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Época Colonial
Prevaleció en el Reino de Guatemala entre 1524 a 1821, se puede concebir, en
esencia, como la explotación económica de un territorio y del trabajo de los
habitantes de éste, que anteriormente gozaron de autonomía. En el caso de la
sociedad colonial de Guatemala es decir, durante el periodo comprendido de
1524 a 1821, el aparato económico, estrictamente considerado, descanso
principalmente a las siguientes columnas institucionales: Esclavitud,
Encomienda, Repartimiento, servicios personales, propiedad y utilización de la
tierra, administración de la hacienda pública, tecnología, trabajo artesanal y
comercio. Básicamente, sin embargo, en Guatemala , el régimen colonial gravitó
en el trabajo de los nativos , ya que los móviles generales de la conquista , las
coacciones en que esta se realizó y la propia situación económico social de
España y de la propia colonia
LA ENCOMIENDA EN EL CONTINENTE
Guatemala está situada dentro del área geográfica conocida como Mesoamérica.
Dentro de sus límites territoriales se desarrollaron varias culturas. Entre ellas
la Civilización Maya que fue notable por lograr un complejo desarrollo social.
Sobresalió en varias disciplinas científicas tales como la arquitectura, la escritura,
un avanzado cálculo del tiempo por medio de las matemáticas y la astronomía.
El calendario maya que según los historiadores, era más preciso que el calendario
gregoriano que utilizamos hoy en día. Eran cazadores, agricultores, practicaban
la pesca, domesticaban animales como pavos y patos; se trasportaban en canoas
para navegar por los ríos y para viajar a las islas cercanas. También destacaron
en la pintura, la escultura, la orfebrería y la metalurgia del cobre, tejían el algodón
y la fibra de agave, desarrollaron el más completo sistema de escritura en América
prehispánica, entre los deportes que practicaban se destaca el juego de pelota, el
cual más que un juego era una ceremonia.
En 1523 los conquistadores españoles llegaron por el oeste, provenientes
de México, bajo el mando del capitán Pedro de Alvarado, con la intención de
explorar y colonizar los territorios de la actual Guatemala. Se enfrentaron primero
con los k'iches, y luego se aliaron brevemente con los kaqchikeles, fundando su
primer asentamiento el 25 de julio de 1524 en las cercanías de Iximché (Tecpán),
capital de los kaqchikeles, villa que recibió por nombre Santiago de los Caballeros
de Guatemala en honor al apóstol mayor.
El 22 de noviembre de 1527 esta ciudad fue trasladada al Valle de Almolonga —
ubicada en el moderno barrio de San Miguel Escobar en Ciudad
Vieja, Sacatepéquez—, debido al constante asedio que sufría por los ataques de
los nativos.
Las órdenes regulares de sacerdotes dominicos se establecen en 1529, mientras
que los franciscanos lo hacen en 1530 y los mercedarios en 1536. [13] Entre 1530
y 1531 el capitán Alonso de Ávila accidentalmente en su ruta de Ciudad
Real hacia Acalán descubrió la laguna y peñol de Lacam-Tún. Los habitantes de
esta zona que comerciaban con los pueblos previamente conquistados por los
españoles evitaron un enfrentamiento directo utilizando la selva como refugio.
Fueron varios los intentos infructuosos por conquistar a los lacandones: desde
Nueva España lo intentó Juan Enríquez de Guzmán; desde la Península de
Yucatán lo intentó Francisco de Montejo; desde Guatemala Pedro de Alvarado con
el capitán Francisco Gil Zapata y desde Chiapa Pedro Solórzano.[14] Entonces los
dominicos intentaron realizar una conversión pacífica en las «Tierras de Guerra»
de Tezulutlán.
El segundo emplazamiento de la capital en el Valle de Almolonga (hoy el barrio de
San Miguel Escobar en Ciudad Vieja, Sacatepéquez), fue destruida en la
madrugada del 11 de septiembre de 1541 por un alud de lodo y piedras que
provino de la cima del Volcán de Agua o Volcán Hunahpú, como lo conocían los
indígenas guatemaltecos sepultando a la entonces capital de la región y
enterrando a la ciudad con la mayoría de sus habitantes. Entre ellos estuvo la
gobernadora doña Beatriz de la Cueva, viuda de Pedro de Alvarado. Esto obligó a
que la ciudad fuera de nuevo trasladada al cercano Valle de Panchoy, unos 6
kilómetros aguas abajo, en donde actualmente se encuentra la ciudad de Antigua
Guatemala.
En 1543 fue creada la Audiencia y Cancillería Real de Santiago de Guatemala,
conocida simplemente como Real Audiencia de Guatemala, que inicialmente se
estableció en otra ciudad «por orden del Consejo de Indias de 13 de septiembre
de 1543, se manda a la Audiencia residir en la villa de Valladolid de
Comayagua».[15] Luego, el 16 de mayo de 1544, la Real Audiencia se trasladó
a Gracias a Dios en Honduras, y se mantuvo allí hasta 1549. [16] Por Reales
Cédulas de 25 de octubre de 1548 y 1 de junio de 1549 se concedió el traslado de
la Real Audiencia a su sede definitiva, estableciéndose en la ciudad de Santiago
de Guatemala, siendo el más alto tribunal de la Corona española en la Capitanía
General de Guatemala, para el moderno territorio de Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas.
En 1609, a la Capitanía General de Guatemala también se le empieza a
denominar Reino de Guatemala, debido a que el capitán general que ejercía el
mando militar, era el gobernador civil (policía y hacienda) en el conjunto del
territorio, y también era el presidente de la Audiencia y Cancillería Real de
Santiago de Guatemala, y se centralizan todos esos poderes como si fuese un
reino.
Colonia española
4. REFORMA LIBERAL
Con largos antecedentes de lucha entre conservadores y liberales, y con un
gobierno conservador y declarado vitalicio con su antecesor Rafael Carrera, los
liberales exiliados en México y liderados por Miguel García Granados y Justo
Rufino Barrios, hicieron una revolución para deponer a Cerna. El 3 de junio de
1871, García Granados llegó con sus tropas a Patzicía, departamento de
Chimaltenango, donde levantaron el Acta de Patzicia desconociendo al gobierno
de Vicente Cerna y Cerna. El 30 de junio de 1871, el ejército liberal entró en la
Ciudad de Guatemala y García Granados se convirtió en presidente provisional,
gobernando hasta el 4 de junio de 1873. Su gobierno puso en marcha la llamada
Reforma Liberal de 1871 y decretó la libertad de prensa y la libertad de cultos, la
supresión de los diezmos y de las órdenes religiosas y expulsó a los jesuitas,
además de impulsar la educación laica. También se estableció la actual Bandera
de Guatemala, decretando sus colores, y autorizando la creación del actual
Escudo de Armas de Guatemala, donde aparece el quetzal, como símbolo de
libertad, en sustitución del escudo conservador, el cual hacía referencia a la
creación de la República de Guatemala el 21 de marzo de 1847, en franca
oposición a la unión con el resto de naciones del área, que eran liberales.
En 1873 fue elegido presidente de Guatemala Justo Rufino Barrios, quien seguiría
la línea de Miguel García Granados, y a quien se le conocería en Guatemala por
haber declarado la educación laica, gratuita y obligatoria, y quien llevaría a cabo
reformas sociales, culturales, económicas y legislativas. Durante su gobierno, en
Guatemala, Barrios establecería una política anticlerical, suprimiendo las
hermandades y órdenes religiosas, y expropiando los bienes de la iglesia,
establecería la Constitución de 1879. Dentro de sus obras públicas, se pueden
contar: La introducción del ferrocarril a Guatemala, el tendido de líneas de
telégrafo, así como el establecimiento de la educación pública gratuita, a través de
escuelas en todo el país, también fundó el banco hipotecario, el hospital de oriente
y mando a construir el cementerio general de la ciudad capital. En 1883, dejaría en
la presidencia durante seis meses su cargo en una presidencia interina de José
María Orantes, con motivo de su viaje a Nueva York a firmar el tratado para fijar los
límites con México, regresando el 5 de Enero de 1884 a la presidencia. Su más
grande anhelo, sería la unificación de Centroamérica, inspirado probablemente en
el liberal Francisco Morazán. En 1885, con el apoyo de Honduras, emprendió una
campaña militar para restablecer por la fuerza la unión centroamericana y declaró
que asumía el mando militar de Centroamérica. Barrios obtuvo el respaldo del
Presidente de Honduras Luis Bográn, pero Costa Rica, El Salvador y Nicaragua se
aliaron para oponerse a sus pretensiones, y también las condenaron los Estados
Unidos y México.
Para poner en práctica sus planes, Barrios invadió El Salvador en marzo de 1885,
mientras tropas de Costa Rica y Nicaragua se aprestaban a enfrentarse con las
de Honduras. Sin embargo, los planes de la unificación centroamericana se vieron
frustrados súbitamente, ya que el Presidente guatemalteco murió en la [[Batalla
de Chalchuapa]], poco después de que sus tropas invadieran El Salvador.
Rivalidades entre García Granados y Justo Rufino Barrios La reforma liberal siguió
los lineamientos del programa de gobierno de Morazán y Gálvez en la década de
1830, con la diferencia que Miguel García Granados era un político moderado, que
creía en la transformación lenta del pueblo y el gobierno y que no deseaba tener
conflictos con los miembros del Clan Aycinena al que pertenecía su familia. 4 Por
su parte, Justo Rufino Barrios quería arrebatar el poder a dicha familia, cuando fue
nombrado gobernador de Quetzaltenango se dio cuenta que para establecer el
liberalismo en aquella provincia debía quebrar la influencia que ejercían allí los
jesuitas, de tal manera que optó por deshacerse de ellos, enviándolos a la ciudad
de Guatemala. Para neutralizar el poder político de la iglesia católica, que había
sido reforzado por el Concordato de Guatemala de 1852 suscrito por Carrera y los
miembros del Clan Aycinena con la Santa Sede, 13 , Barrios inició su ataque
contra la orden regular que consideraba más perniciosa: los jesuitas.
Revolución Liberal de 1871 General José Onofre Barillas con sus hijos Manuel
Lisandro e Isodoro poco después del triunfo de la Revolución Liberal de 1871.
Barrios tenía el respaldo de los liberales radicales, mientras que García Granados
el de los liberales moderados y en menor grado los conservadores del Clan
Aycinena. Pronto se iniciaron ataques mediante publicaciones de ambos bandos, y
la tensión llegó a tal grado que el problema de la expulsión de los jesuitas llegó a
las manos de García Granados. 14 El presidente, deseoso de evitar una
confrontación directa, se dirigió a las provincias del oriente del país para sofocar
una insurrección conservadora y designó a Barros como presidente provisional.
Cuando García Granados volvió, apenas pudo reconocer su programa moderado
de gobierno. Los radicales entonces se propusieron instaurar a Barrios
permanentemente en la presidencia y surgió así un evidente deseo de sustituir al
indeciso anciano presidente por el joven caudillo que poseía un carácter más
fuerte y resuelto. 14 Protestantismo Siendo ya presidente Justo Rufino Barrios,
abrió las puertas de Guatemala a la migración de misioneros evangélicos en este
país, siendo el primero el presbiteriano John C. Hill. La simpatía por el
protestantismo esencialmente era que los liberales ansiaban un sistema de
educación que sustituyera el escolástico de los jesuitas; para ello era necesario
tomar el camino de la educación pragmática, inclinada más a la ciencia y a la
tecnología, para salir del tradicionalismo de las bellas letras. 14 El hecho de Justo
Rufino Barrios fuera activo masón no era antagónico con el protestantismo de ese
tiempo; es más poseían rasgos en común, por ejemplo: la defensa de la libertad
de culto, declararse en contra del monopolio de la iglesia católica, las ideas de los
valores éticos, la democracia y su perspectiva teórica respecto al trabajo. 14
Mandato de Justo Rufino Barrios e intento de reunificación de Centroamérica
Véanse también: Catolicismo en Guatemala y Reunificación centroamericana. En
1873 fue elegido presidente de Guatemala Justo Rufino Barrios, quien seguiría
una línea mucho más radical que la de Miguel García Granados, y a quien se le
conocería en Guatemala por haber declarado la educación laica, gratuita y
obligatoria, y quien llevaría a cabo reformas sociales, culturales, económicas y
legislativas. Durante su gobierno, Barrios establecería una política anticlerical,
suprimiendo las hermandades y órdenes religiosas, y expropiando los bienes de la
iglesia, y también establecería la Constitución de 1879 en la que explícitamente se
prohibía el establecimiento de monasterios en el país. h Dos factores económicos
importantes ocurrieron en este período:
Militarización en el campo
Por ello, la representación de la autoridad política del gobierno central fue una de
las principales tareas que se asignó a los finqueros, a quienes se les invistió no
sólo de autoridad civil y policial, sino incluso de autoridad militar. Las milicias de
reserva estaban formadas por reclutas de entre 15 y 50 años. En las fincas, los
propietarios o sus representantes debían pasar lista todos los domingos. Los
trabajadores estaban obligados a integrar escuadras subordinadas al patrón como
si éste fuera su jefe militar.
del poder desde 1871. Manuel Cobos Batres emergió como líder de la protesta,
junto con el obispo José Piñol y Batres. Un año antes se habían fundado la Liga
Obrera, dirigida por Silverio Ortiz, y el Partido Unionista, que reclamaba un
régimen parlamentario, la reforma del sistema monetario y la integración
centroamericana. En el movimiento de protesta de 1920 surgieron milicias obreras
y se creó una situación de insurrección que cobró 1,700 vidas. Estrada Cabrera
fue derrocado y llegó al gobierno Carlos Herrera Luna (1920-21), azucarero y
banquero. Herrera reconoció algunos avances en materia de cooperativismo y
derechos individuales, pero restringió las protestas mediante el Reglamento de
Manifestaciones. En esa época destacó por su beligerancia la Unión Ferrocarrilera
de Guatemala.
Ubico sustituyó a los alcaldes ladinos por intendentes nombrados por él y mantuvo
a los alcaldes auxiliares indígenas. Trasladó a la Dirección General de Policía el
recién creado Departamento de Trabajo, que dependía del Ministerio de
Economía, y se valió del Ejército para llevar a cabo su política. La fuerza armada
coaccionó a los campesinos para construir caminos y tender los hilos del telégrafo
por todo el territorio nacional. Además, el gobernante persiguió brutalmente a sus
opositores. En 1934 descubrió una conspiración en su contra y diezmó a quienes
la promovían. Él hizo famosa la ley fuga. Sin embargo, en junio de 1944, en medio
de protestas populares, tuvo que entregar el poder a un triunvirato militar presidido
por el general Federico Ponce Vaides, quien gobernó 108 días.
Por otro lado, los conflictos interétnicos se exacerbaron. Las disputas locales entre
los indígenas y los ladinos de Patzicía, Chimaltenango, alentadas por las
promesas de Ponce de otorgar tierras a los primeros, no tardaron en trasladarse al
escenario político central, y desembocaron en una masacre de cakchiqueles tras
su levantamiento contra los ladinos (quienes registraron entre 16 y 19 muertos).
Las víctimas indígenas provocadas por la intervención del Ejército el 21 de octubre
de 1944 sumaron más de 40, pero en los siguientes días se desató una cacería de
indios en la que participaron grupos paramilitares ladinos de Zaragoza, que cobró
entre 400 y 600 víctimas.
2. La revolución de octubre
El coronel Jacobo Árbenz ganó las elecciones de 1950 postulado por el Frente
Popular Libertador (FPL), representante de las clases medias. Árbenz comenzó a
estudiar el problema agrario. El Censo Agropecuario de 1950 mostraba que el
99.1% de las fincas eran minifundios que sólo ocupaban el 14% de las tierras,
mientras el 0.1% ocupaba el 41% de la superficie censada; el 40% de las fincas
eran propiedad de 23 familias, 54 fincas disponían del 19% de la tierra y cerca de
250,000 campesinos carecían de ella.
Las fincas de mozos propiedad de los Herrera se extendieron en una franja que va
de San Juan Sacatepéquez hasta Joyabaj, El Quiché, y a otros municipios aún
más lejanos como San Juan Cotzal. La reversión de la reforma agraria convirtió a
San Martín en un foco de alta conflictividad social durante las siguientes tres
décadas. A pesar de los esfuerzos de inversión en infraestructura de servicios tras
el terremoto de 1976, el problema central del control de la tierra y el
reconocimiento del poder indígena quedaron sin resolverse, y sólo se comenzaron
a abordar por lo menos hasta después del estallido del conflicto armado en esa
región (1980 y 1981).
En 1953 Dwight Eisenhower fue electo presidente de los Estados Unidos; John
Foster Dulles fue nombrado Secretario de Estado, y Joseph McCarthy llegó al
Senado. Por otro lado, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ganó mucha
influencia después de una operación exitosa que derrocó al régimen iraní. El
elemento clave para la política hacia Guatemala fue el embajador estadounidense
John Peurifoy, quien llegó al país en ese mismo año, y en su primera entrevista
con el presidente Árbenz le exigió que expulsara del gobierno a todos los
comunistas.
3. El protagonismo de la Iglesia
Con estos cambios en la vida política, la Iglesia entraba a una nueva etapa. Los
embates de los gobiernos liberales habían mermado el tradicional poder
eclesiástico. La escasez de personal religioso (en 1940 había 126 sacerdotes para
tres millones de habitantes) obligaba a los laicos a encargarse de la sobrevivencia
de la fe en sus comunidades.
4. El golpe del 54
Con el nuevo gobierno regresó el jefe de la policía secreta de Ubico, José Bernabé
Linares. Se creó el Comité Nacional de Defensa contra el Comunismo y se emitió
la Ley Preventiva Penal contra el Comunismo. El Comité tuvo facultades para
ordenar la detención de cualquier persona. En los primeros meses después de la
caída de Árbenz fueron arrestadas 12,000 personas y se exiliaron unos 2,000
dirigentes sindicales y políticos (Carta de Guatemala, 1954).