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tivi- teológica que tenga como punto de parti- otra cosa que la vivencia del Evangelio en
así da la fe, como objetivo la humanización y un mundo cada vez más secularizado y
aba- como núcleo y eje de reflexión, una histo- alejado de Dios.
ria y cultura particular que debemos asu-
mir sin temor, ni temblor. La moral cris- Ahora bien, ¿cómo podemos concre-
iple tiana centrada en la Revelación y basada, tizar el aporte del Concilio Vaticano n a la
om- no en el exclusivo cumplimiento de nor- reflexión de la teología moral? En dos gran-
if mas o leyes, sino en el seguimiento de una des líneas: la primera, los temas fundamen-
persona concreta, Jesucristo, nos permi- tales a la moral y la segunda, de orden
'que tirá hablar en y a nuestro mundo de impe- metodológico, la forma como se ha de
:1 es-
rativos y exigencias éticas que no buscan presentar la teología moral hoy.
~ de-
Cfr DEMMER, Klaus "Christologie, anthropologie, théologie 1I1orale. Attentes suscitées par l'histoire
d'Optata1l1 Totius" 16. En: R. Latourelle, Vatican 1/: Bilan et Perspectivas. París: Edítions du Cerf,
1988. p. 504.
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doble dimensión: la "elevación" del hom- del creyente que comprende que la moral
bre por medio de la gracia y la salvación no es simplemente un conjunto de normas
(curación) del hombre herido por el peca- y/o leyes que se deben acatar, sino que
do. La naturaleza "elevada" y la naturaleza ésta exige un compromiso serio y radical
"curada" (redimida) indican la "transfigu- con el hermano. "La exposición de la teo-
ración" del hombre provocada en y por logía moral no debería ya caer en un
Jesucristo. reduccionismo antropológico; en un indi-
vidualismo que pretenda ignorar la comu-
Así, en la visión antropológica de la nidad; en un evasionismo que desconozca
moral, se debe tener presente que, para el el carácter itinerante del pueblo de Dios"4.
Concilio, Cristo es el modelo de toda per-
fección humana (GS 40). El comporta- El tercer fundamento de la moral en
miento ético del hombre busca la creación el Concilio es "la utilización" de la Pala-
de un hombre nacido del Espíritu y orien- bra de Dios por parte de la moral. Dos
tado por el Maestro. Por ello, puntualiza el preguntas nos pueden acompañar en esta
documento conciliar, "el misterio del hom- breve reflexión: ¿Cuál es el papel de la re-
bre sólo se esclarece en el misterio del velación divina en el campo de la ética cris-
Verbo encarnado" (GS 22). tiana? O para ser más claros: ¿Cómo el
moralista y en general todo creyente, debe
El segundo fundamento de la moral leer la Escritura para sacar de ella una en-
es la visión eclesial dibujada en el Conci- señanza moral?
lio. Los padres de la Iglesia nos dejan una
Iglesia-comunión en la que el compromi- En otras palabras nos proponemos,
so del creyente se convierte en una verda- apoyados en el Concilio, establecer la re-
dera misión y responsabilidad. En este sen- lación fundamental que existe entre la Sa-
tido, la moral cristiana, desde Gaudium et grada Escritura y la moral. Dicha relación
Spes, recuerda su compromiso social. encontró un eco e interés particular du-
Podemos afirmar que la moral "marca" rante el Concilio Vaticano n. Los padres
Vaticano n no se centra exclusivamente conciliares hablaron breve pero muy fuer-
en la vida íntima del creyente, más allá de te de la relación que debe existir entre la
lo que podemos llamar "pecados sexua- Palabra de Dios y la teología moral. Des-
les" se encuentra la responsabilidad social pués de haber formulado en Dei Verbum
PINCKAERS s. o. P. Les sOllrces de la morale Chrétielllze. Paris: Editions du Cerf, 1993. p. 315
Los FUNDAMENTOS DE lA TEOLOGíA MORAL A PARTIR DEL CONCILIO VATICANO II
moral 24 el deseo general para que el estudio de epistemológica: ¿podemos y debemos re-
armas la Sagrada Escritura sea como el alma de ferimos a la Escritura en Mora1?5.
a que la Sagrada Teología, el Concilio utiliza en
'adical Optatam Totius 16,4, decreto sobre la for- La pregunta es importante en la me-
la teo- mación de los presbíteros una fórmula dida en que antes del Concilio la tarea de la
en un precisa: teología moral no era otra que determinar
1 indi- el carácter específico y el contenido de la
camu- Téngase especial cuidado en per- "ley nueva"6. Ahora bien, esta ley nueva
mozca feccionar la Teología moral, cuya no es otra que la acción interior del Espíri-
)ios"4. exposición científica, nutrida con tu Santo que nos configura con Cristo. Y
mayor intensidad por la doctrina si es el mismo Espíritu quien en nuestro
)ral en de la Sagrada Escritura, deberá interior nos ayuda a actuar en conformi-
IPala- mostrar la excelencia de la voca- dad con los mandatos y enseñanzas del
!l. Dos ción de los fieles en Cristo y su Señor, si Él es la ley nueva ¿por qué tene-
~n esta obligación de producir frutos en la mos que recurrir a la Escritura?, ¿el evan-
e la re- caridad para la vida del mundo. gelio, como ley del Espíritu, escrito en los
;a cris- corazones de los hombres no es suficien-
¡mo el Este deseo, a la vez tarea se ha con- te?, ¿las normas morales no están "impre-
3, debe vertido en base para la reflexión de la teo- sas" por el Creador en la conciencia de los
maen- logía moral en los últimos años. Se trata hombres (Rm 2,15)?, ¿La Escritura nos
de saber por qué y cómo la Escritura es puede dar otro mensaje distinto al que nos
alimento fundamental, fuente normativa de da el Espíritu del Señor??
lemas, la teología moral y no simplemente un pun-
r la re- to de referencia, de autoridad o un lugar A lo anterior, la reflexión posterior al
:laSa- teológico apropiado. Dicho de otra mane- Concilio, nos ha ayudado a precisar que
~lación ra, "la referencia a la Escritura Santa en es incontestable que el Espíritu del Señor
lar du- teología moral, antes de ser un problema actúa en nosotros y nos ilumina para que
padres de método de trabajo, es una cuestión de acuerdo al evangelio y por medio de
y fuer-
:ntre la
1. Des-
G. MEDIEVILLE. Théologie morale fondamentale, Paris: ICP, 2002, p.69
lerbum
Cfr. HARING B. La ley de Cristo, Paris: Desclée de Brouwer, 1955
HAMEL, E. se pregunta si el recurso a la Sagrada Escritura para buscar normas morales no constituye
un esfuerzo doble y fruto de un afán de seguridad, una necesidad de pasar de una autoridad a otra, de una
teología de la norma a una teología de la Biblia. Cfr. E. Hamel. "L'Ecritllre, ame de la théologie
.315 morale" En: Gregorianllm, Vol 54, 3, 1973, p. 417.
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nuestra vida y obrar busquemos la santi- Un mismo Espíritu que nos re-
dad, a la cual hemos sido llamados desde cuerda desde el interior "todo lo
el bautismo. pero también es cierto, como yo os he dicho" (In 14,26) pero que
lo recuerda el Padre Jesuita Eduard Hamel, también nos lo recuerda desde el exte-
que nosotros somos viajeros, peregrinos rior inspirando los autores de los evan-
en este mundo, hamo viator sujetos a la gelios que nos comunicaron todo lo que
tensión escatológica del ya pero todavía Cristo hizo por y para nosotros. Es el
no. Del Espíritu del Señor hemos recibido Evangelio escrito en el corazón de cada
por el momento las primicias, las arras (2 uno de nosotros que nos dará la fuer-
Cor 1,22) que inauguran una transforma- za necesaria para dar frutos de justicia
ción que debe continuar durante toda nues- y caridad, pero es la Escritura, como
tra vida. Es por ello que si bien el evange- objetivación reconocida del aconteci-
lio está ya grabado o escrito por el Espíritu miento salvador quien nos acordará el
Santo en el corazón del hombre, debe a la contenido y el origen de la Justicia y la
vez ser preservado de todo riesgo y no Caridad verdaderas: Jesucristo el Se-
alterado gracias a la debilidad humana. Para ñor. Dicho de otra manera, la ley del
evitar este riesgo debemos dirigimos a la amor infundida en nuestros corazones
Sagrada Escritura como testigo autoriza- se objetiva en preceptos escritos en el
do del acontecimiento revelador de Dios evangelio. La Escritura Santa es la que
en Jesucristo. Testigo veraz que ayudó, nos permite como cristianos e Hijos de
orientó y modeló las primeras comunida- Dios, tomar conciencia de nuestra vo-
des cristianas. Así no podemos, ni debe- cación y actuar de acuerdo a los
mos hablar de oposición entre ley interior el Señor ha grabado en nuestros cora-
del Espíritu y la Escritura. Por el contra- zones "por el Espíritu Santo que se
rio, debemos hablar de cumplimiento. ha dado."
re- rales y, finalmente, una nueva una respuesta de fe y adhesión a una per-
que orientación metodológica para el sona, a Jesucristo el Señor, imagen del
que estudio y elaboración de la Mo- hombre nuevo y soporte del actuar moral
xte- ral fundamentada 8 . del seguidor. El documento invita a dar a
van- la teología moral "esta dimensión espiri-
que Explícitamente el Concilio llama la tual interna que exige el pleno desarrollo
:s el atención sobre la responsabilidad en la de la imagen de Dios que se encuentra en
:ada formación de los aspirantes al sacerdocio el hombre, y el progreso espiritual que la
uer- en aspectos tan fundamentales como la ascética y la mística presentan"
:icia Teología Moral.
)IDO Ahora bien, junto a esta exposición y
eci- El restablecimiento de un contac- petición del Concilio, un aspecto que pode-
'á el to estrecho entre la teología mo- mos y debemos mencionar como elemento
y la ral, la Sagrada Escritura y la tra- metodológico para la moral cristiana es la
Se- dición, basado en la fe, en el apertura del Concilio al mundo. Más que
del magisterio y en el mantenimiento un tema tratado por los padres conciliares,
mes de la referencia a la ley natural. la relación con el mundo se constituyó en
n el un aspecto esencial y determinante a lo lar-
que De allí se desprenden, en primer lu- go de las sesiones conciliares. En cuanto a
s de gar, el llamado urgente para que los teólo- la moral, la voluntad de actualización del
vo- gos moralistas "utilicen" la Sagrada Escri- mens~e de Cristo es, sin duda, una ruptura
que tura no como el libro de recetas que que marca una diferencia con la presenta-
ora- soporta argumentos e intereses persona- ción clásica de la moral de los manuales
nos les, sino como el texto en el que se descu- empleados en los años sesenta.
bra lo que Dios ha hecho por el hombre.
En segundo lugar, llama la atención sobre El centro de los debates postconciliares
la relación que debe existir entre la teolo- es el resurgimiento directo de la pregunta,
gía y la vida espiritual del creyente. Desde puesta en otro tiempo a San Pablo y a la
este punto de vista, los padres conciliares Iglesia a lo largo de su historia, acerca del
:0, recordaron que uno de los principios de la encuentro entre el evangelio y el mundo, la
.0- moral cristiana es la fe. La respuesta mo- confrontación entre la fe cristiana y la sabi-
:la ral del cristiano a la llamada de Dios, es duría, la ciencia y la cultura humana.
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0-
ROMAN-FLECHA J. Teología Moral Fundamental. Madrid: BAC, 2001. p. 63
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Los FUNDAMENTOS DE LA TEOLOGÍA MORAL A PARTIR DEL CONCILIO VATICANO l/
A manera de conclusión:
Quiero finalmente, recoger una inquie- logo con las otras religiones, atención a
tud que se presentó a lo largo del Concilio las ciencias y a la dimensión política, pro-
mismo y que ha caracterizado la reflexión dujo en algunos creyentes y teólogos un
dar
posterior de la moral. En palabras de S. movimiento fuerte de reacción que los ha
ma
9
Pinckaers , la apertura al mundo moderno llevado de un extremo a otro, hasta crear
lad,
,ero en todas las direcciones, que puede ca- alergias frente a las posiciones tradiciona-
racterizar la obra del Concilio Vaticano II: les. De la obediencia, algunas veces, in-
yel
libertad de conciencia, ecumenismo, diá- fantil o servil a la ley, pasamos a la reivin-
ebe
erte
::lry
:on-
Sigo la reflexión planteada por el teólogo dominico Pinckaers, resulta interesante la presentación que
uro. hace sobre este tema. Para profundizar este aspecto léase: S. Pinckaers, ÜP. Les sOlirces de la morale
Chrétienne. Paris: Editions du Cerf, 1993. p. 315-317.
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