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Investigaciones filosóficas

Las Investigaciones filosóficas (Philosophische Untersuchungen) es, junto al Tractatus


Logico-Philosophicus, una de las dos obras principales del filósofo Ludwig Wittgenstein. En
ella Wittgenstein discute numerosos problemas y «puzles» de la semántica, la lógica, la
filosofía de las matemáticas y la filosofía de la mente. Enuncia el punto de vista de que las
confusiones conceptuales que rodean al uso del lenguaje son la causa de la mayoría de los
problemas filosóficos. El libro está reconocido como una de las obras filosóficas más im-
portantes del siglo XX y continúa ejerciendo influencia en filósofos contemporáneos, es-
pecialmente en el estudio de la mente y el lenguaje.

Método y presentación

Un texto filosófico típico presenta un problema filosófico, resume y critica varios enfo-
ques alternativos para resolverlo, presenta su propio enfoque, y después argumenta en
favor de dicho enfoque. El libro de Wittgenstein trata a la filosofía como una actividad,
más en la línea de la mayéutica respecto al lector, el célebre método de Sócrates; lleva al
lector a trabajar en varios problemas participando activamente en la investigación. En
lugar de presentar un problema filosófico y su solución, Wittgenstein inicia un diálogo en
el que propone un experimento mental, describe cómo uno podría estar inclinado a pen-
sarlo, y luego muestra por qué esa inclinación sufre de una confusión conceptual. El si-
guiente es un extracto de la primera entrada del libro que ejemplifica este método:

...piensen en el siguiente uso del lenguaje: Envío a alguien de compras. Le entrego una
nota que dice «cinco manzanas rojas». Lleva la nota al encargado de la tienda, quien
abre la gaveta que dice «manzanas», después busca la palabra «rojo» en una mesa y
encuentra una muestra del color a su lado; después dice la serie de números cardinales
—asumo que los conoce de memoria— hasta la palabra «cinco» y para cada número
saca de la gaveta una manzana del mismo color que la muestra. —Es de esta y de simi-
lares maneras que uno opera con las palabras—"Pero ¿cómo sabe dónde y cómo debe
buscar la palabra rojo? y ¿qué es lo que debe de hacer con la palabra cinco?" Bueno,
asumo que actúa en la forma en que lo describí. Las explicaciones llegan a su fin en
algún momento.—Pero ¿cúal es el significado de la palabra cinco? Tal cosa no estaba
en juego aquí, solamente cómo se emplea la palabra cinco.
Este ejemplo es típico del estilo del libro. Podemos ver cada uno de los pasos en el
método de Wittgenstein:

 El lector se le presenta un experimento mental: se envía a alguien de com-


pras con la orden en una nota.
 Wittgenstein articula lo que podría ser la reacción del lector o de su interlo-
cutor. Usualmente pone estas afirmaciones entre comillas para distinguirlas de las su-
yas: "Pero ¿cómo sabe dónde y cómo debe buscar la palabra rojo? y ¿qué es lo que
debe de hacer con la palabra cinco?" A menudo Wittgenstein también transmite la
respuesta de un interlocutor comenzando con una barra larga, tal como lo hace con la
última observación del interlocutor: —Pero ¿cuál es el significado de la palabra cinco?
 Wittgenstein muestra por qué la reacción del lector está mal orientada: tal
cosa no estaba en juego aquí, solamente cómo se emplea la palabra cinco.
Wittgenstein también utiliza el recurso retórico de enmarcar varias de las observacio-
nes como un diálogo entre él y un interlocutor. Por ejemplo, en la Observación 258 pro-
pone un experimento mental en el cual se asocia cierta sensación con el signo S escrita en
un calendario. Inicia después un diálogo en el cual el interlocutor ofrece una serie de ma-
neras de definir S, y le opone una objeción oportuna a cada una, sacando de esta manera
la conclusión de que en tal caso no existe una definición correcta de S.
Por medio de tales experimentos mentales, Wittgenstein intenta hacer que el lector
llegue a ciertas conclusiones filosóficas de forma independiente; no argumenta simple-
mente en favor de sus propias conclusiones. Este enfoque puede ser muy efectivo y satis-
factorio, pero también hace a la filosofía de Wittgenstein difícil de aprehender.

Lenguaje, significado y uso

El método de Wittgenstein conduce al resumen usual de las Investigaciones: "El signifi-


cado es solo el uso" — esto es, las palabras no están definidas por referencia hacia los
objetos o las cosas que designan en el mundo exterior ni por los pensamientos, ideas o
representaciones mentales que uno podría asociar con ellos, sino más bien por cómo se
les usa en la comunicación real y ordinaria. Por ejemplo, esto significa que no es necesario
postular que hay algo llamado bien que existe independientemente de cualquier "buena
acción" en particular. Esta es una línea de pensamiento en el libro, que contrasta por
ejemplo con el realismo platónico y con las nociones de Gottlob Frege de significado y
referencia.
Las Investigaciones tratan en gran parte con las dificultades del lenguaje y el significa-
do. Wittgenstein concebía las herramientas del lenguaje como fundamentalmente sim-
ples, y creía que los filósofos habían oscurecido esta simplicidad al malutilizar el lenguaje y
al plantear preguntas sin significado. En las Investigaciones Wittgenstein intentó aclarar
las cosas y "shew the fly the way out of the fly-bottle".

Significado y definición

En el curso de la discusión Wittgenstein rechaza una variedad de formas de pensamien-


to acerca de lo que es el significado de una palabra, o sobre cómo se puede identificar los
significados. Muestra cómo, para cada caso, el significado de la palabra presupone nuestra
habilidad de emplearla.
Primero Wittgenstein le pide al lector realizar un experimento mental: Proveer
una definición de la palabra "juego". Mientras esto puede parecer inicialmente una tarea
simple, procede después a guiarnos a través de los problemas con cada uno de las posi-
bles definiciones de la palabra "juego". Toda definición que se enfoque en la diversión nos
deja insatisfechos ya que los sentimientos experimentados por un jugador de clase mun-
dial de ajedrez son muy diferentes de los de un círculo de niños jugando Duck Duck Goose.
Toda definición que se enfoque en la competencia fracasará en explicar el juego de atra-
par, o el juego de solitario. Y una definición de la palabra "juego" que se enfoque en las
reglas caerá en dificultades semejantes.
El punto esencial de este ejercicio se suele pasar por alto. El punto de Wittgenstein no
es la imposibilidad de definir "juego", sino que no tenemos una definición y no la necesi-
tamos, ya que incluso sin la definición, utilizamos la palabra exitosamente. Todos entien-
den lo que queremos decir cuando hablamos sobre jugar un juego, e incluso podemos
identificar claramente y corregir usos inexactos de la palabra, todo sin referencia a ningu-
na definición que consista de condiciones necesarias y suficientes para la aplicación del
concepto de un juego.
Wittgenstein argumenta que las definiciones emergen de lo que llamó "formas de vi-
da", aproximadamente la cultura y la sociedad en la cual son empleadas. Wittgenstein
enfatiza los aspectos sociales de la cognición; para ver cómo funciona el lenguaje, debe-
mos observar cómo funciona en una situación social específica. Es este énfasis en prestar
atención al fondo social contra el cual se vuelve inteligible el lenguaje lo que explica el
comentario elíptico de Wittgenstein de que "Si un león pudiera hablar, no podríamos
comprenderlo".
Wittgenstein rechaza la idea de que las definiciones ostensivas puedan proveernos el
significado de una palabra. Para Wittgenstein, el objeto representado por la palabra no
provee el significado de la palabra. Wittgenstein argumenta sobre este punto realizando
una serie de movimientos para mostrar que comprender una definición ostensible presu-
pone una comprensión de la manera en que la palabra definida es utilizada. De modo que,
por ejemplo, no existe diferencia entre señalar una pieza de papel, su color o su forma;
pero comprender la diferencia es crucial para emplear el papel en una definición ostensi-
ble de una forma o de un color.

Parecido de familia

¿Por qué es que podemos estar seguros que una actividad en particular — e.g. el Tiro al
blanco olímpico — es un juego mientras que una actividad similar — e.g. el tiro de preci-
sión militar — no lo es? La explicación de Wittgenstein está vinculada a una analogía im-
portante. ¿Cómo reconocemos que dos personas que conocemos están relacionadas de
familia? Podemos observar similitudes en la altura, peso, color de ojos, cabello, nariz, bo-
ca, patrones del habla, opiniones sociales o políticas, manierismos, estructura corporal,
apellidos, etc. Si constatamos coincidencias suficientes decimos que hemos notado un
parecido de familia. Es quizás importante señalar que este no es siempre un proceso cons-
ciente — por lo general no catalogamos diversas similitudes sino hasta que cruzamos un
cierto umbral, simplemente vemos intuitivamente los parecidos. Wittgenstein sugiere que
lo mismo es cierto del lenguaje. Todos estamos familiarizados (i.e., socialmente) con sufi-
cientes cosas que son juegos y suficientes cosas que no son juegos de modo que podemos
clasificar en categorías nuevas actividades ya sea como juegos o no.
Esto nos lleva de regreso a la confianza de Wittgenstein en la comunicación indirecta, y
a su confianza en los experimentos mentales. Algunas confusiones filosóficas ocurren por-
que no somos capaces de ver los parecidos de familia. Hemos incurrido en un error en
nuestra comprensión de las reglas vagas e intuitivas que emplea el lenguaje, y de esta
manera nos hemos atado a nosotros mismos en nudos filosóficos. Sugiere que un intento
por desenredar estos nudos requiere algo más que simples argumentos deductivos que
señalen los problemas de una posición particular. Por el contrario, el objetivo más amplio
de Wittgenstein es intentar alejarnos de nuestros problemas filosóficos el tiempo suficien-
te para que nos demos cuenta de nuestra capacidad intuitiva de ver los parecidos de fami-
lia.

Juegos del lenguaje


Wittgenstein desarrolla esta discusión de los juegos hacia la noción clave de juegos del
lenguaje. Introduce el término empleando ejemplos sencillos, pero su intención es que
sean empleados en las muchas maneras en que usamos el lenguaje. En un juego del len-
guaje una palabra puede representar cosas que son manipuladas, pero en otro la misma
palabra puede emplearse para hacer preguntas o dar órdenes. "¡Agua!", por ejemplo,
puede ser una exclamación, una orden, una petición, o la respuesta a una pregunta; el
significado que tiene depende del juego del lenguaje en el que está siendo empleado. Así,
la palabra "agua" no posee un significado independiente de su uso en un juego del lengua-
je.

Reglas

Una característica general de los juegos que Wittgenstein considera en detalle es la


forma en la que consisten en el uso de reglas. Las reglas constituyen una familia y no una
clase que pueda definirse explícitamente. Como consecuencia de esto no es posible pro-
veer una explicación definitiva de lo que es usar una regla. De hecho argumenta que cual-
quier curso de acción puede hacerse concordar con una regla en particular, y que por lo
tanto una regla no puede emplearse para explicar una acción. Más bien, el que uno esté
usando una regla o no se decidirá al ver si las acciones corresponden con las expectativas
de la forma de vida particular en la que uno esté involucrado. El uso de una regla es una
actividad social.

Relación con el Tractatus

De acuerdo con la lectura estándar, en las Investigaciones filosóficas Wittgenstein re-


pudia muchas de sus opiniones previas expresadas en el Tractatus Logico-Philosophicus. El
Tractatus, tal como lo entendió Bertrand Russell (aunque debe señalarse que Wittgenstein
expresó fuertemente su desacuerdo con la lectura de Russell), había sido un intento de
desarrollar un lenguaje lógicamente perfecto, construyendo sobre el propio trabajo de
Russell. En los años que separan a las dos obras Wittgenstein llegó a rechazar la noción
que sustentaba el atomismo lógico, es decir el que hubiera "simples" fundamentales a
partir de los cuales un lenguaje pudiera, o incluso debería, ser construido.
En la observación #23 de las Investigaciones filosóficas señala que la práctica del len-
guaje humano es más compleja que las concepciones simplificadas del lenguaje que han
sido sostenidas por quienes buscan explicarlo o replicar el lenguaje humano por medio de
un sistema formal. De acuerdo con Wittgenstein sería un error desastroso el concebir el
lenguaje como siendo de cualquier forma análogo a la lógica formal.
Por el contrario, el lenguaje posee muchas expresiones sensibles al contexto. Con el fin
de mostrar esto Wittgenstein ofrece ejemplos de frases o expresiones que pueden ser
interpretadas en más de una manera. Uno de los más célebres es "La filosofía es una bata-
lla contra el embrujo de nuestra inteligencia por medio del lenguaje", el cual puede signi-
ficar una u otra de las siguientes opciones:

 Los filósofos usan el lenguaje para combatir embrujos, o


 Los filósofos combaten los embrujos causados por el lenguaje mismo.

Esta ambigüedad solo puede resolverse en el contexto, mostrando que el lenguaje no


puede dividirse en unidades de significado auto-contenidas.
Aparte de enfatizar la oposición de la Investigaciones con el Tractatus, existen enfo-
ques críticos que han argumentado que existe mucha más continuidad y similaridades
entre las dos obras de la que se ha supuesto. Uno de estos es el enfoque del Nuevo Witt-
genstein.
Norman Malcolm afirma que corresponde a Piero Sraffa el mérito de proveer a Witt-
genstein del rompimiento conceptual sobre el que se fundaron las Investigaciones filosófi-
cas por medio de un gesto de Sraffa:

Wittgenstein insistía en que una proposición y aquello que describe deben tener la mis-
ma 'forma lógica', la misma 'multiplicidad lógica', Sraffa hizo un gesto, familiar en los
napolitanos para significar algo como el asco o el desprecio, que consiste en pasar la
punta del dedo debajo de la barbilla con un movimiento de la mano hacia afuera. Y
preguntó: '¿Cuál es la forma lógica de eso?

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