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El niño rey

En la anterior entrada hablaba de una de las peores formas de


inmadurez en la mujer: la histeria. Aunque diferente, el niño rey es la
forma de inmadurez, no sé si la más frecuente, pero sí la más
destructiva del hombre. Como en la anterior entrada, pero al revés, aquí
hablaré en masculino, pues aunque hay niñas reinas, es mucho más
frecuente este perfil en el hombre.

Como construir un niño rey


Algo genético debe existir pues, ante una misma educación, esta
personalidad es más usual entre hombres. Sin embargo, los factores
socio-culturales y educacionales son los que realmente tienen más
importancia en la génesis de este temperamento.
1. Sobreprotección. El niño se lo merece todo, es el mejor, haga lo que
haga. Nunca es responsable de sus actos porque siempre encuentran
responsables a sus fechorías, suspende todo porque todos los
profesores están contra él, si pega a sus compañeros, algo habrán
hecho para que su mirlo se haya visto obligado a agredirlos. Si el
angelito viola a una chica, asesina al lechero y quema a una mendiga,
en realidad no son malos chicos, es culpa de las malas compañías…y
vaya usted a saber si no le provocaron tanto la chica como el lechero y
la mendiga. Nunca reciben un no.
2. El machismo acentúa un rol masculino basado en la fuerza física y
el poder y la mujer debe ser sumisa ante la superioridad masculina.
Si unimos una educación materna sobreprotectora y un entorno social
machista, tendremos al perfecto niño rey.
Curiosamente y, contra lo que pudiera parecer, la madre suele ser
psicológicamente muy fuerte a la vez de muy maternal. Crean en el hijo
una dependencia absoluta hacia ella y, a la vez, se dejan dominar por
él. En el futuro, buscarán como pareja una mujer con características
muy parecidas a la madre: psicológicamente fuerte para poder
depender de ellas, pero que se dejen dominar. La pueden engañar,
insultar, agredir, pero no pueden soportar que le abandonen, por esa
enorme dependencia que se genera. Suelen ser hombres maltratadores
que tienen un radar muy sensible para encontrar mujeres de este tipo
que son fácilmente maltratables.
Características del niño rey
1. Narcisismo. Su madre se cuidaba muy mucho de hacerle ver la
extraordinaria persona que es. No admite que los demás vean otra cosa
que no sea a un ser maravilloso. Pero como no es tan fácil de conseguir
la admiración de los demás como lo fue con la madre, cuidan mucho su
imagen externa, tanto en su cuerpo, como en la forma de vestir o sus
modales. Suelen ser hombres encantadores, muy sensuales y
seductores, con mucho éxito entre las mujeres. Pero es un simple
disfraz
2. Irresponsabilidad. Desde pequeñitos les han enseñado que los
demás son culpables de sus errores. Además, no han necesitado
esforzarse para conseguir todo lo que querían. Pero mamaíta no puede
estar siempre detrás dándole todo lo que quiere. Llega un momento en
que los demás empiezan a exigirle. Y no saben asumir
responsabilidades, las evaden continuamente. Son inconstantes en
todo lo que hacen pues, si no ven la punta inmediatamente, no les
merece la pena el esfuerzo. Todo se debe lograr a corto plazo y, si no
es así, abandonan uno tras otro todos los trabajos. Empiezan con una
ilusión arrolladora y abandonan al primer revés. Suelen ser mantenidos
por la esposa, padres o hermanos.
3. Infantilismo. Siempre serán niños caprichosos. Lo quieren todo aquí
y ahora. No soportan la frustración porque se lo merecen todo. Casi
siempre logran sus propósitos mediante su encanto personal, chantaje
sentimental, manipulación o incluso la violencia.
4. No admiten la autoridad. Nunca le pusieron límites en la infancia y
ahora no admiten que se los impongan. Suelen tener problemas con
cualquier tipo de autoridad y les gusta llevar la contraria. Son la eterna
oposición.

5. Egoísmo y egocentrismo. Conocen muy bien y tienen muy en cuenta


sus necesidades, pero no les interesan nada las necesidades ni los
sentimientos de los demás. En los casos más extremos terminan siendo
auténticos sociópatas.
6. Exigencia. Son muy exigentes con los demás. Siempre piden más y
más. Pero, a diferencia de los perfeccionistas, no tienen el más mínimo
rastro de autoexigencia.
7. Dependencia emocional. Podrán humillar a sus parejas y a sus
madres, pero a la vez dependen emocionalmente de ellas. No conciben
el abandono y, si se produce, sólo vivirán para la venganza en unos
casos, o la autodestrucción progresiva en otros, culpando a la pareja de
cualquiera de estas decisiones. Un alto porcentaje de asesinatos de
mujeres es a manos de este tipo de sujetos. Una característica usual es
el suicidio tras el asesinato. La frase “la maté porque era mía”, no es tan
exacta como el “si no puedo vivir con ella, moriré con ella”.
8. Adictos a las drogas. La rapidez de satisfacción y de felicidad fácil
que dan las distintas drogas son un reclamo irresistible para ellos.
Cuando se enfrentan con un problema, al no estar preparados para
solucionarlo, es más fácil olvidarse de ellos con el alcohol, heroína o
cocaína. Un porcentaje alto de adictos graves pertenecen a este perfil

Mi experiencia con los drogadictos, muy sesgada pues sólo ingresan los
casos más terminales, ha sido desastrosa. Nunca los he podido o
sabido comprender. He tenido una mala relación con ellos y no he
conseguido ser empático. Ha habido excepciones, por supuesto, pero
la mayoría pertenecen a este perfil psicológico. Suponen una de las
pocas excepciones en que no soy nada adicto a esta gente.

Hay que tener en cuenta que hay muchos grados en esta personalidad.
He expuesto el perfil completo y más extremo, el típico narcisista
agresivo, pero los hay más atemperados, menos desequilibrados.

Menudo regalito de hombres. Si las mujeres histéricas (el máximo


exponente de la mujer fatal) pueden resultar cargantes, los hombres rey
(el máximo exponente del hombre fatal), además de insufribles, pueden
llegar a ser muy peligrosos.

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