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Conceptos:
Enunciados: son expresiones que tienen sentido o significado. Los enunciados pueden situarse
dentro de argumentos, por lo cual, puede afirmarse que todo argumento contiene al menos un
enunciado sea simple o compuesto. Un enunciado simple es uno que no contiene ningún otro
enunciado como componente. Por ejemplo: “Carlos es cuidadoso” es un enunciado simple. Un
enunciado compuesto, en cambio, es aquel que contiene otro enunciado como componente.
Por ejemplo: “Carlos es cuidadoso y Carlos es agradable” es un enunciado compuesto pues
contiene dos enunciados simples como componentes.
Sin embargo, los enunciados, sean simples o compuestos, no deben confundirse con las
proposiciones. Las proposiciones son declarativos que pueden ser falsos o verdaderos. De esta
forma teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, se puede diferenciar que de los
ejemplos anteriormente mencionados solo uno de los cuatro es una proposición, el cual es “un
año tiene V2 meses” dado que puede ser verdadera o falsa, en este caso es verdadera.
Las proposiciones a su vez se dividen en simples, se forman por una sola afirmación, y en
compuestas, están compuestas por varias afirmaciones. Las proposiciones compuestas están
formadas por conectores. Los conectores sirven para enlazar proposiciones simples y formar las
proposiciones compuestas.
De entre todas las conectivas lógicamente posibles, en nuestro cálculo vamos a usar cinco. Una
monádica, esto es, que toma un único argumento y el resto diádicas, es decir, que toman dos
argumentos.
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enunciado verdadero y el valor de verdad de un enunciado es falso. Utilizando este concepto de
valor de verdad es posible dividir a los enunciados compuestos en dos categorías distintas,
dependiendo de si el valor de verdad de un enunciado compuesto es determinado por completo
o no por el valor de verdad de sus componentes, o si es determinado por cualquier otra cosa
diferente al valor de verdad de sus componentes. Esta distinción se aplica a las conjunciones. El
valor de verdad de conjunción de dos enunciados se termina por completo y en absoluto por el
valor de verdad de sus dos conyuntos. Si ambos conyuntos son verdaderos, la conjunción es
verdadera, de otro modo es falsa. Por esta razón se dice que una conjunción es un enunciado
compuesto veritativo-funcional, y se dice que sus conyuntos son componentes veritativos-
funcionales del mismo.
Componente veritativo-funcional: cualquier componente de un enunciado compuesto cuyo
reemplazo por otro enunciado que tenga el mismo valor de verdad no cambiaria el valor de
verdad del enunciado compuesto.
Sean p y q dos proposiciones cualesquiera podemos unirlas conjuntivamente mediante 'y' o
cualquier otra forma de unión conjuntiva del lenguaje natural, en la notación lógica usaremos el
siguiente signo ^ y la colocaremos de forma infija entre las dos variables proposicionales que
conecta, p ^ q.
La conjunción de dos proposiciones atómicas es verdadera cuando lo son a su vez las dos
proposiciones componentes. Por ejemplo, decíamos que: 'llueve y me mojo' es verdadera
cuando ocurre que 'llueve' y ocurre que 'me mojo'. La interpretación semántica de la conjunción
es entonces:
p q p ^q
V V V
V F F
F V F
F F F
Tal como se muestra en la tabla de verdad que define al símbolo punto, una conjunción es
verdadera si solo si ambos conyuntos son verdaderos.
La Disyunción: v
Sean dos proposiciones cualesquiera, p, q. Podemos unirlas mediante la disyunción 'o' y la
simbolizaremos mediante el símbolo v, que colocaremos de manera infija entre las dos variables
proposicionales que conecta, pvq.
p q pVq
V V V
V F V
F V V
F F F
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El Condicional:
Cuando dos enunciados se combinan colocando la palabra “si” antes del primer y se inserta la
palabra “entonces” entre ellos, el enunciado compuesto resultante es un condicional (también
llamado hipotético, una implicación o un enunciado implicativo). En un enunciado condicional,
el enunciado componente que sigue al “si” se llama el antecedente y el enunciado componente
que sigue a “entonces” es el consecuente.
El condicional 'si...entonces' es también una partícula para formar fórmulas de suma importancia
en lógica pues formaliza la estructura deductiva entre dos premisas. Podemos entonces
relacionar p y q condicionalmente, si p entonces q, y lo simbolizaremos mediante el símbolo ,
que expresaremos en lógica de la siguiente manera: p q. Aquí hay que tener en cuenta el
orden de colocación de las variables. En castellano, no tenemos problemas si alteramos el orden
de aparición en la secuencia del antecedente y del consecuente de un condicional. Podremos
decir, y es igualmente correcto, 'si llueve, me mojo' y 'me mojo, si llueve'. En la formalización
lógica ambas oraciones deben simbolizarse como p q, pues lo inverso, q p, produce otra
proposición completamente distinta.
Un condicional tal como 'si llueve entonces me mojo' es verdadero cuando:
Su antecedente y su consecuente son verdaderos: Ocurre que llueve y ocurre que me
mojo.
Su antecedente es falso, pero su consecuente es verdadero: No ocurre que llueve, pero
me mojo. En este caso es verdadero porque lo que afirma un condicional, su
consecuente, ocurre. Dicho de otra manera, si yo sé que existe una relación entre el
hecho de llover y el hecho de mojarme, el mojarme aunque no llueva no niega la relación
anterior. Todavía sería verdad que 'si lloviera, me mojaría'
Su antecedente y consecuente son falsos: La relación condicional 'si llueve, me mojo' no
deja de ser verdadera cuando no llueve y, en consecuencia, no me mojo. Naturalmente
cabe seguir aceptando que 'si lloviera me mojaría'. El planteamiento es semejante al
caso anterior.
Solamente el condicional es falso cuando su consecuente es falso y su antecedente es
verdadero. Pues si llueve debería mojarme tal y como se enuncia.
En forma de tabla quedaría de la siguiente manera:
p q p-q
V V V
V F F
F V V
F F V
El Bicondicional:
El Condicional expresa la condición suficiente, pero no la necesaria. De ahí la tabla de verdad del
condicional. Por ejemplo, es suficiente para mojarme que llueva, pero me puedo mojar por otros
motivos. Para expresar la condición suficiente y necesaria utilizamos el bicondicional, si y sólo
si, que simbolizaremos mediante , y que simbolizaremos como p q. En realidad un
bicondicional es la conjunción del condicional con su inverso:
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En realidad, como podemos apreciar en la tabla, esta conectiva se puede definir en función del
condicional y no tendríamos que incluirla en nuestro vocabulario básico. Sin embargo, dado que
el bicondicional expresa la relación de equivalencia y dado que esta relación se usa mucho en
lógica, para abreviar los cálculos y para establecer definiciones fácilmente es tradicional incluirla
dentro de las conectivas básicas
Analizando su tabla de verdad, diremos que un bicondicional es verdadero cuando sus
proposiciones atómicas coinciden en su valor de verdad. Ahora no sólo me tengo que mojar,
sino que tengo que hacerlo porque llueva o bien si no ocurre que me mojo será porque no llueve.
Dicho de otra manera, sólo me mojo si llueve y sólo es el caso que esté lloviendo si me mojo.
Reglas de transformación.
Hasta ahora hemos visto los elementos que constituyen el lenguaje de la lógica, pero todavía no
sabemos qué podemos hacer con ellos. Si la lógica estudia los principios de la inferencia válida,
entonces un cálculo lógico nos podrá decir qué esquemas de inferencia son válidos y cuáles no.
Entremos ahora en la parte fundamental del cálculo, aquella que constituye un método para
decidir qué inferencias son válidas y cuales no los son.
Las reglas expresan las condiciones que tienen que ocurrir para pasar de unas fórmulas a otras.
Estas condiciones quedan por encima de la raya que simboliza la transformación, la nueva
fórmula se coloca por debajo de la raya. Es decir, una regla de transformación se puede leer de
la siguiente manera: "si en el curso de una derivación, me encuentro con u obtengo las fórmulas
que aparecen por encima de la raya, entonces en el siguiente paso de la derivación puedo escri-
bir la fórmula que aparece debajo de la raya". Las reglas básicas son las siguientes:
Reglas de la Negación
Reglas de la Conjunción
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A
B______
A^B
Reglas de la Disyunción
Nos exige un proceso indirecto, consistente en suponer el antecedente del condicional que
queremos probar y ver si en el curso de la derivación podemos probar el consecuente. En este
caso queda probada la relación entre las dos proposiciones y podemos ya afirmarla más allá de
la hipótesis.
EI: Eliminación del Implicador o condicional.
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A→B
A____
B
Esta regla, también conocida como MODUS PONENS, establece que si tenemos un condicional
y tenemos su antecedente entonces podemos obtener su consecuente. Intuitivamente parece
evidente y nos devuelve al ejemplo que usábamos antes. Si sabemos que si llueve entonces me
mojo y sabemos también que llueve, evidentemente podemos afirmar que me mojo.
Un argumento válido que se apoya en una premisa condicional en el cual otra premisa afirma
el antecedente de este condicional y la conclusión afirma su consecuente.
El Modus Ponens o Modus Ponendo Ponens, que en latín significa el modo que afirmando
afirma, es una regla de inferencia en Lógica que te ayudará a llevar una argumentación válida. Y
queda así, escrita en tres proposiciones:
Si P entonces Q
Tienes P
Por lo tanto, tienes Q
Ahora un ejemplo, La biología estudia la vida entonces estudia las células de todos los seres
vivos. Si tienes que la biología estudia la vida Por conclusión tendrás que estudia las células de
los seres vivos.
P→Q
P____
Q
Reglas derivadas:
M.T: MODUS TOLLENS:
Un argumento válido que se apoya en una premisa condicional, en el cual su otra premisa
niega el consecuente de este condicional y la conclusión niega su antecedente.
Es otra forma de eliminar el condicional. Por otro lado, el Modus Tollens o Modus Tollendo
Tollens es otra regla de inferencia que en latín significa el modo que negando niega. Y tiene la
siguiente forma, igual en tres proposiciones, premisas y conclusión Si P entonces Q No tienes Q
Entonces no tienes P Por ejemplo, Tienes que comer si tienes hambre No tienes hambre Por lo
tanto, no tienes que comer Entonces, estas dos reglas de inferencia te ayudan a derivar una
conclusión de premisas dadas y argumentar correctamente.
A→B
¬B___
¬A
P→Q
¬Q___
¬P
Silogismo disyuntivo:
Es una forma de argumento valida en la que una premisa es una disyunción, la otra premisa
es la negación de uno de los dos disyuntos y la conclusión es la verdad del otro disyunto.
El silogismo disyuntivo es una regla de inferencia en Lógica. Recuerda que inferir es sacar una
conclusión de premisas y sirve para tener una argumentación válida. Ahora bien, Esta regla se
deduce de la Disyunción que son proposiciones que se enlazan por la letra o. Y la regla se forma
así, en tres proposiciones.
PóQ
No tienes P
Por lo tanto, tienes Q
Por ejemplo,
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O la veterinaria estudia la materia y la energía o la física estudia la materia y la energía.
La veterinaria no estudia la materia y la energía.
Por lo tanto, la física estudia la materia y la energía.
Silogismo hipotético:
Argumento valido que contiene solo proposiciones condicionales.
Es una regla de inferencia en Lógica. Contiene proposiciones o enunciados condicionales que
indica que las proposiciones dependen unas de las otras y así, se puede deducir esta regla de
inferencia.
Y tiene esta forma:
Si P está condicionada a Q
Y Q está condicionada a R
Por lo tanto, se puede decir que P se enlaza condicionalmente a R
Lógica y Semántica
Por Semántica entendemos la disciplina que se ocupa de las relaciones entre los signos y aquello
que éstos designan, entre los signos y aquello de lo cual hablamos por medio de ellos. En lógica,
la semántica recibió un fuerte avance gracias a la labor de un lógico polaco A. Tarski y la teoría
clásica de modelos, en los años 5F. La manera clásica de describir la tarea de la teoría de modelos
consiste en decir que en ella se estudian las relaciones entre los lenguajes formales, por un lado,
y las realidades de que hablan dichos lenguajes, por otro.
La atribución de significado, que no es más que ofrecer las condiciones que debe cumplir una
fórmula para que sea verdadera, se realiza mediante la idea de interpretación.
En la lógica proposicional, la interpretación de una fórmula viene dada por la interpretación
semántica de las conectivas que contiene. Es decir, en la medida en que nuestras conectivas son
funciones veritativas, una interpretación para el cálculo proposicional consiste en atribuir un
valor de verdad a cada una de las variables proposicionales que componen una fórmula y evaluar
según la interpretación semántica de las conectivas el valor final de la fórmula.
Dicho de otro modo, la relación semántica básica entre el lenguaje de proposiciones y el mundo
o universo del que habla es la valoración veritativa. Una valoración veritativa sobre el lenguaje
proposicional es una aplicación que asigna a cada fórmula del lenguaje un valor de verdad, esto
es, uno de los dos elementos del conjunto {V,F} de valores de verdad.
En nuestro sistema de lógica de enunciados tenemos un método de prueba semántico que nos
permite decidir si una fórmula es o no una verdad lógica. Este método de prueba es la tabla de
verdad. Como recordaremos, el método es bastante limitado, pues imaginad una fórmula con
seis variables proposicionales. Las posibles combinaciones sería 26 = 64 lo que su confección
resulta sumamente larga e incómoda, aun así la validez del método no queda disminuida.
Tomemos como ejemplo una de la regla de inferencia que hemos demostrado, el Modus Tollens
que en su formato de ley sería ((p ^ q) ^ —q ) ^ —p), y construyamos su tabla de verdad, veamos
qué resultado arroja:
¿Qué es lo que hemos hecho? Primero asignamos un valor de verdad a las dos variables
proposicionales que componen la fórmula de la que queremos obtener sus posibles valores de
verdad. Como tenemos dos valores, obtendremos cuatro (22) combinaciones posibles de valores
de verdad. Después, en las siguientes columnas vamos evaluando cómo se modifican estos
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valores iniciales conforme las variables entrar a ser argumentos de conectivas, para ello tenemos
presente la interpretación semántica de las conectivas. Así, por ejemplo, cuando q=V, —q = F y
viceversa. Y si p = V y q = V, entonces p ^ q = V. Procedemos de esta forma hasta que debajo de
la conectiva principal^ de la fórmula obtenemos la columna de todos los posibles resultados
para la fórmula que estamos estudiando.
¿Qué fórmulas interesan a la lógica desde el punto de vista semántico?
Evidentemente aquellas fórmulas que arrojen como resultado en la columna final de su tabla de
verdad en todas sus filas el valor de 'verdadero'. A estas fórmulas las denominaremos,
tautologías o verdades lógicas.
Por el contrario, si todos los resultados en la columna final de la tabla son 'falso', estas fórmulas
serán contradicciones y si encontramos tanto 'verdadero' como 'falso', diremos que son
fórmulas satisfacibles, es decir, que en alguna valoración veritativa la fórmula resulta
verdadera.
Lo importante de las tautologías es que toda interpretación posible satisface a la fórmula, esto
es, la hace verdadera, eso significa que son razonamientos correctos o formalmente válidos.
En resumen:
Forma enunciativa tautológica es una forma enunciativa que tiene únicamente instancias de
sustitución verdaderas. Por lo tanto, es posible decir que una forma argumental es valida si, y
solo si, su expresión en forma de un enunciado condicional ( de la cual el antecedente es una
conjunción de las premisas de la forma argumenta dada y el consecuente es la conclusión de la
forma argumental dada) es un tautología.
Forma enunciativa auto contradictoria o contradicción es una forma enunciativa que
únicamente tiene instancias de sustitución falsas y es lógicamente falsa.
Forma enunciativa contingente es aquella que tiene enunciados verdaderos y falsos entre sus
instancias de sustitución
FALACIAS:
Efectivamente, la lógica ha realizado un catálogo de argumentos de este tipo, argumentos que
no válidos, pero lo parecen. A estos argumentos los denominamos falacias o sofismas.
Hay muchos tipos de falacias, algunas lo son por su forma lógica y en ese sentido coinciden con
argumentos incorrectos o falso argumentos, como el que mencionábamos arriba. Estas son
sencillas de detectar utilizando un cálculo lógico. Pero hay otro tipo de falacias que lo son no
tanto en virtud de su forma lógica sino en virtud de su contenido material. Una clasificación de
las falacias puede ser la siguiente:
Falacias: se define como el tipo de argumento que puede parecer correcto, pero mediante una
revisión mas minuciosa, se prueba que no lo es.
1) Formales
2) Informales. Son los tipos de errores de razonamiento que surgen por el mal manejo del
contenido de las proposiciones que constituyen un argumento.
a) Falacias de Ambigüedad
i) Equivocacion.
ii) Anfibología
iii) Acento
iv) Composición.
v) División.
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relevantes, para la conclusión, son tan débiles e ineficaces que confiar de ellas es un
error garrafal.
(1) Ignorancia
(2) Generalización precipitada
(3) Causa Falsa
(4) Apelación inapropiada a la autoridad
ii) Falacias de relevancia: las premisas no son relevantes para la conclusión extraída
aunque parecen ser relevantes.
(1) Ad Hominen – El argumento
(2) Ad Baculum – Apelacio a la fuerza
(3) Ad Populum - Apelación a la emoción
(4) Ad verecundiam
(5) Ad ignorantian
(6) Tu quoque
Las falacias de ambigüedad. Falacias causadas por un cambio o confusión de significados dentro
de un argumento. También se conoce como sofisma.
Son argumentos deductivos que parecen válidos pero que no lo son porque hay una
modificación en el significado de alguno de los términos. Hay de dos tipos:
Por equívoco: Falacia en la que dos o mas significados de una palabra o frase se utilizan
en diferentes partes de un argumento. El término se usa dentro del mismo argumento
con dos significados distintos, por ejemplo:
Sólo el hombre es racional Ninguna mujer es un hombre
Luego, Ninguna mujer es racional
Anfibología: Falacia en la que una combinación imprecisa o inapropiada de palabras se
puede interpretar en mas e una forma; el argumento contiene una premisa basada en
una interpretación, mientras que la conclusión depende de una interpretación
diferente. La anfibología se origina por una ambigüedad estructural o por una
ambigüedad semántica al interpretar un elemento que determina la estructura lógica.
Por ejemplo:
Todo Hombre ama a una mujer Romeo ama a Julieta
Luego, Todo hombre ama a Julieta
Acento: falacia en la que se utiliza una frase para transmitir dos significados diferentes
dentro de un argumento, y la diferencia se basa en los cambios del énfasis que se da a
las palabras dentro de la frase.
Composición: falacia en la que se extrae equivocadamente una indiferencia de los
atributos del todo a partir de los atributos de sus partes.
División: Falacia en la se infieren de manera errónea los atributos de las partes a partir
de los atributos del todo.
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Apelación a la ignorancia (ad ignorantiam): cuando se argumenta que una proposición
es verdadera con base en que no se ha probado su falsedad o cuando se argumenta que
una proposición es falsa porque no se ha probado su verdad.
Apelación inapropiada a la autoridad (ad verecundiam): cuando las premisas de un
argumento apelan al juicio de una o unas personas que no tienen una autoridad legitima
como expertos en el tema en cuestión.
Causa falsa: cuando se trata como causa de una cosa aquello que en realidad no es la
causa de esa cosa, a menuda basándose solamente en una cercana sucesión temporal
de los dos sucesos.
Generalización precipitada (accidente inverso): cuando se pasa descuidada o
rápidamente de uno o muy pocos casos a una afirmación universal o general.
En estas, los argumentos equívocos dependen de premisas que pueden parecer relevantes
para la conclusión extraída pero que de hecho no lo son.
A menudo, son meros argumentos retóricos o entimemas, que tienen el objetivo de convencer
a alguien apelando a argumentos o razones que no son lógicamente pertinentes. Entre las más
comunes podemos destacar las siguientes:
El argumento Ad hominem: Podemos atacar o desprestigiar la capacidad argumentativa
del que presenta la opinión, pero sin presentar razones contra la opinión en sí. Por
ejemplo, cuando decimos en tono despectivo aquello de 'si tú lo dices...'. Cuando se
dirige un ataque a la persona del oponente y no a las afirmaciones que de hecho se
hacen. Se distinguen dos subtipos: (a) cuando el ataque es directo e intenta difamar o
desacreditar al defensor de una postura, se llama ad hominem ofensivo; (b) cuando el
ataque es indirecto y sugiere que el defensor de alguna postura mantiene esos puntos
de vista debido a circunstancias o intereses especiales, se llama un ad hominem
circunstancial.
Conclusión Irrelevante (ignoratio elenchi): cuando las premisas pretenden apoyar una
conclusión pero en realidad apoyan a otra.
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Falacias de presuposición:
Falacia en que la conclusión depende de un supuesto tácito dudoso, injustificado o falso.
Falacia de accidente. Falacia en la que se aplica incorrectamente una generalización a
un caso particular.
Falacia de pregunta compleja. Falacia en la que se hace una pregunta de manera que
presupone la verdad de alguna proposición oculta en la pregunta.
FALACIAS FORMALES
Dos formas argumentales invalidas merecen especial atención porque mantienen parecidos
superficiales con formas validas y, por lo tanto a menudo tientan a los lectores o escritores
descuidados.
La falacia de la afirmación del consecuente. Aunque la figura de esta forma es parecida a la del
modus ponens, las dos formas argumentales son muy diferentes y esta forma ciertamente no es
válida. Dicha falacia se caracteriza por ser formal en la que la segunda premisa de un argumento
afirma el consecuente de la premisa condicional y la conclusión de su argumento afirma el
antecedente.
La falacia de la negación del antecedente. Es otra forma invalida que tiene como figura parecida
a la del modus tollens y a su vez de categorizarse como una falacia formal, esta consiste en que
la segunda premisa de un argumento niega el antecedente de una premisa condicional y la
conclusión del argumento niega el consecuente
CAPITULO IV de Axelrod
“El sistema de vivir y dejar vivir durante la guerra de trincheras de la primera guerra mundial”
Introducción
Axelrod explica cómo surgió una cadena de cooperación entre dos bandos enemigos que
estaban en guerra.
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que lleguen los suministros para poder alimentarse. Poco a poco esto genero confianza
recíproca, lo que permitió que los suministros estuviesen seguros de ambos lados. Al fin y al
cabo, ambos ejércitos sabían que en caso de destruir los suministros, entonces debían
prepararse para una represalia por parte del ejército enemigo.
Los ejércitos empezaron a cooperar sabiendo que, de romper la cooperación, en cualquier
momento el ejército enemigo podría actuar recíprocamente. Durante este periodo inicial los
ejércitos se esforzaron activamente en demostrar que podían reaccionar y vengarse duramente
si se rompía la cooperación. Por ejemplo, disparando a paredes, bombas en lugares que no había
gente, etc. Lo que se buscaba era demostrar que, de no cooperar, sería contraproducente.
Cuando se producía un ataque, entonces existía una represalia que era el doble o el triple de
grande que el ataque en sí. La escalada de la réplica, a medida que iba creciendo, iba camino a
extinguirse. Dado que, o bien las partes entendían que no debían atacarse mutuamente, o bien
rompían esta regla implícita y se atacaban sin ningún tipo de sistema de réplicas.
El establecimiento de la cooperación
La rotación de tropas era un problema para el establecimiento de la cooperación, dado que el
proceso debería volver a empezar. En este caso, las tropas salientes informaban de los manejos
a las tropas entrantes, quienes seguían esta cadena de cooperaciones.
Los Altos Mandos del ejército, exigían pruebas a sus soldados de que estaban librando la batalla.
Así, los soldados guardaban partes de la trinchera rival,
También la ética jugo un papel en esta batalla. Si algún soldado disparaba sin intención un arma,
este salía a pedir disculpas, demostrando arrepentimiento por atacar la confianza que ambos
ejércitos habían construido. Los intercambios de cooperación generaron que los soldados se
preocuparan por el bienestar del otro.
El fin de la cooperación
La instauración de un nuevo método de ataque por parte de los Altos Mandos dio por finalizada
la cooperación. El “raid” consistía en atacar la trinchera enemiga sigilosamente, por sorpresa y
con 100 o 200 hombres. A los atacantes se les ordenaba, capturar, o matar al enemigo. Si la
incursión tenía éxito, debía haber prisioneros, sino, debía haber bajas del ejército. Era imposible
que los beligerantes intercambiaran cadáveres por prisioneros, y por eso, se terminó la
cooperación. El bando que había atacado podía esperar represalias, pero desconocía cuando,
como y donde. El otro bando desconocía si se iba a repetir el ataque o sino, y tampoco sabía
cuándo, cómo ni dónde. Los batallones se vieron obligados a montar auténticos ataques al
enemigo, las represalias no tuvieron amortiguación, y el proceso, realimentado, escapo del
control de los soldados.
La venganza llamó a venganza, y esto generó la destrucción del sistema de la cooperación.
Conclusión
Los ejércitos al no atacarse, no perseguían ni más ni menos que el principio de “mayor beneficio
personal”. Ellos lo que querían era volver a sus casas, con sus familias, sanos y salvos. Así,
encontraron en la cooperación, el método de lograr su cometido. Ambos sabían que si se
atacaban, cualquiera de los dos podía resultar vencedor, por eso, preferían no atacarse y así,
asegurarse que no iban a perder.
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