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7 Teoria Del Gasto Publico PDF
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Albi, Emilio; Contreras, Carlos; González Páramo, José Mª; Zubiri, Ignacio: Teoría de
la Hacienda Pública. Editorial Ariel, Barcelona, 1992.
Pablos Escobar, Laura de y Valiño Castro, Aurelia: Economía del Gasto Público:
Control y Evaluación. Editorial Cívitas, 2000.
Stiglitz, Joseph: La Economía del Sector Público. Antoni Bosch, Editor, Barcelona,
1988.
A lo largo de los capítulos anteriores hemos ido viendo algunas de las principales
características relativas a los gastos públicos que pasamos a recapitular de modo sintético:
Hay que advertir que el enfoque de las teorías del crecimiento del gasto público es el de
explicar la tendencia histórica hacia el incremento que se ha observado en la evolución del
gasto público. No hay, por tanto, que confundirlo con la tipificación de los llamados fallos
de eficiencia en el comportamiento del sector público, aunque en ocasiones se solapen. Esto
es así porque no todo incremento en el gasto público constituye un comportamiento
ineficiente, hay aumentos que pueden traducirse en mejoras generales del bienestar social.
Y a la inversa, no toda ineficiencia en el sector público supone necesariamente un
incremento del nivel de gasto. Por ejemplo, una reasignación en el uso de los recursos
públicos puede ser ineficiente porque es derrochadora, o favorece sólo a unos pocos, y no
mejora el bienestar social, y, sin embargo, no conlleva un aumento del nivel de gasto
público.
Ley de Wagner Demanda El crecimiento de la renta real estimula la Renta per cápita. Wagner
II: Demandas expansión de los gastos públicos en ciertos Renta disponible per (1877/90)
elásticas de bienes de demanda elástica con respecto a la cápita.
bienes sociales renta: educación, sanidad y redistribución entre Bird (1971)
otras. Esta tendencia está relacionada con la
denominada Ley de Engel y con la jerarquía de
necesidades de Maslow.
Grupos de interés Demanda Grupos de presión organizados tienen Fuerza de los Buchanan y
incentivos a presionar y cabildear a favor de sindicatos. Tullock
gastos cuasi privados cuyo coste impositivo se Número y peso de (1982)
distribuye entre toda la población. otras organizaciones. Cameron
(1978)
Becker
(1983)
Ilusión fiscal Demanda Los costes de información, la comodidad de los Déficit público. Puviani
sistema de recaudación, la distribución Ratio impuestos (1903)
temporal de los impuestos y la complejidad del indirectos/impuestos Goetz (1977)
sistema impositivo reducen el “precio” directos. Buchanan y
percibido del gasto público (su precio en Número de figuras Wagner
impuestos). impositivas. (1977)
Tasa de inflación Oates (1985)
(rémora fiscal)
Efecto precios Demanda- El bajo crecimiento de la productividad en el Precio relativo de los Baumol
relativos y oferta sector público y aumentos salariales similares a bienes públicos y (1967)
demandas los registrados en el sector privado estimulan el servicios públicos. Beck (1981)
inelásticas crecimiento secular del coste relativo de Pommerehne
provisión de los bienes públicos. Cuando la y Schneider
demanda de éstos es relativamente inelástica (1982)
ante cambios en “precios”, el gasto público
tiende a aumentar en términos nominales (no
necesariamente en términos reales y con
relación a la renta nacional). Este fenómeno
tiene que ver con la difícil reducción del
intenso uso de los recursos humanos en muchos
servicios públicos (sanidad, educación) y con la
naturaleza eminentemente administrativa de
gran parte de la actividad pública que puede
enmascarar la productividad real (dificultad
para medir los resultados, multiplicidad de
Ciclo politico- Oferta La proximidad de las elecciones puede Tasa de paro. Frey y
económico- estimular políticas de gasto contracíclicas (el Crecimiento de la Schneider
electoral gasto público crece cuando disminuye el renta disponible. (1981)
crecimiento del PIB), especialmente si no Frecuencia electoral.
existen poderes compensadores fuertes (bancos Coaliciones de
centrales, mayorías cualificadas) o en presencia gobierno.
de parlamentos fragmentados.
Tipo de régimen
Sin menoscabo de la importancia en sí misma político.
del ciclo político en la determinación del nivel Tipo de sistema
de gasto público, estudios recientes señalan la electoral.
influencia global del tipo de régimen político-
electoral. Cuando el régimen político es
presidencialista y el sistema electoral
mayoritario, la contención del gasto tiende a ser
mayor que cuando el régimen es parlamentario
y el sistema electoral proporcional. En este
último caso habría una mayor probabilidad de
incremento del gasto público.
Burocracia I: Oferta Los burócratas tienen preferencia por Número de empleados Niskanen
Maximización del presupuestos “grandes” (asociados a poder, públicos. (1971)
presupuesto prestigio y sueldos mayores) y el poder de Romer y
monopolio necesario para imponer sus Rosenthal
propuestas a un legislador relativamente poco (1979)
informado.
Burocracia II: Oferta Como votantes, cabe esperar de los burócratas Número de empleados Bus y Denzau
Empleados una actitud favorable a mantener y aumentar el públicos. (1977)
públicos como peso del sector que les sustenta. Actitudes de los Frey y
votantes burócratas (encuestas) Pommerehne
(1982)
Ideología del Oferta Gobiernos socialistas o pro-estatistas tienden a Signo del partido en el Cameron
partido incrementar el gasto público más que los de poder. (1978)
gobernante signo liberal o conservador. Castles
(1982)
Fuente: González-Páramo, J. M. y Raymon, J.L.: ¿Porqué tiende a crecer el gasto público?. Papeles de Economía Española nº 37, y
elaboración propia.
. . .
C0 C1 C2 C3 Ct
B0 B1 B2 B3 Bt
Valor
Actual
Tipo de descuento: r
Riesgo e Incertidumbre
Efectos distributivos
Aunque, como se ha dicho, el ACB sigue de forma general los métodos de evaluación
de la inversión privada, su contenido es distinto, ya que los beneficios y costes que
considera no siempre coinciden con los flujos monetarios y la tasa de descuento a
aplicar no ha de ser necesariamente el tipo de interés de mercado.
¾ La tasa de descuento.
o El Valor Actual. Los valores monetarios en diferentes momentos del tiempo no son
directamente comparables, no valen lo mismo. La razón de esto no radica
básicamente en la inflación, ni en el riesgo e incertidumbre del futuro, sino en el
hecho de que preferimos disfrutar el consumo ahora que en el futuro. Esto explica
en su raíz esencial el fenómeno del tipo de interés (i). El valor actual de un valor
monetario futuro es la cantidad máxima que estamos dispuestos a pagar hoy para
obtener ese valor monetario futuro. Otra forma de explicar la diferencia entre el
valor actual (VA) y el valor futuro (VF) es el precio o rentabilidad que exigimos para
prescindir de disponer ahora del valor actual a cambio de un valor futuro (por
ejemplo, la rentabilidad del ahorro invertido).
La relación entre valor actual y valor futuro viene dada por una relación de
equivalencia que resulta axiomática para todo cálculo financiero:
VF = VA(1 + i)t
De esta forma, el valor monetario futuro queda descontado en una cantidad que
depende del tipo de interés y del momento de tiempo; (1 + i)t es el factor de
n
R1 R2 R3 Rn Rt
VA = R0 + +
(1 + i ) (1 + i ) 2
+
(1 + i ) 3
+ ... +
(1 + i ) n
= ∑
t =o (1 + i )
t
El proyecto interesa si el VAN > 0, y si hay varios proyectos para un mismo objetivo
que cumplan esta condición, escogeremos aquel que tenga el VAN máximo.
n n
Bt Ct
∑
t =0 (1 + i )
t
= ∑
t =0 (1 + i )
t
n n
Bt Ct
∑
t =0 (1 + i )
t
− ∑
t =0 (1 + i )
t
=0
El ajuste por riesgo más utilizado es el Equivalente Monetario Cierto que supone
asignar probabilidades a las utilidades de los resultados posibles, recalculando el
resultado global del proyecto en función de estos valores. Otra forma muy utilizada,
pero más simple e imperfecta, es la de introducir una prima de riesgo que se añade a la
tasa de descuento.
¾ Los efectos distributivos. Los efectos distributivos de un proyecto pueden ser muy
importantes, por eso, se los debe tomar en consideración en cualquier aplicación del
o Hay otros indicadores que relacionan algún aspecto relevante del bien o servicio
público con algún elemento fundamental de su coste. Se trata habitualmente de
indicadores de carga por unidad productiva o de gestión y por unidad de factor
productivo empleado. Es el caso de la proporción de alumnos por profesor o de
personal sanitario por cama hospitalaria. A la hora de evaluar la eficiencia estos
índices no resultan clarificadores, puesto que suponen que cuantos más recursos se
utilizan mejor será al output obtenido, ignoran la contribución que otros inputs
puedan realizar e impiden determinar la eficiencia de los recursos utilizados al no
vincular su uso a los objetivos perseguidos.
Hay que observar que la evaluación de la eficiencia se está aquí planteando como la
comparación entre una situación real y una hipotética que suponemos óptima. Por
eso, es importante la selección de algún indicador que nos aproxime a lo que
técnicamente es óptimo, para así estudiar la eficiencia de una unidad productiva o
poder comparar unidades entre sí. En este sentido, las técnicas de evaluación de la
eficiencia que utilizan este enfoque comparativo son de dos tipos. Las que adoptan
como término de referencia óptimo el comportamiento promedio de todas las
unidades. Una variante dentro de este tipo es la técnica que se basa en el
comportamiento medio esperado de todas las unidades teniendo en cuenta las
diferencias en las circunstancias socioeconómicas en las que se desenvuelven las
mismas. El otro tipo de técnicas son las que relacionan la eficiencia de una unidad
con el mejor comportamiento mostrado por alguna de las unidades, el llamado
análisis frontera. Las unidades eficientes se sitúan en la frontera de producción o de
coste, las ineficientes se encuentran por debajo de la frontera de producción o por
encima de la frontera de coste.
Crisis fiscal: tendencia en el incremento del gasto público más allá de las
posibilidades recaudatorias de impuestos admisibles para la ciudadanía y para el
buen funcionamiento de la economía.
¾ Existen unas ciertas inercias en los sistemas democráticos que crean resistencias y
dificultan la aplicación de reformas en profundidad del Sector Público. Entre estos
factores cabe destacar:
II. DESCENTRALIZACIÓN DE LA
GESTIÓN CON CONTROL
INDIRECTO Mayor autonomía en servicios y departamentos.
1. Reformas Presupuestarias Reformas en las normas presupuestarias que introduzcan mayor rigor en la
gestión presupuestaria, que rompan la laxitud financiera (facilidad en los cambios)
y premien la eficiencia (minimizar los costes). Presupuesto por Programas o por
Objetivos. Presupuesto Base Cero. Restricciones legales de equilibrio o de
limitación cuantitativa del déficit. Mecanismos que propicien la transparencia fiscal
(publicidad estados financieros, auditorías externas por agencias independientes,
potenciación órganos de fiscalización con mayor capacidad sancionadora).
de estas técnicas, en todo caso, la voluntad política resulta decisiva para el éxito.
V. INTRODUCCIÓN DE MECANISMOS
DE COMPETENCIA DENTRO DEL
SECTOR PÚBLICO Creación de situaciones de "mercado interno" entre servicios y unidades de
(COMPETENCIA PÚBLICA) gestión (autonomía de gestión y responsabilidades, vinculada a la separación
entre unidades oferentes y demandantes o a la separación entre las funciones de
financiación, compra y producción). Supone romper situaciones de monopolio
en el interior del Sector Público, p.e.- la unidad administrativa cliente tiene varias
posibilidades de proveerse y los ahorros que consiga en sus compras puede
dedicarlos a otros recursos.
Cabe citar como un caso especial dentro de esta vía de actuación los llamados
mercados de derechos, permisos o cuotas para gestionar el uso de recursos
de propiedad común (pesquerías, bosques, medio ambiente, espectro
radioeléctrico, puertos, aeropuertos, infraestructuras de transporte, etc.).
2. Desarrollo del plan: debe traer consigo la asunción del plan por parte de los cargos
directivos y que éstos sean sus principales impulsores; ha de significar un cambio
cultural en la organización, la introducción de nuevos valores de referencia; debe
establecer con precisión los objetivos de calidad bajo la forma de estándares que han
de lograrse; debe promover el trabajo en equipo.
A principios de los años ochenta del siglo veinte, Nueva Zelanda presentaba un cuadro
económico preocupante: unas altas tasas de endeudamiento y de inflación, malas
perspectivas de crecimiento económico por el hundimiento de su tradicional mercado inglés
de exportación y una economía muy intervenida y cerrada al exterior. En este contexto se
inician, por parte del entonces gobierno socialdemócrata, una serie de reformas
estructurales de la economía en general, y del sector público en particular, que pretendían
remover los obstáculos a un mayor dinamismo económico, así como sanear
financieramente al sector público y dotarle de un marco institucional que propiciara un
mayor rigor y transparencia en el uso de los recursos económicos.
La Reserve Bank Act fue una ley pionera y modélica de independencia del banco central,
que dio credibilidad internacional a la política monetaria del país. La Fiscal Responsability
Act, aprobada en 1994, buscaba establecer un marco fiscal que proporcione a los políticos
incentivos para perseguir políticas a favor de los intereses a largo plazo del país, en vez de
que estén inclinados hacia las políticas a corto plazo. Esta ley de responsabilidad fiscal
tiene tres grandes características:
(The Economist: The Great Escape?. House of Debt. The Economist, 1 de Abril de 1995.)