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Peter Eisenman ( 86años ) es un arquitecto estadounidense de origen judío.

Estudio en la Universidad de Columbia Trinity Collage.


En 1975 fundó el Institute for Architecture and Urban Studies, New York.
Obras notables:

- Ciudad de la Cultura de Galicia en España, 2001.


- Memorial del Holocausto en Berlín, 2003.
- University of Phoenix Stadium en EEUU, 2002.

DIEZ EDIFICIOS CANÓNICOS – PETER EISENMAN

Este libro sugiere la construcción de una nueva ortodoxia. Estas lecturas formales se
desarrollaron en el contexto de unos seminarios en Princeton University entre 2003 y 2006. Por
un lado lo que se propuso es una nueva pedagogía que tiene como centro la lectura en detalle
de edificios ejemplares del siglo xx. Eisenman lo que logra con este trabajo analítico es
declarar explícitamente que son los propios edificios los que constituyen la fuente de ideas en
arquitectura y no los conceptos filosóficos aplicados que proceden del exterior de la disciplina.
Eisenman describe que una obra canónica es una bisagra, una ruptura, una premonición de
algo que necesariamente señala un cambio.
Eisenman busca aquellos momentos en los que la base de la disciplina cambia y el paradigma
se desplaza. Es así, que el canon de Eisenman es lo opuesto al canon eterno: que se
encuentra unido de un modo preciso al momento histórico de ruptura y carece de sentido fuera
del horizonte de posibilidades que abre en ese momento particular.
El punto de partida de Eisenman es el icónico dibujo en perspectiva del sistema Dom-Inó. La
casa Dom-Inó es uno de los diagramas claves tratados en este libro. Es un punto de partida
privilegiado, una palanca conceptual para abrir el campo de la arquitectura moderna y
posmoderna. Es un emblema de la democratización del espacio en la modernidad y del giro
que dio la arquitectura posmoderna hacia la autorreferencialidad. Para Eisenman sigue siendo
“una ruptura real y fundamental respecto la tradición de cuatrocientos años de historia de la
arquitectura humanista occidental”
Un punto final de referencia, es que Eisenman a interiorizado en la idea de Harold Bloom de
que cuando un autor se enfrenta con sus predecesores en lugar de con una obra maestra,
completamente realizada y madura, habitualmente son los aspectos ligeramente marginales e
irresueltos de la obra madura, los que ofrecen una especie de grieta para abrir campo y
despejar espacio para trabajar.
Sin embargo, Eisenman encuentra y concentra su atención en aquellos momentos, en edificios
bien conocidos y en otros que lo son menos, que todavía ofrecen espacio para poder trabajar.
En conclusión, el canon de Eisenman no constituye ninguna nueva ortodoxia. Un canon
normalmente implica mirar atrás par validar los grandes e intocables monumentos de la
historia. En cambio el canon de Eisenman es anticipatorio, sienta las bases para futuros
monumentos.
En este libro presenta una serie de sugerentes posibilidades, de problemas arquitectónicos
abiertos, pero siempre dejando espacio para que el siguiente autor complete la obra.

En esta introducción del libro “Diez edificios canónicos” de Peter Eisenman explica que al leer
el libro de Harold Bloom, descubrió que el termino “canon” es mas flexible de lo que se
imaginaba. Con este libro lo ayudo a aclarar las ideas en lo que se refiere a ese período de
tiempo. Bloom con respecto a este termino dice que el canon hace referencia a la experiencia
de los limites, que están ampliados o rotos, o que son vitales, originales, arbitrarios y
personales. Para Bloom, el canon se refiere a los autores y a toda su obra, por el contrario en
el contexto de este libro, los edificios canónicos son obras singulares que no hacen referencia a
la procedencia de su autor. Abarca el potencial herético y la naturaleza transgresor de los
modos de leer en detalle la arquitectura.
Para Einsenman su propósito no era definir o apropiarse del termino “canónico” en la
arquitectura. Sino mas bien la idea de lo canónico da cuenta del interés que tenia por leer la
arquitectura y explicar la inclusión de cada uno de los edificios en este libro, muestra el papel
que desempeña cada uno de ellos en la definición del particular momento histórico actual en la
arquitectura. Es así que el “termino canónico” comienza a definir la historia de la arquitectura
como un salto continuo a aquello que se creía que eran las persistencias de la arquitectura:
sujeto y objeto, figura y fondo, sólido y vacío. Con el tiempo estos conceptos se volvieron
canónicos, es así que los edificios se convierten en canónicos por si mismos. Los edificios que
se estudian en este libro no representan un canon. La idea de lo canónico comienza a describir
métodos de análisis que tienen su origen en un interés por leer la arquitectura de una manera
mas flexible y menos dogmática.
El decía que los diez edificios de este libro no representan su canon personal. Estos fueron
escogidos ya que representan una evolución necesaria en términos de lectura en detalle como
una evolución en la naturaleza de dichas lecturas, desde lo formal a lo textual. Ademas todos
los arquitectos que se tratan en este libro representan puntos de vistas ideológicos, teóricos y
estilísticos diferentes, así como también distintas posturas con respecto al lugar, al material y al
programa.
Colin Row lo que decía era ver aquello que no estaba presente en un edificio, las ideas
implícitas en aquello que estaba físicamente presente. En otras palabras “no preocuparse por
lo que el ojo ve y mas por lo que ve la mente (“ Lectura en detalle”- “ver con la mente”).
Es por eso que cada uno de los edificios tratados en este libro requieren ser visto de un modo
diferente, especifico, según el edificio que estemos analizando. Cada uno de ellos requiere una
lectura en detalle.
Estos diez edificios no describen tanto una historia, sino que definen la evolución de unas
obras canónicas que finalmente acabarán conociéndose como posmodernismo. El termino
“posmodernismo” no se utiliza para denotar un estilo, sino que hace referencia al periodo
posterior al movimiento moderno. Estos edificios que están descriptos en este libro se leen,
cada uno a su manera, a través de diferentes visiones que producen razonamientos que,
tomados todos juntos, definen una serie de momentos canónicos que identifican en términos
generales algunos de los conceptos transgresores del periodo posmoderno.
A veces la idea de lo canónico se confunde con la de la llamada gran obra. En el contexto de
este libro, el canon no es necesariamente una lista de grandes obras, ni necesariamente un
edificio canónico tiene que ser una gran obra. Un gran edificio puede ser simplemente aquel
que no requiere mas que un vistazo inicial que define una lectura única y dirigida.
Los grandes edificios son intemporales, mientras que los edificios canónicos se identifican con
momentos específicos en el tiempo, requiere estudio no como objeto aislado, sino en términos
de su capacidad de reflexión sobre su momento concreto en el tiempo y su relación con
edificios que tanto lo precedieron como vinieron después de él.
Por último, cada uno de estos diez edificios se sitúa como el fulcro de un argumento que define
el edificio, un argumento que puede captarse a través de una lectura en detalle de las
estrategias textuales, formales y conceptuales. Como se dijo anteriormente no se trata siempre
de los edificios mas conocidos, sino que representan un momento en que se ve con claridad la
relación entre el signo y lo significado, la relación entre el sujeto y el objeto, entre la forma y el
significado, y entre instrumentalidad y discurso.

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