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Estrategias para el abordaje del Ciberbullying

en la escuela
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está mal”

MUNDO CONECTADO El diario digital para la comunidad educativa de hoy


Septiembre 2018 - Edición III

Septiembre 2018

El rol de la escuela en situaciones de Ciberbullying


“Favorecer la formación de jóvenes críticos, con
conciencia de lo que está bien y lo que está mal”
En esta edición de la Sección Educación, a partir del caso de ciberbullying que
sufrió la Escuela N°3, Mundo Conectado indagó sobre los trabajos que se
están llevando a cabo: en este momento se implementa un programa
planteado para revertir la situación.

Hablamos con distintos referentes de la institución, quienes nos informaron


sobre los pilares de la estrategia utilizada:

 Promover una Cultura de Paz, basada en el respeto por el otro, la inclusión de


la diversidad y la no discriminación, con un enfoque de no violencia y
construida a través del diálogo.
 Educar en Educación Sexual Integral y con un Enfoque de Género:
determinar las diferencias entre lo público, lo privado y lo íntimo, en función
del cuidado del propio cuerpo y el respeto al cuerpo ajeno y a las decisiones
del otro. Concientizar sobre la resignificación de los roles en la sociedad,
desde un enfoque de género que promueva el respeto por el cuerpo de la
mujer, que no se la cosifique. Revertir la valorización del “macho” que puede
elegir lo que hace con las imágenes de las mujeres; que se festeja en la
sociedad.
 Sensibilizar para un uso responsable y significativo de las redes sociales: el
anonimato y la viralización son características que revelan la fuerza de las
redes sociales hacia situaciones de violencia.

Como dice la experta en ciberbullying Ana Campelo, el rol de la escuela es


“favorecer lo que es la tolerancia, el respeto, la noción de privacidad, para que
también los intercambios mediados por tecnologías queden enmarcados en
estos aprendizajes”.

Por su parte, la directora del establecimiento, expresó: “Estamos haciendo una


reflexión institucional, ya que sabemos que no pudimos ver a tiempo la
situación de ciberbullying que estaban viviendo nuestros alumnos y alumnas.
Ahora el trabajo es intenso para que no vuelva a ocurrir”.

En este sentido, la asesora pedagógica de la Escuela, comentó que “la


violencia debe convertirse en un contenido en el ámbito educativo, social y
familiar: deben generarse los espacios que permitan pensar qué efectos
produce el acoso entre pares. Todo lo que no se reflexiona es factible de ser
repetido, por lo que hay que ayudar a los alumnos y alumnas a comprender
qué impacto tiene el hostigamiento en todos los actores involucrados”.
Continuó la directora: “La inclusión de las tecnologías es un reto para las
instituciones escolares en tanto y en cuanto las paredes de la escuela se
vuelven porosas, y se vuelve imprescindible que todos repensemos nuestros
roles”.

Una de las maestras de la clase de Martina, comentó: “Es importante


comprender y transmitir que todo grupo se basa en la inclusión: aquel que
acosa, por el contrario, está impulsando una actitud expulsiva. Cuando, a
través de episodios de ciberbullying, se consigue excluir a algún individuo del
grupo, todos los integrantes se ven impactados: acceden a la experiencia de
una sociedad excluyente, lo que va en contra del objetivo primordial de la
escuela, de la comunidad y de la familia”.

Mundo Conectado estuvo hablando con algunos de los alumnos, que


mostraron su preocupación por revertir la situación: “Estamos teniendo muchas
charlas para reflexionar sobre lo que pasó, están viniendo muchos expertos a
ayudarnos”, nos contó un compañero de Martina. “Al principio no me daba
cuenta de la importancia de este tema… Ahora con el grupo de trabajo
estamos produciendo una campaña de difusión para ayudar a otros chicos, a
otras escuelas”, comentó otro alumno. “Martina, ¡vas a poder volver a las
clases de matemática!”, dijo una de sus amigas.

Por una Educación en valores


Frente a esta situación como una manifestación de violencia de la intimidad,
Mundo Conectado considera la importancia de una Educación Sexual Integral y
una Educación en valores en los planes académicos de las escuelas.

Una de las profesoras miembro del grupo de trabajo en la Escuela N°3, Mara,
nos expone su perspectiva al respecto.

https://youtu.be/H2qRBJiZouY

“Tenemos que estar en red y no enredados”

Por otro lado, la profesora de teatro, también integrante del equipo de


emergencia que formó la escuela, nos dice: “Es necesario ponerse en el
lugar del otro”. En el siguiente video nos comenta sobre los espacios de
debate y de diálogo construidos con los chicos y chicas.

https://youtu.be/r-ZfRLWAmtQ

Trabajando para la convivencia. La directora de


la Escuela N°3 recomienda pautas de trabajo en
el aula.
Para el desarrollo de trabajos pertinentes en el aula, la directora recomienda
a todos los docentes de nivel primario el uso de las fichas didácticas del
programa Amigos Conectados, las cuales colaboran a una mejor
construcción de una Ciudadanía Digital en los chicos y chicas.

https://youtu.be/fj73MaJRHgY

Pueden acceder a las Fichas de Amigos Conectados


en: http://amigosconectados.disneylatino.com/esp/docentes.php#despleg
ado.

Conferencia TEDxRíodelaPlata de Paula Sibilia.


“De la culpa a la vergüenza: el bullying como
control social”
Compartimos la charla de la investigadora y ensayista Paula Sibilia, sobre
los cambios en las formas de humillación en la escuela, de los castigos
impartidos por los adultos a las condenas entre pares, de la culpabilidad a la
avergonzamiento.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=776&v=lx7wjXuFqKQ

La Licenciada Silvina Ferreira dos Santos amplía las posibilidades de cómo abordar las
problemáticas de Ciberbullying en la escuela.
“Trabajar las situaciones de ciberbullying es
una “oportunidad” para construir lazos
comunitarios”
Mundo Conectado se contactó con la Psicóloga Silvina Ferreira dos Santos,
quien responde en la siguiente entrevista a cuestiones como:

 ¿Cómo trabajar el Ciberbullying en la escuela?


 ¿Cuáles son las medidas preventivas?
 ¿Cómo se trabaja con los involucrados?
 ¿Qué recomendaciones daría a los docentes?

La escuela tiene un valor de agente preventivo de la salud


invalorable y para ello requiere que se piense implicada y
comprometida.
Frente a situaciones de Ciberbullying, a veces, una de las primeras
intervenciones consiste en ayudar a concientizar a la escuela de que
debe ocuparse y poner a trabajar esta problemática ya que es parte de
su responsabilidad, en tanto agente de subjetivación y socialización.
Más allá de albergar procesos de enseñanza y aprendizaje, la escuela
está comprometida en la tarea de producción de subjetividad de los
niños y adolescentes que por ella circulan. En este sentido, la escuela
está implicada en la detección precoz de situaciones problemáticas
que los chicos puedan sufrir o padecer e intervenir para que puedan
tener un curso de resolución favorable.

Se deberá trabajar la situación en su conjunto y


complejidad, entendiendo que la violencia no es la causa
sino un efecto.
El ciberbullying revela un modo fallido de entablar y sostener
relaciones interpersonales en una comunidad, en este caso virtual. Por
lo general, a través de lo digital se extienden dinámicas y modos de
relación difíciles entablados en la vida offline. Así pensado resulta
difícil individualizar la problemática porque están todos implicados y
afectados por una dinámica relacional violenta, tanto los que la ejercen
como los que la padecen y los que la silencian. Todos son
responsables. Del mismo modo que la fiebre es un indicador de que
algo no funciona adecuadamente, pero no es el problema en sí, la
causa de la enfermedad. Por ende, cuando abordamos situaciones de
ciberbullying se realizarán intervenciones más directas y a corto plazo
tendientes a “bajar” el nivel de violencia y otras de más largo alcance
en tiempo y profundidad para trabajar aquellas condiciones que
posibilitaron que ello sucediera, es decir, sus determinantes.
Considero que las situaciones de ciberbullying son el resultado del
interjuego de diversas variables que configuran tal cuadro de
situación. El trabajo de la problemática deberá necesariamente tener
en cuenta dicha complejidad en juego, de lo contrario, no se terminará
de resolver. Muchas veces se observa que la situación cambia de
protagonistas pero no de dinámica vincular. Puede otro niño ser el
hostigado e incluso otro el agresor; sin embargo, las pautas de
relación violentas no cesan de reproducirse, sin que nada cambie en el
fondo.

Los rótulos también ejercen cierta violencia, en este caso,


al desconocer la capacidad de transformación que todo
chico tiene, como así también, la singularidad de su
historia afectiva.
La utilización de cierta terminología tal como víctima, agresor,
testigos, desliza la cuestión hacia un tratamiento judicializado de la
problemática e induce a juicios, sentencias y castigos. Considero
desacertada esta lectura e intervención, que desoye que un niño o un
adolescente son sujetos en construcción que requieren de
acompañamiento y ayuda. No se trata de chicos “malos”, “crueles” o
“sometidos” sino chicos con dificultades que necesitan ser ayudados.

Entonces, trabajar las situaciones de ciberbullying constituye una


“oportunidad” para ayudar a transformar lo problemático y reencauzar
condiciones adecuadas y saludables para construir subjetividad y
lazos comunitarios. Esto vale tanto para la vida offline como la vida
online. Un denominador común en las situaciones de ciberbullying es
la dificultad para armar un clima de convivencia respetuoso y
empático, la intolerancia a lo diferente y lo singular de las diversas
subjetividades que confluyen. Y esta suele ser la problemática de
fondo a resolver y a trabajar.

No debemos confundir expertiz digital con autonomía


subjetiva.
Un niño es simplemente un niño. Piensa, siente y actúa como niño por
más destreza tecnológica que posea. Las conflictivas son una puerta
de entrada para ayudar a armar recursos afectivos y cognitivos. Por
ejemplo, la propuesta de reflexionar sobre la experiencia que los
chicos tienen en las redes sociales resulta provechosa porque los
implica en la tarea de pensar-se a sí mismos, sus ideas, impresiones,
su sentir y también sus actos. De este modo se va construyendo la
responsabilidad por la propia persona con todo lo que ello implica y se
genera la posibilidad de ir asumiendo paulatinamente el cuidado de sí.
El armado de recursos afectivos es paulatino, lleva tiempo y es una
apuesta a futuro en pos de construir una auténtica autonomía. Para
ello se requiere de la presencia de adultos disponibles capaces de
facilitar tal construcción. En este sentido, el adulto funciona como
otro, no igual, con el cual “pensar con”.

Es importante pensar y reflexionar con los chicos sobre la experiencia


digital y las implicancias que éstas en nuestros contextos afectivos. La
Web es un medio social y los otros cuentan aún cuando no estén
presentes. Los valores tales como el respeto, el resguardo de la
privacidad propia y ajena, la empatía y el consentimiento son más
difíciles de construir online y por eso requiere de un redoblado
esfuerzo.

Brindar información sobre cómo funcionan las redes


sociales resulta básico y necesario.
Habrá que trabajar con los chicos ciertos aspectos operativos que las
redes favorecen y de las cuales los chicos suelen no tener noción: la
imposibilidad del olvido, la viralización de los contenidos y el
anonimato. Estos aspectos son difíciles de vislumbrar por el pensar
concreto y egocéntrico de todo niño y hacen a la operatoria de las
redes sociales. La cuestión no se trata sólo de brindar información
sino de ayudar a un niño a pensar aquello que aún no puede dada su
inmadurez vital, por ejemplo, que los actos tienen consecuencias, que
las cosas pueden no ser como parecen (falsedad de los perfiles), que
no siempre es bueno dejarse llevar por los afectos o deseos, etc. Se
trata de ensanchar la capacidad para pensar y en eso necesitan ser
acompañados por adultos disponibles, padres, maestros, capaces de
dialogar ayudar a crecer. De este modo, los padres deben acompañar a
sus hijos en la experiencia digital (pautas de privacidad, construcción
del perfil público, qué publicar y qué no, con quienes contactarse, a
quiénes aceptar como amigos, detectar perfiles falsos, etc). La crianza
es una tarea que se extiende también a la vida online y se basa en la
confianza y en la coherencia parental. Las palabras enseñan pero más
la contundencia de los propios actos de los padres que funcionan
como modelos. Se predica en principio y fundamentalmente con el
ejemplo.

La “sanción” adulta entendida no como un castigo sino


como una intervención simbólica que determina el sentido
de una situación y su inviabilidad es absolutamente
necesaria porque funda un trato ético entre las personas.
Hay medidas que se pueden aplicar en forma inmediata frente a una
situación de ciberbullying tal como el bloqueo, el menor uso de las
redes sociales tendientes a evitar la persistencia del hostigamiento y la
situación traumática que éste conlleva. Decimos traumática porque
coloca a una subjetividad en un estado de vulnerabilidad y, por ende,
de incapacidad para afrontar lo desmedido de la situación en tanto
supera la capacidad subjetiva para procesarla. Resultan frecuentes los
síntomas somáticos, un elevado nivel de ansiedad y angustia,
inhibiciones o bien impulsiones a modo de descarga del nivel de
sufrimiento o malestar (por ejemplo, fugas). Es difícil que los niños y
adolescentes puedan dar cuenta de su sufrimiento emocional a través
de palabras, entonces, necesitan contar con adultos capaces de oír y
ver su padecimiento como para mitigarlo y transformarlo.

Cuando las situaciones de ciberbullying se despliegan, generalmente,


se encuentra ausente una intervención adulta que oficie de corte y
sancione cierto comportamiento como inviable en tanto de modo de
tratar y relacionarse con los otros. Las situaciones de ciberbullying
suelen contar para su configuración de la inoperancia de adultos,
incapaces de intervenir adecuadamente. La sanción significa de un
determinado modo la situación, delimita lo que se puede y lo que no se
puede, por ejemplo, no se puede “hacer cualquiera con el otro”. Tiene
valor y eficacia simbólica en tanto conceptualiza una situación y funda
una regulación ética de las interacciones. Muchos de estos aspectos
pueden ser trabajados con los niños a través de actividades de
convivencia o bien de modo implícito transversalmente a todas las
actividades que se despliegan en la escuela. Vemos que el trabajo con
los adultos que acompañan a los chicos es insoslayable.

El pensar y reflexionar es todo un recurso necesario para


acortar o detener el circuito compulsivo que toda situación
de ciberbullying implica.
El pensar funciona como una pausa necesaria para frenar acciones
precipitadas que a través del “compartir” replican un hostigamiento
sin considerar la afectación en el otro y la sumatoria que se produce a
través de la viralización. Los niños que padecen situaciones de
ciberbullying requieren asistencia terapéutica ya que suelen presentar
síntomas asociados a situaciones traumáticas. Sin embargo, el niño
que propicia este tipo de situaciones no sufre necesariamente menos,
simplemente su manera de lidiar con sus conflictos consiste en
hacérselos padecer a otro. Y también deben ser ayudados. Como
vemos una sumatoria de ingredientes termina armando una dinámica
grupal que requiere ser trabajada a través de varias intervenciones
simultáneas y complementarias, individuales, grupales y también
institucionales.

Webinar: “Estrategias para el abordaje del


ciberbullying en la escuela”
“Cuando hablamos de diálogo nos referimos a que todas las escuelas
deben tener órganos e instancias de participación”, dicen las expertas Mara
Brawer (especialista en convivencia escolar e impulsora de la ley para la
promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad en las
instituciones educativas en Argentina) y Marcela Czarny (directora de
la Asociación Chicos.net).

https://www.youtube.com/watch?v=1fxfnb17hHo

“Los adultos también tienen que hacerse responsables, hoy en


día también son parte de las redes”

Webinar "Chicos y entornos digitales. 13 razones para pensar",


realizado por Marcela Czarny (directora de la Asociación Chicos.net)
y Silvina Ferreira dos Santos (miembro del equipo de asesoramiento
psicológico de Chicos.net).

https://youtu.be/2sGj6LrzVIo

Hablan las expertas de la Asociación Chicos.net


Por qué es importante trabajar junto con los
testigos
En nuestra Asociación trabajamos fundamentalmente con las posibles
situaciones de violencia viabilizadas o resignificadas por las TIC. Hace un
par de años incorporamos en nuestro programa, como eje fundamental, el
Enfoque de Género. Así, actualizamos nuestra perspectiva en este contexto
de cambios continuos. De la misma forma, en este último tiempo estamos
incorporando, en las situaciones de violencia entre pares, el trabajo con los
miembros del grupo, los testigos u observadores del acoso. Las redes
sociales, el fenómeno de la “viralización” y la posibilidad del anonimato son
medios y características que facilitan la acción de los testigos: poner “like”
en una foto o reenviarla en un grupo de Whatsapp son los sinónimos
actuales de las risas o los avales silenciosos de los miembros del grupo en
situaciones de acoso escolar.

¿Qué es un “bystander” o “testigo”?


Es alguien que está presente en un episodio de acoso sin
participar activamente. Su comportamiento puede ir desde la
inacción al apoyo a aquel que está siendo acosado (mostrando
empatía), e inclusive a la defensa activa (entrando en contacto
con el que está acosando).

Como se dijo en la Sección Familia de la semana anterior, los incidentes de


ciberbullying ocurren siempre en presencia de testigos o bystanders.
Usualmente, éstos no saben qué hacer, le temen a la venganza o tienen
miedo de que su propio grupo los excluya por ayudar a otro excluido. Sin
embargo, es muy importante que los jóvenes sepan que no haciendo nada
están mandando un mensaje al que acosa, un mensaje de aceptación ante
su comportamiento. Construyendo una comunidad más solidaria y que
aprovecha las TIC para la construcción de una Cultura Digital es que
podremos avanzar hacia el fin de los hostigamientos y minimizar las
consecuencias que éstos acarrean.
Convirtiéndonos en testigos activos (upstanders), podemos hacer mucho
por aquel que está siendo acosado: no reírnos y no incentivar al que acosa
permaneciendo en su audiencia, ya son pequeñas acciones que permiten
que tomemos control de nuestro comportamiento, sin enviar mensajes que
en realidad no queremos enviar. Nuestra ayuda puede ir inclusive más allá:
ayudando a aquel que está siendo acosado directamente, contándole a un
tercero adulto o enfrentando al acosador. La mejor manera de combatir la
violencia es ser un testigo activo.

Para terminar con los obstáculos que impiden a los testigos actuar, padres y
docentes deben trabajar junto con ellos, haciéndoles saber que están
disponibles para cualquier duda o problema, informándoles acerca de los
comportamientos que aportan a una cultura de paz, en fin, dándoles apoyo
para que enfrenten sus propios miedos. Estas colaboraciones motivan a los
testigos a convertirse en participantes activos en la detención del
ciberbullying y de otros actos de violencia.

Ya que las TIC son el medio a través del cual el acoso cobra nuevas y
mayores dimensiones, también pueden ser la herramienta que ofrezca la
solución. En el entorno virtual hiperconectado, es difícil concebir que un
usuario se sienta aislado y solitario. Sin embargo, es una de las
características de la mayoría de los jóvenes que han sido acosados.
Gracias al acceso constante que habilita el mundo online, los testigos
pueden planificar mejor sus estrategias de acción y así lograr un mayor
apoyo hacia el niño o niña acosados.

Es preciso empoderar a los testigos en sus posibles roles activos: para esto
es necesario desarrollar estrategias que estén al alcance de todos. Es
importante en este sentido tener en cuenta el grupo involucrado en cada
episodio de acoso. Desde ámbitos como la escuela, la familia o mismo las
redes sociales, se debe influir en los estudiantes para que rechacen la
conducta de aquel que acosa. Así, concientizados sobre los tipos de
violencia y la importancia que tiene promover una cultura de paz, los
miembros del grupo podrán dirigir su conducta hacia el apoyo y no el acoso.
Estas actitudes, sin duda, son contagiosas, lo que maximiza la importancia
del grupo.

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