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HISTORIA

Il E l.OS

LÍMITES DEL PERÚ


TEXTO DICTf\DO 1\ LOS ALUMNOS DEL COLEGIO
ANGLO- f'ERU1\t'lO DE L1MI\,
CONFORME AL f'ROGRAMA OFICIAL

PUR

RAUL PORRAS BARRENECHEA

0-----0.
SEGUNDA EDlClON REVISADI, y ICTUAlIlADA
o o

LlBRERIA FRANCESA CIENTíFICA


y CASA EDITORIAL E. ROSAY
F. J E. ROSAY
Calle de la Merced (Unión) 632 Y 634
LIMA - 1930

Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
HISTORIA
, ,
LIMITES DEL PERU
TEXTO DICTADO A LOS ALUMNOS DEL COLEGIO
ANGLO-f"ERUANO DE LIMA,
CONfORME AL F'ROGRAMA OfICIAL

POR

RAUL PORRAS BARRENECHEA

0-----,0
SlGUNDI EDICION REY/SADI, y ACIUILlIIDI
o o

LIBRERíA FRANCESA CIENTíFICA


y CASA E[)JTORIAL E. ROSA Y
F, J E. ROSAY
Calle de la Merced (Unión) 632 Y 634
LlMA-1930

B,.,\i\iCO DE L!~ REPUBLlCA


BIBLlOTOCA LUIS· <\NGEL ARANGO

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BIBLIOGIlAFIA DEL AUTOIl:

LA LITERATURA PERUANA. - (Conferencia) Li~


ma, 1918.

DON JOSE JOAQUIN DE LARRIV A - Conferencia en


el Conversatorio Universitario. - Lima 1919.

EL PERIODISMO EN EL PERU. - "Mundial". - Edición


del Centenario. - Lima, 1921.

LIMA - Monografía histórica. - La Crónica - Edición


del Centenario - Lima, 1924

ALEGATO del Perú en la cue9tión de límites sobre la


frontera norte de Tacna - (Cuestión Tarata) por
Raúl Porras Barrenechea. Jefe del Archivo de Límites
del Ministerio de Relaciones Exteriores. - Lima, 1925.

REPLICA a la Exposición chilena sobre la frontera norte


de Tacna - Lima, 192J. 2 vol.

HISTORIA DE LOS LIMITES DEL PERU. - (Curso


escolar). - Lima, 1926.

MARIANO JOSE DE ARCE. (Estudio biográfico) Lima,


1926.

JOSE ANTONIO BARRENECHEA. - (Estudio biográ-


fico) Lima, ] 928.

TORIBIO PACHECO. - (Conferencia en el Colegio de


Abogados de Lima) Lima, 1928.

EL CONGRESO DE PANAMA. - (Tomo I del Archivo


Diplomático Peruano) l' Recopilación y prólogo por
Raúl Porras Barrenecnea. Lima, 1930.

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P1DVERTENCIA A LA 5EG~NDA EDICIOI'I

Este cltr¡;o fué ÙlCorpOl'ado en 1924, al plan de estu-


dios d,¡ segunda enseñanza, con una finalidad previsora,
Lo,~ pl'Ï1/cipales pl'oblemas limítrofes del PerlÍ se hnllaban
pendie'.'1te,~. Las soluciones adoptadas en los problemas
?'esueltoll, ¡n'ovocaban aún a¡'duos co'mentarios, La opinión
de la 'ImLltittuI, era fácilmente sugestionada, alrededo?' de
los problemas territoriales, en sentido apasionado e injus-
to. Era útil entonces ilustrar a las nuevas generaciones
sobre el 07'igen y el p7'oceso de esos conflictos para que la
opinió?~ futura del país no se dejase arrastrar en la suce-
sivo pOI' engañosas declamaciones. Ninguna ense?ïanza
más lfi"Ov€chosa pant tal objeto que la hist07'ia mi:m¡a de
nuestl'llS negociaciones de límites, con sus utópicas deman-
das, aguzamientos de dialéctica, contradicciones diplomá-
ticas, ;'Josturas bélicas, claudicantes cesiones y juegos de
escond:te con la paz, Un criterio pedagógico realista ins-
piró pites la creación de este curso,
La, práctica de la ense?ïanza ha demostl'ado qne fue-
¡'on Únpro"edentes las críticas que se hicieron a la inclusióll
de esto: asignatura en la insb'ucción medirL. El interé.q del
alumnado pOI' la hi,qtoT'ia internacional del Perú se ha he-
cho ev;dente a profes01'es y jw'ados, A pesar de su apa-
?'ente dificultad, de algunos tecnicismos inc'vitables, el cur-
so de HistD?'ia de VÍ?nites es de aquellos qll,e má.s viwlIn.en-
te han despertado la cttención e,qcola¡' y de los ql/,e pro-
m,ueven con más intensidad la curiosidad pOI' el pasado
y el a'-do¡' PO?' el derecho, propios de toda adolescencia,
Después de seis años de enseñanza puede afirmal'se que
nna bllena parte de las generaciones nuevas tiene un con-
cepto cabal de nuest?'os problemas internacÙmales y CJueno
podrá Gonta¡'se con ellas para levanta?' en cualquie?'u bOl/al
oportu!/idod '/ma incon¡;ciente masa chauvinista
El prognuna del Cl/rso actual debería, sin embargo
lier modificado en parte. Ap7'ovechando el inte¡'és escolm'
pOl' la mate?'ia y la necesidad de dotar a los últimos aiws
de instrucción media de asignaturas relacionadas con la
historill nacional, podría hacerse de¡'ivar el actual estu-
di{), fOl'zontmente intrincado, de las negociaciones de lí-
mites, hacia un compendio de la historia internacional
del PerÚ, en el que además de los problemas ten'itoriales,
contemplados en fonna más sintética, se abarca?'a todel l"

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perspectiva de nuestra vida exterior, estudio en el que se


adquirieran algunas nociones utaes para la ciudadanía,
tales como los esfuerzos del P6rú a favor del arbitraje, los
conflictos económicos americanos y el significado de cier-
tos conceptos einstitucíones, tales como la lAga de las
Naciones, la doctrina de Monroe, el panamericanismo. Se
contribuiría así a la formación de la conciencía interna-
cional del Perú ..
Esta segunda edición, corregida y revisada, como
todas las segundcts ediciones, tiende ya a reducir, por
resúmenes generales de las negocíaciones de límites y por
síntesis de los problemas, colocadas al p"'incipio de los
capitulos, un estudio que no debe ser de nombres y de fe-
chas, sino de concepto, cabal y claro, de nuestros proble-
mas. La única parte a la que se ha dado, mayor extensión
es a las negociaciones con Chile, después del tratado de
Ancón, excesivamente sintética en la edición anterior. El
ambiente de cordialidad existente entre el Perú y Chile, a
consecuencia del arreglo de Tacna y Arica, no invalida el
conocimiento de los más difíciles momentos de rencor.
Aparte de que la verdad no es posible ocultarla y de que
es ingenuo olvidar la historia, el estudio detenido de la
cuestión peruano-chilena puede servir para constatar como
la concordia ell posible aun dentro de las más irreductiblcs
controversias de ws pueblos y, sobre todo, para estimular
el anhelo de que el porvenir sea diferente y sltperior al
pasado.

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f1 loS profesores del Curso de Historia
de Umltes del rerú.

Este CUl'SO,c,'eado para iniciar a los ni1ï,os en el


conocimiento de los más grav6s asuntos nacionales,
n,) dcbe ser enseñado con espíritu estl'echo y loca-
lista, El Perú cree tener razón en todos sus reclama-
cIOnes de límites e idéntico convencimiento anima
a las naciones que discuten con él, El conflicto pro-
v'\ene de la defectuosa demarcación colonial. Espmïa
n7 se p¡'eocupó de demarcar cuidadosamente sus do-
""inios ni de precisar la geog,'afía de e.stos, De allí
!l2n provenido los innumerables litigios de lím.ites
america1w8. La verdad y la just1:cia se hallan, gene-
1"lÛmente, en un término medio entre las pretensio-
nes extremas. Es por eso cri11!linal la actitud de
quienes Be empeñan en sOBtener c'nno irredueti-
bles 'ail pretensiones máximas del Pcrú en ¡;U,S 7)1'0-
b(emas pendiente.s y la de los qun, a propósito de
pacto.s que han solucionado equitativrL'ntente nues-
t¡·os diferendos con pueblos amigos, se empeñan en
dramatizar el aula a el periódico con la mentira dc
las "mutilaciones territoriales". La única mutila-
ción territorial que ha Bufrido el Pnrú fué la que
lo impuso el t,'atado de Ancón a raíz de la guerra
de eonqui.sta declarada por Chile. En 108 demás
C2S08 el Perú ha tranzado a discute, principalmente
s·)bre espectativas, fundadas en títulos que conside-
ra legítimoB, pero que no fueron aceptados por las
nacione,s litigantes, a a los que estas oponen otros
titulos y argumentaciones jurídicas. Felizmente
una honrosa y culta tradición nos ha reconocido
siempre como pueblo adicto a la paz y al derecho
y hasta como paladines algo ingenuos del arbitraje
internacional. EBa tradición y esa enseñanza son las
(lue hay que inculcar a las nuevas generaciones para
que lleven a la solución de esos urgentes problemas
1m espíritu de comprensión, de armonía y de jus-
t ¡cio."

~~_r_in_l_e_ra_e_d_i_C_ió_n_d_e_e_st_a_O_b_r_a_en __ 19_2_6_> _

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HISTORI~ DE LOS UniTES DEL PER~

EL F'ERU INCAICO y COLONIAL


LOS LIMITES DEL PERU PREINCAICO E
INCA,ICO.- La historia de los limites del PerÚ
comienza con la unificación del Impel'io lncai-
co, J'ealizada por PachakÜtec. Antes el tcrrito-
rio que ocupa actualmente el PerÚ, estu\'() di-
vidido en pequeñas regiones habitaùas por tri-
bus diversas. En la costa, de Lambaycquc hastu
AClci, habitaban los Yungus. Eu la altiplanicie
del Callao 1enia su asicnto la civilización de 'l'ia-
hua'1aco. La región andina estaba dividida en
gran nlÍmero de cacicazgos a de tribus guer're-
ras u rivalf)s, una de las cuales, la de los Incas.
logró vencer y sujetar a la.s demlÍs. PachakÚtec,
TÚpoc Inca Yupanqui y Huayna Ocápacc, cx-
tendieron con sus conquistas los límites de la.
conf'cù eral~ión Incaiea, al par que realizaba n
In Ilni1Ïcanión nacional. Pac}¡akÚtec redujo la
región de ]a costa. TÚpan Yupanqui llevó los hi-
tos de su Imperio hasta el rio Mauli en el Sur.
y n'.lis aIlú del Marañón en el Norte, has ta los
confines del reino de Quito. Huaina Ocápac so-

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meLió por último a los Sciris y a los Quitus pro-


longando sus dominios hasta las salvajes tribus
d e Pasto.
Estas conquistas delimitan el vasto imperio
del 'rahuantisuyo, que hallaron los españoles y
que bautizaron con el nombre de Perú.
Garcilaso ha señalado en el lenguaje pinto-
resco de sus "Comentarios Reales" los términos
del Tahuantisuyo "Al norte, llegaba hasta el río
Ancasmayu que corre entre los confines de Qui-
tu y Pastu, quiere decir en lengua general del
Perú, río Azul. Al Mediodía tenía por término el
río llamado Maulli, que corre Leste Hueste, pa-
sado el reino de Chili, antes de llegar alos Arau-
cos; al Levante tenía por término aquella nunca
jamás pisada de hombres, ni de animales ni de
aves, innaccesiblc cordillera de nieves que corre
desde Santa María hasta el estrecho de Maga-
lIanes, que los indios llamaban Riti Suyu, que
e~ banda de nieve; al Poniente confina con el
mar del sur que corre por toda su costa de largo
a largo". ~
GOBERNACIONES PRIMITIVAS DEL PERU
OOLONIAL. -NUEVA CASTILLA y NUEVA
TOLEDO. - Al descubrirse el Perú los monar-·
cas de España, ignorantes de la geografía y de la
historia del pueblo que conquistaban, la dividie-
ron en lotes con que saciar la codicia de los con-
quistadores. Sobre la lenta obra secular de la
unificación Incaica, trazaron las reales cédulas,
líneas imaginarias que fraccionaron en parcelas
de doscientas leguas la admirable obra del genio
político de los Incas.

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La capitulación de Toledo. - La primera


parcela ruó para Pizarro. gn 'rolcdo r por au-
sencia de Carl08 V, entregado il sus lltlzañas

cure.peas. la reinll madre Doña J ualla la Loca


ilutorizÓ il Pizarro, en 20 de julio de 15:¿9, pal'a
que en nombre dc la corona real de Castilla,
continÚe la conquista dell Perú, "hasta doscien-
tas leguas de tierra por lu misma costa (la de
Tumbes) las cUllles dichas doscien tas leguas
comienzan, desde el pueblo que en lengua de
ind i D:'¡ se dice ZCllIllqU ella y d CSpll(~Sl,laIlHls tes
~Hnliago, hasla llegar al pueblo de Chincha"
quc se presum ía era el término ù e esta ti il; ta I1-
cia. J':sta primitiva gobernación, a la que los
eS(JErlOles dieron el nombr'c de "Nueva Castilla"
l'ué uum cn tada en seten ta leguas Inl\::; cuand o
Il l'ri;] lido Pizarro Ilovó a I Rey su pingÜe parte
en el rescatc de Atahualpa (muyu de '15~l·~).
La capitulación a favor de Almagro. - La 8C-
gunla parcela fué }Jarll Almagl'o. Su extensiÓn
era tambiÓn de doscientas 'leguas, que debíull
contarse desde donde ter'minaba la jurisdicción
de l'izurro Iwcia el estrecho de ~lilgullane:; (CÓ-
dul¡;. de ;¿ I de mayo de 153/~). A esta g'(lherna-
ci,jE ~e le diÔ el nombre de "Nueva Toledo".
Anteriormente, el 26 de .Junio de 15:!l), al
mismo lit~mpo que a Pizarro, se había concedido
II Dom Sim<J1l de Alcazabll, una extcnsión lam-
bién de doscicnlas leguas que debían cUlllarse
Il par'lir de! estrecho de MagalIanes, en direc-
eiÓn II Chineha. Se le diÓ el nombre de "Nueva
León".

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La ejecuclOn de estas provisiones vagas y


absurdas provocó la primera guerra civil entre
los conquistadores. Pizarro y Almagro preten-
dían qlle el Cuzco estaba comprendido dentro
de SIlS respectivas gobernaciones. Almagro, se-
guro de sus títulos, se apoderó violentamente
del Cuzco. Sometido a arbitraje el asunto y con-
sultadas las escasas autoridades geográficas de
entonces las que fallaron que el Cuzco se ha-
llaba dentro de las 270 leguas de Pizarro, Al-
magro se negó n entregar la ciudad. Sobrevino
la guerra entre los bando's de ambos conquis-
tadores siendo (lerrolado Almagro en las Sali-
nas (1538). En la lucha civil entre Almagris-
tas y Pizarristas perecen sin descendencia el
Marqués Pizarro y Almagro el Mozo, heredero
de los derechos de su padre. Con ellos desapa-
I'ecen los antojadizos linderos trazados por los
reyes de España sobre la heredad territorial pe-
ruana.
ERECOION ,DEL VIRREINATO DEL PERU.
- Al ordenar la nueva división de sus dominios
coloniales, Carlos V crea dos grandes oircuns-
cripciones territoriales ~ una al norte y otra
al sur - que con el nombre de Virrelnatos, ha-
bían de ser los centros principales de la admi-
nistración y del gobierno. Los dos Virreinatos
creados fueron los del Perú y MéJlco, por cé-
dula real de 20 de Noviembre de 1542, dictada
en Barcelona.
Los Virreinatos se dividían en Reales' Au-
diencias, las que a su vez se subdividían en co-
rreglmientos o provincias. Había también otras

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I
I
,.•.
,,
~, tal como se
,
\LA
halla en los ma- CHILE \
l
pas de la ~poca )-------
//"-TIERRA
de su erección .
• -,--MAGALLA'N/CA

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s¡ÜI,li"isioncs Hamadas; gobernaciones, alcal-


(lIa¡" ma~'Ol'cs y alcaldías menores,
Los virreyes gobernaban sobre el tel'pitorio de
las Audiencias, Los ,,¡rl'eyes tenian el sllprcmo
IIIIUH!O político, militar, Judicial y econÓmico
detls J'cgioncs sujetas a su mando, PI'csidían
la ,\udiencia cn la capital de.l Virreinato y su-
pl'l",-igilaban Il las Audiencias :mhallcrnns, ejel'-
ci endo au tOl'idaù sobre ellas en casas pa rticu-
lapes o excepcionales . .t:l Vir'rey del PerÚ gober-
Wl!lIl. inlllediatamente el terpilorio de ,la Au-
di(~llcill de Lima, pero tenía el gobierno sllperior
de las Iludicncias de PanamÜ, Lima, Bogotá,
Charens, Quito, Chile y Bncnos Aires.
Ln'.; A,udiencias l'l'an tribunules de justiciil.
furllwdos por' miembros llamados Oidorcs. Te-
níiln mando político en la •. eircUllScri)lcinllcs en
que no había Virr'ey. pero su caT'lÍeler l)l'opio era
el de autoridades judiciales. F.l territoriu sujeto
Il lEl autoridad de las audiencias era sciialado
)lllr reales cédulas. Las Audienci::u; tenían tam-
biÓn fllculllld )lara cxtender Sil duminio Il los te-

l'l'ito¡'Îos despohlados "que se redu.iese, poJ¡lal'e


y pucificare", de mudo l]lle, ademlÍs nel distrito
efectivo que se les señalaba en las l'cale..; cÓdll-
la s, tcnían o tr·o distrito ideal: el del terri torio
que pudieran conquistnr y pohlar. Pero ese dis-
triln ídeal, para. pertenecerle, necesitaha sel'
descuhierto y poblado. Las Audiencias eran so-
bre todo tribunales rie justicia, y por ]0 tanlo
no podían ejercer su jurisdicción sino sobre te-
rritol'ios poblados, Los territorios no descubier-
tos pertenecían a los Virreinatos o Audiencias

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cabezas de Virreinato, en las que residía, según


dispo&>iciones reales, la suprema autoridad co-
lonial y el comando militaI' del Virreinato.
Los correglmlent.os corresponden a las actua-
les provincias. Eran subdivisiones gobernadas
por un corregidor - a semejanza de las pro-
vincias españolas - con autoridad política y ju-
dicial. Los límites entre los diferentes corregi-
mientas eran trazados de orden del Virrey, pre-
vios los informes geográficos necesarios. El
Virrey 'roledo, hizo personalmente y por medio
de Visitadores, el deslinde de la mayor parte
de los corregimientos a provincias peruanas.
Esos deslindes practicados por el 'Vlrrey Toledo,
sirven aun para determinar la extensión de mu-
chas de las actuales provincias del PerÚ.
AdemlÍs de los Virreinatos y Audiencias hubo
Capltanias Generales y más tarde Comandan-
cias, autoridades de carácter militar donde ha-
hía necesidades de defensa por la belicosidad de
los naturales a por las amenazas de invasión,
como sucedió con las Capitanías Generales de
Chile y Venezuela.
LA AUDIENCIA DE LIMA. - Al independi-
zarse las diversas secciones territoriales ameri-
canas, cada una de ellas reclamó para sí los lími-
tes asignados a su àntigua Audiencia a Capitanía
General. El Perú reclamó, como erade derecho,
los Bmites con que fué creada la Audiencia de
. Lima, más los territorios que ·le correspondían
como cabeza del Virreinato del Perú.
Los limites de la audiencia de Lima fueron
señalados por Cédula Real expedida en Valla.-

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dntd en 1:3 de setiembre de 1534, flue los lïjÚ


dol siguiente modo: "POI' la costa desde el puer-
to de Paita hasta el reino de Chile; pOI' la lic-
l'l'Il adentro San Miguel de PiUJ'u, Cajamal'cll.
Chachapoyas, Moyobllmbu y los l\[otiloncs ill-
c]usin~, hasta el Oollao exclusive; por el ponien-
te ':01\llllr del Sur, y por el levante las l_lrIl\'in-
cill~ IlO descubiertas".
El Oollao se llamaba a la rcgi<Ín situada en la
nltiplanicie alrededor del lago 'l'ilicaca. ~l Co-
lluo, somet'ido a la audiencia de Charcas, comen-
zaba; "En el pueblo de Ayaviri por el camino de
(ir'~o-Suyo; en el pueblo de Asilla pllr el camino
de lIumllsuyo, en Atuncanll par el camillO de
Ar3quipa y delJía comprender las provincias de
StugubÚn y Curabaya. (Recopilacifín de Lcres
de Indias, título XV, Libro II).
Dentr'o del distrito de la Audiencia de Lima,
cu~'os límites corresponderían más tarde Il la
Hcpública del Perú, no estuvieron incorporados
en ,la época de Sil creación ni Maynas (hoy Lo-
l'eto) ni el Collao (hoy Puno). I<~stll:'lcircuns-
cJ'ipciones tCl'ritoriales se Íll(:orporaron mfÍs
11lJ'(leal PerÚ.

Consúltese: Para el texto en general:

ARANDA. - Colección de los Tratados del Perú, 14


tomos.
ALFREDO BENA VIDES. - Colección de actos in-
ternacionalcs en vigor para la República dcl Perú. - 1916.
BOLETIN DEL MINISTERIO DE RELACIONES
EXTERIORES. - Primera y segunda época, Años 1904
a 1930.
MEMORIAS de lol'! Ministros de RR. EE. - 1825-
1929.

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ARTURO GARCIA SALAZAR. - Re9úmen de His-


toria Diplomática del Perú. (En la revista "Mercurio Pe-
ruano", a partir de Enero de 1924) y en la "Revista Uni-
versitaria" desde 1926.
CARLOS WIESSE. - Historia del Perú colonial l!
independiente. - Ediciones Rosay.
MARIANO FELIPE PAZ SOLDAN. - Diccionllrio
Geográfico Estadístico del Perú. - 1876.
GERMAN STIGLICH. - Diccionario Geográfico del
Perú. - 1922.
Para este capítulo:
ARANDA. - Ob. cit. Tomo I.
GARCIA SALAZAR. - Ob. cit.
WILLIAM PRESCOTT. - Historia de la Conquist:J.
del Perú. - Madrid, 1848. 2 Tomos.

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LIMITES DE U\S COLONl1\5 E5F'1\ÑOLf\5


y F'ORTUGUES1\5

LA BULA DE ALEJAN'DRO VI. - Así como


~icol(ls Y, había concedido a los portugueses
el monopolio del comercio con la India, por
Bula del año 1454, quisieron los Reyes CatÓli-
cos obtener de la misma prestigiosa uuloridlld
ulla confirmacÎón dei derecho quc tcnían Il ln
Andrieu recién descubierta.
El Pontífice Romano, fundándose en qlle erll
el vicario de JesucI'Ïsto, "de quién proceden to-
do,; los bienes, imperios y señol'Íos" concedi<Í
y a:,ignÓ perpetuamente a los reyes de CastiHa
por Bula de 4 de mayo de 1493, "todas la.., islas
~7 tierras lÏrmes halladas, y que se holl¡l!'L~Il,des-
cobiertas e que se dcscubriercII" en el mar
océano al Oeste de una línea distante cien leguas
de!as Islas Azores a de Cltl>u Verde. I~ inhibieroll
y amonestaron a todos los príncipes cristianos.
so pena de excomunión latae sententiac, para
que respetaran las posesiones acrodadas a 10f\
Reyes Católicos.
TRATADO DE TORDESILLAS. - RI monar-
cu portugués se mostró celoso de las concesio-
ne:, pontificias a España, porquc creía tencr el

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monopolio de los descubrimientos en la regiÓn


ocelinica al Sur de las i~las Canarias.
De las discusiones diplomáticas entre los dos
países surgió el Tratado de 'rordesillas (7 de
junio de 1494) suscrito al año siguiente de la
bula de Alejandro VI. Por este tratado se ade-
lantó la línea fijada por e,l Papa doscientas se-
t.enta leguas máH al oeste; es decir a trescientas
set.enta leguas de las islas de Cabo Verde. Una
comisión de pilotos y astrónomos de ambas par-
tes, debía salir de la gran Canaria en dos CB.-
rabelas para fijar la línea de demarcación. Es-
ta expedición no se llevó a cabo nunca y sub-
sistió por lo tanto la indecisión de los límitE:s
lusitano-españoles en América. Así 8ucedió en
1529, que Portugal y España quisieron apode-
rarse de las Molucas alegando ambas que los
islas estaban dentro de sus gohernaciones, dis-
·cusión que terminó con el tratado de Zaragoza
por el que España reconoció los derechos del
Portugal a cambio de una remuneración econó-
mica.
LA COLONIA DEL SACRAMENTO. - De
1580 a 1640 Portugal y Es.paña estuvieron uni-
dos bajo un mismo cetro. En 1680 los portu··
gueses avanzaron hasta la márgen izquierda del
río de la Plata y fundaron la colonia del Sacra-
ment.o. -El gobernador de Buenos Aires recon··
quistó por la fuerza la co-lonia, la que al año si-
guiente fué devuelta 811 Portugal por el tratado
de Lisboa (1.681.). Durante la guerra de Suce-
sión de España ,esta naoíón se apoderó nueva-

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menle del Sacramento, que IllYO que re"liluil'


al 1'i1'l11nr la puz de ülrech (n'i5).
Los pol'tugucses, esp͡'jlus colonizndorcs, si-
guieron, ti pesar de las bulas pontiflcins r de
los I¡'[ltados, pencll'Hnclo CIl el continente 51111

¡UHèl'ienllo y ocupando las dos ribc¡'lIs del \fa-


raÏi(')I1 hasta la boca del YaYllrí. EspnÏin llccptr'¡
csUt ocupaciÚn por el tratado de :\-IIHlrid de '1Î50
!jlle fijÓ detalladamente los límites enlpe Ins eo-
lonin, dn amhos países.

Este E'spíritu colonizador de los portugue>:es J1f't'0da'lo


por los br:.lsileros, fué el origen de la enorme ('xpansión
t('rritoJ'ial del Brasil. Las "entradas y las "¡)[Jllde'rus"
fueron los métodos más conocidos de penetración de los
portugueses. Las entradas eran expediciones sangrientas
realizadas para esclavizar a los indios a para bUHcar tie-
\'l'ns> de minerales o piedras prodigiosas. Las bandeiras,
verdad('ras emigraciones a caravanas de aventureros, eran
grandes masas nómades de hombres y mujeres, ciudades
('n mareha, que iban penetrando en el inmp.ni"o tCl'I'itorio
víl'Ren, acampando en los lugares donde la naturu](,7.a les
oponía al¡~Ún obstáculo, sobrepasándolo más tarde, ava-
sallando poco a poco el territodo a fuerza de audacia, de
abnegación y de constancia, siempre en pos de algún
Dorado de alguna geogTafía fantástica. Asi la primitiva
faja de tierra junto al Atlántico, que fué el Brasil, seg-ún
lo~ primitivos tratados hispano-portugueses, fué ensan-
chándose, plll' obra de los bandeirantcs hasta -llegar, en el
siglo XVIII al río Yavari donde la expansión pOl'tugups:¡
fué contt~nida por los tratados dc:>Madrid (1750) Y de S:;¡n
Ildefons(l (1777).

EL TRATADO DE SAN ILDEFONSO. - (t"


de (Jctllbl'l~ del 777). La ejecuciÓn del ll'alndo
d\~l 750 prcsentó ta] lllimera de dificultades
qlle HllIlms partes decidieron anular'lo en '1ï J J.
1'01' Último cn 1 ïïï se fir'lllÓ el tratado de Sail
lIdfeOIHH, qlle fijó definitivamente los limItes

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-18 -

inter-coloniales. Par el tratado de San Ildefon-


so, España reconoció a la Corona del Portugal
"todo la que tiene ocupado" en el rio Marañ6n
o Amazonas y en la parte de Matta Grosso.
E·l tratado de San Ildefonso delimitaba el Bra-
sil con todas las secciones coloniales españolas,
comenzando desde e.l rio de la Plata, siguiendo
el contorno de las regiones que hoy son Argen-
tina, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia y Vene-
zuela, hasta el Atlántico.
Los límites entre las secciones peruana y
brasilera, fueron los mismos fijados en el año
1750 Y los que el Perú reolamó al constitui'rse
E:n república independiente. La línea divisoria
comenzaba por el sur, en el rio Guaporé siguién-
dolo hasta su confluencia con el Mamoré, husla
fürmar el Madera; este rio hasta un punto equi-
distante de su nacimiento y de su boca; de allí
una línea a encontrar el YavarÍ; el Yavarí has-
ta su desemboeadura en el Amazonas: luego es-
te río hasta la boca occidental! del Yapurá y el
curso de este Último rio.
El tratado de San Ildefonso, por último, resti-
tuyó a España la disputada colonia de.l Saera-
mento.
El tratado de San Ildefonso fué el último con-
venio celebrado entre España y Portugal, sobre
delimitación cie sus respectivas colonias. Era
el tratado vigente al proolamarse la indepen-
dencia de Sud América. El Brasil, sin emba.rgo,
siguiendo la tradición expansionista de los colo-
nizadores portugueses, sobrepasó en muchos

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- 19-

lugares la línea del tratado de San Ildefonso.


En las discusiones diplomáticas, en las que los
países vecinos del Brasil, intentaron hacer valer
los derechos que les concedía el tratado de San
Ildefonso, el Brasil negó la validez y subsistencia
de ese tratado.

Consúltese: ARANDA, GARCIA SALAZAR. obs. cits.

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- 20-

LAS DESMEMBftJ\CIONE5 DEL VlftREIN1\TO


DEL rERIJ

INSTITUCION DEL VIRREINATO DE NUE-


VA ORAINADA.- SU ,EXTINCION TEMPORAL
y RESTABLECIMIENTO. - Fuerza cra que do-
minius tan extensos como los del virreinato
del Perú requirieran para su mejor admini:;-
tración y gobierno su división en diversas pro-
vincias. I<:nel siglo XVIII comienza pues el des-
membramiento del virreinato. Gobernando el
Perú el príncipe de Santo Buono, en 1717, se
ordenó erigir el Virreinato de Nueva Granada.
Aparte de los inconvenientes que para la hucna
administración ofrcía un territorio dilatado, se
tuvo principtlJlmente en cuenta para crear el
Virreinalo de Nueva Granada la necesidad de
constituir una autoridad enérgica que impidie-
ra el contrabando de mercaderías em'opeas que
sp hacía por los puertos del norte de ~ueva Gra-
nada, Cartagena, Santa Marta y Maracaibo y que
invadía toda la América con perjuici() del mo-
l

nopolio comercial de España.


Algunas competencias de autoridades con el
virrey del PerÚ, determinaron sin embargo la
supresión del Virreinato en 1723.

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- 21-

Pel'(1 en ¡7aD. bajo el gobiel'llo del ,'il'rey


}'Ial'qllÓ~ de \ïllagarcíu se restableció IlíJenl y
ddiniti\(lllJel1te asignÚndoselc como tel'rilorio
el d\' las audiencias de Santa Fé, de Panamá
;. (k Quito y la CUl1lllw!ancia general de Caracas
qU(~ hastn entullcc" había depcndido del vil'rei-
titi I () ti l~ :\1 t'lj ico,

LA SEGUNDA DESMEMBRACION. - CREA-


crON DEL VIRREINATO DE BUENOS AIRES,
Y SEGREGACION DE CHA-RCAS. - La guel'ra
euntrn [ilS pol'lllgucses en el Río de la Plata de-
tel'll1ilJú al Hey de España il creur' el virrcin,llo
de lluClllJS Aires (~n J 77(i, concedicndo el títu-
lo de Vil'rcy al generul de las fl!erzas expedicio-
lIariu:, espaiioJas Don Pedro de Ceyullos (cédula
del n de agosto de 1776). Por la cédula que creó
('str ,'irreinato, sC segrC'gÓ del peruano, enton-
ces al mando de (~uirior, el territorio de la au-
diencia de Charcas. En 1777 se declarÓ perma-
nente ci Virreinnto de BllCIlOS Aires,

TERRITORIOS JURISDIOCIONALES DE LA
AUDIENCIA DE CHARCAS SEGUN LA RECO-
PILACION DE LEVES DE INDIAS. - lnleresa
saber cUill era la extensiÓn de la Audiencia de
CIHII'C;lS separada entonces ùel PcrlÍ, porquc esc
l)Unlo filé el origen de ·lll larga discusiÓn de
límiles entre el PcrÚ y Bolivia. La audiencia de
Charcas, creaùa en 1r>5n, comprendía corno se
ha dicho ya, el Callao hasta Ayaviri, Asi[Jo y
.\tuncilnu; las provincias de SungabÙn y Cara-
haya, la ùe Mojos y lu de Chunchos má5 la pu-
blado por Andrés l\lanso y Nuño Chávez.

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- 22-

Las provincias de 8angaban y Carabaya iban


seis u ocho leguas más allá de San Juan del Oro
en el río Tambopata.
La provincia de Chunchol llamada después
Apolobamba estaba situada entre el Tuiche y el
Beni. La de MOJ08 se extendía a ambos lados del
río Mamaré hasta su confluencia con el Itene~
La zona del Madre de Dios y de los ríos Aere
Purús y Yurúa no estaba pues, comprendida en
la audiencia de Charcas. 'l'ampoco dependía de
Buenos Aires, ,la .Çosta de la provincia de Ataea-
ma que se prolongaba hasta la población chilena
del Paposo, y la que estaba sujeta en la espiri-
tual al arzobispado de Chuquisaca, pero en la
gubernativo y militar al virreínato d()l Perú.

Oonsúlt8se: ARANDA, GARCIA SALAZAR, WIES·


SE, ohs. cite.

,
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- 23-

REINTEGRACIONE5 TERRITORIALE5 DEL


VIRREINATO f'ERlJANO

REORGANIZACION TERRITORIAL DEL PE-


RU EN EL SIGLO XVIII. - En 1782, gobl~ruan-
do el PCI'Ú el Vil'l'ey Croix, tie reformÚ la di\·i::;ión
tCl'it')l'ial peruana, implalllá.wlose el régiwcll de
las Intendencias que se había aplicado, anterior-
mcnte, en Buenos Aires.
LLt "Ordenanza de [nlenrlentes", suprimió los
antiguos corregimlentos r los reemplazó por di-
Ü'¡unes territoriales más amplias llamadas In-
tendencias. Esta medida se dicló principalmen-
te con fines ecu/lfímicos para la mejol' recauda-
ción de los tributos y por el des¡westigio en que
hahían caído los corregidores pOI' SIlS con tinuos
abusos. Los Intendenles serían funcionarios de
mayor calegol'íll y I'csponsabilidad. Colocados
en una situación inlcl'media entre el Virl'ey y los
subdelegados, que reemplazal'on a los cOl'regi-
dOl'e" los Jntendentes estaban más capacitados
pal'a garantizar a las diversas y distintas I'egio-
nes del Virreinato, el mejor cumplimienlo de
las leyes y disposiciones l'cales y la huenll ad-
mini5tl'lwión de justicia.
El PerÚ fué dividido en 7 intendencias a sa-
bel': Lima, 'l'l'ujilIo, Al'equipa, Tal'ma,Huanca-

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- 24-

\'eliea, Huamanga y Cuzco que fueron la base


de los primeros departamentos peruanos. Cada
una de estas intendencias se dividía a su vez
en subdelegacionesa partidos, que correspon-
dían a los antiguos corregimientos. El nÚmero
talaI de estos partidos fué de 52.
REINTEGRACION DE PUNO. - PARTIDOS
QUE COMPRENDIA LA INTENDENCIA REIN-
CORPORADA. - La región del Callao, pertcne-
cía desde el siglo XVI, en que se crearon las Au-
diencias, a la Audiencia de Charcas (hoy Bo-
livia) .
Al implantarse en el Virreinato de Duenos
Aires, el sistema intendencial, se adjudicó la
rcg'ir"1Ildel Collao - mas las provincias de Lam-
pa, Carabara y Azángaro - a ,la 1 n tcnd encia
de La Paz, perteneciente Ii Charcas.
Más lardc se creó la Intendencia de Puno, con
lus pal'lidos o provincias de Ohucuito y Puno,
perlenecientes al Obispado de la Paz y Lampa,
Carabaya y Azángaro pertenecientes al Obispa-
do del Cuzco.
En 1787 fué creada la nueva Audiencia clel
Cuzco, y a ella se le agregaron algunos parli-
dos de la Intendencia de Puna (Lampa, Cara-
bara y Azángaro). En i 796 se incoIlporÚ al Pe-
rl1 el l'esto de aquella Intendencia (Chucujo
y Puno). Así quedó tolalmente incorporada al
PerÚ la Intendencia de Puno.
REINTEGRACION -DE LA COMANDANOIA
GENERAL DE MAYNAS Y PUEBLOS DE QUI-
dOS. - LA REAL CEDULADE 16 DE .JULIO
DE 1S02. - TERRITORIOS OOMPRENiDIDOS

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- 25-

EN LA OEDULA. - Los teritorios de la hoya


amazónlca -- ml'ls tUI'Je ~IaYllas o LlIl'cto ---
(~!'Illl illllwl'f'cctHUlcntc conocidos. En lu primel'il
('p,)(~n de la cOlllJuista pcrt.clleciel'oll C0ll10 lodo
vI lf'r~'itlll'io de :-;ud AUlt~I'icll cSjlaÎlOla, al Virrci-
!lidu del I'l'l'Ú, íU\I\ljue compl'c!llliÓn¡]ose1ci:i den-
ll'() de lil :\ndiencill de Quit.o. Los gobcl'Oadclf'es
y yil'l'erci:i dd Pl~rÚ Hulol'izal'OlI la,; primerlls
ent.radas :" eX!ll:dieiollc5 pal'a dt~SCI¡})l'il' eSIl"; tc-
ni ~(lr¡lls. L'II(J ¡]t~ Jus conquisludol'cs Illiís desta-
cados dvl PCI'l'l :' mÚs tal'dc ¡.. wbCrllEldol' de esLe
--, (,OIlZIl]O PizUI'I'o--- ellllH'clHlió Iii cxpedici<Íll
ill Dorado que dir', IllgHI' al descul.)!'ill1í(~llllJ del
rio Amazonas. ~J¡ís tarde sc inicial'on. tambiÓn
pèl¡'líl)!Hlo del l'CI'Ù, lns misiones de frailes fran-
c¡seullos r jesuítas paru coloníZill' ~' C\flllR'l'lizlll'
CSIl ~ l'cgiollCS.

1':11 1 Î I G, la ,\ udícncia de (Juito flll~ iIlCOI'PO-


I'"dl al Yil'l'cillllto ell) \"\IC\ïltJl'allnl!a. ScgÚnlos
límites que cor¡'üsjlondíall a ·In ,\udieneia elc
Lil1lH E'~la llegaba hasta ";">!0YODillll!¡;1 y los Mu-
T\1olilullps inclusive" en las I'iberas del :\1:u'aiíÓIl.
La Audiencia de Quit!), sogÚn la cl)dula de su
l'l'CF ci(¡ll, 110 ]] c¡:wba sino ha:; ta los t él'lll í 1105 tI e
l'¡III'a. Cajamal'ca, ChaclHlpoyas, :\loyoball1ba y
los l\lolilones "cxclui:iive". Los ICf'l'itorios de la
hoya AlIlazóniea qlled~u'on pues sepill'lHlos leg'al-
U1elltt) del POI'lÍ, llunrJl!C SIlS comllnicaciones
l'llC'I'atl sirnq)J'c miÍs fáciles con ('ste.
Lus tel'l'ilol'ios amllzónicos do :\laYlllls I'CI'IlHl.-
I1eci~l'()I1 así illCOl'I)(JI'ados a :\"IHwn (ir'anuda
has ta ('1 a iío 1802. Ese aiío se tI eeid ir.'>illcol'l'ü-
l'aI'l¡¡s Je nllevo al PerÚ. Las causas cie c:-ita iu-

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- 26-

corporación fueron: 1.?que las misiones de Mar-


nas habían decaido ~-desde que se incorporaron
a Nueva Granada, por la dificultad de los co-
municaciones, 2? la imposibilidad de defender
esos territorios contra los ataques de los portu-
gueses cuyas tendencias invasoras eran cono-
cidas.
Ni la buena administración, ni la defensa eran
posibles desde Buenos Aires o Quito, por lo que
se decidió incorporar Maynas al Virreinato del
Perú. El documento decisivo que decidió III in-
corporación de Maynas al Perú fué el Informe
de Requena (1? de abril de 1.779).
D. Francisco de Requena, había sido Comisario regio
para la delimitación hispano-portuguesa en las regiones
del Marañón y gobernador de Maynas duranre diecisiet.e
años. Requena era el más experto conocedor del territorio
y era autor de una descripción geográfica de esas regiones.
En reconocimiento de sus servicios negó a ser Mariscal
de Campo y Mini9tro del Consejo de Indias. Como tal pre-
sentó su célebre informe sobre la incorporación de Maynas
al Perú. Requena propU90 al gobierno español: 1? Exten-
der el gobierno de Maynas no soJo al río Marañón sino a
todos sus afluentes, setentriona.les y meridioDales, hasta
que dejasen de ser navegables, 2" hacer e80S territorios
dependientes del. Virreinato del Perú, "desde, el cual era
más accesible y más fácil su gobierno". Un puerto perua-
no 90bre el Ucayali, lleva hoy el nombre de Requena en
homenaje al funcionario español.

De conformidad con este informe se dictó la


real Cédula de 15 de Julio de 1802. Por ella !,e
dispuso que la Comandancia General de May-
nas, las misiones establecidas en los ríos que
desembocan en el Marañón por sus partes seten-
trional y meridional, y el gobierno de QulJoI de-
pendieran en ,la eclealá8t1co y en lo poUtlco del
virreinato de Lima.

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- 27-

El obispado de Maynas, establecido pUl' ci;ta


misma cédula, y cuya creacÍÔn también había
reco m endado Heq uena, sc coni;ti 1 uy(í sobre el
lerri1.orio de las antiguas misiones J Ci;uílll:; del
.'\larañlÍn y de las franeisc¡mas del Gcayali y :-le
extendiÔ Il todoi;los ríos que entran en el .'\lara-
ñón, hasta que dejan de ser navegables. Com-
prendía pues el curso de los ríos, Morona, Pai;-
taza, ~DpO. Pulumayo y Caql1ctá por la izquier-
da y l'or' la derecha hasta el {;rllharnba, Yurna
y PUI'US. Era el obispado de los bO:-lqucs.

OBEDIENCIA Y CUMPLIMIENTO DE LA
MISMA POR EL BARON DE CARONDELET.
- VISTA DEL FISCAL IRIARTE. - El j':clla-
dOJ' ha negado que esta cédula fué cumplida y
ejecutada. Sostiene quc no I'ccihi(', el pase del
virrey de :\'ue\'a Granada y que se opuso a clin
el presidente de Quilo. Ninguna de estas obje-
ciones sería suficiente para destruir la fuerza de
Ulla ct~dnla real. que los Virreyes nu podían dis-
cutir. El virrey ~lcndillueta. de la :-'¡lIcm GI'a-
nada, al entregar el mando a su sucesor dijo.
WI Sil Illelllol'in. que se habfa segregado de Sil
jurisdicciÓn el gabiel'no de Maynas cuya distan-
cia rie su capital, Bogolá, justificaba esta medi-
da, El presidente de Quito, Barón de Caronrlelet,
cOllsnHó la opinión riel fiscal Iriarte el qlle opi-
nÓ plll' que "se guarde, cumpla y ejecute", pa-
sánd')~e a la Real Audiencia una copia legali-
zadu: para que allí conste quedm' segregados
de la jurisdicción de sus distritos los territorios.
y comunicándose a los gobernadores de Mavnas
y Quijos para su inteligencia y cumplimie~to"

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- 28-

De acuerdo con ,la o,pinión del fiscal, el Barón


de Curondelet comunicó en 20 de febrero de
1R03 al comandante general de Muynas la orden
cie incorporarse al virreinato del PerÚ.
REINCORPORACION DE GUAYAQUIL. -
LA CEDULA DE 7 DE JULIO DE 1803. - 'rall1-
bién por rauones de defensa el gohiel'llo de GU.a-
yaquil agregado al virreinato de Santa Fé, a
raíz de la creaciÓn de este, volvió a incorporar-
se al Perú, por cédula de 7 de julio de 1.803, ex-
pedida a solicitud de la Junta de Forlificaciones
de la América.
En 1806 se declaró que esa agregación era
absoluta, pero en 1819 se dispuso que los asun-
tos jurisdiccionales de Guayaquil corresponde-
rían a la Audiencia de Quito.
Guayaquil, incorporado a ,la vida política del
Virreinato peruano tomó parte en las eleccio-
nes de diputados por el Perú a la Junta Central
de España.
El diputado elegido por sorteo, para repre-
sentar al Perú fué precisamente el designado
por GuayaqUil.

Ccnsúltese: ARANDA, GARCIA SALAZAR, WŒS-


SE, obs. cits.
V. SANTA MARIA DE PAREDES. - Estudio so-
bre la cuestión de limites entre el Ecuador y el P~rú. -
Madrid, 1907.

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- 29-

EL f'RINCIfIO DE LOS LIMITES COLONIALES

REGLA DEL UT. POSSIDETIS DE 1810. -


Al constituir'sc en naciones Ílll.!('ppndicntc:-; las
('(¡!cnias de España adoptaron llar'a la fijaciÓn
de :-1'.:-; limiles ci principio del Uti PossÙletis dc
1!-11 (J. añ,) en que COIlleIlZill'on 10:-; 1\1O\"illlípll\OS
r('Y(IIIICiolUll'ins en Am6r'îcll.
Uti Pos:·;icletis ('s lIIl nombrc
\olllado dd J)p-
reclu Cuando
H()IIlIl110. dns persllIlll:\ IiI i.~il¡'llIl
sobrc la posesiÓn de algllna COSH. el Prelol' or-
denaba qne llqllel qlle luyiern la cosa ('Il ,;:\ ])(¡-
dCI' In retuviera hasta la tCI'Dlinilei('Jll del liti-
gio. dicicndo: "Uti PO¡>''$idetÙ~, /ta Possideatis"
(('(1Ii10!H)sppis. así poseáis). Aplicada al d(,l'('-
cho inkl'nn.cional. significa "cl !'ccollocimÎc>nlo
clel estado posesorio en qllO se hallaban las pro-
"¡!leias o regiones en el tiempo CIl qlle el'an co-
IO!liLls r la continuidad del mÏ::;mo, ya emanci-
padas y formando estados independiC'ntcs'·.
(Sulda María do Pnrede:;).

SENTIDO DEL UTI POSSIDETIS. - En el


del'eeho intcl'naciollul americano. se ]Jil dado
lIIl spnlido impropio al término UU Possidetis.
Porque el Uti P08sidetis no se rcfiel'C únicnmen-
tr a los terrilor'ios poseídos por cada secC'ÍÚIl co-

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- 30-

lonial en la época de 1a independencia, sino que


abarca también los t.errlt.orlos Incorporados a
cada una de ellas por alguna cédula o dis,posi-
ción real, aunque no los poseyesen. Es un
uti possidetis de derecho (uti possidetis juris).
no un uti possidetis de hecho (uti possideti8 dE:
jacto). Por eso han aconsejado algunos juristas
llamar a este principio "de los tit.ulos colonia-
les", en vez de Uti Possidetis.
ALCANCE DEL UTI P0881'DET18. - Existf~
desacuerdo sobr'e el alcance del Uti Possidetis.
Sostienen algunos que sólo es aplicable a las
grandes divisiones t.errlt.orlales: Virreinat08~
Capitanías Generales y Reales Audiencias y qUi~
no pueden a,legarlo en su favor las pequeña;;
subdivisiones, gobiernos e intendencias, las que
necesariamente debían seguir fo~mando parte
de aquellas; sin gozar del derecho de decidir de
su suerte, proclamándose independientes, o in-
corporándose a la nación que eligiesen. Según
los partidarios de esta teoría las pequeñas sec-
ciones territoriales, como por ejemplo el go-
bierno de GuayaquH, no podían reclamar para
sí los territorios que correspondían a su sección
colonial, los que pertenecerían a la Audiencia
de Quito o al Virreinato del Perú, grandes divi-
siones territoriales.
El Uti Possidetis debe sin embargo, extender-
se aún a las pequeñas secciones, y completarBe
con otro principio 6le dedecho internacional; el
de la libre det.ermlnaclón de los pueblos. ,'\1
romperse el vínculo que unía a las diversas sec-
ciones coloniales con España, la voluntad de

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-31-

ninguna de ellas podía !"obreponcrse Il la de las


otras. El derecho de cada una era ig-ual Il la de
las demÚs. Este derecho de orgallizacil'm el'a
iglIal para todas las comarcas, l'uese un gran
\'irreinllto COlIlOel Perú o un pequeño gohierno
como (Juayaquil o Jaén.
El principio del Uti P08sideti.c; o de los títulos
eolcniulcs /lO tiene pllCS que vcr con grandes o
peqllcñas secciones. Se reficrc, Ünicfllllentc. al
territorio que debe perb.mecer a cada naciÚn se-
gÚn la~ demarcacioncs que estalJ<lIl YÍgenles L'Il
1 Xl O.
ACEPTACION DEL UT' POSSIDETIS. - El
UU Possidetis filé aceptado Il raíz de lu inde-
pendencia pOI' todos los pueblos Ill!l0!'icanos.
1"---En lns constituciones políticas dc las
nuevas repÜblicas.
2o--En llls declaraciones de sus gobiernos y
3~' cn lU5 escritos de sus publiclstas. Posterior-
mente se ha reconocido en los congresos y con-
ferencias Internacionales y en los fundamentos
de los ,landos aI'bitrllleH expedidos en 1m; diver-
sos juicios de limites.

En el Congreso de Lima de 1848, particularmente, se


reconoció por el PerÚ, Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia
el principio del uti possidetis para la resolución de todos
los conflictos de límites. El articulo VII del Tratado de
Confed~ración, firmado el 8 de Febrero de 1848, decía:
"Las repúblicas confederadas declaran tener un derecho
perefecto a la conservación de los limites de sus territorios,
seg-ún existían al tiempo de su independencia de la Espa-
ña, los de los respectivos Virreynatos, Capitanías Gene-
rales o Intendencias en que estaba dividida la América
Española".

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- 32-

LA PRUEBA DEL UTI 'P088IDETI8. - ¿ Có-


mo pueden probar los diversos países los lími-
tes que tuvieron las antiguas secciones colonia-
les? Exhibiendo los documentos originales de
los cliversos actos regios que determinaron la:>
demarcaciones. Estos actos regios son, por or··
clen de importancia, -los siguientes:
1~l-Los tratados públicos cuya fé es sagrada
para. todas las naciones; 2~ las sentencias defi.-
nlUvas en pleitos de limites, 3° La Recopilación
de Leyes de Indias; 4? Las Reales Cédulas (ór-
denes quc llevan la firma "Yo el rey") y ,las ór-
denes reales (firmadas por un ministJ·o pero por
orden del rey).
EXCEPCIONES AL UTI POSSIDETIS. - Al
principio de demarcación fijado por el Uti PO¡I-
sidetis escapan esas grandes regiones descono-
cidas que las leyes y cédulas Españolas llamaron
"provincias no descubiertas" ••
Todas las audiencias, la de Lima, la de Santa
Fé, la de Quito, la de Charcas, lindaban con las
provincias no descubiertas. ¡,A quién debían
C'orresponder según el Utí Possidetis esos exten-
sos territorios, una vez constituídas ,las nuevas
nacionalidades, si nadie los había poseíclo?
La tésis peruana' sostiene que las provincias
no descubiertas no entraban en la jurisdicción
de las audiencias sino que correspondían a los
Virreinatos. Las audiencias comprendían las tie-
rras descubiertas y los virreinatos ,las por des-
cubrir.
Las audiencias, comprendían sin embargo,
aclemás de sus territorios las tierras "que se re-

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- 33-

du.il're. poblal'e r pacificAl'e". LH~ audiI'IH·ja~


lellínn plies 1111 disfl'ito cf'r,cliyo y otl'O distl'ito
idf'll J.
Pel'o e,;e dislI'ito idpal para pcrteneccrlns lle-
('('silaba ser descuhierlo y COIHlllistac!rl, 1':IIII'c
ta nlo no lo I'uern, pertenecía 11los yi rre i [lB los.

Consúltese: SANTA MARIA DE PAREDES. -


Ob. eit.
ALEGA TOS DEL PERU, en sus cuestiones de lími-
tes CoJnci Ecuador y Bolivia .
•TUAN llARBALHO UClIOA CAVALCANTl. - Op;-
niún jurídica sobre la cuestión de límites entre el Perú y
Bolivia. Buenos Aires 1908.
MARCO M. A VELLANEDA. - Opinión Jurídica so-
bre la cuestión de límites entre el Perú y Bolivia. -- Bue-
nos Aires, 1909.
VICTOR ANDRES BELAUNDE. - La cuestión de
límites peruano-boliviana. - (Boletín de RR. EE. Num.
XXV, 1908).

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- 34-

CONTEtilDO GEOGRRFICO DEL fERIJ EN 1810


MODIFIeRCIONES DE LOS TERRITORIOS Q~E
FORMRBRN fRRTE DEL fERIJ EN ESE RÑO
CONTENIDO GEOGRAFICO DEL PERU EN
1810. - INTENDENCIA8 y GOBIERNOS. --
EL ALMANAQUE PERUANO Y QUIA DE FO-
RASTEROS DE DON GREGORIO PAREDES. -
Según el principio del Uti PossideUs deben pe¡'-
tenecer al Perú los territorios que estaban den-
tro de su jurisdicci6n en e·l afio 1810.
Huya este respecto un testigo irrefutable.
Es la Gula de Forasteros o Almanaque Peruano,
correspondiente al año 1810. Lu Guiu era una
publicación anual, editada con el apoyo oficial.
en lu que figuraban los nombres de todos ¡'-¡S
funcionarios coloniales y CIl III quc cC/llstaban
por lo tunto las divisiones administrativas del
virreinato.
En la Guia corl'espondiente al año 1Ri O, edi··
• tada por el célebre Cosmógrafo y Catedrático de
la Universidad, Don Gregorio Paredes, aparece
el Peril, dividido en ocho intendencias: Lima.
Tarma, Cuzco, Huancavelica, Huamanga, Are-
quipa. Trujillo y Puno.
La intendencia de Puno está dividida en los
partidos de Azángaro, Carabaya, Lampa, Chu-
cuito y Huancané.

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70 65

LrM~

IS

VIRREYN.lJTO
DEL PERU EN /8/0

LEYENDA
-+++++++ Límite del Virreynato
____ Límites Intendenciales

Real Orden Oc
'ro le! (1 es VD Q.

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- 35-

Ad(\rn¡is de estas intendencias J'iglll'a!l r~n la


{;¡¡ía CUIlIO formando parle del PerÚ el Gobierno
de Guayaquil (cuyo gobernador era Don Barto-
lomé Cucalón), El gobierno de Maynas (g(dlUr'-
nador el tenienle coronel del Heal CllCrjlll de
IngeIliero.::;, Don '!'omÙs Costa); Gob:erno de
Chiloé y Gobierno de Quijos (gobernado!' \)011
Pedr'/) :\JcJo de )lol'lugal),
Cnnsta también en el "Estado Ecll>,.;irí"liC\I
de la nuía qlle c,l Obispado de Maynas rksern-
peña do por el Ilustl'Ísimo Pray HipÓlito ~anehes
nangel dependía del Arzobispado de Lilllit.

ALTERACIONES EN LOS TERRITORIOS


QUE FORMABAN PARTE. DEL PERU EN 1810.
- INDEPENDENCIA DEL GOBIERNO DE GUA-
YAQUIL. - SU ANEXION A COLOMBIA. -
A la llegada del ejército rie ~an ~lartill a Pisco
se deellll'tlron illdepcndientes las pr'/)\'incias de
la C(,stl) Borte del PerlÍ,
Guayaquil proclamó su libertad el Ü d<' octu-
br'c de 1820, formando llna Junlll de Gohierno
y tleclarlÍ.ndose independicnte de los dcmás es-
tados l¡milr'ores. I~l Perú y Colombia no habían
eon~egLlido aún su liber'lad definitiva y sc en-
contrtrhan en guerra con los españoles. Sun
:\1adín que gobernaba el Perú hizo gestiones
pacíficas Jlllra que esa provincia se nos irlCorpo-
rllra r alÍn envió un auxilio de tropas, que unidas
Il 1115 c"lombinnlls consiguieron juntas In \'jclo-
ria de Pichincha, Ganada esa batalla pOI' el es-

fuerzo comÚn, San Martín se dirigió a Gllayo-


quil a tralar con Bolíyar sobre la snerte de esa
llI'oyincia, pero ya Bolívar' la hahía incDl'paraùo

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- 36-

por la fuerza a Colombia, de la que la conside-


raba parte integrante.
CREACION OE ,LA REPUBLICA DEL ALTG
PERU. - PAOCLAMACION DE SU INDEPEN-
DENCIA. - Después de triunfar en Ayacucho,
el ejército libertador al mando de Sucre, se di-
rigió al Alto Perú donde acabó con los Últimos
restos del ejército español, encabezado por Ola-
ñeta, reunidos en Tumusla.
Las provincias del Alto Perú o Audiencia de
Charcas, habían pertenecido al virreinato de
Buenos Aires pero Abascal, las había sometido
a su mando desde la insurrección de ese virrei-
nato. Al conseguir su libertad las provincias po-
dían decidirse por tres partidos: la incorpora-
ciÓn a la Argentina, o al Perú, y. la Independen-
cia. Sucre, desoyendo las instrucciones de Bolí-
var, que deseaba la unión de las diversas sec-
ciones americanas favoreció al partido indepen-
diente convocando una asamblea que declaró la
Independencia del Alto Perú el 6 de ago-sto de
1825, y dió a la nueva repúbli·ca el nombre de
Bolivia.
LA INCORPGRACIONDE JAEN. - El prin-
cipio del Uti Possidetis de 1810 se vió modifi-
cado no solo por la desmembración de Guaya-
quil y por la independencia del Alto Perú, sino
t~mbién, en este único 0.1S0 a favor del Perú, por
la incor.poración a él de la provincia de Jaén
de Bracamoros que pertenecia ti. la Audiencia de
Quito.
El 4 de junio de 1821, los pueblos de Jaén
que habían depuesto R la.g autoridades espa.ño-

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- 37-

IHS, ejerciendo el derecho de la soberanía, jura-


ron lu independencia y se pronunciaron por el
Perú, poniéndose a Ins Órdenes del intendente
cie Trujillo y de San Martín.
1<:.'1 1H:!:! el K'encral Sucre, intendente de Qui-
to o!'¡.J('nÚ al gobor'Hadol' de Juén que hiciese
JUI'/U' en la provincia lu constitución dc Colom-
bia ~' quc proccdiel'll Ii elegir representantcs al
conp¡'c:,;o de ese país. Pero hubo de desisti¡' de
sn Pl'opósito, porque BolíVUI' le ordenó sllspen-
del' esa medida, porque Jaén había yu elegido
sns ri iputadas al primer congreso Constituyente
Peruano.

Consú/tese: GREGORIO PAREDES. - Guía de Fo-


raster,)s. -- 1810 - 1812.
ALEGA TOS, Ecuador y Bolivia, cits.
CARLOS J. BACHMANN. - Historia de la demarca-
ción p,)!ítica del Perú. - Lima, 1905.
RICARDO TIZON Y BUENO. - Reseña histórica
de la jècografía Política del Perú. (Boletín de la Sociedad
Geográfica de Lima, Turno XIII, pág.- 192).

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- 38-

NEGOCIAC10tiES DE LIMITES COti LA


CONFEDERACION COLOMBIANA

EL PERU y LA GRAN COLOMBIA. - Se clió


el nombt'c de Oran ColombIa Il la. unión o con-
fedef'Uci(ín de los países, que son hoy el Ecua-
dor, Venezuela y Colombia, bajo la supremacía
del Libertador Bolívar. l<~sta unión limó ds:le
182:¿, en que se consumó lu independencia (~el
ECllll'¡]or, hasta 1830 en que se disolvió la Urau
Colomhia, formúndose los tres países ya nom-
brados,
Las relaciones internacionales entre la Gran
Colombia r el PerÚ, fueron, en el primer perio-
do, de intensa amistad y cordialidad, de íntima
uni¡)n r hasta de confederación política cuando
Bolívar vino Il dirigir el Perú y a lerminar la
guerra de la independencia y, de violen lo desa-
cuet'do, después, cuando Bolívar se retiró del
PerÚ y declaró la guerra a este porque no qllÏi;(¡
aceptar sus exigencias.
Al primer período corresponden los tratados
de pax y amistad firmados con Mosqnera; al se-
gundo el apogeo de la Influencia bollvarlana en
el Perú y el sometimiento de este a la Gran

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C,¡]ombin; al ler'cero la guerra con Colombia de


1:-;:~1'l il 1K·2D.
TRATADO MONTEAGUDO-MOSQUERA.--
(iobCI'IlHndu San :\IaJ'tín como Pl'oLeetor del 1>e-
¡'Ù y ,;iendo :\1íni~lro de relaciunes Don Bel'wu'-
do .\1dnteagudo, llegÓ a Lima Don JlHt411íl( :\lu~-
!J1Iel'D, }linis\t'o Pknipolcncial'¡1l de la ('l'tlll Co-
lIl III J¡ ili.
Ln 1l1ísíÚn de NIo:-;qucra lenía dos objetos
l'1'Íncipale:-;; con~eguir la anexión de Guayaquil
a Colombia r gestionar lu udhe:,;iÚn del PcrÚ a
un "pacto de unión, liga y confedel'UciÚn per-
petua" enlr'e todas las naciones de Amúrica,
idc;l ljUC oCllpulm insistcntemente a Bolinlr r
qlll~ quiso l'culízilr con el Congreso de Panamá.
J';l ministro colombiano, para conseguir la ane-
xiÚtI dl~ Guayaquil Il su país, sostcnía lu tésis de
que debían respetarse l()~ límites coloniales de
'1810, "en cuanto no estuviescn modificados por
el derecho posterior a lu revoluciÓn". ProJluso
Cil consecnencia qlle el Per'Ú rceonociera la in-
IC'p;rî(¡'nd de Colombia incluvendo en ella Il Gua-
yaq\l il.
l\bnlcag1ldo qne, como extranjero ignoraba.
prolJ.1.hlemente, las céd1llas de 1803 y 180G que
incorporaban Guayaquil al Virreinato del Perú,
l'cpm;o op()niéndo~e a esa inclusión, pero no
fundlÍndose en los títulos colonia'les del Perú, si-
no en el hecho de que el PerÚ había rcconocido
la independencia lie la Junta de GohieI'llo de
Guayaquil.
No lo~ralldo ponerse de acuerdo los negocia-
dores sohre el punto de GUflyaquil, postergaron

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la discusión de la cuestión de límites y firma-


ron un tratado de amistad y alianza, en el que
se comprometían el Perú y Colombia a defen-
derse mútuamente y se concedían privilegios a
los ciudadan9s de un pais en el otro (6 de ju-
lio de 1822).
CONVENCION OALDEANO-M08QUERA DE
1823. - El mismo plenipotenciario Mosquerll
que había firmado el tratado de amistad de
1822, propuso al año siguiente, hallándose ya
Bolívar, Presidente de la Gran Colombia, al
frente del PerÚ, firmar un tratado de límites.
J<:lproyecto de Mosquera estipulaba que am-
bos países reconocían por límites de sus territo-
rios respectivos "los mismos que tenían en el
año 180910s Virreinatus del Perú y Nueva Gra-
nada desde la desembocadura del río Tumbe:z
en el mar Pacífico hasta el territorio del Brasil".
El ministro pèruano aceptó la primera parte
del proyecto, pero no la segunda. El Perú no
tenía inconveniente en aceptar el uti possidetis
de 1809 pero no podía convenir en que la'línea
comenzara en el rio Tumbez - dejando la ciu-
dad peruana de Tumbes en poder de Colombi.a
- ni aceptar'el dominio de esta en Maynas, que
era la región limítrofe con el Brasil aludida en
el tratado.
El tratado se firmó el 18 de Diciembre de
1823, cont.eniendo tan solo la primera parle del
pro)'ecto, por la que no rué raUfloado más lar-
de por Colombia,
BOLIVAR y LA OUESTION ·DE LlMIT·E8 PE-
RU-COLOMBIANOS. - Bolivar vino al Perú

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- 41-

en l ~:!3para terminar la guel'rlt de lu indepen-


dencia. Obtum la dictadura en febrero dc 1824
r la ejerció hasla 18:20, deopllé~ de baher gllllil-
do 13n Diciembre de 1824, la batalla ùe Aya-
cncho.
¡VIientt'lls Bolí\'ar, que al mismo tiempo cru
Prc~idf'llle de Colomhia, dirigiÓ el PerÚ, lIqud
país no insbtiÓ cn sus pretensiones sobre 'l'uIll-
IJez ~' Maynus ni sobt'c Jaén que, a pesar de pcr-
tene':':LJr a (Juilo. se había incurporado \'olllntn-
rjumcnte nI PerÚ, Dolí\'llr, nJ contrario, go!Jet'nú
como lllaudatü.t'io pcrnano sobre esas pro\'Încias,
nomhrunùo funcionarios par'll ellas y aceptando
la eO!l\'ocator'Îa Il elecciones populares para re-
pr'csrntHnles al ConKt'eso Peruano,
La opiniÓn íntima de Bolíntr, sobt'L~ el dere-
cho que el PerÚ tenía Il esos territorios y sobre
Sil posesión imlisculiblc, se halla consignada en
una' carta esvrita por el Libertador al Vice Pre-
sidente dc Colombiu, desde Guüyaquil, el ~~de
agoHto de 1822.
La carta de Bolívar a Santander', dice así:
"Tcng'il Cd. presente que el cor'l'cgimi{~niu tic
,JaénlD hun ocnpado los del Perú; y que Maynas
pertenece al Perú por lIna real orden muy 100-
dema y qne también está ocu]lndü pnr fucrzas
del Pel'l'l", I':sla cal'ta rcconoce pues IOH títulos
o sea la cédula de 1802 y la posesión del PerÚ
1I scala plcllitnd de los derechos peruano" sohre
)luynu:,. Ct)!} razón, la defen::;a del PerÚ en Es-
paña, dijo que hubiera querido presentar esll
carta liJ Úrbitro español, escrita en letras de
DI'O.

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LA MISION VILLA. - LA GUERRA CON CO-


LOMBIA. - Al retirarse Bolívar del Perú, se
apoderó del gobierno el partido opositor a él, el
que despidió a las tropas Colombianas y exp\llsÔ
al agente diplomático colombiano, Armero.
Al mimo tiempo las tropas peruanas al man-
do de Gamarra, entraban a. Bolivia r obligaban
ti. renunciar a Sucre, acabando con el poderío
colombiano CIl el Alto Perú. Estas medidas pro-
vocaron la indignación de Bolívar. El POI'Ú, pa-
l'a poner término al enojo de la situaciÓn enh'e
los dos países, acordó enviar a Colombia como
ministro a Don José Villa.
Bolívar se negó a recibir al Ministro pemano
y por intermedio de su Ministro de Relaciones
le exigió que respondiera si el Perú estaba dis-
puesto a dar explicaciones sobre la despedida de
las tropas oolomblanas, sobre la Intervenolón en
Bolivia, la expulsión de Arm~ro, la deuda de la
Independenola, y, además de todos estos cargos,
a restituir la provincia de Jaén y parte de la de
Maynas. Enseguida, y sin recibir al diplomático
peruano, Bolívar ordenó que le fueran entrega-
dos SlIS pasaportes.
LA GUERRA. - En ambos países se produjo
entonces una excitación bélica. Bolívar lanzó
una proclama de desafio a la que contestó La
Mar en el mismo tono. El ejército peruano atra-
vesó entonces la frontel'a y la armada del Perú
se apoderó de Guayaquil el 19 de Enero de
1829.
La guerra, favorable en los comienzos para el
Perú, termin6 con la derrota del Portete de

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- 43-

THrlJui (i!ï (le febrero de tH:.?D) y la fïl'lna del


convenio de Girón qlle estipulaba III desocupa-
cil'ln de Unayaquil y Lie Loja inn¡idos por ('\ Pl'-
]'Ú, porque Colomhia "no consentir/l, dice el
u('IÍt'lllo !) del cOIlvenio, firmar 11n tralado lIIicn-
tJ'a~ tropas (JIlclnigas ocupen ::m territorio". Co-
lcmhia PIIÓS, ell aquella época no cOllsidcl'llllll
l'OIllI) territ01'io suyo .fHén y ~IaYIllls desde que
lIO exigió su ùesocupacirin.
TRATADO DE PAZ LARREA-GUAL. - El
ClJIl\'Cllio de (;irÙnfilé desaprobado l'Il el Perú y
¡'ccllHzatlu pur' las fuerzas peruanas que ocupa-
han (;uayaqui!. Conlinuó ¡lUeS la K"uerl'n lm:::itll la
d(~po:"icjÓIl de Lu Mal' par GnJUarl'a. ¡':st(~cdchró
('\ armisticio de Piura cn que se esliplllt'¡ la sus-
pcn,'¡,ín de hostilidndcs y lu t1c\'OIUCÍÓli de GUil-
)"HljuiJ LI Colomhia.
Para !Joner' tél'mino dcfinitinJ il ln conticnda

se ."cIlIlieroll en (tua~ë14uillos Ministros del Pe-


I'Ù y Colombia. Don José Larrcn ~. Don Potl¡'O
Oua!. que firmaron ci tratado de Guayaquil el
22 de setiembre de 1829.
El t."utado de '1H:¿D es il la. \'oz quc nl! tratado
de paz y amistad un convenio de Hmltes, de co-
mel'oio nun:gacif'm y ob'ns relaciones inlernu-
les. Lo:; adículos V y VI establecían la base quo
debía f;el'\'ir para la delimitación cntre lo:; dos
país~s ;" el procedimiento CIne se emplcuda ¡m-
J'a II>, misma. Se estableûió como DUsc quc alll-
bus partes se r'ccollocían "por limites de sus res-
pectivo.., tcrrítorios, los mismos que tenían an-
tes de su independencia los antiguos Vlrreina-
tos (k ~\le\'ll Granada y el Perú, con las solas \'a-

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- 44-

riaciones que juzguen conveniente acordar en-


tr sí, a cuyo efecto se obligan desde ahora a ha-
cerse recíprocamente aquellas ce.lonesde pe-
queños territorios que contribuyan a ~ijar la lí-
nea divisoria de una manera más natu'ral exacta
y 'capaz de evitar competencias y disgustos en-
tre las autoridades y habitantes de las fronte-
ras". Como se ve no fijaba ningún límite pre-
ciso, determinado por nombres geográficos, sino
una base indecisa y vaga, ¡¡obre la que' deberÜ;m
trazarse las efectivas línea.:! de frontera.
El procedimiento adoptado para la delimita-
ciÓn, sobre la base anterior fué el nombra-
miento de una comisión compuesta de dos in-
dividuos por cada república, los que sobre el
territorio 'fijarían la línea divisoria. El trazo de
la línea comenzaría en el río Tumbez. En caso
de desactierdo se sometería al arbitraje de un
gobierno amigo.
LAS COMISIONES DEMARCADORAS. - Los
comisionados colombianos se constituyeron en
Tumbez el 1 de Diciembre de 1829. Pero ne,
0

habiendo llegado aún los peruanos y no siendo


el tiempo favorable a sus operaciones, propusie,·
ron aplazar su cometido hasta el mes de abril
de V330.
Pasada la estación de lluvias, el gobierno pe-
ruano nombró sus representantes, pero cuando
estos llegaron a Tumbez, se habían retirado los
colombianos, sin que después se les nombrara
sustitutos, ni se diera cumplimiento a esta cláu-
sula del tratado.

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EL PSEUDO PROTOCOLO PEDEMONTE-


MOSQUERA. -!'io hahi<'mdose podido dur
cumplimiento al tratado de 1820, el plcnipotcn-
ciuI'in .\'Iosqnera reanlld{) sus gestiones en Lima
paru lJ,war a cabo la delimitaciÓn. Pcro, disllel-
ta en I ~:W ln GI'Hn Colombin, \Iosqllem C('sÓ
en sus I'unciones diplomAlicas y sc cmlHll'cú pa-
l'Il StI pais sin haber' conseguido pl (~~:ito de sll
misit'ln.
En 11-\02 al publicarse la Colección olïcinl de
los 'l'I'Hlados del POI'Ú, de Aranda, el l~ncargado
de l\cgocios de Colomhia reclamÓ de qlle no "8
hllhit'Sll incluido cn In. colecciÓn "ci proltlcu[o
Pcdemonte<\losqller'u". Se buscÚ en los iu'clli-
vos del ~\linisterio y no se enconfr¡) ningÚn tr'a-
tado '1 Ill'olocolo de ese nombre. 1':1 Ecuador hn
prescntado, posteriormente, no los Ol'igínules
del protocolo sino una copia de otra copin halla-
da cn el archivo ùe Don :vIariano Felipl~ Paz
SoldtÍ.n.. SegÚn esta copia se habria llegado, so-
hre la base dcl tratado de J 82f), a un Ilrl'eglo de
límite.ci cntre el Ministro de Relaciones del Pcrú,
non CHl'lo~ Pedemonte, y ei Ministro colombiano
Mosqucra. Se estipulaba que el límite entre los
dos pní::ics sería el Marañón a Amazonas, aguas
url'iba desùe la. boca del YUl'ute lmsta encontrar-
se con el rio Huancabamba o con el l'Ío Chlnchl-
pe, punto este último sobl'e el que no se pusie-
ron de acuerdo los negociadores. Per'o la riLc-
l'a iquierda del Marañón y los inmensos territo-
rios que quedan de ese lado de las a.ntignas
misiones cie Maynas se reconocía, segÚn el su-

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- 46-

puegto protocolo, que eran de propiedad defi-


nitiva de Colombia.
LA FALSEDAD DEL PROTOCOLO. - El Pe-
rú ha demostrado la falsedad de ese documento
fundÚndosc en estas razones:
Primero. - Que Colombia a el Ecuador no
han podido exhibir el protocolo original que de
habersr. l'irmado existiría en su cancillería.
Segundo.-- Porque el 11 de agosto, en que
se supone firmado el P¡'OlOClO!Oel genera! Mas-
quera no estaba ya en Lima, hecho probado C-1n
los documentos oficiales de! propio Masquera
que se despidió de la cancillería peruana el 24-
de .Julio y por un número del "Mercurio Pe-
ruano" del 12 de agosto de 1830, en el que
consta que el buque que llevaba a su bordo a
Masquera zarpó del Callao el día 10 de Agosto.
rrercero. - Porque el ministro peruano que
aparece firmando el protocolo estuvo enfermo
en esos días. desempeñando interinamentE: la
cartera. Don Matías León, que firma varios ofi-
cios de esa fecha.
Cuarto. - Porque el mismo general Mosque-
ra declaró en un libro publicado en 1843 que se
retiró de Lima sin concluir el arreglo de limites.
LA INVALIDEZ DEL PROTOCOLO. - Aun-
que el protocolo faera, auténtico, es decir que
hubiera sido firmado alguna vez, no sería. válido:
1°--Porque en la fecha del protocolo la Oran
Colombia habla dejado de existir y Mosquera.
no tenía poderes de los diferentes estados en
que esta se dividió. 2'?--Porqué quedó pendlen-

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te In ('IlPsliÚn del Chinchipc y d('llIunl\(~allllll\]JH,


('II\I')IC(';; ri 11I'illCipallu\l1nto en dchale. :3'--(>01'
quc se }¡llhicl'a \"iolado el trutu(lo de '1~t2D, el
qilP solo pem1Ïtín III cesiÓn de pequeños terri-
torios ~"el protocolo cededll las inmensas regio-
nes de Maynasj !~o-Porr¡ue implicando nl1eYHS
r gl'andes adjudicaciones lel'I'ilol'iales, no rld~
l'Il ti ['icado ni I'('conocidu pal' los Congresos ri r
nin;"~\lllfl de lns dos países.
LA DISOLUCION DE COLOMBIA Y EL TRA-
TADO DE 1829. - Extinguida la gra!l CololI\-
hia," pendiente el cumplimienlo del l¡'alado de
1 H:¿n, (lOI' !lO haberse Ilombrado la:> comisiones y
pOl' III t'alla de u!)!'ohaciÓn del COlIg¡'eso Cololl\-
hiano cesnl'on los compromisos del PCI'Ú eslipu-
ladrlS ('n r'~l.El PerÚ no había contratadu nada
CO!l el I~CllUdoI' y este no puede cxigido ci ClllIl-
plillliento del t¡'¡llado de 18:2Ç), cuyas clÚsulas
nbsolutamente vagas ~. de ejeellcirín pcndientr
dejaron ya de ser oportunas. Así lo cOlllpl'cndi¡'¡
Pl I':cnador en los primeras UllOS de vida nacio-
!la!. gestionando, apenas constitllído CIl ¡'PpÜ-
blica independiente, y Sill rcfcril'se para nada al
tI'alado de 'lR2~), un arreglo de límitr" qnc se
f'irmÓ en 1832.
Consúltese: MARIANO H. CORNEJO Y ~'ELIPE
DI~ aSMA. - Alegato del Perú, en la cuestión de límites
COll (!I Ecuador. (Memoria, 4 tomo5. Documentos anexos,
7 tomos. Indice, 1 tomo).
LUIS ULLOA. - Algo de Historia. - Las cuestio-
nes territoriales con el Ecuador y Colombia y la fu!Hedad
del protocolo Pe<lemonte-Mosquera. - Lima, 1911.
~rUAN DE ARONA. - Pág·inas Diplomáticas del Pe-
rú. - Lima, 1891.
CARLOS PAZ SOLDAN. - Protocolo Peliemonte-
Masquera. - 1910.

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NEGOCIACIONES CON EL EC~ADOR

EL PROBLEMA LlMITROFE CON EL ECUA-


DOR. - El Ecuador cree tener derecho a tres
partes del territorio peruano, en actual posesión
del Perú: Túmbez en la costa; daén en la sierra
y Maynas o Loreto en la región de las selvas
Ilmazónicas.
El Ecuador alega tener títulos sobre esas tres
regiones. Túmbez le pertenece, según él, por
que el gohierno de Guayaquil llegaba hasta el río
'rúmbez. daén según el uti possidetis de 18'10,
debía pertenecer al Ecuador por que formaba
p.arte de la Audiencia de Quito, 'Maynas o Lore-
to, dice pertenecerle, por los derechos que le
dieron sobre esos territorios la cédula de erec-
ción de la Audiencia de Quito de 29 de Noviem-
bre de 1563, el tratado de 1829 de ·límites entre
el Perú y Colombia y el protocolo que se dice
complementario de este tratado y que se co-
noce con el nombre de Pedemonte-M08quera.
El Perú sostiene que 'l'úmbez es suyo por que
el corregimiento de Piura, perteneciente al Vi-
rreinato del Perú, llegaba por el norte hasta el
estero de Machala. Sin embargo el Perú sólo
ocupa hasta el río Zarumilla.

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Respecto de .J1H~nel Perú I'eeonoce r¡lIe SPIl'ÚIl


el uti }lossidetis debía pcl'teneeer al Ee\1(\(for,
pero exhibe la libre determinación de e~f' pue-
hlo que en lu l~pOCIl de lA. independcncia ckcidiÓ
incol'!l(i!'llI'se al PerÚ ~. nOm11l'1l1' l'l~prc~(,lltante
al Conl;!'rc~o peruano. En idÓntico ClISO a Jaén se
hallaba (iua~·aquil ljlle segÚn el uli pl1ssidetis
debe pertC'necr al PerÚ, pero que, por plcbiseito
rl'alizlldo bajo la lJ)'csir'J)) de las armus eolofllbia-
nas, dc·~idilÍ inCOrpOl'al'Se a la región ecuatuI'ia-
na de lél CI'an Colombia. y pertenece llctua]llll'n-
te al EGuador. Si éste reclamase pues .Jal'll, el
PerÚ pediría (Jllayaqllil. con evidenle des\l~Il-
taja para el I·:ellador. La cuestión dl~ Jal~n esl¡'t
pues compensada por la rie Guayaquil y ninguna
de las dos dl~nJandas puede seriamcnte plun-
tearse por los dos (laÍses, al que esos terri-
torios se hallan definitivamente ineorporados.
Respecto Il ~1aynlls, el Perú sostiene ljue no
puedc invocllrse a t'aval' del Ecuador la cédula
de erección de la Audiencia de Quito de 1;-)(;:3,
ni las cédulas de erección del Virreinato de
l';ueva l.IrunaùH, pOI' que c!;tas fueron revoeada,.;
y derogadas pUl' la l'cal oédula de 15 de Julio de

1802 que inCOl'pOI'Ú Maynas al PerÚ, En cuanto


al tratado de 1829, enlre la Gran Colombia y el
PerlÍ. 110 fijÓ ningÚn límite claro y IH'ceiso, si-
no que dijo que "Ios límites serÍllll los de lo..;
anliguus Virreinalus" la que m¡i,.; hien eurll'i:'llla
ci derecho del PerÜ a Maynas, que por III cÓduln
de 1802 perlenecía al antiguo Virreinalo del
Perú. En cuanto nI protocolo complernentill'io

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- 50-

del tratado de 1829 Hamado protocolo Pede-


monte-Mosquera el que señalaría el Marañón
como límite, dejándole Maynas íntegramente al
Ecuador y Colombia, el Perú sostiene que no
existe tal protocolo, alegado por el Ecuador y
Colombia cincuenta años después de la fecha en
que se dice firmado y cuyo original jamás ha
sido exhibido por ninguno de los países herede-
ros de la Gran Colombia. Además, el Ecuador
convino en 1832 en que el tr:atado de 1.829 y el
protocolo de 1830, no habían resuelto la cues-
tión de límites con el PerÚ.
INCIDENTE DEL PADRE PLAZA. - El pri-
mer incidente diplomático entre el Ecuador y
el PerÚ por motivo de límites fué el llamado in-
cidente del Padre Plaza. Apenas constituida la
República del Ecuador, que se segregó de la
gran Colombia (13 de Mayo de 1830) , el obispo
de Quito nombró Prefecto ùe Misiones en May-
nas a don Manuel Plaza. El gobernador del Perú
reclamó de este hecho en 20 de setiemhre de
1830 ~. el Ecuador dió explicaciones.
RECONOCIMIENTO DEL ECUA,DOR COMO
ESTADO INDEPENDIENTE. - TRATADO NO-
VOA-PANDO 1832. - La primera misión Ecua-
toriana en Lima fué encargada a Don Diego No-
voa quién fué reconocido por el gobierno perua-
no como el primer representante de la nueva
nación. En sus gestiones preliminares Novoa
declaró que disuelta la Gran Colombia, y rota
la unión de los .pueblos que la constituían, "no
habría quien pretendiera que los pactos que hi-

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- 51-

zo podrían tener valor alguno". Con Jo CUIl]


declal'aba la caducidad del tralado de 1K-¿D.
I~Iresultado de la misi(Jn de ~ovoa fué JIl sus-
cr'iciÚn en Lima, el 12 de Julio de 183:¿, de dos
I¡'alados: uno de amistad y alianza y olr'o rie
comercio.
El tratado de Amistad, contiene la sigllif'ult'
cláusula que prueba que la cuestión dl' lílllílc~
estlÜJu aÚn pendiente "Mientras se celelll'a \lll
com'cnio sobre arreglo de limites entre los dus
estados se reconocerán y respetarán los actuales
(artíclllo 14).
El tratado de 1832 es de gl'an importH/lcin en
la cuestión PerlÍ-Eeuatoriana: 1° Porqué es el
único tratado de limites con el Ecuador des-
de su fundación hasta 1887 en que se pactó el
Hrbitraje.
2~ PorquÓ confirma la caducidad del tratado
de 1829 y
3" Porqné reconoció el estado posesorio del
Per'Ú a sea sn derecho a TÚmbez, ~laynas y .Jaén.
NEOOCIACION LEON-V AI.JDIVIESO (1841 ).
NEOOCIACION CHARUN-DASTE (1842). -
En 1 ;-3.1.·1 se reunieron en Quito, el plenipoten-
ciario del Perú ])on Matías León y el Ministro
ecltuloriano Vflldi\'ieso para tratar la cucsti(¡n
de límites. El Ministro ecuatoriano solicitr'l por
primera vez, la. reintegración de Jaén y Maynas;
nI del Perú a.legó III posesión de esos territorios
conforme al principio del Uti Possidetis. El des-
acuerdo lIegó a hacerse violento, retirúnrlose de
QllÍto el ministro del PerÚ.
Ut. ", ~i e::: ! ,\ r~:T'U8LiCA
8¡:iU0iiiCA LUiS, ANG~l""¡¡At\lC.c

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- 52-

La negociación Charun-Daste realizada al año


siguiente en Lima, fué tan infructuosa como la
anterior. El ministro eculltúriano Dasle solicitó:
"la devolución Inmediata de .Jaén y Maynas",
f,'acasando desde ese momento las negociacio-
nes.
LEY ECUATORIANA SOBRE LA NAVEGA-
CION FLUVIAL. - El Perú habín creado el t O
de marzo de '1853 el departamento de Loreto, el
que debía compl'ender los tcr¡'ilorios y miHiones
situados al Norle y al SlIl' del Amazonas y sus
respectivos ánuentes que pertenecían al Perú
conforme a la Real Cédula de 1802,
El 26 de noviembre de 1853, el I<:cnador dic-
tó una ley, declarando "libre la nan'p:ación de
los ríos Chinchipe, Santiago, Marona, Pastaza.
rrigre, Curaray, Naucana, Napo, Putnmayo, r
demás rios ecuatorianos, que descienden al
Amazona,:;", El representante diplomático del
Perú protestó alegando que esos ríos no eran
ecuatorianos y que pert.enecían al PerÚ por el
titulo que le daha la cedula de 1802 y por el
hecho de la posesión no interrumpida.
I~s la primera vez que el Perú alega la Cédula
de 1802, la que fué conocida de Bolívar y Mos-
quera y no presentada hasta entonces por los
negocia~lores peruanos a. causa de sn extravío.
El Gobierno del Ecuador sostiene entonces el
incumplimiento de la Cédula.
AD.JUDICACION ·DE TIERRAS NACIONALES
POR EL GOBIERNO ECUATORIANO. - El año
1857 el gobierno ecuatoriano, cedió en calidad

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de pa~o il ~\I" aet'eedol'e~ hl'itÚllicos un millón


de cuadras cuadradas en el cantrín de Canelos,
1)J'()vinciil de Oricnte, sobre las IIHll'genes del Río
Bobonaza padiendo desde la confluencill de {~ste
COli (.\ Paslaza, hacia oceidcnte, n euatro rl'nks
l:t1IIl!t'U,

t':"lu il dj ud iCHCiÓIl d e territorios peruanos o


)lor' lo mellos lItig-iosos, proHlcÔ la protestu del
P(~!,Ú, El }linislr'o peruano en Quito, seíïor Ca-
\'el'll, nlegÓ entonces nuevamente la Cédula de
1HII;¿, el Uti Possidetis de '1810 y la posesiÓn
('ulIlilllW dd Pel'ú, ReplicÓ el ministro ccuato-
rinllO dando ulla interpretaciÓn distinta il esos
títu os.
RUPTURA DE RELAOIONES DIPLOMATI-
CAS. - El Ministro peruano se vió obligado a
insi,;[ir, cncontrÚndose con la brusca actitud del
f;obicrno del ECllador cuya. cancillería le devol-
viÓ ~;¡¡SCoOlunicaeiones cerradas.
El PerÚ exigió una repül'UciÔn )lOI' la ofensa
inl'c:'ida a Sil representante, exigiendo al Ecua-
do!' Cil un ultimatum que aceptara nuevamente
a Caver'o como ministro en Quito. ~egÓsc, el
gobierno del Ecuado!'ycntoncns el Mariscal
Castillu, con aulorización del Congreso ùecretÙ
el bloqueo del litoral ecuatoriano.
GUERRA CON EL EOUADOR. - El bloqueo
He llIunlll\'o de llo\'iembre rie 1857 a agosto de
185F:. I~n setiembre de este año el Marisr,al Cas-
tilla al mando de su ejército, penetró en el
F.cllüdor y estableció su cuartel general en Ma-
pasingue, cerca de Guayaquil. I~I Ecuador se

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- 54-

encontraba en a.quella época, dividido en con-


tiendas civiles y no pudo resistir la invasión pe-
ruana.. Una de las facciones rivales firmó con
Castilla, el tratado llamado de Mapasingue (~5
de Enero de 1860), terminado el cual cesaron
la ocupación y el bloqueo.
TRATADO DE MAPA8INGUE. - Por este
tratado el Ecuador: 1? reconocfó la cédula de
1802; 2? declaró nulas y sin efecto las adJudlca--
clones hechas a los acreedores británicos, en
los territorios de Quijos y Canelos; 3~ convino
en hacer una rectificación de Hmltes por medio
de una comisión mixta, 4 aceptó provisional- 0

menle los límites derivados delUti Possidetis.


conformo Il la CÓdula de 1802 y 5? se reservó el
dereellO de comprobar en el término de dos años
HUS derechos sobre los territorios de Quijos y
Canelos. Si no lograba probarlo, los territorios
pertenecerían al PerÚ.
El tratado de M~tpasingue rué desaprobado
por el Congreso ecuatoriano y por el del Perú
al que disgustó espccialmente la última cláu-
sula.
INVASIONECUATORIANA EN EL NAPO
DURANTE LA GUERRA CON CHILE. - Du-
rante la guerra con Chile, el F.cuador aprovechó
dcl vcncimiento y de la desgracia del Perú para
avanzar en la zonaambicioIllLda, posesionándose
de los territorios comprendidos hast.a el río Coca
en el Napo.
El PeJ'ú se limitó, a protestar, en 1882, un
año después de estos sucesos, contra la desleal-
tad y la ralla de derecho de tal acto.

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CONVENCION ARBITRAL DE 1887. - En


'1H87, el goLierno ecuutoriano pretendió rcno-
',tI' la ce~ión de territorios, en el Alto Amazonas
<1Ulla eOlllpañía ingle:-;a. El ministro de n.H.. KE.
del Per1Í reclaJUf', de csta medida, acordando el
t~clladOl' suspender toda diligcncia. rcsJlceto a
e,;os tCl'l'itorios. En esta amistosa disposicil~1!l se
f'inuÚ en (JIIi lo la ConvcnciÓn .\rbilral de 1'.'de
agost(1 de 18H7, pUl' la que se sometió las CllCS-
tiones rie límites pendientes Il S. M. el ney de
ESplUill, "]lara ql1c las decida como árbit.ro de
derecho de Ulla mancra definitiva e inapelable".
Este tratado se conoce también COll el nombre
de E,;pinoza-Bonifaz.
TRATADO GARCIA-HERRERA. - (:2 de
mayo 1800). -- En lu Convención urbitral dc
'1.887, i:;C había estipulado que amhos gobiernos
podían entrar cn negociaciones directas y fir-
IlIur una transacción, si así lo aCOl'ùablln, antes
de lu expediciÓn del falIü arbitral. Propuesto
por el I~cuador ese camino, el representante del
PorÚ Don Arluro García y el Ministro ecuatoria-
no Dt;Tl Pablo Herrera, discutieron aquelln tran-
saeción y firmaron en Quito el tratado que lle-
',1 Sll nombre el 2 de Mayo de 1890.
J~f,C tratado fijaba la siguiente línea defi-
nitiva de límites: La boca del Capones en el Pa-
cífico, el río 7.arumillu hasta su origen; el río
Alamor hasta su confluencia con el río Chira;
<:1 río Chira hasta la desembocadura del ~lacará;
el río MacarlÍ hasta su más lejuno origen, lu
cordillera hasta la primera vertienle 6eptcntrio-
nal del Canchis; éste río hasta su confluencia

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con el Chinchipe; el Chinchipe hasta que se le


une el río San Francisco; la quebrada de San
Francisco hasta su origen; de allí a la confluen-
cia del Chinchipe con el Marañón hasta la des-
embocadura del Pastaza; el Pastaza, aguas arri-
ba, has ta su unión con el Pinches; el Pinches
hasta t.'es leguas de su boca; una recta imagi-
naria que encuentre el Pastaza una legua al nor~
le del pueblo de Pinches; una recta imaginarin.
ai naeimiento del Manta en la Cordillera del
CurarllY; el río Manta, hasta su entrada al C1\-
raray; el Cllraray hasta el Napo; ·el Napo hasta
qlle recibe el Payaguas; el Payaguas, la cima de
la cordillera ùe ese nombre hasta la primera,
verlicnte meridional de'] Cobuya; el Cobuya has-
ta el Putllmayo; el Putumayo hasta el límite con
el BrasiL
El tratado García Herrera cedía pues al Ecua-
dor, los grandeR ríos septentrionales que desem-
bocan sobre la banda superior del Amazonas, en
una extensión territorial de 300,000 Km El 2

PerÚ renunciaba a sus títulos, no solo s0:fe los


territorios de Quijos y Canelos, sino soure la
misma Comandancia General de Marnas. -
"Era, -- dice un poco declamatoriarnente el
Alegato pcruano, - la abdicación más inexpli-
cable quo podía ha~er en plena paz, un pueblo
libre. El tratado García-Herrera solo se concibe
fil'llHlclo bajo la presión de un ejército ecuato-
riano que hubiera ocupado Lima, impuesto por
las bayonetas triiunfantes y aceptado en la ago-
nia del desastre para salvar de la conquista el

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MAPA DE LA CUESTION LEYENDA
4 •..••.4Â/.ln~a da la pNltensu5n mdxima Perú.
CON EL ECUADOR dd

•• •• •• Llnt!G de la pn'IInsi6n mtlJClmadel Ecuador.

~ _ Ltmra del Tratado GnrclQ.lIt1Trrra.

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I'C"to cie uno. nacionalidad cercada por el infor-


tunio" .
.1':1gohierno y los gcstol'es peI'1Il1ll0S del tl'atu-
dlJ. ,jllslil'iearon Sl! llclitud alegnndo la nl'('l~;-;i-
dad r1(~I'csolyer un liligio sobre tcrrilo!'jos de-
sic"lo~, pat'H l'outrae!'se a defendel' Ins l)(Jhlaeio-
np~ <¡Ile nos J'lIer'on arrebatauas por Chile y de-
clar'Hlldo que [l1'Ct't.'I'itlll esa solución il! ul'bitm-

,je. IH)/'que el Ill'bilt'aje con sus soluciolles radi-


cales, COIHluciría a la 1juèrra. Es el primel' cast)
en la historia universal de los litigios, dice el
I1lei~ïdl) del PerÚ, l'Il que se juslifica \ilia tl'an-
::;HeciÓn, purqlle se tienc miedu de gHIlHr' el
pie tu.
LAS MODIFICACIONES DEL CONGRESO
FERUANO. - El tralado fué apl'ohndu inme-
dialHJlienle pUl' el Congresu del Ecuador. En el
Pel'l! t'uÓ en call1bio, durümente cellsllT'ado. Los
doce reprcsentantes de LOl'etu eleYUI'Ol! uIla
jJro:es!a al Cong'l'esu, el que ohligado a aceptar
el tratildo, introdujo en él dos modificaciones:
una salvandu la. purt.e haja de los rius Santiago,
i\lu\'ona y Pastaza, y oponiéndose n que "o COll-
cedierit al }':culldor, entrada al Amazonas, y
olra l'cctifiean(lo lu línea acordada entre el ='lapo
~ el Pntnmuyu. La línea fijada pOI' el Congresu
~ustitnía l.I. la del ll'atado en los siguientes pun-
tos: 1" de la quebrada de SUll Francisco, ¡¡¡HI

líncil al Pongo de }Iansel'iche y por los Iímitcs


del !5'uùierno de :\-IJacas hasta el río Pinches; 2"
lIIHt recta dc la confluencia del Curar'ay con el
~apf): a la vertiente setentl'ional del Cabuya.

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El Congreso del EcuadQt rechazó esas modi-


ficaciones y resolvió entablar nuevas negoeia-
nes directas.
CONVENCION ADICIONAL DE 1894. - Des-
aprobado el tratado García-Hervera, quedaha
Rub~i~tente la Convención de arbitraje de 1887.
El 13 de agosto de 1894, Colombia alegando
derechos a la margen septentrional del Amazo-
nas entre el Napo y el Yapurá, solicitó ser admI-
tida, en las negociaciones de límites perú-ecua-
torianas.
Aceptada su intervención por el Ecuador y el
Perú, se reunieron en Lima, los representantes
de los tres países, Castro del Ecuador. Galindo
)1 'ranco por Colombia y Luis Felipe Villarán por
el Perú. El resultado de las conferencias fue
la Convención Adicional de arbitraje de 15 de
diciembre de 1894, por la que Colombia se ad-
hirió al arbitraJe, sometido al Rey de España,
estableciéndose que el Real Arbitro fallaría
atendiendo no solo a los tftulos de derecho, sino
también a las conveniencias de las partes con-
tratantes, conciliándolas de modo que la línea
de frontera esté fundada en el derecho y en la
equidad.
Colombia y el Perú, aprobaron la Convención
pero el Ecuador se abstuvo de hacerlo hasta que
trascurridos 10 años, el Congreso del Perú re-
tiró su aprobación (29 Enero de 1904).
TRATADOS PARDO-AGUIRRE APARICIO y
CORNE.JO-VALVERDE. - Entre tanto la falta
de delimitación en la zona litigiosa, daba lugar
a continuas disensiones. El Ecuador decretó el

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1" de Enero de 1901 la divisiÓn del Oriente en


cllatJ'O departamentos qne abarcaban regiones r
pueblos peruanos de la parte llel :\apo y del
Curllray. Esta diyisiÓn tnyo que ser rcclil'icada
(lnle la pl'otesta del PerÚ. En el mes de Junio de
1 DO:) SI.l produjo el llamado Incidente de Ango-
teros. La gllul'nicic'llI ecuatoriuna destacada CH
el Agllarico, descendiÓ pOI' el :'Iiapo hasta AIIi-\0-
tl'l'OS, donde sostUYO \ln combate, y fllé rl'ehaza-
du pOI' \ln destacamento peruano de policía f!\l-
yial. En el combate resultaron \,trios soldados
ecuatorianos muertos y nlrios heridos. Huho
COli este motiyo, ulla larg'a eontron'rsin diplo-
IlIlÍlica, en la qlle ambas partes se atrihuÍan la
l'csponsahilidad del hecho, y la que termilló coll
el p!'(docolo Pal'do-Agllirre APU1'icio de :!'t df>
cnel'o de 1DO,~ que sometió al arbitraje las dife-
rencias surjidas a C¡HUm de este incidente.
Por el Ir'alado Corllojo- Val\'crde (le' 1!) de
Fehrero (le I DOl se rCRo!yió continuar el Jui-
cio arbitral, pcndiente aute el Rey Lie I'~~pafia
y soliflitar de estc el nombramiento dl' \ln Co-
misiollado que estudiara en los arc)¡h·os de Li-
I1Hl Y Quito, los documentaiS relllti\'o~ al u!-;unto
y apreciara, udemlls, pel'sonalmcnte, cn su mis-
mc, centro, los intereses envuelfos cu el litigio.

EL INCIDENTE DE TORRES CAUSANA. -


En .Julio de 1904 el comandante' de \lnll FÇulll'ni-
Cilll1 ecuatoriana en el Agullrico, sc pl'cscn ló in-
IimancJo que se retiraran, a las fuerzas peruanas
situadas en el pnnto denominado Dolognesi o
'forres Cansana. El jefe militar peruano se ne-
gó !lIa dcsocupación que se le exigía. Las tropus

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ecuatorianas, atacaron entonces a la guarnición


peruana, la que en un combate que duró dos ho-
rti, se defendió bravamente, obligando a huir
a 108 asaltantes, causándoles veinte muertos
y apresando al jefe de la expedición que fué
conducido a Iquitos.
La agresión de Torres Cansana, dió origen a
un nuevo incidente diplomático, que terminó
con el acuerdo de 22 de Octubre de 190·í- entre
Cornejo y Valverde que sometió las mutuas I'e-
clamaciones pOI'ese incidente al crlt.erlo del Co-
misario Regio que debía nombrar el monarca
español.
MODUS VIVE;NDI SOBRE EL NA'PO. - Para
prevenir la realización de un nuevo y sangriento
incidente, que podía dificultar la pacífica solu-
ción del arbitI'aje, encomendado al Rey de Es-
paña, propuso el Comisario Español Don Ramón
Menéndez Pidal, que ambas naciones retiraran
las guarnlolones militares que mantenían en el
Napo: el Ecuador la que tenía en el Aguarico
hasta Quito, y el Perú la que tenía en Torres
Causana hasta Iquitos. Este pacto se regularizó
por el acta firmada en Quito en 28 de enero
de 1905.
GRAVEDAD DE ·LA SITUAOION INTERNA-
CIONAL EN 1910. - Pacificada así la situación
en la región Oriental, ambos paises prepararon
su defensa ante el árbitro español. La defensa
del Perú rué encomendada a Don Mariano H.
Cornejo y a Don Felipe de Osma, los que presen-
taron al Rey de España, un notable Alegato que

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f',; la I'l'llcha inCOlllr'oyerlihle íle lo,; dCl'pcj¡o:,; dei


Pcr'Ú.
Pl'l~sentados los documentos de HIIIllu..; parle:,;
pl n,y de Espaiía nornhr(¡ Ulla Comisión Técnica
{'ormadll pOI' hi;;toriadorcs y ge(íp'r'ul'os pnm epw
cstlldillra los nnlcccdentes dclli1ii!io r lOIsanti-
¡:nIH=, l!rmnrcacioncs gcogl'Úf'icas ('Il el IPt'l'ito!'Íu
displll:Hlo. El .\rbitro soliciV> ta])}hi¡"~n ('1 dictn-
mrfl del Consejo de Estado, del cx-Colllisnrio
E;;¡I('c'lId don Hamón Menéndez Pidal y de una
cOlilisiÚn de ingenieros para el lrnzn topo{.rr':í-
fíCI) de III línea de fronter'a.
[~:xpedidos los inf'orHlCôs de los ClICt'I'0S con-
s1Iltivos y estélndo el o.Slllllo para scnlencinrsc la
dcfr~nsH ecuatoriana, logrÚ culrru¡'sc de q1l(~ la
línea del laudo no le era favorable.
La línea del laudo, rec()m(~ndada por la Comisión Téc-
niea y el Consejo de Estado distaba mucho de >:'~l'desfa-
vorab:e al Ecuador. Daba a este país acceso al l\'lnrañón
y dividía la rcgiÚn amazónica casi en partes i~uulcs entre
el ~~:c'.lador y el Perú, a pesar <.1(>
la mayor Jl()~csión y de
]0, títulos mejore!' del PerÚ, reconocidù8 pOI' aquellos mis-
mo,; dictámenes, Ln pl'otestu ecuatoriana no rcveló pues
si no la exaccrhariún del criterio extremista en dicho pais
y la :mposibilidad por ese entonces de lIeg-ur a un acuerdo
s('ll!;a to.
8] dictamen del Con~jo de Estado EspalÏol - expe-
di,!o en Julio de 1909 - es desde el punto de vista jurí-
di~o, la confirmación de todos los títulos del Pcrú y la de-
c!.¡ruciÓn de la falta de derecho del Eeuadol' para enunciar
aiS demandas máximas. El dictamen declara: 1" la impro-
(:cdencia del tratado de 1829, celebrado entre la Gran Co-
lomhia y el Perú y cuya caducidad se declaró por el tra-
:l\do de 1832 entre el Ecuador y el Perú; 2~ que el Perú
posda en 1832 Maynas y Jaén, estado posesorio que reco-
noció d tratado de esa fecha; 3~ Que .Ja cédula de 1802 que
incorporó Maynas al Perú, fué de segreg'acíón territorial
y política y que se obedeció y cumplió.
El Constljo de Estado, sin embargo, opinó que el PerÚ
había señalado extensamente los limites de Maynas, los

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que no estuvieron perfectamente determinados en la época


colonial, y consideró necesario completar los estudios so-
bre las antiguas demarcaciones, con los datos que propor-
cionara la posesión real de ambos países. Fundándose en
estas consideraciones se prnyectó la línea transaccional
del laudo.

La prensa ecuatoriana al eonocer la posible


línea del laudo, excitó la opinión pública de su
pais para rebelarse en contra del arbitraje. El
3 de Abril de t!H O el populacho de Quito y
Guayaquil realizó violentas manifestaciones an-
ti peruanas. Se apedreó la legación yel consulado
del PerÚ. Se arrastró su escudo por las ca.lles.
Las propiedades peruanas fueron saqueadas y el
vapor "Hualla.ga" que se encontraba en Gua~'a-
quil t'ué a.sa.ltado a balazos. Todo el pais se puso
en pié de guerra. A la noticia. de estos hechos se
produjeron en Lima y en el Callao manifestacio-
nes de protesta. y represaUas contra. el elemento
ecuatoriano. El Perú exigió reparaciones y de-
cretó la movilización de su ejército. El Ecuador
propuso que se dieran saUsfacolones mutuas, lo
que el P'erú, consideró inaceptable por cuanto
las ofensas habían partido del Ecuador. En esa
situción la. gnerra se hizo inminente.
MEDIACION DE LOS E.E. U.U., EL BRASIL
V LA ARGENTINA. - Ante la amenaza de la
contienda, los gobiernos de los países arriba
mencionados ofrecieron su mediación. Decla-
raron que dos países no podían ir a la guerra
por una cuestión sometida al arbitraje y que
era contra la recta conciencia rebelarse contra
un fallo arbitral.

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El .\linisll'o de lUlo KE. del Pel'lÍ Dr . .\1. F.


Porras aceptfÍ incondicionalmentc la medinciÚn
"porque \"('nía a robllstcCCI' el principio del arbi-
traje apoyado siempre por cI Pcrú corno el me-
dio más Ironl'oso de l'e501\"cl' las cuestiones in-
tel'nacionales" .
El EI~lWdOl', <¡lIC era instigado Il la gucrl'a por
Clrilc, acppt('¡ conLl'u su gusto la intel'\'cncil'lIl
pncifisla y declal'fÍ que el litigio solo hallaría 50-
111ciÔn, por medio dc un arreglo directo.
IletiJ'adas las tropas de Jas fronteras pOI' in-
flucncia de los mcdiadorcs, eslos pl'opu:iiel'on
In firma cn \Vashington de nn pl'otoeolo. en cI
que SC e~tipulaba, la continuaciÓn del Juicio
ante el Hey de España. lo que no I'ué acrptado
por el Ecuador, que quería escapar a todo tran-
ce a la acciÓn del arbitraje.
RENUNCIA DEL ARBITRO ESPA~OL. - Co-
mo en Iodos 10R ùocumentos públicos do en-
tonces, el J<:CWUJOI'declaral'a su desconfianza
del Arbitro y su decisión de desconocer el laudo,
el Gohierno de ¡'~spaña, resolviÓ en ~O\'iernllT'e
de 1 U10, inhiblrse de pronunciar sentencia. La
mcrlilwión propuso entonces qne elliti{-\'io fuera
somelido al tribunal de la Huya, la quc no fué
aceptado por el Ecuador.
LA FORMULA MIXTA DEL PROTOCOLO
PONCE-CASTRO OYANGUREN. - De 1010 a
1924. la situación permaneció la mismu. J<~nla
región liligiosa subsistía el statu quo de las po-
sesiones de cada país. El Ecuador continuó ,<;05-
teniendo la necesidad de un arreglo directo, el

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-64 -

que siempre resultaba impracticable por la


irreduetibilidad de las dos pretensiones, y el Pe-
rÚ procurando atraer al Ecuador a la solución
de derecho de un arbitraje. En esta situación se
rué abriendo lentamente camino, la fórmula
mixta (arreglo directo y al'bitraj e) que ha con-
sagrado el protocolo Ponce-Castro Oyanguren
de 21 de Junio de 1924. Los representantes de
ambos países, reunidos en Quito, Lima o Was-
hington, se reconocerán en negociaciones di-
rectas, las zonas que deben pertenecer a cada
uno y sobre lo que no logl'~n ponerse de acuer-
do, deeidirá como árbitro el Presidente de los
Estados Unidos.
ESTADO OE LA CUESTION. - La historia
de las discusiones de límites con el l<:cuador, que
alcanm ya un siglo, revela la irreductibilidad de
las pretensiones de ambos países. El interés
de los dos se ha concentrado principalmente en
la antigua región de Maynas - departamento
peruano de Loreto o Región Oriental ecuatoria-
na - dejando prácticamente de lado las cues-
tiones de Jaén y Túmbez, regiones pobladas, en
que los límites se hallan prácticamente estable-
cidos.
Durlmte esos cien años el Ecuador ha recla-
mado eomo límite el río Maraftón y el Perú, una
línea que pasa por los puntos en que los afluen-
tes setentrionales del Marañón, dejan de ier
navegables. Ambas líneas representan un cri-
terio extremista y divorciado de la realidad. El
Ecuador no puede aspirar seriamente a la línea
del Marañón, porque al norte del Marañón se

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65 -

halla 1111H. grall ciudad peruana como es Iquitos


~. la "asta posesión del Per'Ú cn los aflucntes de
la izquierda del Marañón, que tiene como PUll-
los setentrioIlules III boca del Aguarico y los te-
l'1'itor'ios del Putumayo cCl'canos al CllimIJ(~, rc-
cono,:;idos por ColomlJia al PerÚ. Pero tampoco
el PerlÍ pllcde aspirar seriamente a ulla línea
que 1.111;';11 a pocas horas de Quito y estrecha al
Ecuadol' hasta convcrtir'lo en una escasa faja
cutre los Andes y el Pacífico. QllizlÍs cnada
pero sinceramente, el Ecuador ha cifrado Ioda"
sus espectativas en eslos ter¡'itorios Il IfI,; qn!'
denomina sn Región Oriental.
1':1 cnor principal de casi todas las negocia-
cioIll~s y la causa inmediata de Sll fI'llcaso sC
encuentra en el hecho de que la mayor parle de
ellas han tendido - aprovechando circunstan-
cias histÓricas f'asorables -- a decidir el asnn-
to íntegramente a favor de ulla de los dos paí-
ses. Esa soluciÔn cs no solo Inaceptable e in-
Justa si no que Ilopodria subsislir. La soluciÓn
extrl~llla representa la guerra y la !7;uerrll misma
resultu1'Ía ineficaz. Lu Gran Colombia, Il pesar
del Tiunfo de TIll'qui en 1 R2!), no pudo impo-
ner III PerÚ 111 cesión de Maynas. 1<:1 PerÚ, yen-
cedor en la !7;uerra de 1858 y ocupando Guuya-
quil, no log¡'Ó haccr sancionar el tratado de
Mapasinguf' que reconocía todos SIlS títulos.
La Única fórmula viable es plies la transac-
ción o el arbitraje parcial - lo mando como ha-
se ùe discusión la posesión efectiva de ambos
países. El arIJilraje de d'jrecho, sin transacción
prc"ia, que concediera totalmente la razón Il uua

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- 66-
de las partes, ha fracasado en la práctica, como
se demostró por los sucesos de 1910 en el Ecua-
dor. No queda pues más camino que la transac-
ción amistosa, a base de la verdad y del respeto
11 las especLativas e intereses mutuos legítima-
mente contraídos.
RESUMEN
El Ecuador discute con el Perú, Túmbez, J.aén y
Maynag. (Loreto). La discusión se ha reducido, práctica-
mente, a Maynas (Loreto) reconociéndose en el resto, una
frontera de hecho tradicional.
Los hechos más notables de las negociaciones han sido:
el tratado No'Vou-Pando de 1832 que declaró la insubsis-
tencia del tratado de 1829 que el Ecuador intenta aun ha-
cer valer en su favor,' con su complemento falso ël
protocolo Pedemonte-Mosquera; el tratado de Mapasingue,
que representa la máxima cesión del Ecuador con el reco-
nocimiento de la cédula de 1802; la Convención arbitral
de 1887 que marca un momento de armonía y de mutuo
respeto al derecho del contrario; el tratado García-Herrera
que contiene la máxima transacción del Perú, después de
la guerra con Chiole; la reanudación del Arbitraje espa-
ñol en 1904 y la deserción del Ecuador del proceso arbi-
tral en 1910; y, por último, la discu&ión entre la fórmula
de arreglos directos sostenida por el Ecuador y la fórmu-
la de arbitraje preconizada por el Perú, discusión finali-
zada con la fórmula mixta, en actual vigencia, de arreglos.
directos, seguidos de arbitraje para los puntog en que no
se obtenga el acuerdo.
CORNEJO OSMA. - Alegato cit.
PARDO y BARREDA JOSE. - Alegato en la cues-
tión de limites con e.1Ecuador. - Presentado en 1889.
V. SANTA MARIA DE PAREDES. - Consúltese prin-
cipalmente la magnífica síntesis de e&te autor sobre la
cuestión perú-ecuatoriana, ya citada.
BOLETINES DE RELACIONES EXTERIORES.-
Núm8. l, II, IV, VII XXXIX Y LIX.
MEMORIAS de los Ministros de Relaciones Exterio-
res de 1906 a 1924. - (Bol. de RR. EE. Núms. VIII,
XXII, XXIX, XXXIII, XXXV, XLIII, XLVIII, LI, LV,
LVII, LVIII, LIX.)
Véase también: HONORATO VASQUEZ. - Expo-
sición ante S. M. C.

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- 67-

Memoria histórica jurídica.


El epilogo peruano,
N, CLEMENTE PONCE. - Límite9 entre el Ecuador
y I~l Perú.
ANTONIO MA DRA. - Defensa de IOR derechos del
Ecuador,
JOSE CANALEJAS, - Dictámen sobre la cuestión
de límites del Ecuadol'.
FELIPE SANCHEZ ROMAN. - Vota particular so-
bre la cuestión perú-ecuatoriana.
BIENVENIDO OLIVER Y ESTELLER. - Deter-
minación de la República del Ecuador confinante con el de
la F:epública del Perú, - Madrid 1906
MARQUES DE OLIVAR. - De los principios que
rigen la sucesión territorial en los cambios de soberanía y
su aplicación a la cuestión de limites entre el Ecuador
y el Perú. - Madrid, 1906 .
.La antigua frontera de Colombia.

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- 68-

NEGOCIRCIONES CON COLOMBIA

LA INTERVENCIONDE COLOMBIA EN LA
CUESTIONDE LIMITES PERU-EOUATORIA-
NA. - Disuelta la Gran Colombia sin que se
hubiera dado cumplimiento al tratado de 1829,
la cuestión de límite,;;, quedó subsistente.
En 1894 con motivo de las gestiones diplo-
máticas, entre el PerÚ y el Ecuador, que siguie-
ron al t'racaso del tratado García-Herrera, Co-
lombia solicitó ser admitida, en las discusiones
de limites perú-ecuatorianas.
Al en tl'ar en !il con troversia, Colombia dec la-
ró cuáles serían las normas que la guiarían para
conseguir "una franca y equitativa inteligencia
en tre los tres gobiernos".
En primer lugar sostuvo el reconocimiento
del uti 1JOs8idetis, pero integrándolo y sustitu-
yéndolo. en los oasos de oscuridad y deficiencia.
con el principio de la equidad y la recípl'oca
conveniencia. La intervención de Colombia mo-
dificaba así el arbitraje pactado entre el Ecua-
dor yel Perú, en el que se había estipulado que
se atendería únicamente al derecho de las par-
tes. Según~la tésis colombiana el Arbitro debía
atender no solo a los titulOl comprobatorios del

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- 69-

del'echo, ~i 110 tamhién a los Intereses de los


jluíses en litigio.
Culumbia definiÓ también en esta OPOdlllli-
dad, sU posiciÚn fl't~Jlte al Pel'ú y al I':cuador.
La:; trcs llllCiollCS s(~ displltabH.ll el ter-ritorio df'
la COIlllLlHlallcia General de Marnas que la Cé-
dula BeaI de 15 de Julio de 1802 hH.ùía incurpo-
rnLlo al Vírl'cinato del Perú. SegÚn el principio
del uU }lossidelís, :\laynus debía perlcncccl' al
PeJ'Ú.
~l Ecuadol' sin cmbal'go, había negado la
existencia de esa Cédula y posteriormente,
cuando lu C{~dllla I'ué presentada, había sosteni-
do su Incumplimiento. Colombia aùoptÓ una po-
biciÓn distinta aIlte la Cédula de 1802. En yez
de negal' Sil existencia di!'.cutió el carácter ju-
rídico de ese documento y sostuvo que la Cédula
de '1802. no fué de demarcación politlca o civil
~i no Ulla proyidencia de orden eclesiástico. Se-
~Ún la tésis colombiana, la Cédula de 1802 no
segregÓ la Comandancia General de :\1aynas del
\ïneinato de Nuevli Granada para incorporar-
la al PeriÍ. ~ino quc t'ué una "simple p¡'oviden-
cia adminisl¡'ttliva" encaminada al mejor go-
hierno de Jas misiones eclesiáslicas establecidas
en elterrilorio de Maynas. Contra las alegacio-
Hes peruanas, y contra el texto mismo de la Cé-
dula, (JlW ordenó la Incorporación politlca de
;\1aynas 111 PerÚ, la tesis colombiana sostiene
desde cntonces, que la intención de ese acto
¡'egio fué poner las misiones eclesiásticas ùe
Maynas bajo la snprvigilancia del Virreinato pe-

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-70-
ruano, pero dependiendo siempre, polítIcamen-
te, de Nueva Granada.
Respecto a las pretensiones del Ecuador a
In misma zona, Colombia, alegó que los dere-
chos de ese país no arrancan como sostenía el
Ecuador, de la Cédula de erección de la audien-
cia de Quito, la que no fué nunca una entidad
política autÓnoma, sino dependiente de los vi-
rreinatos del Perú y de Nueva Granada, y no
puede por la tanto reclamar a Sil favor el uti
possidetis, el que solo es válido para las gran-
des divisiones territoriales tales como los Vi-
rreinatos o las Capitanías Generales. La nación
ecuatoriana y sus títulos nacieron, según la
lésis colombiana, de la convención de 1 (1 de
Febrero de 1832 en que Colombia reconoció,
únicamente, la separación de las provincias del
Ecuador, Azuay y Guayaquil, para formar una
república independiente de la Gran Colombia.
CONVENCION ADICIONAL T-RIPARTITA DE
1894. - Admitida, Colombia, a las negociacio-
nes y no habiéndose llegado en estas, a ningÚn
acuerdo directo, se firmó entre las tres nacio-
nes, la Convención de 15 de Diciembre d,e 1894
por la que Oolombia, se adhirió al tratado de ar-
bitraJe firmado entre el Perú r el Ecuador en
1887, pero modificándolo, en el sentido de que
el Real árbitro Español, atendería para resolver
no 13010 a los títulos Jurídicos, sino también a la
conveniencia de las partes. El Congreso del
Ecuador, no prestó su aprobación al pacto tri-
partito, por )0 que las estipulaciones de este no

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-71-

SP.lle~aron a cabo, quedando la convenciÓn de


188ï \ igenle lan solo para el Ecuador y el Perú.
CONVENIOS DE ARBITRAJE Y DE MODUS
VIVENDI. - Illieilldu~ nuc\'us gestiones por el
gohier'no colombiano, ~e firmó cn Lima. el G de
:\1ayo de 1 !JOl, el trntado Pllrdo- Tallco Argar,z.
que ~ll1lîetín la cuestión de limiles al arbitraje
del Rey de España, l<~st.enuevo pacto 110 fué
aprohado en BO¡1,'otÜ.
Enlre tHnlo Colombia, entr'aba en negociacio-
nes con el Ecuador, sohre los mismo~ territo-
rios, ys~ intcI'ponía. de acuerdo previo con Chi-
le. (PI'otocolo Ahadía-Herboso de '1902). para
frustrar' el ar'bitraje del Rer de ESIHl.ña, en la
cucstiÓn perÚ-ecuatoriana.
Una llueva Legación peruana enviada a Ho-
gotá, consiguió celebrar tres nuevas convencio-
nes los tratados Velarde-Calderón-Tanco de '12
de setiembl'e de 1905.
Ell)J'imero de estas tr'utados rué un convenio
general • arbitraje. El Perú y Colombia se
cOlllprnrJélían u I'esolver todas sus difel'encias
salvo la~ que afectaren la independencia o el
honor nacionales, por meoio de] arbitraje. }i~l
Arbitro para Iodas las cuestiones sería el Sumo
Pontífice Romano. El compromiso arbitral ou-
raría 10 años, y los asuntos litigiosos serían ~o-
metidos al Arhitro por convenciones especiales.
Por el segundo tratado, de la misma fecha,
Hf' somelió la cuestiÓn de limites a Su Sanlidad
Pío X y se estableció el arbitraje de derecho y
equidad. El proceso arbitral solo debía iniciarse

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-72 -

cuando se terminara el litigio entre el Pe~ú y el


Ecuador, pendiente ante el Rey de España.
El tercer oonvenio, fué de statu quo y de modus
vivendi en la región litigioso.. Ninguno de los
dos países alteraría sus posiciones territoriales
mientras no se soluciona.ra el litigio. (statu quo) .
Entre tanto la linea divisoria sería el rio Pu\u-
mayo, el que sería neutral. Colombia ocupada
la zona norte o sea la orilla izquierda del río, y
el Perú la zona sur u orilla derecha del Putuma-
ro (modus vivendi). Las aduanas serían mixtas
y el proclucto de estas común.
Por Último, el 6 de Julio de 1906, mientras
se o!Jtenía la aprobación de los tratados, se fir-
mó cn Lima un protocolo de statu quo, en la re-
gión litigiosa r de modus 'vivendi en el Putumuyo
río que fué declarado neutral. Ambas naciones,
se comprometían a no innovar en sus posesio-
nes y a retirar sus fuerzas y autoridades de las
orillas de aquel río. No obtante, los tratados en
que se comprometía a esperar la solución de
la cuestión perú-ecuatoriana, para clegar sus
pretensiones, Colombia negoció 8ec~etamente
con el gcuador un tratado de límites (5 de Ju-
nio de 1(07), por el que se dividían los territo-
rios disputados por ambas naciones al Perú. Al
mismo tiempo Colombia exigía del PerÚ, la
aprohación del tratado de 1905, que ella misma
había violaclo. Como el PerÚ se negara a esta
aprobación. Colombia declaró terminado el mo-
dus vivendi pactado en 1906, y anunció que
volvería a ejercer jurisdicción, nombrando y
sosteniendo autoridades en el Putumayo (Oc-

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76 74 72 70 68 66

MAPA DE LA CUESTION
CON COLOMBIA
LEYENDA
+ + + + Línro de> la p,.p,.nsi6n mdxima dd Pr,ú
____ 1. ¡n'tI d. la pr,trm í6n mdx{rna drl Ecuaúor y Co'
lambin, s"gún ,1 wpursto Protocolo Pedrmonf'" O
Mosqu,,.n .

••••••• L[n"a dd TroJado Pprlí. BrQsi[err¡ d.l85l.

_ Linf>Odel Modus uivendi dr '906 .

.•.•..• A'" Unea del Tratado ColombD. Ecuatoriano d. 1916.

- Terrilo,¡oreconocido pore/ Pu"


===:§ a ColomhlQ,JeScin ellratado de
= 1922.
Territorio r~conociJoporCoIom-
h,a al Pero en el Ira/a do de
111/1111/ 1922.

72 70 sl8 66

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- 73-

tubr'e ,le 1H07). Como consecuencia de este ac-


tn se produjeron durante el año 1DOH, diversos
choques e Incidentes sangrientos en lu región
de esE' I'Ío.
TRATADOS DE 1909 Y 1910. - Pal'il poner'
tÓrmino a esta situación de violencia, ~e entll-
blln'ou negociaciones en Lima, entre el Ministl'o
de rut. E.E. Ill'. :\lelitón Punas y el Ministro
colombiano 'l'aneo Argaez, las que dieron por
I'e:·mltado el tratado de 21 de Abril de I \JO\). Se
estipultu'un CIl él, los siguientes puntos:
1~'-EI nombramiento de una comisión quc
iI\\,~stjg-ura los sucesos del Pulurnayo y cslllble-
cicl'a lus responsabilidades.
~~'.'--Se indemnizaría los daños maler'iales r
El las familias de las delimas.
:::~-La cuestión de Hmltes, sería ¡'esuelta
cuando se expidiera el fallo español lm el juicio
con el Ecuador. y se sometel'Ía il arbitraje cn ca-
so de desacuerdo.
4'.'----Se paelaI'Ía un nuevo modus vivendi, y
5~----Se aj ¡¡S tarÍa un ll'atado de eomL'I'Cio.
En ejecución de la primera parte de estc tra-
tado, sc firmó en Bogotá el13 de Abril de 19-10.
la con\'ención sobre reclama.ciones. Se acordÓ
E'n ella, la constitución de un tribunal mixto
Internacional, que se reuniría en Río Juneiro a
los .} mcses de firmar/a la convención.
F ste tribunal debía de resolvel':
-1"----1<:]monto de la indemnización que uno de
los países debía pagar al otro, y
:2?---Determinar los casos en que debería
uplicarse la ley colombiana o peruana a los de-

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lincuentes en esa región. Sobre los convenios de


arbitraje y modus vivendi, acordados, en el tra-
tado Porras-Tanco Argaez, no se llegó a ningún
resultado formal.
LOS E8CANDAL08 DEL PUTUMAYO. - En
1910 y 1911 se agitó la prensa europea y esta-
do-unidense en contra del Perú, por los llama-
dos "escándalos del Putumayo". Algunos aven-
tureros inescrupulosos, que habían estado en
el Putumayo y habían salido de la regiÓn por
desacuerdo con la empresa peruana "'J'he Pe-
ruvian Amazon Company," más comunmente
conocida por el nombre de la Casa Arana, orga-
nizaron en Londres una campaña de protesta
contra los crímenes y procedimiento inhuma-
nos usados por los catIcheros peruanos para ob-
tener caucho de los indios de la región. Se de-
cia que las formas de persuasión más comunes
lIsadas por aquellos eran el fusil, el látigo y el
machete. Se dió Il estas denuncias de opresiones
y torturas caracteres novelescos. (Jn sentimien-
to instintivo de humanidad sacudió a los perió-
dicos europeos - insensibilizados ya para los
crímenes cometidos por hombres de su propia
raza y cultura, en la India, el Congo y el Africa
del Sur - pero dipuestos a considerar a la na-
ción'lejana en que se cometían como a un país
en pleno salvajismo. La "Sociedad antiesclavis-
ta y protectora de Aborígenes" de la Gran Bre-
taña fué la más emocionada, porque entre las
posibles vícLimas de la barbarie peruana, se ha-
llaban algunos negros de Barbados, súbditos in-
gleses, que después resultó que eran las verda-

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lieras "hienas del Putumayo". El CÓnsul inglés,


sir !toger Casernent - más tarde ahorcado co-
mo Iraidor a Inglaterra, en la guel'ra europea-
filé al PlltumllYo a constatar esos hechos r agra-
ni con SIIS informes, el escándalo. El Gobierno
del P('rÚ enviÓ también una ComisiÓn .Judicial.
Pudo constalarse entonces que los actos lCI"'l/-
rificos realizados en el Putumayo, no emn iIll-
pul(lblcs al gobierno del PerÚ, si no a aventurc-
ros de diversas nacionalidades, principalmente
colombianos, insligados por la libertad rie las
selvas :: tambi~n por el instinto de defensa con-
tra los indios, a lus que había necesidad de ins-
pirar tcmol',
":n III propaganda de estos hechos. ell con-
tra del PerÚ tuvo naturalmente parle el gobier-
no colombiano, el que provocÓ las publicacioncs
del aventllrero Ilardenburg en Londres Y estuvo
de aellPrdo con Cusemenl. Sin embul'go, la prin-
cipal causa ne los crímenes del Putumayo, e~-
tuvu en el acuerrlo perÚ-colombiano de modus
vivendi en el Putumayo, En virtuel de ese acuer-
do ~! por exigencia rie Colombia. el PeJ'Ú tuvo
que retirar sus guarniciones y autoridades de la
región, quedando ésta ahandonada. Por eso se
llaJllÚ al protocolo de neutra lizacilj[¡ del Pu t u-
ma~o. protocolo de barbarización del Putllmayo.
EL INCIDENTE DEL CAQUETA. - I<:n ci
mes de Enero de -1!H 1 el gobierno de Colombia.
em'jó a Puerto Córdoba o la Pedrera, en la orilla
derpcha del Caquetá, una guarnÎciÔn al mHIHlo
del genel'al Gamboa, En el mes rie .Tunio zarpó
también por la vía del Amazonas, otra cxpedi-

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ClOn a Puerto Córdoba al mando del general


Neyra. El gobierno del Perú en resguardo de los
intereses de sus connacionales en esa zona,
amenazados pOI' estas expediciones colombia-
nas. solicitó la suspensión de la segunda expe-
dición, la. que fué denegada.
Bntonces las autoridades militares de Loreto,
destacaron un contingente peruano que debía
desalojar a los colombianos de Puerto Córdoba.
Los cónsules del Perú y Colombia cn Manaos,
que pudieron apreciar la efectividad de los pre-
puratiyos bélicos, y las consecuencias que un
choque podía traer, para las dos naciones, pro-
pusieron telegráfica mente a sus gobiernos la
desviación de las expediciones. La expedición
colombiana de Neyra, se detendría en Manaos
y la peruana de Benavides en el Putumayo. Es-
ta propuesta fUl'! aceptada por ambas cancille-
rías, firmúndose en Bogotá, un pacto el 19 de
.Julio de 1911, por el que se convino además,
que Colombia no aumentaría la guarnición de
Puerto Córdoba; que el Perú respetaría esa po-
sesión a cambio de la promesa de Colombia, de
no atacar los estahlecimientos peruanos del Ca-
quetú y Putumayo. El acuerdo subsistiría, aun-
que se realizara un choque entre ambas fuerzas
expedicionarias, por falta del conocimiento
oportuno del tratado.
Sin embargo, del10 al12 de Julio, siete días
antes del tratado se había realizado ya, el en-
cuentro de peruanos y colombianos, que fué
mortífero para ambas partes. A consecuencia
de la acción, murió el comandante de la nave

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PX¡lCdicillnaria peruana Clavero. Los peruanos.
ni J!landa del teniente coronel Oscar Ben<l\"Ídes
ocuparon Puerto Córdoba, y conquistaroll algu-
nos ¡l'ofeo:; de guery'a. Postel'iOl'nlcntp y Il'allS-
curriL!os al¡,¡:u!los meses, el PC¡'Ú Cil cUlIlpli-
miento leal del tr'atado del!) de .Julio desllclIIHí
Pnedo CÓrdoba. y devolvió a Columbia, lils HI'-
lilas y ballder'as, anebatadas a sus expedieiu-
Ilar'ios. La discllsi,',n diplolllÚticll de (':-;le incidcn-
te, j'1l('~ !J<'tbilmente sostenida, por el (,/lncillcl'
pernano Lcg\lÍa y Martínez.
NEGOCIACIONES COLOMBO-E-CUATORIA-
NAS. - El Ecuador ~. Colombia fJue dis)lulalHlIl
Il! Pen', la misma zonll, sc p\lsieron de acucl'du
por el tratado cie 1;) de Julio cie '1!) I (l. en el ({ue,
sill al'eelal' los derechos del PcrÚ, IjlW tpndl':íll
que discutir separadamente con él, se di\'idie-
J'on In. regiÓn HIl1HzÓnica. La Hncn. divisOJ'iu fi-
jada fué la siguiente: "De la f\lcnte del río San
Mignel este río aguus abajo hasta el Suclllllbios;
el SlIeulIllJios hasta Sil desembocadura cn cl
Put\lmIlYo; de esta boca, en dirección sudoeste
al di¡Jortium aquarum entre el Putumaro y el
Kapo, y por e:;te divortium aquol'l1m hasla el
origen principal del río AmbiyaclI ~. por el curso
de esle J'ío hasta Sil desembocadl1ra cn el Ama-
zonas. Las posesiones sitl1adas al este y al nor-
te de dicha línea, serlÍn de Colombia, las ~it.lItl.-
das n\ oesle y al sur, del B~cuador". El Pel'Ú hi-
zo, opor'tunamenle, reserva de SllS dereehos
afectados por este pacto.
LAS NEGOCIACIONES DE 1911 a 1919. -
El incidente de la Pedrera perturbó hondamente

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la armonía entre ambos pueblos. En Colombia


~e produjeron manifestaciones ho~tiles al Perú.
La prensa de los dos países adquirió un tono
agrio al referirse a la controversia.
Las cancillel'Ías se preocuparon sin embar-
go de salvar ese distanciamiento mediante la
iniciación de nuevas gestiones. De 1912 al 18
se persig'uió tenazmente la idea del arbitraJe.
Colombia, dirigida por el partido conservador,
insistió en el arbitraje del Papa. El Perú aboga-
ba por un árbitro Juridlco a civil; el Tribunal de
In Haya a el Presidente de la Confederación
Suiza. En 1919 se inicia una nueva faz del asun-
to. Colombia propone reducir la zona de arbi-
traje mediante un arreglo directo. La línea so-
metida por el ministro Lozano a la Cancillería
peruana no fué aceptada por el canciller Porras
por cuanto no implicaba ninguna cesión por
parte de Colombia. La contra propuesta peruana
tampoco rué aceptada por el negociador colom-
biano.
EL TRATADO 8A,LOMON-LOZANO DE 1922.
- Reiniciadas las gestiones se llegó a un arre-
glo directo en un tratado firmado en Lima, el
24 de Marzo de 1922, por el Dr. Alberto Salo-
món ~' Don Fabio Lozano, que ha puesto térmi-
no definitivo a la cuestión de límites perú-co-
lombiana.
El tratado Salomón-Lozano, estableció como
límite el siguiente: "Desde el punto en que el
meridiano de la boca del rio Culmbé en el Pu-
tumayo corta el río San Miguel a Sucumbías, la
linea de fronteras sube por ese mismo meri-

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¡liHnO has la dicha boca del Cuimbé; de allí por


pl lhalweg del río Putumayo, hasta lu conflucn-
cio. del río Yaguas; sigue por una línea recia
que de esta conf'luencia vuyu a la del río Ata-
cuarí ('Il el Amazonas y de allí par el thalweg
ctel río Amazonas hasta el límite entre r] PerÚ
r pl Brasi] eslablecido en el tratado perÚ-brasi-
]('fin d(' 28 de Octubre de t 851".
La rectificación del límite entre el Perú y el
Br'asll ~' ]a enlrega a Columbia de ]a faju de te-
J'riloriu eu]indunle con ]a ]íllea pactada enlre el
ll"a~,i] ~' el PerÚ en 1H5L así como el acceso de
Colombia al Amazonas de] que solo e] PerÚ y el
Bru:oil eI'all condÓminos determine') la oposición
del Brasil a] tratado Salo!llóll-Lozano, Esu opo-
sieillll retardÓ algunos afios ]0. aprobaciÓn dPl
traLldo hasla que, en marzo de 10:25, a im'ita-
ción rie ]a secretaría de Estado norteamericana,
se t'irmÓ un acta en \Vashingtoll. por ]05 repre-
sentanles de ]!J'asi!. Colombia y PerÚ. l~n dicha
Hcln e] Brasil reti,'ú Sl! oposici¡'l!1 III fraludo, Il
camhio rie que Colombia ]e reconociera la pro-
piellad de ]05 teJ'J'itorios cedidos por el PerÚ a]
B"cHi] en t 85'1 Y Colombia ratif'icl') aquella cc-
silJIl a cambio, de que el Brasil ]e reconociera la
libre navegación en el Amazonas, que seglÍn el
trataclo de 1851, era exclusiva para e] PerÚ y
el Brasil.
La línea del tratado Salomón-Lomno, acloptÓ
un término medio entre las pret.ensiones extre-
mm. de ambos países. Colombia aspiraba al
Amazonas, el Perú al Caquetá. 1':1 accidente geo-
grÚl1co intermedio y gran límite natural entre

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- 80-

ambo8 era seguramente el Putumayo, aunque


con detrimento del Perú, que tenia al norte de
ese río vastas colonizacions. El Putumayo, esta-
ba además señalado por los antecedentes diplo-
má.ticos-·tratado Garcia- Herrera, modus viven-
di de 1905 y 1906 - como una posible y extre-
ma línea de frontera, en un arbitraje que tuviera
más presente la equidad entre las partes, que
la. posesión efectiva del Perú.
En los arreglos directos se tuvo ademá.s en
cuenta el interés de Colombia de ser estado
ribereño en el Amazonas. En el tratado Salo-
món-Lozano, Colombia ha obtenido como limi-
te el Putumayo y un callejón que le da acce-
so directo a la orilla izquierda del Amazonas.
Esta orilla es practicamente innecesaria para
Colombia, ya que la comunicación fluvial con el
Atlántico tiene l6gicamente que hacerse por el
Putumayo, gran río navegable.
Los defensores del tratado en el Perú han
alegado principalmente en favor de este, no las
transacciones territoriales que contiene, si no
razones de poHtica internacional y el afianza-
miento de la amistad perú-colombiana.

RESUMEN

Las negociaciones directas y continuas con Colombia


9Ólo se inician en 1894. Hasta esa fecha el Perú sólo habia
discutido con el Ecuador. Colombia discutía entre tanto el
mismo territorio con ese pais. En 1894 se inician ne-
gociaciones tripartitas, que no dieron resultado. La re-
gión discutida principaJmente con Colombia fué la del
Caquetá y Putumayo. Los intentos de colonización de am-
bos paises en dicha zona produjeron choques armados de

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- 81

los wales el más notable fué el de la Pedrera en 1911


en que fuerzas peruanas desalojaron una ~arnición co-
lomhiana del Caquetá. Colombia y el Perú intentaron di-
versos fLrbitraieR sin llegar a ponerse de acuerdo sobre
la persona del Arbitro. Iniciadas neg-ociaciones directas
en 1910, se llegó en 1922 al tTatado Salomón-Lozano que
señaló como límite el río Putumayo, dándole además a Co-
lombia un callejón de salida al río Amazonas.

Consúltese: ARANDA, ob cit., tomo V. (Memoria de


los plenipotenciarios colombianos tm las conferencias tri-
partitas de 1894. - pág-ina 931).
BOLETINES DE RR. EE. Núms. IV, IX, XI XXXII,
XLIV Y LIX.
MEMORIAS citadas en "Las Negocíaciones con el
Ecuador".
VICENTE OLARTE CAMACHO. - Los convenios
con el Perú. - Bogotá, 1911.
CARLOS A. VALVERDE. - El tratado Salomón-
Lozano. - Lima, 1928.

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- 82-

NEGOCIACIONES CON EL BRASIL

LA QUESTION DE LIMITES CON EL BRA-


SIL. - La última demarcación territorial con-
venida entre España y Portugal, sobre sus po-
sesiones de América fué el tratado de San Ilde-
fonso de 1777 que fijó claramente la línea divi-
soria entre ambas colonias. Al independizarse el
Brasil yel Perú la línea del tratado de San Ilde-
t'onso debió ser, conforme al principio del Uti
Possidetis americano, la frontera entre ambas
naciones. No t'ué así sin embargo debido a la
diversa interpretación dada por el Brasil a aquel
tratado y por la intervención de Bolivia en las
negociaciones. Respecto al tratado de San Ilde-
fonso el Brasil ha soslenido que no fué un tra-
tado definitivo sino preliminar y que la guerra
de 1R01 entre España y Portugal puso fin a to-
clos los pactos celebrados entre ambos países.
TRATADO DE PAZ, AMISTAD, COMERCIO
V NAVEGACION. - En los primeros tiempos
de la RepÚblica (1826) el PerÚ gestionó con el
Imperio del Brasil un tratado de limites, pro-
puesta que no tuvo acogida.
El 8 de Julio de 1841 se firmó en Lima un
tratado de paz, amistad, navegación y comercio

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- 83-

entre Da Ponte Hibeyro ministl'o bra.silero y el


canciller peruano don Manuel Ferrey¡'os_
Ei tratado establecía los principios genemles
de \Ïneula.ción entre las naciones (repl'escIl-
1,wiÚn diplollllitiea y consular, reglas para d uso
de lu. bundcl'u, extradición, etc.) y reconocía el
del'e·~JlO de libre trlinsito para los ciudarlanos de
lInlt naciÓn en el territorio de la otra~ así como
también la exenciÓn de derechos de importación
y expol'laciÓn para los productos de caria llIlO de
los países contratante!;. Se comprometían tam-
hil:'n lllllho!; paises a celebrur un com-ellio cil'
cnmfrcio y a hacer la demarcación de sus lími-
les crlnforme al ¡wincipio del Vti PO.'isidetis de
1821.
ES:.e Iralado no se Ile\'«J a eabo ¡)Ill' l'alta de
los eanj es respectivos.
CONVENCION ,DE 1851 SOBRE NAVEGA-
CION FLUVIAL. -I~l tratado ùe 18H, allnljue
no I'ué mtit'icado. prestó las bases para la con-
vpuciÓn fluvial de 1851 firmnda enll'e don Har-
tolOl}lé Herrera. por parte del PerÚ y DUHl'te Da-
ponte Hibeyro por la del BI'asil: pacto que es
lInO d'3 los actos internacionales más disc\llillol'i
lie n\lP~tl'a historia diplomática.
El Incremento del comercio y de las explora-
ciones en la región regada por el Amll7.onfl.s,
Cll~'a hOCHposeía el Brasil, impulsaha fi nuestra
cancillería a \ln arreglo con este país. El inlerés
de la libre navegación del Amazonas, rué pues
ûl propósito principal que guió al negociador
peruano de ese tratado, la que está demostrado
por el inlerés secundario prestado Il la cuestióJ"

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-84-

de Umltella que, como cuestión accesoria, re-


solvió también aquella célebre convención flu-
vial.
La convención de 23 de Octubre de 1851
constá efectivaménte de dos partes: una relativa
fi la navegación en el Amazonas y olra a la Hnea
de fronteras con el Bra.siI.Respecto El la prime-
ra la convención contiene dos clásulas impor-
tantes: 1~ Los productos y embarcaciones que
pasaren de uno a otro estado por las fronteras
y ríos comunes. estarán exentos de todo dere-
cho, a que no estuvieren sujetos los mismos
productos del propio territol'io.
2° Ambos Estados se comprometen a proteger
las empresas de navegación a vapor destinadas
Il navegar en el Amazonas, "el que clebe pede-
CCI' exclusivamente a los respectivos cstados ri-
breños" .
El artículo VII reconoce el principio del Uti
Possidetis, sin asignarle fecha como el tratado
de 1841 y conforme a él, establece la siguiente
lmea de frontera: "La población de 'l'abatínga ,
y de esta para el Norte, la línea recta que va Il
encontrar de frente al río Yapurá en su con-
fluencia con el Apaporis y de Tabatinga para el
Sur, el río Yavari desde su confluencia con el
Amazonas". Una comisión mixta reconocería,
conforme al Uti Possidetis la frontera; y pro-
pondría los cambios de territorios convenientes.
El pacto contiene además cláusulas de otro
orden.

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- 85-

Ln.~ criticas principales que se han hecho a


este tratado sun las siguientes:
1'--lIaber incluído una cllestiÚn de límiles,
de sllma importltllcia, en un convenio fluvial;
~"--La admisiÓn del principio del Uti P08si-
detill sin fecha, l'avoI'uble al Brasil que posCía
más ICJ'I'itOI'ios que aquellos Il que tenía derecho
~e~'lín el tratado de San I1defon~o ~' podía seguir
1l1llJlcn tando esa posesión.
:3"---No haber hecho la delimilación completa
de la l'roulera cntre ambos estados, la que no
tc"rminahu en el Ya\'!lrí, dando con esta omisi(',n
origen a nuevas expansione' del Brasil y él la
iIder',,"~ucilÍn de Bolivia, que pudo nlegar que
esos territorios cran suyos por CHanta allí había
It~l'tllillad() la línea de demarcación entre el Bra-
:,;il r el PerÚ.
i~l doctor Belaunde ha demostrado que estas
pr(!~llIltas inadvertencias deducidas de un es-
tudio superficial ciel tratado, no fueron tales y
que SllS estipulaciones se debieron a una nece-
sidad polfUca y comercial y a una deficiencia de
conocimientos geográficos. "CIaro está - dice
- c¡ne de acuerdo con los limites teóricos del
tratado de San Ildefonso (desde el punto de
yi:,tlt territorial) la convención snscrita por He-
rrero en el 51 fué un desastre diplomático;
pero hay c¡ne tener en cuenta que la único que
le interesaba al Perú en esa fecha no era la ma-
yor o menor extensión territorial sino la libre
navegación en el Amazonas, navegación que el
tratado de San Ildefonso concedía excluslva-

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- 86-

mente al Brasil. De modo pues que para conse-


guir el objeto y llenar la necesidad esencial del
PerÚ, en ese tiempo, era necesario dejar el tra-
tado de San Ildefonso y atender al uti possidetis
de jacto. A eso sc debió el reconocimiento de la~
posesiones brasil eras en el ángulo Yapurá Apa-
poris. En cuanto a la determinación de las fron-
teras a partir del Yavarí no fué error sino pru-
dencia el no pretender estaólecerla dada la fal-
ta de noticias exactas que se tenía sohre la vasta
rgi6n comprendida entre el Yavarí y el Madera".
RESUMEN DE ,LOS TRABAJOS DE LA CO-
MISION MIXTA .DE LlMITESDE8DE 1866
HASTA 1~74.- De conformidad con lo esta-
blecido en la Conveneión del 51, ratificada el
año 58, ambos gobiernos nombraron en 18û6
los comisionados respectivos, los que uuidos
fijaron los marcos o hilos de la frontera, co-
menzando por la boca del Apaporis, siguiendo
por el río Putumayo, donde se convinieron al-
gunos cambios de territorios, r terminaron el
año 1874 con la exploración del rio Yavar{, cu-
yo origen fué fijado cn el gr.a}lo'7°1'17"5 de la-
titud Sud y 74°8'27"7 de longitud Oeste segÚn
el meridiano de Greenwkh ..
La Comisión Mixta no llegó sin embargo, has-
ta las nacientes mismas del YaYHr!, sino que las
determinó po,r un cálculo. Hahiendo avanzado
los comisionados hasta un plinto en el que el
río no teníR sino de 10 a 15 metros de ancho
y cinco pies de profundidad !w calculó que el
origen estaría a la. distancia de ocho millas, lo
que dió pOI' resultado la latitud y longitud se-

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-.:...
87-

fialada:;, La ComísiÚn peruana estuvo, sucesiva-


n\l'llle cn '1H66 Y en 1872 al mando de D,~la-
nUlI HO\HUld y Paz SoldlÍn y del Capitán de Fra-
t5iltil D. Uuillermo Blac!\..
INTERVENCION DE BOLIVIA EN EL LITI-
GIO PERU-BRASILERO. - En tanto se rea-
lizahan esta:; expediciones geogr'¡ílieas, el Brasil
cdpbró con Bolivia un tratado de límites sobre
las rpgiones pernanas que habían quedado i:;Ín
delimitar en el tratado de 1851. Para asegurar
">u :lcl'jJtaei('m en e'l lilig'io, lloliyia, gobernada
cnlonees por el tirano Melgarpjo, celebrÓ el
tratado Muños-Neto (27 de MUI'ZO de 18ô7),
pUl' el cual se deeonoció el tratado ùe San llrle-
ron~() y se aceptó el Uti Possidetis sostenido por
el Hrasil. En seguida y sin ninguna conformidad
C(,!l esle principio yen atención ti que los astrÓ-
llamas brasilcros declararon que en la seml-
distancia del Madera no había accidente geo-
gl'Ú t'ieo que pudiera servir de señal para qne de
allí partiera la línea divisoria hacia. las nacien-
tes del Yllvarí, el tratado de 1867 resolviÓ trans-
portar ese punto de partida a la confluencia del
Beni con el Madera en el punto llamado Villa
Bella. ~l Ministro de RR. EE. del Perú, Don José
Antonio Barrenechea, protestó ese mismo HilO
de in. Huscrición de ese tratado qne alacRha los
derechos territoriales del Perú,
PROGRESO DE LA COLONIZACION BRASI-
LERA EN EL YURUA Y EN EL PURUS. - El
tralano de 1867 no puso término, sin embargo,
a lfls cuestiones de límites. Entre Bolivia, el

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- 88-

Brasil y el Perú se produjeron numerosos inci-


dentes.
En 1898 el gobierno del Brasil comunicó al
del Perú, que el Jefe de una comisión de límites,
teniente Cunha Gome%, había determinado el
verdadero origen del Yavarí, el que se encon-
traba más al sur y al occidente del punto fijado
en 1874. Cunha Gomez, halló que el río Yavarí
nacía en los 7°11'48" de L. S. y en los 73°47'4,~"
O. Greenwich. (La Comisión de 1874 había 'se-
ñalado 7°1'17"5 de latitud sur )' 74°8'27"7 ùe
longitud Oeste de Greenwich). Esta rectIfIca-
ción tenía importancia porque hallándose las
nacientes del Yavarí mlÍs al sur y al Este, la línea
Yavarí-Madel'a retrocedía también en esas di-
recciones dejando para el Brasil 1200 kilóme-
tros de tel'ritorio. La actitud del Brasil fué ar-
bitraria porque la operación de 1874 rué defini-
tiva y quedó sancionada por los dos países como
límite.
Iniciada por Bolivia la colonización de la re-
gión del Acre el Brasil demostró interés por esos
territorios. Protegió entonces al aventurero Luis
Gálvez el que provocó una revolución contra
las autoridades bolivianas y proclamó la Repú-
. Mica del Acre. Bolivia consiguió ver respetado
su dominio por el Brasil, reconociendo la recti-
ficación del origen del Yavarí por Cunha Go-
mez (1899).
En 1.897 el Perú inició la oolonfmclón del
Alto Yurua y del Alto Purus estableciendo Co-
misarías en la boca del Amueya y en Catay,
respectivamente. Bolivia cedió al Brasil por el

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65 63

.5

LEYENDA

+++++ Línea del Tratado de Son Ildefonso.


AA'" '" '" Línea del Tratado Herrera.Da Ponte Ribeyro de 18:11.

~1i!!;lII;¡¡l!I!llIIi Zona cedida al Brasil por el Tratad~ de 18:;1. 5


•••••••• Línea Ben;, Yauarí del Tratado brasilero,boliVlQPo
de 1867
___ ~ ~ Línea del Tratado de Pelrópolls entre Bolivia y Brasil.
~s,;:=-~Zonas neutralizadas por el Modus vivendi de 1904.

++t++t+++t++++++ ++++++++++++++++

9 9

II

Propiedad reservada.
6S 63

NOTA. -l.a línea negra indica la fr(llltera actual sc;¡lÍn el tratado definitivo de límites di' 1909

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89 -

ll'alado de Pell'ópolis Je 1D03, sus j)l'esuntos


Ii erl~chos a es la zona. Brasil intensil'icó en lon-
ces· su avance colonizador, sobl'e\·iniendo Jis-
lm'bios y encuentros entre los eltue)¡eros brasi-
leJ'os y peruanos.
EL MODUS VIVENDI DE 1904. - A esta si-
tuaciÚn ]Juso tél'lnino p¡'ovisiomd el modus vi-
vem1i pactado en Río Janeiro el 12 Je julio de
1\)0 l. ~lientras se llegaba a un acuerdo sobre
los límites al sm dcl Yaval'Í se neutralizaron las
dos zonas siguicntes.
1" -La hora d el Allo Y llI'Úa dcsd e las eabece-
l'as de ese ríu y de sus afluentes superiores hasta
la boca y márgen izquierda del río Breu, de allí
purél el ueste, el paralelo Je la confluencia del
llrcll ha.sta el límite Occidental de la hoya del
Yllr¡w.
2'--La hoya Jel Allo l'urús hasta el lugar de-
numinado Calay. ]':i>tas ZOllas nentralcs debían
ser arlrninist¡'adas por Ullll. comisión mixta. La
duracilín Jel modus vivendi delJía ser de G meses,
susceptibles de prór¡'oga.
TRATADO DE LIMITES VELARDE RIO
BRANCO DE 1909. - El modus vivendi de IDO·}
l'HÔprorrogadu, hasla que se llegó a IIIl acuerdo
defillitivo sobre los límites entre ambos paises
el qlle fuÓ consagrado en el t¡'atado de 8 de se-
tiembre de 190D llamado Velarde-Río Branco
por el nombre de sus ne¡;çociudores.
La Ifnea estipulaJa conlinuaba y complelahn.
la f¡'ontera, que dejó inconclusa el tratado del
51. A partir de las nacientes del Yavuri, en que

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L- 90 -=-
aquella línea se detuvo, debía seguirse en di-
rección al Sur por la línea divisoria de las aguas
que van para el Ucayali de las que corren para
el Yurúa hasta encontrar, el paralelo de los
9°24'36" que es el de la boca del Breu. Conti-
núa en la dirección del Este por el indicado pa-
ralelo hflsta la confluencia del Breu y subirá por
el alveo de este río hasta su cabecera principal,
de donde proseguirá rumbo III Sur por la línea
divisoria de las aguas que van al Alto Yurua al
Oeste, de las que van pÛ'r el mismo río al Norte
y pasando entre las cabeceras del Tarahuacá y
el Envira del lado del Brasil y las del Piqueyaco
y 'l'oroyuc del lado del Perú seguirá cOI'tando
esos ríos por la línea del paralelo rie los 1. 0°
hasta encontrar el divortium aquarum entre el
Envira y el Curanja; irá a encontrar las nacien-
tes del río Santa Rosa, bajará por el àlveo de
este río hasta su confluencia con el Purús, se-
guirá ese río hasta la boca del Shambuyacu que
surcará hasta su origen y luego por medio del
meridiano de esta naciente ba'sta encontrar el
.paralelo de los 11.o y de allí a las nacientes del
Acre. Seguirá el curso de este río hasta la boca
del Yaverija en donde comienza el límite con
Bolivia.
El tratado de 1.909 violentamente censurado
por los opositores al gobierno de entonces ha
encontrado después una serena justificación.
Detuvo la expansión brasilera que al terminar el
modus vivendi hubiera acaso llegado al Ucayali
y nos afirmó la amistad de un pueblo poderoso

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-91-

en un momenlo difícil de nueslra "ida inlerna-


- cional amenazado por mÚltiples confliclos.
AdemlÍs no cedió al Brasil sino lo que é-sle
fpnía f{nlllldo como consecuencia de anleI'iore~
ado~ inleI'nacionales. }<~ltratado de 18;)11e ha-
bía reconocido el derecho a las lier¡'as qne (lo-
s('~'('¡'a y el mod1h'l vivendi de 1 DI)/¡, le unlorizaba
a cOllsiderarse dueño de la's rc¡.\"ioncs siluada8
al (lI-ionle de las zonas neulralizadas.
Pl'J' ('1 paclo de 1DO!) el PerÚ conservó para
sí, íntegramente, ambas zonas neutrales y con-
sih'ui(') "CI' rcspetrlas por el HI'fl!'iil sllS posesio-
Jl(~S cn esa ,'cgifin, al pUlllo que pndo al'irrna¡'se,
cr, rps]lllcsla Il los detraelores del tralado "qllc
III bandera nHcional no se había arri,ado cn nin-
gï'trl ¡¡unlo del territorio". La soluciÓn adoplada
cn el lralado de 1 DO!) fué Pilés la lÍnica pnsible,
ol,orlulHl y provechosa para el PerIÍ.

RESUMEN

El proceso de las neg-ociaciones con el Brasil, tiene


como punto de partida el trntado de San Ildefonso de 1777
entre España y Portug-aI. Este tratado le daba al Perú
de::cchos territoriales. hasta el Yavarí y el Madera. Des-
conociùo el tratado de San Ildefonso por ci Brasil, las
ncg'ociaciones entre este y ci Perú, sc han reducido a tra-
zar nuevas líneas de frontera, sobre la base remota del
tr&tado de San Ildefonso, pero, en realidad, sob'e la hase
real de In pO~'2sión del territorio. El Brasil po~ecdor de
la~ bocas de los ríos, tenía frente al Perú, poseedor de los
orígenes de estos, montañosos e innavegables, mayores ven-
tajas para avanzar y colonizar en e&as rcgiones. El tra-
tado de San Ildefonso fué sin embarg-o, parcialmente res-
petado en la sección del norte contemplada por la con-
vención de 1851 y puesto de lado en la discu&ión del sector
meridional.
Dos son las negociacioncs fundamentale9 con 01 Brasil;
la cowvcllción de ] 851 que fijó el límite desde el Apaporis

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- 92-

al origen del Yavari y obtuvo para el Perú la libre navega-


ción del Amazonas, a cambio del triángulo territorial Ya-
pura, Amazonas, Yavari; y el tratado de 1909 que fijó el'
límite al sur del Yavari hasta el rio Yaverija.

Consúltese: ARANDA, ob. cito Tomo II.


CARLOS WIESSE. - La cuestión de límites entre
el Perú y el Brasil. - Lima, 1904.
ARTURO PEREZ FIGUEROLA. - Nuestra cues-
tión de límites con el Brasil. - Lima, 1905.
JOSE CHIOINO MARSANO. - Historia de los tra-
tados de 1851 y 1909 entre el Perú y el Brasil. - 1920.
VICTOR ANDRES BELAUNDE. - Nuestra vida di-
plomática. - Artículo en "Mundial", 28 de Julio 1921.
JUAN PEDRO PAZ SOLDAN. - El canciller Porras
y sus doctrinas internacionales. - 1920. - (Dos cartas
del Dr. D. MELITON F. PORRAS, refutando al ex-Pre-
sidente Pardo sobre el tratado de 1909).
DUNSHEEDE ABRANCHES. - Limites com Perú.
(Annotacoes de Exm. S. Barao de Rio Branco).

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- 93-

NEGOCIACIONES CON BOLIVIA

PERPECTIV A GENERAL DEL CONFLICTO


DE LIMITES CON BOLIVIA. - !!:l litigio de lí-
lUites COll Holivia ha duradlJ corno los del Ecua-
dor y Colombia casi cien uñas.
Lu discusiónl1a abarcado dos secciones ler¡'i-
toriales hien distintas, la región fluvial y selvá-
tica del Madre de Dios, el Yurúll y el PmlÍs y la
región poblada vecina al lop;o Titicaca hasta los
límites eun Chile.
La euestiÓn rmís gravB y mós difícil de resol-
vcr rué lu de la región fluvial. Esos tCl'l'i torios
erun sumamente extensos y gencralmcnte des-
conocidos. Los Incas casi no habían pcnctritdo
en esa direcci(Jn y los españoles s610 enviaron
[1 ellas pasaj er'as cxpedic ioncs mili tares ~. Il) isin-

lies de frailes. Eran territorios no colonizados


ni poblados y se les designaba generalmente con
el nombre de "provincias no descubierta:,;". En
la })l'imera época republicana del PerÚ y de Do-
ljvia no se le dió importancia a la posesión de
esas regiones. Al finalizar el siglo XIX, y pro-
ducirse la demanda y el aU,je del caucho, tanto
el PerÚ como Bolivia y el Brasil, Úste sin título
algnno par que el h'utado de San Ildefonso le

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-94-
señalaba su límite en el río Madera, intensifi-
caron su interés por esa zona. Se,iniciaron, en-
tonces, las colonizaciones apresuradas de ambos
puíses r se produjo un estado de violencia en las
relaciones internacionales que termin6 por el
arbitraje, en 1909.
Los títulos con que el Perú y Bolivia litigaban
esos territorios eran vagos y confusos: relucia-
nes el e viaj es y descripciones geográficas im-
precisas de los misioneros, cartas geográficas
imperfectas, cédulas y actos regios contradicto-
rios. Lo Único cierto es que "las provincias no
descubiertas" no se hallaban comprendidas ni
en la Audiencia de ChUl'CRS ni en la de Lima, ya
que ambas limitaban con ellas ..Los aboga.dos del
Perú sostuvieron entonces, fundándose en la;:;
leyes de Indias, la tesis de que los territorios
despoblados no podían pertenecer a las audien-
cias subalternas sino a las pretoriales, cabeza
de Virreinato, como era la de Lima. Los ter'ri-
torios discutidos resultuban así jurídicamente
peruanos.
La otra cuestión limítrofe con Bolivia, ha
abarcado la parte poblada antiguamente llama-
da el Collao o sea la línea r1ivisoria que debe
separar a las provincias peruanas de Huancané,
Chuculto y Tacna, de Bolivia y la demarcación
en el lago TIticaca. E~ta cuestión tuvo gran im-
portancia en los primeros ados republicanos, en
que Bolivia llegó a invadir algunas de estas pro-
vincias y en que se pr()pagaron en eHas ideas
de separatismo respecto del Perú. Después el
interés se desplazó hacia la cuestión fluvial,

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- 95-

abandonándose casi la discusión sobre la padc


poblada. Esta era, lldemlis, ¡!His fÚcil de I'esolvor.
Los antiguos corrcgimientos peruanos r los rie
Chill'cas, habían sido perfectamente delimitados
por' los deslindes del Virrey Toledo y lus líneas
divisorias y los aIl1ojonamientos realizaùos pOI'.
éste, se conservaban casi inalter'ados r se respe-
tavan ya como Hmltes tradicionales. Po!', eso
pudo convenirse muy fúcilmente en iDO:!, qlle
eso;, terl'itorios se demarcaran por una Comi-
sión respetándose los límites II'/Hiicionalcs exis-
tentes sobre el terreno. Esa comisión cura or-
ganización se com'ino en J D2f> se halla tl'aba-
jandu \~n la actualidaù.

TRATADO DE CHUQUISACA. - El e.i¡"I'cilo


de Sucre despllÓs de derrotar Il los españoles
en Araf:ucho, sifrllió su marcha al Sur, y libe!'''')
el A tlo PerÚ. I':stas provincias, qne formaban In
antigua audiencia de Charcas, decidieron inde-
pell(!iznrse de Buenos Aires y de Lima y t'ornH1I'
lu R~pÚhJicll de Bolivia,
Bolívar inlcntÓ mantener la uni(lIl Jlolítica
(le Holi,'ia y dAI Pcr'Ú. para lo cllal envió como
rnillisl¡'o a Chllquisllca a Don Ignacio Ol'liz de
7;0\'8110s. Esle firmó el15 de ~ovicmbre de tR2(j
dos tralados: uno de federación y otro de limi-
tes Por el primero el Perú y Bolivia se compro-
metían II formar una liga que se llamaría "Fe-
deraciÓn Boliviana" de la que IJolívur sería jefe
vitalicio.
POI' el tratado de límites se fijaba la frontera
li{oral entre el PerÚ y Bolivia en el rro Sama. Se
cedía por lo tanto a Bolivia los departamentos

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-96-

de Tarapacá y Tacna, incluso el puerto de Arica


- o sea los territorios comprendidos entre los
grados 18 y 21.
En compensación Bolivia entregaba al Perú
la proYincia de Apolobamba o Canpolican y el
fHleblo de Copacabana.
El Gobierno del Perú, ejercido entonces por
Santa Cruz, interpretando la indignación gene-
ral que los tratados produjeron en el pais,
desaprobó lo hecho por Orfiz de Zevallos.

TRATADO DE AREQUIPA (1831). - In-


decisa la delimitación entre los dos países y
pendiente sobre el PP!'\Í la llmenaza del predo-
minio colombiano, se huscó insistentemente la
alianza con Bolivia. Las negociaciones destina-
das a obtener esa alianza y el arreglo de límites,
encomendadas a Alvarez en la Paz ya Ferreyros,
que trató con Olañeta en Arequipa, fracasaron.
Desaparecido el peligro colombiano, por la
muerte de Bolívar en 1830, Oamarra y Santa
Cruz se disputan el pl'edominio del Perú y Bo-
livia. La ambición de ambos generales coloca a
las dos naciones en situaciÓn de guerra. La paz
se consigue por el tratado de Arequipa de 8 de
Noviembre de 1831, impuesto a ambos caudillos
por la opinión de sus pueblos adversa a la
guerra.
En este tratado se aseguró la paz entre los
dos Estados y se acordó la
reduoclón del eJér-
olto del Perú a 3000 hombres y el de Bolivia a
1600. Ninguno de los dos países intervendría
en las cuestiones internas del otro. Los límites
serian fijados por una comisión mixta que le-

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II

,. c'

LE.YE.NDA
++ + + Limlt. d.1 Ulrr.ynato d./ Perú on /8/0.
f s,.-.¡" ri Tratodo d. s." ',ohfOlf •• 7'a d~_'eo~,6" ••.,,u_IIC'O"

••••••• Línea de la prrt~ns¡ón mth:ima de Bal,ulo .


• _ ••_ Línea lùnl. Yauar; del Tratado bo/iulano,bra·
sUero de /861.
À Jo. À Jo. Lín.a d.1 Tratado d. P.trópolu d. /90-'.
_ Lin,a d,Il Laudo ./Irgen/lflO de 1909.
____ ZONAS CANGt:ADAS POR EL TRATADO
POLO.8UST/lMANTE. Dt: IYII.
-TAflATA P..__ r••,ntltr/o '''"''VI',o.lo 01 ~,¡.
B•......
T~"ito"" ."c'''po,. ••/o " 8{,/,··••

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- 97-

nmtaría el plano de la f¡'onlel'a r determinaría


los cambios y compensaciones de territorios
que fueran convenidos. Entre lanlo se respetu-
rían los limites actuales.
TRATADO DE PAZ Y COMERCIO ,DE 1847.
- La cuestiÓn de IímileH no nthi,', il sUI'p:ir ha.s-
ta la destrucción de lu Uonl'edCl'ilei"lI1 PerÚ-lJo-
liviana. En 18:31) se firma en el CIIZCO una COIl-
\'cllcilÍn Iwe'limiuar de paz. La dcmal'cuciÓn de
límites se haría tomando COUlO punto de parti..:
da el 'Desaguadero.
En 1847 se llegó Ii un acuerdo más claro. La
I'rr,ntera seseîíala¡'ía por \lila cOlllisiÚn lldoptán-
doso por linderos los río,,, lagus Il montañas o
bCíll1 lus limites arcifinlos. Ambos puísps ¡;,eha-
l'Ían lus cesiones r compemmcioncs npec~urias
d c territoriOI:;. ('rl·¡ltado 1<:1ías- Aguil'l'c) .
En H~1,8 se revisÓ ese Il'lItado, y se estipuló
que los límites serían los de los antiguos amojo-
namientos. sin q\le Ilin~uuo dc los eslados se
Il ¡ciese cesiÓn Il com pensacirín ¡dg'ulIa ('l'l'a 1ado
Coronel Zegarl'a~Olañela). Los jl¡'odudu;; de la
industria boli\'iana que se t::\ll'üjcl'nn pot' el
puerto de Arica y las mercaderías que se impor-
tara.n por ese 'Puerto a Bolivia cstarían libres de
derechos dc tránsito.
TRATADO DE PAZ Y AMISTAD. - (1863).
- P;n Ui6:~ después de mllelllJsrll'saClICl'dos sC
llcg(j al tratado clelÏnitivo de paz Hibcyro-Be-
navente. de ;) de :\nvicmbre, ~c OCUl'd(í 1\om-
brRr una Cumisión que cHtudinl'él la carta to-
[Jog¡'úfica de la frontera y se recollfJciC¡'H {JII!'
lími Les los que tenían entonces ambas repúbli-

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-98-

cu, debiendo. subsistir el statu quo, en tanto.


que 10.8 dos países presentaban sus títulos jurí-
dicos. Hasla entonces no. se sabía a punlo. fijo.
cual el'a la pretensión limítro.fe de cada uno.
de ello.s en la región fluvial.
LA PROTE8TA BARRENECHEA POR EL
TRATADO MU"OZ-NETO. - El 27 de Marzo
de f 867 Boliyia firmó co.n el Brasil un tratado.
por el que cedía fi éste extensas zonas dol '{urUfl.
el Purús y el Yutay, que el Peru com>"iderabü
surus. ~l tratado. de Sun IldefoD!So, había esta-
blecido. que el límite entlre el Perú y el Brasil
sería una línea tiJ'ada de la. semi-distancia del
Madera hacia lus nacientes del YayarÍ. Bolivia
cansiderándose pO.'5eedOrll de esos territorios.
convino. con el B¡'usil. en bajar la semi disluncill
del Madera hasta la desembocadura del Beni, en
el punto denomina.do. Villa Bellla, dcsdo el cllal
se trazaría la línea al Yavarí dejündo de ese
modo del ludo del Br¿¡siJ Ulla zona como. de
10,000 leguas cuadradas. El Ministro de R.R.
E.E. del Perú Don J. A. BaI'l'E'Ilechea, pl'olest6
de este ncuerdo ante la cancillería bolivianu for-
mulando las reseryas correSiPonùicntü,.;.
TRATADO PRELIMINAR ,DE LlMITE8~ -
El 20 de Abril de 1.866.se firmó en lo Paz el
tratado preliminar de límites: del Vallc-Cal'ri-
lIo. Se estipuló el nombrllmienlo de Comisiones
demarcadoras. Se mantendrían las fro.nteras qne
estuviesen claramente establecidas. Las pobla-
ciones quedarían siempre de parte de la nación
fi que pertenecían. En los puntos dudo1'¡o.S se re-
curriría a los titulos, fi falta de ·estos a la &qul-

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- :)9 - .

dad ~. en ca~o de desacuerdo al arbitraje. Es-


te trutado no se cumplió.
RECLAMACION ZEV ALLOS V CISNEROS.
- 1-:\1 Oclub¡'c de 1891 el COJl¡"¡I'('~ode Dolida
iH:Gpllj la pI'OI)\\e~la del Ocnl:l'éll Don Jo~é Ma~
IIIwl Palldu. para explorar iil l'L:gil)n c()mlH'cndi-
du cntrc los ¡'ío:-;Tejeque e Inambari sobre lot;
1¡" de latilud snI'. Le cOIlcedió UdelllÚ:i WO le-
guas l;uad¡'adus en esa zonu, Al mismo tiempo
se autorizaba u don Alejundt'o Oporto paré\. con::;-
íruír un camino carretero entre el Madre de
0108 y el Acre ya don Antonio Ql1ijano. repre-
sentante de un sindicato bC'lgH. paru navegar en
pJ Purús y el MlldI'c de Dios r con~II'lIil' un f'e-
cnlre ello:-i. El enca¡'p,'I:1I10 de lwgocios
¡'!'(fGll¡'!'i!
del PCl'Ú en Bolivia Don Enriquc ~e\'1Jllns r Cis-
IICI'OS. }JI'olestó eu Mar'zo de UW:! de eSHS ('once.!'
~ioncs hechas Cil !I;rI'illlriu pe¡'lIaIlO. Sostuvu
Z;cvullos quc el Tequeje y el Madidi, que e~¡fií
lJHís al ~ orle. el'UIl el lí mile llH t i~ïH J en I ¡'n el Al-

to ¿' Bajo Prú r que los actos do rlOllljlliu que


Bolivia p¡',lClicètsc ell esos le!'I'itol'io~ IlU ilml'lI-
gual'Ían los derechos rI el Per'ú. Lil CIlU eill uría
holiviillHl conlc:-itó que las cOllcesionc:; se hH,biun
hecho para practicar los estudios gcog:'àficos
l'Jlle farililfmln el de"Jindr. y (jur. nJ fijArsc l'n
l8ï,~ Lil mill'en de lus nacicnle..; d!'1 YaYéll'í. ha-
hía qUfldado lcl'rnirwdo el liligil) PCI"'I-!Joli\'ianll.
PROTESTA CONTRA EL ESTABLECIMIEN-
TO DE ADUANAS BOLIVIANAS EN TERRITO-
RIO NACIONAL. - 1-:12 de Oclulll'e de ,1HOn l'l
gohicl'l1o de Bolivia dec¡'elÔ ('l pslablceill1il'nto
de una oficina aduancra en lu cOllf'lucncia del

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- 100 -

Manu con el Madre d,e Dios. El COIlgre~o dictó,


poco después, una ijey ordenando la oreación de
&duan•• sobre el Aqulri y el Madre de Dios y lu
organización política y aduanera en la región
del Aquirí y el PurÚs. El cancÏiller peruano, Don
Enrique de la Riva Agüero, demandó la revo-
cación de esas medidas vio1atorias del statu
quo, establecido pOI' el tratado de 1863.
Cûntestó el plenipotenciario boliviano, don
Claudio Pinilla, alegando los títulos oolonlales
de Bolivia a ~ r~lon ••• La Aùdicncill. de
Cbarca.s, co~pl'en'f1í.a .105 território,s de MoJos
y Apolobamba, los que ,según él, se extendían
PQr el norte y el esle hasta los lím.itcs hispano-
portugueses señalados en el tratado de San Il-
defonso o sea hasta el río Madera y la ,línea :\la-
àera- Ya.varí. El dipllomático boliviano funrlaba,
además, el derecho de su país, en las coloniza-
ciones bolivianas, practicadas con la protesta del
Perú.
TRATADOS 08MA-VlLLAZON GE 1902. -
Entre la protesta peruana de 1898 ycl trata-
do de arbitraje de 1902 se realizaron dos ne-
gociaeiones: la POllar-Gomez en la que el Mi-
nistro peruano' Po-Iar llegó a conv~nir 'tlna línea
de modus vivendi, rlesaprobada' por nueslro go-
bierno por ser desfavorable al PerÚ y la pro-
puesta Riva Agüero sobre las bases de una co-
misión mixta de estudios, negociaciones dir'ce-
tas y arbitraje de España en caso de desacuerdo.
El '23 de Setiembre y él 30 de Diciembre de
1902, el ministro peruano Don Felipe de Osma
r el canciller boHviano Don Eleodoro ViHazón

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-HH-

firmaron dos tratados de demarcación yarbltra-


je sobre la cuestión de Hmites. La frontera
perÚ-boliviana se dividi{) en dos zonas: una flu-
vial y otra terrestre. UnacomisiÔn demarcado-
l'a debía fijar lo~ hilo~ de la frontera en la zona
terrestre, comprendida entre los territorios
ocupados por Chile y el lugar en que la frontera
actulll coincide con e'l río Suches. Sobre esta
zona no había casi discusión pues los límites
cran conocidos tradicionalmente. Por el tra-
tado de arbitraje se sometió a la decisiÔn del
Gobil~)'no Argentino, a quien debían pertenecer
los tel'ritoriosde la zona fluvial, de conformi-
dad con las disposiciones y tltulos emanados
dr.J I,oder español vigentes en 1810.
EL LAUDO ARGENTINO. - Conforme al
tI'atado dl' arbitraje, ambas partes solicitaron
pl fallo de la )'e-pÚblicll Argcntinll. El Alegato
de.l Perú fué redactado por el Dr. \ïctor M.
Maurtull.. El 9 de Julio cie 1909, ell presi(lente
Figueroa Alcorta, expidió el laudo arbitral en el
que considerando que los títulos coloniales, pre-
sentados por ambas partes, no eran suficiente-
mente claros, resolvió fijar, con un criterio de
equidad llna línea de frontera entre Ilos dos
países. La Iinea í'ijada fué la 'siguiente: Partien-
do del lugar en que la actual linea de frontera
coincide con el río Suches, la línea. rie demar-
cación territorial entre 'rumbos países, cruzarr\
el lago del mismo nombre hasta el cerro de Po.-
lomani Grande, de donde seguirá a la laguna de
Ya.gua~ Y'agua y por el río de este nombre llega-
rá al río San Juan del Oro o Tambopa.ta; con-

BAt'\CO DE L
818L10T6CA lUIS A REPUBLlC,.,
-ANGEl "RANGO
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- 102 -

tinuará por la corriente de este rió, aguas abajo,


hasta encontrar la desembocadura del rio Lanza.
De este punto la l,inea irá a encontrar la cabe-
cera occidental del río Ahuyama o Heath y se-
guirá por éste rfo, aguas abajo, hasta sn desem-
bocadura en el Madre de Dios. Por el lhalweg
del río Madre de Dios bajará la fronlera basta
)a boca del Toromonas; desde la confluencia
del Toromonas se trazará nna recta que vaya
a encontrar el punto de intersección del río
'l'ahuamanú con ia longitud de 69 grados oeste
de Greenwich y siguiendo ese meridiano llllínell
divisoriR se prolongará hacia el :'\orto hasta
encontrar el deslinde de la soberanía territorial
de otra nación que no sea ,parte en el trlltado de
arbitraje de 1902.
Los territorios situados al Oriente y al Sur
de la línea de demarcación que queda señalada,
corresponden a Bolivia y los situados al Occi-
denle y al Norte de la misma, al Perú.
La publicación de ,la sentencia arbitral dió
lugar en Bolivia, a manifestaciones en contra de
la República Argentina y del PerÜ. Al mismo
. tiempo la cancillería boliviana dispuesta a no
aoeptar el fallo, presentó observaciones fillárbi-
tro alegando que éste no había resuelto la cues-
tión conforme a los principios de derecho con-
venidos sino conforme a la equidad. La Repú-
blica Argentina rompió entonces sus relaciones
con Bolivia.
TRATADO DEFINITIVO DE LIMITES SO-
BRE LA REGION FLUVIAL. - El Perú dispues-
to a cumplir el .laudo, y deseoso por otra parte

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- 103 -

de terminar su diferencio de limites con Bolivia,


com'ino en firmar un tratado de ejecuciÓn del
fallo. en el que se estipularon algnnos canjes
en los territorios adjudicados pOI' pl Ar'bitro a
amhll." parles. La Hnea acol'dada en el tratado
Polo-Bustamante de 17 de Setiembre de 19üfl
fUl" III siguiente: La línea de fl'ontera partirá
del río Suehes, eruzarÚ el lago del mismo nom-
bre r ~,e Jirigirá por' los cerros Palomani, Tran-
('h. Palomani KllIlCll, pico cie Palomani y cOl'di-
11('1'11 (lp Yagua-Yagua. De allí se dirigirá por
l:I r.ol'dillcra de Hujl'a. de Lurini y de !ehocorpll,
siguiendo la línea de divisiÓn de las aguas entre
lus l'ÍllS Lanza y 'I'llmbopata hasta los t·p de
latitud Sud. ~. de aHí avanzar¡\' hasta encontrar
('Il el mismo paralelo el río Lanza y continua-
rlÍ por estrl río hasta su confluencia con el Tnm-
bOP3t/l, Dc Il,lli la frontera irá Il encontrar la
cllbeeel'll occidental del río Heath y seguirá por
esl p hasta el l\'1adre de Dios. De la boca del
Heath ;;c traza.rá una línea gcodésica que vaya
nI occidente de la Barraca. Illampu sobre el río
Mllnurirw, y dejando c~ta. propiedad del lado de
BOili\'ia, 11l11nea de frontera. se dirigirá a la con-
fluencia del arroyo Yaverijá con el rio Acre.
LA DEMAROACION ,DE LA ,ZONA POBLADA.
- Después de lu expedición del laudo argenti-
no y del tratado Polo-Busta.rnante, qucdó pen-
diente Ja demarcación de la zona poblada que
se habÍll convenido en demarcar, siguiendo los
limites tradlclona1es, por el tratado de 23 se-
tiembre de 1902.

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- 104 -

~~ 1925, por un protocolo firmado en laPu,


se convino en llevar a cabo la demarcación
pendiente, a partir del arroyo Pachasile en que
termina la línea del laudo argentino, siguiendo
poP el límite meridional de la provincia de
Huancané, atravesando ei lago Titicaca, el sur
de la provincia peruana de Chucuito y el este de
Tarata y Tacna.
La Comisión Demarcadol'a Perú-boliviana ha
delimitado ya la ,parte relativa a HuancanÓ; En
la parte del lago se ofreció un punto difícil. La
península de Copaeabana, está unida al lado
peruano del lago '('Hicaca, pero, en el interior
de ella, se encuentran confundidas tierras o es-
tancias pertenecientes a comunidades de indios
peruanos y bolivianos. Esta confusión de terri-
torios y el hecho de que para llegar a algunos
lugares peruanos hay que pasar· por territorio
boliviano y vice ver:sa, producen continuos cho-
qués entre los indios ùe la regi6n, conflictos
entre las respectivas auloridades y fuertes con-
trabandos. Esta confusión secular tia linderos
acaba de resolverse por la Comisión Demarca-
dora que preside el capitán de Fragata Don
Federico Diaz Dulanto, pactiuido una línea que
divide dicha península en forma que desapare-
cen dichas soluelon•• oonUnuldaden el te-
rritorio peruano. Demarcada anteriormente la
provincia de Huancané sólo resta por deslindar
el sur de la provincia de Chucuito y el este de
Tarata y Tacna, labor en que se ha·1Iaempeñada
la misma Comisión,

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- 105

RESUMEN

El Perú y Bolivia discutieron principalmente sus lí·


mites. en la región oriental del Madre de Dios y el Madera.
El Perú pretendía que Bolivia, según los títulos de la Au-
diencia de Charcas, a la que había heredado, no tenía dere-
cho sino hasta los ríos Tequeje y Madiùi, o sea aproxima-
damente hasta los 12° de latitud sur y en cambio Bolivia
aspiraba hasta la línea Madera-Yavarí del tratado de San
Ildefonoo situada a los 7° de latitud sur.
En el proceso de las negociaciones pueden señalarse
varias etapas. La P seria la de la constitución de Bolivia,
con territorios segregados en parte del Perú y los intentos
heehos por los fundadores de Bolivia para rectificar la
mala conformación geográfica de esta. A esa etapa perte-
necería el tratado de Chuquisaca. La 2' etapa, más que de
ventilación de cuestiones de límite~, es de 'rivalidml militar
y política entre el Perú y Bolivía y de }J"oJJectos dc C011-
federación bajo el prodominio de uno u otro país. Respecto
de los límites se conviene en .la aceptación de 1011 cOlt.ig1{Q¡¡
límites coloniales y en la adaptación de límites nuturulcl!
o arcifinios. El tratado de 1863 cit'rra ese período, estable-
ciende- el xtatn quo o sea 01 respeto a los límites existentt's
La 4' etapa está marcada por la i1ltervención del BrI!-~il
en el litigio pprÚ-boliviano, con el tI'atado Mwñoz-Nefo y
la rectificación de la línea M adera- Y Ci vm'Í. La 5'! etapa
e~ de colonización de las regiones discutidas. Brasil, Perú
y Bolivia, alucinados por el auge del caucho, inician una
activa campaña colonizadora, que da origen a choques y
desavenencias entre estos países. La 6~ y tdtima etapa e~
la del arbitraje. Sometida la disputa al Presidente de la
República Argentina, este dicta un laudo equitativo, que
rectificado por las partes, en el tl'atlldo Polo-BlIstanwlItl',
finaliza el litigio.

Consúltese: VICTOR M. MAURTUA. - Exposi-


ción de la República del Perú, presentada al Gobíerno Ar-
gentino en el juicio de límites con la República de Bolivia.
(Expo.,iciôn 2 tomos, Documentos, 12 tomos).
VICTOR M. MAURTUA. - Juicio de límites perua-
no-boliviano. - Resúmen de las alegaciones del Perú. -
Boletín de RR. EE. Núm. XXVII.
VICTOR A. BELAUNDE. - La cuestión de límites
peruano-boliviana ante el Arbitro argentino. - Bolet!n
de RR. EE. núm. XXV.

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106

EMILIO CASTELAR y COBIAN. .:...-Nuestros Jími.
tes con la República de Bolivia. - Lima, 1902.
JOSE CASIMIRO ULLOA. - Linderos entre el Perú
y Bolivia. - Lima, 1889.
MARIANO FELIPE PAZ SOLDAN. - Vel'dader09
limites entre el Perú y Bolivia. - Lima, 1878.
CAVALCANTI Y AVELLANEDA. -' Ob. cit.
M. 'G. SANCHEZ SORONDO. - Opinión jurldica
sobre la cuestión de -límites entre el Perú y Bolivia. -
Buenos Aires 1908.
El litigio perÚ-boliviano y el fallo Arbitral. - Bue-
nos Aires 1909.
J AVIER PRADO UGARTECHE. - El fallo arbi-
tral del Gobierno argentino en el juicio de límites perú-
boliviano y la actitud de Bolivia. - Lima, 1909.
OSCAR F. ARRUS. - El ·laudo argentino y el tratado
(\(' Petropolis de 1903. - Lima, 1909.
LIBRO AZUL. - (Edicion oficial argentina) Bue.
nos Aires, 1909. Véase también:
ELEODORO VILLAZON. -- Alegato de parte de
Bolivia en el juicio arbitral de fronteras con la Repúblicll
del Perú. - Bueno9 Aires, 1906, ;3 tomos. ,
BAUTIST A SAAVEDRA. -- Defensa de los dere-
chos de Bolivia ante el Gobierno Ar~entino. - Buenos
Aires, 1906, 2 tomos.
El litigio perú-boliviano, - La Paz, 1903.

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- 107 -

NEGOCIACIONES CON e HILE

ANTECEDENTES DEL CONFLICTO. - El


P(,l'l'¡ no era hastn I R7n paí~ limíll'o{'(, eun ChilI'.
La Audiencia d(' Lima limilnba ~rgÚIl la c¡\dula
dl' su erección (ci Inda en III ptl¡.!. 18) con nI
l'cino de Chile. pCI'O cuando riC cOIlstitupJ Boli-
via Pl general ~lICI·r. sc ftl'0¡[crr', cie \Ina pal'ln d('1
litoral dc::;icrto d(' Atacama, pal'a ¡[aI'l" ('I)sla ~.
pucdo fi Uolivill, Ese lilOl'al
pn pl flllC llolivin
í'stableci() los 1¡¡lrI'los ~Irjillnflp,.; r
dr ColJijn.
:\nlofagasta, apal'taha nI PprÚ dE' Chilr y dI' lodu
posible conflielo de límites eOIl Ól. EIlímilp IllC-
j'idional dpJ PCI'Ú ('on llolivia. èra d río Lila. Cil
pl qlW lel'minaba c,1 oepnrlamenlll !H'I'UllIHI dl'
'I'arnplwá. ERlos hechos se cncuenlrlln IJI'oba-
dos pOI' documenlos hislÚri('os indiseutihle'3,
que se l'XamiUUll CIl~Cgllidfl.

EL LIMITE NORTE DE CHILE SEGUN EL


UT' POSSIDETIS COLONIAL. - REAL ORDEN
DE 1? DE OCTUBRE .DE 1803 FIJAftDO EN EL
PAPOSO LAS EXTREMIDADES DE LOS GO-
BIERNOS DEL PERU, CHILE y BUENOS AI-
RES. - El1ímite inmemoria,1 cntre pl \ïrreina-
lo del Perú y la Gobernación de Chile. rué seíia-
lado en '1548 por III GaseR en lo!'!2Î" n la altura
de Copiapó.

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- 108 -

Una rea'l orden, expedida el 1'? de Octubre de


1803, estableció "que en el río Paposo (situado
Il los 25°) concurren las extremidades de los
tres gobiernos (PerÜ, Chile y Buenos Aires) y
que el expresado puerto del Paposo, sus costas,
y territorios se agreguen al Virreinato de Lima",

MEMORIA DE AlBA8CAL DE 1816 8EitA-


LANDa EL GRAGO 25 COMO TERMINO TE-
RRITORIAL DEL VIRREINATO. - En su me-
moria de 1816, ellVirrey Abaseal, dió cuenta de.
haberse cumplido la orden real, en esta. forma:
"El Virreynato del Perú, después de las 1Íltimas
desmembraciones y agregaeiones, tiene por lí-
mite, a,l Norte, la provincia de Guayaquil; el
desif'rto de Atacama, al Sur ..... comprendiendo
en Lodo 811 terl'itol'io desde los 32 minutos al
norte de lu equinocciaI. lw,.,tn los 26° 10' de la-
titud meridional".
APUCACION DE LA REGLA OEL UTI po-
8I1DETI8 . ..:-. PARTID08 QUE COMPRENDIA
EN 1810 LA INTENDENCIA DE AREQUIPA.-
SegÜn el Almanaqne Peruano de D, Gregorio
Paredes, para el año 1811, la Intendencia de
AI'equipa comprendía los partidos de; Arequipa,
Arica, CayIloma, Condesuyo8, Moquegua, Ca-
manú y Tarapacá.
Según el derecho internacional americano
que ha. aceptado e] Uti P088Ídetis de 1810, el
límite entre el Perú r Chile estaba al Sur del
desierto de Atacama, en el Paposo, hasta donde
se extendia la intendencia de Arequipa.

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- 109 -

INDEPENDENCIA DE BOLIVIA, Y FIJACION


DEL RIO LOA COMO LIMITE CON EL PERU y
DEL PAPOSO CON CHILE. - .\1 constituirse
Ho1ida en HepÚblil:a independiente ~epaJ'Úndo~e
del PerÚ, è! ~elleJ'1l1 ::-iller'v cO!bideJ'Ú la necesi-
dad de UHrle un puerto pal'll lo que tom") pose-
:;ilÍn del litoral. desde Ali\l:alllll Iwstu Tocopilla
~' IIllís till'de hu:,til el LUi\, En 1H:!G. el Lihel'laùor
Bo!ívU!', eonl'irlll''¡ aquella IlpropiaeilÍn Hutori-
ztl.ndo la habilitaeión pl.ll'il Holi\'ia. del puerto de
Uohija al que se dió el nombre LIe La :'vtar,

LIMITE NORTE DE CHILiE SEGUN SUS


PROPIAS CONSTITUCIONES. - Constiluído
en repÚblica indepclllliente, r alites de nlenta!'
SllS plancs de expansir'm. Chile reconoci.'> la so-
beranía de Bolivia en esos· territorios. }<~slo se
llalla COfi1.\)['o}¡ut!o PU!' el textn mismo de SllS
COllsiitucioncs. Ln fIe J H2:!. dijo: ';EI lerrito-
rio de Chilc l'l'connec pOI' límites nnlurales ill

SUI' cI cabo de Hurnos: al ~orle el despoblado de


Atacama". Iclélltica disposieiÚn cOllsignaroJl lus
de 1.1323, 1828 Y 18:.~~, La de 183~3 decía aún:
"El territorio de Chile se extiende dc:-;de el de-
sierto de Atacama ha::;ta el cabo de Hornos".
Ha~iA éstA. época no hllbo pues lá·mlÍs Tleljueña
disctl~,irín de límít.cs entre Chile r Bolivia.

DESCUBRIMIENTO DE DEPOSITOS OUA-


NEROS EN PUNTA ANGAMOS. ~ l<:1l '18}O sc
descubl'iel'on depósitos de guano en la punta
de Angamo,;, al nort.e de ;Vlcjilloncs, cn el lito·
rul holiviano. "Se atrí1ltlp') un valoJ' de se~cnta
millones de pesos oro ul yacimiento l'nconlr'llclo,

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- 110 -

fi una legua de la costa". Bolivia tomó posesión


tic aql1cHas guaneras y las adjudicó a particu-
lu,('c:s.
Comenzaron enlonces las rapacidades chi-
lenus. Buques y exploradores de esa nacionali-
dad se dedicaron Ii extraer clandestinamente
guuno del litoral. Holivia pI'olestó. obteniendo
, repal'éiciones las primeras Yeces. Per'o las incur-
siones de los conlrabandlsUls chilenos, siguie-
ron, hasta que Bolivia hizo apresar en Cobija
il algunos de eS08 inyasores. Entonces Chile en-
vió un buque, cu~"a tripulación los puso en li-
bertad, y ordenó construir en Mejíllones un for-
tín en el que enarboló la bandera chilena. Así
ü}lareció Ohile en Atacama al Norte del Paposc.
(Maurtua, pág. 17).
LEY CHILENA DECLARANDO DE PR~IE-
DAD NACIONAL LOS GUANOS SITUADOS AL
8URDEL PARALELO 23. - Fil descubrimiento
de las guanet'as holi\'ianas despertÓ de laI modo
la codicia chilena)" Sll deseo <le proporcionarse
fuentes de íngresb fiscal. pa l'a Sll escasísíma
hacienda, que 1m 18·i2 envió una. comisión ex.•
ploradora p~l'a 9(,)illp)'obar. si exi~Lí¡¡ guanu en su
lit.oral del :\orte.
La ComisiÔn infol'mó que exislín huano Cil
pequeñu cantidad eut!'e los 2~)033' y 23"6' de
ln tHuc! sur. ¡'~sto dió lugar a Ulla ,ley, fl¡'omulp;u-
da el al de O~tuhre de 1842, por la que se c!ecla-
l'à de propiedad nacional las guaneras existentes
CIl la costa de Coquimbo, en ,el litoral de Ataca-
ma y en las islas adyacentes. Bolivia protestÚ
inúUlmente contra esta expaw:lÏón chilena que

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- 111 --

estalw CIl de~aCUCI'du eUH ;;U~ propias con~títu-


cione~, las que, ('Omo homos vj,do. seííalabau ('1
gt'ado :!5 como límík nu1'le de Chill'.
CONDESCENDENCIAS DE MELGAREJO. -
EL TRATADO DE 10 DE AGOSTO DE 1866.-
La rc~i:,>[(oncia bolîYiunü a e"ta Ill'illlet'il I\SI11'pa-
eitÍn chilena l'Il lu l:pO(;a que t-\"olwl'-
/'11(:'\l'llcida

naba Bolivia el ti!'illlO ~lelgïll'l'j\l. Chile halag¡')


Cr otite Presidente. COli todtl elü-;c de Jll'omcsas,
inclm;a lu ciel Jituenl peruano al n(Jrll~ del Lou y
lo hizo general de sus cj('~rcilo;:;,
:\lelgarejo firmó con Chile el tratado rie 186li.
Se conviuo que el límite entrc IlI~lho;:; países sc-
ría el' grado 24. ,\d(~ll\iís de e:-:ita e:dcn¡.;ión de
Sil dOl1linin, r:hilcoldll\"l\ 1I11il ellÍ\lslIla pOl'lu que
se cslableda ttn¡¡ comunidad de territorios ClI-
Ir'c Chile y H(~liviil. s\~ Plll'liriUIl pOI' millJd el
pl'OdllClo de la cxplotucit'ln del gllanu ¡,\:ï,;f¡o/l!e
l'Il ~lejil+ollcs y el d(' los depÓsitos qlle !-iCOCS(;\I-
brie~en entre los grados 23 y 25. Sl'ríllll Iii lJlhi¡"1l
divisibles lo~ del'l~('¡IO" dl' l~x)lol'la('i()lI de 1(/,;
JlliJlcra]e~ que se cX[J'ajc¡'(l1l dI' ('so .•.•1l1i"IlHh 1('-
¡'t'ilol'io,;. Chi,le inil'rnmdl'Íll pHl',1 esta arllllini,,-
traCÎ(ín ('Il la ildu8118 \)()liviilllll de .\kjillolH's ~.
ell la determinación de los derechos rie exporte-
ci<'ln (le ¡:{lJano y dl~ lo" mill\'rnlf'~. En (:HS(l dr
'
f)tH' Ullil de jus llileiones qllÍsil~I'¡1 \ï'lld\~!' I'SIlS

tCI'!'dm'jps, pl ('PInpr',,,lo!' IIfl pod!'i¡¡ H'l' sino III


\ otl'lI parte cPlltrlltnnlp.

EL TRATADO DE 1874. - I H7 í- se l'il'ln¡')


~~Il

lln TllIC\'O l¡'atado de npl'Clllio


('Il IIIomenlu PIlI';1
Chile. Se fijÓ cumo límite ùdillíli\'o cllilcllo-
boli\'iallu et paralelo 24 y se cUII\'illu en poner

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- 112 .-

término a la comunidad de territol'ios y a la


inten"ención de los funcionarios chilenos en la8
uduanas bolivianas. Bolivia en cambio se com-
prometió a no aumentar 108 Impuestos existen-
tes ~obre el capital }"la industria chilenos. Se
aceptó, por último, como medio de resolución
de los conflictos, el arbitraje.
EL TRATA'DO DE ALIANZA DEFENSIVA
PERU-BOLlVIANA. - Lag invasiones de Chile
en el litoral boli\'iano, los armamentos que éste
ad'quiríli, Ii pesar de su estrecha situación fiscal,
despertaron las alaI'mas de dos pueblos vecinos,
especialmente. de la Argentina, Bolivia r el
Perú.
El Gobierno de Bolivia se dirigiÓ al Gobierno
del Perú, en 1872, solicitando su alianza en
nombre ùe los intereses del Perú, 'ligados ínti-
mamente con la independencia e integridad de
Bolivia.
1<:1PerÚ fil'mó,. clltonce::;, el tI'alado de alianza
de 1l373. Bolivia r el PerÚ se unían para garan-
tizarse mutuamente. sU Independencia, sobera-
nfa e integridad y defenderse de toda agresión
exterior. En caso de cualquier ataque a esos dc-
rpchos se p1'odueit.ia. el ea.sU8 jrz,ederÏ$ el'itre las
cfo~nnciones. En todo caso y para cyilar la gue-
rra debían emplearse los medios conciliatorios,
principalmente el arbitraje. rral l'né el carácter
defensivo y pacifista del pacto del 73.
LA COMPARIA DE SALITRE Y FERROCA-
RRIL DE ANTOFAGASTA. - A la vez que el
tratado del 66, Melgarejo había hecho una con-
cesión de terrenos en el desierto de Atacama,

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a l1ll0~ ciudadanos chilcnos COll el pl'i,-irlcgio ùe
cxplo laI' r exportaI' el sn Ii!t'c.
Caídu ~lclgarejo, el gohicJ'I\ll de Jj()livilt anu-
ló l'SU concesión ilegal. La CUllIP;¡ÍlíIJ ,'cclumÓ r
J:uliYia üceplÚ entonces 1111;1 transacción pa¡'-
liculal' COll c.Jla, pOI' la que la Compañía se nbli-
¡':-üba Il da,' al gobicl'llo boliviano, a cambio del
reconocimiento y exte/lsiÓn de la concesiÓll, un
10r¡~en lus utilidades de lu explotaciÓn.

El IMPUESTO DE EXPORTAOION Al NI-


TRATO. - Al aprobar ci convenio anterior el
Congreso de Holi\'ia con5ideró conveniente 8US-
tituir el 1O~k con lltlU participación de 10 cen-
tavos pUl' cada qui/llUlJ de salilrc que :oie expo1'-
tRI'U. El ¡..;ubicl'llo de Chile reclamÓ de esta me-
dida, como violaLoria del tI'alado del i·¡' que
p¡'ohihía el alza de los impuestos ü las industrias
chilenas. Decla I'Ó, ¡u] Cllui:oi, q lie si Ho Ii Yin. ~1O
I'pclincaba Sll actitud cO!lsiderat'Î1lI'olos 1m; lt'u-
tadus de .límites q\le le ligaban a ella. Bolivia
ofreció no ejeculal' la ley dí~ lu::; 10 centavo"
con tal de que Chile retirara Sil ol'cll"inl eOlllll-
nicación. Habiéndose negado Chile a hacerla,
el GollÎ~l'uolJOlivjano anuló la transacción Gon
la' Compañía. Chile, entonoes, envió un ultima-
tmn fi. BoI¡"in y. sin c:;peI'HI' su ¡'csplle:;lil, OJ'tlc-
mí la ocupación del litoral holiviallo.

OCUPACION DE lOS PUERTOS BOLlVIA-


NaSE INICIACION DE LAS OPERACIONES
HOSTilES. - El H· rie Febr'cl'o <Ill t Si!l. Chile
oellplÍ cI puerto holivianu de Antofagasta con
un dpslucamcnll) de 500{) hombrc,,; y el a"ienlu

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- 114 -

minero de Caracoles. Bolivia declaró entonces


1ft guerra (1 ~ do Marto ) a Chille. Las insuficien-
tes fuerzas ùe Bolivia, fueron después desalo-
jadas de Calama en el río Loa, junto a la fron-
tera peruana, consumándose así la pérdida del
1itoral boliviàno.
MEDIACIONDEL PERU. - El Perú había
ofrecido desde el comienzo de la discusión Sil
intervención amistosa. ¡\JI tcner noticia de la
inyusión Y de la agres~ón a Bolivia, su condiciÜn
ç)p aHadol¡l eflt9-: Y. S'u d.eseo de IJll;\ntener la P8;z,
le obligaron aintervenir. Envió entonces a ~an-
Hago como plenipotenciario ad hoc a don José
Antonio de Lavalle.
Lavalle pro,puso al Gobierno Chileno, el que
alegaba ~'a no la suspensión de los impuestos,
síno la propiedad del territorio, la desocupación
)' neutralización del litoral boli\'iano mienlras
un árbitro resol\'iera sobre el dominio de él. El
gobierno chileno desatendió eslas propuestas
para preguntar al plenipotenciario peruano
cual era el carácter del tratado entre el Perú ~'
Bolivia de 1873. Lavalle desconocía el tratado
que bp:~ta.entpnc~s Pt3rJpane.ci8,s~crctpuY. c..UYlt
índole' era. úni.camente· qefe:p~h'a. , .Al· mislno
tiempo, se exigía en Lima la declaraloda de
la neutr~lIdad del Per'ú.
El gobierno peruano, considerando que no
había llegado aÚn el casus ¡œdens enlre el PerÚ
y Bolivia, insistió en la mediación. LavalIe pro~
puso entonces: la suspensión de hostilidades
entre Chile y Bolivia, Cil retiro de las fuerzas
chilenas, la suspensión de lus medidas belicosas

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- 115 -

adoptada,; en Bolivia y la l'eunifÍlI de una confe-


rencia de plenipotenciarios en Lima para arre-
¡.¡;l¡¡¡'definitivamente la cllcstil'm Pero todo le
l'uÚ I'cchazado, porquc Chile había decidido dc-
clut'a!' .Ia gllCJ'rl-l al PerÚ.
DEOLARATORIA DE GUERRA AL PERU. -
";1 l' oe Ahril de 1Rif) el gobierno <il' Chile so-
licit(" uutoJ'ií';él.ción al Congreso (lHrll declarar la
guerra al Perú. Se proclnjc¡'on entonee~ en San-
tia¡..\'fI de Chile, violentas manifestaciones en
euntm del Perú ~. HU misión diplomática. è:l S
de Abril OhHe declaró 'la guerra al 'PerÚy Bo-
livia.
VALOR DE LAS RIQU.EZAS DE ATACAMA
Y TARAPACA. - gt;IÚ prouado que el móvil
que decidió él Chille j'ué el deseo de apoderarse

de las riquezas que cncerraban el ocsicr'to de


Atacama r el departamento de Tu!'apacÜ. GUll
la anexión de c~tas pl'o\'incias extclIdi/¡ SIIS te-
rl'Ïtor'ios hasta cI grado 19. Bolivia ruó de,;-
mendll'ada de los puertos d(~ Tocopilla, Anlfll'u-
gusta, Cobija y Mejilloncs ~. de un territorir) de
J 53,ÜUO km" con 35,000 habitantes. El \'Idor d r~
las pu~csíûnc:; del Toco únicamcnte, era de
i OG'OOn,oon rie libras esterlinas. El territorio
del PerÚ eomn el cie Bolivia era adf'mfÍ~ rico en
Plal~, O¡'O, CObl'C, bol'ax, azufre, slll. ct(~.
El dcpa¡'tamcnto de Tarapacá eOl1lprendia
un ¡"¡I'Cit de tW.OûO km". La mayoría de los ca~
pil¡v)í'i;.r pobladorcs en (:1, ct'unperUHllo:-;
(17,01:3 peruanos, !).(W-i chilenos). El valot'
¡)p las fH'ovincias de TllrUpH(:/í con sus ferroca-
rri1c~ tnllelles, caminus r edificios se ha est!-

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- 116 --

. mado en f 50 millones de pesos. Esta suma,


agregada a los ingresos fiscales obtenidos por
Ohile en los derechos de exportación percibidos
sobre el yodo y el salitre de que se apoderó" el
importe de los derechos cobrados en las adua-
nas y los cupos impuestos durante la guerra,
elevan el monto de la Indemnización cobrada
por Ohile a la cantiùaù de 2.350 millones de
pesos la qne sumada a. la de 650'000.000 que
representa. la indemnización boliviana da un to-
tal de 3.000 millones de pesos. El costo de la
guerra, está probado por documentos chilenos,
que no fué mayor de 17 millones de pesos. La
cuarta parte de In rcnta fiscal, de un solo año.
del departamenlo de Tarapacá bastaba para pa-
gar los gasto~ de la guel'Ta. La indemnización
cobrada pOI' Chile es pues, la mÍli' exorbitante
y desproporcionada que conoce la historia.
HISTORIA DE LA SITUACION FISCAL DE
CHILE ANTE BELLUM. - Sobre la situaciÓn
fiscal de Chile an les elc la guel'ra hay doculUcn-
los rcveladores. l~n 1873 el presupuesto de Chi-
le arrojaba un fuerte déficit. Los ftltslos a~cen-
dían Il 21 millones y las entradas SIJIll aleall7.ü-
bal). il H, mil:loiies.lIab:la, pues, lin dMicH de'Î
millones. Adcmás,ái1Ïlé se cncorítl'llba adeHda-
do por fuertes empréstitos y había teniclo que
recurrir al papel moneda. La renta de Chile qlle
Qntes de la guerra cra de 14 millones subió en
1881 a 72 millane,;.
LAS NEGOCIACIONES DE PAZ y EL TRA-
TADO. - Terminada la campaña de 1'n.cl1u, cn
que se consumó la derrola del PerÚ, el Gobier-

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- 117 -

no de 108 E.E. U.l!. propuso su mediación a los


beligerante~ (Octubre de 1R80). ACl1plaùa ésta,
SP ¡'cUnieroIl los represen1unLcs de Chile, Pel'ú
y Bolivia y los ministros amerieur,os acredita-
dos ante la.s Ires repÚblicas, en Arica, a llopdo
de la corbeta la ·'Lncka\vanna·'. Lns condiciones
de plU presentada!:! pOI' Chile en esa conferencia
l'ueron: cesión de todo el litoral boliviano y del
depaI'UuneIlto pel'uuno de Tarapacá, pago de
20 millones de Indemnlzaolón, restilución a los
(~hílenos d(~ los biene;; que les fueron arrebata-
dos, d:'\'olución del tr'nnsporte "Uímac", aIlula-
('iÓn <lrl Iralado de 1873, retención de los te-
I'l'i IOI'jn:; de Tacna, Arica y Moquegua hasta el
cmmplimienlo rie eslas obligaciones, y compro-
miso dn no fOI'lificar Arica.
Los repl'eSf'nlllnles peruanos ~' bolivianos se
negurollll aceplur estas propuestas, f'llnclÚnclose
l'n ql\1~ el derecho de conquista no exlstia en
América l' en que era incompatible con laf> ins-
tituciones republicanas. Lus conferencius 1'ra-
CllSllrnu n la tercera reuniÓn y la guerra conti-
nuó. LOR chilenos prepa.ra.ron entonces la cam-
paña sobro Lima.
En 18.81, ocupada la capital y dcshechoR los
rjércifos peruanos, los chilenos intenlaron ha-
cer 1ft paz con el gobierno pro\'isorio de Garcia
Ca:lderón a quien reconoció el gohierno de los
E.E. L. U. El presidente de esta repÜblica Gar-
field r el Secrcturio de Estado Blalne, declara-
ron entonces que los LE. U.U. no permltlrlan
la usurpación de territorios que Chile exigía y
que significaba lA. introducción del derecho de

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- 118 --
conquista en América. García Calderón, inter-
pretando la,opinión del pais y del Congreso, re-
chazó todo proyecto de paz que tuviera por base
la cesión de territorio por lo que fué depuesto r
remitido prisionero a Chile.
Un año má~ tarde, consumada la ocupación
y sometido el Perú fi todos los ultrajes del in-
VRsor, Iglesias proclamó la necesidad de firmar
la paz. La administración chilena decidió reco-
nocer a Iglesias. Al amparo de las armas chile-
nas, Iglesias logró ocupar Trujillo y Lima y el
20 de Octubre de 1883, sus plenipotenciarios,
don José Antonio de Lavalle y don Mariano Cas-
tro Zaldívar, firmaron ¡la paz en el pnehlo de
Ancón.
Por el tratado de Ancón se cedió a Chile de-
finitivamente el deparlamento de Tarapacá,
desde el rioLaa hasta la quebrada y río de Ca-
marones, y se le entregó por diez afios las pro-
vincias de Tacna y Arica, a la expiración de 108
cuales debía l'ealizarse un plebiscito que deci-
diera su nacionalidad. mI ¡país flue resultara
vencedor pagaría al otro la cantidad de diez mi-
lIon~s de pesos. Un protocolo especial determi-
naría las condiciones del plebiscito.
Las salitreras y gllaneras de Tarapacá pasa-
ron a poder de Chile. Este reconoció a fa.Yor cle
los acreedores del Perú la mitad del precio de
un millón de toneladas de guano y ratificó la
obligación de pllgar los llamados certificados
salitreros.

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- 119 -

LI\S NEGOCIACIONESrARA EL rLEBI5CITO

LA PRIMERA GESTION PERUANA. - El


plebiscito seglin (\1 tratado de Anclln, debió rea-
líZarHp. al cnmplirse los diez años de la ratifica-
fliún de aquel pacto o sen. el aÎLO 1894. Pero las
condiciones del plebiscito (quienes serían los
votantes, l'ornlll del voto, constitución de las lUI-
t Ol'idCtdes plebisci larias) debían estipulal'se en
un protocolo especial.
En 1892. dos aÎlOs nnles de cumplirse el pla-
zo, el minislro peruano Larrabure, proponía a
Chile la celebración del protocolo, para la rea-
lizaciÚu del plebiscito o ¡la devolución al Perú
de 'faena y Arica, n. cambio de ventajas comer-
ciales amplias par'a Chile o del pago del rescate
do diez ruílloIle:,;. Chile evadió ambuH pro-
puestas.
Por esos mismos días sin embargo, Chile ùe-
moslrÓ ~us intenciones de retener las pr'oYincias
de Tacna y Arica, sin ,la realización del plebis-
cito pnctadn, mediante compensaciones en di-
nero. Chile, ofreció aumentar la suma del res-
cnte de Tacna r Arica a 14 millones. En el pro-
tocolo Bacourt-Erráurlz, celebrado enlre Fran-
cia y Chile, este país ofreció a Francin. pagar fi
los acreedores franceses del Perú los diez millo-
nes de Bolcs del lralado de Ancón, y culttro mi-
llones más y quedarse definitivamente con las
provincias. Esla rué la más patente demostrll-
ción de que Chile no cumpliría lRs estipulacio-
nes del lratado de Ancón.

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- 120 -

LA OUESTION DE TARATA. - En la ejecu-


ción del tratado de Ancón, en lo que respecta a
la ocupación territorial, Chile se había excedido
también, abarcando la proyinciaperuana de
Tarata, que noestabn comprendida eh el tra-
tado el que sO'lo se refirió a 'Tacna y Arica. Chi-
• Je se fundó para mantener esta ocupación en In
llamada "cuestión de los afluentes" del río
Sama.
El tratado de Ancón había señalado como lí-
mile norte del territorio de Tacna y Arica, que
CI:liledebía ocupar por diez años, "el rio Sama
desde su nacimiento en las cordilleras limítro-
fes, c;on Bolivia hasta su desembocadura en el
mar". El río Sama ge forma por varios afInen-
t8$, de los que el más caudaloso es el río Esta-
que, afluente meridional. Chile sostuvo que el
Sama continuaba por el río Chaspaya afluente el
más setentrional del Sama, con la cual abarcaba.
treR distritos peruanos deJa provincia de 'fara-
ta y la propia ciudad de Tarata c8!pital de la
provincia .
. El asunto era fácil de 8Q1lucionar', atendiendo
al es'pírltu y letra del tratado y recurriendo a
una inspección geográOca científica. El de,par-
tamento peruano, de Tacna se componía en·
1883 de tres pr.ovincias: Tacna, Arica y Tarata.
El tratado de Ancón sólo se había referido Li la"
dos primeras. Tal'ata, en consecuencia, debía
seguir formando parte del Perú. Si la interpre ..
tación eraduù08a, debla. en todo .caso resolverse
a favor del Perú, que eJ:'a (!Il pais que hacía la
cesión. Pero además el. problema podía re801-

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- 121 -

Yerse por un peritaje o arbitraje científico. El


PerÚ propuso que se nombrara una comisión
que determinasc cual era el río formador de]
Sl1ma. Esto era fá~íl de decidir, midi('IIdo pl \"0-

lumen dc la:; aguas I:l J'in de sllbol' rllal l'in cra


e' mlÍs caudaloso, ---- l~stjquc II Chaspaya - y
C\11l1 ,;f'g\1Ía la dirección del río Pl'illcipal. Chi-
Je sc llegó a ha~c[' c;.;{as ('omprobaciones, Inllll-
teniendo illdcbirlamclllc su oCllpaciÓn de Tara-
ln r excitaono naluralmcntr, duranle clIaren!n
liDOS on que el asnnto sC disculi¡), el scnlimiell-
lo nnciollal!1P!'nano, exasp('rado famhil'n con 1'1
incumplimiento de] Irnlado ('n lo ['c'¡1l1i\"0 nI plf'-
hiH'ilo r con la "f'tcnri{¡1l pOI' In I'l1el'za d(> '!'lIf'JlII
r At'ira,
NEGOCIACION JIMENEZ-VIAL SOLAR. -
(1893-94). - Ft'acasadas las proplll'slas dI'
"compensaciones en dinero", en lugm' drl pl('-
biscíto,el PerÚ <,xigit'> 1'1 r'umplimirnlo de] Ir'a-
lado de AncÚn y la renliwci(lJ1 r1(11 aclo plehis-
citario,
1':1 ministro pernano d e Il. H. 1<:.E. (hm ,llIall
~{llría.no ,Jiménez. al plenipotenciario
pl'0PWiO
chileno Vial Solar, la~ condiciones del plebl8~lto
que SI\gÚn ('\ tralado lll~ AncÚll dehían l:ol1sig-
nal'sc el\ lin }wotoeolo c~pc('if11. Pepo slll'glall
des/tcu('!'(los sobre egas cnnrlieiones. El PerÚ
sostenía qlle ¡erminados lo~ diez años df' III
ocupaciÓn de Tacna ~. AI'ica, Chile cr~lIha dI'
ejercer soberanía en las provinci¡¡~ ~.el PerÚrc-
cobraba la administraciÓn ùe eslas. El plebiscito
en consecuencia debía sel' presldi-do por el PerÚ
o por nn neutral. Según el Perú tendrían úni-

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- 122 -

carnente derecho a VcKolos naturales de Tacna


~. Arica o regnicolasl Ohile sostuvo que le co-
rrespondía la soberanía del territorio y la presi-
dencia del plebiscito y que tendrían derecho il
votar los extranjeros r rea•.tentes, El P1erÚsugi-
rió entonces que e:)tas cuestiones fueran some-
tidas a arbitraje, pero Ohile no aceptó.
I<~lministro Jiménez en vista de .la contrapo-
sición existente, propu~o nuevas fórmulas Y'
compensaciones. Unn rie ('lIns fué la ciivisiÔn
del territorio en dos zonas separadas por In que-
brada de V'tor para la realización del plehisci-
to. El PerlÍ reglamentnríll y presidiría el plebis-
cito en la zona norte - que comprendía las
ciudade!:l de 'l'acna r Arica, y Chile en la zona
sur, entre Vitor y Camarones. Era indudable que
el PerÚ. triunfaría, al menos en la zona norte.
Ri se llevaba fi cabo esta fórmula;' por lo que se
estipulaba que si las provincias volvían al Perú,
Chile gozaría en ellas durante 20 6 25 años de
franquicias comerciales. Chile no aceptó por
supuesto la propuesta algo i~genuá del ministro
.Jiménez que preparaba patrioticamente las co-
!'>asa fin de que el Perú recuperase las ciudades
cautivas.
Jiménez y Vial Solar, llegaron sin embargo a
firmar un pro\ocolo que lleva sus nombres -
poniéndose de acuerdo sobre algunas bases del
plebiscito aunque no sobre ,las má.s importantes.
Estas eran:
1'! El plebiscito se veriticaría dentro de con-
diciones de Igualdad para los dos países y sería
la expresión honraùa de la voluntad de los po-

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- 123 -

bladores de Tacna y Arica, 2? Se convenía en


una rectificación de fronteras: si Chile saHa
yencedor en el plebiscito, el PerÚ anUlzuría :ms
límites desde el Sama hasta la quebrarlr6 d,'
Chero. Si el Perú ganaba, Chile podría avanzal'
sn t'rontera de Camarones hasta In l}uel)!'a.da de
Vítor, Este derecho se ejercitaría pagando Ires
millones el país que lo nsara en sU ('avoI', :1~La
illLlemniztlciún ctcltrntado de Ancón srl'Ía pa~a-
dn eJl bonos de la deuda pÚblica,
LA MISION RIBEYRO,EN CHILE (1894).-
El gohier'llll chilello drsllfl)'oh(', pl fll'otoeolo .Ji-
ménez V ial- Sola)', Las nUPvlls negocia l'ionl's pa-
l'a la ,'C!'ifícaciÓn del plehiscito se eneolllpnrln-
ron en Santiago, al ilustrf\ internncionalisla pP-
l'Uan(, don HUll1(ílJ Hihcyro.
Hibcyl'o propuso a Ül cancilleria chilrlla rijal'
las lwses para el plebiscito: -t~ el .plebiscito :-j{'-
I'íll presidido por Ulla jUllla supel'inl' fOI'mada
por \Iii peruanu. lin chilello )' un neulral: :!" trll-
drían .derecho a votar Iodos los pel'lHllloS I'rsi-
dentes o nacidos Pli Tacna )' Arien ); los (~hi]r-
JellOs eon dos aons cie resirlencia conlillua. :~"
BI país pcrrlp¡lor del plebiscito po'rlT'ía rectificar
su frontera cn la forma convenida ('JI pl prolo('o-
lo Jiménez-Vial Sola)'
El gobierno chileno relul'o.,í y c\'adiú dar con-
(estación a e~tas propuesta~. SI' l'llfilplió enton-
ces el plazo de los diez años que p.] Ir'lltado dr
Ancón concedió a Chile para (¡eUplH' TaCita y
Arica, El 27 de Marzo de 18!H, I'ccha ('/1 qur
expiraba el plazo, el ministro Ribeyro. hizo l'Il
una nota al gobierno chileno la prolegta por

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- 124 -

no haberse cumplido esa cláusula fundamental


del tratado de Ancón. El Robierno chileno soli-
citó entonce:; del PerÚ \lna prórroga del plazo
de ocupación de TncnH y Arica. prórroga que el
PerÚ no concediÚ. Desùe ese momento Chile
fué un ocupante de hecho y por la fuerza en
Tacna y Arica.
LA MI810N I.IRA. (1'->. - Hetirado el
ministro Ribeyro de Chille, las negociaciones s~
radicaron en Lima. Las ('elaciones ent('(' la Ar-
gentina y Chile hallábanse tirantes por la cues-
tión de límites entre ambos. Chile temía la alian-
za del PerÜ, Argentina y Bolivia. Para desva-
necer m;e peligI'o ofreció 'racna y Arica a Bo-
Ih·ia. Este compromiso de trasferir las pro\"in-
('ias peruanas a Bolivia rué consignado en un
tratado secreto. (1895)
El ministro Lira en Lima ge empeñó enlonces
en obtener Tacna y Arica, para Chile, a fin de
conceder a Bolivia el puerto ofreciùo. La ges-
tión de Lira se caracterizÓ por su carácter mer-
cantilista. Casi toda. ella se redujo a la cuestión
de 1& Indemn"lón. Lira solicitaba anle todo
garantías de pago para el caso de que el PerÚ
triunfase en el plehiseito. El minigtro peruano
Porras., contestÓ levantadament.e a Lira pro.po-
niéndole la renuncia mutua de la indemnización
pecuniaria, lo que el gobiel'no de Chile conside-
l'Ô inaceptable. Entonces el gobierno del PerÚ
cre6 el impuesto de la sal ouyo producto garan-
tbaba el pago del rescate y ofreció además afec-
tar a ese pago 1118 1'Imtas de la Aduana del Callao.

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- 1~5 ~

LA MISION PORRAS. (18S8-1898). - Re-


tirado el minisll'o Lira de Lima. el gobierno dt·
Piérohl decidió nombral' ministro cn Chile al
doelo¡' ~teliVlll V. Porras. para quc eonlinua~e
III~ Fe!" Iioncti }llll'il el plebísci to,
El inlcrÓs de Chile, mêluit'estaùo por III misiÓn
Lira. ('I'U el de uhlenel' la,.:; provincias ùe 'I'llCua
~.. \rÍ(;n, para rlade puerto Il Bolh'ía de COllt'lll'-
midad con lo~ pucto:,; dÜlcno-bolivianos de
1895, u de obtener por 10 menos In parte :illr del
territorio de Arica, puru dal'le allí salida marí-
tima il Bolivia, que aún no había consentido en
la cesiÓn rle Sil Jll'opio litoral.
Al mÍnbll'o POI'l'as scIe propuso por esto
la l'ct!ucciÚIl de lu zulla dcl plebiscito al ICJ'rito-
rio comprendidn cnlT'C Chero ~. Vít.or il J'in de
l'ctenel' Chilc de Iodas manerü!; lu zona clltrc
Vitot' r CamuI'ollcS. Hechazacta esta propuesla
s(' Je propuso la partiCión dol territorio siu ple-
hiscito. Tacna IHlsHI'ía il pode!' del PcrÚ y Arica
nI de Chile. El plenipotencial'io peruano reeJw-
;dl esta fÓrmula, opuesta al intenso :,clllimicnto
pR{¡'iMien qlle se hubia formado en eJ PCI'Ú, pu-
I'Hrccupa'ul' in tcgrameate l~s pi'ovin'Ciij.ti, Üocl!!-~
I'ando que el P81'Ú no nceptnría bajo forma f1,Ip,n-
JHl la pül'lici':lO del Icnilorío. En conlt'üpusiei6n
il la::; propuestas chilenas, el minish'o PorrAs
JlI'O.JlUSOI'enlllwilu' a la formalidad del plebisci-
la, que iha il :-;CI'indiHculihlemcl1le fllYOrable III
Perú, y el pago liso y llano a Chile dé los diez
millones dl~ indpmnizuciûn. El gohicl'no chilenu
l'eChllZÚ tambitm e,,;tll propuesta,

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- 126 -

I~n tallttise había producido Un 'culnblo de


orientación en la política internacional de Chile.
La protesta del Perú por los pactos chiJeno.boli·
\'ianus~ el rumor de una alianza entre III Argen-
tina y el Perú, la simpatía que despe,'tÓ en Amé-
rica el intenso sentimiento reinyindícllcionista
peruano, ul mismo tieD;lpo que ell'esurgimiento
del Perú después de los contrastes de la gue-
rra. hicieron rectificar el rumbo de la .política
chilena. La opinión púl>lica de ese país cxprc-
~ada lJl'incipalIl1ente, po,r .Jos periódicos, se ma-
nifest6 favorable a la liquidación del' proble-
ma pendiente con el Perú, que revestía màyor
seriedad y tI'ascendencia que el de Uoli\'ia. El
cambio de gobierno en Chile. desaparecidos los
¡.;'cstores de los pactos chileno-bolivianos, hizo
más posible el hallazgo de una fórmula de solu-
ción.
Lèl misión Porras tuvo principalmente como
fillalidad aparta,' 11 Chile de los tratos con Boli-
via ~. signif'icarlc las mayores ventajas que le
reportaba lin arreglo definitivo y leal con el
Perú. J~sa convicción llegó a imponerse a los
hombre8 de gobierno de Chile. preparando el
a~bien.te,..pa:ra la.c~r.a.ción. del protocolo Bi-
llínghurst-La Torre.
EL PROTOCOLO BILLlNGHUR8T-LA TO-
RRE. (1888)_Pilrll dar mayor ,'elieve al acer-
camiento de ambos pueblos y al proyecto de so-
ll1cióndel aSllnlo ci e Tacna y Arica, se decidió
Hcreditnr en misión especial en Santiago flller.
Vice P,'csidente de la fiepliblica don Guillermo
E. BiBinghur\\\, quien debería da,' cima a las

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- 127 -

gcst ioues iniciadas en tan favorable momento


inlcmucional.
El \ïce Presidente peruano llcgó entonces a
un fÚeil aeuerùo, consignado en el prolocolo
Hillingillll'sl-Lll 'rol're dc 16 de Abril de i89,~,
~e cOIlvino en que la presidencia del plchbcHo
seI'Ía neul1'al integrÚndose la .Junta Directiva
Plchiscj [al'ia con lin chileno y \ln peruano. Las
dos cuestiollcs fundamentales de los requIsitos
de los volanles ~. del carácter del volo, I'ueron
sometidlls, para que lo rcsolviera como ¡'Lrbilt'o,
a la llcina dc España. Esta debería I'CHoh"cr
quienes tenían dcrccho Il \'otar y si el voto (le-
hería SCI' pÚblico Il secreto. Chilc propiciaba el
\'oto secreto r el PCI'Ii, el público.
11;1pl'ot(H~oIo BiJlinghllrst-La 'I'orrc hizu (;011-

echir excesivas esperanzas RI gobierno pernrlllO


y II las provincias (:/llItinlS. Se creyÓ Cil la próxi-
ma I'calización del plebiscito, el que. en esa fe-
cha. hnhiel'(l sido abrumadoramenle fu\"urahle
al Pel'Ú.
Pero Chile había 1'i¡'l1laùo el protoculo ul'gidu
por circun:-;tancia~ transitoria:>" .\1 finalizar el
año 1808, :;c había acorùado ya someter a ar-
bi.traje la cuestión de límites chileno.-argentina.
El peligro se había alejAdo. El Pür1Í Aprohó in-
mediatamcnte el protocolo, demo::ilrando sU \'0-
Juntad de qlle 01 plebiscito l'le realizara. En Chi-
le el protocolo se aprobó en el Senado pero SlI
dif;cu"iÓn se aplazl) indefinidr,mcntc en 1/1 Cá-
mara de Diputados.

Los pr('!<icient¡>~ de la Ar~entinll y Chile HC tlntrevis-


taron en el cstrecho de Mag-allancs para celebrar e.! acuer-

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do entre log dQ8pa.ise5. En ·esa conferencia Chile obtuv()


la seguridad de que la Argentina le dejaría manos libres
en el. Pacífico. Según se afirmó entonces el Presidente
Roca dijo al oído del Presidente Errázuriz que el "ee en-
cogeria de hombros ante todo 10 que hiciera Chile para
liquidar sus cuestiones derivadas de la guerra del 79".

En 1 no 1 la Cámara de Diputado::) ùe Chile


rechazó el protocolo Billinghurst-LlI. Turre. Con
e~tc rcchu:w, el PerÚ adquirió la certidumbre
de 'que .chile hahía. decidido qUedarse dennlti .•
vament.. con Tacna y Arica. La política de chi .•
lenización de las provincias, iniciada entonces,
vino a comprobarlo ..

U\ CHILENIZPtCION
(1009-1922)
LA POLlTICA INTERNACIONAL DE CHILE.
- "Lo::; [¡'at.ados de 1895, dice el doctor Be-
laúnde, sirvieron parflenguñur 11 Bolivia; el
protocolo de VW8 para detener al Perú".
Al promeùiar el año 1900 la actitud de Ohi-
le, despejado el hOl'izonte argenhno. t'ué desenl-
bozu.du. La diplomacia chilena se decidió a
en.1.lneia.r pública.n'1ente. ~us ·~cmvicciones a· fa ...
\,(ir rie lé ·fuerza como 1'6rnfu]a dí' soluciones
internacionales. El programa inbcrllHcional de
Chile tuvo entonces dOH objetivos: t? repudiar
Iso arreglos con el PerÚ y Bolivia: :!" chllenlzar
las pl'o\'inrias cautivas)' quedarse con ellas.
Boli\'ia Sé hllbia negado II ceùer il Chile su
litoral. que este ucupaba de hecho. ,. confiabH
en l{)s ofrecimientos de Chile de dar'le llna Ha-

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,..... 129 -

lída al mar. 1':1gobierno chileno acreditó como


mÎnisll'o l'Il Bolivia il don A!Jl'aham Konig. Konlg
l!1l IIlla l~,'dehr'c nota anul1eió a Bolivia que Chile
¡'etendl'Íli definitivamente Sil litoral y que debía
¡'l'llunciar' a las c6pect.ati\'ilS de Illl puedo cn el
Pacílieo eOllsigIHuius en lus "ildu" {'hilcno-bo-
¡¡"iallo,; de 1805, satisf'uciÓlldo:-ic con illrlelllni-
ZHcio¡¡cs 1'1\ dinero r COll la construcción de
vias férreas.
La doctrina K01!ig produjo por BU cini&mo, universal
repudio en América, El lenguaje de Konig u Bolivia fué
de una .crudeza brutuL Nunœ probablemente se bu con-
llignado en una declaraci6n oficial de un país hispano-ame-
ricana palabrllH más reñidas con el decoro propio y el res-
peto al dl~recho ajeno que deben ~er normas de la vida in-
ternacional entre los pueblos culto>;. Konig hizo retrogra-
fIar la c'>ncien<:ia moral de América Il la barbarie. "Chile
ha o<:uptcdoel liwral y se ha apoderado de el - dijo Konig
- con el mil'mo títulu con que la Alemania anexó al imp(·rio
la Alsada y Lorcna. con 01 mismo título con que 108 Esta-
dos Unido!! han tomado Puerto Rico. Nuestros dercclUlR
nacen de la ViCt01'iu ley suprema. de las nacione." Que el
litoral et; rico y que vale muchos millones, eso ya lo sabía-
ma!!, Lo guardamos por que vale, que si nada valiera, no
hllbía inu~rés en BU conservación.
(NOt.1 nc' Konig a la cancilleria de Bulivia, 13 de
agosto de 1900).

L~ intcllcionc~ de Chile respecto do Bolivia


~c pusicron aÚn de ma.nifieeto en 1901. El mi-
nistro ch ílenn, Angel Custodio Vicufia, propuso
en LinlH a In Concillería ¡H~I'llana, que cediel'll
TacIHl y Ariea a Chile ~. cell'b¡'ara una alianza
ofcusíni y defensiva cUldl'a Bulivia par!!. repl:ll'-
til'~c SLl territorio. El Ministro dl' Relacioues Ex-
il'l'iorcs del Pe¡'¡'¡, don Felipe de Osma rechazÓ
el prorccl0 de polonlzaclón de Bolivia, denun-
ciando los planc:! de Chile Il Ill:; cancillerÍns de

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- 180 -

América en uno. célebre circular de 26 de maro


de 1901-
LA CHILENIZACION. - Chile evadía la rea-
lización del plebiscito porquc la población de
Tacna y Arica era íntegramente peruana y ha-
bía dado pruebas en diez años de su ferviente
arlhesión al Perú.
El gobierno chileno' se decidió entonces a re-
ducir esa población a la soberanía chilena ha-
ciendo uso de la fuerza.
La polític~ de chilenización se inició el año
f 900, clausurando las escuelas peruanas, au-
mentando la guarnición militar de Tacna, lle-
vando colonos y obreros chilenos, estableciendo
una Corte de Justicia en 'racna, incorporlíndo-
la así al organismo administrativo chileno y h08-
tilizando en general a todos los habitantes pe-
ruanos. Se creyó que con estas medidas Chile
obtendría una situación favorable en el ple-
biscito por realizarse, pero resultó al contrario
que todos esos actos ayivaron el sentimiento
patriótico de los regnicolas peruanos. La rein-
tegración al Perú s~ convirtió en esas pobla-
ciones en un anhelo colectivo invencible, que
se apoderó también del alma nacional. Tacna.
y Arica representaron entonces para el Perú la
que Alsao •• y Lorena para Francia.
Las medidas de chilenización demostraron
los verdaderos propósitos de Chile respecto de
rracna y Arica. El mismo señor Konig, de la mi-
sión en Bolivia expresó en las Cámaras chilenas
una teoría que más tarde fué adoptada por el
gobierno chileno: 1"_ge que el plebiscito pacta-

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- 131 -

do Cil el tralado de Ancón había sido simple-


mcnte una fó¡'nutla para haCCI' menos dolorosa
al PerÚ la entrega de 'l'ncna r Arica y que cn
realidad !,je había paclado lIna cesión disimu-
lada.
Contra las medidas de chilenizueiÚn y la t'alta
de de¡'eello de Chile para decretal'las, COli "iolu-
eión de las propias leyes chilenas a que el t!'a-
lndo de Ancón sujetó el territorio ùe 'faena y
Arica reclamó, categóricamente, en notas bri-
llantcb el notable jurisconsulto peruano don Ce-
sáreo Chacaltana entonces ministro en Ghi1e.
Las notar. de ChacaHana no pudieron ser reba-
tidas, por la cancillería chil('na.~jnl) r.OIl evasi-
"a!:l y l';nfi!'illafi.

Las nwdidas de violencia adoptadas pot' Chi-


le. HU decisión de no eumplir el tI'atado de Au-
eÓn, la ocupacióu indebida tie l'-arata, la altc¡'a-
ción de los límites entre Arica y Tu¡'apacá, Ii
fovor de Chile, las intrigas con Boliviu, pl apJa-
zamiento y la desaprolHwión del protocolo Bi-
llinghur~t-Latorre, hicieron ùesistir al Perú de
scguÍl' Of·¡.(ociando diplomáticamente con Chile.
La le¡¡;nci<Íll del PerlÍ fué en consecuencia reti-
rada de :-:unfingu y 8D produjo la ruptura de re-
laciones (Il1H¡'ZO de 11101)

LA INTERRUPCION DE RELACIONES
(1901-1904). - De 1901 u lBOi:, interrumpi-
das las relaciones rlíploIllátiClts entre el Pel'Ú
y Chile, se acentuÓ la floJitjclI imperialista de es-
le país. Chile se dei;\'jrwuló \'[1 abiertamente de
las tradiciunes jurídicas de l¿s pucblus HIlICl'ica-
nos r del ¡'espeto tI'udicional tamhÍl)1l C1I Amé-

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rica, a las ideas de paz, de justicia y de solida·
ridad continentales.
La acción de Chile en estos años está mar-
cada: 1 por la continuación de la polft.lca de
0

Imposición respecLo del Perú y Bolivia, 2? por


III prosecuciÓn de las medidas chllenlxadoraa en
J'acna)' Arica; 3? por Sil oposición al arbitraje
manifestada en congresos y confel'encias inter-
nacionales; 4? por la perturbación de las rela-
olones diplomáticas del Perú, con suavecinos,
provocadas por Ohile, principalmenfe con los
que mantenían pendientes con e,l Perú :1itíBio~
de' límites.
Apesar de la interrupción de relaciones, hu-
bo en esta epoca algunas propuestas de arreglo,
de parte de Chile, hechas a diplomático!! perU8-
nos que se hallaron de paso en Santiago. La so-
luciÓn chilena expresiÓn de SU!! deseos de ,io-
lar el tratado Ancón fué la división del territo-
rio, en una fórmula llamada sa10mónica: Tacna
para el Perú, Arica para Chile.

Se refiere que la f6rmula salomóníca fué propuesta


por el presidente chileno Riesco al diplomático peruano
don Eduardo Lembeke que ¡¡aliaba por Santiago. El diálogo
habido entre ambos habrfa sido el siguiente: "Aceptaría
Ud. preguntó 1tJœeo. el fallo ~omóniro? - Acepro ('.on·
testó Lembecke llonriendo. - Es decir, dijo admirado Ries-
co que acepta Ud. que Tacna sea para el Perú y Arica
para Chile ..... - No repuso Lembeke. Acepto el fallo
salom6nieó de entregar entera la criatura a su madre.

El ministro Osma había. învitado a Chile, en


vista cIe la imposibilidad de ponerse de acuerdo.
sobre las condiciones del plebiscito fi someter
esas diyergencias a un arbitraje. Chile no sólo

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- 133 -

rechazó el protocolo Billinghurst-La Torre, qUf'


aceplllba el arbitraje sino que inició en América
llna campaña en contra del arbitraje obligatorio
que se trataba de Ddoptar en esos años entre los
paises llmerican09 como medida de impedir los
n.busos de fuerza y excluir las guerras. En el
Congreso panamericana de Washington de 18\l 1
los delega(los chilenos hicieron una violenta
cl,lmpaña contra lo~ tratados de arbitraje que
ullí se propusieron, amenazando con retirarse
del Congreso si estos se aprobaban. En el Con-
greso panamerlcano de Méjlco, de 1902 los de-
legado~ chilenos hicieron también vivo. campa-
on. conlrn los t¡'atados rie Hl'hilraje que allí se
PI'opusicl'on. amenazando COll su retiro, si estos
l'e aprobaban.
La Intervención de Chile en las relaolones del
Perú, comenz/¡ tnmbién Il proIl1oyerle inquietu-
des con5tantes y amenazas de conflictos arma-
clos. En 1894 Chile luÜ.lía ofrecido armas al
Ecuador para que atacara al Perú, cuando se
desaprobó el Tratado Garcia-Herrera, actitud
que se rt~petírfn ml'tg tarde con el mismo pais y
con otros, en momentos rie álgida discusiÓn con
el Perú. En los congresos americanos Chile ob-
tUYO la lldhesión de algunos países en contra
del al'bitrajc. Pero la más condenable intriga
internacional chilena fué el protocolo Abadía-
Méndez-Herboso de18 de enero de 1902. Co-
lombia se comprometiÓ por ese tratado con Chi-
le. o. no COlllbol'ar en la solución del litigio de
limites con el Perú y a estorbar la solución del

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- 184 -

arbitraje español en la ceustión limítrofe perú-


ecuatoriana.
En 1903, por último Ohile obtuvo la neutra-
lidad definitiva de la Argentina en la cuestión
del Pacífico. En los dos años anterior~s la Ar-
gentina había cooperado con el PerÚ en la cam-
paña a favor del arbitraje en los congresos pan-
americanos ~; hahía declarado oficialmente a
Chile que sus relaciones con el Perú y Bolivia,
"debían sujetarse estrictamente al cumplhnien-
to de los ira tados vigentes". Por los pact.os de
mayo de 1903 la Argentina declaró que no se
inmiscuiría en las cuestiones externas ni inter-
nas de Chile.
ALTERACIONE8 TERRITORIALES EN TAC-
NA Y ARICA. - Chile siguió entre tanto dispo-
niendo de los territorios de Tacna y Arica como
si fuera el poseedor definitivo.
En 1901, por \ln decreto reformó los límites
entre Arica y Tarapacá. El tratado de Ancón ha-
bía estipulado que el límite norte de Tarapacá
seria "la quebrada. y río de Camarones". E~ río
era formado por dos corrientes una setentrional
el AJatalna y otra meridional el Carlt.aya. Aquí
como en el caso de Tarata se promovió la cue.-
tlón de los afluent.es. El Perú sostuvo que el río
formador era el Caritaya y Chile que el Ajatama.
El interés de ambos países se radicaba en las bo-
rateras de Chllcaya, situadas entre el Ajatama
y el Caritaya, las que según el Perú habian per-
tenecido siempre a Arica y según Ohilecorres-
.pondian a Tarapacá. En ningún caso, aún te-
niendo razón, Chile tenía derecho para fijar

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- 185 -

por si s610 esa frontera, señalada en el tratado


de Ancón y que en caso de volver las provincias
nI Pcrú, debía convertirsc en frontera interna-
cional.
Poco después Chile firmÓ con Dolivia el tra-
tado de 1904 por el que este país cedió su lito-
ral a Chile, uI'rcgló sus lílllile~ cun é,¡le y se
convino Cil la construcción del ferrocarril db
Aricn a La Paz. Chile carecíll lambi6n de dere-
cho para arreRlar los Ifmltes entre Tacna y Ari-
ca y Bolivia, porque no tenía soberanía sobre el
terrilorio sino que era un simple ocupante de
hecho de esus provincias, pasados los diez años
ciel tratado lie Ancón. Tampoco podía contraer
SOhI'(' el tel'ritorio obligaciones y compromisos
!H'I'ff'lInrntes como los que se desprendían de la
construcción del ferrocarril de Arica a La Paz.
E] ministro de nelaciones peruano rloelor Javier
Prado y Ugfl.rtechc protestó, en nombre del Pe-
rtÍ do estai! medidas,
En su contestación al ministro Prado el can-
dllel' chileno Vergara, habló ya oficialmente de
que el plebiscito convenido por los ne~'ociado-
res del tratado de Ancón eru. una simple fórmu-
la para encubrir una cesión disimulada y de que
Chile tenía la plena soberania de las provincias.
LA MISION ALVAREZ-CALDERON. (1906-
1907). - En 1905 el gobierno peruano acce-
diendo a una insinuación contenida en Ills no-
tas del Canciller Vergal'll, decidió acredi tar una
nuem misión en Santiago. Se encomendó esta
úl doctor Manuel Alvarez Calderón.

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:..-. 1S6 -

El mini8tro Alv~ez Calderón llevó instrl~C-


ciones para discutir las bases del plebiscito. Los
ministros chilenos Puga Borne, Hunneus Gana
y Salas Edwards que se sucedieroh en la cartera
trataron de discutir con el representante pe-
ruano asuntos ajenos al cumplimiento de la
cláusula 3~, tales como franquicias comerciales
y convenios aduaneros y de cabotaje, eludien-
do las propuestas del Perú sobre plebiscito. Es-
to determinó el retiro de Alvarez Oalderón, el
que había logrado, sin embargo, establecer un
ambiente de cordialidad hacia el Perú.
LA MISION SEOANE (1907). - El Gobierno
del PertÍ incansable en su afán de Heyar a cabo
el plebiscito envió a Ohile como ministro al no-
table jurisconsulto y diplomático <ion Guiller-
mo A. Seoane.
Desde el primer momento el ministro Seoano,
expresó con claridan y con energía el objeto de
su misión: obtener el cumplimiento del tralado
de Ancón con la fijación de las bases para el
plebiscito. El ministro chileno Puga Borne pro-
puso fórmulas que significaban un empanta-
miento: la discusión conjunta de pactos de co-
mercio, navegación, aduanas y otras inoportu-
nidades. El ministro Sooane exigía, en nombre
del Perú la resolución de la situación angustiosa
de las poblaciones de Tacna y Arica y el minis-
tro chileno resultaba proponiéndole proyectos
irrealizables como el de un ferrocarril de San-
tiago a Lima. Refiriéndose a la posibilidad del
plebiscito, Puga Borne anunció que el gobier-
no chileno consideraba que le correspondía la

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- 137 -

preaklencla del acto plebiscitario y que en con-


peplo de Chile debían lener derecho a voto to-
dos los hahitantes hábiles del territorio. ínpluso
los fPsidentes extranjeros,

El ministro Sl'oane refutó con la claridad y la pre-


cisiùn jurídica que le eran habituales los argumentos chi-
lellos. Rechazó la~ oíert.us de otras convenciones que serin
oport.uno di~cutír ¡]e~puf9 de realizado rI plebiscito, De-
mostr6 Qne el PerÚ no había considerado la entreg-a de
Tacna y Arica y el plebiscito a 108 diez años como una
cesión disimulada y que {'stipul6 en el tratado dos cesio-
nes pedectamentR di¡:¡tintas, la definitiva de Tarapacá y
la temporal de Tacna y Arica. La posesión de las provin-
ciaa por parte de Chile cumplidos los diez años del trata-
do, el'li. ilegonl y no podía <larle Il Chile una s<>bel'anía que
antes tampoco tuvo sino precariam"nte, "De lo ilicito -
rHjo - no emllnan derechos". Terminado el plazo de la
tt-n('ncÏtl tem¡l()ral'ia de Chile, el Perú dueño directo de In
('o!\!\ , t\'níll cxpt'diLo ~u derecho para recuperar la,
En cuante> Il laR propuelltas chilenas sobre plebiscito
Seoane rpclamù para un neutral la presidencia del p]~.
l>iscito, <¡uc Pli ning-Úll cn¡:¡ocOlTespondía a Chile. El Perú,
dijo, a pesal' de CÜ~T('!\pondeI'Je la s3beranía de las pro-
vincias desde 1894, no invoca la presidencia del plebiscito
pOI'f)ue no pretende "el ;¡imultáneo papel de juez y parte".
El voto F('gún el cloetot Seoane correspondía exclusivamen-
te a los regníco]n.9,

El tono y las exigencias dp, lag comunicacio-


ncs chi}f'nil~ ['('lnli\'Hs n la presidencia del ple-
bi~cito dewostl'Hhan la. poca volllntRrl de Chile
PIU'ft reltlizul' ln \'olaeión papilla!'. 1<:1 ministro
srollne. en cOllsccllcncin, se l'el ¡ró de Santia~o.
EL INOIDENTE DE LA CORONA. - ChilI:'
inculpó al PC1'Ú aIlle 10<'; cancillerías IlmeriCH-
nas dp JIll fJI1Pl'Cr IIc\'1\1' Il cabu el plebiscito. En
1HOK y 1909 ;Il' illtensifieó en las provincias
(,1nlli\'us el proceso de la chilenización. Se ex-
pulsó Il los maeslros peruanos se llevó gran

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188

número de obrerol chllenot para el ferrocarril


de Arioa a. La Paz, se prohibió toda demostra-
ción peruanista a la población (uso de bandera,
himno, celebración de efemérides peruanas),
Las peruanos empezar'on a ser si¡;temáticamentp,
hostilizados y expulsados.
Contrastando con estas medidas, la cancille-
ría chilena intentó realizar un acto que demos-
trase a la opinión internacional americana, la.
existencia de un ambiente de cordialidad y Ar-
monta entre los dos puchlos. El ministro chileno
en Lima señor Echeniq!lo y Gnndarillas ofreció
colocar en la Cripta de los héroes de la gnerra
del Pacífico, recién inaugurada, una corona de
bronce "como demostración de los sentimientos
de amistad y de solidaridad nmericnna que ani-
maban al gobierno chileno".
El canciller de entonces, doctor Melitón F.
Porras, inaugurando una politica de verdad r de
franqueza, que encontró la aprobación unánime
del país, rechazó con dignidad y energía aquel
insincero homenaje diplomático.
La aceptación de la ofrenda chilena hubiera herido -
dijo el capcilIer Porras - el sentimiento nacional perua-
no pues era inevitable el èontrlJ.8u que resultaria entre ellA
manifestaci6n solemne y amistosa, destinada a rememorar
el paliado y la 8ÍtU4Ci6n actual de Tac'1Ia y Arica" "Lu
relaciones de afecto entre 108 pueblos - agregaba - sólo
pueden considerarse sólidas sobre la base perdurable de
la justicia y el derecho". El ministro chileno aJegaba que
homenajea semejantes se hablan realizado en honor de los
soldado8de la perra franco-prusiana y de la guerra ruso
japonesa, a lo que el ministro Porras contestó que tales
ejemplos carecian de semejanza con el-eallOdel Perú y ChI·
le entre 108 que la paz no había podido cimentar se, por (',
incumplimiento del tratado de Ancón y loa ultrajes de que
eran victimas los pobladores de Tacoa y Arica,

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- 139 -

El rechazo ùe la corona determinó el reli-


ra de Lima del ministro Echenique, el que pn
los discursos y declaracione~ que lanzl') al sel'
recibido en los pnertos chilenos decía "yo soy
nn diplomático vencido pOI' el odio peruano",
NEGOCIACIONES PORRAS -- EDWARDS.
(1909-1910). - Después de algunas gestionp,,.;
confidenciales que no dieron resultado, aSHmilí
la cancillería chilena don Ap;l1stín Edward,.;, el
que encarnaba nna. tendencia hostil n 1 PerÚ,
Edwards propuso, en octubre de HlOû, III CUfl-
lier Porras, HIl pliego de hns('s pnrll ('1 plehil;-
cito. La presldenola del plehiscito sería chilrnn.
El voto correspondería II chilenos, pel'llflnOS y
extranjero", La votación sel'Ía secret.a. El minis-
tro Porras envió l\1la contra-propuesta con eslas
bases:presldencia nrulrat, voto rie pernanos y
chilenos con residencia desde 1907. ('xelllsÎ<Ín
del voto de los mililares y empleados chilenos.
votación pública.
Las condiciones chilenas, queriendo incluir
entre los votantes hasta Il los miemhros dpl
ejército, trataban de asegurar a RH favor la \'0-
tación, dando intervención en la deciRión de \il
nacionalidad de Tacna y Arica fi gran mímern
de residentes ocasionalefl con pcrjuicio de la
voluntad de IOR regnícolas. Las hases peruana;.;
eran mÚs liberales y equitativlls r llcgabflll a
aceptll\' el voto de los chilenos residentes ouyo
número era por cierto en esa. ÚPOCll muy in\'('-
rior al ùe la población peruana., La presideneiu
neutral, exigida siempre por el PeI'¡'¡, era de lino
justicia elemental.

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- 140 -

Las bases peruanas no fueron aoeptadas, ini-


ciánoose entonces de orden de Edwards una
política "al rojo blanco" en Tacna y Arica. Los
curas peruanos fueron arrojados de sus parro-
quias y clausllradas las iglesias peruanas. Clubs
y periódicos peruanos I fueron asaltados y sa-
queados. Como las protestas peruanas no fue-
ran atendidas el Perú decidió retirar su repre-
sentación de Santiago, encargada al doctor Ar-
turo García yse produjo la segunda ruptura de
relaclon88 dlplomá\lcas entre el Perú y Chile.

LA POLlTICA INTERNACIONAL DE CHILE


EN 1909 Y EN 1910. - Desde la época de esta
ruptura la diplomacia chilena no cesó de pro-
mover dificultades al Perú, con los países veci-
nos. En 1900 al expedirse el laudo en la cues-
tiÓn de límites perú-boliviana, Chile incitÓ a
Bolivia o. desobedecer In sentencia. El gobierno
chileno ofreció armamell tos, municiones, ofi-
ciales instructores y dinero al gobierno de Bo:-
livia. La cancillería peruana, dirigida por Po-
rras, descubrió y obtuvo copia de los telegra-
mas 88Ct"etoe entre el representante boliviano en
Santiago y el gobierno de La Paz y los publioó en
¡'El Comercio" de Lima, desenmascarando a
Chile ante los paises de América y principal-
mente ante la Argentina, cuyo laudo se aconse-
jaba desacatar. Esta delación peruana de los
planes chilenos dió por resultado el fracaso de
ellos y las protestas de inculpabilidad consi-
guientes de la cancillería. chilena.
En 1910 la diplomacia chilena incitó al Ecua-
dor a la guerra contra el Perú. Un buque chile-

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- Hl ---

no rué cediùo al Ecuador y un yarar de la mis-


ma naciollalidad rifle:-;, r.llñnne~ y ofros
}leyó
(,¡l'mcnlos de guerra de Yülparllíso il n'H1~ïlqllil.
Ln gllcrra que Chile propiciaba entre f'! Ecua-
(101' y (,1 PerÚ no surgi,', por la llll'diHcinll dc Ill.
Argentiu!!, el Brasil r los Estétdo~ t;llicJo;.;.

NEGOCIACIONESHUNNEU8-VALERA.-
de la I'upluru de rdücioncs.
))CSPI1('s ci (~nnciller
Edward:;, annnció su propósito de rCliliztll' Utl
plebiscito unilateral proyecto que no encontró,
acogiùa ni en Sil prupio país. Las hostilidades
contrCt lo~ perUtln05 so hicieron \'iolenlbimlls po
sólo en Tacna y Arien sino fam hién cn Iquiquc
ùe dOlld~l los pCl'UUUOS CUlpeZil¡'Otl II sel' expul-
sadUb eu masa. La mÚs gt'il\'e medida de la chi-
Icnizaeiótl fllÓ entonces la qlll~ hizo l~xle[J,.;i\'n
H los nacidos l'Il Tacna yA.l'ica el servicio mili-
tar obllgat.orlo en el ej l:rcito chilenu, porqu e
obligaba lt los hijos de padre:! peruanos a adop-
tltl'lu. IllJciunalidud chilena u a emigrelT' del terri-
lorio.
En 1 n t~, bajo lu admini~lIOa('í"1I1 Bil1inghund
SllrealiZAron cablegráflcamente UllltS originales
n'~¡;;oci8.cjonct', las llamadas Hunneu:;- V<lfclu.
El Perú bnbia gestionado con insistencia.la. reu-
liUlción inmediata dcl plebiscito. F.! IlCller(Jo
H Ilnneus- V n.Iel'/:l estipulaba el aplazamiento del
plebiscito ))tlrH. veinte y un años de~plJÓs o l'PU
para el año 1933. Las condicioncb chilenas del
plebiscito eran aceptlidas: ta presidencia dcl
plebiscito correspondería al Presidente de la
Gortc Suprema de Chile y teudriull derecho a vo-
to, los regnícolas yl08 peruanos y chilenos con

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- 142 -

tl'es años de residencilt. Chile entregaría al Perú


la cantidad de quini'entas mil libras. ~;Iacuerdo
Hunneus- Valera, contradecía la política tradi-
cional del PerÚ a favor del plcbi~eito )" parecía
destinado a preparar el triunfo de Chile en la
votación plebiscitaria ~;a que en 1033 la polí-
tica de chilenización hah'ria borrado loùo rastro
de peruanidad en Tacua y Ari,ca y sólo se exi-
giría a los votantes que Chile podría introducir
en el territorio, en el curso de veinte años, tan
sólo tres años de residencia.
El Presidente Billinghurst &in embu.rgo jU6ti-
ficó las intenciones de esta negociación en un
mensaje al Congreso. El Perú. según él, 110 de-
bía SopoI'tar má¡; tiempo 108 veJámenes inferi-
dos a sus connacionalcs cn 'l'nona y Arica. La
Única fórmula de solución era el arreglo diplo-
mático o III guerra. El arreglo diplomát.ico ha-
o ría cesar inmediatamente los atropellos chile-
nos. La guerra, dada la sup~rioridad militar de
Chile cru imposible entonces. Veinte años dé
paz y de tranquilidad para el Perú, lu, prosperi-
dael comercial que le trnerla la apel'tura del ca-
nal de Panamá, levantarían la moral peruana
nastu c"ùlócar al país en situación de' Juchar en
igualdad de condicioncl' COll Chile y t~iunfar.
La:; negociaciones Hunneus- Valera fueron, él.
pesar de que no llegaron a formalizarse en un
tratado, desaprobadas por lo opinión pública }'
se les consideró corno Ulla de las causas del mo-
vi miento revolucionario que derribó nI presi-
dente Billinghurst.

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- 143 -

EL PROBLEMA DURANTE LA QRAN QUE-


RRA MUNDIAL. -- De iD 16 11.1919 se sucedie-
ron atropellos inaudilos contra los pCl'wmos de
Tacna, Arica y 'rUl'llpac!í. t:;e cnroló a III fucr-
za CIl el ejl\l'cilo chileno u 300 jóvenes peruII-
nos. En c1iciemlll'(' de 1918 comenzaron Jas ex-
pulsiones en masa dc los pp[,IHll\nS de Iqlliq\lc,
Tacna y AriCl!. Las ligas pa(I'íÚticHs chilenas
iniciaroll sus demo:slracioncs públicas l'Il con-
tra de los peruano:;: apcdreamicntos, insultos,
:secuestros, saqueos. El Cónsul del Perú en Iqui.
que fué expubudo por una poblada r embarcfl-
do a la fuerza para el Perú. Esto determinó por
parte del Perú el rctil'o de todos ~l1S cónsules rie
Chile y la ruptura de relaciones consulares.
Estas explosiones de odio ehileno, coincirlíllll
COll la exaltaciÓn del sentimiento reivindicacio·
nista perullno. lAiS dodrillllS proclamadas por
pl presidcnte V.lilson ('TI sus célebres catorce
puntos mfÍ'; larde GOJ1sagT'lldos por el trlltado de
Ver~alles, anunciaban el tÓ¡'mino de las situa-
ciones de fucrza en el muudo, e] aporo moral {t
los pueblos dÓbiles, In desaparición de] derecho
de conqnÍ!-\tu y el rlCl'\collocimil'nto de los tJ"ll!u-
dos t'irwél,los VOl' la violencia. En el PorÓ sUI'gil:1
entonces un apasionado anhPlo nacional que
el'cyó posible la anIlluciÚn del tratado rie :\ncÚn,
"¡(lIado t'lugl'untemenle por Chile y la recupera-
olón total de Tacna, Arica y Tarapaoá. FuÚ unn
ilusiÓn colccli\'u qne r.J liempo ge encargó di'
desvanecCl' y que no illfundudllmentc llamÓ un
publichita chileno; "una revancha con ~Ilngre
aj cna".

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-144 -

Las doctrinas internacionales proclamadas


pOI' lo~ aliados r el tiempo trascurrido sin que
:,e diera cumplimiento al tratado de Ancón, hi-
cieron variar las posiciones respectivlis del Perú
y de Chile. 1<.:1 Perú no podla admitir ya la cele-
bración del plebiscito, veinte afio:-; dC1Spués de la
fecha fijada para este y alterada la Voblución por
Chile por actos de fuerza contra lo:; peruanos. La
violación de una cláusula del 'tralado producía
la caducidad total de este. Ohile, en oambio,
¡¡¡armado por las I'einvindícacíones totales pro-
olamadas por el PerÚ y Bolivia y por la. ame~
de esos p-afses de presentar sus demandas ante
lit Liga de las Naciones, decidió arreglar defini-
tivamente IR cUCiStiÓIl del Pacífico. Pura el cri-
lerio chileno el tratado de Ancón se hallaba
vigente y el plehiscito pocHa realizarse a pesar
del "cllcimiclIlo del plazo )' de los cambio~ for-
zosos operlltlos en Tacna y Arica.
LA PROPUESTA BARROS "ARPA. - A fines
Ile 19~1 el canciller chileno Barros Jarpa invitó
al gobierno peruano a llevar a cabo el pl&bl80tt.o
conycnido en el tratado de Ancón. El canciller
chileno se fUJld&bapara proponer esa negooia·
ción en 105 Muerdos Valera-Hunneus de 1012
que efltimnha como la última palabra del Perú.
El gobierno peruano alegó la violación del trata-
cIDpor parte de Ohile pero se manifestó dispues-
to a someter las cueatlones Integras orígínada~
por el incumplimiento del tratado a un arbitraje
que podría ser el del Presidente de los Estados
Unidos. Chile insistió en que la única dificultad
pendiente era la ejecución del plebiscito orde-

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- 145 -

nado Cil el tratado de AncÓll y 'lue Ill) podía ad-


IIlilil' el debate dl' oll'us cuestiones C:dl'Hîiü~.
Elllcl'udo de estas negociaeiollcs el gohicl'Il0
de \\'¡¡~Ílingtoll y llUlIiÍndo,;P los dos países de
ncuCl'do Cil la idea de someter a arbitraje SllS

dC'SIl('UCl'dosuunque ambos dil'el'iel'lln cn la ex-


tensión lid arJ¡ill'lije. aquel ill\'ilti a los golJiel'-
IIU"; dpJ PerÚ ~' Chile il IlIl111bt'u¡' ]'Cpl'c,.;cntanles
l'Il V:a;,;hington para que diseuticran "las dirc-
¡'encias pl'oyenicntes de la l'alla ùe t'umplimicll-
lo Je \ü.1'ia~ e~tipulacione:; del tratado de An-
cÓn" ,
Ambos -puísc:-; aceptul'oll lu invitación c5lado-
ullidcllSC, La aeeplaeil')1l pOl' P;II'!c dcl Pen'!. sig-
nificaha. dados los 1(''I'minl)s de la ¡m'ilaciÓn
,\i.Iuqui. el alJallc!ollo dl' ¡il (e,.;i,-; de III caducidad
del trutadlJ, ~:II\\'as!¡jn¡.doll se di:-iculiría Úllicll-
llJenl(~ las cláusulas no cumplidas del t!'alado
tÍl' Allel~'11.1.<1 !'eiu\indje¡(l'iÚn de Tarapacá --
<ln/¡e!o 1)1I1~' l'l'spetnb]e pe!'o ab,.;ollltanlt.:nle illl-
so -, quedal)" dl'S('<ll'ladü_

LAS CONFERENCIAS DE WASHINGTON


(1922). - 1':1 !'PZ'¡'¡ ~' Chile ílCl'(~dilaron cnlon-
l'es SIlS d(~lc~'il\'iolll's en \\'Ilshingloll para cn-
fr'ar en ('ulIl'el'Plwias dipJoI111i.tica~.Ln dele~a-
(,it'lII pt'l'lIll!lil !'lIÓ presidida PO!' el docto!' don
;\f clitÚn F. \lonas, La dele/-!'llej('1!1 chilena pOI'
don Carlo;,; Alùunale SOIUI',
1':1 delegado pel'uuno planteó 1'01110 con::;e-
l'ueneill de'u \'iolllciÓn del tmtadu de ,\llc{lll la
devolución de las provincias. La delegaciÓn
ehiJena ::;oslu\"o que la falta de cumplimiento
del tratndo, ;,;C' debía no ::;(¡lo Il GlJilc sino tam-

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- 146 -

bién al Perú y que aquel no tenia por esto nin-


guna responsabilidad. Pedía en consecuencia
llue se fijaran las bases del plebiscito, entregán-
dose los puntos divergentes a la resolución del
lí,'bitro. El señor Porras declaró que el plebisci-
to en 1922 "resultaba extraño e irrisorio". El
delegado chileno dijo que el PerÚ no podía ex-
presar esa opinión, habiendo aceptado en 1912
un plebiscito para 1.933.
La oposición ineludible de estas dos actitudes
determinó el Impase. Este fué resuelto por la
fórmula Hughes. Entonces se firmó el protocolo
Porras-Aldunate de 20 de julio de 1922.
EL PROTOCOLO PORRAS - ALDUNATE
(1922). - POI' el protocolo de \Vashington se
convino en que las únicaB cuestiones pendientes
entre el PerÚ y Chile eran las derivadas de la!:!
estipulaciones no cumplidas del tratado de An-
cÔn. Esta~ serían sometidas al arbitraje del Pre-
sidente de los Estados Unidos.
El árbitro debería decidir:
1~-Si el plebiscito era posible en las actua-
les circunstancias
2?-Si el-plebiscito era posible en qué- con-
diciones debla realizarse
3?-Si el plebiscito era improcedente, la ini-
ciación de nuevas negociaciones directas entre
las partes ysi estas no daban resultado la solici,-
tación de lOi! buenos oficios de los Estados
Unido.
La declaración de improcedencia del plebis-
cito no traería consigo la alteración de la admi-
nistración chilena en rraena ~' Arica.

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- 147 ---

i"----El árbitro l'esolvería las cuestiones de


límites de Tarlita r Chilca~·a.
Se ha dicho que la fÓrmula contcuida en
el protocolo de \Vashington no era e::;tl'icta-
mente bilateraL Si el plclJiscito era posilJle este
sí' realizaba como Chile Jo hubíu pedido. Si el
plelli:-wito nu era posible el PCI'Ú debía habel'
l'e'cuLrado inmediatalllente lab provincias con-
furuh,~ tllmbién El su petición porque CI1ile re-
sultaba entonces culpable de lu no cjecución del
plebiscito. En el Pl'otocolo ::ie estableció, a pesar
de e~,to, que en dicho ('USO se entablarían nuc-
nlS negociaciones. y lÙego IOE huenos oficios.
Esta disjJmiÏciÓn :.e adO\¡fli. sincllIhHl'go, con-
<'ient.l'mente, por la ùl'legaciÚll E::it.a
\ll'I'tWnl!.
consideró que eJ triunfo e:,;cncial dr] Pení ora
llevar a Chile ti Ill! tribllllal ul'hitrul Hllte l·1 que

Cllik llO IllllJía quc¡'it!o 1I1111CiI (,OJllpllJ'e«(~J·. tAl

:;et'imlud de E~tHdo:'i I 'nido!; vuml) :il'l)jtrlJ


lOti
illSpíl'idHt p]Cllll conlÏanzu. Era adem¡'ls el únieq
ál'bitl'o con fUOI'ZB moral plu'a dielaJ' llIlU sen-
tenciil Cl! COllt1'11 de Chile. Lo <¡ue lo:,: Estados
Uni'¡ü,~ no fucsen capaces rl(~ IlilCE'l' }Jarl! COIl1-
peler il Chile n nna solueiéln justa, !lO ln lwría
ningÚn otro fil'bit.ro riel mundo. Las \'ioJacionch
del tl'alado de Ancón, por parte df~ Chile. CJ'Hll
rie 0(¡'O lado tun flagrantes qnc plH/ría IJéllJe¡'s('
llceptllrlo aún fÔrmulas menos favorables COll
If) completa seguridad del trínnfll. En el peor 'de
los ellsot>, el asunto vol\'el'íil RI estado rie irl'l'-
solución anterior pero desflll('s (JI~ halle!' pllcsto
en juego Il la lIlás alta HIIIOl'idi¡'¡ ilJ!CI'lJil(:ional
rJellllundo. El protocolo de \Vnshill;.d()/l 110 :-;i~-

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- 148 -

nificó pues ningún error diplomático. como tiC


ha afirmaùo con apasionamiento político cn el
Perú.
EL LAUDO. - 1<:19 de marzo de 1025 des-
pués de presentados los respectivos alegatos r
réplicas ùe las partes, el árlJitro y presidente de
los Estados Unidos Mr. Calvin CuolidKe. expídi6
el fallo arbitral.
Se resolvió la realización de unpleblsolto pa-
ra decidir la nacionalidad de Tacnn r Arica: La
presidencia del plebiscito correspondería a un
delegado del presidente de los Estados Unidos.
Se decidió que tenían derecho á voto:
1?-·Los nativos de las provincias quo tUYÍe-
sen derecho a voto r l'OJHn lcet' y escribir.
2<:-Los residentes que hubieran permaneci-
do en la provincia dos años auteti del 20 cie julio
de 1922 con tal de que no hayan pertenecido al
ejército a a la aùministración civil. Cil el PerÚ
o Chile.
3?-Los extranjeros residentes que quisieran
adquirir carta de ciudadanía.
4°-Los nativos de las j))'oyincia:-; aunque no
sellan leer si tienen .una propiedad.

La injusticia del Laudo y OpiniÓn del árbitro fué irri-


tante no s.ólo en su parte di."positira a sea el Laudo en que
ordenaba la realización del plebiscito sino, principahnen-
te, en la parte co.nside.,.êztiv(( °
sea en la 01Jinión del ár-
bitro /labre la conducta dcl Perú y de Chile frente al pro-
blema del Pacifico.
La Opinión del Arbitro jlMP1icába los crímenes y
atropellos de Chile en Tacna y Arica, con una parciali-
dad dolorosa. Absolvía a Chile de toda responsabilidad por
la falta de acuerdo sobre las condicione9 del plebiscito,

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- 149 -

declarando que la obligación de ponerse de acuerdo corres-


pondía igualmente a los dos países y que Chile no es-
taba obligado a aceptar las condiciones ni el arbitraje
que el Perú le proponía. A pesar de la manifiesta su-
pcrioridad militar de Chile, de ~u política de desplante
intl'rnacional, del rechazo de todas las ofertas del Perú,
aún de la dd arbitraje contenida en el protocolo BilIin-
g'hurst-La Torre, el árbitro eximi'; ti Chile de ¡,cspou-
oabilidlld ptl/' el i1wI¡m.plimiento del tmtado de A llc.)n
Más deplorable aún fué el juicio del árbitro sol rl' las me-
didas de chilenización. Los razonamientos usados para 10-
~rar eFta justificacíÚn son de la más refinada hipocre-
sía y d'~scubl'en là lógica tinterillesca de un leguleyo. Las
lllhlidlli dictadas por Chile en Tacna y Arica le parecen
ni Arbitro legales y ajustadas a las atribuciones que le
conccdió el tratado de Ancón. La clausura de escuelas y pe-
riÚdicos, la cxpul&i6n de púrrocos, la prohibiciÚn de comicios
y uso de bandera, le parecían hechos trivinles y a pesar
de su notoriedad internacional, denunciada por el Perú
cada v('z 'lue se realizaron, los encontraba de prueba du
dosa y de proporciom's menores a las afirma.das. En cuanto
a Ja~ expulsiones ('n masa doe peruanos, boycoteo de tra
bajadol'cs, cOllscripciÚn forzosa de peruanos, tumultos pp
I'ularl's. ~aqueos, etc. la Opinión declara que no se hallan
sufi<:iplltC'mc:nte probndos porque las pruebas fu(>ron natu-
ralme·nte de orig'en peruano y además, l;;'g-ún el Arbitro,
"Il ('11S0 de s(>r ciertas, como 110 puùo negar que lo fue-
ron las persecucionE>s de 1an, 1918 y 1919, en Tacna y
Arica, no se había probado por el Perú que en ellas tu-
vicran parte la9 autoridades chilenas. Con razón pudo el
presidente Leg-uía decir al Presidente Coolidge, en un cé-
h'bre cahlegrama que le agradecía sus esfuerzos a favor de
la p:l7. "a pesa!' (le que había lIIejomdo inme¡'ecidamente
la ]Nsición 1I!(l/(/l de Chile, por culpa de quien la América
había vivido cuarenta años al borde de la guerra". En su
parcialídad a favor de Chile el Arbitro llegó aún a admi-
tir traducciones equívocas del tratado de Ancón y a adop
tar como expresión del pensamiento nacional peruano las
negociaciones Valera-Hunneus de 1912 que el Arbitro
sabia habían sido rcchazadas por la opinión pública perua-
na y desautorhadas por una revolución y por todos los
gobil'rnos peruanos pO!'lteriores. El Perú, resultaba en el
Laudo más inculpado que Chile.

En lo que respecta a lus condiciones del pIe-


Liscilo estas daban también a Chile una opción

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- 150 -

la que no tenia derecho después de su condnc


1).
ta en Tacna y Arica. Los residentes con dos años
consecutivos de domicilio tenían yoto, lo que
significaba premiar las medidas de chileniza-
ción. Los peruanos residentes por largo tiempo
en Tacna y Arica, pero no nacidos en ellas que
hubieran sido expulsados de las provincias por
las autoridades chilenas perdían su derecho fi
yoto, cuando lo obtenían chilenos con solo dos
años de residencia y extranjeros que quisieran
nacionalizarse. La votación se verificaría bajo el
control de la Comisión Plebiscitaria pero bajo
la administración de las autoridades chilenag
en el 'territorio. Todo pareció en el laudo dis-
puesto para asegurar el triunfo chileno.
LA ORGANIZACION DEL P·LEBISOITO. -
El gobierno peruano a pesar de la flagra.nte in-
justicia del laudo, deséoso de cumplir sus com-
promisos internaciona.les y fiel a su política res-
petuosa del arbitraje, decidió acatar el laudo.
·Pidió, sin embargo, como condición de la reali-
zación del plebiscito que el territorio no perma-
neciera bajo la administración chilena sino qne
fuese neutralizado. El árbitro rechazó este pe-
dido. El Perú, sin embargo decidió ir al plebis-
cito, conciente de que la justicia de su causa Be
impondría a todos los errores e incomprensio-
nes de la sentencia arbitral.
La Comisión Plebiscitaria se instaló en Arica
el 3 de agosto presidida por el General Pershing
delegado del árbitro e integrada por el Delegado
del Perú don Manuel de Freyre Santander y por
eI de Chile, don Agustín Edwards,

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- 151 -

El gobierno chileno desde la expedici6n del


laudo en marzo, hasta la instalación de la Comi-
siÓn Plebiscitario. en agosto, había extremado
las medidas de fuerza en el territorio. Las depor-
taciones y secuestros de per'llanos a CIÜle se ha.·
bían producido en gran número. ApoyÚnùose
ademÚs en las absurdas dispoHicioncs del Jnudo
que concedía a Chile autoridad en el terrilorio
plebiscitario, el gobierno chileno dictÔ una sp-
l'ie de medidas reglamentando el t.ráfico en Tac-
na y Adea. :\'adic podía circular sino con el per-
miso y bajo la vigilancia de las autol'icllldcs ehi-
lenas. üna turba asalariada de rufianes, policía
secreta y carabineros, realizaba además nna
constante labor de IntimidacIón en loJo el terri·
torio. Los primeros miembros de las comisiones
prruanas fueron agredidos o asaltados con la
complicidad de las autoridades chilenas. Las
up;resiones se realizaron algunas YCCCS delante
de la propia CUBa del general Pershint( en Arica
~ingl1nB. manifestación de publicidad quiso ser
permitida a los peruanos. La venta <leI periódico
peruano estnblecido para encauzar la campaña
plcbiscitaria fué impedida. La realidad compro-
baba todos los hechos denuunciados por el Pert'!
en sus alegatos y qlle el Laudo no hahía <jllCl'ido
reconocer.
LAS GARANTIAS PREVIAS. - El general
Pershing cons ta tó desde las prim cras sesiones
la existencia de una grave situación de fuerza
contra los peruanos. Con el objeto de compro-
bar esta, constituyó un Comité de Quejas y des-
tncó observadores americanos en todo el terri-

BAN0fl r'lr- , • _

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- 152 -

torio. Estos observadores' fueron hostilizo.rlo~


por las autoridades chilenas y comprobaron to-
dos los atropellos realizados contra los peruR-
nos. En la sesión del f O de octubre el general
Pershing constató la expulsión de í 13 votantc8
peruanos.
El general Pershing declaró entonces que
"la realizaciÓn de nn plebiscito equitativo no
podría lograrse sin que antes se produjera Ulla
"atmósfera de libertad y honradez". Con este
objeto presentó en sesión cie R de octubre Sil
moción de requisitos previos para el plebiscito.
Esta moción fll'cscrihía la reducción del ejército
chHeno en el tert'iflll'jo plebiscitario a las fuer-
. zas indispensables IHlI'[l el Úrden, lraslacibn de
los carabineros y policías secretos actuales y Sil
reemplazo por otros. remoción de aut.orldades y
funcionarios cómplices en los ateutarlos contra
los peruanos y supresión de las restricciones so-
bre el tráfico, absoluta libertad para la propa-
ganda peruana de periódicos, comicios. discur-
sos, desfiles, ~lIpresi6n de la censura cllblegrá-
fiea, restitución nI territorio cie torlos los p81'ua-
nos secuestrados en Chile.
Ln exposición del general Parshing sobre' IR
sÏluaci6n de T.acna y Aricn es un r10cumentri
importantísimo por la autoridad del testigo.
Pershing declara que existe en Tacna y Aricn
"una bien organizada política de intimidación
y ooerción que hace que la libertad de prensa
y de proceder de In población peruana sea impo-
sible". Los obscrvado1'e.fi. americanos hablan
constatado la ruina de I08hogares, las mujeres r

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- 153 -

lliño~ abandonados, las expulsioncs ~. \'cj;', menes


n los h()mhre~, la imposicj{lll
forzosa del ~;('r\'iej"
militar. "Por eadn (~ habilantes drl s('\o n1<"'<'I/-
lino de rnÚs de ;20 aÎlOs dp l'dad. dijo PPI';.dlin¡..:.
existe el promedio dl' \ll\ pllliría". "Chile. (/Pela-
raba pl mismo. no IHl Iw('ho lling-¡'¡lI ('.;1'11PI'ZO

pnrn ('l'PHI' \Ina sillll\('iÓn q\l(~ !,el'mita (') plehis-


cito honrado".
Los delegados (~lljlenos al'guYt'l'o\l ('1I1111'il ps-

fa l\WCil)n qlle Chile gOZl.lbH d(' SOIH')'ullin rll pl


tel'l'i lori o r qnc Sil anlOf'idad IW .sl' plld ía ('011-

II'oluT'. El Drlcgadll dp} :\l'llitl'O drllloslr'('J l'llloll-


ces 1)1((' la CllntisiÚIl Plehisrillll'j;1. dl' ¡¡('IIl'l'do
('Oll el Landu Il'llía "completo control suhl'r ('1
plel:i,;('il(," r ql((, 1'1 illlprril) df' (;ltilp '\0111'(' pl

lrl'l'ilol'in 1111podía il' hasla ('1 (':xlr'f'lllll dl' I'r'II---


INU' 1111plehis('itll lihl'" ~. hllm'adll. Lit 1ll0Ci("1I

d(' garantías p,'('yiils I'tll', apl'ubnda ('011 l'l \'Otll

fil 1'lInll'il drl dele,uïlrlo chileno Pli la s('sj('ln dl'


~! rie l!o\'irmhJ'l' de t f);¿;l.
Cr!lltpl('IlJl'nlnndo psI;! lllol'iÚn ('1 gPllel'/l 1 1'1'1'-
.sltiIlg IJl'esenl,') Ilnn lisia de funcional'ins ('hilP-
/lns f'nlrp lns CJlll' s(' hallaban lns pI'ineipalf's
nllloridadl'''; de In pro\'irH'in. qlw en ,.;11('1111('('1'1"
drhílln sPI' destituidos.

EL INCUMPLIMIENTO DE LAS GARAN-


TIAS. - Chile opuso todu clase de ohsIÚClIlll.-;
a In,,; decisionos de la Comisión Plpl>i"cillll'in.
~eparl) H los funcionarios designados por' 111CI)'·
mÜ;iún pero los retuvo en el ICI'l'i IlIt'io. ¡Iil'i¡.:;if'n·
do prácticamente los atr'opt'Jlos qlH' cnnlinuil-
ban, Las autoridades chilrlws !'('(:j}¡ierllll Ól'dpn
de Ignorar las decisiones de la ComisiÓn Plrhis-

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- 154 -

citaría declarándose así la rebeldía de Chile con-


tra el Laudo. El Delegado chileno se retiró de la
Comisión Plebiscitnria exigiendo que se seña-
laran inmediatamente las fechas para inscrip-
ción y votación plehiscitaria, que quería realizal'
el 1 de febrero. La Comisión fijó el 15 de abril
Q

con [al de que el gobierno chileno colaborara


rn la ejecución del plebiscito.
Pershing declaró que antes de llevar a cabo
lu votaciÓn debía cesar el estado de Intimidación
y terror existente en Tacna y Arica. "EI grado
de perfección alcanzado en los métodos de in-
timida.ción - dijo P('rshing dando una lección
de historia a los autores del Laudo - es increí-
hIc". Propuso como nueva medida que la. Co-
misión Plebiscitaria rcgulara "la entrada y sa-
lida del territorio plehiscitario". El ô de enero
se realizó una nueva asonada contra los perua-
nos de Tacna.
El 27 de enero el general Pershing, fatigado
de la tenacidad chilena en fr'ustrar la labor de
la Comisión Plebiscitaria se retiró de Arica,
siendo reemplazado por el general \Villiam Las-
siler.
LA MOCION LA8SITER. - De enero 3. junio
de 1926, la situación permaneció la misma en
el territorio. Los requisitos prevlol no se cum-
plían. El PerÚ comenzó a enviar votantes a la
zona plebiscitaria. El regreso de los antiguos
pobladores de Tacna r Arica y de las Comisio-
nes Plebiscitnrias peruanas determinó nuevos
atropellos chilenos. La8 autoridades obligaban
fi los peruanos a entra~ desarmados al territo-

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- 155 --

rio y c~tos cran asaltadus p::r turbas preparadas


al efecto. El 5 de marzo t'Il THcnu, fUI'·atacada
la ComisiÓn Jurídica Pl'¡'\lal1a~ que 118¡.;<dJil il CSIl
ciudad, impidiéndoscle de~fjlat· e hil'i(~ndo a 3U
peruanos. Como el Laudo había recunocido la
administracil)ll chilena un juez chilpno jllzgahn
estos delitos y a!J>iolda II sus compatriollls.
A pesar dp esto se fijuron las fechll~ )JHI'aIn
inscripción de los votantes, aplazándose lu de lu.
votación para cuando se hubieran cumplido los
requisitos previos pArR lin plehiscito justo. Con-
vencido el gobierno chileno de que rn condicio-
nes de igualdad no triunfaría en el plebiscito.
propuso arreglos directos, Illediando los buenos
oficios de log E.E. U.U. El PerÚ aceptó estos~'
la sllspen~i¡'.n consiguiento de losprocrdimien-
tos plebí!'\citarios. Chile sin embargo logr() ha-
cer entender qllc los buenos afieios 110 inte-

rrumpían las labores plebiscilarins y lus inscrip-


ciones de votantes comenzaron sin la eoncll-
¡'reneia del PerlÍ. Chile inscribió 3.000 votant es,
demostrando con esta cifra excesiva pal'O. la
poblaeión total de Tacna y Arica, IR folscdari y
fulta de oE'rrcho de la mayoría de CSOfl inscritos.
A pesar de la apertura de las incripciones, co-
mo continuaran los atropellos a los perllflllos. cI
Delegado del Arbitro insistió en que Chile no
hahía cllmplido con produci¡' nna atmósfera ple-
blscltarla. El 9 de junio el gcncrnl Las"i{pr prc-
.'H>ntÚ una moción declarando que \lll "plebiscito
lihre }' honrado era de imposible cjcclIci<Íll. por
clllpa de Ohile y que el proceso plcbh;cilario
quedaba terminado". La moción Lassiter flll~

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- 11)6 -

aprobada el H de junio por la Comisión Ple-


biscitaria. retirfindose de ella el Delegado chi-
leno.

La moción Lassiter puede considerarse como el reverso


del laudo. Todo lo lJue el Arbitro ~i1enció, disculpó o jus-
tificó en el Laudo la moción Lnssiter lo constata, lo exhibe
y la condena. La moción L¡¡~sit('L' con mucho más funda-
mento que el laudo ya que éste nu tuvo delante la realidad
que juzgaba y que deltConoció, es la sentencia' de culpabi-
lidad de Chile por la violación del tratado de Ancón. La
moción Lassiter es la máR alta satisfacción moral que po-
día otorgar9C a un pueblo débil ag¡'uvillcio, ya Clue el triun-
fo material era imposih]C',
La moción Lassite!' declara que no ha prl'tendido rea-
lizar un plebiscito ideal y perfccto pero tampoco "uno de
mera fórmula". Quiso únicamente lin plebiscito justo y
honrado aún peroonando los pequeños e inevitables inci-
dentes. Los votantes peruanos debieron podH emitir su
voto, teniendo la oportunidad libre de hacer]o del mismo
modo que log chilenos. Est;! propósito fué imposible de
realizar debido a la autorida<i que' el Laudo concedió a
Chile en el terl'it'Jrio. Las autoric\adl's chilenas fueron las
principales instigndm'as de los ataques a los votantes pe-
ruanos y lucgoo de la impunidad cie sus autores. Las auto-
ridades chilenas no obedecieron a las amonestaciones y
prevenciones de la Comisión Plebiscitaria por la que esta
!'op sentía incapaz de llevar a cabo su cometido.
La marión Lassiter enumera las asonada s púpulaJ:es,
atl'opellos personales, fagetaciDnes, secuestros, confisca-
ciones de bienes, amenazas, asel!lÏnatos usadoS' por las auto-
ridades chilenas y las socie-ciades de nativos "dependientes
de estas" contra los votantes peruanos. Declara que todos
estos actos, contra "víctimas indefensas" revelan un est/(-
do de ten'orismo sistemático en Tacna y Arica, y un "no
interrumpido curso de violencia, opresión persecución y.
parcialidad de que ha sido teatro este territorio durante
el último año", Todos los atentados realizados contra los
peruanos, dice la moción Lassiter, fueron "premeditados
y deliberadamente planeados" con participación de las au-
toridades chilenas. Las ban_de "cow boys" y de "hijos de
Tacna y Arica", armadoí; de'toetes, garrote9 y armas de
fuego se hallaban acullrlelad"~)ol"el gobierno chileno y
dirigidas por las autoridadC's destituídas. por la Comisión
Plebiscital'ia que seguian residienclo en el territorio contra
las disposiciDnes de aquella.

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- 15'1 -

La moción La~~iter constata las expulsiones y seCUt'~;-


tros de pE'ruano~ dl' Tacna y Arica, lIevado~ a Chile (Ies-
puéô de la expedición dd Laudu, para impeùirle:; la emi-
sión del voto plebiscitario y dl'clara pOI' Último 'lllt' 1:(
sentencias dictadas por los 1111.1g-jstrados chileno'" cllntra
los ,-l'OS culpables de ll'sion(" y üLros delitushan sido "de~'-
concertant(·!-,·".
"El arbitraip .,- [('l'mina la fllndamf'nlación d(~ la 1110-
eió" L.ssiL('l' l'~contra Lk la l'l'ulizaciÚn dd pk¡'i~cito --
}l/f;IC" (/((; f¡cchn ('fllf (·f JU'(J,I'/" ..•.ifu de fJ11(' xiïl'icru ('O/Ho l'l!
111(li/fu jJuru ""/.;ri¡· ....'{Ufll'Ju;!f' ¡i!jl/~tir:iu".
La 1110ei"'1l 1,¿",iÜ'l' \ ill') Lal'dían1l'ntc a ¡";conoel'r, por
bac:! d" Jo,; ddt'~:ados llliSlJlW' ¡Je lOb' E~tado:' Unido~, la
\"'rdad de tcdos Ir)>:) puntos de vista sosteniùos por E'I PI'I'Ú
ante el árbitro: lu "íf,f((ci')lI ric (!UT;;(( c:r;,~f";1I(' ru 1'nc/l(( '1
Aricll, III pa,-tici/Illció¡¡ !f di",cc'eJ,' dc lus (fIIfo¡,/(I((dc,~ ('hi-
ll?w//i C/I. 1',<C n:gi11!1?11dI? terror, lu imprar.f;('(1bilidad del
Jllcó~scifo C,I lu,q (jcfu.alc.~ t"Ù·r.//ll~f(l.J1ci(/.<, !rI culpaúilidad
dI' Chile ('II el Îl/('!w/pliIl1Îci/f" del fr(l(ud.o
de .11'('611 y por
último la ::f'l'¿"id:¡d d,' 'U'/'!' "!;:,(/,, ('1 :1' '''~:'r;() l'ara podt:r
realiza!' Utl plé'/.1¡,-cil,(Ilib¡'(· " ilOl'lad",

LA CUESTIONES DE TARATA V CHILCAYA


- El ¿ll'bill"l.il' de \\'a"!jill¡..:llJll I'c';IJ!\,iÓ lUI\l-
Li('~1llus l:ul':olillJl('s de lilililes exhleule" :-;lJhl'l'
'l'ara la y C!Jilell~'¡l. FUI', qllizÚ,; eu el Úni('ll pUlllo
('u que el Laudo dI' 1;llIdid;2'C dilí la l'azl'lil al l'l'l'Ii.
Chile habill lll'upadu Till'ula UII'!-:i1llllll qlle ('1
~;¡IlHl :-il' prolou/:-(a¡w p"J' ('l CII<I"I';I>':I ~' IlU plll'
d ¡':sliqul', a!Jul'ellJldu así la 111'1'\ im'j,l pl'¡'UHUH
de 'l'uI'ala qJl(' 1111 eslu\'lI l'llilljll'('Jldid,1 l'Il el '1','1\-
tildo de .\IleÚI1.
~:lArbil¡'u 1\1 e:-;IIHliill' III euc:;liúu Ul' Turulil
enconlrú lu¡,:;uI' IIll error geográfico.
eu pl'Înlel'
Ellralado de .\uelÍn diju LJlIe e¡¡ílllill' Jl(il'll' de
los LCl'riLu¡'ill:i UCUP;¡t!o" IIl}i' Chile. "Cl'í;¡ "1'1 I'i,)
S;¡mll desde s\l de~CI\lbuc¡)dura cn el 1'1Ieífieo
hasta sus orígenes en las cordilleras limítrofes
con Bolivia". El Sama, nace, sin cmbal'go, en la
Cordillera del Barroso quc no es limítrofe con

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- 158 -

Bolivia. Ellírnite con Bolivia se halla mús al Es-


le. Entre la cordillera del Barroso y el límite con
Ilolivia se extienden los territorios regados por
los ríos Maure y Uchllsurna o sea la llamada
región del Maure. La línea del tratado fué pues
Incompleta. Chile sostuvo que babía que scguir
1/1 cordillera del Barroso bacia el node hasta
encontrar los límites de Puno. El Perú sostuvo
que la región del Maure pertenecía a Tarala r
no debía por 10 tanto ser ocupada por Chile. Es-
te país, sin embargo, alegando que el Maure
p~rtenecíu a. Tacna, avanzó ha sta 01 límite eje
Puno, ocupando toda III región entre el Barroso
y el límite con Bolivia ..
El Arbitro resolvió que, dado el error geográ-
fico del tratado de Ancón, había que buscar en
el mismo tratado otra base para la delimitación.
Esa base no podía SCI' 'iino la demarcación pro-
vincial peruana vigente en 1883. Seglin el tex-
lo del tI'atudo el Perú no entregó sino IQS pro-
vincias dr Tacna y Arica. "Ninguna porción de
la provincia peruana de Tarata - dijo el Árbi-
tro -.- fuÚ incluida en el Tratado de Anc6n ~.
debe por tanto sel' devuelta al PerlÍ en caso
de haber sido ocupada por Chile. "El asunto
consistía pues, en concepto del Al'bilro, en de-
mostrar cuales cran ]os límites de las pro"ineia~
peruanas de Tacna y Tarata, en 1883. El Arbi tI'o
ordenó que Hna Comisión Especial de 'Limites
estudiara esos límites ¡lI'oYineiales y los fijara
sobre el terreno.
Idéntica resoluciÓn adoptó el Al1bitro sobre
Chilcaya. Ni el río Camarones ni sus Rfluentes

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- 159 -

llegaban hasta ellílllite


con Boli\"Ïa. La Ilncu del
tratado de Ancón entre
Aricn y Tal'üpará, et'a
t<l.Inbiéll iucomplelu. El Arbitro resoh'ió qlle ~i
AricH volvía nI PerÚ se restublecierulllo~ límito:,
provinciales entre Aricn y Turupuclí según la..;
leyes vi~entes l'nt 883.
Lu Comi:,ic'Jn r:special dl' Límites fllllciol)",
pl'imero Cil Ta(:na y rJ0SPUc:'" en ~UeYfI York. LIl
presidió el general :\fOI'row cumo Dclrglldo del
Arbitro y la integraron el Coronel Úrdóñez por
parte del Perú y los ingeniero;; G,'cn' y Riw Pa-
trón, sucesivumente por parte de Chile. Su la-
bor se concretó a. levantar un mflpa. del t.errito-
rio ya pl'csent<lr los alegatos y r¡"plicus del Perú
sobre la línea de dÏ\'i~ión pl'o\'ÎIlc1al entre Tac-
lia y 'rHrata. ::;Cg"1Í1l e:-;o"\ a.legllto:; fJlll.· merecie-
rOll hL upro)JIl(;Íóll y el upoyo del Dole(.(ado del
Arbitro Oenc)'al Morrow, Turllta sc extendía alln
nI sur del l'Ío Sama y del E~iif}ue y abarcaba
desde la épOCIL colonial la rcgiÚn dûl \claure. El
informe dp.l Oenel'lll ~1o¡')'ow. reconoció el valor
de log tílU]IJS Hle~ad()s por el PerÍl y rst11\'o Ii~to.
dando la razón RIa h"3i~ pe)'UI.IIHI. r,Ufllldo se 11('-
¡.:"(.) III arreglo directo ~. tata] de :~ de junio de
I f)~9.

LOS BUENOS OFICIOS. - Dcmostruda lü


imprndicubilidad del plcbiscilo, ::,c llevuron
adelante los buenos oficios previstos en el pro-
toco]o Po)')'as-Aldulllite. Diversas soluciones
ftll~ron propuestas pOI' el mediador? las purle,.;
interesadas. Las fÚrmulas principulc8 fucron lu
devolución de las Jll'oyincias al PerÚ, que no
fuÓ uceptada por Chi]p-, ]a Internaclonalluclón

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160

de Tacnil rAI'iou r lu división de las provincias.


Ninguna de eslas contó con el !l}Joyo de las dos
partes in Lere~;aùas.

LA FORMULA KELLOG. ~ El Secl'etal'iu do


Estado Kcllug Cl'l~r¡'l elltonces OpOl'tllllo :-iugerir
una fÓI'mlda llueva d\~ :-iOIIlCióll. Esta fórm11la
consultada al PerÚ r Chih' por memorandlllll de
30 de noviemo¡'c de 1 \l:!li \lr'oponía la cesión de
Tacna y Arica a Bolivia. BII1i"ia daría compen-
saciones pecl.llliaria~ q Ilè SG repa¡'tidan entre el
Perú y Chile. El ~1(Jrro de AricIl sería interna-
éionB)i~ado y çn él se e.levaría un monumento i!
la paz. Aricu sería puerto libre y elter¡'itorio de
las provincias sl'l'ia totalmc'lltE' desmilitarizado.
Chile aceptÚ l'Il jll'incipit! la jJrOPlleSta Kellog.
pero el PerlÍ la rechazó ,il' pleno. alegando que
lu declaruèiÔn de imprll(·ti('abilidad del plebisci-
to pOI' culpa de Ghile 1(' dalJa derecho absoluto
sohl'c 'I'llcna y ,\I'ica. Sld¡l'l' ¡'IS que Chile carecía
ya de titulo de dominio) ~. posesión y a las que
Iloli"ia 110 había teniùo jalllÚs dereclio.

RESTABLECIMIENTO DE LA8 RELACIO-


NES DIPLOMATICA8. - El SecretaI'il! ric ~::-ita-
do Kell()~. conLinuando su labor de buenos ufi-
cios insiuuÜ al Per','/ ~. a Chile en Juliu de 1928
que l'eslablecicl'illl "u.., relaciones diplomÚ Ucas
enn el objeto "de t'ucililllI' el arreglo definitivo
de todas las desinleligencias existentes".
Ambos países aceptaI'OIl Iii inÚtnción acre-
ditando las ¡'cspecUvas Embajadas. Chile desig-
nó como Embajador en Liman1 expresidente
don Emiliano Figueroa Larraín r el Perú al l\fi-

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71 70 LAT.S. 17

MAPA de la eUESTION

u N o CON CHILE
lE. n:N lUi

++ ++ Límite Internacional.
_ Línea de la pretem.ión
chilena.
l'" ;Í Territnrin de la Provin-
. "..:,'cia de Tarala d"vuelta
;~:';;;par Chile et (' de Sbr ••.
de /925 .
.~.~-=Territorin ci•• Tarata
-~---, que debió ser devuefto
al Perú según el laudo
arbitrat.
_._._ Límite Dl'partamental.
___ Límite Provincia!.
[!J Capitat d~
Departament/).
o Cvpital de Provincia .
•••• Linea del Tratado de
3 de Junio de /929.

R A

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- 161 -

lli:;lI'O de Relaciones Exteriures (hll'unte el ple-


biscito. doclol' do!) César A. ElguCI'U.
EL TRATADO DE LIMA DE 3 DE JUNIO DE
1929. - Las gesliones pill'il Ull ¡.lI'I·l'glo directo
.~e e~lublccicl'()H t'Il Limu. Clltl'C el Pl'c~iÙellll'
Ll'¡..wí;l :. el "Jllllliljat!nr Fi¡:wPl'oa Ln]','aín. j':llns
dil'I'ilIl pUl' I'('sultndo t'in,t! el tI'aladu de ::l Je jll-
Hio de I !}:!!}.
PIII' el tl'atado
de Lima ci tel'l'itorio di:,putarlil
~G diÙde Tacnil para el PerlÍ :•. \I'ic<1
en dus:
pal'H Chile, La línea de fl'(,llltE'rR ('orl'er;1 l'ilrale-
lal11('nt(~ n una distallcia dl' diez kilómetros del
ferrocarril de Arica a La Paz, ¡¡\lill'l¡'llldll"(~ Úni-
dG l'~la dhtalleiil al lIl'!.rïIf' il las ,lzlll'I'C-
('ilIIlI_'llll'

I'il~ dl" 'l'aclIl',I, ln" (1111'qlll.'llill'áll \lill" (:l,ill' (1


p('~nl' dl' hallar'sc fUCl'il de lll"tll kilf'IIl\('II'(I~ ~-
{'II la Lagulln J:luIIcn ql\l~ "l' di,-idi,';', ('II dlls il

pl'sal' dl' Ilallnl'''l' u )HI(')'" li.ilÚllll'll'os dl'! l'Cl'I'lI-


l'alTi!. 1<:1 PCI'Ú IellllI'¡'1 IIlllplll'. ildllallil y {'~I¡¡-
('i(¡1l de fel'I'ucaI'I'il. l'II ('(llldi('iIlJIC" de !lIH'I'11I
lilH'l' ('IlAr'ka. EII ('1 !\lóll"'l) sc (~'l'\ï"'ií 1111 1I11l11U-
Illl~IJlfi il III Paz, El ;.whil'1'llll d(,'1 I'l'!'I'l ¡'p('ilJil';'¡
~('i..; 11¡¡llllles de dollaJ'c:i, \':ll IIll protocolo com-
plementario (" Pl'¡'r'! ~. ChilP ('UII,-ip/JI:1l l'II !II'
(:l'de¡' \U'~ ll'r'l'illlT'iilS di,-ididos il Jl/1lI ¡{'l'('('J';1 po-
!encía. IIi cOII"I"llir' ,'ía f'('rrea ('II ello,;. "j no
IIll'dinnll' el 111111110(:ollsenlilllil'1I11l de ;llIlh""
l'aises, 1':'1 !)IllI'J'(I dl'])('I';Í ,,(>]' d¡'''i\I'lillndll " l':
;":llhit'I'Cll' chilcHo clI"teLu'ii 1~1 11I1JllltIlll'¡1I11 '(/Ill'
del)(' lU"<lIJIIlI'''P sul)!'e aqllel.
Este Iralado ha "cnirlo il I'('SIII\(", 1111lili;..:ill
Î''l'f'r1(f('lible que dllc'url!p (,11i\"l'lIl<1 "iïlIS lllilll!U\-1l
n alld)!,,, p"ises l'If CSPCClllli\" d(' gllet'r'll, corn-

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-162-

plicando las relacione:; internacionales del Perú


y retardando su progreso. La solución hallada
no es seguramente la ideal, la de la juslicia pu-
ra a que el Perú tenía derecho sobre todo des-
pués de la moción Las-;iter. Pero esas soluciones
eran absolutamente ilusorias. La conciencia ju-
rídica de los pueblos de América permaneció
indiferente ante la situación de Tacna y Arica
y no qUÍl:lOescuchar generalmente lati quejas o
protestas del Perú. La actitud constante de pro-
testa de nuestro país era desoída o menosprecia-
da. No podíamos hallar la soluQió¡:¡ hu. dicho el
Presidente Leguíl.l- ni en la ilusión de la jus-
ticia internacional, ni en la ilusión de la guerra.
La solución divh;oria representa la realidad
frente a la utopía de llls reinvindicuciones tota-
les o la triste política de los aplazamientos.
La fórmula divisoria es cierto que represen-
ta el sacrificio de ilu~iones de la nacionalidad,
pero trae también cI regocijo de las recupera-
ciones efectivas. Dentro de la situación de fuer-
za en que el problema se mantuvo durante cua-
renta uÍÍos el Perú ha obtenido la mitad de sus
ospiraciones. La campaña plebiscilul'in había
además revelado esta verdad incontrastable:
rracna seguía siendo peruana. en tanto que Ari-
ca. se hallaba totalmente chilcnizada.
Las ventajas mayores del tratado no están
quizás en las cláw.;¡¡llI:,ïde órden económico o
territorial. El honrlo uncone de dos pueblos 8e
habrá cambiado muy \ll'ol\to en amistad. Las
nuevas generaeiones desconocerán la política
del odio y del ultraje a que había arrastrado a

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- 163 -

amhos países una discusiÓn encarnizada. 1<:1pe-


ligro de complicaciones internacionales a que
conduCÍa la irresolución del problema de 'rac-
na y Arica se habrá desvanecido en beneficio
lit' la puz del conlinente. La prupia aspir'aciÓn
lJuliyiana a un pUl:lI'lo en el Pacífico, uo ha sidu
dcsüLuciuda en ellr'ulado de Lima según se des-
prcnue de \llHl de SI/S cláusulas adicionales. El
Perú ~' Chile no se han comprometido II cnGlaus-

II'ar b. Bo'livia, como 8C ha allrmlldo, ~i 110 que


han convenido eu que todl¡. trasfercncia territo-
rial a olro país necesitará del mutuo acuerdo
de ambos.

RESU~IEN DE LAS NEGOCIACIONES CON CHILE.

El litigio de limites entre el Perú y ChilE' fué ocasio-


nado por la ~uerra de 1879. El Perú hasta 1879 limitaba
por el HUI' con Bolivia. En la guerra de 1879 Chile arrebaw
a Bolivia su litoral y al Perú el departamento de Tarapacá,
que le fué cedido definitivamente y las provincias de Tacna
y Arica que debia ocupar por diez añOR.
En las negociaciones con Chile hay que estudiar pri-
mero, log antecedentes del conflicto chileno boliviano de
límites que ocasionara la guerra y después el tratado de
Ancón y ¡¡¡ti discusione$ sobre el cumplimiento del tratado.
L(ts antecedentes del conflictu chilcnu-boliviallo de-
muestran que Chile según los títulos coloniaJeti sólo llegaba
a la población dell'apOlio, en el grado 2ú de latitud ~U1.'. Esc
limite fué reconocido por todas las constituciones chiltmas
que declaraban que Chile terminaba en el desierto de
Atacama. El descubrimiento de guano l'Il el desierto de
Atacama determinó las aspiraciones chilenas a ese terri·
lorio. El gobierno boliviano, presionado por la $uperioridlld
Illateri¿;¡ de Chile, tuvo que hucer a este concesionel> !Jor los
tl'atudo9 de 1866 y 1874. Chile avanzó asi hasta el grado ~4
y obtuvo una excepción de impuestos para sus capitu-
les y productos en el litoral boliviano. F:stas prerrogativas
chilenas dieron origen a la "cuestión de los diez centavos"
eOIl la Compañia chilena del Ferrocarril y del Salitre de
Antofa~:asta, que dió lugar a la ocupación dQI litoral boli-

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viano por parte de Chile. El Perú, ligado a Bolivia por el


tratado de Alianza defensiva de 1873, se vió comprometi-
do en el conflicto y Chile le declaró la guerra.
La pérdida de la guerra por el Perú, trajo como re-
sultado el t¡'atado de Aneúl1. Por este tratado se cedió
a Chile el departamento de Tarapacá y se entregó por
diez años las provincias de Tacna y Arica. Expirado el
plazo de los diez años debió realizarse un plebiscito que
decidiera la nacionalidad de las provincias. El país vence-
dor pagaría al vencido en el plebiscito diez millones de soleH
como indemnización. El tratado de Ancón no señaló, sin
embargo las condiciones del plebiscito, las que deberían
acordarse posteriormente.
Cunlplido el plazo de .los diez años. en 1894, el Perú
exigió la realización del plebi$cito. Chile propuso bases
inaceptable's p':lr8 èste (prhidenèiaehilena; vofu de los
nativos" residentes y extránjeros o solliciones dilatorias
(prórroga de la ocupación, cesión o compra de· Tacna y
Arica, garantía~ pura el pago de la indemnización) El Pe-
rú gestionó el plebiscito desde 1892 hasta 1901 en que d
rechazo del protocolo Billinghurst-La Tone, que sometía
las cuestiones en desacuerdo al arbitraje, le reveló las in-
tenciones desfavorables de Chile. De 1905 a 1909, resta-
blecidas las relaciones, el Perú intentó en una segunda eta-
pa, tan infructuosa como la anterior la realización del ple-
biscito. Chile había iniciado ya la campaña de la chílcni-
zación, lo que motivó la segunda ruptura de relaciones en
1911.
A partir de 1918, habiendo Chile desperuanizado las
provincias por actos de fuerza ~. triunfantes en el mundo
los principios de justicia internacional procIamado$ en la
guerra europea, el Perú sostuvo la caducidad del tratado
de AncÓn y la no realízación del plebiscito, por haberse
alterado fundamentalmente la situación prevista en aquel
tratado.
La última (,t.apa de las negociaciones e~ la del llrbi-
t,·aje. El Perú y Chile convinieron en someter la vigencia
de las cláusulas nù cumplidas del tratado de A ncón al arbi-
traje del Presidente de los Estados Unidos. Este en su
LaudQ declaró que aun era posible el plebiscito y que este
debería realizarse bajo el control de una Comisión Plc-
biscitaria, formada por peruanos y chilenos y presidida
por un Delegado del Arbit.rQ. El plebiscito resultó irrea-
lizable en la práctica por los actos de fuerza cometidos por
las autoridades y policías chilenos en contra de los votan-
te$ peruanos. El general Lassiter, Presidente de la Co-
misión Plebiseitaria declaró l'ntonees la impractícabilidad
del plebiscito por culpa de Chile.

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- 165 -

Prosiguiendo su curso el arbitraje se recurrió a :a~


negociaciones directas bajo lo;. buenos oficios de 10:'1 Esta
dos Unidos. Dichas negociaciones han terminado el litig.
con el tratado deLima de 3 de Junio de 1929 que ha divl
dido las provincias disputadas dando Tacna al PNÚ y Aric¡·
a Chile.

Consúltese: M. F. PORRAS, J. S. CA VERa y


SOLON POLO. - Alegato y Réplica del Perú ante el Ar-
bitro el Presidl'nte dp los E~ta(los Unido~.
ARTURO GARCIA. -- Histoda Diplom:itica dpl Perú.
Revi,;ta Universitaria. - Lima 1926-27.
;rOSE MARIA BARRETa. - El ]Jroblr.mrl pp,'uano-
ehilC'!1() -- Lima, ]912.
VICTOR M. MAURTU.\. - La cucstiÓn del Pacífico.
- Ediciones I90r. y I9IR.
VICTOR A. BF:LAUNDE. - Nup;¡tra cup~;tión con
Chili·. -. Lima, 1!1l9.
F~~LIPE DE OS:\'IA. - CircuJIll' Il las cancillerías ex-
tranjeras. (26 de mayo dC' lDOl).
DOCUMENTOS relativos nI plebiscito de Tacna y
Arica. - 1 a VII - 1926.
OPINION AND AWARD OF THE ARBITRATOR.-
Washington, 192fi.
ACT AS de la Comisión Plebiscitariu - dos Tomos -
Lima, 1928.
EL PROCESO DE TACNA Y ARICA. (1925-27) Re-
seña de los principales suce~s .... (Publicación oficial)-
Lim:" 1927.
LAURO A. CURLETTI. - El laudo arbitral sobre
Tacna y Arica. - Lima, 1925.
ALBERTO ULLOA. - El fallo arbitral del Presi-
dente de los Estados Unidos de América en la cuestión de
Tacna y Arica. - 1925.
MANUEL V. VILLARAN. - El arbitraje de Was-
hinr.ton en la cuestión peruano-chilena. - New York, 1923.
CARLOS WIESSE. - Apuntaciones. sobre el plebis-
cito. - Laussanne 1898. - El asunto de Tacna y Arica,
1906.
BOLETIN DE RR. EE. núm. 6 (año 1905). - Lími-
tes -:!ntre Pisagua y Arica. - Documentos oficiales perua-
nos y chilenos sobre la C,lCstit'>n Chilcaya). - 2a. época,
Nu. 3, marzo de' 1925.

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- 166 -

CARLOS PAZ SOLDAN. - Límites entre Arica y


Tarapacá. - Lima, 1904.
PEDRO IRIGOYEN. - La adhesión de la República
Argentina al tratado de alianza defensiva perú-boliviana
de 1873.- Lima, 1920.
RICARDO MADUE~O. - La indu9tria salitrera del
Perú antes de la guerra con Chile. - Lima. 1919.
ALEGA TO y REPLICA del Gobierno de Chile ante
el Arbitro el Presidente de los Estados Unidos Washing-
ton, 1924, alti como las NOTAS Y APENDlCES al Ale-
pto y Réplica.

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- 167 -

LOS L1MITE5 .l\CTlJflLE5 DEL fERIJ

CON EL ECUADOR. (SEGUN EL ALEGATO


ANTE EL REY DE ESPAfllA). - La fron lera
con el Ecuador se halla constituída por una lí-
nea que une los siguienles puntos: el río :\10.-
chala, las vertienles del Saruml1, el río Alamar
y la quebrada de Pilares. el río l\lacará, desde la
desemhocadllrll del Alamar hasta su origen en
la C(llebrurla de Espíndula, el río Canchis hasta
sn cOllfluenciH con el Chinchipe, el puebla de
Paute, ri Salto de Agoyan, la cadena oriental de
103 Anrle~ llamada sucesivamente de Cotopaxi.
Cayaml.lUru. Andaquíes y Macao. hasta la fron-
tero. con Colombia.
CON COLOMBIA. (TRATADO DE 1922).-
Desdo el punto en que el río Sucmnbios es cor-
tado por el meridiano de III boca del Cuimbé en
el Putllmayo, la línea rie frontera va (lOI' este
mrrirliano hasta la boca del CuimbÓ, y de nItí,
pOI' el thalweg del río Plltumayo hasta su con-
/'Incncia con el río Yaguas, Rigne por una línea
recta que de esta confluencia va u 'lo.del rio Ata-
cUllri en el Amazonas, y de allí. pUl' el thalweg
fi!.'l río Amazonas hnsto el límite con el Brasil.

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CON BRASIL (TRATADOS DE 1851 Y 1909).


- De5de la deRemoocadura ùel río Yavnri en el
Amazonas, la I'l'ontera continúa por el curso
del Ylwari. ag'UHS arriha, hasta S\I naciente prin-
cipal.
De la naeienle 11I'incipal del rio Yaqui¡'UIHt o
Alto Yavary, situnda a los 7°6'51"02 de latitud
sur y 78°,j,S'ûV'k3 de longitud Oeste de Green-
wich, continÚa In frontel'U en direcciÓn sur por
la línea di"isllria de las aguas que yan para el
Lcayalí de las 'lile conen para el ,"urna. hasta
encontrlll' el paralelo de 'la boca del r'ío Breu,
II fluente de In OI'illu der'ccha del Yl1rua (!)02V
·í,2"Ol Sr 7:3°12'42"8:-3 O. G.). ContinÚa hacia
el Este por el indicado paralelo, cOI'taudo los
ríos Amonea y Arar'a. Illlsta la cilada hocIl del
I1rell (72°43'28"50 O. ('.) De ahí suhe por el
ulveo del nrell. aguas UI'¡'ihá. hasla Sil calwcrra
pricipal (\)"·+1'34"98 S. y 72°15'0!~"M\ O. Il.)
,mllrco de referencia), que se haIla en el decli-
ve ciel divisor de las aguas que van para (llalto
Yurua, al Oeste, de las que vnn para el '1'llra-
huaccl. al Este, ~. ('nlre llls que \'/l11nI PiqueYIl()o.
al I~ste, y las que van al Envirll. al Oeste, por
donde continúa la fronlern hasta su intersección
con el pa.ralelo de la;; 10° de Ia.tit.ud Sur (72°
10'49"68 O. G.)·. ContinÚa la frontera hacía el
Este por el paralelo cie los 10° Sur, corfnn~lo el
río Envira. hasta encontrar el di\'ortil1l1\ aqllll'
rum entre el En\'ira y el Curanja (71 °22'38"70
O. G.). y, por este divortium aquarllm hasta en-
contrar III nacienle del'rí9 Santa Rosa (9°51'
13"72 S. y il °07'59"93 O. G.). Continúa la

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l'I'ontt'J'a PO)' pl río Sanla HORa o f:nrinuhn. aguas


al1a.fo. hnsla Sil l'Onl'll«>IIl'ia ell In 1Il'illn iZl/llíe¡'-

da tlp] J'Ío PlIl'Ús. r


por' l'ste Últilllo I'ÍlI, al-(lIl1"
al'rih:l. hasta III ¡wea del !'ÍlI Shlll\Il)\I~ïl(,11 ~' IJlI)'
pl al\'(>o de ('sl(' Últilllll l'jll ila"ln ,,11 Ila(~ielll(>
:W.íW¡·1"()!) S, ~' ioc:3i'IG"18 n, \1,), Ile allí
rnlll ¡lIÚa Iii 1'I'IJII("l'" Iwcia ('1 ,.;111' I:ríiida ¡II 1111'-
r'idi¡¡11II de la lIaciente dl'! Slwl1lhll~ïlf'll, ('0['-
1:lIldo los ¡'Íos (;lIan<lI('"" ~' Y¡¡en, llnsln l'llenll-

lJ'ilI' pl par'nlelo dl' los II' tif' lalilud SIII', rlllJti-


111111/1110 pm' llllil líll('ll ~n'fll.n';¡fira dr ('\II'/I"il'llI
d(' l:! l'IiI. :~:J(Î qlll' ',1
n (,Ill'llllll'al' Iii 1I;¡I'j(,lIll'
pl'illi'¡pal del l'ío .\('J'P III ;)(j'(l;)" j. í S, ~' 71)"
:; l'j{)"S!1 (l, (;,) ~' pOJ' pl il! 11'0 d(··¡ ,\(,I'l', al.nla"
:¡]¡¡tjll. hasla ('1 ¡¡¡g,ll' l'Il Ipl(' rlll¡/111~·(,. \HI\' la
"rill" dl'l'('('ll:\. ('1 al'I'l)~'O Yiln'J'í.iil,

CON BOLIVIA. (TRATADOS DE 1902 Y


1909). - La I'I'o/llpr'i1 ('l)1l Boli"Ín l'olllir>lI7.a
l'II la I'llnf'llleJ)riil dpl al'r'o~'o Yuverijê1 ('I)II ('1 ríll
Acre (lW;)W:JS"I;) S. ,'" (í!)":3I¡./'l(i'':r7 (l, ¡;.),
¡'CCorl'P cinco Idl':lInctl'us pOI' el tIHlI\\~('g dpl Ya-
YCI'ijr'. r ya pOl' IIna línea g"COdl'sil'ê1 ¡¡ pncnnlrlll'
sO!>¡'C' pl ¡'¡Il 1rannrípc el punto equidistante e!l-

tre el n)f'I'idinllo de San LOl'cnzo ~. pl lîlcl'idiano


IlInmol!. ('onlinllando por la misma 1'(~cIHg('o-
(]{osÍ(':! II ln cOlll'lllpn('in r1pl río lIeath [")11 pl
:'vrlldl'l' dl' Oí,)". "i).{11Îrntln el
r1rl J'ío curso
\IlInlll'jpe rniel1tl'ns ('IlI'I'P l'ortando ('"In línrn
g('orl(\c;íC:1. Conlin¡'¡n In f'¡'nnfera por la \'flglladn
d!'1 l'ill lIcnth. ê11·nl/lS nrribil. IlflstH Sil I1ncil'nle.
r de nhí. tir conformidad ('Oll pl mnpil (lc III Cn-
ll1i~i¡}1l prrnann. ya 11 encontrar ll1\ punto del
I'ífl Colorado situado a tres kilómetro", medidos

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- 170 -

por sn thalweR, de SlI desembocadura en el


'l'ambopata, continuando por el rio Colorado y
después por la mgunda del río Tambopata has-
In el lugar en qnc conflnye con el río Lanza, y
ll.sciende por este Último río hasla SU intersec-
ción con un paralelo sitnado doce minutos al
Sur de 511 cont1uencia con el 'I'ambopu.ta. De
esta intersección continúa la frontera por el ci-
tado paralelo hasta encontrar el divortium
aqllarnm de laR río,; Tambopata y Lanza, si-
guiendo por este rli\'ortium aquarum hasta la
cumbre más setentrionlll de la cordillera de
Ichocorpa. De ahí cruza la frontera por las cum-
bres de Lurini Sur, Piña-Orco Sur, y los más
altos picos de las cordilleras de Huajra y Yagull-
yagua r va hacia el sur pOI' las cnmbres llama-
das Colqueni y Luzuni hasta la cima de Paloma-
ni Grande, siguiendo por el divorcio ùe aguas de
la Garganta denominadaPalomani Cunca se di-
rige a la cumbre del Palomani Pico y hasta 'la
'rranca o Palomani Tranca. Del contrafuerte
principal del Palomani T.~l\nca, en la cabecera
oriental del lago Snche~,;; continúa la frontera
dividiendo la superficie de este lago en dos por-
ciones iguales y va a rematar en la desemboca-
dura del río 4~1mismo nombre. Continúa por el
thalweg del M(, Suches ha~ta un punto situado
cien metros al Sur de aquel en el cual el rio
Snches se bifuroa y de ahí la frontera se dirige
en línea recta hasta encontrar al río Pecañani
en un plinto situado al Sur del Morro Apocello,

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- 171 -

6Htlinuan<!o [If\!' el lhfllwep; del curso principal


de este río hasta inI81"wcci')n
Sil con el cflmino
(ll((~ de Peleellllco conduce a Pulina y Ar,allgnro.
continuando en línea recia hasta la ('onl'lllPncín
d!'] I'ío SIl(Jnsllpll COli 1'1 i1I'ro~'tI d(' .\lIfllqllilln
;\01'(1', y, 1¡llllhi("1I rn Iínra l'l't'ln, ¡¡¡Isla el eSp'l-
Il')/) norte de ln coltlnia de Paria ~. ¡¡,.;cirllllp hllsta
ri punto mlÍs eminente de dicha colina. descirn-
dp pOI' el espolÚn Oeste hnst" pl PlIl''';() ¡\pl ¡'ío
l:ol,)lolo ti de la Haya continllnndo por pl cm'so
de ('sIl' f'Ío hasta SlI conl'lllP!1cia COll ri I'ío SII-
clws. pOI' Ilwl\\',rg ('0111 i))Úa III I'I'Onll'l'fl
CIIYO
!lus: n Sil conl'lllcncia con el arl'oro Pnchflsilí.
I¡esde la PUfll'llll'l1pia 11<,1 río Suche,.; I'\l)) !'l
nl'l'(I~ï) Paf'hnsili pontínt'tn la I'l'onll'l'a PlI!' 11Iln lí-
))pn de e('I'I'o~ qllp selw¡'n Ins 1l;¡f'jf'lIl!;¡,.; ppl'ltan:l<;

:Ie (¡1t<ttll'lIn{' holiyianas


dl' lns dl' \11¡ÎlI'('n~, }¡n.·i!n
ln ll'lhía de (~(/('llhui en cI Lllg'o '1'ilirIlP'¡'
De de' Coca.hui
III J¡;¡híll III l'rol\le\'a (~I)\)till¡'¡f\

crllzflndo e) Lngo
Titicaca, pOI' su línea media,
hlleia III peninsula de COpllClllJlll1l1. '1111'('orla, ~'
desl'W',s por la lagnna d(~ \llliullurca. plll' ulla

lí\lea sinuosa que dcjllllllo las islas de csa ¡¡¡glllla


l'Il poder del PPl,]'1 ,,;¡ il cl\('01llral' ell'Ío Desa¡..(lla-
dCJ'o. POI' eslp ,'ío ~. cI Corpa (1 de la nf\~a con-
tinÚa III fl'olllel'éi por el lindero S1II' IlP Jas 1111-
('i(,1Ieln" rH~I'llllnUS de OhUCllitO. I1HlI'radn por 1l11-
lif!'uos amojonamientos, hasta ('n(~oIIlJ'll[' f'llími-
II' ('OIJ ()J¡ilf'.

CON CHILE. (TRATADO DE 1929). - El


límilp con Chile parlp. de un punto rlr' In ('()~;(a,

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- 172-

distante diez kilÓmetros al nOl'le del puente del


río Unta. para seguir hacia el Oriente paralelo
1-1 la via de la secciÓn chilena del ferrocrril de
Arica a La Paz, él \lUll dil-Jtancia de diez kilóme-
tros, l-JalYo ('Il la parll' d(' las azufreras (le-l '1'1\-
eorll qne deben qUCdl' ('n territorio chileno y en
la Laguna Blanca que corresponde por mita.d Il
Il mbos países.

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INDICE

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:';I'~oeiilciIJlIl~"; ('Ol! Colombia . (i~

\l'~ocil\eiolll'''; toll el J:I'(l,;il ~'!


:\c¡::'ociaciulIl''; l'OIl 1l1l1iyiu . D:J
\eI-\'Ol'iIlCillllp" con Cl1i!p .. Jilï
Lu,; límile,; ¡¡clllalt'" dl'1 PCl'Ú . 1liï

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