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Facultad de Humanidades
Campus de Quetzaltenango
TESIS
Carné 2081707
TESIS
Por:
Licenciada
El título de
Psicóloga Clínica
Sub-Director de Campus y
Coordinador de Integración
Universitaria de Campus Msc. P. José María Ferrero Muñiz S. J.
Asesor
Revisor de Fondo
A Madre María Auxiliadora, por ser la fuente de mis alegrías y consuelo en las tristezas,
por guiar mi camino y permitirme ser una mujer de bien.
A mis padres, por ser un pilar fundamental en mí desarrollo, por sus grandes
enseñanzas y esfuerzos para lograr y permitirme llegar tan lejos profesionalmente.
A mis hermanas, por ser mi motivación, por el apoyo y ánimos para seguir adelante y
así cumplir mis metas.
A mis mejores amigos, por todo su cariño y unión que fortaleció año con año una bella
amistad, por cada momento en el que juntos luchamos por llegar a la meta final.
Pág.
I. Introducción……..…………………………………………………………. 1
1.1 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad………….….…… 9
1.1.1 Definición………………………………………………………….……….. 9
1.1.2 Subtipos………………………………………………………………..….. 10
1.1.3 Criterios para el diagnóstico de trastorno por déficit de atención con
hiperactividad……………………………………………………….….….. 13
1.1.4 Sintomatología específica………………………………………….…..… 14
1.1.5 El TDA/H……………………………………………………………….…... 17
1.1.5.1 Genes candidatos asociados al TDAH…………………………….…… 18
1.1.5.2 ¿Qué tan común es el TDA/H?............................................................ 18
1.1.5.3 Consecuencias del TDA/H…………………………………………….…. 19
1.1.6 La hiperactividad………………………………………………………….. 21
1.1.7 Perfil de un niño con TDA/TDAH…………………………………….….. 22
1.1.8 Señales de alarma para maestros y educadores……………………... 24
1.1.8.1 El alumno difícil…………………………………………………………… 24
1.1.8.2 El alumno TDA/H según profesores y psicólogos…………………….. 25
1.1.8.3 Profesores y psicólogos coinciden sobre el TDA/H…………………... 25
1.1.8.4 Puntos clave para trabajar con niños hiperactivos……………………. 25
1.1.8.5 Sugerencias para los padres……………………………………………. 25
1.1.8.6 Sugerencias para los maestros…………………………………………. 26
1.1.9 Características primarias del TDAH/TDA………………………….…… 27
1.1.9.1 Subprocesos del funcionamiento atencional………………………….. 28
1.1.10 Repercusión del perfil conductual TDA/TDAH en la vida del niño….. 30
1.1.11 Otros enfoques del TDAH………………………………….…………….. 31
1.1.12 Problemas asociados al TDAH…………………………………............. 32
1.1.13 ¿Dónde está el autocontrol?................................................................ 34
1.1.14 La base neurológica: cambios en la forma de entender la voluntad... 35
1.1.15 Las causas: evidencias actuales……………………….……………….. 35
1.1.15.1 Las causas de un desarrollo anormal del cerebro……….……………. 39
1.1.15.2 Los mitos: Qué es lo que no causa el TDAH………………………….. 40
1.1.16 El niño con TDAH al llegar a adulto…………………………………….. 41
1.1.17 Tratamientos eficaces……………………………………………………. 42
1.1.17.1 La medicación: un tema complejo en el TDA/H………………............ 44
1.2 Niños de nivel primario…………………….……………………………... 45
1.2.1 Definición………………………………………………………………….. 45
1.2.2 Normalidad y atipicidad en el desarrollo de los niños……………… 46
1.2.3 Algunas características del niño de nivel primario…………………….. 50
1.2.4 El desarrollo de la niñez……………………………………….…………. 52
1.2.4.1 El desarrollo somático……………………………………………………. 53
1.2.4.2 El desarrollo intelectual……………………….………………………….. 53
1.2.4.3 Desarrollo de la personalidad durante la niñez……………………….. 56
1.2.5 Psicología del niño de 7 a 10 años……………………………………... 58
1.2.6 El niño de once años…………………………………………………….. 61
1.2.6.1 Perfil de madurez…………………………………………………………. 61
1.2.7 El niño de doce años…………………………………...……………….. 64
1.2.8 El niño y las instituciones educativas…………………………………… 66
1.2.9 Características del niño escolar………………………………………… 68
V. Discusión de Resultados……….………………………………………… 88
VI. Conclusiones…………………………………………………………....… 93
VII. Recomendaciones………………………………………………………… 95
Para llevar a cabo el estudio, se trabajó con una muestra de 105 niños con edades
comprendidas entre los siete y doce años, de género masculino y femenino, estudiantes
del nivel primario del Colegio Los Niños del Señor, ubicado en la Cabecera
departamental de Quetzaltenango.
Para obtener los resultados se utilizó la prueba psicométrica EDAH (Escalas para la
evaluación del trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Esta prueba
pretende profundizar en el conocimiento teórico de una alteración muy frecuente en la
infancia: El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (EDAH) y conocer sus
implicaciones en el desarrollo del niño. El estudio se desarrolló mediante el diseño de la
investigación descriptiva, los resultados indicaron que el 29% de los sujetos se
encuentran afectados por la presencia del Trastorno. Asimismo, se comprueba que el
género más afectado es el masculino en un 73%. Por tanto, se acepta la hipótesis
alterna la cual indica que sí existe el trastorno por déficit de atención con hiperactividad
en los alumnos de nivel primario del Colegio Los Niños del Señor.
Por tal razón, la presente investigación tiene como finalidad dar a conocer el Trastorno
por Déficit de Atención con Hiperactividad e identificar principalmente a los niños que lo
padecen. Brindar la ayuda correspondiente para mejorar el estilo de vida y modificar la
conducta, con el objetivo de facilitar el buen desarrollo del niño en los medios en los
que se desenvuelva.
Dado que, desde siempre los educadores se han quejado de las conductas disruptivas
en clase de determinados niños, que reiteradamente muestran dificultad para
concentrarse en una tarea. Los niños que son hiperactivos en todos los ambientes
tienen un peor pronóstico, porque sufren con más frecuencia, las consecuencias
negativas que los comportamientos alterados provocan en la familia, colegio y grupo de
amigos; de este modo se vuelven más vulnerables y por tanto, aumenta el riesgo de
que desarrollen comportamientos antisociales.
Este es uno de los problemas más frecuentes en los niños, los síntomas inician antes
de los 7 años y pueden durar hasta la vida adulta. Puede que la falta de atención no
sea evidente hasta que el niño se enfrente a las expectativas de la escuela. En los
niños es más prevalente la hiperactividad y en las niñas la falta de atención. Además,
es importante destacar que algunos factores genéticos y ambientales producen una
vulnerabilidad que facilita la aparición del trastorno.
1
Para poder realizar los estudios de esta investigación, se trabajará con una muestra de
105 alumnos de ambos géneros del Colegio Los Niños del Señor, ubicado en la
Cabecera departamental de Quetzaltenango.
Hernández (1998), en la tesis Características creativas del niño con síndrome por déficit
de atención con hiperactividad, de la Universidad Rafael Landívar, trabajó con 20 niños
comprendidos entre las edades de 9 a 11 años, diagnosticados con SDA+H y
medicados con Ritalín por un neurólogo. Todos los sujetos residentes de la ciudad
capital.
Como resultado se estima que un niño con Déficit de Atención con Hiperactividad posee
una variedad de características creativas, tales como: fluidez verbal, curiosidad
intelectual, empatía y originalidad de pensamiento.
Asimismo, señala que el niño con el síndrome por déficit de atención con hiperactividad
(SDA+H) suele tener facilidad para imaginar, fantasear y crear con estilo propio y
originalidad. Para lo cual el autor recomienda, estimular el talento creador del niño con
SDA+H y recordar que la habilidad creadora puede ser aprendida, mejorada e
incrementada a través del tiempo. Reconocer y motivar las ideas inusuales, originales o
poco convencionales. Y, ofrecer al niño oportunidades para utilizar su propio criterio en
cosas tan sencillas como la manera de vestir, qué comer y cómo jugar.
2
auto-instrucción, solución de problemas y control de la ira, que incluyó también un
sistema de puntos con refuerzo positivo y costo de respuesta.
Los resultados señalaron, que los niños con TDAH que siguieron esta terapia
mostraron mejoras significativas en las valoraciones que los padres y los profesores
hicieron de funcionamiento conductual. No obstante estos cambios positivos fueron
superiores en el subgrupo sin agresividad, fundamentalmente según la percepción de
los padres. Además, los análisis de cambio clínicamente significativo pusieron de
manifiesto que fue menor el porcentaje de niños con TDAH y agresividad que lograron
la recuperación o un cambio fiable.
Por tanto, es preciso pensar que cualquiera de las manifestaciones del TDAH puede
presentarse en cualquier individuo en mayor o menor grado. ¿Quién no es un poco
despistado, impulsivo o inquieto?; y, ¿es el despiste, la impulsividad o la inquietud de
cualquier individuo de naturaleza distinta a la de los niños con TDAH?
3
diagnóstico se limita al TDAH–, existen altas probabilidades de que se pase por alto
otros problemas, en ocasiones más importantes que el propio TDAH.
Por tanto, concluye que, las modalidades de comunicación de las familias del estudio
se encuentran dentro de los patrones de crianza Hiperprotector y Democrático-
Permisivo, en donde la comunicación se basa en un cuidado por el bienestar emocional
del hijo así como un deseo de una comunicación cercana en donde los hijos
diagnosticados con TDAH puedan expresar lo que piensan y sienten. Finalmente,
Orellana recomienda la importancia de brindar información a los padres de familia que
tienen un hijo diagnosticado con un Trastorno por Déficit de Atención con
4
Hiperactividad, o alguna otra condición especial, sobre la importancia que los patrones
de crianza tienen en el desarrollo de los hijos.
Barthe (2004), en el artículo ¿Qué es ser un niño hoy? de la página web El Jardín
Online, refiere que ser niño en el siglo XXI es un oficio difícil y las nuevas generaciones
tienen que adaptarse a las exigencias que les impone la sociedad. Por otro lado,
establece que los padres ya no tienen claro qué significa educar un hijo. Las
generaciones anteriores sabían qué clase de adultos deseaban que fuesen sus hijos y
la educación se orientaba hacia esa meta.
Hoy día indica el autor, no hay metas y existe tanto miedo a equivocarse, que se deja
de educar. Los niños hacen uso de la libertad, haciendo lo que desean, no se les
imponen límites para no frustrarlos y no se les exigen responsabilidades, lo cual hace
que los padres brinden un exceso de protección o sobreprotección.
Por tanto, es necesario para que el niño de hoy llegue a ser un adulto triunfador y
exitoso, pueda formarse a través de la educación escolar, y al mismo tiempo pueda
gozar de un tiempo libre para la práctica de deportes, estudio de idiomas y cualquier
actividad que los prepare para el futuro. Dado que, en este moderno oficio de ser niño,
ya no hay lugar para el tiempo libre, para jugar, para disfrutar, para divertirse o,
simplemente, para leer. Y es por ello, que los padres tratan de compensar esta
carencia con sustitutos materiales, golosinas y falta de límites.
Rovati (2005), en el artículo El Niño Hiperactivo de la página web bebés y más; destaca
que un niño hiperactivo no es sólo un niño movedizo, travieso o que no para un
segundo. A veces se confunde con un niño mal educado o rebelde pero hay que saber
cuál es el verdadero problema del hiperactivo antes de juzgar. No son niños malos ni
poco inteligentes, son niños que tienen un problema de conducta de origen neurológico.
Se da en un 3% a 5% de la población infantil, es más frecuente en niños que en niñas y
requiere tratamiento psicológico.
5
Un niño con este trastorno no aguanta más de cinco minutos viendo una película, juega
con una cosa y enseguida se cansa, empieza a hacer algo y lo deja a la mitad, se
distrae con facilidad, mueve las manos y los pies todo el tiempo mostrando inquietud.
Para los padres es muy estresante porque no aceptan las normas establecidas, son
impulsivos, tienen dificultad para controlar su conducta, para seguir las indicaciones que
se les mandan y parece que no escucharan cuando les hablan.
Esta falta de atención trae como consecuencia el fracaso escolar, no es que sea un
niño vago, sino que no tiene constancia y sumado a la falta de concentración, su
aprendizaje es desordenado, descuida sus trabajos y no acaba las tareas. Tiene
dificultad en estructurar la información que recibe.
Los hiperactivos sufren mucho porque a menudo sufren el rechazo de sus padres,
pierden amistades y reciben frustraciones día tras día. Los padres deben contribuir a
crear un ambiente familiar estable, y establecer normas claras y razonables; esto no
significa que deban ser necesariamente estrictas, pero sí entendidas por las dos partes.
Luarca (2009), en la tesis Programa de desarrollo humano, dirigido a niños con Déficit
de Atención e Hiperactividad en el Centro de Superación Integral (CENSI), de la
Universidad Rafael Landívar, realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, de
siete niños entre las edades de tres y doce años, con un status socioeconómico medio
y bajo, con escolaridad de nivel primario y pre-primario, que presentan sintomatología
del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
La autora establece, que a partir de esta investigación se pudo comprobar que la edad
neurológica de cada uno de los niños que ha recibido tratamiento en CENSI, ha sido
beneficiado en alcanzar progresos significativos en cada una de las capacidades tales
como: la visual, auditiva, táctil, movilidad, lenguaje y manual; por tanto se logró alcanzar
una función neurológica adecuada en cada uno de los perfiles. Por tanto, recomienda
desarrollar programas donde se capacite a las personas que tienen contacto directo con
niños de edad escolar, como los padres, maestros, psicólogos y médicos, para que
puedan trabajar con técnicas enfocadas al trastorno de Déficit de Atención e
6
Hiperactividad, y puedan apoyarse en el Programa Primario de Desarrollo Humano que
se utiliza en CENSI. Asimismo, tomar en cuenta que la terapia para el tratamiento de
Déficit de Atención e Hiperactividad debe incluir tres aspectos principales como lo son:
conductual, ayuda escolar y padres de familia.
Finalmente, llega a la conclusión que los niños que reciben el programa en CENSI
mejoran con el movimiento la estructura del cuerpo, desarrollan la vista, aumentan su
inteligencia, mejoran la digestión, la evacuación y su salud en general. Además,
concluye que los padres deben actuar como modelos positivos, dando amor y aprender
a emplear la disciplina de forma adecuada, es decir, ser conscientes en sus
prescripciones y conductas utilizando correctamente las recompensas. Ya que el éxito o
el fracaso del déficit de atención depende en gran medida del compromiso que asuman
los padres, familiares, maestros y especialistas en el área.
Para lo cual se obtuvo como resultado, establecer una campaña de relaciones públicas
con una estrategia parar recaudar fondos en una entidad no gubernamental, para que la
niñez guatemalteca apoyara a niños de escasos recursos y así tuvieran la oportunidad
de estudiar la primaria. Obtención de más de 300 obras de arte elaboradas por niños de
diferentes partes del país en apoyo a Niños ayudando Niños.
Díaz (2010), en el artículo Niños inquietos, adultos ausentes; refiere que los que antes
eran sólo niños que se portaban mal, ahora son personas que siguen un tratamiento. Al
menos, así lo son quienes han sido diagnosticados con Trastorno por Déficit de
Atención con Hiperactividad, conocido por sus siglas como TDAH.
El autor indica que el TDAH no tratado puede generar muchos conflictos sociales y
laborales en la vida de quien lo padece, así como también puede generar
consecuencias negativas en el entorno.
González (2011), en el artículo El manejo escolar de niños con déficit de atención con
hiperactividad, señala que según la gran cantidad de niños que presentan este trastorno
entre el 3 y 7% de la población en edad escolar, parece muy probable que todo maestro
de nivel primaria y secundaria, tarde o temprano, tenga entre sus estudiantes a uno o
varios casos de niños o adolescentes con TDAH. Por lo cual, el autor refiere que debido
a tal comportamiento los maestros pueden mostrarse verdaderamente azorados cuando
se trata de lidiar con este tipo de niños, puesto que controlarlos resulta un tarea difícil,
lo cual genera en el docente frustración, ya que simplemente no encuentra la forma de
ayudar a este niño el cual retrasa al resto del grupo.
8
De este modo, concluye que la escuela es uno de los ingredientes esenciales en el
tratamiento de un niño con TDAH. Un ambiente escolar que sea capaz de entender y
operar tolerantemente con un niño con déficit de atención puede hacer la diferencia en
la vida de estos niños. Dado que, si el maestro es capaz de comprender esto, él logrará
el equilibrio justo entre la exigencia que caracteriza el proceso de enseñanza-
aprendizaje, y la tolerancia que necesita para ayudar a este niño a dar lo mejor de sí.
1.1.1 Definición
9
que se está diciendo. Pueden proceder a cambios frecuentes de una actividad no
finalizada la otra.
1.1.2 Subtipos
Aunque la mayor parte de los individuos tienen síntomas tanto de desatención como de
hiperactividad-impulsividad, en alguno predomina uno u otro de estos patrones, el
subtipo apropiado para un diagnóstico actual debe indicarse en función del patrón
sintomático predominante durante los últimos 6 meses.
- F90.0 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado (314.01)
Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante 6 meses 6 (o más)
síntomas de desatención y 6 (o más) síntomas de hiperactividad-impulsividad. La
mayor parte de los niños y adolescentes con este trastorno se incluyen en el tipo
combinado. No se sabe si ocurre lo mismo con los adultos afectos de este trastorno.
- F98.8 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del
déficit de atención (314.00)
Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante 6 meses 6 (o más)
síntomas de desatención (pero menos de 6 síntomas de hiperactividad-impulsividad).
En muchos de estos casos, la hiperactividad todavía puede ser una característica
clínica significativa, mientras en otros, los problemas de atención puros son los más
frecuentes.
- F90.0 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio
hiperactivo-impulsivo (314.01)
Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante 6 meses 6 (o más)
síntomas de hiperactividad-impulsividad (pero con menos de 6 síntomas de
desatención)
10
- Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo
Se sabe que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad ocurre en distintas
culturas, con variaciones en su prevalencia entre distintos países occidentales,
probablemente a causa de que las prácticas diagnósticas son distintas, y no a
consecuencia de diferencias en la presentación clínica del cuadro.
Es difícil establecer este diagnóstico en niños de edad inferior a los 4 o 5 años, porque
su comportamiento característico es mucho más variable que el de los niños de más
edad, pudiendo incluir características similares a los síntomas del trastorno por déficit
de atención con hiperactividad. En niños pequeños o preescolares ciertos síntomas de
desatención no suelen observarse con facilidad, puesto que dichos niños habitualmente
experimentan pocas exigencias de atención sostenida, los pequeños con trastorno por
déficit de atención con hiperactividad se mueven excesivamente y suelen ser difíciles
de contener y controlar.
En niños en edad preescolar con trastorno por déficit de atención se han observado
discapacidades sustanciales. En niños en edad escolar, los síntomas de desatención
afectan las tareas en clase y el rendimiento académico. Los síntomas impulsivos
también pueden dar lugar a alteraciones de las normas familiares, interpersonales y
escolares.
11
- Prevalencia
- Curso
La mayor parte de los padres observan por primera vez la actividad motora excesiva
cuando sus hijos son pequeños, coincidiendo frecuentemente con el desarrollo de la
locomoción independiente, sin embargo, puesto que bastantes niños pequeños muy
activos no presentarán un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, debe
prestarse una especial atención a diferencia de la hiperactividad normal característica
del trastorno por déficit de atención con hiperactividad antes de formular este
diagnóstico en los primeros años de vida.
12
1.1.3 Criterios para el diagnóstico de Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad
- Existen 1 o 2:
Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos
durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación
con el nivel de desarrollo:
- Desatención:
A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido
en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades, tiene dificultades para
mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas, parece no escuchar cuando se
le habla directamente, no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u
obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a
incapacidad para comprender instrucciones). Tiene dificultades para organizar tareas y
actividades, a menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas
que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos),
extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes, ejercicios
escolares, lápices, libros o herramientas), se distrae fácilmente por estímulos
irrelevantes, es descuidado en las actividades diarias.
- Hiperactividad:
13
dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio, a menudo está
en marcha o suele actuar como si tuviera un motor, habla en exceso.
- Impulsividad:
A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas, tiene
dificultades para guardar turno, interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros
(p. ej. se entromete en conversaciones o juegos).
Balés y Puig (2003), indican que los síntomas específicos del trastorno son las
dificultades para mantener la atención y la concentración, las dificultades para controlar
las respuestas impulsivas y las dificultades para controlar el exceso de movimiento o
hiperactividad, no es posible describir la conducta precisa de todos los niños con este
14
trastorno, porque el comportamiento individual dependerá también de otros factores,
como por ejemplo, edad, situación ambiental del niño, temperamento o existencia de
otros problemas tales como la ansiedad, depresión, baja autoestima, sentimiento de
fracaso, entre otros.
No presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las
tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades. Por este motivo, el niño suele
cometer errores en actividades rutinarias o que conoce bien, ya que en estos momentos
baja el nivel de atención. Esta falta de atención a los detalles puede provocar fallos
importantes.
Puede dejar encargos a medio cumplir por no haber atendido totalmente a las
instrucciones. Por este motivo, puede parecer desordenado porque deja las cosas sin
terminar: no recoge los papeles, no arregla la ropa o los zapatos e incluso deja los
15
armarios y cajones abiertos porque lo olvida, una vez que ha encontrado lo que
buscaba olvida volver a dejar las cosas como estaban.
Le cuesta poner orden a las actividades que debe hacer y por ello se le acumulan las
tareas. También, le puede parecer que le sobra tiempo para hacerlo todo hasta que,
finalmente, no tiene ninguna posibilidad de terminar la tarea por no haberse repartido
correctamente el tiempo. Los apuntes o trabajos escolares también suelen estar mal.
- Le disgusta o evita dedicarse a tareas que requieren esfuerzo mental sostenido, como
trabajos escolares o domésticos
Aunque las actividades que tenga que realizar le interesen, puede que se olvide de la
ropa de deporte el día de gimnasia o el material que necesita para el trabajo de
manualidades, a veces olvida el abrigo o los libros en el colegio, y los ejercicios
terminados, en casa.
A veces parece poner poco interés en el cuidado personal y va algo desaliñado, con los
cordones desatados, la camisa medio por fuera del pantalón o mal peinado.
Le resulta difícil jugar un rato seguido el mismo juego, por lo que tiende a agarrar
juguetes que abandona al cabo de poco tiempo.
- Habla en exceso
1.1.5 El TDA/H
Sarasson y Sarasson (2006), indican que el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) se define por síntomas de falta de atención, hiperactividad e
impulsividad. El TDAH, como lo define el DSM-IV-TR, tiene tres subtipos: problemas de
17
atención, conducta hiperactiva-impulsiva y una combinación de problemas de atención
e hiperactividad. El primer subtipo se caracteriza principalmente por la dificultad para
mantener la atención enfocada en tareas, un problema que interfiere no sólo con el
aprendizaje sino también con la culminación de las tareas en la escuela o en el trabajo,
debido al hecho de no escuchar instrucciones o poner atención a los detalles. El
segundo subtipo está marcado por una conducta hiperactiva y algunas veces impulsiva.
El tercero, el subtipo combinado, incluye ambas dificultades.
Quintero y Lauffer (2009), mencionan a Waldman y Gizer (2006), quienes indican que
en los últimos 15 años ha habido un importante auge en el número de genes que se
han ido asociando a la etiopatogenia del TDAH. Los principales genes que se han
asociado a un mayor riesgo de padecer TDAH o con una mejor/peor evolución de la
sintomatología asociada a este trastorno pertenecen mayoritariamente a las vías de
señalización de los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y serotonina, aunque
también se han encontrado asociaciones en genes de otros neurotransmisores, genes
implicados en el metabolismo y genes de factores neurotrópicos.
Tanto en los niños como en los adolescentes, el TDA/H tradicionalmente ha sido más
común en hombres que en mujeres: en estudios de la población general, la proporción
es cerca de cuatro niños por cada niña y en estudios clínicos, de nueve niños por cada
niña. Este sesgo puede deberse a que los niños con este trastorno tienen mayores
probabilidades de mostrar una conducta agresiva-impulsiva, mientras que las niñas que
padecen el trastorno presentan principalmente desatención.
18
1.1.5.3 Consecuencias del TDA/H
Los niños diagnosticados con TDA/H pueden experimentar algunos obstáculos sociales
debido a que no son bien aceptados, tanto por sus compañeros como por sus
maestros. Los padres de niños con este trastorno muchas veces experimentan
dificultades matrimoniales, altos niveles de estrés e interacciones padre-hijo conflictivas.
Es normal que muchos niños tengan altos niveles de actividad y les cueste prestar
atención durante períodos prolongados, pero quienes padecen TDAH, presentan una
hiperactividad y falta de atención excesivas que interfieren con el comportamiento
cotidiano. Algunos niños que sufren TDAH sólo tienen problemas de atención; otros
19
sólo tienen problemas de hiperactividad e impulsividad; otros niños tienen ambos
problemas. Con el tiempo, los niños que padecen TDAH tienden a ser menos
hiperactivos e impulsivos, pero, con frecuencia, siguen teniendo problemas de falta de
atención, distracción y organización.
Existen tratamientos efectivos para ayudar a controlar los síntomas del TDAH, como la
falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad, y puede mejorar la capacidad de
una persona para desenvolverse en el hogar, en la escuela y en otros lugares.
Los síntomas del TDAH deben ser evaluados por un profesional del cuidado de la
salud calificado para evaluar niños que padezcan TDAH, es necesario que el
profesional que trate al niño esté capacitado para diagnosticar y tratar el TDAH.
Además, el profesional debe conocer profundamente el desarrollo normal de un niño
(como es el caso de los pediatras, los pediatras de desarrollo, los psiquiatras de niños y
adolescentes y los neurólogos pediatras). Es posible que el tratamiento consista en la
administración de medicamentos, una terapia conductual o una combinación de ambas.
1.1.6 La hiperactividad
21
- Síndrome de hiperactividad infantil
Narvarte (2008), refiere que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad se
caracteriza por la presencia del déficit atencional en comorbilidad con síntomas de
hiperactividad e impulsividad. El niño con TDAH de poca edad, entre 3 y 5 años, tiene
una hiperactividad que lo lleva a poner en riesgo la integridad física. A menudo salen
corriendo y no se percatan de escalones o desniveles, abren la puerta y salen corriendo
sin poder frenar en el cordón de la calle, se caen de las escaleras, quieren agarrar algo
y tiran todo lo que esté alrededor, se caen de la silla, tocan todo.
22
- Conducta en general organizada por área
TDA incluye los siguientes factores, Control motor: pasividad, lentitud, torpeza,
disgrafía. Control mental: respuestas lentas, inatención, desorganización, ineficiencia.
Control emocional: desinterés, conductas inmaduras e infantiles.
En el subtipo más común, el TDAH, que es el que aparece con mayor frecuencia y se lo
observa a más temprana edad, ya desde los 3 años, la hiperactividad está totalmente
instalada, y el comportamiento y perfil conductual del niño dan cuenta de la presencia
de una desorganización madurativa y conductual.
En el caso del TDA, es más difícil detectarlo a temprana edad como un TDA, ya que la
gran desatención que presenta el niño, sin otros signos conductuales, hace pensar que
es una cuestión madurativa.
No está bien que un niño a los 5 años sea cada vez más desatento, cada vez más
inquieto y desorganizado.
23
- Los primeros indicios
Así aparece una de las primeras responsabilidades del Nivel Inicial, que, conoce la
psicología evolutiva del niño entre los 4 y 5 años, deberá detectar aquellos casos en
donde el ciclo de evolución esperado no se cumple, solicitando la intervención de
especialistas.
En el Nivel Inicial, los síntomas que subyacen son la hiperactividad e impulsividad, que
provocan alteraciones en la conducta, en la adquisición de hábitos y en la organización
de las actividades.
Balés y Puig (2003), establecen que cualquier profesor con algo de experiencia sabría
reconocer a un alumno difícil por las características generales del comportamiento en
clase. Los profesores según el autor, suelen clasificar a estos alumnos según la actitud
que muestran, y van desde los que simplemente ignoran lo que pasa en clase y se
dedican a sus cosas sin molestar a nadie, hasta los que de un modo u otro se las
arreglan para revolucionar a todos los demás. Por razones obvias, estos últimos son
los que causan problemas más graves y más difíciles de solucionar, llegando algunas
veces a presentar tan mal comportamiento que el profesor no encuentra otra solución
que la expulsión del colegio.
24
1.1.8.2 El alumno TDA/H según profesores y psicólogos
A juzgar por las cosas que hacen o dicen, algunos de los alumnos problemáticos se
parecen entre sí, al diferenciarse del resto de alumnos difíciles que puedan portarse mal
por otras razones o mostrar otras conductas. Un alumno con este problema no acepta
la responsabilidad de los actos que comete y aquellos con los que no se puede razonar.
Este subconjunto de alumnos difíciles responde a una caracterización común porque
los rasgos que presenta son los de un problema psicológico: el Trastorno por déficit de
atención con hiperactividad (TDAH) o sin ella.
Buj (2007), indica que pretender que un niño se comporte perfectamente, y de forma
correcta en todo momento, en situaciones creadas para adultos es algo irreal, los
padres han de adaptar las actividades que realizan con sus hijos a las edades de los
niños. Es aconsejable llevar un control de las conductas del niño a lo largo del tiempo
puesto que, en su momento, será muy útil para cualquier terapeuta que pudiera seguir
el caso.
25
- Aprender a controlar la conducta del niño
Lograr que los niños con TDAH hagan aquello que los padres suponen que deben
hacer es un reto muy difícil de conseguir, por ello, es conveniente acudir a seminarios o
cursos donde se aprenden a utilizar estrategias educativas eficaces, a adecuar las
expectativas a las capacidades de los niños y, a la vez, conocer a otras familias que se
encuentren en situaciones semejantes y que les comprenden.
- Ir paso a paso
Muchos padres llegan a prestar más atención a las conductas negativas de sus hijos,
ya que éstas son las que molestan y llaman más la atención. Es muy importante
descubrir a los pequeños haciendo algo bueno y felicitarles por ello.
26
-No es extraño que los niños excesivamente activos tengan algún otro problema en las
relaciones con sus compañeros. Ha de ser corregido pero siempre buscando una
solución, nunca culpabilizando, ni etiquetando al niño.
-Es muy importante que el profesor le dedique unos minutos a la semana para reforzar
los tratos pactados, tales como, esperar su turno haciendo un dibujo, o saber que se
está moviendo demasiado porque el profesor ha colocado la mano sobre la mesa.
-Todos los niños pueden destacar en algo. Si existe un niño que tiene dificultades para
destacar en el aprendizaje, se puede ayudarle favoreciendo otras actividades que
desarrollen la creatividad como las manualidades o las canciones.
Narvarte (2008), indica que una característica primaria es la inatención: este síntoma es
el más característico tanto en el TDA como en el TDAH, el déficit atencional radica en la
dificultad existente para enfocar y sostener la atención en un objeto por un tiempo
determinado, descartando los demás estímulos circundantes. Este déficit atencional
genera gran dificultad para concentrarse. La atención se ve alterada en todos los
subprocesos: enfocar y ejecutar, sostener, codificar, cambiar (selectivamente).
27
partir de los 5 años y cuando se manifiestan constantemente, o sea que no son
temporales, y cuando se observan en todas las actividades de la vida del niño.
28
paso a la inquietud nuevamente. Es un acto casi involuntario, el niño no se puede
controlar. Esta hiperactividad es motora y verbal, es decir, movimientos constantes y
también habla permanentemente, hasta compulsivamente.
29
- Puede tener accidentes por su impulsividad
- Actúa sin pensar
- No mide riesgos
- No mide las consecuencias de sus actos y palabras
- Responde sin pensar o sin que le pregunten
- Es entrometido y, en ocasiones, desubicado.
1.1.10 Repercusión del perfil conductual TDA / TDAH en la vida del niño
Si bien hay dos áreas sobre las cuales predomina el impacto del TDA/TDAH, que son la
escolaridad y los vínculos sociales, el primer cimbronazo se siente en la familia. Tanto
el niño como la familia, se deben acostumbrar a la convivencia con un niño TDAH, con
las modificaciones necesarias que se deban hacer en la dinámica familiar, como la
aceptación de adaptaciones, frustraciones, cambios, conflictos y demás circunstancias
que se generan en la vida cotidiana.
Vida de relación, los vínculos sociales con estos niños son complejos, porque son
molestos o, en el peor de los casos, descontrolados, generando el rechazo de los
padres e, incluso, de los adultos. Suelen estar siempre envueltos en conflictos o
discusiones, funcionan como desobedientes o maleducados, exagerados; en definitiva,
les cuesta adaptarse a las normas sociales de convivencia. El problema radica cuando
estas situaciones emergen como meros trastornos de conducta, sin poder comprender
que estos desajustes conductuales tienen que ver con la falla de autorregulación, con la
impulsividad-hiperactividad e inatención que reviste al TDAH y que no se pueden
controlar voluntariamente; cuando esto sucede, el niño se siente perseguido,
incomprendido, y la problemática aumenta; la solución en ámbitos sociales de los
problemas de comportamiento depende de la comprensión que haya del TDAH y de la
contención que se le puede brindar al niño, se demorará un tiempo, pero bajo esta línea
podrá encauzarse.
30
1.1.11 Otros enfoques del TDAH
Buj (2007), establece que uno de los trastornos del comportamiento más frecuente es el
trastorno de déficit de atención, con o sin hiperactividad. Este trastorno como muchos
otros requieren del cuidado clínico por parte de un médico u otro profesional de la
salud. Por tal razón, el autor establece que el alumnado con trastornos del
comportamiento puede presentar necesidades educativas especiales y requerir la
puesta en marcha de recursos técnicos y humanos para darles respuesta.
En principio, que un niño sea algo despistado, movido o impulsivo no tiene porque ser
malo. Los problemas comienzan cuando, a causa de estas dificultades, el pequeño ve
alterada su vida cotidiana en casa y en la escuela, y aparecen otros problemas como
roces o peleas con los amigos, que no entienden esa forma tan efusiva de saludar o
esos empujones que da, porque necesita ser el primero en llegar a donde sea. De
aquí pueden salir algunos problemas futuros de adaptación en la escuela.
Muchas veces, los padres y maestros agotan su paciencia y optan por los castigos que,
encima del desgaste que implican, no solucionan la situación y empeoran las relaciones
interpersonales.
Los padres pueden aprender a manejar las destrezas, tales como el dar instrucciones
paso por paso, en vez de pedirle varias cosas al mismo tiempo. Las modificaciones en
la educación pueden ser dirigidas hacia los síntomas del TDAH, y de ésta misma forma
hacia las incapacidades de aprendizaje coexistentes.
31
como el resto de educadores y que, a partir de ahí, comiencen a trabajar conjuntamente
para mejorar las capacidades de los niños con dificultades, porque una buena relación
entre las personas que más tiempo pasan con el niño, es un factor importante y
decisivo para su desarrollo.
-Baja autoestima: el niño con TDAH es constantemente víctima de juicios negativos por
parte de los maestros, padres y compañeros.
-Depresión: muchos niños con TDAH, manifiestan una sensación persistente de tristeza
y una pérdida del disfrute con casi cualquier actividad.
32
-Alto riesgo de sufrir accidentes: el niño con TDAH actúa sin pensar y por ello se
expone con mayor frecuencia a situaciones de alto riesgo, ya sea en la escuela, en
casa o en la calle.
Ser padre o madre de un niño con TDAH es, en ocasiones, una experiencia frustrante,
cansada y desgastante. Las técnicas que comúnmente se utilizan para educar a los
niños no funcionan cuando éste presenta el trastorno, ya que tiene características
especiales, tanto para aprender, como para el manejo de sus relaciones emocionales
con amigos y familiares.
Los padres de un pequeño con TDAH pueden presentar depresión, ansiedad y culpa.
Además, en numerosas ocasiones son criticados y rechazados por familiares y amigos
debido al comportamiento de su hijo, puesto que lo achacan a una nefasta educación.
La relación de pareja también puede verse dañada por la conducta del niño, y es por
ello que es muy importante cuidarla. Si los padres están mal, el niño lo acusará. Los
grupos de apoyo para padres de niños con TDAH pueden constituir una gran ayuda.
Jamás se le debe ocultar al niño qué significa tener TDAH, puesto que, seguramente,
para cuando los padres reciben dicho diagnóstico, el niño ya se siente diferente a sus
compañeros. Es importante, que el niño no utilice el TDAH como excusa para no
anotar tareas y para no tener un buen desempeño escolar, es necesario motivarlo y
explicarle cuáles son los síntomas del trastorno para que intente centrarse en las
características de su conducta que son rechazadas y criticadas por los demás.
También se debe hablar con todas las personas que conviven habitualmente con el
niño, para que entiendan en qué condiciones se encuentra y evitar, en lo posible, que el
pequeño sea rechazado y lastimado por abuelos, tíos, primos y hermanos.
Especialmente son los hermanos quienes se ven afectados por el TDAH, aunque, en
muchas ocasiones, ellos mismos también lo padecen, puesto que se ha encontrado una
alta incidencia del trastorno dentro de la propia familia del niño con TDAH (padres,
abuelos, hermanos). En ocasiones, dichos hermanos que no presentan el trastorno,
pueden sentir que los padres no les ponen atención, porque su hermano ocupa todo el
tiempo de sus padres.
33
Normalmente, lo que más se nota en un niño con TDAH son las características
negativas. Sin embargo, están llenos de cualidades. Muchos niños con TDAH son
espontáneos, creativos, innovadores, ingeniosos, inventivos, leales, intuitivos y
confiables. Además, están llenos de energía y aceptan los riesgos. Siempre se les
puede hacer destacar en alguna actividad, lo cual aumenta su autoestima.
Barkley (2002), indica que la investigación científica actual sugiere que todos estos
problemas superficiales pueden ser consecuencia de un déficit central más profundo en
la inhibición de la conducta, y un retraso en el desarrollo del control del impulso. Los
científicos denominan a este problema desinhibición, lo que significa que la conducta no
se inhibe en algunas circunstancias, en las que otros normalmente la inhibirían. En
cierto sentido, el yo de un niño con TDAH no controla, regula o ejecuta la conducta tan
bien como lo hacen los demás. Así pues, el problema de los niños con TDAH no surge
de una falta de habilidad, sino de la falta de autocontrol.
Pobre autocontrol, el TDAH está probablemente entre los trastornos psicológicos mejor
estudiados. A pesar de ello, la comprensión de este trastorno está todavía lejos de ser
absoluta. ¿Cómo desarrollan los niños el autocontrol? ¿Cuáles son los mecanismos
psicológicos y los procesos que subyacen a nuestra habilidad para controlar nuestro
34
comportamiento mejor que cualquier otra especie? Y ¿qué procesos son los que están
afectados o tardan más en emerger en los niños que presentan un TDAH? , a todas
estas interrogantes el autor refiere que estudios científicos han demostrado que los
problemas asociados a este trastorno pueden reducirse a una atención deficiente,
impulsividad e hiperactividad, y que los dos últimos parecen ser parte del mismo
problema: un déficit en la inhibición de la conducta. Además, lo que llamamos
dificultades para mantener la atención también parecen ser problemas para inhibir la
conducta, es decir, para inhibir el impulso de hacer algo diferente de lo que el niño está
haciendo en ese momento. De esta forma, parece que los problemas que se
consideran los síntomas primarios del TDAH podrían reducirse a un retraso en el
desarrollo de la inhibición de la conducta.
Es sabido que el TDAH implica un déficit en la habilidad del individuo para inhibir las
respuestas a situaciones o acontecimientos, es decir, es un problema de autocontrol.
Como tal, el término trastorno del desarrollo del autocontrol puede ser el nombre más
apropiado para el TDAH. El término TDAH, que enfatiza el déficit de atención, se
queda corto. También es sabido, después de años de investigación, que ésta habilidad
para inhibir la conducta está controlada por la parte frontal del cerebro, en un área
conocida como el córtex órbito-frontal. Por lo tanto, no existió duda cuando se
comprobó, a partir de las investigaciones de la década pasada, que ésta parte del
cerebro no es tan activa en los niños con TDAH, como lo es en los que no tienen el
trastorno; y que ésta y otras áreas son significativamente más pequeñas de lo normal.
Aún así, constituye un gran avance en la comprensión del TDAH el hecho de disponer,
finalmente, de una serie de estudios que documentan la baja actividad del cerebro y la
relacionan con un déficit en el control de los impulsos o en la capacidad de inhibición.
- Neurotransmisores
Otros científicos han sugerido que las personas con TDAH tienen niveles insuficientes
de algunos neurotransmisores, es decir de sustancias químicas que permiten la
transmisión de información entre las neuronas. Esta idea está respaldada por diversas
fuentes:
Los estudios con animales, sugieren que esos fármacos incrementan en el cerebro los
niveles de dos neurotransmisores, la dopamina y la norepinefrina. Estos estimulantes
producen mejoras significativas de la conducta en las personas con TDAH. Esto
implica que estos fármacos incrementen la cantidad de estos dos neurotransmisores en
el cerebro, y que a su vez podrían ser menos abundantes en el cerebro de las personas
con TDAH.
36
Algunos estudios han tomado muestras de líquido céfalo-raquídeo de niños con TDAH
para analizar los niveles de determinadas sustancias químicas relacionadas con los
neurotransmisores cerebrales. De nuevo, estos estudios señalan la posibilidad de que
el TDAH esté relacionado con niveles más bajos de dopamina. Sin embargo, los
resultados de otros estudios, realizados a partir de muestras de sangre y de orina, no
apuntan en la misma dirección.
- Actividad cerebral
Hasta ahora muchos estudios que han medido la actividad eléctrica cerebral de las
personas con TDAH, han encontrado que es más baja en el área frontal que la de las
personas sin TDAH.
37
- Menor flujo sanguíneo
Cuanto más activas son algunas zonas cerebrales, más sangre necesitan. Barkley
(2002), menciona que en 1984, los doctores Hans Lou, Leif Hernriksen y Peter Bruhn,
que trabajaban en el Instituto Kennedy, en Dinamarca, publicaron un estudio en el que
comparaban el flujo sanguíneo cerebral de once niños con TDAH, algunos de los cuales
presentaban también trastornos del aprendizaje, con el de nueve niños sin TDAH.
Encontraron, que los niños con TDAH presentaban un menor flujo sanguíneo hacia las
áreas frontales, especialmente en el núcleo caudado, una estructura importante en las
vías que unen la zona frontal con las estructuras del cerebro medio, conocidas como el
sistema límbico. El núcleo caudado, está compuesto por diversos haces de fibras
nerviosas y es una de las regiones del estriado. Esta región es importante para la
inhibición de la conducta y el mantenimiento de la atención. El sistema límbico, al que
está conectado, es el responsable de una gran variedad de actividades humanas, entre
las que se encuentran el control de las emociones, la motivación y la memoria. A través
de estas vías y conexiones, el sistema límbico envía señales hacia la zona frontal del
cerebro, la cual, a su vez, envía sus propias señales hacia el sistema límbico como un
medio de control y regulación de la conducta y las emociones. En otro estudio, estos
científicos compararon los flujos sanguíneos de seis niños con TDAH y quince sin el
trastorno y obtuvieron resultados similares. En un tercer estudio, los mismos
investigadores y sus colegas compararon diecinueve pacientes con TDAH, con nueve
niños sin este trastorno. Otra vez los resultados mostraron un menor flujo sanguíneo en
las zonas frontales y, especialmente, en la región estriada del núcleo caudado. Cuando
se administró a esos pacientes medicación estimulante, semejante a la que se utiliza
para tratar el TDAH, el flujo sanguíneo se incrementó en esas áreas hasta alcanzar
niveles normales. Estos hallazgos han sido replicados recientemente por varios
equipos de investigación.
En otros dos estudios publicados en 1990 y 1991, el doctor Hynd y sus colaboradores
mostraron que grupos de niños con TDAH tenían áreas de masa cerebral ligeramente
más pequeñas en la región frontal derecha que los niños que se utilizaron como grupo
control. Es necesario replicar estos estudios antes de extraer conclusiones, pero los
38
hallazgos son consistentes con la información científica disponible sobre la actividad
cerebral, sugiriendo que la región frontal del cerebro está implicada en el TDAH.
Un estudio amplio del año 1992, encontró que la exposición directa al humo de los
cigarrillos durante el embarazo o la exposición indirecta después, incrementan la
probabilidad de que los niños presenten problemas de conducta. El consumo de tabaco
durante y después del embarazo, hace más probable que los niños presenten
problemas de conducta importantes. Así, algunos hallazgos científicos sugieren que la
exposición al humo de los cigarrillos está relacionada con un mayor riesgo de padecer
problemas de conducta similares a los que se presentan en el TDAH. La investigación
indica que los niños de madres alcohólicas, tienen más probabilidad de presentar
problemas de hiperactividad, falta de atención e incluso un TDAH. La cantidad de
alcohol consumido por las madres durante el embarazo está directamente relacionada,
en niños entre cuatro y siete años de edad, con el riesgo de presentar falta de atención
e hiperactividad.
39
Se debe tener en cuenta, sin embargo, que estos estudios únicamente proporcionan
evidencias de una asociación entre estas sustancias y el TDAH, y que las asociaciones
pueden ser engañosas.
En la década de los setenta y al inicio de los años ochenta, se hizo muy popular la idea
de que el TDAH se debía a los aditivos químicos que se utilizan para las comidas. Esta
teoría procede, de la amplia difusión en los medios de comunicación de las ideas del
doctor Benjamin Feingold, quien pensaba que la causa de la hiperactividad de
estos niños se debía, en la mitad de los casos, a los conservantes y colorantes. La
mayoría de las investigaciones realizadas en la década siguiente no apoyaron estas
afirmaciones. Nunca se han encontrado pruebas de que los niños normales desarrollen
un TDAH si consumen esas sustancias, ni que los niños con TDAH empeoren cuando
las consumen.
- Una mala educación o una vida familiar caótica pueden ser causa del TDAH
Las teorías que sostienen que el entorno es la causa más importante del TDAH no han
recibido mucho apoyo científico. Algunos escritores, han afirmado que la conducta
hiperactiva podría estar causada por la falta de control de los padres en la educación de
sus hijos, ya que son demasiado permisivos y no proporcionan suficiente formación,
estructura o disciplina. Ningún estudio apoya esta perspectiva.
En los últimos años el periodista John Rosemond, entre otros, ha argumentado que el
TDAH se debe a que los niños pasan demasiado tiempo viendo la televisión, mucho
más de lo que era habitual en generaciones anteriores. Esta idea tiene un atractivo
superficial porque se relaciona con la creencia popular de que ver mucho la televisión
disminuye la capacidad de atención de las personas. El autor menciona que no se
conoce ningún estudio científico que haya demostrado que esta idea sea cierta. No hay
40
ningún estudio que demuestre que los niños con TDAH ven más televisión que los
niños que no tienen el trastorno.
La investigación realizada hasta la fecha sugiere que entre el 50 y el 65% de los niños
con TDAH continúan teniendo síntomas cuando llegan a la vida adulta. Sólo entre un
10 y un 20% de los niños con TDAH llega libre a la edad adulta de cualquier trastorno
de tipo psiquiátrico, con un buen funcionamiento y sin síntomas significativos del
trastorno. El resto continúa teniendo muchos de los mismos problemas que tenían
cuando eran niños o adolescentes, y la persistencia de esos problemas les hace pagar
un precio muy alto. Se puede afirmar que sobre un 25% sigue presentando conducta
antisocial en la vida adulta. Los adultos con TDAH tienen cuatro veces más
probabilidades de haber cometido actos de agresión física hacia otras personas en los
últimos tres años.
En el mundo laboral de los adultos es posible que éstos tengan más problemas,
realicen peor el trabajo y alcancen un estatus más bajo. En el estudio de seguimiento
realizado por el autor con niños con TDAH hasta que llegaron a adultos encontró que
cambiaban de trabajo más a menudo que los que no tenían un TDAH; también era más
probable que los despidieran de sus trabajos por el comportamiento y pobre
autocontrol. Igual que durante el período de estudios en el instituto, el funcionamiento
en el trabajo de las personas con TDAH durante la vida adulta presenta problemas
significativos relacionados con la capacidad para trabajar de forma independiente y sin
41
supervisión, para ser puntual y entregar las tareas dentro del plazo, respetar los
honorarios de trabajo, ser persistente y productivo a la hora de hacer el trabajo
asignado y para relacionarse cordialmente con los compañeros de trabajo.
Lo que más afecta a la vida diaria de la persona adulta es el efecto que los síntomas
tienen sobre el manejo de las responsabilidades cotidianas, más que la naturaleza
subyacente del trastorno. Las consecuencias de los síntomas del TDAH en los adultos
son más extensas y graves porque las responsabilidades a las que deben hacer frente
son también, más amplias y diversas. En general, el tipo de tratamiento es el mismo
para adultos y para niños con TDAH.
42
-Las técnicas cognitivas, que ayudarán al niño a mejorar su capacidad de comprensión
del problema del TDA/H y su capacidad para comprender y reflexionar a propósito de
las dificultades en que pueda encontrarse.
Narvarte (2008), refiere que el tratamiento dentro del aula escolar se basa,
principalmente, en el conocimiento total del niño y su problemática.
43
El tratamiento de niños con TDA/H es multimodal, es decir, que es llevado adelante por
varios profesionales, si bien está indicado, no es obligatorio. Todos los médicos y
terapeutas, que además de estar convencidos de que el tratamiento para el TDA/H es
multimodal, pero que también respetan e incluyen a la familia, saben y actúan en
función de sugerir o indicar con todas las explicaciones pertinentes un psicofármaco,
dando lugar a la elección final a los padres. Según fuentes médicas y de laboratorios, el
Meltifenidato o la Atomoxetina (genéricos) son dos de los fármacos más usados. El
Meltifenidato, uno de los fármacos que más ha ocupado a la Psiquiatría científica en
todos los países del mundo (siendo el más usado) y, a la vez, el más cuestionado
públicamente, potencia la acción de la dopamina, inhibiendo la recaptación a nivel
presináptico, lo cual produce activación del lóbulo frontal. Esta activación no tiene un
efecto sedante, sino normalizador, sobre la conducta, controlando la hiperactividad,
reduciendo la impulsividad y focalizando la atención.
Este tratamiento tendrá por objetivo reeducar las funciones cognitivas que se
encuentran deficitarias, trabajando así sobre la recuperación cognitiva. A este trabajo,
se unirá la recuperación del aprendizaje y la organización conductual.
Hay tres puntos clave sobre la medicación en el TDA/H, que valen la pena señalar:
44
La mayoría de los pacientes diagnosticados fehacientemente como TDA/H, en primer
instancia, realizan un tratamiento psicopedagógico y/o psicológico, dejando el
tratamiento farmacológico como última instancia, brindando así al niño y a la familia
posibilidad de recuperación y reeducación.
1.2.1 Definición
Posada, Gómez, Ramírez (2005), definen niño como un ser humano único e irrepetible,
deseante, capaz de generar y captar sentimientos, con derechos y deberes; que crece y
se desarrolla de acuerdo a su potencial genético, su dinámica interna y el aporte del
medio externo.
García (2008), indica que la educación en el nivel primario es una etapa llena de
posibilidades, la cual consta de seis años. Estos años que para muchos constituyen la
tercera infancia, vienen a constituir en el proceso normal del desarrollo humano una
serena evolución, en la que el niño perfecciona las adquisiciones de la etapa preescolar
y adquiere una casi infinita capacidad de aprendizaje, de absorción y almacenamiento
de los estímulos que vienen del exterior. En esta etapa alrededor de los seis años el
ser humano llega a un desenvolvimiento intelectual suficiente para empezar a adquirir
ideas en sentido estricto, es decir, conocimientos abstractos.
La maduración psíquica del niño entre los seis y once años, representa, en primer lugar,
un perfeccionamiento sensorial y motor, que se pone de relieve en una mayor
perfección en la capacidad de observación y un mayor dominio de los dispositivos
motores del organismo. Es capaz de adquirir determinadas habilidades manuales,
tanto en la utilización de las cosas, como en la fabricación de objetos y en las
creaciones artísticas. Igualmente, perfecciona los hábitos psicomotores; aumenta en
fuerza, rapidez, complejidad y coordinación de movimientos. La enseñanza primaria
ayuda al niño a la adquisición de los elementos en los cuales se ha de apoyar el futuro
y moral de la persona humana.
45
1.2.2 Normalidad y atipicidad en el desarrollo de los niños
Frías (2006), indica que el desarrollo de un niño no consiste únicamente en crecer, sino
que debe entenderse como un proceso mucho más complejo. Así como el cuerpo
cambia, la conducta también se va modificando; el niño adquiere el pensamiento y lo
desarrolla conforme el cuerpo crece.
Entre las funciones más importantes que cumple el sistema nervioso, están las que
hacen posibles los movimientos, el lenguaje, el pensamiento y, con ello, la manera en la
que una persona se adapta al medio, incluyendo la forma de relacionarse con los
demás.
Para explicar el desarrollo del niño, el autor menciona a Piaget, quien acepta tres
factores clásicos de aprendizaje:
46
-Maduración
-Ambiente físico
Por otra parte, estima que las relaciones sociales ayudan al niño a descubrir otras
formas de interactuar al desorientarse, observando otros aspectos de un problema
ignorado con anterioridad. A la educación la percibe como un medio que agiliza los
progresos que el niño va teniendo por medio de las etapas que transita, determinando
lo que debe aprender en cada una de ellas en forma específica. El lenguaje, que
comúnmente se menciona como el factor esencial del pensamiento lógico, es
considerado eficaz sólo cuando el niño es capaz de incorporar las ideas presentadas
ante ciertas estructuras que ya ha desarrollado.
El cuarto factor, al que Piaget llama equilibrio, es el que coordina a los demás en un
todo coherente, ya que la maduración, por sí misma, no puede explicar las variaciones
secuenciales que hay en las aceleraciones del desarrollo.
-Física o motriz
-Cognoscitiva o intelectual
-Afectivo/social
47
El área motriz se refiere a la capacidad que tiene el niño para realizar movimientos
corporales grandes (con brazos, piernas y cabeza), así como para coordinar
movimientos más finos (con la mano y dedos).
El área cognoscitiva considera la capacidad intelectual que el niño tiene para resolver
problemas que se le presentan, incluyendo las funciones de aprendizaje, memoria,
lenguaje, comprensión, y las capacidades para diferenciar y clasificar las cosas según
la forma, color, tamaño, entre otras.
El área afectiva y de socialización comprende las reacciones personales del niño ante
los que le rodean, con quienes tiene que relacionarse para satisfacer las necesidades
físicas, de cuidado y afectivas.
Diversos trabajos señalan que el peso al nacer, aún más que la gestación corta, influye
en la mayor frecuencia de secuelas psicológicas y dificultades escolares. E incluso hay
quienes se atreven a asumir que los prematuros son, como grupo psicológicamente
desajustados, y en mayor grado cuanto más bajo es el peso al nacer, principalmente si
este bajo peso se asocia con trauma perinatal.
48
-Variaciones en la velocidad a la que un niño se desarrolla.
-Diferencias en el trayecto particular que los niños toman para alcanzar una estructura
operatoria dada, por sólo mencionar algunas.
49
1.2.3 Algunas características del niño de nivel primario
Balaban (2003), refiere que la separación de los padres o de la persona que les ha
cuidado, suele hacer infelices a los niños, normalmente se sienten abandonados,
apartados, sin nadie que les quiera. A menudo se atemorizan, se enfadan; a veces
lloran, tiran cosas, pegan a otros niños, intentan pegar al profesor, muerden, patalean,
se tiran al suelo y tienen rabietas. En otras ocasiones la reacción es muy distinta, ya
que suelen esconder los sentimientos. Los niños regularmente son callados y no se
hacen notar; parecen seguir el ritmo de la clase porque no causan problemas, no son
presuntuosos y parecen bastarse a sí mismos.
Frías (2006), El niño tiene características generales comunes a todo ser humano y
características de la condición de niño.
Es imposible que en otro ser humano se dé el mismo código genético y las mismas
características del ambiente que se dan en una persona determinada, por lo cual, igual
que los otros seres humanos, el niño es un ser único e irrepetible, con características y
comportamientos muy propios que los diferencian de todos los demás; debido a esto, la
orientación y el acompañamiento deben ser muy específicos y acordes con su
individualidad.
El niño o la niña avanzan en el proceso vital desde la vida intrauterina y en forma similar
durante los primeros años, pero lenta y progresivamente por el influjo genético y
ambiental se da la diferenciación de género en forma directamente proporcional a su
50
edad, es decir, en forma más acelerada a medida que aumenta la edad, con cambios
que van aumentado y vuelven dramáticos y muy acelerados en la adolescencia en el
aspecto biológico, cognitivo, emocional, espiritual y social. Cada niño y cada niña son
gestores del propio desarrollo y los adultos deben ser los acompañantes inteligentes y
afectuosos de este proceso.
Cuando nace, el ser humano es uno de los seres vivos más indefensos y le es
indispensable la atención de los adultos durante un largo período, hasta construir
progresivamente su autonomía. En la medida en que el adulto le satisfaga
adecuadamente las necesidades básicas y simultáneamente estimule y apoye su
independencia, el niño será cada vez más autónomo. En el proceso de crecimiento y
desarrollo, el paso de la heteronomía a la autonomía es uno de los fines más
importantes; para alcanzarlo, necesita el acompañamiento del adulto que le brinde
acompañamiento efectivo.
Desde edades muy tempranas el niño capta los sentimientos de los demás, muy
especialmente los de los padres; a la vez, genera en los otros sentimientos que
influirán poderosamente en las relaciones con ellos y en la estructuración de la
personalidad.
51
-El niño como ser social
Canova (2007), refiere que la niñez comprende el período que transcurre desde los 7
hasta los 11 años y que se encuentra entre la infancia y la pubertad. Es una edad
extraña durante la cual parece que no sucede nada especial, y sin embargo, ocurre
algo muy importante puesto que se entra a esa etapa como niños y se sale encaminado
a convertirse en hombres. El autor indica que si la niñez se manifiesta, pues, como una
edad descolorida y sin historia, esto depende sobre todo de nuestra poca capacidad de
observación. Es verdad que durante la niñez no se da la ruidosa explosión de modelos
cada vez nuevos de desarrollo como en la infancia, pero el desenvolvimiento gradual y
la llegada a la madurez de los diversos tipos de desarrollo también tienen su interés.
Por ello, vale la pena, pues, revisar las fases de los diversos tipos de desarrollo que
entre los seis y los doce años completan su curso poniendo las bases del hombre
adulto.
52
demás a través de un delicado juego hormonal, del que participan todas las glándulas
de secreción internas del organismo.
El desarrollo somático o corporal durante la niñez o sea, desde los siete hasta los doce
años, afronta una desaceleración bastante sensible aunque permanece constantemente
activo. Se ha calculado que, si el organismo humano continuara creciendo con el ritmo
de los primeros cinco años de vida, a los dieciocho años alcanzaría una altura por lo
menos de treinta metros.
Hasta cumplido el séptimo año de edad, prevalece el crecimiento en altura; a partir del
octavo y hasta cumplidos los once se hace, en cambio, más notorio el aumento de
peso, como si el organismo estuviera almacenando energías en vista del inminente
salto prepuberal que en las niñas comienza precisamente hacia los once años, mientras
que en los muchachos acaece por lo menos un par de años más tarde.
La inteligencia es una facultad muy compleja que, por una parte, permite al hombre
llegar al conocimiento y explicación racional de las realidades y por otra lo lleva a
resolver los numerosos problemas concretos que presenta la vida. La inteligencia es
también un factor hereditario y si el ambiente puede influir en su desarrollo, esto acaece
siempre dentro de los límites genéticamente preestablecidos; nunca se puede llegar a
53
ser más inteligente de lo que se es potencialmente desde el nacimiento; de la calidad
del ambiente en que se vive depende que se puedan realizar en todo o en parte las
capacidades intelectuales.
Estos son los motivos por los cuales al nivel de los siete años de edad, cuando empieza
el aprendizaje de la obligación, no todos los niños se manifiestan igualmente
inteligentes. Casi todos, sin embargo, han alcanzado el nivel intelectivo que los prepara
para la adquisición del pensamiento conceptual. Hasta los cuatro o cinco años, el niño
conoce solamente a través de la percepción inmediata, es decir, su conocimiento se
limita a las sensaciones visuales, sonoras, táctiles, entre otros., que se van organizando
y ordenando dentro de modelos y esquemas cada vez más complejos. El pensamiento
del niño todavía forma una sola cosa con los objetos que percibe, y su mundo es un
mundo incoherente en el que los acontecimientos se yuxtaponen sin correlación alguna
entre sí.
La primera infancia, que va desde el nacimiento hasta el final del segundo año de edad
y comprende el período neonatal (todo el primer mes de vida) y el período de lactancia
(hasta el séptimo-octavo mes).
La segunda infancia, o edad preescolar, que llega hasta el final del sexto año de edad.
La tercera infancia, o niñez, que llega a cubrir todo hasta el duodécimo año.
A partir de los doce años en las niñas y de los catorce en los muchachos, comienza la
adolescencia cuyas primeras transformaciones corporales reciben el nombre de
fenómenos puberales. El período de la adolescencia también es interesante, y en él se
observa todo un despertar de fenómenos de crecimiento.
54
- Evolución del pensamiento
El tránsito del estadio de la percepción al del concepto es lento y, como queda dicho,
solamente hacia el séptimo año de edad el niño empieza a ser capaz de un
pensamiento conceptual, ayudado por el desarrollo del lenguaje que lo pone en
condiciones de tener un conocimiento de los objetos no estrictamente ligado a su
materialidad.
55
1.2.4.3 Desarrollo de la personalidad durante la niñez
Cuando el niño entra a la escuela elemental, ya están puestas las bases esenciales de
su personalidad, y la estructura que ella irá asumiendo dependerá en gran parte del
modo cómo él, desde niño, ha ido adquiriendo su propia autonomía distinguiendo
primero el propio yo, del yo de la madre, y luego asumiendo conciencia del mundo; más
adelante, sobre todo con la ayuda del padre, haciendo los primeros intentos de vida
social. El sentido de confianza, de autonomía y de iniciativa más o menos felizmente
adquirido durante los primeros cinco años de vida, constituye en mucha proporción la
horma de la futura personalidad.
56
siendo casi siempre un hecho que con el preanunciarse de la pubertad todo problema
no solucionado de la infancia vuelve a surgir con renovado vigor.
Pero, si los años de la infancia han sido verdaderamente felices, vividos en un ambiente
juiciosamente permisivo y agradable, la niñez viene en cierto sentido a sellar los
progresos obtenidos, y el niño tiene buenas probabilidades de ampliar su autonomía, de
aumentar el sentido de valor personal, de aceptar la realidad sin sentirse
excesivamente herido por ella. Efectivamente se ha advertido que los muchachos de
personalidad sana y equilibrada soportan mejor las críticas, al paso que los que todavía
no se han asentado, reaccionan vivazmente y tienen siempre a actitudes de defensiva.
En estos años empieza a abrirse paso en el ámbito del niño el sentido del deber y es
misión de los padres y maestros aprovechar todas oportunidades para alabarlo y
animarlo cuantas veces cumpla lo que se podía esperar de él: esto sirve para
confirmarlo en sus propósitos. También será preciso aprovechar toda ocasión para
alentar a los perezosos y desconfiados.
Se afirma que todo hombre tiene su personalidad, peculiar e irrepetible. Así como no
hay una hoja idéntica a otra, tampoco existe un hombre que tenga una personalidad
completamente igual a la de otro hombre. Si es verdad esto, también lo es que todas
las personalidades van desarrollándose a través de pasos obligados o de estadios
progresivos de maduración. De esta manera, la sucesión de las edades vienen a ser la
sucesión de los progresos. Uno de los primeros factores de desarrollo de la
personalidad es la imitación y el espíritu de imitación comienza a activarse muy pronto.
De los siete a los nueve años el niño, que ya está en condiciones de razonar y tiene
una verdadera sed de saber, para del sincretismo de los años de la primera y segunda
57
infancia a la objetividad de la tercera infancia. Sale definitivamente del egocentrismo y
se capacita para el diálogo con los demás.
Gómez (2004), refiere que el ingreso en la escuela primaria marca en sí una nueva
perspectiva de integración al mundo de los demás, de quien hasta hace poco tiempo
era el señor y centro del universo. Si en el jardín de infantes la tarea docente fue bien
realizada, el niño poseerá pocas dificultades para convivir en un grupo y será capaz de
realizar las tareas.
Gómez (2000), indica que los 7 años representan la edad de la razón y, desde el punto
de vista social, el comienzo de la edad escolar propiamente dicha.
En esta edad, hay que fijarse preferentemente en la actividad manual, diferente a los 6
años y los 9 años, en el sentido de que esta secuencia se traduce en un
encaminamiento pragmático. A los 6 años, la arena, los cubos, los juegos de
construcción, entre otros., son utilizados sin finalidad práctica. A pesar del número de
objetos usuales que le rodean, al niño no le viene la idea de usarlos para algo
58
determinado. El acto es simbólico más que práctico, y los primeros esfuerzos son
intelectuales. Esta actividad simbólica dura hasta los 7 años, y mantiene un carácter de
juego. A los 9 años, la actividad verdaderamente creadora, después de dos años, tiene
ya una finalidad práctica. Al mismo tiempo, aparecen la seriedad aplicada a la tarea y la
aptitud para el trabajo. Lo que caracteriza el fin de este período depende, para cada
niño, de la condición en su relación con los grupos, juegos y actividades a las cuales
entrega el tiempo del que dispone.
Constituye un carácter esencial por el cual se instaura este período. El niño es apto
para la producción de una obra. En el sexto año, la materia está tratada
constructivamente. Hacia los 7 años, el trabajo adquiere un carácter de tarea con un
sentimiento de obligación. La actitud del niño es seria, está dispuesto a trabajar, es
decir a aceptar y completar la tarea que se le ordena. El desarrollo físico, la buena
salud, tienen un papel importante.
- La socialización
Otro aspecto de esta maduración es la aptitud para adaptarse a un grupo. A los 5 años
se produce una metamorfosis: la mayoría de los participantes en los juegos que exigen
grupos importantes corresponden a la edad de 5 a 10 años.
El juego mismo cambia de carácter: las reglas son precisas, suponen ceremonias. Los
nuevos toman rápidamente contacto. Puede observarse diferentes tipos de niños, con
mucha circunspección por otra parte: el jefe (iniciativa, aptitud para organizar,
conformidad con el grupo), el tipo protector, el tipo protegido, el déspota, el favorito, el
terco, el solidario (por deficiencia física, por pobreza).
Hacia los 6 ó 7 años, la actitud egocéntrica persistirá para algunos, en las relaciones
concretas y particulares con otros niños.
59
La autocrítica y la estimación de los demás no se desarrollan sino secundariamente y
más tarde (8-9 años). La admiración de sí y la crítica de otros parecen primitivas.
La crítica objetiva hace su aparición hacia los 9-10 años. El niño es capaz, entonces de
hacer su trabajo tal como es.
Gómez (2004), señala que a los ocho años, el niño comienza a adquirir mayor
conciencia de los demás, tanto de los padres como de los adultos. Frente a éstos,
aparece más predispuesto que en la etapa anterior, para escucharlos y responder de
una manera apacible a las indicaciones que se le hacen. Es muy sensible a las críticas
y reacciona mucho mejor cuando es alabado o apoyado por los logros, lo cual actúa
como incentivo para progresar, la relación con los demás niños mejora.
A los nueve años, comienza a cimentar amistades más profundas y duraderas, en base
a su interés por la persona hacia quien orienta sus sentimiento de amistad y la
posibilidad de comunicarse verbalmente en diálogos fluidos y con temas definidos. A
esta edad el niño es capaz de subordinar sus propios intereses a los dictámenes del
grupo que conforma. Estas asociaciones se caracterizan por la rigidez de las normas de
aceptación en el cumplimiento estricto de los rituales elaborados y admitidos por todos
los integrantes y en la aceptación de los roles asignados a cada uno. En esta edad, la
capacidad de autocrítica es muy grande y cada niño interiormente sabe muy bien
cuáles son las limitaciones.
A los diez años, estas características decantan en una madurez del sentido colectivo,
gracias a que el niño ha logrado un equilibrio personal. Es capaz de actuar con
seguridad en sí mismo y desarrollar habilidad en los juegos, afectivamente, esta edad
se define por el sentido de compromiso, reflejado en un nuevo sentido de
responsabilidad en las relaciones sociales, en las tareas escolares y con la familia.
60
1.2.6 El niño de once años
Frances y Bates (2001), indican que los once años señalan indudablemente el
comienzo de la adolescencia, pues traen consigo una cantidad de síntomas del proceso
del crecimiento que en el curso de otra década colocará al niño en las fronteras de la
madurez.
¿Cuáles son estos indicios? Son nuevos patrones y nuevas formas intensas de
conducta. El antes complaciente niño de diez años comienza a manifestar formas
desusadas de afirmación de la personalidad, de curiosidad y de sociabilidad. Es
inquieto, investigador, charlatán. Se mueve y retuerce permanentemente. No le
molesta el reposo, pero le gusta andar siempre de un lado a otro. Tiene un hambre
voraz y constante. A la par de este enorme apetito de alimentos marcha su apetito de
nuevas experiencias. Cada vez formula más preguntas sobre los adultos, pues de día
en día se va pareciendo más y más a ellos, y no está lejano el tiempo en que él mismo
será uno de ellos. Actualmente examina con mirada más penetrante a los adultos;
incluso puede llegar a imitarlos mímicamente para profundizar la comprensión. No le
gusta estar solo, y acude a toda suerte de recursos y artificios para explorar las
relaciones interpersonales con los padres y compañeros.
61
deben pasar por un proceso de crecimiento y organización. Puesto que, se halla en los
umbrales de la adolescencia y el terreno no es desconocido, es mucho lo que hay que
crecer y organizar.
La vida emocional a los once años presenta frecuentes picos de gran intensidad. En
poco tiempo puede ser víctima de un fuerte ataque de cólera. Está sujeto a estallidos
de risa y a estados de ánimos variables. Los distintos humores vienen y se van a
ráfagas y algunas veces obedeciendo a un ritmo cotidiano: soñoliento y gruñón por la
mañana, y alegre y vivaz por la tarde; pero otras veces alterna días buenos con días
sombríos. El mal humor puede aparecer cuando hay demasiado que hacer y poco
tiempo para jugar o para dormir. Las emociones se levantan con rápido crescendo; la
voz también sube con premura, pues a veces llega a gritar con tal intensidad que obliga
a los demás a alzar la voz en forma equivalente; frecuentemente se le ve atravesar las
habitaciones como un remolino, profiriendo amenazas; estos exabruptos exigen una
mano firme y habilidosa. Si se les encara con demasiada sensibilidad o indulgencia
pueden provocar constante irritación.
62
Por todos estos hechos es algo más que un precursor de la adolescencia. Ya es, por su
conformación general, un adolescente. A esta edad no se limita a una conducta
totalmente pasiva, sino que encuentra un verdadero placer de las situaciones. La
franqueza y comunicatividad son tan grandes que el investigador no tiene más que
escuchar su desenvuelta conversación.
Ya a los once años, los hijos comienzan a ver a los padres como individuos
independientes, cuya personalidad se refleja en la conducta.
La adecuación a la escuela es, en cierto modo, más simple y suave que la adecuación
al hogar. En el hogar es consciente de no rivalizar con hermanos, padres y parientes;
ni debe ejecutar tareas domésticas. En la labor escolar, revela una gran concentración,
sobre todo cuando se trabaja en grupos distintos y el grupo rival está formado por
niñas. Los procesos intelectuales son efectivos y no muy académicos. La manera de
pensar es relativamente concreta específica. En consecuencia, todavía le gustan las
historietas no escolares. Las actividades extraescolares son muy diversas y efímeras.
No resulta extraño que los padres se sientan confusos y desanimados en los momentos
de más intenso desorden de la conducta a esta edad, que tanto contrasta con el
agradable equilibrio de los diez años.
-Salud
Aunque a los once años la salud puede ser muy buena, se observa cierta tendencia al
aumento del número de resfriados, gripes, infecciones del oído, sinusitis y a veces,
incluso pulmonías. Todo el mecanismo físico a los once es sumamente lábil. Cualquier
esfuerzo excesivo o excitación demasiado intensa pueden provocar asma en los niños
alérgicos. La fatiga se hace más marcada, evidenciándose en una mayor necesidad de
sueño. Una queja sumamente común a los once años es la de dolor de pies.
63
o al más ligero inconveniente físico. Cuando se les habla de las enfermedades de otras
personas comienzan a experimentar síntomas similares.
En franco contraste con los niños de once años, que parecen formar un grupo
relativamente uniforme en la estructura física, las niñas presentan marcadas
variaciones individuales, especialmente cuando se comparan los cuerpos de las niñas
más delgadas con las más gorditas. En el desarrollo sexual se observan cuerpos
semejantes. Algunos no presentan el menor rastro de desarrollo sexual, reteniendo las
formas menos diferenciadas de la infancia, en tanto que un número reducido de niñas
físicamente más adelantadas ya muestran contornos redondeados y el funcionamiento
fisiológico característico de la adolescencia.
Durante esta edad el niño en determinadas ocasiones forma grupos más numerosos
para realizar actividades atléticas y deportivas o también, para ir al cine; pero
generalmente prefiere los grupos más pequeños, el nivel cronológico de los doce años,
es en gran medida, una edad de considerable interés y actividad sexual. Los niños
comienzan a tener interés por las niñas. Cada sexo profesa interés por el opuesto. Son
más comunicativos y entusiastas, y califican al otro sexo de fantástico. Las niñas
comienzan a tomar más conciencia del aspecto físico que poseen.
64
Habitualmente todo el mundo sabe, dentro de un grupo quiénes se gustan entre sí.
Tanto los niños como las niñas muestran una gran variabilidad de intereses de un
amigo a otro.
-Actividades e intereses
A los doce años el niño ha perdido parte de esa insistencia con la que reclamaba para
conseguir lo que desea inmediatamente, el niño desea formar parte del grupo y se halla
gobernando en gran medida por éste. Los niños y niñas comienzan a ingresar a la
esfera del gusto adulto visitando asiduamente la biblioteca. Algunos se fijan en los
autores de los libros y pueden manifestar deseos de leer más.
Se posee más conciencia de gastar menos el dinero, y disfrutan más de las actividades
que realizan tomándolas con mayor seriedad.
-Vida escolar
Existe alguna característica distintiva, ella es el entusiasmo, éste puede ser tan fuerte a
esta edad que el niño se deje arrastrar por él. Experimenta tales impulsos, que es
capaz de llevarse literalmente por delante a cualquiera que se le cruce en el camino.
Este entusiasmo puede agitar una acalorada discusión y ocasionar problemas.
Para el niño de doce años, el grupo de compañeros que posee es de vital importancia
para la vida. Mientras que las niñas tienen una forma peculiar de agruparse al entorno,
a través de la plática.
La intromisión de las actividades sociales de los demás es mucho más importante para
las niñas. Se vuelve más independiente en cualquier actividad, deja de ser dependiente
de la maestra y de los padres en algunos eventos. Suele ser muy abierto a los demás y
está en constante aprendizaje. Es capaz de satisfacer las necesidades que poseen.
65
placer practicar ejercicios físicos y mentales. No le gusta ceñirse un horario demasiado
rígido, disfruta del tiempo que posee sin dejar algo inconcluso; esto debido a la
conciencia de la responsabilidad que se desarrolla a esta edad.
El entusiasmo que posee crece con tanta rapidez que es posible que se ponga a
discutir antes de haber tomado una decisión, le interesa más desarrollar correctamente
las ideas que posee y marcar una diferencia ante los compañeros de clase. El
entusiasmo desborda con tal facilidad que es necesario prevenir la posibilidad de cierta
violencia en el desenlace. El niño suele estar dispuesto a ofrecer ayuda y a demostrar
interés.
Le gusta disponer de un marco adecuado para las actividades que realizan. Tiene un
espíritu deportivo y disfruta de las actividades atléticas y deportivas. Es en ésta edad
donde el niño realmente comienza a disfrutar del juego por la práctica misma.
Posada, Gómez, Ramírez (2005) indican que desde que el niño nace las instituciones
comienzan a ser relevantes en su vida. Se identifica la familia como el grupo primario y
natural para la protección y cuidado; luego, progresivamente, el niño participa en otras
instituciones, tales como la educativa, sanitaria, recreativa, religiosa e incluso la
política; entre estas, las instituciones educativas y de salud son las más comprometidas
en el apoyo para el desarrollo del niño.
66
Mihaela (2011), señala que sin duda alguna las instituciones educativas constituyen un
elemento mediador por excelencia en el proceso de anclaje del sujeto en la cultura. En
esta dirección resulta interesante asomarse al problema de la infancia abandonada, en
relación a las influencias que ejerce la vida en un hogar de niños que carecen del
amparo filial en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad. Para ello se
parte del análisis de la familia como grupo social primario y las contribuciones que
reporta al desarrollo saludable de la personalidad a través de la relación emocional
primaria que desarrolla el niño con la madre. La familia es la unidad social primaria y
universal al constituir el primer grupo de personas que rodea al individuo cuando nace,
el que lo recibe, el primer espacio al que pertenece y la primera red de relaciones, ésta
le aporta al niño las condiciones necesarias para el desarrollo sano de la personalidad,
particularmente a través de la repercusión en los primeros años de vida. Es así, que
dentro de toda la edad evolutiva, la infancia constituirá el período más importante, en el
cual la personalidad infantil va absorbiendo y elaborando las primeras y más válidas
experiencias que facilitarán el desarrollo posterior.
67
cabe entonces es aprender de memoria esos resultados, esas palabras, sin que puedan
utilizarse adecuadamente.
La vida emocional del niño alrededor de los seis años se caracteriza aún por el estallido
frecuente y algún descontrol, de los seis a los siete años los niños conforman grupos de
amigos, aún inestables. Hacia los ocho años toma mayor fuerza y estabilidad la
agrupación social de los niños, que sigue siendo de un solo sexo. La fuerza y
estabilidad del grupo aumentan en la adolescencia.
Si bien, hasta los seis años el niño confunde todavía la fantasía con la realidad en los
juegos, posteriormente, sin perder la capacidad de fantasear, estos se tornan más
realistas, lo que refuerza lo característico del pensamiento, ahora concreto.
68
Aún a los ocho años los niños están muy centrados en ellos mismos; les gusta
desaprobar a los otros, pero que los aprueben a ellos, les es muy difícil adoptar el punto
de vista del otro. En esta transición, los padres, los profesores y otros adultos de las
instituciones, que tengan que ver con el escolar, tienen un papel definitivo en su
interacción recíproca con el niño, mediante la cual podrán respetarlo, aprobar los
puntos de vista y aceptarlo. Solo así el niño podrá aprender a aceptar al otro,
respetarlo y tener en cuenta los puntos de vista, aunque sean diferentes a los suyos.
En la niñez, el niño vive el mundo en el que se funda la posibilidad de convertirse en un
ser capaz de aceptar y respetar al otro desde la aceptación y respeto por sí mismo.
Al acercarse a los diez años el estado emocional es de mayor equilibrio, las relaciones
interpersonales son relativamente estables, hay menor agresión física, pero mayor
agresión verbal, es la época de las peleas; la familia sigue siendo el centro vital más
significativo y, en la escuela primaria, es evidente el deseo de los niños por estar con
los amigos del mismo sexo; cada vez es mayor la importancia que el escolar le da a la
aprobación de los compañeros de clase, y valora especialmente a los profesores, con
los cuales establece una relación directa y de gran significación afectiva.
69
II. Planteamiento del Problema
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA-H) está caracterizado por un
patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad. Este trastorno
psicológico afecta en la mayoría a los niños en edad escolar y los síntomas pueden
persistir hasta la vida adulta, quienes lo padecen suelen tener un comportamiento
impulsivo, incapacidad para focalizar la atención, facilidad para despistarse con
estímulos irrelevantes o secundarios, extremada dificultad para permanecer quietos,
imposibilidad para finalizar las actividades que inicia, hablar en demasía, perder
material necesario para la actividad escolar, esto junto a los estados de ánimos bruscos
e intensos, el temperamento impulsivo y fácilmente excitable, que crea frecuentes
tensiones en casa o en el colegio.
Con el paso del tiempo, todo esto no sólo repercute en el rendimiento escolar y
aprendizaje, sino también genera desajustes y problemas en la vida en general del
niño, adolescente o adulto. Interfiere negativamente en la autoestima, y dificulta
considerablemente el poder establecer relaciones con los compañeros, figuras de
autoridad, amistades o relaciones semejantes; quienes pueden rechazarlos o
enfadarse. Al llegar a la adolescencia, el comportamiento suele ser inmaduro y pueden
tener problemas en la escuela, con los amigos y en ocasiones hasta con la ley.
Así mismo, eleva la preocupación tanto de los padres, como maestros por la forma en
la que el niño se comporta; y ocasiona de esta manera problemas en cualquier entorno
que este se encuentre a causa de la conducta.
70
frecuente de fracaso escolar aunque el niño tenga un cociente intelectual normal.
Puesto que, para ser triunfante en cualquier área de la vida, es necesario tener la
capacidad y habilidad para poner atención, controlar el comportamiento y los impulsos.
Sin apoyo ni tratamiento, los niños realmente hiperactivos están expuestos a sufrir de
serios problemas por mostrarse tercos, desafiantes, por negarse a obedecer, por
pataletas y hostilidad verbal. Además, de tener serios problemas en la autoestima,
como consecuencia de que los padres y personas cercanas no comprenden la
naturaleza de la conducta del niño que es propia del TDAH, y lo culpan por no
comportarse correctamente. Es por ello, que aunque pueda tornarse difícil y estresante
lidiar con un problema de esta manera, existen tratamientos para aliviar los síntomas.
¿Cómo afecta el trastorno por déficit de atención con hiperactividad a los niños de nivel
primario del Colegio Los Niños del Señor?
2.1 Objetivos
Diagnosticar a los sujetos afectados por los síntomas de un trastorno por déficit de
atención con hiperactividad.
71
Informar a las encargadas de aula y padres de familia sobre la atención requerida hacia
los niños afectados por el TDAH.
2.2 Hipótesis
H1: Existe el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en los niños de nivel
primario del Colegio Los Niños del Señor.
Ho: No existe el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en los niños de nivel
primario del Colegio Los Niños del Señor.
72
-Niños de nivel primario:
Posada, Gómez, Ramírez (2005), definen niño como un ser humano único e irrepetible,
deseante, capaz de generar y captar sentimientos, con derechos y deberes; que crece y
se desarrolla de acuerdo a su potencial genético, su dinámica interna y el aporte del
medio externo. García (2008), indica que la educación en el nivel primario es una etapa
llena de posibilidades, la cual consta de seis años. Estos años que para muchos
constituyen la tercera infancia, vienen a constituir en el proceso normal del desarrollo
humano una serena evolución, en la que el niño perfecciona las adquisiciones de la
etapa preescolar y adquiere una casi infinita capacidad de aprendizaje, de absorción y
almacenamiento de los estímulos que vienen del exterior.
Para el estudio se trabajó con niños comprendidos entre las edades de siete a doce
años de género masculino y femenino, los cuales se encuentran inscritos en el Colegio
Los Niños del Señor, de la cabecera departamental de Quetzaltenango.
2.6 Aporte
73
A la comunidad poner énfasis en la forma que este problema puede llegar a dañar la
vida de quien lo padece.
A la URL y futuras investigaciones ser una fuente adicional de consulta para aquellas
personas que necesiten conocer acerca de la influencia de este trastorno en la vida de
un niño.
A los docentes quienes integran parte importante en la formación del alumno, y de tal
modo pueden ofrecer una enseñanza ajustada a las características personales de cada
estudiante.
A los padres de familia como una herramienta de ayuda y así proceder a actuar y
aplicar estrategias específicas más adecuadas para afrontar los problemas que
presentan los niños que padecen del TDAH.
74
III. Método
3.1 Sujetos
La población estuvo conformada por niños con edades comprendidas entre los siete y
doce años, de género masculino y femenino, religión cristiana, estudiantes del nivel
primario del Colegio Los Niños del Señor, ubicado en la Cabecera departamental de
Quetzaltenango, con una población total de 144 alumnos en el nivel primario; de los
cuales se extrajo una muestra de 105 niños para la realización del estudio.
3.2 Instrumentos
Se utilizó la prueba psicométrica EDAH (Escalas para la evaluación del trastorno por
déficit de atención con hiperactividad). Esta prueba pretende profundizar en el
conocimiento teórico de una alteración muy frecuente en la infancia: El trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (EDAH) y conocer sus implicaciones en el
desarrollo del niño.
La prueba mide los principales rasgos del Trastorno por Déficit de Atención con
Hiperactividad. En primer lugar, la escala mide exclusivamente los síntomas principales
del TDAH: hiperactividad, impulsividad y déficit de atención. En segundo lugar, la
prueba EDAH incluye una escala de evaluación que permite la distinción introducida en
el DSM-IV entre TDAH predominantemente hiperactivo impulsivo, TDAH
predominantemente atencional y TDAH de tipo combinado.
Esta prueba es un medio que permite evaluar de una manera sencilla y objetiva los
rasgos principales del TDAH, a través de la información aportada por el profesor del
sujeto de estudio.
3.3 Procedimiento
- Selección del tema a investigar: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
en Niños.
- Aprobación del tema por parte de la coordinación de la carrera.
- Investigación de antecedentes.
75
- Elaboración de índice.
- Investigación del marco teórico de las dos variables: Trastorno por Déficit de
Atención con Hiperactividad y Niños de Nivel Primario.
- Elaboración del planteamiento del problema.
- Elaboración del método.
- Aplicación del instrumento.
- Tabulación de datos y proceso estadístico para la conformación de resultados e
interpretación de los mismos.
- Elaboración de propuesta.
- Conclusiones del estudio.
- Recomendaciones.
- Recolección de referencias bibliográficas.
- Anexos.
- Presentación de informe final.
3.4 Diseño
Perea (2009), indica que el método descriptivo muestra la realidad del objeto de
estudio, las categorías, variables y factores principales de determinadas formas de vida
en un grupo étnico. El método descriptivo coincide con la observación sistemática, es
decir cuando la observación se realiza siguiendo unos criterios específicos, acerca de
unas categorías que constituyen la variable objeto de estudio. Este método focaliza
una realidad intentando identificar las dimensiones y factores más relevantes, es
considerado como un examen que se orienta hacia la acción misma, se puede decir
que actúa en los niveles de investigación aplicada y activa. Cuida el empleo de
instrumentos y técnicas de gran fiabilidad y validez.
76
Esta modalidad de investigación permite no sólo la descripción de fenómenos, sino
también la comparación respecto de un modelo, o la identificación de valores óptimos
aún desconocidos. La información puede ser referida a un problema específico o
también a unidades problematizadas.
Para ello se utilizan las siguientes fórmulas para determinar el tamaño de la muestra
mínima en la investigación:
n= no
1 + no
N
n = Muestra de acuerdo a la población 105 niños que son la muestra mínima para el
estudio
- Error típico de la X=
77
Fiabilidad de la media aritmética en muestras normales
- Error típico de la X=
- Error muestral
- Intervalo de confianza X +
X+
78
IV. Presentación de Resultados
Para diagnosticar la presencia del TDAH se tomo en cuenta únicamente los ítems
pertenecientes al área n° 1 de la prueba, la cual evalúa los rasgos de: hiperactividad,
impulsividad e inatención.
A continuación se muestra una gráfica por cada ítem, donde se describe en porcentajes
los totales obtenidos y al mismo tiempo se puede observar al pie de cada gráfica una
explicación según las respuestas dadas en una escala de 0 – 3, en donde 0 representa
nada, 1 poco, 2 bastante y 3 mucho.
28%
32%
Escala
0 Nada
1 Poco
2 Bastante 32%
3 Mucho
79
Molesta frecuentemente a otros niños
Item n°3
12%
17%
Escala
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
38%
3 Mucho 33%
Escala
36%
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho 42%
80
Exige inmediata satisfacción a sus demandas
Item n° 5
10%
23%
17%
Escala
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho
50%
Según los resultados el 50% de los niños exigen inmediata satisfacción a sus
demandas, el 23% de ellos no, el 17% exigen bastante y el 10% poseen mucha
exigencia.
Escala 33%
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho
46%
81
Es impulsivo e irritable
Item n° 17
9%
16%
Escala
0 Nada 50%
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho
25%
Diagnósticos de TDAH
29%
71%
Tras
haber aplicado la prueba se demuestra que el 29% de la población tiene un TDAH,
mientras que el 71% no, lo cual indica que son pocos los niños que se encuentran
afectados por el trastorno.
82
Género más afectado por el TDAH
Femenino
27%
Masculino
73%
60
80
91
95
13%
97
7%
3%
83
Luego de haber aplicado la prueba e identificar los casos existentes de TDAH, se
procedió a evaluar el récord académico de los sujetos afectados por el trastorno. Para
lo cual, se obtuvieron los siguientes resultados.
Reicidencia Escolar
Si
7%
No
Si
No
93%
Se demuestra que del total de los sujetos diagnosticados por la presencia del TDAH, el
93% de ellos no ha tenido problemas de reincidencia escolar, mientras que el 7% de los
sujetos sí. Lo cual indica que han sido pocos los que han tenido problemas de
reincidencia.
Cuadro No. 1
79.60 (ls)
105 74 22.15 2.17 34.10 5.60 68.40 (li) Es Es fiable
significativa
Fuente: Proceso Estadístico
84
fiables estadísticamente. La significación de la media se determina mediante la
comparación de la razón crítica, ésta debe ser mayor al nivel de confianza establecido,
siendo éste del 99% equivalente al 2.58, como puede observarse en el cuadro la
significación de la media sí es mayor al nivel de confianza, por tanto el resultado es
significativo.
Cuadro No. 2
Hiperactividad/Impulsividad
Nada 8 7.62 0.08 0.92 0.03 0.08 0.00 0.16 2.67 Si es significativa Si es fiable
Tiene excesiva Poco 34 32.38 0.32 0.68 0.04 0.1 0.22 0.42 8 Si es significativa Si es fiable
inquietud motora
(1) Bastante 34 32.38 0.32 0.68 0.04 0.1 0.22 0.42 8 Si es significativa Si es fiable
Mucho 29 27.62 0.28 0.72 0.04 0.1 0.18 0.38 7 Si es significativa Si es fiable
Nada 12 11.43 0.11 0.89 0.03 0.08 0.03 0.19 3.67 Si es significativa Si es fiable
Molesta
frecuentemente a Poco 40 38.10 0.38 0.62 0.05 0.12 0.26 0.50 7.6 Si es significativa Si es fiable
otros niños
(3) Bastante 35 33.33 0.33 0.67 0.05 0.12 0.21 0.45 6.6 Si es significativa Si es fiable
Mucho 18 17.14 0.17 0.83 0.04 0.1 0.07 0.27 4.25 Si es significativa Si es fiable
Nada 24 22.86 0.23 0.77 0.04 0.1 0.13 0.33 5.75 Si es significativa Si es fiable
Exige inmediata
satisfacción a sus Poco 53 50.48 0.50 0.50 0.1 0.26 0.24 0.76 5 Si es significativa Si es fiable
demandas
(5) Bastante 18 17.14 0.17 0.83 0.04 0.1 0.07 0.27 4.25 Si es significativa Si es fiable
Mucho 10 9.52 0.10 0.90 0.03 0.08 0.02 0.18 3.33 Si es significativa Si es fiable
Nada 7 6.67 0.07 0.93 0.02 0.05 0.02 0.12 3.5 Si es significativa Si es fiable
Se mueve
constantemente, Poco 41 39.05 0.39 0.61 0.05 0.12 0.27 0.51 7.8 Si es significativa Si es fiable
intranquilo
(13) Bastante 34 32.38 0.32 0.68 0.04 0.1 0.22 0.42 8 Si es significativa Si es fiable
Mucho 23 21.90 0.22 0.78 0.04 0.1 0.12 0.32 5.5 Si es significativa Si es fiable
Nada 53 50.48 0.50 0.50 0.1 0.26 0.24 0.76 5 Si es significativa Si es fiable
Es impulsivo e
irritable Poco 26 24.76 0.25 0.75 0.04 0.1 0.15 0.35 6.25 Si es significativa Si es fiable
(17)
Bastante 17 16.19 0.16 0.84 0.04 0.1 0.06 0.26 4 Si es significativa Si es fiable
Mucho 9 8.57 0.09 0.91 0.03 0.08 0.01 0.17 3 Si es significativa Si es fiable
85
En el cuadro n° 2 puede observarse los resultados obtenidos en la escala que evalúa el
rasgo de hiperactividad/impulsividad, según la prueba EDAH. Lo cual revela que cada
uno de los resultados son significativos y fiables estadísticamente. La significación de
cada proporción se determina mediante la comparación de la razón crítica, ésta debe
ser mayor al nivel de confianza establecido, siendo éste del 99% equivalente al 2.58,
como puede observarse en el cuadro la razón crítica sí es mayor al nivel de confianza,
por lo tanto el resultado es significativo.
Cuadro No. 3
Déficit de Atención
Nada 24 22.86 0.23 0.77 0.04 0.1 0.13 0.33 5.75 Si es significativa Si es fiable
Tiene dificultades
de aprendizaje Poco 48 45.71 0.46 0.54 0.05 0.12 0.34 0.58 9.2 Si es significativa Si es fiable
escolar
(2) Bastante 27 25.71 0.26 0.74 0.04 0.1 0.16 0.36 6.5 Si es significativa Si es fiable
Mucho 6 5.71 0.06 0.94 0.02 0.05 0.01 0.11 3 Si es significativa Si es fiable
Se distrae Nada 4 3.81 0.04 0.96 0.02 0.05 0.01 0.09 2 No significativa Si es fiable
fácilmente, 38 36.19 0.36 0.64 0.05 0.12 0.24 0.48 7.2 Si es significativa Si es fiable
Poco
muestra escasa
atención Bastante 44 41.90 0.42 0.58 0.05 0.12 0.30 0.54 8.4 Si es significativa Si es fiable
(4)
Mucho 19 18.10 0.18 0.82 0.04 0.1 0.08 0.28 4.5 Si es significativa Si es fiable
Nada 18 17.14 0.17 0.83 0.04 0.1 0.07 0.27 4.25 Si es significativa Si es fiable
Está en las
nubes, Poco 42 40.00 0.40 0.60 0.05 0.12 0.28 0.52 8 Si es significativa Si es fiable
ensimismado
(7) Bastante 38 36.19 0.36 0.64 0.05 0.12 0.24 0.48 7.2 Si es significativa Si es fiable
Mucho 7 6.67 0.07 0.93 0.02 0.05 0.02 0.12 3.5 Si es significativa Si es fiable
Deja por Nada 15 14.29 0.14 0.86 0.03 0.08 0.06 0.22 4.67 Si es significativa Si es fiable
terminar las 48 45.71 0.46 0.54 0.05 0.12 0.34 0.58 9.2 Si es significativa Si es fiable
Poco
tareas que
empieza Bastante 35 33.33 0.33 0.67 0.05 0.12 0.21 0.45 6.6 Si es significativa Si es fiable
(8)
Mucho 7 6.67 0.07 0.93 0.02 0.05 0.02 0.12 3.5 Si es significativa Si es fiable
Sus esfuerzos se Nada 34 32.38 0.32 0.68 0.04 0.1 0.22 0.42 8 Si es significativa Si es fiable
frustran 42 40.00 0.40 0.60 0.05 0.12 0.28 0.52 8 Si es significativa Si es fiable
Poco
fácilmente, es
inconstante Bastante 21 20.00 0.20 0.80 0.04 0.1 0.10 0.30 5 Si es significativa Si es fiable
(19)
Mucho 8 7.62 0.08 0.92 0.03 0.08 0.00 0.16 2.67 Si es significativa Si es fiable
86
De la misma manera se representa en el cuadro n° 3 los resultados obtenidos en la
escala que evalúa el rasgo del déficit de atención, según la prueba EDAH. Lo cual
revela que cada uno de los resultados en su mayoría son significativos y fiables
estadísticamente. La significación de cada proporción se determina mediante la
comparación de la razón crítica, ésta debe ser mayor al nivel de confianza establecido,
siendo éste del 99% equivalente al 2.58, como puede observarse en el cuadro la razón
crítica sí es mayor al nivel de confianza, por lo tanto el resultado es significativo.
87
V. Discusión de Resultados
Balés y Puig (2003), indican que los síntomas específicos del trastorno por déficit de
atención con hiperactividad, son las dificultades para mantener la atención y la
concentración, las dificultades para controlar las respuestas impulsivas y el control del
exceso de movimiento o hiperactividad. No es posible describir la conducta precisa de
todos los niños con este trastorno, porque el comportamiento individual dependerá
también de otros factores como por ejemplo, la edad, situación ambiental del niño,
temperamento, entre otros. De tal manera se demuestra a través de la investigación
que del 100% de los sujetos evaluados un 28% tienen una excesiva inquietud motora,
lo cual dificulta en los niños mantener la atención y la concentración; mientras que el
32% presentan poca dificultad. Menéndez (2001), menciona que es normal que
muchos niños tengan altos niveles de actividad y les cueste prestar atención durante
períodos prolongados, pero quienes padecen TDAH, presentan una hiperactividad y
falta de atención excesivas que interfieren con el comportamiento cotidiano. Asimismo,
de acuerdo a los objetivos planteados se destaca que el nivel de hiperactividad en los
sujetos de estudio se manifiesta en un 27%, mientras que el déficit de atención se ve
representado en un 17%.
De este modo, los autores Balés y Puig (2003), refieren que los profesores suelen
clasificar a los alumnos según la actitud que muestran, representados en un 12% los
que simplemente ignoran lo que pasa en clase y se dedican a sus cosas sin molestar a
nadie, hasta los que de un modo u otro se las arreglan para revolucionar a todos los
demás en un 88%. Por razones obvias, estos últimos son los que causan problemas
más graves y más difíciles de solucionar, llegando algunas veces a presentar tan mal
comportamiento que el profesor no encuentra otra solución que la expulsión del colegio.
A juzgar por las cosas que hacen o dicen, algunos de los alumnos problemáticos se
parecen entre sí, al diferenciarse del resto de alumnos difíciles que puedan portarse mal
por otras razones o mostrar otras conductas.
Frías (2006), indica que el desarrollo de un niño no consiste únicamente en crecer, sino
que debe entenderse como un proceso mucho más complejo. Así como el cuerpo
cambia, la conducta también se va modificando; el niño adquiere el pensamiento y lo
desarrolla conforme el cuerpo crece; sin embargo cuando existe un problema de
89
conducta como el TDAH Sarasson y Sarasson (2006), refieren que este trastorno
produce dos consecuencias importantes en los niños, éstas son las dificultades en las
capacidades tanto sociales como académicas. Los resultados demuestran que el 42%
de los sujetos muestran escasa atención, cuya característica del TDA/H puede tener un
efecto negativo en el aprendizaje porque dificulta obtener información y conceptos
básicos. Este problema va unido a la distracción y a la falta de organización en las
tareas escolares. Al igual Narvarte (2008), indica que dentro del nivel conductual, puede
observarse que un niño tiene puesta la atención en todo, pero que en realidad no está
en nada, porque no puede focalizar la atención en un objetivo determinado y sostenerlo.
Según Barkley (2002), en relación al autocontrol de un niño con TDAH indica que la
investigación científica actual sugiere que todos estos problemas superficiales pueden
ser consecuencia de un déficit central más profundo en la inhibición de la conducta, y
un retraso en el desarrollo del control del impulso, de tal forma se demuestra que el
50% de los sujetos son bastante impulsivos. Los científicos denominan a este problema
desinhibición, lo que significa que la conducta no se inhibe en algunas circunstancias,
en las que otros normalmente la inhibirían. En cierto sentido, el yo de un niño con TDAH
no controla, regula o ejecuta la conducta tan bien como lo hacen los demás. Así pues,
el problema de los niños con TDAH no surge de una falta de habilidad, sino de la falta
de autocontrol. En base a lo obtenido se demuestra que el 17% de los sujetos tienen
problema al inhibir la conducta en relación a la satisfacción inmediata de sus
necesidades, mientras que el 50% de ellos tiene más control de sí mismos.
Los datos revelan que, del 100% de los sujetos evaluados el 29% de ellos se
encuentran afectados por la presencia del TDAH, por tanto se procede a aceptar la
hipótesis alterna la cual indica que: Existe el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad en los niños de nivel primario del Colegio Los Niños del Señor. Así
también se hace referencia que quienes se encuentran más afectados son los niños
que tienen la edad de 10 años en un 30% y los niños que tienen 12 años en un 23%.
Por lo que, de acuerdo a Sarasson y Sarasson (2006), los niños diagnosticados con
TDA/H pueden experimentar algunos obstáculos sociales debido a que no son bien
aceptados, tanto por sus compañeros como por los maestros.
90
Los padres de niños con este trastorno muchas veces experimentan dificultades
matrimoniales, altos niveles de estrés e interacciones padre-hijo conflictivas. Buj (2007),
destaca que el TDAH no es consecuencia de una educación incorrecta por parte de las
familias, ni por parte de los maestros. Este hecho es importante que lo asuman tanto
los padres como el resto de educadores y que, a partir de ahí, comiencen a trabajar
conjuntamente para mejorar las capacidades de los niños con dificultades, porque una
buena relación entre las personas que más tiempo pasan con el niño, es un factor
importante y decisivo para su desarrollo.
Ser padre o madre de un niño con TDAH es, en ocasiones, una experiencia frustrante,
cansada y desgastante. Las técnicas que comúnmente se utilizan para educar a los
niños no funcionan cuando éste presenta el trastorno, ya que tiene características
especiales, tanto para aprender, como para el manejo de sus relaciones emocionales
con amigos y familiares.
Según las investigaciones, tanto en los niños como en los adolescentes, el TDAH
tradicionalmente ha sido más común en hombres que en mujeres, lo cual se comprueba
con los resultados obtenidos en donde el 73% corresponde al género masculino, y el
27% al femenino. Sarasson y Sarasson (2006), mencionan que en un estudio de la
población general, la proporción es cerca de cuatro niños por cada niña y en estudios
clínicos, de nueve niños por cada niña. Este sesgo puede deberse a que los niños con
este trastorno tienen mayores probabilidades de mostrar una conducta agresiva-
impulsiva, mientras que las niñas que padecen el trastorno presentan principalmente
desatención.
91
problemas de inquietud excesiva, falta de atención, distracción e impulsividad. Las
investigaciones indican que, en un salón de clases promedio de 30 estudiantes, por lo
menos uno padecerá TDAH.
Menéndez (2001), indica que hoy día existen tratamientos efectivos para ayudar a
controlar los síntomas del TDAH, como la falta de atención, la hiperactividad y la
impulsividad, y puede mejorar la capacidad de una persona para desenvolverse en el
hogar, en la escuela y en otros lugares. Los síntomas del TDAH deben ser evaluados
por un profesional del cuidado de la salud calificado para evaluar niños que padezcan
TDAH. Finalmente, se concluye que a medida que los alumnos con déficit de atención
se hacen mayores, el incremento de las repercusiones negativas asociadas al déficit de
atención con hiperactividad en áreas del currículum académico y conductual se hacen
patentes. Lo cual indica que los alumnos de educación primaria pueden presentar fallos
importantes a través de los años de estudio, y esos fallos son los que hacen que
aunque el niño sea inteligente, el alumno no consiga comprender ni alcanzar los
objetivos escolares previstos.
92
VI. Conclusiones
2. Los resultados revelan que el nivel de déficit atencional de los sujetos de estudio se
manifiesta en un 33%, mientras que el nivel de hiperactividad oscila en un porcentaje
mayor equivalente al 84%.
4. Los niños que padecen del TDAH, en su desarrollo dentro del ambiente escolar han
tenido frecuentemente problemas en mantener la atención, seguir instrucciones,
distracción fácilmente, hablar en exceso, entre otros. Es necesario destacar, que el
encargado de aula identifica a estos sujetos como alumnos difíciles, por el
comportamiento que suelen manifestar en clase o actividades internas de la
Institución, además de las referencias de conducta que dichos niños llevan de los
años anteriores.
93
6. Finalmente, se concluye que es necesaria la atención inmediata del Trastorno por
Déficit de Atención con Hiperactividad para evitar problemas posteriores que puedan
perjudicar el desenvolvimiento del niño tales como la baja autoestima, dificultades en
las relaciones sociales y de aprendizaje, ansiedad, riesgo de sufrir accidentes, entre
otros.
94
VII. Recomendaciones
3. Incluir a los niños en actividades extraescolares adecuadas para la edad con el fin
de que ellos puedan liberar el exceso de energía y puedan desarrollar mejores
habilidades sociales, y éstas le ayuden a superar problemas. Así como incentivar el
desarrollo integral de cada estudiante, complementando sus conocimientos artísticos
y deportivos a través del aprovechamiento del tiempo libre.
95
6. Evaluar el comportamiento que los niños presentan en clase, y dar aviso a los padres
o encargados en caso de que tal comportamiento esté perjudicando el rendimiento
académico del estudiante.
7. Poner en práctica la propuesta titulada Guía de Atención a Niños con TDAH, dirigida
a Padres de Familia y Personal Docente.
96
VIII. Referencias Bibliográficas
Balés, C., y Puig, C. Estrategias para entender y ayudar a niños con trastorno
(2003) por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA/H)
Grupo editorial Ceac, S.A.
Barthe, R. (2004) ¿Qué es ser niño hoy? (En red) Fecha de visita 30 de enero
de 2011. Disponible en:
http://www.eljardinonline.com.ar/queessernino.html
Díaz, A. (2010) Niños inquietos, adultos ausentes. (En red) Fecha de visita
29 de enero de 2011. Disponible en:
http:
www.elmundo.es/elmundosalud/2010/07/08/psiquiatriainfanti
l/127858415.html
97
DSM-IV-TR. (2003) Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales. Barcelona, España: MASSON, S.A.
González, A. (2011) El manejo de niños con déficit de atención (En red) Fecha
de visita 27 de mayo de 2012. Disponible en:
http://suite101.net/article/el-manejo-escolar-de-ninos-con-
deficit-de-atencion-a42084
Hernández, V. (1998) Características Creativas del Niño con Síndrome por Déficit
de Atención con Hiperactividad de la Universidad Rafael
Landívar: Tesis inédita, Universidad Rafael Landívar de
Guatemala
Quintero, F., Lauffer, Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
J., y Quintero L., F. a lo largo de la vida, (3ª.ed) Elsevier España, S.L.
(2009)
99
IX. Anexos
Anexo No. 1
- Proceso Estadístico
PROCESO ESTADÍSTICO
x f li ls xm f.xm xm f.xm xm ² f.xm²
91 - 99 33 90.5 99.5 95 3135 21.26 702 452 14916
82 - 90 14 81.5 90.5 86 1204 12.26 172 150 2104
73 - 81 14 72.5 81.5 77 1078 3.26 46 11 149
64 - 72 21 63.5 72.5 68 1428 -5.74 -121 33 692
55 - 63 7 54.5 63.5 59 413 -14.74 -103 217 1521
46 - 54 1 45.5 54.5 50 50 -23.74 -24 564 564
37 - 45 4 36.5 45.5 41 164 -32.74 -131 1072 4288
28 - 36 6 27.5 36.5 32 192 -41.74 -250 1742 10453
19 - 27 1 18.5 27.5 23 23 -50.74 -51 2575 2575
10 - 18 4 9.5 18.5 14 56 -59.74 -239 3569 14275
105 7743 1837.42 51536
X=
X=
X= 73.74 74
Desviación Típica
=
=
= = 2.4617
= 9 * 2.4617 = 22.15
100
Media Aritmética en muestras normales
SIGNIFICACIÓN FIABILIDAD
101
Anexo No. 2
5%
23%
26%
Escala
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho 46%
El 23% de los niños no tiene dificultades de aprendizaje escolar, el 46% posee poca, un
26% tiene bastante, y el 5% presenta mucha dificultad.
7%
17%
Escala 36%
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
20%
3 Mucho
102
Se mueve constatemente , intranquilo
Item n° 13
7%
22%
Escala
0 Nada 39%
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho
32%
12%
20%
Escala
0 Nada
1 Poco
2 Bastante
3 Mucho
40%
103
A continuación se presentan una serie de gráficas que muestran detalladamente los
resultados según los casos diagnosticados de TDAH en los sujetos de estudio.
9
10%
10
17%
11
12 30%
Según los datos obtenidos se demuestra que de acuerdo a las edades evaluadas, los
niños de 7, 8 y 9 años se encuentran afectados por la presencia del TDAH en un 10%,
los niños de 10 años un 30%, los niños de 11 años un 17% y los de 12 años 23%.
Escala de Hiperactividad
3%
3%
Percentil 10%
60 27%
80
91
27%
95
97 10%
98
20%
99
104
Percentil Escala Déficit de Atención
60 3%
17% 7%
70
80
7%
3%
85
90 13%
10%
93
95
96 3%
17%
97 20%
99
Según los datos obtenidos en la escala del déficit de atención, los sujetos obtuvieron las
siguientes puntuaciones: el 3% una puntuación de 60, 95 y 97 respectivamente, el 7%
las puntuaciones de 70 y 80, el 13% obtuvo 85, el 17% las puntuaciones de 90 y 99, el
20% posee 93, y el 10% una puntuación de 96.
Si
13%
No
No
Si 87%
Según los datos obtenidos el 87% de los sujetos no han cambiado de Institutos, es
decir que han permanecido en el mismo Colegio durante sus años de estudio, mientras
que el 15% de ellos si ha cambiado frecuentemente.
105
Problemas de Expulsión
Si
0%
No
No
100%
No
47%
Si
53%
No
Si
Los resultados indican que, el 53% de los sujetos si han tenido problemas de mala
conducta en los diferentes años de estudio dentro de la Institución, mientras que el 47%
de ellos no.
106
Anexo No. 3
Propuesta
Introducción
Justificación
107
comportamiento del niño dentro del ambiente escolar y del hogar si se trabaja en
conjunto.
Objetivos
Objetivo General
- Proporcionar una guía de atención a niños con síntomas del TDAH e implementarla
dentro del ambiente escolar y del hogar.
Objetivos Específicos
- Confirmar el diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad por
medio de profesionales especialmente capacitados.
- Brindar apoyo a cualquiera de las dificultades que el niño presente, para facilitar su
convivencia y desarrollo dentro del hogar, ambiente escolar o en sus relaciones
sociales.
Desarrollo de la Propuesta
I. Parte
- Elaboración de la Guía de Atención a Niños con Síntomas del TDAH, que incluya
sugerencias tanto para los padres de familia como para los maestros.
108
II. Parte
- Docentes: Proceder a la entrega de las Guías de Atención a Niños con Síntomas del
TDAH, a los docentes de la Institución. Posteriormente, participar de un Seminario-
Taller que constará de 3 fases:
109
2° Fase: 2 semanas (3 horas por cada semana, total 6 horas)
Cronograma
ELABORACIÓN
Actividad Duración Responsable
I. Parte
Elaboración de la Guía de Atención a Niños con Síntomas del TDAH dirigida a Padres de Familia y Personal Docente 1 semana Psicólogo
110
Recursos
Evaluación
111