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Rodrigo Antonio Montenegro Jiménez

Geometrías No Euclidianas
Algunas preguntas

1. Las hipótesis del ángulo obtuso, del ángulo agudo y la del ángulo recto.

Las hipótesis del ángulo obtuso, del ángulo agudo y del ángulo recto surgieron en el estudio
realizado por Saccheri sobre un cuadrilátero birrectángulo isósceles. Hoy nombramos esas figuras
como cuadriláteros de Saccheri, y se caracterizan por poseer como base el lado AB, y los segmentos
AC y BD congruentes entre sí y perpendiculares a AB. Además, Saccheri demostró que los ángulos C
y D siempre son congruentes.
De acuerdo con Dou (1992), Saccheri fue descubriendo que el hecho de determinar al ángulo C
como agudo, recto u obtuso no solo influía en el ángulo D, sino también en las medidas de los lados
de esta figura. En palabras de Dou, Saccheri “demuestra que si C es obtuso, entonces AB es mayor
que CD; si C es recto, AB es igual a CD; si C es agudo, entonces AB es menor que CD; y
recíprocamente” (1992, p.47). Pero ese no es el único resultado importante, ya que las consecuencias
van más allá de la figura misma en la que se determina la clasificación, según la medida, de C.
Lo que dio lugar a las hipótesis de trabajo de Saccheri en su famoso Euclides ab omni naevo
vindicatus (1733) fue el descubrimiento de que, determinar al ángulo C como obtuso, recto o agudo no
solo implicaba esa misma característica para el ángulo D, sino que “en todos los cuadriláteros de
Saccheri del plano los ángulos no rectos por construcción, serán también obtusos, rectos o agudos
respectivamente” (Dou, 1992, p.47). De esta manera, Saccheri envolvió el estudio de estas tres
posibilidades en lo que serían las tres hipótesis mutuamente excluyentes: hipótesis del ángulo obtuso,
hipótesis del ángulo recto e hipótesis del ángulo agudo. Los razonamientos que desarrolló ese autor lo
llevaron a confirmar que también había una mutua relación entre dichas hipótesis y la suma de los
ángulos internos de un triángulo, siendo que confirmó que su hipótesis del ángulo recto era equivalente
a postular la suma de los ángulos internos de un triángulo como la suma de las medidas de dos ángulos
rectos, y por ende una equivalencia al quinto postulado de Euclídes; pero fue más allá de eso al
demostrar que la hipótesis del ángulo obtuso era equivalente a postular que la suma de los ángulos
internos de un triángulo siempre superaba la de dos ángulos rectos, y que la hipótesis del ángulo agudo
equivalía a que la suma de los ángulos internos de un triángulo fuera menor a la de dos ángulos rectos
(Ramírez-Galarza y Sienra, 2000, p.43).
2. ¿Qué pretendía Saccheri al realizar Euclides ab omni naevo vindicatus? Explique la consideración
de Lambert respecto del ángulo agudo, según Dou en “Orígenes de la geometría no euclideana:
Saccheri, Lambert y Taurinus”.

De acuerdo con Dou (1992), “el objetivo del libro es vindicar Euclídes de toda mancha, y en
particular el objetivo del primer libro es vindicarlo en cuanto admite el axioma decimotercero (hoy en
quinto postulado), cuya verdad no aparece como evidente” (p.48); es decir lo que Saccheri pretendía
con su libro era trabajar de tal manera con las contradicciones del quinto postulado de Euclídes, que
fuera posible llegar a su inviabilidad (por contradecir algún otro aspecto de la geometría aceptada) y
así demostrar el quinto postulado como única posibilidad en la geometría, defendiendo así a Euclídes
de todas las críticas que había recibido a lo largo de los siglos por la formulación de ese postulado.
Al repasar los estudios de Lambert, este autor señala que sus principales logros se encontraron
al considerar la hipótesis del ángulo agudo, en la que llegó a importantes resultados como una fórmula
para calcular el área S de un triángulo cualquiera ABC involucrando una constante k propia del plano
en el que se trabaje: 𝑆 = 𝑘(𝜋 − 𝐴 − 𝐵 − 𝐶) (Dou, 1992, p.56). A consecuencia de esta fórmula, Lambert
habría concluido que no existen figuras semejantes, por lo cual sería posible establecer una unidad de
medida lineal absoluta; además de eso, llegó a la conjetura de que el sistema geométrico generado por
la hipótesis del ángulo agudo se pudiera verificar en una esfera de radio imaginario (Dou, 1992, p.57).
Entre los aportes más significativos de Lambert a las geometrías no euclídeas está el hecho de
haber sido el primero en considerar seriamente la posibilidad “de que la geometría del ángulo agudo
sea la verdadera en nuestro mundo” (Dou, 1992, p.57), lo que significaría respaldar el hecho de que le
quinto postulado de Euclídes sea independiente del conjunto de los demás postulados.

3. Explique la imposibilidad de construir el plano proyectivo en el espacio de tres dimensiones.

Como lo plantea Ramírez-Galarza y Sienra (2000), las propiedades del Plano Proyectivo se van
verificando en una esfera inicialmente, como un intento de modelarlo en el espacio tridimensional en el
que solemos pensar inicialmente. Sin embargo, la característica de los puntos proyectivos hace que en
la esfera se den dos instancias distintas para un mismo punto proyectivo, y esto lleve a la necesidad
de considerar únicamente la mitad de la esfera para, inicialmente, acabar con esas duplicaciones en
los puntos. El problema que esto genera tiene que ver con la circunferencia máxima en la que se realiza
el “corte” de la esfera, ya que en ella también se dan instancias dobles de puntos proyectivos, y se
vuelve necesario que un modelo del plano proyectivo una estos puntos para mostrar solamente uno de
cada uno. Los autores mencionados muestran que ese ajuste final, al menos de forma material, es
imposible en el espacio tridimensional, porque en el esfuerzo por unir los puntos opuestos de los
diámetros de esa circunferencia también se unen puntos no correspondientes entre sí en la geometría
proyectiva, dañando el intento por representar el plano proyectivo.
4. Describa la función de distancia utilizada en la geometría elíptica. ¿Cumple con las propiedades de
una métrica?

La función distancia empleada en la geometría elíptica asocia dos puntos con la distancia más
corta posible entre ellos, que corresponde al arco de una circunferencia máxima que los contiene
(Barraza y Reyes, 2012, p.30). En este sentido, dicha distancia depende del radio considerado en la
esfera que se utiliza para modelar la geometría elíptica, así como las coordenadas propias de los
puntos, o el ángulo que los separa.
Si se tiene que el radio de la esfera se determina por R, los puntos entre los que se desea calcular
la distancia son x y y, y se llama α al ángulo central descrito en la esfera entre los dos rayos que tienen
por centro el centro de la esfera y cada uno contiene a uno de los puntos entre los que se desea calcular
la distancia, la función distancia se describe como: 𝑑(𝑥, 𝑦) = 𝑅 ∙ 𝛼
Para saber si es posible considerar a esta función como una métrica, debe cumplir con cinco
características:

No negatividad: 𝑑(𝑥, 𝑦) ≥ 0.
Simetría: 𝑑(𝑥, 𝑦) = 𝑑(𝑦, 𝑥).
Reflexividad: 𝑑(𝑥, 𝑥) = 0.
Desigualdad triangular: 𝑑(𝑥, 𝑦) + 𝑑(𝑦, 𝑧) ≥ 𝑑(𝑥, 𝑧).
Implicación de reflexividad: Si 𝑑(𝑥, 𝑦) = 0, entonces 𝑥 = 𝑦.

Como sabemos, las medidas en los arcos de circunferencias, como ya se hacen en la Geometría
Euclídea, poseen estas mismas cualidades, y ya que la medición de distancias lineales y ángulos en la
Geometría Elíptica siguen haciéndose como en la Geometría Euclídea, esto permite mantener dichas
cualidades. En el caso de la desigualdad triangular, baste tomar la demostración de Barraza y Reyes
(2012, p.109) para confirmarla.

Referencias
Barraza, O. y Reyes, R. (2012). Introducción al estudio de las geometrías no euclidianas a través de la
geometría esférica. Desde una perspectiva docente. (Tesis de licenciatura). Universidad de
Santiago de Chile, Chile. Recuperado de https://fisica.usach.cl/sites/fisica/files/tesis_oscar
barraza_rolandoreyes-2012_0.pdf

Dou, A. (1992). Orígenes de la Geometría no Euclidiana: Saccheri, Lambert y Taurinus. Historia de la


Matemática en el siglo XIX, (1a parte), 44-63.

Kisbye, N.P. (2006). El Plano de Poincaré. Córdoba, Argentina: Facultad de Matemática, Astronomía y
Física de la Universidad Nacional de Córdoba.

Ramírez-Galarza, A., y Sienra, G. (2000). Invitación a las Geometrías No Euclidianas. México: UNAM.

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