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Ventajas y limitaciones de la terapia cognitiva

Tomando en referencia el estudio de Caro (2009), explica que este modelo cognitivo es
flexible, variado, que acoge enfoques diferentes (y algunos complementarios), que ha
evolucionado notablemente y que aún tiene muchos aspectos que desarrollar para continuar
siendo un enfoque de referencia importante junto a los otros modelos psicoterapéuticos.

De manera que proporciona una conclusión de algunos de los principales elementos de las
terapias cognitivas, que nos aparecen resumidos en el cuadro 2, junto con las limitaciones y
nuevas direcciones. Donde la idea fundamental de esta reflexión final es que ningún
modelo terapéutico, ni enfoque dentro de ese modelo, cubre todo el amplio espectro del
funcionamiento humano. En principio, lo que es un déficit en un determinado modelo es
una ventaja en otros (Caro, 2009).

VENTAJAS LIMITACIONES DIRECCIONES


Modelo eficaz de Investigación de resultados, Estudios en investigación de
tratamiento sobre todo procesos
Papel de la mente Exceso de racionalismo Papel de la mente no
consciente (modelo
construccionista)
Teoría comprensiva sobre el Exceso de individualismo Enfoques construccionistas
ser humano sociales
Modelo claro, estructurado y Tipo de relación terapéutica. Cambios en tipo de relación
organizado Modelos teleológicos terapéutica. Modelos
teleonómicos
Modelo flexible ¿Está perdiendo su identidad Reflexiones teoréticas
como modelo?
Fuente: Caro, I. 2009 pp. 45.

A continuación se explican las ventajas o méritos del cuadro antes mencionado, según el
estudio realizado por Caro, 2009:
 Mérito # 1: Modelo eficaz de tratamiento.

Según la opinión de Caro (2009), las investigaciones que tan buen “resultado” han dado
a la terapia cognitiva para que se establezca como modelo, deben ser complementadas y
abiertas a estudios de tipo procesual donde no sólo se explique si la terapia es eficaz o no,
sino mediante qué mecanismos, qué operaciones ponen en marcha pacientes y terapeutas
que den cuenta de esos niveles de eficacia.

Por otro lado, a pesar del innegable nivel de eficacia de las terapias cognitivas,
faltan más estudios concluyentes sobre la aplicación del modelo al amplio rango de
patologías y poblaciones en el que se está empleando.

 Mérito # 2: Papel de la mente.

El modelo cognitivo, a diferencia del modelo freudiano, planteó el papel de la mente


no inconsciente, como un rasgo importante para explicar el funcionamiento del ser humano.
Sin embargo, este papel de la mente fue criticado, ya en sus inicios, como hemos
comentado (Mahoney, 1980; 1981) por dotar a la terapia cognitiva de un exceso de
racionalismo.

En este sentido, los nuevos modelos en terapia cognitiva, de tipo construccionista,


plantearon el papel de la mente no consciente, haciendo uso y mención de conceptos como
el de núcleo metafísico central, conocimiento tácito, etc. (Guidano, 1987) que recogían
estructuras afectivas filogenéticamente anteriores a las estructuras más explícitas o
superficiales, que dirigen nuestro pensamiento racional, operando en el nivel pre-
consciente. Parece difícil complementar ambos modelos pero, al menos, disponemos de
otras explicaciones sobre el funcionamiento de la “mente” y de los procesos por los que se
adquiere y mantiene el conocimiento humano.

 Mérito # 3: Teoría comprensiva sobre el ser humano.

La terapia cognitiva siempre ha surgido con la pretensión de ser una teoría


comprensiva sobre el ser humano. En este sentido, la terapia cognitiva no se define por su
grupo de técnicas, sino por su especial y particular conceptualización de los problemas que
aquejan a los seres humanos, tal y como ya señaló Beck (1970a) en sus inicios. No
obstante, uno de los aspectos que cabe criticar a las terapias cognitivas, es su comprensión
individualista del ser humano.

De ahí que los desarrollos en terapia cognitiva quieran acercarla a teorías como la
del construccionismo social (Neimeyer, 1993) que plantea que todos nuestros sistemas de
creencias están constituidos socialmente. Dejando al margen que la pretendida base
construccionista social de los modelos construccionistas está aún por justificar, sí podemos
afirmar que los nuevos acercamientos en terapia cognitiva, intentan dotarla de una lectura
de tipo social e interpersonal (Safran y Segal, 1990).

 Mérito # 4: Modelo claro, estructurado y organizado.

Esta característica de los modelos cognitivos propicia, en primer lugar, un tipo de


relación terapéutica basada en la metáfora del ser humano como un científico y en la que el
terapeuta adopta el papel de guía activo del paciente para que este desarrolle formas
alternativas, más válidas de pensar.

En segundo lugar, los modelos clásicos cercanos a una epistemología modernista


son modelos de tipo teleológico, donde se prescriben las líneas a seguir desde un principio
(obviamente, atendiendo a las necesidades de los pacientes), lo cual se ve facilitado por ese
alto nivel de estructuración que poseen. Su meta será entonces poner en marcha técnicas
que controlen, corrijan y dirijan al paciente hacia una meta especificada.

Por su parte, los modelos construccionistas, más cercanos a una epistemología


postmoderna abogan por un tipo de relación terapéutica más propia de un modelo
humanista, una relación de tú a tú, donde el terapeuta no guía, sino que acompaña al
paciente en su proceso de descubrimiento, de desarrollo de formas viables, más funcionales
de conocer, en un proceso de tipo teleonómico. Es decir, sabemos por dónde vamos, pero
no hacía o hasta donde. Es decir, hay una direccionalidad, sin una meta final (Mahoney,
1991).

Según la opinión de caro (2009) y siguiendo estudios sobre los motivos que nos llevan a
elegir determinados modelos terapéuticos (Vasco, 1993) los estilos de práctica de la terapia
cognitiva tan diferentes entre sí, pueden interesarnos de forma distinta en función de
nuestras actitudes, valores, y creencias sobre la terapia y la forma más adecuada de abordar
los problemas de los pacientes. Sinceramente, no creemos que debamos inclinarnos por
uno u otro. Ambos tienen ventajas e inconvenientes. La idea será que el terapeuta elija
adecuadamente la forma de práctica que mejor se acomode a su “personalidad”, y sepa
aplicarla o modificarla en función de las características del caso clínico concreto.

 Mérito # 5: Modelo flexible.

Los méritos esbozados hasta ahora nos permiten afirmar que el modelo cognitivo es un
modelo flexible (o altamente flexible, según se mire), que permite integrarse en su
aplicación con otros modelos y acoge las evoluciones dentro del propio modelo.

Podemos afirmar, al respecto, que buena parte de esa post modernización se explica
por cambios en función de un espíritu postmoderno de la época. A tenor de esta cierta
postmodernización de la terapia cognitiva, surgen una serie de preocupaciones sobre el
futuro de ellas y por el acercamiento entre todos los modelos. El collage es un rasgo de la
cultura modernista y su finalidad era mezclar materiales para formar composiciones
abstractas o semiabstractas. Sin embargo, al concepto de collage debemos oponer el de
pastiche. Jameson (1984) considera al pastiche una parodia del pasado que refleja la
carencia de un estilo personal, la mezcla indiscriminada en función de la apariencia y no de
la forma.

Desde nuestro punto de vista, y si la terapia cognitiva se sigue “post modernizando”,


(y debemos asumir que al igual que otras formas de terapia) se puede convertir en un
pastiche, puede perder su esencia, su identidad, su razón de ser, e incluso puede ser
imposible diferenciarla de otros modelos. La única salida puede provenir, en nuestra
opinión, de las críticas y reflexiones desde dentro y fuera que se están haciendo a la post
modernización de la psicología y por derivación de la psicoterapia, pero este tema escapa al
contenido de este capítulo. En el campo cognitivo, lo que creemos que cabe hacer (sin
dividir al modelo cognitivo) es diferenciar, entender y enmarcar en reflexiones teoréticas
sus límites y su alcance.

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