An
se suprimió el monopolio. Y a veremos que, aproximadamente por aque- te J. de Mafstre. Bari, 1939. Economic HiJtary of Europe since 1750.
lla misma época, se hundió la mayor parte de las otras compañías. El A. DRESLER: Geschiclite der italienís- Nueva York, 1937.
comercio de uil.tramar se encauzó hacia aquella liibertad de empresa, bajo chen Presse, t. I (bis 1815). Berlín, IL HEAToN: Histofre économique de
cuyo signo había de dominar Europa el tráfico mundial durante el si- 1933. l'Europe, t. TI. París, 1951.
R. MArum:Au.: ltafy in Ettglisli Literatu· 1J. Cr..IJ.>.EIAM: The Bank of England,
glo XIX capitalista, como lo dominó durante lo más arduo de las guerras re (1755-1815). Nueva York, 1934. 2 t. Cambridge, 1944.
revolucionarias y napoleónicas. R. Mic:aiA: Le Voyage en [talle de J. BoucRARY: Le Marché des Changes
Mientras la,-bwrra asolaba el continente, los artistas que iÍustraban Goethe. París, 194.5. a Paris (1778-1800). París, 1937.
las obras, siempre de moda, de viajes y exploraciones, continuaron des- 1
arrollando el tema dásico de Europa majestuosa. y opulenta. recibien· ¡
"do el homenaje de las demás partes del mundo. .Alegoría org:ullosa, pero
que no dejaba, de ser exacta, gracias a la potencia y la fecUJldidad que,
a pesar de tanta sangre vertida y de tanta energía. gastada, man.tuvieron
!
~
las corrientes que recorrían y animaban a Europa, o- que en ella hallaban r
su fuente primera.

~-
ij

1
L- ...
- xr:-EM.1.NCIPACION DEL NUEVO MUNLJv·

Jliiis: de' fiUévé millones; además. el primer Jugar en la importación C(J-


rrespondfa, con muobfsima ventaja, a 'los pr-oductos manufacturados
CAPIT"OLO xr 1 británicos; como· tejidos, alfarería,· cristales, artículos · de metalurgia y
cueros; Io cual se explica por las costumbre8 adquiridas en Ja época
colemal,-Ia -comuírid'ad ·de· idíomíi y los gra:n:des créditos conseguidos. No
:! EMANOl'ACTON DJ¡;L NUEVO _MUNDO ri:sulraJia menos'·peJigroso" que Jos Estados Unidos fracasaran -en :sus
'·'
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esfuerzos· pof ·realliaI' intercám:bios importantes ·con Francia, Prusia,
·1- : • • ·.:. <! ''. : .... '
$. Hamburgo y Sajonia, y que se vieran así ligados a una nación que,· des-
Jf. LOS ESTADOS UNIDOS, POTENCIA lNTERNACWNAJL
• •• ' 1 ,
piiés de,.1a- iridependenci~ se negruba a hacer ningiln tratado de -comercio
y que _dejaba: a mi 'Cónsejo,priva.do-· Ja -facúltad· de r~glamentar el tráfico
_ -A raíz de 'fos preliminares por km que. ~n noviembre· de 1782., Ingla- coij_ ellos. N ó-·c.abe duda· de qüe los norteamericanos gozaban de t:i;at_o es-·
terra accedió a la liberación de sus <;olonias ameiicálias. el Mw:ning Post peeiri.l en" el sis~erila de návegación británica: La doctrina de Ja self suf-
prqfetiza-1~?-: .'"Dentro de algunos aiíps, Ja índep_endencia de los Estados ffcfeney ]mpciria!, harto. resquebrajada des-de 1783, toleraba que comer-
Unidos trastornará el sistema ·de Eu:r¡jpa enteÍa. ·Docenas de millares de ciasen ·con -i!!s.-provfucias marifi'n:las, el Canadá y fas Antillas. ·pero .lazos
hombres ·van a emigrar hacia alli, idé todas Iás _partes de Europa, _Se tan --estreéhos·· co-ártaban 'la' libertad ae su política extranjera.
despertará en · ell~s m;i orgulla im_pef-ial; y se mÚltiplicarán sus conquis- La expansióµ de. los Estad_os Unidos encontró· en -el continente rivales
tas sabre sus yecmos. ·Pronto caerán IIalifai y -Nueva Escocia : .Jas se- teiWbles: A fo· 1argo de la' costa del Padfico aparecían. barcos norte-
guirá. el Canadá ; y' serán absorbicl;as ·1'as .pesquerías. de TelTllllova.' Se american~s yil brisca de pieles. 'que Juego iban a'i:a:mbiar a China.; pero
rendirán 1a Florida y las posesiones; espáñol;i¡!l~ d¡¡._ ~ -d~LMississippí. se i::rrcontrában ·cori los buques' ingleses, que procuraban asegurarse las
Con poderlo cr~ente, llegarán a _los '1fmites _del océano- del Súr-y an:an· 1 bases; con los· administradores y soldados españoles de· Californiá; ·Y
carán a EiIIopa: todo_. cuanto posee; en-.e-1'-_'vl!Sto· continente americano." también· con loii rusos, -que' habían désembarcado por el estrecho de
Era indudable que la .jo-ven Rep1l!bliéiá. -podía: esperái"'un gran '.por· Beh$g y ·bajaban pódas·costas de Alas'ka. E-Ú 1799, el zar concedió
-vem.r. con cmco- millones de habitantes,_activos .y _su. vast-o :territorio;'. con !! 1a CoDipañía rusa _de América el derecl:w "de fundar colonias y de
la prudente constitucion qµe· adoptó en I 7S7.,. -y: cenfiando _la -_polítii;:a 1 tratar-con fos indios. El JPgendaI'io gobernador Baranoc extendió.su zona
t;~terior. a oo' presidente estable y ,poderoso-, ·.cori Ja háljil: perspié:1ciil. i de iiifluencfa en tomo a Sitka, sitiada en 1804; y eri 1812 esta_!-)1ec:ió
de Washington, ·elegido en marzo !Je '1789.'·'Peio, ·ínirase hacia el mar Fort' -Ross en Jli costa de California.· Se- pro-dujei:on discusie>nes de dere~
o- hacia el co-ntinente. su expansión tropezaría. con 111uohas -posiciooes ya cho con Jos-marinos norteaméricanos; y; -en 1810, San Petersburgó- .pro-
ocupadas: . _, ' · puso, sin éxito, qúe se limitasen por el río- Columbia· las zonas de in-
-->. A_-partir.-..d_e-áquel fup;m.ento,-los _Es-~dos _i;Jnili\ls. fueron._Una. gran
.. fluencia. Las. posesfones británicas en el San Lorenzó- no podrían ame-
potencia. marfüma. Sus astilleros encontraban cerca. y a buen pri:cip, las nazai:- a Ja Unión~ ya· que en Londres se -duda;ba de que· fuera ·un buen
:maderas de J}in!},_ roblle, arce _y· ahedul'ilara Jos. mástiles, -tan escasas en la negocio la conquista i:lel Cánadá francés ; y se negaban a sosiener en
Europa. o¡:cide;P.taL A los c.entros de. la :.éiJ.i:ie!í.- ·cüianil;il, como- -Sillero, 1a frontera de los Estados Unidos las_ fuerzas que serian, indispensables,
Eoston~:Pelawar~t's!! añadieron- los de"Mlíine, Comecticµt/lfu4s<;ln_,y.Ia o sea, 8.000 ·fufantei y 12 barcos de 150 toneladas en los !Lago-s. Pero
bahía de Chesapeake. Aunque en 1789 su tonelaje ·ma-tii.eufado ·so-lo Ja frontera esta!ba aún mál -definida; y los ingleses 1jiguieron ocupando
llegaba a 124.000 toneladas brutas, esta·ba en vías de aumentar rápida- en territorio americano las posiciones que <laminan los pasos entre los
mente. El 62 por IDO de él se dedicaba al comercio exterior. Las tarifas grandes lagos~ -Filacfolfia presentía un peligro en aquella dirección. J:Iabía
de 1789 protegían eficazmente la bandera estrellada, gravando más du- otro obstáculo· por ei lado de· los españoles, pues su imperio- circundaba
ram~nte las mercancías importadas por -barcos extranjeros y suavizando a la . joven -República y coartaba sri desenvolvimiento económico. En
los l!Ilpuestos para los americanos ; favoreciende> el tráfico- en Extremo tanto· que Jas regiones iriteriores de la Uni-On se desarrollaban, Kentuc1cy
Oriente, con derechos muy bajos sobre el té transportado en navíos :Y: T-ebnessee, oonstihiid-as - en estados· -en 1792 y 1796, y Ohfo, a prmto
nacionales ; y estableciendo un sistema de inscripción por el tonelaje. de serlo, se encontraban con que su salida natural, que era el Mississippí.
En 1792. las exporta;c;íones llegaron casi a 20 millones de dólares ; en estaoa cei:Tiida por-_ el ·mónopolio de navegación· que· .paseía España. Y
lo que el trigo, Ja harina. el tabaco, el arroz, Ja madera y el pescado el ángulÓ súdoeste dé la Repúblicá peligraba, taiubíén,'._por falta de acce-
salado representa.ban;,~respectivamente, 7,5 millones, 4 millones, 1,75 de so "al góifo · de_--Méjiéo, éuyas costas eran todas és_pafialas. Resultaba;
,._¡ millón, 1 millón y 1 inillón. indispensable -conseguir el -uso -del gran río, con dereoho- de ahnacenaje
H. Pero. de dichas mercancías, Inglaterra y sus posesiones consrurúan en Nueva Orleáns: En cuanto a "Lúisiana y la' F1orida. Jefferson dedaró-,
1100
1
¡ XI.-EMhNCil'JlC!ON D.EL NUEVO MUNDO 1103
1 1102 TOMO I.-cREVOLUC!ON FRANCESA E JMPER!O NAPOLEONICO

1 eu mayo de 1803 : "i\lgún día esas posesiones serán complet;Lillentc: in dido y los gastos de justicia que tuvieron que ipagar. Las pérdidas sufri-
dispensables a los Estados Unidos." . das en 1793 y 1794 excedieron de diez millones de dólares. El comercio
Las guerras de Europa llegaron muy oportunamente para abnr paso protestó ruidosamente; pero ¿acaso podía desear m guerra con su mejor
a la expansión norteamericana. . . compañero? Inglaterra ejercía sobre sus antiguos "súbditos" una influen-
Cuando estalló el confilicto .entre Franc.ta e Ing1aterra, Washmgton, cia profunda y discreta. Las zonas de banca. y de negocios, sobre todo
haciendo- caso omiso de la alianza defensiva fumada, en 1778. con Ver- Massachusetts y Connecticut, le; eran adictas. En todas partes lo eran tam-
salles, proclamó, el 22 de abril de 1793, la neutralidad de los Estados bién los medios :financieros ; y, con ellos, Ha:Ólilton, eil secretario del Te-
Unidos. , soro, sobre quien pesa:ba la preocupación de una deuda de guerra atre-
l Esta neutralidad hizo la fortuna de los astilleros. En una epoca en vidamente conso~dada a la par. La influencia británica, especialmente
:~ que era fácil transfonuar un barw roerc'.111-te en buque d<: guerra, nna entre los fedemlistas, era de orden mundano, parlamentario y político.
Washington respetaba ·las grandes instituciones :inglesas; y aún había

i
buena parte de las flotas de comercio beligerantes fue reqwsada, lo _que
dio lugar a Ja escasez- de flete. Pero allí t1Staban los Estados Urudos. quien iba más lejos. hasta el punto de que J efferson, n:l volver de su
para lanzar y vender: 100..000 toneladas 'brut~ en 1795 y otras tantas elD!bajada en F.ranci~, quedó asombrado de Ja atmósfera monárquica que
en 1796. Su propio tonelaJe de altura ascendió, de 124.000 toneladas encontró. Es.to explica que todo se arreglara entre ambos países y que,
([J
en 1789, a 500.000 en 1800 (llegando incluso a 770.000 si se cuentan el 19 de noviembre !le 1794, Jobn Jay firmara, en Londres, un tratado de
@) comercio. Por él. a cambio de posiciones restituídas en la frontera de
l. :y
el de cabotaje y el de pesca).
Acuciados ;por la necesidad en que se hallaban del flete neutral, !os tráfico sin discriminación, de que las colonias quedasen rubiertas a' sus
beligerantes atenua:ban el régime1:1, de lo E:x;clnsivo Y dol Pacto c?lorual, barcos y de algunas índemnizaciones. los Estados Unidos aceptaban
En febrero di:) 1793, Frnncia aibno sus Antillas, la Isla de Barbón Y la severas restricciones en los derechos de los neutrales.
de Francia, sin exigir más derechos que los que abonaban sus propios _Francia :no _había podido impedir e:ite acuerdo, pues, a pesar de su
¡:
'
barcos. Después, en marzo, abrió también el comercio de goma con el
Senegal. En cuanto a las Anfillas británicas, :ros gobern~dores tenían
rec16?-te fr~temtdad de .armas con los msurgell:~es, tenía poca influencia
en Filadelfia. Los amencanos se sentían mal c<;>mprendidos por ella. tan
autorización para permitir el acceso, en caso de urgen~a, hambre o pronto ponderados basta Ja exageracíón, a fuer de inocentes y lifües hijos
tomado; y aquella tolerancia se hizo corriente. En .camb10, los bar~os de la VHtuosa Naturaleza, como calificados de comerciantes rapaces y de
norteamericanos llevaban a las :i&las del azúcar los viveres que necesita- salvajes "adelantad-0s". -En el terreno político, sabfan que se les miraba
ban: triga, galleta y harina, pescado salado. came y ganado. _Los puertos por encima del hombro: "La palítica amamanta aún a ese pueblo niño
canadienses intentaron participar en dicho tráfico; pero se retiraron pron· con los ·primeros jugos de sus principios element:rles", aseguraba el. eón·
to, por estar más alejados, menos provistos de embarcaciones Y carga- ~ul ~cés De Haut~rive, quien, s~ embargo, por el hecho de desempe-
mentos y sin suficiente territorio interior. nar 1mportantes func10nes en Relac10nes Exteriores, debiera mostrar cier-

¡
Al mismo tiempo, el continente europeo en guerra, ab?~· de repente. ta perspicacia. Ignorando que la opínión media se preocupa:ba exclusi-
sahdas inmensas: Inglaterra. preocupada por su abastecuruento; Fran· v11;men.te de los ínte!eses nacio_nales, París no y~fa más que partidarios de
cia, bloqueada, ofreciendo a los neutrales, para atraérselos, además de J:nglaterra o federalistas, y amigos de la revolución o jeffersonianos, cons-
sus exportaciones habituales de vinos, aguardiente y sedas, el pr~ducto tituyendo Jos -segundos la masa, que sería fácil ani-ancar de sus dirigentes
de las requisas .Y confiscaciones. España y Portugal ,entregabfill; "VlllOS Y anglófilos. :i:1º~do . P?I ideas tan simplistas, Genet, representante de
frutas. a cambio del trigo que sus ro.alas cosechas hac1an ·necesano. Ham- la Convenc10n, mtr1g-0 con una faJta de habilidad tan grande, que no
burgo y Brema vendían tejidos y lona pa_;-a velas. Los capitanes. no~e­ hubo más remedio que retirarlo. ·
americanos traían a todos ellos, no solo tngo y madera de su pam. smo En el mar, los incidentes franco-norteamericanos eran frecuentes. Una
también productos tropicales, cargados en Jas Antillas, café de Ara1bia, fracción de la opinión francesa pedía que se tratase con miramientos a
de Java y de la isla de Francia, pimienta de fava y cuer<?8 de.la,Plata. los neutrales: eran negociantes y _consumidores de géneros coloniales y
Las mercancías extranjeras exportadas de los Estados Urudos vahan 20 algodoneros normandos que necesitaban materias primas. A estos había
millones de dólares en 1796 y 45 en 1799. que aña?ll'. !os aliadC!s holandeses, pues encontraban una compensación
Sl:n embargo, los riesgos eran grandes. En juni? y noviembrn de a sus perd1a.as colomales en el comercio que conseguían mantener con
1793, Inglat;o-rra prohibió a los neutrales que comerciaran co,n las c_olo· los Estados Unidos y que aumentó desde 3.170.000 dólares, en 1793,
nías. francesas, en virtud de lo cual la Royal NrIVJ capturo, en cmco a 8.845.0~0, en 1797. Pero Jas medidas rigoristas eran preconizadas por
meses 600 barcos norteamericanos. En 1794, 150 de ellos fueron de· l?s co~sanos que actuaban en mares franceses o caribes ; y por los fun-
clarad~s presa legítima, y los demás salieron del paso con el tiempo per- cmnanos de los puertos o de la marina, que especnlaiban en los juicios
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1104 TOMO l.-REVOLUClON FRANCESA E IMPERIO NAJ'OLEONICO ·

sobre capturas. Además, tales: medidas respondían, .a la vez, a Ia :pasión


y a la lógica, pues el ejempfo. de IngJater:ra autorizaba el reii:Úble ar-
gumento tu quoqu:e, del que tan gran abuso. habría de hacerse ; y la
teoría de un Acta. de naivegación francesa, planteada ·por Ja Convención
1
¡.
¡
XL-EMANC!l'Al:ION DEL NUEVO MUNDO

cedió a Jos ciudadanos de los Estados Unidos el derecho a navegar por


1105

el Mississippí y·Ja utilizació:Q, en Nueva Orleáns, de .un depósito que


facilitara los transbordos marítimos. Esto equivalía ;:;! desbloquear todo
el interior de la Unión, a la que, desde entonces, dio vida el gran río.
1" el' 21 de septielll!bre de 1793, limitaba .el comercio neutral. Por tanto,.. Al mismo tiempo, equivalía también a favorecer el comercio de contra-
l se continuó tomando ·-medidas contra él, siendo las principales las de bando que, a través de Luisiana, se efectua;ba entre los Estados Unidos
/·' 30 de- octubre. de· 1796, 2 de marzo de !797 y 18 de enero de 179.lt Y el imperio español, y que se evaluaba, en 1798, en dos millones de
~
libras al afio. Pero, a los ojos de Godoy, :ia suerte de Luisiana esmba
!
¡--, Los" barcos americanos, si se aventuraban en los puertos franceses, se
' veían detenidos, con el pretexto de mil forn:talidades ; y, en los mares de decidida; ya no era. más que un objeto de cambio, del que habla que
sacar el mejor partido posible.
las Antillas', los cors?rios galos los capturaban a 1a menor irregularidad
en su rol de tripu1acíqn. Desde julio de· 1796 !hasta junio de 1797, fueron Y a sabemos que el adquirente fue Bonaparte ; y el pago, la instau-
capturados .316. De ;aqtif resultó, entre el Directorio y los Estados Uni- ración en Toscana. de Luis, hijo del duque de Fauna, que fue prncla-
dos, una verdadera guerra na:val no declarada, hasta el extremo de que, mado rey de Etroria. Estos arreglos, firmados en San Ildefonso el l.º de
desde 1793 hasta 1800, la pérdidas. ocasionadas por fos franceses a Jos octubre de 1800, y en Aranjuez el 21 de marzo de ·1801, procuraban
1 americanos pasaron de 12 lllÍllones de dólares.. al Primer CónsuJ fo que entonces quería, o sea, una base en el co:nti-
Una negociación, :üúciada en 1798. fracasó. Ya sabemos que, en nente, que sostuviera y abasteciese a las Antillas :francesas. Incluso le
1800. Bonaparte l.a relllludó, encargando de: ella a José; el presidente hubiese gustado ampliarla, consiguiendo de lqs españqles fa Florida;
J
Jolm Adams, deseoso de suavizar asperezas, delegó en Vans Murra.y. pero fue en vano que les ofreciese añadir .Panna a Etruria.. Por lo me-
!¡ Las ·discusiones fueron· espinosas~ porque los narteamericanos se apo- nos, organizó · activamente a Luisiana. Víctor fue nombrado capitán
yaball en los tratados políticos y comerciales de 1778 para reclamar general, y Laussat, prefecto colonial, que en 1802 recfüió instrucciones
20 millones de dólares de indemuúzaci6n, a la vez que' pretendían dero- camcterísticas, consistentes en ampliar el comercio con 1as Antillas fran~
í· gar esos mismos tratados. B1 acuerdo de Mortefontaine (30 ile septiem- cesas, entablado también con las españolas, en Ja esperanza de atraerlas
¡ bre de 1800, cuyas ,cláusulas· de derecho marítimo hemos visto ya, es-
tableci6' el trato recíproco de nación más favorecida ; y eximió. a los
a un acuerdo económico ; 'incorporar las tropas españolas, si era. posi-
ble; organizar una milicia y ·aliarse con los indios; por último, alejar
r Estados Unidos de toda obligación diplomática, con· lo que se le con- a los extranjeros y combatir las costumbres inglesas.
i cedía libertad de acci6n, para lo sucesivo, en lo referente a política Los Estados Unidos ibabfan visto con disgusto aquella instalación
~ :1 exterior. ·· francesa. que disminuía !Seriamente sus esperanzas de extet;1.derse hacia
r
¡·
El l.º de octubre de 1801, fos pre:llininares de iLondres dejaron en
suspenso ·las hostilidades franco-inglesas, al mismo tiempo- que las' ga-
el gran Oeste. En 1B. frontera. protestaban los "adelantados" ; y los fede-
ralistas· :hablaban· de guerra y atacaban al presidente Jefü:erson. Pero este,
¡ nancias de los armadores norteamericanos. Pero estos no quedaban mal- pacífico y prudente, se dio cuenta de las posibilidades que le ofrecía Ja
¡,. parados, porque, desde 20· y 31 millones ·de dólares, las exportaciones tensión franco-inglesa que siguió de cerca a :1a paz de Amiens. Encargó
¡ e importaciones de' Jos Estados Unidos, en 1792, llegaron, re~pectiva­
mente, a 94. y ·111 millones, en 1801.
a su amigo Pierre Du Pont de Nemours que propusiera al Primer Cón-
sul algún arreglo honorable. Bonaparte no tenfa más remedio que acep-
1 A su buena fortuna en el mar· respondió fa suerte en el continente. tarlo, ya que la guerra -estaba en puertas, antes que Luisiana hubiera
¡
!•
A España le preocupaba cl espíritu emprendedor de sus vecinos de sido puesta en estado de defensa. Las negociaciones fueron nevadas en
América del Norte; y, para tenerlos a raya, ·haibía seguido, desde el ParíS por un francófilo, Liv:ingston, y por Monroe, defensor de Ja ex-
refuado .de Carlos ill, uná: política de expansión. de!fensiva. Mas, evi- pansión hacía el Oeste y dé. la navegación por. eJ. Mississippí. Con faci-
dentemente, ya no posefa. ba'Stante fuerza de asimilación y poblanri:entó lidad que Jos dejó asombrados. consiguieron el tratado del 30 de abrtl
para 'le;vantar, particularmente en .Luisiana, una barrera. demográfica y de 1803, por el cual Francia. vendía la Luisiana a los Estados Unidos
económicamente sólida. Godoy se dio cuenta de ello, porque síempre
concedió a los asuntos de América la atención .que merecían.. Del mismo 1

por 60 millones de francos. El negocio era espléndido. La Unión du-
phcaba, por Jo menos. su territorio; adquiría riquezas naturales imnen-
sas ; se hacía dueña de Ja cuenca del Mississippí; llegaba hasta las Man- ¡;
modo que en 1.'795 invirtió totalmente su política europea. por su alianza
cori. la República francesa, en América pasó de la desconfianza. hacia tañas Rocosas. y podía soñar con aquel litoral del Pacífica que sus
los Estados Unidos a una actitud amistosa.. que podía. valerle-tanto exploradores alcanzaron en 1805. Una vez más, las guerras del Viejo
en el Nuevo Mundo como en el: Antiguo-el apoyo de una potencia 1 Mundo aseguraban la fortuna de los Estados Unidos.
respeta.ble. El 27'.d~· octubre de 1795. el tratado de ·san Lorenzo con··
UENOUVl?f Io-10
1106: TOMO I.--REVOLUC10N ~CESA E' IMPERIO NAPOI.EOl'IICO XI.--BMANCIPACION PEL NUEVO MU:liDO il-01

- Principalmente. volvían a enriquecer su marina mercante, · que des- ni impedir la toma y el incendie> de Washington. Se iles C>freció una me-
pués de. la ruptura· de J.a paz de Amiens. recupero su remuneradora fun- diación, por cierto muy característica, porque tendía a asimilar a los dos
cióll' de intermediario neutral. Los astilleros botaron hasta 147.000 to, contrincantes a los derechos de los neutrales. En efecto: el zar mostraba
neladas en un año (1811). Desde .1804 hasta 1807. las exportaciones por 1a potencia naval norteamerieana una simpatía que ya hemos hecho
observar, y que se explicaba por su propia debilidad en los mares y por
:~ ascendieron de .78 a 108 millones de dólares, de los .que 36 y 60. corres-
pondían a: las mercmcias extranjeras r7exportadas. Este Ulfun(). ;<ático su deseo de contrapesar la omnipotencia marítima de Mbión. Natural-
aumentaba de manera increíble ; por e]!.'llllplo, en cuanto al cafe o la mente, las proposiciones rusas fueron rechazada por Inglaterra, ·que,
pimienta, de· fos ,que en: 18?5 hrub~ sali~o:-0 más_ bien habían vuelto l1illl. vez ·aiejadD el peligro francés, no iba a permitir que se pusiesen
a salir..-de los· puertos amencanos siete millones de libras-peso. En 1807, de nuevo sobre el tapete sus principios de derecho marítimo. Pero se
el flete correspondiente al comercio exterior ascendía a 840.000. tone• inquietó.. lo bastante para consentir en entabllq: conversaciones directas,
ladas; y en 1811; a 763.000, a las qile se añadían 400.000 tonela~ por que terminaron, el 24 de diciembre de liH4, en una paz blanca, por
el cabotaje. Entonces se formaron las grandes fortunas de las reg10nes el tratado de Gante.
·~ costera.S. . · Las pérdidas y las ruinas dcl conflicto disminuían, roateria:lmente,
. También entonces, como en:. la época de .1a Revolución francesa:; exis-· los brillantes beneficios que veinte. años de neutralidad habían .valido
tlan grandes riesgos .. El estudio del bloqueo nos ha mo~trado las alt;::r- a los Estados Unidos. Pero de la "segunda guerra de la independencia".
nativas de rigor T de indulgencia. por 1a.s que los beligerantes hac1an como la llama.ron, conservaron el orgullo de haber hecho frente a In-
pasar a los neutrales. Desde .1803 hasta 1812, los británicos capturaron glaterra, y un sentimiento nacional exaltado. Deseaban ·menos que nunca
1 917 embarcaciones norteamericanas; y los franceses, 558. El Congreso
trataba de· replicar c.on medidas tale:; como los embargos de 1807,; 1808
participar en las peligrosas actividades diplomáticas del Viejo Mrmdo.
Y, sin embargo. engrandecidos, enriquecidos y consolidados, se revela-
~
!.·
y. 1809, el Non~lntercourse Act de 1809· y la Macon's Bill de 1810. Pero ron como una nueva potencia inte:rnacíona:J.
i estaii disposiciones, cuanto más severas eran. más fosionaiban la misma ;

prosperidad del país. La opinión. se indignaba; incriminaba asperamente ¡


1
a:. Napoleón; y, en: 1812, no faltaron -más. que dos votos para. que. el Il. LIDERACIONES EN LA AMERICA ESPAIQOLA
COngreso le declarase :la guerra. Pero el. emperador. al .dar sus ·ngnrosas :1
decretos de Saint Cloud· (5 'de junio de 1810), había tenido 1a habilidad . "La .Primera potencia colonial en extensi?n., y la segunda eri. riql¡.eza, ¡¡
de· prever. una excepción· .en favor de los Estados Uni~os; f prometía puede .convertirse, en un rubrir y cerrar de ojos, en la últiina. pues se :!
derogar sus medidas de .Berlín: y Milán, si· los ín~leses hacían ~gunas
1
halla amenazada por la: mayor revolución de que el mundo haya sido
concesiones. ·Contra es ros 'tenía la Unión un agravm suplementario: la testigo." Europa. aprobaba. satisfecha. aquella predicción, emitida en
brutal actitud de su marina, que detenía ·a sus ·desertores, ·.iriclruio. á 1801 por el aibate de Pradt, en Las tres épocas de las colonias. Le· pa·
bordo de los barcos ameriéanos, hasta el punto de que este' dérecbo· de recía imposible que España lograra conservar durante muoho tiempo
Visita .Costó a'lgunos cañonazos en 1811. Además, la opinión del Oeste aún un ümperio que, desde California al i;,í!.bo de Romos, <:nbria 20 mi-
tendía mucho más a la: guerra que · ia de los estados costeros- Y mer- llonoo de· kilómetros cuadrados y que estaba cortado pa.r. formidables
cantiles. Dicha ooini6n acusaiba a los británicos· de soliviantar a los barreras naturales. El éxito mismo del poblamiento español constituía.
ihdios en la ':fi-o.Q.tera del Canadá; y daba, .tamb~én, por descontado que un peligro, pues los criollos eran ya demasiado numerosos (3.300.000
Iína ruptura ,pemutirla: arrancar la Florida. de manos de. los españ9les, aproximadamente) y habían arraigado demasiado bien en el suelo ame-
que, a Iá sáZún.. _eran· aliados· de Londres. ·El gobierno britán_ico no supo ricano para no aspirar a cierta autonomía. ·
valorar el pe;Jigro, engañado por s:us amig9s de Nueva. Inglaterra. _qu:e Cierto. es que el ga,binete de Madrid. atento siempre a los problemas
.. aseguraban era· imposible tal ruptura. CiJando el pres1~ente_ Mad¡son. americanos, reforzaba las instituciones que ,gobe111a.ban el imperio. Apo-
le _pidió que 'imitar:a las concesiones fi:ancesas: se _mostro vacilfill:t~; y, yándose en la Iglesia, creó, desde 1777 hasta 1806, nueve diócesis nue-
ántes de haberse decidido a ced~r. se encontro ant~ una declaracion de vas, eilevando su número a 3 8. A los virreina,~()s de Nueva España, el
1 () gueo:a ·que los diputados jó,.,enes, los ~'gavilanes de. guerra", habírui con- Perú y Nueva Granada, añadió, en 1776-1777. el del Plata; creó confir-
segilldo del Congreso, el lB de juriio de 1812. · . mó · o .extendió fas Capitanías generales de Floiida-Luisiana (1783-1800).
La lucha fue dura para los nort¡:americanos. Aunque sus cors·arios Venezuela (1777) y Chile (1796). A partir de .1782, Ja. institución de
1¡I hlci~ron ·2.000 presas; ·aUliqÜe ·lps exce1entes tirádores del Oeste. . diez-:. los intendentes aproximaba la administración a los administrados. Ya
",,"
I¡ maron; e:n. Nueva Odeárul, ir los· "cru¡acas ·coloradas". que habían desem- veremos la· amplitud de las reformas ecGnóm.icas. En 1783 y 1804,
¡
¡1
barcado de Inglaterra, el hecho es que nG pudieron invadir el Canadá Aranda y Godoy· pensaron, incluso, en transfonnar el imperio· en con-

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'I.
1:

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Ji¡. 1108 TOMO l.-ruJVOLUC!ON l"Thl.NCE.9A· E JMPBlUO NAl'OLEONlCO
f !
Xl.-EMANClP.AC!ON DEL NUI!VO :MUNDO

' federación fa~ar. colocando infantes al fre,:ite de reinos americanos, Pero un largo arraigo en tierra americ;ana Jlevaiba. a aquella menta-
ampliamente aU:tóJIDmos.
j
..
r::
. En las colonias había quienes encontraoan suficientes estas adapta-
lidad ancestral algunas modificaciones, que. en. este fin del siglo :li.'VIII,
se de.stacaiban vigorosamente. El ~rfollo se sentía cada vez más orgu-
cicmes y no deseaiban nada que pudiese. debilitar más Jos lazos con la lloso .de Ja· tierra que Jiabitaba, de su grandeza y de su hermosura. El
!: madre J?atria. De tal_ modo pensaban. sobre todo. los emigrantes recien- c!llleno s~ complacía en· !epetir los. versos de La Araucana; el mejicano
t~. ~c1dos en la IIllSilla España, porque su origen les garantizaba una
¡... s1tuac16n aparte. · Entrp ellos se encontrrubau los que disfrntaban las
CJ.taba <lCiú orgullo .el pnme.r estudio (1804), preludio al Ensaya, en el
que el geógrafo Alejandro Humboldt describía Jas maravillas de su tierra.
..,
.f altas dignidades eclesiásticas, rara vez concedidas a Iós criollos • los ma- En la estatua ecuestre <le Carlos IV. que, ejecutada y fundiaa eiJ. la
gistrados dei Jas audiencias, los militares y los funcionarios. La misma misma América pot Tolsa, adornaba~ desde 1803, Ja. plaza Mayor de
actitud se advertía en el ambiente de los armadores y a!:cionistas de las
Méjicr>. véia un símbolo de su madurez cultural y artística. Se jactaba
compañías m~timas, llegados de los puertos metropolitanos y. sobre 1 de una vida intelectual propia. Las universidades, -que ya en el siglo XVI
todo, de . Cádiz, pi>rque la reglamentación del. comercio marítimo, ~ue
eran consideradas necesarias para arraigar a fos colonizadores, desem·
aún _subsmtía en :parte, les hacía sentir apego- por las_ provechosas con- 1 peñaban aliara ese papel con verdadera eficacia.· Tales eran aquellas,
cepc10nes del pasado. El Perú, región de antigua supremacía eclesiás-
tica "! administrativa. ~entro de una vida social brillante, que gravita:ha especialmente en boga por aquel entonces, que formaron a los grandes
en _LllWl, en tomo al vmey y a su corte: país enriquecida por los priYi· jefes de la :independenc:iá, como las de Méjico, :Lima, Charcas o Bogotá,
legms de !os armadores de El Callao. estaba llamado. a ser el baluarte del "la Atenas de Ja América Ja.tina". Y lo mismo ,ocurría con las imprentas
hispanismo. Entre fos. crfollos, los grandes propietarios rurales vivían, que se iban .creando (Buenos Aires, 1782 ; Guadalajara, 1793 ; Vera-
generalmente, dentro- de una economía cerrada y casi feudal, favo-rable cruz, 1794; Cuba, 1796; Puerto Rico; 1802), los teatros, fas sociedades
!• literarias. ci.entfficas o económicas. los poetas y los sabios.
al espíritu de inmovilidad. Además, algunos de ellos encontraba!!- en
! la supremacía española una ventaja que aprecia:ban, también, todos los Estos orgullos locales· chocaban, cada· vez. más, con la altivez de
países donde ha!bfa esclavos, las Antillas, por ejemplo, aun cuando allf que alacdeaba el español· de F.spaña. A sus acusaciones de pereza e in-
los contactos eran numerosos y Jos espíritus a:biertos: las fuerzas mili· consciencia. respondían ellos con Jos de torpeia y· rapaéid.ad. Las refor-
tares del rey eran una fortaleza muy útil contra los 1evantamientos de :nas recie.n!emente llegadas de. Madrid fueron mal recibidas, porque
los negros, cuyo número llegaba casi a 800.000. Las sublevaciones de mtenta.ban unponer, en llll medm al .que eran _completamente indiferen~
Sie~os que asolaron la parte francesa de la isla de Santo Domingo pro- tes, fas tendencias del despotismo ilustrado hacia la equidad, el orden
du~~:on en todas partes una .impresión profunda. En algunos puntos, en
y la produétividad. Sin embargo, aquel vastG sector de opinión no se
Me11co sobre todo, eran muchos los que temían cualquier agitación que planteaba el problema de la independencia total; y cuunde> tuviera que
pudiera poner en movimiento a los indios. En el imperio había cerca de enfrentarse con él adoptaría soluciones completamente locales en su
ocho millones de indígenas; y. en 1780 y 1781, su fovantamiento- del diversidad. -
Pení, acaudillado por Tupac Amaru, fue sumamente grave. También se En el lejano y admffiistrativo Perú, la idea separatista no llevaba el
temían posibles desórdenes de los mestizos, que ascendían a 5300.000. mismo pas~ que en las Antillas, que estaban animadas :por el capita-
lismo comercial europeo, o que en Caracas, donde sb hacía 0aala de
_ De aqueila lealtad apática se pasó, por una verdadera maraña social
Y geográfica de situaciones locales, a esa fracción, muy importante y
imitar a Francia. Entre la nohlez.a vasca y castellar.a de Ohile, ofrecía
compleja, de opinión que no piensa, en absoluro, en rechazar la ~obe­ distintos matices que en aquellos países del Plata, pobres y desacreditadm
ranía de la metrópoli; pero que desea amplias libertades. Aquellos crio· a:m. que se nut.ríap. enton_ces de los elementos más bajos de la .inrrugra-
llos habían comervado de sus orígenes el orgullo- de la sangre: "Nos- CI6n. Además. 'la. influencia de las ideas llegada.'! de fuera ei;a diffcil de
precisar, porque muchas de tales ideas reproducían, bajo distinta forma.
otros somos españoles-proclamaban, en 1808, los representantes de
Cuba-, 'Y no de esas clases viles de las que otras naciones suelen formar conceptos_ que ·eran familiares a los espíritus católicos españoles. tales
como·Ia 1gualdad fundamental de los individuos y :ros derechos del ser
sus factorías de mercaderes. sino de la parte sana do esa España rebo-
humano.
s~te de honor. Y la sangre que corre por nuestras venas no ha desrr:rere-
1 Los marinos norteamericanos eran. los que propagll!ban los prtncipios
c1do." Conservwban dir~u raza un vigoroso espíritu Iocafuta y un mu'nid- de la independencia de los Bstado-s Umdos, pues, a favor de los acon-
palismo celoso en el s~o de sus asambleas. ayuntamientos o cabildos, que
,.
- .... 1

tecimiootos, Jos clippers de: Boston se precipitaban hacia Jos puertos de


habían do ser focos ·deí auto-nomla y de separatismo-. La pasión con que
post:ula;ban los cargos civiles y los grado-s del ejército, descubría en ellos
1 las colonias -españolas. hasta el punto de .que Chlle. que entre 1788
y 1796.. no había visto más que 26 barcos con pabellón estrellado, recibió
'll tipo ibérico, en el que el afán- de mando- coexiste can el de libertad. 1 en s-us puertos 226 buques norteamericanos desde 1797 a· 1804.. Por
1

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-· XL'-llMANCIPACION DEL"NUP.VO MUNDO rtlt
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@ orgullo nacional y· también por el deseo interesado. de dru: impulso a la · . .Las :guerras de Europa ·aumentaron aquella sensación de -malestar.

'
libertad· <'JConómica:. aquellos "atrevidos republicanos" hacían ora:lmente Las regiones costeras vivían en perpetua alerta. ·En Méjico se teillfa mra.
G~ una gran propaganda. Los folletos que repartían propagabañ. · general- agresión de Inglaterra o dv los Estados Unidos. Las milicias fuerü'Il con-
mente en traducdiones· francesas, la Declaraci6n de Ináependencia, los centradas ; y se mstruyeron ante los ojos de la población, inquieta, pero
C'ifg orgullosa de aquella nueva fuerza, que era suya. En Venezuela, Fran-
discursos de-.Frank:Iin y el· Adiós de Washington. Las ideas inglesas y
cisco Miranda, apoyado por Pitt y Jefiferson, intent6, en abril de 1806;
® francesas solían entrar por medio de libros introducidos de contra:bando,

'
e incluso procedentes de la misma España, por los oficiales y funciona- u.u golpe de mano separatista., que fracasó; pero fue un acicate para 1a
rios "ilustrarlos" que ibau destinados a las colonias y por los jóvenes agitación. En junio de 1806, y el mismo mes de 1807. los ingleses des-
criollos que volvían con sus estudios temninados y que habían leído, embarcaron en la Plata y tomaran Buenos Aires; pero, contraatacados
todos ellos, a Lócke y Adam Sroith, a los fisiócratas y a los enciclope-
distas. Eri el terreno de Jas idea's, Roussea:u y Raynru: parecen haber
¡ ambas. ~eces por la milicia local y por toda ~a población que luchaba
con entusiasmo, se vieron obligados a c.apitulai',en ·seguida. Los· cciollos
ejercido nna influencia preponder;mte. !Los ·trabajos históricos sobre. el conservru:orr de esta victaria un orgullo j.ustificádo; y también la impre~
siglo xvn inglés, y más aún las noticias de la Revolución :francesa que sión de que habían pasado los tiempos en que fos era necesaria la ·tutela
lograban burlar la censura, proporcionaban ejemplos candentes. Nariño, española. '
en 1794. empezó en Bogotá su gran carrera de patriota. imprimiendo con La gran conmoción ·de Ja intervención napoleónica en Espafia pro-
sus propias manos una Historia de la Asamblea constituyente y el texto dujo grietas irreparables. El 4 de junio de 1808, al recibirse la noti-
ficación de que José Bonaparte habla sido- ya proclamado ¡rey de España
de los Deri;lohos del hombre. Pero se comprende que esos principios hi-
riera.u a mucha gente . en sus convicciones religiosas y en sus opiafonea
sociales o políticas. Contra dichos principios-o más bien, a 1a ·española,
1 y de las Indias, las colonias replicaron aifumando su lealtad a Feman-
do VII de. Borbón, :destronado· y prisionero, pero único rey legítimo.
Ahora _bien: puesto que. en su ausencia. la metrópoli se· .gobernaba a
contra los hombres que los encarnaban-lucha.rían muchos criollos adic-
tos al rey, más tal vez qrue para mantener la supremacía.. de Madrid. sí misma por ·mediO' de. sus .Juntas •. América recla.ma:ba ]a misma facul-
'Algunos intereses económicos, s.obre todo fos del capitalismo- indus- tad. Por los decretos de 15.'de octubre de 1810 Y'de 9 de febrero dé JSll~
trial;· tendían hacia fa independencia. El re19lamento de 1778 facilitó libe· y en la co,ustitución de 1812~ la España hbre reconoc(a. desde· luego,
ralmente el comercio entre .la metrópoli y algunos puertos coloniales, a igualdad de derechos a ·sus colonias.; pero estas protesta.l;>an ·contra la
influencia· de su representación (el. decreto del 18 de junio de· 1810
los que pronto iban añadiéndose otros nuevos, en:tre ellos los de Nica-
ragua y Puerto Caibello, aun en 1789. Pero si bien el tráfico con el
extranjero fue condicionaimente autorizado por la cédula deJ. 18 de
1 les concedía 30 escaños· en las Cortes), poniendo en duda que· }aB auto·
ridades españolas, bloqueadas ·en un estrecho rincón de la península por
nov!embre de 1797, volvió a ser prohibido por la real orden del 20 de la .irivasión francesa, dispusieran· de la libertad y la autoridad precisas.
a;bril de 1799. De este modo, y aunque el contrabando fuera un expc· En s~ 8.SJ?ecto jutfdico. el vínculo con la metrópoli se ponía, justamente,
diente eficaz, las regiones gra:llJies productoras de materias primas sufrían en· discumón.
la. pmhlbici-On de los il'ructíiferos. :lii.tercambios directos con las zonas in· De las soluciones gubernamentales :mixtas qué podían ofrecerse· ..dos
dUBtríalizadas de Europa. En Cuba, que .desde 1789 aumentó continua.- fueron eliminadas .. rápidamente. Primero, la napoleónica, que; e:i un·
mente su producción de azúcar y café, . importando esclavos en masa, principio. ciertas autoridades consideraban sin desagrado. Los eillisai:ios
del 30 al 40 por 100 de Jos b~neficios honrados eran absor:bidos por enviados a: América por el. emperador, para defender la causa de su 'her;.
el intermediario, el- annador de Cádiz sostenido en la Habana por los mrun-0, fueran. en.ca:rrelarlos o fusilados en seguida. Napoleón comprendió
grandes cuerpos como la Hacienda, la ·Marina y los Tabacos. La capi" que jba ;por mal camino. ·En 1810, decllli:ó que aceptaba la indepen-
tanía general de Caracas proporcionaba, al año, 13 millones de libras dencia de las colonias españolas ; les envió nuevos agentes. que les· ha-
de cacao, 800.000 de algodón, 600.000 de café y '250.000 de añil, pro- blaran de manera completamente distinta; y .recibió en París ·a los dele-
. ducción que exigiría una saJida rápida y directa hacia Europa entera. gados venezolanos. La ptra soh1cíón era fa portuguesa. En enero de
Naturalmente, era allí donde el levantamiento contra España había de 1808, huyendo con su esposo, el ·Regent~ de Lisboa y de la invasión
ser ·más precoz ·y viblento. Desde 1790 hasta· 1794, la- Plata exportó fráncesa, había <lesembarcado . en el Brasil Carlota Joaquina, hija . de
más de- tt'es·:rnillones y medio de cueros ·de ·vaca; 'pero eón ·los· procedí· Carlos IV de España, que con tal tít11fo pidió a las colonias se' Unieran
roientos· de salazón que se elltaban perfeccionando.-·pocl.tía conseguir enor- a· ella, y, por ella, a -su dinastía legítima (agosto· de 1808). Carlota tema
mes ganancias con la carne, si las 6alidas· no estuvieran reducidas a ambición, actividad. y acaso también inteligencia. Inglaterra 1a apoyaba,
España y la Habana, que, desde 1792 hasta 1796, compraron solamente y más de un americano pensó -en aquella solución. Pero la dificultad de
4LOOO qllÍiltales. las. -comunicaciones cólf ·Río~· la .vfolencia ·de los sentimientos partícula=
.,...
\¡t·.'..'
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1112 TOMO J.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NA.POLEONICO XI.-BMANCIPACION DEL NUEVO MUNuu

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ristas :y el indíviduafuno de los jefes locales, se confabularon en contra no. le reconocían más .que para conquistar más fácilmente su .indepen-
i .. suya. Ademá¡¡, en la Plata desconfiaban profundamente de los vecinos dencia, Y· otros querían proclamar 1a separación sin esperar. Guerra de
brasileños, siempre inclinados a avanzar hacía el interior y a ocupar el ideas entre conservadores y liberales, que era tal vez la más implaca.ble.
curso alto de los grandes ríos argentinos; en 1801, después de la guerra Guerra social y de razas, en la que las. masas indias de Méjico seguían
de las Naranjas, su: :aUdaz (}fensiva arrancó al vírreinaito de la Plata a los patriotas, rechazando hacia_el campo contrario a los asustados plan-
imp(}rtantes territorios de las mis.iones, en el actual Rio Grande dCJ> SuL tadores ; pero en la que los llaneros-mestizos de Venezuela-luchaban
La propaganda de Carlota. fracasó, no sín haber comprometido o di.vi-. al lado de los españoles, con su .temible caba~ería. Separados por la
dido a los leales en más de un punto. distancia y las divisiones naturales, lo& centros :msurrectos no se apoya-
En 1808 y 1809 se prepararon soluciones más radicales. La econo- ban unos a otros, aun cuanda mentalidades romo Nariñq y Bolívar ten-
mía colonial se vio modificada por el relaja.miento de los lazos jurídicos diesen a una solidaridad americana y aunque. para,_ citar un ejemplo
con la metrópoli y por el cese del estado de guerra con los ingleses. geográficamente .c;uri.oso, Buenos Aires env:íase.. en ,1'815; a Méjico un
Desde el 23 de enero de 1808, el .Brasil había abierto sus puertos al delegado encargado de mantener ''los lazos sagrados que nos unen. como
comercio extranjero; y. Rfo fue, más que nunca, un gran centro de ha!bitantes de una misma tierra". Y lo- que era aún peor: las umdades
cont:abando con las posesiones españolas. El 6 de noviembre ·de 1809, administrativas y coloniales se rompían. \La Plata veía cómo- se le esca-
el vurey de la Plata proclamó la libertad del comercio exterior; y, paba el Alto Perú; cómo se .separaba: de fill:a el Ur;iguay, ~ue se ":-divi-
en 1810. las aduanas de Buenos Aires propo-rcio.aamn una ganancia duálizaba en la orilla septentrional del estuano ; y como se mdependu:aba
de 2.600.000 pesos, cuando hasta entonces no habían pasado nunca del el Paraguay para aislarse en los altos ríos, según había tendidG siempre
millón. Con los barcos ingleses y norteamericanos, ·que, autorizados a hacer aquel centinela avanzado frente a los indios y a los Bandeirantes
o no, afluyeron cons:tantemente, se intensificaba la pwpaganda separa- del Brasil.
tista que, por otra p¡µte, se robustecía con Ja inilignación de no con- Los españoles recuperaron pronto posiciones. En Méjico derrotaron
seguir :n::iás amplias }ibertades. 011ba, en particular, denunciaba Ja in- a los jnsurrectos de Hidalgo (1811) y de su sucesor, .Morelos · (1815).
.:¡ En Venezuela capturaron a Miranda (1812); y el precursor murió en
fluencia conservadora de los armadores de Cá.diz.. que se hizo prepon-
derante en la España libre. cuando su capital representaba. el último la prisi6n. En 1814, obligaron a. Bolívar a abandonar, mo~entán~run~n­
baluarte de la resistencia. Las sociedades secretas, y, en primer lugar, la te, :ia partida; y -en 1816 sometieron.Nueva Granada. Chile hab1a sido
masonería, se extendían y dirigían el movimiento. En los puertos .habfa sometido en 1814. ·
muchísimas logias, filia.les de 1as de Inglaterra o de las que la invasión Faltaban los países del Plata, que ostaban divididos en tendencias Ji
francesa continuruba creando en España. La guerra de Europa reducía muy distinta y la dirección . de cuyos asuntos pasa~ de un partido al
a su rotnima expresión las fuerzas militares que quedaban en Améñca. ouo por repetidos golpes cfü fuerza. Pero su entusiasmo para tener la
A.demás, Wellington insistió para . que España concretase sus esfuerzos libertad conquistada los libró de cae!' de nuevo bajo Ja dom.inación espa-
en su propio suelo; y de 1810 a 1814, la metrópoli no envió contra sus ñola. Las victorias de Tucumán 'Y de Salta (24 do septiembre de 1812
colonias sublevadas n¡.ás que 15.000 hombres. y 20 de febrero de 1813) cerraron el paso ª.las columnas monárq?_icas
En llHO. la naticia de que la metrópoli entera iba a cae.r en manos que bajaban del Perú. La .Asamblea constituyente, que se reumo, a
de los franceses hizo que a las conspi:raciones aisladas sucediesen levan- principios de 1813, se declaró soberana; adoptó un es~u~o y W: himno
tamientos de conjunto. El 16 de septiembre de 1810, el cura mejicano nacional; hizo acuñar moneda en nombre de las Provmc1as Urudas del
Hidalgo- lanzó el grito de "¡Viva la: independencia! ¡Viva Américal". Plata; declaró fiesta .cívica el día del levantamiento (25 de mayo), e izó
Ea. pocos dfas, 50.000 indios le siguieron.. El virreinato de Nueva Gra- la bandera azul y- blanca que Belgrano había desplegado- ya a orillas
nada tuvo sublevaciones en Santa Fe de Bogotá, Cartagena y Quito. El del Paraná. A estas decisiones significativas les faltaba aún la resolución
capitán gene.f¡ll de Venezuela. ha:bía sido d~stituido el 19 de abril por final: la declaración. de independencia. Est,'I. fue obra del congreso con-
el cabildo de Caracas, que fo.anó una Junta suprema. En Buenos Aires, vocado en 1815 y que. se reunió en Tucumán.• ·el 24 de marzo de 1816.
t·'
1 el virrey tu.vo que resignar sus poderes (25 de maiyo), que fuemn asumi- Bajo el impulso de Pueyrredón, director supremo, y de San Martín,
¡: cuya. alta personalidad se imponía ya. el 9 de julio de 1816 el congreso
¡<Ios ipor una Junta de gobierno, ejemplo seguido por Santiago de Chifo,
votó la moción decisiva~ ''Invocando al Eterno que rige el Universo,
1: i (
que eligió su ·Junta el 18 de septiembre.
Pero las libertades conquistadas eran frágiles. Los leales roem:opoli- en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos ... ,
j;I
tanos eran seguidos poc gran cantidad de cñollos, a quienes una verdai;'.e- declaramos solemnemente y ante la faz de la tierra que la voluntad uná-
!f!¡
ra guerra civil enfrentaba con sus compatriotas separatistas. Guerra p-o:i.í- nime e indudable de estas provincias es la de romper los lazos impuestos
tica., en que los un.os permanecían fieles a Femando VII. mientras otros por la fuerza que las unían .a .Jos soberanos de España, de reconquistar
1
1¡·
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TOMO 1.-REVOLUCION FRANCESA E rMYEJllO NAPOLEON!CO 1 XI.-EMANC!PACION Pl!L. Nuevo MUNDO 1115
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¡ los derechos de que han- sido despojadas, y de revestir el sagrado carác- cédlmientos perfeccionados que introdujeron. Las exportaciones a Europa
1 ter de nación libre e· independiente." La· nacionalidad argentina . venía· seguían· el ritmo de los acontecimientos políticos que agitaban .las me·
1 a la luz, presagio de emancipación para toda .Ja Amé.rica latina. 1 trópolis ~ así, mientras España fue aliada de Iriglaterra, Cuba se enri-
queció vendiendo su ·azúcar. q_ne de ·cuatro reales Ja arroba (11 'ldlos y
medio) durante la depresión de 1785. subió a ZB y 30; pero cuando Ja
m. NUEYAS CORRIENTES DE LA ECONOMIA. AMERIC1'.NA flota británica....:..Convertida en enemiga-:-bloqueó la isla, el café bajó,
en 1808. de 30 pesos el quintal a 3, en tanta que se triplicó el precio
De 1792 a 1815; la guerra mudificó profundamente las cor.rientes de los artícúlos de importación. ·
de navegación entre Europa y América. Fragatas y corsarios continua- Inglaterra y los Estados Unidos, fueran amigos o enemigos de Su
ron, indudablemente, ~iendo de marcha lenta e incapaces de regular por Majestad Católica, apetecían siempre las riquezas que les proporcionaJ::a
completo el tráfico atlántico. Sin embargo, este acaibó por transfomarse, m tráñco, lícito o no. con las Antillas españolas y con las costas aroen-
a causa de Ja generalización del conflicto y de su duración excepcional, canas inmediatas. Junto a los productos tropicales les interesaban, sobre
por Ja amplitud de las medidas gubernamentales en materia de bloqueo todo, las monedas de plata. los pesos. Por entonces, Méjico intensificó
y por las modificaciones políticas que trastornaron a Europa y al Nuevo y perfeccionó la. explotación de sus minas. En 1805, la Casa de la Mo-
Mundo. neda de Méjico acuñó por valor de 27 millones de pesos. Tales pesos
En el Atlántico ill"Orte, que era .Ja zona más vigilarla por fas marinas eran preciosos para Inglaterra, pues se admitían como moneda inter-
de· gueaa y por Jos corsarios, la inseguridad era suficientemente grande nacionaJ, in.dispensable, sobre todo, para comerciar con la India y la
para que fueran necesarias las escoltas y para iimpedir toda reguiaridad China: y resultaban también necesarios para ]as' liquidaciones de gastos
en las salidas. De tal modo,_ quedaban anuladaJ; las líneas de salida. de intendencia en la guerra de la Península. Por tanto, las autoridades
periódica. que se intentó estahlécer entre Lorient' y· Nuev:i.· 1'.-0rk;: dé· 1783 británicas hicieron todo lo posible para mantener el .iJitercambio con
a 1792; y ·entre LfrelJlool y Eoston, en 180:5. En cuantó a ·fo1i traiyéCtos, Ja zona del Caribe español, hasta el punto de .que, incluso en 1797,
subsiStían lós clásicamente · seguidos : ida .y 'Vuelta directa, o· triángulos en pleno confilctO' éon Madrid, redactaron instrucciones muy acomoda-
Liver.pool~Te:rranova-Can~dá y Lj:verpool-Cánadá-Estados . Unidos. ~ero ticias. En 1766, 1161 y 1805, esta:bleciero:n, en sus propias Antillas. todo
las medid~ del bloqueo ·abriéron otras rotas. Las ganancias· que procu- un rosario de puertos francos: Kingston. Nassau, ere.• .fo que constituyó
raba el'contrabando atraían a los capitanes norteamericanos hacia las una dislocación del sistema. inglés de navegación; pero. una dislocación
costas· propfoias de Rusia y Sneeia. Sus primeros ba:rcos entraron en pr-OVechosa, pues a ·través· de dichos puertos, Manchester y Birmingham 1:
1
Riga en 1783 y"en San Peter&burgo en 1784. En: 18Ó2. los puértos rusos
recibieron 8t:; y en 1810, 150. La mayoría. de ellos se dirigían hacia el
hacían llegar su!' productos al continente americano, mientras que de
Puerto Cabello Jes llegaba, en cambio, clilndestinamente, pesos, mulas, r
1
Báltico y algunos hacia -Arkángel., para burlar a los corsarios daneses, añil y algodón para reexportar. En 1804, Kingston rncibió mercancías
que YiE!ilaban la entrada de los Estrechos. En 1811, estos :intercambios 1
por valor de un. millón de pesos ; y, en los seis primeros meses de 1806,
llegaron a los seis millones de dólares, en productos tropicales )'·_sobre Port of Spain, en la Trinidad, vendió por valor de unos 650.000. ·En 1810, i
todo azúcar, por lino, cáñamo y hierro. La guerra de la Periínsula abría cuando Ja capitanía general de Venezuela se sul:Jlevó contra España, la
al flete norteamericano una nueva · dirección; la de abastecer de harina Junta de Caracas a.bri6 los puertos (19 de abfll) al comercio interna-
a Jas tropas inglesas. Según fuera el precio convenido, los cargÍlmentos cional; y fueron los barcos ingleses los .que afluyeron principalmente a
hacían rumbo a Oporto, a Lisb-Oá .o· a Cádiz. Como reportaiban eno:rmes Ja Guaira, aunque la contraofensiva de ios monárquicos españoles no
beneficios, en 1810 se triplicó el número de viajes con respecte> al año tardó en bloquear aquellas costas.
anterior. La misma guerra anglo-americana no llegó a interrumpir aquel 1
1 Los suecos saca.han buen partido de sus bases antillanas. Solo en el
tráfico hasta muy 'ta-rde. 1Los Estados Unidos nci lo prohibieron hasta 1 año 181'1 zarparon 1.793 barcos de una "roca desmantelada" como
1813; y la Royal Navy tenía órdenes de dejar pasar a los barC<>s norte; 1 San Bartolomé, isla que fue antes francesa y que Vergennes cedió a los
suecos; r donde habían kvantado la ciudad de Gustavia. Lo ·mismo
americanos que llevasen vfveres a los soldados de Wellington: · · ·
Las· Antillas, acostumbradas ya· a las crisis· d~ la economía· capita" l hicieron 1os. holandeses hasta .su ruptura con· Inglaterra e incluso de.s-
1ista, eran már, ·sensibles ·a la8 perturbaeiones que la guerra producía-.· en pués; utilizaban sus· puertos francos de Saint Eustatius y· Curac;ao ·para
las comunicaciones marítimas. De una' is1a a otra, las conmociones· so- tomar J'larte en el comerci:o antillano; Pero su Compañía de las In-
ciales se transnlitían rápidamente. Los ·desórdenes .de Santo Domingo dias Orientales quebró en aquel· preciso momento: ·su p.riv:ilegio, que
por ejemplo. hicieron que emigrase a Cuba gran ·cantidad de· franceses, expiró en 1791; no fue renovado; y se reembolsó a los accionistas .con
que. aumentaron extraordinariamente. la. produeéión :de café, 'por. los: pr.o; bonos del.Estado.

·I 1116 TOMO r.-REVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLBONICO

l1
'1

Los Estados Unidos realizaban en aquella región . ganancias inmen-
sas. Sus bases estaban próocimas y disponían de :marinos audaces y de
liberales. Allí también se infiltraron los norteam9ricanos. El año 1805,
en Montevideo podían contarse 22 barcos yanquis; y 30 el año 1806.
Desde el levantamiento contra España, la Junta de gobierno que residía
'1 numerosos buques de pequeño tonelaje, económicos, y que se filtraban
po~ todas pa~~· Pose~an también la ventaja de poder proporcionar en en Buenos Aires intentó intensific;ir el movllniento del puerto, disminu-
me1ores cond1c10nes los abastecimientos que las islas necesitaban, tanto yendo los impuestos y simplificando las fonnali'dades (5 de junio de
porque los .cultivos industriales y de exportación dejaban poco "espacio 1810). El. comercio con Inglaterra se desarrolló extensamente; y, en
para víveres". como se ·decía. en Santo Domingo-, donde se cosecha:ba 1813, Londres compró por valor de más de 400.000 libras. Sin embargo,
mandioca, batatas y plátanos. Demanda muy fuerte también, y que los el m'Ovimiento se vio . retardada por el esfuerzo bélico .q;ue permitía · a
Estados Unidos satisfacían fácilmente, era la de barcos nuevos y ma- las ;provincias : del Plata mantener su independencia, pero, al mismo
dera destinada a las construcciones navales y a la confección. de barriles. tiempo, las agotaba. Además, en el trasiego de las operaciones, el Alto
Las bases holandesas y Jas :islitas suecas de Santa Cruz y Santo Tomás Perú. se les iba escapando poco a poco; y, con él~ aquellos pesos acu-
abrigaiban cómodamente a los navíos de pa.beIIDn estrellado. De éstos ñados por la Casa de la. Moneda. de Potosí, que atraían a los más lejanos
llegaron a Filadelfia,. en el transcurso del año 1807, siete, procedentes traficantes.
de Ver'.1cruz; 29, de ,V~neznela; 18, de Puerto Rica, y 138 de Cuba. 'El buque norteamericano Columbía, que salió de Bvston en 1787,
;\l. tráfic~ con estas nacwnes se debía, en primer lugar, el aumento de dobló el cabo de Hornos y remontó las costas de .ambas Américas, en
mtercambios entre los Estados Unidos y el conjunto de la América el Pacífico. &te ejemplo fue imítade>; 'Y pronto se estrubleció la corriente.
latina; de 1795 a 1801. las exportaciones subieron de 1.390.000 dÓlares También en este caso el levant;imie.n.to de las c&lonias españolas llegó
a 8.440.000; y las importaciones, de 1.740.000 a 12.800.000 Bien es
verdad que. muchas veces, .las complicaciones internacionales venf,an z. l muy a punto. Cuatto puertos chilenos, entre ellos, Valpatra.íso y Coquim-
bo, fueron abiertos al comercio extranjero por lá. Junta constitufda. el ·~ ..
perturbar· tan hermosos negocios. En 1797, los barcos norteamericanos 18 de septiembre de 1810, en Santiago. Desde las fuertes bases navales
fuero~, casi expulsados ~? Cubí;i, donde. se anunciaba una ruptura. con
1 que conservaban en el Perú los españoles, :intentaron mantener las prohi-
la Uruon; en 1810 ocumo fo rmsmo en: los puertos de Venezuela, donde biciones ; :pero no podí:a.u impedir a :loo norteamericanos e ingleses desem-
la Junta de Caracas favorecía a los británicos; y. en 1812, en los ma- barcar armas. telas y quincalla. A cambio de eilto se cargaba trigo y
res del Caribe. por la' ruptura con Inglaterra. cobre, que por la misma ruta, extraordinariamente dura, y peligrosa,
El Brasil ofrecía oro-, precioso apoyo para el sistema ·bancario de salía al Atlántico. ·La rota del cabo -de Hornos, antaño poco frecuen-
la City. De 1781 a 1800, extrajo 109.000 kilos; y de 1800 a 1820, tarla y casi exclusivamente española, se animó, contribuyendo también
55.100 más. Según un informe francés de 1807, exportaba al año de 30 a modificar Ja economía atlántica.
a 37 millones de francos. El mismo documento calculaba. las ventas Así iba aumentando Ja fuerza del Nuevo Continente, Lo.'l estados
anuales de azúcar en :21 millones de libras en Pernambuco, 15 en Río m.aritimos europeos habían .renunciado 'Yª .en 1a. América anglo-sajona,
y tres en Santos; las de algodón, en 40.000 halas de 60 kilos en Pe.mam- e iban a renunciar en 1a América latina, a mantener su dominio sobre
buco Y 16 en MEll1lllhiio, sin contar el arroz, calé, etc. Todas 'estas · pueblos de su misma sangre, puesto que éstos reclamaban su indepen·
salidas estaban sometidas a fuertes y complicados impuestos, y las mer- dencia. Incluso allí donde toda:vía ondeaban sus banderas, suavizaban
las normas· de lo Exclusivo y del :Pacto colonial..· Al separarse de Amé-
cancías que llegaban;de P-Ortugal paga:ban grandes derechos de ínferna-
rica. Europa dirigía su fuerza hacia Africa y el Extremo Oriente. para
<;ao. Pero desde aquel' día de enero de 1808 en que Juan, regente de
Portugal, huyendo de¡la invasión francesa, desembarcó en Bahía,. sr, im· encontrar allí, en una gigantesca transfo.anación de sus estados colonia·
les, amplias compensaciones a la emancipación del Nuevo Mnndo.
plantó un nuevo régimen económico; y, a partir del día 28, los p-qertos
brasileños se abrieron a los barcos extranjeros. Por los decretos o tra·
tados del 28 de enem de 1809, 19 de febrera de 1810 y de :nmyo·y oc·
1 BIBLIOGRAFIA
1
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'l
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y Liverpool unas relaciones que la expulsión. de Jos invasores no pudo
romper. Además, en los años siguiente~. los virreyes adoptar.on medidas· Relaciones históricas entre España Y· A. C. CLJ\UDER: American Cammerce as

'
l
í

1118 TOMO I.~VOLUCION FRANCESA E !Ml'ERIO NAJ.'IJLEONlCO


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Africa y Asia, por el contrario, veÍBIJ. acentuarse su :inferioridad técnica J
Historia de la Nación Argentina, bajo
Baltimore, 1941. ·
la direcci6n de R. LEvENE, t IV; '[. y polltica. Con respecto a la ci'vilización material. se producía allí una
E. W. LYON: Louisíana in French Di- dislbcación que iequivalía a un retra1;o ·de varios siglos, y que :iba a poner
plomacy (1799-1804) Nonnan, 1934. VI, 6 voL Buenos Aires, 1940-1948.
J. F. RJFP:Y: Rivalry of the U. S. and R. CAl:LLET-BOIS: Los Ingleses en el al ·mundo antiguo a merced del hombre blanco..
the· Great Britain over Latin-America Rlo de La Plata (1780-1806), Buenos Sin···émbaxgo. ·los europeos apenas habían entrado aún en el Africa
( 1808-1830). Baltimore, 1929. . Aires, 1933; El Río de la .Plata y negra. Cuando, en septiembre de 1795, y más tarde en .enero de 1806,
W. S. ROBERTSON: Tlze Life of Miran- la Revofuci6n francesa. Buenos Aires.
da, 2 t., Chapell Hill, 1929; France l!W. los británicos ocuparon ·El Cabo, enco.q.traron Hlli una colonización ho-
and Latín-American 1ndependence. Bal- M. BEtGitANO: Historia de Belgrano.. 1
(
landesa de 13.000 ,blancos, que no había penetrado seriamente en el
timore, 1939. Buenos Aires, 1944. futetior. Por el momento, los ingleses no les- añadieron más· que algunos
':'J S. DB MADARIAGA: The Fall of the Spa-
nish America11 Empire. Nueva Yor1'.
E. R.AVXGNANI: Asambleas constituyentes
argentinas, t. I .(1813-1833). Buenos
1 militares .retirados. Fuera de El Crebo no ihabía más que· algunas facto-
@Jf 1948. Aires, 1932.
rías costeras, cuya posesión provocaba ligeras escaramuzas entre los
G. P.illRA PÉREZ: Baycma y la Polltica de I. C. CHAVES: B11enos-Ayres y el Para- grandes beligerantes, ·como, por ejemplo, la que Francia poseía en. San
Napolf.6n eri Américd.i Caracas, 1939. guay (1810-1813). Buenos Aíres, 1938. Luis del Senegal. que. los ingleses tomaron en 1809.. Pero si algún clia
D. B. GoEBEL: British Trade to the · L. R. GONDRA: Historia econ6mica de los .blancos querían avanzar por el ·.interior, no encontrru:fan ninguna
Spanish Colonies. (1796-1823), en A.me: ¡la República Argentina. Buenos Aires,
·rican Historical Revimv, 1938. 1943. i fuerza indígena -capaz de detener su marcha· a través de un continente
debilitado por la desaparición de los grándes imperios, arruinado por
las contiendas tribales, por los desplazamientos de los pueblos y. en
fin. por la trata que despoblaba las :regiones costeras.
En cambio, el Mogreb seguía haciendo frente a las potencias marí-
timas cristianas. a las que continuaban oponiéndose los · antiguos odios
religiosos. así como las costumbres del corso y la piratería. Aunque,
desde la paz de 1767. los corsarios de Salé no eran ya de temer en
Marruecos, y los prudentes sultanes Sidi Mohammed :B. Abdallah
(1757-1790) y Muley Solimarr (1792-1822) se preocuparon por man-
tener- la paz, el reinado de Muley Y azid· se señaló por una guerra santa
c011tra Españ;i, con violentos encuentros' en Ceuta y Tánger (1790).
Desde 1784 a 1792, un conflicto armado enfrentó a Túnez con Venecia.
Y, por último, Argel, resguardado detrás de· sus fortificaciones. ~rizadas,
según so decía, por más de 1.700 piezas, seguía siendo asilo de corsarios;
1 por esta ·.época había allí unos 1.600 cautivos cristianos. Francia, que
era el veeina más importante de las berberiscos, atenta com<J estaba a
contrarrestar en el Mediterráneo ·cualquier política española demasiado
ambiciosa y deseosa· tanibién de ·conservar su libertad de acción para
actuar preferentemente en Egipto. procuraba evitar conflictos. En 1790,
y también en 1793, París firmó tratados con Arg~l; y en 1793, con Tri-
poli:. Pero poco después comenzaron las hostilida~cs; y restableéida la
11l9
1120 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA E lMJ.'Eruo NAPOLEONICO XIL-lMl'EIUO PE EURUl'J\ ;:,un= .w.. · - - - - - · - .
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paz en 1800 y 1801, se vio alterada varias veces por las amenazas que 1
Entonces empezó a darse cuenta el gabinete británico de lo que valía
Napoleón dirigía a los· reyes Mustafá y Ahmed. Inglaterra y los Estados Egipto. Para convencerse, no hay más que hacerse cargCJ del esfuerzo
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1
Unidos también tuvieron que intervenir. Sin embargo, las guerras de
Europa retenían a las potencias--circunstancia feliz para el Mogreb,
/. tan comidera:ble que, en 1801, intentó para recuperar el delta. Tres
cuerpos de ejército se dieron cita allí, a distancias :inmensas y pro-
cuyo poder militar disminuía por momentos-. Según estimación de cedentes del Mediterráneo, de El Cabo, y de :Bombay. Es cierto que
Boutin, que conoció Argel en 1808, la infantería del dey en tiempo los ó.000 cipayos desembarcados en Kosseir, agotados por la distancia
de paz no llegaba a 15.000 hombres. Además, los musulmanes se gas- y el calor, no llegaron hasta después de fumada Ja capitulación fran·
taban en contiendas internas, como las de Árgel contra Túnez, 'en 1806, cesa. Pero se había esbozado una estrategia imperial cuyo eje principal
y contra Constantinopla, en 1808. era Egipto. Al mismo tiempo, Dundas había conseguido- que una escua-
La potencia económica del Islam occidental continuaba siendo fufi- dra se procurase el control del mar Rojo, tarea bastante incómoda, por-
ma, a la medida de las reducidas relaciones ex:terióres que mantenía. que,. en aquellos parajes. las costas y las condiciones de navegación no
Marruecos no deseaba más que aislamiento y autarquía comercial; y no se conocían todavía bien. A pesar de todo, los; comodoros B1anket y
compraba más que los productos europeos indispensables, a cambio de .Home Popham consiguieron implantar allí la influencia británica, y no
los cu'.1-Ies mandél'ba trigo a Gibraltar, a Lisboa o a Inglaterra. En las contribuyó poco a ello la alianza turca, al permitir que se diese vigencia
concesmnes francesas que jalonaban la costa de Argelia, Ja. Real Com- a las Capitulaciones que databan del tiempo de Isabel. El apoyo de.1
pañía de ~ca, que en 1794 se convirtió en. bgencia de Africa, repre- jalifa de la Meca facilitó el tráfico con los puertos de Arabia, Djeddah ·:-:_··

sentaba pnnc1palmente el negocio marsellés y cargaba, sobre toda. granos y Moka. En 1799, Perim fue ocupado po:r primera vez; y el sultán de
en Orán, y más aún ~n Bona. También .era Marsella la que aiparejaba Aden firmó un tratado de navegación y comercio.
sus barcos con dirección a Túnez, donde ·eran aún más numerosos que En 1807, el gabinete de Lomtres intentó de nuevo· ocupar el delta;
~- 1a misma Constantinopla,. y de donde le traían aceites y lanas. Tam- pem esta vez sus tropas tuvieron que replegarse :ante una fuerza nueva.
b1en se veían otros pabellones en las escn:Ias de Berbería. Inglaterra fumó Egipto estaba en manos rle Mehemet-Ali, jefe albanés al servicfo de El
acuerdos cmnercíales,con Marruecos, en 1791 y 1801, y con Argel. en Cairo, que se JJ.ahía hecho :Prácticamente indqiendiente del sultán, el
1800 y 1801; España,>con Tooez, en 1791; Las Provincias Unidas. con cual ló nombró :bajá en 1805. En 1811, se desembarazó de los mame-
·Marruecos. en 1791, 'Y Suecia, con Argel, en 1792. Pero todos esto!: lucos, haciéndolos asesinar a la salida de un festín. Por ]a misma época,
tr~co_s ~enían algo de aventura. como 1o demuestran la frecuencia y la
nunuc1os1dad con que solian. repetirse las promesas de respetar a los
cónsules y sus jurisdicciones, las personas y los bienes; y con que se
1 engrandeció su imperio, sofocando Ia sublevación de Jos uahabitas, uno
de esos movimientos de renovación religiosa que sacuden de cuando
en cuando al Islam, que nacen generalmente entre las rudas tribus del
reglamentaban los derechos de visita en el mar. las compras de capturas desierto; y que predican una fe purificada, renegando y '!Daldiciendo de
o esclavos, y loa salvoconductos concedidos a los navíos lanzados a la las mezquitas, de los palacios y de ]as ciudades pecadcitas. Esta con-
costa o que se acercaban a ella para hacer aguada. Por fo. demás, la moción había estallado en /~rabia; y conüucida por Abd-ul~Aziz, y luego
guerra general y el bloqueo- despoblaron pronto el Illllr. El comercio por Seud, se apoderó en 1803 y 1804 de las ciudades santas de la Me:a
inglés, Hull y los puertos escoceses, ocuparon pronto. hasta cierto punto, y Medina. y ocupando Djedrlah en el mar Rojo y Ras-el-Kheyme en
el puesto de Mamella en Be.t'bería y sobre todo en Levante :y en Siria. el golfo Pérsico. El sultán Mahmud, desbordado., pidió ayuda a su va-
Pero Collingwood, comandante de las cruceros de vigilancia en el Medi· s,:illo Mehemet-Ali, quien envió tropas instruidas a. la francesa, y en
rliterráneo, lamentaba la tristeza de aquel horizonte limpi<I de velas. 1810-1811 recuperó los santuarios. El levantamiento fue reducido, de-
El Mogreb fue debilitándose y aislándose paulatinamente. finitivamente, en 1818. Con estos triunfos, el poder del bajá egipcio
llegó a ser inmenso, pues los turcos le estaiban obligados ; sus estados
se extendían por el alto Nilo, y por las dos orillas del mar Rojo; y se
Egipto, por el contrario (merced a una señalada excepción en el le planteruba a Inglaterra el problema de Egipto ocupando y dominando
destino de A.frica), alcanzaba, durante algún tiempo, el nivel de potencia
aut6noma y fuerte. La expedición de Bonaiparte !había. hecho camprender 1a ruta de la India.
ll
¡! la importancia mundial de su ·situación geográfica y hasta. qué punto
:1 Ii. ASIA Y EL l'ODERIO BLANCO
podía influir su .Posesión en el destino de la India. Dundas, presidente,
en aquel entonces, de la Imlían Board of Control, en cuanto se enteró,
en.~o de 1798, ~e.que Ja. escuadra francesa :había zarpado de Tolón. En su descenso ihacia los países del mar Negro y del Caspio, los .,·
admnó que su ~1:Jetivo de largo alcance era la India; y predijo que rusos no encontraban ya en Persia más que un adversario debilitado
había tres_prohabilidades contra .una de que se dirigiese hacia Ale_jandria. por las incesantes guerras civiles que. desde mediados del siglo xvm.
11.ENO(J\'IN I.-71
1122 TOMO L-REVOLUCION F.JLUICESA E IMl'ElUO NAI.'OLEONICO XIl.-lMf.'ER.10 DE EUROPA SOBRE EL VIEJO MUNDo
111.3 I·
1.·¡·
la asolaban.. El gobiemo de San Petersburgo no era indiferente a esta
anarquía, pues la decadencia persa le permitía hacerse con una reg10n .
disputada durante mucho tiempo: las llanuras de cultivo y cría de ga·
nado de Georgia, al sur del Cáucaso-. En 1783, el príncipe Heraclius
(o Irak:ly) aceptó el protectorado ruso; y repudió, solemnemente; todo
vasalla.je con respecto a Persia. Es.ta cootraatacó, doce años más tarde,
después· de adquirir cierta estabilidad gubernamental al .subir al poder,
en 1794> Agha Mohamed, el fundador de Ja dinastía. Kadjar. que duró
más de un siglo-. El nuevo sah, enérgico y rencoroso, invadió Georgia,
en 1795. La guerra dm:ó hasta. 1801 ; y fue favorable a los rusos, que
el mismo año proclamaron pura y simplemente Ja anexión rlel país. En
toda la parte que rodea a Tillis, su dominio se ertendió rápidamente !1
a los pequeños ka.natos. La costa del Caspio, con Derbent y Bakú. así ¡
como la ·del mar Negro, con Ingrelia, Imeretia y :Batum, quedó am· :;
pliamente ocupada. Desde entonces, el poder moscovita se afianzaba sóli- il
damente al sur del Cáucaso,.base para una acción en dirección a Tur- :/¡
ll
quía, Pexsia y 1a India.
,¡¡
A Inglaterra:le preocupaban aquellos avances rusos. Ya recordamos
cuanto se alarmó Pitt, en 1791, por Jas victorias mosco-vitas sobre la
Sublime Puerta ; y cómo se h.abía dado -cuenta de ·que allí nacía
1 .¡/
,¡/¡
n
¡,
un peligro para Ja India. Para proteger Constantinopla JJ.o hubiera vaci-
lado ante una guerra: "El objetivo valía el riesgo y el gasto", aseguraba.
Pero ya sabemos también que la opinión no le siguió; Pitt tuvo que JI
danie por vencido y .sufuir lo que, oon. Iág:rimru¡ en J.os ojos, 11am.6 la ·'
.1
.I

mayor humillación de toda su vida. La expedición de Egipto vino muy ·'I


'i¡
a punto para hacer comprender a Inglaterra el peligro que Ja India
podía correr por la parte de Sue:z:, y también por vía terr:estre, por
'
Persia. La marcha de ·Bonaparte por Siria y la obstinación que mostró
en apoderarse de San Juan de Arce, fueron seguidas atentamente desde
Londres. El peligro francés, lo· mismo que el peligro ruso, aconsejaba 1
que se consolidase la barrera que protegía contra ellos a Ja ·India, o
sea. Persia. · 1
Persia entraba. pues, en la esfera de las grandes competiciones ínter·
nacionales. En Teherán, Inglater.ra se apuntó el primer tanto. En ·agosto 1
1
de 1799 había -enviado allí al capitán. Malcolm, quien. ofreciendo. al
sah Fataili.-Ali una ayuda verdadera.mente muy· necesaria, obtuvo un 1
éxito completo. Los tratados de diciembre de 1800 y enero de 1801
autorizaron a los ingleses y a sus súbditos indios a comerciar en todo
el reino,· y en caso de que· Persia fuese invadida, ya por los afganos,
ya por los franceses, Inglaterra mandaría al golfo Pérsico una flota con
tropas de desembarco. l;¡_ utilidad de estas disposiciones se comprobó 1
cuando los afganos, atacados· preventivamente por el sab. re-nunciaron
a hostilizar las posesiones británicas. Pero que Fatab.-Ali puiliera con-
fiarse Ciegamente a los ingleses para rechazar a los rnsos, era no pensar
en la necesidad que pudieran tener- unos de otros en Ja. lucha contra
Napoleón. Por eso, en 1804, cuando Persia reanudó las hostilidades
1
1
1124 TOMO L-l!EVOLUCION Flll.NCESA E IMPERIO NAl'OLEONICO
JaL-lMPEIUO DI! EUROl'A SOBRE EL VIEJO MUNDO 1125
para recuperar Erivan de manos del Zar y fue ;rechazada, Londres res-
pondió a sus demandas de socorro en la forma evasiva que Je :imponían el efectivo de las tropas, aprobaba la política general ·y tenía derecho
las necesidades diplomáticas de Ja tercera coalición. a revocar a cualquier funcionario de Ja Compañía. '
Decepcionado, el sah crey:ó encontrar un aliado de repuesto en Na- Los agentei; civ.iles y militares gozaban de amplia iniciativa eiu su
poleón. El 4 de mayo, <le 1807, Mirza Reza, embajador persa, consiguió cargo, pues las órdenes de 'Londres tardaban tres meses en llegar a
'·'
'
'·· de Bon.aparte, con qui~n se había reunida en Polonia, la fuma del tra- ellos por el Mediterráneo, AJepo-, 'Basora y el golfo Pérsico; por El Cabo-,
tado de Finkenstein, por el cual, a cambio de su declaración de· guerra tres meses también, por fragata especial, y seís por correo ordinario.
Como es natural, la importancia del gobemador general era enorme.
a Inglaterra, Persia iécibía una garantía territorial que comprendía a
Georgia, y el envío de 1lila misión francesa. Pero- Turquía, que Napoleón En 180!, y frente a los lDO millones de indígenas de la India e~tera,
hubiera querido unir a un bloque antibritá.nico en el ·Oriente Medio, se había 31.0DO ingleses en Ja zona británica, de los cuales 22.000 eran
migaba a aliarse con Persia, pa.rque esta reivinclicreba Mesopotamia. Y, militares y 2.000 funcionarios civiles. Entre 18_03 y 1812 sallan cada
sobre todo, la reconciliación. franco-rusa de TiJsit eohó por tierra 1a año paira la India 2.000 soldados del rey, y ~ fa Compañfu.. 1.000
po-Iítica de apoyo napoleónico. Inglaterra recuperó, pues, en Teherán hombres. entre fos que se canta:ban. unos -60 médicos y writers, 250
cadetes y 500 soldados. Era lo que hacía falta pJira reparar las pérdidas
el puesto que había 'perdido; y, en marzo de 1809, el tratado que firmó debidas al clima, al madera, al aporto y al clarete. Las lres bases prin-
sir Hartford Jones prnmetió al sah un subsidio anual de 120.000 libras, cipales seguían siendo la capital administrativa. Calcuta, mal puerto, pero
material de guerra y oficiales. Sin embargo, aquel apoyo y el envío d;; un ciudad :imponente y fortaleza sólida que cerraba el acceso al Gange? ;
cuerpo auxiliar hindú•. fueron insuficientes para contener a los rusos, que Madrás, centinela contra los franceses. y Bombay, base para la marina
el año 1812 consigui\:ron l!Ila gran victoria en el Araxes. El 12 de
octubre de 1813, el s'ah tuvo que capitular en Gulistán, reconociendo
1 de la Compañía, que se componía, en 1800, de siete buques .pequeños.
En 1784, los territorios sometidos o vig;ilados comprendían, priucipaJ:.
sus pérdidas territoriales y concediendo a los moscovitas importantes mente, los ricos ten:itorios de Bengala y del Ganges hasta Cawnpore,
ventajas económicas. 1tales como el derecho de comerciar en todo el a los que se añadían Jas posiciones marítimas formadas :por una franja
reino, y especialment~ derechos de aduanas reducidos a un 5 por. 100. larga pero demasiado estrecha en. fa costa de Coromandel, y por el lito-
Además, el texto del tratado reservaba a San Petersburgo múltiples pre- ral, hacia Bombay.
textos de intervención, ya fuese a propósito· de Jmf fronteras insuficien- Tendremos que estudiar la poderosa corriente comercial que unía
temente definidas, ya con ocasión de crisis dinásticas y de sucesión. a la India británica con Ja metrópoli; aquí nos limitaremos a decir que,
Inglaterra intentó compensar el éxito de los rusos por una alianza defen- desde 1793 hasta 1810. fa venta de mercancías indias y chinas en In-
siva. ·que concertó con Persia, el 25 de noviembre de 1814. Pew, en glaterra produjo 103 millones de libras, y que desde 1801 ·a 1811 pro-
la ruta de la India se ihacfa patente el peligro moscovita. porcionó a la Compañía un beneficio aproximado de un millón y medio
Para Inglaterra, desde que sus colonias americanas se separaron de de libras al año. Es natural que una riqueza semejante impulsase a los
ella, Ja India !había adquirido una :importancia extraordinaria. El imperio gobernadores generales a ampliar la 1base territorial. Más desinteresado,
no tenía ya por eje una población anglo-sajona situado al otro lado del y también innegable, fue su deseo de colocar a los pueblos bajo una
Atlántico, sino que se orientruba hacia Asia, y hacia las riquezas de Ben- administración más humana ; . y de aobrir el camino a la evangelización
gala, que se decía era uno de los jardines del mundo. En Londres, (la Ltindon Missionary Society entró en escena en 1804). Por último.
la EMt India Houre, ·inaugurada en 1800, simbolizaba la fuerza de la si es derto que atacaron con írecuencia a algunos estados indígenas.
Compañía de las Indias Orientales, con sus 400 funcionarios. la mul- hay que reconocer que se trataba de ataques preyentivos contra príncipes
titud de. a'Ylldantes a clerks y los 3.500 miembros de persónal subalterno. cuya hostilidad no cedía. La Compañía, que , se preocupaba más de
La misma fuerza de la Compañía exigía un control gubernamental, que dividendos Íll101edi;Ltos que de victorias. ip:rocuraba frenar. La indepen-
\1
fue estrechado :por el India Act, conseguido por· Pitt en 1784. y por otras dencia que pudieron ipernútirse con respecto a ella. ·as( como su carácter
medidas posteriores. Llls altas autoridades siguieron siéndolo de la Caurt . personal, dan distinto matiz a Ias politicas seguidas por Comwallis
of Propietars, fonnada, por accionistas (que eran 1.824 en 1799): posee- (1786-1793), Shore (1793-1793). Richard Wellesiey (1798-1805) y Min-
dores como. mínimo ,,de una acLión de 1.000 libras, y la Courr. af Di- to (1807-1814).
rectors, nombrada tej§.pcamente por la primera, aunque en realidad por Por el Sur, el peligro :importante esta:ba en: Tippu Sahib, sultán de
desi~ación propia. f~ro, en lo referente a la acción politi~a y militar, Maissur, a quien, en 1784, había. sido preciso conceder una paz hon-
dommaba el Board 'pf Control, emanado del Conse¡o pnvado de Ja rosa. Era déspota, duro con sus súbditos y adversario temible por su
Corona. Los director~s tenían que someterle todos los asuntos, fijaba ambición y 'l:for sus contactos con los franceses. Cierto es que contra
él se podfa ui:ilizar a su vecino Nizam Ali. ·nabaib de Haíderabab. Los

1+
1

1126 TOMO" I.-REVOLUClON ·FRANCESA E IMPERIO NAl'OLEONICO Xll.-IMl'ERIO DE EUl!.OPA. SODRll EL vWO J\{(JNDO 1127

1 Gates orientales, el Ganges superior y su afluente el Djemma, estaban


bajo el dominio de los príncipes ma:hratas. agrupados en nna confede-
"
1
1

¡
rirse a este convenio; y, en agosto de 1803. Arthur Wellesley, hermano
del gobernador y futuro duque de Wellington. marchó contra éllos. -El
día 29 arrolló a los 20.0oo·hombres de Perron, ante los muros de Koil;
ración foudal' bastante. limpia. Uno· de ellos, Mahadaji Scindia, había 1
conseguido, en 1784, ·poner bajo su dependencia de hecho al Gran Mo- y el 11 de septiembre -Oisper&ó a los de Bonrquín, que eran unos 25.000.
gol con su ejército, y .a Dellii, su capital. El poder militar de todos Seguidamente tomó Delhi,. poniendo en. libertad al Gran· Mogol Una
estos soberanos residía, principalmente, en su caballería ligera, muy nu- red de tratados, sin llegar a privar de toda libertad a· los príncipes,
r:ierosa y snmamen.te entusiasta para. el saqueo; pero sin ninguna cua- implantó en el Deccán la influencia de la Compañía, por las clásicas.
lidad para la ocupación. Ellos conocían este flaco; y. con o~eto de estipulaciones de contingentes requisados e imposición de arbitraje. En
llegar ': tener ~antería. :regular y artillería, pidieron técnicos a Europa. los· años siguientes, el esfueIZO cedió. Minto se preocupó, sobre todo,
Los mas conocidos de, los que estuvieron. al servicio de Scindia fueron de la frontera noroeste, sobre la que se cernía, a través de Persia, Ja.
el saboyano Benito de ·Moigne y Perron. oriundo del Mans, los cuales amenaza franco-rosa. Negoció con los sikhs del Pendjab y con el sind
ya en 1793 habían organizado tres brigadas de infantería con 30.000 de los afganos, que estaban muy divididos, desde Ja muerte del emir
hom~e~ en total y . 120 piezas de artillería. Esta oficialidad europea Timur (1793).
constitrua para los wgleses un verdadero peligro militar. Si los des- Era absoluta.mente necesario que todas las rutas maritimas de la India
estuvieran bajo la vigilancia ·británica. Ahora ·bien; incluro después de
embarcos franceses conseguían introducir en el país unos centenares
de ~structores_ y ~cos, los ejércitos de los príncipes podían adquirir 11 Ja úCUpación de El 'Cabo (1795 y 1806), les queda:ba a los conYoyes, entre
Africa y Ceilán, una zona :peligrosa que atravesar, pues los franceses,
una 1IDportancia teDllble. En Calcuta tomaron muy ~ serio Ja aparición
de Bona.parte en Suez y la preparación. de expediciones a la isla de al mando de Decaen, tenían alli las magnificas bases de Ja isla de Fran-
Francia. cia y de Ja Reun.i-On. Además, eran los únicos que poseí:an buenos ma-
Es indudable que la politica británica tenía experiencia y habilidad. pas de los pasos y se guardaban muy bien de divulgarlos. El secreto
En el terreno militar consiguió, con frecuencia, desorganizar los mandos del Middle Passage no se les escapó hasta 181 l.. El almirantazgo· britá.·
europeos dei un ejército enemigo, a.trayéndoselos por medio de contratos nico hubo de resolverse a un serio esfuerzo contra· ellos; la Reunión
halagüeños. Además, alistó un. número considerable de · soldados indí- cayó en julio de 1810; y la isla de Francia, en diciem]1re.
genas: después de la victoria sobre los mahratas, su ejército contaba Haéia el Este, las rutas eran menos esenciales y estaban· menos ame-
1:0.000 cipayos por 24.000 británicos. Políticamente, la Compañia. gra- nazadas. Los ingleses no mostraron prisa por quita.tles Java a los holan-
cias a su excelente servicio de información 'Y a las condiciones muy deses; Minto no apareció en aguas de Ja isla flasta octubre de 1811.
a:eptables, que ofrecía a cambio de su protec.cíón. supo utilizar la oposi- El gobernador general, Janssens, no disponía más que de un centenar
ción de raza y de religión, así como las envidias .que dividían a sus de europeos y tropas mestizas o indígenas sin valor alguno, por lo que
adversarios. la campaña fue éorta. Todavía no se apr,cciaba bien la importancia eco~
!La guerra entablada, en 1790, contra Tippu, arrebató a este, en 1792, nómica de J;i.va, pues se esta:ba bajo la desastrosa :impresión de- lo:s me~
la mitad de sus estados. Como el vencido buscara el apoyo de Francia, diocres resultados financieros y comerciales obtenidos por Ia Compañía
y el desembarco de Bonaparte en. Egipto suscitase temores, se reanuda- holandesa. Había quienes :pensaban en abandonar la conquista ; y cuan.-
ron Jas hostilidades, en 1799; y Tippu resultó muerto en Ja refriega. en d-0 _se dooidió .conservarla fue sin gran espúitu de permanecer. l'ém el
geruo del nuevo gobernador, Tomás Stamford Raffles. iba a desaubrir ¡'
que Jos ingleses tomaron Seringapatam. Estos últimos desmembraron
Maissur, guardando para sí Seringapatam y Bengalore. La guerra con- otras perspectivas y a instalar sólidamente a Inglaterra a fas puertas
tra. la. Revolución les dio ocasión de ocupar las factorías francesas ; y del mundo amarillo.
cuando Holanda se r;:on.virtió en aliada. de la República francesa, le qui-
taron Ceilán (febrero de 1796) sin ninguna dificultad. Mientras tanto, China parecía demruiiado poderosa para correr el
En cuanto a.rlos ma:hratas, Wellesley desconfiaba profundamente de menor peligro por parte· de los blancos. Cuando, en 1796, después de
Perron y del ~"partido francés". Pero no le fue difícil atizar las discordias s~senta, ·y un añ_os de reinado, '.31.uri6 K'ien Long, dejaba un ·imperio
que dividí.au-·la confederación en clanes: el de Holkar y el de Scindia. gigantesco, con: Jan fronteras cubiertas por ·inmensas marcllll y flanquea•
El péshwa mali:i:ata; especie de alcaide del palacio; acorraladG. por sus da por grandes· territorios tributarios. Su· civilización era· brillante, y ]a
adversarios, .recurrió a la Compañía; y el 31 de diciembre de 1802 población llegaba a ·130 millones de ha:bítantes. K'ien Long .frie incluso
aceptó ·el tratado de Bassein. por cl que admitía en su capital, "Pu:naih, lo :bastante fue~é para .interve~ en los asuntos, de ·Ia India, pues con
a 6.000 wgulares · .ingleses y perdía Ja libertad de su política exterior. ob¡eto de consolidar Ia influencia que en 1750 se había procurado sobre
A continuación, los principales confederados fueron intimados a ad.he- las .~autoridades- ;religiosas del. Tibet, en · 1792 ·envió, a :través ·der· I:Ema~
1
1128 TOMO L-RBVOLUCION FRANCESA E IMPERIO NAPOLEONICO X?í.-IMPEltlO DE EUROPA SOBRE EL VIEJO MUNDO

laya hasta el Nepal. una expedición de represalías contra Ios bandidos


1 primer gran diccionario nipón-holandés, que contenía 8.000 palabras,
guikhas. v la edición del primer tratado de astronomía, que dio a conocer allí
El prestigio que tenía en Indochina sobrevivió a su muerte. Nguyen ias teorías de La.place. También se inició el trazado del primer mapa

',: :. del imperio. con la ayuda de los __hola~desi;:. Sin_e_mb'.ll"go. Jos be~efi~ios
1
Ahn había pasado alli mil trabajos para defender su trono contra una
nwnlución larga y peligrosa. consignié:ndolo al fin, gracias en parte a que los bátavos sacaban· de aque?a s1tu.acion pnyTiegrnda iban. ~smmu­
.,
¡
Francia. que en. 1787, buscando compensaciones a la pérdida de la yendo-. La guerra europea perjudicaba la regulandad de sus viaies. Las
.:1
India, le había concedido su ayuda. por el tratado de Ve1-saJles, hasta dificultades de su Compañía de las Indias Orientales, que, desde 179_2
j
que, en 1802, pudo proclamarse emperador con el título de Gia. Long. ya no pagaba dividendos, y su disolución, en 1798, repL':rnutia en Desb1-
Pero con el fin de hacer reconocer su legitimidad, consideró necesario roa. Cuando, en 1811. un cuerpo de ejército británico ocupó Java, los
l conseguir la investidura de China. Esta s·e la concedió, después de habf.'!'l.' holandeses perdieron una escala que les era indispensable. Desde 1809
f
fijado Ja composición del tributo-; y dio al reino el nombre de Viet-Nam, a 1817, :ninguno de sus barcos apareció por agua:i japonesas. .
f que fue solamente aceptado. La sinización del país se hil;o patente en Para ellos existía un peligro aún más acuciante: la competencia

toda la obra de reoQ@Ilización, en especial en el código de 1811-1815. extranjera. Los holandeses intenta:ban combatirla, despres°:gi~do ant~
inspirado en el de los Tsi:ng. las autoridades japonesas a los ruso3 y sus brutales procedimientos, as1
1:
¡:
Sin embargo. el oc~so del poderío chlno estaba próximo-. La. dinastfa como a los ingleses, asesinos rle hindúes. El a:íío 1794 :indujeron a los
ma.no'.hú. después de haber dado a China grandes soberanos, atravesaba chinos a que expulsasen al embajador Macartney y prohibiesen en Can-
1 el ha:bitual proceso de agotamiento y degeneración. Kia-k'ing (1796- tón el comer,cio europeo, para impedir que losi juncos c:hinos cargasen
1 ·, 1820). el quinto emperador, acentuó, por su inca;iacidad y sus vicios, allí mercancías europeas, y con autorización o- sin ella, las transportasen
,.o¡·' la oposición que dirigían las sociedades secretas, hostiles a la raza de al Japón. Pero por todas partes aparecían bamJs de distintas naciona-
1 ·~ ' los conquistadores. E'(l. 1813. en Pekín, una tentativa ·armada contra lidades que, a veces bajo pabellón holandés, :intentaban entrar en rela-
i ,' el palacio imperial esfuvo a punto de triunfar. La ausencia de un im-. ción con la ~'.nació;n eremita". En 1791 fueron los ingleBes, con su
1 ·: pulso central y la mfilti' volrnitad general parali.za.ban el movimiento de Arganaut, y en 1797, los norteamericanos, con el Eliza. a los cuales si-
modernización y progieso, que hasta entonces ha:bfa podido mantener: auieron otros buques. casi todos los años: en 1806, uno de Brema, y otro
a China al nivel de Europa.. El atraso era cada vez más palpable. y danés en 1807. Como más inmediatos, los rusos eran también los más
había de colocar muy pronto al imperio en una peligrosa inferioridad apremiantes. En 1792 enviaron un negociador oficial; y 6? 1795 _esta-
técnica. El contacto con Occidente, que hubiera vivificado- los organis- blecieron, en u.na isla próxima, un.a base para el comercm de pieles.
i.
I· mos de gobierno y de defensa, era evitado en todo lo posible. En 1805, En 1804 apareció ante Nagasak:i la fra~~ Nadesha, llevando bordo ª..
1 Kia-k'ing proscribió el cristianismo-; y persiguió a aquellos misioneros a un enviado del zar, portador de magníficos presentes para el empe-
a quienes tanta cultura y progresos científicos- se debían. La misión rador" del Japón. Habiend-o údo todo .ello cortésmente rechazado, dos
Macartney que Inglaterra enviaxa a Pekín, en 1792-1794,. fue expul- corsarios rusos arrasaron, .en. represalia, las Kuriles y la isla de Yeso.
sada con altivez. Los holandeses no salieron mejor librados en 1'795. Tales procedimientos, y la arrogancia que mostró el c,~man~te de la
1
¡_ Rusia hubiera querido reanud;,tr 1a discusión sobre los territorios del fragata inglesa Plweton, que entró en 1808 en Nagasaki, herian profun-
l. Amur, que tanto ambicionaba; pero la misión Colovkin fracasó com-
¡.: pletamente. Los contactos comei:ciales con los bla:ncos estaban limitados,
como .ya veremos, a los mantenidos por IGakhta y Cantón. ¿Era, ver-
damente a los nipones. los cuales levantaron fortificaciones en sus costas.
Frágil defensa frente al poderío militar de Europa. que ya apremiaba
a Asia por todos lados.
daderamente, lo ba~~e poderoso- el imperio del centro para permitirse
11. semejante actitud 'J ,')'.;
11 Uf. EL COMERCIO DE ASIA
1
¡ El Japón se encerraba en un aislamiento alÍn más riguroso, man-
¡, teniendo estrechamente en sus islas a 23 millones de habitantes, para
los cuales apenas eran suficientes ; y absteniéndose, casi en absoluto, de
En los -últimos años del siglo el comercio por caravanas entre
XVTII
China .y Rusia, dificultado por algún tiempo por la t~nsión política.
1i
·I toda relación exterior. No tenía contacto con Europa más que por la recuperó :;u importancia. En 1792 volvió a pon.ers; en v1gor y ~e. com-
H.
¡I,
tolerada factoría holandesa de Deshima, contacto limitadísimo ; pero cuya pletó el tratado firmado en Kiakhta, en 1727-1'28, para defi:nir las
l·j imporlruicra ·era apreci,ada por muchos japoneses sociables y curiosas bases generales de los i:ntercambios. Por él, Rusia conservaba el derecho
como .el único medio de adquirir ciertos conocimientos occidenta1e!:, de sostener en Pekín una misión religiosa, que le proporcionaba útil
d
!!¡ de evidente i:nterés para ellos. A fines del siglo XVIII se publicaron el información. Entre Ja inmensidad territorial de Mogolia y Ja de Siberia.
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® XIl.-lMl'IDUO DE EOltOPA SOBRE EL VIl!10 MUNDO 1131
t® 1130 TOMO I.-REVOLUCION FRANCESA f. IMPlllUO NAFOLEÓNICO

~~~ el punto de paso para los convoyes siguió siendo Kiakhta, al sur del blecierou un consulado en Cantón. En 1788 consiguíeron de Inglaterra
~go Baikal y frente. a la ciudad ~. de ~~tchin.. Con los ?ene- el trato de nación más favorecida en los puertos de la India, ventaja
l/ ® que fue consolidada por el tratado de 1794. El puerto norteamericano
ficios que 1e proporcionaba tan pnvilegiada s1tuació~. Kiakhta t~ yn
aspecto de prosperidad excepcional en aquellas regiones. A prmcip10s de Salem, en el que reinaba la dinastía de los armadores Derby, se
@
1@
·~
del siglo :x:rx: se observó que Rusia compraba té, sed.a en bruto Y m3;11u-
facturada, por valor de unos cuatro millones y medio de :Ublos; :Illlen-
especializó en estas expediciones lejanas.
Sin embargo, por muy activos que fueran los norteamericanos, sus
~ (]
tras que China solo invertía unos dos millones en paños, p1el::S y cueri:s. compras en Cantón, desde 1806 hasta 1808, sólo llegaron a la tercera
Pero aquel tráfico terrestre estaba muy lejo~ de alca.nzar !<: llllportanc1a parte de las efectuadas por Inglaterra. Todas las demás naciones reuni-
del comercio marit;imo que los blancos realizaban con China ·por ~­ das .no representaron en la campaiía. 1802-1803 más que un l 5 por 100
.1@ de los pedidos británicos. En aquella competición internacional, Ja East
tón, y que era la prolongación de sus activas relaciones con la Insulind1a
t:) y la India. ~
India Camparry llevaba muchísima ventaja, lo :mismo en la India. como
La guerra marítima y los bloqueos influyeron en aquellos mares re- es natural, que en Cantón, donde la importancia de sus intercambios, el
·' lujo de su factoría y el número de sus· empleados eclipsaban toda com-
í CD motos corno en el Atlántico, aunque con menor intensidad, en las
petencia. Pero esto no quiere decir que la guerra no le causara preocu-
1
1
o
,"°'\.
corrientes comerciales. A los pabellones de las potencias navales se-
cundarias, como el danés. el prusiano y el Jiamburgués, les costaba
trabajo sostenerSe. La Ostindiska Kompaniet sueca paseaba por aque:llos
paciones. Fmgatas y corsarios franceses, de las .·bases de las islas de
Francia y de la Reunión. se hallaban. siempre al.acecho de sus valiosos
J con-voyes. logrando capturarle siete ltrdiamen desde 1793 hasta 1801.
j- ,.·"'\
mares lejanos los buques mercantes más -grandes y más hermosos del
mundo; pero, no pudiendo resistir las pérdidas que le ocasi~aba el y 14 desde 1807 ihasta 1809. Tal amenaza entorpecía y retrasaba el
../
~ bloqueo, desapareció en 1813. Entre 1785 y 1789, la Compama fran- tráfico. pues era. preciso agrupar los ·barcos en convoyes protegidos,
~ r@ restarles ligereza. dotándolos de artillería-hasta 56 piezas-, y aumen-
l cesa de las Indias envió seis barcos a China. 32 a 1a India Y dos a
··~
e-::.:.: Moka; de ellos, 37 regresaron a Lorient, entre 1786 Y.. 1790, con carga-' tar su carga con ]as tropas indispensables. Se sacrificaba la rapidez en
mento por -valor 'de 50.380.000 libras. Pero. en 'cuanto empezaron. a aras de la seguridad; y. murta después de la paz, no se establecieron
-~J circular rumores de gue:rra, la actividad decreció. En 1792 no se registró los grandes records, corno el Ceilán-Inglaterra, en setenta y siete días, y
en Loríent ningún regreso; y, por obra y gracia de lo manejos políticos el Cantón-Inglaterra, en ciento nueve días. Las construcciones navales
y fulcales, el mismo año se declaró la liquidación de la. socie~d. En de la Compañía se vieron también entorpecidas por las hostilidades, por-
Holanda también se iba a pique la Compañía de las Indias Onentales. que las necesidades de la marina de guerra y su prioridad eu las com-
.J
Su mediocre administración en Java no conseguía beneficios suficientes pras !hacían que escaseara la madera. Había ·que ;compensar la falta de
1.'.) para responder a los dividendos elevadísimos que continuaba repartiendo. maderas curvadas, empleando hierro, que, por cierto, resultaba más sólido
Bn 1783, los Estados de Holanda, para salvar a una empresa donde y estox:baba menos. Los precios de construcción subieron 14 libras por
tanta.s personas habían colocado cuanto poseían, se avinieron a con- tonelada en 1793 y 21 libras y 15 chelines en 1801. Fue preciso espa-
ceder un préstamo de ocho millones de florines y Uilll. garantía de_ 38. ciar las botaduras e incluso suspenderlas óhasta 1811, a pesar de lo cual
Pero la deuda continuó aumentando, hasta llegar, en 1790, a 85 millo- desde 1792 ha.sta 1813, fueron 1botarloo 98 Irrdiamen. Como el ejemplo
nes de florines. En tales condiciones, la Compañía no podía hacer frente de los suecos había demostrado que las aguas de Cantón eran accesibles
a las nmwas dilicultades que suscitaba la ruptura con Inglaterra; y, a los grandes tonelajes, la Compañía a.umentó por entonces las dimen-
en 1798 se declaró disuelta. siones de sus barcos; en 1786 se llegó a las 1.152 toneladas y se alcan-
En Ásia. como en todas partes, los nortea.mericanos supieron sacar zaron rápidamente las 1.200 como tipo medio para los mares de China.
partido de; su neutralidad. A los m_are_s de Arabia._ de. la India y de China De _1800 a 1810, l¡i Compañ'fa tuvo en servicio de 70 a 80 ·barcos; y los
llegaron .primero por el Oeste, siguiendo- la. ruta maugurada en 1784 puertos ingleses registraron un centenar de entradas y salidas al año,
por el Empress of China, de 360 tonelad~, que fue de ~u~a York por término medio, con un total de 7.000 tripulantes.
a Cantón por el Atlántico, El Cabo y la India; con nueve ofiraales y 34 La historia del tráfico mundial señala en esta ·época un cambio de
hombres de tripulación. Lo siguió el. Grand Turk, en 1785. Poco des:.
1J pués, algunos barcos norteamericanos hicieron su aparición por· el Este,
tendencia en las relaciones entre Europa y Asia. Hasta entonces, los
occidentales exportaban a Asía importantes cantidades de dinero. ya
,
...___\
¡ Llegaron á. California por el cabo de Hornos. subieron. algunos de ellos, para pagar ·sus compras en la India y en China, ya para especular con
hasta tomar contacto con los rusos que regresaban de Aláska; adqui- la diferencia existente, según las regíones, entre los valores relativos del
rieron pieles, mediante canje con Jos indios, y .pusierón rurnbo__a Can~ón oro y de la plata. El metal blanco venía, principalmente, de América; y
para cambiarlas allí por sedas. y té. En ..1786, los Estados Umdos :esta, los europeos se lo procuraban en las zonas .de extracción o en España.
H
1132 TOMO I--l{EVOLUC!ON FRANCESA E !MPERfO NAPOLEONICO
americanos, que entregaban a los indígenas armas de fuego a cambio
Así. los barcos franceses con destino- a Pondichéry · hacían escala en de café.
Cádiz para cargar sacos de pesos, comprados al :Banco de San Carlos. A las mercancías que la India enviaba tradicionalmente ~ Europa,
Ahora bien: en los primeros años del siglo- XIX, las compras de los la guerra añadió algunos artículos nuevos. Uno de ellos era el salitre,
países "de más allá del Cabo" aument,aron considerablemente; sus pagos del: que, entre 1793 y 1810. se enviaron a Inglaterra 24.752 toneladas,
a Europa tomaron incremento ; y la corriente de plata que circulaha y con el cual se obtenía Ja mejor pólvora existenre,'·muy superior a la
de Occidente a Oriente se debilitó, para detenerse pocct después. Las re- francesa. El bloqueo continental indujo a Inglaterra a :pedir algodón
mesas de plata hechas por Inglaterra, por medio- de la Ea.r/.I India C<7m- en bruto a Bombaiy; el de América, que estaba mucho más cerca, hu-
pany,. que importaban 1.750.000 libras en 1802, bajaron a menos de biera sido preferible en tiempos de paz ; pero los contrabanclista.s reali·
un millón en 1803, a medio millón en 1865. y fueron nulas en 1806. zaban unas ga:nan.cias tan fabulosas al introducir Ja rica fibra en la Euro-
En la rada de Whampoa, animada y bulliciosa de octubre a enero, pa napoleónica, que los envíos de Bombay resultaban mucho más ven-
que era fu estación de compras-a veceis fondeaban en ella hasta tajosos. En sentido inverso, la metrópoli enviaba a la India material.
16 de los mayores barcos mercantes del mundo y el virrey solía hon- de guerra para am1ar y equipár a los cipayos y a los soldados del rey
rarlos can su visita-:,-, Cantón recibía los tejidos de Inglaterra y, des- o ere :la Compañia, hierro y plomo. Además, en la cuestión de los tejidos,
de 1798, el estaño ,¡le Comualles, que hacía competencia al de Ma- el sentido del intercambio empezó a señalar un cambio importante. Los
1asi,;t. También recibía de la India algodón en bruto, pimienta, madera tejidos indios, principalmente las muselioas, eran, a callila de su calidad,
de .sándalo, marfil y piedras preciosas ; pero, sobre todo:. opio. Bengala · preferidos en la misma Inglaterra; y los pedidos seguían siendo gran-
Jo exportaba en barcos rapidísimos, cada uno de los cuales cargaba des. Desde 1783 hasta 1810, solo de Bengala se enviaron 14 millones·
y medio de libras. Pero la delicadeza de las telas fabricadas en el Lan-
500 cajones de 160 libras. Aquel tráfico aumentó sin cesar hasta: 1805,
cashire se perfeccionó de tal modo, que pronto el Reino Unido no
y desde entcmces se estabilizó en. un valor anual de 3.600.000 rupias,
tendría necesidad de recurrir a la India. sino .que, por el contrario, sería
aproximadamente. En cambio, Cantón exporta·ba seda en bruto. mahones
ésta la que habría de comprar en Liverpool -telas de algodón, como ya
y terciopelos. alcanfor y, principalmente, té, que grandes capitalistas chi-
nos hacían recoger en las mismas plantaciones por l,IIla red de pequeños lo hizo, por valor de 100.000 libras, el año 1812. El dominio econó-
mercaderes. En este artículo obtenía la Compañía inglesa sus. mejo- mico de Inglaterra sobre la India era un presagio del que los blancos
res beneficios. De 103 millones de libras de mercancías cbIBas o indias iban a extender por toda Asia.
Al mismo tiempo que se esbozaba la resistencia armada a la inso-
que vendió de 1793 a 1810, 45 representaban el precio del té. También lente presión de los blancos. el Japón tomaba el camino má<s eficaz para
el Tesoro británico ganaba muchísimo en ello, por el impuesto sobre hacerles frente, procurando conocerlos mejor. Precisamente por enton-
el té, que fue elevado en 1795 y 1806, y también par el impuesto
sobre el azúcar, ya que la mitad del azúcar que se consumía se tomaba
ces. incluyó en: el programa de su escuela de intérpretes el estudio del
ruso y del inglés. En contraste con el orgulloso aislaruiento de China,
con el 1é. Las autoridades de Cantón, siguiendo su costumbre-, prohi-
bieron a los blancos toda comunicación con los chinos que no fueran 1 apegada únicamente a Jos valores de 1a tradición, en el seno del mundo
amarillo se vislumbraba un incremento de relaciones internacionales.
los comerciantes intermediarios Hong y algunos aduaneros o comercian-
tes. Sin embargo, en 1801 permitieron que se enseñara a los extrnnjeros 1
Estas repercusiones de conflictos y batallas se observaban en las
el idioma chino, que desde 1810 ila:bía de reemplazar al pidgin. naciones blancas, por muy opuestas que fueran y por malparadas que
Java ocupaba en el comercio internacional un lugar reducido. La estuviesen. En el terreno económico, basta recordar el caso de. Ja Amé-
Compañía holandesa puso grandes esperanzas en la producción de azú- rica latina, en la que viejos y estrechos víncuJos fueron cercenados por
car y café; pero, a causa de un erróneo sistema de monopolio y cultivos la fuerza; pero donde estas :rupturas ipolíticas multiplical\m por diez
obligatorios, así como por la corrupción de la administración y el des- ~os intercambios comerciales con los países anglosajones. En el aspecto
orden del tráfico marítimo,. el rendimiento era muy escaso. Después de mtelectnal, b!a.y que reconocer que la guerra . creó }as ba!J(eras de los
la quiebra de la Co:µipafila, la República bátava ordenó se ·procediera distintos nacionalismos entre culturas que tendían al acercamiento y
a severa investigación ; y el nota:ble informe que de ella resultó (1803) a.tm a la síntesis, y que alejó a los espúitus '.de los contactos desinte-
fue lo q1rn condujo ·il. la Constitución colonial de 1806; pero el adveni- resados. Decía Goethe en 1815: "Que el Cielo nos conceda, por fin,
miento de Louis y :la conquista de Java por los ingleses, en 1811. la paz por IU1a multitud de razones ; ¡pero también para que- encontremos
'I
.. suspendieron la nueva experiencia. Raffles no tuvo tiempo de vivificar lectores I" Sin embargo, los contactos con civilizaciones extranjerás que
el comercio. como hubiera sido su deseo; y el tráfico de Java ·:.::in- los grandes desplazamientos de hombres procuraban, tenían q·ue ser be-
f':
tinuó, sobre todo, en manos de contrabandistas, priTicipalmente rmrte- : -
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'~~~ 1134 TOMO L-REVOLUC!ON F.RANCESA E IMPERJO NAPOLEONICO

©
néficos y fecundos. El romanticismo francés adquiriría un matiz espa-
fYif ñol o gen::uánico. La vida social de la nobleza rusa se ha.ria más deli-
fil cada. a partir de 181~. cuando volvieran del ejército de ocupación en
Francia tantos oficialés impregnados de la galantería occidental, con CONCLUSiQN
@ carruajes y muebles elegantes, comprados en el arrabal de Saint Antaine.
y que, en. su camino de regreso. hacían tocar el Vive Heriri IV a las
@¡ bandas de los regimientos. P.ero con ellm entra.ria, también, otra cosa Las crisis revolucionaria y napoleónica, brusco aceleramiento del mo-
@ en el ilnperio del zar, esta en el terreno político, en el que el caso de vimientD histórico, dejó atrás, adelantándolos de repente y perdiéndolos
Rusia ofrecía un porvenir tal, que bastaría como ejemplo de influencia rápidamente de 'V!ista, algunos de los valores que la Europa del antiguo
de este tipo. Los furgones qu.e mdabau hacía el Vístula ocultaban en régimen bbía venerado más en el orden internacional,
sus embalajes libros ingleses. :franceses y alemanes, que iban a propagar Ruptura inevitable fue la de vínculos dináW:icoo entre E',<;tadoo..
il., {J) por el país del absolutismo la audacia de las nuevas doctrinas. Al frente Cierto que no fueron suprimidos ~úbitamente; y que Napoleón intentó
·~ {]) de las columnas marchaban jóvenes tenientes de la nobleza, que llevaban
de Occidente y de su libertad, apenas vislumbrada, un asombro y una
crear otros {}J:t beneficio propio. Pero la Revolución había colocado, en
la base de la políllÍca exterior, la soberanía y el interés de la nación ;

~
@ nostalgia que fueron los gérmenes del decabrismQ de 1825 y del roovi· el Emperador, por &U 8<1'.ta persoD,illidad. había destruido el prestigio
miento revolucionario :ruso. Influencias tan lejanas y duraderas dan de las coronas de derecho divino ; y. en arlelante, los pueblos fQleraóa.n
(~ testimonio de la fuerza que. a través de la guerra y a veces incluso cada vez menos que .se confundiesen los intereses de las dinastías con
¡: -;¡ exaltada por ella, mantuvieron las corrientes mundiales. los suyos propios. Y en plaZO' más o menos largo, pero de manera inevi-
·;::¡ table también, había de desaparecer, en la dirección de la diplomacia
~. (J .BIBLIOGRAFIA y .¡m Ja de la 1guerra, la preponderancia que ejercía la aristocracia de
~. nacllniento: negociaciones y batallas demostraron que dicha diplomacia
H. TfilUl.ABSE: Histoire du Maroc, t. IL Empire, t IV, British India. CambricÍ·
a;) ~i}} Casablanca, 1950. ge, 1929.
podía ser reemplazada, incluso con ventaja, por elementos nuevos. Euro-
pa había visto cómo se derrumbaban. sin remedio,' fachadas grandiosas
¡I 1~} G. IfANOTAUX: Histoire de Ja Nation lliNOTAUX y MARTJNEAU: Histoire des
y carcomidas, como aq}lel Sacro Imperio Gennánico, cargado de siglos
égyptienne, t. VI, por CHARLEs-Roux.. Colonies franr;;aises, 6 t. Parfs, 1929·

~
París, 193.6. 1933. . y de recuerdos. En Aménica se resquebrajaba el viejo edificio levantado
F. CB'AI!l..ES-Roox: L'Angleterre et l'Ex" J. CoNAN: La Demíere Compag11íe frmz- por España.
éd. · - f · E (1798 faise des Indes, París, 1942.
P 1tzon: ranr;ars~ en gypte - c. H. PmLII'S: The East India (1784- Los medios ilustrados del siglo XVIlI habían predicho todas estas rup-
m 1807), 2 t. m Cairo, 1925. 1834). Manchester, 1940. 1 turas; e incluso, a veces, la reclamaban a gritos. Pero ellos no imagi-
r¡.'º
(.
" (j)
~
E. Dru:AULT: Mohm;ied-Ali et Napoléon ¡ A. MAftTJNEAu: Le Général Perron, gé-
(1807-1814). El Cairo, 1925.
J. H. ROSE: The Pqlitical Reactions aj
j néra/issíme des armées de Scindia. Pa·
rfs 1931.
Bo_napar_te's f!.astern ~xpedition, eo. En- s. :Ó. DE KufilCK:: History of the Net-
1
naban que tal conmoción, que derrumbó tantas antiguallas, pudiera que-
brant.ar también f!}guoo.s de sus propios valores y de 'SUS conquistas ; sin
embargo, bajo el impulso de Jos nacionalismos culturales, se vio retro-
glzsh Histanr:al Rev1ew¡ 192.9. herlands East Indies. Nueva York.1938. c.eder aquella mentalidad que el siglo había encontrado, ciertamente, en
V. V. BARmDLo:" La Découverte de A HYMA: Tite Dutch in the Fa East. herencia, pero que supo desarrollar tan especia.ln;lente: el espíritu de
Ann Arbor (Mich.), 1942. 1
1¡,
~.¿
fAsíe, hístoir:e de l'oríentalisme. Pa-
rfs, 1941. .
C. N. PARKINSON: Trade in the Eastem
Seas (1793·1813). Cambridge, 1937.
R. GllOusmrr: Histofre de la Chine. Pa-
r!s, 1942..
J. MUIIDOCH: A History of Japan, t. fil
l comopolifumo intelectual y el sentido de una comunidad ·internacional
entre los hombres del pensamiento. En la misma Alemanñ.a, que se había
enorgullecido de ser el hogar pacífico y luminoso de Ja inteligencia pura,
lf The Cambridge History of the. British Londres, 1926.
se aislaban ry enfrentaban ahora antagonismos y altiveces. Goethe Jo
¡t comprobaba, lamentándolo: "El destino castigará.ª los alemanes. porque
¡ ;D se han traicionado a sí mismos.; y no han querido ser lo que son ...
1 Acogiendo al mundo y enriqueciéndolo, con el corazón abierto a todas
(~)
las admiraciones fecundas; grandes por la inteligencia y por el amor;
11 tJ por el papel de mediadores y por el espíritu-¡a.i:nbos se confunden!-;
¡ así debieran ser los alemanes y tal es su destino. No el de obstinarse
() en un orgullo de nación original y única ; no el de embrutecerse en
1
una absurda glorificación de sf mismos; no e'I de querer dominar estú~
1 pidamente al mundo."
!!
p 1135
¡
J
~.~
i,
1136 TOMO I.-REVOLUClON FRANGES/. E lldl'ERJO NAPOLEONlCO
CONCLUSION 1137
La evolución de Francia fue algo por el estilo. En la épvca de las me concierne lo que sucedoe en .esa esfera?" Y, sin embai:go, aquel mismo
luces, su gloria com.G centro intelectual de Europa era muy superior a día y de aquellos mismos labios, salía la l!firrnaoión famosa de que u.na
su prestigio diplomático y militar, aprovechándose tal vez la brillantez nueva era se iniciaba en la historia de la Humanidad. Fue, en efecto,
de la p,rimera de la modestia del segundo. Pero, después de haber estado Valmy-ya se haya comprendido su significado inmediatamente, como
durante veintitrés años invadidos por loo uniformes azules, los europeos ocun-ió en Poloruía. ya se haya revelada más tarde, después de reflexio-
cambiaron de parecer. Indudablemente para ellos, y a pesar de algún nar, como un símbolo-el .hecho que señaló el enlace del deber militar
eclipse de las letras durante las grandes guerras, el París de 1815 seguí~ con el deber cívico. Todos los hembres se dieron cuenta de que podían
siendo la capital de la civilización. Pero el aJcance de sus irradiaciones y debían empuñar el fusil, como lo habían hecho los voluntarios fran-
intelectuales se veía' reducido por una. intensa. reacción contra .la-s doctri- ceses; y que, por tanto, todos podían ry debían pronunciarse en lo refe-
nas jacobinas, por los rencores que sobrevivían después del combate, rente a la guerra y a la paz, como Io hacíii. la nación francesa. El llama-
e incluso por los temores que todavía quedaban. A los ojos del mundo, IIÍiento a las anuas sacudió a los pueblos más directamente, y también
Francia era entonces, más que el reflejo de las 1etras, un campamento con una intensidad muy distinta, que los principios universales y abstrac-
bélico. Ella misma no estaba lejos de creérselo; y gustaba. de endulzar tos. Ya hemos visto que, en Francia. la nación terminó de hacerse por
su derro-ta con los recursos de su gloria. Era induda:ble que sus ejércitos el ejército. En Europa produjo la guerra el mismo efecto, sea porque las
habían sido, al fin, derrotados ; pero sin dejar nunca de considerarse victorias jacobinas indujesen a reflexionar sobre las causas profundas
superiores en experiencia y en arrojo. persuadidos siempre de que en de- una fuerza tan nueva, sea que la conquista napoleónica d.ifundiiera
1812 snlo sucumbieron. al invierno ruso; en 1814, a la. enormidad del el espíritu revolucionario al paso de los ejércitos franceses, así como
número; en 1815, a la .casualidad de unas horas de marcha perdidas. por los códigos y las instituciones ; · sea, en fin,: que los pueblos vencidos,
En el mismo Waterloo, el honor había quedada a salvo. pues se sal- ocupados y explotados, se dieron cuenta~y esto es lo principal-<l.el
varon casi todas las águilas· y la Guardia había preferido morir. El final valor de la independencia, y pusieran toda su pasión en la lucha.
grandioso del emperador y la difusión de su leyenda iban a fortalecer Erguida.~ de este modo, las nacionalidades siguieron siendo diversas,
aiún más estas ideas-. Durante Ja.rgo tiempo-, 1.1.ts llismlnuidas posibilida- en sus características, como lo fueron en Ja historia de su despertar,
des de Francia y su íntimo desea de paz, debían quedar velados, para como lo eran. en sus componentes intrínsecos! ·En la Europa central y
sí misma y para Europa, por la imagen que formaba y la actitud que oriental, su base fue amplia.mente étnica y lingüística; en Austria, la
imponía una herejía semejante. idea nacionnl se fundó en la lealtad dinástica., el pasado histórico y la
Aquella evolución de la opinión francesa ofrece un ejemplo de un ·idea de :una misión organizadora y cultural; en Alemania se caracterizó
cambio de mentalidad bB.Btante !frecuente en el continente europea, ini- por la derrota y por el elemento romántico. En Italia.,. tendencia unita-
ciado con anterioridad a la Revolución,- precipitado _por ill crisis y. a ria, anticlerical o anti.papal, jacobina y militar. En España, más bien
su vez, cola:boradoi['apasionado del drama. Al reinado de la razón, a mentalidad e :iru;tinto, :vínculo débil y fuerte, altiva terquedad. En Rusia,
la filosofía de Ja felifüdad y al giisto clásico, se oponían ya otros valores: análoga a Ja española ante la invasión, nacionalista, religiosa y xenófoba.
imperio de Ja pasión, espíritu de energía· y de lucha, y estética del ro-
Illlllticismo. Sustituyendo a los valores antiguos o combinándose con El capitalismo tuvo un.a intervención mínima en el desarrollo de
ellos, se difundían. favorecidos por los trasiegos determinados por la las nacionalidades. Gran parte de Europa permanecfa ·aún fuera de su
guerra, al az.ar de los países y de los corazones. En la conmoción eu- influencia: y, sin embargo, conoció el ímpetu del sentimiento nacioillll.
ropea, estos temperamentos nuevos correspondían a fuerzas que se ade- La España de 1808, profundamente anticapitalistifipor temperamento, :..: • .1

lantaban ahora al primer término de la escena, para sostener la violencia dio a los pueblos la señal y el ejemplo de la resistencia. .Algunos secto-
de la tragedia. res completamente .feudales o campesinos de la sociedad sintieron el
Una opinión pública mucho más amplia, más manejable y accesible ardor de una pasión semejante; por ejemplo. los nobles prusianos que·
a la pasión, y en cuyas filas se sentían todos más personalmente com- dirigieron la lucha contra el invasor, los siervos polacos que empezaban
prometidos, intervino en ln.s cuestiones internacionales. Ya había pasado
la época en que Goethe (volvemos a citarlo-), a rafz de Valmy, declaraba
a un oficial p.ru&iano que deploraba la retirada: "¿Por qué razón, yo
1 a darse cuenta de que pertenecían a una gran c:omunídad. y los aldeanos
servios, en los que renacía el recuerdo de un pasado libre y glorioso.
Incluso a1Ií donde estaba reciamente implantado, el capitalismo oponía,
que no tengo más .títillos que cualquiera de esos charlatanes como los bajo nuís de 'l11l aspecto, a la idea nacional, el cosmopolitismo de los
hay por docenas, habría de mezclarme en las .cuestiones que la Provi- intereses que vinculaba por encima de las fronteras. Después de Jena..
dencia, en su sabiduría., ha puesto sobre.los hombros de seres más espe- pudo verse cómo se 11Il.Ía:rr Ginebra y Lyon para interceder en favor
cialmente elegidos para soportar la pesada carga del gobierno? ¿En qué de las ciudades comerciales alemanas con las que mantenían relaciones
llDlOCJVIN 1.-71
1138 TOMO L-REVOLUCION FRANCESA E IMl'ER!O NAPOLEONICO 1 CONCLUSIDN 1139

de negocios. Sea como fuere. los pr:incip_i?s :mis_mos . en qu~ se basa


el capitalismo se avienen mal con. la prunon nac10?alista desmteresad~
r arrasada y las colonias bien comprometidas. Francia sangraba por sus

l
pérdidas militares y se encontraba exhausta. En los Países Bajos, la
y el sacrificio por la patria. La burguesía mercantil t;ancesa demos~ actividad. bancaria estaiba en decadencia.
bien a las claras. durante el bloqueo, que la econrnma. del lucro deja El centro de gravedad europeo se corría hacia el Este. El congreso
poco lugar al sentido· del heróísmo. de Viena había coronado la victoria de Austria; victoria reaJmente peli-
· Y, sin embargo, muchas veces coinciden el desenvol~ento del .grosa, porque ex<:itaba en la Hofburg apetitos desordenados por parte
capitalismo y el de las nacionalidades, y hasta pudieron oorrse ambos de Alemania y de Italia a la vez. Prusia insoribfa su ;unbición mrifica·
para afianzar la resistencia a las ·inlposiciones napoleónicas sob:re la dora en el nuevo mapa político. Una vez desaparecida la Polonia libre,
produeción y el 1intercambio. La libertad de la economía era U.:Uº de los Rllilia desemboca:ba en Europa; enorme acontecimiento, el más impor·
objetivos por. que se batían Jos ingleses ; y el respeto a la propiedad ~o tante de la época, después de la Revolución francesa. El desterrado de
de aquellos por los que creían batirse. Allí ~~nde la roglamentac10n Santa Elena, en su obstinado desprecio por Prusia, no supo prever el
industrial y comercial del ocupante francés asfixi&ba a vasall?s Y saté· encumbramiento germánico; pero predijo que un día dos potencias ha-
lites la cólera del fabricante arruinarlo avivaba la del humillado pa· rÍfill contrapeso a la preponderancia inglesa, "dos Hércules recién na-
triota. Así, por ejemplo, las numerosas quiebras que se produjeron e;i cidas: Rusia y los Estados Unidos de América".
Barcelona no dejaron de :influir en la resistencia catalana a aquella ~st· Para estos últimos, la realización de dicha ,profecía estaba todavía
milación, tan deseada por el emperadar. En el campa fran~és,_ ~ac10· lejana; a pesar de todo, la riqueza conseguida con una neutralidad fruc-
nalidad y capitalismo lle sostuvieron mutuamente, desde el pnnc1p10 de tífera y la seguridad emanada de una guerra· homosa, cimentaban ya
la revolución burguesa, en toda la amplia medida en que la saber~ ~;i­ firmemente a la joven República. Se hallaban a punto de serle trans-
cional y los derechos políticos del ciudadano se uuían a la asprracmn ~eridos algunos valores de civilización europea: espíritu y técnica. Europa ~.

de una economía sin trabas. y a una empres,ii. liberada. La ·burguesía rba a abandonarla muy pronto a sus propios destinos ; y lo mismo iban
® francesa no disociaba estos principios; en el terreno de la razón, los. a hacer sus-hermanas latinas. Ella, en cambio, se volvía hacia las civili·
0

considera:ba como si formaran un bloque ; en el de 1a realidad, le pare· zaciones cerradas y las desconocidas regiones de Asia y África. Para
~} cí!in con<lucir a liberaciones semejantes. estas, el final de las guerras napoleónicas eran 1111 anuncio de próxima
Además de argumentos y doctrinas, la economía ofrecía á los beli· servidumbre.
fl;,¡ gerantes medios de acción de una amplitud 'Y una eficacia inamdita·. De este modo se esbozaban, a raíz de la gran conmoción revolucio- i'

Moméntos muy característicos son aquellos años de 1810 y 1811 en naria imperial, relaciones internacionales más extendidas y más am-
los que el cañón había enmudecido . casi por completo, tanto · en los plias que antaño en el espacio, sujetas a fa acción de fuerzas más vio-
mares donde los navíos ingleses de dos puentes ya no · encontraban lentas y situadas frente a problemas más vastos y de una complejidad
adver;arios, como en el continente, donde solo :resistía ya la obstinada creciente. -
España; años en los que no se esbozaba decisión militar alguDa, y du-
rante los cuales, sin embargo, pudo Napoleón esperar que Inglaterra
llegara a rendirse, sucumbiendo- a la asfixia de su industria Y de su
() comercio. En el terreno de las relaciones internacionales, guerra o paz,
el factor económico se adelantaba al primer plano.

La derrota militar de Francia ; la reacción de los principios de la



Revolución'; la redistribución de los territorios por el congreso de ·Viena,
establecían el mundo sobre bases nuevas. '
El predomio de Inglaterra en los mares estaba confirmado, Y se
cÍillentaba en nuevos puntos de apoyo~ que jalonaban las aguas. En ~os
estados de fuerza de la Navy figuraban.240 navíos de línea; y la manna
¡__ j mercante representaba una capacidad de transporte enorme, con la. que
'-~·_.,;
las comunicaciones terrestres no parecía pudiesen competir mmca. En
potencia industrial y financiera no tenía igual. En cambi?· el _sector o~.!'
dental y atlántico del continente perdía mucha de su antigua llllportancia
o preponderancia. Por 10 que a España se refiere, la metrópoli estaba
INDICE ALFABETICO
DEL TOMO 1 (VOLm.tfl'.NES I y Il) ..

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•• De Cdstóbnl Colóa a Cromwcll.
De. Luis
La XN a Irnnccsn.
Revolución 1769 • y el Imperio napol~énica~
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1'
I'
Aden, *"' 287. .,., • ., 1121.
.. @ A AnHEMAR DE MoNIEIL, " 71.
Acligio, río y valle, " 123. ,.,.,.,. 881, 903.
@ Aar, rfo, * 46, 123. Administrando imperio, de, * 105 (véase
Aardenburg, * 240. "'30, '35, 66, 135, también Cünstantina Vll P01firoge11e-
f0 1
Abasidas o abasfes, tesj.
159. Admuntiaiio, "'40.
CD 1 ABBAS I, sah de Persia, ** 39S, 425, 493, AooLFO DB NASSAU, rey de romanos,
f::¿) i 496. *""¡. 61B, 757. "144.
•::Y ABoUL-.Azrz, • •• • 112.1. AoRIANO I, Pontífice, * 36.
1
A.BoUL·HAMID I, ••• • 805, .ADRihNO VI, Pontffice, *• 271.
'•
t
(JI AJ¡ELARIJO, .. 94, 150.
Abisinia, "'"' 295, 296, 403, 502. *** 618
A.DRIANO VI, Pontífice,"* 271.
1 Adriático, mar, * 62. 164, 212, 236.
() (v. también Etiopía). ** 297, 29&, 305, 306, 308, 309, 318,
Abo, "' 146. "'** 684. 335, 420, 504. *º 469, 741 ...... 906.
1 (:;) Tratada de, """'"' 684. 961, 980, 991, 993, 995 a 997, 101'.t.,

¡
Abruzzos, "HZ. 1013. 1023, 1024, 1026.
~~) Absolutismo, ** 272- Aduanas, * 43, 82, 104, 115, 185, 237.
Abuk:ir, ** .. 893, 895. · ** 265 a 268, 425. ,.,.,. 535, 550, 562,
A.Bu TAMrM MEIMÚN (v. Moimo). 591, 617, 665, 738. ••** 799, 887, 888,
\)
\::. Academia de Flormda, *"'
410. 891, 934, 941, 943, 980, 988 a 992,
Acadia, •• 291. .. .. ,. 566, 582, 584, 590, 994 a 997, 1112, 1132 (v. también Te-

'ª 682, 694, 762.


Acapulco, ++ 292. • 0 630, 764.
Aca.ya, * 155.
loneum).
Afganistán, afganos, * 8, 67, 156.
*""*
"'° 398. 616, 617, 619, 755 a 757.
~. AccrAIDOLI, banqueros, • 186.
Aceite, comercio del, • 199. • *'" 768.
*"'"* 1122, 1127.
Africa, • 7 a 10, 16, 66 a 68., 110, 118,
lJ, o .,. .. ,. 856, 1120.
AcRE, SAN. JUAN DE (v. San Juan de
Acre).
132, 149, 150, 171, 174, 189, 198,
199. .... 255, 280, 281, 284, 287, 290,
292, 294 a 296, 309, 402, 424, 426,
1
tD Acta de Navegación. *"' 470: *** 527, 430, 470, 483, 496. **"' 526 a 528,
534, 592. 542, 545, 625 a 627, 766, 767..
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¡j
() AcroN, •**"' 858. 956.
ACUR510, FRANCISCO, * 219.
*'**" 795, 191, 198, 856, 1073, 1117,
iH 1119. 1120, 1127, 1139.
AcRARD, **** 998. Diócesis romana (luego exarcado bi·
I~ ACBBNHOLTZ, "*º*
821.
ACIIMET I, sultán, *" 312, 313.
znntino), * 9, 11, 16, 17.
emiratas ,de, "' 30, 68, 86.
AcHMF.T ID, sultán, u• 609.
t
¡u
¡, .ADALllERTO, canciller de Alemania,
musulmana, • 30, 35, 37, 56, 63, 66 a
69, 82>: 86, 93. 111. 131, 13Z, 149,
r * 100. 150, 211. ** 276. 308, 402.
AoAM. JuAN, •H 737. Africa del Norte, '"37, 68, 86, 110, 118,
AoMis; SAMUEL. *** 728.' 131, 132i 149, 150, 171, 172, 189, 198,
1 Adda, regióu del, "'* 440. 199, 242. 243. ** 296, 299; 303, 402,
Adda, río, *.. "' 879. 903. 501. "'** 524.
AoorncrroN, .. ,,. 919, 921., 923, 945, 947 Afrika Mehcdia, "* 304.
a 951, 959, 971. · Agadir, *« 301.
Adelspartei, ,,. .. 818·.
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J..l'"T.J
,,(iJlCE ALFABETJCO DEL TOMO I
INDICE ALFJJ>ETICO DEL 'llJMO I
1144 Alpes, "'10, 55. 56, 81, 122, 123, 136,
Alemania e" n t r al, "171, 198, 244. 166, 173. 2rn. 223, 237. 2.41, 246.
Agen, proceso de, "'*
264.
Agentes diplomáticos, '" 239.
1 ALEJA1'.'DRO, gran duque de Litnauia,
•* 38l. ... 1 ,... ... 935, 993, 1038.
Alemania del Norte, • 83, 84; 102, 129,
.... 262, 296, 309, 311, 338, 342, 345,
346, 408, 433, 434, 440, 443, 448 a
ALEJANDRO DE RODAS, padre, *** 624. 130, 134, 161, 170, 190, 197, 230, 231,
Ama MoHAMFD, <I'"'""
Il22. ALEJANDRO MAaNO, .....,,. 1065. 450, 455, 459. **" 554, 567, 578, 579,
AGILULFO, rey de los lombardos, • 33. 1 ALEJAND.RO I PAWLOWICH, zar de Rusia, 241, 244 (v. también Brandeburgo, 637, 659, 678, 681, 685. "'*"'* 854, 869,
Agnn.del, .... 335. Prusia). 876, 879, 881, 893, 896, 898, 940, 941,
.' "'*** 908, 909, 923, 936, 937, 948 a Alemania meridional, "'171, 173, 175, 958, 968, 969, 993, 996, 1046, 1049,
1 ., .Agra, *" 39.9. 951, 958 a 961, 963, 964, 967, 971, 190, 200, 201, 244. **"'~ 819, 873, 935,
.A:aMED. dey de Argel, *9** 1120. 972, 974 a 980; 1000, 1001, 1008, 1051, 1063, 1064. .
Aia.s, puerto de, " 163. 1009, 1012, 1020, 1022 a 1025; 1030,
965. Alquitrán, indwtria y comercio de,
Alemania occidental (v. Renania, W est-
Aigucs Martes¡ *'1'"299, 309. 1036 a 1046, 1048, 1050, 1051, 1054, ....... 591, 595 • ........ 921, 980.
Entrevista de, *" 346. 1051, 1058, 1061 a 1064, 1080, 1085,
jalia).
.Ar.EMllERT, D' (v. D'Alemberl}.
*
Alsacia, alsacianos, · 13, 207. ""' 349•
An.Lll", PEDRO DE (v. Pedro de Ailly). 435, 445, 449, 457, 458, 460, 467, 472,
*"'"' 1107, 1124, 1129, 1134.
nr. * .AI.EN¡;oN, duque, ** 364. 477. *•* 519, 541 a 555, 570, 587, 657,
A!nali Kawalc, Convención de:, 744. ALEJANDRO Pontffice, 86, 88, 92, Alepo, * 159. ** 311, 312, 402, 500. 675, 749: **"" 815. 827, 830, 837, 839,
Aire, ciudad del Artois, · ""' 476. *""'
545. 94, 99, 104, 105. *º 757, 762. "'*** 1125.
•! A.ISTULFO, rey de los lombanlos " 34 ALEJANDRO V, Pontffice, * 203, 204. .Al.EPO, príncipe de, "' 109.
871; 875, 935, 1081 •
Aix, isla de, .,., .. 703. ' • ALEJANDRO VI, Pontífice, *" 283, 299, Alés, Paz de, ** 449.
Alta Silesia, *** 675.
Altmark, Convenio de, *'" 484, 485 .
,., ¡. Aix-en-Provence, º* 791. 330, 333. .ALEXIS MITAILOVICH, zar de Moscovia,
Aix.-la-Chapel1e. **"' Alto Palatinado, *"' 438, 468.
ALEJANDRO VII. Pontífice, 521. ... 485, 489. º"'" 599, 601, 613. Alto Perú, *+**1113, 1117.
_Co1;greso y tratado de (v. Aquisgrá11). ALEJO I Comnono, emperador bizanti-
Alfabeto glagolítica, * 29. Alt-Randatadt, **" 606, 60?.
AJaCCJ.o, *'°'" 1'12. na, "' 66, 7.1, 72, 99, 142. .ALFmRI, ***"' 878, 895.
AlrnAR, sultán, ** 399, 423. *** 616. Ar.E.Jo II Comneno, emperador bizanti- Alfambras, comercio de, *"' 402 (v. tam- Tratada de, *** 606.
••* Alumbre, extracción y comercio de, * 93,
Aland, islas, 611. na, * 105. bién Tapicería). 131, 172. 196, 201, 22~-.
Al-Andalus, "' 61, 69. Ar.E.Jo I Comneno, emperador de Tre- .ALFONSO DE PoITJERS, * 147.
j, A.lanas, "' 8. bisonda, * 142. ALFONSO ENRÍQUEZ DE PORTUGAL. * 112. Alota, rfo-, U* 645.
Alaska, "'*" 764..... u 1101, 1130. Alemania, a/emane.r, * 12, 13, 19, 24, Ar.l'oNSO II. EL CASTO (Alfonso de As- Alle, río, ""'**
975.
Alleghanys, montes, ++• 566, 62S, 694.
ALBA, duque de, 0 360, 361. 46, 48 a 51, 55 a 59, 63, 71, 75, 78 a turias), "'36, 37.
Albania, albaneses, * 210. *" 298, 306, 85. 87 a 90, 98. 102, 112, 114, 121, 129, ALI.EN, GUILLERMO, .... 376.
ALFONSO VI DE CASTILLh, •.69, 70, 92,
309..... 570, 746.•••• 102.:Z, 1111. 133, 138 a. 140, 143 a 145, 157, 166 a · Allobroges. (ir. Alóbroges).
120. .ALLONDJER, GERARDO, .. 238 .
Albanus (v. Foráneos). . 171, 174, 175, 181, 184, 189, 191, 200 a .ALFONSO VII DE CASTILLA, * 92, 112.
Albazin, ...... 622. 203, 207 a 209, 213, 216, '121, 230, ALFONSO VIII DE CASTILLA, • 149.
Amadls, ** 412, 414.
Amalfi, ciudad y ducado de, * 28, 46,
ALamtoNI, cardenal, *"* 646, 647, 650. 243, 246, 249, 15a. "" 260, 211, 112, ALFONSO X DE CASTILLA, rey de roma- 54, 56, 63, 64, 67. 82, .118, 126.
ALBER'IO, archiduque, ** 373. 277 a 279, 289, 308, 309, 315, 317,
ALBERTO, rey de romanos (Alberte> I de 322,. 323, 329, 330, 334, 337, 339, 341
nos, * 144.
.ALFONSO XI DE CASULLA, * 168, 189.
Amasia, Tratada, ** 379.
AMAURY I, rey de Jerusalén, "'85, 100,
Austria), '" 144, 145, 178, 180, 181 a 345, 347 a 351, 353, 355, 356, 368, ALFONSO II, conde i;ie Provenza, * 136.
106, 113. 135.
217.
ALoER'IO DE BoLLSTADT {San Alberto el
' 373 a. 376, 384 a 386, 368, 396, 404
a 406, 410 a 413, 418, 420, 432, 434
'ALFONSO II, rey de Arag6n, *
136. AM.\URY TI, rey de Jerusalén, * 135.
.ALFONSO V, rey de Aragón, "'211. Amazonas, rfo, *"* 765.
Grande), " 151. · a 436. 438 a 441. 444, 446, 447, ALFREDO EL GRANDE, rey de Wessex,
Amazonia, región, *** 765.
ALDER'IO DB BRANDEBURGD; *"' 320. 449, 451 a 456, 458, 460, 463, 465, .. 28, 40, 52. Ambar gris, explotación dei, *** 589.
¡· ALBERTO EL Oso, * 84. 467 a 469, 472, 474, 478 a 480, 482, Algarbes, * 149.
ALBERTO II, rey d¡: romanos, * 209. 484, 485, 488, 496, 504. *** 515 a 517, Algodón, industria y comercio del, * 171, Amba:sciatar, • 220.
Ambe:res, * 172, 197, 198, 200 a 202.
AlbI, país de, * 137. 519, 523, 529 a 531, 536, 554 a 556, 196, 201. ... 308, 500. • ... 548, 619, .. .. 264. 190, 311. 322. 323, 350. 351,
Albigenses, ,. 130, 137, 139, 149, 152. 5ñ0 a 563, 565, 569, 571, 573 a 575, 726. ***"' 798, 848, 356, 911, 916, 933, 360, 365, 367, 374, 411, 424, 465, r:·:)
ALBRE"l". dínastla de, ** 342, 347. 578, 580. 595. 598, 603, 613, 614, 627, 934, 942, 980, 984, 985, 987, 990, 992 483. **• 533, .ó14, 648, 649, 753.
ALnORNOZ, cardenal, 4 187. 636, 637. 646, 659, 661, 667 .a 671. a 996, 998 a 1000, 1040, 1096, 1103, ""'** 799, 846, 850, 851, 866, 870,
Alhucema (v. Alhucemas). 674 11 677, 679 a 681, 685, 688, 689, 1110, 1115, 1116, 1132, 1133. 888, 916, 967, 1012, 1049, 1085.
ALllURQUE!l.QUE, ALFONSO DE, ** 287, 693, 696, 699, 703, 709, 710, 728, Algonquinos, pueblo, *** 628, 764. Conferencia de, *"'** 866.
293. *"* 619. 742, 745, 777 a 779, 783, 788, 791. Alhucemas, bahía de, •>1<• 626.
"'"'*" 797, 799, 800, 814, 816, 819 a Amboina, *"' 427. """*"' 1054.
Alcántara, Orden de, * 93~ Aú-:BAJÁ, **306. A.MBorsE, cardenal Jorge de, ** 333 a
A!cazarquiVir, *.. 292. 822, 824, 842, 844, 847, 864, 870, 873, ALí DE TuBBLEN, **~* 805. 335·.
876, 877~ 880, 888, 896, 898, 900, 903, ALIENOR DE AQUITANIA (v. Leonor de
Ar.curo. *"' 409. América, *'' 255, 256, 279, 281. 296, 323,
904, 916. 921, 935 a 939, 948, 949, Aquilania). 1 340, 359, 380, 402, 414, 420, 426, 427,
ALcUINO, " 23, 26, 36.
..AJejandreta, puerto de, * 163. 956, 958, 962 a 966, 968 a 970, '372, Al.MEIDA, FRANCISCO DE, ** 287. 428, 469, 470, 483. *** 527; 528, 547,
Alejandría, patriarcas de, "' 34, 65. 973, 916, 981, 983, 985, 991, 993, 996, Almizcle, comercio del, ** 401. 548, 565, 566, 580 a 582, 590, 591. 628,
999, 1005, 1011 a 1019, 1027, 1028, Almohades, • 93, 118. 149, 150, 244. 630, 633, 640. 676, 681, 693, 700. 708,
Alejandría, Egipto, * 67, 82, 110, 117,
185, 198..... 308, 309, 311, 312, 500, 1030, 1032 a 1034, 103Ta 1039, 104'.J. Almorávides, * 68, 69, 93, 111, 112, 120. 721, 723, 728, 730 a 735, 760, 763.
a. 1048, 1050. 1058 a 1060, 1066, 1075. ¡J.J6broges, Asamblea )' /egi6n de los, "'"'** 795, 797, 798, 855, 864, 945, 946,
504...... 592, 770. *** .. '/97, 892, 913,
1076, 1079, 1080, 1082, 1083, 1088, U"'"' 842; 853.
914, 923, 1120. -;
1089, 1092, 1095, 1134, 1135, 1139.
Alejandría, Italia, ""* 578. '.••**900.
íl j·

1 \

.INUICE ALFABETICO DEL TOMO 1 1147


INDICE ALFADETICO DEL TOMO I
1146 ANTIWOUES, D., 0 • • 358,.959. Arguin, i5lotc de, •·• 280. ,..,., 542, 54J..
ARISTÓTELES, * 94, 151.
ANDRÓNICO I Comueno, emperador · bi- Anzín, '"*** 199: Aristotelismo, * 94, 151.
955, 985, 996, (000, 1003, 1049, 1053, 1 zantino, * 141, 142. Aiio Santo, * 246.
1077, 1080, 1094, 1100, 1104, 1113 a ANIJRÓNICO IIl, emperador . bizantino, Arkángel, ** 388, 420, 493, 494. ,..., 614.
i\osla, 7' 123.
1117, 1119, i.131, 1133, 1135. . • 185. AJ!AFY, M.lou:EL, *** 545. **"'* 1114.
América del Norte, ** 289, 426, 427, 1 ANIJROS, "* 298, 305. Apa!achee, puerto, •••·764. Arkaogclsk: (v. Arkángel).
431, 483. **" 566, 584; 591, 628, 641, Andrusov, Tregua de, *"* 596, 600, 602. Apalaches, montes, ••" 765. Arles, "' 82, 98, 178, 189, 208.
681, 693, 700, 708, 721, 723, 730 a 733, Anet, Tratado de, ** 347. Apeninos, * 331. **"* 956. reino de (v. Borgoña).
735 a 738, 742, 763, 769. *"'** 796, t\NoELES, dinastía bizantina, * 141. Armagnac,;"'°'206.
800, 852, 864, 942, 1097, 1104, 1117.1 A.NGELONI. **** 1017, 1082.
Apacrisarios. • 34.
Apnlia, * 54, 86, 112, 120, 143. ** 335. Armagnacs,. :partido, * 206.
ARMBRUSTER; J. M., ........ 1010.
1119. Angers, *"' 413. Aquilea (v. Paulin).
América del Sur, *"' 426, 430. *** 629. ANGE\TINA, dinastía, * 90, 148, 186, 191. Aquisgrán, • 39. *"'* 524, 538. *"** 1085. Armenia, armenios, .. 2, 28 62 66 72
+«** 1107 a 1117, 1119. 208, 211, 212. "* 271, 330. Pai; y tratada de, *** 524, 531, 532, 73, 112, 113, 156, 157. .:.. 314. 5Ól ;
¡
América Española, +• 277, 281 a. 28}, ANGILBERIO, abad de Saint Riquier, .. 35, 535, 683, 685, 687, 689, 706 a 708 503 ....... 619, 661, 744 757. **•* 805
:-:'\
c.::;;;
288 a 291, 340, 357. 414, 478, 479. 36. ' *"""'199. . Armeni'.' Ciliciana, * 72, '85. ·
••• 572, 576. 584, 652, 616, 732. 734, Anglo-güelfo, partido, * 138, 139. 146. Aquitanfa, Guyena, • 13, 19, 21, 24, 32, Annentiere5, "'** 531.
765. **** 796, 855, 864, 874, 876, 954, Anglonormandos, * 53, 54, 70, 79, 91. 92, Annórica (v. Bretaña).

l ¡~) 90, 91, 134, 147, 183, 184, 191 206


974, 995. 1007, 1049, 1053, 1054, 1058, 119, 144, 172, 183 a 1B5, 203, 206, 225, 239. ~ .... 1062. ' ' .ARNALDO DE IlRESCIA, " 87, 88, 94.
1087, 1097, 1104, 1107, 1109 a 1117, Arabes, " 12, 16, 20, 30, 39, 67 a 69, 1 . ARNnT. **'",.1011, 1017, 1018, 1020.
226.
1135. Anglos, * 8, 10, 14. 12~. 244. "* 279, 281, 285, 287, 402. ARNIM. LUIS, *"'"'*
1017, 1019.
Amicabilís compositor, * 240. Allglosajones, "'14, 17, 20, 23, 28, 40, 41, Arabia, "' 7, 8. ** 285, 301. "*** 795 ARNO~D, BENEDICTO, ***
733.
® Amiens, * 80, 152, 205. *'" 369. ***.¡, 919, 45, 53, 54, 64, 119, 122. *""' 694. 1102. 1121, 1130. . . ' ARQUJMEDES, *""""'
Arrás, .. 207. .. .. 463.
1079.
924, 925, 942, 943, 948, 1083. Arag6n,· * 60, 69, 92, 106, 122, 126 136
1 (2~º)
A.Nao, armador, "'"' 284.
Paces de, • .. (1527). 334. •• • .. (l 802), Angola, .... 292, 426. ,..., 526. 139, 149, 150, 186, 188, 199, 202: 203'. Ct;in~erencia y paz de. * 207 222.
208, 211, 231, 235, 238, 243 a. 246 · Arriamsmo, * 8, 9, 11. ** 409. '
: (;)
919, 924, 925, 933.
983, 1095, 1105, 1106.
I Anholt, islote de, "*** 995.
Su ruptura. 946, 948, 950, 951. 976, Anjou, • 51, 90, 91, 137, 208, 239 (véase
también Angevitia).
*"' 269 a 271, 276, 3Í2, 329, 330, 338° Artá,
462 . •
Arutum, pirata ** 301 304
golfo de: *" 303: ·
i
t~f$ Amoy, *** 623.
Amstcrdam, •• 294, 295, 323, 367, 418, l Awou, casa de (v. Angevina, dinasiía).
ANrou, príncipes de, * 212. *• 271, 324.
424, 464, 491. *** 526, 533, 548, 565, Ankara, .. 187.
ARAKÁN, rey de, *** 617.
A.RANDA, conde de, .. ** 732. u .... 856
1107. '
Arle~ li~erales, • 94, 120, lSI.
ArtoJs, . 136, 196, 207. ** 329 34Z 343
353, 354, 372, 457, 473, 47(;_
ART?IS, condes de, .,,. 269. *º* 826
"'**
545'.
516, 583, 589, 611, 614, 725, 749 Annam, ** 401. *** 624, 758. Aranjuez:, moti1z de, "'"'** 1005.
""""" 199, 802, 813, 849, 852, 884, 889, Annápolis, "'** 584. Convenios de, *"* (1779), 732. As{uk~ga, familia. "* 273.
A51 a, 10, 12,- 28, 48, 62 63 73 82 83
·
926, 996, 997, 999, 1066, 1097. Annecy, **** 1052. ***" (1801), 911, 1105. 115, 142, 158, 159, t62 ~ ¡{;4 'i11'
Amur, rfo, **398. •••621, 622. Annunciatella, '"''** 1093. Araucanos, ** 289. 174, 187, 198. . . 273, 287, 295: 296,
**"* 1128. ANQUETIL-DUl'ERRON, **'" 761. Araxes, rfo, **•* 1124.
/\.NA, gran duquesa rusa, "'*j<* 1054. Ansbach o Anspach, ...... 670, 743. Arbiter, * 240.
379, 383, 388, 397, 399· 402 425 470'
A.NA, reina de Inglaterra, **" 575, 581, •*** 839, 961, 968. Arbitr17fe, • 116, 240, 241. *• 277. 483, 495• .*"'* 591, 613: 616: 618: 619'
584, 644. Aospaeh (v. Ansbach). 623• 662, 663, 715, 721 755 a 75¡°
A.NA DE AusrnIA, regente de Francia, Antigua, isla, ** 428.
**"*1014.
*
Arbitrator, 240, 241.
760 a 762, 765, 780. •*••
798 808•
** 471. 476. 477. 479. *** 779. Antilla (v. Antillas). Arcila, ** 292, 301.
9o1, 1094, 1.119, 1121, 1124, JÍ29 ;
/\NA DE BRED\.ÑA, *" 329. Antillas, ** 281, 288, 296, 429, 430, 472. AnCHENHOLTZ, ,.,.,.,. 821. 1131, 1133, 1139.
A.NA DE Cc.E.VERlS (v. Cleveris, Ana de}. *** 527, 528, 530, 543, 548, 568, Asia Central, * B, 68, 156, 158, 162 a
Archipiélago, * 186. •• 303, 305, 31J 504.
ANA IVANOVNA, zarina, ..... 663, 665, 710, 584, 591, 632, 707, 732, 733, 751. .... 523, 715. . ' 164, 171. 187, 198. *• 401, 402 *n 755
"'º* 797, 848, 849, 864, 866, 882, 160, 161 • .....* 796. . .
I¡ 756, 760. Ardres, Entrevistas de, * (l396), 216, 217.
ANA JAGBLLÓN, ** 390. 883, 916, 922, 942, 944, 945, 951, Asia Menor, * 28, 62, 66, 72, 85, 100.
~ ANA L:EoroLDOVNA, zarina, +o 672. 955, 980, 981, 991, 1054, 1073. 1078,
•• (1520), 34 J.
115, 142, 155 a 158, 163, 186, 236.
•r ,,:-, Tratado de, ** 349. .... 397, 500. .. .... 592, 715, 755, 756.
t;_.~j, ANACLETO, Pontífice, + 86. 1019, 1101, 1102, 1105, 1108, 1109. ARENllERG, duque de, ***• 1033.
AnagnÍ, * 118: 1114, 1115. Argel, 0 300 a. 302, 304, 306, 309, 311, >!>**"' 898, 996, 1040. .
/\.NAs"l"AstO I. emperador romano de · mar de las, ,.,. 231. 282. *"* 527, 528, 313, 347, 496, 497, 499. **'' 522, 524, Asía Oriental (v. Extremo Oriente).
Oriente,'* 39. 542, 543, 581, 629, '632, 733, 736. 525, 550, 551, 625. 633. 767, 768. Asiento de negras, "'º 576 584, 676
685. , . '
Anatolia, "'* 3 84, 504. *"* 592. 737. "'*"*954, 1104. . *"'**195, 923, 943, 945, 1119, 1120.
Ancona. * 86, 104. **"" 881, 89Z. 1013. Antioqufa, • 62, 64, 72, 85, 109, 126, A.RGENSON, marques de, ........ 67S, 679, Asís; "'140, 152. .
Andalucía, *67, 69, IOZ. *"305. 135, 159. Aspem-Ess!Íng, batalla de, *"'.;.* 1012.
681, 684, 685, 724.
*"'"* 998, 1005, 1085. 1 AssAM, rey .de, **• 617. .
Andelot; Tratado de, * 32.
condado-, • 156, 159.
patriarca de, "'34, 65, 72.
Argentina, ** 289; **** 1091, 1112 a
As ti, ·* 132.. **
33 7.
1114. Astrakán, "'*
383, 387, 401, 493.
Andes, **"* 796. principado, • 72, 85, 113, 135. AJtaRUN', illrnn de Persia, * 218.
t\NDRÉOSSY, .,.,..... 951. Antisemitismo, * 71. 122, 245. Asturias, región, **"'* 860.
ANDRÉS DE LoNG.IUMEAU, "' 159. ANTONIO, duque de Brabante, * 217.
Argona, **** 828, 840. reino de, * 36, 37, 46.
Argovia, **~ 587.
Andrin6polis, ** 387. ANTONIO, infante de Portngal, *" 366.
Tregua de,. ** .387:
INDICE ALFABETlCO DEL TOMO l
1149

INDICE ALFABETICO DEL TOMO [


1148 444 a 446, 451, 452, 466, 471, 480-
BADEN, margraves de, • 376. **"' 741S. 1
481, 484 a 486, 491 a 493. º"' 530.
1008 :i 1013, 1015, 1016, 1018, 1020. ~*** 935, 937, 938, 970.
Asunción (Paraguay), •* 289. 1022, 1023, 1025 a !027, 1038, 1040 BADEN • Dllfil.ACE, JoROE FEDERICO ni;.
534. 548. 589. 592, 595, 597, 598, 6Qd.
611. 634. 635. 638. 651. 661, 667. 61J.
ATANAOILDO, rey visigoda, <> 38. a 1042., 1045 a 1048, 1050, 1051, 1053, ... 437. . 703, 714, 723, 750, 752. *"** 807, ·849,
Atenas, *"'* 569. 1055 a 1064, 1074 a 1076, 1083, 1089, Bagdad, califato, "'30, 35, 37, 65 a 67,
ducado de, * 186, 210. 1090, i092, 1137, 1139.
905, 906, 920 n 922, 979. 980, 990,
Ath, ,.,.,. 531, 545, 568. 103, 158. 991, 993, 995, 997, 101'.:í, 1036, 1037,
AUSTRIA, Casa de, **277, 328, 355, 389, ciudad, • 30, 35, 37, 65, 61, 158. •• 397, ·
Athis-sur-Orge, Tratado de, "'231. 4-32, 4-47, 458, 490....... 575, 584. 593, 1041, 1049, 1114.
Atlántico, océano, * 133, 171, 172, 197, 496, 504..... 597, 618, 757. Bálticos, países, * 84, 145, 157, 170, 196,
236. o 362, ~70, 371, 429, 445. 486.
636, 639, 641, 645, 652, 656, 658,. 689,
691. H O 824, 842, 1050. .
Bahrunas, ** 282.
Bahía. ** 292, 426. •••• 1116.
231. '"* 272, 297, 313, 314, 321 a 323.
*** 534, 542. 581. 6'.12, 63'.l, 676, 694,
Autarqu!a, '""' 156. '°"'""
lil95. •*
Bahrein, islas, ., 619.
351, 368, 381, 391, 393, 396, 4-24, 441.
446, 451 a 453, 480, 481, 484, 485.
714. • ••• 849, 856, 883, 912, 916,
Autocraeor, * 40. BAIDARS, sultán, " 159, 162. 490, 491, 495, 506. *** 548, 596 a 598,
1117, ll24, 1130.
º
Atlas, cordillera del, 199.
¡ Auvemia, .. 147. Baienfahrt, * 195. 604, 610, 635, 636, 651, 670, 713, 789.
*
Aubana, Derecho de. 121. ,..,,. 258.
Ava, reino de, ** 401. Baíenflotten, * 172. .. ...... 847, 848, 884, 91$, 921. 961.
AUDERY, .ANfONIO, *"" 531.
Avan/as, '""' 499, 500.
Ávaros, "'8, 12, 21, 4-1.
.BAIF, ** 409.
Bailcal, lago, *156. •+*621, 622.
BALZAC, HoNORATO D!f/ ***"' 1028. 1047.
AuCKL/LND, lord (v. Eden, William). Bamberg, e< 79. ·
AVAUX, conde de, >i<• 4-19.
Auctoritas, " 88, 90. AVERROES (v. Jb11 Rusd}.
*"'*"' 1130.
Baile, bailia, * 118, 242. +• 298, 505.
Banato, ,..,.., 806.
Audennrdc, •• 474. 0 • 531, 545. Banca, * 132, 167, 172, 174, 201, 202.
'1 Averroísmo, * 151. *"' 407. Bailén, batalla de, "'*** 1005. 238......... 1067.
Auerstacdt, batalla de, ........ 973. Aves, islas de las, "'"~ 543.
*"º 818, 819 821 82'1 825t Baillo (v. Baile}. Bangkok, *>!>* 625, 758.
Aufkliirung,
833. f , • Avesnes, "'*
477.
dinastía de, « 147, 180.
llailleul, ••• 545.
1 Bannockburn, batalla de, * 183. :.'
Augsburgo, + 48, 171, 201. 0 311, 357, BAILLY, *"'*• 1084. Bantam, "'* 295, 424, 427.
373, 418, 4-34-, 435, 446. *** 561. 1, Aviñón, '" 173, 177, 179, 183, 184, 192,
1 201 a 203, 214, 219, 227, 240, 245,
Baja Alsacia, '°"437. *"* 677. Bar,_ Confederación de (v. Confedera-
°'"*" 937, 968, 970, 1055. 246, 250. .,..... 521. ...... 813, 815, Ba]a Austria, **** 863. 1 c1ón}.
liga de (v. Liga de Augsburgo). Baja Baviera, *** 742. BARANOF, gobernador, **** 110 L
827, 1052. Bárbaros, " 7, 9. 38.
Paz de, "'* 446, 46ll. Co11ferencia de, * 222. Baja Sajonia, **441, 44-4.
AUGSBURGO, ULR!CO (v. Ulricu). Avrs, dínastía de, * 188. Baja Silesia, **"' 674, 675. BARllAROUX, ........ 843.
B~ ~oJA, Khair-ed-Din, ** 301 a 304.
AUGUSTO, príncipe de Sajorua, "". 4-55.
AUGUSTO II, Elector de Sajonia y rey
A.vis, Orden de, '"149, 188.
Avre, río, '"114.
Baktcbi-Serai, Crimea, "'**
Bakú. *** 662, 755. ***" 1122.
663.
1
de Polonia, **'" 603, 604, 606, 609, BaJn.<or, *** ·682. Barbastro, '" 70.
610, 656, 657, 661, 669. Ayuthia, "*
401. ***
624·. BALlllJA, VASCO NúÑl!Z DE... ,. 288. BAllDIER, *1'* 777.
AUGUSTO fil, Elector de Sajonia y rey AzAp.J.., *"'°'°'
925.
Balcanes, • 210. *"' 298, 312, 383, 5(}d.
Barceiona, ciudad, * 46, 82, 109, 118,
Azerbayán, "'" 398.
de Polonia, '""*657, 658. 660 679 Azincourt, baialTa de, * 206. **" 602. 664, 714, 716, 717, 719,·720 123, 132, !49, 172. . . 498.••• 567,
577, 519• ........ 990, 995, 1138.
680, 684, 691, 706, 710, 777. • ' Azores, * I99, 200. "'"' 281, 283 a 285, 7.d.3, 744. 746, 757, 789......... 808, 844 condado de, * 60, 69, 92, 111. 114.
Aunfs, "81. 290, 309, 366. ~98. 967, 994, 1009, 1020, 1022 a 102.d. 136, 149. **462.
AURENG Zen. .. ... 616 a 618, 757.
A:z.oV, mar de, ,. 163. *"'* 665. 105.d.. Tratado de, "* 330.
Austerlitz, batalla de, **"'
~ 961 968 puerto de, •* 381, 387. *""
597; 603, lJALDUCCI PEOOLOTIT. FRANCISCO, * !63 Barcelonetta, valle, "'*"' 585.
911, 916, 1009, 1034-. • • 6to, 663, 665, 713, no.
Australia, 0 426. .,... 629, 630, 762. BALDOINO DE I!AINAUT, cabaUero, • 159. BAllCLAY, GUIT.LERMO. ** 413.
Aztecas, .... 288, 380. BALDUINO I, emperador de Constantino- BAR.DI, banquero, "'167, 238. - ¡
"'""'* 796, 986. Azúcar, obtención y comercio del, "' 200. pla... 108, 142, 155. BARERE. **** 869, 870, 887, 914.
AU5trasia, "' 13, 19. 32, 37, 39, 4-2. ... 534, 548, 591, 626, 629. 766.
Austria, aU&triacos, * 22, 49, 89, 145, BALDUlNO I, rey de Jerusalén, * 72. Bari, " 56, 65.
209. • .. 272, 303, 377, 382, 385, 389
*º" 797, 798, 847, 856, 866, 924. 942, DALDUINO lII, rey de ·Jerusalén, • 106, BAlULIS, ** *" 877, 892.
a 392, 395, 545, 4-89; 491, 492.
944, 945, 980, 985 a 987, 992, 995,
113. ..Barrera" **• 568 574 580, 585, 636,
991, 998, 1001, 1110, 1114 a: 1116. BALDUINO N, conde de Flandes, * 52, . 749, 75Í. ' '
"'"* 520, 522, 536, 538, 540, 556 a 11'.f.l. Barrera, Tratados de la, +<• (1701),
558, 560, 569, 512 a 575, 577 a 583, llALDUJNO V, conde de Flandes,.• 52.
585, 587, 592, 593, 597, 600, 601, 611, BALDUlNO JX, conde de Flandes (véase 575, (1709), 580, (1713), 583, 585.
636 a 641, 644, 645, 648 a 654, 656, Balduino l. emperador de Constanti· Barroco, El. *"'* 638. 639. \ :_1
659 a 661, 663 a 669, 672 a 681, 683
a 685, ó87 a 690, 692, 693, 696 a 700, 1 Baber, •• 293, 398,
BACClOCBI, **º
963.
:!l!I. nopla}.
BALDUINO V, cande de Hainaut, • 106.
Barrois, "'136. ** 477. *"* 532, 553.
Bar-sur-Anbe, " 81.
BART, JUAN, **"' 544, 565, 576.
702, 704 a .706; 709 a 721, 740 a 743, Baleares, * 149• .,., 302. *"** 923, 995.
746 a 750, 753, 754, 756, 757, 768,
BACII, JUAN SEJJASTlhN, .,.,. 638. Bartenstein, Convenio de, **** 975.
'°*** 869. Balkasch, lago, **"' 761. lwrrl!ÉLEMY. *F"'" 869, 873 a 875, 886.
778. 784-, 789. *"'** 799 a 801, 805 a BACEIER,
Bachkires, país de los, ** 387. llalkh, batalla de. ~** 616. BARTOLO DE S.\ssoFERRATQ, "'180, 237.
811, 819, 823 a 826, 828 a 830, 834, Badajoz, Tratado de, .,.,.., 913. Báltico, mar, * 7, 27, 83, 84, 134, 167, Barwald, Tratudo de, "" 456.
836 a 840, 84-2 a 84-4, 846, 851, 862 Badea, badeneses, "*" 578, 587, 592, 748. 170, 190, 195, 199, 209, 231. 237. Basilea, "'173, 204. "'" 409. *""'* 854,
a 866, 868 a 873, 876 a 881, 889 a •••• 866, 881, 922, 935; 937, 938, ** 272, 273, 314 a 316, 320 a .325, 869, 873 a 875, 878, 881 904-, 937,
891, 895, 897 a 906, 911, 935 a 938, 968, 970, 1001, 1030, 1033-34, 1047. 351, 362, 379, 381. 387, 391, 4-21. 441,
94-8, 955. 956, 958, 960 a 968, 970, Tratarlo de, *"'* 611.
973, 915, 980, 981, 993, 996, 1006,
-~.::·."''

m
~ :
J,i INDICE ALFADEI1CO DEL IDMO l.
1151

~¡¡,.
¡·
.<·:-.
':::;::;; 1150
INDICE ALFA11ETICO DEL TOMO I

BEATl!lZ, emperatriz, * 88.


BENTINCK, WILLIAM,
*** 571.
conde de Portland,
Birmingham, *"'*• 851, 1115.
BntoN. complot de, ** 371.
BrscooFFWERDER. **** 825, 838.
[
l
@ 945, 996, 1052, 1061, 1064, 1066,
BE.A.'IR.IZ DE EsJE, "218. Herbecía, * 82, 244, 246. ** 310. *'""* 856. Bimncfo, camina de, ,...,. 749.
!1 1075. Beaucaire, feria de, .. u 802, 933. Berberisco11. ** 284, 299, 301 a 303, 308, imperio bizantino, "10, ll,.16, 20, 21,
¡ tJ) Concilio de, * 204, 205, Z'Kl., 250.
... 341.
BEAUFORT, duque de, *** 523, 527.
BEAURARNAIS, EUGENIO, **** 958, 968,
310, 347, 496, 499, 501: *** 522. 524,
550, 625, 633, 649, 767. ,..... 918, 1119.
23, 24, za, 29, 33 a 43, 46, 50, 51,
fil a 67, 71, 72, 82. 85 a 87, 99 a.103.
~I:> Basileus, * 20, 33, 37, 40, 51, 63, 87. 980, 991, 1016, 1045, 1050, 1on. Bereberes, * 16, 30, 66 a 69, 82, 93, 150, 105 a 107, 109, 113 a 115, 131. 135,
88, 99, 101, 103, 113, 135, 141, 155,
185, 187, 217, 224,.236. "'** 746.
BEAUJEu, JvAA DE, *"' 328. Z44. *"' 9
551. .
Beresina, batalla del, **'"* 1043.
141 a 143, .148, 157, 162, 175, 185 a
'¡ ~i BASILIO I, EL MACEDONIO, emperador
Beaulieu, Paz de, '"* 373. · 187, 210, 211, 217, 218, 224, 228,
BEAUMARCJ'IAIS, **'° 730. Berg, ducado de, ~* 347, 374. "''""' 672, 237, 242, 245..... 380. *** 602, 613.
\&:) bizantino, * 28, 36. 741. **º 968 .a 970, 992, 996, 999,
BASILIO II, emperado bizantino, * 62,
Bec, Le, "'94. Bizerta, '"** 768•
BECCARIA, *"'* 782. **"'* 1032. 1033. BLACl(STONE, •** 783.
64, 65, 104. BECE, TuoDORO DE, ** 411. BERG, duque de, ** 347. BLACICWOOD, ADÁN, ** 413.
.Basora, **** 1125.
Bassein, Tratada de, *"'** 1126. Beckaskog, Tratado de, *"** 961. Bergen, * 170, 243. ** 315. BLAKE.. almirante, ** 471, 472, 498.
() BASSVILLE, DE, • 0 + 858, 878.
BEEUIOVEN, *f<"* 1055. Berg,;'n-of-Zoom, ferias de, 198.* BLANCA SFORZA, ... 333.
Beglierbeg, *• 301, 306. Bergues, ** 474, 476. *** 531. Blanco, caba, .. • 280.
1 Bastia, '**'" 721.
Bastión de Francia, .. * 310. 496, 497.
Behring, estrecho de, ** .. 760, 764. Berlín, ** 453', 491. ••* 585, 601, 608,
669, 670, 673, 680, 687, 688, 692, 696,
Blanco, mar,-..*" 323, 362, 388, 389, 493.
.."* 714. . ..
Batavia, ** 424, 426. •*• 541, 588, 617, ***" 1101. 697, 699, 702, 705, 706, 716 a 71&,
BEHRING, V!DAL, .... .: 760.
CD 621, 629.
república de, •*+• 873; 875, 882, 883, Beirut, "" 311:
734, 742, 743, 748, 751, 753, 777, 779.
.,. ...... 813, 820, 824, 825, 829, 834,
BLANDRATA, JUAN, "'"' 409.
BLA.NKEr, comodoro, ,.,.,.,. 1121.
Beja, "'** 530. Blenheim, batalla de. º" 578.
@) 888, 889, 891, 904, 924, 925, 938
Belaia-Tcberkov, Tratada, ** 488. 836 a 838, 840, 865, 866, 870, 872, Blois, condado de, * 51, 90, 105.
a 940, 944, 950, Il32.
rey 873, 381, 884, 890, 920, 921, 936, Tratados de, ** (1504), 334, (1572),
1~ BATJ'IORY, Esl:EBAN.
se Esteban Baihory).
BATHORY, SEGrSMUNDO.
de Polonia (véa-

prfncipe de
Belén de Judea, ,.,. 503. '""''" 692.
Bélgica, belgas, * 13, 207. ** 334, 352,
373, 437, 457. >*• 581, 642, 683, 753,
754. ***"' 199, 807, 823, 824, 826, 838,
966, 972, 973, 975, 976, 982, 983, 991,
1018 a 1021, 1038, 1064, 1085, 1106.
Tratado de, º" 675, 677, 706.
361, 364.
Bloqwm, *"""" 883, 889, 920, 919, 982 a
984, 988, 989, 992, 996, 991, 1000,
'I Transilvania, ** 395, 396. llermudas, islas, ** 428. *'** 730.
842, 850, 851, 853; 854, 857, 860, 862, 1001, 1004, 1012, 1015, 1036, 1037,
BATHURsr. **** 1046. !lema, herneses, * 190. ** 371. ***"' 799,
() Batum, *"*" 1122.
864, 866, 869, 870, 873, 875, 877, 880
817, 869, 89J.
1041, 1066, 1074, 1082, 1083, 1095,
1106, 1114, 1115, 1120, 1130, 1133;
BAUDEAU, abate:, ..... 785. a 882, 888, 896, 904, 944, 1053, 1062,
.::~:3 BERNAOOTfE, general, ***'!' 1015, 1025. 1138.
"«:.:~ BAUD!N, NICOLÁS, **"'* 796. 1077. 1081; 1089.
BAUDOUJN, FRANCISCO, "* 406. Belgrado, '°* 273, 384. *** 522, 556, 560; 1041, 1047, 1049, 1051. BLÜCBER, ou 1048, 1063.
BERNARDO DE SAJONIA-WE!Mt\R, ** 458, BocCAccro, ** 409.
r:)) Bautzen, batalla de:. u•• lD45, 1047. 569; 645, 664, 665, 753 . • ~ .. ·• 806,
1
***"' 934. 809, 825, 1023, 1024. 460, 461.
BERNIS, abate de, *"* 690.
BoCSKAY, BsnlBAN, "* 396,
"
¡, BAUW:ENS,
Baviera, bávaros, * 12, 13, 19, 22, 47, Trarado de, *** 665. BoDIN, JuAN, ~ .. 412, 419.
BERTA DE SULZBACH, emperatriz bizanti- Bogotá,'**** 1109, 1110, 1112.
49. '* 345, 376, 436 a 438, 477, 454 **** 1113. Bohemia, * 8, 10, 21, 49, 89, 104, 145,
BELORANO,
. a 456, 466. *** 538, 540, 557, 561, BELLEGARD, marqaés de, *"** 905• na, "'106.
. 572, 575, 578, 635, 659, 661, 674, BELLE·IsLE, caballero de, *** 673. BERTBIER, ***'-' 894. 151, 166, 171, 175, 116, 181, 187, 189,
BERWJCK, duque de, *** 647, 659. 201, 204, 209, 213. ** 272, 277, 382,

1 .
,._··:'"O\
'Q
675, 679, 741 a 743, 747, 749.
**'"* 824, 838, B39, 843, 866. 873,
903, 905, 935, 936, 938, 962. 965,
966, 968 a 970, 981, 996, 1001, 1012,
BEL.LE·IsLE, conde de, *** 673 a 676.
Bel!e-Isle-en-Mer, e o m b a/ e.s de
** .. (1674), 542, (1759), 703.
Bemberg, '"*"'* 938.
Besanyon, "' 104. **"' 553 ..
Dieta de, * 104.
Besante, moneda, * 64, 141.
Besarabia, *"'* 609, 715.
384, 390, 435 a 438, 444, 453 a 455,
466. *** 569; 637, 674 a 677. 693, 691,
699, 742. ........ 830, 992.
BoJIEMIA, rey.'.Elector de, * 189. **"' 637.
Benculan, Surnatra, **" 590.

f1~
a 1015, 1027, 1030 a 1033, 1045,
@ Betaschev. **"'* 832. BoBBMUNDO I, príncipe de Antioqula,
1047, 1059, 1093. Hender, Besa.rabia, *** 609. BEIHLEN GAllOR, príncipe de Transilva-
f) marca oriental, • 22, 49; 89. Bender-Abbás, ** 425. º* 590, 619. * 72, 113. 1
...._.,;_,
BAVIBRA, duque de, "'47; "* 345, 376, Benedictina, Orden (v. San Benito. Regla nia, ··~ 436 a 43!!, 444. BoHEMUNDO iII, príncipe de Antioqufa,
Beuthen, Acuerdo de, *"' 392. ,. 100, 106, J13.
435, 455, 468. .¡u1<+ 540. de).
xnr, Bevezíers, cabo, *"* 564. BoIGNE, BENITO DE, ,.. •• ,.,. 1126.
* Pontífice, .. 203.
J'
EA.Y.ACETO I, sultán·, .186, 187. BENBDlCTO
BEZBORODKO, *"'*"' 833, 844.
BAYACETO II, sultán, ** 299.
Bojador, cabo, * 200. ** 295.
Beneficios, "'22, 47. Bialystok, ***" 872. BoLESLAW ClirnRr, duque de Polonia,
llAYACID (v. Bayaceto JI). Bencvento, ciudad, ducado, principado,
Biberach, **** 937. * 104.
¡. IlAY!iRDO, *"' 333, 342. "21, 39, 42, 46, 148. Bidasoa, río, ** 476. **** 913, 1048. BoLINGBROK'.E, *** 774, 776, 777.
BAYLE. *** 781. Concordato de, * 1 !2. 1 BroNoN, **** 9ó5. 1031. BOLÍVAR, SrMÓN, ""'"* 1113.
Bayona, * 126, 172. *** 542, 647. Bengala, ** 273, 399, 427. *"*567, 617;
¡
!
"*** 991, 1005, 1018, 1031, 1083.
Entre v is t as de u (1565), 359.
'* .. {1808), 1005, 1083.
Tratado de, """** 992
'682, 696, 735, 758. ~**"' 807, 1073,
1096, 1124, 1125, 1133.
Bengalore, **** 1126.
BENNIGSEN, general, **** 975.
\ Bijapur, o Yirnpur, "'** 542, 618.
Bilbao, ***" 986.
Binche, •** 531. 5 45.
BIREN, duque de Curlandia, **'" 656, 710.
Birmania, birmanos, "'158. """ 401.
Bolivia, * * 289.
Bolonia, Italia, * 88, 116, ll 7, 150 a 152,
*'° 339, 344, 345, 406 a 408.
.. ...... 879, 881, 1093.
Concilio de, "'* 348.
Bayreuth, .,,.,. 670, 743. **** 839, 1013. BENUL\.M. JEREMÍAS, *** 776. *"'** 1084.
Beachy-Head (v. Beveziers. caboj. , BENIINCK, GUILLERMO ENRIQUE, •-*•979.
*** 625, 758. >

Béacn, bearneses. ** 372, 375. *~** 1025.


INDICE ALFAJJETICO DEL TUMU i

t¡. 1152
~DICE N..l'ABErlCO DEL TOl\!0 1
Braunsberg. ** 377. BRDNEQUILDA, reina de Austrasia, * 38,
1 Brasil, ** 284, 289, 292, 296, 426, 427, 42.
Bolonia, Boulogne, Francia:, * 72, 105, 1 BORGOÑA, dinastía de, * 198. 202, 212. 462. ·º* 526, 582, 766. ••** 856, 9lí!, Brunswick, "'* 441, 444. **"'* 818, 1013.
108. o 330, 348, 349, 473. "'º* 954, 227. *"' 269, 277. 987, 991, 99il, 1004, 1077, 1088, 1090, BRUNSWICK, Cru:STLÚ! J>F., **437, 441.
955, 958, 965. Borgoña Cisjurana, * 46. llll a 1113, 1116. BP.UNSWlCK, duque Carlos Guillermo
Bolonia, condado de Boulogne, Francia Borgoña Trasjurana, • 46. Breda, ** 445. . Fernando de, *"'**
839, 840, 1085.
* 72, 105, 108. ' Borgoñó,;, Estado (v. Estado borgoñón). Tratado de, *** 528, 530, 590. BRUNSWICK, duque Femando de, *** 698.
Bolsas, * 202, 203. *• 351. partido, * 206. Breiteufeld, bCita/la de, ** 453. BRUNSWICK - LUNEBUROO, duque de
Bombay, ** 427. **• 525, 590, 617, 626, Bornhclm, isla, ... 316, 491. Brema, .. 51, 83, 171, 234, 441. 444, 467, "'** 523. '
736, 758. u•• 1098, 1121, 1125, 1133. BosCA.WEl'f, almirante, "'*'" 683, 694,_ 695. 490. '"** 595, 598. **** '199, 819. BRUNSCliWIG, H., *,.*" 822.
Bomy, Tregua ·ae, ,.,. j46. Bósforo, "'** 744, 762. **•" Bruselas, *• 267, 330, 350. 356 360 367
~57
BOll, 9í:i6: ·· . 916, 937,. 980, 994, 1102.. 1129.
Bona, ** 310. *** 524. •**'" 1120. Bosnia, bosnlacos, *"
505. *** 524, 746. ducado de, ** 490. a 459. **"' 582, 677, .' 680,' 748'.
BoNAPARTE, CAROLINA, *"'"'" 1016, 1050. **"'"' !!06, 906, ]023. Brenero o Brenner, * 123. ** 440. 753. "'•** 823, 825, 826, 838, 854, 866.
BoNAPARTE, ELIBA, "'*"'.. 963, tOI3, 1081. Boston, ..... 566, 728. *'1'"'* 1100 1109 BRENrANO, CLEMENrE. *º* 1017. Brusol, Tratado de, "'* 433, 434, 449.
BoNAPARTE, JERÓNIMO, ........ 977, 991, 1114, 1117. ' ' Brescfa, "'*n 879. Bruzzolo, Tratado ·ae (v. Brusol, Tra-
1006, 1013, 1027, 1028,; 1030, 1039, Botnia, golfo de, *" 388. Breslau, **"' 674, 675, 698, 699. tado de).
1042. ·' Bol.zen, **** 1013. Bresse, La, ;región, ""' 345, 371. Br.zesc, Sínodo de, ** 393.
BoNAl'ARTE, JosÉ, *"'** B74, 902, 924, Boucbain, ,.,.,. 545. Brest, *** 565, 566. **.,. 910, 983. Bucaneros, ** 430.
925, 951, 952, 963, 968, 969, 971, 980, BouGAil'IVlLLE, LUIS Af!TON!O, ....... 700, Sínodo d., (v. Brzesc}. Bucarest, ,.,. 396. **~ 715, 719 744, 753.
991, 992, 995, 1005, 1014, 1027, 1028, 762. Bretaña, bretones, * 7, 8, 10, 11, 21, 83, **** 810, 817. '
1030, 1032, 1081, 1104, 11ll. Boulogne, condado de (v. Bolonia. 91, 137, 185, 196, 237, 239. "" 328, Conversaciones de, *"* 719.
BoNAPARTE; Luc1AN0, ****.911 a 913. Francia). 329, 351, 359, 362, 368. *"'"
591, Paz de, *** .. 1024, 1040.
BoNAPARTE, Lms, ·•••* 96ll, 991, 1027. Bou-Regreg, •-* 625. 682, 703. *"** 882, 1062. BUCKING!IAM, duque de, >1<• 439 447,
Bone (v. Bona). 1 Bourg, '"" 346. ducado, * 91. ** 328. 448, 456, '
BoNIFACID vm, Pontífice, "178, 241. 1 Bourges, *206. ** 409, 412, 413. ' insular (v. Inglaterra). Bucovina, *"' 384. *** 740.
BoNNEVAL, conde de, Bonneval-bajá, Bourgneuf, bahía de, • 83, 134. *"'
314. BRETED1L. barón de, *•* 743. ***" 826. Buczacz, Paz de, *** 600.
..... 663, 664, 712. BoORGOING, barón de, ,.. .... 855, 905 Brétigny, Tratado de, * 184, 240. BuCHANAN, JORGE, "'* 413.
BoN SAINT ANDRÉ, JEAN, ..... ., 945. 1084. ' BRETISLAW. duque de Bohemia • 112. BUCHHOLZ, ***~' 981.
BONSIGNORI, banqueros, • 172. BoORQlJÍN, ***"' 1127. BRETÓN, **"'* 998. ' Buda, dudad, ** 264, 272, J84 a 3!l6.
BoNsrEITEN, C.\RLOS VfcroR, .. u toBO. BotrIWLUER, conde de Chavigny, ** 467. Bretwalda, * 14. *** 556, 560, 569, 601.
Bol'!', •*"* 1096. ' BolTIIN, "*** 1120. BRIENNE, conde de, "** 515. Budapest (v. Buda, ciudad).
BoRBóN, condestable de, *"'
342, 344. ¡.
Bouvines, * 138, J39, 230. Brienne, escuela de, *** 779.
*"'" BUDBERG. *"""971.
Budismo. • 159. *"' 273.
Dorhón, isla (v• .Reunión}. Bouxwiller, *" 457. BRIENNE, ministro de Luis XVI. 753.
BoRBÓN, Luis ENRIQUE, duque de, BoY, WALTER, ***" 911. Brigne, **'"* 941. Buena Esperanza, cabo de ** 280 424
'"-* 649, 651, 657. Boyardos, "'** 809, 810, 817. *""'* 1024. Brindisi, ** 335. 425. ' ' '
BoruioNES. Dinastla de los, ** 342, 344, BoYEN, "*"'* 1020. Brisach,
570.
•*460, 461, 461. "'** 545, 553, Buena guerra, *"' 259.
Buenos Aires, ** 289. ·~**"' 974, 1109,
421, 432. **"' 572 a 574, 583, 585, 641, Brabante, brabtrm:.ones. * 79, 80, 83, 93,
645, 648, 676, 704, 751, 789......... 800, 122, 129, 130, 133, 167, 173, 175, 189, Brisgau, Brisgovia, *'"'"" 938, 968, 1059. 1111 a 1113; 1117.
856, 876, 878, 909, 912, 914, 961, 969, 196 a 19B, 205, 217, 219, 229, 235, Brussot, *'""" 797, 827, 829, 859, 1078. Bug, río. *"'* 665.
971, 1003 ll 1005, 1009, 1049, 1051 239, 241. 465. **"' ll24, 842. **º 1053, Bristol, "'172, 183. *'""* 918. Bugey, *'" 345. 371.
Britania, * 13, 21. 1 Bugfa, * 111, 118, 231, 243. ** 299 301
1052, 1060, 1061. • 1054. Jlritánicall; Islas (v. lngla!erJ'a, Escocia, 304. . ' '
Bordelés, país, "'81, 130, 185. **** lOOO. BRADDOCK, general, *"* 694.
BonOHESE, familia, **** 1085. BRAGANZA, casa de, *"' 462.
856
*'""
626. Irlanda y Gales).
Erod, **"'* 996.
· Bujara (v. Bukhara).
Bukhara, *" 389, 401. *** 756. .,,.• ,. 796,
BoRGIA, familia (v. Alejandro T"l' César
]Jorgia). **** · duque de {v. Juan IT', rey
BRAGANZA. BROOLIE, duque de, *""651. 1 907. .
Bromsebro, "'* 466, 486. Bula de Ora. *· 189.
208. condado de ' " 88.!. ..99' 132• 207'
Borgoña, de Portugal).
BRANCOYhN, Familia de los, *** 744. BROWN, DAVID, **** 1073. 1 Bulgaria, búlgaros, * 10, 12, 28, 29, 62,
BRUJX. **"'* 944; 63 a 65, 99, 103, 112, 137, 141, 142,
ducado de, + 46, 70, 93,='106, , , Brandebnrgo, * 84, 189. ** 321, 437,
113 132
185, 205, 207, 208, 212·. i· "* 269, 329, 441, a444, Brujas, * 57, 82, 83, 132 a 134, 170, 155, 185, 186, 211. **"'" 906.
333 490 492.453. 517, 468,
*•* 466, 531, 484, 485,
538, 540, 172, 173, 196, 198, 200 a 202, 214, JlÜLOW, HEINRICH VON, ***+ 972. '..- :~-1
. ª 335, 337, 341, 343, 344, 369, 545, 548, 559 a 561, 594, 598, 610, 231, 239, 243, 244. 0 264. 315, 350, Bund de Heílbronn (v. Heilbronn).
460 * 46, 70, 79, 177.
región, . 'l'* , 611, 627, 635, 670 a 672, 698, 702, 363, 364. ··~ 530. . BUONSIÓNOJU, banqueros, .. 171.
Alianza de, ** 342. Burburgo, •* 476.
;;~ ele~~~es
327
...It:· 197
344, 347, 369, 460. de (v. Federico Guillermo I.
Federico IIl y Prusia).
Conferencia de, * 222, 240.
Paz de, • 105.
,
BURCB'.ARD DE WoRMS. * 9;1.
Burdeos, * 81, 130, 111; 238. ** 265,
9
reino de Provcnza o reino de Arlés, . marquesado * 84 145 189 209 Bn.UNE, general, MM 896, 903. 328, 413. *** 566, 726. *"'*"' 797, 991,
,. 46, 47, 50, 51, 59, 79, 87, 91, 98, 1 BRANDÉs ****
lJ18, , ' . Bn.tJNEIIAJJT, reina de Anstrasia (v. Bru· 1000.
99, 114, 147, 178, 179, 189, 207, 20&, 1 Brandevi~. "'•*116. nequilda). BuRDE'IT. FRANCIS, *""'* 947.
?-35, 249. * 1 Brandmeister, **260.
remo franco, 13, 19, 32, 38, 46. BRANTl'lME, *"' 30Z, 414. REllOOVRI 1.~13
1155
\(
IND!CE t\LFAllETICO DEL TOMO l
INDICE ALFAllETICO DEL TOMO I
1154 CANrACUCENO, familia dé los,**"'144. CARLOS Lurs JuJ\.N, archiduque de Aus- 11l
BURGlIERA:E!. ENIUQOE DE, obispo de Lin-
co1n, *217, 219, 226.
¡ 696. ....,. ... 807, 892, 1073, 1096. 1098,
1125, 1126.
CALDERÓN, PEDRO, ** 479.
.
Canterbury, • 14, 52, 59, 92, 94, 99, 139.
arzobispo legado de, * 220.
Cantón, ** 293. *** 621 a 623, 760, 765.
tria, +•"'* 902, 962, 963, 1010 a 1012,
1018, 10231
CARLOS MANuEL ill, rey de Cerdeña,
l

.1 Burgos. * 126, 152. Caledorun, * 8 (v. también Escocia}. **** 1098, 1128 a 1132. **"' 675, 679.
BURGOfl!E. general, *'"" 731. Calicut, *** 682. Cantones suizos, • 145, 190. .,. 261, 270, CARLOS MA.NUEL IV, de Cerdeña,
Burgunclia, * 19, 46. Cali-Curtn. (v. Calcuta). 274, 336, 440, •468. *** 592, 670, 741. .. ....... 939.
Burgundos, * 11. 818, Califato, * 29, 30, 66, 67, 12, 150. 1 **** 869, 939, 940 (v. también Hel- CARLOS II, rey de España, *"'* 528, 560
BURXE, EDMUNDO, º*"' 80B, 814, 886, e
ali f ora. i a • ** 291. *** 630, 764. 1
vecia, Grisones y Suiza). a 562, 572 a 574.
·847, 850 a 852, 861, 862, 865, ***'" 811, 1101, 1107, 1130. CANOTO, rey de Dinamarca (v. Cnut el C\RLOS rn, rey de España, *** 704. 706,
889, 1051. CALDITO fil, Pontf:lice, * 88. Grande).. 732, 737, 765, 781. *~*" 1005, 1104.
BURJCE!ARDT. J.ACODO, ** 406. Calonne, •**"' 826, 828, 829, 839, 1097. Cap-Bretón, isla de, u• 682, 685, 695. CARLOS IV, rey de España, H++ 812,
BUSCAREL DE GrsoLF, * 218. CAPETOS, dinastía de los, * 51, 90, 101, 854, 856, 862, 874, 876, 910, 912, 1005,
701, 736. . Calvi, ***7ZZ.
BusSY. marqués de, *** 695, CJ\LVINO, calvinistas, ** 346, 409 a 412,
~~» BUST.AMANTE. Josii, **** 796. 436, 469. *** 533 ....... 1080.
111, 114, 136, 179, 180, 183, 229, 249.
Capitalismo, "* 272.
1077, 1109, 1111.
c,mLOS, infante de España, ••• 653. 654,
BUTE, lord, **"' 706. Cnmaret,, Punta de, *** 565. Capftu{aciones, • 120. "'* 310 a 313. 498, 659, 660 (v. también Carlos JII de Es-
BYNG, almirante, *"'* 647, 696. Cnmbaluc (v. Peipíng).
BYRON, comodoro, *"* 762.
499, 503. "** 549, 550, 665, 666. paña}. ;
CAirIDON, ....... 851. *'"º 943, 1121. CARLOS, príncipe, hijo de Felipe If,
CD Camboya, **"' 624.
Cambrai, * 101, 229. *" 335, 349, 353. Capitulares, * 43. "* 358.
CAPO d'ISTRIA, *'"** 1054, 1057. CARLOS fil, pretendiente al trono de Es-
~ o e *** 545, 649, 650,· 677.
Conferencia de. *"'"' 650, 652.
"Capre" y "Ca.ppreríe" (v. Cabrería).
Capua, "'*** 1093.
pafia (v. Carlas, archid11q11e).
CARLOS V, rey de Francia, * 184, 206,
,.=) Caballerla, ". 66, 71 a 73, 79, 85, 92, Liga de, •• 262. * 46. 216, 217.
'e 120. 121. 135 a. 131. 141. HB. 155, 156. Paz de,•* 344.
principado,
Carabelas, .. 199. "'* 281. CAru.os VI, rey de Francia, "'205, 206,
1 C) 186, 245, 246. 249.
CABARRÚS, *"** 855.
Tratados de, "'* 340.
Cambresis, región, *** 545.
Caracas, *º* 1109, 1110, 1112, 1115.
1116.
208, 216, 227.
CARLOS VII. rey de Francia, * 202, 206,
i ;¡j:} Cabo Verde, costa de, ** 426; 430.
islas, ~ 200. ** 283. u"' 526.
Camdeo.,. Combate de. "** 733.
Caminas frances2s (v. Santiago).
CARAMhN, **** 905.
Carbón, industria y comercia (v. Hulla).
¡' 207, 217, 221. ""' 278.
CAru.os VTII, rey de Francia. * 207.
CABOT, JUAN, "" 361. Cammin, Obispado de, .... 468. Carelia, *146. "'*273, 320; 484. "'*262, 275, 284, 299, 328, 330, 331,
$11 CADML, GoNZALO, *~ 284. *
C11.MOENS, 295. CAREY, WILLTAM, .-.** 1073. ' 338, 408. ·
Cabrería; "'"'* 543.
1 () CACAULT, **"'* 877.
Cachemira. *"' 397/399.
CADilSO, **'"" 1077, 1082.
CAMI'E, **** 1017.
Campeche Yucatán, **"' 632.
Camperdo~, combate de, ,.,,..., 882.
Campo Fonnio, Paz de, **"* 881, 882,
Caribe, mar, "'" 428, 429. **•* 945, 985,
1115, 1116 (V. también Antillas, mar
de las).
Caribes, pueblo de Jos, •• 430.
1 CARLOS IX, rey de Francia, ** 310, JU,
321, 359, 361, 373, 390, 405.
1 CARLOS J, rey de Inglaterra. ** 420, 433,
439, 445, 447 a 449, 456, 470. 472,
'*
1
'
~J
i'
ki
Cádiz, * 149. 366, 369, 414; 445, 448, 890, 901, 1075.
456, 500. **"' 533, 576. 577, 614, 732, CAMI'OMANES........ 855.
734, 736, 767. **"'*" 797, 954, 955, 967, Canadá *"'"' 548 628, 629, 682, 695,
Carillon, fuerte de, ...... 695.
Carintia, * 145.
ChRLOMAGNO, .. 21 a 23, 30, 34 a 36, 42
493. '
CARLOS Il, rey de Inglaterra, ,,.. 427.
1 *** 525 a 527, 529, 530, 535, 536, 544,
r1!'f
Ir
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C5
1006, 1108. 1110. 1112, 1114, 1132- : 707, 724, 731, 731. 161, 764. **~* 798.
Caeremonis, De, "105 (v. Constantino
Porfirogenetes).
847. 849, 918, 921, 985, 1100 a 1102.
1106, 1114 (v. también Nueva Fran-
a 44, 249, 531. ,,,,.,... 1084.
CARLOS EL CALVO, emperador, * 24. 25,
33, 38, 40 a 43.
, 626. "•
CARLOS EouÁtloo EsniARDO, prcteadien-
te ""'* 681·':
Café, producci6n y comercio del. CARLOS EL GORDO, emperador, "24, 25, CAui.os EL MALO, rey de Navarra, * 184.
cia).
**"' 548, 592, 766, 770......... 798, 847, Cananor, ** 287. *** 526.
·"°"
\":j) 43. ChRLOS, rey-de Provenza, * 24.
1 856, 916, 9&7, 995, 997, 1001, 1106, ' Canarias, * 199. ** 281. "'**" 1089. CARLOS DE A.wou, rey de Sicilia, * 147.

~0
CAI!!.OS MARTEL, * 19, 20, 36, 38.
(;) 1110, 1114 a. 1116, 1132. Canciller y Cancillerfa, * 102, 219, 228. CARLos IV, emperador, "189, 216 a 218. 150, 162, 227, 238. *'" 269.
Caffa, * 132., 163, 166, 171, 239, 242. Canción de Guillermo, "' 127. CARLOS V, ** 255, 256, 262, 269 a 271, CARLOS IX, rey de· Suecia, *"' 393, 481.
I,~
"'* 381. . Cancióri de Roldán o de Rulando, * 19,. 275 a 277, 285, 288 a 290; 292. 301 a CARLos· XI, rey de Suecia, "?* 536, 541,
·~
},
Cagliarí, *** 641. 127. 306, 316, 318, 338 a 350, 352, 355, 554, 591 a 599, 604.
Cahors, * 133, 134. Cancha, rlo, " 27.. 356, ,370, 381, 383 a 387, 397, 405, CARLOS XII. rey de , Suecia, ,.,, 480.
Cah<7r.sinos (v. Lombardos). Candfa, "* 309, 312, 504 a 506. **"' 5'12, 410, 414, 417, 419, 432, 433. *** 520, *** 512, 594, 595, 599, 604, 606 a 612,
Calabria, * 63, 112,. 120. **"" 969. 524, 549, 636 (v. también Creta). 571, 573, 582, 637, 659, 673. 640, 656, 657, 661. 663; 751.
i.-2) Ca1ais, * 184, 185, 197. *"' 266, 337, 342, Candidatos, * 33. CARLOS VI, emperador (v. Carlos, archi- CARLOS XIIl, rey de Suecia, "'"''"" 1025.
351, 353, 359, 369. • ... 526, 611. CANIS!US, P. PEDRO, ** 376. duque de Austria). CARLOS GusrAVO, rey de Suecia, *• 488
.... ~ 845.
Canoes, "'" 498. CARLOS VII (Carlos Alberto), emperador a 492.
Conferencias .de, * (1372-1377): 222, CANN!NG, JORGE, "'°** 919, 980, 1025. de Alemania, "H 674 a 676, 679. CARLOS, duque de Sudennania (v. Car-
¡ 240. ** (1521): 342. CANNING. STRATFORD, **** 942, 1040.
Paso de, ** 367. *"** 933, 954, 958 Canónigos regulares, • 26, 78, 84.
CARLOS, archiduque de Austria (luego los IX de Suecia).

'
1
·(v. también Mancha, Canal de la). CANOSSA, PADLO, llamado "Paraíso",
emperador [VlJ.J, ••• 572, 5í8, 579, CJ\.RLOS EL TEMERARIO, duque de Borgo-
iía, "'202, 207, 208, 217. *,. 269, 337.

l
582, 583, -585, 645, 646, 649 a 654,
Paz de,.,. 184.
Calatrava, Orden de, * 93 ..
*"' 405.
CANOYA, +<+• 1080, 1085.
659, 662, ·664, 665, 612, 720, 76B. 341, 369.
Calcuta, ** 281, 285, 287. *"'~"' 567, 682, 1
'
I•

fl
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~
INDICE. .ALl'AllETJCO DEL TOMO I
1157
INDICE ALFAllETICO DEL TOMO f
1156
CLEVERlS, ANA DE, * 347.
1006, 1046, 1049, 1051, 1053, 1054, 707, 721. **"'"' 828, 858, 864, 865, 867, CLEVERlS, duque de, •• 347, 374.
CAl!LOS IV, duque de lprena, "* 450, 1056 a 1058, 1063, 1065.
870, 879, 898, 899, 905, 939, 959.
Clichy, • 32.
453, 456, 457, 462, 472; 1'477....... 523, Gastar, camercia del; ** 291, 428, 429. Cerisoles, batalla de, *'" 346. CLINTON, WILLUM DÉ, conde de Hun·
532, 557. Cemagora o Crna-Gora (v. Mantenegro).
H*566, 694. tington, •219.
CARLOS V, duque de Lorena, *"* 545, CASTIUES, **** 808, l097.
Cerna Gora. montaña, o u 808. CLINTON, TulÉ5 Di;; • 219.
551, 645. . ' Casus foederis • ........ 836, 837. Cernautsi (Czernowitz), n• 740. Clissa, DalrDacia, ** 308, 505. **• 524.
c~s JI, d.~que "de Saboya, ** 345, ÜillVANTES, *" 414, 479. CLIVI!. RonliRTD, *º 696, 702.
Catalanes, • 156, 171, 197, 199., .. CÉSAR BoRGV., • 333.
CATALINA. DE .ANHALT-ZERllST (Catali- CLoooVEO I, rey franco, • 11, 39.
CARLOS MANUEL, duque de Saboya, 1 na II de Rusia), *** 642, 659, 705, 710 CEsARI, H U 1017, 1082.
CLOOTS, *"'',* 827.
+>I< 371, 372, 433, 434. a 719, 7# a 747, 749 a 752, 754, 772, Cetiña {Cetinge), ... 714. Closterseven, Capitulación de. "'*• 698 .
Ceuta., * 199. "'"' 292, 301. +*• 626.
CARLOS MA.NUEL, Elector de Baviera, 782, 783, 785. *""'" 800, 806 a 808, ..... 1119.
CLOTAIUO I, rey frn.nco, • 32, 42.
...... 563. 810, 823, 828, 832 a 837, 843 a 845, CLOTARIO II, rey franco, * 32.
CARLOS TEODDRO, Electo( palatino, Cevermes, montes, •• 280. ••• 773. Cluay, Orden J,,, • 58, 70, 126.
858, 872, 873, 875, 876, 893, 982.
*** 741, 748. CATALINA DE BRAGANZA, $$ 427.
Cicladas, islas, 0 298. CNuT EL GR.ANDE, rey de Dinamarca y
CID (EL} (v. Rodrigo Dlai; de Vivar).
CARLOS .ALEJANDRO, príncipe -de Lorena. CATALINA. JAOELLÓN, ** 324, 325. de Inglaterra, • 53.
...... 611, 680, 681, 699. ' CATALINA I, zarina, "'*"' 610, 651, 661. Cifra (Clave), * 226, 227. Coast, factoría del Cabo-, H • 528.
CARLOS DE . 0RLEÁNS, * 20ó. Cataluña, catalanes, * 109, 111, 149, 211. Cilicia, • 72, 85. ConllETT, **** 947, 1084.
CARLos PE V.ALors, * 180. "'" 309, 462 a 464, 471, 498. *** 558,
CINQ-MARS, marqués de, .. 462. ConENZI, FELIPE. 0 ++ 837, 840. 844.
CARLOS FEDERICO DE BADEN, margrave, 567, 568, 579, 583....... 858, 862, 874• Cipango, "'* 282 (v. lapón). CoBENZI, JUAN LUIS JosÉ, conde de,
..... 785. "'*** 965. Circarn, costa de los, *• • 682. • ... 745, "'* ... 880, 896, 902 a 906,
CARLarA JoAQUINA, infanta de
Espafia, ' 910, 992, 995, 1088, 1092. Cirenaica., • 16, 66, 69, 93, 135.
937, 962, 963, 966.
....... 856, 912, 1111, 1112. Catania., «+• 543. Cisalpina, república, ••** 881, 891, 893, Coblenza., ... 457. **** 826, 829, 881,
Cátaros (v• .Albigenses).
Camático, *** 61ll. Cateau-cam.bresis, ·Tratado . de, *
285, 895, 903, 924, 939 a 941.
937, 1058.
Carniola, « * 387. **** 1012. 304. "'* 353, 357, 358, 369, 370.
Cisma de Occ:idente (v. Gran cisma).
Entrevista de, " 216.
CARNOT, Uz.rno NICOLÁS, .. *** 869, 870, Cistercienses, * 76 a 78, 80, 84, 140. Cobre, e:xtraccíón y camercio del, * 175,
Ca/liares (v. Albigenses).
877, 1094. Citeaux, • 78. 201. •• 351. ••• 613, 614. +* . . 807,
Cathn.y (v. Chírra). City, Londres, •• 363. "'*** 866, 884, 889,
Carolina, ,.. 359, 428. *""'628, 733 a 735, CATINA'l', mariscal, '"** 567. 832, 869, :961,_980, 1117.
763. CATINEAU-LAROCHE, *"*'" 989. 926, 943, 991. CoBURGO, príncipe de, ••• 753. **** 8lí6,
CAROLINGIOS, dinastfa de los, "' 19 a 26, Catolicismo, ** 354, 356, 357, 370, 375, Ciudad de los Reyes (v. Lima}.
870.
34, 35, 37, 39, 43 a 46, 48, 49, 51, 98, Civilizació11 bizantina, • 11, 12, 29 a 31,
377. *...... 893. 62 a 65, 95, 96, 113, 114, 120, 121,
CocKERILL. •••• 934.
149, 249. Ca.ti.ero, ,. ••• 881, 903, 977, 991 1 994, Cochln, •* 285, 287. "'** 526, 623, 758.
CARDN, FRANCISCO, ,,..,,. 541, 542. 140, 141, 210, 242. Cochinchina, *" 401. • ** 624, 7 58.
1023, 1024, 1040.
Cárpatos, .. 7, 8, 210. *"'** 872. Cattegn.t, estrecho de, *"'*"' 995.
Civilización griega, • 7, 16, 17, 44, 72, C6digo civil de Napoleón, ~**• 1030 a
Carraca, navfa, ,. 172. Cá.ucaso-, "'8, 39, 63, 187. ,,.,.,. 6181 ·662, 73, 101, 106, 120, 121, 155. ** 375.
1033.
Cartagena de Indias, º* 566, 663, 747, 755. !<...... 808, 1122. Clairvaux, '* 85. CoEUR. IAcQUES, * 202.
"""* 1112. CA.ULAINCOURT, ....... 1009, 1048. Clapham, secta de, ... * 1078. Cogi:in.c, Liga de, ++ 343.
Cartn.go, (< 16. Cautividad de Baliilania, * 179, 241. Claraval (v. Clairvaux). COLA DI RlENZO, • 187.
Carta Magna, Juan Sin Tierra, ~ 146. CA.VAlGNA.C, ....... 945.
CLARENDON, conde de, ••• 525. COLBERT, JUAN BAUTISTA, *" 430. 501,
Cartas crede11ciales, * 115. CLAroi:SDN, *'º 1078. *"'* 514, 516, 534, 535, 541, 543, 547.
Cartas de marca, "'238, 239. ,.,.,. 260. Cava/iertour, ** 412. CLAUDIA, bija de Luis XTI, ** 334.
CAVELIER DE LA SALLE, *** 628. 548, 551 ·a 553, 564, 568, 573. 589,
C.ARTERET, FELIPE, n* 16i. CLAUSEWITZ, u u 1090.
inglés, Cawnpore, **** 1125. CU.VIERE, ••,,.. 827. 595, 629,. 761, 781.
CARTERET, primer ministro CAx'rDN, JoBN, * 214. CoLllERT DE CROISSY, *** 515, 548, 553.
**" 675, 678. CLEMENrn IY, Pontffice, * 148. Colectores pontificias, * 224.
Cayena, **" 54'.l, 629.
CAR.TIER, JACODO, ** 289, ,290. CEllALLOS, PEDRO; ,.**"' 1083.
CLEMENTE V, Pontífice, • 178, 180, 27.5,
COLE!', JUAN, *"' 408.
CAR.TWRIGBT, EoMUNDO, *** 739. 235. CoLIGNY. almirante De, ** 359, 361, 364.
Cefalonia, ** 309.
en.sale, ** 449; 450.....,. 554, 555, 563. Ceilán, '°'*424. "''"' 526, 54::!, 758. CLEMENTE VI, Pontífice,* 179, 181, 191. CoLIGNY, conde de, 0 • 522, 556.
en.simba.zar, ... 421.
eASIMillO r.v, **""" 808,
rey de Polonia, *" 381," Celtas, * 8, 21, 54.
m, n26, u21, 113 t. 222.
(!LEMENTil vn, antipapa., • 203.
Colrnnbo (Ceilán), •o 526. :;.._ .·
CL.EMEN!E VII, Pontífice, ••344 a 346, Colombia, *** 676.
382, 384. · Cenis (v. Mo!tte Cenis). COLÓN, CRISTÓB/IL, .,. 280, 281 a 283.
Caspio, mar, ** 379, 387, 398, 401. Centroamérica, •• 289. 383. Colonia, • 27, 57, 83, 152, 171, 189, 203,
*"* 662, 755 a 757, 761. ,..,.,. BOB, CENTURIONE, ZAcCARÍA; • 210. ·CLEMENTE Vill, Pontífice, •• 396. 241. ,.. 314. 374. 376, 405. *** 539.
¡¡ 1054. 1121.
Cassel, **,. 545, 699. "'"'"" 1084.
Centuriones, Campañfa de los, ** 280. Cleme11tisté, • 203.
Clérigos de ctmcillerfa, + 219, 2.20, 227.
562, 563, 510 . . 0 • • 199. 820, 871,
Cera, comercio de la, • 93, 168. •* 500. 993, 1074. \.
:J.1 Castilla, castellanas. * 69, 92, 93, 106, Cercarop, Conversaciones de, ** 353. Clermont, • 15'.4. Congreso de, *"* 5.39, 544.
:i• 112, 117, 120, 149, 172, 180, 184, 188, CERCBI, banqueros, "'138. Concilio de. • 71. elector de, • 18!l":. 0 374. H • 517, 523,
189, 199, 200, 203, 211, 221, 235, 239, Cerdaña., • 208 ..... 329, 330. *"''""'
995. cieveris, • 105. *"' 347, 374, 375, 411, 529, 536, 538, 540, 561, 570, 516.•
244. ... 269, 270, 275, 283, 328, 338. Cerdeña, sardas, " 188. *"' 271, 304. 418, 435. • •• 538, 545, 585. 670. 578. H;.• 1074.
........ 855, 1109. ••• 579. 646, 647, 660, 675, 678, 685, ..... 938, 1059.
CASTLEREAGH, u** 919, 942, 960, 919,

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'c'.;;:9

1
1
1159
1 ® INDICE ALFAIIETICO DEL TOMO I
! INDICE ALFADCT!CO DEL TOMO l
'i
f
® 1158 Concameau, '* 329. Co11venios, .,.** (1700): .603, "(1JB4):
· Compaiíía Austriaca de Oriente,'"** 649. Concilio, Superioridad del, • 178, 204, 747, (1800): 906.
@ Colonia del Sprée, Tratado de. ++• 540. Compañia bra11deburgue.sa del O-alfo de 213, 250. Corurta11za, "' 202. • .... 888, 891. 968.
1 ColOfiialismo, • • 0 797. Guinea, ••• 621. · · CoNC!NI, "'* 434. Concilio de. • 204, 250. ++ 341.
! tJ) Colonias comerciales alemanas, • 243. Compañia Catalana. • 185, 186, 189. Conclaves, *' 270. Lago de, **"* 1013.
Colonias comerciales bizcJnténas. • 64, · Compañía Danesa de Indias Orientales, Condado (v. Comtat). CoNsrANZA DB HoHENSTAUFEN. reina de
@ 117, 118, 13l,, 140, 141, 185. · ** 481. o+ 629. Condé, *** 545, 580, 535. º º 866. Aragón, • 149.
Colonias comerciales occidentales en el Compañía de Africa, francesa, .,. .. 9"43, CoNDÉ, príncipes de, 0 373, 461, 471 CoNSI'.ANZA DB Sic!LIA, emperatriz, ~ 138,
(~) Oriente latina. • 73, 82, 83, 117, llS, 1120. a 473, 476. • 0 539, 600. •••• 826. 139.
131, 132, 135, 142, 155, 156, 163, 242. Compañía de Caracas, +u+ 1097. CoNDORCEl', •** 790. •• 0 797, 857, 1078. Consulado del Mar, •• 257.
Colonias cristianas en paises del Islam. Compañía de Filipinas, º** 1097. . · Condottieri, • 204, 212, 223, 245. Cónsules,.• 88, 117, 118, 120, 242, 243.
~ ÜO, 111. 117 a 119, 131, 132, 193, Compañía de la Bahía de Hudso11, Confederación de JJar, *** 712, 716. **.259,,:.264, 265, 267, 298, 309, 312,
199, 231, 242, 243••• 313. 313, 499i 500, 503. *** 550, 5!J2, 614,
Colonias ·extranjeras en Amberes, ** 264. **** 798. 0
Compañía de la China. francesa, · • 630.
Confederación de las Seis Naciones in-
dias, *** 764. 626, 627; 692, 765, 767, 769... ••• 1120,
~ Colorzias extraníeras e11 Sicilia, • 120. Compañía de las Islas de América,
·:;:_;; Colonias italianas en el - mar Negro, Confederación del Rfn, •••• 969, 917,. 1131. .
.+ 430. 989, 991. 1013, 1014, 1027, 1045, 1047. Cónsules de los israelíias, • 118.
* 132, 157, 162, 163, 210, 242, 243. Compañía de las Malucas, •• 430. Confederación de Radom. ••• 711, 712. Contabilidad, • 174.
'D
\l;,-- Colonízación. • 49, 64, 167. •• 428, 469. Compa11ía del mar del Sur, 0 • 630.
*'* 518, 591, 634, 639, 640, 644, 693, Compañía de los Cien Asociados, ** 429,
Confederación germánica, "*** 1058, CoNTI. pdncipe de, ••• 604, 678.0 0
1059. Cuntrabando, ** 368, 400, 427. 621,
~ () 698, 770. '*"* 1095. 430. •
Colonfr.adón alemana, * 22, 50, 57, 33, Compañfa de Oriellfe, francesa, •• 430.
Conferenclas, "38, 40, 98, 99, 722. 676, 734...... 995, 996, 998, 999, 1001,
~ () 84, 129, 134, 145. 157, 167, 110. 175,
Confines, 0 387. 1037, 1066, 1098, 1105, 1110, 1112,
1 1114, 1133 {v. también Blaqueo).
~· 176, 190, 205, 208, 209, 231.
*'"'542.
Compañía de Ostmde, *•• 64B, 649,
Confraternidad, "79.
Confraternidad de reinos francos, "32. Contrarreforma, ** 324, 441, 446, 487.

,) CoLONNA, familia de los, * 178, 182.
652, 653. Coni, ••• 678. . Contribuciones de guerra, "* 421.
~ :~)
COLONNA, MARCO AlrroNCO, u 306.
CoLONNA. ScuRRA, * 182.
Compañía Francesa de Guinea. M" 516.
Compañia Francesa de /Jtdias, Nueva,
Conne<;ticut, •" 428. ••• 730. •••• 1100, j
1103. _ . •.
Tratadas de. "* 260, 421.
Convoyes; • 17, 172, 196. ••.501, 5.48,
.
ra

1@ Columbia, do, **** llOl.


CoLLÍN, ENRIQUE JosÉ. · *'"'* 1010. -
••H 1097.
Compañía Francesa de las Irti:lias Occi-
CoNRAD!NO, • 148. .
CONRADo II, emperador, • 50 ·a 53.
. l 633. *'•••
1127, 1131..
COOK, capiláii, *** 76/., 763.
. . ..
**"•865.
CoLr.IN. MATEO, **"'* 1010. . 0 0 dentales, •+* 541, 548. . CoNRADo ID, rey de romanos, * 85, 87, CopenhagUe, .• ,. 264, 317, 321, 420 .. 481,
CoLLIN DE SUSSY. conáé de, 943, 1 Compañla Francesa de las J11dias Oi'ien· 100, 106. 483, 486, 491 a 493. ••• 606, 611, 658,
(]
1'l
~
-
-)
988, 991.
CoLLINGWOOD, almirante, ••
COLLOREDO, ,.. .. 902, 962.
Cumercio (v. Tratadus de}.
0
1120.
tales. H • 541. 548, 623.
C umpañla Francesa de LtrVante, 0..,.. 548.
Compañía Francesa del Norte, • 548.
CompañlaFranc1:sa del Senegal, ••• 548.
CONSALVI. *"*'" 899, 1061.
CoNSTJ.Nr, BEWAMÍN. ºº 1080.
Constantina, º .. 1120.
734, 751. ++o 908, 920 a 922, 980,
1008, 1098.
Co:eÉRNlco.
0
407.
(;¡ compañías de. • 132, 197, 231 (véase Compañia Holandesa de Indias Occiden· CoNsrANDNO, zarevich de Rusia, ••*
746. 1 Coppet, '*'"940, 1080, 1082.
¡~
t :_~-

también, Compañías). CONSTANTINO f, emperador bizantino, Coptos, •+ 314, 402, 502. *'** 1089.
tales. 0 368, 426. **** 1097._ 1115., COQUElll!RT DE MoN11lRET º"" 942 989.


medieval. Alemania del Sur: • 17[. Compañía Holandesa de Indias Orien- * 100, 126. 0 502.
,,, 197. Asia Central, Extremo Oriente tales, •• 424, 426. ••• 533, 623.
CoNSTANilNO V, emperador bizantino, Coquimbo, *•**
111 7.0 ' · '
y la India:. * 162 a 164. Atlántico: • 20 38. Coral, comercio de. 310.
... o 1097; 1127, 1129, 1130, 1132.
* 80 a 82, 133, 134, 172, 173, 196, Compañía Inglesa de Indias Orientales, CONSTANTINO VII Porfirogenetes, * 105. Corán, • 30, .69.
CONSTANTINO XI, emperador bizantino, Corbeil, Tratado de, "' 149•
() 191. Báltico: • 83, 84, 157, 167, •• 424, 425, 427..... 622, 624. 735.
• 210. Corbie, 0 460.
170, 171, 190, 195. Entre la Europa º** 849, 1074, 1098, 1124 11. 1127, CoNSTJ.Nr!NO PAWLOVICH, p r í ne i pe, Córcegn, co-rsos, .. 304, 353. ..H 521.
.-:·'.'> mediterránea y la del Noroeste:
i.::¿;· *'"'"' 975. 720 a 712,_ 724, 725, 168. "'**"' 1003,
1
r,
1131.
• 56, 80, 81, 130 a 133, 172, 173, C11mpa1iía inglesa de Levante. •• 313.
175, 196, · 197. Mancha y mar del Compañía Moscovita (v-' Moscovy <;0111-
Norte: * 23, 56, 51, 83, 84, 133,
Constantinopla, • 28, 29, 34, 35, 37, 62, 1027, 1060.
64, 99, 101, 104, 105, 113, 117. 118, 1. Corcho, comercio del, • 197.
g"
¡ pa11y). 132, 141, 142, 185, 210, 242. ** 264. l Córdoba, ·" 30, 66, 69, 103 a 105, 120,
.. 134, 172, 173, 190, 196, 197. Océa- Compañia Navarra, • 186, 210.
no Indico: * 158, 198. Mundo Compañía Rusa de América, **º 1101. 273, 298, 300 a 302, 305, 309; 31 o. , 130, 149, 151. •• 231.
r' oriental y del Norte al través de Compañía Sueca del Sur, .. 483.
Rusia: * 27, 56, 64, 01, 83, 157. Compaiíias. Grandes, • 174, 197. 245.
. 31 ~ 313 331 339 345 380 387 Corea, * 156. *" 400. +u 620,
¡., .• , ' , , '
396, 398, 422, 487, 495 a. 497, 500, Corfú, "86, 148. u 309.
0
159.
•• 881; 906,
Tra11sco11tinental Oeste-Este: • 26, H 294, 295, 313, 368, 483. •** 541, 502, 504 a 505. ~,.. 522, 5Z4, '549, 959, 995, 1003, 1040.
56, 57, 83, 133, 172, 198. Transme- 548, 567, 595¡ 621, 634, 760......_1097, 550, 556, 570, 597, 600, 60Z, 603, Corinto, • 64, 86. *** 569.
diterráneo: • 12, 16, 17, 30, 56, 1130. .
609, 610, 625, 645, 662( 663, 691. golfo de, "'' 306.
·64. 67 a 69, 81, 82, 131, 132, 142, Compañías Francesas de C-ltin"a, '** 621, 692, 712, 714 a 717, 740, 744 a 747, Cornisa, paso de La, **"' 993:
1,49, 150, 155, 156, 162, 163, 171, 623, 760. **** 1130. , 750, 751, 755, 756, 767, 770, 783. Cornualles, o+ 591.
172, 189, 198, 199. Compii':gne, • 32. •• 458. •*** 934.
..... 800, 808 a 810, 892, 893, 906, CoRNWALLIS, general, •u 735...... 807,

1
Common law. • 181.
Co.MM:YNES, FELIPE DE, '217, 2'1.2.
.CoMNENos. di11astla de l Convenio de, * 32. 0 • (1764): 722..
. Tratados, *• (1624): 440, (1635): 458 .
las, * 106, J 13, Comtat, Vaucluse, ••**. 827, 1052.
909, 943, 950, 1022 a 1024, 1039,
1040, 1120, 1122.
924, 925, 948, H25. .
Corolarios de Ems, **'" 1074, 1016;
.

1 141, 142.
llbl
INDICE 'M.J.'A1JE'I1CO DEL 'TOMO l

INDICE ALvADETCCO DEL TOMO I Cf!AROLAIS, conde de (v. Carlos el Te-


1160
¡. Culloden, batalla de. •** 681. merario).
Coromandel, Costa de, **:431. • 0 542, 1 Criptografía diplomátíca. * 226. CUMllERLAND, duque de, .... 680, 683, Chartres, + 13 [, 152.
* 119.
102, 758. **** 112s.
Corón, *"' 300.
N, !1 Criptomusulrrranes,
Crisóbula, diploma imperial, • 107.
CrusTÚ.N II, rey de Dinamarca, ... 316,
698.
Cuoco, "*"' 1016, 1017,
Curayao-, "* 427. **" 543, 516, 6'12
condado de;' • 90, 131.
escuela de, • 94, 152.
CJlASTELLUX, marqués de, ,.. .... 797.
Corporación, • 44, 176. _,/
Corporativo, Régimen. * l?t1í. 317. **º 1115. ClrATEAUllRIAND, "** + 927.
CRISI1hN IJJ, rey de Dinamarca, *" 317, Curlandia, • 209. H 273, 318, 320, 487. Chateau-Ca.mbressís (v. Catea11) .
Corpus juris canonici, "' 75'.!.' 318, 321, 347, 382...... 604. .... 519, 595, 607, 608, 656, 711. CB:ATEAU·RENAULT, jefe de escuadra,
¡·
Corredores de comercio, • 202. CrusrIÁN IV, rey de Dinamarca,.•+ 431, Cul!ZAY, caballero- de, *** 721. ... 576.
Correo imperial bizantino, • 35. 441, 444, 446, 465, 481, -.4s2, 486. CUrzola. combate naval de, '" 164. Chll.teau-ThiecrY, •• 343,,
Corsarios, *º 260, 2B4, 304, 321, 362, Cristianismo, • 7, 8, 13, 14, 16, 22, 23, CusA, NrcoLÁS DE (v. Nicolás de Cusa. Chatillon, Congreso de, '•••• 1051.
366. ... 527, 543, 544, 551, 565, 516, 25, 26, 29, 49, 50, 52, 53, 63, 67, 69 Chaurnont, Alianza ¡le, •*"'* 1051, 1062,
cardenal).
581, 596, 630, 632, 633 ......... 795, 866, a 71, 84, 92, 93, 119, 136, 143, 145, CuSTINE, Í'>IJÁJ:.l DE, **** 842, 860, 865.
883, 912, 1114, 1117, 1129~ 1131. 151, 159, 191, 210, 213, 248. .. .. 255, CUSTINE, FRANCISCO, uu 829.
1064. ;
CHAUVJ!LIN, FRANCISCO J3ERNAilDO, mar-
Cosacos, .... 273, 388, 393 a 395, 487, 257, 294, 390, 397, 400, 402, 404. Custodia de Tierra Santa. •• 502, 503.
488. •*• 596, 591, 600 a 602, 607 a. qués de, "'*"* 852.
*** 633, 636. Gustos processuum, * 229. CIIAUVJ!LIN, LUIS DE, ••• 652, 653, 658,
609, 621, 622, 713. ,... ... 832, 834, 907. Custrin, o• 700, 702. **** 1038. .
Cristianopel, Tratado, .. 466. 660, 673, 678.
Costa de la Pi.mienta (v. Malabar). Cristianstad, Tratadn de, *• 486. euruz. sultán .de Egipto (v. Qutus). · CHAVIGNY, conde de (v. Eo11thillier).
Costa. de Ora, •+ 426. "** 516, 528, 590, CRISTINA. DB FRANCIA, ** 434, .459. Cuxhaven, ••** 921. CHA.VRE, NrcoLÁS, • 219.
627, 166. Crusr1Nt1. DE LoREMA, *"' 349. cuzco, ••289. Checos, •• 411. 435 a 437, 444, 454, 455.
COSTE. PEDRO, *'* 773. CRISTINA DE SUECIA, o 454. CzARTORYSKA, familia • .... 1021, 1031. ... ... 638 (v. también Bohemia).
Costumbres, • 181. *"' 257. 0 Croa Gora (v. Montenegro}. CzARTORYSKl, .ADAM, •••• 937, 959, 960, CHEmANIDAS. dinastía de los, *• 398.
Costumbrer de Amsterdam, 257. Croacia, croatas, "60, 63, 65, 86, 112, 964, 971, 975, 1021, 1050. C!IBNIER. ANDRÉS, .... 769.
Costumbres de Olerán, M 257. 157.••• 519, 677. • 0 * 1089. > Czenstoclwwa, "'* 489. CIIENYJSJÁN (v. Gengis-Kan).
Costumbres de Wisby, •• 257. CRoMWELL, OLIVERIO, ** 417, 423, 456, Cberasco, Armisticio de, **u 879.
Cotentin, península de. .....~·564. 470 a 472, 477, 492, 498. 0 • 526, 566, Tratado, •• 450. 459. •+• 563.
CoTIA. editor **** 1055 ~1083 1095. CH·
Cotte~eaux (c~tterellus), ¡ i';í.2. ' 590, 632.
Cronstadt, *"" 0
714. •• 884.
Cherburgo, • • •• 952,. 967.
CHERLEY, ANrONIO;.,.. 398.
Caney, • 241. CRUCÉ, .AMÉRIOJ, o+ 637. Chab!ais, ** 371. CHERLBY, ROBERTO, •• 398.
1 Cheroques o Clierokees, pueblo, ** * 628.
CeURIER. PauI Louis, • •• • 894. CRUI!CSHANK, ._.,. 1083. ChaghataÍ, Kanato, • 158 (v. también
Courtrai, • 180. •* 465. º""
531, 545, 1 Cruzada, en general, • 82, 113, 141, Asia Central). 1 Chesapeake, bahía de, '*** llOO.
554, 568. 0
210, 224. ** 252, 299, 300, 308, 503. CHAH-ABDAS, *** 619. Chesmé, batalla de, ••• 715.
Cou:ruoLX DE CANrELEU, •• 944. *** 522. Chalon-sur-Saone, ferias, • 173. CEIEVERT, mariscal de campo, H • 675.
CoVENillY (v. Walter Langlon.}. 1 Cruzada, idea de, • 70 a 73. ** 293, 333, Chalons, Conferencia de, * 100. Ca!ARAMONTI, cardenal (v. Pío Vil).
Cracovia, * 89, 157, 191. ** 264, 272, 335, 339 a 341. 346, 354, 398, 452 CHAMBERS, EfltAfM, ••• 775. Chickasaws, pueblo, ••* 764.
320, 325, 328. 389, 390, 392, 406, 407, 503.••• 559, 569, 601. • Chambery, •• 346, 371. *"'" 563, 678. Chiche&ter, • 221 .
409, 489, 491. ....... 835, 836 871 872 Cruzada l.", • 10 a 73 79 82 99 103 7 .... 842, 1052. -.:':l.:-'
1012, 1058. • • • 113. ' Chieri. • 132.
J '· r
Chambord, Tratado de,. ** 349. Chiers, río, "'99.
Créc:y, batalla de. • 184. Cruzada 2.", "'85, 100, 122. Chamonix, **" 791. Chiísmo, chiitas, "' 66. *'' 397, 398.
Crédito. * 161, 174. Cruzada 3.", • 135. Champagne (v. Champaña). **" -618, 756.
Crei:ks, pueblo, *** 763. .1 i Cruzuda 4.", * 141, 142, 225, 244. CliAMP.AGNY, **** 989, 1003, 1042. . CmioEBERTO Il, rey fr.µico, * 32. 3B.
Crefeld, .,. •" l 00 l. Cruzada 5!", * 141, 142. Champaña,* 56, 105, 108, 114, 133, lB!l. Chile, "* 289. *** 630, 766. **** 1107,
Batalla de, ••• 698. Cl"Ut;ada 6.". * 143. •• 348, 375, 440, 450. . . . 738. 1109, 1113, 1117.
Cremona, * 10!, 117. Crui;ada 7.", • 143, 155, 156. ferias de, •SI, 130 a 134, 173, 174, CmLP.ERICO, rey franco, • 38.
0
Crépy, Tratado de, 285, 31B, 348. Crni:ada 8.ª, ~ 143. China, chinos. * 68, 156, 158, 162 a 164.
238.
CRÉQUI, duque de, **" 521. Cruzada alema11a. * 138. CHAMPIONNET, *.,~ 895. J 87. *• 273, 292 a 294, 399 a 402,
Creta, "23, 30, 62, 69, 142, 171, 186 Cruzada contra los albigenses (V. Albi· Champlain, lago-; *** 695, 701, 731. 424 a 426. *** 534, 617, 618, 620 a
198, 210. u 298, 309, 311, 504 a 506'.
genses}. CEIAMJ.':LAIN, SAMUEL. ... 291, 429. 624, 755, 757 a 761, 765. ••~* 795,
••* 522 a 524, 549. Cruzada de Aragón, • 150. CffANCELLOR, RICARDO, o 362, 388: 196, 1073, 1096, 1091, 1101, Jll5,
CnETirr. "* .. 1037. Cruzadas de España (v. Reconquista). Chandernagor, *** 567, 682, 696, 707. 1'125, 11Z7 a 1130, 1132, 1133.
Creuse, río, • 129. Cuádruple Alianza, ••* 647. CHAJ.'MAN, JoRGE, ** 411. mar de la, ** 426. **** 1131.
Creusot, .... 727. º** 798. Cuba, ** 282, 288. ••" 707. .. •• 1 fOB : CHAJ.'P.E, *" ** 1066. China. del Sur, * 15&, 163. •**" 849.
CJIBYsELMEISTER, NICOLÁS, "219.
1110. 1112, -1114 a 1116. CRA1'T.AL, • • 0 934, 942. Chinsm:ah, *"* 758.
C!uONON; M 285. Cbiny, condado de, 0 • 554.
CRILLÓN, dugne de, +*• 736.
Cuerno de Oro, • 117, J85. Charcas, "**" 1109.
Cuero, industria y comercio del, * 130, Charente, región, *"'* 726. Chioggia, Conferencias de, + 99.
Crimea, * 29, 63, 132, 157, 163, 166, 175...... 381, 430, 500. • ... 548, 621, Chíos, • 210.; •• 304, 305, 312. *"' 550,
171, 242. . . 273, 380, 381, 383, 387,
río, ..... 703, 726.
628, 694, -757, 764, 768. **'*·1037.. Charleroi, *** 531, 539, 545, 580, 635. 715.
388, 488...... 591, 602, 663, 664, 713, 1097. 1101. 1102, ~110, 1129 .. 1130. Charleeton, ''"* 628, 733. *.*"* ·1000.
715, 717, 720, 744, 746, 747, 750. COJAS, ... 409.
"'º"' 809. 996.
¡ 1162 INDICE ALFAIIETICO DEL TOMO I
INDICE ALFADBTICO DEL TOMO 1 1163
1:

Chipre, *2&, 62, 69, 13Z. 135, 141, 142,, Dardanclos, estrecho de los, 0 505. DF.SAGULrERS..... ·111. DjidjeUi, •• 301. *** 524. , .
•* Dnieper, rfo, * 29, 64. u 381, 487, 489.
1
159, 162, 171, 185, 166, 198, :zoo, 2l0.
0
¡ • .... 550, 715, 744...... 1024.
298, 305, 306, 308 a 310, 312, 314, Darlén, golfo del, •• 288.
504. . DABNLEY, •• 413.
DESCARTES. • 772, 773, 787.
DE5CORCIIES DE SAINrE CROIX, . . . .- 336.
Descubrimiento, viajes de, •• :Z79 a 285,
.. ... 596, 597, 607 a 609, 665, 745.
.. .... 834.
Chittagong, ..... 617. D.utu, *-*• 1085. 295, 362, 420, 426. *** 629, 630. Dniester, rlo, '"' 273. • •+ 600, 601, 664,
Chiuancheu (v. Zcyton). DAUN, general, *** 699, 700, 702. Deseada, isla, *** 707. **** 980. 713, 720, 746. u . . 807, 1024, 1040.
CHMIELNISCKI, ** 488, 489. •"* 596. . Danphine, isla (v. Delfina). De.recacíones y rotu.racio11es, • 5 5, !10, Documentos (v. Cartas credeuciale:s).
Dogger-Bank, :u• 565.
Choczim, batallas de, ••• (1673), 600, Dauria., región,. •** 622. 84, 126, 129, 130.
601, (1769), 713. Daurys, tribus, '"** 622. Deshlma, Japón, *** 620. ••o 1128, DO!e, •• 460. *"* 531, 553.
CHors.EUL, conde de, u+ 703, 716, 722, DAVID II BRUCE, rey de Escocia, ,. 230. 1129. DoLET, Esr.i!DAN, "* 408.
725. . DA.VOUT, ...... 1041. Desi11tegració11 de la Soberanía, • 46 a 00LOMillU, **** 1084.
•**
.~~t
Chotim, batallas de (v. Choczím). DEANE, Sn.As, 730, 731. 48, 58, 87, 88, 90. Dominica, La, ... 430.
Christianopel, Tratado de (v. Cristiano- DECAEN, general, •••• 945, 980, 1127. .DESMOULINS, CAMILO, ...... 867. Dorní11icá/, Economía, • 16, 27. 30.
pe[). Deccán, ,,.. 273, 398, 399. •** 616, 617, DESFARD, coronel, •• 0 946. Dominicos (o predícadores}, • 14-0, 141,
Christianstad, Tratado de, (v. Cristíairs- 695, 702, 735. ***" 1127. DESFENSEll, HUGO, * 219. 145, 151, 159.
Decretum de BuclUird de Worms, • 94. Doroossola, *"** 941.

tad). Despotismo ilustrado, •• • 730 a 783.
Cl:IUISKI, VASSILI, •• 394. • Decretum de Graciano, * 75. *"º 798, 818, 822. 1028, 1065. Don, río, • 7, 29, 163. ** 379, 388.
Defenestración de Praga, •• 435, .436. Desterrados (v. Refugiados politicos). ... .. 597, 603, 745...... 907.
D DEFFAND, MADAME DU, ••• 776. Dcttingen, batalla de, • •• 677. Don Quijote, ... 414.
DEFOE, DANIBL, *** 778. ' Deux-Ponts, ducado de, u 373. ••• 554, Dardcecht, • 240.
Dacia, • 211. *"* 746. • 0 • 834. DBLtl.CROJX, ••+• 887, 891. 598, 599, 742, 748.... ** 935. DoRIA, ANDRÉS, •• 302 a 304, 344.
DAGOBERTO I, rey franco, ~ 32, 39, 42. DE LA. FORCE, mariscal, .. 457. Deynze, 0 422. Dorpat, u 315, 320. * 0 596.
DALAI-LAMA. ••• 761. DE LAUNA.Y, ••• 781. DfAz, BARTOLOMÉ, ** 280, 281. Dos Sicilias, reino de las, • • 334.
DALBERO. C/ulLOS TEODORO DE, • U 931, DELAWARE, *'** 1100. DICUIL. • 26. 0
+ 572, 659, 660. ~u+ 894, 905, 1061
965, 910, 982, 1027, 1033, 1047. río, "* 431, 483....... 731. DIDEROJ", ••• 718, 775, 781, 783. (v. también Sicilia).
D'ALEMBERT, *'* 783. DELESSART, •••• 829. DlEMEN, VAN, H+ 629. Douai, • 180.... 376, 377. ••• 531.
Dalmacia, • 10, :Zl, 27, 28. 43; 63, 86, DELFINA, isla, •• 430: ••• 548. Díeppe, * 197. •• 284, 288, Z91, 430. DoUGLAS, ••++ 934.
141, 157. "'"' 273, 298, 306, 30B; 505. Delfinado, • 78, 183. ** 375, 434. DIBSSBACH, **•* 818. Dovcr, • 111. *"' 461. ••• 536. ••u '845,
*** 524, 569, ·510, 746. ,..,,. 880, ·881, .... 585, 738..... 842, 941. Dieta del Imperio, ... 517, 539, 540, 852, 955.
903. 967, 911, 994 a 996, 1013, 1023. 1 Deihi, ** 273, 398, 399, 425, 427. 515, 587, 674, 698. Traiados de, • (1103), 107, 11 l.
Damán, • H 617, 758. / +o 618, 756. *••• 1126, 1127. Diezmos de Aduanas, •• 166. ._. .. (1670), 536.
Damasco, • 159. ** 312. DEL!LLE, abate, **º 1034. Digesta, • 88. Draguignan. • 0 679.
Damietta, *•• 770. DELLA SCM.A, * 187. Díjón, ** 338. DRAGtrr-THORGUD, ++ 304, 305.
Damme, aeropuerto .de Brujas, * 231. / DELLA Sl'INA, banqueros, • 238. DIMlllU o DEMET.RIO, EL FALSO. ** 393, DRAICE, FRANCISCO, •• 290, 291. 362,
DAMPl:ERRE, dinastía de las. • 147. 1 DELLA ToRR.E, familia, * 182. 394. 366, 367.
Damvillers, ** 47.7.
Danelaw, regiones, • 28.
DANÉS, PEDRO, •• 405,
DANGEUL, RODERT, • 219. 1
Demerara, isla, "*'.. 942.
Demográficos, fenómenos, • 54, 55, 71, ,
84, 126, 129, 166, 167, 173, 175, 189,
195. .,. 275, 276, 419, 420, 423, 478,
D!MITitt. EL SEGUNDO FALSO, •• 394.
Dinamarca, daneses, • 27, 28, 38, 40,
52, 53, 56, 83, 84, 37, 145, 170.. 176,
195, 242, 249.... 264, 27Z, 273, 315
¡ Dravc, rfo, 0 387. •-+ 645.
Drci;de, +H 6.J8, 669, 681, 684, 710.
u ... 1021, 1031, 1033, 1046.
batalla de, •••• 1047.
DANICAN, Noa, *** 630. 480. ... :520, 642, 670', 682, 716. a. 318, 321, 323, 324, 347, 382. 383, Tratado de, • 0 680.
DANTE AI.IGHIERI, • 181, 250. **** 1017. **** 801, 867, 933, 1085 a 1089, 1104. 420, 421, 430, 437, 441, 445, 446, 452, DRYDEN, JoHN, u+ 773..
DANToN, ***• 840, 842, 854, 861, 868, Denain, batalla' de,·•+• 533. · 453, 465, 471, 480 a 483, 485, 486, Du BARRY, MÁDAME, • "* 780.
870. DENON, º"'* 1080, 1085. 490 a 492. ••• 519, 541, 545, 595, 598, Du BA.RTAs, u 413.
Danubiana,, reg(6o, "'22, 27, 43, 48, 65, DB PRADT, o++ 1005. 599, 604, 6!0, 612, 629, 634, 651, 703, j Du Ba.LAY, *' 409.
129. 171. ** 298, 363, 387, 395, 436. Dcrbent, puerto caspiano, ,..,. 662. 734, 751, 752, 760, 166, 767. *•** 800. Dublín, **º ~18, 919.
••* 645, 713, 717, 752, 7,53. ***"' 805, región, *.. 755. *'"* l 122. 810, 908, 920 a 922, 919, 980, 987, DuBors, GutLLER.'110, cardenal, • •• 646,
324, 835, 836, 977, 1022, 1038, 1040. DERDY, armadora. * 0 ·• 1131. 1025, 1041, 1049, 1053, 1078, 1039, 648. .
Danubio, río, • 7 a 10, 21, 27, 43, 461 Derecha canónico, • 75, 94, 118, 180, 1114. 1128, 1130. Dunors, J. B.,. '*º 989.

(,)
83, 123. .... 273, 298, 383, 387, 396,
¡ 249.
436, 454. •** 578, 609, 645, 663, 713 ·Derecho común o natural, ** 420.
a 715, 119, 752, 753. ,...,.. 800, 805 n. Derecho de comu11icación, •• 258.
807, 809, 824, 335, 336, 864, 938, 968, Derecho de gentes, • '227. '* 257, 260,
1 Diriero' de San. Pedro, "'* 271.
Dispaccio, * 228.
Diu; "" 287, 293. º*" 758.
Divísament du lvionde, Li, • 162.
Dubrovnik, ·~·· 994.
Bunuc, ••'*797.
Ducado; moneda de Venecia, "'134.
DUDITB', ANDRÉS, ... 407.
Dixmude, ** 474.
0
977, 996, 1012, 1023, 1038. 414, 422. *H 634, 790. DuauAY-TRouIN, • 565, 516, 582.
DANZA.Y, PEDRO DE, 0 321. De1·echo internacio11al (v. Derecho de DJAZZAR·BAJÁ, .. u 306. Duina, río, • 234. •• 386.
Danzig, * 145, 168. 171. 195. ""272, gentes). Djeddah, • 0 • 1121. Dulino, Tregua de, •• 486.
313, 314, 323, 324, 362, 492. •** 595, Derecho romano, • 8. 11, 12, 88, 150, D1EM, príncipe (v. Dyem). DUMOURIEZ, general, 0 • 716. *'** 830,
658, 663, 718. *~U f.07, 825, 834 3. 151, 178, 180, 208, 249. ** 412. Djemma, río, • •• • 1126. 839, 840, 842. 843, 851, 852, 866.
836, 844, 985. Desafío, • 218, 226. ·~ 344. Djerba, isla, ** '.101, 304, 305. Dunas, bata/la de. las. •• 473.
INDICE J\LF.Allf.T!CO DEL TOMO l

INDICE ALFADETICO DEL TOMO I


ENRIQUE, príncipe de Prusia, hennano
fi;rll.: 1164
Egeo; mar, • 131. ... 297, 306, 495.
Ems, río, • • • • 983.
ENGIIJEN, LUIS .ANTONIO ENRIQUE DE
de Federico'Il, ••• 700, 71:\, 716.
ENRIQUE TUDOR (v. Enrique VII, rey de
DUNDAS. ENRIQUE, **'* 914, 959, 1120,
"I ·
l!.
¡¡, 1121.
••• 7ló, 76'.l.
EGINARIJO, • 37.
BoRBÓN, duque de, • * 959.
0

ENo!IIEN, LUIS II DE BomióN, duque


Inglaterra}. '
ENRIQOEI"A DE. FRANCIA, reina de Ingla-
Duogeness, cabo, n+ 527. Egipto, egipcios, * 16, 30, 66, 69, 110,
1¡1:
• I' Dl1Ilquerque, ** 351, ·465, 471, ·473, 474, de, ** 464. terra, ** 43.9.;·
135, 147, 156, 158, 159, 171, 198, EDilll, rfo, • 43. ENRIQUET.A DE INGLATERRA, º" 525, 536,
,..,.. 51s, 526, 544, 565, 577., 584, 596,
l11i 611, 646, 677, 737..... 842; 866, 867,
Zll. *"279, 280, 285, 287, 300, 301, ENRJQIIB I, EL LIBERAL, conde de Cham- 538.
303, 309 a 311, 402, 500. *-*' 591. paña, • 105, 1os, ns. Ensisheiro, regencia de, .- 435.
952. . 617, 747, 770. '**' 892, 893,. 895 a ENruQUE II. emperador, • 50, 99, 101. Entente cordiale:, • 216.
Dlll'Har, general, ... ++ 894. 897, 901, 906, 908, 909, 913, 914,
bU1'LEIJC, Josá F1tANc1sco, marqués de, ENRIQUE III, emperador, • 50, 152. ENTREChST.EAUX, ••••796
..... 683, 695, 696, 702.
922, 923, 944, 945, 949, 950, 955, BNruQUE r.v, emperador,• 59, 71, 108. "Entre-deux-Mers" ('Entre dos Mares"),
1003, 1024, 1040, 1084, 1096, 1119 ENRIQUE V, emperado-r, • 59, 84, 90,
DUl'ONI", geoernl, **** 1005. • 129.-
DUJ.>oNT DE NEMouns, Prono, *""'
785. a 1122, 1126.
Emirata. y califato, * 30,. 66, 68, 72,
108, 112.
ENRIQUE VI, emperador, • 138, 139, 143.
0
EoN. caballero de, • 691.
Eperies, matanza de, '** 569.
....... 835, 1105. ENRIQUE VII, emperador, * 181, 182,
DUFRAT, canciller de Francisco 1, u 342. 135. . EPERNON, duque de, •• 433, 434.
DoQUESNE, *º 543, 550. EGMONT, CARLOS DE, •• 318. 235, 250. Epidemias. • 166, 167, 177, 189, 195,
Ehreobi:eitstein, •• 457...... 904. ENRIQUE JI de Trastaroara, rey de Cas- 245. H+ 522. H . . 945, 951.
fuerte, *** 695. .
DURANTIS (v. Guillermo· Dwano). EHRENHEIM, canciller, ••U 961. tilla, • 184, 188. Epiro, • 66, 142, 155, 185. º.,. 1022.
Eich&tlidt, obispado de, º** 937, 96B. ENRlQUE lI LusmNAN, rey de Chipre, Epson, ..... 1081.
Durazzo, • • 309.
Durham, ciudad inglesa, • 96. Eider, río-, • 38. * 159, 162. Epte, río, • 113.
DORHAM, obispo de {Y. Sltirwoad). Eidsv-old, ., .... 1053. IlNru:QUE I, rey de Francia, * 51. Equilibrio, Principio del, ** 277, 418
DUROC........ 908, 936, 966, 961. Ekaterimburgo, ••* 614. ENll!QUE JI, rey de Francia, ++ 259, 284, ... 525. 61 l, 639, 658. .. ... 906, 811,
Dusseldorf, *"º 904. - Elba, isla de, ** 464, 498. • ••• 910, 304, 341, 349, 353, 358. 843, 970, 971, 1036, 1062.
1049, 1056, 1060. 1061, 1079. ENRIQDB ID, rey de Francia, •• 265, EMSMO, DESIDERIO, '* 255, 339, 341.
Duurstede, " 27, 44, 57.
río, * 8, 21, 22, 27, 43, 46, 49, 83, 361, 365, 366, 371. 419, 450, 493. 405 a 408, 412.
DYEM. u 299.
129, 130. •• 441; 444, 432, 486. ENRIQUE N, rey de Francia, •* 275, Erfurt, *** 529. **** 938, 1008, 1038,
E ••* 531, 698. u•• 819, 901, 911, 308', 312, 313, 368 a 372. 374, 396,
417, 418, 433, 435, 496, 497, 501, 503, 1079.
938, 976, 977, 983, 9&5, 997, 1013, Congreso de . .. ** 1008, 1038, 1040.
504.••• 513, 525. Eme XIV, rey de Suecia, •• 324.
E aldormen, * 52. 1028, 1038, 1042•. ENRIQUE I, rey de Inglaterra, * 75, 90,
Erie, lago, • ** 628.
Earls, * 52, 53. Elbing, •• 324. 91, 99. l06, 111. 112.
East India Campany, •• 363 (v. tam- El Cabo, •'°* 526, 588. • ..... 849, 882, ENlUQUB II, rey de Inglaterra, • 90 a Erivao, **º 1124.
'1
~:~nt~~;paiífa Inglesa de In.días 924, 949, 950, 1054, 1097, 1119. 1121, 92, 105, 106, 117, 122, 136, 137. ERsKINE, TOMÁS, **** 885.
J 1125, 1127, 1130. Escalas de Berberla, ** 310. ••H 1120.
•• 364.
Eastland Company, ** 323. El Caíro, • 66, 110, 135. "'* 300, 312. ENRIQUE IlI, rey de Inglaterra, "'144, Escalas de Levante, •• 309, 310. 312,
Eherbach, • 79. **" 592, 627, 770. •• 0 892, 913, 914, 313, ·429, 499. *º 547, 548, 565, 576.
1: 146 a 148, 229, 231. 592, 691., 726, 757, 761, 762, 767.
Ebrach, * 79. 949, 1096, 1121. ENRIQUE T.V, rey de Inglaterra, + 205.
f
Eb.r!'~. ~~';i • * 21, 46, 91, ***"' 191, 805, 892.
4
¡
136, 189. El Callao, .,..., 1108. ENRIQUE V, rey de Inglaterra, • 205, 206,
· Eldm:ado, país fabuloso, ** 283, 439. Escalda, rfo, * 10, 19, 24, 27, 46, 83,
216.
Eclanilhl, Campaña de, ••.·*" 1012. Electores alemanes (v. Prl11cipes e/ec- ENRIQUE VI, rey de Inglaterra, "' 206. 198, 200, 236.... 269, 350, 351, 367,
465. .. ... 529, 585. 648, 749, 752.
Ecuador, país, 0 289. •o;.630. tares). ENRIQUE VIf, rey de Inglaterra, * 207.
EDEN, WILLLIM, • 0 738. **"* 847, 866. El Escorial, ...... 856, 857, 910, 1004. •• 263, 270, 315, 329, 330, 361, 367. ..H+ 799, 846, 849, 852, 888, 1012,

Edicto *de72,Nantes,
Edesa, 85, 135.... 37o/
' · • ..,. monasterio de,0 •* 358.
0

'* 1085. ENRIQUE VID, rey de Inglaterra, *'°266, 1049, 1053.


559 670 276, 337 a 347, 349, 357, 363, 410, EsCALfGERO. • .. 406.
(v. también Revocar:íófi}1La). ' Tratado de, • 659. Escandinavia, escandinavos, * 7, 27, 29,
Edicto de Restitucíóu, H\!146, 455. Eleutas, tribus, *** 620, 760, 761'. 411, 414, 417.
Ed~ctos de los reyes fomliardas, • 22. ELG!N, lord, ... .., 950, 1084.
EN!UQUB DE BORGOÑA, conde de Portu-
gal, • 92.
48, 52, 53, 56, 64, 67, 84, 89, 121.,
135, 169, 170, 190, 203, 234, 245.
Ed1mburgo-, H 358. *** 681. EL HA.KJM, califa, * 65.
~
f
. EoMUNDO, príncipe inglés, • 146, 14B.
Enu..umo EL CoNFEson, rey de Ingla-
·
Elsinor (Helsioger), o• 595.
0
El °IIavre, •* 359. ••* 626. • • 1001. ENRIQUE DE HAINA.ur. emperador de
Romanía, * 155.
... 411, 412. *** 595 . •••• 848, 873.
Escania, ** 481, 491. '"";* 598, 610.
terra, * 53. Embaiadas, • 100 a 103, 219 a 221, 224. EN!UQUE DE V.ALOIS, duque de Anjou, Escla!>itud, • 45, .119. *"' 300. "'''* 766,
... 325, 364; 365, 390. 767. ** .. 797, 849, 882, 944 a 946,
EDUARDO I, rey de Inglaterra * 183 218 •• 261 a 264. ENRIQUE EL JoYEN. de Inglaterra, * 105. 997, 1073, 1074, 1077, 1078, 1095,
219, 226, 225, 237, 241. ' ' ' Embajador, en la Edad Media. (v. Am- ENRIQUE EL 1.EóN, duque de Baviera y 1108, 1119 · (v. también Esclavas. co-
EDU.ARDD ll, rey do· Inglaterra • 183 bascíator JI ·oratar). .
225. ' ' · Emigración, • 55. ~• 288, 291, 469. de Sajonia, * 84, 89, 106, 137. mercia de).
EN!UQUB EL NA.VEGANl"E, infante de Por· Esclavona o eslavana, Lengua, * 29:
EDUARDO fil, rey de Inglaterra, * 183 1 *.. 694. tugal, •. 200. Esclavus, camercío de, * 17, 27, 41. 45,
184, 216 a 219, 226, 230, 240. ' Emilia, región italiana, • 88. ENRlQUB FEDER.ICO Lms, príncipe de 55, 67, 68, 71, 81, 102, 109, 119, 1.31.
EDUARDO IV, rey de Inglaterra, * 217.1' Emiratos autónomos, • 30, 61, 68.
EDUARDO VI, rey. de Inglaterra, H 276, Emperador (título llevado por algunos Prusia., •.+• 873.
349, 355, 389, 41J. reyes españoles), * 70, 92, 112.. ·
lND!CE ALFA1lET!CO DEL TOMO 1
1167
1~
INJ)ICE ALFABETICO DEL TOMO 1 *.. 606, 608, 609, 657, 658, 660, 724. Eufrates, río, • 8, 72. •• 397. •*** 1040. 1
1166 1
Estaño, extracción y comercia del, • 170, EUGENIO DE SA.1!0YA, príncipe, +•• 579, ,¡

.200, 202, 239. •• 280, 290, 296, 501. 1091, 1101, 1102, ]104 a 1113, 1115, 175. •• 312. ••~ 591.••*• 1132. 581, 583, 587, 593, 645, 659, 663.
º" 633, 766, 761. ++H 797, 1073, 1117, 1119, 1120, 1131, 1134, 1135, EsTE. dinastía de, • 187.
Esre, MAlÚA DE. **"' 562.
Euwr-ALf (y.,Ocfiiall).
Eul'EN. VANJeanónigo, ... .,. 823.
1120. 1137, 1138.
Escocia, escocese-s, + 8, 28, 50, 51, 54, España. cristiana, • 36, 37, 46, 50, 60, Esn!BAN l DE· HUNGRfA. SW. + 50. Eure, rfo, +: 113.
53, 79, 91, 183, 203, 205, 224, 230, 69, 70, 75, 78, 79, 89. 92, 93. 119. EsTEBAN II, Pontífice, • 20, 33, 34. Europa, en general, • 7 a 9, 12, 113,
239, 240. *+ 263, 270, ,211. 216, 277, 120, 122, 126, 130, 140, 149, 211. Esr:EBMI, conde de Sancerrc, • J05. 129 152, 166, 167, 183, 189. 195,
Es!:EBAN BATIIORY, rey da Polonia, 249'. ••• 636, 638, 639. 642. 651.
321, 349, 357, 366, 372; 412, 413, 453, 235, 145.
469, 470. º" 580, 681, 727. •••• 799, España musulmana, • 16, 19. 21, 30, 35, •• 324, 325, 390 a 393, 406, 407, 409. 654, 656. 658. a 662, 661, 668, 672,
845, 848, 863, 918, 1110. 38, 55, 66 a 70, 81, 82, 93, 95, 111, Es'I:EBAN DE BLOIS, rey de Inglaterra, 675, 676, 689 a 692, 696, 702, 710,
.. 75, 91, 122. 713, 715, 721. 725, 728, 740, 750,
EsrEBAN DuCHAN. emperador de Serbi~
Escudo, moneda fra11cesa, • 134. 119, 150, 151, 189, 211. 235. -:• 296.
Escuelas, * 26, 94, 95, 150, 151. Española, ·La. isla, .. 282, 283, 288 754, 757, 761, 766, 768 a 770. 777,
Escutari, ** 309. (véase Haití y Santo ))omingo). • 186. 780, 789, 790. ++o 196, 197, 199 a
EsrEBMI EL GRANDE, prfucipe de Mol- 801, 805, 810, 811, 814, 815, 817,
Eslavos, • B, 10, 12, 21, 24, 27 a 29, 42. Espataria.r, * 33.
43, 48, 49, 51, 58, 61 a 64, 81, 83, 84, Especias. comercio de las, • 56, 163, 198, davia, •• 384, 395. •H 740. 833, 834, 838, 854, 859 a 862, 871,
89, 100, 102, 103, 145, 185. 186, 190, 200, 202. . . 267, 279. 281, 285, 287, Esl:EBAN LAoNToN, arzobispo de Can- 874, 875, 880, 981 a 893, 899, 914,
211, 231, 233. • • 375; 411. *º 642, 294, 297, 308, 311, 351, 363, 381, 424, terbury, • 139. 921, 925 a 927, 948, 950, 960, 967,
740..... 817, 991, 1023, 1024, 1066. 430.... 526, 535, 541, 591, 649, 726. EsrEilAN MARcEL, • 184. 969, 974, 976, 977, 919, 980, 983,
EsroaJralda (v. Liga de). .. •• 991. Estiria, * 145. 937 a 990, 994, 966 a 998, 1003,
Esroima; •• 496, 500. ++• 591, 762. Especias, islas de las (v. Malucas). EstocoJmo, * 170. ••• 391, 465, 488. 1009, 1025, 1028. 1034, 1043 a 1045,
'*** 805, 809. Espionaje-, •• 263, 164. +u• 891. 0 • •• 535, 598, 601, 604, 612, 688, 751, 1048, 1049, 1052. 1053, 1055. 1061.
Esrnolensko, • 227, 230, 234. *• 383,
0
Espira. 348, 387. ••• 563. •• 842. 785. u•• 920, 961, 986, 1025. 1041. 1063 a 1066, 106B, 1073, 1080, 1082,
486 a 488 .... 596, 607. Obispado de, •• 437. Estonia, "'145, 209. ** 273, 315, 318, 1084, 1089, 1091, 1092. 1094 a
España, españoles, • 9, ll, 15, 16, 19, Tratada de, ** 313. 320, 321, 388, 391 a 393. 487. ••• 612. l096, 1098, 1100, 1102, 1107, 1111.
21, 26, 27, 30, 46, 66, 68, 69, 91, 93, Esquimales, *' 361. 0
Estradiots, Albanese.r, *' 260. 1114, 1115, 1117, 1119, 1110, 1126,
102, 112, 119, 122, 123, 126, 130 a Essequibo, isla, • • 942. Estrasburgo, • 152, 173. 0 406, 418, 1128, 1131, u:rz. ]135 a 01137, 1139.
133, 140, 144, 149, 151, !66, 172, 173, t Essex, • 14. 440, 449, 450. •** 554 a 556, 559, noción de, ••• 636, 637. ·• • 1056.
175, 180, 184, 188. 196, 199, 200, 202, Esslingen, **** 937. 570, 583, 657. •••• 819, 996. Europa central, • 17, 27, 57, 82. 131,
212, 224, 243. •• 252, 256, 262, 264 a Estado. idtm del, • 13, 23, 29, 180, 181, Alianza de, • 41. 133, 189. •• 277, 311. *•* 636, 616,
166, 269, 275 a 277, 281, 282, 284, 250.
0
274.
1 Obispo de, *' .. 517, 523, 581. 1 687, 693, 768. •º"' 807, 816, Bl7, 892,
290 a 2921 294, 295, 297, 300 a 306, Estado borgoñón, • 207, 208, 219, 222, Estrategas, • 103. 1 955, 993, 1006, 1025, 1036, 1043. 1048 ,
308, 310 a 313, J2l, 324, 328, 329, 228, 229, 237. •• 269, 373. ••• 525. Estrechos, Cuesti6n de las:
::·) 333, 334, 336 a 338, 340 a 342, 344, Estados Belgas Unidos, ...... 823. .1 De entrada al Báltico: • 110. •• 317, Eu~:~ ~!f7Ñordest~. • 167 a 171. 176,
347, 354 a 360, 363 a 375, 380, 385, Estados Generales de Francia. *".259, \ 318, 471, 480, 481, 485, 491, 492. 189 190 209 231
393, 395 a 398, 400, 404, 410, 414, 369, 418. *"'* 738. ***"' 801. 819, 926. también ••u
"º 595. Szmd}.910, 980, 1114 (véase Europa' mediterránea,
' ' · • 131, 189, 197.
417, 418, 420 a 424, 426, 429, 430, Estados Ge-nerales de Holanda (v. Pro-
432 a 434, 437, 438 a 441, 444, 445, vincías Unidcrs). De entrada al mar Negro; • 155. ••• 636, 169.
• 645. ••++ 892, 1040, l050 (véa- Europa oriental, * 17. 63, 155, 186, 187,
447 a 449, 453 a 468, 470 a 474, 476 Estadas Generale.r de las 0Países Bajos.
190, 191. *'* 636, 637, ·661. **"'° 798,
0

o a 478, 481; 485, 488, 491, 493, 496 a


499, 5D5. u .. 511. 513. 5l4. 516, 519,
521, 523, 524, 526 a 534, 536, 538 a
** 335, 364, 365, 368. * 581, 749,
753. U++ 823.
Estados pontificios o de la Iglesia, • 21,
se también Dardanelos).
Esrn.ÉES, almirante de, •*• 543.
.Estrom (v. Strom).
1 810, 816, 817, 975, ·1090, 1137.
Evangelización (v. Míslon1's}.
() 540, 543 a 545, 554 a 560, 563, 565, 33, 46, 50, 143, 144, 187, 188. 196, Estr6mboli combate del *"'* 543 Evrecin, región, * 236.
566, 568 a 570, 572, 573, 575, 516, 101. •• 351. **º 745. ***" 894. 905, EsruARDos: dúrastfa de Íos, •• Ú6, 372, , Evreux, ·~*" 1901. *
() 421, 470, 471, 506. ••• 517, 527, 540, Evneux. drnastia de, 188.
([JI
578 a 581. 583 a 585, 587 a 589, 596,
598, 600, 606, 619, 625, 626, 630, 635,
631, 638, 642, 644 a 654, 656, 659,
660 663, 672 a 676, 619, 681. 685,
969, . 980, 1013, 1014, 1061 (véase
también Pantificada).
Estados Unidos, • 52. •* 428. **• 737,
163, 765. u o 797, 801, 847 a 849,
546, 564, 575, 580, 584, 585, 589, 644,
646, 669, 681.
Etampes • 57
. l EEx'!(ªt:fº ((v. RRávfe-n!1~
XI w as v.
1., • )
e ugza os po .11cas .
Explaracéones, • 52, 16Z, 163. 200.
Etapa d~ las ·lanas inglesas, • 183, 191.
0
693: 704; 706, 707, 724, 726, 732 a 869, 876, 884, 889, 916. 918, 919, 921, 279 a 284, 288, 291, 292, 295, 361,
•• 322 350 360 426. *** 629, 630, 762, 763, 166.
737, 762 a 768, 779. ••"'* 795, 797, 954. 984 a 988, 991. 998, 1000, 1037,
Etaples, 'Trat~do de, ** 330. **•* 796 (v. también Descubrimientos}.
( 799, 811, 812, 815, 828. 845, 849, 850, 1049. 1053, 1054, 1058, 1062, 1077,
854 a 858, 860, 864, 865. 867. 870, 1078. 1080. 1088; 1094. 1095, 1097, Etiopía, ** 285, 295, 402. •-* 627 (véase Extranjeros,' condición de los, • 44, 117
!" 874, 876, 878, 882. 883, 888, 901, 904, JlOO a 1107, 1109, 1111; 1112, 1114 también Abisinia). a 122, 244, 245. •• 257, 258, 400, 418
905, 908, 910 a 913, 922; 923, 943, a 1117. 1!ZO, 1129 a 1131. 1139'. Etiqueta, * 37, 100, 103, 105, 221. 227. (V. también Aubana).
¡j 945 954 955, 967, 973 a 976, 980, ESTAING, almirante De, *** 733, 736. Etruria, ***' 910, 911, 969, 1004, 1013,
1016, 1039, 1105.
Extremadura, "'* 352.
Extremo Oriente, * 9, 64, 67, 131, 162
¡ 9ll5'. 986,' 990 a 995, 998, 1003 a 1011,
1013, 1015, 1018, 1022, 1028, 1030 a
EsTAGlfilfA (v. Aristóteles).
EsrANrSLAO Auousro, rey de Polorua,
.
Eubea, • 180.
EuoEs II. conde de Blois, • 52.
a 164, 171, 175. •• 279,·285, 297. 310,
311, 363, 400, 424, 426, 430, 481.
¡ 1034, 1038 a 1040, 1045, 1048, 1049,
1052 a 1054, 1056, 1057, 1060, 1066,
+u 711. 712, 750, 778, 785. u u 834.
835, 837.
1077, 1082, 1083, 1085, 1088, 1089, EST.hNlSL'IO LESCZINS!U, rey de Polonia,
INDICE ALFABETICO DEL TO:MD 1

l¡¡p.-
lNDICE ALfABETICO DEL TOMO !·
1168 Figueras, '* '* 874.
FELIPE DE SuABÍA, rey de romanos,
FEDERICO Gurr.r..ERMO m de Prusia, Filadelfia, ••• 731; 732. +•++ 1,098, 1101,
º* 533, 542, 581!, 590 a 592, 621, 1 ..... 990, 921, 964, 967, 972, 973, •ns. 1103, 1U6.
624...... 795, 1094, 1100, 1117. l
1038. 1041, 1044, 1050, 1064.
FELIPE EL BUENO, duque de Borgoña, FILIBERTO, duque de Saboya, """ 345.
Eylau, batalla de, •••• 975. • 2Ó6, 207, 210, 222. Filibusteros. H 429. • •• 530, 542, 632.
¡!
".
!_
i
FEDERICO Auaus-ro I
...... 1021, 1033.
1
de Sajonia,

FEDERICO, duque de Sleswig y Holstein,


FELil'E, duque de PllTIIla, •** 660, 618,
619, 683, 685, 691.
Filipinas, islas, ** 292, 294, 297. 426.
.... 630...... 796.
."
;
F 1 ... 316, 317.
FEDERICO, Elector de Brandeburgo (véa-
.
F.ELJPB DE Al.SACIA, conde de Flandes,
• 99, 105, 106, 114.
Filipsburgo, ••• 545, 562, 570, 659,
.. ... 90Z.
!¡_:: Far:torías de Oriente, "73, 82, 163, 171, j FELLENBERG. *"'*• 817. Finkenstein, Tratado de, *.... 1124.
se Federico J, rey de Prusia),
1 :: 185, 198..... 425. . 1 FEDERICO GUILLBIIMO l, Elector de FENELÓN, •** 547, 777. Finlandia, * 145. ** 273, 320. *'** 595,
1' Faisanes, isla de los, u 476, 477. Brandeburgo, •• 466 a 468, 490 a 492. , Fergbana, _. 398. 608, 611, 612, 684, 752....... 833,
!¡1,,
1. FArmouL, comisario civil, ..... 890.
Falkenstein, condado de,.**** 904.
..... 539 d. 541, 545, 548, 555, 556, 559,
FERNANDO I DE H,uisJIUROO, emperador,
.. 344, 345, 356, 357, 383 a 386.
961, 1008, 1025, 1039, 1041.
golfo de, • •• 611.
Falkland, islas, (v. Malvinas). 560, 627, 669 a 671. FERNANDO II DE .EsnRL\, emperador, 1 Gran Ducado de, 0 •• 1039.
: ;¡ FEDERICO V, Elector palatino y rey de "* 376, ·435 a 437, 445, 446, 453, 455,
Falksen, Tratado de (v." Pruth, tratado Fisiócratas. ,. •• 776, 781, 784, 785.
1.. '·
1
del). ::
Bohemia, •• 436, 437, 454.
460, 466. u•• 796, B52, 1095, 1110.
1:. Faltchl o Faltsi, Tratadó','ile (v. Prutli.
FEPERICO DB HoIIENZOLLERN, custellano
de Nuremberg, • 209.
FERNANDO III, emperador, '* 463, 491. Fiume, ... 335. o•• 469. U** 1012.
i'' FERNANDO EL CATÓLICO, II de: Aragón Y

¡L1¡
tratado del).
Frunagusta, °* 305.
Fanar y fanariotas,
'"'
•"'*
744. u•4' 1024.
...u
j FEDERICO
1032.
GUILLERMO DE WURTEMBERG,
937, 966, 967, 969, 1027, 1030,
V de Castilla, • 211, 223, 224. +• 256.
263, 266, 269, 276, 281, 2.83, 329, 331.
Flandes, flamenco.r. • 46, 47, 52, 55,
56. 58, 78, 80 a 84, 90, 93, 105, 106
a 108, 111, 112, H4, 122, 129, 131 a
¡; :·
¡·.
FARNESIO, ALEJANDRO, duque de Parma,
•• 367.
FEDERICO RoGER, emperador (v. Fede- 338, 339, 417.
FERNANDO lli, re}' de Castilla, " 149,
134, 136, 138, 142, 147, 167, 173, 179,
180, 184, 185, 19(j, 197, 203, 205, 207,
FARNESIO, ÜCT.AVIO, "'" 349.
rico Il). 235. 219, 221, 272., 230, 231, 235, 237 a
1
FM!NESIDS, familia de los, +o 349, 367. FEDOR, zar, o 390, 392, 393, 493. FERNANDO I; rey de las 'Dos Sicilias, 240. .. 252, 269, 308, 323, 328, 329,
.... 601.
1: •*• 646-a 648, 650, 651, 654. Fehrbellin, batalla de, +u 541, 598.
.... 740.
FERNANDO VI, rey de Espaiía, º* 681,
337, 343, 344, 347, 353, 354, 367, 372,
'i ¡ Far Wcst, "º 764. . FEDDO,- padre BENITO JERÓNIMO, •** 642. 374, 423, 457, 465, 476. • •• 529 a
l¡:·: FATAS; A.Lf, sha de Persia, '*"* 1122. 1 FELIPE I, EL HER.Moso, rey de Castilla, . 704.
FERNANDO VII, rey de España. •••• 955,
531, 545, 558, 679, 680, 749. ••H 800,
¡;;I FÁTIMA• • 66. 824, 837, 866, 867, 870, 8~3, 1062,

¡!
Fatimidas, " 65, 66, 68, 69, 72, 84, 101, FELIFB
l~lli 1
... 334, 335, 338.
II, rey de España, ... 265, 266.
276, 290, 294, 297, 304 a 306, 311,
1004, 1005, 1007, 1048, 1049, 1054.
1111, 1112.
FERNANDO IV, rey de Ná_poles, ...,** 858.
1089.
Flandes imperial, • 52, 80, 114. •• 344,
Fe, "' 47, 112, 113 (v. también Jum- 347, 353.
1:· mento).
324, 347, 352, 353, 355 a 360, 362 a·
368, 370, 371, 373, 374, 376, 377, 395,
878, 890, 895,. 960, 968, 969. 1049, Flandes marítimo, + 55, 80.
"FEBRONIUS'', "**" 1074.
1:"
\•
\.!: 397, 417, 445, 493. . . . 511, 594. 635. 1061, 1075. Flesinga, ** 365, 3QJ, 439. ••• 565.
Federación de estados alemanes, • 189. FERNANDO l, rey de Portugal, • 188.
1¡11
Federación de ll'ibus norteamericanas. FELD'E m. rey de España, *• 368, 372. FERNANDO ll, Gran duque de Toscana,
• ..... 846, 888, 940.
1p. ...... 764. 373, 433 a 436, .439, 440. ...... 858, 872, 1060.
Fleurus, batallas de, *** (1690): 561.
J¡!; FEUPB IV, rey de .España, *• 439, 444, ..... (1794): 870.
Federati, * 8, 9.
FEDERICO I, Barbarroja. emperador, • B6, 448, 455, 462, 466, 472,.473, 475, 476,
FEllNANIJo, duque de Panna. º* 740.
FERNANDO DE PoRTUOAt., conde de Flan-
FLEURY, cardenal, ••* 651 a 653, 658
473, 479, 497. *** 513, 527, 528. a 660, 663, 673 a 677, 724.
11! &7, 99, 104 a 108, 114 ·a 117, 135,
FELll'6 V, rey de España, ••• 573 a 576,
des, • 138, 230. FLTNDERS, *"''" 796.
136, 249. . Ferrara, q 187. n 406. ++o 881. Florencia, florentinos, * 131, 132, 134,
FEDERICO II, emperador, * 139,' 143 a 579 a. 584, 587, 630, 646 a 648, 652, Ferrára-Florencia, Concilio de, • 210, 167 172, 175, 181, 188, 192, 196.
1 1 147, 149, 150, 152, 230, 244. "'* 341. 653, 681.
250. 198: 199, 201, 212, 218, 219, 223,
!..: FEDERICO ID, emperador, * 207, 209.
FEDERICO IIT, rey de Dinamarca,
0
490,
FELII'E I. rey de Francia, "51, 71, 90.
.FEL!l'E II Auousro, ·rey de Francia, FERSEN, ••u 826. 225, 227, 231, 238, 241, 243.... 305,
308, 331. 343, 406, 409, 501. .... 654,
.. 99, 105 a 108, 111, JI4, 135 a 138, Ferté Bemard, La, "' 99.
491. • Fewlálismo, • 47, 48. 53, 73, 89, 91, 790. ***"' 911, 1014.
FEDERICO I, rey de Prusia, •*• 575, 583, , 147. 108, 111 a 115, 183, 216, 229, 235, Tratado de, ***" 909; 910, 956.
FEI.ll'E m EL ATIIEVIOO, rey de F~an- 236. "*269, 272....... 851, 876, 1030. FLORENCIO ill, conde de Holanda, * 105,
585, 603, 606. * 150, 205, 219.
FEDERICO ll, rey de Prusia, "'º 588, cia., Feudo, • 47, 73, 89, 92, 104, rns. 183, H6.
FELIP6 IV, EL HERMOSO, rey de Fiancia,
640, 642, 669, 670 a 674, 677, 679 a 235, 236. Florida, •• 281, 288, 291. 428. ••* 707,
"'178, 179, 203, 217 a 219, 231, 235, 735. 737, 763. . . . . uoo, 1101, 1]05
681, 687 a 690, 692, 693, 696 a 700, FEUERD~CH. **** 1014.
702 a 706, 709, 711, 713 a 718, 724, FELIPE 241, 250. Fez, * 150, 199. •* 301, 313. **"' 626, a, 1107.
729, 740 a 743, 746, '748, 749. 754, VI DE VALOIS, rey de Francia.. FLOR!DADLANCA, conde de, **"* 857.
.. 183, 217. 226, 238, 241. 768.
777, 781 a 7B4. *"** 818, 824, 825, FELrrE DE Amou (v. Felipe V. rey .da Fiadores, fiado-res rehenes, • l 07. Flarfn, moneda, • 134. "* 589.
FICHIE. +H• 9ill, 1017, 1020, 1095, Flota de Montmorency (v. Compañia
834, 865, 921, 972, 1032, 1090.
FEDERICO Gu!LLllRMO J, rey de Prunia, España¡. 1¡ 1096. . de las M olucas).
FEUFE EL ArnEVIDO. duque de Borgo-
~ .. ól í: 612, 651, 656. FiJeiussar (v. Fiadores). Focea, • 172.
FEDERICO GuILI.ERMO II ele Prusia,
ña, * 217, 219, 229, 235. FIELDING, U* 778. FoCIO, patriarca de Constantinopla, • 29.
DE ORLE.~NS, hermano de
*** 753. n u 819, 825, 829, !l34 a 836, FELIPE LUlS XIV, .... 525, 538, 644.
FIEVÉE, +u+ 947.
840, 844, 871, 873, 1083.
~~:¿1

~
.;".::;.',
,, ll71
\'. .;~;:=~~ INDICE ALFABIITICO DEL TOMO I
lNOICE ALFADETICO DEL TOMO l
® 1170 350, 384, 385, 389, 405, 408, 414, 447.
FúCAR (v. Fugger).
Fuenterrabfa, 0 461. *** 647.
FRANCISCO TI, rey de Francia, ** 358.
~ Fogaras, Tratada dEJ, H* 601.
•**
a 331, 333 a 345, 347, 349 a 351,
FRANCISCO Il, duque de Bretaña, ,.,. 329.
Fuerte Delfín, • • 430.
Foksany, Conversaciones de,
Foligno, Armistir:io de, ***"' 910.
719. 353, 355, 357 a 365, 367 a 373,
F'RhNcrsco DE ESTE, ..... 1060.
Fuerte Felipe, Mahón, *•• 579.
1 @ 376, 380. 382, 384, 335, 389, 390,
FRANCISCO MAIÚA SFORZA, *• 342, 345.
FuaaER, comerr:íantes-banqueras, • 201.
Fo11daco, * 110, 118, 163, 198, 231, 243, 395 a 397, 404 a 406, 408 a 410, • .. 351.
1 244. . 412 a 414, 417 a 420, 422, 423, FRANCISCO SFORZA, "'212, 223.
! ~) Fandaca dei tedesclti, • 243. 425, 429, 430, 432 a 434, 436. 438 Francmasonería. • 0 777, 778. ""** 863,
Fulda, co11ve11to de, ,,. ••• 1047.
' FOITTAINE. O*+ 1034. a 440, 445, 447 a 450, 452, 454, 895, 1016, 1112.
Funduk (v. Fandaca).
Fumes, •• 465, 474..... 531, 580, 565,
© Fontainebleau, º* 598. **º 998, 1093. 456 a 479, 485, 486, 488, 490 a Franco Candada, • 88, 207, 236.
0
261,
677.
493, 495 a 505. *•• 511 a 514. 516 329, 338, 348, 371, 459...... 521. 531. FUIIBTENBERG, GUIU.ERMO DE. .,,..., 561.
·I tD Preliminares de, +*" 707.
Tratadas de, ** (1541): 318. 347. a 526, 528 a 534, 536, 538 a 547, 536, 540, 541, 545, 553, 670. O H 941 Fiirstenbund; ** (1551}: 349, (1552):

·~
••'" (1679), 546, (1712), 582, {1743): 549 a 551, 554 a 560, 562, 561 a (v. también Borgofía. candado) 355....... (1785): 748. ·-" (1804): 965.
<D 676, (1785), 749. ••** (1807), 1004,
1013, 1060.
576, 585, 587 a 589, 591 a 593; 595
a 601, 604, 607, 609 a 612. 616,
Franca-gibelinos, partida, • 137, 138,
Fusán, •• 400.
139. Filssen, Tratada de, *** 679.
~1~~) Fontaine-Frani;aJse, batalla de. ** 369. 6Hi, 621, 623 a 630, 632 a 635, Franconía, • 19, 166. .. •• 561, 743.
Fu-Tcbeu, u• 623.
:~ Fontenay, * 78. 637, 639, 641, 642, 644 a 649, 651 ..... 903, 938. 910.
f~~:.:~. Francos, * 8, 10, 12 a 15, 20. 21, 24.
"'.~ batalla de,. H* 680, 681, 688. a 654, 657, 663, 665 a 698, 700, 1
·o¿=:;'
;i rSJ
Foráneas. * 121 • .,.. 259.
Forez:, condado de, • 91, 114, 115.
Formosa, +- 294, 400, 426. **' 620, 621.1
1
703, 704, 706 a 714, 716, 720, 738,
740 a .744, 746 a 755, 757 a 759,
761, 763, 764. 766 a 770, 773 a
26, 28, 32, 33, 35, 38, 39. 42, 7t. 72,
85, 120, 186, 236, 249.
Francos (Latinos de Oriente), * 71 a 73,
Gabes, • JlO.
G

•*"" 84, 85, 106, 109, 112, 113, 118, 120 *•"'
~
FoRNER. 855. 7!!4, 789. .. .... 796 a 79!!. 800 a
@1 Fornovo, batalla de, H 331. 802, 805 a 824, 826 a 830. 334. a 122, 135, 141, 142, 155, 156, 162,
Gadebusb, combate de, 611.
Gaels (v. Irlanda).

~
FoRSTER. º"* 842, 853, !!54. 835, 837 a 840, 842 a 847, 849 a 186, 210, 236.
() Fort-Dauphin. +o 542. !!53, 856 a 858, 860, 861, 863 a Franchimont, país de, *••• 854.
Gaeta, *'" 333, 334.
GKETANI, • 241 (v. también Banifa-
Fort-Ross, **'"* 1101. 871, 884,. 886 a 889, 891 a 896, FRANK:LIN. :BENJAMÍN, .... 730, 731, 737.
cia VIII).
li Fos, puerto, • 111.
Fossanova, * 79.
898, 900 a 909, 91l a 914. 916,
918 a 920, 922, 923, 925 a 927, 931,
u o ¡110.
Fraulautern, 0 • 554.
Galápagos, islas de Jos, ••• 630.
Galata, • 185.
{) FóscoLO, ••"' 1018. 933 a 936, 938, 939, 941 a 943, 945,
!l FoucHÉ, **** 931, 988, 1008. 948 a 952, 954, 956, 958, 959 a 968,
Freebater (v. Filibusteros).
Freiberg, Sajonia, *** 614.
Galatz, preliminares áe, ..... 807.
GAJ'..EN. :BERNARDO DE, +•* 528.

l ®
\:~g
Fourr.LADE. marqués de Ja, *** 523.
FoUQUEr, "'*" 534.
Fox. CARLOS JAIME. "'"" 737. •••• 808,
971 a 975, 977, 919, 980, 982. 983,
985, 987. 989 a 996, 998 a 1001.
1005 a 1007, 1010, 1011, 1013 a
Freising,. ***• 938.
FREISINOEN (Y. Otton).
Fréjus, puerto, * 3.0, 11 l. H** 396.
Galerns, * 133, 172; 173, 196, 21B.
... 558, 633.
Gales, pafs dé, • 10, 54, 91, 1S3, 205.
i[~l 843, 850, 863, 885. 931, 950. 971, 919,
1098.
Fax, pueblo india de los, •** 764.
1016, 1020, 1022 a 1028, 1033, 1034,
1036 a 1041, 1044 a 1054, 1056 a
1064, 1067, 1075 a 1078, 1080 a
Freybuutres. ** 320, 324.
Friburgo, • 152. *" 405. "*" 545, 570.
585. 741.
•• 270. ***;575, 778...... 845.
GALES, príncipe de, • • 439. *"* 575.
GALESOINTA, * 38.
t Fragata, navío, *** .632. 1089, 1091 a 1094, 1096, 1091. 1101 Frickthal, º'* 904. Galia, • 9, 11 a 17, 21, 44.
Í} Francesa, literacura, * 53, :79, 91, 119, a 1103, 1105 a 1107, · 1109 a 1111, Friedberg, batalla de, "** 680. Galicana, l g les i a, .. 213. •*• 561.
-~-:- ... 127, 137, 162, 206. 1114, 1116, 1119 a 1122, 1124 a ferias, * 173. .... 1075.'
~¡ l<iJ; Francfort, • 173. +• 329, 340, 374. 1128, 1130, 1133, 1134, 1136 a 1139. Friedland, batalla de, **** 975, 976, Galicna, • 69; 92, 126.

~.·1( , u 554. 555, 674, 675, 680. •+•• 799, ducado de, • 49, 51. 1020, 1024. Galitzia, • 0 601, 718. +u• 825, 844,
@ 840, 842, 937, 969, 970, 993, 996, 1 isla de, ••• 589, 683. *'"** 980, 1052, Friedlingen, batalla de, O• 578. 1009, 1012, 1021, 1038, 1041, 1045,
991, 999, 1033. . 1053, 1097, 1102, 1126, 1127, 1131. Friedrichshll.m, Paz: de, •••• 1025.
(~J 1050, 1058.
~
Convenio de, o H 1047. Francia, accidentalis, • 24, 25, 33 •. 42, FriedrikshaII, sitio de, ••• 61Z. GALIIZIN, principe, *** 782.
Francfort del Meno (Ferias}, * 173. 55. Frisches Haff, •* 324.
'1 ~.{} H 374. **** 996. Frisia, frisones, • 8, 19, 21, 24, 27, 43, Galo-roma11os, • 12.

~:
Francia Oriental, isla Delfina, ... 430. GALL.IS. MATÍAS DE, '* 460, 486.
Francfort del Oder, ·H~• 997: Francia orienta/is (Alemania), • 24, 46. 44. Gallípoli, • 239.
r~ ~D Francia, franceses, • 13, 20, 23 a 25, 46 Franciscanos, * 140, 159, 163, 182. Frinl, ** 302. Gambia, 0 280, 296, 428, 430.
a 51, 53. 56, 58 a 60; 64, 70. 71. ** 294, 413, 503. *"* 764. FROBISHER, MARTIN, *'
362. Ganges, rJo, H 425. u+ 617. '*º 1125,
75, 78, 79, 85, 88 a 92, 95 a 99, FMNCISCO !, duque de Lorena Y empe- FROISSART, JUAN, * 217, 225.
rf 105, 107, 108, 114, 119, 121 a 127, radar, "'*"' 659, 660, 612, 674, 677,
0
Fronda, "* 464, 471, 473, 498. • 516, 1126.

1 133, 135 a 138, 140, 143, 146 a 148, 619, 684, 685, 706. )· 524.
Frontenac, fuerte de, •"* 695.
GANSROT, *º 280.
Gante, • 57, 184, 205. 0 317, 347, 364,
\ 152, 166, 170, 175, 177 a 181, 183, FRANCISCO II, emperador, *>H 830, 837, 367. u• 530, 544. •U+ 798, 854,
184, 188, 195, 197, 202, 203, 205 843, 844. 863,. 870, 395, 899, 900. 902, Fronteras maritimas, • 236, 237. •• 266,
1062. 1077.
a 208, 211, 212, 216, 217, 221, 223, 903, 937, 961 a 963, 966, 967. 970, 1 296. >*•• 888. Paz de, ... u 1053, 1107.
~j 224, 226 a 231, 236 a 240, 243, 245, 1009, 1012, 1026, 1050, 1059, 1060, Fronteras terrestres. • 43, 114, 115, 236, T r a fados de, *" (1533), 317.
246, 249. *"* 256, 258; 259 a 261, 1061.
264 a 266, 267, 269 a 271, 275 a FRIJ'lCISCO DB ANGULEMA (Francisco 1),
281, 284, 290, 292, 300, 301, 304, ** 258, 261. 270, 284, 285, 289, 292,
¡ 237. •• 258, 266 a 268, 449. 487.
0 • 552, 554, 567. "* .. 843, 888 (véa-
se también Marca).
.. ,.. (!814). 1107.
Gam11te.r,, • 40, 41, I07, 108, 230, 231,
305, 308 a 314, 318, 320, 321, 327 300, JO!, 303, 304, 318, 334, 339 a
1
l

L.·-- ... ·····-·····----·


r1.: INDICE ALFABETICO DEL TOMO 1
INDICE ALFABIITICO DEL TOMO 1

Gran S¡m Bernardo, *123, 126. •• 900,


0

i 1172
GouoFREDO PLANTAGENET•• 91.
237 (v. también Fiadores).
Garantlas de los tratadas, • 40, 41, 107,
¡ GERVOLD, ABAD, • 41.
GESSN?:R. !• .. 778.
Godos, • 7 a 11 ..
GoooY. MANUEL, ..... 857, &74 a 876.
941.
GRASSE. almirante De, *'* 735, 736.
GRATTAN, •*• * 946.
.

108, 230, 231. Getsernaní, "'*~ 691. 954, 955, 967, 973, 974, 1004. 1005, Gratz, ... +• 1011.
Garbo, lana de (v. Lana del Moglireb). 1 Gex, _país de, ** 3?1. 1104, nos, 1101. Gravelinas, ** 342, 352, 465, 476.
GJ.RCfu\.SO, · 0 410. Glzaznevidas, * 67. GODUNOV, BOlllS, '* 392 a 394, 409. GRAVENlillurn:• **"" 966.
Garda, lago de, ....... 968. GIDICA, familia, •~· 744. Go:EIHE. *"'"' 719. **** 818, 820, 822, Grecia, griegos, • 109, 210, 244. 245.
Gascuña, •·70. 126, l3ó, ·147, 185, 239, GHISLIEBI. marqués de, **'" 899. 1079, 1080, 1133, 1135. 1136. •• 314. 375, 380, 50Z. *** 619, 714, 715,
245. GIA-LONO, emperador de Indochina Golconda, *H 542, 616, 618. 744, 746, 750. +H* 805, 807, 809, 810,
Gai:ellano, batallas del, ~
(915), 63. (véase Ngn1je11-Ahn). · · "' · Gor.ovJCIN. **' .. 1128. 817, 822, 891, 906, 986, 995, 1022,
u (1503), 333. Gu..N GALEAZZO V!SCO!IT1 (v. Juan Va- GoLTZ, ~*'" 844. 1024, 1089,
do, • 63. ** 333. Gombrun, .. 425. Greenwich. Tratado de. ** 369.
,,,':! GAllNIER. GERMÁN. H"'* 1095.
leas Visconii).
GmnoN, H• 775, 776. Gondar, *' 403. *"* 627. Gregoriana, reforma. • 58, 70, 75.
'¡:. Gastehandel, * 202. Gíbeli11as, partido de los. • 137, 138, Gondelar, India, 0 • 736. Gregorianos; Secta de: los, "' 121.
I .:·;
Glisterecht, * 202.
GASTÓN DE OEJ.EÁNS, •• 450, 457. 462.
Gates, cordillera, •** 617. "*"" 1126.
143, 148, 172., 181, 182.
Gibraltar, ** 301. *** 572, 577 a 579,
584, 647, 648, 651 a 653, 685, 704,
GoNIRÁN, rey franco, • 32, 38.
Gonzaga, Casa de, "* 433.
GoNZÁLYEZ DE PuEBLA, RODRIGO,
• 223,
GREGORIO I 'EL GRANDE, SJ\N, Pontífice,
* 14, 15, 22, 33, 34, 4t, 248.
GREGORIO DI, Pontífice, * 36. ·
GATrJNAllh, canciller de Carlos V, ••342. '123, 732, 734, 736,. 769. •••• 920, GREGO!UD VII, Pontífice, * 58, 65, 70,
11·. 225.
** 426. 71, ·75, 87, 111, 120.
·¡·I
il ;¡..
1 »
GAUDIN, >+<o« 9B9.
GEER, LUIS DE, •• 483.
Gernblomc, Abadía de, •.,94.
974, 995, 1120.
estrecho de, •• 314. ••• 633, 714.
GILLRAY, •••• 886.
Gorea, islote,
GoRGAS, •••" 857.
Goritz, condado de, u 335.
• •• 543, 545.
GREGORIO IX, Pontífice,'* 143.
GllEGOR10 X, Pontífice, * Tl.7.
¡..;¡ GENET. •••• 1103. r Giesen, Universidad de, ***" 1044.. GoRRES, •••• 1017, 1033, 1048, 1084. Grumoruo XI, Pontífice, * 192, 222, 240.
, ..
. ¡¡ Gengis-ICan, • 156. Gigeri (v. Djid¡e/U}. GREGORIO XII, Pontífice, *· 203.
11
11·· Gorze, •· 104. GREGoRIO XIII, . Pontífice, *' 306, ..·324,
¡.¡. Genevre, monte, •••• 993. GIGLI, GrovANNI, obispo de Worcester, Goslar, * 57. 3-25, 366, 377, 390, 391, 406.
Génova, genoveses, * 4B, 56, 72, 73, 81, j • 224. 225. G5teborg (v. Gotemb11rgo):
rl·.:: 82, 92, 109 a 111, 118, 123, 131, 132, Gijón. ***º 855. Gotemburgo, •• 481. ..,.o 995.
GREGORIO XV, Pontfüce, "* 4'10, 62.3.
!¡.1::n: 134, 141, 142 148 152, 156, 162 a 1 GILBERT, liuMF.EIREY. ** 291. Gótico, arte,.* 95, 96, 152.. • • 328 (véa- Greifswalil; • 145. ·
GRENVILLE, Tm.tls, •<*• 901. 949,. 950.
·
!· 164, 166, 11i,
114, 185, 188, 196, GILDEDERTO II. rey de Austrasia, • 39. se también Ojivas). G11ENVILLE. WJLLIAM, *'** 85Z, '889, 913,
198. 199, 201, 2l0, 212, 219, 231, Gildehalla, • 244. Gotland, isla, + 56, 83, 23 l. 234. • .. 316,
1 ¡:. 236, 239, 243. +• 271, 280, 297, 299, GII.LRAY, •*** 1083: 466, 486. .. •• 598. 914. 924, 970.
301, 302, 304, 305, 309, 311, 333. 335, Ginebra, • 173, 197, 201. ... 345, 34i'í, Gottingen, u H 1082. G.RETET; **•* 988.
337, 342, 443, 449, 498, 501. ...*523. 371, 372. 404, 411, 412....... 775, ·Universidad· de, **°• 818, 821, 1079. GREY, •"** 971.
558, 576, 635, 649, 679, 680, 685, 720 777.. 779.... * B69, 891, 993, 1066, GRIMM, ·FEDERICO MELC!iOR, •<>• 783.
Goulet, Tratado de, • 236.
a 722, 740, 768.... u 799, B70, 872, 1080, 1137. GoDRNAY, u• 776. ••** 872.
Grisones, •• 440, 441, 459.
877, 878, 88-l, 891, 893, 896, 899, 900. ferias de, * 173, 197. GoWER, lord, "*** 852. GROCIO, Huoo. ** 257, 420, 421, 439.
940, 956, 963, 1014, 1060. Gin-seng, *"* 765. GRACIANO, • 75 (v. Decreta).
GENULI• .ALBERlCO, '*
409. GroRDANf, PEDRO, •"*• 1017. Gran ciudad, +• 386, 396. GROCYN, """ 408.
Grodno, •* 488. *""* 870, 871.
GENIZ, FIUEDRIC!i VON, +4 *• B62, 961, GIOVAl'INI ·DE MoNTECORVINO, + 163. Granada, ciudad y reino, • 150, 189,
966, 973, 981, 1010, 1012. 1027, 1050, G!OVANN[ DE P.IAN DI Ct.!lPINO, • 159. 211, 235. •• 270; 281. 283, 299. Groenlandia, • 52.
Groningen, • 234.
1056, 1083. ' Giralda, "151. Tratada de, ... 333. Gross-Iagersdorf, batalla de, *+* 699.
GEOFFROY PLANI'AGENET. coude de An- GJRJ\RD, ..... 998. Granada, isla de Ja, en las 'Antillas,
Gros Ununaís, moJieda, * 134.
jou (v. Gudofredo Plantagenet). Gironda, río.0 • 129. .... 733. Guad11lajara, Méjico, ...... 1109.
GEO.PFROY DE VrLLEHAllDOUJN (v. VII.LE- Girondírzos, •* 821, 827, 829, 830, 839, Gran Bretaña, * 54, 91 (v. lrrglate:rra y Guadalupe, isla, •* 283, 430. *** 566,
HARDOUIN). 840. Escuda). 707. **** 945, 980, 1054.
Georgia, Cáucaso, • 28, 158. •" 397, 502. Gisors, •• 99, 117. Gran Cartuja, * 73» GUALTERIO DE PLETIENBERG, •• 320.
*•• 662, 750, 755. •*** 992, 1122, Givet, **"' 554, 753. Gran Cisma de Occidente, • 203, 204, Guaraníes, pueblo del Paraguay, **• 765.
1124. 1 Glasgow, • 203. •*""' 348, 998, 1098.
0 20B, 216, 250. Guasta!la, principado di;, ·*º* 685.
Georgia, Norteamérica, *** 733, 763. GLJNICA, ••· 1036. Grandes invüSiorzes. medievales, • 9, 19,
G.ERARD. **'* 1034. Glogau, *'** 1038. 24, 28, 156 a 158, 249. '""'* 1060.
Guayana (vi GuJ•arza).
GERBEllTO (v. Silvestre 11): . GLÜCK, n** 1011. Grandes Lagos, región de Jos.· •• 428.
Gudjerat, *! 399.
Germania, germanas, • 7 a 10, 12 a 15, GLuCKSTADT. •• 481. ' "**"'. 566, 629, 694, 764.' ,.. ... 1101. GUÉBRIJ\Nr,. mariscal, •• 460.
19 a 22, 38, 40, 46.. 0 375, 412. Gmünd, *"** 937. Grandson, •• 260. Güeldres, condado y ducado,·• 105, 241.
o• 636. **"* 810', 817·, 819, 821, 869, GNEISENAU, H-* !019, 1020, 1041. ]044, GRAN'. ELECTOR (v.. Federico Guiller- ., .. 318, 347..... 585, ·670. *"** ·938.
876. 901. 916, 935, 936; 964, 976, 1013, 1063. mo ·¡,·Elector de Brandeburgo). Gtiel/os, dinastía y partidu, *·137, 138,
1018, 1028, 1030, 1043, 1044, 1050, Gnesen, ** 407. Grange.Saint Arnoul, Paz de la, • J.05.
1057 a 1059, 1083, 1089, 1134. Goa, ** 287, 293, 425. ••• 533, 623. Gran Interregno, * 143, 144.
143, 181. 182.
Guerra de Devolución, *** 518, 521,
Germersheim, *°" 553. 624., 758. Gran Kanato, " 156. . 525, 528 a 530, 532, 535, 600.
GERsON, JuAN DE, • 203. Goda.vecy, río, "'" 399. Gran Mogol (v. Mogol. Imperio).
Gertruydenberg, ••• 581. GoooFitEDO DE BouII.L!JN, • ~n, 113.
1 ,.. 1175
INDICE hLF.AIJETlCO DEL TOMO I
INDICE ALFAllETICO DEL TOMO l
1174

l
liARROWDY, ou+ 959.
601, 609. 637, 638, 640. 645, 652, 653, 1 HARUN-.AL-RAscmo. ~ 30, 35, 37.
540, 543, 544, 546, 556. 558, .559, 660, 668, 669, 672, 673, 675, 676, 684, ' H.ASTINGS, WARitEN. .. .... 735, 736.
1 Guerra de la Léga de Augsburgo,
• •• 564, 596, 628 (v. también, Liga
561 a 564, 566, 568, 571, 575; 584,
725. ....
685, 706, 740, 789, 799. H . . 800, 817, • .... 808. "
823, 824, 838, 840, 862, 870, 873, 877, HAUT.I!RIVE, DB, cónsul, 0 •• 1103.
d~ A.ugsburgo).
Guerra de lns Das Rasas, + 2.07, 208. GUIU.ERMO DE RUBROUCK, * 15,9. 881, 911, 962, 968, 970, 976, 1011, HAuGWITZ, ....... 873, 890, 964, 967, 916,

1
·~
Guerra de las Naranjas, ........ 913, 1112.
Guerra de libelas, ** 372.
Guerra del Norte, 0 488. ••+
.
595, 591,
Gun.LERMO DE 'V(rr.LEIIARDOUÍN, • 186.
GUILLERMO
241.
DORllND, • 225, 127, 240,
1013, 1018, 1023, 1026, 1057, 1060,
1061, 1074, 1086, 1100.
Hafcidas, • 150.
980.
Hn.vel, valle del, • 84. *** 670.
}L\'WXESDuRY, lonl, ·**º 919, 922 a 924,
·~ Guindja, Tratada de, *"* 756. Hagenau, •• 457. 942, 947 a 949.
612, 636. Guinea, .., 285, 290, 294, 430. u* 576, Haiderabad, .. +u 1125.
Guerra de los Cien Afias, "167, 173, HAWKJNS, .. 290.
HAIDEit-ALÍ. rey de Mjsora, .... 736.
()) 177, 183, 188, 195, 197, 202, 205 a 627. RAYES DE CoRMENIN. ** 493.
208, 216, 218, 221, 226, 229, 235, 240, Guinea, golfo de, " 200. Hainán, isla de, 0 • 758. ·HEooNVIILE, *"'** 951.
245, 250. ** 269, 270, .279, 362, 412. Guinegattc, ** 338. Ha\naut, • 106, 130, 147,. 180, 229, 239, HEGEL, JOilGE GUILLERMO FEDEKICO,
Guípúzcoa, • 0 572. 361, 465, 416. • 0 545, 748..... 854. ...... 1014, 1083.
•'*"725. GUISA, ENRIQUE I DE LoRENA, duque Hai1habu (v. Sclzleswig-Hait/Jabu).
é:~.) Guerra de ios Siete Aiws, ... 321. Hegemo11ía." • 11, 14, 28, 49 a 53, 70,
de, ** 377. HaitI, o 282, 288 ..... 797. 85, 88, 92, 114, 129, 135. 138, 139,
':..:.;f
*** 641, 687, 691, 693, 709, 710, 71Z, GUISA. ENRIQUE II DE LORENA, duque Halberstadt, obispado de, •• 441, 444,
o 721, 723, 724, 730, 733, 758, 176.
·de, 0 464. 468.
143, 144, 147, 148 156, 158, 187. 191,

1
Guerra de los Treinla Años. • • 42Z, 432, Gi:risA. 212, 249, 250..... 525.
FllANCISCO DE LoRENA, duque de, principado de, *"'* 670. Heidelberg, ** 405, 409, 438. *** 563.
443, 445, 451, 452, 482: 484, 488, 495.
EQ *'* 513, 595, 636, 667, 670. 352, 353. Hall, ..... 937. "'*** 931, 1017.
GursA, familia de, .... 349, 366, 376, 464 Halle, Universidad de, •• 0 820. Universidad de, •• 0 1044.
1, Guerra del Palatinado, *" 437.
:¡ (Q .... 532.
Guerra de Sucesión de Austna, *'" 667, GUISA, mademoiselle de, *** 532.
• HALLER, ..... 894.
Ramadán, Tratadas de, • 0 756.
Heilbronn, ....... 937.
~ 681, 681, 692, 693, 721, 723, 724. 768. Gulistán, Tratado de, .... 1124. · Confederación de, *"' 454, 455.
Hambres, * 166, 195. *"' 298. **º 1087. Helder, 0 0 896.
~
Guerra de Sucesión de Espaiía, • 0 596, Hamburgo, hamburgueses, * 58, '83, 135, Helenismo, 0 412.
629, 630, 663, 664, 668, 765, 767. Guns, *'" 385.
Gustavía, •••* 1115. 190, 231, 234, 239.... 313, 314,' 322, Heligoland, u+• 995, 996, 1049, 1053.
:!
'j
(~ Guerra de Sc1cesión de Pol<mia, u+ 662, GUSTAVO AiloLFO, rey de Suecia, 360, 460, 463, 482. .... 591,. 595, 777. Helsingborg, 'batalla de, ••• 610.
¡lr
663, 740. ... 421, 441, 447, 452 a 454, 456, 45S, • ... 799, 819, 884, 905, 921, 937, 980, Helvecia, Confederación he 1 v é ti e a ,
E]g Guerras de tarifas, *"' 267, 372. 460, 469, 480, 481, 483 a 485, 488. 985, 993, 999, 1011. 1014, 1045, 1083, •• 440. o•• 1063, 1080 (v. también
GUllVARA. ANrON!O DE. +* 414. .... 594, 598, 607, 640, 751.
"I 1098, 1101, 1102, 1130.
GuroACERIO, *"' 405. Suiza).
it GUSTAVO lli, rey de Suecia '+• 751 HAMil.TON, .ALEJANDRO, +H> 1080 1905
b Gmor, Gumo, H 405.
GUILLERMO DE HOLANDA, rey do roma- ! 752....... 800, 806, 807, sw: 832, 833'.
Gusn.vo IV, rey de Suecia *•,.. 961
1103.
l:IAMILTON, lady, **•• 890.
, '
HELVECIO, '**, 775.
Helvética, república, *•u 891, 904, 939,

~!i nos, * 144.


GUILLER!v!O I EL CONQUISTADOR, rey de
1025. , • Hamplon Court; Traiaáo de, 0 359.
940.
H'EMMING, rey de Dinamarca. • 38.
i~ Inglaterra y duque de Normandfa.
GUSTAVO VASA, rey de Suecia "'* 316,
317, 320. •
Hanau, Conferencias de, *** 675.
Handelssperre, * 240, 242.
Hendaya, •+• 566.
HENNIN. '**· 614.
K * 52, 53, 90, 94. . Gustavoburgo, 0
454.
¡1 Gun.LERMO Ir, EL Roro, rey de Ingla-
Hang-Cheu (v. Quinsay). HERACLlUS, príncipe persa, º** 1122.
GUTENIJERG, JoBAN, * 214. Hannirtas, mercaderes chinos. *º 760. 1 Heraldos de Armas, • 218.
terra, * 71, 75, 90, 91, 94.
l I'
(ff GuILLERMO III, rey de Inglaterra (véa-
se Gllillermo de Ormzge). ·
GUY DE LUSIONAN, rey de Chipre, • 135.
GUY DE DAMFIERRE, conde de Flandes
H a n n o ver , hannoverianos, ·"' • 467. Herat, •• 398.
. *"" 646, 651, 669, 677, 688, 689, HERBERS11!IN. barón de, ~• 379.
* 179. • 696, 698. **** 818, 864. 873, 906, 1 HERDER, ++• 779. ••**
822, 1079.
GUILLERMO I, rey de Sicilia, • 112 . 1 GUY, obispo de Cofre, • 123. 916, 921, 922, 938, 959, 961, 964, Héricourt, ***" 935•
Gu!LLERMO lI, rey de Sicilia, "107, 138, Guyana, ** 427. • 0
528, 585, 629, 967, 972, 973, '175, 991, 1013, 1019, Hermanos Menores (v. Franciscanas).
141. • ••• 913, 945, 980, 1054. 1046, 1049, 1057 a 1059.
GUILLERMO I, conde de Hainaut, ele 1 Hermanos Predicadores (v. Dominicas).
Holanda y de Zelandia, "240.
Guyena (v. Aquila11ia). Conferencias de, ·•** 680. · HERNÁN CORTÉS, ** 281l, 289. **"* 1077.
GUILLERMO II, estatúder de Holanda,
GUYENA, almirante de, •• 265. Convenio de. *º"' 675, 680. Herrenbausen, Co11ferencia de,
0
• 651.
dénastia. áe, ••• 644, 669. HERTZBERG, u o 818, 819, 825.
... 470-. electores de, •••· 581, 584, 669, 748.
GUILLERMO V, estatúder, u+ 753. HERYEM, cardenal, .,. ... 899.
H"* 874,
H Hanoi, .,. 401. •+* 624. HERZAN, -cardenal, *"º 899.
Hansa germánica, ~ 134, 167 a 171, 174, Herzegovina, •-* 746.
GUILLERMO "BLANCAS MANOS», arzobis-
HABSBURGOS, dinastía, • 144, 181, 190, 175, 177, 190, 195, 196, 201, 209, 227, Hesbaye, región, • 19.
po de Reims, * 105.
GulI.LERMO DE BAVIERA. * 229.
207, 209. H 269, 272, 275, 277, 289, "' 234, 240, 244. •• 313 a 318, 320. 322, Hesdin, u u 812.
. 302, 345, 355, 359, 369, 374, 376, 382, 351, 363, 424, 445, 446, 480 a 482. Hessc, • U 700, 728 . .,..,,. 864, 866, 965,
GUILLEIU.10 DE HEssE, **º 965. 385 a 387, 389, 390, 395 a 397~ 411, ... 534, 595 . .... 799, 1015. 1047.
GUILLERMO DE LA MARCK, duque de 1047.
432, 433, 435 a 437, 443. 444; 446, liARDENBERG, *•*• 873, 964, 976, 1018,
Cieves, Berg y Julicrs, u 347. 447, 449, 450, 454 a 456; 459, 467, HEssB. JoRGE DE, H• 577.
Gurr.LERMO DE NoaARET, * 178.
1019, 1048, 1057, 1065. HEssn. landgraves de, "'* 278, 345, 348.
468, 474, 478, 488, 491, 496, 502. Harfleur, • I 97. Hcsse-Cassci, M'* 839, &73, 935, 1013.
GUILLERMO DE ÜlUNGE, estatúder de *º* 513. 520. 522, 529. 536. 540, 550.
Holanda y Juego rey de Inglaterra: Hll.RO, LUIS Di:' H 473, 476.
G. IlI. ** 360, 361, 36,~, 365. +u 539, 556, 560, 569, 570. 572, 573, 587. 597,
1177
lNOíCE ALFAlllrrlCO DEL TOMO l
INDICE ALFABETlCO DEL TOMO l
1176 lfrikiya, "' 211 (v. también Aftiéa)•.
Hugli, factoría del, *~:427. Iglesia· crislia11a, * 12 a ·29, 48; 55, 57 a
801, 801, 808, 810, ·82.0, 825, 847, rílJ, .... 425. •*" 567, 682.
HEssE-cAssEL, Iandgrnvcs1 1:.dc, •++ 728. 849, 852; 864, 866, .870, 873, 875, 60, 70 a 73, 75 a 78, 84, 88, 94, l!6,
u ... 935, 938. ,;. -HúGO C/l.Pf.TO, rey de Francia, • 51. 132, 138 a: 141, 146, 147, 179, ! 33,
~82, 883, 888, 889, 891, 905, 922, HUGO ID, duque de Borgoña. • 106, 114.
Hesse-Darmstadt, ,. .... 937, 969, 970, 924, 938 a 940, 942, 949, 950, 952, 184, 191, 192, 203 a 205, 213.
1013. Hugonotes, Secta, •• 361, 364, 412, 413; Iglesia griega, • '.l.9, 60, 63, 65, 70, 79,
960, 961, 968, 969, 980, 985, 990, 446, 448, 449. "** 598, 773.
HIDALGO, *"** 1112, 1113. , 991, 993, 996, 999, 1033, 1049, 1053, 86, 87, 121, 135, 155, 185, 210.
H!DEYOSHI, •* 400. ' 1054, 1062, 1080, 1.097, 1103, 1115,
HuoNES, VícroR, •*-• 945. Jglesía imperial, • 48 a 51, 57 a 60, 87,
Hierro, industria y comerdo del, • 57, 1116, 1119, 1126 a 1130. .,. · Huisne, río, * 99. 88, 121.
03, 170, 175; 197. H 388. """ 594, condado, • 55, 105, 116, 141, 180, 196, Hullc, navío, • 167. Iglesia latina,;~ 2.9, 59, 60, 65, 70, 71, 75
595, 613, 710, 752. *• ** JfJB, 799, 807, Hull, .... 1120. a 79, 121, E35, 140 a 142, 155, 185. .. ·:--·
832, 848, 882, 961, 980,,'1037, 1114. 2w, :m. 237, 240. Hulla, extracción y comercio. • 175. Iliria, **** 993, 998, 1013, 1026, 1033,
HOLllACH..... 777. • •• 591, 726. • ••• 799, 848, 1064.
Hilalianos, tribu de Jos, •t6!l.. 1041, 1046, 1051, 1089.
HILoEBRANDO. ·monje itaJi:ir\,o (v. Grega- Hi:iLDERLIN, n u 822. Humanismo, humanistas, • 213. •• '.328, Ilkanato de Persia, + 158 a 161, 164,
HoL:IUR, jefe mabrata, *~*• l 126.
rio VII). /,¡¡'· Holstein, ducado de, "* 316 a 318, 441, 406, 408. 218, 226.
Hildesheim, *""'* 938. ti' HuMJiourr, ALEJANDRO, ..... 796, 1077, Ilmen, lago, • 64.
444, 482, 486.••• 541, 651.
Himalaya, cordíllera, u 398.... u 1127,
HoLSTEIN, duque Carlos Federico, 1109.
HUMBOLDT, Gurr.LERMO DE,
.
H+• 818,
Jllinois, río, *"'* 764.
1128. ..u 651. IIllcircb, **• 555.
HINCMAR, arzobispo de Reims, • 25. 1020. 1055, 1057, 1059. Imeretia u u 1122.
HoLSIE!N, PEDRO DE (v. Pedro III. zar). HUME. DAVID, +o 775.
H.indu-Knch, desfiladeros, 0 • 616. Imperio' angevino, • 91,' 92, 152.
HoLSTE!N • GLUCICSTADT, y HoLSIEIN - Hungrfa, húngaros, * 48, 57, 58, 60, 71,
Hirado, Jap6n, 0 • 620. GOTTDRP, duques de, *"'* 541, 604, Jmperia cl1erifiano . .,.. 301.
Hirsan, abadía, • 58. 83, 89, 104, 129, 157, 170, 171, 186, Imperio ·en Occidente, bajo los reyes
HoDART, lord, .. u. 919. 651. 191, 202, 209, 210, 217, 235, 249. alemanes, • 48 a 50, 53, ·5s a 60, 63,
Home11a;e, • 47, 89, 108, 112, 113, 136, •• 260. 264, 272, 273, 277. 303, 343,
HODDES, TOMÁS, *** 775. 86, 88 a: 90, 98, 99, 104, 108. ¡ 12,
HoCHE, general, .... $ 875, 885. 139, 235. 345, 351, 382 a 390, 393, 395 a 397, 135, 137, 138, 143, 144. 147 •. 148.
HoME PoPHAM. comodoro,.**º 1121. 407, 411, 435 a 438, 444, 466, 495.
Hocbk.ircb, batalla de , • •• 700. 178, 180, 181, 20$, 209, 228, 230,
HOMERO. u 412. ..... 519, 5Z2, 529, 545, 549, 551, 560, 235. .
Hochstiidt, batalla de, ..... 578.
HoMPYs, Jos:é, • 202. 561; 569.. 570, 574, 582, 601, 628,. 631,
HOFER, *"'*"' 1013. Hondscboote, batalla de, • 0 * 867, 368. Imperio' en Occidente bajo las carali11-
HoFFMANN, uo 818. 642, 654, 663, 664, 672,· 712, 717. 754. gios, • 23 a 26, 31, 32, 39 a 41, 46.
Hohenlinden, combate de, ••** 903. Honfleur, .... 284; •.0 • 198, 799, 806, 801, 823. a 825, Imperio en Occidente. Concepto- del,
Hmre.Nsr.mFBN, dinastfa. * 85, 87, 138, Honnencourl, ~· 463. 830, 869, 877, 962, 1009, 1011, i.012. • 23 a 25, 36, 39, 40, 48 a 52, 60, 71,
144, 147, 148, 151. 156.
HoNORlO m. Pontífice,, ~ 140, 146, '162. 1023, 1026, 1060. 72, 86 a 90, 104, 135, 137, 138; 143,
HoNillEIM (v. Febronius). Huoingue, •••• 1064.
HoIIENZOLLERN (v. Federic'o Il, Efector Horda de Oro .o Aurea, • 157, 158, 161., 144, 152, 178, 180 a 182, 204, 207,
de Brandeburgo). :~ 171, 191. .,.. 273, 379, 380, 383.
Hwios, pueblo, • 8, 10. 20!l, 217, 248.
Conde de, ++ 433. ~' HUNr, ••*• 1084. lmperium christianwn, + 23.
HoRMA'Yl!., barón de, '**" 1010, 1011, HUNrINGION (v. Clinton). Imprenta, * 214. ** H••
dinast/a, ... 483, 484, 490. 0 • 575, 279, 418. 1109.
1015. Hurón, lago, • 0 628. Incas, u 2as; 289, ·380.
583, 585, 638, 671, 672, 693. 709, !forn, cabo de (v. Homos, cabo de).
718, 743, 788, 789. º .. 835, 844, Hurones, pueblo, **• 628. India, hindúes. + 16, 67, 131, 158, 163,
Hornos, cabo de, ,.. 424, 426. *** 633, Hus, JuAN, • 204. '* 411.
976, 977, 1011!, 1050, 1057, 1058. 762, 766. .,. ... 1107; 1117, 1130. 164. 187.•• 280, 281, 285, 291, 293
Hohenzollern, principado de, • •• 670. Hu~smo, Secta, • 204, 205, 20S, 213. a 295, 351~ 398, 399, 402, 424; 427.
HORTENSIA, i-eina de Hola¡¡da; •H*l061.
Holanda, /rolandeses, .. 55, 196, 229, 237. H ospederlas· u Hospicios, "'45, 123, 126.
Hyeres, puerto, " 111. •** 541, 542, 590, 591, 616, 618, 619,
•• 267, 294, 295, 297, 312 a 318, Hyperbero (V. Besan/e). 623, 629, 649, 681, 682, 693, 695, 696,
Hospitalarios, Orden de los, ~ 84; 93,
322 a 324, 328, 351, 355, 360, 363, 210 (v. también Malta, Caballeras de). 701. 707, 708, 726, 735, 737, 752, 755,
365, 367, 368, 370, 372, 373, 389, Hospodars, **38~, 384• ... 609. 757 a 759, 761, 770, 787. *"'** 795 a
401, 412, 413, 420 a 429, 431, 433, I 798, 807, 808, 849, 850, 856, 892, 907,
433 a 440, 445, 457 a 459, 462, 463, "'"'º 1023. 914, 916, 918, 922 a 924. 950. 985,
HOTMAN, FRANCISCO; u 406. Iakutsk, -*** 621. 986, 990. 994, 1003, 1040; 1063, 1073,
465 a 467, 469 a 471, 474, 475, 473,
480 a 483, 485, 486, 491, 492, 494, Hougli (v. H1lg/il. Jaroslav, * 63. ** 379, 494'. 1074, 1096, 1098, 1115, 1120 a 1122,
499, 500, 502, 505..... 511, 514, HowE, general, ••.• 728, 731. Ja.sSi, Moldavia, "~* 610. 664, 7JS, 744, 1124, 1125, 1127 a 1133.
516, 519 a 521, 525 a 536, 539, 548,
HuAN-r..r, emperador de China, >+ 400. 810, 817, 1081. India· Francesa, '** 541, 542, 588, 695,
551, 554, 558, 559, 561, 562, 564, HuBER, 0 • • 951. Tratado de, *'* 754, 307, 836. 701, 707, 755, 758, 759. H** 945,
HubertslÍurgo, Tratado de,·*•• 706, 707. Jbelin. dinastía de, • J 56.
565, 567, 568, 570, 571, 573 a. 578, HUBHER, MARTÍN, .... 634. . . 1091.
Il!N Ruso. AVERllOES, *.151. Indias Occidentales, H 281 a 283, 351,
580 a 583, 585, 588, 589, 591, 592,
595, 596, 598, 601, 603, 604, 607,
,HpnsuN, ** 362. ••• 566. ••*• 1100 lBN Y ACUB, * 102 373, '429, 472, 478, 590, 630, 649', 761.
·bahía de, ** .362, 426. *** 566, 584, TultAI!IM, EL loco, sultán, •• 504. . 0 • • 797, 798, 882, 916, 985, '997,
612, 614, 617 a 621; 623, 627 11
. 590, '528. Iconium, sultanato, • 100, 158. 1078, 1111. (v. también· Am.érica).
630; 63t, 634, 635, 639, 645, 641!, ~ r1o, ** 426. ••• 566, 567, 628', TJ.9, 731.
658, 660, 668, 671, 675, 616, 678, Ienilca1é, Crimea, • 0 719, 720. Indico, Océano, • 19&. ** 279, 287. 288,
680 a 683, 685, 703, 724 a 727, 734, .. *" 1100. Ienisseisk, Siberia, "'** 621. . 311, 368, .401., 424, 427. *** 533, 534,
735, 749, 753, 757, 758, 761. 762, Hué, Annam, • 0 759. lERMAK; jefe cosaco,.•.• 388.
.. ·166, 773, 774, 777...... 795, 799, Huéspedes, • 45, 55, 202 .. :

'':·.-·.·
f$
1179
~~ INIJICE ALFADfiJCO OEL TOMO l

! @ 1178
INDICE ALFADETiCO· DEL TOMO I
Iroqueses, putblo, ++ 429, •<* 567, 628, 355, 357, 371, 374, 375, 380, 385, 397.
629, 694. 405, 406, 408 a 410, 412 a 415, 432,
a. 1058, 1062 a. 1064, 1078 a 1081,
(~~ 542, 547, 588, 617, 630, 757. H h [053.
Inaígo, obtención y comercio del, 1083, 101!4, 1086, 1088 a 1092, 1096
•** 760, 761.
Irtych. ria, •• 388. 436, 440, 449, 450, 459; 463, 464. 495,
*'.. 629. a. 1098, 1100 a 1107, 1110 a 1112, ISAAC CoMNENO. rey de Chipre, • 135, 498. *** 523, 536, 568, 574, 578, 579,
1 {f%~ Indios. t r i b u s americanas. u 296. 1114. 1117, 1119 a 1122, 1124 a 1134,
141. 587, 637, 638, 642, 644, 646 a 650,
ISAAC, judío, * 35, 37. 653, 654, 658, 660, 668, 676 a 679,
•H 566, 628, 629, 694, '695, 733, 763 1138. ISABEL, esposa de Zapolya, "* 385, 386,
@ Ingolstadt, ** 376, 377, 409. **** 902. 681, 685, 693, 704, 721, 772, 774, 779,
·1 a 766. **** 1101, 1105, 1106, 1112,
..~
389. 782. ••-* 199 a 801, 810, 856, 864,

'l (-/BJ 1113, 1130.


Indo, río, *** 156. ... "* 901.
Indochina, • 158. • .. 397, 400, 401.
... 624, 758, 759.• ,..,. 1128.
Ingrelia, •••• 1122.
Ingria, 0 273, 320, 392. • 612.
rngwiller, ** 457.
T

Inmunidad diplomática. * 215 a '121.


ISAllEL. hija de Felipe II, ** 373.
ISABEL, :z:arina, ..... 635, 662, 664, 680,
683, 688, 692, 696, 703 a 710.
1 869, 870, 874 a 881, 888, 891 a 894,
896 a 901, 903, 905, 910 a 912, 925,
937 a 941, 948, 955, 956, 958, 963,
:f"• Indonesia, 0 292, 500.
Indostán, *" 397, 425. *** 548, 567 (véa-
Inn, río, * J23: "'** 746. •*'* 10l2, 1059.
INocENCIO II. Poa.tlfice. • 86. 87.
ISABEL DB liABSBURGO, H 316.
IsABEL DB V.ALOIS, 0 358, 369.
967, 968, 980, 982, 991 11 993, 995,
999, 1006,.1013 a 1017, 1028, 1030 a

¡~ se también India}. !NOCENCID III, Pontlficc, • 137 a 143, ISABEL FARt!ESJO, reina de España, 1034, 1043; 1047, 1050, 1051, 1056,
INÉS, emperatriz bizantina, • 105. 220, 235, 249. **" 646 a. 648, 650, 651, 654, 681. 1057, 1060, 1061, 1066, 1061, 1074 a
ISABEL I, LA CATÓLICA, reina de Castilla, 1077, 1080 a 1085, 1089, 1091, 1093,
:& Ingermanía, •• 484. !NOCENCIO N, Pontífice, • 143, 144, 146;
.. 211, 223, 244. . . 256, 266, 269, 276, 1137, 1139.
·~ () Inglaterra, ingleses, * 7, 10, 14, 19, 26, 152, 178.
27, 40, 4l, 44, 43, 50, 52 a. 54, 56 a Il'/OCENCIO VI, Pontífice, "'240. . 281, 283, 338, 417. Italianismo, •• 408, 409. ••• 638.
t. (J 59, 70, 71, 75, 78 a 32, 88 a 92, 96. lNOCENC!O vm. Pontífice, 0"* 299, 330. IsABEL I, reina de Inglaterra, ** 277,
290, 312, 322, 325, 357, 360 a 370,
Italia normanda, • 93, 115, 122, 142.
Iude:r:, • 118.
98, 105, 107, 111, 112, 117, 119, 122, J:NocENCIO XI, Pontífice, * 558, 561. '

! 1:5)

@)
.. )
130, 131. 133 a 135, 138 a 140, 143,
146 a 148, 152, 166, 167, 172, 177 a
-180, 183, 188, 195 a 198, 203 a 208,
214, 216 a 219, 221, 222 a 226, 228
a 230, 231, 235, 237 a 240, 243, 245,
l
fnqufsicián, •• 401. **** 857, 863.
Instrumenta del tratado, * 39, 106, 107,
229, 230.
Insnlindia, * 158. •* 273, 397. u•• 849,
1054, U30.
246. ** 256, 261 a 263, 266, 269, 270. , Intercursa, +• 265.
389, 415, 42_D. ••• 5~6, 619. •-+• 1121.
ISAORLUlOS, dmastfa, 28.
Islam, musulma11es, sorrace1JOs, • 16, 17,
19, 21, 27 11 30, 37, 39, 42, 46, 48, 54
a 56, 60, 62 a 73, 82, 84 a 86, 'll, 93,
10[ a 105, 109 a 112, 113 a 121, 131,
j Iuriev, •• 320.
¡ lus foederis •H 661 668
Iu.r patrona;us, ** 295. ·
lvÁN 1II prfncip" de Moscú • 196 11 ¡
•• 31{ 320 328 379
IYÁN rV .EL' TE '
3S2.
a** 30g 320
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393R~J:·
1!¡
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276, 284, 290, 291, 311 a 314, 321 á [rtternunr:ius, •• 264.
325, 328 a 330, 334, 336, 337, 341 a
344, 348. 349, 352, 353, ·357, 358, 360
1
frivasiones, invasores, • 9, 10, 13, 14, 16,
19, 24, 28, 46, 48, 52, 53, 65, 66, 68,
132, 135, 143, 149, 151, 158, 159, 164,
189, 198, 200, 211, 218, 227, 231, 235,
237, 239, 242 a 244. ·0 255, 264, 273, Iv=~·
279, 287, 295, 299, 301 a 304, 309,
322 3 7 ¡¡
lOB~IS, F'RANC!SCO'
493
IvangÓrod ;., 320' 379' 39¡ ·
'

' ... ;,.* 6


DE,
ª
8 1, 1080,
rl ® a 370, 372, 376, 388, 389, 395, 396, 85, 93, 112, 142, 150, 156 a 158, 186,
*• 310, 354, 377, 381, 383 a 385, 391 a Ivoi ;. 99
<@
405, 408, 410 a 4l3, 417, 419 a 421,
· 423 a 425, 427 a 430, 432, 433, 438,
137, 210, 211, 249. 273, 330, 331,
346, 371, 383 a 385, 388, 400, 453, 393, 395, 397, 399, 402, 422, 428, 495,
504. *** 518, 568, 601, 602, 616, 623, Izq.J
Ivr;' •
9 9.
. E ' u•• 7
454, 464, 465, 485, 488. *** 539, 557,

1'¡ .~::·:,

U
439, 441, 445, 447 a 449, 456, 461,
468 a 470, 472 a 475, 477, 480, 482,
483, 490, 492, 493, 496, 498, 500 a
502, 506. *"'* 512, 515 a 517, 520, 525
a 530, 532 a 536, 538 a 540, 542, 544,
562, 563, 600, 604, 601, 608, 611, 616,
647 651 670 672 677 698 719 720
' ' '7 ' ' 5 '7 '
Z~h s1~:· 8Jl, 83;~~40; :,iz, %:ó, ¡:g; '
633, 636, 663, 744, 770...... 795, 1073,
1120, 1121.
Islandia, • 52. ** 420, 482.
Isla Real (v. Cap-Bretán}.
IERDO, UGENIO,

J
9 3.

Islas ¡le Cabo Verde, • 200. ·


l (jJ
~t)
546 a 548, 551, 561 a 568, 570 a 585,
588 a614,
612, 592,618, 603,62604,
598,619, 607,, 611,,
a 624
62B a 630, 632 a 6J7, 2 a ,,, , 626
866, 872 a 874, 878 a 881, 891 a 896,
903, 913, 921, 948, 9 73, 1004 a 1006,
1013, 1042, 1043, 1048, 1062, 1085,
falas de las Especias (v. MQ{ucas}.
IsMAIL, sba de Persia, ** 397, 398.
Ismailov, ••• 753.
JACOBJ, ***"' 1014.
Jacobinismo, jacobinos, •*•• 811, BlB,
819, 826, 828, 829, 833, 836, 837, 839,
639 ... 42 644 1137. Ison:z:o, río, .,. .. 994. 843, !!45 a 852, 857, 858, 860, !l63,
a 648, 651 a 654, 658 a 660, 672, 673, Investiduras, ,. 47, 59, 87_ Ispalián, o• 619. 869 a 874,. 878, 885, 886, 889, 394,
r@ 683,a 685, Istria, • 15, 21. •• 273, 308. •~** SSO.
615 a700
698, 710,a 719,
707, 681 690, 693, a 695,a Investiduras, guerra de las, • 59, 60, 70, 895, 899, 905, 908, 914, 925, 932, 946
'[ffeti 721 723 88 881, 903, 961, 971, 1012. ª 948, 958, 960, 969, 972, 1003, 1005,
730, 732 a 740, 742,
753, 757, 758, 160 a 767,746, 748. ; 770, Irak ,· Mcsopotanna,
750 a · + 16, 30, 67, 68, 135, Italia, italimzos, • 9 a 12, 14. a 16, 20 a 1009, 1018; 1028, 1030, 1033, 1062.
769 158 22, 24, 26 a 28, 33, 35, 36. 39, 41. 1067,' 1081.. 1082, 1136, 1137.
772 a 781, 783 a 785, 787 a 791- • l37. 44, 46 a 52, 54 a 56, 58 a 60, 63 a Jacobinos, iglesia de Toulouse • 140.
¡ º"'* 797 a 802, 805, 807, 808. 810 a 1RAKLY, príncipe (v. Herac/ius}.
!"1¡i 312, 814 a. 818, 3 2, , 25, _ Irán,* 30, 67, 187. u.273_, 398, 4~. 500, *
66, 69. 73, 75, 78 a 82, 86, 83, 95, 93, ·Jacobitas, secta de los, 121, '159.
-::>" 823 8
82.8, 832, 836, 843 2a 3 9, 852, 85 5 á
826
66~, 1;5, 756 (v. tamb¡~n Persta). 108, 112, 116 a 118, 121, 1Z2, 130 a JACOBO r de Inglaterra y VI de -Escocin,
I~ 858, 862 a 864, !l66 a 870, 873, 874, ~ramos, B, 39,. 64,_ 67. . 39].
4 135, 138, 140, 143, 144, 16Z, 163, 166, •• 277. 368, 372, 396, 413, 420, 427,
r.. 161, 171, 174, 175. 178, 180 a 182, 436, 438. 439, 456.
'i 876 880 882 886 888 890 898 , .mENE, emperataz bIZantina, 38.
í ' ' ª ' ' ª ' IRIARTE •~*• 874
900. 903, 905, 901 a 914, 916 a 926, l k k, .... 671 ·
186, 187, 189, 195 a 203, 211 a 213, JAcOBO U, rey de Inglaterra. H* 519, 559,
216, 217, 220, 223, 228, 235 a 238, 561, 562, 564. 566, 575, 659.
931 a 934, 936, 942 a. 952, 954 a 956, 1 r uts • , - · ,. 241, 242, 249. "* 260, 262, 264, 265, JACOBO III ESTUARDO, pretendiente,
958 a 961 963 964 961 971 972 Irlanda, irlandeses, S, 14, 26, 28, 45,
974, 976, 911 a 993, 995 a'.997, '999 ; 50, 53, 91, 205. •• 270, 366, 469, 470. 271, 275 a 277, 280, 298, 300, 301, ... 515, 580, 646.
1001, ·1004 a. 1008, 1012, i014, 1015, \ ••• 519, 564, 637, 696. .... 799, 841, 304, 312, 313, 327, 328, 331. 335 a l JAcoao VI, rey de Escocia (v. Jar:oba I
1018, 1024, 1025, 1036 a 1.038, 1040, 349 a 851, 861, 862, 883 a 885, 918, 337, 339, 341 a 345, 347, 348. 352 a 1 de Inglaterra}.
1041, 1045, 1046, 1048 a 1054, 1056 919, 922, 946, 979, 1088, 1089.
INDICE ALFJ.DEUCO DEL TOMO 1 K
llliO conde de Flandes, • 198, 206, 217,
JORGE II, rey de- Inglaterra, •.++ 673, 219, 229. Kabinettspolitik, • **"' 800, 807, 872,
JJ.cono VII, rey de Escocia (v, !aca- JUAN SEmsMUNDó, Elector de Brandebur-
675, 688, 698, 706. . 1059.
bo ll. de 111glmerra). JoRGE llI, rey de Inglaterra, *º 706, go, •• 484, 485. Kabul, •• 398. ••* 617. ·
JUAN CASIMIRO, Elector palatino, "* 364,
JJ.COBO VII, EsTUARDO, ,pretendiente al 72&, 748, 775. UH 807, 846, 866, 913, Kahlemberg, batalla de, .. * 557.
trono de Escocia, +>•.,,q81. 373. 0 Kairiardji, Kutchuk-Kainardji. Tratado
J11CQUARD, *•"'* 934, 998.' ,'
919, 949, 951. JUAN JORGE, Elector de Sajonia, 453.
JoR!lE PoorEBR/\l.J, rey de Bohemia, de, **" 635, 720, 740, 743, 744, 747,
Jacquerie, Jaqu!!ría, • 184. *"'*' 811. 466. . 770. ••**806.
JAGELLÓN, dinastíil, • 190, 210. "'º 27'2,
•• 272. JUAN PE AUSTIUÁ, .,. 306, 364.
JosÉ I, emperador, .... 582, 587. Karruán, • 68.
381, 382, 384, 389, 392. Ju.A.N DE. AuS'fRÍ.A., cardenal infante, K.ilCIIJJERG,., #H# 1011.
JosÉ II. emperador, ••• 642, 714. 715,
JAIDI. •**• 1017, 1018, 1020. 717, 719, 740 a 750, 752 a 754, 778, ** 455, 457, 46,0. Kalisch, alianza de, *H* 1044, 1050.
J/\IME I, rey de .Aragón, • 149. JUAN DE Go!lZE, • 100 a 102, 105.
782 a 784. *"'** 800, 806, 807, 823, Kalmar, ~·:393, 481.
Jamaica, +* 472. •+>• 566, 576, 632, 736. ]U/IN DB lVÚJUGNOLLI, • 163.
Unión de, • 190, 195. •• 315.
....... 931, 945, 985, 1074, 1078. 826, 836, 1074. JUAN GAI.EAS VISCONTI, duque de Mi-
JosÉ, rey de Portugal, '"* _782. 4 Kalmucos, puebla, *** 760, 761.
Jamestowu, ** 291, 428. ••• 629. JOSÉ, archiduqne de Austria, *"' * 899.
lán, • 212. KJ\LYTCREF, **** 905. 908.
JUAN, silenciario, maestro. de ceremo·
Janina, ...... 805. JOSÉ, padre, capuchino, ••"' 619. Kama, ríe>, •* 388.
JANSSENS, ***• 1127. JosEFINh, emperatriz, "'"'"" 944. 1026,
nías, • 34. Kamene1Z, Podolia, •n 601.
'· ~
Japón, japoneses, • 158. *"' 273, 292, 294,
1035.
JUAN PE BRllGANZA, príncipe de Portu-
gal, •••• 856, 912, 1004, 1116. ·Kamtchatka, Península, '*" 760.
400, 401, 426. º* 541, 618 a 620, 623, Josefismo, ••• 784. 0 0 877. ICandahar, 0 • 616, 619, 756.
JUAN, hijo de los Reyes Católicos,
759. •••* 795, 1128, 1129, 1133. JovELLANOS, G. M., •..++ 855. KJ,No-HI. emperador de China, ~·"' 620
Java, isla, • 158. .. 288, 424, 427: JUAN VllL Pontffíce, • 25, 33 ,42.
.. 338.
JUAN SEa1sMONDO 'ZAl'OLYA, prÍncipe de a 623.
..... 588. • ..... 980, 1054, 1102, 1127, JuAN JSXII, Pontífice, * 179, 182, 240. Kaniow, Entrevista de, *** 750.
1129, 1130, 1132. J uAN XXIII. .Antipapa, * 204. Transilvania, '* 390, l(.A.."!T, M/.NlJ,EL, H• 773, 779. *"'"'* 8J9,
Ju.ANA. u LOCA, reina de Olstilla, ** 338,
1Jly, JUAN, •"" 737. *••: 1103. Jo!t.N 1 Comneno, emperador bizantino, Ju.ANA I. reina de Nápoles, * 179, 188, 821, 1079..
Jay, Tratado de, ..... 876. • 85, 106. . K/.:RAOEORGE, **º 1023, 1024,
JEFFERSON, ToMi.s..... 729, 1080, 1101, Ju.IN V, emperador ·uizantino, • 185, 212. Karakorum, * 159.
Ju.ANA, hermana de E.dlllll'do ID de In- K.ARA-MuSTAFÁ, gran visir,
0
• 556.
1J03, 1105, 1111. 217, 236. . .
Jernmappes, **"* 842, 844, 854. JUAN VID, emperador bizantino, • 210,
glaterra, * 230. KAR.AMZIN. U** 1036.
Ju.ANA. PE .ALllRET, °"'347. 1
Jena, •• •• 101'7, 1079, 1090. 217, 236. JUANA, duquesa de Brabante, • 217.
j Kardis, Tratado de, +** 596.
batalla de, 0 ** 973, 974, 980, 983, JUAN JI, rey de .Aragón, "'211. Karikal, ··~ 682, 702, 707.
Jubileo, "246. · Karlovci o Karlowitz, Tratado de.
. 9ll9. 1013, 1018. 1137. JUAN EL CIEGO, rey de Bohemia, • 131,
Judíos,. " 16, 27, 35, 37, 44, 45, 55. 64. 1 . *"'* 570, 603, 661, 665, 744.
Universidad de, • • 404. •••• 1044. 187. 67, 71, 102, 121, 159, ·245, ** 374, Kartoffelkrieg, guerra de la patata,
Jenízaros, •• 289, 506. "'*" 806, 309, JuAN I. rey de Castilla, • 188. 405, 501. *º 725.' ..... 805, 877.
JuAN JI, rey de Dinamarca, ~* 315, 316. •+. 743.
1022, 1023. Juliers, dúcado de, "* 347, 374, 375, 418, KAUNITZ, conde de, +•* 689, 714, 717.
Jerez, Vinos de, •*+ 726. JUAN Il, EL BUENO, rey de Francia, 435. • •• 538, 672, 741. * .... 935.
Jerifia110, imperio, .. 301. • 134. 719, 740, .742.•••• 806, 3ll, 814, 824,
JULIERs, duqne de (V: Gw1/ermo de La 828, 830, 834, 837, 839, 1026.
Jersey, •• • * 846. JUJ\N SEGISM.tfrlPO, rey de Hungr:ía,
Marck)•
Jerusalén, ciudad, * 68, 72, 120, 121, ... 385, 386. Kazán, H 37~, 383, 387.
Juuo II, Pontífice, "* 335, 336, 337, 339, Keeper of the privy seal, * 229
JUAN SIN TIERRA. rey de Ing:!aterra,
123, 126, 135, 142, ..143, 156, 246, Juuo ID, Pontífice, ** 349.
502, 503. . "106, 137 a 139, 144, 146. JDMONVILU!, DE. .... 694.
Kehl, *** 570, 659. 0 •• 904. '·-·
JuAN III, rey de Polonia (v. Sobieski, Keidany, T1~atado de, •• 489.
patriarcas de, + 34, 65!' JUNO-S'IILLIN, *'** 814. Kent; * 14. ; ·
reino de, + 72, 85, 100i 109, 112, 113, Juan). JUNOT, general, ,,..** 1004.
120, 135, 143, 148, 156, 162. JuAN ALBER11J, rey de Polonia, ** 381, Jura, montaña, "'56, 123, 133, 173. . Kentucky, '.*u 1101.
Kerman, Persia, "''* 757.
JERVIS, almirante, •
0
• 883. 382. ... 545..•*** 861, 941. ~*'* 852.
Jc:su;tas, "'* 292 a 296, 324, 325, 375 a JuAN CAS!MIBO, rey de Polonia; •• 488, Juramento, • 40 a 43; 47, 107, 230, 231. 1 KERsAINT.
Kertcb, Crimea, ••• 719, 720.
377, 394, 400, 403, 413. •"'* 622 a 625, 489, 491. • •• 596, 597, 600.
]ORIEU, "'** 774. :KE'rrLER, Gormoo, *" 320,
~~~: ..~~I;
1 ¡;.4. r1. 119,
765, 1s1, .
JUAN SoDIESKI ID.. rey de Polonia,
... 557, 600, 603, 669. ' JUristas (Y. Legistas).
Jus foederis (v. Jus foederis}.
K:ErABAROV, jefe cosaco, ••• 622.
J(habarovka', Siberia, ,,..,. 622.
viuda del Cid, 7o.
+ 1 JUAN I, rey de Portugal, antes gran JuSTINLINO I, emperador bi:zantino, * 11,
J1MENA,
maestre de Avis, • 188, 200. I{:rr,'foAN, * 156, 157.
J¡~ PE RADA~ Ronl\i~o, • 149, 151.
JUAN rr. rey de Portugal,' .... 281, 283. 12, 181, 248.. *• 402. l(HAJ/\R. di11astla, ·.•**-757.
Joinville, .Tratada de, +•. 366. JUSTINIANO II, emperador bizantino, K.HAYlM!P-DIN (v. Barbarroja).
JUAN JII. rey de Portugal, •• 292. l
JoLLIET, "'* •628. ., .·. JuAN IV,· rey de Portugal,
0
462. * 38. . Khawres, pueblo, • 29, 38, 64, 243.
JoNES, sm. JL\Rl"FORD, *"~".° 1096, 1124. JUAN lll, rey de Suecia,
0
324, "325, JuSTINO, emperador romano, " 11.
Kherson, •** 749, 750.
Jónicas, islas, 0 298, 304. .. •• 569. Jutlandia, • 8, 170. +• 444, 486. Khiva o ICiva, •• 398 ..... 756. • ••* 796,
*'*' 881 a 893, 906 a 909, 960, 977, 391, 392. . Jutas, pueblo, ,. 10, 14.
JUAN, archiduque de Austria, -*•* 903, 907.
991. 995, 1023, 1040, 1053. 962, 1011. 1 1 Kholmogory, puerto, ** 493.
Jorasán, * 30, 66: ""* 756. · JUAN fil, duoue de Brabante, * 241. , 1
JORGE I, rey de Inglaterra, *•"' 646, 651, JUA.t"f SIN Mmoo; duque de Borgoña Y
669, 774.
i,,
1
1
INDICE ALFÁ!lETlCO Ol;L TúMO 1 1rn:l ¡ 1
i.
INDICE />.LFADETICO DEL TOMO l
1132 491. .... 526, 529, 530, 542, 544. 559, 1 26, 35, 58, 75, 120, 234.... 255, 256.
Krotzk.a, combate de, + •• 664. 568, 572, 573, 575, 580, 582, 601, 623, 404, 405. .
K.horazán, región y emirato del (v. Jo. KRüoENER, madame de, *'** 1080. 646, 658, 703, 707, 749, 752. ... *' 813, Latinos e/I Oriente, + Ü5 (v. además
t® rasán).
Khotin .(v. Choclim). .
K.sar-el-Kebir (v. Alcaz:arquivir).
Knbán, región, "'** 747. ··
371, 873, 1049. Francos).
Gran Alianza de, *.. 515, 598, ·599, 647. Ll.TOMUS (v. Le Masso11}.
(~ Khoti.n, batallas de (v. Choczfm). KUBLAI-KAN. + 158. Paces de, '"* (1609): 373. ••* (1668): Latón, frtdusrrfü y comercio d,./, • 57 SJ
Kiakhta, Mongolia, ,..., 622, 760. Kimwnas, pueblo, • 65, 66, 83, 131. 156, 531. 175. , •
H++ 796, 1128 a 1130.
Q Tratada de, *"'* 759, 760. •++• 1129.
157.
Kunersdorf, batalla de, •• • 7fJl.
La Hougue, batalla de, ••• 564. I.AroucBE-TllliV!LLE,
0
•••• 944.
Laicidad del Estada, • 183. Ll.TREILLE, •• 1075.
€@ Illi-ICING, **** 1128. Kung-Kao (v. Ayunthia). LAÍNEZ, padre Diego, S. J., u 375. 1.AUDON, mariscal, .... 753.
Kiel, ••+« 905. Knriles, islas, 0 • • 1129. l.ajazzo (v. Aias). Lauragais, región, .. 130, 172, 177.
Tratada de, +>+• 1053. Kutchuk-Kaínardii. Tratado de (véase LII.LY, conde de, 0 • 696, 702. La.usana, •• 411. *"'º 775. ·
K.mN - LoNG, emperador de China. 1 Kainardji}. LA MARCK, Gun.r.ERMO DE (V. G!lillermo Tratado de, *• 371.
...... 760, 761. ..... 196, 1127.
Kiev, * 29, 63, 109, 113, 157. +• 381,
Kurusol", ...... 1043. de La Marc/c). LAUSEL, 943.o••
La Marck, condado de, •** 670. LAussAT. prefecto colonial, +>+* 1105.
382, 393. .. .. 596, 602. .. ... 834.
K:rLTDl AnsLAN II, sultán de Iconíum, L La Meca, • 68. **"* 1121. Lauter, ño, ••• 677.
I..a Mina (v. San Jorge de la Mina}. Lauterburgo, .... 553.
* 100. Larnpedusa, ·•• 0 952. LAUTREC, H 302, 342.
l(.ingston, *"** 1115.
K.iptr:hak, kanato, •• 379. La. Bicoca, •• 342. Lana, industria y comercia de la. • 64, La. Valetta, Ma.!ta, *"~ 633. º"""' 907,
Kíptchak, puebla, ** 273. LA BommoNNAIS (v. Mahé de La Bom·· 30, 83, 131, 133, 138, 170. 172, 175, 908.
Kirguises, puebla de los, *"** 796. dannais}. 177, 184, 196, 197, 201. ** 322, 350. LA V.ALETIE. cardenal de, •+ 460.
Kiwerova-Gora, Tre¡:ua. de (v. Yam- La Boyne, batalla de, •+* 564. 360. 500, 501. ••• 525, 591, 619. 757: Ltl VALETTE, gran maestre de Malta
Zapalski). Labrador, El, •• 361. • ... 848, 887, 933. 934, 986. 990, 994, +• 305. •
K.lein. Schellendorf, Convenio de, LA BmJYERE. ••• 773. 0 995, 998, 999, 1015, 1120. La Vera Cruz, ciudad de (v. Veracruz:J
••• 674, 675. . La Calle, puerto, 310.
Kleiristaaterei,••** 800, 822. LAcAl'ENO, emperador bizantino (v. Ro· Lana del Mogreb, * 131. *"''"* 1120. LA V1CUVII.LE, •• 440.
Lancashire, •••• 847, 848, 916, 934, 985, Lttv1sSE, *•• 521.
Kr.EIST, u•• 1018, 1019. 1 mán Lacaperta). 990, 998, 1133. . Lawfeldt, batalla de, ••• 683.
KJuchino, batalla de, "* 394. · LAcr, **"* 858. L\NCÁSTER, dinastía de, • 205, 206, 208. f Laz:aristas, **º 195, 1074, 1075.
KNox:. JuAN, ** 412. LA Cau.arAJS, ••• 779. Laadau, **" 585, 587. •••• 866 u 868 1 Lazos, pueblo iranio, • 39.
KoCEIANOWSICI. Juw, ... 407, 413. LA C!mTARDIE, e IIl b a.ja do r francés,, 1052, 1064. ' 1 LE. dinastla de las, •• 401. *+• 758.
Koeuigsberg, • 145. **• 656, 669, 698, *** 684. Land¡-ecies, •• 477. 1 LEBnUN-TONDU, ++u 843.
-718. u++ 820, 985, 1033. LAmSLAO, rey de Bohemia y Hungrfa,
Landshut, U11i11ersidad de. •>** 1014 LEBZELTERN, ***"' !041. 1042, 1045, 1046.
Convenio de,**0 490,
Tratado de, • • 1038.
491. '"*382. príncipe de Polonia, *' 394.
LAmsuo,
1079. ' LECLERC, **"'* 945.
L\NFMNC. * 59, 94. ' LE CLERC DU TREMBLAY, JOSÉ F. (v. Jo-
Universidad de, •• 404. •••• 820. LAnIBLAO JAOEILON, gran .Príncipe de
KoENIGSM!JlK'• Orro GUILLERMO VON, Lituania, rey de Polonia, * 190.
0 Laagres, Protocolo de, ..... 1051. sé, Padre).
•** 519. · LADISLAO J.V, rey de Polonia, • 597. LANG:roN (v. Walter Langton). LEcoTEVLX DE C.rnrELEU. ••·"*
815.
Ladoga, lago, * 234. Languedoc, • 27, 92, 109, 123, 136, 137, Lechfeld, batalla de, • 43.
Kogge, navfo, "166, 172. La Faucille, garganta de, *"'** 941. 731 ~~~;, 1062.
•• 259, 299, 368, 501. "*" 598 _ Leeds,
Leeward+o• 848, (v.
1001.
LA7f;{'% f.E,•~r8f¡~ g;4. •••
1 641 Islands Sotaventa, Islas de).
Koil, **** 1127. .
Koln-del-Spree, Tratado de (v. Colonia 1 • • Lansquenetes, ** 337, 373. LEFEBVRE, general, uu 1015.
del Spree, trarado). 1 LA. FEN!LUDE, marqués de, ••• 523. Laon. • 78. LEFEVRE D'ETXI'LES,· • 213. ++ 410.
Kolowzin, combate áe, •u 607. L\.FFITE. capitán, *"* 751. LA PÉROUSE, **** 796. Legaciones P:o n ti f i e í a 11, • 34, 75.
Kollin, batalla de• ..... 699. LA FONT.AINE, ••• 773. LAPLACE, º.,. 1129. **** 1061. .
Km:.LONTAI, **** 1032. L\FOREST, conde de, •••• 967. .Laponia, ..... 1026. Legados pontificios, * 34, 71, 72. 75, JOI.
Konigsberg (v. Kaenigsberg). LA FoREST, JuAN DE, *" 302, 311. Larachc, u 301. 105, 139, 163, 220, 221. •• 263.
Kóprulu, familia de los, •• 506. *** 556. LA GALISSONNIBRJ!,. **'" 696.
Karakorum, • 159. LA GARDIE, MAGNUS GABRIEL, ... 489.
fa Reunión, isla de (v. Reunión). Legat~ de. l~te~e (G a /aren:), • 220.
LA RBVELLIERE '**** 877 B79 Legat1 mrss1, 220.
Korunur (v. Wísniowiecki). •'*
598. La Rochela, • Ílt, 134, 1 46, 17z. .,. 372 ' Legatí 11ati, • 220.
KoRNER, •••• 1011, 1018, 1044. LA GARDm, PoNIUs, o 391. 448, 456. ••• 596 621 Legatus, • 100, 117, 220. 224.
L e g i.s8t 11 s. ~ 178, 221 , 250- *" 261.
0
KoscrusKo. "'*"'"
·337, 871. LAoERBJELKE. • • 961. LAscArusJ Ju· M •* '4os ' 117•
2
Lagny, * 81.
AJ,."1, - - ...... ,., ....
Kosseir, • 0 • 1121.
Kossovo, batalla de, "186, 210. La Goleta, •• 303, 306. ••• 524. LAs CASAS,
I..AsCo JUANembajador
DE •• •*** 858· 1.
Legum professor, • 221.
KarcHUJJEF, **"'* 893. LA GRANOE ARQUIEM, MARÍA DE. reina LAscr' mariscal,*** 407
65\Í LEIBNIZ. *** 636, 791.
Kral, títitla de rey 'en Croacia, • 65.
Krasnoiarsk, *** 621.
Kremlin, •• 328. 380, 388, 389, 395.
de· Polonia, ••• 600.
La Guaira, +•u 1115.
La Habana. ••• 707. •*H 1110.
La
• u e, 0 5_2~.
L\sKI' JERÓ
s 'd ~™º· • *' G.
·· 1
.

LEICESTER., ** 365
Leipzig, ** 454.
1047, 1050.
***
606, 63B. ••• • 996.

Krenskiissung. "'230. l.AHARPE. **"* 891. 1080. Lalm. lengua bturg1ca y de cultura, • 22, baralla de, ••"* 1047.
ICrícbna, río, ,.. 618. La Haya, ** 373, 424, 457, 463, 465, 470,
INDICE ALFABE'flCO DhL 'iUMU L

INDICE ALFAllETICO DEL TOMO l


1184
Lipa.ri, islas de, ••• 543. 601. 603,' 608, 611, 623, 62.9, 633,
LEVESON-GOWEll, º** 964, 976. Lisboa, "'93, 200. ** 265, 285, 289, 294, 639, 641, 644, 646 a 649, 651, 653,
Confel'encia de, ** 453. LEv1s. duque de, *• • 701. 196, 311, 351. 366, 367, .403. 462. 672, 675, 676, 678, 680 a 685, 687 a
Universidad de, 0 *° 1044. "La· 1 LEWENHAOPT. conde de, • H 607 a 609. ••" 530, 577, 579, 623. **** 856, 689, 693, .694, 696, 698, 703 a 705,
LE MASSON, BARTOLOMÉ, llamado Lexing,ton, batalla de, •*"' 728. 864, 912, 913, 974, 980, 986, 987, 707, 724 a. 726, 728 a 731, 734 a
tomus", •* 405. Leyden, Universidad de, *"' 406. 1004, 1007, 1066, 1088, 1111. 111¿}. 738, 753, 757, 764, 767, 773, 774.
Lemberg (v. Leopol). Libertad de los mares, ... 420, 421, 1120. " 776,. 777, 780, 785, 190• ....... 797,
Lemnos, •• 506. n•* 883, 884, 920, 921, 987. Tratados de, '* (1668): 478. •** (1703): 802, 812, 848, 850, 852, 858, 859,
Lemosines, • 129. LICHFIELD (v. Walter Langton). 1 577. 867, 870, 871, 886, 888 a 890, 900
Lemcsin,;s cardenales, $ 119, 1B~. ** ** 419.
Lena, rfct, *** 614, 621, 622. l Lido, canal veneciano-, 29&.
L i e ja, • 57, 205. *"' 483. º* 734.
L!SOLA,
Lissa, isla. de, •••• 995.
901, 903, 907, 909 1 914, 920, 922,
923, 925, 933, 942, 945, 947 a 952,
LENCHE, hermanos, • * 309. •••* 79G, 842, 853, 854, 860, 870, Lissa, Silesia (v•. Leuthen). 958, 959, 961, 966, 974, 976, 919,
Lendit, ferias de, • 131, 173. 1089. 1 Literatura caballeresca, • 127. 983, 999; 1007, 1011., 1050, 1053,
Lengua griega, * 23, 29, 34, &5, 110, 151. principado de, • 205, 208, 239. ••• 536, Lituania; lituanos, • 157, 190, 209, 234. 1054, 1064, 1078, 1081, 1097, 1101, <_.1
-*•744. ~L . ••212, 320, 322, 379 a 382, 388, 390, 1103, 1104, 1106, 1116, 1117. 1121,
LENOill, Rtce:ARD, ** •,. 934.
1 L!EJA. príncipe-obispo de, • 242. *** 533, 394, 419, 488, 489....... 836, 837, 1020, 1 1122, 1124, 1125.
Lens, ... 471. 576, 578. 1039, 1043. Torre de, " 107.
Leoben, preliminares de, ••** 880, 881, IJesna, combate de,. ••• 607. LrooP.RANDO. obispo de Cremona, • J 01, 1 T r a t a d os de, *" (1518): 340.
889. Liga de )iugsburgo, u 421, 434. u• 513, 103 a JOS. ••• (1801): 909, 925, 933. (1794):
León. ciudad y reino, • 46, 69, 92, 126. 547, 551, 561 a 563, 575, 578, 596, 599. L!UTPRANDO. rey de los lombardos, "' 33, 1103.
149, 152. Liga de Cognac, 0 343. 38, 41. · · Longeais, Tratado de, *• 329.
León, golfo del, ... 498. «. Liga del Bien Público, " 223. Llverpool, ..... 848, 889, 1098, 1114, LoNGUEVILLE, dinastla de los, H+ 585.
LEÓN III, Pontífice, • 35. ·, Liga dd Rin et Renana (v. Liga de Prín- 1116, 1133. LongWJ, ... 545, 570. . . "'* 840.
LEóN IX. Pontífice, • 65,.; cipes}. LIVERPODL, lord, ..... 1046, 1053, 1056, LOPE DE VEGA, .... 479.
LEÓN X, Pontífice, •* 262, 300, 337 a Liga de Príncipes, *" 474. ••*
529, 531, J058, 1063. LóPEZ DE LEGAZPI, •* 292.
339, 341, 342, 382, 406. 531!, 669, 748. LIVINCJSTON, ROBERTO R., *"',.. 1105. Lorch, '"43.
-LEONOR DB AQUIT/INIA, • 90, 91. Liga de Esmalkalda, ** 347, 348, 355. Livonia, livonios, * 145, 209, 234. *' 273, Lorena, loreneses, • 13. 132, 207, 211, 236,
LEONOR, hermana de Carlos v. o '344.
Liga de Venecia, ""' 331. 315, 318, 320 a 324, 387, 38B, 484, 1 241. +< 261, 270, 345, 347, 34!1, 450,
Leopol, ••+ 600, 718. Liga Hanseátic« (V. Hansa germánica). 487, 492. +*• 519, 596, 604, 609, 612. 1 451, 456 a 458, 460, 462, 672, 477.
LEOPOLDO I, emperador, ** 474. 491. Liga Lombarda, * 88, 89, 99, 116, 117, Lizios, "113. 0 • 523, 532, 545, 552 a 554, 570. 572.
.. o 536, 539, 540, 545, 557, 560 a Ljubljana, oLaibach, *•** 994. 1 637, 659, 660, 675, 677, 689, 697, 724.
143.
563, 569, 570, 572, 574, 575, 578, 581, Liga Santa, de .Lepanto, "'* 305 ll 308, LoCKE, JUAlf, ••• 772 a 774, 779, 781. *"*º 824, 902, 1048 (v. también Lota-
582, 601, 606, 607, 638, 645, 647. .., .. 1110. ringia).
l.EOPOLDO Il de Austria, +u+ 807, 811,
505.
Ligas urbanos alemanns, * 170, 189, 190, Locbau, Tratado de, "* 349. LoRENA, duques de (v. Carlos IV y Car-
823 a 826, 828 a 830, 836, 838, 877. 208, 221, 240. Lodi, •n• 1093. los V de Lorena).
LEOPDLDO, duque de Austria, "' 190. L ro NE, CARLOS JOSÉ,. príncipe. de, Loor, dinastfa, ** 398. LoRENA, príncipe Carlos Alejandro- (véa-
l.EOPOLDO, gran duque de Toscana,
,. .... 740.
"*. 637. *"** 1082. Logoteta, • 33,. 102, 109. so Carlos Alejandro),
Ugny, batalla de. ,..,.. 1062. Lohr, batalla de, "** 680. LoRENZO VALLA, • 213.
Lepanto, batalla de, •• 300, 306, 308, Llguría, región, "88, 143 ....... 881, 900, Loira, do, * 13, 21, 49, 177, 206. ~* 373, Loreto, California, "'** 764.
312, 495, 505..... 715. 1082. 412. Loñent (v. Part-Louis).
Le Quesno-y, 0 477. 0 • • 866. Llguria, República de, *'*'" 881, 893, Lollards, Secta de Jos, • 204. Lotaringia, * 24, 33, 46, · 51, 55, 58, 71,
Lérida, Tratado de, * • 292. 903, 939, 956. Lombardfa, región, /umbardos, • 80, 86, 78, 79, 84, 94, 105, 113. 114, 129, 131,
Lerin, islas de, .... 498. Lila, * 180. *' 353. º" 531, 579, SBO, 88, 95,, 43, 212.•• 336. *** 659, 678, 132, 241.
Lesbos, ** 300. .. 1 585. **** 880, 889, 890. 681. • 0 • 824, 877 a 881, 900, 942, LOT,\lllD J, emperador, • 24, 32, 41, 43,
LESczINSJ.(I (v. Estar.islao_).
LEsomuIERES, • • 433, 434. 1 Lila, Conversaciones de, "* 353. 956, 958, 992, 1014, 1015, 1060, 1075.
Lombardfa bizantina, • 63.
46. >

LOTJJUO ll, rey de Lotaringia, "'24, 40,


Lllle (v. Lila).
LESSINO, +o• 818, 819. Lima, •• 289, 291. u•• 1108, 1109. Lombardos, banqueros, • 132, 133. 84.
LE ToURNEUR, .... º 877. · 0 Limburgo-, • 189, 229. *"' 465. Lombardos, pueblo, + 7, 14 a 16, 20 a LOT.AR10 ill,. emperador, * 87.
Letrán, Concilios de, .. 75, 139. 336, Limoges, • 152. 23, 33, 34, 39, 42, 44, 54. Lor.AJUO DE 'SUPPLIMBUROO, emperador,
337. 1 LINACRÉ, ToMÁS DE, u 408. Lombardo-Véneto, reino, ** ... 1060. • 85, 87.
Letras de cambia, "174, 202. Lincoln (v. Burgliersh}. Londres, • 57, 83, 132, 170, 173, 201, Lothian, región, • 54.
Leuthen o Lissa, batalla de, "** 699. Lindan, ... "'" 968. 243. ** 276, 295, 312, 315, 322, 363 Lou1s, barón de, **"'+ 1132.
LE VACRER, padre, .,., 551. Líneas de par., º 285, 291. a 366, 370, 389, 418, 421, 424, 427, Louvms. *-• 516, 544, 552. 555, 558, 560,
Levant Compatiy, •• 313, 362. LinZ, u+ 558. 439, 448, 456, 461, 470, 472. 474, 562, 563, 573.
Levante (v. Oriente Latino, Pl'óxima L10NNE, Huao oE, '''' 473. ~*' 515, 549. 484, 496. *** 517. 521, 52T a 530, Lovaina, ~* 376, 405, 459. ""*"' 854.
Oriente). Liorna, • 172. "* 31 i, 313, 499, 501. 502. 535, 536, 548, 559, 564 a 567, 572. ¡ Uníver9fdad de, • 203. ** 376, 405, ~06.
Levante, comercio de, • 151, 198, 199. ••• 649. 654. 0 •• &58, 872, 877, 911, 573, 576, 577, 590, 583, 587 a 589, Lilbeck, 83, 134, 145, 170, 171...31,
•• 310 a 313. •-* 565, 596, 747.
+H• 797, 810, 883, 986; 992, 996, 1120.
'980, 1049.
1186 INDICE ALFABID'ICO llEL TOMO l INDICE ALFADIITlCO DEL TOMO l liB7

234, 237.•• 313, 314, 316, 317, 321, 1 682, 684, 690, 697, 703 a 705, 707, 721, Concilios de, * (1245): 144. •• (1511): *** 601. ** .. 199, 842, 853, 854, 865,
322..... 595. ...... 921, 937, 990, 993, 768, 777, 779, 781. 337. 866, 873; 904, 937, 938, 965, 1059,
999. Lms XVI, rey de Francia, 0 • 684, 724, Tratados de, ""(1536); 284. (1501]: 1066, 1074.
Congreso de, •• 446. 730, 731, 737, 746, 751, 758, 760, 769, 334. (1601); 371. MAGUNCIA, arzobispos-electores de, * 189.
LUDIENSKY, "'**• 1021, 1033. 771, "779, 780; 784....... 811, 812, 826 Lys, río, •• 422. ... 474. .... 517, 529, 538. .. .. 816.
Lublin, •• 321, 390. •+<• 872. a 828, 830, 838, 839, 852, 856 a 858, 842, 937, 1074.
Unión de, *" 321, 390. 860, 861, 1009, 1068, 1087. MABADAJl SCINDL\ ,..++ 1126
LUC. conde de, .... 593. Lurs XVIII, rey de Francia, ,.. •• 905, M MABAMUD, sultán: • + • 665. .
Luca, Lucca, • 172, 174, 175, 196, 201, 1003, 1051, 1052, 1058, 1061 a 1063, Mabarastra, reino de, ,.,,,. 618.
243. ... 265. .. .. 963, 1081. 1068, 1019. MABLY, u•• 982. MMmf, .. 66, 93.
LUCCHESSINI, "*"* 873, 921. LUIS II, rey de Hungda, •• 384, 397. Macao, *" 293. ++• 533, 621, 623. 760. Mabdiya, ciudad, * 68.
:J Lucerna, • 190. Lurs DB BADEN, margrave, ..... 569. MACARTI'lEY, ,...h 1073, 1096, 1128, 1129. Mabé, 0 • 682, 702, 707, 736.
Tratado de, .. 331. Lurs DE BAvIERA, * 182, 184, 187, 189, MAcDoNALD, general, •u• 903. MAHÉ l:lE LA BOURDONNAIS, * '* 683.
Lucques (v. Luca). 203, 216, 219, 240, 250. Macedonia, macedonias, .. 28, 62, 186. MAIIMuD JI, sultán, ..... 1022, 1040,
LuC!lECih, esposa de Pedro de Médicis, LUIS DE :rvtu.E. conde de Flandes, • 185, ..... 817. 1121.
.. 218. 198, 106, 222, 235. MACEDÓNICA, di.nastfa, • 28, 62, 63, 66. MAHOMA, • 16, 66. •• 397. ••• 623•
LUDOVICO EL MpRO, • 218. LUIS DE ÜRLEhNS, * 205, 206. MACK:ENZIE, u+ .. 796. MAHOMED I, sultán, .. 224.
LUDOVICO Pio (v. ·Luis, el Piadoso). LUIS, príncipe de Baviera, o•• 1045. MAC!::INSI'OSII, ***• 850. MAHOMED Il, sultán, "' 210.
LUDOVICO SFORZh, duque de Milán, LUISA ISABEL DE FRANCIA, *** 678. MACPHERSON, o+ 778. MAHOMED III, sultán, "* 313.
.. 331. LUISA MtUÚh DE Gow:AGA, reina de Po- Madagascar, *" 424, 430. ••* 541. MAHOMED IV, sultán •• 506.
Lms EL PJAooso, emperador (Ludovico lonia, *** 597. **** 945. Mahón, ••• 579, 677, 696, 698, 736.
Pfo.), * 23 a 25, 32, 35, 39, 40, 43, 44, LUISA DE PRusIA, "*** 964, 972, 1037. Madera, comercio de la, • 199. ** 315, .. ... ,. 923.
50. LUISA DE SABOYA, •• 343, 344," 346. 351, 430. . . . 591, 595• ..... 807, 834, Mahrattas, C<mfederación de los, ..... 617,
Lms II, emperador, • 24, 36.
Lms r DE ETit.ORLI., ..... 911, 1105.
LUISA ULIUCA. DE PRUSIA, reina. de Sue·
cia, .,... 688.
Lms EL GERMÁNICO, rey de Francia Luisburgo, ""* 682, 695, 700.
l.
1
844, 848, 921, 912, 919, 980, 986,
1037, 1100, 1102, 1116, 1132.
0
6JB, 735. *+U I126.
1 pueblo, ••• 617, 618, 735....... 1063,
1126.
Madera, islas, • 200. 290.
Oriental, • 24, 33, 41. Lnisiana, • 0 628, 694, 707, 737, 763, ! MADlSON, •••• 1106. 1 MAILLÉ·BRIZÉ, ** 498.
Lms EL TARTAMUDO, rey de Francia 764• ..... 876, .901, 903, 911, 945, 954, 0
Madrás, •• 425, 427, 500. • 682, 683, Maímatchin, •• 0 1130.
Occidental, • 33. 1101, 1l04, 1105, 1107. 685, 696, 736. • .... 1125. Maine, Estados Unidos, *'" 629, 737.
LUIS VI, rey de Francia,. • 90, 99. LUND, arzobispo de, + 242. Madrid, •• .283, 343, 344, 358 a 360, .. .. 1100.
Lms VII, re.y de Francia, " 85, 86, 90 a **"
batalla áe, 598. 363, 365, 368, 376, 414, 433, 440, 443 rfo y región, • 8, 83, 91, 99, 189.
92, 99, 100, 105, 103, 111, 117, 136. Tratado- de, *** 598. a 446, 448, 450, 455, 459, 461 a 464, •• 453 a· 455. *** 699, 993.
Lms VID, rey de Francia, • 137, 146. Luneburgo, ** 314. 470, 472, 473, 478, 501 • ..... 513, 525, Maissur, ,.,.":* 1125, 1126.
Lurs JX, EL SANI'O, rey de Francia, Luneville, Paz de, 0 *'* 902 a 904, 911, 528, 529, 533, 539, 572, 574, 576, MAISTI!E, JosÉ DE, *º* 959, 1045.
* 146 a 149, 156, 159, 180, 229, 241, 912, 935. 578, 579, 581, 582, 587, 601, 645 a Ma/e.rtaá, titulo, • • 270.
249. Lusacia, u 436. 648, 650, 652 a 654, 673, 681, 690, Malabar, costa, ++ 285, 287, 427..... 526,
LUIS XI, rey de Francia, * 197, 207, 208, LuSIGNAN, dinastía. de, * 185 (v. .Amau- 704, 732, 734, 762, 767. MU 800, 811 542, 623, 682, 702; 758.
217, 223, 227. ** 259, 275, 278, 279, ry JI, Guy, Enrique JI y Pedro!). a· 813, 815, 856, 858, B76, 901, 908, Malaca, ** 287, 293, 424. 0 • 588, 623.
327 a 330. LUTERO, MARTÍN, luteranismo, ... 256, 910. a 912, 954, 913, 914, 1003 a ****795.
Lms XIT, rey de Francia, •• 300, 331, 341, 355, 356, 373, 410 a 412, 435, 469. 1006, 1049, 1054, 1061, 1066, 1082, Málaga, ** 270.
334 a 338, 345, 382, 408. .... 669, 670....... 937, 1074. 1084, 1085, 1107; 1109, 1115. Mafagueta (Falsa pimienta), + 200.
Lurs XTII, rey de Francia, • • 433, 434, Lutter, batalla de, •• 444. Tratados de, .. (1526): 343, 344, 353. Malasia, ** 400. ""*~" 1132.
439, 449, 459, 462, 503..... 518, 555. Lutzea. batallas de, u (1632): 454. (1611}: 433.... (1661); 525. (1720): MALASPINA, .ALEJANDRO, ...... 796.
LUIS xrY, rey de Francia, u 371, 419, ...... (1813): 1045. 647. (1721): 648 . ...... (1814): 1053. MALATESTA, familia de los, • 187, 203.
421, 422, 425, 474 a 477, 492, 497, LUJtemburgo, "'173, 181, 189,207. •• 347, Maestricht, ** 458. ••• 539, 683, 685, Malayas, *" 400.
501, 503, 506. +++ 511 a 520, 522 a 348, 465, 477. ••• 554, 556 a 560, 568, 749...... 873. MALCOLM, **"• 1096, 1122.
529, 531, 532, 534 a 536, 538 a 541, ••**
748. 1059. MAFFEO POLO, " 162. MALFANTE, ** 280.
543 a 552, 554 a 563, 566 a 568, 570, Luxemburgo, dinastía, "'181, 189, 204, MAoALLANES, ** 291. lkfalgaches, pu<!blu, *" 430.
575, 578 a 581, 583, 585, 587, 589, 590, 207, 108, 216. Magallanes, estrecho de, .,. 291 .... 630. MALME$1!URY, ..... 889, 946.
592 a 595, 598 a 601, 607, 609, 610, LUXEMl3URGO, mariscal de, .... 567. Magdeburgo, * 27, 43, 57, 78, 83. '* 444, Malmo, Tratado de, •• 316.
620, 621, 623, ·625, 627, 629, 630, 632, LUYNES, ** 436. 453, 455, 468..... 670. MALOCELLO. navegante, • 199.
634, 635, 638, 640, 641, 644, 647, 659, Luzón, isla de, ** 292. MAOEELI.A, **** 1016. Mil.CJNIIT, u .. 797, 827, 951.
661, 667, 668, 670, 673, 676, 677, 682, Lyon, • 146, 147, 180, 197, 201, 236. Magiares (v. Hungría, h1íngaros) . Malplaquet, batalla de, • 0 581.
723, 725, 726, 737, 772 a 774, 785, •• 264, 267, 350, 351, 371, 374, 409. Magna, región, *''** 892. Malta, cabalteras de, ••504, 505. ••• 633,
789. *'** 813. *** 591. •U* 196, 802, 865 a 867, MAGNOS DE DINAMARCA, ** 231. 634, 767. •>+ • 892, 893, 905, 901 a
Lms XV, ,rey de Fram;ja, *'* 639, 644, 888, 934, 939, 941, 990, 992, 995. Magnus intercursus, +> 334. 909, 925, 1053.
648, 657, 660, 662, 663, 673, 676, 678, 999, 1000, 1031, 1062, 1137. Maguncia. * 189, 214. º453, 460. Malta, isla, y malteses, •• 303, 305, 505.

.1
1188 !ND!CS .ALFAIJETICD DEL TOMO I INDICE ALFABETICO·DEL TOMO l

"'H 565, 633, 692. • 0 * 797, 892, 893, Maquíwelismo·, H• 670. MARÍA TERESA DE AusTiu.I., emperatriz ' M.AssALSKI, IGNACIO, u+• 785.
901, 905, 907 a· 909, 914, 920, 923 a M'AQOLl.V&O, •• '}.1f., 337, 410, 476. y reina, •** 635, 650, 653, 659, 660, Massaua, +< 402, 403.
925, 949, 950, 952, 955, 995, 1()49, ***º594, 670. - 672, 674; 675, 677, 679 a 681, 683, MJ\.SSEN.A, • 0 • 896..
1089_ Maranhao, •• 0 1116. 684, 687, 689, 690, 696, 697, 703, 706, Massiac, Cfub, •,+*• 1078.
CJlDal de, u.¡. 565. Marburgo, • 152. •• 404. 714, 716 a 719, 141: a 743. 745. MASSON, JUAN P.APll!.B, ... 408.
MALTHUS, •u642 ... **** 847, 1086.
Malvinas, islas, +o 16Z (v. también Fal·
kland, islas).
¡ Universidad de, ** 404.
Marca, Cartas de (v~ Cartas). ;• :· ''
Marcak, condado de la, en R.enania,
• .... 826. ·· MhTIDEU, conde de Boulogne, • 105.
MABÍA 'I'EREsA, infanta de España y rei- M:ATiAs, emperador, *"' 433, 435,
na ele Francia, "'* 476. ,. .. 528. MhTiAs CORVINO, .EL GRANDE, rey de
Maluco, El (v. Malucas, islas).
Malvasía, vinas de, •• 309., 311.
MALI.ETA, ALBERIGO, • 233.
¡ 0 • 610.

Marcas, • 12, 49, 50, 84, 89, 99, 114,


217, 236, 239.
MARÍA TDDOR, reina . de Inglaterra,
0
358, 411.
Hungría, "'" 272.
266, 290, 325, 340, 343, 353, 356, MA'.rll:.DE, reina de Inglaterra, ~ 91.
Matrimonias, política de. • 11, 38, 91,
''
MhLI.Ef DU PAN, ...... 797, .862, 872. MARCO AtmELIO, * 126, Marla Galante, isla, ••• 707........ 9BO. 105, 106.. 143,. 211. 229, 230. ** 274,
'' Mallorca, • 150, 172, Hl3, '188, 231, 243, MARCO PoLO, • 162. •• 282, 401. Marianas, islas, *** 630. 277, 316, 324, 338, 347 a 349, 358,
~ ' 244. .., 501. 0 • 558. Marcoussis, Tratada de, "'*333. Marienbnrgo, ** 477. *-*• 1052, 1064; 364, 370, 380, 382, 385, 390, 433, 439,
J..1.amelucas, • 159, 171, 137, 111, 218. Marcq, Conferencia de, •* 352. Tratado, ... 490. 475 a 477. . . * 525, 526, 538, 547. 563,
*• 300. • +++ 892, 1121. M.mce:ANo, • 0 + 196. Mariñano, Marignaao, ,... 339, tlOB. -788. **** 800, 856, 1026, 1044, 1066.
Mancha, canal, • 41, 44, 133, 171, 196, MARCB:ENA, o••
857. Marismas pontiaas, • 79. MArosZEWICZ, •••• 1031.
197, 237. •• 360, 362, 367, 421, 461, Mardick, ~• 465, 473 ..... 646. MARR:oF, º** 908, 935, 958, 959. · Maubeuge,, "'** 545, 580. **** 866, 861.
501 ..... 518, 527, 541 a 543, 564-. 637, Marengo, batalla de, ++o 899, 901, 935, MARLBDROUGH, duque de, u• 578, 579, MAUR.Bl'AS, conde de, •+• 730, 731.
644. 696, 723, 733, 778, 186. ....... 798, 939. 581, 601. Mauricio, isla, H 424.... 589.
845, 849, 914, 920, 934, 955, 962, 965, MARESCALCHI, "'*'" 956. . Mar ligur, • 236. MAurucIO, emperador bizantino, * 39.
961, 983, 1000. MAREr, ...... 852, 981, 1042, 104!!. Mánnara, mar de, •• 505. MAurucm DB SAJONIA, Elector, *** 349. jJ
Manchester, <*• 681. **'* 848, 1001, Mi\RGAJUI"A DE Ausmu, H 329, 330, 335, MARMDNT, n•• 993, 1006. MAURICIO DB SAJONIJ\, mariscal, • '* 656,
1115. 337, 338, 344. Maronitas, *" 314, 502. 677, 680, 681, 683.
Manchuria, manchúes, • 157. • •• 620, MiulGAllITA DE BAVIEiiA, • 229. MAROT,. 0 409. Maurienne, región, º*"' 865.
622. H+o> 1128. MARGA.JUTA DE BORGOÑA, • '12.9. Marquesas, islas, N• 629. Mauritania, " 16 (v. Maghreb]..
Ml.Nl>AT,bar6n de, 0 * 592. MARGARITA DE NAVARRA, n 409, 410. MARQUEITE, padre, ••• 628. Mi\mwcoRDATo, .ALEJ.ANDRo, **" 744.
Mandatarius, • 100, 230. MA.ROAll.ITA, hija de Francisco I, '"* 347. Marrakech (v. Marraqués). MAXIMILIANO I, emperador, * 209, 223,
Mandatus, • 230,, MARGARITA, condesa de Flandes, • 238. Marraqués, u 301, 497. "'*~ 625, 626, 228. •• 275, 316, 328 a 330, 333 a 340,
MAM'R.!IDINI, •••• 872. MARÍA DE ANnoQUÍA, emperatriz bizan- 768, 769. 380. 382. 383.
MANFREDO, rey de Sicilia, • 148, 150. tina, • 106. Tratadas de, •Q• 769.. M.'t...'CTMILIANO II, emperador, •+ 386, 390,
MANGOUlUT, .. -. .. 886. MARÍA ANA. reina regente de España, Marruecos, marroquíes, • 245. +> 284, 392.
Manila, *"' 292. ••• 707, 7.64. *'* 630. 192, 301, 366, 430, 497, 498. u• 6Z5 MAXIMILl'.ANO, archiduque, yerno- de Car-
Maniqueas, secta, • 137, 159. MhRÍA ANToNIA, esposa de Fernan- a 627, 767 a 769. '**' 795, 1119, los, el Temerario, • 207.
Mannheim, *** 563 . .. u 199, 931, 1081. do VU, ..... 955. l 120 (v. también Magreb). MAx!MILIAND DE BAVIERA, arrobispo-
MANSFELD, conde Ernest0< de, u 437, M..uúA ANroNJETA, reina de Francia, MaTSaf, •• 450. ••• 532. Elector de Colonia, *•• 561.
440, 444, 453. • 04 741, 748. ~u• !lll. 826, 828. 830, Marsella, marselleses, • 16, 82. 109, 111, MAXIMILIANo DE l:L\Bsnmoo, archiduque,
Mantes, • 99. 839, 858, 870. 118, 132, 173, 243, •• 299, 308 a 310, ** 392.
Mantua, • 242. • • 433, 448, 450, 459, MARÍA CAROLINA, reina de Nápoles, 313, 342, 345, 496, 497, 50[. +u 543, MAXIM!LrANO, dui:¡ue de Baviera, ,,. 436,
504. º* 517, 659. •••" 879, 1!80. ,..**
858, 818 890, 910, 955. 956, 968. 54g, 565, 762....... 191, 1l49, 860, 892, 438, 440, 445, 463, 466.
ducado de, • • 433, 448 a 450, 459, MARIA DE BORGOÑA, • 207. 0 329. .993, 1120. MAxlMILLINO Il, Elector de Baviera,
504. º* 517. MARÍA DE Esrn, "** 562. MAllSILIO F!CINo, * 213. u 410. ••• 575, 578.
MANTIJA, duques de, ** 433, 434, 450,
4S9• .. .,. 517, 555.
1
MAIÚA. Esrmumo, reina de Es e o e i a,
1 "'* 211, 276, 277, 349, 358, 361, 366 a
MARSIL!O DE PADUA, * 182.
0
Mar territorial, 137. +o 634.
MAXIMILTAND III JosÉ, Elector de Bavie·
ra, ••• 741. •••• 898.
MANIUANo, EL (v. Spag1mali). 36&, 413. M°AIITÍN, FRl.NCISCO, . . . 567, 58B. MAXIMILIANO IV Jos!Í DE BAVIBRA.
MANUcro, ALoo, .. 407. .MARÍA I DE PORTUGAL. ..... 856. MARTfN IV, Pontlfice, • 150. u ... 935, 965, 966, 968, 970, 1030,
MANUC!O, PABLO, •* 407. MARÍA DE HUNGRÍA, gobernadora de Jos MARTIN V, Pontífice, • 204, 221. 1031, 1059, 10B9.
MANUEL I CoMNENo, emperador bizan- Países Bajos, •• 317. Martinica, isla, •• 430. •u 528, 707. MAXIMILLINO SFORZA, •• 339.
tino, • 85 a 87, 100, 106, 135, 141. MAlÚA DE Yomc, ••• 543. **** 922, 945, 955, 980, 987. M!JYas, ~• 288.
MANUEL II, emperador bhantino, • rn7, MARfA JOSEFA DE SAJONIA, • 0 61!4. MARlINUZZI, cardenal, ** 386. "Ma:yflower", •• 418.
224, 236. MAll.ÍA LEsCZINSK.A, reina de Francia, Martorana, • 142. · Mayordomo de palacio, * 19.
1\ÚNUEL I, rey de Portugal, •~ 271, 280, º'""' 657, 660. . Mary}and, 0 428. º*" 1078. Mazagán, '** 292. *"" 626.
284, 285, 287. MARÍA LUISA, emperatriz, º .. 1026, MAsJ.Nll!LLO, ~· 464. MAZARINO, cardenal, •• 419, 463, 464
MANUllL FRJBERTO, duque de Saboya, 1060, 1066. Mascareñas, islas, •>+ 683. ••• • 9BO. 467, 471, 473 a 477, 486, 491, 505.
.... 352, 353, 371. ,, MARú. LUISA DE ·QllLEÁNS, reina de Es- Mascate,- •• 425. . . ., .590. **º 945. •q• 513," 519, 522, .543, 573, 600, 626,
Manzi (v. China del Sur}. paña, "'*"'
563. Masonería (v. Francmasoner[a). 673.
Manzildert, Eatalla de, +,.66. MAIÚA. .Luoov1CA DE EsTE, •*'>• 1009. Massaclmsetts, **' 428. • • 1103.
0
MAZAllREDO, *"'"" 910.
~~
1190 1191
® INDICE ALI'ADET!CO DEL TOMO I INDICE .ALFAHBTICO DEL TOMO . I

@)
j Mazdeísma, • 8. Memel, uu.979_ · Migraciones de ·población. ·rural, • 84, Modlin, ..... 1039.
MAzfil'l'A, *º 607 a 609. MENCIDKOV, ••• 651. 129, 190. Modón, ... 300.... 715.
@ Mazulipatam, *" 427. *º 542, 682, 758.
1· MENDou, embajador de Felipe 11, MIGUEL III, emperador bizantino, • 39. Mogador, ... 301:
MAZZEI, **** 191: ... 366. MIGUEL VIII PALEÓWGO, emperador bi- Maga/, imperio, • 158, 164, 171. •• 293,
@ Meca., la, * 30, 68. 0 301, 399. MENGU-GlllEI:, •+ 380, 383. zantino, • 162, 185, 186. 379, 380, 398, 427...... 567, 616 a 618,
Mecklemb-urgo, 9 145. ••453, 467. Meuin, o+ 531, 585, 677. Mraum. ROMAl'IOV, zar, •• 483, 493. 622, 682, 756. 0 0 1126.
t'D .... 611, 672. u u 991, 1013. Menorca, isla de, • 0 579, 584, 685, 696, MIGUEL EL BRAVO, príncipe de Valaquia, Mogoles. • 156 a 159, 166, 171, · 187,
218. ** 273, 379, 380, 383, 398 a 402.
--..:;;r-
MEcK.r.EM:BaRao, Cdsa de, • 145, 190. 704, 732, 736, 737. uo 1089. ** 395, 396.
Mecklemburgo·Schwccin, "'*"* 991, 1013. Ml!Nou, **"'* 914. 923. MIGDEL I ANGEL, déspota de Epiro, **"' 567, 616, 617, 620, 761.
1 Mcched, Persia;' H• 756.
Mediaciórt, mediadores, * 105, 240.
u 321, 419.
Mensajeros, • 217.
M:erced, Ordert de la, ** 300.
Mercenarias, • 29, 66, 68, 72, 91, 122,
"142.
Mmu.a Clm.ULAlUo, patriar~ de Cons-
tantinopla, • 65.
Mogolia, • 157, 158, 164. *** 759, 760.
Mohacs, batallas de, • .,. (1:526): 384,
397. º** (1687): 569.
Mlímcrs, Cll.TALINA DE, "'* 345, 359, 361, 130, 14-3, 159, 184 a 186; 188, 245, Milán, ntilatreses, ~ 56, 57, 88, 148, 172, MolL\MED B. ABoALLAH, **** 195, 1119.
409. ••* 779.
il Mtorcrs, CosME DE, 0 311, 313.
246. .... 260, 373, 437,. 454. .. • 569,
585, 616, 671, 728. . . . . 870.
182, 187, 188, 201, 212, 218, 223. 224,
227, 241, Z43. ** 271, 309, 333, 336 a 1
Mo¡¡reb, * 16, 30, 66, 68, 69, B2, 93, 131,
132, l~O. 151, 189, 199, 200, 211.
® M!ÍorCis, fiI11lilfa de los, • 201, 212. Mercia, "14, 41. 339, 342, 343, 380, 409, 459, 461. . ... 280, 301. 402. • .... 1119, 1120
++ 352. **• 646.
~
••• 563, 647, 659• ..... 8:Z3, 878, 879,
I•
c¿i MBmcrs. MJ..l\ÍA DE. >+ 375, 433, 436,
MERCIER DE. LA. RlV!ERE, *** 176, 782,
785. . 881, 891, 894, 941, 956, 958, 963, 968,
(v. tambié11 Ma/"l'ue:cas, Argel y Iú-
nez).
496.
~ ''I) MÉDICJS, PEDRO, * :Z18.
MERCY ARGENTEAU, ••u 8:Z6, 870.
Mercoeur, duque de, •• 396.
984, 989, 991, 1016, 1017, 1031, 1050,
1085, 1106..
emirato del, ~ 30, 66.
MOHAMED B. AllD-EL-UlIIUJ, +o• 795.
Medina, *'" 301 .... '* 1120. Merchant adve11turers, * 198. *" 322, 362. Milauesado, .. 333 a 335, 338, 341, 342, MoHAMED OremANI, • • 398.
MEDINll.-SIDONL\, duque de, ... 367. 344, 347, 348, 353, 407, 432, 440, 448,
Merghi, Siam, ••• 625. MüHAMI!D-G!REI, •• 3113.
Mediterráneo, mar, • 7, 9, 11, 12, 17, 449, 459, 464..... 555, 568, 572. 578, Mohilev, *"'* 607, 608, 718, 745..
(') MERKEL, ***• 966.
21. 27, 28, 48, 55, 56, 62, 67, 69, 72, 637, 660, 675, 676, 678, 685, ***"' 842 MoJMo, ABu TAM!M ME!MÚN, * 101.
f' 82, 86, 93, 117, 118, 131, 133, 135, MERlNlDAS, dinastía, * 150. (v. también Milán).
149, 16:Z, 163, 17Z, 173, 187, 189, 199, MERLIN DE DONA!, **•* 815, 828.
Moissac, "lZ7.
i~ MILTON, · 0 * 113.
i -~· MEROVINGIOS, dinastía. * 12, 19, 32. 35. Moka, ••• 592 uo 1121, 1130.
211. 231, 236. ** 253, 273, 276, 279, Merseburgo, u u 1058. Mincio, rfo, "'*** 903.


1'
o 297 a 302, 304 a 306, 308, 309, 311 .a Mers-el-Kebir, •• 301.
314, 323, 362, 363, 402, 481, 495, 496,
Mindeu, obispado de;· ... 468.
principado de, """ 670.
Moldavia, inaldavo.r, • 210. •+* 273, 383,
395, 396; 487.... 609, 610, 663, 713,
714, 719, 740, 743, 744. • 0 • 799, 809,
c:c;J 499 a 501, 503, 504, 506...... 5:Z3 a Merv, batalla de, • • 398. Mrno, dinas tia de: los, • 164. • • 273,
525, 534, 542, 544, 547 a 550, 558, Mesía, • 10. 810, 906. 911, 1009, 1022, 1Q23, 1038.
399, 400.••• 620.
t~"
(.''.·~)
578, 579, 582, 591, 632, 633, 635, 636, Mesina, * 108. ** 501, 543. ••••0 960, 969. Milliste:riale:r, • 80.
MOLIERE, *"* 519, 520, 549.
\;,)
645, 649, 661, 667, 676, 696, 710, estrecho de, *** 543, 647. *• 1040, Mmro, lord, • 0 • 900, 942, 950; 1125,
Malucas, islas, ** 291, 292, 368, 424 a
í~ 1061. ·4:Z7. • .... 980.
r.t 714, 723, 724, 736, 752, 768, 770, 789,
~0 790. ""'** 795, 849, 858, 864, 876, 877, Mesopotamia, • 7, 62.. ** 311, 397, 402.
1127.
MrRADEAU, ·marqués de, +>+ 784, 785.
Molwitz, batal/a de, *** 674.
iJI ••• 597, 618. '"*** 805, 1124 (v. tam- MClLLENDORFF, . . . . 873.
••*> 812.
l~ (J
892, 893, 901,' 906 a 909, 9Zl, 924,
bién Jrak). MoLLfEN, •• 0 988.
945, 947, 948, 952, 956, 958, 960, 977, Mlll:ANDA, FRANCISCO, "*** 1111, 1113.
990, 995, 1023, 1053, 1119' a 1121, Messagés, • 220. Mombasa, 0 281.

r
Mirándola, .,,. 349.
(ij 1125. Mestizos, ... 766. MIRZA REZA, **~* 1124. Monaquísmu, • 14, 26, 45, 52, 58, 78,
Mediterráneas, productos, • 17, 68; 130, METJIDEN, SIR JUAN, •+. 511, 585. 101.
tg
\..;•"~ 170.... 374. M=r:e.RNICEí, .... 862, 963, 966, 988,
Misión, misiones,·• 13 a 15, 19, 49, 50,
58, 63, 84, 141, 145. 159, 163.... 293 Morta1·qula franca (v. Francos).
·~ (Q Mcersen, Tratado de, • 33, 40. 1 1003, 1008 a 1010, 1023, 1026, 1041, a 295, 401, 403, · 425, 429. º" 618, Moncontour, batalla de,
0 373.
• MEBEMEr IV, sultán, • •• 600. 1044 a 1048~ 1050, 1051, 1055 a 1062, 619, 623, 624, 61.1, ·761,- 764 a 766. Moneda, • 27, 28, 64, 134, 141, 167, 173,
it
Mebedía (v. Afrélca). 1065. ***" 796, 1073, 1074, 1077, ll2B, 185. ** 334, 351. 374. ... 533.
3 Metz, * 173. ** 304, 349, 350, 352, 354,
! MEBEMET ALÍ...... 1 IZt. 1 · 1129. ... u 1115, 1131, 1132.
¡
r
Mein o- Meno, río, ***• 968, 1059.
Méjico, ** 283 a 290. ••• 764, 166.
1 387, 433, 499, 450, 477.••• 538, 552,
554 a 556, 510, 598, 678. *'.., 812.
Misiones diplClmáticcrs, + 33 a 35, 37, Monemvasfa, ... 303, 309.
100, HJ4, 218, 219, 222, 228. MONLUC, • • 352.
1 H•+ 855, 954, 1108, 1109, 1111, Obispado-principado de, '* 433. Míssí domitzíci, • 34. Monreal, • t42.
l' 1113. 1115. Meudon, artículos de, ** 348. Mississippí, r(o, **' 628, 694. 732, 763, MONROE, ••u 1105.
golfo de, "* 288, 290, 360, 428. México (v. Méjica). 764. ++>* 1100. 1101, 1105. Mons. 0 363. ••• 567, 568. ***'" 798.
**• 543, 565. •• 0 110¡_ Mezieres, +> 342. Missuri, río, •*+·764. · MONTAIGNE, H 408, 413. •+* 773.
Melanesia, ** 426. Mezo e Kerestes, batallcf .de, • • 395. Misslls-apa.;to/ica Sf:dis, • 34. MoNTALIVE7, •**•988; 1000.
MELAS, '**" 900. Micbar. batalla de, *"'** 1014. Mistra, • 186, 210. Montaña E!anca, meseta, 0 437.
Melilla, ** 301. ... 626. Micbigau, lago, "'**
6:Z8. Mitilene, i;;la, H 300. Mcmlaiías Rocosas, •••• 1105.
Melun, Xratado de, • 230. Middelburgo, • 200. •• 322, 36a. Mittau, "~ 656. •••• 905. Mantausier, Compañía, "*º 1081.
MELYILLE, vizconde de (v. Dundas). 0
Midd!esex, • • 947. Módena, • 116, 117. *'"* 879, 881, 918, Montbeliard, principado·· de, *** 554.
MELZI, ***• 939, 956, 1028. MIGNET, **• 514. 1060, 1035, 1093. **** 935, 105:Z.
1193
lNDlC!?. ALFABETICO DEL TOMO 1 ,··-
·-"'·
INDICE ALFAD!IT!CO DEL TOMO 1
1192 1057, 1059 a 1063, 1065 a 1068, 1073,
Mundo del Norte, ~* 53. 58 (v. también 1 1076, 1078 a 1085, 1089, 109"1, 1092,
MoNTCALM, marqués de, ......695, 700, Morgarten, batnlla de, "'190. · Escandinavia). 1096, 1104 a 1106, 1111, 1120. 1122,
701, 762. Moriscos, ** 305, 306, 497. •++ 625. Mundo musulmán, * 27 a 30, 56, 62, .66 1124, 1126, 1135, 1136, 1138, 1139.
MoNTCEil\ESTIEN, ANTON10;· 0 372. 1 Morla.ix, H 329. a 69, 82, 93, 98, 104, 237, 240. NAPOLEÓN, rey de Roma, ••H 1026,
.... 518. MoRo, ToM.\s, *" 339. Mundo romano (v. Roma). 1027.
Montebello, Tratado de, • 117. bioros, • 69, 91, H9, 120. "'" 292, 299 Mmmo PARK, ~*** 796.. Napoleónica, leyenda, "'•** 1065, 1068.
Monte Cenis, + 123....... 842, 941, 958, (véase también España musulmana, Js- Munich, ** 447. **• 669, 675. •+• • 898, Nápoles, napolitanos, • 15, 28, 46, 53,
993. lam). 935, 963, 970, 981, 996, 1013 a i015, 148, 151, 203. +• 262, 271, 199, 304,
0
MoNTECORVINO "(v. Giovanni de Monte- Moros de la lndia, • 696. ]085. 305, 308, 33], 333, 335, 344. 353,
corvino). MoROSINI..... 523. MüNNICH, mariscal, ••• 663 a 665. 380, 405, 432, 464.••• 536, 543, 576,
MpNTECUCULLI, •** 522, 556. Marta.in, Condado de, • !05. Münster, *.234. "'* 419, 463, 465. 466, 637, 645, 649, 659, 678, 704, 706,
Monte de Santa Geuoveva, • 94. Mortefontaine, Tratado de, *º" 919, 468, 476, 477. • ... 544, 545, 544, 734, 740, 767. •*** 800, 326, 856,
MoNI'EMAYOR, JoRoE DE, •* 414. 1104. 561, 563, 149. •••* 906, 938. 858, 864, 878, 879, 881, 890, 892,
Montenegro, +•,. 714. +••" 808, 906, 907, MoRVILLIERS, •O+ 855. Cmgreso y tratado de, *' 321, 465, 894, 895, 898, 903; 909, 910. 955,
!023. Mosa, río, y su región, • 10, 19, 27, 46, 466, 468, 47(J a 474. 958 a 960, 968, 969, 991, 993, 998,
Montenotte, batalla de, ...... 879. 57, 83, 99, 173, 219, 236. *" 269. MUNST.ER, obispo de:, · *º 517, 52.S. 1003, 1014, 1015, 1030 a 1033. 1049
Moutereau, batalla de, .... + 1051. +n 538, 539, 554. **** 881, 1053. MUR.AD ill, sultán, *' 313, 395, 396. a 1051, 1053, 1056, 1061, 1065, L066,
Puente de, • 217. Moscovja, mascvvitas, "191, 196. *" 272, MURAD IV, sultán, •~ 496, 504. 1081 a 1083, ¡os9. 1093.
MoNIESQUIEU, **,.773 a 775. 780, 732, 315, 320, 321,. 328, 379, 380, 387, 480, MTJRAT. JOAQU.fN, ..... 968, 99!, 1003, reino angevino, * 148, 180, 182, 186,
783, 790. (v. también Rusia). 1014, 1016, 1027. ]050, 1051, 1061. 188, 203, 211, 212, 235. *" 262, 271.
MoNIESQr.iIOU, H+> 842. Moscovy Compcmy, "" 323, 362, 389, Murcia, • 149. """ 579. ••*"' 1094. 330.
Montevideo, **°" 1117. 420.
Mmurr, ANToNió, ·~ 406, 407. reino aragonés, * 211, 212, 223. •• 299,
Montferrato, *" 433, 448 1 44?,. º'" 563, Moscó, • 191, 196, 211. ** 273, 379 a MuRitAY, VANs, ..... 1104. 302, 330, 3 35.
578. 382, 388 a 395, 409, 483, 489, 493, Muscu.ro Guro1, * 219. Universidad de, • 150.
MoNIGAILLARD. 0 • • 991. 1 494. ••• 596, 591, 601 a 603. 607, MuSTAFÁ Ill, sultán, *~* 692. N,o\POLLON, SANSÓN, H 496, 497.
MoNWELAS, barón de, ••** 935, 965, · 608, 612, 621, 622, 662, 691. 714 a MuSTAFÁ IV, sultán, •••• 1022. Narbona, + 82, · 152.
1030, 1045, 1047, 1082, 1083. 718, 759, 76G. ~ .. u 832, 1036, 1043, MUSTAFÁ, dey de Argel, "'º" 1120. NARBONNE, L. M., +u+ 829.
MoN11. VICENTE, .. ** 878. 1017, 1080. 1048. li1usulmaries (v. Islam, Orie11te mu.rrtl- Narew, río, ••~* 1039.
Montmartre, Tratado de, •H 532. Tratado de, '* 382.. mán, Mwu:lo musulmán). NA.RIÑO, ...... 1110, 1113.
Montmédy, 0 477. Tregua de, +• 383. Muns, JosÉ, *'*"' 796. Narsingb, reino biudú (v. Vííayanagar).
Montminril, batalla de, ++u 1051. Mosela, rfo-, • 19. •" 411. •*" 538, 554. Mysore, india, '** 735. Narva, •+ 320, 321. 379, 391. º* 604.
MoNTMORIN, coude de, 0 • 641, 750. Moskowa, río, H H 1043. Mythilene, isla (v. Mitile11e). batalla de-, *"* 594, 604, 606, 608.
** .. 810, 813, 829. . Mostaganem, *• 304. Nassau, *** .. 969.
Montpellier, * 82. 109, 118, 134, 149, Mosul, .. 85, 135. Nassau, Bahamas, **** 1115.
151. 173, 181, 183, 188. •• 412, 413. Motril, .. ** 994. N NASS,o\U, Casa de, "'*"'* 938.
Montpellier, Paz: de, ** 440. MoucHE, LA (V. M11scioto G11idl). NASSAU, LUIS DE, +~ 360, 361.
Montreal, *"' 429. *"* 567, 628, 629, 695, MoUNIER, "'"'"* 1081.
Nacionalismo, ,.. 255, 256. •*'-• J06B, N.ASSAU-DJETZ, príncipe de, •+** 938.
701. . Mouwn, + 99. 1079, 1135; 1137, 1138. NASSAU-SARREBRÜC!C, conde de, +>• 550.
Montreui!-sur-M er, Tratado de, * 238, Moyenvic, H 450. Nación más favorecida. C/áu.mla de, Natal, •• 281.
239. Mozambique, •• 281, 292. . . * 166. ... 635...... 943, J 104, 1131.
Nauplia, ** 303, 309.
Mont-Rayal, **+ 554. Mozárabes, • 67, 102, 119, 120. NADIR-SAH, **~ 755 a 757. Navarino, **" 715.
MoNTS, ... 291. MoZART, *"""' 638...... 863. Nagasaki, •• 426. *'~ 620. 0 • * J 129. Navarra, *21, 46, 69, 92, 126, 149, 184,
Montserrat, isla de. u 428. Mudéjares, * 12(}, 244. NAGEL, VAN, .... 1054. ]88, 203, 203. *+ 270, 276, 338, 342,
Monzón, Tratado de, •• 441, 448. Muhlbe:rg, batalla de, ** 348. Namur, *** 567, 580. 5B l. 372....... 874.
Tregua de, •• 346. Mukden, .,. .. 620. condado, • 239, 242. , Navas de Tolosa, batalla de Las. * 149,
MooRE, ....... 948. MULEY IsMAJL, 5Ultán de Marruecos, Nanc-¡, *"' 349, 450, 463. **• 532, 545. 150.
••U+ 812. '
Moore, Tratado de, •" 343. • ... 627. Naxos, •• 298, : 305.
Morat, ~• 260. MULEY MOHAMED, sultán. de Marruecos, Nankin, • ., 293, 399. •*q 624. Nazaritas o nazarfes, • 189.
Morava, río, ••*• 809. ~•• 769. Nantes, *' 370, 414, 429. u• 626. Neaufles sur. J'Epte, "99 .
Mora vi a, + JSl. •• 466. •''"' 519. MULEY SOLIMÁN, •••• tH9. . .....,,. 987, 1001. NECKER, ** .. 810, 1080.
"*** 992. 998. MuLEY YAZl'.D, ..... 795, 1119. NAPOLEÓN BONA.PARTE, ... 727, 770, 779. NECXER, madame, +*"' 776. 784:
MoRE. HANNA, *>+• 946. Mulhouse, ""*"• 891, 998, 1052. ··•+o* 806, 816, 849, 876 a 881, 888, 890 Neeriandeses (v. Hoíanda, holandeses).
Morea•• ]32, 148, 155, 162, 186, 210. MULGRAVE, ..... 959. · a 897, 899 a 914, 919, 925, 927, 931 a Neenvinden, batallas de, ...,. (1693): 567.
•• 297,. 300, 303, 308. 309, 504, 505. MÜLLER, AoAM, ou 1019. 952, 954 ·a. 956, 958 n 977, 979 a 984, •U• (1793): 866.
"** 569. 570, 645, 714 (v. también MüLLER, JUAN,9 **º' 881, 101 J·, 1080. 987 a.996, 998, 1000, 1001, J003 a Neeuw-Amst~rdam (v. Nueva Amster-
Acaya). Muadeburdis, 44. 1009, 1012 a 1018. 1020 a lOW, 1030 a dam).
MoREAU, *"*" 903. Mundo bizanti110. • 23, 29, 44, 98, 237. 1034, 1037 a 1048, 1-050, 1051, 1055 a 1
MoRELOS, ... •• 1113. 240 (V. también Biza11cio).
lf94 INDICE ALFABETICO DEL TOMO I INDICE ALFADETICO DEL TOMO I 1195

Negapatam, ***'736, 758. 1 NrcoLÁS I, Pontífice, • 25. Noruega, noruegos, • 27, 28, 40, 52 a Obsídes. • 107 (v. Fiadores}.
Negociaciones medievales, • 216. . NICOLÁS V, Pont(flce, '" 204. 54, 95, 166, 170, 190, 244. o 272, 315, 1 Occidente, *.7, 9 a 12, 15, 17, 19. 20, 23
Negrais, cabo, +o 758. Nrcoús DE CUSA, cardenal; • 208.
Negro, cabo, *" 310, 496, 497..... 524, . NccoLB, abate, **•• 108.J.
1 420, 481.... 612...... 919, 986, 1041,
1047, 1049, 1053.
a. 26, 28, 32 a 35, 38, 39, 46, 48, 50, 52
a 54, 56 a 60, 62, 64, 65, 69, 71, 73, 75,
551, 768. Nrcor.o PoLO, • 162. Nottingham, •• 1073.
0
78, 79, 85 a 87, 95. 98, 100 a 103. 109,
mar, • 29, 131, 197, 209, 210. 0 272, Nic6polis, batalla de, • 186. NovALrs, •• 0 1017. 114 a 116, 129, 132, 134, 138, 139, 143,
273, 309, :323, 388, 487. *** 591, 603, Nicosia. • 152.. Novara, ** 338. 147, 151, 152, 155, 156, 159, 163, 164,
662, 664, 665, 109, 719, 720, 740, Nich o Nissa, *** 569, 664. Navgorod, • 64, 83, 146, 157, 170, 191, 166, 167, 178, 183, 185, 187, 195, 198,
742, 747, 749, 750, 752. º .. 805, 1 Niemen, rfo, ** 323. • 0 • 976, 1020, 196, 211, 227, 230, 234, 143••• 315, 210, 213, 216 a 218, 224, 228, 236, 249.
807, 833, 834, 844, 892., 906, 1040, 1021, 1042. 320, 395, 494. ,.. 256, 261, 276, 279, 314, 315, 320,
1121, 1122. 1 Nieper, río (v. Dnieper}. Novossn.TZoF, 0 • • 960, 975. 323, 325, 328, 334, 344, 354, 356, 358,
Negras, esclavos (v. Trata de negros).
NEGUS, impen'o de lo~ (v. Etiopía).
Niester, río (v. Dnlester, río).
Nieupoct, •+. 580. 1 Noyon, Tratada de-, ** 339.
Nueva Amsterdarn, '* 426. **' 521l.
370, 380, 382, 398, 40'2, 424, 449, 488,
506; ..... 512, 524, 525, 528, 546, 559,
Neisse, Entrevista de, **" 714. •*
Níger, rfo, " 81. • • 296. ,.. 796.
!
Nueva Escocia, *** 584...... 1100 (véa- 564, 570, 583, 591, 594, 597, 606, 607,
NELSON, almirante, •H• 883, 892, 893, Nik:olsburgo, Tratado de, '* 438, 444. se también Acadia), 611, 613, 614, 709, 748, 760, 774. 773.
'
Nilo, río, ••• 627. º ... 892, 916, 923;
·~. 895, 91.1 a 924, 967, 980. Nueva España, ** 288, 292. ••• 632, 764. 0
• • 191, 798, 817, 1036, 1038, 1066,
Nemirov, Podolia, '** 664. 944, 1121. *"'** 1107, 1108 {v. también Méjico). 1128, 1134.
0
Nepal, •• 1063, 1128. Nimega, •.+ 539, 545. 1 Nueva Francia, 0 291, 429. **• 548, 566, Occitanos, "136, 137, 179.
Nepotismo, * 191, 213. ' Tratadas de, 0 • (1678); 542, 544, 1 584, 590, 628, 681, 682, 694, 707; 765. Oceanía, ++•• 195, 196, 791!, 1073.
Nertchinsk, '"*" 622.. (1679); 545, 547, 550, 551, 553, 554, Nueva Gales del Sur, ••• 763. O'CONNOR, Annrno, •••• 981.
Tratada de, 0 • 622, 759. / 559, 561, 563, 568, 584, 598. J Nueva Granada, o u 1107, 1112, 1113. OCIDALf, Emm-A.Lf, 0 306.
NESSELRODE, CARLOS DE, H H 1043, Nissa (v. Nich). Nueva Guinea, ,. •• 629. ÜCHINO, BERNARDINO, "* 409.
1057. Niza, ** 303, 345, 346. *"* 567, 619, 190•. Nueva Holanda, Brasil, *" 426. "*"' 527, ÜCHS, ••u 891.
Nestorianos, • 121, 159, 163, 213. •* 314, "f"* 842, 853, 854, 860, 865, '867; 1 528. 1 Oder, río, * 57, 84, 129, 145. H 467.
502. 879, 898'. Nueva Inglaterra, •• 291, 427. ••• 528, +•+ 598, 67(, 672, 702. HO JOJ8, 1045.
NEUBURGO, duque de, *'~ 530. Tregua de, •• 346. 566, 584, 628, 682, 694, 695, 700, 765. Odesa, *** 807, 996, 1036, 1081.
NEUBURGOS, dinastía de las, ... 560. NIZAM, ALí, nabab, •+.+ 1125. *+H 1106. ÜDOACRO, • 10.
Neuchatel, H+ 585, 634. º*"' 967. NOAILLES, *"* 731. +o*+ 815, 838. Nueva Neerlandia, América del Norte, Ooomco DE PORDENONE, • 163.
principado, *** 585, 670, 967. Noblez;a, • 79, 80. o 426. 428. ... 528.
NEUHOF, TEODORO (v. Teodoro, rey de
Córcega).
NOINIEL, marqués de, ... 549.
Nombre de Dios, puerto, •• 290.
1 Nueva. Orleáns, • 0 707. •+-• 1!01, 1105,
1106.
ÜELSNEll, +. • • 821.
Oesel, isla de, •• 321, 466, 486.
ÜFFA, rey de Mercia, • 41.
Neustadt, entrevista de, **" 715. Nomi.rma (v. Besante). Nueva Salé (v. Rabal). Of/icium Gazariae. • 243.
Neustria, • 13, 19, 32, 38; Nonántula, abadía, • 117. Nuevas Hébridas, "'** 762. 1 Of!cinas lranseáticas en el extranjero,
Neutralidad, neutrales, • 99. 0
260, 261. Nocrr, VAN DER, **"'* 323. NueVtl Suecia, *" 431, 483. 170, 171.
+•• 566, 634, 673, 683, 69B, 734. Nootka, bahía de, •+. 764..... 811, 812, Nueva York, •o 528, 728, 732, 735. OGINSKI, conde de, n o 1039.
...... 919, 921, 922, 981, 984, 986, 9&7, 815, 857. o u 1000, 1114, 1130.
1Ohía,
Oglio, rfo, •••" 880.
991, 1001, 1048 a 1050, 1063, 1102 a Nordlingen, batalla de, "* 455, 456, 458. Nueva Zelandia, •• • 630. región, 0 •• 1101.
1104, 1106, 1107; 1139. NORFOLK:, duque de, ••U 885. · Nuevo Mundo (v. América). rlo, .. ,. 628, 694, 695, 764, 765.
Nmx, abate, •**• 797.
Neutralidad armada, Liga de-, *** 735. Nórica, * 10.
*'** 921, 922, 982, 1008. Normaodfa, normandos, • 47, 48, 52 a Nun, cabo, ** 295. I
Ojivas, Cruceros de, • 95.
Oka, rfo, "* 383, 388.
Neuwiller, ** 457. 55, 90, 96, 99, 114, 119, 120, 133, 137, Nuncios (v. Nuntlus}. Okhotsk, ... 760.
Neva, rio, * 234. "'** 608. 175, 197, 206, 2:19, 236. o 284, 289, Nuntius, "'100, 220, 224. 0 262. ÜLBERT, * 94.
Nevers; Negociaciones de, • 22:1.. 291, 359, 430. .. .. 591, 727. 738. Nur-ad-Din, * 135. Oldemi:mrgo, ·~" 545. •+>+ 1037•
Nevis, isla de, "* 428. +>• 528. ..** 994, 999, 1062, 1103 (v. también N!iremberg o Nuremburgo, * 171, 209. candado de, 0 318.
NEWCASTLE, duque de, +u 683, 688. Italia normanda). "* 454. ++u 937, 970, 1017. ducado de, •u 545, 598. *'•• 1037.
New-Haven, •• 428. NoRMANDÍA, duque de (v. Guillermo, el Congreso de, *" 469. Olerón, • 81.
Newgate, prisión de; 0 *" 848. Conquistador, rey de Inglaterra). Nymphenburg, Tratado de, •o 674. Oliva, Tratada de, ** 492, 506. **" 595 a
Newport, *"'" 733, 735. Normandos. invasores escandinavos,• 40, Nystad, Tratado de, 0 • 612. 597.
NEWION, •u 772, .773, 761. 42, 48, 56. OLIVARES, conde-duque de, H 445, 456,
NEY, mariscal. 0 0 948. Norte, mar del,• 8, 19, 56, 133, 167, 171. 461 a 468.
() NGilUJEN-AHN, emperador de Annam, '172, 196, 199, 231, ..237.•• 362, 420, o Olivenza, +.++ 913, 1007.
Q . . . 758, 159; **** 1128. 481, 486. o• 565. **** 849, 876, 980, ÜLlYIER LE 'DAJM, * 2JB.
NoUYEN, dinastla de, ++ 401. º" 758. 983; 993, 997, 1013, 1037, 1049, 1053. Obediencia, acto de. H 271. Oloron, * 126.
Nicaragua, *""* 1110. NORTIIAMPTON, conde de, • 217. Oberhausen, principado de, • ... 962. ÜMhR, califa, * 16.
Nicea, imperio de, • 142, 155 156, 162. Northamptoo, Tratado de, "230. Oberpfalz (v. Alto Palatinado). OMEYAS, dinastla de los, • 16, 30, 66.
N1cÉFORO FOCAS, emperador bizantino, Northumberlaod, • 54. · ÜBERKAMPF, **** 990, Ontario, lago, 0 • 695.
• 101. Nar!humbda, • 14. Obi, río, u 388. ÜÑATE, •• 435, 445.
ll96 INDICE AL1'ADETICO DEL TOMO f INDICE ALFADETICO DEL TOMO I l l!rt

Oosterling1m, "24.4. j duquesa CARLOTA }SABEL DE, ,..,. 57(}. PABLO l DE RusCA, •••• 893, 896, 899, Palos de Moguer, '*281, 282.
Opi11ián pública, u 417 a 419. ÜRLOV, ALEXJS, u+ 714, 715. 904 a 908, 920 a .91.2, 959, 981, 1090, PALLADIO, ANDRÉS, ••H 1016, 1080.
Opio, comercio del, *"*• ll32. ÜRLOV, Gl1.IGOIU, **' 714. 1101. Pamir, región, *' 273.
Oporto, *>+• 986, 987, 1114. ORLOF, atamán cosaco-, •~ 0 907. PABLO DúCDNO, • 26. Pamplona, •• 338.
Vinos de-, ••• 726...... 856, 986. Ormeteau-Ferré, L', * 99. Pacffico-, océano, •* 288, 291, 292. Panamá, •• 283, 290, 291. • •• 766.
Orán, • 199. u 301. **"'* 1120. Ormuz, isla de, • 163. "'* 287, 402, 425, .... 629, 630, 633, 707, 760, 762, 763, p .t\NlOA.ROLA (J. P.), .. 223.
PRANOE, Casa de, ** 364, 365. "*" 527, 427, 496. *** 590, 5'92, 619. 765. . . o 796, 850, 1101, 1117. Panipat, batallas de, •• (1526): 398,
540. +•u 1053. {v, también Guillermo Oro. extracción y comercio del, • 82, .93,, P.\cfl:rco PE PRovrns, padre, º* 619. 0 • (1739): 756.
de). 109, 172, 199, 201 ••• 256, 276, 277, Pacto de Familia, ... 616, 704, 707. Panonia., * 10, 13, 14.
Orange, ciudad, .... 539, 545. 280, 282, 283, 288, 292, 297, 359, 372, •••• 857. PANrALEÓN, fanülia de los, .. 117, 126.
ducado, .... 583. · 505. "'** 533, 576, 621, 166, 168. Pacy, • 99. Pañería, industria y comerr:io de, • 80,
principad1> de, ** 324. **** 938, 1053. *"''* 855, 856, 1116. Paderborn, **** 906, 938. 83, 131, 166,. 172. 175.....280, 315,
ORANClE, M.1.uruc10. DE, >+ 424. . Orso•1a., +u+ 996. Padraos, "*281. 322. *** 542, '591, 710, 726, 762, 780.
prfncípe FEDERICO ENRIQUE) DE, H 459. Ortenau, **'.. 938, 963, Padua, · • 151, 152, 212. "* 336, 406 a *º" 887, 913, 942, 943, 986, 995. 999,
••• 627. .., Oslo, 0 316. 408, 410...... 828. 1037, 1130. .
Orator, • 220, 223, 224.... 262. Osnabrück, .,. 321, 441, 463, 467, 468. PAGEr, *"º 950. Pañ1> de Oro, Entrevista del Campa de,
Orbis ramanus, • 7. 248 (v. Roma). Ostelbienses,. países (v. Transelbiense,s). PAINE, TOMÁS, *'*• 850. •• 342.
Orbitello, •• 464. Osteade, "'** 648; 649. u•• 799, ~48, Paises Bajos, • 13, 80, 84, 130, 166, 173, ¡ P.1.ou, PAscu.u.; H* 721. 725.
Orcza, batalla de, ** 382. 854, 983. 177, 184, 189, 195, 197, 207, 218, 219; / Papel, industl'ia y comercio, * 175, 196
Orden de Sal! Juan de Jerusalén (v. Mal- Osteade, campalda de (v. Campañfrr). 224, 235, 239, 240, 243, 245. •• 258, PARADis (v. Canossa).
ta. Caballeros de}. , Osterlings, "* 323, 351 (v. también Han- 267, 270, 275 a 277, 316 a 318, 322, Par agua y, : *• 289. ... ,. 765, 766.
Ordenes mendicantes, * 140, :159. sa).
Orden Teut6nica, • 145, 190; 196, 209, OSTERMANN, H h 833, 844.
1
!
323, 327, 328, 330, 335, 341, 342, 344,
346 a 348, 350, 352, 353, 355, 357, 359
**** 1113. !
río, ** 289.
221, 234, 242. •• 273, 3f5, 320, 379. Os/rogados, • 9, 10, 38. a 361, 363 a 365, 367, 368, 370 a 374, Para.ná, río, '"'" 765. . . ** 1113.
383. "~ j· OssIÁN, EL FALSO (v. Macp/1ersan). 376, 385, 395, 405, 406, 411, 418, 423, Parga., *'*' 906.
Ordiriatia imperii. • 23. ÜSTROYSJU, OH 1021. 426, 436 a 438, 444, 445, 456 a 461, Paridad, principio de, ••• 635.
Ordos, llanura. de, ** 400. 1 Oswego, fuerte de, u• 695. · 463 a 465, 469, 471, 474, 475, 478. París, • 27, 57, 90, 94, 126. 131, 132, 151,
Oremburgo, **+ 0 796, 907. ·',' Otchalcov, • 0 ·664,·no, 150, 752. •
0
513, 515, 523, 524, 528 a 530, 512, 173, 184, 205. 206. •• 264. 328. 329,
Orientales, comercio de productos, + 12, H••• 807. · 533, 536, 538, 540, 544, 556, 563, 567, 1 342, 347, 352, 359, 361, 366, 369,
16, 27, 56, 67, 82, 130, 131, 162, 163, OTOMÁN I, emir, • rn6. 572, 574, 575, 579 !L 58[, 584, 585, 371, 405, 407, 412.• 4! s. 421, 433.
171, 185, 198. Otomanos (v. Turcos). 587, 591, 598, 635. 637, 648, 658, 673, 448, 450, 458 a 460, 463. 470. 472,
Orientalismo. *"'* 761. ÜTÓN I, emperador, * 48, 49, 100 a 102, 676 a 678, 680, 681, 683 a 685, 688, 473, 476, 491. 493, 496, 501. ••• 516,
Oriente • 7 a 12, 15, 16, 23, 27, 28, 56, 108, 112, 249. 690, 697, 741, 748, 749, 752 a 754, 521, 524, 528, 532, 536, 539, 546,
71, 82, 99, 117, 121, 131, 136, 140, 142,. ÜTÓN II, emperador, * 49, 63, 108. 789..... 798, 800, 801, 808, 823, 826, 549, 550, 554, 5~?. 565, 566, 511,
299. *"'• 534, 619, 635, 711, 715,
0
171. ÜTÓN Ill, emperador, "'49, 51. 838, 839, 843, 844, 847 a 849, 853, 572., 537, 592, 595, 601, 611, 614, ::,
720, 716, 746, 748, 750. •• 0 797, 892, 1 ÜTÓN IV, emperador, • 138. 860, 864 a 866, 896, 922, 950, 952, 622, 627, 633, 644, 646, 648. 649,
911, 990, 993, 1008, 1039, 1040, 1096, l OTÓN, obispo de FJesinga., • 94. 1053,. 1054, 1056, 1059, 1063, 1064, 653, 654, 659. 662, 672, 673. 682,
1124 (v. también Pró:rimo Oriente). ÜTÓN DE WrrrEisBAca, "104. 1139. 683, 691, 693, 703, 704, 706, 707,
Oriente bizantino, • 7, 10 a 12, 15, 17, Otranto, •• 335. :• 0 • 910, 952. "País Negro" (v. Staftordshire). 725, 730, 734, 737, ·742. 749 a 751,
Z3, 28, 29, 56, 62 a 66, 82, 83, B6, 87,
99 a 102, 131, 2l0.
Oriente latino; * 73, 75, 82, · 83, 85, 100,
canal de, 4 63.
Orro, Lurs Gurt..LERMO, 0 •• 901, 922,
923, 942, 1014.
1 Palacia de las Papas, Aviñón. • 119.
Palamunta, Convención de. "** 74Q.
Palatinade>, .¡o 189. *" 411, 436 a 438, 440,
758, 761, 762. 774 a 777, 779. a 781,
785. ,. .. 811, 815. 816, 818. 820,
821, 826 a 829, ~35,- 837, 839, 840.
103, 120, 121, 131, 132, 135, 141, 148, 0UJlRJL, •+•• 971. 445, 447, 453 a 456, 460, 468, 472. 842, 843. 848, 849, 852. 853. 861,
159, 162. Ouessant, batallas navales de, • H (1677): ••• 541, 560, 561, 587, 742, 745. 866, 872, 875 a 877, 879, 880, 889
Oriente músulmán, "29. 56i.,61, 68, 8~, 544. "'**• (1803): 952. ••o 820, 935, 9'3-7, 1059. 892, 896, 900 a 902, 904, 906, 908,
102, 103, 156, 159. •+ 333. ,.o+ 1073 ÜUSELEY. o o 1096. PALATINOS, Electores, .. 189. . . 278, 438, 909, 911, 916, 935, 936, 941, 942.
1 (v. también Islam y Mundo- musul· ÜXENSTIERN, .canciller, *• 431, 454, 455. 439, 441, 461, 468.••• 517, 532. 538, 944, 949. 950. 951, 955. 956. 958, 971,
mán).
Orinoco, región del, •• 439.
Orleáns, "151, 181, •• 345, 412. 413.
458, 465, 485.
Oxford, Universidad de, ~ 151, 182, 204.
•• 376, 409.
1
'
540, 553, 560, 561, 510, 741.
PALEÓLOGOS, diriast/a de /os, • 185.
H 331, 380.
973, 974, 982. 992 a 995. 999. 1008,
1009, 1025; 1032, 1034, 1037, 1048,
1051, 1054, 1062 a 1064, 1066, 1075,
1 fuerte de, •• • 764.
ÜRLEÁNS, dinastía de, * 105, 206, 227.
· Palermll, • 86, 142, 148. ••• 543;
Palestina, • 16, 65, 66, 72, 73, 85, 118,
1076. 1078; 1080, 1084. 1085. 1088.
1097, 1103,.1105. 1111. 1136.
1 ... 345, 348. 1 p 120, 132. 135. 138, 142, 145, 155, 158, Escuelas de, ;* 94. 151.
duque de, hijo de Francisco· I de Fran- • · 159, 178, 242. **300, 314, 330. 502, Tratados y convenios, • (1259): 147,
. ·cía, •* 345, 347, 346. j PABLO III, Pontífice, '* 346. 504. •+* 666, 691, 692, 906. 216, 221, 229 (1227): 230, 236.
duque FELIPE. DE, hijo de Luís XIII, 1 PABLO IV, Pontífice, •* 352. PALM, JUAN FELIPE, '*º1079, 1082. U~(1670-l67I): 536. (1761); 704,
*"'* 525, 538, 560, 563. PABLO V, Pontífice, •• 398. Palmeia, Orden, • 149. 728, (1765): 758, 762,. 764, 766.
1

1
1199
INPlCE. ALFAllETICO OI!L 'róMO l
1
INDICE ALFAilET!CO. DEL TOMO 1 Pío VII, Pontífice, •••• 899, 1060. 1061,
1198 Pérsico, golfo, • 163. •• 285, 287. 402, 1066, 1076, 1083.
425•••• 590, 592, 757, 758....... 945, Plombino, •• 464, 498. • •• • 910, 963.
U H (1796): 879, 935, (1802); 9J6, • 606, 608 a 614, 637, 642, 651, 656, 661
1 (1806); 972, (1810): 992, 1025. 1031\, a 663; 709, 755, 759 a 761, 789.
1121, 1122, 1125. PmiNIDAS, dinastía (v. Carolingio."<).
(1812); 1041, (1814): 1052, 105J, PEDRO Il, zar, o• 759.
Perú, 0 289, 290, 291, 296. • U 766.
•«>• *
Piraterla, 12, 17, 27, 30, 37, 44, 52, 56,
.1 (1817): 1056, 1064. PEDRO III, de Ho!atein, zar, •*• 704, 705.
.1 855, 1107 a 1109, 1113, 1117. 64, 6B, no. 131, 150, 112, 189, 190,
Universidad de, * 150, 151, 181, 20~. PEDRO II. TCY de .Ai:agón, • 136, 149. \
virreinato- del,•••• 1107 a 1109. 200, 231, 234..... 260, 266, 280, 2!!4,
º 329. 404, 405. PEDRO III, rey de Aragón, * 148, 238. PenISa, • • 409. 290, 291, 295, 298 a 301, 305, 308, 316,
PARJCER, almirante, •H* 921. PEDRO l, EL CRUEL, rey de Castilla,• 188. PERuzzc, banqueros, • 167, 238. 317, 321, 324, 360, 362, 366, 400, 429,
Pescado, pescadores, * 197. u 315, 420, 430, 496, 497, 500, 501, 504. . . . 530,
Parlamento francés medieval, • 179. 221, PEDRO I, rey de Chipre, • 1&5. 421, 423, 438, 439.••• 535, 566, 584,
226, 238. PEDRO I PEI'llOVlrCII DE MoNfENEGRO, 550, 558, 589, 597. 617, 620, 625. 627,
0 707. "*"* 849, 917, 922, 986, 1100. 630, 632, 633, 649, 76B, 769. *• .. 1098,
Parma, *"' 349, 459. ••• 648, 650, 653. • • 808, 806, 1023: Pescara, o ... 910.
.1 **.- 856, 876,t879, '881, 888, 901, PEDRO DB .A!LLY, *203. Peste negra. * 166, 189, 195, 245. *** 522. Pm.ENNE, llff
ENRJQUE, •• 351.
903, 911. 1060; 10&5, 1105. PEDRO DE MéDICIS, • 218.
Petchenegos, pueblo, • 65, 71, 83. Pidneos, * 12, 21, 46, 70. 92, 122, 123,
ducado de, t• 349, 367, 459. ..... 646, ' PEDRO DE PISA, • 26. Petersburgo {v. San Petersburgo).
648, 650,. 653, 654, 660, 685, 740.
0
PEGOLDTII, FRANCESCO BALDULCCI (véase 137, 166, 211, 237.... 256, 276. 330,
**** 876, 901, 903, 911. Balduccí, Francisco). Petervarad, combate de, ••• 645. 338, 342. 359, 414, 459, 462, 464.
Paros, ** 303. Pegú, Birmania, •• 401. ••• 758. I'trroN, •••• 815, 829. • ... 519, 588. ***' 855, 857, 875,
PETMRCA, *187, 192. •• 409, 410. 914, 975,,1003, 1006. 1030, 1043.
Parsdorf, armisticio de. o++ 900. Peíping {v. Pekln}.
Partenopea, República, .... 895. Pekín, * 158, 163. "'* 293, 399, 400. PHILLIP, AR.TORO, •••• 796. Tra.rado dti los, 0 457. 476 a 478. 498,
@ Partes Oc:cídentis (v. Occidente). •+« 622, 1/23, 159, 760. ••••.J096. Philippeville, 0 477. u•+ 1052, 1064. 1 506. .... 519, 524, 52&, 563, 597.
Philippsburg (v. Filipsburgo}. · Pima, Campo de, • 0 697.
Partes Orientis (v. Oriente). 1128, 1129. PBRA.-NARAIN, rey de Siam, *** 625.
1
1. () Particiones sucesorias, * 13, 23. PEUIAM, EN!lIQUE, ++• 678.
Piamonte, piamonteses. * 132. ** 345,
Pisa, "'48, 56, 72, 73, 81, 82, 101, 109,
Pasaporte. * 45, 109, 239. +++ 581 (véa- Peloponeso, "' 186, 210. *H 892. 110, 118, 131, 132. 136. 143 a 144,
se también Tractoria). Penjab,
0
397,0 398. **** 1127. 348, 353, 371, 434.... 555, 561, 578, 156, 162, 112, 188, 197, 201, 2zo.
PASCUAL JI, Pontffice, • 100. Pensilvania, • 733. ' 579, 585, 659, 660, 678, 679, 721. 1 231, 243, 250. u 311, 337..... 714.
PASCUAL III. Pontífice, * 88. Peñón, El, •+ 301.0 **.... 800, 858, 877. 878. 893, 898, 900, f Concilios de, • (1135): 75, (1409): 203.
PASJ::OV, * ... 621. Peñón. de Vélez, 305. 909. 922, 939, 940, 941. 956, 960. 992, ... (1511}: 336, 337.
Pasos a través de [os Alpes, el Jura, [os PEPINO fil, EL BREVE, rey franco. "' 19 a 1060, 1063, 1064, 1076, 1082. Pistoia, Sinodo jansenista de, •• ... 878,
Pirineos y los Vasgos, * 43, 44, 95, 122 21, 25, 28, '.12, 33, 38, 42. PIANCARl'lNO (V. Pian ái Carpf110). 1075.
a 126, 133, 173, 246. ++ 256, 359, PEPINO DE JTALLI., "'32. PIAN DI Ó\Rl'lNO, JUAN, • ]59, 160. Pl'IT. GUJLLEÍ!MO, ~•• 678, 695, 698, 706,
450. ••• 677. •••• 891, 940, 941, 956, Pequeña Armenia, * 72, 85, 113, 156, Picardfa, •• 327, 337, 352, 369, 460. 737, 738.
958, 993. 158, 159, 163, 171. ** .. 916, 999. Prrr EL JoVEN. GUILLERMO, *** 752..
P.ASSANO, ANfONIO PI, • 219. Pequeña Rusia, *' 488. ••• 596. 609. PICCOLOMINI, JACOBO, ** 460. **.., 807, 808, 836, 843, 846, 348 a
Passaro, cabo, *** 647. Pequeñas Antillas, *** 629. PICO DE LA MJRANDOW\, * 213. 852, 863, 864, 866, 867, 869, 873, 876,
Passarowitz, Tratado de, • 0 645. 649, · Pera, H 309. PICQIJET DE ROU!JEldON'l", ••** 1063. 884, 889, 914, 918, 919, 924, 942, 950,
661, 665. FER.CE.VAL, SPENCER, ***• 9791 997. Picquigny, puente de, * 217. 951, 959 a 961, 964, 970, 919, 980,
Passau, **** 936, 938. PERCIER, .,... 1034. , Picios, • 8. 1046, 1053, 1057. 1065, 1078. 1111,
Tratado de, •• 350. Peregrinaciones, * 30, 45, 53, 65, 67 a 69, PICHLER, CAROLINA, •••• 1010. 1122, 1124.
Passy, **** 934. 95, 99, 105, 123 a. 127, 135, 246. "* 258. Piedras preciosas, comercio . de, '* 293, Pittsburgo, ••• 695.
PASW.AN OaLu, ** .. 806. Perirgrinus, • 45. 0 402. *"'* 619. • .... 1132. PIURRO, FRANCISCO, 0 288, 289.
P¡i.thmos, "" 303. 1 Pe:rciaslav, Tratadu de, 488. PIGNEJ\U DE BEi!J\.INE, vicario de Cochlu- PLANCARPIN (v. Pian di Carpino).
PA'IXUL, *"* 604. 1 Perewoloczna, Capitulacíón de, ••• 609. cbina, ••,.758. PLANI"AGENETES. dinastía, • 91, 183, 206,
Patrás, •• 505. 1 Perigord, * 239. Pmorr. CARLOS. .. • .,. 885. 236.
Patriarcas. * 29, 65, 72, 155. •* 393 (vén.- Perigneux, Proceso de, • 239. 0
Pillau, Entrevista de, • 603. Plasencia, ciudad italiana, H+ 650, 653,
se Alejandría, Antioqu{a, Constantín:o- Perim, **º 1121. · Pillnitz, IJec:laracióll de, •• ++ 827 a 829 654, 660, 685 . ....... 1060.
pla y Jerusalén). . Perlas, pesquerías
0
de, '"*'" 619. Pimienta, costa de la (v. Malabar), . Plassey, batalla de, • • • 696.
P(ltricias, + 34, 103. Pernambuco, 426. **º 1116. Pimienta, comercio de la •• 293 313 Plata, l!Xirac:ción y comercio de la, • 175,
Patriciw romanarum, '"21. Peronne, •• 346. *""'~ 1102, 1106, 1132 también
(y. es: 201. o 256, 276, 296, 297, 359.
• ... 533, 576, 589, 621. 766...... 856.
Patronato, derecha de, .+• 623. Entrevista de, • 217. pec1as).
PA.UL, O\.BALLERO, • 0 522, 524. Perpiñán, *203. *"348, 462, 498.
4 Pinerolo, 0 353, 371, 450, 468, 477. Plata, Río de la, +> 289. **•* 1077-
PAULINO DE AQUILEA, • 26. +o 812, 865.
1116. .
**" 567. territoáos del, ** 289. u** 1102, 1107,
Pavía, • 41, 56, 57, 80, 143, 148, 203. PERRON, •••• 1126, 1127. Pinsk, ++** 844.
() H 337, 342, 406, 407. "*** 1093. Persia, persas, • 8 12, 16, 30, 67, 68, 158 ·1109 a 1113, 1116.
batalla de, •• 342, 344, 353, 384.
Paz de las Damas (v. Cambrai, par. de).
Paz de .J)ios, * 116.
I a 161, 164, 187, 198, 218, 226. •• 285,
384, 386, 388, 397, 398, 402, 424, 425,
427, 493. ••• 590, 592, 591, 614, 617 a
PINZÓN, MAR1'ÍN ALONSO, ** 281, 282.
Pfo V, Pontífice, 0 305. Platonismo, *• 410.
Pfo VI, Pontífice, ***' 814, 861, 878, Pleiswítz, armisticio de, ***"' 1045.
899, 1074, 1075.
·PI.ELO, conde de, +• • 658.
PEDRO I, EL GRANDE, zar de Rusia, 619, 662, 663, 755 a 757••••• 796, 808,
** 338, 480. •H 534, 599, 601 a 604, 1054, 1096, 1121, 1122, 1124, 1127.

i
t_____ '.,_ _ _, _ ,._ _ , _
l.L.VJ
INDIC!l 'ALFABE:rICO ·DEL TOMO I
INDICE ALFhJlETICO DEL TOMO l
1200
618, 68:?., 683, 702, 707, 736, 758. 139, 149, 170, 172, 188, 196, 197, 199, 1 Primicier, * 33.
Plenos poderes, • 225. 200, 203, 211, 243 a 245. ** 263, 265, PRINA; **.. 1018.
Plesnis-le-Tours, Tratado de, •• 365. ***' 1132.
PoNIATOWSKI, EsTAN!SUD (v. Eslanlslao
Princeton, batalla de, • •• 729_
270, 280, 281, 283 a 285, 287 a. 296, Principados rumanos, •+,• 664, 720. 743,
Plombíeres, • ,... 791. Augusto, ·rey de Polonia). 299, 301, 311, 314, 328, 359, 361, 363, 744, 746. • 0 * 805, 1Q22; 1023 a 1040.
PLUTARCO, •*+,. lOil. PoNIATOWS!Cl, JosÉ .Amomo, .... 1021, 366, 367, 400 a 402, 406, 413; 420, 423 Príncipes de la sangre, .• 2D5.
Plymouth, ,.. 428. 1022, 1031, 1041, 1042. a 426, 462, 470, 477, 478, 480. **" 511,. Príncipes Electores, /' 189; 22t, 230.
Po, región del, •: 33,1, 433, 463...... 903. Pont-a-Mousson, ,.. 413. ·' 525, 526, 530, 533, 541, 543, 565. 576, 1 •• 270, 277, 348, 453, 453. *** 517. '.~:-
río, • 123. *~"' 658; 678, 679, 681. PomCHARTIUlN, conde de, o• 565. 577, 579, 583, 585, 588 11. 591, 616 a 572, 741 ....... 938.
..... 879, 880, 90'.I, 993, 1050, 1061. PmmIIEU, conde de, * 108. 620, 623, 624, 616, 639, 667, 707, 724,
0
726, 734, 758, 765, 766, 787. **'* 856, 1 Procuratio, .. 2.25.
Pob/acio11es, * 49, 70, 92. * 548. l?ontiac, Conspiración de, *"'* 764. Procurator, procurador, • 220, 221, 224,
Podeslá, " 242. PoNT!AC, je;;fe algonquino, .... 764, 765. 858; 864, 874, 876, 888, 912. 913, 922,
Pooolia, 0 .. 570, 600, 601, 664, 712. 740. 225.
923, 943, 973, 980, 986, 987, 1004, Propog1znda,
Pontificado o Papado, • 7, 15, 19, 20, i2. Congregaciótt romana de;
Poitiers, * 19, 184. 0 413. '*" 595. 13, 25, 29, 33, 35, 36, 40, 43, 48 a S1. 1006, 1007, 1057, 1076. 1089, 1090, •+• 623. "'*H 1074.
Poítou, •13&, 146, 147. . . . 534. 57 a 60, 65, 70 a 72, 75, 85 a 89, 91, 1102; 1116. Prostituci6n, .. 45.
..... 1062. 99 11 101, 104, 105, 112, 135, 137. 139 Portulanos, "' 199. Protectorado, * 21, 42, 49 a 53, 62, 63,
Polane>v, 1·ratado de, •"' 487. · a. 144, 146 a 148, 152, 174, 177 a 180, Posnania, ** 490. *'* 1058. 85, 91, 112, 119, 135. 158, 198. '* 212;
POLE, cardenal, H 408. 182, 183, 187, 188, 201, 203, 204. 212, PossE.VINO, p1tdre, ** 325, 391. 291. 300, 301, 320 (v. Hegemonía). ·
Polinesia, º* 762. . 213, 218, 220 a 221. 224, 225. 227, PosTEL, GUILLERMO, .•• 405.
POLO (v. Maffeo, Morco, Nicolo). 235, 240, 241, 248 a 250. **257, 262, PorEMKIN, príncipe, •** 745, 747, 752. Protasebas/os, *"114.
Protospatarios, * 33.
Polock, " 234. 270, 271, 276, 2ll3, 285, 289, 290, 296, •*•• BlO, 832 a 83 6. Provenza.,· condádo, • 71, 111, 114, 136;
Polonia polacos, * 8, 49, 89, 100, 104, 298, 300, 305, 306, 318, 324, 325, 330, Potestas, plena et libera,·" 139. 137, 148, 179, 208, 231. .+ 269.
331, 333, 335 a 337, 339, 341 a 343, POTOCKI, FÉLDC, **º 835,. 837.
140, Í57, 170, 171, 175, 176, 190, 191,
POTOCKI, IGNACIO, *~~··835; 1031:.
marquesado, ,* 114, 136. .
209, 210, 222, 242, 249. • .. 264, 268. 341!, 352, 356, 358, 369, 371, 375, 376, región. * ti, 12. 24, 27, 30, 46 .a 48,
271, 273, 312, 313, 320 a 325, 328, 380, 381, 384, 389, 391 lL 393, 395, Potosí, •• 296. "**• 1117. 56, 69, 115, 123, 132, 136, 179, 208,
Potsdam, 0 •• 1090.
351, 371, 377, 380 a 385, 389 a 396, 398, 402, 404, 407, 408, 412, 439, 440,
502, 505. u• 516, 521 a 523, 558, 561,
¡ Convenio de; 0 •• 961.
243 .... Z99, ·303, 327, 346;·410, 498;
501. *'* 685- ..... 940, 1062.. '
406, 407, 409, 411, 419, 436, 444. 445,
452, 480, 483 a. 493, 504. "''* 557, 55B,
569, 570, 575, 595 a 597, 599 a 604,
569, 601, 613, 623, 624, 638, 663, 669,
745, 766, 777, 731, 784. ** ... 795, 813,
1 PoNCQUES, JUAN DE, castellano de LiUc,
• 219.
reino de (v. Borgoña cisjurana). -
Providencia, colonia. ** 428.
606 a 610, 613, 636, 638, 654, 656, 815, 817, 819, B27, 85S, S76 a 881, Pozzo JJI· IloRGO, •-*• 1057. Provincias Unidas, ** 267, 294, 313, 355~
657, 660 a 664, 669, 679, 687, 693, 895, 899, 901, 905, 969, 1034, 1060, P.IUDI', abate de, • ••• 1107. 365, 368, 369, 395, 423, .424, 432., .436;
Praga, • 203. ·"* 377, 395, 435, 437, 445, 437; 439. 441. 461, 465, 470, 481, 490~
697, 698, 702, 706, 709 a 712, 714 a 1061, 1073 a 1077. 453,.455, 466..... ó74, 675, 677, 699.
720, 723, 740, 741, 750, 751, 7B4, 785. Pontigny, + 79. +>• 515, 516, 525 a-530: 533, 535, 536,
+>•*799, 800, .807, 810, 817, 823 a PoNTJIBMOLl, NICODEMO, • 223. '**" 823, 1046. 538, 540, 542, 544, 546, 558 a 563, 565,
Poperinghe, .... 545, 585. Congreso ·de, • 0 * 1046. 568, 573 a. 575, 582 a 585, 588 a 590,
825, 832 a 840, B43 1t 845, 847, 866, Pl'agmática Sanción, •** 650, 651, 653,
871 a 873, 877, 902, 905, 940, 958, Popolani, "'143. 598, 604, 614, 62.7, 726, 761, 767, 787.
Populus cliristimms, • 23. 654, 659, 615. . •U< 797, 798, 800, 808, 823, 846, 852,
975, 977, 994, 1008, 1009, 1020 a 1022, Pratica della rnercatura, • 163.
1025, 1028, ]030 a 1034, · 1038, 1039, Porcelanas. comercio de. ** 402. 873, 1049, 1097, 1120 (v. Países Bajos
Pon:entruY, región de, 0 0 854. Prati;, • 172, 174, 175. y Holanda).
1041 a 1044, 1046, 1050, 1055 a 1058,
Provincins Unidas del Plata, • ~ 1113,
Pregel, rlo, •••• 985. 0
1066, 1067, 1075, 1087, 1089, 1091, Por/a-Cuchillas, Orden de los (v. Porta-
Preliminares de La Haya, **• 580, 581.
1124, 1137, 1139. espada). Preliminares de Lcmdres• . ••• 582. 1117.
Portaespada o portoglodio, Orden militar,
Polotsk, *" 388. • 145, 190, 234.•• 273, 318, 390. Preroont:ré, "' 78 (:v. Canónigos. regulares). Provins, • 81. · . ·
Próximo Oriente, * 7, 8, 10, 27, 69, 71,
Polovtzy (v. Kumanos). PresbiJerianos, ** 412.
Poltava, •"* 594, 595, 608 a 610, 614. PoRTINARl, ANDREA, + 219. 72, 82, 100, 118, 131, 159, 185, 186,
PoaT!NAlU. banqueros, * 238. Presburgll, •• 386, 436....... 967, 968. 188, 198, 21(), 212. 0 308, 405, 500 a
Pomerania, • 145. ** 446, 447, 451, 453, Diera de, 0 3B4. 0 * 569•
460, 467, 468, 485, 436, 490, 492. PoaTLAND. duque de (v. Bentinck G11i- 502. • .. 666. • ••• 992, 998, 1120.
Uermo Enrique). Paz de, •••• 967, 968, 1023. PRUDRDMME. +>'•• 857.
... 540, 541. 598, 611, 670, 698, 699, Presidios, * 199. ** 301, 464. ·• 572, Prusia, prusianos, * 145, 190, · 245, 246.
0
PoRTLAND, conde de (v. Bentfück, Wit-
705...... 961.
Pomerania Sueca, ** 446, 447, 453, 485, liamJ. 626, 769.
Preste Juan, reino del, •• 295, 402 (véa·
•* 317, 377, 483 a 485, 490, 492..
886, 490. H • 611, 672. o•• 961, 1041, Port Louis, ••* 541. **** 1097, 1114,
se también Etiupfa).
• .,.,, 548, 575, 583, 585, 594 a 596, 606,
1130. 611, 612, 636, 640 a. 642, 651, 656,
1059. Porto (v. Oporto).
Preston Paas, batalla de, ++• 681. 661, 667, 669 a 671, 673, 674, 677,
POMPADOIJR, marquesa de, '""' 689, 690. Prevem, ... 303. ..... 906.
Portobelo, .o 291. 0 • 652, 676, 766. 680, 684, 685, 687 a 690, 692, 693,
Poropíerre, • 32. PRÉVOsr, abate, U$ 77g_ 696 a 700, 702 a 706, 709, 711 a 713,
Porto Bello (v. Portobelo).
PmA:PONAZZI, •• 410- , PruCE, RICARDO, HU 850.
PoueoNNE, marqués de, **' 515, 553. Port-of-Spain, *'"** 11J5. 116, 718, 728, 729, 741, 742, 748, 750
Port-Royal, Acadia, ~• 291. ••~ 56Cí. PRIE., madame De, **• 657. a 754, 781; 783, 784, 787, a 789.
p o N e E L IN DE LA RocRE-TEHILBAC, Pll1ESTI.EY, **"'* 850. +o• 798, 800, 806 a 808, 810, 818 a
...... 796- 568, 582, 584. PRI!lUR DE u cara ri'OR, *"º 868.
1 Portugal, portugueses, * 92, 93, 112, 133,
Pondichéry, •• 481. ~ .. ~ 54i, 567, 568, i· nENOUVIN !.-76
1203
INDICE ALFABETICO DEL TOMO l

rNDICE ALFl\llETICO DEL TOMO l 1 Reutlingen, ..... 937. .


1202 359, 370, 374, 375, 377, 393, 404, 406, Reval, * 145, 171, 234. • 315. .,.,. 651.
407, 410 a 413, 432, 438, 446, 484. Revocación del Edicto de Nantes,
820, 822 a 826, 828, 829, 832; 834 a , RABELAIS, "'* 41-3: Refugiados pollticos, • 234, 235. *º 559, .. .. 559. 561, 670, 774.
840, 843 a 845, 858, 864 a 868. 810 RAC!NE, .... 520. 670, 671. o•• 912.
a 873, 876, 880, 881, 884, 901, 906, 908. . R.ACOKSY, FRXNClSCO, •++ 583, 664, 7l2. \ Reyes Católicos (v. Fernando II de A.ra-
Régimen Agrario, * 176, 177 gán, Isabel I de Caslil/a).
920 a 922. 925, 935; 93!!, 960. 964 a R.AcoKSY, JORGE, ... 466, 489. REGNAULT DE SAINT-JE.\N•D'ANGÉLY, 1 Reyes de taifas. • 67, 69.
R.AGZYNSKI, !ONACIO, '**" 1031.
G 968, 970 a 980, 983, 1000, 1001, 1008,.
1009, 1012 a 1014, 1018 a 1021, 1034, Radom, Confedenrcián de (v. Confedera-
...... 951.
Regnlcalas, 0 258.
Rheinbund (v. Confederación del Rin}.
Rheinsberg; +•• 672.
® 1036 _a 1039, 1041, 1042, 1044 a 1046,
1048, 1050, 1053, 1055 a. 1060, 1062,
cíón).
Radzin, Paz de, • 601.
0
0
Regnum Francarum¡ * 13, 19, 21, 25, 32,
44.
Rhode--.Island, 0 428. ••• 733.
1063, 1066, 1088, 1090 a. 1093, 1096, R.\.DZl.WILL, general, • • 102l. Rialto (v. Venecia).
Reg11lating Act., <+• 735.
11~1, 1130, 1136, 1137, 1139. RAJJZl:WILL, príncipe lituano, •• 849.
Reguli, • 88. 1 RmAUT, ** :288.
RrCARDO 1, CORAZÓN DE LEÓN, rey de In-
Prusia polaca, • 209. '"* 320, 377, 4B4. R.o\FFLE.S, ToMÁS SrhMFORD, º"* 1127
REmlER.G, **** BIS. glaterra, • 107, 108, 135 a 137.
*** 627, 718. 1132 0 ' Rehenes, •• 264. R!CARDO TI, rey de Inglaterra, * 105, 216
PRUSIA, PRÍNCIPE ENRIQUE DE, (v. Enri- Ragus¡, u 298. • 714. ** ... 906. Reichenbach, Convrnios de, ...... (1790):
que). R.An.ruNoo VI conde de Tolosa, • 137 a 218.
B07, 825, 836, (1813): 1046. R!CARDO DE CoRNU.hLI.ES, rey de roma-
Pruth, ría, u;. 610, 664, 740. •••• 1024, :&\.IMDNDO vÍr, conde de Tolosa, • Ú7. Reichskarmnergericht, * 208•.
1040. R.ArMu.N00 DE Porrnms, príncipe de An- nos, + 144, 229.
Reirns, * 105. 0 376. 377. RICARDO, DA.VID, ..... 984.
Pruth, :rratado del, o• 610. tioqufa, • 113. REINBhRD, ..... 1028. R.ICAJUJOS, general, +.++ 865.
Pskov, 170, 234. 0 379, 382, 391, 494. Rajputana., región, *" 399. Reitres, •* 260, 373.
Puerto G_abello, **** 1110, 1115. R.ALEIG!I, WALTER,
0
n 291, 439. RErrzENSTE.IN, ..... 1030. RlCCI, padre, u 293.
Puerto Rico, • • H 1109, 1116. Rambouillet, • >. 991. R.rcc1, obispo de Pistoin, •++<> 1075.
Relatio, * 105, 228. ** 263. RlCJL\RD·LENO!ll, .,""* 934.
PuJ;ENDoRF, jurisco11s11lto, ••• 635. Ramillies, batalla de, u• 579. Renacimiento, • 213. *"' 255, 257, 260,
PUGATCHEV, *"' • 719, 782. R,\MSAY .. _. 777 RICEL\RDSON, *** 778.
265, 279, 340, 341, 379, 397, 404 a R.ICBELIEU, cardenal, +• 417, 421, 429,
PUISAYE, ..... 1084.
PUI~mox~¡narqu.~.. de, ••* 681.
R.APOND;., DINO, • 219. 406, 410, 480. ..'* 772. 787. 430, 440, 445. 447 a 450, 456 a 460,
RAroNDr, Gmv..u-mr. • 219. Renania, remmos, * 13, 56, 57, 79, 83, 462, 463, 467, 485, 493, 497, 503•
Pulika.t, 425. 758. Ras-el-Klteyme **º 1121
Rastadt o Ras~tt, Congrc;o de, º*"' 895,
122, 129, 133, 134, 170, 197, 198. 200. ••• 513, 518, 519, 529, 541, 548, 619,
Pulo Condor, íslas, u• 758. . ... 347, 405, 411, 438, 453, 451, 474.
Pultusk, •• 377. 896, 1075. .... 529, 538, 556, 561, 570, 583, 670, 6].9, 673:
batalla de. •••• 975. Tratado de •** 587 .RlCBELll!U, A. M. Du PLESSIS, duque
R.ATCHIS, rey' de los l~mbardos,
693, 698.•••• 198, 799, 819. 820, 827,
Pllllah, •*** 1126. • 33. ' 853, 854, 860, 867, 869, 875, 876, 880 de, 0 "* 1063.
Putna, monasterio de, ~H 740.
0
Ratisbona, *"27, 43, 171. 450, 453 a RrCHELIEll, mariscal, duque de, H• 696,
a 882, 937, 938, 996, 999, 1013, 1014,
Puy, Le, • 95, 127. 455. º* 517, 558 a 560, 742. 1019, 1043, 1047, 1059, 1063, 1074, 698. 0
PUYRREDÓN;,.""** 1113. **º 936 a 933, 1013. 1081, 1085, 1069. ! Ried, Convenio de, • • 1047.
PUYSfEUX, 440. Dietas de, •• (1532): 385, (1630): 446, Rif, El. • H 626.
450, 451. •*• (161!4): 517, (1778): RENATO DE .ANJou, • 211.
Riga, .. 145, 171, 234. ** 315. 318.
742. **** (1802): 936. (1803): 937. REMATO DE CIIATILLON, príncipe de An-
tioqufa, * 113. +u 596, 604, 606, 607. **"* 832. 1114.
Tregua~ de, u (1631): 450. •** (1684):
Q REMATO DE DAMMARTfN, conde de Bolo- Rimini, • 1B7, 203. . . 336..... 1061.
559 a 561. 563.
RAUCOURT, mille. ••*'*1081- nía, "108. proclama de, •••• 1061.
Quadragesinw, • 115. Ra.m:acía, Rcpúblice de, "*"'"854. Kenncs, .,. 329. Rin, Liga del (v. liga de: Príncipes).
rfo, • 7. 8, 10, 12, 17, 19, 21, 24, 27, 44,
Quadrévium, • 94:
Quebec, •• 29Í, 429. ••• 567, 700•.701. ll.AYAUX, *** 552.
Rávena, • 10, 12, 15, 20, 34. ** 336, 337,
Re11av01io, "' 50.
Rense, Dieta, * 182. 46, 56. 57, 83, ]23, 133, 173. 235,
Quentowic, * 27, 44, 57. R.EPNIN, conde de, ••• 712, 716. 237, 240.... 347, 374, 411, 449, 450,
Querson, puerto de Crimea, • 29, 63, 64. ++•• 1085. . 454; 460, 467, 468 ..... 539, 540, 554,
() QUESNAY, ,..,. 776.
Ravensberg, condado de, •** 670. Represalias, • 115, 116, 195, 238, 2J9.
570, 578, 583, 587, 601, 658, 659,
R.a.vensburgo-, * 202. "'*260.
() Quiloa. *" 237. Rawa, Entrl!Vi.rta de, u• 603. Residentes, ** 262, 263. •** 516. 677, 678, 699, 742 ..... 819, 82.l,
QUJLL!ET, o+~ 1085.
Rt.YNhL, H•+797, 1110. Res publica (v. Estado [idea del]). n22, s;z5, 828, 836 a 838, 85~, 854,
Quimay, • 163. R.ESTlF DE LA BRETDNNE, u•• 796. 858, 865, 866, 871, 873, 875, 879 a
Quiptchac, Kanato, * 156,
158, 163, 171 R.\.YNEVAL, UH 981. Restitución, Edicto de (Y, Edicto de Res- 381, 896, 901, 904. 916, 935; 937,
R.AZ!LLY, !SMC, •• 497
(v. además Kumanas):
Reading, *.,'* 1081. titw:lón). 938, 965, 968, 969, 973, 993, 996,
Quito, **•* 1112. . R.ECESMUNDO, obispo mozárabe, • 102. Rethel. •• 471. 1033, 1046 a 1049. 1058, 1059.
Qurus, sultán de Egipto, • 159. Reco11quista cristiana en España, • 69, Retia, • 10. 1 Río de Janeíro, **292. +o 582.
70, 92, 149, 151, 189, 211. •• 375. R.EUDELL, **~* 875, 877, 880, 893. H H 1111, 1112, 1116.

R
Redentoristas (Y. Merced, Orden de [aJ. REUCHLIN, " 213.
Reunión, isla de la, 0
• 542, 589, 633.
Río Grande do Sul, u•• ll12.
"Reducciones" indias, **• 765 R.l.FERDÁ, barón de, ~,. 650, 651.
Reforma de la Iglesia, • 59, 71, 75, 90, •* .. 980, 1097, 1102, 1127. 1131. RIVAllOL, H* 779..... 813, 861.
Raa.b, Valle del, +* 385. *'* 522. 204, 208, 213, 250.•• 251, 255, 276, "Reuniones", "º'" 522 a 556.
Rabat, ** 497. '** 625. 278, 314, 336, 345, 346, 354, 355, 357,
RAIIBAN, <;;:AUMA, * 218.

(.)
INDlCB .ALFABETICO DEL 'TOMO I
INDICE ALFADETlCO DEL TOMÓ l SADOYA, Casa de, H 433, 476. • .. 563
Ü04
113, 118. 142, 146, 156 a. 158, 163, 166, (véase también Saboya. ducada y con-
ruvoli, .batallru de, *º* 880. 380, 381, 389. 391, 393, 396, 405 a·4o7, 170, 171, 175, 176, 187, 191, 196, 211, dado). ·
Tratado de, .. * 449, 459. 464. *** 5!6, 517, 521, 522, 557, 561, '21.7, 230, 234, 244. ** 273, 298, 315, SADDYA, duques de, H 335, 345, 352, 371,
RoBERTINL\NOS, dinastfa (v. Capetas). 601, 607, 613, 623, 624, 638, 745, 766, 320 a 323, 379 a 383, 388 a 395, 401, 449, 450, 477•••• 516, 517, 563, 567,
ROBERTO I BnUCE, rey de Escocia, ···183, 777, 7E:1, 790. NH 795, 814, 877, 8l)4, 419, 469, 480, 483, 487, 489, 492, 493. 568, 574, 578, 583, 585, 645, 648.
230. , ; 895, 899, 946, 1013, 1030, 1034, 1039, ... 512, 569, 570, 594'a 597, 599, 60G; SADOYA, LUISA DE (v. Luisa de Soboya).
ROBERTO ll, rey de Francia, • 51, 10í. 106(), 1074, 1076, 1080, 1082, 1085 604, 607, 608, 610 a 614, 621, 622. 634
SADDYA, príncipe TOMÁS DE, ** 464.
ROBERTO DE ANJou, rey de Nápofes, (véase también Pontificado). ·' ~' a 637, 640, 642,.644, 651, 652. 656 a
• 1'82. Romana, República, ••H 894, 895, 1076. 659, 661 a 664, 666, 672, 680, 684, Sacellarios, *33.
687, 689, 691, 692, 696, 698 a 700. 702 Saco de Roma, ** 344.
R~nERTO DE BAVlERA, rey de romanos, Romania, Impeño de, * 131', 142, 14ll, Sacro lmperiO' Roma110, * 249, 250.
181, 208. 155, 1.'i9, 162, 236, 242. a 706, 709 a 718, no, 734, 740, 742
** 269, 270, 271, 276, 314, 318, 321,
RonERTO Dli RÉllIUNE, conde de Flandes ROMÁN LEC.<1.PENO, emperador bizantino, a 744, 746, 747, 750 a 753, 755 a 751,
341, 353, 354, 357, 374, 380, 385, 432
759 a 761, 764, 781, 784, 789. •••• 796
(v. Roberto lll). * 103. ·.
a 801, 805 a 810, 817, 83Z a 838, 840, a 435, 442; 443, 445, 447, 450, 455,
Ronl!RIO II, conde de Flandes. « 107, Románico, arte, • 95, 126, 127. 458, 460, 463, 466 a 468, 495. *** 519.
111, 112. Románicos, pueblos y lenguas, • 13, 15, 843 a 845, 850, 858, 871, 872, 876, 529, 531, 532, 539. 559, 560, 562, 568,
ROBERTO III, conde de Flandes, • 238. 20, 23, 46.
383, 892, 893, 896, 899, 901, 902, 904
a 909, 920, 922, 925, 936, 943, 948, 569, 575, 587, 599, 635, 642, 661, 668.
RoaERTO GmSCAitDO, duque de Apulia RoMANOV, dinastía, ** 486, 493: 4•U .936. 669, 675, 684, 685. 689, 698. 789.
0 949, 951, 952, 954, 958 a 961, 963
*-34,.65, 66, 12; 82, 86. .' RoMANDV, MiouEL, 395, 486. : . ..... 799, 817. 822, 824, 826, 842, 853,
RoamTo DE GINEBRA, cardenal (v.· Cle- Roma11ticismo, •** 778. **"' 818, .822. a 967, 971, 973 a 977, 980, 982, 988,
994, 996, 1001, 1006, 1008, 1009, 1012, 880, 881, 902 a. 904, 935, 936, 938, 961.
mente VII, Antipapa). 1011, 1013, 1016 ·a 1020," 1026, 1032, 963, 968, 970, 1009, 1017, 1034. 1059,
RO.BERVAL, ** 290. 1044, 1048, 1059, 1079,.0 1090, 1136. 1020, 1021, 1023 a·1026, 1036 a 1044,
RoBESl'IER1lE, ++++ 827, 861! a 870, 871, Rommius pontife:r., Bula, 280. 1046, 1050, 1054 11 1057, 1060, 1062, 1 1135.
890, 914. Romaña. "* 298, 335. **** 881. 1066, 1080, 1081, 1086, 1087, 1089,. Saélras, *** 758.
Roc(}UX, batalla de, 0 • 681. Romeros (Romieu, romier), • 126. 1090, 1107, 1114. 1121. 1122. 1124. Safí~ *" 301.
1127 a 1130,, 1133, 1134, 1137, 1139 Sagrajas, batalla de,"* 69.
Rocroi, ... 464, 471, 4TL Romersug, . • 49. f Sallara, • 69, 81, 82, -93. ""'280, 296.
RoCHAM.BEAU, C(}nde de, *** 733. 735. Roncesvalles, paso de, " 123, 126,- (v. también Moscovia),
Rusia Blanca, •• 489...... 596, 718. 745. SAR-AnBAS (V. Abbas 1)•
Rocbela, La, • 81, 134, 146, 172• .+ 364. RoNSARD, ""' 255, 409, 413.
Ródano-, ferias de la cuenca dei, * 171, RooKE, almirante, ••• 577
Rutas flu:viales, ,. 27, 29, 56, 82, 83, 163, SAH IsMAIL (v. Jsmail).
. 173, 197. . ' Rom de Oro, u 271. 237.••• 757..... 809, 993. Saigón, *"'* 624.
río, * 12, 46, 56, 91, 123, 137, 173, ROSE, J. H., º"• 988. Rutas marltimar, * 19, 27, 55; 56, 82, 83, Saint Aubin du Connier, ** 329.
131, 163. 167, 173, 196, 198, 231. Saint-Cast, combate de, .... 703.
· .179,.197, 236. •• 269, 371. •• 0 941: Rosellón, • 149, 208. ** 329, 330, 459,
Rodas, • 132, 210. *" 298, 303, 505. 1 462, 473, 476. •u• B6J,.865, 867, 995. •• 260, 281, 294, .297, 302, 311. 362, Saint C!oud, decretos de, o u 100, 1001,
RoDNEY, almir.ante, .... 736. ." , . Rosfill, CoNRADO DE, ...... 519. . 480. *"* 539, 617, 625, 766. . . '* 822, 1106.
Saint 0¡r, **""' 1093, 1094.
RoDOLFD I DE HADsBURGO, rey de ·roma-
nos, • 144, lBl• ¡
Rosetta, *'"*"' 1084, 1096.
Roskilde, Tratado d1:, u 491, 492. ·
RoDoLFO Il, emperador,•• 374,·398, 392, RossEM, VAN, mariscal de Gileldres
993, 1114, 1117, 1127.
Rutas terrestres, • 27, ·29, 55, 56, 82, 83, Saint Denis, * 95, 131.
95, 122 a 124, 163, 173, 196, 198, 246. Saint-Dizier, *"' 348.
.,. 311, 346, 362, 408. *** 570, 589, SAINTE BEUVE, *** 775.
395, 396, 409. . . +• 318. '
RoDJUGO DfA.z DE VrvAR, • 69! 119. Rossbach, batalla de, *** 699, 700. 622, 756, 757. **º 891, 941, 956, 958, Saint Etieane, •+*• 798.
Rodríguez isla, **"* 1053. · · Rostock, * ·145, 234. •• 314. 965. 969, 993, 994, 996. 1 Saint Eustatius, Antillas, **** 1115.
RoEDEll.ER, ••** 939, .1095. RosroPCH!N, * .. " 905, 906, 1036. Rutenia. rutenos, H** 833. S.tUNT-EVREMONT, ** 471.
RUYTER, almirante, *"' 492, 499. •*'" 521, ! Saint-Florent, Convención de, ... 721.
RoES, Ar..EJANDRO, *'" 404. Rotterdam, ** 405. ·
528, 538, 542, 543. Sainte-Foy, batalla de, ",º 702.
RoGER I, conde de Sicilia, • 54. Rottweil, **'* 937. Ryswick, Congreso y tratados de, SiJinJe Fo)' de Conques,·* 95.
ROGE!!. II, conde y luego rey de Sicilia, Roobaix, *•** 1001. . *'* 56B, 570 a 752, 584, 599, 627, 630. Saint-Gennain, '* 46'.I.. **** 1093.
"54, 85, 86, 93. RoussEAU, Ju.AN JACOBO, .... 637, 718,
R(}HAU, ENRIQUE DE, .,. 419, 459. 773, 775, 778, 779, 783. •**• 862, llHt Ryu-Kiu, islas, •• Z94. Tratadas de. (v. Sim Germán, Tratados
Rojo, mar, *' 279, 235, 287, 293, 311, Ruán, .. 133, 197, 205. ** 291, 368, 414. de). · .
s Saint - Germaín -en - Laye, Tratado de.-"
402. º* 592, 627, 770. 4'+6* 914, 923, +++ 626. H U 916, 934, 943, 999, 1001.
1121. RUBRUQUIS (v. Guillermo de Rubrnk). • •• 545, 598.
Saale, río, • 46. • ••· 699. Saínt-Gilles, puerto, • 82, 109, 11g.
RoLAND, madame, **** 827. RUgen. **,.. 1059.
RoLANDO BANDINEU.I (v. Alejandro Jll}. ,, Ruhr, región, **º 999. Saardam, •·** 534. Saint-Jean-de-Losne, ~ 99, 108.
Saboya., saboyanos. •• 335, 345, 347, 348, SAINT JusT, • • •' 871.
Ror..IN, NICOLÁS, canciller, • 222. Ruibarbo, producción v comercia del. 352, 353, 371, 449, .450, 451. 459. 477. Saint-Laurent, río (v. San Lorem:o. río).
Roma, * 7 a 9, 12, 15, 20 a 22, 33, 40, *** 757, 760. • **" 516, 563, 567, 579, 647, 658,
42 a 45, 49 a 51, 53, 58, 70, 87, 88, Rumania, rwnanos, ** 3&4. ~** 712. 720,
660, 1 Saint Louis. Senegal (v. San Luis).
123, 126, 144, 148, 178, 179, 181, 187, 740, 753 .......... 809, 817, 1024:
678, 790. .,. ... 842, 853, 865, 867, 879, 1 Saint-Malo, •• 291, 329. *** 565, 566,
189, 191, 201, 203, 209, 219, 221, 224, Rumelia, •••• 906, 1023; 1040. 898, 935, 941, 1063, 1064. 630.
225, 246, 249. 0 255, 263, 270, 279, RUMIANIZ(}V, C(}Dde NICOLÁS, .<.+ 719. Sabaya, condado de, • 106, 13Z, 189, Saint-Omer (v. San Omer).
196, 299, 300, '305, 306, 314,'.324, 325, ... ** 1008, .1037, 1039. 203.
333, 335, 336. 344, 352, 369,"375, 37.6, Rusia, rusos, • 8, 29, 43 a 65, 67, 83,.109,
l

1206 INDICE ALFADETICO DEL TOMO I


INDICE ALPilD!!TlCO DEL TOMO l 1207
Saintonge, * 130, 13,4, 177. +• 291, 314. Salzburgo, • 0 638. **º 88!, 937, 1012,
1

..... 534, 595. .
SAJ:Nr PrEiuu!, abate, o+ 637.
1013, 1059.
SAMANIDAS, + 67.
San Lorenzo, Tratada de, •••• 1104.
San Luis del Senegal, +• 430. ••• 534. ¡
1 857, 375, 883, 924, 940, 945, 951, 954,
1052, 1078, 1108, 1114, 1116.
' Saint Pierre y Miquelon, islas, *"* 707. Sambre, río, ••• 539. •••• 1062. •••• 1119. SANTO DOMINGO Dll GUZMÁN, "140.
SAJ:Nr PJ.UEST, conde de, "** 666, 746.. SAMBUC, JUAN (v. Sz:ambok). San Mamas, • 118. 1 Santo Sacramento, lago, ••• 695.
Saint Riquier, abadía, de, • 35. Samoa, :islas, • 0 762. San Marcos de Apalachee, fuerte de, 1 Santos Lugares (v. Palestina y Jerusalén}.
Saint Sernin, de To/osa, • 95. Samotracia, 0 506. ••+ 764. Santo Sepulcro, • 36, 71. "* 314, 502', 503.
Saint Scvcr, iglesia, ~ 127. fü.MUEL, zar de Bulgaria, • 61.. San Marcos, de Venecia, • 65. •• 314, .... 69l .. ·
SAINT-SIMON, ..... 513, 572, 662. San Bar tolo m é, Antillas, 0 • 751. 406, 506• ..... 1084. SANTO TOMÁS DE AQUINO, • 151.
Saint-Vanne, abadía de Verdun, * 101. *"*• 1115. SAN MAJrl'fu¡, general,••H 1091, 1113. SA.Nro ToMls BECKET, arzobispo de Can-
Saint-Venant, *- 476. SAN AGUSTÍN, Regla de, • 78. san Martín, isla de, º" 707. terbuzy, .• 92, 99.
SAJ:NT VINCENr, lord, *"** 919, 923. SAN ANSELMO, • 59. . ·san-Martin-de-Ré, • • 448. Santo Tomás, lw.spital foglés de: Roma.

il (J
Saint-Wandrille. abadía, • 41. San Bartolomé, mantam:a de,*"' 361, 364.
Sajonia, sajones, • 8, 10, 14, 11, 12, 41, San Bimígno, monasterio de Dij6n, + 58.
44, 45, 47, 48, 83, 84, 87, 89. 134, SAN BENITO, Regla. de, * 15, 58, 78.
San Martín, de Tours, • 95.
SAN Mmunto, • 29.
SAN NDI!BERTO, * 78.
• 225. ·.
Santo Tomás, isla de, •++ 629.• .,.,. 1116.
Santos, puerto brasileño, "*º 1116.
CJ
(J
(7;¡
668, 669, 674, 680, 681, 684, 697, 698, I
** 321, 373, 384, 411, 441, 454. ••• 529, San Benito del Loira, monasterio, • 58.
557, 604, 606, 610, 614, 638, 656, 657, SAN BERNARDO, abad de Claraval, • 85,
86, 94.
700, 702 a 704, 710, 742, 777. +o..,, 798, SAN BERNMDO DB MENIHDN. * 123.
820, 824, 836, 837, 843, 959, 917, 992, S,m BONIFAClO, * 19, 45.
San Omer, u 377. ~.,. 545.
San Pedro, de Roma, • 36, 40, 45, 221.
·Santo Tomé, isla de, •• 294, 296. 426.
"'** 542, '682.
San Petersburgo, .... 589, 608, 611, 614, San Vicente, combate del cabo de,
651, 684, 688, 691, 697, 705. 710, ...... 882.
711, 712, 714, 716, 718, 745, 746, San Vicente, isla de, "'* 430. *** 733.

f e:) 998, 999, 1013 a 1015, 1019, 1011, SAN BRUNO, * 78.
1038, 1050, 1056 a 1059, 1101. I Sancerre, candada, * 106.
SAJONIA, dinastía de, • 47 a 50.•• .,. 669, SAN Cnur.o, * 29.
751, 755, 778, 783. 0 •+ 806 a 808,
810, 83,2, 834, 837, 871, 872, 884,
San Vfctor, abadía de París, • 95.
SAN WENCl!SLAO, rey de :Bohemia, •• 435.

I
899, 906 a 908, 920 a 922, 936, 950, SAN WILLIBRORD, • 19.
1 684. • ..... 836.
SAJONIA, Electores de, • 189. ** 348, 436,
San Cristóbal, isla de, '"* 428 a 430.
º* 528, 565, 566, 584.
951 a 961, 972,. 1009. 1021, 1036, Saona, río, • 46, 236. 0 269. •u 545.
1037, 1041, 1081, 1101, 1114, 1121, Sarai, *• 402.
~} •"*
455, 466. 517, 668, 669. 674, 675, Sandoroir, 0 ++an. 1124. Sarajevo, •+.+ 996.
619, 742, 748. , SANOOZ ROLLIN, •••* 925. Triple tratado. uu 876. Saratoga, batalla de, •*+ 731, 735.

f
i~
() SAJONIA, mariscal Mauricia de (v. Mau-¡· SAN DUNSTÁN, • 52.
ricio).
*""' 699.
· ,
SAJONIA - Hrr.DlílJRGB'.AUSEN, príncipe de,
San Francisco, ciudad, • 0 764.
SAN F¡w.¡crsco DB Asís, • 140.
San Quintln, bcrtal/a de, *' 353.
San Sebastián, •••• 874.
Sans-Souci, Co11ve11ia de, •••• 839.
Sardaam, ••• 603.
Sámzatas, pueblo, • 8. +.*< 837.
Sarracenos (v. Islam).

~
SAN FRANclsco DE BORTA, •• 376. Santa Alianza, Nueva, • 0 558, 569, 572, Sarre, •+ 350, 460. ••• 554. •••• 820,
Sajonia-Weimar, •o• 1015. SAN FRANCJSco DE JAVJE.R, •• 294. 575. 1064. .
¡~
f.[
SAJONIA WEIMAR, BERNARDO, duque de SAN FRANCJSCO DE SALES, *"' 408.
(v. Bernardo de Sajonia-Weimar). / San Gernián Castillo de +u 561, 575.
SANTA BRÍOIDI\ DE SUECIA, * 192.
SANTA CATALINA DE SENA, • 192.
Sarrebriick, "*** 1052, 1064.
Sarre-Louis, **'" 550, 570. *"º 1064.
1LJ, Sajonia-Wittemberg, • 189. +++ 699. · San Germfu, Tratados 'de, 0 (1632): Santa Cristina, Hospedería en el Som- SASÁNIDAS, dinastía, • 8, 30.
(J
Sal, comercíO' de la, + 27, 83, 84, 134, f 429,- (1635):
*** (1668): 531.
458, (1641): 462. por/, * 126 (v. Somport). 1 Sault-Sainte-Marie, Canadá, *"'• 628.
170.•• 314, 315, 351, 388. ..... 595, Sanla Cruz, isla de, .. *'" 1116. Saumur, ** 412.
596. San Gotardo, • 133, 145, 172, 246. SANTA ELENA, ** 502. Savannah, +<• 733_
Q:J SAL.ADIN, **°* 981. batalla de, •o 522, 556. Santa Elena, isla de, •u 590. ***" 1004, Save, río, •• 273, 298, 384, 387. 0 • 570,
SALADINO (v. Sa/ált-ad-Din Yusuf). San Ildefonso, Preliminares de, •o• 911. 1005, 1020, 1065, 1139. 645, 665. ..... 809, 996.
() SALÁ:B:-AD-DIN YosOF, * 135, 136, 1'56. Tratados y convenios de, ..,.. (1777): Santafé. España, *"' 281. Saverne, •• * 677.
Salamanca, '* 414. 166. +<•• (1796): 876, (1800): 901, Santa Fe, Méjico, "'** 764. St.VIGNY, **'" 1014.
¡¡
(y Salé, u 284, 497, 499. **• 625, 627, 633;
769. ••>+ 1119.
¡· 1105.
SAN IGNACIO DE LoYOLA, '* 375, 377.
Santa Fe de Bogotá (v. Bogotá}.
Santa Genovcva, monte do, * 94.
Savona, • 0 • 878, 1076, 1077.
SAY, JUAN BAUTISTA, •••+ 1095.
., Salcm, ***" 1100, 1131. "'*
San Jorge, fuerte, 427. SANTA JUANA DE .ARCO, "206. SCIARM COLONNA (V. Colon.na)•
; Salema, principado, * 46. San Jorge de Ja Mina, ** 280. Santa Liga por unidad de la Iglesia, SCOl'OLI, •••+ 1028.
.
f. cJ SAIJ:CETI, .. o 939.
SALIENA, dinastía, * 50, Sl.
San Juan de Acre, • 118, 135, 148, 156,
162.. • 0 • 11zz.
0
337. Scarn, * 28 (v. también Irlanda) •
Santa Lucia, isla de, ••• 707. .-u 1052, Scrfba, • 118. ..
\.:_J Salitre, obte.nci6n. y comercio del, f San Juan de Jerusalén. caballeros de, 1053. Scriptoria, • 26.
•••• 1133. ° 298, 430 (v. también Malta, Caba- Santa Sede (v. Pontificado). Scriptum pacti, ,. 39. (v. también lnslru-
''> Salocn6n, islas, *** 629. lleras de}. Santa Sufía, iglesia de Kiev, * 65. me11to del tratado).
C-> ••H * 1 SCRABIN-GllRM, kan de tártaros, 0 • 744.
{
-.-.
)
Salónica, • 64, 141, 155, 185.
993, 994, 996. 1040.
1
809, San· Juan de- Losne, •• 460.
San Juan de Ulúa, •+ 290.
Santiago, caminos a, 95, 123 a 126.
Santiago de Compostela, • 69, 95, 126, 1 ScHARNHonsr, • 0 • 972, 1019, 1020, 1044,
........... Salta, batalla de, •••• 1113. Sankt Petershof, fondaco germánico en 127. 1045.

1cJ Saluces, "• 353, 371, 450.


Sahien, río, *+• 758.
Salvoconducto, • 226, 239.
Novgorod. • 243.
San Lorenzo, río, ** 290, 291. 429.
••• 566, 567, 628, 700, 707. •••* 1101.
. Santiago de Cbile, *+•• 1112, 1117.
Santiago, Orden de, • 93.
Santo Domingo, isla de, "430, 472,
SCHELLING; **'* 1014.
S chia ri:Ji
**H 1051.
o • Rizzino, Convenio de,

*** 530, 566, 568, 630, 632. •**• 352, SCWLLER, +u 779. **.,. 818, 970, 1094.

'
r
L_
JNlJ.tl...P ,,"-'..,. , ......... ,.. ___ - .
1208 INDICE ALFABETlCO DEL TOMO l

565, 576, 579; 585, ·537, 645 a 649. Slobodzié, Anriisúci'o ·rle, M .. 1024;
SCHJMMELPENNINCK, Oh·sn, 915. ¡' SELIM II; sultán, **·305, -310, 313, 387.
• 0 •:864, 901, 9.14, 918, 960, 969, 1040. .
SCHINNEa, MArfAs, •.+ 336. SELTM III, sultán, ... r 805, 892, 908, SMrnr, A.DAM, .... ,. 1018, 1077, 1095,.
S¡::HL:EGec., Auousro, ·•••• 1010, 1017, 1022. 971. 916, 1003, 1014, 1016, 1040,
1110.
1080. Selva Negra, "*" 576. 1049; .
Soberanía, • 51; '89 a 91·, 178, 180, 2:1:7,
Son.Eo,EL, F,EoERIco_ ' "'*••
822, 1010, Selyúcidas, t1ircos, • 65, 6B, 71, 84, 85, bajo la di1wstfa d'e Aragón, • 14B a
156 (v. también ·T11rcos). .. 150, 186, 189. •• 271, 276. 221.
1011 1018 1096 SoBl:ESKI, JUAN, rey de Polonia. (véase.
Schleswig, • 56, 83. 0
316, 317, 465, 486. Semipalatinsk, **º 796. bajo los Anjou, • 147, 148, 231.
J11an JII de Palonia).
º"' 651. Semiretchié, estepas de, *"* 761. bafo los Hohenstaµfen, * 138, 13'9,
"Sociedad de: Naciones", idea de,*"* 637,
Schleswig-Haitbabu, • 56. Semmering, paso de, 0 •• 880. 143, 146 a 148, 150, 235.
0
S¡::h.Ieswig-Holstein, 486. Sc:na, río, * 27, 48, 49, 57, 113, 123. · condado y luego reino normando, * 54, 791.
59, 60, 70, 81, 86, 89, 93, 99, 106, Socletas, * 15.
Scholae, • 44 (v. Corporación). •• 349. •••• 983. 0
Schollenen, garganta, • 246. · Senegal, región, •• 280, 430. •4-t 543, 766. 107, 112, 115, 120 a 122, 132, 138, SoCIN, CELro, socinianismo, 409.
0
139, 142, 143, l 48, 235. . SocfN, FAUSTO, •• 409. ·
SpioMBEl!.G, mariscal de, • 530. *"º 980, 1102, 1119. Socotora, isla "de, *" 287.
Sca<lNBORN, JuAN FELl!'l!, anobispo- Elec- Senegal, do, 0 280, 430. . . . 543, 737. Sidi Ferruch, ***"' 945.
tor de Maguncia, u 474. Senlis, • 38. SIDI MoHAMl!D (v. Muley-Mohamed): Soest, * 234.
Schilnbrunn, TratadQ de, o H 927, 972. Senlis, Tratado de, ** 330 Sidney, ***" 796. Sofala, '* 2B7.
Siena, • 132, 172, 174... '"* 352.. Sofía, ciudad, ++• 607,,t
Schonen, • 170. . Sennar, Abisinia, • •~ 627; SOFÍA PALEÓLOGO, ••'380.
Schwiíbiscfr.Hall, Tratada de, ** 374. Sens, Collcilio de, • 94. Sierra Leona, •• 430. 0 • 766." SoFÍA, regente de Rusia, •** 599; 602.
ScrlwARZENBERo, •u* 1044. Señoríos acú6nomas, * 47, 212. Sierra Morena, • 149 Soissons, Conferencias de, "* • 652.
SCHWlilUN, *º"' 1085. Septimania, • 11, 12, 15, 19:. Siete Islas Unidas, República · de las,
· Soldaia, .. 132, 157, 162.
Schwyz, * 145. Septimero-, * 123. *'** 906, 908, 909. Solebray, combate de; .++• 538.
SEIJilSITÁN, rey de Portugal, *' 290, 292, Sereth, ríu, .... 740. S.IEYES, • 0 • 888.
Soleure, ..... 592.
366. Seringapatam, ou 1126. SIGER DE BRABANTE,, * J 5 J. SOLIMA.N I, EL MAGNiFJCO; •• 264, 302,
SEBASfIANI, general, *".. 945, 949, 950, Servia o Serbia, servios, • 29, 62, 65,, 66, S!GIBERTO, rey de Austrasiá, • 38. 303, 344; 384 a 387;· 397, 395. "'** 569..
1024, 1085. 68, 113, 141, 142, I!l5, 186, 210. *" 273. Signaría. • 182, 241. ·· SDLTY!COV, general, • • • 702.
Sebenico (v.. Tole11tis}. •n 643'; 665, 716, 746, 753. '**' 800, Sile11ciarios, • 33. . . . ¡ Soma·, :rfo, • 10; ·211. •• 269,. 460. · .. ·.....
Secretaria, "'102. 806, 809, 906, 1023, 1024, 1137. SiJesia, ~ 166, 189,. 205. ·~ 392, 438; 466. Somme, rio (v. Soma).
Seda, irrdustria· y comercio, • 56, 64, 86, Sete Citadc:S (Siete Ciudades) (v. Anti~ *>+ 597, 606; 671, 672," 674, 675, 677,
Soropoi"t, paso de, • 123, 126:·
104, 163, 172, 175, 177, 196, 202. [/as) 679, 680, 681, 633 a 685, 689, 693, Sonda, ísfas de la, H+ 590.
** 267, 280, 297, 308, 323, 374, 402, SEUD, o u 1121. 697, 699, 702 a 706, 714, 741, 74J, 1 SONG, dinastía, • 158.
423, 425, 426, 500. •+. 534, 542, 567, Seul, *" 400. 760.... ,. 820, 871, 998, 1014. Sotavento, islas de, ** 428.
591, 592, 618, 621, 622, 649, 682, 757, Sevilla, • 69, 120, 149, 1.51. •~ 414. Silistria, 0 ~ 719, 720. SOUBISE, mariscal de, .... 699.
780; '* .. 877, 'SBB, 941, 942, 987, 990, **"' 653. *",.. 954. SILVESTRE Il, Pontífice, • 50 SoULT, mariscal. **'* 1085.
992, 993, 995, 998 a 100. 1015, 1037, Sevilla., Tratada- de, *** 653, 654. Simancas, H~* 1034. . Sonthampton, * 172, 173. ** 363.
1130. Seychelles, islas, ***'" 980, 1053. Sn"IEÓN, zar de los búlgaros, * 62, 99. SoZZlNI, CELso (v. Socin).
Sedán, .. o 943. SFOR.ZA, BONA, •• 380, 409. SIMMERN, dinastfa de los, 0 • 560.
"Sed de Oro", ** 279. SFDRU, clinastla, • 212. 4 '* 331, 339, 342,
!- SPAONUOLI 'EL MANI'UANO, ** 410.
Simplón, montaña, ** ... 891, 9.41. 956, Spa1ato, •• 29B, 308.
SCELEY, historiador, *' 423. •H 640. 345. 993. Spandau, ** 453.
SEFÉVIDAS, dinas/la de las, +• 397, 398. SHAKESPEl\RE, ... 415, ••• 779. SróN, obispo dr:r, u 3J6. SPEUANZANI, "*** 1084.
.... 618, 755. SHARP, •o 1078. Sippen, • Í!. SP.ERANSKI, ...... 1036.
SErnSMUNDO, rey de Hungría y empera- Sheffield ...** 850 0
Siracusa, • 27. •++ 543. • • 1079. Spezzia, '*** 956."
dor, * 186, '204, 207 a 209, 216, 219, / Srmu.EY.' •••• 1065. Siria, • 16, 30, 62, 66, 72, 73, 109, 112, SPIELMANN; ••** 837, 840, 844.
250. SEIEruDAN, H4' 850, 949.
.118,.120, 131, 135, 148, 155. 156, 158, SPÍNOL;I., ... 437.
SEGisMUNDO J, rey de Polonia, •• 328, / Sm:Rwooo, Jo.AN, archidiácono de Wmd-
404, 409. . sor, y lueg0< obispo.de Durham, .. 224.
159. 162, 187, 198, 242.•• 285, 300, STACKELBERG, 0
834. *•
309, 500. .. .... 906, 906, 945, 1089, Stade, antepuerto de Hamburgo, -* 322.
SEGISMUNDO II (Seg¡smundp-August0<), / Slwgw1, título de regente 11ipán, ** 274,
·1120, 1122. SrADION, abate de, .... o 1012, 1015.
rey de Polonia, ** 320, 324, 389, 409. · 400, *•* 620. Siriacos a sirios, • 16, 44; 121. STADIDN, conde de, :-u• 936, 964, 973,
SEOISMUNDO liI (Segismundo Vasa), rey SHORE **•* 1125. SISEN.INDO, rey de España, • 39. 1009 a 1012, 1023.
de Polonia, ... 313, 324, 325, 377, 382: Síam, 'siameses, •• 400, 401. **• 624, SrAEL,. roadame de, ... ,.. 810, 878, 932,
383, 385, 392 a 394, 484. ••• 597. 615, 759. · SisMoNDr, **** 1080.
Sisto'Yl!, Paz de, ..... 754. •••• 807, 824. · . 940, 1010; 1079, 1080, 1082, 1084;
Segna, puerto, ** 308. Siberia, ** 388. "*' 621, 760, .764. SrAEL-HOLSTEIN, barón de, .... 810.
SéGUR, conde de, · H* 750. **** 829. º***' 1129. Sitien., 0 ** llOl. ·
Sitvatorok, Treg11a de, •"' 396, 495. Staffordshlre, .. H 848.
Seguridades ·que afectan a un tratado, Sibir, ** 338.
SrwAOI, rey de Jos Mahrnttas, 0 • 618. Stahlof, * 244. "* 322.
"'40, 41, 107, 108, '230, 231. Sicilia, sicilianas, + 15, · f7, 27; 28, 30, 66,. SrAIR, lord, ~*• 774.
SEmNEU_x, marqués de, ••• 548, 565. 86, 93, 112, 115. 120, 122, 138, 147,. Srxro V, Pontífiq::, ** 392.
SrANHOl'E, ministr.o, *** 646, 643. 774.
SilLDEN, JUAN, •* 421. 150, 188, 23Í, 235, 243. *"' 271, 275; Sfdres, * l O. .
Sloboda, barrio de MdsCú, • 0 602, fü3. . . u 997.
SELIM I, sultán,. u 421. 276, 304; 306, 312. *U 536, 543; 544.
1210 INDICE ALFADETICO DEL TOMO I INDICE ALPADErlCO DEL TOr,10 l 1211

Stanovoi, moates, •++ 622.


STAUNTON, '"*º 1096."
I
Suhlingen, co11venio de, "'*** 964.
Suiza, suizos, • 133, 145, 190, 207, 241.
TALON, intendente.,
TALLhRD, ·••• 571.
•"* 62B. · TEMUOJÍN (v. Gcngis Kctri).
1 Tenedoo, isla de, 0 506.
Sleelyard, •• 315, 322, 363 (v. también ° 260, 336, 337, 339, 342. ....... 519, TALLEYRAND, *"'º 840, 850. 889, 892, Tenerife, isla de, o 473.
Stahlof). 741, 778. o•• 861, 869, .870, 891, 892, 902, 905, 925, 931, 935, 936, 939, 951, Tenncssee, *"''* 1101.
Stcenkerke, batalla de, *** 567. 896, 899, 900, 904 a 906, 911; '939 a 951, 965, 961, 971, 974, 1003, 1008, rl<>, ••• 165.
STEIOER, •••• 869. 941, 948, 952, 991, 996, 999, 1014, 1009, 1026, 1051, 1052, 1056 a 1058,. Tenno, título imperial népón, 0 274.
STEIN, ••"'* 1019, 1043,-1044, 1059. 1048, 1050, 1063, 1079, 1080, 1089. 1062, 1063. TEOBALDO I, rey de Navarra, IV conde
STENDHAL, **** 966, 10BO, 1085, 1091. Sultanatos, * 68, 69, 100, 135, 156, 158, Taraatave, ***" 980. de Champaña, • 149.
Stcny, *'** 812. 1159, 187, 211, 235. TAMER.LÁN (v. Timur).
Támesis, río, "* 363 °•
TEOBALDO, conde de Blois, + 105.
Teocl't1ci'a, * 129, 139, 143, 144, 152, 178,
Sterfing, moneda, • 134. ••• 589.
Stcttin, +• 314, 321, 324, 453, 491.
•** 598, 610, 612. **** 1038.
SaLLY, MA:x:!M:ILIANO DB BÉJ:HUN, duque
de, H 370, 429, 504.
Sumatra, •• 287, 294, 424. *** 590.
..**. 849, 888, 889.
Tana, * 163, 171.
528, 790.
182, 249, 250.
Tuoooruncro Il. rey franco, • 32.
Congreso de, *"' 390. 1 Sund, • 110. 0 314, 315, 317, 318, 321, Tanais, rfo. (v. Don). TEoooruco l. rey de los ostrogodos, • 10,
S:rEWART, sir Clru.os, +•++ 1046. 323, 421, 446, 465, 466, 480 a 482, Tánger, •• 292, 301. ~** 525, 626. 11, 38. '
Steyer, Armisticio de, ***' 903. 486, 491 a 493. • 0 534, 595, 598, 604,. *' .. 1119. . TEODORO DE NEUHOF, rey de Córcega,
Stokach, batalla de, **•"' 896. 611, 723. Tannemberg, desastre de, * 196, 209. *'* 720, 721.
Stolbovo, Paz de, •• 483, 486. Sunnismo, sunniias. •• 397. •*' 618, 756. Tapicería, • 64, 196. ** 308. ... 611, TEODORO LÁSCARIS J, emperador de Ní-
Stralsund, ** 314, 446, 453, 467. *** 611. Superior, lago, .... 628. 757. ++++ 990, 1015 cea, .. 142.
***' 961, 976. Sur, mar del (v. Padfico, océano). Tarentaise, región, ""'º" 865. TEooos10 I, emperador romano, • 99.
Paz: de, * 170, 190. Surate, '* 399, 425, 427....., 617, 618, Targowica, ...... 837. TEODULFO, • 26.
STithTOMIROVITCH, obispo, +o• 1023. 682. Tamopol, •••• 1012. TEÓFANA, princesa bizantina y luego em-
STRAzEL, JUAN, •• 405. Surina.m, *** 427. Tarragona, ... 462. peratriz de Alemania, • 49, 51, 63.
Streltsi, revue{ta de los, **"' 603. Sus, río, ••• 626. Tarento, •**• 952, 1040. TEÓFRENES, • 408.
SmooANov, embajador ruso, **"' 974, Susa, ++ 433. ••• 768. Tártaros, • 131, 157, 210, 211. ** 372, Ternatc, •• 287, 291. u ... 1054.
SrnoaANov, familia de los, 0
388. paso de, . *"' 449. 320, 380, 381, 383, 387, 388, 394, '395, TERNAUX, +>•• 934, 998.
Stroom, * 237.. Paz: de. •• 449. 487. 0 • 596, 591. 61()., 621, 715, 717, 'Terra Australis", ••• 629.
SroARD o SruART, dinastía (v. Estuar- Sussex, • 14. 719, 720, 746, 747, 749. Terranova, ** 291. """ 566, 567, 584, 590,
dos). SuvoROV, **•• 806, 832, 896, 899, 1090. TASMAN, o 426. ••• 629. 694, 707. **'" 1100, 1114.
Suabia, suabos, • 47, 85, 87, 138', 145, Sm:dal, * 157. Tasmanin.. •• 426. *'"' 630. Tesalia, * l85.
171. ••• 670. 0 0 938, 96SJ 992, 1013. Svondborg, batalla de, .. 317. TATISCBEPF, •• 0
1054. Tesalónica (v. Saló11ica).
SuknEz DB FiouEROA, LORENZO, • 223. Sydney (v. Sldney). Táurida, Viaje de, *•* 749.· Teschen, Congreso y tratado de, •++ 734,
Subilla, • 118. Syra, isla, *" 303. Tauroggen, •••• 1044. 743.
Sublime Puerta (v. Turquía )' turcos}. Szalankernen, combate de, ••• 569. Tavastebw, Finlandia, •H 611. Tesina, río, ••• 676.
SubsMios, * 39. •• 457. ¡·
Suonoi;::, Ju.hN, •• 407. Tchaldínin, batalla de. ** 397. Tetuán, *** 626, 169.
Sudán, "172, 199, 201 •• 280. • 0 768. Sz;atrnar, Treguas de, •• (1565): 366, 387. Tcherna-Gora (v: Montenegro}. Teut6nica, Orden (v. Ordc1t teutónica).
Suecia, s11er:os, *27, 29, 53, 56, 58, 83, j **,. (1711): 583. Tchesmé, bata/la de (v. Chesmt!). Texel, "* 471. **" 542.
145, 170, 175, 190, 195, 231, 242, 249. Sz:ekes-Fejei:ve.r, •• 384, 386. Tchighirina, fortaleza, ••• 601. 'I'HAMAsl', sha, .. 397, 399.
0 272, 273, 315 a 317, 321, 324. 325, Sz:iget. *' 387. Té, producció11 y comercia del. ** 426. Thérouanne, •• 338.
379, 382, 388, 391 a 394, 431, 437, Sz:iva Torok, Tregua de (v. Sitvatorok). *"'* 592, 61:2, 649. ~·** 847, 983, 1098, TurnAur (v. Teobaldo).
441, 444, 446, 451 a 458, 460, 463, 465 1130, 1132. THmAUOE.\U, *••• 931.
a 469, 480 a 486;· 488, 489. 490, 491. Tebas, Beocia, .. 86, 186. TflIERRY n, rey fraaco, * 32.
492, 493. .. ** ,512, 519, 528, 531, 532, T Técnica comercial, • 173, 174. THIERRY DE ALSACIA, conde ele Flandes,
536. 540, 541. 545, 554, 556, 559. 561. TroNER, •••• 1081. * 105.
568, 694 a 599, 603, 604, 606, 607 Tabaca, producción y' comercia del, Teherán, "*** 1096, U22, 1124. Thionvilfe, •• 465, 477.
609 a 612, 614, 634, 636, 640, 644, 661, •• 428, 430. • .... 591. 757, 760. Tejidos, lttdustría y comercio de, • 64, Thom, u+ 718. •••• 807, 825, 834 a
662, 667, 669, 670, 673, 684, 687, 688, u . . 1097, 1100. 130, 134. 167, 170, 171, 175, 196, 198. 836, 1058.
69B a 700, 705, 710, 713, 734, 743, Tabago, Antillas, ..... 5423,' 733, 737. •• 381, 500. *º 525, 534, 542. 577, TBRANDESTON, JUAN, "219.
751, 752, 760, 767, 787. **** 800, 806, ..... 924, 1052. 1053. 591, 592, 626, 649, 710, 726, 727, 738, TIIUGOT, •••• 834, 1144, 865, 866, 870,
810, 826, 832, 843, 844, 884, 908. 918, Tabarca, islote de, *** 768. 757, 761. ..... 798, 848, 869, 877, 933, 872, 876, 877, 880, 881, 890, 896, 898
961, 919, 992, 1008, 1025, 1037. 1041, Tabriz, • 163. *' 398. * •• 755, 756. · 941. 991, 955, 1015, 1101, 1102, 1132, a 900, 902, 904.
1053, 1054, 1057, 1081, 1097, 1114 a Tagaarog, ••• 713 1133. THURN, conde de, •• 436. 437.
1116, 1120, 1131. TAGUACARNE {v. Teófrc11es). T.El'..EKI, MIGUEL, .. • 545. Tibet, *"' 273. • ... 761. • 0 • 1127.
Suevos, * 8, 9, 15. Ta.gliacozzo, • 148. Teloneum, * 43, 231, 237 (v. Aduanas). / Tidor. '* 292.
Suez:, ciudad, **" 770. Tagliameato, rfo, *"*"' 903. Temes va r, Banato, *** 570, 645. Tierra Firme; u 289 (v. también Ce11tro-
istmo de, .... 770. **** 1122, 1126. Tahití, isla de, ••• 762. +o• 796. .,.., 809. américa).
Suffolk, condado, • 217. Tajo, río, * 69, 92, 93. **' 527. •**• 913. Templarios. Orden de los, • 84, 93, 178. · Tierra Santa (v. Palestina).
SUFFREN, baile de,. H 736. Talasocracia, •• 288. TEMPLE, W!LLIAM, **" 529. Tiflis, •*> 753. •"'•• 1122.
1213
INDICE ALFAllETJCO OEL TOMO l

INDICE ALFAllETÍCO DEL TOMO 1


1212 Tucumán, .., ++ 1113.
TregUa de Sturnsdorf, •*2485, 483. 1 batalla de, +H• 1113.
Treguas. • 229, 240. . . 261, 306, 321. Tooo¡¡,, dinastía de los,•• 368.
Tigris, do, * 8, JO. 1 Tortosa, • 92. · • ·
Tortuga, ~sla de la, •* 430. º.,. 530.
. '
Tilsit, •M'" 973, 1003,' 1021. 341, 373, 381, 383, 384, 386, 387, 396, Tugenbund, .... u 1020.
Tilsit, Tratador di!, ••**·976, 979, 1003, Toscana. ·toscanos, * 80, 130, 134.- 143. 422, 426, 427, 434 a 486. "''* 597. 645, Túnez. • 68, 101, 110, 147, 148, 150, 172,
1004, 1008, 1020, 1022, 1024, 1025, ... <· 311. 432, 464, 498, 505..... 522, 646, 603. 189, 306, 310, 313, 345, 497. 499.
1027, 1036 a 1038, 1040; 1044; 1124. 646, 647, 654, 660, 678, 683. ••• 858, TREILHhRD. ***' 843. .... 52:1., 524, 525, 551, 625, 767, 768.
Tremoille, La, * 241. • • 338. i-::
TII..LIY, •• 437, 441, 444. 453. ' 877, 878, 903, 904, 911, 1004, 1014, *"** 923, 943, 1119, 1120.
Timón de eje axinl, de charnela,.• 199. Trentino, región, **** 937. TrnAC AMARu, •• • • 1108.
pres i di o-s de, •• 304, 498 •.*~*572.
1033, 1049, 1060, 1080, 1105, .:-:-·\
TIMUR, emir de los afganos, **º* 1127. Trento, ***" 1013. Turckheim. comba!e de, *** 541.
Tl!MUR, Con e il o, ** 348, 357, 375, 40S. Turcos, * 8, 48, 65, 67, 68, 71; 71, 84. 85,
398. T.IMUR·LANG, '"164, 187. ,..,. 397, TOSCANA,
•••• 910. '· 313,
grandes duques de,.•• 311, o u 1075. 113, 115, 121, 131, 135, 142, 156 a 159,
'fIMÚIUDAS, • 39&. 440, 505. on 523. O H 858, 872, 904, Trotado, "'* 334. 162, 164, 171, 186, 187, 198, 210, 211,
TINDAL. º"'777. 935, 937, 938. Trenton, combate de, *** 729. 224, 236, 239. ... 252, 272, 273, 277,
Tintóreas; plantas, + 8. 130. Toi¡r, barón de, *** 712,"715. Tres Obispados, Los, +* 467. 293, 297 a 306. 308, 311 a 314. 325,
Trrru Smrn, •••• 1125, 1126. Toul, * f.17. '*• 304, 349, 354. Tréverís, •• 405. .,.. 554. •••• 820, 826, 335, 342, 344 a 346, 381. 383 a 387,
Timnla. * 182, l!l7 (v. también Sigrwria]. Toulouse (v. Toloso). 823, 1074. · 390, 393, 395 a 398, 402, 407, 411, 422,
Tiro, • 118, 135, 162. ·· Tournai. • 12, 237. ** 338, · 340, 343. TRÉVERlS, arzobispo-Elector de, • 100, 487 a 489, 495, 496, 499, 502, a 506.
0 189. ** 457, 453. *** 517, 538. ••• 518, 521 a 524, 529, 547, 549, 550,
Tirol, • 201, 209. ** 350. •••• 903, 968; * 531, 580, 585.
1012, 1013, 1059. Tournaisis, región, ** 343. ..u 829, 830, 1074. 556 a 558, 560 a 570, ·574 599, 600 a
Treviso-, armisticio de, •u• 903. 603, 609, 610, 616, 618,.619, 628, 635,
Tirreno-, mar, * 110.... 311. ToURNoN, *º"* 1080. Trianón, decretq del, ,.."* 1001.
Tisza, do, ++• 569. Tours, •** 591. 636, 638, ;644, 645, 649, 6559, 661 a
Tributo, • 42, 112, 119, 157, 186, 191, 665, 691, 692, 713 a 715, 717, 719, 720.
Tlemcén o Tiemecén, •·150, 172, 231, condado, • 52. . 235, 236: .. 272, 385, 386, 396, 40!..
243, 245. •• 301; 304. , \ Toun.\Tll.LE, •** 523, 551, 564, 565. . . 741, 744, 746, 749, 750. 752, 753, 755
Tobolsk, *' 388. ToussAINT-LOUVERTIJRll, ....... 882, 945.: · Trie, * 9!!, 117. , . a 757, 762, 76B, 770, 789. U H 806 a
TOLANO, +•• 717. . . T!JWNSHEND, miojstro-,. **'" 648, 651-.:· . Trieste, "'* 335. *** 649, 740. H•• 810, 835,. 836, 895, 898, 909, 1039, !040,
0
Toledo, * 69, 151, 152. · •• 472. Traben, Trarback,· .. 554: .· · ·: · 991, 993, 996, 1012. 1064, 1066, 1090, 1121.
Trigo, producción y comemio del. • 131,
Tolentino, batalla de, u+• 1061, Tracia, ,. 28, 62, 186, · · Turena, * 9h
177, 195. ** 253, 265, 275, 310, 312, TuRENA. mariscal, ++ 471 a 473, 478.
Trotado 'de, •*** 881. Troctoria, • 35, 36, 45. 313, 323, 352, 359, 368, 372. ,. .... 591,
ToLENTIS, Luc· DE, ·obispo .,de Sebeoico-, Trafalgar, "'*"* 882, 967, 97l, 914, .980: • •• 519, 530, 532, 539; 540, 541, 635.
• 224. ··. Tranquebar, •• 481. · · . ·: 592, 595, 622, 718, 726, 768, 769. TURGOT, 0 •·730, 784, 790.. •**" 1095.
Tolfa. ~ 196, 201. ,. Transelbianos, países, ~ 10, 21, 27, 49; 83; UHfi07, 809, 825, .834, 844, 847, 849, Tttrguts, pueblo- de los, u+ 761.
Tolhuis vadn de ·*º 539/". 84, 102, 129, 130, 145, 170 (v. también ·s56, 875, 882 a &84, 888, 9L7, 918, 921, Turín, "'"'450, 459, 477. •*'140
0 922, 933, 985, 989, 995, ·1000. 1001, ... ** 826, 870, 878, 1082, 1085.
Tolmne::i., •• 379_'
Tolón, •• 303, 304, 348. ',~º
;:, Elba, ria).
523, 528, 1 Transilvania, tran.rilvmws, * 129. 325, 1015, 1100, 1102, 1111; 1120:
Trincomale o Tñnquemal, *º • 542, 758.
.Tratados de, *** (1696): 568, (1733):
579. •••• 812, 858; 865,; J,167, 892, 893, 345, 384 a 387, 389, 390, 395, 396, 398, 658.
.955, 1040, 1120. . i; 409, 411, 436, 466, 489..... 522; 545, . º .. 808. Turingia, * 8, 10, 12, 19, 42. **'* 938.
Tolosa (Toulause), • 70, '".i1,- 113, 1.l4, 556, 569,-.601, 664; 7I6, 754. Trinidad, isla de Ja, '**º 882, 922. 923, Turquestán, * 16, 67. 4 ~ 398, 401, 402.
136 137 140 147 14!f' •* 407 412 Transitus inno;ríus, ••• 261 ..... 536, 635. ' 924, 985, 1115. ... 618, 621, 760, 761. .
•••~ 797: ' ' ·, ' • T¡:ansjordani.a, .. 121 .. Trinquebar, •• 431. . Turquía, '* 264. ••• 609, 625, 636, 637,
Triple Alianza de La Haya, ••* 531, 644, 649, 663, 664, 666, 691, 710, 712
Tolosana, región, • 130, 136, 137, 172, Transoxiana, •• 398.
175. u 328. TRASTAMARA, dinastía, • 188. . 535, 536, 646, 647. a 714, 716, 717. 740, !744, 745, 747, 751,
ToLSA., ...... 1109. Trata de negros, • 200. H 290, 296! 428. Trípoli de Airica. "* 300, 301, 30.5, 312. 755, 757, 767, 769, 770. 783, 789.
TOLL, general, * .. * 961. ••• 526, 548, 576, -676, 766; 767. ••• 522, 525, 550, 768. **** 1119. •••~ 797, 799, soo; 805 a 809, 811, B23
Trípoli de Siria, "'72, ll8, 135, 156, 159, ·
ToLLENDAL, barón de (v. Lally, co11de **º 797, 1055, 1058, 1073, 1077 a a 825, 832, 833, 835, 336, 838, 843,
de). 1079, 1095, 1110. 162. 372, B76, 892, 893, 395, 906 a 909,
Tomismo, • 151. Trotados de comercio, • 41, 64, 66, 81, Tripolitania, * 135. u• 551. •••• 945. 923, 943, 949, 958, 967, 911, 1022 a
Tornsk, ... 388. 108 a 110, 116, 118, 231, 234, 239. Trivium, + 94. 1025, 1039, 1040, 1041, 1050, ¡054,
••~ •~ ••-~ Tll.OMl', almirante, •* 461, 471. • 542.
0
Tonkín, ** 401. 624, 758. 261. 525, 587, 601, 612,0 0 614, 1121, 1122; 1124. ' - '·-· '
Torbay, •->+ 562.. 627, 649, 710, 732, 737, 750. 943, Troyes, ciudad y condado, • 52, 31, 90. TURSKl, ... ·~ 843.
• .... 1051. Tver, *' 379.
Torcello, • 27. 1103, 1120, 1121. Tratados de, • (1420}: 206. ** (1564):
ToRCT, marqués de, o+ 515, 581, 592, Tratados dt.< cóntribució1i, •• 260.
593. Trave, río, ~~"* 983. 359.
Tordesillas,:Tr~tado
u• 765.
de, 0 283,. 285, 291.' Travendhal, capitulildÓn de, ••• 604.
\ Trebisond<L • 142, 158, 163. 171. 172.
TRUDAINE. H++ 993.
Tsing, dinosilo, **"' 620. **".. 1128.
u
Torgaú, ,... 349. u•• 105,~. Imperio de, • 142. 156, 186, 210. Tsiuantcheu (v. Zá)'to11). U«habitos, secta de los, •++• 795, 1121.
Tormentas, cabo de las (v.' Buena Espe· \ Tregua de ·D íos, • 116. ·
Tuat, ** 280. UAN·Ll, emperador de China, ** 400.
ronzo). Tregua de tos Doce Años, •* 373, 424, Tubinga, •• • • 1095.
TORSTI!NSON, •• 486, '488. 426, 438. •"* 534: . ·
1215
INDICE .ALFAD!rrICO DEL TOMO l

Tratados de, "*"' (1756): 690, (1757):


IWlCE ALFABET!CO IJEL TOMO I Vaucouleurs. "'217. 697, (17611): 722, .(1783): 737.
Vaud, país de, •• 345, 371. o M 1080. 1 .... {1787): 1128..
1214 VAUDRBUIL, marqués de, u+ 694, 700.
• • " + 131 190 .. 273 \ 717 743 744- ..... 799, 809, 810. 906, 1 Verviers, *• 0 798, 853.
u~~l~cr~~711:\s9. *** 59(;, 1022 102:.:.~038. VAUX, conde de, •••• 721. 733. Vervins, Tratado de, • 235, 369 a 372.
a
~
600 ;_ 911: 1009. Veldenz, condado de, +o 554. Venvandte. •• 270
602, 607 609 713 •••• 833 834 844 Valeni;ay, Tratado de. 1048. Vélez:-Málaga, batalla de, º* 577. Vexin, • 90.
ValeuC?• •;•• 894, 899. *º **.,.
69.;.!,_25j54~80 5¡;9,;,...
1023, 1024, 1039. · ' • '
UDA.LRICO, duque de: Bohemia, • 104. 1 VVallenc:a. 866.
Vendée, región, 866, 367, 885.
1 Viatka, •• 379.
Venecia, • 15, 29, 41, 46, 56, 66, 67, Víc. •• 433,:,134, 450.
. ~
Udine **** 880
ULuooco duqu~ a enc1eones,
de Bohemia (v. Udal- Valroy, •••* 840, 843, 844, g,8, 8 •
' ' 65 72, 73, 81, 82, 99, 102, 104, 108 a Vicariato.r apostólicos, •*• 624.
110, 112, 113, 115, 118, 131, 132, Vicecomes, vizcondes. • 118.
18~.
rico) ' 1091, 1136, 1137. 134, 141, 142, 144, 155, 157, 162, Vicenza, ** .300
tnm .; 171 +H* 902 938 966 967, 970, I VALOIS. dinastía de, * 183. 184,
ion. · ' ' ' ,•* 215, 218, 359, 310. 397, 414. 41 • 164, 171, 172, 174, 185, 196, 198, VICO,
201, 202, 210, 212, 218, 220, 223 a
JUAN BAUTISTA, ..... 1017.
432 V1coMERCAni; ** 405.
Tratado de, ** (1620): 436. \ V 1 · .•• 374 396 423 o+ 637 (véa- 227, 231, 236, 237, 241 a 244. •• 256; VJcroR IV, Pontífice, * 88.
u~~~~E
T d ... (1647)· 466
.XuosllUllGO: .. 219. tambié1!.~~fses
a 011es,
se
, , •
Bajos y Bélgica}. ,
263, 264, 271, 27'5, 274, 279, 296 a VlcroR A:MADEo, duque de Saboya.
298, 300, 302, 303, 305, 306, 308 a
V~aralso,u
1117 ... 459.
Unam Sarictam, Bula, * 1 7 8 . V 371 · 313, 318, 331, 335, 337, 343, 363, VJcroR .A:wwEo II, duque de Saboyn,
(:?-)
~ U11iatos, sacerdotes, •• 393. oi;i:iey, ** 44 · 44¡ 5 461 371, 380, 381, 405, 407, 419. 420, ... 563, 568, 574, 578, 519. 533, 585,
'6 Evange'l1'ca . o 374 434 436 437. Valtelina.. 440, 443, 449, 504 a 506. ••• 516,
U nr f1 r :J s ' +••• 891 585 • 447, 4 9, .
O,
5:22 a 525, 569, 570, 601 a 603. 645. 648, 659.
V!CTOR .AMADEO III, rey de Cerdeña,
Universidades, • 150, 151, 181, 203, 250. Val! . '••• 740, 741, 757, 761, 767. 790.
•• 404, 407., 412 a 414. V angtn, •** 1¿4 ... 740. ... •• 842, 858, 879, 893.
***'"810, 858, 872, 876 a 878, 880 a. VÍCTOR MANUEL I DE CERDEÑA, ..... 939.
Untversitas magistrorum dis:cipulorum- V':ncdoaluver,• 7 9 ·11
• 150 an os, a , . 882, 899, 903, 906, 937, 963, 961,
que, • V.AN DER BEURSE. familia, * 202. 1013, 1014, 1016, L060, 1084, 1119. VfcroR. 0mariscal. "'*'* 1105.
lJnterwa~en, * 145. VAN DIEMEN (v. Díemen).
Paz de,. "99, 107.
Vidin, • • 806. 996.
Upsala, 152. Van Diemen tierra de, *"* 629. "Venecia del Norte" (Y. Danzíg).
Vmus Vroros (v. Guidi).
lJrales, montes, •* 379, 387, 358. u• 609. VAN Rossai: mariscal de GüeldrCB (véa- Viena, • 171 . .,. 264, 344, 376, 381. 382.
Venezuela, •• 289. • 0 543. *""* 1107,
614,_710, J5;· ++*• 798, 832· se Rossem}. llll a 1113, 1115, 1116.
384, 396, 398, 405, 409, 433, 435 a
437, 443 n. 446, 450, 454, 455, 459,
Urbanistas, _03. V.wsITL\RT ••U 991 Venloa, .... 873, 881.
URBANO II, Pontífice, •. 60, 71, 37. Varad Tra¡ado de, .; 385, 386. 463, 474, 491, 493..... 513, 517, 522,
Veracruz, ** 288, 290• .o• 766. •n• 1109,
URBANO IV, Pontffice,* 148. Yarda~, río, o•• 809. 1115.
536, 540, 550, 556 a 558. 560, 569,
570, 572, 573, 583, 592, 596, 601,
UllBA.NO V, Pontffic~, 1;11- Varegos, • 29, 64, 122.
URBANO VI, _Po~~~ce,
YERBIEST, padre, u+ 623. 602, 637, 638, 645, 646, 649 a 652,
20 3. va.reunes,"*** 826 a 828, 838, 857.
Verceil, ~· 434. 651, 660, 661, 663, 665, 668, 672 a
Ur?ll., :t;fog;'lia, 622. Vama, batalla de, • 210. . Verde, cabo, • 200.
Un, pa1s, •• f.45. Varsovia, •• 325, 395, 396, 445, 489, 676, 680, 684, 687 a 689, 697, 703,
Verden, ** 467. *** 59S~ 706, 713, 716, 741 a 743, 746, 748,
URQUUO, H . . 911. 1028. 491. .... 557, 591, 600 a. 603, 606, Verden, obispado de, *"' 441, 467.
Uruguay, 1113;. 638, 656, 657, 669, 690, 7Q9 a 712, 750, 789. u u 810, 811, 814. 817.
Verdún, • 32, 55, 57, 81, JOl, 102, 173.
Uscoques,_pueblo, •• ;os. 778. •*~" 834 a. 838, 845, 871, 872, u 304,' 349. 350, 353, 477..... 840.
818, 820; 823 a 826, 829, 830, 837 a
839, 844, 862, 870, 871, 873, 875,
Usedoi;n. isla _de, ~;s. 977, 1039, 1050, 1084. Tratado de, * 24, 40. 877, 880, 890, 896, 898 a 901, 903,
~ u 483
Usos mternac1onales, 257 ª 261. G ran ducado de, ••*'" 977, 1012 , 1013 , Verela, Paz de, • 24, 40....... 833.
s:::ELU::';""' • 1020, 1021, 1031, 1038, 1046, 1057. 904, 936, 937, 948, 950. 962 a 965,
U Vergel, Tratado del. '* 329. 967, 974, 996, 1009 a 1012, 1018,
Ustia. 469. ••• 1 VASA, Casa de los, ** 322, 488. VERGENNES. conde de, *º 691, 692. 130 1026, 1041, 1044, 1046, 1048. 1051 a
Utrecht, * 55, 231, 240. 539, 582· V ll · *22 25 42 43 47 a 49 51 a a 732, 734, 737, 738, 741 a 743, 746, 1053, 1055, 1056, 1060, 1061, 1085.
Congreso y tratados de, ••• 516, 582, asa a¡e, • • · • • 748 a 750, 753, 770, 789. n•• 1097,
584 587 588 590 591 592 612 54, 60, 72, 73. 79, 85, 87, 89, 91 a 93, .Con gr.esos de, º"(1515): 382.
630• 632'. 639: 644; 646: 648: 654: l 107, 108, 111 a 115, 1_37. a 139, 147, 1115. **** (1814-1815): 862. 1052 a 1054,
656, 661 667 670 673 676 682 152. 155, 158, 183, 184. 191, 235, 236, VERGNIAUD, ***' 821. 1056. lOlíl, 1062. 1079, 1138, 1139.
694' 737' 149 , •H"' '9g¡ ' , ' 239, 241. .... 272, 391, 399, 484. VERLAINE, ***" 1065. Tratados de, .. (1549): 389, (1606):
u be/ce; pu;blo de las •*399..... 618 VASCO DE GAMA. ** 280, 2.81, 285, 295. Verm=dois, • 46. 136. 397. .* .. (1668); 536, (1689): 563,
~19 Í55 760 ' Vasco,. país, •• 459. ••• 572. *°""' 1007. Verana, • 187, 212, 242. •**" 881. (1725): 651, (1731): 653, (1731):
' ' • •***
Vascos, • 21. 862, 874; 1097, 1109. Versalles, .,., 516, 558, 560, 561, 571, 654, (!738): 660. •• 0 {1815): 1054.
V 11ssJLI III, zar, ++ 382, 383. 572, 574, 583, 602, 625, 627, 636,
1056.
v Vasvar, Tre¡s11a de, **" 522, 523, 556, 657, 662, 663, 669, 676, 679, 684, Viet-Nam (v. I11dochína).
1 551. 687, 689, 691. 694 699, 700, 704, Vieux Erisach, º** 904.
· YATfFL, jurisconsulto, *** 634, 635, 641. 712, 714, 716, 733, 741, 746, 748 a Vigevauo-, Tratado de, • • • 568.
VACEElt, padre, ••• 551. VAUJJ/IN, ** 353. *"* 518, 544, 552, 554, 750, 753 a 769, 770, +•O 300, 801, Vigo, .. * 576, 577.
Valais, región, •• 345. · 826, 856, 926, 935, 938, 1075, 7078, Vijayanagar'; reino hindú, •• 273.
560. 565.
Repiíblica del, **** 941. VAUBOIS. general, U*• 907. 1102.
Vafacos. ·tribus de los, • 142. Vaucanson, **º 855. "'*
Valaquia, vaíacos, • 186, 210. •• 273, 383, Vaucelles, Tregua de, 352.
195. 396.... 610. 645, 663, 713, :714,
INDICE A!.?AJIETICO DEL TOMO· I
INDICE ALFAlliITICO DEL TOMO I
1216 +H 528, 545, 635, 670. H** 798, ..... 554. ••"'* 866; 935, 937, 938 968
Vorarlberg, 0 •• 968, 1059. 938, 977, 1013, 1015, 1030· a 1033, Würzburgo, ·••** 938, 968. . ' ·
Vikingos, • 53, 122, 200. ••·430 (v. tam· Voaomzov, ALEJANDRO,· **** 948, 949, 104'/. WYCI.IFFE, JCTAN, • 204 213 22'J·
bién Daneses, Normandos, Noruegas,
Tratados de:, *" 465; 467, 4G8, 472, Wyclíf/ismo.. * 213. ' ' -·
958.
Escandinavos). . VORONI'ZUV, SIMÓN, º*" 843, 1081. 478, 486. *'* 536, 667 a 669 743 Wyoming, rfo, **• ·732.
Vilna, ... 320, 377, 390, 4Ó6, 488,. 489. Vosgos, • 133. ++ 450, 460. "** 541, 554, 749. . . • •
~
u• 607; 785. •O• 834, 83~, 837, 1020,
677, 678. T./nfrersidad.de, **** 1044. x:
1039. ' Vossem, Tratadcr de, •*" 540. Westminster, •••• 850, 919.
Villach, ••~• 1012. ·· Tratados de, •*(1527): 344, (1654):
V1u.Ans, mariscal de, •** 5'iB, 581, 583, 411. "".~.(1756): .689, 690.
Xenodochium, • 45 (v, Hospedería).'
Xenofobia, ~ 44, 122 164 198 245
585, 592, 659. ··.:; w
1 Vil1aviciosa, batalla de, *** 580.
VILLEGA.GNON, DE, * • 292.
VILLEHARIJOUIN, GoDOFREDO DE, "225.
0
Wagram, batalla de, •• 1012, 1018.
Westrozebeke, "' 205,
Whampoa, ••• • 1132.
WHITWOR'IH, ...... 905, 907 91' 941
· ,.. 252, 259, .315. •; ...
885, 1007, 1036, 1043, 1032, 1137.
B57, 863:
874:

VILLEIL\IlDDOIN, di11Ltstfa, • 155, 186, ns. Waiblingen, • 138. 949 a 952.


•**
' "• '
y
Villeneuve, • 179. WAITZ, ~*** 965. 0 WrCKHAM, •
Widin, ••• 664.
869 875 891
' ' •
1 VILLllNEUVE, almirante, .. +u 955.
VILLENEUVE, marqués de, ... 661. 663,
WALDEIMR V, rey de Dinamarca,
WALMADEN, conde de,
0
•• 1012.
170.
WIELAND, *H• 822, 1079. Yam~Zapolski,
~~· '
Tregua de ·•• 391, 39 2.
Yanaon, *** 682, 707.
664, 665. WALPOLE, HoMClO, .,..,. 776. W!eliczka, salinas de, *• 491. '
·vn:,LEROY, DE, ... 434. WALPOLE, RoeEJtTO, .... 651, 653, 675, W1ght. isla de, *" 349. Yannouth, combate de . • ,.. 538.
Wll.llERFORCE, +•o 991 1073 1078 YAll.MOUTH, lord, •••• 911.
Villers, • 79. 676, 776. 0
Wilna '(v. Vi/na). ' ' · YAsso (Jesús, en el Japón), •• 294.
Vincenncs. Tratado de,' •• 477. n• 570. WALTER, JUAN, •• 1083.
VIDICENT, barón, º""* 1009. WALTf'Jl LANGTON, obispo de Coventry Y Willebriefe, • 230. Yemen, •** 592.
VID!Cl!NI', residente, • 0 • 1021. de Lüchfield, • 139, 219. William Henry, fuerte de, ... 695. YERMAK, "'** 621.
Vinland, • 52. WALLENSTEIN, "* 444 a 446, 452, 454, WIMPFEUNG, * 213. Yeso, isla áe, • • • • 1129.
W!NDIL\M, *"** 8B6, 949, 950, 971. Yonne, río, • 217.
Vino, comercio del, * 16, 27, 82, 130, 482, 484. YoRCK, general JoHANN, *'*• 1044.
134, 170, 172, 177. 197. H 311. 315, WAU.lS, SAMUEL, *** 762. Wmdsor (v. Shirwoad). ·
Wisby, * 83, 170, 234: "* 316. Yoruc, dinastía, * 207, 206.
470, 504. u+ 535, 577, 591, 595. 596, WJ.Rl{EN, ••*'" 949.
726, 757. •••• 856, 981; 989, 1000,
0
Washington, •• 1050, 1107. Wisrna!, • 234. *' 314. 446, 467. Yoruc, EDUARDO AUGUSTO, duque d
1037, 1102. .. WASHINGTON, JORGE, ..... 694, ns. 729, W!SNIOWIECKl, MIGUEL KoRmOT rey de +++ 528, 544. e.
VUtGILIO, •*410. Wíssemburgo, •• 350...... 553, 657. Polonia, o+ 600 ' Yoruc, FEDERICO, duque de, •+>• 866.
Wissemburgo, •• 350. •• • 553, 657. Ya,rktown, Sitia de, ++• 735.
Virginia, *" 291,. 427. • 0 629, 694, 728, on 866 a 868. YOUNG, ARTURO, ·~•• 846, 847, 1085
735....... 1078. 731, 732, 735. **** 1095, 1100. 1102. ...... 866 a 868.
Wrrr, Ju,rn, gran pensionista de Holan- YoUNG, EDUARDO, *"* 778. ·
VISCONI1, fumilia • • 182, 187, 212.
Visigodos, "'7 a. 9, 11, 12, 15, 38, 39.
1103, 1110.
Waterloo, batalla de, **.., 1007, 1063 a da, <+ 474. ••• 519, 530. Yprés, * 166, 238, '239. •*• 545 580
Wittelsba<:h, •• 345. 585, 677. . •
VísperillY Sicilianas, • 148. 1065, 1089, 1136. WITTELSBACH, dinastla, • 182. •• 278, Yucatán, **• 632.
Vístula, río, ** 323: -..u 826, 834, 836, WATr JAMES, ••• 727. **"* 934. Yunaan, provincia de, H 397.
838, 844, 866, 872, 873, 973, 985, 1020, 1 Watfignies, batalla de, ...... 867, 868. 376...... 538, 563, 575, 741.
Wittenberg, •• 4ll. 412. •••• 1058. Yuste, • • 352.
1039, 1050, 1058, 1089, 1134. Wawel, castillo de, '"* 328. 94.
Vitalien.brüder, * 190. Wehlau, Tratado de, • • 490. Wolchow, río, • 234. YVES DE CHAR'!"RES, •
Vitebsk, • 234. • 0 718. Weimar. •• 0 &18, 1079, 1081, 1082. WoI.FE, JACOBO, .... 700.
·WoLFE ToNE, º*"' 849.
Vitoria, batalla de, 0 0 • 1007. WFLF, dinastía; • 89. WoLFGA,NG, duque de Deux - Ponts, z
VITORIA, FRANCISCO DE, •• 258, 414. WELSER. •• 289, 351.
VIVONNE, duque de, •u 543. Wel/cl1es, .... 412. n373.
ZA.CARÍAS I, Pontífice, • 33
Vi2a.pur (v. Bijapul'). · W:a:.LESLEY, RJCAlllJO, •••* 1125, 1126. WoLSEY, cardenal, .,,. 339, 340 342 343
Vizcaya, golfo. de, * 133. WELL1NGTON, .duque de, ••"'* 985, 1006, Wollin, • 57. ••• 598. ' ' . ZAIDA, princesa musulmana, * 120.
WllLI.NER, **"* 825, 873. Zalaca. batalla de, • 69.
Vladimir, "157. 1048, 1056, 1063, 1064, 1096. 1112, ZAMolUN, prfncipe de Ca!cuta. •• 285.
Woolwicb, • H 603.
VLJ.DIMIRO, príncipe de Kíev, • 63. 1114, 1127. Zaate, •• 309. **** 881, 906.
Vocrelae,. Tratado de, ••~ 752. WENCESLA.O EL BEODO, rey de romanos, Wolcester (v. ,Glgli).
Zanzlbar, ** 281.
WoRDSWOll'fH, **º 931.
'Vaivoda, ** 384. • 207, 208, 212. Worrns, 0 • 563. "'*º 826, 904. ZAPOJ:.YA, JUAN, "" 384 a 386, 3'89, 409.
Volga, río, • 29. "'* 379, 387, 388, 401. WENCESLAO, duque de Brabante, de Lim- Zaporogas. cosacos, •• 487. ••• 597.
*** 614, 745, 757, 761. ••+* 798, 832. burgo- y de Lmcemburgo, "189. Concordato de, * 59, 60, f.!7.
Tratado de, **• 676, 685. Zara, • 141. ++ 298.
VoLMAR. MEI.CTIOR, •• 412. Wendas, pueblo, • 42, 234. ** 314. Zaragoza, • 69, 92, 119.
Wilr.LENWEWER, •• 317.
VOI.NEY, .... 724, 751. WERNER, •**"' 1084. Wurtemberg, .,. 345. •++• 819, 366. 881, Zayton, * 163.
Vologda, "'* 494. V\/eser, río, "10. •• 441 . .,. ...... 907, 983,
905, 935, 937, 965, 968, 970. 1013, , Zborobo, •• 488.
VOLTAlllE, **" 718, 723, 7/2, 774; 777, 994, 1059. 1015, 1032 a 1034, 1047, 1083. Zelandia, • 180, 200 201 229 237.
779 a 783. •••• 796.
VoNCIC, JUAN F R i.. Ne 1 se o, ... • 753.
Wessex, *'14, 27.
Westfalia, • 83, 129, 1;}4, 170, !98. 200, \VUJ.l.TEMBERG, duques de, •• 278 345 •• 318, 360. 365, 361.
36n, 439.'
)
..... 823, 853. 201. ... 437, 441, 444, 465, 467, 468.
1

INDICE ALFADEUCO DEL TOMO I


1 1218
~'® Zunov, "*** 834, 836.
ZENGUI, !MAD AD DIN. * 85, 135. Zuiderzee, mar, * 237.
11 @:) ZENÓN, emperador romano, * 10.
·~
Zuinglianismo, •• 409.
Zenta, puente de, *** 569. Zungaria.. *** 761. **** 796.
.i ® Zeyez, Convenio de, **•~ 1045.
Zips, condado- de, *** 717.
Zupa, llanura de, +u+ 906.
Zurawno, Tratado- de, ••• 601.

] ©@'9 Zon (v. Sofía Paleólogo).


Zohab, Tratado de, ••" 755.
zm,.-a:ENS!CT, jefe de cosacos, *"' 394
Zoil, •* 168 (v. también Aduanas).
Zurich, • 190. u•+ 869, 896, 992. 1083.
zuro.o, º** 1016.
Zurzach, * 173.
Zweibrück:en (v. Deu:r-Pants).
i
® Zollhaus (v. To/hllís) .
Zomdorv, batalla de, "** 700.
ZwoNIMIR, rey croata, • 112.
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