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Historia de La Minería Indígena Atacameña PDF
Historia de La Minería Indígena Atacameña PDF
Historia de la minería
indígena atacameña
DIEGO SALAZAR SUTIL
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El área Andina es una de las regiones más ricas del mundo
en minerales. Incluye grandes reservas de antimonio,
cobre, estaño, nitratos, plata, platino, plomo, oro y zinc,
entre otros.1 Dentro del territorio andino, Atacama es una
de las principales regiones mineras. En la actualidad se
concentran aquí algunos de los yacimientos de cobre más
grandes del mundo, pero también han sido célebres en
el pasado sus minas de plata (Caracoles, entre otras), oro
(por ejemplo, Ingahuasi) y minerales no metálicos tales
como el salitre, el azufre o el boro.
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Amanecer de la
minería atacameña
Investigaciones recientes han logrado descubrir, en el límite funerarios e incluso cubrieron sus cuerpos, por razones
sur del área atacameña, los testimonios más antiguos estéticas, simbólicas y aun prácticas (usándolos como
de minería conocidos a la fecha en toda América. En las protector solar). Los primeros españoles en llegar a estas
costas de Taltal se encontró una mina de óxidos de hierro costas se asombraron del color rojo de la piel de los
cuya primera explotación ocurrió hace aproximadamente indígenas, pensando erróneamente que el color era dado
doce mil años.2 Este hallazgo viene a confirmar que la por el consumo de sangre de lobo marino en vez de agua
minería es una de las actividades más antiguas del dulce, que era muy escasa. Pero en realidad no era la
territorio atacameño, actividad que marca desde entonces sangre de lobo lo que teñía sus pieles y cuerpos, sino el
la historia de esta porción del desierto andino. Fueron los extendido uso de los óxidos de hierro que obtenían por
primeros habitantes de esta costa desértica, conocidos medio de técnicas mineras en los ricos cerros de la cordillera
como cultura Huentelauquén, quienes iniciaron esta de la Costa. La arqueología también ha documentado el
aventura minera, explotando un yacimiento extraviado en uso de pigmentos rojos por parte de los primeros grupos
las sierras de Taltal, con el objeto de obtener pigmentos de cazadores y recolectores que habitaron el interior de
de colores rojo y amarillo que usarían luego con distintos la Región de Antofagasta, específicamente en lo que hoy
fines, tanto rituales como domésticos. Para sus actividades se conoce como las serranías de Tuina, cerca de Calama,3
mineras contaban con martillos y herramientas de piedra, pero aún no se conoce dónde se extrajeron estos óxidos
la mayoría de ellos usados manualmente, sin enmangar. de hierro, ni si estos eran intercambiados con los grupos
En las inmediaciones del sitio y en la costa aledaña costeros que explotaban el sitio San Ramón en Taltal.
buscaban las piedras más idóneas para ser usadas como
herramientas en la mina. Se han encontrado martillos Lo que sí sabemos es que la explotación de óxidos de
pequeños, de tan solo unos cientos de gramos, así como hierro, para usarlos como pigmento, dio inicio a la historia
enormes piezas de más de dieciséis kilos que eran de la minería en Atacama. Durante varios miles de años
transportadas varios kilómetros hasta el sitio. esta fue la principal actividad minera de los cazadores
y recolectores del territorio. Sin embargo, la experiencia
Desde ese temprano momento, y hasta la llegada de acumulada y su creciente conocimiento de los cerros
los españoles, el uso de estos minerales constituye una atacameños terminó por conducirlos hasta el cobre, el
de las características distintivas de los habitantes de más importante mineral en la historia de este desierto
la costa desértica del norte de Chile. Con estos óxidos andino desde entonces y hasta la actualidad.
rojos y amarillos pintaron sus objetos, decoraron sus ritos
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Los metales
A contar del período Formativo, la actividad minera debe
intensificarse para abastecer dos florecientes industrias:
por un lado, la fabricación de cuentas de collares que
requería de crecientes cantidades de mineral cuprífero
para surtir una “demanda” local y también de otras
sociedades vecinas con las cuales se intercambiaban estos
bienes. Por otro lado, la incipiente industria metalúrgica,
destinada a elaborar artefactos de estatus y algunos
instrumentos. Y si las cuentas y adornos de mineral de
cobre habían servido originalmente para expresar las
primeras diferencias sociales durante el Arcaico Tardío,
a partir del período Formativo y a lo largo de todo el
resto de la prehistoria atacameña, la metalurgia continuó
ese camino para convertirse en uno de los principales
vehículos de expresión y legitimación de las jerarquías
sociales que se institucionalizaron en la sociedad local.
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Por eso es que fue durante el auge y desarrollo de socie- que habían tenido en esta. Por entonces, los principales
dades complejas y grandes estados, que la minería del centros productores de metales de la zona surandina se
cobre andina alcanzó su mayor expresión en términos de encontraban en el altiplano boliviano (cultura Tiwanaku)
volúmenes de producción, y complejidad organizativa, y especialmente en el noroeste argentino (cultura La
tecnológica y logística. Antes de eso no existieron los Aguada). Comparado con estos importantes centros
mineros especializados tal como los entendemos hoy, ya de producción, la metalurgia en el norte de Chile fue
que las minas eran trabajadas solo en períodos cuando siempre menos relevante, pero la actividad minera fue
los diversos ciclos agropecuarios de la economía andina en cambio un sello característico de las economías y
no demandaban contingentes importantes de fuerza de la organización social de algunas comunidades de la
trabajo en las aldeas. Lo más probable es que antes del actual Región de Antofagasta. Se sabe de explotaciones
surgimiento de sociedades complejas y estatales, hayan de cobre de esta época en los yacimientos de El
sido unos pocos campesinos-pastores y sus familias quienes Abra, Radomiro Tomic, Chuquicamata, posiblemente,
se dedicaran a la minería durante temporadas cortas. Chulacao y otras minas más. Estas explotaciones no
solo abastecían una pequeña industria metalúrgica
Pero a partir del período Medio, es decir entre los atacameña, sino también la fabricación de cuentas de
años 500 y 1000 d. C., este panorama experimentó collar en grandes cantidades. Además, en esta época,
cambios importantes. Especialmente en las tumbas el mineral de cobre era también sumamente requerido
de San Pedro de Atacama, no son pocos los individuos para ser ofrendado en ceremonias religiosas, ya que se
que se enterraron junto a herramientas mineras tales consideraba que este mineral era un alimento apetecido
como martillos y palas, como queriendo continuar en por algunas de las principales deidades del universo
la otra vida con la identidad y la actividad dominante simbólico atacameño, en especial de los cerros.
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El “hombre de cobre”
El llamado “hombre de cobre”, fue uno de los tantos dentro de los objetos que más activamente participaban
mineros que trabajaron durante el período Medio de las redes de intercambio, el ceremonialismo reli-
los cerros atacameños en esta época. Su cuerpo fue gioso y el simbolismo político y étnico de la época.
encontrado a inicios del siglo XX en una galería de la mina Largas caravanas de llamas con sus lomos cargados de
de Chuquicamata.6 Estudios posteriores señalan que el minerales, lingotes de metal refinado y objetos metálicos,
desafortunado minero falleció en plena faena, cuando la comenzaron a cruzar una y otra vez los desolados paisajes
estrecha galería donde laboraba se desplomó causándole del desierto y la cordillera andina, uniendo distantes
la muerte por asfixia. Durante siglos su cuerpo sin vida sociedades por medio de sistemas de intercambio que
permaneció enterrado. Cuando fue encontrado, las sales de probablemente se fundaban en relaciones de parentesco
cobre lo habían cubierto casi por completo, contribuyendo y alianzas sociopolíticas. Como verdaderas carreteras de
al proceso de momificación natural del cuerpo; de ahí la antigüedad, los surcos dejados por el paso de estos
el nombre con que se conoce a este individuo. Las animales recorriendo las mismas rutas a lo largo de los
herramientas encontradas junto a él son aún el mejor y siglos, son hasta hoy fiel testimonio de las relaciones de
más completo testimonio de la tecnología usada por los larga distancia que la sociedad atacameña estableció con
mineros prehispánicos del cobre atacameño. Su equipo el objeto de acceder a los bienes que requería y que no
tecnológico consistía en pesadas piedras enmangadas con estaban disponibles en las zonas donde habitaban.
madera y cuero que conformaban sus martillos y mazos;
cuñas, palas y azadas, de piedra y madera; barretas y
picos de madera, y algunos cestos, sacos de lana y
capachos de cuero para trasladar el mineral. Las evidencias
arqueológicas conocidas en la actualidad demuestran que
dependiendo de la forma de la mineralización y la roca Momia de un minero atacameño (ca. 800 d. C.), que
se conserva en el Museo Nacional de Historia Natural
de caja de la mina que estaban explotando, los expertos de Nueva York, EE. UU.
mineros atacameños decidían entre varias posibilidades Hallazgo del “hombre de cobre”, en 1889. Fotografía
extractivas, incluyendo explotaciones a rajo abierto, gentileza Museo Nacional de Historia Natural de Nueva
York, EE. UU.
piques y galerías subterráneas, entre otros.
Hacha y cincel de cobre, encontrados en Copiapó.
Colección MURA.
Fotografías Fernando Maldonado.
Paralelamente a la intensa actividad minera atacameña
durante el período Medio, en San Pedro de Atacama se Martillo de piedra usado en el trabajo de las minas,
encontrado en Huanchaca. Colección MChAP.
recibían metales elaborados en el altiplano, tanto en bronce Fotografía Fernando Maldonado.
como en oro. Y desde ahí se redistribuían a la cuenca del Capacho de cuero para transportar material.
río Loa y la costa desértica. Minerales y metales estaban Colección MChAP.
Fotografía Fernando Maldonado.
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Luego del ocaso del período Medio y la influencia interminable despoblado casi carente de recursos de agua,
Tiwanaku en el norte de Chile, durante lo que los quienes organizaron originalmente su explotación fueron
arqueólogos denominan el período Intermedio Tardío poblaciones venidas justamente desde los alrededores
(1000-1450 d. C.), disminuyó la cantidad de metales de San Pedro de Atacama. Tal era la importancia de
circulando por las desérticas rutas andinas. No obstante, la este recurso a nivel regional, que una sociedad enviaba
sociedad atacameña siguió dedicando parte de su fuerza verdaderas colonias a larga distancia para procurárselo.
de trabajo a la producción y el intercambio de minerales,
fundamentalmente cobre y turquesa. Se usaban para Pero en los alrededores de la mina Las Turquesas existían
producir metales, cuentas de collar, para ser ofrendados escasos recursos alimentarios y de agua. Esto significó que
en los rituales y, a partir de este momento, también la población de mineros atacameños que permanecía en
para producir pigmentos usados en las pinturas rupestres este lugar debía ser abastecida por medio de caravanas
de la región.7 Las aldeas de la zona lograron organizar de llamas que traían productos desde la costa y los
complejos sistemas de control, producción y distribución valles circundantes. Esta verdadera “colonia” atacameña
de los minerales de cobre que abundan en el área. Quizás que se había instalado en Las Turquesas incluía no solo
uno de los casos más interesantes proviene de la célebre mineros, sino también artesanos lapidarios expertos en
mina Las Turquesas, ubicada en el sector de El Salvador, en el trabajo de esta piedra semipreciosa. En efecto, en las
la Región de Atacama.8 Trabajos recientes en este sector inmediaciones de la mina, los arqueólogos han estudiado
han demostrado que la explotación de este importante un extenso campamento habitacional, en el cual los
yacimiento comenzó durante el período Formativo y se artesanos procesaban la turquesa para convertirla en
mantuvo en actividad hasta tiempos inmediatamente cuentas de collar y otros adornos. Es posible que cientos
preinkaicos.9 Aun cuando esta mina de turquesa se y miles de “joyas” de turquesa fabricadas en este lugar
encuentra a más de quinientos kilómetros de distancia de hayan circulado por los más variados rincones de la
los oasis del salar de Atacama, separada de ellos por un geografía surandina.
Collares de cuentas de turquesa. Colección MASPA.
Fotografías Fernando Maldonado.
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La minería atacameña y el inka
Lo cierto es que, a contar del siglo XV, para cuando por un contingente mayor de especialistas mineros, esta
el imperio inkaico se expande por todo el territorio vez de tiempo completo y dedicación exclusiva a las
andino, Atacama se encuentra con una tradición de faenas extractivas. Todos ellos habían sido reclutados de
más de doscientos años de minería del cobre.10 Esta entre las principales aldeas atacameñas de la época, y
tecnología, así como la organización de la producción, permanecían en las localidades mineras durante cerca
fueron aprovechadas por los hábiles administradores de tres meses, tras lo cual eran reemplazados por un
del gran Estado andino, siendo parcialmente modificada nuevo turno de mitayos de procedencia atacameña.11 De
con el objeto de aumentar una vez más los volúmenes esta forma las autoridades regionales se aseguraban que
productivos. Sucede que con el advenimiento del el mineral estuviera en explotación durante todo el año
Tawantinsuyu –como se conoció al imperio de los inkas–, (a excepción de los meses de invierno), aumentando
la demanda sobre minerales y metales nuevamente se notablemente los volúmenes de producción, pero al
vio incrementada. Las autoridades inkaicas debían contar mismo tiempo evitando alterar los ciclos productivos
con amplias reservas de estos bienes para agasajar a los agrícolas y pastoriles que debían atender estos mismos
dirigentes de las comunidades sometidas, como una forma individuos en sus propias comunidades de origen.
de asegurar su lealtad y colaboración, y para mantener Simultáneamente, existían operaciones mineras inkaicas
No era esta la única mina en funcionamiento en la época. En la actualidad las relaciones de reciprocidad que fundamentaban su en Collahuasi, Conchi Viejo, Cerro Verde (Caspana) y San
se conocen otras minas de cobre explotadas por los indígenas atacameños alianza. Es por eso que el Estado cusqueño incentivó la Bartolo (Río Grande), y seguramente otras minas que aún
antes de la llegada de los inkas. En la zona de San José del Abra, por ejemplo, minería y la metalurgia en aquellas comunidades que no han sido detectadas. No hay duda de que durante el
al noreste de Chuquicamata, existían en operación varias faenas mineras habitaban territorios mineralizados. período Tardío –época de la expansión inkaica– la minería
pequeñas explotadas simultáneamente por familias provenientes del río del cobre en los Andes alcanzó su mayor complejidad
Loa. De algunas de ellas se obtenía turquesa para la elaboración de adornos, El territorio atacameño fue testigo privilegiado de organizativa y los más grandes volúmenes de producción
pero en otras se buscaba la obtención de menas metalíferas, tales como los cambios introducidos por la nueva administración anuales. Pese a ello, los inkas rara vez modificaron la
la crisocola y la brochantita, las cuales eran reducidas en el lugar y luego cusqueña. Los estudios en las localidades de San José tecnología de las zonas mineras conquistadas, sino
enviadas en calidad de lingotes hacia los centros aldeanos de la época donde del Abra y Conchi Viejo han demostrado que hacia el que aprovecharon el conocimiento milenario de las
serían transformadas en herramientas y adornos de cobre metálico. Es posible año 1450 d. C. se abolió el sistema de explotación por propias poblaciones locales. Su gran aporte fue, pues,
que Collahuasi, Radomiro Tomic, Conchi Viejo, San Bartolo, Chulacao y Toconao parte de pequeños grupos de tarea que accedían a la organizativo. Y en este ámbito ninguna cultura indígena
también hayan tenido minas de cobre en explotación en esta época. localidad durante algunos meses del año, y se reemplazó americana pudo emularlos.
Mina y ruinas del establecimiento inka en San José
del Abra.
Fotografía Fernando Maldonado.
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Como consecuencia de estos cambios, la mayor parte de
la tradición minera milenaria del desierto de Atacama
desapareció. Cuando la minería del cobre vuelve a
experimentar un auge económico en el siglo XIX, ya no hay
mineros indígenas en los célebres yacimientos de El Abra,
Chuquicamata y San Bartolo, a pesar de que habían sido
explotados desde épocas inmemoriales por atacameños.12
Las tecnologías tradicionales han sido modificadas y las
antiguas instituciones desarticuladas. Los indígenas han
sido desplazados de la propiedad de las minas, la cual pasa
a manos de pequeñas y medianas empresas que darán
inicio a la minería del cobre moderna en el norte de Chile.
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