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Psicología Humanista

ROLANDO TORO

Rolando Toro Araneda, creador de la Biodanza, nació en Concepción (Chile) el 19


de Abril de 1924. Su infancia transcurrió alrededor de su casa natal con sus padres
y hermanos, y la escuela básica del Barrio de la Plaza Condell de esa
ciudad. Proviene de una familia de educadores: su abuelo fue profesor en la ciudad
de Cañete, su madre (Berta), siete de sus tías y dos de sus hermanos fueron
profesores.
Antes de encontrar su verdadera vocación como educador y decidir formarse como
profesor de enseñanza básica en la Escuela Normal “José Abelardo Núñez” en el
año 1943, pasó tres años por la Facultad de Medicina de la Universidad de
Concepción.
Se desempeñó como profesor normalista, durante alrededor de dieciséis años, en
las ciudades de Valparaíso, Talcahuano, Pocuro y Santiago (Chile) entre los años
1944 a 1957.
En cada una de las escuelas donde trabajó, fue descubriendo aspectos que estaban
ausentes en la educación tradicional.
Por ejemplo, en Talcahuano se dedicó especialmente a vincular a los niños con la
naturaleza, realizando con ellos frecuentes excursiones al mar, luego los temas
derivados de esas visitas los usaba en el aprendizaje.
Señalando:
«En la escuela ha de plasmarse el espíritu de la Paz, vigorizando los sentimientos
de solidaridad con los pueblos y el amor a la vida»
De su labor como profesor en Pocuro, Rolando señala:
«La Escuela Granja de Pocuro es como su nombre lo indica, un colegio agrario
donde los muchachitos, además de los conocimientos de educación primaria,
aprenden a labrar la tierra, a criar ganado, a cuidar las aves, etc. En otras palabras:
un plantel en que el niño aprende a enfrentarse intelectual y físicamente con la
realidad de su ámbito».
«Considero, y de ello estoy seguro, que una de las misiones fundamentales del
maestro es la de desarrollar las facultades espirituales e intelectuales del niño.
Incitarlas, estimularlas sin forzarlas nunca. Esto, indudablemente, habrá de producir
a la larga un elemento bien dotado, sensible, rico en espíritu, para nuestra
sociedad»
Como profesor de primaria realizó propuestas experimentales de educación
artística, además de investigaciones sobre el dibujo realizadas con niños, enfermos
mentales y con artistas. Es por esto que en 1954 realizó el primer “Festival del Niño”
en donde se examinaron las condiciones socioeconómicas y de salud en la infancia
chilena.
En el Festival participaron seis mil niños de todo el país, presentándose orquestas
infantiles, exposiciones de pintura, cerámica y juguetes pedagógicos en el patio de

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la Casa Central de la Universidad de Chile. También se realizó un gran desfile de


niños por el centro de Santiago.
Rolando fue capaz de convocar a diversas organizaciones sociales, políticas y
culturales en búsqueda de mejorar las condiciones de los niños.
Rolando señala:
«En la niñez ha de consolidarse en forma definitiva, enérgica e implacable el
DERECHO A LA VIDA DE LOS PUEBLOS. Las naciones poseen en su infancia
reservas inagotables de energía creadora; el derrumbe moral y material se produce
inexorablemente tras una infancia descuidada, humillada y torcida»
Debido a sus revolucionarias concepciones sobre educación, el Decano de la
Universidad de Concepción Rolando Merino, invitó a Rolando a dar un ciclo de
conferencias en la Escuela de Educación de esa universidad. Posteriormente a
estas conferencias, creó un Laboratorio de Psicología en la Escuela Educación de
la Universidad de Concepción.
Desde esta fase de experimentación psicopedagógica, Rolando tomó la decisión de
realizar estudios al respecto, y con la mediación del Rector de la Universidad Chile
Jorge Gómez Millas, ingresó a segundo año de Psicología en la Escuela de
Psicología del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, desde donde se
tituló.
En este mismo período conoció al doctor Claudio Naranjo, con quien estableció una
profunda amistad. Gracias a su intervención, Rolando Toro ingresó al Centro de
Estudios de Antropología Médica (CEAM) de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Chile, trabajando allí desde 1965 hasta 1973.
En el CEAM dirigió seminarios de antropología médica, filosofía y psicología bajo la
dirección del Dr. Francisco Hoffman, esposo de Lola Hofmann. A ésta, la consideró
su maestra desde el día que la conoció, tras su llegada de Viena luego de su
permanencia junto al Dr. Carl. Jung.
Es así, como Rolando pasó a formar parte de un equipo multidisciplinario, que tenía
por objeto, en aquel momento mejorar la calidad de vida de los enfermos mentales
y humanizar sus relaciones con el personal médico y paramédico del Hospital
Psiquiátrico de Santiago. Para esto ensayó diferentes sistemas terapéuticos,
realizando sus primeros intentos de danza terapéutica.
A partir del éxito que obtuvo en esas experiencias, extendió el sistema para ser
aplicado en otros cuadros clínicos y en personas sin patologías.
Paralelamente realizó investigaciones sobre la violencia en la Penitenciaría de
Santiago. Debido a su trabajo con los enfermos mentales, perteneció al Instituto de
Investigación del Hospital Psiquiátrico de Santiago.
En 1966 la Universidad Católica le solicitó que ofreciera un curso de Expresividad y
Creatividad en el Instituto de Estética de la universidad al que llamó Psicodanza,
sistema de ejercicios y músicas que ya había experimentado en el Hospital
Psiquiátrico de Santiago.

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Inmediatamente después de entregar este curso, Rolando Toro fue nombrado


profesor de Psicología del Arte y Psicología de la Expresión en el mismo instituto.
A partir de todos los trabajos de investigación que estaba realizando en ese
momento, Rolando comienza a interesarse abiertamente en el mundo de la mente
y los estados de expansión de conciencia, mediante el trabajo con LSD.
Fue íntimo amigo de Albert Hoffman, creador del ácido lisérgico. Éste le entregó una
cierta cantidad de dosis para investigación científica. A fines de la década del 60, y
en su casa de la Av. Los Olmos (Ñuñoa / Santiago) se dio cita gran parte de la
escena cultural de Santiago: entre ellos Alejandro Jodorowsky, músicos de Jazz,
actores conocidos de vanguardia, psicólogos y otros intelectuales interesados en la
experimentación con alucinógenos, en la cual y desde la cual se realizaban y
emprendían distintas actividades culturales y artísticas completamente originales,
novedosas e innovadoras, trasgresoras muchas veces con lo conocido hasta
entonces.
Las obras que emanaron de esos experimentos fueron mostradas en la mítica
galería de arte “Casa Luna” de la calle Villavicencio en Santiago, propiedad de
Susana Wald y Ludwig Zeller.
De estas actividades en dicha casa, nacieron en forma natural los que se conocieron
como “Juegos de Psicodanza”, que marcaron los inicios de los años70.
Eran representaciones surrealistas, verdaderas performances que consideraban
teatro, canto, poesía, danza y música. Las presentaciones tuvieron lugar en
numerosos teatros de Santiago
(Teatro Camilo Henríquez, Teatro Caupolicán, Teatro Municipal), Viña del Mar y
Valparaíso. Aunque fueron abiertamente censuradas por la Iglesia Católica local,
Rolando continúo con las presentaciones a “tablero vuelto” producto de la inédita
manifestación que el público apreciaba en este curioso “arte catártico y salvaje”.
Rolando señala:
«Los Juegos de Psicodanza son un conjunto de experimentos de expresión
corporal. Sus integrantes no son artistas profesionales, son personas que buscan
apasionadamente un sentido interior dentro del mundo que vivimos»
«Estos juegos aluden al poder musical para curar enfermedades, invocar las fuerzas
de la naturaleza, despertar el amor o el deseo, armonizar las sociedades, etc… Para
lograrlo hay que despertar en el hombre la musicalidad interior perdida y restituir su
vitalidad animal»
«Estos juegos no son propiamente danzas, ni teatro, ni pantomima en el sentido
tradicional. Se trata de formas libres de expresión corporal con música y sonidos
dentro de pautas coreográficas permitiendo gran creatividad, sinceridad y fuerza
vital de los bailarines»
En los años 70’s, Rolando realizó un viaje a la Comunidad de Esalen liderada por el
psicólogo Fritz Perls en Big Sur (California) y al pequeño pueblo de Bodega ( San

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Francisco). Allí compartió experiencias grupales donde el Contacto y la Caricia eran


una de las propuestas principales como premisas y prácticas sanadoras.
También compartió con otros investigadores de la época, como es el caso de René
Spitz, que ya trabajaban con los llamados “niños institucionalizados” (de orfanatos
o internados públicos) y que sostenían que había una relación directa entre la
estimulación afectiva y el sistema inmunológico.
Al regresar a Chile, incorporó a su incipiente Modelo operativo, la presencia
sanadora de las caricias y el contacto en sus ejercicios.
Su partida de Chile se inicia en 1974, con una invitación a participar en un Congreso
de nuevas Psicoterapias en la Universidad Abierta de Buenos Aires (Argentina) el
que en un principio sólo lo retendría un par de días en dicho país, pero que
terminaría convirtiéndose en su primer “recorrido” fuera de Chile por alrededor de
10 años.
En Buenos Aires se empieza a desarrollar y visualizar más cabalmente el conjunto
de ejercicios y experiencias como un verdadero Sistema de Integración, con
consecuencias sanadoras y terapéuticas, aplicando el Sistema Biodanza a
pacientes mastectomizadas en la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer.
Posteriormente en esa misma ciudad, fue nombrado Profesor Emérito de la
Universidad Abierta Interamericana de Buenos Aires.
Desde allí, comienza a crecer el reconocimiento a las técnicas de Rolando y su
“nuevo” Sistema.
Es por esto que en 1979, Rolando se trasladó a Brasil donde estableció un instituto
privado de Biodanza, logrando la expansión de este sistema a toda América Latina.
Además en este país trabajó con enfermos mentales en el “Hospital Jiqueri” de Sao
Paulo y con mujeres mastectomizadas en el “Instituto del Radio”.
Se queda por largos años allí, ya que Rolando es recibido con una empatía
extraordinaria en Brasil, visualizando a ese país como el lugar óptimo para enseñar
Biodanza, y es desde donde definitivamente ésta se internacionaliza y se masifica,
a tal punto que la Biodanza es percibida casi con la misma cotidianeidad que el
Psicoanálisis en USA o Argentina.
Algunos de sus colaboradores en Argentina y posteriormente en Brasil, emigran a
Italia y Suiza a “difundir” la Biodanza, ya definitivamente como un Sistema
estructurado.
Rolando los acompaña y permanece en Milán en 1989 para enseñar Biodanza.
Desde estas enseñanzas, la Biodanza cobra definitivamente un carácter mundial y
crea varias escuelas de Biodanza, para formar profesores en toda Italia.
Además en Milán, trabajó con enfermos de Parkinson y Alzheimer en las ciudades
de Como y Varese.
En 1998 regresó a Santiago de Chile, desde donde dirigió todo el movimiento de
Biodanza, constituido por Centros y Escuelas de Formación de este Sistema

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distribuidas en Europa, América Latina, Estados Unidos, Canadá, África del Sur,
Japón y Nueva Zelandia.
Estando en Chile, el año 2001 fue nominado para postular al Premio Nobel de la
Paz por sus trabajos en Biodanza y Educación Biométrica en la Casa de América
(Madrid, España)
También fue nombrado Doctor Honoris Causa como Educador Biométrico, el año
2006 en la Universidad Federal de Paraíba (Brasil), la que además formalizó dentro
de sus programas la primera Escuela de Formación Biocéntrica en el mundo.
Por otra parte, en el año 2008 fue nombrado Profesor Emérito por la Universidad
Metropolitana del Perú.
Además, fue poeta y pintor, realizando exposiciones en Brasil, Italia y Francia.
También publicó libros de poesía y psicoterapia, los que han sido traducidos a
diversos idiomas.
El 16 de febrero de 2010, Rolando muere a los 85 años de edad en Santiago de
Chile.

Bio: Vida y Danza: Movimiento pleno de sentido

¿QUÉ ES BIODANZA?

“Es un sistema de integración humana y reeducación afectiva, de renovación


orgánica y re-aprendizaje de funciones que originan vida, a través del movimiento,
la música, el canto y ejercicios en grupo. Biodanza desarrolla los potenciales de
salud y bienestar. Trabaja a partir de lo sano y de la optimización biosocial”. (Prof.
Rolando Toro Araneda)

 No prioriza lo verbal, sino el aprendizaje vivencial Tiene estructura


cenestésico-vivencial. Los cambios deflagrados por la vivencia (consigo y
con el grupo) son incorporados a actitudes y comportamientos pues no
dependen solo de la memoria o del conocimiento. Los resultados se obtienen
por PROCESOS, no por acciones puntuales.
 Está basada en la ciencia y utiliza lenguaje científico-poético.

 En lo que atañe a lo social desarrolla una conciencia comprometida de


ciudadanía (consigo mismo y con el otro). Biodanza aumenta la autonomía.
Ejerce su acción pedagógica al desenvolver, en quienes lo practican, el
compromiso y cuidado con todas aquellas acciones que promuevan la vida;

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fomentando así la conexión con agentes de salud que eleven la calidad de


vida propia y colectiva.
 Cada persona al nacer trae consigo la información genética en sus células
(información única) que se expresará a lo largo de toda su vida dependiendo
para ello que las condiciones ambientales sean las adecuadas.

 La acción que ejerce Biodanza es la de estimular (de manera específica)


esos potenciales a través de cinco líneas o canales de expresión:
 Creatividad
 Vitalidad
 Afectividad
 Sexualidad
 Transcendencia

ÁREAS DE APLICACIÓN:

¿Dónde se pueden crear grupos de Biodanza?

· Destinado a todas las personas, niños y adultos mayores: integra los


extremos de la vida al trabajar los potenciales tardíos

· Biodanza y empresas

· Educación Biocéntrica (centros educativos)

· Biodanza Clínica (en centros de rehabilitación)

· Biodanza para niños

· Biodanza acuática, Biodanza y arcilla y otras extensiones.

Obras literarias

-La Noche - Poemas


- Projeto Minotauro.
- Tras los Pasos de Afrodita - Poemas.
- Lo Imposible Puede Suceder - Poemas.
- LÂ Alfabeto della Vita - Poemas
- Biodanza.
- Balada del Ángel Caído - Poemas

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BENEFICIOS DE LA BIODANZA

La Biodanza es uno de los sistemas más completos que existen. De la mano de la


diversión, el disfrute y el placer nos lleva a transformaciones muy poderosas tanto
en lo orgánico como en lo existencial. Rolando Toro, su creador, supo aunar ciencia
y arte, y no es de extrañar que en pocos años se haya propagado por todo el mundo
de forma tan asombrosa. Aquí presentamos 8 ejemplos de lo que la Biodanza nos
puede aportar.

1) INCREMENTO DE LA ALEGRÍA: Quizá una de las cosas que experimentes


cuando practiques Biodanza por primera vez sea una cierta sensación de estar más
contento/a durante los dos o tres días posteriores (si no lo estropea tu jefe). Con el
tiempo, ese aumento permanece de forma constante. Esto no es magia. Es el
resultado de un estudiado efecto sobre el “humor endógeno”, el estado de ánimo
que es resultante de la conjunción de factores genéticos y del estado global de salud
y que es difícil (o imposible) modificar sólo con intentarlo conscientemente pero sí
por las vivencias vitalizadoras que te propone la Biodanza. Tiene relación con las
hormonas y estrógenos, quizá más concretamente con el receptor 5HT que se liga
a la serotonina y establece la comunicación con los centros del cerebro asociados
al humor.

2) REDUCCIÓN DEL ESTRÉS: La Biodanza te ayuda a estar con atención y acción


cuando hay que estarlo y con relajación y abandono cuando corresponde.
Comprobarás que en una sesión de Biodanza hay ejercicios-danza de movimiento
y activación y otros de paz y entrega. En la primera parte estamos activando el
“sistema simpático” (segregando principalmente adrenalina) y en la segunda el
“sistema para-simpático” (segregando principalmente acetil-colina). De esta forma,
la Biodanza ayuda a regular el sistema nervioso autónomo (neurovegetativo) al cual
es difícil acceder conscientemente.

3) FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA INMUNOLÓGICO: Estudios efectuados


por Marcus Stück y Alejandra Villegas en la Universidad de Leipzig (2008) constatan
este efecto que predijo Rolando Toro. Compararon la secreción en saliva de
inmunoglobulina de clase “A”, antes y después de las sesiones con dos grupos, uno
de Biodanza y otros de participantes en un curso de reducción del estrés. Ambos
grupos mostraron incrementos pero en el grupo de Biodanza existía “transferencia”
(se llevaba a la vida cotidiana), es decir, un efecto a largo plazo (si se practica
regularmente mantenida en el tiempo). De los estudios se desprende que “la

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práctica de Biodanza de forma continuada mantiene los cambios inmunológicos de


manera estable”.

4) MEJORA DE LAS RELACIONES CON LAS DEMÁS PERSONAS: La Biodanza


desarrolla nuestras competencias afectivo-sociales con innumerables ejercicios
experiencias con las que integramos de forma natural nuestra empatía, asertividad,
seducción, confianza. Rolando Toro elaboró una escala con los niveles de “vínculo”
basándose en diferentes autores:

1) individualismo anárquico.

2) personalismo y colectivismo.

3) prioridad del “nosotros” y del diálogo.

4) nutrición recíproca de la identidad del otro.

5) empatía.

6) epifanía del encuentro que lo que se experimenta en Biodanza.

5) MEJORA DE NUESTRAS COMPETENCIAS PERSONALES: En los citados


estudios de Stück y Villegas se realizaron pruebas en Argentina y en Alemania con
grupos de Biodanza y grupos de control con cuestionarios pasados en 10 autores.
En ellos se constató que la Biodanza producía efectos positivos, entre otras, en las
siguientes variables psicológicas: eficacia propia, salud psíquica, expansividad,
autonomía, valoración de sí mismo, concepto sobre propias capacidades,
optimismo, orientación positiva hacia el futuro y hacia la vida, tranquilidad interior y
equilibrio, seguridad en sí mismo.

6) EXPANSIÓN DE CONCIENCIA: La Biodanza nos ayuda a percibir la realidad de


forma más profunda, a captar la esencia de las personas y del mundo, nos
proporciona un cambio en el sentido y significado del todo. Los seres humanos
tenemos dos tipos de estados de conciencia: los estados “alternativos” (la
conciencia ordinaria y el sueño) y los estados “alterados” (producidos por
meditación, hipnosis, drogas o procedimientos de trance). Las cuidadas secuencias
de ejercicios de la Biodanza nos permiten un suave “trance” integrador que nos lleva
a una conciencia ampliada. No te preocupes que no “perderás” la conciencia ni
saldrás viendo dragones pero sí es frecuente experimentar: “éxtasis” (descubrir lo
bello de fuera, percepción de todo lo que existe e identificación con el universo, las
múltiples criaturas y las personas), e “íntasis” (descubrir lo bello de mí y todas mis
potencialidades, felicidad de ser yo mismo/a).

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7) INCREMENTO DE LA INTELIGENCIA AFECTIVA: La Biodanza, trabaja sin que


te des cuenta, en los tres pasos que proponen los expertos en Inteligencia
Emocional (Daniel Goleman y otros): en la capacidad de “percibir” las emociones y
“aceptarlas” (sentir lo que estoy sintiendo gracias a la base vivencial de la
Biodanza), en la capacidad para “entenderlas” (gracias a la conciencia ampliada), y
en la capacidad para “regularlas” (para actuar de forma beneficiosa para mí y las
demás personas, gracias a la progresividad, la autoregulación y el feedback).
Rolando además contempla la direccionalidad ética en esas capacidades,
proponiendo el término Inteligencia Afectiva para referirnos a la “inteligencia puesta
al servicio del amor, de la felicidad y de la alegría de vivir”. Para saber más sobre
este punto puedes leer el artículo: Biodanza e Inteligencia Afectiva: más allá de la
Inteligencia Emocional

8) INCREMENTO DE LA FELICIDAD: Lo que realizarás en Biodanza es


completamente sinérgico con las indicaciones que nos propone para una vida plena
la Psicología Positiva, encabezada por Martin

METODOLOGÍA

· Biodanza trabaja con la “música-el movimiento y la vivencia” para desarrollar los


potenciales humanos en el encuentro en grupo (como continente afectivo) y
fortalecer la identidad, la autovaloración.

· Se realizan sesiones semanales de dos (2) horas de duración que constan de una
primera parte de treinta (30) minutos de encuadre teórico-verbal sobre el tema a
trabajar (desde el Modelo Teórico de Biodanza y en feedback con los objetivos de
la organización). En el tiempo restante (o vivencial) se realizará la secuencia
de ejercicios destinados a tal fin con las músicas indicadas. Utilizando y respetando
tres principios fundamentales: autorregulación, progresividad y feedback que
garantizan la organicidad e integración del trabajo. Desarrollando la curva de la
sesión en total sintonía con los ritmos internos de cada participante respetando su
proceso.

“Nuestros pies y nuestro corazón son rítmicos. Nuestras manos son melódicas,
como nuestro cuello y nuestra sonrisa. La armonía, en cambio hay que buscarla en
el fondo de los ojos, en el encuentro de las miradas, donde se establece el circuito
inicial, el de la vida” Rolando Toro.

Javier Montaño Santacruz

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