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¿QUÉ TÍTULO
PARA UN
CUENTO?...Y
OTROS CUENTOS
Autor:
Ricardo Salvarrey Arana
SOLO
MONTEVIDEO, URUGUAY
SÉ QUE ricardosalvarrey@gmail.com
SÉ LO
QUE NO
SÉ
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ÍNDICE
El moscón…………………………………………………9
El vendedor de muñecos……………………………...13
El Gringo………………………………………………….17
Empuje aquí……………………………………………..38
El vapor de la esencia…………………………………60
Incendio en la Compañía……………………………..63
Los días habían estado hasta ese momento con temperaturas que
cero, desatándose una gran tormenta. A las pocas horas los informativos
señaló el paciente, el problema que tengo es que vivo solo y tengo que
hacerme los mandados. Pero amigo, ¿no tiene ningún vecino que le dé una
mano? No, la verdad que no, acá todo el mundo se guarda temprano en las
tener otro remedio que salir se me abriga, pero que solo se le vean los ojos.
amigo Gabriel, pero vaya a saber en qué andaría a esa hora y a sesenta
sin quererlo.
afiebrado sueño. Se vistió como pudo y decidió enfrentar las inclemencias del
entretenida en los diarios que nadie había comprado ese día (a quién se le
de la joven.
Tomó las latas de alimento que precisaba y avanzó de nuevo hacia las cajas
Hacia allí fue y se encontró con Milton el dueño del supermercado que le traía
acordás que me llamaste hace como media hora y me hiciste el pedido? Pah,
Así, como la famosa historieta “El otro yo del Dr. Merengue”, así parecía
que había transcurrido su vida ese aciago día de temporal. Se dio un buen
baño caliente para desalojar transpiración y fiebre, abrió un par de latas y con
otro el cantar.
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Que fresco que era mi valle, relamido de estrellas, compungido por las
sempiterna en las oscuridades del monte cercano erigido por manos naturales
recuerdos, cuando no, en las más dulces del arroyo cercano, cuyos árboles
medio.
innombrables pueblos del África meridional con sus innúmeros dioses y diosas
que dejaron sus tierras escapando, para apalabrar una América sublingual al
sur del río Bravo (conocido en EE.UU. como río Grande) hasta el extremo sur
compañía.
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cúspides de placer.
corazones.
nuevas realidades.
¿Se puede ser joven eternamente?, pensaban los hijos de aquella unión
aquel que conlleva a las ánimas a unir sus corporeidades como expresión
EL MOSCÓN
nuevamente.
ese color) para espantar a los mosquitos. En realidad nunca pudo comprobar
el cajón con su abuelo recién fallecido al nicho familiar años atrás. Aquello era
muertos.
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Machado le dedicara a estos bichitos, los definían muy bien en c uanto a los
Pensó que como tenía que pintar toda la casa unas marcas negras en
zumbido se hacía insoportable a sus oídos. Abrió los ojos de golpe, con un
nariz. El moscón estaba parado en ella y se rascaba las alas con ritmo
intermitente. Se sintió parali zado del asco, y ante el amago de golpe, el bicho
El terror lo invadió cuando se dio cuenta que sus ojos registraban miles
calcularlo pues no tenía referencias. Los insectos del orden de los dípteros no
seguir el juego de volar por toda la casa como una mosca más, pero de gran
aroma lo atraía al expandirse con el calor. No hay mal que por bien no
venga…¡qué placer poder volar! Pensó en el asco del pozo negro, pero lo
detener.
siendo mosca luego de haber integrado durante tanto tiempo la especie más
inmensamente abierta quería aspirar todo el aire del mundo hasta que…algo
Tosió como si se acabara el mundo al punto que logró expulsarlo. Abrió y cerró
los ojos repetidas veces y se dio cuenta que ya no veía miles de imágenes.
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Se dio cuenta de lo que había ocurrido, se incorporó y fue raudo hacia el baño.
pudo, no sin dejar de ingerir agua, hacer gárgaras, y escupir con asco.
Salió raudo hacia la parada donde la gente que, como él, se dirigía a sus
No recordó al despertar otra cosa que aquel sueño tan vívido de una
EL VENDEDOR DE MUÑECOS
Es raro lo que pasa, todo lo que vas a comprar hoy día es chino,
favorito era uno militar que se arrastraba con la metralleta, tal cual como en las
parecían decir con expresión infantil lo que harían con un destornillador y ese
muñeco. Era tan real, cual un soldado en la batalla, que se podía creer que
Aquella esquina, ese invierno, ese día, con diez grados bajo cero de
sensación térmica, acobardaba su carne y sus huesos. Las heridas del tiempo
diatriba acerca de las cualidades del juguete. Fijesé señor, no solo se arrastra
tener ganancia, o mejor aún, capaz que hasta almorzar en “El Chivito de Oro”.
Llegar a su casa y poder dormir con el estómago conteniendo algo más que
todo, los gritos de la criatura y el tire y afloje sobre el precio entre comprador y
vendedor.
El viento arreciaba y quedó solo en medio del mar de gente que corría a
policía, abandonada, para comer y escanciar aquél líquido rojo, único parecido
la electricidad como todos en aquel lugar, a gatas daba para tener una
soy yo, el Chapa! Un niño, que debía tener unos siete años pero que
había encariñado con ese gurí. Sacó un bombón que había comprado en el
hacés descalzo gurí de porra, con este frío? ¿Tu madre no pudo ponerte los
championes?
Vení, le dijo, tengo unos guardados como para vos, pero los dejás acá,
sino capaz que tu madre los vende. Le puso unos escarpines y el calzado.
Andá Chapa, tráeme un litro de vino sino este frío me va a matar. Le dio el
frazadas. Al llegar la bebida, que era más química que producto de la uva,
figura del Chapa. Te juego una partida a las damas dijo el hombre que hacía
desperdicio sería que una criatura tan inteligente terminara como los otros del
problemas con la justicia por no mandar a los niños a la escuela tal cual la
pues al salir del colegio se venía y ahí conversaban de cuánto había aprendido
ese día.
aseguraba que quedaran en su casa. Los ojitos recorrían el tablero e hizo una
Este pensó que aunque fuera lo último que hiciera tenía que sacar a ese
como él mismo.
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El Gringo
todos los peones y en la única canilla que había se lavó la cara. El agua
el que más. El mote le venía por su rebelde pelo rubio en remolinos, su tez
blanca pero quemada por los soles del trabajo y los ojos claros, tanto que
El Gringo era joven pero curtido en las tareas más duras y en las largas
Ya le había dicho al patrón: “¿A usté le gusta bañarse con agua fría?
Arregle la caldera, no sea piojo. ¿No se da cuenta que estamos todo el día
Ese bautizo corrió como reguero de pólvora por toda la zona y le quedó
el apodo. ¿Cómo no le iba a venir tal cual anillo al dedo si todo el mundo sabía
demoró en contestar que era el dueño de campo y animales pero que ellos no
eran bichos para vivir como tales y tampoco era dueño de ellos para tratarlos
respuesta.
litros de leche y como también sabía inseminar con muy buen porcentaje de
preñez, ello le valía no quedar sin trabajo. Claro, con tanta vaca en el predio
muy bajo precio. De todas formas siempre engordaba el bolsillo del dueño.
recordando las estancias en las que había trabajado. En todas había sido
El Piojo le daba lugar para dormir pero comida no, salía de su magro
esclavitud se había abolido en el año 1853 y tenía claro como se puede ser
esclavo aunque se cobre un salario. Menos mal que ahora existía legislación
que cubría al peón rural pero en campaña todo el mundo sabe que si reclamás
las ocho horas y las condiciones de trabajo que provee la ley probablemente no
vuelvas a conseguir otro sitio. Quería desesperadamente irse de allí, los otros
Eso no iba con él, era demasiado derecho como para ensuciarse por la
inmunda plata, tan o más inmunda pensaba, que la bosta en la que se veían
sumergidos todos los días. Mientras terminaba con el mate se iba poniendo las
El capataz, que estaba cerca, le dijo que no fuera mañero que no era
para tanto. Mirá que yo no soy de quejarme dijo el aludido, me está doliendo en
Le faltaba un día para cumplir los tres meses trabajando allí y viendo a
los ojos al Piojo le dio mala espina. Se desvistió y se bañó como pudo para
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brazo atado con un remedo de pañuelo. Su único consuelo era no saber por
cuanto tiempo no iría al trabajo y que estaría con su madre en la Capital. Según
la ley esos días correspondía que se los pagaran. Como pudo acomodó sus
mala jugada, pero eso no impidió que descansara. Una vez en el sanatorio y
luego de una espera de dos horas lo atendió un médico. Amigo, vamos a tener
que enyesarlo, tiene fisurado el codo. Tendría para un mes de inmovilidad del
Lo primero que le dijo para que no se asustara fue que no era nada
A los dos días llegó un telegrama que señalaba que estaba despedido y
Trabajo a ver que me dicen. Una vez allí, el abogado que lo recibió hizo su
tenía para cobrar. Pensar que me rompí el alma trabajando, ¿usté me dice que
La cifra era poco menos que irrisoria y se volvió a su casa sin saber qué
esos temas.
Luego de intensas reuniones con los abogados del Piojo obtuvieron una
cantidad muy por debajo de lo que pidieran para él, en primera instancia, pero
mucho mayor que la que le había señalado aquel abogado del Ministerio.
parece mentira haber dado todo de sí y quedar de esa forma en la vía. Pero
Algún día los verdaderos dueños de la tierra, los que la riegan con el
al que darle un inicio y un final. Supuse que esta persona había obtenido mi
respuesta.
situaciones posibles en las que el titular del mensaje podía verse implicado.
Pensé en algo más primitivo y era que no sabía si Ireland era él o ella.
agradaban mis escritos ello alimentaría mi ego y no sabía qué más, caso
Dejé esta tarea para más adelante y me dediqué a los restantes asuntos
azar.
curiosidad. Sin duda se trababa del mismo sujeto. Quise acudir y conocerlo,
misiva. Pero lo que más me llamó la atención fue su mirada, sin dudas muy
de estos temas por un rato. Le hice mención al correo que había recibido y
tarjeta del hotel. No pude menos que prestar atención, pero mi prudencia y
recato pudieron más por cuanto me había dicho que lo aguardara, lo cual
motivó que tan solo intentara ver quién podía ser su interlocutora.
transmitida por este señor en aquel desafío literario viendo que la semejanza
más pesada!
-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de
parte de algo orquestado para dejarlo encerrado con esa mujer. Por otro lado,
vez allí, encontramos al hombre tirado en el piso, con una mueca horrible en
su rostro que lo hacía irreconocible respecto de quien poco rato antes brindara
fallecido. Desde luego que por ser la última persona que lo había visto con
Pasaron los días y fui citado nuevamente por la policía, pero esta vez
eso. Señor, usted estuvo lo suficiente con la víctima, lo que no queda claro
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son sus motivos. Queda usted detenido y pasará a juez, de todas maneras no
mano. Me los dio a leer y vi que era el cuento que yo le había escrito a Irela nd
Se lo hice saber, así como que tampoco entendía por qué estaba
poseía el fallecido como escritor. Por otro lado, las autoridades entendían que
los celos podían ser una motivación muy poderosa como para asesinarlo.
Por las noches, solo celebro las que tienen luna y la observo por una
pequeña ventana con poderosas rejas. No estoy tan triste, la bella muchacha
Estaba siempre con sus medias por sobre el bajo del pantalón debido a
para autos de forma que era imposible que quien pasara por esa vereda no lo
viera. Con sus canas y arrugas denotando el paso del tiempo, pero con su risa
reír en silencio y con expresión socarrona. Parecía que sobraba al que pasaba,
fuera tiempo, persona o lugar. No crea usted que no sucede que los lugares
mismo con el transcurrir de los segundos, los minutos, las horas que hace que
uno está allí. Por el entorno pasan cosas que logran que el lugar cambie
mientras uno lo piensa como sitio, concurrido o con poca gente, con perritos y
sus dueños, con feriantes y sus gritos, con el bar de la esquina rehuyendo
y bizcochos de desayuno.
De pronto cuando pasaba por frente a su cara, ambos nos miramos, nos
señora nos detuvo a pedirnos por favor que bajáramos a su gato. El animalito
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había saltado desde un balcón del segundo piso del edificio sobre la casa de
Lo primero que hice fue preguntarme qué le habría hecho esa mujer
otros piensan que sí, esta la cabeza de la persona hacia el mundo, volvió a
Miré al gato encima del árbol, era más feo que desayunar con coca diet.
edad iba a andar haciendo piruetas para trepar a un árbol, y sobre todo bajar
con ese animal que se había declarado en rebeldía. El arañazo más chico iba a
crucé mis manos y las puse en posición para que subiera. Entre el esfuerzo
agarrar el tronco del árbol para no perder asidero mientras yo hacía fuerza
Logró finalmente asir una rama y trepar con sus rodillas y pies.
Resbalaba y sacudía sus piernas como loco. Llegué a pensar que se iba a
El gato estaba como loco, la mujer gritaba que iba a llamar a los
bomberos, los vecinos comenzaban a agolparse tirando ideas que eran como
poner un pie en una saliente del tronco. Una deformidad del árbol le daba
apoyo por lo que parecía caminar hacia arriba hasta quedar casi horizontal con
que según me enteré después, había llamado otro vecino no la dueña del gato.
súbase a la escalera y descanse, luego baje usted al gato. Dicho y hecho, así
fue. Luego de unos minutos de descanso nuestro amigo ascendió los peldaños
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de la heroicidad arrimándose al felino. Este, que daba para pensar que podía
ponerse bravo, ante la voz amistosa y melódica se dejó tocar y agarrar. En eso,
Intentó pasarle el enorme gato al bombero que estiró los brazos para
para tranquilizarlo, la gente gritaba y se condolía del bombero, las fauces del
tanto uniforme y casco tal vez. Quedó prendido aquel bicho como garrapata de
bombero gritó enojado, baje usted a ese maldito sino lo como a las brasas y
tuvo más remedio que intentar sacarse la campera con el gato prendido. El
atendido en primeros auxilios por sus colegas. Maldecía y repetía “nunca más a
salvar gatos jefe, llámeme para el incendio forestal más jorobado pero no para
aplaudido por la dueña del animal y abucheado por los bomberos. Sonaste
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fulano, esas marcas no se te borran así nomás le dijo el jefe. Se agarró la tal
bronca, de esas que tapan el dolor físico e intelectual combinado con unas
bronca hacia sus compañeros que lo habían mandado a salvarlo, creyendo que
lo hacían porque era nuevo en la fuerza y debía pagar derecho de piso, según
que intentó abrazar el bulto que eran campera y gato. El hombre se lo negó.
Dígame señora, antes de agarrar a su gato, qué le hizo para que saltara de la
que si el gato quería ir lo dejaba en el piso para que decidiera. Hecho esto, y
dólares y cuando se separan se disputan las mascotas que van desde perritos
hasta bichos que valen miles de dólares y son inimaginables, salvo por la fama
cachetazo al veterano. Única vez que no lo vi tan risueño, con tan mala suerte
hombre estaba a punto de olvidarse que se dirigía a una mujer pues ella,
brazo derecho. Me parece que era zurdo pues ese puño lo tenía firmemente
cerrado y conteniéndose. El no quería golpear a una mujer por más que ésta lo
llegado a tal situación, tal vez como manera de calmar lo ánimos y que los
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ciudad de Montevideo. Yo tuve que ir porque el hombre, esta vez con una
por parte de la señora, cada vez más alterada. Tanto fue que el comisario en
persona salió de su despacho a ver qué ocurría. Difícil fue para los dos agentes
explicarle a su superior que además de, a esta altura, una insana señora y un
pobre tipo risueño, risa que había recuperado y por la cual el jerarca pensó que
le estaba tomando el pelo, que el motivo era un gato y el gato allí estaba, en un
destacamento policial.
pero la señora no, por lo que fue amenazada de permanecer en algún calabozo
Ahora si, me explica señor de qué se ríe y que pasó. Comenzó el largo
contar el desarrollo del episodio. El hombre lo único que acotó fue que no
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que el de cuatro patas no quería saber nada con volver al lado de su antigua
dueña y conté la prueba sobre el amor que le había tomado el gato al risueño.
río por no llorar. Y ahí largó a contar la historia de su vida pero el comisario lo
paró. Se dio cuenta que los cables en esa cabeza hacía rato que no andaban
bien y como tenía pinta de bueno y a él ta mbién le gustaban los animales solo
si no se calmaba.
Al final decidió pasarlos a los dos a juez. Ya que yo había hecho veinte
yo tendría que hacerme cargo del gato o iba a las gateras y no a correr
encantan los bichos, no sin antes haberle explicado en qué líos andaba.
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A las tres de la tarde fui al juzgado. Cuando vi entrar a los reos de tan
somera causa la mirada del homb re preguntaba por el animal. Le hice señas de
que estaba todo bien. Atentamente el actuario comenzó a describir al juez los
hechos por los cuales ambos estaban en calidad de imputados por desorden
público. El juez, un hombre entrado en años y con sapiente rostro escuchó los
caso del hombre de la risa exasperante y que resultó ser yerno de la señora.
prestara atención al otro, más bien parecía querer marcar los motivos de la
disputa.
Inesperadamente quien tuviera la risa como escudo gritó que ella debía
explicar porqué el gato había hecho lo que había hecho. Otra vez se armó gran
porque estaba tan ofuscada. La mujer pareció conmoverse por tan buena
demás. Mire usted, dijo el hombre de la risa sospechosa, yo también soy viudo
y cuido coches porque me quedé sin trabajo hace tiempo. Por raro que
Ella admitió haber tratado mal al gato momentáneamente, por ello era
que este había saltado al árbol. El admitió que se reía de todo porque no le
tanta amabilidad despertada por un juez, este manifestó que porqué no se iba
Así continuaron los hechos: la bruja era bruja porque culpaba a la vida
personal que rato antes los viera entrar separados y a punto de matarse.
Tasa tasa cada quien para su casa pero se seguían viendo en el barrio.
Cuentan las malas lenguas que ahora son pareja a punto de casarse. El de la
hizo saber varias veces a su madre, sin que esta le prestara atención, incluso
ante la embobada mirada del hombre de la risa que ahora reía de contento.
vez que la acompañaba, que este tipo por más que se riera, solo era un
la mujer, ahora con su gato y su nuevo compañero de vida, les dijo que si no
decoración y decía que fulano y fulana nos invitaban a su casamiento. Pues sí,
donde vivían.
música todo el día. Mi amigo, ahora más cuerdo por el amor, cada vez que me
Sabés lo que pasa, que a ella le encanta bailar y yo nunca supe. Ahora
agarré la onda, siempre me gustó el tango y nunca lo supe bailar. Me dicen los
que no tenía a nadie en el mundo ahora tiene una familia y nietos postizos.
aprendió además de una forma de reír, una forma de vivir y una forma de
bailar.
EMPUJE AQUÍ
por una misma puerta de vidrio, deberíamos ya saber, o presuponer, para qué
lado abre.
ella. Había para todos los gustos, personas que leían y abrían correctamente,
personas que empujaban mirando para otro lado hasta que se daban cuenta en
qué sentido tenían que tirar o empujar de la manija y personas que, aun
carteles indicaban.
Estas últimas eran las más interesantes. Se detenían a mirar para todos
Dio para pensar en los diferentes significados que puede tener el término
influencia que alguien intenta ejercer sobre otra persona para incitarla a pensar
No se sabe qué fue lo que pasó, si alguien habría ejercido alguna de las
dos situaciones sobre un muchacho, muy crecidito él, que tironeó de la manija
con tal fuerza que se quedó con el trozo de vidrio en la mano y miles de
dejó sujeto humano en el entorno que no corriera a ver qué había ocurrido.
Algún idiota llegó a gritar que aquello parecía una bomba, a lo que se vieron
muchos rostros con ganas de salir desesperadamente hacia la calle, tal vez
impedimento físico para ir a la vereda. Se formó una ronda alrededor del joven
y los desechos de lo que otrora fuera una puerta, por definirla de alguna
manera.
de dos metros y miraba a todos con cara de “yo no fui” y menuda expresión de
muchedumbre.
llegaba por la altura del sujeto en cuestión o simplemente lo animaba para que
no se sintiera tan mal por tamaña brutalidad. Imaginaron que tal vez fuera
una entrada y una salida que había desaparecido. Es feo no tener más límites
puerta de cristal, era un medio que había que trasponer para comunicarse con
la entidad y viceversa.
una gordita que los tenía a todos los varones boquiabiertos, pues no suponían
que supiera tanto más que ellos sobre deportes, en este caso el balompié.
de los vidrios en añicos intentando pensar una solución antes que llegaran los
jerarcas. Dicho cerco no involucró a nadie, pues los pocos que andaban en la
vuelta ya se dirigían a tomar sol con el resto. La guardia del edificio ya no tuvo
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Un tipo que venía pasando en ese momento y dijo ser policía, a raíz de
detalles. Pero dijeron que esto fue provocado por una bomba, sostenía el
para reponer la puerta de vidrio faltante. Una entidad que se precie no puede
estar sin un adentro y un afuera. Hay que dividir para reinar, ley básica
inventada mucho antes de que surgiera el capitalismo. Vaya uno a saber que
a sus puestos de trabajo, claro que la anécdota dio para charlar varios días.
No era para menos: ¡que susto que nos dimos!, se repetían cada vez
que estábamos juntos. ¿Será cierto que uno se enamora una sola vez en la
Siempre puedo observar los pájaros, los árboles, todo lo que me rodea
en Bello Horizonte, pero no estás vos. A veces me digo que no importa cuando
a la larga me cruzo con algún vecino. Aquí cada quien en su casa, aunque
siempre hay una mano solidaria, aunque sea a pedido expreso. Claro, todo el
mundo sabe que vivo solo. Pensarán que soy un pobre infeliz.
helicóptero que cruza, sobre todo en época de verano por sobre nuestras
soy pendenciero, más bien un tipo manso, pero hay cosas que me calientan
los inviernos y las primaveras. Pero cuando llega el verano todo el mundo se
Tampoco quiero jubilarme así como así. Me gusta leer, estudiar, aunque
con las personas que trato generalmente eso no importa para nada. Debo
reconocer que una vez tomé un taxi debido a una urgencia familiar y el tachero
duro y parejo sobre los pastabaseros y mangueros del barrio. Si, en aquellos
días vivía en un barrio montevideano, luego disparé del mundanal ruido y aquí
estoy, rodeado de verde, cerca del mar y solo como un perro. Pero eso sí,
por doquier.
Por supuesto que los fines de semana los pongo en orden, pero el resto
una compañera. Le habló en tan mal tono que me hervía la sangre. Ninguno de
merece respeto y segundo (será que soy medio antiguo), a mi me parió una
Entiendo que han existido mujeres famosas como Margaret Tatcher, que
damas que existan seres humanos así. Y bueno, Silvana guardó violín en
por lo bajo que para qué la llamaba si igual él iba a poner, en el artículo escrito
destratando a la gente.
realizar no menos de dos notas al día. A veces te salían tres o cuatro, a veces
días en que los medios de prensa bailaban en la cuerda floja y alguno que otro
cerraba dejando a la gente en la calle, como quien dice colgados del pincel y
sin la escalera.
era la excepción al igual que ninguno de nosotros. Hasta para enfermarse era
voy a tener que aclarar con Emilio que la nota del jueves no la hice, aunque
oficina. Sé que eso va a generar líos pero ya me tiene cansado el tal editor. He
vivido cosas peores y con peores sujetos que este así que no me voy a andar
Me parece que me da más miedo publicar, quizás por aquello del qué
dirán. Tengo un amigo que es como un hermano, Gabriel. Con Gabriel nos
conocemos desde que éramos botijas en preparatorios del viejo liceo Rodó.
menos de diez páginas al día si es que realmente eres del oficio. En lo personal
productivo tener un buen ambiente de laburo? Tipos como este Martín, huecos
Hace poco que trabajo ahí pero de la forma e n que este tipo me
serrucha las patas gratis me doy cuenta del ambiente. Cuando hable por
primera vez con el Neco, subdirector de la oficina, me comentó que este tipo
era el que había implementado el manual de estilo y les había dado cursos al
los requerimientos del laburo. Tuve varias charlas con mi jefe Emilio y luego
yo podía hacer bien el trabajo. Pero tengo que remarla con este Martín que me
serrucha las patas a más no poder. Lo malo es que si fuera delirio persecutorio
no le señalé que en una de mis notas este tipo Martín había corregido poniendo
mal todos los datos. Yo tenía los datos correctos, pero cuando vi mi artículo
todo cambiado en la página web y con los datos mal, fui ante el tal editor y se lo
señalé. Era un artículo sobre política agropecuaria del Estado para productores
El tipo me objetaba cosas como, por ejemplo, que yo repetía mucho los
ignoto sabe, desde Adam Smith, pasando por David Ricardo y Carlos Marx a la
producción. No hay como errarle por más pequeño que sea el predio, no hay
mismo.
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Pero además nunca pude saber de dónde sacó los datos que puso al
por ciento del núcleo de producción debía ser producción familiar y estar
ciento del total de productores que el setenta por ciento de cinco. Lo último da
como cuenta simple que cuatro de esos cinco debían ser productores familiares
inscriptos.
No es que esto sea una catarsis, pero s í es como para que vayan entendiendo
intelecto y de espíritu.
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el mar, del otro sus sueños que no respondían a nada conocido. Si tuviera un
dedal para zurcir lo que pensaba en cada instante quizás la aguja no diera con
bicicleta capaz que no se levantaría más y caería muerto quien sabe dónde. No
rostro.
sendero, al punto que los levantaba solo para saludar a la gente que conocía
Las arrugas del destino denotaban en su cara las huellas del camino. No
ruta, no llegaba nadie. No tenía ni perro que le ladrara, cosa rara en los
desolados días invernales del balneario. Estaba claro que un cuzco era una
el surtido en el almacén, todos veían las magras cosas que llevaba, por
Conocía tan a fondo todos los ruidos, aún en medio de truenos, relámpagos,
acompañaba y salió. En una de las esquinas del predio lindero vio sombras en
torno a un ventanal con rejas. Esa casa era una de las tantas que se ocupaban
ver con su tarea, pero creyó que sería bueno que alguien le debiera aunque
solo fuera correr unos ladrones de su propiedad. Y así intentó hacerlo lanzando
unos gritos destemplados para ver si los amigos de lo ajeno cesaban en sus
trabajos.
juventud, herencia de su padre, y al que nunca había tenido que darle uso. Por
ese motivo pintaba con esmalte de uñas los fulminantes de las balas para
femenino que sintiera durante mucho tiempo, como femenina es la muerte que
tirás nosotros también, le contestaron. Y el viejo que no tenía nada que perder
poco sintió un ardor muy fuerte en una pierna. Las sombras de la noche
salieron corriendo y una de ellas parecía arrastrada por las otras, lo que le hizo
haría ahora para poder proveerse de alimentos y en cómo saldría de ese trance
lamparilla le mostró que, a pesar del dolor, el tiro de los malvivientes había
sus vendedores atendían a los clientes todos los días. Desde allí pudo llamar a
Al poco rato llegaron los agentes del orden y luego el patrón. Con tanta
sirena, apareció algún vecino que otro, y dio la casualidad que a esa hora
tardía llegaran también los dueños de la casa que habían intentado robar.
que había valido la pena jugársela aunque solo fuera para probar tan buena
sopa.
Sorpresa se llevó cuando al otro día una de las enfermeras le dijo que
había gente esperando para verlo. ¿A mí?... preguntó incrédulo como si aquello
amablemente la mujer. Al viejo le atacó la curiosidad por ver quien quería estar
con él y le contestó que pasaran. Bueno, pero va a tener que ser en tandas,
El viejo quedó con los ojos como dos huevos duros cuando vio
acercarse a una pareja con cuatro gurises. Eran los dueños de la casa que
querían agradecerle lo que había hec ho. La señora llevaba la voz cantante y
El hombre, mudo por tanta palabra junta, pudo entender que los vecinos
de la barraca pues pensaban que no podía ser, en principio, que le pagara tal
Pero la cosa no quedó allí, los vecinos también querían darle trabajo al
hombre, así que el barraquero tuvo que resignarse a que además de recorrer el
los vecinos. La propuesta, si decidía aceptarla, era que entre todos le pagarían
Con el correr de los días la herida sanó y la misma pareja lo fue a buscar
conocer.
la mirada.
53
EN EL OMNIBUS
los días lo acercaba a su hogar. Espero, pensaba, que el viaje sea tranquilo.
No era para menos, un vecino suyo había formado parte del sonado accidente
ventanilla.
Ese día no consiguió asiento, así que le tocaban dos horas de viajar
camión de ganado.
resto, parada al lado del chofer. Una muchacha le increpó la posición que
vez pensando en que como era una gurisa, no le iba a responder. Pues la
respuesta no se hizo esperar: ¿que decís vos vieja pelotuda? Ahh, dijo la
si bien era un tanto violenta, las antipatías las tenía repartidas entre ambas
La convivencia no es fácil, se acordó que una novia una vez le dijo, pero
que no podía ser que se tomaran ambas mujeres a golpes de puño, pero la
como que iban a linchar a la gurisa. En realidad fue nada más que una
jóvenes?
Entendió que ella tenía más problemas de los que aparentaba, por lo
bolsa.
mierda!, dijo entre dientes la mujer, ahora viene a llorar, ¿porqué no lo pensó
¡Menos mal!, exclamó el con alivio. Sintió que alguien lo pisaba con fuerza. Al
rato, sintió codazos en las costillas. Se dio media vuelta y se encontró con una
mujer que, en lugar de pedirle que se corriera, tomaba esas actitudes. Al rato
ves que no hay espacio? Pero no ves que venís ocupando todo el pasillo, le
dijo ella. ¿Y vos no ves que es de mejor educación pedir las cosas en lugar de
En fin, meditó, locos hay en todos lados pero no los tenía registrados tan
que quedaba a una cuadra y media de su casa. Como se verá, no resulta tan
sirvieron la merienda y, dado que tenía hambre, acabó rápido con ella. Su
casona que había visitado una vez, hacía ya mucho tiempo, pues los vidrios y
Pensó que era una locura que hubiera pasado tanto tiempo como para
negó argumentando que podía romperse el vidrio y lastimarse él. Notaba sus
hizo desistir quien se suponía estaba a su cuidado. Lo contuvo tan solo para
Una vez que su cuidadora se alejó a otras tareas tiró las pastillas en una
indicaban el paso del tiempo el cual se negaba a creer pese a las pruebas
inobjetables de su aspecto.
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Creyó volverse loco y decidió investigar qué era lo que le había ocurrido
rodearlo todo y la tenue luz artificial primó, cuando la última ronda lo encontró
tormenta. Por suerte para él no se hab ía alejado mucho de su cama pues sintió
carritos portando muchos frutos de araucarias, tal cual aquel que recogiera una
Por el rabillo del ojo, por lo menos conservaba buena vista, alcanzó a ver
manera que él sintió cuando las púas se insertaban en los orificios de su nuca y
de una manera increíble por entre las nubes sintiendo de manera muy real su
espíritu acercándose cada vez más a las hormigas humanas de las calles
pasaba.
Cayó del profundo sueño teñido de una absoluta realidad y abrió los
ojos. Se irguió como mejor pudo y tocó su nuca. Sintió la semilla vegetal
adherida en esos orificios que le habían mortificado tanto. Se la quitó, giró, vio
todo el cableado que partía de un único agujero en el polo norte del producto
de la planta hacia la pared y de ahí hacia el techo. No se sacó los sensores que
tenía en la mano derecha pues como era zurdo realizaba todo con esa mano.
Ello le valió el no ser descubierto por la alarma de los medidores del ritmo
cardíaco.
de la conciencia o viajar por los cielos en sus sueños que no eran más que otra
realidad diferente. ¿Cuál de las dos realidades prefería?, esa era la gran
disyuntiva.
similares a las que había simulado ingerir, se dispuso a dormir y voló, voló por
los aires.
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El vapor de la esencia
ingesta del día anterior. Quizás ´- pensó- eran debido a eso las pesadillas. Las
luz de los rayos que rebotaban por todos lados. Salió a la calle y observó un
los circundantes. Sintió que algo con enormes pinzas lo elevaba del suelo y lo
una silla a la cual se vio amarrado. Inmediatamente un brazo con una jeringa
repercutían las palabras que aludían a un diálogo entre ellos: ¿tiene el tipo
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transformación.
Los tonos de voz eran increíblemente reales pese a que no les veía
mover la boca, o las fauces para ser más exacto. Las ligaduras metálicas lo
sentó nuevamente en una silla donde se encontró preso otra vez. Otro brazo
en su espalda y piernas y por ultimo en sus brazos y manos. Esta vez también
estaba apresado por el cuello pero esto no evitó que mirara la punta de su nariz
con sus dedos. Cuando se vio reflejado en las paredes de metal el horror fue
decirle que estaba en el bar de enfrente y que no quería subir pues venía con
lagarto. Se vistió como pudo sin que lo abandonaran las nauseas. Una vez
que comí algo que me cayó mal anoche. Bueno le dijo Gabriel, lo me jor para
eso es un te con limón. La taza con el líquido color ámbar no tardó en llegar.
infusión discurrió que una taza de té caliente en medio del invierno calma
INCENDIO EN LA COMPAÑÍA
años había estado en múltiples empleos. La dictadura más dura que había
conocido el país, hacía que los patrones emplearan gente sin ni ngún tipo de
garantía laboral.
… Allí las condiciones mejoraron, aunque fueran todos contratados por un año,
bicicleta al estudio y al trabajo. Al llegar a éste último vio que el ambiente era
pesado, sus compañeros con rostros sombríos apenas contestaron los buenos
días.
tener la letra “C”, lo que implicaba, más o menos, ser un paria social con
diferente.
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frenó. Pidió por favor para pasar pues temía por su familia pero la negativa fue
Dolorido, intentó rodear por otro lugar, cosa que logró para llegar a su
casa. Desde el terraplén del edificio vio las llamas que superaban la altura del
gasómetro por varios metros. Sintió que lo tomaban del brazo, era su madre, la
abrazó. Estoy bien hijo, pero murió uno de los empleados de la compañía,
Al otro día se enteró por los muchachos del barrio, muchos de los cuales
trabajaban allí, cómo habían sido las cosas. Al parecer un manómetro en mal
estado y una chispa de la instalación eléctrica fueron el inicio del incendio. Los
bomberos tiraban agua pero ésta se evaporaba. Los trabajadores les indicaban
Los días fueron pasando, pero la tristeza en el barrio no daba lugar al olvido.
Igualmente el tiempo vence todo, aún las condiciones más duras. Hoy,
frente a la vida humana. ¿Cuá ntos trabajadores habían pagado con su vida en
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final?
Uno de tantos días, pensó, siempre con la noria, de casa al trabajo y del
trabajo a casa. Pero esta vez estaba en su casa. Fue a la heladera, intentó
comer nada.
ahogo del líquido, entre salado y dulce del estuario, entrando a sus pulmones.
quienes quería por encima de todo. No puedo cometer tamaña traición, eso fue
lo que le vino a la cabeza, pero no aguantaba más la vida que llevaba. Quisiera
propia vida, a ver cómo le va con la mía, elucubró en una sintonía que lo
dañaba.
Eso, meditó, ¿por qué quiero acabar conmigo mismo? Así como no hay
respuesta para los grandes enigmas del mundo, así este ratón en un mundo de
menores a los de acabar con tanto sufrimiento. ¿Será por eso que Cristo
entorno pueblerino.
sus dedos, que a esa altura semejaban garfios que duramente intentaban
penetrar su realidad. Pero poco a poco la dureza de sus manos, a través de las
oírlo, a pesar de que sabía que nadie lo escuchaba. Solo el viento del este
podía llevarse sus palabras, pero lo que escribía era un documento, tal vez
póstumo, tal vez una cuchillada al futuro que no veía por no encontrar una
salida.
alternaba con la taquigrafía irrumpida por una bella docente, ésta en realidad
provocaba.
los alimentos y a los lácteos que pretendiera ingerir otrora, no le provocó más
agua antes que en la tierra, pero del agua había salido arrastrándose
lastimosamente hasta erguirse en dos piernas. ¿Cómo habrá sido ver todo al
ras para luego cambiar la perspectiva y hacerla más huma na desde las alturas
cabeza en derredor, tal cual las lechuzas, sin tener que mover el tronco para
volverse. Aquel primer hombre tuvo que cuidar la retaguardia, indefenso, pero
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