El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha emitido una importante sentencia

en el caso Osmanoğlu y Kocabaş Vs. Suiza en el cual vuelve al debate sobre la

libertad religiosa.

El caso en cuestión se refiere a la negativa de una pareja de musulmanes

residentes en Basilea (quienes tenían la nacionalidad turca y suiza) de permitir
que sus dos menores hijas (de 10 años en el momento de los hechos) acudieran
normalmente a las clases de natación mixta que, por cuestiones del currículo
escolar suizo, eran obligatorias. Los padres oponían razones de índole religiosa
alegando que, desde el punto de vista de sus creencias, no era posible que sus
hijas participaran en una actividad de tal naturaleza. En consecuencia, el Estado
suizo impuso a los padres una multa de 1.292 euros por cada hija, éstos,
entonces, alegaron ante los tribunales suizos que el Estado estaba violando su
derecho a la libertad religiosa al imponerles una multa por el simple hecho de
ejercer lo que sus creencias le demandaban.