Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Para conocer a que temperatura debe elevarse el metal para que se reciba un tratamiento térmico
es recomendable contar con los diagramas de cambio de fases como el de hierro - hierro - carbono.
En este tipo de diagramas se especifican las temperaturas en las que suceden los cambios de fase
(cambios de estructura cristalina), dependiendo de los materiales diluidos.
Los tratamientos térmicos han adquirido gran importancia en la industria en general, ya que con las
constantes innovaciones se van requiriendo metales con mayores resistencias tanto al desgaste
como a la tensión.
Definición de cementación
Se somete el carbono elemental a altas temperaturas (900-950 oC), para que se produzca su difusión
dentro del material de la pieza.
Gracias a la cementación la pieza tendrá dos capas: superficie cementada y núcleo sin cementar.
Después de la cementación la pieza se somete a temple y revenido a bajas temperaturas. El núcleo,
debido al bajo contenido de carbono, no admite temple, queda tenaz y puede trabajar bajo cargas
dinámicas, y la zona periférica adquiere temple a una profundidad de cerca de 1 mm haciéndose
resistente al desgaste por rozamiento.
Cabe señalar que la cementación en lo posible debe usarse en aceros en los cuales no pueda crecer
mucho el grano y se pueda templar directamente.
Objetivo de la cementación
El templado y revenido proporcionan dureza a la pieza, pero también fragilidad. Por el contrario, si
no se templa el material no tendrá la dureza suficiente y se desgastará. Para conservar las mejores
cualidades de los dos casos se utiliza la cementación.
La cementación tiene por objeto endurecer la superficie de una pieza sin modificación del núcleo,
dando lugar así a una pieza formada por dos materiales, la del núcleo de acero con bajo índice de
carbono, tenaz y resistente a la fatiga, y la parte de la superficie, de acero con mayor
concentración de carbono, más dura, resistente al desgaste y a las deformaciones, siendo todo
ello una única pieza compacta.
La cementación consiste en recubrir las partes a cementar de una materia rica en carbono,
llamada cementante, y someterla durante varias horas a altas temperatura (1000°C). En estas
condiciones, el carbono irá penetrando en la superficie que recubre a razón de 0,1 a 0,2 mm por
hora de tratamiento.
La cementación encuentra aplicación en todas aquellas piezas que tengan que poseer gran
resistencia al choque y tenacidad junto con una gran resistencia al desgaste, como es el caso de los
piñones, levas, ejes, etc.
Características de la cementación
• Endurece la superficie
La cementación comprende tres etapas. En la primera etapa las piezas son expuestas a una
atmósfera que contiene Carbono o Carbono y nitrógeno a una temperatura de entre 850 y
1.50 °C. En la segunda etapa se puede producir inmediatamente el temple (cementación) a partir
de esa temperatura, o bien después de un enfriamiento intermedio y un recalentamiento a una
temperatura de cementación específica del material. La tercera etapa,
Aceros de cementación
Son apropiados para cementación los aceros de baja contenido de carbono, que conserven la
tenacidad en el núcleo. El cromo acelera la velocidad de penetración del carbono. Los aceros al
cromo níquel tienen buenas cualidades mecánicas y responden muy bien a este proceso. Una
concentración de níquel por encima del 5% retarda el proceso de cementación.
Capa cementada.
Aunque de unos casos a otros hay bastantes diferencias, se puede considerar que en la mayoría de
las piezas cementadas el espesor de la capa dura varía de la cuarta parte a la mitad (0.25 a 0.5) de
la profundidad de la capa cementada.
Los espesores de las capas cementadas que normalmente se emplean en las piezas de maquinas y
motores, se pueden clasificar en tres grupos:
Cualquiera que sea el proceso que se emplee, conviene que el contenido de carbono de la capa
cementada no pase del 1% y debe procurarse que la parte periférica de la pieza después de
rectificada, quede aproximadamente con 0.8 a 0.9 %de carbono.
Aunque es muy dificil dar unas reglas generales para la elección de aceros destinados a la fabricación
de piezas cementadas, ya que es un problema extraordinariamente complejo, por ser muchos los
factores que intervienen en el mismo, a título de orientación a continuación señalamos unas normas
que pueden servir de base para su elección
Para pequeños espesores este procedimiento es mucho más rápido que la cementación con
materias solidas, y es también mas sencillo. Las sales tienen la desventaja de ser muy venenosas, y
aunque los humos que desprenden no lo son, causan molestias e irritan las vías respiratorias.
La cementación con sales tiene la ventaja de que las instalaciones son sencillas y baratas. El precio
de un horno de sales suele ser menor que el de cualquier otro tipo de horno.
En este proceso la gran dureza superficial que adquiere el acero es debida solo a la acción del
carbono. El porcentaje de influencia del nitrógeno es tan pequeño que puede despreciarse.
Se utilizan generalmente baños de sales a base de cloruro sódico, con porcentajes variables de
cloruro y carbonato sódico a los que se añade uno o más cloruros o fluoruros de bario, potasio,
calcio o estroncio que actúan como agentes catalíticos aumentando notablemente la penetración
de carbono, y con ello la profundidad de la capa dura que puede variar desde 0,2 a 3 mm.
• Con sales con 17 a 23% de cianuro a temperatura variable de entre 850 a 900°, se
consiguen capas de espesor desde 0,2 a 1,5 mm.
• Con sales con 7,5 a 12% de cianuro a temperaturas de 875 a 950°, se consiguen
sales de espesores variables entre 1 a 3 mm.
Para llevar a cabo un buen proceso de cementación hay que tener en cuenta:
Que el contenido de cianuro sea el suficiente para generar el carbono activo.
Que no haya un gran aumento de carbonato sódico.
Que no haya una gran cantidad de cianato sódico y,
Que la temperatura de cementación sea la correcta.