Está en la página 1de 31

TALLER DE ESPAÑOL

CIFUENTES CARLOS MIGUEL


MAMRIQUE JAMBER NICOLAS
PEÑA ALVAREZ ANDERSON
SANTIESTEVAN DUVAN FELIPE

IED NUEVO SAN ANDRES DE LOS ALTOS

BOGOTA D.C
LENGUAJE CASTELLANA
ESPAÑOL
TALLER DE ESPAÑOL

LILIANA VARGAS

CIFUENTES CARLOS MIGUEL


MANRIQUE JAMBER NICOLAS
PEÑA ALVARES ANDERSON
SANTIESTEVAN DUVAN FELIPE

IED NUEVO SEN ADRES DE LOS ALTOS

BOGOTA D.C
LENGUA CASTELANA
ESPAÑOL
TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCION
2. TEMA
3. IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO “LA MARIA”
4. RESUMEN DE LA OBRA
5. PERSONAJES
6. PRIMARIOS Y SEGUNDARIOS
7. TEMAS CLAVE DE LA OBRA
8. EL AMOR, LA MUERTE Y LA ESCLABITUD
9. ANALISIS DETALLADOS DE EFRAIN Y MARIA
10.LOCALISACION GEOGRAFICO
11.ESPACIO
12.TIEMPO CRONOLOGICO
13.FIGURA LITERARIA=METAFORA
14.SIMIL O COMPARACION
15.PERSONIFICACION
16.EXPRECIONES LITERARIAS
17.RESUMEN DE LOS CAPITULOS DE LA OBRA
18.PALABRAS DESCONOSIDA
19.BIOGRAFIA DE “JORGE ISAACS”
20.DIBUJO DE “LA MARIA”
INTRODUCCION

María puede considerarse la obra cumbre de la literatura colombiana


romántica, es ejemplo y orgullo que enaltece a las letras colombianas desde
el siglo XIX, ha sido traducida amas de 15 idiomas y se han realizado
numerosas ediciones de la obra, lo que confirma su importancia capital
para la intelectualidad colombiana. Como dejar de repasarla, saborearla, y
estudiar uno a uno sus capítulos, en donde se lee la tragedia, la dulzura y
el amor que es perfumado por ese mítico rosal que aun hoy adorna los
jardines frontales de la hacienda que queda en pie.
Vale la pena leerla, y adentrarse tanto en la historia del Valle del Cauca
colonial, como en el alma de los personajes que nos inspiran muchas
pasiones a quienes de una u otra forma hemos vivido algo de ellos.
Al repasarla, nos damos cuenta de nuestra debilidad y de nuestra fortaleza,
de que cada uno lleva dentro de si un Efraín y una María.
TEMA

Maria fue publicada en 1867 en la cual hace canto a la naturaleza y al


paisaje del valle del cauca como escenario de amor.

Para realizar Maria, Jorge Isaacs se inspiro en un hecho real. Maria existió
de verdad. Era una niña llamada Esther, que ala muerte de su madre fue
traída desde jamaica al hogar del padre del poeta en la hacienda El paraíso.
Desde muy niño, Jorge Isaacs se impresiono por la belleza de la joven y
poco a poco se fue enamorando de ella. La vida de Maria fue breve ya que
sufría de epilepsia, y tras su muerte el joven poeta fue idealizando su amor
frustrado: con su imaginación embelleció el paisaje, eternizo la memoria de
su amada Maria y quedo para siempre el autor de la novela bajo el nombre
de Efraín.

IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO


“LA MARIA”

EL TEMA DE” MARIA” es el desarrollo del primer amor y enseña la


nostalgia de este, cuan do es separado por la muerte

Efraín, narrador de la historia esta profundamente enamorado de su primera


María, quien corresponde a su amor. Sin embargo, dicha relación es
marcada por el idilio y la muerte entre estoados enamorados.

RESUMEN DE LA OBRA

Enmarcada por la espléndida geografía del Valle del Cauca, en épocas


pasadas floreció la hacienda «El Paraíso». Allí, rodeados por la bondad de
sus padres y tíos, crecieron dos jovencitos de nombres Efraín y María,
primos hermanos, quienes desde su más tierna infancia se hicieron
inseparables compañeros de juego y alegría. Muy pronto, sin embargo, el
camino de los dos primos se separó.

Efraín, alcanzada la edad necesaria para emprender una sólida educación,


fue enviado por sus padres a la ciudad de Bogotá, en donde, tras seis anos
de esfuerzo, consiguió coronar sus estudios de bachillerato.
María, entre tanto, lejana ya las delicias de la infancia, se había convertido
en una bellísima muchacha, cuyas dotes y hermosura encandelillaron al
recién llegado bachiller.

Ciertamente la sorpresa del muchacho fue compartida. También María se


sintió vivamente Impresionada ante las maneras y el porte de su primo, y
aquella mutua admiración dio tránsito a un vehemente amor que se apoderó
de sus corazones, sin que ellos mismos pudieran comprenderlo o sentirlo.

El cariño de los jóvenes progresó dulcificado por las bondades de su medio


y muy pronto, a pesar de que ellos quisieron ocultarlo, los ojos de sus
mayores recabaron en este mutuo afecto. Entonces, una sombra dolorosa se
interpuso entre los dos enamorados. Los padres de Efraín, quienes
abrigaban un vivísimo amor por su sobrina, no podrían olvidar una penosa
circunstancia .que señalaba indefectiblemente su destino. Tal como su
madre, muerta bastante tiempo atrás. Marta daba muestras de padecer una
dolorosa enfermedad. Aquella dolencia, que llevara a la muerte a quienes la
padecieran, tarde o temprano, empezaba a notarse en el semblante juvenil
de la muchacha. Ningún alivio era suficiente, y aunque el ánimo de los
buenos señores se inclinara favorablemente al amor de los muchachos, la
posibilidad, casi indudable, de la muerte temprana de María, los obligaba a
oponerse.

A pesar de ello, sus acciones no revistieron crueldad o torpeza. Todo lo


contrario, el padre llamó a Efraín a su lado y sin mostrar señal alguna de su
íntima determinación, lo instó a viajar a la lejana Europa a fin de adelantar
estudios superiores de medicina. Aquella solicitud conturbó el ánimo de la
enamorada, quien veía con profundo pesar la forzosa distancia que entre los
dos pudiera interponerse. Sin embargo, la voluntad paterna fue
determinante y tras una serie de obstáculos y aplazamientos que llenaron de
felicidad el corazón de los amantes, Efraín enderezó sus pasos rumbo a
Londres. El dolor de los primeros tiempos de separación fue mitigado por
las incontables cartas que los muchachos se enviaban.

Muy pronto, Efraín resintió las dilaciones y tardanzas de su amada. Y


cuando esta situación más lo mortificaba y ofendía, supo por boca de un
amigo recién llegado a Inglaterra, que la joven María había sido postrada
por una dolorosa enfermedad que la amenazaba cruelmente y que requería
su presencia. Inauditos fueron entonces los dolores de Efraín tratando de
encontrar vías inmediatas para su desplazamiento desde Europa.

Las enormes distancias y la lentitud de los transportes se erigía como otras


tantas lanzas que mortificaban su corazón. Días y días se sucedían, sin que
la añorada patria asomara en el horizonte. Llegaron después tas penalidades
de la travesía de ríos y montanas, los accidentes, las lluvias, la crueldad de
la naturaleza que inconmovible asistía a los agónicos esfuerzos del
enamorado. Cuando ya Efraín consiguió descabalgar en tierras de «El
Paraíso» y saludó emocionado a sus padres, por el semblante de aquellos
adivinó la verdad: sus esfuerzos fueron vanos.

La amada no pudo aguardar su llegada y con su nombre entre los labios


falleció.

La desesperación de Efraín lo condujo hasta el pie de la tumba de María, en


donde los recuerdos de las alegrías pasadas que la llevaron hasta la
postración. Finalmente, incapaz de soportar la vida en medio del
maravilloso valle que fuera escenario de su amor y que lo inundaba cada
instante con su alud de recuerdos y emociones, Efraín decidió abandonar
para siempre la tierra de sus mayores y se adentró en lo desconocido.

PERSONAJES

PERSONAJES PRIMARIOS

EFRAÍN, joven protagonista de la novela, enamorado de María, que luego


de comprometerse en matrimonio con ella a su regreso de Europa, ve
frustradas sus ilusiones al encontrar que ha fallecido en su ausencia.

MARÍA, novia de Efraín, hija de Salomón, judío de Jamaica que antes de


morir la deja bajo cuidado de! padre del protagonista. Al padecer la misma
enfermedad que terminó con la vida de su madre, ve que ésta se recrudece
por la ausencia de Efraín. Pide a este que vuelva a su lado, pero sus fuerzas
se debilitan y su vida se agota antes de tener e! remedio de su presencia.

EL PADRE, bondadoso hacendado del Valle del Cauca, en cuya casa


permanece María bajo su cuidado. Es quien dispone e! viaje de su hijo
Efraín a Europa a continuar los estudios de medicina, pero
lamentablemente esta es la razón por la cual se intensifica la enfermedad
que lleva a María a una muerte temprana.

LA MADRE, buena mujer, típica esposa tradicional de carácter .sumiso,


cuya presencia en la novela es símbolo de prudencia y buen consejo en los
momentos adversos.

EMMA, hermana de Efraín y confidente de los enamorados. Siempre


dispuesta a crearles momentos propicios y a servirles de consuelo en las
PERSONAJES SEGUNDARIOS

JULIAN, hermano de Efraín, estrechamente unido a María, de quien recibe


un amor casi maternal.

DOÑA ANDREA, madre del anterior.

LUCAS, neivano agregado de una hacienda vecina a la de José, que forma


parte del grupo que va a la cacería del tigre.

TIBURCIO, otro participante en la cacería del tigre. Novio de Salomé.

MARTA, cocinera de la posesión de José y su familia.

FELICIANA, negra aya de María, que en el pasado tuvo el nombre de


Nay. Era hija de un guerrero achanti del África, pero capturada por uno
traficantes, fue conducida a América en calidad de esclava.

ESTEFANA, negrita de doce años, hija de esclavos que sirve en la casa.


Tiene un afecto fanático por María.

CAMILO, criado de la familia de Efraín enviado a Cali por


correspondencia que esperaban.

EL CURA, anciano religioso que oficia la boda de Tránsito y Braulio.

SEÑOR A, caballero con quien viaja Efraín a Europa y quien le da

la noticia de la gravedad de María.

MAGMAHU, guerrero achanti padre de Nay (Feliciana).

SAY TUTO KUAMINA, rey achanti a cuyo servicio estuvo Magmahú.

ORSUÉ, caudillo de los achimis, muerto por Magmahú.

SINAR, hijo del anterior y esposo de Nay. Luego de ser capturado por unos
traficantes es separado para siempre de su mujer, con quien ha tenido un
hijo, el negrito Juan Ángel.

WILLIAM SARICK, irlandés dueño de la casa donde fue dejada Nay


(Feliciana) por los traficantes en calidad de esclava.

GABRIELA, mujer del anterior. Nay encuentra en ella consuelo por la


pérdida de su esposo y buen consejo en la desesperación.
EL YANKEE, americano que intenta comprar a Nay para llevarla a su país,
donde el hijo de ésta será esclavo por siempre.

CUSTODIO, chagrero compadre de Efraín a quien pide lleve a su hija


Salomé a su casa para alejarla de la tentación de Justiniano, hermano de
Carlos, que parece acecharla con propósitos no muy honestos.

TEMAS CLAVES DE LA OBRA

EL AMOR

María es un ingenuo idilio sentimental, romántico, que ha sido comparado


con Pablo y Virginia de J. H. Bernardin de Saint Fierre (obra donde el autor
francés trabaja el exotismo paisajístico y el sentimentalismo), y con Átala
de Chateaubriand, serie también de relatos exóticos, como también hubiera
podido serlo, en cierto modo, la novela pastoril Dafnis y Cloe del sofista
griego Longo, pero que no es imitación servil de nadie, sino espontáneo y
sentido recuerdo de un primer amor purísimo, ideal en el más alto grado de
romanticismo. Pero lo anterior no excluye cierto sensualismo, algo de
fetichismo -por supuesto, muy delicado y cándido por parte de Efraín quien
se extasía en más de una ocasión besando y observando las prendas de la
muchacha.

No duda en hacer elogios muy detenidos del cuerpo de ella. Sus codos, la
blancura de sus brazos; su cuello y sus manos, los pies desnudos que la
joven pretende cubrir en actos púdicos, son materia de largas descripciones
que obviamente nos indican pasión velada con delicadeza de palabras
respetuosas.

Este amor es eterno pues cubre la totalidad de la vida del personaje que
narra y se ha inmortalizado en las páginas de la novela de Isaacs. Por su
parte, en María encontramos el amor que aguarda. Es la paciencia pura, la
resignación que jamás es vencida y que, al contrario, se acrecienta con los
obstáculos. Es el amor que destruye la materia antes que agotarse en sí
mismo. Es decir, en ella el amor todo lo puede porque es espiritual. Aunque
la novela toca otros temas importantes, desde un comienzo entendemos que
el amor ocupará la generalidad de la obra, porque María sólo se puede
concebir como símbolo de amor, A lo largo de todo el texto, sus actitudes,
pensamientos y conductas están al servicio de! amor. No hay un solo
episodio donde nos encontremos con una María diferente a la María-amor,
y no hay un pasaje de amor en donde no aparezca la imagen de María como
arquetipo, como modelo indicativo de lo que es o debe ser un verdadero
sentimiento amoroso, a pesar de que en aquellos se halle el ideal de
antemano. Ella es la perfección, ella es amor.

LA MUERTE

María es un ingenuo idilio sentimental, romántico, que ha sido comparado


con Pablo y Virginia de J. H. Bernardin de Saint Fierre (obra donde el autor
francés trabaja el exotismo paisajístico y el sentimentalismo), y con Átala
de Chateaubriand, serie también de relatos exóticos, como también hubiera
podido serlo, en cierto modo, la novela pastoril Dafnis y Cloe del sofista
griego Longo, pero que no es imitación servil de nadie, sino espontáneo y
sentido recuerdo de un primer amor purísimo, ideal en el más alto grado de
romanticismo. Pero lo anterior no excluye cierto sensualismo, algo de
fetichismo -por supuesto, muy delicado y cándido por parte de Efraín quien
se extasía en más de una ocasión besando y observando las prendas de la
muchacha.

No duda en hacer elogios muy detenidos del cuerpo de ella. Sus codos, la
blancura de sus brazos; su cuello y sus manos, los pies desnudos que la
joven pretende cubrir en actos púdicos, son materia de largas descripciones
que obviamente nos indican pasión velada con delicadeza de palabras
respetuosas.

Este amor es eterno pues cubre la totalidad de la vida del personaje que
narra y se ha inmortalizado en las páginas de la novela de Isaacs. Por su
parte, en María encontramos el amor que aguarda. Es la paciencia pura, la
resignación que jamás es vencida y que, al contrario, se acrecienta con los
obstáculos. Es el amor que destruye la materia antes que agotarse en sí
mismo. Es decir, en ella el amor todo lo puede porque es espiritual. Aunque
la novela toca otros temas importantes, desde un comienzo entendemos que
el amor ocupará la generalidad de la obra, porque María sólo se puede
concebir como símbolo de amor, A lo largo de todo el texto, sus actitudes,
pensamientos y conductas están al servicio de! amor. No hay un solo
episodio donde nos encontremos con una María diferente a la María-amor,
y no hay un pasaje de amor en donde no aparezca la imagen de María como
arquetipo, como modelo indicativo de lo que es o debe ser un verdadero
sentimiento amoroso, a pesar de que en aquellos se halle el ideal de
antemano. Ella es la perfección, ella es amor.
LA ESCLAVITUD

Aunque muchos críticos han afirmado que la sociedad plasmada en María


es un mundo idealizado en que todos los personajes son buenos y nobles, se
puede cuestionar dicha afirmación. Ante todo, nada de noble tiene una
sociedad que admite la institución abominable de la esclavitud. Isaacs
demuestra la preocupación del Realismo al censurar esta vulgaridad
inhumana. Efraín pregunta a Emigdio por qué un muchacho tiene el brazo
mutilado; su amigo contesta que lo había metido en el trapiche, y se queja
de la estupidez de los esclavos, y añade que ya el joven no sirve más que
para cuidar caballos. La simple inclusión de este pasaje nos muestra que el
autor se aterra ante tal desconsideración. Pero la mayor protesta contra la
esclavitud la encontramos en el relato de Nay y Sinar; el dolor de los
desgraciados que se ven separados de sus familias; los horrores de los
buques que transportan los esclavos, las propuestas depravadas que hacen
algunos traficantes a las negras más bonitas, etc. Es pues, un tanto
apresurado afirmar que la novela nos presenta una sociedad idealizada.

ANALISIS DETALLADOS DE

EFRAIN Y MARIA

Efraín

La atracción sexual de María representa una actitud sana por parte de


Efraín hacia la pasión amorosa; el amor espiritual no debe estar separado
del amor físico.

Los rasgos definidores de la sicología de Efraín (su orgullo como miembro


de la aristocracia local, su interés en los humildes, sus sensualidad, su
condición de poeta, su amor a la naturaleza) están ampliamente
documentados en la personalidad de su creador. Salta a la vista, entonces,
que Efraín no es un estereotipo literario, como suele declarar la crítica, sino
que es un autorretrato de su autor. Es cierto que Efraín coincide con el
típico héroe romántico en su gran capacidad emocional y en su tendencia a
creerse un dandi de la época.

María
María muestra ser dulce y sumisa desde su aparición inicial; al contrario de
otras mujeres, ella no recibe placer de las pequeñas riñas de novios, y hace
lo posible por evitarlas. Ella cree en la superioridad intelectual de los
hombres, y piensa que las mujeres no deben ofrecerles consejos.

El temperamento manso y pacífico de María no la coloca en una posición


de desventaja respecto al novio más dominante; es precisamente su
suavidad lo que más atrae y cautiva a Efraín. En pocas palabras, María es
una mujer verdaderamente femenina, que sabe comunicar su amor sin que
se note.

Esta característica de feminidad es lo que hace de María la mujer ideal.

Aunque inteligente, María no tiene educación formal otro ideal romántico.


En el siglo diecinueve en Colombia, lo normal era que las niñas sólo
aprendieran los oficios de la casa y que se dedicaran exclusivamente a sus
familias. Los instintos maternales de María cumplen otro requisito del
Romanticismo, igual que su firme fe religiosa, su languidez amorosa.

Es difícil crear una relacionas exacta de los otros personajes pues son mas
efímeros y de menos importancia en la obra.

LOCALIZACION GEOGRAFICA

El aspecto espacial de María tiene características muy curiosas y hasta


desconcertantes. El crítico norteamericano Donaid McGrady es quizá quien
mejor ha investigado y comprendido este fenómeno, y por tanto es
conveniente seguirlo en sus planteamientos.

Dice el investigador que casi siempre Efraín especifica con una puntualidad
minuciosa los lugares por los que pasa en Colombia. Esto se ve continúa
sobre todo en los capítulos LVII a LX, donde el narrador describe su viaje
por el río Dagua y por el camino a Cali, región en la cual Isaacs trabajó
cuando empezaba a escribir María. En estos capítulos menciona lugares tan
pequeños que hoy día se ignoran los nombres que tenían en aquella época.
ESPACIO

Sin embargo, en algunos casos, Isaacs abrevia u omite ciertos topónimos;


estas omisiones y abreviaturas tienen por propósito disfrazar
superficialmente el escenario principal de María: la hacienda llamada "El
Paraíso" y sus alrededores.

Nunca se menciona este nombre, ni los de las otras haciendas ("La


Manuelita" y "La Rita") que perdió la familia Isaacs unos años antes de la
publicación de la novela. Esta técnica de omisión refleja la afición
romántica por todo lo vago e impreciso; menudean los casos en las novelas
del francés Alphonse de Lamartine y del novelista inglés Walter Scott, por
ejemplo. Además, es posible que hubiera motivos no literarios para algunas
de estas omisiones. En el capítulo XXXIII Isaacs hace unas alusiones
personales muy denigrantes a los nuevos dueños de las haciendas que
habían sido de sus padres; quizá el autor disimuló los nombres de las
propiedades para evitar posibles pleitos por calumnia.

TIEMPO CRONOLOGICO

El tiempo cronológico de La Maria fue de 10 años 7 meses 4 días.

María, dice que puede fecharse de una manera aproximada. Como en la


novela existe todavía la esclavitud, abolida en Colombia a principios de
1852, se desprende que la trama tiene lugar antes de ese año.

Otro dato que apunta hacia la misma fecha es !a referencia (XXIII) al


periódico "El Día", que dejó de publicarse en julio de 1851. El colegio del
doctor Lorenzo María Lleras, adonde asistió Efraín, funcionó de 1846 a
1852. Así es que el idilio de Efraín y María transcurriría hacia el año 1850.
Esto quiere decir que Efraín, que tiene veinte años al comienzo de la
novela, es siete años mayor que Isaacs, quien nació en 1837.

Isaacs insertó tantas referencias al tiempo en su novela. Y piensa que


probablemente la razón es que así se carga el énfasis sobre la inminencia
del viaje de Efraín, el cual causará la muerte de María. La obsesión con el
tiempo constituye una manera de preludiar el fallecimiento de la heroína,
que para Efraín será el momento en que cese totalmente el tiempo.
FIGURAS LITERARIAS

METAFORA

Esta figura consiste en expresar una idea a través de otra con la cual guarda
analogía o semejanza. Entre las tantas cualidades de María, sin duda se
debe mencionar la poesía; su forma lírica de expresarse es de gran
luminosidad para ilustrarnos de manera más estética las ideas, acudiendo
para ello a la gama de posibilidades que le brinda la preceptiva.

• Entonces caemos en una postración celestial

• Antes de ponerse el sol, ya había yo visto blanquear sobre la falda de


la montaña la casa de mis padres

• Las herraduras de mi caballo chispearon sobre el empedrado patio

SIMIL O COMPARACION

Semejanza directa existente entre dos términos. Las comparaciones son


permanentes en la novela. Es como si la realidad no mereciera ser
denominada directamente. El estilo de Isaacs, romántico, cargado de giros
que quieren insinuar dulzura, perdería bastante de su belleza si fuera
directo y escueto:

• Y sus ojos estaban humedecidos aún, al sonreír a mi primera expresión


afectuosa, como los de un niño cuyo llanto ha acallado una caricia materna.

• Algo oscuro como la cabellera de María y veloz como el pensamiento


cruzó por delante de nuestros ojos.

PERSONIFICACION

Figura retórica que consiste en darle características humanas a los objetos o


a los animales. Menos frecuente que las anteriores, de todos modos es una
figura que enriquece la novela por la espontaneidad que otorga al texto.

• Cuando en un salón de baile, inundado de luz, lleno de melodías


voluptuosas.

• Es necesario que vuelvan al alma empalidecidas por la memoria infiel.


EXPRESIONES LITERARIAS

De contenido

Tipos de descripción

De lugares

Sus descripciones de lugares son numerosas en la obra. En ellas imperan el


idilio, la idealización y, en ocasiones, tanto el realismo como el
costumbrismo. Veamos algunos ejemplos:

• El cielo tenía un tinte azul pálido: hacia el oriente y sobre las crestas
altísimas de las montañas, medio enlutadas aún, vagaban algunas nubecillas
de oro, como las gasas del turbante de una bailarina esparcidas por un
aliento amoroso.

• Atravesé un corto llano en el cual el rabo de zorro, el friega-plato y la


zarza dominaban sobre los gramales pantanosos; allí ramoneaban algunos
caballejos molenderos rapados y mutilados por el carguío de leña y la
crueldad de sus arrieros.

• En la casa llamaban la atención a un mismo tiempo la sencillez, la


limpieza y el orden: todo olía a cedro, madera de que estaban hechos los
rústicos muebles, y narcisos con que la señora Luisa había embellecido la
cabañita de su hija: en los pilares había testas de venados, y la patas
disecadas de los mismos servían de garabatos en la sala y en la alcoba.

En la descripción de personas, como en casi todo tipo de descripción del


autor, el adjetivo es fundamental y está usualmente dirigido a embellecer y
dar gracia, a exaltar cualidades o dar un toque de colorido a lo descrito. Por
regla general es muy claro en sus juicios. Apreciemos estas cualidades en
una descripción de María:

• Ella estaba tan hechicera como mis ojos debieron decírselo: un gracioso
sombrero de terciopelo negro, adornado con cintas escocesas y abrochado
bajo la barba con otras iguales, que en el ala dejaba ver, medio oculta por el
velillo azul, una rosa salpicada aún de rocío, descansaba sobre las gruesas y
lucientes trenzas cuyas extremidades ocultaba: arregazaba con una de las
manos la falda negra, que ceñía bajo un corpiño del mismo color

• un cinturón azul con broche de brillantes, y una ancha capa se le


desprendía de los hombros en numerosos pliegues.
De situaciones

En este tipo de descripción, Isaacs tiende a ser cinematográfico, muy


explícito y con mucho grado de tensión y espectacularidad:

"José disparó: el tigre rugió de nuevo tratando como morderse el lomo, y de


un salto volvió instantáneamente sobre Braulio. Este, dando una nueva
vuelta tras los robles, lanzóse hacia nosotros a recoger la lanza que le
arrojaba José. Entonces la fiera nos dio frente. Sólo mi escopeta estaba
disponible: disparé; el tigre se sentó sobre la cola, tambaleó y cayó."

RESUMEN DE LOS CAPITULOS DE LA


OBRA

Capitulo 1

Era yo un chiquillo cuando mis padre mandaron para el colegio mas


famoso de toda la replúbica. Logre dormir la víspera del viaje tenia un
presentimiento de los muchos que habría de después.

La mañana siguientes todos mis familiares esperaban ansiosos decirme


adiós, Maria paciente y humilde aguardaba su turno con la manos unidas.

Capitulo 2

Seis años, los últimos de un lujoso agosto me recibieron al regresar al


nativo valle. Mi corazón rebosaba de amor patrio. Era la ultima jornada de
viaje y yo gozaba de la mas perfumada mañana de verano... Estaba mudo
ante tanta belleza, cuyo recuerdo había querido conservar en la memoria
por que alguna de mis estrofas, admiradas por mis condiscípulos, tenían
ella pálidas tintas... Así el cielo, los horizontes las pampas y los cumbres
del cauca hacen enmudecer a quien las contempla. Las grandes bellezas de
la creación no pueden aun tiempo ser vistas y contadas: es necesario que
vuelvan al alma; empalidecidas por la memoria fiel.

Capitulo 3

Sentado entre mis padres a la cabecera de la mesa, las mujeres se


empeñaban en hacerme probar su colaciones y cremas, sonrojándose
aquella a quien yo dirigiera palabra de complacencia o admiración.
Maria me ocultaba tenazmente sus ojos mas puede admirar en ellos la
hermosura de las jóvenes de su raza lo mismo que aquellos labios rojos,
húmedos y graciosamente interactivos que me hicieron ver en algún
instante el arco simétrico de una bellísima dentadura.

Capitulo 4

Aquella noche soñé que Maria entraba a renovar las flores de mi mesa y
que al salir había rozado la cortinas de mi lecho con su vaporosa falda de
muselina.

Y fue al despertar cuando su voz llego a mis oídos, pura y dulce la misma
de antaño pero mas grave y con amplitud para prestarse a todas las
modulación de la ternura y la pasión.

Luego que me hube arreglado la divise a través de la ventana en una de las


calles del jardín acompañada de Emma.

Capitulo 5

Tres días mas tarde había de salir con mi padre a visitar sus haciendas cuyo
funcionamiento me inspiraba viva curiosidad e interés.

Como el viaje nos ocuparía varias fechas entristecieronse un tanto mis


hermanas y me rogaron mas de lo estrictamente necesario. Maria no me
suplico pero la vi seguir con los ojos todos mis preparativos de marcha.

Las pertenencias de mi padre habían mejorado mucho en los últimos años:


Una costosa fabrica de azúcar, muchas fanegas de caña para abastecerla,
dehesas con ganado vacuno y caballar, buenos cebaderos y un hermoso
edificio-habitación señalaban lo mas notable de la hacienda en ``tierra
caliente ´´.

Los esclavos bien vestidos y contentos hasta donde es posible estarlo en la


servidumbre eran sumisos y cariñosos para con su amo.

Encontré a muchos de los que, siendo niños me enseñaban a poner trampas


a las perdices y guatines en la espesedura de los bosques; todos me
reconocieron con inequívocas señales de agrado.

Capitulo 6

La visita a la hacienda me ocupo cuatro jornadas. Al regreso estaba


colocando Maria una lámpara en una de la mesa del salón, cuando me
acerque a saludarla.
Pareciome ligeramente pálida y alrededor de sus ojos había una leve
sombra,. Imperceptible para quien la mirara con menos entrega que yo.

Volvía a ella el rostro hacia mi padre que llegaba entonces y pude ver que
en el nacimiento de una trenza conservaba un clavel agostado; acaso el
mismo que yo le diera la víspera de mi salida hacia el valle.

Capitulo 7

Cuando mi padre visito en su ultimo viaje a las antillas, su primo Salomón


acababa de perder su esposa.

Los dos hombres habían venido juntos a Sudamérica donde mi padre se


enamoro de la hija de un español intrépido capitán de navío luchador por la
causa de España y que murió fusilado en Majagual el 20 de mayo de 1820.

Capitulo 8

Al reunirse para la cena faltaba Maria imagine que sus ocupaciones la


habían demorado mas de lo de costumbre.

Emma la disculpo diciendo que desde la tarde padecía dolor de cabeza y en


ese momento parecía dormir.

Yo disimule mis impresiones hablando de las mejoras que encontraba en la


finca, pero la sobremesa duro poco tiempo.

Capitulo 9

Trate al día siguiente de apaciguar dedicándome ala caza en la que mi


fiel``Mayo ´´ el perro mas inteligente del lugar me entretuvo espantando
garzas de sus dormideros loros que salían delo guadales y diostedés en el
corazón de la sierra.

Capitulo 10

Hice mil esfuerzos para mostrarme jovial aquel día. Durante la comida
Hable con entusiasmo de las hermosas mujeres de Bogota ponderando
intencionadamente las gracias y el ingenio de NN... Mi padre gozaba
oyéndome, Emma hubiera prolongado la sobre mesa y Maria se mantuvo
en silencio Aunque sus mejillas palidecieron de una vez.
Capitulo 11

Nunca las auroras de julio en el cauca fueron tan bellas como Maria cuando
se me presento ala mañana siguiente momentos después del baño: sus
cabellos de carey sombreado, sueltos a medio rizar la mejillas de color de
rosa suavemente desvanecido y en instantes avivado por el rubor jugando
en sus labios aquella sonrisa que en mujeres como Maria revela una
felicidad que no puede ocultar.

Capitulo 12

Una tarde al regreso de mi habitual caminata me pareció notar signos de


preocupación en los criados con quienes tropecé al llegar a casa.

Por Emma tuve la noticia de que Maria había sufrido un ataque nervioso
que le hizo perder el conocimiento.

Corrí a la alcoba de la enferma y dominando las ansias que me impelían a


estrecharla contra mi corazón para volverla a la vida pare desconcertado al
pie del lecho. Allí estaba mi padre volviendo sus ojos de mi a ella varias
veces con gesto de muda reconvención.

Capitulo 13

Acababan de sonar las doce en el reloj del salón sentí pasos cerca de mi
puerta y la voz de mi padre que me llamaba:

-levántate, Maria sigue mal. Conviene llamar al doctor.

El acceso se había repetido apenas tarde unos minutos en disponerme a


salir.

Capitulo 14

Aquella noche a la hora del refresco estaba con mis hermanas en el


comedor esperando a mis padres que tardaban mas tiempo que el de
costumbre.

Cuando ambos se personaron en la noble fisonomía de el y en la pequeña


arruga perpendicular que les surcaba en la frente entendí que alguna grave
cuestión le tenia alterado. Mi Madre estaba pálida y sin hacer el menor
esfuerzo por mostrarse tranquila me dijo al llegar a la mesa:

 Olvidaba que José estuvo esta mañana a convidarte a una cacería,


pero al saber lo de la enferma prometió volver mañana temprano.
 Si, ha organizado una batida de osos, dijo distraído

 ¿de osos? ¡tu cazas osos!

 Por que no, es un ejercicio muy agradable, ya lo he practicado con el


alguna veces.

 Tu madre y yo tenemos que hablar contigo. Ven luego a nuestro


cuarto

Obedecí la orden.

Capitulo 15

Diez días habían trascurrido de aquella penosa conversación con mis


padres no me sentía capaz de cumplir tanta exigencia respecto de la infeliz
muchacha y menos aun al conocerla propuesta de matrimonio de mi amigo
Carlos.

Capitulo 16

Estaba yo en plan de marcha cuando Emma llego a mi cuarto se extraño de


verme con aire de satisfacción

¿adonde vas tan contento?

-Preferiría no tener que ir a ninguna parte -conteste- pero he de ver a


Emigdio que se queja de inconstancia.

¡ que injusto ¡ exclamo entre risas mi hermana. ¡ como va a ser tu


inconstante ¡

-¿ de que te ríes?

-de eso de lo injusto que es tu amigo. ¡ Pobrecillo!

-No Emma tu te ríes de otra cosa

-No seas pesado, ven déjame que te peine y te arregle un poco.

Capitulo 17

Camino de la casita de Emigdio atravesé un corto llano en el que la zarza y


el rabo de lobo sobre los gramales humillados y pantanosos. Allí
ramoneaban algunos caballejos rapados de crin y de las cargas y la crueldad
de los arrieros que Bufón se hubiese visto perplejo al catalogarlo entre los
cuadrúpedos...

Capitulo 18

No tarde en acudir al comedor pensando en encontrar allí a Maria pero me


engañaba. Al preguntar por ella a mi madre me respondió:

Como esos señores vienen mañana las muchachas están aviando los dulces.
Deben haber terminado ya.

Iba a levantarme de la mesa cuando José que subía la montaña arreando dos
mulas cargadas de caña brava se paro en el altico desde que se divisaba el
interior y grito:

Buenas tardes no pudo detenerme porque llevo una cuchaca y se me hace


de noche. Allí dejo un recado con las niñas madrugue mañana porque la
cosa esta segura.

Capitulo 19

Al amanecer del día siguiente emprendí camino ala montaña acompañado


de Juan Ángel portador de varios regalos para mi madre para luisa y su
familia. Nos seguía mi fiel `` Mayo ´´ que viejo y acachoso no me
abandonaba nunca.

Pasado el puente del río encontraremos a José y a su sobrino Braulio que


venían ya a buscarme.

Aquel me hablo de su proyecto de caza reducido a intentar un golpe certero


contra un famoso tigre que le mato alguno corderos. Había seguido el rastro
del animal y descubierto algunas de sus guaridas en el nacimiento del río a
media legua de la finca.

Capitulo 20

La insistencia de los montañeses me hizo permanecer con ello hasta las


cuatro de la tarde hora en que me puse en camino con Braulio que se
empeño en acompañarme.

Cerca ya de mi casa me despedí del valiente cazador y nos separamos hasta


la siguiente oportunidad.
Mi familia estaba aun en el comedor e inferí que Carlos y su padre habían
llegado ya. Desvíe ala derecha salte al huerto y alcance mi dormitorio sin
que me vieran.

Mientras colgaba el saco de caza y la escopeta percibí en el comedor un


desacostumbrado ruido de voces. En aquel momento vino de Mi madre.

Capitulo 21

En el comedor los asientos estaban distribuidos de la siguiente forma: Mi


padre en la presidencia de la mesa; a su izquierda, mamá; a la derecha, Don
Jerónimo sin interrumpir su pesada historia por linderos con Don Ignacio;
frente a frente Maria y Emma; después lo niños.

Capitulo 22

Al levantarse en las primeras horas del día siguiente fui en busca de los
aires de nuestro jardín.

Al cruzar frente a una ventana oí que hablaban, interrumpiéndose para reír,


mi hermana y Maria. Eran voces especialmente la de esta algo parecido al
murmullo de las palomas al despertar entre los naranjos del huerto.

También Don Jerónimo y su hijo conversaban paseando por el corredor de


sus cuartos.

Capitulo 23

Advertida mi madre de nuestro proyecto de caza para el día siguiente


dispuso que a primera hora se nos sirviera el almuerzo a Carlos, a Braulio y
a mi.

Como es natural nosotros hablamos de la partida y decía Carlos: Braulio


me garantiza que la carga de mi escopeta esta perfectamente graduada pero
insiste que el arma no es tan buena como la tuya aunque sea de la misma
fabrica.

Capitulo 24

Por el momento Carlos no me había hecho ninguna confidencia sobre los


motivos que en mala hora le trajeron a mi casa y no queriéndome verme en
peligro de que me hablara de ellos me encamine al aposento de mi madre.
Maria se hallaba en el costurero sentada en una silla de cenchas de la cual
caía como espuma su falda de muselina blanca. Sobre la alfombra avíese
quedado dormido Juan rodeado de sus juguetes. Ella con la cabeza
ligeramente echada hacia atrás parecido estar contemplado al niño.

Capitulo 25

Aquella tarde...

Por el aspecto preocupado de Carlos adivine que llegaba el momento de


afinar los oídos en velada escucha de su dialogo con Maria. Y así capte de
ella estas frases:

Habría sido mejor que usted hablara con ellos solamente... Estimo en
cuanto vale el honor que usted.. Comprenda que esta negativa...

Capitulo 26

Sobre la once de la mañana terminado mi trabajo en la oficina de papá me


había puesto de codos en el balcón y contemplaba la obra de la naturaleza.

Sobre el negro y tortuoso camino de lomas divise a Transito y a su padre


quien llegaba a cumplir compromiso con Maria.

Capitulo 27

Por la mañana siguiente tuve que hacer un gran esfuerzo para que mi padre
no adivinara lo penoso que me era acompañarle a las haciendas de abajo.

Capitulo 28

Una noche mi padre recostado en un catre seguía dictándome luego de


bastantes horas de trabajo. Hasta que el sueño y la fatiga le vencieron.

Entonces disminuí la luz del cuarto cerré ventanas y puertas y aguarde a


que despertara paseándome por el corredor que daba al escritorio.

Capitulo 29

Algunas cuadras antes de llegar las puerta del patio a nuestra derecha y
sobre una de las grandes piedras que dominaba el valle.

Estaba en pie Maria, Emma la animaba para que bajase. Nos acercábamos,
la cabellera de Maria suelta en largos y lucientes rizos.
Capitulo 30

Al día siguiente tuvo lugar el matrimonio de Transito

Capitulo 31

Habíamos llegado. Extrañe ver cerradas las ventanas del aposento de mi


madre. Salió a recibirnos Eloisa. Pidiéndonos que no hiciésemos ruido.

-Papá- dijo- se ha acostado por que esta enfermo.

Solamente Maria y podíamos sospechar los motivos. Al advertir el nuestra


alarma quiso tranquilizarnos.

Capitulo 32

Tres días mas tarde la fiebre seguía resistiendo a todos nuestros esfuerzos
por combatirla, los síntomas eran tan alarmantes que el mismo doctor se
veía con dificultades para combatirla.

Capitulo 33

Una semana después Mi padre estaba convaleciente y la alegría había


vuelto a nuestra casa.

Capitulo 34

Entro Mamá en mi cuarto.

-¿ es posible - me dijo - que te dejes dominar por la pesadumbre? ¡ se fuerte


como siempre lo has sido! Y no solo por tu padre si no porque además tu
eres llamado a conformar a: Maria.

Capitulo 35

Cuando llegue por la mañana a las haciendas el doctor que remplazaba a


Mayn estaba atendiendo a Feliciana. Me hizo saber que había perdido toda
esperanza de salvarla.
Capitulo 36

Dos semanas habrían trascurrido desde la llegada del sacerdote al país de


los Kombu-Manez. Sea porque solamente sinar podía entenderle o porque
este gustara del traro del europeo paseaban juntos diariamente mientras
Nay veía regresar al amado preocupado y melancólico.

Capitulo 37

Al amanecer del día en que iba a celebrarse el desposorio de sinar este con
Nay y el misionero bajaron silenciosamente a las riberas del gambina y el
sacerdote les hablo:

-el Dios que os he hecho amar, el Dios que adoraran vuestros hijos nos
desdeña por templo los pabellones de palmeras que nos cobijan.

Capitulo 38

Por aquel tiempo se explotaban muchas minas de oro en el choco; y bien


merece ser elogiada su producción si se tiene en cuenta el rustico sistema
utilizado para el trabajo. Este lo atendían cuadrillas de esclavos.

Capitulo 39

El cura había administrado los sacramentos de la enferma.

Al día siguiente, sábado, a las tres de la tarde el medico entro en mi cuarto


diciéndome:

-Morirá hoy. ¿cómo se llama el marido de la enferma?

-Sinar- le respondí

Capitulo 40

Mi padre había resuelto ir a la ciudad antes de mi partida tanto por sus


negocios como por arreglar mi viaje.

A las 7 de la mañana del 15 de enero papá y yo tomábamos el café en traje


de camino. Debía acompañarle hasta cerca de la hacienda de los señores
M... de lo cuales iba yo a despedirme que de los otros vecinos.
Capitulo 41

El 28 de enero ante víspera de mi viaje subí a la montaña muy temprano.


Braulio enviado por José había venido a llevarme para que y me despidiera
de aquella familia.

Capitulo 42

Lentamente descendí al fondo de la cañada. Solo el canto lejano le las


gurríes y el rumor del río turbaban el silencio de la selva.

Capitulo 43

A las 11 de noche del día 29 estuve velando en mi cuarto hasta que sonó la
una de la madrugada. A esta hora empezaba la fecha señalada para mi
partida.

Capitulo 44

A las dos semanas de mi arribo a Londres vinieron las primeras cartas de la


familia.

Con temblorosa mano las fui abriendo.

Una era de Maria.

Capitulo 45

Cada dos meses me llegaba carta de Maria y así las fui recibiendo a lo largo
de todo el año.

Pero las ultimas reflejaban una melancolía que en vano trate de reanimar
con mis escritos temiendo que la congoja dañara su salud.

Capitulo 46

En Panamá recibí carta de Maria:

“La noticia de tu regreso ha bastado para volverme las fuerzas ya puedo


contar los días y se que cada uno de los que trascurren te acerca mas a mi”.

“Aprovechando la hermosa mañana de hoy, he pedido a Emma que me


llevara al huerto. En la visita a sus rincones mas queridos me sentía casi
restablecida. Si esto me ocurre ahora ¿cómo no habrá de alentarme cuando
vuelva a recorrerlos en tu compañía?”
Los últimos renglones eran casi ilegibles.

Capitulo 47

A las cuatro llamo a mi puerta hacia una hora que yo le esperaba, listo para
marchar.

La luna grande en su plenitud descendía el ocaso; y al aparecer abajo las


negras nubes que la habían ocultado, baño las selvas distantes los
manglares de la ribera y la mar tersa y callada con sus resplandores
trémulos y rojizos como los que esparcen los blandones de un féretro sobre
el pavimento de mármol y los muros de una sala mortuoria.

Capitulo 48

A las tres de la madrugada me despertó Lorenzo: y a las cuatro


encomendados ala virgen en las despedidas de Bibiano y su hija, nos
embarcamos.

Capitulo 49

Al sentarnos ala mesa hice notar a D... mi propósito de seguir viaje aquella
misma tarde, si era posible regándole que allanara todos los inconvenientes.

El pareció consultar a Lorenzo el cual informo que las bestias estaban en el


pueblo y que la noche era de luna.

Poco después estábamos en camino.

Capitulo 50

Al día siguiente sobre las cuatro de la tarde llegue al alto de las cruces. Y
me apeé para pisar aquel suelo desde, que el para mi mal había dicho adiós
a mi tierra nativa.

Volvía a ver el valle del cauca tan hermoso que al tenerlo adelante con toda
su esplendidez miraba yo a mi alrededor para convencerme de que no era
juguete de un sueño.

Capitulo 51

En vano intentaba reconstruir lo pasado cuando de noche desperté en un


lecho rodeado de personas y objetos que apenas podía distinguir.
Una velada lámpara cuya luz hacia mas opacas las cortinas de la cama
difundía su indecisa llama, llame, sentí que me estrechaban una de mis
manos; torne a llamar y el nombre que débilmente pronunciaba tuvo por
respuesta un sollozo.

Volví me hacia el lado de donde este había salido y reconocí a mi madre


cuya mirada anhelante y con voz suave me hizo muchas preguntas para
cerciorarse de que yo estaba recobrando su lucidez.

Capitulo 52

Aconsejadas por el medico y excusando su tenacidad en el mal estado de


mi salud, Mamá y Emma supieron retenerme junto a ellas durante tres
semanas interrumpidas.

Capitulo 53

Dos meses mas tarde el 10 de septiembre era cuando yo escuchaba de


labios de Emma aquella relación.

Había anochecido y Juan dormía sobre mis rodillas, según costumbre por el
adquirida desde mi regreso, quizá adivinando que yo pudiera remplazar en
parte los amorosos y maternales cuidados que Maria le prodigaba.

Emma me entrego la llave del armario que en la casita de la sierra guardaba


los vestidos de Maria y todo lo que ella pidió que conservara para mi.

Capitulo 54

La media noche me encontró levantado en mi cuarto.

Entre mis manos las trenzas de Maria y recostado en el sofá en el que


Emma le había oído sus ultimas confidencias sonaron las dos en mi reloj.

El había medido las horas de aquella noche angustiosa víspera de mi viaje;


el debía medir las ultimas que habría de pasar en la morada de mis
mayores.

Capitulo 55

Por la tarde había de ir a la ciudad pasando por el cementerio que guardaba


la tumba de Maria.
Juan Ángel y Braulio se habían adelantado a esperarme en la parroquia y
José su mujer y sus hijas me rodeaban ya para despedirnos.

Invitados por mi siguieron al oratorio y todos de rodillas rezamos por el


alma de aquella que tanto amor nos inspiro en la vida.

ESPACIO DE LA OBRA

El espacio de la obra La Maria son:

 Hacienda El Paraíso

 El valle del cauca

 Londres

 Panamá

Tiempo

PALABRAS DESCONOSIDAS

HARTON: fruto desierta especie de plátano

HOLAN: batista, tela delgada muy fina

JIGRA: Mochila grande de mallas de cabuya o de correillas

JILO: en derechura (integridad)

LAJERO: (perro) de caza

LAMBIDO: relamido, presuntuoso

MANATI: corbocho, latigo


BIOGRAFIA DE

“JORGE ISAACS”

Jorge Isaacs fue uno de los grandes escritores colombianos, nació en Cali,
Colombia, en 1837, hijo de un judío inglés de Jamaica, y de madre criolla.
Estudió en Bogotá.

Es el autor de la mejor novela romántica hispanoamericana del siglo XIX,


"María", que fue publicada en 1867. Fue también excelente poeta. Y dirigió
un periódico liberal en 1875.

Intervino en partidos políticos y luchas internas; primero desde una


posición conservadora, luego como liberal.

Falleció en Ibagué en 1895.

Su obra está pletórica de sensibilidad, es ardiente e idealista, y plasma los


sentimientos y posturas del romanticismo literario de la época. la naturaleza
también está utilizada con el lirismo subjetivo propio de este movimiento
artístico. Es el poeta y novelista del Valle del Cauca.
DIBUJO DE
“LA MARIA”

También podría gustarte