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CUARESMA

Del latín quadragesima, se conoce como Cuaresma al periodo litúrgico de


preparación de la Pascua de Resurrección. La Cuaresma, que se inicia con
el miércoles de Ceniza y finaliza el Jueves Santo, es un tiempo de penitencia
para los fieles de la Iglesia Católica Romana y de ciertas iglesias
evangélicas.

EL AYUNO
El ayuno es un tiempo sagrado en el cual un cristiano se abstiene de comida u
otros placeres y se enfoca en Dios.

Qué es la Abstinencia:
Abstinencia es la privación, la negación o la renuncia de algo, normalmente
placentero o que se desea, o la retirada de la libertad de hacer algo en dirección a
una meta.
La abstinencia puede ser voluntaria, por razones religiosas o morales, o forzada u
obligada. Un ejemplo de abstinencia o continencia, es la abstinencia de un
alimento por un motivo religioso, como la abstinencia de la carne y no de pescado
por laiglesia católica

LA MUERTE CIENTÍFICA DE
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JESÚS
A

LA MUERTE CIENTÍFICA DE JESÚSLA MUERTE CIENTÍFICA DE


JESÚS

A los 33 años Jesús fue condenado a muerte y enviado a la cruz, la "peor"


muerte de la época.

Sólo los peores criminales murieron como Jesús. Y con Jesús todavía fue peor,
porque no todos los criminales condenados a aquel castigo recibieron clavos en sus
miembros.

Sí, fueron clavos ¡y de los grandes! Cada uno tenía de 15 a 20 cm, con una punta de
6 cm. y el otro extremo puntiagudo. Fueron clavados en sus muñecas y en sus pies.

Jesús tuvo que forzar todos los músculos de su espalda, por tener sus manos
clavadas, para poder respirar porque perdía todo el aire de sus pulmones.

De esta forma era obligado a apoyarse en el clavo metido en sus pies que todavía era
más grande que el de sus manos, porque clavaban los dos pies juntos.
Y como sus pies no aguantarían por mucho tiempo sin rasgarse también,Jesús era
obligado a alternar ese "ciclo" simplemente para lograr respirar

Jesús aguantó esa situación por poco más de 3 horas. Sí, ¡más de 3 horas! Mucho
tiempo, ¿verdad? Algunos minutos antes de morir, Jesús ya no sangraba mas.
Sencillamente le salía agua de sus cortes y heridas. Cuando lo imaginamos herido,
imaginamos meras heridas,pero no.Las de Él eran verdaderos agujeros, agujeros
hechos en su cuerpo Él no tenía más sangre para sangrar, por lo tanto, le salía agua.

El cuerpo humano está compuesto de aproximadamente 3,5 litros de sangre (en un


adulto). Jesús derramó 3,5 litros de sangre; tuvo tres clavos enormes metidos en sus
miembros; una corona de espinas en su cabeza (en forma de casco) y además un
soldado romano le clavó una lanza en su tórax.

Todo esto sin mencionar la humillación que pasó después de haber cargado su
propia cruz por casi dos kilómetros, mientras la multitud le escupía el rostro y le
tiraba piedras (la cruz pesaba cerca de 30 kilos, tan solo en la parte superior, en la
que le clavaron sus manos).

Todo eso pasó Jesús, sólo para que tú tengas un libre acceso a Dios. Para que tengas
todos tus pecados lavados".¡Todos ellos sin excepción! No ignores esta situación.

¡ÉL MURIÓ POR TÍ!

No creas que Él murió sólo por otros, por aquellos que van a la iglesia o por aquellos
monjes, curas, pastores, obispos,etc.

¡ÉL MURIÓ POR TI!

Es fácil pasar un chiste de mal gusto, fotos y tonterías por correo electrónico,
whatsapp, facebook o twitter, pero cuando es alguna cosa relacionada con Dios, da
vergüenza pasarlo a los demás. Acepta la realidad, la verdad de que JESÚS ES LA
ÚNICA SALVACIÓN PARA EL MUNDO, así que envía a tus contactos la
dirección de esta reflexión: http://webcatolicodejavier.org/muertedeJesus.html

Dios tiene planes para ti, Enséñales a todos lo que Él pasó, únicamente para darte la
salvación. ¡Piensa en esto ahora!

Web católico de Javier


Frase de Benedicto XVI

“Iniciamos el camino de la Cuaresma, tiempo de escucha de la palabra de


Dios, de oración y de penitencia. Son cuarenta días en los que la liturgia
nos ayudará a revivir las fases destacadas del misterio de la salvación.”

Frase de Benedicto XVI

“La cruz es la revelación definitiva del amor y de la misericordia divina


también para nosotros, hombres y mujeres de nuestra época, con
demasiada frecuencia distraídos por preocupaciones e intereses terrenos
y momentáneos. Dios es amor y su amor es el secreto de nuestra
felicidad. Ahora bien, para entrar en este misterio de amor no hay otro
camino que el de perdernos, entregarnos: el camino de la cruz. “Si
alguno quiere venir en pos de mí —dice el Señor—, niéguese a sí mismo,
tome su cruz y sígame” (Mc 8, 34).”

Frase de Benedicto XVI

“La Cuaresma es el tiempo espiritual propicio para entrenarse con mayor


tenacidad en la búsqueda de Dios, abriendo el corazón a Cristo. San
Agustín dijo una vez que nuestra vida es un ejercicio del deseo de
acercarnos a Dios, de ser capaces de dejar entrar a Dios en nuestro ser.
“Toda la vida del cristiano fervoroso — dice— es un santo deseo””
Frase de Benedicto XVI

“Del mismo modo que, al final del invierno, cuando vuelve la primavera,
el navegante arrastra hasta el mar su nave, el soldado limpia sus armas y
entrena su caballo para el combate, el agricultor afila la hoz, el peregrino
fortalecido se dispone al largo viaje y el atleta se despoja de sus
vestiduras y se prepara para la competición; así también nosotros, al
inicio de este ayuno, casi al volver una primavera espiritual, limpiamos
las armas como los soldados; afilamos la hoz como los agricultores;
como los marineros disponemos la nave de nuestro espíritu para afrontar
las olas de las pasiones absurdas; como peregrinos reanudamos el viaje
hacia el cielo; y como atletas nos preparamos para la competición
despojándonos de todo.”

Frase de San Juan Crisostomo


0 frases de San Agustín para cada

día de la Cuaresma

By Agusti nos Recoletos

5 marzo, 2019

Miércoles de ceniza
“Tenéis el deber de ofrecer a Dios obras que vayan de acuerdo con estos
días del calendario” (Sermón 206, 1).
Jueves de ceniza
“La vida en este mundo es tiempo de nuestra humillación; no otra cosa
simbolizan estos días” (Sermón 206, 1).
Viernes de ceniza
“Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno, cual alas de la
piedad con las que puedan llegar más fácilmente hasta Dios” (Sermón
206, 2)
Sábado de ceniza
“Las tentaciones del mundo, las asechanzas del diablo, la fatiga de esta
vida, los placeres de la carne, el oleaje de estos tiempos tumultuosos y
todo tipo de adversidad, corporal o espiritual, han de ser superados,
contando con la ayuda misericordiosa de Dios nuestro Señor, mediante la
limosna, el ayuno y la oración” (Sermón 207, 1)
Primer domingo de Cuaresma
“Si debemos ser humildes de corazón y estar llenos de afecto de la
verdadera piedad durante toda nuestra peregrinación, que transcurre en
medio de tentaciones, ¡cuánto más en estos días, en que no sólo se vive,
sino también se simboliza en la celebración este tiempo de nuestra
humillación!” (Sermón 206, 1).
Lunes de la 1ª semana de Cuaresma
“La humildad de Cristo nos enseña a ser humildes, porque él al morir
cedió ante los impíos; su grandeza nos hace grandes, porque él al
resucitar precedió a los justos” (Sermón 206, 1)
Martes de la 1ª semana de Cuaresma
“Se nos presentan personas necesitadas, y también nosotros lo somos;
demos, pues, para recibir” (Sermón 206, 2)
Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
“Pasados los días de nuestra humillación llegará el tiempo de nuestro
ensalzamiento” (Sermón 206, 1)
Jueves de la 1ª semana de Cuaresma
“Vive siempre así, ¡oh cristiano!, en este mundo. Si no quieres hundir tus
pasos en el fango de la tierra, no desciendas de esta cruz” (Sermón 205,
1)
Viernes de la 1ª semana de Cuaresma
“Cuantos se abstienen de carnes para buscar otros manjares de más
delicada preparación y de mayor precio, caen en un grave error. Eso no
es abrazar la abstinencia, sino cambiar el objeto del placer” (Sermón 209,
3).
Sábado de la 1ª semana de Cuaresma
“Contra la dejadez, esté alerta la memoria; contra la obstinación, la
misericordia, y contra la vergüenza soberbia, la prudencia humilde”
(Sermón 209, 1).
Segundo domingo de Cuaresma
“¿Qué decir ahora de aquella obra de misericordia que no comporta sacar
nada ni de la despensa ni de la cartera, sino sólo extraer del corazón lo
que comienza a ser más dañino si queda ahí dentro que si sale fuera?”
(Sermón 208, 2)
Lunes de la 2ª semana de Cuaresma
“Entreguémonos con fervor a estos dos modos de limosna: el dar y el
perdonar, nosotros que pedimos al Señor que nos otorgue sus bienes y no
nos pida cuenta de nuestros males” (Sermón 206, 2)
Martes de la 2ª semana de Cuaresma
“¿Qué misericordia pudo descender sobre los desdichados mayor que
aquella que hizo bajar del cielo al creador del cielo y revistió de un
cuerpo terreno al creador de la tierra?” (Sermón 207, 1)
Miércoles de la 2ª semana de Cuaresma
“Nuestra oración, hecha con humildad y caridad, con ayuno y limosnas,
templanza y perdón, practicando el bien y no devolviendo el mal por
mal, alejándonos del mal y entregándonos a la virtud, busca la paz y la
consigue” (Sermón 206, 3)
Jueves de la 2ª semana de Cuaresma
“Estas son las dos alas de la oración con las que se vuela hacia Dios:
perdonar al culpable su delito y dar al necesitado” (Sermón 205, 3).
Viernes de la 2ª semana de Cuaresma
“Ahora nos hallamos todavía envueltos en la fatiga de la tentación,
necesitando el perdón de los pecados” (Sermón 210, 8).
Sábado de la 2ª semana de Cuaresma
“El cristiano debe permanecer siempre pendiente de esta cruz durante
toda esta vida, que transcurre en medio de tentaciones” (Sermón 205, 1).
Tercer domingo de Cuaresma
“No despreciemos a nuestro Dios necesitado en la persona del pobre,
para que cuando nos sintamos necesitados, nos saciemos en quien es
rico” (Sermón 206, 2).
Lunes de la 3ª semana de Cuaresma
“Ayunemos también con la humildad de nuestras almas al acercarse el
día en que el maestro de la humildad se humilló a sí mismo haciéndose
obediente hasta la muerte de cruz” (Sermón 207, 2).
Martes de la 3ª semana de Cuaresma
“Si la ira ha permanecido en el pecho de alguno hasta hoy, expúlsela al
menos ahora, próximo ya el día de la pasión del Señor, quien no se
encolerizó contra sus asesinos” (Sermón 208, 2)
Miércoles de la 3ª semana de Cuaresma
“He aquí el motivo por el que Cristo, que se dignó nacer como hombre,
no rechazó el ser tentado como hombre: para que el cristiano, amaestrado
por su ejemplo, pueda vencer al tentador” (Sermón 210, 3).
Jueves de la 3ª semana de Cuaresma
“¿Hay forma más justa de gastar lo que os ahorráis con vuestra
abstinencia, que haciendo misericordia?” (Sermón 208, 2).
Viernes de la 3ª semana de Cuaresma
“Nuestra misma oración se convierte en limosnera cuando se eleva no
sólo por los amigos, sino hasta por los enemigos” (Sermón 207, 3).
Sábado de la 3ª semana de Cuaresma
“La escasez voluntaria del rico sea abundancia necesaria para el pobre”
(Sermón 210, 12).
Cuarto domingo de Cuaresma
“Con plena confianza pedimos a Dios que nos perdone, pero a condición
de perdonar también nosotros; si no perdonamos nosotros, no soñemos
en que se nos perdonen nuestros pecados, no nos hagamos ilusiones”
(Sermón 211, 1).
Lunes de la 4ª semana de Cuaresma
“No es ningún descaro que el hombre pida a Dios misericordia, si él no
la ha negado a otro hombre” (Sermón 207, 3).
Martes de la 4ª semana de Cuaresma
“Nuestra oración sube al cielo con la ayuda de las piadosas limosnas y de
los parcos ayunos” (Sermón 207, 3).
Miércoles de la 4ª semana de Cuaresma
“Todo el que ayuna como es debido, o bien busca humillar su alma,
desde una fe no fingida, con el gemido de la oración y la mortificación
corporal, o bien pasa del placer carnal hasta sentir hambre y
sed” (Sermón 210, 4).
Jueves de la 4ª semana de Cuaresma
“Resida en el alma amansada y humilde la misericordiosa disponibilidad
para el perdón” (Sermón 210, 12).
Viernes de la 4ª semana de Cuaresma
“¿Puede llamarse cristiano quien no quiere dar fin, ni siquiera en estos
días, a la enemistad, que nunca debió dejar existir?” (Sermón 210, 12).
Sábado de la 4ª semana de Cuaresma
“En su pasión nuestro Señor Jesucristo pone ante nuestros ojos las fatigas
y dolores del mundo presente; en su resurrección, la vida eterna y feliz
del mundo futuro” (Sermón 211 A, 1)
Quinto domingo de Cuaresma
“En la medida que tenéis caridad, hermanos, ejercitadla viviendo bien, y
en la medida en que os falte, conseguidla con la oración” (Sermón 209,
1).
Lunes de la 5ª semana de Cuaresma
“¿Caminas tranquilo odiando a tu hermano? ¿Rehúsas reconciliarte con
él a pesar de que Dios te concede tiempo para ello?”
Martes de la 5ª semana de Cuaresma
“No os avergoncéis de pedir perdón” (Sermón 211, 4).
Miércoles de la 5ª semana de Cuaresma
“Cuando el Apóstol decía ‘Despojaos del hombre viejo y revestíos del
nuevo’, no mandaba despojarse del cuerpo, sino cambiar a una vida más
santa” (Sermón 218 A).
Jueves de la 5ª semana de Cuaresma
“La multitud de los herejes pueden dividir, por tanto, los sacramentos de
Cristo, pero ningún fiel rasga o divide la caridad de Cristo” (Sermón 218
B, 2).
Viernes de la 5ª semana de Cuaresma
“El Hijo único de Dios y coeterno con el Padre hasta sufrió la muerte de
manos de quienes fueron creados por él” (Sermón 218 C, 1)
Sábado de la 5ª semana de Cuaresma
“Perdonándonos mutuamente cualquier queja que uno tenga contra otro,
celebremos con confianza la Pascua, celebremos con confianza la pasión
de quien, sin deber nada, pagó el precio en vez de los deudores” (Sermón
211, 6).
Domingo de Ramos
“Llevar la propia cruz equivale, en cierto modo, a dominar la propia
mortalidad” (Sermón 218, 2).
Lunes Santo
“Si estás dispuesto a perdonar, ya has perdonado. Pero tienes algo
todavía por lo que orar; ora por él para que te pida perdón” (Sermón 211,
5).
Martes Santo
“El trabajo que Dios realiza en ti, y que ni por un momento cesa, consiste
en extirpar con su palabra los males que hay en tu corazón” (Sermón 87,
1).
Miércoles Santo
“Cuando el hombre, por amor a sí mismo, entrega su corazón a las cosas
de fuera, se pierde entre el humo de esas cosas” (Sermón 96, 2).

Miércoles de ceniza
“Tenéis el deber de ofrecer a Dios obras que vayan de acuerdo con estos
días del calendario” (Sermón 206, 1).
Jueves de ceniza
“La vida en este mundo es tiempo de nuestra humillación; no otra cosa
simbolizan estos días” (Sermón 206, 1).
Viernes de ceniza
“Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno, cual alas de la
piedad con las que puedan llegar más fácilmente hasta Dios” (Sermón
206, 2)
Sábado de ceniza
“Las tentaciones del mundo, las asechanzas del diablo, la fatiga de esta
vida, los placeres de la carne, el oleaje de estos tiempos tumultuosos y
todo tipo de adversidad, corporal o espiritual, han de ser superados,
contando con la ayuda misericordiosa de Dios nuestro Señor, mediante la
limosna, el ayuno y la oración” (Sermón 207, 1)
Primer domingo de Cuaresma
“Si debemos ser humildes de corazón y estar llenos de afecto de la
verdadera piedad durante toda nuestra peregrinación, que transcurre en
medio de tentaciones, ¡cuánto más en estos días, en que no sólo se vive,
sino también se simboliza en la celebración este tiempo de nuestra
humillación!” (Sermón 206, 1).
Lunes de la 1ª semana de Cuaresma
“La humildad de Cristo nos enseña a ser humildes, porque él al morir
cedió ante los impíos; su grandeza nos hace grandes, porque él al
resucitar precedió a los justos” (Sermón 206, 1)
Martes de la 1ª semana de Cuaresma
“Se nos presentan personas necesitadas, y también nosotros lo somos;
demos, pues, para recibir” (Sermón 206, 2)
Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
“Pasados los días de nuestra humillación llegará el tiempo de nuestro
ensalzamiento” (Sermón 206, 1)
Jueves de la 1ª semana de Cuaresma
“Vive siempre así, ¡oh cristiano!, en este mundo. Si no quieres hundir tus
pasos en el fango de la tierra, no desciendas de esta cruz” (Sermón 205,
1)
Viernes de la 1ª semana de Cuaresma
“Cuantos se abstienen de carnes para buscar otros manjares de más
delicada preparación y de mayor precio, caen en un grave error. Eso no
es abrazar la abstinencia, sino cambiar el objeto del placer” (Sermón 209,
3).
Sábado de la 1ª semana de Cuaresma
“Contra la dejadez, esté alerta la memoria; contra la obstinación, la
misericordia, y contra la vergüenza soberbia, la prudencia humilde”
(Sermón 209, 1).
Segundo domingo de Cuaresma
“¿Qué decir ahora de aquella obra de misericordia que no comporta sacar
nada ni de la despensa ni de la cartera, sino sólo extraer del corazón lo
que comienza a ser más dañino si queda ahí dentro que si sale fuera?”
(Sermón 208, 2)
Lunes de la 2ª semana de Cuaresma
“Entreguémonos con fervor a estos dos modos de limosna: el dar y el
perdonar, nosotros que pedimos al Señor que nos otorgue sus bienes y no
nos pida cuenta de nuestros males” (Sermón 206, 2)
Martes de la 2ª semana de Cuaresma
“¿Qué misericordia pudo descender sobre los desdichados mayor que
aquella que hizo bajar del cielo al creador del cielo y revistió de un
cuerpo terreno al creador de la tierra?” (Sermón 207, 1)
Miércoles de la 2ª semana de Cuaresma
“Nuestra oración, hecha con humildad y caridad, con ayuno y limosnas,
templanza y perdón, practicando el bien y no devolviendo el mal por
mal, alejándonos del mal y entregándonos a la virtud, busca la paz y la
consigue” (Sermón 206, 3)
Jueves de la 2ª semana de Cuaresma
“Estas son las dos alas de la oración con las que se vuela hacia Dios:
perdonar al culpable su delito y dar al necesitado” (Sermón 205, 3).
Viernes de la 2ª semana de Cuaresma
“Ahora nos hallamos todavía envueltos en la fatiga de la tentación,
necesitando el perdón de los pecados” (Sermón 210, 8).
Sábado de la 2ª semana de Cuaresma
“El cristiano debe permanecer siempre pendiente de esta cruz durante
toda esta vida, que transcurre en medio de tentaciones” (Sermón 205, 1).
Tercer domingo de Cuaresma
“No despreciemos a nuestro Dios necesitado en la persona del pobre,
para que cuando nos sintamos necesitados, nos saciemos en quien es
rico” (Sermón 206, 2).
Lunes de la 3ª semana de Cuaresma
“Ayunemos también con la humildad de nuestras almas al acercarse el
día en que el maestro de la humildad se humilló a sí mismo haciéndose
obediente hasta la muerte de cruz” (Sermón 207, 2).
Martes de la 3ª semana de Cuaresma
“Si la ira ha permanecido en el pecho de alguno hasta hoy, expúlsela al
menos ahora, próximo ya el día de la pasión del Señor, quien no se
encolerizó contra sus asesinos” (Sermón 208, 2)
Miércoles de la 3ª semana de Cuaresma
“He aquí el motivo por el que Cristo, que se dignó nacer como hombre,
no rechazó el ser tentado como hombre: para que el cristiano, amaestrado
por su ejemplo, pueda vencer al tentador” (Sermón 210, 3).
Jueves de la 3ª semana de Cuaresma
“¿Hay forma más justa de gastar lo que os ahorráis con vuestra
abstinencia, que haciendo misericordia?” (Sermón 208, 2).
Viernes de la 3ª semana de Cuaresma
“Nuestra misma oración se convierte en limosnera cuando se eleva no
sólo por los amigos, sino hasta por los enemigos” (Sermón 207, 3).
Sábado de la 3ª semana de Cuaresma
“La escasez voluntaria del rico sea abundancia necesaria para el pobre”
(Sermón 210, 12).
Cuarto domingo de Cuaresma
“Con plena confianza pedimos a Dios que nos perdone, pero a condición
de perdonar también nosotros; si no perdonamos nosotros, no soñemos
en que se nos perdonen nuestros pecados, no nos hagamos ilusiones”
(Sermón 211, 1).
Lunes de la 4ª semana de Cuaresma
“No es ningún descaro que el hombre pida a Dios misericordia, si él no
la ha negado a otro hombre” (Sermón 207, 3).
Martes de la 4ª semana de Cuaresma
“Nuestra oración sube al cielo con la ayuda de las piadosas limosnas y de
los parcos ayunos” (Sermón 207, 3).
Miércoles de la 4ª semana de Cuaresma
“Todo el que ayuna como es debido, o bien busca humillar su alma,
desde una fe no fingida, con el gemido de la oración y la mortificación
corporal, o bien pasa del placer carnal hasta sentir hambre y
sed” (Sermón 210, 4).
Jueves de la 4ª semana de Cuaresma
“Resida en el alma amansada y humilde la misericordiosa disponibilidad
para el perdón” (Sermón 210, 12).
Viernes de la 4ª semana de Cuaresma
“¿Puede llamarse cristiano quien no quiere dar fin, ni siquiera en estos
días, a la enemistad, que nunca debió dejar existir?” (Sermón 210, 12).
Sábado de la 4ª semana de Cuaresma
“En su pasión nuestro Señor Jesucristo pone ante nuestros ojos las fatigas
y dolores del mundo presente; en su resurrección, la vida eterna y feliz
del mundo futuro” (Sermón 211 A, 1)
Quinto domingo de Cuaresma
“En la medida que tenéis caridad, hermanos, ejercitadla viviendo bien, y
en la medida en que os falte, conseguidla con la oración” (Sermón 209,
1).
Lunes de la 5ª semana de Cuaresma
“¿Caminas tranquilo odiando a tu hermano? ¿Rehúsas reconciliarte con
él a pesar de que Dios te concede tiempo para ello?”
Martes de la 5ª semana de Cuaresma
“No os avergoncéis de pedir perdón” (Sermón 211, 4).
Miércoles de la 5ª semana de Cuaresma
“Cuando el Apóstol decía ‘Despojaos del hombre viejo y revestíos del
nuevo’, no mandaba despojarse del cuerpo, sino cambiar a una vida más
santa” (Sermón 218 A).
Jueves de la 5ª semana de Cuaresma
“La multitud de los herejes pueden dividir, por tanto, los sacramentos de
Cristo, pero ningún fiel rasga o divide la caridad de Cristo” (Sermón 218
B, 2).
Viernes de la 5ª semana de Cuaresma
“El Hijo único de Dios y coeterno con el Padre hasta sufrió la muerte de
manos de quienes fueron creados por él” (Sermón 218 C, 1)
Sábado de la 5ª semana de Cuaresma
“Perdonándonos mutuamente cualquier queja que uno tenga contra otro,
celebremos con confianza la Pascua, celebremos con confianza la pasión
de quien, sin deber nada, pagó el precio en vez de los deudores” (Sermón
211, 6).
Domingo de Ramos
“Llevar la propia cruz equivale, en cierto modo, a dominar la propia
mortalidad” (Sermón 218, 2).
Lunes Santo
“Si estás dispuesto a perdonar, ya has perdonado. Pero tienes algo
todavía por lo que orar; ora por él para que te pida perdón” (Sermón 211,
5).
Martes Santo
“El trabajo que Dios realiza en ti, y que ni por un momento cesa, consiste
en extirpar con su palabra los males que hay en tu corazón” (Sermón 87,
1).
Miércoles Santo
“Cuando el hombre, por amor a sí mismo, entrega su corazón a las cosas
de fuera, se pierde entre el humo de esas cosas” (Sermón 96, 2).
QUE ES LA ORACION

Conforme a la Iglesia católica, la oración es un diálogo entre Dios y los hombres. El


hombre ha sido creado para glorificar a Dios, a través de la oración se le da gloria, de lo
cual el ser humano se beneficia espiritualmente, recibiendo el Amor del Padre por la
comunión con Jesucristo a través del Espíritu Santo.

¿Qué es la tentación según la Biblia?

Definición de tentación. Del latín temptatĭo, la tentación es la instigación que


induce el deseo de algo. Puede tratarse de una persona, una cosa, una
circunstancia u otro tipo de estímulo. ... En el ámbito religioso, la tentación es la
incitación a pecar por parte del Diablo (también conocido como Satanás o el
Demonio)

¿Cuál es el pecado mortal?


De acuerdo al catolicismo, un pecado serio, grave o mortal es la violación con
pleno conocimiento y deliberado consentimiento de los mandamientos de Dios en
una materia grave. Debe tenerse en cuenta que si Jesús dio su vida por la
salvación de todos y cada uno de los seres humanos, aceptando incluso ser
martirizado en ...

Conoce tu fe

El Pecado

Pecados Capitales

Son siete...los pecados capitales: Orgullo,


Avaricia, Gula, Lujuria, Pereza, Ira y Envidia
Son siete: Orgullo, Avaricia, Gula, Lujuria, Pereza, Envidia e Ira.

Por: Catholic.net | Fuente: corazones.org


Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza
humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante
para todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas
tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados.

Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás (I-II:84:4)


como siete:
 Orgullo
 Avaricia
 Gula
 Lujuria
 Pereza
 Envidia
 Ira.
San Buenaventura (Brevil., III,ix) enumera los mismos. El número siete
fue dado por San Gregorio el Grande (Lib. mor. in Job. XXXI, xvii), y se
mantuvo por la mayoría de los teólogos de la Edad Media. Escritores
anteriores enumeraban 8 pecados capitales: San Cipriano (De mort.,
iv); Cassian (De instit. cænob., v, coll. 5, de octo principalibus vitiis);
Columbanus ("Instr. de octo vitiis princip." in "Bibl. max. vet. patr.", XII,
23); Alcuin (De virtut. et vitiis, xxvii y sgtes.)

El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da


origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás (II-
II:153:4) “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente
deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos
pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su
fuente principal”.

Lo que se desea o se rechaza en los pecados capitales puede ser


material o espiritual, real o imaginario.

1. Soberbia u Orgullo
Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca
la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios
(Catecismo Iglesia Católica 1866)

Virtud a vencer: Humildad


La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo
tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos
dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no
aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha
descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros
tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante
Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio.
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto
abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los dones
de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.

2. La Avaricia
Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Es uno de
los pecados capitales, está prohibido por el noveno y décimo
mandamiento. (CIC 2514, 2534)

Virtud a vencer: Generosidad


Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten.
3. La Lujuria
El deseo desordenado por el placer sexual. Los deseos y actos son
desordenados cuando no se conforman al propósito divino, el cual es
propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la procreación.

Es un pecado contra el Sexto Mandamiento y es una ofensa contra la


virtud de la castidad.

Como vencer la lujuria:


Dios bendijo al hombre y a la mujer con atracción mutua. Mientras
ambos viven bajo el amor de Dios, sus corazones buscan el amor divino
que es ordenado hacia darse buscando ante todo el bien del otro. El
placer entonces es algo bueno pero muy inferior. En comunión con Dios
se ama verdaderamente y se respeta a la otra persona como hijo o hija
de Dios y no se le tiene como objeto de placer. En el orden de Dios se
puede reconocer la necesidad de la castidad para que el amor sea
protegido. Es necesario entonces conocer y obedecer el sentido que Dios
ha dado a la sexualidad.

Pero el pecado desordenó la atracción entre hombre y mujer de manera


que el deseo carnal tiende a separarse de propósito divino y a dominar
la mente y el corazón. La lujuria crece cuanto mas nos buscamos a
nosotros mismos y nos olvidamos de Dios. De esta manera lo inferior (el
deseo carnal) domina a lo superior (el corazón que fue creado para
amar). Cuando la lujuria no se rechaza con diligencia, el sujeto cae
presa de sus propios deseos que terminan por dominarle y envilecerle.

La lujuria se vence cuando guardamos la mente pura (lo cual requiere


guardarse de miradas, revistas, etc. que incitan a la lujuria) y
dedicamos toda nuestra energía a servir a Dios y al prójimo según
nuestra vocación. Si nos tomamos en serio nuestra vida en Cristo
podremos comprender el gravísimo daño que la lujuria ocasiona y,
aunque seamos tentados estaremos dispuestos a luchar y sufrir para
liberarnos. Un ejemplo es San Francisco, quien al ser tentado con lujuria
se arrojó a unos espinos. Así logró vencer la tentación.

Virtud a vencer: Castidad


Es la virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual según los
principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere
dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana
personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo.

4. La Ira
El sentido emocional de desagrado y, generalmente, antagonismo,
suscitado por un daño real o aparente. La ira puede llegar a ser pasional
cuando las emociones se excitan fuertemente.

Virtud a vencer: Paciencia


Sufrir con paz y serenidad todas las adversidades.

"Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la


cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir
pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, males que podrían
evitarse. Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó
pacientemente, ya que en su pasión "no profería amenazas; como
cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca" (Hch 8,32).
Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: "Corramos en la carrera
que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa
nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz,
despreciando la ignominia" (Heb 12,2). -Santo Tomás de Aquino.
Exposición sobre el Credo.

5. La Gula
Es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la
bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas:
1- Comer o beber muy en exceso de lo que el cuerpo necesita.
2- Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en
detrimento de la salud.
3- Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas, especialmente
cuando una dieta lujosa está fuera del alcance económico
4- Comer o beber vorazmente dándole mas atención a la comida que a
los que nos acompañan.
5- Consumir bebidas alcohólicas hasta el punto de perder control total
de la razón. La intoxicación injustificada que termina en una completa
pérdida de la razón es un pecado mortal.
Virtud a vencer: Templanza
Moderación en el comer y en el beber. Es una de las virtudes. Vence al
pecado capital de gula.

La virtud de la templanza conduce a evitar toda clase de exceso, el


abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Quienes
en estado de embriaguez, o por aficción inmoderada de velocidad,
ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las
carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables (CIC
2290).

6. La Envidia
Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo
desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se
opone al décimo mandamiento. (CIC 2539)

Virtud a vencer: Caridad


La tercera y principal de las Virtudes Teologales. La caridad es el amor
de Dios habitando en el corazón.

7. La Pereza
Falta culpable de esfuerzo fisico o espiritual; acedia, ociosidad. Es uno
de los pecados capitales. (CIC 1866, 2094, 2733)

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