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La historia de las competencias es larga: se empezó a hablar de ellas al menos hace cien años,
cuando Inglaterra y Alemania buscaron precisar las exigencias que debían cumplir quienes
aspiraban a obtener una certificación oficial para ejercer oficios específicos. Con los años, el
criterio habría de ampliarse hasta tocar el ámbito de la educación. El proceso de
transformación que ésta emprendió, y en el que en la actualidad se empeña, parte,
precisamente, de ese viejo y sencillo concepto: el de las competencias.
Competencias:
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Habilidades:
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Las expectativas generalizadas de las empresas del sector minero metalúrgico y de los nuevos
empresarios que aspiran a participar en éste, son que el profesional sea analítico y creativo;
que posea una formación sólida para realizar actividades de control, evaluación, innovación e
investigación aplicada, que solucione problemas del sector industrial, de mercado y de
servicios, que pueda cubrir sus necesidades actuales y futuras, favoreciendo la obtención de
materiales y productos de calidad, comprometidos con la problemática nacional y sobre todo
que actúe como agente de cambio en este sector tan importante para la economía del país.
Por esto, el profesional juega un papel primordial para coadyuvar en la transformación de este
sector, convirtiéndose en un actor que promueva el desarrollo de nuevas tecnologías,
incentivando su adopción, adaptación y aplicación, para lograr la modernización y eficiencia de
las empresas del ramo.
Además, deben proponer y desarrollar procesos que permitan realizar una explotación y
procesamiento racional de los recursos minerales del país, lo que permitirá aprovechar
unidades que actualmente no son económicamente explotables y lograr la competitividad de
esta industria; con lo cual el sector diversificará su producción y contribuirá al abastecimiento
de materias primas para la industria de la transformación nacional e internacional,
convirtiéndose en una fuente generadora de riqueza en el país.
Ética profesional
Es en el servicio a la humanidad, trabajando para el beneficio y bienestar de la humanidad, que
la ética se convierte en una característica componente e indispensable única del
profesionalismo. En realidad, la sociedad demanda que los miembros de una profesión
reconozcan cómo su trabajo influye profundamente y los efectos para el bien común de la
sociedad. Asimismo, los profesionales deben resultar acreedores de la confianza puesta en
ellos. La sociedad espera que los ingenieros y todo profesional tenga el interés del bienestar
común en el fondo, y no para esforzarse solamente para su propia ganancia material
individual. Como una idea, el concepto del servicio público se reconoce ampliamente como
una vía de vida para ingenieros y cualquier agrupación profesional.
Utilizar los conceptos descritos de varias definiciones propuestas, la persona profesional puede
ser definida, para los propósitos aquí, como alguien que a causa de su capacidad intelectual,
aprendizaje formal, y entrenamiento práctico aplicando ese aprendizaje, es singularmente
calificado para resolver problemas complejos en las áreas especializadas de necesidad
humana, y hacerlo de una manera ética.
Esto trae a la discusión a la ética. Como se definió anteriormente, ética en ingeniería es una
disciplina dentro de ética profesional que dirige los problemas morales confrontados por
individuos y organizaciones envueltos en la ingeniería. Aunque está relativamente nuevo en su
forma presente, la ética en ingeniería data al menos de fechas posteriores al decimoctavo
siglo a.C. El código de Hammurabi (1750 B.C.) era tal vez el primero en dirigir esas acciones las
que se incluyen en el rango de lo que hoy pueda caracterizarse como actividades ingenieriles.
Los estados de código:
“Si un constructor ha construido una casa para un hombre y no ha hecho su sonido de trabajo,
y la casa que ha construido cae al suelo y con esto causa la muerte de los amos de casa, ese
constructor deberá dar muerte. Si destruye la propiedad, reemplazará algo que ha destruido
Reconstruirá la casa que ha caído al suelo por sus medios. Si se deteriora los salientes de la
pared, el constructor pondrá la pared en condición sana a su propio costo.”
Hoy las responsabilidades éticas de un ingeniero son mucho más variadas. En primer lugar, el
ingeniero tiene obligaciones con el cliente. La más importante de estas obligaciones se detalla
en un acuerdo contractual. En segundo lugar, el ingeniero empleado por una compañía o
corporación tiene responsabilidad con esa firma, a pesar de su tamaño. Sin este arreglo de
negocio, los ingenieros no podrían funcionar en un mundo de reglas complejas de gobierno.
Tercero, es claro hoy que el trabajo de los ingenieros impacta amplia y profundamente en la
sociedad. Así, existe una responsabilidad seria con la sociedad. Cuarto, el ingeniero también
tiene obligaciones con la ingeniería como profesión misma, para que la integridad de la
profesión se deba mantener a fin demandar la confianza pública. Finalmente, existe la
responsabilidad de ingeniero con el mismo o a ella. La persona humana individual tiene
necesidades, físicas y espiritual, las que trate de dar satisfacción. Las decisiones y acciones
tomadas por el ingeniero deben, por lo tanto, ser ambos material y espiritualmente premiados
a fin de satisfacer estas necesidades humanas básicas. El dilema al hacer elecciones se origina
en la complejidad de estas responsabilidades y la complejidad que los asuntos
socio-tecnológicos envuelven en proyectos de ingeniería contemporáneos.
Elecciones morales ineludibles para la conciencia ingenieril emergen de una red compleja de
convicciones morales y éticas, simpatías patrióticas, seguridad de trabajo, bienestar familiar, y
adelanto profesional. Sin embargo, ello queda finalmente a la elección libre de todos y cada
ingeniero si él o ella contribuirá profesionalmente a cualquier proyecto ingenieril específico
que tenga implicaciones sociales complejas. Esto apunta entonces a la pregunta fundamental:
¿Según qué criterios un ingeniero puede tomar una decisión moral?
El desarrollo de una persona con criterios para tomar decisiones morales se mueve de la
orientación de obediencia y castigo, a la orientación egoísta, entonces para la buena
orientación de una persona y finalmente para la autoridad y el mantenimiento orientación del
orden social. Este nivel posterior del orden público es el nivel de más función a personas, a
menudo igualando moralidad con legalidad. Pero existe un nivel más alto que el legal, llamado
el nivel de responsabilidad personal y social.
¿Qué son estas dimensiones fundamentales de una persona humana? ¿Qué entienden los
ingenieros como el fundamento de la persona humana? En Los Ángeles, un grupo de
mecánicos e ingenieros eléctricos y otros empleados en la industria aeroespacial se
encontraban en conjunto mensual por más de cinco años. Escogieron los
ingenieros/trabajadores aeroespaciales de nombre para responsabilidad social. Su propósito es
discutir asuntos morales asociados con sus trabajos individuales. Los tópicos de sus discusiones
tratan de la gama entera de responsabilidades de ingeniería. Al dirigir esos asuntos, y en
intentar alcanzar decisiones éticas, los ingenieros han asignado peso significativo a una
variedad correlacionada de intereses. Aquellos que han emergido de la mayoría
prominentemente es lo siguiente: el beneficio para soportar una familia; actitudes y
comportamiento de empleados; seguridad de trabajo y adelanto de carrera; el impacto social,
psicológico y espiritual de trabajar para la industria de defensa nuclear; la relación entre fe
religiosa y práctica en el lugar de trabajo; la responsabilidad para levantar conocimiento moral
entre empleados asociados; imagen paternal y la educación de niños; el debate que rodea la
justificación moral de refrenamiento nuclear; patriotismo verdadero; gastos militares y
distribución de los recursos; proyectos civiles versus proyectos militares dentro del espacio; la
participación en decisiones de asignación de trabajo administrativas frente a las convicciones
éticas; la satisfacción del trabajo intelectual y ético; y, las implicaciones sociales de gasto
militar en la sociedad.
Estos intereses, vienen de prácticas ingenieriles, es idéntico a muchos de los intereses éticos
expresados por estudiantes y profesores de ingeniería en cursos en ingeniería ética. Ellos
reflejan también algunos de los temas de artículos publicados en la literatura, ambos
profesionales y populares.
Muchos de estos intereses que entran en el proceso de toma de decisiones morales dentro de
la práctica de los ingenieros reflejan las amplias dimensiones de la vida humana diaria a los
niveles personales, sociales y religiosos. La parte más interesante de esto, que los intereses de
ingenieros corresponden a las ocho dimensiones de las personas humanas adecuadamente
entendidas, delineadas por Luis Janssens en su discusión sobre la inseminación artificial.
Aunque se han publicado sólo algunos libros sobre Ética Ingeniería, sin embargo representan el
status actual de la forma de pensar sobre la Ética en Ingeniería, lo cual para la mayoría es una
ética aplicada comprometida por filósofos, profesionales y profesores. Mike Martin y Roland
Schinzinger, Profesores de filosofía e ingeniería respectivamente, hicieron un texto “Ética en
Ingeniería”, como resultado de su participación en un proyecto NEH sobre la Ética en
Ingeniería y la Filosofía. El texto está dividido en cuatro secciones principales que tratan sobre
Ética Teórica aplicada, seguridad y riesgos, instalaciones de empresa y opciones de carrera.
Estos incluyen una discusión sobre la naturaleza experimental de la ingeniería; la preocupación
de los ingenieros por la seguridad, las responsabilidades Éticas profesionales y la autoridad del
empleador, los derechos de los ingenieros y la decisión vocacional, la ética computacional, el
medio ambiente, el desarrollo de armas y la consultoría. Cada capítulo contiene “Preguntas de
Estudio”, provocativas y útiles, basados en casos actuales. Los autores también muestran una
extensa bibliografía y ejemplos de Códigos de Ética en Ingeniería
La frustrante situación del chivo expiatorio; de ser culpado por los acontecimientos
relacionados con la ingeniería, percibida más allá del control de una sola persona, ha
contribuido significativamente a una transformación en la enseñanza de Ingeniería. Dentro de
universidades y sociedades de ingenieros profesionales, los ingenieros están experimentando
un nuevo auto-conocimiento profesional. El profesionalismo y las expectativas éticas están
siendo redefinidos para incorporarlas en el desarrollo de una auto-conciencia en Ingeniería.
Pero para apreciar esta evolución es ventajoso lograr una cierta comprensión de la historia de
la ingeniería, particularmente de los logros de los ingenieros y su consecuente impacto social.
El aprendiz permanente
Todo ingeniero debe temer a la incompetencia, que es fruto, en gran medida, de la
obsolescencia. Ella no solo limita o destruye su capacidad para realizar su función profesional,
sino que lo amenaza con el desempleo.
Las fuerzas motrices para el aprendizaje permanente son diversas, y cubren el espectro desde
las necesidades de los ingenieros individuales hasta las de la economía nacional. Los propósitos
reconocidos son los siguientes:
1. La actitud y la cultura: la marca que hace la diferencia entre los llamados países
pobres y países ricos
Alguna vez circuló por el Internet una comunicación que hablaba sobre ’la diferencia que
marca la diferencia entre los países ricos y los países pobres, creo que quizás era de una
empresa llamada Consulting Group S.A. del Paraguay, pero no tengo certeza absoluta sobre
dicha autoría. La comunicación es bien interesante para el análisis del presente trabajo, por lo
cual la voy a transcribir textualmente, con agregados entre corchetes de mi autoría, así:
“Los deseos primarios de todo ser humano [en nuestra sociedad occidental] son, en general,
ganar más dinero, progresar y ser felices. Una forma efectiva, [seguramente muy discutible],
de lograr estos anhelos es siendo ricos. Así como hay personas pobres y personas ricas hay
países pobres y países ricos.
La diferencia entre los países pobres y los países ricos no es la antigüedad del país. Lo
demuestran casos de países como India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad y son
pobres. En cambio, Australia y Nueva Zelanda, que hace poco más de 150 años eran casi
desconocidos son, sin embargo, hoy países desarrollados y ricos. La diferencia entre países
pobres y ricos tampoco es los recursos naturales con que cuentan [y que hoy en día se ha
demostrado que la nueva riqueza de las naciones es el conocimiento y no los recursos
naturales, ni los bienes de capital, ni la mano de obra barata], como es el caso de Japón que
tiene un territorio muy pequeño y el 80% es montañoso y no apto para la ganadería y la
agricultura; sin embargo, es la segunda potencia económica mundial pues su territorio es como
una inmensa fábrica flotante que recibe materiales de todo el mundo y los exporta
transformados, también a todo el mundo logrando su riqueza [algo similar a lo que sucede con
la isla de Taiwán].
Por otro lado, tenemos una Suiza sin océano, pero tiene una de las flotas navieras más grandes
del mundo; no tiene cacao pero exporta el mejor chocolate del mundo; en sus pocos
kilómetros cuadrados, pastorea y cultiva solo cuatro meses al año ya que el resto es invierno,
pero tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa al igual que Japón no tiene
recursos naturales, pero da y exporta servicios, con calidad muy difícilmente superable, es un
país pequeño que ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo, que lo han convertido
en la caja fuerte del Mundo. Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia [y hasta el
momento no hay diferencias en la capacidad craneal ni en los cerebros entre las personas de
las diferentes regiones del mundo], como lo demuestran estudiantes de países pobres que
emigran a los países ricos y logran resultados excelentes en su educación. Otro ejemplo son los
ejecutivos de países ricos que visitan nuestras fábricas y al hablar con ellos nos damos cuenta
de que no hay diferencia intelectual.
De acuerdo con lo planteado en las líneas anteriores, es la ACTITUD de las personas, por una
parte, lo que marca la diferencia. Al analizar la conducta de los habitantes de los denominados
países ricos, se evidencia que buena parte de la población sigue un conjunto de valores o
reglas como común denominador. Por otra parte, es la CULTURA, el otro aspecto que marca
diferencia, teniendo en cuenta que el tipo de actitud frente al desarrollo, que asume una
población, está en relación directa con las tradiciones y la cultura que ella tiene y que va,
indefectiblemente ligada a la capacidad de innovación de una nación, con lo cual podemos
afirmar que la INNOVACIÓN es una característica de una economía desarrollada. Pero, ¿qué
cosa es la cultura?
La actitud y la cultura son, pues, la marca que hace la diferencia entre los países denominados
“ricos” y los denominados “pobres”.
Las reglas o valores de los que habla la presentación de Consulting Group, referidos a la actitud
como diferencia, son los siguientes:
No se requerirían más leyes. Bastaría con cumplir estas diez simples reglas de
comportamiento. En la mayoría de los países pobres, sólo una mínima (por no decir que una
nula) parte de la población sigue estas reglas en su vida diaria personal o colectiva. No se es
pobre porque a un país le falte riquezas naturales, o recursos energéticos, o porque la
Naturaleza haya sido cruel y se haya ensañado con el territorio; simplemente, falta el carácter
suficiente para cumplir con estas premisas básicas del funcionamiento de una sociedad.
Ahora bien, si tratáramos de establecer un conjunto de valores universales que sirvieran como
principio rector para el desarrollo de una nación, podríamos plantear (Gómez Uranga, Mikel.
“Notas de curso de Doctorado ‘Estudios de Ciencia y Tecnología y Gestión de la Innovación
Tecnológica’) los siguientes:
- Confianza
- Compromiso
- Respeto
- Entusiasmo
- Tolerancia
- Flexibilidad
- Voluntad de superación
- Lealtad
- Humildad
- Cooperación
- Responsabilidad
- Solidaridad
Sobre la confianza
Así las cosas, y dado que estamos hablando de la diferencia entre los habitantes de las
naciones con niveles distintos de desarrollo, en donde las de mayor nivel exhiben un conjunto
de valores comunes y en donde la confianza es, quizás, uno de los más importantes, es buen
resaltar que la confianza aplicada a las relaciones que tienen lugar en el interior de la empresa,
así como loas que suceden entre empresas, en sentido vertical y horizontal, se refiere,
básicamente a: confianza respecto a las habilidades, competencias y conocimientos
individuales o de grupo o empresa; confianza en relación con las intenciones y confianza en el
grado de compromiso. Siendo la confianza un ingrediente esencial de la cultura de la
innovación, queda claro que la innovación es un proceso que requiere un fuerte nivel de
compromiso emocional entre todos los miembros de la organización, es decir, un gran nivel de
confianza.
Muchas empresas tienen una declaración de misión y de visión que constituyen su carta de
navegación y su perspectiva de futuro, respectivamente, para cumplir con su propósito o
razón de ser. Adicionalmente, algunas empresas incluyen cartas de derechos y deberes y carta
de valores que pretenden incorporar a la cultura de la organización. A manera de ilustración,
veamos la carta de valores de MAIER (en España), extraída del texto de Alonso Vázquez (“El
modelo vasco de transformación empresarial”):
- Crear un sistema basado en la confianza en las personas
- Hacer de las comunicación interna y de la formación los pilares para gestionar el
cambio
- Flexibilidad, un concepto clave.
- Preocupación activa por el cliente y en consecuencia por la propia empresa a todos
los niveles
- La persona que ejercita la labor diaria es la que mejor puede conocer el puesto de
trabajo
- La creatividad no tiene correlación directa con el nivel de formación
- La creatividad potenciada por el equipo “Hobetalde” y aplicada a la mejora en
todos los niveles proporciona un mayor rango competitivo
- La participación es más importante que la “aparente” rapidez
- Respeto mutuo: respetar y hacerse respetar. El quebrantar este principio puede
inviabilizar el mejor plan de mejora.
- Autocrítica. Reconocer el error, aprender del error
- La empresa en permanente equilibrio inestable
- Para enfrentarse al reto competitivo tenemos que recurrir a todas las capacidades
de creatividad y conocimiento.
Obsérvese como la confianza aparece aquí, y puede parecer coincidencia, pero es justo, el
primer valor de la carta.
En el primer apartado decíamos que no se requieren más leyes sino cumplir con las reglas o
valores básicos que fueron enunciados. Hay quienes, como en un escrito de Mario Bunge (“Las
leyes no bastan”), sostienen que las raíz de los males en la sociedad actual es que se ha minado
la confianza y la raíz de este y otros males es el egoísmo. Cada cual se ocupa de sus propios
intereses, lo cual es perjudicial incluso para los negocios. Si bien los economistas nos dicen que
en el mercado libre todo empresario debe procurar maximizar sus beneficios (en teoría), en la
práctica no puedes hacer negocios en forma sostenida sin dar ni confiar. Tus clientes deben
poder confiar en ti, tanto como tú debes poder confiar en ellos. Incluso tus competidores
tienen que poder confiar en que nos les harás malas jugadas (competencia desleal). En un país
pueden existir leyes que impidan que la gente actúe todo el tiempo como un pillo, pero ello no
es suficiente. Es más, paradójicamente, a mayor cantidad de leyes para impedirlo, mayor nivel
de desconfianza ya que se da por hecho que todos son culpables hasta que no demuestren su
inocencia. Como consecuencia de esto hay más inspectores y abogados que técnicos e
ingenieros y más tribunales que museos y escuelas técnicas. Es más, pareciera que esta
proliferación de reglamentos, inspectores, abogados y jueces es parte del problema- Hay
demasiadas leyes y reglas externas y no hay bastantes normas internas y morales. No hay
valores, y como bien se sabe, hecha la ley, hecha la trampa. La ley ha desplazado a la moral, y
es así como nos encontramos con leyes inmorales, pero son las leyes y hay que acatarlas pero
están desconectadas de los valores que las deberían sustentar. Así, nos encontramos que una
sociedad de egoístas es una sociedad de enemigos mutuos que se acechan y trampean y
combaten entre sí. La raíz del mal es, entonces, el egoísmo.
Parte del camino hacia el desarrollo de una nación se dará cuando la gente comprenda que, a
la larga, la inmoralidad no es rentable y que la desconfianza es un lastre que bloquea cualquier
posibilidad de desarrollo. El asunto no es tener más leyes y reglamentos sino más moralidad,
más valores, más ética si se quiere. Aquí surgiría una pregunta: ¿se requerirá, por consiguiente,
multiplicar o incrementar los cursos de ética? Pues bien, la respuesta puede ser afirmativa. Es
más, es interesante notar como la famosa Harvard Business School ha terminado por
incorporar cursos de ética en sus programas de estudios. Ha comprendido que es preciso
persuadir a los futuros empresarios que la deshonestidad es, definitivamente, un mal negocio.
Pero esto no basta, hay que generar una cultura en el conglomerado social de tal suerte que le
educación moral comience por casa. Sobre el asunto crucial de la ética volveremos
posteriormente.
Ingeniería y Sociedad.
El Ingeniero de hoy, y más aún en las próximas décadas, no puede eludir el ambiente de
globalización.
Durante este Siglo XXI las organizaciones y el sistema productivo se verán influenciados por:
En las Instituciones educativas que forman ingenieros, los cambios curriculares se producen
normalmente como reacción a una situación ya existente (necesidades del medio).
- Escasez de agua
- Demanda de energía
- Eliminación de las barreras de comercio
- Crecimiento exigente para la sostenibilidad ambiental.
- Centrada atención en el manejo y la evaluación de riesgos, seguridad, privacidad y
valores.
- Compromiso con la sociedad.
- ambiental,
- económica y;
- social.
Desarrollo sostenible.
Desarrollo sostenible o sustentable, término aplicado al desarrollo económico y social que
permite hacer frente a las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las
futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Desarrollo sustentable es el proceso por el cual se preserva, conserva y protege solo los
Recursos Naturales para el beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Estos cambios pueden ser positivos, pero en la mayoría de los casos pueden traer
perturbaciones al ambiente y el ingeniero, como agente transformador debe conocer sus
implicaciones.
Hoy se necesita que las personas en las organizaciones entiendan que la Responsabilidad
Social, Corporativa o Empresaria (Según el contexto de aplicación); debe de la mano de la ética
profesional dejar de ser sólo discurso y reflejarse en la acción cotidiana, en los actos, en las
actividades, en las tareas y en nuestro trabajo diario.