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Samuel Chapaval

INTERPRETACIÓN DE PUBLICIDAD
1. A través de la historia se han visto innumerables escenarios en los que la mujer es
menospreciada y puesta por debajo de los hombres, en un acto machista y
discriminatorio. En la antigüedad, las mujeres eran consideradas “delicadas” y se
planteaba que solo podían asumir roles caseros, llegando a crear una imagen de
completa esclavitud, otorgándole el valor de “objeto sexual” a la mujer. Estos
estereotipos han acompañado a la humanidad hasta la actualidad, y estos mismos
conceptos primitivos se siguen utilizando en el siglo 21. Como es visto en este
artículo, la publicidad juega un rol crucial en esta situación. Los diferentes
comerciales y publicidades retratan a la mujer como un juguete sexual y muchas
veces como un objeto, teniendo en cuenta que la mayoría de la audiencia es un
público masculino, la imagen sexual de la mujer es utilizada para atraer a los
hombres a cierto producto o servicio.

En ocasiones, la mujer deja de ser un ser humano para compañías multinacionales,


se convierte en una estrategia de marketing. Cada año surgen miles de campañas
publicitarias con mujeres como “líderes” o a la cabeza de estas, campañas de belleza
o moda, sin embargo, en el fondo las empresas no se ven interesadas en la mujer en
sí (en la persona), sino en su físico, en lo que muestra y en su imagen sexualmente
atractiva (basándose en ciertos parámetros establecidos por la misma sociedad con
respecto a la moda). Al director de marketing de una compañía no le interesa las
ideas que pueda tener una actriz para liderar una campaña, probablemente esta ya
está completamente diseñada, tampoco le interesa conocer a esta persona, lo único
que importa es cuántos dólares puede producir, cuántas masas puede mover y el
número de productos que puede vender. Este tipo de negocios tratan acerca de la
imagen y las apariencias, una idea falsa de la “perfección” y la belleza.

2.
Samuel Chapaval

Análisis: Old Spice es una marca de desodorantes que ya tiene fama por presentar
publicidades machistas y llenas de estereotipos. En esta publicidad, se puede ver como la
empresa está planteando que para que un hombre pueda ser considerado un “hombre de
verdad”, este debe oler de cierta forma, en este caso, como el desodorante de la marca. Old
Spice muestra que al utilizar otros desodorantes diferentes al que es presentado, el hombre
pierde su “masculinidad” y comienza a emitir un hedor de “niñita”, descripción que es
considerablemente machista. Al mostrar un oso de peluche a modo de desodorante y
relacionarlo con “niñitas”, se insinúa que las mujeres emiten un olor “débil”, “afeminado” o
simplemente no “digno” de un hombre.

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