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EL USO DE LA MUJER COMO RECLAMO TURÍSTICO Y

PUBLICITARIO.

¿Es ético que se utilice la imagen femenina para la promoción y publicidad de cualquier

producto? La gran mayoría de los anuncios siguen teniendo como protagonistas a bellas y

jóvenes mujeres en actitud sensual. En este punto surgen las diferencias: ¿Por qué mujeres y no

hombres?

Prácticamente, la mayoría de la publicidad que podemos encontrar en la actualidad hace

un uso de la mujer como referente erótico para la seducción inducida de sus mensajes.

No obstante, no se puede admitir que el éxito de una campaña publicitaria tanto de un

producto como de algún lugar turístico está en la utilización de la mujer como objeto de

uso y de consumo sino que debe estar abalado por el reconocimiento del propio

producto o lugar. La mujer ha sido protagonista de importantes cambios dentro de la

vida social en las últimas décadas que deben ser asumidas y reconocidas en todos los

ámbitos. Así lo han entendido los medios de comunicación que han contribuido de

manera importante a esta transformación. Para consolidar y profundizar


la igualdad entre hombres y mujeres, es fundamental respetar la imagen de estas y

adecuarla a la realidad social actual, alejándola de estereotipos trasnochados.

Aunque la primera característica general en cuanto a los medios de comunicación y la

mujer es la sobre presentación en ellos, en el caso de los mensajes publicitarios la mujer

aparece casi permanentemente.

Centrémonos en esas dos imágenes. Ambas utilizan a la mujer como “mujer

escaparate”, es decir, utilizan a la mujer para llamar la atención. En la primera imagen

observamos un cartel situado en Brazil. En la esquina inferior derecha observamos a una

mujer con un generoso escote que sujeta una cesta con frutas, asignándole a la mujer el

rol de ama de casa. ¿Significa esto que cuando un individuo viaja a Brazil va a

encontrar en abundancia mujeres a su disposición? A primera vista, puede parecer eso.

La segunda imagen hace publicidad al XVI Festival de Cerveza de Avilés (Asturias). En

este cartel, la utilización de la mujer como recurso turístico y publicitario es más que

obvio. “Mujeres y cerveza es lo que encontrarás si vienes al Festival de Cerveza”, es lo

que parece decir el cartel. Observemos la mujer sonriente y feliz (también con un

escote) sujetando las cuatro jarras de cerveza.

Tras el análisis de estas dos imágenes podemos llegar a sacar varias conclusiones. La

primera de ella es que gran número de anuncios que visualizamos en los distintos

medios obtiene la imagen de una mujer para reclamar la atención de la población.

¿Podría considerarse el uso erótico y sensual de la mujer como publicidad subliminal?

Podría considerarse que si, pues gracias al cambio de valores acerca de la mujer de la

sociedad actual, los publicistas han tenido oportunidad de trabajar con el erotismo sin

ser sometidos a censura alguna.


El problema de esta publicidad es que introduce tanto al producto o, en este caso, al

lugar turístico, un elemento de “fantasía”, remarcando una tendencia (en este caso la

mujer con la cesta de frutas de la primera imagen y la mujer con las cuatro jarras de

cerveza de la segunda imagen) que puede llegar a ser considerada como realidad.

El problema de la imagen de la mujer en la publicidad es que esta aparece

permanentemente en los anuncios publicitarios, pero especialmente en aquellos que

aborden el ámbito doméstico. Además, esto no solo perjudica a la mujer en su contexto

social, sino que además se le atribuye al hombre el llevar el sexo siempre por delante de

cualquier otro elemento. Por último, comentar que la publicidad impone a hombres y

mujeres un canon de belleza difícil de seguir, lo cual puede convertirse en un mensaje

discriminatorio para aquellas personas que no se ajusten al mismo cuando se presenta

como un requisito necesario para triunfar en lo social o lo sexual. En ciertos casos, la

imagen de la esbeltez se presenta totalmente distorsionada, llegando al extremo de

mostrar mujeres muy delgadas quejándose de un supuesto exceso de peso o talla.

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